FOGWILL
Vivir afuera
EDITORIAL SUDAMERICANA
BUENOS AIRESX-S8PT~ 20-036 nasy
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Aigo raro: estaban en el Florida, eran como las once de
ja noche, se oyé sonar el timbre del teléfono del mostrador,
th empleado atendié y el cajero les hizo ans sefial: soste-
ia el receptor con la mano en alto indicando que querian
hablar con ellos. Llamaba Bioy:
TRaro a esas horas. El, antes cle que empezaran a apareccr
Jas chicas del instituto de pintura, solia despedirse diciendo:
Me voy a recoger.
Y todos sabian que a las diez ya estaba durmiendo, 0
tendido en a cama, con los ojos cerrados quietos y casi sin
ofr, pensando, o fantaseando: Ia mayoria de las noches fanta-
seando.
Seguramente se armaba fantasias heroicas. Por ejemplo,
ésa en la que se imaginaba Envuelto en su_perfamus blanco
“Ge comandos en la Quinta Presidencial
dirigiendo una accién
Desde et comedor del departamentito de tarto piso de
Avenida Mai una amet
sgetacta por circ La metralla i
inaria la zona 5
concentrarse en el sector que et &
coches”.
Al
desde la costa de Olivas, tres unidailes de morte-
ros eniplasudas entre las casas det barrio bajo y os fondos balios de
Tos recreos y campings de la Avenida del Libertador, bon
intervatos el sector este, Ia zona del jar de In residencia
pal, Alguna de Ins piezas est je en Los teja-
dos. Otras, menos certeras, hari oles, ent las
fuentes y en los chalets del personal, s iguens ¥ es
‘ruendos servirian para disuadir a cualquiera qug
lablecer una linea armada de defersa.
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