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LA GALLINA Pedro Urdemales

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LA GALLINA Pedro Urdemales haba comprado una gallina muy bonita, y teniendo que hacer un viaje muy largo,

se la dej encargada al Rey, que la hizo llevar al gallinero. Un da la princesa vio la gallina y la encontr tan linda que le dieron ganas de comrsela; pero el Rey le dijo que era ajena y que mejor escogiera otra para hacrsela guisar. La Princesa se empecin y dijo que o se coma esa gallina, o no coma nada hasta morirse de hambre, y se puso a llorar. El Rey, que la quera mucho y no poda verla sufrir, consisti que matasen la gallina de Urdemales y la Princesa se la comi hecha estofado. Despus de algn tiempo, Pedro pas a buscar su gallina y se encontr con que se la haba comido la hija del Rey. Pedro la reclam y el Rey ofreci pagrsela muy bien pagada, pero Pedro no consinti: "O me dan mi gallina, o me llevo a la Princesa, que se comi mi gallina". Y nadie lo pudo sacar de esto. El Rey le entreg la Princesa, y Pedro, metindola en m saco, se la ech al hombro y se larg por esos mundos, hasta que, despus de mucho andar, lleg a un rancho en que viva una viejecita. Pedro le pidi agua, y la viejecita le dijo que fuese l mismo a buscarla a un esterito que corra a los pies del rancho. Dej Pedro su saco en tierra y con un calabazo que le proporcion la anciana, fue en busca del agua. La viejecita aprovech la ausencia de Pedro para ver lo que el saco contena, porque era curiosa como un diantre, y lo abri, y al ver a la linda Princesa que haba adentro y a quien ella conoca bien porque la haba criado a sus pechos, se le ocurri cambiarla por una perra arestinienta, muy brava, que tenia. Y as lo hizo; sac a la princesa y la escondi muy bien escondida y en su lugar meti la perra en el saco. Poco despus volvi Pedro y echndose su saco al hombro se despidi de la vieja y sigui su camino. Mientras iba andando, la perra se mova en el saco, pero Pedro le deca, creyendo que era la Princesa: No se desespere, hijita, que luego vamos a llegar y quedar contenta". Cuando lleg Pedro a su casa, abri el saco para sacar a la Princesa pero en vez de salir ella, salt afuera la perra y le mordi las pantorrillas. Desde ese momento Pedro Urdemales vivi muy triste, hasta que muri de la pena que le caus el haber sido engaado por una vieja.

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