rujas cantábricas juzgadas a fuego lento, posesiones adolescentes en pleno Vallecas, niñas recién comulgadas y desaparecidas… Y ahora, el secuestrador de infantes más célebre de nuestro folclore, a pesar de que nunca existió como tal. El estreno de confirma una tendencia: de unos años a esta parte, la ficción española ha perdido el miedo a las leyendas, urbanas o rurales, terrenales o sobrenaturales, que arraigan a lo largo y ancho de la península. Lo sorprendente no es que eso ocurra ahora; lo raro es que no se haya producido antes. Sucesos como los aludidos al principio de este artículo abarcan alrededor de cuatro siglos de historia. Las premisas estaban ahí desde hace mucho; solo había que atreverse a abrir el baúl de demanda de contenidos, la industria patria se muestra cada vez más empeñada en atraer a un público más amplio, a las productoras norteamericanas dentro de su propio coto de caza: el terror y la fantasía. Porque no todo es cuestión de presupuesto; más bien, de buenas ideas.
SIN LÍMITES
El terror español Sin miedo a sus leyendas
Aug 01, 2023
4 minutos
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