Los frenos, las ruedas, los cambios y los pedales corren por las venas de Daniela Donadío. Su bisabuelo era amante del ciclismo y su padre fue profesional y amateur de la disciplina durante casi toda su vida. De él aprendió a levantarse temprano, entrenar y cuidarse con las comidas.
Sus raíces la impulsaron a ser ciclista profesional y subirse a innumerables podios de la Argentina y el mundo, y también a convertirse en emprendedora de proyectos relacionados con el deporte. Y, en la búsqueda de sus sueños, supo abrirse camino en un ambiente mayormente masculino.
Los entrenamientos extremos, los bajos salarios y el cansancio la alejaron de las pistas donde había competido