Educar contra el acoso: Herramientas y actividades para prevenir y detectar el acoso escolar

Índice

Cubierta

Portada

Dedicatoria

Introducción. ¿Cómo nace este libro?

Actividad de partida

Parte I. Conceptos básicos sobre el acoso entre pares

El acoso

¿Qué es el acoso entre pares?

¿Qué no es acoso?

Tipos de acoso

Perfil del acosador, de la víctima y del testigo

Acosador

Víctima

Testigo

Víctima-acosador

Víctima pasivo-agresiva

Causas del acoso

1. Niños que se sienten impotentes y mal con sus vidas

2. Son víctimas de acoso

3. Los acosadores a menudo sienten frustración o celos por la persona que intimidan

4. Falta de comprensión o empatía

5. Buscan atención

6. Los acosadores pueden provenir de familias disfuncionales

7. Los acosadores no pueden regular sus emociones

8. Los acosadores pueden confundir la realidad con la ficción

Consecuencias del acoso

Consecuencias a nivel cuantitativo

Consecuencias emocionales del acoso

Recomendaciones generales para la práctica de las actividades con tu hijo

Actividades para el conocimiento del acoso

Actividad 1. ¿Qué conductas o comportamientos de acoso conoces o has visto alguna vez?

Actividad 2. ¿Por qué acosan los niños? ¿Cómo podemos remediarlo?

Parte II. El papel de los padres

El aprendizaje por imitación

Aprender a desconectar

Actividad 1. Observa tu mente

Actividad 2. Ladrones de presencia

Pensar en positivo

Actividad 1. Diario de pensamientos

Actividad 2. El poder del agradecimiento

Actividad 3. Experiencias positivas

Ser más flexible

Actividad 1. La agenda oculta

Actividad 2. Ponte en sus zapatos

Desarrollar el autocontrol

Actividad 1. Mis detonadores

Actividad 2. Para y siente. Luego, actúa

Actividad 3. Secuestro emocional

Ocuparse versus preocuparse

Actividad 1. Soy el protagonista de mi vida

El impacto de educar sin límites

¿Dónde está el equilibro entre el «sí» y el «no»?

Estilo educativo asertivo

Actividad 1. Transforma el castigo en soluciones

Actividad 2. La alianza familiar

Cómo fomentar la autoestima

Confiar y creer en tu hijo

Actividad 1. Mirada positiva

Actividad 2: Transformar etiquetas

El poder del reconocimiento

Actividad 1. Reconocer es empoderar

Parte III. Habilidades sociales para fomentar relaciones positivas y respetuosas

La empatía

Actividades para practicar la empatía

Actividad 1. Los zapatos mágicos

Actividad 2. Role Play

Actividad 3. El impacto de los motes

El autocontrol emocional

Actividades para trabajar las emociones

Actividad 1. Emocionario

Actividad 2. Reconocimiento emocional

Actividad 3. El cerebro emocional

Actividad 4. Diario de mis emociones

Actividad 5. Catarsis

Actividad 5.1. Carta de emociones

Actividad 5.2. Dibujo emocional

El valor de la cooperación

Actividades para trabajar la cooperación y colaboración

Actividad 1. La fábula «El león y el ratoncito»

Actividad 2. Fomenta la cooperación en el hogar

Actividad 3. Actividades de cooperación para hacer en familia

3.1. El juego de la fila

3.2. El juego de las sillas cooperativo

La responsabilidad emocional

Valores éticos

1. Tolerancia: fábula «Los siete caballeros de colores»

2. Respeto: fábula «La encina y el junco»

3. La igualdad: fábula «La liebre y la tortuga»

4. Honestidad: fábula «El pastor y el lobo»

Parte IV. Habilidades para hacer frente al acoso

Técnicas de protección y defensa personal

1. Estar presente y atento

Actividades para trabajar la atención

Actividad 1. Ojo de halcón

Actividad 2. Juegos de atención

2. Mostrar confianza y seguridad

Actividades para mostrar confianza con el cuerpo y la voz

Actividad 1. El escondite inglés

Actividad 2. Posición activa

Actividad 3. El caminar del león

Actividad 4. ¿Qué te transmiten?

Actividad 5. Tono de voz

3. Defensa asertiva

Actividades para trabajar la reacción neutral

Actividad 1: Controlar la respiración

Actividad 2: Técnica de la tortuga

Actividad 3: Rincón de la calma

Actividades para trabajar la comunicación asertiva

Actividad 1. Establecer límites

Actividad 2. Establecer límites con el NO

Actividad 3. Disco rayado

4. Seguridad emocional

Actividades para trabajar la seguridad emocional

Actividad 1. La basura

Actividad 2. El escudo protector

Actividad 3. Mi voz ganadora

5. Saber pedir ayuda

Técnicas de emergencia

Posición de seguridad

Actividades para trabajar la seguridad de tu hijo

Actividad 1: Posición de seguridad

Actividad 2: Distancia de seguridad

Técnicas de defensa

Técnicas de golpeo

Palma de la mano

Técnica del martillo

Patada frontal

Codo atrasado

Parte V. El testigo: una pieza clave

De testigo a héroe del acoso

¿Por qué la mayoría de los testigos no denuncian el acoso?

¿Cuáles son los poderes de los testigos?

1. El poder de su vista

2. El poder de su voz

Actividades para que tu hijo se convierta en un superhéroe

Actividad 1. Quiero ser un superhéroe

Actividad 2. El rol del testigo

Actividad 3. Vencer mis miedos

Parte VI. Estrategias de detección para padres

Cómo hacer visible lo invisible

Estar presente y atento a las señales ocultas

Facilitar que los niños hablen y cuenten lo que ocurre

1. La conexión: generar un espacio seguro y de confianza

2. La escucha activa

3. Las preguntas poderosas

Actividades para fomentar la comunicación

Actividad 1. La rueda de la vida

Actividad 2. El juego de las preguntas

Actividad 3. Si yo fuese..

Actividad 4. ¿ Cómo me siento?

Actividad 5. La caja de los sentimientos

Cambiar creencias sociales

Asumir la responsabilidad

Parte VII. ¿Qué hacer si detectamos que existe acoso?

Protocolo de actuación

Nivel verde: prevención

Nivel naranja: gestión de conflictos

Actividades creativas para la resolución de conflictos

Actividad 1. Rueda de las habilidades de prevención del acoso

Actividad 2. La tercera entidad

Actividad 3. Contar la historia

Nivel rojo: movilización de 360º

Qué hacer si mi hijo es víctima de acoso

Qué hacer si mi hijo es el agresor

Actividad 1. Rueda de los valores sociales

Actividad 2. Destapar y procesar sus emociones

Actividad 3. Empatizar con el dolor

Actividad 4. Código de conducta

Notas

Agradecimientos

Bibliografía

Créditos

Sobre ALBA

A los muchos niños y niñas que sufren o han sufrido injustamente este dolor.

Nadie merece ser tratado de manera agresiva y sin respeto.

Introducción

¿Cómo nace este libro?

Hace un par de años, en uno de mis cursos de coaching para padres y madres, nos sorprendió y conmocionó la historia de Carlos y su hija Ana.

Tal como hacemos siempre, antes de iniciar la primera sesión, nos presentamos para conocernos un poco más y romper el hielo. En la pizarra les apunté un pequeño guión:

–¿Cuál es tu nombre?

–¿Cuántos hijos tienes y de qué edades?

–¿Qué te ha traído a este curso? ¿Qué esperas de él?

«Bueno, ¿quién quiere empezar?», pregunté. Enseguida alguien alzó la voz y dijo: «¿Os importa si empiezo yo?». De esta forma, Carlos comenzó su presentación.

Hola, gracias a todos. Me llamo Carlos y tengo una hija de nueve años. Un día, de camino al trabajo, puse la radio y escuché una entrevista de Claudia en la que hablaba de su libro, Descubriendo a Matías. Me gustó mucho y me pareció superinteresante lo que contaba. Así que al día siguiente compré el libro. Lo ojeé y me encantó su propuesta, sobre todo, por cómo ayuda a acercarte a tus hijos y a conocerlos de verdad. Entendí y asumí la importancia de escuchar y saber preguntar a nuestros hijos para descubrir los pequeños tesoros que esconden, para apoyarlos y guiarlos adecuadamente, con límites, pero con flexibilidad y libertad para que nunca dejen de ser ellos mismos. Así que esa misma tarde, cuando llegó mi hija del colegio, decidí crear un juego basado en las preguntas del libro. Lo genial de tu libro, Claudia, es que no es solo teórico sino muy práctico y produce resultados. Seleccioné algunas de las preguntas, ya que había muchísimas, y las escribí en distintos bajalenguas que tenía por casa (instrumento que usa normalmente el pediatra para deprimir la lengua y permitir el examen de la boca y la garganta). Luego las coloqué en un vaso de plástico y empezamos a jugar. Cada uno debía sacar un bajalenguas y responder a la pregunta que estaba allí escrita. Mi hija quiso empezar y leyó la primera pregunta: «¿Qué harías con una varita mágica? Mmmm...». Se quedó un rato pensativa, pero enseguida se lanzó y dijo: «Haría desaparecer a todos los niños de mi clase». Sin darle más importancia a su comentario, enseguida preguntó: «¿Y tú, papá?». «Yo acabaría con las guerras del mundo», le contesté, pero me quedé un poco atrapado en su respuesta. «Ahora me toca a mí», y saqué la siguiente pregunta: «Si fueras un animal, ¿cuál serías?». Y respondí: «Un águila, para volar velozmente y descubrir lugares preciosos... ¿Y tú, cariño?». «Yo sería un perro, para morder a todos los niños que me molestan en el colegio...».

Se hizo un largo silencio en el grupo, a Carlos le costaba hablar. Ligeramente encogido y con los ojos llorosos, continuó:

A mi hija la están acosando en el colegio desde hace tiempo y estamos sufriendo mucho, sobre todo ella. Ya me he puesto manos a la obra y me siento muy agradecido, ya que, gracias a las preguntas que Claudia nos enseña en su libro, pude descubrir el dolor y el sufrimiento de mi hija durante el último año. Hasta entonces, nunca me había dicho nada. Por eso estoy aquí, lleno de agradecimiento y con ganas de aprender para ayudar a mi hija a crecer lo mejor posible y darle herramientas para ser feliz.

Yo no pude evitar emocionarme, igual que el resto de la sala. Llena de amor y con el corazón palpitando, me levanté y le di un fuerte abrazo. Le agradecí su enorme generosidad y valentía:

Gracias por habernos regalado esta experiencia que sin duda nos sirve a todos de aprendizaje. Gracias por atreverte a venir y contarla. Gracias por confiar en el libro y en mí. Gracias por ponerlo en práctica, con compromiso y responsabilidad. Gracias por tu iniciativa y tu creatividad, pues ambas han hecho, de unas simples preguntas, un juego mucho más divertido para descubrir a nuestros hijos. Y gracias por tantísimo cariño y esas palabras tan bonitas que me has regalado.

Sentía a todo el grupo sobrecogido, casi sin palabras. Fue un momento conmovedor y precioso. El final de esa historia, a pesar de la dureza del pasado, se presagiaba feliz. Esa valentía y apertura con las que compartió su caso frente un grupo de desconocidos fueron admirables. Con un padre así, seguro que la cosa acabaría bien. Todos los allí presentes estábamos dispuestos a ayudarle y acompañarle para encontrar la mejor solución.

Descubrí entonces que a través de algunas herramientas y habilidades de coaching podía ayudar a las familias a detectar y evitar el acoso. Sin dudarlo, me lancé a ello.

Así nació este libro, con el deseo de respaldar a familias y niños que se encuentran en ese agujero oscuro, injusto y devastador y, sobre todo, con el objetivo de prevenir caer en él. El trabajo de prevención es clave para zanjar el acoso y los padres estamos en una posición inmejorable para realizarlo. Nuestra influencia en el desarrollo emocional, social, psicológico y ético de nuestros hijos es enorme. Cuando un niño nace, comienza a ver todo a través de los ojos de sus padres. Observándoles sacará conclusiones de cómo funciona el mundo que le rodea y de cómo debe relacionarse con su entorno.

Dejemos de culpar a la escuela por desatender los patios o carecer de valores y empecemos a ejercer de padres responsables y activos. Las escuelas nos apoyan y nos acompañan en la educación de nuestros hijos y tienen el compromiso de favorecer ambientes de aprendizaje seguros y saludables, pero en ningún caso son los responsables de su desarrollo integral. A los niños se les educa principalmente en casa.

Es importante tener claro y asumir qué responsabilidad le corresponde a cada uno. Si todos los padres y madres asumiéramos la responsabilidad de educar a nuestros hijos en construir relaciones saludables y positivas, quizá entonces la escuela podría dedicar todos sus esfuerzos y recursos a hacer el trabajo que le corresponde. No es posible que los niños alcancen un pleno desarrollo de sus competencias intelectuales y emocionales si no se trabaja la coeducación entre familia y escuela. En la balanza de la coeducación, a la escuela le corresponde asumir el mayor peso en la formación de competencias intelectuales y técnicas, pero es la familia la que debe asumir una mayor responsabilidad en la adquisición de valores y competencias emocionales.

En este libro encontrarás un manual de apoyo con herramientas y actividades sencillas y dinámicas para que, a tu ritmo, vayas descubriendo cómo acompañar a tu hijo en su sano desarrollo social y emocional con el objetivo no solo de acabar con conductas de acoso, sino con cualquier conducta «malvada» o dañina entre niños. No me refiero a pequeños conflictos entre niños que pueden ser normales o incluso positivos, sino a desprecios, insultos innecesarios o empujones gratuitos por envidias, celos, enfados u otras emociones mal gestionadas que acaban por herir al otro.

Entre muchos expertos que hablan de violencia, me parece fascinante el enfoque de Enrique Díez, profesor de Educación en la Universidad de León, que sostiene que la violencia no es connatural al ser humano: «No hay datos científicos ni documentales de ninguna clase que prueben que el comportamiento agresivo del ser humano sea instintivo. Sin embargo, hay muchas pruebas de que todo comportamiento agresivo –como todo comportamiento humano– es aprendido». En su opinión, «el mito de la violencia instintiva de la especie humana es una elaborada justificación que nos libera de la culpa y nos exime de la responsabilidad de hacer todo lo que podamos para reducirla».

¿Por qué no creer que sea posible erradicar la violencia de la sociedad? Si nuestras creencias determinan lo que somos, lo que hacemos y lo que vivimos, yo elijo creer que podemos acabar con ella.

Apoyada en esta creencia, quizá aparentemente utópica, mi propósito es luchar para minimizar la violencia entre niños y jóvenes desde la responsabilidad que tenemos los padres en la educación de nuestros hijos. No hay niños malos ni padres malos, sino niños y padres que aprendemos, porque no sabemos o podemos hacerlo mejor.

Igual que es posible aprender a ser mejores profesionales y mejores «jefes» o líderes de equipos, también es posible aprender a ser mejores padres y así ayudar a nuestros hijos a ser mejores niños.

Prevenir el acoso requiere una educación consciente, para ser un buen modelo y ejemplo, y didáctica, para que nuestros hijos adopten recursos que les permitan una mejor gestión individual y social.

Con este libro queremos fomentar el aprendizaje tanto en adultos como en niños, para que cada uno, desde su rol y su área de influencia, evite caer en comportamientos y conductas que fomenten el acoso entre pares.

Para extraer el máximo valor al libro, es recomendable una primera lectura del mismo a fin de obtener una mejor comprensión y conciencia del acoso. Posteriormente puede usarse como una guía de trabajo y apoyo para recurrir a él cuando sea necesario. Las actividades que propongo provocan la reflexión y el descubrimiento de nuevas maneras de actuar, en beneficio propio y del entorno. Durante todo el libro se busca desarrollar diferentes habilidades de la inteligencia emocional de padres e hijos con el objetivo de que estos se relacionen de manera más positiva y efectiva. Para ellos, he diseñado diferentes estrategias para acompañar tanto a acosadores y víctimas como a testigos pasivos. Las tres partes necesitan de un trabajo considerable.

He procurado explicarlo todo de una manera muy sencilla, con ejemplos claros y comprensibles. Los ejemplos son casos reales, propios o de mis clientes, siempre con nombres cambiados.

Los casos vividos son de niños de edades comprendidas entre los ocho y los catorce años, en edades en las cuales el acoso está más presente. Aun así, el libro está enfocado al desarrollo de habilidades emocionales ya desde muy pequeños precisamente como estrategia de prevención. Hay actividades más adecuadas para niños pequeños y otras para mayores. Mi consejo es adaptarlas