i Yahvé es el único Dios, no puede ser solamente el Dios de un pueblo o de una nación, sino que debe ser el Dios de toda la creación. (Canto del Bienaventurado), un relato en el que Krishna – una de las encarnaciones de Dios–, disfrazado de auriga, va instruyendo a su amigo Arjuna, general de los Pandavas, en el campo de batalla cuando las fuerzas le fallen. De la mano de Krishna, Arjuna comprende que quien ignora la Ley de Causa y Efecto –el karma– cree que todo lo que hace no tiene ninguna consecuencia, por tanto, camina desatento por la vida sin comprender las repercusiones de su existencia tanto para sí mismo como para los demás. Como Jesús, Krishna enseñó al ser humano que la misma energía que mueve nuestro corazón, mueve también el Sol, la Luna y las estrellas; y que solo hay una energía: el Brahmán/Yahvé, el cual solamente podemos inferir por las huellas que ha dejado para nosotros en su creación, es decir, en sus avatares o encarnaciones. A modo de evangelio, el es un libro que debería venderse junto con un flotador, ya que verdaderamente corremos el riesgo de ahogarnos dentro de sus abisales profundidades y ser absorbidos por su límpida belleza. Es en sus versos donde encontramos esta declaración de Krishna como advertencia a toda la humanidad: «Cada vez que la virtud de los hombres mengua, Yo me manifiesto».
SIN LÍMITES
KRISHNA Y JESÚS
Jun 23, 2023
1 minuto
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