Lo último que deseaba Audrey Hepburn era una boda multitudinaria, con cientos de fotógrafos, periodistas y admiradores. Tenía 25 años, acababa de ganar el Oscar por su primer papel de peso en el cine, y el Tony por su trabajo en la obra teatral que protagonizó en Broadway con Mel Ferrer, su futuro marido. La pareja, que se conoció a través de Gregory Peck, su amigo común, mantuvo la máxima discreción sobre la fecha, el 25 de septiembre de 1954, y el lugar, la capilla privada, del siglo XIII, del exclusivo suizo de Bürgenstock. y logró la ceremonia familiar con la que siempre soñó, acompañada tan solo por una veintena de sus íntimos. Llevaba un vestido de organdí blanco diseño de Balmain, una corona de rosas del mismo color, guantes largos a juego y un libro de oraciones. El padrino fue Fritz Frey, el magnate propietario del complejo hotelero, y sus pajes, los hijos de este. El lazo emocional de la actriz con Bürgenstock y Suiza pervivió el resto de su vida. confesó.
LOVE ROOMS
Nov 24, 2023
3 minutos
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