Tania Alonso, doctora en Educacioń Cum Laude y Mencioń Internacional (Universidad Autońoma de Madrid, 2020) con la tesis “Identidad docente en siglo XXI. Reinterpretaciones desde la ética sustantiva de Charles Taylor”. Su investigación se centra en la reflexión teórica de la educación, desde las políticas educativas hasta la formación inicial de los docentes.
En el número de julio hablamos con Fadi Chehadé sobre el proyecto “Por un juramento ético ante los retos de la inteligencia artificial”1 . Con él surgió una pregunta fundamental: ante el tsunami digital que avanza, ¿seremos capaces de discernir la verdad? Concluimos ese artículo convencidos de que sí, tenemos la capacidad de hacerlo, pero necesitamos educación. Por eso nos ha interesado la reflexión y el trabajo de Tania Alonso y Daniel Pattier, del Grupo de Investigación en Antropología y Filosofía de la Educación (GIAFE-UCM) junto a una veintena de docentes, y su proyecto ChatGPTeaching con relación al impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la Educación.
Inteligencia Artificial y Educación, ¿estamos ante un salto cualitativo en el pensar y llevar a cabo la educación?
- Creo que sí. Estamos ante un salto cualitativo no comparable con anteriores tecnologías, que solo incrementaban la velocidad en lo que realizaba el ser el humano. La , en cambio, demuestra habilidades superiores de pensamiento, discernimiento, toma de decisiones, muy similares a la inteligencia humana. Debemos plantearnos los interrogantes éticos y pedagógicos sobre su uso en el marco de la educación. Se nos critica el miedo a usarla, pero lo que no hay que tener es cobardía. El miedo es una respuesta adaptativa de innovación docente para indagar precisamente los usos éticos y pedagógicos de Chat GPT. Y una de las grandes cuestiones la habéis puesto vosotros en el anterior número de la revista.