04 Esqui
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La suma de los puntos que se obtiene en cada una de ellas determinará a los
campeones de dicha competición.
CLASIFICACIONES MÉDICO-FUNCIONALES
En el mundo del deporte para persona ciegas y deficientes visuales existen tres
categorías distintas, que son las identificadas con la letra B (letra inicial de la palabra
ciego en inglés). Estas categorías se han definido utilizando parámetros oftalmológicos,
siendo los más importantes la agudeza y el campo visual del deportista. Esta clasificación
permite agruparlos por similitud de grado de deficiencia visual, para que pueda
conseguirse la máxima igualdad en el ámbito deportivo.
B1: desde aquellas personas que no perciban la luz con ningún ojo hasta aquellas
personas que perciban la luz pero no puedan reconocer la forma de una mano a cualquier
distancia o en cualquier posición.
B2: desde aquellas personas que puedan reconocer la forma de una mano hasta
aquellas que tengan una agudeza visual de 2/60 y/o un campo de visión de un ángulo
menor de 5 grados.
B3: desde aquellas personas que tengan una agudeza visual de más de 2/60 hasta
aquellas con una agudeza visual de 6/6 y/o un campo de visión de un ángulo mayor de 20
grados.
Todas las clasificaciones se refieren a la visión de ambos ojos a la vez con la mejor
corrección posible.
En todas las competiciones deportivas de alto nivel se llevan a cabo reconocimientos
médicos previos, para verificar a qué categoría pertenece cada participante.
MATERIAL ESPECÍFICO
El material específico que se utiliza en la práctica del esquí alpino para ciegos y
deficientes visuales, es el uso de megáfonos, radiotransmisores, petos identificadores y
máscaras.
Megáfono
El megáfono se utiliza sólo con esquiadores de la categoría B1 o B2, este último con
muy poco resto visual, de esta manera la comunicación con la persona ciega puede ser
mucho más fluida y clara. A veces, la voz del guía es débil o el viento, incluso los cañones
de nieve artificial pueden distorsionarla. El uso de un megáfono es la solución ideal.
No existe en el mercado ningún aparato que sea específico para esta función, por lo
que se han tenido que hacer adaptaciones con materiales disponibles en las tiendas de
electrónica.
El megáfono que utilizamos tiene un amplificador de 10 vatios de potencia. La batería
que se usa es de 12 voltios y 3000 miliamperios para asegurar que durará toda la jornada
y evitar que el peso sea demasiado elevado. En cualquier caso, la alimentación del
megáfono también se puede hacer mediante pilas recargables lo que evita tener que
viajar con un cargador de baterías, mucho más grande y pesado.
En una mochila pequeña hemos puesto una tabla de madera a la que hemos
atornillado el amplificador. Este queda dentro de la mochila y el altavoz por fuera, para
que se escuche. Existen otras opciones a la hora de buscar un soporte para todo el
invento, como puede ser una riñonera.
El micrófono que utilizamos es de diadema. También utilizamos, aunque es un poco
más caro, un laringófono. De esta manera, el guía puede girar la cabeza para controlar a
su esquiador sin parar de darle instrucciones con la voz. En competición, es obligatorio
llevar casco (aconsejable a todos los niveles), en este caso el micrófono que se usa es
más pequeño y se coloca en la mentonera del casco.
Radiotransmisores
— El que se activa con la voz. Su eficacia no es del todo óptima ya que cuando
esquiamos se dan órdenes muy precisas en un corto período de tiempo. Con este
sistema, se pierde parte del mensaje pues necesita unas décimas de segundo para que
se active.
— El que siempre está activado, permitiendo una comunicación fluida entre guía y
esquiador, en caso necesario.
— El tercero es el mejor ya que se trata de unas simples emisoras. Cada vez que
queramos comunicarnos con el corredor apretaremos un botón con la mano. Éste tiene
un alargador que va hasta la emisora la cual, se lleva normalmente colgada de forma
segura en la espalda, dentro del traje de esquí. De esta manera también evitamos la
descarga de las baterías por el frío.
Actualmente este tipo de intercomunicadores también lo usan los clubes de esquí que
trabajan con personas que ven correctamente, ya que les permiten dar unas órdenes más
precisas a los alumnos, sin que el entrenador pierda la voz después de varias horas de
clase.
En competición sin embargo, y especialmente en disciplinas rápidas, como pueden
ser el Descenso o Super Gigante, hay problemas de transmisión debido a las altas
velocidades, el frío y turbulencias del viento. Es por este motivo que todavía se está
investigando sobre el tema, con el problema añadido que conseguir un intercomunicador
bueno y de reducidas dimensiones supone un coste muy elevado.
Dorsales identificadores
Máscaras
Las máscaras, por reglamento sólo se usan en la categoría B1. Son simplemente
unas gafas de competición en las cuales pondremos encima del cristal una capa opaca,
pudiendo ser cinta adhesiva, pintura, etc. que garantice una oscuridad absoluta. De esta
manera se asegura las mismas condiciones visuales en dicha categoría, ya que algunas
personas deficientes visuales pueden percibir luz.
ESTRUCTURA DEPORTIVA
Tipos de competiciones
Salidas recreativas
FUNDAMENTOS TÉCNICOS
La tarea de guiar a un esquiador ciego o deficiente visual tiene, como función, suplir la
información visual que precisa dicho esquiador. Por esta razón el objetivo del piloto debe
ser el de elegir y comunicar la mejor línea de trazado, indicar el recorrido orientando con
la voz o a través de instrucciones, y si el esquiador conserva resto visual, hacer que siga
su silueta. A la vez debe avisar de todo aquello que pueda suponer un cambio repentino y
debe de mantener una distancia de seguridad adecuada entre él y su corredor, con
relación a los obstáculos.
Es muy importante que el esquiador con deficiencia visual o ciego, al descender por
una pista que no conozca, pueda disponer de una situación global de ésta. Debemos
describir principalmente los distintos desniveles que afrontarán y el nivel de dificultad de
la pista, verde, roja etc., el tipo de nieve, la afluencia de esquiadores e, incluso, el paisaje.
De esta forma se configurará una imagen de sensaciones que le permitirá ser más
efectivo en su descenso.
Aprendizaje
Existe la teoría de que, en primer lugar, debe enseñarse el esquí de fondo y después
el esquí alpino. En algunos casos se puede optar por esta fórmula pero no hay ningún
problema, y se garantiza el mismo éxito, si se empieza primero por el alpino, siempre y
cuando haya un correcto proceso de enseñanza. Las sensaciones de deslizamiento, en
ambos casos, es la misma.
El sistema de enseñanza es igual al método normal y en niños, se avanza muy
paulatinamente a fin de evitar que se produzcan situaciones donde se pueda coger
miedo.
La única diferencia, es que se precisa un mayor tiempo para la descripción de los
ejercicios. Es imprescindible en el proceso de aprendizaje un análisis y conciencia previa
a la ejecución. Debería ser norma en la enseñanza del esquí en personas deficientes
visuales o ciegas que, antes de la ejecución de los ejercicios, se garantice la comprensión
del concepto que se va a transmitir y se proceda dando instrucciones de la forma más
clara y concisa posible.
Se precisa también contacto corporal directo o indirecto. Por ejemplo colocarlo en
posición correcta, modelando su postura con las manos del piloto, corregir todos aquellos
fallos acompañando las manos haciéndole ver el movimiento correcto de aquellas partes
del cuerpo, o segmento corporal.
Las ayudas técnicas auxiliares, como los palos de enseñanza, son muy importantes,
ya que en el esquí alpino previamente es beneficioso hacer todos los ejercicios de forma
asistida y después cuando se está completamente seguro de que el movimiento ha sido
adquirido, ir eliminando la ayuda hasta que se practique de una forma completamente
autónoma. Avanzar con la seguridad y la certeza de que el escalón anterior se ha
superado; no precipitar situaciones, de no ser así, las consecuencias pueden ser muy
negativas incidiendo en la frustración del esquiador ciego o deficiente visual.
Se puede aprender mucho si el guía pone gran atención en sus palabras y acciones.
El aprendizaje no tiene porqué ser más lento que el de las personas sin disminución,
ya que los alumnos son muy diligentes, están muy motivados, actuamos sobre sentidos
que ya tienen muy desarrollados en su vida cotidiana y cabe destacar la gran capacidad
de concentración que estos esquiadores tienen.
El esquí se aprende por sensaciones, tanto en el ámbito de las personas que ven,
como en el de las personas ciegas, la única diferencia es que estas últimas, por el hecho
de no ver, prestan más atención a aquéllos detalles que puedan ser puntos de
información y desarrollan una mayor sensibilidad táctil sobre la nieve.
REGLAMENTO DE IBSA
Reglas generales
Serán de aplicación las reglas de la FIS (Fédération Internationale de Ski) con las
ampliaciones establecidas en estas reglas.
En caso de que surja algún malentendido a la hora de interpretar las modificaciones
de IBSA a las mencionadas reglas internacionales, prevalecerá la versión inglesa.
IBSA es la responsable de las reglas en colaboración con su Comité Técnico.
IBSA acuerda considerar cualesquiera enmiendas propuestas por la FIS.
Pruebas
Los atletas de todas las categorías establecidas por IBSA (B1, B2 y B3) podrán
competir en todas las disciplinas.
Las pendientes de las pistas, tanto mínimas como máximas, en todas las
competiciones sancionadas por IBSA, corresponderán a las especificaciones de la FIS
para pruebas femeninas.
Las pruebas de competición aprobadas por IBSA son:
El comité organizador no deberá seleccionar una prueba que pueda poner en peligro
al participante. No se deberá sobreestimar la capacidad de un esquiador medio.
Igualmente, cada prueba deberá ser elegida por los entrenadores para ajustarse a la
capacidad de su equipo y/o deportistas.
El Jurado podrá excluir a cualquier participante si se considera que su técnica
constituye un peligro para sí mismo y/o que es inadecuada para el nivel de la
competición.
Todos los participantes deficientes visuales y sus guías deberán haber sido
entrenados e inscritos por sus respectivas Federaciones Nacionales de Ciegos para las
Pruebas de Esquí Alpino.
El estadio de competición estará a disposición de los participantes al menos un día
antes del inicio de la competición, con el fin de permitir a cada participante la oportunidad
de familiarizarse con la pista.
A todos los participantes y sus guías, se les permitirá deslizarse en paralelo, o hacer
cuña, a baja velocidad por las puertas, durante la inspección oficial. A los guías se les
permitirá inspeccionar la pista de la carrera sin su esquiador.
Los cascos serán obligatorios para los esquiadores y sus guías, de acuerdo con las
reglas de la FIS.
Todos los participantes de la categoría B1 deberán llevar antifaces durante la
competición. El modelo de gafas negras quedará a la discreción del esquiador, pero
deberá haber sido aprobado por el Juez de Salida antes de que se inicie el descenso.
GUÍAS
Procedimientos de la salida
El guía no pasará por la puerta de salida. Todos los participantes deficientes visuales
deberán pasar por la puerta de salida.
Los esquiadores B1 serán siempre los primeros en participar en la competición,
seguidos por los de la clase B2 y los de la clase B3. Esta regla también se aplicará a
todas las competiciones de clases combinadas.
El orden general de competición deberá determinarse según las siguientes
agrupaciones:
Grupo de salida 1: un participante por clase y por país. Es imprescindible que éste
sea el mejor deportista de su país.
Grupo de salida 2: un máximo de dos participantes por clase y por país.
Grupo de salida 3: un máximo de dos participantes por clase y por país.
El sorteo para determinar el orden en que competirán los esquiadores tendrá lugar el
día anterior a cada competición para cada grupo en cada clase.
El orden de salida para la segunda bajada será decidido por el jurado después de
conocerse los resultados de la primera.
Para cada una de las distintas clases B, los intervalos entre salidas deberán equivaler
al tiempo que se requiere para recorrer, como mínimo, la mitad de la pista de carrera.
Entre clases, los intervalos deberán ser algo mayores.
El jurado
REGLAMENTOS IPC
1. Reglamentos básicos
2. Clasificación de los competidores
3. Grupos por clase
4. Grupo para oficiales, técnicos y personal médico
5. Grupo de los entrenadores
6. Reglamento técnico
7. Características técnicas
8. Reglas Administrativas
1. REGLAMENTOS BÁSICOS
1.1. Se aplicará el reglamento y las normas de la FIS junto con las siguientes
enmiendas:
2.1. Todos aquellos deportistas que cumplan con las normas de las clasificaciones
médicas según lo establecido en la sección V, Capitulo 1.
2.2. Clasificación (véase Sección V, Capítulo 1).
2.3. Todas las clases, incluyendo las B1, B2 y B3, podrán competir en todas las
disciplinas alpinas (descenso, super-gigante, slalom gigante y slalom).
6.1. Los corredores de las clases LW2 y LW9 que esquíen con un solo esquí no
podrán utilizar las extremidades libre en contacto con la nieve para aumentar la velocidad
o mantener el equilibrio. Cualquier incumplimiento de esta norma será causa de
descalificación.
6.2. En la clase B el deportista y su guía son considerados un equipo. Por lo tanto, los
deportistas y su guía deben ser inscritos en las pruebas de esquí alpino por sus
federaciones nacionales.
6.3. El guía es obligatorio para los B1. En las clases B2/B3 se recomienda el guía.
6.4. El guiaje debe ser sólo mediante la voz. Se acepta la comunicación por radio y
amplificación de la voz entre guía y corredor. No se permitirá ningún otro medio de
comunicación durante las competiciones alpinas.
6.5. No se permite el contacto físico entre guía y corredor durante la carrera, sólo en
caso de caída se permitirá la ayuda del guía o del control.
6.6. Es obligatorio el uso del casco para corredores y guías de la clase B, en todas
las competiciones.
6.7. Los corredores de la clase B1 deberán llevar el cristal de las gafas cubierto
durante la competición. El modelo de gafas es de libre elección pero deberá ser
examinado y aprobado por el juez árbitro antes de la salida de la prueba.
7. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
8.13. A todos los corredores de la clase LW se les permite derrapar entre las puertas.
8.14. Todos los corredores de la clase B y sus guías podrán deslizarse lateralmente o
derrapar a baja velocidad.
8.18. El reglamento del 80%, para la segunda manga, debe ser aplicado en la lista de
salida de la primera manga a menos que una clase no tenga suficientes inscripciones, es
decir ocho (8) hombres, seis (6) damas. El reglamento del 80% se aplicará en la
combinación de clases pero no en las clases individuales dentro del grupo combinado.
PIES DE FOTOS
Un esquiador y su guía.