l debate sobre qué es la novela histórica tiñe la actualidad con la misma intensidad estacional que los contagios pandémicos. Se trata, a todas luces, de un callejón sin salida de nuestras letras. Un antiguo editor, hoy desaparecido, decía que los géneros sólo sirven para que los libreros coloquen las obras en un estante u otro. Del mismo modo, y parafraseando al historiador, podemos decir que toda novela es histórica, en el sentido de que refleja un tiempo concreto. Desafortunadamente, el mercado manda y novelones factuales de quinientas páginas sobre los más peregrinos períodos del pasado pueblan las mesas de novedades. No obstante, en ellos no siempre prima lo literario. Podríamos decir que hay infinitamente más literatura en la brevedad concisa y poética de de o en la novela que nos ocupa de , que en los océanos de tinta que nos bombardean cada mes. Las montañas de papel y la tapa dura no garantizan nada, más allá de un insoportable gasto ecológico. Convendría hacer una reflexión sobre el particular, pero no es fácil, pues habría mucho que cambiar, empezando por el nivel lector de este país y acabando por los formatos, las esencias y las maneras asociadas a los géneros.
SIN LÍMITES
GRANDEZAS Y MISERIAS del ser humano
Jun 02, 2022
2 minutos
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