La Conexión Atlante
La Conexión Atlante
La Conexión Atlante
Este es un libro poco común, que elude cualquier clasificación excluyente o rotulación
precisa. En él, Santiago Martínez Concha, su autor, plantea, con imaginación y sin
ambages, la existencia de una realidad paralela a la que conocemos, intuida por muchos
pero aceptada por pocos, en la cual se mueve una humanidad oculta y desconocida que se
esfuerza por integrarse con la nuestra.
Y al hacerlo, con la técnica del buen armador de rompecabezas que logra asociar piezas
distantes pero complementarias, el autor va esgrimiendo con solvencia los argumentos
históricos, literarios y filosóficos que ha derivado de su minuciosa reinterpretación del
acontecer universal.
Escrito para el hombre común, este libro ha sido concebido por Santiago Martínez como
una herramienta de esclarecimiento que contribuya a atar los cabos sueltos de esa realidad
en que nos movemos, la mayoría de veces sin percatarnos de su misterio. Misterio que para
el autor constituye “uno de los secretos mejor guardados de la humanidad”.
Asumido como relectura histórica o como una pieza de ciencia ficción, este es un libro
informado y deleitable que se permite el lujo de movernos el piso más de una vez.
Introducción
Sé exactamente qué motivos me llevan a escribir este libro: contribuir a la solución del
laberíntico acertijo de una parte relativamente reciente de la historia universal. Las claves se
hallan fragmentadas como las piezas de una vasija de barro rota y escondida en lugares y
épocas diversas. El armar de nuevo esta vasija ha sido para mí una labor apasionante. He
decidido utilizar un lenguaje sencillo al alcance de todos. Este libro hará pensar a algunos
sobre la forma como Dios actúa y dirige en forma misteriosa la historia del mundo y de la raza
humana, de la cual somos sólo su imagen. El conocer la verdad y obtener frutos de la misma
es la obligación de cada uno, compartirla es la obligación de todos.
Le pido al lector no buscar un orden preciso y descartar desde ahora el uso del término
“esotérico” (del griego “esoterikos” u oculto, doctrina reservada a los sabios de la Antigüedad)
que tanto mal le ha hecho a la ciencia y a la historia cuando algo que viene de antaño con
una luz opaca y velada por el paso de los siglos, no ilumina con claridad el objeto de nuestra
búsqueda. Es una ardua tarea retirar miles de años de capas de tierra o cortinas de humo
para encontrar la verdad, con objeto de develarla en unas pocas páginas. Este libro se mueve
libremente entre la ciencia y la historia, entre el Génesis y el Apocalipsis, prestando
elementos de la teología y la religión cuando es necesario y conciliando todos estos planos o
polos aparentemente distantes como facetas de una misma verdad y de un todo. Nos
encontramos en un punto de la historia en donde convergen el universo científico y el
profético y en donde es necesario educarse en muchos aspectos para comprender la verdad.
Otros elementos que ayudaron a conformar este libro, además de las disciplinas
mencionadas, se tomaron de los campos cosmogónico, geográfico, geológico, etológico,
arqueológico, paleontológico, así como de las ciencias que van desde la química, la física, la
biogenética, la retroingeniería y la arquitectura a las de diseño gráfico e industrial.
En consecuencia le sugiero al lector leer este libro con mente abierta, como se observa un
cuadro de Jackson Pollock, o se escucha una sinfonía rica en temas, en donde el tiempo, el
ritmo y el compás se tocan, retoman y mezclan cada vez de manera diferente. Con el sistema
interactivo de bibliotecas, la agilidad requerida para comprender y captar la multiplicidad de
un libro como este, requiere de un lector ágil y moderno, acostumbrado a la nueva tecnología.
Algunos tildarán este libro como una historia de ciencia ficción. Lo mismo se pensó de la
Ilíada y la Odisea antes de descubrirse Troya, gracias a Heinrich Schliemann, ese alemán
visionario y gran lingüista de finales del siglo XIX quien fuera dueño de mil apartamentos en
París, con una fortuna y unos negocios que recuerdan a los de Aristóteles Onassis en el siglo
XX. Gracias a su intuición, Schliemann pasó de negociante y aventurero a convertirse en el
primer arqueólogo del mundo moderno.
Otros, movidos por su propio conocimiento de las cosas, tal vez consideren esta historia
como un cuento fantástico, como se han considerado muchas veces las escasas páginas de
los Diálogos del Timeo y el Critias escritos por Platón hace unos 2300 años y en donde se
narra la destrucción y desaparición de la isla-continente de la Atlántida y de su capital
Poseidonia. Las fascinantes pistas encontradas en el relato de Platón son tan importantes,
que no podemos dejarlas pasar sin quitarle una parte fundamental al acopio de la verdad
suficiente que llevará al lector a la comprensión y aceptación de las conclusiones esbozadas
al final de este libro.
Para otros más, algunos de los sucesos aquí relatados serán tan desconocidos, extraños y
misteriosos como la recuperación y posterior análisis médico y tecnológico de los tripulantes y
de las naves de Roswell (el cual continúa hasta hoy día y los cuales encierran un cúmulo de
conocimientos que cambiaron el curso de la historia del siglo XX) o a lo que se conoce como
la talla en piedra del astronauta azteca de Pakal realizado hace unos 1300 años. Otras claves
aquí mencionadas son las líneas y figuras de la llanura de Nazca en el Perú y algunos
vestigios históricos en diferentes lugares de América y Europa, siendo los petroglifos que he
descifrado en la isla del Hierro así como las inscripciones de las Cuevas de Belmaco en las
islas Canarias los que conforman el corazón de este libro. Las desapariciones misteriosas de
barcos y naves en el Triángulo de las Bermudas así como el Experimento Filadelfia a los que
forzosamente tendré que referirme en forma general, son también otras de las tantas piezas
que ayudan a explicar el secreto de los nefilim.
Pero habrá algunos para quienes las posibilidades y hechos aquí escritos alcancen el grado
de una pequeña revelación motivando su intelecto y su conciencia, logrando correr el velo de
tantas preguntas hasta ahora no contestadas. Es para estos que escribo. Gente común y
corriente que merece al menos un pedazo de la verdad suficiente. Mirado con una lente, este
es un libro de historia, escrito para el momento presente, mirado con otra, este es un ensayo
de ciencia ficción que une los cabos sueltos de la historia, explicando una misteriosa realidad
de la cual hacemos parte.
En alguna de mis visitas a España, hace ya algunos años, fui invitado por Radio Barcelona a
dar una charla sobre el contenido general de muchas de las ideas aquí expuestas, las cuales
hasta entonces nunca había comentado. Para sorpresa mía, el programa fue transmitido a
mediados de agosto, cuando filas interminables de coches cruzaban los Pirineos como una
serpiente gigantesca que se movía con una lentitud desesperante. Kilómetros de automóviles
con padres sedientos y fatigados por un calor infernal y un sol de tarde que parecía no querer
esconderse nunca. De repente, la fila se inmovilizó y muchas personas comenzaron a buscar
en la radio algo que los mantuviera despiertos o alejados de alguna discusión inútil con el
cónyuge. Fue en esos momentos cuando se transmitió el programa y para sorpresa mía y de
todos en el estudio, la audiencia fue mayor de lo esperado. Afortunadamente los teléfonos
celulares no existían en esa época. Cientos de personas llamaron a la emisora a fin de
obtener más información. Desde entonces siempre quise escribir este libro, en la esperanza
de poder aclararle a muchos, lo que me quedó imposible hacer en aquella ocasión.
El acceso a los fragmentos utilizados para armar esta historia, llegó a mis manos, con los
años, en forma gradual. No creo en la casualidad sino en la causalidad. Eliminaré al máximo
citas al margen y nombres innecesarios y utilizaré el material gráfico que poseo a fin de
llenarle vacíos al lector, completando lo aquí escrito y enriqueciendo el relato. Como dice un
antiguo refrán chino: “Una imagen es siempre mejor que mil palabras”.
No trataré de escribir verdades a medias sino la “verdad suficiente” del modo como yo la
entiendo y la conozco. Nótese que he dicho “verdad suficiente” y no, verdad completa, pues
esta última no cabría en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Conozco
aproximaciones y sospechas de otros investigadores en relación con el verdadero fondo y
con algunos temas expuestos en estas páginas, pero ninguno ha logrado convencerme del
todo. Para encontrar la verdad he debido romper el huevo fosilizado de la historia,
exponiendo mis propias ideas. Al final todo tendrá lógica y profundo sentido. Sin embargo, si
cuando termine de escribir, no me parece que lo dicho es suficiente para aclarar un siniestro
misterio, esta historia nunca verá la luz y continuará siendo parte de un largo secreto. Si por
otra parte en algo contradigo la verdad y las enseñanzas de la Iglesia católica, lo doy por no
escrito.
Líneas de Nazca, Perú. ¿Gigantesco mapa geodésico o archivo con algunas de las medidas contenidas en la
meseta de Giza, en Egipto, indicando el verdadero Norte, las desviaciones del eje terrestre, la línea ecuatorial y el
radio polar, así como la superficie del hemisferio sur? Si alguna vez fueron utilizadas, como han sugerido algunos
autores, como pistas de aterrizaje o señales para ser vistas desde el aire por objetos desconocidos, no es del todo
improbable. Naves provenientes del espacio han sido descritas por numerosas personas desde la Antigüedad.
(Estudio geométrico del autor).
Astronauta azteca de Pakal, 1300 a. C. La posición del indígena representa con exactitud la de un astronauta moderno,
listo para el despegue de su aeronave. Nótese la ergonometría del elemento donde se apoyan los hombros y la
cabeza. La posición de manos y pies se adapta al manejo de diferentes controles. El “astronauta” se halla encapsulado.
No es posible que la suma de coincidencias concluya que se trata de algo meramente aleatorio. El tallador copió con
exactitud lo que vio o recordó de un suceso único que tuvo lugar hace 13 siglos.
La invasión de los gigantes. El cronista Pedro Cieza de León cuenta una historia asombrosa relacionada con la
invasión de los gigantes, la cual aún relatan los nativos de Santa Elena, en lo que es hoy Ecuador. El fraile dominicano
Reginaldo de Lizárraga, quién vivió en el Perú de 1555 a 1559, escribió: “la descripción y población de las Indias,
encuentra el mismo mito de Santa Elena en forma resumida pero idéntica en todo lo esencial a la historia de Cieza.
‘Existen rumores de gigantes en el Perú, los cuales llegaron del mar a Santa Elena, cerca de Puerto Viejo, en botes de
balsa y del tamaño de grandes barcos con seres tan enormes que los hombres corrientes les llegaban a la rodilla...”.
I. Desenterrando los orígenes
En el caldo de cultivo primigenio, los cometas y otros cuerpos provenientes del espacio, que
se estrellaron o rozaron la Tierra con sus colas (o caudas), fueron los catalizadores escogidos
para crear la vida sobre el planeta. En el gran laboratorio del cosmos, verdades insondables
nos sorprenden sin cesar. La magnitud del universo escapa a la mente humana. Cien
millones de millones de galaxias, cada una con cien millones de millones de estrellas, y cada
una, al menos, con cien millones de millones de planetas, o en otras palabras, existe un
mínimo de 10 elevado a la 44, cuerpos celestes. El universo, de acuerdo con información
satelital y con los más recientes modelos de computador, es muy joven, plano como una
mesa y creado unos 13 700 millones de años atrás. A escala macrocósmica, esta planitud del
universo nos es difícil de imaginar. Podríamos compararla con las ondas producidas al arrojar
una roca sobre la superficie de un lago de agua quieta vistas desde una montaña, las cuales
serían apenas perceptibles. El espacio se crea a medida que se recorre. Más allá del espacio
está la nada, o quizás otra dimensión o universo del que formamos parte. (En términos
teológicos podría decirse que el universo se expande en el ámbito de Dios). La Vía Láctea es
nuestro gran barco espacial, con un diámetro de unos cien millones de años luz. Es una típica
galaxia en espiral, cuyos brazos giran a una velocidad promedio de unos 80 km/s. El sistema
planetario más próximo a nosotros es la Constelación de Orión, a escasos 300 millones de
años luz. Nuestro sistema solar se halla en uno de los extremos de la Vía Láctea y gira a
unos 220 km/s. Nuestro Sol es tan pequeño, que la estrella Betelgeuse, localizada a la
izquierda del trapecio inferior de Orión, tiene un tamaño cuyo diámetro ocuparía desde el
centro del Sol hasta la órbita de la Tierra.
Durante la segunda mitad del siglo XX y a partir del accidente de Roswell, se instalaron
enormes radioteles- copios en varios lugares, entre ellos la isla de Puerto Rico, los llanos de
San Agustín en Nuevo México, etc., con objeto de captar alguna señal inteligible desde
cualquier parte del cosmos. Milímetro a milímetro, día y noche, como el centinela a la puerta
de Pompeya, han estado escudriñando el universo sin descansar un instante. La respuesta
es sorprendente: ¡Ni una sola señal que pudiese provenir de una inteligencia inferior o
superior a la nuestra ha sido descubierta!
Estamos solos en el universo, inmensamente solos, pues el universo se expande sin cesar y
las galaxias se alejan unas de otras a velocidades cada vez mayores. Las posibilidades que
nos visiten seres de otros planetas son prácticamente nulas. En los límites del universo, las
estrellas alcanzan la velocidad de la luz. Una de las teorías afirma que al hacerlo no dejan
rastro de su propia luz, transformándose en energía pura. Sin embargo, independiente de la
velocidad que alcancen las estrellas, el consenso científico ha podido demostrar que la masa
permanece constante. Pero lo más extraño y sorprendente, es que los modelos matemáticos
y tridimensionales de computador, prueban que nuestro pequeño sistema solar está en el
centro de todo el universo explorado, con nuestra pequeña barquilla, la Tierra, como único
planeta conocido donde existe la vida inteligente. Esta joya tallada con esmero y con infinita
ternura, está a punto de ser destruida por el hombre, quien ha olvidado el don que le fue dado
gratis: la vida.
Argumento Cosmológico
La estrella más próxima a la Tierra es Alfa Centauro situada a 4,3 años luz (el Sol está
aproximadamente a 8 minutos luz de la Tierra). Si se observa por un telescopio se descubre
que es un sistema estelar triple y el tercero más brillante en el universo. Por otra parte no
sabemos si la estrella Alfa Centauro tiene un sistema planetario propio. Asumiendo que así
fuera, entonces hagamos los siguientes cálculos: Si consideramos que la luz viaja a una
velocidad de 300 000 km/segundo y el día está compuesto de 86 400 segundos, entonces un
año cuenta con 31 536 000 segundos y la estrella Alfa Centauro se encuentra a ¡9 460 800
000 000 kilómetros de la Tierra! Pero lo más asombroso, es que no existe un cuerpo físico
que pueda transportarse a una velocidad mayor que la de la luz, pues de acuerdo con la
teoría de la relatividad de Einstein, se convertiría en energía pura.
¡Por otra parte el único sistema solar detectado hasta ahora y el más próximo a la Tierra, se
encuentra a 19 años luz! En otras palabras, la distancia de la Tierra a ese sistema planetario
detectado es 4,4 veces la distancia de la Tierra a la estrella Alfa Centauro. ¡Con la tecnología
actual, asumiendo una nave que se desplazara a 300 000 km/hora demoraría más de 7
millones de años en llegar a la estrella Alfa Centauro y más de 31 millones de años en llegar
al sistema planetario más próximo! Por otra parte el sistema solar, a diferencia de la Tierra,
presenta condiciones climáticas extremas de frío y calor, falta de agua o de aire o abundancia
de gases tóxicos en los planetas y lunas sólidos. Las fotografías y los análisis geológicos,
químicos y espectrográficos parecen demostrarlo. La vida podría existir “encapsulada” sobre
la superficie o bajo ella, utilizando enormes domos en el primer caso o superestructuras y
túneles debidamente acondicionados en el segundo en Marte y en la Luna. Debido a los
gases tóxicos, alta actividad volcánica y temperaturas extremas de calor es menos probable
que exista en Venus. Mercurio es una masa de hierro con altas temperaturas debido a su
cercanía al Sol y su superficie presenta un innumerable número de cráteres que supone un
intenso bombardeo planetario de cometas y meteoritos, haciendo su escogencia muy
riesgosa y su superficie muy inhóspita para ser utilizada por una colonia de seres inteligentes.
Por supuesto es aún menos probable o casi imposible, que la vida exista en el resto de los
planetas gaseosos. Entonces nace la pregunta: ¿De dónde vienen los avistamientos
reportados cada año?
Todo ser humano ha visto o al menos oído hablar de un avistamiento durante el curso de su
vida. Cientos de libros se han escrito sobre el tema, algunos con fotos extraordinarias.
Informes de los avistamientos han sido hechos por personas en todas las épocas y en todos
los países, gente de todas las ocupaciones y profesiones, siendo algunos de los más creíbles
e interesantes los realizados en casi todos sus viajes al espacio por los mismos astronautas y
otros pilotos experimentados. Omitir las pruebas de un plumazo, sería el equivalente a tirar
por la borda el acopio de “verdad suficiente”. Sólo un necio haría semejante cosa,
escondiéndose por temor a conocer la extraña verdad que nos acompaña desde antaño. Es
por esta razón que le pido al lector se prepare conmigo en un recorrido por la espiral de la
vida y de la historia.
Argumento Teológico
Teológicamente esta simple verdad, hasta ahora demostrada, es la de haber sido escogidos
como seres inteligentes que poblamos uno de los planetas más pequeños del universo para
vivir el gran milagro de la redención. Si variaciones o mutaciones de nuestra especie se
encuentran en el presente o existieron en un pasado distante en otros sitios del sistema solar
es factible. Si “nosotros” provenimos como especie de alguno de esos lugares, o si alguna
antigua civilización terrestre pudo emigrar a esos sitios es parte fundamental de este libro.
Infortunadamente a los ojos de algunas grandes mentes científicas, ateos recalcitrantes o
creacionistas furibundos que descartan la evolución y las infinitas posibilidades permitidas en
el orden de la creación por parte de Dios, estas verdades o posibilidades son inaceptables e
incomprensibles. Sin duda, uno de los milagros más grandes es descubrir que somos el
eslabón más importante en la cadena de toda la creación.
Desde el punto de vista teológico sería injusto y absurdo que Dios padre en su plan divino
para la redención del género humano hubiese sacrificado a su único hijo Jesucristo sin que
los demás seres inteligentes del universo se hubiesen dado ni siquiera por enterados. Por
otra parte estamos hechos a imagen y semejanza de la segunda persona de la Santísima
Trinidad o sea Jesús.
La Matriz de la Forma
De acuerdo con los últimos descubrimientos del satélite WMAP lanzado en junio del 2001, el
universo es un “bebé” creado hace apenas 13 700 millones de años. Si aceptamos las teorías
vigentes, diríamos que el globo terrestre comenzó a formarse hace 4600 millones de años, la
vida organizada 600 millones de años, los reptiles unos 225 millones de años, los mamíferos
70 y el hombre unos 5-6 millones de años. (Sin embargo, se encuentran enormes agujeros en
relación con el momento de la aparición del hombre sobre el planeta). Aún así y a modo
ilustrativo, si todo este tiempo se redujera a un año, estaríamos viviendo en el último minuto
antes de la medianoche.
El plan de Dios en el universo parece repetirse en todas partes. Durante miles de millones de
años, desde su creación, el universo utiliza los mismos sistemas y patrones para “recrear”
diferentes formas y seres vivientes con un “programa activo” desde el momento inicial. De tal
manera que, si observamos el universo en forma macrocósmica, podremos descubrir cómo
las matrices de las estructuras galácticas suceden en el microcosmo. Dichas estructuras son
básicamente en espiral y helicoidales, siendo esta la forma que permite una expansión y un
crecimiento sin cesar, acomodando al mismo tiempo la mayor cantidad de materia (o de
información) en el mínimo de espacio posible. A pesar de su tamaño, en el universo nada se
desperdicia. Esas espirales y helicoides se encuentran también en forma molecular y de
diferentes tamaños dondequiera que exista o haya existido la vida. Otras formas más
puntuales como los claustros globulares también se repiten a nivel microcósmico. Basta ver
las frutas y cómo se agrupan las semillas en su interior, o los electrones y positrones
alrededor del núcleo del átomo. Las formas producidas que se obtienen de las múltiples
combinaciones y secuencias helicoidales cromosómicas son casi infinitas.
La evolución de las amonitas hace más de 400 millones de años y su consecuente extinción
hace 65 millones de años, nos dan una idea de lo antigua y lo efímera que es la vida sobre la
Tierra.
Cientos de recuentos fósiles como las amonitas nos recuerdan las galaxias en espiral. Otros
animales vivientes como el caballo de mar también. Estos últimos con propiedades de
mimetismo como los camaleones de diferentes especies. Lo mismo que sucede con los
cambios de color en el caballo de mar sucede con las galaxias, las cuales cambian de color
dependiendo de la cantidad de luz y calor, su composición y la cantidad de polvo cósmico que
las forma. La Nébula M-42 o Nébula del Caballo, vista con un telescopio semeja la cabeza de
este animal. Es una fábrica de estrellas la cual parece ser el origen del sistema solar. Es
también conocida como la espada o el falo de Orión.
Cometa Halley.
Ojo de buey de Mauritania, extraña formación rocosa que semeja un huracán terrestre, producida por convergencia del
viento y otros fenómenos de orden geológico.
Caracol.
Pentagrama, la matriz de la forma. Proporción áurea: 0,618 : 1 : 1618... etc. (Estudio geométrico del autor).
Caballo de mar.
La espiral de la vida, molécula de ADN, está formada por dos espirales alargadas y unidas entre sí por el código
genético.
El pentagrama, “la estrella del hombre”. (Grabado del autor, basado en un estudio de Miguel Ángel).
Sorprendente erupción solar. Fotografía tomada con luz ultravioleta desde la estación Skylab, 1973.
II. El pecado de Adán y Eva
El programa inicial del proceso creativo diseñado por Dios padre a fin de llevar al hombre de vuelta a él,
infortunadamente sufrió un tropiezo debido a alguien, a quien conocemos como el espíritu del mal,
quien se interpuso en el camino, corrompiendo el árbol de la creación. El hombre, al perder su rumbo
varias veces durante la historia, debió ser corregido y ayudado por su Creador.
Si el pecado de Adán fue el sexual, la Biblia no lo dice, ni la ciencia de la teología parece explicarlo con
certeza. En el sexto día de la creación la orden de Dios a la primera pareja fue: “... creced y
multiplicaos...”. Esa orden no parece impedir el acto sexual, ni la Biblia explica si esa orden fue dada
antes o después del pecado original. El hecho que nuestros primeros padres, después de comer del
Árbol de la vida y de la ciencia del bien y del mal hubiesen sentido vergüenza a diferencia de los demás
animales, es sorprendente. ¿A qué se refiere la Biblia cuando habla del árbol en medio del jardín del
edén? ¿Se refiere la Biblia no a un árbol físico sino a uno simbólico? ¿Es Eva, el fruto en sí misma y la
tentación sexual consentida, el fruto prohibido al que se refiere la Biblia? Tampoco la teología parece
explicarlo con certeza. ¿Fue el acto sexual el que despertó la conciencia del bien y del mal? Esto último
tampoco parece muy probable, pues en esa instancia, todo el reino animal y vegetal tendría conciencia
del bien y del mal y de alguna manera un juicio moral sobre sus acciones, lo cual tampoco parece ser el
caso. Por otra parte, Eva comió primero y luego le dio a Adán del mismo fruto. Si el considerando sigue
siendo el sexual, esto podría indicar que Eva realizó un acto de masturbación y luego le propuso a Adán
lo mismo. La Biblia en ninguna parte se refiere a la masturbación en forma explícita y lo más próximo a
ella es el famoso pecado de Onán, a quien castigó Dios con la muerte por eyacular fuera de la vagina
de su mujer.
Si por otra parte, existió un árbol físico, ¿cuál era ese cuyas frutas proporcionaban tanto conocimiento?
Algunas sustancias psicotrópicas y alucinógenas parecen despertar un estado de conciencia, diferente
al normal, alterando la percepción y estimulando ciertas áreas del cerebro, en donde las personas ven
cambios de formas y colores, experimentan también olores y sonidos y llegan a entablar inclusive
diálogos con diferentes entes de la naturaleza. ¿Se refiere a esto la Biblia? Ciertos brujos y chamanes
utilizan plantas y brebajes para realizar viajes astrales. El uso del mezcal y del yagé, así como el de
ciertos hongos y frutos desconocidos, producen esos efectos. Tampoco, ni la teología, ni la ciencia
hasta la hora presente, parecen ofrecer las respuestas.
Las preguntas en relación con estos tres primeros capítulos del Génesis son interminables. La siguiente
persona que alteró su estado de conciencia de acuerdo con el relato bíblico fue Noé, el cual sufrió una
fuerte intoxicación de alcohol propiciada por sus hijas, sin embargo Dios le permitió este escape de la
realidad, sin reproches de ninguna índole, después de la terrible experiencia del diluvio. Esto hace
pensar que en el caso de Adán, un escape de la realidad parece no ser la causa del enfado de Dios. Si
bien fue la mujer la que llevó a Adán a comer del fruto prohibido, esta a su vez fue sometida por alguien
muy poderoso que logró convencerla y ese alguien, de acuerdo con la Biblia, fue la serpiente antigua, el
demonio o Satanás. ¿Y cuál fue, en últimas, la promesa de la serpiente? Ahí quizás está la clave del
pecado que llevó a la desobediencia del mandato divino. Las palabras de la serpiente fueron: “Si coméis
seréis como dioses...”.
De nuevo, este capítulo del Génesis nos remonta a un tiempo aún más antiguo, el de la rebelión de los
ángeles.
Según san Agustín, el grito de san Miguel que le ganó un salto en el escalafón divino, pues fue
ascendido del coro de los arcángeles al coro de los principados, el cual se halla por encima del coro de
las virtudes fue en respuesta al acto de Luzbel al creerse como Dios. Su grito de quién como Dios llenó
los confines de todo el mundo espiritual, creado antes que el mundo material. Fue un grito que ocurrió
en un solo pensamiento, con absoluta voluntad y en completa libertad. Un grito del cual todo el universo
guarda memoria desde entonces.
Y de nuevo salta ante nuestros ojos la pregunta: ¿Cuál es esa cualidad o atributo de Dios que los
hombres hoy en día no tenemos sobre la Tierra? La respuesta es muy simple: Desde el punto de vista
físico ¡LA ETERNIDAD! Sin embargo, esta verdad tampoco es concordante con el relato bíblico, ya que
el hombre en el paraíso no estaba sujeto a la muerte y en todo lo demás se asemejaba a su Creador.
Esta última es quizás la única posibilidad de encontrar la verdadera pista de la tentación. El ser como
Dios, no es lo mismo que parecerse a él. La ciencia ha engañado al hombre hasta el punto de hacerle
creer que todo es posible. Esta falsa luz tiene al mundo al borde del descalabro químico y nuclear. La
paternidad y el poder de crear son los grandes atributos de Dios que el hombre tiene en su propia
medida. Él es el Creador por excelencia y este es uno de sus grandes atributos: poder crear de la nada.
Esto lo hace todopoderoso y esto hace que para él nada sea imposible.
La lucha desesperada de algunos hombres por permanecer preservados después de la muerte a fin de
ser despertados o resucitados en un futuro, según ellos no muy distante, es impresionante. Los bancos
de muertos congelados son inmensos y el costo de este nuevo estilo de ÔmomificaciónÕ asciende a
cifras descomunales. Estos nuevos faraones de los tiempos modernos tal vez no vean nunca una
respuesta en estas técnicas.
La curiosidad humana inspirada muchas veces por fuerzas oscuras ha llevado al hombre desde tiempo
inmemorial a querer emular a su Creador. Desde el Génesis está en juego esta lucha en la que Dios le
cierra el paso al hombre en ciertas áreas cuando pretende emularlo.
El hecho de que alguna raza antigua con tecnología desconocida o utilizando la magia, hubiera
intentado crear engendros, no es irrazonable y por el contrario, es altamente probable como lo
demuestran las “pruebas erráticas”. La magia no es otra cosa que tratar de lograr con artificios
contaminantes y de contacto lo que no se puede con la ciencia y la razón.
La ira de Dios se manifiesta cuando después que Adán y Eva comieran del “Árbol de la vida y de la
ciencia del bien y del mal” los expulsa del paraíso diciéndoles:
Génesis 3.
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nos (se refiere a Dios uno y trino) sabiendo el
bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y
viva para siempre.
23 Y sacolo Jehová del huerto de edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de edén querubines, y una espada
encendida que se revolvía a todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
En otras palabras, el hombre estuvo a punto de tener éxito en su intento en el pasado y está recorriendo
los mismos pasos en el presente. Pretender recrear la vida humana en el laboratorio o en la mesa de
disección no es cosa nueva, pero las consecuencias no se harán esperar. La Biblia es muy clara
cuando habla de la ciencia del bien y del mal. Saber diferenciar la ciencia que nos conviene de la que
no nos conviene es a veces muy difícil. Si el descubrimiento de la energía atómica es bueno o malo,
está por verse. Hasta ahora son más los muertos que ha producido que los enfermos que ha salvado.
Es sorprendente sin embargo, como los mitos de la serpiente, el de Adán y Eva, el del diluvio universal
y el del jardín del edén, en el que en muchos pueblos parece confundirse con el relato de la Atlántida,
se encuentran en casi todas las culturas y en todos los continentes a lo largo de la historia. Algunos de
estos mitos nos dejan perplejos por la forma y la simpleza como están narrados, recordándonos que
detrás de cada mito se esconde una historia verdadera.
Cuando el hombre juega a Dios o altera el curso normal de la naturaleza, ineludiblemente sufre las
consecuencias. Toda acción es susceptible de una reacción y esto es lo que los científicos llaman el
“efecto mariposa”, en donde si uno de esos insectos mueve sus alas aquí, su efecto se sentirá en Pekín.
Algunas mutaciones sufridas por parte de la raza humana en un pasado no muy distante probarán lo
que afirmo. Hoy en día, las mutaciones o adaptaciones realizadas al azar (Dios) por la naturaleza, el
hombre pretende hacerlas él mismo. Todos conocemos ejemplos de manipulación genética y sentimos
miedo y asombro al enterarnos. Si el sida forma parte de la cadena de una de las grandes
conspiraciones americanas, habiendo sido creado en un laboratorio para ser luego utilizado por la CIA
culpando a monos africanos por semejante descalabro, siembra dudas sobre las resultantes de ese
juego peligroso que sólo Dios maneja sin equivocarse.
Hace pocos días fue anunciado un descubrimiento en el que algunos científicos canadienses del
departamento de biogenética de la Universidad de McGill lograron manipular los genes de cabra,
insertándoles uno de los de la araña productora de hilos de seda. El resultado pudo verse en la
televisión. La leche tratada de estas cabras produce un filamento más grueso que un cabello humano,
de altísima resistencia y muy poco peso con el cual se fabricarán chalecos antibalas y servirá para
múltiples fines médicos y espaciales, en virtud de sus características de resistencia y liviandad. Este
caso aparentemente beneficioso, aún deja dudas en cuanto a los resultados y futuras consecuencias
fuera del control humano. Las escasas 26 abejas alteradas genéticamente que se escaparon de una
caja en un accidente en el Brasil, dieron origen al terrible flagelo de la abeja africana que hoy día ha
invadido a varios continentes. Esa “especie de langosta” se halla bajo el control del rey del abismo cuyo
nombre en hebreo es Abaddón y en griego es Apolyión y está descrita en detalle en el Apocalipsis de
san Juan. (Apolo es considerado el rey de las abejas).
Actualmente, más de la mitad de los alimentos que consumimos son de origen transgénico y algunas
veces, ingerirlos, puede causar modificaciones orgánicas, mutaciones e inclusive la muerte. A todo esto
hace referencia el libro del Apocalipsis del apóstol Juan, cuando habla de cómo al final de los tiempos
muchos sellos serán rotos y en consecuencia lo secreto será conocido y viceversa, lo conocido será
sellado y olvidado para siempre. Uno de esos sellos rotos o secretos descubiertos, a los que se refiere
de una manera más específica el apóstol y uno de los mensajes proféticos conocidos en la Iglesia
católica como las profecías de La Salette o mensajes dados por la Virgen María en ese lugar de
Francia, en 1846 a los pastorcitos Melania y Maximino, se refieren a la clonación, al uso equivocado de
tecnología digital y a los efectos del satanismo entre otras cosas.
Al escribir estas líneas, se está debatiendo la clonación y el espectro del engendro diabólico de
Frankenstein está sobre el tapete. Las aterradoras predicciones de Aldous Huxley están a la vuelta de la
esquina. La producción en masa de ejércitos clonados es una realidad que se cierne como una espada
de Damocles sobre el futuro de la humanidad. Las fábricas de cuerpos humanos para utilizar sus
órganos han comenzado y, en consecuencia, el cuerpo humano se ha convertido en un producto
desechable.
Si los cuerpos clonados tienen alma o no, es materia de un debate teológico difícil de discernir. La mejor
opinión se encuentra en los mensajes de la Virgen en La Salette: “Al final de los tiempos, se hará
ÔresucitarÕ a personas que habían muerto en el pasado, las cuales parecerán tener sus almas como
ÔcosidasÕ a sus cuerpos”. Serán las almas de los condenados. Estos cuerpos estarán asistidos por las
legiones del infierno y harán la guerra contra los justos, contra el ejército del verdadero Cristo.
Según los inventores y promotores del nuevo sistema de clonación, ellos mismos se comparan con
Galileo, justificando su afán de protagonismo con unas filosofías bastante oscuras. La clonación
humana por transferencia nuclear ya es posible y los científicos que pretenden llevarla a cabo,
anunciaron por televisión el nacimiento del primer bebé clonado el 27 de diciembre del año 2002, el cual
tuvo lugar en alguna parte de la ciudad de Hollywood en el estado de la Florida. Esta fecha trágica será
recordada por la humanidad. Algunos experimentos han sido llevados a cabo en aguas internacionales
a fin de desconocer la autoridad de los gobiernos que se oponen a la clonación. Pero existen tres
aspectos que llaman poderosamente la atención: Por una parte, los gobiernos opositores, comenzando
por los de Gran Bretaña y Estados Unidos, apoyan legislaciones con una doble moral que permiten la
manipulación de embriones humanos para ser usados en la medicina, y por otra, una de las científicas
que pretende llevar a cabo este proceso dice pertenecer a una secta llamada los “Raelitas”, los cuales
afirman tener conocimiento de que estos experimentos ya se realizaron en un pasado muy antiguo, por
unos seres extraterrestres llamados los “Elohim” (¿dioses?, sobre este punto haré un completo análisis
cuando lleguemos a la cultura sumeria). Recordemos que la palabra Elohim se refiere únicamente a
Dios y es uno de sus nombres. Por último, el hecho de que el hombre esté buscando con la clonación
convertirse en un ser eterno, es un derecho que perdió desde la prehistoria.
Recientemente el Parlamento inglés aprobó una ley que permite la clonación de embriones para que
sus tejidos, y seguramente en un futuro muy próximo sus órganos, sean utilizados por otros seres
humanos. Esta práctica no está distante del canibalismo ritual practicado por otras culturas, en donde la
mutilación y asesinato de unos asegura la supervivencia de otros. La crueldad disfrazada de ciencia no
tiene límites y los que la padecen son siempre los más indefensos. Reducir el término de niño o humano
no nacido al de ÔembriónÕ, con objeto de esconder un crimen monstruoso, no tiene justificación moral
alguna. Pretender que esos embriones no sienten y no son seres iguales a nosotros es una de las
razones por las cuales Dios destruyó varias veces en el pasado la raza humana.
Las recientes teorías sobre la desaparición de culturas milenarias como la atlante, coincidente con el
mito del diluvio universal hace unos 12 000 años, la maya hace 1200 años, la minoica hace 3400 años o
la del paso del antiguo Egipto al nuevo imperio hace 4500 años, esta última después de la muerte del
faraón Keops, son apocalipsis que han afectado algunas veces a la Tierra entera y en particular a las
regiones donde se asentaban dichas culturas, siendo sus causas de diversa índole.
El terrible flagelo de la sequía, hoy día relativamente desconocido a la escala que provocó la
desaparición de algunas culturas, terminó literalmente con la vida de 11 millones de mayas en un
período de aproximadamente dos años y llevó al canibalismo ritual y no ritual, en el que muchos padres
llegaron a comerse a sus propios hijos. Hasta hoy en día se recuerda este terrible castigo de la
naturaleza y se ofrecen ofrendas a Dios, en una mezcla de antiguo paganismo y cristianismo, para
evitar que este azote llegue de nuevo.
Los vestigios de esqueletos desenterrados muestran cómo los más débiles, ancianos, mujeres y niños,
fueron asesinados brutalmente por una raza y una cultura que no tuvo qué comer ni adónde ir, pues no
se observan signos de una migración masiva a parte alguna. Los mayas dependían de enormes
estanques de agua que debían llenarse en el invierno durante seis meses, pues en su territorio, el cual
estaba lejos del mar, no había ni ríos, ni lagos. Sus ciudades con la floreciente y espléndida Tikal a la
cabeza, contaban con plazas y calles diseñadas para recoger la mayor cantidad de agua posible y al no
ser así, sobrevino la catástrofe más grande que se recuerde en Centroamérica, en lo que es hoy día
territorio nicaragüense.
Sin embargo, esta sequía que pudo haber sido causada por fenómenos como la Corriente del Niño, es
muy diferente al fenómeno que dio lugar a la que terminó con miles de vidas en la isla de Creta y
conllevó al incendio del palacio de Knósos con su famoso laberinto del Minotauro. La destrucción de
miles, tal vez con cifras superiores al millón de cretenses, se debió a la erupción del volcán de la isla de
Tera, el cual literalmente borró parte de esa isla situada a sólo 100 kilómetros de Creta, elevando
columnas de humo y gases cargados de rocas, azufre y cenizas a una altura de 36 kilómetros. Esta
catástrofe también llevó al canibalismo en donde los padres se comieron a sus hijos, ya fuera por
necesidad o para aplacar la ira de los dioses.
Vasijas con huesos de niños y conchas marinas entremezcladas, dejan ver cómo se utilizaron pedazos
de pequeños cuerpos humanos para preparar esta cocción de carácter posiblemente ritual. Una especie
de bárbara comunión cruenta utilizada para aplacar la ira de los dioses. Siglos después, Jesús, el
carpintero de Galilea, transformaría su propio sacrificio cruento en uno incruento, un día antes de su
propia pasión, en lo que los católicos, ortodoxos y algunas iglesias protestantes practican durante la
misa y es conocido como el sacramento de la eucaristía, o sea, sin derramamiento de sangre. Este fue
uno de los grandes inventos del Dios-hombre conocido también como uno de los dos grandes
sacramentos del amor. El otro es la confesión. Creta después de la erupción nunca volvió a ser la
misma y su floreciente cultura de la edad del bronce se debilitó a tal punto que los cretenses fueron
posteriormente conquistados por los griegos.
Más extraña aún fue la desaparición y el cambio repentino sufrido por la cultura del antiguo Egipto hace
unos 4500 años. Las pistas se encontraron en bajorrelieves magníficamente preservados en los pilares
de la tumba de un gobernador del Alto Egipto. Allí se describe en detalle cómo la sequía terminó con la
vida de millares de egipcios y muestra, también, sacrificios humanos en donde se describe cómo los
padres llegaron a comerse a sus propios hijos. Este fin inesperado de los más débiles que hoy día nos
repugna y rechazamos, escasamente cabe en nuestra imaginación. Enorme debió ser el sufrimiento de
esas gentes con la sequía, que las llevó a cometer uno de los crímenes más detestables de la
humanidad. De acuerdo con recientes estudios, se puede demostrar cómo en ese tiempo, un lago o
depresión que se llenaba durante las crecientes del Nilo y que servía en épocas de verano para
regularizar su cauce o como reserva de agua, no lo hizo en esos años. El único afluente del Nilo Azul es
el Nilo Blanco que desciende de las montañas de Etiopía, cargado de limo. Si por alguna razón no llovió
en Etiopía por aquel entonces, el caudal del Nilo fue fuertemente afectado lo mismo que las cosechas.
Si por otra parte, la sequía se originó en el centro del África, disminuyéndose el nivel de aguas del lago
Victoria, la catarata de salida que es el punto de origen del Nilo Azul, se debió reducir o desaparecer por
completo y los pantanos de Dehir-el-Bahari debieron secarse por un tiempo. El inclemente desierto y las
tormentas de arena hicieron el resto.
Por último, cabe citar otro apocalipsis con la desaparición de Sodoma y Gomorra el cual consistió,
según la Biblia, en una lluvia de piedras y fuego caídas del cielo, hechos confirmados por el mismo
Cristo en Lucas 17, 26-29. Algunos científicos pretenden probar la existencia de un terremoto escala 6
(que sin duda existió) y que debido a este último, se produjo una ÔlicuefacciónÕ del terreno, con
enormes grietas que permitieron el escape de gas metano el cual se incendió en su contacto con la
atmósfera, dando según ellos, la apariencia de una lluvia de fuego. Por otra parte la ÔlicuefacciónÕ
explicaría la desaparición de los vestigios de las ciudades debido a su deslizamiento varios kilómetros,
hasta el fondo del mar Muerto, no quedando ningún sobreviviente a excepción de Lot y de sus hijos,
pues su mujer, como cita la Biblia, quedó reducida a una estatua de sal, al detenerse, movida por la
curiosidad, para mirar hacia atrás.
Todo esto pudo haber sido posible; sin embargo, no creo que el terremoto fuera la causa primaria de la
destrucción de Sodoma y Gomorra, así como improbable que las sequías hubiesen sido por sí mismas
las causas iniciales de la desaparición de culturas milenarias. Algo más produjo sequías de esta
naturaleza e inclusive pudo haber llegado a precipitar la erupción del volcán de la isla de Tera aunque,
en este último caso, la erupción pudo haber sido la causa primaria de la destrucción de la cultura
minoica. Es curioso que en ninguno de estos casos citados, los científicos hayan llegado ni siquiera a
especular con un posible fenómeno de origen cósmico.
¿Por qué? La obstinación científica a veces es inexplicable. Ni las mismas palabras contenidas en el
Antiguo Testamento, ni la certificación de Jesús en Lucas 17, 26-29 parece ser suficiente cuando dice:
26 “Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. 27 Comían,
bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo
perecer a todos. 28 Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían,
plantaban, construían. 29 Pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo
y los hizo perecer a todos...”.
Cabe anotar aquí cómo el hombre primitivo, después de lograr encender el fuego o encontrarlo por
accidente ya prendido, trataba de conservarlo. Para ello dejaba encargada a su compañera o a
miembros de su grupo, debiendo regresar después de la caza a su lugar de partida. En ciertas zonas
selváticas o bosques y parajes desconocidos, se movía en las direcciones norte-sur, oriente-occidente,
a fin de no perder el rumbo. Por esta razón podría decirse que el fuego se hallaba en la intersección de
esos dos caminos que se cruzaban en ángulos rectos. Con el tiempo el fuego fue protegido bajo una
forma para evitar que se apagara. En algunas partes simplemente era conservado en el interior de una
gran cueva, en otras como en el Amazonas de clima muy lluvioso dio origen a la maloca, ese kiosco
gigantesco bajo el cual cabe toda la tribu alrededor del elemento sagrado y de la cual parten cuatro
caminos hacia los puntos cardinales. En otros lugares, los ángulos rectos dieron origen al ágora, al foro
y a la plaza. El resto es historia. De allí en adelante el hombre aprendió a extender su hábitat en
cuadrados y en rectángulos.
Podría decirse entonces, que el fuego es el origen del cuadrado, la forma humana y varonil por
excelencia. Las invariables del islam ya reconocían lo segundo desde el año 1000 d. C. Otros animales
usan formas habitacionales muy precisas como la abeja y otras colonias desarrollos habitacionales
complejos como es el caso de las hormigas. Los mamíferos y otras especies, a excepción del hombre,
parecen no preocuparse de ninguna forma habitacional en particular y en esto el ser humano se parece
más a esos insectos que a otras especies.
Sin embargo, la historia da saltos inverosímiles. El monumental complejo religioso de Angkor Wat en
Camboya, construido por el rey Suryavarmán II en el siglo xii, es una síntesis en piedra de la
cosmología hindú y está dedicado al dios Visnú. Es el monumento religioso más extenso que se
conoce. Su construcción se realizó por espacio de 30 años y cubre un área de 850 000 m2 (850 m x
1000 m), conformando un inmenso rectángulo, con un foso que lo rodea de 5 km de largo y al cual se
accede por un viaducto de 475 metros de longitud. Lo más insólito es que este foso simboliza el mar
inicial o primario. Este hecho nos deja perplejos si consideramos su localización en medio de la selva, a
cientos de kilómetros de cualquier costa. Este complejo funerario que guarda el sepulcro del rey, está
orientado al oeste en honor a la muerte, siendo este hecho el contrario a lo acostumbrado por los
templos hindúes, los cuales están orientados al este. Esta relación con la cultura de la muerte recuerda
la cultura egipcia, en donde los templos funerarios del imperio medio en adelante, se encuentran en la
margen occidental del Nilo por la misma razón.
El centro lo forma una flor de loto simbolizando los cinco picos del monte Meru, donde residen los
dioses que dieron origen a la creación. De estas cinco torres, la central, con inmensas cabezas, se
destaca como una gran protuberancia a manera de cúpula o torre más alta que las otras. Las cabezas
miran los puntos cardinales y las tres terrazas cuadradas que las encierran, a manera de mudos
testigos de esa forma primaria y humana por excelencia que es el cuadrado. Parecen explorar en forma
serena el paisaje en medio de la selva húmeda. Estas extrañas remembranzas demuestran el deseo de
un pueblo de preservar de alguna manera un recuerdo y unas tradiciones milenarias guardadas en
forma fragmentada de una religión con mezcla o amalgama de otras como el budismo y con raíces
mucho más antiguas.
Más allá del mar, en Tiahuanaco, hace unos 12 000 años, las cabezas se asomaban de los muros en
piedra del templo, sirviendo también como mudos testigos de la grandeza de los reyes que lo
construyeron.
Otra leyenda muy antigua de El Dorado se encuentra en el sur de Chile, la cual describe una ciudad
mágica cuyas calles y palacios son de oro sólido. La ciudad es invisible y los viajeros que la encuentran,
una vez que la abandonan, olvidan cómo llegaron allí.
El productor de cine de la película Atlantis de Walt Disney, consciente de todo esto, trabajó en forma
magistral para llevarle a los niños y adultos de esta generación, una síntesis de las ramificaciones de la
cultura atlante utilizando los templos de Angkor Wat para explicar y coronar su mensaje.
Talla desconocida en marfil de Ghiberti, que muestra en forma dramática la pérdida de la eternidad. (Fotografía de
Santiago Martínez Delgado, padre del autor).
San Miguel arcángel, príncipe de la milicia celestial.
Manos-caracol, pictograma del autor que advierte sobre los peligros de la clonación y de la guerra nuclear y
bacteriológica.
Frescos, interior de la pirámide de Tikal, lugar donde se celebraban ritos canibalescos.
El mapa prehistórico de las cuatro regiones del mundo, recuerda la Jerusalén celeste. Otra interpretación, en razón de
los ángulos rectos, sería la de ser el plano de una ciudad amurallada con un escape en el extremo superior derecho.
Podría decirse que el asentamiento más antiguo conocido con ángulos rectos es el de Korsabab. En el centro se
localizaría el templo-palacio-fortaleza. La idea de las cuatro puertas de acceso sobre los cuatro puntos cardinales es
conocida desde la Antigüedad. Muchos pueblos y ciudades se desarrollaron sobre la intersección de dos caminos. Así
nació el ágora griega y tuvo su origen el foro romano. Con la misma orientación norte-sur, oriente-occidente, está
descrita en la Biblia la Jerusalén celeste.
Detalle de antigua alfombra persa de Pokhara. Recuerda el mapa prehistórico de las cuatro regiones del mundo y ese
inconsciente ancestral con el fuego como centro en el cruce de dos caminos y punto de partida de todas las formas
humanas.
Camboya, complejo religioso de Angkor Wat, siglo XII. Cl, Laousse.
Vaso de la cultura Mochica, desarrollada entre los siglos i y vii en el Perú. Las criaturas pintadas sobre la espiral
ascendente son simplemente decorativas; sin embargo, la figura femenina (Venus) elaboradamente vestida y coronada
en un recinto que simboliza un templo o palacio recuerda la Torre de Babel. La diosa Venus, Ishtar o Isis fue también
venerada por los egipcios. Colección Nathan Cummings, Chicago.
III. Las teorías más aceptadas sobre el origen de la humanidad...
Está en la esencia misma del hombre así como en la de todo animal el buscar comunicarse
con mecanismos distintos. Los camaleones de Madagascar se comunican con cambios de
color; los mosquitos y otras especies de insectos con sonidos de diferente longitud de onda
producidos por las alas, los cuales son recogidos por las antenas del interlocutor; los
elefantes y las ballenas con sonidos de onda larga capaces de ser percibidos a cientos y en
algunos casos a miles de kilómetros de distancia; algunas especies de pájaros de las islas
Galápagos con sus chillidos o inflando enormes bolsas de aire de color rojo debajo del cuello
durante la época del apareamiento; los mamíferos y cientos de otras especies, tanto animales
como vegetales, con olores y colores de gran diversidad, y así sucesivamente, la lista sería
interminable. Las especies se extinguirían si no pudieran comunicarse. El arte de la
supervivencia se encuentra en el arte de la comunicación.
El Dr. Leakey deslumbró al mundo científico durante la segunda mitad del siglo XX con
teorías y hallazgos que hoy día nos parecen ingenuos o insuficientes; sin embargo, es gracias
a personas como él, que la ciencia de la antropología ha logrado avanzar poco a poco, a
paso de tortuga, mientras que la de los avances tecnológicos va más rápida. ¿Por qué esta
diferencia? Esta simple pregunta me la he hecho cientos de veces durante los últimos años y
la respuesta aparece como una constante: El miedo al ridículo y las escasas “pruebas
erráticas” que existen, no son sustento para mentes brillantes que se sienten seguras en su
medio científico o académico. Por otra parte ÔalgoÕ sucedió a mediados del siglo XX que
impulsó en forma descomunal el avance tecnológico y ese ÔalgoÕ no fue otra cosa que el
incidente o más bien accidente de Roswell al cual me referiré en detalle más adelante.
Sin tener en cuenta las “pruebas erráticas” que pueden desmoronar el enorme edificio
científico, en donde muchos sabios se sienten cómodos y seguros, África está en la mira
como el origen de la raza humana y Asia como la cuna de la civilización. Estas diferencias
establecidas entre la más antigua y la más sabia son sospechosas, pues permanentemente
se encuentran pistas tecnológicas y de fragmentos fósiles que nos dejan perplejos. Los
hombres de Java y de Pekín pueden tener 500 000 años y son considerados ancestros
próximos al Homo Sapiens, mientras que otras evidencias encontradas en la China lo
mueven a 1 millón de años atrás. Las cifras normalmente aceptadas para establecer un
antepasado que ya caminaba en forma erecta y tenía dientes parecidos a los nuestros, se
remontan a 1 700 000 años. El siguiente paso o sea la época aceptada para la aparición del
hombre, con características que lo establecen definitivamente como de la familia de los
homínidos, a diferencia de la familia de los simios, es de 1 400 000 años, a comienzos del
último período de formación de la Tierra o período cuaternario.
Sin embargo, estas afirmaciones fueron desbaratadas hace pocos días por Yohannes Haile
Selassie, un joven etíope, estudiante de antropología que en 1977 encontró a 225 km de
Addis Abeba, en una zona árida y rocosa los restos de una mandíbula inferior que puso los
orígenes del Homo Erectus entre 5,2 y 5,8 millones de años atrás. Desde entonces se han
encontrado los restos de manos, pies y brazos de 11 individuos, atrapados en sedimentos de
ceniza volcánica. Es llamativo el hecho que no se hubieran encontrado cráneos u otras partes
del cuerpo, dando a suponer festines canibalescos. Este caso se asemeja a los hallazgos
más recientes de los restos humanos en desorden de la cultura moche en el Perú.
Según las evidencias encontradas, lo que marcó la diferencia fundamental en un principio, fue
el bipedalismo. Aunque aparentemente las ventajas de caminar en cuatro patas son muchas,
las ventajas de hacerlo en dos debieron ser mayores y esto hizo que la costumbre persistiera
y la especie evolucionara. Sin embargo, el proceso evolutivo aún continúa. En ciertos países
y en particular en los Estados Unidos, la ciencia de la quiropráctica pretende completar el
camino que aún le falta a la evolución. Al menos el 30 por 100 de la población mundial sufre
de dolor de espalda y las lesiones en la columna son comunes en la especie humana debido
al bipedalismo. Con la edad, los cartílagos de los huesos de la columna se aplastan y las
vértebras se sueldan formando una estructura rígida. Es común encontrarse con lesiones o
hernias entre la tercera y la quinta vértebra lumbar.
Si caminar en dos pies es nuestro destino, ¿qué sucedería si una pequeña parte aislada de
nuestra especie no hubiese tenido que utilizar las piernas para recorrer grandes distancias y
se hubiese visto forzada a permanecer sentada, recorriendo sólo pequeños trechos, durante
cientos o miles de años? La respuesta se encuentra en un estudio realizado por la Academia
de Ciencias Soviética sobre la posible evolución del hombre del futuro (¿o también del
pasado?). Esta descripción puede ser comparada con la de los humanoides
(¿extraterrestres?) recuperados del accidente de Roswell. Tan pronto el estudiante etíope
publicó sus estudios, un equipo de franceses puso de manifiesto la evidencia de tener
pruebas de Homo Erectus de 6 millones de años. En esta competencia de fechas, parecemos
ignorar de nuevo las pruebas erráticas.
Para el lector lego en estos asuntos, bástele saber que lo que se creía en el siglo XIX, ser el
antepasado más antiguo del hombre con escasos 50 000 años ha saltado recientemente a
una cifra para muchos desconcertante. Pero para sorpresa del Dr. Leakey, las llamadas
“pruebas erráticas” ponen en serias dudas y derrumban las bases arqueológicas y
antropológicas aceptadas actualmente. Si el hombre desciende del “pleisidapis”, esa especie
de ardilla gigante que existió hace más de 70 millones de años o si el hombre de Neanderthal
desapareció exterminado por el de Cro-Magnon hace escasos 30 mil años, sirve para ilustrar
en parte uno de los aspectos de este libro. (A pesar de la xenofobia de algunos científicos,
personalmente creo que la raza humana tiene algunas características del Neanderthal y que
la mezcla ocasional con el Cro-Magnon fue inevitable). Con el hallazgo de “pruebas erráticas”
en todos los continentes, el origen del Homo Genu y del Homo Sapiens se remonta a épocas
muchísimo más antiguas que las propuestas, en donde el pleisidapis es joven, comparado
con el origen del hombre.
¿Evolución o involución?
La Exposición de Viena entre finales del año 2001 y comienzos del 2002, mostró cientos de
objetos antiquísimos de origen desconocido, muchos de los cuales presentaban extrañas
tecnologías y otros ponían de manifiesto el hecho irrefutable sobre el origen del hombre, el
cual es mucho más antiguo de lo que se pensaba.
Existe una gran diferencia entre un vestigio humano petrificado, uno fosilizado y uno
momificado.
La cabeza del hombre de Pompeya es un vestigio humano petrificado. La cabeza cubierta por
la lava, al enfriarse en su contacto con el aire, se conservó en forma casi intacta. Una especie
de momia de piedra con un proceso muy original y con escasos 2000 años. Recientemente
Discovery Channel pretendió demostrar una teoría de acuerdo con estudios con el ADN de
una serie de individuos, según la cual todo linaje humano provenía del mismo grupo o pareja
única la cual tuvo su asiento hace unos 126-128 mil años en el África meridional. El asunto
despertó mi curiosidad de inmediato. Si bien es cierto que el linaje humano puede trazarse
con muestras de ADN hasta un lugar específico, la pregunta que queda por contestar es si la
primera pareja humana tuvo su asiento en ese lugar y si no existieron otros grupos humanos
mucho más antiguos, provenientes de una pareja única, que desaparecieron o que tuvieron
su asiento en otra parte. La Biblia afirma que el paraíso terrenal estuvo localizado en otro
lugar, entre los valles del Tigris y el Eufrates, pero el clima, la lluvia, la resequedad, los
vientos, las guerras, los procesos de sedimentación y el paso de los siglos parecen haber
escondido toda huella. La reciente guerra de Estados Unidos con Irak, sepultó aún más
nuestro pasado, con las bombas y la destrucción causada por las mismas. En Bagdad existe
un árbol plantado en el supuesto lugar donde existió el paraíso terrenal, pero de ahí a la
verdad, hay un camino insondable que recorrer.
La fosilización es un proceso diferente y muy lento, el cual tarda millones de años y supone
que el objeto orgánico es recubierto por capas de arena y sales en un proceso sedimentario
sometido a grandes presiones que terminan convirtiendo o intercambiando el compuesto
molecular orgánico en compuestos de carbón, o sea en carbonatos de calcio. Es fácil
desintegrar un fósil si se somete a una inmersión en ácido como por ejemplo, ácido sulfúrico,
ácido muriático o simple jugo de limón. Los fósiles de amonitas más recientes que
conocemos tienen unos 40 millones de años.
Según los estudios adelantados por el diseñador Jaime Gutiérrez, las manos fosilizadas, que
han sido examinadas por universidades y laboratorios norteamericanos, pueden tener una
antigüedad de unos 130 millones de años. Esto es asombroso si consideramos las teorías y
los hallazgos sobre la evolución humana. Entonces cabe la pregunta: ¿En qué queda el
andamiaje científico? Esta formidable prueba errática es una más que va lentamente
armando el otro rompecabezas de la historia. Un rompecabezas más antiguo, complejo y
misterioso de lo jamás imaginado. Es como si una mano poderosa hubiese borrado todo trazo
y escondido el camino para que no lo encontráramos. Es como si el ángel descrito en el
Génesis hubiese defendido con su Ôespada de fuegoÕ el camino de regreso a esa historia
del paraíso perdido y desaparecido en el tiempo. Es como si cada intento fallido del hombre
en su búsqueda de la eternidad hubiese sido sepultado y sellada su tumba para siempre, por
la misma mano que hundió la Atlántida y las ciudades de Sodoma y Gomorra en el apogeo de
su desenfreno.
Al utilizar una de las huellas fosilizadas dejadas por una mano (también parte de la
Exposición de Viena), como si fuera un molde, obtuve la reconstrucción de la misma con
resultados sorprendentes. La mano semejaba la de un niño o adolescente en donde los
dedos índice y medio parecían haberse hundido con más fuerza en esa especie de lodo,
arena o lava fosilizados millones de años atrás. Las huellas de gigantescos pies humanos
entremezcladas con las de dinosaurios en varios lechos rocosos a las orillas del río Paluski
en los Estados Unidos, son otro testimonio errático cuando el hombre (una raza de gigantes)
convivió con los grandes reptiles de la prehistoria, habiendo aprendido a huir de ellos y a
cazarlos, probando su carne cuando estos morían en luchas contra otros depredadores de su
especie o de otras que estaban por encima de ellos en la cadena alimenticia.
Otros testimonios nos han llegado de cerámicas pintadas en el Perú, en donde hombres y
dinosaurios se disputaron el hábitat o aprendieron a convivir en él. Uno de los libros del
escritor español J. J. Benítez se refiere exhaustivamente a este tema, reproduciendo algunos
de los dibujos encontrados en cientos de cerámicas de una antigua cultura peruana.
Hoy día conocemos cómo la evolución humana tomó al menos siete caminos equivocados
que llevaron a la extinción del Homo Erectus antes de llegar al Homo Sapiens. Otras veces,
sociedades organizadas de hombres antiguos, llegaron a perecer por catástrofes cósmicas de
gran magnitud. Innumerables “pruebas erráticas” demuestran que el hombre llegó a convivir
con las bestias de la prehistoria. A estas pruebas me referiré también más adelante, así como
al misterioso capítulo 6 de la Biblia que se refiere a los nefilim y a su corolario en el libro de
los Números 13, 26-34, cuando habla de los hijos de Anac. Si bien es cierto que existen
tantas teorías como arqueólogos, paleontólogos y antropólogos hay, el laberinto de nuestros
orígenes se ha ido clarificando cada vez más. El acopio de verdad suficiente sobre este tema
es asombroso, sin embargo, lo más extraño, es la resistencia de los científicos a aceptar los
nuevos hallazgos.
Las “pruebas erráticas” de los hallazgos en la costa nororiental de África del esqueleto de una
mujer tres veces más alta que lo normal y los gigantescos encontrados en Atenas y en
Hungría, plantean hipótesis desconcertantes sobre el verdadero origen y destino del hombre.
No faltará quien diga que los mismos fueron armados con huesos de elefantes o que el
gigantismo es un caso aislado, mas no lo creo. Razas de gigantes han vivido en el pasado y
lo mismo podrá suceder en el futuro. También puede darse el caso contrario, en donde una
raza de gigantes pueda sufrir un lento proceso de mutaciones y adaptaciones que la lleven a
parecerse más a una raza de pigmeos.
De acuerdo con la teoría propuesta por Velikovsky, este identifica a Hatshepsut con la
legendaria reina de Saba quien fuera la soberana que sedujera con sus encantos e
inteligencia al rey Salomón, arrancándole gritos de agonía: “Señor dame dolor pero no me
des una espina de mujer”. A ella se refieren sus cánticos cuando exalta a la mujer,
presentándola como el mayor tesoro del hombre si es virtuosa. La reina de Saba por su parte,
había asesinado a su primer marido, un malvado ministro de la época del reinado de su
padre, siendo tan grandes sus encantos y su inteligencia que logró opacar a las 700 esposas
y 300 concubinas del rey Salomón. Según la historia y la leyenda, tenía las piernas peludas y
un pie de cabra el cual fue sanado al pisar un espejo de vidrio que simulaba agua. Esta fue
una trampa de Salomón para obligarla a levantarse la falda a fin de no mojarla cuando tuvo
que cruzarlo.
El templo funerario de Hatshepsut parece haber tenido un doble propósito sirviendo también
como uno de los bancos más seguros de su época. Es posible que el mismo rey Salomón
hubiese utilizado la seguridad del entorno para guardar parte de sus inmensas riquezas en el
corazón de la montaña. No se ha encontrado aún ninguno de los legendarios tesoros de
Salomón ni de la reina Hatshepsut.
Sin embargo, existe otra teoría que establece a la reina de Saba (también conocida como la
reina Balquis) en otro sitio. En 1958, el norteamericano Wendell Phillips descubrió lo que
podría llegar a ser la octava maravilla del mundo antiguo. Al excavar en el desierto de Marib
la antigua capital de Saba, aparecieron los primeros vestigios del templo de la Luna con un
intrincado laberinto subterráneo. Hasta el presente, con la ayuda de radares, se ha
descubierto bajo la arena un inmenso complejo urbano con extraordinarios templos y palacios
y un inmenso dique con murallas de 35 metros de altura y 60 metros de espesor que lo
vinculan a una sofisticada tecnología de riego y cultura del agua, la cual nos remonta de
nuevo a la atlante.
La destrucción de Balquis en el siglo vii a. C., es un misterio. Algunos la asocian con un fuerte
terremoto y otros con una erupción volcánica, sin embargo, todo parece coincidir con una
catástrofe planetaria de grandes proporciones. Recordemos que con anterioridad al siglo vii a.
C., Venus no aparece en ningún recuento planetario en las crónicas, o estelas de los imperios
egipcio, asirio-babilónico, azteca, maya o inca.
El nacimiento de Venus como noveno planeta del sistema solar debió suceder con tremendos
“dolores de parto”. Como lo he mencionado en otra parte, al desprenderse una de las lunas
de Júpiter y chocar contra Marte en una órbita vecina a la Tierra. La órbita terrestre, así como
la velocidad en la carrera de nuestro planeta alrededor del Sol, debió alterarse de manera
considerable, produciendo contracciones en las placas tectónicas y grandes cataclismos,
diluvios, huracanes, “tsunamis”, terremotos y erupciones volcánicas que alteraron de manera
diversa todo el globo. Algunas civilizaciones desaparecieron y otras perduraron. La represa
de Balquis debió presentar grandes fisuras y el otrora inmenso oasis debió reducirse y
desaparecer casi por completo. Si hubo supervivientes o no, no lo sabemos. Nos queda la
leyenda y las inmensas ruinas y tesoros cubiertos por la arena del desierto, como una
inmensa y riquísima Pompeya del pasado, casi intacta, esperando ser desenterrada.
Tutankamón
Una de las tumbas más fastuosas jamás descubiertas fue la tumba de Tutankamón, el faraón
niño asesinado de una puñalada detrás de la oreja tal como lo demostró el análisis del
cráneo. De escasos 18 años, casado con su media hermana, la hija menor de Amenofis IV y
Nefertiti. Las verdaderas causas de la muerte de Amenofis se encuentran rodeadas de
misterio y apuntan a la intervención directa de su esposa, quien fuera la más beneficiada. El
padre de Tutankamón (supuestamente), Akenatón, fue el faraón hermafrodita con el síndrome
descrito por Frolich, quien ordenó esculpirse en forma realista sin seguir los cánones
egipcios, con sensuales labios y enormes caderas y senos, envidia de cualquier mujer
moderna. Akenatón, el inventor para los egipcios del monoteísmo, obligó el culto al Sol. Fue
casado con Nefertiti, una de las mujeres más hermosas de la humanidad.
Howard Carter, el descubridor con lord Carnavon de la tumba de Tutankamón en 1922, fue el
único, entre casi dos decenas de personas que tuvieron contacto directo con este hecho, que
no pereció con la maldición que amenazaba a los que osaran profanar el reposo eterno del
faraón. Los que la escribieron, quisieron impedir con ella la tragedia secreta que escondía la
tumba.
Nefertiti
La razón por la cual hablo aquí de Nefertiti es para demostrar que la conexión entre Egipto y
América existió sin lugar a dudas. Si la belleza legendaria de Nefertiti recorrió los mares
incendiando las mentes de quienes quisieron representarla en América para no olvidarla, por
otra parte, algunos secretos relacionados con ella son más fáciles de descubrir que otros.
Cuando contemplé el sketch o esbozo preliminar en piedra que hizo el escultor de la cabeza
de Nefertiti, el cual se encuentra en el Museo de El Cairo, mientras que la escultura original
policroma se encuentra en el Museo de Berlín, descubrí la intensa pasión y profunda ternura
con que el escultor plasmó el rostro de Nefertiti sobre la piedra. Aún hoy día pueden verse las
líneas negras trazadas con carbón sobre la piedra pulida, demostrando la simetría perfecta
del rostro y esbozando la delicadeza y ternura de los labios y la finura de las cejas. Se es
capaz de amar a Nefertiti y algo del amor que el escultor debió sentir al contemplarla. Si fue
su amante o no, la historia no lo cuenta pero lo que la mano del escultor no pudo esconder
fue la pasión y la delicadeza con que quizo captarla y la profunda emoción que sintió al
hacerlo. A juzgar por la expresión del rostro de la soberana en el esbozo preliminar, ella debió
sentir una enorme atracción por su escultor y no pudo esconderla ni en su mirada, ni en el
rictus de sus labios. Habiendo sido Nefertiti casada con un hermafrodita y habiendo estado
tan consciente de su belleza como lo fue, no me queda difícil suponer la existencia de un
amor secreto entre ella y su escultor. Aún sigue envuelto en el misterio el hecho de que el
escultor nunca hubiese terminado el ojo izquierdo del busto policromo que se encuentra en el
Museo de Berlín. Es comprensible que Nefertiti, envidiosa del prestigio de su antecesora
Hatshepsut o reina de Saba, quien seguramente aprendió del rey Salomón su culto
monoteísta, se inspirara en estos conocimientos llegados a Egipto, para influenciar a su
marido Akenatón a trascender junto con ella, modificando el culto politeísta prevaleciente
hasta entonces por uno monoteísta, adoptando al Sol como dios único.
Akenatón murió asesinado por uno de sus hermanos y ministro suyo y es muy factible que
este complot fuera planeado por Nefertiti y en él también participara su escultor. El apetito de
esta mujer por el poder y por la carne, podría compararse con el de Catalina de Rusia siglos
después. Insaciable en todo hasta la muerte, pone de manifiesto su ninfomanía y su vanidad
insatisfecha en los crímenes que rodearon su reinado. La funesta muerte de su hijastro
Tutankamón sucesor de su padre Akenatón, el odiado faraón que trasladó el asiento del
imperio a Tell-el-Amarna, bien pudo ser parte de las intrigas de su madrastra. El matrimonio
de Tutankamón con su media hermana, hija de Nefertiti fue una de las opciones para
asegurar la continuidad del linaje.
Los secretos de esta bella mujer de apariencia serena y tan letal como el veneno de la cobra
permanecieron velados hasta hace muy poco, al ser descubierta una momia real de identidad
oculta, guardada en un sarcófago con un rostro de burda talla y nariz desfigurada. Mientras la
cabeza policroma del Museo de Berlín muestra una mujer serena, fría, elegante, calculadora,
orgullosa y segura de ser la más bella, la cabeza esbozada del Museo de El Cairo nos
muestra la más cálida, ardiente y vulnerable de todas. Nefertiti quizo deshacer parte de la
obra de su odiado esposo Akenatón, la cual en algún momento fue impulsada por ella misma
y gracias a esto pudo mantenerse en el poder, cambiando su nombre por el de
Nefernefuatén. Habiendo reinado con dos faraones ha intentado ella misma gobernar el
imperio después de la muerte de Akenatón, pero su prestigio como gobernante no pasó a la
historia con mucho brillo y sus obras tampoco.
El secreto de Ramsés II
Hace algunos años publiqué una historia en el Suplemento Literario del diario El Tiempo en
Bogotá titulada el “Secreto de Ramsés II”. Esta vez la historia toma un giro diferente y la
razón para estar aquí es que Ramsés II es el punto de unión visible entre un antiguo pasado
bíblico y el comienzo de una nueva era para el pueblo judío con lo que conocemos como el
“paso del mar Rojo”. Fue Ramsés II quien sufriera las “siete plagas de Egipto” y fuera
contendor de su hermano adoptivo, el mismo Moisés. Dos pueblos, el uno secuestrado por el
otro, con dos religiones opuestas diametralmente: el egipcio con creencias politeístas y el
semita creyente en un solo Dios verdadero, principio y fin de todas las cosas. Uno de los
secretos más largos de la humanidad fue el pactado entre Ramsés II y su enemigo, Muwatari
rey de los hititas. Esta es esa historia.
A finales del siglo XIX, el equipo de arqueólogos ingleses que buscaba reconstruir parte de la
historia del pueblo hitita, remontó el río Orontes y llegó a un extraño descubrimiento el cual
cambió el concepto que se tenía de los hititas, enemigos ancestrales de los egipcios y de
Ramsés II, aquel soberano egipcio de la 19 dinastía o de lo que podría considerarse la época
de oro del nuevo imperio.
Ramsés II fue ese faraón-dios, ladrón de estatuas a las que marcó con su nombre, y si lo
comparamos con un personaje histórico más reciente, uno de los que más se le aproximan es
el papa Julio II durante la época del Renacimiento romano. Representante de Dios en la
Tierra, constructor incansable de monumentos y a quien se le debe entre otras cosas la
basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, tal como la conocemos hoy en día, logró
reunir a los mejores arquitectos, escultores, pintores y artífices para reconstruir una ciudad y
un templo que perpetuasen la memoria de su nombre y dieran gloria a Dios. Gracias a él,
Roma pudo interconectarse por medio de una serie de plazas formando un anillo, lo cual dio a
luz la ciudad barroca más interesante de ese entonces y una de las más bellas del mundo en
la actualidad.
El caso de Ramsés II, con algunas variaciones, no es del todo diferente. Su mayor semejanza
reside en ese ego gigantesco y en el deseo de trascender, no sólo como hombre sino como
dios mismo. Los templos de Abú Simbel son uno de tantos ejemplos, así como su deseo de
reconquistar el reino hitita sometido a Egipto durante los siglos xvi y xv a. C. Otra de sus
grandes obras fueron las adiciones a la sala hipóstila del templo de Amón en Karnak, en la
actualidad con 122 columnas de hasta cinco metros de diámetro y 21 metros de altura y el
Ramaseum de Tebas para guardar las momias de animales sagrados, momias que aún se
conservan. Poseyó las dos coronas unidas en una sola (el loto y el papiro) simbolizando la
unión del Alto y del Bajo Egipto.
Sin duda, Ramsés II, o Ramsés el Grande, fue el faraón que presenció el gran milagro en el
mar Rojo, cuando Dios sepultó bajo las aguas al ejército egipcio que perseguía a los israelitas
comandados por Moisés. Cuando contemplamos su momia, nos damos cuenta que es el
único hombre del mundo antiguo que menciona la Biblia, cuyo cuerpo y rostro han llegado
hasta nosotros. Su primogénito murió durante la séptima plaga la víspera de la pascua judía,
cuando el ángel exterminador dio muerte a todos los primogénitos de Egipto.
Conocemos que Ramsés II es el padre del primogénito muerto, por los relieves que se
encuentran a la entrada de la rampa del templo de Abú Simbel. Su vida no fue
particularmente feliz, pues aunque tuvo más de cien hijos con sus diferentes concubinas, su
amada esposa Nefertari a quien él llamara “la estrella que ilumina mi vida”, murió muy joven y
en recuerdo suyo aún nos queda el pequeño templo de Abú Simbel con sus esculturas en
piedra de 10 metros de altura. La duda es si Nefertari fue egipcia o fue la hermosa hija de
Muwatari, el rey hitita de Cadés. Sea lo que fuere, Ramsés II parece no haberse vuelto a
casar. El recuerdo de Nefertari o la belleza de su esposa hitita le compensaron sus muchos
desvelos y dolores hasta pasados los setenta años.
La momia, al ser trasladada al Museo de El Cairo como parte del medio millón de piezas que
reposan como testimonio de los cinco mil años que duró el imperio faraónico, el más largo de
la humanidad, fue colocada sin la urna de cristal, con la que puede verse hoy día, dentro del
sarcófago de madera que le servía de soporte. Su cabeza al descubierto dejaba ver un
hombre delgado y severo de unos 72 años de edad, de nariz fina y aguileña, con el cartílago
tronchado por miles de siglos de la presión de las vendas contra el cuerpo; de labios finos y
delgados que le daban a la cara una expresión parca y severa; de ojos grandes rasgados y
profundos y párpados pesados. Seguramente sufrió de conjuntivitis, como lo demuestra la
representación de la cuarta máscara de Tutankamón, debido al viento seco y a la arena del
desierto. El pelo aún podía verse sobre el cráneo y la piel negruzca por el tiempo y por el
proceso de embalsamamiento daba la impresión de ser una especie de cáscara que en
algunas partes se había caído, dejando ver la tráquea y el cuello largo y elegante del
soberano más importante y quizás menos convencido al final de su vida de su propia
divinidad.
Este proceso de curado, heredado de tiempos más antiguos, era bien conocido por los
egipcios quienes supieron conservar el pescado después de retirarle las vísceras y cubrirlo de
sal. Después de retirar la sal del cadáver, se colocaron en el interior del cuerpo de Ramsés,
joyas, talismanes y piedras preciosas y se le envolvió cuidadosamente en vendas de lino, las
cuales fueron recubiertas con resinas y perfumes. Estudios posteriores de rayos X
demostraron el pésimo estado de la dentadura de Ramsés II, quien debió sufrir de dolor de
muelas casi toda su vida. Estas prácticas fueron condenadas por los coptos y miradas como
diabólicas debido a su alto contenido de magia y a la nueva perspectiva de la vida eterna y de
las relaciones de alma y cuerpo dadas por el cristianismo. Sin embargo, durante el medioevo
y otras épocas más recientes, se utilizó la técnica de embalsamar a los cuerpos de algunas
almas ejemplares para preservarlos como recuerdo para la posteridad.
El santo y gobernante más famoso que permanece incorrupto en su ataúd, es san Fernando
III de Castilla, primo hermano de san Luis el rey de Francia e hijo de Alfonso IX de León quien
ganara la famosa batalla de las Navas de Tolosa el día de san Andrés y que diera con ese
hecho a que la X, recordando la forma como fue crucificado este santo, fuese el origen de las
armas de España. San Fernando, fallecido en Sevilla en el año de 1252 d. C., es padre de
Alfonso X el Sabio, este último, gracias a la ascendencia de su madre doña Beatriz de Suabia
es el biznieto de Federico Barbarroja y considerado el último heredero que se disputara el
cetro y la corona del Sacro Imperio romano-germánico. San Fernando, padre y esposo
ejemplar, fue magnánimo en sus conquistas y guerras contra los moros. Se le considera el
patrono de los ingenieros por su hábil maniobra al remontar el río Guadalquivir en grandes
barcazas acopladas con quillas de metal que le permitieron romper las cadenas tendidas por
los moros sobre el río. La toma de Sevilla después de tres años de asedio es un ejemplo de
paciencia y perseverancia militar. Logró expulsar a Ceuta a los moros de España a excepción
del reino de Granada. Fue descendiente directo del famoso Cid campeador y su ataúd, en la
catedral de Sevilla, se abre al público una vez al año, el día de su fiesta el 29 de junio.
Es interesante anotar aquí, cómo Dios, premia a sus santos muchas veces con el don de la
incorruptibilidad y con el olor a santidad o de perfumes antes y después de la muerte,
haciendo de lo contrario también una verdad. El final de los gobernantes que lo han
combatido destruyendo a su única Iglesia es asombroso.
Conocemos como Herodes el Grande, quien ordenara la matanza de los inocentes y quien
fundara en una sesión a puertas cerradas en su palacio, en el año 43, la masonería o secta
secreta que hasta hoy día persigue a los seguidores de Jesús, murió comido en vida por los
gusanos y en medio de olores putrefactos. El caso de Enrique VIII, rey de Inglaterra, quien
decretara la muerte de algunas de sus infortunadas esposas y estableciera el gran cisma
protestante con objeto de permitir su desenfreno es parecido, muriendo también en la misma
forma. Lo contrario puede decirse de María Magdalena. Al abrirse su sarcófago en el
monasterio enclavado a orillas de una montaña en territorio israelí, él cual guardaba su
cuerpo, después de casi 2000 años, salieron de él olores de bálsamos y perfumes exquisitos.
En época reciente, un necrólogo de la Universidad de Colorado, con la ayuda del cuerpo de
un ajusticiado por sus crímenes y que había donado su cuerpo para fines de la ciencia, logró
probar cómo se obtenía una momia, siguiendo los procedimientos seguidos por los egipcios y
utilizando sus mismos instrumentos. El cuerpo del ajusticiado fue seccionado luego en cortes
finísimos con una sierra especialmente construida para este fin. Cada sección fue digitalizada
y computarizada dando como resultado la primera momia digital de la historia.
La razón por la cual la momia de Ramsés II fue cubierta por una urna de cristal no se debió
solamente al fin de protegerla del deterioro ambiental y de las manos de los curiosos sino
que, después de su traslado al Museo de El Cairo una mañana de abril, se hallaban los
encargados de la limpieza de aquel lugar quitando el polvo, con esmero, de algunos objetos
en el salón de las momias cuando la momia de Ramsés II se incorporó de repente quedando
sentada sobre el sarcófago, con el terror y dicen los que recuerdan el incidente, la muerte
repentina de la persona que presenció el suceso. La razón fue quizás el cambio de
temperatura que contrajo algunos de los tejidos y vendajes de la momia produciendo este
fenómeno.
Aquello que más debió sembrarle dudas a Ramsés II acerca de su divinidad no fue su
permanente dolor de muelas sino el descubrimiento realizado por la misión de arqueólogos
ingleses en las orillas del río Orontes, el cual pudo corroborarse con los fragmentos recogidos
y armados de las escrituras de los templos hititas. Cuando visité en Asuán los templos de Abú
Simbel me encontré que cada uno de los colosos sentados de veinte metros de altura
representan a Ramsés II. La sola nariz de uno de ellos mide 1,20 metros. Dos colosos están
colocados a lado y lado de la entrada al templo al cual se ingresa por medio de una rampa
decorada con relieves de la famosa batalla de Cadés contra los hititas. Los vencidos van
marchando atados por el cuello bajo el cuidado amenazador de soldados egipcios blandiendo
sus extrañas espadas con apariencia de enormes cucharas. Dentro del templo se cuentan
historias de la grandeza y el valor de Ramsés II en su gran campaña contra el reino hitita en
donde su rey cayó prisionero junto con sus guerreros a manos de Ramsés II. Otras pinturas
muestran al faraón desde su carro de guerra cazando leones, dando mudo testimonio del
valor del soberano.
Eran las cinco de la tarde, cuando vi un rayo de sol iluminar las estatuas del fondo del templo
destruidas parcialmente por los coptos, después de que los primeros cristianos se regaron
por el antiguo imperio, utilizando los templos egipcios para sus cultos y desfigurando a
martillazos las imágenes de los falsos dioses.
Dependiendo del lente con que se mire, la historia puede juzgarse con resultados diferentes.
Si los coptos tuvieron razón o no, hay que mirarlo con los ojos de la fe de los que así la
profesaron y no con los ojos del arqueólogo moderno más interesado en lograr unir y pegar
los fragmentos de la historia que aquellos de la fe.
Mirando la historia con ese lente puramente humano, el incendio y destrucción de la mayor
recopilación de conocimientos del mundo antiguo, es una de las pérdidas más grandes de la
humanidad. Si lo que los sacerdotes del Templo de Sais le contaron a Solón en escasas 20
páginas resumidas por Platón en el Critias basta para hacer tambalear muchas de las teorías
sobre el origen del hombre “americano”, dejando enormes huecos que los científicos aún no
pueden explicar, vale la pena imaginar por un momento, el enorme caudal de conocimientos
matemáticos, tecnológicos, médicos, medicinales, astronómicos e históricos que perecieron
con ese incendio. Hoy día, debido a nuestra falta de información y de perspectiva, hemos
logrado recopilar escasos 5000 años de historia antigua y resumirla en enciclopedias de mitos
y leyendas, como la Enciclopedia Larousse de escasas 500 páginas.
Siguiendo con el hilo de nuestra historia, Ramsés II movido por sus deseos de ampliar las
fronteras de su imperio y derrotar de una vez por todas al reino hitita, o tal vez movido por su
humano deseo de ser admirado y respetado y creyéndose por aquel entonces el más
poderoso ser de la historia, el faraón-dios capaz de poseer y desplegar toda la fuerza de su
propia vanidad, decidió conquistar la ciudad de Cadés, centro del Imperio hitita de aquel
entonces. Habiendo sido Ramsés II el inventor de la caballería debidamente entrenada para
la guerra, los coches egipcios eran ágiles y livianos y el mismo Ramsés II se ufanaba de
cazar leones utilizando uno de ellos. Esto sumado a la creencia de su linaje divino le daba la
suficiente ventaja psicológica para pensar en un triunfo fácil y así apoderarse de las riquezas
de Cadés y de paso cubrirse de gloria.
Ramsés reunió un ejército compuesto por 20 000 hombres y lo dividió en cuatro batallones de
5000 hombres cada uno: el Pta (creador de la Tierra y padre de todos los dioses, de todos los
seres y de los comienzos, representado por una momia con los símbolos de la vida, el poder
y la estabilidad), el Ra (dios sol, creador del universo, con forma de ser humano y cabeza de
halcón), el Isis (diosa de la naturaleza) y el Osiris (dios de la muerte). Los batallones
marcharon en ese orden en cuatro grupos compactos a la manera tradicional de aquel
entonces, el soberano en el centro del último batallón, para en caso de ser derrotado el
ejército, los soldados, formando un cuadrado con el faraón en el centro podían presentar tres
frentes de lucha, creando una salida en la parte posterior y permitiendo el escape del
soberano si fuese necesario.
En el año 1274 a. C., al llegar al río Orontes, Ramsés II hizo un alto en el camino y permitió a
sus hombres descansar. Esa fue la primera vez que los egipcios vieron la nieve coronando
las crestas de las montañas sirias. Al amanecer del siguiente día, el ejército comenzó a
remontar el río por la margen izquierda dirigiéndose a la ciudad de Cadés. Muwatari, por su
parte al enterarse de los movimientos de su adversario hizo un despliegue de astucia,
diplomacia, inteligencia y estrategia militar, adelantándose a la famosa tenaza de Alejandro
Magno que vendría 2900 años después, llamó a sus dos ministros de más confianza y les
ofreció enormes riquezas y dominio sobre grandes extensiones de tierra a cambio de ser
sumisos a su plan. El rey por su parte no profirió ninguna amenaza contra sus ministros en
caso de ser rechazado y estos se dieron cuenta que era mejor adherirse a los planes del rey
y recibir la recompensa prometida que caer en desgracia con él. Muwatari parecía tener un
plan simple pero con posibilidades de éxito. Sus dos hombres de más confianza deberían
caer prisioneros en manos de Ramsés II y cada uno por separado, debería afirmar que la
ciudad de Cadés no tenía sino una sola puerta: la de frente al río, siendo esta la clave de toda
la estrategia, pues la ciudad tenía una puerta trasera, escondida en las murallas.
Muwatari dividió su ejército en dos y partió al encuentro de Ramsés. Salió por la puerta
posterior de la ciudad marchando en forma de dos grandes medias lunas a la manera de una
enorme tenaza y se dirigió a un punto en donde el río presentaba colinas a lado y lado de sus
dos orillas. Allí las dos grandes alas de su ejército fueron alineadas a lo largo del río y
escondidas por las colinas de la vista del ejército de su adversario. Los ministros por su parte
lograron su cometido cayendo prisioneros en manos de Ramsés II y al ser interrogados por
separado, lograron convencerlo con la mentira planeada por Muwatari: que la ciudad sólo
tenía una sola puerta de acceso: la de frente al río y a los campos sembrados de trigo.
Al llegar el ejército de Ramsés II al punto escogido por el rey de Cadés, el ala que se
encontraba sobre la margen izquierda apareció sobre el filo de las colinas y comenzó a
disparar sus flechas contra el ejército del faraón. Al verse sorprendidos por el ataque, las
tropas trataron de llegar a la otra orilla a fin de refugiarse y poderse reagrupar detrás de las
colinas de la margen derecha del río, pero en ese momento apareció por encima de ellas la
otra mitad del ejército del rey hitita y masacró a los invasores. Las pérdidas humanas de los
hititas fueron mínimas mientras que el ejército de Ramsés II fue destrozado por completo,
sobreviviendo apenas 200 hombres de la guardia personal del faraón y este último por
instrucción expresa de Muwatari, quien lo quiso vivo.
El lector aquí recordará cómo la historia muchas veces se repite y se superpone. Otro de los
grandes engaños que recuerda la historia nos lo cuenta el historiador griego Herodoto,
cuando narra cómo durante las guerras pérsicas en el año 480 a. C., el griego Efialtes
traicionó a su propio pueblo causando la muerte del rey Leonidas I y sus 1400 hombres, 300
de los cuales eran los feroces espartanos, en lo que se conoce como el Paso de las
Termópilas. En el año 191, en ese mismo sitio, el rey seléucida Antíoco III el Grande fue
también derrotado al tratar de detener a los romanos.
Pero de vuelta a nuestro relato, aquí puede verse la inteligencia y la grandeza del rey de
Cadés. A diferencia del rey persa que siglos más tarde diera muerte al rey Leonidas, no
torturó ni le quitó la vida a su adversario. Por el contrario, le ofreció parte de sus riquezas y a
su propia hija para que la convirtiese en su esposa y volviese a Egipto con otra historia: la de
haber derrotado a su adversario con grandes pérdidas de ambos ejércitos, habiéndole
perdonado la vida a su enemigo y tomando a su hija y sus riquezas, obligándolo a un tratado
de paz el cual tendría vigencia mientras alguno de los dos soberanos estuviese vivo. Esta paz
duró setenta años. La paz más larga alcanzada nunca por la humanidad. Si bien el rey de
Cadés demostró su grandeza, puede decirse lo mismo de Ramsés II que supo guardar su
palabra con honor y su humillación con astucia y discreción. La guardia personal de Ramsés
II debió mantener el secreto hasta la tumba a fin de evitar su vergüenza y tener que pagar
con su propia vida la traición de revelar la verdad de la derrota.
El secreto quedo sellado y se construyeron los monumentos de Abú Simbel para conmemorar
la falsa victoria de Ramsés II, pero las excavaciones de los ingleses a lo largo del río Orontes
demostraron lo contrario. No se encontraron espadas ni escudos hititas a lo largo de las
orillas del río, sólo los de los egipcios. Los fragmentos de las tabletas encontradas en los
templos hititas revelaron el resto de la verdad y descubrieron un secreto guardado por más de
3200 años.
Algunos historiadores afirman que fue en el año 1258 a. C., que Ramsés firmó el tratado de
paz y aceptó casarse con la hija del rey de Cadés, poniendo también fin al litigio de tierras,
pero esto contradice la verdad de los hallazgos arqueológicos. Si Ramsés regresó con la hija
del rey hitita en calidad de prisionera, a fin de disimular su derrota, es posible que no se
hubiese casado con ella sino hasta el año mencionado. Si por otra parte, existió un tratado en
ese año de 1258 a. C., de seguro fue para ratificar el primero suscrito 14 años antes y es
posible que a raíz del mismo, Ramsés II hubiese decidido declarar públicamente su
aceptación al matrimonio con la hija del rey de Cadés (¿Nefertari?), la cual fue no solamente
bella sino de una gran inteligencia, comparable a la de su padre, por haber logrado la
fidelidad y el amor del soberano más importante de la historia por aquel entonces. Las bodas
de Ramsés II quedaron registradas en la historia egipcia como una de las más fastuosas de
la humanidad.
El lector se preguntará por qué hablo de todo esto. La razón es simple, algunas veces
ocultamos la verdad y otras la verdad se oculta de nosotros. En muchas ocasiones es Dios
quien sella u oculta la verdad y luego la destapa o permite que se conozca en su momento
oportuno. La historia de Ramsés también está ligada a parte de este libro como se verá más
adelante. Hoy en día están de moda las películas invadidas por el culto a los muertos de los
egipcios y otras prácticas satánicas que distorsionan la historia y las verdades expuestas en
la Biblia y en el Evangelio. La serie de las películas de La momia son ejemplos de espiritismo
y prácticas secretas con que ingenuamente el público se divierte, sin darse cuenta de las
graves consecuencias de cómo se va minando la fe y destruyendo la conciencia. Allí se
vuelve a la magia y a las invocaciones de los falsos dioses para lograr un poder diabólico.
Más adelante haré referencia a ese resurgimiento del satanismo, cuando estudiemos algunas
profecías concernientes a estos, los últimos tiempos.
Otro ejemplo ligado a Egipto, tierra misteriosa en donde la verdad se oculta y aparece cuando
quiere, tiene que ver con el descubrimiento o más bien redescubrimiento de las fuentes del
Nilo Blanco por parte de sir Richard Francis Burton y John Hanning Specke en 1858. Nótese
que digo redescubrimiento, pues ya los griegos tenían noticia del origen del Nilo en el centro
del África oriental, en los Montes de la Luna.
Aunque Burton y Specke descubrieron juntos el lago Tanganica, la odisea de llegar hasta las
fuentes del Nilo Blanco casi le cuesta la vida a Burton con el debilitamiento, la fiebre y la
diarrea que contrajo un par de días antes de llegar al lago Victoria. Por su parte Specke murió
asesinado posteriormente en Londres en oscuros hechos tal vez relacionados con su
descubrimiento, la noche anterior a su programada visita al Royal Geographical Society en
1864. Esta visita tenía como propósito un enfrentamiento con Burton, a fin de poner punto
final a la controversia de quién había sido el verdadero descubridor de las fuentes del Nilo.
Este crimen nunca probado hizo que la sospecha recayera inicialmente sobre Burton. Sin
embargo, y gracias a sus descubrimientos y a sus traducciones y obras literarias, Burton fue
armado caballero en 1886. La odisea de Burton y Specke y el éxito de su descubrimiento, se
debió al hecho afortunado que tuvo Burton al organizar esta expedición pensando que la
forma de encontrar las fuentes del Nilo Azul, no era remontando el río sino más bien
partiendo del mar Rojo, atravesar el África hasta encontrarse con el río o con sus fuentes.
Fue así como los ingleses descubrieron el lago Victoria. Specke dejó abandonado a su
compañero Burton a causa de su enfermedad, que casi lo lleva a la muerte y cuando llegó al
lago, se devolvió afirmando el haber descubierto las fuentes del Nilo. Specke sólo corroboró
su descubrimiento hasta 1862.
Pude encontrar en Londres con facilidad la estatua de Specke mas no la de Burton. Este
sueño de la humanidad de descubrir las fuentes del Nilo se convirtió en realidad con la
tenacidad y la intuición de estos dos exploradores. Una expedición que duró casi tres años y
en la cual participaron cerca de mil hombres. Una expedición en la que otros muchos
fracasaron, como el Dr. Livingstone, quien fue encontrado solo y casi loco, perdido en medio
de la selva. Hoy día los ingleses recuerdan con humor la sorpresa de Burton al hallarlo y
exclamar: “Dr. Livingstone... presume”. Este descubrimiento sería hoy algo muy sencillo
siguiendo el curso del río con ayuda de la fotografía satelital. La historia está escrita. El
destino de algunos hombres que deben llevar a cabo empresas gigantescas, no se debe al
azar. La frase de los ingleses siempre se cumple a cabalidad como una ley inexorable de la
historia: “hay un momento y un tiempo para todo”. Los tiempos deben estar maduros y en el
momento preciso, aparecen los ejecutores, siendo guiados por manos invisibles aún más
poderosas que las propias.
En el mes de marzo del 2001, la revista egipcia Rose El-Yussuf publicó la foto de la momia de
un humanoide, la cual demuestra el contacto y una posible intervención en la construcción de
las pirámides de seres sin duda más parecidos a los tripulantes de Roswell que a nosotros.
(Compárese esta foto con la gráfica que se encuentra más adelante en la sinopsis, y que
muestra la autopsia de uno de los tripulantes de Roswell). Nótense las manos con solo cuatro
dedos, la longitud de los brazos con relación al torso, la desproporción del tamaño del cráneo
con respecto al resto del cuerpo y la longitud del mismo (1,10 m aprox.).
El reportaje que acompaña la foto afirma que en los años ochenta, el egiptólogo Louis
Caparat descubrió un cuarto secreto en la gran pirámide de Keops que contenía un ataúd de
cristal, dentro del cual se encontraba la momia del humanoide en cuestión. Al lado del
sepulcro se encontró un papiro el cual describía cómo este extraño ser era descendiente del
“pueblo de las estrellas” y cómo había logrado convivir con los egipcios. Fue él, según el
papiro, quien suministró los planos para la construcción de la gran pirámide, con el propósito
de servir como un lugar sagrado de descanso eterno. Caparat contactó al biólogo español
Francisco de Braga a fin de que tomara muestras de sangre y de tejido necesarios para
desarrollar un examen de DNA.
Infortunadamente, cuando el Dr. Braga desembarcó en El Cairo, fue detenido por miembros
del Ministerio de Seguridad Egipcia y sin que se le diese ninguna explicación, fue puesto en
un avión y devuelto a Madrid, aconsejándosele que se olvidara de todo el asunto. El servicio
de inteligencia del ejército egipcio confiscó la momia y se sospecha de una intervención
conjunta con la CIA, a fin de evitar un pánico mundial.
El manejo de fuerzas y técnicas antigravitatorias que le permitieron a una raza ayudar a otra a
levitar enormes masas de piedra, también explicaría con más facilidad la construcción de
ciertos monumentos como Stonehenge en donde algunos monolitos de piedras azuladas
pesan más de 30 toneladas y provienen de lugares muy distantes, pues en Stonehenge no se
encuentran rocas o piedras de ese color y sus constructores no conocieron el uso de la
rueda.
Localización de la Atlántida
* Platón localiza la Atlántida más allá de las Columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar)
y la pone en la mitad de un mar no tan grande, haciendo clara referencia al continente
americano cuando afirma que más allá de la Atlántida se encuentra ese continente y más allá
de ese continente se encuentra el ÔGran MarÕ, o sea el Océano Pacífico.
* Platón hace una clara referencia a que era posible pasar “casi saltando” de una isla a otra
hasta llegar de Europa a la Atlántida y de allí la distancia era corta a ese gran continente
(América). En otras palabras habla de un “archipiélago atlante”.
¿Por qué hay que negar todo esto? Es mucho más sensato aceptar lo expuesto por Platón
que negarlo. Las islas Canarias son sin duda lo más próximo que tenemos como vestigio
visible de la Atlántida, donde existió una raza prehistórica de gran tamaño, belleza e
inteligencia, como pocas en la Antigüedad. Es explicable que la frustración y la dificultad
existentes para encontrar ruinas o vestigios de la civilización atlante, lleve a algunos a
proclamar su descubrimiento en otra parte, sin nadie que los contradiga.
¿Pero entonces dónde queda Tiahuanaco y cuál es su relación con la Atlántida? Cuando
entre a analizar y a traducir más adelante los petroglifos de la isla del Hierro y los
encontrados en las Cuevas de Belmaco en el archipiélago canario, podremos entender más
cómo los Diálogos de Platón se ajustan a una realidad arqueológica y podremos corroborar el
terrible acontecimiento que borró parte de la memoria de la humanidad. El archipiélago
canario es el remanente que nos quedó después del hundimiento de la Atlántida. Los picos
que se asoman hoy día sobre las olas del mar, son lo que queda del archipiélago atlante. La
base de sus montañas se halla miles de metros por debajo de la superficie. El diario de uno
de los antiguos exploradores del archipiélago, describe cómo al llegar a la isla de Gran
Canaria, observó una gran estatua de madera con un brazo en alto señalando el horizonte
hacia América y con la inscripción: “ese es el camino”. Por el momento le pido al lector
meditar sobre una posible teoría, que une a Tiahuanaco con la Atlántida y por ende a América
con la isla-continente.
Hoy día los modelos de colonización agrícola utilizados por Israel con tanto éxito para habitar
y cultivar el desierto con sus kibbutz, son un sistema parecido en pequeña escala a los que
utilizó la civilización atlante. Pero algo pasó que interrumpió el modelo de colonización atlante
y ese algo destruyó en forma simultánea la isla-continente de la Atlántida sumergiéndola para
siempre en el fondo del mar, destruyendo con fuertes terremotos a Tiahuanaco, secando el
gran lago que tocaba sus orillas, o elevando el valle miles de metros sobre el nivel del mar.
Estoy más de acuerdo con la primera de estas teorías, pues la uniformidad del valle no es
otra cosa que el fondo de ese gran lago o mar interior y no presenta accidentes topográficos
que sugieran un cataclismo de grandes proporciones que hubiesen elevado masas de tierra
de manera tan uniforme.
La conexión atlante también existe en otros lugares del orbe con modelos de colonización
circular que recuerdan la capital Poseidonia.
Es importante recordar aquí que el mismo Platón certifica cómo los atlantes si bien lucharon
contra los griegos, no pudieron conquistarlos o someterlos del todo bajo su dominio. Esta
afirmación es sorprendente si tenemos en cuenta que los atlantes tuvieron una fuerza naval
más poderosa, una tecnología superior y una gran estatura y fuerza físicas, tal como pudo
apreciarse en la descripción de sus descendientes, los antiguos egipcios, descritos en el
recuento de los exploradores de Moisés.
Los Tambores de Chamán de las Islas Canarias, el Sol protector de Tiahuanaco, el Buitre
Protector Egipcio y el Ave Protectora de la cultura Tolima
Los egipcios, al observar que el buitre era una de las aves que más altura alcanzaba y en
consecuencia era la más próxima en su vuelo al Sol, lo adoptaron como símbolo velado del
astro y lo convirtieron en protector de todo lo que se encontraba bajo sus alas y su aguda
mirada. Al comparar el ser mítico o Sol protector de Tiahuanaco con el buitre protector que se
encuentra dibujado en la parte superior de los dinteles de entrada de los templos egipcios o
los dibujados en los tambores de Chamán encontrados en las islas Canarias descubrimos
ese vínculo común.
El buitre protector, de forma más estilizada y haciendo gala de gran riqueza policroma, o el de
los tambores de Chamán de las islas Canarias, son un recuerdo antiquísimo de una
civilización desaparecida que utilizara dicho símbolo, como indicativo de su poder y su gloria.
Una civilización que controló el mundo de antaño, haciendo gala de gran poderío naval y
militar y dotada con sofisticadas naves. Esta civilización fue dueña del mundo y sus colonias,
y puestos de avanzada tocaron todos los continentes. Desarrolló sofisticados sistemas de
construcción en piedra y se los dejó en herencia a los pueblos con los cuales tuvo contacto.
El “Ojo de Dios” cuenta una historia maravillosa que muestra cómo todos los pueblos se unen
en un pasado común. Además de Egipto, pueden observarse petroglifos en Irlanda y tallas
aztecas de piedra en México, siendo también el origen del mito del ave fénix.
Lo que hoy llamamos “prehistoria”, no es otra cosa que una historia contada a pedazos.
Infortunadamente la memoria de la humanidad es muy corta y como le dijeron los sacerdotes
del templo de Sais a Solón cuando los encontró durante su campaña del Nilo: (de acuerdo
con lo narrado por Platón en los diálogos del Timeo y el Critias) “¡Qué jóvenes son los
atenienses que no tienen un recuerdo que el tiempo haya tornado gris!”.
V. A la caza del pasado.
Cuando el Dr. Immanuel Velikovsky propuso una evolución cataclísmica y no gradual, con el
consecuente pánico de los evolucionistas darwinianos que vieron venir abajo parte del
andamiaje de sus teorías, un eminente profesor de la Universidad de Harvard, trató de
impedir la publicación de sus libros sin ningún éxito. Los argumentos utilizados por Velikovsky
exponen con claridad cómo, cuando sobreviene un cataclismo de origen cósmico, las
especies a fin de sobrevivir tienen que presentar modificaciones genéticas, casi inmediatas,
en la siguiente generación o de lo contrario perecen.
Algunos eslabones faltantes nunca se encuentran en los registros fósiles y la razón, según
Velikovsky, es que nunca existieron. De acuerdo con otras teorías, las especies se adaptan
en forma más gradual y menos dramática, pero en la gran mayoría de los casos, utilizando
algún tipo de influencia o catalizador externo de cierta magnitud.
Por la época en que Richard Leakey, Jane Van Ladwick Goodall, Robert Ardrey y Konrad
Lorenz, en la década de los sesenta, se pusieron de moda, la teoría de la evolución
propuesta por Charles Darwin a mediados del siglo XIX había sido relegada al cajón del
escritorio. Los etólogos de mediados del siglo XX ya anunciaban su triunfo de cómo la causa
de la evolución era el medio, cuando de repente pudo decodificarse el secreto del ADN, se
sacó a Darwin de su encierro y la teoría de la evolución al “azar” por él propuesta volvió a
revaluarse.
Sin embargo, utilizando palabras simples y resumiendo la historia y lo que hoy está de
avanzada en relación con la teoría de la evolución y mutación de las especies, tenemos lo
siguiente: Los dos grandes pioneros de dicha teoría en el siglo XIX fueron: Jean-Baptiste
Lamarck y Charles Darwin. El primero veía que las semejanzas en varios animales apuntaban
a un origen común. Así por ejemplo, todos los perros descienden de un antepasado común
que podría ser el lobo. Los gatos, tigres y otros felinos de un antepasado común con
características mostradas por esta especie. Por esa época, los naturalistas ya habían
aceptado la influencia del medio sobre el animal, obligándolo a adaptarse al mismo. A su vez,
Lamarck, aunque nunca pudo ver probada su hipótesis, dio un paso más allá y llegó a
proponer, que los cambios sufridos por un animal en particular, podían ser transmitidos a sus
descendientes.
Marte
Marte continúa siendo uno de los más grandes misterios del sistema solar. Con un diámetro
ecuatorial de 6794 km, un poco más que la mitad del de la Tierra (12 756 km), y una distancia
media al Sol de 227,9 millones de km (la Tierra con 149,6 millones de km), puede verse en el
espacio unas cuatro veces más pequeño que nuestro planeta. Su color rojo se debe al polvo
oxidado que lo cubre y que se mueve sobre su superficie, arrastrado por fuertes tormentas
con un promedio de 70 km/h. Visto desde su misteriosa luna Phobos, la cual es una anomalía
en sí misma al ser la única de todo el sistema solar que gira en sentido inverso al de la
rotación del planeta, Marte presenta una cadena de tres volcanes alineados que son de los
más grandes de los planetas sólidos, sin embargo, un cuarto volcán, conocido como Monte
Olimpo, es el más grande de todo el sistema solar, con 27 km de altura y una base tres veces
más grande que la isla de Hawai. Al parecer “algo” se robó el agua de Marte. En la mitología
griega, Marte es ese dios agresivo que ataca a quien quiere. En esa lucha de planetas, ese
“algo” a que me refiero pudo haber sido Venus. Es muy posible que un choque contra esa
luna escapada de la órbita de Júpiter hubiese sido la causante de la desaparición de los
océanos marcianos y de la extinción aparente de toda la vida sobre la superficie en el
planeta.
Pero eso no es todo. Marte ha batallado en otros campos. Es también factible, de acuerdo
con los recuentos mitológicos, que otro de los planetas contra los cuales chocó o se acercó
hasta casi tocarlo, alterando su órbita y produciendo grandes catástrofes fuese la misma
Tierra. En la mitología Marte aparece como padre del Amazonas y el Amazonas continúa
siendo el eje del ecosistema de agua dulce y productor de oxígeno más importante del
mundo. Si la misma Tierra obtuvo parte de su agua de Marte o si Marte perdió la suya en esa
lucha planetaria de titanes es también factible. Una de las depresiones marcianas muestra un
impacto planetario contra un cuerpo o aerolito de aproximadamente 2000 km de diámetro.
Ese solo impacto contra un planeta tan pequeño, pudo haber terminado, no solamente con
toda la vida sobre el mismo, sino haber lanzado toda su agua al espacio. En la sinopsis de
este libro estudiaremos “el problema de Marte”, destacando algunas de las anomalías
marcianas detectadas por los americanos y los rusos, seleccionadas entre cientos de
extraordinarias fotografías. Dichas anomalías tienen una correlación con las existentes en la
Luna. Algo está sucediendo más allá de nuestro conocimiento y desenmascarar ese “algo” es
una de las más grandes sorpresas que tendremos que enfrentar al correr el velo de misterio
con que se pretende disfrazar a la “verdad suficiente”. El conocer la verdad, nos ayudará a
prepararnos mejor para los grandes acontecimientos que nos esperan.
Venus no aparece en ningún recuento planetario anterior a esa época y ni los caldeos, ni los
egipcios se refieren al planeta antes de ese tiempo. Lo mismo puede observarse en los
recuentos astronómicos de los aztecas y mayas.
Hitler, en un ritual oculto, escogió el paso del día 29 al día 30 de abril para su muerte. Ese es
el día que en Alemania, las brujas y los satanistas se encuentran con los demonios en los
montes Harz (¿Hares?). En ciertas condiciones atmosféricas, se presenta un extraño
espectro o sombra, el cual se proyecta por esa época, sobre los montes. El festival pagano
del paso de la primavera al verano, lo celebran con aquelarres, misas negras y fuegos
nocturnos y es conocido como la “noche del Walpurgis” o del demonio. La tradición de
celebrar una fiesta en honor del dios de la guerra, está asociada con la tradición del dios
(demonio) del fuego y de la destrucción y es mucho más antigua, remontándose a la
prehistoria.
Este macabro mensaje de Hitler encerrado en relación con la fecha de su suicidio y con la
incineración de su cuerpo, pocos lo entendieron. El nazismo está impregnado de símbolos y
prácticas esotéricas. Veamos dos de ellos: La svástica, o cruz gamada, no es otra cosa que
una cruz quebrada símbolo de los querubines caídos y cuyos orígenes se remontan a la edad
del bronce de la cultura micénica. Fue el símbolo más importante del nazismo y de su imagen
corporativa.
La doble s (SS) utilizada por la Gestapo y detestada y temida por los que tuvieron contacto
con esa perversa elite de Hitler, significa rayo o serafines caídos. El mismo Jesús hace
referencia al rayo cuando dice: “vi al demonio caer sobre la tierra como un rayo”.
Los orígenes del Walpurgis, están en la prehistoria, recordándonos una gran catástrofe que
sucedió hace unos 12 000 años, cuando, de acuerdo con lo descrito por Platón en sus
diálogos del Timeo y del Critias, “en un día, en una noche fatal, el continente de la Atlántida
desapareció bajo las olas del mar”, en medio de tremendas erupciones de volcanes
submarinos y del volcán conocido en esa época como el Monte Atlas que coronaba la isla y
del cual nos queda como recuerdo, el nombre dado a la cadena de montañas en el extremo
nororiental del África, el nombre de un océano y el de un poderoso héroe de la mitología
griega.
La idea de una raza superior de antaño, es también parte del inconsciente colectivo de la
humanidad. La misma Biblia habla en varios pasajes de esa raza superior. Los misteriosos
nefilim (gigantes) del capítulo 6 del Génesis y los gigantes hijos de Anac hablan de unos
descendientes con orígenes comunes descritos en Números 13, a los que, en forma
esotérica, Hitler identificó como los precursores de la raza aria.
Es obvio que en 40 días los exploradores de Moisés que se encuentran descritos en Números
13, no pudieron llegar a dar testimonio de los caldeos, en el sitio que muchos historiadores
colocan como la cuna de la civilización (a falta de no haber encontrado la isla que
desapareció bajo las olas del mar), ni de haber tenido suficiente tiempo para llegar a lo que se
conoce en forma genérica como la Mesopotamia. Los caldeos se asentaban en el valle del río
Indo, el cual desemboca en las costas del mar de Arabia, que se confunde con el Océano
Índico.
Si bien es cierto, que las tribus nómadas de los arios conquistaron el valle del Indo y se
volvieron la casta dominante hacia el año 1500 a. C., nadie sabe si llegaron del norte del mar
Caspio o de algún otro lugar no precisado, identificado frecuentemente con la tierra alemana.
El hecho es que, en la conquista de la Mesopotamia por los arios, Hitler encontró razones
históricas para afirmar la continuación de un imperio con proyecciones de dominación
universal, cuyas cenizas se esparcieron al viento, siglos después, con la muerte de Alejandro
Magno. Casi lo logra, pero se le olvidó que ese derecho le estaba reservado a otro, cuyo
imperio se extenderá primero por toda la cuenca del Mediterráneo y luego tocará todos los
continentes. Sus fines están descritos en la Biblia. En otras palabras, el Imperio del Anticristo
será similar al Imperio de la Atlántida y al que conquistó Alejandro.
Apocalipsis 13, 16 El que tenga inteligencia, que la use para descubrir su nombre, o el
número de su nombre, porque es número de hombre y está marcado por el 666.
Cuando llegue el terrible reinado del mal y de la perversión y se le exija a todos los habitantes
de la Tierra una marca en su mano o en su frente (el código de barras o el microchip) de
acuerdo con lo profetizado por el apóstol Juan, los que vivan en el campo llevarán la ventaja.
Llegará el momento en que no habrá ya tiempo de mirar atrás o de recoger las propias
pertenencias. Así lo advierte también el mismo Jesús en Mateo 24. El sistema del código de
barras y el del microchip, ya están listos para ser implantados y su uso se ha demorado
gracias a las denuncias y alerta sobre este tema, dadas por los cristianos de todo el mundo.
El proceso está en marcha. Una vez la humanidad se familiarizó con el dinero plástico a
crédito, se pasó a marcar todos los productos posibles con el código de barras. El paso
siguiente fue el uso de la tarjeta débito eliminando en lo posible la de crédito. Una vez en este
punto se reemplazaron las licencias de conducir, pasaportes y todos los sistemas de
identificación personal como afiliación a clubes, tarjetas de miembros con beneficios
especiales y sistemas de salud, con tarjetas impresas con el código de barras. El siguiente
paso es marcar a las personas con un sistema de rayos láser (producto derivado de la
tecnología de Roswell) en la mano o en la frente. El código de barras será utilizado en
Estados Unidos y el microchip en Europa. El resto del mundo se verá obligado a utilizar uno
de estos dos sistemas convocando la ira de Dios. El más terrible castigo bíblico, o castigo del
tercer ángel, está destinado para quienes se dejen marcar con el nombre de la bestia o el
número de su nombre. Veamos:
Apocalipsis 14, 9-11 Y un tercer ángel los siguió diciendo a gran voz: “Si alguno adora a la
bestia y a su estatua y recibe su marca en la frente o en la mano, él también beberá del vino
del furor de Dios, vino puro, mezclado en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y
azufre, en la presencia de los santos ángeles y ante el cordero, y el humo de su suplicio sube
por los siglos de los siglos y no tienen descanso día ni noche los que adoran a la bestia y a su
estatua y cuantos aceptan la marca de su nombre”.
El 666 precolombino. Máscara de oro encontrada en Iquitos, cultura nazca. Algunos antropólogos la identifican con la
deidad solar; sin embargo, esta máscara ceremonial en donde aparecen dieciocho serpientes conformando un triple
seis, presenta un sorprendente parecido con la medusa de los griegos.
VI. El recuento fósil.
Existieron grandes cambios geológicos y climatológicos hacia los comienzos y finales de cada
era, en donde las especies animales y vegetales se vieron afectadas. La extinción de los
dinosaurios se debió a uno de esos cambios, hace unos 65 millones de años, con el impacto
sobre la península de Yucatán de un aerolito enorme, cuyo cráter formó lo que es hoy día
conocido como el golfo de México. Las probabilidades son que tengamos un impacto
planetario por cada millón de años. Los científicos especulan si el más antiguo de los
períodos glaciales fue hace 600 millones de años, o si hubo algún otro antes que ese. La
verdad es que la respuesta todavía elude a la ciencia. Las “pruebas erráticas”, cuando
aparecen, de nuevo lanzan al suelo todas las teorías. Pareciera que la verdad quisiera
escapársele a quien cree tener completo el rompecabezas de la historia. Algunas de las
piezas que los científicos pretenden encajar basándose en mediciones paleo-magnéticas,
muestran otro período glacial hace unos 435 millones de años, cuando el polo sur quedaba al
oeste del África. ¿Qué fauna y flora existieron durante esos períodos antiguos? La respuesta
es sorprendente: ¡Aunque conocemos algunos rastros, no lo sabemos con certeza!
“Mil destrucciones de hombres se han verificado de mil maneras y volverán a suceder: las
mayores por el fuego y el agua y las menores por una infinidad de otras causas. Lo que
también se refiere en nuestro país (Grecia), que Faetón, hijo del Sol, colocó un día los arreos
a los caballos de su padre y los enganchó al carro y no pudiendo conducirlos por la misma vía
(órbita), incendió todo lo existente sobre la tierra y él mismo pereció abrazado por el rayo,
esta historia tiene el carácter de una fábula; pero lo que sí es verdad, es el cambio de
movimiento de los cuerpos celestes alrededor de la Tierra y en el cielo y la destrucción por el
fuego de todo lo existente sobre ella, lo que ocurre después de largos intervalos de tiempo.
Cuando se presentan estas circunstancias, sucumben los habitantes de las montañas y en
general de los lugares elevados antes que los que residen a orillas de los ríos o del mar. A
nosotros nos salvó de esta calamidad el Nilo, nuestro protector de siempre, desbordándose”.
Estando de paso por Bolivia en razón de mi trabajo, a eso del mediodía, bajo un sol picante y
con una enorme dificultad para respirar debido a los casi 4000 metros de altura a que se
encuentra el altiplano, vi a un hombre de escasos 1,50 metros de altura cargando sobre sus
hombros un bulto de leña con casi tres veces su propio peso. Lo observé con detenimiento,
sus piernas eran muy cortas y el ancho de su tórax debía ser al menos dos veces el mío. Su
piel oscura parecía soportar bien aquel sol quemante. No parecía incómodo con el peso que
llevaba a sus espaldas. Al pasar junto a mí, se detuvo, descargó el bulto en el piso y con una
sonrisa se metió la mano al bolsillo y me ofreció en venta una piedrecilla en un dialecto
cercano al español. Le pagué un dólar por la misma. La piedrecilla del hombre de Bolivia
resultó ser un fósil de la familia de los trilobites, algunos de los cuales aparecieron durante el
período carbonífero y tal vez durante el mismo devoniano.
Al estudiar el trilobite, pude ver sus ojos formados por pequeñas células poliédricas y la cola
partida pero aún unida al resto del cuerpo. Mi pequeño fósil era un testimonio vivo de la
historia, con cientos de cosas que contar. La cola partida era un mudo testimonio de cómo el
animal había muerto por el impacto sufrido por causa de algún material o animal marino, o
por una ola gigante o Tsunami que debió arrastrarlo cientos o miles de metros y que al
estrellarlo contra alguna roca, le fracturó su espina dorsal. Si la extinción de los trilobites
coincidió con la de los dinosaurios, mi fósil tenía unos 65 millones de años.
Por otra parte, el trilobite estaba contando otra historia y es la del altiplano boliviano, en
donde deben existir grandes depósitos de petróleo, de gas y de carbón, pero lo más
extraordinario de todo, fue comprender que en algún pasado lejano ese trilobite había caído
al fondo del mar y fue allí donde tuvo lugar su proceso de fosilización. ¡Sin embargo, el
altiplano boliviano se encuentra a casi 4000 metros de altura! Esto trajo a mi mente de nuevo
a Tiahuanaco, pues tanto mi trilobite como las ruinas del templo tenían una explicación para
estar allí: o la tierra había subido empujada por inmensas fuerzas hasta esa altura, o el mar
se había ido retirando en forma gradual. Cualquiera sea la verdadera razón, si la primera
teoría no es la verdadera, las ruinas de Tiahuanaco continuarán siendo un verdadero
misterio.
Si bien es cierto que la abundante vegetación y fauna marina del período carbonífero
resultaron en grandes depósitos de material orgánico, no podemos descartar la teoría
expuesta por Velikovsky de cómo parte de los grandes depósitos de petróleo, sobre ciertas
zonas como Irak, se le deben al paso de, uno o más, grandes cometas en el pasado. Estos
cuerpos celestes, según Velikovsky, depositaron a su paso grandes cantidades de rocas y
gravillas, así como polvo de granito o polvo de arcilla y un líquido, al que los egipcios en el
papiro Ipuwer, que se conserva en el Museo de Berlín, llamaron nafta. Si las grandes
cantidades de óxido de hierro que tiñen de rojo las rocas de Catskill en Inglaterra o las que
pueden observarse al noroeste de Nueva York son producto de la descomposición de
material orgánico o del polvo producido por el paso de un cometa, está por demostrarse.
La evolución de la Tierra
América del Norte y parte de Europa, durante el período carbonífero, se encontraban en los
trópicos. La vegetación era muy exuberante y el clima cálido y muy húmedo. Las coníferas,
grandes árboles parecidos a las secuoyas gigantes, helechos, libélulas de gran tamaño,
algunas formas de enormes tiburones de hasta 30 metros de largo, otras especies de
nautilos, moluscos y trilobites comenzaron a poblar la Tierra. Aparecieron los corales y los
primeros peces con escamas y grandes reptiles derivados de los anfibios, formas de
caracoles, cefalópodos y braquiópodos. De las grandes masas terrestres, sólo la Siberia se
encontraba al norte del Ecuador. El supercontinente de Gondwana que agrupaba a
Suramérica, África, India, Australia y la Antártica se encontraba en el hemisferio sur.
Al final del período carbonífero y principios del pérmico, todas las masas terrestres se habían
unido en un gran continente conocido como la Pangea, de clima más frío y seco.
El recuento fósil del devoniano preparado por la mayoría de los hallazgos realizados hasta
ahora por los paleontólogos, excluye por supuesto la aparición del hombre sobre la faz de la
Tierra, la cual según ellos, vendría muchos millones de años después. Sin embargo, como
veremos más adelante, las “pruebas erráticas” demuestran lo contrario, dando al traste con
todo el andamiaje científico. Muchas veces es más fácil acomodarnos con la opinión de la
mayoría que con los hallazgos de la minoría.
Las amonitas son algo así como los termómetros de las eras geológicas, dando pistas fósiles
de acuerdo con los estratos en que se encuentran. Las amonitas se extinguieron al mismo
tiempo que los dinosaurios, unos 65 millones de años atrás, y la causa de su extinción fue
seguramente el meteorito que cayó en la península de Yucatán, el cual produjo una alteración
total de la cadena alimenticia de muchas especies y en la composición de las sales y otros
componentes de las aguas del mar. O las amonitas se extinguieron lentamente al ser presa
de otros predadores más hábiles, o el nuevo hábitat que se produjo después del impacto
planetario, las extinguió en forma casi repentina.
El estudio de las placas tectónicas demuestra cómo todo el fondo marino se recicla en un
proceso continuo llamado subducción, en donde el fondo es literalmente tragado o devorado
por inmensas grietas donde se encuentran los límites de las placas tectónicas, para ser
llevado lentamente al interior de la Tierra. A título de ejemplo, en un proceso parecido al de
las arenas movedizas. Allí, es fundido o convertido en magma, y devuelto nuevamente a la
superficie. Todo el fondo marino se renueva cada 200 millones de años. Como norma
general, entre más altas sean las montañas, su formación es más reciente. Esto significa que
las últimas en aparecer fueron los Andes y los Himalayas y en aquellos sitios donde hay
volcanes activos, la corteza aún sufre modificaciones importantes.
Durante el período siluriano, lugares como partes de América del Norte y Groenlandia, al
encontrarse localizados a 15 grados de latitud norte, presentaban un clima tropical, con
abundante vegetación y cálidas corrientes. A menos de 40 grados de latitud norte-sur, los
arrecifes de coral ya crecían con abundante fauna marina que incluía especies vertebradas e
invertebradas, entre ellos los enormes y voraces ictiosaurios, peces de hocico puntiagudo,
con mandíbulas provistas de dientes cónicos, largos y afilados y cuerpos aerodinámicos que
terminaban en una cola vertical y que llegaron a medir hasta 15 metros. Estos monstruos
marinos, de alguna forma recordados, llegaron junto con las enormes serpientes marinas de
la época del siluriano, entrando a formar parte de mitos y leyendas y también se extinguieron
al tiempo con los dinosaurios.
Los “piasas”
Existe una extraña historia que forma parte de las “pruebas erráticas” y se encuentra entre las
muchas leyendas indias que se conocen a lo largo del río Mississippi. Un misionero jesuita
que explorara aquella cuenca durante la época de la conquista, en uno de los recodos del río,
pudo observar pinturas rupestres en lo alto de unas rocas que semejaban esas monstruosas
aves, a quienes los indios miami llamaban “piasa”. Movido por la curiosidad, decidió explorar
el lugar, el cual había causado pavor durante muchas generaciones entre las tribus indígenas
del Nuevo Mundo. Era tal la fama de esos monstruos que ningún indio se atrevía a ir allí
desde tiempo inmemorial.
Al escalar las rocas, se encontró con la entrada de unas enormes cuevas y adentro, un
enorme cementerio de huesos humanos regados por el suelo en gran desorden. Según su
descripción, ¡los restos de cuerpos humanos destrozados debieron ser más de mil! La
conclusión es simple: o algunos animales prehistóricos lograron sobrevivir hasta hace muy
poco tiempo, o los seres humanos existieron mucho antes que la humanidad conocida y
tuvieron contacto directo con los monstruos de la prehistoria. Sea cual fuere la respuesta, lo
que llama la atención es cómo algunas especies, en particular la humana, logran adaptarse y
sobrevivir en los sitios más inhóspitos y remotos de la Tierra.
Años después, cuando visité Jerusalén, realicé una visita a los dos calvarios conocidos como
el Monte Gólgota o de la Calavera y el Calvario de Gordon. Debo confesar, que me pareció
más de acuerdo con lo descrito por las Sagradas Escrituras el conocido como el Calvario de
Gordon, descubierto por un oficial inglés, durante el siglo XIX, quien al salir por la Puerta de
Damasco, siguiendo los pasos de Jesús cuando cargaba la cruz, pudo observar en la
montaña del frente una calavera, en la cual las cuencas de los ojos, así como los huecos de
la nariz, estaban formados por los huecos dejados sobre la loma por antiquísimos sepulcros
sin ocupar. A los pies de ese montículo, se halla un sepulcro vacío con una inmensa losa
corrida que lo sella y la roca sobre la que se recuesta, presenta una grieta ocasionada por un
temblor o terremoto, lo cual concuerda con la narración evangélica del momento de la
resurrección. Sin embargo, también visité el Calvario que santa Helena de Jerusalén, madre
del emperador Constantino y una de las primeras arqueólogas del mundo, hacia el siglo iii,
identificara como el verdadero sitio en donde fue levantado el cuerpo crucificado de Jesús. La
famosa vidente María Valtorta, quien tuviera visiones día a día de la vida de Jesús y de
María, cuenta que la cruz fue levantada sobre el mismo sitio en donde se encontraban
sepultados los huesos de Adán. Al llegar al sitio venerado por la tradición, pude ver,
incrustado en la roca, debajo del Calvario, el cráneo fosilizado de un hombre, a la vista de
todos. ¡En un lecho carbonífero!
Los raros recuentos fósiles encontrados en lechos carboníferos nos muestran que el hombre
puede tener más de 100 millones de años caminando sobre la faz de la Tierra. Una de las
“pruebas erráticas” muestra una antigüedad de 600 millones de años. Entonces, ¿dónde
queda todo el andamiaje científico?
El calendario genético
El conocimiento que exhibe esta pieza es extraordinario. Es una de las “pruebas erráticas”
que ponen en duda el andamiaje científico y colocan a las culturas “primitivas” en contacto
con una tecnología y una civilización muy avanzada y “aparentemente” desaparecida. No se
conoce ningún caso similar en el mundo. Describe la evolución de las especies desde el inicio
de la creación hasta la aparición del hombre y la mujer en el último cuadrante superior
izquierdo. En la cadena evolutiva, aparecen los anfibios desde una época muy remota
marcando un cambio radical. El cangrejo, uno de los animales más antiguos, casi sin ninguna
modificación durante millones de años, también acompaña cada paso del proceso. Los
dinosaurios pueden apreciarse en el cuadrante inferior izquierdo, lo mismo que el mamut o
morsa gigante, con sus colmillos cerca al centro.
Hombres y dinosaurios, Australia. A esta pintura rupestre prehistórica en Australia se le asignan características con
ciertos poderes mágicos. Pero nadie ha podido interpretar con certeza su verdadero significado y razón de ser.
Puede observarse un ser humano combinado con reptil. Quien lo hizo, tuvo conocimiento de los grandes reptiles de
la prehistoria.
1. Hace 200 millones de años. Aparece la isla-continente en el centro del mundo de aquel entonces, sobre la línea
ecuatorial. Solo existe un mar. // 2. Hace 100 millones de años. El Atlántico era un pequeño mar interior que rodeaba
la isla-continente. // 3. Hace 50 millones de años. Se forma el Océano Atlántico, las costas de América se alejan de
Europa y África. // 4. Hace 40 mil años. Nótese la Atlántida en medio del Océano Atlántico, al cual debe su nombre y
las grandes masas de hielo sobre los polos. // Evolución de la Tierra. La Atlántida es una parte del rompecabezas de
la historia. (Reconstrucción del autor).
VII. el pentagrama de la historia y el plan secreto de Dios.
La matriz de la historia de esta nueva creación fue trazada de acuerdo con un plan preciso y
dentro de un corredor de escasos cinco mil años después del año 1200 a. C. Sólo hasta hace
7000 años las grandes civilizaciones del Viejo Mundo comenzaron su desarrollo en forma
sincrónica.
No sería justo con el lector, omitir una referencia a la historia de la cultura sumeria de la
Mesopotamia, de la China y de la India, lo cual le dará más bases y fundamentos para
entender cómo ciertos descubrimientos y sucesos, pusieron en marcha la rueda de la historia,
con el impulso dado a la cultura y a la técnica. Descubrimientos, que en forma misteriosa
aparecieron muchas veces, en forma simultánea, disparando el desarrollo humano del mundo
occidental.
La civilización escogida para este propósito, como una de las patas del pentagrama de la
historia fue la de Mesopotamia. La segunda pata de ese andamiaje gigantesco fue la egipcia,
escogida para guardar en forma inmutable durante 5000 años, el secreto y las tradiciones de
la Atlántida. Muchos de los secretos de “lo que fue, lo que es y lo que será” están contenidos
en el conjunto de la meseta de Giza y en particular en la gran pirámide. La tercera pata del
andamiaje del mundo, fue puesta en la China, madre de los inventos de la pólvora y del
papel. La cuarta en la India con su recuento sagrado de la gran guerra de antaño de acuerdo
con lo narrado en la epopeya del Mah‹bh‹rata en los libros sagrados de los Veda en donde se
describen hace 6000 años campañas aéreas con aviones a propulsión similares a los
utilizados durante la segunda guerra mundial; y la quinta en Grecia, defensora de las
tradiciones democráticas iniciadas por Solón (quien las aprendió en los documentos del
templo de Sais, heredadas de la Atlántida, durante su campaña en el delta del Nilo) y su
continuación en la poderosa maquinaria política y militar desarrollada por los romanos.
Esta última pata del andamiaje, tuvo su prolongación en América, heredera de las mayores
riquezas, tradiciones y esperanzas para un futuro mejor. El eje Grecia-Roma y su
continuación en América son las piernas del ídolo con que soñara Nabucodonosor II, el cual
tiene pies de barro mezclados con hierro. Todos sabemos que esta es una aleación
imposible. La riqueza y desarrollo de América del Norte y de las potencias europeas que los
han convertido en los dueños y gendarmes del mundo, no mezclan con el atraso de sus
vecinos pobres de América del Sur y del resto del mundo. Esta última civilización, o último
imperio, de acuerdo con la interpretación de uno de los sueños del rey de Babilonia que hizo
el profeta Daniel, está a punto de terminar.
Uno de los sueños de Nabucodonosor II, consistente en una estatua enorme con cabeza de
oro, pecho y brazos de plata, vientre y caderas de bronce, piernas de hierro y pies en parte
de hierro y en parte de barro, representan a los grandes imperios de la humanidad.
En la mesa de diseño de la historia, “los ejecutores” del plan secreto de Dios, sacaron sus
compases y sus astrolabios y se pusieron manos a la obra. Los sumerios hace unos 5500-
5000 años desarrollaron sistemas de riego con esclusas, acueductos y alcantarillados. Una
sofisticada cultura del bronce vio la luz entonces en forma sorpresiva. Apareció el uso de la
rueda y en consecuencia sus coches fueron tirados por caballos, dándoles una increíble
ventaja a los soldados en el campo de batalla. Esto último parece disputarle a Ramsés II la
paternidad de ser el inventor de la caballería moderna. El uso de la rueda es quizás el invento
más simple y el más peligroso jamás desarrollado por la humanidad. No tenemos datos
concretos de su inventor y no sabemos si su uso fue inventado o revelado por Dios u otros
seres. No todas las grandes civilizaciones la usaron. Los aztecas la conocieron pero
prohibieron su uso, sin embargo a sus hijos les era permitido jugar con objetos que llevaran
ruedas.
La rueda le permitió a los sumerios el invento de la rueca y con ella se hilaron magníficos
textiles y sus instrumentos de piedra fueron muy pulidos. La orfebrería alcanzó un gran
desarrollo. En general, sus esculturas son más humanas y menos rígidas que las egipcias y
también menos estilizadas, con cánones más flexibles, en donde inmensos ojos abiertos
parecen observar detrás de una escafandra. Debido a la permanente corriente migratoria que
traía nuevas influencias, la falta de cánones estrictos, permitió un arte de expresión más
suelta, cuyas influencias han llegado hasta hoy día. El uso de herramientas agrícolas como la
pala y el azadón, unos 3000 años a. C., produjo más tiempo libre, el cual fue empleado en
promover el progreso artesanal. Desarrollaron la navegación a vela y contaron con excelentes
conocimientos astronómicos que les permitieron predecir las estaciones y construyeron
templos-observatorios o zigurats, ciudades y palacios portentosos.
Uno de los más grandiosos inventos de la humanidad junto con la rueda fue el invento de la
escritura cuneiforme, tabletas de arcilla que se perforaron en el centro y se colgaron
suspendidas de cordones de cuero, anudadas una encima de la otra como si fueran las
cuentas de un collar, para así poder almacenarlas. Este sistema de bibliotecas de arcilla fue
utilizado en la biblioteca de Alejandría y le permitió a los babilonios tener leyes escritas que
aún despiertan admiración. Cuando estudiemos los petroglifos de la isla del Hierro en las islas
Canarias podremos ver que el mismo sistema fue utilizado por los atlantes para almacenar el
conocimiento.
En España, Julio Bou, se tomó el trabajo de reunir un valioso material sobre la misteriosa
cultura sumeria en Mesopotamia. Reproduzco con su autorización, citando las fuentes,
algunos de estos apartes, los cuales concuerdan y abren una puerta a algunas de las teorías
expuestas en este libro:
El Imperio Sumerio
Sumer puede ser conocida como la primera civilización del mundo (aunque previamente
existieron asentamientos en Jericó y en Cata Huyuk). Escrituras en Egipto, Harappa y el valle
del Indo, hacen suponer que estas escrituras tienen un origen sumerio.
El Imperio sumerio empezó como una colección de aldeas granjeras en el año 4500 a. C.
Estas fueron conquistadas por Sargón I de Akkad en el 2350 a. C. Su final se produjo por la
invasión amorita en el 2000 a. C.
Los sumerios desarrollaron una religión y una sociedad que influyó en sus vecinos y en los
territoriosÊ conquistados.
El lenguaje sumerio cuneiforme fue el primero en ser escrito. Este modeloÊ fue adoptado por
los babilonios junto con sus religiones y creencias. De hecho, paralelismos de la cultura
sumeria y rastros de las creencias sumerias se pueden encontrar fácilmente en el Génesis.
Historia
Sumer era una conjunto de ciudades-Estado situadas alrededor de las orillas del Eufrates y
del Tigris, en lo que hoy es el sur de Irak.
Cada una de estas ciudades-Estado, tenía sus propios dirigentes, aunque a mitad del cuarto
milenio a. C., el líder de la ciudad dominante se consideraba como el rey de la región (lista de
los reyes antediluvianos).
La lista real sumeria menciona los reyes de este período aunque no hay documentación u
otra referencia que asegure su reinado, y a los que se les asigna grandes longevidades, son
los llamados reyes antediluvianos (de los cinco reyes sólo menciono dos):
Después de este período, según las leyendas existió el diluvio o una gran inundación. Esta
historia es reflejada en diversos textos como La lista real, El diluvio sumerio, la Epopeya de
Atrakhasis y el poema de Gilgames. Asimismo los arqueólogos han encontrado estratos
aluviales que correspondían a esta época en Ur, Kish, Shuruppak y Lagash, considerados
como prueba del diluvio.
No existe mucha información del subperíodo previa al 3800 a. C. Los nuevos inventos (arado,
carro con ruedas) y el aumento de la natalidad y de la riqueza llevan al revolucionario período
de Uruk.
Con la civilización de Uruk se cerró la etapa protohistórica, cuyos hallazgos más significativos
fueron el urbanismo y la escritura. El hombre había pasado de depredador a productor de sus
propios alimentos y había sido capaz de dotarse de una organización política y social que le
permitiría alcanzar nuevas cuotas de progreso material y también espiritual. En esta etapa
protohistórica, un pueblo, el sumerio, que presentaba todavía grandes lagunas de
conocimiento, desempeñó un papel muy importante.
La moderna historiografía ha aceptado que los sumerios no fueron los primeros habitantes de
Mesopotamia, sino que, venidos del exterior en una primera oleada, se impusieron a los
habitantes de El Obeid o al-Ubaid, a los cuales asimilaron finalmente. La serie de
interrogantes planteados acerca de quiénes fueron los sumerios, de dónde llegaron y en qué
momento lo hicieron, confluyen en lo que se ha denominado el problema sumerio. Estos
individuos, que se dieron a sí mismos los nombres de cabezas negras, no fueron ni semitas ni
indoeuropeos. Al parecer, y de acuerdo con datos arqueológicos y filológicos, debieron
pertenecer al conjunto de pueblos caucásicos de estirpe asiática (procedentes de Asia Menor
anterior). Existen numerosas hipótesis respecto a su lugar de origen, entre las cuales la de
mayor peso es la que sostiene su procedencia del Cáucaso o de alguna región del mar
Caspio. Tampoco ha podido ser determinado el momento exacto de su llegada, que se habría
efectuado a comienzos del iv milenio a. C., cuando entraron en contacto con pobladores
semitas de El Obeid, a los que dominaron, según parece, con suma facilidad. A continuación,
en una nueva oleada colonizadora, habrían levantado las primeras ciudades mesopotámicas,
estructuradas políticamente como pequeños estados independientes. En cualquier caso,Ê lo
que se entiende por sumerio obedece en realidad a un largo proceso de formación en el cual
numerosos factores acabaron por dar fisonomía a lo que modernamente constituye la
civilización sumeria.
La protohistoria sumeria abarca un período desde el 4500 a. C., hasta el diluvio 1900 a. C.
1. Es la primera civilización del mundo.
4. Las grandes tradiciones religiosasÊ (las que aún respetan las religiones actuales) como la
creación, el paraíso, el diluvio, tienen su origen en esta época.
Hablamos de un período de más de 2000 años. Pensemos que en sólo 500 hemos pasado
del descubrimiento de América a la civilización actual. Parece, pues, ridículo el poco
conocimiento que tenemos de esta época de la humanidad, lo poco que hay escrito, como si
alguien o algo se hubiera encargado de borrarlo o mantenerlo oculto.
¿Quiénes fueron estos reyes antediluvianos que gobernaron estos países y según las
leyendas vivieron muchos años?
¿Qué pasó para que el hombre primitivo empezase a cultivar, a regar; utilizase la rueda;
construyese edificios; escribiera; crease un sistema numérico, un sistema para medir los
ángulos, y empezase la astronomía?
¿Cómo se comunicaron estos conocimientos, cómo llegaron a otras partes, y por qué en
algunos casos, tardaron miles de años?
¿Cuáles son estas tradiciones que han recogido todas las religiones?
Eridu (Ciudad Buena, actualmente Abu Sahrein) fue la ciudad más antigua y hay que situar su
desarrollo histórico entre los años 5000Ê y 4500 a. C. Esta civilización, que contó con un
importante templo reconstruido hasta 17 veces, alcanzó en su evolución la fase cultural
siguiente, la de El Obeid.
El Obeid, un tell (palabra que significa “colina”, en árabe) cercano a Ur, evolucionó
culturalmente desde el 4800 al 3750 a. C. Algunos especialistas piensan que podría tratarse
de una avanzadilla protosumeria.
Uruk (en la actualidad, Warka) significó la última fase de la etapa de El Obeid, ya dentro de la
civilización sumeria y con ella empezó la revolución urbana. La ciudad de Uruk empezó en
3800 a. C. La población de Uruk posiblemente era de 45 000 habitantes y la mayor ciudad del
área, aunque otras ciudades como Eridu (en el norte) y Kish (en el sur) rivalizaban con Uruk.
Los distintos niveles arqueológicos detectados, hasta un total de 18, han facilitado infinidad
de materiales y restos arqueológicos, fruto del dominio de las más variadas técnicas (rueda,
torno de alfarero, arado, carro, fundición de metales, barcos). Sin embargo, la mayor
aportación de Uruk a la historia fue la invención de la escritura, instrumento verdaderamente
revolucionario que iba a modificar la vida del hombre. Dicha invención (aparentemente)
originada por necesidades puramente económicas, tuvo lugar en los templos arcaicos del
nivel IV de Uruk, en una fecha imprecisa, a situar entre el 3500 y el 3300 a. C.
Parte de este texto del Dr. Patrice Guinard, fue escrito para las Primeras Jornadas
Internacionales de Historia de la Astrología en la Antigüedad, organizadas por la revista
Beroso en Barcelona (24-25 de marzo de 2001) y publicado en el número 4 de la revista
(primer semestre 2001).
En la leyenda de Adapa (atestiguada hacia el 1500 a. C.), Uanna, helenizado Oannes por
Beroso y apodado Adapa (“el sabio”), aparece con A-lulim, el primer rey antediluviano bajo el
aspecto de un hombre llevando un traje en forma de pez. Es el primero de los apkallu
(AB.GAL en sumerio), es decir, de los siete sabios enviados por Ea para civilizar a los
hombres. Beroso trae de nuevo este mito de Oannes (4500-4000 a. C.), héroe civilizador que
habría salido de las aguas del golfo Pérsico para dar nacimiento a la cultura sumeria
(escritura, ciencias, agricultura, urbanización). Los 8 reyes antediluvianos reinaron un total
inverosímil de 66,38 saroi o 239 000 años (1 saroi = 3600 años).
El antiguo sistema sumerio de numeración era sexagesimal (con base 60) y dio nacimiento a
nuestra división de la hora en 60 minutos y a la del círculo en 360 grados. Los nombres-clave
de los números eran 1, GES o GESH, 60, GES o GESH igualmente (la unidad), 3600, SAR o
SHAR... La desaparición de la numeración sumeria puede estar datada en el siglo xv a. C. (cf.
Georges Ifrah, Histoire universelle des chiffres, París, 1981; París, Laffont, 1994).
Todos los números son divisibles por 3600, salvo los dos últimos, que lo son globalmente.
Así, los dos últimos reyes antediluvianos habrían reinado durante 11 períodos. En total, 5
ciudades son gobernadas por 8 reyes durante 66,38 (o 67) “saroi” o períodos de reinados.
... Estas cifras son las del ciclo de los eclipses y del ciclo anomalístico de la Luna. En efecto,
los eclipses del Sol y de la Luna se reproducen en el mismo momento después de 54 años o
669 meses sinódicos (aproximación 0,15%). La revolución sinódica de la Luna, o lunación, es
el intervalo que separa dos lunas llenas o dos lunas nuevas. Este período de 54 años es
atestiguado en una tabla proveniente de Uruk... Así, la lista de los reyes antediluvianos de la
dinastía de Isin es una codificación de datos astronómicos concernientes a los diferentes
períodos lunares. La cifra 10, que sirve de multiplicador y de divisor en esta codificación, no
es gratuita puesto que es probablemente en esta época, y puede ser que en esta misma
dinastía, cuando el sistema decimal suplanta al sistema sexagesimal sumerio.
Beroso
Beroso (747 a. C.), el filósofo caldeo helenizado, propone en su Babiloniaca (primera sección
del libro II) una segunda lista de reyes antediluvianos que gobernaron después de la aparición
de Oannes, comprendiendo esta vez 10 soberanos, 4 ciudades y 120 períodos de reinado
(las dos secciones siguientes del libro II están consagradas a la descripción del diluvio y a los
reyes postdiluvianos).
“Beroso toma sus relatos de los archivos de Babilonia-Borsippa, y estos mismos archivos, en
cuanto a la creación y a las primeras edades, reproducen revelaciones inscritas en tablas por
el primero de los hombres-pez, Oannes, el inventor de las letras, de las ciencias y de las
artes; el fundador de las leyes, de las ciudades y de toda la civilización”. (Joseph Bidez, “Les
écoles chaldéennes sous Alexandre et les Séleucides”, in Mélanges Capart, Bruxelles, 1935,
p. 50).
En la segunda cronología del Dr. Guinard, todas las duraciones de reinado son divisibles por
3600...
... Se sabe que bajo Nabonassar fue instituido un nuevo calendario e introducidos meses
suplementarios por períodos de 19 años (o de 235 lunaciones). Beroso escribe:
“Nabonasaros [Nabu-Nasir] ha reunido y destruido los archivos relativos a los reyes que le
han precedido de modo que la lista de los reyes caldeos pudiera comenzar con él”. Esta
organización de los archivos corresponde al advenimiento de una nueva era, seguida de un
descubrimiento científico mayor, la sincronización de los calendarios lunares y solares...
La cronología de los reyes mesopotámicosÊse extiende desde los orígenes hasta el siglo xviii
a. C. La encontramos en unas quince tablas provenientes la mayoría de los archivos de
Nippur.
Según este escrito, después de que los dioses crearan el mundo y humanidad, la realeza
descendió del cielo a la Tierra. El lugar escogido fue Eridu, ciudad que abría así el ciclo de las
dinastías míticasÊ anteriores al gran cataclismo del diluvio universal, hecho también recogido
en la lista real. Los míticos reyes de Eridu fueron dos, Alulim y Alalgar, ambos de un reinado
tan largo que raya en lo imposible. Tras ellos, la realeza pasó a otras ciudades: Badtibira (Tell
el-Medinah), en donde gobernaron tres reyes destacando el pastor Dumuzi, calificado de
divino. Finalmente, por decisión divina, la monarquía se situó en Shuruppak (TellÊ Fara)
donde gobernó durante 18 600 años el mítico rey Ubar-Tutu, padre de Ziusudra. Este último
fue, según los textos mesopotámicos, el hombre que, junto con su familia, logró salvarse de la
catástrofe acaecida a la humanidad, consistente en un diluvio universal (evento que también
recogería más tarde la Biblia), decretado por los dioses como castigo contra los seres
humanos.
El Diluvio
No pretendo incluir aquí información diversa recogida sobre Nibiru y los anunaki, ni opinión
sobre la veracidad de la información, sino más bien se incluyen opiniones de diversos
autores, muchas veces divergentes y se comparan con la tradición sumeria escrita.
Los anunaki (también llamados annuna - hijos de An)Ê fueron los dioses confinados en el
mundo subterráneo, también se dice que vivían en Dulkug o Dulku, el “montículo santo”1, 2,
3.ÊEn el texto sumerio sobre “El descenso de Innana al mundo bajo” se identifica a los
anunaki como los siete jueces del mundo bajo1, 2.
Para otros es una familia de dioses inmaduros, separados de sus padres y abandonados en
un mundo que se estaba recuperando de una batalla con una estrella de la muerte11.
La leyenda sumeria dice que existe un planetaÊ más en nuestro sistema solar, llamado Nibiru
por los sumerios, que tiene una órbita elíptica similar a la de un cometa y que tarda 3600
años en dar una vuelta completa alrededor del Sol4, 5, 6, 7.
Sitchin, así como otros investigadores sostienen la teoría de que los antiguos sumerios
conocían la existencia de todos los planetas del sistema solar, desde Mercurio a Plutón, este
último descubierto a principios del siglo XX, y la presencia de un planeta más, con una órbita
gigantesca alrededor del Sol (cada 3600 años), del cual procedían los anunaki, los dioses de
su panteón y que en sus principios fueron el génesis de la vida sobre la Tierra y la causa de
la rápida evolución del hombre en nuestro mundo mediante intervención genética.
Los habitantes de este planeta eran los anunaki (Sitchin les denomina nefilim). La razón real
por la que los anunaki bajaron a la Tierra está confusa: Martín opina que hubo un choque
entre Nibiru o una de sus lunas con Tiamet (el planeta que estaba entre Marte y Júpiter).
Opina que hubo una gran nave espacial (Nibiru 2) que fue a colonizar la Tierra (iban 12
parejas)11.
Sitchin opina que vinieron en busca de metales que se estaban agotando en su planeta.
Ambos opinan, y la tradición sumeria así lo menciona, crearon a los hombres para que les
sirvieran, de alguna forma utilizaron a los hombres como esclavos.
La creación del hombre según los mitos sumerios es muy parecida a la Biblia, Enki tomó
arcilla y le dio forma, por invitación de Nammu, aunque las primeras formas no fueron
satisfactorias9.
Los humanos veían a estos seres como dioses, ya que eran inteligentes, poseían muchas
tecnologías y conocimientos y eran de gran longevidad, aunque mortales.
Estos seres fueron llamados anunaki por los sumerios. El término que menciona la Biblia es
nefilim (recordemos que la Biblia es una copia de las tradiciones sumerias), aunque algunas
traducciones erróneas del término los denomina “gigantes”8.
Según los sumerios sus dioses (estos seres) bajaron a la Tierra desde el cielo, mucho antes
de la llegada de la humanidad. Para los sumerios, al igual que para otros muchos pueblos de
la Antigüedad, sus dioses fueron seres de carne y hueso que un día habitaron entre ellos y de
los que aprendieron numerosas actividades y normas de convivencia. Vinieron como colonos
y explotadores. Hicieron de la Tierra su hogar y empezaron a construir ciudades que
asociaron a funciones determinadas y gobernadas por anunakis8. Es sabido que cada ciudad
sumeria disponía de un dios y una diosa protectora, esto puede interpretarse como que el
gobierno de estas ciudades estaba encargado aÊ parejas de dioses.
Otra evidencia de estos llamados dioses, o “seres reales”, está en la lista de reyes sumerios,
de las dinastías antediluvianas, quienes reinaban edades asombrosas, las cuales se medían
en “sars” (equivalentes a 3600 años). Es curiosa la coincidencia de 3600 años, es un sar, que
es el equivalente a un año de Nibiru (el planeta de los anunaki). También es curiosa la
coincidencia con la matemática sumeria, basada en un sistema sexagesimal (múltiplos de 60;
60x60=3600), que ha sido el origen de la forma en que tenemos de medir el tiempo (horas,
minutos, segundos) y en la trigonometría (360 grados). Si se tiene en cuenta la lista real
sumeria, y se consideran los sar de 3600 años, sucede que el período antediluviano, que
empezó con la llegada de los anunaki hace 450 000 años, hace suponer que los anunaki
vivieron en la Tierra muchos años, sin la actual civilización humana, ya que esta apareció al
finalizar el reinado de los anunaki8.
Por otra parte Sitchin, cree que el paraíso era un jardín de los nibiru, y que el árbol de la
ciencia era el árbol que nos permitió procrear, ya que al ser híbridos de anunakis y Hommo
Erectus, éramos incapaces de hacerlo. Según esto los anunaki no querían que los hombres
se reprodujeran y cuando lo consiguieron los echaron del paraíso5.
Debemos recordar que los mitos sumerios hablan de un paraíso llamado Dilmun descrito en
el mito deÊ “Enki y Ninhursag”. Dilmun es una tierra pura, brillante y santa, regada por 4 ríos
de agua dulce, llena de lagos y palmeras y árboles. En Dilmun los dioses parían sin dolor9,
10.
Sitchin cuestiona que la figura central de toda esta escena sea la del rey Naramsin, pues los
dioses sumerios al igual que otros muchos de la zona, siempre eran representados con un
casco con cuernos, como el de la figura y que supuestamente representa al soberano de Ak-
kad. También llama la atención la presencia de “dos Soles” (o más) en el firmamento,
precisamente sobre la cumbre de una no menos sorprendente montaña, y que Sitchin, asocia
más a la figura de un cohete por muy fantástico que pueda parecer.
Segunda: Hay un sello del tercer milenio a. C., conocido con el nombre de VA/243.Ê A la
izquierda entre dos figuras se aprecia lo que Sitchin ha identificado como el sistema solar, en
una muestra clara de los elevadísimos conocimientos astronómicos de los sumerios. En la
imagen de abajo se ve un esquema más claro de dicha representación y que Sitchin define
de la siguiente manera:
“... Al observar detenidamente una ampliación del sistema solar representado sobre el cilindro
VA/243, se puede observar que los ÔpuntosÕ que rodean la estrella son de hecho esferas. Al
pequeño Mercurio le sigue un Venus más grande. A la Tierra, del mismo tamaño de Venus, le
acompaña una Luna pequeña. A continuación, en dirección contraria a las agujas del reloj, se
ve a Marte, más pequeño que la Tierra aunque más grande que la Luna o Mercurio. Luego la
antigua representación muestra un planeta desconocido para nosotros, bastante más grande
que la Tierra aunque más pequeño que Júpiter y Saturno, que se observan claramente a
continuación. Más adelante, otra pareja concuerda perfectamente con nuestros Urano y
Neptuno. Por último, también se encuentra allí el pequeño Plutón, aunque no donde lo
ubicamos en la actualidad (después de Neptuno), sino entre Saturno y Urano...”.
Las anomalías detectadas con el nuevo planeta entre la Tierra y Júpiter, y la extraña
ubicación de Plutón, corresponderían a la irrupción cada 3600 años de un planeta extrasolar
que en sus orígenes desvió la órbita de Plutón a su actual posición y que chocó
seguidamente con un planeta situado donde se encuentra el cinturón de asteroides, que
serían los restos de esa colisión. Posteriormente, lo que quedó del planeta acercó su órbita al
Sol, y es nuestro actual mundo, la Tierra. Los antiguos sumerios llamaban al planeta del que
se desgajó la Tierra, Tiamet, y al planeta intruso que originó el choque, Nibiru, de donde
procedían sus dioses. Según la mitología sumeria de este choque surgió la vida en la Tierra.
Hoy en día, son muchos los científicos que opinan que la vida en la Tierra tal vez tuvo su
inicio por la presencia de organismos extraterrestres procedentes de meteoritos u otros
cuerpos del espacio exterior que impactaron hace millones de años sobre la Tierra.
El profesor Marco A. Reinoso, sobre las ideas de Sitchin, avanza esta cronología de anunaki,
dioses o reyes antediluvianos:
Hace 450 000-445 000 años: Los nefilim arribaron a la tierra “Ki” procedentes del planeta
Marduk, se establecieron en la antigua Mesopotamia; cuando arribaron algunas áreas del
planeta estaban cubiertas por el hielo y glaciares; 432 000 (120 sar) años han pasado entre el
primer descenso de los nefilim en la Tierra y el diluvio. Hace 415 000 años: “Enki” un nefilim
estableció la ciudad de Larsa. Hace 400 000 años: Sobreviene un gran período interglaciar;
Enlil otro nefilim arriba a la tierra “Ki”, y establece rutas marítimas hacia el sudeste de África y
organiza extracción del oro en las minas. Hace 360 000 años: Los nefilim establecen el gran
centro metalúrgico Bad-Tibira para trabar y moldear el oro para los componentes espaciales y
sus ciudades de oro que son construidas. Hace 300 000 años: Anunaki, Enki y Ninhursag,
otros nefilim, intervienen en la genética de algún mono para crear a los trabajadores
primitivos que utilizarían en la extracción del oro en las minas. Hace 25 000 años: El Homo
Sapiens se multiplica y esparce por otros continentes. Hace 13 000 años: Los nefilim
regresan definitivamente a su planeta dejando al reino humano morir, sobreviene el gran
diluvio universal abruptamente sobre el planeta, dando por terminada la era glacial.
Hoy sigue siendo un misterio para la ciencia el establecer el origen de la civilización sumeria,
aparecida de la noche a la mañana, con una estructura social extremadamente compleja. La
agricultura, la metalurgia, la alfarería, la música, la medicina, las leyes, etc., alcanzaron una
dimensión totalmente desconocida en un brevísimo tiempo, después de más de dos millones
de años de una evolución aparentemente lenta y sin grandes sobresaltos, en la que el
hombre había estado más cerca de un estilo de vida animal.
El Melting Pot
Mesopotamia y Babilonia podemos decir que fueron el melting pot del mundo antiguo. Los
sumerios fueron conquistados por los acadios, gentes venidas de la Mesopotamia central,
hacia el año 2330 a. C. En el año 2218 a. C., la tercera dinastía reinante se estableció en la
bíblica ciudad de Ur. Hacia el año 2000 a. C., los elamitas destruyeron a Ur y se mezclaron
con las gentes del lugar y las tradiciones sumerias se apagaron. Luego, durante el reinado de
Hammurabi, el país vivió una corta paz. Por esa época, los amoritas se establecieron al norte,
en Asur. Pronto, ambas ciudades cayeron en manos de las tribus hititas, venidas de Turquía,
enemigos ancestrales de los egipcios, algunas de las cuales eran emparentadas con los
armenios. Durante el control de Babilonia por los casitas, después de 1700 a. C., la cultura y
el comercio florecieron y los reyes babilonios se equipararon a los faraones egipcios.
Independiente de las teorías de la procedencia de los sumerios, la pista dejada por las
estelas termina hace 13 000 años. Este camino sólo cimienta el propuesto en este libro.
Los nefilim si fueron descendientes o no de los anunaki o de su mezcla con los nibiru, se
habían establecido en la Atlántida, centro del mundo antiguo. Es muy interesante la referencia
que cita a los anunaki como a los “dioses confinados en el mundo subterráneo”. Este pasaje
se refiere a que desde épocas anteriores al diluvio, o ya existían civilizaciones subterráneas o
submarinas en donde vivían seres que necesitaban de ese medio para subsistir, o en el
momento del hundimiento de la Atlántida, una inmensa porción de la isla, aproximadamente
1/3, contaba con esos sistemas de túneles y comunicación subterránea y de alguna manera
esos “dioses” o habitantes de la isla-continente lograron sobrevivir, confinados por un largo
tiempo a ese mundo subterráneo. Más adelante veremos cómo lo pudieron haber hecho, cuál
fue su tecnología y cuáles sus recursos en el momento del hundimiento.
Paso a paso, los fragmentos de la vasija rota que conforman esta historia van cobrando una
forma inesperada...
Uno de los contemporáneos de Abraham, unos 1800 a. C., fue Hammurabi, rey de Babilonia y
el más grande de los soberanos de la primera dinastía, que movió las fronteras de su imperio
por un lado hasta el golfo Pérsico y, por otro, la extendió por los valles del Tigris y el Eufrates
hasta las costas del mar Mediterráneo. Una vez consolidó sus conquistas, estableció un
gobierno central en Babilonia y se dedicó a impulsar la prosperidad de su pueblo y a
mantener seguras sus fronteras. La ciudad de Babilonia floreció durante su largo reinado y se
vio llena de templos, edificios y palacios magníficos. La navegación y el comercio cobraron
gran impulso, pero lo que la historia recuerda con más admiración, no fueron sus excelentes
campañas militares o sus glorias como urbanista, arquitecto y administrador sino su famoso
código de leyes.
Hammurabi habla de inspiración divina recibida del dios Sol cuando se refiere a su código. La
piedra de diorita negra de 2,4 metros de altura, desenterrada en Susa, en Irak, a comienzos
del siglo XX y que hoy día descansa en el Museo del Louvre en París nos muestra un rey
muy humano y preocupado por los débiles y los oprimidos, legislando sobre todos los
aspectos civiles y comerciales de su reino y prestándole gran atención a las mujeres, a los
niños y a los esclavos.
Por una parte Abraham y por la otra Hammurabi, ambos grandes legisladores, sabios, justos,
movidos por “inspiración divina”. El uno fundador de una dinastía espiritual que aún
permanece y el otro de una dinastía humana que ha llegado hasta hoy día en lo que se
refiere al impulso dado al desarrollo tecnológico del mundo occidental y el cual, de acuerdo
con las profecías de las setenta semanas del profeta Daniel está a punto de terminar.
Los escasos años de la dinastía caldea en Babilonia, se verían sujetos a lo que literalmente la
mano de Dios, o de su “enviado”, en medio del festín, del bullicio y de la música de cítaras,
del olor a vino, a perfumes y al sudor de las danzantes, escribiera una mano misteriosa frente
al candelabro, sobre el muro de cal del salón de los banquetes, del palacio real de Babilonia.
La respuesta inmediata de la ira de Dios, no se hizo esperar una vez que Baltasar, hijo de
Nabucodonosor profanara los vasos sagrados del templo de Jerusalén, los cuales habían
sido tomados por su padre durante el saqueo de la ciudad. Ebrio, en medio de un festín de
1000 invitados, ordenó se trajeran los vasos de oro y plata. En ellos les dio de beber a sus
invitados, a sus esposas y a sus concubinas. En medio de la orgiástica profanación, apareció
sobre el muro una mano misteriosa que escribió las palabras “Mené, Mené, Tequel, Parsin”.
De acuerdo con la interpretación dada por Daniel, las palabras significan: Mené: Dios ha
contado tu reino y le ha puesto término. Tequel: has sido pesado en la balanza y hallado falto
de peso. Parsin (o su forma más primitiva Perés): dividido ha sido tu reino y dado a los medos
y a los persas. Y así fue. Horas después el rey murió desnucado, al cabalgar ebrio a todo
galope y enredarse su pelo en las ramas de un árbol, quedando colgado como un títere y una
terrible advertencia para todos los profanadores que habrían de venir.
San Agustín afirma que existe un ángel para todo lo creado y que cada ángel es una especie
en sí mismo. En otras palabras, mientras todos los hombres pertenecemos a una sola
especie, cada ángel es tan diferente de cualquier otro, que es una especie en sí mismo.
Según san Agustín, existen ángeles que cuidan, vigilan, llevan el inventario o se encargan de
cada elemento de la creación tanto divina como humana. Cada galaxia, estrella, planeta,
país, pueblo, ciudad, persona, animal, objeto, pensamiento, oración o emoción, etc., están
bajo la potestad de un ángel. Los ángeles del cielo y aquellos que cayeron, todos tienen un
oficio y un propósito. En la economía divina, nada se desperdicia y todo se aprovecha.
Las crónicas de Abideno, historiador de Babilonia, nos relatan que son tan antiguos los
babilonios que han reinado 19 sarois (o 19 dinastías). ¡Cada saroi tiene 3600 años, en otras
palabras estamos hablando de 68 400 años! Pero lo más sorprendente del recuento es la
referencia que hace a unos seres extraños que al comienzo de su civilización “salían durante
el día del fondo del mar, y les enseñaban las artes de la escritura y de la cerámica,
regresando de noche a sus naves para internarse en las profundidades del océano”.
Sin embargo, al otro lado del océano, otra cultura aún más antigua, la cual quedó truncada
por un fenómeno cósmico de grandes proporciones, de la cual conocemos muy poco y está
aún sobre la mesa de los investigadores de la historia, es Tiahuanaco. Una cultura cuya
antigüedad la establecen unos hace 10 000 a. C., y otros en 12 000 a. C., siendo en este
caso 5000 años más antigua que la que conocemos de la Babilonia postdiluviana. Esa cultura
se estableció en las altas mesetas andinas y a lo largo de las costas de Suramérica sobre el
Pacífico. Y la conocemos por sus extraordinarios monumentos y templos inconclusos. Sus
misteriosos grabados en piedra y extrañas tallas de cabezas que se asoman de sus muros,
como si quisieran escaparse de la piedra, son grandes incógnitas sin descifrar. Si el
astronauta de Pakal despierta curiosidad y admiración a quien lo observa con cuidado, los
monumentos y tallas de Tiahuanaco son aún más desconcertantes.
Babilonia (en Irak) fue sin duda la más famosa de las ciudades de la Antigüedad; su nombre
en la Biblia es sinónimo de adulterio y corrupción. Destruida por mandato divino, sobre ella
pesa la terrible maldición apocalíptica por la cual nunca será habitada nuevamente.
Babilonia fue parte fundamental de la historia judía en lo que se conoce como la cautividad en
Babilonia, que comenzó con la conquista de Jerusalén y la deportación de los judíos en el
año 586 a. C. Durante el siglo vi a. C., Babilonia cayó ante sus invasores iraníes y llegó a
formar parte de Persia. Pero independiente de sus triunfos o derrotas, el grito del ángel en
Apocalipsis 18 (de acuerdo con la descripción tal vez refiriéndose a Nueva York, que puede
asimilarse con Babilonia) es de júbilo, cuando exclama: Cayó, cayó la gran Babilonia...
La Dinastía Caldea
La dinastía caldea, que surgió en Babilonia, fue fundada por Nabopolasar, quien reinara entre
los años 626-605 a. C., y fue continuada durante los años 605-562 a. C., por su hijo el rey
Nabucodonosor II, su máximo exponente, que conquistó el suroeste de Asia, construyendo y
engrandeciendo con afán las ciudades más importantes de Babilonia.
Nabucodonosor murió a comienzos del mes de octubre del año 562 a. C., y fue sucedido por
su hijo Amel-Marduk (conocido en la Biblia como el demonio Merodak). Su nieto Baltasar fue
el que murió ebrio y desnucado, cuando su larga cabellera se enredó en una rama al ir
galopando en su caballo, la noche en que Babilonia la grande, era tomada por Ciro, rey de
Persia.
Nabucodonosor II ordenó construir una de las siete maravillas del mundo antiguo con los
Jardines Colgantes de Babilonia en honor de su esposa meda Amytis, y sus exitosas
campañas militares contra Siria, Palestina, Egipto y los pueblos árabes, extendieron las
fronteras del imperio y enriquecieron a Babilonia con fabulosos botines de guerra. Babilonia la
grande vivió su esplendor durante su reinado y se llenó de caminos, murallas, templos y
monumentos espléndidos, entre ellos un enorme zigurat, al reconstruir Etemenanki o la Torre
de Babel. La vida de Nabucodonosor II es muy extraña y está sujeta a una cadena de sueños
premonitorios relacionados con su propio destino y el destino de su reino.
Uno de los sueños de Nabucodonosor II tuvo que ver con un árbol gigantesco de gran
belleza, cargado de frutas, el cual se elevaba lozano sobre los pastos de Babilonia y sus
ramas más altas llegaban hasta el cielo. Bajo su sombra pastaban las bestias del campo pero
un buen día, un ángel de Dios lo cortó dejando un pedazo de su tronco y sus raíces clavadas
en el suelo, colocando una cadena de hierro alrededor del tronco que quedó y el resto lo
esparció por el campo. Todos los días, el pedazo que sobresalía del suelo era mojado con el
rocío de la mañana. El profeta Daniel fue llamado para interpretar el sueño y le informó a
Nabucodonosor lo que habría de venir. El rey sería desterrado de su palacio por su propia
gente y durante siete años tendría que vivir comiendo pasto como las vacas, su espalda
doblada sobre el campo sería mojada con el rocío de la mañana, pero el hecho de que un
pedazo de tronco permaneciera con las raíces clavadas en el suelo significaba que una vez el
rey reconociera al Dios del cielo como al todopoderoso, dador de reinos y nombrador de
gobernantes de acuerdo con su gusto, su trono le sería devuelto. En la siguiente hora el rey
enloqueció y fue literalmente echado de su palacio y durante siete largos años vagó por el
campo alimentándose de los pastos como el ganado. Su pelo y sus uñas crecieron largos
como “las plumas y las garras del águila” y al cabo de los siete años, cuando el rey reconoció
su soberbia y con humildad reconoció al Dios de Daniel como el único y verdadero, su trono
le fue devuelto. En esta extraña, bella y a su vez terrible y conmovedora historia que conecta
la prosperidad de un reino y la compara con la de un árbol y a este último con un rey
(hombre), encuentro el mismo significado que puede estudiarse en los petroglifos de la isla
del Hierro y el símbolo del Shu, en Japón, a miles de kilómetros de Caldea, como veremos
más adelante.
Dios babilónico de las tormentas. Obsérvese el tridente de Poseidón en ambos sentidos, simbolizando los rayos y
recordando la civilización desaparecida durante la más grande de las tormentas vividas por el hombre y conocida
como el diluvio universal, en el cual desapareció la isla-continente de la Atlántida.
Trono de Tiahuanaco, el cual se encuentra tallado sobre el dintel del templo dando testimonio de una cronología real.
Nótese que el trono se halla encapsulado (o sumergido) al igual que el “dios de las aguas y de la lluvia” en Babilonia.
Por otra parte, investigaciones recientes demuestran cómo el grabado, también, es una representación en piedra de
un circuito impreso.
Dos figuras del héroe Gilgames de la mitología babilonia, actuando como centinelas a lado y lado del “dios del agua y
de la lluvia”, el cual permanece cubierto o encerrado por una triple campana en el fondo del abismo (océano). Nótese
cómo el dios es más pequeño que las figuras del héroe. (Grabado tomado de un cilindro acadio del 2000 o 2100 a.
C.).
Escritura cuneiforme. Es la tableta más antigua que se conoce. Habla de los dioses y semidioses de Babilonia. De
los petroglifos de la isla del Hierro en las islas Canarias, que estudiaremos más adelante, a la escritura cuneiforme de
Babilonia, hay un lapso aproximado de casi 7000 años y de allí a los fragmentos de los rollos del mar Muerto casi
3000 años. En otras palabras, el esfuerzo de la humanidad por comunicarse y dejar testimonio de su paso por la
Tierra en forma escrita tuvo un lento desarrollo de 12 000 años. Si comparamos este lapso de tiempo con el
desarrollo de los computadores de hoy día, encontramos que en cincuenta años avanzamos más que en ninguna
otra época. El porqué de este salto gigantesco, lo veremos cuando estudiemos los hallazgos del accidente de
Roswell.
A comienzos del siglo XXi, un equipo de astrónomos descubrió ocho enormes planetas con un sistema solar parecido
al nuestro. Infortunadamente, no se mencionaron en la noticia la composición de los mismos (sólidos o de gas) ni la
distancia a la que fueron encontrados. A juzgar por el tamaño, hacen prever una gravedad y densidades muy
diferentes a las terrestres. El hallazgo hace pensar que los astrónomos sumerios han podido tener razón en lo
narrado en sus estelas y en el sello del siglo III a. C.
Tableta sumeria con inscripciones míticas (¿2000 a. C.?). Nótese la estrella de cinco puntas ya expresada desde
entonces, siendo la única que puede dibujarse en un solo trazo continuo, y su relación con la “matriz de la forma”,
descrita en un capítulo anterior. Este significado de continuidad está implícito en su uso. Esta tableta parece ser
concordante con la “estela de Naramsin” y el “sello del siglo iii”, la primera habla de una “estrella de muerte” y el
segundo del 12 planeta sumerio o Nibiru, que estudiaremos en detalle más adelante. El número 6 aparece expresado
en las rayas horizontales, asociado a un sistema sexagesimal, mostrando los ciclos de 3600 años de la órbita elíptica
del planeta Nibiru y de su proximidad con la Tierra. La estrella o cometa aparece por debajo de las nubes, afectando
ciudades, hombres y cosechas.
VIII. El timeo y el critias.
Hoy día son pocas las personas que ponen en duda las verdades suficientes expuestas en
los Diálogos de la ancianidad del Timeo y el Critias escritos por Platón hace 2300 años,
donde menciona la existencia y destrucción de la Atlántida.
Sobre el tema se han escrito más de 23 000 libros y es quizás uno de los relatos más
comentados de la humanidad. Escasos 200 años después de haber sido escritos, los textos
levantaron una punzante controversia entre los que afirmaban y los que negaban la existencia
de la isla-continente. El por qué unas pocas páginas escritas por un anciano poco tiempo
antes de morir produjeron semejante remezón en la historia humana, se debe a que logra unir
los cabos sueltos de muchos interrogantes planteados a través de la historia. Se trata del
tema más leído y comentado por la humanidad después del Evangelio. Para los que no lo
conocen, básteme decir que algunas cosas que recuerdo de la primera vez que lo leí, forman
parte de la verdad suficiente y parte fundamental de mi historia. A medida que avance en el
camino iré preparando en forma gradual al lector a fin de revelarle el “secreto más largo”.
Sólo le pido que continúe con la mente abierta. Los diálogos del Timeo y el Critias de Platón
son el guion general que lleva a descubrir el secreto que anuncio. La razón de no develarlo al
principio es que prefiero permitirle al lector llegar a la verdad con bases sólidas.
El recuerdo de Platón
No es mi propósito probar lo afirmado por Platón, pues sobre este tema ya se ha escrito
bastante; sin embargo, es necesario recontar parte de la historia para poder dar un paso más
allá y llegar al fondo de una extraña y sobrecogedora verdad que nos acompaña desde la
última creación. Dice Platón cuando inicia el diálogo del Critias, que recuerda como el día
más feliz de su vida aquel en que su abuelo Critias lo sentó en sus rodillas y le contó la
historia más maravillosa escuchada por él hasta ese entonces. Era un día de fiesta para los
niños en Atenas y mientras los pequeños saltaban y jugaban en la calle con gran algarabía,
Platón, de escasos 10 años, prestaba atención maravillado a las palabras de su abuelo. Pero
por si acaso alguno fuese a dudar de su relato, Platón añade que es tan buena su memoria,
que las palabras de su abuelo se grabaron en su memoria de tal forma que no fue necesario
corroborarlas con los manuscritos y documentos que Critias recibió de su padre Drópides y
los cuales le fueron entregados por el anciano Solón, así como la historia relatada por este
último, después de su regreso de la campaña de Egipto. Documentos e historia que llegaron
a Platón legados por su abuelo Critias y que él mismo guardó siempre en un cofre que se
encontraba en su casa. Solón, añade Platón, el más sabio de los siete sabios de Atenas que
si hubiera tenido tiempo de dedicarse a la poesía, y no tanto a gobernar y a la guerra, hubiese
llegado a ser más grande que Hesíodo y Homero. Sin embargo, Solón fue como gobernante y
legislador grande entre los grandes y su obra perdura hasta hoy día.
¡Increíble! Una historia familiar y suficiente, contada por Platón, maestro de Aristóteles, quien
a su vez fuera nada menos que el maestro de Alejandro Magno, y corroborada por
documentos en su propiedad. El filósofo más importante de la humanidad, pariente del
inventor de la democracia, pilar y fundamento de la filosofía occidental que preparó con
Aristóteles parte del camino para la llegada del cristianismo. Si Platón hubiera vivido en la
época de Jesús, sin duda hubiese abrazado el cristianismo, ya que en medio de aquel
maremagno de la mitología griega, salpicada de dioses, supersticiones, brujerías, oráculos,
mitos y leyendas, logró entender que había un solo Dios todopoderoso, creador del mundo y
capaz de cambiar el curso de las cosas. No creo posible que Platón, el filósofo buscador
incesante de la verdad, al escribir sus diálogos del Timeo y el Critias, estuviese interesado en
mentir o en transmitir una gran mentira, si él mismo no hubiese estado convencido de la
profunda verdad que encerraba la historia de su abuelo.
Cuando llegó Solón al delta del Nilo donde se encontraba la ciudad de Sais, sale a recibirlo
una comitiva compuesta entre otros por los sacerdotes del templo y le dan la bienvenida
diciéndole: He aquí que ha venido uno de nuestra propia raza y de nuestra propia lengua a
visitarnos. Solón sorprendido contesta: ¿Por qué me llamáis de vuestra propia raza y lengua?
A lo que le contestan los de Sais: ¿Qué sabes tú, Solón, de la historia de tu pueblo? Solón sin
quedarse corto responde que lo sabe todo, siendo él mismo, el más noble de los atenienses,
conocedor de 800 años de su propia genealogía. Los de Sais lo miran con sorna y le dicen:
“Solón, Solón, qué jóvenes son los atenienses, que no tienen una memoria que el tiempo
haya tornado gris. Vamos a contarte la historia de tu pueblo, que es la misma de nuestro
pueblo y todo ello, puedes corroborarlo con los ÔLibros sagradosÕ que se encuentran
encerrados en el templo y que tienen más de 8000 años de antigüedad, documentos ellos
que no perecieron con la gran inundación”. Sin embargo, los sacerdotes de Sais le ofrecen a
Solón narrarle la más grande hazaña del pueblo griego, con una antigüedad de 9000 años a
partir de ese entonces, lo que significarían unos 11 300 años a partir de hoy día. Debió ser
tan fascinante para Solón escuchar todo esto, que en los días venideros se dedicó a copiar y
a tomar todos los documentos del templo que le parecieron necesarios para establecer la
verdad suficiente y esos mismos fueron los heredados por Platón, pues Solón los dejó en
poder de Drópides, su pariente, amigo de confianza y bisabuelo de Platón.
Solón murió alrededor del año 559 a. C., y los documentos permanecieron desde entonces en
poder de la familia de Platón. A la muerte de Platón en el año 347 a. C., los documentos de
soporte tomados del templo de Sais desaparecieron así como el resto del diálogo del Critias,
el cual quedó inconcluso. Si la verdad de lo allí escrito era mejor ocultarla, nadie lo sabrá
jamás. Sin embargo, sospecho que la verdad era tan importante, incomprensible o
desconcertante para los griegos de la época que era mejor desaparecerla. Algo parecido a lo
que hacen los gobiernos modernos cuando ocultan ciertos hechos, verdades o secretos
militares para no alterar su estabilidad política, su prestigio o para controlar el curso de la
historia. Si los documentos del templo de Sais permanecieron intactos gracias al clima de
Egipto y al celo de sus sacerdotes por 6000 años, los mismos, en manos de la familia de
Platón alcanzaron a subsistir por algo más de 200 años.
El arte de esconder secretos y revelaciones es tan antiguo como la humanidad misma. Hay
secretos de todas clases, militares, políticos, sociales, culturales, familiares, tecnológicos,
teológicos, morales, emocionales, públicos y personales. La lista es interminable. En el
Evangelio aparece una frase de Jesús mismo cuando afirma que todo lo oculto verá la luz y
todo secreto estará expuesto a los ojos de todos.
En el Apocalipsis de san Juan o libro de los ángeles que preparan la segunda venida de
Cristo a la Tierra, el profeta habla de cómo en estos tiempos, muchos sellos serán rotos y
muchas personas y cosas quedarán selladas. En otras palabras, el libro de los sellos no es
otra cosa que el libro de los secretos y el libro de la vida puede identificarse con el mismo. Si
podemos leer el libro de la vida, podremos descubrir todos los secretos.
El Código Bíblico
Michael Drosnin en su libro el Código bíblico, demuestra matemáticamente cómo en los cinco
primeros libros de la Biblia y con la ayuda del computador de la Mossad, el jefe de criptología
de Israel, Dr. Eli Ripps, logró romper el secreto del código bíblico. La primera vez que lo leí,
supe que era verdad lo allí escrito. El libro de la vida descrito en el Apocalipsis de san Juan
no es otra cosa que los secretos sellados y contenidos en la Biblia sobre cada ser humano,
objeto, cosa o situación que ha existido, existe y existirá hasta el fin del mundo. Dios en su
infinita sabiduría es el único capaz de leerlo todo en un instante.
El Dr. Eli Ripps, matemático y criptólogo, con ayuda del computador de la Mossad pudo tener
acceso a lo sellado en los primeros cinco libros del Antiguo Testamento y conocidos como la
Torá, la cual debió ser pasada verbalmente durante generaciones, de padres a hijos, sin
alterar una sola coma, a fin de no corromper los secretos en ella contenidos.
Es obvio que el computador, como medio inventado por el hombre, dista de ser perfecto y sus
capacidades en el manejo de la información, dependen de la mente humana. Sus respuestas
son variables que dependen de la forma como hagamos las preguntas, de la información que
le suministremos a la máquina, de la capacidad de la misma y de la forma como miremos las
respuestas.
Lo que más sorprende al leer el libro, es el hecho que algunas de las preguntas más
importantes para el mundo de hoy en día, el autor parece querer esconder o ignorar a
propósito. Preguntas como si Jesucristo es el hijo de Dios vivo, la cual debiera ser motivo de
preocupación para cualquier judío moderno que aún espera la primera venida de un Mesías,
no está en el libro. El nombre de ese falso Mesías y su profeta que engañará a muchos en
estos últimos tiempos tampoco está allí. Otras preguntas que hoy intrigan a la humanidad
como si existe la vida extraterrestre y cuál es el sitio más próximo a nosotros en donde se
halla, tampoco está allí. La fecha de la llegada del cometa o próximo cuerpo celeste que
golpeará la Tierra sí se encuentra, al igual que el año en que sucederá una guerra nuclear.
En otras palabras, cuando se le pregunta sobre la posible destrucción de la Tierra por una
guerra atómica, puede leerse en la respuesta si no vamos a alterar ese futuro. El año más
vulnerable para tener una guerra nuclear es el 2006. El 2006 y el 2010 están escogidos
también como los más probables para sufrir no uno sino dos impactos planetarios, uno en
cada uno de esos años (léase como complemento Apocalipsis 8). Dentro de la mente de Dios
todo cabe y es posible. En su infinita sabiduría, el Creador supremo permite la completa
libertad de acción y aunque conoce el fin, permite resultados diversos si alteramos el curso de
los hechos.
La enseñanza que me quedó cuando terminé la lectura del libro a que me refiero es la de
haber recibido una verdad probada matemáticamente sobre el origen divino del código; sin
embargo, me sentí desilusionado, pues las preguntas más obvias habían sido escondidas o
ignoradas por Drosnin o por el Dr. Ripps, a fin de evitar el pánico o el derrumbe de sus
propias creencias entre sus coterráneos. No pude menos que expresar lo que estaba
pensando en letra mayúscula en internet y para ello utilicé un pseudónimo. La airada
respuesta de algún judío radical y en contra de mis comentarios al libro no se hizo esperar.
Por otra parte, el apoyo que recibí de uno de los directivos de Amazon.com me hizo pensar
que el tiempo estaba maduro y era necesario sentarme a escribir esta historia. La humanidad
entera está enferma y saturada de secretos desde la Antigüedad y, por supuesto, en la
medida que logremos conocerlos iremos sanando como especie.
Según la Biblia, Noé nació entre hace unos 3500 y 3000 años. Las cuentas son sencillas. De
Adán a Noé 7525 años, de Noé a Cristo entre unos 2000 y 1500 años y de Cristo a nosotros
2000 años.
Es importante recordar la fecha del nacimiento de Adán propuesta por la Biblia entre hace 12
000 y 11 000 años, la cual coincide con la mayor catástrofe de que la humanidad tenga
noticia y que dio lugar al relato de la última creación. Otra teoría sugiere que el nombre Adán
(primer hombre) utilizado por el narrador bíblico era Atlán o Atlas y existe otra posibilidad que
es el nombre del primer rey, Aloros, mencionado en la mitología sumeria.
En el Apocalipsis de san Juan, el profeta ordena a los fieles y a la humanidad entera a que
descubra el secreto del número del Anticristo. En Apocalipsis 13,16 dice: “Aquel que tenga
inteligencia que la use para descubrir su nombre, o el número de su nombre, pues es número
de hombre y está marcado con el 666”. En otras palabras, encontrar la verdad en ciertos
casos como en este, es un requisito indispensable, ¡un servicio para la humanidad! No todas
las verdades tienen la misma importancia, aunque si bien es cierto que la verdad suprema es
Dios mismo. Jesús da una serie de pistas para establecer la importancia de la verdad cuando
afirma: “sólo la verdad te hará libre”, y en otra parte cuando dice: “yo soy la verdad, el camino
y la vida”, y por último, cuando afirma: “el que me ha visto a mí, ha visto a mi padre”.
Estamos al final de la historia de la generación escogida para vivir “el tiempo de los tiempos”.
Todo pasará de acuerdo con lo dicho por Jesús. La rueda de la historia es inexorable y el
plan divino de salvación para los que tengamos la esperanza de tener nuestro nombre escrito
en el libro de la vida, existe desde el comienzo de la creación. La cronología de las setenta
semanas descrita por el profeta Daniel, lo descrito por el profeta Ezequiel, así como lo
predicho por el mismo Cristo en Mateo 24 y por el Apocalipsis de san Juan, está a la puerta.
Por otra parte, las más de 20 000 recientes apariciones de la Virgen María en diversos
lugares del mundo durante los últimos 25 años, apuntan hacia lo mismo. La humanidad
entera está a la espera de lo que ha de suceder, durante el paso de esta generación malvada
y perversa a una escala como ninguna otra. Por eso el castigo predicho por Dios será
ejemplar y el brazo de su justicia está a punto de caer sobre la raza humana. Usando las
mismas palabras de Cristo, en Mateo 24: “... una tribulación tan grande cual no la ha habido
ni la volverá a haber desde el comienzo del mundo...”.
El calendario del Apocalipsis está en marcha y la higuera ha dado sus primeros frutos. Se
habla de guerras y rumores de guerras y ese es otro indicativo de que el fin previsto para esta
generación está próximo, pero es tan increíble la negación y la inconsciencia de la humanidad
para poder ver su cambiante presente y asumir su corto y catastrófico destino, que prefiere
encerrarse en diversiones y pasatiempos inútiles en lugar de enfrentar y curar sus propias
llagas. La cultura del ocio ha invadido todas las esferas de la vida urbana de las grandes
ciudades del mundo industrializado y se ha perdido el contacto con la naturaleza y con Dios.
Las pequeñas cosas, la vida simple y el amor, han desaparecido de la vida de muchos y el
espacio dejado ha sido tomado por el dios del materialismo, del erotismo, de la violencia, del
consumismo y de las pasiones desenfrenadas. En los países en vías de desarrollo, el
espejismo creado por los países más ricos y poderosos, ha degenerado en la insatisfacción,
la frustración, la ira y la envidia.
Los cuatro caballos del Apocalipsis que estaban listos para ser llamados, ya han empezado a
galopar en una desenfrenada carrera. El primer caballo o caballo blanco, salió como vencedor
y para vencer. Muchos ven este caballo como el papa Juan Pablo II, el cual ha recorrido el
mundo entero, predicando la palabra de Dios, dando con esto fiel cumplimiento a la profecía
que dice que el Evangelio y en particular este Evangelio del Apocalipsis ha de ser primero
predicado en toda la Tierra. Los demás caballos estaban listos para ser llamados después del
primero. “El caballo verde, el rojo y el negro”, identificados como, “la peste, el hambre y la
guerra” ya están haciendo estragos en toda la Tierra.
El sida, con aterradoras características epidémicas en África y Brasil, amenaza con arrasar
una gran parte de la humanidad y forma parte del castigo del primer ángel. De acuerdo con
informaciones transmitidas recientemente por la DW (Deutsche Welle), la fiebre del pollo
aparecida en Hong Kong y la cual se diseminará en pocos meses por toda la Tierra (se
calcula que para finales del año 2004), habrá causado la muerte a más de 60 millones de
personas en el mundo entero. La vacuna es tan escasa y costosa que se le aplicará sólo a la
élite de los gobernantes y a los miembros del cuerpo médico. Los demás, estaremos a la
espera de ver si somos o no propensos a ese mortal virus. Por otra parte un nuevo virus de
neumonía atípica está presente desde comienzos del 2003 y ha causado varias muertes en el
Asia y en el Canadá.
El hambre ya ha hecho grandes estragos en África, Asia y América Latina, pero mientras el
presidente norteamericano George Bush, discute en Europa en el seno de la OTAN la
defensa estratégica para “prevenir” una guerra atómica, o lo que es conocido como “la guerra
de las galaxias”, millones de personas enfrentan el hambre y la muerte cada día y los
recursos económicos del mundo se desvían en lo que puede llegar a ser la carrera
armamentista más peligrosa de todos los tiempos. La nueva amenaza de Corea del Norte con
la activación de sus programas nucleares a puerta cerrada y sin control de las potencias, es
uno de los más grandes peligros que haya enfrentado jamás la humanidad, dejando como un
pálido reflejo todas las guerras del pasado. La paranoia del terrorismo ha golpeado, después
de la catástrofe del 11 de septiembre, a todas las puertas de la Tierra. El caballo negro ya
está armado hasta los dientes y ha salido a hacer estragos de acuerdo con lo profetizado
hace casi 2000 años. Por causa de estos tres caballos que son la peste, el hambre y la
guerra, san Juan nos avisa que perecerá una tercera parte de la humanidad, pero a pesar de
las evidencias los hombres no queremos ver. Lo mismo sucedió en los días de Noé y en los
días de Lot. El día llegará de repente, cuando nadie lo espere, por un simple error humano o
de cálculo o por la soberbia de algún gobernante, terrorista o general fanático. En los últimos
años la Tierra ha estado varias veces en alerta amarilla, o sea, a punto de ser destruida por
alarmas reales o ficticias de guerra atómica. Hoy día, cualquiera que tenga los fondos puede
adquirir una bomba nuclear en los arsenales de la desbaratada Unión Soviética.
Este final inexorable y cierre del pentagrama de la historia, al cual llegamos en escasos 5000
años desde el descubrimiento de la rueda, estaba predicho. De allí la urgencia de “ciertas
culturas” de establecer y asegurar su hegemonía y su supervivencia desde ahora, en un vano
intento de apoderarse en el futuro de lo que quede del mundo destruido. Sin embargo, los
planes de Dios también son inequívocos y toda lágrima se secará y los que queden tendrán
un solo pastor y serán parte de un solo rebaño, en donde los instrumentos de guerra serán
fundidos y convertidos en herramientas de labranza, una sociedad en donde los obispos
andarán descalzos y por ende los fieles también, una raza en donde Dios será servido y
glorificado.
Los documentos del templo de Sais narran la existencia de esa isla-continente que ocupó un
territorio tan grande como el Asia Menor y Libia combinados y existió en la mitad del Atlántico,
más allá de las Columnas de Hércules, en lo que Platón describe como un pequeño mar, al
compararlo con el gran mar que se encuentra al otro lado del gran continente. Ni una sola
palabra de lo que dice Platón parece no coincidir en forma exacta con un profundo
conocimiento geográfico de la existencia del Atlántico, del continente americano y del Océano
Pacífico, no siendo las Columnas de Hércules otra cosa que el nombre griego dado al
estrecho de Gibraltar o punto más angosto entre África y la península ibérica, con escasos 13
kilómetros de separación en su punto más estrecho y flanqueado por dos enormes rocas. La
del extremo norte es la famosa roca de Gibraltar, la cual se encuentra en la península ibérica
y la de la costa africana se encuentra en Ceuta y es llamada hoy día Jebel Sidi Moussa. El
estrecho ya había sido visitado en épocas relativamente recientes por los fenicios y de ello
quedan vestigios que datan del año 1100 a. C.
Si los arqueólogos y exploradores que buscaron la Atlántida en el mar Egeo o que pensaron
que la Atlántida era la isla de Tera desaparecida con la erupción de un volcán en 1500 a. C.,
y otros aun más arriesgados y perdidos que la identificaron con la península escandinava o el
continente americano y no la hallaron, se equivocaron de sitio al no buscar y seguir al pie de
la letra lo descrito por Platón. Tal vez los que más se aproximaron fueron los que pensaron
que la Atlántida fue parte de las islas Azores, de las islas Canarias o de las islas de Cabo
Verde frente a las costas de África. Lo mismo sucedió con los que buscaron a Troya en el
sitio equivocado o con los que pensaron que Troya era sólo un mito y se olvidaron que detrás
de todo mito se encierra una verdad suficiente que sólo espera ser encontrada.
Los fenicios no fueron las tribus que descubrieron a América aunque sí la visitaron en
repetidas ocasiones. Las raíces lingüísticas mayas, incas, aztecas y fenicias, apuntan más
bien a una lengua u origen común de todos esos pueblos.
Si bien es cierto, las dificultades de exploración son innegables al tratar de buscar rastros del
continente perdido en el fondo del mar, en un lugar vecino a lo que se denomina el Risco del
Atlántico medio. Esta zona está caracterizada por continuos movimientos telúricos producto
del choque de las placas tectónicas y de la continua turbulencia y erupción de volcanes
submarinos. Pero esto no es razón suficiente para negar la existencia de la Atlántida o
proponer un nuevo lugar para su localización, desvirtuando con ello el acopio de verdad
suficiente.
Hoy en día con la existencia del pequeño submarino con tecnología nuclear conocido como el
NR2 y con más de 200 misiones exitosas en operaciones en el fondo del mar, sería posible
buscar vestigios de la Atlántida en donde la ubica Platón. Ya los rusos lograron demostrar
que en el sitio mencionado, muestras de lava encontradas en el fondo del Atlántico se habían
enfriado en contacto con la superficie, probándose en esta forma la existencia de una isla
sumergida. Como lugar alternativo que coincide con lo descrito por Platón, también cabría la
búsqueda en la altiplanicie situada frente al monte Meteoro a unos 3000 metros de
profundidad; este lugar está localizado un poco más al sur y más cercano al continente
africano.
Entre los libros más recientes que pretenden darle credibilidad al relato de Platón está el de
Atlantis de ese gran lingüista, escritor y explorador innato que es Charles Berlitz. Nada de lo
que propone Berlitz es descabellado ni lejos de la verdad. Por el contrario, el acopio de
información por él reunido, sustenta y demuestra con verdad suficiente la existencia de la
Atlántida. Pero que no se equivoque el lector. El propósito de este libro no solamente es
sustentar la existencia de la Atlántida, sino, aceptando su existencia, dar un paso adelante.
La razón de tener que mencionar aquí alguna información como la mencionada por Platón y
la recopilada por Berlitz y conocida por otros muchos arqueólogos, filólogos, oceanólogos y
etólogos, es la de simplemente ilustrar al lector para que pueda tener su propio acopio de
verdad suficiente.
Los casos de memoria genética como los descritos por Berlitz, de las anguilas que buscan
desovar en el centro del Atlántico como recuerdo de un río de agua dulce que ya no está en
ese lugar o el de unas especies de aves, que en su proceso migratorio de Europa a América,
recorren grandes extensiones sobre el mar esperando encontrar unas islas que les permitan
descansar y al no encontrarlas caen exhaustas y perecen ahogadas, son prueba de que
existió una cadena de islas, hasta llegar a esa isla-continente de mayor tamaño, ninguna de
las cuales se encuentran allí hoy en día.
Pero, ¿qué se hicieron esos nefilim y quiénes eran? La Biblia habla someramente de esos
héroes engendrados por los “hijos de Dios” después de penetrar a las hijas de los hombres.
Esa raza “superior” de los nefilim no fueron otros que el pueblo atlante. Mirados como dioses
o semidioses en la Antigüedad en razón de su tamaño y avances tecnológicos y dotados de
una poderosa flota naval, es apenas obvio que esos nefilim al mezclarse con las mujeres de
los pueblos conquistados engendraran una raza más fuerte que la nativa de cada sitio.
Los atlantes eran particularmente bien desarrollados y dotados de una capacidad craneana
más grande que la del hombre actual como lo demuestran las momias de sus descendientes,
los indios guanche de las islas Canarias. El delicioso clima subtropical con abundancia de
aguas, frutas y verduras y la alimentación diferenciada, más otras características propias de
su hábitat les permitieron alcanzar un desarrollo físico sin igual. La mitología griega se refiere
a la isla de la Atlántida, con el nombre de Jardín de las Hespérides.
En otras palabras, así como ciertos animales prehistóricos alcanzaron un tamaño gigantesco
para nuestros estándares de hoy día, gracias al clima y a su hábitat, lo mismo le sucedió a
esta raza, a los atlantes. Los atlantes permanecieron en cierta forma aislados e intocables en
su isla-continente desde el origen mismo de la creación del hombre. Algo similar a lo que
sucedió con las especies de las islas Galápagos. Ese aislamiento produjo una especialización
y un desarrollo acelerados que dieron como resultado esa raza de gigantes. Uno de sus
pueblos conquistados en remotísimo pasado y que fuera de su gran predilección debido a la
belleza de sus mujeres fueron los egipcios, quienes guardaron algunas de estas
características, ya que junto a ellos (de acuerdo con el recuento de los exploradores de
Moisés) los demás hombres se veían como “saltamontes”. Recordemos que el Imperio
antiguo de los egipcios, permaneció aislado y casi intocable por miles de años. Durante la
época del Imperio medio cuando se construyó la gran pirámide, ya habían pasado unos 9500
años desde el hundimiento de la isla-continente.
De acuerdo con el relato de Platón, el único pueblo que no fue vencido o conquistado por los
atlantes fue el griego, quien debió sufrir enormes pérdidas humanas al tratar de defenderse.
El arte de la guerra fue de esta manera desarrollado por los griegos con altísimos estándares
de sofisticación desde su prehistoria. Recordemos a los espartanos y a sus tácticas de guerra
o a diseños extraordinarios como los cascos utilizados por los soldados de Micenas, hechos
de una sola pieza y dignos de ser exhibidos en cualquier museo de diseño industrial.
La epopeya de Troya y la conquista del mundo conocido por Alejandro Magno, hijo del rey
Filipo II y discípulo de Aristóteles, prueban esta ascendencia guerrera como una memoria
impresa en la sangre de los griegos. Alejandro Magno sin duda conoció el relato de la
Atlántida de boca de su maestro quien a su vez fue discípulo de Platón. Debió soñar con ese
pueblo que fuera dueño del mundo antes que él y decidió conquistarlo. Siglos después,
Cristóbal Colón, conocedor de los relatos de Platón también se lanzó a la conquista de ese
gran continente, descrito más allá del Atlántico.
El relato de la Atlántida de Platón, tuvo una gran influencia en la forma como se lograron
algunos de los descubrimientos y conquistas más grandes de la humanidad, así como el
accidente de la nave de Roswell logró cambiar el rumbo de la historia a partir de mediados
del siglo XX.
Como lo mencionamos anteriormente, el paraíso no era otra cosa que la Atlántida. El hecho
de que Dios sacó al hombre del paraíso y puso un ángel con espada de fuego para impedirle
su regreso a él, es una imagen clara de cómo una catástrofe en donde un gran volcán (como
sucedió con el Krakatoa a comienzos del siglo XX) hizo explosión debido al impacto de un
aerolito o cometa, el cual fue visto en el cielo como estrella ardiente semejando una espada
de fuego. Como resultado de ese cometa y de esa explosión, en la cual muchos de los 400
volcanes conocidos también hicieron erupción, la isla-continente, de acuerdo con el relato de
Platón, “en un día, en una noche fatal, desapareció bajo las olas del mar”.
Platón nos relata en el diálogo del Critias la existencia de ese gran volcán en el extremo norte
de la isla. Los volcanes que conocemos hoy día tal vez no igualan en tamaño al que coronaba
la isla de la Atlántida. Hoy día sabemos cómo en Marte se encuentra el volcán más grande
del sistema solar, el cual es casi tres veces más alto que los que conocemos en la Tierra. No
es de extrañar entonces que un gigantesco volcán haya producido con su explosión la
catástrofe más grande y de borrosa memoria. Al decir de Platón: “de una memoria que el
tiempo haya tornado gris”.
Es importante recordar aquí que estamos hablando del comienzo de la nueva humanidad. A
la luz de los acontecimientos narrados por Platón en el Timeo y el Critias y a lo descrito en
Génesis 6, 1-4, el pasaje sería explicable de la siguiente manera:
Génesis 6, 1-4
Y acaeció, que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la Tierra, y les
nacieron hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas,
tomáronse mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá (permanecerá) mi
espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días
ciento y veinte años. Había gigantes (nefilim) en la Tierra en aquellos días, y también
después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos:
estos fueron los valientes que desde la Antigüedad fueron varones de nombre”.
1. Y acaeció, que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la Tierra...
Después del desastre del hundimiento de la Atlántida, hace aproximadamente 12 000 años, el
cual era el Jardín de las Hespérides descrito en la mitología griega, o el jardín del edén del
cual habla la Biblia en Génesis 2, 8, localizado al oriente (o sea al oriente: América), aparece
una referencia a los hijos de Yaván, Génesis 10, 5, con relación a que fueron estos los que
poblaron las islas que sobrevivieron a la catástrofe. La mezcla de los nefilim con las hijas de
este grupo semita es más que probable. Estos hijos de Yaván fueron los que de nuevo
poblaron las islas o elevaciones del terreno que permanecieron sobre los picos del mar,
después del hundimiento de la Atlántida. En otras palabras, fueron los antecesores de los
indios guanche de las islas Canarias o de los habitantes de las islas de Cabo Verde al oeste
de las costas del África meridional.
Algunos se preguntarán entonces, ¿en dónde caben los ríos Tigris y el Eufrates de que habla
la Biblia como el sitio en cuyo medio se encontraba localizado el paraíso? Los arqueólogos
han buscado en vano en esos sitios sin encontrar ninguna prueba que se remonte más allá
de unos 6 o 7 mil años a. C., y no se han dado cuenta que el paraíso perdido para siempre se
encontraba en otro sitio, guardado y escondido por ese “ángel con espada de fuego” que se
movía en todas direcciones para impedir la entrada de quien quisiera encontrarlo.
De los muchos ríos que bañaron la superficie de la Atlántida cuatro aparecen allí. Dos de sus
nombres pueden haber sido los mismos que los descritos en el Génesis. Es cosa común
trasplantar nombres de un continente a otro. Así, por ejemplo, existe una Cartagena en
España y otra en América, la segunda en recuerdo de la primera. Existe la Columbia Británica
y la Colombia en Suramérica y así, hay decenas de nombres que se repiten y se retoman de
sitio a sitio, unos en recuerdo de otros.
Gracias al clima y a una alimentación diferenciada, los atlantes eran de una gran estatura y
un remanente de un subgrupo humano que venía desde la prehistoria, de gran tamaño y
capaz de competir por su supervivencia contra los grandes depredadores inclusive con
algunas de las ramas de los dinosaurios. Las famosas “pruebas erráticas” a las que haré
mención más adelante, así lo demuestran. El hecho de que ese remanente al estar aislado se
hubiera adaptado en forma diferente, cabe dentro de las teorías más modernas de la
evolución. La longevidad de la especie también está descrita por la misma Biblia, lo cual no
es improbable, teniendo en cuenta que el hombre es poseedor en sus genes de un código
secreto, el cual incluye entre otras cosas, la duración que debe tener su vida, con una orden a
las células del organismo que les impide multiplicarse más allá de cierto número de veces.
Hasta ahora el genoma humano, con su código secreto, comienza a ser decodificado.
Debido a los desarrollos alcanzados por los atlantes, estos eran mirados como semidioses o
dioses por las demás razas y pueblos que los circundaban, habiendo extendido sus dominios
hasta mucho más allá de las zonas costeras. Las crónicas españolas de la Conquista cuentan
cómo los nativos de la isla Guaraní, se postraron en el suelo y adoraron a los conquistadores
cuando estos pusieron por primera vez los pies en tierra firme. Su antiquísima tradición les
enseñaba que los “dioses” de donde provenía parte de su tradición, su lenguaje y sus
costumbres, regresarían algún día. Hoy día, la carrera espacial nos mostró cuán importante
fue la imagen de superhombre que el pueblo norteamericano quiso transmitirle al mundo por
televisión con la conquista de la Luna. Se acuñaron monedas y se produjeron películas en
donde los astronautas eran mostrados como si fueran una raza diferente, equivalente a los
semidioses de la Antigüedad.
El idioma atlante
La raíz ATL que significa agua tiene un origen prehistórico y se encuentra a ambos lados del
mar. Palabras como Tenochtitlán, o Quetzalcóatl que significa “serpiente emplumada” o
Atitlán con que se denomina ese gran lago en Guatemala o Atlas de donde viene la palabra
Atlántico, nos dan pistas para entender muchas de las antiquísimas raíces del lenguaje. El
mismo Apocalipsis de san Juan hace referencia a una serpiente que en los últimos tiempos
vomita un río de agua pretendiendo ahogar la voz de la mujer y de su hijo, y en otro pasaje,
de la antigua serpiente que sube del mar. Serpiente, agua, mar y catástrofe son palabras que
de una manera u otra se encuentran ligadas en el Antiguo Testamento. La palabra “desastre”
está relacionada con la astrología y significa estrella enferma o estrella perversa, y la palabra
“abismo” tiene que ver con las profundidades del fondo del océano. Son muy escasas o poco
comprendidas las raíces de un lenguaje prebabélico o anterior a la confusión de las lenguas
enviada por Dios como castigo contra la soberbia humana con el derrumbe de la Torre de
Babel. Otras palabras que tienen origen prehistórico o prebabélico es la de “papá” y tal vez
otra es “tata” o “taita” en el idioma quechua. En ciertos idiomas no existen palabras únicas
para designar objetos o ideas simples, como es el caso del idioma vasco, en donde la palabra
cuchillo significa literalmente “instrumento de piedra que corta”. Con la decadencia vivida por
el pueblo de Micenas, se llegó a olvidar la escritura y la lectura, las cuales sólo fueron
recuperadas por ellos un siglo antes de nuestra era.
Los atlantes habían impuesto su lengua en todos sus dominios, los cuales penetraban todos
los confines del mundo conocido. Hoy hemos podido comprobar cómo una de las armas más
poderosas de conquista y penetración del pueblo anglosajón, es haber hecho del idioma
inglés una necesidad universal. A pesar de los esfuerzos de Francia para lograr salvar su
idioma, el francés ha dejado de ser un requisito en muchos colegios y universidades como
lengua obligatoria o necesaria y ya ni siquiera es requisito como lengua diplomática. El éxito
del inglés radica en la simpleza de ese idioma y en factores de orden económico y literario. El
número de libros que se publican en inglés cada año, no tiene parangón en ninguna otra
lengua, incluyendo la otra de gran difusión que es el español.
Se puede imaginar el idioma atlante parecido a muchos de los sonidos que aún conservan
algunas de las tribus indígenas del Nuevo Mundo. Fue un lenguaje expresivo y simple, casi
militar, de no más de 1000 palabras y con una estructura verbal que recuerda a la del idioma
inglés. Sólo se usaron tres tiempos verbales: pasado, presente y futuro. Los petroglifos
(pictogramas) de la isla del Hierro, en las islas Canarias, dejan entrever la impresionante
capacidad de síntesis de ese pueblo. El mérito de Tácito quizás el más famoso historiador de
todos los tiempos, radica en su estricto amor a los hechos pudiendo resumir en pocas
palabras la verdad, sin distorsionarla, y en pocas páginas narrar lo que para otros hubiera
tomado enciclopedias enteras.
2 Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres,
escogiendo entre todas.
Continuando con nuestro relato del Génesis 6, 1-4, vemos cómo el cronista bíblico está
narrando un proceso de selección natural, por medio del cual, los hijos de Dios, o atlantes,
escogieron a aquellas de los territorios conquistados que eran las más hermosas y fuertes,
capaces de perpetuar su raza.
Esta mezcla de razas, con otras de menor estatura, debió producir un cambio en el tamaño
de los hombres de ese tiempo. Remanentes de esta raza de gigantes aún puede estudiarse
en las momias de los indios guanche en las islas Canarias así como su capacidad craneana,
la cual era un 30% mayor que la del hombre actual. Estos cambios de tamaño, son
característicos de las especies en su lucha por la supervivencia. Unos organismos se vuelven
de mayor tamaño, otros más pequeños. El estudio de la evolución del caballo nos muestra
cómo el animal primitivo era del tamaño de un perro actual y fue creciendo hasta alcanzar el
tamaño que tiene hoy día. Remanentes de estos caballos enanos aún son reproducidos en la
Argentina y pueden comprarse en unos dos mil dólares. Un caso a la inversa fue el de los
dinosaurios, entre cuyos herederos más evolucionados, se encuentra el pollo, base de la
dieta del hombre actual.
Hoy día conocemos la teoría de los genes complementarios y cómo cierta mezcla de razas
produce individuos más bellos o más fuertes. Un ejemplo de lo que afirmo puede verse a
simple vista en las playas del Brasil, en donde el mestizaje ha producido una de las razas
más bellas del mundo. Estos genes complementarios en el caso de los antiguos, los
aportaron los famosos nefilim o atlantes de quienes habla la Biblia como los padres de “los
héroes famosos de la Antigüedad”. Con la desaparición de la Atlántida esos héroes llegaron a
convertirse en los dioses y semidioses mitológicos que literalmente plagaron la historia con
sus hazañas y ayudaron a construir con sus leyendas una de las religiones politeístas más
complejas de todos los tiempos. Esa religión heredada por los romanos de los griegos fue
desbaratada por un solo hombre: Cristo Jesús.
Cuando visité las islas Galápagos, en el centro de la isla Isabela (Albemarle) se halla el
volcán Alcedo con 1128 metros sobre el nivel del mar y 52 km2 de superficie en el valle
formado por la caldera (8 x 6,5 km). Uno de los recorridos fue escalar la falda del volcán
hasta llegar a la cima y luego descender al valle central o caldera circundado por crestas de
lava endurecida. Hacia el extremo sur se halla el volcán Sierra Negra o Monte Grande, con
una de las calderas más grandes del mundo (11 x 9 km) aunque es unos 90 metros más bajo
que el Alcedo. Uno de los objetivos de esa expedición, era localizar el animal más viejo y
solitario del mundo el cual no es otro que un galápago gigante con patas traseras parecidas a
las de un elefante, más de 6 quintales de peso, 1,50 x 1,60 m de diámetro y más de 400 años
de edad. ¡Casi la edad de Matusalén! Todos sus parientes han desaparecido, cazados por el
hombre para consumir su carne y obtener utilidad monetaria vendiendo sus caparazones.
Estos galápagos evolucionaron a la forma actual hace unos 70 u 80 millones de años, se
radicaron en las islas Galápagos hace 1 millón de años y después de haber existido en Asia,
América del Norte y Suramérica, desaparecieron misteriosamente hace unos 100 000 años.
Remanentes de animales prehistóricos parecen existir en diferentes partes del mundo, lo cual
atestigua que el código que regula la longevidad de esas especies ha permanecido intacto y
el proceso reproductivo en consecuencia se ha hecho mucho más lento, con menor número
de animales, pero de gran longevidad. Los elefantes que son algunos de los animales que
más viven dentro de las especies terrestres de hoy día, se reproducen cada 4 años. Casos
como el del monstruo Nessie en el lago Loch-Ness en Escocia, u otro animal de similares
características fotografiado en Chappaquiddick en las costas de esta isla del norte de los
Estados Unidos o el relato de los “piasas” (pterodontes) descritos por el sacerdote jesuita
durante la época de la conquista, son “pruebas erráticas” que demuestran la existencia de
estos rezagos de la evolución.
4 Había gigantes (nefilim) en la Tierra en aquellos días, y también después que entraron los
hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: estos fueron los valientes
que desde la Antigüedad fueron varones de nombre.
La Biblia es muy clara y contundente en cuanto a este punto de los gigantes descendientes
de los atlantes o nefilim, y reitera que los mismos no se extinguieron rápidamente, sino que
poblaron varios lugares y se convirtieron en hombres poderosos que dieron lugar a historias
verídicas, en algunos casos de gran heroísmo. La Biblia menciona a varios de estos hombres
inmensos cuando habla de Sansón o del gigante Goliat. En cuanto a varones de nombre se
refiere, las mitologías de toda la Tierra están llenas de ellos. En Números 13, de nuevo se
habla de la raza de gigantes, o de los hijos de Anac, que vinieron después. Pero realmente, el
conocimiento que tenemos de esos gigantes de antaño, está distorsionado por el tiempo y por
las leyendas. Las amazonas son parte de estas leyendas a las cuales el gran río debe su
nombre. El paso de la historia a la leyenda y de allí al mito, toma varios años, a veces siglos.
La mitología griega y su heredera la romana, nos dan a conocer parte de la cara oculta de la
historia, sin embargo, el gran secreto de qué se hicieron los nefilim es lo que presentaré más
adelante, en las conclusiones finales de este libro.
El Libro de Job
El libro de Job es situado por los lingüistas y estudiosos en épocas diversas que van desde la
época de Moisés en más o menos el año 1440 a. C., y ubicado por otros entre los años 500-
250 a. C. Otros historiadores y filólogos colocan el libro de Job en época vecina al Génesis.
Sin embargo, en la Vulgata aparece en Job 3,14 la enigmática palabra “soledades” cuando
dice: “Con los reyes y consejeros de la tierra que se edificaron Soledades”. La palabra
soledades en la Biblia de Jerusalén está traducida como tal, pero en la Biblia de Straubinger y
otras más modernas aparece como mausoleos o pirámides. Estas diferencias en las
traducciones bíblicas dificultan la labor del investigador. Si hacemos caso a la traducción de
la Vulgata, el término soledades permite colocar a Job en una época anterior a la que los
traductores y estudiosos más recientes pretenden. Si hacemos caso a la palabra mausoleos,
la época sería la postextílica después de la construcción del Mausoleo de Halicarnaso, una
de las siete maravillas del mundo antiguo, y entonces estaríamos colocando el libro de Job
entre los años 350 y 250 a. C. Si utilizamos la palabra pirámides, esto significaría un período
más antiguo, pero posterior a la ejecución de las mismas. Para efectos del presente estudio,
he decidido seguir la traducción de la Vulgata.
En ese extraño diálogo en donde Dios le pregunta a Satán su opinión sobre Job, un hombre
justo, seguidor de sus enseñanzas. Satán responde que dadas las circunstancias Job
renegaría de Dios. Dios entonces le permite al demonio afligir a Job con toda clase de
tribulaciones, quitándole sus riquezas, derribándole su casa, incendiándole los campos,
matándole a sus hijos, enviándole enfermedades en la carne y permitiéndole a sus amigos
que lo critiquen y lo juzguen cruelmente. Extrañamente, como parte de la tribulación de Job,
Dios le permite a Satán dejarle a su mujer, la cual también lo desprecia y habla mal de él y de
su relación con Dios, haciendo más dura su carga. Sin embargo, Job no desfallece y Dios lo
premia dándole de nuevo siete hijos y tres hermosas hijas y doblándole sus riquezas. En el
libro aparece en un momento dado esa serpiente antigua o demonio cuyo nombre es
Leviatán, ese cometa bajo el poder de un demonio que destruyó en su paso por la Tierra los
bienes y la salud de Job, causándole tanta aflicción física y espiritual. Y en Job 3, 8
refiriéndose a la fecha de su nacimiento dice: “maldíganla los que saben maldecir los días, los
que saben despertar a Leviatán”, y más adelante en Job 41 hay una larga y detallada
descripción del cometa manejado por el demonio Leviatán a quien este personifica (la opinión
es mía). La traducción de la Biblia antigua, Reina Valera dice:
Job 41 1 ¿Sacarás tú al Leviatán con el anzuelo o con la cuerda que le echares en su
lengua?
2 ¿Pondrás tú garfio en sus narices y horadarás con espinas su quijada?
3 ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Hablarate él lisonjas?
4 ¿Hará concierto contigo, para que lo tomes por siervo perpetuo?
5 ¿Jugarás tú con él como con pájaro o lo atarás para tus niñas?
6 ¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Partiranlo entre los mercaderes?
7 ¿Cortarás tú con cuchillo su cuero o con asta de pescadores su cabeza?
8 Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla y nunca más tornarás.
9 He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; porque aún a su sola vista se
desmayarán.
10 Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién pues podrá estar delante de mí?
11 ¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
12 Yo no callaré sus miembros, ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición.
13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se llegará á él con freno doble?
14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan.
15 La gloria de su vestido son escudos fuertes, cerrados entre sí estrechamente.
16 El uno se junta con el otro, que viento no entra entre ellos.
17 Pegado está el uno con el otro, están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
18 Con sus estornudos encienden lumbre y sus ojos son como los párpados del alba.
19 De su boca salen hachas de fuego, centellas de fuego proceden.
20 De sus narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve.
21 Su aliento enciende los carbones y de su boca sale llama.
22 En su cerviz mora la fortaleza y espárcese el desaliento delante de él.
23 Las partes momias de su carne están apretadas: Están en él firmes y no se mueven.
24 Su corazón es firme como una piedra y fuerte como la muela de abajo.
25 De su grandeza tienen temor los fuertes y a causa de su desfallecimiento hacen por
purificarse.
26 Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, ni lanza, ni dardo, ni corselete durará.
27 El hierro estima por pajas y el acero por leño podrido.
28 Saeta no le hace huir; las piedras de honda se le tornan aristas.
29 Tiene toda arma por hojarascas y del blandir de la pica se burla.
30 Por debajo tiene agudas conchas; imprime su agudez en el suelo.
31 Hace hervir como una olla la profunda mar y tórnala como una olla de ungüento.
32 En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que la mar es cana. (Cuando se
aleja sobre las olas del mar, deja ver brillar su blanca cabellera).
33 No hay sobre la Tierra su semejante, hecho para nada temer.
34 Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios.
Leviatán, el nombre de este demonio, de esta serpiente antigua, diablo o Satanás, aparece
en la Biblia en múltiples partes, sometido por Dios al comienzo de la creación. En el Salmo
74, 14 podemos leer: “Aplastaste las cabezas de Leviatán y se las diste de comida a los
animales salvajes”, y en Amos 9, 3 o Isaías 27, 1 también encontramos referencias bíblicas a
este dragón o serpiente antigua. Otros nombres utilizados para esta serpiente son Rahab o
simplemente el Abismo como puede verse en Job 9, 13, Salmo 89, 10 o Habakuk 3, 10.
Las consecuencias de ese encuentro con la tierra de Leviatán, “el de la blanca cabellera”,
debieron ser catastróficas. De seguro marcaron la memoria de los hombres para siempre. El
mito de Ragnarok o batalla del fin del mundo que se encuentra en la mitología escandinava y
que termina con el triunfo del bien sobre el mal en una era de paz y tranquilidad, coincide con
lo descrito por san Juan en el Apocalipsis después de la batalla de Armagedón y con las
recientes profecías de la Virgen en Garabandal, España, entre los años de 1961 y 1965, en
donde anuncia una señal o aviso para toda la humanidad, un milagro, un castigo y por último
una era de paz. También en la mitología escandinava aparece esa serpiente con el nombre
de Sigurd, el dragón asesino.
El proceso del paso o encuentro con la Tierra de ese cometa gigantesco cambió la faz del
mundo. Es interesante la referencia a las múltiples cabezas de la serpiente las cuales no son
otra cosa que la cabeza fragmentada del cometa, alguna de las cuales pudo haberse salido
de su órbita, golpeando esta parte del hemisferio. El cometa Biela que casi se estrella con la
Tierra en 1923, continuó con su órbita alrededor del Sol y presentó al pasar de nuevo en su
trayectoria hacia el espacio, una cabeza fragmentada que daba la impresión de ser una
serpiente con dos ojos. Aún se recuerda no solamente en México y en Egipto a esa serpiente
poderosa, sino también en la China con multiplicidad de dragones, en la India con el tercer
ojo que aún se pintan las mujeres sobre sus frentes y en la Polinesia.
Imaginemos ahora que un cometa o aerolito de gran tamaño se aproxima a la Tierra. El terror
de su cercanía y la certeza del impacto, conociéndose ambos con la tecnología de hoy en
día, tendría terribles efectos sobre la población. La humanidad entera observando el cielo e
implorando a Dios perdón y misericordia; saqueos, pillaje, incendios y desesperación por
doquier. Absoluciones en masa dadas por los sacerdotes por la imposibilidad de confesar a
todo el mundo. Sequedad en el aire. Un calor que va en aumento. Edificios y ciudades
enteras comienzan a estallar en llamas con la proximidad del cometa, tal como sucedió con el
gran incendio de Chicago entre los días 8 y 10 de octubre de 1871, el cual mató al menos 250
personas, dejó a 90 000 sin hogar y destruyó cerca de 10 kilómetros cuadrados del centro de
la ciudad, cerca de 1/3 del área total, cuando el paso de un cometa calentó y secó el aire de
tal forma que la ciudad entera estalló en llamas y el calor fue tan intenso en algunas partes
que se derritieron las tapas de las alcantarillas. Un recuento detallado de este suceso existe y
pude observarlo en el planetario de la ciudad de Miami.
Podría decirse que la historia de las eras geológicas de la Tierra y de los grandes cambios
evolutivos de las especies, es la historia de los impactos planetarios y su cronología se ajusta
a los mismos. Por primera vez estamos enfrentando un gran cambio geológico producido por
el hombre. Con el “efecto de invernadero”, el calentamiento global está produciendo el
deshielo de los polos. A este ritmo, es posible que en menos de 10 años la humanidad tenga
que vivir una nueva edad del hielo.
Los cometas
Todos sabemos hoy día que el perihelio (punto más cercano al Sol) de un cometa tiene cierta
regularidad y su regreso o paso por detrás del astro ocurre en épocas predecibles desde la
Antigüedad. Los cometas describen órbitas muy largas y pueden tomar miles de años en
volver, siendo visibles desde la Tierra. Los cometas parecen venir de una zona galáctica
conocida como la nube de Oort, en los confines más distantes del sistema solar. Algunas de
las colas de los cometas van de los 50 a los 320 millones de kilómetros y el material con que
están hechos es el mismo del cual están hechos los planetas. Muchas veces son gigantescos
trozos de nieve sucia, polvo, roca o diamantes descomunales que van consumiéndose y
regenerándose en su desenfrenado viaje por el espacio, debido a un proceso de atracción
acumulativa de masas, de posible combustión interna y de tremenda fricción.
La velocidad de estos monstruos del espacio es superior a los 200 000 kilómetros/hora,
dejando ver el brillo de sus colas de gases con el Sol. Hoy en día, es aceptada la teoría de
que la extinción de los dinosaurios unos 65 millones de años atrás, afectó el clima y a la
Tierra de tal forma que dio origen a una nueva edad geológica. Infortunadamente la memoria
de la humanidad es corta y los registros de impactos son difíciles de calcular. Si el cometa
cayó creando el golfo de México, es lo más factible, que fue el que causó la extinción de los
dinosaurios. Pedazos de ese cometa pueden haber caído sobre la Florida creando el lago
Okeechobee, o ese fragmento puede ser de época diferente y al golpear la Tierra a 200 000
km/hora, hubiera sido suficiente para causar la extinción de los dinosaurios y la erupción de
volcanes en México y otros puntos de Suramérica. Cuántos cometas han golpeado la Tierra,
nadie lo sabe. En algunas rocas pueden medirse hasta 22 cambios de inversión de los polos
cuando se analiza la orientación de las partículas imantadas o de hierro. Cada cambio es, por
supuesto, debido a un cataclismo cósmico.
El meteorito de Tunguska que cayó encima de los bosques de la Siberia central en 1900, no
tenía más de 1 metro de diámetro, sin embargo explotó a pocos metros de altura, antes de
tocar la Tierra, y la onda explosiva arrasó con todos los árboles en un radio de 80 km.
Existen más de 1400 cometas que han sido clasificados. Carl Sagan enseñaba que provenían
de la nube o anillo de Oort en los extremos del sistema solar, como remanentes de planetas
que explotaron o que nunca se formaron, nadie lo sabe. Lo cierto es que se hallan por todo el
sistema solar, como abejas alrededor del panal, esperando el momento oportuno, la orden de
Dios, para renovar su creación. La ira de Dios actúa de diversas maneras y de un soplo borra
las obras de los hombres. El mismo Jesús cuando es preguntado por sus discípulos sobre el
fin del mundo dice que será como en los días de Noé cuando estaba la gente casándose,
comprando y vendiendo, comiendo y bebiendo, cuando llegó el diluvio y se los llevó a todos; y
que será como en los días de Lot, que salió Lot con su familia de Sodoma y Gomorra y llovió
fuego del cielo y los consumió a todos. Existe inclusive un programa de televisión que lleva
como nombre la “Ira de Dios” y se dedica a mostrar algunos de los peores desastres de la
historia de los Estados Unidos, muchos de los cuales sucedieron en el siglo XX. Los teólogos
aducen que muchas de estas catástrofes son atraídas por los hombres como castigo del cielo
por sus obras. Como escribí al comienzo de este libro, no creo en la casualidad sino en la
causalidad. Si alguno me acusa de ser más dogmático que pragmático, está en su derecho.
No disputo la fe de nadie.
A continuación menciono una lista de los cometas o cuerpos celestes más grandes que
conocemos hoy en día y que han causado grandes cataclismos en la Tierra:
1. El cometa Bradefort en África del sur, cayó hace 1970 millones de años y dejó un cráter de
140 km de diámetro.
2. El cometa Sudbury en Canadá, cayó hace 1840 millones de años y, también, dejó un cráter
de 140 km de diámetro.
3. El cometa Carsweil en Canadá, cayó hace 485 millones de años y dejó un cráter de 37 km
de diámetro.
4. El cometa Siljan, cayó en Suecia hace 365 millones de años y dejó un cráter de 52 km de
diámetro.
5. El cometa Charlebois en Canadá, cayó hace 360 millones de años y dejó un cráter de 46
km de diámetro.
6. El cometa Araguainja Dome en Brasil, cayó hace 250 millones de años y dejó un cráter de
40 km de diámetro.
7. El cometa Manikouagan en Canadá, cayó hace 210 millones de años y dejó un cráter de
70 km de diámetro.
8. El cometa Pochezh-Katunki en Rusia, cayó hace 183 millones de años y dejó un cráter de
80 km de diámetro.
9. El cometa de Yucatán, cayó sobre la península mexicana de este nombre hace 65 millones
de años, creando el golfo de México y causando la extinción de múltiples especies entre ellas
las amonitas y los dinosaurios.
10. El cometa Karla, cayó en Rusia hace 57 millones de años, dejando un cráter de 50 km de
diámetro.
11. El cometa Popigal en Rusia, cayó hace 38 millones de años, dejando un cráter de 140 km
de diámetro.
De los 11 cometas descritos, 4 cayeron sobre el Canadá, 3 sobre Rusia, 1 sobre Suecia, 1 en
Suráfrica, 1 en Suramérica y 1 en Centroamérica. En otras palabras, 8 cometas cayeron
sobre el hemisferio norte y los restantes en zonas tropicales o subtropicales como las
conocemos hoy en día. Lo anterior tal vez no sea sólo una casualidad y pareciera más bien
obedecer a un movimiento cíclico de la Tierra al cruzar ciertas zonas de la Vía Láctea y a la
misma inclinación aproximada de 23 grados del eje de rotación sobre el cual se mueve la
Tierra en su propia órbita y en su movimiento de traslación alrededor del Sol, los cuales
actúan en forma coordinada exponiendo ciertas zonas al peligro de un impacto directo más
que otras. Sin embargo, los cataclismos causados por dichos impactos cambiaron cada vez la
faz de la Tierra y alteraron sus ecosistemas.
Origen de la Luna
La Luna se halla a escasos 384 000 km de nosotros y es unas 49 veces más pequeña que la
Tierra, siendo la masa de nuestro planeta unas 81 veces mayor que la de nuestro satélite.
Entonces 81/9 = 9 y este es el número de los coros angélicos y uno de los números que
expresan a Dios; 49/7 = 7 y este es no solamente uno de los números de Dios sino que
también se refiere al coro de los 7 arcángeles, y 9/3 = 3 siendo este último, el número
trinitario por excelencia, indicando también a la Tierra como el tercer planeta alrededor del
Sol.
El ciclo de la Luna dura 28 días y también es divisible por 7 y el 4 es el número que expresa
los puntos cardinales y la cuadratura del círculo, siendo este último otra de las expresiones de
Dios, pues son cuatro los querubines que sostienen el trono del Señor. De nuevo la
reflectividad de la Luna es 1/7 de la cantidad de luz recibida del Sol, comparable a la del
polvo de carbón y la superficie lunar presenta variaciones extremas de frío y calor en un
rango de 300 grados centígrados entre el amanecer y el anochecer.
Sin embargo, la Luna no es del todo inerte o desprovista de agua. Parece ser que en su polo
sur se encuentra una gran masa de agua sucia congelada, mezclada con polvo lunar como
producto de los impactos planetarios o de sus erupciones volcánicas. Algunos de sus cráteres
y picos más altos son de origen volcánico. Si bien es cierto que nuestra aliada y compañera la
Luna nos ha salvado de múltiples catástrofes planetarias como lo demuestran los más de 3
trillones de cráteres que pueden observarse sobre su superficie, también es cierto que nos ha
ocasionado múltiples problemas como nos lo cuentan los petroglifos de la isla del Hierro que
estudiaremos más adelante y son parte fundamental de este libro.
La Luna parece haber sido puesta por Dios como un formidable escudo de defensa contra los
impactos planetarios y afecta la Tierra de muchas maneras. El cráter Bailly tiene casi 300 km
de diámetro y cuatro kilómetros de profundidad. Sin la Luna, la vida en la Tierra hubiera
seguido un proceso diferente o tal vez no hubiera sido posible. El ciclo de la menstruación de
la mujer es una resultante de los ciclos lunares. Las mareas de agua y tierra son fenómenos
que afectan la tierra y el mar. En unos seis kilómetros cuadrados, la Luna ejerce una fuerza
que levanta el suelo casi 30 cm. El cerebro genera ondas de baja frecuencia que alteran las
emociones de personas sensibles a estos fenómenos durante la luna llena. Las plantas y la
vida en el agua también sienten su influencia. Los campesinos siembran de preferencia en
cuarto menguante y los pescadores también saben cómo y cuáles peces caen en
determinados ciclos. Las podas deben hacerse en cuarto menguante y los cortes de pelo y de
uñas también.
De acuerdo con una antigua tradición china, la mujer alcanza su máximo poder durante la
luna llena, siendo esos días los predilectos por los amantes de todo el mundo. Los partos son
más frecuentes también durante la luna llena y durante los eclipses de Luna y las fiestas
paganas, los brujos y los hechiceros de todas las épocas han escogido la luna llena para
realizar sus aquelarres.
De nuevo otro aspecto profético toca nuestro satélite y esas son las famosas apariciones de
la Virgen a tres niñas en Garabandal. En una entrevista realizada por la BBC de Londres a
Conchita González, una de las tres videntes, quien es hoy una mujer madura pero que en la
época de las apariciones contaba con escasos 11 años, nos relata cómo en un fenómeno que
ella llama el “Gran Aviso”, Dios en un futuro muy próximo hará un llamado a toda la
humanidad. El llamado es un acto de Dios dirigido a la conciencia de las gentes en todos los
lugares del mundo a fin de traerlas a la conversión. Durará unos 20 minutos y durante ese
tiempo la Tierra se verá como envuelta en llamas pero nadie sufrirá físicamente por causa de
este fenómeno, sólo algunas personas que no estén en gracia de Dios morirán de la
impresión que esto les causará. Quedará un recuerdo permanente de esta señal sobre 9
pinos en Garabandal la cual podrá ser filmada mas no tocada.
He meditado en todo esto y a menos que esas llamas sean una gran efusión de gracia
santificante del Espíritu Santo sobre toda la Tierra, existe otra posibilidad: un impacto
planetario contra la Luna el cual podría producir un efecto de refracción solar similar a la de
un gran incendio que envuelva la Tierra. Este tipo de fenómenos cósmicos los ha utilizado
Dios para advertir muchas veces a la humanidad.
En las apariciones de Fátima, la Virgen predijo que una extraña luz rojiza se vería en Europa,
unos pocos días antes de la iniciación de la guerra y así fue. Una de las más extraordinarias
auroras boreales o descarga de electrones que hayan tenido lugar sucedió unos 40 días
antes de la guerra, tiñendo de rojo los cielos de Europa como un presagio de la tragedia
donde morirían millones de hombres. La descarga de electrones producida por explosiones
en el Sol, es llevada por lo que se denomina viento solar y atraída por la magnetosfera
terrestre. La Tierra como una magneto gigantesca tiene un campo electromagnético entre los
dos polos conocido como magnetosfera, el cual incrementa su fuerza con estas descargas.
En 1981, la alineación de los planetas en su órbita alrededor del Sol, produjo fuerte
interferencia en las comunicaciones terrestres durante casi 5 meses.
La velocidad de la Luna sobre su eje es la misma que dura su órbita alrededor del Sol. Por
esta razón siempre vemos la misma cara de la Luna desde la Tierra. Su diámetro es de unos
3480 km o sea aproximadamente 3,66 veces menor que el de la Tierra.
En la sinopsis al final de este libro, podrán estudiarse algunas extraordinarias fotografías con
anomalías encontradas por los astronautas sobre la superficie de la Luna. Como
comprenderemos más adelante, dichas anomalías están íntimamente relacionadas con las
encontradas sobre la superficie del planeta Marte y hacen pensar en ese “algo” que está
sucediendo a nuestras espaldas. Cuando estudiemos al final el “problema de Marte”,
habremos casi terminado de poner juntas las piezas del rompecabezas de la vasija de la
historia.
Por otra parte nuestro planeta, hogar del príncipe de las tinieblas, también de alguna manera
refleja hoy día ese tenebroso número, número de hombre, el 666. La temperatura del centro
de la Tierra se calcula en 6660 grados centígrados, la población mundial está cercana a los 6
660 000 000 de habitantes. El manto de la Tierra se extiende desde la base de la corteza
hasta una profundidad de 1800 millas (666 x 3), siendo la densidad en el centro de 13. Es en
esta capa o manto, de acuerdo con la mitología sumeria, en donde los nefilim habitan y se
mantienen prisioneros o encapsulados en el fondo del abismo.
En las visiones de santos y beatos, los mismos ven al alma después de purgar su pena en el
infierno temporal llamado purgatorio, subir al cielo resplandeciente. El padre jesuita Félix
Shoupe en su libro El purgatorio, recoge decenas de testimonios que narran lo mismo. Es
interesante meditar en el hecho de que si el delito se cometió en la Tierra, sea aquí mismo
donde tenga que juzgarse. También tiene cierto sentido que si el infierno y el purgatorio
existen como un lugar físico y no puramente espiritual, el sitio más adecuado sea el centro de
la Tierra.
El Sol
Sin el Sol, el sistema solar y la vida en la Tierra no existirían. El Sol es nuestra mayor fuente
de luz y energía y es la razón de ser de los ciclos de vida, del día y la noche, las estaciones y
los años. Es el motor que mantiene a los planetas en órbita y es también el motor de los
cometas que se encuentran en el espacio del sistema solar y en sus confines, en la nube de
Oort. Todas las civilizaciones de la Tierra, en las primeras etapas de su desarrollo, le han
rendido culto al Sol y lo han visto como un poder supremo.
En el libro del Apocalipsis, el apóstol Juan nos narra cómo al final de los tiempos ya no vio
más ni el mar, ni el Sol. La Jerusalén celeste por él descrita está iluminada por la luz de Cristo
o una luz distinta y un calor provenientes de otra fuente. Esto no quiere decir que el Sol haya
dejado de existir, sino que la Tierra se alejó del Sol no siendo ya este último importante para
la vida en ella. Por otra parte, es posible que parte del agua del mar haya sido lanzada al
espacio como consecuencia de un impacto planetario o se haya evaporado debido a una
guerra termonuclear o al “efecto de invernadero”. De acuerdo con el libro del Apocalipsis,
todo será hecho nuevamente.
Los volcanes
Existen unos 400 volcanes conocidos, la mayoría de los cuales se encuentran sobre la unión
de las placas tectónicas. Son muy numerosos desde Alaska hasta la Patagonia sobre la costa
del Océano Pacífico, en la Polinesia, Japón, las costas del Asia sobre el Pacífico del norte,
África central y África del sur, el Caribe, los riscos del Atlántico medio y el archipiélago de
Hawai. Son escasos en Europa y prácticamente inexistentes en las estepas del Asia. Este
último aspecto hace pensar que los impactos planetarios han fracturado la corteza terrestre
como la cáscara de un huevo, con algunas zonas más expuestas que otras. Por otra parte, si
la Luna muestra más de tres trillones de cráteres sobre su superficie, ¿cuántos impactos no
habrá recibido la Tierra?
La fuerza con que puede explotar un volcán es impredecible. Cuando hizo erupción el volcán
Krakatoa, en la pequeña isla volcánica que lleva su nombre, en 1883, la extensión de la isla
era de 47 km2. Después de una serie de erupciones que se prolongaron hasta comienzos del
siglo XX, el área se redujo a 16 km2 y la última explosión, a principios del siglo, pudo oírse a
4830 km de distancia (unas 3000 millas). Las olas que se levantaron con los terremotos
submarinos, alcanzaron una altura de 15 metros (equivalente a un edificio de 5 pisos), y
recorrieron una distancia aproximada de 12 900 kilómetros, produciendo grandes desastres
en Java y en Sumatra. La nube piroclástica de polvo y ceniza volcánica que se elevó con la
explosión, disminuyó en un 30% la luz del Sol durante tres años.
La explosión del volcán de la Atlántida debió ser la más grande de la historia, fragmentando la
isla con violentos terremotos y olas gigantescas que engulleron todo a su paso. Es muy
posible que el nombre del volcán de la isla fuera el de Atlas en recuerdo de su primer rey y de
la fuerza con que debió explotar algunas veces, anteriores al hundimiento.
En el diálogo del Critias, Platón hace referencia a la genealogía de los reyes de la Atlántida y
nos cuenta cómo al dividirse los “dioses” la Tierra, la Atlántida le tocó a Poseidón, “dios” del
mar. Por aquella época ya vivían en la isla Evenor y Leucipa, padres de Clito. Cuando esta
cumplió la edad núbil, Poseidón se enamoró perdidamente de ella, haciéndola su esposa. De
sus hijos sólo conocemos los nombres de los varones, cinco parejas de mellizos y doce en
total, siendo el primogénito Atlas, quien se convirtió en el primer rey de la Atlántida.
Platón aduce razones morales para la destrucción de la isla-continente (castigo divino), por
causa de las perversiones practicadas por sus habitantes, y luego afirma que “en un día, en
una noche fatal” quedó sepultada por un gran terremoto en las profundidades del mar, en
medio de terrible caos y confusión. Es fascinante ver cómo Platón (300 años antes del
cristianismo) aduce razones morales o pecados y los señala como la causa del hundimiento
de la Atlántida, al igual que la Sagrada Escritura explica la pérdida del paraíso como una
resultante del pecado de nuestros primeros padres. Una vez más, esta es otra de las pruebas
que conectan la isla-continente con el paraíso terrenal.
Leamos ahora lo que el apóstol Juan nos enseña a ese respecto. Son numerosos los textos
que identifican fácilmente al gran puerto de la gran ciudad de Nueva York:
Apocalipsis 18
1. Y después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la
tierra fue alumbrada de su gloria.
2. Clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es la grande Babilonia, y es
hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves
sucias y aborrecibles.
3. Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la
tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia
de sus deleites.
4. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seais participantes
de sus pecados y que no recibáis de sus plagas.
5. Porque sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades.
6. Tornadle a dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que
ella os dio a beber, dadle a beber doblado.
7. Cuanto ella se ha glorificado y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto,
porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto.
8. Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con
fuego, porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará.
9. Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella
y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio.
10. Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad de
Babilonia, aquella fuerte ciudad, porque en una hora vino tu juicio!
11. Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque ninguno compra más
sus mercaderías.
12. Mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino fino, y de
escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de
todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro, y de mármol.
13. Y canela, y olores, y ungüentos, y de incienso, y de vino, y de aceite, y flor de harina, y
trigo, y de bestias, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de
hombres.
14. Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y
excelentes te han faltado, y nunca más las hallarás.
15. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido, se pondrán lejos de ella por el
temor de su tormento, llorando y lamentando.
16. Y diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y
de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
17. Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo patrón, y todos los que
viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos.
18. Y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a
esta gran ciudad?
19. Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay,
ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en la mar se habían
enriquecido de sus riquezas, que en una hora ha sido desolada!
20. Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles, y profetas, porque Dios ha
vengado vuestra causa en ella.
21. Y un ángel fuerte tomó una piedra como una grande piedra de molino y la echó en la mar,
diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamás
será hallada.
22. Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no
será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y el sonido
de muela no será más en ti oído.
23. Y luz de antorcha no alumbrará más en ti, y voz de esposo ni de esposa no será más en ti
oída, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, porque en tus hechicerías todas
las gentes han errado.
24. Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido
muertos en la tierra.
El terrible suceso del 11 de septiembre cuando se derrumbaron las Torres Gemelas con el
acto de terrorismo más grave hasta ahora presenciado por la humanidad, nos ha llevado a
pensar si esta fatídica señal es el comienzo del final de esta generación perversa que eleva al
cielo su grito de rebelión contra Dios. La justicia divina ha sido tentada por las leyes
promoviendo el aborto y toda clase de maldades infames. La desacralización del templo de
Dios y de las sociedades humanas nos hace ver que “la higuera ha dado sus primeros frutos
y el verano está próximo”. Cerca de tres mil personas muertas y millones de dólares en
pérdidas en lo que se pensaba era el corazón invulnerable de los Estados Unidos se
esfumaron en medio de una gran nube de polvo y humo.
Los pies de barro del imperio más poderoso que ha existido jamás, comenzaron a ceder ante
el peso de la estatua. El colapso por venir puede ser intuido por todos los habitantes de la
Tierra.
Pero la historia se repite. Lo que pasó después del diluvio con la propuesta de construir una
Torre de Babel, está pasando ahora con la de construir una torre aun más alta a prueba de
impactos. Un nuevo monumento al ego y a la terquedad del hombre, que se levante sobre los
escombros del antiguo para demostrar el poder de la técnica, pretendiendo sanar una herida
imborrable para siempre.
La profecía del profeta Sofonías sobre que las “torres en ángulo se vendrán abajo” sigue
vigente. ¿Resistirá el nuevo edificio una explosión de una ojiva nuclear o un impacto
planetario? La humanidad se pregunta si en lugar de llenar el enorme vacío que quedó en la
isla de Manhattan, con otra “torre en ángulo”, cómo vería Dios el que se donara todo ese
dinero (más de US $1000 millones) a obras de caridad alrededor del mundo, en recuerdo con
los que perecieron en la catástrofe.
Como arquitecto, creo que es un despropósito la propuesta de una nueva torre. Un campo
santo sería lo más aconsejable para sanar las heridas del corazón de los familiares de las
víctimas. La Torre de Babel se derrumbó; de las siete maravillas del mundo antiguo, seis
fueron destruidas, y el Titanic yace en el fondo del mar.
Pero, ¿qué terminó con Poseidonia y con la isla-continente de la Atlántida? Sabemos por el
relato de Platón, que la catástrofe se inició por la mañana de un día cualquiera de hace 12
000 años, tal vez un mes de abril. Existen tres fechas calendario de gran importancia que han
sido purificadas por hechos relatados también en el código matemático que se encuentra en
las medidas de la gran pirámide y en el Evangelio de Jesús. Esos hechos son: El nacimiento
de Cristo, la pasión y la resurrección. Cada una de estas fechas tiene un gran valor
exorcístico.
Es curioso que de los miles de libros escritos sobre la Atlántida, sólo uno muestra
gráficamente lo descrito por Platón. Me refiero aquí a un documento con un trabajo
portentoso realizado por Hans R. Stahel. El cual le facilita al lector lego en materia de
construcción y desarrollo urbano y regional, poder visualizar las dimensiones y la tecnología
empleadas para desarrollar la isla y construir su capital.
Es muy importante anotar aquí, que una tercera parte de Poseidonia era subterránea. Gracias
a los dibujos y planos comparativos del señor Stahel, podemos apreciar que Poseidonia era a
su vez un tercio del tamaño de la isla de Manhattan. Le pido al lector hacer memoria de estos
dos factores, los cuales serán de gran relevancia en el futuro.
Pienso que en sus orígenes, Tiahuanaco fue fundada como uno de los modelos de
colonización del Imperio atlante, interrumpido en forma brutal hace unos 12 000 años. Otros
modelos posteriores que forman parte de la memoria colectiva que los impulsó en su
desarrollo son la cultura de los indios puebla, Tenochtitlán, Machu Picchu, Pakal y la cultura
de los indios moches en Perú, con sus enormes pirámides de barro y ritos sanguinarios.
Otras costumbres, mitos, arte y tradiciones milenarias, pueden observarse en muchos otros
puntos del continente americano. Las vestimentas, el mito de la creación, las formas de sus
asentamientos y su orfebrería, hacen de las tribus kogis de la Sierra Nevada de Santa Marta
en Colombia un lugar magnífico de estudio para encontrar muchos de esos vínculos
comunes. Las vestimentas de los indios kogi se asemejan a las vestimentas de las tribus
semíticas de los tiempos bíblicos y la semejanza de su relato de la creación al relato del
Génesis:
Primero estaba la mar;
todo estaba oscuro,
no había ni Sol, ni Luna, ni gente, ni animales,
ni plantas;
sólo el mar estaba en todas partes,
el mar era la madre,
ella era agua y agua por todas partes,
ella era río, laguna, quebrada y mar,
y ella estaba en todas partes.
así, primero, sólo estaba la madre.
Si Poseidonia llegó a tener 1 000 000 de habitantes, concentró sin duda la población más alta
de la Antigüedad, pues estamos hablando de una ciudad destruida hace unos 12 000 años.
Algunas de las similitudes tecnológicas a ambos lados del Atlántico tampoco parecen ser
pura coincidencia. Un par de años después de haber obtenido mi grado de arquitecto de la
Universidad de los Andes en Colombia, realicé un largo viaje por Europa y Medio Oriente.
Cuando llegué al santuario de Delfos al norte de Atenas, me quedé sorprendido al ver que el
altar estaba construido con piedras poliangulares de ensambles perfectos. Nunca había visto
nada similar. Algunos años más tarde, al visitar las ruinas del Imperio inca sobre las que fue
construida la ciudad del Cuzco en el Perú, pude observar la misma tecnología en uno de los
muros que aún se conservan intactos. Ni una cuchilla de afeitar o aguja puede pasar por
entre los ensambles de las piedras. Esto me hizo pensar que antiquísimas tecnologías a
ambos lados del Atlántico como la de la gran pirámide, la del altar del Oráculo de Delfos y la
de los muros incas de Cuzco podían producir estructuras herméticas o selladas por completo,
capaces de impedir el paso del aire o del agua si fuese necesario y, por supuesto, con
ensambles resistentes a las deformaciones o caída de los muros producidas por terremotos.
La arquitectura inca guarda magníficos ejemplos que muestran estos ensambles pétreos de
ensambles herméticos de gran perfección, así como un sofisticado y moderno diseño
modular, digno de los mejores arquitectos del mundo. Los edificios y la planificación incas no
tienen nada que envidiarle en su expresión a los del legendario y fallecido Frank Lloyd Wright
o a los de Louis Kahn.
En este punto la opinión de quien ordenó la construcción de la gran pirámide aún presenta
controversias. Existen varias tendencias, con referencias bíblicas o históricas, sobre si fue
Job o Abraham, o José o el egipcio Hermes-Tot el arquitecto inspirado por Dios para la
ejecución de la gran pirámide. En lo que sí concuerdan hombres muy notables, entre ellos
Isaac Newton, es que la inspiración divina (o al menos sobrenatural), en lo que se refiere a la
Gran Pirámide es innegable.
De nuevo aquí la opinión está dividida. De una parte están los que afirman que la gran
pirámide tuvo inspiración divina (o de carácter sobrenatural pero proveniente de fuerzas
oscuras) y de otra los que enseñan que el edificio fue herencia de los conocimientos de una
civilización tecnológicamente superior, posiblemente la de los atlantes. Ambas tendencias
presentan vacíos que es importante analizar.
Es tal el cúmulo de información profética, que pareciera innecesario recurrir a códigos bíblicos
como a los expuestos por Michael Drosnin o a códigos en piedra como los que se encuentran
matemáticamente implícitos en la gran pirámide o en los munumentos mexicanos de
Palenque muy anteriores al Descubrimiento de América, para descubrir el futuro que nos
espera y el pasado que fue. Es como si Dios nos diera todas las pistas necesarias para
encontrarlo y para recordarnos que lo que pasó en los días de Noé y en los días de Lot,
volverá a suceder con un carácter universal.
La teoría que parece ser la más aceptada en relación con la inspiración divina en lo que tuvo
que ver con el diseño y ejecución de la gran pirámide, es la de que fue Job el arquitecto
misterioso, habiendo influenciado al faraón Keops para que siguiera sus designios. Sin
embargo, no debemos descartar otros nombres, antes de concentrarnos en él.
IX. las pirámides de Giza y la gran pirámide.
Las pirámides de Giza encierran algunos de los secretos y de las verdades más
sorprendentes que hasta ahora la humanidad empieza a comprender o a redescubrir, siendo
la más importante la de la izquierda o gran pirámide de Keops. El hecho de parecer más
pequeña que la de Kefrén localizada en el centro de las tres es porque esta última está
localizada sobre un promontorio del terreno. La de Keops es la más grande de las siete
maravillas del mundo antiguo y la más importante de las que quedan en pie. Quizás el edificio
más importante que haya existido jamás. Las otras seis maravillas fueron destruidas por
mano del hombre o de la naturaleza. La famosa frase de Napoleón de “el hombre teme al
tiempo pero el tiempo teme a las pirámides” es cierta. Los únicos monumentos humanos que
pueden verse desde la Luna son la muralla china y las pirámides de la altiplanicie de Giza en
Egipto. Dentro de este conjunto arquitectónico funerario, muchos incluyen también la gran
esfinge de Giza. Ni los terremotos, ni el tiempo, ni la mano del hombre, han logrado destruirlo.
Las siete maravillas del mundo antiguo mencionadas por los griegos y los romanos y que aún
sorprenden y fascinan a la humanidad son:
2. Los Jardines Colgantes de Babilonia, terrazas con hermosos plantíos y bañadas por
fuentes de agua, construidas por Nabucodonosor II en honor de su esposa meda Amytis a fin
de recordarle sus montañas nativas, hacia el año 600 a. C. Desaparecieron con el tiempo
cuando la ciudad fue trasladada de sitio. Alejandro Magno tuvo el propósito de establecer allí
el centro de su imperio, pero murió sin ver realizado su sueño.
3. La estatua de Zeus, construida por Fidias, el mejor escultor griego, hacia el año 450 a. C.
Tenía 9 metros de altura y mostraba a Zeus sentado en un trono. Estaba laminada en oro y
con incrustaciones de marfil, ocupando un lugar prominente en el templo de Zeus en Olimpia.
Cuando visité el templo pude ver los segmentos de las columnas que lo soportaban,
acostados en el suelo y me llamaron la atención los fragmentos del friso del frontón, con una
escultura en alto relieve de una fuerza y movimiento como los que nunca había visto. Pensé
para mis adentros cuál maravillosa hubiera podido ser la estatua si el solo friso revelaba
semejante perfección.
4. El Templo de Artemisa, diosa de la Luna y de la caza, conocida como Diana por los
romanos y construido en Efeso, hoy día Turquía, alrededor del año 550 a. C., por Creso el rey
de Libia, y reconstruido después de un incendio en el año 356 a. C. Llegó a ser famoso por
sus proporciones y su rica ornamentación y fue destruido por los godos en el año 262 d. C.
6. El Coloso de Rodas, la estatua del dios griego Sol o Helios, de 30 metros de altura y
construida en el año 280 a. C., fue destruida por un terremoto 55 años después. Estaba
hecha de bronce y reforzada interiormente por hierro, levantándose imponente a la entrada
del puerto de Rodas. Los pedazos de metal fueron vendidos como chatarra por los árabes.
7. El Faro de Alejandría construido sobre una isla hacia el año 280 d. C., a la entrada del
puerto de Alejandría en Egipto. El faro se elevaba más de 134 metros y fue ordenado por el
faraón egipcio Ptolomeo II. Un fuego se quemaba en la parte más alta como una señal para
los barcos que navegaban por el Mediterráneo. El faro es el arquetipo de todos los faros que
vinieron después y fue destruido por un terremoto en el siglo xiv d. C.
El trágico fin de seis de las maravillas del mundo antiguo de Occidente, diferentes al conjunto
de Giza, hace de la gran pirámide la más antigua, y la más excelente de todas las obras
conocidas por la humanidad hasta hoy día. Es como si la mano de Dios hubiera planeado
todo esto desde antaño, dirigiendo la creación de un monumento indestructible por la mano
del hombre o por los castigos de la naturaleza.
En la Biblia existe una referencia explícita a la gran pirámide que merece ser mencionada. El
profeta Isaías en el capítulo 19, versículos 19 y 20 nos dice: “En esa época habrá un altar
para el Señor en el medio de Egipto y un monumento para el Señor en el borde de Egipto.
Este será un signo y un testigo para el Señor Todopoderoso en la tierra de Egipto. Cuando la
gente le ruegue al Señor por ayuda, él enviará a alguien para salvarlos y defenderlos. Él los
rescatará de aquellos que les hacen daño”.
Hoy día la gran pirámide está en el centro del Egipto actual en donde está la ciudad de El
Cairo. Al mismo tiempo, la gran pirámide separa el punto desde donde existen zonas
bañadas por el Nilo con pastos y verdura y comienza el desierto. La palabra Giza significa
borde. El Nilo baña una estrecha franja de tierra y el desierto localizado más allá de esta
franja no era considerado parte del país. Es en este punto donde la gran pirámide de Giza fue
construida cumpliendo de esta manera con la profecía de Isaías.
Por otra parte la referencia más común ofrecida como prueba de la existencia de la gran
pirámide en la Biblia se encuentra en Deuteronomio 19, 15 y es luego reafirmada en el Nuevo
Testamento, Mateo 18,16 y por san Pablo en Corintios 13, 1. Veamos: “Un testigo no deberá
levantarse contra un hombre por una iniquidad o por ningún pecado que haya cometido sino
está respaldado por la palabra de otro testigo o por la de dos testigos”.
La gran pirámide es ese “pilar” a que el texto hace referencia y es a su vez un altar en el
sentido de que es un testigo del Señor. El sentido de altar-testigo y no de altar-sacrificio es
usado varias veces en la Biblia como por ejemplo en Josué 22, 26-27: “En consecuencia
afirmamos que debemos prepararnos para construir un altar, no para sacrificios sino que sea
un testigo entre Tú y nosotros y todas las generaciones por venir”.
Los secretos proféticos de la gran pirámide y del conjunto de la meseta de Giza, continúan en
el proceso de ser descubiertos. El código bíblico descifrado recientemente por el Dr. Eli
Ripps, jefe de criptografía de la Mossad (servicio de inteligencia israelí) tiene al mundo
perplejo por su exactitud y posibilidades infinitas de combinación que sólo pueden ser leídas
mediante un sofisticado programa y con la ayuda de un potente computador. Las pruebas
matemáticas de la universidad de MIT demuestran su exactitud inverosímil. Lo mismo puede
decirse de la gran pirámide, la cual no es otra cosa que una monumental “Biblia en piedra”
que nos habla en un lenguaje matemático y geométrico en donde, entre otras cosas, la
cronografía o eventos que han sucedido y han de suceder están consignados en las medidas
y el diseño de la pirámide y no en simples palabras. Es como si Dios u otra civilización,
inspirada por él, hubieran querido dejarnos un legado imborrable, más allá de la durabilidad y
la fragilidad humanas.
El Círculo de Henoc, la “pulgada” y el “codo” como medidas de la Pirámide
El profeta Henoc es uno de los dos testigos a que se refiere la Biblia que fue arrebatado y no
murió (el otro es Elías que fue raptado por una extraña nave descrita en las Sagradas
Escrituras). Henoc y Elías representan la ley y los profetas. Son los dos testigos a que se
refiere el Apocalipsis, los cuales habrán de venir a dar testimonio de la verdad contra la
maldad del mundo y contra el Anticristo, pudiendo herir la Tierra con toda clase de plagas y
calamidades cuando lo estimen necesario. Al final de su mensaje, serán asesinados por las
tropas del Anticristo y sus cuerpos serán vistos durante tres días en la plaza (de San Pedro)
en Roma (Egipto aparece aquí asociado a Roma) por toda la humanidad (Roma será la sede
del Anticristo por un tiempo, quien seguramente utilizará el medio de la televisión para
mostrar su triunfo sobre los cuerpos sin vida de los “dos testigos”). Al final de los tres días
resucitarán y subirán al cielo para permanecer siempre en presencia de Dios. De acuerdo con
el relato bíblico, Henoc fue raptado a la eternidad a los 365 años y una fracción de año. El
círculo es un polígono de lados infinitos y por lo tanto es símbolo de la eternidad. El “círculo
de Henoc” se forma en la primera antecámara de la pirámide y sus medidas son 365,25
pulgadas. Si el número de Henoc se aproxima al número de días que tiene un año, también
es posible que la medida quiera expresar esa longitud de tiempo, sin embargo este no parece
ser el consenso entre los entendidos.
La palabra inch (pulgada en inglés) seguramente se deriva del nombre “Enoch” (Henoc),
siendo esta medida la base para el sistema de medidas anglosajón. En otras palabras
estamos ante una palabra de origen prebabélico o anterior al diluvio de la época de Noé. Un
recuerdo antiguo en honor al profeta Henoc. Si Henoc es uno de los dos testigos, antes de la
segunda venida de Cristo a juzgar a esta malvada generación, entonces nos encontramos
con una cronografía del Apocalipsis que no difiere a la de las “setenta semanas” contada por
el profeta Daniel o a la del apóstol Juan. Si tomamos cada pulgada como si fuera un año, nos
encontramos ante un universo profético sorprendente en donde las relaciones espacio-tiempo
cobran una dinámica y una vida propia. Por otra parte, el codo es usado por el mismo Jesús
cuando habla en el Sermón de la Montaña, Mateo 6, 27: “¿Quién de ustedes puede añadirle
con pensarlo, un codo a su estatura?”.
El codo es una medida tan antigua como la Biblia misma. Ya Noé la usó para construir el
arca. Por otra parte en Apocalipsis 17, 21 está mencionada como una medida utilizada por los
mismos ángeles cuando dice: “Y él entonces midió el muro, ciento cuarenta y cuatro codos,
de acuerdo a la medida de un hombre, o sea del ángel”.
El codo es una medida sin duda más científica y racional que el metro. El radio de la Tierra es
de 10 millones de codos, mientras que un cuarto del cuadrante de la superficie terrestre
(tomado desde el Polo Norte hasta el ecuador) equivale a 10 millones de metros. Para todos
estos cálculos estamos tomando el “codo sagrado”, el cual equivale a 25 pulgadas, a
diferencia del codo moderno de 18 pulgadas o del codo real de 20 pulgadas usado también
por los antiguos egipcios.
La Piedra Angular
La gran pirámide se apoya sobre cuatro piedras angulares y la quinta coronaba la cúspide,
siendo esta misma una pirámide perfecta y la continuación de las líneas del edificio. Una gran
preparación para la colocación de la piedra angular tuvo lugar. Una de las propuestas debió
sufrir un accidente y fue rechazada por los arquitectos en primera instancia, pero luego fue
vuelta a colocar. La Biblia hace una mención especial cuando el rey David habla
proféticamente refiriéndose a Jesús, simbolizado por la piedra angular: “la piedra que
rechazaron los arquitectos es ahora la piedra angular”...
El mismo Jesús y los profetas del Antiguo Testamento utilizaron este símbolo. Isaías
profetizando acerca del Cristo dijo: “La preciosa piedra del ángulo” (Isaías 28, 16); Zacarías
hablando de la colocación de esta piedra en la cima del edificio terminado, en medio de
grandes gozos, dijo: “Y él ciertamente sacará la piedra de remate. Habrá gritos a ella: ¡Qué
encantadora¡ ¡Qué encantadora!”. (Zacarías 4, 7).
Sin duda hubo gran gozo entre los constructores cuando la piedra fue colocada,
terminándose así la empresa más grandiosa jamás acometida. En Job 38, 6-7 se encuentra el
gozo que tuvo lugar cuando la piedra del ángulo fue puesta como la cabeza o piedra de la
coronación, hablando primero de las otras cuatro piedras angulares de la base: “¿En qué han
sido hundidos sus pedestales con encajaduras, o quién colocó su piedra angular, cuando las
estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a
gritar en aplauso?”. Job 38, 6-7; Salmo 118, 22-24. Israel, según la carne, rechazó aceptar a
Cristo como su piedra de la cúspide; por eso fue privada de formar la casa especial de Dios.
Durante los años en los que el curso de los trabajos de construcción progresaban, esta piedra
principal angular fue “una piedra de tropiezo” y “roca de escándalo”.
Parece poco probable que la gran pirámide de Keops (o de Kufú) se hubiera construido para
guardar un sarcófago vacío, cuyos tesoros jamás fueron encontrados o mencionados en
ninguna de las crónicas egipcias, judías o romanas. Si en realidad guardó o no el cuerpo
embalsamado del faraón no lo sabemos con certeza, aunque es muy probable. Del aspecto
físico de Keops es poco lo que conocemos a no ser por una pequeña estatuilla de marfil de
no más de dos pulgadas, la cual reposa hoy día en el Museo de El Cairo. En ella podemos
apreciar al faraón sentado en su trono y a pesar de la pequeñez de la pieza, podemos ver en
su rostro una expresión dura y fría. Hombre de nariz aguileña parecido a Ramsés II, con una
expresión, al decir de algún egiptólogo, que recuerda a la del duque de Wellington, quien
derrotara a Napoleón siglos después en la batalla de Waterloo. Un déspota sin duda,
excelente organizador de la empresa de ingeniería más grande acometida por la humanidad y
que le grabaría un sitio en la historia universal.
Sin embargo, el nombre de Keops o de Kufú solía despertar terror y rechazo entre su pueblo.
Su hermano Kefrén o Kafra construyó la segunda pirámide, la cual aunque no es tan fina ni
tan alta (tiene 30 pies menos) como la primera no deja de ser sorprendente. Cuando más
adelante estudiemos gráficamente la relación de las tres pirámides con la Constelación de
Orión, entenderemos el porqué de la localización de cada una y el porqué de su tamaño.
Kefrén resultó ser tan déspota como su hermano Kufú. En cambio el faraón Mikerinos (o
Menkaura), hijo de Kufú, fue amado por su pueblo, habiendo permitido el culto a otros dioses
con la apertura de los templos, los cuales habían sido desterrados por su padre,
extrañamente seguidor de un culto monoteísta por algún tiempo. Menkaura es también
recordado por ser un juez justo y amable. Su pirámide se levanta sólo 218 pies del suelo y es
la menor del conjunto, habiendo construido también tres pequeñas pirámides adicionales para
albergar a miembros de su familia. Los nombres de Keops, Kefrén y Mikerinos se los
debemos al historiador Herodoto siglos después.
La historia nos cuenta como Menkaura sufrió un golpe devastador con la muerte de su hija.
La expresión de dolor y melancolía aún puede verse en la estatua que muestra el rostro de
este faraón, el menos apuesto de los tres. El cuerpo de su hija fue colocado en una urna de
madera, recubierto con oro y llevado al templo de Sais en el delta del Nilo. Nunca fue
sepultado y allí recibía incienso día y noche en esa urna que representaba a la diosa Isis. Fue
en ese templo, en donde siglos después, el bisabuelo de Platón junto con Solón en la
campaña del Nilo, obtuvo de los sacerdotes, los manuscritos que contenían la historia del
hundimiento de la Atlántida.
La historia de la enigmática esfinge de Giza, la cual es un enorme león hecho de bloques más
pequeños que los de la gran pirámide, continúa siendo un misterio. Los turcos le volaron la
nariz con una bala de cañón en una práctica de tiro, y no sabemos a quién representa. De
manufactura posterior a la gran pirámide y con 60 pies de altura aparece como guardiana de
la misma y de todo el conjunto de Giza. Es posible que este hubiera sido su propósito
primario, asociado también con representar la grandeza del imperio simbolizada en la figura
del león. Se encuentra más allá del templo funerario, el cual actúa como conexión entre ella y
la gran pirámide. Cuando visité el templo me llamó la atención la perfecta alineación de las
columnas, las cuales no habían sufrido ningún desplome o desviación a pesar de los
terremotos y cambios sufridos por el suelo en el curso de los siglos. Qué clase de
cimentación tan perfecta logró este resultado es para mí un misterio. Existe una extraña
historia asociada con las profecías de Édgar Cayce y otra con un recuento del hijo del Agha
Khan.
Esta peculiar historia tuvo un corolario y se refiere al hijo del Agha Khan, quien una noche de
luna llena, en compañía de unos amigos, burló la vigilancia de los guardas y estuvo
merodeando en los alrededores de la esfinge de Giza. Según sus propias palabras, al
resbalarse por accidente, debió oprimir algún mecanismo que le permitió descubrir un
pasadizo secreto. Después de penetrarlo, llegó a un lugar inexplorado debajo de la esfinge en
donde pudo observar un recinto lleno de máquinas fantásticas y objetos hasta entonces
nunca vistos. Esta historia que parece sacada del cuento de Alí Babá y los cuarenta ladrones,
nunca pudo ser corroborada, puesto que al regresar a los pocos días, nunca logró encontrar
de nuevo el pasadizo; sin embargo, parece concordar de alguna manera con las extrañas
visiones de Édgar Cayce y los Archivos Akáshikos. Tal vez el relato del hijo del Agha Khan
concuerde con el mismo lugar al que se refiere Cayce. Para encontrar la verdad, deberíamos
ser capaces de excavar por debajo de esos inmensos monumentos o utilizar sistemas de
ondas ultrasónicas o caloríficas desde satélite, capaces de atravesar la piedra. Esos sistemas
ya existen, como veremos más adelante. Lo más posible es que la verdad ya la conozcan los
americanos y las autoridades egipcias y se haya mantenido en el más estricto secreto para
evitar el saqueo de antecedentes milenarios.
Predicciones como las de Cayce no son extrañas a la humanidad. La vidente católica María
Valtorta vio con precisión dónde estaba y cómo era la casa de la Virgen María en Efeso antes
de ser puesta al descubierto. Se pueden también hacer predicciones de posibles futuros
interpolando tecnologías existentes. En su libro el Año 2000 de Khan y Wienner se anunciaba
para finales de la década de los sesenta en el siglo XX, la aparición del hológrafo y esto fue
exactamente lo que sucedió. Uno de los primeros experimentos holográficos hechos públicos,
logré presenciarlo en una exhibición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en la
primavera de 1969.
Con objeto de no cansar al lector, he decidido omitir todo el estudio geométrico, dándole
suficientes datos que considero son verdad suficiente para demostrar la relación de la gran
pirámide con Dios y el mundo sepultado (castigado) de la Atlántida y de sus habitantes los
nefilim. Los manuscritos coptos (de los primeros cristianos localizados en Egipto y a quienes
se les debe en parte la destrucción de las imágenes y de los templos egipcios) aún afirman
que la pirámide contiene un recuento de todo lo que ha sucedido en el pasado y de todas las
cosas que vendrán.
La gran pirámide de Keops además de ser la estructura más antigua de la Tierra que aún
permanece, es la mejor construida. El mortero entre bloques es de 1/50 de pulgada en todo el
edificio. Semejante perfección es increíble si consideramos, de acuerdo con los cálculos del
famoso arqueólogo egipcio Petrie, que existen cerca de 2 003 000 bloques que van, en su
mayoría, desde 2,5 toneladas hasta 20 toneladas, cubriendo un área de 13 acres (2 acres
equivalen aproximadamente a 1 fanegada). La gran pirámide es maciza y no hueca o rellena
de tierra, como es el caso en las pirámides centroamericanas.
La sofisticada tecnología de hoy día con sus elementos de precisión para cortes muy finos
utilizando el rayo láser, y otras técnicas de movimiento de grandes masas, no nos permiten
construir un edificio tan perfecto como la gran pirámide. Todas las teorías que prueban cómo
fue construida pueden ser válidas y contener parte de la verdad pero están lejos de ser una
verdad suficiente, generando más preguntas que respuestas. Las propuestas básicas están
clasificadas en tres grupos que van desde: 1) El esfuerzo, el ingenio y la mano del hombre; 2)
la ayuda divina, utilizando Dios a sus ángeles para la construcción del monumento, y 3) por
medio de una cultura y una inteligencia extraterrestre. A todo esto faltaría añadir: 4) El que el
pueblo nefilim hubiera tenido una intervención directa en el diseño y construcción de la
misma.
Joseph Seiss y otros, han demostrado cómo la gran pirámide está localizada en el centro de
gravedad de todos los continentes y es el centro exacto de toda la masa terrestre del mundo,
siendo también el punto exacto en donde se cruzan el meridiano o eje terrestre más largo
norte-sur (31 grados al este de Greenwich) con el paralelo terrestre más largo este-oeste (30
grados al norte).
Por otra parte, la gran pirámide es el edificio orientado con más exactitud a los cuatro puntos
cardinales. La cara norte de la pirámide está orientada con tal precisión que no existe en el
mundo un edificio que la supere en ello, con sólo 3 minutos de grado de desviación del
verdadero Norte, mientras que el Observatorio de París considerado el mejor esfuerzo de
orientación realizado por el hombre moderno está localizado con una diferencia de 6 minutos
de grado del verdadero Norte.
Otros de los descubrimientos matemáticos más fenomenales, los cuales pudieron ser
corroborados solamente con la telemetría espacial y los nuevos sistemas para mediciones
geodésicas vieron la luz a partir de 1960. En 1975, la NASA corroboró cómo en las medidas
de la gran pirámide estaban implícitas con gran exactitud las siguientes medidas, entre
muchas otras:
• El radio ecuatorial.
• El tamaño de la Tierra.
• La forma de la Tierra.
• La masa terrestre.
• La superficie terrestre.
Por otra parte, la gran pirámide cumple con todos los cánones de “proporción áurea”, tan
utilizados siglos después por los griegos en sus mejores edificios como el Partenón y
descritos en los Diálogos de Platón.
Debido a que la Tierra tiene una forma “elipsoidal”, hoy día tratamos de reproducir las
dimensiones terrestres utilizando esa forma, la cual en términos científicos es llamada geoide.
Lo que es increíble es que los egipcios hubieran utilizado el mismo sistema.
La línea media hasta donde iba el recubrimiento de mármol de un color distinto al otro por
encima de ella, tan apreciado por los egipcios (y también por los atlantes de acuerdo con lo
descrito por Platón en el diálogo del Critias), tiene propiedades geométricas sorprendentes al
dividir la superficie de la pirámide en dos mitades, la superior equivalente a 1/2 de la inferior.
Esa línea media coincide con el piso de la cámara del rey, con otra connotación de tipo
religioso.
Aunque no existe una indicación de que la gran pirámide se extienda por debajo de la
superficie y que los egipcios sólo se preocuparon de la línea por encima del horizonte, valdría
el esfuerzo intentar descubrir qué tan cierto es esto. Mis sospechas van un poco más allá y
he llegado a pensar que la gran pirámide está construida sobre un reflejo de sí misma, el cual
apunta al interior y centro de la Tierra. En el caso de Etemenanki o sea de la Torre de Babel,
esta sí tenía un reflejo de sí misma y lo que se construyó por encima de la línea del horizonte
del terreno, también se construyó por debajo. Es fundamental comprender aquí el plan
maestro que encierra el conjunto de la meseta de Giza. Estoy convencido que la gran
pirámide es sólo parte de un todo y que no encierra todas las respuestas sin tener en cuenta
las otras dos pirámides. Los datos obtenidos de las medidas de la segunda pirámide y la
teoría de Orión, como lo veremos luego, hacen esto evidente.
Aunque el ángulo de la segunda pirámide o pirámide de Kefrén es sólo 2 1/2 grados más
agudo que el de la gran pirámide, impresiona al observador lo inclinada que parece. Por otra
parte aunque es más baja que la gran pirámide, parece más alta ya que está construida sobre
un promontorio o elevación del terreno, pero algo intrigante es el número 3, el cual es la clave
en la construcción de la pirámide y en los secretos que encierra.
El volumen total de la pirámide está calculado en “nebiu”, la cual era una medida utilizada por
los antiguos egipcios, con un total aproximado de 3 330 000 nebiu. Lo que sorprende es la
relación que existe aquí entre la Trinidad de Dios y el emplazamiento de Giza (la Trinidad
representada por el número 333 y las tres pirámides. La primera representando al Padre
Todopoderoso, creador de cielo y tierra. Las medidas 3,33 nebiu de la segunda pirámide
representando la segunda persona de la Santísima Trinidad, o sea Cristo Jesús, siendo esta
pirámide la más inclinada como indicativo de la pasión y dispuesta sobre un promontorio
equivalente al monte Calvario).
Mirada con otro lente, la tercera pirámide fue construida con el propósito de representar el
hemisferio norte. La parte cubierta por el granito rojo era de 7/16 de la superficie total de la
pirámide, al igual que el hemisferio norte cuya superficie terrestre equivale a 7/16 del total con
el resto cubierto por el agua. Esto último no sucede con el hemisferio sur, el cual está cubierto
en su mayoría por agua.
Existen dos escuelas de piramidología. La primera afirma que los egipcios recibieron
conocimientos más allá de su época, de una civilización desaparecida, o sea de la civilización
atlante. La otra escuela afirma que el diseñador de la gran pirámide, no fue un egipcio sino un
pastor-rey, huésped del faraón, quien actuó por inspiración divina. Entre los cientos de
seguidores de esta última se encuentran personas notables como Isaac Newton. Otros
investigadores como Eric von Daniken o el famoso egiptólogo Peter Tompkins despiertan
nuestra curiosidad estimulando el deseo de descubrir sus verdades ocultas. En el caso de la
inspiración divina, el candidato más obvio es Abraham, el otro sería Job. Aunque esta
hipótesis explica con perfección el profundo contenido y sabiduría de la gran pirámide, eso no
excluye una posible combinación de las dos teorías.
Estoy convencido que los atlantes mantuvieron contacto con todos los pueblos de la Tierra,
que los miraron como dioses (nefilim), y como narra la Biblia en Génesis 6, cuando tomaron a
las hijas de los hombres (de los pueblos conquistados), fueron los progenitores de los
grandes héroes de la Antigüedad. No sería extraño entonces que esos nefilim mirados como
semidioses se hubieran mezclado con tribus semitas de pastores nómadas aún más antiguas.
Recordemos cómo Dios tiene predilección por los pastores para anunciar ciertas cosas.
Abraham y Job fueron pastores como también lo fue David y aquellos que recibieron el
anuncio del nacimiento de Jesús en la gruta de Belén. Por otra parte la gran pirámide es 1000
años más antigua que Moisés o que Ramsés II.
En egipcio, la palabra hyksos significa “gobernantes extranjeros”. Las tribus semíticas que
invadieron Egipto en la primera parte del siglo xvii a. C., fundaron la 15a dinastía. Estas tribus
nómadas estaban formadas por gentes venidas de Siria y Palestina y después de conquistar
a Menfis se establecieron en Avaris, posteriormente llamada Tanis en la margen nororiental
del delta del Nilo. A fin de perdurar en su dominio, establecieron un sistema de impuestos y le
permitieron a los príncipes de la antigua nobleza que continuaran reinando más allá de
Menfis. Finalmente, los egipcios durante el reinado de Amós I (1570-1546 a. C.), fundador de
la 18a dinastía, lograron desterrar a los invasores.
En su paso por Egipto, los hyksos introdujeron el caballo y adoptaron las costumbres egipcias
así como sus nombres. Su poder militar derivado entre otras cosas del uso de coches livianos
tirados por caballos les dio la victoria. De acuerdo con el historiador Flavio Josefo, su
habilidad como excelentes comerciantes, les abrió las rutas de intercambio con la cultura
minoica desarrollada en la edad del bronce por los aqueos en la isla de Creta y con la misma
Babilonia. Hasta el presente no se conocen de los hyksos grandes monumentos erigidos por
ellos, con excepción de algunos obeliscos, templos y estatuas recientemente excavados, a no
ser que la gran pirámide hubiera sido parte de su obra, lo cual parece poco probable, al
menos de los hyksos de esa época, pues la gran pirámide parece ser, al menos, entre 500 y
1000 años más antigua.
De nuevo vienen los interrogantes al retomar el hilo de nuestra historia: ¿Cuáles fueron los
nombres de esos hyksos, pastores-reyes, gigantes de la Antigüedad? El hecho de que se
hubieran asentado en Avaris o Tanis, también llamada en la Biblia con el nombre de Zoan
(Números 13, 22) hace de su proximidad geográfica con el sitio de Giza, donde está erigida la
gran pirámide, un factor de más para vincular el edificio a los hyksos. Tanis llegó a ser uno de
los grandes centros comerciales de Egipto, pero infortunadamente los sedimentos del Nilo
hicieron que se desviara su tráfico comercial hacia Alejandría. En el año 174 d. C., Tanis fue
destruida debido a una insurrección contra Roma.
El “Relato de los enviados” por Moisés a explorar las tierras del delta, abre las puertas para
vincular a la antigua civilización egipcia del delta con los remanentes de una raza superior y
por supuesto con los antiquísimos nefilim (raza de gigantes), descritos en Génesis 6.
Ningún relato de estos exploradores menciona en forma específica a la gran pirámide, pero sí
hace referencia a ciudades grandes y fuertes. Esto plantea la pregunta de si la gran pirámide
ya estaba construida en ese tiempo o de si su descripción fue omitida por los exploradores.
La frase “ciudades muy grandes y fuertes” puede encerrar monumentos como la gran
pirámide, pero una de las cosas que más asombra es la distinción hecha entre “hombres de
grande estatura” y “gigantes” o “raza de los nefilim”, descendientes de Anac (¿Atlas?).
Si los “exploradores” visitaron, o no, la antiquísima ciudad de Bubastis en el delta del Nilo,
vinculada a la veneración de la diosa felina Bast o Bastet y cuyas excavaciones fueron
comenzadas en 1886, no lo sabemos. Lo importante aquí es conocer que ya para esa época
existía una civilización avanzada de la cual se han desenterrado ruinas pertenecientes al
tercer milenio a. C. Durante los siglos xvii-xv a. C., es muy posible que las relaciones
comerciales de Tanis y Bubastis hubieran sido estrechas, o por el contrario, hubieran sido
ciudades rivales. El hecho de que los pastores-reyes (hyksos) hubieran escogido el delta para
fundar a Zoan (Tanis) es muy diciente. La fertilidad del suelo, el acceso fácil al Mediterráneo y
la proximidad de otros centros de comercio hicieron de esto razones poderosas para
establecerse allí, así como la facilidad de realizar un vínculo comercial con la floreciente
civilización de la isla de Creta. La ciudad de Bubastis fue destruida por los persas en el año
350 a. C., lo cual hizo que Tanis perdurase 211 años más como centro de comercio, antes de
ser destruida por los romanos. De estos estudios se deduce que la cronología de los hyksos
no se ajusta con la 4.a dinastía en la que reinara el faraón Keops, la cual es casi mil años
más antigua que la fundación de Tanis, a menos que “el corto tiempo” que permanecieron los
pastores-reyes o sus descendientes en Egipto y a que se refieren las crónicas, hubiese
durado un milenio.
Joseph Seiss afirma que fue el sumo sacerdote Melquizedek, “rey de Salem” (rey de paz), el
que dirigió al faraón en la construcción de la gran pirámide. Sabemos que esta persona llegó
a ocupar en la jerarquía un cargo elevado, ya que fue él quien bendijo al mismo Abraham y
recibió de él el diezmo. Vivía cerca de la gran pirámide y aunque no tenemos sobre él mayor
información conocemos que no era un egipcio y que no profesó el culto politeísta
prevaleciente en aquella época. Bien hubiera podido ser uno de los hyksos (pastores-reyes) a
los que se refieren las crónicas egipcias. Por otra parte surgen las dudas de si Melquizedek
fue el escogido para esta labor ya que su avanzada edad, tal vez, no le hubiese permitido ver
concluida su obra y es esta otra de las razones por las que el nombre de Abraham surge
como posible candidato.
Joseph Seiss nos dice que mientras el objeto de Yahvé es convencer a Job de su
incompetencia para juzgarlo y comprenderlo, implícitamente el texto indica que lo que Dios
está diciendo es: Tú pusiste los cimientos de la gran estructura en Egipto, pero ¿dónde
estabas tú cuando yo puse los cimientos de la gran pirámide que es la Tierra? Tú realizaste
las medidas de la gran pirámide en Egipto, pero ¿quién hizo las medidas de la Tierra y
estrechó su línea sobre ella? Tú aseguraste sobre agujeros los cimientos de la pirámide en
Egipto (la gran pirámide está construida sobre cuatro perforaciones o agujeros en la piedra).
Pero, acaso, ¿dónde están asegurados los cimientos de la Tierra? Tú colocaste la piedra que
corona la cima de la pirámide en medio de cantos de júbilo, pero ¿quién puso la piedra
angular de la Tierra cuando los ángeles de la mañana cantaron a coro y todos los hijos de
Dios gritaron de alegría?
31. ¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, o desatarás las ligaduras del Orión?
32. ¿Sacarás tú a su tiempo los signos de los cielos, o guiarás el Arcturo con sus hijos?
Esta es una relación explícita a la Constelación de Orión, cuyo centro, o sea el cinturón de
Orión formado por tres estrellas que arman, por así decirlo, la constelación, coincide
exactamente con la localización y tamaño de las tres pirámides de la meseta de Giza.
Fotografías de satélite de las tres pirámides pueden superponerse sobre la magnificación
telescópica de las tres estrellas del cinturón de Orión, coincidiendo en forma perfecta. Este
hecho que obviamente no puede ser una simple coincidencia debido a la precisión
matemática con que está ejecutado, en donde cada pirámide tiene el tamaño adecuado para
inscribir su cuadrado dentro del círculo luminoso de cada estrella, abre de nuevo la pregunta
de cómo lo hicieron.
Aún hoy día esa precisión es difícil de obtener y para ello se requiere un telescopio con un
gran espejo y la tecnología de la fotografía satelital, así como la ayuda de un computador. La
gran pirámide actúa como una gran máquina estelar o máquina solar.
El libro de Job es posible que sea uno de los más antiguos de la Biblia, inclusive anterior al
libro del Génesis. Las costumbres descritas en él, presuponen una civilización anterior a las
conocidas. Job se erigió en sacerdote de su propia familia, lo cual no es distante de la
herencia que nos dejó Jesús por medio de la cual todo cristiano es profeta, sacerdote y rey.
Sin embargo, la humanidad antigua no registra un caso semejante. Por otra parte, la
catástrofe descrita en el libro de Job, adquiere las proporciones de un drama cósmico como
ningún otro descrito en la Biblia. Algunas de las instancias son de por sí muy extrañas, en
especial el diálogo entre Dios y el demonio. Un demonio que tiene libertad de presentarse
ante Dios a fin de retarlo en cuanto a la fe del hombre se refiere. Esa serpiente antigua, diablo
o Satanás, está en todas partes de la narración, causando estragos de toda índole al pobre y
afligido Job. Pero si miramos con el lente de lo terreno y de la astrofísica veremos cómo está
relatada la confusión, la enfermedad, la desolación, el desconcierto, la ira y el dolor que dejó
el paso de un cometa monstruoso que aún se recuerda en todas las mitologías de la Tierra.
Si la gran pirámide estuvo dirigida por Job con inspiración divina, no sería de extrañar que
hubiera sido Job el Filites del que habló el sacerdote egipcio, siendo el propósito de la
pirámide, entre otros, el de dejar un testimonio profético de “ese como monte grande ardiendo
que cayó (y otro que caerá) en la tierra”, descrito en el capítulo 8 del Apocalipsis de san Juan
y que está anunciado para una fecha próxima. Los profetas conocen que lo que aconteció
volverá a suceder en la espiral de la historia.
Algunos llegan a extender el origen de la gran pirámide hasta unos 14 000 a. C., y otros
afirman que su construcción data de unos 2565 a. C. En 1954, el barco funerario de madera
de 38 metros de largo con la representación del faraón fue encontrado intacto cerca a la gran
pirámide. Muchos faraones se apoderaron de las obras de otros para perpetuar sus nombres
y en este caso es fácil imaginar el que alguno la utilizara como paso a la eternidad por el
camino que llevaba las almas al Sol, aunque este parece no ser el caso.
El radar SIR-C/X-SAR
Las recientes exploraciones realizadas por el trasbordador espacial utilizando el radar SIR-
C/X-SAR (Spaceborne Imaging Radar-C/X-band Synthetic Aperture Radar), capaz de “ver”
bajo la superficie, especialmente la arenosa, a una profundidad de 15Õ (unos 5 m), el cual
envió informaciones muy precisas sobre la superficie escondida de la meseta de Giza y la
negativa y hermetismo del Gobierno egipcio a dejar que se hiciesen públicos los resultados
de dicha exploración, hacen presuponer que algo muy importante fue descubierto en ese
lugar. Aunque 5 m no son suficientes para descubrir el inmenso mundo oculto de Egipto, son
una buena base para comenzar. Es muy posible que el lugar donde se encuentran los
famosos “Archivos Akáshikos” predichos por Édgar Cayce, los cuales él veía en algún lugar o
conector subterráneo entre la gran pirámide y la esfinge, hayan sido descubiertos, o quizás
las misteriosas cámaras secretas descubiertas accidentalmente por el hijo del Agha Khan.
Durante el mes de octubre de 1994, el trasbordador espacial, con el uso del radar
mencionado, descubrió al sureste de Libia, en una región del desierto del Sahara en el norte
de África, una serie de canales o valles inactivos de riego llamados sistemas de “paleo
drenaje”, los cuales el Dr. John F. McCauley investigador del servicio geológico de los
Estados Unidos, afirma que fueron creados por mano del hombre y no son simples
accidentes geográficos. En otras palabras, los antiguos demostraron tener una gran
tecnología en el manejo de esclusas y de flujos de agua. Aunque el mencionado radar fue
desarrollado como parte de la estrategia militar para detectar arsenales y bunkers escondidos
bajo tierra, se ha convertido también en una formidable herramienta de investigación
arqueológica.
El HAARP
Pero existe otra herramienta para “ver” bajo tierra, aún más poderosa que el radar descrito: el
HAARP (High Frecuency Active Auroral Research Program), cuyo uso puede llegar a ser tan
o más peligroso que el arsenal nuclear en su conjunto.
De las decenas de artículos sobre el arma más peligrosa y cuyos efectos se escapan del
control humano, he recogido y extractado algunas cortas observaciones, las cuales junto con
mis propias fuentes e ideas y trataré de poner en un lenguaje sencillo. El título del
mencionado artículo es “HAARP, vandalismo en el cielo”, publicado en Nexus Magazine,
volumen 3, diciembre de 1995 y enero de 1996 en Australia. La investigación de protesta
iniciada por Nick Begich, Patrick y Gael Crystal, llevaron a formalizar la denuncia, contenida
en el famoso libro Los ángeles no tocan esa HARPA (Angels donÕt play that H.A.A.R.P.), el
cual describe los avances tecnológicos sobre las teorías del famoso científico serbio, Nicola
Tesla, nacionalizado en los Estados Unidos, y quien fuera propuesto para un Premio Nobel
por sus descubrimientos en electricidad y magnetismo. Las teorías de Tesla al ser
desarrolladas demuestran cómo el HAARP puede llevar a la extinción, en cuestión de
minutos, la vida de toda la Tierra. Tesla murió en el año de 1943 y fue el inventor del
generador de corriente alterna y sus ideas dieron origen al radar moderno. Entre sus muchos
inventos hubo uno que fue el generador de alta frecuencia con el cual logró encender una
chispa eléctrica con una longitud de 41 m y encender 200 lámparas a una distancia de 40 km
sin utilizar ningún alambre.
Pero, por otra parte, según algunos científicos, estamos al borde de una catástrofe de
vandalismo de magnitud universal, en un plan tan ultra-secreto que ni siquiera el Congreso de
los Estados Unidos tiene acceso a él.
Entre las cosas secretas que el HAARP puede lograr está el control masivo de poblaciones al
alterar o modificar las ondas electromagnéticas en el cerebro humano, las cuales pueden ser
llevadas a la autodestrucción, controlando niveles de agresión o inclusive el suicidio colectivo,
la apatía, la inhabilidad para combatir o la desorientación temporal o permanente. Su uso
será plenamente operacional en menos de 30 años. El control del viento y de las estaciones
también es posible, así como la producción de ciertos gases en la atmósfera, incluyendo
ozono, nitrógeno, etc. Otra posibilidad es la ruptura y calentamiento de ciertas zonas en la
litósfera, provocando terremotos, maremotos e incrementando la actividad volcánica.
El mundo está al borde del colapso y la esclavitud erradicada en otra época será de nuevo
implantada dentro de este nuevo esquema tecnológico. Puedo imaginar a lo que serán
reducidas las poblaciones de los países más pobres de la Tierra con esta especie de
lobotomía selectiva. El control estricto de toda forma social o sistema tecno-social será
entonces impuesto en forma brutal y permanente, para ser explotado en beneficio de la élite
dominante y será logrado por medio de una gigantesca maniobra propagandística para ganar
la confianza y la aceptación de la población.
Algunos resultados y hallazgos curiosos del HAARP muestran inmensas cavernas y túneles,
dando la apariencia de superestructuras que se encuentran en la litósfera, o sea la capa que
comprende la corteza y el manto superior, y con profundidades que fluctúan hasta los 60 y
100 km bajo la superficie. Esta discontinuidad llamada “sísmica” o “moho” presentó
características hasta entonces nunca vistas con la claridad con que se ve mover un bebé en
el vientre de su madre, utilizando un equipo de ultrasonido. El Departamento de Defensa
ordenó que los hallazgos se mantuvieran en el más estricto secreto, inclusive a los ojos del
alto gobierno, hasta no esclarecer más algunos puntos. Otros hallazgos en la zona de El
Cairo y en los alrededores de la gran pirámide tuvieron lugar, y aún se está discutiendo la
posibilidad de compartir la información con el Gobierno egipcio.
Pero lo que más llamó mi atención fueron las indicaciones para descubrir los puntos secretos
de resguardo en caso de un ataque nuclear, o ante la advertencia del impacto de un aerolito.
Las claves estaban en poder de los militares así como los códigos de acceso a dichos sitios.
En sentido contrario al tráfico se hallan vías de evacuación sólo para vehículos militares o del
alto gobierno, con mapas colocados detrás de los avisos más corrientes. Avisos como
“YIELD” era uno de los más utilizados para este propósito con indicaciones precisas de cómo
llegar a estos refugios. Según el estudio presentado, existían por aquella época 7 lugares
preparados para recibir aproximadamente cada uno a medio millón de personas y tenerlas
encerradas o “resguardadas” por el término de casi un año, en cavernas enormes cavadas a
la orilla de montañas o utilizando complejos construidos a gran profundidad. Cabe advertir
que cada uno de estos lugares también puede ser utilizado como un gigantesco campo de
concentración, en caso de ser necesario. Con menos del 2% de la población americana
debidamente protegida, el gobierno se está preparando para la más grande masacre de todos
los tiempos.
La denuncia me hizo pensar que con la invención de la bomba de neutrones, los americanos
se estaban preparando para la última fase de su conquista universal, sin perder un soldado.
Utilizando este sistema, era fácil y económico barrer con poblaciones enteras, en donde las
bombas escasamente lograban romper los vidrios de los edificios, conservando intacta la
infraestructura de pueblos y ciudades. La conquista del espacio, con colonias en Marte y en la
Luna con fines habitacionales, ante semejante perspectiva, era completamente innecesaria y
obedecía a otras razones.
La cultura del uso de subterráneos ha vuelto a cobrar fuerza ante las amenazas de guerra
química, bacteriológica y nuclear que se ciernen sobre el mundo. En países como Suiza es
obligatorio el que cada construcción nueva tenga un sótano a prueba de radiación y
pertrechos suficientes, ojalá para un año. Los túneles bajo las enormes montañas de los
Alpes también han sido adecuados para recibir a la población civil y, a diferencia de los
americanos, sin distingos de ninguna clase. Las nuevas embajadas de los Estados Unidos
muestran sobre la superficie sólo una mínima parte de su área total construida, y por lo
general están ubicadas cerca de aeropuertos, con rutas de evacuación subterráneas. Sus
complejos enterrados son autosuficientes para subsistir durante un largo período, inclusive un
“invierno nuclear”.
Entonces, ¿sería absurdo considerar que una cultura milenaria, debido a un terrible flagelo,
hubiese encontrado una respuesta obligada para su hábitat, ocultándose a los ojos de los
habitantes de la superficie en las profundidades de la Tierra, con el secreto más largo y mejor
resguardado de todos los tiempos?
Son demasiados los secretos y las verdades matemáticas conectadas con la gran pirámide
de Keops y sus secretos parecen no terminar nunca, convirtiéndose en un largo camino para
los estudiosos. No cabe duda que la sabiduría que encierra no pudo deberse a un hombre sin
inspiración divina o sin haber recibido en herencia los secretos de una cultura muy
sofisticada, conocedora profunda de las matemáticas, la astronomía, la astrofísica, la
geografía, la historia, y capaz de profetizar el futuro.
Herodoto habla de que el tiempo empleado en construir la pirámide fue de treinta años y se
emplearon cuadrillas de trabajadores de 100 000 hombres en turnos de tres meses.
Investigaciones más recientes, comprueban que el tiempo empleado en construir la gran
pirámide que conocemos por encima de la superficie del terreno es de sólo 20 años (¿En qué
se gastaron los otros 10 años?). Herodoto en relación con este punto afirma que diez años
fue el período inicial para el diseño de planos y preparación para iniciar la ejecución. Lo más
probable es que exista todo un complejo sistema subterráneo de comunicación inter-piramidal
o al menos con la esfinge que representa al faraón Kefrén, y que parte de este período inicial
se hubiera usado en la construcción de estos túneles y salas subterráneas. El caso de
Teotihuacán en México, demuestra la existencia de túneles subterráneos que interconectan
diferentes lugares y se dirigen varios kilómetros en dirección al sur.
Ahora, miremos a los patriarcas mencionados anteriormente, los cuales estarían entre los
más probables constructores de la gran pirámide:
Abraham parece haber vivido entre hace 2000 y 1500 a. C., lo cual lo descalificaría
cronológicamente. Sin embargo, la cronología en este caso es susceptible de estar
equivocada, no sólo en lo que se refiere a Abraham, sino a la construcción de la gran
pirámide. El relato bíblico nos habla que su madre fue Tera, una de las descendientes de
Sem, hijo de Noé. También conocemos que nació en la ciudad caldea de Ur y que se casó
con su media hermana Saráis a quien Dios le cambió el nombre por el de Sarah o Sara.
Nótense aquí las raíces comunes que existen entre Sahara, Saráis, Sarah y Sara.
Recordemos que la mujer de Abraham era estéril (desierta) y que el Sahara es un desierto o
tierra estéril. De Ur, Abraham partió con su sobrino Lot y su familia para Haran. Después de
recibir la promesa divina que lo convertiría en una “gran nación”, emigró con su esposa a
Canaán en donde vivió como un nómada. Una gran hambruna lo llevó a Egipto y allí, por
temor de ser llevado a la muerte, decidió presentar a su esposa como su hermana ante el
soberano, quien decidió tomarla por esposa. Un ángel visitó entonces en sueños al rey
prohibiéndole tocar a Sara. Como consecuencia de este episodio, Abraham fue compensado
con bienes y dinero y expulsado de Egipto.
De vuelta a Canaán, Abraham se pelea con Lot y su tribu y ambos toman caminos separados.
Lot permanece cerca de Sodoma y Abraham continúa con su vida de nómada.
Posteriormente rescata a Lot del cautiverio del rey de Elam, Kedorlaomer, y es bendecido por
el sacerdote Melquizedek, rey de Salem. Es en esta época que Dios le promete a Abraham
un hijo de su esposa Saráis y le repite sus antiguas promesas. El pacto con Dios es renovado
con el rito de la circuncisión y es en este momento que Dios le cambia el nombre a Abram por
Abraham y a Saráis por Sara, repitiéndole su promesa a Sara de que tendría un hijo y
utilizando la visita de los ángeles como medio para informarle.
Cuando Dios le informó a Abraham de sus intenciones de destruir a Sodoma y Gomorra
debido a la maldad de sus habitantes, Abraham negocia con Dios y le pregunta que si
finalmente diera con diez hombres justos podría con ello calmar su santa ira a lo que Dios
decide complacerlo. Al no encontrarlos, Dios envía dos ángeles exterminadores, los cuales
toman figura humana y le advierten a Lot que salga al amanecer de Sodoma. Los habitantes
de la ciudad, en un intento de maldad pretenden abusar sexualmente de los (ángeles)
huéspedes de Lot pero estos terminan defendiéndose, cegando a sus intimidadores con un
gran resplandor. Al amanecer, Dios envía fuego del cielo y deja a Sodoma y Gomorra
convertidas en una espesa humareda que puede divisarse desde lejos y a la esposa de Lot
convertida en estatua de sal por desobedecer las advertencias de no mirar hacia atrás y
querer contemplar la ira de Dios. En otras palabras, la necia mujer de Lot quedó petrificada o
si se quiere, carbonizada, convertida en roca salada debido al alto grado de concentración de
sal en la atmósfera, causada por el calor.
Casos similares han sucedido en la historia. Cuando visité las ruinas de Pompeya, alcancé a
percibir ese grito congelado en la piedra de los que murieron asfixiados por la erupción del
volcán Vesubio. La lava cubrió los cuerpos, y las bocas y las fosas nasales llenas de ceniza,
asfixiaron a sus moradores. Muchos ni se dieron cuenta de la catástrofe, otros intentaron huir
sin conseguirlo y otros más murieron en forma estoica, como el famoso soldado, guardián de
las puertas de entrada a la ciudad, que permaneció sin moverse, cumpliendo con su deber, y
se conserva petrificado. El museo de Pompeya es el museo de la tragedia, de la vida y de la
muerte. La alegría y el canto nocturno de los grillos y las chicharras de ese pueblo
mediterráneo en donde pululaban leche y miel, con una economía boyante y sede de
hombres de negocios, con grandes villas y hermosos jardines, en donde la vida de hogar
transcurría plácida y serenamente, fue interrumpida de repente.
El sitio donde se encontraban Sodoma y Gomorra está ocupado hoy día por el mar Muerto de
alto contenido salino y en el sitio más bajo de la Tierra, por debajo del nivel del mar, como si
el impacto de un cuerpo enorme hubiera causado no solamente un hundimiento del terreno
sino provocado también una explosión parecida a la de una bomba termonuclear. Cuando
realicé un viaje por el mar Muerto, pude observar, al sumergirme en sus aguas, el alto
contenido de salinidad que me forzaba a salir a la superficie.
A la muerte de Sara, Abraham se casó con Katura de quien tuvo 6 hijos y cuando murió a la
edad de 175 años, fue enterrado en la Cueva de Macpela en el Hebrón en el Banco
Occidental. La tradición musulmana afirma que el gran domo de la Roca con su cúpula
dorada, fue el sitio desde donde Abraham pensó sacrificar a su hijo Isaac y desde donde el
profeta Mahoma ascendió al cielo.
La orden que Abraham recibe directamente de Dios está relatada en Génesis 15, 4 - 6:
4. Y luego la palabra de Jehová fue a él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de
tus entrañas será el que te herede.
5. Y sacole fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y
le dijo: Así será tu simiente.
6. Y creyó a Jehová, y contóselo por justicia.
En otras palabras, la orden recibida era para observar atentamente el cielo y contar sus
estrellas visibles. Esto haría de Abraham uno de los primeros astrónomos y, debido a la
estrecha relación con otros pueblos, un astrólogo de gran categoría. Por otra parte el sabio
egipcio Hermes-Tot, de quien se dice que fue contemporáneo y maestro de Abraham, hace
de este patriarca un posible candidato relacionado con la orden de construir un monumento a
Dios, diseñado por él, en tierra egipcia. La presentación de Abraham o de la persona por él
escogida, hecha a través de Hermes-Tot, hubiera sido suficientemente importante como para
que el faraón le hubiese prestado toda su atención. Abraham, a los 86 años y antes de su
matrimonio con Sara, había tenido un hijo de nombre Ismael con su esclava egipcia Hagar.
Cuando Sara cumplió 100 años fue cuando concibió a su segundo hijo Isaac, de tal manera
que existía una relación estrecha con Egipto. Desde entonces se considera a Abraham el
padre común de los árabes y los judíos y padre de la obediencia a la fe en Dios de todas las
religiones monoteístas. El conocimiento del cielo pasó de padres a hijos y permitió que el
pueblo israelita se convirtiera, desde la Antigüedad, en el pueblo matemático por excelencia.
La historia de Jacob (el usurpador, por haberle quitado la primogenitura a su hermano Esaú),
el nieto de Abraham y de su hijo José, vinculan de nuevo a los patriarcas con Egipto. José,
después de haber sido vendido por sus hermanos y de haber logrado descifrar los sueños del
faraón de las siete vacas gordas y las siete flacas, significando los años de abundancia y de
sequía, logra convertirse en el hombre más importante de Egipto y salvar a ese pueblo del
hambre. Después de la reconciliación con sus hermanos, José regresa a donde su padre
Jacob y este se mueve con toda su familia y se establece en Goshen, en el antiguo Egipto.
Allí permanecen sus descendientes hasta la época en que Moisés saca a todos los israelitas,
en la historia contada en el Éxodo, y carga con los huesos de José por el desierto hasta
enterrarlos en Sequem.
Lo que recuerdan los hebreos y está escrito en el Antiguo Testamento en relación con las
siete plagas de Egipto, está narrado en el papiro Ipuwer que se encuentra en el Museo de
Berlín, con una óptica diferente. El mérito de esta comparación se le debe a Immanuel
Velikovsky y su descubrimiento está magistralmente narrado en su libro Mundos en colisión.
La catástrofe cósmica utilizada por Dios para sacar al pueblo escogido de la dominación
egipcia fue la causada por el paso de un cometa con las consecuencias que conocemos. Los
egipcios relatan cómo un polvo llovió del cielo (primera plaga), tiñendo las aguas de rojo y
descomponiéndolas rápidamente. Ese polvo rojo que pudrió las aguas, dándoles ese color de
sangre está visto por los hebreos con los ojos de la fe y en forma diferente. La historia judía
no habla de ningún polvo rojo, y simplemente cuenta cómo las aguas se convirtieron en
sangre. Por su parte, los egipcios cuentan cómo era necesario abrir huecos con las manos en
las orillas del Nilo, a fin de poder beber agua sin ese contaminante, posiblemente traído por la
cauda o cola del cuerpo celeste. Las siguientes siete plagas debidas al paso del cometa
fueron en su orden: las ranas, los mosquitos, los tábanos, la muerte del ganado, las úlceras,
la granizada, las langostas y los tres días de espesas tinieblas que cubrieron a Egipto.
En mi primer viaje al Perú, después de visitar Cuzco y los muros incas y los vestigios del
Templo del Sol, partí para Machu Picchu y tomé el tren de cremallera en lo que para mí son
los 80 kilómetros del recorrido más bello del mundo. El tren hizo escala en varias poblaciones
y en una de ellas descendí y de un salto, tuve la oportunidad de cruzar el río Urubamba, uno
de los orígenes más poderosos del Amazonas el cual se deslizaba como un hilillo de agua a
pocos metros de la carrilera. Al escribir estas líneas no puedo menos que pensar en el “gran
río” descrito por Ezequiel, 67, o en la historia de Jasón y los argonautas que forma parte de la
mitología griega y que de alguna manera, en su viaje a “Colchis” cuando vino a rescatar el
“vellocino de oro, está también vinculada a esta parte del Nuevo Mundo. Infortunadamente,
los historiadores han sido faltos de visión al interpretar el viaje guardado como un tesoro por
la mitología griega, no dándose cuenta que lo relatado en el mismo, es quizás uno de los
recuerdos humanos fragmentados más antiguos de que se tenga noticia.
Si estudiamos un mapa en donde se hallen las masas terrestres de hace 100 millones de
años, el Mediterráneo y el Atlántico eran el mismo mar, siendo posible navegarlo y penetrar
por el estuario del río Amazonas, para luego conectar con el origen del río Paraguay, afluente
del río de la Plata, y salir de nuevo al Atlántico. De allí se podría penetrar por lo que es hoy la
desembocadura del río Congo, para luego ir bordeando la costa sur de la masa terrestre de
África del norte, formada por lo que es hoy Marruecos, Libia y Tunisia, y luego remontar hacia
el norte bordeando lo que es hoy día el valle del Nilo, para desembocar al Mediterráneo y
llegar de nuevo a Grecia. En el mapa adjunto, las zonas más oscuras son mares poco
profundos y las más claras, unas especies de islas o masas de tierra, conectadas por estos
mares más pandos. Otra posibilidad para la realización del mismo viaje, podría haber sido la
circunnavegación de la masa terrestre de África del norte ya descrita, partiendo de Grecia y
llegando a ella nuevamente. Esto supondría cruzar a pie un pequeño estrecho de tierra que
unía África y América. El mismo recorrido pudo hacerse hace 3 o 4000 años, con la diferencia
de que el Argos se hubiera visto forzado a cruzar el Atlántico. Este último ha sido cruzado por
barcos de juncos como los que se observan en el lago Titicaca, aprovechando las corrientes
marinas.
El Libro de Mormón
Tampoco puedo desprenderme en este punto del extraño relato que se encuentra narrado en
el evangelio Mormón, según el cual, unos emigrantes de Jerusalén, hacia el año 600 a. C.,
llegaron a América bajo el mando de Lehi. Luego de establecerse en el Nuevo Mundo, se
fueron dividiendo, degenerando y pelearon grandes guerras. Jesucristo mismo, después de
su resurrección se apareció en el Nuevo Mundo a una de estas tribus. Por allá en el año 1421
d. C., los nefitas fueron aniquilados por los lamanitas, hombres de piel oscura, quienes fueron
los ancestros de los nativos americanos.
Si bien este evangelio pretende adaptarse a la tradición judeo-cristiana, podría decirse que
también cuestiona algunas enseñanzas y aspectos bíblicos y añade una nueva dimensión a
la historia del Nuevo Mundo. Llama la atención aquí, la parte concerniente al color de la piel
de los habitantes americanos.
Si los lamanitas descritos en el libro de Mormón se mezclaron con otras razas asiáticas o
mongólicas y si los primeros habitantes de la Atlántida vinieron primero de Asia antes que de
Europa, es factible. El paso por el estrecho de Bering que separa el Océano Pacífico del
Océano Ártico entre Alaska y Asia es de escasos 82 kilómetros. A medio camino se
encuentran las islas del Pequeño y del Gran Diómede. El ruso Semyon Ivanov Dezhnyov las
navegó en 1648 y fueron nuevamente exploradas por el navegante danés Vitus Bering en
1728 y posteriormente por los marineros británicos James Cook y Frederick William Beechey.
Decir aquí que fue el ruso el primero en descubrir el estrecho es atentar contra la historia,
pues el color de los habitantes del Nuevo Mundo antes de Colón, demuestra lo contrario.
Los incas no hubieran podido escoger un mejor enclave para su ciudad sagrada, sin embargo
sorprende la tenacidad de los españoles de la época de la conquista y su sed por encontrar el
tesoro de El Dorado. No descansaron hasta llegar al santuario escondido en medio de los
picos agrestes de los Andes, protegido en su base por el Urubamba que lo circunda como el
foso de un castillo medieval, para luego saquearlo y destruirlo. Mi mujer estaba muy orgullosa
de que hubiera sido un pariente próximo a ella, y por línea materna, el descubridor de la
imponente ciudad, la cual es en sí misma un misterio. Descubierta sólo hasta 1911 por el
americano Hiram Bingham, de origen alemán, no aparece descrita en las crónicas incas ni
españolas, permaneciendo escondida como último refugio de ese pueblo.
Por extraño que parezca, el profeta Ezequiel hace una mención muy explícita al río
Amazonas. Ningún otro río cumple en forma tan completa lo descrito por él. Por otra parte, el
mar a que se refiere no puede ser el Mediterráneo sino el Atlántico y ese río no es otro que el
Amazonas y Cuzco o Machu Picchu como los lugares en donde será edificado ese templo, la
Jerusalén celeste, la morada de Jesús sobre la Tierra cuando venga a establecer su reinado
de justicia sentado en su trono sostenido por querubines.
En Cuzco aún se conserva un muro semicircular de piedra y que fuera parte del llamado
Templo del Sol. En este lugar, según lo narrado en el evangelio Mormón, estuvo edificado
inicialmente el templo construido por las tribus semitas que emigraron a América. Las guerras
y las mezclas de sangre con los habitantes del Nuevo Mundo fueron borrando toda huella y
toda creencia de esa cultura. Será en ese lugar, según ese evangelio, en donde se construya
el templo de la Ciudad de Dios después de la segunda venida de Cristo a la Tierra. Eso no
está lejos de lo narrado por Ezequiel, veamos:
Ezequiel, 67
El agua que sale del templo. 1 Después me hizo volver a la entrada de la casa; y vi aguas
que salían por debajo del umbral de la casa al oriente; pues la fachada de la Casa estaba al
oriente. Las aguas descendían debajo el lado derecho de la casa, al sur del altar. Y me sacó
fuera por la puerta septentrional, y me hizo dar una vuelta, por el camino de afuera, hasta la
puerta exterior que mira al oriente, y vi cómo las aguas salían por el lado derecho. 3 Cuando
aquel varón salió hacia el oriente, con la cuerda que llevaba en la mano, midió mil codos, y
me hizo pasar por las aguas; y las aguas (me llegaban) hasta los tobillos. Otra vez midió mil y
me hizo pasar por las aguas, y las aguas (me llegaban) hasta las rodillas. 4 Otra vez midió
mil, y me hizo pasar, y las aguas (me llegaban) hasta la cintura. 5 Midió (otros) mil; y era ya
un río que no podía pasar, porque habían crecido las aguas; eran aguas para nadar, un río
que no podía atravesarse. 6 Y me dijo: “¿Has visto, hijo de hombre?”. Luego hízome volver a
la orilla del río. 7 Y cuando hube vuelto, vi sobre la orilla del río muchísimos árboles, a una y
otra parte. 8 Entonces me dijo: Estas aguas que corren hacia la región oriental, bajan al
Araba y entran en el mar, en el mar Salado, cuyas aguas quedarán saneadas. 9 Y a
dondequiera que llegue ese río, vivirá toda suerte de seres vivientes que nadan, y habrá
muchísimos peces; porque al llegar allí estas aguas, quedarán saneadas (las del mar); y a
dondequiera que llegue el río, habrá vida. 10 A sus orillas estarán los pescadores y desde
Engaddí hasta En-Eglaín será un tendedero de redes. Las especies de sus peces serán como
los peces del mar grande, y de muchísima abundancia. 12 Pero sus lagunas y sus juncales
no se sanearán; serán dejados para salinas. 13 A lo largo del río, en sus riberas de una y otra
parte, crecerá toda suerte de árboles frutales, cuyas hojas nunca caerán y cuyo fruto nunca
faltará. Darán nuevos frutos cada mes, pues sus aguas salen del santuario. Y serán sus
frutos para comida, y sus hojas para medicina.
El Amazonas
No existe otro río en el mundo como el descrito por el profeta Ezequiel. Sin duda se refiere al
más grande e importante de todas las fuentes de agua, el río-océano como algunos le llaman.
Sus peces como los peces del mar, el Amazonas cuenta con el ecosistema más rico del
mundo. Durante la época lluviosa, se desborda sobre sus orillas, haciendo imposible divisar
un lado del otro y en algunas partes su anchura llega a los 50 kilómetros, alcanzando en su
desembocadura los 80 kilómetros. Es la tierra de la marabunta y del jaguar, de los manatíes y
los delfines rosados, de los inmensos caimanes y de las pirañas, de las tortugas, las
“cachamas” y “las payaras”, peces con afiladísimos dientes que recuerdan a las barracudas
del mar. Al anochecer los monos aulladores lanzan sus gritos despidiéndose del día y
anunciando a los intrusos. Abajo entre los charcos de agua y en las orillas del río, los
enormes güíos, serpientes que alcanzan más de 7 metros buscan una presa fácil entre las
“lapas” y los “chigüiros” (los roedores más grandes del mundo, los cuales llegan a pesar hasta
4 arrobas) que se acercan a beber y los sonidos de millones de insectos y de aves que
anidan en los árboles y en las orillas del río se comunican en una cadena interminable de
miles de kilómetros.
En un punto intermedio entre el puerto de Manaos y el delta se encuentra el puerto de
Obidos, alcanzando el río en este lugar más de 90 metros de profundidad. No se conoce
cuántos tributarios tiene el Amazonas. En Brasil solamente existen más de 200, de los cuales
hay 100 navegables. ¡Los trasatlánticos de cualquier calado pueden recorrer 2/3 partes de su
longitud, desde el delta hasta Iquitos con un total de 3700 kilómetros! Con la fotografía
satelital, se ha logrado demostrar que el Amazonas, considerado desde el nacimiento de uno
de sus tributarios, es el río más largo del mundo, habiéndole quitado ese primer puesto al
Nilo. La isla de Marajó en el delta con 36 000 kilómetros cuadrados es el sitio más fértil y
húmedo del mundo. El estuario de penetración en el Atlántico es de unos 240 kilómetros de
ancho y los depósitos del delta han formado cientos de pequeñas islas. Cuando hay luna
llena, el mar parece querer competir con el río y se eleva enfurecido penetrando su estuario
con olas que alcanzan hasta los 65 kilómetros por hora y cinco metros de altura, las cuales
barren las orillas remontando hasta unos ¡650 kilómetros de la desembocadura! En el
Amazonas todo es majestuoso. Y, sin embargo, alguna civilización muy antigua y que hoy día
no conocemos, tuvo la osadía de trazar cientos de kilómetros de canales navegables en
medio de la selva. Si fueron los atlantes la historia no lo dice, pero estas obras parecen
indicarlo.
El nombre del Amazonas se debe, según algunos, a las tribus compuestas por mujeres
guerreras de gran estatura llamadas amazonas las cuales forman parte de la mitología griega
y quienes, según la tradición, vivían en este lugar. ¿Pero de dónde puede provenir una
creencia como esta sino estuvo ligada de alguna manera con la realidad? ¿Los griegos en
América? Al estudiar los viajes de Jasón, hemos visto como los griegos conocían este
continente más de lo que imaginábamos. Por otra parte, los atlantes llegaron antes que los
griegos. Un recuerdo prehistórico que de nuevo recuerda la forma de los barcos atlantes es
usado hoy día por los pescadores y navegantes indígenas del lago Titicaca en Bolivia.
En muchos de mis viajes al Brasil, volé durante horas por encima del gigante dormido, el cual
se pierde en el horizonte cual enorme serpiente, unas veces plateada, otras dorada con el
brillo del sol. El pequeño avión que utilicé algunas veces, navegaba de manera interminable
por encima de ese mar verde cubierto por espesas selvas. No divisé nunca ningún rastro de
civilización. Millones de árboles y plantas exóticas y medicinales cubriendo cientos de miles
de kilómetros. Si hubiésemos caído en aquel lugar hubiera sido menos que imposible ser
encontrados nuevamente o llegar caminando a parte alguna. Es tan densa la selva que su
suelo es oscuro, escasamente penetrado por la luz del sol. El Amazonas es la última frontera
a ser explorada por el hombre y la fábrica de oxígeno más importante de la Tierra. La
destrucción del ecosistema amazónico sería una de las catástrofes más grandes de la
humanidad y conllevaría a la casi extinción de la vida sobre la superficie del planeta.
Aunque la tecnología de construcción en piedra de Machu Picchu es muy avanzada, no
presenta, a diferencia de Sacsahuamán, ensambles poliangulares en sus recintos ni murallas,
pudiéndose observar desde todo ángulo, la montaña sagrada y protectora de Guaina Picchu.
Este primer viaje al Perú lo realicé en pleno verano y mis fotos muestran un cielo azul y dejan
sentir un aire seco y de sol. Días más tarde visité las murallas megalíticas de Sacsahuamán y
este monumento de proporciones descomunales, cada piedra de varias toneladas de peso,
demostrando una tecnología y un conocimiento de manejo de masas y palancas muy
sofisticado lo asocié fácilmente con la tecnología megalítica egipcia o con la de las ruinas de
Tirinto.
El segundo viaje a Machu Picchu lo realicé años más tarde durante la época invernal. Las
montañas se escondían entre las nubes y los valles estaban cubiertos de nieve y de unas
florecitas amarillas que parecían de cristal. El Urubamba siempre con un ruido parecido a su
nombre bajando de afán por entre la montaña. Mi propósito en este viaje era escalar a
Guaina Picchu. Apenas llegué, me dirigí hacia donde termina la ciudad de 13 kilómetros
cuadrados y caminando por un estrecho desfiladero llegué a la base de la montaña. Comencé
a subir. Un alemán iba detrás de mí y el aire parecía no llenarle los pulmones. Mi caso era
distinto, habiendo nacido en Bogotá a 2600 metros de altura y habiéndose mi familia
adaptado durante los últimos trescientos o más años a esa altura, mi caja torácica era un
poco más ancha y mis piernas un poco más cortas permitiéndole a mi corazón bombear el
suficiente oxígeno al cerebro.
El paisaje era soberbio, el Urubamba 600 metros más abajo serpenteando por entre las
montañas y Machu Picchu cubierto parcialmente por la niebla asomaba algunas de sus
estructuras de piedra y dejaba ver el valle, que corta la ciudad en dos, de un verde
esmeraldino. Continué subiendo hasta coronar la cima. El descenso fue más lento y al
regreso me vine meditando sobre lo que había visto. Como cosa curiosa observé que no
había una secuencia rítmica en los escalones tallados en la montaña y que la secuencia de
los mismos más bien obedecía a alguna razón misteriosa o ritual que a una práctica.
Las fuentes incas megalíticas también me sugirieron una raíz anclada en el pasado. Por
increíble que parezca, su sistema de ingeniería ha permitido que el agua haya fluido durante
siglos sin secarse nunca.
Platón nos narra la cultura del agua desarrollada por los atlantes, la cual alcanzó un notable
grado de sofisticación, con gigantescos canales de riego y comunicación, baños y fuentes
termales. El canal de Corinto en Grecia es una obra monumental también con raíces
tecnológicas en esa cultura sumergida.
Fue unos pocos meses después cuando descubrí el significado secreto de Guaina Picchu, al
recibir un ejemplar del National Geographic con un magnífico reportaje gráfico sobre Machu
Picchu. Una foto de la ciudad inca llamó poderosamente mi atención. Tomada desde el risco
situado frente a Guaina Picchu, iluminaba la montaña con una luz del atardecer mostrando
claramente como toda ella formaba la cabeza gigantesca de un faraón, los escalones
pegados al risco simulando las líneas horizontales de la toca que cubría la cabeza,
recordando a la gran esfinge de Giza con la posible representación del faraón Kefrén.
Calculé por la longitud de las sombras que serían aproximadamente las cinco de la tarde
cuando se tomó la foto. Ni el reportaje, ni la fotografía tenían ninguna indicación de mi
descubrimiento. Sólo una de mis fotos de Guaina Picchu tenía la luz aproximada para mostrar
esta figura. De acuerdo con el culto egipcio de la muerte, la luz indicada para iluminar la
tumba de un faraón muerto era la de la tarde. Al igual que en los templos de Abú Simbel, la
luz de la tarde era la que iluminaba durante una vez al año y sólo a cierta hora; la estatua al
fondo del templo de Abú Simbel, representando a Ramsés II.
Hace algunos años, tuve la suerte de ver en el Metropolitan Museum de Nueva York, una
exhibición de objetos antiguos y entre ellos encontré dos pequeños artefactos de color
verdoso y unidos entre sí por lo que parecían ser unos alambres de cobre oxidado. La
etiqueta decía: “Pilas electrolíticas encontradas al norte, en las costas de Venezuela. 6000
años de antigüedad”.
Con el tiempo llegué a Egipto y para sorpresa mía en uno de los altorrelieves tallados en la
piedra pude ver lo que parecía ser una enorme bombilla. Posteriormente descubrí que con
ella, los egipcios podían detectar ciertas marcas ocultas a los ojos de otros. Si la utilizaron
para encubrir secretos militares o en su culto a los muertos, no lo sabemos con certeza. La
producción de luz negra es una tecnología desconocida para muchos pueblos de la Tierra y
solamente utilizada por el hombre moderno con el redescubrimiento de la electricidad. Hoy
día, la luz negra se usa entre otras cosas para descubrir falsificaciones de cuadros famosos y
marcas invisibles a simple vista. Ciertos trazos y correcciones aparecen claramente visibles
bajo su efecto. En alguna ocasión utilicé dicho procedimiento al someter al mismo la famosa
Madona de Bogotá, pintada por Rafael Sancio de Urbina y descubierta por mi padre por allá
en 1939, con objeto de detectar cualquier intento de falsificación. La Madona resultó ser la
original y su descubrimiento dio lugar al famoso dicho del “lío de la Madona”, debido al
revuelo que causó. Hoy día esa frase ha sido incorporada al lenguaje popular y es común a
todos los pueblos y lenguas de habla hispana.
No pude menos que volver a recordar el relato de la Atlántida de Platón, punto de paso de
todos los navíos y centro del mundo de esa época, en el que la influencia de la isla-continente
tocaba todas las costas del Mediterráneo, penetrando por la desembocadura de los grandes
ríos, remontando el Nilo quizás hasta sus fuentes mismas en el lago Victoria, o al menos
hasta la primera catarata, más allá de los pantanos de Deir-el-Bahari. Sin duda su radio de
acción, tocando también las islas Azores, las islas Canarias y las puertas mismas del África
frente a los montes Atlas, hoy día tierra de las tribus nómadas de los beréberes del desierto.
Pero aquí hay otra de las claves. Platón nos habla en el Critias del hermoso color azul
turquesa utilizado por los atlantes para vestirse. Hasta hoy día, las tribus nómadas del
desierto se cubren la cara debajo de su manto negro, con una tela de color azul turquesa,
recuerdo de aquellos colores que usaron sus antepasados.
Es tal la falta que hacen los conocimientos que se perdieron con el incendio de los 500 000
volúmenes de la Biblioteca de Alejandría, que no podemos dejar pasar ni un detalle que nos
ayude a formar este rompecabezas de la historia.
Existe una creencia entre esas tribus beréberes del desierto del Sahara, la cual nos relata
cómo en la Antigüedad, una mujer de gran tamaño y fuerza fue elegida reina suya. Su tumba
se veneraba en un lugar secreto y cuando fue excavada por los ingleses hace casi un siglo,
se encontró un esqueleto femenino de más de 17 pies de largo, rodeado de un círculo de
piedras. Su nombre de acuerdo con la tradición era el de Tina-Hinan o Atina-Hinan que no es
otra cosa que el origen o equivalente al nombre dado a la diosa Atenas.
Del otro lado del Atlántico, la influencia atlante también tocó las costas de América del Norte y
remontó por el Mississippi hasta el corazón del continente. Existen también profundas huellas
en México, Guatemala y en Suramérica, penetrando por el Amazonas hasta sitios tan
distantes como Sacsahuamán, el desierto de Nazca en el Perú y en Bolivia el lago Titicaca,
asiento de Tiahuanaco, cuyos templos son los más antiguos de esta parte del Nuevo Mundo
con casi 12 000 años de antigüedad.
Al regreso a Colombia de uno de mis viajes por Suramérica en razón de mi trabajo, el avión
iba siguiendo desde Chile hacia el norte, la ruta andina de las grandes montañas,
majestuosos volcanes y picos nevados. Antes de entrar al Perú, una montaña de color sepia,
desprovista de toda vegetación podía apreciarse desde la ventanilla del avión. En su parte
más alta, un tridente de grandes proporciones, tallado en el costado y apuntando hacia el
valle de Nazca, era claramente visible. El significado del tridente pude descubrirlo con
precisión años después, en lo que para mí fue una de las piezas claves que me fueron
guiando hacia el secreto más largo y mejor guardado.
Si el Dr. Richard E. Leakey buscó en el África el origen del lenguaje, mi propia búsqueda en
este campo, se ha concentrado en el lenguaje escrito antes de la destrucción de la Torre de
Babel, palabra que significa históricamente “puerta de Dios”, pero también sin o contra Dios.
En otras palabras, ese lenguaje prebabélico, común a todas las razas y pueblos, de donde se
desprenden todas las lenguas conocidas con escritura propia a lo largo de la historia de la
humanidad. Para el lector interesado, utilizando un lenguaje teológico, la palabra Abel
significa con Dios y en el diccionario de angelología coincide con el nombre de un ángel del
mismo nombre.
La Torre de Etemenanki o de Babel fue erigida en la planicie de Shinar por los descendientes
de Noé y muchos años después, Etemenanki fue reconstruida por el rey Nabopolasar y su
hijo Nabucodonosor II. De acuerdo con el relato bíblico, la intención de los constructores era
que la torre alcanzara el cielo, para desde allí, poder dialogar cara a cara con Dios, como si
los hombres fueran sus iguales. La respuesta de Dios no se hizo esperar, derrumbó la torre y
envió un castigo desconocido hasta entonces: la incomunicación, la cual fue lograda con la
confusión de las lenguas, después de la cual los hombres se regaron sobre la faz de la Tierra.
Hoy día esa arma de la incomunicación que fuera utilizada por Dios al destruir la Torre de
Babel, es copiada por el demonio para destruir las familias, las instituciones, las sociedades,
los países y, en últimas, será la utilizada para tratar de destruir el mundo. La falta de
entendimiento y de comunicación entre las grandes potencias, ha llevado al planeta azul y
blanco, al borde del colapso de la guerra química y termonuclear.
Observando este relato con otra lente, el cataclismo que sumergió la Atlántida, puede haber
sido el origen del mito de aquella civilización, cuyos hombres gigantes se sintieron semidioses
y construyeron un templo dedicado a Poseidón, padre del rey Atlas. Hasta hoy día asociamos
a Poseidón con el demonio y su tridente es usado por los satanistas como símbolo o arma de
ataque a las tres personas de la Santísima Trinidad. En la mitología griega, Poseidón
después del hundimiento fue convertido en rey del mar, posteriormente fue incorporado en la
mitología de dioses romanos y de allí, el tridente pasó al cristianismo como símbolo del
demonio.
Es muy importante recordar aquí el vínculo que existe del tridente de Poseidón con los
petroglifos de las islas Canarias y con el símbolo del Shu, descritos más adelante. El
hundimiento de la Atlántida con sus inmensas torres, observatorios, templo y edificios, sin
duda, debieron de ser recordados por muchas leyendas y mitos de civilizaciones post-
cataclísmicas, y no es de sorprender los muchos intentos por emularla. La gran pirámide de
Egipto, la Torre de Babel, las pirámides de Tical, o la ciudad sagrada con su conjunto de
pirámides de Teotihuacán (Teo-ti-huracán; la palabra Teo, aparece y está ligada en casi
todos los idiomas a otra y es utilizada como un elemento prefijal que significa Dios), los
templos o pirámides mayas en Guatemala, la ciudad sagrada de Machu Picchu, etc. Es
apenas obvio que con el hundimiento de la isla-continente, el lenguaje común de los atlantes,
el cual se había hecho extensivo a todas sus colonias, se perdiera, y numerosos pueblos y
dialectos tomaran sus propios caminos.
XI. Centroamérica, México y los Aztecas.
El príncipe Ixtilxóchitl cuenta de la fundación de la ciudad de Tula por los toltecas y de todos
sus avances científicos y tecnológicos, haciendo una extensa relación de su calendario, su
escritura, su sistema numérico, su religión y sus leyes, así como de sus conquistas, derrotas
y migraciones, habiéndose establecido posteriormente en Tabasco y después en Yucatán. Un
imperio que duró al menos cinco siglos y que construyó observatorios, anfiteatros, pirámides,
templos, mercados, acueductos y palacios. Este gran sabio indígena logró abrir las mentes de
aventureros y hombres de ciencia, y casi 400 años después se pudieron recoger los frutos
por él sembrados, cuando en 1925 los arqueólogos excavaron la Pirámide de las Serpientes
en San Juan de Teotihuacán. En este punto es importante comparar las pirámides mejicanas
con las egipcias en su sistema de medidas. Tanto los constructores egipcios como los
aztecas utilizaron una medida lineal la cual consistía en el “radio polar de la Tierra” dividido en
unidades de 6 000 o 12 000 unidades lineales. Este hecho matemático no puede haber sido
pura coincidencia y vincula estas dos civilizaciones entre sí a la herencia de otra aún más
antigua.
La cultura europea se siente segura al poder comprobar sus antecedentes más inmediatos.
Se siente orgullosa de haber sido depositaria de las tradiciones sumerias, babilónicas,
griegas, romanas, acadias y fenicias, ninguna de las cuales, incluyendo a las egipcias, supera
en lo conocido, los siete mil años de historia. Sin embargo, al excavarse las ruinas de la
Pirámide de Cuicuilco de escasos siete metros de altura y situada hoy día en uno de los
extremos de Ciudad de México, la cual fue engullida parcialmente por la lava de los volcanes
Ajusco o Xitli, nos encontramos que el análisis de dicha lava da una antigüedad de 8000
años. ¡Mil años más que cualquier construcción de las culturas antiguas mencionadas en
Europa, Egipto o la Mesopotamia!
La cultura tolteca y sus parientas maya y azteca no tienen nada que envidiar a ninguna de las
grandes culturas de la Antigüedad. Por el contrario, diferente al aspecto religioso, el cual está
impregnado de ritos crueles, sanguinarios y bárbaros, fueron grandes entre las más grandes.
En ella se encuentran aspectos que sintetizan lo mejor de la ciencia constructiva, astronómica
y orfebre de Egipto, Grecia, Roma y Babilonia. Sin embargo, uno de los continentes más
bárbaros y sanguinarios ha sido el europeo, sobre quien recaen algunas de las masacres y
genocidios en masa más grandes jamás vividos en la historia de la humanidad. Aquí, la
barbarie comparativa de los horrores nazis con las costumbres indígenas de América, es un
pálido reflejo.
Cuando en 1931 el mejicano Alfonso Caso, excavó en Oaxaca por encargo de su gobierno el
tesoro de Monte Albán, del cual sólo se conserva una pequeña parte en el Museo de
Antropología de México, la humanidad quedó estática, al ser este exhibido por primera vez en
la Exposición Universal en Nueva York. Broches, máscaras, hebillas, dediles, sortijas y
diademas, prendedores, abanicos y una tiara. Muchos de estos elementos hechos de oro,
jade, perlas, obsidiana, ámbar, turquesas, hueso, conchas y hasta dientes de jaguar, le
demostraron al mundo la capacidad y la técnica para el pulimento de cristales, la talla, el
trabajo de orfebrería y la sofisticación de una cultura desconocida hasta entonces. No existe
en Oriente, ni Occidente, una colección más rica y si se puede decir, más fina y elegante,
digna del más grande de los dignatarios. Con la desaparición durante la segunda guerra
mundial de las 8000 piezas del tesoro de Atreo, trasladado clandestinamente por Schliemann
de Troya a Berlín y el cual permanece escondido en algún lugar de esa ciudad, el tesoro de
Monte Albán es sin duda el más grande e importante que aún permanece como patrimonio
histórico de la humanidad.
Uno de los hallazgos más sorprendentes en aquella ciudad parcialmente excavada y con más
de 17 kilómetros cuadrados, fue descubrir que bajo la gran Pirámide del Sol, que cubría en
esa época un área mayor que la gran pirámide de Keops, se encontraban túneles y galerías
subterráneos que recorrían muchos kilómetros en dirección al sur. Los habitantes de la
ciudad ante la terrible amenaza que se cernía sobre ellos, llevaron a cabo la titánica labor de
cubrir los monumentos de su ciudad sagrada con capas de tierra hasta de sesenta y más
metros de altura, ocultando una ciudad cuya construcción había tomado al menos cuatro
siglos y que sufrió la mano inclemente de uno de los más rudos y despiadados
conquistadores: Hernán Cortés, conquistador de México, ladrón de tesoros y marqués de
Oaxaca.
Cuando llegó Cortés a Tenochtitlán, Moctezuma salió a recibirlo con honores, como a un
amigo, sin embargo ese gesto de nobleza del emperador fue aprovechado por Cortés en
forma insólita al convertir a Moctezuma en su prisionero. Hasta hoy día la historia resiente
ese gesto innoble del conquistador. Hernán Cortés emprendió tres campañas en México y en
la última remontó el cañón del río Colorado y sus descubrimientos sirvieron para conocer las
rutas y la geografía mejicana en la región del Pacífico. A su regreso a España, Hernán Cortés
murió a los 62 años en 1547, dejando tras de sí un sanguinario recuerdo y la destrucción de
la cultura más importante de América. Europa ni vio ni tuvo una ciudad como Tenochtitlán.
Fue tal la mano dura de la conquista que aún hoy día los arqueólogos y antropólogos tratan
de descubrir los secretos que se perdieron en el proceso de dominación española que siguió.
Cuando visité Teotihuacán, mis ojos no podían dar crédito a semejante maravilla. Pasé horas
caminando y tratando de descubrir al menos el porqué de la disposición de las pirámides,
muchos de cuyos nombres y lugares son inventados por los guías turísticos a fin de organizar
al visitante en su recorrido.
XII. Creta y la teoría del laberinto.
Recientes excavaciones demuestran que del 3000 al 1200 a. C., Creta era el centro de una
de las florecientes civilizaciones de la edad del bronce, con raíces en la época neolítica que
datan con más de 6000 a. C., y con antiquísimas referencias históricas, unas de las cuales
son mencionadas por Homero en la Ilíada y la Odisea. La población de la isla era
particularmente heterogénea, compuesta por aqueos, dorios y pelaginenses, cidóneos y
eteocretenses, los antiguos nativos prehelénicos. Pero algo sucedió que terminó de repente
con esta cultura. Unos afirman que los minoicos fueron conquistados por los micenos, sin
embargo, la destrucción del Palacio de Knósos construido alrededor de 1700 a. C., sucedió
alrededor del 1400 a. C., debido a un incendio y de allí en adelante vino la decadencia de
Knósos.
En la mitología griega Knósos fue el palacio del rey Minos, ingeniero y arquitecto de gran
nombre. En este lugar habitaba el Minotauro y vecino a este se encontraba la cueva Dictea,
hogar del infante dios Zeus. El famoso laberinto se encontraba dentro del palacio.
Knósos es una de las ciudades más nombradas en la mitología, pero nosotros hoy día
sabemos que detrás de todo mito se encuentra una gran verdad. En la mitología griega, los
aqueos eran los descendientes de Aqueo y nietos de la legendaria Helena de Troya, de
donde según Homero, vienen los griegos. Durante los siglos xiv y xiii a. C., los aqueos
tuvieron control de Micenas y para lograr mantener algo de su antigua hegemonía, fundaron
la Liga de la Federación Aquea en el siglo iv a. C. Algo similar a la ONU, a la OEA o a la UE
de hoy día, instituciones burocráticas de apariencia democrática, en poder de los más fuertes
y que son utilizadas para perpetuar su poder. Rara vez los más débiles son escuchados en
este tipo de federaciones y rara vez los más fuertes los respetan, lo cual la humanidad entera
ha podido comprobar con la reciente crisis entre el Gobierno de los Estados Unidos e Irak, en
razón de los supuestos arsenales de armas de destrucción masiva que este último país
almacena en su territorio. La espiral de la historia, de nuevo, aquí se repite.
La “teoría del laberinto” y su relación con la historia del Minotauro son particularmente
fascinantes y una de las muchas claves de esta historia. El Minotauro en la mitología griega
es un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Era el hijo de Pasife, la reina de
Creta y de un toro blanco que Poseidón, el dios del mar le había enviado como regalo al rey
Minos, marido de Pasife. Cuando Minos rehusó sacrificar al toro blanco, Poseidón hizo que
Pasife se enamorara de él. Luego que la reina diera a luz al monstruo, Minos le ordenó a
Dédalo, arquitecto e inventor, que construyese un laberinto, tan complicado en su diseño, que
le impidiera a ninguno que no tuviese guía, escapar de él y encerró allí al Minotauro. El
monstruo se alimentaba de víctimas jóvenes las cuales le eran enviadas a Minos por la diosa
Atenas como tributo y para calmar su sed de sangre. Esta historia velada de canibalismo y
posiblemente de lujuria, esparce sospechas sobre el rey Minos y sobre el Minotauro, pues
parte de su cuerpo tenía características humanas.
Cuando la paciencia y el miedo de los griegos alcanzaron un límite, el héroe griego Teseo, en
un acto heroico, se ofreció como voluntario para terminar con este abuso. Nada más fuerte ni
peligroso que la determinación y el corazón de un voluntario. Al llegar a Creta, Teseo conoció
a Ariadne, hija del rey Minos y ambos se enamoraron perdidamente el uno del otro y como el
amor logra cosas imposibles, Ariadne, tuvo una idea simple, le dio a Teseo un ovillo de lana
para que, al internarse en el laberinto, pudiese ir dejando un rastro y así encontrar de nuevo
la salida. Teseo llegó hasta donde estaba el monstruo que se encontraba dormido y lo mató a
golpes, acto seguido liberó a los jóvenes y doncellas que aún se encontraban con vida y les
devolvió la libertad. Este aparente cuento de hadas o de amor, encierra grandes enigmas.
La historia del martirio y de los que se sacrifican en forma heroica por el bien común es larga
y algunas veces conocida. Algunos confunden al mártir con el idiota útil. En el momento
preciso aparece un ser que decide sacrificarse para salvar a los demás o defender sus
creencias, siendo el máximo exponente del martirio, el mismo Jesús de Nazaret. Dentro de
los ejemplos recientes que necesito traer como parte de los hilos que cosen esta historia, se
halla el de la exploración del Polo Sur en la trágica carrera entre Amundsen y Scott, en donde
este último perdió la vida a sólo 18 kilómetros de un refugio con suficientes recursos para
sobrevivir. Durante la marcha, Scott se vio obligado a comerse sus caballos, sus perros y
finalmente le tocó echar suertes y posiblemente comer carne de uno de sus compañeros más
enfermos, que en forma voluntaria, donó su cuerpo para alimentar a los que quedaban vivos.
Algo parecido al accidente aéreo que conmovió al mundo sobre las cimas de los Andes
chilenos en 1972, en donde los sobrevivientes se vieron obligados a comer la carne
semicongelada de sus compañeros muertos.
Las costumbres sanguinarias de los indios caribes, aztecas, toltecas, incas y mayas, son
ampliamente sustentadas. La conquista española trató de borrar todo esto y aún, hoy día, es
difícil descubrir todas esas prácticas que horrorizan al hombre moderno. Sin embargo, la
presente humanidad se ha vuelto más sanguinaria y dura de corazón que en el pasado,
justificando prácticas médicas antinaturales justificadas por la ley, con los más de 100
millones de abortos cometidos en los últimos diez años. Es como si estuviera movida por el
espíritu del mal, a fin de lograr su propia aniquilación.
El historiador inglés Alan Moorehead narra una bárbara costumbre que se encuentra en los
etíopes, los cuales van literalmente comiéndose vivas a las vacas, cortándoles pedazos por
debajo del vientre y bebiendo su sangre todos los días hasta que mueren. Este sistema les
permite a las tribus nómadas comer carne fresca en sus viajes por el desierto.
Imaginemos por un momento la historia del Minotauro en nuestro siglo. ¿Sería posible con la
manipulación genética crear un monstruo de esas características? La respuesta es sí y si
puede lograrse en el presente, ¿por qué no pudo lograrse en el pasado con procedimientos y
técnicas desconocidas para nosotros?
Como veremos más adelante, la historia está llena de estos monstruos que combinan partes
de hombre y de animal y este hecho está tan ligado al inconsciente colectivo que no existe
lugar sobre la Tierra que no participe de alguno de estos mitos. Si bien es cierto que en
muchos casos estos monstruos y leyendas representan dramas cósmicos de mayor o menor
magnitud, también es cierto que pueden estar mostrándonos ritos y prácticas olvidadas y
desconocidas hasta el presente, o apariciones y ritos con carácter demoníaco. Si miramos la
historia de Egipto con detenimiento, no es extraño suponer que una civilización que fue capaz
de construir el conjunto de Giza, conoció la electricidad y los efectos de la “luz negra” y tuvo
prácticas necrománticas tan sofisticadas, heredadas como recuerdo de una cultura más
avanzada, y con más de 5000 años de historia, no hubiera siquiera ensayado algunos de
estos experimentos. El Ramaseum de Tebas, iniciado por Ramsés II, de hecho presenta
sofisticados procedimientos en la momificación de animales, los cuales hasta hoy día se
conservan. ¿Y qué decir de la serie de dioses egipcios, hombres con cabezas de halcón, de
zorro, de coyote y de cocodrilo?
Pero retomando la historia de Knósos, el hecho de que el laberinto es parte del palacio del
rey Minos, le da una significación especial. Pero ¿qué es un laberinto? ¿Dónde se originó?
Cualquiera que haya visitado la basílica de San Pedro en Roma, puede encontrar en el suelo
un gigantesco laberinto, el cual una vez recorrido de rodillas por el penitente, si este tenía la
suerte de encontrar el camino, llegaba sangrando a orillas del altar. Los misteriosos laberintos
en los pisos de las catedrales góticas, también eran utilizados con propósitos similares, pero
su verdadero origen ha sido hasta ahora desconocido.
No creo que el propósito del laberinto haya sido el de decorar pisos de catedrales, ni tampoco
el que haya sido un juego utilizado para decorar los jardines renacentistas de los palacios
ingleses y franceses, y permitirle a los cortesanos tener aventuras amorosas o escandalosas
con sus amantes. Tampoco creo que fueran diseñados como letrinas, antes del invento del
cómodo aparato de porcelana que utilizamos hoy día. Los laberintos son un testimonio velado
de un recuerdo perdido en la prehistoria.
La primera misión que me encomendara Nelson fue la de escribir el borrador de un libro a fin
de desarrollarlo conjuntamente. ¿El tema? Tendría que ser un libro sobre urbanismo que
nunca se hubiera escrito antes, con una teoría tan novedosa que fuera una especie de abre
puertas para los urbanistas de finales de siglo. ¡Menuda tarea!
Pasaron los primeros meses en medio de una investigación febril en la cual tuve que digerir
libros largos y confusos. Recuerdo uno enorme de pastas azules llamado Equistiks del
famoso arquitecto griego Dioxíades, el cual proponía un sistema de ciudad en donde sus vías
o medio circulante utilizaban una nueva célula básica de seis lados y no rectangular como los
lotes o manzanas que conocemos hoy en día. Otra de las fantasías del momento eran las
macrociudades de Paolo Soleri que agrupaban en un solo edificio 4 o más millones de
personas en escasas cuatro hectáreas de terreno.
Después de decenas de libros y de interminables charlas con mi gran amigo Jerry Jonas,
vicepresidente de George Nelson & Co. (un verdadero arquitecto y genio americano, con más
de 17 patentes en diseño), llegué a la conclusión que los urbanistas no habían hecho otra
cosa durante décadas y siglos, que copiarse unos a otros. Las juntas de planeamiento eran
simples refugios burocráticos que rara vez aportaban algo original, dando como resultado
ciudades y espacios mediocres. La idea barroca de la plaza o espacio abierto como resultado
de los bloques y no viceversa cobró fuerza inusitada cuando recordé a Piaza Navona. Había
algo allí que había traspasado los siglos con un encanto de escala humana muy particular.
Las ideas bullían en mi cabeza pero la respuesta parecía escapárseme cada día. Propuse un
modesto modelo de cambio y tecnología, pero al final me pareció tan complicado y confuso
como la búsqueda de Dioxíades.
En el camino descubrí cómo la etología o la relación del medio ambiente con el ser humano
generaba respuestas. Encontré una relación estrecha entre la densidad y el nivel de
agresividad humana y que nadie tenía la llave mágica para la “densidad ideal”. Con el 20% de
los habitantes de Nueva York con alguna afección psiquiátrica y el 20% de los niños de esa
ciudad con agrofobia o miedo al campo, la respuesta no estaba solamente en la forma sino
en la manera de interactuar. De las teorías de Le Corbusier de 1 millón de habitantes por
hectárea a las de Soleri o a las de los que proponían el abandono de las ciudades y el retorno
al campo, u otros como Óscar Niemeyer el inventor de Brasilia, con una idea tan
descabellada como proponer una ciudad nueva en medio de la selva, una especie de prisión
de burócratas o puesto de avanzada de colonización del Mato Grosso, todo cabía en aquella
olla disparatada de ideas.
Así las cosas, se venció el plazo que se me había dado. Faltando 15 días para llegar con
algún borrador del libro, la respuesta me la ofreció un simple encuentro con un panal de
abejas una mañana de marzo. El panal había sido abandonado por sus ocupantes hacía
algún tiempo, al desprenderse la rama del árbol que lo soportaba y caer al suelo.
Cuidadosamente lo envolví y lo llevé a la oficina y allí en medio de la curiosidad de todos, lo
seccioné en forma vertical y horizontal. Algo así como un melón tajado en cuatro partes. Al
observar su corte horizontal observé un diseño compacto en donde cada célula hexagonal no
permitía el paso de un cubículo al otro. Su corte vertical en cambio ofrecía un espacio
irregular que comunicaba a manera de médula con todo el panal, hasta su entrada (o salida)
en el extremo sur del mismo. Entonces comprendí que había una gradación muy simple de
espacios, la cual también era un reflejo del espacio humano. Estaba el espacio lejano donde
las abejas obtenían su alimento; luego estaba el espacio alrededor del panal, el cual podría
decirse era el medio comunicador utilizado para intercambiar información; luego el medio
circulante que permitía el acceso a cada celda, y por último el cubículo o celda hexagonal. En
otras palabras la relación espacio lejano-celda era fundamental y el tamaño del panal de una
cierta dimensión muy precisa, después de lo cual era necesario para las abejas, construir otro
panal. Un mundo inesperado de respuestas se abrió ante mis ojos.
El fuego como origen del cuadrado, explicado al comienzo de este libro y el desarrollo de las
primeras ciudades basándose en esa forma, con Korsabab a la cabeza, comenzaron a
organizar parte de mi historia. Sin embargo había algo que aún no comprendía, por qué las
ciudades o primeros asentamientos humanos se desarrollaron en formas circulares, los
cuales fueron abandonados casi simultáneamente. Por otra parte los mejores ejemplos de
urbanismo se debían a una de dos razones, la primera requería de un grupo humano
trabajando en forma coordinada como una respuesta al hábitat y a un propósito común, como
era el caso de los indios puebla en México, o los asentamientos medioevales, o los que
encontramos en las islas griegas, o la gran Ciudad Imperial en la China. La segunda se debía
a la propuesta por algún genio innato del diseño, de algunas soluciones inesperadas como
era el caso de la unión de Roma por medio de un cinturón de plazas propuesta por Miguel
Ángel, o los diseños de París o Washington con las grandes avenidas propuestas por La
Fayette.
A Nelson le gustó la idea esbozada en el libro, el cual proponía una ciudad en donde el medio
socializante fuera el motor de la interacción y la vida urbana y ese medio no era otra cosa que
nuevas propuestas para calles, parques, plazas y andenes interconectados entre sí a varios
niveles, con la desaparición de los enormes centros comerciales y parqueaderos sobre la
superficie, enterrándolos y dándole paso al medio natural. Un plan que, en lugares en donde
el terreno es escaso, como en el centro de las ciudades, abriría espacios nuevos como medio
socializante. La ciudad de Savahna, Georgia, con sus cuatrocientos parques, era un ejemplo,
venido de un pasado cercano, de lo que las ciudades modernas podrían llegar a ser. Una
ÔanticiudadÕ dentro de una ciudad. Al libro lo titulé, entonces, La naturaleza de los espacios
abiertos.
Si bien mi idea no era la más original, el pensar lo que debieron ser los Jardines Colgantes de
Babilonia durante la época de Nabucodonosor II siempre despertó mi curiosidad y mi
imaginación. Las ideas de los urbanistas de antaño aún son vigentes y cobran mayor fuerza
en la sociedad del agobiado medio urbano del presente. Nabucodonosor construyó los
Jardines Colgantes de su palacio como un regalo a su hermosa esposa nubia. Independiente
de sus motivos, el ruido del agua y el contacto físico con el medio natural, la frescura
producida por la sombra de los árboles en un medio ardiente durante el verano y el color y los
perfumes de plantas y flores parecen ser la mejor terapia para el hombre urbano de todos los
tiempos. Parte del éxito de la expansión del islam, siglos más tarde, que lo llevó de España a
Persia en escasos 80 años, terminando con las comunidades cristianas del norte de África, se
debió a que la misma religión estaba enraizada en la idea de un jardín dividido en ocho
partes, reflejando el Corán, en donde la mezquita es refugio fresco y de sombra para los
viajeros del desierto y la plaza abierta donde se encuentra la Kaaba, no es otra cosa que la
unión de cielo y tierra con una fuente en el medio, dándole de beber al sediento. Sin duda, las
ideas simples son a veces las más exitosas.
Con el tiempo comprendí que los asentamientos circulares eran memoria de otra época
pretérita y que la ciudad ideal de una gran simpleza en su concepto básico pero de una
perfección insospechada, era Poseidonia, la ciudad circular por excelencia que se pensó, era
una utopía descrita en los diálogos del Critias de Platón. Allí la gradación espacial tiene una
expresión perfecta de proporciones áureas, con un manejo de comunicación subterránea que
requería esclusas subterráneas para el control del flujo del agua.
Al estudiar la Poseidonia de Platón, no pude menos que llegar a estudiar los orígenes del
laberinto, los que se encuentran entonces en otra civilización que los desarrolló como parte
de una sofisticada tecnología. Un laberinto no es otra cosa que un sistema de riego y de
esclusas que permite o impide el paso del agua de un lugar a otro. La manera de recorrerlo
no es llegando al centro en forma directa sino siempre por los bordes, por el camino más
largo, hasta llegar al objetivo.
Lo que se desarrolló primero en forma horizontal, luego se desarrolló en forma vertical tal
como lo demuestran los Blue Holes de Honduras Británica, los cuales parecen copiar también
la sección de un panal de abejas en su corte vertical.
XIII. El Caribe.
Los Blue Holes de Honduras Británica y las Naves que viven en el mar
Recuerdo cuando cursaba mi último año en el colegio, durante ciertas clases en que el
profesor parecía extenderse más de lo normal, yo solía sacar del pupitre mi cuaderno de
notas y trabajaba en un invento que titulé “el monosubino”. En otras palabras, diseñé un
submarino en miniatura con capacidad para una persona, capaz de soportar grandes
presiones. En las interminables horas que pensé en mi invento, logré descubrir que las
opciones de movimiento eran mejor aprovechadas si mi nave tenía una forma unidireccional
en lugar de una forma multidireccional, aunque esto último me permitiría voltear la máquina
en cualquier dirección que fuese necesaria, siempre y cuando el interior pudiese girar sin
necesidad de mover el exterior. Algo similar a lo que ocurre cuando una balinera gira dentro
de una rueda que permanece fija. Sin embargo, algo me inquietaba, una de las especies
marinas más exitosas como la de los tiburones tenía formas unidireccionales mientras que
otras como las medusas, aparentemente menos ágiles y rápidas eran multidireccionales.
Opté por la forma externa unidireccional, en contra de las razones que tenía para utilizar una
forma circular. Esta última pretendía lograr repartir en forma uniforme las enormes presiones
de las profundidades y al hecho aparente de poder escapar de ciertas trampas presentadas
por rocas o hielo con pasos muy estrechos. En mi mente de adolescente se presentó ese
temprano dilema entre la multidireccionalidad y la unidireccionalidad. Fue la época en que los
primeros aviones a chorro rompieron la velocidad del sonido y sus marcas de velocidad eran
cada vez más impresionantes. Las historietas del aviador Bill Barnes habían quedado atrás.
Sin embargo, nada podría superar las ventajas de un invento que venciera la ley de la
gravedad y pudiera moverse a su antojo en cualquier dirección, algo así como un giroscopio
volador o en otras palabras un platillo volador. Con el tiempo, comprendí cómo un sistema
que copiara alguna de las formas de los animales que se mueven en el mar, daba un mejor
resultado.
Los misteriosos Blue Holes (huecos azules) en la cercanía de Honduras Británica, fueron
explorados por Jacques-Yves Cousteau y sus resultados publicados en 1973. Cousteau
sospechó que los Blue Holes eran las entradas a un laberinto formado por interminables
túneles submarinos y, aunque no lo dijo expresamente, sus experimentos dejaron entrever
que se hallaba con la esperanza de encontrar los rastros de una civilización sumergida. La
misión estuvo a cargo de su amado y fallecido hijo Philippe y llegó a insospechados
hallazgos. Si bien la misión fracasó desde el punto de vista de su objetivo secreto, debido al
miedo y a las dificultades técnicas de que alguno de los dos mini-submarinos que tomaron
parte en la exploración, quedaran atrapados en alguno de los túneles, sin posibilidad de tener
espacio para devolverse, los interrogantes que despertó, fueron más que los hallazgos.
La técnica utilizada por Cousteau, fue la misma que utilizó Teseo cuando exploró el laberinto
del palacio del rey Minos, pues la expedición fue dejando un cordel de nylon para encontrar
de nuevo la salida, o poder ser rescatada en caso necesario.
Cousteau, en lo que llamó la misión más peligrosa por él acometida, logró descender,
penetrando un túnel oblicuo de entre 150 y 183 pies de profundidad. Luego exploró un túnel
horizontal de 833 pies de largo hasta llegar a una gran sala circular con gran abundancia de
gigantescas estalactitas y estalagmitas. Dos túneles verticales que continuaban
descendiendo y cuyas entradas se hallaban espaciadas sobre el fondo del gran túnel
horizontal, nunca fueron explorados. La continuación del túnel horizontal, al fondo de la gran
sala circular, tampoco fue explorada. En uno de los corredores, Cousteau obtuvo una
extraordinaria fotografía que deja ver un túnel de apariencia rectangular, sellado al frente con
lo que parece ser una puerta de piedra, parecida a las falsas puertas de los templos egipcios
o a los pórticos incas trapezoidales del Perú.
Cousteau cortó tres estalactitas de la gran sala circular a fin de analizarlas, pues las
estalactitas y las estalagmitas, sólo se forman sobre la superficie terrestre y las encontradas
por Cousteau, presentaban evidencias de un cambio climático hace unos 12 000 años.
Otro de los hallazgos que encuentro interesante mencionar aquí, es la existencia de peces,
que, al no tener ninguna luz y tenerse que alimentar de pequeños crustáceos o moluscos que
se adhieren a la parte superior del túnel, nadan boca abajo, o sea con la aleta dorsal hacia
abajo, haciendo caso omiso de la gravedad, sin que sus cuerpos presenten ninguna aparente
modificación externa. Esta adaptación natural al medio sin necesidad de una mutación o
forma única plantea nuevas hipótesis en cuanto al proceso evolutivo de selección natural.
El caso del famoso “Triángulo de las Bermudas” y de la plataforma continental sobre la cual
descansa la isla de Bímini no puede pasar desapercibido en un libro como este. Son
innumerables los extraños sucesos que rodean ese sector de nuestro hemisferio.
Las centenas de desapariciones de todo tipo de naves, tanto aéreas como marítimas de
diferentes tamaños, algunas de carga con elementos de uso corriente y otras de pasajeros,
algunas veces con cientos de ellos, las naves desiertas o abandonadas, las decenas de
grabaciones con extraños mensajes demostrando el asombro de sus ocupantes y la variedad
de testigos y testimonios de diferentes épocas, desde los marineros de las naves empleadas
por Cristóbal Colón hasta el presente, así como las confusiones o la imposibilidad de lecturas
de radares y compases de navegación y los extraños fenómenos asociados a las “aguas
luminosas...” Ovnis, luces gigantescas que surgen sobre el horizonte y montañas de agua de
centenares de metros que luego desaparecen, son un acopio extraordinario de verdad
suficiente que no podemos ignorar, sin quitarle un pedazo extraordinario a esta historia.
Recuerdo cuando era niño leer con fascinación “El libro de los porqué” en el Tesoro de la
juventud, el cual había heredado de mi padre, quien a su vez lo había recibido del suyo. En
él, los niños de varias generaciones aprendimos que en la medida y forma de hacer las
preguntas, se encuentran las respuestas. Surge entonces una cadena de preguntas y es en
el conjunto de todas estas donde se perfila una respuesta.
¿Es esto un simple fenómeno natural? ¿Acaso el mismo obedece a una manipulación de
seres inteligentes que no quieren ser detectados? Lo más posible es que sean las dos cosas.
Todo parece indicar que la frecuencia de ovnis en esa zona, sobre el mar, está utilizando una
“puerta electromagnética” para penetrar bajo la superficie o a otra dimensión paralela. En la
Antigüedad, las pistas que hemos analizado nos indican cómo se utilizaron otras entradas
con sistemas de esclusas, las cuales fueron analizadas cuando estudiamos la “teoría del
laberinto”. Dichas “puertas” parecen haber sido abandonadas y reemplazadas por otras más
sofisticadas, una vez los nefilim conocieron el uso de puertas electromagnéticas como las que
veremos en el Experimento Filadelfia realizado por la marina norteamericana y descrito
posteriormente.
¿Qué le impide a los satélites meteorológicos de órbita polar a más de 1200 km de altura
sobre la superficie, las lecturas sobre esa zona? Un escudo electromagnético que impide el
paso de las ondas de alta y baja frecuencia, creando una fuerte estática o simplemente
anulando la señal emitida con un sistema similar a la señal producida por el HAARP. Es como
si un escudo electromagnético invisible protegiera una instalación militar ultra-secreta o una
civilización submarina
¿Por qué desaparecen y dónde están las tripulaciones de las naves abandonadas? y si las
personas han muerto, por qué nunca se encuentran sus cuerpos ni partes de ellos? Muchas
de las naves ya sean barcos o aviones también desaparecen sin dejar rastro. Una secuencia
o muestra de los avances tecnológicos norteamericanos y mundiales, desde la navegación a
vela y a vapor hasta los barcos con grandes turbinas, así como de aviones de hélice hasta los
más modernos de propulsión, han desaparecido. Desde el accidente de Roswell en 1947, los
seres que se interesaban en medir el lento progreso de los avances tecnológicos humanos se
han enfocado en raptar personas más que objetos y cargamentos. Es como si esos seres,
después de 1947, previendo que con la pérdida y consecuente hallazgo por los americanos
de sus secretos tecnológicos, el avance de la ciencia y de la industria fuese ya un hecho
imposible de ser detenido, siendo necesaria para sus fines, la colonización de la superficie
utilizando procesos de hibridación y clonación a gran escala.
¿Acaso los raptados están vivos en una especie de estado catatónico, congelados o
suspendidos, a fin de ser utilizados por una raza mutante sumergida, con propósitos
genéticos? La clonación o hibridación para propagar una eventual colonización y regreso a la
superficie es un hecho no solamente demostrado con las extrañas desapariciones. Marcas
circulares en la piel, semejantes a un código de barras tatuado bajo la epidermis, son dejadas
por dichos seres en habitantes de muchos lugares. Mutilaciones de ganado con un sistema
limpio de corte utilizando rayos láser, personas con microchips implantados en el cerebro,
dientes y otros lugares del cuerpo. Ciertos virus desarrollados en el ganado como el de “las
vacas locas” parece ser una manera de diseminar esta enfermedad entre los seres humanos.
Otros como el sida también es posible que tengan su origen en esa actividad de los
intraterrestres.
Una de las resultantes del accidente de Roswell fueron los microchips, los rayos láser y la
tecnología electromagnética y de marcas isotópicas. Entre ellas está el famoso código de
barras, el cual será utilizado por el Anticristo y los seguidores de la bestia y con el cual serán
marcados en la mano o en la frente todos los habitantes de la Tierra. Dicha tecnología ya está
en acción, a pesar de la terrible maldición bíblica con el castigo del tercer ángel para quien se
deje marcar.
Apocalipsis 14, 9.
¿Por qué se pierden naves con todo tipo de carga, desde metales, papel, madera, alimentos,
bauxita, azufre, petróleo, etc.? Es interesante anotar aquí que muchas veces si el producto
parece no ser de utilidad es devuelto junto con la nave, aunque sin la tripulación. En otros
casos el producto desaparece junto con la nave. Es apenas obvio que los piratas bajo la
superficie necesitan muchas de las cosas que hoy día producimos y consumimos y ellos
sencillamente las roban en una hábil maniobra de decepción. Al igual que las arañas, ellos
tienden sus redes electromagnéticas para así capturar cuando lo necesitan aquello que les es
conveniente cuando se cruza en su camino.
Los mensajes dejan entrever una gran rapidez y eficiencia de los secuestradores en la forma
como actúan, no dando campo sino a más de unos segundos desde el momento de la visión
hasta el momento de la suspensión del mensaje. Un caso aislado pero con una tecnología
distante a la de hoy día es el del famoso vuelo 19 en 1945, en donde 5 aviones de hélice
partieron de Fort Lauderdale y mantuvieron conversaciones por radio con su base en la
Florida hasta desaparecer por completo. Su transmisión captada por radio, da a entender
claramente la pérdida de orientación, el giro loco de los compases y brújulas de navegación y
cómo un extraño resplandor o niebla fosforescente envolvió los aviones. El vuelo que salió en
su rescate tampoco regresó nunca.
¿Y qué decir de esa niebla luminosa que parece confundir el cielo con el mar, borrando el
horizonte? Es la “red” utilizada para desorientar y atraer a los visitantes, inutilizando los
compases y llegando a apagar sus motores y sistemas de vuelo. Algunos testimonios dejan
ver cómo el piloto primero observa un extraño resplandor en una de las alas, el cual luego se
generaliza hasta extenderse por todo el aparato. Otras veces la nave penetra la niebla y
aparece volando en sentido contrario en otro lugar o inclusive en el mismo sitio después de
10 o 15 minutos de vuelo. Es posible que en ese lapso haya tenido lugar una abducción con
fines específicos y de ese tiempo perdido o “congelado”, los tripulantes no guarden
conciencia.
¿Por qué se ve el agua blanca o luminosa? Debido a una sobrecarga de iones por un
fenómeno electromagnético (ionización del aire por encima de la superficie), produciendo un
fenómeno parecido a un espejismo, lo cual ha sido descrito por los marineros y tripulaciones
enteras desde la época de Colón. Por otra parte, en esas aguas abundan millones de
partículas de algún gas o mezcla de gases, cargados de electricidad o partículas radiactivas.
Es posible que esas descargas aparentemente espontáneas, obedezcan a la necesidad de
renovar un sistema que le permita vivir a un núcleo de civilización sumergida en ese sitio.
¿Qué tiene de diferente el mar de los Sargazos de otros mares, siendo él mismo parte del
Océano Atlántico? Las evidencias de los vestigios submarinos de civilizaciones sumergidas
cerca de la isla de Bímini, las pirámides encontradas en el fondo del Atlántico (una de las
cuales tiene las dimensiones de la gran pirámide de Keops) y la gran cantidad de algas y
material mineral y microorganismos suspendidos en un ecosistema simbiótico (o de mutuo
apoyo) los cuales impiden la navegación a vela, son testimonio que habla de cómo en ese
lugar debió existir una gran masa de tierra que al hundirse en un gran cataclismo y en medio
de la erupción de un inmenso volcán (quizás el más grande de la Tierra), dejó una gran
cantidad de material orgánico e inorgánico en las aguas. Al igual que en la atmósfera, ese
proceso de decantación debió tomar un largo tiempo, dando lugar a un ecosistema diferente
en medio del océano, el cual se ha mantenido durante milenios. Por otra parte, es posible que
ese ecosistema hubiera sido transportado por la corriente marina de un lugar en el centro del
Atlántico a otro más distante, siendo atrapado por un fenómeno electromagnético natural en
una especie de nodo estacionario. El temor de los marineros desde Colón hasta hoy día de
cruzar ese mar es indiscutible. Decenas de barcos han quedado atrapados allí, muchos
desaparecieron y de otros más, sus tripulaciones no se encontraron jamás, dando lugar a
innumerables episodios y leyendas como la del “holandés errante”. Esta leyenda encierra una
extraña clave que puede asociarse al Experimento Filadelfia como veremos más adelante.
Una especie de “memoria electromagnética” de un barco de madera construido en Holanda a
fines del Renacimiento y el cual quedó atrapado en lo que parece ser otra dimensión,
apareciendo y desapareciendo, en diferentes lugares del mar, dejándose ver como una visión
fosforescente de un pasado lejano. Este extraño suceso ocurre desde la época de Colón
hasta nuestros días, habiendo dado lugar a la leyenda del “barco fantasma”.
¿Por qué se le exige por parte de las autoridades norteamericanas a todos los que han
presenciado alguno de estos fenómenos un estricto silencio de los hechos? ¿Qué se está
encubriendo con ese silencio? El Gobierno norteamericano ya conoce todo esto desde hace
décadas, manteniendo estricto silencio a fin de evitar el pánico entre la población,
desarrollando sistemas de control de la situación por la fuerza o estableciendo pactos
negociados con esos seres intraterrestres o subacuáticos. El accidente de Roswell despeja
cualquier duda respecto a que muchas de estas respuestas sean las correctas. Por esta
razón desaparecen arrancadas las páginas de los diarios de a bordo de los barcos
secuestrados o los mismos son reemplazados después de encontradas las naves
abandonadas, donde se narraban todos los fenómenos concernientes a la navegación y en
donde se relataban estos incidentes.
XIV. Más pruebas erráticas provenientes de la antigüedad...
Es asombrosa la facilidad que tuvieron los hiyksos para mantenerse entre dos pueblos
parientes entre sí y descendientes directos de una raza de gigantes, constructores de
pirámides y de murallas megalíticas de tamaño descomunal: por un lado los egipcios y por
otro los aqueos. Cuando digo emparentados entre sí, me refiero a que todas las civilizaciones
europeas florecieron no hace más de 6000 años, habiéndose olvidado casi por completo la
tecnología anterior a esa época. ¡Pobre humanidad! Deshecha, desorientada, en medio del
hambre y del frío, azotada por el canibalismo, en la búsqueda de dioses que le dieran alguna
explicación a su desastre. En Génesis 10, 5 aparece una curiosa referencia a la manera
como se repobló la Tierra. Al mencionar algunos de los bisnietos de Noé, la Biblia nos indica
cómo “a partir de estos se poblaron las islas de las gentes”. En otras palabras, a medida que
el agua fue descendiendo de nivel, las partes altas del terreno fueron apareciendo primero
rodeadas por el agua, como verdaderas islas. Primero se poblaron las islas y luego los
continentes, dando a entender que de allí arrancó la humanidad.
Platón relaciona la destrucción de la Atlántida con un castigo enviado por Dios, debido a la
decadencia y perversión de sus habitantes. ¿Pero cuáles eran esas perversiones de los
atlantes que irritaron tanto a Dios? Mis sospechas se dirigen al campo de la magia, de la
manipulación genética, de la necrofilia y de la degradación sexual.
Basándome en las “pruebas erráticas”, la civilización atlante era tan avanzada en ciertos
aspectos que hoy día apenas si estamos comenzando a comprenderla. Después de estudiar
la gran pirámide de Keops y el total del conjunto funerario de la meseta de Giza, abrimos los
ojos a su legado y a su tecnología. Algunas pistas perdidas en la madeja de la historia han
llegado hasta nosotros. La descripción de los aviones de hace 6000 años en el Mah‹bh‹rata
hindú, los modelos de “planeadores” egipcios que se encuentran en el Museo de El Cairo y
que se pensó eran juguetes para niños o el “avión” del Museo del Oro en Colombia, el
astronauta de Pakal o las líneas de Nazca, a miles de kilómetros de distancia los unos de los
otros, conectan estas culturas en un pasado tecnológico común con una respuesta
inequívoca: El hombre sabía volar hace miles de años y luego lo olvidó.
La moneda de Illinois
De nuevo, estoy de acuerdo con Donelly, en que una civilización que usó monedas como esa,
debió ser altamente sofisticada en el manejo de muchas de sus técnicas, con un comercio
establecido y una economía floreciente, capaz de soportar artesanos-técnicos, con una
agricultura y una técnica de navegación muy avanzada y con unos instrumentos hasta hoy
desconocidos.
El Auricalco
De acuerdo con la descripción de Platón, los atlantes habían descubierto como crear una
aleación de un material indestructible, muy liviano, resistente a la corrosión y con una
característica muy especial que era la de recobrar la forma una vez que había sido sometido
a alguna fuerza o presión externa como la de un martillo. En otras palabras un material con
memoria molecular. El material al que se refiere Platón es una aleación de platino, aluminio y
cobre, aclarando que los atlantes y los griegos lo llamaban el auricalco. Esta clave
maravillosa abre puertas insospechadas como lo veremos luego.
Un tipo de aleación como la propuesta por Platón sin duda necesitó el uso de la electricidad
para alcanzar las altas temperaturas requeridas para lograrla. El platino se funde a los 1400
grados. En consecuencia, los atlantes forzosamente conocieron el uso de la electricidad
(como lo demuestran los experimentos egipcios de luz negra). Si conocieron la electricidad y
cómo fundir el platino y mezclarlo con el cobre y el aluminio es apenas lógico que conocieron
la electrólisis y los procesos catalíticos, siendo capaces de producir oxígeno. Cientos de
experimentos obtenidos a partir del platino y del uso de los cristales (como lo demuestran los
experimentos con luz negra) nos llevan a un mundo misterioso, del cual no llegamos a
conocer casi nada a no ser por el incidente de Roswell, en 1947.
Hoy día conocemos las propiedades del platino y son tan maravillosas, que pueden ser
tenidas a simple vista como mágicas. Las cuchillas de afeitar “Platinum Plus” son ionizadas
en un proceso con 80 iones de platino y duran entre cien y doscientas veces más que una
cuchilla normal. También el platino tiene propiedades curativas y al ser fundido en cierta
forma logra efectos sorprendentes. Al ser utilizado como recubrimiento en las prótesis de
articulaciones, estas duran años sin sufrir ningún desgaste.
A comienzos del siglo XX existían cuatro regletas de auricalco claramente identificadas como
tal en el mundo entero, tres se encontraban en museos y una cuarta era de propiedad
particular del hijo del Agha Khan, quien nunca se desprendía de ella como si fuera su
talismán de buena suerte. Infortunadamente al estrellarse su automóvil deportivo a las horas
del amanecer en el Bois de Boulogne después de una fiesta de la que ebrio de champagne,
causó un accidente que le costó la vida, la regleta de auricalco desapareció. De las tres que
quedaron una fue robada y aún se conservan dos de ellas. Si recuerdo correctamente, alguna
vez vi la que se encontraba en el Museo del Louvre.
La Dama de Elche
La dama de Elche, encontrada en España, es sin duda la escultura de la mujer más bella de
la prehistoria. Su rostro sereno, altivo e impasible demuestra una gran seguridad en sí misma.
Sus pómulos altos y su nariz recta recuerdan algunos de los cánones egipcios y griegos. Su
tocado también la establece con una lejana conexión con la India. Si se eliminan los adornos
laterales su rostro se asemeja al de la misma Nefertiti o al del faraón niño Tutankamón. Su
impresionante arreglo hace pensar que se trata de una sacerdotisa, de una reina o jefa de
clan. Su cuello no es tan estilizado como el de Nefertiti y hace pensar en una mujer de
hombros anchos de una raza muy fuerte y bella, una mujer atlante.
El archipiélago de San Andrés y Providencia está localizado en medio del mar Caribe, a unos
740 kilómetros al noroeste de Cartagena. La longitud de la isla no pasa de 13 kilómetros y
tiene algunas de las playas más bellas del mundo. Sus aguas cristalinas cubren un mar de
arenas coralinas con excelente pesca submarina. Seguramente fue parte de las colonias de
ese imperio sumergido de la Atlántida. Recordemos que las murallas o gigantescas carreteras
monolíticas sumergidas de la isla de Bímini, descubiertas en 1969, que recuerdan la fortaleza
de Sacsahuamán, en Perú, no están distantes. Desconozco el paradero de la pieza que
mencioné. Sospecho por su descripción, que estaba hecha de auricalco y que su valor
monetario era inconmensurable.
El domo de Santa Sofía es una de las proezas de ingeniería de la época del Imperio
bizantino, con escasos 36 metros de diámetro. En comparación con el del templo de
Poseidón, descrito por Platón, en la ciudad de Poseidonia, este último, con 90 metros de
diámetro, sería el más grande e importante jamás construido por el hombre.
Es como si las razas al tomar caminos espirituales apartados hubieran encontrado también
fuerzas espirituales diferentes que permitieron que unas fueran aniquiladas o desaparecieran
y otras no. Mientras los egipcios con su preocupación de la vida eterna, se perdieron en un
culto politeísta casi imposible de comprender y con la abundancia producida por el limo del
Nilo se ablandaron con el tiempo y se olvidaron del resto del mundo, los semitas,
acostumbrados a una vida nómada de increíble dureza y en la búsqueda de un concepto
abstracto de un Dios único, creador y dueño de todo, lograron perdurar en sus ideas y en su
dominio hasta el presente. Podría decir sin temor a equivocarme, que la promesa de Dios a
Abraham se ha cumplido. Al final, las tribus semíticas heredarían la tierra y eso lo podemos
ver hoy día, con el enorme poder económico y político que ejerce el pequeño pueblo judío
que sobrevivió al holocausto, y la influencia que ejerce sobre el mundo actual.
Unos de los artefactos más misteriosos descubiertos sobre la faz de la Tierra son los cráneos
de cristal. Sus tamaños corresponden al de un cráneo humano y los más antiguos pesan
entre 15 y 20 libras. Son hechos de diferentes tipos de cristal de cuarzo. Hay uno hecho de
amatista muy pulida, otros son completamente transparentes y los hay también opacos.
Según la leyenda, en alguna parte se encuentra uno de color azul, como una especie de
zafiro, esmeralda gigante o piedra de color aguamarina, siendo una de las claves más
importantes para completar o cerrar el círculo, etapa prevista desde la Antigüedad. Los
cráneos de cristal han sido encontrados dentro o junto a ruinas muy antiguas. La mayoría de
ellos están vinculados a la cultura azteca o maya, sin embargo en años recientes otros
cráneos han aparecido en otros lugares de Suramérica, Europa y Asia.
Conocemos que el cuarzo es una piedra semipreciosa que se encuentra en el suelo con
propiedades sorprendentes. Cuando aplicamos calor o presión sobre la piedra, el cuarzo
literalmente crece. Se convierte en algo así como una “piedra viva”. El tipo de presión que se
aplica sobre el cuarzo rige el color que presenta. Hay cuarzos morados o amatistas, rosados,
anaranjados u opacos del color del humo. Al aplicar una corriente eléctrica a un cristal de
cuarzo, la corriente se expande. Los computadores modernos que utilizan cristal de cuarzo,
no necesitan un gran voltaje para realizar sus múltiples labores. Pero por extraño que
parezca, el cuarzo tiene la propiedad de interactuar en forma metafísica y psíquica con los
seres vivos y en particular con los seres humanos. Conocemos con certeza cómo el cuarzo
interactúa con el campo energético o aura humana. Conocemos también cómo el cuarzo ha
servido en la sanación de muchas personas y ha ayudado a otras a tener mayor claridad de
mente en sus ejercicios de meditación. Muchos creen que detrás del cuarzo existe una
inteligencia viva capaz de interactuar con la humanidad como una herramienta que activa la
chispa divina que llevamos en nuestro interior.
Existen tres tipos de cráneos de cristal: los contemporáneos tallados por artesanos
modernos, utilizando herramientas con puntas de diamante u otros cuarzos para modelar la
pieza. Los antiguos que tienen desde algunos siglos hasta unos dos mil años y los
verdaderamente antiguos, los cuales según algunos estimativos su edad varía entre los diez y
los cien mil años. Lo cierto es que solo estos últimos son los únicos que presentan
propiedades metafísicas extraordinarias.
Los tres más antiguos de acuerdo con los investigadores son: El Mitchell Hedges descubierto
en Belice en 1924, el cual presenta la mandíbula inferior removible y está hecho en cuarzo
transparente. MAX hecho de cuarzo con “nubes” o manchas blanquecinas, descubierto en
Guatemala en 1900, y ET hecho de cuarzo ahumado, descubierto en Centroamérica en 1906.
Estos cráneos son uno de los misterios más intrigantes del mundo. Nadie sabe cómo fueron
hechos ni cuál fue la civilización que los talló. Ni siquiera sabemos con certeza si provienen
de este mundo o de otro del cual quizás también venimos nosotros. Otra posibilidad es que
sean un legado de una civilización que quiso dejarnos un modelo de nosotros mismos. Algo
así como el secreto del molde del cual provenimos. Pero algo también muy extraño es que no
todos los cráneos tienen la estructura o forma de un cráneo humano. Algunos se parecen
más al de un Homo Erectus o al de un simio que al de un Homo Sapiens. Esto hace pensar,
si los 13 cráneos, al estar debidamente ordenados, son un testimonio de un proceso evolutivo
de la raza humana o de un proceso de manipulación y manufactura de la misma.
Tampoco nadie entiende cómo estos objetos tienen tanta energía y poder en sí mismos. Son
algo así como un compacto computador conectado a la conciencia universal en donde tiempo
y espacio, materia y energía, presente y pasado son una misma cosa. Algunos museos de
renombre son el hogar de algún cráneo antiguo de cristal. Entre ellos el Museo del Hombre
adscrito al British Museum, el Museo del Trocadero en París y el Smithsonian.
Muchas personas que han estado en presencia de al menos alguno de estos objetos han
reportado sanaciones extraordinarias o una expansión de la conciencia seguida de sueños
profundos. Las investigaciones realizadas por la Hewlett-Packard y descritas en el libro de
Richard Garvin en 1973, continúan desafiando al medio científico. Entre los fenómenos
encontrados están:
4. Un poderoso campo energético se forma dentro y alrededor del cráneo de cristal cuando se
activa.
Entonces cabe la pregunta: ¿no es acaso todo esto un indicio claro de una conexión con una
supercivilización de antaño, venida de la Lemuria o del continente de Mu cuya tecnología fue
heredada por los atlantes? O en su defecto también cabe la pregunta ¿si no sería posible que
una civilización venida de otro planeta como está descrito en la Estela de Naramsin, en otra
parte de este libro o en el sello del siglo iii a. C., siendo ellos los anunaki provenientes del
planeta Nibiru, quizás con puestos de colonización avanzada en Marte y en la Tierra, entre
ellas la Atlántida, fueran los verdaderos creadores de estos artefactos?
La leyenda maya afirma que cuando se encuentren los trece cráneos antiguos que conforman
el total de los mismos y se coloquen en círculo, se revelarán los misterios aún sin descifrar,
comenzando una nueva fase evolutiva de la Tierra. En este contexto, el número 13 da mucho
en qué pensar. El origen del número 12 es fácilmente asociable a las doce horas del medio
día, a los doce meses del año, etc. En las ciencias de la gematría y en la cabalística, el
número 12 es un número positivo divisible por 2 y por 3 y su resultado son números enteros
estando asociados a un poder supremo, pero el 13 se sale de contexto, es un número
negativo, no es divisible, no es concordante aparentemente con nada y es necesario restarle
1 para que tenga cierta practicidad. Pero quizás ahí está la clave. Ese número único que hay
que restarle al 13 para volverlo divisible es el número más importante. Es el equivalente al
elemento que se sale del contexto. Si colocásemos el cráneo azul en el centro del círculo
propuesto y doce cráneos de cristal formando un anillo, y aplicásemos una gran carga
energética sobre el centro, habríamos creado un generador de cuarzo de alto voltaje en
donde el centro estaría proveyendo de energía en forma simultánea a los elementos
circundantes. Quizás se produzca en un momento determinado una gran explosión o, por el
contrario, se vea, en medio del silencio, una intensa luz que emana del círculo, permitiendo a
los más atrevidos el paso a una dimensión paralela. Sería algo así como una puerta
electromagnética con el tiempo o con otro universo paralelo al nuestro. No lo sabemos con
certeza y lo único que podemos hacer por ahora, es intuir y aventurarnos en un campo en el
que los científicos y los arqueólogos se encuentran perdidos. Algo similar a lo que ocurrió con
el Experimento Filadelfia, descrito también en otra parte de este libro, pero esta vez con
resultados diferentes, no solamente asociados al fenómeno espacio-tiempo sino unidos en
forma intrínseca a esa conciencia o inteligencia universal que para muchos de nosotros es
Dios.
El disco celeste o disco del cielo es otra prueba errática de gran valor. Con unos 25
centímetros de diámetro, estuvo protegido por una estructura con unos 3600 años de
antigüedad, y vincula la cultura de la edad del bronce en Europa central con otras aun más
antiguas y lejanas. Encontrado en Sajonia-Anhalt, vagó en manos de contrabandistas hasta
ser nuevamente localizado en el año 2003. Con incrustaciones de oro sobre bronce, el disco
es una pequeña “máquina del tiempo” capaz de predecir los solsticios de invierno y verano,
eclipses y otros fenómenos cósmicos. El grupo de 7 puntos son posiblemente las Pléyades,
las cuales se encuentran ya mencionadas en el Libro de Job y eran tenidas por los egipcios
como el trono oscuro de Dios. Su origen parece estar vinculado con otra civilización
poseedora de grandes conocimientos estelares. Esta extraña conexión entre culturas tan
distantes supone una tecnología y conocimientos heredados de antaño y un vínculo místico
común entre ellas. El disco es exquisitamente refinado y preciso. Uno de sus significados
religiosos con carácter oculto es el de mostrar el “camino” de la noche hasta el amanecer al
igual que lo hicieron los egipcios con su “nave de la noche” o el camino de las almas al Sol.
Esta última connotación tiene también relación con México y la Avenida de los Muertos en
Teotihuacán, en donde la misma empieza en la plazoleta donde se encuentran las pirámides
de la Luna y se extiende hasta perderse en el horizonte, confundiéndose con el sitio por
donde sale el Sol. El verdadero origen del disco es considerado un verdadero misterio.
Si bien es cierto que Napoleón sufrió una derrota naval a manos del famoso almirante Nelson,
este incidente lo dejó varado en Egipto, permitiéndole reformar sus leyes, ahondando en
conocimientos sobre ese mundo extraño a Occidente. Al poco tiempo de su estadía,
Napoleón logró una gran victoria sobre los turcos en la famosa batalla de Abukir.
En su corto paso por Egipto, las tropas francesas descubrieron en 1799 el fragmento
conocido como la Piedra de la Rosetta, el cual está tallado sobre basalto negro con
caracteres en tres lenguas: egipcia, demótica y griega. Este descubrimiento le permitió a
Jean-Fran ois Champollion y posteriormente al físico inglés Thomas Young descifrar los
jeroglíficos egipcios. La piedra, encontrada cerca al pueblo de Rosetta en el Bajo Egipto, se
encuentra hoy en el British Museum y fue expuesta en el Metropolitan Museum de Nueva
York en donde tuve la fortuna de observarla.
Eran las diez de la mañana en uno de los días más calientes que recuerde la historia de los
últimos sesenta años cuando me encontraba en Egipto visitando el templo de Déndera.
Estaba en compañía de un famoso oftalmólogo de la familia española de los Barraquer que
tantos aportes le hicieran a la ciencia, cuando la persona a que me refiero se agachó a
recoger entre los miles de pedazos dejados por una misión polaca de arqueólogos, una bola
de piedra de sílice parecida a un enorme ojo humano. Casi simultáneamente a su
descubrimiento alcancé a identificar entre los miles de fragmentos algo sorprendente: una
herramienta prehistórica también de sílice y exactamente igual a la descrita por el Dr. Leakey
en su libro Origins en la página 43. Di un grito de gozo, pues tenía en mis manos una
herramienta utilizada por el Homo Sapiens en el momento en que el “agarre de precisión”
evolucionó del homínido al hombre y muy anterior a las construcciones egipcias que estaba
visitando en ese momento, con una antigüedad de 2 000 000 de años.
En otras palabras, si bien me encontraba en África, estaba a cientos de kilómetros del valle
del gran lago prehistórico (hoy día seco) del Olduvai de donde el Dr. Leakey había obtenido
muestras de esas herramientas del hombre primitivo. Por otra parte, esa pieza de escasos
cinco centímetros, estaba dando mudo testimonio de un antiguo pasado aún por explorar y
del cual la misión polaca ni siquiera se había percatado. Al mirarla de frente por su superficie
cortante podía observarse la punta desgastada hacia el extremo derecho, lo cual daba
testimonio de que el Homo Erectus que la usó era diestro. Al acomodarla y jugar con mis tres
primeros dedos de la mano derecha, pude comprobar que tenía al menos siete posiciones
claramente definidas y que con esa pequeña herramienta podía desglosar un gran animal y
cortarlo en pedazos, así como machacar semillas, grabar en la roca, raspar o cortar
diferentes elementos.
Han pasado muchos años desde que encontré la piedrecilla de Déndera y aún me sorprendo
de la profunda lógica y sencillez de su diseño. He pensado como “ejercicio”, que si el hombre
actual sufriera una catástrofe que le hiciera comenzar de nuevo, cuánto tiempo tardaría en
descubrir una herramienta tan completa y perfecta como esta. Por otra parte, mirando la
historia de acuerdo con las “pruebas erráticas”, ¿cuántas veces la humanidad ha tenido que
empezar, fabricando herramientas como la ya expuesta?
Si el avance del hombre en los últimos seis mil años nos ha llevado de la piedrecilla de
Déndera a la exploración del espacio y a la ciencia-arte de la tecnología digital, ¡cuántas
civilizaciones pueden haber aparecido y desaparecido en los últimos seiscientos millones de
años! Civilizaciones enterradas a cientos de metros de profundidad cuyos raros y escasos
recuentos fósiles ocasionalmente aparecen en sitios diversos.
Sin embargo, lo más extraño estaba aún por venir. Lo que verdaderamente orientó mi
búsqueda y le dio un nuevo rumbo a mis hallazgos fueron las inscripciones de la isla del
Hierro en el archipiélago canario, las cuales me sirvieron para descifrar la escritura
prebabélica que da testimonio de lo narrado en la Biblia y conocido como el orden de esta
nueva creación, coincidiendo también en todo, con lo descrito en el diálogo del Critias de
Platón. El mismo relato, de una forma casi idéntica, está contado en la mitología babilonia y
en muchos otros lugares del mundo.
La Biblia hace referencia a varios cataclismos y diluvios de origen cósmico que van narrados
desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Por otra parte, Velikovsky establece la diferencia entre
varios diluvios ocurridos en el pasado, comenzando por el que está descrito en el Génesis o
el del cometa dirigido por un demonio de nombre Leviatán que se encuentra descrito en el
libro de Job y que se conoce también como el de la “blanca cabellera” cuando dice: “quien
puede resistirse a su paso, que cuando se aleja sobre las olas del mar dejando ver brillar su
blanca cabellera”.
Los cataclismos de origen cósmico han producido, con la intervención divina, milagros como:
el diluvio universal, la destrucción de la Torre de Babel, la destrucción de Sodoma y Gomorra,
el derrumbe de las murallas de Jericó, las siete plagas de Egipto, el paso de Moisés y su
pueblo por el mar Rojo con el desastre para las tropas egipcias en las que seiscientos carros
de su ejército con sus príncipes y capitanes, perecieron ahogados. En el libro del Apocalipsis
las plagas, la sequía, el cambio de las estaciones, seguidas de “uno como monte grande” y
una estrella como antorcha ardiendo que caen sobre la Tierra con el consecuente cataclismo
universal y produciendo los tres días de tinieblas o 72 horas de completa oscuridad descritos
por algunos profetas del Antiguo Testamento. Estos son sólo algunos de los hechos más
importantes que han sucedido y sucederán, demostrando esa intervención divina utilizada
para corregir las obras perversas de los hombres. La definición de Divina Providencia, de
acuerdo con estos hechos, podría ser: “la facultad que tiene Dios de obtener el bien del mal”.
Si los sumerios son descendientes de los atlantes o viceversa, las pruebas erráticas los
relacionan entre sí. El problema radica en que a diferencia de los petroglifos de la isla del
Hierro o las inscripciones de las Cuevas de Belmaco, no contamos con ningún otro
documento o estela que nos dé más pistas sobre su origen. Por otra parte, si tomamos en
consideración lo que hemos estudiado al analizar la historia de la creación del hombre
narrada en el Génesis y otros relatos del mismo libro, podemos entender cómo existen las
suficientes pistas para localizar el paraíso terrenal en la Atlántida y no en la Mesopotamia,
recordándole al lector que los ríos Tigris y Eufrates hubieran podido llamarse así en la isla-
continente y después del hundimiento ser renombrados en la Mesopotamia, en memoria del
Imperio atlante.
El traslado de grandes imperios o de las capitales de los mismos de un sitio a otro no es raro
en la historia y obedece a causas diversas. Recordemos el caso de Constantinopla como
continuación del Imperio romano y el traslado de la sede del emperador, de Roma a
Estambul. Otro caso insólito con anterioridad al nombrado, es el traslado del emperador
Tiberio, contemporáneo de Cristo, de Roma a la isla de Capri, por temor de ser asesinado.
Tiberio obligó a los senadores romanos a efectuar un viaje hasta la isla, cada vez que tenían
que consultarle algo. Un caso más reciente fue el traslado del Gobierno brasilero a su nueva
capital en Brasilia. Otras veces inmensas ciudades son abandonadas: Tikal, Tenochtitlán,
Babilonia y la antigua capital de Costa de Marfil o el caso del enorme asentamiento de los
indios puebla en México, el cual fue abandonado por causas desconocidas atribuidas tal vez
a una sequía. Sería innumerable la lista completa de dichos ejemplos. Asimismo, el traslado
de nombres es común en la historia. Existe una Cartagena en España y otra en Colombia, así
como existen la Columbia Británica y la ciudad de Columbus en el estado de Ohio, etc. La
lista sería interminable.
XV. Las inscripciones de las islas Canarias y el símbolo del shu.
Las primeras naves que surcaron las aguas dieron origen a la cartografía. Ya desde la época
de Noé se intuyó la necesidad de reconocer las costas de la nueva creación. Existió una
cartografía antediluviana y otra postdiluviana. Al estudiar las inscripciones de las Cuevas de
Belmaco, encontré que las mismas no son otra cosa que una especie de estela o carta de
navegación en piedra. A continuación doy mi interpretación de dichas inscripciones, las
cuales demuestran que las islas Canarias tuvieron una conexión irrefutable con la Atlántida, si
no son ellas mismas lo que quedó después del hundimiento.
Los petroglifos de la isla del Hierro, son unos signos que “... forman parte de la historia
sagrada de la humanidad”. “... Son apenas 30 caracteres separados por puntos, pareciendo
formar palabras”, sin embargo, a diferencia de estos simples comentarios, nadie se había
tomado el trabajo de descifrar dichos símbolos y en consecuencia, su profundo mensaje era
desconocido. Al observarlos con cuidado, pude descubrir que alguien, hace unos doce mil
años quiso dejar un testimonio para la humanidad venidera. Podría decirse, que estos
petroglifos son el primer “telegrama” en piedra de la historia. Están inscritos con escritura
ideogramática, por un ser inteligente, a fin de transmitirle a los hombres de todas las épocas
un mensaje de advertencia. Fueron hechos con la angustia, la urgencia y la convicción de
alguien que vivió los sucesos allí narrados y que permaneció como uno de sus únicos
sobrevivientes.
Tuvo que pasar algún tiempo antes de que yo pudiese entender qué significaban aquellos
signos. La clave me la dio un símbolo japonés conocido como el símbolo del Shu.
Es importante observar aquí, cómo la idea de un árbol está claramente ligada a la idea de
vida. La idea de ese gran árbol que crece en medio del jardín del paraíso podría asimilarse al
símbolo del Shu. Cuando hace algunos años escribí el poema titulado “El secreto del Shu”,
publicado con el auspicio de la Xerox de Colombia, pude expresar en forma poética algunas
de estas ideas. El material que cito a continuación de alguna manera completa ese poema.
Por aquella época, fui invitado por la Japan Design Foundation a participar en la Primera
Bienal de Diseño en Osaka. Corría el año de 1984 y tenía poco tiempo para preparar el
trabajo que debía enviar. La forma de participar en este concurso que abarcaba todas las
disciplinas conocidas del diseño era desde cada campo o especialidad individual, tratar de
interpretar o responder con un diseño, al símbolo propuesto por los japoneses, en este caso,
el símbolo del Shu.
Según las bases del concurso a que me refiero, el significado del símbolo del Shu, es: “la
felicidad sobre una base finita que es la Tierra”. El símbolo representa un gran árbol con las
raíces hundidas profundamente en el suelo. En el árbol puede apreciarse la representación
gráfica de tres pájaros. El símbolo es de color azul, simbolizando el agua que es el secreto de
la vida, el cual mantiene vivo al árbol y en consecuencia a los pájaros que consumen su fruto
y buscan refugio bajo el follaje de sus hojas. Si el agua desapareciese, el gran árbol moriría y
los pájaros tendrían que buscar un nuevo hogar o también morir.
A medida que me adentraba en el tema del concurso comencé a descubrir que el símbolo del
Shu, de una forma u otra, encerraba un carácter universal y su origen era prebabélico.
Comencé eliminando los pájaros y al hacerlo y al dibujar una línea punteada para simbolizar
la Tierra, separando las raíces de las ramas del árbol, descubrí que el Shu se asimilaba
fácilmente al signo de la Constelación de Orión, tal vez una de las más fáciles de identificar
en cualquier parte del mundo y a la que se le atribuyen diferentes mitos y leyendas. Orión, “el
cazador”, tiene un cinturón formado por tres estrellas que en Suramérica la gente del campo
conoce como las “Tres Marías”.
Pero dos de las particularidades más interesantes de Orión son la Gran Nébula que
representa la cabeza del cazador y la Nébula M-42 que representa el falo o la espada del
cazador. Hoy los astrónomos piensan que el sistema solar se originó en una de las nébulas
de Orión. Alguien, consciente de todo esto, decidió dejar un gigantesco testimonio de la
importancia de esta constelación para los hombres y decidió alinear en forma exacta las
pirámides de Giza en Egipto con las tres estrellas del cinturón de Orión.
Este símbolo representa la Atlántida con todo el conocimiento universal, enterrado bajo la
superficie del mar. Antiguamente, los textos se escribían sobre tabletas de arcilla, perforadas
en el centro para poder colocarlas una sobre la otra, atravesándoles una tira anudada de
cuero. Es también el símbolo del cetro tridente de Poseidón, el rey de la Atlántida al momento
del hundimiento y, por tanto, el del demonio. También significa barco-isla continente hundido
o con el conocimiento bajo la quilla.
Al estudiar algunas de las ranas y lagartos precolombinos que se guardan en el Museo del
Oro en Bogotá, pude observar cómo la forma copiaba con ligeras variaciones el símbolo del
Shu.
El hecho de que el hombre fue hecho de barro, tiene doble origen. El primero desde el punto
de vista de la astrofísica es hoy día comprensible, pues sabemos que todo ser es, en últimas,
átomos de hidrógeno y que no somos otra cosa que polvo de estrellas. Desde el punto de
vista de la historia y del narrador que lo presenció, los sobrevivientes del diluvio más antiguo
que nos narra la Biblia y que coincide con la historia de la creación, descrita en el Génesis,
emergieron literalmente del barro. Según el relato bíblico, antes del hombre, ya estaban en la
Tierra los animales, entre ellos la rana, millones de las cuales poblaron los continentes
después de la gran inundación.
Analicemos la catástrofe que azotó al mundo, descrita por nuestro antepasado prehistórico y
veremos cómo la misma obedece al paso de un cometa gigantesco o a un choque de la
Tierra con otro cuerpo celeste, quizás Marte, del cual obtuvimos parte del agua. Han existido
innumerables catástrofes cósmicas y en cada caso, la vida y la humanidad han tenido que
comenzar de nuevo. Estoy convencido que la Biblia no se refiere al momento de la creación
misma de la Tierra cuando habla del día primero en el Génesis, sino más bien a la nueva
humanidad que tuvo que arrancar después de la gran catástrofe del paso de un cometa hace
unos 12 000 años o sea en una época relativamente reciente.
El relato bíblico en el prólogo a la creación, se refiere a una gran masa de agua en donde
soplaban fuertes huracanes y existía una total oscuridad. Hoy día conocemos que la Tierra
debió sufrir un proceso inicial de calentamiento y que tardó muchos años en enfriarse hasta
poder soportar la aparición del agua y de la vida. Esta interpretación que propongo no
contradice el relato de la creación del planeta Tierra realizada por Dios padre hace
aproximadamente 4600 millones de años, diferente de la creación del universo, el cual tuvo
un orden que comenzó con lo que conocemos como la teoría del Big Bang, hace unos 13 700
millones de años, en donde un átomo primario del tamaño de una pelota de tenis, con toda la
materia (átomos) del universo, condensada en esa bola, hizo explosión en 1-43 segundos.
Los ecos de la gran explosión que dio origen a la creación del cosmos han sido escuchados y
grabados hoy en día.
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por
encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
En otras palabras, imaginando ese cataclismo cósmico descrito, la Tierra toda había quedado
destruida y la oscuridad se cernía sobre las profundidades del mar, sin embargo ya había
sido creado el cosmos o los cielos. Otra interpretación de la palabra “cielos” puede referirse al
mundo espiritual o inmaterial, o sea, referente a la creación de los ángeles. Vientos y
huracanes recorrían la tierra y las aguas no estaban congeladas, de lo contrario la Biblia
hubiera hecho referencia al hielo. Simultáneo a ese paso del cometa o choque de la Tierra
con otro planeta o cuerpo celeste, todo quedó a oscuras. Primero vino un intenso calor al
hacer erupción los 400 o más volcanes conocidos y el aire se llenó de gases venenosos
producidos por el humo de los mismos y el polvo levantado por el impacto contra la Tierra del
cuerpo celeste. Gran cantidad de polvo, gravilla y rocas de la “cauda” o cola del cometa
alcanzaron a ser depositadas o hicieron impacto sobre la superficie. Las partes más gruesas
del cometa se hallaban más próximas a la cabeza y las más finas iban arrastradas por la
fuerza gravitatoria de la masa más grande. Algunas de las colas tienen hasta más de 50
millones de km. Torbellinos y tormentas de humo y fuego recorrieron la tierra. El mar se
calentó con el impacto y con la lava producida por los volcanes terrestres y submarinos y
tanto como la mitad o al menos una tercera parte del océano se evaporó, cubriendo la tierra
con una espesa capa de gases y vapor, tan densa que ninguna luz podía traspasar el
espesor de las tinieblas, sumiéndose la tierra en la más completa oscuridad. Fuertes
terremotos y enormes olas tsunamis, de hasta trescientos metros de altura y otros tantos
metros por segundo recorrieron la superficie del mar y se adentraron en los continentes
cubriéndolo todo y haciendo desaparecer la antigua creación.
Desde 1919, han sido reportados más de 40 tsunamis, los cuales azotaron las costas de
Hawai en lo que se llama el cinturón de fuego del Pacífico. Otro fenómeno altamente
destructivo es el surgimiento o levantamiento del mar y peor aún si este sucede durante las
épocas de marea alta. En 1970, el mar se hinchó de tal forma debido a un huracán que 500
000 personas perdieron la vida en la provincia de Bangla Desh. Este fenómeno es diferente al
de los tsunamis, los cuales son producidos por terremotos o erupciones de volcanes
submarinos y viajan en frentes de hasta 200 kilómetros, recorriendo grandes distancias con
velocidades entre los 700 y los 800 kilómetros por hora.
En su libro El frío y la oscuridad, Carl Sagan establece un modelo matemático del cual se
puede deducir que si una guerra nuclear azotara la Tierra, el día más frío debido a la
oscuridad sería el día 40, alcanzándose temperaturas de -35 grados centígrados en los
trópicos y de 0 grados en el día 273. Infortunadamente, el hombre siempre ha puesto a
prueba todo lo que construye y esto incluye las armas con enorme poder destructivo.
De acuerdo con lo predicho por el famoso “Club de Roma”, falta menos de un minuto para las
12 en el “día” que comprende toda la historia del hombre. Hace algunos años trabajé como
consultor internacional para la conocida empresa Italconsult en Roma y allí pude conocer al
Dr. Aurelio Pecei, director delegado de la FIAT para la compañía y presidente por aquella
época del Club de Roma. En una conversación privada con él, me manifestó sus temores
ante la inminente catástrofe a la que apuntan todos los modelos matemáticos de interpolación
de posibles futuros.
Día 1
Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz
de la oscuridad, y llamó Dios a la luz “día” y a la oscuridad la llamó “noche”. Y
atardeció y amaneció, día primero.
Dios separó la luz de la tiniebla, pero aún no habían ni Sol, ni Luna, ni estrellas. Eso es
exactamente lo que un observador terrestre hubiese podido reportar después de un
cataclismo cósmico como el descrito. A medida que se fue limpiando la atmósfera, fue
apareciendo la luz. Aún no se veían ni el Sol, ni la Luna, pero sí una opaca claridad durante el
día.
Día 2
Dijo Dios: “Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de
otras”. E hizo Dios el firmamento y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de
las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios al firmamento “cielos”
y atardeció y amaneció, día segundo.
Era tan espesa y densa la tiniebla y tanta la humedad, que era muy difícil diferenciar el límite
sobre el horizonte entre el cielo y el mar. A medida que el agua retenida por la atmósfera fue
condensándose y cayendo sobre la tierra en medio de torrenciales aguaceros, se fue
clarificando el horizonte y comenzó a apreciarse la bóveda de los cielos con la atmósfera
cargada de espesas de nubes.
Día 3
Dijo Dios: “Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y
déjese ver lo seco”, y así fue. Y llamó Dios a lo seco “tierra”, y al conjunto de las aguas
las llamó “mares” y vio Dios que estaba bien.
A medida que las aguas fueron descendiendo, fueron apareciendo las grandes masas de
Tierra rodeadas por el mar, con la corteza de la tierra ya muy fracturada por los impactos
planetarios. Estas fracturas permitieron agilizar los desplazamientos de masas de tierra hasta
formar los continentes.
Dijo Dios: “Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den
fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra”. Y así fue. La tierra produjo
vegetación: hierbas que dan semilla, por sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla
dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien. Y atardeció y amaneció, día tercero.
Día 4
Dijo Dios: “Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y
valgan de señales para solemnidades, días y años”; “y valgan de luceros en el
firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra”. Y así fue. “Hizo Dios los dos luceros
mayores; el lucero grande para el dominio del día, y el lucero pequeño para el dominio
de la noche, y las estrellas”; y púsolos Dios en el firmamento celeste para alumbrar
sobre la tierra, y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la
oscuridad; y vio Dios que estaba bien. Y atardeció y amaneció, día cuarto.
En el orden propuesto por el Génesis, llama la atención que la tierra o lo seco descrita en el
día tercero, ya era capaz de dar frutos y semillas pero aún no habían sido “creados” o sea
vistos por el narrador ni las estrellas, ni el Sol, ni la Luna. Es obvio que dichos astros ya
habían sido creados o existían en el firmamento antes de la aparición de las plantas, de lo
contrario el fenómeno de fotosíntesis no hubiera sido posible y las temperaturas hubieran sido
bajísimas, impidiendo el desarrollo de la vida, haciendo inútil la creación de las plantas en el
orden propuesto. Por otra parte, la Tierra ya giraba alrededor del Sol y de su propio eje y toda
la mecánica orbital y gravitacional ya existía. Todo lo anterior significa que las semillas y
frutos quedaron en el suelo después de la catástrofe y a medida que se fue limpiando más la
atmósfera, el narrador bíblico pudo distinguir las estrellas y planetas así como el Sol y la
Luna. La Tierra enriquecida por las cenizas volcánicas y otros componentes minerales
producidos por el impacto planetario fue el medio ideal para dar una de sus cosechas más
pródigas. Al calentarse e iluminarse la superficie con la luz del Sol, permitió que las semillas
germinaran dando lugar a plantas, árboles y frutos de todas clases.
Día 5
Dijo Dios: “Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra
contra el firmamento celeste”. “Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo
animal viviente, los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y todas
las aves aladas por sus especies”; y vio Dios que estaba bien; y bendíjolos Dios
diciendo: “Sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y las aves
crezcan en la tierra”. Y atardeció y amaneció, día quinto.
Día 6
Dijo Dios: “Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: Bestias, sierpes y
alimañas terrestres de cada especie”. Y así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres de
cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie; y
vio Dios que estaba bien.
Y dijo Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y
manden (nótese aquí el uso del plural) en los peces del mar y en las aves de los cielos,
y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean
por la tierra”. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó,
macho y hembra los creó.
Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: “Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y
sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal
que serpea sobre la tierra”.
Dijo Dios: “Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda
la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.
Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra,
animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento”. Y así fue. Vio Dios cuanto
había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció, día sexto.
Día 7
Concluyéronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato; dio por concluida Dios en
el séptimo día la labor que había hecho y cesó en el día séptimo de toda la labor que
hiciera, bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la
obra creadora que Dios había hecho.
Esos fueron los orígenes de los cielos y la tierra, cuando fueron creados.
El orden de la creación a partir del día quinto no es en nada diferente a la teoría evolutiva
propuesta por la ciencia. Sin ese orden la creación de los seres del reino animal no hubiera
dado resultado. Hoy día conocemos por la ciencia y el registro fósil que la vida animal se
originó en el mar y de allí pasó a la tierra en el orden descrito por el Génesis. Las condiciones
ya eran propicias. Sólo había que esperar hasta la próxima catástrofe..., en lo que a nosotros
concierne, la última, descrita en el Apocalipsis de san Juan, en donde todo será hecho
nuevamente.
XVI. Bolivia, invierno de 1978.
Mi primer viaje a Bolivia lo realicé a finales del mes de junio de 1978 y fue en el mismo día de
mi llegada que tuve la primera de dos experiencias inolvidables. Había llegado a la ciudad de
La Paz en un avión tomado en Lima. Sería el primero de una serie de viajes que tendría que
realizar en razón de mi trabajo como arquitecto director de la división de proyectos
internacionales del Banco Real del Brasil (hoy día adquirido por el ABN Amro Bank y en esa
época el cuarto banco más grande del Brasil). Habíamos adquirido un edificio antiguo para la
construcción de la sede principal del banco en esa ciudad y mi misión era adaptarlo para los
fines propuestos. La tarde era clara y luminosa y el altiplano situado a casi 4000 metros sobre
el nivel del mar parecía brillar con fuerza inusitada. El cielo estaba limpio y sin rastros de
nubes y el aire seco y liviano entraba con facilidad a mis pulmones. Sentí con fuerza los
latidos de mi corazón haciendo un gran esfuerzo y tratando de bombear sangre a todo mi
organismo, no acostumbrado a aquella altura.
Me impactó el color ocre oscuro y la poca vegetación del altiplano y me sentí como si hubiera
aterrizado sobre una base lunar y no en la Tierra. Me registré en el hotel Sheraton a eso de
las cinco y media de la tarde y acto seguido me fue sugerido por el existente de la recepción
el que alquilara una pequeña bala de oxígeno y ordenara, lo más pronto posible, un mate de
coca con azúcar a fin de resistir mejor la altura y tener la suficiente fuerza para moverme sin
sentir tanta fatiga. A los pocos minutos y ya en mi habitación, ordené lo que se me había
sugerido y la persona que me trajo el pedido, se aprestó luego a cerrar las cortinas de mi
habitación. Fue en ese momento que me quedé sin aliento. El cielo había tomado un color
azul profundo y las primeras estrellas habían comenzado a dar su luz cuando un cuerpo
lanzando destellos blancos y azulados, dejando una larga estela tras de sí cayó en forma
oblicua en un ángulo de unos 45 grados sobre el horizonte, ocultándose detrás de las
montañas. El mesero quedó estupefacto y yo en un movimiento reflejo me encogí de hombros
y cerré los ojos esperando sentir un gran impacto con un fuerte terremoto, pero nada sucedió.
Sólo el silencio de la noche y después de unos segundos, la voz del mesero pidiéndome que
firmara el servicio solicitado.
Fue en mi segundo viaje a Bolivia cuando me llevé la gran sorpresa. El avión había llegado al
altiplano a la misma hora procedente de Lima, y cuando la azafata me pasó el diario el Correo
de La Paz, pude leer una extraña historia que relataba un avistamiento de naves
desconocidas en la frontera con el Paraguay y cómo aviones argentinos y bolivianos los
habían perseguido sin ningún resultado.
Esta vez mi habitación en el cuarto piso del hotel Sheraton miraba al lado opuesto de la
primera vez. La vista era magnífica. El Ilimani, que en lengua quechua significa el guardián,
esa gigantesca montaña blanca cubierta por la nieve, situada a unos 18 kilómetros de La Paz,
la cual se destaca sobre la cadena de los Andes, haciendo ver a las otras montañas como
pequeñas colinas a su lado, se levantaba imponente mostrando del lado izquierdo unos tonos
color rosa producidos por el sol de la tarde a punto de ocultarse. La luna llena estaba en lo
alto del firmamento sobre el Ilimani y podía verse en esa especie de competencia con el sol
de quién iluminaba la montaña con su luz. El aire más seco que la primera vez y el cielo de
nuevo diáfano con una luz que definía los objetos con la nitidez de un diamante. A mi ingreso
al hotel había ordenado la ya tradicional bala de oxígeno y un mate de coca con bastante
azúcar. Le pedí al mesero que no cerrara las cortinas de la habitación, pues quería hasta
último momento gozar uno de los paisajes más memorables que había visto en mi vida,
cuando sucedió lo insospechado. Estaba en el acto de tomar mi primer sorbo de mate y al
bajar los ojos noté cómo mi mano derecha se sacudía y temblaba con fuerza insólita y al
llevarme la taza a la boca se me derramó un poco del brebaje sobre la mesita colocada junto
a la ventana. Entonces, utilizando las dos manos agarré la taza y para sorpresa mía, tampoco
pude hacerlo con firmeza. Mis manos temblaban como yo nunca lo había visto antes.
Coloqué la taza sobre el plato y al levantar los ojos y buscar al Ilimani entre los últimos
destellos del sol de la tarde, observé con extrañeza que algo me bloqueaba la vista de la
montaña. Pasaron unos segundos antes de descubrir que tenía ante mí, a no más de veinte
metros, flotando frente a mi ventana, un objeto de unos 60 metros cúbicos, conformado por
dos conos unidos en el centro, el cual estaba iluminado por debajo con un sol a punto de
ocultarse.
Rápidamente mi mente hizo un análisis de lo que podría ser aquello y no le encontré una
respuesta inmediata Lo que tenía ante mí era sin duda una nave de extraña manufactura, de
un color negro verdoso metalizado, su superficie era corrugada y el cono que miraba hacia
mí, estaba compuesto por tres secciones divididas por una luz fina. El cono parecía arrancar
de una forma circular para terminar en una forma rectangular uniéndose con otro en sentido
inverso. La parte superior daba la impresión de estar coronada por una cúpula transparente
en donde se observaba algún movimiento y de allí partían apuntando hacia el cielo unas
especies de antenas o cañones. En los extremos de la forma rectangular podían observarse
potentes luces y una especie de agallas en la parte inferior del fuselaje.
Recordé que tenía una pequeña máquina Rolleyflex en alguna parte del interior de mi vieja
maleta Samsonite, pero no recordaba en cual de mis bolsillos tenía la llave. Sin perder un
instante y dándome cuenta de la urgencia del momento, estrellé la maleta contra el suelo y
forcé la cerradura. La maleta se abrió de medio lado, extraje mi Rolley que estaba cargada
con un rollo Ektachrome de asa 64 y logré tomar dos fotografías con el foco puesto en infinito
y una velocidad de 1/60 de segundo. No era el ideal de rollo por lo avanzada de la hora. La
primera foto la logré con el objeto a unos cincuenta metros de donde yo me encontraba.
Cargué mi máquina en menos de un segundo y obturé de nuevo. El objeto se había
disparado y se había colocado casi encima del Ilimani y escasamente podía verse como un
punto en el horizonte. En ese momento el Sol se ocultó por completo y la Luna se adueñó del
paisaje, bañando la montaña con su blanca luz.
No recuerdo con precisión qué sucedió aquella noche. Me desperté a eso de las tres de la
madrugada, desnudo sobre la cama de la habitación y con un terrible dolor de cabeza. La
primera sensación que tuve fue la de no recordar en qué hotel o en qué ciudad me
encontraba. Si bien es cierto que mi trabajo como director de proyectos del Banco Real del
Brasil me llevaba permanentemente a países distantes entre sí, jamás había tenido un lapso
de memoria de esa naturaleza. La habitación estaba completamente oscura y yo no sabía
dónde estaba la cabecera de la cama. Al poner una de mis manos sobre el pecho, sentí un
líquido viscoso sobre el mismo. Extendiendo mis manos fui bordeando la cama hasta
encontrar una mesa de noche y finalmente encontré lo que parecía la base de una lámpara.
Al lograr encender la luz quedé horrorizado ante lo que vi. Mi cuerpo estaba ensangrentado,
lo mismo que las sábanas donde me había acostado y el resto de la habitación se encontraba
en un desorden increíble con mi maleta semiabierta, la taza de té y los platos en el suelo y mi
pequeña máquina Rolleyflex en el extremo de la habitación, debajo de la ventana. Después
de revisarme no vi ninguna herida aparente. Fue entonces cuando recordé la visión que había
tenido. De un salto llegué al baño y al prender la luz me di cuenta que había padecido una
terrible hemorragia nasal y que la sangre aún no se había detenido por completo. Llamé a la
recepción presa del pánico a fin de conseguir un médico y la voz del encargado me contestó
en tono lacónico: “Abra las llaves del agua caliente de la ducha, el aire está muy seco porque
estamos en la mitad del invierno. En unos minutos le enviaré a una persona para que le
cambie las sábanas. Acuéstese de nuevo. Mañana le enviaré su desayuno con el periódico y
le visitará un médico a eso de las diez”.
Con sábanas limpias, caí exhausto de nuevo en la cama. El dolor de cabeza parecía no
querer abandonarme, sin embargo logré conciliar el sueño en algunos momentos y con
mucha dificultad. A eso de la diez de la mañana me despertó el mesero con el desayuno, el
diario prometido y el médico a la puerta de la habitación. Después de un rápido examen me
diagnosticó un medicamento para la jaqueca, me cobró 20 dólares y se despidió
cordialmente.
Cuando abrí el periódico no podía creer lo que estaba viendo En primera página del Correo
de La Paz había una fotografía tomada por un niño de diez años, a la misma hora de la que
yo había tomado. El niño, hijo de un petrolero norteamericano salía del hotel Sheraton con su
padre en ese preciso momento, cuando avistó la nave frente a la fachada del edificio. La foto
había sido tomada con una Instamatic. ¡La forma y descripción del objeto, aunque visto por
debajo, era similar a la que yo había observado! Sentí un alivio de saber que no había sido yo
la única persona con esa experiencia y decidí, al llegar a Bogotá, llamar a un amigo alemán
experto en revelado a fin de que procesara el rollo que contenía mi avistamiento. Mi amigo
me llamó sorprendido al ver el resultado y me pidió detalles del caso.
Pasaron algunos meses y en un viaje que hice a Nueva York, en la famosa juguetería
Shwartz de la Quinta Avenida, compré un pequeño microscopio con pantalla visora, uno de
los primeros que salieron al mercado en ese entonces. Al llegar de nuevo a Bogotá, en medio
de la quietud de la noche, me encerré en mi estudio y al poner la transparencia de mi ovni al
microscopio con poco aumento (150 x), obtuve resultados increíbles. Pasé un largo rato
estudiándolo. Lo que vi, se encuentra a continuación.
A los pocos días recibí un regalo venido desde España y para sorpresa mía era un libro sobre
las islas Canarias. Era la hora del almuerzo y mi curiosidad pudo más que la buena
educación y a pesar del disgusto de mi mujer, decidí llevar el libro a la mesa. Al abrirlo
casualmente en una página donde mostraba los petroglifos de la isla del Hierro, supe lo que
los mismos significaban. Esa tarde la pasé estudiando, poniendo muchas de las ideas
expresadas en este libro en algún orden lógico. Han pasado más de veinte años desde esa
tarde en que logré ver otra faceta de la historia.
Desde entonces desarrollé esa habilidad innata, hasta entonces desconocida para mí, de leer
inscripciones, petroglifos y escritura ideogramática, sin importar de qué cultura o qué tan
antiguos sean. A los pocos días descifré las inscripciones encontradas en los anillos de
Tartesos y días más tarde las inscripciones de las Cuevas de Belmaco también en las islas
Canarias, así como la otra cara o significados velados del Crismón o de los símbolos con que
soñó el emperador Constantino antes de la batalla de Majencio. Es increíble la relación que
existe entre este “acróstico” (monograma de Jesús) y los petroglifos de la isla del Hierro. El
Crismón también encierra en su significado, la historia de la tragedia o flagelo del diluvio
universal. Desde entonces mi labor ha sido constante. Esos y algunos otros símbolos que
están relacionados con la historia narrada en este libro, así como sus interpretaciones, se
encuentran consignadas en estas páginas.
XVII. los siglos XX y XXI y fin del pentagrama.
Los Nefilim
Ya hemos visto cómo no se puede confundir a los nefilim con los ángeles caídos, si bien hay
una conexión intrínseca entre ambos. Por una parte los nefilim son los atlantes y sus
descendientes, representados por la pareja monogámica de Adán y Eva (tal vez sus reyes de
ese momento, representando a Clito y Poseidón, u otra de las posibilidades es el rey
antediluviano Aloros y su esposa) los que perdieron el paraíso terrenal, debido a su
perversión moral, atrayendo de esta manera el castigo de Dios. Por otra parte, los ángeles
caídos fueron los que perdieron su derecho al cielo con la rebelión de ese querubín, que fuera
creado como el más bello de todos y a quien su rebeldía contra Dios lo convirtió en el más
abominable de los seres, arrastrando en su caída una tercera parte de los ángeles de los 9
coros angélicos.
Entonces es apenas lógico que esos “hijos de Dios” o sea los nefilim, Elohim, atlantes, o
“gigantes” de antaño, quienes eran mirados por los demás pueblos y razas antediluvianos
como dioses, hubieran tomado a las hijas de los hombres de esos pueblos conquistados por
ellos a excepción de los griegos (Platón hace una referencia explícita a que los griegos nunca
fueron conquistados por los atlantes, aunque lucharon contra ellos). Entonces si esos “hijos
de Dios” cayeron en desgracia y se hundieron con su sabiduría y falsa luz (avanzada
tecnología), logrando de alguna manera sobrevivir, tiene sentido el que se hubiesen aliado o
sido poseídos por fuerzas espirituales también caídas. Esa alianza de los nefilim y el príncipe
de este mundo, la serpiente antigua, el diablo o Satanás parece estar vigente. La fuerza
espiritual del demonio ha sido canalizada no solamente utilizando al hombre sino también a
los nefilim, unos de sus más poderosos e incondicionales aliados, poseedores de la
tecnología más sofisticada de la Tierra, como lo demuestra el accidente de Roswell.
El libro de los Júbilos, el cual antecede a Cristo por muchos siglos, dice: “Y contra sus
ángeles enviados por él a la Tierra, se llenó de ira. Y ordenó que fueran arrancados de todos
sus dominios, y nos dijo que los encadenáramos en las profundidades de la Tierra,
dejándolos atados y aislados en su interior” (Júbilos 6, 6).
El historiador Flavio Josefo escribe en las antigüedades de los judíos (I, 3): “Porque muchos
ángeles de Dios (¿nefilim?) acompañados de mujeres, procrearon hijos que demostraron ser
injustos y despreciaron todo lo que era bueno, confiando sólo en su propia fortaleza, porque
la tradición enseña, que estos hombres se asemejaron con sus actos a aquellos a quienes los
griegos llamaron gigantes”. Aquí debo hacer otra observación importante.
En el Apocalipsis está escrito cómo al final de estos tiempos, los seguidores de la bestia
adorarán a un dios distinto que ni sus padres ni sus abuelos conocieron, siendo este el “dios
de las fortalezas”. ¿Pero cuál puede ser ese dios sino el demonio mismo? ¿Y qué significa
“dios de las fortalezas”? ¿A qué fortalezas se refiere el apóstol? La respuesta es obvia: a
Satanás, príncipe de los poderes encadenados en las fortalezas de las tinieblas y de sus
aliados los nefilim. Los nefilim fueron los gigantes y grandes constructores de las fortalezas
más famosas de la Antigüedad, queriendo ser emulados por los babilonios con su torre
amurallada de Babel; por los egipcios con sus enormes templos-fortaleza de piedra; por los
aztecas e incas con el mismo legado expresado en Cuzco, Machu Picchu y Sacsahuamán, y
con casi toda civilización antigua con la que los atlantes o nefilim tuvieron contacto y
sembraron su esperma y su legado.
San Judas citando al libro de Henoc está de acuerdo con todas estas afirmaciones cuando
dice: “También a los ángeles que no guardaron su principado, sino que abandonaron la
propia morada, los tiene guardados bajo tinieblas en cadenas perdurables para el juicio del
gran día”. (Judas 6). Entonces el esperma de los nefilim fue llevado por el demonio a construir
los falsos dioses o semidioses de los egipcios, persas, babilonios, griegos, romanos, chinos,
hindúes, aztecas e incas, etc., y la aparición de los mismos son sinónimos de corrupción e
impureza.
En el proceso de la historia, Dios decidió cortar con la maldad humana y trajo el castigo del
diluvio, destruyendo la supercivilización de la Atlántida. Los mitos acadios también recuerdan
esa destrucción implacable de la Atlántida por mano divina. Sin embargo, las sociedades
paganas ignoraron el mensaje del diluvio para el que Noé se había preparado puro y al
servicio de Dios por 120 años.
Y pasó un tiempo y el demonio en su astucia, viendo que los hombres ya habían comenzado
a olvidar la terrible experiencia de la gran inundación y habían comenzado a recordar con
nostalgia la pérdida del paraíso o el hundimiento de la Atlántida, regresó esta vez con una
propuesta diferente. Si los ángeles caídos estaban atados en lo profundo del abismo y ya no
habitaban con la raza humana, entonces lo mejor era que los hombres construyeran una torre
para lograr hablar cara a cara con los demonios de los aires o con Dios. Esa fue la bien
documentada Torre de Babel.
Pero Dios estaba atento a sus propósitos y envió de nuevo la destrucción con un mensaje
perdurable para que los hombres lo recordaran durante todas las generaciones por venir. Con
la caída de la torre, los hombres se regaron por la faz de la Tierra y el lenguaje que era uno
se fragmentó y dividió en muchas lenguas distintas, reinando la incomunicación entre los
hombres para que así recordaran el nombre de Dios. (Génesis 11, 3-4).
Es obvio que algo más se encierra en esta historia que a los ojos de los hombres de hoy día
demuestra una gran ingenuidad y soberbia al mismo tiempo. Algo más de origen secreto se
pretendió hacer con la construcción del templo-fortaleza-torre-observatorio-puerta del cielo o
Babel. Un significado mágico y oculto, útil en la invocación de los poderes de las tinieblas
estaba en juego. De alguna manera, las medidas de la torre y el hecho que tuviera un reflejo
de sí misma enterrado en el suelo, muestran una conexión con el oscuro y tenebroso
submundo encadenado. Dios conociendo todo esto, cuando los hombres hubieron trabajado
arduamente y terminaron su labor, destruyó de nuevo sus planes, confundiendo a la
humanidad para siempre. La respuesta entonces se perfila con claridad, la humanidad de
entonces no estaba construyendo una puerta para llegar al cielo sino una para poder llegar al
Hades o al infierno de las profundidades, al reino escondido de los nefilim, por medio de la
magia y de los alucinantes ritos paganos.
La libertad que le permite Dios al acusador es sorprendente. Es tanta que le permite llegar
hasta su trono a sostener un diálogo de frente a él. Es utilizando esa misma libertad que Dios
logra humillar al demonio una vez más.
En la Biblia comentada de Mons. Juan Straubinger, quizás la mejor opción para un estudioso
de la palabra de Dios hoy día, se refiere a los “hijos de Dios” como a los ángeles,
distinguiéndolos de los demonios. Es posible que esto haya sido así, sin embargo la frase
“hijos de Dios” puede designar a todos los ángeles en forma genérica, pues todos los seres
dotados con inteligencia, memoria y voluntad ya sean ángeles caídos o no, son “hijos de
Dios”.
Con el advenimiento o aparición del Anticristo sobre la Tierra, se verán maravillas, prodigios y
hechos extraordinarios que harán que los hombres lo sigan como a su verdadero líder.
Vendrá acompañado por un corto tiempo de un séquito de sus seguidores, que como él,
fueron los mismos demonios que llevaron a la humanidad al extremo del pecado, de la
podredumbre y la desolación en la época antediluviana y durante Sodoma y Gomorra.
Creo con mi corta visión de las cosas, que la humanidad ya ha llegado a ese punto de maldad
y de podredumbre y preparado el camino para la aparición de ese hijo de perdición. ¿Alguien
puede negarlo? ¿Cuánto más nos falta? La sola matanza de los inocentes con los abortos
realizados en las últimas dos décadas, supera en más de 20 veces el magnicidio causado por
Hitler contra la raza judía.
En el libro del Apocalipsis podemos leer el terrible panorama que encierra la apertura de la
puerta o “pozo del abismo”. Es fundamental observar, que dicha apertura está conectada con
un fenómeno cósmico y con el fondo, Hades o lo más profundo de la Tierra. Veamos lo que
dice en Apocalipsis 9, 1-3:
La Quinta Trompeta
“Y tocó la trompeta el quinto ángel, y vi una estrella que había caído del cielo a la Tierra, y le
fue dada la llave del pozo del abismo. Abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como
el humo de un gran horno, y a causa del humo del pozo se obscurecieron el sol y el aire. Del
humo salieron langostas sobre la tierra; y les fue dado poder, semejante al poder que tienen
los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen la hierba de la tierra, ni verdura
alguna, ni árbol alguno, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en la
frente, y les fue dado no matarlos, sino torturarlos por cinco meses; y su tormento era como el
tormento que causa el escorpión cuando pica al hombre.
”En aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la hallarán, desearán morir, y la
muerte huirá de ellos. Las langostas eran semejantes a caballos aparejados para la guerra, y
sobre sus cabezas llevaban algo como coronas parecidas al oro, y sus caras eran como
caras de hombres. Tenían cabellos como cabellos de mujer y sus dientes eran como de
leones. Sus pechos eran como corazas de hierro, y el estruendo de sus alas era como el
estruendo de muchos carros de caballos que corren al combate. Tenían colas semejantes a
escorpiones, y (en ellas) aguijones; y en sus colas reside su poder de hacer daño a los
hombres durante los cinco meses. Tienen por rey sobre ellas al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abaddón y que lleva en griego el nombre de Apolion. El primer ya pasó;
ved que tras esto vienen aún dos ayes”.
La referencia es muy clara a que es del fondo del abismo de este planeta y no de otro, de
donde saldrá ese ejército de demonios en forma de langosta, comandados por otro más
poderoso, cuyo nombre es confirmado dos veces para que no quede lugar a ninguna duda
sobre su identidad. Sin embargo, aquí el nombre en griego de ese demonio deja entrever la
posibilidad de que esas como especies de langostas sean en realidad una mutación genética
de un género de abejas tales como la abeja africana. Apolo (el dios sol de la mitología griega
de donde viene la palabra “polinizar”) es el rey de las abejas. El panorama es sin duda
espeluznante. Después de haber estado encerrados por miles de años, esos demonios son
soltados por corto tiempo para torturar a la raza humana. No cabe en la imaginación su ira
reprimida y su deseo de venganza. Miles de años de frustración, encerrados en su tumba, en
lo más profundo de la Tierra, en medio de un fuego capaz de consumir cualquier cosa y en un
completo aislamiento y oscuridad.
Pero he aquí que en medio de este panorama de terror, nace un rayo de esperanza que todo
lo alumbra. Los ángeles caídos pelearán su última batalla contra los ángeles buenos que no
pecaron. Estarán comandados por el arcángel san Miguel, príncipe no de la Tierra sino del
cielo, en la más grande y última batalla contra el dragón, la serpiente antigua, el diablo o
Satanás y sus ejércitos de las tinieblas, batalla que tendrá lugar en el cielo, a donde estos
ángeles caídos siempre han querido regresar. Su derrota será total. Sus ejércitos serán
lanzados de nuevo a la Tierra junto con su comandante el dragón, Satanás, el príncipe de las
tinieblas. (Apocalipsis 12, 7-9).
El incremento del satanismo, crímenes, drogas, sexo y corrupción de toda clase, así como
“guerras y rumores de guerras” (profetizadas por el mismo Jesús en Mateo 24), hacen ver
que se ha preparado el camino para la liberación de estos poderes. Los demonios de los
aires a los que se refiere san Pablo, son tantos que si pudiéramos verlos obscurecerían el sol.
Ellos tienen aún la libertad de moverse libremente alrededor de la Tierra y están a la espera
vigilando y tratando de discernir los tiempos para su última confrontación, en la que se verán
acompañados de otros que aún se encuentran encerrados en el fondo del abismo.
Los OVNIS
Los extraños hechos y visiones de ovnis (objetos voladores no identificados) que han tenido
lugar durante los últimos años, los cuales sin duda han aumentado en cuanto a su identidad y
frecuencia, al punto que muchas cadenas de televisión se han dedicado a difundir con
programas de diversa índole esta doble realidad, dejan ver la influencia de una actividad
obscura en sus propósitos. Películas como los Archivos X, Roswell, Encuentros cercanos del
tercer tipo, E.T., Día de la independencia o Señales, las cuales han resultado ser grandes
éxitos de taquilla, no son otra cosa que deformaciones de la verdad, recuperando en forma
fantasiosa muchos de los hechos documentados en el siglo XX. Visto con otra lente, han
ayudado a crear un nuevo culto alrededor de extrañas criaturas que parecen no ser otros que
esa parte de la raza humana caída en desgracia desde hace siglos y para quienes la
redención del género humano por Cristo, no tuvo lugar, pues ni la conocieron, ni practicaron
sus enseñanzas. Los tripulantes de esas naves entonces parecen estar apoyados consciente
o inconscientemente por legiones del infierno y sus intenciones sin duda, no parecen ser
nada buenas.
Muchos seres humanos están convencidos hoy en día, que existe una extraña conexión entre
los ovnis y los poderes ocultos de las tinieblas y no es de extrañar, después de todo lo que
hemos visto y analizado, sin embargo no saben explicarlo. El mismo Jesús les confirma a sus
discípulos, que antes de su segunda venida:
Lucas 21, 11
A mediados del mes de enero de 1996, el verano estaba en todo su furor en esta parte del
continente. Las condiciones climáticas habían cambiado en forma drástica permitiendo
temperaturas hasta de 30 grados centígrados al mediodía en la cordillera, a los 2630 m sobre
el nivel del mar, sobre la altiplanicie de la sabana de Bogotá y 0 grados centígrados a eso de
las seis de la mañana. El aire estaba seco y el cielo de un azul profundo y sin nubes. Las
plantas a las orillas de las carreteras podían verse amarillentas y quemadas con las “heladas”
del amanecer, y los atardeceres y puestas de sol eran la delicia de los veraneantes de esa
época.
La familia Gutiérrez había decidido viajar a eso de las cuatro de la tarde a su hacienda en el
municipio de La Vega, unos 800 metros más abajo y a no más de hora y media de la capital.
La hora escogida para el viaje parecía ser la más propicia aprovechando el aire fresco de la
tarde. La familia partió en medio de la algarabía normal de siempre en una camioneta de
doble tracción recién adquirida, siendo este otro de los alicientes para el paseo. La música de
Joao Gilberto endulzaba los oídos y la expectativa de una deliciosa cena con jamón de
cordero, pan francés y un buen vino estaba en la mente de todos.
A los pocos minutos de comenzar el descenso sucedió lo inesperado. Una luz de un intenso y
brillante color naranja parecía salir de más abajo, opacando con su intensidad y
confundiéndose con la misma puesta de sol. Era tan extraordinario el fenómeno que Germán
decidió aparcar el vehículo y todos descendieron a observarlo. Juan Manuel, su hijo mayor
dijo sentirse un poco mareado y decidió no acompañar al grupo, el cual descendió unos
pocos metros más abajo con objeto de descubrir de dónde vendría ese extraño resplandor, y
buscando un lugar a un lado de la camioneta, se recostó en el suelo, apoyando la cabeza
sobre una piedra. Unos quince minutos después, cuando el grupo familiar regresó sin
descubrir nada, se encontraron que JM se encontraba en lo que parecía ser un sueño
profundo. Al tratar de despertarlo, encontraron que esto era imposible. Su padre entonces le
tomó el pulso y observó que no tenía ninguna muestra de vida. Su madre, en medio de una
creciente angustia, le aplicó cerca de la nariz el espejo con que usaba maquillarse y el mismo
no pareció empañarse. Con horror, la familia llegó a la conclusión de que JM estaba muerto.
Algo o alguien se lo había extraído sin dejar señales aparentes de cómo se había practicado
la remoción del mismo. No había ni magulladuras ni cicatrices. La causa de la muerte fue
dictaminada como un derrame cerebral a fin de evitarle a la familia publicidad o dar
explicaciones y realizar otros trámites judiciales. A los pocos días, unos amigos canadienses,
amigos de la familia, reunieron un pequeño equipo forense y a un par de expertos en ovnis y
viajaron a Colombia. Su dictamen fue muy simple: JM había sufrido un encuentro cercano del
“quinto tipo”con características y propósitos desconocidos hasta entonces.
El otro destino
Uno de los primeros casos clásicos registrados sobre estos últimos aspectos dio lugar al best
seller de John Fuller, con su libro titulado The Interrupted Journey ( El viaje interrumpido), en
el cual relata el caso de una pareja, Barney y Betty Hill, quienes al regresar de un viaje de
vacaciones en Quebec, en septiembre de 1961, en algún punto del camino entre Lancaster y
Portsmouth, New Hampshire, su automóvil fue perseguido por una extraña luz la cual al
principio parecía una estrella o un satélite. Al poco tiempo, la luz comenzó a ejecutar
movimientos erráticos y comenzó a descender hasta la altura de los árboles y llegar a
convertirse en un inmenso objeto redondo y brillante, más grande que un avión. Barney
suspendió la marcha y descendió del vehículo y tomando sus binoculares observó en
dirección a la ventana de la nave. Con horror descubrió unos humanoides con enormes ojos
negros que lo estaban mirando y sintió cómo se le erizaba la piel. Histérico salió corriendo y
se metió de nuevo al carro y trató de escapar de la nave. En ese momento, ni él ni su mujer
parecen recordar qué sucedió, pues quedaron inconscientes por unas dos horas. Cuando
llegaron a Portsmouth, ambos estaban nerviosos y completamente inconscientes de que
habían sido objeto de un secuestro en un típico caso de abducción realizado por un ovni.
De allí en adelante, les tomó literalmente varios años descubrir qué les había sucedido
durante esas dos horas de tiempo perdido. Al comienzo, Barney y su mujer comenzaron a
mostrarse muy nerviosos y con ataques de pánico y de extrema ansiedad acompañados de
horribles pesadillas y de la dificultad para conciliar el sueño. Ambos comenzaron a mostrar
síntomas de estar muy perturbados sin saber por qué. Después de haber practicado una
larga terapia con la ayuda del psiquiatra Dr. Benjamín Simon, ciertos detalles en común
comenzaron a aflorar. Esos detalles incluían las descripciones de la nave, su disposición
interior y una descripción detallada de la tripulación. Ciertos mapas y cartas celestes fueron
recordados bajo hipnosis, entre ellas la que nosotros conocemos desde la Tierra como la
Constelación Pegaso y, en ella, la estrella Alfa Pegaso.
Es obvio que lo dicho hasta aquí presenta serios vacíos en cuanto a las cartas celestes
descritas por los Hill. Estas más bien parecieran una maniobra de encubrimiento o decepción
de los humanoides, a fin de esconder su verdadero origen. La autopsia de los cuerpos de los
seres de Roswell presenta una clave particularmente asombrosa que hace pensar en varias
hipótesis del origen terrestre o hibridación, utilizando la manipulación genética. En otras
palabras, pareciera que los humanoides hubieran sido “diseñados” utilizando “ingeniería
genética” para un fin específico de espionaje o viajes de corta duración, sin la necesidad de
alimentarse con los compuestos conocidos por nosotros los humanos, pues en su interior,
aunque se encontraron ciertos órganos como corazón y pulmones, no se descubrió ninguna
señal de tracto digestivo. Por otra parte, la estrella Alfa Pegaso está mucho más lejos de
nosotros que la Alfa Centauro. Su distancia está descrita al comienzo de este libro, a decenas
de millones de años de distancia de nosotros, considerando una nave que viajara a los 300
000 km/hora.
Los exámenes médicos practicados a los Hill se enfocaron en sus sistemas reproductivos
pero no parecieron mostrar nada anormal. Cuando su caso se hizo público en 1966, los Hill
fueron ridiculizados y muchos se burlaron de ellos. Hoy día, los Hill serían un caso más de los
miles o millones de abducciones registradas alrededor de la Tierra. La creencia global es que
tarde o temprano el Gobierno norteamericano y otros gobiernos que conocen el fondo de la
verdad, tendrán que revelarla. Este libro es sólo un paso en esa dirección.
Los cristianos debemos despertar y estar atentos a este fenómeno que parece invadirnos
cada vez más. Por una parte los casos de avistamientos y abducciones se han multiplicado
en los últimos años y por otra, entre más crece el fenómeno, los gobiernos tienden a
minimizar el asunto restándole toda importancia. ¿Por qué? ¿Acaso tienen miedo de las
consecuencias de la verdad? O más bien ¿será que ya existen pactos y acuerdos entre
ciertos gobiernos y estas colonias? Esto último parece ser factible, de acuerdo con lo que
conocemos de la Operación Majestic 12 que veremos a continuación.
Ultra-secreto Majestic 12
De los muchos documentos que existen sobre el fenómeno ovni a nivel del Gobierno de los
Estados Unidos, el más famoso es un archivo llamado Operación Majestic 12, el cual fue
escrito a máquina manualmente y de acuerdo con historiadores y expertos, logró pasar los
exámenes de edad, composición química y marca de agua. En él encontramos la información
necesaria para establecer el vínculo anunciado en la Biblia entre el Gobierno Mundial que
será controlado por el Anticristo y sus secuaces infernales.
Cada una de las páginas del documento está marcada “Top Secret / Majic-Eyes Only” (Ultra-
secreto / majic-sólo para sus ojos). El documento está encabezado “Documento Informativo:
Operación Majestic 12 -preparado para el presidente electo D. Eisenhower: (ojos solamente)-
18 de noviembre, 1952”.
El título de Majestic 12 se debió al hecho de que fue ese el número de personas entre
almirantes, generales y científicos del Gobierno de los Estados Unidos, los que formaron
parte de ese grupo selecto “establecido por una orden especial clasificada del presidente
Truman el 24 de septiembre de 1947”. El documento se refiere a objetos aéreos en forma de
disco, los cuales posteriormente fueron llamados “platillos voladores”. Este último término se
le debe al piloto Kenneth Arnold en un reporte, después de haber visto esos discos voladores
sobre las montañas Cascade en Washington, el 24 de junio de 1947. El avistamiento de
Arnold sucedió escasos 10 días antes que el accidente de Roswell.
El informe continúa: “El 7 de julio de 1947, comenzó una operación secreta con el fin de
recuperar los despojos de este objeto para estudio científico. Durante el proceso de esta
operación, el reconocimiento aéreo descubrió que cuatro pequeños seres con semejanza
humana, habían sido, en algún punto, aparentemente arrojados de la nave, antes que esta
explotara”.
”Con relación a nuestra reciente conversación sobre estos asuntos, queda usted autorizado a
proceder con toda la cautela y celeridad necesaria en su misión. De aquí en adelante, este
asunto estará bajo el código Operación Majestic 12.
”Continúa siendo mi impresión, que cualquier consideración posterior relacionada con las
últimas consideraciones sobre este asunto, deben permanecer solamente en la oficina del
presidente, seguidas de conversaciones apropiadas con usted, el Dr. Bush y el director de la
Oficina Central de Inteligencia”.
Este documento abre la puerta a la posible y casi segura interacción de las agencias
gubernamentales de los Estados Unidos con esos “otros” seres. La película Encuentros
cercanos del tercer tipo de Steven Spielberg puso el dedo en la llaga cuando denunció cómo
funciona el encubrimiento y control de las agencias del gobierno en estos casos. Aunque el
trasfondo de la película presenta a estos seres como extraterrestres, interesados en nuestro
bienestar, ese no es y nunca ha sido el caso. Las evidencias y la acumulación de hechos
encontrados en el “Proyecto Libro Azul” que estudió más de 10 000 casos de avistamientos y
abducciones de ovnis, parecen demostrar que su origen es, de alguna manera, ¡terrestre!
Durante la década de 1950-1960, numerosas “luces voladoras” fueron vistas alrededor del
mundo. El año de 1950, parece ser el punto más sobresaliente de la curva, en donde los
historiadores de ovnis encontraron múltiples señales en diferentes frentes. Durante esta
década y para no dejar rastro de duda, enormes despliegues de “luces voladoras” fueron
vistas y fotografiadas por cientos de personas sobre los cielos nocturnos de Washington D.
C., algunas de las cuales se publicaron en primeras páginas de los diarios locales y alrededor
del mundo.
Los “encuentros cercanos del cuarto tipo”, se refieren al caso de las abducciones, en donde la
víctima fue sometida a experimentos, la mayoría de las veces de tipo sexual, utilizando
extracción seminal, manipulación de ovarios y placentas, embarazos repentinos con la
consiguiente extracción de los fetos y otras monstruosidades, así como marcas o implantes
en la piel, huesos u otros órganos. En los casos referidos como del “cuarto tipo”, las víctimas
parecen presentar un patrón recurrente. En otras palabras, su abducción es sólo la primera
de una serie de encuentros posteriores en donde la persona parece no recordar todo lo que
sucedió y es bajo terapia de hipnosis o de grupos de abducidos (ambas cosas existentes hoy
día en muchos países) que los recuerdos comienzan a aflorar aliviando a las víctimas del
estrés post-traumático de dichas experiencias. Los testimonios parecen concordar en que las
experiencias son recurrentes, comienzan durante la niñez, a los cinco o seis años y se
prolongan hasta la edad adulta de cuarenta o más años.
El Dr. Hyneck publicó en 1977 un libro conocido como Reporte UFO (UFO -Unidentified
Flying Object = ovni, objeto volador no identificado). Infortunadamente, a diferencia de un
valioso material estadístico, no añadió ninguna información nueva a lo que el público ya sabía
o estaba acostumbrado.
En 1981, Budd Hopkins publicó Tiempo perdido (Missing Time). En su libro investigó varios
casos de abducciones y llegó a una extraña conclusión. La mayoría de los avistamientos del
“tercer tipo” envuelven un caso de abducción del “cuarto tipo” en donde la persona no es
completamente consciente, con una especie de memoria sumergida de lo ocurrido. En estos
casos, con la terapia adecuada, los recuerdos regresan ante el horror de las víctimas al
descubrir lo que les sucedió contra su voluntad.
En su segundo libro titulado Intruders (Intrusos), publicado en 1987, Budd Hopkins se enfoca
en el caso de Kathy Davies, una mujer que experimentó abducciones múltiples. Un largo
estudio de 2 años sobre su vida llevó a perturbadoras conclusiones, demostrando cómo una
secuencia de experimentos genéticos estaban teniendo lugar.
Al igual que Kathy, muchas otras mujeres jóvenes demostraron haber sufrido conjuntamente
el síndrome de “tiempo perdido” y el de “bebé perdido”. Estas infortunadas mujeres eran
abducidas y luego aparecían embarazadas después de sus secuestros. Luego, en el lapso de
las primeras semanas hasta los tres meses, sus bebés desaparecían de sus vientres en
forma inexplicable. Con horror, luego descubrían cómo sus fetos eran transportados y
desarrollados artificialmente por alienígenas y transportados a algún lugar desconocido.
Posteriormente y durante las subsiguientes abducciones, sus bebés les eran presentados en
una extraña ceremonia a fin de establecer una especie de vínculo. Los infantes eran
pequeños, de grandes y profundos ojos negros y algunos parecían más humanos que otros.
Kathy narra cómo los alienígenas insistieron en que ella tomara al bebé híbrido en sus brazos
a fin de transmitirle algo de la emoción y el calor humanos a través del tacto, como si ellos
fueran incapaces de comprender o transmitir ese algo tan propio de nuestra especie. La
experiencia de Kathy concuerda con muchas otras de mujeres que han sufrido abducciones
de carácter múltiple.
Estas experiencias demuestran cómo el proceso de hibridación ya debe conformar una fuerza
global con un propósito definido y el cual parece ser, nada más y nada menos que un terrible
ejército del mal, el cual se ha infiltrado entre nosotros en todos los estamentos de la sociedad.
Entonces surge la pregunta ¿quién está detrás de todo esto? La respuesta es simple: Los
nefilim de antaño parecen ser los ejecutores del plan de Satán. Ese eje del mal “raza caída-
espíritus caídos” está empeñado en recuperar el dominio del paraíso perdido y dispuesto a
corromper la creación de Dios con la raza humana, hecha a su propia imagen y semejanza.
En otras palabras, los hibridados son hechos a imagen y semejanza del demonio, utilizando
el disfraz humano.
La Biblia en ninguna parte hace referencia a una invasión de seres de otros planetas o
galaxias, pero sí habla de señales en el cielo y de prodigios en la Tierra que engañarán hasta
a los mismos elegidos. Los ángeles caídos ayudados por los nefilim, esperan el momento de
ser liberados de las profundidades para el gran día. San Pablo nos avisa que nuestra lucha
no es contra la carne y la sangre sino contra los principados y poderes de las tinieblas
(Efesios 6, 1-12). Así como los ángeles buenos se materializan, así los caídos pueden hacer
lo mismo. No todos los espíritus cayeron a la misma profundidad.
Tal como lo he mencionado, los paganos de la Antigüedad creían que los demonios eran sus
aliados y coexistían con ellos sobre la faz del planeta. Los consideraban sus “amigos”,
quienes en ocasiones eran capaces de otorgar a sus “protegidos” favores especiales. Se les
realizaron ofrendas y aunque esos demonios eran vistos como al través de un lente opaco
eran considerados seres reales, normalmente asociados a los espíritus de los atlantes o
antepasados que perecieron durante la gran inundación. Los antiguos estaban convencidos
que esos demonios podían volar y eran vistos ocasionalmente como maravillas naturales,
globos de luz o fieros “escudos voladores”. Estas creencias están arraigadas de alguna
manera en el mundo entero. En el Oriente, el sistema de creencias incluye a estos demonios,
los cuales son vistos como fantasmas ancestrales frustrados. En tiempos más recientes, el
demonio fue adoptando otras formas y se incorporó a las creencias populares plagando de
fábulas, mitos y leyendas, la historia de todos los países de la Tierra.
La parafernalia de vampiros, hombres lobos, trolls, goblins, hombrecitos verdes, hombres con
patas de cabra, hadas, etc., que se encuentran en los bosques de Europa es bien conocida.
Recientemente películas como La momia, Harry Potter y El señor de los anillos, demuestran
la avidez del público por la magia, lo oculto y los demonios de antaño. Con la aparición de los
libros de Julio Verne y H.G. Wells, el demonio volvió a tomar un nuevo disfraz, esta vez más
acorde con la nueva tecnología y los viajes espaciales e interestelares. Con películas como
Alien, Señales, Encuentros cercanos del tercer tipo y Día de la independencia y otras más
explícitas como Estigma, el demonio se puso sus mejores trajes y se preparó un camino en la
aceptación pública para el advenimiento de su plan maestro con la aparición próxima del
Anticristo. Al comienzo del siglo XX comenzamos a ser visitados por vehículos aéreos de
origen desconocido. La imaginación popular imaginó que éramos visitados por seres venidos
de la Luna, Marte, Venus o las lunas de Júpiter. El demonio fue adaptando su estrategia de
acuerdo con el desarrollo de los tiempos. Pero los avistamientos se incrementaron a partir de
la década de los treinta y sufrieron un cambio a partir del accidente de Roswell en 1947. Los
hombrecillos delgados, de brazos largos y cabeza grande con ojos rasgados, negros y
profundos se habían convertido en algo real. El primer paso del demonio para su aparición
como un ser físico había tenido éxito.
En su libro Pasaporte a Magonia publicado en 1969, Jaques Vallee documenta estos hechos
y escribe: “Hemos examinado algunas historias de abducciones e intentos de secuestro por
parte de los ocupantes de platillos voladores. Estos episodios son una parte del total del
fenómeno del problema ovni y no pueden ser resueltos separadamente”. La evidencia
recolectada por Walter Wentz apunta en la misma dirección. Cuando analiza las creencias
populares entre las gentes del oeste de Irlanda. “... a menudo se ven hombres y mujeres
jóvenes que habían desaparecido y niños que habían sido tomados, no solamente es la gente
tomada, sino llevada por medios aéreos a sitios y lugares distantes”; “un hombre que había
sido tomado y a quien yo conozco, de nombre Roderick MacNeil, fue levantado por unos
duendes y depositado a tres millas de donde había sido tomado, a eso de la medianoche”.
Una reunión de intelectuales, que incluyó algunas de las personalidades más selectas en
cada uno de sus campos, fue convocada por MIT (Massachusetts Institute of Technology), a
fin de investigar más a fondo el fenómeno ovni. La conferencia comenzó el día 13 de junio de
1992 y terminó cinco días más tarde. Fue codirigida por dos eminencias, cada una en su
especialidad: el físico de MIT David E. Pritchard y el psiquiatra de la Universidad de Harvard
John E. Mack. Uno de los presentadores fue el Dr. David M. Jacobs, profesor de historia de la
Universidad de Temple. La conferencia fue documentada y sus resultados publicados en
1995 en el libro titulado Encuentros cercanos del cuarto tipo -abducciones alienígenas, Ovnis
y la conferencia de MIT. Su autor fue CDB. Bryan, quien en la introducción escribe: “El punto
central de la abducción alienígena es, de acuerdo con el Dr. Jacobs, con el de recolección de
óvulos y esperma. Él, al igual que su mentor, el conocido artista neoyorquino y una autoridad
en el fenómeno de las abducciones, Budd Hopkins, apoyan la más siniestra explicación para
la presencia alienígena entre nosotros. Ellos, de acuerdo con lo que Hopkins escribió en su
libro, están comprometidos con un permanente estudio genético y la especie humana está
siendo sujeta a un experimento de hibridación”.
El conferencista y también coordinador John E. Mack, quien había previamente escrito una
nota de introducción acerca de Jacobs, dice: “La idea de que hombres, mujeres y niños son
tomados contra su voluntad, de sus casas, carros y escuelas, por humanoides y llevados a
una nave en donde son sometidos a procedimientos amenazantes, es aterradora y al mismo
tiempo destruye todas nuestras nociones de lo que es posible en nuestro universo, siendo
rechazada de antemano o distorsionada por el medio informativo. Todo esto es comprensible
dada la perturbadora naturaleza de las abducciones realizadas por ovnis y nuestra noción
prevaleciente de la realidad; sin embargo, el hecho es que por treinta años y quizás por más
tiempo, miles de individuos que parecen ser sinceros y de mente sana y que no buscan
ningún beneficio personal de sus historias, han estado proveyendo a aquellos que escuchan
informes consistentes de dichos eventos. Encuestas de población sugieren que cientos o
miles y posiblemente más de un millón de personas en los Estados Unidos solamente,
pueden haber sido abducidas o haber experimentado este fenómeno”.
Visto por primera vez, este fenómeno nos muestra algo sucio y definitivamente aterrador. Los
procedimientos y motivos de los alienígenas se apartan de todo lo que consideramos ético y
bueno y obviamente se aparta de las leyes de Dios y de la ley natural. El hecho de que miles
de víctimas sean rutinariamente secuestradas, violadas, desecradas, torturadas y
lascivamente abusadas es simplemente repulsivo.
Los investigadores han demostrado que el primer paso de una abducción es un examen
médico en el que las víctimas son probadas, palpadas y flexadas. Les son tomadas muestras
de tejido sin el beneficio de la anestesia y les son realizados implantes, algunos de ellos
consistentes en la introducción de una pequeña esfera utilizando un tubo delgado el cual
introducen normalmente a través de las fosas nasales. Las víctimas sienten cuando el hueso
se rompe y luego el tubo es retirado y la pequeña esfera dejada dentro. Los procedimientos
son perpetrados por los seres pequeños y delgados, pero algunos más altos parecen dirigir y
estar en control de la operación. Los seres pueden producir emociones incontrolables en la
víctima y logran producir erecciones durante los procesos de fecundación e hibridación. Bryan
continúa escribiendo: “Cuando la lectura de la mente es realizada, o la erección sexual llega a
su pico, el ser más alto comienza una serie de procedimientos ginecológicos destinados a
recolectar e implantar óvulos o procedimientos urológicos para recolectar esperma. Las
mujeres sienten cuando algo es puesto dentro de ellas y entienden cuando les dicen: ÔAhora
estás embarazadaÕ. Al día siguiente descubren que están embarazadas y las pruebas que
realizan dan un resultado positivo. A las pocas semanas y no después de tres meses, son
abducidas nuevamente y sienten cuando el embrión es sacado de su vientre y luego
comprueban cómo ya no están más embarazadas”. El Dr. Jacobs afirma que existe suficiente
evidencia anecdótica para corroborar todo esto.
En su libro Secret Life (Vida secreta), publicado en 1992, el Dr. Jacobs utiliza métodos
académicos para documentar los recuentos de abducciones de ovnis. En la introducción
escribe: “Este libro está basado en el testimonio de unos sesenta individuos con quienes he
explorado más de trescientas experiencias de abducciones, e incluye transcripciones o
relatos de mis entrevistas con más de una veintena de ellos”. En el estudio de estos
fenómenos no es difícil conseguir personas que hayan sufrido alguna experiencia de este tipo
y esté dispuesta a colaborar. Luego escribe: “Una encuesta realizada entre más de 1200
estudiantes de la Universidad de Temple, los cuales contestaron las preguntas de un
formulario escrito, sugiere que un 5,5% de los entrevistados han, potencialmente, sufrido una
experiencia de abducción. Similarmente, un estudio realizado de 275 personas que
contestaron el cuestionario de una revista, el cual buscaba el potencial de abducidos, la
respuesta fue del 6%. Proyectando ese número a la población como un todo, el resultado es
que 15 millones de personas en los Estados Unidos solamente han podido tener experiencias
de abducciones”.
Durante las últimas dos décadas, grupos de consejería terapéutica han sido organizados en
los Estados Unidos para traer alivio y confortar a aquellos que han sufrido estas infortunadas
experiencias. Existen cientos de estos grupos, albergando a miles de abducidos. Los testigos
de Jacobs fueron tomados al azar de estos grupos sin que ninguno se conociera con el otro o
tuvieran tiempo de consultar sus experiencias entre ellos.
A la pregunta ¿qué es lo que quieren los alienígenas? El Dr. Jacobs concluye que: “... quieren
la habilidad que tienen los humanos de recrearse ellos mismos. Quieren óvulos y esperma
humanos. Quieren contacto humano con sus crías. Quieren completo conocimiento de las
áreas de reproducción de la vida humana. También quieren conocimiento de nuestros
procesos fisiológicos no reproductivos. Con lectores de mente y otros procedimientos
mentales, tal vez también quieran completo conocimiento de cómo los humanos funcionamos
en sociedad”.
De acuerdo con las investigaciones del Dr. Jacobs, los alienígenas no están buscando ningún
consejo o asesoría humana, como tampoco les interesa revelar su verdadero origen ni los
motivos que hacen que su trabajo sea constante y con una tenacidad indiscutible en sus
propósitos. Pretenden dar la impresión de pertenecer a otra parte del universo, pero la
evidencia estudiada y acumulada durante años muestra lo contrario. El Dr. Vallee sugiere que
su hogar es la misma Tierra. En este libro yo propongo lo mismo. La evidencia histórica,
bíblica, testimonial, y puramente física parece comprobarlo. Al igual que los ángeles caídos,
estos seres humanoides, nefilim o alienígenas, han encontrado su disfraz perfecto en la
imaginación popular. Aparecen y desaparecen cuando quieren, moviéndose en un medio
físico a voluntad.
Dentro de los confidentes cercanos al Dr. Jacobs, hay uno que brilla por sus antecedentes y
es tenido en alta consideración y respeto en su medio profesional, el Dr. John E. Mack, M. D.,
académico de la Universidad de Harvard y profesor de psiquiatría del Cambridge Hospital
Harvard Medical School. El Dr. Mack es un hombre de credenciales impecables y por esta
razón debemos estar atentos y analizar lo que él publicó en 1994 en un libro con un simple
título: Abducciones, encuentros humanos con alienígenas. Literalmente escribe: “... la Tierra
está sujeta ahora a una extraña amenaza de una fuerza alienígena”. En un estudio de 13 de
sus clientes, afirma que de ellos, “ninguno tuvo experiencias atribuibles a ninguna clase de
enfermedad mental”. Su largo estudio concluye con una descripción de lo que él llama: “El
programa de hibridación”. Luego escribe: “El trabajo pionero de Budd Hopkins y David Jacobs
muestra lo que ha sido ampliamente corroborado en mis propios casos: que un fenómeno de
abducción es de alguna manera central, involucrando un programa de reproducción,
resultante en la creación de un híbrido de alienígena / humano”.
Y continúa escribiendo: “Mi propia impresión es que estamos presenciando algo mucho más
complejo, para ser nombrado como una sorprendente unión de dos especies, diseñada por
una inteligencia que no podemos discernir y que sirve a ambas partes en su propósito, con
dificultades también para cada una. Yo baso mi punto de vista en la evidencia presentada por
los que han sido abducidos”.
Estas palabras son sencillamente aterradoras cuando consideramos que nos vienen de un
hombre con una amplia experiencia y cultura profesional. El conocer que una fuerza global
superior está a punto de tomar control de nuestra “villa global” es suficiente para tomar acción
en varios sentidos, no solamente en el medio científico sino también en el espiritual. Pero si
este es el caso, ¿por qué los alienígenas no simplemente descienden sobre la Casa Blanca y
toman el control en forma sorpresiva? De nuevo el Dr. Mack ofrece la respuesta: “En mi
opinión esta no es la manera como ellos piensan. Es más sutil y su método es invitar,
recordar y permear nuestra cultura de arriba abajo y viceversa, abriendo nuestra conciencia
de tal manera que evite una conclusión diferente de los métodos que tradicionalmente
requerimos. Es una inteligencia que provee suficiente evidencia que algo profundamente
importante está sucediendo, pero que no ofrece la clase de pruebas que satisfacen la manera
racionalista y empírica del conocimiento. Depende de nosotros aceptar la realidad de este
fenómeno y dar un paso adelante, apreciando que vivimos en un universo diferente del que
nos enseñaron a creer”.
En otras palabras, pareciera que el Dr. Mack nos estuviese pidiendo que abandonemos
nuestra fe y nuestras creencias, ¡como si él fuera un vocero de los alienígenas! Entonces ¿en
qué debemos creer? Ya Cristo nos prepara contra esos falsos profetas y nos advierte que
solo Él es el camino, la verdad y la vida. El punto de vista del Dr. Mack es sin duda muy
válido en lo que se refiere a la existencia y realidad de lo que está sucediendo, pero se aparta
en su consejo de las verdaderas enseñanzas del mundo occidental cristiano. Él no asume
ninguna realidad espiritual y su investigación de tipo universal es un cúmulo de información,
como si los alienígenas lo hubiesen preparado en lo que tiene que creer y decir, habiéndose
convertido en una posible víctima de una extraña propaganda: La propaganda de los nefilim y
de Satanás. En su proceso científico, el Dr. Mack ha llegado a aceptar el “programa”
alienígena mucho más que otros investigadores.
En 1998, cuando el Dr. Jacobs complementó sus estudios, publicó un nuevo libro: The threat
(La amenaza). El título de su libro lo dice todo. El Dr. Jacobs está completamente convencido
que los alienígenas son una fuerza obscura dentro de la humanidad. Su trabajo se basa en
más de 300 entrevistas con abducidos. También incluye los resultados del Informe Roper
basándose en cuestionarios realizados por 6000 adultos. Como profesor asociado de historia
de una de las universidades americanas más prestigiosas, su voz tiene mucha influencia. En
sus libros, el Dr. Jacobs maneja una lógica implacable y una gran complejidad, demostrando
su punto de vista. Su perspectiva es secular, académica e intelectual y no espiritual y es aquí
donde el vacío que deja la lectura es aparente, ya que sus conclusiones exigen revisar las
Sagradas Escrituras a fin de completar el panorama.
Muchos de los abducidos concuerdan en sus testimonios que los alienígenas los han
adoctrinado con respuestas tales como: “Todo está listo, será muy, muy pronto”, o
“próximamente no habrá sino un sistema y un objetivo”.
En el medio cristiano occidental, esta terminología es muy familiar y se refiere por supuesto a
la implantación de un gobierno universal.
XVIII. Roswell, 1947.
De acuerdo con los testimonios de las personas vecinas al pueblo de Roswell, desde el 25 de
junio hasta el 2 de julio de 1947, noche en que sucedió el incidente de Roswell, extrañas
luces y objetos se vieron a plena luz del día y también de noche, en el cielo oscuro del
desierto sobre el pueblo y los alrededores de Roswell. Algunas veces parecían confundirse
con los relámpagos de las tormentas de verano sobre el desierto de Nuevo México y otras
simplemente aparecían a intervalos moviéndose a fantásticas velocidades entre 1000 y 3000
millas/hora, lo cual era muy rápido para ese entonces. Los mejores testimonios visuales de
aquellas luces provienen de un dentista, un médico, un electricista, un comandante del
ejército norteamericano, un granjero, un capitán piloto de caza, otros militares, un ferroviario,
una secretaria, un ejecutivo de la Cámara de Comercio de Albuquerque, dos granjeros con
sus esposas y el farmaceuta del pueblo.
No existe completa precisión en cuanto a la fecha del accidente se refiere. Unos testimonios
hablan de una fecha tan temprana como el 2 de julio y otros del 3 e inclusive el 4 de julio.
Esta última fecha fue aprovechada para la famosa película de Steven Spielberg
Independence Day, por coincidir con ese día de la independencia americana. Sin embargo, la
fecha más probable en que tuvo lugar el incidente fue hacia la medianoche, antes del día 3 de
julio de 1947. Dicha fecha fue confirmada por el radar del campo de aterrizaje 509 localizado
en las afueras de Roswell.
La noche del accidente es recordada por todos los testigos como una función especial de la
naturaleza. Una noche extremadamente oscura y solamente iluminada por los rayos de una
violenta tormenta eléctrica de verano, típica de esa época sobre el desierto de Nuevo México.
Tormenta o cadenas de tormentas que se extendían por casi 1000 kilómetros. Los rayos
iluminando las siluetas de los techos del pueblo de Roswell y los borrosos perfiles del
horizonte. En Roswell no había televisión en aquel entonces y las diversiones eran muy
escasas. Uno de los habitantes del pueblo se hallaba sentado en el porche de su casa,
observando el espectáculo que le ofrecían las descargas eléctricas cuando sintió el zumbido
de uno de los objetos al que vio pasar gracias a uno de los rayos que iluminaron el escenario
en ese momento.
Al noroeste de Roswell, en dirección a Corona, en medio de la oscuridad de la noche, una
explosión de luz fue presenciada por varias personas, entre ellos unos campistas que se
hallaban vecinos al lugar y quienes enseguida se movilizaron a prestar ayuda a lo que ellos
supusieron era el accidente de un avión militar. Por otra parte, el radar del pequeño
aeropuerto 509 de Roswell había detectado dos naves y sus impactos sobre el suelo,
distantes 240 km la una de la otra. Las naves se movilizaban a velocidades fantásticas para
aquel entonces (3000 millas/hora).
La segunda guerra mundial había terminado hacía sólo un par de años. El mundo entero aún
tenía muy presente los horrores de la guerra y el espectro de la devastación atómica sobre
Japón había comenzado a conformar una nueva visión de la historia. Con escasos seis años,
aún recuerdo las primeras fotos publicadas de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki y en
mi mente de niño aún están frescas las imágenes de esos inmensos hongos radiactivos. Los
desarrollos conseguidos con la aviación y las nuevas armas y tecnología armamentista
habían obtenido notables logros y la industria y el Gobierno de los Estados Unidos estaban
ávidos de nuevos descubrimientos a fin de mantener viva su poderosa maquinaria industrial.
El sueño americano se estaba preparando a fin de darle un radio, una nevera, un automóvil y
posteriormente una televisión a cada familia. Los sueños de dominación universal por parte
de las dos grandes potencias se comenzaban a perfilar en las amenazas mutuas de guerra
nuclear. Estaba naciendo la guerra fría. El desarrollo industrial había dado campo a la
desconfianza. La paranoia americana había dado inicio a un sistema de espionaje interno en
donde todos eran sospechosos de ser comunistas o de estar espiando a su gobierno,
vendiéndole secretos al enemigo. Los cohetes V2 y el indulto a grandes mentes brillantes
como la de Wernher von Braun quien había trabajado para el gobierno nazi, dejaban entrever
el desarrollo de una nueva fase bélica aún más peligrosa. La sociedad americana había dado
un salto, de llamarse una sociedad eminentemente civil a una militar. El espectro de la guerra
de independencia había sido llevado a la guerra de secesión y de allí a dos guerras
mundiales. Con el desastre de la guerra de Vietnam se dio el primer paso para ver la horrible
máscara de la nueva guerra y el poder y la fragilidad americana al mismo tiempo. Con el
desatre ocasionado por el atentado a las Torres Gemelas se dio el segundo. En el camino
histórico de su lucha por la dominación universal, bajo pretexto de organizar un “nuevo orden”
mundial en donde reinaran la paz, la prosperidad y la justicia, quedaron devastados países,
ciudades y pueblos enteros entre 1945 y hoy día. La conquista del espacio en 1947 era aún
un sueño lejano.
Roswell se halla situado cerca a la base militar de White Sands donde se estaban realizando
los experimentos con los cohetes V2, herencia de la guerra con los alemanes, y a la base de
Alamogordo, desde donde se inició la misión militar que efectuó el bombardeo de Hiroshima.
Estos hechos hicieron pensar a las autoridades que se encontraban frente a un clásico caso
de espionaje de un avión militar ruso que había partido desde Suramérica o de la frontera con
Canadá a fin de lograr fotografías aéreas de sus instalaciones militares ultra-secretas. El
ejército entonces respondió con presteza y envió una misión de reconocimiento con la orden
de mantener todo el asunto bajo estricta vigilancia y el más completo secreto. Nunca
imaginaron lo que iban a encontrar y que el espionaje no estaba siendo realizado por los
rusos sino por un grupo de pequeños tripulantes con sofisticada tecnología y origen
desconocido.
Ese fantasma de la segunda guerra que había preparado soldados autómatas dispuestos a
morir y a matar en lo que los americanos llaman “intereses de seguridad nacional”, fue el que
llevó a un soldado a literalmente asesinar a uno de los testigos más importantes del siglo XX:
uno de los tripulantes de la nave de Roswell. El soldado disparó su M-1 varias veces contra
una pequeña figura humana o humanoide que más semejaba la de un niño, con 1,20 m de
estatura. Obviamente la velocidad del “humanoide” al tratar de escapar del lugar del
accidente no podía ser mayor que la de un soldado adulto. Con esa doctrina de “seguridad
nacional” se cometieron las más grandes atrocidades en Vietnam, muchas de las cuales no
fueron miradas por la justicia. Para citar unos pocos casos, con el mismo principio fue
declarado libre O. J. Simpson, a fin de evitar disturbios entre la comunidad negra, y
asesinadas impunemente más de 6000 personas en la República de Panamá cuando fue
depuesto el dictador Noriega, o masacrados los habitantes de Irak con falsos pretextos a fin
de apoderarse del petróleo de ese país. Del soldado que le disparó al tripulante de Roswell
nunca más se supo nada y su nombre desapareció de los anales de la historia.
Cuando llegó el ejército al lugar del acciente, una de las versiones afirma que la nave había
sido movida con la ayuda de un tractor por el granjero que la encontró, unos pocos metros del
lugar de donde había caído y se hallaba bajo el techo de su granero. Tenía unos diez metros
de diámetro y su interior unos siete metros. El elemento recuperado más importante de la
nave de Roswell fue sin duda la misma nave, sin embargo fragmentos de varias clases y
tamaños se encontraron diseminados en un área de cientos de metros vecinos al impacto.
Los restos fueron cuidadosamente empacados en cajas de madera por el personal militar y
llevados en casi una decena de camiones a la base del Área 51. Algunos civiles lograron
eludir la vigilancia militar en el lugar del accidente, consiguiendo de esta manera sustraer
algunos fragmentos de la nave. El bombero de Roswell fue una de estas personas, logrando
camuflar una pieza parecida a una tela de color rosado y apariencia brillante. Al arrugarla
podía hacer una pequeña bola que cabía en su puño y al soltarla, recuperaba su apariencia
inicial sin mostrar ningún doblez o arruga. Su hija, 45 años después, dio testimonio de esto
por televisión ante más de 1 millón de personas. Este material con memoria molecular, sin
duda recuerda el “auricalco” descrito por Platón en el diálogo del Critias.
La nave de Roswell está dibujada más adelante, basada en los informes de las personas que
la presenciaron. El barón alemán Nicolás von Poppen tomó para el Gobierno americano más
de 5000 fotografías y posteriormente dio una descripción detallada de la misma, la cual
concuerda con el testimonio de otros testigos. La Associated Press y el New York Times
recogieron y publicaron el suceso, antes de que se efectuara el encubrimiento por parte del
Gobierno de los Estados Unidos.
De acuerdo con los informes del teniente Corso, su superior el director de R&D, general
Trudeau, le remitió una serie de elementos a fin de canalizarlos a la industria para su estudio
y desarrollo inmediatos. Los elementos recibidos por el teniente Corso cabían en un
archivador. Omito la descripción de los mismos, la cual es innecesaria, pues sólo corrobora lo
que hoy día es de conocimiento público y describiría elementos que estamos acostumbrados
a ver. Por esta razón prefiero concentrarme en los resultados. De acuerdo con el testimonio
del teniente Corso, los siguientes inventos y patentes se derivaron de los hallazgos de
Roswell:
• Láseres.
• Material conocido como kevlar, utilizado en la fabricación de chalecos antibalas (fibras con
características conocidas como “supertenacidad”).
• Aviones equipados con muchas de las características del “Stealth”; innovaciones de forma,
defensa e invisibilidad por parte de radares enemigos, así como sistemas defensivos y de
ataque.
Es apenas obvio que al interpolar estas tecnologías, muchas otras serán encontradas y
desarrolladas. Es como si una mente superior hubiera planeado todo esto en el momento
preciso de la historia, con una humanidad preparada, dispuesta y capaz de poner en práctica
estos conocimientos, la mayoría de los cuales tienen un impacto directo y magnificador en los
arsenales de la guerra.
La autopsia
No parece concordar la investigación de Berlitz con lo expuesto por el coronel Corso, pues
mientras el primero afirma en su libro que la autopsia realizada a los alienígenas mostraba
características de seres iguales a nosotros, el segundo afirma algo sorprendente, totalmente
diferente a los seres humanos como lo veremos luego. El coronel Philip J. Corso relata lo
leído en los documentos que tuvo en su poder por orden del general Trudeau. Por otra parte,
él mismo cuenta cómo ingresó clandestinamente al hangar de la base donde se guardaron
los cuerpos embalsamados en una especie de gelatina azul, los cuales se encontraban en
unas pequeñas urnas de vidrio, contenidas a su vez en cajas de madera.
Algunos testimonios de testigos oculares afirman que fueron nueve los cuerpos recuperados,
cuatro de los cuales habían sido lanzados fuera de la nave y uno estaba vivo. Otros
testimonios como el del ranchero donde cayó la nave, hablan de seis tripulantes dentro de la
nave y cuatro arrojados fuera de ella. Había algunos de sexo femenino, siendo claramente
visibles las diferencias orgánicas con características similares a las de los seres humanos.
El tamaño de los seres fluctuaba entre los 90 y los 120 cm de altura, siendo sus cabezas muy
grandes para el tamaño del cuerpo. (Berlitz habla de los 60 a los 90 cm de altura). Sus ojos
eran de un negro profundo y muy grandes y desprovistos de pestañas. Algunos dejaban ver
sobre su cabeza algo parecido a una pelusilla. Sus brazos eran muy largos y sus piernas
cortas y delgadas. En cuanto al número de dedos de sus manos hay también discrepancias.
El teniente Corso afirma haber visto seis, mientras que otros testigos afirman que eran
iguales a las nuestras pero más pequeñas con uñas bien cortadas. Otro más, afirma que sólo
tenían cuatro dedos muy largos, unidos entre sí por una especie de tela digital, parecida a la
de los peces que evolucionaron durante el período devónico, antes de que las aletas se
convirtieran en las patas y las manos de los seres que lograron salir a la superficie. El color
de sus pieles era gris, así como el de sus vestimentas, parecido al de algunos peces de piel
lisa como el tiburón o la de algunos mamíferos como los delfines. Su ropa era recogida en las
manos y en los pies y el mismo material de que estaba hecha parecía recubrirlos. Era muy
ajustada al cuerpo y a su vez muy flexible y resistente.
Lo más insólito es que los seres tenían una estructura ósea descrita como huesos livianos y
muy flexibles, más parecidos a un cartílago que a otra cosa. Entonces los médicos asumieron
que se trataba de seres producto de una ingeniería genética con fines específicos. No
estaban equivocados del todo. Aunque el fin primario no era el viajar interestelarmente por
decenas, “miles” o “millones” de años como veremos luego. Las aves y los peces presentan
estas características de liviandad y flexibilidad en su estructura ósea, capaz de resistir
grandes impactos. ¿Por qué los médicos no pensaron en esto?
Una de las grandes sorpresas fue descubrir que los seres no tenían un sistema o tracto
digestivo como el nuestro. No se encontraron ni letrinas, ni sistemas de evacuación o
almacenaje de residuos orgánicos en la nave. Tampoco se encontraron alimentos de ninguna
índole. Al parecer los seres lograban su proceso de eliminación de desperdicios a través de la
piel y la nave tenía un carácter de nave exploradora, la cual estaba adecuada para misiones
“cortas” de espionaje y reconocimiento terrestre, debiendo regresar a una base no distante ya
fuese la misma situada en una órbita geoestacionaria o en algún lugar bajo la superficie. Al
examinar la piel se encontró una especie de capa de grasa fina y uniforme recubriendo el
cuerpo, entonces los médicos asumieron que a esta se debía la supervivencia, sirviendo a su
vez como regulador térmico. La piel y la vestimenta parecían tener algo en común, pues la
vestimenta hecha de fibras elásticas parecida en su resistencia y flexibilidad a las de las
telarañas, se ajustaba perfectamente al cuerpo, permitiendo a su vez una protección contra
los impactos y al organismo eliminar a través de la piel las sustancias tóxicas a su cuerpo.
La descripción del cerebro y otros órganos internos he decidido omitirla por ser incompleta y
muy pobre en el análisis que ha llegado hasta nosotros. La composición del fluido que
cumplía las funciones comparables a la sangre de los seres humanos era de un carácter
distinto y de otro color más claro, más parecida al agua del mar que a la sangre. Esto es
comprensible debido al cambio sufrido por el compuesto fluido al no requerir la cantidad de
glóbulos rojos que nosotros necesitamos para llevar el oxígeno a los tejidos. El compuesto
que los seres respiraban era de una composición distinta al aire que nosotros estamos
acostumbrados. Los tripulantes que lograron escapar de la nave con vida, mostraron signos
de asfixia. El oxígeno parecía envenenarlos u oxidarlos de alguna manera. Es posible que
esos signos de fatiga y asfixia observados por los soldados que intervinieron en la
recuperación de cuerpos y partes se hayan debido también a los impactos de bala sufridos
por los humanoides.
Y hasta aquí lo que cabe decir de Roswell por el momento. Otras descripciones más
detalladas han sido hechas, pero no añaden mayor información a lo ya expuesto. Queda
esperar que el Gobierno norteamericano decida develar la verdad de lo que tiene y lo que
conoce, y tal vez con esto cambie la perspectiva que tiene la humanidad de sí misma aunque
esta expectativa es poco probable.
Ante la ausencia del sol, los seres humanos presentarían con el tiempo una mutación y la piel
se volvería blanca o casi transparente, se les caería el pelo de la cabeza, el cual es otra de
las protecciones ofrecidas por la selección natural contra los rayos ultravioleta, y se
agrandarían los ojos para poder ver mejor en la oscuridad.
Los humanoides de Roswell, como hemos visto, coinciden perfectamente con las dos
descripciones anteriores.
Sin embargo, aquí viene lo más extraordinario de algo que pudo haber ocurrido siendo más
factible que todas las demás historias y teorías hasta ahora leídas o escuchadas por mí y que
completan el rompecabezas de la historia ¿Acaso unos pocos sobrevivieron a la catástrofe y
se hundieron en una especie de gigantesco submarino de piedra, dentro de una gran burbuja
hermética con miles de toneladas de aire en su interior?
Del millón de habitantes con que contaba Poseidonia asumamos que sólo un puñado se
hundió escapando de la muerte. ¿Cuántos? No lo sabemos. Imaginemos que
probabilísticamente 1 entre cada 10 000 sobrevivió atrapado entre las enormes bóvedas de
piedra del puerto principal, en los canales subterráneos, o en las entradas subterráneas y
sótanos del templo de Poseidón. Eso haría que unas 100 personas sobrevivieran entre
hombres, mujeres y niños. Asumamos que de esos 100, 50 eran adultos y 50 eran niños. Si
algo similar sucediera hoy día en Londres o Manhattan, ¿cuál sería la suerte de esos 100
sobrevivientes? Seguramente algunos fueron sacrificados si no podían prestar ningún servicio
y consumían oxígeno y su carne consumida. (Después de un tiempo la electrólisis fue
utilizada y el alga azul-verdosa, abundante en los mares de aquella época fue la gran
productora de oxígeno).
De acuerdo con el relato del coronel Philip J. Corso, cuando el militar que recuperó uno de los
cuerpos de los tripulantes de Roswell que quedaron heridos y fuera de la nave hizo su reporte
de lo que había hecho y visto, al describir la expresión en el rostro del herido dijo: “lo que más
me impresionó de su rostro, fue cuando me miró con una expresión de profunda tristeza”.
En una de las aproximadamente 340 normas para el discernimiento de espíritus dadas a san
Ignacio de Loyola por la Virgen María, nos enseña que uno de los síntomas de si el demonio
ronda o está oprimiendo un alma, es la expresión de “profunda tristeza” que se refleja en el
rostro del que la sufre. El demonio es un ser espiritual, eterna y profundamente triste por
haber perdido a Dios para siempre. La “profunda tristeza” es una clave espiritual y emocional
que no debemos desconocer en ningún caso. Con el tiempo, esa humanidad castigada y
sumergida aprendió a sobrevivir en la oscuridad y tuvo que adaptarse, sufriendo mutaciones
inevitables. Su tórax, al contrario del “hombre de Bolivia”, se hizo más angosto, debido a tener
que respirar en un ambiente húmedo, en donde la presión es más alta y la mezcla de oxígeno
en proporciones diferentes a las encontradas en la superficie. Su piel se volvió blanca, y
suave, casi transparente por la falta de sol, perdió el pelo. Su boca pequeña debido al cambio
de dieta y al hecho de comunicar sus pensamientos y emociones utilizando microchips
implantados en el cerebro. Sus ojos se hicieron grandes para ver mejor en la oscuridad o en
ambientes con luz artificial; perdieron sus orejas por ser innecesarias al hábitat en que viven,
siendo reemplazadas por pequeños orificios; su cuerpo más pequeño debido al cambio de
presión, a la dieta y a la cantidad de oxígeno que necesitó para sobrevivir. Sus brazos largos
y sus piernas cortas y delgadas por no tener que recorrer grandes distancias. Los dedos de
su mano largos y afilados, habiendo desarrollado el índice y el anular y (por efectos de la
humedad) con una especie de entretela digital entre los mismos.
Y ahora pregunto: ¿No es más factible todo esto, que aceptar la absurda teoría de
extraterrestres que vienen viajando millones de años para llegar a este pequeño planeta
azul?
La secuencia del Experimento Filadelfia con la fragata de guerra conocida como U S Eldridge
173, que literalmente desapareció ante los ojos incrédulos de los observadores navales
localizados a una prudente distancia, tuvo resultados desconcertantes. En pocas palabras:
dos enormes generadores eléctricos fueron colocados sobre la cubierta en lugar de la torre y
puestos a trabajar en sentido inverso (tal vez accidentalmente sobre un polo magnético). Acto
seguido, a los marineros se les ordenó caminar en ambos sentidos atravesando el fuerte
campo magnético, con las consecuencias descritas más adelante en el relato de Carlos
Miguel Allende.
Existen numerosos testimonios de cerca de cincuenta personas involucradas directa o
indirectamente en los hechos que tuvieron lugar hace 60 años. Ante el extraño y
desconcertante resultado obtenido, el cual podría considerarse como un fracaso en cuanto a
los objetivos perseguidos inicialmente, la marina americana trató de encubrir lo sucedido. Nos
preparan para uno de los saltos más grandes de la historia ante un mundo que
sospechábamos que existía pero al que no teníamos acceso.
En el año de 1950, Carlos Miguel Allende (su nombre real era Carl Meredith Allen), aseguró
haber sido uno de los testigos en 1943 de una serie de experimentos con fuertes campos
electromagnéticos en el mar. (Los cuales probaron la “teoría dieléctrica”). Dicha teoría,
descrita en las palabras más simples posibles, propone que dadas ciertas circunstancias de
fuertes campos electromagnéticos generados en sentido inverso, uno frente al otro, y estando
sobre la superficie del agua, se obtiene una ionización del aire pudiéndose refractar la luz
reflejada, creando una virtual invisibilidad del objeto sobre la superficie. En otras palabras, la
luz reflejada de un objeto podría ser refractada (o curvada) de tal manera que el objeto se
haría virtualmente transparente o invisible, algo similar a un espejismo sobre una carretera
caliente por el sol del desierto o sobre las arenas del mismo.
Dicho experimento pudo lograrse en pequeña escala sobre una mesa utilizando una película
de refracción. Los experimentos tuvieron como actor principal a la fragata US Eldridge 173, y
su objetivo principal era el poder ocultar a los barcos e impedirles ser detectados por un
radar. La fragata durante el experimento desapareció para luego aparecer a millas de allí en
Norfolk, Virginia. Una vez allí volvió a desaparecer y aparecer en su base en Filadelfia. A esto
se debe el nombre con que se conoce el experimento. Para el lector interesado, existe un
libro de Charles Berlitz y William Moore titulado El experimento Filadelfia con excelente
información detallada sobre este tópico.
Allende se hallaba por aquella época prestando servicio como marinero a bordo del SS
Furuseth cuando tuvo lugar el más asombroso de los acontecimientos por él presenciados
hasta entonces. Durante una de las pruebas, algo le salió mal a la marina, estando fuera de
su control y algunos de los hombres “ardieron en llamas, se enloquecieron o desaparecieron
hasta la cintura, como si hubieran sido incrustados sobre la cubierta del barco. Otros
aparecían y desaparecían de Ôesta realidadÕ (dimensión) y sus manos era lo único que
permanecía visible de sus cuerpos...”
Allende escribió posteriormente una serie de extrañas cartas al científico y escritor Morris K.
Jessup, un investigador serio de la época interesado en el fenómeno UFO (ovni), quien había
escrito un libro al respecto en el cual analizaba la teoría de la propulsión utilizada por los
ovnis y se refería al manejo controlado de fuertes campos electromagnéticos capaces de
contrarrestar la gravedad, permitiendo el desplazamiento de objetos físicos (naves) a gran
velocidad. Allende, por otra parte, estaba convencido que la misma tecnología era utilizada
por los ovnis y al descubrir que Jessup había sido llamado para experimentar en ese campo,
Allende entró en pánico y de allí resultó su esfuerzo en comunicarse con el científico. Jessup
comenzó a sentirse muy enfermo y murió asesinado posteriormente con monóxido de
carbono en su propio vehículo habiéndosele negado a sus familiares e interesados el derecho
a una autopsia. Allende desapareció misteriosamente para no correr el mismo fin. Otras
fuentes afirman que también murió asesinado en un encubrimiento del Gobierno
norteamericano.
Las apariciones y desapariciones de la fragata, la cual pudo ser vista en diferentes lugares,
distantes el uno del otro en cortos períodos hace pensar en una especie de “memoria
magnética terrestre” relacionada con los sitios vinculados a los recorridos usuales de la nave.
Algo similar a la grabación de una película de la luz reflejada por un objeto que pasó por ese
sitio pero que ya no está allí. Si existe una relación entre la memoria de los tripulantes y el
hecho, que la nave fuera vista en su base de Filadelfia después de haber sido vista casi
simultáneamente en Norfolk, Virginia, no lo sabemos, pero si la memoria humana está
almacenada de alguna manera en una serie de combinaciones de las neuronas del cerebro,
estas neuronas tienen una estructura física que podría haber sido aprovechada en el proceso
de recomposición lumínica, basándose en un fenómeno electromagnético.
El hecho de que parte de los cuerpos de los marineros se hubieran recompuesto como
fusionados a la cubierta de la fragata, hace pensar que ciertos detalles escaparon a esa
“memoria magnética terrestre” en la formación correcta de las nuevas imágenes o cuerpos. El
fenómeno físico electromagnético no distinguió entre materia orgánica e inorgánica. Por otra
parte, el hecho que algunos cuerpos ardieran en llamas hace pensar también en un
fenómeno calórico vinculado al efecto eléctrico, en el cual los cuerpos actuaron como
condensadores o receptores de una descarga de alto voltaje, al igual que sucede con el
impacto sobre un cuerpo de un rayo muy potente.
Al ver recientemente los programas de Discovery Channel sobre la fauna marina del fondo
del mar, no pude menos que maravillarme al ver cómo en las profundidades de los riscos del
Atlántico medio, cerca al sitio donde pudo haber estado la Atlántida, existen unas especies de
gusanos y camarones tranparentes por falta de Sol, los cuales soportan altísimas
temperaturas a punto de ebullición y gases venenosos para el hombre, nutriéndose de
bacterias y microorganismos que viven en ese medio. Eso demuestra que el poder de
adaptación de las especies es casi ilimitado. Dadas las condiciones mínimas que se
requieren para sobrevivir, la especie se aferra con todas sus fuerzas a la vida. Por otra parte,
entre los casos de animales que han desarrollado un gran cerebro, enormes ojos y están
considerados entre los más inteligentes del mar, se encuentran los pulpos, los calamares y
los camarones.
Los atlantes o nefilim, esos hombres que otrora fueran la raza de gigantes y que fueron vistos
como semidioses (“hijos de Dios” Génesis, 6) por los demás pueblos de la Tierra, se
convirtieron en la raza caída y sumergida en las profundidades del abismo (océano), algunos
de los cuales, al lograr sobrevivir en sus enormes pasadizos de construcción hermética, se
adaptaron, convirtiéndose en los abominables pigmeos que, desde entonces, comparten
nuestro planeta. Su escape ocasional de las profundidades se logró inicialmente utilizando la
teoría del laberinto o sistema de exclusas y una tecnología posiblemente basada en los
cristales, el auricalco, la electricidad y el electromagnetismo. Con sus horrorosos
experimentos genéticos, han pretendido en un largo proceso, volver a integrarse con los
habitantes de la superficie y conquistar de nuevo la Tierra. Hoy día parecen utilizar un medio
más sofisticado para penetrar a sus escondites subterráneos o a otra dimensión paralela,
utilizando la “puerta electromagnética” del “Triángulo de las Bermudas” en las cercanías a la
isla de Bímini, en otros lugares equidistantes alrededor del ecuador y en las antípodas del
“Triángulo de las Bermudas” o “triángulo del diablo”.
Llegamos entonces a desvelar en este libro, con argumentos y verdad suficiente, el secreto
de los nefilim y sus oscuros propósitos para el momento presente. Ellos, con conocimientos
superiores a los nuestros en el campo tecnológico y astronómico y conocedores de las
catástrofes cósmicas y tecnológicas que se ciernen como una espada de Damocles sobre la
Tierra, están trabajando desde hace años entre nosotros con gran furor sabiendo que
cuentan con poco tiempo.
XIX. Sinopsis.
• Conocemos que la Atlántida se hundió “en un día, en una noche fatal...”, o sea, no se hundió
de repente sino en un proceso que fluctuó (como máximo) entre las 24 y las 36 horas. Del
millón de habitantes de Poseidonia, unos pocos lograron escapar en barcos, otros perecieron
por la explosión del gran volcán descrito por Platón, muriendo asfixiados por la ceniza o
quemados por la lava y la nube piroclástica resultante y otros más murieron por causa de los
terremotos que sobrevinieron y que pudimos estudiar en los petroglifos de la isla del Hierro.
• Ahora bien, de acuerdo con los Diálogos de Platón y con la reconstrucción gráfica de los
mismos hecha por el Sr. Stahel, hemos visto cómo 1/3 de Poseidonia era subterránea y
hemos también comparado a Poseidonia con la isla de Manhattan, siendo a su vez esta 1/3
de la misma. También hemos visto cómo la dársena del puerto principal podía albergar 130
barcos que contenían enormes cantidades de alimentos de supervivencia, entre otras cosas:
granos, sal, vino y miel.
• Asimismo hemos anotado cómo todos los astronautas han visto ovnis en sus viajes al
espacio e inclusive existen testimonios de los mismos que afirman haber visto y fotografiado
ruinas de construcciones, pirámides y otras estructuras sobre la superficie de la Luna, hechos
los cuales han sido silenciados por el Gobierno de los Estados Unidos. Dos presidentes
norteamericanos han conocido la nave de Roswell y han visitado el hangar donde se guardan
más de 30 cuerpos recuperados en diferentes accidentes. Son ellos D. Eisenhower y Jimmy
Carter. Muchos senadores, bajo juramento de no revelar lo visto, han tenido también acceso
a estas piezas, naves y cuerpos recuperados.
• Hemos entendido las propiedades del “auricalco” en la construcción de objetos con memoria
molecular. Por otra parte, la avanzada tecnología atlante que les permitía fundir el platino
hace suponer que conocían la electricidad (como lo demuestran los altorrelieves egipcios,
entre otras cosas) y la electrólisis, pudiendo producir agua potable y oxígeno.
• También llegamos a la conclusión que la Atlántida no es otra cosa que el paraíso terrenal, el
jardín de las hespérides, descrito en la mitología griega y perdido para siempre en las
profundidades del mar. Es desde allí, antes del hundimiento, que los Nefilims o “hijos de Dios”
salieron a conquistar la Tierra y tomaron a las hijas de los hombres de los pueblos
conquistados. Esto concuerda con la Biblia (Génesis 6) y con la somera descripción de los
nefilim y sus descendientes y después de un detallado análisis, hemos podido ver cómo los
mismos no son otra cosa que los atlantes que habitaron la isla-continente y a Poseidonia.
• Hemos leído un corto pedazo de las crónicas de Abideno, historiador de Babilonia que
afirma que “son tan antiguos los babilonios que han reinado 19 saris (o dinastías). Pero lo
más extraño y peculiar del recuento es la referencia que hace a unos seres extraños que al
comienzo de su civilización, salían durante el día del fondo del mar y les enseñaron las artes
de la escritura y de la cerámica, regresando de noche a sus naves para internarse en las
profundidades del océano. Existen pinturas rupestres en Cape York en Australia y esculturas
de hombres babilonios, que dan testimonio de seres con extraños cráneos y grandes ojos
vistos por ellos y que de alguna manera los influenciaron. Al igual que el “astronauta de
Pakal”, estos son testimonios que nos llegaron desde la Antigüedad.
• Hemos meditado sobre la factibilidad de que naves espaciales de otros mundos nos visiten
y hemos llegado a la conclusión que es menos que probable que lo hagan y que cualquier
avistamiento tiene su origen en la Tierra. Somos conscientes que los múltiples avistamientos
de naves no convencionales, no identificadas o desconocidas tienen una presencia muy
frecuente entre nosotros (con más de 10 000 casos documentados desde que se inició el
proyecto Blue Book y que sus tripulantes han raptado personas, mutilado ganado, y
perpetrado experimentos sexuales y de toda índole con sus víctimas, utilizando instrumentos
nunca vistos).
• Hemos analizado con detenimiento el relato de Roswell y el testimonio del teniente coronel
retirado Philip J. Corso, el hombre de confianza del general Trudeau para el asunto ultra-
secreto más importante y mejor guardado de los Estados Unidos y de su carrera: la
investigación de todo lo concerniente a lo encontrado en el accidente de Roswell. Sabemos
que la nave y los cuerpos recuperados son entes físicos, con características humanas. La
nave está hecha de una aleación desconocida con indicaciones de una producción seriada,
utilizando símbolos de alguna manera familiares a los encontrados en los alfabetos humanos
y a los petroglifos de la isla del Hierro. Todos los testimonios coinciden en que el material de
la nave de Roswell y algunos fragmentos recuperados por civiles, eran ultralivianos,
indestructibles y con memoria molecular. Nada de lo relatado son simples impresiones
holográficas o energéticas del “tercer tipo”.
• Algunas veces los tripulantes dejan extrañas marcas o códigos implantados en la piel, en las
manos, en el cuello o en el cerebro. Hemos visto esas marcas y la cédula con el nombre y
marca de Hummo (¿qué certifica a su portador como engendro de hombre y humanoide?),
que se asemeja a la del símbolo Shu y también se encuentra en la parte inferior de una nave,
en un avistamiento, dando una pista clara de la relación de la cultura atlante (o cultura de
Orión) con los nefilim de hoy día.
• El físico Bob Lazar en un vídeo el “Testimonio de Roswell”, afirma haber formado parte de
un equipo del Gobierno de los Estados Unidos que realizó una serie de experimentos de
retro-ingeniería de una nave, según él, “interestelar”. Nótese aquí este último término
utilizado, ya que cuando las personas no entienden el origen de las naves las llaman
interestelares y no terrestres o intraterrestres con capacidad de vuelos interestelares. Hay
una gran diferencia. El término interestelar supone tripulaciones foráneas a la Tierra, los otros
no. Según el reporte de Lazar, había 9 tripulantes en el interior de la nave de Roswell, los
cuales, junto con el objeto y los despojos dejados por el impacto, fueron trasladados a una
instalación militar ultra-secreta de los Estados Unidos, conocida como S4, contigua a lo que
se conoce como el Área 51 en la región de un lago, en el área central del estado de Nevada.
En su libro El incidente, Charles Berlitz afirma que los restos de la nave y los cuerpos de los
tripulantes fueron trasladados inicialmente al cuartel general de la CIA en Langley, Virginia.
El término retro-ingeniería es usado por los científicos para designar el proceso de desarmar
y analizar una tecnología existente, para detectar cómo fue creada. De acuerdo con el
informe, Lazar se centró en el estudio del reactor de la nave y descubrió que tenía “¡un
sistema de propulsión de un elemento estable que se encuentra en la Tierra! El reactor
genera ondas gravitatorias, las cuales modifican el Ôcontinuo espacio-tiempoÕ, permitiéndole
a la nave atravesar grandes distancias en un corto lapso, utilizando o degradando una
combinación de antimateria, la cual a medida que se descompone o transmuta permite una
conversión de energía del 100%”. Para el lego en estos asuntos, bástele saber que el término
“antimateria” no es otra cosa que “materia no visible”. Existe todo un zoológico, por llamarlo
así, de estas partículas: gravitinos, fotinos, gluinos, neutrinos, protinos, etc. Lo más
sorprendente es que la antimateria es bastante abundante y está diseminada ocupando un
10% del espacio del universo. En otras palabras, el espacio no es tan vacío como parece.
• Hemos analizado los petroglifos de la isla del Hierro y visto cómo muchos de los símbolos
que componían un lenguaje prebabélico han llegado hasta hoy como parte de la alquimia, los
alfabetos u otras disciplinas. Algunos de esos símbolos y de ese alfabeto o lenguaje
ideogramático fue descrito por las personas que lograron penetrar en el interior de la nave de
Roswell y contaron cómo en las consolas de mando y en las paredes e impresos sobre un
especie de “pergamino” hecho de algo que parecía un plástico muy delgado, había escritos
unos caracteres rojizos que “parecían chinos, pero no era chino, parecían griegos pero no era
griego, parecían rusos pero tampoco era ruso...”. Otra descripción los asemejaba a
jeroglíficos egipcios sin animales” y otra más a caracteres japoneses.
• Hemos también visto cómo el hombre se adapta a cualquier hábitat, desde el Polo Norte y la
Antártida hasta las candentes arenas y los desiertos del África. Desde las cumbres del
Himalaya hasta aquellas de los Andes.
• Analizamos la teoría del laberinto que no es otra cosa que un sistema de esclusas, que nos
explica cómo los atlantes o nefilim pudieron escapar de su encierro y salir a la superficie
desde hace miles de años. Sin embargo, sus cuerpos y su sistema pulmonar y metabólico ya
se habían adaptado a las profundidades del mar, habiendo encontrado un nicho biológico
estable y seguro donde no eran molestados por las guerras o enfermedades sufridas por los
humanos de la superficie. Es importante mencionar que en el fondo del mar existen enormes
cantidades de minerales -platino, oro, titanio y manganeso- que bien han podido utilizarse en
la construcción de naves y otros instrumentos. Esos minerales se encuentran en los
conocidos “nódulos”, de tamaño similar al de una pelota de tenis y cubren enormes
superficies del fondo marino.
• Hemos mencionado varios descubrimientos: microchips, cohetes, rayos láser, aviones como
el “stealth”, chalecos antibalas, instrumentos de visión nocturna, etc., derivados de la
tecnología de Roswell, y cómo el desarrollo tecnológico del siglo XX, basado en circuitos
integrados, fue posible gracias a las piezas recobradas del accidente.
• Hemos leído algunas nociones sobre la estratosfera, la estegosfera y la capa de granito que
envuelve la Tierra. El experimento HAARP, sus logros escudriñando el interior de la Tierra y
algunas de sus terribles consecuencias.
• Conocemos con certeza la existencia del “Área 51” y que allí se guardaron algunos de los
cuerpos de los tripulantes, así como la nave y cientos de objetos y fragmentos que componen
el secreto de Roswell o de los “Nefilims”. Hoy día esos cuerpos y fragmentos se hallan en
diferentes bases y laboratorios norteamericanos; los estudios sobre los mismos continúan. Es
posible que ni el mismo Gobierno de los Estados Unidos conozca a fondo el origen de los
humanoides y si lo conoce lo haya mantenido como su secreto mejor guardado desde la
segunda guerra mundial para evitar el pánico interno y del resto del mundo.
• Estudiamos a los Anunaki y a los Nibiru en la cultura sumeria, los encuentros del “tercero y
cuarto tipo” en el siglo XX, la conferencia del MIT, así como varias encuestas y libros de
médicos y científicos serios sobre el tema de los ovnis y sus tripulantes.
- John Ankerberg, en su libro La realidad sobre los ovnis y otros fenómenos sobrenaturales,
pág.10: “El fenómeno ovni, simplemente no se comporta como si fueran visitantes
extraterrestres. Más bien se adapta para encajar en una determinada cultura”.
- Dr. Jacques Vallee, en su libro Mensajeros de la decepción, pág. 20: “Los seres humanos
están bajo el control de una extraña fuerza que los doblega de manera absurda, obligándolos
a participar en una insólita maniobra de decepción”.
- Brad Steiger, citado en “Archivos desclasificados del Libro Azul, reporte de ovnis en el
Canadá”, vol. 4, No. 4, 1977, pág 20: “Estamos enfrentando un fenómeno parafísico
multimensional, el cual es nativo del planeta Tierra”.
- Terence McKenna, tomado de una de sus conferencias: “Somos parte de una relación
simbiótica con algo que se disfraza asimismo como una invasión extraterrestre para no
alarmarnos”.
- Arthur C. Clarke, en el New York Times Book Review, 27/07/75: “Una teoría que no puede
seguirse tomando en serio es que los ovnis son naves interestelares”.
- Gordon Creighton, Informe de Normas Oficiales, 1992, reporte sobre platillos voladores: “No
existe aún ninguna prueba sobre que estas naves o seres provengan del espacio”.
- Lynn E. Catoe, en Ovnis y temas relacionados: USGPO, 1969, preparado bajo el auspicio
de AFOSR, orden del proyecto 67-0002 y 68-0003: “Una gran parte de literatura sobre ovnis
está vinculada con el misticismo y la metafísica. Maneja temas como telepatía mental,
escritura automática y seres invisibles, así como fenómenos de manifestación fantasmal y
ÔposesiónÕ. Muchos, no todos los informes de ovnis publicados por la prensa hoy en día, se
asemejan más a una posesión demoníaca y a fenómenos psíquicos”.
- Even Whitley, en Grandes citas sobre el engaño ovni: “... Los alienígenas son demonios...”.
En relación con este último comentario de Whitley conozco una extraña historia que abre otra
puerta y conecta el interior de la Tierra a una dimensión paralela, vinculando de alguna forma
el fenómeno de la vida subterránea con la vida después de la vida.
- Los nefilim o “hijos de Dios” (en hebreo “los caídos”) fueron los causantes directos de su
propia desaparición de la superficie de la tierra, debido a una utilización equivocada de su
tecnología, produciendo una gran catástrofe que prácticamente los eliminó como raza
antediluviana escogida o privilegiada. Esa catástrofe, según el relato de Platón, fue una
consecuencia de su perversión moral. Esos nefilim, como hemos podido analizar, subsistieron
en un nicho biológico submarino o subterráneo, del cual, con el tiempo, lograron escapar y
tener contacto con la superficie o colonizar puntos estratégicos de nuestro propio sistema
solar.
- Los nefilim fueron los habitantes iniciales del paraíso terrenal descrito en el Génesis. Otra
posibilidad es que hubiesen sido los descendientes directos, o la creación producto de la
manipulación genética de los Nibiru, habitantes del décimo planeta, narrado en la mitología
sumeria y descrito en la Estela de Naramsin y en el sello del siglo iii.
- Los cientos de avistamientos de ovnis y seres extraños, registrados en las últimas décadas
(ver páginas 460 y 461), no dejan lugar a dudas que otra civilización diferente a la nuestra y
proveniente de nuestro propio planeta o establecida en algunos otros lugares de nuestro
sistema solar, está influyendo y manipulándonos de una manera inteligente, que sirve a sus
propios fines. Hemos descartado la colonización alienígena proveniente del espacio
interestelar, pues las evidencias recolectadas durante más de cincuenta años por los
radiotelescopios y las enormes distancias medidas en millones de años para llegar del
sistema más próximo hasta la Tierra, así lo demuestran.
- Los antiquísimos recuerdos fragmentados que hemos analizado alrededor del globo
demuestran que hubo “otra humanidad” como lo menciona Brad Steiger. Las huellas
entremezcladas de hombres y dinosaurios en el lecho del río Paluski y cientos de pruebas
erráticas, algunas vistas en este libro, así lo demuestran. Los textos védicos que hablan de la
gran guerra de los hindúes, algunos los colocan con más de 6000 años y otros con más de 30
000 años de antigüedad. Los estudios geológicos demuestran la existencia del
supercontinente de la Pangea, Gondwana, Mu o Lemuria, hace millones de años y cuyos
fragmentos o pistas geológicas aún aparecen diseminados alrededor del globo en lugares tan
distantes el uno del otro como la India o Suramérica. Esa otra humanidad desapareció
después de la catástrofe del hundimiento de la Atlántida y la mayoría de sus vestigios fueron
sepultados por la lava, la gravilla, el polvo, los terremotos o triturados por el peso de enormes
glaciales y arrastrados por las corrientes durante la época del deshielo al fondo del mar. Esa
otra humanidad de alguna manera está vigente y su conexión ha llegado hasta nosotros.
- Hemos visto como los cuerpos celestes nos afectan. Poco antes de enviar este libro a la
imprenta, a comienzos de diciembre de 2003, el Noticiero CNN anunció una noticia
escalofriante: un asteroide gigantesco, similar en tamaño al que creó el golfo de México y
causó la extinción de los dinosaurios, de las amonitas y de casi toda la vida sobre el planeta,
se halla en curso de colisión con la Tierra y su llegada se espera para el año 2014. Si
tomamos en cuenta el desfase de cuatro años entre el calendario juliano y el gregoriano,
entonces su llegada sería para el año 2010. Esto coincidiría como una de las fechas factibles
anunciadas por el código bíblico explicado en el famoso best seller de Michael Drosnin.
La Conexión Atlante
La vidente católica del siglo XIX Catalina Emerick, a quien el mismo escritor Brentano
acompañara al pie de su lecho durante cuatro años y a quien se debe su biografía, afirmaba
que en la Luna había vida. Si se refería a un puesto de avanzada de una colonia llegada de
Marte o de la Tierra, no lo especifica. Por otra parte, en Marte, en la región de Cydonia,
puede apreciarse una extraña formación o estructura conocida como “la Fortaleza” y puede
ser esta la que está conectada con el Anticristo y la época apocalíptica y a lo que se refiere
crípticamente el profeta Daniel en el 11, 38-39 cuando afirma: “...Venerará en su lugar (el
Anticristo), al dios de las fortalezas, dios que no conocieron sus padres. Lo honrará con oro y
plata y piedras preciosas y con joyas. Con ese dios extraño (¿alienígena?) atacará los
baluartes de las fortalezas...” Más adelante afirma que esa será la época de la “batalla en el
cielo”, en donde se alzará Miguel, defensor del pueblo del verdadero Dios y será el comienzo
de la “Gran Tribulación” predicha en otras partes del Evangelio.
Una de las geometrías estructurales más exóticas y llamativas de los ovnis ha sido la que
conocemos como piramidal. Con el conocimiento que se tiene hoy día sobre las extrañas
formas piramidales en el planeta Marte, nos es fácil vincular el tamaño y las formas
observadas en la Tierra y vincularlas con las descubiertas en ese planeta (véase las fotos
mostradas en el Problema de Marte).
Durante 1967 hubo mucho revuelo en España causado por el avistamiento de un gran objeto
piramidal que se desplazó a gran altura. La primera reacción de las autoridades fue culpar a
los globos meteorológicos por semejante escándalo, sin embargo, la fotografía captada por
un sacerdote de nombre Antono Felices y los posteriores avistamientos sobre las islas de
Vieques y Culebra vecinas a Puerto Rico comenzaron a vincular estos objetos entre sí. Los
misteriosos objetos captados sobre las costas del Perú, todos ellos de forma piramidal, así
como las posteriores fotografías captadas por los americanos y los rusos de gigantescas
formas piramidales, algunas alineadas sobre la superficie de Marte, parecen vincular estos
objetos a una especie de enormes “naves madre” utilizadas para la colonización de ambos
planetas.
En 1969, a cientos de kilómetros, al este de la isla de Puerto Rico, sobre las islas de Vieques
y Culebra, tuvo lugar un incidente captado por los medios periodísticos, cuando una mañana,
los radares detectaron una señal sobrevolando a gran altura.
De inmediato despachó un avión T-33 el cual no pudo llegar hasta el objeto. El avión
interceptor piloteado por el oficial Fredd Brown, pudo ascender hasta unos 60 000 pies de
altura, pero el objeto había ascendido a unos 90 000 pies de altura. Las autoridades federales
confiscaron posteriormente el material fotográfico tomado por la cámara del avión del oficial,
sin embargo ya era tarde. Una de las fotografías publicadas por los medios daba un
asombroso testimonio de ese inmenso objeto piramidal.
En 1969, Puerto Rico contaba una fuerte presencia militar, producto de la guerra fría. La base
Ramey, en la costa oeste, albergaba una poderosa fuerza destructora de aviones B-52,
equipados con cargas nucleares y una de las pistas de aterrizaje más grandes del mundo. Al
Este, las islas de Vieques y Culebra eran utilizadas para prácticas de tiro con “balas vivas”y
bombardeos militares. San Juan era frecuentemente visitado por buques de guerra y
submarinos nucleares que visitaban la base naval, mientras que decenas de bases militares y
de inteligencia estaban esparcidas por toda la isla. ¡Los expertos que analizaron la foto a
continuación, concluyeron que se trataba de un objeto que sobrepasaba los 5000 pies de
longitud!
Vieques es una isla vecina a Puerto Rico de 21 millas de largo por 4 millas de ancho. El
periodista Jorge Martín en su libro Vieques: Polígono del tercer tipo, se ha dedicado a
exponer lo que él considera como la primera nación “extraterrestre” en las vecindades y fondo
marino a dicha isla y su denuncia se ha cristalizado en un extenso libro sobre el tema. Cito a
continuación algunos apartes de gran interés:
En la actualidad, según la Marina de los EE. UU., Vieques es “...una región fronteriza de gran
valor estratégico”. Extremos opuestos de la isla (dos terceras partes de su territorio) están
actualmente ocupados por la Marina de los Estados Unidos, lo que deja a la población civil
apiñada en el centro.
Los residentes locales se encuentran a la merced de las bombas perdidas producto de los
numerosos ejercicios de tiro al blanco efectuados en las áreas militares, que constituyen
campos de prueba de lanzamiento y bombardeo de aire a tierra utilizados para el
entrenamiento de la aviación naval. Uno de estos sitios con el nombre de “Bullseye Target
Two” (Blanco de práctica número dos) está diseñado para la práctica de bombardeo nuclear.
El Campo de Armas de la Flota del Atlántico, compuesto por la Base Naval Roosevelt Roads,
Vieques, y hasta 1980, la vecina isla de Culebra, la cual está localizada un poco al noreste de
Vieques y forma parte también del archipiélago de Puerto Rico, es uno de los lugares de
pruebas navales y de experimentación de nuevas armas más activos en el mundo, ya que es
utilizado conjuntamente por las marinas de guerra de los países aliados de los EE. UU.
Piezas significativas del armamento naval han sido probadas en esta área, entre ellas se
encuentran los misiles aire a tierra Walleye, Bulldog y Bullup, junto a un número de
proyectiles aire a aire, incluyendo armas muy peligrosas a las cuales nos referimos en el
próximo capítulo. El bombardeo de apoyo para las fuerzas en los desembarcos anfibios se
prueba también en las playas de la isla para alegadamente desarrollar las destrezas tanto de
los equipos de control de fuego como también de los que están a cargo de los cañones y
armas.
La actividad de bombardeo desde los buques navales (más intensa durante los meses de la
primavera) hasta recientemente, tenía un promedio de 140 ejercicios con dos docenas de
barcos como participantes en estos, mientras que los bombardeos de los barcos a la orilla se
producían unos cien días al año. Los bombardeos aéreos varían en sus fechas y su duración.
Al día de hoy, Vieques, el único punto del archipiélago puertorriqueño visitado por el libertador
suramericano Simón Bolívar en 1816, es la única zona habitada del mundo donde fuerzas
militares usan balas vivas para prácticas de bombardeo y la experimentación de nuevas
armas. Estas prácticas, efectuadas ya por 60 años, y la presencia de fuerzas militares en la
zona, han resultado en el deterioro ambiental, cultural y espiritual de la comunidad viequense
y en la muerte, directa e indirecta, de varios residentes de Vieques, incluyendo niños, y
recientemente han cobrado la vida de otro puertorriqueño víctima de una bomba errante, el
civil guardián de vigilancia David Sanés. Hace poco condenaron a seis meses de prisión al
pescador Carlos Zenón y a su hijo Yabureibo, por transgredir la zona del campo de tiro, algo
que generalmente se sanciona con una reprimenda o una multa de tan solo 25,00 dólares.
Pero toda esta actividad militar en la isla ha estado acompañada de innumerables incidentes
muy extraños, incidentes relacionados a la presencia ovni / alienígena en la zona, y que
motivaron la investigación que hoy da frutos con nuestro reciente libro Vieques: Polígono del
tercer tipo. Estos incidentes y hechos podrían ser la explicación para el inusitado interés que
este cuerpo militar y el Gobierno de los EE. UU. tienen por la isla. Invitamos a los lectores a
estudiar el contenido de estas páginas y a reflexionar sobre ello.
A continuación presento detalles de una importante observación hecha al sur del campo de
tiro de la Marina en Vieques por los pescadores Aníbal Corcino, su padre, y el también
pescador, ya mencionado arriba, Carlos Zenón.
Corcino, pescador residente en el sector La Esperanza, nos relató una historia impresionante:
”Una noche estábamos pescando junto a Carlos Zenón y otros mar afuera, y observamos a la
distancia una luz bien grande y brillante. El compañero Zenón dijo ÔVamos para allá, puede
ser uno de los pescadores, que se quedó varadoÕ. Pero al acercarnos vimos que aquello era
algo raro que estaba en el aire, no era una lancha. Era algo... un objeto bien grande, redondo,
como un platillo volador enorme y con muchas luces de colores que se encendían y
apagaban a vuelta redonda del objeto, por todo el borde. Eran luces amarillas, verdes y rojas.
Por debajo tenía una sola luz bien grande en el mismo centro del platillo, que se dirigía hacia
el agua, hacia el mar. Era una luz verdosa. No pudimos ver claramente de qué material
estaría hecho ese objeto. No estaría a más de 100 pies de altura sobre el mar. Pero aquello
no era de este mundo”.
Continuó explicando: “Lo que más nos impactó fue ver que aquel objeto tan enorme estaba
suspendido, quieto en el aire... y absorbiendo agua del mar. Se veía agua subir y entrar por
debajo del aparato, por donde salía la luz verde. Era una columna de agua bien grande, no se
veían peces ni nada más... y todo sin sonido alguno. Al acercarnos más al platillo, se quedó
quieto y entonces se fue de golpe hacia la zona de las montañas de El Yunque o hacia Ceiba.
Fue algo bien rápido, cosa de segundos, algo increíble. Esa noche estaban conmigo mi papá
y el compañero pescador Carlos Zenón. Recuerdo que Zenón dijo: ÔMira, hemos visto algo
que nunca se había visto. No digamos nada allá en tierra, porque no nos lo van a creerÕ. Y
así nos quedamos, callados. Sólo se lo dije a mi familia”.
El hecho de que Corcino y sus compañeros observasen un gran objeto volador o nave
discoidal de gran tamaño sobre la columna de agua, rodeado de diferentes tipos de luces, y
que tras absorber el agua se dirigiera velozmente hacia la zona de E1 Yunque o de la
Estación Naval Roosevelt Roads, localizada en Ceiba, es sumamente importante, y tiene
grandes implicaciones, ya que estas zonas son conocidas como puntos de alta actividad
OVNI / alienígena en Puerto Rico.
En otra ocasión, también pescando de noche, Corcino y sus compañeros observaron una
brillante luz verdosa que subía desde el fondo marino. Conjeturaron que tal vez podría ser un
submarino de la Marina de los EE. UU., en la zona, que emergía a la superficie, pero justo en
el momento en que ÔaquelloÕ debía salir a la superficie la luz se apagó y todo quedó a
oscuras. Acto seguido todos sintieron el ruido de un gran chorro de agua cayendo al mar
cerca de ellos. Fuese lo que fuese lo que emergió, se elevó en el cielo en medio de la
oscuridad de la noche y se perdió en las alturas en total silencio mientras Corcino y los
demás sentían caer sobre ellos una fina llovizna. E1 cielo estaba claro y sin nubes esa noche,
aunque un poco oscuro. Después del incidente se fueron del lugar cuanto antes,
impresionados por lo sucedido. A preguntas nuestras, Corcino indicó que lo que salió del mar
y se elevó era un objeto oscuro de forma discoidal, de gran tamaño.
”Mire, aparte de eso -dijo Corcino con gesto de extrañeza- hemos visto algo... unas bolas de
luz, muchas, que salen de los caños, de las lagunas. Se mueven con inteligencia y se van a
una velocidad bien rápida, enorme, y se pierden. Son unas luces brillantes de color azul-
blanco. Podrían ser cosas de la Marina... como han hecho muchas cosas de las que no
sabemos todavía. Pero lo que vimos en el mar era similar a lo que algunos llaman platillo
volador. No tengo dudas sobre eso... Y no creo que sea de la Marina, porque nadie en la
Tierra puede fabricar, entiendo yo, algo así. Aquello se perdió en segundos en el cielo. Se fue
hacia El Yunque”.
Las palabras de Corcino nos asombraron, más aún por su seriedad y su lenguaje corporal,
que por nuestra experiencia nos dejaban ver que decía la verdad.
Un enorme disco volador que absorbía una gran cantidad de agua del mar, misteriosas
esferas luminosas que parecen comportarse con inteligencia, con movimientos y dirección
muy definidos y obviamente dirigidos por alguna voluntad. Este mismo cuadro nos ha sido
descrito antes en otras áreas de Puerto Rico... y siempre ha estado ligado a él, como una
constante, la fenomenología de los llamados objetos voladores no identificados.
Corcino fue una de las primeras personas entrevistadas por nosotros en Vieques durante
nuestra investigación, y lo cierto es que lo relatado por Corcino fue algo verdaderamente
inesperado, y que abrió nuestros sentidos hacia un vislumbre, un atisbo hacia una increíble
realidad que por mucho tiempo ha estado manifestándose en Vieques y que hasta ahora
había sido mantenida oculta tanto por la Marina de Guerra de los EE.UU. y las autoridades
político-militares de los EE. UU. y de Puerto Rico.
Corcino añadió: “...ahora que usted ha venido a investigar, y como somos muchos los que los
hemos visto y sabemos que todo esto es cierto, opinamos que debemos hablar y decir lo que
ha estado pasando. Porque, quién sabe, a lo mejor la Marina tiene que ver con todo y no
quieren soltar a Vieques, porque están haciendo algún estudio aquí con todo esto, con la
gente de los ovnis. Puede que no quieren que se sepa con lo que están bregando”.
Comentó también: “Mire, vamos a suponer que sea verdad lo que sospechamos, y sí que hay
unos seres aquí, gente tal vez de otro mundo. Si es así, ellos (los seres tripulantes de los
misteriosos objetos) no nos han hecho daño a nosotros. Los que sí han hecho daño aquí, que
han dañado a la isla y nos han contaminado son la gente de la Marina. Entonces... pues que
la Marina se vaya y nos deje vivir en paz. Los otros, esos seres, no nos han hecho nada
malo. Y ahora ponen un radar potente en Playa Grande (polémico radar ROTHR de utilidad
secreta, y que algunos alegan es parte de una red internacional ligada al fatídico sistema
HAARP) -continuó diciendo-, y qué casualidad que ahí es que se ven muchas de estas cosas
raras, y tampoco quieren soltar el área. Posiblemente ahí es que están haciendo estudios
aquí con esas cosas, y por eso no quieren liberar nuestra isla”.
Las palabras de Corcino retumbarían más tarde con fuerza en nuestra mente, al conocer
otras importantes informaciones.
Durante una conversación en un programa radial a finales del año 2000 le comentamos sobre
nuestros hallazgos en relación con la presencia de objetos voladores no identificados y de
seres de aparente origen extrahumano en Vieques, y cómo tal presencia parecía estar ligada
de algún modo con las actividades de la Marina. En aquel momento Sued, aunque
respetuosamente, se mostró incrédulo a nuestras palabras. Esa actitud es algo que con
frecuencia nos encontramos en los círculos de intelectuales del país, especialmente, y duele
decirlo, entre los sectores considerados más vanguardistas de la intelectualidad y de la
política en la sociedad puertorriqueña. No es que encubran lo que sucede, es simplemente
que no han tenido acceso a las informaciones debidas o que nunca se han tomado la
iniciativa de investigar con objetividad científica qué hay de cierto sobre este tema y se han
tragado toda la basura de desinformación que por más de 50 años las agencias de
inteligencia norteamericanas han difundido a través de alegados ÔintelectualesÕ y
ÔcientíficosÕ del establishment ÔacadémicoÕ oficial, que en realidad han sido y son agentes
de desinformación pagados por esas agencias para mentirle al público y distorsionar y
encubrir la verdad.
Debemos recordar que la ciencia no es para explicar lo que no se ha investigado, sino por el
contrario, para investigar lo no explicado.
Pero hay intelectuales con mentes científicas verdaderas, mentes frescas y no prejuiciadas,
aquellos que al observar un fenómeno al que no encuentran explicación se interesan por ver
de qué se trata y reconocen su existencia. El profesor Gazir Sued es uno de estos.
A principios del 2001, la Marina comenzó una nueva ronda de ejercicios bélicos en la isla, y
los grupos de desobediencia civil continuaron con sus actos de resistencia pacífica,
invadiendo el campo de tiro y ofreciéndose como escudos humanos para prevenir que los
barcos cañoneros y aviones del cuerpo militar efectuasen sus bombardeos sobre el territorio
viequense, y Sued estuvo presente en todo momento en los esfuerzos de los grupos de
desobediencia civil que vigilaban la zona desde lo alto de un sector conocido por el nombre
de Monte Carmelo, desde donde partían algunos de los grupos que penetraban en el interior
de la zona militar conocida como el Campamento García y el campo de tiro de la Marina, para
ofrecerse pacíficamente como escudos humanos y prevenir que se efectuasen los
bombardeos.
En el mes de junio nos encontramos con Sued en el Campamento de Justicia y Paz,
organizado por el Sr. Roberto Rabin y su esposa Nilda Medina, que se encuentra frente a los
portones de entrada al Campamento García, y nos relató algo que tanto él como otros varios
compañeros observaron en el interior de la zona militar: “Eso fue una noche, entre el 27 y 29
de abril del 2001, a eso de las 9:30. Estábamos en lo alto del Monte Carmelo, observando la
zona con binoculares esperando una señal, una luz de bengala que iban a lanzar
desobedientes civiles que estaban en el área de tiro... y de momento vimos aquél objeto.
Parecía una estrella demasiado grande y muy brillante. Apareció de pronto, y era algo muy
brillante, muy iluminado. No había luna esa noche, así que podíamos verlo con claridad por la
luz que emanaba e identificarlo si era algo conocido.
”Nos pusimos a observarlo con los binoculares. Era un óvalo alargado con unos siete óvalos
brillantes más pequeños en su interior o a todo lo largo de su estructura. Despedía una luz
brillantísima de tonalidad blanca azulosa, como la luz de soldadura eléctrica. Estaba
suspendido en el aire en forma completamente estática, sin moverse. No era un avión ni un
helicóptero, ni tampoco un dirigible. Lo observamos por unos quince minutos. De momento
alguien nos llamó y volteamos los rostros por unos segundos, y cuando miramos de nuevo ya
no estaba allí.”
Sued indicó que: “... aquello estaba suspendido a una altura media, y por lo que vimos no
muy lejos del edificio del Puesto de Observación #1 y de las barracas de los militares, dentro
del Campamento García. Esa noche había mucho personal de la Marina y desobedientes
civiles allá adentro, y definitivamente tienen que haberlo detectado”.
Expresó finalmente: “Todos lo vimos, y comenzamos a discutir entre nosotros los detalles de
aquello... y no le encontramos explicación. Era un hecho objetivo, algo que no podíamos
negar ni explicarnos, pero estaba allí y lo veíamos. No es que creyésemos en extraterrestres
ni nada por el estilo, pero como persona de una formación científica yo no podía negar el
hecho de lo que veíamos. Era algo desconocido. Pensamos que podría ser la Marina con
prácticas extrañas... que hay algo que no conocemos. Decididamente era un objeto volador
no identificado suspendido en el aire... y según apareció, de pronto desapareció. Con toda
honestidad digo que están ocurriendo cosas extrañas de las que no puedo dar cuenta, pero lo
vi y lo afirmo así. Era compatible con lo que mencionan en los llamados casos de fenómeno
ovni. Opino que es algo que debe investigarse”.
Agradecemos en todo lo que valen la honestidad intelectual del profesor Sued, y su espíritu
de sacrificio en favor de nuestros hermanos viequenses.
Formaciones de ovnis en el campo de tiro...
y humanoides en la laguna Kianí.
”Ahora que usted nos pregunta sobre esto -dijo don Luis- le diré que he visto unos objetos
extraños en el cielo. Son grandes y muy luminosos, y van siempre seguidos de otros cuatro
objetos más pequeños, también luminosos. A la distancia que los he visto son más grandes
que mi Jeep (su vehículo, que tiene un tamaño de unos seis-siete pies de largo). Eso le da
una idea del tamaño que tienen esas cosas. Siempre los he visto a eso de las 9:00 - 9:30 de
la noche, muchas veces cuando estoy trabajando en Sun Bay, y vienen del oeste hacia el
este de Vieques, entrando hacia la zona del Campamento García y del campo de tiro de la
Marina. Los he visto muchas veces y desde hace años. Siempre me he preguntado qué son,
porque no son aviones ni helicópteros, ni nada conocido. No hacen ruido, no tienen motores
ni turbinas, nada. Son de forma ovalada y redondeada. Y los otros objetos más pequeños van
siempre siguiendo al grande, como en una formación. El grande tiene una iluminación muy
fuerte de una tonalidad amarilla-anaranjada, y las otros cuatro son también luminosos, tan
brillantes como estrellas, y cada uno tiene una tonalidad diferente: blanco, amarillo, rojo y
azul... y a veces se paran en el aire.”
Por su parte, Mercedes nos indicó que en una ocasión ella y su esposo los vieron desde el
balcón de su residencia en el sector La Mina: “Él me llamó -dijo ella- y al salir lo pude ver. Es
una luz muy grande, amarilla-dorada, muy brillante. Iba en dirección al este, hacia el
Campamento García. Siempre va hacia allá o viene de allá hacia el oeste. Esa vez se quedó
suspendido en el aire, quietecito por más o menos media hora... y entonces se fue. Es algo
bien raro, pero pensábamos que a lo mejor era algo de la Marina y por eso lo dejábamos ahí
y no lo comentábamos con nadie”.
”En una ocasión -añadió el Sr. Ortiz- vi pasar no uno, sino a dos de esos objetos, seguidos
cada uno por la hilera de objetos luminosos más pequeños. Pasaron volando hacia el este,
hacia el campamento, y poco después pasaron dos jets militares en esa misma dirección. Los
jets seguramente eran de la base Roosevelt Roads. Bueno, el asunto es que los jets pasan
hacia allá y poco después se escucharon explosiones. Eso fue como a las 8:00 de la noche.
”Yo pensé que estaban haciendo ejercicios de bombardeo en el campo de tiro. Una media
hora después pasó de regreso hacia el oeste uno de los objetos. No los dos que pasaron
originalmente, sino solamente uno... y los aviones no se escucharon ni se vieron más. Qué
pasó realmente no lo sé, pero todo fue tal y como le digo. No recuerdo si cuando pasó eso
había ejercicios de la Marina, fue hace unos tres años, allá por el 1998. Hace dos semanas,
ahora, a principios del mes de julio, se vio otro de esos objetos. Teníamos aquí en la casa el
velorio de nuestro hijo y todos los que estábamos aquí lo vimos. Estaba suspendido un poco
más hacia el sureste, como hacia Sun Bay. Eso fue justo cuando terminaron los ejercicios
más recientes de la Marina”.
Pero si lo anterior era importante, lo que el Sr. Ortiz nos reveló a continuación lo es mucho
más.
Conversábamos sobre los diferentes testimonios que habíamos recogido de los viequenses,
entre estos algunos incidentes de encuentros con criaturas humanoides en algunas lagunas,
y en ese momento él se exaltó, y muy excitado nos dijo: “¡Eso es cierto, esos hombrecitos se
ven aquí, y no es de ahora, sino que se están viendo desde hace tiempo, hace muchos
años!”.
”Se lo digo porque yo los he visto -indicó. Y no solo yo, sino todos los que íbamos a pescar a
la laguna Kianí. Muchas veces íbamos a pescar allí, de día, y los veíamos. Son bien rápidos...
y tienen una agilidad increíble”.
¿Podría describir lo que vio?, preguntamos. “Son raros. Se ven flaquititos, y con las piernitas
flaquitas y como las de los pollos. Digo eso porque tienen en los pies abajo unos deditos
largos, como tres o cuatro, y se ven como los pies de los pollos por eso de los dedos larguitos
y abiertos. Son pálidos, blancos o grises, y chiquitos... no miden más de tres a tres y medio
pies de alto... y tienen una carita como la de un ser humano... con ojos, una boquita y nariz,
pero con las caritas achatadas, aplastaditas, no como las de nosotros, que la nariz sobresale.
Los ojos se les ven obscuritos”.
Mi esposa Marleen preguntó cómo tenían el cabello y él contestó: “No tenían pelo, y sus
cabecitas son bastante grandes para el tamaño de sus cuerpecitos... y son lisas, calvitas”.
Ortiz añadió que cuando iban a la laguna Kianí, que está localizada en el extremo oeste de
Vieques, siempre veían a varias de estas criaturas: “Veíamos a unas cuantas -dijo-, pero
corrían una velocidad increíble y saltaban y se zambullían en las aguas de la laguna. Sus
bracitos son flaquitos también... y tienen algo... No sé explicarlo bien, porque estaba obscuro,
pero era como unos flecos o una aleta o una membrana en los brazos. Y me pareció también
que en las manos tenían como membranas, pero no estoy muy seguro”.
Ante las importantes declaraciones del Sr. Luis Ortiz debemos hacer varios comentarios para
beneficio del análisis de los lectores de toda esta situación.
La laguna Kianí está situada junto a una reserva o refugio natural de pájaros, y aunque el
sector recientemente fue ÔentregadoÕ nuevamente por la Marina al pueblo de Vieques, el
acceso al área de la laguna Kianí ha sido restringido al público por las autoridades federales
bajo la alegación de que la laguna y sus terrenos aledaños están fuertemente contaminados
con químicos tóxicos y metales pesados derivados de las armas que la Marina de Guerra de
los EE. UU. mantenía en el sector.
¿Será esta la verdadera razón para restringir el acceso al área, o acaso la verdadera razón
es evitar que los habitantes de Vieques continúen percatándose de que están conviviendo en
su isla con entidades no humanas... y que estas entidades se manifiestan precisamente en
los sectores controlados por la Marina?
Ortiz afirmó que en ninguna de las ocasiones en que vieron a las criaturas en la laguna Kianí,
estas intentaron agredirles o se mostraron hostiles hacia ellos: ”Ellos -dijo él- sencillamente se
dejaban ver por nosotros y entonces corrían y se lanzaban al agua. Nunca nos hicieron daño
ni nos atacaron. Si están aquí, y están, porque los vimos muchas veces, no le han hecho
daño a nadie. Aquí en Vieques quien ha hecho daño es la Marina, y en eso estamos claros”.
Por otro lado, debemos decir que es significativo que cada uno de los testigos de los casos
presentados en nuestro libro dio descripciones similares a las ofrecidas por los demás por
separado, y pudimos corroborar fuera de toda duda que ninguno de ellos conocía las
experiencias vividas por los demás. Esto da una gran validez a sus declaraciones, y la
correlación de lo informado por cada uno de ellos plantea un patrón recurrente del tipo de
seres avistados en Vieques, de su comportamiento y de los lugares donde se manifiestan, así
como también de la actividad ovni en la zona y de la aparente ingerencia de la Marina de los
EE. UU. en todo el asunto. Por ello, luego de un análisis lógico puede decirse que lo que
ocurre en Vieques no es algo casual y por sus implicaciones amerita ser conocido por el
pueblo del archipiélago de Puerto Rico y el mundo entero.” Hasta aquí el relato del ingeniero.
Los militares norteamericanos, sin embargo, han pretendido desvirtuar los fenómenos de
extrañas luces y otras anomalías submarinas, pretendiendo hacer creer al mundo entero, que
esos fenómenos se deben a una extraña biodiversidad luminiscente de origen orgánico.
Queda del lector asumir sus propias conclusiones sobre lo aquí expuesto con verdad y
argumentos suficientes.
El problema de Marte
Marte continúa siendo un gran misterio. Muestras de enormes canales enterrados de unos
200 km de ancho aparecieron con las sondas que “miran” bajo la superficie. Dichos canales
son capaces de haber drenado toda el agua de los océanos hacia el interior del planeta. Los
viajes exploratorios no tripulados realizados por las naves espaciales de los Estados Unidos,
nos han demostrado y preparado con un acopio de “verdad suficiente” para aceptar la
existencia de la vida en Marte en un pasado, no sabemos qué tan distante. Otras fotografías
extraordinarias, demuestran sin dejar dudas que en Marte existe vida organizada y altamente
tecnificada. Y como si fuera poco, no solamente la existencia de vida es parte de la realidad
marciana sino también lo que parece ser la existencia de una civilización “aparentemente”
desaparecida. Si la una es continuación de la otra, está por establecerse.
En la región conocida como Cydonia, las naves espaciales han tomado extraordinarias
fotografías de las anomalías marcianas: Pirámides que conectan esta tecnología con la
planicie de Giza en Egipto, obeliscos que recuerdan a los del templo de Karnak, formas
orgánicas semejando bosques de arbustos o coníferas, fósiles microscópicos tubulares,
colonias de bacterias, ovnis, estructuras semejando extraños edificios, luces que emanan a la
manera de reflectores del interior del planeta a través de lo que parecen ser grietas, objetos
en movimiento sobre la superficie, formas reticulares y semicirculares y otras estructuras
como un óvalo gigantesco de 900 metros de largo y otras formas que se asemejan a un
aeropuerto moderno con una superficie de 25 km2, etc. Fotos que no encajan con los
patrones de formaciones naturales, producidos por los impactos planetarios, movimientos
tectónicos, huracanes o explosiones volcánicas. Todo parece apuntar a que tanto Marte como
nuestro satélite, la misma Luna, están siendo actualmente utilizados como base de una
civilización con sofisticada y desconocida tecnología. Una civilización que pudo haber
escapado de la Tierra hacia esos lugares o que por el contrario, nos pudo haber llegado de
Marte o de un planeta más distante como Nibiru, el habitado por los anunaki y descrito y
analizado en otro lugar, como parte de la mitología e historia de los sumerios.
Si se aceptaran algunas de las teorias expuestas en este libro sobre Marte como ciertas,
acelerarían los planes para enviar una expedición tripulada. Es muy posible que esto ya esté
en marcha y que los americanos y los rusos estén planeando una misión tripulada a fin de
verificar algunos de estos descubrimientos. Una serie de reuniones entre americanos y rusos
realizadas recientemente para discutir estos hechos parece demostrarlo. Por otra parte, la
NASA acaba de presentar su primer prototipo de máquina productora de oxígeno a partir del
dióxido de carbono presente en la atmósfera marciana, el cual tiene el tamaño de un horno
pequeño y está accionado por energía solar.
El misterio de Fobos
Las extrañas desapariciones de las sondas espaciales soviéticas Fobos I y Fobos II lanzadas
respectivamente en julio y octubre de 1988 no han podido ser explicadas. Su doble
desaparición sólo confirma que algo o alguien manipuló o destruyó las sondas. En enero de
1989, la Fobos II llegó sin contratiempos a Marte incluyendo dos cargas de instrumentos para
depositarlos posteriormente sobre la superficie de Fobos. Repentinamente, el 28 de marzo se
interrumpió la comunicación con la sonda sin que se encontraran causas aparentes. La
somera explicación de la agencia oficial TASS se limitó a informar que Fobos II falló en la
comunicación con la Tierra tras realizar una exitosa operación alrededor de la luna marciana,
después de realizar las mejores fotos de este satélite. En una de ellas aparecía un extraño
objeto sólido acercándose a la nave, cuya sombra se reflejaba sobre la superficie de Marte.
Inmediatamente después la sonda desapareció sin dejar rastro.
Años después la NASA reabrió su carrera espacial hacia Marte con la más costosa de las
misiones: la sonda Mars Observer, un proyecto frustrado y catastrófico. El 21 de agosto de
1993, cuando la nave llegó a Marte, perdió comunicación con el centro de control. Hasta
ahora no se han dado al público explicaciones creíbles sobre las causas de la pérdida de la
Mars Observer. Es posible que los datos que la sonda estaba enviando hayan sido tenidos
como altamente secretos por el Gobierno americano (¿o para los alienígenas?), llevando a la
nave a su propia autodestrucción. La corroboración de la vida en Marte hubiera podido crear
pánico en la Tierra o miedo por parte de la civilización alienígena de haber sido puesta al
descubierto. La reparación posterior del telescopio espacial Hubble fue aprovechada para
recoger información secreta, la cual había sido captada por la Mars Observer. De nuevo la
humanidad permanece en la ignorancia de lo encontrado y las únicas pistas que tenemos son
algunos fragmentos como los aquí expuestos.
Durante la década de los 70 comenzaron a aparecer en Australia los círculos en los plantíos.
Los que al comienzo eran de unos 3 a 8 metros, fueron incrementando su tamaño y su
frecuencia y comenzaron a dejarse ver en otros lugares del globo, en Europa, Asia y América
Durante la década de los 80, su frecuencia se triplicó y gigantescas y hermosas
composiciones geométricas comenzaron a aparecer de la noche a la mañana, en donde era
virtualmente imposible la intervención humana para lograr resultados de ese tamaño y
perfección en pocas horas, alcanzando tamaños de hasta 240 metros de diámetro. Pero lo
más extraño del misterio de los círculos no era solamente la velocidad con que eran hechos,
sino que esas grandes composiciones para ser vistas solo desde el aire, al igual que las
líneas de Nazca; al ser visitadas al nivel de tierra se sentía en el lugar una extraña energía, la
cual podía inclusive ser medida con magnetómetros, pudiéndose observar también cambias
en la orientación de los cristales de los tallos. En el lugar donde los tallos aparecían doblados
con gran precisión y delicadeza, los mismos presentaban una fuerza y una sanidad
superiores a sus vecinos. La mayoría de las veces los testigos de estos fenómenos
escucharon un siseo en el aire y vieron luces moviéndose a gran velocidad sobre las áreas en
mención, llegándose en algunos casos a grabar el momento en que aparecían las llamadas
“caneplas” de apariencia también metálica.
Sin embargo un par de asuntos mas llamó la atención de muchos de nosotros: El hecho de
existir reportes muy concretos sobre dichos círculos desde la edad media, alrededor de los
cuales se tejían extrañas leyendas unidas a una advertencia y con una maldición implícita. La
leyenda advierte a los curiosos que quien ose penetrar el círculo está pisando el reino secreto
de las hadas y puede desaparecer y no ser devuelto nunca. La leyenda también recuerda el
siseo que acompaña a las luces (o hadas) que preceden a la formación del círculo. El otro
punto al cual es necesario referirse, es la predilección de los seres que los forman, de realizar
su trabajo en lugares vinculados a la prehistoria. En el caso de Inglaterra, las áreas vecinas a
Stonehenge, Avebury, o Sillbury Hill. A continuación se muestran algunos ejemplos de gran
magnitud:
En el año 2000 entre los diseños que se manifestaron apareció una figura colosal a escasos
ciento cincuenta metros del radiotelescopio de Chilbolton. Este gigantesca antena forma parte
del Proyecto Ozma-Seti de búsqueda de vida extraterrestre, y se encuentra ubicado en la
localidad de Hampshire. Allí, en las narices mismas de los científicos y militares apareció un
diseño compuesto de círculos concéntricos y otros laterales que los cortan tangencialmente
que estaría simbolizando la teoría de la física cuántica de los “Agujeros de Gusano”, una
suerte de canales interdimensionales por los que teóricamente se viajaría a través del tiempo
del espacio plegando el universo. No había lugar a duda de que no era un fraude por cuanto
su sola confección habría demandado el esfuerzo de muchas personas durante varios días ,
lo cual no hubiese podido ser ocultado por la cercanía a las instalaciones científicas.
La figura anterior apareció en agosto del 2001 en Milk Hill en Inglaterra y semeja una galaxia
en espiral como es el caso de nuestra Vía Láctea. Es la más grande hasta ahora conocida
con 240 metros de diámetro. Pareciera también que algunas de las figuras encierran una
advertencia describiendo la órbita de algún cometa o planeta con algún peligro latente para la
tierra.
Según algunas teorías científicas este planeta sería el mismo descrito en la mitología sumeria
y al cual se le atribuye la destrucción de la Atlántida hace unos 13 mil años:
La teoría, la cual busca explicar la trayectoria tomada por algunos cometas ha sido publicada
en dos revistas científicas dedicadas a la comunidad astronómica. La especulación existente
al respecto data mucho antes del descubrimiento de Plutón en 1929, esta teoría busca más
que nada explicar el errático camino seguido por muchos de los cometas que alcanzan a
llegar dentro de nuestro sistema solar. Algunos cometas como el Cometa Halley tienen
órbitas de cortos períodos circulando al Sol en menos de 2 años, estos cometas, se cree que
se originan en el cinturón de Kuiper, un disco de deshecho cósmico que yace más allá de la
orbita de Plutón, este cinturón se extiende entre unas 39 UA (Unidades astronómicas- 150
millones de KM cada una) y 1000 UA. con Plutón que esta más lejos que los otros planetas
30 UA, Aún más allá de el cinturón de Kuiper está la Nube cometaria llamada Oort la cual es
una esfera gigantesca de cometas que rodea nuestro sistema solar a distancias superiores a
las 10 000 UA. Es de aquí de donde salen los cometas de largo período tales como el Hale-
Bopp, el cual ha sido estudiado con mucho detalle. De estos estudios los científicos han
concluido que algo, allá afuera, está perturbando su orbita.
Ningún telescopio hasta ahora ha detectado tal objeto, pero basado en su atracción
gravitacional John B. Murray científico de la Universidad abierta de Britains ha dicho que él tal
objeto es mucho mayor que Júpiter Murray también ha colocado la orbita de dicho planeta a
más de 32.000 UA o sea 4.5 trillones de kilómetros de la tierra, la teoría completa de Murray
aparece en la edición de octubre de la revista inglesa Royal Astronomical Society
Pero.. ¿Cómo puede un planeta con esa masa existir tan lejos del Sol? Los científicos han
dicho que pudo haberse formado en el inicio del sistema solar como también pudo haber sido
algún otro cuerpo que fue capturado por la fuerza gravitatoria del Sol. Hasta ahora el único
telescopio capaz de poder observar dicho planeta es el Space Infrared Telescope. Brian
Marsden lider de la International Astronomical Unions Central Bureau ha dicho al respecto:
“Siempre nos hemos preguntado si existe algo allá afuera, he visto algo del trabajo de Murray
y Matese y creo que tienen base científica para apoyar su propuesta...” Si las últimas
investigaciones tienen veracidad entonces lo ya descrito y profetizado en la mitología maya y
en el mismo Apocalipsis se encontrarán en un vértice de revelaciones aterradoras tales como
la estrella muerta o Némesis o la llamada el Ajenjo (estrella Amarga) sobrenombre el primero
dado al objeto-planeta que es llamado Hercobolus por otras sectas. Esto a su vez puede
esclarecer con más acierto científico los denominados impactos planetarios, que se sabe fue
lo que causara la extinción de los dinosaurios.
Pero el problema de los “Crop Circles” o “Círculos de los Sembradíos da la impresión de estar
apenas comenzando. O la inteligencia que los realiza está tratando de confundirnos
implantando falsa información y desviando nuestra atención de sus verdaderos propósitos y
lugar de existencia o por el contrario, está tratando de comunicarse con nosotros en una
especie de juego de acertijos o crucigrama sideral como podremos ver a continuación:
Pero ¿cómo puede un planeta con esa masa existir tan lejos del Sol? Los científicos han
dicho que pudo haberse formado en el inicio del sistema solar como también pudo haber sido
algún otro cuerpo que fue capturado por la fuerza gravitatoria del Sol. Hasta ahora el único
telescopio capaz de poder observar dicho planeta es el Space Infrared Telescope. Brian
Marsden lider de la International Astronomical Unions Central Bureau ha dicho al respecto:
“Siempre nos hemos preguntado si existe algo allá afuera, he visto algo del trabajo de Murray
y Matese y creo que tienen base científica para apoyar su propuesta...” Si las últimas
investigaciones tienen veracidad entonces lo ya descrito y profetizado en la mitología maya y
en el mismo Apocalipsis se encontrarán en un vértice de revelaciones aterradoras tales como
la estrella muerta o Némesis o la llamada el Ajenjo (estrella Amarga) sobrenombre el primero
dado al objeto-planeta que es llamado Hercobolus por otras sectas. Esto a su vez puede
esclarecer con más acierto científico los denominados impactos planetarios, que se sabe fue
lo que causara la extinción de los dinosaurios.
Pero el problema de los “Crop Circles” o “Círculos de los Sembradíos da la impresión de estar
apenas comenzando. O la inteligencia que los realiza está tratando de confundirnos
implantando falsa información y desviando nuestra atención de sus verdaderos propósitos y
lugar de existencia o por el contrario, está tratando de comunicarse con nosotros en una
especie de juego de acertijos o crucigrama sideral como podremos ver a continuación:
El 17 de agosto del año 2001 aparecieron a los pocos días de una experiencia similar en ese
lugar y a pocos metros de la antena gigante de Chibolton dos agroglifos extraordinarias nunca
vistos. Una de ellas era un rostro tridimensional gigantesco y la otra una figura codificada
parecida a un enorme circuito integrado de computador. Al ser vistos desde el cielo el
resultado era evidente. Alguien nos estaba escribiendo un claro mensaje desde alguna parte
en el cual se nos enviaban los suficiente datos para conocer la apariencia de los seres
autores de los mismos, su estructura orgánica, así como sus compuestos químicos y
moleculares, su lugar de procedencia, etc. Pero entonces una de las claves se reveló con
mas fuerza que las otras. El rostro semejaba al enorme rostro de la región de Cydonia en
Marte, descubierto por la sonda norteamericana Vikingo en el año de 1976. Como si una
predilección de esa raza fuera la de retratarse así misma de forma gigantesca para que no
quedase duda de su existencia ni de su parecido con nosotros.
El problema de la Luna
Las fotografías tomadas por los astronautas sobre la superficie de la Luna y desde las naves
espaciales, presentan anomalías extraordinarias, que permiten ser vinculadas con las de
Marte y la conexión atlante.
El origen de todos los alfabetos conocidos puede trazarse al período protosumerio, o en otras
palabras, al período atlante. Son particularmente interesantes los caracteres rúnicos, por
corresponder no solamente a un lenguaje con un alto contenido de magia sino por conformar
un lenguaje de claves ideogramáticas, o en otras palabras, por presentar un alfabeto
pictogramático de trazos simples. El alfabeto rúnico primitivo de 24 letras, fue modificado
posteriormente a otro de 16.
Los caracteres rúnicos han estado asociados siempre a temas mágicos y místicos y la
palabra runa ha generado mucha especulación. El vocablo gótico runa puede traducir el latino
misterium: “misterio, secreto”. La antigua palabra inglesa run significa: “misterio, consejo,
palabra”. Probablemente la palabra runa tenga la misma etimología que la palabra alemana
raunen, que quiere decir “adivinar”. Las runas trasmiten, por consiguiente, un mensaje
secreto y nos transportan también a ciertos poemas eddicos que enumeran las cualidades
mágicas de las “poderosas” runas. Cada signo rúnico tendría su propia cualidad. También se
recuerda que quienes saben grabar las runas gozan de un prestigio muy especial: son los
sabios y temibles “maestros de las runas”. La razón por la que las runas han estado
asociadas siempre a los secretos y misterios es un misterio en sí mismo y ésta fue una de las
razones por la que los misioneros cristianos, Ulfilas, cambiaron el uso del alfabeto rúnico por
uno de su invención.
Como puede apreciarse en el cofrecillo del año 700 d. C., las runas son totalmente angulares,
sin líneas curvas. Probablemente sea este el objeto rúnico más famoso de todos los hallados
en Inglaterra. Se le llama el Ôcofrecillo de FrankÕ, por la persona que lo donó al Museo
Británico. En la parte izquierda tiene escenas de Wayland el Herrero, mientras que en la
derecha se reproduce la adoración de Cristo por los magos de Oriente.
Al estar escribiendo la sinópsis de este libro me llamó un gran amigo, director de varios
programas de cine y televisión que tienen como objetivo difundir ciertos aspectos de diversa
índole informativa en varios países latinoamericanos. El hombre en cuestión es un sacerdote
jesuita, director del ECOM. (Evangelio comunicado). En su llamada denotaba cierta urgencia
y algo de misterio. -Necesito hablar con usted en mi casa -me dijo-, y lo que tengo para
entregarle es algo que me tiene sorprendido.
-Lo que tengo es una información que me tiene con los pelos de punta. No sabría cómo hacer
uso de ella, pues el medio en que trabajo no la aceptaría fácilmente y tal vez fuera censurado
por hacerlo. Quizás usted... pueda hacer algo con ella si lo cree conveniente.
La recibí hace un par de semanas después de estar confirmando las fuentes durante los
últimos cuatro meses.
Mi curiosidad pudo más que otra cosa y una hora más tarde me encontré con mi amigo en su
casa al calor de una taza de té. El encuentro comenzó con unos documentos que me entregó
al inicio del mismo y me dijo:
-Léalos antes de cualquier cosa. Como usted conoce, mi compañía tiene contactos en casi
todos los países de Europa. Al recibir la información inicial, no pude darle crédito y preferí
descartarla. Sin embargo, a los pocos días, decidí revivir el asunto y le escribí a varios
amigos que tengo en Francia, Noruega y Dinamarca, a ver si me ayudaban a verificar las
fuentes de la misma. Para sorpresa mía todas las fuentes resultaron concordantes, serias y
verídicas.
Esta cuestión trae a la memoria el nombre de Gorbachov, circunstancias que a partir de1989
condujeron al amo del Kremlin a desprenderse o liberarse de Afganistán y a emprender la
demolición del muro de Berlín, y a dejar que los estados satélites de Europa del este se
liberaran del yugo comunista. Las dificultades económicas no explican estos hechos, puesto
que ellas aumentaron después.
Pero hubo un incidente, que fue enterrado cuidadosamente en el silencio por los medios de
comunicación tanto del Este como del Oeste, y fue el descubrimiento de lo que se llamó la
Bóveda del infierno por los soviéticos en Siberia occidental a finales de 1989. Esto ocurrió
durante unas perforaciones profundas que se realizaron cerca de Mourmansk, en la casi isla
de Kola que limita con Finlandia debajo del Círculo Polar ártico. En sus ediciones del 31 de
mayo y del 6 de octubre de 1989, el periódico Le Figaro de Francia dio cuenta de esas
perforaciones profundas en la corteza terrestre, efectuadas en los Estados Unidos, en
Alemania y en la URSS, pero esto sin hacer una sola referencia al infierno.
En Mourmansk la perforación tenia por objeto observar las placas litosféricas que son las que
generan los sismos. El medio de investigación consiste en el descenso de un captador de
vibraciones al fondo de la perforación, hasta lo más profundo posible, (un micrófono es un
captador de vibraciones sonoras), conectado a un aparato de registro en la superficie.
Pero algo pasó que hizo reaccionar al mundo científico y al régimen comunista con inusitada
fuerza. El 24 de abril de 1990, Stan Miller, un periodista norteamericano publicó en el
semanario Weekly World News el extraño suceso relacionado con la perforación, con el título
“Nosotros hemos perforado la bóveda del averno”. El artículo en mención decía:
“El geólogo soviético Dimitri Azzacov ha dicho que una criatura terrorífica con alas y envuelta
en llamas se escapó del entubamiento de perforación antes de que colocaran en su sitio los
micrófonos que revelaron los aullidos de dolor de los condenados”.
“Como comunista, yo no creo ni en el cielo, ni en la Biblia, pero como científico, creo ahora en
el averno”, dijo el Dr. Azzacov. “Sobra decir que nosotros tuvimos un terrible impacto al hacer
semejante descubrimiento. Pero sabemos lo que hemos visto y lo que hemos escuchado. Y
estamos absolutamente seguros que llegamos hasta la bóveda del averno”.
”Hicimos descender un micrófono al fondo del entubado con el fin de registrar el ruido de la
placa litosférica en movimiento. Pero en lugar de esto, escuchamos una voz humana que
aullaba de dolor de forma aguda y penetrante. Primero creímos que era un defecto de nuestro
material. Nosotros lo volvimos a subir, lo revisamos y luego lo volvimos a bajar pero nuestras
peores sospechas fueron confirmadas. No eran los aullidos de una sola persona, eran los
gritos penetrantes de dolor de millones de personas. Por fortuna, nosotros pusimos en
marcha una grabadora y tenemos registrados en un casete esos aullidos de pesadilla. En ese
momento, detuvimos la perforación y cementamos el hueco. En realidad, estamos seguros
que hicimos el descubrimiento de algo que sobrepasa nuestra comprensión”.
“El descubrimiento de voces humanas en esta cavidad disgustó de tal manera a los
soviéticos, que al principio no sabían qué hacer con el personal de los miembros extranjeros
del equipo... Todos nosotros fuimos despedidos dos días después de que hicimos este
descubrimiento. Los soviéticos tenían un miedo terrible a que nosotros propagáramos las
noticias sobre este descubrimiento y un representante del Ministerio de Asuntos Religiosos
nos entregó a todos una gran suma como precio de nuestro silencio. Fuimos obligados a
aceptar esa suma, pero de regreso a Noruega, yo doné ese dinero a una obra de caridad.
Pero lo que espantó, sobre todo a los soviéticos, fue esa horrorosa criatura, inteligente, con
grandes alas de murciélago, abrasado en llamas en el fondo oscuro del cielo siberiano y que
gritó en ruso: ÔYo los he conquistado a ustedesÕ”.
“Eso fue absolutamente terrible, los soviéticos gritaron de terror”, dijo Nümmedal.
Más tarde en la noche, él vio una cantidad de ambulancias que circulaban por ese
campamento. Un chofer a quien él conocía, le relató que a todo el personal ruso se le había
administrado un sedante conocido para borrar !a memoria a corto plazo.
He aquí la información sensacional que no se publicó con detalles sino en los periódicos
finlandeses y noruegos y se reprodujo en una publicación bimensual y en una publicación de
poco tiraje en los Estados Unidos. Todos los medios de comunicación franceses hicieron el
silencio más completo. Pero como todos los medios de comunicación están unidos
permanentemente por telesuscriptor con las grandes agencias de prensa, bien hubieran
podido difundir la información publicada en los periódicos finlandeses y noruegos.
Pero la censura de los gobiernos intervino eficazmente a fin de evitar el pánico u opacar el
descubrimiento, el cual sin duda traería consecuencias en relación con un posible vuelco
hacia la fe y en detrimento de muchos intereses.
Nota: Durante el verano de 1994 me llamó por teléfono un corresponsal para darme una
completa información sobre lo siguiente:
“Durante el curso de un programa de televisión, uno de los participantes declaró que esa
historia de un hueco hacia el infierno en Siberia occidental, no era sino una broma montada
con todas las piezas”. Entonces ese corresponsal me invitó a que verificara la validez de las
informaciones que yo publico, en los periódicos finlandeses y noruegos, de los cuales he
citado algunos extractos.
”Reconozco que he debido hacer esto, pero el tiempo y los medios me han faltado. El tiempo,
porque yo tengo muchísimo trabajo, más allá de lo imaginable desde hace años, y los
medios, porque no escribo sino en francés...”
Cuando terminé de leer la información suministrada por mi amigo me quedé sin palabras. Al
cabo de un rato le dije:
-Según entiendo esto no es discordante con las visiones de santos y beatos, los cuales
colocan el purgatorio y el infierno colindantes el uno del otro, en donde los gritos de los
condenados al infierno se escuchan desde lo más profundo del purgatorio, y cuando un alma
ha purgado su pena temporal, ellos ven cuando la tierra se abre y sube al cielo en forma
resplandeciente.
-Sí, lo mismo he leído yo, sin embargo el asunto da que pensar. ¿Qué más estará sucediendo
allá abajo, cosas de las cuales, ni siquiera tenemos noticia? ¿Es acaso el infierno una
dimensión paralela o es la misma dimensión nuestra? Y si lo es, ¿sería posible que otros
seres habitaran a gran profundidad y nosotros hasta ahora no lo conozcamos o nos hayamos
percatado pobremente de su presencia?
-Ese es mi libro -le contesté. No sé si mi editor permita que publique este artículo como parte
de lo que actualmente estoy terminando, me parece que a él no le gustan estos temas, sin
embargo, creo que el asunto tiene cabida en un libro que habla de dimensiones paralelas y
baja en varios lugares a explorar y mencionar el centro de la tierra.
Si existe una conexión o no entre los nefilim o atlantes y el infierno descubierto por los
soviéticos, no lo sé. Lo que si no podemos ignorar es que ambos comparten un hábitat o
dimensión conectada con las profundidades de nuestro planeta.
La Mars Express, la Beagle 2 y la Spirit of Mars diciembre del 2003... enero del 2004...
El caso de la sonda estadounidense Spirit of Mars fue algo diferente. Al poco tiempo de haber
amartizado comenzó a enviar fotos en colores a la tierra de la superficie del planeta. Esta vez
no hubo ninguna interferencia. Las fotos muestran una superficie desierta y bastante plana,
cubierta con polvo rojizo y salpicada con rocas como si estas fuesen el producto de algún
impacto planetario o explosión volcánica. Es lógico, si un pequeño vehículo aterrizara en la
mitad del desierto del Sahara o en alguna parte alejada de la Antártica, el resultado sería el
mismo. Ninguna señal aparente de vida podría ser percibida inicialmente. Más aun, en caso
de existir alguna civilización espiando el vehículo, que mejor que dar la impresión de la falta
de vida inteligente sobre la superficie. Esta sería una forma de permanecer anónimos. Pero
eso no es todo. Estamos en manos en materia de información, de una potencia mundial,
capaz de engañar al resto de la humanidad, a fin de evitar el pánico o controlar el éxito
exclusivo del hallazgo. Desde hace más de 20 años, desde cuando las naves Mariner
enviaron información a la Tierra, conocemos fotos similares a las que se mostraron durante el
mes de enero del 2004 por televisión.
La idea de Marte como amenaza no es cosa nueva, ya sea por su tumultuoso pasado, el cual
le ganó el apelativo “de dios de la guerra” que lo identifica como agresor de planetas, entre
ellos Venus y quizás de la misma Tierra; ya sea porque sus habitantes pasados o presentes
han influenciado de alguna manera la existencia y el desarrollo de los habitantes de nuestro
planeta. Muchos han intuido estas líneas y de alguna manera es parte de nuestro
inconsciente colectivo. Cuando Orson Welles en 1938 transmitió la ficticia invasión de los
marcianos sobre la Tierra, se generó un pánico en masa, se agotaron los víveres en los
supermercados, se detuvo el tráfico en las carreteras, miles de personas abandonaron sus
hogares buscando donde esconderse y hubo algunos que incapaces de enfrentar dicha
perspectiva prefirieron suicidarse.
No creo en un contacto amable por parte de los marcianos y si los posibles habitantes del
planeta lo hicieran no sería con fines propiamente pacíficos. Quienes quiera que sean los que
se encuentren sobre o bajo la superficie de Marte no deben estar interesados en que los
terrícolas los descubran. La historia del desarrollo humano sobre la Tierra, la cual ha debido
ser seguida por ellos desde hace miles de años, les ha demostrado con amplitud los peligros
que ello encierra. Somos sin duda, la especie más feroz y devastadora hasta ahora conocida,
capaz de auto-extinciones en masa y con un poderío físico, químico, atómico y bacteriológico,
capaz de hacernos desaparecer en pocas horas y de destruir toda forma de vida sobre
nuestro propio planeta y, sin duda, en Marte si lo considerásemos necesario.
No sería de extrañar entonces que Marte fuese el puesto de avanzada tecnológico y base
militar de una potencia alienígena, emparentada con nuestra propia raza, la cual escogió o se
vio forzada a un camino evolutivo paralelo o diferente y la cual, de acuerdo a lo expuesto en
la conferencia de Harvard Temple y MIT, puede ser la que nos tiene parcialmente
conquistados.
¡Hielo a la vista!
El descubrimiento del hielo en el polo Sur de Marte con los datos enviados a la Tierra por la
sonda europea Mars Express y el grito de los científicos de “Hielo a la vista”, es comparable
506 años antes, al grito de “Tierra, tierra a la vista” y a la emoción del vigía Rodrigo de Triana
en una de las carabelas de Cristóbal Colón cuando avistó la costa americana después de la
larga y penosa travesía de más de dos meses por el Océano Atlántico.
El final de esta carrera de la conquista del planeta rojo está por verse y su desenlace es cosa
de poco tiempo. Ya las potencias no pueden esconder de los habitantes de la Tierra la
cadena de anomalías y sucesos conectados con Marte y expuestos en este libro. La
humanidad ya preparada para conocer la verdad está a la espera y un secreto guardado por
miles de años está a punto de revelarse.
Llegamos entonces a desvelar en este libro, con argumentos y verdad suficiente, el secreto
de los nefilim y sus oscuros propósitos para el momento presente. Ellos, con conocimientos
superiores a los nuestros en el campo tecnológico y astronómico y conocedores de las
catástrofes cósmicas y tecnológicas que se ciernen como una espada de Damocles sobre la
Tierra, están trabajando desde hace años entre nosotros con gran furor sabiendo que
cuentan con poco tiempo.
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Editor:
• Benjamín Villegas
Departamento de Arte:
• Haidy García
Preprensa:
Zetta Comunicadores
Carátula:
Calendario genético, colección privada
Primera edición:
Abril 2004
ISBN:
958-8160-44-8