Del adelanto
Diciembre, 2011. Revista
Gatopardo. N° 127. En la portada, a lado de la esbelta figura de Ximena
Navarrete, Miss Universo mexicana, se anuncia un reportaje del experimentado
periodista Daniel Salinas Basave sobre la vida de un controvertido político y
empresario asilado en Baja California: En el nombre del padre.
¿A quién se parece Hank Rohn?
Éste es sólo el adelanto de un
libro de próxima aparición.
Meses después, en el noticiero de
Carmen Aristegui, escucho un spot que anuncia la puesta en venta del libro. Con
un título religioso por fin está en la mesa de novedades La liturgia del tigre blanco. Una leyenda llamada Jorge Hank Rhon
(Océano, 2012, 311 p.).
Lo adquiero en un aeropuerto haciendo antesala para
realizar un vuelo nacional. Lo devoro. Es un texto adictivo. Apenas termino de
leer un capítulo y ya ansío concluir el siguiente.
Del libro
Escrito con destreza
periodística y alejado de pasiones políticas, La liturgia del tigre
blanco es un reportaje de largo aliento esculpido palabra por palabra con
oficio literario.
El origen del libro lo detona la
detención de Hank Rhon por parte del Ejército en su casa de Tijuana la
madrugada del 4 de junio de 2011.
“Por dos semanas todos los
editorialistas se vuelven hankólogos y resucita la surrealista mitología que
acompaña al personaje: animales exóticos, periodistas muertos, tequilas
afrodisiacos, híbridos de tigresa y león, cuero rojo, voluntades compradas,
impunidad rampante”.
El autor reconoce que “fue
entonces cuando decidí desempolvar estos papeles de reportero y publicar de una
vez por todas este libro, que tiene tanto tiempo picándome la cresta”.
Del autor
Salinas Basave tiene 38 años. Es
originario de Monterrey, Nuevo León. Inicia su carrera periodística en el
diario El Norte, la continúa siendo parte
de la generación fundadora del periódico Frontera en la ciudad de Tijuana. Actualmente
colabora para El Informador de Baja
California escribiendo una variopinta columna: Mitos del Bicentenario.
El primer reportaje que firma ya
como reportero de Frontera es “Un
hipódromo sin caballos”, en agosto de 1999, en el que narra “las irregularidades
del feudo hankista”. El caprichoso destino pone en su camino al personaje.
En 2007 cubre la campaña
electoral de Jorge Hank Rhon a la gubernatura de Baja California. Es en ese
trajín cuando -reconoce- “me nació la idea de escribir la historia de Hank Rhon”.
“Si bien el vicio literario fue
en aquel entonces más fuerte que el periodístico y decidí comenzar a escribir
una novela que titulé Los Vientos de Santa Ana, narrada en segunda persona, en
la que un reportero lograba entrar a un penal de máxima seguridad a entrevistar
a un agonizante sicario que purgaba una condena por haber asesinado a un
periodista”.
Extraigo esta última cita de su columna
no sólo para identificar los vientos que impelen al autor a confeccionar su
obra, sino también para destacar el prurito literario que caracteriza su pluma.
A lo largo de la lectura de La
liturgia… me topé con dos pistas que me hicieron intuir el “vicio literario”
que el autor confiesa. El primero: las casi 300 páginas colmadas de metáforas
novelescas. El segundo: la referencia a El país de las últimas cosas de Paul
Auster (p. 156), texto leído por el autor mientras da la hora acordada de su
primera entrevista con Hank Rhon en 2003.
Salinas Basave es, además de conspicuo
periodista, un laureado escritor bajacaliforniano. En 2010 recibe el Premio
Estatal de Literatura Baja California en la categoría de ensayo gracias a
Réquiem por Gutenberg.
De campañas electorales, medios y Hank Rhon
¿Por qué leer La liturgia del tigre blanco? ¿Qué
relación tiene con la comunicación política, electoral y gubernamental, las
campañas y los medios un libro sobre la vida de un personaje tan polémico como
Jorge Hank Rhon?
La respuesta a ambas preguntas se
halla sobre todo en la segunda parte del texto en la que el autor da cuenta de
las dos campañas electorales que ha protagonizado el político priísta: la
primera, en la que ganó la alcaldía de Tijuana (2004); la segunda, en la que
perdió la gubernatura de Baja California (2007).
Salinas Basave refiere los acuerdos
entre Hank y Roberto Madrazo para que el primero sea candidato a alcalde de la
ciudad fronteriza, el pacto con Fernando Castro Trenti para aglutinar al
priismo tijuanense entorno a la candidatura del dueño de Caliente, la
percepción ciudadana de que el gobierno panista en turno “es incapaz de enfrentar
al crimen organizado” y la corrupción que corroe al ayuntamiento del edil Jesús
González Reyes, cuyos funcionarios “se sirven con la cuchara grande”.
Factores todos que se suman a
errores estratégicos del PAN y aciertos tácticos de la campaña de Hank, para
que éste gane la elección.
Además, es en esta campaña donde
se difunde uno de los spots más emblemáticos de la mercadotecnia política en México.
“Hank aparece sentado en la mesa de un restaurante hablando de lo insegura que
se ha vuelto la ciudad y de la incapacidad del gobierno panista para combatir
el crimen. ‘A mí no me va a temblar la mano, porque si algo me sobra son éstos’,
afirma Hank señalando los huevos que el mesero acaba de traerle para desayunar”.
Tres años después, el PAN utilizaría ese mismo spot para
lanzar una intensa campaña negativa en su contra.
En 2004, Hank Rhon recorre las
colonias más pobres de la ciudad organizando faraónicas verbenas populares, al
tiempo que se reúne con cámaras empresariales y con los principales líderes de
la comunidad tijuanense.
Carlos Alazraki es el responsable
de la imagen y la publicidad de la campaña. Domestica a Hank. “Adiós barba y pelo
crecido y adiós kilos de más…Lo entrena en un discurso mesurado, de eterna
sonrisa y mínimos sobresaltos. Lo hace ver como un empresario exitoso,
inmensamente rico, que desea brindarse a su ciudad por puro altruismo, pues ni
siquiera necesita el sueldo que ganará como alcalde”.
El slogan del priísta es “Para
que estés bien y de buenas”. “Tal vez no podría garantizarse la seguridad, pero
sí al menos el buen humor”.
Del otro lado de la cancha, al
PAN lo invade el exceso de confianza. Consideran innecesario atacar a Hank. El
candidato blanquiazul Jorge Ramos ordena hacer una campaña positiva, “que ya Zeta se va a encargar de desprestigiar a
nuestro contrincante”.
Un perla que da muestra cómo los medios se pitan del color de su partido
favorito. Es el caso de Frontera, el
periódico para el que trabajaba Daniel Salinas Basave. En el debate organizado
por la Coparmex, en el que se fue la luz por una hora, Jorge Ramos, sobrado y
seguro, evidencia la inexperiencia de Hank. “Frontera, siempre tan azul, no duda en cabecear su portada con un ‘Gana
Ramos debate a Hank’”.
“PRI-mero de agosto”. El día de
la elección el PRI gana la calle. El color rojo inunda las avenidas de Tijuana.
Miles de mexiquenses enfundados con playeras rojas y letras negras con la
leyenda “Por Tijuana” rondan las casillas. Intimidan. La maquinaria priísta “luce
mucho más poderosa que en anteriores jornadas electorales. Es descomunal y está
funcionando desde temprano”.
La jornada transcurre normal (sí,
normal) entre conatos de bronca, detenciones y denuncias por parte de los
priístas en contra de los gobiernos panistas por sus atropellos.
Hacia el cierre de las casillas,
en la redacción de Frontera se define
la portada de una edición vespertina. De acuerdo con los resultados de su
propia encuesta de salida, el PAN aventaja con 47 por ciento sobre 44 por ciento del PRI. Esa fue
la portada. A las 6 de la tarde, con la portada de Frontera en la mano, los panistas “celebran eufóricos su triunfo”.
Una hora después, el coordinador
de campaña de Hank, Fernando Castro Trenti, “inicia entonces la contraofensiva
mediática”: de seis casillas contadas al azar, las seis son para Hank por más
del 50 por ciento. A las 10 pm, con el 82 por ciento de las actas en la mano y
colocadas sobre un escritorio a la vista de la prensa, el líder municipal del
PRI y Castro Trenti anuncian una ventaja de tres mil votos a favor de su
candidato. “Las tendencias…son ya irreversibles”.
Seis horas después de proclamar
ganador al candidato panista, Frontera
tiene que tragarse sus palabras. La portada del 2 de agosto anuncia: “Aventaja
Jorge Hank”.
La elección de 2007 nada tiene
que ver con la de 2004. De entrada, Hank logra sortear la Ley “Antichapulín”
que impide a servidores públicos en funciones aspirar a otro cargo en la
elección inmediata posterior al que fueron electos.
Sin embargo, la que no logra
evadir es la dura campaña negativa del PAN, la cual brinda uno de los mejores spots de la
mercadotecnia política mexicana. “En pantalla se ve solamente un chaleco rojo y
se escucha una grabación telefónica: ‘Está usted llamando al corporativo H7.
Para comprar candidaturas, presione uno. Para comprar lealtades, presione dos. Para
comprar chalecos de pene de burro, presione tres. Y recuerde, yo lo compro todo’.
Luego se escuchan risas infernales”.
La campaña negativa se aúna a
otros factores. Hank fue un pésimo alcalde: improvisó, endeudó al municipio y
su principal oferta (mejorar la seguridad de Tijuana) no la cumplió. Sucedió lo
que pasa con muchos candidatos: no estaba preparado para gobernar.
Elba Esther Gordillo se alía con
el PAN y pone a su disposición la estructura magisterial en contra de Hank. La fortaleza
electoral y de contención de 2004 en 2007 brilla por su ausencia. Se asegura
además que Castro Trenti, nuevamente su coordinador de campaña, lo traiciona en
contubernio con el entonces diputado local panista Francisco Blake Mora.
En campaña uno de los recursos
más escasos es el dinero. No hay dinero que alcance. En la de Hank sobra. Pero
ni siquiera los 300 millones de pesos que invierte el hijo del profesor Hank
González son suficientes para revertir todos los factores que juegan en su contra
empezando por él mismo.
De “Apurados destapes”, Baja California y el 2013
El pasado 30 de octubre, al medio
tiempo del partido entre Xoloizcuintles contra San Luis, en entrevista
banquetera, a pregunta expresa, Jorge Hank declara: “A mí, mi padre me enseñó a
ser un soldado de mi partido, y a la trinchera a la que me llame ahí estaré;
sin embargo…, les digo a mis amigos bajacalifornianos: ‘Yo, Jorge Hank, quiero
ser su gobernador’”.
En 2013, hay elecciones en 14
estados de la República mexicana. Sólo en uno de ellos, Baja California, se elige
gobernador. Jorge Hank nuevamente busca ser gobernador de su estado adoptivo.
Sin embargo, ahora el camino es más sinuoso. Tiene que enfrentarse no sólo al
PAN (y al PRD en una eventual alianza) en la elección constitucional, sino a su
dos veces coordinador de campaña y ahora acérrimo rival, Fernando Castro Trenti,
en la búsqueda por la candidatura del PRI.
Seguramente, el próximo año, la
elección de gobernador de Baja California dará material suficiente para que
Daniel Salinas Basave trabaje en una segunda edición corregida y aumentada de La liturgia del tigre blanco. Una leyenda
llamada Jorge Hank Rhon.