Mare Clausum, Mare Liberum: Piratería y Economía del Estado Moderno, 2019
Siguiendo a Sergio López (2017) quien afirma que la piratería es considerada como una práctica d... more Siguiendo a Sergio López (2017) quien afirma que la piratería es considerada como una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, la cual, según el historiador ateniense Tucídides podría ser tan arcaica como la propia navegación, estoy consciente que la piratería es un fenómeno antiquísimo que se ha presentado básicamente en toda la mar y por parte de gran diversidad de pueblos, por, aclaro que aquí trabajamos sobre un marco histórico y espacial concreto. El fenómeno del corsarismo y la piratería en el océano atlántico, que inicia alrededor de principios del siglo XVI y transcurre básicamente durante todo el siglo XVII. Tendemos a asociar a los piratas con saqueadores, con grupos de bucaneros dedicados a atracar embarcaciones haciéndose con extravagantes tesoros, lo cual es cierto en parte,de allí la letra de la canción al inicio de este texto, causar miedo y estar dispuestos a morir en batalla fue parte de la idiosincrasia pirata, pero no deja de ser reduccionista considerarlos unos saqueadores, la piratería fue en realidad una intrincada practica económica que impacto la estructura comercial de la época afectando el desarrollo económico en el atlántico en diversas dimensiones. ¿Por qué? ¿cómo? Para responder a esto debemos describir el panorama comercial en el Atlántico y el particular papel protagónico del Caribe.
23 de abril de 2019 La ciencia ficción nos hace soñar con maquinas que pueden regresarnos físicam... more 23 de abril de 2019 La ciencia ficción nos hace soñar con maquinas que pueden regresarnos físicamente en el tiempo de modo que podamos interactuar con personas y sociedades de nuestro pasado, si pudiésemos hacerlo tal vez podríamos responder con claridad si hace 50, 60 o 100 años los maestros y maestras, profesores y profesoras, tenían completa certeza de su rol en la sociedad como modelo de los máximos valores ante sus pupilos y ante la opinión publica en general, pero, desde luego, contamos con otro tipo de maquina del tiempo, las fuentes históricas, y ya sea por medio de relatos de nuestros octogenarios, o por medio de trabajos historiográficos y representaciones artísticas, esta muy anclado en nuestro imaginario la imagen del docente de antaño como aquel ser estricto y honroso cuya vida esta entregada a la misión de transmisión de los preceptos morales, generalmente anclados en supuestos religioso, y el comportamiento deseables para la adecuada convivencia en sociedad. Pero estos son, al fin y al cabo, imaginarios, la historia guarda muchos otros procesos en los que los enseñantes cumplían un rol alejado a ese ideal de maestro ejemplar. Desde nuestra carrera, nuestra formación docente, desde nuestra aspiración al ser maestros, generalmente sostenemos, de forma justificada, que en esa imagen anticuada de los enseñantes se ven una serie de limitaciones que la sociedad les imponía, por lo tanto, normalmente de forma consciente, tratamos de desprendernos de esa coacción de las expectativas sociales en busca de una práctica y vivencia pedagógica autentica de acuerdo a nuestras propias convicciones. No obstante, existen en nuestra realidad razones de peso para problematizar la tendencia a obviar o dejar de lado la reflexión sobre las implicaciones del "ejemplo" en nuestra formación y practica pedagógica, en especial si implicamos el análisis curricular del ejemplo. Asumiendo que currículo es en esencia una selección cultural de contenido (Mejía J. 1999) es relativamente sencillo darnos cuenta que en la figura del arquetipo de maestro de antaño se observan claramente aquellos contenidos e intencionalidades que configuraban su rol, en palabras sencillas, se espera que encarnaran la moralidad y fuesen ese ejemplo a seguir de los alumnos, pero en la contemporaneidad es mucho más complejo definir que contenidos culturales e intencionalidades se supone que debe ejemplificar el docente, y aclaro que me estoy refiriendo solo al contexto colombiano, o latinoamericano si así lo desean, por lo tanto me propongo explorar y exponer algunas cuestiones para abrir el debate frente al tema. La imitación es una capacidad básica de los primates, desde los primeros años de su desarrollo cognitivo las crías humanas empiezan a imitar el comportamiento observable de las personas a su alrededor, con esto no trato de plantear que la imitación sea igual que el ejemplo, tienen relación por supuesto, lo que trato de decir es que ejemplos los cuales podemos tomar como referentes para imitar o para seguir y emular son muchos, a los niños, jóvenes y adultos se nos presentan cotidianamente un gran abanico de arquetipos y comportamientos, tratar de realizar esa diferenciación entre los "buenos ejemplos" y los "malos ejemplos" es realmente más complejo de lo que parece a simple vista, por lo tanto es necesario ser prudentes ante afirmaciones como la de Gusdorf al decir que "el maestro es el que da ejemplo, pero buen ejemplo" (citado por Arizmendiarrieta 1999). Hasta el más inocente de nosotros se nos ocurre preguntar ¿qué es un buen
Mare Clausum, Mare Liberum: Piratería y Economía del Estado Moderno, 2019
Siguiendo a Sergio López (2017) quien afirma que la piratería es considerada como una práctica d... more Siguiendo a Sergio López (2017) quien afirma que la piratería es considerada como una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, la cual, según el historiador ateniense Tucídides podría ser tan arcaica como la propia navegación, estoy consciente que la piratería es un fenómeno antiquísimo que se ha presentado básicamente en toda la mar y por parte de gran diversidad de pueblos, por, aclaro que aquí trabajamos sobre un marco histórico y espacial concreto. El fenómeno del corsarismo y la piratería en el océano atlántico, que inicia alrededor de principios del siglo XVI y transcurre básicamente durante todo el siglo XVII. Tendemos a asociar a los piratas con saqueadores, con grupos de bucaneros dedicados a atracar embarcaciones haciéndose con extravagantes tesoros, lo cual es cierto en parte,de allí la letra de la canción al inicio de este texto, causar miedo y estar dispuestos a morir en batalla fue parte de la idiosincrasia pirata, pero no deja de ser reduccionista considerarlos unos saqueadores, la piratería fue en realidad una intrincada practica económica que impacto la estructura comercial de la época afectando el desarrollo económico en el atlántico en diversas dimensiones. ¿Por qué? ¿cómo? Para responder a esto debemos describir el panorama comercial en el Atlántico y el particular papel protagónico del Caribe.
23 de abril de 2019 La ciencia ficción nos hace soñar con maquinas que pueden regresarnos físicam... more 23 de abril de 2019 La ciencia ficción nos hace soñar con maquinas que pueden regresarnos físicamente en el tiempo de modo que podamos interactuar con personas y sociedades de nuestro pasado, si pudiésemos hacerlo tal vez podríamos responder con claridad si hace 50, 60 o 100 años los maestros y maestras, profesores y profesoras, tenían completa certeza de su rol en la sociedad como modelo de los máximos valores ante sus pupilos y ante la opinión publica en general, pero, desde luego, contamos con otro tipo de maquina del tiempo, las fuentes históricas, y ya sea por medio de relatos de nuestros octogenarios, o por medio de trabajos historiográficos y representaciones artísticas, esta muy anclado en nuestro imaginario la imagen del docente de antaño como aquel ser estricto y honroso cuya vida esta entregada a la misión de transmisión de los preceptos morales, generalmente anclados en supuestos religioso, y el comportamiento deseables para la adecuada convivencia en sociedad. Pero estos son, al fin y al cabo, imaginarios, la historia guarda muchos otros procesos en los que los enseñantes cumplían un rol alejado a ese ideal de maestro ejemplar. Desde nuestra carrera, nuestra formación docente, desde nuestra aspiración al ser maestros, generalmente sostenemos, de forma justificada, que en esa imagen anticuada de los enseñantes se ven una serie de limitaciones que la sociedad les imponía, por lo tanto, normalmente de forma consciente, tratamos de desprendernos de esa coacción de las expectativas sociales en busca de una práctica y vivencia pedagógica autentica de acuerdo a nuestras propias convicciones. No obstante, existen en nuestra realidad razones de peso para problematizar la tendencia a obviar o dejar de lado la reflexión sobre las implicaciones del "ejemplo" en nuestra formación y practica pedagógica, en especial si implicamos el análisis curricular del ejemplo. Asumiendo que currículo es en esencia una selección cultural de contenido (Mejía J. 1999) es relativamente sencillo darnos cuenta que en la figura del arquetipo de maestro de antaño se observan claramente aquellos contenidos e intencionalidades que configuraban su rol, en palabras sencillas, se espera que encarnaran la moralidad y fuesen ese ejemplo a seguir de los alumnos, pero en la contemporaneidad es mucho más complejo definir que contenidos culturales e intencionalidades se supone que debe ejemplificar el docente, y aclaro que me estoy refiriendo solo al contexto colombiano, o latinoamericano si así lo desean, por lo tanto me propongo explorar y exponer algunas cuestiones para abrir el debate frente al tema. La imitación es una capacidad básica de los primates, desde los primeros años de su desarrollo cognitivo las crías humanas empiezan a imitar el comportamiento observable de las personas a su alrededor, con esto no trato de plantear que la imitación sea igual que el ejemplo, tienen relación por supuesto, lo que trato de decir es que ejemplos los cuales podemos tomar como referentes para imitar o para seguir y emular son muchos, a los niños, jóvenes y adultos se nos presentan cotidianamente un gran abanico de arquetipos y comportamientos, tratar de realizar esa diferenciación entre los "buenos ejemplos" y los "malos ejemplos" es realmente más complejo de lo que parece a simple vista, por lo tanto es necesario ser prudentes ante afirmaciones como la de Gusdorf al decir que "el maestro es el que da ejemplo, pero buen ejemplo" (citado por Arizmendiarrieta 1999). Hasta el más inocente de nosotros se nos ocurre preguntar ¿qué es un buen
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