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Muda (biología)

renovación de los tegumentos (recubrimientos del cuerpo) que se produce en muchos animales

Muda, en biología, se llama a la renovación de los tegumentos (recubrimientos del cuerpo) que se produce en muchos animales.

Mosca adulta Rhopalomyia solidaginis en proceso de muda
Chicharra en ecdisis.
Muda del cangrejo Callinectes sapidus

Ejemplos

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Grupo Muda Ocurrencia Notas
Gatos Pelaje Por lo general, alrededor de primavera-verano Los gatos mudan el pelaje en primavera-verano para deshacerse de su "abrigo de invierno". Los gatos tienen un pelaje más grueso durante los meses más fríos de invierno para mantener el calor, luego, alrededor de la primavera y el verano, mudan parte de su pelaje para obtener un pelaje más delgado para los meses más cálidos del verano. Algunos gatos necesitan cepillarse durante la muda, ya que los pelos muertos pueden quedar atrapados en el pelaje del gato.
Perros y otros cánidos Pelaje Semestralmente, primavera y otoño. La muda en los cánidos, como en todos los mamíferos,[1]​ se debe a las fluctuaciones en la cantidad de melatonina secretada por su glándula pineal en respuesta a las variaciones estacionales de la luz solar en lugar de las variaciones de temperatura. Esta estacionalidad en la muda se conserva más en las razas árticas de perros que mudan pelo dos veces al año, mientras que la mayoría de las otras razas mudan una vez al año.
Pollos Plumas Generalmente otoño (gallinas no comerciales). Los pollos generalmente dejan de poner huevos cuando comienza la muda y vuelven a poner huevos cuando sus nuevas plumas han vuelto a crecer.
Patos de collar Plumas Mediados de verano - principios de otoño Después del final de la temporada de reproducción, la mayoría de los ánades reales mudan sus plumas de vuelo. Como el plumaje de reproducción de colores brillantes de los machos los deja vulnerables a la depredación, lo pierden a través de la muda, reemplazándolo con plumaje de eclipse que ayuda a camuflarse hasta que sus plumas de vuelo vuelven a crecer, sobre las cuales mudan nuevamente y recuperar sus colores de cría.[2]
Serpientes Piel Regularmente, cuando la piel vieja es superada. Las serpientes se frotan contra superficies ásperas para ayudar a quitarse la piel mudada.
Lagartos Piel Regularmente, cuando la piel vieja es superada. Los lagartos, como las serpientes, se frotan contra los objetos para ayudar a eliminar la piel mudada y luego consumen la piel mudada para obtener calcio y otros nutrientes.
Anfibios Piel Regularmente. Las salamandras y las ranas mudan su piel regularmente y luego se la comen con frecuencia.
Cangrejos ermitaños Exoesqueleto Regularmente, cuando el caparazón crece. Los cangrejos ermitaños terrestres se entierran durante muchas semanas mientras mudan y luego consumen su exoesqueleto.
Arácnidos Exoesqueleto Regularmente, cuando el exoesqueleto se queda pequeño. Los arácnidos mudan regularmente para crecer, a menudo se vuelven solitarios y ayunan durante largos períodos antes de la muda.
Insectos Exoesqueleto Regularmente en larvas, cuando el exoesqueleto ha crecido. En especies con una metamorfosis "completa", la muda final transforma el cuerpo, típicamente de una larva de cuerpo blando a un adulto reproductivo, alado y, a veces, colorido. En efemerópteros, un subimago alado muda por última vez a un adulto alado.

Muda en artrópodos y ecdisozoos

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En artrópodos y otros ecdisozoos existe una cutícula externa continua o exoesqueleto que se muda de una vez, fenómeno conocido con el nombre específico de ecdisis (del griego antiguo: ἔκδυσις, ékdusis, “remoción”). La muda es estimulada por la hormona ecdisona. En el proceso colaboran, al parecer las llamadas células Inka. El período entre cada muda se llama estadio. El animal entra primero en un período de reposo antes de proceder a la muda. Cuando emerge, la nueva cutícula es blanda y de color pálido y el sujeto es llamado teneral. Puede llevar un par de horas para endurecerse y adquirir su color normal. El exoesqueleto descartado lleva el nombre de exuvia. Algunos artrópodos continúan teniendo mudas durante todo el ciclo biológico, mientras otros tienen un número fijo de mudas, por ejemplo la mayoría de los insectos, que además, no mudan en estadio de imago (o adulto).[3]

Muda en reptiles

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En los reptiles el cambio de la capa córnea más externa de la epidermis se produce, bajo control hormonal, entre dos y doce veces al año. En los ofidios o serpientes ocurre de una vez, abandonando como resultado una camisa que, al igual que en los artrópodos, conserva los detalles de la morfología externa del animal. En otros reptiles la muda ocurre por parches. Los reptiles pueden presentar faneras, estructuras resaltadas derivadas de la epidermis, como son las uña o los “pelos” de los dedos de las salamanquesas (fam. Gekkonidae).

Muda en las aves

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Pingüino Spheniscus demersus en muda.

Las aves, que derivan de reptiles dinosaurios, presentan faneras de un tipo especial, las plumas, que se encontraban también en algunos dinosaurios. La muda o pelecho puede implicar la alternancia estacional entre plumajes de distintas características. Las plumas viejas se desprenden poco a poco, de manera que el animal no queda desnudo (con la excepción de algunos tucanes) ni presenta calvas, aunque la muda de las plumas responsables del vuelo puede obligarle a permanecer en el suelo y buscar refugio durante un corto período del año, denominado mancada, como ocurre en muchas anátidas.[4]​ El proceso de renovación suele iniciarse en la cabeza y avanzar hacia la cola.

El plumaje característico de un ave que ha mudado tras la reproducción se conoce como plumaje post-reproductivo, o en la terminología de Humphrey-Parkes plumaje básico. Los plumajes reproductivos o las variaciones del plumaje básico se conocen en el sistema Humphrey-Parkes como plumajes alternativos.[5]​ La muda es anual en la mayoría de las especies, aunque algunas pueden tener dos mudas al año, y las grandes aves rapaces pueden mudar sólo una vez cada pocos años. Los patrones de muda varían entre especies. En los paseriformes, las plumas de vuelo son reemplazadas de una en una iniciando el ciclo con la primaria más interna. Cuando se muda la quinta de las seis plumas primarias, la pluma terciaria más externa comienza a desprenderse. Después de que se muden las terciarias más internas, las secundarias comienzan a mudarse empezando desde la más interna y esto prosigue hasta las plumas más externas (muda centrífuga). Las coberteras primarias mayores se mudan al mismo tiempo que las primarias con las que se superponen.[6]​ Generalmente las plumas de la cola se mudan y reemplazan empezando por el par más interior;[6]​ sin embargo, se observan mudas centrípetas de plumas de la cola en Caprimulgidae.[7]​ La muda centrífuga es diferente en las plumas de la cola de los pájaros carpinteros y los trepatroncos en los que comienza por el segundo par de plumas más internas y termina con el par central, de modo que el ave mantiene la capacidad de ayudarse de su cola para trepar.[6][8]​ El patrón general que se observa en las alas de los Cuculiformes, específicamente, en la sección primaria tienen la siguiente transición: las plumas con números impares se sustituyen primero, y luego las plumas de pares, en este orden la caída de las plumas de la cola se realiza por completo para luego sustituir con nuevas plumas.[9]

Muda en los mamíferos

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También en mamíferos se produce una muda equivalente del pelo. Se produce poco a poco, de manera distribuida. En los que habitan en climas estacionales de latitudes medias y altas, suelen alternar pelajes diferenciados para la estación cálida y la fría.

Los humanos también cuentan con un proceso de muda, aunque este se da de manera continua. Las células epidérmicas se están continuamente renovando a través de divisiones mitóticas de las células madre basales de la epidermis. A medida que se estas se van dividiendo, empujan al resto de células, y las de las últimas capas terminan por desprenderse.[cita requerida]

Referencias

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  1. Lincoln, G. A.; Clarke, I. J.; Hut, R. A.; Hazlerigg, D. G. (2006). «Characterizing a mammalian circannual pacemaker». Science 314 (5807): 1941-4. Bibcode:2006Sci...314.1941L. PMID 17185605. S2CID 19916994. doi:10.1126/science.1132009. 
  2. «Everything you needed to know about eclipse plumage! – Scottish Wildlife Trust» (en inglés británico). 15 de diciembre de 2016. Consultado el 8 de abril de 2022. 
  3. Jurenka, Russell. «Insect Physiology». Physiology and Maintenance. 
  4. de Beer SJ, Lockwood GM, Raijmakers JHFS, Raijmakers JMH, Scott WA, Oschadleus HD, Underhill LG (2001). «SAFRING Bird Ringing Manual». SAFRING. Archivado desde el original el 7 de febrero de 2012. Consultado el 24 de julio de 2012. 
  5. Humphrey, Philip S.; Kenneth C. Parkes (1959). «An approach to the study of molts and plumages» (PDF). The Auk 76: 1-31. doi:10.2307/3677029. Archivado desde el original el 25 de marzo de 2009. Consultado el 24 de julio de 2012. 
  6. a b c Pettingill Jr. OS (1970). Ornithology in Laboratory and Field. Burgess Publishing Co. ISBN 978-0-808-71609-9. OCLC 102317. 
  7. Gargallo, Gabriel (1994). «Flight Feather Moult in the Red-Necked Nightjar Caprimulgus ruficollis». Journal of Avian Biology 25 (2): 119-24. doi:10.2307/3677029. 
  8. Mayr, Ernst; Margaret Mayr (1954). «The tail molt of small owls» (PDF). The Auk 71 (2): 172-78. Archivado desde el original el 19 de agosto de 2012. Consultado el 24 de julio de 2012. 
  9. Payne, Robert B. «Birds of the World, Biology 532, Revisado en enero del 2003». Bird Division, University of Michigan Museum of Zoology. Archivado desde el original el 22 de julio de 2012. Consultado el 24 de julio de 2012. 

Véase también

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