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martes, agosto 28, 2012

Hank, las campañas y los medios


 
Del adelanto
Diciembre, 2011. Revista Gatopardo. N° 127. En la portada, a lado de la esbelta figura de Ximena Navarrete, Miss Universo mexicana, se anuncia un reportaje del experimentado periodista Daniel Salinas Basave sobre la vida de un controvertido político y empresario asilado en Baja California: En el nombre del padre. ¿A quién se parece Hank Rohn?

Éste es sólo el adelanto de un libro de próxima aparición.
Meses después, en el noticiero de Carmen Aristegui, escucho un spot que anuncia la puesta en venta del libro. Con un título religioso por fin está en la mesa de novedades La liturgia del tigre blanco. Una leyenda llamada Jorge Hank Rhon (Océano, 2012, 311 p.).  

Lo adquiero  en un aeropuerto haciendo antesala para realizar un vuelo nacional. Lo devoro. Es un texto adictivo. Apenas termino de leer un capítulo y ya ansío concluir el siguiente.
Del libro

Escrito con destreza periodística y alejado de pasiones políticas, La liturgia del tigre blanco es un reportaje de largo aliento esculpido palabra por palabra con oficio literario.
El origen del libro lo detona la detención de Hank Rhon por parte del Ejército en su casa de Tijuana la madrugada del 4 de junio de 2011.  

“Por dos semanas todos los editorialistas se vuelven hankólogos y resucita la surrealista mitología que acompaña al personaje: animales exóticos, periodistas muertos, tequilas afrodisiacos, híbridos de tigresa y león, cuero rojo, voluntades compradas, impunidad rampante”.
El autor reconoce que “fue entonces cuando decidí desempolvar estos papeles de reportero y publicar de una vez por todas este libro, que tiene tanto tiempo picándome la cresta”.

Del autor
Salinas Basave tiene 38 años. Es originario de Monterrey, Nuevo León. Inicia su carrera periodística en el diario El Norte, la continúa siendo parte de la generación fundadora del periódico Frontera en la ciudad de Tijuana. Actualmente colabora para El Informador de Baja California escribiendo una variopinta columna: Mitos del Bicentenario.

El primer reportaje que firma ya como reportero de Frontera es “Un hipódromo sin caballos”, en agosto de 1999, en el que narra “las irregularidades del feudo hankista”. El caprichoso destino pone en su camino al personaje.
En 2007 cubre la campaña electoral de Jorge Hank Rhon a la gubernatura de Baja California. Es en ese trajín cuando -reconoce- “me nació la idea de escribir la historia de Hank Rhon”.

“Si bien el vicio literario fue en aquel entonces más fuerte que el periodístico y decidí comenzar a escribir una novela que titulé Los Vientos de Santa Ana, narrada en segunda persona, en la que un reportero lograba entrar a un penal de máxima seguridad a entrevistar a un agonizante sicario que purgaba una condena por haber asesinado a un periodista”.
Extraigo esta última cita de su columna no sólo para identificar los vientos que impelen al autor a confeccionar su obra, sino también para destacar el prurito literario que caracteriza su pluma.

A lo largo de la lectura de La liturgia… me topé con dos pistas que me hicieron intuir el “vicio literario” que el autor confiesa. El primero: las casi 300 páginas colmadas de metáforas novelescas. El segundo: la referencia a El país de las últimas cosas de Paul Auster (p. 156), texto leído por el autor mientras da la hora acordada de su primera entrevista con Hank Rhon en 2003.
Salinas Basave es, además de conspicuo periodista, un laureado escritor bajacaliforniano. En 2010 recibe el Premio Estatal de Literatura Baja California en la categoría de ensayo gracias a Réquiem por Gutenberg.

De campañas electorales, medios y Hank Rhon
¿Por qué leer La liturgia del tigre blanco? ¿Qué relación tiene con la comunicación política, electoral y gubernamental, las campañas y los medios un libro sobre la vida de un personaje tan polémico como Jorge Hank Rhon?

La respuesta a ambas preguntas se halla sobre todo en la segunda parte del texto en la que el autor da cuenta de las dos campañas electorales que ha protagonizado el político priísta: la primera, en la que ganó la alcaldía de Tijuana (2004); la segunda, en la que perdió la gubernatura de Baja California (2007).
Salinas Basave refiere los acuerdos entre Hank y Roberto Madrazo para que el primero sea candidato a alcalde de la ciudad fronteriza, el pacto con Fernando Castro Trenti para aglutinar al priismo tijuanense entorno a la candidatura del dueño de Caliente, la percepción ciudadana de que el gobierno panista en turno “es incapaz de enfrentar al crimen organizado” y la corrupción que corroe al ayuntamiento del edil Jesús González Reyes, cuyos funcionarios “se sirven con la cuchara grande”.

Factores todos que se suman a errores estratégicos del PAN y aciertos tácticos de la campaña de Hank, para que éste gane la elección.
Además, es en esta campaña donde se difunde uno de los spots más emblemáticos de la mercadotecnia política en México. “Hank aparece sentado en la mesa de un restaurante hablando de lo insegura que se ha vuelto la ciudad y de la incapacidad del gobierno panista para combatir el crimen. ‘A mí no me va a temblar la mano, porque si algo me sobra son éstos’, afirma Hank señalando los huevos que el mesero acaba de traerle para desayunar”.

Tres años después, el PAN utilizaría ese mismo spot para lanzar una intensa campaña negativa en su contra.
En 2004, Hank Rhon recorre las colonias más pobres de la ciudad organizando faraónicas verbenas populares, al tiempo que se reúne con cámaras empresariales y con los principales líderes de la comunidad tijuanense.

Carlos Alazraki es el responsable de la imagen y la publicidad de la campaña. Domestica a Hank. “Adiós barba y pelo crecido y adiós kilos de más…Lo entrena en un discurso mesurado, de eterna sonrisa y mínimos sobresaltos. Lo hace ver como un empresario exitoso, inmensamente rico, que desea brindarse a su ciudad por puro altruismo, pues ni siquiera necesita el sueldo que ganará como alcalde”.
El slogan del priísta es “Para que estés bien y de buenas”. “Tal vez no podría garantizarse la seguridad, pero sí al menos el buen humor”.

Del otro lado de la cancha, al PAN lo invade el exceso de confianza. Consideran innecesario atacar a Hank. El candidato blanquiazul Jorge Ramos ordena hacer una campaña positiva, “que ya Zeta se va a encargar de desprestigiar a nuestro contrincante”.
Un perla que da muestra cómo los medios se pitan del color de su partido favorito. Es el caso de Frontera, el periódico para el que trabajaba Daniel Salinas Basave. En el debate organizado por la Coparmex, en el que se fue la luz por una hora, Jorge Ramos, sobrado y seguro, evidencia la inexperiencia de Hank. “Frontera, siempre tan azul, no duda en cabecear su portada con un ‘Gana Ramos debate a Hank’”.  

“PRI-mero de agosto”. El día de la elección el PRI gana la calle. El color rojo inunda las avenidas de Tijuana. Miles de mexiquenses enfundados con playeras rojas y letras negras con la leyenda “Por Tijuana” rondan las casillas. Intimidan. La maquinaria priísta “luce mucho más poderosa que en anteriores jornadas electorales. Es descomunal y está funcionando desde temprano”.
La jornada transcurre normal (sí, normal) entre conatos de bronca, detenciones y denuncias por parte de los priístas en contra de los gobiernos panistas por sus atropellos.

Hacia el cierre de las casillas, en la redacción de Frontera se define la portada de una edición vespertina. De acuerdo con los resultados de su propia encuesta de salida, el PAN aventaja con 47 por ciento sobre 44 por ciento del PRI. Esa fue la portada. A las 6 de la tarde, con la portada de Frontera en la mano, los panistas “celebran eufóricos su triunfo”.
Una hora después, el coordinador de campaña de Hank, Fernando Castro Trenti, “inicia entonces la contraofensiva mediática”: de seis casillas contadas al azar, las seis son para Hank por más del 50 por ciento. A las 10 pm, con el 82 por ciento de las actas en la mano y colocadas sobre un escritorio a la vista de la prensa, el líder municipal del PRI y Castro Trenti anuncian una ventaja de tres mil votos a favor de su candidato. “Las tendencias…son ya irreversibles”.

Seis horas después de proclamar ganador al candidato panista, Frontera tiene que tragarse sus palabras. La portada del 2 de agosto anuncia: “Aventaja Jorge Hank”.
La elección de 2007 nada tiene que ver con la de 2004. De entrada, Hank logra sortear la Ley “Antichapulín” que impide a servidores públicos en funciones aspirar a otro cargo en la elección inmediata posterior al que fueron electos.

Sin embargo, la que no logra evadir es la dura campaña negativa del PAN, la cual brinda uno de los mejores spots de la mercadotecnia política mexicana. “En pantalla se ve solamente un chaleco rojo y se escucha una grabación telefónica: ‘Está usted llamando al corporativo H7. Para comprar candidaturas, presione uno. Para comprar lealtades, presione dos. Para comprar chalecos de pene de burro, presione tres. Y recuerde, yo lo compro todo’. Luego se escuchan risas infernales”.
La campaña negativa se aúna a otros factores. Hank fue un pésimo alcalde: improvisó, endeudó al municipio y su principal oferta (mejorar la seguridad de Tijuana) no la cumplió. Sucedió lo que pasa con muchos candidatos: no estaba preparado para gobernar.

Elba Esther Gordillo se alía con el PAN y pone a su disposición la estructura magisterial en contra de Hank. La fortaleza electoral y de contención de 2004 en 2007 brilla por su ausencia. Se asegura además que Castro Trenti, nuevamente su coordinador de campaña, lo traiciona en contubernio con el entonces diputado local panista Francisco Blake Mora.
En campaña uno de los recursos más escasos es el dinero. No hay dinero que alcance. En la de Hank sobra. Pero ni siquiera los 300 millones de pesos que invierte el hijo del profesor Hank González son suficientes para revertir todos los factores que juegan en su contra empezando por él mismo.

De “Apurados destapes”, Baja California y el 2013
El pasado 30 de octubre, al medio tiempo del partido entre Xoloizcuintles contra San Luis, en entrevista banquetera, a pregunta expresa, Jorge Hank declara: “A mí, mi padre me enseñó a ser un soldado de mi partido, y a la trinchera a la que me llame ahí estaré; sin embargo…, les digo a mis amigos bajacalifornianos: ‘Yo, Jorge Hank, quiero ser su gobernador’”.

En 2013, hay elecciones en 14 estados de la República mexicana. Sólo en uno de ellos, Baja California, se elige gobernador. Jorge Hank nuevamente busca ser gobernador de su estado adoptivo. Sin embargo, ahora el camino es más sinuoso. Tiene que enfrentarse no sólo al PAN (y al PRD en una eventual alianza) en la elección constitucional, sino a su dos veces coordinador de campaña y ahora acérrimo rival, Fernando Castro Trenti, en la búsqueda por la candidatura del PRI.
Seguramente, el próximo año, la elección de gobernador de Baja California dará material suficiente para que Daniel Salinas Basave trabaje en una segunda edición corregida y aumentada de La liturgia del tigre blanco. Una leyenda llamada Jorge Hank Rhon.