Innovacion Agroecologica
Innovacion Agroecologica
Innovacion Agroecologica
Funes-Monzote
Edicin y correccin: Claudia lvarez Delgado y Reinier Prez-Hernndez
Diseo de cubierta: Amaury Rivera Rodrguez
Diagramacin: Claudia lvarez Delgado
De los autores
Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas (INCA), 2011
INCA: Carretera a Tapaste, km 3, Gaveta postal 1, San Jos de Las Lajas, Mayabeque, Cuba
ISBN978-959-7023-53-1
Todos los derechos reservados. Se autoriza el uso y la reproduccin parcial de esta obra
con fines no comerciales siempre y cuando se cite la fuente.
La presente publicacin no hubiera sido posible sin el decisivo apoyo de investigadores y profesores
universitarios, agricultores y dirigentes de diversas instituciones, organizaciones y organismos cuba-
nos, participantes en el Programa de Innovacin Agropecuaria (PIAL). Entre ellos: Instituto Nacional
de Ciencias Agrcolas, Estacin Experimental Indio Hatuey, Asociacin Nacional de Agricultores
Pequeos (ANAP), Asociacin Cubana de Produccin Animal (ACPA), Asociacin Cubana de Tcni-
cos Agrcolas y Forestales (ACTAF), Ministerio de Educacin Superior (MES), Ministerio de la Agri-
cultura (MINAG), y Ministerio de Ciencia Tecnologa y Medio Ambiente (CITMA). De manera muy
especial se agradece la contribucin metodolgica de la Corporacin Educativa para el Desarrollo
Costarricense (CEDECO), as como a las instituciones a que pertenecen los autores de este libro, las
cuales se mencionan en cada uno de los captulos.
La edicin de este libro ha sido posible gracias al apoyo financiero de Hivos de Holanda, de la Agen-
cia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin (COSUDE), Unitarian Service Committee (USC) /Agen-
cia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI) y de la Red Iberoamericana de Agroecologa
para el Desarrollo de Sistemas Agrcolas Resilientes al Cambio Climtico (REDAGRES).
iii
NDICE
Prlogo /Clara Ins Nicholls v
I. INTRODUCCIN
Sistemas descentralizados y participativos para la adaptacin y
mitigacin del cambio climtico en Cuba /Humberto Ros, Sandra
Miranda y Dania Vargas
3
II. CAMBIO CLIMTICO Y AGRICULTURA
Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llamado a la
accin / Nelson Valds y Dania Vargas
15
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector
agropecuario cubano / Pedro Valentn Fernndez
25
Reservas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos / Alberto
Hernndez, Dania Vargas, Yenia Borges, Humberto Ros, Marisol Morales
y Fernando R. Funes-Monzote
45
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa,
y reciclaje de nutrientes /Aurelio lvarez, Yamilet Molinet, Pedro J.
Gonzlez, Ral Damas y Ral Ruiz
55
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas
resilientes / Luis L. Vzquez
75
III. ESTUDIOS DE CASO
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma /
Maikel Mrquez, Nelson Valds, Ernesto M. Ferro, Ivn, Paneque, Yoan
Rodrguez, Eliecer Chirino, Luis M. Gmez, Dania Vargas
y Fernando R. Funes-Monzote
105
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma
y Gibara / Dania Vargas, Sandra Miranda y Humberto Ros
123
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ro /
Nelson Valds, Duniesky Prez y Maikel Mrquez
137
iv
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas
matanceras / Alicia Mercadet, Yolanis Rodrguez, Osiris Ortiz, Lourdes
Gmez, Milagros Gonzlez, Roberto Ramos y Delkys Hernndez
145
Tecnologas alternativas: Silvopastoreo / Tania Snchez, Luis Lamela,
Taymer Miranda, Onel Lpez y Katia Bover
157
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto
invernadero / Ybrahim Lpez, Vladimir Reyes, Anayansi Arbert
y Fernando R. Funes-Monzote
165
Evaluacin de indicadores agroecolgicos y mitigacin del cambio
climtico / Vctor M. Hernndez e Ybrahim Lpez
179
IV. DISEMINACIN AGROECOLGICA
Experimentacin campesina y cambio climtico en Las Tunas /
Laura Leyva, Aim Baldoquin, Raquel Ruz, Jos R. Ayala y Carlos Pupo
191
Claves para transformar fincas convencionales en agroecolgicas
diversificadas / Norge Caballero, Naudy Caballero, Evelio Garca,
Orlando Chaveco, Nnsida Permuy, Yunior Bruzn y Agustn Serrano
197
Diseminacin de bioproductos basados en microorganismos para
la produccin de alimentos / Saray Snchez, Fernando Donis, Omar
Gonzlez, Yoansy Garca, Taymer Miranda, Dairom Blanco y Giraldo
Martn
205
Innovacin local participativa ante el cambio climtico / Taymer
Miranda, Saray Snchez, Tania Snchez, Luis Lamela y Danny lvarez
213
Gases de efecto invernadero y agricultura orgnica: Una propuesta
institucional / Jonathan Castro y Manuel Amador
V. EPLOGO
221
Tres generaciones en La Ofelia / Manuel Serrano 233
Solucin al cambio climtico en la finca Santa Ana / Yoel Pupo 239
Memoria fotogrfica 243
v
PRLOGO
La produccin agrcola est amenazada por el cambio climtico, pues este
altera factores indispensables para el crecimiento de los cultivos, como las
precipitaciones y la temperatura. Sus efectos sobre la agricultura varan de
una regin a otra: en zonas mediterrneas y semiridas se manifiesta en sequas
frecuentes, mientras en zonas tropicales toma forma de tormentas y huraca-
nes severos. Estos impactos ya se sienten en muchos pases del Sur, donde
tambin se observa un aumento en las precipitaciones, con sus consecuentes
daos en los cultivos por erosin y deslizamiento de suelos e inundaciones.
En muchos pases la poblacin rural ms pobre vive en reas expuestas
y marginales, en condiciones que la hacen muy vulnerable a los impactos
negativos del cambio climtico. Para estas personas, incluso pequeos cam-
bios en el clima pueden significar un impacto desastroso en sus vidas y me-
dios de sustento. Muchos investigadores expresan preocupacin por aquellas
zonas donde predomina la agricultura de subsistencia, pues una leve dismi-
nucin de la productividad podra conllevar grandes desequilibrios.
No obstante, resultados de investigaciones recientes sugieren que mu-
chos agricultores se adaptan y se preparan para el cambio climtico, al mini-
mizar las prdidas con la utilizacin de policultivos y variedades locales
tolerantes a la sequa, la cosecha de agua, la conservacin de suelos, la agro-
forestera, la recoleccin de plantas silvestres y otras tcnicas agroecolgicas
prometedoras. Mientras realizan estas prcticas, tambin contribuyen a la
mitigacin del calentamiento de la atmsfera a travs de la reduccin de las
emisiones de gases con efecto invernadero.
Estudios realizados con posterioridad al paso de huracanes como el
Mitch en Centroamrica y el Ike en Cuba, demostraron que los sistemas di-
versificados basados en la agroforestera, los policultivos y el uso de cultivos
de cobertura fueron ms resilientes a estos fenmenos, es decir, resistieron
vi
mejor su violento impacto y se recuperaron con mayor rapidez. Estos agroe-
cosistemas han demostrado su notable capacidad de resiliencia a los conti-
nuos cambios econmicos y ambientales, a la vez que han contribuido sustan-
cialmente a la seguridad alimentaria a nivel local, regional y nacional. Por eso
resulta necesario revaluar los sistemas campesinos y tradicionales como fuen-
tes imprescindibles de informacin acerca de la capacidad adaptativa de los
agricultores ante el cambio climtico.
Este libro muestra varias experiencias cubanas de sistemas agrcolas
sustentables para la produccin de alimentos, con un enfoque conservacionis-
ta del medioambiente. La sistematizacin de los mecanismos que gobiernan la
resiliencia es crucial para derivar principios que permitan disear estrategias
participativas y de colaboracin entre investigadores y campesinos, as como
entre los propios campesinos. La consolidacin de modelos de investigacin
agropecuaria local y el desarrollo de capacidades para resolver problemas,
deben ser los focos principales de accin para enfrentar los retos del cambio
climtico.
La organizacin de productores y otros interesados alrededor de pro-
yectos que promueven la resiliencia agrcola al cambio climtico, debe recu-
perar las habilidades y conocimientos tradicionales. Se logra as una plata-
forma para el aprendizaje y la organizacin local, con lo que mejoran las posi-
bilidades de empoderamiento de la comunidad y las estrategias de desarrollo
autosuficientes frente a la variabilidad climtica.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico es
una iniciativa que la Red Iberoamericana de Agroecologa para el Desarrollo
de Sistemas Agrcolas Resilientes al Cambio Climtico (REDAGRES) reconoce
como clave para cumplir su misin. Esta iniciativa consiste en la identifica-
cin y sistematizacin de experiencias en agroecosistemas con propiedades de
resiliencia frente a huracanes, sequas y otros eventos extremos.
Del anlisis de este texto ser posible generar lineamientos con el obje-
tivo de disear y manejar agroecosistemas ms adaptados y resilientes a la
variabilidad climtica en la regin latinoamericana. La aplicacin de esta in-
formacin por parte de agricultores podr reducir los impactos negativos del
cambio climtico en la productividad de los sistemas agropecuarios, dismi-
nuir las prdidas econmicas y evitar que afecte de manera significativa la
seguridad alimentaria local.
CLARA INS NICHOLLS, PH.D
COORDINADORA REDAGRES
INTRODUCCIN
3
SISTEMAS DESCENTRALIZADOS
Y PARTICIPATIVOS PARA LA
ADAPTACIN Y MITIGACIN DEL
CAMBIO CLIMTICO EN CUBA
Humberto Ros, Sandra Miranda y Dania Vargas
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
El fenmeno del aumento de la temperatura media del planeta, conocido co-
mo calentamiento global, es considerado en la actualidad como uno de los
temas ms preocupantes relacionados con el cambio climtico. Resultan
dramticos la velocidad con que se ha manifestado este fenmeno, su carcter
global, los mltiples factores tecnolgicos, econmicos, ambientales y polti-
cos que lo afectan, y sus catastrficos efectos para la vida en el planeta y las
condiciones meteorolgicas (aumento de la intensidad y frecuencia de tor-
mentas, sequas, inundaciones, olas de calor o de fro, etc.).
1
El calentamiento global se produce por la acumulacin en la atmsfera
de los llamados gases de efecto invernadero (GEI), que impiden la disipacin
a niveles normales del calor que penetra a la atmsfera con los rayos solares.
2
La agricultura se encuentra entre los principales emisores de GEI, debido a la
quema de los residuos de cosecha, sabanas y pastizales, la ganadera, el uso
excesivo de pesticidas y fertilizantes, las prcticas inapropiadas de manejo de
agua, entre otros factores.
En torno a este fenmeno, gobiernos y organizaciones interesados en el
medioambiente han promovido tratados y acuerdos internacionales encami-
nados a fomentar polticas y acciones concertadas para detener y, en lo posi-
ble, revertir este peligroso fenmeno.
En la agricultura se han considerado dos alternativas bsicas para en-
frentar los efectos del cambio climtico: la adaptacin y la mitigacin. La pri-
1
D. Vargas, 2010. Evaluacin agroproductiva y ambiental de fincas diversificadas en Cuba:
Casos de estudio La Palma y Velasco. Tesis presentada en opcin al ttulo de Mster en
Ciencias Biolgicas.
2
R.K. Pachauri y A. Reisinger, 2008. Informe de evaluacin del Grupo Intergubernamental
de Expertos sobre el Cambio Climtico. IPCC. Ginebra.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
4
mera persigue fortalecer capacidades en los agricultores para que convivan
con prolongadas sequas, el incremento de la temperatura media anual y los
intensos (y cada vez ms frecuentes) huracanes. La segunda, con una perspec-
tiva a ms largo plazo, consiste en redisear los sistemas agroproductivos y
sus correspondientes cadenas de distribucin y consumo de alimentos para
disminuir las tasas de emisin de GEI y aumentar significativamente la captu-
ra de carbono.
En el sector forestal hay evidencias y metodologas que permiten eva-
luar e incentivar la captura de carbono y disminuir las emisiones de GEI.
3
Tambin se ha reportado que monocultivos como la caa de azcar son im-
portantes secuestradores de carbono.
4
Sin embargo, las evidencias an no son
suficientes para evaluar cmo y cunto reducen el calentamiento global los
sistemas agroproductivos basados en los principios agroecolgicos de empleo
de mnimos insumos externos, reciclaje de materia orgnica y diversificacin
de cultivos y animales.
Este libro pretende redescubrir las bondades de los sistemas diversifi-
cados de produccin de alimentos para la adaptacin al cambio climtico, as
como mostrar los primeros esfuerzos que contribuyan a su mitigacin. El tex-
to compila experiencias descritas por investigadores, profesores universitarios
y agricultores que han decidido enfrentar el desafo de mejorar el ambiente
desde las prcticas agropecuarias.
Cambio de paradigma en el manejo de la agrobiodiversidad
El modelo convencional de manejo de la agrobiodiversidad se desarrolla so-
bre el presupuesto de que los investigadores o tcnicos seleccionan las semi-
llas de variedades y especies para que los extensionistas las diseminen, los
agricultores las adopten y los consumidores reciban sus frutos. Este modelo
se bas en homogeneizar las variaciones climticas a travs de la aplicacin
de cuantiosos insumos externos con un alto costo energtico.
En Cuba la palanca para iniciar el cambio de paradigma de un manejo
vertical de los recursos naturales a formas ms descentralizadas y participati-
3
A. Mercadet, A. lvarez, A. Escarr y O. Ortiz, 2010. Ampliacin de la base de datos de
los coeficientes de carbono y nitrgeno en la madera de especies forestales arbreas cuba-
nas. Informe final del subproyecto 11.60.01. Proyecto Segunda comunicacin nacional de
cambio climtico: Subsector forestal. Programa Ramal de Ciencia y Tcnica Preservacin
de recursos naturales. Instituto de Investigaciones Forestales. La Habana, Cuba. Indito
12 p.
4
J.A. Cabrera y R. Zuaznbar, 2010. Impacto sobre el ambiente del monocultivo de la caa
de azcar con el uso de la quema para la cosecha y la fertilizacin nitrogenada. I. Balance
del carbono. Cultivos Tropicales 31(1): 5-13.
Sistemas descentralizados y participativos para la adaptacin y mitigacin
5
vas fue el colapso del sistema socialista de los pases de Europa del Este,
5
principales abastecedores de energa para la agricultura cubana.
6
En la primera dcada del siglo XXI surgi la iniciativa de Fitomejora-
miento Participativo (FP), convertida posteriormente en el Programa de Inno-
vacin Agropecuaria Local (PIAL). Su propsito fue facilitar el acceso a diversas
variedades y cultivos para que los agricultores construyeran alternativas que
les permitieran adaptarse a la nueva situacin de carencia de agroqumicos y
combustible fsil predominante en el pas.
Las primeras ferias de diversidad de semillas fueron organizadas por
investigadores y profesores del Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas, del
Centro de Investigaciones Psicolgicas y Sociolgicas y de la Universidad
Agraria de la Habana. Estas consistan en la siembra de parcelas con semillas
provenientes del sistema formal (instituciones de investigacin) e informal
(fincas de campesinos) de innovacin, y en un momento determinado del
cultivo se invitaba a los productores para que escogieran la variedad de su
preferencia a fin de cultivarlas y evaluarlas con sus propios criterios. Los or-
ganizadores de las ferias solicitaban a los participantes reflejar en una planilla
las variedades elegidas, as como los criterios de seleccin. Se fijaba el com-
promiso de entregar una pequea cantidad de las semillas seleccionadas a
cada participante una vez que fueran cosechadas las parcelas.
Los agricultores sembraron las semillas bajo diferentes esquemas expe-
rimentales, en las condiciones especficas de sus fincas. Las variedades fueron
evaluadas, y se diseminaron aquellas ms adaptadas a las condiciones impe-
rantes en cada regin.
7
Debido al dficit de insumos externos en que se reali-
zaron estos ensayos, los propios productores diseminaron las semillas. Las
fincas participantes se fueron convirtiendo en estaciones experimentales y los
miembros de la familia, en investigadores y extensionistas. Estas labores fue-
ron compartidas con investigadores, docentes y extensionistas.
Entonces se produjo una tpica reaccin en cadena.
8
Esta manera de di-
fundir las semillas, segn la decisin de los propios agricultores, permiti mul-
tiplicar exponencialmente el nmero de beneficiarios directos (agricultores
5
D. Allen Pfeiffer, 2003. Aprendiendo lecciones de la experiencia; las crisis agrcolas en
Corea del Norte y Cuba. Disponible en: www.fromthewilderness.com.
6
J. Wright, 2005. Falta Petrleo! Cubas experiences in the transformation to a more ecological
agriculture and impact on food security. PhD thesis, Wageningen University, Holanda.
7
H. Ros, 2006. Fitomejoramiento Participativo: Los agricultores mejoran cultivos. Instituto Na-
cional de Ciencias Agrcolas (INCA), La Habana, Cuba. 300 p.
8
H. Ros, 2009. Participatory seed difussion: Experiences from the field. En: S. Cecarelli,
E.P. Guimaraes, E. Welztein (eds.) Plant Breeding and Farmer Participation. FAO, Roma. pp.
589-612.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
6
que accedieron al menos a una nueva variedad o cultivo) de 25 a ms de 25 000
en cuatro aos de ejecucin del proyecto piloto de FP.
9
A medida que se vinculaban ms investigadores, tcnicos y profesores
de diferentes instituciones al proyecto, subyaca el temor de la potencial ame-
naza que presupona la expansin del nuevo enfoque. Despus de diez aos
de la diseminacin participativa de semillas, la incidencia de plagas y enfer-
medades ha disminuido significativamente. Los agricultores comentan que
tanta diversidad de semillas vuelve locos a los bichos. El captulo Cambio
climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientesofrece abun-
dantes pruebas cientficas que avalan tales resultados prcticos. Se comprob
que era infundado el temor a una incontrolable diseminacin de plagas y en-
fermedades si se difunda de forma masiva semillas de diferentes variedades.
Un elemento relevante en el proceso fue el cambio de rol de los investi-
gadores y profesores universitarios. Ellos al principio funcionaron como lde-
res de la idea, pero cedieron gradualmente el protagonismo a los agricultores,
que han llegado a ser los principales responsables del cambio de paradigma
en el manejo de la agrobiodiversidad.
La idea de facilitar a los productores el acceso a la diversidad de semi-
llas, la experimentacin y la diseminacin, contribuy a consolidar la agricul-
tura agroecolgica en Cuba. Muchos investigadores y tcnicos se convencie-
ron de los beneficios de la co-innovacin con agricultores al introducir nuevas
formas de participacin que favorecan relaciones ms horizontales y los re-
sultados que de ellas se obtenan.
Hacia nuevas formas de organizacin de la innovacin
A partir de la multiplicacin de la diversidad y de los beneficios entre los
grupos meta del programa, el equipo de profesionales que inici la experien-
cia se percat de que los agricultores haban organizado bancos locales de
semillas y asesoraban la experimentacin campesina. As, individuos inde-
pendientes o asociados a las diferentes cooperativas involucradas en el pro-
yecto fundaron los llamados grupos de innovacin, los cuales refuerzan la
capacidad de introducir, experimentar y diseminar semillas u otras tecnologas
que pudieran adaptarse a las nuevas condiciones climticas.
La contribucin de este mtodo fue reconocida por organizaciones mu-
nicipales y provinciales al fundar los Centros Locales de Innovacin Agrope-
cuaria (CLIA). Se trata de plataformas municipales o provinciales que traba-
9
F. Guevara, R. Ortiz-Prez, L. Angarica, L. Martin, D. Plana, I. Cnovas, A. Crespo, L.A.
Barranco, Z. Salguero, C. Proveyer, R. Alemn y H. Ros, 2010. Impacto del Programa de
Innovacin Agropecuaria Local. Aprendizaje a ciclo completo. Samuel Feijo, Santa Clara, Cuba.
Sistemas descentralizados y participativos para la adaptacin y mitigacin
7
jan para legitimar los aportes de las redes de campesinos experimentadores y
su interaccin con los investigadores y tcnicos.
El propio proceso de diseminacin participativa de variedades condi-
cion que los tcnicos, investigadores y profesores universitarios tuvieran una
referencia ms directa de la demanda de los productores y que comenzaran a
incorporar este conocimiento en sus espacios de enseanza habituales. Aun
cuando en sus inicios no fue anunciado como va para mejorar la adaptacin
al cambio climtico, el modelo participativo de diseminacin de tecnologas y
semillas demostr su contribucin a la organizacin de los agricultores y re-
orient a los profesionales de la investigacin, la extensin y la docencia.
Ms all de la adaptacin...
En el ao 2006, en plena efervescencia de la diseminacin participativa de
variedades, cultivos y tecnologas, apareci un nuevo actor en el escenario de
transformaciones que se desarrollaban bajo la sombrilla del PIAL: la Corpora-
cin Educativa para el Desarrollo Costarricense (CEDECO).
CEDECO trajo la propuesta de evaluar en qu medida contribuan las
fincas orgnicas diversificadas a la emisin de GEI, captura de carbono y el
uso de la energa en la produccin de alimentos. Esta fue una oportunidad
excepcional para obtener una fotografa actualizada de las reas en que traba-
jaba el proyecto, con nfasis en la importancia de entender la relacin entre
las emisiones de GEI, la cantidad de alimentos que se produce y la eficiencia
energtica de las fincas cubanas diversificadas.
Para la construccin de los indicadores que se evaluaron en el trabajo
de investigacin (captura de carbono, emisiones de GEI y balance energtico
de sistemas productivos agropecuarios), se necesit la confluencia de diferen-
tes disciplinas. Con ese objetivo, se reunieron diversos especialistas y se faci-
lit un ambiente favorable de trabajo en equipo. Mediante entrevistas perso-
nales, continuas visitas de campo y talleres para aprender de cada disciplina,
se fue conformando una visin concertada del calentamiento global, as como
del cambio de los sistemas productivos y de polticas ambientales que pudie-
ran ser factibles en el contexto cubano.
Para la evaluacin se escogieron 103 fincas distribuidas en nueve pro-
vincias cubanas. Se visit a los agricultores y se aplic una encuesta para co-
nocer las prcticas agropecuarias ms importantes que realizaban en trminos
de aplicacin de insumos, manejo del agua, materia orgnica, diversidad,
entre otros aspectos. Esta informacin complement las evaluaciones para
estimar la cantidad de GEI que emitan estas fincas, segn la metodologa del
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
8
Panel Intergubernamental para el Cambio Climtico.
10
Adems, se evalu la
energa contenida en los alimentos producidos y el balance energtico de cada
finca de acuerdo con la metodologa de Funes-Monzote y otros autores.
11
Posteriormente se construy una tipologa de referencia para clasificar
las fincas en orgnicas, en transicin y no orgnicas. Se consideraron fincas
orgnicas las que no quemaban residuos, no aplicaban pesticidas ni fertilizan-
tes sintticos, ni empleaban piensos convencionales para alimentar a sus ani-
males. Se clasificaron en transicin aquellas que no quemaban los residuos de
cosechas, no empleaban pesticidas para el control de las malezas o plagas y
enfermedades, aplicaban menos de 50 kg/ha/ao de fertilizantes sintticos y
alimentaban sus animales con piensos convencionales. Entre las no orgnicas
se incluyeron las que quemaban residuos, aplicaban ms de 50 kg/ha/ao de
fertilizantes y pesticidas, y empleaban piensos convencionales para la alimen-
tacin animal.
Se pudo comprobar la limitada aplicacin de agrotxicos, aun en las
fincas clasificadas como no orgnicas. Tambin se determin que las mayores
fuentes de contaminacin de GEI fueron la aplicacin de fertilizantes nitroge-
nados sintticos, por su aporte negativo de xido nitroso, y el manejo de resi-
duos orgnicos, que emitan esencialmente metano. El arroz sembrado en
condiciones de aniego tambin se destac por sus tasas de contaminacin de
metano.
De acuerdo con la clasificacin elaborada, las fincas orgnicas represen-
taron el 6% de la muestra; las en transicin, el 22%; y las no orgnicas, el 71%.
Se pudo constatar (tabla 1) que las fincas no orgnicas emitan seis veces ms
GEI que las orgnicas, fundamentalmente xido nitroso. Adems, los alimen-
tos que producan eran relativamente pocos y utilizaban poca energa, pues se
dedicaban fundamentalmente a la actividad forestal y los pastizales. Por su
parte, las fincas en transicin emitieron casi tres veces menos GEI y mostraron
valores similares de produccin de alimentos y gastos energticos.
Las fincas en transicin, que producen las mayores cantidades de ali-
mento, fueron incluidas en este grupo fundamentalmente por el consumo de
concentrados convencionales para alimentar a sus animales y la aplicacin de
menos de 50 kg/ha anuales de fertilizantes industriales con bases nitrogena-
das. Aun cuando estas fincas mostraron tasas favorables de balance energti-
10
IPCC, 2006. 2006 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories, Prepared by the
National Greenhouse Gas Inventories Programme. IGES, Japn.
11
F.R. Funes-Monzote, L. Quirs, J. Castro, M. Chacn y M. Amador, 2006. ENERGIA. 2.0.
(programa de cmputo). Estacin Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Univer-
sidad de Matanzas, Cuba. Grupo Ganadera y Medio Ambiente CATIE y Corporacin
Educativa para el Desarrollo Costarricense, Costa Rica.
Sistemas descentralizados y participativos para la adaptacin y mitigacin
9
co, los volmenes de insumos de concentrados animales influyeron negati-
vamente en esta cifra.
Tabla 1. Emisiones totales promedio, energa producida y eficiencia energtica
segn la clasificacin de las fincas
Fincas Emisiones promedio
(t CO2 e/ha/ao)
Energa producida
(Mcal/ha)
Eficiencia
energtica
Orgnicas 0,09 1 391,8 4,4
En transicin 0,19 4 032,8 1,6
No orgnicas 0,54 3 749,0 1,8
Actualmente, uno de los apoyos que brinda el Ministerio de la Agricul-
tura a los productores es el denominado convenio porcino, el cual facilita el
suministro de concentrados para la alimentacin de cerdos a cambio de que
los criadores le vendan al propio Ministerio. Dicho convenio ha tenido un
positivo impacto en el aumento de la produccin de carne de cerdo de los
pequeos y medianos productores. Sin embargo, el aumento del precio de los
granos en el mercado internacional y la situacin financiera del pas no han
podido garantizar la compra de la materia prima de los concentrados ni su
suministro estable. Se ha percibido una reduccin en el nmero de cerdos
bajo este convenio y un incremento en la elaboracin de piensos locales, as
como reformas en el manejo de formas de crianza de ms a menos estabulada.
Se comprob que en las fincas evaluadas la fertilizacin nitrogenada
sinttica que se emplea es relativamente muy baja si se compara con los sis-
temas convencionales. Se destacan las fincas en transicin, que alcanzan
volmenes de produccin relativamente altos de alimentos (energa) con
mnimas cantidades de fertilizacin qumica. Esto evidencia la capacidad ad-
quirida por los agricultores para producir alimentos con el mnimo de insu-
mos en los ltimos veinte aos.
Las 21 fincas que producan arroz emitan cerca de una tonelada de GEI
por hectrea al ao, debido fundamentalmente a la formacin de metano que
se emita al inundar los terrenos arroceros. El aniego permanente de los terre-
nos de arroz es una prctica efectuada en principio para controlar las malezas
y ha sido masivamente generalizada, tanto en los sistemas formales de pro-
duccin como en los informales, lo que ha provocado una significativa ero-
sin de las variedades tradicionales con adaptacin a las condiciones de seca-
no y un manejo a veces irracional del agua.
Lo interesante es que algunos agricultores, tcnicos, consumidores y
decisores asocian el arroz con la inundacin como nica alternativa productiva.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
10
El desafo est en cmo rescatar y mejorar variedades, tecnologas, e incluso
certificar e incentivar producciones de arroz que reduzcan los tiempos de
inundacin del cultivo. Aunque son pocas las experiencias de arroz en secano,
este conocimiento existe en algunos agricultores, lo cual pudiera ser una pista
para la transformacin.
La comunicacin, la co-innovacin y las polticas pblicas
para mitigar los efectos del cambio climtico
El tema de la estimacin de las emisiones de GEI en fincas diversificadas re-
sult novedoso para los diferentes actores involucrados. La experiencia de-
mostr que el marco conceptual de emisiones de GEI en la agricultura (ver
captulo Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agrope-
cuario cubano) estaba en el discurso formal ambiental, y que la mayora de
los tcnicos y agricultores no lo asocia con prcticas que dependen directa-
mente de su actitud. Esto deja bien clara la necesidad de hacer mayor nfasis
en la comunicacin de las malas prcticas que degradan el ambiente, as como
iniciar la construccin de polticas que incentiven cambios de comportamien-
tos en individuos e instituciones.
Este libro sistematiza experiencias co-innovadoras de investigadores y
agricultores en la transformacin de las fincas hacia conceptos ms amigables
con el medioambiente (ver captulos Solucin al cambio climtico en la finca
Santa Ana y Claves para transformar fincas convencionales en agroecolgicas
diversificadas). La difusin participativa de variedades y tecnologas permi-
ti que los agricultores transitaran de ser los dueos del problema a ser los
dueos de las solucin en la adaptacin y mitigacin del cambio climtico.
Esto gener cambios de actitud en las familias campesinas participantes, que
en su mayora ya comentan su disposicin a invertir tiempo y recursos finan-
cieros para enfrentar el problema ambiental.
Asimismo los investigadores del equipo, en su afn de aprender sobre
los factores que influan en las emisiones de GEI y captura de carbono, facili-
taron que codo a codo interactuaran con agricultores que manejaban fincas
diversificadas y que realmente estos tambin aprendieran de la experiencia de
los pequeos y medianos productores; considerados motores de la produc-
cin agropecuaria en Cuba.
La iniciativa descrita permiti descubrir las relaciones entre la diversifi-
cacin de los sistemas productivos y variables de emisiones y captura de car-
bono (como lo muestran las contribuciones Anlisis agroenergtico de tipo-
logas agrcolas en La Palma, Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas
en Pinar del Ro y Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llama-
Sistemas descentralizados y participativos para la adaptacin y mitigacin
11
do a la accin), y las alternativas descritas en Gases de efecto invernadero y
agricultura orgnica: Una propuesta institucional sobre cmo reconocer nuevas
formas para certificar producciones con bajas emisiones e identificar algunos
efectos iniciales del empleo de la agroforestera (ver tambin captulo Inno-
vacin local participativa ante el cambio climtico).
Entre los resultados ms relevantes se encuentran el potencial de las
fincas que se construyeron sobre bases agroecolgicas y el apoyo a su desa-
rrollo en trminos de polticas que reconozcan e incentiven su continua mejo-
ra. Esta puede ser una alternativa que contribuir significativamente a la
adaptacin y mitigacin del cambio climtico.
Finalmente, las evidencias de la diseminacin participativa de varieda-
des y tecnologas, as como la fotografa de las prcticas agropecuarias que
capturan y emiten carbono, pudieran ser los primeros pasos para incidir en
polticas pblicas que favorezcan el fortalecimiento de sistemas agropecuarios
para adaptarnos y mitigar la ya dramtica situacin ambiental que enfrentan
el pas y el planeta.
CAMBIO CLIMTICO
Y AGRICULTURA
15
GASES DE EFECTO INVERNADERO
EN LA AGRICULTURA,
UN LLAMADO A LA ACCIN
Nelson Valds
FACULTAD DE AGRONOMA DE MONTAA, UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RO
Dania Vargas
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
El cambio en los patrones del clima global constituye uno de los problemas
ambientales ms graves que enfrenta la humanidad en la actualidad. La causa
fundamental de este fenmeno, denominado cambio climtico, se asocia al
incremento sostenido de las concentraciones de gases de efecto invernadero
(GEI) en la atmsfera como resultado de procesos naturales y de la actividad
humana.
La Convencin Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climti-
co de Ro de Janeiro (1992) defini el cambio climtico como un cambio de
clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la
composicin de la atmsfera mundial y que se suma a la variabilidad natural
del clima observada durante perodos de tiempo comparables.
Con frecuencia empleado como sinnimo de cambio climtico, el calen-
tamiento global es el aumento registrado en las temperaturas atmosfricas me-
dias de todo el planeta durante los ltimos aos. Por ejemplo, entre 1906 y
2005, la temperatura media de la atmsfera se increment en 0,74 C. El
fenmeno ha sido provocado por la intensificacin del efecto invernadero.
El efecto invernadero, por su parte, es el fenmeno de apantallamiento
trmico producido de forma natural por la atmsfera. Los GEI atrapan parte
de la radiacin infrarroja emitida por la superficie terrestre hacia el espacio. El
desbalance trmico entre la radiacin que nuestro planeta recibe y la que emi-
te, permite que existan condiciones propicias para la vida en la Tierra. De no
existir la atmsfera, el planeta experimentara bruscas fluctuaciones climticas,
entre 80 C de da y -130 C en las noches. La temperatura media sera de -18 C
en vez de los actuales 15 C. Tambin se conoce que la atmsfera es ms per-
meable a la radiacin solar incidente que a la infrarroja emitida por la tierra,
de manera que puede atrapar calor.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
16
Son varias las causas naturales de la variabilidad del efecto invernade-
ro. Podemos mencionar, entre otras, las grandes erupciones volcnicas, los
ciclos de actividad solar y los cambios en la concentracin atmosfrica de va-
por de agua. No obstante, todos los datos indican que el factor determinante
en el actual aumento de la temperatura global es el cambio en la composicin
atmosfrica provocado por el hombre durante los ltimos 150 aos, con la
emisin de gases provenientes de actividades industriales y agropecuarias.
Los GEI estn presentes de manera natural en la atmsfera, aunque la
actividad humana puede alterar su concentracin. Entre estos gases se en-
cuentran el vapor de agua (H2O), el dixido de carbono (CO2), el metano
(CH4), el xido nitroso (N2O), el ozono (O3) y los clorofluorocarbonos deriva-
dos de los hidrocarburos saturados. Los tres GEI emitidos fundamentalmente
por causas antropognicas y que ms contribuyen al calentamiento global son
CO2, CH4 y N2O.
Dixido de carbono
El CO2 se intercambia de forma natural entre los ecosistemas terrestres y la
atmsfera por medio de la fotosntesis, la respiracin, la descomposicin y la
combustin. La mayor proporcin de CO2 es generada por la combustin de
hidrocarburos (56,6%), e indirectamente por la tala indiscriminada de bosques
(17,3%), principales sumideros de este gas. Los procesos del suelo en relacin
con el carbono se caracterizan por el equilibrio dinmico entre la entrada (fo-
tosntesis) y la salida (respiracin); toda la materia orgnica que ingresa en el
suelo se mineraliza. La conversin de ecosistemas naturales en agroecosiste-
mas constituye la fuente principal de emisiones de CO2, no solo por la prdida
de la biomasa de las plantas, sino tambin por el aumento de la descomposi-
cin de la materia orgnica del suelo. Se estima que las emisiones de CO2 del
sector agrcola representan del 21% al 25% del total.
Se conoce que los niveles de carbono del suelo han disminuido como
consecuencia de la utilizacin de las tierras con fines agrcolas. Las estrategias
sostenibles de uso de la tierra (reciclaje de materia orgnica y nutrientes, la-
branza mnima o cero labranza, entre otras) tienen el potencial de restablecer
los niveles de materia orgnica y reducir las prdidas del sistema. La agricul-
tura integrada, que promueve el uso de abonos orgnicos, permite la captura
y fijacin de carbono y reduce las emisiones de GEI. Experimentos realizados
a largo plazo reconocen que la fertilizacin orgnica reconstruye la materia
orgnica del suelo y que tambin contribuye a la retencin del agua, el creci-
miento de las races de los cultivos, la mayor estabilidad de los agregados del
suelo; asimismo promueve la biota edfica e incrementa el rendimiento agr-
Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llamado a la accin
17
cola.
1
Este concepto se conoce como salud del suelo, que toma en cuenta todas
las interacciones y factores que imitan el comportamiento de un suelo natural.
2
Se estima que las tierras de cultivo contienen el 5,7% de las reservas
globales de carbono en la vegetacin y en el suelo hasta un metro de profun-
didad.
3
La mayora de estas tierras presentan tasas elevadas de captura de
carbono, pero la extraccin intensiva de productos agrcolas y el desaprove-
chamiento de residuos de cultivo, producen un desbalance energtico y en
trminos de reservas de carbono. Por este motivo, muchos suelos de uso agr-
cola son considerados como fuentes netas de emisin de carbono,
4
situacin
que puede revertirse con el empleo de prcticas y mtodos de la agricultura
ecolgica.
A medida que se profundiza en el suelo, las reservas de carbono pue-
den ser an mayores. Por ejemplo, aunque se conoce poco sobre el secuestro
de carbono inorgnico en forma de carbonatos (como las piedras calizas),
estas cantidades pueden ser considerables, lo que ha sido poco investigado.
La mayor parte de las investigaciones se concentran en analizar la captura de
carbono en los horizontes superficiales del perfil edfico, y raramente llegan a
los dos metros, espesor requerido para la clasificacin de los suelos, segn la
Organizacin para la Agricultura y la Alimentacin de las Naciones Unidas
(FAO) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA Soil
Taxonomy).
Por otra parte, no toda la materia orgnica del suelo tiene la misma tasa
de residencia (permanencia en el suelo antes de retornar a la atmsfera o ex-
portarse como anhdrido carbnico disuelto en el agua drenada). As, por
ejemplo, tal residencia para el carbono albergado en la hojarasca (horizontes
orgnicos forestales) es muy baja, y en su mayor parte es devuelta a la atms-
fera a los tres aos en los ecosistemas boreales y tropicales, y a los ocho en los
templados. Por tanto, se busca acumular materia orgnica humificada y estre-
chamente unida a la fraccin mineral en los complejos rgano-minerales a los
que se denomina agregados del suelo. Algunas de estas fracciones tienen tasas
de residencia que superan los mil aos. La residencia depende tambin de la
1
D. Pimentel, P. Hepperly, J. Hanson, D. Douds y R. Seidel, 2005. Environmental, energetic,
and economic comparisons of organic and conventional farming systems. Bioscience 55: 573-582.
2
M.G. Kibblewhite, K. Ritz y M.J. Swift, 2007. Soil health in agricultural systems. Phil.
Trans. R. Soc. B. 363: 685701 doi:10.1098/rstb.2007.2178
3
WBGU, 1998. The accouting of biolical links and resources under Kioto Protocol: A step forwards or
Backwards for Global Environmental Protection?German Advisory Council on Global Change (WBGU).
4
IPCC, 2000. Land Use, Land Use and Forestry. Special Report of the Intergovernmental Panel on
Climate Change (IPCC). Working Group Sinks Related to Agricultural Soils. Programa Europeo
sobre Cambio Climtico (ECCP). http://www.ipcc.ch/pub/reports.htmECCP.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
18
composicin granulomtrica y mineralgica del suelo. Por ejemplo, la canti-
dad y calidad de la arcilla presente en el suelo es de gran importancia; los
arenosos, como en los que abundan las arcillas caolinticas, son poco aptos
pues tienen escasa capacidad de fijar nutrientes. Dicho de otro modo, no solo
es cuestin de cantidad, sino de calidad.
Metano
El CH4 es generado por la extraccin de combustibles fsiles, la cra de ganado,
el cultivo de arroz y la quema de biomasa. Este gas contribuye al calentamien-
to global en un 14,3%, y sus concentraciones en la atmsfera han aumentado
en un 15% desde el ao 1750. Es el ms importante en la atmsfera despus
del vapor de agua y el CO2, aunque su potencial de calentamiento es mucho
mayor.
Se considera que la agricultura es responsable de aproximadamente dos
tercios del total del CH4 producido por el hombre, en especial a causa del
manejo del agua y fertilizantes en los arrozales, la combustin de la biomasa y
los rumiantes (fermentacin entrica y tratamiento de desechos de animales).
Las prcticas agrcolas intensivas, como la cra de ganado, el cultivo del arroz y
el uso de fertilizantes, emiten ms del 50% del CH4 producido por la actividad
humana y gran parte del N2O.
El suelo se considera el nico sumidero significativo de CH4 y se estima
que la concentracin atmosfrica sera el doble sin ese sumidero. Sin embargo,
la fertilizacin con nitrgeno mineral ha demostrado que inhibe la oxidacin
del CH4 de los suelos. En este sentido, la agricultura orgnica, que aplica nive-
les ms bajos de fertilizacin nitrogenada, tiene una situacin ventajosa. Los
sistemas de alimentacin de rumiantes basados en pastos, forrajes y otros
alimentos, as como el uso de bajas proporciones de granos en las dietas, con-
tribuyen a reducir las emisiones de este gas.
Entre las opciones para reducir las emisiones de CH4 se encuentran:
elevar la eficacia del uso de fertilizantes, desarrollar nuevas variedades de
arroz, mejorar la gestin de los residuos del ganado y de los cultivos, restau-
rar tierras degradadas y expandir la explotacin agroforestal. Es importante
destacar que la tcnica del compostaje no se recomienda como una opcin
para mitigar la emisin de este gas.
5
Se considera ms eficiente la digestin
5
J. Bates, 2001. Economic evaluation of emission reductions of nitrous oxides and methane in
agriculture in the EU: Bottom-up Analysis. Contribution to a Study for DG Environment,
European Commission by Ecofys Energy and Environment, AEA Technology Environ-
ment and National Technical University of Athens.
Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llamado a la accin
19
anaerbica controlada del estircol y residuos combinados con la produccin
de biogs a travs de biodigestores.
6
xido nitroso
Generado en los procesos industriales, por la deforestacin y el empleo de
fertilizantes industriales, el N2O contribuye al calentamiento global en un
7,9%, y desde 1750 su concentracin en la atmsfera ha aumentado 16%. Ac-
tualmente sus emisiones tienden a continuar en ascenso, por lo que su poten-
cial de calentamiento es mucho mayor que el del metano.
A nivel global, la agricultura emite entre 65% y 80% del total de N2O,
especialmente a partir del uso de fertilizantes nitrogenados y la alimentacin
animal. Se estima que el 41% de las emisiones de N2O es de origen antro-
pognico.
7
Al menos el 60% de sus emisiones brutas globales provienen del
suelo, como resultado de la accin microbiana sobre las transformaciones de
amonio en nitrato (nitrificacin) y de nitrato en amonio (desnitrificacin). Por
tanto, la fertilizacin nitrogenada (orgnica o mineral) y el nitrgeno fijado
por las plantas leguminosas, tienden a elevar las emisiones.
En los sistemas de produccin ecolgicos, los excedentes de nitrgeno y
sus prdidas se minimizan, ya que no se utilizan abonos sintticos y las nece-
sidades nutritivas se ajustan al potencial productivo. Estos sistemas reducen
al mximo posible la estabulacin del ganado, as como el empleo de prote-
nas poco digestibles, lo cual tambin contribuye a reducir las emisiones. El
uso de fertilizantes nitrogenados en los ecosistemas tropicales limitados en
fsforo eleva de 10 a 100 veces los niveles de N2O. La agricultura orgnica no
utiliza nitrgeno producido sintticamente, lo que restringe la productividad
a los lmites del sistema natural (por ejemplo, se basa en la fijacin de nitr-
geno atmosfrico) o al balance de nutrientes del agroecosistema, que incluye
forrajes y fertilizantes orgnicos.
Cualquier alternativa para reducir la emisin de este gas en la agricul-
tura debe estar relacionada con el manejo adecuado de los suelos. El deterioro
de la fertilidad es una de las principales motivaciones para que los producto-
res recurran cada vez ms a los fertilizantes qumicos, a pesar de que existen
alternativas. Por ejemplo, los fertilizantes nitrogenados pueden sustituirse por
6
S.C. Jarvis y B.F. Pain, 1994. Gaseous emissions from and intensive dairy farming system.
Proceeding of the IPCC AFOS Workshop. Canberra, Australia. pp. 55-59.
7
IPCC, 2001. Cambio climtico: la base cientfica (Resumen tcnico). Aportacin del grupo de
trabajo I al tercer informe de evaluacin del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
Cambio Climtico.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
20
lixiviados de humus de lombriz u otras enmiendas orgnicas producidas lo-
calmente, menos costosas y ms amigables con el medioambiente.
Necesidad de tomar acciones
Con mayor o menor intensidad, el cambio climtico ya afecta negativamente a
toda la humanidad y seguir afectando si no se adoptan otras acciones en
cuanto al acceso a agua potable, la produccin de alimentos, la salud, la esta-
bilidad de los ecosistemas, entre otros. Aunque sus futuros y ms intensos
efectos se sentirn en todo el planeta, ser la poblacin de los pases ms pobres
la que soportar los mayores impactos, debido a su menor capacidad de miti-
gacin de este fenmeno y adaptacin a sus consecuencias.
Segn datos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climtico de
las Naciones Unidas,
8
desde la poca preindustrial (1750) las concentraciones
atmosfricas de CO2 se han elevado de 280 ppm (partes por milln) a 380 en
la actualidad. De conjunto, esa cifra asciende a 430 ppm si se tiene en cuenta
el equivalente en CO2 de todos los GEI producidos. De no adoptarse acciones
efectivas, para el ao 2035 la concentracin atmosfrica de CO2 pudiera dupli-
carse con respecto a los niveles preindustriales, lo cual implica un incremento
de 2 C en la temperatura media a corto plazo.
A mediano y largo plazo, ese aumento pudiera alcanzar 5 C aproxi-
madamente, la misma diferencia que existe entre las temperaturas de la lti-
ma glaciacin y el presente. Esas alteraciones climticas globales traern como
consecuencia un cambio en la geografa fsica del planeta. Por ejemplo, el ni-
vel de los mares pudiera aumentar entre 15 y 95 cm para fines de este siglo
por el derretimiento de las masas de hielo rticas y antrticas, incluyendo las
de Groenlandia. La desaparicin de los hielos glaciares de otras regiones pro-
vocar escasez de agua a una sexta parte de la poblacin mundial, particu-
larmente en la India, China y la regin andina suramericana. Enfermedades
que hoy se consideran tropicales podran expandirse a otras latitudes.
Un incremento de apenas 2 C en la temperatura media del planeta
puede llevar a la extincin de hasta el 40% de todas las especies animales o
vegetales. La acidificacin de las aguas ocenicas como resultado del aumento
en las concentraciones atmosfricas de CO2 tiene consecuencias adversas sobre
toda la vida marina. Ya se ha incrementado la frecuencia de eventos meteo-
rolgicos extremos, como sequas, inundaciones y ciclones, con fatales conse-
cuencias para millones de personas.
8
IPCC, 2001. Ob. cit. en nota 7.
Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llamado a la accin
21
La combinacin de las voluntades polticas y los adelantos tcnicos de-
be permitir, de inicio, detener el aumento en las emisiones de GEI y, a media-
no plazo, reducirlas o incluso eliminarlas. En ese aspecto se destaca el empleo
y desarrollo de fuentes renovables de energa en aquellos lugares donde sea
posible y econmicamente factible. Otras labores incluyen trabajos de refores-
tacin, para aumentar la biomasa capaz de capturar CO2, y la implantacin de
estrategias agrcolas con menor impacto ambiental.
Responsabilidad de la agricultura
La agricultura no solo contribuye al calentamiento global, sino que en gran
medida es afectada por l. El aumento del calentamiento global desplazar las
zonas cultivables hacia los polos. El crecimiento, el cultivo y la produccin de
plantas peligrarn como consecuencia de los cambios en la distribucin de las
lluvias y en la composicin qumica de la atmsfera, as como por el incre-
mento de la radiacin de los rayos ultravioleta.
La agricultura es la principal fuente de metano y xido nitroso que se
emite a la atmsfera, y tambin hace una importante contribucin de dixido
de carbono. A escala mundial, se estima que un tercio del incremento de CO2
atmosfrico desde 1750 proviene de los cambios en el uso de la tierra, y que la
agricultura ha sido la responsable del 15% del total de las emisiones de GEI
durante los aos noventa del pasado siglo. Tambin la agricultura itinerante,
las explotaciones madereras
9
y la intensificacin de la agricultura
10
se men-
cionan como factores de cambio que han elevado las emisiones de CO2 a la
atmsfera.
La captura y fijacin de CO2 por los ecosistemas vegetales constituye un
factor a tener en cuenta en el balance global de carbono. En el caso de la agri-
cultura, la va ms efectiva para captar carbono de manera ms o menos per-
manente es el aumento de carbono en el suelo, pero tambin la sustitucin de
los combustibles fsiles empleados con fines agrcolas por fuentes de energa
renovable.
11
En los ecosistemas agrcolas, las prdidas de carbono en el suelo
se deben fundamentalmente al laboreo. Prcticas adecuadas, como el manejo
del riego o diferentes sistemas de fertilizacin, pueden aumentar los depsitos
9
J. Koschi y K. Mller-Snan, 2004. The role of organic agriculture in mitigating climate change.
A scoping study. IFOAM. Bonn, Alemania.
10
Y. Malhi, P. Meir y S. Browns, 2002. Forest, carbon and global climate. En: I.R. Swinland
(ed.): Capturing carbon and conserving Biodiversity. The market approach. Londres, 368 p.
11
M.J. Sanz, 2002. La agricultura ecolgica como sumideros de CO2: Sus efectos sobre el
cambio climtico. Actas del V Congreso SEAE/ I congreso Iberoamericano de Agroecologa. Edi-
ciones SERIDA, Gijn, Espaa. pp. 65-72.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
22
de carbono en el suelo. La agricultura ecolgica contribuye al ciclo del carbo-
no porque:
se basa en la agrobiodiversidad,
cierra los ciclos de nutrientes,
se autoabastece en alto grado de recursos e insumos,
utiliza recursos locales,
mantiene las caractersticas fsico-qumicas de los suelos,
reduce la erosin al emplear cubiertas vegetales y setos,
aprovecha las fuentes de energticas renovables y
consume menos combustibles fsiles de manera directa (maquinaria y
mano de obra) e indirecta (evita usar productos que requieran alto co-
sto energtico en su fabricacin como los fertilizantes sintticos, herbi-
cidas, pesticidas y alimento industrial).
Adems, su contribucin al medioambiente es mucho ms extensa, ya
que presta mayor atencin a la conservacin de la biodiversidad y la calidad
del agua, emite menos xido nitroso y dixido de carbono, alcanza mayores
niveles de eficiencia energtica, mejora el balance de nutrientes en la superfi-
cie del suelo, genera menos residuos y no utiliza sustancias que daen la capa
de ozono.
En sistemas agrcolas convencionales de corte industrial, el uso de com-
bustibles fsiles es significativamente mayor, y utilizan en total un 50% ms
de energa que la agricultura ecolgica.
12
Esto se debe fundamentalmente al
ahorro energtico que supone mantener la fertilidad del suelo mediante rota-
ciones de cultivos, abonos verdes, cultivos de leguminosas, la ausencia de
fitosanitarios y fertilizantes sintticos, y los bajos niveles de dependencia
externa en la alimentacin del ganado.
Los sistemas ecolgicos pueden contribuir de forma significativa a re-
ducir las emisiones de GEI y al secuestro de carbono en suelos y biomasa. En
dependencia de las tcnicas aplicadas, su potencial de captacin de CO2 pue-
de alcanzar 1,98 t/ha/ao. A travs de la agroforestera, prctica comn de la
agricultura ecolgica, se introducen rboles en los agroecosistemas que con-
tribuyen al secuestro de CO2, que en climas templados llega a ser de hasta 3,9
t/ha/ao.
12
P. Mader, A. Fliebach, D. Dubois, L. Gunst, F. Padrout y U. Niggli, 2002. Soil fertility and
biodibersity in organic farming. Science 296: 1694-1697.
Gases de efecto invernadero en la agricultura, un llamado a la accin
23
Comentario final
El proyecto Efectos de la innovacin agrcola local en la emisin de gases con
efecto invernadero y el balance energtico de los sistemas productivos en
Cuba, ha trabajado en el mejoramiento de suelos, en la diversificacin de
cultivos agrcolas y forestales para incrementar la diversidad biolgica, en la
sustitucin de agroqumicos para fertilizar suelos y controlar plagas, en el
incremento de la eficiencia energtica de los ecosistemas agrcolas, la produc-
cin de conservas, y en la reduccin de la dependencia de insumos externos.
Se ejecutan adems actividades de capacitacin, divulgacin y educacin am-
biental comunitaria, y se monitorean grupos de fincas seleccionadas para medir
el efecto de la implementacin de innovaciones agroecolgicas en la reduc-
cin de emisiones de GEI y la adaptacin al cambio climtico. Los resultados
que se han obtenido en este proyecto durante los ltimos tres aos son un
llamado a la accin, avalado por los problemas identificados y las soluciones
aportadas.
25
ESTRATEGIA PARA MITIGAR GASES
DE EFECTO INVERNADERO EN EL
SECTOR AGROPECUARIO CUBANO
Pedro Valentn Fernndez
EQUIPO TCNICO NACIONAL DE INVENTARIOS, INSTITUTO DE METEOROLOGA, LA HABANA
Las prcticas agrcolas originan una gran variedad de gases de efecto inver-
nadero (GEI). En los inventarios nacionales de emisiones de estos gases, se
estiman los que proceden de las siguientes categoras de fuentes, segn el
Panel Intergubernamental de Cambio Climtico (IPCC):
1
Ganado domstico (fermentacin entrica, manejo del estircol)
Cultivo del arroz
Quema prescripta de sabanas
Quema de residuos agrcolas
Suelos agrcolas
Uso y cambio de uso de la tierra
Los GEI procedentes de las prcticas agrcolas son el resultado de los
procesos fsico-qumicos y biolgicos que se realizan tanto en el sistema di-
gestivo de los animales domsticos (fundamentalmente metano [CH4]) como
en suelos y plantas (metano y xido nitroso [N2O]). El Panel Interguberna-
mental de Cambio Climtico (IPCC) ha estimado que la agricultura contribuye
1
IPCC, 1996. Climate Change 1995. The Science of Climate Change. Intergobernmental Panel on
Climate Change. Cambridge University Press, Reino Unido; IPCC, 2000. Captura de Carbono
en los Suelos para un Mejor Manejo de la Tierra. Panel Intergubernamental de Cambio Clim-
tico, Bruselas; e IPCC, 2007. Climate Change 2007. The physical Science Basis. Summary for
Policymakers. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the
Intergovermental Panel on Climate Change. Panel Intergubernamental de Cambio Climti-
co, Ginebra, Suiza.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
26
con un 21 y 25% a las emisiones globales de dixido de carbono (CO2), 55 y
60% a las de CH4, y 65 y 80% de las de N2O (IPCC, 2001).
2
Los rumiantes aportan entre el 18 y el 20% de CH4 producido anual-
mente a nivel mundial. En Cuba, representan cerca del 30%, y es una de las
pocas fuentes de metano que puede ser reducida a travs de apropiadas estra-
tegias alimenticias y con la aplicacin de adecuados sistemas de gestin. El
N2O contribuye en un 6% al efecto invernadero sobre el planeta, e influye en
la disminucin del ozono en la estratosfera. La contribucin de la agricultura
a la fuente global de N2O es de cerca del 35%; en Cuba es de alrededor del
90%. Tambin debe de agregarse la accin humana al aplicar distintos siste-
mas de gestin.
Los desechos agrcolas (lquidos y slidos) constituyen otras fuentes im-
portantes de emisiones, pero por la carencia de datos e informacin se dificul-
ta el clculo de su contribucin y no se incluyen en este artculo.
Produccin, tratamiento y mitigacin de GEI procedentes de
las prcticas agropecuarias
Produccin
Existen diferentes procesos y factores decisivos en la formacin y emisin de
GEI. Unos tienen lugar en el sistema digestivo de los animales (accin de bac-
terias y microorganismos), otros en los suelos (caractersticas fsico-qumicas
y microbiolgicas), otros responden a las caractersticas de los cultivares,
otros a la composicin y manejo de los desechos lquidos o slidos, y otros a
la accin humana mediante la aplicacin de diferentes tcnicas y sistemas de
gestin. Asimismo hay que considerar las condiciones climticas y meteo-
rolgicas a las que se someten los procesos y factores antes mencionados.
Tratamiento
Para el tratamiento de los gases se aplican medidas que van desde la quema
in situ hasta su uso con fines energticos. Los lquidos emisores de GEI pue-
den ser colectados a travs de sistemas de alcantarillado, fosas spticas y la-
gunas de oxidacin. Los colectados por sistemas de alcantarillado, con fre-
cuencia se vierten directamente sin tratamiento en ros, lagos, estuarios, aguas
costeras, mar abierto, etc. Otra parte de las aguas residuales colectadas en el
alcantarillado puede enviarse a plantas y sistemas de tratamiento y despus
verterlas en cuerpos receptores o reutilizarlas cuando alcanzan los valores
2
IPCC, 2001. Third Assessment report: Climate Change 2001. Cambridge University Press,
Reino Unido.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
27
establecidos por las normas ambientales. Las aguas colectadas en lagunas de
oxidacin a veces son utilizadas para el fertirriego. Finalmente, en el caso de
los residuales slidos, estos suelen ser colectados y depositados en lugares
adecuados, donde pueden recibir tratamiento. En muchas oportunidades,
atendiendo a sus caractersticas, son empleados como abonos y alimento; en
otros casos, desechados en vertederos.
Mitigacin
3
El anlisis y la mitigacin de las emisiones de GEI deben realizarse de forma
integral, no solo considerando aquellas que proceden directamente de las
distintas categoras estudiadas (animales domsticos, cultivo de arroz, suelos
agrcolas, etc.), sino tambin sobre aquellas emisiones incorporadas, deriva-
das de las actividades externas que se realizan para garantizar la cra, la siem-
bra u otras tareas agrcolas. Las acciones que se realicen deben estar avaladas
por un anlisis integral de todas las fuentes posibles implicadas en las emi-
siones (internas y externas a las categoras en estudio), para as poder aplicar
medidas que minimicen al mximo la formacin de GEI y su emisin a la
atmsfera. De no actuar as, la mitigacin sera parcial.
Por ejemplo, las emisiones de metano procedentes de la fermentacin
entrica en el ganado vacuno dependen, entre otras causas, de la calidad y
cantidad de la alimentacin. Una medida para mitigar la formacin y emisin
de este gas sera suministrar alimentos de fcil digestibilidad. Otras medidas
podran ser la aplicacin de vacunas y el suministro de sustancias qumicas
que tienden a disminuir o inhibir la formacin de metano en el sistema diges-
tivo del animal. Otra variante sera lograr animales de mayor rendimiento, de
forma que se reduzca la poblacin ganadera y, por ende, el monto de las emi-
siones. En la ganadera se emplea transporte para trasladar el pienso y a los
animales para su venta o consumo. De igual modo, para preparar el terreno
de los pastos, se usa maquinaria que quema combustible y para abrevar el
ganado y limpiar los establos, se bombea agua, con el consiguiente consumo
de electricidad. Estas y otras acciones se convierten, por tanto, en fuentes de
emisiones de GEI.
3
Los trminos disminucin de emisiones y emisiones evitadas no son sinnimos. Cuando se
introduce una nueva tecnologa, no necesariamente disminuyen las emisiones. Ello depen-
de de los datos de actividad (DA). Por ejemplo, el incremento de la produccin de electri-
cidad (aumento de los DA) puede elevar las emisiones. Las nuevas tecnologas reducen
emisiones si se mantienen los DA de la tecnologa obsoleta, pero cuando se incrementan
(produccin de ms electricidad) con la nueva tecnologa, no necesariamente disminuirn
las emisiones, sino que por lo general se evitan las emisiones que se produciran si el au-
mento de los DA se realizara usando la vieja tecnologa.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
28
Si conocemos que las emisiones de metano procedentes de los arrozales
dependen, entre otros factores, del anegamiento del campo, puede lograrse su
reduccin haciendo un uso adecuado de la irrigacin o incorporando varie-
dades de secano. Ahora bien, para irrigar el arrozal mediante el bombeo de
agua, se quema combustible o se consume electricidad del sistema nacional;
tambin se quema combustible para colectar el grano, se consume energa
procedente de la quema de combustibles in situ o de electricidad para descas-
carar el arroz, y tambin hay consumo de combustibles cuando se fumigan los
cultivos en forma area, y as otras acciones que emiten GEI, no solo el CH4.
Los campos de cultivo tratados con fertilizantes sintticos nitrogenados
emiten xido nitroso. Una medida efectiva puede ser reducir su uso e incorpo-
rar fertilizantes orgnicos. Tambin en este caso hay emisin de GEI mediante
la preparacin de las tierras, la irrigacin, la fumigacin, la recoleccin y el
transporte de los productos. Adems de las causas descritas, deben tenerse en
cuenta las emisiones incorporadas, que proceden fuentes externas a las cate-
goras definidas. Las emisiones incorporadas provienen, entre otras, de fuen-
tes como la quema de combustibles para:
Producir energa elctrica.
Accionar los equipos utilizados para la labranza, recogida y trans-
porte de los productos.
Accionar las turbinas para irrigar los campos.
Realizar fumigacin area.
Transportar a los trabajadores.
Usar energa elctrica adquirida del sistema nacional con el fin de
climatizar frigorficos, oficinas y laboratorios, e iluminar corrales, etc.
Tratamiento de fuentes emisoras de GEI en sistemas agrcolas
Existen diferentes mtodos de tratamiento, cuya seleccin depende del uso al
cual se destinar el efluente tratado, su naturaleza, los medios disponibles de
evacuacin, las posibilidades econmicas, los requisitos normativos de cali-
dad para la descarga, incluyendo la actividad para la que van a destinarse
estos efluentes si se volvern a utilizar.
Estos mtodos incluyen una amplia variedad de tecnologas y tcnicas,
con frecuencia combinadas en una instalacin. El metano es el GEI que ms se
emite en la agricultura, seguido del xido nitroso. Sus fuentes ms importan-
tes las encontramos en la fermentacin entrica del ganado domstico (fun-
damentalmente vacuno y ovino), en las excretas (secas o lquidas) y en los
arrozales anegados.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
29
Las aguas residuales procedentes de la limpieza de corrales y establos
contienen residuos orgnicos que tienen su origen en las excretas, las cuales
favorecen las emisiones de metano. Por eso, es necesario tratarlas antes de
descargarlas a los sistemas hdricos locales o a otros receptores. El tratamiento
de las aguas residuales y la calidad de los sistemas que se utilizan, en caso de
que existan, dependen tambin de los recursos econmicos disponibles y de
la voluntad poltica sobre la proteccin del medioambiente.
El tratamiento de las aguas residuales se realiza con el propsito de evi-
tar la contaminacin fsica, qumica, bioqumica, biolgica y radioactiva de los
cursos y cuerpos de agua receptores. Lo justifican no solo razones higinicas o
de salud pblica, sino tambin econmicas, estticas y legales (Rojas, 2002).
4
Con ello se procura convertir el agua residual en un efluente final aceptable a
las condiciones del ambiente. Tambin es importante la disposicin adecuada
de los lodos obtenidos durante el proceso de purificacin, porque emiten GEI.
Uno de los mtodos ms generalizados para tratar el metano contenido
en las excretas animales es manejarlas en forma lquida y colectarlas en biodi-
gestores, de modo que se use el metano como fuente energtica. Este trata-
miento constituye a su vez un procedimiento de mitigacin. Las excretas
animales pueden ser tratadas en forma seca (por ejemplo, colectadas en parri-
llas) y emplearlas como abono en los campos. Este uso favorece la descompo-
sicin aerbica de las excretas, y las mayores emisiones sern de xido nitro-
so. Al mezclar las excretas con otras sustancias, pueden ser utilizadas como
alimento animal. Otra variante puede ser combustionarlas, pues as se produ-
ce energa.
En el caso del arroz, las emisiones proceden fundamentalmente de pro-
cesos anaerbicos bajo la accin de bacterias metanognicas que actan sobre
el sistema como consecuencia del anegamiento de los campos de cultivo. Las
condiciones que inciden sobre las emisiones de metano derivadas del cultivo
del arroz son:
Diferencias regionales en las prcticas del cultivo del arroz: regiones
dispares con diferentes climas o sistemas de produccin (por ejem-
plo, pautas de inundacin).
Rgimen hdrico: combinacin entre el tipo de ecosistema y las pau-
tas de inundacin.
4
R. Rojas, 2002. Sistemas de Tratamiento de Aguas Residuales. Gestin integral de trata-
miento de aguas residuales. Centro Panamericano de Ingeniera Sanitaria y Ciencias del
Ambiente. Divisin de Salud y Ambiente. Organizacin Panamericana de la Salud. Orga-
nizacin Mundial de la Salud.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
30
Mltiples cultivos: se realiza ms de un cultivo en una misma super-
ficie durante el ao, y las condiciones de crecimiento varan entre las
temporadas de cultivo.
Pauta de inundacin: tienen un efecto significativo sobre las emisio-
nes de metano.
5
Durante el perodo de cultivo, estos ecosistemas
pueden ser clasificados como: 1) inundados continua o intermiten-
temente, 2) con alimentacin por lluvias regulares, 3) con tendencia a
la sequa y de aguas profundas (de secano). Tambin deben conside-
rarse las pautas de inundacin previas al perodo de cultivo.
6
Tipo de ecosistema: irrigado, de secano y de produccin de arroz en
aguas profundas.
Agregados orgnicos a los suelos: el material orgnico incorporado
incrementa las emisiones de metano.
7
El impacto sobre las emisiones
depende del tipo y la cantidad aplicada, y puede ser de origen end-
geno (paja, estircol verde) o exgeno (compost, estircol de corral).
Otras condiciones: tipo de suelo, variedad de arroz, contenido de
sulfato en los abonos.
Los suelos y las emisiones de GEI
En algn momento, la mayor parte de la biomasa contenida en el material
vegetal vivo se transfiere a depsitos de materia orgnica muerta, por ejem-
plo, madera muerta y hojarasca. Parte de ella se descompone rpidamente y
devuelve el carbono a la atmsfera, pero hay otra parte retenida durante me-
ses, incluso aos o dcadas. El uso y el manejo de las tierras repercuten sobre
las existencias de carbono en la materia orgnica muerta, al tener su efecto
5
R.L. Sass, F.M. Fisher, Y.B. Wang, F.T. Turner y M.F. Jund, 1992. Methane emission from
rice paddies: The effect of floodwater management. Global Biogeochem. Cycles, 6: 249-262; R.
Wassmann, R.S. Lantin, H.U. Neue, L.V. Buendia, T.M. Corton y Y. Lu, 2000. Characteriza-
tion o f methane emissions from rice fields in Asia: III. Mitigation options and future re-
search needs. Nutr. Cycl. Agroecosyst., 58: 23-36; y K. Yagi, H. Tsuruta, K. Kanda y K. Mi-
nami, 1996. Effect of water management on methane emission from a Japanese rice paddy
field: Automated methane monitoring. Global Biogeochem. Cycles, 10: 255-267.
6
K. Yagi, H. Tsuruta, K. Kanda y K. Minami, 1996. Effect of water management on me-
thane emission from a Japanese rice paddy field: Automated methane monitoring. Global
Biogeochem. Cycles, 10: 255-267; y Z. Cai, Z., G. Xing, X. Yan, H. Xu, H. Tsuruta, K. Yagi y K.
Minami, 1999. Measurements o f CH4 and N2O emissions from rice paddies in Fengqiu,
China, Soil Sci. Plant Nutr., 45 (1): 1-13.
7
R.L. Sass, A. Ding y Y. Huang, 1999. Exchange of methane from rice fields: National,
regional, and global budgets, J. Geophys. Res. 104 (D21): 26, 943-26,952.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
31
sobre la velocidad de descomposicin y sobre el ingreso de detrito fresco. Las
prdidas debidas al quemado de materia orgnica muerta incluyen emisiones
de CO2, N2O, CH4, NOx, CO y compuestos orgnicos voltiles distintos del CH4
A medida que se fragmenta y se descompone, la materia orgnica
muerta se transforma en materia orgnica del suelo. Esta incluye una gran
variedad de materiales que difieren significativamente en cuanto a su tiempo
de permanencia en el suelo. Parte de este material est formado por compues-
tos inestables, que los organismos microbianos descomponen fcilmente y
devuelven el carbono a la atmsfera. Sin embargo, parte del carbono orgnico
del suelo se convierte en compuestos recalcitrantes (complejos rgano-
minerales) que se descomponen muy lentamente y que, por ende, pueden
permanecer en el suelo durante dcadas, siglos o ms tiempo. Despus de los
incendios, se producen pequeas cantidades del llamado carbono negro,
que es una fraccin de carbono casi inerte con tiempos de rotacin que puede
extenderse por milenios.
Los suelos contienen tambin depsitos de carbono inorgnico, ya sea
en forma de minerales primarios del material madre del que se form el suelo
(por ejemplo, piedra caliza) o como minerales secundarios (por ejemplo, car-
bonatos pedognicos), que surgen durante la formacin del suelo. Las exis-
tencias de este tipo de carbono en el suelo pueden verse afectadas por el ma-
nejo, aunque habitualmente no en el grado en que sucede con los depsitos de
carbono orgnico.
De manera similar, los cambios de uso de la tierra realzan las emisiones
de N2O si estn asociados con una elevada descomposicin de la materia
orgnica del suelo y con la subsiguiente desmineralizacin del nitrgeno,
como sucede cuando se inician cultivos en humedales, bosques o pastizales.
Cuando se drenan los campos de arroz inundados, pueden decrecer las
emisiones de CH4 y tambin el contenido de carbono en el suelo, pero pueden
aumentar las emisiones de N2O. Muchas de las prcticas utilizadas para miti-
gar las emisiones de metano en la agricultura, pueden mejorar la productivi-
dad de los cultivos y de los animales. Aplicando a los cultivos el residuo de
los digestores en calidad de abono, se aportan nutrientes, y al aplicar las
aguas residuales a los campos de arroz, se les incorporan nutrientes y se re-
ducen costos.
Estrategias para reducir la emisin de xido nitroso
La agricultura es la mayor contribuyente de las emisiones a la atmsfera de
N2O, uno de los ms poderosos GEI. Sus fuentes ms importantes incluyen
emisiones desde los suelos debido al metabolismo del nitrgeno por los
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
32
microorganismos, mediante los procesos de nitrificacin y desnitrificacin.
Estos procesos actan sobre las excretas animales, que emiten GEI cuando
estn almacenadas o son aplicadas en los campos. Las emisiones ocurren di-
rectamente sobre las tierras agrcolas y desde el nitrgeno transportado hacia
tierras no agrcolas, mediante los gases, el lixiviado y la escorrenta.
Mientras la razn de las emisiones desde los suelos vara considerable-
mente debido a diversos factores, hay estudios que muestran una aproximada
proporcionalidad entre el total de nitrgeno aportado antropognicamente
(fertilizantes, excretas, plantacin de legumbres) y la cantidad que se pierde
como N2O. Muchos suelos emiten este gas a razn de 1,5% de sus ingresos de
nitrgeno. Si el ingreso de este qumico decrece en sistemas de siembra, tam-
bin lo harn las emisiones de N2O en alrededor de 1,5% del nitrgeno incor-
porado salvado. El tipo de ingreso es menos importante que la cantidad. Por
ejemplo, fertilizantes sintticos, excretas y la fijacin biolgica de nitrgeno
tienen efectos equivalentes sobre el flujo de N2O en los sistemas de siembra
ms intensos.
El nitrgeno es usado ineficientemente en muchos sistemas de sembra-
do: generalmente solo la mitad de los ingresos de este nutriente son captura-
dos por la biomasa de los cultivos; el resto se pierde desde el sistema a travs
de la lixiviacin o a travs de gases como N2, N2O, NOx o NH3. En realidad, el
desafo consiste en reducir los ingresos de nitrgeno sin afectar el rendimien-
to de los cultivos. Esto podra lograrse con la aplicacin de tecnologas exis-
tentes, como la fijacin biolgica a travs de bacterias que pueden incorporar-
lo al suelo en beneficio de los cultivos (tabla 1).
Cualquier prctica que logre utilizar el nitrgeno liberado en beneficio
de las cosechas, aumentar el uso eficiente de los nutrientes y reducir la de-
manda de fuentes qumicas.
Gestin ambiental
La gestin ambiental se refiere al conjunto de acciones dirigidas a la adminis-
tracin, uso y manejo de los recursos y a la conservacin, preservacin, mejo-
ramiento y monitoreo del medioambiente sobre la base de una coordinada
informacin y con participacin ciudadana.
8
La poltica ambiental cubana se
ejecuta mediante una gestin integral que utiliza los instrumentos presenta-
dos en el Artculo 18 de la Ley No. 81 del Medio Ambiente (Asamblea Nacio-
nal del Poder Popular, 1997).
8
Glosario Ambiental. Portal de Medio Ambiente. http://www.medioambiente.cu.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
33
Tabla 1. Opciones agrcolas para reducir el flujo de N2O
Objeto
de mitigacin
Prctica Comentario
Emisiones
de N del suelo
asociadas con la
fertilizacin
Chequeo
del N del suelo
Puede reducir la sobrefertilizacin de cultivos.
Distribucin
de fertilizantes
Sincronizar la fertilizacin con el perodo de crecimiento
activo del cultivo.
Colocacin
del fertilizante
La fertilizacin por capas puede incrementar el uso
eficiente del N al reducir la volatilizacin en 30% e
incrementar el rendimiento en 15%.
Nitrificacin
e inhibidores
de urea
El N aplicado como NH4 o mineralizado en el suelo
debe ser nitrificado a nitrato antes de disponerlo para la
desnitrificacin. Los inhibidores retrasan la transforma-
cin del amonio a nitrato y la urea a amonio para ayu-
dar a igualar el suministro del N con la demanda del
cultivo.
Cultivos
cubiertos
En invierno o en barbecho, los cultivos cubiertos pue-
den prevenir el aumento del N residual del suelo, cap-
turando el N que de otra manera sera emitido como
N2O o lixiviado.
Emisiones
de excretas
animales
Excretas
almacenadas
El tratamiento anaerbico de las excretas minimiza las
emisiones de N2O.
Excretas
depositadas
Las emisiones post-almacenaje se mitigan con las mis-
mas prcticas que la fertilizacin con N, se incrementa
la captacin del N por los cultivos y se reduce la lixivia-
cin de N2O.
Emisiones
indirectas
de reas no
cultivadas.
Maximizar uso
del N en los
cultivos
Uso adecuado del N.
Manejo de zonas
ribereas
El uso de filtros laminares y la siembra de rboles cerca
de las zonas de barbecho ayudan a mantener el N lixi-
viado desde el N2O al lado del flujo o lejos, corriente
abajo.
Manejo
de amonio
El NH3 volatilizado desde el confinamiento de animales
o desde el fertilizante amoniacal anhidro, se convierte
con la lluvia en NH4
+
.
Las excretas animales pueden ser manejadas para mi-
nimizar las emisiones de NH3 si se almacenan en lagu-
nas u otros sistemas anaerbicos; el suministro de ferti-
lizante amoniacal anhidro puede reducir las prdidas.
Tratamiento de
aguas residuales
Mucho del N contenido en las aguas residuales provie-
nen del consumo humano de alimentos. Eliminar el N
antes de liberar tales efluentes puede evitar que se con-
vierta en N2O en el entorno corriente abajo.
Nota: Adaptado de Cole et al. (1996) y Kroeze y Mosier (2000).
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
34
Gestin ambiental municipal
Una de las lneas de mayor importancia para incorporar la variable ambiental
dentro de los programas y proyectos de los pases, ha sido el fortalecimiento
de los procesos de gestin ambiental municipal con el establecimiento de un
Sistema de Gestin Ambiental Municipal.
Este sistema busca que todas las reas del municipio trabajen de mane-
ra conjunta para planear las acciones que permitan un uso adecuado de los
recursos naturales y el cuidado del medioambiente. El Sistema de Gestin
Ambiental Municipal reconoce en la participacin social las bases para el de-
sarrollo nacional, ya que son los primeros que deben custodiar, conservar y
manejar los recursos naturales. Adems de la voluntad poltica de la autori-
dad municipal para asumir la gestin ambiental local, se requiere de otras
condiciones e instrumentos tcnicos, jurdicos y administrativos.
Los Sistemas de Gestin Ambiental son una propuesta organizacional
para el adecuado funcionamiento de la administracin municipal a fin de
enfrentar la gestin ambiental en su territorio junto con la autoridad ambien-
tal competente y alcanzar la sostenibilidad municipal a partir de:
a) Mejorar la calidad ambiental fijando metas medibles de acuerdo
con las condiciones particulares del territorio.
b) Orientar los procesos culturales y sociales hacia la sostenibilidad.
Estos sistemas facilitan que la administracin municipal desarrolle las
funciones, responsabilidades y competencias ambientales que le correspon-
den. Adems, en este proceso deben tener una amplia participacin las dems
entidades estatales y sociales ubicadas en el rea. En los ltimos aos, se han
desarrollado en Amrica Latina diferentes estudios y propuestas en esta di-
reccin. El principal reto de la administracin municipal es que la dimensin
ambiental est presente en los proyectos y programas municipales, para que
cada decisin considere los beneficios o las consecuencias sobre el medio-
ambiente. Adems, debe tenerse en cuenta que muchos problemas no se limi-
tan a un municipio, ni a su demarcacin geogrfica. El caso de las aguas resi-
duales es un ejemplo.
Sistema de gestin ambiental. Norma I SO 14000
La Norma ISO 14000 es un conjunto de documentos de gestin ambiental que,
una vez implantado, incidir sobre todos los aspectos de la gestin de una
organizacin en sus responsabilidades ambientales y ayudar a las organiza-
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
35
ciones a tratar, sistemticamente, asuntos ambientales con el fin de mejorar el
comportamiento ambiental y las oportunidades de beneficio econmico.
La Norma ISO 14001:2004 ha sido preparada por el Comit Tcnico
ISO/TC 207, Gestin ambiental, Subcomit SC1, Sistemas de gestin ambien-
tal. Esta segunda edicin anula y sustituye la primera, de 1996, de manera que
queda actualizada tcnicamente. La puede aplicar cualquier organizacin que
desee establecer, documentar, implantar, mantener y mejorar continuamente
un sistema de gestin ambiental. As, son tres los compromisos fundamenta-
les que recoge la norma:
Mejora continua del comportamiento ambiental
Prevencin de la contaminacin
Cumplimiento de la legislacin y la reglamentacin ambiental
En Cuba, el Comit Tcnico de Normalizacin sobre Gestin Ambiental
(NC/CTN 3) viene trabajando desde hace varios aos en la adopcin de las
normas de la serie ISO 14000 como Normas Cubanas. La NC-ISO 14001, Sis-
temas de Gestin Ambiental. Especificaciones y directrices para su uso pro-
porciona una estructura total para la gestin ambiental en cualquier organiza-
cin y la integra a su sistema de gestin global.
La NC-ISO 14001 es una norma de requisitos y contiene un conjunto de
requerimientos para definir la operacin de los Sistemas de Gestin Ambien-
tal. Estos requisitos son flexibles y estn expresados de forma general para
que puedan ser aplicados a cualquier tipo y tamao de organizacin. Por esta
norma se certifican los Sistemas de Gestin Ambiental.
La NC-ISO 14004 es la norma acompaante de la NC-ISO 14001. Pro-
porciona una gua e ilustraciones sobre qu hacer y cmo hacerlo para
aquellas organizaciones que implementan el sistema de gestin especificado
en la NC-ISO 14001. Para cumplir con la norma NC-ISO 14001, se tienen que
implementar los requisitos que esta contiene en su seccin 4. Estos requisitos
estn basados en la estructura de gestin planificar, implantar, verificar y
revisar(tabla 2), de modo que las fases de verificacin dan paso a una nueva
fase de planificacin, y, a su vez, a la implementacin de los cambios o de la
implantacin.
Tcnicas de gestin de la contaminacin
De acuerdo con varios investigadores, una jerarqua lgica de gestin de la
contaminacin est basada en el principio de que la contaminacin debe
evitarse o reducirse en la propia fuente de emisin siempre que sea factible,
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
36
mientras que aquella que no se puede evitar debe reciclarse de una manera
ambientalmente segura.
Tabla 2. Fases y actividades principales del ciclo de la gestin
1. Planificar Analizar la situacin existente.
Detectar los puntos prioritarios de actuacin.
Programar (qu hacer, cmo hacerlo, cundo, quin o
quines, y con qu medios).
2. Implantar/hacer Trasladar la planificacin a la prctica.
3. Verificar Comprobar que lo efectuado coincide con lo previsto.
Analizar las mejoras alcanzadas.
Contrastar la eficacia de las acciones emprendidas, compa-
rando los resultados previstos con los realmente obtenidos.
4. Revisar/actuar Detectar las dificultades encontradas: Anlisis de causas.
Identificar y registrar las oportunidades de mejoras.
Identificar y registrar las deficiencias detectadas y el trata-
miento propuesto.
5. Inicio del ciclo:
Planificar
Analizar de nuevo la situacin de partida.
Actualizar los puntos prioritarios de actuacin.
Elaborar un nuevo programa.
Las tcnicas de gestin de la contaminacin incluyen:
Evitar: Opcin ms deseable y eficiente de disminuir el riesgo.
Reduccin en la fuente: Consiste en la aplicacin de cualquier alter-
nativa (tecnologas, prcticas, mtodos) que prevenga, reduzca o eli-
mine la generacin de contaminantes en la propia fuente de emisin.
Reciclaje: Cuando la contaminacin no se puede evitar a travs de
mtodos de reduccin en la fuente, los residuos que tienen utilidad
deben recuperarse para procesarlos en nuevos productos, o para
volver a utilizarlos en su forma original.
Tratamiento: Cuando la reduccin en la fuente y el reciclaje ya se
han utilizado hasta sus mximas posibilidades o dejan de ser aplica-
bles, es conveniente utilizar mtodos de tratamiento de residuos pa-
ra mitigar el impacto ambiental de los contaminantes que contienen.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
37
Descarga y eliminacin: Vertimiento, depsito o enterramiento, segn
el caso, de los materiales contaminantes en un medio determinado
(agua, aire, suelo), una vez agotadas las posibilidades anteriores.
Aunque no se dispuso de la informacin necesaria sobre el tratamiento
que a nivel nacional se les aplica a las aguas residuales y a sus lodos proce-
dentes de la agricultura, resulta necesario, por la gran cantidad de estos ver-
timientos y las emisiones de GEI que producen, dedicar especial atencin a su
manejo. A modo de ejemplo se analizarn dos sistemas de tratamiento.
Lagunas de estabilizacin
La tecnologa de lagunas de estabilizacin es uno de los mtodos naturales
ms importantes para el tratamiento de aguas residuales. Estas son, en lo
fundamental, reservorios artificiales que comprenden una o varias series de
lagunas, aerbicas, anaerobias y facultativas. Las lagunas de estabilizacin
son particularmente adecuadas para pases tropicales y subtropicales, puesto
que la intensidad de la radiacin solar y la temperatura ambiente son factores
clave para la eficiencia de los procesos de degradacin.
Estas instalaciones se proyectan, construyen y utilizan para el trata-
miento tanto de los residuales lquidos domsticos como de los efluentes in-
dustriales y agrcolas. Sus objetivos son: a) reducir y desactivar organismos
patgenos presentes en lquidos residuales, b) disminuir la Demanda Bio-
qumica de Oxgeno (DBO) o Demanda Qumica de Oxgeno (DQO) del
lquido, c) posibilitar el reciclaje del lquido como puede ser mediante el ferti-
rriego. Estas lagunas se clasifican en tres tipos:
Aerbicas: Soportan cargas orgnicas bajas y contienen oxgeno di-
suelto en todo instante y en todo el volumen del lquido.
Anaerbicas: Se proyectan para altas cargas orgnicas y no contienen
oxgeno disuelto. El proceso es semejante al de un digestor anaerbico
sin mezcla.
Facultativas: Operan con una carga orgnica media. En las capas su-
periores hay un proceso aerbico y en las inferiores uno anaerbico,
donde se producen fermentacin cida y mecnica al mismo tiempo.
Tratamiento, descarga y eliminacin de las aguas residuales
El tratamiento, descarga y eliminacin de las aguas residuales en condiciones
anaerbicas produce CH4. Tambin generan emisiones de N2O y CO2, aunque
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
38
las de este ltimo no se incluyen en los inventarios nacionales de emisiones
de GEI, pues son de origen biognico.
9
En tales inventarios, la determinacin
de las emisiones de CH4 procedentes de las aguas residuales domsticas y de
los efluentes industriales se realiza de forma separada, dadas las diferencias
existentes en los datos de actividad y en los parmetros de emisin entre am-
bas subcategoras de fuentes.
En los pases en desarrollo, una parte pequea de las aguas residuales
domsticas y comerciales se colecta mediante sistemas de alcantarillados, y el
resto queda en fosas y letrinas. Solo una parte de las colectadas recibe trata-
miento; el resto se vierte cruda en ros, lagos, ocanos y, en ocasiones, tam-
bin el suelo y otros depsitos, entre estos subterrneos, con el consiguiente
peligro de contaminar el manto fretico.
Se espera que en los prximos aos las emisiones de CH4 y otros GEI de
los pases en vas de desarrollo, derivadas desde esta categora de fuente, sean
significativamente mayores que en los pases desarrollados. Esto se debe a
que en los primeros las aguas residuales domsticas, comerciales e industria-
les, as como las procedentes de la agricultura, a menudo no son manejadas o
se mantienen en condiciones anaerbicas, sin control de las emisiones de GEI.
Tambin se prev que las emisiones de los pases en desarrollo crezcan en el
futuro por el aumento de la poblacin y las actividades industriales.
Tanto las aguas residuales como los lodos que estas contienen, pueden
producir CH4 y otros GEI por degradacin anaerbica. La cantidad producida
de GEI depende, principalmente, de la cantidad de materia orgnica degra-
dable contenida en las aguas residuales, de la temperatura y del tipo de sis-
tema de tratamiento. El ndice de produccin de CH4 aumenta normalmente
con el incremento de la temperatura. Por debajo de 15C es improbable que
ocurra una produccin significativa de este gas pues los metangenos no
estn activos y, por ejemplo, las lagunas de estabilizacin servirn fundamen-
talmente como tanque de sedimentacin. Sin embargo, cuando la temperatura
sobrepasa 15C es muy probable que la produccin de CH4 se reinicie.
Obtencin, seleccin y procesamiento de los datos de actividad
En la preparacin y desarrollo de este estudio se estimaron las emisiones di-
rectas de GEI procedentes de las distintas categoras de fuentes definidas para
el Mdulo Agricultura del IPCC. Tambin se consideraron las emisiones in-
corporadas por las fuentes externas cuya utilizacin tuvo como objetivo mate-
rializar los planes elaborados para aumentar la produccin agropecuaria en
9
IPCC, 1996. Ob. cit. en nota 1; IPCC, 2000. Captura de Carbono en los Suelos para un
Mejor Manejo de la Tierra. Panel Intergubernamental de Cambio Climtico, Bruselas.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
39
Cuba. Los datos de actividad (DA) se obtuvieron de tres fuentes fundamenta-
les: la Oficina Nacional de Estadsticas (ONE), que realiza estimados de emi-
siones de GEI; el MSc. Valentn Lzaro Rabelo Parra, Coordinador de Gestin
Ambiental de la Unin Elctrica; y el Inventario Nacional Cubano de Emisio-
nes y Absorciones de Gases de Invernadero del ao 2002.
Para seleccionar el mtodo de trabajo, se aplic lo orientado por el IPCC
en las Guas Revisadas de 1996, las Guas de Buenas Prcticas y Manejo de
Incertidumbres,
10
las Directrices del IPCC de 2006 para inventarios nacionales
de GEI. Asimismo se aplic como enfoque metodolgico el aportado por el
Estndar Corporativo de Contabilidad y Reporte correspondiente al Protocolo
de Gases de Efecto Invernadero, edicin revisada de 2001.
El IPCC orienta mtodos en tres niveles;
11
pero en este estudio se aplica-
ron los de Nivel 1 y Nivel 2, en correspondencia con la informacin disponi-
ble. Los datos se procesaron con el software aportado por el IPCC para esti-
mar las emisiones y absorciones de GEI, y tambin se aplic el anlisis de
incertidumbre de Nivel 1 orientado por este rgano. Los aos seleccionados
para la investigacin corresponden al perodo 2000-2002, considerados aos
base para los estudios relacionados con la emisin de GEI en Cuba.
Las lecciones y experiencias derivadas de este estudio, especialmente
las metodolgicas, posibilitarn extender y ejecutar evaluaciones similares en
todos los municipios del pas. El Equipo Tcnico de Gases de Invernadero
(ETGI) del Instituto de Meteorologa est a cargo de la expansin del Inventa-
rio Nacional de Emisiones y Remociones de Contaminantes del Aire, que in-
cluye los niveles provincial y municipal. Los resultados proporcionarn ele-
mentos de inters para los estudios cubanos de mitigacin, como parte de la
preparacin de la Segunda Comunicacin Nacional a la Convencin Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico (CMNUCC).
Resultados
En la estimacin de las emisiones de GEI (lnea base para la mitigacin) pro-
cedentes de las prcticas agropecuarias en Cuba, fueron consideradas no solo
10
IPCC, 2000. Ob. cit. en nota 9.
11
El mtodo de Nivel 1 consiste en una aproximacin simplificada debido a la poca o nula
informacin disponible, y que hace uso de DA y factores de emisin (FE) por defecto re-
comendados, aportados en tablas y publicaciones internacionales correspondientes a estu-
dios realizados en otros pases. El de Nivel 2 es ms complejo por el gran volumen y deta-
lle de la informacin necesaria, y que debe corresponder a valores propios del pas, ya sea
para los DA o para los FE. El mtodo de Nivel 3 se basa en mediciones y modelos propios
utilizados para realizar las estimaciones de GEI.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
40
las emisiones que proceden de las categoras tratadas en el mdulo agricultu-
ra (ganado, cultivos, suelos), sino tambin las originadas por acciones exter-
nas y que se realizan para garantizar el cumplimiento de los planes agrope-
cuarios.
En la tabla 3 se observa que las emisiones de N2O correspondientes a
las emisiones directas (fundamentalmente por el uso de fertilizantes nitroge-
nados) y a las indirectas (prdidas de nitrgeno que ocurren por volatiliza-
cin, escorrenta y lixiviacin), ascendieron a 3,34 y 2,76 Gg en el ao 2000, y a
4,46 y 3,96 Gg en 2002. De estas cantidades (emisiones directas ms emisiones
indirectas), el 45% y el 47% corresponden a las emisiones indirectas en los
aos analizados, lo que evidencia que gran parte del fertilizante sinttico ni-
trogenado se pierde por esta va (emisiones indirectas). Esto implica su no
utilizacin por las plantas; la contaminacin del aire, el suelo y las aguas;
prdidas econmicas y de fuerza de trabajo; as como una contribucin al
calentamiento global.
Tabla 3. Emisiones de N2O en Gg procedentes de los suelos agrcolas (2000 y 2002)
Emisiones 2000 2002
Directas 3,34 4,46
Del pastoreo (estircol depositado en el campo) 3,56 7,20
Indirectas 2,76 3,96
Las emisiones directas de GEI procedentes de las diferentes categoras
estudiadas (fermentacin entrica, manejo de estircol, cultivo del arroz,
quema de residuos y suelos agrcolas) son menores (salvo en el caso del me-
tano) que las emisiones incorporadas por las dems fuentes, sobre todo las
indirectas (alcance 2 y alcance 3), procedentes de las distintas fuentes relacio-
nadas con la actividad agropecuaria, en especial las emisiones de CO2, que no
son analizadas en el mdulo agricultura (tabla 4).
Estos resultados indican que, al analizar un proceso de mitigacin, no
solo es necesario atender a las causas directas que propician las emisiones de
las fuentes tratadas en las distintas categoras en estudio, sino tambin las
correspondientes a las actividades de gestin. Las emisiones relacionadas con
la gestin incluso incorporan otras no consideradas en el mdulo agricultura
(tabla 5). Si no se consideran, se subestimaran las emisiones y no se tomaran
acciones concretas sobre todas las fuentes que incorporan GEI.
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
41
Tabla 4. Emisiones directas e indirectas en Gg de las prcticas agropecuarias (2002)
Alcance 1. Emisiones directas
Categoras CO2 CH4 N2O NOx CO SO2 COVDM
Ganado
domstico
Fermentacin
entrica
169,65 NA NA NA
Manejo del
estircol
7,16 0,065 NA NA
Cultivo
del arroz
Arroz anegado 11,88 NA NA NA
Quema de residuos agrcolas 1,45 0,02 0,87 30,53
Suelos agrcolas NA 15,62 NA NA
Subtotal emisiones agropecuarias 190,14 15,71 0,87 30,53
Emisiones incorporadas
Produccin de energa 641,03
Quema de biomasa con fines
energticos
154,15
Emisiones diferentes de CO2 0,46 0,01 7,09 14,85 1,71
Emisiones de fuentes mviles 450,59 0,02 0,20 7,72 5,57 1,27
Subtotal de emisiones incorpo-
radas
1245,77 0,48 0,21 14,81 20,42 2,98
Alcance 2. Emisiones indirectas
Consumo de electricidad
Emisiones incorporadas 199,424 0,003 0,005 5,16 0,47 65,0 0,06
Alcance 3. Emisiones indirectas
Transporte arrendado 142,43 0,035 0,005 1,535 9,98 2,385
Uso y cambio de uso de la
tierra
3257,31 2,02 17,65 0,01 0,50
Subtotal de emisiones incor-
poradas
3399,74 2,055 17,655 1,545 10,48 2,38
Total general de emisiones
incorporadas en Gg
4844,934 2,538 17,66 21,515 31,37 65,0 5,425
Nota: para la categora de uso y cambio de uso de la tierra solo se toman en cuenta las
emisiones de CO2, que fue capaz de absorber 13194,32 Gg de este gas.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
42
Tabla 5. Estado comparativo entre las emisiones propias y las incorporadas (en-
foque fsico-qumico y enfoque de proyecto)
GEI
Emisiones en Gg
Propias Incorporadas
Gg Gg. CO2eq. Gg Gg. CO2eq.
CO2 4844,93 4844,93
CH4 190,14 3992,94 2,54 53,34
N2O 15,71 4870,10 7,66 5474,60
NOx 0,87 21,52
CO 30,53 31,37
SO2 65,00
COVDM 5,43
Totales 237,25 8863,04 4988,45 10372,87
Conclusiones
Al elaborar una estrategia de mitigacin de GEI desde el nivel municipal has-
ta el nacional, es necesario estimar las emisiones de estos gases de forma inte-
gral. Deben tenerse en cuenta no solo las que proceden directamente de las
categoras tratadas (ganado domstico, cultivos o suelos), sino tambin las
que generan fuentes externas que actan como elemento bsico y necesario
para materializar los planes concebidos para la cra de animales domsticos y
obtencin de buenos rendimientos de las cosechas. El anlisis con enfoque
arriba-abajo aport elementos acerca del aumento de las emisiones e inclusin
de otras no consideradas en los inventarios nacionales y que proceden de
fuentes externas a las categoras analizadas (emisiones incorporadas).
El enfoque desagregado abajo-arriba del inventario de emisiones (por
sistemas de tratamiento-descarga y estructuras administrativas menores del
municipio, especficamente los consejos populares), arroja resultados de ma-
yor calidad y detalle que el enfoque agregado arriba-abajo utilizado en el In-
ventario Nacional de Emisiones y Remociones de Gases de Invernadero.
Este enfoque posibilita evaluar la repercusin de las tcnicas de gestin
de la contaminacin o las medidas de mitigacin de emisiones de GEI que
puedan implementarse en diferentes zonas del municipio o que estn relacio-
nadas con sistemas de tratamiento y descarga especficos.
Si este anlisis se realiza aplicando un enfoque abajo-arriba (enfoque
desagregado detallado), por ejemplo el municipio, al contar con la informa-
Estrategia para mitigar gases de efecto invernadero en el sector agropecuario cubano
43
cin real de las emisiones en la base procedentes de fuentes internas y exter-
nas a las categoras estudiadas, se puede contabilizar con ms precisin el
monto total de las procedentes de las actividades agropecuarias y elaborar
una estrategia adecuada para mitigar las emisiones, tanto las internas a las
categoras analizadas en los inventarios nacionales de GEI, como las externas
(emisiones incorporadas) que no solo aumentan el monto total de las emisio-
nes, sino que incluso incorporan otras no tratadas en los inventarios.
En la seleccin e implementacin de tcnicas de gestin de la contami-
nacin generada por manejo y tratamiento en el sector agropecuario como
parte de la Gestin Ambiental, es importante tener en cuenta las repercusio-
nes de esas tcnicas sobre las emisiones de GEI a la atmsfera y su contribu-
cin al calentamiento global.
Los resultados confirman que el uso de escenarios combinados de ges-
tin ambiental-mitigacin para evaluar el impacto futuro sobre las emisiones
de GEI ser una herramienta para la gestin ambiental municipal que puede
contribuir a la toma de decisiones apropiadas, tanto desde el punto de vista
ambiental como para mitigar el cambio climtico.
Aunque los resultados que se obtienen con el enfoque desagregado se
consideran de mayor calidad y grado de representatividad de la situacin
imperante, este enfoque requiere mayor cantidad y dispersin de los datos e
informaciones. Esto puede convertirse en un obstculo que influye en la cali-
dad de los resultados si la disponibilidad y cobertura de los datos que se uti-
lizan para los clculos no es la apropiada en el territorio que se evala.
La comparacin y el contraste del estado de la gestin ambiental a nivel
general municipal con las fases y herramientas establecidas en la norma NC
ISO 14001, contribuyen a una mejor definicin de los objetivos y metas de la
poltica ambiental municipal, as como a la creacin de mecanismos de verifi-
cacin y acciones correctivas que posibiliten el mejoramiento ambiental conti-
nuo del municipio, as como la estructura y funcionamiento del SIGAM.
El nivel de organizacin actual para la captacin y archivo de la infor-
macin ambiental a nivel municipal no posibilita la preparacin sistemtica
del Inventario Nacional de Emisiones y Remociones de Contaminantes At-
mosfricos con un enfoque detallado abajo-arriba. Se requiere promulgar dis-
posiciones que establezcan el reporte obligatorio de estas informaciones y
establecer mecanismos de captacin, proceso, control de calidad y archivo
centralizado de la informacin ambiental a nivel municipal.
45
RESERVAS DE CARBONO ORGNICO
EN SUELOS FERRALTICOS ROJOS
Alberto Hernndez, Dania Vargas,
Yenia Borges, Humberto Ros
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
Marisol Morales
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FUNDAMENTALES EN LA AGRICULTURA TROPICAL, LA HABANA
Fernando R. Funes-Monzote
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, UNIVERSIDAD DE MATANZAS
El suelo es el componente principal y ms estable de los ecosistemas para
secuestrar carbono y acumularlo en forma de materia orgnica. Las prdidas
de carbono en los suelos afectan su fertilidad por el contenido de nitrgeno y
otros nutrientes, y adems tienen impactos en otras propiedades que resultan
imprescindibles para el buen desarrollo de las plantas. Este captulo examina
la situacin de las reservas de carbono en suelos Ferralticos Rojos de la llanu-
ra Habana-Matanzas y describe algunas medidas para elevar el contenido de
carbono orgnico y mejorar sus condiciones agroproductivas.
Desde un punto de vista ecolgico-edafolgico, Targulin define cuatro
funciones del suelo: biosfrica, de interfaz con otros sistemas de la geosfera,
atmosfrica y litosfrica.
1
Segn este autor, la funcin biosfrica del suelo con-
siste en que de l las plantas absorben los nutrientes minerales y el agua para
garantizar su desarrollo y la produccin de biomasa. La biomasa vegetal es
fuente de alimento para los animales y el hombre, en tanto los elementos bio-
lgicos se acumulan en el suelo en forma de compuestos disponibles. Esta
funcin eleva la fertilidad del suelo, es decir, su capacidad para proveer de
nutrientes a las plantas. Los suelos regulan los intercambios biticos y abiticos
que ocurren en los ecosistemas, o sea, sirven de interfaz con el clima, la roca
madre y la vegetacin.
2
En condiciones naturales el suelo adquiere sus propie-
dades, entre ellas la fertilidad, en equilibrio con los dems componentes.
1
V.O. Targulin, 1990: The Pedosfere. En: Global Soil Change. Int. Inst. for Applied Systems
Analysis. Luxemburgo. pp. 21-29.
2
A. Hernndez, 2003. Funcin ecolgica de los suelos. Caso de estudio en suelos Ferralti-
cos Rojos y Pardos de provincia Habana, Cuba. En: Resmenes V Encuentro Internacional de
Agricultura Orgnica. La Habana. p. 32.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
46
Con la agricultura, la vegetacin cambia, se establecen nuevos equili-
brios y se modifican las propiedades del suelo. Los mayores cambios ocurren
en suelos bajo produccin agrcola intensiva, porque se altera el ciclo biolgi-
co natural de sustancias, se utiliza maquinaria, se aplican agroqumicos y
riego. Todo esto conduce a prdidas de carbono orgnico y repercute en otras
propiedades del suelo, lo que da lugar a procesos erosivos conocidos como
destruccin agrotcnica y compactacin
3
y ms recientemente como evolucin
agrognica del suelo.
4
Determinacin de reservas de carbono orgnico en los suelos
El porcentaje de carbono orgnico del suelo se calcula a partir del porcentaje
de materia orgnica contenida en este, segn la frmula
% C orgnico = % MO suelo/1,724
Teniendo en cuenta el valor del carbono orgnico, la determinacin de
las reservas de carbono orgnico (en t/ha) se calcula segn la frmula interna-
cional
RC= %C * Dv (kg/dm
3
) * profundidad capa (cm)
donde RC = Reservas de carbono orgnico (en t/ha), Dv = Densidad de volu-
men del suelo (en kg/dm
3
).
De esta forma se calculan las reservas de carbono orgnico por cada
horizonte y para profundidades de 0-20; 0-50 y 0-100 cm. El Panel Interguber-
namental de Cambio Climtico (IPCC) exige que para los reportes nacionales
se calculen solamente las reservas de carbono orgnico para la capa de 0-30
cm del suelo.
3
A. Hernndez, M. Morales, J.I. Bojrquez, N.E. Garca Caldern y J.D. Garca, 2006. El
Suelo: Fundamentos sobre su formacin, los cambios globales y su manejo. Editorial Universidad
Autnoma de Nayarit, Mxico. 255p.
4
I. Dubrovina, 2009. An experience of a large-scale soil mapping with the use of new Rus-
sian Soil Classification system. En: Abstracts of International Conference Soil Geography: New
Horizons. Huatulco, Mxico; A. Hernndez, M. Morales, F. Morell, Y. Borges, F.R Funes-
Monzote, F. Marentes, D. Vargas, H. Ros y A. Caballero, 2009. Cambio de las propiedades
de los suelos Ferralticos Rojos Lixiviados de provincia Habana, por la influencia antro-
pognica e indicadores de su degradacin. En Memorias Agrodesarrollo 2009, Varadero,
Cuba. pp. 117-119; y A. Hernndez, J.I. Bojrquez, F. Morell, A. Cabrera, M.O. Ascanio, J.D.
Garca, A. Madueo y O. Njera, 2010. Fundamentos de la estructura de suelos tropicales. Uni-
versidad Autnoma de Nayarit, Mxico, e Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas, Cuba. 80 p.
Reservas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos
47
Reservas de carbono orgnico en los suelos de Cuba
El contenido de carbono en los suelos, que constituye el 58% de su materia
orgnica, influye en el nivel de fertilidad, estructura, valores de la densidad
de volumen, rgimen de humedad y de aeracin. En suelos tropicales evolu-
cionados, como los Ferralticos o Ferralsoles, el contenido de materia orgnica
y, por tanto, de carbono es fundamental, ya que conjuntamente con el hierro
forman microagregados muy estables en el suelo, como lo demuestran varios
autores en sus estudios sobre la micromorfologa de estos suelos.
5
Las prdidas de carbono en los suelos tropicales es ms intensa por la
influencia antropognica, ya que la mineralizacin del carbono es ms rpida
por las elevadas temperaturas y precipitaciones. Segn Ponce de Len,
6
los
suelos minerales de Cuba han perdido 580 Mt de carbono por el uso agrcola
al que han estado sometidos desde el siglo XVII. La tabla 1 muestra las reser-
vas de carbono orgnico en algunos suelos cubanos para diferentes tipos de
vegetacin y precipitaciones, segn Morales et al.
7
Prdidas de carbono orgnico en los suelos Ferralticos
Cuba es un ejemplo de antropognesis tropical, fenmeno atribuido funda-
mentalmente al uso de las tierras desde la poca colonial hasta mediados del
siglo XX. En 1959, el rea de bosque cubra solo el 13% del territorio nacional,
cifra que se ha incrementado paulatinamente hasta llegar casi a duplicarse en
la actualidad.
En la llamada llanura roja de La Habana los suelos, predominante-
mente Ferralticos, se cultivan desde hace ms de tres siglos. Primero con ta-
baco; luego con tabaco, caa de azcar, caf y cultivos menores, y durante el
siglo XX fueron intensamente cultivados, sobre todo en el perodo 1975-1990.
Ya en 1916 Crawley adverta que en las tierras rojas de La Habana era
necesario aplicar abonos e implantar un sistema de rotacin de cosechas de-
bido a la prdida de fertilidad por el efecto del cultivo continuo.
8
5
M. Cooper, P. Vidal-Torrado y V. Chaplot, 2005. Origin of microaggregates in soils with
ferralic horizons. Sci. Agric. 62 (3): 256-263.
6
D. Ponce de Len, 2003. Las reservas de carbono orgnico de los suelos minerales de
Cuba: Aporte metodolgico al clculo y generalizacin espacial. Tesis en opcin al grado
cientfico de Doctor en Ciencias Agrcolas. Universidad Agraria de La Habana. 99 p.
7
M. Morales, A. Hernndez y A. Vantour, 2003. Los cambios globales y su influencia en el
contenido de materia orgnica en los suelos de Cuba. Agricultura Orgnica 9 (2): 15-17.
8
J.T. Crawley, 1916. Las Tierras de Cuba. Estacin Experimental Agronmica de Santiago de
las Vegas. Editorial Rambla, Bouza, La Habana. 81p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
48
Tabla 1. Reservas de C orgnico (t/ha) en suelos de Cuba
Tipo de suelo Vegetacin y lluvia anual Profundidad de la capa
(cm)
0-20 0-50 0-100
Ferrtico rojo oscuro
(Ferralsol frrico)
Bosque secundario (1 800 mm) 66 94 141
Ferraltico amari-
llento lixiviado
Bosque de latifolias (2 000 mm) 78 133 -
Ferraltico Rojo
Lixiviado (Nitisol
ferrlico lxico,
utrico y rdico)
Bosque de ms de 50 aos (1 300-
1 500 mm)
67 97 133
Bosque secundario o frutales (25
aos), pastizales de muchos aos
(1 300-1 500 mm)
48 87 123
Cultivos anuales (1 300-1 500 mm) 32 62 89
Ferraltico Rojo
(Nitisol ferrlico,
utrico y rdico)
Caa de azcar (1 300-1 500 mm)
de 6 aos
41 79 -
de 12 aos 47 78 -
de 20 aos 44 68 -
Bosque semideciduo (1 300 mm) 71 111 82
Sabana herbcea (1 300 mm) 45 71 97
Fersialtico Pardo
Rojizo (Cambisol
crmico)
Sabana herbcea (1 200 mm) 49 99 -
Pardo mullido
(Feozem hplico)
Bosque latifolia (2 000 mm) 75 132 -
Pardo clcico
(Feozem clcico)
Sabana secundaria (1 400 mm) 65 113
Cultivos anuales (1 400 mm) 43 74
Sabana secundaria (1 100 mm) 61 93
Cultivos varios (1 100 mm) 51 92
Hmico carbontico
(Feozem calcrico)
Bosque semideciduo (1 400 mm) 99 198
Cultivos anuales (1 300 mm) 49 77
Cultivos anuales (1 300 mm) 43 82
Vertisol plico (Ver-
tisol hplico, plico)
Caa de azcar de 4 aos (1 100 mm) 50 102 -
Nota: En tipo de suelos, entre parntesis, equivalente en la clasificacin del World Referen-
ce Base. Cf. IUSS Working Group WRB, 2008. Base referencial mundial del recurso suelo. In-
formes sobre Recursos Mundiales de Suelos 103. FAO, ISRIC. 117 p.
Reservas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos
49
Resultados recientes demuestran que las prdidas de carbono orgnico
en estos suelos han afectado otras propiedades. Estudios realizados con sue-
los patrones bajo bosques de muchos aos, suelos conservados en arboledas y
pastizales de hace 20-25 aos y suelos muy cultivados permanentemente
(tambin llamados agrognicos), demuestran que las prdidas de carbono
orgnico han sido alrededor de 50% para la capa de 0-20 cm en suelos muy
cultivados (tablas 2 y 3).
9
Segn estos autores, con las prdidas de carbono se
destruyen los microagregados del suelo, cambia la estructura original (granu-
lar) en el horizonte hmico acumulativo y aumentan el factor de dispersin
del suelo y los valores de la densidad de volumen.
Tabla 2. Reservas y prdidas de carbono en t/ha, en suelos Ferralticos Rojos Lixi-
viados por la influencia agrognica en la llanura roja de La Habana
Tipo de perfil Reservas (t/ha) Prdidas (t/ha)
Profundidad, cm 0-20 0-50 0-100 0-20 0-50 0-100
Patrn (6) 67 97 133 - - -
Conservado (14) 48 87 123 19 10 10
Agrognico (18) 32 62 89 35 35 43
Tabla 3. Porcentaje de prdidas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos
lixiviados por la influencia agrognica en la llanura roja de La Habana
Tipo de perfil Prdidas contra perfil patrn (%)
Profundidad, cm 0-20 0-50 0-100
Patrn (6) - - -
Conservado (14) 28,4 10,3 7,5
Agrognico (18) 52,2 36,1 32,3
Con el rgimen de lluvias y el riego, ya sea por aniego o por aspersin,
ocurre el lixiviado frontal de las partculas superficiales.
10
Poco a poco el
suelo pierde la capa superficial y aflora la estructura de bloques subangulares,
9
A. Hernndez, 2010. Informe final del proyecto Cambios Globales en los Suelos Ferralti-
cos Rojos Lixiviados y Pardos inducidos por la accin antrpica. Cdigo 01304185, del
PNCT 013 Cambios Globales y Ambiente Cubano. Instituto Nacional de Ciencias Agr-
colas. 125 p.
10
V.P. Belobrov, 1978. Sobre la lixiviacin y la diferenciacin textural en algunos suelos de
Cuba [en ruso]. Pochvovoedenie 5: 29-41.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
50
polidrica o prismtica del horizonte B subyacente. Tambin puede ocurrir
que se haya formado un piso de arado entre los horizontes A y B y esta es-
tructura llegue a la superficie del suelo. Con la preparacin del terreno se
presentan bloques en superficie; el estado de la capa superficial del suelo
cambia desde una capa de mulch bien mullida, en el caso del suelo rico en
materia orgnica, hasta una de bloques compactos en suelos muy cultivados.
Segn Agafonov,
11
en suelos Ferralticos Rojos con alto factor de disper-
sin y bajo contenido de materia orgnica, la arcilla dispersa sigue dos caminos:
en uno se mueve lateralmente por la escorrenta o por el agua del riego, coin-
cidiendo con el lavado frontal de la arcilla,
12
y en el otro se lava verticalmente,
provocando la lixiviacin del suelo. Por eso ambos autores coinciden en que
los suelos Ferralticos Rojos de Cuba poseen diferentes grados de lixiviacin.
La arcilla dispersa puede tomar dos caminos, sino tres,
13
ya que adems
debe considerarse que la arcilla que migra hacia la parte superior del horizon-
te B puede llenar los poros de los agregados de bloques subangulares en este
horizonte, y llega a formar bloques muy densos de mayor tamao, hasta con-
formar pisos de arado. En suelos degradados pueden aparecer agregados de
bloques grandes, muchas veces prismticos, en superficie, en vez de una es-
tructura granular-nuciforme, tpico de suelos Ferralticos conservados con un
buen contenido en materia orgnica. Con el laboreo continuo, se pierde la
estructura nuciforme granular tpica en los suelos Ferralticos vrgenes o con-
servados, y se presentan bloques en superficie que pueden ser subangulares,
polidricos y, en casos extremos, prismticos con formacin de piso de arado.
Al aumentar el factor de dispersin del suelo y cambiar la estructura
original granular o granular-nuciforme en superficie a la de bloques, aumenta
la densidad de volumen del suelo, disminuye la porosidad y se produce la
compactacin. Para el caso de suelos que desarrollan un piso de arado, la
densidad de volumen entre 20-30 cm de profundidad puede alcanzar valores
de la llamada densidad crtica, la cual no permite un desarrollo radicular
adecuado para las plantas
14
y se restringe la profundidad efectiva del suelo.
11
O.A. Agafonov, 1981. Propiedades fsicas de los principales tipos de suelos de Cuba, en
relacin con su gnesis [en ruso]. Tesis para alcanzar el grado cientfico de Candidato a Dr.
en Ciencias Agrcolas. Instituto de Agrofsica de Leningrado, URSS. 285p.
12
S.V. Zonn, 1968. Particularidades de la formacin del suelo y principales tipos de suelos
de Cuba [en ruso]. En: Gnesis y geografa de suelos en pases extranjeros por gegrafos soviticos.
Editorial Nauka, Mosc. pp. 53-153.
13
A. Hernndez, J.I. Bojrquez, F. Morell, A. Cabrera, M.O. Ascanio, J.D. Garca, A. Ma-
dueo y O. Njera, 2010. Fundamentos de la estructura de suelos tropicales. Universidad Aut-
noma de Nayarit, Mxico, e Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas, Cuba. 80 p.
14
O.A. Agafonov, 1981. Ob. cit. en nota 11.
Reservas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos
51
En el estudio realizado con las tres variantes de uso del suelo Ferraltico
Rojo Lixiviado,
15
se aprecia que el suelo muy cultivado ha cambiado su rgi-
men hdrico de lavado a lavado temporal (tabla 4), con prdidas en la capaci-
dad de retener humedad entre 15-20% para suelos conservados y hasta 30-
35%en suelos muy cultivados (agrognicos) con relacin al patrn.
Tabla 4. Humedad promedio durante tres aos (2006-2008) en diferentes varian-
tes de uso de suelos Ferralticos Rojos Lixiviados de San Jos de las Lajas
Profundidad
(cm)
Humedad en el suelo (%)
Ficus (patrn) Mango (conservado) Cultivo (agrognico)
0-10 48,0 33,3 30,4
10-20 43,1 33,2 27,8
20-30 42,8 31,6 29,1
30-40 41,0 33,3 28,8
40-50 43,2 37,6 27,9
50-60 42,4 32,4 28,4
Aumento del pH en suelos Ferralticos Rojos Lixiviados
En los ltimos 20-30 aos el pH de los suelos Ferralticos Rojos Lixiviados ha
aumentado en lugar de disminuir (tabla 5), como es natural para este tipo de
suelo, que est bajo un rgimen hdrico de lavado con precipitaciones anuales
entre 1 300-1 500 mm.
Los datos expuestos en la tabla anterior fueron corroborados por
Hernndez (2010) con los valores de pH encontrados en las tres variantes de
suelos (patrones, conservados y cultivados) (tabla 6). En el suelo patrn el
valor de pH en superficie es ms alto que en el conservado, debido posible-
mente a los aportes en calcio y magnesio de la vegetacin de rboles latifolios
en esos perfiles.
No obstante, en profundidad, el pH es ms bajo que en las otras varian-
tes, pues en estos suelos ocurre un lavado permanente y la evapotranspira-
cin es menor. Esta condicin del rgimen hdrico, junto a la aplicacin de
riego y los efectos del cambio climtico, provocan el aumento del pH y la re-
calcificacin de los horizontes superiores.
16
15
A. Hernndez, 2010. Ob. cit. en nota 10.
16
A. Hernndez, F. Morell, M. Morales, Y. Borges y O. Ascanio, 2006: Consideraciones
sobre impactos de los cambios globales en los suelos Ferralticos Rojos Lixiviados (Nitiso-
les rdicos utricos) de Cuba. Cultivos Tropicales 27(2): 41-50.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
52
Tabla 5. Incrementos del pH en suelo de la antigua provincia de La Habana
Empresas de
cultivos varios
% de las reas segn valores de pH (KCl)
1980 1994 2004
< 6,0 >7,0 < 6,0 >7,0 < 6,0 >7,0
M. Soneria 19,9 0 3,8 45,6 0 87,0
Artemisa 16,3 0 0 84,0 - -
Alquzar 28,0 0 16,1 46,6 - -
19 de Abril 67,0 0 10,5 35,0 0 44,0
Gira 25,0 1,0 24,0 14,0 0 42,0
Bataban 67,0 0 11,6 0 0 96,0
FUENTE: Instituto de Suelos (2006), citado por J.M. Febles, 2008. Teora y prctica del mane-
jo agroecolgico del suelo. Memorias I Seminario Nacional de Manejo Ecolgico del Suelo. So-
ciedad Cubana de la Ciencia del Suelo, La Habana, Cuba.
Tabla 6. Valores de pH en diferentes variantes de uso de suelos Ferralticos Rojos
Lixiviados en La Habana (2006-2009)
Capas del suelo
(cm)
Patrn
(6 perfiles)
Conservado
(14 perfiles)
Agrognico
(18 perfiles)
0-20 6,16 6,65 7,30
40-60 6,01 6,47 7,03
80-100 5,97 6,14 6,90
En los ltimos 50-60 aos la temperatura media anual en Cuba ha au-
mentado entre 0,6-0,7
o
C, con tendencia a alcanzar 1
o
C.
17
En las reas bajo
cultivo donde hay mayor evapotranspiracin y aportes de agua de riego car-
gadas en calcio y magnesio, es mayor el flujo ascendente de la solucin del
suelo en poca de sequa. Este flujo posee ms bases y bicarbonatos, los que
elevan el pH del suelo. Se trata de un proceso provocado por la sinergia de la
formacin agrognica del suelo y el cambio climtico.
Carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos de Mayabeque
Como parte del proyecto Efecto de la innovacin agrcola local en la emisin
de gases de efecto invernadero y el balance energtico de los sistemas produc-
tivos en Cuba, del PNCT 013 Cambios Globales y Ambiente Cubano, se
17
A. Centelles, J. Llanes y L. Paz, 2001. Primera Comunicacin Nacional a la Convencin Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climtico. INSMET, La Habana. 169 p.
Reservas de carbono orgnico en suelos Ferralticos Rojos
53
realiz un estudio sobre las reservas de carbono orgnico en 93 fincas. La ta-
bla 7 presenta los datos de tres fincas con suelos Ferralticos Rojos Lixiviados
de la provincia Mayabeque, dos en Bataban y una en San Jos de las Lajas.
Tabla 7. Cantidad de carbono orgnico en fincas con suelos Ferralticos Rojos
Lixiviados y su relacin con el C orgnico en suelos patrones
Profundidad
(cm)
Olney Garca
(6,8 ha)
Jorge Brcenas
(51,7 ha)
Joel Prez
(4,0 ha)
Reservas C
orgnico
(fincas), t/ha
0-20 43 32 43
0-50 80 64 60
0-100 126 85 119
Reservas C
orgnico (pa-
trones), t/ha
0-20 67 - -
0-50 97 - -
0-100 133 - -
Prdida en
relacin con
patrones, %
0-20 36 52 36
0-50 18 34 38
0-100 5 36 11
Estos resultados estn comprendidos dentro de los lmites de prdidas
de carbono en ecosistemas naturales planteados por varios autores,
18
quienes
aseguran que los suelos agrcolas han perdido entre 30 y 75% de las reservas
de carbono orgnico o 30-40 t C/ha.
A pesar de las prdidas de materia orgnica y carbono de los suelos, es-
tos productores obtienen buenos resultados con prcticas de manejo agroe-
colgico que han sido diseminadas mediante los talleres del Programa de
Innovacin Agropecuaria Local (PIAL). Por ejemplo, en la finca de Jorge
Brcenas se utilizan policultivos con abono verde (canavalia) en las siembras
de maz, y se ha establecido un sistema de produccin de compost que garan-
tiza parte de la fertilizacin de los suelos.
Medidas para elevar el contenido de carbono orgnico
Por lo general, cuando el suelo pierde su productividad por el laboreo conti-
nuado, se aplican medidas de mejoramiento. Una de ellas es el empleo de
fertilizantes, con dosis cada vez ms elevadas que continan degradando los
18
R. Lal, R. Follet, B.A. Stewart y J.M. Kimble, 2007. Soil carbon sequestration to mitigate
climate change and advance food security. Soil Science 172 (12): 943-956.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
54
suelos por su efecto qumico sobre la microflora. Otra medida es el riego, ya
que un problema grave de este proceso agrognico que degrada el suelo es el
cambio del rgimen hdrico. Ambas medidas encarecen la inversin y obligan
a obtener cosechas con altos rendimientos.
Entre 1975 y 1990 se aplicaron en Cuba fertilizantes de forma desmesu-
rada y se lograron altos rendimientos, pero una de las principales consecuen-
cias fue la degradacin de los suelos. Con la desintegracin del campo socia-
lista y la dificultad para adquirir grandes cantidades de fertilizantes, el pas
recurri a mtodos agroecolgicos de produccin agropecuaria (aplicacin de
abonos orgnicos, abonos verdes y biofertilizantes) que han tenido resultados
positivos, ya que resultan mucho ms baratos y beneficiosos para los suelos.
Se inici un programa acelerado de produccin de materia orgnica que en el
ao 2007 report una produccin rcord de materia orgnica: 6 millones de
toneladas de humus de lombriz, 12 millones de toneladas de compost y 48
millones de toneladas de biofertilizantes.
Como resultado de investigaciones realizadas por diversas institucio-
nes, el Ministerio de la Agricultura ha hecho recomendaciones muy generales
sobre la aplicacin de estos materiales orgnicos, en dosis de 3,7-4,5 t/ha en el
surco para todos los cultivos, independientemente del tipo de suelo; 2,68 t/ha
en el caso del pltano y 6 t/ha de humus de lombriz.
Es necesario realizar nuevos estudios para conocer el efecto de las en-
miendas orgnicas, su mineralizacin y cmo mejoran las caractersticas de
los suelos en el tiempo. Una investigacin documentada por Marentes (2010),
con sorgo como cultivo indicador, analiza el comportamiento del humus de
lombriz y del estircol vacuno en suelos Ferralticos Rojos Lixiviados tpicos y
Ferralticos Rojos Hidratados. Mediante tcnicas con carbono-13, observ que
la velocidad de mineralizacin del carbono orgnico en estos suelos se redujo
al incorporar los mejoradores del suelo. Los bajos niveles de mineralizacin
de las enmiendas indican que su carbono orgnico es principalmente estable
y, por tanto, influyen poco en las emisiones de CO2 del suelo. El humus de
lombriz y el estircol estimulan el crecimiento del sorgo; sin embargo, la res-
puesta es mayor en el suelo Ferraltico Rojo Lixiviado tpico. Se demuestra
que la incorporacin de fertilizantes orgnicos incrementa el carbono poten-
cialmente mineralizable y el crecimiento del sorgo en estos subtipos de suelo.
La aplicacin de dosis de materia orgnica entre 6 y 8 t/ha en suelos Fe-
rralticos, junto a biofertilizantes, fertilizantes, abonos orgnicos y abonos
verdes, debe ser monitoreada en un plazo de 4-6 aos, segn los indicadores
propuestos por Hernndez.
19
19
A. Hernndez, 2010. Ob. cit. en nota 10.
55
DESCONTAMINACIN DE RESIDUALES,
PRODUCCIN DE BIOMASA Y ENERGA,
Y RECICLAJE DE NUTRIENTES
Aurelio lvarez, Yamilet Molinet
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE PASTOS Y FORRAJES, LA HABANA
Pedro J. Gonzlez
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
Ral Damas
DIRECCIN DE ENERGA INTEGRAL, MINISTERIO DE LA AGRICULTURA, LA HABANA
Ral Ruiz
CENTRO DE INVESTIGACIONES PARA EL MEJORAMIENTO ANIMAL, LA HABANA
La contaminacin es la alteracin desfavorable del medioambiente que nos
rodea, que ocasiona cambios fsicos, qumicos y biolgicos de las caractersti-
cas del aire, el agua y el suelo, lo cual provoca problemas que tienden a go-
bernar la dinmica de la salud, la economa y los caracteres sociales del ser
humano.
1
La contaminacin de las aguas superficiales y subterrneas por las
fuentes que genera la agricultura es un serio problema a escala global.
Los sistemas agrcolas intensivos en grandes reas de monocultivo con
riego, en las que se emplea una amplia variedad de agroqumicos (fertilizan-
tes, plaguicidas y herbicidas), es fuente difusa de contaminacin inorgnica y
provoca la polucin de las aguas con nitrato, nitrito y fosfatos, el aire con di-
xido de carbono, metano, amonio y xido nitroso; as como otros compues-
tos y sustancias que pueden resultar txicas al hombre y los animales.
La produccin pecuaria especializada, que se caracteriza por concentrar
gran nmero de animales e insumos en pequeas reas (unidades porcinas,
avcolas y vacunas en estabulacin), representa una fuente de contaminacin
puntual. La acumulacin de grandes cantidades de residuales orgnicos
lquidos y slidos (excretas, orinas, camas, forrajes de rechazo, efluentes de
ensilajes, subproductos utilizados en la alimentacin animal y cadveres) que
pueden constituirse en contaminantes orgnicos de las aguas superficiales,
1
M. Radoux, 1992. Qualit et traitement des eaux. Facult des Sciences. Universit C.A.D. de
Dakar. Senegal. Fondation Universitaire Luxembourgeoise. Station exprimentale Viville.
Arlon, Blgica.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
56
producto de una mala manipulacin y almacenamiento, arrastre por las llu-
vias o vertimiento irresponsable en las fuentes acuticas.
En los sistemas ganaderos estabulados o semiestabulados, los residua-
les orgnicos que se acumulan en las instalaciones son retornados en forma
lquida o slida a las reas de pastizales o forrajes. De igual modo, las excretas
y orina que depositan los animales durante el pastoreo, en dependencia de las
condiciones climticas, edficas, topogrficas e hidrolgicas, pueden consti-
tuirse en fuentes difusas de contaminacin por lixiviacin y escurrimiento
hacia el agua superficial o subterrnea de los compuestos inorgnicos (nitrato
y fosfatos). Ambas fuentes puntuales y difusas de contaminacin con residua-
les orgnicos de la produccin animal, constituyen fuentes de emisin de con-
taminantes del aire (metano, amoniaco y xido nitroso) por volatilizacin de
los compuestos orgnicos e inorgnicos presentes en los residuales.
Contaminantes de las aguas
Fsicos
Temperatura: Las aguas de uso corriente tienen una temperatura que vara
entre 10 C y 25 C. Este rango es favorable para el desarrollo de la microflora
y la microfauna depuradoras. La multiplicacin y la actividad de estos orga-
nismos dependen de la temperatura y las pocas del ao. Los procesos bio-
lgicos de depuracin natural del agua que se realizan en condiciones anae-
robias son ms influenciados por la temperatura, que los que se producen en
condiciones aerobias.
Conductividad: Es un mtodo simple para determinar la cantidad total
de sales disueltas, en funcin de la conductividad elctrica, la cual se define
como la facilidad del agua de conducir una corriente elctrica. La conductivi-
dad del agua aumenta con la cantidad de sales disueltas (cationes y aniones
disociados) y est afectada por la temperatura. Se expresa en microsiemens
por centmetro (S/cm) y debe estar referida a una temperatura de 20 C a
25 C. Las aguas destiladas no contienen sales disueltas, por lo que la conduc-
tividad disminuye (<3 S/cm) y la de mar tiene una conductividad superior a
10 000 S/cm. Las restantes tienen conductividades que oscilan entre ambos
valores.
Grado de acidez (pH): Generalmente las aguas de uso domstico tienen
un rango de acidez (6,5<pH<8,0) que es favorable para el desarrollo de los mi-
croorganismos depuradores, tanto en condiciones aerobias como anaerobias.
Materias en suspensin: La cantidad de materias en suspensin son ex-
presadas por lo general en miligramos de materia seca insoluble por litro de
agua (mg/l). El mtodo de determinacin resulta esencial para evaluar la divi-
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
57
sin entre las partculas contaminantes disueltas y las que sedimentan, as
como los procedimientos y los resultados difieren si nos encontramos en un
sistema natural o en un sistema de descontaminacin artificial. Los lmites
entre las partculas disueltas y en suspensin son arbitrarios y dependen
igualmente de los mtodos usados, aunque generalmente se admite que:
Materias en suspensin > 10 m>Materias coloidales > 0,2 m> Materias disueltas
Contaminacin que sedimenta Contaminacin disuelta
La concentracin de slidos totales en suspensin se determina median-
te el empleo de filtros de membrana (tamao de poro de 0,4-6,0 m) con los
que los slidos suspendidos y coloidales pueden separarse. La porcin org-
nica de las sustancias suspendidas se determina como prdida por ignicin a
600 C.
Qumicos
Inorgnicos: La concentracin de los slidos inorgnicos disueltos se determi-
na normalmente a travs de diferentes mtodos qumicos y qumico-fsicos
(Kjendahl, colorimetra, acidimetra, espectrofotometra infrarroja, etc.). Se
expresan en mg/l o como porcentaje de la materia seca total (% MS total).
Nitrgeno:
Global: Incluye las formas orgnicas y minerales del nitrgeno.
{N Orgnico + N Mineral [(NH4
+
-NH3)+NO2
-
+NO3
-
]}
(N Kjendahl +NO2
-
+ NO3
-
)
Total (Kjendahl): Incluye las formas orgnicas y el nitrgeno amo-
niacal.
[N Orgnico + N Amoniacal (NH4+-NH3)]
Orgnico: Todas las formas orgnicos.
[N Kjendahl - N Amoniacal (NH4
+
-NH3)]
[N Global N Mineral (NH4
+
-NH3) + NO2
-
+ NO3
-
]
Mineral: Incluye las formas minerales (nitrito, nitrato y amonio).
[N Amoniacal +(NO2
-
+NO3
-
)]
[N Global - (N Total +NH4
+
)]
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
58
Amoniacal: En su forma ionizada, (NH4+), no es grandemente txico
para la fauna acutica, mientras que el amoniaco (NH3) lo es en pe-
queas dosis. Generalmente se determina la relacin amonio-
amoniaco (NH4+-NH3).
Fsforo: El fsforo presente en las aguas naturales y en los residuales
lquidos industriales y domsticos, est fundamentalmente en forma de fosfa-
tos orgnicos (azcares fosforiladas, fsfolpidos, fosfoprotenas, ATP, AMP,
ADN, ARN, etc.) e inorgnicos (sales del cido ortofosfrico, pirofosfatos,
polifosfatos, metafosfatos y apatitas).
Orgnicos: Las aguas residuales tienen una gran diversidad de com-
puestos orgnicos. El anlisis de cada una de estas sustancias resulta tremen-
damente laborioso e intil. Tericamente, cualquier compuesto orgnico pue-
de ser oxidado hasta la obtencin final de productos estables (H2O, CO2, SO2,
N2O, etc.). Para evaluar la contaminacin orgnica, se emplean los indicado-
res que miden la cantidad de oxgeno necesario para la oxidacin de los com-
puestos orgnicos: Demanda Total de Oxgeno (DTO), Demanda Qumica de
Oxgeno (DQO) y Demanda Bioqumica de Oxgeno (DBO).
DTO: Es la cantidad total de oxgeno consumido para la oxidacin
completa de todos los compuestos disociados en el agua, en una
combustin a temperatura de 900 C y en presencia de un cataliza-
dor. Esta puede ser determinada en pocos minutos, pero es necesario
un equipamiento costoso.
DQO: Expresa la cantidad de oxgeno disuelto necesario para la oxi-
dacin por va qumica, sin la intervencin de los microorganismos,
de todas las sustancias oxidables (sales minerales oxidables, com-
puestos orgnicos biodegradables o no). El mejor mtodo para de-
terminar la DQO es aquel en que los valores sean lo ms similares a
los obtenidos por la DTO. Uno de los ms utilizados es el mtodo
estndar de dicromato (KCR2O7 en 50% de H2SO4, con AgSO4 como
catalizador). La DQO es una medida de la contaminacin del agua
con sustancias orgnicas e inorgnicas, que se realiza de forma rpi-
da, con suficiente precisin (5%) y se logra la oxidacin de ms del
90% de los compuestos orgnicos presentes en la muestra. Se expre-
sa en mg/l de O2.
DBO: Expresa la cantidad de oxgeno disuelto requerido para la oxi-
dacin por va biolgica, mediante los procesos catablicos de los mi-
croorganismos depuradores, de los compuestos orgnicos presentes
en el agua. El mtodo determina el oxgeno disuelto consumido por
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
59
las bacterias aerobias, de una muestra mantenida en un tubo de fer-
mentacin, en la oscuridad y a unos 20 C de temperatura, por 5 das
(DBO5). El resultado brinda una medida de la contaminacin por
materias orgnicas biodegradables en el agua, con una precisin
aceptable (10-15%). Para una completa oxidacin biolgica de la
muestra es necesario un perodo de incubacin entre 21 a 28 das
(DBO21 y DBO28). Se expresa en mg/l de O2.
Biolgicos
Patgenos: La investigacin y la identificacin sistemtica de todos los agentes
patgenos presentes en las fuentes acuticas naturales y en las aguas residua-
les, poseen serias dificultades debido a los volmenes de agua, los mtodos
de anlisis y su costo. Por tanto, en anlisis de rutina se trata de definir las
circunstancias, donde sea posible la presencia efectiva de organismos patge-
nos, a travs de microorganismos indicadores de la contaminacin fecal o par-
sitos del intestino. Estos anlisis normalmente contemplan a las bacterias:
coliformes totales (CT), coliformes fecales (CF), estreptococos fecales (SF) y
Clostridium. Se expresan en CT, CF, SF en 100 ml de agua o unidades forma-
doras de colonias por mililitro (UFC/ml).
Tambin en algunas ocasiones se estudian los virus en relacin con las
bacterias que fagocitan, y adems se investigan por los virus de origen fecal,
que afectan al hombre (enterovirus, rotavirus y adenovirus) por cultivo sobre
los sistemas celulares usuales y por tcnicas inmunolgicas.
Inventarios de flora y fauna: Los inventarios de la composicin de espe-
cies vegetales y animales, as como los cambios en sus poblaciones en el tiem-
po, resultan uno de los mejores indicadores para la caracterizacin de un me-
dio acutico. Estos estudios deben considerar los gneros y especies presen-
tes, las fluctuaciones estacionales, las cargas contaminantes que recibe y las
contaminaciones anteriores. Los anlisis biolgicos deben abarcar toda la
biomasa en su conjunto (vegetales, vertebrados e invertebrados), para poder
determinar as los efectos de la contaminacin en las cadenas trficas.
Este mtodo es til, aunque lento y laborioso. Su principal desventaja es
que requiere ms tiempo para su interpretacin y evaluacin. Otra dificultad
es que los inventarios de flora y fauna que se realicen necesitan ser comparados
con un ecosistema de referencia que permanezca libre de contaminacin.
Gases de efecto invernadero
Los principales gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por la actividad
agrcola son el dixido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el xido nitroso
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
60
(N2O). Entre el 21-25% de las emisiones globales de CO2, el 55-60% de las de
CH4 y el 65-80% de las de N2O provienen de la agricultura. En los prximos
veinte o cien aos el calentamiento potencial por efecto de invernadero pro-
vocado por estos dos ltimos gases ser de 23 a 62 veces para el CH4 y de 275
a 296 veces para el N2O, en base a la masa equivalente de CO2.
2
Metano
La ganadera contribuye a la emisin y acumulacin de CH4 en forma directa
a travs de la digestin microbiana anaerobia de los alimentos en el tracto
digestivo (fermentacin entrica) de los animales. Entre los animales domsti-
cos, los rumiantes contribuyen con aproximadamente del 18% al 20% del CH4
producido anualmente a nivel mundial.
3
La emisin de metano no solo constituye un problema ambiental, sino
una prdida de la energa del alimento y disminuye la productividad de los
animales. Se estima que ms del 10% de la energa bruta que contienen los
alimentos se pierde en forma de CH4 durante la digestin microbiana en el
rumen.
4
La cantidad de CH4 producido por fermentacin entrica en los rumian-
tes vara en dependencia de factores relacionados con la dieta de los animales,
como calidad nutritiva y digestibilidad de los alimentos componentes de la
dieta y sus interacciones en el rumen,
5
consumo de materia seca y concentra-
cin energtica y proteica de la racin,
6
velocidad de digestin y tiempo de
permanencia de los alimentos en el rumen, forma fsica del alimento y fre-
cuencia con que los animales consumen los alimentos.
2
IPCC, 2001. Climate Change 2001. The Scientific Basis. Cambridge University Press, Cam-
bridge, Reino Unido.
3
K.A. Beauchemin y S.M. McGinn, 2006. Methane emission from beef cattle: effects of
fumaric acid, essential oil and canola oil. Journal of Animal Science. 84: 1489-1496; y A.R.
Moss, J.P. Jouany y J. Newbold, 2000. Methane production by ruminants: its contribution
to global warming. Annals of Zootechnies 49: 231-242.
4
D.E. Johnson, K.A. Johnson, G.M. Ward y M.E. Branine, 2000. Ruminants and other ani-
mals. En: Khalil, M.A.K. (ed.) Atmospheric Methane: Its Role in the Global Environment. Sprin-
ger-Verlag, Berln, Alemania.
5
R. Ruiz y A. lvarez, 2007. Anlisis nutricional de sistemas sostenibles para bovinos en el
trpico. En: III Simposio Internacional sobre Ganadera Agroecolgica. Memorias. Instituto de
Investigaciones de Pastos y Forrajes, La Habana. pp. 33-40.
6
T.R. Preston y R.A. Leng, 1987. Matching ruminant production systems with available re-
sources in the tropics and sub-tropics. Technical Centre for Agricultural and Rural Coopera-
tion, ACP-EEC. Wageningen, Pases Bajos.
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
61
Los rumiantes que consumen pastos de buena calidad y reciben suple-
mentos altos en carbohidratos solubles, producen menos CH4.
7
Asimismo
disminuye la produccin ruminal de CH4 en animales alimentados con forrajes
de baja calidad, si la racin total est formulada con un balance energtico,
proteico y mineral que favorece la actividad celuloltica de los microorganis-
mos del rumen de bovinos y bfalos.
8
Como otras alternativas para disminuir
la metanognesis ruminal de animales alimentados con forrajes de baja cali-
dad, se han utilizado los preparados microbianos con levaduras viables,
9
los
forrajes ricos en taninos y la adicin de cidos grasos de cadena media (C8-
C16), abundantes en aceites de coco, colza y girasol.
10
De forma indirecta, la ganadera contribuye a las emisiones de CH4 a
partir de la descomposicin microbiana anaerobia de las materias fecales
(slidas y lquidas) que excretan los animales domsticos al ambiente, princi-
palmente en lugares con acumulacin inadecuada de residuales orgnicos
lquidos, sin un apropiado proceso de manejo y tratamiento, como fosas y
lagunas de acumulacin, y canales de desage de las unidades de produccin
pecuaria.
La emisin de CH4 proveniente de los residuales orgnicos de los ani-
males est determinada por la especie animal que la excreta (cerdos, bovinos,
bfalos), las condiciones de almacenamiento y manipulacin, y las tempera-
turas ambientales.
11
De igual modo, a medida que aumenta el contenido
energtico de la dieta consumida y la digestibilidad total de la racin, mayor
ser la posibilidad de emisin de CH4.
7
J . Dearriba, 1988. Fisiologa y bioqumica de la digestin en el rumiante. Editorial Oriente,
Santiago de Cuba.
8
P. Suharyono, W. Yeni y M. Winugroho, 2010. Effects of multi-nutrient feed supplement
in beef cattle on methane production, manure quality and rice yield. En: Improving Livestock
Production Using Indigenous Resources and Conserving the Environment. IAEA-TECDOC-1640.
Animal Production and Health Section. International Atomic Energy Agency, Vienna In-
ternational Centre. Austria. pp. 71-86.
9
J . Galindo, Y. Marrero, N. Gonzlez, A. Sosa, A.L. Miranda, A.I. Aldana, O. Moreira, R.
Bocourt, D. Delgado, V. Torres, L. Sarduy y A. Noda, 2010. Efecto de preparados con leva-
duras Saccharomyces cerevisiae y LEVICA-25 viables en los metangenos y metanognesis
ruminal in vitro. Revista Cubana de Ciencia Agrcola 44, (3): 273 -279.
10
P. Kongmun, M. Wanapat, P. Pakdee, C. Navanukraw y Z. Yu., 2011. Manipulation of
rumen fermentation and ecology of swamp buffalo by coconut oil and garlic powder sup-
plementation. Livestock Science 135: 84-92.
11
E. Pattey, M.K. Trzcinski y R.L. Desjardins, 2005. Quantifying the reduction of green-
house gas emissions as a result of composting dairy and beef cattle manure. Nutrient Cycl-
ing in Agroecosystems 72: 173.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
62
Varios autores sealan la posibilidad de reducir la contribucin de la
ganadera al calentamiento global si se disminuyen las emisiones directas de
CH4 a partir de una manipulacin de la fermentacin del rumen, sobre todo
en dietas de alimentos fibrosos y de poca calidad y las emisiones indirectas de
CH4 y N2O con mejoras en las prcticas de almacenamiento y manipulacin
de los residuales lquidos y slidos.
12
xido nitroso
La produccin de xido nitroso forma parte del ciclo del nitrgeno en el am-
biente. Las actividades agropecuarias son las principales fuentes de emisin
de N2O hacia la atmsfera, y los residuales orgnicos (excretas y orina) gene-
rados en la produccin ganadera, devienen responsables de aproximadamen-
te el 18% de las emisiones totales de N2O a nivel global.
13
En la atmosfera, este
gas, adems de contribuir notablemente al calentamiento global, tiene efecto
sobre la capa de ozono. En la ganadera, los procesos de oxidacin de las for-
mas de nitrgeno orgnico (nitrificacin y desnitrificacin) de los residuales
de origen animal por los microorganismos del ambiente (suelo, aire y agua),
son la principal fuente de emisin del N2O.
Oxidacin microbiana del nitrgeno orgnico
N2O
NH2
-
NH4
+
NO3
-
Desnitrificacin del nitrato
N2O
NO3
-
N2
-
Otras fuentes de volatilizacin de N2O son la deposicin de excretas y
orina en los pastizales por animales en pastoreo y la quema de reas de pastos
y forrajes cultivados, sabanas con pastizales naturales y reas de plantas ar-
bustivas espinosas y maniguales, con una alta acumulacin de biomasa seca.
Varias investigaciones sealan la posibilidad de reducir la contribucin de la
ganadera al calentamiento global al disminuir las emisiones directas de CH4.
Para ello sera necesario manipular la fermentacin microbiana en el rumen,
12
J-J. Su, B-J. Liu y Y-C. Chang, 2003. Emission of greenhouse gas from livestock waste and
wastewater treatment in Taiwan. Agriculture, Ecosystem and Environment 95: 253.
13
E. Pattey et al. Ob. cit. en n. 11.
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
63
sobre todo en dietas de alimentos fibrosos y de poca calidad, as como las
emisiones indirectas de CH4 y N2O con mejores prcticas de almacenamiento
y manipulacin de los residuales lquidos y slidos.
14
Manejo de residuales vacunos en Cuba
El programa de desarrollo ganadero cubano desde fines de los aos sesenta
contempl la construccin de alrededor de 6 000 unidades pecuarias de dis-
tintos tipos (vaqueras, centros de cra y cebaderos). En su mayora, estas ins-
talaciones fueron erigidas teniendo en cuenta las condiciones higinicas y
sanitarias para los animales y el personal, de acuerdo con las regulaciones
veterinarias sobre salud animal, produccin, conservacin de alimentos, ma-
nejo del rebao y tratamiento de residuales.
En esta etapa, el estircol y otros residuales slidos como restos de forra-
jes y cama de los terneros generados dentro de las instalaciones se recogan de
forma mecanizada. Estos eran acumulados en estercoleros abiertos para ser
esparcidos con regularidad, principalmente en las reas de produccin forra-
jera. Por otra parte, los residuales lquidos, con altas cargas orgnicas (excre-
tas, orina, clulas animales, residuos de medicamentos), eran drenados y
acumulados en fosas spticas, de donde peridicamente se recogan y asper-
jaban de forma mecanizada sobre pastizales y campos de forrajes. En otros
casos, estos residuales se conducan a lagunas de oxidacin u otros sistemas
de tratamiento de residuales, desde donde pasaban, sin un completo trata-
miento, al suelo o alguna fuente acutica superficial (arroyos, ros, lagunas).
A finales de los ochenta, debido a las limitaciones materiales que pro-
vocaron los cambios econmicos, polticos y sociales acontecidos en el mun-
do, las posibilidades de Cuba para importar combustibles, piezas de repuesto,
equipos y maquinaria se redujeron sensiblemente. Esta situacin ocasion
ajustes en las tecnologas existentes, principalmente en las unidades de pro-
duccin ganadera intensiva y especializada, por lo que fue necesario sustituir
la mecanizacin por la fuerza de tiro animal y el trabajo manual.
Hoy da la mayora de las unidades pecuarias recogen y trasladan los
residuales slidos de forma manual, auxilindose de palas, raspadores y ca-
rretas tiradas por bueyes. Si bien al emplear estos mtodos se logra una ade-
cuada recogida de los residuales y una buena limpieza de la instalacin, no
sucede lo mismo con el procesamiento e incorporacin al ambiente de los
residuales lquidos, que por lo general se drenan directamente alrededor de
las instalaciones. Los residuales slidos, acumulados durante largos perodos
14
M. Mitsumori y W. Sun, 2008. Control of rumen microbial fermentation for mitigating me-
thane emissions from the rumen. Asian-Australian J. of Animal Science 21: 144-153.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
64
sin ningn procesamiento o proteccin de los efectos climticos, no siempre
se esparcen de forma regular en reas de potreros, forrajes y cultivos.
Adems, hay otros inconvenientes, como el mayor empleo de fuerza laboral y
tiempo de trabajo, la falta de implementos adecuados y de tecnologas que
resuelvan integralmente todo el proceso y permitan un buen aprovechamien-
to de los residuales orgnicos, sin riesgos higinicos y ambientales. En gene-
ral, las unidades ganaderas presentan los siguientes problemas en el trata-
miento y uso de los residuales:
No se emplea ningn mtodo para el acumulacin, conservacin y
tratamiento de los residuales slidos y lquidos; estos quedan ex-
puestos a la accin de los factores del clima (temperaturas y precipi-
taciones), con la consecuente prdida de nutrientes y contaminacin.
Sin un adecuado tratamiento fsico, qumico y biolgico, los residuales
son vertidos directamente al suelo (pastos, forrajes y cultivos), lo que
puede contaminar las fuentes de abasto de agua superficiales (escu-
rrimiento) y subterrneas (infiltracin), as como los alimentos animales
(forrajes) y humanos (cultivos).
No se aprovechan o se aprovechan muy poco las posibilidades que
tienen los residuales (slidos y lquidos) de la produccin vacuna
para reciclar nutrientes al suelo a travs de los biofertilizantes y para
producir energa renovable (biogs).
El mantenimiento y la reparacin de las instalaciones de desconta-
minacin de residuales son inadecuados e insuficientes. En ocasio-
nes no fueron diseadas y construidas de acuerdo con los volme-
nes reales de residuales, por lo que en muchos casos han excedido
las posibilidades de los sistemas.
En muchas de las unidades construidas durante los ltimos veinte
aos no existe ningn sistema de tratamiento de residuales y estos se
vierten directamente al ambiente.
La recoleccin, procesamiento y utilizacin de los residuales slidos
en la actualidad es un proceso difcil y laborioso, por el volumen que
hay que manipular, la fuerza de trabajo necesaria, los mtodos em-
pleados y la falta de equipos e implementos adecuados.
No solo existe desconocimiento entre los productores (con califica-
cin tcnica o sin calificacin) de los riesgos ambientales y sanitarios,
sino tambin desinters por aprovechar las posibilidades de reciclaje
que tienen los residuales de la produccin ganadera.
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
65
Experiencias en la produccin ganadera
La descontaminacin de residuales de origen vacuno es un proceso complejo
desde el punto de vista tecnolgico debido a sus grandes volmenes y a su
agresividad qumica y biolgica. Los mtodos tradicionales resultan costosos,
pues requieren grandes y complejas instalaciones que deben ser acondiciona-
das y reparadas frecuentemente. Una produccin ganadera sostenible debera
orientarse hacia la implementacin de un sistema de produccin animal con
un mnimo de entrada de energa no renovable (piensos, forrajes, fertilizantes,
combustibles) al sistema y un mnimo de salida de contaminantes al ambien-
te. El sistema ser ptimo si el balance entre los componentes de entrada y
salida es igual o cercano a cero en la unidad de produccin, incluyendo su
medioambiente.
El procesamiento de los residuales de las unidades de produccin ga-
nadera tiene gran impacto medioambiental, por cuanto evita o atena la con-
taminacin del suelo y las aguas superficiales y subterrneas con residuales
orgnicos e inorgnicos. Tambin permite el control de organismos patgenos
que causan enfermedades al hombre y los animales. Con la descontaminacin
de los residuales slidos y lquidos se pueden obtener diferentes productos de
alto valor, con una eficiencia aceptable y a bajos costos. La figura 1 muestra
un modelo integrado para el reciclaje de nutrientes y energa.
Produccin de biogs
En Cuba existen notables experiencias con la produccin de energa a partir
del metano obtenido mediante un proceso de fermentacin anaerobia de resi-
duales orgnicos en un biodigestor o biorreactor. La mayora de las plantas de
biogs existentes en unidades de produccin vacuna han sido diseadas segn
los modelos de cpula fija (tipo chino), cpula mvil (tipo hind) y canales de
fermentacin con cubierta de plstico. A modo de ejemplo, a continuacin se
describe un grupo de experiencias con un biodigestor tipo chino de 14 m
3
y
una produccin potencial de 7 m
3
gas/da, instalado en una vaquera de 100
vacas. El biodigestor fue construido con recursos locales, de forma sencilla y
artesanal, sin grandes costos y con una rpida recuperacin de la inversin.
15
El proceso de produccin de biogs se inicia con la recoleccin diaria
del estircol slido del establo, a travs del raspado y la acumulacin de for-
ma manual o utilizando fuerza animal de las excretas, para lo cual se tiene el
15
R. Damas, A. MontRoss, V. Bravo y R. Herrera, 1995. Plantas de biogs de pequeas dimen-
siones para comunidades rurales. Informe Anual. Grupo de Biogs. Instituto de Investigacio-
nes de Mecanizacin Agropecuaria. MINAG, La Habana.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
66
cuidado de separar visualmente las heces muy mezcladas con restos de forra-
jes (normalmente hasta a 1 m de distancia del comedero) de las que no estn
mezcladas. Luego las excretas son trasladas en carretilla o carreta de bueyes
hasta el tanque de carga del biodigestor. En el tanque de carga se mezclan las
excretas frescas con agua, en proporcin 1:1, y posteriormente la mezcla se
vierte en el biodigestor. Esta operacin debe ser repetida diariamente.
orruiog
Biodigestor
VIVIENDAS
ESTABLOS
REA DE
ORDEO
Sedimentador
Estercolero
Compost/
Vermicompost
Fosa
sptica
s
Lod
Cultivos
Lagunas con
macrofitas
Residual slido Residual lquido Energa Alimentos Biofertilizantes
Forrajes
Lodo
Biogs
Figura 1. Diagrama de los flujos de materiales (residual lquido, slido y biomasa)
y energa en un sistema de integrado para descontaminar residuales
La cantidad total de estircol fresco por da, que es depositado en los es-
tablos y reas de acceso al ordeo de la vaquera por el grupo de ordeo (en-
tre 55 a 60 vacas), vara entre 200 y 900 kg y tiene un valor promedio de 700
kg/da. La deposicin diaria de estircol por vaca es de 4 a 16 kg, segn el
tiempo que permanezcan los animales en el establo, lo que depende de la
poca del ao.
Una vez estabilizada la fermentacin en el biodigestor, la mezcla total
de gases obtenidos diariamente vari entre 5,4 y 6,7 m
3
, en dependencia de la
poca del ao y la dieta que consumen los animales. Se observ que aumen-
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
67
taba la cantidad total de gases y el porcentaje de metano (55-85%) en el pero-
do de lluvias, posiblemente por las mayores temperaturas, que facilitan la
fermentacin de los microorganismos, y por la mejor digestibilidad de los pas-
tos y forrajes en esta poca.
El gas producido se utiliz para sustituir fuentes de energa no renova-
bles y costosas (kerosn, lea, carbn vegetal) en las actividades domsticas
de las familias que viven en la vaquera. Adems, pudiera ser empleado, si
son instalados los equipos apropiados, para el alumbrado, la refrigeracin de la
leche, el calentamiento de agua para la limpieza y otras actividades que re-
quieran consumo energtico dentro de la unidad.
16
Desde el punto de vista epizotico, el lodo residual del proceso de fer-
mentacin en el biodigestor result menos agresivo que las excretas, ya que
los procesos de fermentacin anaerobia que se producen, reducen los huevos
de parsitos y bacterias (tabla 1), entre las cuales se encuentran muchos de los
microorganismos patgenos que afectan a los animales y al hombre.
17
Tabla 1. Anlisis microbiolgico de los residuales lquidos fluentes de un biodi-
gestor de cpula fija ubicado en una vaquera con 100 UGM. (Tiempo de reten-
cin de la carga en el biodigestor: 25 das)
Bacterias Residual afluente Residual fluente
Totales, UFC/ml 5,7 x 10
11
2,3 x 10
11
Fecales, UFC/ml 1,7 x 10
5
0,9 x 10
5
Sulfito reductoras, UFC/ml 19,7 x 10
5
6,6 x 10
5
Nota: UFC/ml Unidades formadoras de colonias por mililitro de muestra.
Plantas acuticas
Entre los principales problemas de la produccin lechera en las regiones tro-
picales y subtropicales est el bajo contenido de protena de los pastos y
forrajes, bsicos para los rumiantes en estas regiones.
18
La suplementacin
16
H. Mieth, 1996. Untersuchungen zur autarken Energieversorgung eines landwirtschaftlichen
Betriebes in Kuba unter Nutzung and Standort vorhandener Ressourcen. Diplomarbeit.
Fachbereich Maschinenbau und Schiffstechnik. Institut fur Unwelttechnik. Universitt
Rostock, Alemania.
17
J .L. Mawdsley, R. Bardgett, R.J. Merry, B.F. Paain y M.K. Theodorou, 1995. Pathogens in
livestock waste, their potential for movement through soil and environmental pollution.
Applied Soil Ecology 2: 1.
18
T.R. Preston, 1995. Tropical animal feeding. A manual for research workers. Animal Produc-
tion and Health Paper 126. p. 305. FAO, Roma, Italia.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
68
con alimentos concentrados (soya, girasol y algodn) para lograr un compor-
tamiento productivo satisfactorio, resulta muy costosa.
Una alternativa viable para resolver total o parcialmente la deficiencia
proteica es reemplazar parcialmente los concentrados proteicos por el nitr-
geno reciclado a partir de las excretas animales en la protena componente de
las plantas acuticas cultivadas en estos residuales lquidos. Estas plantas
producen una apreciable cantidad de protenas de alto valor biolgico y si-
multneamente reducen la contaminacin orgnica y mineral de las aguas
residuales.
Los lquidos fluentes de la planta de biogs, las aguas sucias del ordeo
y limpieza del piso y del arrastre de las lluvias, una vez separadas las partcu-
las ajenas y groseras, son conducidos a un sistema de lagunas poco profun-
das, de 3 mde ancho y 15 mde largo, en las que se siembran las plantas acu-
ticas. El jacinto de agua (Eichhornia crassipes), la azolla (Azolla microphylla) y la
lemna (Spirodela polyrhiza) son de rpido crecimiento en condiciones favora-
bles. Mediante un sistema de cosechas continuas (entre 3 y 7 das), producen
altos rendimientos de biomasa con un elevado contenido proteico, segn el
manejo, las condiciones ambientales y la concentracin y disponibilidad de
nutrientes en el medio (tabla 2). Estas especies pueden ser cosechadas con
jamos o redes de huecos pequeos (menores de 10 mm).
Tabla 2. Rendimiento de plantas acuticas cultivadas en diferentes medios
Especie Tipo de
fertilizacin
Rendimiento
(t MS/ha*/ao)
Referencias
19
Jacinto Inorgnica 60-110 Reddy y Sutton, 1984
Orgnica 108 Tchobanoglous , 1989
Orgnica 131 Molinet y Domnguez, 1996
Azolla Orgnica 39 Becerra, 1991
Orgnica 32 Char, 1994
Orgnica 34 Molinet y Domnguez, 1996
Lemna Orgnica 22 Hillman y Culley, 1978
Orgnica 4 Blasubramaniam y Kasturi Bai, 1992
Orgnica 18 Molinet y Domnguez, 1996
Orgnica 23 Molinet et al., 2000
* hectrea de espejo de agua
19
Para las referencias bibliogrficas completas, ver final de captulo.
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
69
Gracias a su elevada tasa de crecimiento, las macrofitas son capaces de
extraer 47-66% del nitrgeno total, 87-99% del nitrgeno amoniacal y 42-50%
del fsforo, cuando se cultivan en aguas residuales porcinas y vacunas (tabla 3).
Adems disminuye apreciablemente la contaminacin orgnica del agua, al
reducirse la DBO y la DQO del agua residual en 41-67% y 30-87%, respecti-
vamente. Las remociones de nitrgeno y fsforo resultan altas, a pesar de que
ambos son abundantes en este tipo de residual, lo cual tiene una gran impor-
tancia para los suelos ganaderos, muchos de los cuales tienen dficit de estos
elementos.
20
Su reciclaje se puede realizar por incorporacin de la biomasa
vegetal al suelo, de forma fresca o fermentada (mantillo) y a travs de los
animales que consumen las plantas como forrajes.
Las plantas, despus de cosechadas, frescas o desecadas, se utilizan co-
mo complemento en la dieta bsica (pastos y forraje de caa) de los animales
de mayores requerimientos. Adems de tener un alto contenido proteico (30-
35% de protena en base a la materia seca), son ricas en protenas de alto valor
biolgico y tienen un contenido de aminocidos esenciales, comparables a la
composicin de aminocidos de la harina de soya (tabla 4).
Tabla 3. Indicadores de la contaminacin y remocin de nutrientes a partir del
cultivo de macrofitas en dos tipos de residual lquido de origen animal
Medidas de la Residual lquido porcino Residual lquido vacuno
contaminacin Afluente
(mg/l)
% de remocin
en el efluente
Afluente
(mg/l)
% de remocin
en el efluente
Jacinto Azolla Lemna Lemna
DQO 461 39 30 44 694 87
DBO 51 63 41 67 - -
Nitrgeno 42 66 50 47 29 53
NH4
+
-NH3 17 94 87 99 6 90
Fsforo total 64 42 48 50 - -
Con la utilizacin de las plantas acuticas en la alimentacin de los
animales, es de esperarse que mejore el balance entre protena y carbohidratos
en la racin bsica y aumente la digestibilidad y el consumo de los alimentos
fibrosos, as como se incremente la cantidad de la protena de sobrepaso.
20
J.J. PARETAS, 1990. Ecosistemas y regionalizacin de pastos. Instituto de Investigaciones de
Pastos y Forrajes. Ministerio de la Agricultura. La Habana.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
70
Tabla 4. Contenido de aminocidos esenciales en la soya (g/100 g de protena),
distintas plantas acuticas y la lombriz de tierra (E. foetida)
Aminocidos Soya Jacinto de
agua
Azolla Lemna Lombriz de
tierra
Lisina 6,5 1,8 6,4 4,9 7,3
Histidina 2,6 0,7 2,3 2,8 3,8
Arginina 7,3 1,6 6,6 5,7 7,3
Treonina 3,9 1,4 4,7 4,1 6,0
Valina 4,9 1,7 6,7 5,7 4,4
Metionina 1,3 0,4 1,9 1,2 2,0
Isoleucina 4,6 1,5 5,4 6,0 5,3
Leucina 7,9 2,6 9,0 9,0 6,2
Fenilalanina 5,0 1,7 5,6 4,9 5,1
Produccin de biofertilizantes
En los ltimos aos ha crecido el inters de los agricultores en fomentar la
fertilizacin orgnica por sus notables beneficios, desde el punto de vista
agrcola y econmico, para la salud humana y animal, y para la proteccin del
ambiente. Los excedentes de estircol fresco que no son utilizados en el biodi-
gestor, el propio efluente del biodigestor (fase que sedimenta), as como otras
materias groseras que se generan en las unidades ganaderas (residuos de fo-
rrajes, camas de los terneros, residuos de cosecha, etc.), se emplean en la fa-
bricacin de fertilizantes orgnicos. Los principales biofertilizantes que pue-
den ser producidos en las unidades son:
Humus de lombriz: Las lombrices transforman los residuos orgni-
cos biodegradables que contaminan el ambiente en humus de lom-
briz o vermicompost. Este producto es muy apreciado para la hor-
ticultura y la jardinera, puesto que mejora las caractersticas fsi-
cas, qumicas y biolgicas de los suelos. Adems, se producen las
lombrices, que tienen buena demanda en el mercado como pie de
cra, para la industria farmacutica y biotecnologa, as como ali-
mento de alto valor biolgico y diettico (frescas o deshidratadas)
en la alimentacin animal y humana.
La eficiencia de las lombrices para transformar, en breve tiem-
po, grandes volmenes de residuos orgnicos en humus de lom-
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
71
briz, est relacionada con su capacidad de consumir una cantidad
de residuos biodegradables superior a su peso vivo y excretar en
forma digerida (vermicompost o humus de lombriz) el 60% de las
sustancias ingeridas, gracias a la accin de los microorganismos
presentes en su tracto digestivo, cuya actividad es de 10 a 20 veces
mayor que la actividad de los microorganismos presentes en la ma-
teria orgnica que la lombriz digiere.
21
El resultado final de este
proceso es un compuesto inodoro, de estructura grumosa y pH
neutro, rico en sustancias hmicas, en enzimas y en microorganismos
(2 000 millones por gramo de humus), en el que la mayor parte de
los nutrientes se encuentran en formas asimilables para las plantas.
Compost: Al igual que en el caso del vermicompost, el objetivo de
este proceso es favorecer la descomposicin de los residuos orgni-
cos biodegradables, pero a travs de la accin de microorganismos
aerbicos y anaerbicos. El compost es un material biolgicamente
activo, resultante de la descomposicin de la materia orgnica bajo
condiciones controladas. Algunos consideran que es un proceso y
no un resultado final, debido a que al aplicarlo al suelo contina la
degradacin de la materia orgnica, efecto que se logra por la ac-
cin de los microorganismos encargados de esta funcin.
Este producto promueve el reciclaje de nutrientes, mejora las
cualidades fsicas, qumicas y biolgicas del suelo, y favorece el
crecimiento de los cultivos. Adems, reduce el material orgnico en
aproximadamente el 50% del material inicial, lo que facilita su ma-
nejo y permite obtener un producto ms balanceado que se utiliza
como enmienda al suelo. Los residuos se mezclan con altos conte-
nidos de carbono (pajas y otros residuos fibrosos) y materiales de
alto contenido de nitrgeno (estircol fresco, purn, gallinaza, le-
guminosas).
Lodo de biodigestor: El proceso de retencin de la materia orgnica
en el biodigestor vara en dependencia del modelo y diseo em-
pleados (25-45 das en los diseos ms comunes), aunque el proce-
so de fermentacin anaerobia de la materia orgnica puede resultar
de mayor duracin (25-60 das) segn las caractersticas fsicas y
qumicas del residual y la temperatura dentro del reactor. Una vez
transcurrido el perodo de fermentacin, se obtiene un residual
21
G. Longson, 1994. World wide progress in vermicomposting. Biocycle 39 (10): 63.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
72
lquido con slidos orgnicos en suspensin, el cual puede ser uti-
lizado directamente (separando sus fases o no) como fertilizante
orgnico o puesto a fermentar en condiciones aerbicas, para lo-
grar su total descomposicin.
Los fertilizantes orgnicos tienen un gran impacto en la mejora
de las caractersticas qumicas y fsicas de los suelos. En la tabla 5
aparece una comparacin entre el contenido de materia orgnica, el
pH y la composicin mineral de la excreta vacuna fresca y la trans-
formada en humus de lombriz y compost.
Tabla 5. Contenido de materia orgnica, composicin mineral y pH de la excreta
vacuna, el humus de lombriz y el compost
Componentes
(% de la MS)
Excreta
vacuna
Humus de
lombriz
Compost
Lodo de biodiges-
tor (sedimento)
MO 41,0 54,0 49,2 45,5
N 1,9 2,0 1,6 1,2
P 0,6 2,7 0,6 0,7
K 1,1 1,1 1,3 1,7
Ca 2,7 5,0 3,2 2,8
Mg 0,6 0,8 0,2 0,5
pH 7,8 7,5 7,6 7,2
Al aplicar biofertilizantes en reas de cultivo, se aprecia un incremento
significativo (p < 0,05) de las condiciones de fertilidad en comparacin con
reas donde no se aplic ningn tipo de fertilizacin (tabla 6).
Tabla 6. Efecto de la aplicacin de humus de lombriz en la fertilidad del suelo
Tratamiento pH MO
(%)
N
(%)
P asim.
(mg/kg)
Cationes intercambiables
(cmol/kg)
Ca
2+
Mg
2+
Na
+
K
+
Sin fertiliza-
cin
6,5 3,2 0,2 25 11,8 3,6 0,1 0,4
Humus
(6 t/ha)
6,6 4,1 0,3 50 12,9 4,0 0,1 0,6
Desv. est. 0,04 0,11 0,01 4 0,25 0,12 0,01 0,05
(P<0,05) NS * * * * * NS *
Descontaminacin de residuales, produccin de biomasa y energa
73
El incremento de la fertilidad del suelo est relacionado con el aumento
de la materia orgnica y los nutrientes en las reas donde se aplic el humus
de lombriz, lo que mejora tambin las propiedades fsicas del suelo (tabla 7)
22
.
Funes-Monzote y Hernndez refieren que aplicaciones de 3 t/ha a 6 t/ha de
compost estimulan la diversidad y la actividad microbiana en el suelo, mejo-
ran la estructura, porosidad y estabilidad de los agregados del suelo y favore-
cen la formacin del complejo hmico.
23
Al estudiar los grupos funcionales de las sustancias hmicas del vermi-
compost, se encontr un predominio de los grupos hidroxifenlicos sobre los
grupos carboxlicos,
24
lo cual favorece su interaccin con las arcillas y permite
la formacin de una adecuada estructura del suelo.
En general, al emplear biofertilizantes en la produccin de tubrculos,
hortalizas, granos y forrajes se han obtenido incrementos en los rendimientos
12-64% y 17-45% para humus de lombriz y compost, respectivamente.
25
Tabla 7. Efecto de las aplicaciones de humus de lombriz en las propiedades fsi-
cas del suelo (P<0,05)
Tratamiento Humedad
natural (%)
Densidad
aparente (mg/m
3
)
Porosidad (%)
Total Aireacin
Sin fertilizacin 31,0 1,2 51,2 20,6
Humus 6 t/ha 36,7 1,0 61,0 24,2
Desviacin est. 0,20 0,03 0,36 0,17
Conclusiones
En Cuba, la integracin de sistemas de descontaminacin no tradicional en las
vaqueras resulta una opcin atractiva y necesaria debido a los beneficios so-
cioeconmicos y ambientales que reportan:
Mejoran la calidad higinica en el medio rural, pues se dispone de
grandes volmenes de residuales orgnicos que contaminan el medio
22
P.J. Gonzlez, E. Vieito, J. Ramrez y F. Camina, 1997. Efectos de la aplicacin sucesivas de
humus de lombriz en la fertilidad del suelo y los rendimientos del girasol y el frijol. Fondo de Ma-
nuscritos. Centro de Informacin. Ministerio de Ciencia, Tecnologa y Medioambiente.
Cuba.
23
F. Funes-Monzote y D. Hernndez, 1996. Algunas consideraciones y resultados sobre la
elaboracin y utilizacin del compost en fincas agroecolgicas. Agricultura Orgnica 2 (1): 8.
24
E. Ruiz, N. Garces, R. Huelva y A. Bahufise, 1994.Propiedades fsico-qumicas de 5 tipos
de humus de lombriz obtenidos en Cuba. Cultivos Tropicales 15: 40.
25
Ver F. Funes-Monzote y D. Hernndez, 1996. Ob. cit. en n. 23.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
74
(agua, suelo, aire, alimentos) en que cohabitan personas, animales y
plantas. Se atenan los riesgos humanos de adquirir enfermedades
producidas (compuestos txicos) o transmisibles (patgenos).
Elevan el bienestar de las familias campesinas que viven en las uni-
dades de produccin, pues se dispone de una fuente energtica re-
novable y de muy bajo costo (biogs).
Incrementan de la produccin de biofertilizantes (humus, compost y
lodos de biodigestor), que pueden ser vendidos o utilizados en la
vaquera con el fin de producir hortalizas y otros cultivos.
Crean nuevos puestos de trabajo (produccin de humus, horticultu-
ra y floricultura) que generan ingresos y en los que pueden partici-
par miembros de la familia que no laboran habitualmente (amas de
casa, jubilados y nios).
Aumentan la disponibilidad y la calidad de los alimentos (plantas
acuticas y lombrices) que se puede ofrecer a los animales de la finca.
Referencias de la tabla 2
BECERRA, M., 1991. Azolla anabaena. Un recurso valioso para la produccin agropecuaria
en el trpico. Preston, T.R., Rosales, M., de la Cruz, H.O. (eds.). CIPAV. Cali, Colombia.
BLASUBRAMANIAM, P.R., KASTURI BAI, R., 1992. Recycling of Biogas plant effluent through
acuatic plant (Lemna) culture. Bioresource Technology. 41: 213.
CHAR, J.D., 1994. La Agroacuacultura. Una alternativa para descontaminar y producir. En:
Memorias III Seminario Internacional Desarrollo Sostenible de Sistemas Agrarios. Cali, Co-
lombia. pp. 15-177.
HILLMAN, W., CULLEY, D., 1978. The use of Duckweed. American Scientist 6 (4): 442.
MOLINET, Y., LVAREZ, A., DOMNGUEZ, P.L., 2000. Influencia del nivel de excreta vacuna en
policultivo Lemna. Ecosistema Ganadero 1 (1): 17.
, DOMNGUEZ, P.L., 1996. Produccin de biomasa en tres sistemas de serie de plan-
tas acuticasa fertilizadas con residual porcino. Produccin Porcina 3 (1): 18.
REDDY, K. R., SUTTON, D.L., 1984. Watter Hyacinth for water quality improvement and
biomass productions. Journal of Environment Quality 13: 1.
TCHOBANOGLOUS, G., AITSKI, F., THOMSON, K., CHADWICHK, T.H., 1989. Evolution and per-
formance of City of San Diego pilot-scale aquatic wastewater treatment system using
Water Hyacinths. RJWPCF 61 (11/12): 1625-1635.
[Una versin de este estudio fue publicada como: lvarez, A., Molinet, Y., Gonzlez, P.J.,
Damas, R. Descontaminacin de residuales, reciclaje de nutrientes y produccin de bio-
masa y energa en la produccin animal en condiciones tropicales, en: Fernando R. Funes-
Monzote (ed.). Modelos Alternativos. Mdulo III. Curso Internacional Ganadera, Desarrollo
Sostenible y Medio Ambiente. La Habana, 2003. pp. 41-53].
75
CAMBIO CLIMTICO,
INCIDENCIA DE PLAGAS Y PRCTICAS
AGROECOLGICAS RESILIENTES
Luis L. Vzquez
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE SANIDAD VEGETAL, LA HABANA
El estudio del cambio climtico se aborda desde diferentes dimensiones. Par-
ticularmente en la produccin agropecuaria, los efectos conocidos del cambio
climtico son de gran magnitud. Esto se debe a que generalmente la agricul-
tura se desarrolla en sistemas abiertos, expuestos al clima y dependientes de
su comportamiento, sea para tener xitos productivos o por los efectos nega-
tivos que se manifiestan, acentuados por el calentamiento global.
En los sistemas agrcolas se han podido comprobar incrementos o de-
crecimientos en la incidencia de plagas que se asocian a eventos extremos de
cambios en el clima, como sequas prolongadas, huracanes, lluvias fuertes y
fuera de poca, entre otros. Desde luego, estos muchas veces no son percepti-
bles, debido a que los desastres provocados por tales eventos a los cultivos no
permiten apreciar los cambios en las manifestaciones de las plagas. Sin em-
bargo, estas contribuyen a aumentar las prdidas, lo que obliga a los agricul-
tores a realizar gastos excesivos en plaguicidas que generalmente no logran
resolver el problema.
De hecho, algunas investigaciones realizadas en Cuba han abordado los
efectos del cambio climtico sobre los problemas fitosanitarios, principalmen-
te el incremento de la temperatura sobre Thrips tabaci Lind en cebolla,
1
de los
eventos El Nio Oscilacin del Sur (ENOS) sobre enfermedades causadas por
1
S. Jimnez, A. Porras y Y.J. Cortias, 1999. Evaluacin del impacto del cambio climtico
sobre el comportamiento de Thrips tabaci Lind. (Thysanoptera: Thripidae) en el cultivo del
ajo en Cuba. Fitosanidad 3 (4): 27-30.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
76
fitopatgenos en hortalizas
2
y de la sequa prolongada sobre plagas de insec-
tos y sus enemigos naturales en diferentes cultivos.
3
Estos estudios son an insuficientes, pero demuestran la importancia
de atender este tema con mayor detalle, como lo expresan Jimnez y la Orga-
nizacin de las Nacionas Unidas para la Agricultura y la Alimentacin
(FAO),
4
donde se dan argumentos acerca del incremento de enfermedades en
los cultivos favorecidas por efecto del cambio climtico.
Se conoce que a escala global los patrones estacionales de temperaturas
y precipitaciones constituyen los factores principales para determinar la dis-
tribucin de organismos en el espacio.
5
Los insectos y las plantas llegan a
adaptarse a combinaciones de estos factores mediante seleccin natural, aun-
que insectos con brotes peridicos ocurren en especial en reas que son fsi-
camente severas o estresadas, fenmeno que se considera es consecuencia del
calentamiento global.
Queda demostrado que los brotes de insectos, tanto en zonas templadas
como tropicales, han seguido a perodos de sequa, fuerte actividad de man-
chas solares o combinaciones de sequa y humedad excesiva,
6
entre otros
eventos. Por otra parte, la comunidad cientfica internacional ha aceptado que
el cambio climtico conduce al calentamiento global, de forma tal que se per-
cibe como una situacin real, seria y precipitada.
7
En el caso de la agricultura cubana, la mayor preocupacin se ha cen-
trado en las prdidas por efectos de los huracanes y la sequa, debido a su
frecuencia y magnitud. No obstante, resulta necesario identificar los diferen-
tes efectos de los eventos que suceden, incluso los de carcter local, y lograr
que los agricultores conozcan las prcticas agroecolgicas que contribuyan a
mitigar prdidas en sus fincas. Estas prcticas de adaptacin generalmente
2
M.N. Urquiza, 2004. El programa de accin nacional de lucha contra la desertificacin y la
sequa en Cuba. Agricultura Orgnica 10 (2): 10-12.
3
L.L. Vzquez, 2007. Contribucin de la sequa a los desastres fitosanitarios causados por insectos
y recomendaciones para mitigar sus impactos. Portal del Medioambiente: Agricultura. 10 p.
Disponible en: http://www.portaldelmedioambiente.com
4
R. Jimnez, 2008. Impactos potenciales del cambio climtico sobre las enfermedades de
los cultivos. Phytoma 203: 64-69.
FAO, 2009. El cambio climtico, las plagas y las enfermedades transfronterizas. Disponible en:
ftp://ftp.fao.org. Consultado el 15 de julio.
5
L.C. Birch, 1957. The role of weather in determining the distribution and abundance of
animals. Cold Spring Harbor Symp. Quant. Biol. 22: 203-218.
6
W.E. Wallner, 1987. Factors affecting insect population dynamics: Differences between
outbreak and non-outbreak species. Ann. Rev. Entomol. 32: 317-340.
7
M. Meja, 2005. Calentamiento global y la distribucin de plagas. Boletn de la NAPPO: 5-6.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
77
tienen efectos mltiples y en su mayora pueden ser realizadas por el agricul-
tor con un mnimo de insumos externos.
Percepcin sobre cambio climtico e incidencia
de plagas agrcolas
La percepcin que tienen quienes viven y trabajan en los sistemas agrcolas
sobre los cambios en el comportamiento del clima que muchas veces no se
deben al cambio climtico sino a procesos normales, adquiere cada da ma-
yor importancia. Al observar el comportamiento del clima, surgen preocupa-
ciones e inquietudes, porque los eventos climticos tienen efectos sobre toda
la vida, pero son particularmente decisivos para la produccin agropecuaria.
En un estudio de percepcin realizado con tcnicos de sanidad vegetal
en sistemas agrcolas del occidente, centro y oriente de Cuba,
8
hubo consenso
en cuanto a los eventos extremos de cambios en el clima que ocurren en el
pas. Se consideraron como ms importantes los huracanes, las sequas pro-
longadas, el incremento de la temperatura anual y las lluvias ms intensas;
sin embargo, la percepcin para el resto de los eventos fue diferente (tabla 1).
Como consecuencia de los eventos extremos de cambios en el clima, se
consider que pueden ocurrir los siguientes problemas fitosanitarios:
Aparicin de nuevas plagas para el territorio
Manifestacin de plagas ocasionales como habituales
Incremento de plagas habituales
Reduccin de plagas habituales
Incremento de arvenses
Cambios en el perodo de manifestacin de plagas habituales
Reduccin de reguladores naturales
Reduccin de la efectividad de mtodos de control
Result interesante que estas personas, que trabajan directamente en los
sistemas agrcolas con la funcin de observar y luchar contra las plagas,
hayan desarrollado habilidades para detectar cambios en la conducta de estos
8
L.L. Vzquez, M. Veita, E. Fernndez, J. Jimnez y S. Jimnez, 2009. Diagnstico rpido
de la ocurrencia de plagas en sistemas agrcolas de Cuba por eventos extremos de cambios
en el clima. Revista Brasileira de Agroecologa 4 (2): 2149-2152. http://www.aba-
agroecologia.org.br/ojs2/index.php/rbagroecologia/.../5650.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
78
Tabla 1. Percepcin de tcnicos de sanidad vegetal de sistemas agrcolas cubanos*
sobre eventos extremos derivados de cambios en el clima y que tienen efectos
sobre la fitosanidad
Eventos extremos Efectos
Fitosanita-
rios**
Frecuencia en cada regin***
Occidental
(9 talleres)
Central
(4 talleres)
Oriental
(5 talleres)
Huracanes ms fre-
cuentes e intensos
(vientos, lluvias,
inundaciones)
a, c, d, f, g, h 9 (100) 3 (75) 5 (100)
Sequas prolongadas
b, c, d, e,
f, g, h
7 (77,7) 3 (75) 5 (100)
Temperatura media
anual ms elevada
b, c, f, g 8 (88,8) 1 (25) 5 (100)
Lluvias ms intensas
en perodo lluvioso
d, e, f, g, h 3 (33,3) 3 (75) 3 (60)
Estaciones de lluvia
y seca desplazadas
b, c, e, f 1 (11) 3 (75) 1 (20)
Temperatura en
invierno con fluctua-
ciones ms bruscas
(noche y da)
c, f 1 (11) 1 (25) 2 (40)
Neblinas ms inten-
sas y continuas
c, e, f, g, h 0 2 (50) 1 (20)
Tornados ms fre-
cuentes e intensos
a, f, g 0 1 (25) 2 (40)
Sequas prolongadas
seguidas de lluvias
intensas
b, c, d, e, f, g 0 0 2 (40)
* Proceso participativo realizado durante el primer semestre de 2009 en diecisiete sistemas
agrcolas de las provincias de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Ciego de vila, Granma y
Holgun, donde participaron 657 tcnicos fitosanitarios de UBPC, CPA, CCS, granjas y em-
presas, especialistas de sanidad vegetal de las provincias y Estaciones Territoriales de Pro-
teccin de Plantas.
** Principales efectos fitosanitarios, que aparecen a continuacin de esta tabla.
*** Cantidad y porcentaje, segn el nmero de sistemas agrcolas en que se realizaron los
talleres.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
79
organismos nocivos, en particular la modificacin de sus patrones poblacio-
nales, incluyendo sus reguladores naturales y sus efectos sobre los mtodos
de control, entre otros muchas veces no perceptibles. En todos los ejercicios
realizados durante el estudio, cada evento extremo fue argumentado con
ejemplos locales de plagas que modificaban su comportamiento en el cultivo
donde habitualmente se manifiestan.
Estos resultados demuestran que los tcnicos que trabajan en los siste-
mas agrcolas estn convencidos de que los efectos del cambio climtico tam-
bin se manifiestan en la sanidad de los cultivos. De ah la necesidad de reali-
zar investigaciones que profundicen en el tema, as como de disponer de un
sistema participativo para el seguimiento de tales eventos, base para adoptar
prcticas adaptativas bajo las condiciones particulares de las diferentes regio-
nes agrcolas del pas.
9
Generalmente, en la produccin agropecuaria solo se
le otorga importancia al efecto fsico directo sobre los cultivos y su produc-
cin, sin considerar que los problemas fitosanitarios se incrementan o reducen
durante o despus de los eventos extremos.
El calentamiento de la atmsfera es inequvoco, como evidencian ya los
aumentos observados en el promedio mundial de la temperatura del aire y
del ocano, el deshiele de los casquetes polares, y el incremento del nivel del
mar, as como las variaciones de la cubierta terrestre y de la radiacin solar,
que alteran el equilibrio energtico del clima, elementos suficientes para estar
alertas y tomar las decisiones pertinentes.
10
Efectos de las lluvias y vientos intensos
sobre las poblaciones de insectos y sus reguladores naturales
La mayora de los eventos que conducen a lluvias y vientos intensos en Cuba
se debe a los huracanes, aunque en determinados aos se han registrado fuer-
tes lluvias fuera de poca o vientos localmente severos. Como se conoce, los
huracanes tienen dos caractersticas fsicas fundamentales: los vientos fuertes
y las precipitaciones en forma de lluvia, que ocasionan efectos directos com-
binados. Cuando se manifiestan de manera extrema para las capacidades de
tolerancia de la estructura de las plantas y del suelo, as como de los organis-
mos causales de plagas y los reguladores naturales que los habitan, ocasionan
cambios en las poblaciones.
9
dem.
10
IPCC, 2007. Cambio climtico 2007: Informe de sntesis. Contribucin de los Grupos de tra-
bajo I, II y III al Cuarto Informe de evaluacin del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climtico. IPCC, Ginebra, Suiza. 104 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
80
Como sealaran Emanuel, Sundararajan y Williams,
11
los huracanes
han incrementado su intensidad, predominando los de categora 4 y 5. Las
lluvias que los acompaan son extremadamente variables y difciles de pre-
decir. Pueden ser muy fuertes y durar varios das o se pueden disipar en
horas. En la incidencia de la precipitacin se reconocen como importantes la
topografa local, la humedad y la velocidad de avance de un huracn, pero los
intentos para determinar una conexin directa hasta ahora han sido estriles.
Los principales efectos de los huracanes sobre las plagas de insectos y
sus reguladores naturales son: 1) alteraciones que ocasionan a las poblaciones
que habitan en el rea de incidencia del evento, 2) contribucin a la dispersin
de poblaciones de plagas, y 3) reduccin de efectividad o imposibilidad de
realizar tcticas supresoras (control).
Alteraciones a las poblaciones de plagas y sus reguladores naturales
Los efectos fsicos de los huracanes son el resultado de la combinacin de
vientos y precipitaciones en forma de lluvia. Debido a su elevada magnitud,
no solo afectan la planta y el suelo, sino tambin las plagas y sus reguladores
naturales, sean los estados que se encuentren expuestos directamente, los que
estn en el interior de los rganos de la planta o en los niveles inferiores del
suelo.
La combinacin de viento y lluvia ejerce un efecto mecnico directo so-
bre la planta, que generalmente es perceptible porque se parten los rganos,
se caen los frutos o se dobla el tallo, mientras que el suelo puede saturarse y
llegar a inundaciones que derivan en fuertes corrientes de agua que fluyen en
diferentes direcciones (figura 1).
Los efectos fsicos de esta combinacin sobre las plantas y el suelo, as
como su repercusin sobre las plagas y sus reguladores naturales, muestran
que los rganos de la planta se afectan sensiblemente y que este dao fsico
tambin repercute, de forma directa e indirecta, sobre las poblaciones de in-
sectos fitfagos y sus reguladores naturales (tabla 2).
Tambin se aprecian efectos sobre las condiciones ambientales, que al
alterarse y cambiar a valores extremos, influyen directamente sobre la din-
mica de las poblaciones de estos organismos, as como en sus tasas de repro-
duccin y sobrevivencia, entre otros parmetros bioecolgicos. Esto significa
que los efectos de los huracanes sobre las poblaciones de plagas y sus regula-
dores naturales son mltiples, lo que obliga a que las investigaciones para
identificarlos y medirlos requieran de anlisis complejos.
11
K. Emanuel, R. Sundararajan y J. Williams, 2008. Hurricanes and Global Warning: Re-
sults from Downscaling IPCC AR4 Simulations. Bull. Am. Meteorol. Soc. 89 (3): 347-367.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
81
Figura 1. Representacin de los efectos fsicos de los huracanes sobre el hbitat de
las plagas de insectos y sus reguladores naturales
Tabla 2. Sntesis de efectos de las lluvias y vientos intensos sobre las poblaciones
de insectos en los agroecosistemas
Efecto Afectaciones a las plantas
Efectos sobre plagas
y reguladores naturales
Aumento de la
presin del agua
y el viento sobre
la planta
Presin de la fuerza del
agua y el viento sobre la
superficie de los rganos
de las plantas
Dao directo a las poblacio-
nes expuestas de plagas y sus
reguladores naturales
Debilitamiento de los
rganos de la planta (tallo,
ramas, races y otros)
Aumento de susceptibilidad a
plagas secundarias
Emanacin de olores que
atraen a ciertas plagas (como
perforadores de ramas)
Afectaciones de plantas
que son hospedantes se-
cundarios (arvenses, otras)
Cambios en el comportamien-
to de las poblaciones de pla-
gas
Desprendimiento de rga-
nos de la planta (hojas, flo-
res, frutos, ramas y otros)
Dispersin de plagas junto
con los rganos donde habi-
tan (dispersin por el viento
o por las corrientes de agua)
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
82
Efecto Afectaciones a las plantas
Efectos sobre plagas
y reguladores naturales
Muerte de plantas comple-
tas (cortadas y cadas)
Reservorios de plagas
Condiciones extremas de
lluvia y viento
Refugio en el interior de los
rganos de la planta (perfo-
radores)
Incremento de la
humedad (alre-
dedor de la plan-
ta y en el suelo)
Condiciones extremas Aceleracin del ciclo biolgico
de ciertas especies de plagas
Favorecimiento del desarrollo
de reguladores naturales en
algunas especies, principal-
mente de hongos entomo-
patgenos y reduccin de la
actividad de ciertos regulado-
res naturales (parasitoides,
predadores)
Exceso de conte-
nido de agua en
el suelo (enchar-
camiento)
Muerte de plantas Reservorios de ciertas plagas
Muerte de plagas y sus ene-
migos naturales
Corrientes de
agua sobre la
superficie del
suelo
Debilitamiento y muerte
de plantas
Dispersin de poblaciones de
plagas
Muerte de plagas y sus regu-
ladores naturales
Cambios en las
propiedades del
suelo
Debilitamiento de las
plantas
Aumento de la susceptibili-
dad a ciertas plagas
Reduccin del contenido
de materia orgnica
Afectacin de poblaciones de
reguladores naturales, princi-
palmente predadores y pat-
genos
Cambios bruscos
y temporales en
el clima
Nuevas condiciones de
humedad, temperatura y
otras variables del clima
Desarrollo de poblaciones de
plagas habituales y ocasionales
Cambios en la actividad de
reguladores naturales
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
83
Dispersin de poblaciones de plagas
Las caractersticas de los vientos de los huracanes constituyen una va recono-
cida de dispersin de poblaciones de plagas.
12
Particularmente en la subre-
gin Caribe de la regin neotropical, donde se inserta el archipilago cubano,
la formacin regular de huracanes ha contribuido al flujo de organismos vi-
vos, entre los que se encuentran las poblaciones de insectos, dentro de un
mismo pas y entre pases, incluidas las islas y el continente. Esta dispersin
sucede mediante dos vas principales:
Directa. Cuando las poblaciones de adultos que estn sobrevolando
las plantas, volando de una planta a otra o emigrando hacia campos
cercanos, son elevadas por encima de las plantas por los vientos fuer-
tes de los huracanes.
Indirecta. Cuando las poblaciones de adultos e inmaduros que habi-
tan en el interior de los rganos de la planta o permanecen adheri-
dos a la superficie de los rganos (ssiles), se trasladan junto con es-
tos al desprenderse por la accin del viento y se elevan, como sucede
frecuentemente con hojas, flores, frutos y ramas y, en algunos casos,
plantas herbceas completas.
En ambos casos, al elevarse y entrar en el sistema de rotacin del
huracn, son trasladadas a cortas, medianas y largas distancias, y son deposi-
tados en otros hbitats, que pueden ser desde campos o fincas vecinas, hasta
otras regiones del pas, e incluso hacia otros pases cercanos. Tambin puede
ocurrir que se depositen sobre la superficie de mares o ros y sean arrastradas
por el agua hacia sus orillas. El xito de que estas poblaciones arriben a nue-
vos hbitats en buenas condiciones biolgicas depende de dismiles factores,
al igual que las posibilidades de sobrevivir y luego establecerse; pero se ha
demostrado que es un proceso que ha contribuido a la dispersin de diversas
especies de insectos y otros organismos.
13
12
L.C. Birch, Ob. cit. en nota 5; M. Meja, Ob. cit. en nota 7; L.L. Vzquez e I. Prez, 1997.
Introduccin y dispersin del minador de la hoja de los ctricos (Phyllocnistis citrella Stain-
ton) en la regin neotropical. Levante Agrcola 36 (338): 4-7; L.L. Vzquez, E. Blanco y A.
Navarro, 2002. Riesgos de la cochinilla rosada (Maconellicoccus hirsutus) para Cuba. INISAV,
La Habana. 41 p.; y P.J. Webster, G.J. Holland, J.A. Curry y H.R. Chang, 2005. Changes in
Tropical Cyclone Number, Duration, and Intensity in a Warming Environment. Science 309:
1844-1846. http://zfacts.com/metaPage/lib/Webster_Science_2005_Hurricanes.pdf.
13
L.L. Vzquez, E. Blanco y A. Navarro, 2002. Ob. cit. en nota 12; y P.J. Webster, G.J.
Holland, J.A. Curry y H.R. Chang, 2005. Ob. cit. en nota 12.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
84
Efectos fsicos de la sequa sobre el hbitat
y las poblaciones de insectos y sus reguladores naturales
Los efectos fsicos directos e indirectos se hacen sentir en los cambios en el
contenido de humedad de los rganos de la planta que les sirven de alimento
a los insectos, as como en la estructura de su superficie y el funcionamiento
de los estomas. Los que se producen en la temperatura exterior de estos rga-
nos, que en muchos casos puede ser adversa para la ovoposicin o la alimen-
tacin, son especialmente importantes. De igual forma sucede con la superfi-
cie del suelo, donde muchas especies habitan durante parte de su ciclo de
vida (figura 2).
Figura 2. Sntesis de los principales efectos fsicos de la sequa prolongada
sobre el hbitat de las poblaciones de insectos
14
Al respecto, Lorimer expres que los factores de estrs medioambiental,
como las fluctuaciones de temperatura y la sequa, afectan a los insectos por-
que reducen la variabilidad fenotpica en la poblacin de sus plantas hospe-
dantes.
15
Ello puede desencadenar simultneamente respuestas metablicas y
14
L.L. Vzquez, 2007. Ob. cit. en nota 3.
15
N. Lorimer, 1980. Pest outbreaks as a function of variability in pests and plants. In: Resis-
tance to diseases and pests in forest trees. Proceedings 3
rd
International Workshop on Genetic
Host-Parasite Interactions. Wageningen, pp. 287-294.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
85
fisiolgicas entre plantas individuales, lo cual resulta en una rpida seleccin
de poblaciones de los fitfagos que se pueden reproducir exitosamente en
estas plantas y originar un brote.
Desde luego, cuando estos factores estresantes se prolongan por largos
perodos de manera ininterrumpida, habr una mayor contribucin a la seleccin
de poblaciones de insectos, que sern ms tolerantes o resistentes a tales con-
diciones, y pueden alcanzar el estado de plagas si se prolongan.
16
La sequa prolongada, al igual que otros fenmenos derivados del ca-
lentamiento global, favorecer ms a las especies de insectos que son invaso-
ras (transfronterizas) que a las nativas y establecidas, ya que estn adaptadas
a mayores extremos de temperatura y, por tanto, muestran una mayor plasti-
cidad ecolgica. De igual forma, algunas especies de insectos fitfagos, sean
plagas o no, se irn incrementando, mientras otras se debilitarn o reducirn
su desarrollo, pero el efecto final ser el aumento de la presin de las plagas
sobre los cultivos.
17
Existen especies de insectos que naturalmente son tolerantes o de cierta
forma favorecidas por la sequa prolongada, por lo que al crearse estas condi-
ciones aumentan su tasa reproductiva cuando el efecto es sobre su desarrollo
o incrementan sus daos cuando el efecto es sobre el rgano de la planta del
cual se alimentan, como sucede de manera general con los Thysanoptera y
Hemiptera, para citar dos ejemplos muy conocidos.
Con las afirmaciones de Wellington
18
y lo analizado hasta aqu, se pue-
de concluir que el concepto de liberacin climtica est estrictamente ligado a
la composicin gentica y distribucin espacial de la poblacin del insecto en
cuestin. Las especies capaces de sobrevivir a perodos de estrs medioam-
biental son altamente resilientes, pero inestables, y se les suele considerar
como plagas, mientras que para las especies que no brotan, las condiciones
climticas no son un factor tan crtico en su dinmica poblacional como en el
caso de las especies brotantes.
Las investigaciones biolgicas y ecolgicas sobre el desarrollo de los in-
sectos han esclarecido las relaciones de estos organismos con la temperatura y
la humedad relativa como los factores abiticos que ms inciden en su com-
portamiento poblacional.
19
Este aspecto se considera de manera prctica en el
16
W.E. Wallner, 1987. Ob. cit. en nota 6.
17
L.L. Vzquez, 2007. Ob. cit. en nota 3.
18
W.G. Wellington, 1980. Dispersal and population change. In: Berryman, A.A., Safranyik,
L. (eds.) Dispersal of Forest Insects: Evaluation, Theory and management Implications. Proc. Int.
Union For. Res. Org. Sandpoint, Idaho, 1979. pp. 11-24.
19
D.W. Hagstrum y G.A. Milliken, 1991. Modeling differences in insect developmental
times between constant and fluctuating temperatures. Ann. Entomol. Soc. Am. 84: 369-379; y
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
86
manejo de plagas y en la reproduccin de las especies benficas (entomfa-
gos), pues como expresara Marco,
20
al igual que otros organismos vivos, los
insectos son capaces de sobrevivir nicamente dentro de ciertos lmites, mar-
cados por factores ambientales como la temperatura, la humedad relativa o el
fotoperodo. Dentro de este rango, tales factores influyen a su vez sobre el
nivel de respuesta de actividades, como la alimentacin, la dispersin, la
puesta o el desarrollo.
Probablemente, la temperatura es el factor ambiental que ejerce mayor
influencia sobre el desarrollo de los insectos. Esto se debe principalmente a su
importante incidencia sobre los procesos bioqumicos, al ser organismos poi-
quilotermos, es decir, de sangre fra.
21
Un estudio realizado en Cuba pronostic que en la medida que se pro-
duzca el cambio climtico, la especie de insecto Thrips tabaci (Lind.) resultar
cada vez ms favorecida en su desarrollo por las variaciones previstas en la
temperatura y las precipitaciones.
22
Asimismo, se producirn ataques ms
intensos sobre el ajo y otras liliceas, fundamentalmente en los primeros me-
ses del ao. En nuestro pas la sequa y sus efectos se han convertido en uno
de los problemas socioeconmicos y medioambientales de mayor repercu-
sin,
23
principalmente en los ltimos aos, debido a sus impactos en las re-
giones central y oriental del pas.
Cambios en la incidencia de plagas
Las observaciones realizadas en los sistemas agrcolas cubanos han conducido
a definir tres tipos de efectos principales de los eventos extremos del cambio
climtico sobre las poblaciones de plagas de insectos, a saber:
Cambios en las poblaciones de plagas
Afectaciones a los reguladores naturales de plagas
Introduccin y dispersin de plagas exticas
D.J. Lactin, N.J. Holliday, D.L. Johnson y R. Craigen, 1995. An improved rate model of
temperature-dependent development by arthropods. Environ. Entomol. 24: 68-75.
20
V. Marco, 2001. Modelacin de la tasa de desarrollo de insectos en funcin de la tempera-
tura. Aplicacin al manejo integrado de plagas mediante el mtodo de grados-das. Aracnet
(Bol. S.E.A.) 7 (28): 147-150.
21
T.L. Wagner, H. Wu, P.J.H. Sharpe, R.M. Schoolfield y R.N. Coulson, 1984. Modeling
insect development rates: a literature review and application of a biophysical model. Ann.
Entomol. Soc. Am. 77: 208-225.
22
S. Jimnez, A. Porras y Y.J. Cortias, 1999. Ob. cit. en nota 1.
23
M.N. Urquiza, 2004. Ob. cit. en nota 2.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
87
Este es un tema que trabaja continuamente la red de estaciones del ser-
vicio de sanidad vegetal del pas, por lo que en el futuro habr nuevos ele-
mentos que contribuyan a enriquecer la informacin, en especial sobre las
sequas y los huracanes, los eventos que ocurren con mayor frecuencia y
magnitud.
Cambios en las poblaciones de plagas
Las especies de plagas de insectos que se incrementan o reducen por los efec-
tos fsicos de los huracanes no han sido suficientemente documentadas, aun-
que existen varias evidencias en los sistemas agrcolas ms afectados por estos
eventos que han sido informadas como resultado de un estudio de percep-
cin,
24
as como en observaciones hechas por algunos agricultores durante los
ltimos aos (tabla 3).
Por otra parte, los problemas de plagas de insectos durante y despus
de la sequa prolongada en diferentes regiones de Cuba, han sido evidentes
y muchos de ellos documentados;
25
aunque es preciso continuar las investiga-
ciones, sobre todo de manera sistemtica (tabla 4). Como se aprecia, las plagas
insectiles son en gran medida insectos con estrechas relaciones coevolutivas
con sus plantas hospedantes, principalmente con sus rganos, sea porque
habitan parte de su ciclo de vida dentro o sobre estos, o porque prefieren
rganos especficos.
Segn se ha podido observar en diferentes agroecosistemas, los casos
de mayor connotacin son los picadores-chupadores (Hemiptera) y los raspa-
dores (Thysanoptera), cuyo desarrollo poblacional se favorece con el incre-
mento de la temperatura. Ello deriva en el aumento de la transmisin de en-
fermedades causadas por virus y micoplasmas, evidente en cultivos como los
ornamentales, las solanceas (tomate, pimiento, tabaco), los granos (frijol,
maz) y ciertos frutales (papaya), entre otros. Esta combinacin entre insecto
vector-virus o micoplasma-cultivo-hospedantes secundarios, resulta muy
favorecida por la sequa prolongada y potencialmente puede ser un problema
fitosanitario de gran magnitud.
24
L.L. Vzquez, M. Veita, E. Fernndez, J. Jimnez y S. Jimnez, 2009. Ob. cit. en nota 8.
25
L.L. Vzquez, 2007. Ob. cit. en nota 3; y L.L. Vzquez, M. Veita, E. Fernndez, J. Jimnez
y S. Jimnez, 2009. Ob. cit. en nota 8.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
88
Tabla 3. Alteracin de poblaciones de plagas luego del paso de los huracanes
Especie Efectos
Mosca blanca
Bemisia tabaci Gennadius
(Hemiptera: Aleyrodidae)
Incremento de poblaciones en tomate, frijol y otros
cultivos por debilitamiento de las plantas y atra-
sos e inefectividad de los mtodos de control
Pslido de los ctricos
Diaphorina citri Kuwayama
(Hemiptera: Psyllidae)
Dispersin de poblaciones e incremento por
cambios fenolgicos en el cultivo
Cochinillas harinosas
(Hemiptera: Pseudococcidae)
En cultivos con poblaciones ms expuestas, se
producen daos fsicos; y donde estn protegi-
das, se incrementan las poblaciones por afecta-
cin a sus reguladores naturales
Chinche del aguacate
Pseudacysta perseae (Heid.)
(Hemiptera: Tingidae)
Dispersin de poblaciones
Minadores de las hojas
Liriomyza trifolii (Burguess)
(Diptera: Agromyzidae)
Incremento de las poblaciones en papa, frijol y
otros cultivos, por afectacin de sus reguladores
naturales
Centella de la yuca
Lonchaea chalybea Wied
(Diptera: Lonchaeidae)
Incremento de poblaciones por afectacin del
hbitat
Moscas de la fruta
Anastrepha obliqua (Macquart) y
A. suspensa (Loew)
(Diptera: Tephritidae)
Reduccin de poblaciones por efectos de inunda-
ciones sobre las pupas en el suelo
Thrips de la papa
Thrips palmi Karny
(Thysanoptera: Thripidae)
Reduccin de poblaciones de adultos y larvas
por dao fsico en las hojas y reduccin de pupas
por inundaciones
Hormiga santanica
Wasmannia auropunctata F.
(Hymenoptera: Formicidae)
Incremento y dispersin de poblaciones por
afectaciones en su hbitat por lluvias intensas
Primavera de la yuca
Erinnyis ello L.
(Lepidoptera: Sphingidae)
Incremento de poblaciones por afectacin de sus
reguladores naturales
Palomilla
Spodoptera frugiperda J. E. Smith
(Lepidoptera: Noctuidae)
Incremento poblacional en maz por afectacin a
sus reguladores naturales y por reduccin de
arvenses que son hospedantes secundarios
Tetun del boniato
Cylas formicarius (Summers)
(Coleoptera: Brentidae)
Incremento de poblaciones en lluvias fuertes y
reduccin de las poblaciones cuando ocurren
inundaciones
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
89
Tabla 4. Ejemplos de algunas plagas insectiles que se manifiestan en altas pobla-
ciones como consecuencia de la sequa prolongada en agroecosistemas de Cuba
Especie Efectos
Mosca blanca
Bemisia tabaci Gennadius
(Hemiptera: Aleyrodidae)
Seleccin de poblaciones de biotipos tole-
rantes; muy importante en tomate, pepino
y frijoles
Mosca blanca del aj
Aleurotrachelus trachoides (Back)
(Hemiptera: Aleyrodidae)
Incremento de poblaciones en aj y frutales
Mosca blanca del cocotero
Aleurodicus dispersus Russell
(Hemiptera: Aleyrodidae)
Alta incidencia en algunos cocoteros dis-
persos, no en cocotales; frecuente en varias
localidades y variedades de pltanos
Cochinilla harinosa de la papaya
Paracoccus marginatus Williams y
Granara de Willink
(Hemiptera: Pseudococcidae)
Los efectos son mayores en las ciudades
para las plantas ornamentales, por la con-
tribucin de otros factores, especialmente
sobre sus enemigos naturales
Pslido de la leucaena
Heteropsylla cubana Crawford
(Hemiptera: Psyllidae)
Incremento de las poblaciones y el comple-
jo de enemigos naturales que las regulan
Pslido de los ctricos
Diaphorina citri Kuwayama
(Hemiptera: Psyllidae)
Incremento de poblaciones
Salta hojas del maz
Dalbulus maidis (De Long y Wolcott)
(Hemiptera: Cicadellidae)
Las poblaciones en el cogollo de la planta se
incrementan y, como consecuencia, aumenta
la transmisin de virus y micoplasmas
Salta hojas del maz
Peregrinus maidis (Ashmead)
(Hemiptera: Delphacidae)
Salta hojas de los frijoles
Empoasca kraemerii Ross y Moore
(Hemiptera: Cicadellidae)
Incremento de poblaciones en frijoles y en
hortalizas
Palomita saltadora comn
Metcalfa pruinosa (Say)
(Hemiptera: Flatidae)
Incrementos poblacionales en algunas zonas,
particularmente en anonceas y guayabo
Chinches hediondas
Nezara viridula (L.)
(Hemiptera: Pentatomidae)
Incremento de las poblaciones en solance-
as y leguminosas
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
90
Thrips
Frankliniella spp.
(Thysanoptera: Thripidae)
Incremento de las poblaciones de algunas
especies en hortalizas, frutales, ornamenta-
les, races y tubrculos
Thrips de la cebolla
Thrips tabaci (Lind.)
(Thysanoptera: Thripidae)
Incremento de las poblaciones por cambios
en el hbitat, principalmente incremento de
la temperatura
Minadores de las hojas
Liriomyza trifolii (Burguess)
(Diptera: Agromyzidae)
Incremento de las poblaciones en hortalizas
y granos
Hormigas cortadoras de hojas
Atta insularis Gurin-Meneville
(Hymenoptera: Formicidae)
Diversos factores relacionados con la sequa
prolongada contribuyen al incremento de
las afectaciones en frutales y ornamentales
Hormigas predadoras
Solenopsis geminata (Fabricius)
Paratrechina fulva Meyr
(Hymenoptera: Formicidae)
Incrementos poblacionales en ciertas loca-
lidades, principalmente en zonas periurba-
nas que afectan animales de crianza y otros
Perforadores xilfagos del cafeto
Xylosandrus compactus (Eichhoff)
Hypothenemus hampei (Ferrari)
(Coleoptera: Curculionidae:
Scolytinae)
Incremento de daos en los rganos afecta-
dos; reduccin de los microorganismos des-
componedores de los frutos que caen al sue-
lo; humedad relativa y temperatura adversa
para la actividad de las hembras en el cafe-
tal; afectacin de las epizootias causadas por
Beauveria bassiana a las hembras adultas
Picudo verde-azul de los ctricos
Pachnaeus litus Germar
(Coleoptera: Curculionidae)
Incremento de afectaciones por larvas en
races de otros cultivos hospedantes
Minadores de hojas en solanceas
Pthorimaea operculella (Zeller)
Keiferia lycopersicella (Walsingham)
(Lepidoptera: Gelechiidae)
Incremento de las poblaciones de P. opercu-
lella en tabaco y de K. lycopersicella en toma-
te en cultivos protegidos
Cachazudos
Agrotis spp.
(Lepidoptera: Noctuidae)
Incremento de las poblaciones en hortalizas
y dificultades para su control por esconder-
se en el suelo
Perforadores de frutos
Platynota rostrana (Walker)
(Lepidoptera: Tortricidae)
Cactoblastis cactorum (Berg)
(Lepidoptera: Pyralidae)
Incremento de los daos de especies de
insectos que habitan en el mesocarpio de
frutos u rganos de plantas carnosas como
C. cactorum en cactus (Opuntia dillenii) y P.
rostrana en guayabo y naranjo
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
91
Efectos sobre los reguladores naturales de plagas
Los enemigos naturales de los insectos fitfagos tambin son afectados por los
factores de estrs asociados a la temperatura y la humedad relativa, en parti-
cular la sequa prolongada, que afecta sensiblemente el desarrollo y la sobre-
vivencia de diversos grupos (tabla 5), contribuyendo a su desequilibrio.
Tabla 5. Resumen del efecto relativo de algunos eventos extremos de cambios en
el clima sobre los reguladores naturales de plagas
Actividad
del
regulador
Grupos Estados
ms
afectados
Efectos principales
Sequas Lluvias
intensas
Vientos
fuertes
Predadores Crisopas (Neuropte-
ra: Chrysopidae)
Adultos y
huevos
a, b g g
Cotorritas (Coleopte-
ra: Coccinellidae)
Huevos a, b g g
Moscas sirfidas
(Diptera: Syrphidae)
Larvas a g g, i
caros (Acari: Phyto-
seiidae y otros)
Todos los
estados
a g g, i
Parasitoides Avispitas (Hymenop-
tera: Chalcidoidea,
Braconidae, Ichneu-
monidae)
Adultos a, c g g, i
Parsitos Nemtodos (Hete-
rorrhabditidae, Stei-
nermatidae)
Todos los
estados
d, e h, j -
Patgenos Hongos, bacterias y
virus
Todos los
estados
f h i
Nota: a) Deshidratacin por efecto directo de la temperatura de la superficie de las
hojas y las radiaciones solares. b) Deshidratacin y dificultades para ovipositar por
temperatura de las hojas. c) Deshidratacin por corrientes superficiales de aire calien-
te y por superficies de las hojas calientes y secas. d) Deshidratacin por baja humedad
del suelo y la planta. e) Limitaciones para desplazarse en busca del husped por no
existir lmina de agua. f) Deshidratacin de los estados expuestos a la radiacin solar
directa y por efecto del calentamiento de los rganos de la planta. g) Dao mecnico
por efecto directo sobre adultos. h) Accin de microorganismos secundarios por efecto
de humedad excesiva. i) Deshidratacin combinada con efecto fsico de las corrientes
fuertes de aire. j) Muerte por exceso de agua (inundacin).
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
92
Lo mismo sucede con los controles biolgicos que son liberados o apli-
cados de forma aumentativa, sean entomfagos o entomopatgenos. Aunque
hay grupos de reguladores naturales ms sensibles a las condiciones extre-
mas, de forma general la mayora es afectada, sea por los efectos directos o
por la reduccin de sus presas, lo que contribuye a disminuir las poblaciones.
En particular, los microorganismos entomopatgenos se deprimen significati-
vamente bajo estas condiciones, debido a que son muy sensibles a las altas
temperaturas y al ambiente seco.
26
Existen muy pocas posibilidades de epi-
zootias.
I ntroduccin y dispersin de plagas exticas
Las principales evidencias en Cuba sobre dispersin de plagas de insectos por
eventos extremos se asocian a los huracanes, cuyas caractersticas constituyen
una va efectiva en la introduccin y dispersin de poblaciones de insectos en
nuestros ecosistemas.
27
Muchas de estas especies no han sido evidentes por
carecer de importancia o, simplemente, porque no se establecieron. Los casos
ms conocidos en los ltimos aos han sido:
Minador de la hoja (Liriomyza trifolii (Burguess) y perforador de la
vaina del gandul (Melanagromyza obtusa (Malloch) (Diptera: Agromy-
zidae). Aunque no se realizaron estudios que lo demuestren, se estima
que ambas especies fueron introducidas desde otras islas del Caribe, a
travs de huracanes en los aos ochenta y noventa, respectivamente.
28
Prodenia verde (Spodoptera exigua (Hbner) (Lepidoptera: Noctuidae).
Aunque no se realizaron estudios para comprobarlo, se estima que fue
introducida a travs de los vientos de huracanes, de la misma forma
en que se ha dispersado de la regin occidental a la central del pas.
29
Minador de la hoja de los ctricos (Phyllocnistis citrella Stainton) (Lepi-
doptera: Gracillariidae). Especie cuya introduccin ha sido favorecida
26
M.E. Barbercheck, 1992. Effect of soil physical factors on biological control agents of soil
insect pests. Florida Entomologist 75 (4): 539-548.
27
L.L. Vzquez, A. Navarro y E: Blanco, 2005. Vigilancia territorial de la Cochinilla Rosada
de los Hibiscus (Maconellicoccus hirsutus) a partir del anlisis de riesgos. Entomologa Mexi-
cana 9: 698-702.
28
L.L. Vzquez, E. Valds y J.C. Amor, 1994. New manifestations of pests on economically
important plants during the period from 1970 to 1991 in Cuba. Bolletino del Laboratorio di
Entomologia Agraria Filippo Silvestri: 44 (1992): 41-52.
29
dem.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
93
por plantas hospedantes secundarias que habitan en cayos y los vien-
tos de huracanes.
30
Gusano de la tuna (Cactoblastis cactorum (Berg) (Lepidoptera: Pyrali-
dae). Especie que se ha dispersado por la regin del Caribe favorecida
debido a por los vientos de los huracanes.
31
Pslido de los ctricos (Diaphorina citri Kuwayama) (Hemiptera: Psylli-
dae). Resulta un caso interesante, ya que esta especie se introdujo jun-
to con uno de sus enemigos naturales ms eficientes: Tamarixia radiata
Waterston (Hymenoptera: Eulophidae), dispersada en la regin por
los huracanes.
Chinche de encaje del aguacatero (Pseudacysta perseae (Heid.) (Hemip-
tera: Tingidae). Especie que se ha dispersado por el Caribe a travs de
los vientos de huracanes.
Cochinilla de la papaya (Paracoccus marginatus Williams y Granara de
Willink) (Hemiptera: Pseudococcidae). Especie que se ha dispersado
en la regin a travs de los vientos de huracanes sobre rganos de las
plantas.
Estas especies de insectos fueron exitosas en la sobrevivencia, estable-
cimiento y dispersin en los sistemas agrcolas de Cuba y se han manifestado
como plagas de importancia en diferentes cultivos.
Prcticas de manejo de la finca
para lograr resiliencia sobre bases agroecolgicas
Los sistemas agrcolas pueden estar estresados por diversos factores y, como
resultado, se crean condiciones propicias para incrementar o reducir los ndices
poblacionales de ciertas plagas y sus reguladores naturales. Tambin se pue-
de mejorar o disminuir la efectividad de las prcticas preventivas y supreso-
ras de los programas de manejo de estas plagas.
Las sequas y los huracanes, al igual que otros eventos extremos asocia-
dos al calentamiento global y que pueden afectar pases y regiones, tienen
una gran connotacin por sus dismiles efectos. Ello obliga a las autoridades y
organizaciones a encauzar acciones que permitan reducir sus impactos, pues
30
Vzquez e I. Prez, 1997. Introduccin y dispersin del minador de la hoja de los ctricos
(Phyllocnistis citrella Stainton) en la regin neotropical. Levante Agrcola 36 (338): 4-7.
31
E. Blanco y L.L. Vzquez, 2001. Anlisis de los riesgos fitosanitarios asociados al uso de
Cactoblastis cactorum (Berg) (Lepidoptera: Pyralidae: Phycitinae) como agente de control bio-
lgico de Opuntia dillenii (Cactaceae) en Cuba. Fitosanidad 5 (1): 63-73.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
94
existe consenso internacional en cuanto a que la estrategia correcta es la adap-
tacin al cambio climtico, debido a las dificultades para lograr acciones in-
ternacionales cooperadas para detener esta situacin.
Por supuesto, en el contexto agropecuario en general y del manejo fito-
sanitario en particular, es importante considerar la vigilancia participativa
como el componente de mayor importancia, para detectar a tiempo poblacio-
nes de plagas que llamen la atencin y analizar si son habituales o se conside-
ran nuevos problemas. Algunas plagas se manifiestan con posterioridad a los
eventos extremos. Otras se han detectado en meses, como ha sucedido con las
especies que se dispersan por los vientos de los huracanes, que llaman la
atencin cuando han logrado desarrollar diferentes generaciones.
Segn las experiencias de pases tradicionalmente afectados por estos
eventos, las mejores alternativas para mitigar sus efectos son las generadas
por los propios agricultores, que consideran las condiciones locales y los co-
nocimientos tradicionales mediante procesos participativos bien conducidos,
para lograr prcticas sostenibles y duraderas.
De acuerdo con observaciones realizadas bajo nuestras condiciones e
intercambios sostenidos en fincas de productores medianos y pequeos de la
agricultura urbana y rural, las prcticas agroecolgicas ofrecen las mayores
perspectivas para lograr la resiliencia de las fincas. Se ha demostrado que las
prcticas de la agricultura convencional, ms que mitigar los efectos, contri-
buyen a su incremento, y sus costos econmicos y ambientales son elevados.
Las prcticas agroecolgicas de manejo de plagas para lograr resiliencia se
pueden agrupar en:
Manipulacin de la diversidad florstica
Conservacin y manejo de la biodiversidad funcional
Prcticas agronmicas fitosanitarias
Control ecolgico
Por supuesto, el xito de estas prcticas depende de las caractersticas
biofsicas de la finca, as como de las exigencias particulares de los diferentes
cultivos, por lo que requieren ser ajustadas mediante procesos de innovacin
local. Para lograr los mejores efectos, es necesario favorecer los procesos de
intercambio entre agricultores y tomar en cuenta sus observaciones.
Un ejemplo a gran escala es el caso de Honduras, donde luego del paso
del huracn Mitch en 1998, se observ que las fincas que utilizaban mtodos
convencionales soportaron menos los efectos de la erosin y la escorrenta
que las que se valan de prcticas y materiales agroecolgicos. Estos incluan
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
95
conservacin de agua, cultivos escalonados para evitar terrenos vacos, mane-
jo integrado de plagas y pastoreo mnimo o nulo.
32
Las prcticas que a continuacin se describen son el resultado del anli-
sis y sntesis de opiniones de tcnicos fitosanitarios
33
y de intercambios con
agricultores, principalmente en Baha Honda (Pinar del Ro), Artemisa y San
Antonio de los Baos (La Habana),
34
Perico y Jagey Grande (Matanzas), Ma-
nicaragua (Villa Clara), Trinidad (Sancti Spritus), Florida (Camagey), Buey
Arriba (Granma), La Maya (Santiago de Cuba), Mais (Guantnamo), entre
otros, que explicaron sus experiencias en el manejo de su finca para reducir
efectos de los vientos y lluvias fuertes o la sequa.
Variedades y semillas
La disponibilidad de semillas es esencial para la produccin agropecuaria,
pero en el caso de los sistemas agrcolas estresados por eventos extremos del
cambio climtico, tambin es importante disponer de semillas adaptadas a las
condiciones locales, que se puedan sembrar en diferentes pocas y sean de
ciclo corto y tolerantes o no susceptibles a plagas. Para ello, los agricultores
deben disponer de sistemas locales de evaluacin, conservacin y produccin
de germoplasma, as como de sistemas efectivos de almacenamiento, protegi-
dos del exceso de humedad y el ataque de plagas de almacn (gorgojos y poli-
llas).
Fundora y otros autores realizaron estudios en la regin occidental de
Cuba tras el paso de huracanes con el propsito de identificar las estrategias
de los campesinos para rescatar cultivos tradicionales frente al cambio clim-
tico.
35
Los autores destacaron la importancia de la conservacin segura de
semillas como una de las principales medidas preventivas ante el riesgo de
huracanes, especialmente las estrategias de conservacin local de semilla tra-
dicional, con vistas a evitar su erosin, as como de otras especies/variedades
que permitan una recuperacin rpida.
32
E. Holt-Gimenez, 2001. Midiendo la resistencia agroecolgica contra el huracn Mitch.
Leisa Revista de Agroecologa 17 (1): 7-10.
33
L.L. Vzquez, M. Veita, E. Fernndez, J. Jimnez y S. Jimnez, 2009. Ob. cit. en nota 8.
34
Con la nueva divisin poltico-administrativa aprobada en enero de 2011 por la Asam-
blea Nacional, La Habana se dividi en dos provincias: Mayabeque y Artemisa. Estos dos
municipios forman parte ahora de la segunda. (N. de los Eds.).
35
Z. Fundora, T. Shagarodsky, T. Tellera, L. Fernndez, N. Len, O. Barrios, L. Castieiras,
F. Hernndez, M. Garca, V. Moreno, R. Cristbal, M.C. Lpez, Y. Gonzlez, Y. Snchez, D.
de Armas y G. Acua, 2010. Estrategias campesinas para el rescate de cultivos tradiciona-
les frente al cambio climtico. En: Memorias VIII Encuentro de Agricultura Orgnica y Sosteni-
ble. La Habana, mayo.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
96
Agrobiodiversidad
Constituye una de las principales prcticas agroecolgicas para lograr la resi-
liencia de fincas a eventos del cambio climtico. En el caso de los ataques de
plagas, la diversidad de cultivos en espacio y tiempo es un factor determinan-
te para regular el microclima, favorecer la multiplicacin y actividad de los
reguladores naturales de plagas, y tiene efectos disuasivos sobre ciertas espe-
cies de insectos, entre otros servicios ecolgicos que contribuyen a reducir los
daos de estos organismos.
En sistemas agrcolas afectados por sequas prolongadas, las fincas que
practican los policultivos, la agroforestera y el silvopastoreo son menos vul-
nerables a plagas de importancia. En estas se ha podido comprobar que los
ndices de plagas son menores, hay mayor actividad de los reguladores natu-
rales y resulta ms efectivo el uso de bioplaguicidas para controlar ciertas
plagas, debido a que el microclima es ms favorable. En cambio, en las fincas
o sistemas simples, los cultivos estn ms estresados y las afectaciones por
plagas son ms intensas, a la vez que son menos efectivas las intervenciones
para el control.
36
El intercalamiento y la asociacin de cultivos, sean herbceos, arbusti-
vos o arbreos, constituyen una prctica tradicional en los sistemas campesi-
nos. Precisamente, estos arreglos espaciales son los menos afectados por la
sequa y los efectos de los huracanes, no solamente en el orden fsico de las
plantas o en su produccin, sino porque bajo estas condiciones se propician
servicios ecosistmicos que reducen poblaciones de plagas.
Como expresaran Altieri y Nicholls,
37
en muchas reas del mundo los
campesinos han desarrollado sistemas agrcolas adaptados a las condiciones
locales que les permiten una produccin continua necesaria para subsistir, a
pesar de cultivar en ambientes marginales de tierra, con variabilidad climtica
no predecible y un uso muy bajo de insumos externos. Parte de este desem-
peo est relacionado con el alto nivel de agrobiodiversidad que caracteriza a
los agroecosistemas tradicionales, lo cual tiene efectos positivos en su funcio-
namiento. La diversificacin es, por lo tanto, una estrategia importante para el
manejo del riesgo de la produccin en sistemas agrcolas pequeos.
Reid y Swiderska consideran que la biodiversidad es clave en el proce-
so de adaptacin del hombre al cambio climtico, as como en el modo en que
los paisajes pueden absorber y guardar carbono de forma efectiva y tambin
36
L.L. Vzquez, 2010. Manejo de plagas en la agricultura ecolgica. Boletn Fitosanitario 15
(1): 117.
37
M.A. Altieri y C.I. Nicholls, 2009. Cambio climtico y agricultura campesina: impactos y
respuestas adaptativas. Leisa Revista de Agroecologa 24 (4): 5-8.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
97
en la manera como la vegetacin y los ecosistemas pueden reducir los impac-
tos adversos del cambio climtico.
38
Los sistemas tradicionales y las innova-
ciones de los campesinos estn a la vanguardia en la adaptacin a este fen-
meno. Alegan que, mientras los cientficos y los diseadores de polticas tra-
bajan en la bsqueda de soluciones, los campesinos ya han acumulado una
larga experiencia a partir de la observacin y la experimentacin en el campo.
De hecho, esto ya est ocurriendo alrededor del mundo, pues muchas perso-
nas estn utilizando recursos naturales y biodiversidad, incluyendo biodiver-
sidad gentica, como parte del proceso de adaptacin. Estos autores aseguran
que, a menudo, para enfrentar los efectos de las sequas y las inundaciones
producidas por el cambio climtico, se trata de incrementar la produccin
agrcola a travs de mtodos de cultivo intensivos. Sin embargo, estos no son
efectivos, ya que no promueven la biodiversidad ni el buen funcionamiento
de los ecosistemas.
Densidad de siembra
El incremento de la densidad de siembra tiene efectos positivos en la apari-
cin de ciertas plagas, sea en cultivos herbceos, arbustivos o arbreos. Entre
estos efectos se encuentran:
Reducir arvenses que son hospedantes secundarios de poblaciones
(por ejemplo: mosca blanca (Bemisia tabaci) en tomate y muchos
otros) o compiten con el cultivo.
Reducir la radiacin solar directa sobre el suelo, que afecta el des-
plazamiento de los reguladores naturales por su superficie (por
ejemplo: las hormigas predadoras Pheidole, Solenopsis, Paratrechina y
otras) o en su interior por disminucin del contenido de humedad y
de materia orgnica, que afecta el desarrollo y desplazamiento de
otros reguladores naturales (por ejemplo: parasitoides, predadores,
parsitos y patgenos de larvas, pupas de picudos y gusanos de
manteca, de cochinillas harinosas y otros insectos).
Reducir daos fsicos en las ramas, que favorecen ataques de plagas
secundarias (por ejemplo: perforadores de ramas como Xylosandrus
compactus, Xyleborus affinis e Hypochryphalus mangiferae en frutales y
forestales).
38
H. Reid y K. Swiderska, 2008. Biodiversidad, cambio climtico y pobreza: una exploracin de
los vnculos. Nota Informativa del IIED (International Institute for Environment and Devel-
opment). 8 p. Disponible en: http://www.iied.org.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
98
Contribuir al microclima, que influye sobre el desarrollo de epizoo-
tias por entomopatgenos (por ejemplo: hongos como Beauveria bas-
siana, Metarrhizium anisopliae, Lecanicillium lecanii y otros).
Reducir la dispersin de plagas por arrastre del suelo (ejemplo: fito-
nemtodos, fitobacterias).
Estas situaciones, que dependen de las caractersticas del suelo y de los
cultivos, pueden ocurrir a consecuencia de eventos extremos, como sequas,
huracanes y otros.
Profundidad de siembra
La mayora de las plagas del suelo se relaciona de manera directa con su pre-
paracin para la siembra y la profundidad a que esta se realice, principalmen-
te en el caso de las semillas agmicas. Por otra parte, las plantas que enrazan
superficialmente son ms susceptibles a afectaciones por eventos fsicos, co-
mo las corrientes de agua y los vientos de huracanes. Cuando el sistema radi-
cular est ms cercano a la superficie, resulta ms accesible a las plagas, sobre
todo cuando se trata de fincas estresadas por la sequa (tetan, Cylas formica-
rius, en boniato). En cambio, cuando se trata de inundaciones por huracanes o
intensas lluvias, es menor la incidencia de plagas secundarias y el sistema se
recupera en la medida en que el nivel del agua disminuye.
Respecto a los vientos, las plantas dbiles o daadas por estos eventos
son ms sensibles a la afectacin por plagas secundarias, las que prefieren
rganos debilitados o enfermos (por ejemplo: perforadores de ramas como
Xylosandrus compactus). Cuando existe arrastre del suelo por lluvias intensas,
las plantas que han enraizado con mayor profundidad tienen ms posibilida-
des de acceder a los nutrientes y, por tanto, toleran mejor ciertas plagas.
Coberturas del suelo
Existen diferentes tipos de coberturas sobre el suelo, lo que constituye una
prctica tradicional para la conservacin de este recurso y para retener hume-
dad, entre otras ventajas agronmicas. Se ha podido comprobar que cuando el
suelo est cubierto con cobertura viva, como las leguminosas, o cobertura
muerta, como el arrope, que son dos prcticas comunes, se crean condiciones
propicias para la actividad de los reguladores naturales, principalmente para-
sitoides y entomopatgenos, adems de que se logra establecer mejor los
controles biolgicos que se aplican sobre el suelo, como los entomonemto-
dos, y se favorece la nidificacin, el desplazamiento y la actividad predadora
de las hormigas.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
99
En sistemas afectados por huracanes o lluvias fuertes, la cobertura so-
bre el suelo, adems de contribuir a su conservacin, reduce la dispersin de
poblaciones de plagas que se trasladan con el suelo arrastrado por las corrien-
tes de agua. Resulta importante mencionar la prdida de materia orgnica del
suelo por calentamiento, ya que las temperaturas ms altas del aire pueden
acelerar la descomposicin de la materia orgnica y afectar la fertilidad del
suelo.
39
Al disminuir el contenido de materia orgnica, se incrementan pro-
blemas de plagas y se reduce la actividad de reguladores naturales.
Barreras vivas
Las fincas diversificadas que manejan diferentes tipos de barreras vivas, sean
intercaladas en los cultivos, alrededor de los campos o como cerca viva peri-
metral, son menos vulnerables al ataque de plagas, tanto en reas estresadas
por la sequa como azotadas por huracanes. Las barreras vivas constituyen la
barrera fsica a poblaciones inmigrantes de plagas, a la vez que ofrecen servi-
cio de refugio y alimentacin a poblaciones de reguladores naturales, en es-
pecial parasitoides y predadores.
Saneamiento
La poda de rboles es una prctica preventiva que se realiza principalmente
en frutales y en las cercas vivas perimetrales para reducir los efectos de los
vientos. Esta medida minimiza los ataques de plagas a los rganos debilitados
o cortados y se recomienda para cultivos anuales, ya que se trata de reducir
las fuentes de infeccin antes de que ocurran las lluvias fuertes o los vientos.
Conservacin y manejo de reguladores naturales
Todas las prcticas que favorezcan la proteccin, el desarrollo y la actividad de
los enemigos naturales en la finca, sea en los campos cultivados, en sus bor-
des o en otros microambientes de la finca, contribuyen a que cuando ocurren
eventos extremos estos organismos estn presentes y acten sobre las pobla-
ciones de plagas. Por ello se recomiendan prcticas que incrementen la vege-
tacin en espacio y tiempo dentro de los campos cultivados (policultivos,
asociaciones e intercalamiento de cultivos, barreras vivas, relevos de cultivos,
rotaciones y otras) y a sus alrededores (cerca viva perimetral, arboleda o mi-
nibosque, ambientes seminaturales, etc.), todos los cuales ofrecen servicios
ecolgicos fundamentales para lograr una actividad constante de estos orga-
nismos benficos.
39
M.A. Altieri y C.I. Nicholls, 2009. Ob. cit. en nota 37.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
100
De hecho, como sealaran Reid y Swiderska,
40
los ecosistemas que po-
seen una diversidad funcionalrica, es decir, especies que llenan un amplio
espectro de funciones ecolgicas, son ms estables y se adaptan mejor al cam-
bio climtico que los sistemas empobrecidos. Agregan que la biodiversidad y
los servicios de ecosistemas son los cimientos sobre los cuales se construyen
muchas estrategias de adaptacin, que tambin pueden ser tiles al pensar en
la mitigacin del cambio climtico.
La diversificacin de las especies vegetales en la finca, sean cultivadas o
no, contribuye al microclima, al desarrollo de los biorreguladores de plagas y
mantiene las condiciones para que no se incrementen las poblaciones de in-
sectos que se manifiestan como plagas habituales.
41
Los campos donde hay
poca diversidad florstica y factores estresantes, como la sequa, generalmente
son ms afectados por estos organismos.
Control ecolgico
Cuando se emplean productos para el control de plagas, sean qumicos o bio-
lgicos, hay que considerar que las condiciones de sequa, tanto desde el pun-
to de vista del microclima como de la planta, pueden afectar significativamen-
te la efectividad de la aplicacin, por lo que se requiere extremar las medidas
que garanticen su calidad.
En el caso de los productos qumicos, debe disponerse de informacin
acerca de sus efectos colaterales sobre los insectos, las plantas y el suelo bajo
estas condiciones de estrs hdrico. Para la aplicacin de bioplaguicidas, estas
circunstancias son muy adversas, por lo que es necesario disponer de riego y
realizar las aplicaciones en horas de la tarde-noche. La liberacin de entom-
fagos tambin debe realizarse en horarios de la tarde-noche y en los sitios con
mayor diversidad de plantas.
Otra dimensin del asunto es que tras perodos prolongados de sequa,
en coincidencia con el aumento del rgimen hdrico en los agroecosistemas,
diversas especies de insectos fitfagos desarrollan altas poblaciones, a causa
de las condiciones favorables para su desarrollo y la baja presencia de sus
biorreguladores, que fueron afectados por la sequa. Esto significa que luego
de las sequas tambin existen riesgos de desastres fitosanitarios y debe man-
tenerse la vigilancia, sobre todo por la posibilidad de que se hayan manifes-
tado inmigraciones de nuevas especies de insectos.
40
H. Reid y K. Swiderska, 2008. Ob. cit. en nota 38.
41
L.L. Vzquez, 2004. El manejo agroecolgico de la finca. Una estrategia para la prevencin y
disminucin de afectaciones por plagas agrarias. ACTAF-Entre Pueblos-INISAV, La Habana.
121p.
Cambio climtico, incidencia de plagas y prcticas agroecolgicas resilientes
101
El uso de bioplaguicidas (Bacillus thuringiensis, Beauveria bassiana, Leca-
nicillium lecanii, Metarhizium anisopliae), plaguicidas botnicos (nim y otros) y
cal, es un mtodo de control ecolgico que se ha generalizado, pero que resul-
ta ms efectivo cuando el sistema es diversificado.
Vigilancia
Es importante realizar estudios que permitan detectar las variaciones del cli-
ma existentes en cada regin o localidad, como etapa importante para prede-
cir y mitigar los efectos desastrosos de las especies que brotan bajo estas con-
diciones. De cualquier manera, segn Kozr,
42
para evaluar el efecto del cam-
bio climtico sobre las poblaciones de insectos, resulta importante encontrar
buenos indicadores. Son posibles candidatos: 1) los cambios en la distribucin
y dispersin o expansin, 2) los cambios de densidad espacial y temporal, 3)
los cambios en los factores de mortalidad, 4) los cambios de la biodiversidad
local, 5) los cambios en la composicin de especies en diferentes comunida-
des, entre otros.
De acuerdo con las caractersticas de estos eventos, los mayores xitos
en vigilancia de plagas como consecuencia del cambio climtico pudieran
estar en la combinacin de mtodos de seguimiento poblacional por entida-
des especializadas (puntos fijos, cultivos y variedades representativas, mto-
dos uniformes y cuantitativos, correlaciones con el clima, entre otros) y me-
diante la percepcin de actores relevantes, entindase agricultores y tcnicos
de base, que son personas que habitualmente recorren los sistemas agrcolas.
Desde luego, muchas de estas prcticas agroecolgicas son tradicionales
en los sistemas campesinos y otras se han desarrollado en procesos de inno-
vacin realizados por los propios agricultores, procurando que sus fincas sean
menos afectadas por estos eventos, lo que evidencia su capacidad para la so-
lucin de problemas.
43
42
F. Kozr, 1997. Insects in Changing World (Introductory Lecture). Acta Phytopath. Et
Entomol. Hungarica 32 (1-2): 129-139.
43
L.L. Vzquez, 2008. Desarrollo de la innovacin agroecolgica por los campesinos cuba-
nos. Agricultura Orgnica 14 (1): 33-36.
ESTUDIOS DE CASO
105
ANLISIS AGROENERGTICO DE
TIPOLOGAS AGRCOLAS EN LA PALMA
Maikel Mrquez, Nelson Valds, Ernesto M. Ferro, Ivn
Paneque, Yoan Rodrguez, Eliecer Chirino, Luis M. Gmez
FACULTAD DE AGRONOMA DE MONTAA, UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RO
Dania Vargas
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
Fernando R. Funes-Monzote
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, UNIVERSIDAD DE MATANZAS
La regin ms occidental de Cuba es la que con mayor frecuencia recibe los
embates de fenmenos climticos extremos como huracanes, que en el ltimo
decenio han ganado intensidad debido a la agudizacin del cambio climti-
co.
1
Los daos ocasionados tanto a infraestructuras como a la produccin
agropecuaria han sido devastadores.
El municipio La Palma se encuentra ubicado en la regin noroccidental
del pas y pertenece a la provincia Pinar del Ro. Los patrones de transferencia
tecnolgica y transculturacin agrcola que ms han caracterizado la forma de
producir la tierra en la localidad han sido: a) el empleo del saber local ances-
tral legado de generacin en generacin, b) la adopcin del tabaco como culti-
vo principal y el uso de maquinaria y agroqumicos con paquetes tecnolgicos
que luego se transfirieron a otros cultivos, segn el modelo de la Revolucin
Verde, entre los aos setenta y ochenta del siglo pasado, y c) el emergente y
forzado enfoque de produccin agroecolgica durante las dos ltimas dca-
das, debido a la escasez de insumos externos.
Los cambios tecnolgicos y socioeconmicos recientes han requerido de
la adopcin de modelos de diseminacin de conocimientos, aprendizaje de
prcticas y mtodos de cultivo y manejo animal, as como de nuevas metodo-
logas de investigacin. En la localidad se han destacado tres programas
agropecuarios: el Movimiento Agroecolgico de Campesino a Campesino
(MACAC) de la Asociacin Nacional de Agricultores Pequeos (ANAP), el
Programa Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana, y el Programa de
Innovacin Agropecuaria Local (PIAL).
1
ONE, 2010. Territorio y medio ambiente. En: Anuario Estadstico de Cuba. p. 21. Disponible
en http://www.one.cu.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
106
Los sistemas agrcolas locales han respondido de forma diferente ante
los efectos negativos del cambio climtico, y al mismo tiempo contribuyen de
diversas maneras a mitigar y adaptarse a este fenmeno. Sin embargo, no se
conoce con precisin en qu medida y forma han ocurrido estos procesos. En
Cuba se ha comenzado a incentivar el empleo de prcticas amigables con el
medioambiente, como la conservacin de suelos y el pago a los propietarios
de plantaciones forestales a travs del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal
(FONADEF), pero an se ha avanzado poco en reconocer el impacto positivo
que han tenido las fincas diversificadas.
El estudio de los principales factores que contribuyen a la mitigacin y
adaptacin al cambio climtico es clave para entender cmo un determinado
sistema agrcola puede incidir positiva o negativamente en el ecosistema y, a
la vez, ser resiliente a tales cambios en las condiciones climticas locales y
globales. Esta investigacin pretende identificar los principales factores de
xito en fincas con enfoque ecolgico en cuanto a la adaptacin y mitigacin
del cambio climtico, a la seguridad alimentaria y nutricional. Las evidencias
aqu descritas podran contribuir a identificar tipos de incentivos, as como
mecanismos de evaluacin, certificacin y pagos por servicios ambientales,
que reconozcan la labor de las fincas ecolgicas en la soberana alimentaria y
la preservacin del medioambiente, acordes con los propsitos polticos y la
misin actual de la produccin agropecuaria en Cuba.
Metodologa de estudio
La investigacin se realiz en La Palma entre 2007 y 2009. Este municipio se
caracteriza por presentar ecosistemas muy contrastantes, desde zonas costeras
con escaso rgimen de precipitaciones y baja altura sobre el nivel del mar,
hasta valles intramontanos con microclimas diversos de una regin a otra y
alturas de hasta 142 msnm. Los habitantes de la zona poseen una amplia cul-
tura agrcola, y el acceso a sus fincas es relativamente difcil, por estrechos
caminos entre las pendientes de las elevaciones de la Sierra de los rganos.
Tipologas de produccin
En La Palma coexisten actualmente al menos tres formas de uso y manejo de
sistemas (tipologas): Sistemas Convencionales (SC), Sistemas Tradicionales
(ST) y Sistemas de corte Ecolgico (SE). Los tipos fueron identificados de
acuerdo con elementos especficos de manejo de ecosistemas: reciclaje de nu-
trientes, empleo de la energa en el proceso de produccin, grado de acceso a
tecnologas limpias, conservacin de los suelos, programas de capacitacin y
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
107
asistencia tcnica, manejo de la agrobiodiversidad y utilizacin de insumos
externos.
Convencional: Utiliza altos insumos externos (combustibles, agro-
qumicos y mano de obra) y maquinarias; escasa diversidad de la
produccin (monocultivo) y poco aprovechamiento de residuales.
Tradicional: Desarrollado localmente durante muchos aos a travs
de la experiencia emprica y la experimentacin campesina. Cambio
del cultivo principal en dependencia del mercado. El uso de agro-
qumicos y maquinarias no sigue patrones fijos, depende de la ges-
tin propia. Aunque no son totalmente productores convencionales,
tampoco realizan prcticas agroecolgicas conscientes.
Ecolgico: Adopta prcticas amigables con el medioambiente, como
conservacin de suelos, alta agrobiodiversidad, manejo ecolgico de
plagas y enfermedades, aprovechamiento de residuos de cosechas y
del hogar. Cuentan con asistencia tcnica y un comportamiento ms
regular en cuanto a las rotaciones de cultivos y buen aprovecha-
miento del espacio disponible.
Seleccin, monitoreo y anlisis de fincas
Se definieron los principales sistemas de produccin agrcola (tipos) siguien-
do las definiciones encontradas en la literatura que se ajustaron a las condi-
ciones del rea de estudio. Posteriormente, se realiz una encuesta (tabla 1)
para determinar qu prcticas se emplean en cada proceso de produccin con
el fin de tomar en consideracin variables comunes y diferentes que podran
utilizarse para diferenciar los sistemas de produccin utilizando el manual de
buenas prcticas de la FAO.
Se eligieron 60 fincas al azar, 20 para cada tipo de produccin (tabla 2).
Se determinaron los principales indicadores para evaluar la eficiencia energ-
tica de los ecosistemas agroproductivos utilizando la metodologa propuesta
por Funes-Monzote et al., as como el software Energa, versin 3.01.
2
Se reali-
zaron encuestas, entrevistas, mediciones de campo, valoraciones del potencial
proteico y energtico de las producciones de las fincas, as como los insumos
invertidos y las labores de cultivos. Adems, se caracterizaron las principales
prcticas agroecolgicas de cada tipo, su agrobiodiversidad y las rotaciones
de cultivos empleadas.
2
F.R. Funes-Monzote, D. Prez, J. Castro, N. Valds, Y. Rodrguez y A.L. Gonalves, 2009.
Energa 3.01. Sistema computarizado para el clculo de los indicadores de eficiencia
energtica. Manual del usuario. CEDECO-INCA-EEPF Indio Hatuey. 58 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
108
T
a
b
l
a
1
.
P
r
i
n
c
i
p
a
l
e
s
p
r
e
g
u
n
t
a
s
d
e
l
a
e
n
c
u
e
s
t
a
p
a
r
a
c
a
r
a
c
t
e
r
i
z
a
r
l
o
s
t
i
p
o
s
d
e
f
i
n
c
a
s
P
r
e
g
u
n
t
a
C
o
n
v
e
n
c
i
o
n
a
l
T
r
a
d
i
c
i
o
n
a
l
E
c
o
l
g
i
c
o
C
u
l
e
s
s
o
n
l
a
s
p
r
i
n
c
i
p
a
l
e
s
p
r
c
t
i
c
a
s
a
g
r
c
o
l
a
s
?
M
o
n
o
c
u
l
t
i
v
o
,
u
n
i
f
o
r
m
a
r
l
o
s
a
g
r
o
e
c
o
s
i
s
t
e
m
a
s
c
o
n
m
a
q
u
i
n
a
r
i
a
y
q
u
m
i
c
o
s
M
t
o
d
o
s
q
u
e
e
m
p
l
e
a
b
a
n
s
u
s
p
a
d
r
e
s
R
o
t
a
c
i
n
d
e
c
u
l
t
i
v
o
,
t
r
a
z
a
d
o
d
e
c
u
r
v
a
s
d
e
n
i
v
e
l
y
m
a
n
e
j
o
d
e
l
a
d
i
v
e
r
s
i
d
a
d
Q
u
c
a
n
t
i
d
a
d
d
e
p
r
o
d
u
c
t
o
s
q
u
m
i
c
o
s
u
t
i
l
i
z
a
?
L
a
e
s
t
a
b
l
e
c
i
d
a
p
o
r
l
o
s
p
a
q
u
e
t
e
s
t
e
c
n
o
l
g
i
c
o
s
d
e
l
c
u
l
t
i
v
o
p
r
i
n
c
i
p
a
l
L
o
s
q
u
e
c
o
n
s
i
g
a
N
i
n
g
u
n
o
Q
u
m
e
r
o
d
e
v
a
r
i
e
d
a
d
e
s
p
o
r
e
s
p
e
c
i
e
a
g
r
c
o
l
a
m
a
n
t
i
e
n
e
?
U
n
a
o
d
o
s
E
x
p
e
r
i
m
e
n
t
o
p
a
r
a
q
u
e
d
a
r
m
e
c
o
n
l
a
m
e
j
o
r
M
s
d
e
c
u
a
t
r
o
E
m
p
l
e
a
a
l
g
n
s
i
s
t
e
m
a
d
e
r
i
e
g
o
?
S
S
i
e
s
p
o
s
i
b
l
e
N
o
E
m
p
l
e
a
m
a
q
u
i
n
a
r
i
a
e
n
l
a
l
a
b
r
a
n
z
a
d
e
l
s
u
e
l
o
?
E
n
e
l
r
e
a
q
u
e
e
l
r
e
l
i
e
v
e
l
o
p
e
r
m
i
t
a
E
n
e
l
r
e
a
q
u
e
e
l
r
e
l
i
e
v
e
l
o
p
e
r
m
i
t
a
N
o
m
o
c
o
n
t
r
o
l
a
l
a
s
m
a
l
e
z
a
s
y
p
l
a
g
a
s
?
C
o
n
q
u
m
i
c
o
s
y
m
a
r
c
o
s
d
e
l
e
j
a
n
a
e
s
t
a
b
l
e
c
i
d
o
s
p
a
r
a
c
u
l
t
i
v
o
s
q
u
e
c
o
m
p
a
r
t
a
n
p
l
a
g
a
s
C
o
n
l
o
s
p
r
o
d
u
c
t
o
s
q
u
m
i
c
o
s
,
b
i
o
l
g
i
c
o
s
y
m
t
o
d
o
s
a
p
r
e
n
d
i
d
o
s
d
e
s
u
s
p
a
d
r
e
s
C
o
n
m
e
d
i
o
s
b
i
o
l
g
i
c
o
s
y
m
a
n
e
j
o
d
e
l
a
d
i
v
e
r
s
i
d
a
d
A
q
u
f
o
r
m
a
d
e
o
r
g
a
n
i
z
a
c
i
n
e
s
t
a
s
o
c
i
a
d
o
?
C
P
A
,
C
C
S
,
U
B
P
C
,
G
E
N
T
C
C
S
y
c
a
m
p
e
s
i
n
o
s
i
n
d
e
p
e
n
d
i
e
n
t
e
s
C
C
S
A
s
i
s
t
e
a
a
l
g
n
t
i
p
o
d
e
c
a
p
a
c
i
t
a
c
i
n
?
N
o
E
x
p
e
r
i
e
n
c
i
a
e
m
p
r
i
c
a
S
Q
u
c
u
l
t
i
v
o
s
p
r
i
o
r
i
z
a
e
n
l
a
f
i
n
c
a
?
E
l
e
s
t
a
b
l
e
c
i
d
o
p
o
r
l
a
s
a
u
t
o
r
i
d
a
d
e
s
a
g
r
c
o
l
a
s
y
e
l
s
e
c
t
o
r
a
l
q
u
e
p
e
r
t
e
n
e
c
e
E
l
q
u
e
m
e
j
o
r
p
r
e
c
i
o
y
d
e
m
a
n
d
a
t
e
n
g
a
e
n
e
l
m
e
r
c
a
d
o
l
o
c
a
l
E
l
q
u
e
r
e
s
p
o
n
d
a
a
l
a
s
c
o
n
d
i
c
i
o
n
e
s
d
e
l
a
f
i
n
c
a
m
o
a
p
r
o
v
e
c
h
a
l
o
s
r
e
s
t
o
s
d
e
c
o
s
e
c
h
a
y
r
e
s
i
d
u
o
s
d
e
l
h
o
g
a
r
?
Q
u
e
m
a
,
q
u
e
p
u
d
r
a
n
f
u
e
r
a
d
e
l
e
s
p
a
c
i
o
c
u
l
t
i
v
a
b
l
e
Q
u
e
m
a
,
r
e
i
n
c
o
r
p
o
r
a
c
i
n
a
l
r
e
a
d
e
s
i
e
m
b
r
a
C
o
m
p
o
s
t
a
j
e
,
l
o
m
b
r
i
c
u
l
t
u
r
a
,
b
i
o
d
i
g
e
s
t
o
r
e
s
S
i
a
p
a
r
e
c
i
e
r
a
n
i
n
s
u
m
o
s
q
u
m
i
c
o
s
e
x
t
e
r
-
n
o
s
l
o
s
u
t
i
l
i
z
a
r
a
o
s
e
g
u
i
r
a
u
t
i
l
i
z
a
n
d
o
?
S
Q
u
a
s
i
s
t
e
n
c
i
a
t
c
n
i
c
a
a
c
c
e
d
e
a
u
s
t
e
d
?
T
c
n
i
c
o
s
y
e
x
t
e
n
s
i
o
n
i
s
t
a
s
N
i
n
g
u
n
a
I
N
C
A
,
u
n
i
v
e
r
s
i
d
a
d
,
t
c
n
i
c
o
s
y
e
x
t
e
n
s
i
o
n
i
s
t
a
s
C
u
l
e
s
e
l
o
r
i
g
e
n
d
e
l
a
s
s
e
m
i
l
l
a
s
q
u
e
u
t
i
l
i
z
a
?
G
r
a
n
p
o
r
c
e
n
t
a
j
e
s
e
c
o
m
p
r
a
n
e
n
c
a
s
a
d
e
s
e
m
i
l
l
a
s
P
r
o
d
u
c
c
i
n
p
r
o
p
i
a
B
a
n
c
o
s
p
e
r
s
o
n
a
l
e
s
y
l
o
c
a
l
e
s
d
e
s
e
m
i
l
l
a
s
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
109
Tabla 2. Fincas participantes en el estudio por tipo
Tipo Nombre rea (ha) Entidad
C
o
n
v
e
n
c
i
o
n
a
l
rea 11 de pltano 13,5 UBPC Miriam
rea 13 de pltano 9,1 UBPC Miriam
rea 17 de pltano 3,2 UBPC Miriam
rea de caf (Caiguanabo) 53,1 UBPC El llano
rea de caf (La Cidra ) 39,5 UBPC El llano
rea de tabaco 18,8 CPA Jos Mart
Lus Daz 8,1 CCSf Francisco Cruz
Lzaro Valdez Pimentel 10,7 CPA Augusto Csar Sandino
Andrs Malagn Cruz 8,0 CCSf Jess Surez Soca
Melchor Rivera 21,0 CPA Augusto Csar Sandino
Pounciano Rivero Cairo 7,5 CPA Augusto Csar Sandino
Gerardo Rivero Daz 9,5 Agricultor independiente
Marcos Hernndez Milin 5,8 CCSf Francisco Cruz
Alejandro Villarreal Toledo 7,9 CCSf Francisco Cruz
Pedro M. Snchez 7,9 CCSf Jos A. Echeverra
Guillermo Chvez Prez 7,9 CCSf Joaqun Prez
Ariel Prez Chirino 6,7 CCSf Jos A. Echeverra
Yosvany Basanta Daz 13,4 CCSf Froiln Carrasco
Zenn Martnez Cairo 10,7 CCSf Ignacio Agramonte
T
r
a
d
i
c
i
o
n
a
l
Justo Rivero Pimentel 11,0 CCSf Jess Surez Soca
Francisco Gallardo Martn 5,2 CCSf Jess Surez Soca
Orestes Prez Jimnez 15,2 CCSf Jess Surez Soca
Pedro A. Garca Rodrguez 5,4 CCSf Jess Surez Soca
Pedro Borja 5,4 CCSf Ignacio Agramonte
Exiquio Pimentel Echevarra 0,5 CCSf Ignacio Agramonte
Iraldo Pimentel Echevarra 2,7 CCSf Ignacio Agramonte
Eulogio Fernndez 12,8 CCSf Antero Fernndez
Julio Surez 8,1 CCSf Antonio Maceo
Erick Cruz Surez 2,4 CCSf Antonio Maceo
Gilberto Toro Tejeda 2,7 CCSf Joaqun Prez
Juan Martnez Delgado 18,0 CCSf Froiln Carrasco
Bartolo Martnez lvarez 9,8 CCSf Froiln Carrasco
Oscar Rodrguez Lazo 7,9 CCSf Jess Surez Soca
Moiss Prez Castillo 5,4 CCSf Froiln Carrasco
Jos Toms Hernndez 7,9 CCSf Antonio Maceo
Ismael Reyes lvarez 5,0 CCSf Jos A. Echeverra
Manuel Portales Portales 13,4 CCSf Jos A. Echeverra
Casimiro Ramos Rodrguez 11,1 CCSf Ignacio Agramonte
Gilberto Prez Robaina 10,7 CCSf Jos A. Echeverra
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
110
Tabla 2. Fincas participantes en el estudio por tipo (cont.)
Tipo Nombre rea (ha) Entidad
E
c
o
l
g
i
c
o
Agustn Pimentel Navarro 2,7 CCSf Ignacio Agramonte
Abel Pimentel Palomino 5,4 CCSf Ignacio Agramonte
Jess Gonzlez Rodrguez 12,0 CCSf Francisco Cruz
Jess Pimentel Domnguez 9,4 CCSf Francisco Cruz
Lzaro Pimentel Soca 2,7 CCSf Ignacio Agramonte
Lorenzo Malagn Daz 8,0 CCSf Jess Surez Soca
Mario Toledo Surez 5,7 CCSf Ignacio Agramonte
Mario Garca Cruz 6,7 CCSf Jess Surez Soca
Santiago Pieiro Soca 16,0 CCSf Jos A. Echeverra
Felipe Rabelo Toledo 10,7 CCSf Francisco Cruz
Andrs Alds Medero 13,4 CCSf Pedro Lantigua
Andrs Tejeda Bello 9,5 CCSf Rigoberto Abreu
ngel Mederos Alds 2,7 CCSf Rigoberto Abreu
Bestina Mederos Alds 8,0 CCSf Rigoberto Abreu
Csar Snchez Tejeda 2,7 CCCf Froiln Carrasco
Flix Mederos Prez 10,7 CCSf Rigoberto Abreu
Pedro Felipe Gonzlez 10,8 CCSf Pedro Lantigua
Silvia Hernndez Martnez 8,8 CCSf Pedro Lantigua
Vicente Mederos Mederos 8,0 CCSf Pedro Lantigua
Toms Placencia 1,7 Agricultor independiente
Se utilizaron los paquetes estadsticos SPSS y Estatistica 6.1 con el obje-
tivo de realizar anlisis de correlacin y anlisis de varianza, y el software
Biodiversity para anlisis de diversidad. Tambin se emplearon hojas de
clculo de Microsoft Excel para almacenar datos y resultados.
La investigacin se complement con los resultados de una encuesta
que trat elementos de capital social a partir de preguntas relacionadas con el
bienestar de las comunidades rurales y en la que se evaluaron cuestiones de
medioambiente, produccin y condiciones de vida. El estudio se realiz en el
marco del proyecto A/023726/09, financiado por la Agencia Espaola de Coope-
racin Internacional para el Desarrollo (AECID).
Fuentes de energa directa e indirecta
Teniendo en cuenta tanto la energa directa como la indirecta que se consume
en la produccin del cultivo (ecuaciones 1, 2 y 3), se determin el consumo
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
111
energtico mediante la metodologa propuesta por Bowers,
3
La energa directa
es aquella que est contenida en los insumos directos, como combustible, elec-
tricidad, fertilizantes, pesticidas, abonos orgnicos y productos biolgicos. Se
considera como energa indirecta la que se asocia a los procesos de fabrica-
cin, distribucin y mantenimiento; por ejemplo, la energa necesaria para
obtener el combustible a partir del petrleo crudo, as como la que se requiere
para la fabricacin de los pesticidas, y de la maquinaria que se amortiza en el
tiempo.
La energa indirecta es la que se emplea en la obtencin de los materia-
les empleados en la construccin de los equipos mecnicos y en sus procesos
de fabricacin, la que se usa en su transporte desde el lugar de fabricacin
hasta el destino, la que se consume en reparacin y mantenimiento, as como
la de la mano de obra necesaria para operarla teniendo en cuenta su capaci-
dad de trabajo.
Energa directa (Ed)
a) Energa asociada al consumo de combustible (Edc) (MJ/ha)
eg c dc E C E *
Ec. 1
donde: Cc es el consumo de combustible (l/ha), Eeg es el equivalente energtico
del gasleo (41 MJ/l).
4
b) Energa asociada a la mano de obra empleada (Edh) (MJ/ha)
tob
ob h
dh
C
n E
E
Ec. 2
donde: Eh es el equivalente energtico del trabajo humano (1,96 MJ/h para el
hombre y 1,57 MJ/h para la mujer);
5
nob es la cantidad de obreros que partici-
pan en una determinada labor y Ctob, la capacidad de trabajo de los obreros
agrcolas (ha/h).
3
W. Bowers, 1992. Agricultural field equipment. En: Fluck, R.C. (ed.), Energy in World
Agriculture. Energy in Farm Production, vol. 6. Elsevier, Amsterdam, pp. 117129.
4
C. Saunders, A. Barber, G. Taylor, 2006. Food Miles Comparative Energy/Emissions Per-
formance of New Zealands Agriculture Industry. The Agribusiness and Economics Research
Unit (AERU). Lincoln University. Disponible en: http://www.lincoln.ac.nz/story
9430.html. Consultado en marzo de 2009.
5
K.G. Mandal, K.P. Saha, P.K. Ghosh, K.M. Hati, K.K. Bandyopadhyay, 2002. Bioenergy
and economic analysis of soybean-based crop production systems in central India. Biomass
and Bioenergy 23: 337-345.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
112
c) Energa asociada a los animales utilizados en labores de tiro (Eda) (MJ/ha)
ta
a a
da
C
n E
E
Ec. 3
donde: Ea es el equivalente energtico del trabajo animal (5,05 MJ/h);
6
na es la
cantidad de animales que participan en una determinada labor; Cta, la capaci-
dad de trabajo de los animales (ha/h).
Se realiz un balance energtico anual, tomando en cuenta el costo
energtico que implic producir la energa alimentaria (Ec. 4).
Ec. 4
donde: S = nmero de productos; mi = produccin de cada producto (kg); ei =
contenido energtico de cada producto (MJ/kg); T = nmero de insumos pro-
ductivos; Ij= cantidad de insumos productivos (kg); fj = energa requerida para
la produccin del insumo (MJ/kg).
Agrobiodiversidad
Se contempl como diversidad agrcola a todas las especies vegetales que
fueran objeto de cultivo por parte de los productores, es decir, solo aquellas
que tuviesen una intencin productiva o de mercado, tomando el criterio de
de que todas desempean un papel desde el punto de vista econmico y
ecolgico en la regulacin del ecosistema.
7
La medida de heterogeneidad de Shannon (H) relaciona la proporcio-
nalidad del nmero de individuos de cada especie respecto al total de la
muestra.
8
Este ndice adquiere valores entre cero, cuando hay una sola espe-
cie, y el logaritmo de S, cuando todas las especies estn representadas por el
6
B. Ozkan, H. Akcaoz, C. Fert, 2003. Energy input-ouput in Turkish agriculture. University
of Akdeniz, Faculty of Agriculture, Department of Agricultural Economics, Turkey. Rene-
wable Energy 29: 39-51.
7
Cf. M. Mrquez, 2009. Impacto del Fitomejoramiento Participativo (FP) como parte de la
innovacin agropecuaria local por difusin de diversidad gentica en sectores agrcolas de
la provincia Pinar del Ro. Cultivos Tropicales 30 (2):,15-18.
8
A. Magurran, 1989. Diversidad ecolgica y su medicin. Ediciones Vedra, Barcelona, Espaa.
200 p.
T
j
j j
S
i
i i
f I
e m
BE
1
1
*
*
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
113
mismo nmero de individuos. Si asumimos que S es el nmero de productos,
la produccin en kilogramos de cada cultivo como pi y la produccin total
como P, estaramos en condiciones de calcular la diversidad de la produccin
(HS), que correlacionada con el balance energtico de cada finca brindara
elementos suficientes para inferir la relacin entre el ndice de diversidad de
la produccin y el funcionamiento energtico del ecosistema.
|
.
|
\
|
=
=
P
p
P
p
H
i
S
i
i
S
ln *
1
Ec. 5
Como la diversidad de especies agrcolas resulta baja para todas las fin-
cas, se decidi que ella no constituyera un elemento a correlacionar con el
balance energtico. Teniendo en cuenta que la oferta en cuanto a diversidad
de variedades era muy limitada,
9
la mayor diversidad que ha entrado en los
ecosistemas palmeros en los ltimos diez aos es varietal. El nmero de va-
riedades promedio por cultivo constituye entonces una herramienta eficaz
para verificar su influencia sobre el funcionamiento energtico del ecosistema.
Los contenidos de energa y protena de productos de origen animal y
vegetal para los clculos fueron tomados de Gebhardt et al.
10
Las equivalen-
cias energticas utilizadas para calcular los gastos en insumos directos e indi-
rectos fueron las reportadas por Garca-Trujillo.
11
Los valores de consumo de
energa y protena por da recomendados para la poblacin cubana fueron los
descritos por Porrata et al.
12
a) Cantidad de personas que alimenta el sistema (energa):
Ec. 6
9
R. Vernooy, 2007, Semillas nuevas, viejos marcos institucionales: retos para la innovacin
rural. LEISA. Revista de Agroecologa 23 (2): 12-13.
10
S.E. Gebhardt, P.R. Pehrsson, R.L. Cutrufelli, L.E. Lemar, J.C. Howe, D.B. Haytowitz,
M.S. Nickle, G.T. Holcomb, B.A. Showell, R.G. Thomas, J. Exler y J.M. Holden, 2007. USDA
national nutrient database for standard reference. Release 20. USDA National Nutrient Data-
base for Standard Reference. Disponible en: www.ars.udsda.gov/nutrientdata.
11
R. Garca Trujillo, 1996. Los animales en los sistemas agroecolgicos. Asociacin Cubana de
Agricultura Orgnica. La Habana, Cuba. 100 p.
12
C. Porrata, M. Hernndez y J.M. Argeyes, 1996. Recomendaciones nutricionales y guas de
alimentacin para la poblacin cubana. Instituto de Nutricin e Higiene de los Alimentos. La
Habana, Cuba. 40 p.
e
S
i
i
i
i
e
R
A
e
r
m
P
=
=
1
*
100
*
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
114
donde: S = nmero de productos; mi = produccin de cada producto (kg); ri =
porcentaje del peso de producto consumible; ei = contenido energtico de cada
producto (MJ); A = rea de la finca (ha); Re = requerimiento de una persona
(MJ/ao).
b) Cantidad de personas que alimenta el sistema (protena):
Ec. 7
donde: S = nmero de productos; mi = produccin de cada producto (kg); ri =
porcentaje del peso de producto consumible; pi = contenido proteico de cada
producto (g/100g); A = rea de la finca (ha); Rp = requerimiento de una perso-
na (kg/ao). Adems, se evalu el ndice de utilizacin de la tierra (IUT) pro-
puesto por Mead y Willey.
13
Ec. 8
donde: S = nmero de productos; Pi = rendimiento del cultivo (i) en policulti-
vo; mi = rendimiento del cultivo (i) en monocultivo.
El IUT compara los rendimientos de dos o ms cultivos sometidos a
tcnicas de policultivos con los rendimientos en monocultivo.
14
Esencialmen-
te, el IUT expresa los efectos benficos o negativos de la interaccin entre los
cultivos. En esta investigacin se compar el rendimiento de cada cultivo con
el rendimiento promedio de la localidad en monocultivo. De esta forma, se
pudo definir cul de los tipos de produccin aprovech con mayor eficiencia
el rea cultivada en el predio.
Resultados y discusin
Anlisis energtico
El anlisis energtico ha pretendido superar la disociacin entre la teora
econmica y el estudio de los procesos naturales, para poder analizar correc-
13
R. Mead y R.W. Willey, 1980. The concept of a Land Equivalent Ratio and advantages
in yields from intercropping. Exper. Agr. 16: 217-228.
14
Ver S. Kantor, 1999. Comparing yields with Land Equivalent Ratio (LER). Agricultural
and Natural Resources. Fact Sheet 532 (206): 205-310, 711(TTY) Disponible en: http://
www.metrokc.gov/wsu-ce.
p
S
i
i i
i
p
R
A
p r
m
P
1
100
*
100
*
S
i
i
i
S
M
P
IUT
1
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
115
tamente algunos de los aspectos de la crisis ecolgica.
15
Mientras, la comuni-
dad cientfica cuenta con pocas valoraciones de referencia en cuanto a la con-
tribucin de las fincas orgnicas a la emisin de gases de efecto invernadero y
su eficiencia energtica. Uno de los indicadores evaluados fue la relacin o
balance energtico de las fincas de cada tipo. Los resultados mostraron una
diferencia significativa del 95% entre las fincas de corte ecolgico y tradicio-
nal con las fincas convencionales (figura 1).
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
Convencional Tradicional Ecolgico
B
a
l
a
n
c
e
e
n
e
r
g
t
i
c
o
Figura 1: Balance energtico por tipo de fincas en estudio (2007-2009)
El bajo balance energtico promedio de las fincas convencionales se de-
bi, en esencia, a que su consumo energtico es significativamente superior al
de las tradicionales y ecolgicas. Es conocido que la agricultura moderna de-
rivada de la Revolucin Verde es un caso muy particular de alto uso de energa;
16
sin embargo, es necesario seguir demostrando cmo esto repercute en el cam-
bio climtico, los subsidios energticos que necesita este tipo de produccin,
as como el dao ambiental que ocasionan.
No es casualidad que en las fincas de corte convencional la mayor ex-
tensin del predio se dedique a un solo tipo de cultivo permanente, como
puede ser tabaco, caf o pltano, o de rotacin (tabaco-maz). Estos reciben
atencin especial del nivel superior del Ministerio de la Agricultura (MINAG)
15
Vase A. Punt, 1982. Balance energtico y coso ecolgico de la agricultura espaola, agricultura
y sociedad. Secretara General Tcnica de Ministerio de Agricultura, Madrid.
16
J. Olesen, 2004. FarmGHG A model for estimating greenhouse gas emissions from livestock
farms. Dinamarca. Danish Institute of Agricultural Sciences. Disponible en: http://
www.agrsci.dk/media/webdav/filer/jpm/plant__1/jeo/farmghg. Consultado en junio 2008.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
116
por tratarse de programas priorizados de la agricultura nacional. Los produc-
tores de estos cultivos deben aplicar paquetes tecnolgicos normados que
incluyen agroqumicos, combustible e irrigacin con el objetivo de incremen-
tar la productividad. Sin embargo, esto provoca un desbalance en la relacin
energtica de la finca que tambin repercute en su situacin econmica.
El pas atraviesa una de las peores crisis econmicas de su historia. Esta
es una de las razones que ha limitado que se destinen incentivos (pagos o crdi-
tos) para estimular a productores que apuestan por la agroecologa, a pesar de
haber demostrado ser ms eficientes en el uso de los recursos energticos y
materiales disponibles. Por otro lado, la bonificacin de 0,18 CUC por quintal
en capacidad de compra en divisa, que entr en vigor a partir de 2008 para
estimular a los productores
17
, atent directamente contra los proyectos agroe-
colgicos que no son remunerados.
La crisis econmica del pas y las medidas adoptadas en el sector agr-
cola para menguar sus consecuencias y reducir importaciones, contrasta con
el pobre desempeo energtico de los agroecosistemas y la lenta velocidad de
adopcin de tecnologas limpias y modelos de produccin con baja utilizacin
de subsidios energticos externos.
Relacin entre diversidad y balance energtico
La agrobiodiversidad es uno de los aspectos de la intensificacin agrcola que
recibe menos atencin de la merecida. Muchas de las prcticas agrcolas tradi-
cionales se basan en el reconocimiento del papel de la diversidad, sin embar-
go, el enfoque convencional de la teora ecolgica no solo ha propiciado la
simplificacin de los agroecosistemas, sino tambin la crisis contempornea
de la agrobiodiversidad.
18
Vandermeer y Perfecto agregan que quienes des-
arrollan actividades en agroecosistemas se preocupan por la agrobiodiversi-
dad solo cuando su funcin en la productividad es obvia. Sin embargo, se
conoce que esta realiza servicios ecolgicos que influyen en la estabilidad y
resiliencia de los sistemas agrcolas, una de las razones ms importantes para
mantenerla y estimularla.
19
17
E.F. Freyre y M. Chan, 2010. Atando cabos. La agricultura cubana: contratiempos, reajustes y
desafos. 93 p. Disponible en http://www.landaction.org/.../ATANDOCABOSver201004
Nov_ originalSpanish.pdf
18
J. Vandermeer e I. Perfecto, 2000. La biodiversidad en el manejo de plagas en sistemas
agroforestales. Revista Manejo de Plagas. Disponible en: http://web.catie.ac.cr/informacion
/rmip/rmip55/art1-a.htm.
19
M.A. Altieri, 1999. The ecological role of Biodiversity in Agroecosystems. Agriculture,
Ecosystems and Environment 74: 19-31.
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
117
Debido a la intensificacin agrcola promovida desde los aos setenta
en la zona, cuando todos los agroecosistemas tendieron a uniformarse y a
emplear altos insumos externos y maquinaria para amortiguar la baja fertili-
dad de los suelos y las sequas prolongadas, disminuy drsticamente la es-
tructura varietal de los cultivos.
El anlisis de la agrobiodiversidad en los diferentes tipos estudiados,
mostr que en las fincas de corte ecolgico el ndice de diversidad intraespec-
fica (riqueza varietal) es mucho mayor que en las tradicionales y convenciona-
les (figura 2). Antes de la intervencin del proyecto PIAL en la localidad, to-
das las fincas posean alrededor de una o dos variedades por especie.
20
La
diferencia con la situacin actual muestra la efectividad de los programas de
capacitacin e intercambio entre diferentes actores en cuanto a la disemina-
cin de la agrobiodiversidad.
0
1
2
3
4
5
Convencional Tradicional Ecolgico
D
i
v
e
r
s
i
d
a
d
i
n
t
r
a
e
s
p
e
c
f
i
c
a
Figura 2. ndice de diversidad intraespecfica por tipos de finca (2007-2009)
El limitado nmero de fincas estudiadas y los indicadores selecciona-
dos no resultan suficientes para demostrar en mayor medida la contribucin
de la agrobiodiversidad a la regulacin bitica y el aumento de la resiliencia
ante fenmenos ambientales extremos como los huracanes. Lo que s podra
20
R. Acosta, H. Ros, G. Verde y D. Pomagualli, 2003. Evaluacin morfoagronmica de la
diversidad gentica de variedades locales de maz (Zea mayz. L) en La Palma, Pinar del Ro.
Cultivos Tropicales 24 (4): 61-67; I. Moreno, H. Ros y C. Almekinder, 2003. Caracterizacin
de los sistemas locales de arroz en el municipio La Palma, Pinar del Ro. Cultivos Tropicales
24 (4): 49-54; y M. Mrquez, 2009. Ob. cit. en nota 7.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
118
inferirse es que el incremento de la agrobiodiversidad promueve una mayor
funcionalidad de sus componentes y permite elevar los rendimientos.
21
Para comprender la relacin entre el ndice de diversidad y el balance
energtico de cada uno de los tipos evaluados, se realiz un anlisis de corre-
lacin entre las dos variables. Los resultados del modelo estadstico utilizado
(correlacin lineal simple) mostraron una correlacin de 0,2507. Este valor es
significativo para el 95%, lo que confirma que existe una estrecha relacin
entre el nmero de variedades promedio por especie y el balance energtico
de los agroecosistemas en estudio. En la medida en que se maneje la diversi-
dad intraespecfica en la finca, puede esperarse que su funcionalidad tenga
mayor impacto econmico y ecolgico.
Las fincas pequeas y medianas, altamente diversificadas, heterogneas
y complejas, han demostrado que pueden alcanzar niveles de eficiencia pro-
ductiva y de recursos ms elevados que los sistemas especializados de cultivo
y ganaderos a mayor escala gestionados centralizadamente.
22
Sin embargo, no
podramos asegurar que una finca ms pequea y diversificada tendra una
mayor productividad, sino aquella que alcance mayor funcionalidad de la
agrobiodiversidad y logre as mejores interacciones sinrgicas en beneficio de
la productividad del sistema y la proteccin del ambiente.
Diversidad de la produccin
El anlisis de varianza arroj que no existe diferencia significativa entre los
tipos en cuanto a diversidad de la produccin. Esto evidenci que el nmero
de variedades y especies manejadas en la finca no constituye un factor deter-
minante de su productividad energtica, sino para incrementar la eficiencia
de la produccin. An as, la distribucin espacial de cada especie, la poca
en que se cultive, el conocimiento del aporte nutricional y los requerimientos
humanos o animales, son factores que deben considerarse para disear mode-
los de produccin con enfoques ecolgicos y de autosuficiencia alimentaria.
Utilizacin de la tierra
Entre las principales limitaciones de los productores de la zona est el rea
disponible para cultivar. El rea total de las fincas es pequea, si tenemos en
21
F.R. Funes-Monzote, M. Monzote, E.A. Lantinga, C.J.F. Ter Braak, J.E. Snchez y H. van
Keulen, 2009. Agro-Ecological Indicators (AEIs) for dairy and mixed farming systems
classification: Identifying alternatives for the Cuban livestock sector. Journal of Sustainable
Agriculture 33 (4): 435-460. DOI: 10.1080/10440040902835118
22
Idem.
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
119
cuenta que las condiciones de relieve no siempre son ptimas y el rea de
produccin se reduce porque la mayora de los productores vive dentro del
predio. Por ello se hace imprescindible lograr la mxima utilizacin y eficien-
cia del terreno disponible.
El resultado del IUT mostr valores por encima de 1 para los tres tipos,
a pesar de ser diferentes en la forma de utilizacin de la energa, la agrobiodi-
versidad funcional y el conocimiento del calendario agrcola. El uso de rota-
ciones e intercalamiento de cultivos permiti un empleo ms racional del rea
disponible en el tiempo y el espacio. Las fincas de corte ecolgico mostraron
un IUT mucho mayor que las tradicionales y convencionales (figura 3).
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
1,2
1,4
1,6
Convencional Tradicional Ecolgico
n
d
i
c
e
d
e
u
t
i
l
i
z
a
c
i
n
d
e
l
a
t
i
e
r
r
a
Figura 3. ndice de utilizacin de la tierra para cada tipo en estudio (2007-2009)
El IUT constituye una herramienta eficaz para revelar las ventajas o
desventajas de la diversificacin en el aprovechamiento del suelo. Sin embar-
go, la clave est en conocer bajo qu condiciones se desarrolla el manejo de la
finca y contar con informacin que permita conocer el estado de nutricin del
suelo para evitar su sobreexplotacin.
Las fincas de corte ecolgico, adems de utilizar de forma ms eficiente
el rea disponible, son las que mayor cantidad de materia orgnica y medidas
de conservacin de suelos aplican, por lo que se espera que la productividad
del terreno sea ms estable en el tiempo. Esto garantizar un adecuado nivel
de seguridad alimentaria y nutricional, as como la recuperacin de las fincas
al ser afectadas por fenmenos extremos.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
120
Personas que alimenta la finca desde el punto de vista energtico
Existe consenso internacional en cuanto a que el crecimiento acelerado de la
poblacin mundial es una de las principales limitantes para suplir la deman-
da de alimentos, fibras y otros productos agrcolas a una poblacin que exi-
gir mayor acceso a los bienes y servicios. Por tanto, la explosin demogrfica
es una de las grandes preocupaciones ambientales que enfrenta el siglo XXI.
En regiones donde el acceso al mercado es limitado y los ingresos son
insuficientes, la diversificacin de la produccin de alimentos es una estrate-
gia importante para suplir la demanda familiar y de los mercados locales. El
concepto de sostenibilidad que se maneja mayormente en la produccin agr-
cola cubana se refiere a la sostenibilidad econmica, y coloca en segundo pla-
no la sostenibilidad ecolgica de los agroecosistemas. Sin embargo, estas va-
loraciones econmicas no logran captar otras dimensiones relevantes en la
produccin agropecuaria, como la capacidad de los agroecosistemas para
suplir los requerimientos nutricionales de las personas de manera sostenible
en el tiempo y su resiliencia a eventos climticos extremos.
Un anlisis de la produccin energtica de cada tipo evaluado que tom
en consideracin los requerimientos energticos de una persona bajo nuestras
condiciones, mostr que las fincas de corte ecolgico son capaces de alimentar
a 4,7 personas por hectrea por ao, mientras que las fincas de corte conven-
cional 2,7. Las fincas de corte tradicional no guardan diferencia significativa
con las dems, pero s existe diferencia significativa del 95% entre las ecolgi-
cas y las convencionales (tabla 3).
Al conocer los principales cultivos empleados por las fincas de cada ti-
po, se puede inferir que una de las causas que condicionan la escasa disponi-
bilidad de energa alimentaria en las convencionales es que estas destinan
gran parte de su rea a la produccin de cultivos de bajo contenido energti-
co. Tal es el caso del tabaco, que en la mayora de estas fincas se puede clasifi-
car como un monocultivo alternado con el maz, pues es la nica rotacin en
ese espacio.
Si tenemos en cuenta que este cultivo est acompaado de un paquete
tecnolgico abundante en pesticidas, fertilizantes, combustible, maquinaria y
alta intensidad de la fuerza de trabajo humano por la complejidad de las
prcticas de cultivos que exige, se agudiza ms la situacin, lo que tambin
influye en el balance energtico de la finca. El trabajo empleado, la alta inten-
sidad energtica y el impacto ambiental negativo, aparentemente se justifican
por el valor de este producto en los mercados internacionales; sin embargo,
en trminos ecolgicos, de desarrollo rural e incluso de salud humana, merece
una discusin a profundidad.
Anlisis agroenergtico de tipologas agrcolas en La Palma
121
Tabla 3. Cantidad de personas que alimenta cada tipo de finca desde el punto de
vista energtico y proteico
Tipo Energa (personas/ha/ao) Protena (personas/ha/ao)
Convencional 2,7 3,3
Tradicional 4,3 5,8
Ecolgico 4,7 7,2
Personas que alimenta desde el punto de vista proteico
Para buscar modelos de desarrollo ms justos desde el punto de vista alimen-
tario y teniendo en cuenta la importancia de las protenas en la alimentacin
humana, se analiz la capacidad de cada tipo de finca para suplir los reque-
rimientos proteicos de una persona por hectrea por ao.
Los resultados mostraron una vez ms que las fincas de corte ecolgico
tienen diferencias significativas con las convencionales. Las fincas ecolgicas
son capaces de suplir las necesidades proteicas de 7,2 personas por hectrea
durante todo el ao, mientras que en las de corte convencional esta cifra fue
de 3,3 (tabla 3).
Comentarios finales
En una encuesta realizada en 2010 a 1500 productores del municipio La Pal-
ma, se constat que en cada finca u hogar del productor viven como prome-
dio cinco personas. Si tenemos en cuenta que en el municipio los campesinos
cultivan 14 384 ha de tierra, se estara en condiciones de suplir las necesidades
proteicas de 103 135 personas con solo redireccionar el enfoque agrcola de las
fincas. Por lo tanto, La Palma tiene potencial para triplicar las producciones
de protenas que necesita la poblacin local y, desde el punto de vista nutri-
cional, puede ser autosuficiente e incluso tendra capacidad para exportar
alimentos.
Las fincas tradicionales son un buen punto de partida para el cambio de
enfoque hacia una produccin ms amigable con el medioambiente. Los pro-
gramas de asistencia tcnica y de capacitacin jugarn un papel fundamental
en este propsito. A pesar de los resultados obtenidos en este estudio, es pre-
ocupante que an persista entre los productores de la localidad la mentalidad
de emplear qumicos y recurrir a las prcticas convencionales. En la citada
encuesta, el 96% respondi afirmativamente a la pregunta de si estaran dis-
puestos a utilizar insumos qumicos externos en el proceso de produccin,
aunque ellos no influiran sobre otros productores para que no los emplearan.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
122
Resulta paradjico que reconozcan y perciban cambios en el ambiente adver-
sos para la produccin agrcola y, sin embargo, estn dispuestos a utilizar e
incluso invertir en paquetes tecnolgicos para aumentar las producciones.
Esta conducta pone en claro riesgo los logros de los programas de capa-
citacin en materia de educacin ambiental y agroecologa. Adems, prueba
que la condicionante para que los productores hayan reenfocado su sistema
de produccin hacia perspectivas ms amigables con el medioambiente, no ha
estado ligada al convencimiento sobre las bondades de las prcticas agroe-
colgicas, sino a la escasez de insumos. Qu pasar si de pronto existe una
apertura de acceso a paquetes tecnolgicos basada en agroqumicos?
123
EVALUACIN AMBIENTAL
Y AGROPRODUCTIVA EN FINCAS
DE LA PALMA Y GIBARA
Dania Vargas, Sandra Miranda y Humberto Ros
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRCOLAS, MAYABEQUE
En busca de soluciones a los efectos del cambio climtico se ha fomentado en
el mundo la aplicacin de modelos alternativos para la produccin de alimen-
tos. Esta tendencia favorece el uso ms racional de la energa, la no dependen-
cia de insumos industriales, la conservacin de la agrodiversidad y el empleo
de manejos agroecolgicos en las fincas en armona con los ecosistemas.
Los datos con los que se analizan las emisiones de gases de efecto in-
vernadero (GEI) en Cuba se basan en estadsticas a nivel nacional, lo que limi-
ta la bsqueda de soluciones locales y efectivas. El problema del calentamien-
to global y la agricultura no se vincula ni se analiza con un enfoque multidis-
ciplinario y multisectorial, por lo que las estrategias de trabajo se centran en la
adaptacin y mitigacin por sectores, y no con un enfoque holstico. De ah la
necesidad de definir indicadores para evaluar los sistemas agroproductivos
que contribuyan a reducir las emisiones de GEI, que manejen la biodiversidad
dentro de la finca y hagan un consumo racional de la energa externa. Este
trabajo evala la relacin que existe entre las prcticas agrcolas, el manejo de
la diversidad y el calentamiento global en dos municipios de Cuba: La Palma,
en la provincia de Pinar del Ro, y Gibara, en la de Holgun.
Metodologa
La investigacin se realiz durante el ao 2007 en 20 fincas de la porcin norte
de La Palma y 15 de la comunidad de Velasco, al oeste de Gibara. Todas las
fincas incluidas en el estudio poseen reas de pequea a mediana, tienen una
orientacin fundamentalmente agrcola, con experiencia en el manejo de cul-
tivos de ciclo corto y largo y con presencia de rboles en la finca. La metodo-
loga de trabajo se bas en los principios de la investigacin-accin con la
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
124
participacin de los agricultores en el proceso de estudio de sus fincas.
1
Se
definieron cuatro etapas de trabajo:
Etapa I. Desarrollo de una visin concertada sobre los indicadores y
herramientas que se emplearn para el estudio de las fincas
Identificacin participativa de indicadores claves ambientales y pro-
ductivos.
Diseo de herramientas para obtener la informacin primaria en las
fincas.
Seleccin de las fincas.
Etapa II. Trabajo de campo para la recopilacin de la informacin pri-
maria
Aplicacin de encuesta semiestructurada a la familia campesina.
Evaluaciones de campo en las fincas.
Etapa III. Clculo de indicadores ambientales y agroproductivos claves
Agrodiversidad (inventario de especies, ndices de Margalef y
Shannon).
Emisiones de GEI.
Captura de carbono en biomasa arbrea.
Carbono almacenado en suelos.
Productividad agrcola.
Eficiencia energtica de las producciones de la finca.
Etapa IV. Caracterizacin agroproductiva y ambiental de los tipos de
agroecosistemas
Tipificacin de los agroecosistemas de acuerdo con indicadores eva-
luados.
Se identificaron indicadores ambientales y agroproductivos, as como
sus variables (tabla 1). La informacin primaria se obtuvo de forma general, a
partir de las tcnicas de muestreos de especies agrcolas en las parcelas de
cultivos de ciclo corto y largo, y para todas las especies arbreas presentes en
la finca; as como muestreos y mediciones de las reas en las parcelas cultiva-
1
J.F. Muoz, J. Quintero y R.A. Munvar, 2002. Experiencias en investigacin-accin-
reflexin con educadores en proceso de formacin en Colombia. Revista Electrnica de Inves-
tigacin Educativa 4 (1). Disponible en: http://redie.uabc.mx/vol4no1/contenido-munevar.htm
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
125
das. Se aplic la encuesta semiestructurada para los datos generales de la fin-
ca, los manejos agrcolas e insumos y las producciones agrcolas obtenidas
por cultivo en un ao. Tambin se hicieron entrevistas directas a los agriculto-
res con el objetivo de triangular la informacin obtenida, y se tuvo acceso a
los registros personales de gastos, inversiones y producciones de cada finca.
Tabla 1. Variables por cada indicador identificado
Indicadores Variables
Ambientales
Diversidad de
cultivos y especies
arbreas
Nmero de especies de cultivos temporales en la finca
rea de cada cultivo
Nmero de especies arbreas en la finca
Nmero de individuos por especie
Emisiones de GEI Cantidad de fertilizante qumico
Cantidad de residuos de cosecha incorporados al suelo
reas de arroz bajo aniego permanente, intermitente o de
secano
Captura de
carbono en
biomasa arbrea
Nmero de especies arbreas presentes en la finca
Nmero de individuos por especie
Altura de la planta
Permetro del tronco a 1,2 m de altura
Carbono retenido
en suelo
Densidad aparente de la capa de 0-20 cm
Porcentaje de materia orgnica en la capa de 0-20 cm
Agroproductivos
Eficiencia
energtica
Cuantificacin de todos los insumos industriales y artesana-
les, posturas de rboles y semillas
Cuantificacin de todas las producciones de la finca a partir
de los cultivos presentes y de las especies arbreas
Estimacin de las equivalencias energticas de cada insumo
utilizado y cada producto obtenido en la finca
Cuantificacin de las horas de trabajo animal y humano
invertidas en la produccin de la finca
Produccin de la
agrodiversidad
Produccin de energa en equivalentes energticos y de pro-
tenas por especie
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
126
Resultados
I nventarios de diversidad
Los inventarios de la diversidad de especies agrcolas (temporales y perma-
nentes) y de especies arbreas permitieron identificar que en las fincas estu-
diadas se encuentran al menos 109 especies vegetales cultivadas y naturales.
El mayor porcentaje de las especies identificadas corresponde a forestales
(tabla 2), a pesar de que la actividad productiva fundamental es la produccin
de alimentos, no la de madera. Muchas de las especies clasificadas como fo-
restales no producen madera con valor comercial, lo que indica que los agri-
cultores conservan esta riqueza de especies en sus sistemas agroproductivos
por sus propiedades medicinales, para combustible y sombra, por motivos
religiosos y culturales, para obtener pagos por servicios ambientales, como
cortinas rompevientos y cercas vivas, y para proteger las riveras de los ros.
Tabla 2. Porcentaje de especies de acuerdo a su uso
Especie % Especie %
Forestales 61 Races y tubrculos 4
Hortalizas 12 Cereales, granos y oleaginosas 8
Ctricos y frutales 11 Otros 5
El fomento y mantenimiento de especies arbreas dentro de las fincas
mejora la estructura vertical de los agroecosistemas. Estas especies contribu-
yen al equilibrio biolgico de los organismos pues propician el control de
plagas y enfermedades de forma natural al ser hospederos de esta diversidad.
Anlisis de la agrobiodiversidad
En el trabajo con el indicador de diversidad de cultivos y especies arbreas se
tuvo en cuenta la riqueza de especies (relacionada directamente con el nme-
ro de especies vegetales) y la estructura de las especies dentro de la finca (re-
presentatividad espacial y temporal de especies en un rea). Se elabor un
inventario general de diversidad de especies de cada finca con el nmero de
individuos por especie y los porcentajes de especies para cada uso. Con estos
datos se calcul para cada finca el ndice de Shannon como indicador de es-
tructura y el ndice de Margalef como indicador de riqueza, tanto para los
cultivos como para las especies arbreas.
2
2
A. Magurran, 1989. Diversidad ecolgica y su medicin. Ediciones Vedra, Barcelona, Espaa.
200 p.
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
127
Se identificaron 32 especies de cultivos, entre las que predominan frijol
(94%), yuca (86%), maz (83%) y pltano (71%). Las fincas de La Palma mos-
traron un mayor porcentaje de cultivos (28 especies) que las de Gibara (17). Se
observaron rangos diferentes para los valores de los ndices por localidades,
especies arbreas y cultivos temporales. Para ambos ndices, tanto el rango de
los valores como el valor mximo fueron superiores para las especies arb-
reas, considerando cada municipio, as como la muestra total (tabla 3).
Tabla 3. Rangos de valores de cada ndice para los ndices de diversidad por finca
ndice Gibara La Palma Total
Margalef (cultivos) 0,07-0,44 0,12-1,25 0,07-1,25
Margalef (especies arbreas) 0,42-5,19 1,44-6,06 0,42- 6,06
Shannon (cultivos) 0,36-1,26 0,69-1,84 0,36-1,84
Shannon (especies arbreas) 0,32-2,70 0,88-3,05 0,32-3,05
Los valores de los ndices de diversidad estudiados resultan significati-
vamente superiores para las especies arbreas, que tienen mayor presencia
(72% de las especies identificadas) y estn menos intervenidas desde el punto
de vista temporal y espacial. Tambin se observaron diferencias entre muni-
cipios, considerando los ndices de diversidad para las especies arbreas y los
cultivos temporales. En el caso de los cultivos temporales, los valores mayores
para ambos ndices corresponden a las fincas de La Palma, mientras que los
menores se observaron en las de Gibara. En las fincas de La Palma no solo
hay mayor riqueza de especies cultivadas temporales (figura 1), sino que su
distribucin est ms equilibrada, en correspondencia con la agricultura tra-
dicional que predomina en la zona. Por su parte, las fincas de Gibara poseen
una agricultura ms tecnificada, en la que predomina el monocultivo y la
especializacin productiva.
Anlisis de las reservas de carbono
La biomasa arbrea y el suelo son los reservorios naturales de carbono consi-
derados en este estudio y la suma de ambos constituye el carbono total se-
cuestrado en las fincas. Sin embargo, la proporcin de carbono secuestrado
por cada uno de los reservorios en relacin al carbono total secuestrado no es
equivalente en las fincas estudiadas. As, el 83% de la muestra total (29 fincas)
tiene al suelo como el reservorio fundamental de carbono (ms del 62% del
carbono total secuestrado en los suelos), con una media de 25,3 t/ha, la cual es
significativamente superior a la de la biomasa de 4,8 t/ha (tabla 4).
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
128
0
5
10
15
20
25
La Palma Gibara
P
r
o
m
e
d
i
o
d
e
l
n
m
e
r
o
d
e
e
s
p
e
c
i
e
s
Arbreas Temporales
Figura 1. Promedio del nmero de especies arbreas y temporales
Tabla 4. Carbono retenido en las fincas de acuerdo con el reservorio principal (t/ha)
Reservorio fundamental de carbono Fincas Suelo
Biomasa
arbrea
Total
Ms de 62% del C retenido en suelo 29 (83%) 25,3 4,8 30,1
Ms de 73% del C retenido en biomasa arbrea 6 (17%) 35,8 616,9 652,8
Por el contrario, solo seis fincas tuvieron la biomasa arbrea como prin-
cipal reservorio de carbono (ms del 73% del carbono total secuestrado en
biomasa arbrea), con una media de carbono secuestrado en el suelo de 35,8
t/ha y de carbono secuestrado en biomasa de 616,9 t/ha. Estas fincas, todas
ubicadas en La Palma, tienen la peculiaridad de presentar reas de arboledas
compactas de ms de una hectrea, situacin en la que el carbono secuestrado
en la necromasa producida por los rboles es considerado parte del carbono
secuestrado por la biomasa, lo que no sucede con los rboles aislados. Sus
valores de carbono retenido en biomasa, as como sus valores totales de car-
bono retenido, son significativamente superiores a los de las fincas de Gibara.
El carbono retenido en los suelos muestra una correlacin negativa sig-
nificativa con las emisiones de xido nitroso (N2O) y las de gases totales, as
como con la aplicacin de plaguicidas y el gasto energtico total. Esto podra
deberse al tipo de agricultura que se realiza en las fincas, donde altos valores
de plaguicidas y otros insumos representan mayores gastos energticos y
altas emisiones de xido nitroso. En la agricultura ms intensiva e industrial
los suelos sufren mayores daos en sus propiedades fsico-qumicas, entre las
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
129
que se encuentran el porcentaje de materia orgnica y, por ende, el carbono
retenido en el suelo.
Se observ adems una correlacin negativa del carbono retenido en
suelo con la protena de origen vegetal producida, as como con las horas de
trabajo animal empleadas por hectrea por ao en las fincas. Esto se debe a
que las fincas con arboledas compactas presentan una proporcin menor de
reas dedicadas a la agricultura y menores valores de trabajo animal y de
produccin de protenas.
Emisiones de GEI
Las fuentes de emisin de GEI derivadas de la actividad agrcola fueron el
cultivo del arroz anegado, la aplicacin de nitrgeno sinttico para la fertili-
zacin qumica y los residuos de cosecha incorporados al suelo. En ninguna
de las fincas se detect quema de biomasa, otra de las posibles fuentes de
emisin de GEI por el manejo agrcola.
La nica fuente de emisin de metano (CH4) considerada fue el cultivo
del arroz anegado, que no se practica en Gibara, pero s en La Palma. Sin em-
bargo, debido a que el potencial de calentamiento global del CH4 (1 t de CH4
corresponde a 21 t de equivalentes de CO2) es unas 15 veces menor que el del
N2O (1 t de N2O corresponde a 310 toneladas de equivalentes de CO2), cuando se
transforman los valores primarios de ambos gases a toneladas de equivalen-
tes de carbono por ao, la contribucin del CH4 a las emisiones totales es pe-
quea (12% en La Palma y 4% en todas las fincas de la muestra). Las emisio-
nes de xido nitroso son las que ms contribuyen a las emisiones totales de
GEI en toda la muestra y para cada una de las provincias (figura 2).
0
20
40
60
80
100
120
La Palma Gibara Total
E
m
i
s
i
n
t
o
t
a
l
(
%
)
xido nitroso Metano
Figura 2. Contribucin del xido nitroso y el metano a la emisin de GEI
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
130
Por consiguiente, las categoras de emisin del N2O son las prcticas
agrcolas ms importantes en cuanto a las emisiones totales de GEI en este
estudio. Estas categoras son la aplicacin de nitrgeno sinttico para la ferti-
lizacin de los cultivos y los residuos de cosecha incorporados al suelo, lo que
coincide con los inventarios nacionales elaborados por el Instituto de Meteo-
rologa para los reportes del Panel Intergubernamental de Cambio Climtico.
3
Los valores de emisin encontrados oscilan entre 0 y 2,88 TeqC/ha/ao,
con una media de 0,95 TeqC/ha/ao. Se observ una diferencia altamente
significativa entre las medias de las emisiones totales de los municipios estu-
diados, con un valor medio para La Palma de 0,063 TeqC/ha/ao, unas 22
veces menor que las emisiones medias de Gibara (1,38 TeqC/ha/ao). Estas
diferencias se deben fundamentalmente a las categoras de fuentes de emisin
relacionadas con el N2O, pues la contribucin de las emisiones de CH4 es pe-
quea (tabla 3).
Tabla 3. Emisiones totales de GEI y principales fuentes de emisin para la mues-
tra total y por municipios
Fuentes de emisin La Palma Gibara Total
Emisiones totales (TeqCO2/ha/ao) 0,63 1,38 0,95
Nitrgeno sinttico aplicado a los cultivos (kg/ha/ao) 7,2 33,9 18,6
Residuos de biomasa incorporados al suelo, kg/ha/ao 1501,0 1999,7 1714,7
Caracterizacin de las fincas segn indicadores
agroproductivos
La produccin de alimentos es la funcin fundamental de las fincas agropro-
ductivas, y aunque en general se expresa en toneladas producidas o en ingre-
sos econmicos brutos, en este trabajo se presenta como energa bruta total.
En cada finca estudiada se produce un promedio de 3 172,1 Mcal/ha/ao bru-
tas, lo que corresponde a los alimentos que se necesitan para cubrir los reque-
rimientos energticos de un ao para 3,6 personas. Para producir esta energa,
se requirieron 1 255,8 Mcal/ha/ao como promedio, lo que indica que la
muestra de fincas, en su conjunto, es eficiente desde el punto de vista energ-
tico, pues se produce ms cantidad de energa de la que se insume.
Las fincas presentaron un amplio rango de valores de produccin bruta
energtica (58,0-11 458,3 Mcal/ha/ao) y se clasificaron en poco productivas,
3
Ver CITMA/CCTRAIN, 1999. Inventario nacional de emisiones y absorciones de gases de efecto
invernadero. Ao base 1990, Instituto de Meteorologa, Ediciones GEO. 339 p.
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
131
productivas y muy productivas, cuyas medias presentaron diferencias
significativas (tabla 4).
Tabla 4. Clasificacin de las fincas segn la productividad
Clasificacin
Criterio (rango de produccin
energtica, Mcal/ha/ao)
Produccin promedio
(Mcal/ha/ao)
Poco productivas Menos de 1 800 Mcal/ha 1 060,9
Productivas Entre 1 800 y 3 400 Mcal/ha 2 872,5
Muy productivas Mayor de 3 400 Mcal/ha 5 406,9
Todas Entre 58,0 y 11458,3 3 172,1
A partir de los grupos propuestos segn la productividad, se realiz un
anlisis de discriminante que mostr la formacin de dos funciones cannicas
que explican el 100% de la variabilidad. La primera funcin discriminante
explica el 65,3% de la variabilidad, lo que representa una contribucin alta-
mente significativa a la formacin de los grupos; la segunda funcin, por su
parte, explica el 34,7%, con una contribucin significativa a la formacin de
los grupos (figura 3).
Figura 3. Grfico de discriminantes segn producciones de las fincas
FD1 (65,3%)
0
F
D
2
(
3
4
.
7
%
)
0
3
3
3
3
2
2
2
2
2
2
3
3
2
2
2
2
3
3
3
3
3
2
3
2
1
1
1
1
1
1
1
1 1
1
1
Poco
productivas
Muy
productivas
Medianamente
productivas
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
132
Las fincas poco productivas emiten bajos niveles de N2O y su gasto
energtico, particularmente de combustible, es menor. Se caracterizan por
tener mayor cantidad de especies totales y arbreas, as como una distribu-
cin ms equilibrada de los cultivos temporales. Sin embargo, son muy poco
productivas y cubren los requerimientos energticos y proteicos de un menor
nmero de personas. Gibara posee mayor proporcin de fincas clasificadas
como muy productivas, y solo unas pocas poco productivas. La Palma,
por el contrario, tiene pocas fincas muy productivas(tabla 5).
Tabla 5. Porcentaje de las fincas clasificadas de acuerdo con su productividad
Clasificacin segn produccin energtica La Palma Gibara
Poco productiva 45% 13%
Productiva 40% 27%
Muy productiva 15% 60%
Las fincas de Gibara presentaron mejores resultados de eficiencia energ-
tica que las de La Palma, as como en la mayora de las variables (tabla 6).
Gibara, con fincas ms pequeas, se caracteriza por tener una productividad
ms elevada, pero al no tener reas arbreas compactas secuestra menos car-
bono. Adems, al ser superior su especializacin productiva, emplea cantida-
des ms elevadas de insumos agroqumicos y emite mayor cantidad de GEI.
Tabla 6. Medias de las variables cuantitativas para la clasificacin productiva
Variable La Palma Gibara
Produccin energtica (Mcal/ha/ao) 2 499,8 4 068,5
Personas que alimenta proteicamente el sistema 3,6 8,6
Protena de origen vegetal producidos en la finca (kg) 55,3 127,9
Personas que alimenta energticamente el sistema 2,9 4,8
Gasto energtico (Mcal/ha/ao) 763,5 1 912,3
Combustible empleado (l/ha/ao) 24,7 21,1
Emisin de xido nitroso (TeqC/ha/ao 0,6 1,4
Residuos de cosecha Incorporados al suelo (kg) 1 501,0 1 999,7
Nmero total de especies arbreas 22,3 14,0 b
Total de especies (temporales, forestales y frutales) 34,2 20,8
rea de la finca (ha) 13,8 6,8
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
133
Manejos de las fincas y su relacin con los indicadores
En la actualidad existe una controversia relacionada con la capacidad de los
sistemas productivos agroecolgicos para producir alimentos. Adems, hay
una gran diversidad de conceptos en cuanto a lo que se considera agricultura
ecolgica y orgnica, y en especial a los elementos que deben tenerse en cuen-
ta para su clasificacin. Las fincas se clasificaron en convencionales, interme-
dias y ecolgicas (tabla 7).
Tabla 7. Clasificacin de las fincas segn el manejo agrcola
Clasificacin de las fincas Nmero de fincas Porcentaje de las fincas
Convencional 8 23
Transicin 23 66
Ecolgica 4 11
Total 35 100
Estos resultados indican que la mayora de los agricultores de la mues-
tra emplean en sus labores agrcolas insumos agroqumicos, como fertilizan-
tes nitrogenados sintticos y plaguicidas, pero en dosis muy pequeas. Aun-
que no puedan considerarse orgnicos o agroecolgicos, tampoco son produc-
tores convencionales, los cuales emplean dosis muy superiores de estos insumos.
Las motivaciones de los agricultores para emplear cantidades moderadas de
agroqumicos son diversas, pero en general estn relacionadas con el bajo
nivel de acceso a los insumos agroqumicos y el proceso de sensibilizacin
por el que algunos han transitado, que los hace buscar alternativas ms salu-
dables para las familias, los suelos y el medioambiente.
El anlisis de discriminante realizado, en base a la clasificacin anterior,
mostr la formacin de dos funciones cannicas que explican el 100% de la
variabilidad. La primera funcin discriminante explica el 82,4% de la variabi-
lidad, lo que representa una contribucin altamente significativa a la forma-
cin de los grupos, mientras que la segunda funcin discriminante explica el
17,6%, con una contribucin significativa a la formacin de los grupos (figura 4).
Por otro lado, la matriz de estructura de los discriminantes mostr las
variables que contribuyen a la diferenciacin de los grupos en cada funcin,
lo que permiti caracterizar los grupos. En la funcin discriminante 1, que es
la que ms contribuye al agrupamiento de las fincas segn la clasificacin de
manejo, las variables ms importantes y con una contribucin positiva fueron
el gasto energtico, el trabajo animal, la produccin agrcola, las protenas de
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
134
origen vegetal producidas en la finca, el nmero de personas que alimenta
energticamente el sistema, as como las emisiones de N2O. Adems, influy
para esta funcin, pero con una contribucin negativa, el porcentaje de mate-
ria orgnica en los suelos por hectrea por ao.
Figura 4. Grfico de discriminantes segn manejo de la finca
Por su lado, para la funcin discriminante 2, las variables ms impor-
tantes y con una contribucin positiva fueron el ndice de Margalef y el de
Shannon para cultivos temporales, adems de las horas trabajo humano por
hectrea por ao, as como el carbono secuestrado en biomasa arbrea por
hectrea por ao, pero con una contribucin negativa.
La matriz de estructura y la representacin grfica de las funciones dis-
criminantes indican que las fincas clasificadas como convencionales se ca-
racterizan por gastos energticos ms elevados, con producciones agrcolas
superiores y mayores emisiones de GEI, en particular N2O. Estas fincas pre-
sentan una cantidad elevada de carbono secuestrado en biomasa arbrea,
pues tienen una gran cantidad de rboles aislados (en cercas vivas fundamen-
talmente), pero un bajo porcentaje de materia orgnica en los suelos. Por tan-
to, son las ms productivas del estudio, pero sobre la base del empleo de ma-
yores niveles de insumos agroqumicos, de mayores emisiones de GEI y de la
degradacin de las propiedades fsico-qumicas de los suelos.
FD1
(82.4%)
0
F
D
2
(
1
7
,
6
%
)
0
1
2
2
2
2
1
2
2
2
1
2
2
2
2
2
1
2
2
2
2
2
2
2
3
3
2
2
3
3
3
2
3
3
2
3
Transicin
Convencional
Ecolgica
Evaluacin ambiental y agroproductiva en fincas de La Palma y Gibara
135
Las fincas ecolgicas, por el contrario, se caracterizan por mayores
niveles de carbono secuestrado en biomasa arbrea y materia orgnica en los
suelos, gastos energticos y emisiones mnimas, pero tambin por una baja
productividad agrcola. Estas fincas tienen una gran desproporcin entre las
reas dedicadas a arboledas compactas y las dedicadas a la produccin agr-
cola, lo que las hace muy poco contaminantes, grandes reservorios de carbono
en biomasa arbrea y en suelo, pero con una contribucin demasiado baja a la
produccin de alimentos. Esto no significa que la presencia de arboledas
compactas o bosques imposibilite que un sistema agrcola sea productivo, sin
embargo, se requieren manejos especficos como el que caracteriza a las fincas
integrales, diseos agroforestales u otras alternativas que permitan explotar
las arboledas compactas para la produccin de alimentos, como la introduc-
cin de una mayor diversidad de especies de rboles frutales. Estos resulta-
dos coinciden con los reportados por autores que plantean que las fincas con
un manejo ecolgico, bajo los principios agroecolgicos, son mucho ms di-
versas, tienen una mayor captura de carbono, usan menos insumos industria-
les disminuyendo su gasto energtico.
4
Por otro lado, las fincas ecolgicas
logran reducir las emisiones de oxido nitroso cuando eliminan la fertilizacin
nitrogenada del manejo de los cultivos.
5
Conclusiones
Existen alternativas al empleo de altas dosis de insumos agroqumicos para
llevar a cabo la produccin de alimentos, que adems contribuyan a mitigar
las emisiones de GEI. El empleo de cantidades limitadas o nulas de insumos
agroqumicos, la mayor diversidad de especies agrcolas, el uso de prcticas
saludables para los suelos, como la rotacin y el intercalamiento de cultivos,
as como la incorporacin de materia orgnica a los suelos, no solo disminu-
yen las emisiones de GEI, sino que contribuyen a conservar las propiedades
fisico-qumicos del suelo y su funcin como reservorio natural de carbono.
La baja disponibilidad de insumos agroqumicos y la capacidad de los
agricultores para experimentar con nuevas alternativas, son una buena opor-
tunidad para trabajar en la facilitacin de opciones tecnolgicas que puedan
ser seleccionadas, adaptadas y adoptadas por los agricultores. Estas constitu-
4
M.W. Ho, 2008. Organic agriculture and localized food & energy systems for mitigating climate
change, how the world can be food and energy secure without fossil fuels. East and Southeast
Asian conference-workshop on sustainable agriculture, food security and climate change,
waterfront-insular hotel. Davos, Filipinas, 12-14 octubre.
5
J. Castro, 2007. Fijacin de carbono y agricultura orgnica. Ambientico. Revista mensual
sobre la actualidad ambiental 165: 10.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
136
yen alternativas al uso de agroqumicos industriales, para que en un inicio los
complementen y con el tiempo los sustituyan por alternativas naturales de
manejo del suelo. Las fincas ecolgicas y biodiversas tienen el efecto opuesto
a las convencionales, pues sus suelos absorben y captan ms carbono que los
que se cultivan con fertilizantes qumicos.
137
EVALUACIN DE LA ESTABILIDAD
DE ECOSISTEMAS EN PINAR DEL RO
Nelson Valds, Duniesky Prez y Maikel Mrquez
FACULTAD DE AGRONOMA DE MONTAA, UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RO
Este trabajo documenta un estudio que evalu la contribucin de ecosistemas
agrcolas para mitigar el cambio climtico, as como la seguridad alimentaria
y nutricional de la localidad de San Andrs en La Palma, Pinar del Ro. La
calidad del suelo, la diversidad agrcola, la retencin de carbono y el balance
energtico fueron los indicadores seleccionados a fin de medir el nivel de es-
tabilidad alcanzado por diez fincas agrcolas vinculadas durante varios aos
al Programa de Innovacin Agropecuaria Local (PIAL).
Metodologa
Se realizaron muestreos que constituyen la lnea base del comportamiento de
los agroecosistemas. Los ndices fsicos, de diversidad, calidad nutricional y
eficiencia energtica se utilizaron para construir el ndice general de estabilidad
de la finca. A travs de varios indicadores, se introdujeron aspectos cualitati-
vos en la contribucin que el ecosistema puede hacer para mitigar el cambio
climtico, fundamentalmente mediante el secuestro permanente de carbono y
la reduccin de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o la transfor-
macin de gases ms o menos dainos.
Construccin de las expresiones del ndice de estabilidad
ndice fsico: O P I
F
; donde: P = ndice de profundidad efectiva,
O = ndice de materia orgnica.
ndice de diversidad:
F A D
D D I ; donde: DA = ndice de diversi-
dad agrcola, DF = ndice de diversidad forestal.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
138
ndice general de estabilidad:
E N D F S
I I I I I ; donde: IF =
ndice fsico, ID = ndice de diversidad, IN = ndice de calidad nutricio-
nal, IE = ndice de eficiencia energtica.
Calidad fsica del suelo
Los indicadores de calidad del suelo son:
Profundidad efectiva, en centmetros. Se determina cavando calicatas.
Porcentaje de materia orgnica. Se determina en el laboratorio con
medios muy simples.
Diversidad agrcola y forestal
Se realizaron inventarios de especies en cada finca y se tomaron como refe-
rencia parcelas de 25 m
2
. Se anotaron los datos necesarios de cada cultivo para
calcular el ndice de Shannon-Weiner (segn la propuesta de Magurran
1
), que
es uno de los indicadores de diversidad seleccionados. La diversidad forestal
se evalu mediante conteos de rboles dispersos y parcelando los bosques
compactos. En ambos casos se recogieron los datos de cubicacin por espe-
cies: altura del rbol (en metros) y dimetro a 1,3 metros del suelo (en cent-
metros). El indicador seleccionado es la cantidad de carbono retenido por los
rboles (en toneladas/hectrea). Para calcular el carbono retenido es necesario
realizar conteos y mediciones de rboles y luego aplicar cualquier mtodo de
cubicacin vlido, utilizando coeficientes mrficos o tablas de cubicacin.
Balance energtico
Se calcul a partir de datos obtenidos mediante encuestas que incluyen los
detalles sobre los insumos empleados y las producciones obtenidas, el tiempo
de trabajo humano y animal empleado para labores de cultivo. Tanto las
equivalencias energticas de los insumos como el contenido energtico y pro-
teico de los productos agrcolas y pecuarios, fueron obtenidos a partir del
modelo propuesto por Funes-Monzote
2
y calculados con el software Energa,
versin 3.01.
3
1
A. Magurran, 1989. Diversidad ecolgica y su medicin. Vedra, Barcelona, Espaa. 200 p.
2
F.R. Funes-Monzote, 2009. Agricultura con futuro. La alternativa agroecolgica para Cuba.
Indio Hatuey, Matanzas. 196 p.
3
F.R. Funes-Monzote, J. Castro, D. Prez, Y. Rodrguez, N Valds y A.L. Gonalves, 2009.
Energa 3.01. Sistema computarizado para el clculo de los indicadores de eficiencia
energtica. Manual del usuario. CEDECO-INCA-EEPF Indio Hatuey. 58 p.
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
139
Resultados
La contribucin del ecosistema a mitigar del cambio climtico, mediante el
secuestro permanente de carbono y la reduccin de emisin de GEI, se midi
a travs de cuatro ndices de estabilidad: ndice fsico, ndice de diversidad, ndice
de calidad nutricional e ndice de eficiencia energtica.
El ndice fsico (IF) refleja la calidad fsica del suelo, que es la base sobre
la cual descansa la posibilidad de alcanzar la suficiencia alimentaria, inde-
pendientemente de que haya alteraciones qumicas debido a manejos inade-
cuados. Para construir este ndice, se emplean los indicadores profundidad
efectiva y porcentaje de materia orgnica (tabla 1).
Tabla 1. Profundidad efectiva y porcentaje de materia orgnica
Finca Profundidad
efectiva (cm)
Materia
orgnica (%)
Finca Profundidad
efectiva (cm)
Materia
orgnica (%)
1 26 1,20 6 14 1,23
2 15 1,33 7 21 1,82
3 20 1,25 8 8 0,93
4 18 1,14 9 20 1,26
5 13 1,27 10 14 1,21
El ndice de diversidad (ID) incluye tanto la parte agrcola como la forestal,
componentes efectivos del ecosistema agrcola. Cuantifica la diversidad de
especies de cultivos y de sus variedades dentro del ecosistema. Para cons-
truirlo, se utilizan dos indicadores: diversidad agrcola y cantidad de carbono
retenido, en toneladas por hectrea por ao (tabla 2).
Tabla 2. ndice de Shannon-Weiner y volumen de carbono retenido
Finca ndice de
Shannon-
Weiner
Carbono
retenido
(t/ha/ao)
Finca ndice de
Shannon-
Weiner
Carbono
retenido
(t/ha/ao)
1 1,08 3,4 6 1,31 1,7
2 1,59 4,8 7 1,37 2,6
3 1,09 5,4 8 0,93 3,9
4 0,95 10,1 9 1,67 5,3
5 0,82 40,0 10 0,95 94,3
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
140
El ndice de calidad nutricional (IN) cuantifica la calidad nutricional de las
producciones de la finca. Se seleccion como nico indicador la produccin
de protenas, en kilogramos por hectrea por ao (tabla 3).
Tabla 3. Produccin de protenas
Finca Produccin de protenas
(kg/ha/ao)
Finca Produccin de protenas
(kg/ha/ao)
1 237,1 6 165,7
2 94,5 7 87,6
3 150,5 8 91,1
4 18,4 9 51,6
5 23,3 10 274,6
El ndice de eficiencia energtica (IE) cuantifica el nivel de eficiencia en el
uso de la energa a partir de la relacin entre la energa que entra al sistema y
la que sale. Este indicador est estrechamente relacionado con la estabilidad
del agroecosistema y con el nivel de autosuficiencia alimentaria en funcin
del empleo de insumos energticos (tabla 4).
Tabla 4. Eficiencia energtica
Finca Produccin energtica
(GJ/ha/ao)
Gasto energtico
(GJ/ha/ao)
Relacin salidas/
entradas
1 24,6 53,6 0,45
2 12,3 6,9 1,78
3 13,4 37,1 0,36
4 3,9 1,0 4,08
5 3,6 0,8 4,26
6 14,9 1,6 9,09
7 12,5 4,2 2,99
8 14,4 5,6 2,58
9 8,7 3,2 2,74
10 25,7 49,8 0,52
Al correlacionar los datos de los indicadores seleccionados, se obtiene
una matriz con los coeficientes calculados en sus intersecciones (tabla 5).
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
141
Tabla 5. Coeficientes de correlacin entre indicadores
Profundi-
dad efectiva
Materia
orgnica
ndice de
Shannon
Carbono
retenido
Produccin
de protenas
Materia
orgnica 0,4464
ndice de
Shannon 0,2958 0,4339
Carbono
retenido -0,2910 -0,1021 -0,4411
Produccin
de protenas 0,2023 -0,0896 -0,1260 0,4251
Relacin
energtica -0,3371 0,0107 0,0905 -0,2526 -0,3227
Se aprecia que no hay valores altos de correlacin entre los indicadores.
Ni siquiera en el caso de la relacin entre la profundidad efectiva del suelo y
su contenido de materia orgnica, el coeficiente de correlacin sobrepasa el
valor aceptable de 0,50. No parece haber, al menos para estos conjuntos de
datos, fuerte dependencia. Por tanto, no sera apropiado aplicar el peso de un
indicador a travs de otro (dependencia funcional), sino adicionar los indica-
dores para que cada uno aporte individualmente su peso a las expresiones de
los ndices, incluyendo el ndice general.
Entonces surge el problema de cmo hacerlo, qu tipo de estandariza-
cin aplicar y si se deben incluir o no coeficientes para amplificar o disminuir
el peso de cada indicador. Existen dos problemas:
No aparecen referencias de estudios estadsticos sobre la relacin en-
tre factores fsicos, de diversidad y de balance energtico al mismo
tiempo, asociados a los componentes de la seguridad alimentaria y
nutricional que ofrezcan criterios de ponderacin.
No hay datos suficientes para intentar realizarlos.
Se tom la decisin de: 1) estandarizar los indicadores en una escala de
tres valores (de 0 a 2) que resulta en la definicin de seis ndices, uno por in-
dicador (tablas 6 y 7); 2) construir las expresiones para calcular los ndices de
estabilidad sumando los ndices que resultaron de la estandarizacin de los
indicadores relacionados; y 3) elaborar la expresin del ndice general su-
mando los ndices de estabilidad. Por tanto, se asigna el mismo peso estadstico
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
142
a cada indicador. Este procedimiento se escogi porque, a menos que se co-
metan serios errores, no debe haber grandes variaciones de un ecosistema a
otro para el mismo indicador.
Tabla 6. Rangos definidos para estandarizar los indicadores
Indicador Mnimo Mximo Valor del ndice
0 1 2
Profundi-
dad efectiva
8,00 26,00 8 a 14 15 a 20 21 a 26
Materia
orgnica
0,93 1,82 0,9 a 1,2 1,2 a 1,5 1,5 a 1,8
ndice de
Shannon
0,82 1,67 0,8 a 1,1 1,1 a 1,4 1,4 a 1,7
Carbono
retenido
1,73 94,28 1,7 a 32,6 32,6 a 63,4 63,4 a 94,3
Produccin
de protenas
18,43 274,62 18,4 a 103,8 103,8 a 189,2 189,2 a 274,6
Relacin
energtica
- - 10 a 100 1 a 10 0 a 1
Tabla 7. Valores estandarizados de los ndices
Nota: P: profundidad efectiva, O: materia orgnica, DA: diversidad agrcola, DF: diversidad
forestal, IN: ndice de calidad nutricional, IE: ndice de eficiencia energtica.
Finca ndice fsico (IF) ndice de diversidad (ID)
IN IE
P O DA DF
1 2 0 0 0 2 0
2 1 1 2 0 0 1
3 1 1 0 0 1 0
4 1 0 0 0 0 1
5 0 1 0 1 0 1
6 0 0 1 0 1 1
7 2 2 1 0 0 1
8 0 0 0 0 0 1
9 1 1 2 0 0 1
10 0 0 0 2 2 0
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
143
ndice general de estabilidad del agroecosistema
El ndice general de estabilidad toma valores entre 0 y 12, que representan, en
calidad ascendente, cmo es el desempeo de la finca desde el punto de vista
del factor influencias ambientales y del componente estabilidad para la segu-
ridad alimentaria y nutricional (tabla 8).
Tabla 8. ndice general de estabilidad
Finca IF ID IN IE IS
1 2 0 2 0 4
2 2 2 0 1 5
3 2 0 1 0 3
4 1 0 0 1 2
5 1 1 0 1 3
6 0 1 1 1 3
7 4 1 0 1 6
8 0 0 0 1 1
9 2 2 0 1 5
10 0 2 2 0 4
Nota: IF: ndice fsico, ID: ndice de diversidad, IN: ndice de calidad nutricional, IE: ndice de
eficiencia energtica, IS : ndice general de estabilidad.
De acuerdo con las consideraciones hechas al escoger el procedimiento
de estandarizacin, se puede decir que un comportamiento alrededor de la
mediana del indicador (valor de ndice igual a 1) est cerca del promedio.
Entonces el funcionamiento del ecosistema se considera aceptable si se en-
cuentra alrededor del valor 6 (finca 7). Del anlisis realizado a los dos ecosis-
temas con valores extremos (fincas 7 y 8), se desprende que el factor fsico y la
diversidad desempean un papel decisivo en la estabilidad. La profundidad
efectiva del suelo determina su agroproductividad. Por ejemplo, la finca 8,
con una profundidad efectiva de 8 cm de capa arable y 0,93% de materia
orgnica, posee el nivel ms bajo de estabilidad. De ah la importancia de la
proteccin y uso sostenible de los suelos que promueva la mayor diversidad
posible encima de la superficie (plantas y animales) y debajo de esta (biota
edfica).
4
4
M.A. Altieri, 2009. El estado del arte de la agroecologa: Revisando avances y desafos. En:
Altieri, M.A. (comp.). Vertientes del pensamiento agroecolgico: fundamentos y aplicaciones.
Sociedad Cientfica Latinoamericana de Agroecologa, Medelln, Colombia. pp. 69-94.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
144
El contenido de materia orgnica en el horizonte superficial del suelo
tiene efectos directos sobre las propiedades fsicas de la capa arable. A mayor
porcentaje de materia orgnica, mejor retencin de humedad, lo cual influye
en la nutricin de las plantas y en la capacidad de retencin de carbono.
El ndice tambin puede ser til para cuantificar la entropa (grado de
desorden) del sistema. Una mayor entropa puede conducir a un mejor apro-
vechamiento de los recursos materiales y naturales disponibles (diversidad,
energa, fuerza de trabajo, herramientas y maquinarias). Por ejemplo, la di-
versidad agrcola de un ecosistema es mayor cuando se incrementa la varie-
dad de especies de cultivos y el nmero de variedades de cada especie. Si se
toman como componentes los cultivos y como microestados las diferentes
especies y variedades, la entropa del sistema aumenta con el incremento de
su diversidad. No es casual que los sistemas ms diversos sean ms estables y
soporten mejor los ataques de plagas: su entropa es mayor. Podra esperarse
que las fincas 2, 7 y 9, con mayor ndice general de estabilidad, alcancen a su
vez mayor entropa.
La eficiencia energtica de una finca suele ser mayor cuando tiene una
diversidad ms alta, utiliza menos recursos energticos o productos de alto
contenido energtico. Al contar con mayor diversidad, el sistema agrcola
tendr mayor capacidad de captura y conversin de los recursos energticos
disponibles. Los componentes son las fuentes de energa; y sus microestados,
los diferentes tipos de fuentes. Los sistemas ms diversificados desde el punto
de vista energtico suelen ser los ms eficientes en el uso de la energa: su
entropa es mayor.
La eficiencia energtica tambin est fuertemente determinada por la
calidad de los suelos, y la agrotecnia adecuada influye en el balance energti-
co de los agroecosistemas. Otro elemento a tener en cuenta en los balances
energticos es la cantidad de trabajo humano y animal, tambin relacionada
con la calidad de los suelos. En suelos ms deteriorados se obtendrn peores
cosechas, por tanto, la demanda de fuerza de trabajo y recursos tendr que ser
mayor para lograr mejores resultados.
A medida que aumente la calidad de los suelos agrcolas, disminuirn
las aplicaciones de fertilizantes qumicos. El equilibrio que la diversidad fo-
restal logra en los ecosistemas, aunque sean destinados a las producciones
agrcolas, contribuye de manera significativa a reducir las emisiones de GEI y
a proporcionar otros servicios ambientales, productivos y alimentarios.
[Una versin de este estudio fue publicada como Evaluacin del ndice de estabilidad a
nivel de ecosistemas agrcolas, en Cultivos Tropicales 30 (2): 31-35, 2009].
145
BALANCE DE GASES DE EFECTO
INVERNADERO EN DOS
COOPERATIVAS MATANCERAS
Alicia Mercadet, Yolanis Rodrguez
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FORESTALES, LA HABANA
Osiris Ortiz, Lourdes Gmez, Milagros Gonzlez, Roberto Ramos
ESTACIN EXPERIMENTAL FORESTAL ITABO, MATANZAS
Delkys Hernndez
GRUPO EMPRESARIAL AGRICULTURA DE MONTAA, LA HABANA
El incremento en la atmsfera de los llamados gases termoactivos y su efecto
sobre el cambio climtico, tendrn una repercusin importante en el siglo XXI.
Su impacto ser an ms significativo en los pases en vas de desarrollo, por
su alta tasa de deforestacin, debida al tradicional manejo inadecuado del uso
de la tierra. Como consecuencia, se manifiestan procesos de degradacin de
los suelos y la prdida progresiva del nivel de materia orgnica.
En el ltimo medio siglo los suelos agrcolas han perdido 50 Pg de car-
bono,
1
lo cual representa un tercio de la prdida total del suelo y la vegeta-
cin. Esta situacin aconseja tener en cuenta polticas y estrategias apropiadas
para el manejo de la silvicultura y la agricultura dirigidas a reducir emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) e incrementar la captura de carbono en
los suelos. Los suelos forestales son los mayores depsitos de carbono en los
ecosistemas terrestres, y representan el 36% del total del carbono del suelo a
un metro de profundidad.
2
Esta es la razn fundamental por la cual los bos-
ques reciben una atencin especial cuando se buscan mecanismos para el se-
cuestro de carbono.
La agrosilvicultura es entendida como un conjunto de prcticas relacio-
nadas con el uso de la tierra que implican la combinacin deliberada, en una
misma unidad de ordenacin de rboles, cultivos agrcolas o animales dis-
puestos en una determinada forma espacial o secuencia temporal.
3
La prctica
1
IPCC, 2000. Land use, land use change, and forestry special report. Cambridge University
Press, 377 p.
2
R. Jandl, 2006. Secuestro de carbono en bosques. El papel del suelo. Revista Forestal Iberoame-
ricana. htpp://www.estructrucplan.com.ar/Articulos/verarticuloss.asp?IDArticulo=1127/
3
FAO, 2005. Situacin de los bosques en el mundo. Parte 2. Adaptarse al futuro. pp. 65-94.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
146
de combinar la arboricultura con los cultivos y la ganadera es muy antigua,
4
y en los ltimos aos se ha incrementado el inters por la agrosilvicultura.
Son varios los factores que explican la gran importancia que se le confiere
actualmente. Entre ellos se encuentran el aumento de la deforestacin en los
trpicos, la degradacin del suelo y la escasez de tierras de cultivo como con-
secuencia de la presin demogrfica, as como el creciente inters por los sis-
temas agrcolas sostenibles, los cultivos intercalados y la proteccin del me-
dioambiente.
Los sistemas agroforestales (SAF) son una apreciable fuente de ingre-
sos, por su alto uso relativo equivalente de la tierra. Adems, cumplen una
funcin protectora contra los vientos y abrigo. Los diseos suelen variar,
segn la tradicin ecolgica y cultural de cada lugar, se han desarrollado me-
diante la experiencia prctica y se transmiten de generacin en generacin.
Algunos de los sistemas y prcticas agroforestales que han tenido resultados
positivos son el cultivo en hileras, el silvopastoreo, las cortinas rompevientos,
el cultivo intercalado de setos vivos, los parques, los patios y huertos caseros,
y la rotacin de cultivos. Varios de ellos se conocen desde hace siglos, y han
ido evolucionando en respuesta a las necesidades y limitaciones, tanto en la
explotacin agrcola como fuera de ella.
5
Los modelos de SAF han sido sealados por su potencial para reducir
las consecuencias negativas del efecto invernadero a travs de la fijacin del
carbono. Estos sistemas han demostrado que son capaces de compatibilizar
produccin agrcola, rentabilidad y servicios ambientales y que pueden cons-
tituirse en una importante fuente de acumulacin de carbono, compensando
las emisiones inherentes al proceso agrcola.
6
Segn estos autores, hay bsi-
camente tres mecanismos para la acumulacin de carbono en los sistemas
agrcolas: a) por intermedio de la acumulacin de la materia orgnica en el
suelo; b) a travs de la propia biomasa vegetal; y c) cuando la biomasa vegetal
es utilizada para fuente de energa, en sustitucin de los combustibles fsiles.
Consideran adems que estos sistemas son importantes en la mitigacin de
GEI, en la medida que incorporan el elemento arbreo, aumentando as la
biomasa total producida, como tambin la materia orgnica del suelo. Adems,
4
P.K.R. Nair, 1993. An introduction to agroforestry. Kluwer Academic Publishers, Dordrecht,
Pases Bajos.
5
FAO, 2009. Situacin de los bosques en el mundo. Parte 2. Cuestiones seleccionadas de inters
actual en el Sector Forestal. Beneficios econmicos de la agrosilvicultura: experiencias, ense-
anzas y dificultades. pp. 88-95.
6
J. Pretty y A. Ball, 2001. Agricultural Influences on Carbon Emissions and Sequestration: A
Review of Evidence and the Trading Options. Colchester, Centre for Environment and society
and Department of Biological Sciences, University of Essex, Reino Unido. pp. 1-31.
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas matanceras
147
los SAF pueden contribuir a disminuir la presin sobre los bosques y frag-
mentos forestales. Otros servicios ambientales como la proteccin y regenera-
cin de la biodiversidad, la conservacin del agua y la manutencin del paisa-
je, tambin son aspectos que justifican la promocin de estos sistemas.
El estudio que documentamos en este captulo evala el balance de los
GEI en dos Unidades Bsicas de Produccin Cooperativa (UBPC) de la pro-
vincia Matanzas (El Zapato y Guamutas). En ellas se realiza un manejo diver-
sificado del uso de la tierra, que incluye produccin agrcola, pecuaria y forestal.
Aqu analizaremos cul es la contribucin de este tipo de manejo a la captura
y fijacin de los GEI y, por tanto, a la mitigacin del cambio climtico.
Metodologa
Para el diagnstico socioeconmico se utilizaron las entrevistas segn el mo-
delo confeccionado por el proyecto Efectos de la innovacin agrcola local en
la emisin de gases con efecto invernadero y el balance energtico de los siste-
mas productivos en Cuba, del Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas (INCA).
La evaluacin de emisiones de GEI se realiz segn la metodologa es-
tablecida por el Panel Intergubernamental de Cambio Climtico (IPCC por
sus siglas en ingls).
7
Asimismo para calcular la equivalencia de emisiones de
NO2 y CH4 con las de CO2 (CO2 e), se multiplic por los coeficientes 310 y 21,
respectivamente.
8
La retencin de carbono por los rboles se evalu por la
metodologa del Instituto de Investigaciones Forestales.
9
Para las mediciones de altura y dimetro de las plantaciones forestales,
se realiz el muestro estableciendo parcelas de 500 m
2
, y para los linderos y
rboles dispersos se evaluaron todas las plantas existentes. En todos los casos
se utiliz para la altura una regla graduada en centmetros hasta 3 m, y para
alturas mayores, el hipsmetro. Para el dimetro se emple forcpula o cinta
diamtrica, y para calcular la equivalencia de t de carbono retenido por los
rboles con la cantidad de CO2 removido de la atmsfera, se multiplic por
(44/12).
7
IPCC, 1996. Documento Tcnico I del IPCC: Tecnologas, polticas y medidas para mitigar el
cambio climtico. pp. 61-68.
8
IPCC, 2006. Directrices del IPCC para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero.
V. 4: Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra. Instituto para las Estrategias
Ambientales Globales, Hayama, Japn.
9
A. Mercadet y A. lvarez, 2009. Metodologa para establecer la lnea base de retencin de
carbono en las Empresas Forestales Integrales de Cuba. En: Efecto de los cambios globales
sobre el ciclo del carbono. Publicado por: RED CYTED 406RT0285 Efecto de los cambios
globales sobre los humedales de Iberoamrica, pp. 107-118.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
148
Caracterizacin edafoclimtica de las localidades estudiadas
La UBPC Guamutas est ubicada en el municipio Coln, provincia Matanzas,
a 10 km del entronque de la carretera Mart-Itabo. La UBPC El Zapato se loca-
liza a 10 km del poblado Itabo, el cual pertenece al municipio Mart, Matan-
zas. De los siete perfiles de suelo estudiados en Guamutas y tres en El Zapato,
que incluyeron tanto las reas de plantaciones de especies forestales como las
reas de cultivos agrcolas y pastos, se determin que el suelo es del tipo Fe-
rraltico amarillento con propiedades glyicas (tabla 1).
Tabla 1. Caracterizacin edafoclimtica de las zonas de ubicacin de las UBPC
UBPC Municipio
Altitud
(m)
Suelo
Precipitacin
anual (mm)
Temp.
promedio
anual (C)
Guamutas Coln 150 Ferraltico
amarillento
gleyzado
1 458 25,0
El Zapato Mart 50 Ferraltico
amarillento
gleyzado
1 163 25,0
FUENTES: Suelo: Instituto de Suelos, 1999. Nueva versin de Clasificacin Gentica de los Suelos
de Cuba. Ministerio de la Agricultura. La Habana, 64 p.; precipitacin: Instituto Nacional de
Recurso Hidrulicos, 2008. Boletn Hidrolgico. Direccin de Cuencas Hidrogrficas. enero-
diciembre; temperatura: Instituto de Meteorologa, 2008. Base de datos meteorolgicos.
UBPC Guamutas
Guamutas era una unidad de produccin caera, pero con el cierre del central
de la localidad, pas a formar parte de las Unidades de Produccin Agrope-
cuaria. A finales de 2009 la fuerza laboral estaba constituida por 84 trabajado-
res (21 mujeres y 63 hombres). Para el desempeo de sus actividades tecnol-
gicas, mantienen relaciones estrechas de trabajo con diferentes entidades,
como la Estacin Experimental Forestal de Itabo, las delegaciones provincia-
les del Ministerio del Azcar (MINAZ) y del Ministerio de la Agricultura
(MINAG), y el Proyecto Sabana-Camagey del Ministerio de Ciencia, Tecno-
loga y Medio Ambiente (CITMA).
Buscan opciones tecnolgicas con la Asociacin Nacional de Agricultores
Pequeos (ANAP), el MINAG, diversas instituciones cientficas y la Univer-
sidad de Matanzas. En la implementacin de las nuevas soluciones tecnolgi-
cas, participan de conjunto los trabajadores de la entidad y los investigadores
de las otras instituciones. Han recibido bonificaciones del Fondo Nacional de
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas matanceras
149
Desarrollo Forestal (FONADEF) para reforestar, cumplir con el plan de man-
tenimiento a las plantaciones forestales existentes, hacer las trochas cortafuego
y designar un guardabosque. Para el desempeo en sus actividades agrarias,
cuentan con dos tractores, cuatro carretas y seis yuntas de bueyes. La prepa-
racin del suelo, que contempla aradura, pase de grada y surcado, la realizan
de forma mecanizada, mientras que la siembra, aporque y cosecha es manual
y el deshierbe, con bueyes.
La cooperativa Guamutas tiene una superficie total de 1 037,3 ha, de las
cuales 53 ha son de uso agrcola, 141,9 ha de uso forestal y 842,6 ha estn cu-
biertas de rboles forestales y frutales. El plan de desarrollo de la entidad
considera la creacin de 24 fincas. Hasta ahora ha creado ocho, de las cuales
seis son fincas forestales, una de cultivos varios y otra de frutales. En la tabla 2
se resumen las producciones agrcolas entre los aos 2007-2009.
Tabla 2. Cultivos agrcolas y produccin durante los aos evaluados
Ao Cultivo rea (ha) Produccin (t)
2007 Boniato 9,0 28,5
Pltano 5,0 15,25
Calabaza 4,0 6,21
Cebolla 1,0 2,42
Maz 6,0 4,63
Frijol 2,0 0,63
Ajo 0,5 0,05
Arroz 1,0 24,2
Yuca 17,2 8,0
2008 Boniato 2,0 0,05
Pltano 5,6 19,8
Malanga 5,0 2,23
Yuca 5,0 45,7
2009 Pltano 6,0 0,34
Maz 2,0 0,89
En 2007 esta UBPC produjo 8,89 t de hortalizas (lechuga, cebollino, be-
renjena, zanahoria y rbano). Los residuos de las cosechas los sacan del cam-
po, pero solo utilizan el boniato para la alimentacin animal. La cantidad de
animales por categora se presentan en la tabla 3, de donde se infiere que en el
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
150
ao 2007 el ganado vacuno y las aves representaron el mayor porcentaje, con
47,65% y 34%, respectivamente; mientras que en 2008 el componente del ga-
nado aument con 69,13% del total y decreci en 2009 con 29,56%. En este
ltimo ao las aves ocuparon el segundo lugar, con 34%, y se incorpor el
componente caprino, en tanto aument el ovino. El componente porcino dis-
minuy en 80% con relacin a 2007. Todos estos cambios en el componente
animal estn relacionados directamente con los resultados de las evaluaciones
de emisiones de GEI.
Tabla 3. Cantidad de animales por categora en la UBPC Guamutas
Ganado 2007 2008 2009
Vacuno 193 253 191
Avcola 138 60 220
Porcino 20 4 4
Caprino - - 100
Ovino - 10 77
Equino 54 17 20
Cuncola - 21 34
Total 405 365 646
Evaluacin de emisiones de GEI por el manejo de excretas
La estimacin de emisiones se realiz en funcin de la distribucin y cantidad
de animales segn el destino de las excretas, es decir, si estuvieron estabula-
dos o en pastoreo (tabla 4). Los residuales vertidos a la laguna de oxidacin
correspondieron a los porcinos, mientras que para el almacenamiento slido y
la aplicacin fresca diaria del ganado vacuno, caprino, ovino y equino, se con-
tabiliz el 50% del total de deyecciones de cada categora, teniendo en cuenta
que durante el da estn en pastoreo (aplicacin fresca diaria), pero en la tarde
y noche se concentran para su proteccin (almacenamiento slido).
Los coeficientes de emisiones son diferentes para cada tipo de animal y
destino de las excretas. En la tabla 5 se muestran los resultados del procesa-
miento de la informacin. En Guamutas haba 193 cabezas de ganado en 2007,
un ao despus aumentaron a 253, lo que increment las emisiones de meta-
no por fermentacin entrica; mientras que en 2009 decreci a 191, con la con-
siguiente disminucin de las emisiones, por debajo de los valores de 2007.
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas matanceras
151
Tabla 4. Destino de las excretas de los animales en la UBPC Guamutas
2007 2008 2009
Nmero de animales 405 365 646
Estabulados 158 85 258
Pastoreo 247 280 388
Destino de las
excretas de los
animales
estabulados
(nmero de
animales)
Almacenamiento
slido
262 220 447
En laguna
de oxidacin
20 4 4
Aplicacin
fresca diaria
123 141 195
Nota: Se consideran en la categora de estabulados las aves, los conejos y los cerdos; el
resto, en pastoreo.
Tabla 5. Resumen de las emisiones en la UBPC Guamutas
2007 2008 2009
Arroz (Gg CH4) 1,408 x 10
-3
1,408 x 10
-3
-
Cantidad de animales 405 365 646
Fermentacin entrica
del ganado (Gg CH4)
7,219 x 10
-6
8,414 x 10
-6
6,930 x 10
-6
Manejo de estircol
(Gg NO2)
8,891 x 10
-8
5,688 x 10
-8
4,659 x 10
-8
Manejo de estircol
(Gg CH4)
2,736 x 10
-7
2,055 x 10
-7
2,040 x 10
-7
Total de emisiones
(CO2 e)
1,4155 x 10
-3
1,4166 x 10
-3
7,18 x 10
-6
Nota: Gg (Giga gramos): 10
9
g. Total de CO2 e: suma de CO2 e de las emisiones de metano y NO2
El metano (CH4) es el GEI de mayor incidencia en el sector agrcola cu-
bano, segn se report en la Primera Comunicacin Nacional de Cambio
Climtico
10
y su representatividad se deba bsicamente a la fermentacin
entrica del ganado. El cultivo del arroz es considerado el principal emisor de
metano en la agricultura. En la UBPC Guamutas el arroz es anegado intermi-
tentemente con aireacin simple.
10
A. Centella, J. Llanes y L. Paz, 2001. Primera Comunicacin Nacional a la Convencin Marco
de las Naciones Unidas sobre Cambio Climtico. Repblica de Cuba. 166 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
152
El manejo del estircol ocupa el tercer lugar en las emisiones de metano,
resultando con mayores valores que las de NO2. En el caso de los cultivos,
solamente el arroz presenta emisiones, ya que las labores de mantenimiento y
cosecha de todos los cultivos agrcolas son de forma manual y no se aplica
fertilizante mineral.
Evaluacin de la retencin de carbono por el componente arbreo
Se evaluaron los rboles cuyo dimetro fuera mayor de 3 cm, los que ocupa-
ban un rea de 38,1 ha. La evaluacin de retencin de carbono se resume en la
tabla 6. El carbono retenido en el ao 2008 equivale a 15 416,9 t de CO2 remo-
vidos de la atmsfera, cifra que en 2009 fue de 25 833,9 t. El carbono retenido
aumenta con una mayor rea cubierta y con el crecimiento de los rboles, ya
que esto incide directamente en una mayor cantidad de biomasa.
Tabla 6. Evaluacin del carbono retenido en la UBPC Guamutas (2008-2009)
Ao Especies Edad
(aos)
rea
(ha)
Altura
(m)
Dime-
tro (cm)
C rete-
nido (t)
2008 Acacia mangium 3 17,1 4,15 6,08 1 169,73
Acacia mangium 4 10 6,21 8,85 1 415,84
Eucalyptus sp. 3 5 6,8 7,02 727,32
Eucalyptus sp. 4 6 7,24 7,59 891,56
Neem 2 69 rboles 2,71 3,68 0,084
Aguacate 2 160 rboles 2,12 3,02 0,023
Almcigo 2 15 rboles 3,25 6,43 0,053
Total 4 204,61
2009 Acacia mangium 4,5 17,1 9,7 13,75 3 281,68
Acacia mangium 5,5 10,0 10,65 14,02 1 790,95
Eucalyptus sp. 4,5 5,0 10,29 10,94 885,85
Eucalyptus sp. 5,5 6,0 10,72 12,09 1 084,55
Neem 3,5 66 rboles 5,15 11,76 1,58
Aguacate 3,5 118 rboles 5,29 5,19 0,37
Almcigo 3,5 13 rboles 4,28 10,98 0,24
Yamboln 4,0 42 rboles 4,87 7,75 0,39
Total 7 045,61
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas matanceras
153
UBPC El Zapato
El Zapato pertenece a la Empresa Pecuaria del municipio Mart. Su fuerza
laboral est constituida por 82 trabajadores (15 mujeres y 67 hombres). Para el
desempeo de sus actividades tecnolgicas, mantienen estrechas relaciones
de trabajo con diferentes entidades, como la Estacin Experimental Forestal de
Itabo, la Asociacin Cubana de Tcnicos Agrcolas y Forestales (ACTAF), la
Asociacin Cubana de Produccin Animal (ACPA), la Estacin Experimental
Indio Hatuey, el Servicio Estatal Forestal (SEF), Veterinaria Estatal y la Em-
presa de Cultivos Varios de Mximo Gmez.
La cooperativa busca opciones tecnolgicas con las instituciones con las
que mantiene relaciones de trabajo, y con agricultores de la comunidad y del
territorio. La implementacin de las nuevas soluciones tecnolgicas la realiza
con trabajadores de la entidad. Ha recibido bonificaciones del FONADEF por
cumplir con el plan de mantenimiento a las plantaciones forestales existentes y
hacer trochas cortafuego, as como del Programa de conservacin de suelos.
La preparacin del suelo (aradura y pase de grada), se realiza con trac-
tor, mientras que la aradura y limpieza de calles se ejecuta con bueyes (la
UBPC posee nueve yuntas). La siembra, aporque y cosecha es manual. El Za-
pato posee una superficie total de 2 062 ha, de las cuales 291 ha son de uso
agrcola, 1 577 ha son de uso forestal y 194 ha estn cubiertas de rboles fores-
tales y frutales. En la tabla 7 se resumen las producciones agrcolas entre los
aos 2007 y 2009.
Tabla 7. Cultivos agrcolas y produccin durante los aos evaluados
Ao Cultivo rea (ha) Produccin (t)
2007 Boniato 9,1 4,60
Pltano 1,6 0,21
Maz 1,8 1,42
Frijol 1,3 0,47
Yuca 1,9 0,4
2008 Boniato 1,74 8,79
Maz 6,04* 3,16
Frijol 6,04* 0,21
Yuca 4,97 2,51
2009 Boniato 0,3 1,2
Frijol 1,2 0,06
Yuca 1,4 3,2
* En la misma rea cultivaron maz y frijol.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
154
En 2007 la UBPC produjo 10,84 t de hortalizas (tomate y pimiento). En
2008 obtuvieron 3,75 t de hortalizas (tomate, ajo, lechuga, habichuela, rbano,
quimbomb y pepino) y en 2009 produjeron 0,7 t de guayaba y fruta bomba.
Del rea total disponible para cultivos agrcolas, se estn utilizando 31,35 ha,
por lo que el potencial de la UBPC para esta actividad solamente se est ex-
plotando en un 11%. La tabla 8 muestra la cantidad de animales por categora.
Tabla 8. Cantidad de animales por categora en El Zapato
Ganado 2007 2008 2009
Vacuno 1 529 1 633 1 305
Avcola 60 74 77
Porcino 91 13 5
Caprino 19 50 29
Ovino 86 84 38
Equino 17 18 19
Cuncola 61 38 27
Total 1 863 1 910 1 500
De la tabla anterior se infiere que en el ao 2007 el ganado vacuno, por-
cino y ovino tuvieron la mayor representacin, con 82,0%; 4,8% y 4,6%, res-
pectivamente; mientras que en el siguiente ao el componente vacuno au-
ment con 85,5% del total; el porcino decreci, y el ovino pas al segundo
lugar, con el 4,4%, y el avcola ocup el tercero, con el 3,8%. En 2009 decreci
la cantidad total de animales, con mayor representacin del ganado vacuno
(87%) y el avcola (5,1%). Todos estos cambios en el componente animal inci-
den directamente en las emisiones de GEI.
Evaluacin de las emisiones de GEI por el manejo de excretas
Del procesamiento de los datos se obtuvo que las emisiones de metano por
fermentacin entrica del ganado ocupan el primer lugar en los tres aos eva-
luados. En 2007 posean 1 529 cabezas de ganado, al ao siguiente aument a
1 633, provocando que se incrementaran las emisiones de metano. En 2009
esta cifra decreci hasta 1 305, y las emisiones disminuyeron por debajo de los
valores de 2007 (tabla 9). Las emisiones de metano por manejo del estircol
ocupan el segundo lugar, pero con valores menores que las de NO2. En el caso
de los cultivos, en esta UBPC tambin realizan las labores de mantenimiento y
cosecha de los cultivos agrcolas de forma manual y sin fertilizantes.
Balance de gases de efecto invernadero en dos cooperativas matanceras
155
Tabla 9. Destino de las excretas de los animales en la UBPC El Zapato
2007 2008 2009
Nmero de animales 1 863 1 910 1 500
Estabulados 426 125 138
Pastoreo 1 437 1 785 1 362
Destino
de las excretas
de los animales
estabulados
(nmero
de animales)
Almacenamiento
slido
947 1 004 800
En laguna
de oxidacin
91 13 5
Aplicacin
fresca diaria
825 893 695
Nota: Se consideran en la categora de estabulados las aves, los conejos y los cerdos; el
resto, en pastoreo.
Los coeficientes de emisiones son diferentes para cada tipo de animal y
destino de las excretas. La tabla 10 presenta los resultados del procesamiento
de la informacin.
Tabla 10. Emisiones de las actividades agrcolas y pecuarias de la UBPC El Zapato
2007 2008 2009
Cantidad de animales 1 863 1 910 1 500
Fermentacin entrica del ganado (Gg CH4 ) 5,176 10
-5
5,547 10
-5
4,690 10
-5
Manejo de estircol (Gg NO2) 5,246 10
-7
3,273 10
-7
5,244 10
-8
Manejo de estircol (Gg CH4) 1,234 10
-6
1,190 10
-6
9,855 10
-7
Total de emisiones (CO2 e) 5,35 10
-5
5,69 10
-5
4,79 10
-5
Nota: Gg (Giga gramos): 10
9
g. Total de CO2 e: suma de CO2 e de las emisiones de metano y NO2
Evaluacin de la retencin de carbono por el componente arbreo
A pesar de que en 2009 se incorporaron nuevas especies en la evaluacin del
carbono retenido, este valor disminuy, como consecuencia de la tala del lin-
dero de almcigo y de las talas ilegales en la plantacin de Ipil-Ipil. Esto inci-
di en la disminucin del dimetro medio y, por ende, en el volumen y la
biomasa. El carbono retenido en 2008 equivale a 132 032,26 t de CO2 removido
de la atmsfera, mientras que en 2009 equivale a 121 678,21 t (tabla 11).
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
156
Tabla 11. Evaluacin del carbono retenido en la UBPC El Zapato (2008-2009)
Ao Especies
Edad
(aos)
rea
(ha)
Altura
(m)
Dimetro
(cm)
C rete-
nido (t)
2008 Ipil-Ipil 9 192,0 7,4 12,2 35 963,7
Cayeput 6 0,3 5,3 7,4 43,7
Almcigo - 13 rboles 5,4 24,7 1,5
Total 36 008,8
2009 Ipil-Ipil 10 192,0 7,56 11,75 32 832,7
Cayeput 7 0,3 6,81 10,41 49,4
Gmelina 7 1,5 4,27 6,20 197,5
Casuarina - 0,5 12,82 14,24 65,8
Albizzia lebbeck - 0,3 4,29 6,91 39,6
Total 33 185,0
Conclusiones
La importancia de los rboles en la retencin de carbono est respaldada por
los valores reportados en las parcelas evaluadas con diferentes edades y en
diferentes ambientes. Estos resultados constituyen un fundamento para que los
agricultores se sensibilicen e incorporen rboles en sus fincas y hagan un ma-
nejo adecuado de los que tienen.
Los talleres realizados con estas entidades sobre los resultados de las
evaluaciones de las emisiones y la retencin de carbono, han servido para
capacitar al personal tcnico y obrero, que ha comprendido la importancia de
tomar medidas tecnolgicas con el objetivo de disminuir las emisiones. Algu-
nas de estas medidas son la mejora de las lagunas anaerbicas, la utilizacin
del estircol que se obtiene de los animales estabulados, el mtodo del cultivo
del arroz, la incorporacin de los rboles en las fincas y la aplicacin de los
tratamientos silvcolas correspondientes.
Durante el proceso result evidente la necesidad de mayor capacitacin
en el diseo e implementacin de sistemas agroforestales.
157
TECNOLOGAS ALTERNATIVAS:
SILVOPASTOREO
Tania Snchez, Luis Lamela,
Taymer Miranda, Onel Lpez y Katia Bover
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, UNIVERSIDAD DE MATANZAS
La produccin de leche en Cuba, desde el triunfo de la Revolucin hasta 1990,
estuvo basada en sistemas de produccin que contemplaban la utilizacin de
concentrados elaborados con materias primas procedentes de otros pases y el
empleo de fertilizantes qumicos importados. A comienzos de los aos noven-
ta se produjo un decrecimiento en las importaciones, las exportaciones y en el
producto interno bruto, lo cual gener una crisis en la ganadera. Para tratar
de salir de esta situacin tan desalentadora, se inici un proceso de reconver-
sin de las tecnologas de explotacin del ganado lechero. De esta forma, se
comenz aplicar en el pas la tecnologa del silvopastoreo en las empresas
estatales como va para suplir el dficit de protenas para alimento animal.
El silvopastoreo es una opcin agropecuaria que involucra la presencia
de los rboles en interaccin con los componentes tradicionales, que son el
pasto y el animal. Este conjunto es sometido a un sistema de manejo integra-
do con tendencia a incrementar la productividad y el beneficio neto del siste-
ma a largo plazo.
1
Los estudios sobre sistemas sostenibles en el trpico reco-
miendan el silvopastoreo como una alternativa factible para los productores
del sector estatal y privados que dispongan de pocos recursos. En este senti-
do, las formas ms empleadas son el banco de protena, la asociacin de rbo-
les en toda el rea de pastoreo y las cercas vivas.
En las investigaciones realizadas, se not que la presencia de los rboles
en toda el rea de pastoreo contribuy a elevar los indicadores productivos con
relacin a lo alcanzado con el empleo de sistemas de gramnea sin fertilizacin,
1
T.E. Ruiz, G. Febles (eds.), 1999. Sistemas silvopastoriles, conceptos y tecnologas desarrolladas
en el Instituto de Ciencia Animal. EDICA, La Habana, Cuba. 33 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
158
cuyos valores potenciales se encuentran entre 450 y 600 g/animal/da y de 8 a 10
kg/vaca/da.
2
Los sistemas silvopastoriles ofrecen una opcin para producir sin recu-
rrir a fertilizantes qumicos. Adems, constituyen una va para conservar el
entorno, ya que promueven el mantenimiento de la cubierta arbrea en las
explotaciones ganaderas. En este sentido, devienen sumideros de carbono y
hbitats de diversos organismos o corredores que permiten la conectividad
entre ecosistemas ms estables. Los rboles leguminosos tienen la capacidad
de establecer una relacin simbitica con microorganismos capaces de fijar el
nitrgeno atmosfrico y transformarlo en formas asimilables para las plantas.
3
Por otra parte, los rboles y arbustos modifican la fermentacin rumi-
nal, lo que se ha comprobado al identificarse un nmero de plantas que con-
tienen compuestos antiprotozoarios y propiedades antimetanognicas. Las
saponinas y taninos presentes en muchas de ellas deprimen la produccin de
metano, reducen los conteos de protozoos del rumen y cambian los patrones
de fermentacin.
4
A pesar de los impactos positivos del silvopastoreo, su adopcin en
Cuba es an limitado; de ah que se comenzara la introduccin en las coope-
rativas con el apoyo financiero del proyecto Efectos de la innovacin agrcola
local en la emisin de gases con efecto invernadero y el balance energtico de
los sistemas productivos en Cuba, que, como parte del Programa de Innova-
cin Agropecuaria Local (PIAL), se ejecuta en varias provincias del pas.
2
I. Hernndez, L. Simn y P. Duquesne, 1996. Evaluacin del comportamiento de tres legu-
minosas asociadas con Panicum maximum cv. Likoni en la ceba de toros. Resmenes. Taller
Los rboles en los sistemas de produccin ganadera. EEPF Indio Hatuey, Matanzas, Cuba. p. 11;
y T. Snchez, L. Lamela, O. Lpez y M. Bentez, 2008. Comportamiento productivo de
vacas lecheras Mamb de Cuba en una asociacin de gramneas y Leucaena leucocephala
cv. Cunningham. Pastos y Forrajes 31 (4): 371.
3
M. Ibrahimy J. Mora, 2006. Potencialidades de los sistemas silvopastoriles para la genera-
cin de servicios. En: Memorias de una conferencia electrnica Potencialidades de los sistemas
silvopastoriles para la generacin de servicios ambientales. CATIE, Turrialba, Costa Rica. p 10;
y C. Harvey, 2006. La conservacin de la biodiversidad en sistemas silvopastoriles. En:
Memorias de la conferencia electrnica Potencialidades de los sistemas silvopastoriles para la gene-
racin de servicios ambientales. CATIE, Turrialba, Costa Rica. p. 23.
4
J. Galindo, 2004. Efecto de metabolitos secundarios de especies vegetales arbreas y ar-
bustivas en la poblacin microbiana ruminal de animales. Proyecto Optimizacin de la
fermentacin microbiana ruminal mediante el empleo de tcnicas manipuladoras. Progra-
ma Biotecnologa Agrcola. Informe final etapa de investigacin. CITMA. La Habana, Cuba; y
Wei-Lian Hu, Jian-Xin Liu, Jun-An Ye, Yue-Min Wu y Yan-Qiu Guo, 2005. Effect of tea
saponin on rumen fermentation in vitro. Animal Feed Science and Technology 120: 333-339.
Tecnologas alternativas: silvopastoreo
159
Este proyecto ha estimulado la multiplicacin del silvopastoreo como
alternativa de alimentacin para el ganado, ya que contribuye a diversificar la
base alimentaria de las fincas y a mejorar el balance emisin-captura de gases
de efecto invernadero a partir de su contribucin en trminos de carbono se-
cuestrado y reduccin de metano. El Centro Local de Innovacin Agropecua-
ria (CLIA), en la provincia de Matanzas, organiz un programa para introdu-
cir la tecnologa durante los tres aos de ejecucin del proyecto en las fincas
de los productores cuyo objeto social fuera la ganadera, para lo cual se ela-
bor un plan de siembra en ms de veinte fincas.
Entre las actividades fundamentales emprendidas, se aviveraron 70 000
posturas por ao, principalmente de Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit. (leu-
caena), y se introdujeron especies maderables y frutales. Se realizaron talleres
de capacitacin y visitas con los productores a lugares donde la tecnologa del
silvopastoreo estaba establecida y con aos de explotacin. Todas estas accio-
nes propiciaron la siembra de 90 hectreas de asociaciones de rboles en toda
el rea de pastoreo que se encuentran en fase de establecimiento (tabla 1).
Tabla 1. Establecimiento de sistemas silvopastoriles en fincas
Municipio Cooperativas Productores ha
Coln
2 4 29
Perico
3 5 22
Crdenas
2 2 2
Jovellanos
1 2 13
Pedro Betancourt
1 2 14
Mart
2 2 4
Jagey Grande
1 1 10
Total
12 17 90
Las acciones: estudios de casos
Caso 1
Uno de los casos de xito en la implementacin de la tecnologa se encuentra
en la finca La Quinta, ubicada a 3 km del municipio Coln, pertenciente a la
Cooperativa de Crditos y Servicios (CCS) Antonio Maceo y con 33,6 ha. Los
suelos son de baja fertilidad y de relieve ligeramente ondulado (con un decli-
ve menor de 2%). Su actividad fundamental es la produccin de leche, con
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
160
una masa de 59 bovinos y el 68,5% del rea dedicada a la ganadera, aunque
tambin ocupa parte de su superficie con cultivos varios (tabla 2). La finca es
manejada fundamentalmente con fuerza de trabajo familiar. Laboran el due-
o, otros miembros de la familia y dos obreros contratados. La familia cuenta
hoy con seis miembros (2 progenitores y 4 hijos).
Tabla 2. Distribucin de reas de la finca La Quinta por subsistemas productivos
antes de la intervencin del CLIA
Subsistema agrcola Subsistema pecuario Subsistema forestal
Especie rea (ha) Especie rea (ha) Especie rea (ha)
Cultivos
permanentes
4 Pastos/
leguminosas
- Bosques dispersos
Cultivos
en rotacin
5 Pastos
naturales
23 Monte y
manigua
7
Frutales dispersos Forrajes 1
La introduccin de la tecnologa del silvopastoreo en 7 ha, antes ocupa-
das por Acacia farnesiana (L.) Willd. (aroma) y Dichrostachys cinerea (L.) Wight
& Arn. (marab), permiti la reconversin de estas reas en sistemas con
rboles leguminosos (tabla 3), que se emplean en la alimentacin de las vacas
en ordeo. Este sistema se dividi en 6 cuartones y se utiliza una carga de 2
vacas/hectrea y tres das de estancia. Con la siembra de rboles se han pro-
ducido cambios en la composicin florstica del pastizal en relacin con el
resto del rea, al incrementarse la diversidad del estrato herbceo (tabla 4).
Tabla 3. Distribucin de reas de La Quinta despus de la intervencin del CLIA
Subsistema agrcola Subsistema pecuario Subsistema forestal
Especie rea (ha) Especie rea (ha) Especie rea (ha)
Cultivos
permanentes
4 Pastos/
leguminosas
7 Bosques dispersos
Cultivos
en rotacin
5 Pastos
naturales
23 Monte y
manigua
-
Frutales dispersos Forrajes 1
En el sistema silvopastoril se encontraron 25 especies, mientras que en
el monocultivo de pastos, solo 13. Dentro de las especies nuevas se destacan
la guinea, la bermuda comn, la pangola y el pasto estrella.
Tecnologas alternativas: silvopastoreo
161
Tabla 4. Composicin florstica de la finca La Quinta (%)
Especie Monocultivo
Sistema
silvopastoril
Acacia farnesiana L. Willd (aroma) 0,49 7,40
Alicicarpus vaginalis L. (man cimarrn) - 0,45
Brachiaria plantaginea (Link) Hitchcock (brachiaria) - 2,02
Brachiaria subcuadripara (Trinius) Hitchcock - 5,38
Brachiaria purpurascens (Raddi) (hierba bruja) - 0,67
Cassia occidentalis L. (yerba hedionda) 5,94 0,22
Cynodon nlemfuensis Vanderyst (pasto estrella) - 0,22
Cynodon dactylon L. Pers.(bermuda comn) - 3,36
Desmodium triflorum L. Decandolle (pegapega) - 0,67
Dichantium caricosum (jiribilla) 27,75 -
Digitaria decumbens Stewt. (pangola) - 1,57
Eleusine indica L. Gaertn (pata de gallina) - 0,45
Hymenachne amplexicaulis Nees (paja de agua) - 0,67
Hyparrenia rufa (Nees) Stapf (faragua) 2,97 0,67
Mimosa pigra L. (sensitiva mimosa) 0,49 -
Mimosa pdica L. (dormidera) 9,40 13,90
Paspalum virgatum L. (caguazo) 7,92 6,50
Panicum maximun cv. Likoni Jacquin (guinea) 0,94 3,59
Paspalum notatum Fluegge (sacasebo) 38,61 2,91
Paspalum sp. (sacasebo) - 1,12
Setaria geniculata (Willd.) Beauv. (rabo de gato) - 10,09
Sida rhombifolia Lin. (malva de cochino) 0,99 2,47
Sesbania sp. (sesbania) - 2,91
Sporobolus sp. 3,46 1,79
Sprobolus indicus L. R. Br. (espartillo) - 10,99
Teramnus labialis L. f. Sprengel (teramnus) 0,99 -
Walteria americana Lin. (malva blanca) - 16,14
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
162
Otros efectos del trabajo participativo del CLIA en la finca fueron:
Incremento de la diversidad de rboles, distribuidos en 22 especies
de frutales, 9 de uso forestal y 4 que son empleadas como postes vi-
vos en los cercados. Las especies forestales predominantes son Bur-
sera simaruba L. (almcigo) y Spondias mombin, Lin. (jobo).
Incorporacin de residuos de cosecha y humus de lombriz para la
nutricin del suelo y los cultivos.
Empleo de rotaciones de cultivos, policultivos y otras prcticas fi-
totcnicas que incrementan el uso equivalente de la tierra.
Control de plagas agrcolas a travs de un manejo integrado, me-
diante el cual se han establecido barreras de maz o sorgo con siem-
bra en fecha ptima y seleccin negativa de plantas enfermas.
Establecimiento de un sistema de produccin de semillas bajo condi-
ciones controladas que se almacenan en ambiente seco.
Adopcin del mtodo de labranza mnima para proteger la estructu-
ra fsica, la composicin qumica y la vida del suelo.
Caso 2
La tecnologa tambin se introdujo en una finca de 70 ha de la Estacin Expe-
rimental Indio Hatuey, situada en reas aledaas al municipio de Perico, Ma-
tanzas. El suelo se clasifica como Ferraltico rojo tpico, la temperatura media
anual es de 23 C y el promedio de precipitaciones, de 1 300 mm. El trabajo se
inici con un diagnstico en la finca, cuya actividad fundamental es la pro-
duccin de leche. Cuenta con una masa total de 183 cabezas de ganado vacu-
no mestizo (tabla 5).
Tabla 5. Composicin de la masa vacuna
Categora Nmero (cabezas) Categora Nmero (cabezas)
Vacas totales 33 Aojos 69
Vacas en ordeo 15 Aojas 20
Terneros 21 Novillas 8
Terneras 17
El rea est cubierta por gramneas mejoradas sin fertilizacin qumica.
Las vacas en ordeo reciben suplementacin proteica con Norgol (residuo de
Tecnologas alternativas: silvopastoreo
163
destilera del maz) segn sus resultados productivos. El ecosistema estudia-
do est compuesto por reas de pastos, forrajes y forestal, adems de una
fuente de agua (pozo), un canal y marabuzales. En general, se aprecia un des-
censo en la disponibilidad de bienes y servicios que se obtienen de estos com-
ponentes. Solo aquellos asociados al marabuzal han aumentado como conse-
cuencia del incremento de las reas infestadas en la finca en estudio (tabla 6).
Tabla 6. Cambios en la disponibilidad de bienes y servicios de los componentes
del ecosistema
Componente Bienes y servicios
1980-
1990
1991-
2000
2001-
2010
Animales Codorniz, gallareta, gallinuela, ya-
guaza, zunzn
10 7 6
rea de pastos Alimento para el ganado, carne, leche,
animales silvestres, refugio de fauna
10 6 5
rea forrajera Conservacin del suelo, alimento
para el ganado
10 8 4
Forestal Madera, lea, carbn, muebles, aire
puro, fijacin de carbono, frutas, re-
fugio de fauna, animales silvestres,
plantas medicinales
0 10 5
Marab Conservacin del suelo, refugio de
fauna, animales silvestres
0 3 10
Agua Agua para animales y siembras, re-
fugio de fauna
10 10 10
Canal Drenaje natural, refugio temporal de
animales, agua para animales de
forma temporal
10 8 5
Nota: Escala 0-10, donde 10 es el valor de mxima de disponibilidad, 5 el medio y 0 el
mnimo.
Los cambios ocurridos en el rea durante los ltimos treinta aos refle-
jan la fuerte tendencia al monocultivo, lo que propici el deterioro de los sue-
los de la zona. Tambin han influido factores de ndole econmico (carencias
de insumos) y de manejo, que han propiciado la diseminacin de plantas inva-
soras, como el marab, en detrimento de la supervivencia de especies de pas-
tos mejorados.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
164
En su expansin, el marab redujo los niveles de produccin de bioma-
sa para el consumo animal, lo que repercuti en la produccin de leche y, en
ltima instancia, en los niveles de ingresos de los trabajadores y las familias
que dependen de esta actividad.
La tecnologa del silvopastoreo se implement en 9,5 ha, de las cuales
1,6 ha estn establecidas y el resto se encuentra en fase de fomento. La leu-
caena se estableci a los siete meses con una altura de 2 metros. De las reas
que se fomentaron en 1,6 hectreas, se emple micorrizas al momento de la
siembra. En este sentido, se encontraron diferencias para la altura, nmero de
ramas y el grosor del tallo, en todos los casos el mayor valor se hall cuando
se utiliz micorrizas (tabla 7).
Tabla 7. Efecto del empleo de micorrizas al momento de la siembra en el estable-
cimiento de L. leucocephala
Indicador Altura Nmero de ramas Grosor del tallo
Micorrizas con sin con sin con sin
Media 157,65 140,91 13,54 11,68 1,03 0,79
Significacin P0,001 P0,01 P0,001
Conclusiones y futuro
La principales limitaciones para implementar la tecnologa son:
Falta de capacitacin de los productores estatales y privados en sis-
temas silvopastoriles.
Poca disponibilidad de semillas de especies arbreas como leucaena,
Albizia lebbeck (L.) Benth. (albizia) y maderables.
Falta de combustibles para desbrozar marab y preparar tierra.
Carencia de otros insumos necesarios para mantener las nuevas
siembras hasta su establecimiento (machetes, limas, guantes, entre
otros).
No obstante, por los beneficios descritos en este trabajo, muchos pro-
ductores han mostrado inters en utilizar el silvopastoreo para la alimenta-
cin del ganado de leche.
165
TRANSICIN AGROECOLGICA
PARA REDUCIR EMISIONES DE GASES
DE EFECTO INVERNADERO
Ybrahim Lpez, Vladimir Reyes, Anayansi Arbert
FACULTAD AGROPECUARIA DE MONTAA DEL ESCAMBRAY, UNIVERSIDAD DE SANCTI SPRITUS
Fernando R. Funes-Monzote
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, MATANZAS
La investigacin relacionada con la emisin de gases de efecto invernadero
(GEI), el calentamiento global como su consecuencia y sus repercusiones am-
bientales y socioeconmicas, ha recibido una gran atencin en los ltimos
aos. Instituciones y organizaciones de diversas ramas de la economa y la
sociedad han insertado en sus programas de investigacin, desarrollo y do-
cencia las tendencias actuales de desarrollo sostenible, incluyendo los temas
relacionados con el cambio climtico. A nivel internacional, el Panel Intergu-
bernamental sobre el Cambio Climtico (IPCC) y el Convenio Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico (UNFCCC) tratan de combinar y
unificar las distintas propuestas de evaluacin, cuantificacin, reduccin y
mitigacin de este fenmeno.
En 1987 comenz a implementarse en Cuba el Programa para el Desa-
rrollo de las Regiones Montaosas, conocido como Plan Turquino, que cont
con la participacin y el apoyo de los organismos de la administracin central
del Estado. En el transcurso del siguiente ao se crearon las Comisiones de
Repoblacin Forestal a nivel de municipio, provincia y nacin, que formaron
parte del Sistema de Repoblacin Forestal denominado Plan Manat.
1
Forzada
por la prdida de sus principales mercados a inicios de la dcada de los no-
venta y la drstica reduccin de los insumos agroqumicos y combustibles
fsiles, Cuba se convirti en proceso ms masivo de transicin hacia una agri-
cultura orgnica o semiorgnica a nivel mundial.
2
1
ANPP (Asamblea Nacional del Poder Popular), 1991. El programa alimentario. Editorial Jos
Mart, La Habana. 198 p.
2
F. Funes, L. Garca, M. Bourque, N. Prez y P. Rosset, (eds.), 2001. Transformando el campo
cubano: Avances de la agricultura sostenible. ACTAF, La Habana. 286 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
166
Las potencialidades de este enfoque para la produccin sostenible de
alimentos han quedado demostradas en la prctica.
3
Sin embargo, a pesar de
que existen sobradas evidencias de la eficiencia productiva de la agricultura
orgnica, es necesario continuar investigando la contribucin de las prcti-
cas y mtodos agroecolgicos y la innovacin agropecuaria local a la fijacin
del carbono, la emisin de GEI, y el balance energtico de los sistemas pro-
ductivos.
4
El Programa de Innovacin Agropecuaria Local (PIAL) comenz en el
ao 2000 con el apoyo de varias agencias donantes para promover cambios en
los sistemas productivos con una orientacin participativa y agroecolgica.
5
As, la evaluacin de las variables relacionadas con el cambio climtico permi-
ti reforzar la perspectiva ambiental del proyecto y la bsqueda de incentivos
como certificacin de fincas productivas con prcticas ambientalmente apro-
piadas y balance energtico positivo.
El propsito principal del proyecto de reduccin de gases de efecto in-
vernadero e innovacin agropecuaria local se dirigi a implementar un siste-
ma de pagos por servicios ambientales, as como a reconocer los productos y
procesos de innovacin local con un sello de calidad distintiva.
6
Con tal fin, se
evalu la contribucin que hacen las fincas de montaa a la mitigacin de GEI
al incorporar prcticas agroecolgicas en los sistemas agrcolas de Topes de
Collantes. Tres objetivos especficos guiaron las acciones: 1) evaluar la eficien-
cia energtica de cuatro fincas de esta localidad entre los aos 2007 y 2010, 2)
realizar estimados de retencin de carbono en la biomasa, necromasa y suelo
del rea forestal de las fincas en estudio y 3) estimar su volumen de emisin
anual de GEI.
Metodologa
La investigacin fue realizada en cuatro de las diecisis fincas pertenecientes
al proyecto Desarrollo de sistemas descentralizados y participativos de ga-
rantas ambientales en Cuba. Las fincas se ubican en el macizo montaoso
Guamuhaya, especficamente en la zona de Topes de Collantes. En una pri-
mera etapa, se hicieron mediciones directas, encuestas, entrevistas y observa-
3
B. Machn, A. Sosa, M. Roque, J. Dana, R. vila y P. Rosset, 2010. Revolucin Agroecolgica:
El Movimiento de campesino a campesino de la ANAP en Cuba. 80 p.
4
PIAL, 2006. Proyecto Fitomejoramiento Participativo Fase II, Programa para Fortalecer la
Innovacin Agrcola Local. Informe de etapa. INCA, La Habana.
5
PIAL, 2003. Informe final del proyecto Fitomejoramiento Participativo como estrategia
complementaria en Cuba. INCA, La Habana.
6
PIAL, 2006. Ob. cit. en nota 4.
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
167
cin participativa.
7
En la segunda etapa, se compararon los resultados de cua-
tro aos del balance energtico, la estimacin de la captura de carbono y la
emisin de GEI que se producen a nivel de finca.
Para realizar el clculo del balance de energa, se utiliz el software
Energa 3.0.
8
Los indicadores de la eficiencia energtica que se midieron fue-
ron: 1) produccin energtica total, 2) balance energtico, 3) cantidad de per-
sonas que alimenta el sistema desde el punto de vista energtico y proteico, y
4) costo energtico de la produccin a travs de los insumos empleados. El
estimado de retencin de carbono se realiz segn la metodologa propuesta
por Mercadet y lvarez
9
y para la estimacin del volumen de emisin de GEI
anual, desde las distintas fuentes en las fincas, se tuvo en cuenta la metodo-
loga propuesta por el IPCC
10
y el software Mdulo 4. XlS de Agricultura. Los
GEI estudiados a nivel de finca fueron: metano (CH4) proveniente de las de-
yecciones y digestin de rumiantes; xido nitroso (N2O) provocado por los
cambios de uso del suelo, el empleo de fertilizantes nitrogenados, el manejo
de residuos de cosecha y el uso de agroqumicos; y el dixido de carbono
(CO2) emitido por la quema de sabanas y residuos de cosecha.
Las fincas participantes en el estudio se caracterizaron por emplear
prcticas agroecolgicas, como cero labranza, diversidad de especies y varie-
dades vegetales, as como de especies y razas animales, conservacin y mejo-
ramiento de suelos, reforestacin, ahorro de agua, manejo integrado en la
nutricin del suelo, manejo integrado para el control de plagas y enfermeda-
des, uso de semillas de buena calidad, fabricacin de piensos criollos, traccin
animal y adecuacin de implementos, y conservacin de alimentos. Estas
prcticas y sus variaciones dentro de las fincas influyeron en diferente grado
sobre la eficiencia energtica, la captura y retencin de CO2 y la emisin de
CH4, N2O y CO2.
7
F. Geifus, 2005. 80 herramientas para el desarrollo participativo. Diagnstico, planificacin,
monitoreo y evaluacin. GTS/IICA, INCA (Rural). SAGARPA.
8
F.R. Funes-Monzote, 2006. Elementos prcticos sobre el clculo de la eficiencia energtica (Sis-
tema computarizado ENERGIA). Estacin Experimental Indio Hatuey, Matanzas. 43 p.; y
CEDECO, 2006. Agricultura orgnica y gases con efecto invernadero. San Jos. Costa Rica. Dis-
ponible en http://www.cedeco.or.cr.
9
A. Mercadet, A. lvarez y O. Ortiz, 2007. La economa ecolgica vista en la retencin y
secuestro de carbono como una va para mitigar el cambio climtico en el sector forestal.
Memorias IV Congreso Forestal de Cuba. Palacio de las Convenciones, La Habana.
10
Ver IPCC, 2000. Methodological and Technical Issues in Technology Transfer. A Special Re-
port of IPCC Working Group III. B. Metz, O.R. Davidson, J.W. Martens, S.N.M. van Rooi-
jen y L. van Wie McGrory, L. (eds.) Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido.
466 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
168
Produccin de energa
Casi todas las fincas evaluadas aumentan su produccin energtica, des-
tacndose La Perla y La Cuba, que alcanzaron alrededor de 12 GJ/ha/ao (fi-
gura 1). Contar con huerto familiar y mayor diversidad de cultivos, hizo que
esta finca pudiera aplicar un mayor nmero de prcticas agroecolgicas y
obtener niveles superiores de produccin por unidad de rea cultivada. Las
fincas La Paloma y Providencia, en un estadio ms atrasado de transicin y
con menor proporcin de rea de cultivo, produjeron menos energa.
Figura 1. Produccin de energa (GJ/ha)
Eficiencia energtica
La tabla 1 muestra la eficiencia energtica de las fincas en estudio, expresada
como la energa producida en forma de alimentos por unidad de energa in-
vertida a travs de los insumos productivos utilizados. La finca La Cuba in-
crement sostenidamente su eficiencia energtica, y fue la ms estable de to-
das, evidencia de un mejor aprovechamiento de los recursos y menor gasto de
insumos productivos. Como puede apreciarse, aunque La Perla alcanz un
promedio de eficiencia energtica similar, esta tuvo mayores variaciones en
su comportamiento. El factor que ms influy en las diferencias de eficiencia
energtica entre las fincas fue el uso de traccin animal para preparar el suelo,
lo que presupondra un mayor costo energtico que el trabajo humano. Las
fincas que obtuvieron mejores valores de eficiencia energtica realizaron un
reciclaje ms dinmico de nutrientes a travs de la fabricacin de compost y
vermicompost, que contribuyeron a incrementar la fertilidad del suelo.
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
169
Tabla 1. Eficiencia energtica (salidas/entradas)
La Cuba La Paloma La Perla Providencia
2007 2,0 0,5 7,7 2,3
2008 3,1 2,0 3,9 3,7
2009 4,3 2,3 1,8 -
2010 5,2 2,9 1,9 -
Promedio 3,7 1,9 3,8 3,0
Desviacin St. 1,4 1,0 2,8 1,0
Estos resultados coinciden con los de otros autores,
11
quienes al evaluar
sistemas de produccin agroecolgicos en Cuba, bajo condiciones de insumos
y determinantes socioeconmicas similares, encontraron rangos de eficiencia
energtica entre 2 y 10. Otro estudio en fincas integradas ganadera-
agricultura evaluadas durante cinco aos
12
coincide con los valores de eficien-
cia energtica observados en las fincas de montaa. Esto reafirma que el factor
regin en s mismo no determina la eficiencia energtica de los sistemas de
produccin de alimentos.
El bajo uso de insumos externos, como fertilizantes qumicos, concen-
trados para la alimentacin animal y diesel en los agroecosistemas evaluados
en Topes de Collantes, fueron determinantes en el incremento de la eficiencia
energtica. La incorporacin de prcticas agroecolgicas ha resultado en un
aumento en la produccin de ms energa (alimentos) que la que se emplea
durante el proceso en forma de insumos.
Podra afirmarse que las fincas de montaa presentan una tendencia a
la alta eficiencia energtica, dada por la estabilidad y resiliencia de las prcti-
cas de manejo predominantes en estos agroecosistemas, que contribuye a su
sostenibilidad. An sin haberse alcanzado los resultados productivos y de
eficiencia esperados, el potencial estimado se lograr en la medida en que se
incorporen prcticas agroecolgicas apropiadas y se realice un uso ms inten-
sivo, de forma ecolgica, de los recursos disponibles en la montaa.
11
F.R. Funes-Monzote, M. Monzote, E.A. Lantinga, C.J.F. Ter Braak, J.E. Snchez y H. Van
Keulen, 2009. Agro-Ecological Indicators (AEIs) for dairy and mixed farming systems
classification: Identifying alternatives for the Cuban livestock sector. Journal of Sustainable
Agriculture 33 (4): 435-460. DOI: 10.1080/10440040902835118
12
F.R. Funes-Monzote, 2007. Aspectos tericos e implicaciones de la eficiencia energtica
en los sistemas de produccin agropecuarios. Conferencia del Segundo Taller de Gases de
Efecto Invernadero. Estacin Experimental Indio Hatuey, Matanzas.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
170
Investigaciones realizadas por la Corporacin Educativa para el Desarro-
llo Costarricense (CEDECO)
13
en Costa Rica, que compararon fincas orgnicas
y en transicin, tambin reportaron rangos de eficiencia energtica similares
(entre 0,60 y 4,93 caloras producidas por caloras invertidas) que los obtenidos
en nuestros sistemas agrcolas de montaa; aunque en los sistemas costarri-
censes se evaluaron monocultivos, como caf, hortalizas y pltano, de bajo
valor energtico.
La alta eficiencia energtica de las fincas de Topes de Collantes se debe
a las caractersticas intrnsecas de los sistemas agrcolas locales, que tienen un
uso muy bajo o nulo de la mecanizacin, utilizan ampliamente la traccin
animal y aplican muy bajos niveles de agroqumicos. Sin embargo, una alta
eficiencia energtica no estuvo acompaada por una alta productividad del
sistema, en trminos de alimento por unidad de superficie, aspecto que debe
continuarse estudiando y se presenta seguidamente.
Cantidad de personas que alimenta cada hectrea
Entre los aos 2007 y 2010, todas las fincas evaluadas lograron aumentar el
nmero de personas que sustentan tanto desde el punto de vista energtico
como proteico (figuras 2 y 3). La finca La Cuba tuvo los mejores rendimientos
en trminos de produccin de energa (9,8 GJ/ha/ao) y protena (103,3
kg/ha/ao) promedio en el perodo evaluado.
Figura 2. Personas que alimenta el sistema por hectrea por ao (energa)
13
CEDECO, 2006. Ob. cit. en nota 8.
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
171
Figura 3. Personas que alimenta el sistema por hectrea por ao (protena)
Tras la incorporacin de nuevos cultivos y variedades, todas las fincas
produjeron mayor cantidad de protena vegetal, motivadas tambin por el
aumento de la demanda de vegetales en la zona y el incremento de los huer-
tos domsticos, que han sido incentivados por un miroproyecto liderado por
la productora Odalis Aroche.
Otro microproyecto del PIAL se dedica a la diseminacin de la gallina
campera y est liderado por los productores Daniel Prez y Odalis Aroche. Se
ha observado una tendencia al incremento en la produccin de protena en
todas las fincas, entre ellas se destaca La Cuba, que produce energa suficiente
para alimentar a cuatro personas por hectrea por ao. La diversidad de es-
pecies y razas animales en todas las fincas ha aumentado: conejos, cerdos,
gallinas y ganado ovino-caprino. Sin embargo, en los valores de la protena
animal, las fincas que alimentan mayor cantidad personas no son precisamen-
te las de mayor diversidad de especies animales, por contar con ganado va-
cuno que aporta gran cantidad de leche y carne bovina anual.
La energa transformada y convertida en alimento por estos sistemas
productivos de montaa puede alimentar a un gran nmero de personas con
alta eficiencia. Si se mantiene esta tendencia en todas las fincas del rea, se
contribuira a la soberana alimentaria de las zonas montaosas. Este resulta-
do coincide con Amador y otros autores,
14
que proponen establecer ciclos de
14
M. Amador, J. Castro y R. Gabriel, 2007. Estrategia de certificacin de fincas. Memorias
Seminario Internacional Calentamiento Global y Agricultura Ecolgica. Bullas, Murcia, Espaa.
Disponible en http://www.climaagroecologico.org.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
172
energa y nutrientes cerrados, aprovechando los procesos de reciclaje y con-
trol natural, con considerable ahorro de insumos.
El costo energtico de los insumos productivos en las cuatro fincas es
muy bajo. El uso racional de los recursos y los insumos productivos es la base
para lograr la eficiencia energtica, que de manera general manifiesta una
tendencia a reducir el gasto en insumos productivos y el costo energtico de
la produccin. Esto evidencia una mejor aplicacin del manejo agroecolgico
de los recursos internos del sistema productivo y la disminucin de los insu-
mos externos.
Retencin de carbono total y carbono por hectrea
La finca La Paloma muestra el valor ms alto de retencin de carbono (t/ha),
seguida por La Cuba y Providencia (figura 4). La diferencia en el carbono
total retenido se debe a la cantidad de rea cubierta de vegetacin arbrea, la
altura y el dimetro promedio del fuste de los rboles, as como a las especies
que predominan en cada sistema agroproductivo.
Figura 4. Retencin de carbono
Carbono retenido en la biomasa, la necromasa y el suelo
La tabla 2 muestra el carbono retenido en la biomasa, la necromasa y el suelo.
La finca La Perla, a pesar de tener mayor superficie cubierta de forestales, es
la de menor carbono retenido en la biomasa, mientras que La Paloma y La
Cuba son las de mayor cantidad de carbono retenido en la biomasa, con 152,7 t
y 128,6 t, respectivamente. Esto se debe fundamentalmente a la estructura de
especies en estas fincas y su estado vegetativo. En cuanto al carbono retenido
en la necromasa y el suelo, la finca La Perla supera a las dems, lo que corro-
bora que la cantidad de rea cubierta por vegetacin arbrea es la causa fun-
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
173
damental de la diferencia de carbono total. Para el clculo del carbono reteni-
do en la necromasa y el suelo, se tuvo en cuenta el rea cubierta por bosque
compacto, segn la metodologa de Mercadet y lvarez.
15
Tabla 2. Carbono retenido e la biomasa, la necromasa y el suelo
Fincas rea total (ha) CRBM (t) CRNM(t) CRS (t)
La Cuba 13,4 128,6 129,2 851,8
La Paloma 13,4 152,7 12,3 141,5
La Perla 26,0 58,2 473,2 3185,1
Providencia 26,8 69,1 55,0 811,2
Nota: CRBM (carbono retenido en la biomasa), CRNM (carbono retenido en la necromasa),
CRS (carbono retenido en el suelo)
Los resultados obtenidos demuestran la estrecha relacin que existe en-
tre el volumen, la biomasa total y el carbono retenido en la biomasa. Est claro
que la edad de las plantas desempea un importante papel en el incremento
del dimetro y la altura. Es por ello que bajo condiciones edafoclimticas simi-
lares, una misma especie muestra valores diferentes de retencin de una finca
a otra. Algunos autores refieren que las especies que capturan mejor el carbo-
no son el pino (Pinus caribea Morelet), el cedro (Cederla odorata) y la caoba (Swi-
tenia mahagoni).
16
El carbono retenido en la necromasa y el suelo es mayor en la
finca La Perla debido a que posee mayor superficie plantada, esto explica por
qu a pesar de ser la finca con menor diversidad de especies y biomasa total,
es la de mayor carbono retenido. Estos resultados son similares a los obtenidos
por Mojena
17
en estudios de plantaciones forestales de la provincia Granma.
Relacin entre carbono retenido en la biomasa y biodiversidad
La biomasa forestal tiene gran importancia en la captura y retencin del CO2
atmosfrico a travs de la actividad fotosinttica. Estos resultados se asocian
con las especies predominantes y se presentan en el figura 4, que incluye los
ndices de diversidad de Menhinick (DMn) (de riqueza especfica) y el de
15
A. Mercadet y A. lvarez, 2007. Ob. cit. en nota 9.
16
L. Mercado, 2004. Creando mercados para servicios ambientales [Versin electrnica], 29.
Disponible en www.undp.org.cu; y A. Mercadet, A. lvarez y O. Ortiz, 2007. Ob. cit. en
nota 9.
17
O.E. Mojena, 2007. Estudio sobre la mitigacin de cambio climtico por los bosques de la
empresa forestal integral Bayamo. Trabajo presentado en IV Congreso Forestal de Cuba.
Palacio de las Convenciones, La Habana.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
174
Berger-Parker (d) (abundancia proporcional). Este ltimo indica que La Pa-
loma tiene un 87% de abundancia proporcional que corresponde al pino sobre
las dems especies. Le sigue La Cuba, que tambin presenta un ndice alto de
abundancia proporcional (55%) en la misma especie.
0,000 0,200 0,400 0,600 0,800 1,000
La Cuba
La Perla
La Paloma
Providencia
La Cuba La Perla La Paloma Providencia
Berger-Parker (d) 0,550 0,342 0,870 0,217
Menhinick (DMn) 0,216 0,093 0,280 0,164
Figura 4. ndices de biodiversidad de especies forestales
Segn Mercado, lvarez y otros,
18
el pino es una de las especies con
mayores potencialidades para capturar y retener carbono, lo que se corrobora
en este trabajo al ser esa especie la que determina la cantidad de CO2 retenido
en la biomasa en dos de las fincas estudiadas. Se trata adems de una especie
muy utilizada para los planes de reforestacin, por su importancia econmi-
ca. De acuerdo con el IPCC,
19
la disminucin de la deforestacin y la ayuda a
la regeneracin, la repoblacin forestal y la agrosilvicultura, constituyen las
principales medidas de mitigacin para conservar y secuestrar carbono.
La disminucin de la deforestacin y la ayuda a la regeneracin en las
regiones tropicales (unas 22-50 Gt C), la repoblacin forestal y la agrosilvicul-
tura (23 Gt C), son perfectamente alcanzables e incluso superadas por las fin-
cas de montaa, si se tienen en cuenta las especies de rboles que, adems de
18
L. Mercado, 2004. Ob. cit. en nota 16; A. lvarez y A. Mercadet y O. Ortiz, 2007. Ob. cit.
en nota 9.
19
IPCC, 2001. Climate Change 2001: Mitigation. Contribution of Working Group III to the
Third Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Metz, B.,
Davidson, O.R., Swart, R., Pan, J. (eds.). Cambridge University Press, Reino Unido, 752 p.
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
175
su importancia econmica, contribuyen a la captura y el almacenamiento de
CO2. Pero para reducir considerablemente las emisiones de carbono, habr
que establecer medidas que proporcionen beneficios econmicos y de otra
ndole a nivel local, a la vez que permitan conservar y secuestrar carbono.
20
Contribucin al secuestro y almacenamiento de CO2
En la tabla 3 se presentan las especies que ms contribuyeron al secuestro y
almacenamiento de CO2 en las cuatro fincas estudiadas, as como el nmero
de individuos por especie. En La Perla y en Providencia predomina la yama-
gua (Guarea guidonea Jacq.), por lo tanto, es la que ms contribuy al secuestro
y almacenamiento de CO2 en estas fincas.
Sin embargo, el pino prevalece en La Cuba y La Paloma. Esto reafirma
que, adems de ser la especie que ms contribuy a la captura y almacena-
miento de CO2 en todas las fincas, es la que determina la diferencia en el car-
bono retenido en la biomasa total. A pesar de que el guamo (Inga vera Willd.)
es una de las especie ms importantes como sombra del caf (Coffea arbica L.)
en Topes de Collantes, no es la que ms abunda en las reas forestales. Aun-
que abunda, en la mayora de las fincas no supera al pino y la yamagua.
Tabla 3. Especies que ms contribuyeron al secuestro y almacenamiento de CO2
Especie Yamagua
(Guarea guidonia Jacq.)
Guamo
(I nga vera Willd.)
Pino macho
(Pinus caribaea Morel)
La Cuba 251 140 2075
La Paloma 20 60 1600
La Perla 5980 5720 22
Providencia 804 536 603
Las especies que ms se destacan son la yamagua y el pino, con 43,13% y
42,34%, respectivamente. Las caractersticas del follaje de la yamagua y el
guamo (14,53%) hacen posible una alta actividad fotosinttica y, en conse-
cuencia, se incrementa la captura y retencin de carbono. Lo ms importante
de la medicin y seguimiento al secuestro de carbono en las fincas de monta-
as es la gran cantidad de dixido de carbono que pueden fijar, para as con-
tribuir a reducir la emisin de GEI, sin dejar de producir alimentos.
20
IPCC, 2001. Ob. cit. en nota 19.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
176
Valoracin econmica
Varios autores plantean que, segn la bolsa de Holanda (2006), una tonelada
carbono se cotiza a 10 USD.
21
Sin embargo, an no se ha llegado a un consen-
so acerca de la manera oficial en la que pueden pagarse los servicios ambien-
tales y actualmente muy pocos pases tienen una estrategia establecida en tal
sentido. Existe una discusin a nivel mundial sobre la repercusin de estable-
cer mercados en los que las naciones ms ricas, por pagar una cuota, tendran
derecho a contaminar. Esto sera ticamente inaceptable.
Sin embargo, los mercados compensatorios por servicios ambientales,
como una concepcin de reconocimiento a las prcticas ambientalmente sa-
nas, constituyen un mecanismo mediante el cual se puede contribuir de ma-
nera sustancial a reducir emisiones de GEI y mitigar el cambio climtico. De
implementarse este sistema de pagos en nuestro pas, de acuerdo con ese pre-
cio por tonelada de carbono, se obtendra un impacto econmico importante
que de manera general ascendera a 67 664 USD en las fincas evaluadas. El
desglose por fincas sera: La Cuba: 11 099 USD; La Perla: 37 165 USD; La Pa-
loma 7 871 USD; Providencia: 11 529 USD.
Para establecer en Cuba un sistema de pagos por servicios ambientales,
es necesario un anlisis profundo de todos los mecanismos jurdicos y empre-
sariales.
22
No obstante, se han analizado algunos factores, como la compren-
sin de los servicios que prestan los ecosistemas, el uso de la tierra, las vincu-
laciones, ya que el servicio ambiental se afecta cuando el ecosistema o el uso
de la tierra cambian. Otros aspectos que han sido analizados son: quin pro-
vee el servicio ambiental, en qu condiciones (racionalidad y objetivos) y
quin se beneficia de este servicio.
Emisin de GEI promedio
En el caso del metano (CH4), que es provocado fundamentalmente por la fer-
mentacin entrica de los rumiantes y el manejo del estircol, la tendencia
general del volumen de emisiones en todas las fincas es muy baja. Estas cifras
se relacionan con la cantidad relativa de ganado vacuno y con el manejo del
estircol, que en estas fincas se emplea para compost y lombricultura. CEDE-
CO presenta resultados semejantes de emisin de GEI al comparar fincas
orgnicas y convencionales, teniendo en cuenta las emisiones desde el suelo,
mientras que el IPCC presenta el inventario de GEI por regiones geogrficas y
21
A. lvarez, A. Mercadet y O. Ortiz, 2007. Ob. cit. en nota 9.
22
L. Mercado, 2004. Ob. cit. en nota 16.
Transicin agroecolgica para reducir emisiones de gases de efecto invernadero
177
hace nfasis en la diferencia entre pases en desarrollo y desarrollados.
23
La
tabla 4 muestra el estimado de las emisiones de GEI en las fincas monitorea-
das en este estudio.
Tabla 4. Emisin de GEI (t/ha/ao) en las fincas en estudio
Fincas rea total, ha CH4 N2O CO2
La Cuba 13,4 1,78 0,074 0,38
La Paloma 13,4 2,82 0,002 0,21
La Perla 26,0 0,16 0,001 0,20
Providencia 26,8 2,82 0,002 0,21
Las emisiones de xido nitroso (N2O) en ninguna finca supera el 0,1
t/ha/ao. Esto se debe fundamentalmente al poco uso de fertilizantes nitroge-
nados y de pesticidas qumicos, as como al empleo de prcticas agroecolgi-
cas como el compost, la lombricultura y el manejo integrado de plagas.
Adems influyen en el incremento de la diversidad de especies y variedades
de sus producciones, y el manejo de los residuos de cosecha, sobre todo de
aquellos cultivos fijadores de nitrgeno (N2), que generalmente son incorpo-
rados al suelo transformados en compost.
Las emisiones de dixido de carbono (CO2) tambin son muy bajas en
general, pues prcticamente no hay quema de pastos ni de residuos de cose-
chas, en tanto se ha erradicado la daina prctica de tumbas. En las fincas de
montaa los combustibles fsiles solo se emplean en las actividades de trasla-
do de las cosechas al mercado y es por eso que no tienen mucha influencia en
las emisiones de CO2. Si comparamos estos volmenes con la captura y reten-
cin de carbono, se aprecia que las fincas agroecolgicas prestan servicios
ambientales de gran valor, al ser capaces de absorber el CO2 que ellas emiten
en la produccin o por otras causas, tanto las de carcter natural como antr-
pico. Resultados similares a este no se reportan en la literatura consultada,
solo CEDECO
24
hace determinaciones del carbono emitido desde el suelo en
distintos sistemas de produccin, pero sus valores son muy superiores a los
aqu encontrados. Estos resultados evidencian la necesidad de continuar sis-
tematizando el modelo de anlisis en las prximas etapas de trabajo para me-
jorar la viabilidad metodolgica del proceso, as como los mecanismos de
recoleccin, procesamiento y presentacin de datos.
23
CEDECO, 2006. Ob. cit. en nota 8; e IPCC, 2001. Ob. cit. en nota 19.
24
CEDECO, 2006. Ob. cit. en nota 8.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
178
Comentario final
Para mitigar el cambio climtico, el proyecto incentiva diversas tecnologas.
He aqu una relacin de algunas de ellas:
Agricultura sin labranza
Conservacin y mejoramiento de suelos
Reforestacin
Mtodos y tcnicas ahorradores de agua
Manejo integrado en la nutricin del suelo
Manejo integrado para el control de plagas y enfermedades
Semillas de calidad
Crianza de animales con piensos locales
Traccin animal y adecuacin de implementos
Conservacin de frutos
Calidad alimentaria
Estas son opciones para reducir las emisiones, mejorar el aprovecha-
miento agrcola e incrementar la produccin con efectos positivos para el me-
dioambiente.
179
EVALUACIN DE INDICADORES
AGROECOLGICOS Y MITIGACIN
DEL CAMBIO CLIMTICO
Vctor M. Hernndez e Ybrahim Lpez
FACULTAD AGROPECUARIA DE MONTAA DEL ESCAMBRAY, UNIVERSIDAD DE SANCTI SPRITUS
Los significativos aumentos en la productividad de los cultivos en la agricul-
tura moderna, generalmente han estado acompaados por una considerable
degradacin ambiental (erosin del suelo, contaminacin por plaguicidas,
salinizacin, etc.), problemas sociales y uso indiscriminado de los recursos
naturales.
1
Una estrategia para lograr incrementos en la productividad agrcola
sustentable tendr que hacer mucho ms que modificar nicamente las tcni-
cas tradicionales. Ser necesario aplicar enfoques novedosos para disear
agroecosistemas que integren el manejo con la base de recursos regionales y
que operen dentro del contexto ambiental y socioeconmico especfico.
La agricultura cubana se encuentra en una etapa de sustitucin de in-
sumos o de conversin horizontal (produccin con menos insumos agroqu-
micos, tcnicas para la recuperacin del suelo y manejo integrado de plagas y
enfermedades basado en controles biolgicos, entre otros). Estas prcticas
tambin se emplean en la montaa a fin de mejorar la dieta de los pobladores,
manejar y proteger el medio natural, conservar y recuperar los suelos, as
como asegurar la alimentacin de los animales con prcticas sostenibles.
La actividad humana est alterando el clima mundial. El principal cam-
bio ha sido el aumento de las emisiones gases de efecto invernadero (GEI),
como el dixido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el xido nitroso (N2O).
Las altas concentraciones de estos gases provocan el calentamiento global de la
atmsfera y refuerzan el efecto invernadero natural, que produce un aumento
incontrolable de las temperaturas. Entre las alternaciones del clima ms
1
M.A. Altieri, 1997. Agroecologa, bases cientficas para una agricultura sustentable. CLADES-
ACAO, La Habana. 249 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
180
comunes se encuentran la subida del nivel del mar, la incidencia cada vez
ms fuerte de fenmenos atmosfricos extremos y, por ende, el cambio en los
patrones de las especies vivientes sobre el planeta.
A nivel mundial, la agricultura es responsable de un 20% de las emisio-
nes de GEI de origen antropognico, pero la importancia relativa de sus emi-
siones de CH4 y NOx es ms alta que la de otras fuentes. Incluso, se estima que
las emisiones de CO2 provenientes de la agricultura no constituyen un pro-
blema, al compensarse con las captaciones cuando se realiza un balance
anual.
Los sistemas agroecolgicos han probado ser sustentables no solo desde
el punto de vista tcnico y ecolgico-ambiental, sino tambin socioeconmi-
co.
2
Hoy se cuenta con metodologas que permiten evaluar esos procesos de
manera sistemtica y cientficamente apropiada.
3
Sin embargo, an es necesa-
rio seguir documentando el papel de la biodiversidad y el impacto de la con-
versin agroecolgica en la reduccin de las emisiones de GEI y la dependen-
cia energtica.
El objetivo de esta investigacin fue evaluar la influencia de la diversifi-
cacin sobre la captura de carbono, la emisin de GEI, as como la eficiencia
energtica y econmica en tres fincas en conversin agroecolgica bajo condi-
ciones de montaa.
Metodologa
Durante el ao 2008 se evaluaron tres fincas del consejo popular Algarrobo,
municipio Trinidad. La finca Valdivia, ubicada en Seibavo, pertenece a la
Unidad Bsica de Produccin Coopertiva (UBPC) Enrique Villegas Martnez y
cuenta con un rea total de 10,1 ha. Su objeto social es la produccin de caf y
otros productos agrcolas de autoconsumo para la UBPC.
La finca del productor Alberto Fonseca pertenece a la Cooperativa de
Crdito y Servicio (CCS) Rafael Saroza y posee un rea total de 26,8 ha, de
ellas 17,5 ha cultivables. La finca del productor Genovevo Hernndez perte-
nece a la misma CCS y tiene 20,4 ha, de ellas son cultivables 16,8 ha. En ambas
fincas la produccin fundamental es el caf, con destino al mercado y al auto-
abastecimiento familiar. Sus producciones se han diversificado en los ltimos
aos con el fin de contribuir a la autosuficiencia alimentaria e incrementar las
fuentes de ingresos.
2
S.R. Gliessman, 2006. Agroecology: The Ecology of Sustainable Food Systems. CRC Lewis
Publishers, Boca Raton, EE.UU.
3
O. Masera, M. Astier y S. Lpez-Ridaura, 1999. Sustentabilidad y manejo de recursos natura-
les. El marco de evaluacin MESMIS. MundiPrensa-GIRA, Mxico.
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
181
Entre los principios y prcticas agroecolgicas aplicadas en las tres fin-
cas tenemos:
Diversificacin de especies vegetales y razas animales
Conservacin y mejoramiento de suelos
Fertilizacin orgnica, abonos verdes, incorporacin de residuos
Ausencia de la quema
Cobertura viva y muerta
Conservacin y empleo de semillas de calidad
Reforestacin y agroforestera
Cercas vivas
Rotacin de cultivos, asociaciones, intercalamiento y siembras de
relevo
Manejo integrado para el control de plagas y enfermedades
Crianza de animales con alimentos y piensos locales
Laboreo mnimo y empleo de la traccin animal con adecuacin de
implementos
Conservacin de alimentos
I ndicadores de biodiversidad
Para la evaluacin de la biodiversidad, se seleccionaron los siguientes indica-
dores:
4
Nmero de especies: Dado por el total de especies presentes en los
sistemas. Se excluyen la diversidad animal silvestre y las especies de
menor importancia para el manejo productivo del agroecosistema.
Riqueza de especies: Para su clculo se utiliz el ndice de diversidad
de Margalef. La diversidad se refiere a la riqueza de especies y la im-
portancia relativa de cada una de ellas en el total de individuos.
DMg =
N
S
ln
1
donde: S = nmero de especies, N = nmero total de individuos
4
A.E. Magurran, 1988. Ecological Diversity and its Measurement. Princeton University Press,
New Jersey, 179 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
182
Dominancia: Es el grado de importancia del cultivo principal. Para
hallar el ndice de dominancia, se utiliz el ndice de Simpson.
= pi
2
donde: pi = nmero de plantas por especie entre el nmero total de
plantas.
Equitatividad: Es la uniformidad y la importancia relativa de los dis-
tintos cultivos. Para su clculo se utiliz el ndice de Pielou.
J=
max
'
H
H
donde: H max = ln(S), H
= -pi * ln pi
Estimacin de la captura y fijacin de carbono
El estimado de retencin de carbono se realiz por la metodologa propuesta
por Mercadet y lvarez.
5
Todos los datos obtenidos de cada finca fueron pro-
cesados empleando el programa Microsoft Excel. El carbono total retenido en
las fincas est dado por la suma del valor del carbono retenido en la biomasa,
el retenido en la necromasa y el retenido en el suelo. Los indicadores utiliza-
dos para estimar la retencin de carbono y sus frmulas son:
Carbono total (CT) = CBM + CNM + CS
Carbono de la biomasa (CBM) = BMT * 0,48
Biomasa total (BMT) = BMf + BMA + BMR
Biomasa de los fustes (BMf) = volumen * 610/1000
Biomasa area (BMA) = biomasa de fuste * 1,74
Biomasa de las races (BMR) = biomasa area * 0,3
Carbono de la necromasa (CNM) = NM * 0,45
Necromasa (NM) = rea * 18,2
Carbono del suelo (CS) = rea * 123
Volumen = 0,7854 * (altura + 3) * potencia (dimetro;2) * 0,32
Altura del rbol
Dimetro del tallo a 1,3 m del suelo
5
A. Mercadet y A. lvarez, 2009. Metodologa para establecer la lnea base de retencin de
carbono en las Empresas Forestales Integrales de Cuba. En: Efecto de los cambios globales
sobre el ciclo del carbono. Publicado por: RED CYTED 406RT0285. pp. 107-118.
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
183
Estimacin dela emisin de GEI
La estimacin del volumen de emisin de GEI anual desde las distintas fuen-
tes en las fincas en estudio, se realiz segn la metodologa propuesta por el
Panel Intergubernamental de Cambio Climtico (IPCC),
6
el software Mdulo
4. XlS de Agricultura. Los GEI estudiados a nivel de finca fueron:
Metano (CH4): Sistemas lquidos y digestin de rumiantes
xido nitroso (N2O): Cambios de uso del suelo, fertilizantes nitroge-
nados, manejo de residuos de cosecha y agroqumicos
Dixido de carbono (CO2): Quema de pastizales y residuos de cosecha
Estimacin del balance energtico
Para calcular el balance de energa, se utiliz el software Energa propuesto
por Funes-Monzote y otros autores.
7
Los indicadores del balance energtico
que se midieron fueron: produccin en kilogramos (kg), produccin de energa
en mega Joule (Mj), relacin energtica en caloras producidas por caloras in-
vertidas (salidas/ entradas) y cantidad de personas que alimenta o sostiene
cada finca segn la energa y la protena alimentaria que es capaz de produ-
cir. Para el anlisis de eficiencia energtica, se tuvieron en cuenta los siguien-
tes insumos productivos: trabajo humano y animal (horas), alimento animal
(t), diesel (litros), fertilizantes (kg de nutriente) y herbicidas (kg).
Resultados
I ndicadores de biodiversidad
La finca de Fonseca result ser la de mayor cantidad de especies manejadas
en el sistema, con 118 especies vegetales debido a la insercin de la produccin
agrcola en reas de gran riqueza natural. Le sigui la finca de Hernndez
(101 especies), que responde a un predio diversificado, y en ltimo lugar est
la Valdivia, con 93 especies (tabla 1). Esta ltima finca, a pesar de ubicarse en
un rea de gran diversidad de plantas naturales, representa un agroecosistema
ms simplificado, heredado del modelo convencional de produccin de caf.
6
IPCC, 2006. Directrices del IPCC para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero.
V. 4: Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra. Instituto para las Estrategias
Ambientales Globales. Japn, Hayama.
7
F.R. Funes-Monzote, J. Castro, D. Prez, Y. Rodrguez, N. Valds y A.L. Gonalves, 2009.
Energa 3.01. Sistema computarizado para el clculo de los indicadores de eficiencia energtica. Ma-
nual del usuario. CEDECO-INCA-EEPF Indio Hatuey. 61 pp.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
184
Tabla 1. ndices de biodiversidad
Indicadores Valdivia Fonseca Hernndez
Nmero de especies 93 118 101
Riqueza de especies 7,59 9,67 8,39
Dominancia Simpson 0,12 0,13 0,06
Equitatividad 0,57 0,55 0,69
Se manifiesta una alta riqueza de especies en las tres fincas. El mayor
ndice corresponde a la de Fonseca, lo que guarda relacin con el nmero de
especies presentes; seguido por la de Hernndez y por Valdivia. El ndice de
dominancia calculado muestra que en las tres fincas no hay cultivo principal
debido al grado de diversificacin y representatividad de las especies, aunque
la finca de Hernndez tiene una relacin menor. Para las fincas, se aprecia
cierta uniformidad en el sistema, pues muestran ndices ms prximos a 1
que a 0. La medicin y el conteo de los rboles para el clculo de la captura de
carbono posibilitaron analizar estos ndices en estas fincas en estudio, con
resultados similares al de la diversidad general del agroecosistema (tabla 2).
Lgicamente, las fincas tienen un elevado componente arbreo y alta diversi-
dad de especies de uso forestal, que son determinantes en los ndices de di-
versidad alcanzados.
Tabla 2. ndices de diversidad de rboles
Indicadores Valdivia Fonseca Hernndez
Nmero de especies 35 48 35
Riqueza de especies 6,27 7,09 5,18
Dominancia Simpson 0,13 0,07 0,25
Equitatividad 0,78 0,80 0,61
Estimacin del secuestro de carbono del rea forestal
El valor superior (1 124,2 t) corresponde a la finca de Valdivia, con un rea
forestal mayor. Le sigue la de Hernndez y la de Fonseca, con 697,6 y 631,1
toneladas de carbono total retenido, respectivamente (tabla 3). Sin embargo,
cuando estos valores se analizan por hectrea, no hay grandes diferencias
entre las fincas, e incluso la de Hernndez y la de Fonseca retienen ms car-
bono por hectrea que la Valdivia. La diferencia en el carbono total est dada
fundamentalmente por la cantidad de rea cubierta de vegetacin arbrea.
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
185
Puede influir adems la altura y dimetro promedio del fuste de los rboles, o
las especies que predominan en cada sistema agroproductivo. Resultados simi-
lares han sido presentados por Mercadet.
8
Tabla 3. Retencin de carbono total y carbono retenido por hectrea por ao
Fincas rea
(ha)
Retencin de carbono total (t) Carbono
(t/ha)
biomasa necromasa suelo total
Valdivia 8,1 64,1 66,2 993,8 1 124,2 139,1
Fonseca 3,4 188,9 27,6 414,5 631,1 187,3
Hernndez 3,5 238,4 28,7 430,5 697,6 199,3
Emisin de GEI
El estimado de emisiones de GEI a nivel de finca puso de manifiesto que las de
CH4 son provocadas fundamentalmente por la fermentacin entrica de los
rumiantes y por el mal manejo del estircol. En general, el volumen de emi-
siones en todas las fincas es muy bajo. La finca de Hernndez emite 2,45
t/ha/ao; la de Fonseca, 1,28; y la de Valdivia, solo 0,14. Esto se debe a la poca
cantidad de animales y al correcto manejo del estircol, empleado en la ferti-
lizacin en forma de compost (tabla 4).
Resultados como estos sobre la emisin de GEI al comparar fincas org-
nicas y convencionales, han sido reportados por la Corporacin Educativa
para el Desarrollo Costarricense (CEDECO),
9
pero solo tiene en cuenta las
emisiones desde el suelo. El IPCC presenta el inventario de GEI por regiones
geogrficas, y hace nfasis en la diferencia entre pases en desarrollo y
desarrollados.
10
El xido nitroso (N2O) no alcanza el valor de emisiones de 1 t/ha/ao
gracias a las prcticas agroecolgicas empleadas y al uso muy limitado de fer-
tilizantes nitrogenados y pesticidas qumicos. Tambin puede influir el buen
manejo de los residuos de cosecha y el uso de cultivos fijadores de nitrgeno
(N2), que generalmente son incorporados al suelo o procesados en compost.
8
A. Mercadet y A. lvarez, 2009. Ob. cit. en nota 5.
9
CEDECO, 2006. Agricultura orgnica y gases con efecto invernadero. San Jos. Costa Rica.
Disponible en http://www.cedeco.or.cr
10
IPCC, 2007. Climate Change 2007. The physical Science Basis. Summary for Policymakers.
Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovermental
Panel on Climate Change. Panel Intergubernamental de Cambio Climtico, Ginebra, Suiza.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
186
Tabla 4. Emisin de GEI (t/ha/ao)
Fincas Emisiones CH4 Emisiones N2O Emisiones CO2
Valdivia 0,14 0,001 0,1
Fonseca 1,28 0,002 0,03
Hernndez 2,45 0,004 0,00
Las emisiones de dixido de carbono (CO2) tienen valores muy bajos,
porque prcticamente no hay quema de pastizales ni de residuos de cosechas,
adems de que se ha erradicado la daina prctica de tumba y quema. Los
combustibles fsiles en las fincas de montaa solo se emplean en las activida-
des de traslado de las cosechas al mercado, por lo que tampoco tienen mucha
influencia en las emisiones de CO2. Si se comparan las emisiones de GEI con
la captura y retencin de carbono que hacen estas fincas, el balance es positi-
vo. Las fincas evaluadas absorben ms CO2 del que emiten, lo cual significa
un servicio ambiental de gran valor.
Balance energtico
La finca Valdivia alcanz el valor ms alto de produccin de energa alimen-
taria (14,1 GJ/ha/ao) (figura 1). Esta se diferencia de las dos restantes porque
su objeto social se basa fundamentalmente en la produccin de caf y alimen-
tos para el autoconsumo de la UBPC, mientras que las otras dos pertenecen a
campesinos que producen solo para su autoabastecimiento y comercializan
pocos excedentes. La finca de Fonseca (8,7 GJ/ha/ao) no difiere mucho de la
de Hernndez (7,8 GJ/ha/ao), existiendo una relacin directa con la produc-
cin de alimentos y los aportes energticos equivalentes.
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
10,0
12,0
14,0
16,0
Valdivia Fonseca Hernndez
G
J
/
h
a
/
a
o
Figura 1. Energa producida (GJ/ha/ao)
Evaluacin de la estabilidad de ecosistemas en Pinar del Ros
187
El comportamiento de la produccin de protena es similar al de la pro-
duccin de energa (figura 2). Se destaca con resultados superiores la finca
Valdivia (88,02 kg/ha/ao), mientras que las restantes logran resultados simi-
lares: 54,86 kg/ha/ao la de Hernndez y 49,91 kg/ha/ao la de Fonseca. La
produccin de energa y protena tiene una relacin directa con la produccin
de alimentos, y, aunque la produccin fsica es similar, puede haber diferen-
cias, debido fundamentalmente a las especies vegetales que produce cada
finca y las especies animales que desarrolla.
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
60,0
70,0
80,0
90,0
100,0
Valdivia Fonseca Hernndez
k
g
/
h
a
/
a
o
Figura 2. Produccin proteica (kg/ha/ao)
En la figura 3 se representa el costo energtico de los insumos producti-
vos en las tres fincas. La finca de Hernndez tuvo el gasto energtico ms alto
(1,57 GJ/ha/ao), puesto que emplea mayor cantidad de insumos productivos
industriales (fertilizantes y herbicidas). Las otras dos fincas tuvieron aproxi-
madamente la mitad del costo energtico.
Valdivia Fonseca Hernndez
Insumos (GJ/ha/ao) 1,16 0,84 1,57
Produccin (GJ/ha/ao) 14,55 8,67 7,80
Balance energtico (salidas/entradas) 12,6 10,3 5,0
0,00
2,00
4,00
6,00
8,00
10,00
12,00
14,00
16,00
Figura 3. Insumos energticos, produccin de energa y balance energtico
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
188
Aunque para todas las fincas el costo energtico de la produccin es ba-
jo, esta marcada diferencia presupone una mejor aplicacin del manejo agroe-
colgico y del uso de los recursos internos del sistema productivo en las fin-
cas de Valdivia y de Fonseca.
Los balances energticos entre 5 y 12,6 denotan un uso eficiente de los
recursos naturales disponibles, lo cual se corresponde tambin con una acep-
table productividad para agroecosistemas de montaa como los evaluados.
Un indicador que refleja claramente la productividad obtenida en trminos de
seguridad alimentaria es la cantidad de personas que alimenta cada finca por
hectrea en un ao, de acuerdo con la produccin de energa y protena ani-
mal y protena vegetal (figura 4).
Valdivia Fonseca Hernndez
Fuentes energticas 14,36 8,51 7,64
Fuentes proteicas 6,12 4,18 4,64
Protena de origen vegetal 5,0 1,4 1,5
Protena de origen animal 1,01 2,76 3,18
0,00
2,00
4,00
6,00
8,00
10,00
12,00
14,00
16,00
N
m
e
r
o
d
e
p
e
r
s
o
n
a
s
/
h
a
/
a
o
Figura 4. Personas que alimenta el sistema (personas/ha/ao)
El resultado del anlisis de la productividad de las fincas en funcin de
las personas que soporta el sistema, muestra que la finca de Valdivia fue muy
superior. La diferencia entre las fuentes proteicas de origen vegetal (5,0) y las
de origen animal (1,01) en esa finca se deben a la mayor presencia de cultivos,
mientras que la de Fonseca y la de Hernndez tuvieron mayor produccin
animal. La energa y la protena producidas por los sistemas de montaa eva-
luados son capaces de cubrir las demandas de las familias y, adems, generar
excedentes para la comercializacin. De esta manera, contribuyen a la seguri-
dad alimentaria local y del pas en general.
DISEMINACIN
AGROECOLGICA
191
EXPERIMENTACIN CAMPESINA
Y CAMBIO CLIMTICO EN LAS TUNAS
Laura Leyva, Aim Baldoquin,
Raquel Ruz, Jos Ramn Ayala y Carlos Pupo
UNIVERSIDAD DE LAS TUNAS
Los seres humanos, con el fin de satisfacer sus necesidades alimentarias y de
supervivencia, han convertido los ecosistemas naturales en agroecosistemas.
Estas transformaciones generan impactos de diversa jerarqua y gravedad
sobre los recursos naturales, que en ocasiones resultan irreversibles.
1
Entre
tales impactos se encuentra el aumento de la concentracin de algunos gases
de efecto invernadero (GEI) en la atmsfera, lo que eleva las temperaturas
cercanas a la superficie de la tierra. Las consecuencias de este fenmeno, co-
nocido como cambio climtico y atribuido a la actividad humana sobre el
ecosistema terrestre, podran ser definitivas y difciles de predecir.
En Cuba an es insuficiente el empleo de prcticas agrcolas y tecnologas
ambientalmente ms sanas, a pesar de los esfuerzos realizados para fomentarlas.
Hoy se dispone de alternativas ecolgicas, como bioplaguicidas, biofertilizan-
tes y herramientas biotecnolgicas para el manejo sustentable de los agroeco-
sistemas, pero queda mucho por hacer en su adopcin sistemtica. Asimismo
existe un amplio potencial gentico vegetal y animal para la produccin, sin
embargo, no siempre es debidamente aprovechado por los agricultores.
A fin de revertir este proceso, desde el ao 2006 se desarrolla en la pro-
vincia Las Tunas el Proyecto de Innovacin Agropecuaria Local (PIAL), que
concibe la innovacin como un proceso interactivo y dinmico en el que las
comunidades toman conciencia y elaboran estrategias de manera colectiva,
con la interaccin de diferentes actores sociales. La innovacin no solo se re-
fleja en la adopcin de tecnologas especficas, como la introduccin de nuevas
variedades, las metodologas de manejo de suelos y la aplicacin de productos
1
M.P. Cant, A.R. Becker, J.C. Bedano, H.F. Schiavo y B.J. Parra, 2009. Evaluacin del impac-
to del cambio de uso y manejo de la tierra mediante indicadores de calidad de suelo. Crdoba, Ar-
gentina. Cuadernos Lab. Xeolxico de Laxe Corua. Vol. 34, pp. 203 - 214.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
192
biolgicos; sino tambin en el fortalecimiento de la capacidad de experimen-
tacin de los productores y la adaptacin de los sistemas agroproductivos a
fenmenos como el cambio climtico.
Durante tres aos y de conjunto con el PIAL, se desarroll el proyecto
El cambio climtico y la agricultura cubana, que entre sus objetivos funda-
mentales estuvo: 1) lograr transformaciones en los procesos de aprendizaje,
como la capacidad de experimentacin e intercambio de conocimientos entre
agricultores; y 2) la apropiacin de nuevas tecnologas adaptadas a las condi-
ciones locales de cada comunidad.
Los ecosistemas degradados y los cambios en los patrones del clima en
la mayora de las localidades son una imagen de la accin agresiva al ambien-
te, promovida por modelos agrcolas depredadores de los recursos naturales.
Por tal motivo, el propsito principal de este proyecto es la aplicacin de tec-
nologas apropiadas y su sostenibilidad a corto y largo plazos en las comuni-
dades agrcolas tuneras.
Para rehabilitar los sistemas de produccin teniendo en cuenta los pro-
cesos y recursos naturales disponibles, es necesario poner en prctica criterios
de manejo ecolgico. No es posible emprender una transformacin agroe-
colgica si a la vez mantenemos mtodos y tecnologas convencionales. Uno
de los pilares bsicos de las concepciones basadas en el respeto y la proteccin
ambiental es el rescate de tradiciones y culturas propias de los agricultores.
Mientras la Revolucin Verde se bas en paquetes tecnolgicos generados y
difundidos desde estaciones experimentales, el enfoque agroecolgico persi-
gue combinar el conocimiento tradicional y los criterios de la ciencia actual.
La transicin hacia una agricultura ecolgica requiere tiempo, porque implica
un cambio de mentalidad hacia una reconexin con la naturaleza y la manera
en que el conocimiento es transferido. Su aplicacin debe comenzar a peque-
a escala y requiere un sistemtico intercambio entre todos los actores involu-
crados en el proceso.
El trabajo se inici en los municipios de Manat, Majibacoa y Las Tunas,
con la participacin de productores de diferentes cooperativas, entre quienes se
logr una efectiva transferencia de conocimientos bsicos con tcnicas de
aprender haciendo. Para ello fueron creadas las denominadas universidades
de campo, que constituyen talleres locales donde participan todos los miem-
bros de la comunidad: nios, jvenes, estudiantes universitarios, personas de
la tercera edad, productores, maestros, actores sociales que dirigen la esfera
agropecuaria, representantes del gobierno, entre otros.
Estos talleres locales permitieron un rico debate y generaron el inters
de toda la comunidad en la bsqueda de soluciones a los efectos nocivos de
las prcticas agrcolas, adems de promover el rescate de prcticas tradiciona-
Experimentacin campesina y cambio climtico en Las Tunas
193
les. La transmisin oral de experiencias hizo rememorar a los participantes las
enseanzas de sus progenitores sobre el cuidado de la naturaleza: mi pap
nunca quemaba los residuos de los cultivos, yo recuerdo que los mantena
sobre el terreno y no haba quien entrara al platanal.
Las universidades de campo promovieron el empleo de indicadores lo-
cales de calidad de los suelos y abrieron un camino de cambios en las prcti-
cas de manejo. En los talleres se identificaron los indicadores que los campe-
sinos consideraban importantes en cuanto a la calidad del suelo, los que reci-
bieron una escala de prioridad mediante encuestas a los agricultores (tabla 1).
La participacin de los estudiantes de las sedes universitarias que cur-
san estudios agropecuarios es de suma importancia para realizar estas activi-
dades, pues pocos productores conocen los trminos tcnicos. Adems, los
estudiantes pueden liderar el intercambio y contribuir a la adquisicin de
conocimientos. El estudio de las propiedades del suelo se realiz en calicatas
hechas por los estudiantes en diferentes sistemas de uso y se diagnosticaron
los indicadores de calidad para cada uno de los horizontes genticos, a saber:
Profundidad
Color (tabla de colores Munsell)
Textura (mtodo del tabaquito y la botella)
pH (potenciometra)
Materia orgnica (mtodo cualitativo de campo)
Estructura (segn la forma de los agregados y terrones)
Densidad del suelo (mtodo del cilindro)
Presencia de carbonatos (reaccin al HCl al 10%)
Presencia de lombrices y races
La evaluacin de algunos indicadores de calidad de los suelos mostr
que las prcticas de manejo adoptadas por los productores durante varios
aos provocaron impactos negativos en el suelo y en el ecosistema, como:
Erosin de la capa superficial y activa de los suelos
Incrementos del pH
Disminucin severa de los contenidos de materia orgnica
Degradacin de las propiedades fsicas (densidad del suelo)
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
194
Tabla 1. Equivalencia entre los indicadores tcnicos y los seleccionados por los
productores
Indicadores de los productores Indicadores tcnicos
Profundidad de las races Profundidad efectiva
Color oscuro /claro Contenido de materia orgnica (M.O.)
Buen /mal drenaje Estructura, velocidad de infiltracin
Buena /mala fertilidad M.O., pH, nutrientes, estructura, actividad
biolgica
Profundo /poco profundo Profundidad efectiva
Suelto /compacto Densidad del suelo
Mucha /poca retencin de agua Contenido de arcilla y materia orgnica
No salino /salino Conductividad elctrica
Presencia o no de lombrices Actividad biolgica
No pedregoso /pedregoso Presencia de piedras
Suelo sano /enfermo Presencia de hongos, nemtodos
Mucha /poca pendiente Erosin
Suelo arenoso /pesado Textura
La alta densidad (tabla 2), la pobre aireacin y el escaso desarrollo radi-
cal, a partir de los 10 cm de profundidad, se atribuyeron al uso intensivo de la
maquinaria agrcola en la preparacin de los suelos. Esto demostr que la
calidad del suelo decrece con los incrementos de la densidad aparente y, a su
vez, que est asociada a la disminucin de la macroporosidad y el espacio
poroso total, as como a los parmetros asociados al flujo de agua en el suelo.
Tabla 2. Evaluacin de la densidad del suelo
Perfil natural Perfil cultivado
Profundidad (cm) DS (Mg/m
3
) Profundidad (cm) DS (Mg/m
3
)
0-3 0,78 0-10 0,84
3-9 0,85 10-19 1,44
9-18 1,38 19-55 1,58
18-35 1,37
35-60
1,38
Experimentacin campesina y cambio climtico en Las Tunas
195
Los indicadores biolgicos se estudiaron a travs de la presencia de
lombrices y otros organismos de la macrofauna, que fueron muy escasos en
los suelos cultivados. Se seleccionaron las variables biolgicas como una
herramienta adecuada en la identificacin de cambios en el manejo de culti-
vos, que sirvieron para indicar la calidad del suelo.
Se resumieron los problemas de los suelos evaluados y se expusieron
los resultados de la encuesta (tabla 3). Los indicadores que los productores
consideraron de mayor prioridad (fertilidad, drenaje y consistencia), coinci-
dieron en ser los de mayores limitaciones en los suelos cultivados.
Tabla 3. Problemas identificados por los agricultores respecto a las caractersticas
de los suelos
Indicador Promedio Prioridad
Profundidad de races 6,13 7
Color oscuro /claro 6,04 6
Buen /mal drenaje 3,72 2
Buena /mala fertilidad 1,81 1
Profundo /poco profundo 5,68 4
Suelto /compacto 5,40 3
Mucha retencin /poca retencin de agua 7,68 9
No salino /salino 5,72 5
Presencia /no presencia de lombrices 6,90 8
No pedregoso /pedregoso 13,10 13
Suelo sano /enfermo 12,50 12
Mucha /poca pendiente 11,86 11
Suelo arenoso /pesado 8,45 10
De forma conjunta con los productores, se propusieron acciones para
transformar positivamente los indicadores crticos y, por ende, mejorar el
agroecosistema. En tal sentido se han formado grupos de agricultores expe-
rimentadores que intercambian y difunden sus resultados. Por su parte, in-
vestigadores y extensionistas establecen dilogos abiertos con los agricultores,
para que estos puedan expresar sus preferencias en cuanto a las tecnologas y
proponer su adaptabilidad a las condiciones particulares de su finca. Otros
actores que participan en la adaptacin de tecnologas han logrado crear un
lenguaje comn que facilita el intercambio de saberes, aunque pertenecen a
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
196
diferentes instituciones (Asociacin Nacional de Agricultores Pequeos, Mi-
nisterio de la Agricultura, Ministerio del Azcar, Asociacin Cubana de
Tcnicos Agrcolas y Forestales), cada una con sus objetivos y procedimientos.
En todos los casos estudiados, las decisiones de las familias productoras
sobre cundo adoptar las innovaciones se pusieron de manifiesto cuando los
recursos obtenidos incrementaron su sistema de produccin y su calidad de
vida. En la asimilacin de nuevas tecnologas resultan importantes los distin-
tos papeles y conocimientos del hombre y la mujer. En la historia de las fami-
lias rurales cubanas, la mujer se ha dedicado al espacio en torno a la casa, as
como al cuidado de animales menores, hierbas y frutales, ya que por su con-
dicin de madres muchas veces no pueden alejarse demasiado de su hogar. El
papel en la direccin y manejo de la finca, en la mayora de los casos, ha co-
rrespondido al hombre.
La capacitacin a travs de las universidades de campo ha contribuido
a incorporar a las mujeres a otras labores de produccin en la finca, motiva-
das por el intercambio con las productoras de otros municipios y provincias.
Se distinguen por participar en la creacin de pequeas reas para el fomento
de la lombricultura, aplicar medios biolgicos para disminuir el uso de pro-
ductos qumicos, incorporar nuevas especies de animales menores, adems de
motivar a la comunidad y a los miembros de su hogar. Han elevado la con-
fianza en s mismas y en su capacidad de expresin, a la vez que manejan y
entienden terminologas tcnicas, entre otros avances.
El resultado ms importante de este trabajo ha sido incorporar a los
productores al proceso de generacin tecnolgica con bases agroecolgicas.
Al disminuir el empleo de fertilizantes qumicos y manejar adecuadamente
los residuos de cosechas de los cultivos fijadores de nitrgeno, se han produ-
cido cambios en los agroecosistemas y se ha reducido la emisin de GEI. En
algunas de las fincas persisten esas emisiones por residuos de cosecha de cul-
tivos no fijadores de nitrgeno, a pesar de las experiencias en el manejo de
estos residuos bajo la idea de que su mitigacin no radica en la extraccin del
sistema, sino en alternativas que permitan una descomposicin ms lenta
para aprovechar el xido nitroso que se libera y los elementos nutricionales
en la masa del suelo.
Adems, se ha diversificado la produccin, se han intercalado cultivos
y se han implementado medidas antierosivas y de conservacin de los suelos
para aumentar los contenidos de materia orgnica, la productividad y soste-
nibilidad de los agroecosistemas.
197
CLAVES PARA TRANSFORMAR
FINCAS CONVENCIONALES EN
AGROECOLGICAS DIVERSIFICADAS
Norge Caballero
COOPERATIVA DE CRDITOS Y SERVICIOS (FORTALECIDA) FRANK PAS,
EL CERRO DE UAS, VELASCO, HOLGUN
Naudy Caballero, Evelio Garca, Orlando Chaveco,
Nnsida Permuy, Yunior Bruzn y Agustn Serrano
UNIDAD DE EXTENSIN, INVESTIGACIN Y CAPACITACIN AGROPECUARIA DE HOLGUN
En Cuba el inters por la agroecologa tiene un trasfondo histrico que co-
menz con una necesidad objetiva del pas. El hecho de haber experimentado
un cambio dramtico en la intensidad de la produccin agropecuaria, ha sido
una oportunidad nica, en tanto que ha servido como punto de partida para
disear una agricultura sostenible a escala nacional.
1
El catastrfico decreci-
miento de la produccin agropecuaria gener un despertar de cientficos y
productores hacia formas sostenibles de explotacin agropecuaria, en armona
con la naturaleza.
La Asociacin Nacional de Agricultores Pequeos (ANAP) y de exten-
sionistas de la Unidad de Extensin, Investigacin y Capacitacin Agropecua-
ria de Holgun y su grupo de granos han dado a conocer el Programa de In-
novacin Agropecuaria Local (PIAL), que ha promovido concepciones como
el fitomejoramiento participativo, tecnologas de conservacin y poscosecha
de granos, hasta llegar al proyecto Desarrollo de sistemas descentralizados y
participativos de garantas ambientales en Cuba. Estos proyectos han brin-
dado una amplia capacitacin mediante intercambios, ferias de biodiversidad,
talleres, encuentros con productores lderes, conferencias, entre otras activi-
dades que han servido para desarrollar una transicin positiva en cuanto al
cambio de pensamiento a la hora de hacer agricultura.
De acuerdo con los aspectos tericos de la transformacin de fincas tra-
dicionales en agroecolgicas diversificadas y tomando en cuenta las experien-
cias del productor Norge Caballero Escalona, en su finca de la CCSf Frank
Pas, se considera que las claves de este proceso son:
1
F.R. Funes-Monzote, 2009. Agricultura con futuro. La alternativa agroecolgica para Cuba.
Estacin Experimental Indio Hatuey, Matanzas. 176 p.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
198
1. Diagnstico de la finca que se quiere transformar.
2. Manejo de los suelos y reciclaje de nutrientes.
3. Forestera anloga.
4. Manejo integrado de plagas y enfermedades.
5. Intercalamiento de cultivos.
6. Diversificacin gentica y tecnolgica.
7. Reduccin del uso de abonos qumicos y pesticidas.
Diagnstico de la finca que se quiere transformar
Aunque muchas veces se ha comenzado el trnsito porque favorecera sus-
tancialmente la agilidad y eficiencia de las futuras acciones, es necesario con-
tar con el previo diagnstico tcnico y preciso del objeto a transformar. Si no
se conocen las condiciones actuales de la finca y a dnde se quiere llegar, no
se pueden identificar los cambios ms urgentes, ni conocer hacia dnde diri-
girlos. Este diagnstico debe realizarse de manera conjunta entre especialistas
que hayan trabajado el tema y el productor, a fin de elaborar las recomenda-
ciones precisas para la labor de transformacin.
El diagnstico debe incluir anlisis de suelo y diseo espacial de la fin-
ca, de acuerdo con su localizacin geogrfica. Varias investigaciones se han
centrado en los procesos de diagnstico rural participativo y no es difcil en-
contrar un procedimiento para realizarlo. Solo se debe adecuar el modelo a
las condiciones de cada finca.
Manejo de los suelos y reciclaje de nutrientes
La materia prima fundamental de un agricultor es el suelo. Por tanto, tiene el
deber de utilizarlo bien y cuidarlo. Adems, este constituye el legado ms
importante para las generaciones venideras y de la buena fertilidad del suelo
depende, en gran medida, una buena cosecha. Primero se debe evaluar el
drenaje de cada campo en particular, para as evitar el lavado de nutrientes o
la escorrenta ocasionada por las lluvias, cuyos efectos se pueden reducir me-
diante labores como el zanjeado oportuno de la finca, el empleo de barreras
vivas y muertas, y el riego adecuado de los cultivos
En la finca objeto de estudio se ha probado la eficacia de la aplicacin
de estas labores, al desviar corrientes que al llover cruzaban los campos de
siembra, con la consecuente prdida de fertilidad. Adems, se han construido
barreras muertas, como un muro de contencin con restos de cosecha (cepas
de pltano), piedras extradas del campo, sacos de tierra, entre otros materia-
les. Se han utilizado forrajes y caa con doble propsito: como barreras vivas
y como fuente de alimento para el ganado.
Claves para transformar fincas convencionales en agroecolgicas diversificadas
199
La disponibilidad de agua a travs del riego cobra mayor importancia
cada da, pues las sequas ya tienen carcter cclico, fundamentalmente en
Gibara, donde se ubica la finca. Entre los mtodos ms usados persiste el rie-
go por gravedad o por surco, que origina un deterioro sistemtico de los sue-
los. Si necesariamente se debe utilizar este mtodo, se aconseja regar un tramo
corto y hacerlo por varios surcos a la vez; evitar la siembra a favor de pen-
dientes de gran magnitud; colocar sacos, pencas de guano u otro material en
la salida del agua para evitar la erosin que se produce generalmente en estas
reas. El suelo no solo debe conservarse con las medidas propuestas ante-
riormente, sino que adems hay que trabajar en su renovacin, debido a la
continua extraccin de nutrientes que se realiza a travs del producto cose-
chado. En tal sentido se recomienda:
No sacar del campo ningn resto de cosecha y distribuirlo conve-
nientemente en la finca. Extraer solamente el producto comestible
comercializable, por ejemplo, del maz sacar las mazorcas e incorpo-
rar el resto de la planta al suelo con el laboreo. As tambin se debe
proceder con los dems cultivos, como el frijol, cuyas hojas y restos
de tallo se distribuyen y agregan nuevamente al suelo. De esta ma-
nera se garantiza parte de la nutricin de futuras siembras, a la vez
que se puede reducir y en ocasiones hasta prescindir del uso de ferti-
lizantes, al renovarse los nutrientes y la materia orgnica del suelo.
Antes de la incorporacin de prcticas agroecolgicas en la finca de
Norge, los restos de las cosechas se quemaban, generalmente dentro
del campo. Esta prctica deterioraba el suelo, se perda un recurso
tan preciado y a la vez se contribua inconscientemente a acelerar el
cambio climtico, con las emisiones de gases nocivos a la atmsfera.
Incorporar materia orgnica al suelo. Otra manera eficiente de in-
corporar materia orgnica al suelo es recoger el estircol del ganado
de la finca en una corraleta para aplicarlo en los campos, ya sea di-
rectamente o en forma de compost o humus de lombriz. Tambin se
puede transportar esta materia orgnica de fincas ganaderas cerca-
nas. Este mtodo se emple de forma satisfactoria en la finca eva-
luada, donde se logr que las partes menos productivas del campo
mejoraran su fertilidad y se homogeneizaran las reas de cultivos.
Humus de lombriz. Considerado el mejor fertilizante, pues la mate-
ria orgnica es aplicada en la forma ptima de absorcin por la plan-
ta. Este mtodo puede ser sencillo si se cuenta con materia orgnica
y agua para regar espordicamente el cantero donde se cran las
lombrices, responsables de la descomposicin. En la finca citada se
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
200
ha aplicado el humus de lombriz sistemticamente, con excelentes
resultados, lo que se ha comprobado al dejar muestras testigo en el
sembrado con diferente fertilizacin o sin ella. Sin embargo, todava
no existe conciencia de la necesidad de su uso y de las posibilidades
objetivas que tiene el pas para desarrollarlo a mayor escala, princi-
palmente en reas ganaderas, donde la materia prima no acarrea
costos de transportacin y constituye un problema ambiental.
Compost. Los restos de cosechas se dejan descomponer en un de-
psito o se facilita su descomposicin empleando catalizadores bio-
lgicos. Luego se incorpora al suelo.
Abonos verdes. Consiste en incorporar al suelo plantas sembradas
para este fin, que son capaces de reciclar grandes cantidades de nu-
trientes y fijarlos en formas asimilables por las dems especies. Entre
las plantas ms empleadas estn la crotalaria, la canavalia y el sorgo.
En la finca en estudio se han aplicado estos abonos en el cultivo de
maz con muy buenos resultados.
Cobertura natural (viva o muerta). Se ha podido comprobar que el
suelo no debe estar mucho tiempo desnudo, para evitar la influencia
directa del sol y la lluvia, causa fundamental de su erosin, particu-
larmente en pases de clima tropical como Cuba. Si se va a dejar la
tierra sin cultivar un tiempo prolongado, la cobertura del suelo pue-
de combinarse con abonos verdes para la proteccin y restauracin
del suelo.
Forestera anloga
Es una tcnica importante y, bien manejada por el productor agrcola, aporta
beneficios propios y colectivos. Como es conocido, la deforestacin es uno de
los principales problemas que afectan el medioambiente y el equilibrio ecol-
gico. La forestera anloga, que consiste en poblar el rea con vegetacin
autctona de la zona, permite dar un golpe certero para revertir el fenmeno
del cambio climtico, porque los rboles capturan grandes cantidades de
dixido de carbono, adems de reportar otros beneficios como sombra, comi-
da para el ganado, sitios ms agradables, control del clima local, madera, me-
didas antierosivas, cercas vivas, cortinas rompevientos y preciados productos
como madera, frutas, miel, etc. Debemos aprovechar cada pedazo de tierra
que aparentemente sea improductivo (crcavas, caadas, etc.) para reforestar-
lo con frutales. En la finca estudiada se ha empleado el Pin florido (Glirici-
dia sepium) y el almcigo (Bursera simaruba) como cercas vivos con muy bue-
Claves para transformar fincas convencionales en agroecolgicas diversificadas
201
nos resultados y se est incrementando la siembra de rboles frutales y made-
rables en reas apropiadas para ellos.
Manejo integrado de plagas y enfermedades
Cuando este concepto se aplica de forma inteligente, reporta un conjunto de
beneficios a la ecologa y al manejo de los cultivos. Para la correcta implemen-
tacin del manejo integrado de plagas y enfermedades, debe considerarse:
poca de siembra. La siembra de cultivos en su poca ptima consti-
tuye una garanta para obtener mejores cosechas. La planta crece con
un rgimen de temperaturas a las que mejor se adapta; la incidencia
de plagas y enfermedades tiende a ser menor y el rgimen de lluvia
suele ser ms apropiado. Debe tenerse en cuenta las cada vez ms al-
tas fluctuaciones del clima con el objetivo de ajustar la poca a un in-
tervalo ptimo en funcin de cada cultivo. Por ejemplo, en la zona
de Velasco la siembra de frijol comn debe hacerse entre el 15 de
noviembre y el 31 de diciembre, y nunca en agosto o septiembre,
pues de esta manera se potenciaran las plagas
Correcta seleccin de variedades. En las ferias de granos se han po-
dido comparar diferentes variedades en cuanto a su comportamien-
to, porte, rendimiento y otras caractersticas de importancia, segn
los criterios de los productores. La seleccin participativa permite
escoger las variedades ms atractivas para cada agricultor, que las
prueba en sus fincas y selecciona la que mejor se comporte de acuer-
do con criterios particulares. Este procedimiento puede aplicarse a
cualquier cultivo, teniendo en cuenta que al grano que se usar co-
mo semilla debe drsele un tratamiento especial, desde la siembra
hasta el almacenamiento.
Preparacin ptima del suelo. Se recomienda no invertir el prisma
del suelo, desarrollar las labores con traccin animal y evitar el en-
yerbamiento del campo y sus guardarrayas, que son hospederos de
plagas. En la finca objeto de estudio el cultivo se ha realizado con un
solo animal (caballo o buey), con muy buenos resultados. Se logran
menos daos mecnicos al cultivo y se necesita un animal menos
que mantener, aunque en estas zonas es costumbre usar la yunta de
bueyes para estas tareas.
Empleo de medios biolgicos y repelentes naturales. Los medios bio-
lgicos, aplicados con sistematicidad, han demostrado gran eficacia
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
202
en el manejo de plagas y enfermedades, a la vez que han permitido
obtener frutos libres de qumicos y ms saludables. Sin embargo, pa-
ra emplear estos productos an existen dificultades relacionadas con
la oferta estable y la calidad. Muchos partidarios de estos mtodos
haban aplicado el bacilo importado de las repblicas de la antigua
Unin Sovitica y controlaron totalmente las plagas, aunque no otu-
vieron los mismos resultados con los productos de nuestros Centros
de Reproduccin de Entomfagos y Entomopatgenos (CREE), que
no siempre tienen la mejor calidad. Los repelentes naturales estn al
alcance de todos y se emplean segn el ingenio campesino. Entre los
ms utilizados estn la tabaquina, la cardona, el anam, la lila, el ce-
dro y el rbol de nim, que se aplican macerados y se fumigan direc-
tamente sobre los cultivos.
Utilizacin de plaguicidas qumicos. Estos deben reducirse al mxi-
mo y usarse en pequeas dosis solo en casos de necesidad extrema.
Adems, debe tenerse en cuenta la fase biolgica en que se encuentra
el cultivo y evitar su empleo en perodos cercanos a la cosecha, sobre
todo en alimentos que se ingieren crudos. Los insecticidas deben
aplicarse despus de las 10:00 a. m., para evitar el dao a las abejas,
responsables en gran medida de la polinizacin.
Intercalamiento de cultivos
El intercalamiento de cultivos es una medida que tambin favorece el manejo
de plagas y enfermedades. Por ejemplo, al sembrar barreras de maz en el
frijol, se logra desplazar hacia este ltimo cultivo insectos beneficiosos que
son habituales en el maz. Asimismo se han obtenido resultados positivos al
intercalar maz con pepino, calabaza y tomate. En este ltimo caso, durante la
poca de verano, se han eliminado los daos lgicos que provoca el sol en el
fruto del tomate, ya que el maz le proporciona sombra. Adems, puede lo-
grarse mayor rendimiento por rea al incrementar el uso de la tierra y tener
ms de un cultivo en el mismo tiempo y espacio.
Diversificacin gentica y tecnolgica
Est demostrado que una finca, por muy pequea que sea, debe estar diversi-
ficada para lograr un equilibrio beneficioso en la lucha contra epidemias, pla-
gas, enfermedades y catstrofes naturales, y a la vez proteger al agricultor
desde el punto de vista econmico. Por ejemplo, al paso del huracn Ike por
el territorio, todas las viandas fueron afectadas, excepto el boniato. De no ser
Claves para transformar fincas convencionales en agroecolgicas diversificadas
203
as, se hubiera creado un problema ms grave con la alimentacin. Es decir, si
se pierde una cosecha, pero se tienen otras alternativas, no se afecta tanto la
autosuficiencia alimentaria.
En el caso de la cra de animales, el agricultor debe ser un constante re-
novador, buscando las razas de mejor adaptacin a su medio y de mayor ren-
dimiento en sus condiciones. En la finca de referencia se ha desarrollado la
cra de pollos camperos y de gallinas semirrsticas, con muy buen rendimien-
to de huevos, as como tambin la cra de pavos, que se alimentan con granos,
hierba, partes verdes de los restos de cosecha y frutos daados. Se ha recibido
capacitacin til en la elaboracin de piensos locales. En la diversificacin
tecnolgica el campesino debe ser un constante investigador, buscando la
tecnologa ms apropiada, menos agresiva al medio y ms econmica. Por
ejemplo, la traccin animal no se aprovecha apropiadamente, la mayora de
los campesinos no cuentan con los implementos de labranza ptimos y reali-
zan casi todas las operaciones con el arado de vertedera, a veces por descono-
cimiento o por no contar con la ayuda tcnica necesaria. Casi no se emplea la
sembradora de traccin animal ni el tiro por el pecho, aspecto del manejo que
aumenta el aprovechamiento de la fuerza del animal.
Reduccin del uso de abonos qumicos y pesticidas
Esta debe ser una premisa de todo productor agroecolgico, ya que al reducir
su aplicacin contribuimos a la recuperacin del equilibrio ecolgico y evita-
mos el dao qumico que estos productos provocan a los suelos y al medio.
Adems, los productos qumicos afectan la salud humana, tanto al agricultor
directamente al manipularlos y aplicarlos, como al consumidor a travs de la
ingestin de residuos de estos txicos. El productor agroecolgico gana salud
para l y para la sociedad.
Existen diversos criterios e ideas sobre los aspectos clave para trans-
formar las fincas. Esta propuesta es un primer acercamiento, a partir de expe-
riencias prcticas de los productores y del seguimiento de investigadores y
profesionales del sector, que puede contribuir al cambio de actitud dentro del
quehacer agrcola del pas.
205
DISEMINACINDE BIOPRODUCTOS
BASADOS EN MICROORGANISMOS
PARA LA PRODUCCIN DE ALIMENTOS
Saray Snchez, Fernando Donis, Omar Gonzlez, Yoansy Garca,
Taymer Miranda, Dairom Blanco y Giraldo Martn
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, UNIVERSIDAD DE MATANZAS
Segn la Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-
mentacin (FAO por sus siglas en ingls),
1
cerca de un tercio del calentamien-
to de la atmsfera y el cambio climtico se debe a la agricultura. En general, se
reconoce que gran parte del principal gas que produce el efecto invernadero,
el dixido de carbono (CO2), procede de prcticas agrcolas que amenazan al
medioambiente global, sobre todo la deforestacin y el cambio de uso del
suelo a prcticas altamente consumidoras de energa fsil. Por otro lado, la
fermentacin entrica de los rumiantes, los incendios forestales y los produc-
tos de desecho (estircoles y residuos de cosecha que no son aprovechados)
producen la mayor parte del metano (CH4) que se lanza a la atmsfera, in-
crementando as la acumulacin de este gas que contribuye al calentamiento
global. Asimismo, la labranza convencional y la utilizacin de fertilizantes
generan un alto porcentaje de xido nitroso (N2O).
2
Los tres gases mencionados constituyen el principal foco de atencin de
la lucha contra el cambio climtico. Pero qu podemos hacer para revertir
esta situacin? Es necesario un cambio de actitud de los actores locales, na-
cionales y de la comunidad internacional para enfrentar el reto. En particular,
la agricultura podra contribuir de diversas maneras a mitigar el cambio
climtico, preservar el ambiente y producir alimentos sanos para el consumo
humano. Las prcticas agrcolas con menores emisiones, mayor captura de car-
bono y balances energticos ms favorables, constituyen uno de los grandes
retos para mitigar el cambio climtico en el contexto cubano. Esto presupone
1
FAO, 2002. Captura de carbono en los suelos para un mejor manejo de la tierra. Roma. 61 p.
2
J.C. Carmona, D. Bolvar y L.A. Giraldo, 2005. El gas metano en la produccin ganadera y
alternativas para medir sus emisiones y aminorar su impacto a nivel ambiental y producti-
vo. Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias 18 (1): 49.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
206
necesariamente el desarrollo de nuevos modos de producir alimentos y la
revalorizacin del conocimiento local, de forma tal que se beneficien estos
actores clave de la sociedad cubana, quienes estn encargados no solo de pro-
ducir alimentos, sino tambin de cuidar el medioambiente.
El proyecto
Segn el diagnstico inicial realizado en la primera fase del proyecto Desa-
rrollo de sistemas descentralizados y participativos de garantas ambientales
en Cuba, financiado por Hivos, de Holanda, y la Agencia Suiza para el Desa-
rrollo y la Cooperacin (COSUDE), la aplicacin de fertilizantes nitrogenados
sintticos constituy la fuente ms importante de emisiones de gases de efecto
invernadero en las provincias de Pinar del Ro, Matanzas, Cienfuegos, Villa
Clara y Holgun. En la bsqueda de soluciones a esta compleja situacin, se
identific el potencial del uso de bioproductos basados en microorganismos
nativos. Estas experiencias han sido adoptadas por campesinos de las provin-
cias de La Habana, Mayabeque, Matanzas, Holgun, Las Tunas y Sancti Spri-
tus, en el contexto de los sistemas agrcolas integrados y el uso de prcticas
agroecolgicas. La tecnologa se reconoci como un posible punto de entrada
para la generacin de alternativas que permitan disminuir las emisiones deri-
vadas del uso de fertilizantes sintticos.
El uso de estos bioproductos mejora la germinacin, la floracin, el de-
sarrollo de los frutos y la reproduccin de las plantas. Adems, mejora las
propiedades fsicas, qumicas y biolgicas de los suelos; contribuye al control
de los patgenos que provocan enfermedades e incrementa la eficacia de la
materia orgnica como fertilizante.
3
Estos, entre otros mltiples beneficios de
uso domstico, industrial, agrcola y medioambiental, suscitaron el inters de
los agricultores cubanos.
En la ganadera la aplicacin de bioproductos se orienta principalmente
a reducir olores, as como a mejorar el estado sanitario de los animales y la
salubridad de las instalaciones. No menos importantes son sus efectos sobre
los indicadores productivos debido a su actividad probitica.
4
Cmo lleg esta tecnologa a Cuba?
Los bioproductos basados en microorganismos comienzan a estudiarse en la
Estacin Experimental Indio Hatuey desde el ao 2004, a partir del intercam-
3
T. Higa, 2004. La tecnologa de los microorganismos efectivos EM. Conferencia dictada
por Teruo Higa en el Real Colegio de Agricultura. Cirencester, Inglaterra.
4
D. Salgado, 2007. Manual para el uso del EM en la produccin avcola. Ecotecnologas. Venezuela.
Diseminacin de microorganismos eficientes contra el cambio climtico
207
bio realizado con el movimiento de agricultura orgnica de Costa Rica. Cua-
tro aos despus, dos productores matanceros, motivados por las ventajas de
la tecnologa, comenzaron a aplicarla en sus fincas. No solo alcanzaron xitos
en la produccin de alimentos y la produccin animal, tambin la enriquecie-
ron a partir de sus experiencias prcticas. Estos agricultores innovadores son:
Omar Gonzlez Santamara, propietario de la finca Plcido, de 10,75
hectreas, que pertenece a la Cooperativa de Crditos y Servicios
(CCS) Jos Machado del municipio Crdenas. Omar comenz a utili-
zar este bioproducto en la produccin animal y observ un efecto
positivo en la ganancia diaria, as como en la salud de cerdos y cone-
jos. En los segundos, el grupo control (con una base alimentaria de
forraje) alcanz incrementos de peso vivo de 12 g/da, mientras que
el que consuma forraje ms bioproducto, logr ganancias de 28 g/da.
Asimismo, las enfermedades infecciosas en cerdas recin paridas
disminuyeron, entre ellas la mastitis.
Tambin se obtuvieron resultados positivos en el control de diarrea
en cerdos pequeos y en la ganancia de peso diaria hasta alcanzar
22 kg a los 60 das de nacidos, lo que signific una diferencia de 6 kg
en comparacin con los animales sin consumo del bioproducto
(16 kg). Adems, se observ una reduccin de olores desagradables
y de vectores como las moscas. Por ello, Omar Gonzlez afirma que
los bioproductos a base de microorganismos nativos forman parte
de mi finca, cuando no los tengo me pongo nervioso, no me pueden
faltar.
Fernando Donis Infante, propietario de la finca Cayo Piedra, de
40,26 hectreas, que pertenece a la CCS Jos Mart en el municipio
Perico. Empez a utilizar este bioproducto en el ao 2008 y a partir
de sus vivencias prcticas ha probado diferentes alternativas en sus
cultivos. Ha empleado los microorganismos con el lixiviado del humus
de lombriz y los efluentes del biodigestor, y as ha obtenido un bio-
fertilizante de mayor calidad, que adems protege a los cultivos con-
tra diversas plagas.
El efecto de estas prcticas ha permitido reducir los gastos de la fin-
ca, no solo porque no se emplean productos qumicos que general-
mente tienen un alto costo, sino porque se han incrementado los
rendimientos, que son en todos los casos superiores a los que obtie-
nen los sistemas agrcolas convencionales en la zona. La finca Cayo
Piedra ha sido un lugar de referencia para la capacitacin nacional e
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
208
internacional. Varios medios de informacin han realizado reporta-
jes sobre la experiencia, y han diseminado la tecnologa entre un
gran nmero de productores de todo el pas. Segn Fernando, esta
tecnologa es bendita, muy prctica, est al alcance de todos y solo
depende de la voluntad de los hombres; es una opcin muy atracti-
va para la agricultura cuando se combina con las dems tcnicas
agroecolgicas.
Estos productores, por sus experiencias e innovaciones, son lderes de
la tecnologa en Cuba. Sus fincas se han convertido en verdaderas estaciones
experimentales que permiten llevar a una mayor escala la utilizacin de este
bioproducto en la agricultura. Para ello han contado con el apoyo financiero
de COSUDE a travs del proyecto BIOMAS-Cuba y el Programa de Innova-
cin Agropecuaria Local (PIAL). Estos proyectos han estimulado la multipli-
cacin de las buenas prcticas y la bsqueda de soluciones locales.
Metodologa de adopcin y diseminacin
El Centro Local de Innovacin Agropecuaria (CLIA) de Matanzas organiz un
programa de entrenamiento para productores en el uso de bioproductos con
el propsito de desarrollar las habilidades necesarias para producirlos y utili-
zarlos. El programa se dise en tres fases.
En la primera fase las actividades se desarrollaron en las fincas de Fer-
nando y Omar, quienes impartieron un curso-taller que promovi en los pro-
ductores las habilidades para producirlos localmente (en finca) a pequea y
mediana escala. En los recorridos por las fincas, los participantes pudieron
apreciar el efecto de emplear los microorganismos en los cultivos y en la pro-
duccin animal. En el taller se encontraban presentes 34 miembros del PIAL
(de ellos seis mujeres) de siete de las nueve regiones del pas donde se ejecuta
el PIAL, as como dirigentes y facilitadores de la ANAP.
En la segunda fase, un equipo integrado por estos dos agricultores lde-
res y por investigadores de la Estacin Experimental Indio Hatuey, recorri
las fincas de los participantes en el curso-taller con el objetivo de monitorear
la adopcin de lo aprendido en la primera fase y documentar los resultados.
La tercera fase consisti en una feria de productos agropecuarios obte-
nidos con la aplicacin de estos bioproductos. En ella se propici un inter-
cambio fructfero entre los participantes y se trazaron nuevos compromisos
para que la tecnologa siga extendindose y se encuentre al alcance de una
mayor cantidad de agricultores en todo el pas.
Diseminacin de microorganismos eficientes contra el cambio climtico
209
Estudios de casos
Cambio de actitud en Gibara
La finca Santa Ana, de 4 hectreas, pertenece a la CCS ico Lpez en San
Mateo, Gibara, Holgun. La finca se caracteriz por utilizar grandes dosis de
fertilizantes y plaguicidas qumicos con un costo aproximado de 10.000 pesos
anuales, lo que afect la salud del suelo, las plantas y las personas, a la vez
que increment los gastos. Yoel Pupo recuerda que en una ocasin, para po-
der garantizar sus cosechas, tuvieron que vender una cerda de 500 libras para
comprar fertilizantes qumicos y plaguicidas.
Cuando este agricultor recibi el curso de capacitacin para elaborar los
bioproductos a base de microorganismos en su finca y pudo apreciar los re-
sultados productivos en la finca de Omar y Fernando, sali convencido. Sin
embargo, estuvo preocupado por la aceptacin familiar y en especial la de su
padre, Juan Pupo Vega, propietario de la finca.
Con perseverancia y muchos deseos de poner en prctica los conoci-
mientos adquiridos, Yoel, junto a su hermano y su sobrino, buscaron los in-
gredientes necesarios con los cuales montar su propia planta artesanal de
microorganismos. Finalmente, logr el cambio de actitud deseado en su pa-
dre, quien labora en esta finca desde el ao 1952 bajo la concepcin de aplicar
una gran cantidad de insumos qumicos para obtener altos rendimientos.
Hoy, despus de haber probado la efectividad de esta tecnologa en frijol,
pltano, tomate, calabaza, ajo, cebolla y maz, Juan Pupo considera que no es
una alternativa, sino la solucin para la agricultura en Cuba.
Esta tecnologa dio esperanzas a una madre y esposa preocupada, por
el efecto que los qumicos podran ocasionar a la salud de sus hijos, sus nietos
y su esposo, ya con serias afectaciones en la piel. Para ella, la llegada de su
hijo mayor con estos conocimientos fue un verdadero milagro y una salva-
cin para la familia.
El testimonio de su sobrino de 11 aos, Danilo Pupo, resume en breves
palabras lo que signific para l el uso de este producto: Qu va a tener de
malo un poco de hojarasca de bosque, con leche o suero de leche y guarapo?
Todo lo contrario, eso le va a hacer bien al suelo, a las plantas y a las perso-
nas, al tener un cultivo con ms nutrientes, ms vitaminas y ms cosas que el
cuerpo necesita para la vida.
En sentido general, con la utilizacin de la tecnologa, en combinacin
con otras tcnicas agroecolgicas como el humus de lombriz, este agricultor y
su familia, en apenas cuatro meses, ya perciben resultados alentadores en
cuanto a la productividad y salud de las plantas. Ahora nos podemos comer
el cerdo sin tener que invertir el dinero en la compra de productos qumicos
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
210
dainos, afirma el campesino, y agrega: No solo para nosotros, sino tam-
bin para las personas que consumen nuestros productos.
Docencia, investigacin y prctica en Holgun
Luego de recibir la capacitacin en Matanzas, el extensionista Evelio Garca
Snchez, de la Unidad de Extensin, Investigacin y Capacitacin Agrope-
cuaria de Holgun (UEICAH), comenz a disear pequeas reas experimen-
tales para mostrar al resto de los productores la ventaja de utilizar en pltano,
habichuela, tomate, boniato y frutabomba bioproductos a base de microorga-
nismos nativos en combinacin con otros biofertilizantes reconocidos en el
pas. Estos experimentos han sido la base de cuatro tesis de diploma de Agro-
noma en la Universidad de Holgun y punto de partida para compartir la
experiencia con otros actores de la comunidad.
El equipo de extensionistas dirigido por Evelio ha multiplicado el uso
de esta tecnologa en los catorce municipios de la provincia, y adems se apli-
ca en seis instituciones de la Empresa Agropecuaria del MININT en Holgun.
Como parte del recorrido de productores lderes e investigadores de Indio
Hatuey a la UEICAH, hubo un fructfero intercambio con los directores del
sistema empresarial de la provincia y se generaron compromisos para genera-
lizar el uso de la tecnologa dentro del enfoque integrado de la agricultura.
Utilizacin de microorganismos nativos en Las Tunas
En Las Tunas la acogida de esta tecnologa fue similar y as lo asegur el agri-
cultor Miler Moroa. Su finca Recreo, de cuatro hectreas, pertenece a la CCS
Paco Cabrera del municipio Puerto Padre, y se beneficia de esta tecnologa en
combinacin con otros biofertilizantes y tcnicas agroecolgicas. Con resulta-
dos muy alentadores desde el punto de vista productivo, ambiental y econ-
mico, los bioproductos a base de microorganismos nativos permiten un uso
eficiente de todos los insumos de la finca.
El despertar de Sancti Spritus
En Sancti Spritus tambin se han comenzado a dar los primeros pasos en el
empleo de bioproductos. La finca El despertar, de Jorge Luis Garca Martn,
pertenece a la CCS 10 de Octubre, y en apenas tres meses empez a cosechar
resultados en cebolla, frijol, tomate y guayaba, as como en la produccin
animal en cerdos y aves.
Diseminacin de microorganismos eficientes contra el cambio climtico
211
Jorge Luis ha multiplicado la experiencia en tres talleres y ha observado
un gran empeo en los productores, quienes ya piden ms capacitacin sobre
el tema y solicitan variantes. Segn sus propias palabras,
el campesino ve por el bolsillo y oye por los ojos, entonces, al visitar
su finca y ver cmo cosechamos frijoles con calidad, sin abonos ni pes-
ticidas qumicos, ellos tambin deciden probar esta tecnologa. [...] Los
productores cubanos tienen que sensibilizarse con la agroecologa, sa-
ber que es algo que est al alcance de todos, que los hace independien-
tes y que hace su finca ms productiva y eficiente.
A partir de las evidencias documentadas en las provincias, se trabaja en
una estrategia de visibilidad del trabajo a fin de que ms personas tengan
acceso a la informacin. Tambin se pretende contribuir al proceso de sociali-
zacin de los resultados que hoy se obtienen en la produccin vegetal y ani-
mal al aplicar bioproductos a base de microorganismos.
Los logros
Con los estudios de caso se constata el entusiasmo de los productores que hoy
aplican con creatividad esta tecnologa. A partir de sus resultados, se observa
mayor confianza en su aplicacin, lo cual ha sido trasmitido de productor a
productor en los intercambios, talleres y visitas que ellos protagonizan y que
no solo motivan a otros productores, sino tambin inducen el cambio a mayor
escala.
El uso de los bioproductos a base de microorganismos no sustituye al
resto de las tecnologas agroecolgicas, sino que constituye un paso ms en su
optimizacin, para potenciar la diversificacin de la produccin agropecuaria
y el empleo sostenible de las fuentes de insumos que se generan en las fincas.
Tambin ha servido de escuela para investigadores y decisores, quienes se
enriquecen de los nuevos conocimientos aportados por los productores. Ello
constituye un punto de partida en el diseo de nuevos experimentos que
permitan dar respuesta a los resultados que se evidencian en la prctica.
Retos futuros
Nuevos retos quedan por delante, como por ejemplo, la bsqueda de alterna-
tivas locales para elaborar diferentes bioproductos basados en microorganis-
mos. Ser necesario lograr una mayor diseminacin de los resultados positi-
vos de introducir esta tecnologa en la prctica productiva, a fin de contribuir
al desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria en Cuba. Habr que generar
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
212
un cambio de actitud en los productores, decisores e investigadores que to-
dava consideran como paradigma la agricultura de la Revolucin Verde. El
cambio de actitud, el compromiso y la mayor diseminacin de esta y otras
prcticas enfocadas al uso ms racional de los recursos naturales disponibles,
se alcanzarn cuando los agricultores asocien su empleo con un mayor bien-
estar de sus familias y el estmulo de saber que estn contribuyendo a prote-
ger el medioambiente, as como a incrementar la produccin de alimentos
sanos.
213
INNOVACIN LOCAL PARTICIPATIVA
ANTE EL CAMBIO CLIMTICO
Taymer Miranda, Saray Snchez, Tania Snchez,
Luis Lamela y Danny lvarez
ESTACIN EXPERIMENTAL INDIO HATUEY, UNIVERSIDAD DE MATANZAS
Las tecnologas empleadas por la agricultura intensiva han deteriorado la ca-
pacidad productiva de los suelos, destruido los bosques, desarborizado las
reas agrcolas y contaminado el manto fretico y los alimentos con pestici-
das, herbicidas y nitratos. La falsa creencia de que con tcnicas agroecolgicas
no se puede incrementar la produccin de alimentos, ha contribuido a subesti-
mar su potencial combinado para favorecer la seguridad alimentaria, preservar
el medioambiente y promover un desarrollo rural sostenible.
La falta de visin ecolgica y humanista, donde la tecnologa qumica y
mecnica se erige sobre el hombre, ha afectado tambin a la ciencia, que se
dirigi a la especializacin y perdi la base ecolgica en la produccin agrco-
la.
1
Tal situacin ubica a la agricultura entre los sectores que ms contribuyen
al calentamiento global de la atmsfera.
En Cuba se han promovido acciones para fomentar el desarrollo de tec-
nologas y prcticas que generen menos emisiones y estimulen un cambio de
actitud en los productores hacia estilos de vida ms amigables con la natura-
leza. Su aplicacin exige un cambio de paradigma en agricultores, dirigentes
y acadmicos, lo que implica cambiar valores, conceptos y enfoques para mol-
dear la forma de pensar y actuar en relacin con el proceso de desarrollo de la
agricultura y la economa del pas.
2
Varias instituciones cubanas se han esforzado por contribuir a solucio-
nar la situacin ambiental, productiva y econmica de la nacin. Este es el
1
J.A. Lozano, 2007. El extensionismo agrcola como herramienta de trabajo en el sector agrcola
rural cubano. Disponible en: http://www.monografias.com. Consultado en diciembre de
2010.
2
J. De Souza Silva et al., 2001. La dimensin de estrategia en la construccin de la sostenibilidad
institucional. Serie Innovacin para la Sostenibilidad Institucional. San Jos, Costa Rica:
Proyecto ISNAR Nuevo Paradigma; y H. Machado, A. Suset., G. Martn. y F.R. Funes-
Monzote, 2009. Del enfoque reduccionista al enfoque de sistema en la agricultura cubana: un
necesario cambio de visin. Pastos y Forrajes 32(3): 215-235.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
214
caso del Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas (INCA), que en colaboracin
con otras entidades nacionales y con el apoyo de la cooperacin internacional,
implement el Programa de Fitomejoramiento Participativo, el cual sent las
bases para la creacin y fortalecimiento del Programa de Innovacin Agrope-
cuaria Local (PIAL). El PIAL escala metodologas participativas mediante el
fomento de los Centros Locales de Innovacin Agropecuaria (CLIA) como va
que facilite la participacin multisectorial en el diseo, construccin, imple-
mentacin y evaluacin de tecnologas locales para su incorporacin en el
sector agropecuario.
El punto de entrada
El proyecto Efectos de la innovacin agrcola local en la emisin de gases con
efecto invernadero y el balance energtico de los sistemas productivos en
Cuba, constituy el punto de entrada de la provincia Matanzas a la red de
instituciones que conforman PIAL. La responsabilidad de acompaar las ac-
ciones de este programa en Matanzas fue asumida por la Estacin Experimental
Indio Hatuey, institucin que tiene como misin contribuir al desarrollo local
sostenible a travs de modelos productivos agroecolgicos, dirigidos a garanti-
zar el bienestar humano y mejorar los ecosistemas del sector agrario cubano.
En la actualidad, el CLIA de la provincia trabaja con 25 fincas campesinas
de nueve cooperativas de crditos y servicios (CCS) de ocho municipios. En
estas localidades se ha estimulado la trasformacin del medio rural hacia siste-
mas agrcolas integrados de produccin con menos riesgos socioeconmicos y
ambientales.
Los argumentos
El trabajo del CLIA se sustent en transformar la visin tecnolgica-econo-
micista por una ms abarcadora, que permita integrar los diferentes elementos
del sistema, y que defienda como principios fundamentales la participacin en
busca de la autogestin y el empoderamiento de los productores y las organi-
zaciones a escala local. Las evidencias sugieren que hay algn componente
distintivo y sistmico sobre la innovacin como fenmeno localizado, donde la
combinacin entre proximidad fsica, transacciones repetidas, historia compar-
tida y forma de ver el entorno, produce resultados que no son generalmente
percibidos por otros tipos de sistemas de innovacin.
3
3
L. Prats y J. Gua, 2003. La destinacin como sistema local de innovacin: un modelo para la
ventaja competitiva sostenible. Escuela Universitaria de Turismo, Universidad de Girona,
Espaa. 15 p.
Innovacin local participativa ante el cambio climtico
215
La relacin establecida de acompaamiento y facilitacin ha posibilita-
do incursionar en los nuevos conceptos que describen el modo contexto-
cntricode generacin de conocimiento en los que la fusin de saberes con-
fiere mayor contextualidad, transdisciplinariedad, tica y participacin al
proceso de transformacin. En una primera etapa, el trabajo estuvo encami-
nado a diagnosticar los sistemas productivos, facilitar el acceso a la diversi-
dad biolgica y realizar acciones de divulgacin que permitieran la formacin
de redes. El propsito era contribuir a generar cambios de comportamiento en
las organizaciones cubanas, de manera que se favoreciera no solo la adapta-
cin al cambio climtico, sino tambin su mitigacin.
Las fincas
De las diez fincas involucradas en el proyecto, cinco son ganaderas, una es
agrcola y tres son mixtas (conjugan ganadera y cultivos agrcolas). Sus sue-
los son de media y baja fertilidad (tabla 1), con superficies que oscilan entre
2,5 y 33,5 ha. El mal manejo de las aguas, la deforestacin y el no aprovecha-
miento de los residuos de las producciones para elaborar abonos se identifica-
ron como caractersticas comunes de las fincas estudiadas.
Tabla 1. Contenido y reservas del carbono en el perfil
Finca Profundidad (cm) MO (%) Finca Profundidad (cm) MO (%)
1 0-24 5,26 6 0-22 3,72
24-43 2,17 22-48 1,50
2 0-15 3,80 7 9-24 4,3
15-40 3,15 24-53 3,2
3 0-32 2,07 8 0-12 5,2
32-43 0,69 12-23 4,8
23-41 2,9
4 4-16 0,69 9 0-22 3,40
16-32 0,41 22-46 0,96
5 0-17 4,47 10 0-18 3,93
17-38 2,32 18-40 2,00
En las fincas ganaderas, los agricultores no tenan incorporada la filosofa
de integracin del componente silvcola a los sistemas de produccin animal.
El ganado predominante era el vacuno, y los volmenes de produccin de
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
216
leche se encontraban en el rango de 3 a 5 litros/vaca/da. Los sistemas produc-
tivos carecan de diversidad y en ningn caso superaban las 23 especies.
Cambiar o perecer
Ante esta situacin, era preciso buscar sistemas productivos que representa-
ran el sustento de las generaciones presentes y futuras desde una posicin de
cooperacin y cuidado de la naturaleza, mediante el diseo de ambientes
productivos diversos, estables y resilientes, similares a los ecosistemas natura-
les.
4
Las caractersticas que deban imitarse eran las tpicas de los sistemas
permaculturales:
Bajos en consumo de energa y alta productividad.
Las personas forman parte consciente del sistema y estn compro-
metidas con las soluciones de los problemas locales y globales.
Conciben la vivienda y otras estructuras como parte integrante del
ciclo ecolgico del rea agrcola productiva.
Emplean tcnicas y tecnologas accesibles (desde el punto de vista
econmico) a cualquier persona.
Alcanzan el mayor grado de suficiencia posible.
Conciben los espacios con valor esttico y utilitario, integrados de
forma ecolgica al paisaje.
Para enfrentar los cambios, se demandaba de los agricultores mejores
conocimientos, habilidades, aptitudes y destrezas, que en el futuro les pro-
porcionaran la autosuficiencia tcnica y la autoconfianza necesarias para
asumir el protagonismo en la solucin de sus problemas.
5
La trasformacin
Luego del diagnstico, la primera tarea del CLIA fue identificar las demandas
de capacitacin. Adems, se elaboraron las principales estrategias de trasfor-
macin que dieran respuestas a los problemas particulares antes descritos. Se
realizaron talleres de capacitacin a nivel local, con la peculiaridad de que
fueron protagonizados por los productores, revalorizando as los principios
4
M.C. Cruz, R. Snchez y C. Cabrera, 2006. Permacultura criolla. Fundacin Antonio Nez
Jimnez de la Naturaleza y el Hombre, La Habana. 239 p.
5
P. Lacki, 1995. Desarrollo agropecuario. De la dependencia al protagonismo del pequeo agricul-
tor. Serie Desarrollo Rural 9. FAO, Santiago de Chile, 148 p.
Innovacin local participativa ante el cambio climtico
217
de la metodologa de campesino a campesino. En tal sentido, se promovieron
intercambios, experimentacin campesina y visitas a diferentes experiencias
exitosas, que permitieron involucrar y motivar a nuevos interesados en estas
prcticas. Los temas compartidos fueron:
Mejoramiento y conservacin de suelos.
Establecimiento de la lombricultura como alternativa de fertilizacin.
Manejo agroecolgico.
Injertos de posturas de frutales y forestales.
Manejo animal.
Elaboracin de conservas.
Tecnologa de biodigestores para procesar excretas.
Aplicacin de tcnicas de permacultura.
Uso de microorganismos nativos en el manejo de la finca.
La capacitacin se present como un proceso modificador de los cono-
cimientos, habilidades y saber hacer de los productores, que permiti apreciar
incrementos en la productividad, el uso correcto de los recursos, la implemen-
tacin de cambios y el desarrollo de las personas. Las principales trasforma-
ciones estuvieron dirigidas al fomento de fincas agroecolgicas como alterna-
tiva para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y lograr
ms integracin productiva, econmica y social. Fueron prioridades:
Reforestar, como alternativa para incrementar la biodiversidad, el
carbono secuestrado y la calidad de los suelos.
Introducir alternativas de fertilizacin agroecolgica (abonos orgni-
cos, biofertilizantes, compost, abonos verdes, humus de lombriz, mi-
croorganismos) que permitan disminuir o sustituir los fertilizantes
nitrogenados sintticos.
Extender cultivos en las fincas para la elaboracin local de concen-
trados alimenticios de mayor calidad.
Diversificar los sistemas ganaderos con forrajes de elevado valor nu-
tricional que mejoraran la digestibilidad en los animales y redujeran
las emisiones de gases de este proceso.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
218
Mejorar el manejo de las excretas animales y su uso para compostaje,
producir biogs, entre otros.
Principales logros
En este perodo se transformaron 104 ha dedicadas a la produccin animal, de
las cuales 36 ha estn en explotacin. Se increment la diversidad del estrato
herbceo con la introduccin de seis variedades de gramneas y dos de legu-
minosas volubles, que confieren mayor productividad a los sistemas al elevar
el rendimiento y la calidad de la biomasa disponible por unidad de superficie.
Esto ha permitido aumentar la produccin de leche a valores entre 6 y 8 li-
tros/vaca/da. Simultneamente, y usando como herramienta las ferias de
diversidad, se han diseminado especies forestales, frutales y de numerosas
plantas aromticas con el propsito de promover su uso en la salud animal y
humana, as como en la elaboracin de alimentos (tabla 2).
Tabla 2. Especies entregadas en ferias a productores
Uso Especies
Forestal Bara (Cordia gerascanthus), caoba (Swietenia mahagoni), majagua
(Hibiscus elatus), roble (Tabebuia hipoleuca).
Frutal Ann (Annona squamosa), cafeto (Coffea arabica), guanbana (Anno-
na muricata), chirimoya (Annona cherimola), caimito (Chrysophyllum
cainito), cereza del pas (Malpighia punicifolia), limn (Citrus auranti-
folia), mamey colorado (Pouteria mammosa), maran (Anacardium
occidentale), pomarrosa (Jambosa vulgaris), tamarindo (Tamarindus
indica), tajarina (Citrus nobilis), melocotn (Prunus persica L.), man-
darina (Citrus reticulata), guanbana (Annona muricata), jamboln
(Syzygium cuminii), mamoncillo (Melicocca bijuga).
Por otra parte, la diversificacin y el estmulo al reciclaje de nutrientes,
a partir de la integracin de animales y cultivos, han generado sinergias que
potencian las capacidades productivas de los sistemas. Entre las ventajas de
estas prcticas, se encuentran: reduccin de la vulnerabilidad a plagas y en-
fermedades, menor dependencia de insumos externos, mayor eficacia en el
uso de la tierra y menor demanda de capital por unidad de producto.
Esta multiplicidad de especies y variedades favorece el volumen de co-
bertura vegetal y de reas forestadas en las fincas, as como los servicios am-
bientales generados por los ecosistemas, como el secuestro de carbono. Clcu-
los realizados de este indicador, siguiendo la metodologa de Mercadet y
Innovacin local participativa ante el cambio climtico
219
lvarez,
6
muestran cmo ascendi el aporte de carbono secuestrado en una
de las fincas donde se incorpor el componente silvcola al sistema de pro-
duccin animal (tabla 3).
Tabla 3. Valores de almacenamiento de carbono forestal en agroecosistema
Perodo Nmero
de rboles
Densidad
(plantas/ha)
C forestal almacenado
(t de C/ha)
Antes del CLIA 46 1,4 10
Despus del CLIA 3 546 107,5 42
Los productores que participan actualmente en el proyecto son entes
activos en la generacin de nuevos saberes. Ellos han ganado protagonismo,
pues organizan su acceso y el de otros productores a la informacin, las tecno-
logas y la diversidad (tabla 4). Esta evaluacin comparativa, en la que se con-
sideraron las dos dimensiones del desarrollo (ambiental y socioeconmica),
7
permiti constatar que las fincas incrementaron sus niveles de sostenibilidad
con las acciones de transformacin promovidas desde el CLIA (figura 1).
Tabla 4. Variables evaluadas en las dimensiones ambiental y socioeconmica
Dimensin Variable Antes del
CLIA
Despus
del CLIA
Socioeconmica Empoderamiento 14 73
Acceso a la ciencia y la tcnica 20 68
Uso de alternativas locales 15 41
Resultados econmicos 29 70
Ambiental Emisiones 20 60
Diversidad 6 52
Manejo de suelo 15 65
Carbono secuestrado 22 44
Manejo para control de plagas 20 64
Nota: Escala: 100 expresa la mxima sostenibilidad de la variable y 0 la situacin insostenible.
6
A. Mercadet y J. lvarez, 2005. Informe final de proyecto. Instituto de Investigaciones
Forestales. La Habana, Cuba. 50 p.
7
Para este anlisis, se tomaron elementos metodolgicos aportados por la propuesta de
Mapeo Analtico, Reflexivo y Participativo de la Sostenibilidad elaborada por la Unin
Internacional para el Cuidado de la Naturaleza (UICN, 1997). Esta metodologa fue adap-
tada y aplicada por Machado et al. (cit. en nota 2) en contextos productivos cubanos.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
220
bueno adecuado medio pobre malo
0 20 40 60 80 100
Malo
Insostenible
Pobre, casi
insostenible
Intermedio
Adecuado, casi
sostenible
Bueno
Sostenible
2010
2006
Figura 1. Barmetro de la sostenibilidad
Conclusiones
El estudio y la innovacin en sistemas agrarios deben prestar ms atencin a
los vnculos que existen entre sus componentes y su funcionamiento. Para
ello, es preciso considerar la evolucin social, econmica, tecnolgica y cultu-
ral de los sistemas de produccin. Este tipo de enfoque global e integrador
tambin debe ser participativo. La finca constituye un espacio viable y flexible
donde se generan evidencias que demuestran que las transformaciones hacia
modelos productivos sostenibles son posibles.
B
i
e
n
e
s
t
a
r
h
u
m
a
n
o
Bienestar del ecosistema
221
GASES DE EFECTO INVERNADERO
Y AGRICULTURA ORGNICA:
UNA PROPUESTA INSTITUCIONAL
Jonathan Castro y Manuel Amador
CORPORACIN EDUCATIVA PARA EL DESARROLLO COSTARRICENSE
La Corporacin Educativa para el Desarrollo Costarricense (CEDECO) es una
organizacin no gubernamental sin fines de lucro fundada en 1984. Se espe-
cializa en la formacin de procesos de produccin orgnica, agroindustrial y
comercializacin con pequeos y medianos agricultores o en procesos de orga-
nizacin, animada por una dimensin cristiano-ecumnica para un desarrollo
justo y participativo entre las personas, el conjunto de la sociedad y con el
ambiente.
CEDECO no se especializa en la investigacin, pero busca dar protago-
nismo a los pequeos productores orgnicos y organizaciones campesinas en
temas de pertinencia global. Mediante la investigacin participativa y una
fuerte coordinacin con entidades pblicas y privadas de investigacin, logra
involucrar a los actores rurales en la generacin de argumentos que incidan
en temas de poltica ambiental. Concretamente, el efecto de las fincas agroe-
colgicas en la menor emisin de gases con efecto invernadero y la mayor
fijacin de carbono.
En el ao 2004 la cooperacin holandesa, a travs del Instituto Huma-
nista de Cooperacin al Desarrollo (Hivos), encomend a CEDECO realizar
un proceso diferente para validar la participacin de las prcticas agroecol-
gicas de pequeos agricultores y su contribucin a la fijacin de carbono, emi-
sin de gases y eficiencia energtica. En ese trabajo investigativo participaron
la Universidad de Costa Rica, la Universidad Nacional, el Centro Agronmico
Tropical de Investigacin y Enseanza (CATIE) y el Instituto de Investigacio-
nes para la Agricultura Orgnica (FiBL), de Suiza. Tambin fue invitado el
Instituto Nacional de Ciencias Agrcolas (INCA), de Cuba, con el objetivo de
realizar estudios similares en la isla.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
222
La investigacin
En los ltimos aos se han registrado desrdenes en los patrones del clima
que han suscitado preocupacin en la comunidad cientfica y la opinin
pblica. La agricultura, directa o indirectamente, ha contribuido al cambio
climtico a travs del incremento de las emisiones de dixido de carbono
(CO2), metano (CH4) y xido nitroso (N2O) que provocan el efecto invernade-
ro y el calentamiento de la atmsfera. Este fenmeno est asociado al uso in-
discriminado de insumos qumicos, como fertilizantes nitrogenados, herbici-
das y plaguicidas; la quema de hidrocarburos; el manejo inadecuado del sue-
lo; la tala de bosques; prcticas ineficientes de alimentacin del ganado y mal
manejo de residuos de cosecha y estircoles.
En los ltimos siete aos, CEDECO ha realizado estudios que com-
prueban que la agricultura ecolgica a pequea escala posee el potencial de
ser eficiente en el uso de la energa y mitigar el cambio climtico mediante la
reduccin de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El propsito ha
sido contar con evidencias cientficas para incluir a los productores orgnicos
a pequea escala en las estrategias de mitigacin y crear nuevos mecanismos
que reconozcan los servicios al ambiente que presta este importante sector
para la agricultura, la alimentacin y la preservacin del ambiente.
La investigacin se realiz en tres etapas. Entre los aos 2004 y 2005 se
crearon y adaptaron los mtodos para evaluar el aporte diferencial de fincas
orgnicas a la emisin de GEI. La segunda etapa (2006-2007) sum observa-
ciones en variables fsicas, qumicas y biolgicas de fincas e incorpor las va-
loraciones sociales y econmicas propuestas por CEDECO como valor agre-
gado a la investigacin. Se cre un modelo de anlisis que permite, a partir de
correlaciones, orientar la articulacin de las variables medidas en fincas y
explicar el aporte a la reduccin de emisiones de GEI, la eficiencia energtica
y los beneficios sociales para las familias campesinas.
Al contar con informacin tcnica y metodolgica validada durante las
dos primeras etapas, se inici una nueva fase (desde 2008 hasta hoy) para
reconocer las regiones o fincas que generan servicios al ambiente. A travs de
mtodos estadsticos, se han logrado establecer las variables correlacionadas a
la reduccin de emisiones de GEI, fijacin de carbono y eficiencia en el uso de
la energa. Adems, se derivaron variables representativas en sistemas simpli-
ficados, variables determinantes y su correlacin estadstica, que permitieron
clasificar las fincas orgnicas de una regin de acuerdo con su eficiencia
energtica. Los resultados de este proceso han servido de evidencia para pro-
poner la norma y el sello Cam(Bio)2.
Gases de efecto invernadero y agricultura orgnica: Una propuesta institucional
223
Metodologa
En los centros de investigacin costarricenses, como en otros pases de la re-
gin, existen limitaciones en cuanto al acceso y disponibilidad de equipos y
capacidades tcnicas de anlisis para estudiar el cambio climtico. El Panel
Intergubernamental de Cambio Climtico (IPCC por sus siglas en ingls) y
otros organismos oficiales internacionales han generado metodologas indi-
rectas de medicin de GEI, en particular para realizar inventarios nacionales
de estos gases.
1
De las metodologas indirectas a escala nacional, el proyecto
de CEDECO deriv mtodos detallados para aplicar a nivel de finca segn
protocolos reconocidos internacionalmente.
Las evaluaciones se desarrollaron en diferentes pisos altitudinales, re-
giones y cultivos. En el pas fueron evaluadas 45 fincas dedicadas a cultivos
como caf, caa de azcar, hortalizas, pia y cacao con banano en sistemas
agroforestales. Se contrastaron fincas de manejo convencional y orgnico en
las mismas regiones y cultivos. La investigacin defini anlisis prioritarios
en cuanto a emisin de gases desde el suelo, eficiencia energtica de fincas
orgnicas, contenido de carbono orgnico en suelos, evaluacin microbiolgi-
ca de suelos, as como anlisis de factores sociales y econmicos. Para analizar
el carbono depositado en los suelos de manera orgnica, se tom como refe-
rencia la profundidad de la capa arable donde fuera determinable, o los pri-
meros 30 cm del perfil, aceptado para suelos con cultivos agrcolas. En las
muestras se evaluaron variables como contenido de carbono orgnico, pro-
fundidad real del horizonte y densidad del suelo.
Segn la metodologa del IPCC, se asumi que el 1,25% de las entradas
de nitrgeno en sistemas agrcolas son emitidas en forma de N2O. Por lo tan-
to, de cada 100 kg de N/ha, el sistema emitir 1,25 kg de N.
2
A partir del an-
lisis de itinerarios tcnicos, se defini un espacio temporal asociado a los ci-
clos de los cultivos en estudio y se cuantific la suma de entradas de nitrge-
no. En base al rea delimitada, se estim una tasa de emisin de gases desde
el suelo relacionada con la aplicacin de fertilizantes, abonos y estircoles.
Con el fin de evaluar el desempeo energtico de cada finca, se consi-
der un cultivo en particular. Para el cultivo seleccionado se describieron
todas las labores y se cuantificaron todos los insumos empleados, incluyendo
la mano de obra. Adems, se anotaron los datos de productividad del cultivo.
1
IPCC, 1996. Climate Change 1995. The Science of Climate Change. Intergobernmental Panel
on Climate Change. Cambridge University Press, Reino Unido.
2
G.P. Robertson y P.R. Grace, 2004. Greenhouse gas fluxes in tropical and temperate agri-
culture: The need for a full-cost accounting of global warming potentials. Environment,
Development and Sustainability 6: 51-63.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
224
Para realizar los clculos se emplearon las equivalencias energticas de los
productos agrcolas y pecuarios, as como el gasto energtico de cada insumo
reportado en la literatura. La informacin de cada finca fue procesada por
medio del programa Energa versin 3.0, desarrollado inicialmente por Sosa y
Funes-Monzote
3
y actualizado por Funes-Monzote et al.
4
Finalmente, se de-
terminaron las demandas energticas de los ciclos de cultivo, el rendimiento
energtico de la produccin y su eficiencia energtica.
Tendencias generales
Las evaluaciones tcnicas llevadas a cabo en Costa Rica han determinado las
reservas de carbono del suelo para los diferentes sistemas de produccin. No
se encontraron grandes diferencias entre el manejo orgnico y el convencio-
nal, pero s se observ el mantenimiento y el aumento de estas reservas, aso-
ciadas a la aplicacin de abonos orgnicos, coberturas verdes, sistemas agro-
forestales y obras de conservacin de suelos.
Se comprob que existen diferencias estadsticas entre los sistemas
orgnicos y los convencionales en cuanto a la reduccin de emisiones de ga-
ses desde el suelo y al aumento de la eficiencia energtica en todos los culti-
vos analizados. Como resultado de estos estudios, CEDECO cuenta en la ac-
tualidad con una argumentacin de los aportes de la agricultura orgnica a la
mitigacin del cambio climtico por secuestro de carbono, reduccin de emi-
siones y mejora del desempeo energtico.
5
Con la base terico-conceptual de la investigacin y sus objetivos, se
procedi a plantear un modelo matemtico orientador que ha servido de base
para estudiar cada una de las variables dependientes (Y): emisin de gases a
la atmsfera (CH4, N2O), secuestro de carbono, uso eficiente de la energa y
produccin de alimentos limpios. El uso de este modelo matemtico ideal
depende de que se cuente con la informacin precisa (en cuanto a cantidad y
calidad) de todos los niveles de los factores en estudio.
Yijklmno = + Pi +Ej + Sk + Fl + Qm + Bn + ijklmno
3
M. Sosa y F.R. Funes-Monzote, 1998. Sistema para el anlisis de la eficiencia energtica de
fincas integrales. Instituto de Investigacin de Pastos y Forrajes. La Habana. Software.
4
F.R. Funes-Monzote, J. Castro, D. Prez, Y. Rodrguez, N. Valds y A.L. Gonalves, 2009.
Energa 3.01. Sistema computarizado para el clculo de los indicadores de eficiencia
energtica. CEDECO-INCA-EEPF Indio Hatuey. Manual del usuario, 61 pp., La Habana.
Software.
5
Informacin adicional puede ser consultada en http://www.cambio2.org.
Gases de efecto invernadero y agricultura orgnica: Una propuesta institucional
225
donde:
Yjklmno: Es el valor de cada variable dependiente debida a la r-
sima observacin en los niveles ijklmno de cada factor fijo del
estudio.
: Es la media poblacional.
Pi: Es el efecto debido al i-simo nivel de la fuente sistema de
produccin.
Ej: Es el efecto debido al j-simo nivel de la fuente econmica en
estudio.
Sk: Es el efecto debido al k-simo nivel de la fuente social en estudio.
Fl: Es el efecto debido al l-simo nivel de la fuente fsica en estudio.
Qm: Es el efecto debido al m-simo nivel de la fuente qumica en
estudio.
Bn: Es el efecto debido al n-simo nivel de la fuente biolgica en
estudio.
jklmno: Es el error aleatorio se supone NID ~ (0, ).
Se emple un modelo integral (holstico) para determinar la correspon-
dencia entre las variables relacionadas con las emisiones de GEI y secuestro
de carbono en las fincas y las dems variables. El anlisis de correlacin per-
miti seleccionar las variables relevantes a fin de simplificar su categorizacin
y determinar su interrelacin. Se realiz un anlisis de tendencia media y
frecuencias para definir variables que aportaran informacin relevante rela-
cionada con los objetivos especficos en el contexto del modelo conceptual
planteado.
Con los resultados de este anlisis surgi la necesidad de aplicar un ins-
trumento metodolgico que permitiera reconocer los aportes de la agricultura
ecolgica. Se decidi elaborar una normativa y un sello que de manera simpli-
ficada generaran los argumentos para diferenciar la contribucin del manejo
orgnico en la mitigacin del cambio climtico.
Norma y sello para reconocer el aporte de la agroecologa
Los resultados de la investigacin sirvieron de base para elaborar una norma
auditable por una tercera parte que verifique la calidad del proceso de deter-
minacin de los servicios al ambiente. La normativa busca la certificacin por
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
226
una tercera parte y el sello identifica los productos de fincas que reducen la
emisin de GEI. El respaldo cientfico a la metodologa le ha valido participar
como miembro de la Mesa Redonda sobre agricultura orgnica y cambio
climtico (Round Table on Organic Agriculture and Climate Change), fundada
en diciembre de 2009 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climtico en Copenhague.
6
Esta etapa ha sido importante para poner en prctica la normativa y el se-
llo, y a la vez incorporarlos en las actuales vas de reconocimiento de los ser-
vicios al ambiente derivados de la agricultura orgnica. Los estudios de cam-
po permitieron validar estadsticamente el modelo de anlisis de fincas y crear
una norma que certificara, a travs de un sello, el respaldo a ese nuevo servi-
cio al ambiente. Para ello se cont con el apoyo de la agencia certificadora
BCS ko Garantie, con sede en Alemania (figura 1).
Figura 1. Sellos de la agencia de certificacin alemana y de Cam(Bio)2
Hoy da se busca el apoyo de diferentes sectores, incluidos la sociedad
civil, las iniciativas empresariales responsables de las emisiones e inclusive
nichos especficos del mercado voluntario de carbono. Estos recursos pueden
ser movilizados hacia organizaciones de productores donde se generan los
servicios al ambiente.
Pueden los pequeos agricultores ecolgicos negociar
sus servicios ambientales?
Un sector que apoya el desarrollo de la agricultura ecolgica sugiere que si los
agricultores ecolgicos negocian sus servicios al ambiente, se exponen a los
tradicionales esquemas del mercado de emisiones, pero no ofrece una alterna-
tiva. Algunos consideran poco tico que las prcticas de los productores
ecolgicos sean reconocidas econmicamente, aunque este tipo de agricultura
tambin requiere inversiones para desarrollarse. Este ha sido un tema compli-
6
Ver http://www.organicandclimate.org.
Gases de efecto invernadero y agricultura orgnica: Una propuesta institucional
227
cado, que ha limitado el trnsito de la agricultura convencional a las prcticas
agroecolgicas. Actualmente se necesitan mayores inversiones para sostener
grupos de agricultores que busquen insertarse en el mercado con productos
de buena calidad.
CEDECO, a travs del proyecto Cam(Bio)2, valora el servicio al ambien-
te que prestan los agricultores en las comunidades mediante la disminucin
de emisiones, el uso eficiente de la energa y la fijacin de carbono, para crear
alianzas con inversores solidarios interesados en una relacin directa con las
organizaciones de agricultores. Por medio de Cam(Bio)2 se construye un
vnculo de inversin que permite a las organizaciones llegar a nichos especfi-
cos del mercado voluntario de carbono. La relacin tica entre los inversores y
aquellos que brindan el servicio al ambiente se regula con la cuantificacin de
las emisiones en origen, el compromiso de las reducciones y la posterior com-
pensacin a las organizaciones de productores orgnicos y vinculados al co-
mercio justo. Se trata de una relacin en la cual la inversin establece una
alianza con organizaciones que elaboran productos con valor agregado y pro-
cura mejores ingresos para la sostenibilidad de las organizaciones.
Servicios al ambiente y sostenibilidad agroecolgica
CEDECO puede complementar inversiones a procesos sostenibles en las re-
giones de Centroamrica y el Caribe a travs de la negociacin con el mercado
voluntario de carbono. Con la iniciativa Cam(Bio)2 se crearon herramientas
para demostrar que las regiones con alta proporcin de fincas orgnicas con-
tribuyen considerablemente a mitigar el efecto invernadero. La iniciativa se
orienta a cuantificar la cantidad de carbono que fijan las fincas de una organi-
zacin y que se oferta a empresas o sectores de la sociedad civil, como pueden
ser municipios de pases desarrollados interesados en mitigar el cambio
climtico. Los recursos generados por la alianza no son distribuidos entre las
fincas, sino que se invierten en forma de proyectos que solucionen problemas
productivos, por ejemplo, una empresa abonera para incrementar rendimien-
tos, o bien para agregar valor a lo que ya producen, como empacar o mejorar
el procesamiento de su produccin.
El mecanismo sera el siguiente: la etapa de valoracin de indicadores y
de aplicacin del modelo de investigacin genera los valores para la acredita-
cin de servicios al ambiente mediante la norma. La certificadora, como terce-
ra parte, verifica la veracidad de la aplicacin metodolgica y valida los crdi-
tos ambientales. Simultneamente, las regiones y sus proyectos agroecolgi-
cos se presentan a empresas y a la sociedad civil en Europa. Finalmente, las
organizaciones, a travs de la acreditacin de la norma, sustentan la inversin
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
228
en procesos de desarrollo, lo que hace sostenible el esquema. Las empresas
privadas y la sociedad civil recibiran por esta inversin un bono que acredita
su colaboracin al desarrollo de un determinado volumen de servicios al am-
biente y se establece un canal directo de colaboracin con la organizacin y la
regin. De tal manera, los recursos generados regresan a las organizaciones
bajo la forma de proyectos que resuelven problemas en la cadena, o bien
agregan valor a la organizacin, contribuyendo as a la sostenibilidad de la
regin (figura 2).
Figura 2. Metodologa cclica de Cam(Bio)2
Los servicios al ambiente, basados en una frmula cientfica y norma-
dos por una certificadora internacional, sustentan el vnculo seguro entre em-
presas privadas y la sociedad civil europea con las organizaciones y producto-
res latinoamericanos, para apoyar procesos agroecolgicos. Simultneamente
se invita a organizaciones, empresas privadas y sociedad civil a iniciar la mi-
tigacin en sus espacios de trabajo, tal como CEDECO lo ha hecho con la ini-
ciativa CeroCO2 de la fundacin espaola Ecologa y Desarrollo (ECODES).
7
7
Ver http://www.ceroco2.org.
Gases de efecto invernadero y agricultura orgnica: Una propuesta institucional
229
El proyecto tambin considera importante la negociacin directa en Suecia y
luego en el resto de Europa, junto con la aplicacin del modelo en fincas y
regiones. Esto implica visitas peridicas y acercamientos a las empresas pri-
vadas y representaciones de la sociedad civil sueca para sensibilizarlas, expli-
car los mecanismos de reconocimiento de servicio al ambiente y la forma de
entrega de bonos para el pago de estos servicios.
Las alianzas en la relacin tica entre inversores y organizaciones de
agricultores cuentan con la supervisin de certificaciones por terceras partes
para verificar la capacidad de desarrollar ese servicio al ambiente. Adems,
con CeroCO2 se ha construido una relacin de representacin capaz de brin-
dar un mtodo de contabilidad de emisin, criterios de reduccin del inversor
y compensacin a las organizaciones. A partir de un mtodo regulado se
puede lograr la inversin en procesos que promuevan la permanencia de los
agricultores en sus territorios, as como mantener y desarrollar acciones
agroecolgicas que impulsen los servicios al ambiente.
En funcin de la innovacin y la propuesta del proyecto, actualmente se
incorpora el criterio de adaptacin al cambio climtico. Se reconoce que, a
pesar de que se hacen grandes esfuerzos para mitigar los cambios, sus efectos
afectarn a corto y mediano plazo las regiones rurales y la produccin de ali-
mentos. Se ha demostrado que la agricultura orgnica por s misma podra
responder de manera ms adecuada a las fluctuaciones del clima, pues sus
sistemas productivos poseen una mayor capacidad de adaptacin. Asimismo
las alianzas para el desarrollo y la ejecucin de proyectos por parte de las
organizaciones de productores, se deben orientar a actividades que contribu-
yan a promover estos sistemas agrcolas.
CEDECO ha asumido el compromiso tico y estratgico de conformar
redes regionales en las que se invita a productores, organizaciones de apoyo y
Estados a consolidar una propuesta alternativa para reconocer los servicios al
ambiente de los agricultores orgnicos desde una perspectiva latinoamerica-
na. La intencin final es replantear los mecanismos que permitan combatir la
pobreza, apoyar el desarrollo rural, mitigar el cambio climtico y alcanzar el
desarrollo sustentable.
EPLOGO
233
TRES GENERACIONES EN LA OFELIA
Manuel Serrano
COOPERATIVA DE CRDITOS Y SERVICIO FORTALECIDA MIGUEL EXPSITO,
TRES PALMAS, VELASCO, HOLGUN
Contexto de la historia agrcola local
La Ofelia es una finca que antes de 1959 se extenda desde el barrio de Tres
Palmas hasta Caldern, en las inmediaciones de Velasco, al norte de Holgun.
Cubra un rea aproximada de 12 caballeras, con un relieve predominante-
mente irregular donde se combinan pequeos valles y caadas que intervie-
nen en el drenaje de las aguas de lluvia. Por las caractersticas descritas, su
suelo, predominantemente pardo con carbonatos, es de fertilidad variable.
Estas tierras, ocupadas originalmente por bosques que fueron talados
en la primera mitad del siglo XX, se sembraron de caa de azcar para abaste-
cer al central Chaparra, uno de los ms grandes del pas. Debido a la cada de
los precios del azcar durante el gobierno de Gerardo Machado (1925-1931),
esta actividad fue abandonada y se inici la explotacin en forma de aparcera.
En este nuevo manejo de los sistemas productivos, como regla se realizaba la
principal cosecha de frijoles en septiembre y el resto del ao los suelos se
cubran de pastos naturales para la ganadera extensiva. Excepcionalmente,
los dueos de las tierras autorizaban que los campesinos aparceros sembraran
pequeas reas de yuca, maz, boniato u otros cultivos, as como criaran ani-
males menores para la subsistencia familiar.
Manejados de esa forma, los suelos mantenan una regeneracin natu-
ral, al beneficiarse con la descomposicin de restos de cosecha, la incorpora-
cin de biomasa del pasto y estircol animal. Esto permita la acumulacin de
materia orgnica en el horizonte productivo, favorecido por la preparacin
del suelo con implementos de traccin animal y condiciones climticas esta-
bles en los regmenes de lluvias y temperaturas.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
234
El triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, de carcter
agrario y antimperialista, cumpli el sueo ms anhelado de los campesinos y
fue la expresin liberadora de la explotacin a que eran sometidos. Las ideas
expresadas por Fidel en La Historia me absolver se hacan realidad, pues los
campesinos se hicieron dueos verdaderos de las tierras que hasta entonces
trabajaban para un terrateniente.
Etapas en el manejo de la finca
Es as como el campesino Manuel de Jess Serrano Prez, mi abuelo, adquiri
el ttulo de propiedad de 7 hectreas de tierra pertenecientes a la finca La Ofe-
lia, y con l su hijo, Alfredo Serrano Morales, con quien siempre comparti las
labores agrcolas. Eran hombres sin ninguna formacin escolar, que solo co-
nocan los rigores del trabajo en el campo y posean los conocimientos deri-
vados de la experiencia. La Asociacin Nacional de Agricultores Pequeos
(ANAP) los tuvo entre sus fundadores y asumieron con entusiasmo las orien-
taciones de esta organizacin y las de la direccin de la agricultura en aque-
llos tiempos: el Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA).
Desde entonces la finca se dedic al desarrollo de los cultivos varios.
Adems, mi abuelo y mi padre criaban cerdos y aves en pequea escala, tenan
bueyes para las labores agrcolas y alguna vaca para el autoconsumo de leche.
En el perodo comprendido entre 1959 y 1975, las labores a los cultivos se
basaron en una rigurosa disciplina en las pocas de siembra, por lo que se
efectuaba la preparacin del suelo con suficiente tiempo para que, segn
ellos, adquiriera una buena condicin. La preparacin se realizaba roturan-
do con arado de vertedera de traccin animal y luego se continuaba con cru-
ces usando ese mismo implemento. Ms tarde se empleaban gradas de pinchos
para recoger las hierbas y restos de cosecha, que se agrupaban y quemaban.
La siembra se efectuaba en surcos conformados con arado de vertedera,
en los que las semillas se distribuan manualmente y se ejecutaba el tapado al
pie o con el arado. Germinada la semilla, se daba una esmerada atencin al
control de las malas hierbas mediante aporques con bueyes o manualmente
con azadas. Los restos de cosecha de maz se usaban como alimento animal
fuera del campo o eran quemados dentro de este, lo mismo ocurra con el
cultivo de la yuca. En esta etapa no se prestaba una especial atencin a la fer-
tilidad del suelo por ninguna va, ni al control de plagas y enfermedades. Los
productores desconocan el dao que la quema de los residuos de cosecha
causaba al suelo y no consideraban necesario mantener su fertilidad aprove-
chando los propios residuos de cosechas. Las inclemencias del tiempo, la in-
Tres generaciones en La Ofelia
235
cesante faena agrcola y la falta de medidas para evitar la erosin, provocaron
el desgaste nutricional del suelo y su gradual deterioro.
Con la introduccin de la llamada Revolucin Verde se produjo un
cambio en el sistema productivo de la finca, pasando de una agricultura con
carcter natural a una basada fundamentalmente en los avances cientfico-
tcnicos, con la introduccin del riego y la aplicacin de productos qumicos.
En el ao 1976 se trajo a la finca una motobomba con capacidad de extraccin
de 8 l/s para efectuar el riego. Se utiliz como fuente de abasto un pozo y el
riego por surcos durante casi veinte aos.
El cultivo de inters econmico principal que se desarroll durante la
dcada de 1980 fue el pimiento, destinado fundamentalmente a la exporta-
cin. El Estado dispuso de abundantes insumos qumicos, que fueron aprove-
chados en la fertilizacin del suelo y el control de malezas, plagas y enferme-
dades. El rendimiento de los cultivos aument considerablemente y tambin
lo hicieron los ingresos. A las tendencias que formaron parte de la idiosincra-
sia del campesino laborioso, que empleaba mayormente mtodos y prcticas
provenientes de Europa y sin nociones de conservacin del agroecosistema, se
sumaron aquellas propias de un sistema convencional. Este nuevo escenario
agrav la erosin y contribuy a la prdida de la fertilidad del suelo y su re-
generacin natural. Durante esa poca, con el uso de los fertilizantes nitroge-
nados, se contaminaron los mantos freticos y se emitieron considerables can-
tidades de xido de nitrgeno.
En las reas de cultivos crecieron varias palmas reales y solo se permi-
ti que crecieran algunos rboles que intencionalmente se conservaban como
sombra para los animales en horas de intenso sol y calor. En caadas y sus
alrededores solo crecan pequeas arbustos y malas hierbas de forma es-
pontnea. Tradicionalmente, los animales se criaban en libertad, movindose
libremente en reas aledaas a la vivienda. Los principales alimentos que se
empleaban para las aves era maz seco, y para los cerdos, tambin maz, ms
yuca, boniato, follaje de pltano, restos de cosecha y desperdicios de los ali-
mentos humanos.
La desaparicin del campo socialista marc un escenario de crisis en la
vida econmica, poltica y social del pas. La agricultura sufri tanto o ms
que otros sectores sus graves consecuencias, al no poder contar con los mer-
cados de materias primas, recursos e insumos que permitan mantener los
niveles productivos logrados. En correspondencia con la magnitud de esta
crisis, en la finca mermaron los volmenes de produccin por no disponer de
insumos de los que se dependa en alto grado. La capacidad productiva de los
suelos se redujo considerablemente, y los niveles de plagas y enfermedades se
elevaron debido a los efectos del cambio climtico y la prdida del equilibrio
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
236
natural en la diversidad biolgica. Transcurri casi una dcada durante la
cual la produccin estuvo basada en el cultivo de yuca, maz y pequeas reas
de frijoles.
Cambio en la manera de pensar y actuar
A partir del ao 2005 comenz a cambiar la manera de pensar y actuar de los
productores de esta finca. Tras el fallecimiento de mi abuelo, mi padre pas a
ser el tenedor legal de la tierra y yo me incorpor con l a las labores agrco-
las, despus de dejar mi profesin de magisterio. Ambos hemos decidido
aceptar el reto de la produccin agroecolgica, y por ello participamos con
gran entusiasmo e inters en las capacitaciones que desarrolla la ANAP y el
centro de capacitacin e investigacin liderado por el ingeniero Evelio Garca
Snchez.
Incorporados al Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA)
y luego al proyecto El cambio climtico y la agricultura cubana, transitamos
por una transformacin paulatina a partir de los conocimientos que se van
acumulando y las experiencias puestas en prctica. En los ltimos aos hemos
participado en decenas de actividades de capacitacin ofrecidas por los in-
vestigadores de la Estacin de Granos de Velascosobre fertilizantes orgnicos,
manejo de plagas y enfermedades, riego, alternativas para la produccin en
condiciones de sequa, produccin y conservacin de semillas, produccin
animal, elaboracin de piensos criollos, actividades de cosecha y poscosecha,
alternativas de mecanizacin para el empleo de la traccin animal, entre otros
temas.
Como parte de los proyectos mencionados, se han efectuado intercam-
bios de experiencias con productores lderes y visitas a fincas. Hemos estado
presentes en ferias de biodiversidad desarrolladas en el territorio y tambin
en un taller internacional sobre forestera anloga. Con todos los conocimien-
tos adquiridos, hemos diversificado la produccin de la finca. Actualmente
sembramos yuca, boniato, pltano, calabaza, maz, frijoles, tomate, meln, soya,
pimiento, pepino, cebollino, sorgo, caa, kingrass, frutales y rboles maderables.
El riego por surcos se elimin totalmente, y lo sustituimos con riego por
aspersin. Con esta medida hemos reducido la erosin y la compactacin del
suelo. Tambin se ha logrado un mejor aprovechamiento del agua, con el con-
siguiente ahorro en su consumo al aplicar regmenes adecuados en depen-
dencia de cada cultivo y el momento de su ciclo vegetativo. Mi esposa, Mabel
Caridad Betancourt Torres, se ha incorporado a esta actividad, que realiza
simultneamente con otras labores. El desarrollo de una conciencia de pro-
ductores bajo principios agroecolgicos se evidencia en el cambio de actitud
Tres generaciones en La Ofelia
237
que hemos asumido al identificar y actuar sobre las causas y no sobre la co-
rreccin de los efectos derivados de prcticas agrcolas agresivas. Ello nos ha
permitido introducir paulatinamente nuevas tecnologas y prcticas ms ami-
gables con el medioambiente.
En un inicio nos propusimos eliminar las corrientes de agua que cruza-
ban los campos debido a las fuertes lluvias y que provocaban el lavado de
nutrientes y desniveles en los suelos. Construimos zanjas y barreras de pie-
dras que desviaran las aguas hacia guardarrayas; adems, sembramos pastos
y forrajes para contener los deslizamientos de suelo. A las reas ms erosio-
nadas les aplicamos fertilizantes orgnicos obtenidos con el compostaje de
residuos de cosecha. Ya se aprecia un cambio en la nivelacin del terreno y el
rendimiento de las cosechas es superior.
Actualmente la preparacin del suelo tiene en cuenta el alcance de las
propiedades fsicas, qumicas y biolgicas con el menor nmero de labores y,
sobre todo, con el empleo de traccin animal para evitar la compactacin.
Adems de tener en cuenta la fecha ptima, antes de sembrar se decide la
mejor orientacin a partir del anlisis de la pendiente del suelo y los movi-
mientos del sol y el aire. Constituye una prctica sistemtica intercalar sorgo o
maz con otros cultivos, como barreras protectoras contra plagas. Las semillas
son desinfectadas con la aplicacin de Trichoderma, producto biolgico que
tambin se ha empleado con muy buenos resultados en la desinfeccin del
suelo. En siembras de frijol y de soya se han empleado Rhizobium, Ecomic y
Azotofos cuando han estado disponibles, para garantizar que las plantas dis-
pongan de una determinada cantidad de nutrientes por esa va. La experien-
cia de aplicar Rhizobium combinado con compost o humus de lombriz en el
frijol, ha demostrado que pueden obtenerse rendimientos de 2 toneladas por
hectrea sin recurrir a productos qumicos.
Para eliminar de forma progresiva la aplicacin de productos txicos en
el control de plagas y enfermedades, se trabaja en su manejo integrado, de
conjunto con el Centro de Reproduccin de Entomfagos y Entomopatgenos
(CREE). En el cultivo del boniato se ha logrado reducir considerablemente el
ndice de afectacin por tetun (Cylas formicarius), combinando la beauveria
(Beauveria bassiana) y las feromonas con trampas de miel o guarapo. Existen
tambin experiencias de control en el frijol con el empleo de bacillus (Bacillus
thuringiensis), verticillium (Verticilium lecanii), beauveria (Beauveria bassiana),
cal y tabaquina. De igual forma, hemos experimentado, con resultados positi-
vos, la aplicacin de esos productos biolgicos en otros cultivos.
La reforestacin ha sido una direccin de trabajo importante para la
captura de carbono y por otros efectos asociados a ella. De forma espontnea
crecieron numerosas especies, entre ellas algunas no tradicionales en el lugar,
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
238
como yarua, cedro, bara, bijagua, rbol del nim, almendro y jcaro. Hoy la
finca cuenta con 188 ejemplares de 15 especies de rboles, adems de frutales
de mango, guayaba, chirimoya, ann, frutabomba, limn, naranja, aguacate y
coco. El incremento de rboles permiti incorporar el caf para el autoconsu-
mo familiar, pues este es un cultivo que necesita sombra.
Hoy tenemos otra concepcin sobre el manejo y la alimentacin de los
animales a partir de los conocimientos adquiridos sobre produccin de pien-
sos locales. La finca genera yuca, maz, boniato, soya, caa, leucaena, semillas
de gusima, kingrass y otros productos que componen la dieta de los anima-
les. Con ellos se ha logrado elevar la talla y el peso, as como reducir la dura-
cin del ciclo de produccin y, por ende, aumentar el ingreso econmico.
En estos momentos se crean condiciones para establecer la produccin
de humus mediante la cra de lombrices, se obtienen conocimientos y se ob-
servan experiencias en el trabajo con microorganismos eficientes. La expe-
riencia ha demostrado que es econmicamente viable, pues los gastos se re-
ducen con el empleo de productos generados por la propia finca, y debido al
precio asequible de los productos biolgicos en el mercado. El costo por peso
producido en 2009 fue de 0,15 centavos. A ello ha contribuido la incorpora-
cin de los miembros de la familia, ya que lo ms costoso ha resultado ser la
fuerza de trabajo, tras elevarse su demanda en esta prctica agrcola.
Contratamos y vendemos nuestras producciones al Estado y permane-
cemos a la vanguardia en este sentido, lo cual es reconocido por el colectivo
de nuestra Cooperativa de Crditos y Servicios Fortalecida (CCSf). En mi ca-
so, fui responsabilizado para el activismo de capacitacin y desde hace dos
aos la CCSf me ha asegurado un espacio en las asambleas generales para el
desarrollo de temas de capacitacin. Se califica a la finca como agroecolgica
y asesoramos los crculos de inters de agroecologa y produccin de granos
bsicos de la escuela primaria de Tres Palmas. Nuestra experiencia tambin
fue presentada en la celebracin por el Da Mundial del Medioambiente en la
provincia.
La incorporacin de productores a proyectos como el Programa de In-
novacin Agropecuaria Local (PIAL) y El cambio climtico y la agricultura
cubana, ha transformado su pensamiento y actitud para enfrentar la realidad
agropecuaria actual. Hoy los productores cuentan con herramientas prcticas,
habilidades y capacidades para llevar a cabo un manejo agroecolgico, a favor
del medioambiente y con producciones ms limpias.
239
SOLUCIN AL CAMBIO CLIMTICO
EN LA FINCA SANTA ANA
Yoel Pupo
COOPERATIVA DE CRDITO Y SERVICIO FORTALECIDA ICO LPEZ,
SAN MATEO, GIBARA, HOLGUN
La finca Santa Ana, con un total de 5 hectreas y ubicada en la localidad de
San Mateo, municipio Gibara, provincia de Holgun, la obtuve como herencia
de mi abuelo paterno, Juan Fermn Pupo. En sus reas cultivaba maz, yuca y
hortalizas, y destinaba 4 hectreas a la siembra por mtodo tradicional de
frijol, principal fuente de alimentacin en esta zona.
La explotacin continuada del suelo durante ms de sesenta aos, sin
un adecuado manejo, provoc la paulatina degradacin de la capacidad pro-
ductiva de la finca. Cuando mi padre comenz a trabajar la tierra, se dedic a
cultivos que exigan altas dosis de productos qumicos: pimiento, ajo, pepino
y meln, en tanto mantena el frijol como siembra obligatoria. Entonces ya
contaba con un sistema de riego por surcos que, por un lado, beneficiaba a la
planta con la humedad, pero por el otro contribua a la degradacin del suelo.
En aquellos tiempos se empleaba la lea como combustible para cocer los
alimentos, lo que derivaba en la tala de rboles en la finca sin emplear medida
alguna de reforestacin. Esta prctica tambin degradaba los suelos y reduca
los servicios ambientales y a la biodiversidad que prestan los rboles.
En el ao 2005, teniendo en cuenta nuestra tradicin en el cultivo de
granos, fuimos invitados a tomar parte en el proyecto Fitomejoramiento Par-
ticipativo, una excelente posibilidad de obtener asesoramiento y nuevas vi-
siones de hacer agricultura. Primero se nos entreg un nuevo sistema de riego
por aspersin, que minimiz la erosin provocada por el sistema por surcos.
El proyecto tambin nos dio la posibilidad de participar en diferentes encuen-
tros de capacitacin y talleres que contribuyeron a elevar nuestros conoci-
mientos sobre agricultura, lo que nos permiti descubrir un mundo nuevo.
Fue as como comenz una nueva etapa en la finca, que ha derivado en mayo-
res producciones, incrementos en las ganancias y disminucin de los costos.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
240
Uno de los aspectos que ms me llam la atencin desde el inicio del
proyecto como agricultor-experimentador, fue el uso de abonos orgnicos y,
en particular, del humus de lombriz. Aprovechando las condiciones objetivas
de nuestra finca, con abundante materia prima (estircol) almacenada en una
corraleta donde se mantienen los animales por la noche, preparamos un can-
tero para desarrollar la lombricultura y probar sus propiedades beneficiosas.
Construimos el cantero en reas de un platanal con diez aos de explo-
tacin, el cual estaba muy deteriorado y pudimos comprobar que, al cabo de
cuatro meses, exista una diferencia notable entre las plantas cercanas al can-
tero y las que distaban de l. Esta simple observacin despert nuestra curio-
sidad y principalmente la de mi padre, quien hasta ese momento se haba
mantenido escptico y reacio al experimento.
Al observar los cambios positivos provocados por el cantero en el pla-
tanal, mi padre tuvo un cambio radical de actitud, puesto que los productores
necesitan ver los resultados de las nuevas tecnologas en el propio campo, y
ser quienes las desarrollen. Finalmente fue l mismo quien insisti en hacer
nuevos canteros, al estar consciente de que estos permitiran obtener mayor
produccin de humus, la que se podra aplicar a otros cultivos en la finca. As
comenzamos a sustituir en buena medida los abonos qumicos y apreciamos
un resultado palpable en nuestros cultivos y en nuestra economa.
La aplicacin de la tecnologa de produccin de humus de lombriz
permiti a todos los agricultores participantes en el proyecto establecer com-
paraciones que demostraron cun beneficioso resulta el empleo de este fertili-
zante orgnico de bajo costo y excelentes propiedades. En nuestra finca pu-
dimos comprobar que al sembrar 1 hectrea de calabaza abonada con humus
de lombriz, podamos obtener un rendimiento de 300 quintales, mientras que
a nuestro alrededor otros campesinos sembraron la misma cantidad con ferti-
lizante qumico y apenas lograron alguna produccin, mientras que otros no
obtuvieron nada.
La experiencia con el proyecto no se limit al empleo del humus. Tam-
bin hemos incorporado conocimientos sobre la elaboracin y uso del com-
post y los abonos verdes, como otras opciones para enriquecer los suelos. En
2008, el huracn Ike azot duramente la Isla y sus vientos destrozaron el pe-
queo frutal de la finca; solo sobrevivieron unas plantas de limn, muy dete-
rioradas. Empezamos a tratar de revivirlas con abonos y fumigantes qumi-
cos, ya que sus hojas quedaron encaracoladas y florecan pero no llegaban a
fructificar, pues abortaban todos sus frutos. Entonces se nos ocurri abonarlas
y fumigarlas con humus de lombriz y al cabo de algunos das empezaron a
salir brotes nuevos, las plantas rejuvenecieron y fructificaron. Esto fue muy
Solucin al cambio climtico en la finca Santa Ana
241
revelador, pues patentiz las grandes bondades de una tecnologa que hemos
tomado como nuestra y a la que hacemos continuas adaptaciones.
Por otra parte, las producciones de la finca Santa Ana se han ido diver-
sificando tras incluir variedades resistentes a la sequa, como sorgo, adems
de frijol, maz, pepino y calabaza, fertilizadas con humus de lombriz. Hemos
participado en numerosas actividades de intercambio con otros agricultores,
tcnicos agrcolas e investigadores, en constante bsqueda de las mejores ma-
neras de hacer una agricultura comprometida con el medioambiente y la sa-
lud humana, adaptada al cambio climtico y que aporte en su conjunto un
valor social mayor que el primordial objetivo de producir alimentos para la
poblacin.
La integracin ha sido la clave para recuperar la fertilidad del suelo en
la finca, para que germinen las semillas y crezcan las plantas fuertes que ga-
rantizan una produccin sostenible de alimentos. Pero ms all de cualquier
tecnologa, el proyecto encontr una enseanza mayor: El cambio de actitud
de los hombres y mujeres dedicados a producir alimentos, sobre la base del
saber tradicional y en constante dilogo con el llamado conocimiento cientfi-
co, puede fijar toneladas de carbono y contribuir de manera sustancial a miti-
gar los efectos del cambio climtico local y global.
A modo de conclusin, propongo los versos improvisados que hiciera
mi padre, donde se demuestra claramente su convencimiento y cambio de
actitud hacia la forma de hacer agricultura y, en particular, a favor del humus
de lombriz.
Yo quiero expresar aqu
con esta noble escritura,
lo que la lombricultura
significa para m.
Este abono que ignoraba,
por mi arrastre caprichoso,
es netamente valioso
y de vida prolongada.
He visto en las plantaciones,
en las cuales lo he aplicado,
aumento en las producciones
que otro abono no me ha dado.
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
242
Ya mi finca viejecita,
degradada y pobrecita,
segn es fertilizada
se va haciendo nuevecita.
Y si siguen mis vaquitas
cooperando con firmeza,
las lombrices y el compost
me devuelven mis riquezas.
Y espero en el 2010,
con mi humilde fabriquita,
hacer nueva mi finquita
para admiracin de usted.
Ya sal de mi ignorancia,
las pruebas me han convencido,
que el fertilizante orgnico
es el mejor que he tenido.
Yo les puedo asegurar
con toda sinceridad,
que con humus de lombriz
la tierra nueva ser.
Si no me dices chiflado
te dir lo que yo quiero:
voy adaptar a mis vacas
bajo el rabo un maletero,
para no perder ni un gramo
del precioso estimulante,
y poder llenar mis sacos
del nuevo fertilizante.
S que se reirn de m
los valiosos ignorantes,
yo sigo con mi proyecto,
ahora no hay quien me aguante!
MEMORIA FOTOGRFICA
Agricultores seleccionan variedades de frijol en feria de diversidad en Sancti
Spritus. Foto: EDUARDO CALVES
Felo, agricultor que obtuvo la primera variedad de maz por mtodos de Fitome-
joramiento Participativo en Cuba. Foto: EDUARDO CALVES
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
Cuarto de semillas de Jorge Medina. Foto: JORGE MEDINA
Genaro (a la izquierda), agricultor agroecolgico de Jibacoa, Manicaragua, Villa
Clara, explica cmo obtiene caf orgnico a decisores de la ANAP durante curso
de motivacin para la Innovacin Agropecuaria Local. Foto: EDUARDO CALVES
Memoria grfica
Expoventa durante festival de la IAL, en San Jos, Mayabeque. Foto: EDUARDO
CALVES
Intercambio de experiencias entre productores y tcnicos. Feria de acuicultura en
Banao, Sancti Spritus. Foto: EDUARDO CALVES
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
Mercedes Bernal, de Pretiles, Manicaragua, Villa Clara, explica cmo prepara
conservas caseras. Foto: EDUARDO CALVES
Mara Valido, campesina lder en La Palma, Pinar del Ro, muestra productos de
su huerto familiar-comunitario. Foto: EDUARDO CALVES
Memoria grfica
Seleccin participativa de variedades de frijol en feria de diversidad en finca de
Humberto, Sancti Spritus. Foto: EDUARDO CALVES
Omar Gonzlez, productor de la finca Plcido, Crdenas, Matanzas, explica cmo
producir humus de lombriz a los participantes en el taller de biopreparados a
base de microorganismos nativos. Foto: TAYMER MIRANDA
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
Productores participantes en la primera etapa del taller sobre el uso de bioprepa-
rados a base de microorganismos nativos. Foto: TAYMER MIRANDA
Preparacin del biopreparado madre a base de microorganismos nativos. Foto:
SARAY SNCHEZ
Memoria grfica
El productor Jorge Luis Garca Martn, de la finca El despertar, Sancti Spritus,
muestra sus resultados en el cultivo de cebolla tratada con biopreparados a base
de microorganismos. Foto: SARAY SNCHEZ
El productor Yoel Pupo y el nio Danilo Pupo verifican la calidad de la madre de
microorganismos obtenidos en la finca Santa Ana, Holgun. Foto: SARAY SNCHEZ
Innovacin agroecolgica, adaptacin y mitigacin del cambio climtico
La investigadora Annia Yong y la agricultora Odalys Aroche evalan y planifican
acciones para una mayor adaptacin al cambio climtico. Comunidad Topes de
Collantes, Sancti Spritus. Foto: MICHEL POU
Mario Garca, agricultor de Puesto Escondido, municipio La Palma, Pinar del Ro,
es un promotor activo de prcticas conservacionistas de suelos. Foto: MICHEL POU
Memoria grfica
Los agricultores Andrs Aldz, Plcida Aldz y Basilia Aldz muestran uno de los
bancos locales de semillas del municipio La Palma, Pinar del Ro. Foto: MICHEL POU
Las agricultoras Mayt Sarmiento y Xiomara Ferndez de la comunidad Las Cao-
bas muestran los resultados productivos de la experimentacin campesina. Muni-
cipio Gibara, Holgun. Foto: MICHEL POU