Zambúllete
Mar 07, 2019
3 minutos
Por Neil King
Cuando mi primer hija tenía tres semanas de nacida la sumergí en el Mediterráneo, a una hora de Roma. Lloró. A los dos años suplicaba salir a pisar los charcos de lluvia en Bruselas. La dejé. Cuando tenía siete, me pedía arrojarla al gélido río Roaring Fork, a las afueras de Aspen. Lo hice con alegría, y después me zambullí.
Con el paso de los años nos retamos el uno al otro a sumergirnos en el lago Míchigan
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