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Cuento S Celt As Final

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Cuentos

Celtas

Que triste es recordar, Enfermo con los aos, Las incontables lanzas veloces, los jinetes de cabello flotantes, y los cuencos de cebada, vino y miel, las parejas que danzaban acompasadas, Y el cuerpo blanco que yacia junto a mi, pero aunque el viento se lleve las palabras, el cuento llegara a ser tan viejo como la luna errante. William Yeats

ndice

LA BELLA JANEY Y EL PRINCIPE SlITH EL GAITERO Y EL LEPRECHAUN LA TRUCHA BLANCA DE LOUGH FEAAGH LOS GNOMOS DE COVA DA SERPE ELIDOR Y LOS ELFOS DE ST. DAVIS EL POOKAH DE OFFALY CORMAC MCART EN EL REINO DE LA MAGIA GILLA NA BRKON AN GOUR Y LA PRINCESA TRISTE

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Prlogo
CIENTOS DE PUEBLOS FIGURAN EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. El tiempo termin por devorarlos a todos, para poner en su lugar a otros que tarde o temprano tendran el mismo final. Unos han construido civilizaciones milenarias cuyo eco perdura y otros han pasado por un camino lateral de la Historia, sin hacer ruido ni dejar rastros. El mundo siempre ha sido un crisol de miles de pueblos que se conocieron a travs de vecindades, migraciones, enlaces, guerras, exilios, fusiones. El aislamiento gentico no parece que sea connatural al espritu humano. Se hablara de una cultura que segn los investigadores ms rigurosos aflor en las estepas rusas hace unos 3.000 aos, es la cultura proto-celta. Respecto del contenido de este libro, se han incluido en l cuentos y leyendas protagonizados por distintos tipos de hadas y elfos, mticas criaturas engendradas dentro de la cuna celta y que se relacionan con los seres humanos en su afn de mantener las costumbres ms caractersticas de cada uno de ellos.

LA BELLA JANEY Y EL PRINCIPE SliTH

egn cuenta la leyenda, Lady Janet, hija de un ahora anciano rxs1 de la regin de Connacht, en la verde Ern, era una hermosa joven que resida con sus padres en su castillo de Drumooggy, en las mrgenes del Lough Corrib. La princesa, quien a sus jvenes 17 aos an no haba conocido la embriaguez del amor, se iriga, en una ocasin, a visitar a su hermana, que por ese entonces resida con su esposo, Seor de las Islas Remotas (Hbridas), cuando encontr junto a la fuente de Cauterhaugh a un sith2 que haba sido malherido de un flechazo en el cuello por un malvado cazador. Inmediatamente, la hermosa joven, que era versada en las artes de la sanacin y la magia blanca, cort y retir el astil, y dio a beber al sith una pcima que prepar con algunas hierbas recogidas en los alrededores. Una hora ms tarde, Tam Lin que tal era el nombre del sith se haba recuperado por completo, y la princesa pudo conversar extensamente con l. Me has salvado la vida dijo Tam Lin y ahora te pertenezco. Estar siempre cerca de ti, para satisfacer tus deseos y tus caprichos, aunque deba dar mi

vida para ello. Solamente debers hacer sonar esta campanilla agreg, entregndole un pequeo dije en forma de campana y de inmediato estar junto a ti, te encuentres donde te encuentres. De ninguna manera deseo que mueras por m respondi Lady Janet , pero agradezco tu regalo, porque nos permitir volver a vernos; adems, me permitir recordar por siempre nuestro encuentro, aunque sin l tampoco podra olvidarlo. Todo el resto del da y la noche pasaron juntos ambos jvenes, y a la maana siguiente la comitiva continu su viaje, y Lady Janet pudo al fin completar la visita a su hermana; sin embargo, durante todo ese tiempo, la princesa se mostr ensimismada y ausente, como si su cabeza se encontrara en otro lado. Janet le dijo su hermana, cuatro semanas despus de su arribo y pocos das antes de su partida; hace ya tiempo que no nos vemos, pero estoy segura de que algo est inquietando esa cabecita tuya. Hay algn galn por all que haga latir tu corazn y no te corresponda, o que no se anime a declararte su amor? le pregunt.
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Lo siento, Mildred, pero ni siquiera yo s exactamente lo que me pasa respondi la princesa, y a continuacin le cont todos los detalles de su episodio con el sith .Creo que lo amo, y con l he conocido el xtasis, pero nuestras existencias son tan dispares, que no puedo imaginarme que puedan unirse.

Cabe una posibilidad apunt su hermana; no es la primera vez que la gente pequea transforma a la gente en seres como ellos, ya sea por capricho o por castigarlos por alguna accin en contra de ellos. Y cmo podra asegurarme de ello? Es muy simple: convcalo y pregntaselo! la urgi su hermana Mildred. No me gustara obligarlo a presentarse aqu. Har algo mejor; volver al lugar donde nos encontramos y lo llamar. Das ms tarde, la princesa regres a la fuente y all agit la campanilla que Tam Lin le haba regalado. Al instante, el sith compareci ante ella, preguntndole: Puedo servirte en algo, princesa? Mi ms ardiente deseo es hacer algo por ti, porque te amo y te amar por siempre, pero nuestras aparentes diferencias fsicas parecen separarnos en forma irrevocable. Por qu dices aparentes? Dime, eres realmente un gnomo o un ser humano? Te lo pregunto porque estoy embarazada, y quiero saber si el padre de mi hijo es un sith o una persona. Siento que te amo , pero necesito saber qu eres. Janet, verdaderamente soy un ser humano; soy el prncipe heredero del reino de Carrick, pero en cierta ocasin, mientras cazbamos en compaa de unos amigos, mi caballo cay y, repentinamente y sin saber cmo, me vi prisionero de

la reina de las hadas. Ella se enamor de m y, como yo no le corresponda, me transform en un sith para que, con el tiempo, adquiriera sus costumbres y la aceptara. Mi adorada Janet continu Tam Lin, suspirando , si t quisieras, podras salvar nuestro amor! Cmo podra hacerlo? Slo dime cmo y lo har, pues ya no podra continuar viviendo sin ti! Maana, en la noche de Samhain, ve al cruce de este camino con el que conduce a Derrinkee, y espera junto a la fuente de Counternaugh a que yo pase en el cortejo de la reina, montado en un caballo blanco, vestido con una armadura blanca y con el pelo cubrindome el rostro. Tambin llevar un guante en la mano izquierda, y la derecha desnuda. Si puedes detener el caballo y me abrazas para ayudarme a bajar de l, quedar libre. Sin embargo, te advierto que, mientras me sostengas en tus brazos, primero me convertir en una salamandra, luego en una serpiente y, finalmente, en una pantera; pero, descuida, ninguno de ellos te herir. Luego me convertir en un hierro candente que s te quemar la mano, y al cual debers arrojar al agua; procura tener una manta a mano para taparme cuando salga de la fuente, para que la reina de las hadas no me reconozca. Deseosa de recuperar a Tam Lin, Lady Janet se apost junto a la fuente y, al da siguiente, cumpli al pie de la letra sus instrucciones. Entonces, el joven gnomo recuper su estatura y porte original, convirtindose en un esbelto prncipe que,

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a pesar de la maldicin proferida por la reina de las hadas, comparti, de all en ms, la vida de la princesa, y se convirti, a su debido tiempo, en el Seor de Connacht, gobernando con justicia y equidad los dos reinos que haban unificado con sus esponsales.

1 El trmino rxs define tanto a un rey como a un seor feudal, y se otorga nicamente a la persona con mayor ascendiente en una regin o pas determinado. 2 Al igual que las hadas, los duendes y otras criaturas integrantes de la gente pequea, tambin los gnomos tienen distintos nombres y adquieren, asimismo, diferentes caractersticas de vestimenta, costumbres y comportamiento, de acuerdo con la regin y el pas en que viven. Un ejemplo de esta adaptacin de los seres elementales a su lugar de origen son los sithei escoceses, gnomos habitantes de las Highlands (tierras altas) de ese pas, que no son ni ms ni menos que la combinacin de los sithei irlandeses (los habitantes de los tmulos funerarios) y los trolls escandinavos, duendes a veces benignos y otras malvolos, pero por traviesos, ms que por crueles o perversos. Durante infinidad de aos, los sithei fueron conocidos tambin como la buena gente pequea, pero con el tiempo esas relaciones se han enfriado bastante, ya que se los acus (quizs injustamente) de robar ganado, e incluso nios, para comrselos, pero eso jams pudo ser comprobado fehacientemente. Al igual que los leprechauns irlandeses, los sithei son ms robustos que la mayora de los gnomos, ya que llegan a medir hasta 1,20 m de estatura, pero a diferencia de aquellos, son rubios o pelirrojos, elegantes y muy bien parecidos; se identifican con kilts (faldas tpicas), cuyo diseo y color es nico para cada uno de ellos, y cubren sus cabezas con las clsicas boinas celtas. En las islas Shetland, en el mar del Norte, se los conoce como trows, posiblemente por deformacin del trmino noruego troll, que define a sus congneres, y en las Islas Hbridas, al oeste de las Highlands, como seithei. Entre las numerosas leyendas que se han transmitido de boca en boca por muchas generaciones, se incluye esta balada escocesa que narra los avalares del amor entre la bella Janet y el prncipe sith.

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EL GAITERO Y EL LEPRECHAUN

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ace ya tanto tiempo que la memoria se niega a reconocerlo, viva en el pueblo de Dunmore, en el condado de Galway, Irlanda, un hombre bastante falto de luces que, a pesar de su absorbente aficin a la msica y de ser un gaitero medianamente bueno, en su vida haba sido capaz de aprender otra tonada musical que no fuera An rg-haira dubh.1 Sin embargo, con ella sola hacerse de algunas monedas de los parroquianos de las tabernas, que se divertan con sus patticos pasos de baile y las intencionadas palabras de la cancin. Una noche en que el gaitero regresaba a su morada, despus de haber interpretado media docena de veces su nica cancin en su taberna preferida, llamada An derugrnoni (Las bellotas), la consabida carga de buen whisky irlands en sus entraas hizo que, al cruzar por el cementerio, quizs un poco inseguro por el entorno, presionara el fuelle de la gaita y comenzara a tocar por sptima vez la nica cancin que conoca. Pero sus temores demostraron no ser infundados; apenas haba recorrido la

mitad del trayecto, cuando un leprechaun,2 surgido de entre las races de un enorme roble, cay sobre l y lo derrib, de tal modo que Swen3 que tal era el apodo del gaitero qued debajo del duende, que lo sujetaba fuertemente el cuello, apretando la gaita, que emita un sonido quejumbroso. Malhadado seas, duende asqueroso; djame ir a mi casa! Tengo cuatro monedas de diez peniques para entregarle a mi pobre madre, que las necesita para comprar tabaco en polvo. Si haces lo que yo te digo, no necesitars preocuparte por tu madre le dijo el leprechaun . Ahora vamos a irnos de aqu, y si no te mantienes bien aferrado, te caers y te rompers todos los huesos de tu cuerpo, y tambin se romper la gaita, y eso ser lo peor. Mientras volamos, toca el Oinowir4 para m. Es que no la s! No me importa si la sabes o no! grit el leprechaun ; t toca, y no te y no te preocupes de lo dems! El gaitero, atemorizado, llen de aire la bolsa y comenz a tocar, aunque sin saber muy bien qu hacer con sus dedos; sin embargo, mientras transcurran los minutos, la msica brotaba con tanta fluidez que l mismo se encontraba embelesado.
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Pues s que habas resultado un buen maestro de msica dijo entonces al leprechaun ; pero dime, a dnde nos dirigimos? Esta noche hay una importante fiesta en el castillo de la Reina Lean Banshee,5 en la cima de Chroagh Patrick le inform el leprechaun , y quiero que toques en ella; te doy mi palabra que volvers a casa bien recompensado por tus molestias. Caramba! Si va a resultar que, al final, me vas a ahorrar un viaje dijo el gaitero , porque resulta que el padre Arragh me puso como penitencia una ida a Chroagh Patrick por haberle robado su ganso blanco preferido el da de Beltayne.6 Ya en buena connivencia, ambos viajaron juntos, con la rapidez de un relmpago, a travs de montes, marismas y llanuras, hasta llegar a la cima de Chroagh Patrick; una vez frente al castillo de la Reina Banshee, el leprechaun golpe tres veces con sus nudillos, y el gran portn se abri, ranquendoles el paso hacia una gran habitacin. All, Swen vio una enorme mesa de roble, con cientos de ancianas sentadas alrededor; una de ellas, con un porte real que la distingua de las dems, se levant de su sitial y dijo: Que tengas mil bienvenidas, leprechaun na Samhain.7 Quin es el invitado que has trado contigo?

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Pues, ni ms ni menos que el mejor gaitero de Ern contest el duende. Al escuchar esto, una de las ancianas dio un golpe en la mesa, con lo cual se abri una puerta en una de las paredes y de ella surgi, ante el estupor del gaitero, el mismo ganso blanco que l haba robado al padre Arragh para la fiesta de Beltayne! Por mi alma! exclam Swen. Pero si mi madre y yo mismo nos comimos hasta el ltimo hueso de esa ave; slo dejamos un muslo, que mi madre le dio a Moyrua (la pelirroja Mary), y que fue el causante de que el padre Arragh se enterara de que yo haba robado su ganso. El ganso, demostrando estar ms vivo de lo que el gaitero pensaba, retir los platos y limpi la mesa, y entonces el leprechaun dijo: Toca algo de msica para estas agradables damas. La velada transcurri sin otros incidentes, con Swen tocando y cantando canciones que jams haba aprendido en su vida, y las ancianas damas bailando hasta que ya no pudieron dar una paso. Entonces el leprechaun dijo que haba que pagar al gaitero, y todas y cada una de las banshees depositaron una moneda de oro en su bolsa. Por los dientes de San Patricio! exclam Swen . Soy ms rico que el hijo de un rey!

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Ven conmigo le dijo el leprechaun , y yo te regresar a tu casa. Pero en ese instant e, cuando el gaitero estaba a punto de subir a las espaldas del leprechaun, el ganso que haba atendido el servicio de la mesa (el mismo que l pensaba haberse comido en la fiesta de Beltayne) se acerc a l y le entreg una gaita nueva. Luego, l y el leprechaun se marcharon y, al llegar a Dunmore, el duende dej al gaitero sobre el pequeo puente y le dijo que regresara a su casa, agregando: Ahora, adems de algunas monedas de oro, tienes dos cosas ms: ciall agus el (conocimientos de msica) y muchas canciones nuevas; aprovchalas. Contento como unas pascuas, Swen corri hasta su casa, abri la puerta y llam a su madre a gritos: Djame entrar; tengo una fortuna en mi bolso y soy el mejor gaitero de Ern! Como de costumbre, ests borracho contest la madre. Pues vers que no aleg Swen. Da la casualidad de que, en esta ocasin, ni una gota ha pasado por mi garguero. La mujer abri la puerta del dormitorio y l le dio las monedas de oro. A continuacin le dijo, exultante:

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Ahora espera a escuchar la msica que voy a interpretar para ti. Acun la nueva gaita bajo su brazo y comenz a soplar, pero, en lugar de msica, se escuch una terrible barabnda, como si todos los gansos y patos de Irlanda estuvieran gritando al mismo tiempo. El horrible sonido despert a los vecinos, que comenzaron a reclamarle silencio y luego a burlarse de l, cuando descubrieron que el alboroto proceda de su propia gaita. Desesperado, cambi la nueva gaita por la vieja, y de ella surgi una meloda maravillosa que calm como por arte de magia el enojo de sus vecinos, y cuando se hubieron sosegado, les cont con detalles todo lo sucedido aquella noche. Al da siguiente, Swen fue a ver al padre Arragh y le cont su historia con el leprechaun, pero el cura se neg terminantemente a aceptar una sola palabra de su relato, hasta que comenz a tocar la gaita y los chillidos de gansos y patos amenazaron con dejarlos sordos a ambos. Vete de mi vista, ladrn de gansos! No te conformas con comerte mi ave, sino que tambin quieres burlarte de m! Pero el gaitero no le hizo el menor caso, y tom su gaita vieja, para demostrar al prroco que su relato era verdico; y en cuanto comenz a tocar su antiguo instrumento, son una msica maravillosa y, desde aqul da hasta que su brazo ya no tuvo fuerzas para presionar el odre de la gaita, nunca hubo en ningn con17

dado de Ern un msico tan solicitado como Swen, El Gaitero.

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1 Literalmente, El negro bribn, tonadilla ligera, con letra subida de tono, que solan cantar los gaiteros en las tabernas, para divertir a los concurrentes. 2 Leprechaun: literalmente zapatero de un solo zapato, define a un elfo, es decir una de las mltiples divisiones de los seres elementales: elfos, gnomos, hadas, duendes, ninfas, etc. Son oriundos de Irlanda, bajos, de cuerpo rechoncho, nariz muy colorada y cara arrugada como la de un anciano. Su vestimenta incluye una chaqueta verde, un ancho cinturn y un sombrero alto con una gran ala redonda y una cinta con una hebilla en el frente, donde colocan una rama de murdago. 3 Swen: en galico antiguo, sonido, nota; un nombre muy utilizado para los bardos y juglares durante la Edad Media temprana. 4 Oinowir: literalmente, Unos pocos hombres valientes, cancin guerrera que entonaban las tropas en batalla, al comps de la msica de las gaitas. 5 El trmino banshee es una palabra compuesta por han (mujer) Y shee (hada o duende). Es un hada solitaria que demuestra un gran cario por los seres humanos, nicamente superado por la lean banshee, o reine de las mujeres-hadas. La banshee es extraordinariamente longeva, y ciertas familias irlandesas han tenido una banshee que los ha protegido durante toda su historia, que les ha anunciado con sus lamentos cada muerte inminente de algn miembro del clan y que ha llorado durante meses despus de cada una de ellas. Algunas veces, adopta la figura de una hermosa doncella y, otras, el de una bruja repugnante. 6 Beltayne: festividad consagrada al dios Belenos y a la Madre Suprema, o Seora del Bosque. Literalmente significa el fuego de Bel, se conmemora durante la noche del 31 de abril al primero de mayo, y es un homenaje de agradecimiento a los dioses familiares, por haber protegido los fuegos del hogar, como as tambin un augurio de primavera. Es una fiesta caracterstica de los pueblos agrcolas y pastoriles, ya que llega la fecha de la siembra y de sacar las manadas a pastar. En Alemania y algunos pases anglosajones, la noche previa se conmemoraba la

Noche de Walpurgis, en que se intentaba conjurar a los seres malignos que se reunan en las colinas elevadas. Los romanos asimilaron Beltayne con las Laridae, es decir, sus propias fiestas en honor a los dioses lares, protectores del hogar. 7 Literalmente, leprechaun de Samhain, aludiendo a la festividad celta de los muertos, que es hoy festejada como Halloween. Samhain (fin del verano) fue originalmente una festividad celta de los muertos, celebrada durante la ltima noche del ao drudico, es decir, la del 31 de octubre, precedente al Da de Todos los Santos. Hasta pocas relativamente recientes, en muchas partes de Europa exista la creencia probablemente originada en esa festividad celta de que, precisamente en esa noche, las brujas y hechiceros efectuaban sus peores conjuros, y se encendan grandes fuegos para mantener lejos de los hogares a los espritus malvolos.

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LA TRUCHA BLANCA DE LOUGH FEAAGH

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aba una vez, hace ya muchsimo tiempo, una joven y hermosa doncella que viva en un castillo, a orillas del Lough Feaagh, de la cual se dice que era la prometida del prncipe de Inchagoill, con el cual iba a desposarse el da de la fiesta de Samhain.1 Pero, repentinamente, el prncipe fue asesinado y arrojado al lago y, desde luego, ya no pudo cumplir con el compromiso de casamiento que hiciera a la bella Aid, que as se llamaba la bella joven. A causa de esta decepcin, y por ser frgil y tierna de corazn, Aid enloqueci, y pasaba el da entero llorando a su prometido, hasta que un da, sin que nadie supiera cmo, desapareci, y los aldeanos atribuyeron esa desaparicin a que las ninfas de Lough Feaagh se la haban llevado a su reino subacutico, para que se reuniera con su amado. Sin embargo, poco tiempo despus, en un arroyo prximo, cuyas aguas desembocaban en ese lago, la gente comenz a comentar la presencia de una trucha completamente blanca, como jams haba visto nadie por aquella regin. Y as,

ao tras ao, la trucha permaneci en el lago y los arroyos y ros que desaguaban en l, hasta que ni el ms viejo de los moradores pudo recordar cundo haba aparecido por primera vez. Con el tiempo, la gente comenz a pensar que aquella trucha deba de ser la doncella, y que las ninfas la haban transformado en pez para que aguardara el regreso del prncipe del reino del ms all, y as reunirse definitivamente con l en las profundidades del lago. Por ello, nadie le caus jams dao alguno a la pequea trucha, hasta que llegaron a Inchagoill tres perversos mercenarios sajones, quienes se rieron de los habitantes del pueblo, y se burlaron de ellos por creer en la existencia de la gente pequea, y por pensar que ellos podan haber convertido en pez a una persona. Luego, uno de ellos, envalentonado por la bebida, jur y perjur que pescara a la trucha y se la comera en la cena. Y por cierto que logr apoderarse de la trucha con una red; luego la llev a su campamento, aviv el fuego, sobre el que puso la sartn y, cuando estuvo caliente, ech en ella al pobre pez, que an estaba vivo. Al caer en el aceite hirviendo, la trucha chill como un cristiano y el maldito, aunque se sorprendi un poco, ri a ms no poder. Y cuando calcul que ya estaba cocida de un lado, la dio vuelta para freira del otro. Y aqu lleg su primera sorpresa, porque, a pesar de haber estado un buen

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rato en el aceite, el costado de la trucha no mostraba signo alguno de haber pasado por el fuego. Intrigado, el mercenario pens: Seguramente ha pasado tanto tiempo en las fras aguas del lago, que necesita ms coccin; de cualquier manera, voy a darla vuelta, y veremos qu pasa, sin imaginarse siquiera que sus verdaderos sobresaltos an estaban por comenzar. Cuando crey que el segundo costado ya estaba frito, volvi a dar vuelta la trucha y hete aqu que tampoco haba rastros de quemadura. Esto ya me est resultando pesado, pero volver a probar. Y as lo hizo, y no una sino varias veces, pero aqulla pareca no inmutarse por la accin del fuego, as que el villano decidi: Puede ser que se haya cocido y no lo parezca; veamos. Y, tomando su cuchillo de caza, trat de cortar un pedazo de la trucha para probarlo. Pero tan pronto como la hoja hizo la primera incisin, se oy un alarido espantoso y el pescado, que no slo no estaba frito, sino que ni siquiera estaba muerto, salt de la sartn al suelo, y en su lugar apareci una joven doncella, tan hermosa como el el cretino no haba visto jams, vestida de blanco y con una diadema de oro sobre su frente, pero con los ojos fulgurantes por el dolor y la furia de un basilisco en su interior. Sobre su brazo poda verse el corte del cuchillo, y un reguero de sangre corra por su costado. Mira lo que has hecho, maldito! lo increp la dama, mostrndole el brazo. No podas dejarme tranquila, cmoda y fresca, en mi lago y en mis ros, y no molestarme mientras espero a mi prometido?

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El mercenario se estremeci como un perro mojado, balbuceando torpemente que no lo matara, e implor abyectamente el perdn de la dama, dicindole que no tena ni la menor idea de que ella estaba cumpliendo una misin, porque en ese caso, ningn buen soldado como l hubiera interferido con ella. Pues esa misin es tremendamente importante para m! afirm ella , y si mi prometido llega mientras estoy ausente, y no puedo recuperarlo, te convertir en un alevino de sapo, y me pasar la eternidad persiguindote para comerte, mientras crezca la hierba o el agua corra por los arroyos. El villano temblaba como una hoja, aterrado por verse convertido en un sapo, y suplic piedad, pero la doncella le dijo: Renuncia a tus malas costumbres, maldito, o te arrepentirs cuando yo me encargue de ti; comprtate con correccin en el futuro y asiste con regularidad a los servicios religiosos. Y ahora, devulveme al ro, donde me atrapaste, o te convertir en sapo en este mismo instante! Pero, milady clam el mercenario, aterrado , .cmo podra arrojar al ro a una dama tan hermosa como t? Moriras ahogada! Pero antes de que pudiera agregar una sola palabra, la joven se desvaneci y en el suelo apareci nuevamente la trucha blanca.
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An aterrado por lo que haba visto, el soldado tom a la pequea trucha y la llev rpidamente al ro, temiendo que si el prometido de la doncella llegaba en ausencia de sta, su propia vida se vera en peligro. Pero, tan pronto como el pez toc la superficie, las aguas se tieron de un rojo de sangre, hasta que la corriente lo fue diluyendo lentamente. Hasta hoy, en el costado de la trucha blanca2 (especie muy frecuente en los ros de Irlanda seal de un feliz encuentro entre Aid y su prometido ), puede verse una mancha roja, que marca el sitio donde el mercenario intentara cortarla. Lo cierto es que, a partir de ese da, el malvado mercenario cambi por completo sus costumbre; comenz a asistir puntualmente a los servicios religiosos y ayun los das de Cuaresma y para Pentecosts; pero jams comi pescado durante esos das ni ningn otro da de su vida, porque el pescado nunca permaneca mucho tiempo en su estmago (si es que entienden lo que quiero decir). Sea como fuere, el villano se convirti en otro hombre, y no falt quien dijera que, ya pasado algn tiempo, abandon el ejrcito y se hizo misionero, y sola recorrer Irlanda atendiendo a los enfermos y rezando eternamente por el alma de la trucha blanca.
1 Fiesta de Samhain: festividad celta de los muertos, que es hoy festejada como Halloween. Samhain (fin del ve-

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rano) fue originalmente una festividad celta de los muertos, celebrada durante la ltima noche del ao drudico, es decir, la del 31 de octubre, precedente al Da de Todos los Santos. 2 La trucha blanca (salmn trutta aidus), conocida tambin como trucha de Aid, precisamente a causa de esta leyenda, es generalmente de color gris azulado, con un mancha roja en cada lateral, aunque son bastante frecuentes los ejemplares albinos, que, curiosamente, presentan la misma marca encarnada.

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LOS GNOMOS DE COVA DA SERPE

egn cuentan las antiguas leyendas gallegas, cuando la Serra da Cova da Serpe,1 en la regin de la Corua, se cubre de nieve, los lobos, arrojados de sus cubiles por el hambre y el fro, bajan en manadas por los faldeos, y ms de una vez se los ha odo aullar en coros pavorosos, no slo en los caminos, aterrando a los viajeros, sino hasta en las calles mismas de los pueblos, donde los habitantes se encierran en sus casas a cal y canto. Pero no son precisamente los lobos los merodeadores ms terribles de la Cova da Serpe; en sus riscos superiores, en sus cimas desoladas y sus cuevas interminables, pululan unos espritus diablicos que por las noches bajan en enjambres por las laderas, juegan en las aguas de las fuentes y arroyos y se hamacan en las ramas de los rboles desnudos.
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Ellos, y no otros, son los que allan a coro con los lobos, empujan inmensas bolas de nieve que bajan rodando desde los picos ms altos, arrollando todo lo que encuentran en su camino, y los que bailan y corren como llamas azules, rojas y

amarillas, sobre la superficie de los pantanos. Entre estos espritus diablicos que, arrojados de los llanos y los lugares poblados por los exorcismos de la Iglesia, se refugiaron en las cuevas ms altas, los hay de diversas familias y, como tales, se aparecen ante nosotros con formas y tamaos diferentes. Sin embargo, los ms detestables y malvolos de todos ellos, los que se insinan con frases seductoras, conquistando el corazn de las jvenes son, sin duda alguna, los gnomos. Estas prfidas criaturas viven en las entraas de los montes, conocen a la perfeccin sus cuevas y senderos interiores, y cuidan celosamente los tesoros que las rocas encierran en su seno, entre los que pueden contarse las vetas aurferas, los yacimientos de metales preciosos y los innumerables depsitos de piedras preciosas. Segn cuenta un antiguo relato de esta regin de la Serra da Cova da Serpe un joven pastor, tratando de recuperar a una de sus ovejas extraviadas, penetr en uno de esos antros, horrorosos y magnficos a la vez, con sus bocas disimuladas por espinosos matorrales y cuyo fin no fue visto nunca por hombre alguno. Cuando ingres a la cueva, el pastor era un hombre joven, garboso y atezado, pero cuando regres del interior de la montaa, su rostro se encontraba plido como la muerte y su cabello haba encanecido como el de un anciano. Haba descubierto el secreto de los gnomos; haba respirado la ftida y ponzo-

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osa atmsfera de sus cubiles, y pag su atrevimiento con un envejecimiento prematuro. Pero en lo que le qued de vida pudo referir a quien quisiera escucharlo lo que haba visto, y su historia fue transmitida de padres a hijos desde incontables generaciones. De acuerdo con lo que l mismo narr, se intern caverna adelante, hasta llegar por ltimo a unas interminables galeras que descendan abruptamente hacia las entraas de la tierra; estos enormes pasadizos estaban alumbrados por un fulgor misterioso y fantasmal, producido, al parecer por la fosforescencia de innumerables trozos de gemas cristalinas, de todas las formas exticas e inverosmiles que ninguna mente humana podra haber imaginado. El piso, las paredes y el curvo techo abovedado de los inmensos salones en que se abran de tanto en tanto las galeras, se vean jaspeados por estras de colores diversos, como los mrmoles ms finos, pero las vetas eran de oro y plata, y en ellas aparecan incrustadas infinidad de piedras preciosas entre las que podan identificarse rutilantes diamantes, rubes rojos como la sangre, verdes esmeraldas, zafiros, topacios y muchas otras piedras desconocidas, que el pastor slo pudo describir diciendo que sus ojos se haban encandilado al contemplarlas.
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El ms absoluto silencio lo acompa durante su descenso por aquellos interminables pasadizos; ningn ruido, excepto el de sus pasos, rebotaba en sus anfractuosidades y, a intervalos irregulares, unos gemidos prolongados y lastimeros, provocados por un viento de origen desconocido que circulaba a lo largo de

aquel intrincado ddalo de corredores. Escuchando con ms atencin, el pastor tambin pudo percibir el susurro de aguas corrientes que discurran por las paredes, y el rumoreo desconcertante de un ro de lava subterrneo que herva debajo de la roca que pisaban sus pies. El joven, solo y perdido en aquel laberinto inverosmil, camin durante largas horas sin poder encontrar una salida, hasta que finalmente descubri el manantial cuyo rumor haba escuchado tiempo antes. Encontr el arroyuelo tras un recodo de la gruta, que brotaba de una de las paredes como una fantstica cascada de plata coronada de espuma, y corra por el piso descendente, produciendo un murmullo cristalino al acariciar sus aguas las peas y las grietas de la roca viva. En sus mrgenes crecan plantas desconocidas que el pastor, a pesar de haber vivido toda su vida en la regin, no pudo siquiera identificar; algunas de ellas, que salan a travs de las fisuras de las piedras, tenan una extraas hojas anchas y carnosas, y otras, que se arraigaban dentro mismo del arroyo, eran finas y delgadas como cintas que ondulaban con los movimientos del agua. Entre estas plantas se movan unos seres extraos que, en algunas ocasiones parecan humanos de corta estatura y gran deformidad, en otras grandes salamandras refulgentes y un momento ms tarde se transformaban en efmeras llamaradas multicolores que danzaban en locas espirales sobre las plantas.
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En esas criaturas, el pastor identific aterrado a los gnomos que, desplazndose por los corredores de piedra, corriendo como enanos patizambos y deformes, siseando y arrastrndose como reptiles o trepando por las paredes y corriendo sobre la superficie del agua en forma de fuegos fatuos, extraan y atesoraban sus fabulosas riquezas. An en medio de su terror, el joven record lo que las leyendas cuentan de aquellas entidades diablicas: son ellos los que conocen los escondrijos donde los avaros entierran sus tesoros y que sus herederos luego buscan en vano; son ellos los que saben dnde los moros dejaron sus botines al ser expulsados de Espaa; son ellos, y no otros, los que localizan y roban las alhajas y valores que se pierden y luego los ocultan en sus guaridas subterrneas, porque son los nicos que pueden transitar por aquellos corredores malsanos. All, escondido entre las hojas carnosas, el pastor pudo comprobar la existencia de objetos exticos y de costo inapreciable, entre los que podan verse copas cinceladas en oro y plata, con incrustaciones de piedras preciosas; nforas de los mismos metales, ricamente trabajadas y colmadas de rubes, diamantes y esmeraldas; collares y diademas de perlas y gemas, y arcenes enteros llenos de monedas con formas y caracteres imposibles de reconocer; tesoros, en definitiva, tan incalculables y fantsticos que la razn se negaba a aceptarlos. Y todas aquellas riquezas brillaban con tal intensidad, que el pastor relat que pareca que todo el aire estaba lleno de chispas de colores y que la caverna misma se encontraba en llamas, y las imgenes rielaban como a travs del calor de una hoguera.

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Y fue entonces cuando la codicia comenz a disipar el miedo del pastor, quien, deslumbrado por la contemplacin de tantas joyas, cada una de las cuales lo enriquecera de por vida, intent recoger algunas de ellas, cuando, a pesar del bramido del ro de lava, la profundidad de la roca, el rumor del arroyo y las risotadas de los gnomos, lleg hasta sus odos el repique de la campana de la ermita del pueblo, llamando a los fieles a la oracin de la tarde. Al or su clamor, el pastor, que ya haba sido visto por los gnomos y estaba a punto de ser alcanzado por ellos, cay de rodillas, encomendndose a la proteccin de la Virgen de Cova da Serpe, patrona de la iglesia. Y as, en un abrir y cerrar de ojos, y sin saber a ciencia cierta cmo ni por qu medio, se encontr repentinamente fuera de la cueva, tirado a un costado del camino que conduca al pueblo, y aturdido como si hubiera salido de un largo sueo. Desde entonces, los lugareos de la Serra da Cova da Serpe saben por qu la fuente del mercado trae a veces en sus aguas restos de un finsimo polvo de oro y, en ocasiones, en el murmullo que causa se mezclan palabras y suspiros confusos pero sugestivos, que los gnomos vierten en ellas, para seducir a los ingenuos y avariciosos que los escuchan, prometindoles riquezas que terminan por ser su perdicin.

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1 Serra da Cova da Serpe: en gallego, Sierra de la Cueva de la Serpiente.

ELIDOR Y LOS ELFOS DE ST. DAVIS

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acia mediados del siglo X, cuando Inglaterra estaba gobernada por Henry I, viva en la regin de Gales, en el condado de Carmarthenshire, un nio llamado Elidor, que estaba siendo educado para clrigo. Todos los das concurra puntualmente obligado por su madre, por supuesto a la celda del monje Brock, donde aprenda sus primeras lecciones, como as tambin a leer y escribir. Sin embargo, Elidor era un pequeo muy haragn y perezoso, y tan pronto como le presentaban una nueva enseanza, se le olvidaban las anteriores. Con esa actitud, consigui exasperar al monje Brock, quien pidi ayuda al abad del monasterio que, a su vez, le respondi con un viejo axioma de los antiguos educadores, que dice: "Quien escatima una zurra, echa a perder a un nio". As que, cuando Elidor olvidaba una leccin, sus maestros procuraban reanimar su memoria con una buena azotaina. Claro que, al principio, comenzaron usndola de vez en cuando y con delicadeza, pero el nio resultaba un hueso difcil de

roer, por lo que los azotes se hicieron cada vez ms frecuentes, mas dolorosos y ms prolongados, hasta que Elidor, cumplidos ya los doce aos de edad, decidi no soportarlos ms y, esa noche, en vez de regresar al hogar, enfil directamente hacia los bosques que rodeaban St. Davis, y se intern en la profunda espesura. Tan pronto como hubo andado unos cientos de yardas, comprendi que se haba extraviado, y anduvo vagando durante dos das completos con sus largas noches, sin otro alimento que frutos de zarzamora y bulbos de dill,1 que recoga con sus propias manos. Al cabo de ese tiempo, se encontr repentinamente junto a la boca de una cueva, en la ladera de una escarpada montaa, y all se dej caer sobre la suave hierba, agotado y hambriento. De pronto, de la entrada de la gruta surgieron dos hombrecillos diminutos, que se dirigieron a l en estos trminos: Hola, humano! Ven con nosotros y te conduciremos a la Tierra de los Elfos, donde todo es juego y diversin, y nadie conoce el aburrimiento ni la tristeza. Y Elidor, reanimado al instante, como por arte de magia, como en realidad haba sido, se levant cual un resorte y march junto a sus nuevos amigos; primero caminaron por el pasaje subterrneo, sumido en las ms absolutas tinieblas, al que conduca la boca de la cueva, y luego a travs de una hermosa campia, surcada por fantsticos ros y cascadas, a cuyos mrgenes se extendan prados verdes y ondulados, tan bellos que Elidor no poda dar crdito a sus ojos. Un solo defecto pudo notar el nio en aquel paisaje: el cielo se encontraba per-

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manentemente nublado y all no podan verse el sol, ni la luna, ni las estrellas por la noche. Sin detenerse, pero sin que Elidor sufriera el ms mnimo cansancio, los jvenes elfos lo condujeron ante el trono de Obern, el rey de los elfos y otras "gentes pequeas", quien le pregunt de dnde haba venido y con qu propsito. El nio le respondi con toda sinceridad, y el rey le dijo: Vivirs con mi hijo, compartirs con l sus juegos y su educacin, y lo servirs en todo lo que te pida ; luego agit la mano en seal de despedida. Result ser que el hijo de Obern no era otro que uno de los dos elfos que lo haban guiado hasta all, de nombre Arrgh, con el cual Elidor haba hecho muy buenas migas, por lo que no le cost nada su tarea de acompaante del hijo del rey, mxime porque ste gozaba de muchas prebendas y beneficios, que se hacan extensivas a l por ser su amigo y camarada. As aprendi los principales trucos de los elfos, particip de todos los juegos y deportes que ellos practicaban y que eran su principal ocupacin, y trab relacin con otros integrantes de la gente pequea, como hadas, silfos y otros elementales, como ahora los conocemos. Si bien los elfos eran muchos ms pequeos que l, no eran enanos, pues todos sus miembros estaban perfectamente proporcionados a su cuerpo, y no eran nudosos o deformes como los de los leprechauns, por ejemplo. El pelo de la

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mayora de ellos era rubio o pelirrojo, y caa sobre sus hombros, escapando de sus graciosos gorros puntiagudos de color verde, como toda su vestimenta. Como medio de transporte usaban una especie de caballos pequeos y lanudos, del tamao de un perro collie, y no coman carne ni vegetales de ningn tipo, sino nicamente leche de una diminutas cabras que criaban, la cual mezclaban con miel y aromatizaban con bayas de enebro. Al principio, sus costumbres resultaban muy curiosas para Elidor, pero luego comprendi que eran perfectamente coherentes con sus mentes, que razonaban de una forma distinta de las de los humanos. Una de sus mayores cualidades, por ejemplo, era que jams hacan ni aceptaban promesa o juramento alguno, pero, como tampoco decan nunca una mentira, lo primero se vea completamente compensado. En sus conversaciones, se mofaban y burlaban de los seres humanos por sus luchas, sus mentiras y sus traiciones e intrigas. Otra de sus curiosidades era que, a pesar de ser tan buenos y amables, aquello no era una caracterstica impuesta por una deidad o un Ser Superior, ya que los elfos no rendan culto a nada ni a nadie, excepto, quizs, a la Verdad, aunque no lo manifestaban en forma de ritos ni de ceremonias. El caso es que, al cabo de un tiempo de permanecer entre ellos, Elidor comenz a sentir aoranzas de su tierra y empez a experimentar el deseo de encontrarse con muchachos y hombres de su propia raza y tamao, por lo cual solicit al rey permiso para ir a visitar a su madre, comprometindose a regresar en un plazo
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prudencial. El monarca se lo concedi, y un grupo de sus amigos elfos lo acompa a lo largo del tenebroso pasaje subterrneo y luego a travs del bosque, hasta que estuvieron cerca de la que haba sido su casa antes de marcharse. Imaginen la sorpresa y la alegra de la pobre mujer, al ver entrar de nuevo a su hijo, sano y salvo! Dnde has estado? Qu has hecho? le preguntaba a los gritos, y l tuvo que esperar a que se tranquilizara para contarle sus andanzas en el Pas de los Elfos y todo lo que haba aprendido junto a ellos. Madre e hijo pasaron varios das juntos, al trmino de los cuales Elidor le manifest que deba partir nuevamente, lo que casi le provoca a la mujer un ataque al corazn. Llor y se desesper pidindole que se quedara con ella, pero Elidor, quien haba aprendido perfectamente los conceptos de los elfos acerca de la verdad, le dijo que haba dicho al rey que volvera, y que no poda dejar de hacerlo. As que al da siguiente parti a reunirse con los elfos que lo esperaban en la linde del bosque, no sin antes hacer jurar a su madre, segn las costumbres humanas, que no dira nada a nadie de lo que all haba acontecido. De regreso, como recompensa por haber cumplido la palabra empeada, el rey Obern le concedi la libertad de ir a visitar a su madre cada vez que quisiera, por lo que, de all en ms, Elidor vivi en parte con sus diminutos amigos y en parte con su madre. Sin embargo, durante el siguiente encuentro con ella, Elidor le habl de sus jue-

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gos, contndole de su habilidad para el hurling,2 que en el Pas de los Elfos se jugaba con unas pelotas amarillas de metal. Su madre, al escuchar los detalles, comprendi inmediatamente que se trataba de esferas de oro puro, y le rog que la prxima vez que la fuera a visitar le llevara una de aquellas pelotas. Y cuando lleg la hora de volver a casa de su madre, Elidor no esper a que sus camaradas lo guiaran, ya que ahora conoca el camino, y lo emprendi solo; no obstante, antes de hacerlo, el muchacho, quien sin duda haba perdido mucha de la codicia humana en su estancia con los elfos, se llev consigo una de sus pelotas, como si fuera la cosa ms natural del mundo. As, recorri el oscuro pasaje, cruz el bosque de St. Davis y pronto estuvo a la vista de la casa de su madre. Pero al acercarse a ella, le pareci or un repiqueteo de pequeos pies a sus espaldas y, sbitamente atemorizado, comenz a correr hacia su hogar. Sin embargo, justo cuando estaba por alcanzar la puerta, su pie resbal en un charco de lodo y l cay cuan largo era, con el resultado de que la pelota salt de su mano y se fue rodando justo a los pies de su madre; pero antes de que sta pudiera recogerla, dos de los elfos llegaron como saetas, se apoderaron de la pelota y se alejaron con la rapidez del viento, no sin antes insultar y escupir al muchacho al pasar junto a l. Esta vez, Elidor permaneci con su madre mucho ms tiempo que en las visitas anteriores, pero con el correr de los das comenz a echar de menos a sus amigos pequeos y sus juegos, y decidi volver con ellos. Pero, cuando lleg cerca

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del ro, al mismo lugar cubierto de hierba donde se haba dejado caer la primera vez, no pudo encontrar la boca de la cueva en la que comenzaba el pasaje subterrneo. Desesperadamente busc y busc durante largos aos, hasta que comprendi que ya jams podra regresar al Pas de los Elfos. As que, triste y contrariado, volvi de nuevo al monasterio y, a su debido tiempo, le fueron concedidos los hbitos de monje. Pero su estancia en la Tierra de los Elfos no haba sido tan celosamente guardada por su madre como l le haba pedido; en consecuencia, cada tanto venan personas a verlo, para preguntarle detalles acerca de aquella tierra misteriosa, para saber qu le haba sucedido en ella, o averiguar datos sobre las costumbres de los hombrecillos de verde. Y Elidor jams pudo hablar de aquellos das sin derramar algunas lgrimas. Pasaron los aos y, en una ocasin en que Elidor, ya anciano, recibi en el monasterio una visita de David, obispo de St. Davis, el abate le pregunt acerca de las costumbres de la gente pequea y, sobre todo, el idioma en que se comunicaban entre s (tema en que el monje ya era considerado el hombre ms experto de la tierra). Elidor, de buena gana, le ense algunas palabras y frases; por ejemplo, que cuando pedan agua decan udo udorum, que se converta en hapru udorum, cuando lo que solicitaban era sal. Y as el obispo, que era un hombre muy instruido, afirm que el idioma de los elfos era probablemente un derivado de la lengua griega, ya que en este idioma

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udor significa agua y hap, sal aunque, lo que el sabio obispo sin duda no advirti es que lo ms probable es que haya sido al revs, ya que la gente pequea es infinitamente ms antigua que el pueblo griego.

1 El dill, o eneldo, es una variedad de hinojo silvestre, cuyo bulbo es comestible, aunque la parte que ms se utiliza son las hojas, picadas .como condimento. 2 El hurling era un deporte sumamente violento practicado por los celtas, similar al hockey sobre csped, pero sin reglas limitadoras, por lo que se tornaba un juego sumamente peligroso a causa de los golpes propinados por los sticks (palos) de madera de roble que se usaban para golpear la pelota, y por sta, que tena un alma de madera forrada en hilos de esparto enrollados, recubiertos por cuero crudo.

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EL POOKAH DE OFFALY

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urante su vida laboral, el seor H. R. sola pasar grandes temporadas fuera de su casa, porque sus ocupaciones lo reclamaban en Dubln, e incluso, algunas veces, en el extranjero, por lo cual su mansin quedaba privada mucho tiempo de su presencia;no obstante, en tales ocasiones, sus sirvientes permanecan en la gran mansin de Rath, en el condado de Offaly, como si toda la familia estuviera en casa. Pero por las noches, cuando deban irse a acostar, se estremecan de miedo cada vez que oan algn ruido en el enorme casern, ya que ste tena fama de estar encantado. Todas las noches resonaban, en medio de las tinieblas, el golpeteo de la puerta del horno, el tintineo de los hierros del hogar o el ruido de cacerolas, tarros y platos, como si alguien estuviera preparando un suculento banquete. En una ocasin, en que haban permanecido ms tiempo que de costumbre junto al fuego, contndose unos a otros cuentos de fantasmas, encantamientos y otros conjuros, el ms joven de los sirvientes, el pequeo criado, que sola dormir en el establo y que jams era aceptado junto a la lumbre, con los dems, se desliz sin

que nadie lo viera hasta un lugar junto a la chimenea y, cuando se hubo cansado de escuchar historias, se qued dormido como un leo. El caso es que, despus que todos los sirvientes se fueron a dormir, luego de haber atizado por ltima vez el fuego para templar en lo posible la fra noche de enero, el joven se despabil por el ruido que, al abrirse, hizo la puerta de la cocina, que daba al patio trasero; seguidamente, ya bien despierto, pudo escuchar el sonoro traqueteo de los cascos herrados de un asno sobre las piedras del interior, ruido que reconoci perfectamente, por ser el encargado de los establos y de los animales. Espiando desde el escondite en que se haba refugiado para no ser visto por los sirvientes, pudo divisar, ni ms ni menos, que a un asno, sentado en el suelo sobre sus ancas y bostezando junto al fuego. Bueno, da lo mismo empezar por el principio que por el final, pronunci enigmticamente el animal; lo importante es empezar. Los dientes del pobre muchacho comenzaron a castaetear sin que pudiera hacer nada por evitarlo, mientras pensaba: "Seguro que ahora me va a comer, o quizs algo peor!"; pero aquel engendro de orejas largas y rabo peludo tena, por lo visto, otras cosas en su mente. Atiz el fuego de la chimenea, dispuso el tripi y colg de l la marmita ms grande que pudo encontrar; luego trajo varios baldes con agua que sac de la bomba y llen con ellos la olla.

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Pero a continuacin, al alargar sus patas para calentarlas en la lumbre, divis al mozo acurrucado en su escondite y ste, lleno de miedo, dej escapar un gemido; sin embargo, el pookah1 pues no otra cosa era aquel representante de la "gente pequea" solamente le ech una mirada despectiva, como si su presencia le importara un bledo, y buf desdeosamente, demostrndole as el poco valor que le daba a su persona. A continuacin, el pookah se ech a todo lo largo junto al fuego y esper hasta que oy que el agua comenzaba a hervir; entonces, introdujo dentro de la olla todo cuanto utensilio pudo alcanzar, ya fuesen platos, cucharas, tazas y todo aquello que pudo encontrar en el aparador. Ms tarde enjuag y sec cada uno de ellos, como lo hubiera hecho la cocinera ms pulcra de toda Ern. Volvi a colocar cada cosa en su lugar sobre los estantes, y termin dando al piso de la cocina el mejor lavado que haba recibido desde que construyeran la mansin. Al terminar su tarea de limpieza, el asno/pookah se sent nuevamente frente al muchacho y, con una oreja cada y la otra erguida, abri su enorme boca, mostrando sus dientes como en una sonrisa de satisfaccin. El pobre mozo trataba infructuosamente de dar, aunque fuera, un pequeo grito para alertar a los dems sirvientes, pero su garganta se negaba a emitir el ms leve sonido y mucho menos un grito. Al fin, el pookah removi por ltima vez las brasas y se march, golpeando tan fuertemente la puerta exterior que el muchacho pens que la casa se vendra abajo.

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Pueden imaginarse la sorpresa de los restantes sirvientes cuando, a la maana siguiente, el mozo les cont lo que haba visto durante la noche! Al principio, ninguno de ellos quiso creerle, pero cuando vieron la vajilla refulgente, el piso limpio y perfumado y las ollas y fuentes prolijamente acomodadas, la visita del pookah fue el tema obligado de conversacin durante todo ese da. Cada uno verta sus propias opiniones, pero la ms inteligente de ellas fue la que aport la primera asistente de cocina: Pues... si el pookah se dedica a limpiar todo mientras dormimos, para qu matarnos fregando y fregando todo el da, si l puede hacerlo por nosotros? Shu gu dheine! (ella tiene razn) agreg la cocinera en jefe . Creo que esas son las palabras ms sabias que se han pronunciado en este da, Kauth, y no ser yo quien te contradiga. Y as se hizo, de comn acuerdo; ni plato ni cubierto alguno vieron aquel da una sola gota de agua ni de leja, ni tampoco trapo alguno se arrastr por el suelo. Todos los habitantes de la casa se recogieron temprano, asegurndose de que tampoco el pequeo criado se quedara levantado, para no molestar al pookah laborioso. Y a la maana siguiente todo estaba tan pulcro y brillante como si un ejrcito de mucamas hubiera pasado por la casa. Como pueden imaginarse, aquello era el edn para ese hato de sirvientes haraganes, quienes pronto se acostumbraron a la buena vida de holganza, que les dur hasta que un mucamo irresponsable
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decidi que pasara la noche en pie, para conversar un rato con el pookah. Y as lo hizo; despus de una amena charla junto al hogar, los sirvientes se fueron retirando uno a uno, excepto el joven aguafiestas, que se qued despierto, sentado junto a la mesa de la cocina. Al poco tiempo, cuando el mucamo ya cabeceaba, casi vencido por el sueo, apareci el asno, dirigiendo sus pasos hacia el joven, quien sinti algo de miedo cuando vio que el pookah se encaminaba directamente hacia l. Estimado seor dijo, sin embargo, armndose de valor, aunque las rodillas le temblaban un poco , puedo preguntaros, si no es demasiada molestia, por qu sois tan amable y gentil de hacer todas las noches ms de la mitad del trabajo que nos corresponde a nosotros, los sirvientes? No es ninguna molestia, y te contestar con gusto respondi el pookah . Hace ya muchos aos, en los tiempos en que an viva el padre de H. R., yo era uno de los mozos a su servicio, y era el ms perezoso de todos los granujas que alguna vez haya sido alimentado y pagado por un hombre, porque no responda con lealtad a su indulgencia. Por ello, cuando me lleg la hora de abandonar este mundo, cosa que sucedi el da anterior a mi llegada a esta casa, se me impuso este castigo de venir todas las noches aqu, a hacer todo el trabajo de limpieza que fuera necesario, y luego

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marcharme de nuevo a pasar el resto de la noche al raso. En los meses de verano y primavera la cosa no est tan mal, pero tendras que ver lo duro que es dormir al aire libre, con la trompa entre las patas, aguantando la nevisca hasta el amanecer, en una cruda noche de febrero!... Eso debe de ser realmente duro, pens el mucamo, pero dijo en voz alta: Y t crees que nosotros podramos hacer algo para aliviarte? Bueno, en realidad, no lo s dud el pookah, pero pienso que un buen acolchado forrado en piel podra ayudarme a soportar mejor las nevadas en las noches de invierno. La verdad sea dicha, seramos los ms ingratos de los humanos si nos negramos a una cosa tan sencilla como sa reconoci el mucamo. As fue que, dos noches ms tarde, el joven esper nuevamente al pookah y le entreg un magnfico abrigo de gruesa lana, forrado en piel de oveja, con el cual le asegur que no tendra fro, por muy densa que fuera la nevada. Con la ayuda del mucamo, el asno logr, aunque con cierta dificultad, ponerse la prenda, pasando sus cuatro patas por las mangas que le haban agregado especialmente, y el joven termin con su tarea abrochndole el abrigo por debajo de la barriga. Al terminar, el pookah no pudo evitar el contemplarse largamente en un espejo, para ver cmo le quedaba.

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Perfecto! dijo complacido . Me sienta como un guante, as que ha llegado la hora del adis. Les quedo eternamente agradecido a ti y a tus compaeros. Por primera vez desde que he pasado a mejor vida, me siento feliz. Una vez que hubo dicho esto, el asno se dirigi hacia la puerta, pero el joven mucamo grit: Hey, pookah! No te vas demasiado temprano? Qu pasa con la limpieza de la casa? Ah, s, casi me olvido! Dile a las muchachas que desde maana ya pueden volver a ocupar sus puestos. Mi penitencia tena que durar hasta que alguien me recompensara por mi aplicacin al trabajo. As que ya no volver a molestarlos por la noche. Y entonces se acab el edn; los sirvientes volvieron al trabajo y, de all en ms, muchas veces se sintieron verdaderamente arrepentidos por haberse apurado tanto en gratificar a aquel indiferente y desagradecido pookah.

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1 El pookah, o puca, es un duende encarnado en algn animal, cuyo nombre sin duda inspir en Shakespeare su famoso Puck del Sueo de una noche de verano. Su lugar de residencia son los castillos abandonados o las cuevas en los montes, y slo pueden verse durante el mes de noviembre.

CORMAC MCART EN EL REINO DE LA MAGIA

ormac, hijo de Art y nieto de Conan, El de las Cien Batallas, fue uno de los ms grandes reyes que tuvo Ern en toda su historia, sobre la cual reinaba desde su corte de Tara.1 Un da en que haba salido de cacera, acompaado de algunos de sus nobles, encontr caminando por el bosque a un joven aldeano, que llevaba en su mano una rama de manzano, de cuyos tallos flexibles y semicubiertos por las lozanas hojas verdes, pendan siete manzanas de brillante color rojo. Qu es esa rama que llevas en la mano, joven? pregunt el rey. Es una rama mgica de uno de los manzanos del hadadiosa Rhiannon respondi el aldeano. Y qu tiene de mgica? A m me parece una rama comn. Tiene la virtud de que, cada vez que se agita ante alguien que se encuentra atribulado, apenado, herido o enfermo, el doliente se ve envuelto en una msica maravillosa e inmediatamente desaparecen sus padecimientos.
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Ninguna persona en el mundo puede sentir angustia o dolor cuando la rama se agita para l. Y cmo es que la tienes en tu poder? quiso saber el rey. La misma diosa me la obsequi, como pago por haber herrado su caballo La venderas se interes Cormac . Y en ese caso, cunto pediras por ella? No deseo cambiarla por dinero contest el joven , pero, si te la entrego, me dars a cambio lo que te pida? El rey le dio su palabra de que as lo hara, y entonces el joven le entreg la rama, pidindole a cambio a su esposa, a su hija y a su hijo. El monarca sinti que su pecho se desgarraba ante el dolor, y lo mismo sucedi con su esposa y sus hijos, pero haba comprometido su palabra de rey y no poda dejar de cumplirla. Pero luego agit la rama delante de su familia y ellos, cuando escucharon su dulce msica, olvidaron todas sus angustias y preocupaciones y partieron a encontrarse con el joven, con el cual marcharon rumbo al norte, desapareciendo en poco tiempo, sin dejar rastros.
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Toda Ern estall en llanto cuando los pobladores se enteraron de cmo haba sido engaado su rey, y fueron a reunirse frente a palacio; sin embargo, cuando Cormac agit la rama frente a ellos, la afliccin y la congoja abandonaron rpidamente sus corazones.

Pero el mismo Cormac McArt, si bien no senta dolor por su soledad, jams pudo olvidar del todo a su familia, y al cumplirse un ao de la nefasta fecha, reuni a sus nobles de mayor confianza y les dijo: Hoy es el aniversario de la marcha de mi esposa y mis hijos. Voy a seguir sus pasos por el mismo rumbo que tomaron al partir y tratar de averiguar qu ha sido de ellos. A continuacin hizo preparar su caballo y se alej del castillo rumbo a los lejanos montes hacia donde haba enfilado el joven con su familia. Pero tan pronto como hubo recorrido un corto trecho, una extraa niebla oscura se condens a su alrededor, impidindole ver ms all de las orejas de su caballo; al poco tiempo, sin embargo, la bruma se disip tan misteriosamente como haba llegado, y Cormac se encontr cabalgando por una maravillosa pradera de suave y ondulante hierba, en la cual se encontraba un numeroso grupo de trabajadores, tratando de techar una casa. Pero, cul no sera el asombro de Cormac, al descubrir que el material con que estaban tratando de hacerlo, eran plumas de aves exticas, que sacaban de unos grandes sacos de piel! Sin embargo, al acercarse ms, pudo ver tambin que, tan pronto como una de las alas del techo estaba concluida y los hombres se dirigan a recoger ms plumas, se levantaba un fuerte viento que devolva las que ya haban sido colocadas a sus sacos originales.

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Azorado, el rey permaneci un rato contemplndolos y luego continu su viaje. Al cabo de cierto tiempo, lleg junto a un joven hachero que talaba rboles para encender un fuego pero, tan pronto como derribaba uno, el otro ya haba sido consumido por las llamas, por lo que Cormac dedujo que, al igual que la labor de los techadores, la del hachero tampoco tendra fin. A la maana siguiente, cuando reanud su camino divis, a la vera de un fresco arroyuelo, una gran fuente compuesta por tres enormes pozos, al interior de cada uno de los cuales caan chorros de agua procedentes de tres gigantescas cabezas de piedra que estaban colocadas sobre ellos; apoyada sobre las tres cabezas, haba una inmensa artesa, tambin de piedra, que recoga el agua de un lmpido manantial, que rebosaba por sus bordes, para caer sobre las grgolas. Al acercarse ms, Cormac pudo notar que la primera cabeza reciba en su boca abierta un chorro de agua procedente de la artesa, y de ella surgan dos, que iban a caer al pozo correspondiente; la segunda grgola reciba, a su vez, dos chorros, mientras que slo uno surga de su boca; finalmente, de la boca de la tercera cabeza surgan tres chorros, aunque ella no reciba aporte alguno.
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Extasiado ante una visin tan extraa y misteriosa, Cormac pens para s: Me quedar un rato observando esta fuente, a ver si puedo descifrar su significado. Si no lo logro, buscar a alguien que me lo explique. As lo hizo y, al no poder descubrir el misterio, continu su camino, hasta llegar

a una gran casa rodeada por un hermoso jardn, en cuyos arbustos trabajaba una pareja de edad madura, ambos altos y de noble apostura, vestidos con ropas de variados colores, aunque elegantes y de fina confeccin. Los dos se acercaron al rey y lo saludaron amablemente, invitndolo luego a pasar la noche en su morada. Al entrar en la casa, la esposa pidi a su marido que fuera a buscar la cena, mientras ella departa con el recin llegado; el hombre se levant y sali, volviendo al rato con un enorme cerdo, ya desollado, sobre sus hombros, y un gran tronco bajo el brazo. Aqu est la carne y aqu est la lea anunci. Podras hacernos el favor de cocinarla t mismo? pregunt a Cormac. Es que no s cmo hacerlo confes el rey, que siempre haba tenido sirvientes que lo hicieran por l. Pues yo te ensear dijo el hombre . Primero parte este trozo de Lea en cuatro partes y divide el cerdo en otros tantos cuartos. Luego coloca un trozo de madera debajo de cada porcin y cuntanos una historia; si sta es verdadera, cuando hayas terminado, la carne estar perfectamente asada. Empieza t por narrar la primera leyenda; luego puede hacerlo tu esposa y yo relatar la ltima sugiri Cormac.

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Bien, hela aqu: tengo en mi chiquero siete cerdos exactamente iguales al que est aqu trozado, y con slo ese nmero podra alimentar al mundo entero porque, si mato y como uno hoy, solamente necesito reunir los huesos, colocarlos en el chiquero, y maana volver a encontrarlo vi vito y coleando. Y la historia era verdadera porque, cuando el hombre termin, el primer cuarto estaba listo para ser comido. Entonces le lleg el turno a la mujer, quien llen sus jarros de leche para acompaar la cena y comenz su narracin: En el prado detrs de la casa tengo siete vacas blancas y negras, que cada da llenan para m otras tantas ollas de leche; te doy mi palabra de que ellas solas podran satisfacer la sed de toda la humanidad, ya que esas siete ollas pueden multiplicarse tantas veces como yo quiera, sin que se acabe nunca. Tambin esta historia result cierta, porque el segundo cuarto del cerdo qued perfectamente asado, y lleg el turno de Cormac de contar su propia historia. Luego de pensarlo un momento, ste narr a sus huspedes la razn por la que se encontraba buscando a su mujer, su hijo y su hija, a quienes haba entregado a un joven a cambio de una rama mgica, y que ste los haba apartado de su lado haca ya un ao. Al terminar la narracin, el hombre, que haba estado contemplando el cuarto de cerdo perfectamente cocido, le dijo:

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Lo que has contado es cierto y, por lo tanto, t eres Cormac, hijo de Art, nieto de Conan, El de las Cien Batallas y soberano de toda Ern. Ese es exactamente quien soy afirm el rey. Pues, come tu carne ahora le indic el dueo de la casa , y luego nos retiraremos a descansar. Es que nunca he cenado en compaa de slo dos personas objet Cormac. Te sentiras ms a gusto si hubiera tres personas ms a la mesa? pregunt entonces la mujer. Sera perfecto si esas tres personas fueran mis seres ms queridos respondi el rey. Al pronunciar estas palabras, como por arte de magia se abri la puerta del frente y por ella entraron la esposa y los hijos de Cormac McArt, que inmediatamente se lanzaron a sus brazos, demostrndole que ellos tampoco se haban olvidado de l. A continuacin, Mannawydan Ab Llyr,2 que no otro era el dueo de casa, recobr su verdadera apariencia y le dijo: Yo fui quien, cambiando mi apariencia, se llev a tu familia, Cormac, y fui yo quien te dio la rama de manzano, con la que tanto beneficio pudiste ofrecer a tu

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pueblo. Considero que esto bien puede valer un ao de permanecer alejado de su familia. Podrs explicarme el significado de las tres extraas cosas que he visto en mi camino hacia aqu? Sin duda que puedo, y lo har mientras comes accedi Mannawydan . Los trabajadores que techaban la casa con plumas simbolizan a las gentes que se lanzan a la ventura, recorriendo el mundo en busca de riquezas y poder y que, cuando regresan, vencidos, encuentran que sus casas estn vacas y desnudas, y ya no logran restaurarlas jams. El joven que hachaba los rboles para encender el fuego, representa a aquellos que trabajan para terceros; realizan esfuerzos agotadores, pero ellos nunca reciben el calor de las llamas. Las tres cabezas sobre los pozos encarnan a las tres clases de hombres: los que entregan con generosidad cuando reciben algo; los que entregan con ms generosidad an, aunque no reciban nada, y los que reciben mucho pero entregan mucho menos.
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Estos son los peores de los tres, Cormac, y debes desterrarlos de tu reino concluy el mago. Luego de estas explicaciones, el rey y su familia se sentaron a la mesa, y Man-

nawydan extendi un mantel ante ellos. Ahora que has aprendido estas tres lecciones, Cormac, te mostrar uno de los objetos ms preciosos de este mundo dijo el mago, sealando el tapete que haba colocado sobre la mesa. No existe comida alguna, por extica o complicada que sea, que este mantel no pueda servirte al instante mismo de pedrsela. A continuacin, Mannawydan meti la mano entre sus ropas y sac de ellas una copa, que coloc sobre el mantel, diciendo: Esta copa tiene tres cualidades mgicas maravillosas: la primera de ellas es la de satisfacer el deseo de cualquier bebida que se le solicite; la segunda, romperse en cuatro partes cuando alguien, frente a ella, cuenta una mentira o una historia que no es verdadera, y la tercera, volverse a unir cuando oye una afirmacin cierta. Debo decirte, en rigor de verdad, que posees maravillas, Mannawydan dijo Cormac. Las he preparado especialmente para ti, al igual que la rama replic el mago, para que puedas convertirte en el rey justo y generoso que Ern se merece. Dicho esto, comieron un suculento banquete servido por el mantel, acompaado por la ms exquisita coleccin de vinos proporcionados por la copa mgica, y se

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retiraron a dormir. Al despertarse, luego de un sueo reparador, la familia se encontraba en su castillo de Tara, y sobre la mesa de la alcoba de Cormac estaban el mantel, la rama y la copa, con la ayuda de los cuales ste se transform en el monarca ms admirado y querido de Ern.

1 La colina de Tara, ubicada a 32 km al noroeste de Dubln, est tradicionalmente considerada como el asiento de los ms grandes reyes de la antigua Ern (Irlanda). En la actualidad, luego de sobrevivir a una larga serie de sismos, el asentamiento de Tara muestra varios recintos, bajo los cuales pueden verse an un tmulo y una tumba de pasaje, que se conocen como la Morada de Cormac (Vase Los celtas: magia, mitos y tradicin, de esta misma coleccin). 2 Mannawydan (o Mannanan) ab Llyr (ab significa hijo de, equivalente del Me escocs), es un integrante de los Thuata de Dannan. Es un poderoso mago, dueo de un casco flameante que encandila a sus enemigos, una coraza invulnerable, un manto de invisibilidad y una nave que surca el mar sin remos ni velas. Nativo de la Isla de Man, que toma su nombre de l; all an pueden verse las ruinas de las que se supone su gigantesca tumba, cerca del castillo de Peel.

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GILLA NA BRKON AN GOUR Y LA PRINCESA TRISTE

ace ya muchsimo tiempo, cerca de la antigua fragua y junto a la margen derecha del ro Slaney, en Enniscorthy, Eire, viva una pobre viuda, tan pobre que no tena siquiera ropa para vestir a su hijo, a quien, para abrigarlo en las crudas noches del invierno irlands, deba acostar en el pozo de las cenizas, cerca del hogar, y cubrirlo con los rescoldos tibios que el fuego iba dejando caer. Pero el nio fue creciendo y cada ao la abnegada madre debi ir agrandando y ahondando un poco ms el pozo, para que su hijo pudiera caber en l. Finalmente, en una ocasin en que la pobre mujer iba caminando hacia la ciudad de Callan, en el condado de Kilkenny, a visitar a un pariente, encontr una cabra muerta, a la cual desoll y cuya piel llev luego a su casa; con ella le confeccion un par de brkes1 a su hijo quien, por primera vez en su vida, pudo salir a dar un paseo por el pueblo. Al da siguiente la mujer le dijo: Tom, etnosi2 mo, en tu vida jams has hecho nada til todava, a pesar de tus dieciocho aos y tus dos metros de estatura, as que ahora toma esta cuerda y el

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hacha y ve a traerme lea del bosque. No tendrs que repetrmelo, madre respondi el hijo . Voy inmediatamente. Pero cuando hubo cortado y atado la lea se le apareci un enorme gigante, de ms de tres metros de alto y, sin decir agua va, le lanz un violento golpe con un garrote que llevaba en la mano y que, de no haberse apartado Tom a tiempo, lo habra dejado tendido all mismo. Luego de esquivar el ataque, el muchacho tom una gruesa rama de roble que haba cortado l mismo y al primer golpe que le asest, dej al gigante casi inconsciente sobre el suelo. Si sabes alguna plegaria le dijo, rzala ahora, porque en un segundo te har pedazos esa fea cabezota que tienes. Nunca supe ninguna oracin contest el gigante, pero si me perdonas la vida te regalar mi garrote. As como lo ves, no es una simple porra, sino un talismn mgico y, mientras vivas libre de pecado, cumplir todos tus deseos y nadie podr vencerte en una pelea. Encantado, el joven no tuvo inconveniente en perdonarle la vida y, apenas se hubo marchado el gigante, se sent a horcajadas sobre la gavilla de lea, le dio un ligero golpe con el garrote y se dirigi a ella en esta forma:

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Lea, me ha dado mucho trabajo cortarte y empacarte, y casi pierdo la vida por haber venido a buscarte; as que ahora, lo menos que puedes hacer t por m es llevarme a casa. Sus palabras surtieron el efecto deseado, porque la gavilla se separ del suelo y lo llev a travs del bosque como un caballo, crujiendo y restallando mientras lo haca, hasta llegar a la puerta de su casa. A los pocos das, una vez que toda la lea se hubo consumido, Tom fue al bosque por ms, y esta vez debi luchar con otro gigante, ste de dos cabezas y una enorme joroba entre ellas. Pero el nuevo adversario tampoco fue un problema grave; solamente le dio un poco ms de trabajo vencerlo; luego, a cambio de su perdn, el ogro le entreg un pfano igualmente mgico, cuyo sonido haca que todo el que lo escuchara no pudiera dejar de bailar hasta que cesaba la msica. De nuevo Tom regres cmodamente sentado sobre el haz de lea, que esta vez recorri todo el camino hasta su casa bailando al comps de las melodas del pfano. El siguiente rival fue un gigante de tres cabezas, todas ellas de rasgos bellos y delicados, que, como tampoco saba ninguna plegaria, le dio a Tom una redoma con un ungento verde que curaba todo tipo de heridas, escaldaduras y llagas, restaurando la piel como si nada hubiera sucedido.
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Te agradar saber que ya no quedan ms seres como yo y los otros que has vencido antes, as que de ahora en adelante podrs venir al bosque a cortar lea todas las veces que quieras, sin que te moleste gigante ni trasgo alguno. Al or estas palabras, Tom se sinti ms orgulloso que diez pavos reales juntos y pronto se acostumbr a salir todas las tardes a pavonearse por las calles del pueblo; sin embargo, los chiquillos de Enniscorthy, que no tenan modales demasiado educados, se burlaban de l, por su porra y sus brkes de piel de cabra, y lo seguan por la calle, zahirindolo con pullas y bromas descaradas. A Tom las mofas no le gustaban, pero se senta mal con la idea de darles una tunda, as que se aguantaba como poda y no responda a las burlas. As continuaron las cosas hasta que un da, mientras Tom daba su paseo acostumbrado, desde el otro extremo de la calle apareci un pregonero llevando una gran trompeta y vestido con un pantaln de pana, una camisa con pintas y un gorro de montero en la cabeza. Al llegar al centro de la plaza, el hombre hizo sonar su instrumento y luego proclam que la hija del rey de Dubln se senta tan triste y melanclica, que en siete aos no haba redo ni una sola vez, y que su padre estaba dispuesto a concederle su mano a quien pudiera hacerla rer tres veces seguidas. Esto es justo lo que necesitaba pens Tom y, sin gastar ms luz del sol de

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su pueblo, bes a su madre, agit el garrote amenazando a los pilluelos y parti por la amarillenta carretera rumbo a Dubln. Luego de caminar varios das, lleg a una de las entradas de la ciudad pero, cuando trat de entrar, los guardias se rieron de l y no lo dejaron pasar. Los soldados siguieron burlndose de l durante un buen rato y Tom lo soport cuanto pudo, pero cuando uno de ellos le clav el astil de su lanza nada ms que por juego, segn dijo en el costado, Tom simplemente lo tom con una mano por la nuca y con la otra por los fundillos de los pantalones del uniforme y lo arroj al foso con agua que rodeaba la muralla. Rpidamente llegaron los refuerzos de la guardia, algunos para ayudar a su compaero a salir del foso, y otros para ensearle, con sus espadas y lanzas, mejores modales a ese plebeyo; pero un solo molinete del garrote de Tom dio con ellos por tierra o en el foso, y no tardaron en pedir clemencia. Ya ms tranquilo, el joven pregunt a uno de ellos el camino hacia el palacio y cuando, a regaadientes, el guardia se lo inform, hacia all se dirigi Tom, a quien recibieron el rey, la reina y la princesa, que se encontraban sentados en un palco del saln principal, observando toda clase de luchas y demostraciones de destreza con espadas y rinka-fhadas, una especie de lanza larga muy del gusto de aquellas gentes. Tambin se vea una gran variedad de disfraces, representaciones teatrales, ma-

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labares y tragafuegos, todos ellos empeados en hacer rer a la princesa, pero ni una msera sonrisa ilumin su bello rostro ni por un fugaz momento. Al entrar Tom en el saln, todas las actuaciones se detuvieron inmediatamente, mientras los actores y luchadores contemplaban al joven gigante con rostro de nio, larga cabellera negra y su barba rizada, ya que su pobre madre no poda permitirse el lujo de comprarle navajas. Sus robustos y fuertes brazos y sus piernas desnudas que asomaban por debajo de la piel de cabra su nica vestimenta, que le llegaba desde la cintura hasta las rodillas llamaron poderosamente la atencin, hasta que un patn rtabro3 vestido con uniforme de la guardia real, pelirrojo, arrugado y adems envidioso porque deseaba casarse con la princesa, se dirigi hacia l y le pregunt acremente qu deseaba. Lo nico que deseo le contest Tom es hacer rer tres veces a esta bella princesa, que Dios guarde durante largos aos. Ves a todos estos jvenes y diestros espadachines, y a estos alegres y dicharacheros juglares? replic burln su interlocutor. Cada uno de ellos tiene en su dedo meique ms habilidades que t en todo tu corpachn, y seran capaces de comerte como a un grano de sal y, sin embargo, ni uno solo de ellos logr sacar una sonrisa de su boca en estos siete aos.

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Al escuchar esto, todos aquellos individuos se reunieron alrededor de Tom y el rtabro lo sigui molestando hasta que el hijo de la viuda declar que todos ellos le importaban un bledo y que los retaba a que lucharan contra l, de a seis por turno, a ver si podan vencerlo. Pero el rey, que se encontraba demasiado lejos para or la conversacin, la interrumpi para preguntar qu suceda y qu quera el allomroxs (forastero). Pretende amedrentar a tus mejores hombres contest el pelirrojo. Ah, bueno! contest el rey. Si solamente es eso, que alguno de ellos lo enfrente y ponga a prueba su valor y su habilidad. Inmediatamente, un caballero de armadura se adelant desde el grupo de guerreros y, desenvainando su espada, amag una estocada hacia el pecho del joven. Pero ste, golpeando su codo con el garrote mgico, envi la espada volando hacia el techo del saln y asest un segundo golpe en el casco, que instantneamente dej sin sentido al caballero. Un segundo hombre ocup su lugar, y luego otro y otro, y finalmente grupos de a media docena; pero en todos los encuentros el garrote del hijo de la viuda hizo volar cascos, espadas, escudos y cuerpos, dejando a los soldados gritando que estaban heridos o muertos, y pidiendo auxilio y clemencia, mientras se frotaban los codos, rodillas y caderas sin pudor alguno.
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Teniendo en cuenta su situacin en el palacio, Tom se asegur de no matar ni herir seriamente a ninguno de sus oponentes, pero la princesa se divirti tanto con su actuacin que dej escapar una dulce y cristalina carcajada que reson por todo el saln, haciendo que Tom se dirigiera al rey: Rey de Dubln, tengo un tercio de tu hija. Y el rey no supo si estaba satisfecho o consternado, cuando vio que toda la sangre del corazn de la princesa afloraba a sus mejillas. Ante la paliza que Gilla na brkon an gour4 corno ya haban comenzado a llamarlo todos haba propinado a la mayora de los caballeros, los combates se suspendieron por aquel da, y Tom fue invitado a cenar a la mesa de la familia real. Al da siguiente, por la maana, el pelirrojo le coment a Tom acerca de un feroz lobo blanco, del tamao de una ternera de un ao, que se haba habituado a entrar en la ciudad y se coma tanto al ganado como a las personas, y le insinu que el rey se sentira sumamente agradecido y recompensara generosamente a quien lo matara.
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Lo har con muchsimo gusto respondi el joven . Enva a un mozo para que me muestre la guarida del animal, y veremos cmo se porta con un allomroxs.

Al verlo, la princesa no se sinti muy complacida, pues aquel hombre que la hiciera rer haba cambiado sus calzas de cabra por un vestido de brocado y un gorro verde sobre el rizado cabello negro. Pero el rey haba dado su aprobacin, y una hora despus, el enorme lobo se encontraba paseando por el saln principal de palacio, con Tom caminando dos pasos detrs, agitando su porra, como un pastor que gua a su cordero consentido con su cayado. El rey y su familia se encontraban seguros en su palco, pero los caballeros y cortesanos que se haban agolpado alrededor del saln, al ver aparecer al gigantesco animal, estallaron en alaridos de terror y se abalanzaron hacia las puertas, mientras el lobo los miraba relamindose, como pensando: Cmo me gustara almorzrmelos!. Pero el rey, viendo en peligro a sus hombres, grit desde su palco: Eh, Gilla na brkon an gour! Aleja de aqu a ese terrible lobo, y tendrs la mano de mi hija! Pero el joven no lo obedeci en absoluto. Sac del bolsillo su pfano mgico y comenz a tocar un ritmo agitado y pegadizo; inmediatamente todos los hombres y mujeres del saln comenzaron a mover los pies siguiendo el comps, y el propio lobo se par sobre sus patas traseras, para bailar el Tatther Jack Walsh5
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junto con los humanos. Muchos de stos huyeron del saln y cerraron las puertas, temerosos de que la peluda bestia los atacara, pero los dems seguan bailando y gritando al son del pfano de Tom, que no cesaba de tocar, y tambin el lobo bailaba y aullaba, por el dolor que le provocaban sus patas, mirando con un ojo al pelirrojo y con el otro a Tom, para ver si ste le daba permiso para comrselo. Pero el joven negaba con la cabeza y segua tocando, haciendo que tanto el rtabro como el lobo continuaran bailando y desgaitndose, ambos ansiosos de abandonar su postura debido al agotamiento que sentan. Pasado cierto tiempo, la princesa, viendo desde el palco que nadie corra peligro de ser herido, se sinti tan divertida por la ridcula situacin de los cortesanos que dej escapar una gran carcajada, ante lo que Tom exclam: Rey de Dubln! Ya tengo dos tercios de tu hija! Est bien! grit el rey. Pero aleja a ese animal infernal y entonces hablaremos! Divertido, Gilla guard su flauta en el bolsillo que llevaba en bandolera, y se dirigi al animal, que haba cado sobre sus cuatro patas, pero se encontraba a punto de desmayarse por el agotamiento. Vete a tu montaa, mi buen amigo, y reanuda tu vida como animal libre; pero

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si algn da vuelvo a encontrarte a menos de diez millas de cualquier ciudad... El joven no complet la frase, pero agit su garrote en direccin al pobre lobo, que meti la cola entre las patas y sali huyendo despavorido, sin que, de all en ms, ningn ser humano, ni la luna, ni el sol, ni las estrellas volvieran a verlo por Dubln. Ms tarde, ya repuestos del susto y del agotamiento, todos rieron, menos el hipcrita del pelirrojo quien, sin duda, ya planeaba la forma de ajustarle las cuentas a Tom el da siguiente. Creo que eres afortunado, oh mi seor y rey! Las incursiones de los vikingos por el norte os molestan constantemente, pero si alguien puede ayudarnos a echarlos definitivamente de nuestra amada Eire es este caballero de la piel de cabra. En alguna viga del infierno est colgado un mayal6 mgico con el que ningn dans ni el mismo demonio podran enfrentarse. Me dars el ltimo tercio de la princesa si te traigo el mayal? pregunt el hijo de la viuda. No, no! salt la princesa . Prefiero perderte como esposo a verte en tal peligro. Pero el pelirrojo no estaba dispuesto a abandonar su presa y musit al odo de
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Tom que sera una ruindad echarse atrs por cobarda, as que el joven pidi que le mostraran el camino y el rtabro le indic una vecindad, donde se reunan muchas mujeres de vida fcil y haba muchas tabernas clandestinas, en la cual Tom se intern sin dudar, sosteniendo su garrote. Despus de mucho viajar, el joven divis lo que, sin duda, eran las murallas del infierno, y antes de golpear a la puerta se frot ntegramente con el ungento verde del tercer gigante vencido por l. Luego golpe y, en respuesta a su llamado, aparecieron un centenar de diablillos que lo espiaron por entre los barrotes, preguntndole qu quera. Quiero hablar con el Diablo Mayor respondi Tom. Abrid la puerta. Rpidamente, los pequeos demonios abrieron la pesada puerta y Satans en persona recibi al muchacho con reverencias y zalemas, preguntndole luego qu deseaba. No mucho contest Gilla. Slo vine a que me prestaras ese mayal que veo colgado de esa viga, para que el rey de Dubln pueda darle una buena paliza a los daneses que acosan sus fronteras. La verdad es que los daneses son mucho mejores clientes para m que los iwerionik7 dijo Satans , pero ya que has recorrido un camino tan largo,

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no puedo negrtelo. Alcnzale ese mayal agreg, dirigindose a un joven demonio, pero guindole al mismo tiempo un ojo, de forma que Tom no lo viera. De modo que, mientras sus compaeros estaban cerrando y atrancando las puertas, el diablillo trepaba en busca del instrumento; de ms est decir que el muy taimado ya se estaba relamiendo de placer al imaginarse cmo quemara el mayal las manos de Tom, ya que saba perfectamente que tanto la empuadura como la esfera eran de hierro y se encontraban al rojo vivo. Sin embargo, nada de eso sucedi, y el joven tom el arma y la empu como si fuera una rama de roble, sin muestras de sentir siquiera el calor del metal. Muchas gracias dijo Tom como si nada. Ahora, si me abrs las puertas, podr irme tranquilamente a mi pas. Caramba! exclam Satn . Pues eso es ms fcil decirlo que hacerlo, ya que salir de aqu es mucho ms difcil que entrar. Quitadle ese mayal y dadle unas buenas dosis de aceite hirviendo! orden el demonio. Uno de los esbirros, ansioso de complacer a su amo, estir una de sus garras para tomar el instrumento, pero Tom le dio tal golpe con l en un costado del crneo, que le rompi uno de los cuernos y le hizo soltar un bramido de dolor. Al ver esto, toda la horda demonaca se precipit sobre l, pero el joven comenz
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a propinarle una tunda tan fenomenal, que pronto estuvieron todos por el suelo, lamentndose de sus golpes y magulladuras. Finalmente, el viejo Lucifer, que an se encontraba sentado en su trono, intervino y dijo: Dejad salir de aqu a ese imbcil! Y pobre del que vuelva a dejarlo entrar, por las razones que fueren! De manera que Gilla abandon el Averno sin prestar atencin a la gritera y los anatemas que le proferan todos sus demonios; y cuando hubo regresado al gran saln del palacio de Dubln, todo el mundo se reuni para verlo entrar con el mayal. Y cuando hubo narrado en detalle su aventura, como se usaba en aquellas pocas, deposit el instrumento sobre los escalones de piedra de acceso al saln, pero avis que nadie lo tocara, porque le iba la vida en ello. Si el rey, la reina y, especialmente, la princesa lo tenan en gran estima antes de haber salido en busca del mayal, ahora su opinin se haba decuplicado, pero el pelirrojo no quiso dar su brazo a torcer y se arrim subrepticiamente, tratando de apoderarse del arma demonaca para golpear con ella a Tom.
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Pero apenas lleg a rozarlo con las puntas de sus dedos, lanz un alarido que hizo temblar las paredes, y comenz a saltar y gritar de tal modo que hubiera despertado a un muerto. Al verlo, Gilla se precipit sobre l, le tom las manos con las suyas, impregna-

das del ungento, y las frot hasta que el lacerante dolor desapareci rpidamente, pero entre la sorpresa de la quemadura, y el alivio que senta, su rostro tom expresin tan cmica que todos estallaron en carcajadas, y lo mismo hizo la princesa, que tampoco pudo contener la risa. Y entonces Tom (ya por entonces definitivamente Gilla na brkon an gour) se acerc a la princesa, dicindole: Ahora, seora, quiero creer que si vos tuvierais cuatro tercios, tambin me darais el cuarto. La princesa dio muestras de ningn fingido recato; mir a su padre, se acerc al joven, le tom las manos entre las suyas y... bueno, sera muy indiscreto de mi parte relatar lo que sucedi a continuacin, pero puedo decirles que no s lo que hubiera dado por estar en los zapatos de Gilla aquella tarde! Previendo lo que iba a suceder, Tom no llev el mayal al interior del palacio. Despus de lo ocurrido con el pelirrojo, nadie se acerc al arma para nada. Y cuando pasaron los primeros madrugadores, a la maana siguiente, pudieron ver dos largas grietas en los escalones de piedra, por donde el mayal se haba abierto camino hacia abajo, quemando hasta la roca misma y desapareciendo hacia... bueno, creo que nadie podra decir hacia dnde. Sin embargo, algo ms tarde, despus del medioda, lleg un heraldo desde el

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norte, pregonando que los daneses se haban aterrorizado tanto al enterarse de la llegada del mayal a Dubln, que se haban embarcado de vuelta en sus naves, zarpando a toda vela hacia su patria. Por mi parte, me imagino, aunque nadie me lo ha contado, que antes de casarse Gilla na brkon an gour ha de haber encontrado a un hombre, como Pat Mar de Tomenine, que le enseara los principios de urbanidad, los quebrados y decimales, los clculos de artillera y fortificaciones y la regla de tres simple, para poder sostener una conversacin coherente con la familia real. No s a ciencia cierta si habr perdido el tiempo con estas ciencias, pero lo que s es seguro es que su madre no volvi a pasar penurias econmicas hasta el fin de sus das.

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1 Brkes: calzas, pantalones. 2 Literalmente, etnos significa ave, pjaro, y etnosi es su diminutivo, utilizado aqu como apelativo carioso. El trmino rtabro define a un individuo de las tierras del norte, fundamentalmente soldados o guerreros de la regin de Irlanda del Norte, pero tambin extensivo a los habitantes de Escocia y de Galicia.

4 Literalmente: el hombre de las calzas de cabra. En otra versin ms antigua: Giolla na chroicean gobhar. 5 Antigua cancin galica cantada por los bardos y filidh, que narraba las aventuras de Jack Walsh, un pastor irlands que fue llevado por los dioses a visitar el sidh (panten) de los Thuata de Dannan (vase Los celtas: magia, mitos y tradicin, de esta misma coleccin). 6 Mayal: instrumento compuesto por dos palos, uno ms corto y otro ms largo, unidos por una correa, que se utiliza para golpear el centeno para desgranarlo. Por extensin, arma que se utiliza para golpear, como un garrote o macana; tambin se conocen bajo este nombre las esferas de hierro con pas, sujetas a una empuadura por una cadena, que utilizaban los caballeros medievales. 7 En galico antiguo, iwerionikos: irlands e iwerionik: irlandeses.

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