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GRAÜBEN

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Nombre: Mauricio Rodrguez Medrano

Docente: Jaime Iturri Salmn

DESCRIPCIN DE GRABEN COMO MUJER IDEAL


Graben es la mujer ideal que slo un escritor puede conocer en sus noches o madrugadas
desesperadas por la insana manera de encontrar al amor verdadero. Y no lo digo por el
fsico moldeado por obra y gracia del arte, con esos ojos despiertos y perdidos en una noche
que al verlos empiezas a fantasear u esa tersa piel envidia de cualquier durazno o ese rostro
femenil que tratas de complacer; no digo que Graben sea la mujer ideal por aquello.
Ella es la idea por ser una persona apasionada, que realmente entrega su corazn, de
acuerdo, de acuerdo, a un Axel loco, pero y qu es el amor. No en vano existe Julieta en
nuestro desvanecido imaginar e intentar del aprecio. Quin no quisiera una mujer que
esperara el regreso y como premio te brindara el casamiento? Ya lo s, para aquellos
hombres que perdieron la fe en la bsqueda del amor verdadero y se conformaron con una
mujer que desprecia todo emprendimiento a realizar no les debe parecer nada bueno el
casamiento. Pero para m, un desdichado ser que busca el aprecio, el verdadero amor,
haciendo miles de proezas dignas de un fakir, me parece que Graben es la mujer exacta
para mis cometidos.
Una mujer capaz de entregar su corazn es digna de aplauso y de un beso en el lugar ms
digno que posea porque encontrar a alguien as, en estos tiempos de cachos, cuernos y
derivados, es una tarea titnica e imposible. Ella llega ala comparacin de una Penlope de
Serrat y de Homero que realmente dieron su alma a la dedicacin del amor. Y no me tilden
de machista porque es a lo que me nos me parezco, sino de un loco e idota enamorado que
debe buscar todos los das alguna manera de ganar el corazn de pero para que les
cuento, sera mejor que les comente la primera vez que fui al circo, y as hacer renegar un
poco a un maestro que tengo. Disculpen mi desviacin, ahora contino.

Parsimoniosa y meditante es Graben, una ninfa esperanzadora, en los albores de un fin de


siglo, donde todo lo conocido era desconocido y todava quedaban en la imaginacin una
chispa de la existencia de seres mgicos o terribles, dignos o infernales. Y all la mujer que
no ejerca nada ms all de las labores de la casa, y que estaban destinadas a una virginidad
tarda por obligacin debida en la noche de bodas y otras atrocidades que se pueden
adquirir en un catlogo de torturas a la mujer de la edad contempornea.
Y qu de los hombres? Si a ellas les toc sufrir en aquella poca, a m, porque no s de
otro imbcil masoquista, me debe tocar ahora. Y se llama Alejandra, muy parecida a
Graben, la que debe atormentar este cuerpo que est casi marchito. La comparo con ella
porque las facciones fsicas, pero no por el sentimiento que guarda, mi doncella es una
incgnita con llave y tres chapas. Es una mujer tan bella y yo su digno arlequn que debe
buscar la manera de poder abrir esa muralla infranqueable. Por qu las mujeres que
sufrieron un desamor deben hacer pagar los platos rotos a unos indignes fantoches? Si un
pelmazo las hizo sufrir, yo no tengo cara de sdico y realizar lo mismo. Por qu no son
como Graben que espera a su amado que debe seguir el juego de encontrar el centro de la
tierra? Por esos hombres las mujeres de hoy son como son, ellos se iban diciendo: Adis
mi amor, debo ir al centro de la tierra, no m esperes para la cena. Y hoy las mujeres nos
replican: Adis pelmazo, no me esperes, Ah! Y de nada sirvi tus rosas, chocolates,
canciones, poemas porque debo decirte que los cuernos te sientan bien. Si hoy son
personas desamoradas, que no confan en uno, por ms que entregues cuerpo y alma a las
trincheras de la conquista.
Alejandra de da besos y caricias para distraerme y posterior a eso me lanza flechas que
hieren a la grulla de esperanzas que desea volar, pero no, no es suficiente ser amable,
dedicado, soportar los fros ms fuertes que en Islandia, no eso no basta, ella prefiere

hacerme estrellar en el asfalto de la barrera contigua a su corazn. Acaso las mujeres no


pueden tener algo de Graben? Con ese corazn en la meno esperando a su amado. S lo s,
slo en la literatura ocurre aquello porque en la vida real no existe una Graben, ni siquiera
una Penlope, ella ya murieron en las tinajas del feminismo.
Pero qu se le puede hacer, ms que seguir chocando contra molinos, para encontrar a m
Dulcinea, esa mujer ideal, que es Alejandra, no lo niego, ms que todas las Graben del
mundo, ella quien juega conmigo, que me soporta, que creo que me engaa, no por algo
debo escribir sobre estos sentimientos, es que la literatura es as, ms yo debo seguir como
Ulises, con la idea de que siempre estar a m lado y es la fuerza que me da para no detener
mi camino, incluso creo que entrar a sus clases de mencin en periodismo slo para darme
cuenta de que ella busca a la indecisin de un futuro conmigo. Ven que fue mejor que
contarles sobre mi primera vez en el circo?

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