El Purgatorio
Por Anonimo
5/5
()
Información de este libro electrónico
En la primera se expone cuál es el fin de las revelaciones particulares.
La segunda reúne las enseñanzas de carácter más doctrinal, que forman, de alguna manera, un sintético tratado sobre el Purgatorio.
La tercera está dedicada a algunas manifestaciones de las almas del Purgatorio.
Se ha obviado todo lo relativo a la vida del autor, quien, por consejo de su director espiritual, ha preferido permanecer en el anonimato.
Lee más de Anonimo
50 Obras Maestras Que Debes Leer Antes De Morir: Vol. 3 (Golden Deer Classics) Calificación: 2 de 5 estrellas2/550 Obras Maestras Que Debes Leer Antes De Morir: Vol. 3 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5exLiCación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con El Purgatorio
Libros electrónicos relacionados
Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Vida eucarística Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Combate espiritual Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDios y el hombre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El deseo ardiente de Jesús: Cómo encontrarse con Cristo en la Eucaristía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa práctica de la humildad: Dos cartas de Teresa de Lisieux Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCatequesis: El Credo, el Padrenuestro, los Mandamientos y los Sacramentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Confesión explicada hoy Calificación: 5 de 5 estrellas5/5San Pablo VI: de la cruz a la gloria Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 santos para llevar en el bolsillo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Juan Pablo I: Un hombre de Dios, un papa santo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn las afueras de Jericó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Catolicismo: Viaje al corazón de la fe Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La felicidad donde no se espera: Meditación sobre las Bienaventuranzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración, camino de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Madre de la gracia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Amor y perdón. Homilías Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Vida y anécdotas de San Felipe Neri Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Orar con los sentidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Divina Misericordia en mi alma Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Confía en Dios como santa Teresita Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEjercicios espirituales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAprender de María Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo primero es el Amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAbbá José: José Kentenich Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de un alma Calificación: 4 de 5 estrellas4/5En diálogo con el Señor: Textos de la predicación oral Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dios te salve, Reina y Madre: La Madre de Dios en la Palabra de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPadre Pío: Testigo de misericordia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Cristianismo para usted
Conversaciones con Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración es la clave del éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Filosofía del rey Salomón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Demonología: Guía de Todo lo que Querías Saber Acerca de los Demonios y Entidades Malignas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Enciende tu cerebro: La clave para la felicidad, la manera de pensar y la salud Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Guía esencial de la Biblia: Caminando a través de los 66 libros de la biblia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Llamados a Servir: Una Guía Bíblica Para Desarrollar El Ministerio Cristiano Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orando la Biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un año con Dios: 365 devocionales para inspirar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Oraciones poderosas, resultados sobrenaturales: Cómo orar como Moisés, Elías, Ana, y otros héroes de la Biblia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Usos y costumbres de los Judíos en los tiempos de Cristo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dios no tiene favoritos, tiene íntimos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La oración: Experimentando asombro e intimidad con Dios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Comentario de los salmos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lecturas matutinas: 365 lecturas diarias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Limpia tu mente Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jesús Vino Para Salvar a los Pecadores: Una conversación sincera con los que anhelan la salvación y la vida eterna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Disciplinas espirituales para la vida cristiana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas del Diablo a Su Sobrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El secreto de Salomón / Solomon's Secret: Encuentre la sabiduría para manejar sus finanzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mentiras que creemos sobre Dios (Lies We Believe About God Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Ayuno - Una Cita con Dios: El poder espiritual y los grandes beneficios del ayuno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ocho decisiones sanadoras (Life's Healing Choices): Liberese de sus heridas, complejos, y habitos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un año en los Salmos: 365 devocionales para animar tu vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Textos fuera de contexto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La libertad de olvidarse de uno mismo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una mujer sabia: Principios para vivir como Dios lo diseñó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Devocional en un año: Los lenguajes del amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una iglesia conforme al corazón de Dios 2da edición: Cómo la iglesia puede reflejar la gloria de Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para El Purgatorio
2 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El Purgatorio - Anonimo
ANÓNIMO
EL PURGATORIO
Una revelación particular
Decimosegunda edición
EDICIONES RIALP
MADRID
© 1994, by Editions Saint-Paul, París.
© 2019 de la versión castellana, realizada por Carmen Mazzuchelli López de Ceballos, by Ediciones Rialp, S. A.,
Manuel Uribe 13-15, 28033 Madrid
(www.rialp.com)
Primera edición española: junio 1999
Decimosegunda edición española: noviembre 2019
Con aprobación eclesiástica de Mons Henri Brincard,
Obispo de Puy en Velay, 1994.
Realización ePub: produccioneditorial.com
Cubierta: El Juicio Universal (detalle), Giotto di Bondone, Capilla de los Scrovegni, Padua.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ISBN: 978-84-321-4071-6
Imagen de cubierta: © Photoaisa. La boca del infierno. De una versión del siglo XII del Comentario al Apocalipsis de Beato de Liébana.
«Hijo, pon el Cielo en tu alma,
el Purgatorio en tu corazón
y la Tierra en tus manos;
es decir, que el Cielo sea el objeto de tu contemplación;
el Purgatorio, el objeto privilegiado de tu oración;
la Tierra, el lugar donde te santificas por tus obras y el cumplimiento de tus deberes de estado.»
ÍNDICE
PORTADA
PORTADA INTERIOR
CRÉDITOS
DEDICATORIA
TABLA DE ABREVIATURAS
PRESENTACIÓN
PRIMERA PARTE. TENER UN CORAZÓN DE NIÑO
Estaba en la cárcel y me visitasteis
Anuncio del Ángel de la guarda
El Ángel de la guarda
Enseñanza del Ángel de la guarda
Unas imágenes para que entiendas
La imaginación al servicio de la inteligencia
La gran esperanza
El sentido de las gracias que recibes
El infierno
¡Oh, Jesús, todo por ellas!
SEGUNDA PARTE. BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS
La misericordia de Dios sobre el Purgatorio
Sobre el misterio del Purgatorio
El fuego de amor del Purgatorio
Las penas del Purgatorio
La Santidad de Dios
Río de misericordia que brotó de la Cruz
El sello de la Cruz está sobre el Purgatorio
Dios ama a las almas del Purgatorio
La aurora del día eterno
Antesala de fuego de la Casa del Padre
Prisionera de la Misericordia y guardada por la Justicia
Visión del Gran Purgatorio
Visión del Purgatorio Mediano
Visión de la Antesala del Cielo
Visión de esperanza y de paz
El estado de las almas del Purgatorio
El ejercicio de la fe en el Purgatorio
El ejercicio de la esperanza en el Purgatorio
El ejercicio de la caridad en el Purgatorio
La oración de las almas del Purgatorio
Un mundo de oración
Un séptuple manantial de alegría y de gozo
Una liturgia eclesial de reparación
En la unidad del Cuerpo Místico
María intercede
Custodia de la verdad
Tesorera y dispensadora de gracias
Los santos y el Purgatorio
Los ángeles y el Purgatorio
Vosotros no sabéis lo que es el Purgatorio
Acelerar por amor la hora del encuentro
TERCERA PARTE. ESTABA EN LA CÁRCEL Y VINISTEIS A VERME
No seáis curiosos
Personas de toda edad y condición
Almas que tienden las manos
Duración e intensidad del Purgatorio
Las alegrías del Purgatorio
Las almas del Purgatorio nos quieren
Creado por el Amor Misericordioso
El juicio particular
Luces sobre el estado de las almas del Purgatorio
En la dulzura de la intimidad de María
Estamos ebrios de esperanza
Estoy salvado porque fui bueno
Que la oracion sea el instrumento de la unidad
Mis limosnas me han salvado
La Santísima Virgen viene a librar a las almas del Purgatorio
Paso al cielo y oración por las benditas almas
Fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen en el Templo
NOTA TEOLÓGICA SOBRE EL PURGATORIO
BIBLIOGRAFÍA
TABLA DE ABREVIATURAS
PRESENTACIÓN
EL LECTOR SE VERÁ SIN DUDA sorprendido por la claridad y la sobriedad de este relato sobre el Purgatorio, una de cuyas características principales es hacer resaltar el aspecto luminoso de este misterio. Y es particularmente feliz porque «podemos sacar del Purgatorio más consolación que temor» (Cardenal Journet). El Purgatorio es un don del Corazón herido del Cordero, donde la Misericordia envuelve a la Justicia; su contemplación debe ser fuente de acción de gracias y de alabanza; debemos evitarlo, no por temor servil, sino por «agradar a Dios» (Santa Teresa de Lisieux).
Hacemos algunas advertencias sobre este relato:
Para ofrecer a los lectores enseñanzas provechosas para todos, se ha suprimido, con el acuerdo de teólogos entendidos, todo lo que podía desviar la mirada de lo esencial; también se han descartado los pasajes concernientes a la vida personal del autor, el cual, por consejo de su padre espiritual, ha preferido permanecer en el anonimato.
El texto se ha redactado en forma de hojas clasificadas cronológicamente, y para facilitar su comprensión, se ha dividido en tres partes: en la primera se ha reagrupado todo lo que concierne a la meta de las revelaciones particulares y a la manera de sacar provecho de ellas. En la segunda se han unido, según un orden sistemático, las enseñanzas de carácter más doctrinal, que forman de alguna manera un Tratado del Purgatorio. La tercera y última parte está consagrada a algunas manifestaciones de las almas del Purgatorio. El orden seguido no respeta estrictamente la sucesión cronológica del relato, en la medida en que se ha visto a veces claramente la conveniencia de reagrupar comunicaciones sobre algún tema común.
Debido a la profundidad del texto publicado, ha sido indispensable añadir notas para hacer más claros algunos pasajes. Estas notas se inspiran sobre todo en la enseñanza de Santo Tomás de Aquino, en la cual la Iglesia reconoce «la expresión particularmente elevada, completa y fiel, tanto de su Magisterio como del Sensus Fidei de todo el Pueblo de Dios[1]».
Nota sobre las revelaciones particulares
La Iglesia Católica las tiene por posibles, por reales en algunos casos —puesto que ha aprobado algunas—, por relativamente raras y necesariamente sometidas a la Revelación publica (D.A.F.C., art. Revelación, t. 1V, 1928, col. 1008).
A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas «privadas», algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de «mejorar» o «completar» la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar «revelaciones» que pretenden superar o corregir la Revelación de la que Cristo es la plenitud. Es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en semejantes «revelaciones»[2].
Estas revelaciones particulares no añaden nada al depósito de la fe, cerrado con la muerte del último Apóstol. En efecto, «Quien nos ha dado a Su Hijo, que es La Palabra, no tiene otra Palabra que darnos: Nos ha dicho todo a la vez y de una vez para siempre en esta Única Palabra[3]. Las revelaciones particulares se dividen en revelaciones privadas, destinadas a un solo creyente, y revelaciones públicas, concernientes a la vida de la Iglesia[4]. Las revelaciones públicas son útiles para instruir a los fieles sobre lo que tienen que hacer «según sea necesario para la salvación de los elegidos[5]».
La Iglesia no las aprueba hasta haberlas examinado atentamente: se asegura sobre todo de la objetividad de los hechos y de la conveniencia de los mensajes dentro de la Revelación general; de hecho, aunque sean aprobadas, no son objeto de la fe; de todos modos, estas «revelaciones, cuando son divinas, obligan a aquellos a quienes les son hechas y a los que tienen por cierta su verdad histórica y teologal» (D.A.F.C., art. cit.). Sobre estas revelaciones privadas «se impone la prudencia, pero no la depreciación sistemática ni el escepticismo burlón[6]».
[1] Carta de Pablo VI al Padre General de los Dominicos: Tomás de Aquino, Luz de la Iglesia y del mundo, 20.11.1974, n. 22.
[2] CCE n. 67.
[3] San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo. II, 20 en «Obras Espirituales».
[4] Cf. René Laurentín, «Fonction et statut des apparitions», en Vraies et fausses apparitions dans l’Eglise, Lethielleux, 1976, pág. 163.
[5] Santo Tomás de Aquino, S. T., IIa, IIae, Q. 174-176.
[6] René Laurentin, op. cit., pág. 163.
PRIMERA PARTE.
Tener un corazón de niño
¡Oh Amor!, ¿qué se puede decir de Ti?
Quien te siente, no te comprende;
quien quiere comprenderte, no puede conocerte.
¡Oh fuego de Amor!, ¿qué haces en este hombre?
Tú le purificas como el fuego purifica el oro,
y después le conduces contigo a la patria,
a este fin para el cual le has creado.
SANTA CATALINA DE GÉNOVA,
Tratado sobre el Purgatorio, Diálogo III
Estaba en la cárcel y me visitasteis
La voz de Jesús se hizo oír en mi alma, muy claramente, muy íntimamente:
Quiero que se rece por estas benditas almas del Purgatorio,
ya que mi divino Corazón arde de amor por ellas.
¡Deseo ardientemente su liberación,
para poder unirlas a mí por fin totalmente!
Reza por ellas, y escribe
todo lo que te sea revelado.
No te olvides de mis palabras:
«Estaba en la cárcel y me habéis visitado».
Aplícalas a estas benditas almas: es a Mí a quien visitas en ellas,
con tus oraciones y tus obras en su favor y por sus intenciónes.
Mira su perfección, que debe servirte de enseñanza:
sufriendo las penas más terribles,
no miran, sin embargo, sus tormentos,
ya que están totalmente abandonadas a mi Amor y a la Voluntad de mi Padre.
Su única preocupación es nuestra Gloria.
Aprende de estas almas santas la pureza del amor
que mira solamente hacia mi Corazón. Quédate en paz, hijo mío, y haz lo que te pido.
¡Qué magnífica enseñanza, qué consuelo y qué paz! Dios mío, dame la gracia de una obediencia radical, confiada, perfecta, que me haga no sólo cumplir, sino adelantarme a tus deseos. Señor, dame luz, dame la fuerza de serte fiel.
Anuncio del Ángel de la guarda
Durante la oración de la mañana, mientras rezaba por las almas del Purgatorio, mi Ángel de la guarda se manifestó a mi alma y lo hizo, de manera totalmente interior, al oír el saludo habitual: «¡Alabado sea Jesucristo!» Me incliné para responder, y el Ángel me inspiro levantar la cabeza para recibir la señal de la Cruz, que trazó sobre mi frente. Podía contemplarle, mensajero del Amor divino aureolado de luz, y mi alma estaba en una gran paz, en un gozo profundo. Su cara resplandecía, y me miraba con dulzura y gravedad. A la vista de su cinturón de color morado sobre su túnica blanca, comprendí lo que el Señor quería de mí: oración y penitencia.
Me hizo entender cómo nos ama el Señor, y de qué modo desea descubrir a cada alma las maravillas de su Amor. Jesús quiere desde ahora, de manera más particular, invitarme a la luz de Su Corazón, al descubrimiento y a la contemplación del misterio del Purgatorio. Sentí una ligera angustia, pero el Ángel me tranquilizo diciéndome:
No tengas pena ni miedo,
el Purgatorio es un misterio de amor
y misericordia,
y al descubrirlo tu alma se sentirá llamada
a un amor más grande hacia el Señor.
El conocimiento del Purgatorio te aportará
grandes gracias de santificación;
te permitirá ensanchar tu caridad
y entrar más profundamente
en la Pura Voluntad de Dios.
Estoy a tu lado para sostenerte,
no tengas miedo.
En efecto, ¿no está el Ángel a nuestro lado para sostenernos, guardarnos e iluminar nuestra alma? No tenía nada que temer, sólo disponerme y entregarme a la Pura Voluntad de Dios ¡Qué poco importa el resto! Así se lo dije al Ángel, pidiéndole que me ayudara y me enseñara a cumplir siempre mejor lo que el Señor desea de mí. Que Jesús disponga de mí según lo que quiere, ya que es tan bueno que no nos desvela más que progresivamente sus planes sobre nosotros. Sabe bien que nuestra debilidad no podría soportar una confrontación inmediata y total a las exigencias del Amor Divino... Sólo con la ayuda de la gracia y con un conocimiento progresivo, ella los admite, ya que nuestra naturaleza tiene que ser purificada sin cesar. Y el Ángel prosiguió:
El Purgatorio es un gran misterio.
Aprenderás y descubrirás pronto muchas cosas:
algunas serán muy bellas y consoladoras,
otras te parecerán terribles.
Sin embargo, no olvides nunca que,
por rudo y doloroso que te parezca el Purgatorio,
es un misterio tanto de justicia
como de misericordia:
es sobre todo un don gratuito del Amor.
Pase lo que pase, queda en paz.
Tendrás que sufrir mucho
para aprender a amar mucho.
Sabes que Jesús quiere elevarte cada vez más,
de conocimiento en conocimiento,
de amor en amor,
hasta su Corazón Eucarístico,
fuente de todo amor[1].
Entonces el Ángel desapareció de mi vista interior. Permanecí en una gran paz a pesar de estas palabras tan serias. Pero la perspectiva de tener que escribir todo eso me atormentaba; ¡otro efecto de esta terrible voluntad propia, que nos frena sin cesar en nuestra marcha hacia el Único Bien!
El Ángel de la guarda[2]
Recibo durante la oración luces puramente interiores e intelectuales, pero mi santo Ángel de la guarda interviene algunas veces, de manera directa, para hacerme algunas precisiones, y sobre todo, para ayudarme en la formalización de la realidades misteriosas que mi inteligencia capta. Percibo la presencia luminosa del Ángel de una manera distinta, con los ojos del alma; es una imagen, desde luego, puesto que no tiene cuerpo[3] y no aparece perceptible a la mirada exterior; pero es una imagen tan clara, tan precisa, tan evidente que no puedo dudar de la presencia de quien la utiliza para comunicarse conmigo. Es la presencia, no la imagen, lo importante, la comunicación establecida entre el alma y lo divino. Dios es dueño de sus dones y los utiliza para su gloria y nuestra santificación, para estimular en nosotros la fe, la esperanza y la caridad.
El Ángel aparece casi siempre de forma inesperada. Sería muy peligroso implicar la imaginación en un deseo ardiente de ver y de entender. A Dios gracias, la obediencia a mi Padre espiritual, y también el miedo que suscitaban en mí al principio las intervenciones del Ángel, me han permitido evitar este escollo. La visión del Ángel, asentándose en la imaginación, encubre de alguna manera la visión intelectual y enriquece la memoria. Nunca he tenido una visión imaginaria que no haya ido precedida de una visión intelectual de la misma realidad, ya que el papel de la visión imaginaria es secundario, no hace más que comunicar a los poderes inferiores (imaginación, memoria, entendimiento) aquello que son incapaces de percibir de las realidades sobrenaturales.
Las enseñanzas del Ángel son antes que todo una llamada a la oración y a una constante purificación interior. Llenan el alma de paz, de dulzura, enardeciéndola de amor y poniéndola ante su Dios en un estado de humildad que aumenta sin cesar. ¡Dios quiera que esta humildad y este amor, tan efectivo durante la visión, puedan prolongarse después en la vida diaria! Ahí está la meta....
Enseñanza del Ángel de la guarda
Cuando estaba yo meditando sobre las ultimás gracias recibidas, mi Ángel se manifestó a mi visión interior en una luz muy viva. Eso me asustó al principio, como siempre. Él trazó pausadamente una cruz sobre