LLEGA puntual, taconeando y saludando a todo el mundo con su habitual "¡Hola, ¿qué tal? Fenomenal". Tiene claro la ropa que se quiere poner y cómo le gusta el pelo. "Zamorano, ya sabes que no me gusta ir muy peinada. Déjame como si acabara de salir de un after", dice mientras suelta una de sus contagiosas carcajadas. Y mientras el estilista hace su magia, nosotros hacemos ‘mesa camilla’ con ella, comentando los temas más candentes del corazón. Así fue como, en tan solo cinco minutos, Lydia Lozano nos conquistó. Genio y figura.
Y es que hay rostros conocidos que en las distancias cortas no tienen nada que ver con la imagen que tenemos de ellos, pero no es su caso. Ella es tal y como se la ve en la tele. No hay trampa ni cartón. Sin embargo, solo tras conocerla uno comprende por qué conecta tanto con todo el mundo: recepcionistas, personal de limpieza, taxistas… Lydia te trata desde el primer momento con una familiaridad como si te conociera de toda la vida. Ese es su poder y el motivo por el que tantos famosos patrios le hayan confiado sus secretos.
Periodista de carrera y con una larga trayectoria en radio y televisión, en sus últimos años, su imagen En relación con la hija de Albano, ya ha pedido perdón hasta la saciedad, y en cuanto a lo de las lágrimas… ya se ha cansado de llorar, ha dicho basta y lo ha hecho en forma de libro: (Ed. La Esfera de los Libros), en el que parte y reparte, dejando a cada uno en su lugar. Eso sí, sin rencores.