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Fragmentos de La Oruga y El Pizarrón

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22/03/13

Desaparecidos en Argentina - Notas y Ensayos- Fragmentos de La Oruga y el Pizarrn

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Fragmentos de

La Oruga y el Pizarrn

Libro por Eduardo Rosenzvaig sobre la vida de Francisco Isauro Arancibia.

Para imponer el proyecto educativo iniciado el 24 de marzo de 1976, se necesitaba la muerte de un maestro. Para legalizar el desguace de la Nacin, y miles de millones de dlares desaparecidos, se empez robando a ese mismo maestro un par de zapatos nuevos. Si a las nuevas generaciones debe educrselas en la dignidad, se requiere no poner una bandera de remate sobre los recuerdos. Esta es la vida apretada de un maestro, Francisco Isauro Arancibia, uno de los fundadores de la CTERA, al que se rob el par de zapatos. Este texto es un intento de rescatar de los forajidos los zapatos robados. Para entonces retornarlos. No es justo que un maestro ande descalzo por el cielo. Ver Indice del Suplemento Digital N 23 Por Eduardo Rosenzwaig Ediciones del pensamiento Nacional: Buenos Aires; 1993 (Fragmentos) Cap.1: El acta 24-III-1991 (23 horas, 10 min.)

El escritor puso una hoja en la mquina de escribir, y del anfiteatro mecnico empezaron a saltar las primeras letras sobre el papel. "Este Acta guarda en su inocencia burocrtica, ignorante objetividad y siniestra hipocresa, todo aquello frente a lo que el maestro haba combatido en su vida". El sitio en el que el Acta se levanta es la ciudad de San Miguel de Tucumn. Era necesario aclarar que perteneciente al Departamento Capital? S, pues el Orden no olvida jams los detalles superfluos. Es su funcin: a los veintinueves das del mes de marzo del ao 1976. Es decir cinco das despus de un golpe militar. Nueve ms veinte es ventinueves. En una provincia donde el lengua
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popular suele eliminar las eses de los plurales, aqu por el contrario, lo agrega donde no corresponde. Veintinueves es el certificado de que el Acta ha sido escrita por un funcionario pblico de jerarqua o que aspira a serlo, un agente del orden, un garante de nuestra con-vivencia social. Alguien ubicado por sobre todos nosotros. Un tal Villarreal, Comisario Principal jefe de la Comisara seccional Primera de Polica. Este es el discurso del Orden. El Orden se constituye en la sede de la Agremiacin Docente, siendo las diez y nueve horas. Constituirse es la Constitucin misma: "1853", Alberdi, la organizacin nacional. El fin de a anarqua, el nacimiento del orden constitucional a las diez y nueve horas. Calle Congreso docientos noventa y cinco. Ha demostrado su superioridad agregando una "ese" al veintinueve, el esfuerzo lo ha resentido de tal forma que le quita ahora otra al docientos. El docientos descubre a hombres que vienen de abajo y sirven a los de arriba, a los veintinueves. Son brazos, ejecutores y prolongaciones de otros que hablan con eses. El poder, en este caso el Comisario Principal, se constituye en compaa de... Es decir, cuenta con ordenanzas, sujetos auxiliares como Paz que trabajan para l, y otro agente que tiene que llamarse Medina forzosamente. Medina est de consigna y pertenece al Departamento de Investigaciones, o sea a una oficina que investiga para conservar el orden. An no sabemos con qu objeto el grupo llega a este sitio, pero el discurso acta como certificado de que aqu se constituye la seguridad, la investigacin y la legalidad. Con este tono serio, incuestionable, entra a una habitacin que era ocupada por los extintos Francisco Isauro y Arturo Ren Arancibia. Dos sujetos de los que no se da otra filiacin. El Acta, exasperantemente detallista como para detenerse en la obviedad geogrfica, Departamento Capital, no lo es cuando se trata de seres humanos. Por qu existieron? Para qu? Estos extintos pudieron morir del corazn, una borrachera o una indigestin, jams asesinados. La palabra extintos deja de lado cualquier sospecha. Es neutra, barre con todo estado de nimo o presuncin sobre las muertes. Nos llega del verbo extinguir y se usa en Argentina y Chile por muerto o fallecido. Extinguir es hacer apagar el fuego o la luz; un extintor es un aparato que sirve para extinguir pequeos incendios. Un muerto no es un extinto. Un muerto nos saca de quicio, un extinto es una luz apagada, un pequeo fuego sofocado, algo que nos adormece. En algn momento de nuestra historia americana, las oligarquas debieron imponer la palabra extinto no usada en Espaa. Para neutralizar los crmenes o por temor, estos pases se llenaban de extintos, de hombres que no moran sino que se extinguan. Generaciones de sumariantes heredaban y testaban a sus sucesores la palabra. Heredar un extinto era empezar a ser un veintinueves, alguien con poder. Recin entonces nos enteramos del cometido para el que arriban los constituidos, nos los representantes del orden, en cumplimiento de pactos preexistentes con el objeto de afianzar la justicia, consolidar la paz interior, y levantar un inventario de los bienes de los extintos. Con la descripcin y enumeracin de los objetos, el orden concluye su tarea, y por lo tanto finaliza el ACTA. Ha cumplido. De las vidas apagadas seguimos sin saber nada. Deberamos ser arquelogos para intentar reconstruir parte de la imagen de ellos a partir de los objetos detallados. No obstante, su clasificacin detallada otorga un aspecto de orden a la habitacin. Nadie puede suponer que aqu ha ocurrido algo fuera de la normalidad. De hacerlo, estara prejuzgando. Estos extintos son pues extintos plenos. La seguridad pblica llega y constata la armona de la extentividad. Dos roperos, ropa, corbatas, libros, revistas
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varias, etctera. A ms, los dos extintos no debieron tener ninguna relevancia. Los objetos de la habitacin lo demuestran. Sus nombres nada tienen por detrs, ni oficio, ni emociones, ni vida anterior o nmero de identidad. Francisco Isauro ni siquiera tiene apellido. Es extinto pleno, annimo, visceral, inferior al orden de los vegetales y de las piedras. No posee uso ni funcin determinada. Todo lo contrario, Villarreal es Comisario Principal, Carlos Antonio Paz ha sido vestido de Oficial Auxiliar y Armando Medina es un agente del Departamento de Investigaciones. Seres con funciones pblicas, protectores de la sociedad, de actividades no subterrneas ni sospechosas. Relevantes. El Acta certifica la eficacia de los tres agentes. Es un mensaje publicitario, ms, la cumbre intelectual de la politeia o gobierno de una ciudad, es decir la polica, administracin encargada del orden pblico. Este Acta es su "libro de libros", la sntesis de la Ciencia de los brazos ejecutores de la ley. El Francisco Isauro del Acta fue un maestro. Y aunque el Acta no lo diga, podemos adelantar que como tal, enseaba a los nios que veintinueves se escribe sin "ese", que a docientos le falta otra ese, y que tohalla no necesita de la hache. De nuestro bolsillo podemos agregar que el maestro inici una larga protesta contra los gobiernos, explicando que si haba hambre entre los nios, y las escuelas no tenan tizas ni techos, inevitablemente ocurriran esos errores ortogrficos; que otra gran parte de ellos ni siquiera sospechara jams de la existencia de las letras ese y hache. Despus concluy que a los nios haba que educarlos tambin en la verdad, que decir asesinado no es lo mismo que pronunciar extinto. Que la ortografa tiene tanta importancia como la justicia. Predic entre los maestros, y les dijo que si vivan en las condiciones de los animales no podran educar como hombres. Entonces los maestros se agruparon alrededor de l. Luego se transform en un extinto. El Acta expresa, de una manera no convencional, todo aquello contra lo que luch. Es asimismo la radiografa de quienes no soportaron que hablara con claridad, que actuara sin compromisos, edificando su propia libertad. El Acta fue escrita por un nio al que l no pudo terminar de educar. Ni con las eses, ni con la verdad. Es el espritu, el estado de nimo, la voluntad y el pnico de quienes lo apagaron. Francisco Isauro Arancibia no es un extinto, sino un extirpado por el Acta. Alguien a quien arrancaron desde las races. Pero no hay planta que no deje semillas. Para cuando germinen, un orden que hable ms sencillo, con menos errores, frmulas herencia y muchsima ms verdad, vendr a hacer justicia al Acta. Har valer las enmiendas porque ello es legal, y donde dice extinto pondr la palabra maestro. No har falta ms." Cap.27: Final del Acta 25-III-1991 (04 horas, 30 min.)

El escritor se concentr en el inventario levantado por el ACTA del da veintinueves. Escribi: "Si no supiramos nada absolutamente del muerto, con esos objetos deberamos reconstruir su figura. Se trata simplemente de un trabajo arqueolgico. No hay automvil, ni moto ni bicicleta propia. El hombre tuvo una cama metlica y un colchn del mismo tipo. Es decir antiguos; `dos almohada', sin ese, tres trajes, tres sacos y un piloto color celeste. El color no va con ningn traje. El hombre no iba a fiestas de gala. De lo contrario hubiera tenido pilotos a tono con los trajes. Dos roperos de madera en la poca de los placards, indican una habitacin antigua. Dos estuches vacos de mquinas fotogrficas, pueden significar que los que cometieron el asalto los robaron. Para qu quera el hombre un anteojo larga vista? Amaba mirar a lo lejos, l,
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que no poda moverse de su provincia? Una valija color crema: el hombre casi no viaja. Si lo hiciera no sera con alguna amante. La valija es demasiado pobre y fea. Cuatro compases y un tiralneas: el hombre pude ser un estudiante, un maestro o un profesor. Treinta y seis discos grandes musicales tienen poco valor. Se usan y rayan, pero al hombre debi gustarle la msica. Un mueble con estantes conteniendo libros: le satisfaca leer. Pero no se dice qu cosa lee, no se aproxima ningn ttulo. Al autor del Acta le interesa la cantidad, para l no existen calidades. Un libro es cualquier libro. Un par de chinelas: el hombre dorma all, quizs hasta viva all en esa pieza dormitorio, estudio, sala de msica todo junto. A ms, diecinueve (diez y nueve) camisetas y veinte camisas. Por qu tantas camisetas y camisas? Podemos suponer que el clima del lugar es caliente, el hombre trabaja mucho afuera, transpira y necesita cambiarse seguido de camisetas y camisas. Tiene un trabajo que lo obliga a hacerlo, quizs estar constantemente con gente. Puede ser soltero, ensucia dos camisas y camisetas por da en los calientes veranos y el domingo lava las doce prendas. Es un maestro o profesor pobre, quizs un dirigente. Es obvio que no lo mataron para asaltarlo, nada hay que indique que all hubiese algo de valor. Podemos entonces suponer al revs, lo mataron porque no tena nada. Si fuera un dirigente, ello demostrara que no se vendi al poder ni una sola vez. Esto genera odios casi animales, porque contra hombres as es difcil luchar. Los que as pensaban debieron concluir que un hombre con ese inventario era peligro pblico, un delincuente social, un terrorista. Un hombre as no mereca vivir y lo mataron." Cap.28: La luz del da Mircoles 24-III-1976 (02 horas, 33m )

Cuando el jefe dio otra vez la orden de partida, el polica cara de cobre estaba por bajarse del auto y volver a su casa. Acababan de transmitir que el maestro haba regresado al gremio. El polica esboz una sonrisa amarga, deforme, justo ahora! A qu tena que volver ese estpido? Los tres Falcon arrancaron a toda velocidad. Las batallas hay que concluirlas rpido. Frenaron de golpe sobre la calle Congreso al 200, a la que se acababa de dejar sin luz. Segua lloviendo. Isauro estaba recostado en la cama cargando suave, tranquilamente las escopetas. Cuando oy las frenadas, algo lo empuj y se vio nio cazando tordos, su madre que le acariciaba la cabeza, vas a ser un buen maestro le deca, s mam, llevs comps?, s mam, y el tiralneas?, s mam, Castelli tambin tena madre cuando comandaba hombres libres en el Altiplano. Salt! le grit a Arturo, salt Arturito por el amor de Dios, andte con mam, decle que tengo el comps y el tiralneas, salt!, pateaban la puerta. Belgrano muri de un vmito de sangre porque amaba a su pueblo, l lo amaba, amaba la vida carajo!, como Moreno cuando vio el mar, y desde chico decidi dormir con la cabeza hacia el lado que iba, apunt la escopeta a la puerta, en esta estacin me bajo, en las grandes alamedas con olor a verde, y entonces dispar como los hombres de los textos escolares, mam ya soy maestro, soy un maestro!, fue como una luz enorme, como si se hubiera hecho de da.

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