SIN LÍMITES
¡QUÉ BUEN RITMO!
CUANDO ESCUCHAS LA MÚSICA QUE TE GUSTA, ¿NO SIENTES QUE ALGO EN TI SE “PRENDE” Y TU ESTADO DE ÁNIMO CAMBIA?
EL SONIDO Y CÓMO LO CAPTAS
Sin un medio, el sonido no existe o, para ser más exactos, no se propaga. El medio puede ser gaseoso (aire), líquido (agua) o sólido (la madera, por ejemplo). Cuando algo vibra o está en movimiento (tus cuerdas vocales, una liga, una ola de mar, tocar a la puerta) “contagia” a las moléculas del medio a su alrededor; se produce una especie de reacción en cadena que llamamos “ondas de sonido”, un tipo de energía cinética.
CONOCE LA ANATOMÍA DE UNA ONDA SONORA:
AHORA CIERRA LOS OJOS: ¿QUÉ ESCUCHAS?
Sea lo que sea, las vibraciones en el aire entran a tu oído, causan que tus tímpanos vibren y hagan vibrar a tus huesos más pequeños: el martillo, el yunque y el estribo.
Ellos amplifican esas vibraciones hasta llegar al nervio auditivo que se conecta a la cóclea y transmite la información sonora a la corteza auditiva (situada en tus lóbulos temporales), la cual está ligada con el lenguaje y la música. ¡Todo eso sucede para que puedas escuchar tu canción favorita!
Como ya sabes que a los humanos nos encanta medir todo, también lo hacemos con el sonido. Medimos su presión en decibelios o decibeles (dB, la décima parte de un belio), y su frecuencia (el número de repeticiones por segundo) en hercios.
• Los humanos escuchamos frecuencias de sonidos entre 20 y 20,000 hercios. No infrasonidos (por debajo de los 20) ni ultrasonidos (por arriba de los 20,000). Otros animales sí los perciben (pregúntale a tu gato).
• Y bájale al volumen: los sonidos de más de 85 dB dañan tus oídos –a veces para siempre–.
DIFERENCIAS DE SONIDOS
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE RUIDO, SONIDO Y MÚSICA?
Si mientras escuchas música llega una cuadrilla a romper el pavimento con un martillo neumático fuera de tu habitación, ¿podrías concentrarte o te causaría molestia?
El “taca-taca-taca” del martillo y tu música son técnicamente lo mismo: como ya dijimos, vibraciones de onda que viajan en el aire, percibes con tus oídos y descifras en tu cerebro.
El sonido está siempre presente
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