DEPORTE EN

IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

Kety Balibrea Melero Antonio Santos Ortega
eDItOrIAl UnIVerSItAt POlItcnIcA De VAlncIA

LOS BARRIOS:

Esta editorial es miembro de la UNE, lo que garantiza la difusin y comercializacin de sus publicaciones a nivel nacional e internacional

Primera edicin, 2010 de la presente edicin: Editorial Universitat Politcnica de Valncia www.editorial.upv.es Distribucin: pedidos@editorial.upv.es Tel. 96 387 70 12 Todos los nombres comerciales, marcas o signos distintivos de cualquier clase contenidos en la obra estn protegidos por la Ley. Kety Balibrea Melero Antonio Santos Ortega de las fotografas: su autor Imprime: ISBN: 978-84-8363-775-3 Depsito Legal: V-4361-2011 Ref. editorial: 957 Queda prohibida la reproduccin, distribucin, comercializacin, transformacin, y en general, cualquier otra forma de explotacin, por cualquier procedimiento, de todo o parte de los contenidos de esta obra sin autorizacin expresa y por escrito de sus autores. Impreso en Espaa

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Kety Balibrea Melero - Antonio Santos Ortega

NDICE
PRESENTAcIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Introduccin: Divagaciones sobre el deporte y la integracin social Antonio Santos Ortega, Kety Balibrea Melero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 I. El deporte y la mejora de la ciudadana: puesta en marcha de un deporte educativo e integrador. Antonio Santos Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 I.1. El deporte y la integracin social: de los valores universales al uso orientado y concreto del deporte en beneficio de la ciudadana . . . . . . . . . . . . . . . 37 I.2. Los buenos ejemplos de experiencias en el binomio deporte-ciudadana. . . . . . . 42 I.3. Algunas pistas para la gestin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 II. Insercin Juvenil y actividad fsica: una forma de intervencin social en el contexto de los barrios desfavorecidos. Kety Balibrea Melero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 II.1. Aspectos metodolgicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 II.2. El deporte-insercin: funciones, investigaciones y experiencias prcticas . . . . 72 II.2.1. La funcin de integracin social por el deporte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 II.2.2. El deporte-insercin con colectivos socialmente desfavorecidos . . . . . . . . . 85 II.2.2.1. Deporte y drogas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 II.2.2.2. Deporte y crcel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 II.2.2.3. Deporte e inmigracin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 II.2.2.4. Jvenes con medidas judiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112 II.2.3. El deporte-insercin dirigido a jvenes de barrios desfavorecidos . . . . 115 II.2.3.1. Experiencias de insercin por el deporte.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 II.2.3.2. Investigaciones de insercin por el deporte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

II.2.4. Iniciativas concretas en deporte-insercin. Una ilustracin con ejemplos de experiencias europeas y espaolas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 II.3. Estudio de caso: el deporte como medio de insercin social en el barrio de La coma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 II.3.1. El barrio de La Coma: aspectos sociodemogrficos y urbansticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 II.3.1.1. La composicin del barrio y los problemas sociales. . . . . . . . . . . . . . . 163 II.3.2. Los tipos de actividades fsico-deportivas en el barrio de La Coma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169 II.3.2.1. La prctica organizada por los propios jvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169 II.3.2.2. La prctica organizada por las asociaciones y los servicios sociales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171 II.3.2.3. La prctica deportiva del club. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173 II.3.3. Elementos clave en el diseo de las acciones de deporte-insercin: dificultades y soluciones aportadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176 II.3.3.1. Los actores implicados: participantes, organizadores y entidades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . II.3.3.2. El diseo del programa: diagnstico, difusin, objetivos y modalidades deportivas seleccionadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . II.3.3.3. Orientaciones en la aplicacin y puesta en marcha. . . . . . . . . . . . . . . . . Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176 183 194 200

PRESENTACIN
Este libro se sita crticamente frente a la idea de un deporte educativo e integrador, una posicin, no obstante, de crtica constructiva. En la ltima dcada, esta idea de deporte integrador se ha popularizado. En paralelo a los xitos deportivos, se ha odo a todos los actores del mundo del deporte alabar las cualidades intrnsecas del deporte para cohesionar una sociedad. Esta glorificacion ha calado en la opinin pblica. El avance de resultados de la Encuesta sobre hbitos deportivos en Espaa (2010), presentado por el consejo Superior de Deportes en noviembre de 2010, mostraba una altsima difusin de la idea del deporte como generador de integracin social. Un 81% de los encuestados se mostraba de acuerdo con la idea de que el deporte facilita el acercamiento entre personas de distintas nacionalidades y culturas. Esta representacin colectiva acerca de las potencialidades integradoras del deporte, compartida por actores sociales y opinin pblica, no ha ido acompaada por un aumento comparable de experiencias prcticas. Se han puesto en marcha en un nmero considerable, pero de forma aislada, errtica, con pocos apoyos y sin una investigacin que asentase los descubrimientos. No ha existido una poltica pblica que las agregase, mecanismos de financiacin que las fomentasen o una decidida lnea de estudio y valoracin de sus logros. Hoy, es ms fuerte la representacin de la idea de deporte-integracin que su realidad prctica. Este libro parte de esta constatacin y pretende aportar ideas que nos encaminen a su mejora. Para ello, se han recopilado una serie de materiales que sinteticen y actualicen el estado del debate sobre el deporte y su uso en contextos de exclusin o vulnerabilidad social. Por orden de importancia, el texto sobre el que pivota la estructura del libro es la tesis doctoral de Kety Balibrea: Insercin juvenil y actividad fsica: una forma de intervencin en los barrios desfavorecidos. Su lectura en 2009 signific el momento de culminacin de varios aos de investigacin sobre el tema de la aplicacin del deporte con los jvenes de los barrios desfavorecidos. como director de la tesis, puedo aadir que durante esos aos, que se inician aproximadamente en 1998, su tema, socialmente muy oportuno y original en aquel momento, hasta pionero, ha ido cobrando forma. Esta proyeccin del tema se ha visibilizado en la elaboracin de diversos estudios e informes en los que ella ha tenido un papel fundamental. con su impulso, se form en 2001 el grupo de investigacin Deporte e insercin social, que sirvi de marco para diversificar la idea del deporte como medio para
[9]

mejorar las condiciones de vida de otros colectivos vulnerables mujeres, inmigrantes, adems de los jvenes de los barrios. Se llevaron a cabo proyectos de investigacin dirigidos a estos nuevos temas financiados por la Direccin General de la Mujer o por la Direccin de general de Vivienda de la Generalitat Valenciana; por el plan de I+D de la Conselleria de Educacin de la misma institucin o por el consejo Superior de Deporte (cSD). Algunos de estos proyectos y publicaciones pueden seguirse en la web del grupo de investigacin: http://www.uv.es/dis. como se ha dicho, la tesis ocupa el lugar central del libro. Aunque existe una publicacin1 previa, en la que se recogi una sntesis de la tesis, hasta ahora no se haba publicado ntegramente en forma de libro. Algo que, sin embargo resultaba muy oportuno dado el inters de todo el proceso de investigacin contenido en la tesis. Sobre todo, el largo periodo de observacin sobre el terreno de los barrios desfavorecidos y sus usos deportivos. Este planteamiento puede aportar pautas y recomendaciones reales y concretas basadas en un enfoque eminentemente prctico y apegado al terreno social y urbano. Algo que, realmente, es muy necesario para el avance de la aplicacin de la idea del deporte-integracin. Entre otros motivos, este es el que principalmente hace recomendable la publicacin ms extensa de los resultados de la tesis doctoral de Kety Balibrea. Para esta edicin se ha hecho un trabajo intenso de relectura y seleccin de contenidos. Escribir es reescribir, deca Flaubert y en este libro esta mxima tiene una presencia real. Se han seleccionado los aspectos principales; se han recortado los terrenos ms lagunosos que toda tesis esconde y se ha optado por una versin que combine la aportacin acadmica de la tesis con su proyeccin ms prctica y aplicada. Confiamos en haber logrado este objetivo. Junto a la publicacin de la tesis, el libro recopila dos textos que la anteceden. El primero aparece tras esta presentacin y se plantea como una introduccin general al tema del deporte y la integracin social. El texto busca referentes tericos sobre la cuestin para abordarla crticamente y enriquecer el debate que actualmente se desarrolla en el mundo acadmico. Debate que a nuestro entender vive un momento muy creativo, como se pudo ver en el X congreso de la Asociacin Espaola de Investigacin Social Aplicada al Deporte (AEISAD), celebrado en Toledo en octubre de 2010, donde las discusiones sobre los aspectos sociales del deporte siempre encuentran novedades y adelantos en las lneas de investigacin. O como tambin se pudo comprobar en el Foro Deporte y Sociedad, celebrado en Madrid en septiembre de 2010, impulsado por el CSD y coordinado por Gaspar Maza como persona ms visible. En los dos das que dur el Foro, la impresin generalizada era que el tema del deporte y la integracin social se encontraba en un momento particular de creatividad, que se desplegaba ante los asistentes en forma de conferencias, documentales y otras formas de comunicacin visual. El trabajo o la educacin social a travs del deporte se mezclaban con proyectos artsticos; la literatura dialogaba con el mundo ms prctico de la aplicacin
1

Balibrea, K. (2009) El deporte como medio de insercin social de los jvenes de barrios desfavorecidos, Quaderns de Cincies Socials n 12

[ 10 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
del deporte en contextos desfavorecidos; las federaciones y las fundaciones de los grandes clubs estaban presentes e intercambiando ideas junto a los muchos especialistas del mundo acadmico. Todo ello marcado por un componente internacional que daba una imagen ms amplia del potencial creativo de los temas tratados en el Foro. Estos dos acontecimientos son solo los ms recientes y se pueden ver ampliados si el consejo Superior de Deporte prosigue con el desarrollo de su Plan Integral para la Actividad Fsica y el Deporte presentado en noviembre de 2010. En particular con una de sus ocho grandes lneas, la dedicada al fomento de la actividad fsica, el deporte y la inclusin social, que recoge una serie de medidas muy oportunas para afianzar la idea del deporte y la integracin o la inclusin social. Esta es una buena oportunidad para pasar del mundo de las grandes ideas del deporte y sus contenidos educativos intrnsecos e ideales a un conocimiento ms concreto, crtico y real de las necesidades prcticas que el tema demanda. Esperemos que as sea. De la mano de estas buenas expectativas y conscientes de lo oportuno que resulta profundizar sobre estas necesidades prcticas del tema surge el segundo texto de este libro con el ttulo: El deporte y la mejora de la ciudadana: puesta en marcha de un deporte educativo e integrador, cuya autora corresponde a Antonio Santos. Fue presentado como ponencia invitada en el IV Congreso de Gestin de Deporte, celebrado en Valencia en octubre de 2009. Se public en las actas del congreso, pero no haba encontrado por el momento una difusin mayor. El texto tena la intencin de introducir en el tema del deporte y la integracin social a un pblico de gestores no muy familizarizado. Es por ello que sus caractersticas son la sntesis, la ejemplificacin y la de dar pautas sobre cmo afrontar y poner en marcha un proyecto de deporte-integracin. En definitiva, los dos textos que preceden a la tesis tienen la intencin de actualizar y sintetizar los contenidos que en ella aparecen. Aadir algunos elementos tericos y de discusin puede preparar y estimular a los lectores para la lectura posterior. Somos conscientes de que quedarn muchas preguntas sin respuesta tras la lectura del libro. La cuestin del deporte y la integracin requiere ms investigaciones para ir aminorando una preocupacin muy extendida entre los especialistas en la materia: cmo se pueden refrendar los beneficios concretos del deporte sobre la mejora de la insercin social. Se necesitaran para ello estudios de panel que siguiesen la trayectoria vital de los jvenes que han participado en estas experiencias. Habran de analizarse diferentes dimensiones de su vida estudios, el trabajo o las relaciones familiares en las que hubiera podido quedar marcado el efecto de los contenidos educativos de la prctica deportiva. A todas estas cuestiones los textos aqu incluidos responden con cautela, pero con optimismo hacia el papel del deporte en estos procesos de integracin social. Estaramos muy satisfechos con este libro si sirviese a sus lectores para identificar nuevos colectivos y necesidades sobre los que aplicar las ideas aqu contenidas y proseguir con la lnea de investigacin que tanto ha avanzado en estos ltimos aos.
[ 11 ]

Para finalizar, queramos darles las gracias a los jvenes de La Coma por permitirnos acercarnos a su mundo. Tambin, al resto de vecinos que se prestaron a ser entrevistados como Souley, Goyo, Ferrn, Pablo y Rubn, cuya colaboracin fue esencial para poder realizar el trabajo de campo. Igualmente queremos agradecerle a Manuel Garca Ferrando su paciente labor en la codireccin de la tesis que este libro alberga y a los miembros del tribunal Isabel Balaguer Sol, Alicia Lpez Yeste, Juan carlos Melndez Moral, Roco Moldes Farelo y Daniel Martos Garca sus enriquecedoras aportaciones y sugerencias que han contribuido a mejorar los contenidos de la misma. Por ltimo, nuestro agradecimiento a los amigos y familiares que nos acompaaron a lo largo del camino de elaboracin de la tesis doctoral que recogemos en esta publicacin.

A propsito de las fotografas

Las fotografas que contiene este libro muestran algunos de los trabajos del artista urbano SpY. Aunque todo arte es inclasificable, sus trabajos soportaran bien la clasificacin de arte urbano o de street art. No en vano, sus obras residen en la calle, en el barrio, y all crecen, viven y mueren, a veces longevas y a veces con una vida efmera, pero intensa. En todo caso, gracias a las fotos los podemos resucitar. Independientemente del debate que el trabajo de SpY genere en el terreno de la crtica artstica, nos interesan ms sus efectos en el terreno de la crtica social. En particular, su efecto multiplicador en la percepcin y capacidad crtica que provocan en la mente del espectador. La apertura a la reinterpretacin por parte de cualquier observador que las contemple. Esta es una caracterstica no tan presente en el arte, en la literatura, en la cultura en general. No est al alcance de cualquiera. El secreto para desbloquear las mentes y conseguir este efecto multiplicador se halla en el arte de la condensacin de significados. En la capacidad metafrica que pone en movimiento lo que el lector o el espectador no sabe que sabe, o sea, moviliza la intucin. Esto ocurre, por ejemplo, con los aforismos que aparecen en las pginas de Juan Villoro, muy frecuentemente dedicados a los barrios, como aquel en el que nos dice que una calle en el barrio es lo que fue, poco importa lo que haya cambiado. O en los articuentos de Juan Jos Mills, donde lo raro de la normalidad te hace dudar o temblar. Si duda tambin en los dibujos de El Roto, quien a pesar de condensar en dos colores su explicacin sobre las cosas, consigue transmitir al lector el mximo colorido en su observacin y comprensin. Afortunadamente para este libro, este arte de la condensacin se encuentra en las fotografas que tan amablemente SpY nos ha cedido. Imgenes sobre el deporte de calle, en las que los contextos deportivos tpicos de los barrios son sacudidos por elementos inesperados y de all, a travs de nuestra percepcin, van a parar a terrenos onricos y metafsicos. Este es el efecto de la portera de ftbol en la que brota una telaraa, del muro
[ 12 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
en la portera de balonmano o de la maceta que tapona la canasta de baloncesto. Imgenes surrealistas, pero ideales, para ilustrar nuestro libro sobre el deporte en los barrios Esas fotos muestran los espacios de prctica deportiva, probablemente informal, de los jvenes de barrio que interesan a este libro. Campos de tierra, pistas con grafitis y canchas con rejas, aparentemente, mostradas como objetos imposibles por su autor, pero que inmediatamente van a ser pobladas por los jvenes del barrio. No se podra haber encontrado imgenes ms expresivas para ilustrar el contexto del deporte en los barrios. Para prolongar el agradecimiento a su autor, tenemos que sealar que el trabajo de SpY es muy amplio, tanto en los medios de expresin como en los contenidos. Su pgina web http://spy.org.es/ est repleta de humor, crtica social y sentido artstico. cerramos esta nota de presentacin y agradecimiento a SpY con las palabras de Javier Abarca, crtico de arte y autor de un interesante blog de arte urbano www.urbanario.es, quien ms cualificadamente que nosotros puede dar unas breves pinceladas del trabajo artstico de Spy: SpY es un artista madrileo cuyas primeras actuaciones urbanas se remontan a mediados de los ochenta. Poco despus, ya consagrado como primera figura en la escena del graffiti, comenz a explorar otras formas de comunicacin artstica en la calle. Su trabajo consiste en la apropiacin de elementos urbanos mediante la transformacin o la rplica, el comentario sobre la realidad urbana y la intromisin en sus cdigos comunicativos. El grueso de su produccin nace de la observacin de la ciudad y de una apreciacin de sus componentes no como elementos inertes sino como una paleta de materiales desbordante de posibilidades. La voluntad de juego, la cuidadosa atencin al contexto de cada pieza y una actitud constructiva y no invasiva caracterizan inconfundiblemente sus actuaciones. Las obras de SpY quieren ser un parntesis en la inercia autmata del urbanita. Son pellizcos de intencin que se esconden en una esquina para quien se quiera dejar sorprender. cargados a partes iguales de irona y un humor positivo, aparecen para contagiar una sonrisa, incitar una reflexin, favorecer una conciencia un poco ms despierta.

[ 13 ]

[ 14 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

[ 15 ]

[ 16 ]

INTRODUCCIN
Divagaciones sobre el deporte y la integracin social
Antonio Santos Ortega y Kety Balibrea Melero

Es difcil responder a la pregunta de si el deporte puede facilitar la integracin social de colectivos sociales vulnerables. Los dos trminos deporte e integracin han dado lugar por separado a infinidad de pginas escritas y debates que no facilitan una respuesta apresurada y simplista a la cuestin. Por un lado, es cada vez ms difcil hablar del deporte en las sociedades actuales con un sentido unitario. Su pluridimensionalidad se desglosa en numerosas facetas: deporte-alto nivel, deporte-espectculo, deporte-salud, deporte-ocio, deporte-educacin fsica, deporte-integracin social o lucha contra las discriminaciones, la violencia o el dopaje, entre otras. cada una de ellas est unida a una serie de prcticas y representaciones diferentes, a veces incluso contrapuestas, lo que hace muy difcil mantener una opinin unificada respecto a las potencialidades del deporte. Por ejemplo, el deporte puede ser un excelente medio para la educacin fsica y para hacer aumentar su prctica, sin embargo, no son pocos los que mantienen que el crecimiento del deporte-espectculo est reduciendo el nivel de prctica de los jvenes. Igualmente, el deporte de alto nivel genera grandes xitos deportivos, pero muchas veces va acompaado por prcticas de dopaje que desentonan absolutamente con el espritu de juego limpio que presumiblemente promueve el deporte. En ocasiones, estas contradicciones estn instaladas de forma estructural en las instituciones que rigen el deporte en un pas, de manera que quien gestiona a escala nacional el deporte toma decisiones que posibilitan paralelamente el desarrollo contradictorio de las dos tendencias. Estas contradicciones, acrecientan la dificultad a la hora de mantener juicios generales sobre las funciones sociales del deporte y provocan, demasiado a menudo, la pregunta de a qu nos referimos cuando hablamos de deporte en el marco de este sistema dinmico de contradicciones. Algo similar ocurre con el trmino integracin social. Las ciencias sociales acostumbran a manejar conceptos generales, poco precisos, basados en un consenso tcito entre los expertos acerca de su uso. Este consenso suele desmontarse bruscamente cuando se entra en detalles. En sociedades crecientemente heterogneas, los procesos de integracin social son difciles de definir. Qu dimensiones son ms determinantes para describirla: poltico-jurdicas, lingsticas, econmico-laborales, culturales-identitarias? Cmo se interrelacionan todas
[ 17 ]

ellas, cmo pueden medirse? Estos interrogantes no tienen hoy una respuesta homognea por parte de los muchos expertos dedicados a buscarla. Sabemos que las grandes variables clsicas: clase social, etnia, gnero y edad son fundamentales para generar problemas de integracin social, pero sigue faltando una explicacin determinante que establezca nexos inequvocos que descifren la exclusin social. Quiz no la haya. Esta falta de precisin de las ciencias sociales es la misma que no permite garantizar la existencia de un nexo automtico entre la integracin social y el deporte. como seala Klaus Heinemann (2002) hay que tomar este binomio con excepcionalidad y prevencin, sobre l se dan demasiadas suposiciones, muchas iniciativas, pero pocos resultados controlables. Heinemann contina su argumento afirmando que la integracin social es algo demasiado serio y complejo como para hablar de integracin por el deporte y concluye afirmando, con algo ms de optimismo, que quiz s se pueda hablar de capacidades de integracin, en el sentido de que algunas facetas del deporte puedan favorecer los procesos de integracin social. Esta fragilidad del vnculo deporte-integracin, compartida por muchos de los autores que ms han trabajado sobre esta materia (Maza, 2002; Durn, 2009), es la que obliga a proseguir la bsqueda de argumentos, a continuar promoviendo iniciativas de integracin y deporte o a investigar sobre el terreno acerca de los procesos concretos y reales que pueden unir el deporte con la integracin social. Para hacer ms fuerte esta unin tenemos que idear bases tericas y de creatividad sobre la materia. Buscar ideas que, a veces, provienen de lugares diversos, inesperados, desde perspectivas, disciplinas y modalidades de conocimiento plurales. Investigar sobre la conjuncin inestable entre el deporte y su proyeccin educativa e integradora en contextos desfavorecidos requiere encontrar fuentes de inspiracin que permitan desarrollar el plano intuitivo en el que actualmente dicha conjuncin se mueve. Este es el objetivo de esta introduccin. En los ltimos aos, algunos magnficos escritores han relatado y retratado la presencia del deporte en los barrios pobres. El hecho de que all se viva con la intensidad relatada por la literatura refuerza la conviccin en el sentido educativo del deporte. Las historias de crecimiento personal, de aprendizaje, de lealtad, presentes en las narraciones de estos escritores dedicadas al deporte, hacen desear que la ficcin literaria se cumpliese en la realidad. cuentan de Albert camus, nacido y crecido en un barrio pobre, que jugaba de portero para no desgastar los zapatos. Aos despus, escribira que todo lo que saba sobre la tica de la vida se lo deba al ftbol, lo cual indica que se puede aprender mucho gastando poco. En su monumental Dios es redondo, Juan Villoro ofrece un repertorio completo de los valores que el deporte, en concreto el ftbol, irradia en los descampados de los barrios perifricos. All, con sus propias palabras, cada domingo se puede recuperar lo que an tenemos de tribu encandilada por el fuego. Esta traslacin de la tribu al barrio, a la comunidad, nos habla de vnculo, unin e identidad colectiva reflejada en el deporte. Poco importa que el solar en el que se juega est embarrado, que no haya porteras o que se haga de noche jugando y no se vea el baln, Villoro escribe que en esos barrios un chico patea
[ 18 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
una pelota o algo que la representa (un bulto de trapo, una lata, una bolsa llena de papeles y en ese gesto transmite un placer inexpresable, el de jugar por jugar. (ibid, pag. 24). En esta misma lnea, Eduardo Galeano, autor de El ftbol a sol y sombra, panten de ilustres futbolistas de los barrios olvidados, se queja de que el ftbol a medida que se ha hecho industria ha ido desterrando la belleza que nace de la alegra de jugar porque s. El placer de jugar y el placer de vivir van de la mano, sobre todo en ciertas edades de juventud e ilusin. He aqu algunas pistas directas para aprovechar la vitalidad contenida en el deporte y aplicarla en proyectos que la desarrollen. Aunque, de una u otra forma, estos escritores nos hablan de deporte e integracin a travs de la ficcin, sus palabras y sentimientos son tan reales que despreciarlos como orientaciones para la accin social sera un derroche. En este terreno del sentido y de las funciones sociales del deporte, las grandes teoras formuladas desde las ciencias sociales y humanas tienen bases dbiles y ofrecen solo retazos, visiones parciales, fogonazos que no permiten componer un cuadro general en este paisaje borroso del deporte y la integracin social. con la intencin de avanzar en la comprensin de este paisaje, destacaremos brevemente algunos de estos retazos de teora que desde las ciencias sociales se han dedicado al deporte y sus significados sociales, educativos e integradores. Dividiremos la exposicin en dos apartados. El primero se centrar en el anlisis de las funciones sociales del deporte y en el lugar que ocupan los procesos de integracin social entendidos, fundamentalmente, como procesos de control social. En el segundo apartado, se abordarn los usos y abusos en torno a la idea del deporte-integracin enmarcada en los proyectos de intervencin dirigidos a los jvenes desfavorecidos.

Funciones sociales del deporte, integracin y control social

Habra que comenzar sealando la abundancia de evidencias que han encontrado los antroplogos, que confirman cmo los deportes, o quiz sera ms conveniente decir los juegos, estn encastrados en la sociedad, se confunden con los ritos, la religin, las ceremonias polticas o militares. Este sentido social profundo es un argumento a favor de la idea del deporte integrador. Gregory Bateson (1985) analiz cmo la evolucin del juego debi ser un paso importante en la evolucin de la comunicacin. El juego slo poda producirse si los organismos participantes eran capaces de cierto grado de metacomunicacin, es decir, de intercambiar seales que transmitieran el mensaje: esto es juego. El juego es as un productor de relaciones y rituales a travs de los cuales la comunidad se cuenta a s misma. Muchos antroplogos han asociado el juego con momentos de catarsis dirigidos a crear unidad, cohesin del grupo, con resonancias utpicas que simularan el final de la desigualdad y el triunfo de la integracin. Las grandes categoras fundamentales que Roger caillois (1986) emplea en Los juegos y los hombres para la clasificacin de los juegos son un catlogo de la vocacin social de los juegos y a la vez un catlogo de por qu los jvenes pueden querer practicar deporte. Desde el agon, que viene aparejado al
[ 19 ]

mrito competitivo en los juegos por l caracterizados y que pueden denotar distincin a travs de la habilidad, la rapidez, la resistencia, el vigor, el ingenio. Hasta la igualdad que conlleva el azar puro del alea en los deportes, pasando por la emulacin mimicry o el vrtigo ilinx y culminado por la pasin por el aprendizaje inscrita en el ludus que da ocasin a un entrenamiento y normalmente desemboca en la conquista de una habilidad determinada, en la adquisicin de una maestra particular, en el manejo de tal o cual aparato o en la actitud de descubrir una respuesta satisfactoria a problemas de orden estrictamente convencional. (caillois, 1986: 68). No tendra mucho sentido continuar anotando estos retazos tericos si no sirviesen para encontrar, a travs de ellos, una aplicacin prctica del deporte y la integracin social en los contextos y colectivos vulnerables. En este sentido, la definicin de juego que propone Joan Huizinga (1984) en su ya clsico Homo Ludens sugiere una traduccin a estos contextos. Las caractersticas del juego se basan en ser: creativo, libre, no productivo, con ritmo y medios propios, no ordinario ni real, incierto, simblico y social. Enclavar estas caractersticas en la prctica de la actividad fsica en un contexto de pobreza y exclusin significara, entre otros aspectos: no implementar programas desde arriba o desde fuera; no instrumentalizar el deporte buscando rendimientos en trminos de control; no menospreciar la prctica deportiva informal ya realizada en esos contextos, al contrario supeditar la intervencin deportiva formal a esas prcticas informales; contar con los colectivos implicados, abrir la actividad a su participacin y evitar el paternalismo y el deporte-receta. De aqu se extrae una idea para las polticas deportivas en los barrios: no trasladar all el deporte-mercanca sino facilitar a sus residentes la posibilidad de una prctica cercana y ajustada, en lo posible, a la propia. El deporte tiene facetas muy diversas, aplicar su dimensin de actividad fsicajuego puede resultar creativo en los barrios. Huizinga puntualiza que el juego es una actividad que se sita fuera de la vida ordinaria. Sera, sin embargo, muy deseable inscribir en la vida real, personal y social de los jvenes, o de cualquier otro colectivo, la actividad fsico-deportiva y trabajar para que sta les reforzase en la lnea de promover cambios sociales y personales concretos. La idea de que el deporte est enclavado en la estructura social y tiene funciones asociadas a sta es un principio bsico que nos obliga a buscar las conexiones macrosociolgicas del deporte con los procesos de integracin social. En la sociedad moderna estos procesos cuentan con un actor central, el Estado, generador de formas de control social y de autocontrol de los individuos. En nuestro campo del deporte-integracin, se ha argumentado sobre la frecuente instrumentalizacin del deporte que se observa al analizar determinadas polticas deportivas e intervenciones concretas. Ello abre una ineludible discusin acerca del papel de los diferentes actores y grupos sociales en los usos concretos del deporte en el marco del control social y de la integracin. Las muy conocidas y debatidas investigaciones de Norbert Elias (1989) nos muestran que el Estado juega un papel central en el proceso de civilizacin debido a su monopolio de la
[ 20 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
violencia legtima y del control social. Sin entrar en detalle en sus argumentos, nos interesa su idea sobre el papel que ha jugado el deporte en el refinamiento de las costumbres y las normas sociales y en la presin sobre los individuos para el autocontrol de sus emociones y agresividad. Elias y Dunning (1992) se valen del ejemplo del ftbol en la Inglaterra de finales del XIX para ilustrar el sometimiento de las tensiones y la implantacin de pautas civilizatorias a travs de este deporte. compartiendo visiones acerca de la gnesis del deporte y su papel generador de formas de control social, Pierre Bourdieu (2000) describe en los orgenes del deporte moderno formas de pautar y reducir la violencia entre los jvenes burgueses de las public schools inglesas a mediados del XIX. Los educadores atenuaron los problemas civilizatorios juveniles mediante la remodelacin de juegos tradicionales que acabaron adoptando la forma de deporte. Esta concepcin del deporte, dirigido a los jvenes de clases altas, contena toda la matriz de valores y prcticas correspondientes al gentleman. Mediante una estricta definicin y cumplimiento de las reglas de juego, gobernadas por el fair play, el deporte se convirti en un modelo de comportamiento que ennobleca a quien lo practicara. La creacin de un campo autnomo para la prctica deportiva viene determinada por la filosofa poltica de las fracciones sociales dominantes, que elaboran una representacin del deporte entendido como bravura, formacin del carcter, capacidad para vencer, que coincide con los ideales de las grandes instituciones de enseanza privada destinadas prioritariamente a los hijos de los dirigentes de la industria privada (Bourdieu, 2000: 180) Este proceso de deportivizacin era coincidente con el proceso de industrializacin y desarrollo de la economa capitalista, lo que deparara nuevas formas de control estudiadas por la teora crtica del deporte. Jean Marie Brohm (1993) argumenta cmo el surgimiento del deporte es el resultado de una concepcin filosfica, poltica y econmica que sita estas prcticas deportivas en el marco comn del rendimiento, la competitividad y la mercantilizacin de los resultados. La actividad deportiva qued integrada en las leyes dominantes de la modernidad industrial capitalista. Brohm subraya cmo la institucin deportiva reduce a los individuos deportivizados a cuerpos-mquina programados para el rendimiento y el control. Muy semejante a la preparacin militar o al enfoque capitalista del progreso, el entrenamiento deportivo de elite se ajusta a la lgica de la rentabilidad de los recursos humanos y de la productividad creciente de la mquina corporal. En el capitalismo actual, esto se agudiza con las complejas relaciones que ligan el deporte con la ciencia aplicada al rendimiento del cuerpo. La psicologa, la medicina o la investigacin biomecnica evalan y diseccionan el cuerpo del deportista para supervisar sus capacidades cardiacas, musculares o su resistencia al estrs2. con estos precedentes, no es extrao que la actividad fsico-deportiva pueda ser usada en los barrios pobres como mecanismo de control. Una visin particular de las formas de control
2

Una actualizacin de las teoras de Brohm puede encontrarse en una reciente publicacin de Nicolas Oblin (2009) en la que se analizan las nuevas formas de management del mundo de la empresa y su reflejo en el deporte.

[ 21 ]

a travs de las polticas del cuerpo y del lugar de la actividad fsica se encuentra en la obra de Michel Foucault. conviene detenerse en ella debido a las brillantes interpretaciones que aparecen en sus ltimos escritos en torno a los cambios en las representaciones corporales y sus efectos sobre el control social. Pensamos que, para entender tanto las concepciones sobre el cuerpo y la actividad fsica de los jvenes de los barrios, como algunas de las polticas deportivas que se han dirigido a ellos, las ideas de Foucault son de gran inters. La idea de las virtudes educativas e integradoras del deporte encuentra un marco de interpretacin en el anlisis que ofrece Michel Foucault sobre el cuerpo y su lugar en las relaciones de saber-poder que gobiernan la sociedad moderna. El cuerpo es objeto de una produccin y ha de ser controlado. Foucault considera que a finales del XVIII momento germinal de la industrializacin y de cambio en los procesos de urbanizacin se abre un nuevo periodo de gestin del cuerpo, marcado por las nuevas exigencias de la naciente sociedad disciplinaria que caracteriza al periodo moderno. Las dos formas de control del cuerpo de biopoder, que aparecen en ese momento, se encuadran en la anatomopoltica y la biopoltica. La primera est dirigida a los cuerpos particulares, interpretados como cuerpo-mquina. Esta poltica de los cuerpos est destinada a educarlos, a aumentar sus capacidades, su fuerza y utilidad y a integrar todo ello en sistemas de control eficaces y econmicos. Inicialmente, todos los dispositivos que concretan esta anatomopoltica se expresan en el ejrcito, pero pasan inmediatamente a las fbricas, la escuela o la prisin. Por su parte, la biopoltica concibe el cuerpo no individual, sino colectivamente, como poblacin, cuerpo-especie. Los dispositivos tcticos para controlarla son la estadstica, la demografa, la medicina, la sociologa o el trabajo social, que extraen informacin de las poblaciones para usarla posteriormente en polticas que regulen la salud, la natalidad, o los movimientos migratorios de poblaciones. Siguiendo a Foucault, estas formas de biopoder fueron esenciales para la formacin y evolucin del capitalismo, que se apoy en ellas para adiestrar los cuerpos, gestionar la vida y conseguir la docilidad necesaria para sus finalidades. Igualmente, lo fueron para el Estado, que bas su administracin en esta regulacin de las poblaciones a travs de la creacin de dispositivos y aparatos particulares de ejercicio del poder y de intervencin sobre conflictos que integran la gubernamentalidad liberal entendida como produccin y administracin de la vida de los individuos. El anlisis de Foucault y posteriormente de autores neofoucaultianos avanz algunos cambios en las formas de esta gubernamentalidad liberal provocados por tendencias sociales ms actuales, relacionadas con el neoliberalismo a partir de la segunda mitad del XX. El capitalismo financiero, postfordista, marcado por la espectacularidad, ha trado nuevas modulaciones sobre el cuerpo y su cuidado en la escena de la biopoltica contempornea. Se resalta ahora la funcin decisiva para los intereses del mercado de la gestin biopoltica de la poblacin y de la evolucin y transposicin de las formas de control al mbito de la subjetividad. Desde estas posiciones neofoucaultianas, Flavia costa (2008) considera que est cobrando forma un nuevo dispositivo de corporalidad en el cual encontramos referencias al cuidado del cuerpo y la actividad fsica.
[ 22 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Este dispositivo combina tres niveles. El primero es el nivel biotecnolgico, que posibilita nuevas formas de intervencin sobre los cuerpos. De esta forma, la concepcin del cuerpo est dejando de ser la de una mquina que tenemos que mejorar y arreglar, para pasar a ser un material informativo, que puede ser reprogramado mediante el desarrollo de las cirugas de implante y otras manipulaciones biotecnolgicas de clulas y genes. As concebido, el cuerpo no es interpretado como algo que ha de ser corregido desde fuera, mediante la ortopedia tambin mediante la ortopedia social de las polticas sociales sino que puede ser programado desde dentro, modificando la informacin gentica. El ejemplo de un organismo vegetal transgnico ilustra lo que podra ser una traslacin al cuerpo. Los transgnicos son sometidos a modificaciones que permiten no ya corregir una desviacin en su crecimiento, sino evitar desde el origen dicha desviacin a travs de la manipulacin de sus genes. El cuerpo as representado conlleva nuevas interacciones entre el mundo orgnico y el artificial. En este sentido, el deporte en contextos desintegrados ira ms all de la higiene y la ortopedia social, ocupando nuevos terrenos en la reprogramacin de actitudes. El segundo nivel que incide sobre las nuevas concepciones del cuerpo se sita en la esfera de la salud. El cuerpo se convierte en un espacio en el que intervienen las agencias mdico-estatales y, ms an, en un espacio de gestin privada de la enfermedad por parte de los individuos. Todo individuo-cuerpo es un enfermo potencial que tiene que cuidarse y ser cuidado por una extensa gama de recomendaciones del Estado y del mercado. Si este cuidado falla, la responsabilidad recae sobre el propio individuo que est obligado a administrar correctamente su capital corporal y a mantenerlo en perfecto estado. Quien gestiona bien su cuerpo, atendiendo a las recomendaciones del mercado y sus productos light o a los programas estatales de prevencin de enfermedades, ser recompensado y quien no lo haga, puede ser criminalizado. El tercer nivel est relacionado con el cuerpo entendido como imagen en una sociedad altamente espectacularizada de medios de comunicacin. Al cuerpo concebido como valor de uso o de cambio, del cual se extraa la plusvala que alimentaba el capitalismo industrial, se le extrae ahora el valor de exhibicin sobre el que radica la nueva plusvala del capitalismo postindustrial. Aunque ambas formas de plusvalor conviven, cada vez ms cuidar de s, est relacionado no con cuidados del alma, sino con cuidar del cuerpo. Los ideales burgueses de cuidar del cuerpo para conseguir mejorar los sentimientos y las cualidades morales est dejando paso a cuidar del cuerpo sin ms. como expresa Flavia costa, parece que se ha invertido el antiguo ideal de filosofa de la vida, ya no habitamos un cuerpo ni tampoco tenemos un cuerpo, sino que somos un cuerpo. Se le pide al trabajo corporal que cambie el carcter del sujeto: que le calme los nervios, que le quite los complejos, que alivie sus dolores espirituales por la vejez y la muerte. Que el yoga lo relaje, que el gimnasio lo revitalice y lo fortalezca, que los masajes lo energicen, que pilates lo flexibilice pero tambin lo tonifique. Que la ciruga le devuelva la autoestima perdida. Se acta sobre el cuerpo para ajustar el alma. (costa, 2008: 9).
[ 23 ]

costa denomina dispositivo fitness a estas exigencias de un cuerpo adecuado, que conecte con los mensajes del nuevo capitalismo de la imagen y el espectculo. Este dispositivo impone una gestin privatizada de la apariencia fsica y de la actividad aparejada a ella. No se puede cambiar la sociedad, lo que hay que cambiar es el cuerpo. El ascenso y el triunfo de esta poltica del cuerpo est permitiendo sustituir las formas anteriores de control disciplinario del cuerpo y de correccin ortopdica por un nuevo modelo en el cual el control se instala en uno mismo. Las desigualdades sociales dejan de ser importantes ya que todos disponemos de un cuerpo que nos puede llevar a una movilidad social3. Es ms importante reducir el peso corporal que las desigualdades sociales. Esta pseudodemocratizacin de la esfera del cuerpo es hoy fuente de profundos conflictos que se expresan vivamente en el mundo del deporte y que anuncian un futuro inquietante. En su anlisis sobre la gnesis de las polticas deportivas y del lugar del deporte en los barrios populares franceses, William Gasparini (2010) ha puesto de manifiesto cmo el ftbol, ya en el periodo comprendido entre las dos grandes guerras del siglo pasado, es utilizado para reducir tensiones sociales y para procurar formas de control social. Los empresarios de las cuencas hulleras francesas controlaron las potenciales tensiones sociales de las clases trabajadoras difundiendo el ftbol entre los grupos de inmigrantes y sus hijos. El deporte se instrumentaliz como medio para disciplinar, moralizar y socializar en el espritu de empresa a estos grupos obreros. Paralelamente, y con una fuerte carga paradjica, el ftbol entre ellos pas a constituir una forma de vnculo social, una confraternizacin de la comunidad barrial, cuya pertenencia al club significaba salir del anonimato y compartir principios comunes basados en el ftbol como escuela de moralidad y solidaridad. El ftbol, para bien o para mal, en el centro de la sociabilidad local. Si el paternalismo empresarial es lo que se halla en el origen de estas dinmicas deportivas descritas, Gasparini analiza tambin en el mismo artculo otras formas ms actuales de instrumentalizacin del deporte. En este caso, las que se producen en los barrios desfavorecidos franceses en los ltimos treinta aos. A raz de la crisis econmica mundial, que mostr sus efectos ms duros a partir de 1980, empeoraron drsticamente las condiciones de vida de las clases populares. El paro, la precarizacin de colectivos procedentes de la inmigracin y la degradacin urbana condujeron a un agravamiento de las formas de violencia de la juventud de los barrios perifricos. Ello llev a los poderes pblicos a utilizar el deporte como herramienta de desarrollo social en esas zonas urbanas. Nuevamente, con el objetivo del mantenimiento del orden y de la moralizacin, se podra concluir que las polticas de insercin a travs del deporte pueden ser analizadas como una nueva forma de encuadramiento y de control de los jvenes de origen social popular para paliar los efectos no controlados generados por las polticas neoliberales desarrolladas en Francia desde el inicio de los aos ochenta (ibid. p. 114).
Aunque no sea este el lugar para profundizar, s es convenienete mencionar cmo la vigorexia y otros trastornos ligados a la alimentacin anorexia, estn en estrecha relacin con la definicin social de los modelos corporales y sus efectos sobre las clases sociales. A este respecto, puede consultarse (Moreno Pestaa, 2010).

[ 24 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Una instrumentalizacin de este tipo puede tener malas consecuencias sobre los jvenes y sobre sus representaciones del deporte. Entre otros peligros, cabe sealar cmo estas polticas han contribuido a dar una falsa imagen de esta juventud como grupo desorganizado, peligroso, que justificaba la necesidad de su intervencin para salvaguardar el orden y encaminar a los jvenes en la direccin correcta. Nada ms lejos de la realidad, la cultura juvenil de los barrios tiene sus propias bases de sociabilidad, sus cdigos y representaciones, en este caso, sobre el deporte y la actividad fsica ftbol de calle, deportes informales, hiphop, que han sido, de alguna manera, suplantados por una poltica sociodeportiva cuyo principal objetivo era reducir las tensiones sociales. Por otra parte, estas polticas han contribuido a difundir el estereotipo del deportista de barrio que triunfa, construyendo mediaticamente esta figura modlica que, a base de comportarse bien y de aceptar todas las reglas del juego consigue el xito, se integra. Desgraciadamente, aunque la emulacin de este modelo pueda mantener a los jvenes de los barrios integrados deportivamente, no les libra de seguir excluidos socialmente. La conclusin que se deriva de los anteriores argumentos nos advierte de la necesidad de tomar cautelas respecto a la aplicacin de polticas de deporte-insercin dirigido a colectivos desfavorecidos. Los efectos no queridos de la intervencin han de ser anticipados y evitados, empezando por la imagen equivocada, pero tan frecuente en la intervencin social, de que el barrio es un enclave peligroso y desorganizado, que solo se salvar gracias a las intervenciones civilizadas de las polticas sociales.

Cuerpo y deporte en los jvenes desfavorecidos: usos y abusos del deporteintegracin

Existe una dimensin muy importante en el deporte que se explora poco en la literatura sobre deporte e integracin. Se trata del lugar del cuerpo y de los sentidos. Se indaga sobre los contenidos educativos, pero menos sobre la dimensin puramente sensorial o corporal de una actividad deportiva en los contextos vulnerables; sobre el mundo de sensaciones primarias kinestsicas que se desarrollan en el cuerpo. Sigmund Freud escriba en 1923 al comienzo de El yo y el ello, que el yo es sobre todo un yo corporal, que deriva de sensaciones corporales, predominantemente de la piel, del sentido del tacto. Este lugar tan sealado del cuerpo y los sentidos en la tradicin psicoanaltica, invitara a reorientar el racionalista pienso, luego existo por un sensualista siento, luego existo, que abre dimensiones muy creativas en el anlisis del deporte y la construccin de vivencias personales a travs del cuerpo4.
4

Esta referencia al Psicoanlisis quedara incompleta si no se menciona a Donald Winnicott (1982), quien dedic pginas fundamentales para una teora del juego, o mejor dicho del jugar, tal y como el prefera denominarlo en sus trabajos. Desde su perspectiva, el jugar es una experiencia creadora, la principal, y es a travs de la creatividad como Winnicott entiende que los sujetos sienten las ganas de vivir. El juego te pone, adems, en relacin con el otro. Adems de Winnicott, conviene recordar los trabajos ms recientes del psicoanalista francs christophe Dejours (2003), en concreto su libro dedicado al cuerpo Le Corps dabord, donde se detalla su estudio sobre el cuerpo ertico,

[ 25 ]

En su libro Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador Loc Wacquant (2004), nos da todo un repertorio de cmo el cuerpo ocupa un lugar central en la experiencia deportiva y cmo se conecta con vivencias personales. Wacquant analiza el lugar del boxeo en un barrio negro de chicago. Aunque inicialmente pretenda utilizar el gimnasio como una ventana para analizar el gueto, su proceso de inmersin le llev a l mismo a practicar este deporte e incluso a participar en combates como amateur durante los tres aos que dur su trabajo de campo. La profundidad de su libro se explica por esta doble observacin participante y participacin observante, como l mismo califica en su libro. De este imprescindible estudio pueden extraerse dos procesos esenciales para la vivencia deportiva: la experiencia de la sensualidad del cuerpo en el deporte, donde las sensaciones y los sentimientos se entretejen y, en segundo lugar, la experiencia de la comunidad de aprendizaje, donde se transmiten valores y conocimientos deportivos y existenciales. Aunque Wacquant se refiere al boxeo, prcticamente todas sus afinadsimas observaciones pueden extenderse a otros deportes. En cuanto a la experiencia de la sensualidad, Wacquant habla de los placeres del gimnasio, del sentimiento que se produce en el cuerpo mediante la prctica deportiva. Esta identificacin de la actividad fsica con el placer explica su realizacin a pesar de los sacrificios y la dureza que supone. Es una recompensa sentir cmo el propio cuerpo se ensancha, se libera, se hace poco a poco a la disciplina que se le impone. Adems del sentimiento de embriaguez muy viva que procura, el entrenamiento es por s mismo su propia recompensa cuando se consigue dominar un gesto difcil con la sensacin de haber duplicado la potencia o cuando permite la victoria sobre s mismo. (Wacquant, 2004: 74). En este fragmento del libro, se capta esa conexin entre las puras sensaciones fsicas y los sentimientos de superacin personal y mejora que el ejercicio genera. Los sentidos son una va maestra de comprehensin del cuerpo. concretamente, en el boxeo, esta comprehensin solo se consigue por la prctica, nica forma que consigue que los gestos se graben en el esquema corporal. Uno se convierte al mundo del boxeo y sus retos con todos los sentidos; y para conferir toda su fuerza a esta proposicin habra que poder restituir todo el conjunto de olores (el linimento aspirado a pleno pulmn, el sudor que flota en el ambiente, el tufo de la mesa de abdominales, el olor del cuero de los guantes); la cadencia de los golpes, cada saco con la suya propia, cada ejercicio con su tonalidad, incluso cada boxeador tiene su forma de hacer chasquear el speed bag; el golpeteo o el galope de los pies que retumban sobre la tarima o que se deslizan y chirran sobre la lona del ring; los jadeos, silbidos, sonidos sibilantes, resoplidos y gemidos, los gritos y los suspiros caractersticos de cada atleta; y sobre todo la disposicin colectiva y la sincronizacin de los cuerpos cuya sola visin basta para producir efectos pedaggicos duraderos, [] Esta mezcla produce una especie de embriaguez sensorial que forma parte de la educacin del aprendiz de boxeador. (ibid. p. 75-76).
cuerpo vivido, lugar de experimentacin de la vida, el deseo, el placer, el sufrimiento. La tradicin del psicoanlisis es una fuente muy rica de autores que analizan el cuerpo, o el juego y que aqu quedan sin mencionar.

[ 26 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Adems de esta primera vivencia de la sensualidad, cabe destacar una segunda que tiene en su centro no el cuerpo sino el gimnasio, lugar de sociabilidad protegida, lejos de la violencia y las drogas que campean en el gueto. Todas las metforas que Wacquant emplea para definir el gimnasio sugieren un espacio protector. El gimnasio es as una guarida, una cofrada, una iglesia. El gimnasio es al boxeo lo que la iglesia es a la religin: una comunidad moral, un sistema solidario de creencias y prcticas. Esta funcin protectora y nodriza le sita como un antdoto contra la calle. Ms an, Wacquant profundiza sobre cmo el programa oculto del gimnasio trasmite a los aprendices, de forma osmtica y oral, la sabidura verncula de la profesin (ibid, p. 51). con ello se asienta un proceso de iniciacin al aprendizaje en el que quien empieza es el guardin del conocimiento que el mayor le ha confiado y que a su vez debe trasmitir a los que le siguen. Aunque el boxeo es un deporte individual, el aprendizaje es colectivo y situado en el gimnasio, se realiza de forma coordinada, cada participante resulta ser un modelo visual positivo o negativo para los dems y los ms adelantados ensean a los que empiezan como si fueran el entrenador. Este aprendizaje en comunidad cubre tambin necesidades de identidad de los jvenes boxeadores del gueto, les permite sentirse especiales, les distingue de los que no hacen nada, les da una posibilidad de salir del anonimato, la mediocridad y la indiferencia tan presentes en el gueto. En otro orden de cosas, encontramos una serie de investigaciones que nos acercan a pie de obra de las intervenciones deporte-integracin. Un repaso de sus principales conclusiones puede ayudarnos a establecer un necesario distanciamiento crtico respecto a la idea automtica de deporte integrador y, correspondientemente, a establecer las mejores pautas para llevarlas a cabo. Maxime Travert (2003) estudia el lugar de las prcticas informales entre los jvenes de los barrios desfavorecidos, en concreto el futbol de calle, que analiza a fondo en Lenvers du stade. Le football, la cit et lecole. En este libro, se interpretan las prcticas informales del ftbol como una toma de distancia que los adolescentes del barrio plantean ante el deporte tal y como se organiza en los contextos escolares. Separacin, rebelin, contracultura estos significados se barajan para contextualizar el ftbol de calle en los contextos de barrio. Travert, profesor de educacin fsica, se chocaba con la oposicin de los jvenes cuando tenan que practicar el ftbol que l planteaba, no se identificaban con esas maneras formales. Estos jvenes y adolescentes, que viven una edad de cambio personal, anteponen otros valores, diferentes a las prcticas institucionales-escolares, y los expresan a travs del ftbol autoorganizado que practican en la calle. Este hecho, estudiado a fondo en su trabajo etnogrfico, lleva a Travert a razonar en los siguientes trminos acerca de la intervencin educativa e integradora del deporte en estos contextos desfavorecidos: si estas intervenciones quieren conseguir estas finalidades han de reformular la perspectiva dominante en este terreno. El deporte no puede ser considerado como un simple medio instrumental, sino que debe ser contemplado como inscrito en los valores de estos jvenes, para
[ 27 ]

quienes constituye un vnculo de relaciones con los otros y forma parte de su existencia cotidiana en la que construyen su mundo juvenil. El ftbol para estos jvenes es, sobre todo, el placer de realizarlo y el reconocimiento mutuo que contiene. cualquier intervencin que no considere estos elementos, y se limite a usar el deporte como medio de intervencin impuesto desde fuera, est condenada al fracaso. Un giro ms en la crtica a la ideologa del deporte concebido como educativo por esencia, viene de la mano del antroplogo francs David Le Breton (2003), que aporta algunas ideas imprescindibles para superar una visin, desgraciadamente, muy presente en las intervenciones del deporte con finalidades integradoras. Muchas intervenciones enfocan el uso del deporte de manera instrumental para, a travs de una lgica de ingeniera social, conseguir aproximar a los colectivos desfavorecidos a su realidad. Este utilitarismo a travs del deporte pretende ayudar a estos colectivos a integrarse sin cambiar sus condiciones materiales de vida. El objetivo es obtener resultados en trminos de integracin sin perturbar la estructura social, que ha generado dichos problemas de integracin. Para Le Breton, intervenciones planteadas en esta lnea no tienen los efectos esperados sobre los sujetos sobre los que se trata de intervenir, incluso pueden conllevar efectos contraproducentes. cualquier experiencia sobre el terreno que quiera tener buenos resultados debera ser modesta respecto a la consecucin de logros y anteponer otros objetivos ms cualitativos. En palabras de Le Breton, si las actividades deportivas planteadas generan el placer de los participantes, el disfrute en el empeo fsico o en el enfrentamiento ldico con el otro respetando unas reglas de juego, tienen ya una legitimidad suficiente ms all de cualquier planteamiento racional. Si contribuyen a acrecentar el gusto por vivir, estn promoviendo ya aspectos fundamentales en trminos de autoestima, energa personal y vnculo con la sociedad. cuando una persona corriente nada en un ro, corre por un camino o juega un partido de baloncesto con los amigos no se dice que esos son medios para conseguir su integracin social o de flexibilizar su motricidad, simplemente se destaca el placer conseguido a travs de esa prctica, que gana su legitimidad por el hecho de producir ese disfrute. (Le Breton, 2003: 59) Le Breton aade que, aunque para los animadores deportivos el deporte con el que intervienen pueda ser adoptado como un medio para la integracin, tienen que actuar como si fuera un fin en s mismo, una fuente de placer en s. Los animadores no pueden priorizar la relacin asistencial, sino que han de vivir, compartir momentos de la existencia ofreciendo una competencia particular y una mirada que alimente el reconocimiento mutuo (ibid. p. 59) con quien se realice la actividad deportiva. Por parte de los monitores, es necesario vivir el placer comn del deporte y tener una clara representacin de los colectivos, un reconocimiento que evite los prejuicios negativos y rompa con los estereotipos dainos construidos en torno a los colectivos desfavorecidos. La intervencin tiene que estar guiada por el reconocimiento y la aceptacin, sin pedir grandes logros, recorriendo al lado de los colectivos, y ayudando a esclarecer, los
[ 28 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
procesos complejos en los que se hallan inmersos fruto de su vida en contextos sociales vulnerables o en fases existenciales conflictivas. La integracin solo es posible si se crea un marco de igual dignidad. Estas interesantes pautas recomendadas por Le Breton son fruto de sus anlisis dedicados al uso de la escalada con jvenes de barrios desfavorecidos. Seala Le Breton que este deporte, como cualquier otro, no tiene ninguna virtud intrnseca. Es como una herramienta en manos de un artesano, depende de quin y cmo la use, as sern los resultados. Para finalizar estas visiones crticas sobre los usos del deporte-integracin, no puede eludirse la crtica sin paliativos que Jean-Marie Brohm (2004) dirige a la cultura deportiva en la que cuaja el mito del deporte-integracin. Esta cultura confunde el ftbol y otros deportes con el contrato social y proyecta la idea de que haber reunido el sudor multicultural en un partido de ftbol, que lleva a Francia a la victoria pluritnica del mundial de 1998, equivaldra a conseguir la integracin social en la sociedad civil, en las empresas o en las escuelas de los jvenes de los barrios. Esta trasposicin es, en palabras de Brohm el opio del deporte-integracin, defendido y administrado por un aparato ideolgico, con sus responsables polticos, universitarios, de los medios de comunicacin, que presiden esta idolatra del humanismo viscoso de la cultura deportiva. La realidad deportiva es bien diferente y Brohm ha dedicado todo su trabajo a mostrar cmo el deporte, sobre todo el ftbol, se relaciona estructuralmente con el populismo, con la crispacin de las identidades nacionales, con el dopaje o la violencia. Queda por plantearse la posibilidad de que aplicaciones microsociolgicas del deporte puedan imponerse sobre esta realidad macrodeportiva de la cultura humanista deportiva a la que Brohm despoja de todos sus decorados. Para concluir esta introduccin con un ejemplo concreto de estas aplicaciones microsociolgicas, quisiramos exponer los resultados de una lnea de investigacin operativa en este terreno del deporte integracin. con ello, adems se podra compensar la seria y contundente crtica anterior con un toque optimismo prctico muy necesario en los contextos desfavorecidos de los que hablamos. creemos que puede ser un ejemplo que recoge muchas de las observaciones reflejadas en esta introduccin y por ello la seleccionamos como ejemplo de pautas a seguir en este complicado campo del deporte-integracin. Se trata del Programa especfico de barrios que ha publicado recientemente LAgence pour lEducation par le Sport (APELS). En 2010, ha lanzado su iniciativa Experimentacin nacional para una poltica de educacin a travs del deporte en los barrios populares. con ella se plantea como objetivo prioritario contribuir al desarrollo del deporte educativo en las denominadas Zones Urbaines Sensibles (ZUS). Siglas con las que la administracin pblica denomina a los barrios con dificultades sociales. La iniciativa parte de una investigacinaccin desarrollada entre 2008-2010 por parte de APELS y el comit Interministriel des Villes cuyos resultados ponen en evidencia las necesidades existentes en estas zonas en el terreno del deporte educativo.
[ 29 ]

De cara a desarrollar polticas deportivas innovadoras, se pone en marcha durante los prximos tres aos (2010-2013) el mencionado proceso de experimentacin en los barrios de 10 grandes ciudades francesas que busca investigar, ofrecer formacin y en definitiva apoyar la puesta en marcha de proyectos que puedan contribuir al objetivo final de crear nuevos instrumentos de integracin mediante el deporte en estos barrios5. La investigacin-accin, recientemente publicada, concluye con siete propuestas para el desarrollo de los clubs deportivos en las zonas urbanas sensibles (ZUS): 1- Rastrear con exhaustividad las iniciativas de asociaciones deportivas en las ZUS, con un seguimiento evolutivo de sus intervenciones con el deporte educativo. 2.- Transformar las formas actuales de desarrollo de estas iniciativas en un marco amplio, compuesto por los diferentes niveles administrativos territoriales orientados a fomentar iniciativas de deporte-educativo. 3- Favorecer el trabajo en red, a travs del cual las iniciativas locales de los barrios pueden trabajar con otros grupos locales y nacionales. 4- Proponer espacios de reflexin y encuentro de las asociaciones deportivas de los barrios a escala interregional y nacional. 5- Valorizar las iniciativas innovadoras deporte-educacin llevadas a cabo en los barrio mediante recompensas y reconocimientos institucionales. crear un Trofeo de los actores en la innovacin social por el deporte. 6- Ofrecer instrumentos tcnicos y financieros destinados a las asociaciones innovadoras. 7- Elaborar y editar una gua de la innovacin social en deporte educativo dirigida a las asociaciones deportivas como base para crear vnculos entre los actores de la integracin y la solidaridad a travs del deporte en las ZUS. (Vieille-Marchiset y coignet, 2011) Adems de estas propuestas, la investigacin-accin de estos autores ha avanzado en los elementos fundamentales que caracterizan a las iniciativas deporte-integracin que han estudiado y que garantizan su xito. Se trata de los cinco principios siguientes que comentamos brevemente: 1.- cuestionar la ideologa de la integracin por el deporte
5

Puede consultarse documentacin con ms detalle sobre esta iniciativa en: http://anovasport.apels.eu/PDF/4072.pdf y http://www.apels.eu/PDF/rapports/rapport%20final2.pdf

[ 30 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Las iniciativas ms innovadoras se han caracterizado por distanciarse de la ideologa del potencial natural del deporte, muy divulgado en los medios de comunicacin, y han proyectado intervenciones socio-deportivas basadas en las competencias tcnicas y en el conocimiento profundo de los barrios desfavorecidos. 2.- considerar a los usuarios de las intervenciones como personas en su globalidad Los colectivos a los que se dirige el proyecto presentan necesidades que van ms all de lo deportivo. Es necesario atender integralmente las dimensiones educativas, sociales y familiares para conseguir un clima de confianza que lleve adelante el proyecto. 3.- Enmarcar la innovacin en el terreno del deporte educativo en el marco del reconocimiento Los autores del informe consideran que la implicacin de los actores que desarrollan el proyecto est gobernada por una idea de profundo arraigo en las ciencias sociales: la idea de reconocimiento de Axel Honneth. En este sentido, los jvenes de barrio protagonistas de una iniciativa deporte-integracin necesitan un marco de reconocimiento para seguir trabajando. Un espejo que les devuelva una imagen positiva, en la que se reconozca por parte de la sociedad su tarea y esfuerzos. Sin este reconocimiento, las iniciativas quedan en el anonimato, se debilitan y corren riesgos de desaparecer. El reconocimiento puede cobrar diferentes formas, desde el apoyo tcnico y financiero de las administraciones, a la buena reputacin expresada por los ciudadanos de los territorios donde se desarrolla la intervencin. 4.- Potenciar y aprovechar las competencias mltiples de los gestores de la intervencin La investigacin ha puesto de manifiesto la importancia fundamental de la figura del responsable de este tipo de proyectos de deporte educativo. Se trata de una figura caracterizada por lo que podra denominarse multipertenencia a varias reas de conocimiento y de accin necesarias para llevar a cabo la intervencin. No son especialistas nicamente en el campo de lo deportivo, sino que renen competencias educativas, sociales, de relaciones polticas, personales, etc. que les hacen capaces de recomponer la informacin y los recursos necesarios para la puesta en prctica del proyecto. Esta multipertencia es la garanta de la innovacin. 5.- Extender el trabajo en redes territoriales El trabajo en red supone enlazar verticalmente los diferentes niveles territoriales implicados y horizontalmente las diferentes instituciones y actores del espacio donde se desarrolla la intervencin. Esta red debe operar con contactos reales, personalizados y prximos para ser eficaz. La informacin debe fluir en todos los sentidos y el compromiso de los diferentes niveles no puede limitarse a ser testimonial o meramente formal.
[ 31 ]

Estas propuestas constituyen todo un programa de accin, que proviene en este caso de las polticas sociales francesas, y que podra servir de inspiracin tambin en Espaa para avanzar en el terreno del deporte-integrador en los barrios desfavorecidos sobre el que nos extenderemos en los apartados siguientes de este libro.

BIBLIOGRAFA Bateson, G. (1985) Pasos hacia una ecologa de la mente, Lohl-Lumen, Buenos Aires. Bourdieu, P. (2000) Cuestiones de Sociologa, Istmo, Madrid. Brohm, J.M. (1993) 20 tesis sobre el deporte, en Barbero, I. Materiales de Sociologa del deporte, La Piqueta, Madrid Brohm, J.M. (2004) La competition cst la mort, Outre-Terre n 8 (3) caillois, R. (1986) Los juegos y los hombres. La mscara y el vrtigo, Fondo de cultura Econmica, Mjico. Costa, F. (2008) El dispositivo fitness en la modernidad biolgica. Democracia esttica, just-in-tiem, crmenes de fealdad y contagio [en lnea] Jornadas de cuerpo y cultura de la UNLP, 15-17 mayo 2008, La Plata. Disponible en: http://www.fuentesmemoria.fahce. unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.647/ev.647.pdf (consultado: 18-2-2011) Dejours, ch. (2003) Le Corps dabord, Payot, Paris. Durn, J (2009) (coord.) Actividad fsica, deporte e inmigracin. El reto de la interculturalidad. Direccin General de Deportes, Comunidad de Madrid. Elias, N. (1989) El Proceso de civilizacin, Fondo de cultura Econmica, Mjico. Elias, N. y Dunning, E. (1992) Deporte y ocio en el proceso de la civilizacin, Fondo de cultura Econmica, Mjico Foucault, M. (2007) El nacimiento de la biopoltica, Fondo de cultura Econmica, Buenos Aires Galeano, E. (1995) El ftbol a sol y sombra, Siglo XXI Espaa Editores, Madrid. Le Breton, D. (2003) Activits physiques et sportives et intgration: aspects anthropologiques, Empan n 51. Heinemann, K (2002) Deporte para inmigrantes: instrumento de integracin? Apunts. Educaci Fsica i Esport, n68. Huizinga, J. (1984) Homo ludens, Alianza Editorial, Madrid. Moreno Pestaa, J.L. (2010) Moral corporal, trastornos alimentarios y clase social, cIS, Madrid. Oblin, N. (2009) Sport et capitalisme de lesprit, Sociologie politique de linstitution sportive, ditions du croquant. Broissieux. Padiglione, V. (1994) Antropologia de lesport, Quaderns de lIstitut Catal dAntropologia n 1/segona poca.
[ 32 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Travert, M. (2003) lEnvers du stade. Le football, la cit et lcole, LHarmattan, Paris. Vieille Marchiset, G. y Coignet, B (2011) Les clubs sportifs dans les zones urbaines sensibles: des lieux dintgration et dducation? Les ressorts des innovations sociales dans les clubs sportifs dans les zones urbaines sensibles : approches systmique et critique. [En lnea]: http://www.apels.eu/PDF/rapports/rapport%20final2.pdf (consultado 20-2-2011). Villoro, J. (2006) Dios es redondo, Anagrama, Barcelona. Wacquant, L. (2004) Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador, Alianza Editorial, Madrid. Winnicott, D. (1982). Realidad y juego. Gedisa, Barcelona

[ 33 ]

CAPTULO I
el deporte y la mejora de la ciudadana: puesta en marcha de un deporte educativo e integrador6
Antonio Santos Ortega

En los tensos momentos de espera previos a la eleccin de la sede olmpica 2016, los valores del deporte sobrevolaron el Bella Center de copenhague. La Asamblea del comit Olmpico Internacional, all reunida, se convirti en el escaparate meditico de mayor alcance para los valores sociales y educativos del Olimpismo. Todas las candidaturas desplegaron, en la presentacin de sus mritos, el muestrario de virtudes que acompaan al deporte. La estrategia de la candidatura de Madrid, diseada metdicamente a lo largo de meses por expertos en el mensaje olmpico, consisti en llegar al corazn de los miembros del cOI a travs de su marketing de toque humano, que rimase bien con el humanitarismo que preside el espritu olmpico desde sus inicios en la era moderna. Este toque humano proclamado por Mercedes coghen consejera delegada de la candidatura, se convirti en el hilo conductor de todas las intervenciones en la defensa de Madrid 2016 y cada uno de los protagonistas interpret el papel ms apropiado a su condicin y linaje y represent alguno de los valores sociales del deporte que el cOI glorifica en sus declaraciones. As, Esperanza Aguirre destac, en francs, cmo el deporte mejora la vida cotidiana de los ciudadanos de todas las generaciones y nacionalidades en una sociedad abierta, inclusiva y cosmopolita. El presidente Zapatero resalt el respeto a la diversidad, la integracin armoniosa de las naciones y de las culturas a travs del gran valor universal del deporte y apunt un Plan de apoyo y extensin del deporte para los jvenes que ms lo necesitan de aquellos pases que ms esperan de nosotros; no solo eso, sino que adems prometi incluir en la agenda de la Presidencia Espaola de la Unin Europea, como prioridad, el fomento del deporte y los valores olmpicos. concluy su exposicin ratificando

Una primera versin de este texto apareci en las actas del IV Congreso de Gestin del Deporte, celebrado en Valencia el 23 y 24 de octubre de 2009, organizado por la Asociaci de Gestors Esportius Profesionals de la Comunitat Valenciana y la Fundacin Deportiva Municipal de Valencia.

[ 35 ]

su creencia en el deporte como atributo de ciudadana. Por su parte, Alejandro Blanco, presidente del comit Olmpico Espaol, se ci a los aspectos educativos del deporte y se volc tambin en la creacin de un programa: Generacin 16 o Todos Olmpicos en los que la enseanza en valores ir a los jvenes en los colegios, en las universidades y en todos los estamentos sociales. Juan carlos I continu con la enumeracin de los valores sociales del deporte y entresac el de la amistad entre los pueblos. El futbolista Ral insisti en la idea del deporte como nivelador de las desigualdades sociales: el deporte nos hace iguales, s, nos hace iguales a todos, repiti en su intervencin, por ello, el deporte es incompatible con cualquier tipo de discriminacin basada en la raza, la religin, la edad o el sexo. El resto de los seleccionados desgranaron los valores que quedaban para completar el idlico marco: el esfuerzo, el compaerismo, la solidaridad y el respeto por las normas. El desarrollo personal, la mejora y la integracin, Te hace ser mejor, e inculca los valores del respeto, la responsabilidad y el esfuerzo, Adems te hace sentir ms sano y te lleva a tener muchos, muchos amigos, culmin animosamente la ms joven de los representantes de la candidatura madrilea e hija de la consejera Delegada de Madrid 2016, Mercedes coghen. No sabemos si este impulso tan prometedor a la ciudadana a travs del deporte va a continuar tras la derrota sufrida por Madrid 2016, pero en aquellos intensos momentos de la defensa de la candidatura retransmitidos a toda Espaa y a todo el planeta con la vibrante complicidad de la televisin, siempre dispuesta a arrancarnos una emocionada lgrima, presenciamos el cenit de los valores sociales del deporte. Un deporte de escayola, una copia desfigurada de la realidad deportiva, tan simulada e ilusoria en boca de toda la plantilla de defensores del olimpismo que por momentos pareciera autntica. En este texto, vamos a partir de estos valores para aproximarnos a lo que podra ser su transferencia a la realidad concreta y aplicada en el campo de la educacin-integracininsercin social de los ciudadanos que sufren problemas sociales. El deporte, por tanto, entendido como herramienta para la ciudadana y para generar nuevas oportunidades para dichos ciudadanos. Para avanzar hacia este objetivo, primeramente se presentarn algunas cuestiones relativas a las condiciones en las que el uso del deporte puede contribuir a la mejora de la integracin social. En segundo lugar, se presentarn algunos ejemplos concretos de estos usos y, en tercer lugar, se aportarn algunas pautas para la gestin de iniciativas de este tipo. Este texto tiene un objetivo eminentemente prctico ya que, como se deriva de la crtica a las posiciones retricas descritas en la pgina anterior, solo a travs de un trabajo atento, prctico y orientado, que incluya un conocimiento profundo de los problemas sociales, puede el deporte integrarse en una estrategia general de mejora social.

[ 36 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
I.1. El deporte y la integracin social: de los valores universales al uso orientado y concreto del deporte en benecio de la ciudadana
Cmo pueden concretarse en la prctica los valores del deporte que se acaban de presentar en la pgina anterior? Hasta qu punto y bajo qu condiciones sirve el deporte para promover la integracin social?7 Estos interrogantes se han escuchado con cierta frecuencia en estos ltimos aos y los medios de comunicacin han divulgado la idea, generando simultneamente el marco para una respuesta afirmativa a la cuestin. La actividad fsica usada en contextos de marginacin parece tener una buena rentabilidad meditica pues conjuga la actual notoriedad de los xitos deportivos con las historias de superacin de gente atrapada en contextos de pobreza y vulnerabilidad. En este marco, el deporte viene a aportar un enfoque positivo y parece ofrecer al menos una mejora o una va de salida a las penurias de estas personas. A veces, los ejemplos mostrados alcanzan un grado de superacin personal casi pico, lo que lleva a destacar y ensalzar los valores deportivos que han conseguido semejantes resultados. Es entonces cuando emerge toda la gama de virtudes del deporte que hemos visto en pginas anteriores, y se propaga la idea de esta superioridad moral del deporte, fuente de desarrollo personal, social, generador de igualdad, de identidad, de amistad entre los pueblos, transmisor de los valores ms nobles del esfuerzo y el compaerismo y el respeto por las normas8. Sin embargo, esta creencia, expresada en estos trminos, presenta algunas ambigedades y contradicciones en las que es preciso detenerse. No es oro todo lo que reluce en el campo de los valores y el deporte. Prcticamente todos los valores mencionados encuentran un opuesto que enturbia el ideal deportivo: al esfuerzo colectivo se le opone el individualismo, tan presente en el terreno deportivo; al respeto a las reglas se le opone la trampa y la picaresca igualmente presentes; a la aceptacin de las diferencias se le opone el racismo y la discriminacin a la orden del da entre deportistas y pblico; los valores democrticos del deporte han visto su opuesto en el uso que de l han hecho y hacen los totalitarismos; a la amistad entre los pueblos le hacen sombra antagonismos deportivos nacionales irreconciliables o un localismo irracional que lleva a enfrentamientos violentos; a la lgica

Integracin social, insercin social, valores educativos del deporte, deporte ciudadano. Estos han sido algunos de los trminos ms comunes para referirse a la actuacin deportiva en contextos sociales desfavorecidos. En este escrito, utilizaremos indiferentemente estas denominaciones ya que todas comparten la finalidad comn que gua a este texto de usar el deporte para mejorar las condiciones de vida de grupos con problemas sociales. 8 Una confirmacin del alto grado de difusin de la idea del deporte como medio de integracin la encontramos en el Eurobarmetro de 2004 dedicado a analizar las opiniones de los europeos respecto al deporte. En esta encuesta, un 73% de los ciudadanos europeos encuestados se mostraba de acuerdo con la idea de que el deporte es un instrumento para favorecer la integracin de los inmigrantes y un 64% estaba de acuerdo con la capacidad del deporte para luchar contra la discriminacin. En Espaa, estos porcentajes se elevaban, respectivamente, al 81% y al 78%. Igualmente, una encuesta realizada por SOFRES entre los jvenes franceses situaba al deporte en tercer lugar en capacidad de integracin tras la escuela y el trabajo. Basten estos dos datos para evaluar la extensin de la creencia en los valores del deporte (comisin Europea, 2004).
7

[ 37 ]

amateur, gratuita y voluntaria, se le opone una presencia de los intereses econmicos y de la industria publicitaria; a la dimensin saludable, se le opone la puesta en peligro de la propia salud como en el dopaje, en las conductas vigorxicas y los anabolizantes; por concluir la serie, a la idea de que el deporte nos hace iguales, se le opone la evidencia de las extremas desigualdades que se mueven en torno a ste. El deporte es mbito profesional en el que las desigualdades entre los que ms ganan y los que menos se hacen ms extremas. Dnde queda la idea de que el deporte nos hace iguales? Algunas de estas contradicciones responden a tendencias de nuestras sociedades contemporneas, que han visto crecer las desigualdades, pero otras son implcitas al deporte, en el que los ideales se desajustan de la realidad. Este desajuste entre los valores deportivos y la prctica real empaa los mticos valores que ya hemos mencionado y que quedan reducidos, en ocasiones, a un rito marcado por el individualismo, la violencia, el localismo y la discriminacin. Pero aunque el espritu deportivo quede daado por esta realidad que le contradice, la inmersin en estas contradicciones es un primer paso para abrir una reflexin ms a fondo acerca del deporte y la integracin social. Esta reflexin crtica ha de cuestionar la muy divulgada creencia en los valores abstractos, debe situar el deporte en la realidad y extraer de l las posibilidades reales para intervenir sobre ella. En nuestro caso, la realidad de la exclusin y de los problemas de integracin social. Por abordar frontalmente la cuestin, no sera el deporte en s, sino el proyecto deportivo el que puede producir integracin social. El proyecto deportivo va ms all de la realizacin de una actividad fsica o deporte concreto. Incluye a los actores implicados administraciones pblicas, colectivos afectados por problemas sociales, asociaciones y empresas, universidades, reclama conocimientos de gestin, de aplicacin prctica de una programacin deportiva, de anlisis desde las ciencias sociales para conocer la realidad sobre la que se acta, etc. Todos estos elementos tienen que conjugarse y divulgarse hasta ser integrados en las polticas deportivas de los distintos territorios. Es, por tanto, la definicin del proyecto deportivo y su consecucin las que permitirn convertir la conjuncin del deporte y la integracin social en una realidad creativa y eficaz. Para ello no ser suficiente confiar en las virtudes naturales del deporte, sino que se impone un trabajo metdico que permita que dichas virtudes encuentren un terreno abonado. Este trabajo consiste en realizar un diagnstico preciso, que gue las finalidades y objetivos de la intervencin; definir dichos objetivos orientados a conseguir resultados de integracin y educacin; buscar y encontrar marcos institucionales que permitan a la iniciativa despegar y crecer administraciones, asociaciones, escuelas, familia, empresas y otras entidades; contar con el apoyo tcnico necesario profesionales de lo social, del campo deportivo, etc.; programar y seleccionar las prcticas deportivas ms adecuadas y para ello promover la participacin de los colectivos a los que se dirige la accin; evaluar los resultados de la intervencin; difundir los resultados y las buenas prcticas que la idea conlleva y con ello
[ 38 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
se sentarn las bases para que funcione el vinculo entre el deporte y la integracin y siga fructificando en experiencias futuras. concebido de esta manera, concreta y alejada de los grandes propsitos y valores, el deporte es una plataforma para conseguir objetivos educativos, lo que no es poco, ya que as se recrean sus posibilidades reales de cara a la intervencin. En el tercer apartado de este artculo, continuaremos aportando orientaciones concretas para la gestin y puesta en marcha de iniciativas en este terreno del deporte y la integracin. Adems de la necesaria ruptura con la creencia a ciegas en los valores del deporte, para llevar adelante iniciativas de deporte integracin conviene evitar un segundo problema: pensar que el deporte lo puede todo y que, bien utilizado, conseguir lograr la insercin de los colectivos excluidos. Esta segunda creencia est muy relacionada con la anterior y no tiene en cuenta que las desigualdades que sufren los colectivos excluidos son muy profundas y no se resolvern por poner en marcha algunas intervenciones deportivas dirigidas a ellos o por facilitarles el acceso al deporte. No es la dificultad de acceso al deporte lo que les lleva a la exclusin y no es el acceso al deporte lo que les llevar a la inclusin. Las desigualdades que crean las situaciones de exclusin son estructurales, lo que significa que para resolverlas ser necesario pensar en reformas de ese nivel. Esto no quiere decir que las polticas deportivas no puedan cumplir una funcin complementaria muy digna y eficaz y que permitan mejorar las condiciones de vida de los grupos excluidos en un nivel deseable. Que las desigualdades estn arraigadas en la estructura social es un hecho que muestra bien la Encuesta de hbitos deportivos de los espaoles (Garca Ferrando, 2006). En ella se observa cmo los grupos que realizan una menor prctica deportiva son las mujeres, los grupos de origen social modesto y los que tienen bajos niveles educativos. Las diferencias porcentuales de prctica son considerables. El 45% de los varones declara practicar uno o varios deportes, frente al 30 % de las mujeres; el nivel de prctica de las personas con estudios superiores es del 54%, frente al 11% de la poblacin sin estudios; finalmente, el 51% de las personas de clase alta practica deporte, frente al 27% que corresponde a los niveles ms bajos de la pirmide social. Se comprueba que los colectivos con riesgo de exclusin coinciden con los colectivos con menor prctica deportiva. Sus desigualdades son por tanto estructurales, no meramente deportivas, luego la intervencin deportiva podra paliar y hacer ms llevadera una situacin que reclama polticas sociales ms profundas. El deporte no lo puede todo. Es precisamente esta situacin de desigualdades sociales de estos ltimos treinta aos en Europa la que ha visto surgir la idea del deporte como un instrumento de lucha contra la exclusin. Desde la dcada de 1980, muchos gobiernos de pases europeos comenzaron a utilizar el deporte en diferentes reas de su poltica social. El caso francs es pionero a este respecto. Tras los desrdenes de algunos barrios desfavorecidos al comienzo de la dcada de los 80, se puso en marcha con la iniciativa del Ministerio de Deportes y Juventud una poltica de contencin de este tipo de disturbios a travs de actividades deportivas programadas en los periodos de vacaciones. Estos momentos, sin trabajadores y educadores
[ 39 ]

sociales en las calles, eran ms propicios para los problemas de orden pblico. Poco a poco se fueron asentando estas iniciativas y ganando complejidad. Los aos noventa asistieron a la dotacin de equipamientos deportivos en los barrios y a la expansin del deporte como mecanismo de integracin que ha llegado a la dcada actual con mayor fuerza y recursos. En la actualidad, existe en Francia un tejido asociativo que aplica el deporte para actuar con los grupos con desventaja social. Existen, igualmente, organizaciones pblicas y privadas, que velan por la difusin de la idea y por los apoyos para ponerla en prctica, lo que ha dado lugar a cientos de pequeas iniciativas aplicadas, muchas veces integradas en consistentes programas pblicos. En Gran Bretaa, el uso el deporte para potenciar la cohesin social cuenta tambin con una larga tradicin que se expresa mediante un modelo ms multiculturalista, donde la accin se dirige a las comunidades tnicas que se considera desaventajadas y no tanto a individuos con dficit de integracincomo en el caso francs. La legislacin en Gran Bretaa prev programas nacionales y locales de lucha contra el racismo en el deporte y programas de multiculturalismo deportivo dirigidos a los jvenes de origen indo-pakistan o africano. As mismo, en Alemania, es el problema de la inmigracin el que ha canalizado el surgimiento del deporte integracin. Desde finales de los aos 80, el Ministerio del Interior y la Oficina Federal de Migraciones y Refugiados pusieron en marcha programas nacionales de deporte con finalidades de integracin. En los Lnder, las asociaciones deportivas y las asociaciones deportivas de jvenes desarrollan una actuacin que moviliza a 500 asociaciones deportivas y a 800 trabajadores sociales en dinamizacin deportiva para poblaciones procedentes de la inmigracin muchos de ellos a su vez de origen inmigrante. En Italia, la asociacin Unione Italiana de Sport per Tutti (UISP) que representa al deporte amateur y con finalidades sociales, es el medio de articulacin de las iniciativas de deporte integracin. La accin de la UISP se ha centrado en estos aos en el derecho al deporte, al medioambiente y a la solidaridad. Aunque las polticas deportivas pblicas italianas no se destacan por contar con un programa fuerte, la UISP cubre este vaco desde el mbito asociativo con numerosas actividades a escala local, que estn sirviendo como ejemplo y pueden presionar para la activacin del sector pblico. La atencin se centra en los colectivos inmigrantes y en la juventud en edad escolar9. Adems de estos marcos de poltica deportiva en los principales pases europeos, ms recientemente, la Unin Europea ha impulsado mediante diferentes documentos el desarrollo
9

Informacin complementaria sobre los casos de Gran Bretaa, Alemania e Italia puede encontrarse en la nmero monogrfico de Cahiers de lducation par le sport n 3 dec-2008-fevrier 2009, dedicado a Leurope des diversits. Mixit, intgration, discrimination, interculturalit, les ralits du sport en Europe. (http://www.apels.org/?pere=305&fils=317). Es posible examinar con detalle, las iniciativas francesas en la pgina web del Ministre des Sports: http://www.sports. gouv.fr/index/sport-sante-et-prevention/. Para el caso italiano, consultar la pgina web de la UISP: http://www.uisp.it

[ 40 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
en cada pas de la UE de acciones de inclusin social a travs del deporte, con particular atencin a mujeres e inmigrantes. El Libro Blanco sobre el deporte, presentado por la comisin Europea en julio de 2007, desarrolla la dimensin social del deporte y coloca en primer plano la necesidad de atenderla en todos los pases europeos. Por su parte, la Comisin ha financiado diversas pequeas iniciativas de deporte-inclusin a travs de sus programas de actuacin urbanos y de juventud. De hecho, la propia UE ha propuesto una definicin sobre los perfiles y colectivos de exclusin que puede servirnos para definir el marco de actuacin de un deporte ciudadano. Aunque est orientado en concreto a los jvenes desfavorecidos o a la versin anglosajona y actualizada del trmino: jvenes con menores oportunidades puede igualmente aplicarse a los adultos que presentan carencias en una o varias de las siguientes dimensiones (comisin Europea, 2007): 1. Educativa: jvenes con dificultades de aprendizaje, abandono escolar prematuro. 2. Social: ex-delincuentes, ex-toxicmanos, familias monoparentales, padres jvenes o jvenes procedentes de familias rotas, jvenes que se enfrentan a la discriminacin por motivos de gnero, etnia, religin, orientacin sexual, etc. 3. Econmica: bajo nivel de vida, bajos ingresos, dependencia en el sistema de bienestar social, a largo plazo, desempleados, etc. 4. Mental: jvenes con discapacidad mental o cognitiva. 5. Fsica: los jvenes con una discapacidad fsica o sensorial, problema crnico de salud. 6. cultural: los jvenes inmigrantes o refugiados o descendientes de inmigrantes, jvenes pertenecientes a una minora nacional o tnica. 7. Geogrfica: jvenes en hbitats urbanos degradados, jvenes de zonas rurales remotas o montaosas con dificultades de acceso o transporte. En Espaa, no existen marcos comparables de polticas deportivas dirigidas a la integracin social como las de los pases que se han resumido en la pgina anterior. El consejo Superior de Deportes ha puesto en marcha algunas iniciativas aisladas, centradas sobre todo en la igualdad y la mujer y en discapacidades, pero sin un hilo conductor de conjunto. Por parte de las polticas sociales, servicios de inmigracin, Ministerio de Justicia o Interior, que son las instituciones que en otros pases encabezan iniciativas deportivas, en el caso espaol no han iniciado programas de este tipo. Tan solo a escala regional o local existe alguna actuacin de impacto moderado y de muy reciente aparicin. Afortunadamente, las cosas pueden empezar a cambiar si el Plan Integral para la Actividad Fsica y el Deporte, presentado recientemente, cobra fuerza. All se delinean actuaciones prometedoras en el terreno de los colectivos desfavorecidos.
[ 41 ]

I.2. Los buenos ejemplos de experiencias en el binomio deporte-ciudadana

Se presentan en este apartado algunas manifestaciones concretas sobre el uso del deporte en sintona con la integracin social, hemos seleccionado ejemplos de pases europeos y tambin algunos casos espaoles. Clasificamos los diferentes ejemplos en cuatro categoras: A.- Iniciativas ligadas a la difusin, informacin, investigacin sobre el deporte y sus contenidos educativos e integradores B.- Polticas municipales o regionales C.- Programas socio-deportivos desarrollados con colectivos especficos D.- Eventos puntuales y de breve duracin A.- Iniciativas ligadas a la difusin, informacin, investigacin sobre el deporte y sus contenidos educativos e integradores LAgence pour lEducation par le sport (APELS)
Esta agencia francesa fue creada en 1996 con el nombre de Fis-nous Rver y pas a tener su denominacin actual en 2004. Su finalidad principal es colaborar en el desarrollo de proyectos de insercin y educacin a travs del deporte velando por promover sus cuatro pilares: ciudadana, educacin, deporte e innovacin. Tiene un papel fundamental en la difusin, investigacin e impulso a la idea del deporte educativo y en la produccin de materiales para divulgar y facilitar la puesta en marcha de proyectos por parte de las administraciones pblicas o del mundo asociativo. Para ello ha puesto en marcha diferentes programas entre los que destaca la convocatoria de proyectos de educacin por el deporte. Esta convocatoria est destinada a asociaciones que desarrollen experiencias en este campo, mediante la convocatoria se recopilan buenas prcticas y se acumula conocimiento para poner a disposicin de nuevos proyectos. Se seleccionan diferentes categoras entre las que se encuentran: deporte-prevencin; deporte y solidaridad internacional; deporte y lucha contra la discriminacin; deporte y hndicap, entre otras. Cada ao, se concede una distincin a los mejores proyectos nacionales y regionales a travs de un premio que permite reforzar la iniciativa. APELS rene el apoyo de numerosas instituciones pblicas entre las que se encuentran el Secretariat dEtat aux Sports, el Ministre de la Justice, la Dlgation Interministrielle la Ville. La Ligue de Football Professionnel y del mundo de la empresa, como la SNCF, GDF, RATP, es decir empresas de primera lnea en el panorama francs. En su pgina web: http://www.apels.org/, puede encontrarse una exhaustiva base de datos con ms de 2000 experiencias en el terreno del deporte educativo fruto de su trabajo de ms de una dcada en el sector. Igualmente, APELS organiza un foro cada dos aos en el que se renen los principales responsables y expertos. El ltimo de estos foros EDUCASPORT se realiz el pasado mes de junio [ 42 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

(2009) en Marsella. Finalmente, cabra aadir una intensa actividad en cuanto a la investigacin y a la publicacin de resultados en diferentes publicaciones entre las que destaca les Cahiers dEducation par le Sport. Todas estas actividades han convertido a APELS en el principal referente francs en el terreno del deporte y la educacin. En 2010, APELS ha lanzado su iniciativa Experimentacin nacional para una poltica de educacin a travs del deporte en los barrios populares. con ello se planta como objetivo prioritario contribuir al desarrollo del deporte educativo en las denominadas Zones Urbaines Sensibles (ZUS). Siglas con las que la administracin plbica denomina a los barrios con dificultades sociales. La iniciativa parte de una investigacin-accin desarrollada entre 2008-2010 por parte de APELS y el Comit Interministriel des Villes cuyos resultados ponen en evidencia las necesidades existentes en estas zonas en el terreno del deporte educativo. Puede consultarse ms informacin en: http://anovasport. apels.eu/PDF/4072.pdf

La asociacin Sport et Citoyennet

La asociacin Sport et Citoyennet es el primer think tank europeo creado en el campo del deporte. Es un centro de reflexin y un grupo de presin dirigido a divulgar los valores educativos del deporte entre los poderes pblicos, el sector empresarial y el mundo asociativo. Esta misin surge en 2007 con la creacin de la asociacin basada en la iniciativa de una red de deportistas, instituciones deportivas, gubernamentales y del tercer sector convencidas de las virtudes educativas del deporte. Adems de esta labor de lobbyng, la asociacin realiza una tarea de consultora para los actores sociales del mundo del deporte para mejorar la visibilidad de sus proyectos, informar sobre fuentes de financiacin y asesorar sobre el desarrollo de proyectos. Igualmente, desarrolla una actividad de reflexin a travs de publicaciones especializadas, entre las que destaca la revista Sport et Citoyennet y a travs de las frecuentes mesas redondas y coloquios organizados. Su pgina web - http://www.sportetcitoyennete. org sirve como vehculo de expresin e informacin acerca de sus ideas. Las reas en las que organiza su actividad son: Deporte y sociedad; Deporte y corrupcin; Deporte y poltica; Deporte y salud; Deporte y educacin; Deporte y accin humanitaria; Deporte e igualdad de oportunidades. Adems del equipo de trabajo compuesto por periodistas, juristas, socilogos y expertos en marketing sensibles a la idea el deporte ciudadano, la asociacin cuenta con el mecenazgo de la UEFA y dos fundaciones privadas. Igualmente cuenta con el apoyo de personalidades de la poltica como: Michel Platini, Jacques Delors, Daniel cohn Bendit y del deporte como: Lilian Thuram, Amelie Mauresmo, Stphane Diagana o el tenista espaol Alex corretja. La asociacin tiene como socios una slida red de instituciones gubernamentales (Ministre Sant Sports, Amnesty International, UNESCO); deportivas (comit National Olympique et Sportif Franais, Institut National du Sport et de lEducation Physique); medios de comunicacin (Le Monde, LEquipe, Sport+); empresariales y universitarias. [ 43 ]

B.- Polticas municipales o regionales En este apartado se incluirn dos ejemplos de polticas deportivas municipales que resaltan el valor educativo del deporte y lo integran en todas las lneas de su actuacin. Son por tanto programas amplios, complejos y articulados en los que la apuesta por el deporteintegracin impregna buena parte la actividad deportiva de un determinado municipio. La ciudad de Ermont comprometida con el deporte ciudadano (Francia)
Ermont es un pequeo municipio en las afueras de Pars con una poblacin en torno a los 30.000 habitantes. En 2007, La ciudad ha puesto en marcha un programa de deporte ciudadano con el convencimiento de que este enfoque puede agrupar a los ciudadanos, darles una identidad colectiva, mejorar su implicacin con la comunidad a travs del voluntariado y desarrollar actitudes de solidaridad y respeto mutuo. Con este convencimiento, los dirigentes municipales han firmado en 2007 una convencin por el deporte ciudadano con las principales asociaciones deportivas de la ciudad, con cuatro lneas de actuacin que reflejan un planteamiento integral del deporte en su vertiente social y pedaggica. Las cuatro lneas incluyen: - una poltica de subvenciones a asociaciones basada en el desarrollo humano y en el deporte educativo; - una poltica de formacin Univers Cit Sport mediante la cual los responsables de asociaciones, animadores y rbitros acceden a contenidos formativos sociodeportivos en cursos coorganizados por el Ayuntamiento de Ermont y las Direcciones Departamentales de Juventud y Deporte. - una poltica de difusin del deporte para los jvenes con bajos ingresos cuyas familias perciben el subsidio de escolarizacin Passport. A travs de este pase, los jvenes pueden acceder a actividades deportivas de los clubs con una considerable subvencin. - Una poltica de reinsercin a travs del deporte y la cultura. Esta medida consiste en un acuerdo entre el municipio y la prisin de Osny para poner en marcha el programa una segunda oportunidad para los reclusos en el cual stos participan en torneos de tenis de mesa, badminton y baloncesto organizados por las asociaciones deportivas en la prisin. En paralelo, un grupo de reclusos recibe un curso oficial reinsercin a golpe de silbato sobre arbitraje de ftbol organizado por el Comit Departamental Olmpico y Deportivo. Finalmente, esta intervencin incluye tambin la contratacin de algunos de los reclusos tras el cumplimiento de la pena en contratos de fomento de empleo para el cuidado de equipamientos deportivos. Igualmente, en otra medida de reinsercin laboral, el ayuntamiento media en la contratacin laboral subvencionada entre asociaciones deportivas y exreclusos. Estas medidas laborales se aplican a reclusos con penas menores de 6 meses de prisin y tienen la finalidad de evitar la reincidencia en el delito. La medida ha recibido en 2007 el premio Territoria que otorga el Senado francs. Adems de las medidas anteriores, Ermont organiza un campeonato de futbol interbarrios junto a la Fundacin sociodeportiva del equipo de ftbol Paris Saint-Germain. El campeonato rene en torno a 100 adolescentes. Los equipos han de incorporar al menos a dos chicas y los partidos son autoarbitrados por los propios jvenes bajo la responsabilidad de los educadores deportivos del Ayuntamiento. La [ 44 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

final se ha jugado el estadio Parc des Princes, -sede del Paris Saint-Germain y ha contado con la asistencia de todos los jvenes participantes. Adems del campeonato anterior, se organiza otro torneo de ftbol dirigido a los jvenes de ms edad, entre 13-25 aos Torneo Euronations. Esta iniciativa se organiza con las 5 ciudades europeas gemelas de Ermont (Lampertheim, Maldegen, Loja, Wierden y Banbury). Todas estas ciudades con el apoyo de la ciudad de Ermont y la asociacin Sport sans Frontires envan sus equipos de jvenes al torneo realizado en el polideportivo municipal. En su poltica de favorecer la insercin laboral de los jvenes, el ayuntamiento ha puesto en marcha el programa deportes, juventud y ciudadana mediante el cual se organiza una jornada de informacin para presentar los diferentes perfiles educativos y laborales en el campo de la animacin deportiva. El programa est dirigido al barrio Val-et-Fort, con una incidencia alta de desempleo y malas condiciones econmicas. colaboran en la medida los servicios de informacin juvenil. En la jornada se programan conferencias sobre salidas profesionales de la animacin deportiva y stands informativos. En 2007, clausur la jornada Stephane Diagana, campen mundial de 400 vallas y presidente de la Liga Nacional de Atletismo. Tambin en ese ao, Ermont auspici la reunin de directivos deportivos que tena como tema central el deporte y las minusvalas. Junto a todas estas iniciativas concretas que unen deporte y contenidos educativos e integradores, Ermont cuenta con una oferta deportiva para el conjunto de la poblacin basada en el deporte para todos y en la lucha la discriminacin con actividades como el aquababygym o el babygym para padres y nios.

Programa Streetgames (Inglaterra)

El Programa de Voluntariado Juvenil Co-Operative StreetGames se puso en marcha en 2006 organizado por la organizacin no gubernamental StreetGames y por el Reading Borough Council para actuar con los jvenes desfavorecidos residentes en Reading (National Youth Agency, 2008). El programa trata de llevar el deporte a estos jvenes y conseguir as las ventajas mencionadas anteriormente. Para ello, el ayuntamiento pone a disposicin de los voluntarios de Streetgames las instalaciones municipales para programar actividades deportivas y de baile. La experiencia de Reading se engloba en una serie de 24 proyectos similares de esta asociacin en otros tantos barrios desfavorecidos en Inglaterra y Gales. El programa recibe financiacin de las instituciones ms representativas en el campo de la accin social y el deporte. Esta financiacin sirve para la contratacin del personal de apoyo y gestin del trabajo de los 40 voluntarios que participan en el proyecto y que trabajan con 1500 jvenes procedentes de los barrios con dificultades y que participan en las actividades organizadas anualmente. Muchos de los voluntarios proceden de las comunidades desfavorecidas en las que se llevan a cabo las actividades y actan as como modelo de comportamiento. Las evaluaciones de la actividad son muy positivas tanto para los jvenes voluntarios como para los jvenes de las zonas desfavorecidas. El proyecto ha recibido premios y menciones de calidad de instituciones sociales muy significadas y por ello su continuidad est garantizada, as como su difusin a otras experiencias en Inglaterra. [ 45 ]

C.- Programas socio-deportivos desarrollados con colectivos especcos Se detallan a continuacin experiencias realizadas a pequea escala utilizando el deporte programado para alcanzar objetivos educativos. Este es el tipo de experiencias ms divulgado ya que acta a pequea escala, con grupos poco numerosos, con menor necesidad de recursos y con una gestin de proximidad, en la que los responsables de gestionar la intervencin prcticamente comparten la propia actividad deportiva con los jvenes o el colectivo sobre el que se interviene. Programa experimental de integracin socioeducativa a travs del judo para jvenes del barrio de Ruzafa
Durante el curso escolar 2008-2009 se ha llevado a cabo el Programa experimental de integracin socioeducativa a travs del judo para jvenes del barrio de Ruzafa, (Valencia). Este programa, pionero en Espaa, ha estado financiado por FUNDAR, Fundacin de la Solidaridad y el Voluntariado de la comunidad Valenciana, que depende de la conselleria de Inmigracin y ciudadana. En 2008 FUNDAR promovi la iniciativa experimental Deporte, Escuela de Vida, que se concret en el programa de judo. En el programa colaboraron el club Judokan, la Universidad de Valencia y el centro educativo Escuela Artesanos. La accin se llev a cabo con carcter experimental con alumnos de la Escuela de Artesanos de Valencia, un centro educativo laico y concertado que cuenta con un porcentaje significativo de estudiantes procedentes de pases latinoamericanos y que est vinculado espacialmente al barrio de Ruzafa. El objetivo principal del programa es utilizar la prctica del judo como herramienta para la socializacin en el deporte y a travs del deporte, el desarrollo de hbitos deportivos, la educacin en valores y la convivencia intercultural. Del centro educativo se seleccionaron un total de 30 alumnos, divididos en dos grupos de 15. El primer grupo (pre-adolescentes) se seleccion entre los alumnos de 5-6 de Educacin Primaria. El segundo grupo (adolescentes) se seleccion entre los alumnos de 1-2 de la E.S.O. El grupo de pre-adolescentes estuvo formado por 15 alumnos de entre 11 y 13 aos que cursaban 5 de primaria (7 alumnos) y 6 de primaria (8 alumnos). La composicin del grupo en funcin del gnero fue de 6 chicas y 9 chicos. cuatro alumnos del grupo provenan de otros pases. Siete alumnos haban repetido curso acadmico. El grupo de adolescentes se form con alumnos de entre 13 y 16 aos que cursaban 1 de la E.S.O. (5 alumnos) y 2 de la E.S.O. (10 alumnos). La composicin por gnero fue de 7 chicas y 8 chicos. cinco alumnos del grupo provenan de otros pases. Once alumnos haban repetido curso acadmico. La mayora de los alumnos pertenecen a familias con recursos econmicos escasos, con precariedad laboral y familiar. Su participacin en el programa estuvo subvencionada al 100%, incluyendo el material para la prctica deportiva (traje de judo, bolsa deportiva y chanclas), la licencia y el seguro mdico de la Federacin de Judo de la comunidad Valenciana, y las clases de judo durante el curso 2008-2009. [ 46 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

Una vez fueron seleccionados los alumnos por personal del centro educativo, la accin consisti en participar en un programa de iniciacin al judo en horario extraescolar con una periodicidad de dos veces semanales en la Escuela de judo Judokan. Las clases fueron codirigidas por un maestro entrenador nacional de la Real Federacin Espaola de Judo (7th dan), con amplia experiencia, y dos monitores de judo licenciados en ciencias de la Actividad Fsica y el Deporte. Los tres docentes, dos hombres y una mujer, estuvieron trabajando conjuntamente en el desarrollo de las sesiones. Los profesores de judo se encargaron de recoger a los alumnos a la salida del colegio y llevarlos hasta el club de judo, a unos cinco minutos caminando. Este procedimiento ha sido muy interesante en trminos de vinculacin del grupo fuera del tatami y con los profesores. La duracin de las clases era de 85 minutos. Al finalizar el programa, se procedi al anlisis de su incidencia en los aspectos educativos y sociales mediante el diseo de una investigacin sociolgica cualitativa. Dicha investigacin est bajo la direccin y supervisin tcnica de la Universidad de Valencia. Las primeras conclusiones provisionales apuntan en la direccin de que la experiencia ha sido muy positiva y enriquecedora. Despus de un primer trimestre en el que cost un poco frenar la euforia que generaba la nueva actividad, los alumnos participantes consiguieron ir interiorizando paulatinamente los cdigos propios de la actividad del judo, que en s mismos presentan una alto valor socioeducativo. Para finalizar hay que dejar constancia que, pese a los xitos obtenidos con la experiencia de este ao, hace falta desarrollar el programa durante los prximos aos para analizar resultados a ms largo plazo. La accin debera llevarse a cabo durante tres aos, con cada grupo, de modo que posibilite la obtencin del cinturn negro. Trabajar con este objetivo puede servir para fomentar la constancia, el esfuerzo, el aprendizaje, la interiorizacin de valores y permite asomarse a un itinerario laboral novedoso, como puede ser el de educador deportivo a travs del judo. De hecho, la fundacin que ha financiado esta iniciativa (FUNDAR) se plantea, a travs de su lnea de trabajo Deporte, escuela de vida, desarrollar mdulos formativos sobre aspectos educativos e integradores del deporte para que sean integrados en todos los cursos oficiales a escala regional y local dirigidos a profesores de educacin fsica, entrenadores, monitores y directivos de clubs deportivos.

Des terrains de sport pour bankass

La ciudad francesa de Estrasburgo puso en marcha en 2003 esta iniciativa que consiste en implicar a jvenes procedentes de los barrios desfavorecidos de la ciudad en un proyecto de solidaridad internacional. El objetivo era recoger y enviar material deportivo a la ciudad de Bankass en Mali. Este material se consigui en diferentes manifestaciones deportivas y festivas realizadas a lo largo de 2003. Los jvenes se involucraron en un proyecto que dur un ao, en el que recibieron formacin y que culmin en un viaje a Bankass. All, durante 15 das, se ocuparon en el montaje del equipamiento deportivo recogido y en la organizacin de torneos entre los jvenes africanos. La experiencia responde pues a una doble necesidad: los jvenes franceses se comprometen en un proyecto largo, en el que los servicios sociales han podido aumentar su integracin social mediante una experiencia de [ 47 ]

deporte educativo y, por otro lado, los jvenes africanos ven cmo mejora su equipamiento deportivo y consiguientemente su prctica. Los deportes practicados son ftbol, basket y volley. La accin se ha dirigido a 12 jvenes menores de 18 aos (5 chicas-7 chicos). En esta iniciativa se ha podido comprobar uno de los aspectos ms importantes para el xito de un proyecto de educacin por el deporte: la red de socios y patrocinadores. En este caso, participaron: las administraciones pblicas estatales, regionales y municipales, las federaciones deportivas de los tres deportes considerados, asociaciones de prevencin y fundaciones como la obra social de Crdit Mutuel.

D.- Eventos puntuales y de breve duracin Finalmente, este cuarto bloque de ejemplos de deporte integracin recoge un tipo de manifestaciones tambin frecuentes en este campo del deporte ciudadano. Se trata de los eventos deportivos de breve duracin con la finalidad de apoyar alguna causa solidaria o de integracin a travs de la prctica deportiva. En Espaa, se han multiplicado en la ltima dcada e implican a instituciones y empresas muy significadas. Su difusin meditica es tambin notable debido a que participan personalidades conocidas del deporte o las propias empresas y organizadores, muy acostumbrados a las presencia en los medios de comunicacin. Tienen cierta tradicin los partidos de ftbol u otros deportes contra la droga o celebrados para paliar catstrofes sociales o naturales, donde se expresa la dimensin solidaria de la comunidad deportiva. Su eficacia meditica y simblica es grande, aunque la brevedad de la manifestacin deportiva no permita un trabajo muy a fondo sobre objetivos ms all de lo ldico-deportivo. A continuacin, se sealan dos ejemplos que pueden dar una idea de este tipo de medida. Mundialito de la Inmigracin y la Solidaridad (Madrid)
Es un evento social y deportivo creado en 2002 para fomentar la integracin y favorecer la convivencia del colectivo inmigrante a travs del ftbol. En 2009 se ha celebrado la VII edicin y su comit Organizador est formado por la Federacin de Ftbol de Madrid y la comunidad de Madrid. Telefnica es la empresa patrocinadora desde sus inicios. Se celebra a lo largo de un mes en Madrid y rene a selecciones de 29 pases, con un total de 700 participantes entre jugadores y tcnicos. Este tipo de campeonatos se ha celebrado en otras ciudades como Valencia o Barcelona, aunque el de Madrid cuenta ya con una pequea historia y recoge un sealado apoyo poltico e institucional.

[ 48 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

Maratn por la Integracin Social

En 2009, se ha celebrado tambin la 7 edicin del Maratn por la Integracin Social organizado por la Fundacin Real Madrid, la Fundacin ONcE y la Universidad Rey Juan carlos. En esta edicin participaron en torno a 1000 nios y nias hasta los 13 aos que realizaron una serie de juegos de equipo animados por el espritu cooperativo del deporte. Las pruebas consistieron en juegos y actividades fsicas cuyo objetivo, ms que competitivo es ldico y de integracin social. La duracin de las pruebas es de 2 horas y cuenta con el apoyo de un grupo de 100 voluntarios para la velar por la organizacin de un evento tan concurrido.

I.3. Algunas pistas para la gestin

como hemos sealado en el primer apartado, la idea de las virtudes del deporte para tratar problemas sociales se ha extendido mucho en estos ltimos aos. Se ha repetido en la televisin por boca de polticos y deportistas. Sin embargo, esta extensin no ha ido acompaada por el surgimiento de un nmero demasiado relevante de experiencias e intervenciones. No se ha visto a educadores sociales o deportivos difundir experiencias concretas. Estas han sido pocas, sin continuidad y con medios materiales y humanos muy escasos10. Esta rpida descripcin debe llevarnos a plantearnos y contestar la contradictoria pregunta de por qu siendo tales las ventajas del deporte en el campo de los social, se usa tan poco. Para responder a esta pregunta, hay que referirse a las dificultades de gestin que se dan en este campo. Para tener xito, un programa de deporte e integracin social reclama un esfuerzo importante de planificacin. Los pblicos a los que se dirige, los objetivos, la implicacin de diferentes profesionales en su ejecucin, y otros aspectos que se tratarn a continuacin, confieren a estos programas una complejidad considerable. Para llevarlos a cabo se requiere, adems de los medios citados anteriormente, una gran confianza en la idea y un apoyo poltico decidido. Todos estos aspectos explican la escasez de iniciativas prcticas en el terreno que estamos analizando. Aunque se ha avanzado relativamente en los aspectos tericos y en los diagnsticos que garantizan un valor a la aplicacin del deporte al campo de los problemas sociales, sus expresiones prcticas se han desarrollado poco. Esto hace que las experiencias de gestin sean muy limitadas y no se transmitan las buenas pautas para poner en marcha proyectos de este tipo. Las pistas para la gestin que se proponen a continuacin pretenden contribuir a consolidar este conocimiento necesario.

10

En pginas posteriores de este libro, podr verse con detalle el estado actual de la cuestin deporte-integracin.

[ 49 ]

Partiendo de la base de que cada caso requiere un anlisis pormenorizado y un proyecto propio, que incluya un diagnstico del problema y de los medios con que se cuenta; una definicin de objetivos; la constitucin de redes de socios y colaboradores y los sistemas de evaluacin, se recogen en los siguientes prrafos una serie de pautas y de observaciones extradas de las experiencias llevadas a cabo en Europa fundamentalmente en Francia y sobre todo en el terreno del deporte aplicado en los barrios desfavorecidos con jvenes y, en menor medida, de las pocas intervenciones conocidas en Espaa.

El diagnstico y los objetivos

comenzaremos sealando algunos aspectos relativos al necesario diagnstico sobre el colectivo o problema al que se dirigen el programa de deporte- integracin. Un buen diagnstico de la situacin y del grupo objeto de atencin debe huir de las generalizaciones con poca base, que en este texto se han criticado, sobre las bondades naturales del deporte. Dado que estamos abordando un problema social prctico, un problema concreto, no nos podemos fiar de las promesas abstractas sin base concreta. Es por ello que las experiencias conocidas de mayor xito han ido siempre acompaadas de un diagnstico previo, que ha evaluado el colectivo objeto de atencin, el hbitat, el juego de los actores y los contextos institucionales. Un diagnstico que tiene que ser operativo y huir de la mirada tecnocrtica a travs de la cual lo que ha sido hecho en la regin vecina se puede hacer tambin en la nuestra. Un diagnstico, por tanto, concreto. En buena parte de los ayuntamientos y de otros niveles administrativos existen estudios y anlisis que pueden utilizarse, datos demogrficos para valorar los contornos de nuestro proyecto o informes de los servicios sociales. Aparte de estos instrumentos, ser seguramente necesario emprender una pequea investigacin que produzca los datos empricos de los que carezcamos qu prcticas deportivas se realizan, dnde, a qu horarios, qu edades, etc. y que sirvan como plataforma a la planificacin posterior. El diagnstico ayudar a determinar y fijar los objetivos del programa, tantas veces poco definidos. Los objetivos no pueden ser una mera descripcin de la accin que se trata de llevar a cabo. Tienen que ser una enumeracin de logros finales y encaminar al proyecto en este sentido, por ello se habla de proyecto. Adems de concretar sus objetivos, se hace necesario dotarle de sentido. Es importante recordar que en el diseo de un programa de educacin-insercin por el deporte, ste puede ser un medio para alcanzar un fin, no un fin en s mismo. Podemos usar el deporte para intervenir en los procesos de marginacin, para gestionar tensiones y conflictos sociales, exclusin, violencia, etc. (Coalter, 2000). Por ello, hay que explicar los resultados esperados a este respecto y, despus, poner los medios para su culminacin. As, el sentido puede ser impulsar ms la dimensin ldica del deporte, el disfrute en su realizacin, para establecer relacin y anclar a los participantes a la participacin; o para procurar contactos sociales entre ellos, o para introducir las
[ 50 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
ideas de responsabilidad y esfuerzo, o para mejorar las relaciones intertnicas o para otras muchas finalidades, algunas de las cuales se han tratado ya en este mismo artculo en el apartado anterior. Se tratara, en definitiva, de realzar el valor aadido educativo-social del proyecto. En relacin con el tipo de prctica deportiva, conviene sealar que su seleccin no ha de ser arbitraria y, aunque al final vendr probablemente determinada por los medios, es necesario conocer las potencialidades de cada una de ellas de cara a la consecucin de nuestros objetivos. As, el montaismo puede aportar, por ejemplo, la idea de cordada, que resulta ser, realmente, una parbola de la vida y de la interdependencia que nos une a los dems. En una cordada se da una situacin de mutua dependencia y esto puede resultar muy apropiado para trabajar la confianza, la responsabilidad, la humildad con los jvenes o con el colectivo objeto del programa. El rugby y la nocin de mel, el karate o la lucha, con su eufemizacin de la violencia a travs de las normas de combate, son otros ejemplos que muestran bien cmo cada prctica deportiva puede desarrollar mejor determinadas aptitudes. El predominio del ftbol no es una buena noticia ya que muchas veces su omnipresencia aparta a otros deportes que aportan estrategias educativas muy ricas.

El tipo de pblico al que se destina la intervencin

continuamos con algunas observaciones respecto a los tipos de colectivo a los que nos dirigimos y su correspondiente reflejo en el proyecto. Acabamos de ver que las prcticas deportivas son variadas y cada una presenta una especificidad. Algo similar ocurre con los tipos de colectivos sobre los que puede centrarse nuestro programa. cada una de las siguientes variables ha de ser tomada en cuenta para evitar la indefinicin, defecto muy frecuente en las intervenciones educativas con el deporte, en las que se programa una oferta muy general e imprecisa. Para evitar dicha imprecisin, conviene pensar en las subdivisiones por grupo de edad. Los grupos ms jvenes pueden ser propicios para trabajar ms preventivamente y con objetivos ms generalistas, los jvenes con de edades ms avanzadas postescolares pueden presentar problemas ms concretos o estrategias ms rehabilitadoras debido a una biografa ms prolongada y a la consiguiente acumulacin de contactos con instituciones policiales, judiciales, sociales. En algunos pases, se ha abierto una interesante discusin acerca de cules han de ser las prioridades al respecto de la edad: trabajar sobre todo con los grupos ms jvenes, donde se puede actuar precozmente sobre los problemas, o trabajar con los grupos ms mayores, que presentan trayectorias ms problemticas que ya han podido culminar en delitos u otras secuelas. Es evidente que, si hay medios suficientes, las dos intervenciones son necesarias. Sin embargo, algunos especialistas han observado que se produce una tendencia a actuar sobre los ms jvenes debido a la complejidad de las intervenciones con los ms mayores. Este tipo de renuncias han de ser superadas para no producir el abandono de los grupos con
[ 51 ]

ms dificultades, a los que se debera dedicar un enfoque de discriminacin positiva para impedir su aislamiento. Adems de la edad, el sexo es otra de las variables a tener en cuenta al emprender proyectos. Si hablamos de intervenciones en los barrios desfavorecidos dirigidas a los jvenes, hay que sealar que se produce una fuerte masculinizacin en la que los jvenes captan toda la atencin y recursos. La aspiracin es poder programar tambin actividades para las jvenes ya que la integracin sirve de poco si no va acompaada de la igualdad de oportunidades y de la lucha contra la discriminacin. Por tanto, es preciso ampliar los pblicos a los que dirigir estas medidas e ir ms all de los jvenes problemticos. Para ello, es necesario pensar en atraer con otro tipo de actividades a las jvenes y tratar de romper con su abandono deportivo al llegar a la adolescencia y difundir modelos en los cuales la prctica deportiva no sea una cuestin masculina. Esta ruptura no es sencilla ya que implica intervenir en las relaciones de gnero de los territorios concretos en los que actuemos, ello reclamar un gran acopio de ideas para avanzar en este terreno. Otro elemento que hay que considerar es que el mejor funcionamiento de las experiencias es directamente proporcional a la participacin de los grupos a quienes se dirige la intervencin. Esto significa: escuchar sus intereses, respetar sus preferencias e incluirlos en todas las fases de la actividad desde la planificacin a la ejecucin y la evaluacin. Encargarles tareas como el mantenimiento del equipamiento y las instalaciones o recibir a los nuevos participantes es tambin un componente educativo.

Los tipos de intervencin

Otra de las cuestiones centrales en la planificacin es definir el tipo de intervencin y el grado de dificultad en las condiciones de la poblacin sobre la que se acta. Aunque la cuestin es compleja y se corre el riesgo de esquematizar, cabra distinguir tres niveles de intervencin en campo de la marginacin y la exclusin social (charrier y Jourdan, 2005). Estos niveles estn vinculados con el grado de deterioro de las condiciones vitales de los grupos a los que nos dirigimos. El primer nivel se refiere a un deterioro leve, se produce mayoritariamente en edades adolescentes, con pequeas disfunciones escolares, familiares o en el vecindario, que pueden ser afrontadas en el marco de la animacin escolar o social del barrio. El tipo de intervenciones predominantes y ms apropiadas puede consistir en medidas de animacin general, abiertas a poblaciones jvenes amplias, que pueden contribuir a detectar, prevenir y resolver problemas o riesgos. El enfoque preventivo caracteriza a este nivel de actuacin. El segundo nivel se encamina a actuar sobre deterioros graves de las oportunidades de vida de los jvenes. En este caso, se afrontan problemas graves de toxicomanas, violencia, delincuencia que afectan a jvenes de edades ms avanzadas y que ya han estado en contacto con instituciones especficas para el tratamiento de estas situaciones conflictivas
[ 52 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
(medidas judiciales, servicios sociales especializados, prisin). Las actuaciones se tornarn ms especficas y dirigidas a grupos particulares de problemas. Estos proyectos requerirn un equipo de profesionales ms completo y con formacin especfica, que, adems de los educadores y monitores, integre personal mdico, trabajadores sociales y otros asesores. El enfoque rehabilitador caracteriza a este nivel de actuacin. El tercer nivel se dirige a afrontar situaciones de gravedad extrema en las que la marginalizacin ha avanzado acumulando deterioros en diferentes terrenos y llevando a la persona a graves riesgos vitales, como en los casos de transentes, alcoholismo u otras adicciones en nivel avanzado. En este caso, la edad y la condicin fsica y la progresin del problema reclaman la intervencin de equipos compuestos por personal de las reas de salud y social, adems de asesores procedentes de asociaciones especializadas en toxicomanas, prostitucin, violencia, etc. El enfoque paliativo de riesgos caracteriza a este nivel de actuacin. La dificultad en el uso del deporte en cada uno de estos tres niveles crece exponencialmente. En el primero, cabe mantener expectativas ms optimistas en cuanto a la consecucin de objetivos, pero conforme se agudizan los problemas, el deporte puede ver ms limitadas sus capacidades de intervencin si no se adoptan otras medidas socioeconmicas de mayor calado. Es necesario moderar las aspiraciones con estos grupos. Algunas experiencias de uso del deporte en hogares para transentes en Francia han mostrado claramente las dificultades: capacidades fsicas muy limitadas, asistencia bajo el efecto del alcohol, incluso la asistencia con los perros que acompaan a estos transentes dan una idea de lo necesariamente modestas que ha de ser las aspiraciones. conseguir aminorar, siquiera levemente, los riesgos ocasionados por las malas condiciones de vida que sufren estas personas es ya un avance.

Los tipos de profesionales

como se ha visto en el apartado anterior, el trabajo en equipo es una constante en los programas de deporte integracin. En la actualidad en Espaa, no existe un perfil formativo, ni una figura profesional que pudiera gestionar por s solo un programa de este tipo. Los cursos de especializacin en este terreno son escasos. Por otra parte, los orgenes formativos e institucionales del personal que suele encargarse de estas intervenciones es variado: trabajadores sociales, educadores de calle, animadores, monitores deportivos y otros profesionales del deporte. Para estos ltimos, el deporte tiende a ser un fin en s mismo, para los primeros, en cambio, es una herramienta ms de intervencin. Es preciso que toda esta pluralidad sirva para dar consistencia y no fragmentacin en el seno de los programas por otra parte muy necesitados de pluralidad y polivalencia. Los profesionales se integran en instituciones, por ello cabe precisar que las coaliciones, colaboraciones y patrocinios son fundamentales para el xito de la medida y para la difusin
[ 53 ]

de la idea. Esta colaboracin tiene que producirse entre las diferentes instituciones pblicas y niveles territoriales potencialmente implicados en la intervencin escuela, equipos sociales, centros culturales, asociaciones, etc.. Es indiscutible que esta coimplicacin es esencial y as lo atestiguan las experiencias ms exitosas en Europa. Por tanto, hay que evitar que los resultados mediocres de un programa de deporte integracin provengan de una falta de dedicacin a construir la red de colaboraciones. En este sentido, el papel de las empresas es muy importante. Su intervencin hasta ahora en nuestro pas ha sido muy limitada. Algunas pequeas empresas locales muy vinculadas al territorio han colaborado apadrinando pequeas iniciativas puntuales. Por parte de las grandes empresas, su patrocinio est condicionado a la consecucin de algn objetivo concreto: reducir la fiscalidad por apoyar iniciativas sociales, mejorar la imagen de empresa ciudadana o abrir mercados en segmentos juveniles de consumo. Por otra parte, las grandes firmas solo se implican en eventos concretos, de alto impacto meditico. No es muy frecuente su colaboraciones con las administraciones pblicas en programas deportivos de contenido integrador y caracterizados por la continuidad en el tiempo. Por ahora, el patrocinio de las empresas tiene unos efectos muy limitados debido a su discrecionalidad y su irregularidad. Pero al margen del apoyo econmico, las empresas en Espaa an no han incorporado en su funcionamiento clusulas que avancen en su dimensin socio-deportiva, de forma que el deporte pase a jugar un papel importante para la propia plantilla y para colectivos exteriores sobre los que dirigir su funcin social. En estos ltimos aos se ha hablado a menudo de la empresa ciudadana y muchos directivos se han hecho eco de este debate en el que se preconiza una empresa que anteponga el negocio bueno al buen negocio. Se ha avanzado, tambin en la responsabilidad social corporativa, en los cdigos ticos y en la empresa y la sostenibilidad ecolgica. No es este el lugar para discutir si todas estas nuevas preocupaciones de la empresa estn guiadas por un marketing para adaptar su imagen a los nuevos tiempos o son realmente un avance hacia una gestin ms involucrada socialmente. Si la empresa se preocupa por la formacin de su plantilla y se precia de avanzar hacia la conciliacin de la vida familiar y laboral o de velar por los derechos a un trabajo digno de los trabajadores del tercer mundo, por qu no introducir, con decisin, el derecho a la actividad fsica y a la prctica deportiva entre sus trabajadores y, en su labor social, participar e implicarse en las iniciativas de la administracin pblica dirigidas a combatir la exclusin a travs del deporte. En esta misma lnea, la escasez de la prctica deportiva femenina est ligada, sobre todo, a la desigualdad en el uso del tiempo entre varones y mujeres y a un desequilibrio en la dedicacin de las actividades realizadas en el tiempo de ocio. Las mujeres realizan menos deporte que los varones porque stos pueden destinar su tiempo de ocio a una gama de actividades entre las que se encuentra el deporte. Sin embargo, el tiempo libre de las mujeres acaba dedicndose, generalmente, a las actividades domsticas. Los programas pblicos
[ 54 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
que buscan incrementar la prctica deportiva femenina tienen un efecto limitado porque no inciden en esta ley de hierro de la desigualdad en la distribucin de los tiempos sociales. Si se est intentando avanzar en una distribucin ms igualitaria del tiempo para las mujeres a travs de la conciliacin de la vida familiar y la vida laboral, por qu no una conciliacin, siquiera ms modesta, entre la vida deportiva y la vida laboral. Una mnima implicacin de la empresa en este terreno conseguira resultados muy apreciables en la actividad fsica de las mujeres, obteniendo la recompensa de una mejora en la salud biolgica, psicolgica y social que el deporte conlleva. Aunque escasas por ahora, las empresas mas avanzadas ya han incorporado buenas prcticas en esta lnea. Si la empresa ciudadana es algo ms que un eslogan, su implicacin en otras reas de la ciudadana, como el deporte y la integracin, habr de concretarse en breve. Para cerrar este apartado, concluiremos con una anotacin sobre la evaluacin de los proyectos de deporte insercin. A este respecto puede decirse que los especialistas echan de menos mayoritariamente el momento de la evaluacin de estos proyectos. Gracias a la evaluacin podra concretarse la realidad de los efectos del deporte en las intervenciones existentes en este campo. Sin la evaluacin corremos el riesgo de emprender estas experiencias sin conocer a fondo dichos efectos y basarnos en juicios intuitivos o creencias poco probadas de los beneficios del deporte sobre los pblicos con los que se acta. Sin tener argumentos slidos a este respecto no puede articularse una reflexin colectiva, objetiva y comunicable sobre el alcance del deporte en el terreno que estamos analizando. Las evaluaciones realizadas hasta el momento en las experiencias francesas concluyen que el deporte genera resultados positivos al menos en cuatro grandes mbitos (charrier y Jourdan, 2005). En un primer mbito de efectos ms individuales, el deporte favorece la vivencia de refuerzo de la identidad personal, la capacidad de proyeccin y el esfuerzo. Ayuda a los jvenes a salir del crculo vicioso del presente que les lleva a reiterar rutinas de riesgo. Debilita la pasividad y la violencia reactiva en la que los jvenes pasan al acto sin pensar. Revaloriza la imagen de uno mismo al revalorizar la imagen entre pares, familia y otros adultos prximos, por ejemplo, del mbito educativo. Mejora la salud entendida como bienestar fsico y mental (higiene corporal, alimentacin, sueo). Permite adquirir nuevas capacidades de relacin social como son el control de s mismo, la gestin del rechazo, del fracaso, la capacidad de cooperacin, autonoma, iniciativa, la asimilacin de reglas y cualidades organizacionales. En un segundo mbito, permite, a su vez, fortalecer los vnculos sociales. Servir como lugar de encuentro y creacin de redes. En tercer lugar, mejora el clima social en diferentes dimensiones conflictivas. Sin embargo conviene ser cautelosos ya que dicho clima no se mejora nicamente por introducir elementos de prctica deportiva, es algo ms complejo, aunque no puede negarse que existe una estrecha correlacin. Por ltimo, el deporte sirve a algunos jvenes que lo practican en los contextos urbanos
[ 55 ]

desfavorecidos para mejorar su insercin profesional y emprender una carrera como monitor deportivo o animador. Sera interesante concluir, despus del recorrido realizado en este texto, situando al deporte en el lugar desde el cual puede intervenir sobre la realidad social. La gente vive mal y esto se produce a causa de las profundas desigualdades que se producen en nuestras sociedades. Esto no puede resolverlo, de forma aislada, ninguna poltica deportiva si no va acompaada por medidas sociales de ms calado. Sin embargo, ello no debe llevarnos a prescindir del deporte como herramienta de poltica social, sino a aprovechar las ventajas de su uso planificado y bien gestionado.

BIBLIOGRAFA -Charrier, D., Jourdan, J. (2005) Practiques sportives et jeunes en difficult: 20 ans dinnovationset dillusionset des adquis a capitaliser, en Falcoz, M. y Koebel, M. Integration par le sport: reprsentations et ralites, LHarmattan, Paris. -coalter, F. (2000) The role of sport in regenerating deprived urban areas, centre for Leisure Research, University of Edimburg. -comisin Europea (2007) Estrategia de inclusin del programa Juventud en Accin (2007-2013), cJ/O5/2007-2-ES. -comisin Europea (2004) Special Eurobarometer citizens of the European Union and sport 213 / Wave 62.0 TNS Opinion & Social -Garca Ferrando, M. (2006), Posmodernidad y Deporte: Entre la individualizacin y la masificacin. Encuesta hbitos deportivos de los espaoles 2005, Madrid, cIS/Siglo XXI. -Gasparini, W. (2008) Lintegration par le sport. Gense politique dune croyance collective, Socites Contemporaines n 69 pp. 7-21 -Geudens, T., Schroeder, K. (2006) Fit for Life. Using sports as an educational tool for the inclusion of young people with fewer opportunities, SALTO-YOUTH Inclusion Resource centre www.SALTO-YOUTH.net/Inclusion -Kennett, c. (2006) Deporte e inmigracin en Espaa: el papel del deporte en la integracin de los ciudadanos. (Publicacin en lnea) Disponible en Internet: http://olypicstudies. uab.es (acceso el 20-06-2007) -Moral, L., Santos, A.; Balibrea, E. (2006). Los Deportes como Medio de Integracin de Jvenes en el Mercado Laboral. Educacin y Futuro Digital (febrero 2006). (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http://www.cesdonbosco.com/revista/articulos2005/mayo/luismoralinformej&s.pdf (acceso el 7-10-2009)
[ 56 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

-National Youth Agency (2008) Streetgames, Youth Action and Engagement. Young people and sport , n 8, p. 20. -Santos, A. Balibrea, E., Lpez, A. y otros (2005) Mujer, deporte y exclusin: experiencias europeas de insercin por el deporte. Editorial Universidad Politcnica de Valencia. -Salto-Youth (2008) European good practice projects. Focus on: Inclusion. Youth in Action Programme Luxembourg: Office For Official Publications of the European Communities. 40 pp.

[ 57 ]

CAPTULO II
Insercin juvenil y actividad fsica: una forma de intervencin social en el contexto de los barrios desfavorecidos
Kety Balibrea Melero

Esta investigacin pretende explorar algunas dimensiones de la actividad fsica y el deporte dirigidas a mejorar las condiciones de vida de colectivos socialmente vulnerables. En concreto, se abordarn las dificultades de insercin social de los jvenes que viven en zonas urbanas desfavorecidas y el papel que puede jugar el deporte para facilitar su mejor integracin en la sociedad. En las tres ltimas dcadas, las condiciones de vida en las zonas urbanas ms deprimidas han empeorado. Una serie de procesos se han conjugado causando un creciente deterioro entre los jvenes de estas zonas en crisis, forzndoles a mantener un frgil equilibrio entre la marginacin y la integracin. Los recorridos de estos jvenes procedentes de barrios populares han estado marcados por una creciente vulnerabilidad. Ellos han sido los principales afectados por las penalidades que suponen el paro y la precariedad laboral desde la dcada de 1980. En particular, los mayores trastornos han recado sobre aquellos que tenan ms baja formacin y menores recursos en el acceso al empleo. Hoy se constata que estos problemas han degradado sus posibilidades de insercin social. Los expertos han comenzado a vincular este ascenso de los jvenes en situaciones de pobreza con una crisis de los mecanismos convencionales de integracin social que ha trado consigo la aparicin de nuevas formas de conflicto urbano. Imgenes recientes, tales como destrozos en el mobiliario urbano, en los edificios o en los parques; pintadas y grafitis en las fachadas; pequeos hurtos y substracciones en tiendas o mercados, junto con incendios y destrozos de coches y autobuses, circulacin temeraria y otras prcticas de riesgo son reflejo de estas nuevas formas de conflicto y transgresin, que se expresan de forma difusa en la actualidad en las ciudades. La confirmacin de todas estas circunstancias ha llevado ya a algunos socilogos a hablar de delincuencia de exclusin, que prolifera entre los hijos de familias donde la precariedad ha arraigado con mayor fuerza. Este tipo de delincuencia, ms relacionada con agresiones hacia las personas, se desarrolla con mayor fuerza a partir de la dcada de 1980
[ 59 ]

y se encuentra hoy en expansin. Es distintiva de una sociedad en crisis, donde las vas de integracin social y profesional en el mundo adulto estn atascadas y no funcionan como elemento organizador de las biografas individuales. Las carreras profesionales han dejado de ser estables y, paralelamente, a las carreras delictivas les ha ocurrido algo similar: hoy asistimos a la proliferacin de formas de violencia imprevisibles, inclasificables, sin sentido aparente, que los expertos tratan de interpretar y que se vinculan a la actual crisis de los mecanismos de integracin sociolaboral. El carcter expresivo, aleatorio y rabioso (Dubet, 1987) de las infracciones contrasta con el estilo instrumental de periodos anteriores: hoy los coches no son robados para utilizarlos, sino para quemarlos o estrellarlos. La epidemia urbana de destrozos de vehculos da buena cuenta de ello. Igualmente, es tambin poco prctico el deterioro y los daos causados en locales pblicos puestos a disposicin de los jvenes por parte del Estado centros de ocio, educativos, juveniles. Asimismo, no proporciona ningn beneficio material destrozar los medios de transporte pblico, el mobiliario urbano o el hbitat ms cercano: parques, buzones, fachadas, etc. Tampoco es muy eficaz convertir en nuevos blancos de la violencia a los conductores de autobs o a los profesores. Esta expresividad y rabia son hoy un objeto de investigacin central para los criminlogos y otros expertos en ciencias sociales, que han abierto el debate en curso sobre la criminalizacin de los barrios desfavorecidos (Wacquant, 2001; Davis, 2007). Las polticas sociales han tratado de hacer frente a esta dinmica de exclusin de los jvenes de barrios mediante acciones de intervencin en el mbito del empleo, de la educacin o de la salud. Estas actuaciones se ven desbordadas por una realidad donde los recursos nunca son suficientes y donde los problemas juveniles cambian su perfil continuamente. Todo ello ha impulsado a buscar nuevos enfoques en torno a los mecanismos de insercin juvenil en los que se exploren las potencialidades de integracin social de las prcticas deportivas. El uso del deporte es un filn poco explorado como medio de intervencin social. Los ltimos aos han visto aparecer diversas investigaciones en el campo de la sociologa del deporte que muestran cmo las prcticas deportivas adquieren una creciente importancia en la ocupacin del tiempo libre juvenil (Garca Ferrando, 1998). Los medios de comunicacin invaden el espacio social con actividades fsicas. El ftbol o el aerbic, con sus hroes y heronas, se consagran en la actualidad como modelos sociales. Este boom, unido a la posibilidad de hacer de la actividad fsica una prctica educativa adaptada a las necesidades y vivencias sociales de los colectivos a los que nos dirigimos, permite pensar en una forma emergente y creativa de intervencin en poltica social a travs del deporte. La comisin Europea (1998) ha subrayado en diversos informes la importancia de las funciones sociales de la actividad deportiva. En el documento Evolucin y perspectivas de la accin comunitaria en el deporte, se distinguen cinco funciones especficas que las
[ 60 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
polticas europeas deberan potenciar: una funcin educativa, una funcin de salud pblica, una funcin cultural, una funcin ldica y una funcin social. En esta ltima, se seala que el deporte constituye un instrumento para promover una sociedad ms inclusiva, para luchar contra la intolerancia y el racismo, la violencia, el abuso del alcohol o el uso de estupefacientes; el deporte puede contribuir a la integracin de la personas excluidas del mercado laboral (comisin Europea, 1998). En Espaa son pocas las acciones dirigidas a los jvenes de barrios deprimidos a travs de la actividad fsica. Sin embargo, han comenzado a desarrollarse algunas intervenciones mediante prcticas deportivas en otros colectivos marginales: deportes de equipo y actividades de musculacin con poblacin reclusa; natacin, gimnasia, footing o escalada en personas seropositivas; diferentes programas de actividades fsico-deportivas para jvenes con problemas conductuales y yoga, judo o ftbol-sala en centros de rehabilitacin para toxicmanos. La escasez de intervenciones e investigaciones sobre los jvenes de barrios desfavorecidos contrasta con la apertura de estas sugestivas lneas de trabajo centradas en otros colectivos con necesidades especiales y que, por su proximidad a la realidad de los jvenes, resultan relevantes para nuestra temtica. As, en primer lugar, debemos destacar el mbito de las toxicomanas, con los estudios de Garca, Fernndez y Solar (1986), Guiales (1991) y, por ltimo, el trabajo realizado por Valverde (1994), donde se analiza el papel de la actividad fsica en los programas de rehabilitacin como herramienta para reforzar estilos de vida saludables. En segundo lugar, cabe mencionar los trabajos de Garca y Carvajal (1999) y de Durn, Gmez, Rodrguez y Jimnez (2000), centrados en problemas de violencia y delincuencia en el mbito educativo o en los centros de atencin especial. En tercer lugar, hay que mencionar los estudios sobre poblaciones en instituciones penitenciarias. Entre los ms relevantes, encontramos los trabajos de chamarro (1993), que suponen referencias obligadas en la investigacin carcelaria, e, igualmente, aquellos referidos a la mujer presidiaria de Ros (1987) y castillo (1999). Ms recientemente Martos, Devs y Sparkes (2009), han analizado el papel de los monitores deportivos y de sus prcticas en el seno de la prisin. Todos estos trabajos indagan sobre las potencialidades de la prctica deportiva como medio de insercin social. En esta lnea, la presente investigacin se centra en el lugar de la actividad fsica en las intervenciones con jvenes desfavorecidos y valora las posibilidades de lograr efectos creativos y eficaces a travs de estas acciones. Hoy en da, los estudios que tratan los problemas de insercin social y, en concreto, la referida a los jvenes, se hallan en un periodo de renovacin. La atencin se est desplazando hacia la bsqueda de nuevas prcticas que favorezcan estos procesos. La investigacin que presentamos en este prembulo entronca con estos planteamientos, pues examina la actividad fsica y el deporte como una forma emergente y creativa de intervencin social en los barrios marginales. Partimos de cuestiones como las siguientes: puede ser el deporte una herramienta eficaz para la intervencin social? cmo puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los jvenes de barrios desfavorecidos? A partir de nuestra experiencia de investigacin y del balance de
[ 61 ]

las ya existentes, este trabajo de investigacin persigue dar una respuesta a estas cuestiones. Entendemos que la prctica deportiva puede proporcionar vivencias positivas a los jvenes y que las potencialidades de la actividad fsica en el campo de la intervencin social son muy aprovechables, aunque habr que tener en cuenta algunos aspectos que analizaremos con detalle en este trabajo. como veremos, las acciones de deporte-insercin no son un remedio milagroso para luchar contra la exclusin de los jvenes, para acabar con la delincuencia o con el uso de drogas, pero pueden ser una herramienta eficaz si se impulsan mediante una consistente voluntad poltica que promocione programas globales y con continuidad, que recojan prcticas creativas, progresistas y generadoras de conocimientos capaces de fomentar en los jvenes la realizacin y organizacin posterior de prcticas deportivas autnomas integradas en sus hbitos de vida. Con el fin de profundizar en esta temtica planteamos una serie de objetivos que guan la presente investigacin:

Profundizar sobre los componentes fundamentales objeto de estudio: insercin, jvenes desfavorecidos, zonas vulnerables y actividad fsica y deportiva. Analizar las diferentes perspectivas y posiciones tericas sobre la temtica del deporte-insercin. censar intervenciones existentes en diferentes pases de la Unin Europea para contribuir a la transferencia de sus aspectos positivos a intervenciones futuras. Realizar un anlisis mas completo y complejo de un caso de particular inters en la comunidad Valenciana el barrio de accin prioritaria La coma, en el Municipio de Paterna con el fin de: - Estudiar las actitudes y opiniones de los jvenes y de los responsables tcnicos del rea de servicios sociales referentes a la Actividad Fsica y el Deporte como forma emergente de intervencin social. - Analizar los tipos de prctica fsica, sus formas de organizacin y los factores que intervienen en el mejor uso de las prcticas deportivas como medio de potenciacin de la cohesin social en su intervencin con jvenes socialmente desfavorecidas.

A lo largo de este trabajo se menciona la escasez de datos y fuentes de documentacin sobre esta temtica en Espaa. La informacin que se obtuvo en un primer acercamiento era fragmentaria y poco elaborada. Proceda, adems, de orgenes muy variados y mostraba una gran discontinuidad en su publicacin y divulgacin. Todas estas limitaciones de partida impusieron un marcado carcter exploratorio al estudio que aqu se propone, especialmente en su primera fase, y una orientacin a producir abundante informacin. Por otra parte, la diversidad de objetivos que se plantean en este proyecto nos conduce a combinar tcnicas
[ 62 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
y estrategias de investigacin diversas con vistas a conseguir una mejor aproximacin a los vnculos entre insercin social y actividad fsica. Para afrontar todas estas dificultades se establecieron dos grandes fases en el desarrollo de esta investigacin: la primera consisti en un intenso trabajo de recopilacin documental y de carcter bibliogrfico y documental para construir un marco de interpretacin de las iniciativas estudiadas y un acercamiento al significado de las mismas; y la segunda se centr en la realizacin de un estudio de caso con entrevistas abiertas y otras tcnicas cualitativas dirigidas a trabajadores del rea de lo social y a los jvenes del barrio seleccionado el barrio de La coma- (Paterna-Valencia). Se trata de un barrio considerado como Barrio de Accin Prioritaria por la Generalitat Valenciana, con un importante movimiento asociativo y vecinal si lo comparamos con el que generalmente existe en estas zonas y una presencia destacada de actividades infantiles y juveniles que adoptan en muchas ocasiones las formas de juegos y deportes. Es fcil ver a los chavales en sus calles con patinetes improvisados, con tablas o cartones, bicicletas recicladas de todas formas y colores, bailando y cantando en un corro gitano, haciendo acrobacias a las tantas de la noche en los columpios del barrio o con un baln entre los pies presumiendo de sus habilidades a la vez que se comparan con los grandes jugadores. Las actividades deportivas informales llenan las horas muertas que los chicos de este barrio pasan en la calle. El deporte en La coma adopta diferentes matices que van desde las actividades ms informales que se acaban de mencionar hasta los programas propuestos por las instituciones. As, es preciso nombrar, por poner algunos ejemplos, las actividades que organizan los becarios del colegio Mayor la coma como La Volta a Peu de La Coma, las actividades del centro Infanto-Juvenil, dependiente de los servicios sociales, como el ajedrez o el tenis de mesa y las actividades extraescolares como el judo que subvenciona el servicio de deportes del Ayuntamiento de Paterna. Estas son algunas de las razones por las que elegimos La coma para realizar la segunda gran fase de esta investigacin: el estudio de caso. Esta eleccin estuvo reforzada por una fase exploratoria inicial donde visitamos otros barrios de accin prioritaria de la comunidad Valenciana y entrevistamos a algunos de los responsables ms implicados con el fin de conocer la situacin del barrio y la presencia del deporte en su da a da. Como resultado de este proceso y de la reflexin profunda sobre nuestro tema, se ha estructurado esta investigacin en tres captulos: En el siguiente apartado (II.1) expondremos los aspectos metodolgicos, los procedimientos y tcnicas de investigacin utilizados detallando sus principales ventajas y sus limitaciones. como veremos, nuestra investigacin de los aspectos sociales del deporte ha hecho necesario incorporar procedimientos de investigacin propios de las ciencias sociales: las entrevistas en profundidad; el anlisis de contenido de los discursos de diferentes actores sociales; la investigacin de las actitudes y las opiniones de la poblacin;
[ 63 ]

la observacin de prcticas, hbitos o estilos de vida. En conjunto, todas estas tcnicas persiguen producir un caudal de informacin de alto valor. En el apartado segundo (II.2) se tratar de manera detallada la idea del deporte como medio de insercin social. Analizaremos la gnesis y el estado actual del binomio deporte-insercin, trmino utilizado por numerosos especialistas en el debate sobre las capacidades integradoras del deporte. Intentaremos explorar la evolucin del deporte como recurso en el campo de lo social. Realizaremos una revisin acerca de las funciones sociales del deporte. Describiremos los rasgos de las experiencias de intervencin ms destacadas implantadas en barrios deprimidos y analizaremos los discursos sobre deporte-insercin. como veremos, las relaciones entre el deporte y la insercin social se han materializado esencialmente en las dos ltimas dcadas en un contexto de importantes transformaciones econmicas, polticas y sociolaborales. Para cerrar este captulo, aportaremos una seleccin de experiencias europeas y espaolas, organizadas en forma de fichas, que permita obtener una panormica del tipo de intervenciones que se desarrollan en este campo del deporte-integracin. En el apartado tercero (II.3), se profundiza en el estudio de caso que aporta la base emprica de esta investigacin. Dicho estudio se centra en la prctica fsico-deportiva en el Barrio de La coma (Paterna-Valencia) y en sus funciones sociales. Organizaremos los resultados obtenidos como se expone a continuacin. En el captulo II.3.1, se describen las principales caractersticas sociodemogrficas que identifican al barrio estudiado, as como sus rasgos estructurales y sus dinmicas socioeconmicas. Igualmente, se analiza su evolucin en el marco de los programas de accin social desde sus inicios en 1988. Los barrios de accin prioritaria, entre los que se encuentra La coma, presentan problemas graves en diversos indicadores sociales pobreza, desempleo, fracaso escolar, toxicomanas y forman parte de un programa especfico del gobierno regional. El captulo II.3.2, se analizan los tipos de actividades fsico deportivas que realizan los jvenes en La coma. Desde el planteamiento de las experiencias de deporte-insercin organizadas por los educadores sociales hasta las prcticas autoorganizadas por los propios jvenes. Se tratarn aspectos como los factores especficos que condicionan su surgimiento; la descripcin de la actividades perfil de los participantes, competencias y formacin de los tcnicos responsables, deporte seleccionado, lugar de realizacin y equipamiento necesario; los objetivos individuales y grupales; los aspectos organizacionales actores e instituciones implicados, financiacin, nivel de actuacin, planificacin temporal; los juegos de relaciones que se producen entre los diferentes actores de las instituciones principales presentes en el barrio: la escuela, la asociacin, los clubes o el equipo social del barrio. Examinaremos, entre otros aspectos, las relaciones que se producen en el seno del grupo de los jvenes, entre stos y los animadores, as como la relacin con el espacio, la relacin con el tiempo, la relacin con el cuerpo y la relacin con los modelos deportivos.
[ 64 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
El captulo II.3.3 se analizarn los elementos claves para el diseo de accin de deporte-insercin a partir de las experiencias organizadas por los educadores sociales en el barrio y de otras europeas ms desarrolladas. Se estudiarn los factores especficos que condicionan su surgimiento; descripcin de la actividades perfil de los participantes, competencias y formacin de los tcnicos responsables, deporte seleccionado, lugar de realizacin y equipamiento necesario; objetivos individuales y grupales; aspectos organizacionales actores e instituciones implicados, financiacin, nivel de actuacin, planificacin temporal. Finalmente, como apuntbamos en esta introduccin, el tema de investigacin que presentamos no se ha desarrollado con mucha profundidad en Espaa aunque s existe una demanda de conocimientos sobre la cuestin. La situacin en algunos pases de la Unin Europea refleja una mayor preocupacin por esta cuestin y una confianza prometedora en el tratamiento de problemas de insercin mediante la actividad fsica. Confiamos en que algunos resultados concretos de esta investigacin pueda contribuir a documentar y facilitar las intervenciones de los actores sociales y de responsables en el terreno poltico-social.

II.1. Aspectos metodolgicos

En este apartado nos centraremos de manera resumida en los aspectos metodolgicos de la tesis doctoral. Para abordar esta temtica del deporte-insercin nos preguntamos inicialmente sobre el enfoque metodolgico desde el que debamos estudiarla. En las ciencias sociales, conviven los enfoques cuantitativos y cualitativos, ambos pueden ofrecer resultados ptimos y precisos en sus mbitos de actuacin. como sintetiza el socilogo Lus Enrique Alonso (1998: 43) ambos encuentran sus lmites y tambin su complementariedad, al moverse en esferas diferentes de una siempre inabarcable, en su conjunto, realidad social (hechos y discursos), y al operar igualmente y desenvolverse en niveles diferentes de la informacin y de la comunicacin interpersonal. El Diccionario de los mtodos cualitativos (Mucchielli, 2001) seala algunos rasgos diferenciadores entre las dos perspectivas cuantitativa y cualitativa que recogemos de forma esquemtica a continuacin. La investigacin cuantitativa favorece el control cientfico de los instrumentos, la extensin de la muestra y est preocupada por la objetividad y la reproductividad de los hechos estudiados. Frente a esta, la investigacin cualitativa apunta sobre todo a la comprensin y la profundidad (menos casos, ms detalles). En cuanto al contexto, en los enfoques cuantitativos es ms planteado y constante que captado, estudiado, descrito y analizado, como pasa, por el contrario, en los enfoques cualitativos. De esta caracterstica depende el tratamiento de la complejidad de las situaciones, que es sublimada, evacuada o, en casos lmite, negada en el enfoque cuantitativo, mientras que en el cualitativo el investigador se sumerge en dicha complejidad para intentar comprenderla.
[ 65 ]

Ante estos dos grandes polos, el inicio de nuestro estudio vino presidido por la duda respecto a la definicin de la metodologa. En esta eleccin deben tenerse en cuenta tres condiciones (Sparkes, 1987): 1) el tipo de pregunta o problema de la investigacin; 2) el control que el investigador tiene sobre los factores del estudio; y 3) el grado de contemporaneidad de los acontecimientos. Este tercer aspecto era evidente, nosotros no bamos a ocuparnos de estudios histricos sino de cuestiones actuales. Respecto a la primera condicin, en nuestro caso, el tipo de pregunta que nos plantebamos tena su raz en la comprensin de las vivencias respecto al deporte de los jvenes socialmente desfavorecidos. La pregunta sobre el cmo de estas vivencias se proyectaba, en nuestra tesis, hacia el anlisis de las significaciones que dan a la prctica deportiva tanto ellos como los actores sociales que estn en su entorno y, en segundo lugar, con vista a qu cmo actuar, cmo puede el deporte ser un medio til de intervencin?. Para contestar a estos interrogantes, nos dimos cuenta de que necesitbamos procedimientos de investigacin que nos permitieran comprender las relaciones entre los elementos de nuestro objeto de estudio desde los ojos de los propios implicados. Datos como frecuencia de prctica deportiva o nmero de deportes ofertados los podramos obtener directamente de las propias entidades deportivas, pero no queramos reducir una serie compleja de situaciones biogrficas nicas de cada uno de los actores y grupos sociales observados, de decisiones cotidianas, de mundos particulares de vida a datos estadsticos cuyo sentido slo puede ser uno (cicourel 1982). En definitiva, lo que queramos era escuchar y comprender las opiniones y los significados que otorgaban a las prcticas deportivas los propios jvenes y los actores que ponan en marcha las acciones. Queramos sumergirnos en la complejidad de la realidad estudiada para comprenderla y describirla al detalle. con estas intenciones y despus de una revisin de las investigaciones realizadas en este campo entendimos que nuestro estudio precisaba del protagonismo del enfoque cualitativo que permitiera captar al detalle la realidad social que pretendamos estudiar. En la reflexin sobre la segunda condicin que define una metodologa de investigacin el grado de control que como investigadores pueden tener sobre la investigacin nos ayud un acercamiento ms en profundidad a nuestro objeto de estudio que se articula alrededor de cuatro grandes temas: la prctica deportiva, los jvenes en riesgo social, los barrios desfavorecidos y los procesos de insercin. As, realizamos una pequea inmersin en varias de las zonas urbanas ms problemticas de la comunidad Valenciana en concreto en las 613 viviendas de Burjassot, en el barrio de Juan XXIIl, en Alicante y el barrio de la coma en Paterna para sondear dnde se daban con mayores garantas para el buen fin de la investigacin estos cuatro elementos y seleccionar ese entorno para definir el trabajo de campo. No hay que dar por supuesto que la investigacin social se puede realizar en cualquier lugar. En muchas de las zonas desfavorecidas es difcil tener un mnimo control sobre muchos de los aspectos objeto de investigacin. En los barrios desfavorecidos, la exclusin,
[ 66 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
la pobreza, los pequeos actos delictivos y el aislamiento social estn, en mayor o menor medida, presentes. Algunos aspectos se presentan con mucha regularidad: fuerte mezcla de nacionalidades, bajos niveles de renta, movilidad geogrfica elevada, redes asociativas dbiles, familias desestructuradas, absentismo escolar, alto ndice de paro y actividades en economa sumergida. Los chavales crecen en un medio fluctuante donde el valor del presente es determinante y la falta de hbitos es un factor comn. Todo ello dificulta y condiciona una investigacin, en muchos casos, la paraliza. Esta realidad tambin se refleja en las actividades deportivas organizadas con los jvenes. Normalmente, son acciones breves, puntuales y espordicas ligadas al deporte rey el ftbol o a algn espacio deportivo determinado que exista en la zona. Suelen provenir de algn profesional de lo social que encuentra en el deporte una manera de acercarse a los jvenes o de vecinos del barrio que han encontrado una forma de entretener y ocupar a los chavales. Adems, la adhesin por parte de estos a la actividad resulta realmente complicada: una bronca en casa, falta de presupuesto para la actividad, chavales que llegan a entrenar sin haber comido, un entrenador que se asusta y no vuelve, un padre gitano que no deja a sus hijas participar o pequeos oficios subproletarios que les requieren desde edades tempranas como traperos o vendedores ambulantes incluso faltando a la escuela y, por supuesto, a los entrenamientos. Los primeros acercamientos a nuestros contextos de estudio nos mostraron el carcter frgil no slo de las relaciones sociales que se dan en estas zonas de relegacin social situadas en lo ms bajo de la jerarqua urbana sino tambin de las acciones con el deporte. La participacin deportiva irregular, junto con la escasez e inestabilidad de las propias acciones, pronto nos hizo suponer que tendramos dificultades para la aplicacin de enfoques cuantitativos en los contextos urbanos objeto de nuestra investigacin. Si bien es cierto que stos pueden aportar datos sobre la regularidad de los comportamientos y sobre la formacin de pautas estables de conducta basando su validez en la posibilidad de generalizacin, en la frecuencia de repeticin del hecho social, tambin lo es que la utilizacin de mtodos cuantitativos necesitara de participantes regulares y asiduos para controlar sus respuestas, programas deportivos continuos, situaciones repetitivas que se pudieran operativizar, posteriormente generalizar, etc. Sin embargo, en los barrios donde nosotros bamos a centrar nuestra atencin esto no se produca lo que nos empujaba a valorar las opciones cualitativas que no exigan de un control directo y exhaustivo de los comportamientos. Finalmente, el barrio de la coma de Paterna se mostr como el espacio en el cual se daban las mejores condiciones para el desarrollo del estudio. Una vez decidimos los aspectos ms globales de la metodologa pasamos a definir el diseo metodolgico. En concreto, hemos realizado un diseo metodolgico a travs de dos grandes fases que, sucintamente, seran las siguientes: la primera, la primera (A) ha consistido en un intenso trabajo de recopilacin documental y la segunda (B) en la realizacin de un Estudio de caso con entrevistas semiestructuradas a trabajadores del rea de lo social y a los jvenes del barrio seleccionado. A continuacin detallamos ambas fases y su articulacin.
[ 67 ]

A) La recopilacin documental. Esta primera fase ha consistido en la recogida de informacin de carcter bibliogrfico y documental para construir una base slida de referencias que permitiese profundizar en el estudio y significado de las intervenciones a travs del deporte con colectivos desfavorecidos y reunir experiencias en las cuales se hubiera conjugado el deporte y la insercin social. La bsqueda de materiales se ha realizado utilizando diferentes medios: 1.- El primero ha consistido en realizar consultas bibliogrficas en bases de datos generales de ciencias Sociales y en otras ms especializadas en ciencias del Deporte. En concreto, entre las generales se han consultado la bases de datos ISOc, perteneciente al cSIc, la base de Tesis Doctorales TESEO y se han realizado consultas peridicas al catlogo de la Universidad de Valencia, a su base de datos de revistas espaolas y extranjeras y a boletines de sumarios de las bibliotecas de la Universidad complutense de Madrid y Autnoma de Barcelona. Las bases de datos especficas consultadas sobre temas deportivos han sido SPORT DIScUS, en lengua inglesa, HERAcLES, en lengua francesa y ATLANTES, que abarca en este terreno el mbito espaol y latinoamericano. 2.- El segundo medio de recopilacin documental se ha basado en la visita a dos de los centros de documentacin franceses ms destacados en la temtica estudiada. En las primeras aproximaciones al tema, se observ que las experiencias desarrolladas en Francia eran de notable inters, por lo que se plane una visita para recoger informacin. Fue realizada en Octubre de 2000 y cont con la financiacin de la Generalitat Valenciana a travs de uno de sus programas de ayuda a la investigacin. Los centros visitados fueron: Institut National du Sport et de lEducation Physique (INSEP) y lAgence pour le Dveloppement des Relations Interculturelles (ADRI), en ellos pudimos tener acceso a documentacin actualizada y difcil de conseguir por otros medios. Posteriormente, hemos mantenido contacto peridico con los responsables de estos centros y realizado una visita posterior para completar documentacin. Ms all de la rica informacin obtenida, esta fase ha sido de gran inters para percibir la intensa dedicacin al tema deporte-insercin en Francia. 3.-El tercer medio de recogida de informacin se ha desarrollado sobre el terreno realizando entrevistas abiertas a informantes nominales responsables autonmicos y locales del Programas de Actuacin Prioritaria en Barrios y coordinadores de Equipos Sociales de Base de Barrios de Accin Prioritaria de la comunidad Valenciana as como la consulta de estudios y otros materiales documentales producidos por las instituciones encargadas de los programas de intervencin. Debido, nuevamente, a las particularidades del tema y, en concreto, a su limitado desarrollo en Espaa, estas primeras entrevistas realizadas tienen una finalidad de aproximacin y un carcter prospectivo. La rica experiencia de realizacin de estas entrevistas iniciales nos ha permitido seleccionar y disear la convenientemente la siguiente fase de este trabajo el estudio de caso.
[ 68 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
B) La realizacin del Estudio de caso. como apuntamos al inicio de este apartado, lo hemos desarrollado en el barrio de La coma, en Paterna (Valencia). Desde su origen en 1981, La coma ha funcionado como una especie de vertedero social de Valencia, recibiendo a las familias con situaciones ms problemticas que eran exportadas del centro a la periferia. El enorme aislamiento urbano que ha sufrido este barrio gener una dinmica social muy compleja donde se agravaron dificultades existentes como la pobreza de sus habitantes, la densificacin poblacional del barrio, las actividades de economa sumergida, los graves problemas de convivencia, la carencia de servicios, la ausencia de planificacin urbanstica o la ocupacin ilegal de viviendas, todo ello le llev a la tipificacin como barrio de accin preferente en las polticas sociales. Efectivamente, la coma presenta muchos de los sntomas de deterioro y degradacin social que caracterizan a los barrios ms desfavorecidos, pero, a la vez, su historia arrastra muchas luchas por parte de los vecinos y otros agentes sociales que han ido tomando forma en gran cantidad de intervenciones, esperanzas y, como dice una pintada del colegio del barrio, como queriendo que no se olviden, ilusiones, Las ilusiones de La coma. Al deambular entre sus bloques y descampados, el observador atento capta rpido rostros cansados y sufridos, gritos en alguna escalera, deterioro en el mobiliario urbano, algunas actividades ilegales pero, tambin, msica, palmas, cantos, las risas de los nios, las carreras de los jvenes, etc. En este barrio hay mucha vida nos dijo una vecina un da; la historia del barrio lo confirma, esa energa callejera toma vida en las asociaciones existentes y en las actividades que se organizan, superiores a lo comn en otros barrios de esta tipologa. Aunque de manera muy cambiante e irregular, las actividades fsicas, juegos y deportes estn presentes en el barrio y son organizados por una amplia gama de actores sociales del barrio: por alguna asociacin, por el centro infanto-juvenil, por los servicios sociales, por el colegio Mayor o por los servicios deportivos del Ayuntamiento de Paterna. El deporte est presente a pesar del deterioro social del barrio y es impulsado por la energa vital de las asociaciones y voluntarios que conviven en este escenario. Nos encontramos pues en un enclave desfavorecido con un movimiento asociativo destacable y una cantidad importante de actividades organizadas sobre el terreno, entre ellas los juegos y deportes para los nios y jvenes del barrio. As pues, La coma proporcionaba una especie de laboratorio vivo con un alto potencial para realizar el estudio que nos ocupa, donde interrelacionan los rasgos ms profundos de las desigualdades y la presencia del deporte como elemento posible de prevencin e insercin de los jvenes. La tcnica del estudio de caso se utiliza sobre todo cuando el inters se centra en el cmo y el porqu de los fenmenos acontecidos en una situacin; los investigadores tienen poco control sobre los acontecimientos estudiados; y, la atencin est dirigida hacia fenmenos contemporneos en un contexto de vida real (Yin, 1984; Eisenhart, 1989), todos estos rasgos estn presentes en nuestra investigacin. En concreto, buscbamos conocer cmo se manifiesta la prctica deportiva de los jvenes en La Coma y, adems, queramos analizar las razones que hacen posible que en ocasiones el deporte funcione de forma ptima como
[ 69 ]

medio de prevencin e insercin social. La realizacin del estudio de caso nos permita indagar en estos aspectos en el contexto real de vida del barrio de La coma desde los ojos de sus protagonistas. Era una ocasin nica para abordar un anlisis mas completo y complejo de las intervenciones en el barrio: observacin de las prcticas, anlisis y evaluacin de la planificacin; entrevistas en profundidad con los jvenes implicados en estos dispositivos de insercin, de esta manera sera tambin posible valorar las dinmicas, siempre complejas, entre el personal tcnico que disea dichos dispositivos y los colectivos a quienes van dirigidos. Adems, hemos considerado oportuno emplear la tcnica del estudio de caso debido a que su uso asegura una alta flexibilidad y una aceptable comparabilidad con contextos semejantes de estudio, lo que se ajusta bien a las necesidades de nuestra investigacin. Dado el carcter exploratorio de nuestra temtica nos pareci muy justificado porque nos permita usar diferentes tcnicas y obtener informacin exhaustiva y rica desde los diferentes puntos de vista de los actores. En concreto, en el diseo del estudio de caso hemos empleado fundamentalmente tres tcnicas de investigacin tradicionalmente utilizadas en los estudios de caso: la observacin, la recopilacin de documentos producidos o ligados a los actores y a las instituciones del terreno (ayuntamiento, asociaciones, escuela, entre otros) y, en tercer lugar, las entrevistas. La realizacin de las entrevistas ha superado las expectativas iniciales y ha sido de una enorme utilidad. 1.- Respecto a la observacin en el barrio: en primer lugar realizamos una observacin participante perifrica: 1) Paseando por las calles y bloques del barrio, muchas veces con la compaa de los monitores o de los propios jvenes que nos adentraban en sus espacios deportivos; 2) Asistiendo a las prcticas deportivas de los jvenes; 3) Acudiendo a reuniones de las distintas comisiones de un barrio muy activo socialmente como es el de La Coma; y, 4) Viviendo en directo algunas jornadas deportivas que eran tambin acontecimientos sociales sealados en el barrio como La Volta a la Coma o las finales de la liga de ftbol. Fundamentalmente, esta observacin se ha llevado a cabo, en una fase preliminar, con el objetivo de impregnarnos de la vida del barrio, de ayudarnos a comprender una cultura y estilos de vida cifrados para un observador ajeno al barrio y as conseguir un primer acercamiento a los jvenes, vecinos y profesionales de lo social y conocer las dinmicas que toman las diferentes actividades deportivas que se desarrollan en el barrio. Posteriormente, hemos realizado una siguiente fase de observacin participante, de mayor implicacin, que ha consistido en dirigir un grupo de ftbol de los servicios sociales, un da a la semana, durante todo el curso acadmico, lo que ha servido para completar la informacin extrada de las entrevistas semiestructuradas. 2.- Adems de la observacin, en segundo lugar, el uso de otros materiales documentales tiene un lugar importante en la investigacin pues ha permitido completar la visin sobre la evolucin del barrio, situar las actuaciones que a nivel deportivo se han llevado a cabo,
[ 70 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
detectar a los expertos que conocen el terreno que nos interesa y comparar lo que se planifica con lo que realmente se aplica, especialmente en el mbito deportivo. 3.- La tercera fuente de informacin que se ha utilizado es la entrevista en profundidad. La entrevista abierta es un procedimiento til para obtener informacin de carcter pragmtico sobre cmo los sujetos actan y a su vez reconstruyen el sistema de representaciones sociales en sus prcticas individuales (Alonso, 1998). As, podemos decir que la entrevista permite organizar conversacionalmente la informacin sobre las vivencias y las prcticas de sujetos concretos de un grupo determinado, que expresan subjetivamente juicios sobre su situacin actual y futura y su trayectoria vital (Santos, 2004). De esta forma, la entrevista realiza una funcin de organizacin de las opiniones y comportamientos de un sujeto tipo acerca de un determinado fenmeno social, en nuestro caso la prctica deportiva. En este proceso conversacional, tambin se registran las representaciones estereotipadas sobre una determinada realidad social. Las racionalizaciones de los sujetos entrevistados acerca del tema objeto de investigacin dejan ver cmo sus discursos y, a veces, sus prcticas estn contaminadas por estos estereotipos, que pueden captarse en la entrevista y analizar posteriormente su significado. En nuestro caso, por ejemplo, al inicio de las entrevistas se alababan sin dudar, y en repetidas ocasiones, las bondades del deporte. Sin embargo, en una visin global de la entrevista, resulta fcil comprobar como el entrevistado, a pesar de haber ensalzado tanto las potencialidades del deporte, no cree realmente que por si slo pueda solventarle sus problemas y rpidamente, antes de que apagues el magnetfono, te cuentan las dificultades que viven ms ligadas a la desestructuracin familiar, a la inseguridad en la vivienda, a la falta de servicios en el barrio, al paro, al trapicheo, etc. Las entrevistas tambin captan las redes de significacin de las experiencias del sujeto. A partir de esto, el investigador puede articular la experiencia personal, concreta, singular, en los marcos de accin colectivos. Para esto ser de gran ayuda conseguir que el entrevistado no solo describa sino que hable sobre lo que describe. As el investigador podr situar la experiencia personal narrada por el entrevistado en el tiempo y contexto en el que pueden ser comprendidas y deben ser interpretadas (Blanchet y Gotman, 1992). De esta forma, el registro de las redes de significacin de las experiencias del sujeto nos permite articular la experiencia personal en lo colectivo produciendo as una palabra social que va ms all de la reproduccin y descripcin de la realidad (Santos, 2004). En este trabajo, los discursos recogidos se intentarn analizar contextualizados, en particular nos centraremos en la historia y momento actual del barrio de La coma donde hemos realizado el estudio de caso. Queremos con esto trasmitir al lector la vida que rodea a los jvenes estudiados de forma que sea posible comprender sus vivencias y las relaciones con la prctica fsico deportiva. Las entrevistas son la base emprica fundamental de esta investigacin y han proporcionado una informacin valiosa que ha permitido captar las opiniones, actitudes y
[ 71 ]

expectativas de todos los profesionales, voluntarios, vecinos y jvenes del barrio acerca de las potencialidades de la actividad fsica y el deporte en el proceso de insercin social. Se han realizado treinta entrevistas de aproximadamente una hora y media de duracin. El proceso de seleccin. Este se ha realizado a travs de un contacto inicial y siguiendo un procedimiento posterior de bola de nieve que nos ha ayudado a seleccionar y contactar con los informadores clave del barrio. No habra sido fcil llegar a buena parte de los jvenes ms conflictivos del barrio sin un trabajo de contactacin minucioso y paciente. En cuanto a los contenidos tratados en las entrevistas, cabra diferenciar las realizadas, por una parte, a monitores deportivos y trabajadores de lo social con quienes se us un guin que inclua, entre otros, aspectos relacionados con el papel del deporte en las polticas sociales; su participacin en las primeras experiencias de deporte-insercin, las relaciones con los distintos actores sociales y/o con las instancias oficiales y, por otra parte, las realizadas a jvenes, que han estado ms centradas en la prctica fsicodeportiva. En concreto, hemos intentado cubrir cinco dimensiones fundamentales: las relaciones con el cuerpo, con el tiempo, con el espacio, con los otros y con las normas y valores asociados a la prctica deportiva. Estas han sido las fases y las tcnicas de investigacin que conforman el diseo metodolgico seguido, con un gran protagonismo del enfoque cualitativo.

II.2. El deporte-insercin: funciones, investigaciones y experiencias prcticas

El deporte ocupa un lugar destacado en las sociedades modernas como fenmeno social. Desde mediados del siglo XX ha experimentado una evolucin notable acompaada de importantes transformaciones. En nuestras actuales sociedades postindustriales, la popularizacin creciente del deporte y su contribucin al desarrollo econmico en todos los mbitos en que se manifiesta resulta destacable. Su divulgacin lo ha convertido en prctica cotidiana o espectculo predilecto de millones de personas en todo el mundo. En concreto, en Espaa, desde la dcada de los ochenta el deporte ha experimentado una evolucin considerable como muestra la completa informacin que proporcionan las encuestas quinquenales sobre los hbitos deportivos de la poblacin espaola realizadas entre 1980 y 2005 (Garca Ferrando, 1982, 1986, 1991, 1997, 2001 y 2006). Segn estas investigaciones, el inters por el deporte ha ido creciendo desde el comienzo de la dcada de los ochenta. En ese momento, la encuesta recoga cmo un 50% de la poblacin se interesada en el deporte, este porcentaje creci hasta el 65% en la ltima encuesta realizada en 2005. La prctica deportiva tambin ha aumentado: los datos revelan una evolucin desde el 25% de poblacin practicante en los ochenta hasta el 40% en el ltimo estudio.
[ 72 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Sin embargo, estos indicadores de crecimiento no deben frenar las acciones de promocin de la prctica deportiva. Ms bien, al contrario, pese a estos avances todava queda mucho por hacer. Segn la clasificacin europea COMPASS, a principios del ao 2000 la distribucin de la prctica deportiva situaba a Espaa entre los pases europeos con niveles ms bajos (cOMPASS, 2000). En concreto, y de especial inters para nuestra investigacin, las encuestas de hbitos deportivos de la poblacin espaola sealan que los menores niveles de prctica deportiva se sitan entre los segmentos sociales con menor nivel socioeconmico. Los datos de dichas encuestas tambin subrayan una ligera paralizacin de la evolucin de la prctica de los jvenes entre 15 y 24 aos (Garca Ferrando, 2006). Desde la dcada de los ochenta los estudios sobre los hbitos deportivos de la poblacin espaola han confirmado la variable condicin socioeconmica como factor determinante de la prctica deportiva. En ocasiones, incluso ms que la propia variable edad. Manuel Garca Ferrando ya subray en sus primeros informes de hbitos deportivos cmo la relacin existente entre estatus social, el estilo de vida y su influencia en la conducta deportiva eran campos de investigacin de gran inters en la sociologa del deporte. Para el autor se haca necesario indagar sobre la relacin entre estas variables como determinantes en la prctica deportiva (Garca Ferrando, 1982). Hoy se confirma que ms bien hace deporte el que puede, no el que quiere, como muestran las diferencias entre los porcentajes de poblacin interesada en el deporte (65%) y los que realmente lo practican (40%). De hecho la falta de prctica deportiva se concentra en la poblacin de posicin social baja, mientras que la prctica deportiva regular es patrimonio casi exclusivo de los que tienen posicin social media y alta. En el anlisis realizado por Garca Ferrando en 2005, considerando los datos segn edad, sexo, nivel de estudio y condicin socioeconmica, los resultados indican que los grupos con condiciones ms modestas son tambin aquellos que presentan un nivel de prctica deportiva inferior a la media espaola. concretamente, el nivel de prctica de la poblacin con estudios superiores es el 54%, en tanto que slo alcanza el 11% entre la poblacin sin estudios formales. Igualmente, cuando examinamos comparativamente la variable posicin social: aquellos clasificados en una posicin social alta alcanzan un nivel de prctica del 51%, mientras que los estratos ms bajos de la pirmide social solo alcanzan el 27% (Garca Ferrando, 2006). A esta fuerte influencia del nivel socioeconmico sobre la prctica fsica cabe aadir el preocupante estancamiento de la actividad fsica en los jvenes entre 15 y 24 aos, sealado tambin en la ltima encuesta sobre hbitos deportivos en Espaa (Garca Ferrando, 2006). As, la prctica deportiva de estos jvenes se encuentra estabilizada desde la dcada de los noventa en torno al 58%. Aunque este porcentaje es alto en el conjunto de la poblacin, lo preocupante es su estancamiento desde entonces. Adems, este dato negativo se acompaa de un descenso en la frecuencia de prctica de dicho colectivo: en el 2000 un 67% practicaba tres o ms veces a la semana mientras que este porcentaje se ha reducido al 55% en el 2005.
[ 73 ]

Los comentarios anteriores evidencian cules son algunos de los segmentos de poblacin ms rezagados, que quedan excluidos de la popularizacin de las prcticas deportivas y cmo las acciones de promocin del deporte deben afinar su objetivo dirigindose a los jvenes y en concreto a los viven peores condiciones sociales. De esta forma, extendiendo las oportunidades de acceso al deporte de estos colectivos, se puede promover un deporte impulsor de la lucha contra la exclusin y las desigualdades. Ser necesario un desarrollo equilibrado del deporte que estimule la participacin local y el empuje de todos los actores que convergen en el sistema del deporte para proteger y potenciar las funciones sociales del deporte (Garca Ferrando, Lagardera Otero, 2002). Esta investigacin intenta ser una modesta contribucin en esta lnea y, en primer lugar, pretende recoger las aportaciones que desde el mundo acadmico y desde la accin social se han realizado en este campo del deporte dirigido a los colectivos con problemas de integracin social con vistas a mejorar sus condiciones de vida. Explorar sobre las bases tericas y sobre las realizaciones prcticas del deporte-insercin es el objetivo de este captulo. En un primer apartado, se analizan las funciones sociales del deporte y, en concreto, aquellas relacionadas con su capacidad de integracin/insercin de los jvenes en riesgo social (3.3.1); a continuacin, se abre un segundo apartado (3.3.2) donde se exponen las aplicaciones e investigaciones centradas en el uso del deporte como medio de insercin de colectivos desfavorecidos drogodependientes, poblacin reclusa, jvenes con medidas judiciales e inmigracin. En un tercer apartado (3.3.3), se trata monogrficamente el deporte aplicado a los jvenes de barrios desfavorecidos, objeto central de nuestra investigacin. Describir las intervenciones prcticas y los estudios ms destacados nos proporcionar una visin del desarrollo de este campo en nuestro pas. Por ltimo, cerramos este subcaptulo 3.3 con algunas iniciativas europeas destacadas (3.3.4) que pueden estimular usos del deporte creativos en este nuevo mbito del deporte-insercin y que en nuestra investigacin cumplen la funcin de ilustrar y servir de ejemplo del tipo de experiencias estudiadas.

II.2.1. La funcin de integracin social por el deporte

Los tericos sociales que han dedicado sus reflexiones al deporte resaltan su carcter de fenmeno social, que sobrepasa el umbral de la pura dimensin deportiva y se ramifica en el mbito econmico, poltico o social. As, Eric Dunning (1992) se refiere a tres aspectos potenciadores de esta creciente importancia social del deporte: en primer lugar, destaca el deporte como una de las principales fuentes de emocin; en segundo lugar, subraya la fuerza del deporte como medio de identificacin colectiva y, en tercer lugar, subraya el hecho de que ha llegado a constituirse en una de las claves que dan sentido a la vida de muchas personas. El deporte se ha convertido, as, en una de las principales fuentes de placer, identificacin y significado en la vida de muchas personas. De producto burgus accesible nicamente a las clases ms privilegiadas en el XIX, se convirti en fenmeno de masas que se extendi a todas las clases sociales sin distincin
[ 74 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
de edad o sexo hoy. Las actividades deportivas se han diversificado, sus funciones han ido cambiando y los practicantes han ido aumentando a la par que su estructura organizativa se ha hecho compleja. En este proceso, los promotores del deporte lo han presentado como un elemento de bienestar individual y colectivo con el fin de justificar su legitimidad y promover su uso. Lo han asociado a diferentes funciones y valores que incluso llegan a sobrepasar la propia prctica, hasta el punto de convertirlo en ocasiones en un mito. As, el significado otorgado a la actividad fsica ha ido variando en funcin del contexto, los practicantes y los organizadores. Sus funciones fsicas, psquicas, sociales o ideolgicas como por ejemplo el cuidado corporal, los efectos sobre la autoestima, la socializacin o la funcin del deporte como legitimizador del orden establecido han tenido una gran relevancia desde el surgimiento del deporte moderno. Por estar estrechamente relacionado con el objeto de estudio de esta tesis nos centraremos en este captulo en analizar las funciones sociales del deporte, cuestin sta que ha sido estudiada por numerosos investigadores europeos y americanos. Segn Thomas (1993) el deporte rene cinco funciones sociales bsicas que muestran la riqueza de sus manifestaciones sociales: la funcin socio-emocional, la funcin de socializacin, la poltica, la de movilidad social y la funcin de integracin. Desde posiciones funcionalistas, Dufrenne (1972) distingue dos tipos de funciones sociales del deporte. Las funciones manifiestas la necesidad de hacer ejercicio, el desarrollo de cualidades morales, la mejora del potencial militar, la exaltacin del patriotismo o la aproximacin de clases sociales. Y, por otro lado, las funciones latentes la bsqueda de experiencias satisfactorias compensadoras, la canalizacin del espritu de competicin y la adhesin de los trabajadores a las organizaciones. Asimismo, el francs Bouet (1968) diferencia en primer lugar, las funciones propias del deporte, constituidas por la bsqueda de la mejora y el resultado, la funcin higinica y hedonstica, la funcin interindividual y de espectculo y la funcin de ocio y esttica. En segundo lugar, las funciones-rol, es decir, funciones ligadas a los diferentes papeles del deporte al extender las funciones del primer grupo. Se trata de la funcin educativa, teraputica, militar, reeducativa, de preparacin profesional, de servicio social y de investigacin. Y, en tercer lugar, las funciones-aplicacin que estn vinculadas a la nocin de utilizacin y son consecuencia de la dimensin econmica: el deporte profesin, la ganancia, el deporte para la promocin social, comercial e industrial. Los estudios de Pociello (1981, 1995) sobre el deporte influyen en la reciente sociologa del deporte europea. Para este autor, el deporte evoca multitud de formas y engloba al conjunto de actividades fsicas y acta como un bien al servicio de la sociedad, para su mantenimiento, su estabilidad y la formacin de vnculos sociales, simblicos y creadores de identidad. Con el fin de desarrollar estas funciones, el sistema deportivo articula cuatro polos: integrador y reglamentario (federaciones), educativo (profesores y educadores),
[ 75 ]

ldico (prestacin de servicios ldicos) y, comunicacional (medios de comunicacin y prestatarios de espectculos deportivos). Por su parte, Brohm (1992) realiza una crtica en profundidad de las funciones del deporte moderno, basado en la competicin, como una parte ms del engranaje del sistema capitalista. Desde esta perspectiva crtica, se sealan dos grandes grupos de funciones propias de la institucin deportiva: 1) Funcin econmica: el sistema deportivo se integra en el modo de produccin capitalista como un sector especfico dentro de la lgica del beneficio. Los clubes deportivos funcionan como firmas comerciales que compiten entre s en el mercado deportivo. Los capitalistas deportivos se apropian de jugadores o atletas que, de esta forma, se convierten en sus trabajadores asalariados. 2) Funciones socio-polticas: funcin de legitimizacin del orden establecido poco importa que estemos en el Este o en el Oeste, el deporte contribuye a que las masas aclamen en bloque el sistema socio-poltico establecido; funcin integradora a travs de la estabilizacin del sistema existente los campeones son los hroes positivos del sistema [...] el deportista crea la posibilidad de promocin social mediante el deporte; funcin de mantenimiento del orden el deporte, el ms grande espectculo de masas, es una mquina de catarsis, una mquina alqumica que transforma las pulsiones agresivas. El deporte regula y socializa la agresin, proporciona modelos limitados de violencia tolerada, inculca una codificacin de la violencia que implica, como contrapartida, la prohibicin de toda forma de accin directa; funcin diplomtica del deporte en el marco de la coexistencia pacfica, funcin de nacionalismo ligada al prestigio nacional es un medio de reclutamiento y militarizacin de la juventud cuya finalidad es aumentar el potencial militar de la Nacin. Tambin creemos necesario recoger las aportaciones realizadas por Jeu (1987) que diferencia las virtudes del deporte organizado y aquellas de la prctica informal. Estas ltimas son especialmente importantes ya que numerosos estudios indican que en la actualidad muchas de las prcticas deportivas de los jvenes y adultos, se desarrollan fuera de las instalaciones y de las instituciones deportivas tradicionales (Irlinger, Louveau y Metoudi, 1987). Desde este punto de partida, pueden sealarse en primer lugar una serie de funciones vinculadas al espectculo deportivo y a las prcticas formales: funcin de cohesin de grupo, mediante la capacidad de deporte de producir violencia simulada y simblica sobre el adversario, de generar actos simblicos de sacrificio, de desarrollar actos fetichistas y de permitir la participacin sensual y corporal esta proximidad en las gradas y esta comunicacin de cuerpos, de voces, de emociones y de smbolos ldicos compartidos dan forma a un cuerpo social. En segundo lugar, funciones ligadas a las prcticas informales, de calle o auto-organizadas. La norma institucionalizada y formal no existe, la interaccin singular e intersubjetiva entre
[ 76 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
los participantes locales y los otros construye ritos de participacin, de provocacin y de conveniencia induciendo buenas maneras de practicar. Este juego con las normas permite instaurar la creatividad y la personalidad; proporciona la ocasin al grupo de participar y de construir sus experiencias; y, facilita la instauracin de una forma local que permite la emergencia de una sociabilidad de proximidad. Por otra parte, el estudio realizado por Martinek y Hellison (1997) en Estados Unidos sobre programas de prevencin a travs del deporte con jvenes en riesgo recoge una gran variedad de efectos positivos citados por los autores al respecto de la aplicacin deportiva con este colectivo: mejora de la condicin fsica, disminucin del estrs, aumento de la autoestima, desarrollo de habilidades interpersonales, potenciacin de la capacidad de responsabilizacin, aumento de la autonoma e integracin de la actividad deportiva en los hbitos cotidianos. Adems de los autores que han profundizado en esta lnea de investigacin, tambin las instituciones que marcan la actual poltica deportiva en Europa se han apresurado a analizar las funciones sociales que pueden ser otorgadas al deporte dentro de las polticas que llevan a cabo. As, la Unin Europea ha subrayado que, sin ser un remedio definitivo, las importantes potencialidades del deporte pueden ocupar un espacio distintivo y articulado en las polticas pblicas dirigidas a los jvenes. El deporte como actividad social practicada por los ciudadanos se inscribe en el marco de algunas de las polticas comunes. Las ms directamente relacionadas son las de sanidad, educacin, formacin profesional, medio ambiente y juventud (comisin Europea, 1998). En diversos documentos producidos en el marco de la Unin Europea, se analizan las funciones del deporte subrayando su dimensin educativa, ldica, cultural y social, al mismo tiempo que indican el peligro que supone el excesivo desarrollo de la dimensin econmica para la dimensin social del deporte. Esta preocupacin, unida al destacado papel del deporte en la sociedad actual, ha acentuado las actividades de reflexin en diversas comisiones y foros de la Unin. A continuacin, realizamos un seguimiento de las propuestas y momentos ms relevantes por parte de las diferentes instituciones europeas. El Manifiesto Europeo sobre los jvenes y el deporte (comisin Europea, 1995) comenz difundiendo la idea de que el deporte debe promover en especial el desarrollo mental, fsico y social, la comprensin de los valores morales, del espritu deportivo, de la disciplina y de las reglas, el respeto a s mismo y a los otros, el aprendizaje de la tolerancia y de la responsabilidad, la adquisicin de la dignidad y del amor propio, y el desarrollo de un modo de vida sano. Posteriormente, la Resolucin del Parlamento Europeo, de 13 de noviembre de 2007, sobre la funcin del deporte en la educacin subray que para el desarrollo de estas funciones se deber tener en cuenta el deporte en el conjunto de sus acciones, en especial en los mbitos regional, de la educacin, de la formacin, de la salud y de los problemas sociales de la juventud.
[ 77 ]

En 1998, el documento Evolucin y perspectivas de la accin comunitaria en el deporte (comisin Europea, 1998) desarroll los preceptos marcados en las declaraciones anteriores distinguiendo cinco funciones especficas que las polticas europeas deban potenciar: una funcin educativa, una funcin de salud pblica, una funcin cultural, una funcin ldica y una funcin social.

Funcin educativa: se reconoce las virtudes del deporte como medio para el equilibrar la formacin y el desarrollo humano de la persona. Funcin de salud pblica: ofrece la ocasin de mejorar la salud de los ciudadanos y de luchar de manera eficaz contra algunas enfermedades; puede contribuir al mantenimiento de una buena salud y calidad de vida a una edad elevada. Funcin ldica: la actividad fsica como parte importante del entretenimiento individual y colectivo. Funcin cultural: permite al ciudadano arraigarse mejor en un territorio, conocerlo e integrarse mejor, y con respecto al medio ambiente, protegerlo ms. Funcin social: el deporte constituye un instrumento adecuado para promover una sociedad ms inclusiva, para luchar contra la intolerancia y el racismo, la violencia, el abuso del alcohol o el uso de estupefacientes; el deporte puede contribuir a la integracin de las personas excluidas del mercado laboral.

Preocupados por el excesivo desarrollo de la vertiente econmica del deporte, el Informe de Helsinki (comisin Europea, 1999), uno de los textos-marco en el que se asienta la actual poltica deportiva de la comisin, tena como objetivo indicar las vas que haran posible conciliar la dimensin econmica del deporte con su dimensin popular, educativa, social y cultural. Entre sus conclusiones, se indica la importancia de aprovechar mejor el potencial educativo del deporte en los programas comunitarios existentes con el fin de afrontar con xito las intervenciones en la lucha contra la exclusin, las desigualdades, el racismo y la xenofobia. Un ao despus, en el IX Foro Europeo del Deporte celebrado en Lille se ratificaron las funciones de la Comisin, antes citadas, y se recomend potenciar a travs de programas especficos esta utilidad social del deporte. Ms all del uso institucional de las funciones sociales del deporte, hablar ms a fondo sobre ellas resulta una cuestin compleja. Los deportes han sido vinculados a lo largo de la historia a finalidades incluso opuestas entre s, lo que resulta, como poco, sorprendente. As, actividad polimorfa al servicio de intereses diversos, el deporte ha conllevado numerosos efectos positivos, pero tambin multitud de aspectos negativos: regenerar la raza, desarrollar el espritu de conquista, preparar para la guerra, demostrar la supremaca de los Estados, servir como instrumento de propaganda ideolgica y poltica, industria econmica y financiera, regulador de la violencia, fomentar la paz, mejorar la salud, educar, socializar, reforzar la cohesin social y, tambin, ayudar a la integracin de minoras y jvenes en dificultad. El deporte como actividad social reflejara las diferentes tensiones que atraviesan nuestras sociedades siendo a su vez producto de las mismas.
[ 78 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Entre todos los significados atribuidos al deporte destacamos por ser objeto de este trabajo aquellas funciones sociales relacionadas con la capacidad de integracin/insercin de los jvenes en dificultad. Pero antes de pasar a analizar el recurso del deporte con objetivos de integracin/insercin conviene reflexionar brevemente sobre estos conceptos. La nocin de integracin social se encuentra en los trabajos del socilogo Emile Durkheim, que se preocupa por el modo en que las sociedades modernas producen y mantienen el orden social. Bsicamente, en la obra de Durkheim, la integracin social se refiere a los medios y modos de organizacin y regulacin de la sociedad; partiendo de una concepcin que define la sociedad como un sistema de orden, que incluye un complejo de normas reguladoras. As la integracin social es una consecuencia de la incorporacin de normas y orden social, y en su reverso, se puede ver a una sociedad con carencia de normas en peligro de desintegracin social, una sociedad anmica. Segn Durkheim, la cohesin de las sociedades depende de dos elementos: el moral (que asegura la integracin) y el normativo o reglamentario (que asegura la organizacin). La integracin supone la adquisicin de valores o tradiciones que dotan de sentido las conductas del individuo. Esta aproximacin al tema de la integracin social cal hondo en la sociologa americana de la segunda mitad del siglo pasado, preocupada por los requisitos funcionales que permiten el orden y el equilibrio social. Las corrientes sociolgicas funcionalistas se centraron en la cuestin de la forma y la funcin de la accin de los sujetos en el orden social, o dicho de otro modo, en los modos de articulacin normativa de los sujetos en la sociedad en la cual se integran. En las corrientes predominantes del enfoque funcionalista, cuando existe un proceso de ruptura o debilitamiento de los vnculos sociales nos enfrentamos al peligro de la desintegracin social, o lo que es lo mismo, a la exclusin social de los sujetos. En la actualidad, la influencia de esta corriente de pensamiento aplicada a la accin social es muy remarcable. La discusin sobre los procesos de exclusin ha dado lugar a una gama muy variada de conceptos con los que sta se nombra y estudia. Hoy los trminos de integracin, cohesin, inclusin, insercin o sus opuestos desintegracin, exclusin social, son sinnimos utilizados en las polticas sociales para aludir a las desventajas sociales de los sujetos y a los modos en que stas se producen. No podemos detenernos mucho en las diferencias entre todas estas nociones11 Baste decir que hoy el trmino integracin social sigue teniendo mucha vigencia, ha ampliado su campo
11

A pesar de que todas ellas funcionan como sinnimos en el lenguaje general y tambin muy usualmente en la jerga de los trabajadores sociales, hay, sin embargo, una discusin que deja ver matices en el uso de una u otra de las nociones que estamos mencionando. Algunos opinan que el muy genrico trmino de exclusin social, ha venido a sustituir, de manera eufemstica, a los ms duros trminos de desigualdad social o pobreza (Boltanski y chiapello, 2002). De esta forma, las imgenes y las connotaciones que estos dos ltimos trminos evocan son suavizadas por las ms neutras que sugiere el trmino exclusin. Incluso, la difusin muy generalizada de este trmino y su uso por parte de grupos crticos ha hecho que se produzcan nuevos giros eufemsticos y hoy se comience a hablar de inclusin social, que sugiere un enfoque ms positivo y todo un aparato tcnico experto en la inclusin.

[ 79 ]

de accin a diferentes dimensiones educacin, cultura, trabajo, poltica, etc., es pues un concepto pluridimensional y se concibe como algo dinmico: un proceso por el cual transitan individuos o colectivos que pueden reducir su desventaja social, mejorar su participacin en la sociedad y, con ello, su grado de integracin. Aunque entre todos estos trminos est generalizado su uso como sinnimos, podramos decir que hay algunas leves diferencias entre los dos ms divulgados: el de integracin social y el de insercin social. El primero esta semnticamente ms vinculado con la dimensin educativa y con la incorporacin de colectivos procedentes de la inmigracin. Mientras que el trmino insercin es usado ms frecuentemente para referirse a problemas relacionados con el mbito laboral: insercin profesional. Si rastresemos los textos de los especialistas de la accin social, observaramos cmo este trmino cobr mucho auge a mitad de la dcada de 1980 para describir los problemas de incorporacin al mercado de trabajo y, posteriormente, ha ido ganando amplitud, expandindose a todo el espacio de problemas sociales e imponindose como uno de los trminos de referencia en el anlisis y tratamiento de los colectivos desfavorecidos. Hoy, la insercin social es una de las formas predominantes en el lxico de la accin social. No es tarea de esta investigacin clarificar estas ambigedades terminolgicas, pero, de cara a nuestro objeto de estudio, s nos parece relevante tener en cuenta esta apreciacin sobre las leves diferencias entre integracin muchas veces usada exclusivamente con colectivos inmigrantes e insercin social utilizada para pblicos ms amplios. Estas ambigedades en el terreno de la intervencin social se trasladan tambin al campo del deporte y omos indistintamente hablar de deporte e insercin o bien deporte para la integracin o para la cohesin, o mejora del vnculo social, o deporte para la ciudadana, etc. cuando aplicamos al deporte los argumentos sociolgicos sealados en prrafos anteriores, comprobamos que ha sido usado frecuentemente para alcanzar esta finalidad de la integracin social. Histricamente, el origen del deporte en la Inglaterra de finales del XIX estuvo vinculado a mecanismos y estrategias de ingeniera y control social, como respuesta a los miedos e inquietudes que la pobreza y el hacinamiento urbano de las clases populares provocaban entre las clases ms acomodadas en la Inglaterra de la segunda mitad del XIX (Barbero, 1990). Desde principios del XX, la generalizacin de la gimnasia sirvi para la socializacin patritica y la preparacin de los jvenes para la guerra. Ms adelante, tras el conflicto blico de 1945, incluso los estados socialistas promovieron proyectos en los que el deporte sirvi como cimiento ideolgico de una juventud compacta que renovase el pas. A partir de 1980, y como consecuencia de crisis econmica de 1973, comienzan a producirse graves efectos sobre la periferia de las grandes ciudades. Estos espacios, ya de por s masificados y degradados en su concepcin urbanstica, presentan problemas de formacin de guetos y estigmatizacin de los jvenes residentes con problemas de insercin en los sistemas escolar y laboral. En ese momento inicial a comienzos de la dcada de 1980, se producen problemas de orden pblico con estos jvenes en muchos barrios de las grandes
[ 80 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
ciudades europeas. La respuesta por parte de los gobiernos de algunos pases fue introducir la actividad fsica y el deporte en sus polticas de insercin dirigidas a estos jvenes que comenzaron entonces a cargar con el atributo de socialmente desfavorecidos. En este contexto, el deporte es utilizado como medio de aculturizacin, de asimilacin de reglas, jerarqua y normas, integracin, etc. Aunque inicialmente estas ideas eran muy consonantes con la ideologa deportiva, sin embargo, una observacin ms en profundidad invitara a la prudencia pues su aplicacin en la prctica resulta de mayor complejidad que la aparente en un primer acercamiento. La integracin en qu sociedad?, cmo se determinan los valores designados como adecuados para el grupo social?, la sociedad sera entendida como un gran grupo social con valores homogneos, que sera necesario asumir para participar de ese fenmeno de la integracin?, quin es el responsable de la anomia? acaso los jvenes no tienen normas?, acaso la sociedad es homognea en sus normas? Para algunos autores, esta aplicacin instrumental del deporte para la integracin responde a verdaderas construcciones ideolgicas ligadas a los contextos socio-histricos y polticos. Un mero paliativo para mitigar los efectos de las polticas neoliberales y pacificar los barrios peligrosos. El deporte queda desvirtuado y se le atribuye la funcin de panacea milagrosa para los males sociales de los barrios desfavorecidos (Gasparini, 2005). Esta utilizacin del deporte en el campo de la intervencin social ha sido apoyada, legitimada o cuestionada desde las ciencias sociales por distintas corrientes cientficas. Podemos distinguir dos paradigmas divergentes que han tratado los procesos de socializacin y, como veremos, su proyeccin en el deporte: el primero concibe la socializacin como una interiorizacin de las normas sociales por parte social de los individuos; el segundo es ms abierto y menos unidireccional y propone enfocar la socializacin como producto de las interacciones sociales. En los prrafos siguientes mostraremos a grandes rasgos las aportaciones realizadas desde estas dos visiones: la perspectiva funcionalista y la perspectiva interaccionista. como veremos, ambas estn muy presentes en la documentacin consultada sobre deporte-insercin. En el contexto del recurso al deporte con finalidades sociales, los enfoques funcionalistas han aprovechado la simplicidad y la aparente evidencia de la idea de las funciones sociales del deporte. Los autores de esta corriente se han obsesionado por encontrar justificaciones a la contribucin del deporte como elemento de satisfaccin de las necesidades funcionales de la sociedad. As, algunos de los escritos del deporte-insercin se sustentan en cuerpos tericos basados en ciertas variantes del funcionalismo aplicadas tcitamente, sin medir todas las consecuencias y sin apenas reflexin concreta, a los problemas de la insercin. Desde este enfoque, podemos decir a grandes rasgos que la sociedad se entiende como un hecho en s, preexistente a los individuos, donde cada elemento tiene una funcin determinada para el mantenimiento del orden social. En este modelo, el deporte se analiza como un elemento de este sistema dotado de valores y funciones previas incluso a la propia prctica deportiva. El deporte como elemento cultural del sistema social imperante resulta
[ 81 ]

ser un medio para la socializacin e integracin social de la juventud a travs de su prctica. La idea del deporte como portador de los ms ilustres valores humanos se presenta como fundamento prcticamente incuestionable. Y, sobre este presupuesto, la funcin del deporte reside en su capacidad para integrar en l a personas que se socializan a travs de su prctica12. Sin embargo, las crisis econmicas y sociales pueden desequilibrar esa unidad funcional y armnica donde todos los elementos tienen su funcin. En estos casos, los vnculos sociales globales se disuelven en los subgrupos que la pobreza genera, para ser reemplazados por vnculos comunitarios propios de estos reagrupamientos que ponen en peligro los principios del sistema. Desde estas visiones, los contextos desfavorecidos seran analizados como carencias personales o grupales y las acciones dirigidas a ellos tendran como funcin arreglar esta disfuncin reestableciendo los vnculos sociales, comnmente aceptados, para poder reintegrar a ese subgrupo al todo equilibrado y perfecto mediante intervenciones sociales diversas, entre las que estara el deporte. Para los enfoques funcionalistas, el deporte en los contextos desfavorecidos sera portador de las funciones de socializacin y restauracin del vnculo social o, en otras palabras, la sustitucin o compatibilizacin de las prcticas del barrio con las prcticas institucionalizadas presupuestamente de mayor riqueza social. En palabras de Fodimbi (2000), la intervencin social en esta perspectiva consistira en hacer pasar a los jvenes desde los juegos y deportes realizados en la calle y considerados subsocializantes a los deportes que presentaran todas las garantas para la socializacin. Las acciones de los educadores sociales se centraran en integrar a los jvenes en estructuras tipo clubes o asociaciones para darles la experiencia del mundo deportivo organizado. En esta postura, se inscriben los trabajos de callede (1992) y Parisot (1992) quienes han estudiado el problema de la insercin social por el deporte desarrollando una concepcin de los procesos de socializacin como procesos de interiorizacin de las normas socioculturales, normas transmitidas por las instancias socializadoras primarias (familia) o secundarias (los grupos de pares, la escuela, la televisin, etc.). A modo de ejemplo, para aumentar
12

La socializacin sera entendida como el proceso de transmisin de las normas, valores y prcticas necesario para producirse la integracin social. De forma esquemtica la socializacin se desarrollara cuando el individuo se apropia de normas de comportamiento a travs del contacto con instituciones de socializacin como la familia, pero tambin con la escuela y diversas estructuras sociales como las asociaciones y los clubes deportivos. Estos procesos se fundamentaran sobre la existencia de una conciencia colectiva preexistente transmitida por los cuadros sociales integradores y por la educacin mediante la presencia y la accin de los adultos, la existencia de estructuras, la organizacin material y temporal (Fodimbi, M. 2000). Estos elementos tambin se detectan en los deportes institucionalizados donde los jvenes son llevados por los adultos al seno de estructuras formales, clubes o asociaciones, la prctica se desarrolla en espacios estandarizados segn horarios precisos y en funcin de un calendario, necesitan el conocimiento y el respeto a las reglas y ponen en marcha relaciones interindividuales fundadas sobre la cooperacin y la oposicin. Rituales propios de los clubes o asociaciones como la presentacin de un nuevo compaero al resto, las asambleas generales de club, la vestimenta comn o el apadrinamiento del joven principiante por deportistas ms consolidados en el grupo son acciones que contribuyen a la asimilacin de las normas, creencias y valores del club. Adems, el entrenador juega un importante papel como modelo en la transmisin de valores a los deportistas ms jvenes. El grupo deportivo se convierte as en una prolongacin de la socializacin familiar.

[ 82 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
las inscripciones en los clubes de zonas desfavorecidas habra que modificar los hbitos deportivos de la familia (instancia de socializacin). As, los barrios desfavorecidos son analizados en trminos de anomia, desorganizacin social, e incluso, peligrosidad. Las prcticas que all tienen lugar se analizan mediante la comparacin con otras en funcin de una norma, en general definida en relacin a las clases medias. Se produce una desvalorizacin de las prcticas propias del subgrupo en pro de las concepciones normativas. Por ejemplo, los juegos y deportes realizados por los jvenes en la calle el basket a 3 seran prcticas de segundo nivel en comparacin a los deportes normativos e institucionalizados el baloncesto, en un club. Sin embargo, estos planteamientos generan multitud de interrogantes como por ejemplo cules son los mecanismos por los cuales el deporte adquiere estos valores? la prctica deportiva sera homognea para todos los participantes o las vivencias de la prctica son nicas y personales? por qu las prcticas institucionalizadas son ms complejas y de mayor riqueza que las prcticas informales (pero creativas y autnomas) realizadas en los bajos de los bloques? El segundo de los modelos explicativos sobre la integracin y la socializacin por el deporte lo constituye la perspectiva interaccionista. Segn Garnier (1993), en este enfoque son los actores sociales en situacin de interaccin los que constituyen la realidad social a la que ellos pertenecen. El vnculo social supone un trabajo activo de los individuos, un constante trabajo de ajuste mutuo, de operaciones incesantes de interpretacin de la situacin donde ellos interaccionan. El vnculo social no es preexistente a estas situaciones, sino que se construye a travs de las mismas. As, en esta corriente cobra importancia la relacin entre los propios jvenes, que interactan para adaptarse a las situaciones a travs de sus propios recursos. Esta perspectiva centra su inters en el estudio de las formas en que los significados emergen de la interaccin social. Las propiedades sociales no son adquiridas de forma permanente y automtica. La mayora de las investigaciones se han centrado en analizar los significados que los individuos otorgan a aspectos de la vida cotidiana como el cuerpo, sentimientos, biografas o el deporte en sus entornos inmediatos. Kurt Weis ha sido uno de los pioneros de esta corriente en el estudio sobre la significacin del deporte. En nuestro caso, resulta necesario subrayar su contribucin pues algunos de sus trabajos se han centrado en la marginalidad social y en el papel del deporte con los grupos desfavorecidos. De acuerdo con Weis, el deporte tiene distinta significacin segn diferentes grupos de personas, en especial si stas responden a diferentes patrones culturales (Weis, 2001). Desde estas concepciones subjetivistas no existe ruptura fundamental entre jvenes y adultos, el proceso es continuo la socializacin no es jams total, no termina (Berger, Luckmann, 1986), supone un trabajo continuo de ajuste mutuo y de interpretacin de la situacin donde jvenes y adultos se encuentran. El vnculo social no es preexistente a estas situaciones (Garnier, 1993).
[ 83 ]

contrariamente a las posturas tradicionales sobre las sociabilidades juveniles, diversos autores defienden que los jvenes practicantes de actividades deportivas auto-organizadas desarrollan formas de sociabilidad originales y complejas que no se pueden apreciar desde las posiciones objetivistas (Callede, 1992; Parisot, 1992). En este sentido, dichas prcticas no seran inferiores a las desarrolladas en el deporte normativo realizado en clubes o asociaciones (chantelat, Fodimbi, camy, 1996). El anlisis de estas prcticas las descubre como experiencias de gran riqueza en cuanto a sus formas de sociabilidad. Los jvenes no se reagrupan segn lgicas de afinidad o tnicas, las relaciones al seno de los grupos no son densas y estrechas ni constituyen un refugio socio-afectivo. Al contrario, los jvenes crean grupos para la prctica temporal que compartirn en multitud de espacios deportivos que van desde el club hasta los portales de los bloques de viviendas. Los encuentros deportivos se desarrollan a partir de conversaciones entre los jvenes que negocian para formar los equipos o ponerse de acuerdo acerca de las normas del partido que tendr lugar en ese instante. En este sentido, los jvenes desarrollan formas de sociabilidad basadas en el anonimato, la incertidumbre y el valor del presente (chantelat, Fodimbi, camy, 1996). Estas prcticas son especialmente importantes ya que numerosos estudios indican que en la actualidad muchas de las prcticas deportivas de jvenes y adultos se desarrollan fuera de las instalaciones y de las instituciones deportivas tradicionales (Irlinger, Louveau y Metoudi, 1987). A pesar de la gran extensin del enfoque funcionalista aplicado al deporte como medio de integracin social y de las crticas que pueden hacerse ante la instrumentalizacin del deporte, ello no supone negar la validez de las aplicaciones del deporte para mejorar las condiciones de integracin de los jvenes. Sin embargo, consideramos que el enfoque funcionalista debera ser complementado con otras perspectivas interaccionistas, articulando la perspectiva macro-social, atenta a las estructuras sociales objetivas, y la perspectiva micro-social, interesada en el sentido que los actores otorgan a sus acciones y la manera en que ellos analizan su mundo. Se tratar, por un lado, de analizar las determinaciones sociales y, por otro, la autonoma de los actores sociales. La comprensin del funcionamiento de una sociedad y de los comportamientos de sus actores no se hace de forma unilateral sino dinmica mediante la observacin de las interacciones entre las resistencias y los mrgenes de libertad, las determinaciones sociales y la parte autnoma del actor (Galland 1991). En la complementariedad de las perspectivas, ms que en sus diferencias, centraremos nuestro anlisis, donde el deporte se interpreta como un factor del proceso de interaccin entre sujetos y grupos cuya prctica hace emerger el placer y la interaccin por encima de otros objetivos complementarios y funcionales. As, de esta forma indirecta y no impuesta, a travs del propio placer concreto, material y relacional de la prctica, conseguiremos objetivos en la integracin social de los jvenes.
[ 84 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
II.2.2. El deporte-insercin con colectivos socialmente desfavorecidos
En este apartado vamos a aproximarnos al desarrollo en Espaa del deporte como medio de insercin de colectivos socialmente desfavorecidos. Aunque el deporte ha sido usado ms tradicionalmente con colectivos con minusvalas psquicas, sensoriales o con otras necesidades especiales, no lo ha sido tanto como elemento favorecedor de la integracin de otras poblaciones socialmente desfavorecidas como las que se van a estudiar en este captulo drogodependientes, poblacin reclusa, jvenes con medidas judiciales e inmigrantes. Si bien existen lneas de investigacin y aplicaciones abundantes en el campo del deporte y las minusvalas, en el terreno de los colectivos solo con problemas de insercin social se ha observado una menor atencin tanto desde el mbito institucional como del acadmico. Es por ello que en este captulo intentaremos avanzar en el estudio de estos grupos con problemas de insercin social. A pesar del desinters relativo hacia ellos, durante la ltima dcada, ha comenzado a cobrar forma la idea del uso del deporte como propiciador de la integracin social y han comenzado a ver la luz intervenciones y programas de actuacin para mejorar la condicin fsica de drogodependientes, para rehabilitar a reclusos, prevenir la violencia, las actividades delictivas de los jvenes, o potenciar la multiculturalidad tras la llegada de diferentes colectivos de inmigrantes con escasos recursos a las zonas urbanas ms deprimidas. Aunque nuestro objeto concreto de investigacin es el deporte aplicado a un colectivo especfico como es el de los jvenes vulnerables residentes en zonas urbanas deprimidas, hemos considerado de mucho inters detenernos en trazar un panorama de los otros colectivos mencionados en el prrafo anterior. cada uno de los colectivos ilustra mbitos diferentes de la marginacin, pero, en la mayora de los casos, tienen en comn el hecho de que su situacin se inscribe en trayectorias de riesgo social, destinadas a acabar mal. Recorridos vitales ligados en un primer momento, al fracaso escolar, al callejeo y a las pequeas prcticas predelictivas. El contacto con las drogas, el paro y las primeras medidas judiciales suele caracterizar un segundo momento, en el cual los jvenes transitan por centros de reeducacin y aulas-taller. Y, en muchos casos, se sucede una ltima fase, donde los problemas se agravan y los jvenes concluyen en centros de desintoxicacin o, en el peor de los casos, tras los muros de la prisin. Todas estas situaciones de marginalidad se agravan si se aaden desigualdades de gnero y/o culturales como en el caso de las mujeres de las zonas ms deprimidas o de los inmigrantes con pocos recursos que habitan en los barrios desfavorecidos. Aunque, como hemos dicho, nuestro objeto de investigacin concreto son los jvenes en zonas urbanas deprimidas, esta lgica de las trayectorias, en la que se interconectan los problemas sociales y los destinos de diferentes colectivos desfavorecidos, invita a hacer un breve repaso de las investigaciones que se han dedicado en Espaa a dichos colectivos. Por otra parte, consideramos de gran inters aproximarnos a esta cuestin para nuestro objeto de estudio concreto debido a las similitudes en el tipo de problemas y los medios deportivos
[ 85 ]

utilizados para afrontarlos. Por ello, el objetivo en este captulo ser indicar y describir los campos que han abierto lneas de trabajo centradas en colectivos marginales y que por su proximidad a la realidad de los jvenes vulnerables resulta pertinente y relevante tratar. Aunque el esfuerzo documental ha sido considerable y ha buscado la exhaustividad a la hora de documentar experiencias e investigaciones sobre el tema, la dispersin en las fuentes de informacin y la relativa escasez de iniciativas en los temas investigados puede llevar a que no aparezcan comentadas algunas intervenciones y estudios. Si no la exhaustividad, buscamos en los siguientes apartados, al menos una representatividad de los casos aqu estudiados, de manera que puedan dar una imagen vlida del tipo de intervenciones deporte-insercin en Espaa. Abordaremos primeramente el campo de las toxicomanas y, posteriormente, el de la poblacin reclusa, los jvenes con medidas judiciales y, finalmente, los inmigrantes con ms dificultades sociales. II.2.2.1. Deporte y drogas De todos estos grupos afectados por problemas de insercin, el de los toxicmanos es el que ofrece una mayor atencin acadmica e intervenciones ms consolidados tanto en el mbito de la rehabilitacin como en el de la prevencin. Es en este segundo campo donde se encuentran experiencias pioneras que han explorado las potencialidades integradoras del deporte. Recogemos como primer ejemplo de estos usos preventivos para evitar recadas en la droga la experiencia deportiva desarrollada en Huelva por la Asociacin Proyecto Hombre (1994). La actividad fsica forma parte de un modelo de intervencin integral que incide simultneanmente sobre diferentes reas tales como la formacin profesional, la formacin compensatoria, la orientacin socio-laboral, el desarrollo cultural, el desarrollo fsico, el ocio y el tiempo libre. En el nivel individual, las actividades fsicas persiguen el aumento del nivel de calidad de vida y un desarrollo fsico equilibrado. As, la prctica deportiva contribuye a la mejora motriz a la vez que genera un conocimiento de los hbitos higinicos de los jvenes y desarrollar otros si fuera necesario. En el nivel de los efectos grupales, puede destacarse la mejora de la socializacin mediante actividades fsicas que ponen al joven en contacto con otros iguales en entorno favorables como el medio natural. Otro ejemplo del uso del deporte en el campo de la drogadiccin puede ser una experiencia desarrollada tempranamente en Alava en 1993 y dirigida a jvenes desfavorecidos para prevenir el consumo de drogas (Romn, 1996). El carcter novedoso de la experiencia reside en el hecho de utilizar como estrategia de acercamiento a jvenes y menores en riesgo a un equipo de jugadores profesionales de Baloncesto, en concreto al Basconia de baloncesto y a su mascota Aker. El inters por motivar a estos jvenes a practicar una actividad deportiva con la que llenar su tiempo libre es la principal razn por la que tiene origen dicha intervencin socioeducativa. con propsitos de rehabilitacin social, los programas deportivos aplicados en centros teraputicos han recibido mucha atencin por parte de los profesionales y estudiosos
[ 86 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
(Guiales Ruiz, 1991; Dopico y Prez, 1992; Cantn y Mayor, 1993). A modo ilustrativo, valgan los ejemplos del uso del remo como medio de reinsercin de jvenes andaluces drogodependientes (castillo, 1996). De esta experiencia podemos destacar el compromiso desde las distintas administraciones para facilitar el proceso de incorporacin social de estos jvenes, ya que una vez finalizado el programa muchos de los usuarios pudieron continuar con la prctica y la participacin deportiva en los clubes de la zona. Igualmente, en Mlaga, destacamos la accin organizada por el centro de Drogodependencias ARIT con los objetivos siguientes: desarrollar las cualidades fsicas bsicas; mejorar determinados aspectos psicolgicos derivados de la elevacin de los niveles B-endorfinas; entrenar y conocer diferentes alternativas de ocupacin del tiempo libre; mejorar la autoestima; y, conocer tcnicas de relajacin para el control adecuado del estrs (Romn, 1996). En esta misma lnea, destacamos tambin una experiencia llevada a cabo en Barcelona denominada Sport-Drog puesta en marcha en las comunidades teraputicas con fines rehabilitadores (Pimentel, et al. 2000). El deporte como herramienta para la rehabilitacin de drogodependientes se dirige a la mejora de las cualidades fsicas bsicas para la mejora de la autoestima y el control del estrs mediante el aprendizaje de tcnicas de relajacin. Estas intervenciones que surgen desde las comunidades teraputicas utilizando como recurso rehabilitador el deporte presentan como objetivos principales aquellos relacionados con la salud y la ocupacin del tiempo libre. El deporte utilizado en el mbito de los problemas relacionados con las drogas es el que ha tenido un desarrollo ms temprano en Espaa sobre todo en investigaciones provenientes del campo de la psicologa. Entre los estudios iniciales en este campo destacamos los realizados por Garca, Fernndez y Solar (1986), quienes llevaron a cabo un ambicioso programa de actividades fsicas en una comunidad teraputica de jvenes drogadictos o los trabajos de Bonafonte (1991) quien efectu su tesis sobre las actitudes de los jvenes frente al alcohol, drogas o tabaco y su relacin con el ejercicio fsico en el mbito educativo. Los estudios de Guiales Ruiz (1991) tambin han influido en el desarrollo de este campo tempranamente. As, uno de sus estudios: Evaluacin de la Actividad deportiva en los programas de rehabilitacin de alcoholismo y drogodependencias fue impulsado por el consejo Superior de Deportes. En l pretenda analizar y evaluar durante un mes las actividades deportivas llevadas a cabo en centros de rehabilitacin de alcoholismo y drogodependientes de Madrid. Aunque la cobertura temporal del estudio es de muy breve duracin, es importante destacar la profundizacin en los aspectos tericos y documentales que acompaan a este trabajo. Asimismo, las investigaciones de cantn y Mayor (1993) son fundamentales para profundizar en el papel del deporte en los tratamientos relacionados con la drogadiccin. En sus trabajos, indagan sobre los tipos de prctica deportiva utilizada y su impacto psicolgico y biomdico sobre los drogodependientes. A travs de alumnado en prcticas se impartieron treinta y seis sesiones de dos horas de duracin cada una durante tres meses, que sirvieron de base para los resultados empricos de su estudio. Entre las actividades propuestas como exitosas destacan los deportes de equipo y el trabajo de la resistencia aerbica.
[ 87 ]

El trabajo realizado por Valverde (1994) tambin resulta clave en esta temtica. Se analiza y justifica el papel de la actividad fsica en los programas de rehabilitacin como una potente herramienta para generar y reforzar estilos de vida saludables en toxicmanos. Se basa en la aplicacin prctica de un programa de actividad fsica centrado en mtodos de desarrollo de la condicin fsica, deportes colectivos como el ftbol, baloncesto, voleibol o individuales como la natacin o el badminton. El proyecto quiere posibilitar el restablecimiento de las cualidades fsicas bsicas y psicomotrices, mejorar las relaciones interpersonales con juegos de cooperacin y delegacin de responsabilidades y favorecer la mejora de la propia imagen con el aumento del nivel de estima y confianza personal. Como conclusin, se destaca el carcter positivo que el desarrollo de estos programas en comunidades teraputicas provoca sobre los pacientes. Resultan de gran inters las orientaciones prcticas sobre cmo organizar programas de actividades fsicas dirigidos a estas poblaciones para crear formas positivas de ocupar su tiempo libre. Igualmente, merecen atencin especial los estudios sobre la condicin fsica de drogodependientes realizados por Pimentel (2000). En 1998 y en colaboracin con el Instituto Nacional de Educacin Fsica de La corua, este autor puso en marcha una investigacin para estudiar diferentes capacidades fsicas a travs de instrumentos de evaluacin vlidos y fiables en un grupo de 140 sujetos drogodependientes entre 26 y 30 aos ingresados en las comunidades teraputicas de Galicia. Los datos revelan que los niveles de condicin fsica de estos sujetos pese a ser bajos no son tan deficitarios como se piensa sino que se sitan en la media normal, lo cual posibilitara la participacin en actividades fsicas. En este sentido, se propone que en estas comunidades se tienda hacia programas orientados hacia la reinsercin social y disminuir progresivamente el inters exclusivo por la mejora de la preparacin fsica. Este mismo autor, en su tesis Anlisis de los programas de actividad fsica y su efecto en la condicin fsica saludable de los sujetos drogodependientes ingresados en las comunidades teraputicas de Galicia (Pimentel, 2004) profundiza sobre esta temtica. Estudia los programas deportivos impartidos en los centros de rehabilitacin de toxicmanos con relacin a la condicin fsica adquirida por los sujetos de los programas. El autor concluye subrayando la ausencia de profesionales de la educacin fsica y la precariedad de los programas impartidos, que convierten a la actividad fsica aplicada en estos contextos en un instrumento de utilidad reducida, incapaz de proporcionar hbitos de prctica fsica saludable. En un artculo ms reciente (Pimentel, 2004), se analizan los programas deportivos impartidos en diferentes niveles asistenciales y aquellos descritos en distintas investigaciones para reflexionar sobre los objetivos, metodologa y diseo de las intervenciones deportivas en el tratamiento con toxicmanos. De forma crtica, seala que la definicin de objetivos se basa muy frecuentemente en una ptica parcelaria en lugar de multidisciplinar con el resto del equipo de profesionales de los centros de toxicomana. Igualmente, la seleccin de los contenidos deportivos est condicionada muy frecuentemente por los limitados
[ 88 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
conocimientos tcnicos de las personas que los imparten, aunque para los autores el tipo de actividad no sera determinante en s misma. Resulta interesante la secuencia de objetivos y contenidos deportivos en funcin de la fase del tratamiento del toxicmano, expuesta en este estudio. Los autores abogan por estrategias metodolgicas seleccionadas en funcin del momento teraputico y programas de tres sesiones semanales. como conclusin, se pone el acento en las carencias de planificacin de las experiencias realizadas en este campo. II.2.2.2. Deporte y crcel Desgraciadamente, los jvenes ms desfavorecidos corren el peligro real de pasar un periodo de su vida en la crcel, que se convierte en el desenlace de una trayectoria de degradadacin social que se inicia en los barrios desfavorecidos. como seala el socilogo Loc Wacquant (1999) hoy ms que nunca, los clientes naturales de las crceles europeas son los sectores ms precarios de la clase obrera. En efecto, en toda Europa, los extranjeros, los inmigrantes no occidentales calificados de segunda generacin y las personas de color, que constituyen las categoras ms vulnerables tanto en el mercado laboral como frente al sector asistencial del Estado, debido a su reclutamiento de clase ms bajo y a las mltiples discriminaciones que se les infligen, estn masivamente sobrerrepresentados dentro de la poblacin carcelaria. Efectivamente, en las zonas ms deprimidas se habitan desde edades muy tempranas a los pequeos actos delictivos, la violencia o las drogas, argavado por la gran cantidad de horas que pasan en la calle. conforme crecen, sus acciones fuera de la ley tambin se agravan a la vez que la justicia se aplica con mayor rigor, primando el carcter sancionador frente a la posible intencin preventiva que pudiera haber tenido en edades menores. En este apartado, ilustraremos de forma breve los estudios y experiencias centradas en el uso del deporte como medio de reinsercin aplicado a la poblacin carcelaria. Veremos cmo a pesar del reconocimiento normativo que recibe la aplicacin del deporte en este mbito, la realidad dista bastante de lo deseado en cuanto a los recursos materiales y humanos necesarios para una puesta en marcha eficaz que aproveche los beneficios potenciales del deporte. En este campo, las investigaciones se han orientado sobre todo a indagar sobre el aspecto normalizador de las actividades fsicas y los beneficios de las mismas. Entre los trabajos ms relevantes, hay que destacar los de Andrs Chamarro (1992; 1993; 1997; 1998), que suponen referencias obligadas en la investigacin sobre el deporte en las crceles. En 1992, este autor comenz analizando el deporte como medio teraputico para estos colectivos estudiados; posteriormente, ha remarcado adems el enfoque recreativo y de reinsercin de la actividad fsica (1993) y, en 1997, present su tesis doctoral sobre los fenmenos de adhesin y abandono de la prctica deportiva de la poblacin reclusa basada en una encuesta a los reclusos. En este trabajo, chamarro presenta el deporte como un medio positivo en la reinsercin de la poblacin carcelaria por sus efectos potenciales de modificacin de conductas, como medio para la disminucin de consumo de drogas, y como ocupacin del tiempo libre y educacin de los presos.
[ 89 ]

Sin embargo, chamarro subraya que una gran cantidad de los que acceden a las actividades deportivas en los centros no se convierten en usuarios habituales debido al importante abandono de la participacin que se registra, lo que evidencia un problema serio en la forma de abordar la insercin de los internos en los programas deportivos. Para paliar esta pauta, elabora un modelo de adhesin a la prctica deportiva que sirva de gua en futuros programas deportivos de centros penitenciarios. El autor estudia las motivaciones, intereses y necesidades que mueven a esta poblacin a iniciarse, mantenerse o abandonar la prctica de ejercicio fsico. El modelo se sustenta sobre la teora de la conducta planeada (Azjen, 1991), muy adecuada para los casos donde los sujetos dependen de tener al alcance los recursos y oportunidades necesarios (tanto reales como percibidos) para poder ejecutar la conducta. Este modelo integrador usado por chamarro predice la iniciacin y el mantenimiento en el ejercicio conforme a la actitud, la norma subjetiva y el control conductual percibido. Adems, el autor incluye en su modelo la influencia del hbito previo, la diversin, la fuerza de voluntad, la autoeficacia y la percepcin de barreras para la prctica deportiva como otras de las variables predictivas de la iniciacin. Tambin centrada en las pautas para la intervencin en el contexto de la prisin, recogemos el trabajo de Arribas (2001) donde se explora el papel de la actividad fsica tras unas prcticas de observacin e intervencin en la crcel. El autor subraya el papel del deporte como medio para mejorar las condiciones de vida en la prisin y realiza varias recomendaciones entre las que estn las siguientes: 1) Establecer programas con una periodicidad determinada; 2) Orientar la actividad fsica como una forma de dotar a los participantes de experiencias corporales positivas y una manera de relacionarse mejor con los dems y, para finalizar, se acenta la importancia de contar con personal cualificado. En este mbito de la investigacin sobre deporte y prisin sobresalen tambin los trabajos de Joaquina castillo (2003, 2006, 2007) quien analiza el valor del deporte como terapia en la reeducacin y reinsercin social de la poblacin de mujeres en el centro Penitenciario de Huelva. Con este fin se organizan una especie de cursos-talleres de deporte con la implicacin de los responsables de la crcel de Huelva impartidos por veintids alumnos de la Escuela de Educacin Fsica de la Universidad de Huelva. La autora concluye que el deporte mejora el aspecto fsico de las presas y su estado psicolgico, adems de contribuir a la formacin integral de las mismas. La crcel de Huelva es una de las ms modernas de nuestro pas y cuenta con bastantes instalaciones deportivas. El deporte preferido por la mayora es el ftbol, que practican sobre todo en su modalidad de ftbol sala por disponer con ms facilidad de este tipo de instalaciones en el mdulo. De hecho, durante todo el ao se lleva a cabo una liga de ftbol sala intermodular donde compiten los diferentes mdulos de la prisin, con lo que se consigue una sensacin de interrelacin entre las reclusas. Adems, el equipo campen competir con los de otras crceles andaluzas e incluso nacionales (el centro de Huelva suele obtener unos resultados muy brillantes, de lo que estn muy orgullosos los directivos de este centro penitenciario).
[ 90 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Las mujeres de la crcel tienen un muy bajo nivel de actividad deportiva, tan solo un 10% aproximadamente efectan algn tipo de actividad fsica y tampoco de una forma regular. Respecto a las actividades ms practicadas cabe destacar el balonvolea y el bdminton junto con el aerbic; ste ltimo pudieron practicarlo una temporada gracias a la colaboracin de una de las reclusas que actu como monitora del resto, por tener conocimientos en esta materia, pero pese a la aceptacin que tuvo entre las mujeres, la prctica de este deporte termin al finalizar el cumplimiento de su pena la reclusa monitora, no pudiendo ser sustituida en este puesto por otra reclusa o por una monitora exterior al carecerse de recursos econmicos. Pese a disfrutar de fabulosas instalaciones deportivas, los medios humanos existentes para impartir las sesiones de Educacin Fsica son muy escasos. Este problema de personal limita la eficacia de los programas y repercute de forma negativa en los efectos potenciales de la actividad deportiva. En este contexto, la investigacin de castillo conllev la puesta en marcha de unos cursos impartidos por el alumnado de magisterio dirigidos a todos los reclusos, hacindose cargo siempre por parejas y acompaados de un funcionario de la prisin de un grupo de internos (en torno a veinte) al que iban a introducir en una determinada actividad deportiva durante un mes y medio, dos das a la semana. Se ofertaron un total de diez deportes distintos (natacin, fitness, ftbol, ftbol-sala, atletismo, baloncesto, voleibol, balonmano, bdminton, y squash) a los que pudieron apuntarse 130 internos en rgimen de segundo y tercer grado. Las solicitudes de los internos superaron con creces el nmero de plazas (hubo casi 700 solicitudes), con lo se tuvieron que aplicar varios criterios buen comportamiento, actitud e inters hacia el deporte para seleccionar a los participantes. De los 130 internos que frecuentaron los cursos de deporte, casi el 84% practicaba anteriormente alguna actividad fsica, siendo los deportes ms practicados el ftbol (casi el 24%), el ftbol-sala (el 21,4%) y el fitness (12,8%). Con el fin de valorar los efectos del programa puesto en marcha, una vez finalizado ste se realizaron encuestas a 117 de los 130 que haban hecho el curso de deporte (95 hombres y 22 mujeres). Las motivaciones ms elegidas para apuntarse al programa deportivo fueron, por este orden: por ser bueno para la salud y por mejorar la forma fsica (ambas con ms del 90%), seguidas por el hecho de ser divertido y por servir para pasar el tiempo. En los ltimos puestos aparecen por hacer nuevos amigos, porque pens que me ayudara a no consumir drogas y para combatir la soledad, por este orden. Respecto a los efectos del programa, para casi el 60% de los reclusos hacer deporte les ha ayudado mucho a pertenecer y colaborar con un grupo y para exigirse ms a uno mismo y para ser feliz. Tambin hay que destacar, por su importancia, que para casi el 75% de los internos el hacer deporte le ha servido mucho/bastante para aprender a aceptar y cumplir reglas y a controlar emociones, resultados nada desdeables si tenemos en cuenta el perfil psicosocial del interno uno de cuyos problemas es el consumo de drogas. A este respecto el 68% de los reclusos afirman que el programa deportivo le ha ayudado mucho/ bastante a no consumir droga.
[ 91 ]

Adems de los estudios mencionados de chamarro y castillo, en este campo del deporte en las prisiones destacan los estudios de Merche Ros (1987; 2004; 2006). Esta autora explica que para las personas presas, la participacin en actividades fsicas se relaciona con la evasin, la buena forma fsica, la ocupacin del tiempo libre y la regulacin de la agresividad, entre otros beneficios. Adems, est de acuerdo en otorgar posibles efectos educativos sobre presos y presas. En sus ltimos estudios, Ros se centra en los efectos socializantes del deporte en un centro penitenciario cataln diferenciando poblacin autctona e inmigrante. El desarrollo metodolgico de esta investigacin ha consistido en la realizacin de dos grupos de discusin, uno con internos autctonos y otro con internos inmigrantes, donde se les ha preguntado fundamentalmente por los motivos de prctica y los efectos producidos tanto individual como colectivamente. Los internos viven el deporte como una forma de escapar de las preocupaciones y olvidarse de los problemas. Tambin les ayuda a pasar el tiempo, que tan largo se hace en prisin, ocupando de forma amena las horas libres. Por ltimo, los presos destacan del deporte su contribucin al mantenimiento de una especie de equilibrio psicofsico al ayudarles a conciliar el sueo o mejorar su imagen. En una esfera ms grupal, subrayan la potencialidad de la actividad fsica para facilitar las relaciones y la comunicacin con los compaeros. Estos beneficios de la actividad fsica han sido citados en los dos grupos de discusin. En ambos se coincide en que mediante las sesiones de educacin fsica todos se sienten iguales, como si la emocin del juego les hiciera olvidarse por unos instantes de quin es quin. Juegan juntos y establecen nuevas relaciones que no dependen del origen tnico sino ms bien de la vala fsica y tcnica de los jugadores. Sin embargo, tambin indican que estas nuevas relaciones no se transfieren a otros mbitos de la prisin, como los fros mdulos, donde parece como si las emociones se congelaran para dar paso a una frialdad ms calculada donde cada uno ocupa su lugar. As, la autora corrobora la dbil capacidad del deporte en cuanto a la transferencia de la socializacin que genera (Ros, 1987; 2004; 2006). Por ltimo, hay que mencionar el estudio ms reciente de Daniel Martos (2005) que ha basado su tesis doctoral en una etnografa en una crcel valenciana para conocer los significados all otorgados a la actividad fsica. La metodologa exclusivamente cualitativa, se ha centrado en entrevistas realizadas a presos, monitores, funcionarios y direccin de prisin, adems de observacin y recogida de documentacin. El autor seala cinco significados acerca de las representaciones de la actividad fsica en la crcel. La actividad fsica significa deporte (en el sentido propio del trmino y en oposicin a educacin o actividad fsica), pero tambin masculinidad, compensacin, control y reinsercin. A continuacin sealamos las principales conclusiones de esta investigacin. Efectivamente, las sesiones de actividad fsica en la prisin estn muy vinculadas a contenidos puramente deportivos. Las artes marciales son una pieza clave en el polideportivo y las ligas de ftbol en sus diversas modalidades llenan las horas en el patio de la crcel.
[ 92 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Por qu otros contenidos de la educacin fsica tienen menos peso o son inexistentes en los programas de la crcel? La respuesta radica en que el monitor no recibe prcticamente ningn tipo de indicacin de sus superiores al respecto, as que al final es l mismo quien decide todo lo que se impartir. Esto podra ser incluso positivo si pensamos en el responsable deportivo como una persona con la cualificacin adecuada, pero por lo general esto no suele ser la norma. Ms bien al contrario, la escasez de profesionales, la deficiente asignacin presupuestaria y una nefasta organizacin deportiva son problemas claves subrayados a la hora de valorar la eficacia de la educacin fsica en la crcel. En el caso estudiado, las vivencias del monitor como practicante de artes marciales y conocedor del ftbol propician un programa deportivo centrado en esas actividades. Adems, la necesidad de justificar su trabajo ante la direccin de la prisin, le har utilizar la competicin como forma de presentar resultados. En resumen, segn el autor, las razones que explican un programa con este carcter deportivo homogeneizador se encuentran muy vinculadas a la falta de preparacin y conocimientos de los monitores, a la extrapolacin de lo que se ha vivido como deportista y a la necesidad de legitimar su trabajo con resultados. Por otra parte, se seala la masculinidad como otro de los significados otorgados por los presos a la actividad fsica en la prisin. En concreto, este valor se refleja en los tipos de deportes ms practicados en prisin el culturismo y las artes marciales cuyo xito, segn Martos, se explica por la coincidencia entre los valores que representan dichas actividades ligadas al desarrollo de la fuerza fsica y la agresividad, con aquellos aspectos valorizados en el interior de la prisin (no tanto en las normativas oficiales, sino ms bien en los cdigos latentes de los propios presos, para quines el aspecto fsico guarda una relacin muy estrecha con la posicin que se ocupa en el interior de la crcel y las relaciones de poder que se generan). En resumen, para los presos, la actividad fsica representa un medio para mostrarse como el ms fuerte y poder tener una vida ms tranquila en la crcel o, al menos, ms posibilidades de no tener problemas. Tambin se destacan los beneficios potenciales de la actividad fsico-deportiva en el cuidado de la salud, la liberacin de tensiones y la ocupacin del tiempo libre. La actividad deportiva actuara como medio de compensacin de los efectos negativos tanto en el nivel somtico como en el psicosocial que conlleva el encierro en prisin. Los distintos grupos de la prisin concuerdan en el significado de compensacin otorgado a la prctica deportiva all realizada. El control es otro de los significados otorgados a la actividad fsica en prisin ya que supone un medio ms de la institucin para salvaguardar el orden y la seguridad. Para la institucin, mantener el orden sera el objetivo por delante incluso que la misma rehabilitacin. De ah que la realizacin de la actividad fsica no genere ninguna preocupacin para la institucin mientras contribuya a la finalidad del sistema manteniendo a los presos ocupados, controlados, en actividades deportivas inofensivas. Porque esto s les importa: que estn ocupados. Tambin les interesa contar con elementos del agrado de los presos para
[ 93 ]

poder utilizarlos como moneda de cambio con la finalidad de salvaguardar el orden. As, en muchas ocasiones, la realizacin de actividad fsica se supedita a comportamientos positivos o negativos en otras reas. Por ltimo, sobre el significado de reinsercin, est presente siempre que se piensa en el deporte de la crcel, Martos cuestiona esta funcin de reinsercin de la actividad fsica pues, ms all de algunas opiniones entusiastas encontradas en concreto entre los colectivos de presos deportistas y entre la direccin de la prisin, no se aprecia una conviccin uniforme alrededor de este significado. Ms bien al contrario, todos los entrevistados se vean en la obligacin moral de matizar sus comentarios, situando el deporte como un elemento ms del sistema penitenciario y por tanto sometido as a sus fines, los cuales, lejos de reinsertar, han quedado limitados a retener a aquellos expulsados del sistema, controlarlos y, en los mejores casos, garantizar una existencia lo ms digna posible durante la reclusin. II.2.2.3. Deporte e inmigracin En los ltimos aos, nuestro pas ha vivido la abundante llegada de poblacin de origen extranjero que se ha asentado fundamentalmente en las grandes ciudades. Ante este fenmeno social, el deporte empieza a pensarse como un vehculo para la integracin de grupos procedentes de sociedades y culturas distintas aprovechando su potencial como lenguaje comn basado en valores universales (Kennett, 2006). En este apartado, nos centraremos en las experiencias e investigaciones que han pensado sobre el uso del deporte como elemento potenciador de la integracin de la poblacin de origen inmigrante. como veremos en las pginas siguientes, las experiencias del deporte como medio de integracin social de estos grupos se localizan, por un lado, en iniciativas llevadas a cabo por profesionales de lo social, y, en ocasiones, tambin por personas del mundo del deporte, que trabajan en barrios con un alto ndice de poblacin inmigrante. Estas experiencias buscan acercarse a los jvenes inmigrantes ms difciles y vencer sus resistencias iniciales. Adquieren frecuentemente la forma de modestos programas de actividades deportivas complementarios al resto de actividades socioculturales y recreativas implantadas en los barrios de este tipo y, aunque sea escaso, suelen contar con el apoyo de la administracin local. Por otra parte, tambin mostraremos experiencias organizadas por las propias asociaciones de colectivos inmigrantes que encuentran en el deporte un medio de cohesin social y de evasin de las dificultades cotidianas. En la mayora de las ocasiones, se trata de pequeas competiciones de carcter informal de deportes de sus pases de origen o torneos de ftbol, que se revela como deporte universal. Por ltimo, el deporte como medio de integracin social de colectivos inmigrantes ha sido utilizado tambin en eventos deportivos de mayor envergadura organizados y subvencionados generalmente mediante la colaboracin de asociaciones de inmigrantes, administracin local y empresas. En resumen, el deporte como medio de integracin de colectivos inmigrantes
[ 94 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
es predominantemente utilizado en estos tres mbitos: los profesionales de lo social en el mbito local, las propias asociaciones de estos colectivos y, finalmente, las empresas y administracin pblica mediante la organizacin de grandes eventos. Ilustraremos el primero de los casos con los ejemplos de dos iniciativas llevadas a cabo en Barcelona, una realizada con jvenes (Maza, 2002) y otra con mujeres (Albuixech y Batista, 2002; Santos, et al, 2005), y una experiencia de particular inters realizada en Vitoria (Zulaika, Prieto, 2006). A continuacin, expondremos cada una de ellas intentando mostrar los rasgos ms destacados. El deporte en el barrio del Raval de Barcelona ha sido un eje de intervencin importante de los servicios sociales para la observacin y la accin con los jvenes. Durante las dos ltimas dcadas, a la marginalidad urbana del Raval y a las penurias tradicionales de su poblacin autctona ha habido que aadirle una elevada poblacin inmigrante, que ha generado inquietud en las autoridades y en el vecindario y ha creado la necesidad de buscar soluciones alternativas. La experiencia con el deporte fue iniciada por los educadores sociales ante la imposibilidad de enfrentarse de otra forma al rechazo y desconfianza de los jvenes inmigrantes. En concreto, el ftbol constituye una accin realzada en su propio medio con la que se logra gran inters, colaboracin y voluntad de acercamiento por su parte. Junto con esto, su carcter de deporte universal y su facilidad organizativa le dota de valor aadido porque es conocido por jvenes de distintas culturas y accesible para profesionales del rea social no expertos en prctica deportiva. Tras el acercamiento a los jvenes, la siguiente accin consisti en la organizacin de entrenamientos y competiciones regulares con la incorporacin de nuevos jvenes que iban siendo presentados e introducidos por alguno de sus propios compaeros. Esta iniciativa en el Raval lleg a ser apadrinada por deportistas de elite, lo que inicialmente permiti la entrada de nuevas ayudas econmicas y una mayor presencia de los medios de comunicacin en el barrio. Sin embargo, como indica Gaspar Maza (2002), a medio plazo, la utilizacin de este tipo de iniciativas deriv en parte hacia la promocin comercial y/o personal de algunos deportistas conocidos, dejando de lado los objetivos de insercin, la dignidad y, en ocasiones, incluso el respeto hacia los propios jvenes participantes. En esta iniciativa, esto produjo reacciones de desconfianza, rechazo y riesgo de ruptura de las relaciones de respeto entre las partes. Este mismo autor, que particip en la iniciativa y elabor simultneamente un trabajo de carcter etnogrfico, analiza esta experiencia centrndose en el papel del deporte en los mecanismos de reproduccin social. El autor destaca aspectos positivos encontrados en las acciones con el deporte como puede ser la bsqueda de soluciones a casos individuales problemticos; los intercambios lingsticos y el aprendizaje ligados a la enorme mezcla lingstica presente en el barrio y a los mecanismos de bricolaje creados por los jvenes para usar palabras o expresiones en idiomas diferentes al propio para poder relacionarse con los otros o, tambin, la adquisicin de expresiones locales por parte de los extranjeros.
[ 95 ]

Se observan, adems, este tipo de arreglos lingsticos en la manipulacin de los nombres, transformndolos en locales, o haciendo propios elementos del imaginario de otras culturas. Sin embargo, tambin se subrayan efectos negativos producto de los procesos de reproduccin de la marginalidad, como son el reflejo de valores discriminatorios y racistas o la aceptacin resignada de un futuro similar al de sus mayores sin posibilidad de mejora (casamientos muy jvenes, abandono de estudios, trabajos manuales o en venta ambulante y, en el peor de los casos, drogas y delitos). Maza ha seguido la evolucin de los jvenes para evidenciar que el peso de la reproduccin social en muy pocas ocasiones era superado por los efectos positivos que poda tener el deporte. con todo, concluye resaltando tambin su funcin en la mejora de las condiciones de vida diarias de los jvenes al facilitar las relaciones y mejorar la convivencia. Otro ejemplo de esta utilizacin del deporte como medio de integracin social de colectivos inmigrantes lo constituye la iniciativa llevada a cabo desde hace cinco aos por el Grup dEstudi Dona i Esport (GEDE), un grupo de estudio del Instituto Nacional de Educacin Fsica de catalua (INEFc) que desarrolla en algunos puntos de Barcelona una experiencia piloto donde la prctica fsico-deportiva se utiliza como medio para la integracin social y mejora de la calidad de vida de las mujeres inmigrantes magrebes. El proyecto consta de tres fases: la primera tiene como objeto la transmisin de nuevos usos corporales as como el conocimiento del propio cuerpo como medio de expresin y relacin. La segunda fase persigue la integracin de estos grupos de mujeres magrebes con mujeres autctonas. La tercera, la ms ambiciosa, pretende preparar a mujeres magrebes para ser ayudantes de las monitoras y en un futuro poder realizar con mayor autonoma la actividad fsica. En 2003, la labor del GEDE les fue recompensada con el Premio Mara Aurelia capmany que supone un reconocimiento por el trabajo en defensa de los derechos de las mujeres (Santos, et al, 2005). Los aspectos positivos de esta experiencia son muchos. Adems de acercar el deporte a estas mujeres invisibilizadas social y fsicamente, esta iniciativa propicia la cohesin grupal y aporta un componente ldico muy valorado por ellas. La actividad fsica supone un momento del da donde encontrarse con otras mujeres que hablan su lengua y comparten su cultura. Estos momentos aminoran la sensacin de soledad que les acompaa desde que salieron de su tierra. En este contexto, las actividades grupales, los juegos de cooperacin, las actividades de expresin han conseguido evadir a las mujeres de sus problemas. La prctica fsica sirve de espacio de encuentro donde olvidarse de las preocupaciones del exterior y disfrutar del momento. Otras ventajas de esta experiencia estn relacionadas con los cambios en el cuerpo y en los valores asociados a ste. La actividad fsica supone una forma intencionada de tratar el cuerpo y, en consecuencia, los valores referidos a ste como, por ejemplo, los umbrales del pudor, la forma de hablar de las sensaciones corporales, las actitudes frente al contacto fsico o las capacidades motoras. Las primeras clases que se realizaron, cerradas al exterior, estaban
[ 96 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
totalmente marcadas por una falta de experiencias motrices: las mujeres no asociaban las palabras a sensaciones o movimientos determinados, de manera que las profesoras tenan que guiarles el segmento corporal para que comprendieran el ejercicio. conforme avanzaba la experiencia se poda observar a las mujeres practicando deporte en espacios abiertos como el parque o la playa con unos recursos de motricidad ms que notables. Otro logro de la experiencia se refiere a la autonoma conseguida por las mujeres gracias a la continuidad y la maduracin de la iniciativa: las mujeres han adquirido la actividad fsica como un hbito ms en su vida y se preocupan por practicarla. Finalmente, hemos seleccionado una experiencia realizada en Vitoria (Zulaika, Prieto 2006) donde algunos alumnos de la Facultad de ciencias de la Actividad Fsica y el Deporte colaboran con las asociaciones sin nimo de lucro que realizan sus actividades culturales y recreativas con nios procedentes de la inmigracin en el casco antiguo de esta ciudad subvencionados por fondos municipales. Destacaremos algunas pautas seguidas en la experiencia que han contribuido a sus buenos resultados. El perfil de los monitores ha contribuido en gran medida a la difusin de las actividades y a la captacin de los participantes. Las formas de promocin de este programa de deporte-insercin han sido el boca a boca, las visitas directas a los colegios y las citas con las familias de los jvenes ms desfavorecidos. Los monitores en su mayora son jvenes voluntarios del barrio con gusto por la prctica fsica. Estos rasgos, ligados a la juventud, el voluntariado y la pertenencia al barrio, han sido claves para acercarse a las familias ms desfavorecidas y a los jvenes, que los conocen y los respetan. Frente a estos aspectos positivos, las iniciativas desarrolladas con estos perfiles tan marcados por el voluntariado requeriran ms supervisin tcnica y coordinacin por parte de profesionales del mbito social y deportivo. En cuanto a los contenidos, hay que sealar que se han centrando en torneos de ftbol sala; en pelota vasca, debido al hecho de que los organizadores entendan que, como deporte autctono, poda acercar a la poblacin inmigrante a la cultura de la ciudad donde habitan; y, por ltimo, los malabares tambin se han incluido en el programa deportivo porque resultan atractivos para los colectivos magrebes y ms accesibles para las chicas. En general, la asistencia a estas actividades result inicialmente reducida e irregular, pero con el tiempo ha ido aumentando y estabilizndose. Respecto a las orientaciones metodolgicas, la alta discontinuidad en la asistencia a las actividades y el estado de nimo general de los jvenes en el barrio ha requerido, a nivel metodolgico, una alta flexibilidad y capacidad de adaptacin por parte de los monitores. En esta experiencia, para trabajar sobre los problemas de disciplina, se han utilizado programas de economa de fichas y acumulacin de puntos, en funcin de los cuales se otorgaban tiempos de juego en los partidos y se distribuan pequeos regalos entre los jvenes, todo ello cuidando de no identificar o asemejar esta lgica disciplinaria con la del entorno escolar, que provoca entre los jvenes actitudes de rechazo. Los responsables de esta iniciativa subrayan como medios eficaces para el seguimiento y evaluacin de la misma los enumerados a
[ 97 ]

continuacin: las reuniones semanales con monitores, la opinin de los participantes, el registro de nmero de participantes por sesin, el nmero de equipos inscritos en las ligas y la implicacin de los padres (Zulaika, Prieto, 2006). La segunda forma de manifestacin del deporte como medio de integracin de colectivos inmigrantes la constituyen las experiencias desarrolladas por sus propias asociaciones. A modo de ejemplo, describimos a continuacin una llevada a cabo en Valencia (Santos, et al. 2005) y una segunda desarrollada en Barcelona (Kennett, 2006). La ciudad de Valencia ha vivido en los ltimos aos la llegada de un nutrido grupo de inmigrantes latinoamericanos hasta convertirse en una de las regiones con un porcentaje mayor de poblacin de origen inmigrante. El trabajo diario con estos colectivos exige una dedicacin intensa para afrontar las dificultades de integracin, la soledad o la incertidumbre sobre su situacin legal. Las asociaciones van potenciando la bsqueda de espacios de relacin en los que poder recrear prcticas culturales propias y compartir preocupaciones. Todos los fines de semana, el cauce del Turia, en concreto el rea deportiva situada frente a las Torres de Serranos, se convierte en un punto de reunin de cientos de latinoamericanos para ver y practicar ftbol, participando de un ambiente de convivencia semejante al de sus pases de origen y que ha hecho de esta zona un lugar de encuentro cultural y de actividad deportiva. El deporte se ha convertido recientemente en un catalizador de la sociabilidad y en un lugar de encuentro. Actualmente, todos los equipos juegan los fines de semana, de forma ms o menos organizada, partidos amistosos, campeonatos relmpago organizados por los propios equipos o en la liga coordinada por Rumiahui, la asociacin de inmigrantes ecuatorianos. En esta experiencia, la pasin por el ftbol se ha extendido y ha calado entre las mujeres, que lo han interpretado como un medio creativo de participacin. La actividad deportiva de las mujeres ecuatorianas ha sido fundamentalmente la prctica del ftbol-7, modalidad que se juega a lo ancho del campo y con equipos de 7 jugadoras. Ms de 14 equipos juegan todos los fines de semana. Los sbados se dedican al entrenamiento y los domingos se celebran los partidos. En el terreno de juego se renen mujeres de diferentes edades, con diferentes niveles de juego y con nacionalidades diferentes ecuatorianas, colombianas, bolivianas. Aunque en el campo de ftbol predomina esta diversidad, todas comparten una misma idea: el ftbol es una ocasin de estar juntas, de estrechar lazos entre mujeres que viven realidades similares: duras jornadas de trabajo; desarraigo de sus lugares de origen o la generalizada desagrupacin familiar, separadas por miles de kilmetros de sus hijos o maridos. Tambin acta como refuerzo de la identidad personal y grupal incluso las que se encuentran en una etapa de iniciacin y de menor habilidad con el baln, comparten por igual los recursos simblicos que el ftbol en grupo concede, como la mejora de la integracin familiar pues las familias acuden completas al campo y, por ltimo, la prctica deportiva constituye para ellas un elemento de diversin y ocio para olvidarse de las preocupaciones diarias (Santos, et al. 2005).
[ 98 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Adems de Valencia, en otras ciudades de gran concentracin de poblacin inmigrante como Barcelona o Madrid comienza a resultar sencillo encontrar experiencias de este tipo llevadas a cabo por las propias asociaciones de colectivos inmigrantes utilizando el deporte como medio para la integracin. Por ejemplo, en Barcelona se juega el Torneo Ramadn de ftbol sala organizado por la Asociacin Sociocultural Ibn Batuta coincidiendo con el periodo del Ramadn, o se organizan torneos y cursos de crquet como los de la Asociacin Pak-catal. como indicbamos al inicio de este apartado, se puede distinguir una tercera forma de organizacin de actividades en torno al deporte y la inmigracin. Se trata de la celebracin de eventos deportivos de cierta envergadura en los que colaboran empresas, administracin y asociaciones sociales o propias de inmigrantes. Por lo general la actividad suele tomar la forma de competiciones de ftbol. Los Mundialitos de Madrid o Valencia son una muestra de esta lnea de intervencin mediante el deporte con colectivos extranjeros. El Mundialito de la Inmigracin y la Solidaridad (Ayuntamiento de Madrid, 2007) se cre en Madrid en el ao 2002 con la vocacin de promover la integracin en Espaa de colectivos de inmigrantes y potenciar la convivencia. Alrededor de 24 pases han participado cada ao en las sucesivas ediciones del Mundialito, un torneo de ftbol 11 snior en el que juegan inmigrantes residentes en la comunidad de Madrid y en el que cada equipo representa a su embajada, que es la que realiza la inscripcin en la competicin. El objetivo de esta iniciativa es impulsar el deporte como elemento de integracin de los inmigrantes en la sociedad madrilea y, al mismo tiempo, servir de plataforma para luchar contra el racismo. El Mundialito es organizado por la Federacin de Ftbol de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Fundacin Real Madrid y la comunidad Autnoma de Madrid, quin en alguna de las ltimas ocasiones lo ha financiado incluso con 60.000. Con el objetivo de fomentar la integracin, el equipo ganador recibe becas de formacin profesional e informtica para fomentar su integracin en el mercado laboral y una tarjeta de compra que ofrece un patrocinador. Los miembros del equipo que finalice en segundo puesto recibirn cursos de formacin. Se reparten casi 90 becas para cursos de monitores deportivos entre todos los equipos participantes. Para potenciar la asistencia de pblico a los partidos, los aficionados que sigan la competicin podrn conseguir regalos que se sortean en la final. Otro evento de rasgos similares se celebra desde el 2003 en Valencia (JovesSolides, 2003). El colegio Mayor La coma y la Asociacin JOVESOLIDES, entidad sin nimo de lucro con sede en el Barrio La coma de Paterna, organizan cada ao el Torneo Intercultural de Ftbol: El Mundialito con la financiacin de diversas entidades como la obra social de la caja de Ahorros del Mediterrneo (cAM) y la Fundacin Bancaja, adems de la colaboracin de alguna institucin pblica en la cesin de las pistas polideportivas donde se desarrolla el evento. Este torneo dura varios meses y pretende facilitar a travs del ftbol 7 y ftbol 11 el encuentro intercultural entre espaoles e inmigrantes de diferentes pases. Adems, los
[ 99 ]

organizadores pretenden otros objetivos generales como: fomentar la unin entre las entidades de carcter cooperativo y solidario, as como proyectar una imagen positiva de stas; colaborar en los esfuerzos para lograr una integracin social y afectiva entre las distintas nacionalidades y culturas presentes en la Comunidad Valenciana; romper barreras culturales por medio del deporte y favorecer el dilogo. cada equipo se compone en un 75%, como mnimo, por jugadores de un mismo pas y el resto por jugadores de otras nacionalidades. La participacin, por ejemplo, en la segunda edicin fue de 14 equipos, con alrededor de 180 participantes de 21 nacionalidades diferentes y una asistencia media de pblico de 200-225 personas por jornada. Las cifras se han ido incrementando desde la edicin inicial. Los equipos se presentan normalmente a travs de una asociacin o fundacin solidaria, aunque se hacen algunas excepciones para equipos procedentes de pases que no estn constituidos legalmente como entidad sin nimo de lucro (asociacin o fundacin). Esta medida se toma por la representatividad que tienen estas asociaciones entre los inmigrantes de la comunidad Valenciana. En este sentido, el campeonato est sirviendo, adems, para que los grupos no representados estn pensando constituirse como asociacin. Las Maratones por la Integracin Social (Fundacin Real Madrid, 2004) constituyen otro tipo de evento deportivo realizado para promocionar la integracin de los colectivos inmigrantes desde 2003. La cuarta edicin fue organizada como en ocasiones anteriores por la Fundacin Real Madrid y la ONcE y reuni a ms de 1.000 nias y nios, de entre 8 y 13 aos de edad, integrados en equipos constituidos por discapacitados, inmigrantes y espaoles sin discapacidad. Se celebr en mayo del 2006 por el Paseo de la castellana, en el tramo correspondiente a la fachada del Estadio Santiago Bernabeu. Las Embajadas de los pases que mayor nmero de inmigrantes cuentan en Espaa (colombia, Marruecos, Rumania, etc.), as como diversas organizaciones internacionales relacionadas con la infancia (cERMI, OIT, Save the children, UNIcEF, Defensor del Menor, consejera de Inmigracin) han contado con casetas informativas donde difundir sus respectivos programas y actuaciones. La Maratn ha estado patrocinada por la Fundacin Deporte Joven del consejo Superior de Deportes, la caja de Ahorros del Mediterrneo y El cortes Ingls. Esta accin se complementa con las Escuelas Deportivas para inmigrantes iniciadas en la temporada 2002-2003 como parte del proyecto social de la Fundacin Real Madrid. Actualmente estn en funcionamiento cuatro escuelas de este tipo en la comunidad de Madrid: Fuenlabrada, Pozuelo, Torrejn de Ardoz y en Madrid capital, de las que se estn beneficiando 400 nios entre inmigrantes y espaoles y en las que tambin participan las familias. La investigacin en el terreno del deporte y la integracin de los inmigrantes Paralelamente a estas lneas de intervencin, en los primeros aos de esta dcada se han comenzado a realizar algunos congresos especficos sobre el deporte como medio de
[ 100 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
integracin de poblaciones inmigrantes. As, en Noviembre del 2001, el INEFc de Barcelona organiz, muy oportunamente, las Jornadas de Deporte e Inmigracin planteadas con los objetivos de analizar el papel del deporte con colectivos inmigrantes, crear una plataforma de dialogo entre los profesionales de lo social y los del mundo del deporte y compartir experiencias, ideas y conocimiento para actuaciones futuras. Estas jornadas se abrieron con una mesa redonda titulada Diferentes miradas sobre la inmigracin donde se recogieron determinados aspectos del deporte necesarios para utilizarlo como medio eficaz de insercin, segn la propia moderadora, Nuria Puig (2002) puede ser un instrumento de acercamiento entre poblaciones de distintos orgenes: siempre que se tenga en cuenta el carcter cultural del deporte, su conexin con todos los modos de entender el cuerpo y la necesidad de partir de una concepcin ms amplia de las actividades fsicas. Igualmente, en esta mesa introductoria fueron cuestionados algunos falsos presupuestos sobre el deporte como el muy extendido que consiste en otorgarle la cualidad de varita mgica que todo lo soluciona. Las jornadas se dividieron en dos partes diferenciadas: por un lado, las ponencias de los investigadores invitados, que tenan por objetivo contribuir a definir los debates alrededor de la temtica y presentar experiencias de envergadura desarrolladas en otros pases europeos; y, por otro lado, los talleres, que reunieron a gran cantidad de profesionales de lo social y del deporte para exponer sus experiencias sobre el terreno. Los talleres trataron los siguientes temas: el inmigrante deportista de elite; la mujer inmigrante y el deporte; las experiencias en las escuelas y, finalmente, las actuaciones en los barrios y las intervenciones de la administracin. Las acciones expuestas en los talleres tuvieron mucho inters para el pblico asistente. Los resultados de esta jornada se recogieron en el nmero 68 de la revista Apunts bajo el ttulo de Deporte e inmigracin (2002) donde se pueden consultar diversos artculos que recogen las ponencias principales presentadas por los investigadores y un artculo de sntesis de las experiencias narradas en los talleres. cierra el nmero un ltimo artculo con bibliografa y recursos electrnicos. Por su inters para recoger cuestiones esenciales para nuestro objeto de investigacin, sintetizaremos algunos aspectos de inters de las ponencias. Xavier Medina (2002) se centr en la experiencia del barrio del Raval de Barcelona y en su ponencia Deporte, inmigracin e interculturalidad sostuvo que el deporte como elemento definidor de la identidad de un nosotros puede convertirse en un instrumento de integracin. El autor plante el potencial de la actividad fsica de cara a la identidad sea como miembros de una etnia, o sea como miembros de una determinada colectividad de convivencia en los barrios, municipios o pases. Efectivamente, el deporte es en todo momento representacin, pero no nicamente en la competicin. Un concepto ms amplio del deporte nos llevara a otras formas de prctica fsica como las ltimas tendencias urbanas como el skate o los roller con las que los jvenes se identifican y que, a su vez, contribuyen a disear. Las vas por las que el deporte puede utilizarse como elemento facilitador de
[ 101 ]

la integracin son diversas: el concepto tradicional del deporte como competicin, ms cercano a las culturas occidentales, puede ser una de estas vas, pero no podemos olvidarnos de otras formas que se abren al partir de otros modos de entender el cuerpo y de entender la actividad fsico-deportiva. Por su parte, Klaus Heinemann (2002), conocedor de la experiencia deportiva alemana, se mostr de acuerdo con el mencionado potencial del deporte para generar identidad, aadiendo que adems puede contribuir a la integracin tambin por su capacidad de transmisin de normas y valores culturales de la sociedad de la que forma parte. Segn este autor, el deporte podra contribuir a la integracin cultural y a la integracin identificativa (Heinemann, 2002). Tanto en colectivos estigmatizados primordialmente por problemticas sociales culturales, como en otros ms marcados por causas econmicas, sera necesario tener en cuenta sus valores y normas de referencia para que la interrelacin fuera bidireccional y compartida. En esta lnea, el gobierno alemn ha puesto a disposicin de la Federacin Alemana de Deportes desde 1990 unos 35 millones de euros para el proyecto Deporte para inmigrantes. Heinemann (2002) aport una serie de pautas que aconseja tener en cuenta para posibles actuaciones en este terreno. La primera est referida al tipo de objetivos que conviene priorizar y en ella destaca la importancia del carcter ldico de la actividad como una pieza clave en la organizacin de acciones para colectivos excluidos. Fundamentalmente, el deporte debe servir para desconectar de las presiones cotidianas disfrutando del propio placer de la prctica. La segunda pauta se centra en la oferta deportiva que ha de respetar entre otras cuestiones: la planificacin de actividades fsicas populares afines al colectivo al que nos dirigimos; la sensibilidad especial por parte de los responsables hacia las diferencias culturales respecto a formas de organizacin, hacia la imagen del cuerpo y el papel de la mujer y las relaciones entre sexos y, finalmente, la voluntariedad de la participacin, ligada al reconocimiento y generadora de relaciones de compaerismo. Por ltimo, Heinemann insisti en la necesidad de formacin especfica para los entrenadores y en la importancia de impulsar entre los participantes su incorporacin futura en asociaciones y clubes de la zona, dotando as de continuidad a la accin y subrayando el hecho de que la integracin de asociaciones de composicin tnica homognea incluidas en otras heterogneas de mayor tamao propicia la interrelacin y evita la creacin de asociaciones guetificadas. Incluso siguiendo al pie de la letra todas estas pautas, Heinemann sostuvo que la integracin por el deporte no puede darse por descontada, no es un proceso automtico. Por su parte, otro de los conferenciantes, Nicola Porro (2002), ofreci una panormica del fenmeno migratorio en Italia as como de la actuacin de la Unin Italiana del Deporte para Todos (UISP). Desde el inicio de los noventa, la UISP una asociacin con ms de un milln de socios y trece mil sociedades deportivas afiliadas desarrolla estrategias dirigidas a los inmigrantes a travs del deporte, destacando la potencialidad de ste como experiencia de comunicacin no verbal y estrategia combinada de competicin y colaboracin. Las acciones deportivas se complementan por regla general con acciones
[ 102 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
cvicas y/o asistenciales en colaboracin con asociaciones de promocin cultural y de asistencia social. A lo largo de esta dcada, se pueden diferenciar cuatro lneas claves de actuacin de la UISP en este terreno. La primera es la puesta a disposicin de sedes y estructuras logsticas para el encuentro deportivo. As, se organizan algunos torneos informales con equipos improvisados, gestin de accesos a algunas instalaciones deportivas o pequeos programas de animacin socio-cultural combinados con cursos de lengua o seminarios sobre temas culturalmente significativos. Esta lnea de intervencin, presente en la primera mitad de la dcada de los noventa, se sustenta en el voluntariado y en el entusiasmo, pero se echa en falta una visin amplia que disee una actuacin estratgica acorde con el aumento vertiginoso de la inmigracin en Italia. Esta actuacin requerira proyectos diseados a largo plazo, con profesionales especficos y no considerando el deporte como autosuficiente para abordar los problemas planteados, sino colaborando con asociaciones sociales en busca de un trabajo institucional coordinado. Por otra parte, tambin en esta primera fase se muestra optimismo respecto a las potencialidades comunicativas del deporte como lenguaje del cuerpo y del movimiento que prescinde en gran parte de la competencia lingstica. La segunda lnea consiste en la organizacin de eventos deportivos capaces de captar la atencin de la sociedad sobre la integracin de los inmigrantes. Entre los acontecimientos deportivos organizados con mayor resonancia, destacan los Mondiali Antirazzisti un torneo de ftbol en el que participan equipos aficionados de numerosas nacionalidades o la Vivicitt una carrera a pie desarrollada simultneamente en 140 ciudades italianas y 40 extranjeras. La tercera lnea se basa en la participacin en redes y campaas transnacionales de lucha contra el racismo. Finalmente, la cuarta lnea se inici tras la experiencia de la primera mitad de los noventa basndose en la elaboracin de proyectos destinados a la integracin de los inmigrantes en el mbito local mediante el intento de construccin de redes comunitarias abiertas. En este sentido, valga como ejemplo la experiencia del crculo Olympic Magreb. El Crculo, fundado en la ciudad de Gnova en 1996, tiene como misin albergar de forma temporal a jvenes inmigrantes entre 12 y 21 aos recin llegados a la ciudad. All obtienen indicaciones para resolver los problemas burocrticos y conocen a los profesionales de lo social de la comunidad que les ayudarn en su integracin durante los meses siguientes. Este servicio de acogida se complementa con actividades deportivas, recreativas y musicales en el crculo, que sirve como espacio de encuentro para la comunicacin intercultural. En todas ellas pueden participar tambin jvenes externos al crculo. Segn los informes anuales de evaluacin de los programas deportivos, la actividad fsica proporciona refuerzo de la autoestima, respeto a las reglas y la cooperacin, permite el seguimiento de la condicin fsica y facilita las relaciones con otros jvenes de distintas culturas ayudando a superar estereotipos y prejuicios. Experiencias repetidas de este tipo han conducido a la UISP a definir estrategias de trabajo sensibles a las delicadas implicaciones sociales y culturales tanto del fenmeno
[ 103 ]

deportivo como de la propia integracin de los inmigrantes. As, la intervencin se ha ido perfeccionando y ha evolucionado de acciones puntuales, vinculadas a situaciones de emergencia social, a la realizacin de planteamientos estratgicos ms sofisticados y completos. De la experiencia de UISP podemos extraer algunas pautas relevantes para el diseo de programas y actividades: 1) Los contenidos del programa influyen fuertemente sobre el papel del deporte en la sociedad, por este motivo, en iniciativas de este tipo se hace an ms necesaria una reflexin profunda sobre su diseo. Efectivamente, una oferta homogeneizadora puede cumplir ms una funcin de legitimizacin y mantenimiento del sistema dominante que una funcin de integracin respetuosa con las diferencias y a su vez defensora de la igualdad. Este es el caso del predominio y la omnipresencia del ftbol y el descuido de otros deportes ms ligados a las tradiciones de otros pueblos. Las situaciones de emergencia social afrontadas en muchas ocasiones por personal sin una formacin especfica, aunque con muy buena voluntad, han producido ofertas tpicas, ms fciles de poner en marcha, pero con un monopolio de las competiciones de ftbol. 2) La necesidad de trabajar de forma coordinada con instituciones y asociaciones tanto deportivas como culturales y de asistencia social. Esta combinacin de los tres mbitos ha resultado muy exitosa en la experiencia de la UISP. 3) La necesidad de vincular este tipo de acciones a las polticas sociales locales para propiciar la continuidad de las mismas. 4) La cualificacin cultural de los dirigentes y entrenadores para comprender en toda su complejidad conceptos claves como el de integracin, diversidad deportiva, y en este caso, inmigracin. continuando con los congresos acadmicos como indicador del estado de la cuestin de la investigacin en este terreno del deporte y la inmigracin, cabe sealar el IV congreso Deporte y Escuela, celebrado en cuenca en mayo de 2004 con un objetivo prioritario en esa edicin: tratar el tema de la inmigracin y el deporte, pero centrado en este caso en el mbito escolar. La diversidad tnica constituye ya en esos momentos una realidad presente en la sociedad y en las aulas de los centros educativos. El punto de partida del congreso y la intencin de muchos de los participantes era profundizar en los medios para hacer del deporte un medio para la integracin de los alumnos. Sin embargo, los contenidos del congreso se centraron casi nicamente en el alumnado con necesidades especiales fsicas, psquicas y sensoriales y salvo escasas excepciones no se trataron temas de diversidad por razones socioeconmicas o culturales. Esta es una prueba ms del lento avance de los estudios sobre deporte y problemas sociales ms all de las minusvalas. Entre las conferencias ms orientadas al binomio deporte-insercin social, cabe destacar la pronunciada por Marta carranza (Diputacin Provincial de cuenca, 2005), profesora de la Universidad de Barcelona y responsable del programa de promocin de salud del Instituto
[ 104 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
de Educacin del Ayuntamiento de Barcelona, que con el ttulo Desarrollo de valores a travs del Deporte, una experiencia prctica en la ciudad de Barcelona fue desgranando los pormenores de su experiencia en torno al deporte escolar con reseas sobre diversos estudios de la situacin del mismo, los intereses de los chicos y chicas y los problemas de participacin, integracin, agresividad, etc. Ms recientemente, en 2006, se han celebrado dos reuniones de inters en el tema tratado. Por un lado, las Jornadas de Deporte e Inmigracin realizadas en Zaragoza buscaron abordar los cambios que se estn produciendo en el mundo del deporte con la aparicin del fenmeno de la inmigracin, fundamentalmente en el mbito del ftbol y la competicin. Y, por otro lado, el congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad celebrado en la Universidad de Murcia del 23 al 26 de Marzo del 2006 cuyo lema en esta edicin fue La integracin a travs del deporte. En este ltimo congreso, siguen predominando ponencias y comunicaciones que versan sobre discapacitados fsicos, psquicos o sensoriales y menos sobre otros grupos socialmente desfavorecidos como jvenes con problemas de drogadiccin, presos, jvenes en riesgo, mujeres desaventajadas socialmente o colectivos de inmigrantes. Al menos, puede decirse que estos ltimos han ocupado una notable cantidad de textos. Entre todas estas ltimas comunicaciones destacamos la de Luis Zulaika y Prieto (2006) Deporte e inmigracin en Vitoria donde narran la experiencia con el deporte desarrollada en esta ciudad con jvenes magrebes y sudamericanos expuesta en pginas anteriores; o, la ponencia Integracin entre los jvenes autctonos e inmigrantes en Almera: las prcticas fsico-deportivas como instrumentos de integracin de David callejn, et al. (2006) en la que los autores examinan el potencial de las actividades de ocio como espacio para el encuentro y la educacin intercultural. Entre estas destacan, concretamente, las actividades deportivas ya que ocupan un lugar destacado y son privilegiadas por los jvenes locales y los inmigrantes como actividades para ocupar su tiempo libre. As, los intereses coincidentes mediante el deporte en ambos colectivos de jvenes, junto con otros factores como el fcil acceso y la elevada participacin en relacin con otras actividades de ocio, convierten las actividades deportivas en herramientas importantes para potenciar la convivencia y la educacin intercultural. Junto con las anteriores ponencias destacamos la de Maurice Piern (2006) Integracin intercultural en la perspectiva de un estilo de vida activo en la que el autor analiza el estilo de vida de poblaciones minoritarias, en concreto colectivos inmigrantes recientes y lo compara con datos acerca de la poblacin general con el fin de subrayar los problemas existentes y establecer recomendaciones. Para esto, analiza a travs de estudios especficos los factores determinantes en relacin con la prctica del ejercicio fsico en dichos colectivos, tratando el deporte como elemento clave de un estilo de vida saludable. Para este autor, otro elemento clave en la realizacin de prctica deportiva lo constituye el nivel de instruccin-estatus social. As, diferentes estudios confirman que los niveles ms altos de prctica coinciden con los de mayor formacin y estatus socoeducativol. Estos grupos son conocedores de los beneficios del deporte, tienen menos lmites financieros y un ambiente ms favorable.
[ 105 ]

Para concluir este apartado sobre la investigacin en deporte e inmigracin sera de inters resear algunos de los estudios e informes ms relevantes. Trataremos a continuacin un informe tcnico de la Direccin General de Deportes de la Comunidad de Madrid (2004) que analiza concretamente la prctica deportiva de los inmigrantes y haremos tambin referencia a una segunda investigacin Mujeres en forma contra la exclusin (Santos, et al, 2004) que ha explorado las experiencias que se han llevado a cabo en la Unin Europea dedicadas en el terreno concreto del deporte dirigido a abordar las situaciones de exclusin social de las mujeres y, en particular, de las inmigrantes. Esta investigacin se ha concentrado en las iniciativas que han aportado elementos innovadores y que las han convertido en experiencias exitosas. El informe de la Direccin General de Deportes de la Comunidad de Madrid se realiz en 2002 para obtener un diagnstico sobre la prctica deportiva de los inmigrantes en los municipios de menos de veinte mil habitantes de dicha comunidad (Direccin General de Deportes de la comunidad de Madrid, 2004). Para ello se mantuvieron reuniones con los responsables deportivos de cada municipio a quienes se solicit informacin sobre el nmero de inscritos por sexo, nacionalidad y tipo de prctica, fundamentalmente, junto con algunas preguntas abiertas acerca de su visin sobre las dificultades relacionadas con la integracin de estas poblaciones y posibles vas de actuacin en un futuro. El estudio ha servido as para precisar la oferta deportiva municipal y la respuesta de uso por parte de estos colectivos y, en segundo lugar, ha permitido averiguar algunas de las dificultades para la prctica y las posibles estrategias futuras para potenciarla. A continuacin exponemos los principales resultados: Respecto a los datos de participacin de los inmigrantes en la oferta deportiva municipal, los datos confirman una escassima participacin, siendo casi nula la presencia femenina. Los deportes elegidos preponderantes son colectivos y competitivos, en concreto el ftbol. Igualmente, los autores constatan la inexistencia de programas especficos dirigidos a estos colectivos en particular. En esta lnea, resultan de gran inters las visiones expuestas por los gestores deportivos al interrogarles sobre la conveniencia de disear ofertas especficas para inmigrantes. Las visiones predominantes muestran apoyo a la prctica deportiva de los inmigrantes, pero no estn a favor de disear programas especficos pues desde su punto de vista resultara negativo porque dara lugar a la formacin de grupos monoculturales. Desde estos enfoques, es aconsejable que los inmigrantes participen en las mismas actividades que la poblacin autctona. Frente a esta visin, otras posturas apoyan el diseo de programas adaptados a los inmigrantes, pero subrayan la gran cantidad de medios necesarios para lograr adaptaciones eficaces que animen realmente la prctica de estos colectivos y diferencien las actividades de las dirigidas a la poblacin autctona. Respecto a las dificultades observadas, el informe (Direccin General de Deportes de la Comunidad de Madrid, 2004) muestra, en primer lugar, un significativo desconocimiento respecto a los posibles objetivos y motivaciones de los inmigrantes y las prcticas en los pases de origen, lo que se presenta como una de las barreras a superar. En segundo lugar, la
[ 106 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
alta concentracin de un mismo tipo de comunidad de inmigrantes en un municipio tambin resulta un problema para los responsables deportivos pues requiere de una adaptacin muy estrecha para ese pblico. En tercer lugar, se sealan las dificultades vinculadas bien a la falta de cultura de acceso a recursos o, por el contrario, a la cultura de ser asistido en todo momento. Y, por ltimo, las barreras ligadas a la propia prctica deportiva de los inmigrantes: gran desigualdad entre varones y mujeres en el acceso a las actividades; falta de tiempo para la prctica de la actividad deportiva; representacin del deporte como lujo o actividad de elite; realizacin de prcticas deportivas informales y precarias; y, desconocimiento de los recursos existentes. Hay que sealar que muchas de las dificultades citadas se analizan responsabilizando nicamente a los propios inmigrantes, individual o colectivamente. Sin embargo, hay que recordar que las reuniones fueron nicamente con los responsables deportivos y se echa en falta la visin de los propios inmigrantes, cuya voz queda fuera del anlisis. con todo, el informe nos parece una accin muy positiva no slo por la riqueza de la informacin obtenida, sino tambin porque representa el inters por conocer esta realidad social con el fin de realizar programas integrales por parte de las administraciones pblicas en el terreno del deporte y la inmigracin y tambin ajustar la oferta deportiva existente. En segundo lugar, la investigacin Mujeres en Forma contra la Exclusin (Santos, et al., 2004) ha analizado las experiencias ms relevantes en la Unin Europea realizadas para la insercin de las mujeres socialmente desfavorecidas mediante el deporte. La mayor parte de stas se refiere a colectivos de origen inmigrante. A grandes rasgos, el estudio trat de recopilar informacin y documentacin sobre el tema objeto de investigacin; censar las iniciativas llevadas a cabo por los Estados o por otros actores; explorar a fondo algunas de las experiencias ms asentadas, conocer los resultados alcanzados y, finalmente, sentar las bases para que este tipo de intervenciones deportivas, orientadas a actuar sobre las situaciones de exclusin de las mujeres, pudieran implantarse y extenderse en otros lugares. Adems de la recopilacin intensiva de documentacin, el procedimiento metodolgico seguido fue el de realizar estudios de caso seleccionando experiencias consolidadas y exitosas en la materia. Posteriormente, se planificaron visitas que permitiesen trabajar sobre el terreno mediante la observacin de la prctica deportiva, la realizacin de entrevistas a monitores y participantes y la recogida de material fotogrfico. La mayor ventaja del desplazamiento al lugar de realizacin de cada iniciativa fue la de poder mantener reuniones de trabajo con los responsables tcnicos y obtener informacin minuciosa sobre el origen de la experiencia, la metodologa de trabajo, la evaluacin de los resultados y su continuidad. El resultado de la investigacin consta de un informe publicado bajo el epgrafe Mujer, deporte y exclusin: experiencias europeas de insercin por el deporte (Santos, et al. 2005) y una exposicin fotogrfica itinerante donde, a travs de las imgenes, se persigue buscar ideas en este binomio prometedor entre el deporte y su aplicacin el colectivo de mujeres socialmente excluidas. A continuacin exponemos un breve resumen de los aspectos ms relevantes de este informe.
[ 107 ]

Los autores de la investigacin sealan que la situacin de las mujeres respecto a las desigualdades sociales presenta hoy rasgos contradictorios. Por un lado, el marco legal ha incorporado progresivamente la igualdad entre los sexos y se han logrado avances relevantes en una amplia gama de indicadores sociales, pero, por otro lado, un buen nmero de situaciones de desigualdad persisten, se reproducen e incluso surgen otras nuevas que contrastan con los avances conquistados. En determinados colectivos de mujeres, esta metamorfosis de las desigualdades se expresa hoy de manera ms evidente: mujeres con rentas bajas o en familias monoparentales con cargas familiares, mujeres inmigrantes, mujeres en contextos urbanos en crisis. En todas ellas los rasgos de la desigualdad se agravan porque adems de su condicin de gnero acumulan una serie de desigualdades que las convierten en vulnerables y elevan su riesgo de caer en situaciones de exclusin. Esto obliga a las instituciones a redoblar los esfuerzos e idear nuevas formas de accin social dirigidas en concreto a estos grupos de mujeres socialmente desfavorecidas. A pesar de todas las dificultades, el deporte puede ser un til de la accin social. Una poltica social que descuide la intervencin en este terreno desaprovechara las potencialidades y los efectos beneficiosos de la prctica deportiva. A modo de sntesis, el informe (Santos, et al. 2005) seala algunos de los efectos que la prctica deportiva ha contribuido a lograr entre las mujeres en los casos estudiados: prevencin contra los comportamientos delictivos, desarrollo de actividades que permiten hacer un mejor uso del tiempo libre; fortalecimiento de la autoestima; promocin de estilos de vida saludables; introduccin de las jvenes en la prctica deportiva y promocin de lneas de igualdad; reduccin las expresiones de violencia; mejora de las relaciones intertnicas; potenciacin del rendimiento educativo; insercin profesional de los jvenes y promocin del voluntariado; espacio de encuentro y transformacin de aspectos de la vida cotidiana como el vestuario, el aprendizaje de la lengua o la generacin de nuevas amistades; cohesin grupal; mejora de la integracin familiar y diversin. Todos estos resultados se han conseguido gracias a una serie de condiciones que pueden servir como gua para posibles iniciativas que pudieran transplantarse a otros lugares. A pesar de que todo proyecto requiere un estudio especfico y concreto, s pueden aprovecharse algunas de las orientaciones que se extraen de los casos estudiados. Pueden destacarse las siguientes pautas para conseguir iniciativas deporte-integracin exitosas: 1.- Una Gestin de proximidad, lo que significa que los responsables tienen que tener vnculos estrechos con los participantes. En las experiencias analizadas, los responsables de la iniciativa eran a su vez trabajadores sociales o educadores de calle en centros de prevencin o en otras instituciones que las jvenes tambin frecuentaban. Esta gestin da mucho valor a los responsables de cara a los participantes. 2.-creacin de relaciones interinstitucionales. Este factor permite multiplicar los recursos y dar a la iniciativa una mayor complejidad en cuanto a sus objetivos y a
[ 108 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
sus resultados. Poner en contacto a centros culturales, centros de salud, asociaciones, escuelas, asociaciones de vecinos puede facilitar actuaciones que cubran diferentes reas de problemas. 3.- Bsqueda de personal competente y bien formado. Es necesario evitar la fuerte carga experimental y el acentuado voluntarismo de las iniciativas deporte-insercin y del personal que las lleva a cabo con pocos recursos tcnicos. Es importante contar desde el inicio un grupo de trabajo con formacin adecuada y, en la medida de lo posible, interdisciplinar. 4.- No descuidar la planificacin y los objetivos. Muy en relacin con el punto anterior, la experiencia ver aumentadas las posibilidades de xito si se ha fijado objetivos adecuados y planificados bien la manera de alcanzarlos. Es preciso conocer bien el grupo de mujeres al que va dirigida la accin; elegir bien el deporte, los lugares de realizacin; organizar bien las sesiones de prctica; sistematizar los mecanismos de evaluacin, etc. 5.- Apoyar la presencia de mujeres inmigrantes en los puestos de gestin. La figura de la mujer en puestos de responsabilidad en este tipo de iniciativas sirve de buen ejemplo a las participantes y, adems, incrementa la confianza de estas. La persona de confianza ha resultado en casi todos los casos un elemento fundamental para el buen funcionamiento de la accin. 6.- continuidad. Este factor es central para ver la evolucin, valorar los resultados, aprender y cambiar. Una accin puntual solo puede ayudar al despegue de una iniciativa, pero no a su consolidacin. Para ello hace falta inscribir las intervenciones en planes de accin amplios que aseguren la continuidad. 7.- Movilizar a los actores y buscar recursos. No siempre es posible contar con un programa econmicamente bien dotado, cuando esto no es posible hay que saber encontrar fondos externos, divulgar e informar bien sobre la iniciativa, trabajar sobre la innovacin y confiar en la fuerza de la idea, en este caso en las virtudes del deporte como medio de potenciar la insercin social. 8.- Reforzar el espritu amateur. Sin entrar en contradiccin con la profesionalizacin que se ha sugerido en los puntos anteriores, muchas de las experiencias cuentan con muy pocos medios y se mantienen gracias al trabajo voluntario y al apoyo incondicional e ilimitado de los responsables y de los participantes. En un mundo hiperprofesionalizado y especializado, el valor del esfuerzo voluntario puede ser la clave de las iniciativas ms pequeas. 9.- carcter mixto de la experiencia. Esta cualidad de lo mixto no tiene que expresarse solo en el mbito del gnero, sino tambin en el de la etnia mezclando los grupos diversos y en el de las clases sociales evitando crear guetos en los que se acumulen los ms desfavorecidos. como los autores sealan, el mestizaje favorece a todas las partes que se mezclan.
[ 109 ]

Otras publicaciones han tratado el objeto de estudio deporte e inmigracin. Entre otras cabe destacar el libro Actividad fsica y deporte en sociedades multiculturales. Integracin o segregacin? (Lleix y Soler, 2004). En l se analizan las diferentes orientaciones de la actividad fsica y deportiva como medio para la integracin de colectivos inmigrantes, as como los diferentes contextos de prctica que pueden propiciar o perjudicar la integracin. Las autoras subrayan las virtudes del deporte, pero tambin la necesidad de crear las condiciones adecuadas para lograr su mxima eficacia. Para ello, este trabajo proporciona, mediante las aportaciones de diferentes especialistas en la materia, adems de la reflexin terica, diferentes puntos de vista, referencias e ideas para que el deporte pueda actuar como una herramienta integradora. Tambin, Llopis y Moncus (2004, 2006) en una investigacin todava en curso analizan las ligas de ftbol para inmigrantes que se organizan en la ciudad de Valencia. La metodologa utilizada se basa en entrevistas abiertas realizadas a los organizadores de los torneos. Segn sus primeros resultados, los autores sostienen que se experimenta un proceso de reetnificacin donde los inmigrantes se agrupan con otros inmigrantes para buscar apoyo y afecto, pero no existira integracin en la sociedad, con lo cual la capacidad de estos torneos para facilitar la integracin estara en entredicho. En investigaciones ms avanzadas sobre el deporte como medio de integracin de colectivos inmigrantes (Santos, et al. 2004, 2005), el efecto gueto se reduce englobando estas acciones en proyectos ms amplios que a lo largo de distintas fases evolucionan desde los encuentros entre colectivos inmigrantes a otros encuentros con colectivos autctonos, y/o diferentes sexo, como en el caso de las inmigrantes magrebes. Por otra parte, en 2004, el comit de Estudios Olmpicos de la Universidad Autnoma de Barcelona particip como consultor externo en el proyecto de la Unin Europea Sport and multicultual dialogue. Su trabajo consisti en aportar datos sobre las polticas deportivas en el territorio espaol en torno a la oferta deportiva destinada a los colectivos de inmigrantes, minoras tnicas y refugiados. Las conclusiones de este proyecto europeo aportaban algunas recomendaciones entre las que destacamos por su inters las siguientes (comisin Europea, et al. 2004): Establecer mecanismos de seguimiento de la naturaleza y eficacia de las polticas entre los Estados miembros en relacin con igualdad de acceso a instalaciones deportivas por parte de las minoras tnicas y las minoras nacionales. Adecuar los planes de estudio de los profesionales de la educacin fsica, y otros del campo de lo social para que puedan intervenir a travs del deporte de forma eficaz con los nuevos colectivos emergentes. Propiciar el desarrollo de lneas de investigacin centradas en la comprensin de los resultados de las acciones que utilizan el deporte con poblaciones inmigrantes. Desarrollar medios para identificar los intereses deportivos de los colectivos de inmigrantes y responder a estas nuevas demandas.
[ 110 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Priorizar la construccin de instalaciones deportivas adaptadas a estos colectivos y a sus demandas en las zonas que sea necesario. considerar la posibilidad de la utilizacin de algunas formas de deporte asociado con determinadas minoras como vehculos para la atraccin de visitantes, a la vez que sirve de oportunidad para la creacin de vnculos entre inmigrantes, empresas, instituciones, etc. Reconocimiento y apoyo institucional a las organizaciones del sector a travs de premios anuales que impulsen la evaluacin de los mtodos utilizados y su eficacia. Fomentar programas para promover el desarrollo del dilogo intercultural para mujeres. Difundir los aspectos que caracterizan a las buenas prcticas en este mbito. Establecer un sistema de puntos de referencia que se otorgara a las entidades deportivas segn sus iniciativas de inclusin de colectivos inmigrantes. En los aos siguientes, el comit de Estudios Olmpicos (cEO)de la Universidad Autnoma de Barcelona contina con esta lnea de trabajo cuyos resultados se presentan en diferentes publicaciones e investigaciones como las siguientes: Deporte y multiculturalismo: una perspectiva Europea (Henry, 2005) que trata los conceptos objeto de estudio, realiza una propuesta para evaluar los beneficios de estos proyectos e indaga en los temas de gnero, deporte y multiculturalidad; Deporte, inmigracin y multiculturalidad (Kennett, 2005) que indaga en los discursos sobre deporte e inmigracin y reflexiona sobre las potencialidades y lmites de su uso. El autor subraya la necesidad de profundizar en las necesidades y demandas de los propios colectivos de inmigrantes como base de una poltica deportiva multicultural. cabe destacar tambin el estudio Deporte e inmigracin en Espaa: el papel del deporte en la integracin de los ciudadanos (Kennet, 2006) donde se aporta un estado de la cuestin en nuestro pas respecto a los trabajos acadmicos y las polticas deportivas desarrolladas en Espaa. Tambin resulta de gran inters el estudio Indicadores de integracin de la poblacin inmigrante del deporte, del mismo autor, donde se identifican una serie de indicadores que pueden ayudar en el diagnstico de la integracin de los inmigrantes por la prctica deportiva. Por ltimo, desde el cEO han llevado a cabo un proyecto con una estructura similar al de Mujeres en Forma: experiencias europeas de insercin por el deporte (Santos et al., 2005) que combina la investigacin social y la fotografa. La investigacin busca lograr un conocimiento profundo sobre el papel del deporte en las vidas de los inmigrantes de primera generacin. En concreto, se centra en los deportes autctonos de los colectivos de inmigrantes reforzadores de su identidad cultural y medios de interaccin con otras culturas y tambin se contemplan aquellos deportes locales que facilitan su participacin en las redes sociales locales. Fruto de este trabajo se edita el libro Deporte multicultural (Manresa, Kennett, 2008). En sntesis, como hemos visto a lo largo de este apartado, el uso del deporte como medio de integracin social est tomando forma en nuestro pas ante la necesidad de actuar con los
[ 111 ]

colectivos inmigrantes. De hecho, a finales de junio del 2004, el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, manifestaba la intencin de llevar a cabo desde el consejo Superior de Deportes medidas especficas para favorecer el deporte como elemento potenciador de la integracin de los inmigrantes. Si esta declaracin de intenciones se materializa durante los prximos aos en acciones a escala nacional sera una innovacin institucional que dara relieve y envergadura al uso del deporte como medio de integracin social. II.2.2.4. Jvenes con medidas judiciales A continuacin abordamos otro colectivo muy vinculado con nuestro objeto de estudio: los jvenes con medidas judiciales. En este apartado, reunimos algunas de las experiencias y estudios ms destacados. Anque este colectivo no consituye nuestro objeto de estudio especfico, vamos a tratarlo en estas pginas pues muchos de estos jvenes proceden de barrios desfavorecidos y puede establecerse una continuidad entre ambas situaciones. Puede incluso establecerse una trayectoria compuesta por mltiples etapas y estilos de violencia: desde las chiquilladas de los ms pequeos hasta los delitos tipificados conforme se hacen mayores, lo que hace an ms lbil la frontera entre los dos grupos. En principio, estos jvenes que han comenzado a tener contactos con el sistema judicial son adolescentes con conductas anmicas. Estos comportamientos encuentran en la escuela un escenario inicial donde comienzan a manifestarse. Es cada vez ms frecuente el perfil del joven que expresa su rechazo a la institucin escolar a travs de la violencia verbal, el pasotismo y el ataque fsico o verbal a los compaeros y profesores. En este espacio escolar, y conforme los chavales crecen, los problemas se van a ir agravando y lo que en sus inicios se ve reflejado en comportamientos como no asistir a clase o romper el mobiliario urbano, ms tarde pueden mostrar un perfil ms profundo llegando a traspasar el margen de la legalidad. Ante esto, al ser menores, los jvenes son expulsados de forma puntual o permanente de los centros escolares y obligados a cumplir con las medidas judiciales correspondientes mediante su participacin en los programas de rgimen abierto, programas de Aulas-Taller o Garanta Social. El objetivo en principio sera cubrir, segn la edad de los jvenes, el vacio del sistema escolar y penitenciario mediante una educacin abierta con fines formativos y profesionales. En este campo, la actividad fsica y el deporte tambin tienen cierta presencia. como observamos en la mayora de las experiencias en este terreno, la presencia del deporte en los programas de garanta social cumple una funcin de control de la violencia y las actividades delictivas mediante la liberacin de energa y ocupacin del tiempo libre, a la vez que estos programas deportivos se revisten de valores ticos y morales que se suponen necesarios para los jvenes. En este contexto, se suele investir al deporte de valores y se utiliza como prctica cuyas bondades morales sern absorbidas por aquellos que lo practiquen. As, mientras los programas deportivos contribuyen al control de los jvenes ms difciles, los organizadores de las experiencias se centran en la eleccin de las actividades deportivas ms afines a los valores como la responsabilidad o la cooperacin, que quieren transmitir para
[ 112 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
arreglar las conductas antisociales de los jvenes. A continuacin ilustramos este apartado con algunas experiencias desarrolladas en Espaa. En Valencia entre 1995 y 1997, la consellera de Educacin y ciencia a travs del Plan de Formacin de centros del Profesorado (claudio, castillo, 1997) pone en marcha una intervencin educativa pionera a partir de la actividad fsica y deportiva donde la no violencia es el objeto ltimo que se persigue. como en tantas otras, la violencia en el mbito escolar, y los jvenes implicados en ella, ha sido la causa que ha provocado el inicio de esta intervencin en la que se han utilizado deportes individuales, colectivos, en el medio natural, juegos alternativos o habilidades expresivas con chicos entre 12 y 14 aos. Tambin a finales de los noventa la Junta de Andalucia en coordinacin con la Facultad de Ciencias de la Actividad Fsica y el Deporte de la Universidad de Granada pone en marcha talleres de educacin fsica dirigidos a jvenes entre 14 y 16 aos derivados a los servicios sociales tras ser expulsados del sistema escolar. El objetivos es completar mnimamente la formacin tanto personal como profesional de estos jvenes expulsados. El deporte es utilizado para crear y aceptar actitudes de respeto y cooperacin (Lpez, et al, 1999). El programa de educacin fsica dirigido a jvenes con problemas de violencia en Madrid desde 1997 hasta la fecha constituye una experiencia similar, pero con objetivos ms ambiciosos. El Instituto Nacional de Educacin Fsica a travs del grupo de investigacin Deporte y Valores del INEF de Madrid colabora en los programas sociales de jvenes con medidas judiciales mediante la puesta en marcha de un programa deportivo (Jimnez, 2000) dirigido a los jvenes entre 12-16 aos de las Aulas-Taller y de 16-18 aos de los Programas de Garanta Social. Las sesiones son impartidas por el propio alumnado en prcticas del INEF. El contenido de insercin sociolaboral propio de estos programas se conjuga con una intervencin socioeducativa planificada mediante un modelo para educar en valores a travs de la Actividad Fsica y el Deporte. Dicho modelo busca aprovechar la capacidad socializadora de la actividad fsica para contrarrestar los problemas de violencia y delincuencia que caracterizan a los jvenes que siguen estos programas. Juegos cooperativos y deportes de equipo tradicionales, como el ftbol, baloncesto, voleibol o bisbol, junto con otros ms alternativos como el unihoc, kayac-polo, baln korf comparten protagonismo en este programa con actividades cooperativas de retos y aventura como el rappel y la tirolina. Numerosas y variadas actividades fsico-deportivas son planificadas para conseguir unos objetivos bsicos de integracin social y cooperacin. En particular, esta experiencia persigue los siguientes objetivos: en primer lugar, desarrollar un ambiente positivo entre los jvenes integrantes del programa y los educadores; en segundo lugar, promocionar valores sociales; en tercer lugar, integrar y desarrollar actitudes de cooperacin con los dems compaeros; en cuarto lugar, integrar progresivamente los equipos en competiciones deportivas de mbito local y municipal y, por ltimo, desarrollar un autocontrol de las conductas agresivas y violentas. Las actividades han sido cuidadosamente analizadas con la intencin de ser bien acogidas por los grupos de
[ 113 ]

jvenes a los que van dirigidas. Hay que destacar el carcter de colaboracin y cooperacin que aparece en cada uno de los deportes y juegos propuestos. De esta manera, se pretende a travs de actividades de reto y aventura, juegos cooperativos y bailes de saln trabajar la integracin y la cooperacin entre los alumnos de estos centros. Los autores de esta experiencia subrayan el vaco existente referente a modelos de gua para orientar las intervenciones con estos jvenes as como estrategias y recursos eficaces. Sus estudios buscarn cubrir este vaco en la intervencin con colectivos desfavorecidos. La experiencia anterior toma forma como trabajo de campo de la lnea de investigacin principal de estos autores cuyo primer resultado se materializa en la tesis doctoral Modelo de intervencin para educar en valores a jvenes en riesgo a travs de la actividad fsica y el deporte (Jimnez, 2000) y en un artculo posterior Propuesta de un programa para educar en valores a travs de la actividad fsica y el deporte (Jimnez, Durn, 2004). como apuntbamos, los autores se centran en el diseo de un modelo de intervencin con jvenes de rgimen cerrado basado en la transmisin de valores por medio de la actividad fsica y el deporte. Destacamos la elaboracin de diarios de campo que recogen orientaciones importantes al respecto de objetivos, actividades, metodologa, material, actitudes de los jvenes, conflictos ms frecuentes, etc. Los trabajos posteriores (Jimnez, Durn, 2005, 2007) profundizan y amplan estos primeros resultados a los jvenes en medio abierto por lo que los trataremos en el captulo 3.3 y siguientes. como hemos visto en iniciativas anteriores, los deportes de equipo y las actividades en la naturaleza son elegidas con frecuencia en estos programas y los organizadores apoyados en ocasiones en las argumentaciones del mundo acadmico han intentado justificar su uso. Por ejemplo, el estudio de Garca y Carvajal (1999) ha servido de base para potenciar la escalada deportiva en estos programas. Los autores destacan este deporte entre el resto por considerarlo una herramienta educativa especialmente potente para combatir los problemas de inadaptacin social de jvenes con problemas conducta entre 12 y 16 aos. La experiencia pretende justificar y demostrar el valor educativo de la escalada por ser un deporte altamente socializador para estos/as jvenes y adolescentes. En concreto, los logros que se podran alcanzar seran: en primer lugar, concienciar a los alumnos de la importancia de mantener espacios naturales en buenas condiciones para la realizacin de cualquier actividad. Proporcionar al alumno la idea de igualdad y amistad a travs de la escalada; y, en segundo lugar, disuadir de otros hbitos delictivos que perjudiquen uno mismo y a la sociedad en su conjunto. con todo, en esta experiencia los autores relativizan el valor del deporte y de la escalada sealando la importancia de coordinar y complementar estas iniciativas y actividades con otras acciones psicopedaggicas, jurdicas y administrativas para lograr un proceso de integracin social completo y real. Tambin recogemos otra publicacin centrada en las pautas para la intervencin. Los autores analizan el papel de la actividad fsica en un centro de reforma y proteccin de menores a partir de unas prcticas de observacin-intervencin en estos contextos.
[ 114 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Proponen diversas pautas para su aplicacin de las que destacamos las siguientes: 1) Disear sesiones flexibles y adaptadas a los jvenes; 2) Integrar a los educadores del centro de menores; 3) Destacar la importancia de contar con profesionales cualificados que cuenten con importantes recursos para improvisar y adaptarse a las situaciones cambiantes que se producen con frecuencia en este contexto; 4) Partir de los gustos e intereses de los jvenes para disear los contenidos; 5) Presentar actividades que puedan ser modificadas por los propios participantes; 6) Utilizar contenidos que puedan tener continuidad en el da a da; y, por ltimo, potenciar actividades que conlleven salidas al exterior a ser posible con otros grupos y en el medio natural (Arribas, et al. 2001). Para finalizar, apuntamos un ltimo artculo que plantea las lneas generales de un proyecto de actividad fsica en un centro de menores de la comunidad de castilla y Len desarrollado durante cinco aos. Los autores reflexionan sobre la experiencia e inciden en las dificultades encontradas, por ejemplo en el establecimiento de normas. Se valoran de forma muy positiva las salidas al exterior y la relacin con otros jvenes y entidades diferentes al propio centro (Mantecn, et al. 2007).

II.2.3. El deporte-insercin dirigido a jvenes de barrios desfavorecidos

El presente captulo aborda concretamente la situacin en nuestro pas del deporte como medio de intervencin en los procesos de insercin de jvenes con dificultades sociales. Este colectivo an no sufre de forma especfica problemas tan graves como los tratados en el captulo anterior medidas judiciales, drogadiccin, prisin, pero su cercana a todos estos perfiles de marginacin, junto a la pobreza que suele acompaar a la poblacin de los barrios deprimidos donde habitan, los sealan como colectivo en alto riesgo de exclusin. Estos jvenes viven en un espacio vulnerable como es el barrio desfavorecido, en el cual las posibilidades de controlar la propia trayectoria no son muchas. Hay ciertas posibilidades de salir del barrio, de crear o de participar en otras actividades, pero tambin hay muchas de sucumbir a la precariedad, la decadencia y la espera. Desde edades tempranas, los chavales de las zonas urbanas deprimidas sufren muchos de los signos vinculados a la marginacin: la desatencin a la salud, el fracaso escolar, el callejeo, el excesivo tiempo libre y las primeras gamberradas lindando lo delictivo son algunos de los ms destacables. La bsqueda de alternativas a los itinerarios juveniles de riesgo social se hace necesaria. Sin embargo, como veremos a continuacin, la mayora de las intervenciones de este tipo en nuestro pas an son escasas, puntuales y con pocos recursos. A las investigaciones sobre este tema les ocurre algo similar: las ciencias de la actividad fsica todava prestan poca atencin a estos colectivos, los trabajos centrados en esta temtica son una excepcin. En las pginas siguientes, plasmaremos, primeramente, una visin general acerca de la situacin en nuestro pas de experiencias desarrolladas con los jvenes ms desfavorecidos a travs del deporte, dedicaremos un segundo apartado a las publicaciones realizadas.
[ 115 ]

II.2.3.1. Experiencias de insercin por el deporte Las actuaciones en los barrios mediante la actividad fsica dirigida a los jvenes de las zonas urbanas precarias han sido y siguen siendo muy escasas y poco articuladas. Durante la dcada de 1990, el deporte estaba presente nicamente de manera subalterna y minoritaria, como elemento complementario a otros tiles de la accin social, vinculado a otras actividades culturales o educativas. Sirva de muestra una iniciativa de 1995, donde junto con toda una serie de actividades de ocio, diversin y formacin estaba presente la gimnasia y varios deportes de equipo. Esta experiencia surgi como respuesta social ante la falta de cohesin entre los vecinos del barrio de La Cruz (Granada) y persegua el desarrollo de competencias sociales como la pertenencia a un grupo de referencia o la oportunidad de contribuir a la mejora del barrio (Snchez, 1998). Iniciativas como esta podan localizarse aisladamente en nuestro pas durante toda esa dcada De forma progresiva, con el transcurso de la primera dcada del presente siglo, la relacin deporte-insercin se ha ido materializando mediante la puesta en marcha de un mayor nmero de experiencias donde el deporte iba cobrando mayor protagonismo en la accin social. con todo siguen, siendo intervenciones modestas y se caracterizan por los siguientes rasgos: acciones puntuales y con pocos medios; objetivos muy bsicos, relacionados con el acercamiento a los chavales ms difciles y la ocupacin de los jvenes, fundamentalmente; la actividad principal utilizada es el ftbol en cualquiera de sus modalidades; promovidas por la voluntad personal de algn profesional de lo social que desarrolla su actividad laboral en la zona; y, por lo general, el mbito de desarrollo de estas iniciativas no sobrepasa lo local. En cualquier caso, la buena receptividad de los jvenes hacia este tipo de acciones permite a estos profesionales basarse en el deporte como herramienta original para acercarse a los ms difciles. En nuestra opinin, tras la observacin y anlisis de iniciativas de este tipo (Balibrea, 1999), cuatro lneas argumentales permiten entender mejor el incipiente desarrollo de esta temtica: En primer lugar, el fuerte atractivo que las prcticas deportivas ejercen sobre los jvenes en muchas ocasiones asociadas con el placer inmediato y con la identificacin con los deportistas de elite que presentan los medios de comunicacin. El deporte ha llegado hasta las zonas ms olvidadas y los jvenes quieren participar de sus beneficios. As, los trabajadores sociales y los educadores de calle perciben con claridad una peticin real de actividad fsica por parte de los jvenes, sobre todo de ftbol. La existencia de esta demanda es importante para intervenir con el deporte desde las polticas sociales, donde todos los recursos son pocos y se hace prcticamente necesario asegurar cierto xito participativo. En segundo lugar, como veamos en captulos anteriores, los discursos humanistas promotores del deporte moderno lo han investido tradicionalmente de virtudes y valores como el respeto al adversario, esfuerzo, disciplina o motivacin, contribuyendo a difundir progresivamente la idea de un deporte por naturaleza educativo, saludable, socializador o integrador. As se entenderan los deportes como portadores de unos valores e ideas que
[ 116 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
transmiten a aquellos que los practican; entre estas virtudes casi mgicas figurara la de integracin. Estos discursos, asumidos en las visiones funcionalistas de la sociedad han potenciado las intervenciones en el campo del deporte y la exclusin social. Los trabajadores de lo social impulsan el deporte apoyados en gran medida sobre el carcter de universalcultural del deporte, sobre su potencialidad como elemento socializador y sobre sus supuestas connotaciones positivas salud, reconocimiento, fama, dinero, etc.. En tercer lugar, la aparicin del deporte en las acciones de insercin tambin se explica mediante la comparacin que realizan los profesionales de lo social con otros recursos con los que ellos cuentan para su intervencin. La coincidencia que se produce entre determinadas caractersticas de la actividad fsica como su carcter informal, el dinamismo y la posibilidad de realizarla en espacios abiertos, con algunos rasgos que tpicos de los jvenes en riesgo social como el callejeo, el tiempo ocioso o la actitud ambigua respecto a las normas sociales predominantes se convierte en un factor que promueve y propicia la presencia del deporte en las experiencias de insercin. En primer lugar, los jvenes viven muchas experiencias de deporte informal autoorganizadas como el ftbol de calle y otras prcticas prximas al deporte ms organizado. Estas actividades fsicas y los juegos suponen una forma de aproximar a los jvenes al hecho de aceptar las normas y reglas del juego sin vivirlas como una imposicin forzosa y exterior. Todas estas ventajas pueden trasladarse de las actividades deportivas informales a las formales. Tambin, en segundo lugar, el dinamismo propio de la prctica y los espacios abiertos como lugar de realizacin responden a las vivencias y experiencias de los jvenes de barrio pues son chavales que pasan mucho tiempo en la calle. En resumen, el carcter prctico y dinmico, los espacios abiertos y el carcter informal de las actividades fsicas y deportivas son, por tanto, aspectos valorados de forma muy positiva frente a otro tipo de iniciativas de insercin ms vinculadas a la escuela, la formacin o los hbitos higinicos que los adolescentes viven como una imposicin. Adems, el deporte sobresale tambin por su capacidad de adaptacin a espacios pblicos informales, la menor burocratizacin requerida, el potencial para generar vnculos institucionales paralelos con otras reas y el trabajo cotidiano sobre el conflicto (Maza, 2000; Rodrguez, 2004). En cuarto y ltimo lugar, como veremos ms a fondo en el siguiente apartado, polticos, investigadores y profesionales de lo social, entre otros, se ven obligados a reaccionar ante las urgencias sociales de las zonas ms deprimidas con nuevas ideas. congresos, publicaciones, artculos sobre la temtica de la insercin a travs del deporte comienzan a surgir y contribuyen a elaborar los discursos que sustentan el uso de la actividad fsica como medio para mejorar las condiciones de vida de los jvenes ms desfavorecidos. Todos estos factores han contribuido a la evolucin de estas acciones que se ha desarrollado de forma paulatina dando lugar a intervenciones de mayor consistencia en las que se observa cierta continuidad, ampliacin de los objetivos y la incorporacin de otras variedades deportivas adems del ftbol, como el baloncesto, el voleibol o las actividades en la naturaleza. Adems, junto con la figura de los profesionales de lo social, comienzan a estar tambin presentes los profesionales de la actividad fsica y el deporte.
[ 117 ]

Por ejemplo, a partir de los partidos organizados en los barrios ms precarios de Alicante naci en 1998 una iniciativa de mayor envergadura dirigida a los jvenes desfavorecidos entre 8 y 16 aos y promovida por los propios educadores y trabajadores sociales de los distritos IV y V de Alicante a travs de la Asociacin A.D.O.T. Amigos del Deporte, Ocio y Tiempo libre formada por tcnicos deportivos (Ayuntamiento de Alicante, 1998). Se desarroll un programa de actividades polideportivas impartidas de forma periodica dentro de las dinmicas de los centros juveniles de los barrios. Los objetivos de las actividades se centraron en el desarrollo de hbitos de higiene personal y salud desde la actividad deportiva; el fomento de grupos estables entre los usuarios de la actividad al establecer relaciones de compaerismo y amistad; y la potenciacin de la responsabilidad y el compromiso ante la actividad y los monitores (puntualidad, presencia, etc.). Adems, los educadores y monitores hacan hincapi en ensear a los jvenes a saber ganar y perder, a competir con naturalidad y anteponer el juego limpio al triunfo. Los centros sociales participantes subrayaron el potencial del deporte como medio de captacin de los colectivos ms difciles para posteriores actividades diversas. Sirva tambin como ejemplo de estas iniciativas, nuestro propio estudio de caso, el barrio de La coma (Valencia) que se desarrollar en el captulo V y del cual adelantamos aqu alguno de sus rasgos. Desde finales de la dcada de los noventa, las actividades deportivas en este barrio se encuentran integradas en el plan de desarrollo local surgido como resultado del trabajo de las comisiones del barrio, de las sugerencias de tcnicos universitarios y de los distintos departamentos de las administraciones pblicas. Dicho plan recoge diferentes medidas de desarrollo orientadas a desplegar capacidades de la gente y crear oportunidades laborales y econmicas. La idea de desarrollo local se centra en la creacin de polos de desarrollo en torno a tres principios: crear individuos autnomos, activos e independientes; abrir el barrio a los dinamicas exteriores y crear un contexto barrial que estimule la convivencia. Destaca el papel que desempea la actividad fsica y deportiva como instrumento para conseguir dichos objetivos. Es muy importante, ya que facilita el desarrollo personal y social as como la promocin de la salud. Las actividades utilizadas son: ftbol, ftbol sala, artes marciales, pingpong, aerbic, baloncesto, balonmano, voleibol, teatro y otras actividades recreativas como el ajedrez o el parchis viviente para los ms pequeos. Hay que hacer notar que el desarrollo ms importante de las acciones deporte-insercin se ha conseguido cuando las instituciones locales, asociaciones o empresas han comenzado a implicarse ms decididamente en este tipo de acciones. Estos marcos institucionales disponen de ms medios para proporcionar consistencia a la accin e incluirlas en proyectos que aseguren la incorporacin del deporte en proyectos globales, con continuidad y favoreciendo as el logro de objetivos de mayor envergadura. En nuestro pas, no puede decirse que sean muy frecuentes, al contrario, pero podemos encontrar ya algunos casos en los que la intervencin ha sido promovida desde diversas instituciones, consiguiendo un mayor nivel de complejidad, como por ejemplo, el uso de otros deportes diferentes al omnipresente ftbol e, incluso, evaluando los logros obtenidos.
[ 118 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Veamos algunos ejemplos en esta lnea. Promocionado por las concejalas de Educacin y de Servicios Sociales de San Vicente (Alicante) junto con el Servicio de Deportes de la Universidad se desarrolla desde 2005 una iniciativa con el rugby para jvenes en riesgo (Universidad de Alicante, 2006). Ambas instituciones desarrollaron un proyecto de Educacin Social travs del deporte, en cuyo diseo y puesta en marcha han participado tambin la Escuela de Trabajo Social y la Oficina de Deportes de la Universidad de Alicante. Subvencionado en parte por la cAM, se enmarca dentro del convenio de colaboracin deportiva que la Universidad mantiene con el Ayuntamiento de San Vicente, mediante el cual se han creado las escuelas deportivas de atletismo, hockey y rugby. Este programa pretende conseguir que los adolescentes con problemas de integracin social se pongan en contacto con otros jvenes, practiquen una disciplina deportiva, se comprometan en horarios y conozcan otros ambientes. Tambin destacamos la experiencia piloto del Ayuntamiento de Zaragoza (Gallardo, et al., 2006) que aplica un programa de quince sesiones durante tres meses a un grupo de cinco jvenes entre 9 y 12 aos con problemas sociales similares, dirigidos por dos trabajadores sociales del municipio y un asesor externo. Se ha utilizado la escalada como medio privilegiado intervencin con el fin de propiciar la integracin de los jvenes. Hay que subrayar la preocupacin por la evaluacin de la accin. El seguimiento de la accin se ha realizado mediante diarios de campo, observacin y entrevistas en profundidad a los usuarios. Los resultados indican un aumento de la autonoma, el autoconcepto, el autocontrol y la mejora de la capacidad de atencin. Respecto a la capacidad de transferencia de los objetivos logrados, los autores han detectado una mayor confianza en el grupo y una mejora considerable de las relaciones monitores-alumnos a raz de los vnculos afectivos establecidos previamente en el programa de escalada. Sin embargo, no todas las experiencias comparten los mismos resultados favorables de las anteriores y matizan los logros del deporte con estos jvenes, es el caso de la intervencin con jvenes desfavorecidos llevada a cabo por un centro de Secundaria de Barcelona en colaboracin con el centro Municipal de Vela, el Ayuntamiento de Hospitalet y el Instituto Municipal de Educacin. Esta iniciativa cuenta con profesionales de la actividad fsica como monitores y se encuentra enmarcada dentro de un programa que permite planificar los objetivos y dotar de cierta continuidad a la accin. En concreto, se trata de un programa especial basado en el aprendizaje de la vela dirigido nicamente a los jvenes del instituto que acumulaban rasgos propios de situacin de riesgo social como familias desestructuradas, elevado absentismo, falta de hbitos higinicos, escasa concentracin, entre otros. Esta accin utiliza la vela como centro de inters de los jvenes a partir del cual se articulan los contenidos conceptuales y actitudinales organizados en torno a la adquisicin de las competencias bsicas de los mbitos cientfico-tcnico, lingstico, matemtico, social y laboral. Este deporte ha resultado muy atractivo para los jvenes quienes nunca haban considerado ni la posibilidad de poderlo practicar. Desde el principio, los monitores del centro Municipal de Vela mostraron una alta predisposicin hacia este proyecto y conocimientos
[ 119 ]

sobre este tipo de colectivo. Este aspecto se ha visto reflejado en el desarrollo del proyecto consiguindose cambios comportamentales significativos: El hecho de navegar implicaba ineludiblemente trabajar en equipo, medir riesgo, controlar las emociones, vencer miedos, mejorar la autoestima, mantener el orden, confiar en los compaeros, obedecer rdenes de quien representa la autoridad en el barco, prever situaciones imprevistas (Vilalta, 2004). Sin embargo, se seala cmo a pesar de los resultados positivos obtenidos, los efectos se desvanecan al llegar a tierra debido a una multitud de factores sociales imposibles de controlar que influan directamente en los jvenes (Vilalta, 2004). Sin duda, la incorporacin de este tipo de iniciativas en programas globales puestos en marcha con la coordinacin institucional de diferentes reas de la accin social contribuira a actuar simultneamente sobre los diferentes signos de la exclusin que afectan a los jvenes. Este factor de la coordinacin institucional se ha puesto de manifiesto en intervenciones ms avanzadas realizadas en Francia (charrier y Jourdan, 2006). Este factor permitira multiplicar los recursos y dar a la iniciativa una mayor complejidad en cuanto a sus objetivos y resultados. Poner en contacto a diferentes consejeras, centros culturales, centros de salud, asociaciones, escuela, asociaciones de vecinos e, incluso, a empresas puede facilitar actuaciones que cubran diferentes reas de problemas y reforzar la financiacin de la accin13. En nuestro pas tambin encontramos algunos ejemplos en esta lnea aunque todava son muy escasos. En el barrio Oliver situado en la periferia de la ciudad de Zaragoza destaca el proyecto de animacin deportiva desarrollado en el 2000 por la Fundacin Adunare constituida para agrupar ocho asociaciones sociales, entidades y empresas bajo la tutela del Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno Aragons con el fin de potenciar la promocin e integracin de personas desfavorecidas por motivos culturales, educativos, sociales o laborales (Gallardo, 2006). El barrio presenta una alta densidad de poblacin gitana junto con una concentracin de colectivos inmigrantes. Las posibles dificultades interculturales que se puedan dar se ven acrecentadas por las penurias econmicas, urbanas y sociales que sufre el barrio. La Fundacin Adunare confi en el deporte como herramienta preferente por cuatro motivos: en primer lugar, el atractivo que las actividades fsicas ejercen en los jvenes; en segundo lugar, por la posibilidad de trabajar con dicho instrumento a lo largo de las diferentes etapas evolutivas; en tercer lugar, se ha destacado la posibilidad de dotar de autonoma a los participantes mediante la creacin y potenciacin de asociaciones deportivas del barrio; y, por ltimo, el deporte constituye un vehculo para el desarrollo fsico, personal y social de los jvenes. En este barrio desfavorecido de Zaragoza, el proyecto de animacin deportiva se ha constituido como centro de una red social que va
13

cabe preguntarse por las razones de la dbil implicacin de las empresas en este campo cuando en realidad hay poderosos motivos para ello. Desde las pequeas empresas instaladas y comprometidas con su barrio, que veran reforzada su marca, hasta empresas de mayor envergadura llevadas por razones fiscales. Las empresas ms renombradas podran vincular su imagen gracias al deporte solidario con la idea de la nueva ciudadana empresarial, la empresa social, la empresa responsable con su entorno.

[ 120 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
articulndose con el resto de instrumentos ms clsicos de la accin social. Las lneas de actuacin se centran en realizar una planificacin coordinada de las intervenciones deportivas llevadas a cabo por las diferentes entidades y generar una oferta deportiva que cubra los vacos existentes en algunas edades y grupos de jvenes ms difciles. La organizacin se encuentra distribuida en cuatro etapas: la primera, de los tres a los diez aos, donde se trabaja la psicomotricidad como forma ldica de acercamiento del nio a la actividad fsica, y adquisicin de hbitos higinicos y de salud. A partir de esta edad participarn en las escuelas deportivas de iniciacin donde se priorizar el aprendizaje de patrones motores y comportamentales ms complejos en la participacin grupal; la segunda etapa transcurre desde los 10 hasta los 16 aos con grupos deportivos estables de cada categora. La intervencin persigue la adhesin a la prctica de forma continuada as como la interiorizacin de actitudes de respeto hacia los compaeros, entrenador, rbitros y otros equipos; la tercera etapa cobra forma mediante la creacin de equipos juveniles que empezarn a funcionar como un grupo con cierta autonoma. Las funciones de los educadores se basan en el acompaamiento para facilitar climas positivos en los grupos, asesoramiento tcnico en temas administrativos y apoyo econmico para el funcionamiento de las asociaciones; y, en la ltima etapa, los equipos seniors debern llevar las gestiones de su propio equipo al igual que se intentar que organicen por s solos eventos deportivos puntuales. Las funciones de la organizacin se vuelcan en el asesoramiento y la formacin de jvenes del barrio y voluntariado en distintas tareas relacionadas con el proyecto. como resultado, el proyecto deportivo interviene en todas las etapas en funcin de diferentes objetivos y contenidos segn la edad de forma coordinada e integrando a las diferentes entidades de la zona. Esta accin planificada a largo plazo permite el paso de un estadio a otro logrando una red estable que facilita la continuidad en las intervenciones y la consecucin de los objetivos. Estas acciones de deporte-insercin que destacan por la implicacin institucional an son muy escasas en nuestro pas. La accin institucional para impulsar polticas de integracin por el deporte requiere todava de mayores esfuerzos, especialmente para implicar a agentes y entidades del movimiento deportivo. En efecto, las entidades deportivas han comenzado a incorporarse desde mitad de esta dcada, pero todava lo hacen de forma bastante discreta. Muestra de esto es el exiguo papel que an tienen las federaciones y clubes deportivos en este mbito de la insercin por el deporte. Las instituciones pblicas del mbito del deporte pueden promocionar su en la accin social de dos maneras: por una parte, la intervencin directa en las zonas ms precarias a travs de empresas o profesionales contratados para tal fin; y, por otra parte, a travs de la promocin de los clubes y federaciones existentes en el entorno, para que acten utilizando el deporte como agentes colaboradores en la accin social. como ya apuntbamos en el prrafo anterior, esta segunda forma tiene una presencia mnima todava porque es un campo muy novedoso para las entidades deportivas y se encontraran resistencias que es importante contrarrestar desde las administraciones. Las formas de conseguir esta mayor
[ 121 ]

implicacin del sector deportivo pueden ser variadas, pero entendemos que federaciones y clubes mostrarn una mayor predisposicin cuando existan medidas econmicas suplementarias y cuando entrevean posibilidades de promover sus modalidades deportivas o perciban en estos nuevos contextos de actuacin oportunidades para la deteccin de nuevos talentos. cabe detenerse en algunas iniciativas de deporte-integracin que han partido de las instituciones pblicas del deporte. En 2004, el Instituto Municipal de Deporte de Sevilla puso en marcha un proyecto deportivo municipal (Silva, et al. 2006) a travs de la asociacin Animae Vitae en los barrios de atencin preferente de dicha ciudad. Los contenidos consistieron en jornadas de sensibilizacin en los colegios, escuelas municipales, talleres multiculturales, competiciones deportivas municipales y, como cierre del curso acadmico, se celebran los encuentros de integracin a travs del deporte donde se muestran a la ciudad los logros obtenidos mediante eventos como los Juegos de la Amistad o los Juegos de Integracin. Las pautas exitosas de esta experiencia se agrupan en los siguientes aspectos: inversin de recursos econmicos, continuidad, personal con formacin adecuada, refuerzo del espritu amateur, planificacin y seguimiento-evaluacin de la actividad. El propio Instituto Municipal de Deporte de Sevilla14 (2006) promueve, dentro del Programa de Integracin a travs del Deporte 2006, medidas para la implicacin de los clubes y asociaciones deportivas existentes en el mbito de la integracin. Se crean convenios con entidades deportivas que trabajen directamente con jvenes en riesgo. Por su parte, tambin el Ayuntamiento de Madrid tambin cuenta con un programa de insercin por el deporte basado en subvencionar a los jvenes de las zonas ms precarias para participar en clubes deportivos de la ciudad. Sea como sea, la primera dcada de siglo cuenta con experiencias de mayor envergadura que han alcanzado a un nmero importante de jvenes, implicado a diferentes instituciones y con programas de intervencin ms definidos. Recogemos un proyecto de deporte-integracin dirigido a 300 nios de educacin privada de la pedana de Torre Pacheco (cartagena) donde cuentan con un alto porcentaje de inmigrantes y jvenes venidos de zonas deprimidas de Andaluca. Se trata de prevenir el absentismo escolar mediante actividades de refuerzo educativo y de ocio en el tiempo extraescolar. En este ltimo caso prevn ftbol, ftbol sala, atletismo, voleibol y acampadas. El diseo incluye objetivos, contenidos, metodologa, recursos y evaluacin prevista del proyecto. (cervantes, 2006) cabe mencionar otra experiencia en esta lnea. Se trata del diseo, estructura y ejecucin de un Torneo Educativo de Ftbol-5 dirigido a 500 jvenes entre 10 y 14 aos de zonas marginales de la provincia de Granada. Adems de la actividad puramente deportiva
14

Desde el 2005 figura un gasto para Deporte Social en los presupuestos de la Consejera de Turismo, Comercio y Deporte de la comunidad de Andaluca. En el 2006, se aprueba duplicar el gasto presupuestario relativo a estos programas.

[ 122 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
que se distingue por contar con un reglamento educativo y gracias a la colaboracin de los profesionales de lo social, se organiza adems un importante nmero de actividades paralelas que intentan reforzar la integracin de los ms desfavorecidos. Puede destacarse en este evento la contribucin de ms de quince pequeas y medianas empresas que junto con medios de comunicacin locales han colaborado en la organizacin del evento. (Tenorio, 2006) Nos parece tambin importante hacer referencia a la participacin de deportistas profesionales como padrinos de las acciones y de los propios jvenes participantes. En este sentido, la Asociacin de Deportistas por una Infancia Mejor (2004) y la empresa Danone pusieron en marcha el Proyecto Escuelas Deportivas Danone de Integracin Social y cultural con el objetivo de favorecer la integracin social de nios que viven en barrios y zonas desfavorecidas de grandes ciudades. El primer ao se inauguraron cuatro escuelas en Barcelona, cceres, Madrid y Sevilla. Ahora el programa cuenta con ms de diecisiete. cada una de las Escuelas est integrada por aproximadamente 50 nios y nias de entre 6 y 12 aos divididos en cuatro grupos de entrenamiento. Estas escuelas han supuesto un campo de observacin del efecto del apadrinamiento pues todas llevan el nombre de futbolistas de primera divisin. La valoracin de esta experiencia indica que la presencia de los deportistas de elite supone para los nios un estmulo importante a la hora de conseguir los objetivos marcados. El proyecto aprovecha la influencia positiva que ejercen los deportistas como modelos para estos nios y nias y as ofrecerles un mayor incentivo, al tiempo que el programa adquiere una mayor dimensin. En este apartado, hemos expuesto a grandes rasgos las caractersticas y preocupaciones que han acompaado la gnesis y evolucin de las iniciativas de insercin por el deporte en nuestro pas a lo largo de estas dos ltimas dcadas. Recapitulando, las variables que preocupan a los agentes sociales en la aplicacin de estas acciones se encuentran ligadas fundamentalmente a los siguientes aspectos: el diagnstico de los jvenes a los que se dirige la accin, la seleccin de los contenidos idneos para aprovechar la eficacia de las intervenciones; el perfil de los profesionales que deben aplicarlas; el sostn institucional para dotar de continuidad a las acciones; y, la evaluacin de las iniciativas para mostrar los resultados y contribuir a una mejor aplicacin. Algunos de estos aspectos tambin han sido analizados junto a otras variables por los investigadores en ciencias sociales y de la actividad deportiva. Veamos a continuacin las aportaciones en este sentido. II.2.3.2. Investigaciones de insercin por el deporte Paralelamente a la evolucin de las iniciativas aplicadas con el deporte en las zonas precarias asistimos a las primeras investigaciones y publicaciones sobre esta temtica del deporte-insercin. Aunque los estudios sobre el tema en Espaa no son an muy abundantes, los existentes representan lneas de investigacin innovadoras. El objetivo aqu sera
[ 123 ]

describir estas nuevas lneas de trabajo abiertas sobre el uso del deporte como medio de intervencin social con jvenes vulnerables15. Las primeras publicaciones que se han recogido sobre este tema provienen, al igual que su puesta en prctica, de los profesionales de lo social. As, en 1992 encontramos el artculo Educacin Fsica y Deporte en el trabajo social publicado en la Revista de Trabajo Social (Snchez, 1992), donde se corrobora, de forma temprana, la presencia de las actividades fsicas en muchos de los programas realizados por los educadores sociales. En este artculo, se abren discusiones que siguen teniendo inters en la actualidad, como son: los lmites concretos del deporte a la hora de la intervencin, la necesidad de incidir en los aspectos metodolgicos utilizados para la puesta en marcha de estos contenidos en la accin social y la importancia de contar para esto con los profesionales de este campo de las ciencias de la actividad fsica y el deporte. En la misma lnea, en la revista Trabajo Social Hoy encontramos otra publicacin que narra la experiencia Escuela Abierta desarrollada por los servicios sociales del Ayuntamiento de Legans (Gonzlez, et al. 1998). Se reflexiona sobre las posibilidades de xito de un espacio de intervencin educativa a travs de actividades orientadas a prevenir situaciones de riesgo en la que los autores subrayan el papel destacado de la actividad fsica. Junto a estos contenidos deportivos, esta experiencia ya incluye actividades ldicas como juegos, talleres, expresin corporal, excursiones o teatro dirigidos a los nios y jvenes de hasta 14 aos. Sobre todas ellas se argumenta su uso por parte de los servicios sociales. Estas primeras publicaciones en revistas del trabajo social recogen los debates iniciales que se desprenden de la prctica sobre el terreno por parte de los educadores sociales como herramienta de intervencin con grupos desfavorecidos. En los ltimos aos de la dcada de 1990, los jvenes vulnerables empiezan a ser objeto de estudio de las ciencias de la actividad fsica. As lo reflejan los primeros estudios y publicaciones de esta temtica en congresos de ciencias del deporte. En concreto, las primeras publicaciones sobre nuestro colectivo aparecen recogidas en las actas de congresos dedicados a la actividad fsica adaptada, como fue el caso del I congreso Nacional de Motricidad y Necesidades Especiales (1999). Las poblaciones con necesidades especiales debidas a causas sociales son tenidas en cuenta junto con los colectivos especiales por causas fsicas, psquicas o sensoriales. En esta lnea, en el artculo Actividad fsica e insercin juvenil: nuevos espacios de investigacin en el campo de la actividad fsica y el deporte (Balibrea, Santos, 1999) se planteaba la apertura de este nuevo campo de estudio de la insercin juvenil dentro del mbito de las ciencias del deporte y se recoga el incipiente inters de los profesionales
15

Reiteramos en esta nota el comentario incluido anteriormente acerca de la exhaustividad de la documentacin en este apartado. Aunque se ha pretendido abarcar el mximo de referencias hasta el momento de finalizar el periodo de bsqueda documental, pueden darse omisiones, confiamos en que estas sean las mnimas. Por otra parte, en este apartado, hemos evitado repetir aquellos artculos que relatan intervenciones concretas y que ya se han citado anteriormente.

[ 124 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
e investigadores del deporte sobre su aplicacin con los jvenes desfavorecidos. Dicho inters se concretaba en: estudios exploratorios sobre la situacin prctica y las pautas para el diseo de programas de insercin por el deporte; anlisis sobre los objetivos y contenidos del deporte como medio de integracin; lneas centradas en las directrices y modelos de la intervencin pedaggica con estos colectivos; las caractersticas de las instalaciones y equipamientos deportivos necesarios para la aplicacin de programas de este tipo; y, la contribucin del deporte a la insercin de los jvenes en riesgo social en el mbito sociolaboral. A continuacin, expondremos de forma breve algunos de los estudios ms relevantes a este respecto clasificados cronolgicamente. Sirva para empezar el estudio de caso basado en la experiencia de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Fsica y el Deporte de Granada con jvenes de barrios marginales como la Cartuja y Almanjyar. Los autores confirman la escasa bibliografa al respecto y escasez de intervenciones prcticas y describen el diseo de actividades empleado tras estudiar el contexto barrial y las necesidades que se plantean. Los autores concluyen subrayando algunas pautas a tener en cuenta entre las que destacamos: la importancia del juego como recurso; la prioridad en la transmisin de actividades y valores frente a los contenidos deportivos; la elaboracin de objetivos realistas; la necesidad de valorar y reforzar a los jvenes y la presentacin de las sesiones de una forma sencilla y gil (Lpez, et al., 1999). Destacamos otro artculo de este mismo ao (Garca y Carvajal, 1999) y que ya hemos citado en pginas anteriores, por su inters en discutir sobre los contenidos deportivos ms apropiados para la insercin por el deporte. Los autores destacan la escalada por considerarla una herramienta educativa especialmente potente para combatir los problemas de adaptacin social de jvenes en riesgo entre 12 y 16 aos dado su carcter altamente socializador. El articulo se basa en una iniciativa puesta en marcha por los autores con los siguientes objetivos: en primer lugar, concienciar a los alumnos de la importancia de mantener espacios naturales en buenas condiciones para la realizacin de cualquier actividad; en segundo lugar, proporcionar al alumno la idea de igualdad y amistad a travs de la escalada; y, en tercer lugar, disuadir de otros hbitos delictivos que perjudiquen al propio chico y a la sociedad en su conjunto. con todo, en esta experiencia los autores relativizan el valor del deporte y de la escalada sealando la importancia de coordinar y complementar estas iniciativas y actividades con otras acciones psicopedaggicas, jurdicas y administrativas para lograr un proceso de integracin social completo y real. Ni la escalada deportiva en particular ni la actividad fsico-deportiva en general son la panacea, ni la solucin nica, pero s son valiosos medios de actuacin. Tambin en 1999 se presenta la tesina de doctorado Actividad Fsica, deporte e insercin juvenil: una aproximacin a la intervencin social en las zonas urbanas desfavorecidas (Balibrea, 1999) realizada a partir de un proyecto de investigacin subvencionado por la Conselleria de Educacin de la Generalitat Valenciana. Esta tesina examina la actividad fsica y el deporte como una forma emergente y creativa de intervencin social en los barrios
[ 125 ]

marginales. La finalidad era construir un marco terico para comprender los diferentes discursos sobre la insercin por el deporte, plasmar el estado de la cuestin en nuestro pas y detectar aquellas dificultades que se estaban produciendo sobre el terreno en la puesta en marcha de iniciativas. Entre los resultados de mayor inters puede destacarse la realizacin de un censo de iniciativas y experiencias tanto espaolas como de otros pases europeos sobre actividad fsica dirigida a jvenes desfavorecidos y una base de datos bibliogrfica comentada con los textos ms significativos sobre la materia. A principio de 2000, aparecen algunas publicaciones que indagan sobre los lmites de del deporte utilizado como medio de insercin. Es el caso de Gaspar Maza (2000) que desde su experiencia de educador social en el barrio del Raval (Barcelona) presenta una reflexin crtica sobre las ventajas y los lmites de la conexin deporte y exclusin. Nos parece interesante subrayar algunos de los obstculos de la utilizacin del deporte mostrados por el autor como la tendencia a la instrumentalizacin la utilizacin que hacen de ste los medios de comunicacin, los grupos polticos, empresas, etc.; los lmites inherentes a la exclusin los efectos de la exclusin no facilitan el inters por el deporte; y el enorme peso de la reproduccin social las situaciones de exclusin son estructurales por lo que hacer deporte no garantiza su eliminacin. En este sentido, Santos, Balibrea y castillo, (2001) presentan en el congreso Deporte y cambio social en el umbral del siglo XXI una comunicacin con los resultados de la investigacin subvencionada por el consejo Superior de Deportes Actividad fsica e insercin social: mejorar la cohesin social en poblaciones desfavorecidas donde analizan la utilidad de la actividad fsica en la mejora de las condiciones de vida de dos colectivos como son los jvenes de zonas urbanas desfavorecidas y la poblacin reclusa a travs de dos estudios de caso. En ellos se ilustran dos mbitos diferentes de la marginacin, pero se considera que, potencialmente, pueden representar el inicio y el final de trayectorias sociales que se inician con las carencias y privaciones presentes en los barrios ms desfavorecidos y concluyen con la prisin. En el caso de los barrios, el estudio se centra en los adolescentes residentes en los barrios de accin preferente de la comunidad Valenciana con problemas relativos a fracaso escolar, desatencin corporal o callejeo y en su mejora a travs del deporte, en el caso de la prisin se han estudiado otras dimensiones como la autoestima, la organizacin del tiempo o las expectativas de reinsercin. El abordaje metodolgico emplea un enfoque cualitativo basado en entrevistas en profundidad. A travs de la investigacin es posible hacer una valoracin positiva de las potencialidades de la actividad fsica para mejorar las condiciones de vida de los colectivos estudiados. Tambin ha revelado dimensiones nuevas que es necesario considerar en experiencias sucesivas como la gran variedad de profesionales con orgenes que se encargan de las actividades como trabajadores sociales, educadores de calle, animadores, voluntarios, religiosos, etc. y el vaco de profesionales provenientes de las ciencias de la actividad fsica. La comunicacin subraya la necesidad de generar nuevos profesionales del deporte preparados para poner en marcha iniciativas con estos colectivos desfavorecidos.
[ 126 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Siguiendo con las publicaciones de los autores anteriores, en (Balibrea, Santos, Lerma, 2001, 2002) se sintetizan las directrices aconsejables para programas con el objetivo de potenciar la insercin social a travs de la actividad fsica. A continuacin sealamos algunas de estas pautas que coinciden con las expresadas por otros expertos en esos momentos. En primer lugar, las acciones de deporte-insercin no son un remedio milagroso para luchar contra la exclusin de los jvenes, frenar la delincuencia o el uso de drogas. Slo conseguirn resultados exitosos si se impulsan mediante una consistente voluntad poltica, que promocione iniciativas a medio y largo plazo sobre las zonas urbanas desfavorecidas; en segundo lugar, las acciones implican un alto nivel de preparacin tcnica por parte de los responsables, de manera que queden cubiertos tanto los aspectos tcnicos deportivos como el acompaamiento socioeducativo por parte de los profesionales de la accin social en los barrios; en tercer lugar, el desenlace positivo de las acciones est condicionado por la inscripcin de stas en estructuras deportivas de clubes y federaciones, de modo que a travs de estas se consiga la integracin de los jvenes beneficiarios en marcos deportivos con normas, reglamentos, organizacin y obligaciones, y a su vez se amplen los contactos de los jvenes de los barrios con otros estratos juveniles de la ciudad; y, por ltimo, las conclusiones de estos artculos subrayan la importancia de que las experiencias fomenten y cuenten con la participacin de los propios jvenes para poder conocer sus demandas y sus gustos deportivos. A lo largo de la dcada, continan apareciendo publicaciones centradas sobre los contenidos deportivos idneos para este colectivo. As recogemos el artculo de la Asociacin Juvenil TEB junto con Ravalnet de Barcelona que recoge el proyecto puesto en marcha por dichas asociaciones y que se dirige a los jvenes entre 12 y 17 aos con menos recursos del barrio del Raval de dicha ciudad. A travs del surf pretenden ensear a los jvenes otros aspectos de la vida como la concentracin, el esfuerzo, la confianza o la superacin personal, adems de evitar que estn demasiado tiempo en las calles sin nada que hacer. El surf se complementa con actividades informticas donde los jvenes realizan simulacin de este deporte y talleres de reparacin del material que utilizarn despus. Este proyecto se realiza gracias al voluntarismo de los jvenes monitores y otros que colaboran aportando su propio material deportivo (Asociacin Juvenil TEB, 2002). En 2004, destacamos el artculo El deporte como herramienta de intervencin pedaggicasocial en el mbito de la exclusin social (Rodrguez, 2004) donde siguiendo a Maza (2000) el autor reflexiona sobre los lmites y las potencialidades del deporte. Dentro de estas ltimas se detiene sobre el deporte como elemento de socializacin por su capacidad para la formacin de grupos formales o informales y, en consecuencia, el establecimiento de punto de encuentro y formacin de relaciones sociales y, en segundo lugar, sobre el deporte como elemento dinamizador de la participacin tanto directa en la actividad fsica como indirecta, mediante tareas complementarias como responsabilizarse del material deportivo o similares. Otro tema de anlisis tratado en el campo del deporte-insercin han sido los equipamientos deportivos como elementos clave para potenciar la prctica deportiva en las zonas ms desfavorecidas. El artculo Barrios desfavorecidos y prcticas deportivas:
[ 127 ]

integrar el deporte en la poltica urbana (Santos, Balibrea, 2004) pretende profundizar en las potencialidades del deporte aplicadas a las polticas urbanas y en concreto a aquellas dirigidas a los barrios en dificultad. Se dedica una primera parte a analizar algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo en este terreno en Europa. Y, en segundo lugar, se presentan algunas reflexiones preliminares sobre medidas concretas que podran aplicarse para mejorar la cohesin urbana mediante cambios en los equipamientos o en la planificacin de actividades deportivas de barrio. La duracin de las iniciativas sobresale en las investigaciones existentes sobre esta temtica como aspecto relevante para lograr la eficacia de las acciones. En el artculo de Sez (2004), basado en la experiencia de creacin de un equipo de ftbol en una zona marginal de Terrasa durante la temporada 2003-04, se analiza la cuestin, as como se subraya la importancia de tener en cuenta las posibles influencias que se pueden dar en funcin del sexo de los profesionales a cargo de las iniciativas y los conflictos entre los jvenes en el terreno de juego. La autora incide en el hecho de que todas estas dificultades iniciales han sido superadas gracias a la continuidad de la iniciativa, que ha permitido superar los prejuicios de gnero y reorientar las actitudes ms agresivas de los jvenes hacia la prctica fsica. En 2005, hay que resear el artculo en la revista Apunts Actividad fsica y deporte en jvenes en riesgo: educacin en valores (Jimnez, Durn, 2005) desde una perspectiva basada en la pedagoga social, que buscar la transmisin de determinados valores como finalidad de la intervencin. Los trabajos de estos autores se basan en las investigaciones previas de Hellison (1973, 1978, 1991, 1995). En el artculo, se define al colectivo objeto de la intervencin, los aspectos a trabajar en valores y los errores ms comunes de los programas de sta. Los autores analizan los aspectos personales de los jvenes ms destacados de forma positiva en estos contextos aquellos con la capacidad de remontar con xito las dificultades que afectan a sus vidas, mostrando un gran valor de autocontrol y responsabilidad para as potenciar esos rasgos en el resto de compaeros. Las caractersticas destacadas en estos jvenes resistentes16, como competencia social, autonoma, optimismo o esperanza, sirven de base para orientar las intervenciones con el resto de jvenes desfavorecidos. En consecuencia, los autores subrayan la inteligencia emocional como un aspecto fundamental con estos jvenes, en concreto, el autocontrol de las reacciones emocionales y la empata. cercanos a esta lnea de trabajo, cabe mencionar la publicacin Responsabilidad personal y social a travs de la educacin fsica y el deporte (Escart, Pascual, Gutirrez, 2005) que tiene tambin como una de sus bases fundamentales los estudios citados de Hellison. En esta obra se describe un programa de intervencin psicosocial desde la educacin fsica para transmitir responsabilidad personal y social a nios, adolescentes y jvenes. Para esto, se propone un clima motivacional orientado a la tarea, donde todos los nios participantes tienen la oportunidad de experimentar xito y aprender habilidades que, segn los autores, les
16

Denominacin compartida en ambientes neoconservadores americanos para los jvenes de contextos desfavorecidos que se comportan bien, equivalente al modelo de xito individual en lo que sera la sociedad ms normalizada.

[ 128 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
van a ser tiles para promover valores y desarrollar la responsabilidad personal y social en el contexto escolar y en otros mbitos de su vida. A lo largo de los diferentes captulos del libro, se describen las bases tericas y metodolgicas del programa de responsabilidad personal y social (PRPS) y se exponen los resultados obtenidos en la aplicacin del modelo, as como las diferentes estrategias para implantarlo con xito en otros contextos y con otras poblaciones. En este ltimo caso, los investigadores han aplicado el PRPS en el curso 2002-03 a ocho adolescentes en riesgo que formaban parte del Programa de Adaptacin curricular de un centro escolar. Para valorar la evolucin en los comportamientos de responsabilidad de los adolescentes, grabaron las sesiones de intervencin y realizaron entrevistas a cinco jvenes. Segn los autores, los resultados son prometedores: sealan una disminucin de los comportamientos disruptivos y una disminucin de aquellos comportamientos relacionados con la agresividad en las clases. Aunque los resultados son de gran inters, como vemos se trata de un programa aplicado en un centro escolar a jvenes escolarizados que, a pesar de tener ciertas dificultades en el progreso escolar, no parecen presentar graves problemas de marginacin. con todo, el PRPS puede ser una gua metodolgica til para intentar transmitir responsabilidad personal y social entre los adolescentes. Esta lnea de investigacin basada en la transmisin de valores ha tenido una presencia predominante en congresos recientes, en concreto en el congreso Internacional celebrado en Huelva en 2006 bajo el rtulo Violencia, deporte y reinsercin social y ms recientemente en la II conferencia Internacional sobre desarrollo positivo en los jvenes a travs de la actividad fsica y el deporte que tuvo lugar en Valencia, en julio del 2008. A pesar de la importante contribucin de esta perspectiva al del deporte insercin, nos parece preciso subrayar el peso de los enfoques funcionalistas que se detectan tras la lectura de estas investigaciones. En particular en la consideracin de los jvenes investigados, a los que se representa conceptualmente de manera muy esquemtica y se los concibe como jvenes con carencias personales y a las intervenciones con el deporte como un medio para cubrir estas faltas. La individualizacin y la psicologizacin en la forma de afrontar el problema de la exclusin y las desigualdades es una importante limitacin para entender las causas estructurales que pueden provocar y mantener las situaciones de marginalidad que viven los jvenes en riesgo. Esta individualizacin y psicologizacin se transfiere a las estrategias metodolgicas a la hora de planificar la intervencin sobre los jvenes. consideramos que mantener una visin tan limitada de los jvenes objeto de la intervencin, a los que se asimila a enfermos sociales puede llevar a dejar de lado aspectos ms creativos, como su participacin a fondo en el proceso. En nuestra opinin, sera interesante un enfoque ms estructural de las causas de las desigualdades sociales y de los procesos de exclusin que vayan ms all del limitado foco del individuo anmico objeto de atenciones de clnica social. En ese mismo ao 2006, la publicacin de las actas del VIII congreso de la Asociacin Espaola de Investigacin Social Aplicada al Deporte (AEISAD), celebrado en Barcelona
[ 129 ]

y centrado en la reflexin sobre Culturas Deportivas y Valores Sociales17 recoge varias contribuciones sobre nuestro objeto de estudio que destacan por ocuparse en gran medida de la elaboracin del marco conceptual. As, el artculo de Cati Gmez (2006) realiza un acercamiento al anlisis terico de los conceptos de exclusin social, actividad fsica y su uso como medio de socializacin de jvenes desfavorecidos. La autora subraya el potencial de esta herramienta debido a la red social que genera el espacio deportivo. En este congreso, tambin Gaspar Maza (2006) realiza su contribucin siguiendo la misma lnea de sus estudios anteriores. El autor presenta un anlisis del deporte desde las teoras del capital social. El objetivo es comprender los mecanismos de produccin, reproduccin o cambio que puede generar el deporte en situaciones de exclusin social. En sentido genrico, se denomina capital social a las redes de relaciones sociales que se forman dentro de una sociedad. Es evidente que muchas actividades fsicas se producen y a su vez generan redes de amistades que comparten ese inters por el deporte. Adems, el deporte conlleva un capital cultural y simblico importante. El primero a travs de las normas, reglas, hbitos, etc.; el segundo hace referencia al carcter simblico que alcanzan hoy en da las identidades deportivas de los grandes campeones ensalzadas por los medios de comunicacin. Este capital que encierra el deporte ha sido utilizado de formas diferentes a lo largo de la historia segn las ideologas y contextos predominantes. Maza ilustra su argumentacin con la experiencia de la formacin de un equipo de ftbol en el barrio del Raval (Barcelona)18. Su creacin por parte de los educadores sociales tuvo por objetivo agrupar, organizar y facilitar a los jvenes la prctica deportiva en un barrio desfavorecido. El anlisis de esta experiencia refleja dos grupos organizadores y jvenes cada uno con su capital social, cultural y simblico que en la prctica interrelacionan, chocan y generan un campo de conflicto para la intervencin educativa. El deporte sera as el lugar donde confluyen distintos capitales sociales pero a la vez el lugar donde se reconstruyen y se modifican. El autor subraya, a partir de la observacin de esta experiencia, cmo el equipo de ftbol se configur como el espacio de encuentro clave para los jvenes participantes influyendo as en su capital social. Tambin se detectan modificaciones en el capital cultural sobre todo mediante los denominados procesos de bricolaje que se dan en concreto entre los hijos de inmigrantes extranjeros y autctonos. Por ltimo, el deporte tambin aporta capitales simblicos. As, influye sobre la identidad de los jvenes al convertirse en el lugar donde los jvenes se conocen y se reconocen como jugadores con unas caractersticas de juego o como representantes de unos u otros equipos (Maza, 2006).
Ttulo coincidente con un interesante artculo de contenido terico de Ricardo Snchez y Jorge Snchez (2001) en el que se profundiza sobre el sentido social del deporte, el cuerpo y la identidad repasando algunos de los textos y debates clave en la Sociologa y la Antropologa del deporte 18 Para ms informacin se puede leer el captulo a este respecto presente en Maza, G. (2000) Produccin, reproduccin y cambios en la marginacin urbana. La juventud del barrio del Raval de Barcelona 1986-1998 Tesis doctoral indita. Universidad Rovira i Virgili, Tarragona.
17

[ 130 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
Es a finales de este mismo ao, cuando Gaspar Maza lleva a cabo la sugerente investigacin Barcelona Man. Del Raval a East London. Una historia de vida y procesos transnacionales entre Barcelona y Londres. En ella, narra el recorrido vital y deportivo de Khalit un joven marroqu que vive toda su infancia en Barcelona y a los 17 aos se traslada a Londres. Su fuerte identificacin con el Bara es una especie de pasaporte identitario que le acompaa en este trayecto migrante. La investigacin de Maza emplea la historia de vida y el enfoque etnogrfico multilocalizado para reflexionar sobre algunos de los collages identitarios a los que nos estn conduciendo los procesos de globalizacin y transnacionalizacin actuales. Otra de las comunicaciones de Jos Rodrguez (2006) dentro de culturas deportivas y valores sociales, y en sintona con el autor anterior, realiza una reflexin conceptual sobre las posibilidades y lmites del deporte como herramienta socioeducativa. Entre las ventajas que presenta el uso de la actividad fsica frente a otros tiles de la accin social se destaca: el hecho de poderse realizar en espacios abiertos no convencionales; su potencialidad para agrupar a diferentes instituciones que colaboren y se conviertan en un primer contacto para los jvenes participantes; y el trabajo sobre el conflicto durante las sesiones de entrenamiento y tiempos circundantes. Respecto a los lmites del uso de esta herramienta, el autor pone el acento en el riesgo de instrumentalizar el deporte; en la fuerza arrasadora de los procesos de reproduccin social; y en la paradjica exclusin misma que el deporte puede generar por diferencias tcnicas, fsicas, etc. Para cerrar las investigaciones realizadas en 2006, incluimos la de Antonio Santos, Enriqueta Balibrea y Luis Moral (2006), que aborda los vnculos entre el deporte y la insercin laboral del los jvenes desfavorecidos. El objetivo principal de la investigacin es analizar cmo las cualificaciones sociolaborales comnmente requeridas en el entorno laboral pueden promoverse mediante la prctica deportiva incorporada a los procesos de formacin vocacional de los jvenes sociolaboralmente desaventajados, especialmente entre las mujeres jvenes. El texto introduce algunas claves del estudio Job and Sports perteneciente al programa europeo Leonardo da Vinci en el que han participado cinco pases europeos pertenecientes (Italia, Francia Eslovenia, Alemania y Espaa) y sus correspondientes equipos de investigacin. El promotor es el Beschftigungsfrderung Gttingen Kar (Departamento de Promocin de Empleo de la ciudad de Gttingen). El proyecto const de dos fases: la fase de terica y la fase de prctica deportiva. La primera analiz la bibliografa existente y se centr en la realizacin de entrevistas cualitativas. Uno de los resultados fue una lista de habilidades y de objetivos que se requeran para obtener una integracin laboral: motivacin, habilidades personales, habilidades sociales, integracin y gestin de tareas. Estas cinco habilidades se corresponden con cinco mdulos de aplicacin prctica con jvenes. En la segunda fase se aplican y evalan cada uno de estos mdulos por parte de cada socio nacional, en organizaciones deportivas, centros de formacin ocupacional y programas de promocin de empleo dentro de sus redes locales. Esta propuesta se enclava en este momento en que crece la preocupacin
[ 131 ]

en el marco europeo por buscar respuestas desde mbitos innovadores a la exclusin sociolaboral de las mujeres jvenes. En el 2008, destacamos los resultados de la investigacin Violencia y deporte (Gamero, et al., 2008), subvencionada por la Junta de Andaluca dentro del Plan Andaluz de Investigacin, Desarrollo e Innovacin del 2005. Este trabajo tiene por objetivo el diseo de un plan de dinamizacin deportiva en la barriada Prez cubillas de Huelva que presenta una gran cantidad de indicadores de exclusin social que estn afectando a los ms jvenes. Los resultados de investigaciones anteriores indican que es necesario establecer propuestas especficas segn los tipos de problemas de cada contexto. As, en este trabajo se han estudiado las caractersticas sociodemogrficas del barrio, las demandas de prcticas fsicas por parte de los jvenes que all habitan y, por ltimo, se ha diseado un plan deportivo que contribuya a la integracin social de los jvenes del barrio. La metodologa cualitativa utilizada se ha centrado en entrevistas en profundidad a los responsables de la administracin y cuatro grupos de discusin con los jvenes de la zona. Por ltimo, tambin cabe sealar el artculo de Jess Fernndez Gavira (2008) en el que se realiza un resumen de las iniciativas del programa europeo Youth in Action. En este programa, quince pases distintos aportaron sus experiencias de utilizacin del deporte con jvenes con problemas de violencia y pertenecientes a zonas urbanas desfavorecidas. De los resultados extrados, el autor apunta ciertas tendencias en las acciones europeas: la edad media de los destinatarios est entre los 13 y 20 aos; la mayora de los grupos son pequeos y mixtos; entre los deportes ms usados figuran los colectivos y los de aventura, aunque tambin estn presentes los deportes urbanos y los individuales; las iniciativas tienen una continuidad en el tiempo; entre los objetivos ms buscados sobresalen la generacin de valores de equipo, el entendimiento intercultural, la prevencin de conductas delictivas y la mejora de la autoestima y la condicin fsica; las subvenciones suelen venir de entidades pblicas y, cuando son de privadas, se trata de entidades deportivas como grandes clubes de ftbol; el papel del deporte se valora de forma positiva en estos contextos. con lo expuesto hasta el momento, hemos intentado plasmar el estado de la cuestin deporte-insercin dirigido a los jvenes desfavorecidos en nuestro pas, tanto mediante la evolucin de las experiencias prcticas puestas en marcha sobre el terreno como a travs de una visin general de las investigaciones existentes hasta la fecha. Investigadores, profesionales, voluntarios, instituciones, polticos, etc. han comenzado a dirigir su mirada hacia el deporte como medio de resolver las dificultades sociales en los barrios precarios. En principio, los actores coinciden en sealar la actividad fsica y el deporte como un soporte privilegiado de insercin social dirigido a los jvenes en los barrios precarios. Sin embargo, son muchas las cuestiones que se desprenden de las experiencias e investigaciones que hemos visto: los discursos legitimadores del uso del deporte, las pautas para el diseo de las intervenciones, la implicacin de organizadores y promotores, el perfil de los profesionales, la implicacin del movimiento deportivo, los equipamientos deportivos en las zonas marginales o la evaluacin de las acciones de insercin por el deporte. A continuacin, y a
[ 132 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
modo orientativo, agrupamos y resumimos en tres grandes lneas las preocupaciones de los actores de este mbito de la investigacin y aplicacin del deporte-insercin. a) El diseo de los proyectos de insercin por el deporte. Estas prcticas y representaciones con respecto al deporte como herramienta de integracin dependen del contexto en el cual se desarrollan. Se inscriben en la historia poltica y social de una zona. De ah que no sea posible presentar programas estndar en la medida que cada barrio tiene su especificidad, su historia y sus imperativos socioeconmicos y culturales y representa, pues, un caso concreto. Sin embargo, sin establecer modelos cerrados, s se hace necesario indagar en abstracto sobre las posibilidades y lmites de los objetivos de las intervenciones; precisar los pblicos y perfiles de los receptores de las acciones; analizar la idoneidad de los deportes y actividades utilizados en cada caso; y, reflexionar sobre las didcticas y mtodos de enseanza en estos contextos cambiantes y difciles. Esta preocupacin por poner en comn pautas de actuacin en el diseo de las acciones est presente en los trabajos realizados hasta la fecha. b) coordinacin profesional e interinstitucional de organizadores, promotores y profesionales que participan en las acciones. Las experiencias y las investigaciones muestran una gran diversidad sobre los actores implicados, los organismos financiadores y los profesionales que llevan a cabo las acciones. El choque de culturas a nivel institucional y entre los propios profesionales provenientes sea de la educacin social o sea del deporte se plasma en diferentes objetivos y mtodos de intervencin. Se hace necesario clarificar campos de actuacin de cada uno, establecer formulas de coordinacin y profundizar en el perfil y la formacin que se requieren para implementar las acciones. Muy relacionado con este aspecto, queda sobre la mesa el anlisis de la implicacin del movimiento deportivo. Las presencias y ausencias del sector deportivo en los contextos de exclusin deben hacernos reflexionar sobre los motivos y las resistencias existentes. Lograr su participacin en este mbito de la insercin por el deporte parece necesario para propiciar acciones continuas en el tiempo que permitan a los jvenes convertir la prctica deportiva en un hbito de su vida. c) Los discursos sobre la integracin a travs del deporte: su objeto, su contenido, su evolucin, su significado social y poltico. Varios son los trabajos que ya se centran en la reflexin conceptual sobre los trminos claves de este nuevo mbito de estudio. En nuestra opinin, las lneas de investigacin que se preocupan por desgranar los discursos que circulan sobre las funciones sociales e integradores del deporte resultarn clave para colocar al deporte en su justo lugar en las polticas de insercin social y huir de una sobrevaloracin sobre sus potencialidades. Las acciones y estudios sobre el deporte-insercin parecen adoptar diferentes posiciones de anlisis. Existen visiones en exceso optimistas y acrticas que presentan el deporte como una solucin milagrosa para salvar a los jvenes atacados por los ms diversos males. Tambin, con la evolucin de esta temtica se pueden entrever otras posiciones que cuestionan el uso del deporte, declaran cierto escepticismo y subrayan no slo las potencialidades, sino
[ 133 ]

tambin los lmites muy ligados a las situaciones estructurales de exclusin que se han acentuado en las dos ltimas dcadas por polticas econmicas y urbanas de corte neoliberal. As, a pesar de la importancia que tienen por su carcter innovador todas las iniciativas en nuestro pas, creemos necesario sealar algunas de las lneas discursivas que en ocasiones circulan en prcticas y estudios sobre nuestro objeto de estudio. Nos referimos sobre todo a aquellas posiciones ms idlicas en las que se refleja un marcado enfoque funcionalista que, en el fondo, interpreta el deporte como un medio de control para combatir la desviacin, cuestin que en esta investigacin se ha criticado en varios apartados. Desde estos enfoques, los jvenes de los contextos desfavorecidos son analizados como aquejados por carencias personales o grupales y las intervenciones tendran como funcin arreglar las disfunciones reestableciendo los vnculos sociales comnmente aceptados mediante acciones diversas, como el deporte. En este trabajo, distamos de estas posiciones pues creemos preciso profundizar en el entramado de causas que ligan las situaciones de exclusin con los procesos sociales globales porque lo contrario puede llevarnos a anlisis que culpabilizan a las vctimas y las responsabilizan en gran medida de su situacin omitiendo una discusin ms profunda. La individualizacin y la psicologizacin en el tratamiento del problema, junto con un deporte que se presenta como un remedio para solucionar la miseria del mundo, evitan un anlisis a fondo sobre los efectos de un sistema econmico que empuja a la pobreza a numerosos jvenes y tambin evitan un anlisis concreto de las posibilidades de actuacin del deporte. Esta interpretacin acrtica consigue evacuar cualquier discusin sobre el reparto mejor de la riqueza y sobre las ya mencionadas desigualdades de condicin. Las nicas desigualdades que se observan desde estas posiciones provienen de diferencias en el esfuerzo y en la implicacin que podran resolverse con la colaboracin y el esfuerzo de los afectados. Estas diferencias discriminan, en un extremo, a los ms productivos que mejoran el rendimiento del sistema a travs de su aportacin, de los menos productivos a los que se les podr motivar, apremiar o reclamar una mayor auto responsabilizacin de cara a su participacin en la sociedad. En esta visin, poco se dice de las condiciones estructurales que provocan la exclusin de los jvenes y de las responsabilidades sociales que van ms all de la casustica de lo personal: como si las estrategias econmicas fuesen inocuas en la produccin de la exclusin. El deporte no puede arreglar los efectos negativos creados por polticas neoliberales, no puede devolver la igualdad en todos los campos de la sociedad. La insercin social pasa por abordar la insercin econmica aunque pueda ser tentadora la opcin de recurrir a herramientas casi mgicas como el deporte que deslumbren ante las dificultades sociales. Sin caer en un pesimismo exagerado, estos argumentos no deben ocultar las posibilidades del deporte como forma de generar algn cambio en los contextos de exclusin y mejorar las condiciones de vida de los jvenes en los barrios precarios. El deporte puede acompaar y reforzar otros medios de integracin como las polticas educativas, laborales o de vivienda puestas en marcha para los ms desfavorecidos. En este caso, el deporte deber ir integrado
[ 134 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
en proyectos globales, transversales y continuos en el tiempo que puedan presentar un til atractivo en la accin social donde las virtudes socializantes de la prctica logren toda su eficacia.

II.2.4. Iniciativas concretas en deporte-insercin. Una ilustracin con ejemplos de experiencias europeas y espaolas
Para cerrar este captulo, en el que se ha presentado el estado de la investigacin y de la intervencin aplicada del deporte-insercin con jvenes vulnerables, nos parece oportuno presentar algunos ejemplos europeos y espaoles de experiencias ms consolidadas que puedan ilustrar y complementar lo expuesto en este captulo. Hay que sealar que en diversos pases europeos, se han desarrollado en las dos ltimas dcadas experiencias prcticas que utilizan el deporte para favorecer la insercin social de jvenes desfavorecidos. Aunque no hemos dedicado un apartado monogrfico a los diferentes ejemplos nacionales cabe avanzar que en los barrios ms difciles de las grandes ciudades de pases como Francia, Gran Bretaa, Blgica o Alemania se han puesto en marcha progamas de actuacin bien estructurados. En ellos se articulan las polticas deportivas con las polticas sociales urbanas o migratorias. Espaa acumula un retraso respecto a ellos, pero, como hemos visto, comienzan a darse las condiciones para que se promueva la conjuncin deporte-integracin social. En las experiencias que mostramos en este captulo, recogemos un buen nmero de iniciativas europeas y algunas espaolas que sirven como ejemplo de los modos de intervencin a travs del deporte con colectivos desfavorecidos. Se presenta la informacin en foma de fichas con el objetivo de aportar al lector una informacin sinttica acerca del tipo de intervencin, la metodologa utilizada, las fuentes de financiacin, los pblicos a los que se dirige cada experiencia, etc.. La seleccin que se muestra proviene de nuestra experiencia y visita a algunas de las experiencias o bien de las distintas bases de datos o publicaciones especializadas que hemos consultado y de las que hemos elegido las intervenciones ms relevantes. Este tipo de fichas aporta una imagen panormica que permite apreciar la variedad y el inters de la intervencin, aunque no alcanza a incluir informacin muy detallada. cualquier informacin complementaria es posible obtenerla a travs de los contactos con los organismos que han proyectado la experiencia y que constan en cada ficha.

[ 135 ]

A continuacin presentamos las fichas de las intervenciones ms relevantes: Indice de fichas: 1. Ficha 1. Mon quartier bras-le corps. FRANcIA. 2. Ficha 2. Deporte para los jvenes en las zonas urbanas desfavorecidas ALEMANIA 3. Ficha 3. Youth action plus: co-operative streetgames INGLATERRA 4. Ficha 4. Drop-de-bton, le rugby au coeur de la vie FRANcIA. 5. Ficha 5. Perspectives, el boxeo deja KO a la exclusin FRANcIA. 6. Ficha 6. Portes ouvertes, coles de vlo FRANcIA. 7. Ficha 7. Parrainage de clubs sportifs et enterprises FRANcIA. 8. Ficha 8. Tras el velo: actividad fsica para mujeres magrebies. ESPAA 9. Ficha 9. Sport sant Judo en Sarrebourg. FRANcIA. 10. Ficga 10. Las Olimpiadas Locales. FRANcIA. 11. Ficha 11.Parcours animation sport (PAS) FRANcIA. 12. Ficha 12. Ragazzi fuori. ITALIA 13. Ficha 13. Dunkerque: Macadamhand. Deporte juvenil en los parkings. FRANcIA. 14. Ficha 14. Yvelines: el deporte en el barrio de chanteloup. FRANcIA. 15. Ficha 15. Deporte para las jvenes inmigrantes. BELGICA 16. Ficha 16. Mise en forme des diffrences FRANcIA. 17. Ficha 17. challenge Multisport de lInsertion FRANcIA. 18. Ficha 18. Open Fun Football Schools. BOSNIA Y HERZEGOVINA. 19. Ficha 19. La lutte. FRANcIA. 20. Ficha 20. Montfermeil: con las botas puestas en los barrios desfavorecidos. FRANcIA.

[ 136 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 1. MON QUARTIER BRAS-LE CORPS19

Organiza: comit dle-de-France de Lutte (cIFL) Lugar: Dpartement le de France Fecha de realizacin: 2006 Nmero de participantes: 500 nios y adolescentes (6-18 aos) mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS)20 Actividades propuestas: lucha Objetivos y resumen: Desarrollar el aprendizaje de la lucha en los barrios sensibles con la finalidad de ampliar la oferta de actividades, canalizar mejor la energa y disminuir la agresividad y comportamientos violentos mediante un mayor control de uno mismo. Tras los conflictos protagonizados por los jvenes de los barrios perifricos de las ciudades francesas, el comit de le de France de Lucha (cIFL) (rgano regional de la Federacin Francesa de Lucha (FFL) puso en marcha este proyecto con la colaboracin de los municipios de varias ciudades de la regin. La implicacin de stos consisti en ofrecer instalaciones y dar continuidad a la actividad. Por su parte, el comit dle-de-France de Lutte moviliz a su personal y a sus voluntarios y aport adems otros medios materiales y equipamientos. Igualmente, prest apoyo a las asociaciones que emprendiesen escuelas de lucha en forma de asesoramiento administrativo y financiero, promocin deportiva y exhibiciones. En las ciudades participantes, cada joven inscrito en el programa recibe un carnet mediante el que se sigue su evolucin fsica, deportiva, escolar y ciudadana y sirve para reforzar los contactos entre los clubes, la escuela y la familia. cada trimestre se realizan pruebas para valorar el aprendizaje conseguido. Los educadores deportivos pueden proponer a los jvenes recorridos orientados hacia la prctica competitiva o hacia la consecucin de diplomas tcnicos. En 2006-07, mediante el programa se crearon 8 nuevas escuelas de lucha en las ciudades participantes, con una media de 20 alumnos en cada una. De ellos, 12 siguieron adems una formacin como rbitro, 16 han comenzado la preparacin de diplomas de animador deportivo y 7 han realizado el examen de profesor de lucha. Estos buenos resultados han facilitado la continuidad de la intervencin, para el cIFL, la lucha en los barrios contina. Responsable: Jean-Philippe Dos Prazeres (agente de desarrollo) cif.lutte@orange.fr Fuente: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

La expresin francesa bras-le corps puede traducirse como a brazo partido, aunque tambin se usa con el sentido de enfrentarse resueltamente (con una dificultad). El ttulo de la experiencia aprovecha esta polisemia de la expresin. 20 Zone Urbaine Sensible (ZUS) es la denominacin que la poltica urbana francesa da a los barrios en dificultad. Estn caracterizados por grandes bloques en las periferias de las grandes ciudades con problemas sociales. Los responsables de la poltica urbana contabilizan 751 ZUS en 2007.
19

[ 137 ]

FICHA 2. DEPORTE PARA LOS JVENES EN LAS ZONAS URBANAS DESFAVORECIDAS

Organiza: Ministerio de Land de Nordrhein-Westfalen para el Desarrollo Urbano, la cultura y el Deporte. ALEMANIA. Lugar: Regin Land de Nordrhein-Westfalen Fecha de realizacin: Desde 1997. Poblacin: Jvenes en riesgo social. mbito: Regin Actividades propuestas: Torneos de baloncesto de calle, skate en lnea, ftbol de calle, fiestas para los nios, servicios regulares de juegos mviles, manifestaciones nocturnas como baloncesto de medianoche, cursos regulares de tenis de mesa, judo, ftbol, karate, Kendo y organizacin de talleres de terrenos de aventura indoor y jornadas de sport fun. Adems, se han realizado cursos especficos para las chicas como cursos de natacin, skate en lnea, cursos de autodefensa o danza. Objetivos y resumen: Esta experiencia pretende promover la participacin de los adolescentes y jvenes ofrecindoles la oportunidad de participar en actividades fsicas, ldicas y deportivas, a la vez que mejora la cohesin social y estimula la diversidad cultural. Con este fin, el programa destaca por una fuerte relacin interinstitucional que vincula a las organizaciones municipales con las asociaciones y clubes deportivos de 22 ciudades. Adems, el programa tiene en cuenta los deseos especficos de los jvenes de estos barrios, en especial sus especificidades tnicas y su sexo. Este dispositivo ha intentado basarse en el concepto de participacin activa de los ciudadanos. Un ejemplo de esto son los talleres de reflexin realizados en todas las ciudades con el objetivo de que los jvenes construyeran sus propios proyectos o identificaran espacios deportivos adecuados a sus gustos y necesidades. La evaluacin del proyecto muestra que se ha conseguido una estructura de cooperacin eficaz entre las organizaciones deportivas, sociales y la administracin para trabajar en pro de la cohesin social a travs del deporte. Fuente de origen: Ministerio de Land de Nordrhein-Westfalen para el Desarrollo Urbano, la cultura y el Deporte. ALEMANIA.

[ 138 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 3. YOUTH ACTION PLUS: CO-OPERATIVE STREETGAMES

Organiza: Home Office (Ministerio del Interior, Inglaterra), el Youth Justice Board, el Department Education and Skills, la National Youth Agency, as como otras organizaciones no gubernamentales Lugar: Inglaterra Fecha de realizacin: 2006 Participantes: 1500 jvenes mbito: barrios degradados Objetivos y resumen: El objetivo del programa Youth Action Plus es proporcionar a los estudiantes de enseanza media una experiencia de ciudadana activa a travs de su participacin en proyectos dirigidos a mejorar la situacin de los barrios desfavorecidos en los que viven. Una lnea ampliamente desarrollada en la intervencin con los jvenes es la de la utilizacin del deporte para mejorar sus condiciones de inclusin. El deporte apasiona a los jvenes y en muchos sondeos aparece como una de las dedicaciones que despierta ms inters a la hora de lograr su implicacin en los programas de voluntariado. As, el Programa de Voluntariado Juvenil Co-Operative StreetGames se puso en marcha en 2006 organizado por la organizacin no gubernamental StreetGames y por el Reading Borough Council para actuar con los jvenes desfavorecidos residentes en Reading (National Youth Agency, 2008). El programa trata de llevar el deporte a estos jvenes y conseguir as algunas ventajas como fortalecer la confianza en uno mismo y la autoestima; propiciar el trabajo en equipo y otras habilidades sociales; mejorar de las competencias bsicas, como la alfabetizacin o las matemticas; mejorar la capacidad para hacer planes realistas de cara al propio futuro; demostrar al joven que las relaciones positivas con adultos y otros organismos son posibles; fomentar el sentido de la pertenencia a la comunidad; y, ayudar a los jvenes pensar de forma constructiva sobre el mundo del trabajo y sus posibles opciones. Estas ventajas del deporte para los jvenes participantes revierten en la comunidad en forma de una reduccin de la incidencia de comportamientos antisociales, ayuda a romper barreras sociales y a orientar de forma constructiva la atencin a los jvenes con problemas de integracin social. Con este fin, las entidades municipales ponen a disposicin de los voluntarios de Streetgames las instalaciones municipales para programar actividades deportivas y de baile. La experiencia de Reading se engloba en una serie de 24 proyectos similares de esta asociacin en otros tantos barrios desfavorecidos en Inglaterra y Gales. El programa recibe financiacin de las instituciones ms representativas en el campo de la accin social y el deporte. Esta financiacin sirve para la contratacin del personal de apoyo y gestin del trabajo de los 40 voluntarios que participan en

[ 139 ]

el proyecto. Muchos de los voluntarios proceden de las comunidades desfavorecidas en las que se llevan a cabo las actividades y actan as como modelo de comportamiento. Las evaluaciones de la actividad son muy positivas tanto para los jvenes voluntarios como para los jvenes de las zonas desfavorecidas. El proyecto ha recibido premios y menciones de calidad de instituciones sociales muy significadas y por ello su continuidad est garantizada, as como su difusin a otras experiencias en Inglaterra. Fuente: base de datos de Progetti di promozione sociale - Legge 383 Unione Italiana di Sport per Tutti(UISP) http://www.legge383.uisp.it/

[ 140 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 4. DROP-DE-BTON, LE RUGBY AU COEUR DE LA VIE

Organiza: Asociacin Drop-de-Bton Lugar: Merignac (regin Aquitania, Francia) Fecha de realizacin: 1994-2007 Nmero de participantes: mbito: diversos colectivos: jvenes procedentes de ZUS, minusvalidos, rugby femenino Actividades propuestas: rugby Objetivos y resumen: La asociacin surge por iniciativa de deportistas y directivos de clubs de rugby con larga tradicin preocupados por la poca presencia de jvenes desfavorecidos en las escuelas deportivas en general y en particular en las de rugby. La mejor estrategia para conseguir mejorar en esta presencia consisti en llevar el rugby a los barrios populares donde residan estos jvenes. Desde 1994, se llevan adelante por parte del club deportivo programas de intervencin para aprovechar el potencial integrador del rugby. En aquel momento, los entrenadores del club y algunos jugadores de los equipos provistos de material deportivo emprendieron una primera experiencia para iniciar al rugby a 40 chicos y chicas de un barrio de la ciudad de Mrignac, utilizando una zona de hierba, pegada a los bloques de viviendas, preparada para la intervencin y convocando a los jvenes a travs de medios muy artesanales de difusin como fueron los avisos de los porteros de los edificios. Esta primera experiencia fue continuada para extender las capacidades de integracin del rugby y la mejora del comportamiento que se observ entre los jvenes tras la iniciativa. Se comprob tambin que la continuidad y la regularidad en la experiencia eran factores fundamentales para asegurar los buenos resultados. As como tambin, la intencin de de abrirse a todos los posibles socios que actan en los sectores de servicios sociales, educacin, asociaciones, organismos pblicos, otros clubes deportivos, etc. Aunque Hoy puede decirse que se han encontrado alianzas con todos estos actores a lo largo de los diferentes proyectos realizados y con ello se han abierto nuevas perspectivas de un intervencin mejor al reforzarse sta con interlocutores vlidos y bien recibidos por los jvenes participantes. Durante los aos 2000, las intervenciones realizadas han ido creciendo en complejidad y, adems del refuerzo educativo inicial a los jvenes, se han ido incorporando las dimensiones de salud y nutricin; se ha focalizado la atencin sobre la prctica femenina con la creacin de la iniciativa Melting drop; se ha desarrollado el deporte adaptado para minusvalidos con la creacin de la seccin rugby-silla de ruedas y se han realizado iniciativas vinculando el deporte y la ecologa. Actualmente, la asociacin cuenta con una plantilla de ocho entrenadores, dos agentes de desarrollo y cinco educadores, a los que hay que aadir un ncleo duro de diez voluntarios que tienen una implicacin prcticamente a tiempo completo. Aunque la asociacin radica en la ciudad de

[ 141 ]

Merignac, su actuacin se ha extendido a otras ciudades de la regin de Aquitania como a grandes ciudades como Burdeos o a los alrrededores de Pars. Esta extensin se ha podido llevar a cabo gracias a una colaboracin de organismos pblicos y grandes empresas pblicas como Orange, carrefour, SNcF (ferrocarriles franceses) o RAPT (la principal empresa francesa de transporte pblico). Ms informacin en su pgina web: www.drop-de-beton.fr Responsable: Jean-Claude LACASSAGNE (presidente) lacassagne.jean-claude@orange.fr Fuente: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 142 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 5. PERSPECTIVES, EL BOXEO DEJA KO A LA EXCLUSIN

Organiza: club de boxeo Esprit Sportif Lugar: Meaux Fecha de realizacin: 2007 Nmero de participantes: 100 jvenes (12-25 aos) mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS) Actividades propuestas: boxeo Objetivos y resumen: El club de Boxeo Esprit Sportif opera en los barrios desfavorecidos de Beauval y de La Pierre colinet en la ciudad de Meaux, all han comprobado los esfuerzos de los jvenes por mejorar sus condiciones de vida difciles. Ante esta experiencia, el club ha decidido apoyar estos esfuerzos ofreciendo formacin y ayuda a la bsqueda de empleo mediante un programa bautizado Perspectives, dirigido a los jvenes que abandonaron prematuramente los estudios y se encuentran en mayor dificultad para conseguir un puesto de trabajo. El club ha abierto una seccin socioprofesional en las dependencias del gimnasio, abierta de 18 a 22 horas, en ella los jvenes encuentran informaci, se tratan los problemas de orientacin profesional y se proponen tcnicas de bsqueda de empleo. Se han establecido relaciones con los agentes de gestin del empleo de la zona y se realizan forum y demostraciones con empresas que han posibilitado la participacin de los jvenes en cursos y prcticas profesionales y en algunos empleos en el sector sociodeportivo. El deporte tiene un papel clave en estas dinmicas de insercin. Progresar y continuar en un deporte, mantener los objetivos, proseguir con asiduidad son ya un indicador de valor del jven de cara al trabajo. Adems de reforzar la autoestima y la confianza. Por otr parte. Los 8 voluntarios del Club que trabajan en esta iniciativa pueden conocer mejor a los jvenes para afinar las acciones de insercin laboral. 100 jvenes, un 20% de los cuales son chicas participan en esta iniciativa innovadora que mezcla el deporte y la insercin profesional. Responsable: Said Rezeg k.crouau@aliceadsl.fr Fuente de origen: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 143 ]

FICHA 6. PORTES OUVERTES, COLES DE VLO

Organiza: Club omnisport couronnais Lugar: Grand-Couronne Fecha de realizacin: 2006 Nmero de participantes: dirigido a todos los jvenes del barrio (4-18 aos) mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS) Actividades propuestas: ciclismo Objetivos y resumen: Ante los problemas de convivencia de los barrios de Grand-Couronne/Les Essart y Petit Couronne/ Quevilly, el club deportivo Omnisport couronnais emprendi una iniciativa para mejorar las relaciones entre los residentes en la zona. En concreto se celebraron encuentros con los jvenes en sesiones de puertas abiertas en el club para sensibilizarles hacia la prctica deportiva y ofrecerles ayuda para ello. Ms de 7000 nios y jvenes del barrio son potenciales usuarios de esta accin. El club organiza sesiones de iniciacin al ciclismo, de 2-3 horas-, los sbados y los mircoles. Se pone a disposicin de los jvenes el material del club para practicar ciclismo en pista, fundamentalmente bicicletas. Durante estas sesiones se plantean cuatro talleres de actividades con una orientacin ldica y pedaggica: informacin sobre ciclismo en vdeos y fotos; mecnica; juegos ciclistas e iniciacin en pista. Los 13 voluntarios del club que mantienen la actividad acogen a los jvenes y les proponen una ficha de recorrido por los diferentes talleres. Cuando es completada reciben diplomas como reconocimiento de la actividad realizada. El encuentro; el aprendizaje del respeto por las reglas y el cuidado del material; el autocontrol y la autoestima; los beneficios de la prctica deportiva sobre la salud son algunos de los beneficios que se trasladan a los jvenes mediante la actividad. Entre los ms mayores se despierta tambin la idea de convertirse en educadores deportivos de los ms jvenes. Las jornadas han tenido una acogida que mejora tanto en la participacin de los residentes del barrio como en los apoyos de socios externos al club. Responsable: Solen Sauvage, presidente jacqueline.jego@sncf.fr Fuente de origen: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 144 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 7. PARRAINAGE DE CLUBS SPORTIFS ET ENTREPRISES

Organiza: Ayuntamiento de Lille Lugar: Lille Fecha de realizacin: 2006 Nmero de participantes: 3700 clubs deportivos de la ciudad en los distritos ms desfavorecidos mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS) Actividades propuestas: varios deportes Objetivos y resumen: La iniciativa del Ayuntamiento de Lille ha tratado de vincular los clubs deportivo de barrio, que juegan un importante papel social con los jvenes, con empresas que actan en la ciudad y que tienen sensibilidad ciudadana y solidaria. La medida ha consistido en crear un modelo de convenio de apadrinamiento que formaliza el patrocinio de una empresa a un club deportivo y se implica no solo financieramente. Estos convenios incluyen protocolos para fijar reuniones entre los dirigentes del club y la empresa de manera que puedan tratarse directa y conjuntamente proyectos que aseguren resultados en los campos de desarrollo de proyectos, formacin, empleo y comunicacin. Empresas y clubs tienen semejanzas en la gestin organizativa lo cual facilita toda la relacin posterior. En este marco de convenios se han ofrecido a los jvenes de los clubs cursos, prcticas de empresa y empleos. Igualmente, se celebran visitas a empresas para estos jvenes. La actividad es coordinada por 5 tcnicos de la Direction de Sports y del servicio Lille Ville Solidarit. El apoyo financiero de las empresas ha permitido reforzar las actuaciones de los clubs. Para las empresas se abren vas de participacin en la vida social igualdad de oportunidades mediante el deporte y el empleo, as como vas de comunicacin de sus servicios. A los jvenes les ofrece nuevas expectativas para mejorar sus condiciones de vida. En cuanto al Ayuntamiento, se muestra satifecho de poder jugar el papel de catalizador de estos encuentros y mejorar con ello la cohesin social a travs del apoyo al deporte. Responsable: Xavier Van Penne, responsable mission solidarit xvanpenne@maire-lille.fr Fuente de origen: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 145 ]

FICHA 8. TRAS EL VELO: ACTIVIDAD FSICA PARA MUJERES MAGREBIES

Organiza: Servicio de Deportes de la Universidad Politcnica de Valencia. Colabora: Grupo de Investigacin Deporte e Insercin social de la Universidad de Valencia, Asociacin de Gestores profesionales del deporte de la Comunidad Valenciana, Centro Intercultural AMICS y Fundacin Deportiva Municipal del Ayuntamiento de Gandia. Lugar: Gandia (Valencia) Fecha de realizacin: 2010 Nmero de participantes: 30 mujeres magrebes. Objetivos y resumen: Esta iniciativa de integracin social ha usado el deporte como modo de mejora de las condiciones de vida de jvenes mujeres inmigrantes socialmente desfavorecidas, en concreto de mujeres de confesin islmica. El objetivo de este proyecto ha supuesto un importante desafo a nivel de gestin deportiva si tenemos en cuenta que el sexo, el origen tnico, la cultura del cuerpo y la aceptacin por parte de los hombres limitan fuertemente la participacin deportiva de las mujeres de confesin islmica. con todo, la evaluacin de este programa muestra perspectivas esperanzadoras sobre los efectos positivos de la prctica fsica en este colectivo y aporta importantes pistas para la gestin de programa de deporte-insercin. Dicha evaluacin realizada por la Unidad Deporte e Insercin Social de la Univ. Valencia ha consistido en un proceso de observacin, la realizacin de un grupo de discusin con las participantes y entrevista semidirigida a la monitora del proyecto. En esta experiencia se analizan los principales resultados obtenidos acerca de los elementos claves en la gestin para hacer del deporte un vector para el cambio y la reduccin de las dificultades de acceso al deporte y los efectos de las prcticas deportivas sobre las mujeres magrebes. Respecto al primer punto, se han considerado una serie de aspectos de cara al xito de la actividad: en la sala se instalaron cortinas para impedir el acceso visual desde el exterior; la sala se localizaba cerca de los lugares donde las mujeres realizan actividades cotidianas; la prctica se realiz aceptando que el vestuario de las mujeres; Todos estos aspectos eran prcticamente prerrequisitos para que las mujeres pudieran tener el visto bueno familiar. Y, adems, se estableci un servicio de ludoteca para cuidar de los hijos pequeos en un espacio anexo y, se ha hecho hincapi en conseguir una monitora magreb, aspecto que ha sido muy bien valorado por las participantes. Por lo que respecta al segundo punto, la evaluacin realizada muestra una altsima aceptacin por parte de las participantes. Se ha avanzado considerablemente en los objetivos de cuidado del cuerpo y de creacin de un espacio propio de relaciones. Y, adems, cabe destacar dos aspectos: 1) Las mujeres han llevado al seno de la familia la actividad fsica como una aportacin propia, en salidas cotidianas al parque o a excursiones, las mujeres inician a los ms pequeos proyectando

[ 146 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

en los juegos ejercicios realizados en las sesiones gimnsticas. Esto ha reforzado y redimensionado el protagonismo de la mujer en el ncleo familiar; 2) las mujeres utilizan la actividad fsica como un pequeo instrumento de negociacin para conseguir pequeos avances en trminos de igualdad. Un instrumento que utilizado en la negociacin cotidiana con los varones puede permitir ampliar y conquistar pequeas libertades. Responsable: Kety Balibrea, Tcnica Superior Servicio de Deportes en el Campus de Gandia de la Universidad Politcnica de Valencia. Fuente de origen: Grupo de Investigacin Deporte e Insercin Social de la Universidad de Valencia (www.uv.es/DIS)

[ 147 ]

FICHA 9. SPORT SANT JUDO EN SARREBOURG

Organiza: Delegacin de Juventud y Deporte.comit departamental de Judo. Lugar: Sarrebourg (Francia). Fecha de realizacin: 1995. Participantes: Jvenes en riesgo entre 7-12 aos. Tipo de intervencin: Prevencin. mbito: Barrio. Actividades propuestas: Judo. Objetivos y resumen: En esta experiencia se trata de generar un sistema eficaz de participacin de los clubes en los programas de insercin por el deporte. Con este fin, se disea un programa deportivo basado en una fuerte coordinacin interinstitucional donde los jvenes pueden continuar en los clubes deportivos de judo de la ciudad la actividad fsica iniciada en el barrio y organizada con gran protagonismo de los servicios sociales. Es decir, se crea un sistema de pasarela para que los jvenes de barrio pasen de las actividades en la calle y en los dispositivos sociales a las actividades en el club de judo de la ciudad. Sin embargo, la participacin de las instituciones deportivas en los programas de deporte insercin tiene que superar diferentes problemas. En primer lugar, los tcnicos deportivos no estn formados para atender a los jvenes ms desfavorecidos y, en segundo lugar, los clubes deportivos necesitan cambiar su forma de gestin para acercarse a este nuevo pblico en su propio terreno que es el barrio. En concreto,en esta experiencia los clubes de judo de la ciudad abren sus puertas a los jvenes desfavorecidos creando una estrategia basada en la animacin de los jvenes a travs del judo en la calle para progresivamente acercarlos al club. Los jvenes mas desfavorecidos pasan mucho tiempo en la calle y, en muchos casos, la anomia es la nota dominante en sus vidas por lo que adaptarse al sistema normativo de los clubes supone un gran dificultad que es necesario superar con estrategias como las que se plantean en esta experiencia. Adems, los tcnicos deportivos necesitan aprender a tratar con estos potenciales practicantes por lo que en esta experiencia se ha dado formacin especializada en temas sociales de los tcnicos deportivos . En resumen, los desajustes son importantes pero las asociaciones deportivas han de adaptarse a la realidad social del momento. Fuente de origen: charrier, D. Activits physiques et sportives et insertion des jeunes : enjeux ducatifs et pratiques institutionnelles. Ministere de la Jeunesse et des Sports: La Documentation Franaise, 1998.

[ 148 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 10. LAS OLIMPIADAS LOCALES

Organiza: Ayuntamiento Boulogne-sur-Mer (Francia). Colaboracin: el SIPI (Sindicato intercomunal de prevencin e insercin de la Boulogne-sur-Mer y alrededores) el Consejo General, la CPAM (Caja primaria de seguros de enfermedad), medios de comunicacin, organismos deportivos, organismos de formacin y empresas (Gaz de France, caisse dpargne, Auchan, Technicien du sport, Leclert, Miko, Transports den commun de la rgion Boulonnaise, Littoral couverture, etc...). Lugar: Boulogne-sur-Mer (Francia). Fecha de realizacin: 1993-1995. Poblacin: Jvenes en riesgo social entre16-25 aos. Actividades propuestas: Baloncesto, tenis, atletismo, tenis de mesa, ftbol, voleibol, ftbol sala. Foros de debate, mesas de informacin sobre el SIDA, sobre la lucha contra las toxicomanas. Objetivos y resumen: El aislamiento al que se ven sometidos en muchas ocasiones los barrios ms desfavorecidos y, por ende, sus habitantes ahonda en la situacin de desarraigo y exclusin en especial de los ms jvenes que en muchas ocasiones llegan a adultos sin haber salido ni conocer otras zonas u otras personas ms all de las de su propio barrio. Esta experiencia es una muestra de potenciacin de las relaciones entre los barrios a travs del deporte. El ayuntamiento en colaboracin con otros agentes sociales crea y organiza la denominada Olimpiada para introducir el deporte en los hbitos de los jvenes, crear vnculos con empresas y unir varios barrios y zonas de la regin y a travs del deporte. La actividad se desarrolla formando grupos de jvenes por zonas que organizan una prueba deportiva que a a lo largo de todo un da tendrn que realizar junto a los equipos de otros barrios. Los otros grupos envan sus equipos a hacer la prueba que se desarrollar durante todo el da. A las competiciones son invitados deportistas famosos como padrinos de las diferentes pruebas deportivas. Este tipo de iniciativas aprovechan intensamente la capacidad de convocatoria y movilizacin que se produce alrededor de un evento deportivo y que atrae a muchos jvenes de zonas difciles. Fuente de origen: charrier, D. Activits physiques et sportives et insertion des jeunes : enjeux ducatifs et pratiques institutionnelles. Ministere de la Jeunesse et des Sports: La Documentation Franaise, 1998.

[ 149 ]

FICHA 11. PARCOURS ANIMATION SPORT (PAS)

Organiza: Asociacin Esprit Sport Limousin Lugar: Rilhac-Rancon Fecha de realizacin: 2006 Nmero de participantes: 10 jvenes (18-25 aos) mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS) Actividades propuestas: varios deportes Objetivos y resumen: La asociacin ha propuesto a 50 jvenes con sobrepeso cursos deportivos adaptados con el fin de conseguir una actividad fsica regular que permita mejorar su morfologa y su autoestima, tantas veces vinculadas. En paralelo, se celebran sesiones de prevencin a la que asisten padres e hijos con objeto de tomar conciencia sobre los problemas que acarrea el sedentarismo y la mala alimentacin. Este programa responde a la presencia creciente del sobrepeso en los barrios populares y que se agudiza entre las jvenes que reducen su prctica deportiva. La intervencin se realiza en dos fases: realizacin de cursillos deportivos en el periodo de vacaciones estivales y planificacin de un curso anual de gimnasia adaptada a las necesidades de cada participante. Ejercicios de flexibilidad, de equilibrio o de potencia se programan con gran aplicacin por parte de los/las jvenes y con una gran proyeccin sobre su autoestima. El deporte es utilizado como un medio ldico para vivir en paz su propio cuerpo, sin buscar la competicin deportiva, pero s la prctica deportiva regular para conseguir maximizar sus beneficios. A la familia de cada participante, se le aplica un cuestionario elaborado para valorar su rgimen alimentario: Ritmo y composicin de las comidas, modos de cocinado, picoteo, actividad fsica, etc. A largo plazo, se pretende crear un centro de ocio deportivo dirigido al colectivo de jvenes con sobrepeso y desarrollar los partenariados ya creados con los actores locales de salud: hospitales, centros de salud. Por el momento ya se han establecido vnculos para la presente actividad con el servicio de endocrinologa del hospital de La Timone. En el programa colaboran 3 asalariados y 4 voluntarios de la asociacin, adems de 5 asalariados y 3 voluntarios de otras instituciones. El proyecto ha sido apoyado por el comit de salud regional de la poltica urbana ante la carencia de medios para intervenir en este problema crucial de la alimentacin en los barrios desfavorecidos. Responsable: Sophie Roulard (agente de desarrollo) roulaudsophie@hotmail.com 1, alle des betoulles, 87570 Rilhac-Rancon Fuente: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 150 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 12. RAGAZZI FUORI

Organiza: Unione Italiana de Sport per Tutti (UISP) Colabora: Ministero della Giustizia a travs del Dipartimento di Giustizia Minorile; el Ministero delle Politiche Giovanili, as como diversas federaciones deportivas. Lugar: Florencia, Genova, Npoles, Palermo, Roma, Varese Fecha de realizacin: 2008 Participantes: jvenes entre 14-21 aos mbito: barrios degradados de los centros histricos, zonas desindustrializadas y barrios perifricos. Objetivos y resumen: Para afrontar los problemas de delincuencia juvenil en los barrios de grandes ciudades italianas, la Unione Italiana de Sport per Tutti (UISP) ha creado seis talleres dirigidos a las reas ms degradadas de distintas ciudades italianas donde se desarrollarn acciones para estructurar y valorizar el tiempo no protegido de los jvenes. El objetivo a corto plazo es cubrir este tiempo carente de contenido con actividades educativas y a medio plazo, proponer un recorrido concreto en el mbito del deporte para todos como modo de intervencin contra la delincuencia juvenil, no dirigido al deporte competitivo sino a la integracin y la diversin. Esta experiencia potencia la colaboracin entre diferentes actores de base comprometidos en la solucin de problemas con jvenes y adolescentes. As, cada uno de los talleres de las ciudades mencionadas, dirigido por un equipo tcnico, ha definido las reas y los colectivos objeto de intervencin junto con los servicios sociales de la zona. Las actividades han sido dirigidas por educadores sociales que han coordinado su accin con escuelas, asociaciones y otras entidades locales. Los educadores han organizado actividades deportivas y han promovido las autoorganizadas por los jvenes. Adems, se han integrado las iniciativas de grupos informales con las dinmicas de los clubes deportivos de las zonas, se han acondicionado zonas de encuentro deportivo con los jvenes en espacios de agrupacin espontnea de los jvenes, se han establecido recorridos individualizados con jvenes en coordinacin con los servicios sociales y se ha realizado un seguimiento de la participacin real de los jvenes y los agentes sociales mencionados arriba. Fuente: base de datos de Progetti di promozione sociale - Legge 383 Unione Italiana di Sport per Tutti(UISP) http://www.legge383.uisp.it/

[ 151 ]

FICHA 13. DUNKERQUE: MACADAMHAND. DEPORTE JUVENIL EN LOS PARKINGS

Organiza: Asociacin de vecinos La Maison Flamande y lUSDK Handball, un equipo de balonmano de primera divisin francesa. Lugar: Macadam (Francia) Poblacin: jvenes en riesgo social entre 8 a 16 aos Objetivos: Aprendizaje del respeto mutuo e interiorizacin de normas. Mejorar las relaciones vecinales. Actividades propuestas: Desde 1995, todos los aos en los meses de mayo y junio, los parkings de cuatro barrios de viviendas sociales se convierten en terrenos de juego y se habilitan para la prctica deportiva de la mano de especialistas deportivos asesorados por los jugadores del USKD. Los jugadores de este equipo de primera divisin no van solo a ensear a jugar al balonmano a los jvenes, sino a aprovechar su experiencia y su carrera deportiva para ponerla como ejemplo. Los jvenes participan en sesiones de Minihand balonmano adaptado durante dos horas, en el curso de las cuales pueden divertirse, perfeccionar su pericia deportiva y socializarse. El contacto con deportistas de elite favorece en los adolescentes el aprendizaje del respeto mutuo y del esfuerzo. Esta intervencin tiene un gran xito en los barrios y rene en cada sesin a 100 jvenes. En el ao 2000, se han realizado 11 sesiones en los aparcamientos de los bloques de viviendas, los coches han sido sustituidos por el juego. La iniciativa se completa con torneos interbarrios completados con un partido final, esto permite reforzar las relaciones vecinales y fortalecer el tejido social de los cuatro barrios. Para los jvenes que muestran aptitudes para el balonmano, el USKD ofrece un pase para entrenar gratuitamente en las instalaciones del club y tener un seguimiento de su actividad deportiva. Adems, los jvenes participantes obtienes regalos deportivos y se sortean algunas entradas para los grandes encuentros de balonmano a los que podrn asistir con sus familiares. La promocin de estas posibles trayectorias de insercin para los jvenes y su implicacin en Macadamhand le ha permitido obtener al USDK el diploma de honor promocin del espritu deportivo 1999, concedido por la asociacin francesa para el deporte sin violencia (AFSVP). Fuente de origen: http://www.usdk.fr/anim-hand/macadam-hand/

[ 152 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 14. YVELINES: EL DEPORTE EN EL BARRIO DE CHANTELOUP

Organiza: Ayuntamiento de chanteloup-les-Vignes Lugar: chanteloup-les-Vignes (10.000 h.) Francia. Poblacin: Jvenes en riesgo social menores de 26 aos. Objetivos: Aprendizaje y adquisicin de normas. Prevencin de conduccin temeraria. Actividades propuestas: Equitacin. Actividades de conduccin con coches y motos. Resumen: chanteloup-les-Vignes es un ejemplo clsico de barrio problemtico de la banlieue parisina. Aunque all las necesidades son muy variadas, los responsables de coordinacin del trabajo con los jvenes realizan una actividad intensa que se integra en el marco del Contrat de Ville que dirige la poltica urbana. La participacin vecinal, la recuperacin del comercio y de los servicios pblicos son prioridades, pero el 62% de la poblacin del barrio es menor de 26 aos y esto da una idea de la necesidad de actuar con estos grupos de edad y de la necesaria importancia que all tienen las actividades culturales y deportivas. Desde los ms pequeos hasta los que bordean el final de la juventud, todos encuentran una gama de actividades que se acentan en periodos veraniegos. De entre estas, las ms recientes, dedicadas a los grupos ms jvenes, han consistido en promover actividades con un centro hpico cercano, en el que funciona una asociacin que promueve la insercin a travs de iniciativas ecuestres. En el verano de 2001, se ha realizado un curso de iniciacin al poni con los ms pequeos 9-13 aos. Esta actividad les da una disciplina personal y despierta su autonoma. Para los ms mayores, la preocupacin actual es luchar contra la conduccin temeraria y el maltrato a los vehculos de motor. Para ello se ha ideado una actividad deportiva que pueda prevenir estas conductas, introduzca la seguridad en el uso de motos y coches y permita a los jvenes obtener el permiso de conduccin. Los responsables del servicio de deportes han proyectado un circuito para la prctica del karting ubicado sobre un amplio parking cercano a los servicios municipales de limpieza. Esta actividad est dirigida a los jvenes entre 13 y 25 aos y est planteada en forma de cursillo prctico con una duracin limitada a tres das. Inicialmente se da instrucciones a los participantes para una conduccin ms segura y para cumplir todas las recomendaciones de seguridad casco, velocidad. El momento ms esperado por todos es el los recorridos al circuito, que se realiza con la asistencia de pblico. Esta presencia es aprovechada para realizar visitas a algunas dependencias municipales de los servicios de trfico y de limpieza y medio ambiente, precisamente aquellos que ven su actividad ms condicionada por los malos comportamientos en la conduccin y por el abandono de vehculos en la va pblica.

[ 153 ]

FICHA 15. DEPORTE PARA LAS JVENES INMIGRANTES

Organiza: Servicio de promocin deportiva de BLOSO, comunidad Flandes, Blgica, Servicios Regionales para el deporte y el rgano nacional de concertacin de las asociaciones femeninas. Lugar: Blgica. Bruselas Poblacin: Mujeres jvenes inmigrantes entre 12 y 18 aos Objetivos: Motivar a las jvenes y reducir su aislamiento Integrar a las jvenes en asociaciones deportivas ya existentes. Resumen: Desde 1994, se organiza una jornada deportiva anual dirigida a mujeres jvenes inmigrantes que por razones de gnero y culturales ven restringida su practica deportiva. Dicha jornada est destinada prioritariamente a estimular la participacin muy limitada por sus padres y por la propia comunidad. Esta jornada pretende motivarlas y reducir su aislamiento. Los responsables de la jornada a travs del club deportivo de la zona intentan respetar una serie de valores a la hora de plantear las actividades deportivas: limitar la presencia de chicos, seleccionar entrenadores femeninos y actividades deportivas atractivas. cada ao la participacin se eleva una media de 350 a 400 jvenes entre 12 y 18 aos realizando diferentes disciplinas deportivas. La jornada cuenta con un equipo tcnico e infraestructuras adecuadas. Este proyecto persigue la continuidad de las practicantes para lo que durante el desarrollo del mismo se trata de integrar a stas jvenes en asociaciones deportivas ya existentes. Fuente de origen: Bloso (Afdeling Promotie en Inspectie) (An colpaert) Zandstraat,3 B-1000 Brussel Tel: +3222094505

[ 154 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 16. MISE EN FORME DES DIFFRENCES

Organiza: Asociacin Une autre image Lugar: Marsella Fecha de realizacin: 2006 Nmero de participantes: 50 adolescentes y jvenes con sobrepeso (11-17 aos) mbito: Zona Urbana Sensible (ZUS) Actividades propuestas: varios deportes Objetivos y resumen: La asociacin ha propuesto a 50 jvenes con sobrepeso cursos deportivos adaptados con el fin de conseguir una actividad fsica regular que permita mejorar su morfologa y su autoestima, tantas veces vinculadas. En paralelo, se celebran sesiones de prevencin a la que asisten padres e hijos con objeto de tomar conciencia sobre los problemas que acarrea el sedentarismo y la mala alimentacin. Este programa responde a la presencia creciente del sobrepeso en los barrios populares y que se agudiza entre las jvenes que reducen su prctica deportiva. La intervencin se realiza en dos fases: realizacin de cursillos deportivos en el periodo de vacaciones estivales y planificacin de un curso anual de gimnasia adaptada a las necesidades de cada participante. Ejercicios de flexibilidad, de equilibrio o de potencia se programan con gran aplicacin por parte de los/las jvenes y con una gran proyeccin sobre su autoestima. El deporte es utilizado como un medio ldico para vivir en paz su propio cuerpo, sin buscar la competicin deportiva, pero s la prctica deportiva regular para conseguir maximizar sus beneficios. A la familia de cada participante, se le aplica un cuestionario elaborado para valorar su rgimen alimentario: Ritmo y composicin de las comidas, modos de cocinado, picoteo, actividad fsica, etc. A largo plazo, se pretende crear un centro de ocio deportivo dirigido al colectivo de jvenes con sobrepeso y desarrollar los partenariados ya creados con los actores locales de salud: hospitales, centros de salud. Por el momento ya se han establecido vnculos para la presente actividad con el servicio de endocrinologa del hospital de La Timone. En el programa colaboran 3 asalariados y 4 voluntarios de la asociacin, adems de 5 asalariados y 3 voluntarios de otras instituciones. El proyecto ha sido apoyado por el comit de salud regional de la poltica urbana ante la carencia de medios para intervenir en este problema crucial de la alimentacin en los barrios desfavorecidos. Responsable: Odile Pierretti (animadora deportiva) ruolopolinadine@voila.fr 16, traverse du cinma, 13016 Marsella Fuente: Guides des laurats de la Agence pour lducation par le Sport (www.apels.org)

[ 155 ]

FICHA 17. CHALLENGE MULTISPORT DE LINSERTION

Organiza: comit Rgional Olimpique Sportif cte dAzur Lugar: Antibes (Dpt. Alpes Maritimes) Francia Duracin: Desde 1999 Poblacin: 60 jvenes en riesgo social menos de 18 aos, en su mayora nias. Actividades propuestas: Deportes aire libre (karting, bicicross, carrera de orientacin, via ferrata) Objetivos y resumen: La experiencia tiene como objetivos el fomento de la participacin en actividades deportivas, en especial la de las jvenes, y la creacin de trayectorias de insercin profesional en actividades vinculadas al deporte. Con este fin, la experiencia reune a 60 jvenes de los cuales 40 son chicas de diferentes barrios de la zona para participar en un encuentro deportivo de tres das de duracin centrado en deportes en contacto con la naturaleza. Para la celebracin de esta actividad de duracin breve se ha contado con la participacin de numerosos actores institucionales, tres tcnicos contratados para la ocasin y la implicacin de un buen nmero de voluntarios Posteriormente, el proyecto da la oportunidad a los participantes mas destacados de federarse gratuitamente en clubs deportivos para continuar la actividad iniciada. Asimismo, se realiza a los participantes ms implicados un seguimiento de su actividad deportiva y se les proporciona la ocasin de realizar cursos y de emprender una trayectoria de insercin profesional en el rea del deporte. En una evaluacin realizada un ao despus de la realizacin del Challenge, se ha comprobado cmo 10 jvenes participantes haban proseguido con actividades de formacin y haban conseguido un empleo en clubs deportivos o en actividades deportivas organizadas por ayuntamientos de la zona Fuente de origen: Aline cambreal, comit Rgional Olimpique Sportif cte dAzur. Palais Mac, 5 bd Albert 1, 06600 Antibes

[ 156 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 18. OPEN FUN FOOTBALL SCHOOLS

Organiza: Asociacin cross cultures Lugar: Zonas desfavorecidas de Bosnia, Herzegovina, Serbia, Montenegro, Croacia, Georgia, Armenia, Azerbaiyn, Jordania, Siria, Lbano, Moldavia, Kosovo e Irak. Poblacin: ms de 200000 nios/as entre 7 y 12 aos Actividades propuestas: Futbol Objetivo y resumen: Open Fun Football Schools es un proyecto humanitario que pretende fomentar la coexistencia pacfica, la torlerancia y la cohesin social a travs del futbol en las zonas ms desfavorecidas de las comunidades afectadas por los conflictos blicos. Este programa se desarrolla desde la Asociacin cross cultures en colaboracin con los colegios de las zonas seleccionadas previamente para llegar a los nios ms desfavorecidos independientemente del gnero, el talento, la razo, religin o grupo tnico. Adems, en esta experiencia se presta atencin al hecho de conseguir que las nias constituyan al menos un 30% de los participantes. Basado en un torneo abierto de ftbol con profesores, entrenadores y nios de diferentes procedencias, el programa se compone de otras actividades basadas en ejercicios creativos y juegos. La creacin de situaciones donde todos los nios se encuentren en igualdad de condiciones a la hora de participar es una de las preocupaciones claves de los organizadores quienes hacen hincapi en el diseo aactividades inclusivas que supongan un desafio a los participantes independientemente de su condicin fsica y sus experiencias deportivas anteriores. Otro elemento clave de esta iniciativa es la formacin de entrenadores voluntarios mediante la realizacin de seminarios anuales ofrecidos por Open Fun Football Scholl para ensear a transmitir a travs del futbol los valores de la amistad, la cooperacin y el entendimiento mutuo en los que se basa este programa. As, los equipos de entrenadores compuestos por jvenes con una media de 20 aos se convierten en modelos positivos en los propios barrios donde viven a la vez que este enfoque permite un alcance significativo de la accin con un presupuesto limitado. Los resultados de este programa son alagadores si tenemos en cuenta el gran nmero de jvenes participantes a lo largo de los aos,la creacin y continuidad de varias escuelas municipales de futbol a raiz de este proyecto en pases donde haban desaparecido y la colaboracin actual como entrenadores voluntarios de algunos de los nios que participaron en las primeras ediciones del torneo. Fuente de origen: Street Football World. Web: www.streetfootballworld.org

[ 157 ]

FICHA 19. LA LUTTE

Organiza: Lutteur club de Tourcoing Lugar: Tourcoing- Paris. (Francia) Poblacin: Nias y adolescentes desfavorecidas entre 7 y 17 aos. Actividades propuestas: Lucha Objetivos y resumen: La fuerte tradicin industrial de la regin de Nord-Pas-de-calais y en particular la ciudad de Tourcoing ha vivido en estos ltimos aos un evidente declive. La crisis ha trado consigo un aumento de las situaciones de exclusin que se ceba en la poblacin de origen inmigrante de la zona. El club de lucha de Tourcoing, afianzado largo tiempo en la ciudad, ha sido sensible a estas situaciones y ha emprendido programas cuyo objetivo es dar entrada a jvenes para prevenir determinados efectos de las situaciones de exclusin, motivarlos a la prctica deportiva y animar el barrio. El programa del club persigue fomentar la integracin social, la participacin de las mujeres y la insercin profesional. De hecho, su pblico principal son chicas de origen magreg. Por todos estos motivos recibi en 1999 el prestigioso premio nacional de la asociacin Fais Nous Rver. El club trabaja con chicas y chicos de 7 a 18 aos. cuenta con entrenadores voluntarios con una trayectoria de formacin y competicin en el club, lo que representa no solo una cantera deportiva, sino un relevo en las funciones tcnicas e incluso de gestin. El club organiza anualmente un torneo que acoge a luchadores de alto nivel internacional. La presencia de las mujeres en el club es mayoritaria y ha alcanzado resultados muy destacadados en este contexto. Fuente de origen: Gilbert Schaub, Presidente de la asociacin, BP 336, 59336 Tourcoing.

[ 158 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

FICHA 20. MONTFERMEIL: CON LAS BOTAS PUESTAS EN LOS BARRIOS DESFAVORECIDOS.
Organiza: club de Ftbol de Montfermeil. Lugar: Montfermeil (Pars, Francia) Poblacin: Nias y adolescentes inmigrantes en riesgo social entre 12 y 17 aos Actividades propuestas: Ftbol. Objetivos y resumen: Montfermeil es un municipio de la periferia de Paris con graves problemas de degradacin urbana. Hasta 1998 contaba con un club de ftbol solo masculino que acumulaba un historial de conflictos que le llev a la suspensin federativa. Desde 1999 se puso en marcha un nuevo club con equipos masculinos y femeninos llamado club ciudadano, que cont con gran implicacin de los educadores y trabajadores sociales y de la escuela. En esta experiencia se puede apreciar cmo la incorporacin de los dos equipos femeninos de ftbol ha conllevado aportaciones muy destacables para el club y para el barrio. 1.- La propia promocin de la participacin deportiva de las chicas. Los partidos entre chicos y chicas aseguran un lleno en el campo y una amplia participacin del barrio. El mrito es mayor si tenemos en cuenta que el deporte practicado es el ftbol y el contexto el de un barrio pluritnico donde la participacin de la mujer en el deporte plantea fuertes resistencias. 2.- Reduccin de la violencia en los jvenes. La presencia de las chicas ha renovado las relaciones entre los jvenes. Ellos sienten la obligacin de cara a ellas, que son sus hermanas o sus novias, de controlarse. Lo mixto est haciendo crecer a los dos gneros. Y, el tercer tipo de ventajas se centra en la mejora de las relaciones intertnicas. En los equipos femeninos de Montfermeil se expresa la diversidad social y tnica del barrio jvenes francesas, rabes y subsaharianas coinciden en las alineaciones. conseguir que todas estas jvenes de diferentes orgenes sociales y tnicos se mezclen en el mismo equipo es un logro que no ha sido fcil, pero que los responsables del club consideran muy avanzado. Las chicas estn aprendiendo en el club a mirar las relaciones intertnicas desde otra perspectiva, son un bonito ejemplo de mestizaje logrado. Para conseguir estos efectos, este proyecto se distingue por varias Buenas prcticas de las que destacamos: 1.- El proyecto deportivo-educativo. El deporte no se entiende como una actividad aislada o un fin en s mismo sino como un medio de prevencin y de mejora de la formacin de las jvenes; 2.-Las relaciones interinstitucionales y de actores. La experiencia moviliza a diferentes instituciones y actores que trabajan de forma entrelazada. Este multipartenariado es el que garantiza el buen funcionamiento del club; y, 3.-Una gestin de proximidad. Es decir, los responsables de las actividades son personas que mantienen una relacin estrecha con los jvenes bien porque les conocen de otras instituciones bien porque viven en el barrio.

[ 159 ]

Fuente de origen: Mujeres en Forma contra la Exclusin (Santos et.al, 2005) Edit. Universidad Politcnica de Valencia. Tras este apartado de experiencias europeas seleccionadas para ilustrar nuestra temtica, en el captulo siguiente nos centraremos en los significados del deporte-insercin con los jvenes de barrios desfavorecidos a travs un estudio de caso en uno de los barrios de accin prioritaria en la comunidad Valenciana el barrio de La coma.

[ 160 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
II.3. Estudio de caso: el deporte como medio de insercin en La Coma
Como apuntamos en el apartado anterior, hemos querido profundizar en los significados del deporte-insercin con los jvenes de barrios desfavorecidos a travs de la realizacin de un estudio de caso en uno de los barrios de accin prioritaria en la comunidad Valenciana el barrio de La coma. Aqu expondremos los aspectos fundamentales del estudio de caso desarrollado ms en profundidad en la tesis y los resultados ms relevantes obtenidos.

II.3.1. El barrio de La Coma: aspectos sociodemogrcos y urbansticos

El Barrio de La coma tiene su origen en las dinmicas de crecimiento econmico que se vivieron en toda Espaa en los aos sesenta y que llevaron aparejada una afluencia de poblacin de origen rural hacia las periferias de las grandes ciudades. En Valencia, estas evoluciones cobraron forma mediante la realizacin de un plan de urbanizacin que incluy cuatro grandes polgonos residenciales con el fin de afrontar el crecimiento migratorio y prevenir el chabolismo. Uno de estos polgonos el Polgono Acceso Ademuz, es en el que se encuadrara posteriormente el barrio de la coma. Su emplazamiento se ubicaba fuera del lmite territorial y administrativo del municipio de Valencia y su planificacin y gestin sirve hoy de ejemplo negativo de entre las muchas actuaciones de este tipo que se produjeron entonces en toda Espaa y que daran lugar a concentraciones de pobreza y malestar en los barrios perifricos. El Polgono Acceso Ademuz tard en aprobarse y en comenzar a ejecutarse trece aos, lo cual da una idea de las dificultades que se produjeron desde sus inicios en 1961. Abarcaba una superficie de 199 hectreas ubicadas entre los municipios de Burjassot y Paterna y prevea la construccin de casi 9000 viviendas dispuestas en siete sectores. La acumulacin de irregularidades en su gestin limit el proyecto a la creacin de dos barrios: las 613 viviendas y el barrio de La Coma; el primero en el trmino municipal de Burjassot y el segundo en Paterna. Ambos fueron, por tanto, el resultado de un proyecto inconcluso que origin, de partida, un evidente aislamiento del barrio de la coma, quedando desterrado en el extremo occidental de la franja de terreno que inclua el proyecto inicial. Este arrinconamiento espacial y urbanstico lo es tambin institucional ya que los ayuntamientos implicados Burjassot y Paterna teman en aquel momento la llegada prevista de ms de 35.000 nuevos habitantes que duplicaran su poblacin y mermaran sus recursos. Adems, el plan interfera en sus competencias y en su capacidad de decisin sobre el suelo, por lo que acabaron por considerar el polgono como una imposicin, dndole la espalda con unas repercusiones negativas que an hoy se perciben. En 1974, con el contexto de la profunda crisis econmica de los inicios de los setenta, se aprob finalmente la ejecucin del plan parcial del polgono Acceso Ademuz. Entre 1975 y 1979 se construyeron en la zona sudoeste de Burjassot las primeras 613 viviendas pertenecientes al polgono. En el ao 1979, comenzaron a entregarse las llaves
[ 161 ]

de las viviendas a las familias que en su mayora carecan de recursos y procedan del chabolismo. De manera que los problemas de la convivencia marc el barrio de las 613 viviendas, bautizado por este motivo entre la gente como el Lian-Shan-Po debido a la lejana y al poco respeto a la ley que all imperaba. Pronto, la droga, la mala calidad de las viviendas, el hacinamiento y la marginalidad haran ingresar a las 613 en la lista de barrios desfavorecidos, compartiendo la mayor parte de los elementos negativos que definen este tipo de realidad urbana perifrica. En 1981, se inici la construccin de las primeras viviendas del sector norte del polgono, que se convertiran en el futuro barrio La coma. Entre 1981 y 1983, se construyeron las primeras 832 viviendas, pero a pesar de estar terminada la edificacin, el barrio no dispona de ningn servicio pblico y la cesin de terrenos para construir un colegio, un centro de salud y otros equipamientos sociales se dilat en exceso. Tampoco existan comercios ya que los planos de los edificios no incluan bajos comerciales. En 1984, se inici la construccin de un centro escolar para atender las necesidades de estas 832 viviendas, pero los dems equipamientos tardaran en llegar. Esta carencia de dotaciones caracteriz al barrio desde su creacin. Su carcter frustrado e incompleto se concret en 1985 cuando la Conselleria de Obras Pblicas de la Generalitat Valenciana puso fin al proyecto para ajustarse a la nueva normativa sobre vivienda y planificacin urbana. Prcticamente cuando estaba comenzando a construirse, el diseo del barrio se cerr abruptamente y se concluyeron las operaciones apresuradamente. En ese mismo momento, muchos urbanistas criticaron el hecho de que el barrio no cumpla con los propsitos iniciales: no contribua a la descongestin de Valencia y generaba un emplazamiento perifrico con numerosas viviendas y mala comunicacin. En trminos de infraestructuras mnimas del barrio, no sera hasta 1987 cuando se construyese un local para usos comerciales cuyo emplazamiento fue muy criticado por los vecinos. En cuanto al centro de salud, tuvo que improvisarse debido a que el INSALUD no contemplaba dicha infraestructura. El Ayuntamiento de Paterna habilit dos bajos como ambulatorio y tuvo que ingenirselas para no diferir ms la entrega de las viviendas y proseguir con la construccin de otros cuatro bloques, que alcanzaran en total las 1.150 viviendas que formaran el barrio (en el proyecto inicial se contemplaban ms de 5.000). Estos cuatro bloques consistan en un edificio de 96 viviendas junto al mercado (calle Alcasser) y tres grupos de viviendas de diferente estilo y diseo, correspondientes a la calle carcaixent y a la plaza Massamagrell. Estos ltimos tenan mejores condiciones lo que form un Norte y un Sur y provoc una notable heterogeneidad urbanstica dentro del mismo barrio, que incluso los chavales sienten, estableciendo pandillas y grupos diferenciados: los de arriba y los de abajo. El barrio comenzaba de forma problemtica y proseguira as largo tiempo. cumpla a duras penas la funcin de residencia, de educacin y de sanidad, pero tena grandes carencias en cuanto al transporte, la seguridad, la convivencia, el trabajo y el poco respeto de la cultura y las tradiciones de los pobladores del barrio.
[ 162 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
cuando en 1986 comienzan a habitarse las primeras viviendas, los tcnicos comprobaron que el nmero medio de personas por vivienda, que se estimaba en 3,5, es, en realidad, de 7, lo cual acelera el hacinamiento. Adems, el barrio parte de unas condiciones muy precarias para promover una vida social y vecinal aceptable. En sus inicios, no haba biblioteca, pistas deportivas, hogar del jubilado, etc. Los edificios y los descampados adyacentes componan una imagen desolada que no facilitaba la formacin de un tejido social. Las calles y las plazas no eran sino los espacios vacos que existan entre los edificios, en muchas ocasiones se convertan rpidamente en vertederos que acumulan escombros y basuras. Los espacios de juego, las zonas verdes, las papeleras, los bancos y otro mobiliario urbano eran inexistentes. A finales de 1986, cuando ya se haban ocupado la mayora de las viviendas, entraron en funcionamiento otros servicios: se instalaron dos cabinas de telfonos que en una poca premvil resultaban francamente insuficientes y tambin se inauguraron algunos comercios que posteriormente apareceran y desapareceran. La lnea de autobuses vino a mejorar la mala comunicacin inicial y tanto la polica como los servicios sociales comenzaron a actuar. Todas estas carencias y una crnica mala relacin del barrio con las instituciones hicieron brotar una asociacin de vecinos cuyas movilizaciones han sido frecuentes y, a la vez, poco escuchadas. La ocupacin ilegal de viviendas complic el ya de por s difcil panorama. Los pocos casos iniciales dieron paso a una ocupacin masiva de aquellas que no haban sido ocupadas por sus adjudicatarios legales. La patada a la puerta conllev graves problemas de convivencia: ingreso de familias muy conflictivas; creacin de un mercado negro inmobiliario con cesiones y subarriendos no legales; destrozo de las viviendas y usos de las mismas para actividades ilcitas. En pocos meses, la vida en el barrio se deterior y la administracin tard varios aos en reaccionar. cuando el problema de las ocupaciones alcanz la cantidad de 200 viviendas, y creci la morosidad, la insolvencia y la protesta, se tomaron medidas especiales por parte de la administracin autonmica para controlar el proceso adjudicador, los desahucios y los desalojos. Igualmente, con la creacin por parte de la Generalitat de las acciones para barrios de accin preferente, se comenzaron levemente a dar pasos para una mejora de los graves problemas del barrio. Todo ello no quita que la tnica general haya sido de abandono, improvisacin y falta de objetivos a largo plazo. II.3.1.1. La composicin del barrio y los problemas sociales En su evolucin hasta hoy, el barrio de La coma se ha ido ocupando paulatinamente por familias empobrecidas que provenan de desalojos de otras zonas de Valencia y alrededores. Familias mayoritariamente sin recursos, principalmente de etnia gitana que ya vivan en esas zonas en situaciones de gran precariedad. Este hecho de convertirse en espacio de realojo de familias en dificultad ha marcado la composicin social del barrio y sus dificultades de cohesin social. El conflicto es una constante en la dinmica del barrio. Esto dio origen a actuaciones institucionales como el decreto 157/1988 mediante el que el barrio fue declarado
[ 163 ]

Barrio de Accin Preferente por la Generalitat Valenciana, con la intensificacin de la accin social y otras polticas compensatorias que ello conllevaba. Incluso con el incremento de la accin social de la dcada de los noventa, la situacin del barrio hoy sigue siendo preocupante, la desigualdad con respecto a otras zonas ha ido aumentando y las problemticas sociales se han agravado, consolidndose la marginacin social y las situaciones de carencia crnica de sus habitantes. En enero de 2008, el Padrn Municipal proporcionaba la cifra de 6.967 habitantes empadronados en el barrio. Esta cifra supone el 10,61 % del total de la poblacin empadronada en Paterna. como se puede observar en la pirmide de poblacin elaborada a partir de los datos del Padrn de enero de 2008, la juventud de los habitantes del barrio de La coma respecto al municipio de Paterna es una de las caractersticas fundamentales de la estructura de edades del barrio, la amplitud de la base de la pirmide muestra cmo el barrio es joven y cules son, por tanto, los principales focos de necesidad. Otro dato demogrfico relevante es que cerca de la mitad de los residentes son de etnia gitana, pero este dato infravalora la cifra real, que es difcil de calcular

Graf. 1. Fuente: Informe Urban-La Coma, Ayuntamiento de Paterna, 2008

Siguiendo con algunos datos que muestran las caractersticas de la poblacin del barrio, hay que sealar que en cuanto a su nivel de estudios hay un predominio de los niveles bajos, con altos porcentajes de analfabetismo y estudios primarios incompletos. De hecho, el Informe Urban-La coma seala un ndice de fracaso escolar muy alto que se aproxima al 80% frente al 35% de ndice de fracaso escolar en la comunidad Valenciana. Algunos de
[ 164 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
los programas de actuacin sobre el barrio por parte de las asociaciones incluyen medidas como acudir todas las maanas a despertar a los nios escolarizados con mayores problemas de absentismo escolar. Existe actualmente un elevado nmero de nios y por tanto un peso potencial importante de la educacin infantil, sin embargo, la oferta es claramente insuficiente y esto generar problemas educativos futuros y menoscabo para la igualdad de oportunidades de las mujeres, que han de cuidar a los nios por la insuficiencia de plazas en estos tempranos niveles educativos. De hecho, la desatencin infantil es un problema prioritario en el barrio y un dato relevante para este trabajo ya que estos nios acaban, de forma precoz, poblando las calles sin actividades planificadas. Como ya hemos mencionado, el absentismo de los alumnos es muy alto y ms cuando se alcanzan los 14 aos. Hay un colegio concertado y dos colegios cAES (centro de Accin Educativa Singular). Por otra parte, entre los mayores, el analfabetismo funcional es alto y se contiene a duras penas con programas de educacin de adultos. Los problemas laborales son otro de los datos que asimilan el barrio a los enclaves de economa suburbial: alto paro, fuerte economa sumergida y predominancia de ocupaciones eventuales y de baja cualificacin. Aunque es difcil calcular la importancia del desempleo en una estructura de este tipo, en la que los parados pueden estar cubriendo actividades informales y no sufrir los problemas que lleva aparejados la desocupacin, la tasa de desempleo calculada mediante los datos de paro registrado del Servef es del 15%, lo cual indica que est muy por encima del indicador valenciano o del conjunto del municipio de Paterna que se sita en el 6% En cuanto al empleo, puede decirse que abundan los trabajos poco cualificados: venta ambulante (mayoritario en la etnia gitana), peonajes en la construccin entre los ms jvenes y servicio domstico entre las mujeres. En este ltimo caso, por lo general sin contrato lo que agudiza los problemas de bajos ingresos en los hogares monoparentales encabezados por mujeres. La organizacin productiva y de servicios es muy precaria. Las tiendas son aisladas y escasas, lo que implica un continuo desplazamiento fuera del barrio para realizar las compras, dificultado por una red de transportes no muy bien atendida. como ya hemos mencionado arriba, en el barrio se reproduce la estructura tipo de las economas suburbiales y el peso de la economa informal es importante. En este sentido, las mujeres extienden su dedicacin a las actividades no remuneradas de cuidados y mantenimiento del hogar. En un municipio como Paterna que dedica ms del 14% a actividades industriales y que cuenta con un tejido empresarial notable, en el bario de La coma no existe ninguna actividad industrial. Ello es un indicador evidente de que el barrio no genera los recursos que podran dinamizar la ocupacin de los vecinos desempleados. En la actualidad, la nica actividad econmica se reduce a un dbil sector de servicios configurado por algunos pequeos establecimientos comerciales: un bar, una farmacia, una tienda multiprecio, un supermercado, una droguera, una panadera-ultramarinos y una peluquera.
[ 165 ]

El diagnstico del informe Urban-La coma (Ayuntamiento de Paterna, 2008) describe con precisin los problemas laborales del barrio: Respecto a los perfiles de empleabilidad cabe destacar, la grave situacin de deterioro que presentan dos colectivos muy importantes en el barrio, como son jvenes y mujeres, tanto por los bajos niveles de formacin y socializacin en un caso como por las dificultades que las cargas de trabajo domstico y barreras culturales suponen en el otro. Este conjunto de elementos supone un importante lastre para acceder a un puesto de trabajo, ya que en muchos casos significa una clara falta de adaptacin a los nuevos modelos de organizacin del trabajo, as como al uso de las nuevas tecnologas asociadas en muchos de los casos a esos modelos. La situacin del mercado de trabajo en el Barrio de La coma presenta un importante deterioro, especialmente para las mujeres del Barrio que se enfrentan a importantes barreras a la hora de acceder al mercado de trabajo, tanto desde el punto de vista de factores de empleabilidad como de tradiciones culturales en determinados mbitos, o incluso disponibilidad de mecanismos para facilitar el acceso al mundo laboral en igualdad de condiciones (guarderas, servicios de atencin a terceros dependientes, asistencia a ncleos familiares monoparentales, etc.). Otro terreno en el que los problemas son graves es el mbito sanitario. El informe UrbanLa coma muestra que existen 3.265 personas (un 47% de la poblacin del Barrio) que carecen de la Tarjeta Sanitaria (tarjeta SIP) y por tanto de una cobertura y asistencia mdica normalizada. Adems de esta carencia de base, se observan algunos problemas concretos de gravedad sanitaria. En primer lugar la elevada presencia de poblacin drogodependiente, con los consiguientes cuadros de SIDA y abandono fsico. En segundo lugar, tambin ha de destacarse la alta incidencia de problemas de salud mental, sobre todo entre las mujeres, habindose detectado altas tasas de consumo de antidepresivos. Adems de estos problemas en diferentes terrenos importantes de la vida social, algunas caractersticas del barrio los agravan y condicionan. Por ejemplo, su asilamiento geogrfico, que acaba repercutiendo en otros asilamientos. La pertenencia administrativa a Paterna no impide que el barrio est separado por la pista de Ademuz, una autova que materialmente asla al barrio. Esta separacin es percibida por los vecinos, entre quienes est muy divulgada la idea de que Paterna no les presta mucha atencin. En trminos cotidianos, los vecinos permanecen muy anclados en el barrio a causa de esta ubicacin aislada y alejada. El ncleo de poblacin ms cercano es Burjassot, situado en torno a tres km. que hay que recorrer a pie o con las esperas de un transporte pblico no muy eficaz. Comprobando las actitudes del municipio, no es difcil captar cmo La Coma supone un mancha. La dificultad para conseguir datos sociodemogrficos del barrio es manifiesta y el secretismo para ocultar los malos indicadores es un sntoma ms de aislamiento. Es importante sealar que respecto a la posicin geogrfica del barrio se han producido cambios en estos ltimos aos marcados por el crecimiento urbanstico desordenado acompaado por especulacin inmobiliaria. Tras la construccin de un rea de ocio cerca del barrio Kinpolis y tras la expansin urbana que se ha producido en Burjassot, el terreno donde est ubicado el barrio ha aumentado su valor inmobiliario, tambin adems
[ 166 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
por la reciente apertura del tranva. El atractivo inmobiliario del barrio es evidente, pero no puede concretarse mientras el barrio siga teniendo el estigma de zona socialmente peligrosa y esto puede llevar a largo plazo a dinmicas especulativas fuera de control por parte del vecindario. En el momento actual, puede decirse que hay una preocupacin por parte de los vecinos relativa al aumento del nmero de desahucios y al endurecimiento de las condiciones por parte del IVVSA para acceder a la propiedad de las viviendas. Por otra parte, el propio aislamiento del barrio produce otro tipo de dinmicas de carcter ms positivo como puede ser un fuerte sentimiento de identidad barrial, con las correspondientes vivencias de arraigo y pertenencia. El barrio funciona como un pueblo, para lo bueno y para lo malo, en el nivel de conocimiento e interrelacin entre los vecinos. Ser del barrio significa conocer a mucha gente del entorno, encontrarse en un espacio propio del que se conocen los cdigos, un lugar ajeno a la extraeza21 Precisamente, los extraos, que no pertenecen al barrio, son observados y escrutados. Igualmente, en esta lgica de la pertenencia, lo que est fuera del barrio es ajeno, desconocido y distante y lo que est dentro es cercano y es lo mejor. Esto se observa bien entre los ms jvenes, quienes por su edad salen poco del barrio y le profesan un fuerte apego como espacio nico. Hay que mencionar que este sentido de la pertenencia est debilitndose con la llegada al barrio de nuevos vecinos procedentes de la inmigracin y poco integrados inicialmente22. Estas dinmicas de la pertenencia y de la identidad del barrio se complican cuando desde fuera se elabora un estereotipo negativo del barrio. En el caso de La coma, hemos visto cmo en los medios de comunicacin queda marcado con la etiqueta de barrio marginal y peligroso. Esta imagen difundida entre la poblacin de la ciudad de Valencia dispara toda la gama de actitudes defensivas entre los vecinos de la coma para distanciarse del estigma barrial. Entre estas actitudes, y sobre todo entre los mas jvenes, est muy divulgado el considerar el barrio como lo mejor, una especie de pica en la que el barrio es nico y destaca sobre los dems. Percepcin esta bastante alejada de la realidad y de la materialidad. Una vez consolidada esta imagen de la marginacin y de la exclusin social, la relacin que se da entre el barrio y el resto de la realidad social es de conflicto. Por un lado,
El espritu comunitario alcanza su grado mayor entre la numerosa poblacin gitana del barrio. Esta base cultural ensalza la familia y la dota de unos valores y principios prcticos que la convierten en un mecanismo de reducir las penalidades sociales y la fragmentacin. La familia forma parte de una red que sirve de defensa y cuidado frente a las agresiones externas del mundo y las instituciones payas. La existencia de dicha red y las implicaciones que tiene en procesos como la crianza de los nios dan una particularidad especial, y entraable a la vida social del barrio, y que se expresa de diferentes formas, como por ejemplo en la presencia de los nios y nias en la calle a cualquier hora del da, aparentemente desamparados, pero bajo una red muy eficiente de supervisin familiar y atencin. 22 Siguiendo la tendencia del conjunto del municipio, la poblacin extranjera de La coma ha experimentado un gran incremento en los ltimos aos. En enero de 2008 la poblacin extranjera empadronada en el barrio se eleva a 608 personas, lo que supone el 10,2% del total, este porcentaje es algo superior que para la totalidad del municipio (8,25%). Estos datos infravaloran la situacin actual ya que existe un gran nmero de personas extranjeras en situacin ilegal no empadronadas.
21

[ 167 ]

encontramos el miedo desde fuera hacia el barrio y por otro la respuesta de autoafirmacin desde dentro. As las experiencias de contacto con el mundo exterior suelen estar marcadas por la incomprensin y la incomunicacin entre mundos diferentes. La frecuente respuesta represiva por parte del sistema policial y penal genera nuevamente, en forma de una dinmica de crculo vicioso, actitudes de pertenencia y de afrontar la injusticia y la agresin del exterior. Dichas actitudes acaban confirmando a los ciudadanos de fuera del barrio su carcter problemtico y conflictivo. Adems de la respuesta represiva, la respuesta asistencial es otro de los mecanismos que contribuyen a localizar el conflicto para que no salga del barrio. Los servicios sociales funcionan a toda marcha para contener el conflicto social y que ste no propase los lmites aceptables. Ambos sistemas represin y asistencia causan frecuentemente efectos contraproducentes en su actuacin, sea en trminos de generar estereotipos sociales negativos, de cronificar la exclusin social o de ocupar el lugar de la participacin vecinal23. Otro problema del barrio al cual se ha hecho alusin anteriormente es el relativo a la situacin econmica de muchos de sus habitantes. Desde el nacimiento del barrio hasta la actualidad, hay una sobrerrepresentacin de familias de rentas bajas debido al carcter social de las viviendas. Muchas de las viviendas son alquileres sociales de bajo coste ocupados por familias pobres. Esta estructura de alquileres protegidos acoge permanentemente a familias nuevas en esta situacin, lo cual incide en un permanente problema de falta de cohesin social con nuevos inquilinos que pueden ser un factor de conflictos hasta que se adapten al barrio. Este permanente problema de cohesin y los conflictos vecinales que genera estn comenzando a marcar la tendencia de abandonar el barrio por parte de las familias mejor situadas. A pequea escala, este proceso puede desencadenar dinmicas de gentrificacin en el barrio, aceleradas por las presiones inmobiliarias de revalorizacin del barrio en estos ltimos aos. De hecho, en los ltimos diez aos, el movimiento residencial del barrio muestra un saldo negativo de 713 personas que indica cmo ha quedado registrada en el Padrn municipal entre 1996 y 2008 una disminucin que corresponde a la salida del barrio de ncleos familiares normalizados. El proyecto Urban-La Coma (2008) confirma esta hiptesis de los procesos de gentrificacin: Las zonas deterioradas o de riesgo como el Barrio de La coma, expulsan o tienden a expulsar a la poblacin cuyas caractersticas les permiten salir de ese entorno social deteriorado o de riesgo, quedndose en dicha zona quienes no pueden salir de ella y atrayendo a quienes por sus caractersticas sociales no pueden acceder a una vivienda en zonas social y urbansticamente ms atractivas. El mismo informe Urban-La coma nos muestra algunos indicadores concretos sobre la situacin econmica del barrio. Las pensiones no contributivas, que constituyen un buen

Para los vecinos ms implicados en el funcionamiento asociativo del barrio, el desarrollo de un omnipresente sistema de servicios sociales ocup el lugar del movimiento vecinal presente en el barrio y contribuy a debilitarlo al ofrecer institucionalmente servicios que acabaron por despolitizar y disimular el conflicto social. La lgica de las subvenciones y los favores sociales reforzaron la red de control social y desplazaron la lgica de la participacin social de los vecinos.
23

[ 168 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
indicador de las zonas con problemas sociales relacionados con la pobreza y la exclusin, se concentran en Barrio de La coma hasta alcanzar el 52,2% de todas las prestaciones no contributivas de Paterna. Esta cifra es abrumadora teniendo en cuenta que la coma solo aporta el 11% de la poblacin total de Paterna. Es evidente que los subsidios y otras ayudas de diferentes administraciones desempean un papel protagonista en sus modos materiales de vida. Lo mismo ocurre respecto de las situaciones en las que los ingresos no cubren las necesidades familiares. En La coma se dan el 43% de las situaciones del municipio. Este segundo indicador podra asimilarse a la tasa de pobreza, con lo cual el 43% de las situaciones de pobreza del municipio se daran solo en el barrio. En dificultades ms extremas, se hallan las aproximadamente 300 familias con miembros con problemas de privacin de libertad en diferentes grados de cumplimiento de la pena.

II.3.2. Los tipos de actividades fsico-deportivas en el barrio de La Coma

En el barrio de La coma encontramos una oferta deportiva variada y abundante en relacin a otros barrios desfavorecidos, aunque, tambin, espordica y desorganizada. Hemos detectado varias formas de prctica deportiva que impulsan distintos actores sociales del barrio: la prctica autoorganizada por los propios jvenes; las actividades de animacin propuestas por los servicios sociales, voluntarios, asociaciones y la Fundacin Deportiva del Ayuntamiento de Paterna, y el deporte en el club. Hemos credo necesario profundizar en el significado que los jvenes atribuyen al uso de su propio cuerpo en las prcticas fsicas, los lugares y desplazamientos que utilizan para ejercitarse, los momentos de prctica, la regularidad y frecuencia, las relaciones con los otros jvenes, o los vnculos, ms o menos rgidos, que los jvenes mantienen con las normas de la prctica fsica, que difieren en cada uno de estos tres casos, dando lugar a diferentes formas de experiencias deportivas. En los prrafos siguientes tratamos todas estas cuestiones. II.3.2.1. La prctica organizada por los propios jvenes En ocasiones no existen adultos ni ninguna institucin organizadora, sencillamente, son los propios jvenes quienes conciertan sus partidos y se dejan llevar por el placer del juego para vencer el tiempo muerto que invade las tardes en el barrio. Las actividades son variadas, encontrndose todas aquellas que pueden adaptar los jvenes a los espacios de los que disponen. Este tipo de prctica ha estado muy presente en el barrio sobre todo cuando el peso de las entidades sociales era menor. En la prctica organizada por los propios jvenes, entender la dimensin hedonista es indispensable para comprender la actividad deportiva. Jugar por el placer de jugar. En efecto, este parece ser uno de los principales significados de la actividad fsica para los jvenes. No tanto la competicin o el enfrentamiento sino la actividad fsica como medio para proporcionar placer, diversin y, por qu no, aunque sea en ese instante, felicidad: A m me encanta. Siempre quiero jugar, sabes?, si no jugara es que habra muerto ya
[ 169 ]

(E.17). El significado que los jvenes otorgan a la prctica fsica es puramente ldico por lo que no se espera que exista una progresin tcnica ni tctica. Para ellos, el deporte tambin supone una oportunidad para reforzar su identidad mediante el reconocimiento de los dems. En concreto, los jvenes utilizan la realizacin de los ms espectaculares gestos tcnicos como una manera de distinguirse en el grupo de iguales. Sabedores del valor de la accin tcnica incluso dedican muchas horas de entrenamiento a intentar aprender de sus hroes deportivos. En el terreno de juego, resulta frecuente observar esta dinmica donde la bsqueda de la identidad individual cobra fuerza frente a otros objetivos como el xito grupal. De hecho, y a pesar de los resultados en los partidos, los jvenes sacrifican la eficacia colectiva frente a la realizacin individual de sus habilidades tcnicas con tal de lograr el reconocimiento de los dems y disfrutar del placer del deporte. En funcin de esto, las reglas utilizadas estn al servicio tambin de esta continuidad del juego que es organizado y concebido enteramente para permitir el desarrollo de la actividad sin ninguna discontinuidad, condicin indispensable para el placer de jugar. El principio de participacin rige este tipo de prcticas. Las reglas, la composicin de los equipos o los usos de los espacios deportivos, estn tambin al servicio de la continuidad del juego. Ellos practican deporte, pero a su manera, con sus propios cdigos y sus propias reglas, completamente flexibles y maleables, siempre sujetas a la negociacin del momento. Estas actividades organizadas por los propios jvenes son habituales en su da a da, pero su prctica es discontinua en funcin de factores como las condiciones climatolgicas o de sus preferencias horarias de encuentro con el grupo de amigos. Es decir, las actividades que organizan los propios jvenes tienen una presencia fija en su tiempo cotidiano, pero no existe una relacin lineal que persiga la progresin tcnica, sino ms bien una relacin circular, en la que todo vuelve a empezar cada vez con los mismos objetivos de disfrutar el instante. Se trata pues de actividades puntuales, espontneas y decididas en el momento, motivadas por el deseo de jugar y pasar el rato con los amigos, ms que de entrenamientos regulares programados previamente. Este tipo de prcticas planeadas por los jvenes se realizan en aquellas zonas prximas a donde habitan debido en gran medida a la situacin externa de aislamiento que ha sufrido el barrio durante mucho tiempo. Los jvenes no tienen posibilidad de conocer otras zonas pues la red de transportes pblicos ha sido deficiente durante muchos aos y el barrio est rodeado de extensos descampados. La lgica de proximidad cobra fuerza. Los jvenes usan cualquier espacio que est cerca para hacer deporte como las pistas de los colegios, el campo de ftbol del barrio o cualquier callejuela cerca de los bloques de viviendas donde habitan buscando la mayor seguridad que los propios padres y los jvenes encuentran cuando estos ltimos estn cerca de casa. Son espacios frecuentados a las salidas de los colegios por su accesibilidad ms que por las caractersticas tcnicas de la instalacin. Tambin observamos el uso de los espacios de distintas zonas dentro del mismo barrio si es para encontrarse con otro grupo de jvenes del barrio. El objetivo es juntarse con otros amigos de diferentes
[ 170 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
edades o niveles tcnicos. Sin embargo, ante un posible conflicto que pudiera darse, la lgica de proximidad se acenta y los jvenes, incluso dentro del mismo barrio, vuelven a los espacios ms cercanos a sus viviendas. Estas limitaciones en los usos de espacios deportivos influyen directamente en las relaciones con otros jvenes que se establecen durante la prctica fsica que, en este caso, se encuentran restringidas a pequeos grupos de jvenes del propio barrio. Sin embargo, la estructura de los grupos presenta cierta flexibilidad. No se trata de grupos completamente homogneos. La composicin de los mismos est supeditada al principio de participacin para favorecer la continuidad del juego. Todo vale con tal de jugar. La pertenencia a distintas zonas del barrio, la edad, el sexo o la etnia no aparecen como un factores segregadores de la composicin de los grupos, que ser siempre flexible y supeditada a las decisiones que los jvenes tomarn entre todos en el momento de encontrarse con el fin de favorecer el juego. Por lo tanto, en estas prcticas la relacin con los otros se limita a grupos reducidos y flexibles de jvenes conocidos. En resumen, la dimensin hedonista es clave en la prctica organizada por los propios jvenes. Todo en ella est pensado para favorecer la continuidad y disfrute del juego. cualquier momento sirve para la prctica fsica si les permite abandonarse a la emocin de jugar. Presentes en su tiempo cotidiano, no requieren de una planificacin previa ni de continuidad. Ellos practican deporte a su manera, con sus propios cdigos y sus propias reglas, flexibles y decididas en el momento de juego. Por ltimo, a pesar de que la presencia de nuevos jugadores podra aumentar la emocin y estimular la puesta en escena de nuevos recursos por parte de los jvenes, las relaciones que se establecen en la actividad fsica suelen ser con otros jvenes ya conocidos porque las relaciones con nuevos amigos se encuentran limitadas por la situacin geogrfica y social de aislamiento del barrio que ha limitado los usos deportivos a los espacios ms prximos, siempre dentro de La coma. II.3.2.2. La prctica organizada por las asociaciones y los servicios sociales Por su parte, las entidades asociativas y los servicios sociales conocedores de la realidad social en la que se mueven proponen actividades de animacin que suponen una continuidad a las actividades organizadas por los propios jvenes. Los servicios sociales utilizan la actividad fsica como una herramienta en las intervenciones con los jvenes del barrio. El contacto frecuente con los chavales les ha permitido captar su inters mediante la actividad deportiva y su trabajo en el barrio suple la falta de una oferta ajustada a las necesidades de los jvenes. Ante esta situacin, los educadores sociales agudizan el ingenio para responder a unas demandas deportivas que encubren una intervencin social dirigida de manera preventiva tanto a los grupos de jvenes ms normalizados como a los ms difciles. Desde temprana edad, los jvenes de las zonas urbanas deprimidas sufren muchos de los signos vinculados a la marginacin: fracaso escolar, callejeo, excesivo tiempo libre, desatencin a la salud, primeros episodios delictivos A pesar de esta situacin, o tal vez
[ 171 ]

debido a la misma, los jvenes perciben la actividad fsica de forma positiva y subrayan su capacidad para compensar algunos de los efectos negativos de la vida en el barrio. En concreto, aquellos ligados al excesivo tiempo libre y a los efectos relacionados con su salud. Las actividades deportivas de los servicios sociales parecen desarrollar para los jvenes una funcin curativa, actuando como antdoto para eliminar o, al menos, minimizar estos efectos de los barrios desfavorecidos. Hay que hacer notar la coincidencia con Martos (2004) quien ha subrayado tambin este significado compensatorio de la actividad fsica en la prisin frente a los efectos nocivos que produce el encarcelamiento tanto a nivel somtico como psicosocial. En el caso que nos ocupa, la actividad fsica tambin adquiere este significado entre los jvenes del barrio actuando como un medio para compensar los signos vinculados a la marginacin: ocupar de una forma positiva el tiempo libre de los jvenes y mejorar su salud a nivel higinicoesttico, reduciendo tensiones y como medio de prevencin ante las drogas. Estos posibles efectos positivos de la actividad fsica son perseguidos por los servicios sociales y las entidades del barrio en sus iniciativas con los jvenes. As, respetando el carcter ldico de las actividades e independientemente de las competencias tcnicas, las entidades asociativas y los servicios sociales del barrio persiguen la adhesin del mayor nmero de jvenes para prevenir y compensar los signos vinculados a la marginacin que acechan en el barrio. Los resultados deportivos ocupan aqu un lugar totalmente secundario, sometidos al principio de igualdad de oportunidades para participar de todos los jvenes. Estas iniciativas programadas exigen una determinada frecuencia semanal y unos horarios prefijados de antemano, lo que supone un esfuerzo de mantener un orden y una auto disciplina por parte de los jvenes. Los educadores conocen los problemas del barrio por lo que muestran cierta flexibilidad para ajustarse a sus fluctuaciones. As, a pesar de que existe una relacin en el tiempo lineal en cuanto se persigue el aprendizaje de ciertas conductas, a la vez se acepta la relacin circular que impone el contexto, en la que todo vuelve a empezar cada vez con los mismos objetivos. En cuanto a las relaciones que se producen con otros jvenes ocurre lo mismo que en la prctica informal: el uso limitado de los espacios deportivos reduce las relaciones a otros jvenes del barrio ya conocidos. Igualmente, los grupos estn abiertos durante todo el tiempo a nuevas incorporaciones de jvenes, pero suelen ser grupos ms grandes que en la prctica autoorganizada porque se aprovecha el potencial de convocatoria de las asociaciones implicadas. Adems, en ocasiones, los profesionales de lo social intentan romper con esta dinmica de prctica interna en el barrio proponiendo actividades en el exterior que requieren de instalaciones especficas como la piscina cubierta o actividades de montaa, pero stas se ven frenadas a menudo por la escasez de recursos. Por ltimo, es necesario subrayar que estas acciones realizadas en los inicios de forma espordica y puntual han ido evolucionando hasta el punto de que los servicios sociales
[ 172 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
actan como un pequeo sucedneo en el barrio de los servicios deportivos, organizando distintas actividades deportivas24. con todo, es necesario tener en cuenta que estas actividades an presentan una cierta inestabilidad pues su continuidad depende de la buena voluntad y dedicacin extraordinaria de los profesionales implicados coyunturalmente ms que de lneas polticas e institucionales consistentes que aseguren la continuidad de las acciones. II.3.2.3. La prctica deportiva del club Ms all de las prcticas organizadas por los propios jvenes o la de los servicios sociales y entidades asociativas del barrio, existen, aunque minoritarias, algunas otras propuestas ms formales como la de los clubes deportivos. cada tarde, tras el colegio, los jvenes del barrio se renen en el descampado de las afueras del barrio donde se distinguen dos porteras entre la maleza que va cubriendo poco a poco el terreno lleno de agujeros y piedras. Este campo de ftbol, cuyo mantenimiento recae sobre la Fundacin Deportiva Municipal de Paterna, es el punto de encuentro de los jugadores del club de ftbol del barrio y, en ocasiones, su nico rincn para olvidarse de las preocupaciones y soar con un futuro mejor al ritmo del baln. El abandono de la instalacin contrasta con las intensas emociones que destilan los jvenes sobre el terreno. El club de ftbol del barrio sobrevive gracias a los esfuerzos del propio presidente un hombre sexagenario cuyo cuerpo refleja el desgaste de los avatares de la vida en el barrio y de otros vecinos que se implican de forma voluntaria en su gestin con la ayuda, en ocasiones,
24

En el momento de realizar el trabajo de campo que est en la base de este libro, la Fundacin Deportiva Municipal de Paterna apoya con recursos materiales algunos de los proyectos deportivos que las asociaciones o vecinos del barrio organizan y ofrece actividades de psicomotricidad y juegos predeportivos variados al medioda en los colegio. Directamente, la Fundacin no tiene presencia en el tiempo extraescolar de los jvenes del barrio que queda totalmente desprovisto de ningn tipo de oferta deportiva municipal para los jvenes del barrio. Obviamente, esta situacin dista bastante de la del resto del municipio que cuenta con una amplia oferta deportiva y destaca por la evolucin experimentada en los ltimos aos. Por informaciones posteriores al trabajo de campo, sabemos que el Ayuntamiento ha construido aos ms tarde una piscina descubierta, una sala multiusos y una pista polideportiva exterior donde se pretende poner en marcha actividades de mantenimiento, aerbic, yoga o predeporte, cada una de stas con una cuota aproximada de 30 euros trimestrales. Sin embargo, salvo las actividades de sala, el resto de las instalaciones parecen no cubrir las necesidades existentes pues el barrio sigue sin contar con espacios deportivos cubiertos que garanticen una prctica continuada ni en los deportes colectivos ni en natacin. El uso de estos espacios se restringe a los meses del verano cuando los jvenes usan la piscina en lugar de ir a Paterna -ya no molestan all- para remojarse un poco y, en ningn caso, dentro de ningn tipo de oferta deportiva pues es inexistente; tambin se usa por un grupo pequeo, si no nfimo, de las mujeres con menores problemticas sociales que acuden a las clases de mantenimiento; y, por ltimo, la pista exterior es utilizada habitualmente por los chavales pero para pasar el rato o participar de las actividades organizadas por los servicios sociales o asociaciones vecinales, y muy excepcionalmente para desarrollar las actividades que los trpticos municipales anuncian para el barrio. como vemos, a pesar de la construccin de las instalaciones deportivas, la oferta deportiva municipal para estas instalaciones deportivas tan esperadas- no ha conseguido alcanzar a los jvenes del barrio que siguen realizando su actividad deportiva de la mano de las asociaciones del barrio y de los servicios sociales. As pues es suficiente para desarrollar actividades deportivas en este barrio tener en cuenta la creacin de instalaciones deportivas? Por s mismas la creacin de una instalacin deportiva puede captar a los jvenes ms difciles? Con todo, es reciente la construccin de estas instalaciones; esperemos que con el tiempo se consigan los objetivos para los que fueron creadas.

[ 173 ]

de los educadores sociales. La participacin de unos vecinos u otros vara en funcin de muy diversas circunstancias que nada tiene que ver con criterios tcnicos. Este hecho otorga al club cercana a los jvenes pues conocen a las personas que generan la iniciativa, pero a la vez el club sufre de una importante inestabilidad en cuanto al funcionamiento. Encontrar frmulas administrativas que anen estos dos aspectos del voluntarismo y la estabilidad en el campo deportivo supone un reto que sin duda contribuira a un mejor desarrollo de estas acciones. En el club, los jvenes participan motivados por las remotas posibilidades de promocin social que representa el deporte de alto nivel que, en este caso, supone una esperanza para salir no slo de su barrio, sino tambin de la pobreza. En efecto, para los jvenes, el club supone una oportunidad para jugar, ocupar las horas vacas de La coma y, por qu no, convertirse en el trampoln para poder salir del barrio. Los jvenes quieren que la prctica en el barrio sea una base para dejar atrs la pobreza y alcanzar el xito deportivo. Las historias de los hroes deportivos provenientes de las clases ms humildes, retransmitidas en los medios de comunicacin, resuenan en la mente de los jvenes y sostienen este mito de la promocin social. Aunque sea mentira, para ellos es importante que crean que haya, a lo mejor, no s para ellos les da mucho empuje, mucha fuerza para seguir jugando (E.8). Sin embargo, la lgica de previsin de los entrenamientos y de los calendarios de competicin necesaria para la mejora del rendimiento deportivo dificulta la participacin de los jvenes. Les gusta el deporte, pero encuentran las normas duras, autoritarias, asociadas al castigo. La anomia y la desestructuracin social que pueden vivir en mayor o menor grado en otros mbitos de sus vidas se reflejan tambin en la prctica deportiva. Los clubes deportivos exigen rendimiento y seleccionan a aquellos jvenes con aptitudes y, al mismo tiempo, menos problemticos. De esta manera, la funcin de integracin de los jvenes a travs de las instituciones deportivas queda en entredicho. En la prctica deportiva realizada en los clubes, la relacin de los jvenes con el espacio se realiza tanto en el propio barrio como en espacios deportivos existentes en otros barrios. La participacin en torneos conlleva salir del barrio y jugar en otros terrenos de juego. Encontramos dos aspectos interesantes en estos desplazamientos. Por una parte, el uso de instalaciones de mayor calidad o inexistentes en La coma y, por otra parte, el encuentro con otros jugadores ajenos al barrio, que proporcionan incertidumbre y emocin al juego. En los deportes practicados en el club, la composicin de los grupos de entrenamiento se conforma al inicio de temporada con el objetivo de que se mantengan los mismos jvenes durante todo el ao. Los entrenadores intentan evitar las fluctuaciones en la participacin y buscan conseguir cierta estabilidad en el equipo para conseguir mejores resultados deportivos. Esta lgica de asiduidad contrasta con las prcticas deportivas autoorganizadas por los jvenes, caracterizadas por la presencia irregular de quienes participan. cuando los equipos de ftbol de La coma participan en ligas que exigen jugar en otras zonas, se pone de manifiesto la imagen desvalorizada del barrio en el exterior. Los jvenes y los familiares de otros lugares ponen dificultades para desplazarse all. El miedo a la mala
[ 174 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
fama del barrio complica la participacin de los jvenes de La coma fuera del barrio. El aislamiento del barrio ha acrecentado la percepcin de vivir en un contexto suburbial olvidado que se rige por sus propias normas e influye de forma determinante en las relaciones de los jvenes con desconocidos. El resultado es una percepcin de desconfianza con el exterior. Frente a la desconfianza hacia lo desconocido, los jvenes aislados generan respuestas defensivas hacia el exterior que se pueden observar en las participaciones puntuales en torneos deportivos municipales que se realizan fuera del barrio. Los jvenes asimilan e interiorizan la desvalorizacin social que perciben de su barrio y como modo de resistencia se revelan y se enfrentan por recuperar su honor. Las dificultades para acabar los estudios y encontrar un empleo reducen las expectativas de mejorar, ascender y salir del barrio. Por eso, los jvenes de barrios desfavorecidos, como La coma, se inventan otros valores ajenos a los del trabajo y el esfuerzo acadmico como el honor y la reputacin, basados en la hombra y la fuerza fsica, que sustituyen a la vala personal acadmica o profesional. El amor al msculo est muy presente entre los jvenes de las clases populares, que valorizan su capital fsico ya que su capital social, cultural y laboral no es muy prometedor. Esta lgica del honor que se representa en el desafo a travs del cuerpo se puede observar en los encuentros deportivos, en mayor o menor grado, en funcin de cmo sea percibido el desconocido. Si este es percibido como una amenaza habr conflictos. Lo que se puede observar con frecuencia cuando los jvenes juegan como equipo visitante lejos del escudo protector del barrio. Los jvenes hacen suya la desvalorizacin externa sobre su barrio y como modo de respuesta se pone en funcionamiento esta lgica del honor que lleva al desafo con el desconocido, en este caso a nivel fsico. La actividad fsica activa la adrenalina que se dispara impulsada por los miedos ante aquellos de fuera que pueden suponer una amenaza para la imagen del mundo que los jvenes conocen, el mundo es su barrio. Uno de los adolescentes entrevistados daba sus razones sobre los enfrentamientos con equipos de otros barrios: Porque creen que somos, que nosotros somos menos que ellos; como vivimos aqu, este es un barrio de mierda Es nuestro barrio. A nosotros que digan esas cosas pues nos duele y nosotros nos encaramos (E.25). Este tipo de actitudes han dado al traste con muchas de las actividades de los ms mayores que existan anteriormente y que generan un conflicto potencial. Sin embargo, si el desconocido no es percibido de forma negativa, los jvenes permitirn la presencia de los otros en sus espacios deportivos con ms o menos indiferencia. Baste observar cuando recibe a equipos visitantes en los espacios deportivos del barrio. Aunque el desafo est presente, los miedos se aminoran y la relacin con el desconocido queda en mera desconfianza inicial: Ah, pues que jueguen tambin. Cuanto ms gente mejor, y si es gente de fuera pues mejor an, jugamos contra ellos, a ver si saben jugar.eh (Risa) (E.25). Hasta aqu hemos visto la oferta deportiva en el barrio y las experiencias deportivas de los jvenes. A continuacin plasmamos en una tabla sinptica los procesos que hemos ido desgranando en los prrafos anteriores.
[ 175 ]

Tabla 1 Los tipos de prctica deportiva de los jvenes en el barrio de La coma

Prctica organizada por los propios jvenes Uso del cuerpo Uso del tiempo Hedonstico Identitario Irregular Desarrollo circular Grupos reducidos y flexibles No existe Oferta deportiva de los servicios sociales y asociaciones compensatorio Regular Desarrollo circular Grupos ms amplios y flexibles Existe puntualmente Oferta deportiva de clubes Promocin social Identitario Regular Progresin en el tiempo lineal Grupos reducidos y rgidos Existe Lgica de la defensa del honor En el barrio y fuera del mismo Desplazamientos al exterior para utilizar nuevas instalaciones y poder jugar con otros deportistas desconocidos Principio de rendimiento Relacin rigurosa

Relacin con otros

Iguales Desconocidos

Relacin con el espacio

Estn en zonas cercanas a donde habitan Desplazamientos en el barrio para poder jugar con otros; no por el tipo de espacio deportivo

Desplazamientos a donde se imparte la actividad dentro del barrio Desplazamientos al exterior donde la instalacin deportiva es el motivo principal del desplazamiento Principio de participacin Relacin flexible

Relacin con las normas y valores

Principio de participacin Relacin ldica

II.3.3. Elementos clave en los programas de deporte-insercin: dicultades y soluciones aportadas

En este apartado detallaremos aquellos elementos claves en el diseo de un proyecto de insercin por el deporte. Profundizaremos en la manera cmo se han afrontado en nuestro estudio de caso, las dificultades surgidas y las soluciones aportadas. Con el fin de facilitar la lectura, hemos realizado tres subapartados: en el II.3.3.1 nos centraremos en las caractersticas y principales rasgos de todos los actores implicados en el deporte-insercin en el barrio, desde los jvenes participantes a los actores institucionales, monitores, o entrenadores; en el II.3.3.2 profundizaremos en aspectos claves del diseo de la accin tales como el diagnostico previo, la difusin, los objetivos y las modalidades deportivas seleccionadas; por ltimo, en el II.3.3.3 trataremos aquellos contenidos relacionados con la aplicacin y puesta en marcha de las intervenciones. II.3.3.1. Los actores implicados: participantes, organizadores y entidades Los participantes: los jvenes socialmente desfavorecidos Podemos distinguir cuatro variables determinantes a la hora de caracterizar a los jvenes que participan en las iniciativas de deporte-insercin: la edad, el sexo, el tamao de los
[ 176 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
grupos y el grado de dificultades sociales. Respecto a la edad hay que subrayar que las actividades se dirigen a los ms jvenes con muy escasa presencia de los ms mayores. En efecto, las actividades deportivas orientadas a los jvenes en el barrio se dirigen, fundamentalmente, a los grupos de edad entre seis y diecisis aos. Dentro de esta franja, se pueden encontrar subdivisiones, pero hay que sealar que estas subdivisiones de edad se suelen corresponder con frecuencia ms a criterios administrativos que a criterios tcnicos. Las escasas actividades dirigidas a los jvenes de ms edad entraan mayores dificultades relacionadas con problemas de comportamiento. Estas dificultades y la baja presencia de los jvenes de mayor edad en las actividades pueden ser debidas a la falta de intervenciones desde lo social en aos anteriores, cuando estos mismos jvenes eran ms pequeos, a la entrada en el mundo laboral y a las costumbres de la cultura gitana en cuanto al bajo nivel de prctica deportiva. El sexo tambin es otra variable utilizada en la definicin del proyecto de intervencin. En nuestro pas la mayora de los proyectos se dirigen tanto a chicas como a chicos. Sin embargo se constata fcilmente una menor participacin de las primeras, al igual que en otros pases europeos (Augustini, Duret, 1993). En este estudio de caso, los resultados son coincidentes. Hasta los catorce aos, las chicas mantienen niveles de prctica deportiva ms cercanos a los chicos. Hasta ese momento, ellas forman parte del grupo mixto de amigos y practican deporte y juegos. Hacia el final de la adolescencia esta predisposicin mengua y desaparecen de la escena deportiva. Este hecho se ve muy influido por la escasa diversidad de las prcticas impulsadas y por el predominio del ftbol. Este es el deporte rey tambin en las intervenciones sociodeportivas desarrolladas y las jvenes se ven poco identificadas. Para los educadores es muy difcil romper con las ventajas y comodidades de este deporte: los jvenes lo demandan sobre cualquier otro y los educadores lo contemplan como un medio de intervencin prctico y eficaz. Para muchas jvenes, esta oferta puede no resultar atractiva ni cercana a sus gustos y motivaciones. conforme las adolescentes crecen, su presencia en la calle es ms reducida. cuando aparecen lo hacen de forma puntual y con el rol asignado de compaeras, novias, esposas, madres, originado en el entorno dnde viven, en particular dentro de su ncleo familiar. Ellas son tiles en casa, donde las tareas domsticas, la atencin a padres y hermanos y las salidas a hacer la compra, entre otras, ocupan su tiempo. En la vida social, las jvenes se ven fuertemente atenazadas por el papel pasivo y secundario de la socializacin en el rol tradicional de la mujer. La escasa participacin de las mujeres es un problema que las iniciativas ms asentadas han identificado claramente, segn Charrier y Jourdan (2006), en Francia la toma de conciencia de esta situacin ha generado gran cantidad de proyectos que pretenden tener en cuenta esta discriminacin y se inscriben en la lucha global por la igualdad de sexos. Adems de la edad y el sexo destacamos otras variables observadas en el desarrollo de las actividades deportivas. El tamao de los grupos tambin es importante ya que el nmero de asistentes debe ser limitado para facilitar mejores resultados en este tipo de intervenciones.
[ 177 ]

Adems, ser necesario tener en cuenta que la creacin de grupos requiere tiempo para que los jvenes puedan conocerse previamente, acepten a los nuevos compaeros y tengan inters por las actividades a realizar. Por ltimo, llama la atencin otra variable que influye en la formacin de los grupos: el grado de problemtica social que afecta a los participantes. En el tipo de intervenciones que se han organizado en La coma, los jvenes ms difciles, con problemas ms graves de exclusin, se quedan fuera, no acceden a la actividad. Ello permite el funcionamiento ms normalizado de la actividad a costa de la marginacin de los que de por s tienen ms carencias de integracin. En consecuencia, en estas actividades organizadas para contribuir a los procesos de integracin y cohesin social del barrio, los jvenes ms difciles no participan, las relaciones se establecen entre los jvenes ms normalizados como indica el profesor de expresin corporal y teatro: a nivel de barrio lo curioso que es que al grupo que tengo de la tarde no vienen los destroyers, los que estn... Me preguntaba que qu hacen? O sea los Diego, los Camilo, tal incluso el David, vino un da a una sesin y ni volvi. Desapareci (E.10). Esto tambin se refleja en la prctica libre en los espacios deportivos del barrio, que son acaparados por los vecinos ms integrados en la vida asociativa. Los grupos ms difciles no estn en las pistas de baloncesto o en el campo de ftbol sino en algunas callejuelas cercanas a la entrada y salida del barrio donde pueden hacer sus trapicheos a la vez que controlan el acceso al barrio como si de una torre de viga se tratara y donde el de fuera slo se acerca acompaado por alguien del barrio. Algunos autores apuntan tambin al efecto contrario, aunque no lo hemos observado en La coma, estas zonas son tomadas por bandas juveniles que las transformaban en un espacio propio donde los grafitis, los casetes, el rap, y otras prcticas deportivas informales (chantelat, Fodimbi y camy, 1994) no tardan en aparecer. En estos casos, las intervenciones se ven superadas por la profundidad de las fracturas sociales; la sombra de la inseguridad planea sobre el barrio y los equipamientos deportivos se convierten en generadores de imgenes de riesgo y temor. El grado de dificultad social de los jvenes influye en el tipo de intervencin y los 25 profesionales que participan24. En La coma, casi todas las iniciativas deportivas se dirigen a los jvenes ms normalizados, excepto un grupo que trabaja directamente con uno de los educadores sociales debido a sus problemas de integracin y medidas judiciales, con ellos se realizan acampadas y encuentros de ftbol fuera del barrio. En este sentido, cabra
25

A grandes rasgos, cabe distinguir las intervenciones en el mbito de la rehabilitacin, que responden a existencia de problemticas especficas fuertemente arraigadas (toxicomana, prostitucin, etc.) que necesitan de instituciones y profesionales especializados; y, por otro lado, la intervencin preventiva, que tras la emergencia de dificultades sociales puntuales se centra en el anlisis de los factores y grupos de riesgo como medio de anticiparse a la creacin de problemas sociales ms graves. Las actividades tendentes a la consecucin de este objetivo corresponden al campo de la intervencin comunitaria y se caracterizan por la globalidad e interdisciplinaridad. La visin preventiva predomina en las iniciativas de deporte-insercin que estamos analizando y los profesionales implicados no cuentan con tanta formacin y especializacin como los implicados en intervenciones de rehabilitacin.

[ 178 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
preguntarse si un mayor nmero de recursos permitira disear acciones ms especficas para conseguir llegar a esos jvenes ms difciles. En resumen, respecto a los participantes se constata que las iniciativas no alcanzan a todos los grupos de jvenes del barrio. En concreto, en las actividades deportivas existe una muy escasa presencia de las chicas, de los mayores de diecisis aos y, sobre todo, de los jvenes del barrio con mayores dificultades sociales. En cuanto a estos ltimos, los resultados muestran tambin un desajuste entre el perfil del pblico diana esperado por los profesionales de lo social que ponen en marcha las intervenciones jvenes con elevados indicadores de riesgo social y aquellos que finalmente acuden a las actividades dentro del barrio, aquellos jvenes con indicadores de riesgo ms discretos. En consecuencia, para ganar en eficacia, las acciones requeriran de una definicin previa del pblico al que se dirigen en funcin de la edad, el sexo, la zona del barrio en la que habitan y el grado de dificultades sociales de los jvenes. Tambin resultara imprescindible establecer los grupos de actividades por criterios tcnicos ms que administrativos para reducir las distorsiones que se generan al juntar determinadas edades con objetivos y problemticas dispares. Adems, con el fin de alcanzar a los jvenes ms mayores, recomendamos unir las actividades deportivas con actividades formativas y con posibles salidas profesionales. El deporte puede conjugarse a la perfeccin con otras medidas educativas o laborales para reforzar mutuamente los procesos de integracin. De esta manera, se llegara a los jvenes ms mayores que podran conseguir su insercin laboral gracias a la expansin de nuevas profesiones ligadas a las prcticas deportivas en el campo de la insercin y a la animacin. Por ltimo, respecto a los participantes, se hace necesario vincular las acciones de insercin por el deporte con lneas de igualdad de gnero con el fin de lograr acercar el deporte a las jvenes ms desfavorecidas. Los profesionales y voluntarios En primer lugar, hay que destacar la diversidad de perfiles tanto de profesionales como de voluntarios que intervienen en La coma para el desarrollo de las acciones de deporteinsercin: monitores, entrenadores, educadores de calle, trabajadores sociales, maestros, animadores, voluntarios de diversas procedencias: alumnos del colegio mayor, jvenes lderes del barrio o vecinos. Estos actores sociales tienen funciones diferentes respecto al deporte-insercin, cabra distinguir la de promotores y la de entrenadores. Por un lado, el papel de promotor u organizador est en el surgimiento de la idea de combinar el deporte con la integracin y busca la manera de llevarla a la prctica y de coordinarla. Esta funcin suele estar ms centralizada en los profesionales de lo social que estn en contacto con los jvenes y captan sus deseos de deporte. Por otro lado, observamos en el barrio el rol de entrenador. Nos referimos a aquellas personas que interactan directamente con los jvenes en la imparticin de la actividad fsico-deportiva a pie de pista. En ocasiones, encontramos ocupando este papel a diferentes figuras profesionales del
[ 179 ]

mundo del deporte, pero tambin suele ser bastante frecuente observar otros profesionales o voluntarios como los propios padres, los trabajadores sociales, alumnos del colegio mayor, vecinos, etc., realizando dicha funcin a pie de pista. Los profesionales especficos especializados en ciencias del deporte tienen escasa presencia. Frente a esto, encontramos una diversidad de figuras de profesionales de lo social y voluntarios en el diseo y la aplicacin de las acciones de deporte-insercin. Los jvenes valoran a estos organizadores, conocidos en el barrio, que conocen a fondo sus problemas, sus familias y el barrio. Pese a sus carencias tcnicas en el deporte, su intensa dedicacin para desarrollar una intervencin directa eficaz y, en especial, sus rasgos personales son cruciales para ganarse la confianza de los jvenes. Esta falta de preparacin tcnico-profesional se intenta suplir con un fuerte voluntarismo y confianza en las actividades deportivas, que se prestan por el carcter prctico que comporta. Sin embargo, pese a que este tipo de implicacin voluntarista puede tener aspectos positivos, muchas veces da lugar a intervenciones inestables, con poca continuidad. En la mayora de los casos, la buena voluntad por s sola no suele ser suficiente; se requieren competencias determinadas para el xito de la accin. Es fundamental tener profesionales bien formados. Se constata un evidente vacio formativo y laboral en este nuevo campo del deporteinsercin donde, en estos momentos, los rasgos personales y la vocacin de los actores implicados compensan difcilmente la carencia de especializacin profesional. Los debates actuales sobre este tema insisten en la necesidad de crear figuras profesionales capaces de desarrollar este tipo de acciones. Las cualidades necesarias para ello han de combinar habilidades comportamentales a la par que habilidades deportivas, igualmente, destrezas tcnicas para la eleccin y el manejo de contenidos as como la metodologa para la aplicacin; las habilidades sociales y la experiencia o formacin en trabajo o educacin social con jvenes socialmente desfavorecidos son tambin recomendables. Segn charrier (1998), sera necesario reunir por un lado, competencias tcnicas para minimizar los riesgos de la prctica, saber transmitirla o sencillamente utilizar el material de forma correcta; tambin, competencias organizacionales, para pasar de la concepcin a la accin y resolver los pequeos desordenes del directo. Esto requiere experiencia, imaginacin y tenacidad; y, por ltimo, sern necesarias tambin las competencias sociales centradas en el conocimiento del pblico y del contexto. Por ltimo, debe estar muy motivado para impulsar los progresos de los jvenes y, a la vez, resultar un modelo para ellos (Santos, Balibrea, Moral, 2006). Las entidades y asociaciones participantes en el deporte-insercin Adems de los colectivos anteriores participantes y profesionales, cabe detenerse en el papel de las distintas instituciones y asociaciones que funcionan en el entorno de la actividad deportiva. En primer lugar, los resultados de nuestra investigacin muestran un escaso apoyo institucional en las intervenciones. En nuestro pas, y por ende en el barrio objeto de estudio, las iniciativas de deporte-insercin se apoyan fundamentalmente en la buena voluntad y
[ 180 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
capacidad de profesionales y voluntarios del terreno. Est ausente un compromiso de las instituciones que aproveche las potencialidades de cada entidad en su mbito de actuacin y la capacidad integradora del deporte bien planificado. Se echan a faltar dispositivos que no salgan adelante apoyados slo por deseos y vocaciones personales, sino tambin por una voluntad poltica que encabece la iniciativa de desarrollar un programa sistemtico, que englobe las prcticas deportivas y las oriente hacia unos fines determinados. Basta con observar las iniciativas de mayor complejidad en este campo del deporte insercin en otros pases, en ellas existe generalmente un apoyo y colaboracin a nivel institucional donde administracin y, en ocasiones, empresas, se ponen de acuerdo para sostener o patrocinar estas acciones. En este apartado, tambin cabra preguntarse por las motivaciones que de las empresas para la implicacin en este tipo de acciones. Dichos motivos pueden oscilar desde el caso de pequeas empresas instaladas y comprometidas con su barrio, hasta empresas de mayor envergadura, llevadas por razones fiscales, que las empujan a invertir en reas sociales cuyos provechos econmicos son prcticamente inexistentes, pero cuyo rendimiento simblico es considerable. Ello permite a la empresa vincular su imagen con la idea de la empresa ciudadana, empresa social, empresa responsable con su entorno (charrier y Jourdan, 2006). En segundo lugar, resulta sorprendente el escaso inters mostrado por los clubes y las federaciones deportivas por los problemas de insercin. A pesar de la diversidad de instituciones presentes en el barrio que se encuentran relacionadas de una u otra manera con las acciones que utilizan el deporte para la insercin social, las entidades deportivas estn casi ausentes. Su presencia es mnima, los servicios sociales y las asociaciones del barrio actan como un sucedneo del movimiento deportivo organizando distintas actividades fsicas con utilidades sociales. A La coma no llega ningn tipo de incentivo para promocionar el deporte desde las federaciones deportivas. As, ante las primeras dificultades, los grupos sociales ms dbiles se quedan fuera de las competiciones o actividades oficiales. Por ejemplo, en el momento de inscribirse en competiciones oficiales, o pedir subvenciones, hemos observado cmo encuentran dificultades a la hora de cumplir los trmites administrativos en ocasiones complejos, ante la falta de dinero para licencias o cuotas, o debido a la escasa formacin de los organizadores para cumplimentar plantillas. En todo caso, como se ha puesto de manifiesto en los informes y documentos de trabajo de la comisin Europea, en concreto en el Informe de Helsinki sobre el deporte (1999): la organizacin piramidal del deporte en Europa sita a las federaciones deportivas en una situacin prctica de monopolio [...] convendra que las federaciones ejercieran tambin misiones como la promocin del deporte aficionado y profesional y un cometido de integracin social (jvenes, personas con discapacidad, etc.) Sus estatutos deberan referirse explcitamente a estas misiones. como vemos, la discusin sobre el tema est abierta y se hace necesario superar las buenas intenciones de la cita anterior con acciones concretas que otorguen entidad a las prcticas deportivas dirigidas a promover la insercin juvenil.
[ 181 ]

Si se pretende alcanzar resultados tcnicos positivos en el campo del deporte y la insercin social, conviene plantearse los siguientes interrogantes: estn las instituciones deportivas clubes, asociaciones, federaciones, etc. preparadas para acoger a los jvenes de barrios desfavorecidos? alguna al menos del conjunto de variopintas figuras presentes en el campo de la actividad deportiva federada est formada en los problemas sociales que afectan a estos colectivo socialmente vulnerables? como se observa en otros pases y en algunas experiencias iniciales en nuestro pas, las federaciones y clubes deportivos se implican en las iniciativas de deporte-insercin cuando entrevn una posibilidad de promocin de sus respectivas modalidades deportivas, posibilidades de financiacin o de deteccin de nuevos talentos. En tercer lugar, hay que subrayar el choque de perspectivas institucionales y profesionales que se detecta en las acciones de deporte-insercin. Las tensiones entre diferentes concepciones que sobre el deporte circulan en la sociedad implican, a nivel prctico, objetivos y modos organizativos distintos muy influenciados segn las instituciones de origen de los profesionales. En concreto, en este nuevo mbito del deporte-insercin, las diferentes lgicas e instituciones del movimiento deportivo se entrecruzan con las entidades, objetivos y modos organizativos del trabajo social. Por un lado, los trabajadores de lo social suelen hacer del deporte un instrumento para conseguir sus objetivos de insercin mas all de la propia prctica deportiva. El teatro, la pintura o la lectura podran cumplir el mismo papel que tiene el deporte para generar insercin. Por el contrario, las asociaciones deportivas suelen contemplar el deporte como un fin en s mismo y conciben mayormente el deporte como cargado de buenos valores que haran de la actividad deportiva un lugar natural de integracin. (charrier, Jourdan, 2000). En la Coma, estas diferentes concepciones del deporte se reflejan en las iniciativas instrumentalizadoras de los servicios sociales frente a las visiones ms normativas del club de ftbol, de la Federacin o de la propia Fundacin Deportiva. Estas distorsiones son palpables cuando se ven las carencias de coordinacin entre las diferentes formas de prctica deportiva existentes en el barrio: desde la actividad fsica informal de los propios jvenes, a las acciones de los trabajadores de lo social y a las propuestas del propio club de ftbol del barrio y a las actividades municipales en este caso. El problema es importante ya que los jvenes apenas cuentan con posibilidades de mantener una trayectoria deportiva que podra empezar con sus prcticas deportivas informales, proseguir con las actividades organizadas por los educadores sociales y finalizar con la inscripcin en los clubes y en las federaciones. Esto abrira as un recorrido deportivo continuado a la vez que podran ampliarse sus contactos con jvenes de otros barrios. Las diferentes filosofas y la falta de coordinacin de cara al deporte entre los diferentes actores del barrio distorsionan este encadenamiento. Este proceso requerir de adaptaciones futuras por parte de las entidades deportivas y de una mejor coordinacin interinstitucional para aumentar la potencia del dispositivo inscribiendo las iniciativas de insercin por el deporte en programas globales que anen los esfuerzos de los diferentes actores institucionales.
[ 182 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
II.3.3.2. El diseo del programa: diagnostico, difusin, objetivos y modalidades deportivas seleccionadas. El diagnstico previo La especificidad de los tipos de problemas que se dan en las zonas ms vulnerables obliga a realizar un diagnstico inicial en profundidad para definir el tipo de dispositivo ms adecuado. Se hace necesario un anlisis exhaustivo inicial tanto de los participantes como de las relaciones que se generan entre ellos y su entorno ms prximo. Esta informacin resulta clave para detectar los problemas de los jvenes, entender su comportamiento en las actividades y poder ayudarles. El conocimiento del entorno y de la visin de los jvenes convierte a los profesionales en personas ms cercanas a los chicos, contribuyendo a ganarse su respeto. Cada contexto necesita de un dispositivo especfico adaptado a la realidad local. En esto parecen coincidir al menos en el plano terico los responsables tcnicos deportivos del municipio cuando subrayan la necesidad de realizar un anlisis previo de la situacin. Sin embargo, en la prctica, los tcnicos no han realizado estudios que pudieran proporcionar un diagnstico aplicado al barrio. Adems, los diagnsticos existentes son muy genricos y estandarizados para el conjunto del municipio. En nuestra opinin, este anlisis inicial para el diseo de la accin debera hacerse en relacin con la envergadura de la intervencin que se tenga previsto realizar. O sea, la valoracin inicial debera ser acorde a la potencia del dispositivo. Igualmente, debe tener en cuenta las experiencias y estudios anteriores y propiciar resultados fcilmente aplicables. Resulta clave contar con la opinin de los propios vecinos, jvenes y educadores del barrio. Estas visiones que subrayan la primaca del contexto a la hora de analizar una realidad social contrastan fuertemente con las evaluaciones municipales, ms generalistas, que parten de visiones ms cercanas a lo normalizado y homogneo de la realidad. De esta manera el diagnostico contribuir a disear y optimizar la intervencin. Pese al consenso al menos a nivel terico de las diferentes figuras profesionales y voluntarios sobre la importancia del diagnostico inicial, este choca con dificultades debidas normalmente al tiempo y a los medios necesarios para su realizacin. La mayora de estas acciones se acompaan de una alta presin por resolver o minimizar lo antes posible las situaciones de alarma social a las que se enfrentan y que se acrecienta ante la escasez de recursos destinados a estos fines. Adems, tampoco resulta siempre sencillo aceptar los resultados de esta valoracin inicial pues pudiera indicar que la accin no debe ejecutarse, que debe hacerse de otra manera o que la deben poner en marcha otros profesionales. La difusin de las acciones deportivas en el barrio Un aspecto que no hay que descuidar en las experiencias deportivas realizadas en el barrio es su difusin. comprobado el poco efecto de los medios publicitarios comunes y formales como la cartelera, los organizadores entrevistados resaltan el boca o boca
[ 183 ]

como la forma ms eficaz de llegar a la mayora. As, se alcanza el mayor grado de difusin entre los jvenes, cuya primera experiencia les convertir en los mejores promotores de la actividad ante sus compaeros. Tambin resulta de gran ayuda conocer los lugares del barrio que los jvenes frecuentan como asociaciones, colegios, descampados, etc. para hacer correr la voz de las actividades directamente en sus espacios de encuentro. Siempre teniendo en cuenta que estos primeros jvenes localizados en las entidades del barrio sern los ms integrados, ya que los ms difciles resultan en un inicio mucho menos accesibles. Y, finalmente, resulta de gran inters para el resultado de las acciones informar a los jvenes lderes de los grupos o a sus adultos de referencia para que ellos sean los embajadores de las actividades. Los objetivos En el conjunto de las actividades existentes en el barrio, se observan con demasiada frecuencia distintos grados de concrecin en los objetivos planteados en las intervenciones: dispersin, superficialidad y una muy extendida creencia acrtica sobre los beneficios automticos del deporte. El escaso desarrollo de esta temtica en nuestro pas y la limitada formacin en materia deportiva aplicada al mbito de la insercin, junto con una posible precipitacin para conseguir financiacin o sencillamente poder sacar la accin ante las situaciones de urgencia social, pueden ser razones explicativas sobre las que habr que actuar para mejorar la eficacia de este tipo de iniciativas. Evolucionar en las iniciativas implica definir objetivos claros y medibles que respondan a las necesidades detectadas en cada caso. En nuestra opinin, a grandes rasgos, el deporte como herramienta de intervencin puede contribuir a oponer resistencia a los procesos exclusin social. A partir de la observacin y del conjunto de entrevistas realizadas, sealamos a modo orientativo cuatro grandes lneas de objetivos en este mbito: 1) El deporte como alternativa a la calle: establecer contacto y ocupar el tiempo de los jvenes Los profesionales de lo social utilizan el deporte como alternativa a los peligros de la calle, apoyndose sobre el inters que las actividades fsicas despiertan en los jvenes. La demanda de actividades fsicas est en boca de los jvenes de barrio. En los ltimos aos, los medios de comunicacin han invadido el espacio social con prcticas fsicas, que, protagonizadas por sus hroes y heronas, se han consagrado como modelos sociales. El peso del deporte ha llegado hasta las zonas ms olvidadas y los jvenes quieren participar de la actividad fsica y el deporte. Esta motivacin deportiva previa asegura una buena receptividad en los primeros contactos con los jvenes y sirve de precedente positivo para conseguir continuidad en la participacin. Posteriormente, estes primer objetivo debera dar paso a otros ms elaborados que doten de continuidad a la accin y permitan ocupar el tiempo de los chicos.
[ 184 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
2) El deporte como placer: elemento para dinamizar la participacin Las actividades organizadas por los profesionales y voluntarios de lo social fomentan la participacin, a partir del puro placer del acto deportivo, como expresin del derecho a jugar de todos los jvenes. Es decir, la motivacin esencial de las propuestas es el juego. Frente a otras propuestas ms centradas en fines competitivos aqu se impone la bsqueda del placer de jugar. As, las acciones son diseadas con la intencin de implicar al mayor nmero de chavales sea cual sea su condicin fsica, psquica o social. Estas intervenciones son la experiencia ficticia de un espacio democrtico y de igualdad donde no hay exclusin y donde las desigualdades son compensadas para producir un enfrentamiento justo. A partir de esta confianza igualitaria, los profesionales buscan provocar a los jvenes, devolverles las esperanzas que les sirvan para implicarse y participar. 3) El deporte para la mejora del bienestar personal Las propias experiencias deportivas dejan huellas fsicas, sensoriales y emocionales que contribuyen al desarrollo del joven, a movilizar sus recursos personales y a potenciar su responsabilidad sobre s mismo. La propia prctica es un objetivo en s mismo. Encontramos algunos fines como la adquisicin de habilidades fsicas y deportivas; el aumento de la autoestima de los jvenes; el reconocimiento de las limitaciones propias; la evaluacin de las destrezas y aptitudes; el conocimiento mejor de su cuerpo; la mayor responsabilidad 26 sobre la propia salud o la aceptacin de reglas y normas25. 4) El deporte para la mejora de las relaciones sociales en los barrios La actividad fsica puede actuar como un medio para mejorar la cohesin social en los grupos desfavorecidos. Las acciones crean un espacio de encuentro donde los participantes se relacionan durante la prctica de una actividad grata y motivadora con otros compaeros, con otros jvenes ms mayores y tambin en muchos casos con otros de lugares diferentes. Estas relaciones dotan de recursos al participante y propician la creacin o fortalecimiento
26

En los programas continuos ms desarrollados el deporte podra abarcar objetivos tanto de mbito individual como social. De forma resumida ofrecemos una sntesis extrada de diferentes estudios y que puede servir para ofrecer una panormica de las potencialidades de la prctica deportiva en estas iniciativas (Sport England, 1999; Bodin y Has, 2002; Charrier, 1998; Becker y Brandes, 2000; Santos et al. 2005): a nivel individual, proporciona la oportunidad de adquirir habilidades fsicas y deportivas; aumenta la autoestima de los jvenes; permite el reconocimiento de las limitaciones propias; evala destrezas y aptitudes y permite a los participantes conocer mejor su cuerpo; impulsa a la responsabilidad sobre la propia salud; ocupacin del tiempo libre; aceptacin de reglas y normas; transmisin de valores educativos (esfuerzo, perseverancia, espritu de equipo); ofrece modelos sociales dignos de imitacin a travs de la funcin heroica (el mito del hroe deportivo, del sufrimiento, de la abnegacin); refuerza la identidad personal; y puede propiciar oportunidades de empleo. A nivel grupal es un medio de insercin, de socializacin y acceso a la ciudadana; da la ocasin de conocer y comunicarse con gente nueva, es un lugar de encuentro, de aceptacin de diferencias; tanto en las prcticas ms reguladas como en aquellas ms informales, la actividad fsica propicia la interaccin entre los participantes, la creatividad y el desarrollo de la personalidad; proporciona la ocasin al grupo de construir sus experiencias y de reforzar la sociabilidad.

[ 185 ]

de redes sociales a la vez que dinamizan los barrios. A este respecto, algunas experiencias francesas ms avanzadas aportan matices de mucho inters y de optimismo respecto al papel del deporte en determinadas condiciones. Algunos ejemplos nos servirn de orientacin. Las denominadas Olimpiadas Locales que ilustra charrier (1998) son una muestra clara de potenciacin de las relaciones entre los barrios. El xito de esta iniciativa ha propiciado su difusin y entre las ms innovadoras destaca la de Boulogne-sur-Mer, donde se vienen haciendo desde 1993. Son organizadas por los ayuntamientos, en colaboracin con entidades deportivas, sindicatos, medios de comunicacin, organismos de formacin y empresas. Grupos de jvenes divididos por zonas eligen un deporte y preparan una prueba que a lo largo de todo un da tendrn que realizar junto a los equipos de otros barrios. Adems, la organizacin invita a deportistas famosos como padrinos de los encuentros deportivos. Estas iniciativas aprovechan intensamente la capacidad de convocatoria y movilizacin que se produce alrededor de un evento deportivo y que atrae a muchos jvenes de zonas difciles. Sin embargo, a pesar de las anteriores observaciones, hay que cuidar y seguir profundizando en la idea de que el uso del deporte garantice una socializacin general del joven, que vaya ms all del deporte y se extienda a todos los mbitos de sus relaciones sociales. Algunas experiencias avanzadas en otros pases pueden ofrecernos pistas sobre esta cuestin. Rasse (1991) expone el caso basado en la creacin de un club de ftbol para los jvenes en el seno de un barrio en Saint-Priest orientado a la mejora de las relaciones intertnicas. La experiencia involucra a padres, hijos y a otros miembros de la comunidad que colaboran para lograr una mejora comn. A pesar de los conflictos tnicos que pueda concitar, el ftbol se trata aqu como un terreno neutro socialmente y capaz de reagrupar a sujetos de diferentes etnias alrededor de un proyecto de integracin y de progreso social de los jvenes. Los resultados positivos que Rasse muestra en su estudio abren vas de optimismo respecto a la influencia de las actividades deportivas en la mejora de las relaciones sociales ms all del marco deportivo. Asimismo, Thomas (1993) ha estudiado la influencia de la prctica deportiva sobre las relaciones intertnicas a travs de un trabajo realizado en la periferia parisina con un equipo de ftbol compuesto por jugadores de tres culturas: franceses de origen, argelinos y con la doble nacionalidad francesa y argelina. En dos momentos diferentes antes y despus de un periodo de entrenamiento, se pas a cada uno de los jugadores un cuestionario sociomtrico donde se les peda que valoraran a los dems segn la afinidad que sentan. La comparacin de los resultados entre los dos momentos mostr una mejora general y, consiguientemente, una evolucin favorable de las actitudes entre los grupos. En un sentido distinto, puede interpretarse el artculo de Charrier (1998) donde reflexiona sobre la cuestin basndose en la experiencia de Montauban que se viene realizando con 200 participantes cada ao desde 1996. Se trata de talleres de boxeo educativo en el cuadro de una accin de prevencin de la toxicomana. El boxeo fue seleccionado por la alta demanda entre los jvenes y el fuerte anclaje sociohistrico en la zona. Los trabajadores de lo social involucrados valoraron muy positivamente la participacin y asiduidad a los talleres, pero
[ 186 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
subrayaron la disfuncionalidad de este dispositivo respecto al discurso poltico de la cohesin social: la prctica del boxeo es valorada positivamente por sus iguales, pero desvalorizada por el exterior. En este caso, el boxeo es una prctica estigmatizante asociada a una clase social baja. La identidad del joven desfavorecido se vincula al significado simblico y social de este deporte que, en vez de servir de trampoln en las relaciones sociales, produce un efecto mayor de gueto en el seno de la comunidad. Para los especialistas, el debate est abierto: las acciones con el deporte en zonas marginales favorecen la cohesin social o bien conducen a reproducir la marginalidad, como en este ltimo caso? Es cierto que las mejoras en el clima social a travs de la actividad fsica no son fciles de medir y es difcil achacarlas a un factor particular, pero las potencialidades de las acciones por el deporte para mejorar las relaciones sociales son, como indican los discursos arriba analizados y la mayora de las experiencias que se vienen analizando, esperanzadoras. Sin embargo, no conviene caer en un triunfalismo que nos lleve a considerar el deporte como remedio universal, ignorando las dificultades que contiene al estar atravesado por tensiones sociales. Las modalidades deportivas seleccionadas Respecto al deporte utilizado en la intervencin, los organizadores se cuestionan sobre cules son los tipos de prcticas deportivas ms idneas para responder a las exigencias de los contextos desfavorecidos. Mientras unos coinciden en el deseo de diversidad de prcticas, otros organizadores se inclinan ms por determinados tipos de deportes. As, unos defienden los deportes colectivos por los valores de equipo y por el menor coste que conllevan, otros profesionales de lo social utilizan los deportes de lucha porque dicen regular la agresividad de los ms difciles y reducir la violencia en las calles. Tambin hay quienes optan por las actividades en la naturaleza con el fin de sacar a los jvenes de sus contextos habituales y enfrentarlos a actividades de riesgo controlado donde la autoridad es la propia naturaleza, aunque esto viene muy determinado por los recursos. A pesar de que la posicin preferente del ftbol es indiscutible, en las entrevistas se ha detectado un inters entre los organizadores por estos tres tipos de actividades que son: los deportes en la naturaleza, de lucha y de equipo. Aunque se usan menos que deportes como el ftbol debido a las dificultades de planificacin, su utilizacin es cada vez ms frecuente. Si nos detenemos en algunas precisiones sobre estos deportes hay que sealar que los desarrollados en la naturaleza son empleados para reforzar aspectos psicolgicos como la concentracin y la introspeccin. En estas actividades, destaca la posibilidad de desplazarse lejos del ambiente de la ciudad a nuevos paisajes naturales y lograr el control de uno mismo para adaptarse con xito a las condiciones cambiantes del medio natural. Estos aspectos motivan la utilizacin de estas actividades en el deporte-insercin. Efectivamente, supone un atractivo importante la eleccin de estos deportes a la hora de salir del barrio y desplazarse a nuevos lugares donde olvidarse de los problemas cotidianos y generar nuevas formas de
[ 187 ]

interaccin. Tambin se espera con la prctica de este tipo de actividad que los jvenes ms difciles logren adquirir mayor respeto a las normas, pues la exposicin del deportista frente a la naturaleza requerir de atenerse estrictamente a las normas para evitar poner en juego la propia integridad fsica y la de los compaeros. La idea de una posible transferencia fuera del deporte de estas adquisiciones sustenta su uso. Sin embargo, conviene seguir investigando hasta qu grado el alcance de esta trasferencia de aprendizaje de unos lugares a otros es real y persistente. El idlico espacio geogrfico y relacional de la naturaleza, ganado por los trabajadores de lo social para los jvenes, no se convertir en un paraso artificial que se desvanece al volver a la realidad del barrio? no les distancia del espacio cotidiano en el que viven? Respecto a los deportes de lucha, hay que mencionar que ejercen la funcin reguladora de la violencia mediante una relacin de continuidad y antagonismo entre la propia prctica y el contexto social donde se sitan (Wacquant, 2004). Estas actividades resultan familiares a los jvenes por sus usos corporales y el ideal moral asociado. A la vez, dentro del gimnasio se plantea una total ruptura con el exterior debido al orden y al control necesario e impuesto para que sea posible para el combate un cuadro de reglas estrictas. Los jvenes encuentran similitudes entre la prctica de estos deportes y la cultura de la calle en los barrios deprimidos. Estas similitudes se concentran en el uso instrumental del cuerpo como medio de ataque y defensa personal junto con valores como la virilidad asociados a esta forma de utilizacin corporal. Efectivamente, los jvenes de los barrios desheredados se acostumbran a las peleas y discusiones desde edades muy tempranas. La agresividad est presente en su vida, ms por necesidad que por gusto, como una manera de relacionarse en un entorno donde la ley del ms fuerte tiene mucha vigencia. Este ambiente hostil y agresivo destila valores relacionados con la fuerza, la dureza y el valor fsico, rasgos presentes tambin en la mayora de los deportes de lucha. En principio, la prctica de este tipo de deportes de defensa personal supone una continuidad a la calle al implicar una forma familiar de usar su cuerpo y valores cercanos al capital cultural de los barrios marginales. Esta cercana corporal y moral otorga importancia a estas prcticas fsicas frente a los ojos de los jvenes vulnerables. Sin embargo, ms adelante, esta continuidad simblica se ve franqueada por las exigencias corporales y morales que requiere la plena integracin en la prctica formal de estos deportes. En este sentido, resulta clave prestar atencin a la fijacin de normas. Como explica de forma brillante Lloc Wacquant (2004) en su obra Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador, donde realiza una etnografa sobre el boxeo en un barrio negro de chicago: Una vez en la sala de boxeo, la relacin de continuidad entre la calle y el boxeo se rompe y se ve invertida por la disciplina espartana a la que deben plegarse los pgiles, que incorpora las cualidades de la calle al servicio de otras metas, ms lejanas y estructuradas de forma ms rgida. [] Se enfrenta a la calle como el orden al desorden, como la regulacin individual y colectiva de las pasiones a la anarqua privada y pblica, como la violencia controlada y constructiva de un intercambio estrictamente civilizado
[ 188 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
y claramente circunscrito a la violencia sin sentido ni razn de los enfrentamientos imprevistos y carentes de lmites o sentido que simboliza la criminalidad de las bandas y de los traficantes de droga que infestan el barrio. A travs de esta relacin, hecha de afinidad y antagonismo mezclados, que vincula la calle a los deportes de lucha, se cumple la funcin reguladora de la violencia tan exacerbada por los promotores de iniciativas de este tipo. Los clubes de deportes de lucha constituiran un islote de estabilidad y orden donde son posibles las relaciones sociales prohibidas en el exterior (Wacquant, 2004). El espacio de los deportes de lucha es diferente de la calle donde tambin se producen escenas de lucha. Esta diferenciacin de espacios donde en uno se puede y en otro no puede favorecer la evolucin del joven en el control de este tipo de acciones (chobeaux, 1995). con todo, para que la funcin de regulacin de la violencia se desarrolle de forma exitosa es necesaria la presencia de educadores formados en tcnicas pedaggicas que sean capaces de integrar el inters por la prctica de deportes de lucha en un proyecto socioeducativo. En esta lnea, los monitores entrevistados subrayaban la importancia de adaptar las caractersticas de estos deportes a los jvenes para el xito de la iniciativa: Sobre todo judo suave, que no hay peligro, no hay proyecciones, no hay... Y luego con los mayores s que he hecho algo un poco ms serio: defensa personal y... (E.7). En el camino quedan algunos jvenes del barrio, los ms difciles. En el estudio mencionado de Wacquant (2004), se muestra que slo los jvenes menos marginalizados y con una estructura familiar casi estable, jvenes en el lmite de la integracin socioeconmica estable, logran hacer carrera como boxeadores. Esta (auto)seleccin que tiende de hecho a excluir a los ms excluidos no se opera bajo el efecto de la escasez de recursos econmicos, sino mediante las disposiciones morales y corporales accesibles a estas dos capas de la poblacin afroamericana. Dada la naturaleza y las costumbres que imponen la prctica pugilstica, los jvenes de las familias ms desfavorecidas se ven excluidos: convertirse en boxeador exige una regularidad, un sentido de la disciplina, un ascetismo fsico y mental que no pueden desarrollarse en condiciones sociales y crnicas marcadas por la inestabilidad crnica y la desorganizacin temporal. Esta exclusin por disposiciones morales y corporales ser un factor a tener en cuenta en la prctica continuada de deportes de exigencias elevadas. Por otra parte, comparativamente con la calle, la prctica de los deportes de lucha es percibida como una oportunidad accesible de mejora social derivada de la realizacin de una prctica distintiva. Como seala este mismo autor, hay que tener en cuenta que los beneficios mediatos o inmediatos esperados de las diferentes prcticas deportivas son un factor que posibilita la apropiacin de los diversos productos deportivos. Para los boxeadores de los barrios marginales de chicago, el gimnasio es el vector de una desbanalizacin de la vida cotidiana al convertir la rutina y la remodelacin corporal en el medio de acceder a un universo distintivo en el que se entremezclan aventura, honor masculino y prestigio. La
[ 189 ]

pertenencia al gym es la marca tangible de haber sido aceptado en una cofrada viril que permite despojarse del anonimato de la masa y, adems, en consecuencia, granjearse la admiracin y el reconocimiento de la sociedad local (Wacquant, 2004). En este caso de los deportes de lucha, la percepcin de las oportunidades se encuentra engrandecida por el mito de la ascensin social del campen surgido de los suburbios. Efectivamente, el sueo del joven practicante de deportes de combate proveniente de zonas marginales y que, tras duros entrenamientos transformar su ir callejera en un conjunto de gestos tcnicos precisos que le conducirn al triunfo, cuaja en el desaliento de los olvidados quienes se inclinarn por probar suerte en la ruleta de los deportes de combate ante las escasas oportunidades de sus barrios. Todos formarn parte de la misma esencia: la providencia y la determinacin individuales decidirn cul de los pequeos se har grande, siempre que tenga el talento y el valor necesarios [] Esta creencia por definicin inaccesible a la casi totalidad de los deportistas contribuye a mantener la ilusin de una escala de movilidad continua y graduada que lleva progresivamente desde la base hasta la cumbre de la jerarqua deportiva (Wacquant, 2004). Sea por unos motivos o por otros, estas actividades destacan entre la oferta posible dirigida a los barrios desfavorecidos. En cuanto a los deportes colectivos, su presencia es mayoritaria y en el barrio de La coma, el ftbol es el deporte rey. En estos contextos, se procura aunar intervenciones especializadas en el marco de proyectos socioeducativos con otros del tipo deporte para todos destinadas al conjunto de la poblacin. Desde esta perspectiva los deportes colectivos suponen una herramienta de gran valor cuya hegemona concentrada en el ftbol como deporte dominante encuentra explicacin en una serie de aspectos que mencionamos a continuacin. 1) El gran inters que despierta entre los jvenes. Ellos mismos instan a los educadores o trabajadores de lo social a poner en marcha iniciativas que incluyan esta modalidad asegurndoles su participacin y compromiso, condiciones altamente valoradas en estos contextos donde resulta complicado captar la atencin y ms an la implicacin de los jvenes. 2) La atencin de que goza en los medios de comunicacin. La supremaca del ftbol llega a los barrios ms desfavorecidos a travs de los medios de comunicacin, como muestra esta cita referida a una visita de jugadores de un equipo de primera divisin: Estuvieron regalando juegos y firmando balones a los chiquillos y bueno, se juntaron aqu, en el saln de actos de aqu, no caban ms chiquillos (E.8). 3) El mito de la promocin social. Los jvenes quieren ser como sus dolos, vestir sus trajes, hablar como ellos y por qu no, correr su misma suerte y salir del barrio. Lo que me encanta? Pues al regatear y pasarla, lo que hace Aimar, porque dicen que juego como l [] Jugar, jugar en el Valencia. Aparte de salir de este barrio, por ayudar a mi familia y t [] Y si me cogen y me voy, al menos no tengo que pagar. Porque as no puedo apuntarme ni nada (E.17).
[ 190 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
4) Las supuestas virtudes atribuidas a los deportes colectivos como elementos de socializacin capaces de transmitir un conjunto de valores como el espritu de equipo, la solidaridad, el compaerismo, el respeto a las normas para permitir el juego, etc. el rugby de antes les sealaban, les transmitan la filosofa del fair play del juego limpio, entonces les pasaba videos donde se vea que el jugador que consegua una marca pues no lo celebra [] que haba un respeto maysculo al contrario y al arbitraje que cuando el equipo perdedor finalizaba el partido le hacia un pasillo y aplauda al equipo ganador y viceversa [] eso bajo la mentalidad de alguno de los chiquillos de aqu que al final a alguno lo han expulsado de la liga de ftbol sala de la Coma porque le agredi a un rbitro y no s que historia, pues claro, eso le rompa los esquemas, no? Como es posible, que si estoy acostumbrado a acabar el partido y que se me lleve casi la guardia civil (E.19). Este argumento presente en los discursos de la ideologa deportiva dominante ha sido cuestionado slidamente por Pierre Parlebas (1993) quien tras un anlisis de las estructuras internas de las prcticas ha mostrado a nivel terico que otras actividades deportivas pueden aportar beneficios similares o mayores. Adems, numerosas experiencias prcticas prueban que lejos de ser transferencias directas de los terrenos de juego a la vida cotidiana, estas transferencias dependen de los diferentes actores, momentos y lugares. Dicho de otra manera, el practicante deportivo no es una rata de laboratorio que aprende el buen camino por domesticacin. Lo que a unos puede parecer maravilloso a otros le puede parecer horrible, todos tenemos nuestras facultades de adaptacin y discriminacin. [] El objetivo de una transferencia directa de comportamientos es una ilusin prctica y un error terico (chobeaux, Segrestan, 2003). 5) Fcil adopcin de la figura de entrenador por profesionales no especialistas del mbito del deporte. El conocimiento popular de esta actividad deportiva favorece el desarrollo de la figura de entrenador por parte de profesionales venidos de otras reas diferentes a la deportiva, pero en contacto con los jvenes desfavorecidos. Por ejemplo, los profesionales del rea social o, incluso padres voluntarios, carentes como es lgico de formacin deportiva, pueden proponerse como entrenadores de ftbol por el supuesto conocimiento implcito que muchos aficionados presumen tener. Con otros deportes menos conocidos, esta tarea no podra llevarse a cabo. 6) La facilidad de transformacin de los espacios deportivos e, incluso, de la propia lgica interna del juego para generar adaptaciones en la propia modalidad o permitir el desarrollo simultneo o no de otros deportes de equipo en los mismos terrenos de juego, llegando as al mximo nmero de jvenes. Aqu, las reglas las adaptamos a lo que tengo. No voy a cortar lo que es la parte ldica o de engancharlos, por, por la norma (E.21). 7) El mdico gasto necesario para poner en marcha este tipo de acciones tanto a nivel individual como a nivel del terreno de juego (an ms considerando que los aspectos ms reglamentarios no son imprescindibles).
[ 191 ]

Adems del ftbol, pero siempre en el marco de los deportes colectivos, las entrevistas realizadas revelan la existencia de otras actividades deportivas como el rugby, que los profesionales destacan como altamente positivo porque tambin presenta logros positivos en la regulacin de la violencia similares a los deportes de lucha. En La coma, el rugby o el bisbol han sido un xito entre los jvenes al responder a esta necesidad de contacto y esta costumbre de lucha que forma parte de los hbitos de sus hbitos. Adems de las actividades puramente deportivas, se hace necesario mencionar las actividades practicadas por chicas y relacionadas con el cuidado del cuerpo femenino como el aerbic u otras ms artsticas como el teatro o las mallorets. Las chicas son unas completas desaparecidas en otras modalidades deportivas. El uso del deporte para el cuidado del cuerpo femenino es una de las tendencias ms remarcables de la prctica deportiva reciente de las mujeres. La instrumentalizacin del deporte como un modo de estar en forma y mantener la silueta ha sido uno de los significados predominantes en el proceso de incorporacin deportiva de las mujeres en los ltimos aos. Las caractersticas del deporte de las mujeres estn vinculadas sobre todo a su dimensin higinica, menos a su dimensin de ocio y mucho ms escasamente a su capacidad de entrenamiento competitivo. La imagen del aerbic feminizado en busca de una esttica irreprochablemente esculpida por los mensajes publicitarios es ya un icono que distingue los usos deportivos de la mujer actual y que ha alcanzado a las jvenes de los barrios desfavorecidos. Tambin detectamos otras actividades con una alta especificidad local o social como es el caso de la petanca. Bourdieu (1993) en su anlisis de prcticas fsicas y clases sociales, habla as de la petanca: Este deporte, el menos distinguido y menos distintivo de todos, ya que no exige prcticamente ningn capital cultural ni econmico y requiere poco ms que tiempo libre, encuentra regularmente su punto ms alto entre las clases medias-bajas. En la coma, esta actividad goza de una gran aceptacin. Un ejemplo de buena prctica con esta actividad lo encontramos en el barrio vecino de La coma, en las 613 viviendas de Burjassot. Los profesionales de lo social de forma un tanto intuitiva y casual la adquirieron y potenciaron entre las actividades fsicas de sus programas sociales impulsados por ver que el barrio se jugaba. As, en el barrio de Las 613 Viviendas (Burjassot), el xito fue inmediato: los jvenes se implicaron, distintas generaciones jugaban juntos, se dinamiz el club y se hizo uso de las pistas de petanca. En la coma, puede estar ocurriendo algo similar con la promocin de este deporte a travs de las instituciones. A este respecto, queremos subrayar que la alta motivacin de los jvenes por el deporte en muchas ocasiones puede evitar el anlisis previo sobre las razones y necesidades de la eleccin de unas u otras prcticas deportivas. En este estudio, defendemos que la posibilidad de que la prctica forme parte de los hbitos de los jvenes debera ser un criterio esencial a la hora de seleccionar el tipo de prctica fsica que se va a potenciar o a implantar en los barrios marginales. As toman fuerza en la eleccin de los contenidos aspectos como la especificidad local o cultural de ciertas prcticas deportivas, las instalaciones necesarias, la
[ 192 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
accesibilidad de los lugares y el coste del material. En el plano ms tcnico, resulta preciso velar por la bsqueda de prcticas que potencien la creatividad gestual y una imagen valorada y atractiva para los jvenes desfavorecidos junto con el uso de una pedagoga adaptada a las necesidades, vivencias y prcticas sociales de los jvenes a los que nos dirigimos. Sin duda, estos aspectos favorecen la posibilidad de que los jvenes lleguen a desarrollar de forma continuada una prctica deportiva autnoma. Por ltimo, para cerrar este apartado cabe mencionar algunas iniciativas con un carcter ms novedoso. Por ejemplo, el taller de bicicletas que tambin ha sido realizado tanto desde los servicios sociales como desde el colegio, en ambos casos con gran xito. Tambin, cabe destacar el taller de motociclismo relacionado con la educacin vial. Todo lo que es motores y motos y coches eso les, les apasiona, les apasiona vamos, dieron mil vueltas por ah y se hubieran quedado toda la vida y ya queran repetirla este ao mismo la queran volver a hacer (E.19). Este tipo de talleres y acercamiento a los deportes de motor tienen un referente muy interesante y de mayor calado en la experiencia francesa de Lessines llamada Un proyecto de lucha para la integracin social y la seguridad: Team Lessines-Las 12 h. de la Chinelle. En ella comprobamos bien los beneficios de los deportes de motor y sus potencialidades dada la influencia de las motos y la Frmula 1 en la actualidad. Esta experiencia est basada en la programacin de pruebas de motociclismo orientadas a jvenes del barrio enganchados a prcticas ilcitas o peligrosas en la conduccin y persigue moderar esta propensin a conducir sin normas a travs de una carrera regulada. complementariamente, la motivacin de los jvenes se aviva proporcionando conocimientos de mecnica que, junto con las relaciones positivas que se crean con las entidades participantes, facilitan la integracin laboral de los jvenes en talleres de la zona. Esta iniciativa resulta de gran inters pues las motos ocupan un lugar central en su vida. En Francia, la frecuencia con que se han producido las conexiones entre la participacin de los jvenes en las iniciativas y su posterior implicacin en posibles salidas profesionales u otros tipos de colaboracin ha inspirado la reciente creacin de programas de insercin profesional para la juventud emplois-jeunes. En ellos ocupan un lugar central las actividades de animacin sociocultural y sociodeportiva con la consolidacin en el empleo de un buen nmero de jvenes que se profesionalizan en estas reas. Detallamos el programa con intencin de servir de ejemplo en realidades como la nuestra. Todas estas experiencias de formacin, empleo y colaboracin social han ido acompaadas del surgimiento de diversos ttulos y cursos de especializacin para estos campos profesionales, junto con experiencias y trabajos que intentan evaluar su eficacia real. Estas nuevas dinmicas profesionales, que ofrecen a los jvenes resultados concretos para la mejora de su insercin, deparan muy buenas expectativas, pero hay que sealar algunos problemas ligados a la continuidad de estos empleos y a la consiguiente necesidad de acrecentar el apoyo pblico si se quiere dar continuidad a estas intervenciones de alta rentabilidad social (charrier, 1998).
[ 193 ]

II.3.3.3. Orientaciones en la aplicacin y puesta en marcha de las intervenciones de deporte-insercin El deporte no cambia nada por arte de magia, aunque usado de forma adecuada puede ser un medio para ayudar a los jvenes. Pero esto necesita de tiempo, palabras y relaciones, todo un acompaamiento educativo centrado en la relacin duradera establecida alrededor tanto de la prctica deportiva como del propio individuo. Algunos de los autores consultados coinciden en la importancia de la articulacin entre la prctica y la palabra en las intervenciones sociodeportivas con el fin de hacer emerger los afectos y emociones del practicante. Resulta necesario prestar atencin, pues, a pesar de la importancia dada por los educadores a este punto, son escasas las intervenciones que se disean de forma intencionada, como si la propia prctica, sin ms, fuera suficiente. En ocasiones la creencia en las virtudes educativas del deporte por s mismo, excusan una preparacin exhaustiva del diseo de las sesiones y las estrategias metodolgicas a aplicar. No existen buenos medios sino buenas formas de utilizarlos por parte de las personas responsables (chobeaux, 1995; Chobeaux, Segrestan, 2003). A continuacin, expondremos algunas orientaciones para la aplicacin de los programas deportivos con los jvenes desfavorecidos extradas de las entrevistas realizadas y de documentacin sobre otras experiencias que pueda ilustrar aspectos de inters de la experiencia de La coma. En primer lugar, es esencial que las experiencias fomenten y cuenten con la participacin protagonista de los propios jvenes para conocer sus demandas y sus gustos deportivos. Aunque puedan parecer irresponsables, los jvenes quieren participar en la organizacin y en la eleccin de las prcticas y los equipamientos. As, los organizadores que han comenzado a implicar ms a los jvenes en la organizacin inciden en la necesidad de despertar y escuchar sus inquietudes para aprovecharlas en la puesta en marcha de las acciones. En segundo lugar, se aconseja fomentar la implicacin de los jvenes mediante la adaptacin de los contenidos deportivos a la edad, el gnero, las habilidades fsicas, intelectuales y, sobre todo, a los aspectos culturales y a los intereses del grupo con el fin de facilitar experiencias de aprendizaje individuales variadas del modo ms flexible posible. En efecto, resulta fundamental saber respetar y adaptarse a los aspectos culturales del lugar. En muchas ocasiones, las exigencias curriculares y las pretensiones del docente pueden generar expectativas difciles de conseguir si no se integran y ajustan al contexto en el que se van a aplicar. Se debe encontrar el equilibrio entre las necesidades de los jvenes y sus intereses. Inicialmente, esto conlleva un proceso de adaptacin previo, donde los educadores ponen en marcha diferentes estrategias como partir de las actividades apreciadas por los jvenes como el flamenco o el ftbol para ir introduciendo progresivamente contenidos ms diversos. Otra de las estrategias utilizadas se basa en escoger actividades fsicas que requieran unas mismas condiciones iniciales y un mismo nivel de actuacin. En La coma, esto lo encontraron en el bisbol o el rugby que como modalidades deportivas
[ 194 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
desconocidas para los jvenes permitan empezar a todos desde el mismo punto. Esta adaptacin inicial basada en la estrategia de los pequeos pasos dar lugar a un trabajo continuo con los jvenes. En resumen, con el fin de potenciar la participacin, los objetivos curriculares y las exigencias tcnicas de las actividades deportivas deben reducirse para dar prioridad al aprendizaje de habilidades sociales y adaptarse a los jvenes para propiciar una alta motivacin en su participacin. En caso contrario, puede cundir la desmotivacin. En tercer lugar, los resultados destacan la importancia de un acompaamiento socioeducativo permanente centrado en las relaciones de comunicacin formadas entre los educadores y los jvenes alrededor, tanto de la prctica deportiva como del propio individuo y su contexto. Los jvenes valoran muy positivamente la comunicacin con los adultos, la escucha y la palabra se convierten en tiles clave: porque estos lo que ms necesitan es esto, una persona que coge todo su tiempo para escucharlos, porque a lo mejor esto no lo tienen en casa, y una vez que sepan t eres la persona que les escucha ms, pues te cuentan ms cosas, y cada da te abren ms, ms cosas, ms cosas, porque la relacin va creciendo (E.3). En esta lnea, Vaud (1995) seala la importancia de estos mismos elementos del acto educativo para intervenir sobre los siguientes cuatro aspectos: 1) Gestionar las emociones ms profundas. El autor defiende el deporte como una experiencia fsica y emocional en la cual el joven muestra sus capacidades, necesidades y afectos, abriendo una puerta para la accin del educador que podr conocerlo ms a fondo y orientar su intervencin. 2) Desarrollar su relacin con la norma. Vaud propone abordar el desarrollo de aptitudes antes de producir la norma o el cambio de comportamientos. La accin educativa se centrara en aumentar la capacidad del sujeto para negociar y aprender a aceptar nuevas exigencias como las que los jvenes podran experimentar en un futuro en otros contextos diferentes a sus barrios. En esta pedagoga de la negociacin, la mejora de la comunicacin resulta esencial. De forma progresiva, las situaciones deportivas irn produciendo una mejora en las relaciones entre jvenes y adultos que conllevar la aceptacin de las normas y los cambios de comportamiento. Esta pedagoga implica, adems, el establecimiento de la relacin educativa durante periodos de tiempo largos. 3) Mejorar su relacin con la realidad. En los jvenes desfavorecidos predomina una tendencia hacia un estilo cognitivo particular, centrado en pensamientos negativos como una mala opinin de s mismo, sentimientos de ser juzgado y culpados o de ser indignos de amor o amistad. Las situaciones deportivas dan oportunidad al educador para subrayar la eficacia de muchas de las acciones de los jvenes, contribuyendo as a modificar su valoracin de la realidad. Este proceso permite al joven ponderar el juicio negativo sobre s mismo y reestablecer una evolucin ms exacta de sus propias capacidades.
[ 195 ]

4) construir el aprendizaje de la negociacin. El educador debe contribuir a crear, junto con los jvenes, situaciones de partida susceptibles de generarles dificultades con el fin de propiciar la bsqueda de soluciones conjuntas mediante la negociacin y la reflexin. Para ello se recomienda utilizar una metodologa activa donde el joven sea parte protagonista del proceso de enseanza-aprendizaje. En sntesis, para Vaud (1995) el aspecto ms especfico de la utilizacin de las prcticas deportivas estara ligado a un proyecto educativo que intentara transformar los modos de comunicacin con objeto de pasar de una comunicacin fsica al acceso a una comunicacin oral. Sita el acompaamiento educativo a partir de las prcticas deportivas en un espacio de grandes posibilidades siempre apoyado en la escucha, la empata, la toma en cuenta de la singularidad y la ambivalencia del joven. Pero, tambin, subraya los lmites de estos contextos plenos de incertidumbre donde todo se hace y se deshace indefinidamente. El autor aconseja tomar el hbito de aceptar las recadas, las idas y venidas. En este sentido, tambin se manifestaban los entrevistados como recogemos a modo de ejemplo en la siguiente cita: a veces en estos barrios a veces un paso adelante, son dos para atrs y tienes que estar ah, caminando, porque a lo mejor esto no ha sido ir para atrs, que aqu si se avanza, se avanza un poco (E.9). Slo sin creer poder arreglarlo todo, se podr avanzar aunque sea mnimamente. En esta lnea y salvando las distancias con el medio abierto en el que se sita nuestro trabajo, la tesis de Jimnez (2000) realizada en el marco de los programas de garanta social resulta novedosa en nuestro pas destacando el esfuerzo realizado por centrar el trabajo en la aplicacin y mejora del modelo de Intervencin de Hellison. El autor recomienda cuatro fases basadas en la confianza y la promocin de valores en la intervencin educativa: 1) Formacin General; 2) Confianza y participacin; 3) Promocin de valores a travs de la actividad fsica y el deporte; y 4) Transferencia de lo aprendido a otros mbitos de la vida cotidiana. cada fase presenta distintos niveles u objetivos con sus correspondientes estrategias y se trata de ir logrando en los participantes una progresin flexible por niveles, superando los objetivos propuestos. En cuarto lugar, continuando con la enumeracin de pautas para mejorar las intervenciones, se aconseja plantear situaciones de resolucin de problemas para fomentar comportamientos de los jvenes dirigidos a aprender a resolver tareas por ellos mismos. En estos contextos, los educadores buscan a menudo utilizar las actividades deportivas como un medio para adquirir las habilidades sociales ms que para mejorar las habilidades motoras. En este sentido, en el caso de darse situaciones conflictivas durante la prctica deportiva entre los jvenes se aconseja consensuar la solucin aunque esto lleve tiempo. No debe forzarse o resolverse rpidamente de forma autoritaria para agilizar el aprendizaje motor. El profesor actuar como mediador para ayudar a los miembros del grupo a resolver las situaciones que se produzcan en la actividad y, en el caso de discrepancias, siempre de
[ 196 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
27 forma pacfica y constructiva (Santos, Balibrea, Moral, 2006)26. Igualmente, chobeaux y Segrestan (2003) inciden sobre la importancia metodolgica de los tiempos circundantes al propio entrenamiento como los desarrollados en los vestuarios, en la gestin del material, desplazamientos, el tercer tiempo, etc. Para los autores se tratara de atender antes, durante y despus de la actividad a los jvenes con las mismas exigencias y calidad que la aplicada a las propias conductas deportivas ayudando a la gestin de las desestabilizaciones que pudieran existir, las cuales se encontrarn en este momento al servicio de la intervencin educativa.

En quinto lugar, para la mejor gestin de conflictos y tensiones sera aconsejable definir actividades que propiciasen el mayor tiempo de participacin del conjunto de los jvenes deportistas, la composicin de los equipos deportivos de forma intencional, contar con la implicacin de los lderes naturales de los grupos y desarrollar situaciones que permitan a los jvenes ocupar temporalmente roles de autoridad para potenciar la empata con figuras como el rbitro, el entrenador o el educador. Igualmente, resulta clave la comunicacin antes, durante y despus con los jvenes para contribuir a la expresin de las emociones y las tensiones, contribuyendo a la gestin de las desestabilizaciones que pudieran existir, las cuales se encontrarn en este momento al servicio de la intervencin educativa. En ltimo lugar, y muy relacionado con el anterior, un punto clave de la metodologa reside en la puesta en marcha del cuadro reglamentario y en su mantenimiento. En concreto, hay que subrayar la importancia de definir los aspectos normativos acerca de: 1) la edad, 2) las recompensas, 3) las sanciones disciplinarias y, 4) la organizacin de encuentros. A continuacin los trataremos de forma ms detallada: 1) Los educadores difieren sobre la temtica de la edad. Para los ms normativos, la ficha del jugador con sus datos de nacimiento resulta imprescindible para incorporarse al equipo pues evita discusiones posteriores con los jvenes (normalmente, los que han perdido ponen en duda la edad de sus contrincantes vencedores). Para otros no resulta tan importante que jueguen todos de la misma edad sino casi lo contrario. Buscan la mezcla de edades a la vez que equipos equilibrados para poder mantener la emocin del juego. Con este fin, algunos
27

El fomento de cualificaciones claves a travs de las actividades deportivas entre jvenes desfavorecidos (Santos, A. Balibrea, E. Moral, L. 2006). Este manual es resultado del proyecto Job & sports que aborda al deporte como un medio de integracin de los jvenes desfavorecidos en el mercado laboral. El proyecto piloto se inscribe dentro del programa de formacin vocacional comunitaria Leonardo da Vinci de la UE y se ha desarrollado durante los tres ltimos aos. Han participado en el proyecto cinco socios europeos pertenecientes a cuatro pases. El promotor es el Beschftigungsfrderung Gttingen kAR (Departamento de Promocin de Empleo de la ciudad de Gttingen). Este manual va dirigido a entrenadores deportivos y profesores que trabajen en organizaciones deportivas, de formacin profesional e instituciones para la promocin del empleo. Se incluyen recomendaciones y sugerencias para llevar a cabo actividades deportivas con el nimo de potenciar su valor educativo. Se recogen igualmente instrucciones para la mejora de las habilidades sociales, o blandas, por medio del deporte, pero no con vistas a mejorar las habilidades motoras. Por tanto, se incluyen instrucciones para los entrenadores que tienen la tarea de trabajar con habilidades blandas y otras capacidades.

[ 197 ]

profesionales ingenian estrategias interesantes mediante la adaptacin de las normativas de juego para facilitar la consecucin de sus objetivos. Por ejemplo, en los torneos interbarrios de ftbol de la regin lionesa (Francia) los animadores han adaptado sus reglamentos marcando un nmero mnimo y otro mximo como lmites del total de la suma de las edades de todos los jugadores que conformen en equipo. Es corriente, incluso, encontrar en los campos jvenes y adultos mezclados en el mismo equipo. 2) Tambin las recompensas constituyen otro aspecto de divergencias entre los educadores. Unos mantienen los premios a los vencedores como en el modelo deportivo tradicional, justificado con argumentos sobre el trato igualitario a todos y la mayor motivacin para los jvenes desfavorecidos. Otros creen ms adecuado adaptar el sistema de recompensas a una orientacin pedaggica social y educativa, cuyo objetivo reside bsicamente en el cambio de comportamiento de los jvenes. En consecuencia, trabajan para elaborar un sistema de premios que valore la evolucin en el comportamiento del joven e insisten sobre la importancia de la filosofa definida para las sesiones deportivas. Por ejemplo, resulta interesante comentar el caso de los Encuentros Interbarrios de Ftbol Sala desarrollados por la Asociacin A.D.O.T. Amigos del Deporte, Ocio y Tiempo Libre en coordinacin con los servicios sociales de Alicante durante el ao 2000. En estos encuentros, el sistema de puntuacin que rige el Torneo consiste en un sistema de acumulacin de puntos (claramente expresados en las bases del encuentro) que valora tres categoras: por partido presentado, por puntualidad y por deportividad (respeto a los dems, ayudar a levantar al contrario, comportamiento correcto, animacin al vencido, lenguaje correcto, etc.). Esta iniciativa surge como una alternativa eficaz para ocupar el excesivo tiempo libre y salir de sus barrios, pero tambin como un til para desarrollar actitudes de respeto y cooperacin y, adems, una forma de conocer otros jvenes de familias normalizadas. La estrategia del sistema de recompensas ha sido mantenida a lo largo de varias ediciones al ser valorada de forma muy positiva por los educadores. 3) Respecto a las sanciones disciplinarias hay que subrayar la importancia de establecerlas entre toda la organizacin y, a ser posible, junto con los propios jvenes. Se recomienda que cualquier cuestionamiento de las normas aplicadas durante la prctica nunca se realice delante de los deportistas implicados con el fin de dar una imagen de los educadores unidos y solidarios en estos momentos de mayor tensin. 4) En particular, respecto a la organizacin de encuentros deportivos con jvenes de barrios desfavorecidos, Vaud (1995) seala cinco criterios: un contacto real y estable con los jvenes del barrio; una capacidad efectiva para hacer respetar las reglas de la organizacin; la existencia de un equipo solidario representante de esas reglas; un espacio y un material adaptados; y, por ltimo, una mnima demanda por parte de los jvenes. Igualmente, aconseja reflexionar sobre el sistema de competicin elegido de manera que se
[ 198 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
propicie la mxima participacin posible del conjunto de los deportistas. Los partidos deben encadenarse, limitar los tiempos muertos y, en general, todos los momentos que no sean de juego, con el fin de no generar tensiones innecesarias y pequeos conflictos. En este sentido, las entrevistas realizadas confirman la importancia de disear sesiones muy dinmicas con tiempos de espera mnimos. Se recomienda modificar las actividades de la sesin con bastante frecuencia para evitar las distracciones y el aburrimiento de los jvenes que pronto dara lugar a situaciones de tensin. En La coma, los profesores buscan soluciones como los cambios de actividades, la predominancia de los componentes ldicos y la adaptacin rpida de la sesin al estado de los jvenes en cada momento son algunas de las estrategias ms utilizadas. Los jvenes deben pasar el mayor tiempo posible sobre el terreno. Recapitulando, en nuestra opinin creemos necesario un acompaamiento socioeducativo permanente, centrado en las relaciones de comunicacin formadas entre los educadores y los jvenes alrededor tanto de la prctica deportiva como del propio individuo y su contexto. Para esto subrayamos la importancia de una metodologa activa, crtica y reflexiva desarrollada por y con los jvenes donde la escucha, la comprensin y la toma en cuenta de la singularidad y de la ambivalencia del joven sern la base del acto educativo. casi todos los autores coinciden en la importancia de articular la prctica y la palabra en las intervenciones en estos contextos con el fin de hacer emerger los afectos y emociones del practicante, generando situaciones para la intervencin. Al pie del terreno, la puesta en marcha participada de las normativas de funcionamiento resulta esencial siempre intentando que estas sean fcilmente comprensibles y en ningn modo excesivas. En concreto las pautas se establecern sobre la edad, las recompensas, las sanciones disciplinarias y la organizacin de encuentros. Para la mejor gestin de las tensiones se aconseja definir actividades que propicien el mayor tiempo de participacin del conjunto de los jvenes deportistas, la composicin de los equipos deportivos de forma intencional, contar con la implicacin de los lderes naturales de las pandillas y desarrollar situaciones que permitan a los jvenes ocupar temporalmente roles de autoridad para potenciar la empata con figuras como el rbitro, el entrenador o el educador. Tambin se recomienda prestar atencin a todos los momentos que rodean la propia prctica deportiva como los momentos en los vestuarios por ejemplo, para conocer ms a los jvenes, observar situaciones ms prximas a la vida cotidiana y contribuir a la gestin de las desestabilizaciones que pudieran existir, las cuales se encontrarn en este momento al servicio de la intervencin educativa.

[ 199 ]

BIBLIOGRAFA ALONSO, L.E. (1998) La mirada cualitativa en sociologa. Una aproximacin interpretativa. Fundamentos, Madrid. ARRIBAS, H. et al. (2001) Exclusin social y actividad fsica: propuestas de intervencin educativa a travs de contenidos sociomotrices en dos contextos diferentes en Latiesa, M. et al. (comps.) Deporte y cambio social en el umbral del siglo XXI, Libreras Deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid, pp. 367-383. ASOcIAcIN DE DEPORTISTAS PARA UNA INFANcIA MEJOR (2008) Proyecto Escuelas Deportivas Danone de Integracin Social y Cultural (Web en lnea) Disponible desde Internet en: http://www.addim.org (con acceso el 20-06-2008) ASOcIAcIN JUVENIL TEB (2002) Surf per la no exclusi Nova Ciutat Vella, n 35, pp.23. ASOcIAcIN PROYEcTO HOMBRE, (1994) Actas del I Congreso Nacional Asociacin Proyecto Hombre: 10 aos proyectando vida. Asociacin Proyecto Hombre. AUGUSTINI, M. DURET, P. (1992) Evaluacin de los balances departamentales sobre la OPE de 1991. INSEP, Paris. AYUNTAMIENTO DE ALIcANTE (1998) Proyecto de Actividades polideportivas para los Centros Sociales IV y V del rea de accin social. Material indito. Alicante. AYUNTAMIENTO DE MADRID (2007) Mundialitos de la Inmigracin y la Solidaridad. 2002-08 (Publicacin en lnea) Disponible en Internet en http:www.munimadrid.es (con acceso el 05-11-2007) AYUNTAMIENTO DE PATERNA (2008) Informe Urban-La Coma, Ayuntamiento de Paterna. AZJEN, L. (1991) The theory of planned behaviour, Organizacional Behavior and Human Decision Precesses, n 50, pp. 179-211. BALIBREA, E. (1999) Actividad Fsica, deporte e insercin juvenil: una aproximacin a la intervencin social en las zonas urbanas desfavorecidas, Tesina de Doctorado. Universidad de Valencia. BALIBREA, E. SANTOS, A. (1999) Actividad fsica e insercin juvenil: nuevos espacios de investigacin en el campo de la actividad fsica y el deporte en Actas del I Congreso sobre la Actividad fsica y el deporte en la Universidad, Universidad de Valencia, Valencia, pp. 73. BALIBREA, E. SANTOS, A. LERMA, I. (2001) Actividad fsica, insercin y jvenes socialmente desfavorecidos: aspectos fundamentales de las experiencias en VV.AA La enseanza de la Educacin fsica y el deporte escolar, ADEF. cantabria (Asociacin de Docentes de Educacin Fsica. cantabria) Santander, pp. 229-235.
[ 200 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
BALIBREA, E. SANTOS, A. LERMA, I (2002) Un estudio exploratorio: actividad fsica, deporte e insercin social de jvenes en barrios desfavorecidos, Revista Apunts. Educacin Fsica y Deportes, n 69, Barcelona, pp. 106-111. BARBERO, J. I. (1990) El deporte en el proceso de civilizacin, Perspectivas de la actividad fsica y el deporte, n 1, pp. 27-30. BERGER, P. LUCKMANN, T. (1986). La construction sociale de la ralit. Mridiens Klincksieck, Paris. BLANCHET A. GOTTMAN A. (1992). LEnqute et ses mthodes : lentretien. Nathan, Paris. BOUET, M. (1968) Signification du sport, Editions Universitaires, Paris. BOURDIEU, P. (1993) Deporte y clase social en Materiales de sociologa del deporte, Genealoga del poder, Madrid, pp. 57-83. BOURDIEU, P. (2000) Cuestiones de sociologa, Istmo, Madrid. BROHM, J. (1992). Sociologie politique du sport. Press Universitaires de Nancy, Nancy. cALLEDE, J.P. (1992) Politiques dinsertion et amnagements sportifs: pour legalit des chances, en VV.AA. Sport et insertion sociale. Actes du colloques de Villeurbanne, 1991. Rencontres de la cit, Pars, pp. 49-69. cALLEJN, D. et al. (2006) Integracin entre los jvenes autctonos e inmigrantes en Almera: las prcticas fsico-deportivas como instrumentos de integracin Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: la integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, Murcia, cD-ROM. cANTN, E. MAYOR, L. (1993) Estudio emprico psicolgico-motivacional para la rehabilitacin de toxicmanos mediante un programa de actividad fsica, en Actas del Congreso Mundial de Ciencias de la Actividad Fsica y el Deporte, Granada, pp. 87-99. cASTILLO, A. (1996) Anlisis de la actividad fsica del Plan Andaluz y Plan Nacional sobre Drogas, XI Jornadas sobre Actividad Fsica Adaptada: utilizacin del ejercicio fsico como terapia en drogodependientes. Instituto Andaluz del Deporte (I.A.D.) n. 327, pp. 9. CASTILLO ALGARRA, J. (2003) El Deporte en la Reinsercin y Reeducacin Penitenciaria, Tesis doctoral. Universidad Pontificia de Salamanca. CASTILLO ALGARRA, J. (2006) Valores sociales del deporte en un mbito penitenciario, en Pujadas, X. et al. (comps.) Culturas deportivas y valores sociales. Libreras Deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid, pp. 121-131. CASTILLO ALGARRA, J. (2007) El deporte en la prisin espaola actual En Gamero, E. et al. (comps.) Violencia, Deporte y Reinsercin Social I, n 47. consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 177-194. cERVANTES, R. (2006) Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia.
[ 201 ]

cHAMARRO, A. (1992) Deporte en el medio penitenciario: un nuevo aporte teraputico. Cuerpo en accin, n. 2, pp. 21-26. cHAMARRO, A. (1993) Deporte y ocio para la reinsercin de reclusos: La experiencia del centro Penitenciario de Pamplona. Revista de Psicologa del Deporte, n. 4, pp. 87-99. cHAMARRO, A. (1997) Determinantes psicosociales de la prctica de ejercicio fsico en un centro penitenciario. Tesis Doctoral, Facultad de Psicologa. Universidad de Salamanca. cHAMARRO, A. BLAScO, T. PALENZUELA, D. L. (1998) La prctica del ejercicio en las prisiones: factores asociados a la iniciacin y el mantenimiento, Revista de Psicologa del Deporte, 13, pp. 69-94. cHANTELAT, P. FODIMBI, M. cAMY, J. (1994) Sociabilits sportives et formes de sitoyennet des jeunes dans les zones DSU. Ministre des Affaires Sociales, de la Sant et de la Ville. cHANTELAT, P. FODIMBI, M. cAMY, J. (1996) Sports de la cit. LHarmattan, Paris. cHARRIER, D. (1998) Activits physiques et sportives et insertion des jeunes: enjeux ducatifs et pratiques institutionnelles. Paris: La Documentation. Franaise. cHARRIER D. JOURDAN J. (2000). Insertion par le sport : le choc des cultures Revue europenne de management du sport, n 2, pp. 35-51. CHARRIER, D. JOURDAN, J. (2006) Pratiques sportives et Jeunes en Difficulte: 20 ans dinnovations et dillusionset des acquis a capitaliser en Falcoz, M. Koebel, M. (dir) Intgration par le sport: reprsentations et ralits, LHarmattan, pp. 17-37. CHOBEAUX, F. (1995) Pratiques et questionnements pdafofiques en Sports, jeunesses et logique dinsertion, La Documentation franaise, Paris, pp. 25-38. CHOBEAUX, F. SEGRESTAN, P. (2003) Le sport : un moyen dintervention sociale sous conditions en Sport et intgration, n 51, pp. 48-50. cIcOUREL, A. (1982). El mtodo y la medida en sociologa, Editora Nacional, Madrid. CIONG (2006) Marca un gol por la integracin (Web en lnea). Disponible desde Internet en: http://www.ciong.org/ci/marca_un_gol_por_la_integracion_225.php (con acceso el 15-01-2008) cOMISIN EUROPEA (1995) Manifiesto Europeo sobre los jvenes y el deporte, comisin Europea, Bruselas. cOMISIN EUROPEA (1998) Evolucin y perspectivas de la accin comunitaria en el deporte, comisin Europea, Bruselas. cOMISIN EUROPEA (1999) Informe de Helsinki sobre el deporte, cOM (1999) 644 final, Comisin Europea, Bruselas. cOMISIN EUROPEA, et al. (2004) Deporte y multiculturalismo. Informe final: estudios sobre educacin y deporte (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http:// olypicstudies.uab.es (con acceso el 04-05-2005).
[ 202 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
COMUNIDAD DE MADRID. DIRECCIN GENERAL DE PROMOCIN DEPORTIVA (2008) Mundialito de la Inmigracin y la Solidaridad (Web en lnea). Disponible desde Internet en: http://www.madrid.org (con acceso el 07-07-2008). cOMPASS, (2000) Sports Participation in Europe, council of Europe, Strasbourg. cONSEJO DE EUROPA (1999) Cohsion sociale et sport, D/1999/5060/2. DIRECCIN GENERAL DE DEPORTES DE LA COMUNIDAD DE MADRID (2004) La prctica deportiva de la poblacin inmigrante en los municipios de menos de 20.000 habitantes Cuaderno Tcnico Forodeporte, n. 4, pp. 41-80. DOPIcO, R. PREZ, A. (1992) La Educacin Fsica en la rehabilitacin y reinsercin social de drogodependientes. Material indito. Estudio presentado en el INEF de Galicia. DUFRENNE (1972) La personalidad bsica: un concepto sociolgico, Paids, Buenos Aires. DUNNING, E. (1992): La dinmica del deporte moderno. Notas sobre la bsqueda de triunfos y la importancia social del deporte, en Elias, N. y Dunning, E. Deporte y ocio en el proceso de la civilizacin, Fondo de cultura Econmica. Madrid, pp. 247-271. DURN, J. GMEZ, V. RODRGUEZ, J.L. JIMNEZ, P. (2000) La Actividad Fsica y el Deporte como medio de integracin social y de prevencin de violencia: programa educativo con jvenes socialmente desfavorecidos, en Actas del I Congreso de la Asociacin Espaola de Ciencias del Deporte. Universidad de Extremadura, pp. 405414. DURN, J. JIMNEZ, P. (comps) (2006) Valores en movimiento. La actividad fsica y deporte como medio de educacin en valores. Estudios sobre Ciencias del deporte, n 45, consejo Superior de Deportes, Madrid. DURET, P. AUGUSTINI, M. (1993) Sport de rue et insertion sociale, INSEP, Paris. EISENHART, K.M. (1989) Building theories from case study research. Acad. Manage. Rev. 14- 4. ESCART, A. PASCUAL, C. GUTIRREZ, M. (2005) Responsabilidad personal y social a travs de la educacin fsica y el deporte, Biblioteca de Tndem, Barcelona. FALcOZ, M. KOEBEL, M. (dir) (2006) Intgration par le sport: reprsentations et ralits LHarmattan, Paris. FERNNDEZ GAVIRA, J. (2008) Experiencias Europeas de Inclusin a travs de la Actividad Fsica y el Deporte, en Actas del IV Congreso Internacional y XXV Nacional de Educacin Fsica, Universidad de crdoba, cD-ROM. FODIMBI, M. (2000) Sport et intgration en Arnaud, P. (Dir). Le sport en France. Une approche politique, conomique et sociale. La documentation Franaise, Paris. FUNDAcIN BANcAIXA (1998) Solidaridad y Voluntariado: proyecto de plan integral de desarrollo local del barrio de la Coma, Fundacin Bancaixa, Valencia.
[ 203 ]

FUNDAcIN EcOEM (2008). Proyecto de Integracin y Deporte (Web en lnea) Disponible desde Internet en: http: www.fundacion-ecoem.com (con acceso el 20-062008). FUNDAcIN REAL MADRID (2004) Maratones por la Integracin Social. Escuelas Deportivas de Integracin Social para Inmigrantes (Web en lnea). Disponible desde Internet en: http://www.realmadrid.com (con acceso el 15-01-2008). GALLAND, O. (1991) Sociologie de la jeunesse. Lentre dans la vie, Armand collin, Paris. GALLARDO, R. (2006) Integracin a travs del deporte: proyecto de animacin deportiva en el barrio Oliver de Zaragoza, Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cDROM. GALLARDO, R. et al. (2006) Educacin de calle. Una experiencia educativa a travs del deporte de la escalada, Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cDROM. GAMERO, E. et al. (2008) Deporte y reinsercin social en zonas de accin preferente. Diseo de un plan de dinamizacin deportiva en la barriada Prez cubillas de Huelva EFDeportes.com, n 121. (Publicacin en lnea). Disponible desde Internet en: http://www.efdeportes.com/efd121/deporte-y-reinsercion-social-en-zonas-de-accionpreferente.htm (con acceso el 15-07-2008). GARCA, A. CARVAJAL, C. (1999) Escalada deportiva: instrumento educacional en jvenes con problemas conductuales En Linares, P. y Arrez, J.M. (coord.) Motricidad y Necesidades Especiales. Asociacin Espaola de Motricidad y Necesidades Especiales (AEMNE), Granada, pp. 296-301. GARCA, M. FERNANDEZ, A. SOLAR, L.V. (1986) La actividad fsica en la lucha por un objetivo final y real: rehacer jvenes drogadictos y/o delincuentes para la vida. Unisport, n 1. GARCA FERRANDO, M. (1982) Deporte y sociedad, M de cultura, Madrid. GARCA FERRANDO, M. (1986) Hbitos deportivos de los espaoles. Sociologa del comportamiento deportivo, M cultura/consejo Superior de Deportes, Madrid. GARCA FERRANDO, M. (1990) Aspectos sociales del deporte. Una reexin sociolgica. Alianza Editorial, Madrid. GARCA FERRANDO, M. (1991) Los espaoles y el deporte (1980-1990). Un anlisis sociolgico, Deporte y sociedad, M cultura/consejo Superior de Deportes, Madrid. GARCA FERRANDO, M. (1997) Los espaoles y el deporte 1980-1996. Un estudio sociolgico sobre comportamientos, actitudes y valores, Tirant lo Blach/consejo Superior de Deportes, Madrid.
[ 204 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
GARCA FERRANDO, M. (1998) Estructura social de la prctica deportiva, en Garca Ferrando, M. et al. (comps.) Sociologa del Deporte, Alianza, Madrid, pp. 43-68. GARCA FERRANDO, M. (2001) Los espaoles y el deporte: prcticas y comportamientos en la ltima dcada del siglo XX, M cultura/consejo Superior de Deportes, Madrid. GARCA FERRANDO, M. (2006) Posmodernidad y Deporte: entre la individualizacin y la masificacin. Encuesta hbitos deportivos de los espaoles 2005. cIS/Siglo XXI. Madrid. GARCA FERRANDO, M. MARTNEZ MORALES, JR. (1996). Ocio y Deporte en Espaa: ensayos sociolgicos sobre el cambio. Tirant Lo Blanch, Valencia. GARCA FERRANDO, M. Y LAGARDERA, F. (2002) La perspectiva sociolgica del deporte en Garca Ferrando, M. Puig, N. Lagardera, F. (comps) Sociologa del deporte. Alianza Editorial, Madrid, pp. 11-42. GARNIER, P. (1993) Critiques des thories de la socialisation en VV.AA. Du stade u quartier. Le rle du sport dans lintgration sociale des jeunes. Syros. Paris, pp. 49-64. GONZALEZ, M. et al. (1998) Escuela Abierta: una experiencia de intervencin con menores en riesgo social Trabajo Social Hoy, n 19, pp. 101-109. GUIALES, L. (1991) Evaluacin de la Actividad deportiva en los programas de rehabilitacin de alcoholismo y drogodependencias. Revista de Investigacin y Documentacin sobre Ciencias de la Educacin Fsica, n 18, pp. 64-72. HEINEMANN, K. (2002) Deporte para inmigrantes: instrumento de integracin? Revista Apunts, n 68, pp. 24-35. HELLISON, D. (1973) Humanistic Physical Education, Prentice-Hall, Englewood cliffs. HELLISON, D. (1978) Beyons and Bats, Alineated (and other) Youth in the Gym, AAHPER Publications, Washington. HELLISON, D. (1991) The Whole Person in Physical Education Scholarship: toward integration Quest, 43, pp. 307-411. HELLISON, D. (1995) Teaching responsability through physical activity. Human Kinetics, University of Illinois at chicago. HENRY, I. (2005) Deporte y multiculturalismo: una perspectiva Europea (Publicacin en lnea). Disponible desde Internet en: http://olypicstudies.uab.es (con acceso el 07-082007) INSTITUTO MUNIcIPAL DE DEPORTES DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA (2006) Programa de integracin social a travs del deporte (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http://www.imd.sevilla.org/integracion.htm (con acceso el 06-02-2007). IRLINGER, P. (1993) Sens de la rgle dans les clubs sportifs et dans la cit, en VV.AA. Du stade au quartier; le rle du sport dans lintegration sociale des jeunes. Actes du coloque 1992. Syros, Paris, pp. 133-140.
[ 205 ]

IRLINGER, P. LOUVEAU, C. METOUDI, M. (1987) Les practiques sportives des franais, T.1 y 2. INSEP. JEU, B. (1987) Analyse du sport. Tentations du corps, de nos rapports aux autres et au monde, Vigot. JIMENEZ, P. (2000) Modelo de intervencin para educar en valores a jvenes en riesgo a travs de la actividad fsica y el deporte, Tesis doctoral, Universidad Politcnica de Madrid. JIMNEZ, P. (2007) Actividad fsica, deporte y jvenes en riesgo: reflexiones para la mejora de los programas de intervencin Violencia, Deporte y Reinsercin Social II. Estudios sobre ciencias del deporte, n 47, consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 23-44. JIMNEZ, P; DURN, J. (2004) Propuesta de un programa para educar en valores a travs de la actividad fsica y el deporte Revista Apunts, n 77, pp. 25-29. JIMNEZ, P; DURN, J. (2005) Actividad fsica y deporte en jvenes en riesgo: educacin en valores Revista Apunts, n 80, pp. 13-19. JOVESSOLIDES (2003) Torneo Intercultural de Ftbol: El Mundialito. Valencia. (Web en lnea) Disponible desde Internet en www.jovesolides.org (con acceso el 02-02-2004). KENNETT, c. (2005) Deporte, inmigracin y multiculturalidad (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http://olypicstudies.uab.es (con acceso el 20-06-2007) KENNETT, c. (2006) Deporte e inmigracin en Espaa: el papel del deporte en la integracin de los ciudadanos. (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http://olypicstudies.uab.es (con acceso el 20-06-2007) LE BRETON, D. (2003) Activits physiques et sportives et intgration: aspects anthropologiques , en Sport et intgration, n 51, pp. 58-64. LEVY, A. (1997) La ville de lge dmocratique, Urbanisme, n 296, pp. 89-90. LLEIX, T. SOLER, S. (2004) Actividad fsica y deporte en sociedades multiculturales. Integracin o segregacin? , Horsori, Barcelona. LLOPIS, R. MONCUS, A. (2004) El ftbol como prctica de reetnificacin: reexiones sobre las ligas de ftbol de inmigrantes en la ciudad de Valencia, IV congreso sobre la Inmigracin en Espaa, Girona. LLOPIS, R. MONCUS, A. (2006) El deporte une bastantsimo aqu: las ligas de ftbol de la Asociacin de Latinoamericanos y Ecuatorianos Rumiahui en Valencia, en Herrera, carrillo, carrillo Espinosa, Torres, La migracin ecuatoriana: Transnacionalismo, redes e identidades, Flacso-Sede Ecuador, pp. 493-512. LONG, J. SANDERSON, I. (2001) The Social Benefits of Sport: Wheres the Proof? En C. Gratton y I. Henry (eds.) Sport in the City: The Role of Sport in Economic and Social Regeneration. Routledge, London, pp. 187-203.
[ 206 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
MANRESA, K. KENNETT, c. (2008) Deporte multicultural, Ayuntamiento de Barcelona y centro de Estudios Olmpicos de la Universidad Autnoma de Barcelona. MANTEcN, L. et al. (2007) Actividad fsica con menores internados: un proceso de responsabiidad compartida. Revisin de cinco aos de experiencia, en Gamero, E. et al. (comps.) Violencia, Deporte y Reinsercin Social I. Estudios sobre ciencias del deporte, n 47. consejo Superior de Deportes, Madrid, pp. 195-216. MARTINEK, T. HELLISON, D. (1997) Fostering resilienciy in underserved youth through physical activity, Quest, n 49, pp. 34-39. MARTOS, D. (2005) Els significats de lactivitat fisica al poliesportiu duna preso: una etnografia, Tesis doctoral, Universidad de Valencia. MAZA, G. (1991) Jugando al ftbol. Actividades deportivas y programas de prevencin. Una experiencia con jvenes en el barrio del Raval de Barcelona, c.S.S. Erasme Janer, Barcelona. MAZA, G. (2000) Produccin, reproduccin y cambios en la marginacin urbana. La juventud del barrio del Raval de Barcelona 1986-1998. Tesis doctoral. Universidad Rovira i Virgili, Tarragona. MAZA, G. (2000) Valores del deporte desde el mbito de la educacin social, Tndem, 62, pp. 63-72. MAZA, G. (2002) El deporte y su papel en los mecanismos de reproduccin social de la poblacin inmigrada extranjera, Revista Apunts, n 68, pp. 58-67. MAZA, G. (2006) El capital social del deporte, en Pujadas, X. et al. (comps.) Culturas deportivas y valores sociales. Libreras Deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid, pp. 199-210. MEDINA, X. (2002) Deporte, inmigracin e interculturalidad, Revista Apunts, n 68, pp. 18-23. MUccHIELLI, A. (Dir.)(2001) Diccionario de mtodos cualitativos en ciencias humanas y sociales. Sntesis, Madrid. PARISOT, D. (1992) Entre mythes et ralites: un espace pour la recherche en sciences sociales, en VV.AA. (1992) Sport et insertion sociale. Actes du colloques de Villeurbanne 1991. Rencontres de la cit, pp. 27-48. PARLEBAS, P. (1993) Logique interne des APS et stratgies pdagogiques, Sauvegarde de lenfante, n 1-2. PASCUAL, C. ESCART, A. GUTIRREZ, M. (2007) Un programa de intervencin para la enseanza de la responsabilidad a travs de la actividad fsica y el deporte Violencia, Deporte y Reinsercin Social II. Estudios sobre ciencias del deporte, n 47, consejo Superior de Deportes, Madrid, 111-126. PIMENTEL, M. et al. (2000) Estudio de la condicin fsica de sujetos drogodependientes ingresados en las comunidades teraputicas de Galicia, I Congreso de la Asociacin
[ 207 ]

Espaola de Ciencias del Deporte. Universidad de Extramadura, Facultad de ciencias del Deporte, pp. 501-508. PIMENTEL, M. (2004) Anlisis de los programas de actividad fsica y su efecto en la condicin fsica saludable de los sujetos drogodependientes ingresados en las comunidades teraputicas de Galicia, Tesis doctoral. Universidad de La corua. POcIELLO, c. (1981) Prctiques sportives et demandes sociales, INSEP cordes, Pars. POcIELLO, c. (1995) Les cultures sportives. Presses Universitaries de France, Pars. PORRO, N. (2002) La Unin Italiana de Deporte para Todos (UISP) y el deporte para los inmigrantes Revista Apunts, n 68, pp. 36-49. PUIG, N. (2002) Diferentes miradas sobre la inmigracin en Revista Apunts, n 68, pp. 5-7. RASSE, P. (1991) Espace urbain et intgration culturelle, Actes du colloque: Sport and insertion sociale, Villerbaune, 1991, pp. 83-89. ROS, M. (1987) La prctica fsico-deportiva de la mujer en los sectores marginales de la sociedad, en Sociologa del deporte. Universidad del Pas Vasco, Bilbao, pp.106-128. RIOS, M. (2004) La educacin en los establecimientos penitenciarios de catalua Tndem. Didctica de la Educacin Fsica, 15, 69-82. ROS, M. (2006) La Educacin fsica como componente socializador en la inclusin del alumnado con discapacidad motriz. Estudio de casos en la etapa de Educacin Primaria. Tesis doctoral. Universidad de Barcelona. RODRGUEZ, J.M. (2004) El deporte como herramienta de intervencin pedaggicasocial en el mbito de la exclusin social, Revista Apunts, n 77, pp. 42-47. RODRIGUEZ, J.M. (2006) Posibilidades y lmites del deporte en el mbito de la exclusin social, en Pujadas, X. et al. (comps.) Culturas deportivas y valores sociales. Libreras Deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid, pp. 257-264. ROMN, R. (1996) La actividad fsica y el deporte ante el fenmeno de las drogodependencias en los ltimos diez aos, XI Jornadas sobre Actividad Fsica Adaptada: utilizacin del ejercicio fsico como terapia en drogodependientes. Instituto Andaluz del Deporte (I.A.D.) n 327. SAEZ, N. (2004) Experiencias y proyectos de actividad fsica y deportiva en entornos multiculturales. Districte Jove: un equipo de ftbol sala para la inclusin social en Lleix, T. Soler, S. (coord.). Actividad fsica y deporte en sociedades multiculturales: integracin o segregacin? IcE Universitat Barcelona, Barcelona, pp. 144-146. SAKOUHI, F. (1999) Jeunes des banlieues en difficulte: conditions socioculturelles. Insertion par le sport: chimera ou realit? Le cas des jeunes dorigen maghrbien. Tesis doctoral, Universidad de Paris X. SNcHEZ, A. (1998) La educacin social como adquisicin de competencias sociales en el barrio de La Cruz de Granada, Nuevos Espacios de la Educacin Social, Universidad de Deusto, I.c.E., pp. 245-249.
[ 208 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:
SNcHEZ, S. (1992) Educacin Fsica y Deporte en el trabajo social Revista de Trabajo Social, n 128, pp. 143-146. SANTOS, A. BALIBREA, K. cASTILLO, J. (2001) Un campo novedoso para las ciencias del deporte: actividad fsica, insercin social y poblaciones socialmente desfavorecidas, en Latiesa, M. et al. (comp.) Deporte y cambio social en el umbral del siglo XXI, Volumen II, Libreras Deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid, pp. 275-285. SANTOS, A. BALIBREA, E. (2003) Hbitat-Sport: el lugar de las actividades deportivas en los programas urbanos solidarios, Material indito, consejera de Bienestar Social. SANTOS, A. BALIBREA, E. (2004) Barrios desfavorecidos y prcticas deportivas: integrar el deporte en las polticas urbanas, Arxius de Ciencies Socials, pp. 137-158. SANTOS, A. BALIBREA, E. CASTRO, R. LPEZ, A. ARANGO, V. (2004) Mujeres en forma contra la exclusin, Conselleria de Bienestar Social. Generalitat Valenciana. SANTOS, A., BALIBREA, E. CASTRO, R. LPEZ, A. ARANGO, V. (2005). Mujer, deporte y exclusin: experiencias europeas de insercin por el deporte, Universidad Politcnica de Valencia. SANTOS, A. BALIBREA, E. MORAL, L. (2006) Los deportes como medio para la integracin de los jvenes desfavorecidos en el mercado laboral. Estado de la cuestin, Revista Educacin y Futuro (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http:// www.cesdonbosco.com (con acceso el 05-08-2007). SILVA, et al. (2006). El deporte como herramienta de integracin social. El deporte de integracin en zonas de atencin preferente de la ciudad de Sevilla Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cD-ROM. SPORT ENGLAND (1999), Best Value trough sport, Case Studies, SE/929/4M/10/99, London. TENORIO, D. et al. (2006) Torneo educativo de ftbol: experiencia integradora, multicultural y solidaria basada en la psicologa del deporte Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cD-ROM. THOMAS, R. (1993) Utilisation du sport en vue de lattnuation des conflits interethiques. Du stade au quartier, Syros, Pars, pp. 149-156. THOMAS, R. (1993) Sociologie du sport, (Que sais-je ?) PUF, Paris. UNIVERSIDAD DE ALIcANTE (2006) Se inicia un programa de integracin social a travs del deporte dirigido a adolescentes (Publicacin en lnea) Disponible desde Internet en: http:// www.ua.es/es/servicios/comunicacion/notas/06012302.html (con acceso el 05-03-2007). UNIVERSIDAD DE MURcIA, (2006). Actas del VI Congreso Internacional Educacin Fsica e Interculturalidad. La integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cD-ROM.
[ 209 ]

VALVERDE, J.M. (1994) La actividad fsica para sujetos toxicmanos en rehabilitacin, Revista Apunts, n 38, pp. 104-108. VILALTA, E. (2004) La mar d amics. Una experiencia pedaggica per tal datendre les n.e.e. de caire social, en Revista Apunts, n 76, pp.89-99. WAcQUANT, L. (2004) Entre las cuerdas. Cuadernos de un aprendiz de boxeador, Alianza, Madrid. WEIS, O. (2001) Identity reinforcement in sport. Revising the symbolic interactionist legacy International Review for de Sociology of Sport, n 36, pp. 393-405. YIN, R.K. (1984): Case Study Research. Design and Methods. Aplied Social Research Method Series, vol. 5, Sage Publications Inc. ZULAIKA, L. PRIETO, E. (2006) Deporte e inmigracin en Vitoria, Actas del Congreso Internacional de Educacin Fsica e Interculturalidad: la integracin a travs del deporte, Universidad de Murcia, cD-ROM.

[ 210 ]

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

DEPORTE EN
IntegrAcIn O cOntrOl SOcIAl?

LOS BARRIOS:

[ 213 ]