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Secretos y Misterios Del Alma
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Libro electrónico174 páginas2 horas

Secretos y Misterios Del Alma

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Información de este libro electrónico

Por más que esté lleno de vigor, salud, entusiasmo y sueños, el ser humano sabe que la vida es breve por aquí. Lo que nadie sabe es cuán cerca puede estar de su último suspiro.

Con el fin de entender el real sentido de la vida y de la propia existencia, muchos han buscado incesantemente explicaciones en teorías, ideologías, fi losofías e incluso en cosas y personas —lo que los ha llevado cada vez más lejos de la respuesta—.

Sin embargo, la verdad está más cerca de lo que se puede imaginar. A través de un lenguaje simple y de explicaciones detalladas y pautadas en la Palabra de Dios, Secretos y Misterios del Almahabla, entre otros temas, sobre la mayor tontería del ser humano, el dolor del alma, qué buscar primero y cómo garantizar la paz por toda la eternidad. Un libro sorprendente, que revela el mayor deseo del Autor de la vida para la humanidad desde su creación.
IdiomaEspañol
EditorialUnipro
Fecha de lanzamiento2 ago 2022
ISBN9786589769668
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    Secretos y Misterios Del Alma - Edir Macedo

    Capítulo 1

    ¿QUÉ ES EL HOMBRE?

    De acuerdo con la Biblia, el hombre tiene una constitución física y espiritual, habiendo sido creado como una trinidad: espíritu, alma y cuerpo. (Así como Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.)

    Las Escrituras muestran la división del ser humano en tres partes, afirmando, inclusive, que Dios desea santificar cada una de estas. Vea:

    Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

    1 Tesalonicenses 5:23

    El ser humano difiere de los animales porque solamente él está compuesto por esa trinidad, que le fue dada por Dios en la finalización de Su obra.

    El cuerpo de Adán fue moldeado del polvo de la tierra y, para que el aliento de vida entrara en él, el Todopoderoso sopló en su nariz. Solamente él recibió ese toque. Nadie más.

    El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da vida.

    Job 33:4

    El soplo del Altísimo hizo que el ser humano se tornara a Su imagen y a Su semejanza (Génesis 1:26-27). Aunque el hombre tenga una constitución física, también está dotado de la parte espiritual, así como Dios lo está.

    Por lo tanto, el aliento de la vida puede estar en todos los seres vivos, pero solamente la raza humana comparte con el Altísimo el privilegio de ser una trinidad.

    Veamos las diferencias entre espíritu, alma y cuerpo:

    1) Del espíritu viene la inteligencia y la capacidad de interactuar con el mundo espiritual.

    Es en el espíritu donde están la sabiduría, el talento y la inteligencia. Una persona que tiene habilidad para las matemáticas, para las artes o para el canto, por ejemplo, recibió ese talento prestado de Dios. El Altísimo les distribuye Sus talentos a los seres humanos con justicia y diversidad; por eso, hay personas con habilidades diferentes unas de las otras, pero todas son divinamente capacitadas con un provechoso intelecto. Es a través del espíritu que el ser humano recibe la consciencia del bien y del mal, y la capacidad moral de hacer lo que es recto, de pensar, pesar, evaluar y aprender a tomar decisiones.

    Otra función fundamental del espíritu es posibilitarle al hombre la comunicación con Dios. Por eso, podemos decir que el espíritu es una parte muy noble en la constitución humana.

    Siendo el Altísimo ESPÍRITU, Él Se comunica con el espíritu humano. Esto es, Dios habla de Espíritu a espíritu, como dicen las Escrituras: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu [no al alma] de que somos hijos de Dios" (Romanos 8:16).

    Note que uno es el Espíritu de Dios y el otro es el espíritu del hombre.

    Es el espíritu humano el que recibe la Palabra de Dios y Su influencia para que se arrepienta y use la fe. Es en el espíritu que desarrollamos una conciencia espiritual sobre Dios y Sus pensamientos.

    Por lo tanto, es nuestro espíritu el que nos diferencia de todas las demás criaturas de Dios.

    Al buscar al Señor, es fundamental saber que Él es Espíritu, pues toda la adoración rendida a Él solo será aceptada si es hecha con sinceridad y por el espíritu. O sea, el Altísimo no Se satisface con una adoración basada en emociones y sentimientos humanos. Por eso, el Señor Jesús dijo:

    Dios es Espíritu, y los que Le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.

    Juan 4:24

    El plan original de Dios al crear al ser humano fue que el alma fuera continuamente conducida por el espíritu; pero, al caer, Adán le entregó su alma a la esclavitud del pecado, y su carne pasó a prevalecer.

    2) El alma es la sustancia incorpórea (o sea, que no posee cuerpo) que habita en la materia física humana.

    El alma tiene el mismo significado del corazón y se trata de la esencia de la vida humana. El alma (o corazón) es el centro de los sentimientos y de las reacciones emotivas sustentadas por los cinco sentidos (visión, audición, olfato, tacto y gusto).

    A través de los ojos, mi alma ve y, orientada por mi espíritu (inteligencia), decide lo que es correcto o incorrecto. A través de los oídos, mi alma recibe informaciones y toma una decisión. A través de la nariz, mi alma siente el olor y acepta o rechaza, o sea, hace una elección. Lo mismo sucede con el tacto y el gusto.

    En el alma, se cultiva la vida interior, con sus emociones, sus deseos, sus sentimientos y sus curiosidades con respecto al exterior. En el alma, también desarrollamos la percepción de nosotros mismos y de los demás.

    A diferencia del cuerpo, que es frágil y mortal, el alma es inmortal. En ella habita la eternidad de la vida humana.

    Mientras que los animales actúan movidos por el instinto, el hombre está sujeto a la conciencia del espíritu humano. El Señor dotó al hombre de un perfecto libre albedrío para elegir su propio destino; si andará en comunión y sumisión al Dios Altísimo o no.

    El espíritu humano orienta a su alma que, a su vez, usa al cuerpo. Como un hombre que crea un robot con la capacidad de obedecer la dirección de un chip (inteligencia), así el Creador hizo al hombre dotado de inteligencia para orientar a su alma en el cuerpo.

    El alma ve con los ojos del cuerpo, habla con la boca del cuerpo y escucha con los oídos del cuerpo. Cuando este se hiere, es el alma la que siente el dolor; y, cuando la Medicina elimina el dolor físico, es el alma la que siente el alivio. Cuando una persona muere, su alma sale de su cuerpo; se puede, entonces, hacer lo que se quiera con el cuerpo, pues ya no siente nada. El cuerpo sin el alma se deteriora, se pudre y vuelve al polvo.

    Cualquier enfermedad en el cuerpo refleja los dolores en el alma. Por lo tanto, es en el alma que se sienten los dolores físicos y emocionales del cuerpo.

    3) El cuerpo es el medio que nos proporciona contacto con el mundo exterior, nos da consciencia de quiénes somos y trae las características genéticas heredadas de nuestros padres.

    Por medio del cuerpo, el hombre logra hacer muchas actividades (comunicarse, trabajar, desplazarse, divertirse, etc.) y, en búsqueda de placer, comodidad y seguridad, invierte en él 24 horas por día. Sea en el cuidado alimenticio, en el sueño, en el descanso, en el deporte o en el ocio, de alguna forma él parece ser el centro de la atención durante toda la vida. Lamentablemente, la mayoría de las personas vive la vida entera en función de su cuerpo, como si este fuera eterno. No le dan la mínima atención al ser incorpóreo que lo mantiene activo: el alma.

    A pesar de que el cuerpo (la materia física) sea visible, tocable, sentido, apreciado, alabado, divinizado e incluso se le rinda culto, pocos le han dado la debida atención al ser que mantiene el cuerpo vivo en la Tierra.

    A causa de eso, el ser humano ha sufrido los horrores de sus constantes malas elecciones. En el afán de querer satisfacer sus pasiones, así como toda clase de deseos que, en principio, responden a los caprichos del cuerpo, el hombre termina tornándose esclavo del pecado y del mal. Así, no hay forma de evitar los dolores, las angustias y el vacío del alma que se encuentra plenamente desorientada y perdida.

    En su mayor dolor y aflicción, el rey David clamó: "… Oh Señor, ten piedad de mí; sana mi alma, porque contra Ti he pecado" (Salmos 41:4).

    El pecado es una ofensa contra Dios. Esa transgresión les da el derecho a los espíritus inmundos de apoderarse del cuerpo de los que odian la justicia divina para, entonces, imponer su desorden e injusticia en la vida de esas personas.

    Sabemos que nuestra vieja naturaleza pecaminosa fue clavada en la cruz junto con Cristo; de esta manera, ya no está bajo el dominio del pecado, ni tiene que someterse a la esclavitud del pecado.

    Romanos 6:6 NBV

    El cuerpo humano (la vieja naturaleza) solo deja de ser instrumento del pecado después de que el bautismo en las aguas (sepultamiento) haya sido validado por la novedad de vida vivida. Sin embargo, si la persona que fue bautizada en las aguas no está viviendo en novedad de vida —o sea, alejada del pecado—, su bautismo no valió y, por eso, no tiene ningún efecto práctico en la vida cristiana.

    Por tanto, hemos sido sepultados con Él [Jesús] por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos [sepultados] a Él en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección.

    Romanos 6:4-5

    Cuando el bautismo en las aguas es válido, el bautismo con el Espíritu Santo se torna algo simple y natural. A fin de cuentas, ¿cómo una persona lograría permanecer definitivamente alejada del pecado sin el Espíritu Santo en su interior? ¡Sería imposible!

    Siendo la morada del Altísimo, la persona pasa a ser dedicada al Señor como Su templo (1 Corintios 3:16) y a usar su cuerpo con dignidad, respeto y honra a Dios.

    De esa forma, podemos decir que el cuerpo es la parte física o visible del ser humano. Este sirve de vestimenta o cobertura para el alma, que es donde está la esencia de la vida de cada persona.

    Podemos decir, entonces, que el alma es la parte del hombre que vive entre dos mundos: el carnal y el espiritual. Si es conducida por el Espíritu Santo, el alma llegará a los pastos verdes de la presencia de Dios; pero, si es conducida por sí misma o por el diablo, caminará hacia el infierno. Cuando Satanás habla con el ser humano, es la mente demoníaca del mal hablándole al espíritu humano. Quienes le prestan atención a esa voz, ciertamente sufrirán daños.

    Porque el ocuparse de la carne [alma] es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

    Romanos 8:6 RVR1960

    La Biblia dice que el destino del cuerpo es volver al polvo, de donde vino, y el destino del espíritu del hombre es regresar al Altísimo, Quien lo prestó.

    Entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio.

    Eclesiastés 12:7

    Pero… ¿y el alma? El destino del alma es escogido por cada persona, mediante las oportunidades de salvación que recibe.

    LA FUENTE DE LOS DESEOS

    El alma es

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