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El diario de Noelia
El diario de Noelia
El diario de Noelia
Libro electrónico162 páginas2 horas

El diario de Noelia

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Información de este libro electrónico

Este es El diario de Noelia,quien, de los 10 a los 13 años, va narrando sus inquietudes, interrogantes y dudas. Junto a su hermano Manuel y su amigo Victor, le dan solución a una serie de situaciones inquietantes e incomprensibles que los rodean. Para ello crean una agencia de detectives, "Los Cangrejos"; y, de a poco, van dando respuesta a algunos "misterios". Por las páginas de este libro desfilan acontecimientos tales como el paso del cometa Halley, la visita del Papa Juan Pablo II a Chile, el toque de queda, el SÍ y el NO y muchos otros, característicos de los años 80 en Chile. La mirada inocente y asombrada de la protagonista va reflejando asimismo una manera de ver el mundo y el país de aquellos días, punto de vista que empieza a ser crecientemente abordado por la literatura infantil y juvenil chilena. En el epílogo, Bernardita Muñoz le dice a sus lectores, "...espero que al leer El diario de Noelia puedas conocer otra versión sobre el pasado que aún nos divide y de este modo, ayudar a que nuestra historia no se repita".
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 may 2018
ISBN9789561811102
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    El diario de Noelia - Bernardita Muñoz

    El diario de Noelia

    Bernardita Muñoz-Chereau

    Edición y diseño: Equipo Edebé Chile

    Ilustraciones: Carlo Cortes

    © 2016 by Editorial Don Bosco S. A.

    General Bulnes 35

    Santiago de Chile

    www.edebe.cl

    docentes@edebe.cl

    Registro de Propiedad Intelectual: A-273576

    ISBN impreso: 978-956-18-0997-0

    ISBN ebook: 978-956-18-1110-2

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    Primera edición impresa, diciembre 2016

    Segunda reimpresión, noviembre 2017

    Primera edición Ebook, agosto 2018

    Ninguna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos químicos, electrónicos o mecánicos, incluida la fotocopia, sin permiso previo y por escrito del editor.

    Puede haber momentos en los que no tenemos poder para evitar la injusticia, pero nunca debe haber un momento en que seamos incapaces de protestar.

    Elie Wiesel

    Una literatura compuesta sólo por pensamientos pro-libertad, no es mucho mejor que la propaganda que trata de derrocar. Un tirano no le teme a los escritores elocuentes que predican la libertad; le teme al poeta borracho que puede gastar una broma que haga efecto.

    E. B. White, 1939

    http://www.raymondhuber.co.nz/essays-writing-peace-comics/childrens-books-vs-the-dictators/

    …fue como si toda la ciudad hubiera quedado en silencio, todos desconfiaban de los demás. Nadie hizo nada, quedaron como adormecidos, encerrados en sus casas, asustados….

    Elsa Campos 

    http://www.derechos.org/nizkor/chile/libros/maule/cap5.html

    …mi familia comenzó a construir una máscara para cubrir el dolor, el miedo y la incertidumbre. También construimos un muro, un muro imaginario, que nos impedía pensar lo impensable. Finalmente construimos una jaula, una jaula imaginaria, que envolvimos en cortinas negras para atrapar a un monstruo que había caído en medio de nosotros.

    V. Pinpin-Feinstein (2013). A Thousand Little Deaths: Growing up under Martial Law in the Phillipines.

    De una pequeña manera todos somos historiadores.

    Jeannette Winterson, 1991.

    Quisiera dedicarle este libro a mis padres, y a las hijas y nietas de la dictadura.

    Quisiera agradecer la lectura atenta de mis amigos Luna Montenegro, Sofía Retamal, Ximena Riquelme, Claudine Litvak, Macarena Domínguez, Pilar Egaña, Constanza Ceresa, Marcelo Guajardo, Eduardo Canteros, Andrés Tapia y en especial a Andrés Anwandter, quien ha estado a mi lado en tiempos de pan y cebolla.

    ÍNDICE

    El diario de Noelia

    EPÍLOGO

    No sé muy bien por dónde partir, pero voy a tratar de empezar desde el principio. No eres el primer diario que escribo, aunque el anterior casi no vale porque lo escribí cuando era mucho más chica. El otro día lo releí, pero como contaba sólo lo que había hecho o dónde había ido, lo encontré una lata. Ayer te recibí de regalo. Venías envuelto en un papel reciclado. Como mi abuela reutiliza todo lo que encuentra, supe enseguida que eras de su parte. Primero pensé que eras un libro (tienes el mismo tamaño y peso que el ejemplar de Alicia en el País de la Maravillas que me regaló el año pasado) pero… ¡las apariencias engañan! en vez de una historia sobre una niña inglesa que se cae por una madriguera antes de experimentar las más extrañas aventuras, me encontré con tus tapas rojas que contienen cientos de páginas blancas con líneas horizontales que no dicen nada, esperando a que yo escriba mi propio Había una vez o ¿por qué no hasta Habían dos veces? Además, tu candado me da confianza porque vas a poder guardar mis secretos bajo llave.

    Me pasa que cuando no le encuentro respuesta a preguntas importantes –como cuando pienso ¿de dónde venimos?, ¿qué pasa después de la muerte?, ¿cómo es que soy la misma si cambio todo el tiempo?, ¿cómo es el infinito?, ¿de dónde vienen y a dónde van los sueños?, ¿cómo una célula sabe que le toca ser labio y a la de al lado, mejilla?– termino con tantas ideas dando vueltas por mi cabeza, que me mareo. Ahora tengo tantas preguntas sin responder, que me siento igual que cuando vamos con mis papás en auto por la Cuesta del Melón.

    Creo que tus páginas en blanco me van a ayudar a ordenar lo que he ido descubriendo. No quiero escribir como antes. Quiero contarte las cosas extrañas que he empezado a notar a mi alrededor. Siempre he sido buena para resolver misterios. Hasta creo que tengo un sexto sentido para encontrarlos, porque cada vez que estoy cerca de uno, me duele la garganta. Cuando se me forma un nudo en el cuello significa que estoy a punto de descubrir alguna pista. Siguiendo esta señal encontré un diente adentro de un joyero de mi mamá. Cómo llegó hasta ahí, fue la primera intriga que resolví. Pero como a mí y a mi hermano se nos cayeron los dientes de leche hace siglos (cuando teníamos como seis años), es tiempo de resolver algo más grande. Ahora tengo dientes definitivos, esos que hay que cuidar como hueso santo según mi abuela para que duren toda la vida (aunque ella usa una placa con dientes falsos porque se le cayó la mayoría). Pero así son los adultos. Muchas veces dicen cosas opuestas a lo que hacen. Por ejemplo, cuando mi mamá se enoja nos grita ¡NO GRITEN! o cuando mi tío dice fumar hace mal" mientras echa más humo que una chimenea. Cuando sea grande quiero ser diferente. Voy a explicarles a mis hijos cómo son las cosas, sin tratar de esconderles la verdad. Por mientras, están ocurriendo tantas cosas misteriosas a nuestro alrededor, que con mi hermano decidimos fundar una Agencia de Detectives. Sacamos la idea de una película que se trata de dos hermanos que resuelven hasta los misterios más difíciles. Se me había olvidado presentarme: me llamo Noelia y mi hermano, Manuel.

    Hoy le encontramos un nombre a nuestra Agencia de Detectives, o más precisamente, fue Manuel el que dio con él. Pensamos que tenía que ser algo grande, pero en chico. Después de pensar en muchas alternativas (y descartar Los ponies, Las lagartijas y Los enanos), mi hermano pensó que como en mi casa escuchamos a Los Jaivas nuestro nombre podría ser Los Cangrejos. Además, la última vez que fuimos a la playa escalamos unos roqueríos y al levantar una piedra cubierta de algas vimos cientos de pequeños cangrejos corriendo horizontalmente. Si no hubiésemos movido las piedras, no los hubiéramos descubierto. Y ese es justamente nuestro trabajo: buscar pistas que resuelvan misterios. La idea de la Agencia también la sacamos de mi mamá, quien justo antes de que volviera a trabajar (de contadora en una oficina), encontró a la Vero en una Agencia de Asesoras del Hogar. Aunque la Vero no sólo barre, cocina, lava, limpia, sirve y ordena –o sea asesora el hogar– por alguna extraña razón, así llaman a las nanas. Aunque es un pésimo nombre –porque además la Vero nos lleva a la plaza, nos cuenta historias, nos ayuda

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