| diseurso, tan reconocible y tan esclareoedr de Dette
Ee cama
Mayo Francés hizo ecosin en sus cabjos cont I
Fosiciones neoliberal vinculadas con la sociedad posmodebmly eh
| Pir de la sociedad iil y del nacience Foro Social Mundial
videncas y explora ls eae
prac en ett socedad co
Bourdien contribuyé a disolver ls
ras simbélicas que Figen la raciones de
temporinea. Puso su mirada sociolgica sobre a historia yabAS
rset Alig el garde los medios masvo, a socie
Ripctucul, fas elaciones enue los géneros. Esta edicnespel
sretuye ensyos de tres libros fundamentals del penstnie hi
Pre Bomaien: La dominacién masculine Sobre a selenidas¥ Mt
iin trabajo publicado en vida, El afcio del centificn,
Pierre Bourdieu (Francia, 1950-2002), uno de los ons pies
tiganos infaynes poco pensadoe de meso po fe
tereoy de sadoogi en Cole de Fane dietor de ls
BE ecole des Eautes Eades en Sciences Socials. Ding atmvsa
“fetes de la recherche en sciences sociales la coleccién de ey
Liher Raisons agie En Anageama ha publicado: Conia
Ancoandis de wn scige, EU ile del soir, Las era
sarees del ecomomta, Lect sobre la loci, Las rela del ai
“Meditacionespasealianasy La tearia, ents 0S:
Peg
CREDICOOP
La Banca Solidaria
Pierre Bourdieu
dominacién masculina
J) otros ensayosnostica. Se ejerce dia tras dia de muchas maneras en las
telaciones entre los sexos: las mismas disposiciones que
inclinan a los hombres a dejar a las mujeres o saa
fetiores y las gestiones molestas y mezquinas (como, en
serra, preguntacls precios comprobarlsiac
curas, regatear), en suma, desembarae He ea Jos
‘comportamientos poco compatibles con la idea que se
fovmlan de vu dignidad es lleva ambign a reprochat
Jes su “esteches de miras” 0 su “prosaica mezquindad”,
pos no decir a census incasan en as empress coe
ya gestién les han dejado sin que eso signifique pusle-
Jamente reconocerles su eventual éxiro.%°
La violencia simbélica
‘Asi pues, la dominacién rong tiene eee oom
diciones para su pleno ejercicio La preeminencia unive
vente reconocida a los hombres se afirma en la objeti-
vers sos realizado en
\conversacionesylas observaciones que he =
Tn investigaciones sobre la economfa de la produc-
Hindmbiiis nos hen dado suchas oases de
thea ldgicaestéacruando, en el momenco actual y
ios (el P Bourdieu, "Un contrat sous contsain-
eben sciences svat, 81-82, marzo de 1990,
hombres ya no pueden adopta siempre el
lanero hacia las mezquinas preocupaciones
quis de los universos cutuales), no
xatutara, sobre rodo cuando oc
dd, sefialando su indiferencia res
jos de intendencia,dejados a me
Vidad de las estructuras sociales y de las actividades pro-
ductivas y reproductivas y se basa en una divisién sexual
del eabajo de produccién y de reproduccién biolégico y
social que confiere al hombre la mejor parte, asi como en,
Jos esquemas inmanentes a todos los habitos. Dichos es
4quemas, construidos por unas condiciones semejantes, y
por tanto objetivamente acordados, funcionan como ma-
tices de las percepciones ~de los pensamientos y de las
acciones de todos los miembros de la sociedad, trascen-
dentales hist6ricas que, al ser universalmente comparti-
das, se imponen a cualquier agente como trascendentes.
En consecuencia, la representacién androcéntrica de la
reproduccién bioligica y de la reproduccién social se ve
investida por la objetividad de un sentido comiin, enten-
dido como consenso prictico y déxico, sobre el sentido
de las précticas. Y las mismas mujeres aplican a cualquier
realidad, en especial, alas relaciones de poder en las que
estén atrapadas, unos esquemas mentales que son cl pro-