Vivimos en un mundo globalizado y hemos sido testigos de cómo la “paz” ha permitido al ser humano desarrollar sus capacidades y su tecnología como nunca antes. El desarrollo de tecnologías, como el blockchain (cadena de bloques, en español), trae aparejadas propuestas disruptivas como las criptomonedas, que no son siempre exploradas y difundidas.
Una blockchain se puede definir como el tipo de registro contable en el que las transacciones de intercambio de valor (en forma de criptomonedas, tokens o información) se agrupan secuencialmente en bloques. Cada bloque contiene una firma que se basa en el contenido exacto (cadena de datos) de ese bloque. El siguiente bloque también contiene esta firma, vinculando entre sí todos los bloques anteriores hasta el primero. Los bloques se registran de forma inmutable a través de una red entre pares, utilizando mecanismos criptográficos de confianza y garantía (Llessie, Sobolewski et al., 2019).
¿Por qué implementar blockchain?
De conformidad con la legislación mercantil, los comerciantes están obligados a llevar y mantener un sistema de contabilidad adecuado (artículo 33 del Código de Comercio [CC]). La ley permite que el comerciante elija aquel sistema que mejor le acomode, mismo que deberá satisfacer los requerimientos mínimos de ley. También, el comerciante deberá conservar todos los datos que reflejen la contabilidad y las operaciones realizadas durante toda la de la sociedad (artículo 30 del Código Fiscal.