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Consideraciones Libres Sobre El Socialismo Bolivariano

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Consideraciones Libres sobre el Socialismo Bolivariano

Material dispuesto para el debate y la discusin popular con miras al afianzamiento y el fortalecimiento de las bases ideolgicas revolucionarias

Coleccin Pensamiento Revolucionario Bolivariano - N01 Escuela de Formacin Integral de la Asamblea Nacional Dr. Carlos Escarr Malav (EFICEM)

Consideraciones Libres sobre el Socialismo Bolivariano


Carlos Escarr Malav 1edicin impresa: 2009 Consejo Legislativo del Estado Yaracuy 2edicin impresa: enero2013 1 edicin en electrnico: enero 2013 Escuela de Formacin Integral de la Asamblea Nacional Dr.Carlos Escarr Malav (EFICEM) Digitalizacin del texto Nora Lisseth Coronel Mora Al cuidado de Karen Quintero Franquiz Yorluis Alayner Guzmn Toro Diseo y concepto grfico general Jacqueline Montes Giraldo Hecho el Depsito de Ley Depsito Legal: N lfi 325201332072 ISBN: 978-980-6501-12-6 Asamblea Nacional de la Repblica Bolivariana de Venezuela Edif. Jos Mara Vargas piso 9. Esquina de Pajaritos. El Silencio. Municipio Libertador - Caracas. Repblica Bolivariana de Venezuela. Telfonos: (58-212) 4097954 / 4096261 correo electrnico: eficem@an.gob.ve

Carlos Escarr Malav

Consideraciones Libres sobre el Socialismo Bolivariano


Material dispuesto para el debate y la discusin popular con miras al afianzamiento y el fortalecimiento de las bases ideolgicas revolucionarias

De Bolvar no se puede hablar sino con una montaa por tribuna, o entre relmpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puo y la tirana descabezada a los pies.
Jos Mart.

Yo conoc a Bolvar una maana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento, Padre - le dije - eres o no eres? o quin eres? Y mirando el Cuartel de la montaa, dijo: Despierto cada cien aos cuando despierta el Pueblo.
Pablo Neruda.

Bolvar... grande en el pensamiento, grande en la accin, grande en el infortunio, grande en la adversidad, grande para magnificar la parte impura que cabe en el alma de los grandes, y grande para sobrellevar en el abandono y en la muerte, la trgica expiacin de la grandeza.
Jos Enrique Rod

Sin l la historia de la humanidad jams hubiese sido igual.


Miguel Unamuno

Prlogo a la primera edicin

Qu Orgullo! Faltarn palabras y tiempo para expresar el inmenso orgullo que nos llena en el seno del Consejo Legislativo del Estado Yaracuy, por haber sido considerado como clula reproductiva del siguiente material ilustrativo dispuesto con miras a propiciar el debate y el afianzamiento de las bases ideolgicas socialistas en el pueblo soberano y en las filas revolucionarias, por igual. Y es que para nosotros, en este majestuoso parlamento regional, el momento histrico que vive este proceso socialista exige y demanda el anlisis consciente y objetivo de las principales teoras socialistas que son el motor de la maquinaria revolucionaria en Venezuela, en funcin de lograr la internalizacin de cada uno de los altos y nobles valores, principios y premisas que ellas promulgan, con el nico fin que se transformen de ideas altamente debatidas y pregonadas en acciones tangibles y beneficiosas para la construccin de la nueva sociedad venezolana que ha comenzado a dar sus primeros pasos en su largo y prspero andar en estos diez aos y en los otros por venir. Es por ello, que en esa misma medida, es imperante -y clave desde el punto de vista operativo (en la relacin tiemporesultados) y estratgico- que se entre de lleno en el accionar, en el haber revolucin dentro de la revolucin, considerando que las ideas no deben quedarse solo all como ideas, sino mutar en acciones socialistas, acciones comunitarias, acciones revolucionarias encausadas por dichas ideas, ms no estticas

10 / Prlogo a la primera edicin

dentro de su propio anlisis, eso sera la muerte de este hermoso proyecto de patria revolucionaria, socialista y bolivariana. Es ah donde el presente material fundamenta su importancia, como un consolidado de datos y lineamientos sensibles y moralistas que dirigirn el rumbo de las futuras acciones revolucionarias que Venezuela y su pueblo heroico necesitan. Es pertinente acotar que este material ser Ilevado al XIII Seminario Internacional Los Partidos y una Nueva Sociedad -a realizarse en la Ciudad de Mxico D. F. a mediados del mes de Marzo del ao 2009 el cual est siendo organizado por el Partido del Trabajo de ese pas hermano- como ponencia especial dictada por mi persona y otros representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela para dar a conocer al mundo las verdaderas bases ideolgicas que impulsan el avance de la revolucin bolivariana y el proceso de transformacin radical que defiende la sociedad venezolana. Es en esencia una maravillosa recopilacin de anlisis objetivos del Dr. Carlos Escarr Malav sobre el socialismo bolivariano y la cual dignamente el Consejo Legislativo del Estado Yaracuy tiene la agradable responsabilidad de hacer Ilegar a las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela en el estado, a las comunidades regionales y al soberano en general. Un material de lectura obligada e internalizacin necesaria, para poder mejorar an ms y proclamar la revolucin con eficiencia y mucho orgullo. Leg. Henrys Lor Mogolln Presidente del Consejo Legislativo del Estado Yaracuy Vocero del Partido Socialista Unido de Venezuela

Prlogo a la segunda edicin

No nos cabe la menor duda de que la obra poltica e intelectual de Carlos Escarr, es una con la que podemos profundizar esa permanente tarea que tenemos los revolucionarios de formarnos, estando seguros de que le imprimi a cada uno de sus escritos el talante reflexivo de su matriz acadmica y el amor por la Patria Bolivariana que gui su accionar hasta el ltimo momento. Es por ello que hoy desde la Asamblea Nacional, nos hemos dado la tarea de publicar otro de sus importantes aportes intelectuales, el cual apunta a la consolidacin de una doctrina propia y original del Socialismo Bolivariano, tarea que ha sido numerosas veces convocada por el Comandante Presidente Hugo Chvez. Consideraciones Libres sobre el Socialismo Bolivariano, fue editada por primera vez por el Consejo Legislativo del estado Yaracuy, quienes con ferviente disciplina y compromiso asumieron la agradable responsabilidad de hacer Ilegar a las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el referido estado, a las comunidades regionales y al soberano en general, un material de lectura obligada e internalizacin necesaria, para poder mejorar an ms y proclamar la Revolucin con eficiencia y mucho orgullo. Estamos conscientes de que el pueblo venezolano, decidido a transitar hacia una Patria Soberana e Independiente mediante el liderazgo del Comandante Hugo Chvez y su participacin protagnica, procura la necesaria democratizacin

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de los aspectos formativos con la mayor precisin poltica y acadmica posible. Esa participacin que se gesta cada da en todos los espacios y rincones de nuestra patria, en todos los aspectos sociales y econmicos de la vida nacional, en los asuntos regionales y locales, y en la consolidacin del Pueblo Legislador, amerita el fortalecimiento de una conciencia poltica a la altura de la sociedad que deseamos -y se nos va la vida en este empeofundada en los principios socialistas y bolivarianos, en nuestras races como pueblo hijo del Libertador Simn Bolvar. Carlos Escarr nos recuerda en este libro que el Padre de la Patria representa a todos los hombres que buscan y luchan por la libertad, la igualdad y la justicia;[] la defensa de los derechos indgenas[] la bsqueda de condiciones de equilibrio social[]. As, para nosotros el pensamiento del Libertador Simn Bolvar es en definitiva la espada de todos los hombres y de todos los movimientos que han luchado y siguen luchando por la libertad y la igualdad del ser humano, por los derechos de los oprimidos, y por la felicidad social de los pueblos como condicin indispensable y necesaria para su existencia; Bolvar es la Revolucin, Bolvar es el Socialismo. INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA VIVIREMOS Y VENCEREMOS! VIVA EL COMANDANTE CHVEZ! Diosdado Cabello Rondn Presidente de la Asamblea Nacional Palacio Federal legislativo Enero de 2013

Presentacin

Desde la Escuela de Formacin Integral de la Asamblea Nacional Dr. Carlos Escarr Malav (EFICEM), nos hemos propuesto divulgar distintas obras que desarrollen el pensamiento bolivariano y revolucionario construido en su militancia por intelectuales orgnicos nacidos en diversas partes del mundo, especialmente, en Nuestra Amrica. En este sentido, despus de un arduo esfuerzo terico que ha permitido estructurar la poltica editorial de la EFICEM, creamos la Coleccin Pensamiento Revolucionario Bolivariano. La novel coleccin viene a acompaar a la ya inaugurada por la EFICEM Documentos del Dr. Carlos Miguel Escarr Malav, a travs de la cual publicamos nuestro primer libro entendindolo como un instrumento cultural que permite disputar la conciencia colectiva del pueblo venezolano, con la finalidad de avanzar en la organizacin de una hegemona asentada en valores y principios que en trminos axiolgicos legitimen prcticas sociales imbricadas a la necesaria transicin al Socialismo Bolivariano. En este sentido, tenemos que recordar lo expresado por el Libertador Simn Bolvar en su histrico Discurso de Angostura desarrollado en febrero de 1819La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destruccin, adems por el engao se nos ha dominado ms que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado ms bien que por la supersticin. Por lo tanto, como bolivarianos que vivimos y luchamos en el siglo XXI

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debemos continuar combatiendo la ignorancia y el engao ideolgico que promueven el imperialismo y la derecha local, para mantener la esclavitud asalariada y el vicio de la acumulacin de capital. Siendo as, en la EFICEM estamos convencidos que el referido combate poltico y cultural en contra de la ignorancia y el engao ideolgico que hemos sufrido histricamente como pueblo los venezolanos, se puede desarrollar a partir de la divulgacin de obras tan completas y necesarias como Consideraciones Libres sobre el Socialismo Bolivariano del insigne profesor universitario, parlamentario y jurista revolucionario Carlos Escarr Malav, el cual honra a la Escuela de Formacin Integral de la Asamblea Nacional con su nombre. En tal sentido tenemos la oportunidad de, inaugurar la Coleccin Pensamiento Revolucionario Bolivariano con la publicacin de una obra cuyo contenido expresa la construccin de una idea de socialismo emanada en el devenir del conjunto de relaciones sociales, econmicas y polticas del pueblo Venezolano, por lo tanto una obra fundamental para la comprensin y profundizacin del proceso Bolivariano. Un importante aporte como ste merece el agradecimiento no solo al Dr. Carlos Escarr Malav, sino tambin a sus familiares especialmente a la camarada Carolina Escarr Gil por su participacin en la presente edicin. Omar Vzquez Heredia Director General de la EFICEM

INTRODUCCIN

La finalidad del presente trabajo radica en desarrollar un breve esbozo de la concepcin del Socialismo Bolivariano, doctrina que atiende a un sistema poltico de naturaleza social, inspirado y sustentado fundamentalmente en el pensamiento de nuestro Libertador. En funcin de lo anterior, y a los fines de lograr una exposicin ms idnea del tema, el mismo ser desarrollado tomando en consideracin dos elementos fundamentales a saber: la realizacin de una serie de consideraciones generales sobre el Socialismo Bolivariano, analizado desde la perspectiva de las ciencias polticas, con la finalidad de establecer un marco referencial que permitir al lector enfocar la perspectiva desde donde ser abordado el tema que nos ocupa; para posteriormente entrar a analizar las implicaciones que el Socialismo Bolivariano conlleva en la dinmica del Estado, haciendo nfasis en los principales elementos que nuestro Libertador concibi como medulares y de esencial atencin por parte del Estado, a los efectos de poder conseguir su felicidad, desarrollo y por ende bienestar; desde donde se resaltarn las influencias del pensamiento del Libertador en la Revolucin Socialista Bolivariana que hoy da tiene vigencia en nuestro pas.

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CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL SOCIALISMO

Antes de entrar a sealar las caractersticas ms relevantes que conforman al Socialismo Bolivariano, debe necesariamente pasarse a realizar una serie de consideraciones previas, fundamentalmente orientadas a clarificar el hecho de que el mismo constituye una doctrina poltica que no encuentra en los actuales momentos desarrollo por parte de las ciencias polticas, pero que sin embargo, requiere de un necesario y profundo estudio que lo lleve precisamente a la materializacin en el seno de las culturas polticas contemporneas, dada la profundidad y carcter de avanzada que detenta el pensamiento poltico de nuestro Libertador, cuya manera de concebir al Estado, a la sociedad y a los individuos que la componen, as como tambin a las relaciones de interaccin que deben existir entre estos, como nica forma capaz de lograr la consolidacin de un Estado que se encuentre signado bajo los postulados de la paz, el progreso y la felicidad integral de todos los ciudadanos es decir, de una felicidad social; a los fines de que esa concepcin de Estado sea adoptada por los pueblos hermanos, al igual que hoy da sucede en nuestro pas, alcanzado de esta manera la existencia de un mejor mundo, en todos los rdenes que se imponen. No obstante, lo cierto del caso es que el Socialismo Bolivariano, encuentra su base medular en un modelo socialista de Estado pero con los aditivos y factores agregados que impone el pensamiento bolivariano en sus diversas perspectivas. En otras palabras, el socialismo bolivariano detenta una configuracin encausada bajo una forma de

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29 Miguel Unamuno (1864-1936), literato, filsofo y poltico vasco. Entre 1931 a 1933 fue diputado al Congreso de los Diputados por la circunscripcin de Salamanca. Fue activo militante de la causa republicana espaola, as como autor de diversas obras de teatro, novelas y poesa. 30 Franois-Nol Babeuf (1760-1797) Miembro de la Asamblea Nacional Francesa durante la revolucin de 1789, durante su vida poltica fue activo militante de la logia Club del Panten o Amigos de la Repblica, desde donde promovi un rgimen poltico igualitario sin clases sociales. Su radicalismo terico lo condujo a su detencin y posterior ejecucin 31 1. Conde de Saint-Simon (1760-1825), filsofo y escritor francs. En sus obras polticas se mostr como promotor de un gobierno social donde la propiedad y las riquezas fuesen reguladas para garantizar el bienestar pblico. 2. Charles Fourier (1772-1837) pensador y escritor francs, su convulsionada

gobierno socialista, ms sin embargo, detenta su esencia y sus principios fundamentales en la doctrina poltica estructurada en el pensamiento poltico del padre de la patria; lo que hace que el mismo se constituya un modelo atpico en determinados aspectos en relacin a la doctrina socialista propiamente dicha, en razn de que a sta le son aadidos variables fundamentales que se encuentran establecidas en el discurso y en la doctrina del Libertador, configurndose as una nueva modalidad denominada socialismo bolivariano en honor a su fuente inspiradora, y que sin duda constituye la revitalizacin del aporte realizado en su oportunidad por nuestro Libertador al mundo de las ciencias polticas, como el aporte de este gran pensador universal, hombre nico en la humanidad, y sin el que sta jams hubiere sido igual, como bien tuvo la oportunidad de expresar Miguel Unamuno29. Ahora bien, en lo relativo a los inicios del Estado socialista, debe manifestarse que los mismos se remontan a la poca de la Revolucin Francesa y a los discursos de Franois Nel Babeuf 30, pasando el trmino a ser utilizado en forma habitual durante la primera mitad del siglo XIX por los intelectuales considerados para la poca como radicales, que se consideraban los verdaderos herederos de la Ilustracin tras comprobar los efectos sociales que trajo consigo la llamada Revolucin Industrial. Entre sus primeros tericos se encontraba el aristcrata Francs Conde de Saint-Simon, Charles Fourier y el empresario britnico y doctrinario Robert Owen31.

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Desde luego, con el pasar del tiempo la concepcin del mismo ha venido experimentando una serie de modificaciones, lo cual primariamente se verific en razn de los diversos criterios surgidos con atencin a la manera en la que habra de implementarse y materializarse dentro de la sociedad, bien a travs de la va violenta o constitucional. Posteriormente fue profundizado su estudio desde el punto de vista filosfico y cientfico-poltico, dando origen a diversidad de posiciones o tendencias, como lo son el socialismo cientfico, corporativo, guildista, libertario, etc. 1.- Visin de Estado No obstante, lo que nos es relevante destacar en estos momentos es que el socialismo se constituye como un modelo de Estado que implica una profunda, diametral y necesaria transformacin de la concepcin de un Estado liberal burgus, que encontr fundamento en un momento determinado en las premisas de una igualdad hipcrita y alienante y de la libertad absoluta, irresponsable, opresora y exploradora. Bajo tal perspectiva, nos encontramos con un Estado totalmente desapegado a valores y principios humanistas y a la propia dignidad humana, en definitiva un Estado que no conoce de valor alguno, sino la acumulacin de riqueza en manos de unos pocos y la desidia, hambre y miseria de la mayora, con la consecuente explotacin y dominacin por parte de los primeros frente a los ltimos. En efecto, primero que nada hay que tomar en consideracin
vida a causa de la revolucin francesa le impuls a formarse un pensamiento analtico y crtico en contra del liberalismo. En sus obras teoriz sobre una sociedad donde los hombres se desarrollarn libremente sin impedimentos de ndole social o econmico, base del socialismo utpico. 3. Robert Owen (1771-1858) filsofo y escritor ingls. En su obra poltica Owen, propona un modelo econmico alternativo al capitalismo donde los obreros se organizarn en cooperativas creando un modelo econmico sostenible y en contra de las estructuras impuestas por el aparato econmico predominante en Europa.

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que la concepcin social del Estado implic una fuerte reaccin frente a la consolidacin de un modelo de Estado, fundado en la explotacin humana y la percepcin de las relaciones humanas en virtud de tal propsito, desprovisto por consecuencia de cualquier clase de contenido valorativo o axiolgico, que desde luego no poda generar otra cosa que precisamente lo opuesto a la premisas que le dan fundamento, como lo es el cercenamiento de la libertad de los hombres, el establecimiento de grandes desigualdades y desbalances sociales e incluso al desconocimiento mismo de los derechos de los ciudadanos, lo cual fue explicado con gran desarrollo en el Manifiesto Comunista de Carlos Marx32 y Federico Engels, donde entre muchos comentarios en este sentido vale destacar el siguiente:

Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del proletariado. El proletario carece de bienes. Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen ya nada de comn con las relaciones familiares burguesas; la produccin industrial moderna, el moderno yugo del capital, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamrica, borra en l todo carcter nacional. Las leyes, la moral, la religin, son para l otros tantos prejuicios burgueses tras los que anidan otros tantos intereses de la burguesa. Los proletarios slo pueden conquistar para s las fuerzas sociales de la produccin aboliendo el rgimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con l todo el rgimen de apropiacin de la sociedad. 33

32 Carlos, Marx (1818-1883). Filsofo, economista, socilogo y revolucionario de origen alemn. Fundador del Socialismo cientfico, mediante la implementacin del mtodo materialismo Histrico y Dialectico. Entre sus obras ms destacadas se encuentran , El Capital , Manifiesto Comunista y la Ideologa Alemana 33 Marx, Carlos y Engels Federico: Manifiesto Comunista 1848

Por tal motivo, y frente a los grandes abusos que se generaron en razn del panorama antes referido, se comenz a gestar un clima social en el que se suscitaron una serie de eventos y movimientos en seal de rechazo y protesta a la situacin

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que se verificaba, y en virtud de la convergencia de la ideologa liberal-capitalista se hace necesaria la formulacin de nuevos principios polticos, sociales y econmicos que en realidad reivindiquen el sentido humano y la dignidad de la persona, necesarios en toda sociedad que pretenda armona entre cada uno de sus componentes; y a su vez principios que tiendan en definitiva a defenestrar una concepcin de existencia individual, egosta y mezquina del bienestar; donde desde luego no resulta viable la buena marcha y desarrollo de Estado alguno sobre la orbe. Precisamente, resulta incuestionable, en primer lugar desde un punto de vista meramente lgico y en segundo lugar en virtud de razones poltico-sociolgicas, que un bienestar meramente individual y desarrollo en funcin de los meros intereses personales de un sector de la sociedad, ocasiona o trae como consecuencia la configuracin de una dinmica social enmarcada bajo un esquema de disparidades sociales que determinan relaciones de dominio y explotacin, que atienden a la inestabilidad de las sociedades en la debida paz social que es necesaria para su desarrollo. Frente a ello, es necesario entonces asumir un replanteamiento de la nocin de Estado, en el que necesariamente debe partirse de la instauracin de un nuevo patrn en cuanto a las funciones del Estado, as como tambin el establecimiento de un nuevo orden en las relaciones y factores de produccin de la sociedad, para lo cual se hace de igual manera imprescindible la redefinicin de las relaciones relativas a la propiedad de dichos factores y medios de produccin, que en definitiva estatuyan un nuevo esquema en las relaciones sociales, definidas bajo una orientacin que tenga como punto de partida el bienestar colectivo, el bienestar y la felicidad social, en la consolidacin del principio humanista, como condicin fundamental para la consecucin de los verdaderos fines del Estado, como lo son la paz y la justicia. Ya incluso lo seal Marx en su oportunidad al referirse a una de las implicaciones bsicas del humanismo,

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como lo es la solidaridad como uno de los principios fundamentales del socialismo, indicando:
Ciudadanos, pensemos en el principio fundamental de la Internacional: la solidaridad. Lograremos la gran meta que nos proponemos si establecemos sobre bases firmes entre los trabajadores de todos los pases este principio vivificante. La revolucin debe ser solidaria, y encontramos un gran ejemplo de ello en lo Comuna de Pars34 , que ha cado porque en todos los grandes centros, en Berln, Madrid, etc., no se ha levantado simultneamente movimiento revolucionario a tono con el nivel superior de la lucha del proletariado parisino. Por lo que a m se refiere, proseguir mi obra, trabajar sin fatigo para establecer esta solidaridad fecunda para el porvenir entre todos los trabajadores. Yo no me marcho de la Internacional, y el resto de mi vida estar consagrada, lo mismo que mis esfuerzos pasados, al triunfo de las ideas sociales, que conducirn, tarde o temprano, a la victoria del proletariado en todo el mundo.35

34 Movimiento Revolucionario francs acaecido entre el 18 de marzo al 18 de mayo de 1871 en la ciudad de Paris, tras la derrota del Rey Napolen III por el Emperador Guillermo I tras la guerra franco-prusiana de 1870. El caos poltico surgido tras la abdicacin del monarca galo impuls a los parisinos a realizar una revolucin que alcanz el poder y logro durante tres meses realizar reformas importantes en el Estado, tales como: abolicin de alquileres, toma y autogestin de las fbricas abandonadas por sus dueos, creacin de guarderas para los hijos de las obreras, entre otras. La Comuna de Paris fue disuelta tras la invasin de la referida ciudad por el gobierno provisional de Versalles y el fusilamiento de todos los revolucionarios. 35 Marx, Carlos: Mensaje ante el Congreso de la Haya. msterdam. 8 de Septiembre 1872

Bajo esta perspectiva, se conforma entonces la idea de un Estado que necesariamente debe asumir una posicin y un rol dentro de la sociedad que atienda a atenuar las desigualdades que existen en toda sociedad y de esta manera lograr las condiciones necesarias para que la misma se desarrolle en forma paritaria, logrando de esta manera progresivamente el desarrollo armnico de las ciudadanos, otorgando el debido respeto a la dignidad humana merecida por todos, sin atencin a las clases sociales, estando en consecuencia no tan solo

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36 Marx, Carlos: El Capital. Parte I. Pg. 422. 1867

obligado, como seal Marx, a la realizacin de los asuntos comunes que se derivan del carcter de toda comunidad, sino adems a la serie de actividades y cometidos necesarios para cristalizar la sociedad paritaria y libre, para materializar en definitiva el Estado socialista.36 De esta forma, el Estado bajo una concepcin socialista, se encuentra Ilamado a intervenir activamente y de diversas maneras en la serie de relaciones que se verificaban en el seno de la sociedad, con la finalidad de modificar las mismas, en bsqueda de salvaguardar de manera real y efectiva los derechos de los ciudadanos, procurando resaltar la dignidad humana de los mismos, mediante el ejercicio de actuaciones que en definitiva estaran orientadas a establecer parmetros de correccin a las desigualdades de los individuos, para de esta manera asegurarles una vida digna en la que se vieran satisfechas las necesidades esenciales del ser humano, y con especial atencin, las requeridas por los sectores ms desfavorecidos econmicamente de la sociedad; ya que en definitiva, el norte de actuacin se encuentra orientado al bienestar social de manera integral, se encuentra orientada a la configuracin de una sociedad igualitaria que marche en forma homognea hacia un desarrollo en esos mismos trminos. Bajo este orden de razonamientos, la idea del Estado bajo su configuracin socialista concretiza su postura en el hecho de concebir que el mismo no puede permanecer inerte en la vida social, y en la serie de relaciones e interacciones que tienen lugar en el seno de la sociedad, sino que por el contrario, se asume el firme postulado de que se encuentra llamado a desarrollar una tarea fundamental de intervencionismo en la sociedad con la finalidad de sopesar las diferencias existentes en todo grupo social, con el propsito de asegurar la vigencia de los derechos fundamentales y de las condiciones de dignidad humana, con miras a la conformacin de una sociedad autnticamente libre, que solo puede ser alcanzada cuando exista una autntica igualdad; y a la vez, para desarrollar, regular y supervisar la

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ejecucin de aquellas actividades de trascendencia para el Estado que no pueden descansar libremente en la voluntad privada, por encontrarse revestidas de una importancia vital en el existir del Estado. Bajo esta concepcin, y desde un punto de vista meramente jurdico, til en estos momentos resulta traer a colacin las palabras del alemn Gerd Renken, quien nos seala que la configuracin socialista de un Estado debe incidir tan radicalmente en la vida y manifestacin del mismo, que dicha concepcin trasciende de una mera consagracin taxativa de un catlogo de derechos en algn texto positivo, ya que se encuentra adquiriendo un compromiso de alto nivel con el conjunto de habitantes que hacen vida, se desenvuelven e interactan dentro de l; compromiso ste sobre el que el referido autor alemn nos seala que se basa en el continuo esfuerzo por implantar la justicia social: oblig a los Estados a proteger a los estratos socialmente desfavorecidos37 Desde luego, la configuracin del Estado socialista conlleva a la creacin de las condiciones necesarias para que la misma sea efectivamente alcanzada; lo cual comporta la realizacin de un conjunto de tareas y cometidos de variada ndole orientados todos a la satisfaccin de las necesidades que aquejan a la poblacin, a la correcta distribucin de la riqueza de la nacin para escenificar el entorno apropiado que permita proporcionar al individuo los medios y las herramientas necesarias para que la sociedad en su conjunto mejore sus condiciones de vida y se alcance de sta manera la estabilidad social requerida para que el ciudadano encuentre la capacidad de desarrollarse a plenitud; donde precisamente la serie de tareas a las que se hace referencia debern estar orientadas a la definicin de la concepcin de Estado, y las funciones que el mismo debe desempear en la sociedad, al establecimiento de un nuevo orden de las relaciones entre los factores de produccin y las relacionadas con la concepcin de la propiedad de los medios
37 Renken, Gerd: El Estado de Derecho como principio constitucional. Mnich. Editorial Inter .1989. Pg.10

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y factores de produccin donde desde luego ser necesario el replanteamiento del orden de las relaciones sociales dentro del Estado. Siendo ello as, debe entonces evidenciarse que lo anteriormente planteado incide principalmente en todas y cada una de las medidas de conduccin y direccin estatal; es decir, comporta la obligacin para cada uno de los componentes del Estado de actuar en funcin de los objetivos que informan al modelo de Estado Socialista, desplazando para ello cada una de las manifestaciones y derivaciones que atienden al modelo de Estado capitalista y liberal; tareas stas que Lenin3839 sintetizaba en las siguientes, a saber: (i) el replanteamiento de la concepcin y estructuras de los rganos de poder que respondieran a la concepcin capitalista del Estado; lo cual viene aparejado con (ii) la serie de implicaciones que lo anterior puede conllevar desde el punto de vista de la reorganizacin de tales estructuras del Estado, como lo son el replanteamiento de sus funcionarios, de sus respectivas competencias, de la orientacin de sus objetivos, etc.; (iii) el replanteamiento del orden jurdico como condicin necesaria para lograr el desplazamiento aqu aludido, que implica la abolicin del sistema jurdico que constituye fundamento de la oligarqua y del sistema capitalista, en funcin del establecimiento de un orden jurdico que responda efectivamente a la forma socialista de Estado, y (iv) la verificacin de una serie de medidas por parte del Estado orientadas a materializar en el plano de lo fctico su carcter socialista. Por tal motivo, el socialismo implica entonces la obligacin para el Estado de contribuir a garantizar a todas y cada una de las personas que lo conforman el mnimo vital para una
38 Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) Lder Comunista de la Revolucin Bolchevique desarrollada en Rusia, que alcanza el poder en 1997. Terico marxista , cuyos estudios y obras decantaran en la Teora- Marxista Leninista expresada en importantsimas obras como: Estado y Revolucin, Qu Hacer?, El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo. 39 Lenin: La Revolucin Rusa y la Guerra Civil. Obras Completas. Tomo 34. Pg.222

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existencia apropiada, esforzndose en la construccin de las condiciones indispensables para asegurar a la generalidad de los habitantes una vida digna y adecuada, potenciando sus capacidades, con el propsito de mantener, y cada da mejorar, el nivel de vida de los mismos en la sociedad. 2.-La igualdad como elemento fundamental Ahora bien, tal y como fuera mencionado con anterioridad, para ello y signado bajo el principio del humanismo, el Estado socialista plantea un replanteamiento en el orden de sus funciones, donde pasa a configurar las formas necesarias que lograrn el establecimiento de una igualdad absoluta entre sus ciudadanos, es decir, la conformacin de una sociedad en la que no se establezca distingos de clase, sino que el pueblo mantenga en su integralidad un estatus homogneo, que resulta necesario para que la sociedad marche en funcin de su bienestar social. El anterior aspecto goza de caracterstica fundamental en la concepcin del Estado socialista, sobre la base de que la condicin de una sociedad paritaria, se presenta necesaria para poder generar la serie de consecuencias y dems caracteres del Estado socialista, como lo es el carcter anti-explotador del Estado, as como tambin el eminente gobierno popular que caracteriza al modelo de Estado en referencia. En efecto, si el Estado tiene por finalidad procurar y asegurar el bienestar y la felicidad desde una perspectiva social, se hace entonces necesario que esta sociedad sea homognea, para que se encuentre conformada por ciudadanos que tengan las mismas posibilidades y herramientas para el desarrollo, y a su vez, que detentan las mismos deberes frente al conglomerado social del que forman parte y de cuya suerte dependen. De hecho, en ese mismo orden de ideas se puede citar a O. Zhidkov, V. Chirkin y Yudin, quienes al respecto de los principios bsicos del socialismo, se expresan en los trminos siguientes:

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El principio de la unin indisoluble de los derechos y deberes de las ciudadanos. Demuestra tambin claramente la diferencia entre el Estado socialista y el burgus; en ste ultimo la riqueza y los derechos se concentran en un polo de la sociedad, y la pobreza y las obligaciones, en el otro. En el socialismo la igualdad de los ciudadanos no se manifiesta solo en que tienen los mismos derechos a gozar de unos u otros bienes sociales (derecho a la asistencia mdica gratuita, a la vivienda, etc.), sino tambin los mismos deberes ante el Estado y la sociedad.40

Lo anterior resulta importante destacarlo, ya que en base a la sociedad socialista, los individuos, si bien detentan los mismos derechos tambin necesariamente detentarn deberes frente al Estado, precisamente en funcin del bienestar social que como conjunto debe alcanzar la sociedad. Bajo este orden de ideas, los ciudadanos, como factores que hacen vida dentro del mbito social, deben tener en consideracin que los mismos deben coadyuvar con la sociedad y con el Estado en la consecucin de la labor que su concepcin le impone en el desarrollo y regulacin del mismo. De hecho, bajo tal razonamiento nuestro texto constitucional, contempla un catlogo de deberes que les son impuestos a los mismos, especficamente en su Ttulo III, Capitulo X, comprendidos entre los artculos 130 y 135, donde se destaca el deber de los ciudadanos de cumplir con sus responsabilidades sociales y participar activamente en la vida poltica y civil del pas, con la finalidad de alcanzar una convivencia signada por la paz y la felicidad social. En ese sentido, el texto constitucional es categrico al afirmar en su artculo 135 lo siguiente:
Artculo 135: Las obligaciones que correspondan al Estado, conforme a esta Constitucin y a la ley, en cumplimiento de los fines del bienestar social general, no excluyen las que, en virtud de lo solidaridad y responsabilidad social y asistencia
40 O. Zhidkov, V. Chirkin, Y. Yudin: Fundamentos de la Teora Socialista del Estado y el Derecho. Editorial Progreso. Mosc. 1987. Pg.330 OA Zhidkov, IA Iudin, M Gonzlez, VE Chirkin - 1980 - Progreso

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humanitaria, correspondan a los o a las particulares segn su capacidad. La ley proveer lo conducente para imponer el cumplimiento de estas obligaciones en los casos en que fuere necesario. Quienes aspiren al ejercicio de cualquier profesin, tienen el deber de prestar servicio a la comunidad durante el tiempo, lugar y condiciones que determine la ley.

A su vez, la necesaria interrelacin que debe existir entre la sociedad y el Estado, con la finalidad de alcanzar los postulados del Estado socialista comporta el mantenimiento del orden popular de la gestin de gobierno, propia del sistema socialista como se ver infra, consolidando as el nuevo modelo de democracia planteado en nuestro texto constitucional, una democracia protagnica y participativa que atiende a la participacin activa del pueblo en la vida social y estatal, que abarca diversos rdenes y niveles orientada a hacer realidad el ejercicio del poder y de la soberana que les corresponde. No obstante, lo que resulta necesario poner de manifiesto en los actuales momentos es el hecho de que la conformacin de la sociedad paritaria y homognea resulta intrnseca a la nocin de Estado socialista, en virtud de que slo en estos trminos se alcanza el desarrollo armnico y equilibrado de la misma, y a su vez, se logra que cada uno de los componentes de la sociedad acte y se desarrolle en funcin de la misma, es decir, para la consecucin del bienestar y la felicidad social, razn precisamente por la que nuestro Libertador luch a lo largo de toda su vida, pudiendo incluso sealarse que los dos principios fundamentales del pensamiento bolivariano radican precisamente en la igualdad y la libertad, siendo los mismos complementarios uno del otro. 3-. Vigencia de un sistema econmico humanista e integrativo Por otra parte, tambin como fue advertido con anterioridad el establecimiento o la igualdad entre la sociedad requiere el

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replanteamiento del orden de las relaciones entre los factores y medios de produccin, con la finalidad de establecer las condiciones del desarrollo en trminos paritarios. En tal sentido, opera en el Estado socialista un cambio en el sistema econmico, dejando atrs aquel modelo de liberalismo salvaje, y que significa el desangramiento de las clases sociales ms deprimidas; dando paso a un esquema econmico de naturaleza e idiosincrasia social, cnsona con el modelo de Estado y que representa la nica va para alcanzar la materializacin de los cometidos que en el mbito econmico propendern a la satisfaccin global de los altos fines del Estado Socialista. En efecto, el modelo de Estado Socialista implica la necesaria intervencin del mismo en la realidad social a los efectos de regularla y ordenarla, para de esa manera evitar que producto de la dinmica social que tiene lugar en toda sociedad, se atente contra sectores fundamentales para el desarrollo del pas y se menoscabe, atropelle y abuse de los grupos sociales ms dbiles. De manera tal que dicha intervencin deber estar signada bajo la premisa de mantener un debido equilibrio social ante las comunes desigualdades que existen en el sustrato social, en aras de lograr aquel ambiente de posibilidades y de condiciones necesarias en el cual el individuo pueda desarrollarse dignamente. Es por ello que el Estado interviene en el mbito econmico, lo regula y condiciona con miras a alcanzar sus objetivos. En el caso venezolano, este deber de intervencin por parte del Estado al que venimos haciendo referencia se encuentra desplegada y desarrollada en distintos preceptos constitucionales, tendentes todos a procurar la intervencin del Estado en rdenes sociales de variada naturaleza, para brindar de esta manera una proteccin integral del conglomerado social. A manera de ejemplo, con la finalidad de la promocin de la prosperidad y del bienestar social del pueblo que indica el artculo 3 constitucional, se prev en el artculo 299 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de

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Venezuela que constituye deber del Estado ...conjuntamente con la iniciativa privada promover el desarrollo armnico de la economa nocional, a fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la poblacin y fortalecer la soberana econmica del pas, garantizando la seguridad jurdica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad en el crecimiento de la economa, para lograr una justa distribucin de la riqueza...; expresando a su vez que el rgimen socioeconmico de la Repblica debe estar fundamentado en los principios de ... de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia, proteccin del ambiente, productividad y solidaridad... y ello con la finalidad de ...asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. Tal concepcin desde luego implica un replanteamiento en el orden de los llamados derechos de libertad, catalogados de esta manera por la oligarqua como argumento para proceder al desarrollo de sus intereses personales de manera desmedida, alienante y exploradora frente al resto de sus semejantes. En funcin de ello, el contexto que exige el modelo de Estado al que se viene haciendo referencia impone necesariamente la conciencia de establecer que no puede existir en forma alguna libertad absoluta en la sociedad, ya que el individuo se debe a la misma, se desarrolla e interacta dentro de sta, debiendo por consecuencia entender que el desarrollo y bienestar de la sociedad necesariamente impone la armona entre los diversos elementos que la componen, siendo un factor decisivo en ello la articulacin de los derechos individuales en funcin de los intereses sociales. Desde esta perspectiva, estos derechos de libertad deben forzosamente encontrarse limitados y regulados en cuanto a su extensin, contenido y atributos, para que los mismos puedan ser ejercidos en compaginacin con el bienestar social, logrando de esta manera evitar que mediante el ejercicio de los mismos se incurra en atropellos y a su vez, que exista el debido

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equilibrio y paz que toda sociedad requiere. Siendo ello as, tal concepcin reviste de fundamental importancia en derechos de contenido econmico, como lo es precisamente el derecho a la libertad econmica, siendo esta la nocin que respecto del mismo viene establecida en nuestro texto constitucional. En efecto, dicho derecho es reconocido de manera expresa en nuestro Estado en el artculo 112 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, el cual se expresa en los siguientes trminos:
Artculo 112: Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad econmica de su preferencia, sin ms limitaciones que las previstas en esta constitucin y las que establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, proteccin del ambiente u otras de inters social. El Estado promover la iniciativa privada, garantizando la creacin y justa distribucin de la riqueza, as como la produccin de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la poblacin la libertad de trabajo, empresa, comercio, industria, sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economa e impulsar el desarrollo integral del pas.

Este derecho a la libertad econmica abarca toda actividad humana destinada a generar riqueza mediante el desarrollo de las factores productivos; por ende, las libertades de contratar, de comercio, de industria, de ejercer las profesiones liberales y en general, toda actividad capaz de producir bienes y riqueza, quedan enmarcadas dentro de la nocin de la libertad econmica, cuando las mismas persiguen una finalidad de tal naturaleza. En otras palabras, el derecho a la libertad econmica se entiende entonces como aquel derecho que tienen todos a dedicarse libremente a la actividad econmica de su preferencia y con la garanta de que los poderes constituidos deben abstenerse mediante su actuacin de privar todo el sentido del ejercicio de tales actividades.

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Ahora bien, si bien se consagra en nuestro pas el derecho a una libertad del ejercicio econmico, no es menos cierto que la materializacin de tal derecho, como todo derecho, se encuentra sujeto a una regulacin que determina y canaliza su ejercicio en sociedad, ya que como es perfectamente conocido, ningn derecho es plenamente absoluto, sino que en aras de garantizar una adecuada convivencia social y su articulacin dentro del todo armnico que debe representar el Estado, se debe encontrar sometido a una serie de limitaciones para su adecuado ejercicio; limitaciones stas que vienen impuestas y determinadas en la Constitucin y las Leyes, por razones de desarrollo humano u otras de inters social que el Estado determine, lo que permite que el Estado posea un rgimen de intervencin en la economa, que resulta del todo comprensible, bajo el entendido de que precisamente el conjunto de actividades y el actuar del Estado con tal naturaleza de contenido, implica una de las principales formas a travs de las cules ste alcanza su desarrollo y la consecucin de sus fines. Ese rgimen de intervencin que posee el Estado, se ha venido desarrollando en los ltimos tiempos mediante distintas facetas, principalmente en aquella destinada a garantizar la promocin del desarrollo armnico e integral de su mbito, comprendiendo lgicamente el desarrollo econmico establecido en el artculo 299 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, la promocin de la iniciativa privada mediante la cual se obliga al Estado en el artculo 112 constitucional a promover la iniciativa privada, garantizando la creacin y justa distribucin de la riqueza, as como la produccin de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la poblacin, la libertad de trabajo, sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economa e impulsar el desarrollo integral del pas. Siendo as las cosas, se debe entender que la regulacin y limitacin que de ste derecho se realiza en el texto constitucional, cnsono con un modelo social de Estado, resulta

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eminentemente necesaria, ya que a travs de esta es que se armoniza el ejercicio de dichos derechos por parte de la pluralidad de los ciudadanos. Adems debe comprenderse que en la generalidad de los derechos y en especial en el campo de las derechos econmicos se ha cedido y superado la concepcin individualista de los mismos para darle paso a una concepcin social, bajo el entendido de que el hombre no se debe slo a s mismo. sino que constituye un elemento que vive y se desarrolla en un medio social, en donde tienen lugar la interaccin de una gran cantidad de sujetos titulares de derechos de la ms variada naturaleza, y en donde en definitiva el Estado en su condicin de garante del orden pblico del inters general de la paz y de la justicia detenta una serie de deberes respecto de sus habitantes concebidos como cuerpo social, con miras hacia la consecucin de los altos fines que rigen y condicionan su existir y su proceder sobre la base de la materializacin de una sociedad justa, prspera y progresista. Debe decirse incluso que es sta la concepcin del derecho a la libertad econmica que se tiene hoy da en gran parte de los pases del mundo, an incluso en aquellos que no puedan ser calificados propiamente como Estados socialistas, aceptando por ende, la limitacin y regulacin que de los mismos debe existir para lograr la armona entre los derechos de la sociedad. Sin embargo, bajo una concepcin socialista del Estado, debe sealarse que la regulacin y limitacin al mismo no solamente se encuentra orientada a lograr un equilibrio respecto a su ejercicio en sociedad, sino tambin a establecer las condiciones necesarias para que el mismo no sea concebido como el desarrollo de un derecho individual, sino como un derecho social, ejercido y ejecutado en razn del mbito social al cual se debe y en funcin del mismo, como va y forma de bienestar social. De hecho, es precisamente sta la concepcin que sobre el derecho debe existir del derecho en el marco de un Estado socialista, como bien lo sealan Zhidkov, Chirkin y Yudin, al

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manifestar:
El derecho socialista es un tipo nuevo, superior, de derecho, esencialmente distinto a todos los tipos histricos precedentes. Est ligado a la misin trasformadora especial de la clase obrera y dirigida no solo a liquidar el sistema de desigualdad y presin de clase, sino tambin a crear las condiciones para la transicin a una sociedad sin clases. (Omissis) El derecho socialista es un instrumento indispensable para restringir y desalojar las formas capitalistas privadas de la economa, para crear la economa socialista y el sistema de relaciones sociales socialistas vinculado a la misma. Ni siquiera despus de suprimidas las clases explotadoras y de la victoria total del socialismo deja de ser el derecho el regulador fundamental de las relaciones sociales de clase... (Omissis).

En funcin de lo anterior, se aprecia entonces que el Estado est facultado, y adems obligado, para incidir en la esfera de los derechos subjetivos de los ciudadanos con la finalidad de lograr ese replanteamiento de las relaciones que tienen lugar en la sociedad; actuacin sta que debe siempre estar fundamentada en la serie de principios y valores que conforman el inters general y la esencia social de sus funciones. De hecho, el propio artculo 112 constitucional al que se hizo referencia establece las parmetros sobre los cules el Estado desempea su actuacin en materia econmica en relacin a la sociedad, cuando de manera expresa seala que El Estado promover la iniciativa privada, garantizando la creacin y justa distribucin de la riqueza, as como la produccin de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la poblacin, la libertad de trabajo, de empresa, de comercio, industria.... Esto adems comporta, como tambin lo expresa el artculo comentado, el que en base a la serie de factores recin mencionados, el Estado se encuentre en la capacidad de ... dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economa e impulsar el desarrollo integral del pas.

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Siendo ello as, lo que se busca en un Estado socialista, desde la perspectiva econmica, es establecer la fuerza econmica de la sociedad partiendo del propio pueblo, en ejecucin de los principios de igualdad y libertad, as como tambin como consecuencia de la materializacin de uno de los principales postulados del Estado socialista, como lo es el autntico y verdadero poder del pueblo, y en tal sentido, as como en el socialismo se trasforma el orden de las relaciones de poder, a los fines de que las funciones de gobierno y el poder del Estado se encuentre conformado por la coexistencia o simbiosis del autntico poder soberano, como lo es el poder del pueblo, y el poder constituido, electo desde luego por el propio pueblo; lo que se busca en el aspecto econmico es que el pueblo se encuentre integrado, sin distincin alguna, en funcin de la debida igualdad que debe existir en la sociedad, al esquema econmico que tenga desarrollo en la misma, es decir, que el pueblo se integre en igualdad de condiciones al sistema econmico del Estado, y as, en forma armnica y unificada, se acten en el desarrollo del Estado y de la sociedad en dicho mbito. En funcin de ello, se eliminan o suprimen las relaciones de explotacin, en funcin de que no existe un sistema econmico que en razn de su diseo, permita que exista un capital concretando en sectores econmicos reducidos y que ello sea utilizado como base de dominio de la sociedad, respecto de los sectores que no poseen fuerza econmica, ya que en el sistema econmico socialista es el pueblo organizado, sobre la base del principio de igualdad y libertad, el que conforma un orden econmico homogneo en el que el pueblo detenta los medios y factores de produccin por igual y de acuerdo a sus capacidades, desarrollando la serie de relaciones que en esta materia, atiendan al bienestar y desarrollo de la sociedad, es decir, ejecutando la economa a favor de la felicidad social. As, el desarrollo econmico de la sociedad y la serie de relaciones de esta naturaleza que dentro de la misma tienen lugar,

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son realizadas y llevadas a cabo por la generalidad del pueblo en los distintos sectores que tal clase de actividad comporta en beneficio del pueblo, en beneficio de la colectividad. As, el pueblo trabaja y se desarrolla en beneficio del mismo, es decir, consiente que existe dentro de una sociedad y que a la misma se debe, por lo que se obtiene de esta manera un desarrollo homogneo que impide la formacin de desigualdades capaces de generar precisamente las relaciones de subordinacin y explotacin dentro de la sociedad en funcin del capital. Desde luego, ello implica, como se advirti con anterioridad, que sea el Estado el que intervenga en las relaciones de orden econmico, no solo regulando las libertades o derechos que en esta materia detentan los ciudadanos, sino adems creando las condiciones y otorgando las herramientas para configurar un modelo econmico que en razn de sus caractersticas permita la consolidacin de lo antes expuesto, implementando por consecuencia, la serie de medidas y acciones que en tal sentido sean necesarias para el cumplimiento de los objetivos planteados. Por tal motivo, la nocin del Estado socialista traer consigo un cambio en la propiedad de los factores de produccin, para la consolidacin de un sistema econmico humanista e integrador, a los fines de que los bienes le pertenezcan a todos y sean repartidos de acuerdo a las necesidades del pueblo; as como tambin que las empresas le pertenecen a los trabajadores, a travs de la implementacin de tcnicas de autogestin o cogestin, quienes en el desarrollo de sus actividades estn y se deben a un entorno primario, que es precisamente la colectividad o localidad donde funciona el factor industrial, donde Ilevan a cabo sus actividades, las cules a su vez son realizadas y se ejecutan en funcin de un todo que incluye, sin distingo, a la totalidad de los componentes humanos de la estructura poltica. Siendo as las cosas, lo que se busca es la implementacin de un sistema econmico que funcione a favor del mbito social,

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que sirva como herramienta para la consolidacin del bienestar y la felicidad social, donde cada uno de los individuos que interactan en el mismo lo hacen en razn del bienestar social, operando de esta manera un cambio en la concepcin y finalidad del sistema econmico, donde el mismo ya no es concebido como un factor de acumulacin de riqueza y de dominacin o explotacin sobre la base de las desigualdades econmicas. En tal sentido, la teleologa del orden econmico se asienta en la conformacin de un sistema. En l, todos los individuos actan para el desarrollo social, para el bienestar social, lo cual se lleva a cabo en funcin de que el desarrollo del medio social comporta por consecuencia necesaria, bajo los parmetros de una sociedad homognea, el desarrollo y bienestar de todos los individuos que la conforman, logrando de esta manera la vida armnica de la misma, logrando de esta manera la consolidacin de uno de los principios fundamentales bajo el cual estar regido el sistema econmico, como lo es el humanista. Bajo el orden de las anteriores consideraciones, el autntico y verdadero sentido del orden econmico establecido dentro de la sociedad se encuentra en el desarrollo de los individuos en su perspectiva social, es decir, en el desarrollo y progreso social, en razn de que la sociedad que integra al Estado socialista se encuentra regida por los principios y valores de la igualdad, la libertad y el humanismo, provocando ello que tanto las relaciones que en esta materia se verifiquen por parte del Estado respecto de los ciudadanos, as como tambin aquellas que tengan lugar entre los propios individuos, se encuentren signadas bajo la gua de tales principios y valores, creando de esta manera conciencia en torno a que el bienestar que desde el punto de vista econmico se puede verificar producto del desarrollo y de la actividad econmica llevada a cabo por los ciudadanos, debe siempre ser encausado en funcin del mbito social. A su vez, el sistema econmico en el contexto del Estado

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socialista es integrador, tomando en consideracin que la sociedad es una sola, compuesta por individuos en una situacin de igualdad, siendo entonces necesario que el pueblo sea incorporado en las diversas facetas y reas del sistema econmico, a los fines de que ste sea el protagonista del mismo, participando activamente en el desarrollo de la sociedad. Lo anterior, a su vez se presenta cnsono con la base fundamental en la que descansa el pensamiento bolivariano, que la constituye el poder de pueblo, el cual bajo una concepcin socialista de Estado debe estar orientado a la consecucin de la felicidad social, trayendo ello consigo una gran cantidad de repercusiones, entre las cuales destacan un cambio en la propiedad de los factores de produccin, segn se tuvo la oportunidad de mencionar con anterioridad, donde la nocin de propiedad debe partir de considerar a la misma como elemento en favor del bienestar social, dejando por consecuencia de detentar una concepcin meramente individualista, constituyndose en un factor para alcanzar al bien social, siendo entonces que las tierras le pertenecen al campesino, en propiedad comunitaria con su entorno y bajo una visin intergeneracional, y su producto no slo reviste de beneficios personales, sino para todos los que lo necesiten, otorgando con ello una autntica dimensin social al poder popular. Desde luego, ello tambin implicar que en el proceso de incorporacin del pueblo para la consolidacin de un sistema econmico integrador, debe tambin establecerse un nuevo orden en las relaciones de produccin, donde el propio pueblo se incorpora a la economa sobre la base de estructuras econmico-organizativas flexibles y dinmicas que facilitan su participacin en el sistema, as como tambin el propio pueblo pasa a administrar y dirigir los elementos de produccin ya consolidados en base a las tcnicas de cogestin y autogestin, actuando siempre en funcin de los intereses del colectivo, produciendo en funcin de un todo que incluye, sin distingo, a la totalidad de los componentes humanos de la estructura

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poltica. De esta manera, se compone y articula un sistema econmico que sobre la base del humanismo y la solidaridad destierra la base del capital visto desde la perspectiva individualista y egosta, y se elimina la posibilidad del establecimiento de factores de explotacin y dominacin guiados nicamente por la sed de avaricia y los meros intereses personales, en desmedro de cualquier tipo de derechos y de sentimientos de respeto hacia los seres humanos; dando paso a un sistema econmico integrado, desarrollado y ejecutado por el propio pueblo en condiciones paritarias, en pro de su beneficio social. De hecho, bajo esta misma concepcin, como forma o camino para lograr superar la distorsin causada en la sociedad por un sistema econmico y un Estado capitalista, se pronunciaron en su momento Carlos Marx y Federico Engels.41
41 Sealando al respecto lo siguiente: La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condicin esencial la concentracin de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formacin e incremento constante del capital, y ste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre s. Los progresos de la industria, que tienen por cauce automtico y espontneo a la burguesa, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por lo concurrencia, su unin revolucionaria por la organizacin. Y as, al desarrollarse la gran industria, la burguesa ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cra a sus propios enterradores. Su muerte y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables. Decidnos: es que el trabajo asalariado, el trabajo de proletario, le rinde propiedad? No, ni mucho menos. Lo que rinde es capital, esa forma de propiedad que se nutre de la explotaron del trabajo asalariado, que solo puede crecer y multiplicarse a condicin de engendrar nuevo trabajo asalariado para hacerlo tambin objeto de su explotacin. La propiedad, en la forma que hoy presenta, no admite salida a este antagonismo del capital y el trabajo asalariado. Detengmonos un momento a contemplar los dos trminos de la anttesis. Ser capitalista es ocupar un puesto, no simplemente personal, sino social, en el proceso de la produccin. El capital es un producto colectivo y no puede ponerse en marcha ms que por la cooperacin de muchos individuos, y an cabra decir que, en rigor, esta cooperacin abarca la actividad comn de todos los individuos de la sociedad. El capital no es, pues, un patrimonio personal, sino una potencia social. Los que, por tanto, aspiramos a convertir el capital en propiedad colectiva, comn a todos los miembros de la sociedad, no aspiramos a convertir en colectiva una riqueza personal. A lo nico que aspiramos es a transformar el carcter

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En funcin de ello, se tiene entonces que el Estado socialista debe, no tan solo intervenir en la dinmica econmica de la sociedad para regular y fiscalizar que las relaciones que tengan lugar en el seno de la misma, as como los derechos de los ciudadanos, sino tambin, se insiste, debe crear las condiciones y adoptar las medidas de accin que sean necesarias para establecer la vigencia de los postulados del Estado Socialista, y configurar un nuevo orden en las relaciones econmicas que responda a los valores de la igualdad, el humanismo y a un carcter integrador, valindose para ello del derecho y del resto de potestades y facultades que le son atribuidas al Estado por el ordenamiento jurdico. Ahora bien, lo antes expuesto tiene cabida dentro de nuestro ordenamiento constitucional en el que, bajo el modelo econmico aqu en referencia, se asume un sistema econmico en el cual nuevos actores desarrollan y asumen protagonismo, y en donde los procesos econmicos y sociales, tambin, y en forma importante para el pas, son llevados adelante por empresas gestionadas en forma democrtica, por sus trabajadores y
colectivo de la propiedad, a despojarla de su carcter de clase. Hablemos ahora del trabajo asalariado. El precio medio del trabajo asalariado es el mnimo del salario, es decir, la suma de vveres necesaria para sostener al obrero como tal obrero. Todo lo que el obrero asalariado adquiere con su trabajo es, pues, lo que estrictamente necesita para seguir viviendo y trabajando. Nosotros no aspiramos en modo alguno a destruir este rgimen de apropiacin personal de los productos de un trabajo encaminado a crear medios de vida: rgimen de apropiacin que no deja, como vemos, el menor margen de rendimiento lquido y, con l, la posibilidad de ejercer influencia sobre los dems hombres. A lo que aspiramos es a destruir el carcter oprobioso de este rgimen de apropiacin en que el obrero slo vive para multiplicar el capital, en que vive tan slo en la medida en que el inters de la clase dominante aconseja que viva. En la sociedad burguesa, el trabajo vivo del hombre no es ms que un medio de incrementar el trabajo acumulado. En la sociedad comunista, el trabajo acumulado ser, por el contrario, un simple medio para dilatar, fomentar y enriquecer la vida del obrero. En la sociedad burguesa es, pues, el pasado el que impera sobre el presente; en la comunista, imperar el presente sobre el pasado. En la sociedad burguesa se reserva al capital toda personalidad e iniciativa; el individuo trabajador carece de iniciativa y personalidad.

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los usuarios de los servicios que prestan, en atencin al sistema de democracia participativa y protagnica que establece el texto constitucional, orientado a la materializacin del concepto de economa social que prev nuestra fundamental en su artculo 299. Y es precisamente por ello, y en atencin al rol que le corresponde desempear al Estado bajo el contexto socialista, que en la actualidad el Estado ha realizado y emprendido una serie de acciones cuyo objetivo fundamental lo constituye la consolidacin de un modelo econmico centrado en el aspecto social, como lo son el otorgamiento de micro crditos y otros modalidades de financiamiento con facilidades de pago mayores a las establecidas en el mbito privado, Ilegando incluso al establecimiento de crditos no sometidos al pago de intereses, como el contemplado en el artculo 15, numeral 4 de la Ley de Creacin, Estimulo, Promocin y Desarrollo del Sistema Micro-financiero; todo ello con la finalidad de incentivar y facilitar la participacin y la incorporacin de los distintos sectores de la sociedad al aparato productivo y al sistema econmico del Estado. Tambin en el marco de la instauracin de un modelo de economa social y participativa se ha incentivado la formacin y funcionamiento de asociaciones cooperativas, mediante la promulgacin del Decreto con Fuerza de Ley Especial de Asociaciones Cooperativas; a las cules se les ha dotado de recursos para que las mismas puedan pasar al desarrollo de sus actividades en trminos ptimos, incluyendo a su vez una gran serie de facilidades para su incorporacin en diversos sectores productivos, comerciales e industriales; todo lo que se traduce en la bsqueda del mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad, y con ello, el de los ciudadanos que la conforman. A la par, el gobierno revolucionario ha creado a lo largo de su gestin, diversas instituciones bancarias con especiales caractersticas, como el Banco del Pueblo, el Banco de la Mujer, el Banco de Desarrollo Econmico Social; instituciones

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estas destinadas a la canalizacin de acciones crediticias y a la coordinacin y manejo de distintos fondos destinados al financiamiento de actividades de diversa naturaleza, que procuran la generacin de beneficios econmicos de aquellos ciudadanos que resulten favorecidos mediante tales actividades de financiamiento y a su vez el aumento en la intervencin de factores dentro del sistema econmico del Estado; siempre en la bsqueda de que los individuos, en igualdad de condiciones, acten en el desarrollo de la sociedad en la que se encuentran inmersos, ya que el bienestar de la misma atiende en definitiva al bienestar de todos los ciudadanos que la conforman. De all que el modelo de Estado socialista implique entonces una modificacin total y absoluta de la forma de asumir y concebir el poder pblico y su gestin, ya que se aparta de una actitud de pasividad, propia de la concepcin liberal del Estado, para asumir un rol activo en la consecucin y materializacin de los cometidos antes mencionados. De hecho, el Estado signado bajo una esencia de contenido socialista, se caracteriza por constituir una entidad guiada y regulada por normas que atienden a finalidades de carcter positivo, es decir, por normas constitutivas de mandatos concretos impuestos al conjunto de rganos encargados de ejercer el Poder Pblico, que se concretan en forma de deberes especficos de hacer de los Poderes Pblicos, correspondindose stos con los denominados derechos sociales, cuya materializacin requiere la satisfaccin de las necesidades esenciales de los ciudadanos, y en definitiva, la consecucin de condiciones de vida digna. De tal manera, que la conceptuacin socialista del Estado implica una redefinicin integral del mismo, en donde pasa a tener como elemento teleolgico la procura existencial del ser humano en su conjunto, es decir, en su dimensin social, orientado por un elemento axiolgico y valorativo; lo que lo lleva a adoptar una actitud o un comportamiento activo en diversas esferas de accin de la sociedad, con miras a la consecucin de los cometidos que lo llevarn a la verificacin de su fin ltimo,

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buscando la conciliacin de los derechos e intereses presentes en la sociedad, y aplicando polticas que le permitan una justa redistribucin de las riquezas, disponindolas en funcin de la prestacin de servicios y asegurando materialmente y en trminos reales y efectivos la proteccin de los derechos fundamentales al ser humano, logrando la erradicacin de las asimetras sociales y econmicas de la sociedad, perfeccionando los estndares de vida de la sociedad en busca de su progreso y desarrollo armnico, que atiende a la verificacin de la paz y felicidad social en la misma. 4.- Supremaca absoluta de la voluntad popular Ahora bien, realizada la serie de consideraciones anteriores, debemos entonces concluir que, en trminos generales, el planteamiento del Estado Socialista atiende a un modelo de Estado estructurado sobre la base de un sistema de accin poltica y de gobierno asentado en la socializacin de los sistemas de produccin y en el control estatal, bien en forma parcial o integral, de los sectores econmicos, concebido como una necesidad a los fines de lograr la transformacin de la sociedad orientada a la desaparicin de las clases sociales para la conformacin de una sociedad igualitaria, base fundamental para el desarrollo armnico de la sociedad y del Estado. Desde luego, todo lo anteriormente explicado no tendra lugar alguno sino partiera de un principio trascendental para el Estado socialista, como lo es el de la autntica voluntad del pueblo como mandato soberano en el sistema de gobierno, es decir, el verdadero respeto al principio de la voluntad popular, canalizada a travs de una gran diversidad de medios de protagonismo social que determinan la participacin del pueblo de manera directa en la ejecucin de gobierno, logrando consolidar en su autntica dimensin a la voluntad popular. En efecto, no puede concebirse que exista una sociedad igualitaria y homognea, que luche y se desarrolle en forma

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armnica en funcin del beneficio colectivo, sino existe para ello un verdadero respeto a la voluntad soberana, que es la voluntad del pueblo. En tal sentido, tanto la libertad como la igualdad como principios de vida de la sociedad, requieren como correlativo necesario, para que tales principios puedan ser implementados en su amplia dimensin, que sean complementados con la posibilidad real y efectiva del poder popular, para de esta manera la sociedad homognea sea canalizada en razn del querer y voluntad de la mayora, lo que en definitiva atiende a que sea la propia sociedad, como unin social entre los ciudadanos, la que pueda darse a s misma el destino de su rumbo y la direccin de su progreso, desarrollo y felicidad. As, en el marco de una sociedad sin distingo de clases, no existir posibilidad de que algn grupo pueda imponerse sobre otro en virtud de cualquier elemento que no sea la voluntad de la mayora a la cual debe estar supeditada la existencia de y direccin de la sociedad. Es precisamente a travs del ejercicio del poder soberano del pueblo, que se logra articular las diferentes labores y actividades y funciones que el pueblo detenta en el marco de una sociedad regida por el principio de igualdad, ya que es la propia sociedad, la que determina su vida y manera de desarrollarse en funcin de la voluntad mayoritaria que popularmente sea expresada, sin la existencia de decisin o incidencia sobre la misma de otro tipo de voluntades que no sea la soberanamente expresada por el pueblo en sentido mayoritario. En virtud de lo anterior, el Estado bajo concepcin socialista se estatuye sobre el principio fundamental de la soberana popular, necesaria en un estatus social homogneo y paritario para todos los individuos que la conforman, y de esta manera, el propio pueblo resulta responsable de su destino, interviniendo activamente en las labores y accin de gobierno, creando una unin fundamental con los rganos del poder pblico, a los fines de intervenir y forjar su propio devenir a travs del trabajo conjunto.

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Es precisamente de esta manera que se da cabida a un nuevo modelo democrtico y de ejercicio del poder pblico, como lo es una democracia socialista, una democracia protagnica y participativa, una democracia para el pueblo, donde es ste quien gobierna para s mismo, a favor de su bienestar general. As, el poder del Estado le pertenece al pueblo, y se ejerce a travs de la amplia participacin que en una sociedad paritaria queda abierta a todas las personas que conforman el conglomerado social. En razn de ello, este tipo de democracia se caracteriza por la coexistencia en liderar y guiar la accin de gobierno por el pueblo y el resto de la serie de rganos y organismos pblicos que conforman la estructura organizacional del Estado y que, en razn del mandato soberano, ejecutan la conduccin del Estado; pero dejando lo suficientemente claro que dicha prctica constituye tan solo una modalidad del ejercicio gubernamental, que se presenta inseparable a una modalidad directa de gobierno, superior a la anterior en razn de un orden ontolgico, que ser realizada por el nico y autntico detentador del poder y organizador del Estado, es decir, por el pueblo. Tal superioridad viene incluso puesta de manifiesto en el sentido de que los distintos rganos que conforman el sustrato estructural del Estado, se deben al pueblo, ya que de l emanan, de l han sido creados y por ende, a l se deben, establecindose as una relacin soberano-mandatario, en la cual ste ltimo es concebido con la finalidad de servir en la satisfaccin de los intereses de aquel, y en la consecucin de los diversos fines a los que el Estado se encuentra Ilamado y obligado a concretar, en aras de alcanzar esa sociedad justa y digna en la que cada uno de sus componentes alcance la prosperidad y el desarrollo integral que hace que se materialicen los ideales de paz, justicia y bienestar que todo Estado desea. En tal orden de ideas, la coexistencia en la conduccin del gobierno a la que nos referimos, se presenta plenamente

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compresible, toda vez que; junto a la forma de democracia representativa que resulta necesaria para lograr una armoniosa funcionalidad de la gestin estatal; resulta lgica la participacin constante y permanente de los ciudadanos que integran la sociedad, ya que son ellos sobre los cules recae e incide directamente los resultados de la accin de gobierno, y son ellos los que sin duda alguna saben a ciencia cierta la clase de necesidades y requerimientos que detentan y precisan para lograr la satisfaccin de sus anhelos y aspiraciones; constituyndose as la instauracin de un nuevo paradigma en cuanto al sistema democrtico en nuestro pas, que es la verdadera expresin del pueblo haciendo gobierno, representa un verdadero gobierno del pueblo. De este modo, la concepcin del poder popular en el contexto del Estado Socialista, responde a una sentida aspiracin del pueblo que pugna por cambiar la negativa cultura poltica generada por la opresin y el dominio de la oligarqua, a travs de la que se mediatiz el desarrollo de los valores democrticos y de la participacin ciudadana, que ya no resulta slo limitada a la actuacin derivada de procesos electorales, pues se reconoce la necesidad de la intervencin del pueblo en los procesos de formulacin, planificacin, control y ejecucin de polticas pblicas, como medio para superar el dficit de gobernabilidad generado por el Estado Liberal y capitalista. En tal sentido, se aprecia como la intervencin ciudadana es concebida en amplias dimensiones, abarcando desde la formulacin de la poltica de gobierno, pasando por la ejecucin de la misma, con lo cual, el pueblo deviene en factor determinante en la conduccin de los destinos de la Nacin, lo que sin duda alguna se traduce en la elaboracin y desarrollo de polticas pblicas ms ajustadas a los requerimientos de la sociedad. Adems, es el propio pueblo el que se encargar de la supervisin de la correcta materializacin de las mismas, con lo que se evitan las desviaciones que puedan verificarse en la ejecucin, logrando de esta manera un mayor nivel de eficacia

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y efectividad. Por ello, debe entenderse y a su vez concientizarse que el modelo de democracia socialista no se encuentra fundamentado solamente sobre la base de un sistema representativo, sino que se encuentra fortalecida con el valor agregado de la inclusin expresa del pueblo como factor fundamental y decisivo en la conduccin de la gestin gubernamental, en donde el individuo se integra a la accin de gobierno mediante la materializacin de un amplio catlogo de mecanismos de participacin a travs de los cules se perfecciona una forma de gobierno integrada tanto por los representantes electos y los propios ciudadanos, el propio pueblo, haciendo realidad y otorgando vida y sentido a su facultad de soberano. Por tal motivo, en el Estado Socialista se concibe al individuo como pieza clave y fundamental en el ejercicio del Poder, consiste pues en una democracia incluyente, que surge en reaccin a la doctrina neoliberal, apoyada por la democracia representativa, que cada vez contribuy ms a fomentar el olvido del pueblo, el olvido del soberano y a la consolidacin de un estado de partidos, gestando una sociedad polarizada que tiene en sus extremos una clase totalmente desprotegida y otra privilegiada; la primera subsistiendo en favelas, y en las casas de techos de cartn de las que nos hablaba Al Primera, y la segunda, en guetos de lujo con cercas electrificadas, polica privada, alarmas y perros de ataque. Los primeros, los habitantes de la desesperanza, siempre en mayora vivan al margen del proceso democrtico sumidos en un predicamento que pareca no tener remedio, mientras que los segundos se encargan de desangrar a la sociedad a costa del sufrimiento de los desfavorecidos, ya que sus verdaderos intereses no apuntan hacia una sociedad justa, y progresista, sino que son econmicos y duermen protegidos en las bvedas de la banca internacional. Por ello, es necesario que el ciudadano comn asuma el rol que le toca desempear en el marco de un Estado socialista, razn por la que se habla dentro del mismo, no tan solo de

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derechos sino tambin de deberes sociales, conscientes del compromiso que los mismos detentan dentro de la sociedad y en la consecucin de su bienestar, as como tambin del papel protagnico que les toca desempear en ejercicio de ese poder soberano de amplias dimensiones, que siempre le perteneci pero que por mucho tiempo permaneci secuestrado en manos de inescrupulosos y oportunistas, todo con miras de lograr aquella sociedad justa, equitativa, progresista, amante de la paz, de la libertad y de la justicia que todos aspiramos. No obstante, lo importante a resaltar en estos momentos es que el Socialismo se fundamenta en la existencia de una sociedad paritaria, y la asuncin o bien atencin por parte del Estado de actividades prestacionales que resultan necesarias para la vida del pas y para la salvaguarda del ciudadano y su desarrollo en ptimas condiciones; postulados y elementos que desde luego se encuentran presentes en el pensamiento y obra de Simn Bolvar, y que de hecho constituyeron los objetivos de lucha histrica librada por el Libertador. Es all precisamente donde resalta la ideologa de base socialista que posea el Libertador, y que de hecho constituy la premisa fundamental en su discurso, es decir, la formacin y construccin de una sociedad justa, libre e igualitaria, como se ver infra, y en la que el Estado, a travs de sus diversas manifestaciones, actuaciones, funciones, competencias y atribuciones, deba asumir el firme compromiso de consolidar, para de esta manera poder contribuir a la conformacin de una sociedad realmente justa, desde donde devendra su felicidad. Constituy dicho compromiso la tarea fundamental y primordial del proceso revolucionario desarrollado por Bolvar en los tiempos de la gesta de independencia, as como lo constituye hoy da el proceso de cambio actualmente en desarrollo en nuestro pas; ya que en definitiva exista, como es lgico, la conviccin de que la igualdad entre los ciudadanos era necesaria para obtener una autntica y verdadera justicia entre cada uno de ellos.

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No obstante, el pensamiento de Bolvar; bajo una concepcin de contenido socialista y de mayor amplitud e integralidad; caracterstica sta que siempre estuvo presente en Bolvar como hombre progresista y de avanzada para su tiempo; se presenta ms amplio en cuanto a su dimensin, ya que en funcin de una nocin de felicidad social, edificada sobre la base de la igualdad y de la libertad, se proyecta el pensamiento bolivariano en distintas perspectivas de la vida del Estado, articulndose siempre en la estabilidad y preocupacin por el mbito y el factor social, y a su vez en una soberana plena de los ciudadanos, en una plena soberana del pueblo, lo que constituye verdaderamente la autntica concepcin del poder popular. En tal sentido, el sustrato socialista de la obra del Libertador se encuentra estatuido y enmarcado en la soberana popular, prevista como nica e indiscutible y como poder absoluto dentro del Estado, que adquiere funcionabilidad mediante un verdadero protagonismo y participacin del pueblo en los diversos rdenes del Estado, para la formacin de una sociedad soberana y responsable de su destino, en la que el Estado no tan slo asume una tutela de los derechos de los ciudadanos, sino que acta para lograr la efectiva vigencia de los mismos, estableciendo las condiciones y ejecutando actividades prestacionales para la materializacin y verificacin de los mismos en un esquema paritario, tomando como elemento medular al hombre y al colectivo, para poder efectivamente lograr estabilidad y felicidad social, en la que adems se logra la conciliacin de los derechos individuales y particulares con el inters social del colectivo, articulando dicha clase de derechos en funcin de la obtencin de la felicidad social.

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LAS INFLUENCIAS DE SIMN BOLVAR

Respecto de la formacin del pensamiento poltico de nuestro Libertador no es necesario sealar que el mismo se presenta en su gnesis como una armona de diversas ideas, de diversos pensadores, pero estructuradas gracias a un estudio analtico y dialctico que de las mismas son realizadas por nuestro Libertador para de esta manera hacerlas efectivas y adaptarlas a las realidades de su poca y entorno, creando as una nueva forma de filosofa poltica que orient la misin de vida que le toc desarrollar, puesto que siempre estuvo lo suficientemente claro en el pensamiento de nuestro Libertador que Las naciones son esclavas de su Constitucin, ellas rigen el destino de sus ciudadanos. El espritu de las leyes deben ser propias para los pueblos que las hacen, relativa a lo fsico del pas, al clima, a la calidad del terreno y a su pueblo, as como que Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del Norte, ms bien es un compuesto de frica y de Amrica, que una emanacin de la Europa. Partiendo de tal premisa, el pensamiento de nuestro Libertador se caracteriz siempre por presentarse innovador y desarrollado en funcin de nuestras autnticas realidades, mediante la confrontacin racional de los aspectos positivos y negativos que abarcaban sus posturas, de cara al mbito de su aplicacin material, a travs de la formulacin de tesis y anttesis que conforman la sntesis producto de su aplicacin en el plano del entorno que nos rodeaba, y del anlisis que de ello surga, razn por la que se puede asegurar que el mismo

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fue el precursor del socialismo dialctico. De hecho, la historia de la vida de Bolvar deja constancia de lo aqu dicho, sobre todo durante la etapa en donde viaj a Europa y se encontr con su antiguo maestro, el ilustre Simn Rodrguez, donde comienza a evaluar y analizar con mayor profundidad y madurez los fenmenos polticos y sociales que se verificaban para aquel momento en el viejo continente, destacndose entre los mismos la Revolucin Francesa, a la que Bolvar pudo estudiar y analizar desde muy cerca. No obstante, como en todo proceso de formacin del ser humano, existieron pensamientos que alentaron, y forjaron las inquietudes de Bolvar, Ilevndolo a conformar un pensamiento poltico propio y autentico que constituye el Socialismo Bolivariano. Una de sus principales influencias devendra, no tan slo de quien luego sera su amigo y compaero de ideales y metas, sino de quien primeramente fue su maestro, uno de los venezolanos ms ilustres de todos los tiempos, como lo fue Simn Rodrguez, a quien el destino de la historia otorg la invalorable responsabilidad de tener en sus manos la formacin de nuestro padre de la patria. As, la marcada influencia que tuvo Simn Rodrguez en el pensamiento de nuestro Libertador fue puesta de manifiesto por el propio Libertador, mediante una carta dirigida a su gran maestro en la que el expres:
Usted form mi corazn para la libertad, para la justicia, para la grandeza, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me seal. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las playas de Europa. No puede usted figurarse cuan hondamente se han grabado en mi corazn las lecciones que usted me ha dado; he podido jams borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha regalado. Siempre presentes a mis ojos intelectuales, las he seguido como guas infalibles. En fin, usted ha visto mi conducta; usted ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y usted no habr dejado de decir: todo esto es mo, yo sembr esta planta, yo la regu,

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yo la enderec tierna; ahora robusta, fuerte y fructfera, he aqu los frutos; ellos son mos, y yo voy a saborearlos en el jardn que plant ; voy a gozar de la sombra de sus brazos amigos, porque mi derecho es imprescriptible, privado a todo.

Lo anterior es importante aclararlo, ya que existen ciertos historiadores que se niegan a reconocer en Simn Rodrguez una influencia importante en la vida y pensamiento de nuestro Libertador, an y cuando sta fue incluso reconocida por el propio Bolvar, como recin se dej evidenciado. As, como ejemplo de ello pueden citarse al autor Vicente Lecuna29 quien ha sealado que Bolvar amaba a su maestro de primeras letras le recordaba su hogar- refirindose a Simn Rodrguez- pero no creemos que ejerciera influencia sobre sus ideas polticas y filosficas.30 No obstante ello, consideramos que la experiencia y vida de Simn Bolvar, al lado del ilustre Simn Rodrguez constituy un factor decisivo y primordial en la formacin del padre de nuestra patria, no tan solo a un nivel meramente acadmico o intelectual, sino tambin en un aspecto humano, moral y espiritual; elementos determinantes en la configuracin de la personalidad y pensamiento de cualquier persona, y que en el caso de nuestro Libertador resultaron fundamentales para emprender la gesta independentista que realiz. La educacin y formacin que Rodrguez otorg a nuestro Libertador fue en estricto sentido una educacin integral, en su exacta y completa dimensin, ya que pas a establecer los cimientos y las ideas de los principios de libertad, igualdad y justicia; los cuales el Libertador adopt como bandera durante toda su vida, y por cuya consolidacin en nuestros pueblos
29 Vicente Lecuna (1870-1954) Banquero y escritor, durante su vida fue custodio de los documentos y objetos que pertenecieron al Libertador Simn Bolvar, hasta que los mismos pasaron a la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. 30 Vicente Lecuna: Catalogo de Errores y Calumnias. Lase tambin al respecto Parra Dvila, lvaro: El Pensamiento Poltico del Libertador Bolvar y la Constitucin de Bolivia. Editorial Arte 2000.

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luch incansablemente. De hecho, una de las demostraciones ms patentes en cuanto al grado de influencia que las enseanzas del maestro Rodrguez tuvieron en el pensamiento bolivariano se puede evidenciar precisamente de esta concepcin integral de la educacin, la cual recibi Bolvar y de la que fue abiertamente partidario, como bien se ver con posterioridad. Por otra parte, hay que destacar que Simn Rodrguez siempre se caracteriz por el rechazo a toda metafsica, resulto siempre un pragmtico que conceba que los rdenes polticos, sociales, econmicos, deban ser producto de nuestras vivencias y de nuestras propias realidades, y siempre clam por la construccin y formacin de una razn de Repblica, propia de nuestro pueblo, siempre fundada en el bien comn, la libertad y la igualdad. De tal concepcin sobre la vida poltica de los Estados, se puede notar la influencia en el dinamismo que caracteriz al pensamiento de nuestro Libertador, siempre en constante evolucin e innovacin con el nimo de concebir un modelo propio que configurase una concepcin de Estado nuestra, de all precisamente que el Libertador resulte precursor de ideas y planteamientos, desconocidos en nuestra Amrica, y en los ms variados y diversos rdenes; no tan solo en el campo de lo poltico, social y econmico, sino tambin en lo cultural, educativo, ecolgico y ambiental, jurdico, etc. De igual manera, Simn Rodrguez hizo sentir claramente el pensamiento socialista que lo caracteriz en cada uno de sus discursos, alocuciones, y obras; muestra de ello la podemos encontrar cuando en uno de 1828, en Arequipa- Per, afirm:
Las costumbres que forman una Educacin Social producen una autoridad pblica no una autoridad personal, una autoridad sostenida por lo voluntad de todos, no la Voluntad de uno solo, convertido en Autoridad o de otro modo, la autoridad se forma en la educacin porque educar es crear voluntades. Se desarrolla en las costumbres que son efectos necesarios de la educacin y vuelve a la educacin por la tendencia de los

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efectos a reproducir la autoridad. Es una circulacin del espritu de unin entre socios, como lo es la de la sangre en el cuerpo de cada individuo asociado pero la circulacin empieza por la vida. (OBRAS COMPLETAS DE SIMN RODRGUEZ, Tomo I, 1975, pg. 383)

Ntese cmo la educacin, en la concepcin de Simn Rodrguez, es ...de contenido socialista en contradiccin con la educacin privada-religiosa monopolizada por un sector privilegiado de la sociedad (clase social empecinada en la dominacin); educacin social para formar la voluntad (civil) popular, la soberana de la mayora cuya autoridad es ejercida en virtud de la sabidura, la razn, las luces, la ilustracin, el conocimiento de las leyes hacia donde deben avanzar la Educacin y la Repblica toda. Habla Rodrguez de la autoridad augusta del pueblo como una de las virtudes sociales ms preciadas. Es un enfoque filosfico-metodolgico progresista y de avanzada; el poder soberano del pueblo es as indivisible, indeclinable, intransferible e inalienable, parte de la vida misma del ser humano. Es pues el sistema social de orientacin cooperativista cuyo trato es entre socios paro avanzar hacia la unin de los asociados. Podramos incluso hablar de una Repblica Cooperativa.31 Desde luego, todo ello conllevaba en el fondo del pensamiento del maestro de nuestro Libertador, la concepcin social que el mismo detentaba en la actuacin y forma de asumir el Estado, bajo una premisa de solidaridad como se desprende del extracto anteriormente transcrito, que slo es viable en su sana concepcin siempre que exista la igualdad y la libertad de los ciudadanos, semillas stas del pensamiento robinsoniano que germinaron contundentemente en el pensamiento poltico y filosfico de nuestro Libertador, y en funcin del que desarroll su gran lucha para liberarnos del imperio espaol. A su vez, ese pensamiento de Simn Rodrguez, en relacin a la libertad y la igualdad entre los ciudadanos, pasaba
31 Salazar Martnez, Luis : El Socialismo de Simn Bolvar

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necesariamente por el hecho de que el Estado asumiera las medidas para que ello fuera efectivamente garantizado, y de all las importantes recomendaciones o sugerencias de Simn Rodrguez en el campo econmico, relacionadas con la propiedad privada, concebida al servicio de la felicidad social, siendo contundente el aseverar que Si los americanos quieren que la revolucin poltica que el curso de las cosas ha hecho y que las circunstancias han protegido les traiga verdaderos bienes, hagan una revolucin econmica y empicenla por los campos, reflejando as claramente una postura en contra del latifundio, lo que a su vez se traduce en la importancia que para l revestan las posibilidades del desarrollo de los ms desfavorecidos econmicamente, a travs de la articulacin en la funcin social que el derecho se encuentra llamado a cumplir. Es en definitiva, recursos para el pueblo, tierras para el pueblo, para que ste asuma su desarrollo guiado de la mano del Estado, y ms que eso, impulsado por el Estado, ya que en definitiva, independientemente de los criterios doctrinales que sobre la concepcin del mismo exista, la verdadera y trascendental misin del Estado se encuentra en la brindar bienestar y felicidad sin ningn tipo de discriminacin a sus ciudadanos. Ahora bien, en razn de lo anterior, debe hacerse especial nfasis en el hecho del gran contendido social que en todo momento demostr el pensamiento y obra de Simn Rodrguez, donde en cada uno de sus planteamientos relacionados con la misin y la transformacin que en su concepcin el Estado deba experimentar, resalta y destaca de manera evidente el contenido social que debe imprmesele a la visin de Estado, en funcin del desarrollo humanista que debe existir en la sociedad, para procurar el desarrollo de los individuos que la componen en funcin del bienestar de la misma. En otras palabras, dentro del pensamiento de Simn Rodrguez el factor social revesta de carcter necesario para que el Estado

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pudiere cumplir con su verdadera finalidad, es decir, el mismo constitua la autntica esencia del Estado. Lo anterior es necesario resaltarlo, a los fines de resaltar la influencia que Simn Rodrguez tuvo en el pensamiento del Libertador, y en la concepcin de Estado que el mismo defendi, ya que esas mismas ideas que en su momento fueron defendidas por Simn Rodrguez, Bolvar las perfeccion y las materializ en el desarrollo de su labor independentista, al punto dictar una gran cantidad de decretos, como bien se ver posteriormente, en los cules resaltaba la visin socialista del Estado, de lo que, en nuestro criterio, debe desprenderse sin que quede lugar a dudas que Simn Rodrguez constituy punto de gran influencia en el pensamiento, vida y obra de nuestro padre de la patria. As, la influencia que en Bolvar surten las enseanzas del maestro Simn Rodrguez se hacen patentes en su filosofa de vida, quien desde su mismo proceso de formacin va asimilando lo que significan y deben significar las palabras igualdad, libertad, solidaridad y bienestar social, el inters del colectivo, entendido ello como deber ineludible del Estado, y que precisamente hacen que Simn Bolvar asuma como compromiso de vida, el crear un Estado de contenido socialista bajo tales parmetros, como de hecho, lo jur de la manera ms contundente posible en el Monte Sacro, precisamente frente a su gran maestro, el 15 de agosto de 1805. A su vez, tambin debe mencionarse que en la concepcin del pensamiento poltico de nuestro Libertador, desde luego tuvo influencia la gran aficin y estudio que siempre demostr por los grandes pensadores de todos los tiempos, como Platn y Glaucn32, de quienes destaca la concepcin de la justicia como valor de Estado, en razn del trascendental papel que a sta le corresponde desempear en la vida y existencia del
32 Platn (427-347 A.C.) Filsofo griego, sus obras ms importantes fueron los dilogos de La Repblica, el Fedn, el Banquete y el Fedro. Glaucn (428 A.C.- ?) filsofo griego.

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mismo. Recordemos que Scrates33, en la conocida obra de Platn titulada la Repblica, nos sealaba tajantemente que:
Si la idea de justicia, tal coma acabamos de exponerla, se aplica a cada hombre en particular, y lo seguimos reconociendo como justicia, tendremos necesariamente que aceptarla, pues, qu ms podramos decir? El caso contrario, seguiremos investigando por otro lado. Pero, de momento, terminemos la investigacin en que venimos ocupndonos persuadidos de que nos sera ms fcil reconocer la justicia en el hombre si antes procuramos observarla en un modelo ms grande que la contenga. Ahora bien, nos pareci que ese modelo ms grande era la ciudad, y la fundamos lo ms perfecta posible porque sabamos que la justicia se encontrara en una ciudad bien organizada. Traslademos, pues, al individuo lo que descubrimos all, si existe paridad entre una y otro, todo andar bien; pero si encontramos alguna diferencia en el individuo volveremos de nuevo a la ciudad para profundizar nuestra investigacin, puede que al compararlos y al frotarlos, por as decirlo, uno con el otro, logremos que brille la justicia como surge el fuego de dos leos secos, y una vez que se manifieste podamos confirmarla en nosotros mismos. (Negritas mas)

Precisamente es por ello que Scrates planteaba que si la ciudad (propiamente el Estado en una concepcin actual) se encuentra bien constituida, debe necesariamente estar establecida sobre la base de las virtudes de la prudencia, la templanza y por sobre todo la justicia, como factor indispensable para su progreso y para su subsistencia. Lo anterior, resulta sin lugar a dudas una de las reflexiones que cal con mayor profundidad en el pensamiento de nuestro Libertador, ya que para l la justicia era la reina de las virtudes republicanas, y por tanto, indispensable en la vida del Estado. De hecho, toda la gran obra desarrollada por Bolvar a lo largo de toda su vida tuvo por fin ltimo el alcance y la materializacin
33 Scrates (470 399 A.C.) Filsofo griego.

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de la justicia, la cual fue obteniendo a travs de los diversos cometidos que realiz mediante su accin, concibiendo a la misma claro est, no desde una perspectiva individual; que a todas luces se presenta como inviable en un Estado para lograr su estabilidad y su paz; sino desde una visin social, concepcin en funcin de la que se busca la justicia del colectivo y la justicia social, que es la nica capaz de brindar una justicia a la sociedad en su conjunto. De igual manera, la libertad, la bsqueda de la igualdad entre los hombres y mujeres, entendida sta como una igualdad plena verificada en diversos rdenes, como el econmico, el social y poltico; buscando para su correcta efectividad los medios para que la misma existiese en cada una de esos aspectos, a travs de la libertad de los esclavos, el sometimiento de la tierra a la funcin social, el respeto a los derechos indgenas, y lo ms importante de todo, el establecimiento de ello como una autntica obligacin del Estado, del actuar del gobierno, y de las leyes y la Constitucin; constituyen claras acciones que el Libertador llev para hacer verificar en el Estado esa concepcin de justicia social. No en vano seal que La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerza y caracteres. Las leyes corrigen estas diferencias por que colocan al individuo en la sociedad para que la educacin, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, les den una igualdad ficticia, propiamente llamada poltico- social. Siendo ello, as, se aprecia entonces que la justicia era el principio inspirador de nuestro Libertador, y a su vez, valor y principio fundamental en todo Estado. Y es que no puede ser de otra forma ya que en definitiva, una sociedad igualitaria, en donde todos los ciudadanos tengan salvaguardados y respetados sus derechos, en donde los ms desfavorecidos tengan acceso a la propiedad, a la educacin, a la salud, al trabajo, donde el colectivo como elemento medular de la existencia del Estado se encuentre feliz, es en ltima instancia

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34 Platn: La Repblica. Libro VIII

la nica manera que pueda ser alcanzada la justicia, y por ende la felicidad, pero no con una felicidad individualista, propia y mezquina, sino una verdadera felicidad del Estado en su visin social, es decir, una autentica felicidad social, que desde luego no puede ser alcanzada bajo un rgimen capitalista, sino bajo una concepcin social del Estado, bajo un socialismo, precisamente el fundamentado en la doctrina del padre de la patria, un SOCIALISMO BOLIVARIANO. Es sta la nica va para lograr la verdadera y autentica felicidad, y as efectivamente lo entiende y lo refleja nuestro texto constitucional, ya que en su artculo 2 se nos consagra bajo un modelo de Estado Social y de Justicia, con lo que el Estado adquiere la perspectiva y la dimensin antes sealada, teniendo por norte el bienestar y la felicidad social. Desde luego, tampoco hay que dejar de mencionar que tambin en el sentido y en las ideas de estos grandes pensadores a los que Bolvar sola leer con habitualidad y estudiar con profundidad, se encontraba presente un gran contenido social, en relacin a la manera en que deba desempearse el Estado y las relaciones del mismo con sus ciudadanos. As, es posible observar como Scrates propone para el desarrollo del Estado un rgimen de vida en el que ninguno tendr nada que le pertenezca, excepto los objetos de primera necesidad; as como tambin la idea de que ninguno tendr casa donde no pueda entrar todo el que quiera. En cuanto a su alimentacin recibirn de los dems ciudadanos aquellos que puedan necesitar como recompensa de la defensa que les prestan, sin que nada les sobre, ni les falte. Harn vida en comn y sus comidas sern colectivas, como soldados en campaa, es en definitiva obligar a los ciudadanos a vivir en igualdad.34 De ello, se desprende que en el fondo de tal pensamiento subyace la idea de la relevancia de lo social, y por sobre la idea de la igualdad y de la solidaridad como base de la existencia del Estado, hecho ste por el que Bolvar luch contundentemente, incluso no slo por nuestro pas, sino tambin, como es bien

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sabido, por pases hermanos a los que brind su vida para otorgarles libertad y romper las cadenas que los ataban al rgimen colonialista. A su vez, las primeras concepciones y movimientos libertarios tambin tuvieron influencia en nuestro Libertador, al igual que en muchos venezolanos de aquellos tiempos. Los gritos, ansias y luchas por la libertad y por la igualdad forjadas por nuestros aborgenes, el cacique Tamanaco y Guaicaipuro, los intentos libertarios de Andresote y Jos Leonardo Chirino, Gual y Espaa35, en la bsqueda del rompimiento de las cadenas del imperio espaol, sin duda motivaron a nuestro Libertador, as como a muchos otros, a emprender la batalla por la libertad y por la igualdad, y en definitiva por la consolidacin de la felicidad social. Recordemos que Andrs Lpez del Rosario, conocido como Andresote, entre los aos de 1732 y 1735 fue el primero en intentar y dirigir una accin violenta en contra del rgimen comercial explotador y abusivo que signific el desarrollo de las actividades de la Real Compaa Guipuzcoana. Este movimiento fue comandado por Andresote y no fue sino hasta el ao de 1735 cuando el gobierno, luego de un sin nmero de intentos por disolver la insurreccin, arm a 1500 hombres y
35 Tamanaco (Nac. ?-muerte 1573) Cacique que lider a las comunidades originarias Mariches y Quiriquires, en contra de los invasores espaoles. Guaicaipuro (?-muerte 1568, fue cacique de la comunidad indgena Teque, fue uno de los caciques ms importantes en la lucha contra la invasin espaola al territorio que hoy da se conoce como Venezuela. Andrs Lpez del Rosario (Andresote) (Nac. ?-muerte ?) fue un zambo que lider la rebelin de negros esclavos y libertos contra el rgimen espaol en la regin de Valencia. Jos Leonardo Chirinos (1754-1796) Fue un zambo libre que lider una de las rebeliones de esclavos ms importantes en contra de la corona espaola en Amrica, su rebelin estuvo inspirada en el movimiento emancipador de los esclavos en la isla de Santo Domingo (Hoy Hait). Manuel Gual (1759 1800) Blanco criollo quien junto a Jos Mara Espaa lider una conspiracin para independizar a Venezuela de Espaa y con ella iniciar un movimiento emancipador por toda la Amrica Espaola. Jos Mara Espaa (1761 -1799) Blanco criollo quien junto a Manuel Gual lideran uno de los movimientos emancipadores ms importantes de la Amrica Espaola.

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consigui apresar a muchos de los partidarios de Andresote, condenndolos a pena de muerte. Por su parte, Jos Leonardo Chirino, lder de la insurreccin de negros y zambos desarrollada en la serrana de Coro en el ao de 1795, fue un esclavo al servicio de la familia Chirino, quien estuvo a cargo del levantamiento que tuvo lugar el 10 de mayo de 1795, y que tuvo como premisa el establecimiento de lo que llamaban para la poca la Ley de los Franceses, es decir, la Repblica; lo cual comportaba la eliminacin de la esclavitud e igualdad de las clases sociales; la supresin de los privilegios; la derogacin de los impuestos de alcabala, y en definitiva la libertad del pueblo. Sin embargo, el grupo que conformaba este movimiento fue repelido y muchos de ellos asesinados o apresados, mientras que por su parte, Chirino perseguido por las autoridades, pudo escapar y refugiarse en la selva hasta que fue capturado por las autoridades en agosto de 1795, para ser trasladado a Caracas, donde la Real Audiencia lo conden a la horca, el 10 de diciembre de 1796; sentencia que se ejecut en la Plaza Mayor, hoy plaza Bolvar, pero que no obstante, an dada su derrota, comport un movimiento que impact poltica, social y econmicamente a la sociedad colonial venezolana de aquel entonces. Tambin fue importante para la poca el movimiento revolucionario organizado en La Guaira y Caracas en el ao 1797, por Manuel Gual y Jos Mara Espaa; que incluso es considerado por muchos historiadores como uno de los antecedentes ms cercanos de los sucesos del 19 de abril de 1810. Su esencia, estuvo en la formacin de un proceso revolucionario igualitario, republicano y democrtico, con proyeccin hacia el resto del continente, que buscaba hacer de la provincia de Venezuela una Repblica democrtica independiente. Este movimiento deba estallar el 3 de febrero de 1796, da de San Blas, pero en razn de una traicin fueron apresados antes de lograr su objetivo siendo juzgados y condenados a

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muerte, pena que luego les sera conmutada por la del encierro en diversos predios de Amrica, gracias a la intervencin del embajador de Francia, desde donde se dio inici a un movimiento conspirador en contra de la corona espaola, que resulta ampliamente conocido por nuestra historia. Aunque la Conspiracin de Gual y Espaa fracas como movimiento revolucionario en julio de 1797 y se extingui definitivamente con la muerte de sus principales lderes (Jos Mara Espaa en 1799 y Manuel Gual en 1800), los textos que se difundieron durante la misma tuvieron una considerable influencia en el movimiento emancipador de Hispanoamrica. El documento ms importante que eman de la Conspiracin de Gual y Espaa fue el de los Derechos del hombre y del ciudadano con varias mximas republicanas y un discurso preliminar dedicado a los americanos, el cual contena como parte central el texto de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, traducidos de la declaracin francesa que precedi al acta constitucional del 24 de junio de 1793. Todos estos movimientos, de grandes repercusiones sociales mellaron en el Libertador, as como en la conciencia de muchos ciudadanos, engendrando y haciendo florecer las ideas libertaras que luego ejecut con xito el padre de la patria. En todos estos sucesos predomina un comn denominador, que es precisamente el anhelo y la lucha por la libertad y la igualdad, que es en definitiva la lucha por la justicia, que desarroll contundentemente el padre de la patria en varios de nuestros pueblos hermanos. Por eso, Bolvar representa a todos los hombres que buscan y luchan por la libertad, la igualdad y la justicia; Bolvar representa a Tamanaco, Guaicaipuro, a Andresote, Bolvar representa a Jos Leonardo Chirino, y a Gual y Espaa, representa a Benito Jurez en la defensa de los derechos indgenas y en la bsqueda de condiciones de equilibrio social, representa a Mart, a la Revolucin Bolchevique y, al Frente Sandinista; Bolvar es en definitiva la espada de todos los hombres y de

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todos los movimientos que han luchado y siguen luchando por la libertad y la igualdad del ser humano, por los derechos de los oprimidos, y por la felicidad social de los pueblos como condicin indispensable y necesaria para su existencia; Bolvar es la Revolucin, Bolvar es el Socialismo. Por otra parte, no hay que olvidar que tambin el pensamiento de nuestro Libertador se vio influenciado por los grandes pensadores del Ilustracin, y por los diversos pensamientos libertarios y revolucionarios que sucedieron en Europa en aos previos del inicio de la gesta independentista liderada por Bolvar. Los grandes pensadores y doctrinarios de la Revolucin francesa, as como tambin los defensores del Socialismo Utpico, que en definitiva constituan corrientes filosficas y doctrinas que circulaban para la poca en Europa, sirvieron como fuente de inspiracin para el desarrollo del pensamiento bolivariano fundamentado en la igualdad entre los hombres y la libertad para los mismos. De hecho, las premisas fundamentales de ello conforman en Bolvar piezas fundamentales para la obra que el mismo desarrollara en Amrica, teniendo acceso a tales formas de pensar en razn de sus mltiples lecturas de la literatura europea, y a su vez, por los viajes que realiz a dicho continente, donde pudo palpar y sentir de cerca la forma en la que se venan desarrollando las corrientes del pensamiento al respecto. De hecho, es el propio Bolvar quien admite ello, al sealar lo siguiente:
En Caracas o San Mateo no me haban nacido las ideas que me vinieron en mis viajes, y en Amrica no hubiera tomado aquella experiencia ni hecho aquel estudio del mundo, de los hombres, y de las cosas que tan me han servido en todo el curso de mi carrera poltica.36
36 Per de Lacroix: Diario de Bucaramanga. Pg.230. Cita extrada de Salcedo Bastardo Historia Fundamental de Venezuela Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca. Caracas. 1979. Pg. 253.

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En efecto, como bien lo reconoci Bolvar, Europa sirvi de escenario para que nuestro Libertador madurara y fortaleciera la serie de ideas y pensamientos que el mismo posea en torno a los principios de la libertad y la igualdad, adquiridos precisamente gracias a sus incesantes lecturas, a los movimientos libertarios ocurridos en nuestro pas y desde luego los sentimientos que al respecto le fueran trasmitidos por su maestro Simn Rodrguez. Todo ello se vio revitalizado por la estada de Bolvar en Europa, gracias al contacto directo con el ambiente revolucionario que su estada en el viejo continente le permiti, y con ello, la gran cantidad de doctrina que por aquellos lados del mundo fue escrita en torno a los temas de los derechos del pueblo, la igualdad y la libertad. De hecho, son contestes los historiadores en sealar que en la biblioteca de Bolvar podan encontrarse una gran cantidad y diversidad de libros, bien fueran los ttulos ms clsicos de la historia universal o bien los correspondientes a la literatura revolucionaria de la poca, donde destacaban obras de variados autores, entre ellos: Platn, Aristteles, Santo Toms San Agustn, Rousseau, Voltaire, Mirabeau, Montesquieu, Bentham, Cervantes, Lesage, Francisco de Quevedo, Campanella, Julio Csar, Maquiavelo, Homero; destacndose obras como las siguientes: Los Anales de Tcito, La Vida de Hombres Ilustres de Plutarco, un Curso de Filosofa de J.P. Azaiz, La Decadencia de la Repblica Romana de Fergunson, Anales del Reino de George III, Juicios Importantes sobre Napolen de Azaiz, Historia de Napolen y la Gran Armada de Conde de Segur, Las memorias Rapp, Montholon y Gourgaund, Introduccin General al Estudio de la Poltica, Las Finanzas y el Comercio, Consideraciones sobre los Golpes de Estado y Economa Poltica de Sismondi, Estudios sobre La Ciencia de Gobierno de Gorani, Teora de las Revoluciones de Ferrand, El Derecho de la Paz y de la Guerra de Gorcio, las obras de Hobbes, La Pequea Guerra y el Servicio de Tropas Ligeras, la conocida obra del Espritu de las Leyes, las obras de Helvetius, las obras de

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Abate de Pradt, las obras de Madame de Stael, El Memorial del Conde de las Casas, Las Memorias de Montholon, la Campaa de Italia, Las obras de Napolen, Bertrand, Montesquieu y sus Comentarios de Tracy Filangieri. De igual manera, se encontraban dentro de su Biblioteca libros en diversas materias o reas del conocimiento como de matemticas, de historia, de geografa, de filosofa, de literatura, de astronoma, navegacin, de campaas guerreras, de consejos, de sueos, de visiones, de profecas; fantsticos, utpicos, realistas, etc. Como se aprecia, el Libertador estuvo en gran contacto con el pensamiento revolucionario de la poca, pero a su vez, motivado a su gran pasin por la lectura, tuvo la oportunidad de formarse bajo las influencias de los grandes pensadores y filsofos de la poca quienes sin duda alguna marcaron los perfiles del pensamiento que luego El Libertador bajo una visin crtica perfeccionara en funcin del ideal de libertad que plant sobre nuestros pueblos. Por otra parte, es de destacar que durante su segunda estancia en Europa nuestro Libertador frecuenta amistades como las de Don Jernimo de Ustriz, conocido como el Marqus de Ustriz37, quien era nacido en Caracas y estudi filosofa, cnones y leyes en la Universidad de Caracas, y cuya estada en Europa era notoria. Sus ideas y actuaciones pblicas le acreditaban un espacio importante en la sociedad de la poca y gui a Bolvar en sus lecturas sobre teora poltica. Tambin Bolvar frecuent la amistad de personas como Humboldt y Bonpland38, quienes junto al Libertador se encargaron de estudiar a profundidad los cambios sociales
37 Jernimo de Ustriz (II Marquz de Ustriz) (1735-1809) Fue poltico y escritor venezolano, quien en Espaa tuvo una activa vida en la ilustracin europea. 38 Alejandro von Humboldt (1769-1859) gegrafo, explorador e historiador alemn. Durante su vida realiz diversas exploraciones en Amrica levantando importantes estudios en zoologa, botnica y levantamientos cartogrficos. Alexandre Bonpland (1773-1858) fue mdico y naturalista francs; realiz junto a Alejandro Humboldt las exploraciones en Amrica y fue testigo de los movimientos independentistas en la Amrica espaola.

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y polticos que tenan vigencia durante la poca, y a su vez sobre el arte de la poltica. Sin duda, son esta serie de personas quienes en esta etapa de su vida, ayudaron a Bolvar a canalizar, mediante el estudio y el anlisis, los acontecimientos histricos y revolucionarios, los nuevos pensamientos de la poca y las nuevas concepciones e inquietudes que embargaban a las personas durante aquellos tiempos; los cules permitieron que un Bolvar, fundamentado como lo era en los principios de la igualdad, la justicia y la libertad, pudiera delimitar el futuro que deseaba para su patria, y los cambios que eran necesario implementar en el nuevo mundo para poder consolidar aquellos principios que siempre orientaron su vida. Por otra parte, no debe dejarse de mencionar que dentro de estos grandes cambios y trasformaciones que experimentaba el continente europeo para aquel momento, existe uno que Bolvar vivi muy de cerca y que tambin lo marc si se quiere desde uno perspectiva poltica, como lo fue la Revolucin Francesa y todo el movimiento social que ello origin. De hecho el propio Bolvar lo coment, aos ms tarde.39
39 Miren ustedes -deca- lo que son las cosas; si no hubiera enviudado, quizs mi vida hubiera sido otra, no sera el general Bolvar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser alcalde de San Mateo... (Omissis). Hurfano a la edad de 16 aos y rico - continu narrando- me fui a Europa, despus de haber visto a Mxico y la ciudad de La Habana; fue entonces cuando en Madrid, bien enamorado, me case con la sobrina del viejo Marqus del Toro, Teresa Toro y Alaiza; volv de Europa para Caracas en el ao de 1801 con mi esposa y les aseguro que entonces mi cabeza slo estaba llena con los vapores del ms violento amor, y no con ideas polticas, porque estas no haban todava tocado mi imaginacin; muerta mi mujer y desolado yo con aquella prdida precoz e inesperada, volv para Espaa, y de Madrid pase a Francia y despus a Italia; yo entonces iba tomando algn inters en los negocios pblicos, la poltica me interesaba, me ocupaba y segua sus variados movimientos. Vi en Pars, en el ltimo mes del ao 1804, el coronamiento de Napolen; aquel acto o funcin magnifica me entusiasm, pero menos su pompa que los sentimientos de amor que un inmenso pueblo manifestaba al hroe francs; aquella efusin general de todos los corazones, aquel libre y espontneo movimiento popular excitado por las glorias, las heroicas hazaas de Napolen, vitoreado en aquel momento por ms de un milln de individuos, me pareci ser, para el que obtena aquellos sentimientos, el ultimo grado de aspiracin, el ltimo deseo como la ltima ambicin del hombre. La corona que se puso Napolen en la cabeza la mire como uno cosa miserable y de moda gtica; lo que me pareci grande era

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Como se aprecia, no obstante de no estar muy de acuerdo con las formas que se siguieron luego de la Revolucin Francesa; en especial por parte de Napolen Bonaparte, quien en un principio despert una admiracin en el Libertador que luego pasara a convertirse en desilusin; lo cierto del caso es que Bolvar qued profundamente marcado por las ideas de libertad e igualdad sobre las que se fundament aquel movimiento revolucionario, dando paso as en la visin de Bolvar al impulso de aquellas ideas que mantena en su pensamiento y que deseaba implementar en su patria y dems pases hermanos. Y es que en efecto, no puede negarse que la Revolucin Francesa constituye uno de los ms trascendentales sucesos de la historia universal y cuyo desarrollo, postulados y esencia marc el pensamiento de gran cantidad de pueblos alrededor del mundo, en especial aquellos que se encontraban sometidos bajo el esquema de colonialismo, recalcando que uno de los factores de gran importancia para el referido movimiento revolucionario es precisamente el hecho de que el mismo fue producto de un proceso de descontento social que cada vez se fue acentuando y consolidando entre el pueblo, en los ciudadanos, sentimiento este que comienza a expandirse va clandestina, dando lugar a su vez a importantes movimientos como la Ilustracin, que traspas las fronteras de Europa, llegando al llamado nuevo mundo. Todas estas circunstancias, hechos y acontecimientos
la aclamacin universal y el inters que inspiraba su persona. Esto, lo confieso, me hizo pensar en la esclavitud de mi Pas y en la gloria que cabra al que lo libertase; pero cun lejos me hallaba de imaginar que tal fortuna me aguardaba! Ms tarde si empec a lisonjearme que un da podra yo cooperar a su libertad, pero no que hara el primer papel en aquel grande acontecimiento. Sin la muerte de mi mujer no hubiera hecho mi segundo viaje a Espaa y es de creer que en Caracas o San Mateo no me habran nacido las ideas que me vinieron en mis viajes, y en Amrica no hubiera adquirido aquella experiencia ni hecho aquel estudio del mundo, de los hombres y de las cosas que tanto me ha servido en todo el curso de mi carrera poltica. La muerte de mi mujer me puso muy temprano sobre el camino de la poltica; me hizo seguir despus el carro de Marte en lugar de seguir el arado de Ceres; vean, pues, ustedes, si ha influido sobre mi suerte. (vase Lacroix, op. cit, p .226)

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tuvieron cabida en el pensamiento del libertador, y ms que delimitar y formar las ideas de libertad e igualdad, sirvieron para otorgar el impulso en la bsqueda de su consolidacin en Amrica, ya que como bien se tuvo la oportunidad de mencionar con anterioridad, stas ideas ya existan en el pensamiento de Bolvar, perfiladas incluso en funcin de las particulares caractersticas y circunstancias de nuestros pueblos, por lo que el acontecimiento como tal de la Revolucin Francesa marca en Bolvar ms una perspectiva espiritual y emocional, que era precisamente el sentimiento de admiracin de un pueblo que luch incesantemente por la consolidacin de la libertad y de la igualdad de sus derechos, provocando una transicin de una concepcin de Estado teocntrico a un Estado moderno y de derecho. Desde luego, en aplicacin de la dialctica que lo caracteriz, Bolvar no se limit a la simple adquisicin o copia de los pensamientos revolucionarios europeos, los cuales basados en las reglas de la libertad y la igualdad, con el tiempo degeneraron en una concepcin de Estado que atentara contra su vida misma, deviniendo paradjicamente en un Estado que fomentaba la injusticia, la desigualdad y la sumisin de los dbiles bajo los fuertes , equivalente a la inexistencia de la libertad; ya que todo ello se opona fuertemente a la concepcin social que caracteriz al pensamiento de Bolvar. Bolvar profundiz dichos pensamientos de libertad y de igualdad y los carg de una autntica perspectiva y contenido social. As, mientras en Europa se hablaba de la libertad de los derechos individuales, del Estado abstencionista, de los ciudadanos concebidos meramente en el plano individual y egosta; Bolvar hablaba del derecho social, del derecho y las leyes al servicio de los ciudadanos para crearles su verdadera libertad, de un Estado proactivo y por tanto comprometido con el desarrollo de sus ciudadanos, obligado a la creacin de los medios y de las condiciones para garantizar el bienestar colectivo, y por tanto la felicidad social.

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Con ello se puede apreciar que Bolvar adquiere y analiza las corrientes que propugnaban la libertad y la igualdad, pero las socializa, puesto que era un socialista que vea en dicha corriente la nica manera de concebir a un Estado adecuado en el que todos los ciudadanos vivan en plenas condiciones, de tal manera que aplica las premisas de la libertad en conjugacin con una concepcin socialista de la igualdad desarrollando uno de los pensamientos polticos ms profundos e integrales que en Poltica pueden concebirse, como lo es el Socialismo Bolivariano. Ello sin duda, refleja la actitud y el pensamiento socialista que caracteriza a Bolvar, gestando, bajo la influencia pero no la copia del socialismo utpico, un pensamiento que tambin tuvo incidencia o reflejo en autores que podran calificarse como contemporneos a l, tales como Ferdinand Lassalle y Proudhon40. En estos momentos cabe recordar que el doctrinario francs Pierre Joseph Proudhon, nacido en el ao de 1809, resulta ampliamente conocido por el desarrollo de la tesis que postulaba la propiedad es un robo, sustentada en el hecho de que incluir la propiedad como un derecho natural comportara una contradiccin en s misma, por el hecho de que el propietario se estara atribuyendo unas riquezas que por origen natural deberan seguir siendo comunes, en razn de que Dios hizo la tierra y de l es la misma. Bajo sta concepcin, la propiedad llegara a destruir la libertad y la igualdad, al permitir que algunos individuos acaparen instrumentos de trabajo que existen limitadamente, lo que obligara a los trabajadores que desean utilizarlos al hecho de que no puedan hacerlo sin comprar a los propietarios este derecho de use sin que stos paguen los derechos propios de
40 Ferdinand Lassalle (1825-1864) jurista y constitucionalista polaco, fue junto a Carlos Marx propulsores del socialismo cientfico. Lassalle por su parte promovi un modelo constitucionalista social, desapegado a los cnones liberales. Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) filsofo y escritor francs. Fue uno de los grandes expositores del pensamiento anarquista y del mutualismo, esto ltimo responde a una sociedad donde el Estado no existe.

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41 Proudhon, Joseph P: Qu es la Propiedad?. 1840

los trabajadores. Por tanto, sostiene Proudhon, la propiedad en el conjunto de las funciones sociales es causa de grandes males como de bienes, es la que garantiza la libertad del individuo frente a las presiones sociales, ocasionando ello que la misma, es decir, la propiedad, sea una realidad antinmica fuente a la vez del despotismo y de la libertad. Por tal motivo, en su tesis propona no la eliminacin de la propiedad, sino universalizarla, ya que si todos tuvieran una propiedad lograran garantizar as la libertad. Para lo anterior el Estado no intervena en la divisin de la propiedad, siendo necesario para lograrlo realizar crditos gratuitos. De igual manera, Proudhon sostena la existencia de una libertad que fuese absoluta en todas partes y para siempre, arraigada en un orden social consistente en una organizacin industrial en lugar de gobierno, de contratos en lugar de leyes, de fuerza colectiva en lugar de fuerza pblica, asociaciones industriales en lugar de ejrcitos. Bajo esta concepcin, se mostr siempre como un fuerte contendor, al igual que Bolvar, de la premisa del liberalismo clsico, por considerarla falsa, y un mecanismo perturbador a la paz social.41 Por su parte, Ferdinand Lassalle fue un activista que inici su carrera en el fragor de las luchas de 1848, poca en la que conoci a Marx y a Engels; y al que se le debe conceder el mrito de haber sido el incitador de la organizacin del movimiento obrero alemn como movimiento poltico independiente, arrancndolo de la influencia de la burguesa liberal, y ello por la concepcin que el mismo detentaba que no era otra que la conquista del sufragio universal como medio para el acceso al poder del Estado, contemplado como el instrumento esencial de la transicin hacia una sociedad socialista, en cuya base se encontraran las masas de la clase obrera organizadas en asociaciones productivas financiadas por el Estado. Constantemente, critic las posturas de la burguesa, quienes sostenan, en trminos de Lassalle, que el nico deber del Estado consiste en proteger la libertad y la propiedad

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personales del individuo. La burguesa considera el Estado como la imagen del polica, cuyo nico deber tericamente es impedir el robo42, resultando ello, Lgicamente, un atentado contra el bienestar del pueblo, de las clases oprimidas. Por tanto, Lassalle consider al Estado como el epicentro de la transformacin social, a partir del cual deban proponerse y articularse todas las transformaciones sociales necesarias para alcanzar un Estado paritario, en el que se respetar el derecho colectivo de los ciudadanos. Como se aprecia, los puntos medulares en los que transitan las ideas de los referidos autores, se encuentran en el hecho de asumir el bienestar, y el desarrollo de la vida del Estado en base a un sentido colectivo, el que necesariamente debe imponerse por sobre la concepcin individualista de ver la vida, y de concebir el desarrollo de las relaciones que tienen lugar en el seno de un Estado. Bajo esta ptica, tanto Proudhon como Lassalle enfocan desde sus diferentes perspectivas y modo de concebir a la realidad, la importancia de lo que significa desarrollarse en funcin del conglomerado social, la importancia del predominio de lo colectivo y de lo social por encima de lo estrictamente personal, y por ende el predominio del grupo en la conduccin de su destino; teniendo todo ello como finalidad ltima el lograr las condiciones para la existencia de un desarrollo general y armnico, igualitario para evitar las desigualdades que siempre son fuente de conflicto, y que provocan el que no pueda generase la felicidad que es necesaria para la existencia y desarrollo de las sociedades. Es precisamente esta misma concepcin la que une o vincula al pensamiento del Libertador con las tendencias que planteaban los grandes pensadores de la poca como Lassalle y Proudhon, ya que siempre mantuvo su concepcin de otorgar prevalencia al colectivo, Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos sentenci, puesto que firmemente crey que
42 Lassalle, Ferdinand: Manifiesto Obrero. 1863. Publicado por Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. 2000

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la nica posibilidad de crear la felicidad y la justicia entre los individuos era precisamente logrando el beneficio comn de todos los ciudadanos, no de uno slo o de un grupo o fraccin de los mismos, lo cual nicamente es viable bajo una visin social de concebir las relaciones entre el Estado y sus individuos, bajo una concepcin de un Estado Socialista, en el que prele la igualdad sin distingo y por tanto la libertad, no en vano sostuvo que si bien la justicia comporta la ms grande de todas las virtudes republicanas, la misma ... se sostiene con la igualdad y la libertad. Es esta la concepcin que envuelve al pensamiento social que preconizaba Bolvar y que hoy da se concibe como el Socialismo Bolivariano, y que adems se presenta como la modalidad de gobierno y poltica ms acertada y adecuada para el desarrollo, progreso y bienestar de un Estado, resaltando, eso s, que Bolvar disea y crea un pensamiento propio y adecuado a las realidades del pas en aquella poca, cociente de que la verdad est en el pueblo, y que somos una mezcla de razas, por lo que nuestras leyes, cdigos, ideas y modelos de Estado no podan devenir ni del capitalismo salvaje anglosajn, ni del socialismo real-burocrtico as como tampoco del Socialismo utpico, que no calaba los trminos de su materializacin en el mundo de lo fctico, y en funcin de ello, bajo las ideas de la Ilustracin, se form no para copiar sino para crear y hacer, constante influencia de la concepcin de vida trasmitida por su maestro Simn Rodrguez. Es precisamente all, a nuestra manera de pensar, de donde radica el carcter dialctico que identific a nuestro Libertador, ya que el mismo siempre tuvo presente que no era posible entender las dinmicas sociales sometidas a estancamientos, fundadas en axiomas irreductibles, sino por el contrario, as como tambin estuvo consciente que los pensamientos deben trascender del plano ideal y tener concreta verificacin en la realidad, puesto que de lo contrario de nada serviran. Por ello, someti las doctrinas, planteamientos y formas

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de concebir al Estado a un constante anlisis fundado en la lgica formal, con su respectiva crtica detallada, y demostr sus limitaciones y su manera estrecha y unilateral de ver las cosas, para de esta manera concebir la verdadera esencia y sustancia del Estado, y es que no en vano se aliment y nutri de las doctrinas revolucionarias europeas de aquel entonces, las premisas de libertad y de igualdad, pero las someti a un anlisis crtico, busc las contradicciones que las mismas eran capaces de generar, y como efectivamente ocurri con el pasar del tiempo, y en funcin de ello, estableci una concepcin de Estado tambin fundamentado en dichas premisas de igualdad y libertad pero redimensionndolas o enfocndolas hacia una visin social, creando as en su pensamiento un Estado socialista, puesto que estuvo cociente que La influencia de la civilizacin produce una indigestin en nuestro espritu, que no tiene bastante fuerza para masticar el alimento nutritivo de la libertad... Lo mismo que debera salvarnos nos har sucumbir... Las doctrinas ms puras y ms perfectas, son las que envenenan nuestra existencia.43 Bajo esa concepcin de que el desarrollo no discurre en lnea recta, sino en espiral, por decirlo as; un desarrollo a saltos, as como a travs de transformaciones en el progreso gradual de la cantidad en calidad; de los impulsos internos del desarrollo originados por la contradiccin, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias que actan sobre determinados postulados o en los lmites de un fenmeno en concreto, en el seno de una sociedad; estaba consciente de la ntima e inseparable concatenacin de todos los aspectos de cada fenmeno (con la particularidad de que la historia pone constantemente de manifiesto aspectos nuevos), y por tanto materializ sin lugar a dudas, el mtodo de la dialctica como sistema de ejecutorias de las polticas pblicas, que es en definitiva lo que le permiti crear y generar una nueva concepcin de Estado, inexistente para la poca, como lo es un Estado Socialista Bolivariano.
43 Carta de Simn Bolvar al General Sir Robert Wilson, de fecha 7 de Febrero de 1828.

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Lo anterior resulta importante sealarlo sobre la base de que la existencia de Bolvar se encuentra, de caras al movimiento Socialista, entre dos pocas histricas que son precisamente las que atienden a las corrientes utpicas del Socialismo, es decir, lo que es denominado como el Socialismo utpico, cuyos postulados ejercen sin duda influencia en nuestro Libertador, y entre el Socialismo cientfico, que luego sera desarrollado. Es decir, Bolvar se encuentra entre el Socialismo utpico que exista en forma precedente a los tiempos de Bolvar y entre el Socialismo cientfico que sera desarrollado luego de culminada la existencia de nuestro Libertador, con lo que pudiera parecer difcil de ubicar el pensamiento del padre de la patria entre ambas tendencias. Sin embargo, tal y como fue mencionado con anterioridad, una de las principales caractersticas de la personalidad de nuestro Libertador, fue precisamente ese carcter dialctico que impregn a cada una de su acciones de su vida, as como tambin a su pensamiento poltico y social, logrando de esta manera establecer e implementar en Amrica distintas medidas de carcter eminentemente social bajo una perspectiva realizable y material en el plano de lo fctico, como de hecho ocurri. En otras palabras, en base a un anlisis de las circunstancias que rodeaban nuestras realidades para aquellos momentos, y con la finalidad de encaminar al Estado hacia la consolidacin de la igualdad y libertad social, Bolvar supo cmo tomar las medidas necesarias y correspondientes para el establecimiento de la visin de Estado que tuvo en mente, el Estado Socialista, caractersticas stas que se identifican en gran medida con la corriente del Socialismo cientfico. Es precisamente por esta razn que Bolvar, bajo su pensamiento, da forma y vida a un Socialismo mestizo, que algunos consideran pre-cientfico, mientras que otros estamos convencidos de que Bolvar fue el precursor de la dialctica histrica, del movimiento de movimientos, del ataque a la propiedad

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como derecho individual y del establecimiento de formas de igualdad y felicidad social bajo parmetros realizables; que luego postularan autores como Marx y Engels con el Socialismo cientfico, creando as el Socialismo Bolivariano que hoy da representa la base ideolgica que gua e inspira al proyecto poltico que se encuentra plasmado en la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, tal y como expresamente lo puntualiza su artculo 1 al sealar que nuestra Repblica se fundamenta en la doctrina de Simn Bolvar. Es esta la concepcin que caracteriz el pensamiento de nuestro Libertador, a quien podramos calificar como el autntico precursor del Estado Social, visto este bajo una visin realizable y con posibilidad de ser materializado en nuestra realidad, el forjador de libertades fundamentadas en la felicidad social de los pueblos, y en la verificacin de los compromisos del Estado de asumir la capacidad de asegurar esa libertad y la igualdad sobre la base de su sana concepcin, creando mediante el anlisis, las formas y maneras en las que el Estado sera capaz de alcanzar tales situaciones; fue sin duda Bolvar un gran articulador de pensamientos y el primero en llevar a cabo el socialismo en la realidad, bajo mtodos concretos, reales y efectivos para el alcance de sus propsitos; y por ende, el primero en comprender la nobleza y la grandeza del poder del pueblo y la felicidad social que al mismo le es indispensable.

IMPLICACIONES DEL SOCIALISMO BOLIVARIANO EN LA DINMICA DE ESTADO

Segn se tuvo la oportunidad de sealar con anterioridad, el Socialismo Bolivariano constituye hoy da una formula poltica en consolidacin y de la cual nuestro pas se estatuye en pionero en su implantacin. En funcin de ello, el mismo conlleva en si el sustrato axiolgico y sustancial de la doctrina social y poltica de nuestro Libertador, adaptando sus postulados a los tiempos contemporneos, para dar vida a una formula poltica de Estado que centra su razn de ser en el factor social y en la dignidad del individuo como elemento final, para lograr as el desarrollo y progreso del Estado. Bajo esta concepcin, el Estado y su manera de actuacin, se ven ampliamente incididos, desde el momento que tal nocin poltica configura al mismo bajo la orientacin de una serie de parmetros axiolgicos e ideolgicos que lo obligan a modificar la manera de establecer su dimensin, y por ende, la forma de actuar en el desarrollo y ejecucin de sus diversas funciones, para acentuar las mismas con una marcada trascendencia y significacin por el orden social y humanista, buscando sopesar y erradicar las diferencias y desigualdades impuestas por orden natural entre los individuos de una sociedad, a los fines de alcanzar tales propsitos. As de hecho lo seal nuestro Libertador al expresar:
Es mi opinin, que el fundamento de nuestro Sistema de Gobierno, depende inmediata y exclusivamente de la igualdad

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establecida y practicada en Venezuela. Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la sociedad; est sancionado por la pluralidad de los sabios, como tambin lo est, que no todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtencin de todos los rangos; pues todos deben practicar la virtud y no todos la practican; todos deben ser valerosos y todos no lo son; todos deben poseer talentos y todos no los poseen. De aqu viene la distincin efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad ms liberalmente establecida. Si el principio de la igualdad poltica es generalmente reconocido, no lo es menos el de la desigualdad fsica y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerza y caracteres. Las leyes corrigen estas diferencias por que colocan al individuo en la sociedad para que la educacin, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, les den una igualdad ficticia, propiamente llamada poltica social.29

En tal sentido, bajo esta visin, se configura as un Estado comprometido en su existir y proceder en el desarrollo del factor social y del colectivo; enfocado y orientado a la consecucin de la felicidad social, lo que implica que el mismo deba cambiar la manera de establecerse para articular todos sus medios, sus funciones, competencias y atribuciones en forjar, desarrollar y materializar ese bienestar, equilibrio y felicidad social, situacin sta que desde luego configura un rol proactivo en el mismo para la consecucin de tales objetivos. En otras palabras, la idea de Estado planteada concretiza la postura de que el mismo no puede permanecer inerte en la vida social, y en la serie de relaciones e interacciones que tienen lugar en el seno de la sociedad, sino que por el contrario, debe asumir como firme postulado el deber de desarrollar una tarea fundamental de intervencionismo en la sociedad con la finalidad de sopesar las diferencias existentes en todo grupo social, con el propsito asegurar la vigencia de los derechos fundamentales y de las condiciones de dignidad humana que
29 Discurso pronunciado por el Libertador ante el Congreso de Angostura, el 15 de Febrero de 1819.

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merece toda persona; y a la vez, para desarrollar, regular y supervisar la ejecucin de aquellas actividades de trascendencia para el Estado, que no pueden descansar libremente en la voluntad privada, por encontrarse revestidas de una importancia vital en su existir. Es en definitiva, la caracterizacin del Estado en diversas facetas, a los efectos de adoptar el papel que le corresponde, en aras de la consecucin de los altos fines que deben de representar el norte de sus actuaciones, como lo son la justicia, la paz, la libertad, la igualdad social y el progreso y bienestar de los ciudadanos, recalcando el valor de la dignidad humana como motivo inspirador de sus actuaciones. Ahora bien, la influencia del pensamiento del padre de la patria nos resulta trascendental en la vida y existencia actual de nuestro Estado, sobre la base de que nuestro actual modelo de Estado, definido en el artculo 2 de la constitucin, es decir, un Estado Social de Derecho y de Justicia, se conjuga con el patrimonio constituido por el pensamiento del Libertador, que determina la nueva manera de concebir el modelo de Estado Social al que hemos hecho referencia, ya que el mismo se redimensiona con los postulados sentados por el padre de la patria en sus diversos rdenes, consolidando de esta manera el Ilamado Socialismo Bolivariano que hoy tiene vigencia en nuestro pas. En efecto, lo anterior resulta de suprema importancia a la hora de establecer el marco axiolgico que determina nuestro texto constitucional, y por ende la esencia de nuestro Estado, ya que de manera determinante y categrica nuestra Carta Magna plantea que nuestro Estado descansa su patrimonio ideolgico en una serie de valores y por sobre todo, en la doctrina que conforma el pensamiento bolivariano, viniendo ello establecido en el artculo 1 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela en los trminos siguientes:
Artculo 1: Lo Repblica Bolivariana de Venezuela es

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irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simn Bolvar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de lo Nacin la independencia, la libertad, la soberana, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminacin nocional.

Ntese del artculo en referencia la vital y fundamental importancia que el pensamiento bolivariano ostenta en nuestra actual concepcin de Estado, ya que la serie de valores que configuran el sustrato axiolgico que conforma nuestra nocin estatal encuentra fundamento y por tanto pilar mismo de su existencia, en la doctrina del padre de nuestra patria. En razn de ello, se tiene entonces que la manera de concebir a cada uno de los valores que rigen a nuestro Estado deber hacerse en funcin del pensamiento bolivariano y de la concepcin filosfico-poltica de nuestro Libertador, es decir, ser la moral, la tica, la libertad, la Paz y la justicia concebida en los trminos determinados por el Libertador en su doctrina, los postulados que condicionan el desarrollo del Estado y los que a su vez determinan el sentido bajo el que deben estar orientada la serie de preceptos que conforman nuestro texto constitucional. De hecho, lo anterior a su vez constituye o representa un factor de fundamental incidencia en el campo de la hermenutica constitucional, con las consecuentes implicaciones que ello detenta en la concepcin de nuestro ordenamiento jurdico visto desde una perspectiva integral, ya que la exgesis y ejecucin que de nuestro texto constitucional sea realizada tendr que partir necesariamente de la ideologa y concepcin de Estado que encierra el pensamiento de nuestro Libertador. Lo anteriormente planteado deviene como consecuencia necesaria toda vez que la doctrina de nuestro Libertador, en los trminos previstos en el artculo 1 de la constitucin, configura la base y el sustrato institucional que tiene como propsito organizar y definir al Estado, precisando su contenido, sentido y alcance, en relacin la serie de principios y valores que

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determinan el actuar estatal. As, el pensamiento bolivariano no tan solo representa un mero elemento inspirador, sino que adems se presenta, por expresado mandato constitucional, como la base sobre la que deben ser desarrollados el resto de los principios y valores que determinan al Estado, y a su vez, sobre la que debe sustentarse el Estado mismo, para bajo tal naturaleza pasar al desarrollo de sus funciones, en cumplimiento de sus fines y cometidos. Partiendo de tal premisa, reviste de importancia la determinacin de las principales bases del pensamiento y doctrina de nuestro Libertador, con la finalidad de asentar el marco axiolgico al cual debe responder la existencia de nuestro Estado, y en funcin del que debe correspondientemente actuar con el propsito de alcanzar la visin de Estado ideada por el padre de nuestra patria. 1.- Libertad e Igualdad La conformacin del Socialismo Bolivariano constituye una modalidad bajo la que el Estado interviene abiertamente en las diversas dinmicas sociales con los fines de establecer y crear las condiciones necesarias para la atencin plena de la necesidades de la poblacin, a los fines de lograr su desarrollo, ms sin embargo, centrndose con mayor ahnco en la necesidad de lograr una igualdad material entre los individuos de la sociedad, precisamente con el propsito de lograr ese desarrollo pleno que conlleva a una definitiva felicidad social.30 De hecho, si se atiende a la concepcin social que detenta el pensamiento bolivariano se nota una profunda inclinacin por el logro y el establecimiento de una igualdad entre los ciudadanos, lo que se ve reflejado en su intensa lucha por la libertad de los esclavos, la cual inicia aproximadamente en el ao de 1816, y frente a la que, como era de esperarse, cuenta con la oposicin que le manifiestan los sectores oligrquicos y los terratenientes amos de esclavos, quienes actan desde el
30 Vase al respecto Salazar Martnez, Luis: El socialismo de Bolvar.

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mismo seno del Ejrcito Patriota y de las instituciones gubernamentales. As, entre los decretos ms importantes promulgados por el Libertador en pro de la abolicin de la esclavitud, encontramos los emitidos el 2 de junio y el 16 de julio de 1816, el primero en Carpano y el segundo en Ocumare de la Costa. En concreto, al Ilegar de su primera expedicin de los Cayos, proveniente de Hait, el Libertador en Carpano dicta el referido decreto de liberacin de los esclavos, al tiempo que les propone su incorporacin a la guerra por la independencia en fecha 2 de junio de 1816, resultando el contenido de tal decreto del siguiente tenor:
Simn Bolvar Jefe Supremo y Capitn General de los ejrcitos de Venezuela y Nueva Granada. A los habitantes de Ro Caribe, Carpano y Carioca, salud: considerando que la justicia, la poltica y la patria reclaman imperiosamente los derechos imprescindibles de la naturaleza, he venido en decretar, la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo espaol en los tres siglos pasados, considerando que la Repblica necesita de los servicios de todos sus hijos, tenemos que imponer a los nuevos ciudadanos en las condiciones siguientes: Art. 1. - Todo hombre robusto, desde la edad de catorce aos hasta los sesenta aos, se presentar en la Parroquia de su Distrito a alistarse en las banderas de Venezuela, Veinticuatro horas despus de publicado el presente decreto. Art. 2. - Los ancianos, las mujeres, los nios y los invlidos quedaran eximidos desde ahora y para siempre del servicio militar; como igualmente del servicio domstico y campestre en que estaban empleados a beneficio de sus seores. Art. 3 - El nuevo ciudadano que repuso tomar las armas para cumplir con el sagrado deber de defender su libertad, quedar sujeto a la servidumbre, no solo de l, sino tambin de sus hijos menores de 14 aos, su mujer y sus padres ancianos. Art. 4 - Los parientes de los militares empleados en el ejrcito Libertador gozarn de los derechos de ciudadanos y de la libertad absoluta que es conceder este decreto a nombre de la Repblica de Venezuela.

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El presente reglamento tendr fuerza de ley y ser fielmente cumplido por las autoridades de Ro Caribe, Carpano y Carioca. Dado en el cuartel General de Carpano, 2 de junio de 1.816 das despus, al continuar en la campaa militar en el centro de nuestro pas, el Libertador ratifica su decreto de Carpano en su Proclama a los Venezolanos de la Provincia de Caracas. Entre los anuncios que hace a los compatriotas dice: esa porcin desgraciada de nuestros hermanos que ha gemido bajo las miserias de la esclavitud.

De igual forma, tal postura en relacin a la libertad se ve reflejada en las palabras que el Libertador realiza en su clebre Discurso de Angostura, al indicar:
La esclavitud es la hija de las tinieblas; un Pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destruccin... (Omissis) Encareceros la justicia, la necesidad y la beneficencia de esta medida, es superfluo cuando vosotros sabis la historia de los ilotas, de Espartaco y de Hait; cuando vosotros sabis que no se puede ser libre y esclavo a la vez, sino violando a la vez las leyes naturales, las leyes polticas y las leyes civiles. Yo abandono a vuestra soberana decisin la reforma o la revocacin de todos mis estatutos y decretos; pero yo imploro la confirmacin de la libertad absoluta de los esclavos, como implorara mi vida y la vida de la Repblica.31

As las cosas, lo que se aprecia o lo que ms resalta del pensamiento Bolivariano, en el aspecto relacionado a la conduccin del Estado, es precisamente ese supremo valor y trascendencia que se otorga al factor o elemento social, en el cual se centr la idea fundamental del proceder estatal. Por tal motivo, Bolvar concibe a una Repblica integrada por ciudadanos igualitarios, en la que todos tuvieran las mismas posibilidades, bajo parmetros de libertad y unidad, y en la que el Estado asumiera la prestacin de reas especficas de actividades vitales para el desarrollo en buenos trminos del
31 Discurso de Angostura 15 de Febrero 1819.

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Estado bajo una concepcin integral. Tal concepcin en torno a la libertad se hace palmaria en el proyecto de Constitucin que Bolvar propone al Congreso de Bolivia, en cuyo discurso de presentacin expuso:
He conservado intacta la ley de las leyes -la igualdad: sin ella perecen todas las garantas, todos los derechos. A ella debemos hacer los sacrificios. A sus pies he puesto, cubierta de humillacin, a la infame esclavitud. Legisladores, la infraccin de todas las leyes es la esclavitud la ley que la conservara, ser la ms sacrlega. Qu derecho se alegrara para su conservacin? Mrese este delito por todos aspectos, y no me persuado a que haya un solo boliviano tan depravado, que pretenda legtima la ms insigne violacin de la dignidad humana. Un hombre posedo por otro! Un hombre propiedad! Una imagen de Dios puesto al yugo como el bruto! Dgasenos dnde estn los ttulos de los usurpadores del hombre? La Guinea nos los ha mandado, pues el frica devastada por el fratricidio, no ofrece ms que crmenes. Trasplantadas aqu estas reliquias de aquellas tribus africanas, qu ley o potestad ser capaz de sancionar el dominio sobre estas vctimas? Transmitir, prorrogar, eternizar este crimen mezclado de suplicios, es el ultraje ms chocante. Fundar un principio de posesin sobre la ms feroz delincuencia no podra concebirse sin el trastorno de los elementos del derecho, y sin la perversin ms absoluta de las nociones del deber. Nadie puede romper el santo dogma de la igualdad. Y habr esclavitud donde reina la igualdad? Tales contradicciones formaran ms bien el vituperio de nuestra razn que el de nuestra justicia: seriamos reputados por ms dementes que usurpadores. Si no hubiera un dios Protector de la inocencia y de la libertad, prefiriera la suerte de un len generoso, dominando en los desiertos y en los bosques, a la de un cautivo al servicio de un infame tirano que, cmplice de sus crmenes, provocara la clera del Cielo. Pero no: Dios ha destinado el hombre a la libertad: l lo protege para que ejerza la celeste funcin del albedro. (Negritas mas)32
32 Discurso del 25 de Mayo de 1826.

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De tal manera que la obra de Bolvar se centra fundamentalmente en el elemento social del Estado, y en funcin de ello concibe al mismo encauzado bajo una manta de igualdad entre sus ciudadanos, y por ende, actuando en consecuencia para poder alcanzar dicha igualdad, lo cual se haya fundamentalmente a travs de las leyes y del actuar estatal. Bajo esta premisa, es que se puede apreciar en la obra de Bolvar, aparte de dedicar toda su vida a la lucha por la independencia y la libertad de las Naciones, decretos como los destinados a proclamar la abolicin de la esclavitud, o los destinados a lograr la preservacin de los derechos indgenas.33 De hecho, bajo la premisa de igualdad y libertad, el tema de los indgenas fue trascendental para el Libertador, estableciendo que La igualdad entre los ciudadanos es la base de la Constitucin de la Repblica; Esta igualdad es incompatible con el servicio personal (mita) que se ha exigido por fuerza a los naturales indgenas, y con las exacciones y malos tratamientos que por su estado miserable han sufrido estos en todos los tiempos por parte de los jefes civiles, curas, caciques y hacendados., y a su vez que En el precio del trabajo a que ellos han sido dedicados de grado o por fuerza, as en la explotacin de minas como en la labor de tierras y obrajes, han sido defraudados de varios modos.34 Incluso, ya con anterioridad al Decreto de Quito, el Libertador se haba pronunciado en torno a la libertad e igualdad en el trato de los indgenas, en el Rosario de Ccuta, donde mediante Decreto estableci lo siguiente:
Ni los curas, ni los jueces polticos, ni ninguna otra persona empleada o no, podrn servirse de los naturales de ninguna manera; ni en caso alguno, sin pagarles el salario que antes estipulen en contrato formal celebrado a presencia y con
33 Al respecto puede consultarse el decreto expedido en el Rosario de Ccuta , el 20 de mayo de 1820, donde el libertador dicto normas para establecer los derechos a los naturales (nombre bajo el cual eran conocidos en aquellos tiempos los indgenas) y para fomentar su progreso econmico y educacin. 34 Extractos del decreto de Quito, del cuatro de Julio de 1825.

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consentimiento del juez poltico. El que infringiere este artculo pagar el doble del valor del servicio hecho y los jueces polticos exigirn esta multa irremediablemente a favor del agraviado por la menor queja que tengan; cuando los jueces mismos sean los delincuentes, sern los gobernadores polticos los que exigirn la multa dicha... (Omissis) Cesarn absolutamente desde este momento, como escandalosas y contrarias al espritu de la religin, a la disciplina de la iglesia y a todas las leyes, las costumbres de no administrar los sacramentos a los feligreses mientras no han pagado los derechos de cofrada y congrua, la de obligarlos a que hagan fiestas a los santos y la de exigirles derechos parroquiales de que estn exentos los naturales por el estipendio que da el Estado a los curas. Los curas que contravinieren a este artculo, continuando los mismos abusos, sufrirn el rigor de las leyes en un juicio severo, y al efecto los jueces polticos velarn la conducta de los curas para dar cuenta al gobierno de la menor falta que noten en esta parte y que se provea lo que corresponda. Los naturales, como todos los dems hombres libres de la Repblica, pueden ir y venir con sus pasaportes, comerciar sus frutos y efectos, llevarlos al mercado o feria que quieran, y ejercer su industria y talentos libremente del modo que ellos elijan sin que se les impida.35

Tambin en el conocido Decreto del Cuzco del 4 de abril de 1825 el Libertador plasma su pensamiento libertario y su ideal de igualdad, estableciendo al respecto la siguiente regulacin:
Que ningn individuo del Estado exija directa o indirectamente el servicio personal de los peruanos indgenas sin que preceda un contrato libre del precio de su trabajo. Se prohbe a los Prefectos de los departamentos, Intendentes, Gobernadores y jueces, a los prelados eclesisticos, curas y sus tenientes, hacendados, dueos de minas y obrajes que puedan emplear a los indgenas contra su voluntad en faenas, sptimas, mitas, pongueajes y otras clases de servicios domsticos y usuales... (Omissis)
35 Decreto emitido por el libertador en el Rosario de Ccuta el 20 de mayo de 1820.

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Los jornales de los trabajadores en minas, obrajes y haciendas, debern satisfacerse segn el precio que contrataren en dinero contante, sin obligarles a recibir especies contra su voluntad, y a precios que no sean corrientes de plaza.

De igual forma bajo esta perspectiva, resulta importante destacar las palabras dirigidas a Bentham en relacin a la esclavitud, indicndole al respecto:
Por desgracia el peso de la esclavitud apaga los espritus y los pone en estado de ser indignos de la libertad. Por eso es que tanto merece atencin el cultivo de las ciencias de que Ud. me habla, para que el hombre, aun en medio de sus cadenas, pueda descubrir siquiera que tiene derechos que vindicar.36

Bajo esa misma lnea de pensamiento en defensa de la libertad e igualdad de los oprimidos, Bolvar tambin se pronuncia en torno a los derechos a las tierras en favor de los indgenas, con la finalidad de incorporarlos a la sociedad de la que siempre permanecieron excluidos, a los fines de consolidar as la sociedad paritaria y homognea que se requiere para la existencia de la paz y felicidad social. Es por ello que se pronunci mediante el decreto en el ao de 1820 en defensa de los indgenas de Cundinamarca, donde estableci que Se devolver a los naturales, como propietarios legtimos, todos las tierras que formaban los resguardos segn sus ttulos, cualquiera que sea el que aleguen para poseerlas los actuales tenedores. De igual manera, en dicho decreto se seal que Las fundaciones que carguen sobre los dichos resguardos, no teniendo aprobacin de la autoridad a quien corresponde o ha correspondido concederlo, quedarn sin efecto ni valor aunque hayan subsistido por tiempo inmemorial. ..., as como tambin que integrados los resguardos en lo que se les haya usurpado, los jueces polticos repartirn a cada familia tanta extensin de terreno cuanto cmodamente pueda cultivar cada una, teniendo presente el nmero de personas de que conste
36 Carta de Bolvar dirigida a Bentham , en 1827.

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la familia y la extensin total de los resguardos; disponiendo a su vez en relacin con el contenido de dicho decreto que el mismo no solo se publicar del modo acostumbrado, sino que los jueces polticos instruirn de su contenido a los naturales, instndolos a que representen sus derechos aunque sea contra los mismos jueces y a que reclamen cualquiera infraccin. En esta misma perspectiva, se pronunci en nuestro pas en fecha 12 de febrero de 1821, al disponer en un decreto lo siguiente:
Distribuir el todo de los resguardos a los indios para que tengan todo el terreno que puedan cultivar y puedan as salir del estado miserable a que estn reducidos... (omissis) Incluir en la distribucin, y hacerlo especialmente, el terreno de los resguardos que sea ms rico y frtil y ms fcil de cultivar, para que tengan los indios estas ventajas de sus tierras y no otros poseedores.

Tambin con tales propsitos, dicta Bolvar el Decreto de Trujillo, donde dispone la reparticin de tierras entre indgenas en los siguientes trminos: Cada indgena, de cualquier sexo o edad que sea, recibir un topo de tierra en los lugares pinges y regados. En los lugares privados de riego y estriles recibirn dos topos... (omissis). Se har este repartimiento con consideracin al estado de cada porcionero, asignndole siempre ms al casado que al que no lo sea, (omissis) ningn indio pueda quedarse sin su respectivo terreno.37 A su vez, vale aclarar que dicho Decreto seria ratificado por el Libertador el 4 de julio de 1825, concretamente en el Cuzco, donde vuelve a disponer tal reparticin de tierras entre los indgenas en los siguientes trminos:
Cada indgena de cualquier sexo o edad que sea, recibir un topo de tierra en los lugares pinges y regados.... (omissis) En los lugares privados de riego y estriles recibirn dos topos.
37 Decreto del 8 de Abril de 1824.

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De igual manera vale destacar respecto este ltimo decreto mencionado que en el mismo, a diferencia del anteriormente referido, se estableci una indemnizacin para aquellos indgenas que fueron despojados de sus propiedades en tiempos de la dominacin colonial, y a su vez, a los fines de evitar el traspaso a instituciones religiosas por presiones de ndole psicolgica o espirituales, a las cules era muy frecuente observar tratando de aprovecharse de los indgenas a los fines de aduearse de sus tierras, se estableci en el decreto in commento que la propiedad absoluta para los indios se entienda con la limitacin de no poderlos enajenar hasta el ao 50, y jams en favor de manos muertas so pena de nulidad. Con esa misma orientacin, Bolvar tambin dicta en Bolivia el 14 de diciembre de 1825 una reparticin de tierras, esta vez con carcter universal, pero siempre tomando en consideracin los derechos de los ms desfavorecidos, es decir, los indgenas, y en tal sentido ordena mediante el mismo la reparticin de tierras entre todos los ciudadanos, estableciendo que Cada individuo de cualquier sexo o edad que sea, recibir una fanegada de tierra en los lugares pinges y regados, y en los lugares privados de riego y estriles recibir dos, pero a su vez, estableciendo en el orden de reparticin de las referidas tierras una preferencia a favor de los indgenas. A su vez, se indic en el mismo un plazo de un ao despus de la adjudicacin para que los interesados emprendieran el cultivo de las mismas, so pena de que les sera eliminada su propiedad para adjudicarlas a otras personas para su debido y correspondiente cultivo, si ello no era realizado por los primariamente adjudicados. Ntese as, que con estas medidas no tan slo atenda a asegurar las necesarias condiciones de vida de los individuos, y por consecuencia se correlativa libertad e igualdad, sino tambin aprovech las mismas para crear una verdadera justicia agraria, ordenando en el reparto de las tierras su correspondiente cultivo, evitando de esta manera la ociosidad de las mismas en perjuicio de los intereses sociales.

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No obstante, cabe apreciar que en el aspecto de la reparticin de tierras nuestro Libertador fue bastante prolfico respecto a los decretos emitidos con estos propsitos, partiendo ello incluso mucho antes de los decretos antes sealados, con los conocidos decretos de reparticin de tierras entre las tropas y militares revolucionarios que intervinieron en la gesta de independencia. As, el primer paso para lograr los objetivos propuestos lo constituye sin lugar a dudas el decreto dictado en la antigua Guayana, el 3 de septiembre de 1817, donde se seal:
Todos los bienes y propiedades muebles e inmuebles de cualquiera especie, y los crditos, acciones y derechos correspondientes a las personas de una y otro sexo que han seguido al enemigo al evacuar este pas o tomado parte activa en su servicio, quedan secuestrados y confiscados, a favor del Estado. La propiedad debe entenderse en todo la extensin de la palabra, comprendiendo crditos, ttulos, derechos y acciones... (Omissis) Todas las haciendas y propiedades de cualquiera especie pertenecientes a los padres capuchinos y dems misioneros que han hecho voto de pobreza, quedan confiscadas a favor del Estado. Quedan igualmente confiscadas todas las propiedades del Gobierno espaol y de sus vasallos, sea cual fuere el pas de su residencia.

Posterior a la emisin de este decreto, concretamente el 10 de octubre de 1817, el Libertador dicta el decreto conocido como la Ley sobre Reparticin de los Bienes Nacionales, a los fines de que las tierras y propiedades confiscadas en virtud del Decreto de Guayana fueran repartidas entre los militares, de todos los rangos, pertenecientes a las fuerza patriotas de nuestro pas. La razn de ello, no era la de beneficiar a una elite o casta militar, sino por el contrario beneficiar al pueblo quien era el que compona el ejrcito, el cual luch por la liberacin de la tirana y la opresin. De hecho, es precisamente ello lo expuesto por el propio Libertador ante el Consejo de Estado, el 1 de

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noviembre de 1817, en donde manifest:


Los soldados del ejrcito Libertador eran demasiado acreedores a las recompensas del Gobierno, para que hubiese podido olvidarlos. Hombres que han arrostrado todos los peligros, que han abandonado todos los bienes, y que han sufrido todos los males no deban quedar sin el justo galardn que merecen su desprendimiento, su valor y su virtud. Yo pues, a nombre de la Repblica he mandado distribuir todos los bienes nacionales entre los defensores de lo patria. La ley, que fija los trminos y la especie de sta donacin, es el documento que con mayor satisfaccin tengo el honor de ofrecer al consejo. El premio del mrito es el acto ms augusto del poder humano.

De hecho, tal postura fue incluso ratificada por el Libertador en su conocido Discurso de Angostura, donde el padre de la patria, en relacin a lo aqu comentado expres:
Hombres que se han desprendido de todos los goces, de todos los bienes que antes posean, como el producto de su virtud y talentos; hombres que han experimentado cuanto es cruel en una guerra horrorosa, padeciendo las privaciones ms dolorosas, y los momentos ms acerbos; hombres tan benemritos de la Patria, han debido llamar la atencin al Gobierno. En consecuencia he mandado recompensarlos con los bienes de lo Nacin... (omissis) Si he contrado para con el pueblo alguna especie de mrito, pido a sus representantes oigan mi splica como el premio de mis dbiles servicios. Que el Congreso ordene la distribucin de los bienes nacionales, conforme a la Ley que a nombre de la Repblica he decretado a beneficio de los militares venezolanos. 38

Como se aprecia, el pensamiento bolivariano propugna una igualdad sin distinto, otorgando verdadero valor y contenido a la misma, a travs de la implementacin de diversas medidas que tendieran a sopesar las desigualdades imperantes en la
38 Discurso de Angostura 15 de Febrero 1819.

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sociedad, independientemente de la naturaleza u origen de la misma. A su vez, dado la relacin de lo aqu planteado con el derecho de propiedad, resulta conveniente en estos momentos realizar un corto parntesis para indicar que sobre el mismo, la concepcin del pensamiento bolivariano radica en no concebirlo como un derecho pleno, sacramental y absoluto, puesto que Bolvar estaba plenamente convencido de que el derecho de propiedad, entendido en dichos trminos configura la injusticia en la sociedad, y lo que es peor, congela y estanca dicha injusticia en el seno de la sociedad. Por eso Bolvar, en funcin de la concepcin social de su pensamiento, no entenda que existiese derecho alguno que no estuviera limitado y orientado en funcin del inters y del bienestar social, por lo que de igual manera, para l la propiedad como derecho deba estar establecida bajo dicha concepcin social, y de ello nos da testimonio el historiador Salcedo Bastado, quien al respecto nos seala:
Sobre la propiedad, y respecto al modelo de la frmula ofrecida por la Repblica francesa que dice a la letra: Siendo las propiedades un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ellos, sino cuando una necesidad pblica, legalmente comprobada, lo exija evidentemente, y bajo las condiciones de una justa y previa indemnizacin. El Libertador elimina -en su proyecto de Angostura- la expresin derecho inviolable y sagrado, amplia la causal de expropiacin aadiendo a la necesidad pblica el concepto ms extenso de la utilidad general y descarga al Estado el compromiso de la indemnizacin previa, fijndolos para cuando las circunstancias lo permitan. As redacta Bolvar: Nadie puede ser privado de su propiedad, cualquiera que sea, sino con su consentimiento, a menos que la necesidad pblicas o la utilidad general, probada legalmente lo exijan. Es estos cosos, la condicin de una justa indemnizacin, cuando las circunstancias lo permitan, debe presuponerse. A la injusticia en la distribucin de la riqueza opone la Revolucin -por decreto de Bolvar- un plan sencillo de reparto

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equitativo de los bienes nacionales entre los autores efectivos de la liberacin: los soldados, vale decir, el pueblo, porque el pueblo est en el ejrcito, adems es el pueblo que quiere y el pueblo que obra, y el pueblo que puede l-565...39

De ello puede notarse la concepcin social que Bolvar mantena para cada una de sus actuaciones, y para la existencia misma del Estado. Todos los derechos, cualquiera que estos sean requieren de estar regulados por las leyes, como condicin indispensable para su funcionabilidad en la sociedad, y desde luego, todos los derechos debern estar supeditados a los altos fines sociales que el Estado detenta para lograr la felicidad entre sus ciudadanos. Sin embargo, estaba absolutamente consciente Bolvar, como puede evidenciarse de todo lo expuestos hasta los momentos, que esa felicidad social requera de condiciones de efectiva igualdad y libertad, pero precisamente de una autntica igualdad; as Bolvar est hablando de algo ms profundo que la igualdad ante la Ley, afirma que cuando las desigualdades sociales ponen en peligro la Repblica es un deber transformar la sociedad para salvar la libertad nacional.40; se refiere a una igualdad realmente ostensible, palpable y material en el mbito fctico entre los individuos que conforman el conglomerado social, como la va o forma ms idnea para lograr la felicidad social. En funcin de lo anterior, la concepcin de Estado en el Socialismo Bolivariano centra su accin precisamente en lograr alcanzar esta modalidad de accin, a travs del ejercicio de su respectivas competencias, enfocndose en la atencin de las necesidades o sectores esenciales para la vida del Estado, a los fines de poder lograr la igualdad en relacin a la atencin de tales necesidades en forma paritaria para todo el colectivo, con miras a lograr una exaltacin de los valores de la solidaridad, la
39 Salcedo Bastardo, J.L: Obr. Cit, Pg. 277. 40 Moncada, Manuel: Simon Bolvar. Ponencia dictada en el marco del Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolucin Bolivariana. 10 de Abril del 2003 Caracas.

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justicia y del humanismo, por eso Bolvar es el gran socialista de todos los tiempos. As el Estado, bajo esta dimensin, no slo interviene en las diferentes dinmicas que tienen lugar en la sociedad, con la finalidad de regularlas, y a su vez, para corregir las desigualdades que naturalmente se presentan entre las mismas, sino que adems, asume como tarea fundamental la actividad de determinados sectores bsicos para la consecucin de la felicidad social dentro del mismo, y que a su vez requieren de un tratamiento igualitario entre los ciudadanos y habitantes, actuando y trabajando en los mismos para hacer efectiva dicha igualdad, es decir, configurando Un Gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad.41; ya que, como tuve la oportunidad de sealar en un momento anterior, El Estado, como manifestacin poltica del poder, se nos presenta como un conjunto de relaciones institucionales, econmicas, culturales, histricas y sociales que en una relacin de causalidad de espacio y tiempo, ordena y conduce sus componentes con la finalidad de lograr aquello que el Libertador nos manifestaba en Angostura, a saber: La mayor felicidad posible para la sociedad..., y es precisamente por ello que el mismo debe articularse y compenetrase con los ciudadanos, es decir, ... es necesario que se mantenga un estrecho vnculo entre la sociedad, sin la cual no existe Estado, por un lado, y por el otro las instituciones polticas y jurdicas que instrumentalizan la accin del Estado que se refleja en esa sociedad; todo ello desde luego fundamentado en una concepcin de un autntico poder popular.42 A su vez, con ello, el pensamiento del Socialismo Bolivariano refleja un sentido de alta solidaridad entre los individuos que componen el colectivo, con la finalidad de armonizar al mismo en base a la unidad, al punto de configurar un conglomerado social cohesionado en el que se verifique por cabalidad el
41 ltima frase del clebre Discurso de Angostura. 42 Escarr Malav, Carlos: Proceso Poltico y Constituyente. Papeles Constituyentes. Ediciones Quibar. Maracaibo 1999. Pg. 3

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desarrollo del Estado. Siendo as las cosas, el gran nfasis que muestra el pensamiento bolivariano est en la atencin prioritaria del cuerpo social del Estado, fundamentada en Ios patrones de igualdad, motivo por el que la accin del Estado se encuentra destinada primordialmente a la atencin integral de los asuntos de relevancia e inters para el conglomerado social, a los fines de lograr su adecuado desarrollo, ya que, como el propio Libertador expres El Sistema de Gobierno ms perfecto, es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad poltica., dado que como bien sostuvo a lo largo de su vida, Son derechos del hombre: la libertad, la seguridad, la prosperidad y la igualdad. La felicidad general, que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos43 2.-Soberana popular Adicionado a lo anteriormente explicado, debe tambin destacarse que el otro punto o elemento medular del Socialismo Bolivariano radica en la filosofa de una rgimen de gobierno en el que impere la absoluta voluntad del conglomerado social, es decir, donde exista un autntico poder del pueblo en la toma de decisiones y en la conduccin del Estado. En efecto, el autntico Socialismo Bolivariano solo tiene razn de ser, en su verdadera concepcin, si se articula lo antes explicado con el principio de soberana popular y del Poder del Pueblo, el cual deja de concebirse como instrumentado a travs de una simple participacin en virtud de un rgimen eminentemente representativo, para ser complementado con frmulas que atienden al establecimiento del ejercicio pleno del poder que inviste a la ciudadana, y en tal sentido, el Libertador se expres tajantemente en su Discurso de Angostura, al indicar:
Un gobierno republicano ha sido, es, y debe ser el de Venezuela;
43 Discursos de Angostura, 15 de Febrero de 1819.

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sus bases deben ser la soberana del pueblo, la divisin de los poderes, la libertad civil, la proscripcin de la esclavitud, la abolicin de la monarqua y de los privilegios.... (Omissis) Slo la democracia, en mi concepto, es susceptible de una absoluta libertad.

En efecto, los postulados de libertad e igualdad concebidos en el pensamiento bolivariano no encuentran pleno desarrollo y funcionalidad, sino vienen articulados con el principio de soberana popular sobre el cual se debe estatuir el sistema de gobierno, de hecho Bolvar reiter en varias oportunidades que la soberana del pueblo es la nica autoridad legtima de las naciones.44 De tal manera que, el Socialismo Bolivariano no se trata de un Socialismo que vela por el bienestar de las masas populares a travs de cpulas doctrinarias, ni adopta el capitalismo que promueve la iniciativa privado coma factor de desarrollo endgeno; el Socialismo Bolivariano es la mxima expresin del humanismo social, al democratizar todas las estructuras de poder del Estado, el cual se convierte en protector de las clases desposedas y al servicio de las comunidades organizadas; estimula la participacin popular en todas las fases de la economa, y delega la gobernabilidad en la participacin del pueblo organizado; es decir, se fundamenta en cuatro preceptos bolivarianos: unidad, justicia, libertad, igualdad.45 Y es que en el pensamiento del padre de nuestra patria, la libertad e igualdad de los pueblos deben ir aparejadas necesariamente a un rgimen de gobierno en el que la voluntad soberana del pueblo sea factor determinante en la conduccin estatal, bajo el razonamiento de que el gobierno popular se presenta como una derivacin lgica de la libertad y de la igualdad de los ciudadanos, quienes en funcin de stas se encuentran en la plena capacidad de ejercer su poder de autodeterminacin en
44 Discurso ante el Congreso Constituyente de Bolivia, de fecha 25 de mayo de 1826. 45 Tedejo: Bolivarianologa. Estudio Publicado en la pgina web www.simonbolivar.org.

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46 Juramento hecho por Simn Bolvar el 15 de Agosto de 1805 en el que expres La civilizacin que ha soplado del Oriente, ha mostrado aqu todas sus frases, han hecho ver todos sus elementos; mas en cuanto al resolver el gran problema del hombre en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el despejo de esa misteriosa incgnita no ha de verificarse sino en el Nuevo Mundo. Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por mi Patria, que no dar descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder espaol!

la conduccin del Estado; es decir, el pensamiento de Bolvar de una concepcin autentica de la soberana popular, que se desarroll para su poca en los diferentes cantones a travs de cabildos o asambleas que conformaban las asambleas provinciales, y stas a su vez, las grandes corporaciones humanas en donde se centraba la toma de las decisiones fundamentales del Estado, se traduce en la idea del Poder del Pueblo, y en los postulados del socialismo cientfico que eliminan las burocracias estamentales, para que la voluntad real del pueblo se manifieste de manera prstina. Siendo as las cosas, se tiene que bajo la concepcin de Estado del padre de la patria, la libertad y la igualdad de los pueblos comporta dos perspectivas diferentes en cuanto a sus dimensiones. La primera de ella, significaba la autntica independencia de Venezuela de la dominacin de la corona espaola, para configurar una repblica libre y soberana en la comunidad internacional, defenestrando as la relacin colonialista que nos vincul por mucho tiempo al Imperio Espaol, lucha desarrollada por el Libertador durante toda su vida, no slo dentro de nuestras fronteras, sino fuera de ellas a travs de su gesta independentista, y que tiene su origen en el clebre juramento realizado por Bolvar en el Monte Sacro de Roma.46 Sin embargo, la libertad e igualdad de los pueblos no tan solo era concebida por el Libertador para tener incidencia en el plano internacional, respecto de las relaciones de Venezuela como repblica en la comunidad de pases, sino desde luego, en la capacidad del pueblo de otorgarse su propio destino, a travs de la conduccin gubernamental, precisamente en base

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a tal libertad. En tal sentido, la libertad de los ciudadanos tendra una segunda perspectiva de funcionalidad que operara fundamentalmente en el fuero interno del Estado, en donde en funcin de la libertad de los ciudadanos, los mismos se encontrarn en el derecho de elegir sus propias autoridades, y de otorgarse a s mismo su rgimen de gobierno. Por tal motivo, la nocin de Bolvar en cuanto a la igualdad y la libertad de los ciudadanos se articulan directamente entre s con el sistema de gobierno del Estado, para otorgar la exacta y debida dimensin de tales nociones, creando as una autentica supremaca de la voluntad popular en la conduccin del Estado, comportando una abierta participacin e intervencin por parte de los ciudadanos en los asuntos de la vida pblica para, en ejercicio de su soberana, coordinar, dirigir, y supervisar los destinos de la nacin. Como se aprecia, significa esta concepcin de gobierno el respeto absoluto por la voluntad soberana del pueblo, a la que nuestro Libertador concibi como la ms grande fuerza que puede existir en todas las nociones; y que precisamente hoy da tiene autentica verificacin y materializacin en nuestro Estado, gracias al abandono de una democracia meramente representativa; ampliamente desbordado por las expectativas del ciudadano comn que hoy espera tener una injerencia mayor en los niveles decisorios mediante mecanismos que efectivamente consideren sus anhelos47; y cuya vigencia ces en razn de la entrada en vigencia de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, dando paso a un sistema democrtico que se encuentra fundamentado en una verdadera participacin y protagonismo del pueblo en los asuntos de gobierno y del Estado, es decir, una democracia protagnica y participativa, que incluso constituy una de las tantas propuestas que realizamos en los tiempos de la Constituyente.48
47 Escarr Malav, Carlos: Las entidades Federales. Crisis y Alternativas. Universidad Catlica Andrs Bello. Caracas. 1988. Pg.11 48 Vase al respecto Escarr Malav, Carlos: Obr. Cit. Pg. 45

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En efecto, de acuerdo con el artculo 2 de la Constitucin, nuestra Nacin se constituye en un Estado Democrtico y Social de Derecho y de Justicia, cuyos valores superiores son la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, la tica, el pluralismo poltico y la preeminencia de los derechos humanos; siendo la garanta y respeto de dichos postulados axiolgicos, obligacin irrenunciable de todos los rganos que ejercen e integran el Poder Pblico, y lo ms importante, responsabilidad compartida de stos con la generalidad de las personas que habitan o residen en el territorio de la Repblica. Lo anterior encuentra fundamento en el artculo 5, segn el cual la soberana reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce; bien directamente a travs de las formas y maneras previstas en el propio texto constitucional y en la ley; o bien indirectamente, mediante el sufragio a travs de los rganos que ejercen el Poder Pblico; situacin que se encuentra ratificada en el artculo 6 de la constitucin, que consagra de manera definitiva como forma de gobierno de la Repblica y de las dems entidades poltico-territoriales, la democracia participativa y protagnica, descentralizada, alternativa, responsable, y pluralista; razn por la cual, no es posible que ninguna organizacin del Estado niegue o inobserve tal configuracin institucional. De conformidad con lo anterior, la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela establece las bases axiolgicas e institucionales para profundizar y materializar el sistema democrtico en Venezuela, al completar las tradicionales formas e instancias representativas de los sistemas democrticos contemporneos, con novedosos y efectivos mecanismos y medios de participacin a travs de los cuales los ciudadanos pueden, en los distintos niveles poltico-territoriales, ser agentes protagnicos fundamentales en la actividad del Estado y en la toma de decisiones para la gestin del inters pblico y el bien comn, ejerciendo as una autntica soberana popular.

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Por tal motivo, en la concepcin del poder popular, del poder de pueblo, resalta la pertenencia del sujeto en relacin al objeto, en donde la ecuacin final se traduce en que el poder le pertenece al pueblo, trayendo consigo un cambio en las relaciones de poder, ya que son las grandes mayoras, bajo una concepcin democrtica, las que definen los caminos, fijan las estrategias, establecen los mtodos y escogen a los representantes de la gestin. Tambin significa un cambio en la propiedad de los factores de produccin, en tanto que los bienes le pertenecen a todos y se reparten de acuerdo a las necesidades, as como tambin que la empresa le pertenece a los trabajadores (va autogestin o congestin) y estos estn y se deben a un entorno primario, que es la colectividad o localidad donde funciona el factor industrial, que a su vez produce en funcin de un todo que incluye, sin distingo, a la totalidad de los componentes humanos de la estructura poltica; las tierras le pertenecen al campesino, en propiedad comunitaria con su entorno y bajo una visin nter-generacional, y su producto no es de l sino de todos los que necesiten, otorgando con ello una autntica dimensin social de dicho poder popular. 3.-La moral y la tica como principio fundamental de Estado 3.1- La moral y la tica en la Repblica Sin duda alguna, uno de los principios y elementos fundamentales en el pensamiento de nuestro Libertador lo constituye la moral pblica que debe amparar la existencia del Estado, con lo que Bolvar fue tajante, en primer lugar porque ello constituy patrn fundamental de su vida y de su formacin, y a su vez, porque observ la cada de las grandes naciones del mundo sucumbidas en la podredumbre ocasionada por la falta de los parmetros morales. Estaba consciente que para que un Estado, pueda brindar una

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verdadera justicia social, debe primero que nada ser un Estado guiado y fundamentado bajo los slidos pilares de la moral, que es la condicin necesaria para que las actuaciones puedan ser consideradas como justas, ya que un Estado sin moral equivale a un Estado soberbio, hipcrita, incapaz de exigir el desarrollo armnico de sus componentes. En este sentido fue enftico sobre este punto en su Discurso de Angostura cuando seal:
Las Buenas Costumbres y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.

De igual manera, cualquier lectura, por ligera que sea, a las muestras de la obra literaria de nuestro Libertador, puede evidenciar de manera clara la inmensa preocupacin que mostr Bolvar sobre el aspecto de la moral, como parmetro necesario en la existencia y vida de los ciudadanos, a partir de los cules podra entonces, bajo tal gida, construirse y conformarse una sociedad y un Estado que respondiera de igual manera a tales caractersticas. As, a manera de ejemplo, puede notarse como Bolvar fue recurrente en sealar que los hombres, para ser buenos ciudadanos y capaces de otorgar vida a un Estado de bienestar, deban ser ante todo honestos y autnticamente morales, deca el Libertador que Los hombres de luces y honrados son los que debieran fijar la opinin pblica. El talento sin probidad es un azote. Los intrigantes corrompen los pueblos, desprestigiando la autoridad.49 Se aprecia entonces como Bolvar parta de una caracterstica para el progreso y desarrollo de una Nacin: la moral, que deviene en un primer momento desde el fuero interno de cada uno de sus habitantes, de cada uno de sus ciudadanos, para luego ser llevada a cada uno de los rganos y componentes del Estado, en la bsqueda de consolidar la formacin de una autntica moral republicana capaz de guiar la actuaciones de todo aquellos hombres que se encontraren insertos en la estructura
49 Carta al General Carabao, de fecha 8 de Octubre de 1828.

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del Estado, con la finalidad de que el mismo marchare siempre en buena lid hacia la consecucin de sus objetivos, es decir, el bienestar y la felicidad social. Y es que en definitiva, el Libertador fue el precursor en una nueva visin de poltica, de una nueva forma de hacer poltica, en la que conceba la necesidad de un Estado justo, libre e igualitario, de un Estado socialista, para la que era necesaria la existencia de fuertes parmetros morales. De hecho, an y cuando pareciera lgico y perfectamente comprensible el hecho de la necesidad de la existencia de un Estado de slida conviccin moral para alcanzar el bienestar social, Bolvar fue el primero en plantear tal necesidad como una autntica poltica de Estado, consolidando as por primera vez dentro de las concepciones polticas imperantes para la poca, la nocin de la moral republicana, como elemento imprescindible para lograr el desarrollo del Estado y la verificacin de sus fines y cometidos. Por tal motivo, nuestro Libertador constantemente se pronunci en tal sentido, expresando que sin moral republicana no puede haber gobierno libre...50 indicando a su vez que la destruccin de la moral pblica causa bien pronto la disolucin del Estado51 puesto que estaba plenamente conocido que la mejor poltica es la honradez52. En efecto, para Bolvar la nica forma de lograr la existencia de un Estado que en realidad estuviera en las condiciones y en la capacidad de generar y crear bienestar social, parta del hecho de que el mismo estuviera cimentado bajo fuertes parmetros morales, ya que sin los mismos resulta inviable poder brindar la libertad y la justicia necesaria en todo Estado, puesto que quin no posee moral, resulta siempre esclavo de pensamiento y accin, de sus debilidades y de aquellos que siempre juegan al dominio de los mismos. Por eso Bolvar fue enftico en la formacin de un fuerte
50 Carta a Guillermo White, de Fecha 26 de Mayo 1820. 51 Carta al Dr. Castillo Rada, de Fecha 6 de Enero 1829. 52 Carta al General Santander, de Fecha 17 de Agosto 1820.

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patrimonio moral dentro del Estado, el cual deba tener su gnesis en la etapa de formacin de los ciudadanos, para convertir a Ios mismos en personas de buena voluntad, llegando incluso a asegurar que el ttulo de buen ciudadano es preferible para m al de Libertador que me dio Venezuela, al de Pacificador que me dio Cundinamarca, y los que el mundo entero me pueda dar53. Es precisamente por la suprema y vital importancia que el Libertador atribua a la moral de los ciudadanos, como base fundamental para la consolidacin de la moral republicana como principio de Estado, que l mismo se preocupaba porque en el diseo de la poltica educativa del Estado se otorgara suprema importancia a la formacin moral de los ciudadanos, y as de hecho lo manifest en la carta dirigida al director del colegio donde estudiaba su sobrino, Fernando Bolvar, donde expres la manera en la que ste deba ser educado, sealando que la enseanza de las buenas costumbres o hbitos sociales es tan esencial como la instruccin A su vez, es de resaltar que Bolvar asuma dentro de su postura, que el compromiso de formar y consolidar una moral republicana recaa en cabeza del Estado, y por esta razn prevea que tal vital responsabilidad deba ser ejecutada, entre otras formas, a travs del sistema educativo, puesto que estaba claro que El gobierno forma la moral de los pueblos, los encamina a la grandeza, a la prosperidad y al poder. Por qu? Porque teniendo a su cargo elementos de la sociedad, establece la educacin pblica y la dirige. La Nacin ser sabia, virtuosa, guerrera, si los principios de su educacin son sabios virtuosos y militares; ella ser imbcil, supersticioso, afeminada y fantica si se la cra en la escuela de estos errores.54 Sin embargo, como tambin lo supo expresar nuestro Libertador, el sistema educativo no era tan solo la nica forma en la que el Estado poda proceder y actuar para lograr la consolidacin de la moral Repblica, y es precisamente por ello,
53 Discurso de Angostura, 15 de Febrero de 1819 . 54 Decreto mediante el que se declara la Educacin Pblica, de 1825

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que el mismo conceptualiza, como uno de sus ms importantes aportes a las ciencias polticas y jurdicas, el denominado Poder Moral, segn lo dejo expresado en una carta dirigida a Jos Rafael Arboleda en fecha 15 de junio de 1823, donde seal que el propsito del Poder Moral era crear un nuevo sistema de penas y castigos, de culpas y delitos, para mejorar nuestra moral, pues de lo contrario marcharemos al galope hacia la disolucin universal.55 Denotando ello el hecho de que Bolvar estaba plenamente convencido de que sin moral republicana no puede haber gobierno libre.56 Sobre la base de ello, es claro que el pensamiento Bolivariano, era necesaria la articulacin de una organizacin o cuerpo institucional que tuviera como responsabilidad principal la consolidacin y fortalecimiento de la moral republicana en todo el entramado orgnico que conforma al Estado, es decir, cada una de las instituciones y rganos que lo componen, as como tambin en cada uno de los ciudadanos que lo integran, y es precisamente de esta nocin que surge en el pensamiento de nuestro padre de la patria la necesidad de dar vida a otro poder del Estado encargado de tales objetivos. En funcin de tal premisa, es que propuso en su Discurso de Angostura incorporar a la triloga clsica del Poder Pblico, el llamado Poder Moral, al que concibi en los trminos siguientes:
Moral y luces son los polos de una repblica; moral y luces son nuestras primeras necesidades. Tomemos de Atenas su arepago, y los guardianes de las costumbres y de las leyes; tomemos de Roma sus censores y sus tribunales domsticos; y haciendo una santa alianza de estas instituciones morales, renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se content con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso. Tomemos de
55 Polanco Alcntara, Toms: Simn Bolvar. Ensayo de una interpretacin Biogrfica a travs de sus Documentos. Editorial Melvin. Caracas. 1994. Pg. 535. 56 Carta de San Cristbal dirigida a Don Guillermo White de Fecha 26 de Mayo , de 1820

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Esparta sus austeros establecimientos, y formando de estos tres manantiales una fuente de virtud, demos a nuestra Repblica una cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazn de los hombres, el espritu pblico, las buenas costumbres y la moral republicana. Constituyamos este arepago para que vele sobre la educacin de los nios, sobre la instruccin nacional, para que purifique lo que se haya corrompido en la Repblica; que acuse la ingratitud, el egosmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos; que juzgue de los principios de corrupcin, de los ejemplos perniciosos; debiendo corregir las costumbres con penas morales, como las leyes castigan los delitos con penas aflictivas, y no solamente lo que choca contra ellas, sino lo que las burla; no solamente lo que las ataca, sino lo que los debilita, no solamente lo que viola la Constitucin, sino lo que viola el respeto pblico... (Omissis) Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el carcter y las costumbres que la tirana y la guerra nos han dado, me he sentido la audacia de inventar un poder moral, sacado del fondo de la oscura antigedad, y de aquellas olvidadas leyes que mantuvieron, algn tiempo, la virtud entre los griegos y romanos. Bien puede ser tenido por un cndido delirio, ms no es imposible, y yo me lisonjeo que no desdearis enteramente un pensamiento que mejorado por la experiencia y las luces, puede llegar a ser muy eficaz.

Para este Poder Moral, nuestro Libertador adopta la influencia tanto de Esparta, Atenas y Roma, creando una fusin de diversas instituciones de aquellos pases, propio de la dialctica que caracterizo su pensamiento, dando as creacin a un cuerpo compuesto por una Cmara de Moral y una Cmara de Educacin, las cules tendran, respectivamente, la finalidad de velar por el resguardo de la tica, tanto en el ejercicio de los gobernantes y en la actuacin de las instituciones del Estado, as como tambin en los actos de los ciudadanos, siempre y cuando atentaran contra las buenas costumbres y la moral pblica; as como tambin la responsabilidad en la educacin de los ciudadanos, punto ste que tambin goz de

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vital importancia en el pensamiento bolivariano, segn se ver posteriormente. As, de acuerdo a los artculos 1 y 2 del Proyecto de Constitucin presentado por Bolvar en 1819 ante el Congreso de Angostura, ideaba un Poder Moral compuesto por cuarenta (40) miembros y un Presidente, cuya denominacin en conjunto sera la del Arepago, como reminiscencia de la institucin ateniense, el cual estara dividido en dos (02) cmaras, la correspondiente a la Cmara Moral y la Cmara de Educacin; cuyos miembros serian designados por primera vez por el Congreso Nacional, siendo stos escogidos entre aquellos ciudadanos padres de familia destacados pblicamente dentro de la sociedad por su solvencia en los principios morales. En relacin a las atribuciones de cada una de las cmaras, cabe destacar que entre las correspondientes a la Cmara Moral se encuentran las de fiscalizar y controlar los actos del Estado, con la finalidad de castigar los vicios ticos y morales que sean necesarios y meritorios, as coma tambin premiar y reconocer aquellos que enaltezcan la virtud pblica. De igual manera, tena concebida como funcin la de fiscalizar los actos de naturaleza particular que tengan incidencia en la moral pblica, a los fines de imponer sobre los mismas la debida sancin, tomando en consideracin que el mbito de aplicacin de tales atribuciones no slo implicaba o recaa sobre los ciudadanos en su concepcin individual, sino tambin en la perspectiva de la familia, de las provincias, corporaciones, tribunales y dems autoridades de la Repblica; todos estos los cuales estaran sometidos a la imposicin de censuras y amonestaciones pblicas, de acuerdo a lo que se encontraba previsto en el artculo 7 del comentado proyecto de constitucin En resumen, la aludida cmara tendra a su cargo la supervisin y vigilancia de la moral pblica, en cada una de las manifestaciones que tuvieran verificacin dentro del Estado, incluyendo dentro de estas a las obras morales y polticas, las

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publicaciones en peridicos y cualquier otro tipo de material presentado en formato escrito; lo que deja en evidencia la trascendental importancia que el Libertador otorgaba a la moral en el vida de una Repblica, y en especial, en una Repblica recin forjada, habituada a estar acostumbrada al vicioso modo de proceder del imperio espaol, ya que Bolvar estaba claro en que la revolucin que Ilevaba a cabo era necesaria darla en todos y cada uno de los mbitos, siendo uno de los ms importantes el cultural. En otras palabras, era necesario cambiar la forma y la manera de pensar de los ciudadanos, dejando atrs la concepcin impuesta por la dominacin espaola, a los fines de que las personas asumieran otra forma de vivir su vida, respecto de la sociedad; era pues precisamente ello lo que se buscaba desarrollar, una revolucin cultural, de la que dependa en buena parte el xito del proceso revolucionario y de la consolidacin de la obra de nuestro Libertador, ya que, como bien lo supo indicar el propio Libertador, la mejor poltica es la honradez57, estando claro que el honor es el mejor gua del laberinto de las revoluciones 58. Por su parte, las atribuciones de la denominada Cmara de Educacin estaban orientadas fundamentalmente al mbito de la moral de los nios en su proceso de formacin y al ejercicio del deporte o educacin fsica. En funcin de ello, de acuerdo a lo que vena establecido en los artculos 3, 4, 5 y 6 del proyecto de constitucin al que se viene haciendo referencia, la Cmara mencionada tena a su cargo la responsabilidad de velar por la publicacin en nuestro idioma de obras extranjeras necesarias para la ilustracin de la Nacin, salvando eso s, las correcciones y adaptaciones que fuesen necesarias para enmarcar las mismas a las realidades de la Repblica de aquel tiempo. De igual manera, dicha Cmara era la encargada de estimular la produccin literaria y de publicaciones de diversa
57 Carta al General Santander de Fecha 17 de Agosto de 1820 58 Carta al Vicealmirante de Per, Martn J. Guise, de Fecha 24 de Diciembre de 1823

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naturaleza, por parte de los reconocidos, notables y sabios de la poca, a los fines de que el sistema educativo de la Nacin contar con obras y publicaciones propias, enmarcadas dentro de nuestro contexto social e histrico, adaptadas a nuestras costumbres, tradiciones, usos, forma de vida y gobierno. A su vez, dicha cmara era la encargada de supervisar, organizar y dirigir las escuelas primarias, con la finalidad de que las mismas guardaran el debido cuidado en su funcionamiento en cuanto a la inspiracin y difusin de los valores patrios, el sentimiento del honor, la dignidad y la moral, lo cual implicaba la enseanza de los valores civiles, el respecto por el Estado y por las leyes, por el trabajo, el respeto a los padres y a los ancianos, etc. Del mismo modo, uno de los principales elementos a que la referida cmara de educacin prestaba vital importancia, durante el proceso de formacin de los nios, era el de la exaltacin del deporte, como medio recreativo y de preparacin fsico-psicolgica de aquellos que en el futuro tendran a cargo la defensa y proteccin de la patria. De tal manera que se puede apreciar hasta lo explicado en los actuales momentos, que la concepcin del Poder Moral ideada por el Libertador se encontraba orientada a la lucha por lograr un cambio en el sentir y el pensar de los ciudadanos de la Repblica, una autntica revolucin social que abarcara dentro de s a todos y cada uno de los aspectos que el trmino social involucra, dentro del cual, desde luego, encontraba espacio y relevancia fundamental el factor cultural. Que presupona un autntico cambio interno de los ciudadanos, donde la moral sera la primera herramienta necesaria para que dicho cambio pudiera tener una armnica y debida verificacin. Sin embargo, muy a pesar de los grandes esfuerzos realizados por el Libertador para lograr que la figura del Poder Moral fuera adoptada como forma del poder pblico dentro de la estructura del Estado, la misma no lleg a concretarse. No obstante, revisti de fundamental importancia para la

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consolidacin de la moral como poltica de Estado, necesario para una Repblica que no posea para el momento las tradiciones polticas y democrticas y que slo haba conocido trescientos aos de duro coloniaje y despotismo. De igual manera, se desprende de lo anteriormente expresado la gran importancia que en el pensamiento del Libertador detenta la moral como base y principio en la concepcin del Estado, a punto de Ilegar a establecer la misma como propsito fundamental de un Poder del Estado, en razn de estar consciente de que la probidad y la moral en la actuacin pblica deba constituir la bandera sobre la que deba desarrollarse la vida del Estado para poder cumplir los cometidos y alcanzar los altos fines que su concepcin social implica. Ahora bien, una de las principales influencias del pensamiento del Libertador en nuestro texto constitucional se encuentra precisamente en el aspecto de la moral y la tica como principios y valores de Estado. As, el artculo 2 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela consagra a la tica como valor superior del Estado, con lo que se condiciona la existencia misma de todos y cada uno de los componentes del Estado al desarrollo de sus respectivas actividades canalizadas, orientadas y signadas bajo la premisa tica. Desde luego, tal consagracin en modo alguno puede significar ni debe ser asumida como una mera declaracin de principio o apotegma vaco en cuanto a sus efectos y carente de aplicacin, sino por el contrario, debe ser asumida como un imperativo constitucional de alto nivel que necesariamente impone un mandato a todo el conjunto de elementos que integran y componen al Estado, y por ende, debe vincular a los mismos en el desarrollo de cada una de sus funciones, competencias y atribuciones, a travs de una aplicacin directa que deviene del carcter eminentemente normativo de nuestro texto constitucional. De hecho, desde el punto de vista doctrinal, el avance de las ciencias constitucionales hasta los actuales momentos ha

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establecido de manera conteste en la doctrina constitucional el hecho de la aplicacin directa de normas constitucionales contentivas de postulados relativos a valores y principios de Estado59, sobre la base de que los mismos determinan y condicionan el marco axiolgico sobre el que debe ser interpretado la integralidad del ordenamiento jurdico, revistiendo a su vez de fundamental importancia en torno a los parmetros bajo los cuales debe estar orientada y fundamentada la actuacin del Estado. Por otra parte, la fundamental influencia de la idea de moral republicana defendida por Simn Bolvar en su concepcin de Poder Publico qued recogida por nuestro texto constitucional gracias a la creacin e instauracin del Poder Ciudadano en el artculo 273 de la constitucin. En efecto, de acuerdo a lo previsto en el artculo 136 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, encargado de establecer la configuracin y estructuracin del Poder Pblico en nuestro pas, nuestro actual modelo de Estado se aparta de la divisin clsica del Poder Pblico para aadir a la misma las ramas del Poder Electoral60 y del Poder Ciudadano, donde precisamente se enfoca el punto al que venimos haciendo referencia. Siendo as las cosas, en el Ttulo V de nuestro texto constitucional relativo a la Organizacin del Poder Pblico Nacional, puede apreciarse que el Captulo IV se encuentra referido al Poder Ciudadano, nueva rama del Poder Pblico que determina la adaptacin a los actuales tiempos del Poder Moral propuesto por el Libertador en su discurso ante el Congreso de Angostura.
59 Vase entre otros autores a Garca de Enterra, Eduardo: Justicia y Seguridad Jurdica en un Mundo de Leyes Desbocadas. Editorial Civitas. Madrid 2000. Pg.104y ss. y Bidart Campos, Germn: El Derecho de la Constitucin y su Fuerza Normativa. Ediciones Ediar. Buenos Aires 1995. Pg.115. 60 Valiendo destacar en este momento que la figura del Poder Electoral como funcin pblica dentro de la estructuracin o esquema del Poder Pblico del Estado tambin constituye otras de las influencias del pensamiento del Libertador en nuestro texto constitucional, ya que dicho poder fue propuesto por el padre de la patria en su proyecto de Constitucin para Bolivia, en Lima en el ao 1826, concretamente en su artculo 8 y del articulo 19 al 25.

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En tal sentido, el artculo 273 de la constitucin nos plantea la configuracin del Poder Ciudadano, como rama del Poder Pblico dentro de nuestro Estado, en los trminos siguientes:
Artculo 273: El Poder Ciudadano se ejerce por el Consejo Moral Republicano integrado por el Defensor o Defensora del Pueblo, el Fiscal o la Fiscal General y el Contralor o Contralora General de la Repblica. Los rganos del Poder Ciudadano son la Defensora del Pueblo, el Ministerio Pblico y la Contralora General de la Repblica, uno o una de cuyos o cuyas titulares ser designado o designada por el Consejo Moral Republicano como su Presidente o Presidenta por periodos de un ao, pudiendo ser reelegido o reelegida. El Poder Ciudadano es independiente y sus rganos gozan de autonoma funcional, financiera y administrativa. A tal efecto, dentro del presupuesto general del Estado se le asignar una partida anual variable. Su organizacin y funcionamiento se establecer en ley orgnica.

Ahora bien, si se atiende a la serie de competencias que se encuentran establecidas en nuestro texto constitucional para el Poder Ciudadano, concretamente en los artculos 274, 275 y 278 puede observarse que el mismo detenta como funcin principal, dentro del variado conglomerado de sus atribuciones, la de preservar la moral administrativa y la tica pblica, es decir, se presenta en principio como un rgano fiscalizador de la moral que deben guardar en todo momento las instituciones y rganos pblicos, la cual es extendida de acuerdo a lo previsto en la ley especial que regula su actividad (Ley Orgnica del Poder Ciudadano) tanto al funcionamiento de la institucin per-se, como a los funcionarios que en la misma laboran; teniendo a su vez las potestades sancionatorias en funcin de comportamientos que atenten contra la moral administrativa y la tica pblica; atribuciones estas que se corresponden, como se tuvo la oportunidad de explicar anteriormente, con las

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consagradas por el Libertador para el Poder Moral. A su vez, de acuerdo a nuestro texto constitucional, el Poder Ciudadano, a travs de su rgano de expresin, Consejo Moral Republicano, tiene dentro de sus atribuciones, exaltar y enaltecer los valores y el amor por la patria, as como tambin las labores pedaggicas correspondientes a conservar las buenas costumbres y las virtudes pblicas, y los valores democrticos y republicanos. Como se denota, existe en esta serie de atribuciones una fuerte identificacin con las que ide nuestro Libertador para la Cmara de Educacin del Poder Moral. Tal panorama introduce a nuestro Estado actual en uno de los principales y trascendentales pilares dentro del pensamiento y doctrina del Libertador, como lo es la consolidacin de un Estado asentado sobre las slidas base de la moral y el sentimiento de patria, valores indispensables en la vida y existencia de todo Estado que busca su desarrollo y la consecucin de su felicidad social. El padre de nuestra patria estuvo bastante claro en ello y por tal razn abog de manera incesante en la conformacin de un Estado cimentado sobre la moralidad y la buenas costumbres, ya que partiendo de ello existe la posibilidad de que en su conjunto, la sociedad acte teniendo como objetivo su felicidad social; puesto que una sociedad sin probidad y carente de moralidad resulta claramente incapaz de consolidar la unin, la solidaridad y el sentimiento al valor social que debe detentar para precisamente marchar en armona a su desarrollo como conjunto. 3.2- La libertad de expresin sujeta a la moral pblica Como punto importante en la concepcin moral del Estado que posea el pensamiento de nuestro Libertador, vale la pena realizar un corto parntesis para hacer referencia a un tema que ha gozado de cierta publicidad en estos ltimos tiempos, como lo es la libertad de expresin, la cual bajo una concepcin netamente individualista cnsona como un pensamiento

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de Estado Liberal, pretende ser asumida por algunos sectores irresponsables, como una libertad absoluta e irrestricta. Sin embargo, nuestro libertador como precursor en muchos aspectos para las ciencias jurdicas, polticas y sociales, tuvo la oportunidad de emitir sus criterios en relacin al ejercicio de la libertad de expresin, la cual concibi como limitada y supeditada a los intereses supremos de la Repblica y del pueblo, en aras de procurar que la misma atendiera al verdadero bienestar del pueblo y no en su contra, como elemento de destruccin y de perjuicio. Por tal motivo, Bolvar fue claro en manifestar a travs de varios de sus Decretos que el ejercicio de la libertad de expresin no poda encontrarse en contra de la moral pblica, por atender a un inters supremo del Estado al que todos y cada uno de sus ciudadanos deban coadyuvar en el contexto de un Estado Social. En tal sentido, Bolvar expres Que las censuras, observaciones y consejos que se permitan, tratando de los negocios y personas pblicas, estn caracterizados por la moderacin y la decencia. La imprenta no ser por esto menos libre, pues no consiste la libertad en la capacidad de ofender, y producir todo el bien que debe esperarse de ella. Constituye ello sin lugar a dudas el reflejo de la postura del Libertador en torno a la libertad de expresin, producto de la concepcin que el Libertador posea en relacin al rol del Estado, de la moral y la educacin, coma piezas fundamentales dentro de la existencia del mismo, siendo ello sin lugar a dudas otras de las grandes influencias que el padre de la patria recibira de su insigne maestro Simn Rodrguez, quien tambin tuvo la oportunidad de expresarse en relacin al ejercicio de la imprenta y de la libertad de expresin, sealando al respecto lo siguiente.
La libertad de imprenta, como todos las libertades, est sujeta a la razn. La de pensar que es ms independiente de todas, sin esta sujecin es fantasa. Pero qu es la libertad, que es

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razn, que es fantasa? El abuso de las palabras a Ilegado, en nuestros tiempos al extremo. De no escribir palabras a escribir sin medida, se ha pasado casi de repente, quebrantado todos los preceptos. Es menester buscar el medio entre los extremos. A la sana razn, determinar este medio y al gobierno, fijarlo. La razn cumple con su encargo diciendo que, para gozar de los bienes de lo libertad, la imprenta no debe tener otros lmites que los que pone el respeto debido a la sociedad. Ha de correr sin obstculos sobre los cosas y sobre los acciones, sin excepcin ni reservo, y detenerse ante las personas.61

Bajo esta lnea de pensamiento es que el Libertador emite en Chuquisaca un Decreto mediante el que se prohbe la impresin de contenido obsceno o contrario a las buenas costumbres en cualquier clase de publicacin, teniendo fundamento tal medida en la proteccin de un inters superior a la propia libertad de expresin como lo era la moral pblica. El decreto en referencia era del siguiente tenor.
Considerando: I. - Que la conservacin y prosperidad de lo moral contribuye esencialmente a la de lo sociedad; II. - Que los folletos impuros, estampas obscenas y dems de este gnero corrompen las costumbres de los ciudadanos y conducen a la inmoralidad, Decreto: II - Se prohbe la introduccin a estas provincias del Alto Per de estampas, cajas, sellos y abanicos obscenos y folletos impuros, so pena de caer en comiso los que se aprehendieren. III - Las vistas y administradores de aduana sern responsables con sus empleos de la infraccin de este decreto, y los presidentes, gobernadores y dems autoridades subalternos cuidaran de su cumplimiento. IV - El Secretario General Interno queda encargado de su ejecucin. Imprimase, publquese y circlese.62

61 Rodrguez, Simn: Las Sociedades Americanas en 1928 Cmo Sern y Cmo podrn Ser los Siglos Venideros? Primera Parte: Luces y Virtudes sociales 1840. 62 Decreto dictado por el Libertador en Fecha 1825.

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En tal sentido, ntese como el propsito del Libertador era establecer en la cultura ciudadana la gran relevancia e importancia que detentan los intereses del Estado, que no podan estar o verse perjudicados ni desmejorados en funcin del pretexto de mantener inclume de manera indiscriminada las libertades ciudadanas, siendo una clara muestra de ello, las limitaciones impuestas por el Libertador a la libertad de expresin, ejercida por razones obvias en aquellos tiempos a travs de la imprenta; limitaciones stas a travs de las cules el padre de la patria logra establecer una armonizacin entre los derechos personales y los intereses de la sociedad, a los cules necesariamente deben ceder los primeros para lograr la efectiva vigencia de los segundos en forma tal de alcanzar una sociedad que se desarrolle en forma armnica. 3.3- La corrupcin Como correlativo necesario a los patrones de moralidad sobre los cules deba estar cimentada la Repblica en el pensamiento bolivariano, se encuentra tambin en la doctrina de Estado ideada por el Libertador, un total y rotundo rechazo a una de las prcticas ms corrosivas que pueden existir en cualquier sociedad, como lo es la corrupcin. En efecto, nuestro Libertador fue un total defensor de la moralidad que deba reinar en todas y cada una de los actuaciones del Estado y de los distintos ciudadanos que lo conforman, an y cuando los mismos no estuvieran prestando sus servicios a la patria en forma directa o no constituyeran funcionarios a sus servicios, situacin sta que qued demostrada a sobremanera en el punto anterior, y por tanto resulta plenamente lgico y compresible que el mismo repudiara de una manera tan contundente los hechos y supuestos de corrupcin en los que se vieran incursos los funcionarios del Estado. As, para Bolvar era necesario conservar a una sociedad moral y pulcra en cuanto a los cnones de la honestidad y

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la transparencia, panorama ste desde donde sera la nica manera de proceder a la construccin de una verdadera sociedad armnica y de felicidad social; ya que, como bien lo expres l mismo La destruccin de la moral pblica causa bien pronto la disolucin del Estado.63 Sobre la base de ello, fue enftico en pronunciarse de manera incesante sobre la moral y probidad que deban tener aquellas personas que prestaran sus servicios a la patria en condicin de gobernantes y funcionarios pblicos, y por ello no en vano sostuvo lo siguiente: No emplear sino a los que temen las responsabilidades; a los que huyen de los destinos pblicos. Emplear hombres honrados aunque sean enemigos, ya que los hombre de luces y honrados son los que debieran fijar la opinin pblica. El talento sin probidad es un azote. Los intrigantes corrompen a los pueblos, desprestigiando la autoridad64 A s, para el Libertador estaba claro en que la moral, entendida en una amplia perspectiva, deba ser el patrn gua de todos los funcionarios pblicos, y de all precisamente que en el Pensamiento Bolivariano, Bolvar idear un esquema de control en torno a la moral que deba existir en los mismos; sistema ste que parta de los diversas atribuciones previstas a tales efectos en la Cmara Moral del Poder Moral, y que se iba complementado con el fuerte sistema represivo que el Libertador concibi para el castigo de los prcticas de corrupcin, ya que bajo su concepto la misma era imperdonable, teniendo siempre como base que la mejor poltica es la honradez.65 Como ejemplo de ello, pueden evidenciarse numerosos episodios de la vida de nuestro Libertador, quien materializ dentro de la misma una serie de postulados que durante su existencia propugn, valiendo la pena traer a colacin, entre tantos, la emblemtica situacin verificada con Bolvar respecto del General Santander. En efecto, el 7 de Diciembre
63 Carta del Libertador dirigida al Dr. Castillo Rada, de Fecha 6 de Enero de 1829 64 Carta de Bolvar al General Carabao, de fecha 8 de octubre de 1828 65 Carta del Libertador al General Santander, de Fecha 17 de Agosto de 1820

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de 1824 desde Lima, Bolvar en calidad Presidente, del Per, convoc a los gobiernos de Colombina, Mxico, Argentina, Centro Amrica y Chile, a reunirse en una Asamblea General en la ciudad de Panam, que tendra, entre otros propsitos, el tratar la concrecin de un gran proyecto ideado en la mente del Libertador, como lo era construir un canal que uniera los dos ocanos, constituyndose de esta manera en el gran pensador de lo que aos ms tarde sera el Canal de Panam, lo cual no se logra concretar por los gobiernos de nuestros pueblos hermanos, pasando a ser construido por el gobierno Norteamericano. Sin embargo, Santander ve en esta obra una oportunidad de participar en los millones de pesos que costara la construccin de la misma y a su vez monopolizar el trfico interocenico a travs del referido canal, y por tal motivo le propone a Bolvar formar entre ambos una compaa para construir dicha obra, idea est a su vez que era adelantada por las grandes empresas de ingeniera estadounidenses. Frente a tal proposicin Bolvar, cnsono con sus principios responde al General Santander lo siguiente:
A su excelencia el General Santander. He visto la carta donde Usted me propone, para que sea Yo el protector de la compaa que se va a establecer para la comunicacin de los dos mares por el istmo de Panam. Despus de haber meditado mucho, me ha parecido conveniente, no slo no tomar parte en este asunto, sino que me adelanto a aconsejarle que no intervenga Usted en l. Yo estoy cierto que nadie ver con gusto que Usted y Yo, que hemos estado y estamos a la cabeza del gobierno, nos mezclemos en proyectos puramente especulativos. Esta es mi opinin con respecto a lo que Usted debe hacer. Yo por mi porte, estoy resuelto a no mezclarme en este negocio, ni en ningn otro que tenga carcter comercial.

Constituye este episodio de su vida un ejemplo claro de cmo de Bolvar asuma deba ser la conducta de una persona que estuviera al servicio de la patria, no teniendo medias tintas en lo que a la vigencia de la moral pblica se refiere para la vida

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de un Estado. Es por esta razn, que en el aspecto referido a los castigos que merecan las prcticas de corrupcin , nuestro Libertador fue enftico en sealar que las mismas deban ser severamente castigadas por el terrible mal que comportaban a la vida de la sociedad y al desarrollo de los pueblos, ya que en el pensamiento bolivariano, una persona que traicionara la confianza que la patria haba depositado en ella , haciendo suyo lo que le pertenece por ley y mandato divino al pueblo, no mereca ms que desprecio y repudio del Estado. En tal orden de ideas, frente a la traicin que significan los actos de corrupcin, deba verificarse en el traidor al sentimiento nacional fuertes castigos que serviran para compensar el grave dao que el mismo le causa a su patria y al pueblo a travs de su comportamiento ; pero a su vez la aplicacin de severos castigos y penas que eran necesarias aplicar a los funcionarios que incurrieran en prcticas de corrupcin , tambin tenan por finalidad en el pensamiento del Libertador, la de servir de ejemplo para la sociedad, para que los individuos tuvieren en cuenta la serie de sanciones y las graves consecuencias a los que se veran expuestos de incurrir en este tipo de prcticas, fungiendo de esta manera las referidas penas o castigos como elemento de represin y prevencin de los prcticas de corrupcin en el seno del Estado. As fue enftico al establecer penas de muerte a los agentes pblicos que incurrieran en corrupcin y abog de manera tajante por el compromiso y el deber que tiene el Estado para sancionar la misma, estableciendo al respecto lo siguiente:
Sin responsabilidad, sin represin, el Estado es un caos. Me atrevo a instar con encarecimiento a los legisladores, para que dicten leyes fuertes y terminantes sobre esta importante materia. Todos hablan de responsabilidad, pero ella se queda en los labios. No hay responsabilidad, legisladores: los magistrados, jueces y empleados abusan de sus facultades, porque no se contiene con rigor a los agentes de administracin, siendo entre

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tanto los ciudadanos vctimas de estos abusos. Recomendara yo una ley que prescribiera un mtodo de responsabilidad anual para cada Empleado. (Discurso del Libertador al Congreso Constituyente de Bolivia)

En este orden de ideas, y consiente de lo que buscaba lograr a travs de esta filosofa de probidad y honestidad en la conduccin del Estado, trat de erradicar de la vida del Estado al flagelo de la corrupcin, estableciendo a tales efectos fuertes y severas sanciones que abarcaban hasta la pena capital para aquellas personas y funcionarios quienes en razn de su investidura abusaran de la misma, en clara traicin a la confianza depositada por la patria, para desarrollar conductas corruptas, y en tal sentido, un ejemplo fue el Decreto dictado por el Libertador en Lima, el 12 de enero de 1824, donde se seal:
Teniendo presente: 1- Que una de las principales causas de los desastres en que se ha visto envuelta la Repblica, ha sido la escandalosa dilapidacin de sus fondos, por algunos funcionarios que han intervenido en ellos; 2- Que el nico medio de extirpar radicalmente este desorden, es dictar medidas fuertes y extraordinarias, he venido en decretar, y Decreto: Art. 1- Todo funcionario pblico, a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado o tomado para s de los fondos pblicos de diez pesos arriba, queda sujeto a la pena capital. Artculo. 2- Los jueces a quienes, segn la ley compete este juicio, que en su caso no procedieren conforme a este decreto, sern condenados a la misma pena. Artculo. 3- Todo Individuo puede acusar a los funcionarios pblicos del delito que indica el Artculo. 1. Artculo. 4- Se fijar este decreto en todos las oficinas de la Repblica, y se tomar razn de l en todos los despachos que se libraren a los funcionarios que de cualquier modo intervengan en el manejo de los fondos pblicos.

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Ntese que para el Libertador no existan medias tintas en el tema relativo a la corrupcin. La sancin para quien traicionar a la patria a travs de tales comportamientos deba ser la ms severa de las penas, la pena de muerte, preexistiendo claro sta, la tramitacin de un procedimiento en el que se determinara de manera breve, pero con certeza, que el funcionario haba efectivamente incurrido en actos de corrupcin. A su vez, otro elemento que resulta importante destacar en el contenido del Decreto que recin acaba de ser citado, radica precisamente en una de los pilares del modelo de Estado Socialista, como lo es efectivamente el relativo a la contralora social que deba ejercer el pueblo frente a las prcticas de corrupcin. En efecto, como bien se puede apreciar de lo dispuesto en el artculo 3 del Decreto en referencia, la regulacin prevista para el castigo de este tipo de prcticas permita que cualquier ciudadano estuviera en la capacidad de acudir ante las instancias pblicas y denunciar a aquellos funcionarios que estuvieran incursos en prcticas de corrupcin, la cual sera procesada, a los fines de que al funcionario se le siguiera el juicio sumario al que se alude en el artculo 1 del decreto, con la finalidad de determinar su culpabilidad o no en este aspecto. Tal mecanismo ideado por el Libertador en el Decreto en referencia se presenta lgico y atiende al criterio de efectividad en el cumplimiento de los objetivos planteados por el Decreto, que no es otro que el de la eliminacin de este tipo de delitos contra el patrimonio pblico, ya que en definitiva es el propio pueblo el que se encuentra en interaccin permanente con la Administracin y con los diversos rganos pblicos que conforman el Estado, siendo por consecuencia el que de manera ms cercana se encuentra en la posibilidad de detectar y ser vctima de este tipo de prcticas, lo cual provoca que sea el mismo pueblo el que de mejor manera se encuentre en la posibilidad de detectar a los funcionarios corruptos. Pero a su vez, la posibilidad de denuncia por parte del pueblo que se encontraba prevista en el artculo 3 del Decreto

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aqu comentado, atiende a su vez a otro de los pilares fundamentales del pensamiento bolivariano, como efectivamente lo es el relativo a la soberana y voluntad popular, por la que nuestro Libertador abogo durante su gesta independentista. En efecto, tal y como fuera explicado con anterioridad, el padre de la patria siempre conceba al pueblo como la autoridad suprema dentro del Estado y de la sociedad, y por tanto, de tal estatus derivaba precisamente la capacidad que en la doctrina del Libertador tena el pueblo para participar abiertamente en las labores del Estado. En tal sentido, fiel a su lnea de pensamiento, se estableci en el referido Decreto un mecanismo en el que el pueblo participara abiertamente contra uno de los ms fuertes males que padece la sociedad. Por otra parte, y retomando la vital importancia que dentro del pensamiento del Libertador significaba la lucha contra la corrupcin, cabe destacar tambin como en el mismo sentido del Decreto de Lima de 1824, pero varios aos antes, concretamente el 11 de septiembre de 1813, fue categrico nuestro Libertador en sancionar tambin con pena de muerte a aquellos funcionarios que cometieran actos de corrupcin respecto de las rentas que correspondieran a la Nacin como consecuencia de la actividad de explotacin del tabaco, estableciendo en el artculo 1 de uno de sus Decretos al respecto lo siguiente:
Artculo 1: Todo aquel que fuera convencido de haber defraudado los caudales de la renta nocional de tabaco, o vendindolo clandestinamente fuera del estanco, o dilapidndolos con robos y manejos ilcitos, ser pasado por las armas, y embargados sus bienes para deducir los gastos y perjuicios que origine.

De todo lo anterior, se aprecia fcilmente la contundencia con la que Bolvar concibi y estableci la lucha contra la corrupcin, al considerar como uno de los ms grandes males del Estado, que desde luego se encontraba en franca oposicin con la idea de Estado que se encontr presente en el pensamiento del Libertador, es decir, un Estado fundado y establecido

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sobre la base de la moral, la justicia, la libertad y la igualdad desde el cual se pasara al desarrollo de una extensa gama de cometidos con la finalidad ltima de alcanzar la felicidad social, que desde luego sera inviable de verificar en un Estado sucumbido en la falta de probidad y en la inmoralidad. Es por esta razn, es decir, ardua lucha por la consecucin de un Estado de alta solvencia moral, que el Libertador fue tan drstico y severo con el castigo de prcticas corruptas, no ignorando que efectivamente ello fuera as, como efectivamente fue reconocido por el propio Libertador al sealar:
Yo s que las penas capitales participan de la crueldad; pero la existencia del Estado es preferente a todo. As no he vacilado en mostrarme severo contra los delincuentes que se alimentan de la sangre de sus conciudadanos.66

Precisamente lo que buscaba el Libertador era el castigo severo de los comportamientos inmorales y corruptos, consciente de que ello era necesario en virtud de salvaguardar los intereses superiores de la Repblica. De hecho, fue siempre partidario de la aplicacin fuerte y vigorosa de la ley, para sembrar la seguridad en el Estado y partir de la misma hacia su desarrollo, indicando que contra las faltas a la Repblica y contra la violacin no puede existir clemencia alguna, ya que ello en su concepto, constitua el principio de la degeneracin de las sociedades. Es por ello que estableci que:
La corrupcin de los pueblos nace de la indulgencia de los Tribunales y de la impunidad de los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud; y sin virtud perece la Repblica.67

En efecto, para Bolvar el no propinar el debido castigo a las conductas que dentro de la sociedad atentaran contra la moralidad y las buenas costumbres constitua el principio de las condiciones para crear y fomentar la corrupcin y la
66 Salcedo Bastardo, Jos Luis: Obra. Cit. Pg. 347. 67 Discurso ante la Convencin de Ocaa, de Fecha 29 de Febrero de 1828.

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habitualidad en la practicas objeto de la represin de la ley, ya que ello implicara el que los ciudadanos perdieran la fe y la confianza en las instituciones del Estado, y a su vez, ocasionaba que existiese mayor libertad para que los desadaptados sociales incurrieran en este tipo de conductas, sobre la base de que se sabran no reprimidos o castigados por ello; por tal motivo fue incesante el Libertador en insistir sobre la aplicacin irrestricta de la Ley, incluyendo penas severas, y a su vez, en proclamar una actitud consecuente en tal sentido por parte de los rganos encargados de aplicar la ley, sosteniendo que La clemencia con los criminales es un ataque a la virtud.68 Tambin en este mismo sentido en relacin a la lucha contra la corrupcin, y el establecimiento de una moral de Estado, el Libertador tambin tuvo la oportunidad de manifestarse en relacin a lo que deba ser el desempeo de los funcionarios del Estado, consiente que estos eran la representacin del Estado que interacciona de manera directa con los ciudadanos, era necesario que los mismos atendieran a ciertos patrones y parmetros para el ejercicio de sus funciones, siendo necesario a su vez, a los fines de materializar el debido control que necesariamente deba existir sobre la gestin de los mismos, con la finalidad de verificar y asegurar la buena marcha de las instituciones. En este sentido, nuestro Libertador estableci mtodos en funcin de los cuales se pudiera ejercer el control sobre el desarrollo de las actividades de los funcionarios pblicos, con la finalidad de determinar si los mismos se apegaban a los fines del Estado en el cumplimiento de sus funciones, estableciendo mediante el Decreto de Huamanga, en septiembre de 1824, el deber de los superiores en las estructuras administrativas de informar sobre el ejercicio de los funcionarios pblicos, para determinar de esta manera en que medida se alcanzaba mediante la gestin de los mismos, los objetivos que se encontraban llamados a cumplir; informes estos que deban ser realizados
68 Carta del Libertador dirigida a Estanislao Vergara de fecha 22 de Abril de 1829

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69 AI Seor Prefecto de este Departamento. Impedido el Gobierno Supremo de inquirir inmediatamente por si, coma deseara, sobre la conducta, calidad y servicios de los ciudadanos que deben destinarse a las diversas funciones del Estado, por la distancia de los pueblos respecto de la capital, por sus mltiples atenciones y otras circunstancias fciles de considerarse, ha sido necesario fiar siempre este delicado examen a los prefectos, intendentes, municipalidades y dems autoridades a quienes por el orden gradual de la administracin cumple, de otra parte, hacerlo. Ms, se ha observado, con dolor, que muchas veces es pospuesto el servicio de la Repblico a los sentimientos personales, bien porque se califica favorablemente a unos, en consecuencia de una humanidad mal entendida, de relaciones de amistad, o de otras, emanadas puramente del flujo; bien porque se les niega a otros su mrito, o se confunden los grandes servicios de alguno, por la exageracin con que se recomienda el de otros, resultando de todo la mala eleccin de los funcionarios y, por consiguiente, el mal rgimen de los instituciones, y lo que es ms sensible, el que cargue sobre si el Gobierno la nota de distribuir mal los empleos, cuando este no ha procurado ms que hacer los cosas por el exclusivo bien de la Repblica. Los pueblos mismos se equivocan con frecuencia, ya porque miran con desprecio la buena eleccin de sus magistrados, cuando se les comete a ellos, ya porque se dejan seducir de hombres astutos, sin advertir que su mismo empeo en aspirar a los destinos debe servirles de embarazo. Las funciones pblicas pertenecen al Estado; no son del patrimonio de particulares, ni alguno que no tenga probidad, actitudes y merecimientos es digno de ellos. Pero qu har el Gobierno cuando los que debieran estar en guarda de estos requisitos, expiden informes pomposos, y califican de benemritos, a quienes acaso excluyen la ley y la opinin pblica? La ms pequea expresin de un jefe influye en la suerte de la Patria, y con especialidad, respecto de aquellos empleos en que es indispensable descansar sobre la palabra de otro. Por estas consideraciones, y para que los pueblos sepan que el Gobierno no omite ocasin de remediar cuantos males le va dando a conocer la experiencia, y para que se inculpen a s mismos o a las autoridades subalternas, en cualquier caso en que no sean satisfechos los votos de la justicia sobre este particular, se ha servido ordenar S.E. El Libertador lo que sigue: 1- Que los prefectos, intendentes, municipalidades y las autoridades de cualquier fuero a quienes competa expedir informes sobre alguna persona, lo verifiquen con la verdad, justicia y circunspeccin que demanda el servicio pblico, con absoluta exclusin de cualesquiera otras consideraciones. 2- Que dichas autoridades son altamente responsables a la Nacin, en el caso de abusar de cualquier modo de la confianza que se les hace esta especie de negocios. 3- Que el Gobierno manifestar al pblico por media de lo Gaceta Oficial tales abusos, para que recaiga la desaprobacin pblica sobre los que, olvidando el procomunal, se deciden por motivos individuales. De orden de suprema lo comunico a VS. para los haga notorios a quienes corresponda, haciendo fijar adems esta resolucin en todas las secretaras y oficinas del Departamento de su mando.

con estricto apego a la verdad y a la justicia.69

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As el propio Libertador pona de manifiesto la eficacia y eficiencia que deba caracterizar el ejercicio de las actividades de los funcionarios del Estado, al igual como tambin la supervisin que el Estado deba mantener sobre la misma, evitando la permanencia de los mismos en sus cargos si mediante sus actos se desapegaban a los intereses de la Repblica. Como se aprecia de todo lo expuesto con anterioridad, Bolvar fue tajante y severo en su lucha contra la corrupcin, ya que en su pensamiento la Repblica y sus ciudadanos necesariamente deban ser libres en todos y cada uno de los aspectos, estando consiente que no existe libertad sino existe en un pueblo moral para hacerse cargo y manejar esa libertad. 4.-La educacin Sin duda, uno de los elementos trascendentales que conforman la identidad del Socialismo Bolivariano lo constituye, tal y como se tuvo la oportunidad de mencionar con anterioridad, la profunda atencin por la salvaguarda de los derechos sociales que asume y debe asumir el Estado; por la atencin del individuo, en base a una concepcin humanista en la que se resalta la importancia de la dignidad de la persona y por ende, en la que el Estado se compromete no tan solo a la tutela de sus derechos, sino que adems interviene activamente a los fines de lograr su efectiva vigencia y materializacin en el plano fctico, a los fines de que en realidad puedan los mismos tener la debida verificacin en los ciudadanos. Es por ello que se puede apreciar la preocupacin que demostr Bolvar por la atencin de especficos sectores y actividades vitales para la vida el Estado, como lo son la educacin, la funcin jurisdiccional y el ejercicio de la administracin de justicia, los temas de contenido ecolgico o ambiental, la seguridad interna que deba proveer todo Estado a sus ciudadanos, la integracin y la unin de las naciones, a los fines de lograr un polo de cohesin social para la bsqueda de un desarrollo conjunto y armnico entre las naciones.

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En tal orden de ideas, la preocupacin por el desarrollo y el bienestar social del pueblo, desde el punto de vista educativo, se ve reflejado en el pensamiento bolivariano cuando se estatua la necesaria atencin por parte del Estado en la creacin de un sistema educativo que tuviera como propsito brindar sin ninguna clase de distingo, la preparacin y formacin de todos los ciudadanos, a los fines de lograr con ello el desarrollo progresivo de la Repblica, lo cual se ve reflejado en varios pronunciamientos realizados al respecto por el Libertador, valiendo la pena destacar lo expresado en su famoso Discurso de Angostura, donde Estableci:
La educacin popular debe ser el cuidado primognito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una repblica; moral y luces son nuestras primeras necesidades. Tomemos de Atenas su arepago, y los guardianes de las costumbres y de las leyes; tomemos de Roma sus censores y sus tribunales domsticos; y haciendo una santa alianza de estos instituciones morales, renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso. A su vez, Bolvar luch por una educacin obligatoria, asegurada como elementalmente gratuita; fund escuelas, colegios en ciencias y artes y universidades. Adems, protegi las costumbres autctonas y la enseanza de idiomas, proclam la excelencia de la oratoria y estimul la elocuencia. La moral y las buenas costumbres tenan para l un significado especial, por eso se empe en la formacin tico-religiosa de las nuevas naciones e incluso cuid el aseo entre los estudiantes, ya que estaba consciente de la necesidad de la existencia de un pueblo culto y preparado para acometer el desarrollo de la Repblica; no en vano expreso en su clebre Discurso de Angostura que era necesario establecer un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresin, la anarqua y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz.

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De hecho, como reflejo de la suprema importancia que el Libertador atribua a la educacin dentro de la vida del Estado se pueden evidenciar las grandes acciones tomadas por el mismo en resguardo y en la bsqueda de la consolidacin de la misma. En tal sentido, propone y estimula la publicacin de libros en nuestro idioma; de igual manera sostiene que los planes de estudio deben contener los elementos indispensables para el fomento de los principios morales y el respeto a las leyes, buscando crear as una conciencia de Estado, que resulta consubstancial con la estabilidad de las instituciones democrticas; ordena la publicacin de estadsticas para hacer un balance de los progresos del pas en la materia educativa; defiende el principio de adaptacin de la enseanza a las condiciones del desarrollo y capacidad del alumno; sostiene que la geografa y la cosmografa deban ser los primeros conocimientos que deben adquirir los jvenes; de igual forma dentro del proceso de formacin cree que juega un papel supremamente importante el conocimiento de las ciencias exactas, porque ellas nos ensean el anlisis en todo, pasando de lo conocido a lo desconocido, y por ese medio aprendemos a pensar y a raciocinar con lgica; en razn de su pensamiento socialista sostiene que el aprendizaje de una profesin u oficio debe realizarse como una actividad de servicio colectivo; establece entre las materias del plan de estudios la instruccin sobre Los Derechos y Deberes del Hombre y del Ciudadano y las ideas y sentimientos de honor y probidad, amor a la patria, a las layes y al trabajo, respeto a los padres, a los ancianos, a los magistrados y la adhesin al gobierno; propone elegir entre los propios nios a los que tienen mritos con el fin de fomentar el espritu democrtico; legisla sobre planteles y maestros para indios; decret la enseanza obligatoria en el Per; promovi la instruccin femenina; expropi los bienes de las iglesias y de particulares para el establecimiento de centros educativos; transform los colegios privados y conventos en colegios

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pblicos; ordena en Chuquisaca el establecimiento en cada capital departamental de una escuela para ambos sexos; cre en Per un colegio de ciencias y artes, una escuela militar y un colegio seminario. Desde el punto de vista de la educacin superior, consagr la autonoma universitaria con su rector electo libremente por el claustro; proclama una poltica universitaria de puertas abiertas; reconoce la participacin de los alumnos en la direccin del instituto y les asigna importancia como evaluadores del docente; excepta a los estudiantes universitarios del servicio militar; propone un sistema de equivalencias y revlidas entre todas las universidades de Colombia, en funcin de la integracin que deba existir entre los pueblos; estableci el sistema de libres concursos de oposicin para la provisin de ctedras; fund un sistema de jubilaciones a los veinte aos de servicio; suprimi la discriminacin social, religiosa y social en el ingreso de estudiantes; aument los sueldos de los docentes y el nmero de carreras y estableci el estudio de las lenguas indgenas. Es por esta razn que el tema de la educacin se presenta como fundamental dentro de la concepcin del Socialismo Bolivariano, y de hecho, la educacin planteada estaba concebida en un planteamiento integral, en el sentido, de no slo estar circunscrita al aspecto acadmico formal, sino adems dirigida a cultivar y enaltecer los valores de la tica y la moral, tanto pblica como personal, as como tambin los valores espirituales y el amor por la patria, y es precisamente por ello el planteamiento del Libertador en torno a la creacin de un Poder Moral, que hoy da inspira al Poder Ciudadano creado por la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela en su artculo 273. Siendo as las cosas, la educacin planteada por el libertador tambin iba orientada, adems de la formal educacin acadmica, a la educacin moral, a la preparacin ideolgica de los ciudadanos en relacin a los elementos de la justicia,

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70 Gramsci, Antonio: Los Cuadernos de la Crcel.

la solidaridad, la fraternidad y la preparacin de ciudadanos en el aspecto social, ya que se insisti en el hecho de que todo aspecto de la vida del individuo en sociedad se circunscriba a la libertad, la cual deba ser plena y en todas los aspectos, incluyendo una liberacin en torno a la concepcin del pueblo frente al Estado, en la que el primero tomara conciencia de la soberana que lo inviste frente al ltimo. Ello desde luego implicaba el que el pueblo deba asumir la postura de que l mismo nace y muere soberano, y por ende, en funcin de ello y de la felicidad y el bienestar social, deba estar preparado y educado; eliminando de esta manera lo que Gramsci denomin como el bloque hegemnico70. En efecto, el referido autor indic que el poder de las clases dominantes de la sociedad capitalista no est dado solamente por la existencia del control que las mismas detentan sobre las instituciones del Estado, sino principalmente por el efecto cultural que dichas clases logran establecer sobre el resto de los ciudadanos, estableciendo esa Hegemona sobre las mismas en razn del control ejercido a travs del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas, de los medios de comunicacin, y cualquier otro estructura de difusin masiva; y mediante los cuales las clases dominantes educan y forman a los dominados para que estos se desarrollen en un estado de sometimiento, estableciendo en la sociedad de que el sometimiento por ellas impuesto resulta natural y adems conveniente para la misma; generndose de este modo aquel bloque hegemnico para amoldar a toda la sociedad a los intereses y proyectos de las clases capitalistas. Claro lo anterior, precisamente era ello lo que buscaba combatir nuestro Libertador con su concepcin de educacin y formacin integral, ya que ste conceba que el individuo a la par de estar formado en el plano acadmico, a su vez requera del elemento cultural dentro del cual el factor ideolgico, la formacin de un hombre libre no solo material y fsicamente sino tambin espiritual y mentalmente, situacin sta que

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conlleva precisamente a eliminar del pensamiento aquella hegemona a la que haca referencia Gramsci, y as estar en una autntica capacidad para lograr el desarrollo de cada persona y a su vez el desarrollo social. A si mismo, esta concepcin de formacin es la que debe prelar en los actuales momentos en los que se verifica la Revolucin Socialista Bolivariana, para que bajo el pensamiento de Bolvar, en su concepto de la justa sociedad libre y la metodologa dialctica, que a travs de un ejercicio constante de la teora y la prctica, nos Lleven a que cuando afirmemos que Venezuela es un Estado Social Democrtico de Derecho y de Justicia, no se trate de ponerle apellidos al Estado sino de una identificacin material y espiritual de las relaciones de poder y de las relaciones de produccin que establezcan un medio social para toda la humanidad. 5.-Integracin Otro de los puntos fundamentales sobre los cuales insisti mucho el Libertador, como medio para alcanzar un plano desarrollo social de los pueblos, era la articulacin y la interrelacin de los mismos a travs de sistemas de integracin fundamentados en la preponderancia del factor social y humano. De hecho, uno de los ms grandes y ambiciosos de los proyectos del Libertador se encontraba en la conformacin de la Gran Colombia, como efectivamente la lleg a realizar, an y cuando dicho sueo no dur por mucho tiempo. Tal pensamiento del Libertador en la conformacin de una comunidad entre los pueblos, a la que el catalogaba como una federacin de naciones en la que la Amrica seria toda una sola Nacin, fue lo que impuls en el fondo a Bolvar, aunado a ser un firme defensor de la libertad y de la igualdad; para llevar su gesta independentista ms all de nuestras fronteras, otorgando independencia y libertad a varios pueblos hermanos, lo cual evidentemente constitua el primer paso para que todos las naciones libres y soberanas conformaran un polo para hacer

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frente a los imperios que desde siempre intentan dominar al mundo y someter a los pueblos. De hecho, la idea de la Amrica unida en Nacin fue unos los grandes proyectos del Libertador, sin precedentes en la historia universal para aquellos momentos, y por el mismo abogo en reiteradas oportunidades durante su vida, siendo una de las oportunidades ms destacadas en las que expuso el tema de manera brillante y magistral, en su conocida Carta de Jamaica71, donde seal:
Yo deseo ms que otro alguno ver formar en Amrica la ms grande nocin del mundo, menos por su extensin y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfeccin del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran repblica; como es imposible, no me atrevo a desearlo; y menos deseo aun una monarqua universal de Amrica, porque este proyecto sin ser til, es tambin imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformaran, y nuestra regeneracin seria infructuosa. Los Estados americanos ha menester de los cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra. La metrpoli, por ejemplo, seria Mxico, que es la nica que puede serlo por su poder intrnseco, sin el cual no hay metrpoli. Supongamos que fuese el istmo de Panam punto cntrico para todos los extremos de este vasto, continente, no continuaran stos en la languidez, y aun en el desorden actual? Para que un solo gobierno d vida, anime, ponga en accin todos los resortes de la prosperidad pblica, corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo sera necesario que tuviese las facultades de un Dios y, cuando menos, las luces y virtudes de todos los hombres. ... (Omissis) Es una idea grandiosa es pretender formar de todo el mundo nuevo una solo nacin con un solo vnculo que ligue sus panes entre s y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unos costumbres y una religin debera, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible porque climas remotos,
71 De fecha 6 de Septiembre de 1815

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situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes dividen a la Amrica. Qu bello seria que el istmo de Panam fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos! Ojal que algn da tengamos la fortuna de instalar all un augusto Congreso de los representantes de las repblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otros tres partes del mundo. Esto especie de corporacin podr tener lugar en alguna poca dichosa de nuestro regeneracin, otra esperanza es infundada, semejante a la del abate St. Pierre que concibi el laudable delirio de reunir un Congreso europeo, para decidir de lo suerte de los intereses de aquellas naciones... (Omissis) La Nueva Granada se unir con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una repblica central cuya capital sea Maraca, o una nueva ciudad que con el nombre de Las Casas, en honor de este hroe de lo filantropa, se funde entre los confines de ambos pases, en el soberbio puerto de Bahiahonda. Esta posicin, aunque desconocido, es ms ventajosa por todos respectos. Su acceso es fcil y su situacin tan fuerte, que puede hacerse inexpugnable. Posee un clima puro y saludable, un territorio tan propio para la agricultura como para la cra de ganado, y una grande abundancia de maderas de construccin. Los salvajes que la habitan seran civilizados y nuestras posesiones se aumentaran con lo adquisicin de la Guajira. Esta nacin se llamara Colombia como tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio.

Los anteriores extractos detonan las profundas ideas que Bolvar defenda en torno a la conformacin de uno Confederacin de Naciones, siendo la Carta de Jamaica uno de los grandes escritos de contenido poltico del Libertador donde deja ver que sera la conformacin de la gran Amrica, el escenario ideal para el futuro de nuestras naciones. No obstante, advierte que para la poca de la redaccin de dicha Carta, aun no era el tiempo para iniciar este gran proyecto; lo cual no hace sino reflejar el sentido dialctico que caracteriz siempre su pensamiento, pero sin embargo, no deja de afirmar que ello es

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a lo que en definitiva debera orientarse el futuro de los pueblos americanos, cuando estuvieren consolidadas. De hecho, fue precisamente este uno de los ms grandes sueos del Libertador, al concebir el proyecto de la Gran Colombia, y a su vez, consolidar a toda Amrica en una Gran Nacin, unificada en base a la solidaridad y al humanismo, en la que pueblos hermanos convertidos en un mismo pueblo marchen juntos hacia su pleno desarrollo y felicidad social. Fue ese siempre su pensamiento, reiterado, como hemos mencionado, en varias oportunidades y momentos de su vida, como de hecho tambin se puede evidenciar de la Carta dirigida por Bolvar a Nario72, donde le seal en relacin a la necesaria unidad de los pueblos lo siguiente:
Si unimos todo en una misma masa de Nacin, al paso que extinguimos el fomento de los disturbios, consolidamos ms nuestras fuerzas y facilitamos la mutua cooperacin de los pueblos a sostener su causa natural. Divididos, seremos ms dbiles, menos respetados de enemigos y neutrales. Lo unin bajo un solo gobierno supremo, har nuestras fuerzas, y nos har formidables a todos.73

Es precisamente este ideal de unin entre los pueblos de nuestra Amrica, de la Amrica del Sur, de Latinoamrica el que llevo a Bolvar a organizar y planificar el conocido Congreso Anfictinico de Panam, el cual es convocado por Bolvar el 7 de diciembre de 1824, exactamente dos das despus de la Batalla de Ayacucho, actuando como Presidente de la Gran Colombia, mediante una comunicacin dirigida a los gobiernos , de Colombia Mxico, Ro de Plata , Chile y Guatemala , en la cual se poda leer entre otras consideraciones lo siguiente:
Despus de quince aos de sacrificios consagrados a la libertad de Amrica por obtener el sistema de garantas que, en paz y
72 Antonio Nario (1765-1823) fue militar, escritor y poltico colombiano. Fue vicepresidente de la Repblica de Colombia (Gran Colombia). 73 Carta de Bolvar dirigida a Nario en el ao de 1813.

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guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre s a las repblicas americanas, antes colonias espaolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duracin de estos gobiernos. Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran cuerpo poltico, pertenece al ejercicio de una autoridad sublime, que dirija la poltica de nuestros gobiernos, cuyo influjo mantenga la uniformidad de sus principios, y cuyo nombre solo calme nuestras tempestades. Tan respetable autoridad no puede existir sino en una asamblea de plenipotenciarios nombrados por cada una de nuestras repblicas, y reunidos bajo los auspicios de lo victoria, obtenido por nuestras armas contra el poder espaol. (...) Profundamente penetrado en estas ideas, invite en 1822, como Presidente de la Repblica de Colombia, a los gobiernos de Mxico, Per, Chile y Buenos Aires, para que formramos una confederacin, en el Istmo de Panam u otro punto elegible a pluralidad, una asamblea de plenipotenciarios de cada Estado que nos sirviera de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel interprete de los tratados pblicos cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias.

En este particular momento debe recordarse que en la antigua Grecia, la anfictiona comporta una regin realizada entre ciudades y Repblicas hermanas, unidas por los factores culturales, el idioma, y los intereses comunes a los fines de tomar partido de tal situacin para obtener beneficios mutuos, y fue esta precisamente la idea que marc el pensamiento de nuestro Libertador en este gran proyecto, es decir, unir a todas las Naciones hermanas en la bsqueda de su bienestar, a los fines de lograr un frente nico para hacerle frente al imperialismo de la poca, y velar por la libertad y la igualdad de los pueblos. Bajo estos razonamientos, y una vez convocadas las Naciones hermanas, el Congreso de Panam logra realizarse en dicha ciudad del 22 de junio al 15 de julio de 1826, y el objetivo no era otro que el de formar entre naciones hermanas un gran

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bloque para afrontar de manera solidificada las relaciones de las mismas en el plano internacional frente a las naciones de otras culturas, todo ello con miras a la consolidacin de una gran confederacin de Naciones que velara por el bienestar de todas como unin. Precisamente, por esta afinidad que deba existir en las Naciones, con miras a lograr los objetivos propuestos, es precisamente que el Libertador no concibi la participacin en el mismo de los Estados Unidos de Norteamrica, aunado a que. Desde luego, estaba plenamente convencido de los oscuros intereses que dicha Nacin que an desde aquel entonces, tena frente a los pueblos latinoamericanos. Tal concepcin de Bolvar sobre el imperio del Norte, era producto de la gran capacidad de anlisis de nuestro Libertador, sobre las posiciones polticas evidenciadas por dicha Nacin, partiendo desde la declaratoria de neutralidad de la misma frente a nuestro proceso de independencia, permaneciendo ajeno, nicamente desde el punto de vista formal, a la masacre y la opresin ejercida contra los pueblos americanos. De igual forma, no debe olvidarse las diversas acciones tomadas por el gobierno norteamericano en contra nuestro pas durante nuestra gesta de independencia, dentro de las cuales cabe destacar, a manera de ejemplo, solo a manera de ejemplo, lo acontecido en el ao de 1818, cuando el ejrcito bolivariano apres dos goletas, llamadas La Tigre y Libertad, ambas de propiedad norteamericana, las cuales intentaron romper por el Orinoco el bloqueo que los patriotas haban impuesto a las plazas de Guayana y Angostura, incidente este que condujo a una polmica entablada entre Mr. B. Irvine74, agente del gobierno norteamericano y Bolvar, quien manifest el 6 de agosto de este mismo ao, que La Tigre, pues, trayendo armas contra Venezuela fue nuestra enemiga y no puede de ninguna manera acogerse a las leyes de neutralidad, que se haba despreciado y violado; siendo tal conducta de supuesta neutralidad de los
74 Bautista Irvine (Nac. ?-Muerte ?) Fue funcionario oficial del gobierno de los Estados Unidos de Amrica ante el gobierno de la Gran Colombia.

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Estados Unidas otra vez criticada por Bolvar mediante carta de fecha 20 de agosto del mismo ao al referido agente de gobierno para sealarle que Hablo de la conducta de Estados Unidos del Norte con respecto a los Independientes del sur, y de las rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que pudiramos procurarnos all, contra la lenidad de las leyes americanas se ha visto imponer una pena de diez aos de prisin y diez mil peso de multa, que equivale a la de muerte, contra los virtuosos ciudadanos que quisiesen proteger nuestra causa, la causa de la justicia y de la libertad Como se aprecia, Bolvar estaba plenamente consciente de cuales eran los intereses de los Estados Unidos, y es por esta razn que nunca quiso que dicho pas participara en el Congreso de Panam. Sin embargo, por una traicin de Santander, los mismos son invitados, y en parte, las presiones ejercidas por sus delegados, originan los motivos y las causas del fracaso del mismo. No obstante, y retomando las consideraciones en relacin al Congreso Anfictinico de Panam, debe indicarse que a pesar de haber sido invitados los Estados Hispanoamericanos al congreso solo concurrieron delegados de Per, Mxico, Centroamrica y Colombia. Aunque la recin creada repblica de Bolivia nombro representantes al cnclave, los mismos no llegaron tiempo a Panam. Tambin participaron como observadores los gobiernos de Norteamrica, Inglaterra, Holanda y Brasil. Dentro de los puntos a tocar en el Congreso se encontraban la renovacin de los pactos de unin de alianza; la publicacin de un manifiesto en que se demostrara la mezquindad de Espaa y los grandes males que le haba causado el Nuevo Mundo; tomar posicin sobre la suerte de Cuba y Puerto Rico, que aun para aquel momento se encontraban bajo la dominacin

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hispnica, as como tambin sobre las islas Canarias y las Filipinas que se encontraban en las mismas condiciones; la celebracin de tratados de comercio y la navegacin entre los aliados; establecer principios fijos de derecho internacional; la abolicin del trfico de esclavos negros; la fijacin de subsidios y contingentes con que cada confederado deba contribuir; la adopcin de un plan de hostilidades contra Espaa para obligarla a reconocer la independencia de los confederados; procurar la fijacin de lmites territoriales para los nuevos Estados, adoptando el UTI POSSIDETIS IURIS del comienzo de la revolucin. Ahora bien, todos esos puntos fueron tratados en el Congreso, ms sin embargo, luego de diez sesiones, slo llegaron a suscribirse 4 documentos, que eran el Tratado de Unin, Liga y Confederacin perpetua, el concierto sobre el articulo II de dicho tratado mediante el cual se trasladaban las reuniones del Congreso a la villa de Tacubaya en Mxico; la Convencin de Contingentes y el concierto referente al artculo II de la misma. El alcance de los mismos fue en realidad limitado, de acuerdo a su redaccin, lo cual era abiertamente opuesto a la concepcin del Libertador, y as, la unin no sera un ente supranacional, toda vez que las decisiones se tomaran por una Asamblea General compuesta por los Ministros Plenipotenciarios de cada parte, cuyas reuniones se haran anualmente durante las guerras y en el lapso de dos aos en tiempo de paz. Se determin que los principios establecidos en la confederacin, en modo alguno afectaran el ejercicio de la soberana de cada uno de sus integrantes respecto a las relaciones exteriores con otras potencias extraas a la liga. Todo ello, se alejaba en grandes proporciones de los anhelos de unin que postulaba Bolvar, y a su vez, dichos tratados no llegaron a ser ratificados en Tabacuya, en gran parte, debido a las maniobras del Ministro norteamericano en Mxico Joel Poinsett.75
75 Joel Roberts Poinsett (1779-1851) Fue poltico, mdico y botnico estadounidense. Miembro de la Cmara de Representantes. Entre 1823 y 1826 fue

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Sin embargo, la idea de Bolvar en torno a una unin entre nuestras Naciones hermanas, que atiende a una nocin de integracin humanista, fundamentada en la solidaridad y el bienestar social de nuestros pueblos se encuentra hoy da en vigencia, gracias a las grandes labores realizados al respecto por el gobierno Bolivariano, siendo a su vez dicha concepcin de integracin la que plantea nuestro texto constitucional en su artculo 153, y sin dudas hacia este objetivo debemos orientarnos hoy da, de nuevo para la defensa de la libertad y la igualdad de nuestros pueblos, en defensa de las agresiones del imperio actual y en procura de nuestro bienestar social, siendo ello hoy da necesario en aras de alcanzar nuestro bienestar general. 6.- Conservacin y explotacin de los recursos naturales en favor del pueblo Desde otras perspectivas, son tambin ampliamente conocidas las diversas luchas llevadas a cabo por nuestro Libertador en funcin de la proteccin de los recursos naturales y del ambiente, preocupacin sta que por cierto no era para nada comn en aquella poca, y que por ende deja en evidencia la concepcin de avanzada que posea el Libertador. Tal preocupacin devena entre otras causas, segn coinciden los historiadores, en las grandes influencias que Bolvar tuvo por parte de Simn Rodrguez, quien le suministr una educacin fundamentada en la tcnica intuitiva que siempre estuvo en estrecha relacin con la, naturaleza, y los diversos conocimientos sobre la misma, en parte debido al gran sentimiento naturalista y conservacionista que posea Rodrguez, sentimiento ste que le era trasmitido a Bolvar en el arbolado del valle de Aragua y de Caracas , lo que lo lleva a despertar en el padre de la patria un especial sentir por el medio ambiente.
embajador en Mxico, durante sus funciones como representante estadounidense ante la nacin azteca fue acusado de promover revueltas polticas.

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De igual manera, no debe olvidarse que otros de sus grandes maestros, como lo fue el ilustre Andrs Bello, quien como se sabe de igual manera era un gran amante de la naturaleza, sobre todo de los grandes paisajes y bellezas naturales de Amrica; todo lo cual desde luego despierta en nuestro Libertador una gran admiracin y conciencia sobre los recursos naturales, la cual qued plasmada en la diversas acciones que el mismo tom respecto a esta materia. Sin embargo, tampoco hay que olvidar, amn de ese gran espritu conservacionista que posea Bolvar, que tambin se encontraba consciente de la necesaria interrelacin que deban tener los recursos naturales con los diversos aspectos de la vida del hombre, a los fines de lograr un mejor desarrollo de la misma. En efecto, Bolvar saba la importancia que la naturaleza tenia para la vida del hombre en diversos aspectos, es decir, tanto desde un punto de vista de su seguridad alimentaria, como desde el punto de vista del bienestar econmico del pas. As, consciente de la vital importancia que los recursos naturales detentan en la vida econmica del Estado, Bolvar vea en los mismos fuentes de ingreso para el bienestar del pueblo, as como tambin medios a travs de los cuales el propio pueblo poda valerse para alcanzar su bienestar como colectivo, es decir, su bienestar social, y es por ello que el Libertador emite decretos de reparticin de tierras, como los antes comentados, as como tambin la serie de medidas que el mismo tom en relacin a la agricultura y el comercio. En tal sentido, es as como se puede apreciar la emisin de clebres decretos del Libertador en materia conservacionista, como lo fue el emitido en Bolivia, desde Chuquisaca en fecha 19 de diciembre de 1825, donde emiti un Decreto que tuvo por objeto el proteger las aguas y los bosques, en su condicin de recursos naturales renovables, llegando incluso a establecer en el mismo la obligacin de incorporar tantas especies nuevas por rbol que haya sido cortado. El decreto en cuestin plante, entre otras cosas lo siguiente:

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Que se visiten las vertientes de los ros, se observe el curso de ellos y se determinen los lugares por donde pueden conducirse aguas a los terrenos que estn privados de ellas. Que en todos los puntos en que el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor que cualquiera, se emprenda una plantacin reglada a costa del Estado hasta el nmero de un milln de rboles, prefiriendo los lugares donde haya ms necesidad de ellos. Que el director general de agricultura proponga al gobierno las ordenanzas que juzgue convenientes a la creacin, prosperidad y destino de los bosques en el territorio de la Repblica.

El decreto en referencia es considerado como uno de los de mayor importancia en la materia conservacionista, ya que el mismo tena como propsito tcnicas de reforestacin y de mantenimiento de aguas, as como tambin la implementacin de sistemas de conduccin de aguas con la finalidad de mantener y preservar la tierra. Constituye en definitiva dicho decreto una aproximacin o antecedente de lo que hoy da es conocido como el desarrollo sostenible, que encuentra lugar en los artculos 127, 128 y 129 de nuestro texto constitucional. De hecho, bajo este mismo sentido se pronunci en relacin al manejo y trato de las aguas unos aos ms tarde, concretamente mediante Decreto dictado en 1829, tambin en Chuquisaca, donde estableci:
Considerando 1. Que una gran parte del territorio de la Repblica carece de aguas, y por consiguiente de vegetales tiles para el use comn de la vida. 2. Que la esterilidad del suelo se opone al aumento de la poblacin y priva entre tanto a la generacin presente de muchas comodidades. 3. Que por falta de combustible no pueden hacerse o se hacen

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inexactamente o con imperfeccin de muchos productos minerales que por ahora hacen casi la solo riqueza del suelo: oda la diputacin permanente. Decreto: Artculo 1 - Que se visiten las vertientes de los ros, se observe el curso de ellos y se determinen los lugares por donde pueden conducirse aguas a los terrenos que estn privados de ellas. Artculo 2 - Que en todos los puntos en que el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor cualquiera, emprenda una plantacin reglada a costa del estado, hasta el nmero de un milln de rboles, prefiriendo los lugares donde haya ms necesidad de ellas. Artculo 3 - El Secretario General Interino queda encargado de la ejecucin de este decreto imprimase, publquese y circlese.76

Tambin desde el punto de vista de los recursos ambientales, el Libertador se preocup por el establecimiento de los parmetros de su explotacin, en razn a la orientacin para el aprovechamiento de los mismos en favor del Estado, previendo que los mismos deban ser utilizados racionalmente para el logro de recursos que fomentaran el bienestar social. En tal sentido, emiti el Decreto de Guayaquil, dictado el 31 de julio de 1829, en el que considerando que los bosques de Colombia ... (omissis) encierran grandes riquezas, tanto en madera propia para toda especie de construccin como en tintes, quinas y otras sustancias tiles para la medicina y las artes, y que por todas partes (haba) un gran exceso en la extraccin de maderas, tintes, quinas y dems sustancias (forestales), estableci una serie de medidas entre las cuales destacaban que los gobernadores de las provincial demarcasen las tierras baldas de propiedad estatal, elaboraran un inventario de sus producciones peculiares, como de maderas preciosas, plantas medicinales u otras sustancias tiles e informasen a la ciudadana sobre la prohibicin de extraer de los bosques, tanto pblicos o privados, maderas preciosas o de construccin de
76 Decreto del Libertador en Chiquisaca, Bolivia, de fecha 19 de Diciembre de 1819.

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buques para el comercio, sin que precedo licencia por escrito del gobernador De igual forma, se indicaba en el mismo que tambin que las licencias fuesen concedidas previo el pago de derechos a favor del Estado, y que toda extraccin no permitida fuese sancionada con multa, adems del pago de los objetos extrados o deteriorados; que cada provincia elaborara un reglamento para que la extraccin de maderas, quinas y polos de tintes se haga con orden, a fin de que se mejore la calidad y puedan sacarse mayores ventajas en el comercio; entre otras. El texto del referido Decreto reviste de los trminos siguientes:
Teniendo en Consideracin: 1 Que los bosques de Colombia, as los que son propiedad pblica, como los que son de propiedad privada, encierran grandes riquezas, tanto en madera propia para toda especie de construccin como en tintes, quinas y otras sustancias tiles para la medicina, y para las artes. 2 Que por todas partes hay un gran exceso en la extraccin de maderas, tintes, quinas y dems sustancias, especialmente en los bosques pertenecientes al Estado, causndole graves perjuicios. 3 Que para evitarlos, es necesario dictar reglas que protejan eficazmente las propiedades pblicas y las privadas, contra cualesquiera violaciones; vistos los informes dirigidos al gobierno sobre la materia; y odo el dictamen del Consejo de Estado; Decreto: Art. 1 Los gobernadores de las provincias, harn designar en cada cantn, por medio de los jueces polticos o personas de su confianza, las tierras baldas pertenecientes a la Repblica, expresando por escrito su demarcacin, sus producciones peculiares, como de maderas preciosas, plantas medicinales y otras sustancias tiles, mandando archivar un tanto de estas noticias, y remitiendo otro a la prefectura. Art. 2 Inmediatamente harn publicar en cada cantn, que ninguno pueda sacar de los bosques baldos, o del Estado, maderas preciosas y de construccin de buques para el

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comercio, sin que precede licencia por escrito del gobernador de la provincia respectiva. Art. 3 Estas licencias nunca se darn gratuitamente, sino que se exigir por ellas un derecho, que graduarn los gobernadores a juicio de peritos, formando al efecto un reglamento que sometern a la aprobacin del prefecto. Art. 4 Cualquiera que extraiga de los bosques del Estado, quinas, maderas preciosas, y de construccin sin la debida licencia, o que traspase los lmites que se le hayan fijado, incurrir en la multa de veinticinco hasta cien pesos, aplicados a los fondos pblicos; adems pagar, a justa tasacin de peritos, los objetos que haya extrado o deteriorado. Art. 5 Los prefectos de los departamentos martimos cuidarn muy particularmente de que se conserven las maderas de los bosques del Estado, principalmente todas aquellas que puedan servir para la marina nacional, y que no se extraigan sino las precisas, o las que se vendan con ventaja de las rentas pblicas.... (Omissis) Art. 8 Cualquiera que pretenda sacar quinas, y otras sustancias tiles para la medicina, de bosques pertenecientes al Estado, o a particulares, ser inspeccionado en sus operaciones por uno o dos comisionados que nombrar la junta inspectora; cuyas dietas, o jornales satisfar el empresario, o empresarios... (Omissis)77

EI anterior Decreto fue trascrito casi en su totalidad ya que resulta realmente importante su contenido en lo que respecta a la planificacin estratgica diseada por el Libertador en el mismo a los fines de lograr una explotacin racional y equilibrada de la madera, como fuente de materia prima para innumerables productos, destacndose del mismo a su vez lo que pudiera ser considerado como el antecedente ms remoto de un gran proceso de recuperacin de tierras baldas a favor del Estado, mediante su correspondiente demarcacin y clasificacin en funcin de la naturaleza de su productividad, para luego regular todo el proceso de explotacin maderera en
77 Decreto Dictado por el Libertador en Guayaquil, Ecuador en Fecha 21 de Julio de 1829.

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funcin de los intereses del Estado. Constituye el referido Decreto una de las muestras ms claras de la concepcin del pensamiento de Libertador antes comentada, en relacin a la preservacin y explotacin de los recursos naturales a favor de los intereses nacionales, para de esta manera armonizar la actividad desarrollada por el Estado con miras al progreso y desarrollo de la industria nacional. Por otra parte, respecto de la agricultura, tambin nuestro Libertador se preocup por establecer lineamientos cuyo propsito se encontraba orientado al desarrollo y proteccin de este particular sector de produccin, con miras a fortalecer el mismo como fuente de subsistencia y apoyo a la economa de nuestro pas, a los fines de lograr un desarrollo integral del Estado, que no estuviera orientado a una visin monoproductora, sino por el contrario diversificada. As fue enftico el Libertador en Decretar:
Promover la agricultura en todos sus ramas y procurar el aumento y mejoras de las cras de ganado caballar, vacuno y lanar; presentar al pueblo proyectos de mejoras y reformas, extendiendo de todos modos hasta hacer vulgar el conocimiento de los principios cientficos de estas artes y facilitando la adquisicin de libros y manuscritos que ilustren al pueblo en esta parte, animando a los propietarios y ricos hacendados a que emprendan el cultivo del ail, cacao, caf, algodn y grano del olivo y de la vid, detallndoles los terrenos que ofrezcan ms ventajas; y premiando debidamente a los que se aventajaren en cualquier gnero de cultivo; animar y dar accin al comercio interior y exterior por medios semejantes a los anteriores, reparando o abriendo caminos cmodos y breves por si mismos o por contratos; facilitando el trfico con el establecimiento de mercados; presentando especulaciones productivos paro que se emprendan e inspirando sobre todo la buena fe y religiosidad en cumplimiento de los contratos y obligaciones.78
78 Sociedad Bolivariana de Venezuela, Decretos, p.199, Tomo I, Imprenta Nacional, Caracas , 1961

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En funcin de ello, claro en la mente del Libertador estaba la importancia llamada a desempear la agricultura en la vida de un Estado, estableci varias medidas con tales objetivos. As en el ao de 1820 dise todo un sistema de proteccin y fomento de la agricultura, a travs de la creacin de las Juntas Provinciales de Agricultura y Comercio, compuestas por el gobernador de cada provincia y dems personas designadas por eleccin entre las personas intervinientes o relacionadas con el sector, que tendra como propsitos, de acuerdo a lo que se encontraba dispuesto en el artculo 8 del Decreto de su creacin, los siguientes:
Artculo 8: El objeto y funciones de la junta son: 1) Nombrar el procurador consular y el secretorio, que no tienen ms duracin que los cnsules y que deben salir del mismo seno que ellos 2) Nombrar las juntas subalternas de comercio y agricultura que crean necesario establecer en otros puntos de las provincias, socando sus miembros de los comerciantes y hacendados de la ciudad, villa, pueblo a lugar donde deba residir, 3) Nombrar jueces de agricultura y comercio donde sean convenientes 4) Promover la agricultura en todos sus ramas y procurar el aumento y mejoras de las cras de ganado caballar, vacuno y lanar; presentar al pueblo proyectos de mejoras y reformas extendiendo de todos modos hasta hacer vulgar el conocimiento de los principios cientficos de estas. artes y facilitando la adquisicin de libros y manuscritos que ilustren al pueblo en esta parte, animando a los propietarios y ricos hacendados a que emprendan el cultivo del ail, cacao, caf, algodn y grano, del olivo y de la vid, detallndoles los terrenos que ofrezcan ms ventajas para coda una de estas plantas; y premiando debidamente a los que se aventajaren en cualquier gnero de cultivo; 5) Animar y dar accin al comercio Interior y por medios semejantes a los anteriores reparando o abriendo caminos cmodos y breves por s mismo a por contratas; facilitando el trfico con el establecimiento de mercados; presentando especulaciones productivas para que se emprendan e inspirando sobre todo la buena fe y religiosidad en el cumplimiento de los contratas y obligaciones; 6) Fomentar

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la industria proponiendo y concediendo premios a los que inventen, perfeccionen o introduzcan cualquier arte o gnero de industria til, muy particularmente a los que establezcan las fbricas de papel, pao u otras, a los que mejoren y faciliten la navegacin de los ros y hagan menos dispendiosos, fciles y cmodos los transportes por tierra. Para todos estos objetos usar de las liberalidades del comercio y agricultores y de las rentas sobrantes de propios de la provincia, ponindose de acuerdo con los cabildos que cooperarn par su parte de todos modos.79

Como se puede observar, las referidas Juntas se encontraban llamadas a desarrollar un papel trascendental en este sector productivo, ya que las mismas constituan sistema de articulacin dentro de determinada provincia con el propsito de fomentar el desarrollo de tcnicas, factores y modos de produccin del sector agropecuario que en definitiva atendan a la necesidad de lograr un increment y perfeccionamiento del mismo, con miras a robustecer e incrementar las condiciones de dicho sector productivo, denotando de esta manera, el carcter progresista que nuestro Libertador posea en su visin de vida. En tal sentido, y orientado a tales fines conservacionistas de los recursos destinados a la actividad de la agricultura, el Libertador dict varios decretos que impedan la exportacin de aquellos animales de importante relevancia para la actividad productiva en referencia, a los fines de consolidar y beneficiar dicha actividad, destacndose la Resolucin de fecha 20 de diciembre de 1826, que resultaba del siguiente tenor:
Considerando: Que nuestra agricultura no puede exponerse del atraso en que se halla porque la escasez de ganado que dejo la guerra, se ha aumentado con la extraccin de los que quedaban; y que no solo se carece de los medios de llevar los frutos al mercado, sino aun de los de labrar la tierra; as mismo que es forzoso aumentar
79 Decreto emitido por el Libertador en el Rosario el 21 de Mayo 1820

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los que son necesarios a nuestra propia defensa. Decreto: Articulo 1.- A ninguno ser permitido desde la fecha, exportar caballos, yeguas, mulas, ni asnos, cualquiera que sea el permiso con que lo intente o la causa que alegue, y aun cuando yo haya satisfecho los derechos de extraccin. Artculo 2 EI que embarque para el extranjero o exporte cualquier caballo, yegua, mula o asno quedar por el mismo hecho sujeto a una pena de mil pesos fuertes, que desde luego se proceder a cobrar ejecutivamente, y a costa del infractor de este decreto.80

De igual forma, se observa y vale la pena destacar, que no solo las referidas Juntas se encontraban encargadas de perfeccionar desde un punto de vista tcnico, el desarrollo de la agricultura, sino que a su vez les fue asignada la tarea de incrementar y desarrollar el comercio en funcin de esta actividad productiva, teniendo ello por finalidad ltima, el beneficio del Estado desde el punto de vista econmico a los fines de mejorar y aumentar el nivel de bienestar social dentro del mismo. Incluso, es tambin de destacar que el Decreto que se viene comentando a su vez comprenda dentro de su articulado una importante competencia para la Juntas de Agricultura y Comercio, como lo era el levantamiento de informes en los que fuera determinada la existencia de tierras baldas que se encontraren en estado de ociosidad, con la finalidad de que estas fueran repartidas entre el pueblo para su correspondiente cultivo, lo cual no puede ser catalogado sino como el verdadero inicio de la nocin de justicia agraria. Lo anterior, se encontraba previsto de manera expresa en el artculo 9 del Decreto bajo comentario en los trminos siguientes:
Articulo 9. Sern tambin del cuidado de las juntas informarse cuales son los terrenos baldas de las provincias y denunciarlos al pueblo para que los pretendan y al gobierno para que los
80 Resolucin Dictada en Coro en fecha 20 de Diciembre de 1826

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conceda, anunciando al mismo tiempo las ventajas que ofrezcan y tomando el ms vivo inters en que se repartan y cultiven.

Precisamente bajo esta misma orientacin, es que el Libertador tambin orden en Chuquisaca la realizacin de un gran inventario de tierras con vocacin agrcola, a los fines de que en las mismas fueran perfeccionadas y desarrolladas las tcnicas necesarios en materia de agricultura, segn lo dispuso en el Decreto dictado en fecha 17 de diciembre de 1825, que resulta del siguiente tenor:
Considerando Que el conocimiento del estado actual de la agricultura en el territorio de la Repblica, es el dato sobre que el gobierno debe fundar sus providencias paro el establecimiento, o mejoras de lo industrio rural: odo la Diputacin permanente. Decreto: 19 Que el director general de agricultura, asocindose el nmero de personas que crea necesario, explore el pas, y de al gobierno una noticia: 1. del nmero de establecimientos rurales que haya en actividad; 2. De la especie de culturo que se haga en ellos; 3. Del nmero de individuos empleados en los trabajos, y de su condicin. 4. de lo situacin de los terrenos cultivados con respecto a las vas de comunicacin y de transporte. 2 Que con conocimiento de lo establecido y observado hasta ahora en coda departamento relativamente a su agricultura y comercio, el director proponga al gobierno un plan para mejorar la agricultura, as en la variedad y aumento de las mieses y plantas como en los instrumentos, y modo de labor para la tierra...81

De lo anterior se desprende, sin lugar a dudas, la marcada influencia que en este particular aspecto presenta el pensamiento y obra de nuestro Libertador, en el gobierno revolucionario, y en nuestro texto fundamental donde se encuentran disposiciones concretas orientadas al establecimiento de una nocin de seguridad alimentaria, prevista en los artculos 322
81 Decreto Dictado por el Libertador en Chiquisaca el 17de Diciembre de 1825.

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82 Decreto dictado Fecha 24 de Octubre de 1829

y 326 de nuestra Carta Magna, as como el aspecto referido al cuidado y preservacin de la tierra y a su correspondiente nivel de productividad, a favor del inters social al que las mismas se encuentran inescindiblemente vinculadas, encontrando tal lineamiento consagracin en el artculo 307 de nuestro texto fundamental. Pero a su vez, tales objetivos, concebidos como se pudo de demostrar con anterioridad en el pensamiento del padre de nuestra patria, son precisamente los que tambin se encuentran siendo Ilevado a cabo por el gobierno revolucionario, desde la promulgacin de la Ley de Tierras, y el Plan de rescate de tierras que el Ejecutivo Nacional ha Ilevado a cabo respecto de las grandes extensiones de tierras que en diversas partes de nuestro territorio nacional han permanecido ociosas e improductivas por mucho tiempo, contrariando palmariamente el fin social que las mismas, sobre todo las tierras de vocacin agrcola, se encuentran Llamadas a desarrollar. Tales tierras en la actualidad han sido objeto de un fuerte proceso de investigacin, para determinar su existencia y cantidad, siendo tambin las mismas rescatadas para ser entregadas al pueblo que efectivamente este en la disposicin de trabajarlas. Por otra parte, tambin es importante destacar que en la bsqueda de la preservacin de los recursos naturales, el Libertador dict en el Cuzco, el 5 de julio de 1825, un Reglamento de Caza para proteger especies en peligro de extincin, actos estos que sin duda constituyen un gran avance en un tiempo en el que no existan estudios conservacionistas e instituciones cientficas dedicadas a preservar el medio ambiente, con el nimo de mantener el debido equilibrio entre las especies. Sin embargo, sin lugar a dudas emblemticas en el tema de la explotacin de los recursos naturales a favor del pueblo, fueron los diversos decretos que en materia minera dict el Libertador, como por el ejemplo EI Decreto de Quito82 mediante el cual se declara como propiedad de la Repblica a todos las minas, en

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los siguientes trminos:


Articulo 1 - Conforme a las leyes, las minas de cualquier clase corresponden a la Republica, cuyo gobierno las concede en propiedad y posicin a los ciudadanos que las piden, bojo las condiciones expresadas en las leyes y enseanzas de minas, y con las dems que contiene este decreto. Artculo 2- Por el ttulo de propiedad de cada mina de metales y piedras preciosas. Se satisfarn los derechos de arancel, y adems se consignarn previamente en la respectiva tesorera de la provincia, treinta pesos. Estos servirn para formar un fondo con que pagar el establecimiento de una ctedra de minera y mecnica que se har en cado provincia, minera en que sea posible.

Precisamente bajo esta misma ptica, Bolvar repite la anterior consagracin de quito mediante el conocido Decreto de Purac, donde estableci:
1 Que las minas derrumbadas, aguadas o abandonadas por sus antiguos poseedores que eran denunciables segn las ordenanzas de minera, son de la propiedad del Estado. 2 Que se entienden comprendidas en el artculo anterior las minas que al tiempo de proclamarse la independencia en los diferentes departamentos de la Republica se hollaba despobladas o abandonadas conforme a las dichas ordenanzas. 3 Que a los ciudadanos que hubiese denunciado minas abandonadas y hubiesen cumplido todos los requisitos que la ley exige paro ser legtimos poseedores de ellas, se les ampare en su posesin, y por consiguiente no les comprenda el artculo anterior, aunque hayan tomado dichas minas despus de proclamado la independencia.83

Como se aprecia en los anteriores decretos citados, no tan solo se establecen a las minas como propiedad del Estado, sino que adems tambin se concibe a la actividad minera como fuente de desarrollo productivo nacional, en favor del
83 Decreto Dictado por el Libertador en Purac en Fecha 2 de Agosto de 1825

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desarrollo del Estado, razn por la que el pago de aranceles correspondientes a dicha actividad ser invertido en establecimientos de centros de educacin y formacin en la actividad minera, denotando ello como partiendo de dicha actividad, se puede estatuir a la misma como ncleo del desarrollo y formacin del pueblo, para que ello se traduzca en un aporte en el desarrollo de tal actividad; misma concepcin que ha adoptado el gobierno revolucionario, a travs del desarrollo y ejecucin de planes mineros y de las polticos energticas. De hecho, tal vital importancia otorg el Libertador a la actividad minera, en funcin de la trascendencia que ide un sistema de fomento de tal actividad, a travs de la constitucin de Direcciones Departamentales, que tendran por objeto la articulacin del desarrollo de tal actividad, en aras del fomento y mayor desarrollo de la misma; establecindose la creacin de tales direcciones mediante un Decreto emitido en Lima, en los trminos siguiente
Considerando: Conviniendo a la proteccin y fomento de la minera que en coda departamento haya una direccin que particularmente se encargue del progreso de un ramo que constituye la riqueza nacional, he venido en decretar, y Decreto: 1 Se establece en la capital de coda Departamento una direccin de minera, bojo cuya dependencia estarn las diputaciones territoriales de las provincias de su comprensin. 2 Las direcciones departamentales dependen de la direccin general de minera que residir en la capital de la Repblica. 3 Se organizarn estas direcciones por rdenes particulares y segn lo exija la necesidad de coda departamento.84
84 Decreto emitido por el Libertador en Lima, en fecha 1 de febrero de 1825. De igual manera vale la pena que en fecha 24 de diciembre de 1828, el Libertador emiti en Colombia un decreto orientado al fortalecimiento de la actividad minera mediante el cual se regulaba la organizacin de las diversas personas que trabajaban dentro de las minas, exceptuando a su vez a las mismas de los servicios militares en ras de la continuidad de la actividad, y por tanto de la continuidad del servicio que la misma prestaba y significaba para la Nacin.

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Tambin de suprema importancia, en funcin del logro del bienestar social, se presenta la preocupacin del Libertador en lo referido al fomento y proteccin de la produccin nacional, a los fines de lograr el idneo desarrollo y progreso del Estado, y es que, como bien lo seal Cuando extiendo lo visin sobre este continente, veo que est a la cabeza una nacin muy belicoso y capaz de todo como los Estados Unidos... (Omissis). En el futuro, las armas no sern necesarias para defendernos. Un mundo de necesidades nos har coda vez ms esclavos del Poder Supremo... (Omissis) Los americanos hoy con ms fuerza que nunca no ocupamos otro lugar en la sociedad que de siervos propios para el trabajo, y cuando ms somos simples consumidores. No somos capaces de producir ni siquiera nuestros propias necesidades, como una estrategia, para evitar que tengamos capacidad de negociar, y en razn de ello, dicta medidas en las que se prohbe la importacin de patios de estrella y de segunda, de bayetones y bayetas de pelln de cien hilos, fajuelas, ruanas, fulas, bayetas o elegantes encajes o blondas de algodn y lana, frazadas o cobertores de lana, tocuyos o liencillos, sea cual fuere la procedencia de estas mercancas. Se denota as que bajo la concepcin bolivariana, era necesario la proteccin y seguridad del Estado a nivel integral, como lo es en el presente caso de la proteccin nacional, vista esta como herramienta que de gran utilidad para que el Estado desarrolle un progreso econmico que sirva de base el logro de sus cometidos sociales, y a su vez, en razn de evitar la existencia de dependencias forneas para lograr una efectiva independencia y por consecuencia una verdadero libertad. La serie de consideraciones anteriormente realizados, que desde luego por razones de espacio tan solo constituyen algunos de los aspectos ms destacables dentro de la obra de Bolvar, dejan en clara evidencia que la acentuada y fundamental importancia y trascendencia que dentro del pensamiento y del Socialismo Bolivariano, ostenta el factor y la preocupacin

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del aspecto social, es decir, la preponderancia que la doctrina de Bolvar otorga al desarrollo y a la proteccin del bienestar colectivo y social, como propsito medular y existencial del Estado, y en cuya funcin son articuladas, ejecutadas y desarrolladas cada una de las actividades llevadas a cabo por el Estado, utilizndolas como herramientas destinadas a la consecucin de la felicidad social.

CONCLUSIN

No cabe duda que la densidad, profundidad y amplitud del pensamiento de Simn Bolvar hacen verdaderamente imposible condensar en unas breves paginas su contenido y dimensin, mucho menos si se toma en consideracin que indiscutidamente Bolvar se presenta como un hombre sumamente adelantado a su tiempo, cuya obra y acciones abarcaron infinidad de aspectos y materias, de las cuales tan solo se ha pretendido hacer en el presente trabajo una breve exposicin de las ms trascendentes y relevantes. Sin embargo, en razn de las consideraciones anteriores, lo que debe quedar claro es que la concepcin del Socialismo Bolivariano, desde el punto de vista de la accin poltica y de forma gubernamental, atiende en definitiva a una concepcin de Estado en la que el mismo asume como esencia de su existir y proceder el establecimiento de una sociedad libre, igualitaria, justa, establecida sobre la base de la soberana popular, inexorablemente vinculada y orientada bajo los valores de la moral, la tica y la justicia; concepcin de Estado que comporta y se traduce en una accin del mismo dirigida a la materializacin del bienestar y la felicidad social, para cuyo propsito el Estado articula las diversas actividades y desarrollo su actividad; pensamiento este que permite calificar a Bolvar, sin lugar a dudas, como una de los ms grandes hombres de la humanidad, defensor del pueblo y de la justicia, de la igualdad y de la libertad, en definitiva, a Bolvar como el ms grande socialista de todos los tiempos.

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de 1825. Decreto emitido por el Libertador en Lima, en fecha 1 de febrero de 1825. Decreto de Quito, del 4 de julio de 1825. Decreto dictado por el Libertador en Puraca en fecha 2 de Agosto de 1825. Decreto dictado por el Libertador en Chuquisaca, el 17 de Diciembre de 1825. Decreto dictado por el Libertador en Guayaquil, Ecuador en fecha 31 de julio de 1829. Decreto dictado en fecha de 24 de Octubre de 1829. Discursos y Juramento: Juramento del Monte Sacro, 15 de Agosto de 1805. Caracas. 1961. Discurso pronunciado por el Libertador ante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819. Discurso del 25 de Mayo de 1826. Discurso ante el Congreso Constituyente de Bolivia, de fecha 25 de mayo de 1826. Discurso ante la Convencin de Ocaa, de fecha 29 de febrero de 1828. Otros documentos de Gobierno: Proyecto de Constitucin para Bolivia, en Lima en el ao de 1826. Resolucin dictada en Coro en fecha 20 de diciembre de 1826. CONTRERAS, Eustaquio, Principios y Valores del Proceso Bolivariano. Vadell Hermanos.Caracas. 2005. ESCARR MALAV, Carlos, Las Entidades Federales. Crisis y Alternativas. Universidad Catlica Andrs Bello. Caracas. 1988. __________________, Proceso Politico y Constituyente. Papeles Constituyentes.Ediciones Quibar. Maracaibo. 1999. GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo, Justicia y Seguridad Juridica en un Mundo de Leyes Desbocadas. Editorial Civitas.

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NDICE

PRLOGO A LA PRIMERA EDICIN 09 PRLOGO A LA SEGUNDA EDICIN 11 PRESENTACIN 13 INTRODUCCIN 17 CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL SOCIALISMO 19 1.-Visin de Estado 21 2.-La igualdad como elemento fundamental 28 3.-Vigencia de un sistema econmico humanista e integrativo 30 4.- Supremaca absoluta de la voluntad popular 45 LAS INFLUENCIAS DE BOLVAR 53 IMPLICACIONES DEL SOCIALISMO BOLIVARIANO EN LA DINMICA DE ESTADO 79 1.- Libertad e Igualdad 83 2.-Soberana popular 97 3.-La moral y la tica como principio fundamental de Estado 102 3.1- La moral y la tica en la Repblica 102 3.2- La libertad de expresin sujeta a la moral pblica 114 3.3- La corrupcin 117 4.-La educacin 127 5.-Integracin 132 6.- Conservacin y explotacin de los recursos naturales en favor del pueblo 140 CONCLUSIN BIBLIOGRAFA 157 159

Se termin de imprimir en Impresos Publigrfica 66 C.A. con una edicin de 1.000 ejemplares en el mes de enero de 2013 Caracas - Repblica Bolivariana de Venezuela

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