El Modelo de Las Normas
El Modelo de Las Normas
El Modelo de Las Normas
Trabajo Final
Sntesis de la lectura: El modelo de
las normas
Karen Guadalupe Sanchez Gasca
*Este trabajo es una sntesis de la lectura que se proporcion, del libro Los
derechos en serio del autor Ronald Dworkin, en donde solo vemos el capitulo dos.
Contenido
P
agina
1. Cuestiones
embarazosas. 3
2. El
positivismo
. 4-6
3. Normas,
principios
polticas.6-7
4. Los
principios
y
derecho..7
los
directrices
conceptos
de
5. La
discrecin
..8
6. La
regla
del
reconocimiento..8-9
7. La
conclusin
autor..9
del
Los llamados nominalistas, creen que cuando se habla de derecho se refiere a una
serie de normas intemporales almacenadas en un depsito en espera de su
descubrimiento por los jueces, y que de cuando se habla de una obligacin jurdica
se piensa en unas cadenas invisibles con que existen tales normas y cadenas, y en
si tienen razn en ridiculizar a los que usan esos trminos. En todo caso, est claro
que la mayora de los abogados no piensan en nada semejante, cuando hablan de
derecho y de una obligacin jurdica. Ya que efectivamente los conceptos de
derechos y de obligacin jurdica, y se supone que la justificacin de la sociedad
para castigar y ejercer coercin est escrita en estos trminos.
Estos trminos estn profundamente incorporados a la estructura de las prcticas
polticas y no se puede renunciar tan fcil de ellas.
Los nominalistas han ofrecido un anlisis de cmo usar los trminos derecho y
obligacin jurdica y su anlisis no difieren mucho de lo que ofrecen los filsofos
mas clsicos, los nominalistas lo presentan como un modelo de cmo se opera en
la realidad las instituciones jurdicas, particularmente los tribunales.
2. El positivismo
Se dice que el esqueleto del positivismo est constituido por unas cuantas
preposiciones centrales en torno a las cuales se organiza y que aunque no todos los
filsofos a quienes se les denomina positivistas las subscriben de la siguiente
forma:
A) El derecho de una comunidad es un conjunto de normas especiales usadas
directas o indirectamente por la comunidad con el propsito de determinar
que comportamientos castigar o sometidos a coercin por los poderes
pblicos.
B) El conjunto de estas normas jurdicas validas agota el concepto de derecho,
de modo que si alguna de tales normas no cubre claramente el caso de
alguien (porque no hay ninguna que parezca apropiada, o porque las que
parecen apropiadas son vagas o por alguna razn), entonces el caso no se
puede decidir aplicando la ley.
C) Decir que alguien tiene una obligacin jurdica equivale a afirmar que su
caso se incluye dentro de una norma jurdica valida le exige hacer algo o que
le prohbe lo que haga. En ausencia de tal norma jurdica valida no hay
obligacin jurdica.
Esto no es ms que una armazn del positivismo. Los diferentes positivistas
disponen de manera diversa su contenido, y hasta los hay que se crean el armazn
a su manera a su manera. Las diferentes versiones se apartan entre s ampliamente
en su descripcin del certificado de origen que debe satisfacer una norma para ser
considerada norma jurdica.
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Ponemos como ejemplo la teora de John Austin un gran jurista ingles del siglo XIX:
La teora del derecho elaborada por John Austin, se representa en dos partes, a
saber:
i)
descriptiva;
y
ii)
prescriptiva.
I. Descriptiva. En esta parte considera que la ciencia del derecho se crea a partir de
la jurisprudencia. El objeto de la jurisprudencia es el derecho positivo, el derecho
simple y estrictamente as llamado. La juris-prudencia tiene como fin explicar,
hablar y reflexionar sobre el derecho, de tal manera que se pueda des-cribir y
analizar, pero sin establecerlo. La jurisprudencia se ocupa del derecho tal y como es,
y no del derecho como debe ser, es decir, se ocupa del derecho que es, bueno o
malo, y no del derecho que pudiera ser o quisiramos que fuera. La jurisprudencia se
ocupa de la descripcin de las normas jurdicas, entendidas como mandatos del
soberano (superior o con poder de exigir de manera forzosa un deseo) dirigido a los
sbditos (inferiores que se encuentran obligados a obedecer ese deseo, en virtud del
miedo al castigo que se aplicara si se rehusaran) para que realicen un
comportamiento,
cuya
desobediencia
se
castiga.
II. Prescriptiva. En esta parte considera que la ciencia del derecho desde el punto de
vista legislativo se crea a partir del establecimiento de las normas jurdicas por parte
del Estado y por los jueces al emitir sus decisiones judiciales. En la parte prescriptiva
se estudia el derecho como debe ser, el que puede ser o quisiramos que fuera. El
Estado crea de manera directa las normas jurdicas, a partir de la idea de que son
mandatos habitualmente obedecidos por los sbditos en una comunidad. El Estado
crea de manera indirecta las normas jurdicas a travs de las decisiones judiciales
que emiten los jueces, quienes son subordinados a aqul o sbditos; cuando las
costumbres son transformadas a normas jurdicas por decisin de los jueces, las
normas jurdicas que emergen de las costumbres son mandatos tcitos del cuerpo
legislativo soberano. El Estado, el cual puede abolirlo, permite a sus ministros
(jueces) ejecutarlas y, por tanto, expresa su asentimiento, su consentimiento
voluntario
(que
sirva
como
derecho
al
gobernado).
La teora del derecho de John Austin, en la poca que se cre (siglo XIX), fue
importante porque da un giro a lo que se vena planteando en otros pases como
Francia (Escuela Exegtica) y Alemania (Escuela Histrica), respecto al anlisis,
estudio y obtencin de la ciencia del derecho. En esta teora del derecho, John
Austin, propone una nueva visin para el estudio del derecho, ya que plasma una
divisin en el estudio del ser y del deber ser del derecho; identificando al
primero, como un mtodo descriptivo en el que se la jurisprudencia tiene como fin
explicar, hablar y reflexionar sobre el derecho, de tal manera que se pueda describir
y analizar, pero sin establecerlo; mientras que el segundo, se identifica como un
mtodo prescriptivo en el que slo se atiende a la creacin directa o indirecta de las
normas jurdicas por parte del Estado, bajo la idea de que stas son mandatos
habitualmente obedecidos por los sbditos en una comunidad.
Sin embargo, no es muy convincente la idea que se planteaba en la teora del
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Las dos maneras de enfocar los principios corren paralelamente con estos dos
puntos de vista respecto a las reglas. El primer punto de vista trata los principios
como vinculantes para los jueces, de modo que estos hacen mal en no aplicar los
principios cuando vienen al caso. El segundo punto de vista trata los principios
como resmenes de lo que la mayora de los jueces hacen por principio cuando se
ven obligados a ir mas all de las normas que los obligan.
En el esquema anterior bsico del positivismo, se enumera como segundo principio
la doctrina de la discrecin judicial. Los positivistas sostienen que cuando un caso
no puede subsumirse en una norma clara, el juez debe ejercer sus discrecin para
decidir sobre el mismo, estableciendo, establecindolo que resulta ser un nuevo
precedente legislativo.
5. La discrecin
Los positivistas tomaron el concepto de discrecin del lenguaje comn, y para
entenderlo, debemos devolverlo momentneamente a su contexto originario. Qu
significa, en la vida ordinaria, decir que alguien tiene discrecin? Lo primero que
hay que observar es que el concepto solo tiene significacin en algunas situaciones
especiales. El concepto de discrecin solo es adecuado en nico tipo de contexto;
cuando alguien est en general encargado de tomar decisiones sujetas a las normas
establecidas por una autoridad determinada. Tiene sentido hablar de la discrecin
de un sargento que esta sometido a las rdenes de sus superiores por ejemplo.
Generalmente, el contexto simplificara la respuesta a esta cuestin, pero de
algunos casos, el funcionario puede tener discrecin desde un punto de vista, pero
no desde otro.
Como sucede en todos los trminos, el significado exacto de discrecin se ve
afectado por las caractersticas del contexto. El trmino siempre va teido por el
conjunto de la informacin que constituye el marco en el cual se lo usa.
A veces se utiliza el trmino discrecin en un sentido dbil, simplemente para
decir que por alguna razn, las normas que debe aplicar un funcionario no se
pueden aplicar mecnicamente, sino que necesitan discernimiento. O a veces se
utiliza en un sentido dbil diferente, para decir nicamente que algn funcionario
tiene la autoridad final para tomar una decisin que no puede se revisada ni
anulada por otro funcionario.
Pero de igual manera debemos evitar una confusin tentadora. El sentido fuerte de
la palabra discrecin no equivale a libertad sin lmites, y no excluye la crtica.
Algunos nominalistas sostienen que los jueces siempre tienen discrecin, incluso
cuando hay una norma clara que regula el caso, porque los jueces sin los que tienen
la ltima palabra en el derecho. Por otro lado los positivistas no dan ese sentido a
su doctrina, porque dicen que un juez no tiene discrecin cuando se cuenta con
una norma clara y establecida, en conclusin es que estos principios y directrices no
son normas validas de un derecho superior ordinado, lo cual es verdad, porque en
modo alguno son normas y concluyen tambin que hay estndares extrajurdicos
que cada juez escoge de acuerdo con sus propias luces en el ejercicio de la
discrecin.
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6. La regla de reconocimiento
El anlisis que antecede estuvo motivado por dos explicaciones opuestas de los
principios. Al estudiar la segunda de ellas, que parecen adoptar los positivistas
mediante su doctrina de ka discrecin
judicial, hemos descubierto graves
dificultades. Para aclarar esto, empecemos por la prueba que sugiere Hart para
identificar las normas validas del derecho, y vemos si se la puede aplicar tambin a
los principios.
De acuerdo con Hart, la mayora de las normas de derecho son validas porque
alguna institucin competente las promulgo. Algunas fueron creadas por un rgano
legislativo, en forma de estatutos, otras fueron creadas por jueces que las
formularon para decidir casos particulares y las establecieron as como precedentes
para el futuro.
Sin embargo, no podramos idear ninguna frmula que sirviera para probar cuanto
apoyo institucional, y de que clase, es necesario para convertir un principio en
principio jurdico, y menos todava para fijar su peso en un orden de magnitud
determinado. Para abogar por un principio en particular hemos de luchar a brazo
partido con todo un conjunto de estndares cambiantes, que evolucionan e
interactan, referentes a la responsabilidad institucional, a la interpretacin de la
ley, a la fuerza persuasiva de diversos tipos de precedentes, a la relacin de todo
ello con las practicas morales contemporneas y con multitud de otros estndares
semejantes. De modo que aun cuando se apoyen en los actos oficiales de
instituciones jurdicas, los principios no tienen con tales actos una conexin lo
bastante simple y directa como para que quede enmarcada en funcin de los
criterios especificados por algina regla maestra de reconocimiento. Entonces, no
podemos adaptar la versin que da Hart del positivismo modificando su regla de
reconocimiento para que abarque los principios.
Por otra parte que pasa con el tercer dogma, la teora positivista de la obligacin
jurdica? Esta teora sostiene que existe una obligacin jurdica cuando (y solo
cuando) una norma jurdica establecida la impone como tal obligacin. De ello se
sigue que en un caso difcil no hay obligacin jurdica mientras el juez no cree una
nueva norma para el futuro. El juez puede aplicar esa nueva norma a las partes,
pero entonces la legislacin ex post facto, no la confirmacin de una obligacin
existente.
7. Conclusin del autor
mi conclusin es que si tratamos los principios como derecho, debemos rechazar
el primer dogma de los positivistas, que el derecho de una comunidad se distingue
de otros estndares sociales mediante algn criterio que asume la forma de una
regla maestra. Ya hemos decidido que en ese caso debemos abandonar el segundo
dogma o aclararlo hasta llegar a la trivialidad.
Es menester hacer frente a estas cuestiones, pero ya las preguntas mismas son
ms prometedoras que las del positivismo. Condicionado por su propia tesis, el
positivismo se detiene precisamente al borde de esos casos enigmticos y difciles
que nos obligan a buscar teoras del derecho. Cuando estudiamos estos casos, el
positivista nos remite a una doctrina de la discrecin que no nos lleva a ninguna
parte. Su imagen del derecho como un sistema de normas ha ejercido tenaz
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influencia sobre nuestra imaginacin, por obra tal vez de su misma simplicidad. Si
nos desembarazamos de este modelo de las normas, quiz podamos construir otro
que se ajuste a la complejidad y la sutileza de nuestras propias practicas.
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