El hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por los ciberactivistas Guacamaya, por su extrema gravedad, no puede pasar inadvertido ni ser minimizado como pretende el presidente López Obrador, un mandatario y su gobierno que menosprecian la tecnología, cuyas consecuencias ya las hemos visto en varios incidentes previos.
No sólo se trata de una institución que procura la seguridad nacional, como la Sedeña, sino de la indolencia que ha tenido México en materia de ciberseguridad en los años recientes.
Además, a partir de la pandemia de covid-19 hemos sido testigos