Firme en La Brecha Roman Catholic Diocese of Phoenix Rev 100115
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Firme en La Brecha Roman Catholic Diocese of Phoenix Rev 100115
FIRME EN LA BRECHA
Una exhortacin apostlica a los hombres catlicos,
mis hijos espirituales en la Dicesis de Phoenix
Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix
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Firme en la brecha: Una exhortacin apostlica del Obispo Thomas J. Olmsted a los hombres de la Dicesis de
Phoenix
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hombres, escribi No hay solucin a la cuestin social fuera del Evangelio.3 En esta
exhortacin, con mucho gusto hago mas sus palabras: no hay solucin a nuestro
declive cultural fuera del Evangelio de Jesus!
Desalentador tal vez pero de seguro, una aventura! En el libro del Apocalipsis, el
Seor Jesus nos dice Yo hago nuevas todas las cosas (21:5) que todas las cosas
viejas y cansadas, pecaminosas y rotas, son renovadas en su Encarnacin, muerte, y
Resurreccin. Puede esto ser cierto? La respuesta es un rotundo S!. Un
verdadero hombre catlico basa toda su vida en esta proposicin que todo se hace
nuevo en Jesucristo. Nuestro Seor ha prometido que est y estar con nosotros. Y
as, hombres catlicos a travs de los siglos han respondido al ancestral y siempre
nuevo llamado de entrar en batalla. Confi en que ustedes tambin respondern
mantenindose firmes en la brecha de nuestro tiempo. Tengan confianza. Sean
audaces! Hacia adelante, Firmes en la brecha!
Contexto #2: Un Hospital de Campaa y una Escuela de Combate
En sus homilas, el Papa Francisco ha descrito a la Iglesia de hoy como un hospital de
campaa tras una batalla, en otras palabras, una fuente constante de misericordia
para resistir y sanar las heridas que todos llevamos; fuente constante de la verdad
para sanar al hombre y prepararlo para pelear otra batalla por Cristo. La Iglesia ya
est buscando, pero necesita redoblar sus esfuerzos para encontrar, aqu en Phoenix y
en todas partes, la manera de sanar por nosotros mismos y los medios para cuidar a
otros quienes, como nosotros, llevan el signo de la Cada de manera debilitante ya
sean heridas fsicas o espirituales, problemas de adiccin a la pornografa, a las
drogas, el alcohol o la comida; o la creciente herida de los matrimonios
quebrantados, padres ausentes, o una vida familiar problemtica. Nuestros tiempos
requieren la renovacin del ingenio de la Iglesia, dado por el Espritu Santo, para
sanar fsica y espiritualmente. Como dice el Papa Francisco, los heridos estn
alrededor de nosotros, Qu intil es preguntarle a un herido si tiene altos el
colesterol o el azcar! Hay que curarle las heridas.4 Al mismo tiempo la
proclamacin de la verdad en su totalidad hallada en la Iglesia Catlica es esencial.
Eso los lleva a ustedes, hombres, a vivir vidas en las que nuestro el pecado no causa
heridas purulentas. Por medio de la misericordia y verdad de Cristo nos hacemos
fuertes en la fortaleza de Cristo, valientes con su coraje, y podemos experimentar la
alegra del combate al ser soldados de Cristo.
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As como el Papa Francisco nos recuerda que nos amemos los unos a los otros, yo los
exhorto, mis hijos y hermanos en Jesucristo, a abrazar ms profundamente la belleza
y riqueza de la diferencia sexual y a defenderla contra las falsas ideologas.
Ahora que ya establecimos el contexto sobre el cual entender las preguntas que hace
esta exhortacin, dirijmonos ahora a su debida respuesta.
Primera pregunta: Qu significa ser un hombre catlico?
Ecce Homo He aqu el hombre
Cada hombre, y en particular hoy, debe llegar a una aceptacin madura y
entendimiento de lo que significa ser un hombre. Esto pareciera obvio, pero en
nuestro mundo hay muchas imgenes distorsionadas y evidencia de confusin sobre lo
que es la masculinidad verdadera. Podemos decir con certeza que por primera vez en
la historia, la gente est tan confundida o es tan arrogante que ahora intenta
determinar su propia masculinidad o feminidad.
En un momento llamativo del juicio de Jess, Pilato, con todo su poder mundano,
presento a Jess ante la gente con las palabras He aqu el hombre! (Ecce homo en
Latn). Pensaba que solo presentaba a un hombre de Nazaret, sin saber reconocer
que presentaba a Dios hecho hombre, el Verbo encarnado, Jess de Nazaret quien es
completamente Dios y completamente hombre, la perfeccin de la masculinidad.
Cada momento de Su vida en la tierra es una revelacin del misterio de lo que
significa ser hombre sea, ser completamente humano, y a la vez el modelo de la
masculinidad. Lo que haba de visible en su vida terrena conduce al misterio
invisible de su filiacin divina y de su misin redentora. (Catecismo 515) El Padre
envi a Su Hijo para revelarnos lo que es ser un hombre; y la totalidad de esa
revelacin nace de la Cruz. Nos dijo que fue por esa razn que El vino al mundo y que
ese era su ms grande deseo para entregarse asimismo por completo.9 Aqu yace la
masculinidad en su totalidad; cada hombre catlico debe estar preparado para
mantenerse firme sobre la brecha, entrar en combate espiritual, defender a la mujer,
a los nios y dems contra la adversidad y asechanzas del demonio.
Buscar lo que el mundo nos presenta como masculino es ver las sombras, o incluso
fraude, de lo que es masculino. Ninguna atleta, no importa cuntos trofeos, ningn
lder poltico, no importa cunto poder tenga temporalmente, ningn artista, hombre
de negocios o celebridad, aunque sea adorado por muchos, ningn atributo fsico,
9 Juan 12:27, Marcos 22:15
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Mucho ms grande que un juego es lo que buscamos los hombres catlicos. Nosotros
buscamos a los santos como a hroes, buscando drsticamente vivir como Cristo,
unidos a El, aprendiendo de El, en una forma drstica con la que nos podemos
identificar la vida de un santo dice, He aqu el hombre. Esto es lo que insinuaba
San Pablo al decir Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi (Glatas 2:20).
Cada hombre debe decir quin ser su santo patrn. Para ayudarlos, aqu les presento
a 10 santos. Llamo a cada hombre catlico a familiarizarse con ellos. Entre
parntesis se encuentra la virtud y el pecado con que cada uno sabe ser de gran
ayuda:
San Jos (Confianza en Dios Egosmo)
San Juan el Bautista (Humildad Arrogancia)
San Pablo (Adherencia a la Verdad Mediocridad)
San Miguel Arcngel (Obediencia a Dios Libertinaje y Rebelda)
San Benedicto (Oracin y Devocin a Dios Pereza)
San Francisco de Asis (Felicidad Moralismo)
Santo Tomas More (Integridad Doble nimo)
Beato Pier Giorgio Frassati (Castidad Lujuria)
San Josemara Escriv (Audacia Temor Mundano)
San Juan Pablo II (Defensa de los dbiles Pasividad)
Ni siquiera tenemos que buscar en el pasado distante. Todos hemos visto a San Juan
Pablo II, quien perdono a quien pudo haber sido su asesino, y luego de recuperar su
salud, continu incansable su llamado al mundo de abrir ampliamente las puertas a
Cristo.10 Una y otra vez nos exhorto, diciendo No tengan miedo. Todava hoy en
regiones del mundo donde azota la persecucin, hemos visto valientes testimonios de
la verdad en los recientes mrtires en Siria, Nigeria, Iraq y otros lugares destrozados
por la guerra. Tan solo el invierno pasado veintin hermanos cpticos fueron
decapitados en una playa en Egipto, como dijo el Papa Francisco por el solo hecho de
ser cristianos.11
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Hombres, nunca debemos pensar que la santidad y el valor son cosas del pasado!
Ustedes y yo somos llamados a una santidad que le muestra Cristo al mundo como
nuestros padres lo hicieron incontables veces a travs de la historia, siguiendo la
inspiracin del Espritu Santo. De hecho, en este tiempo de creciente audacia en el
demonio, cada hombre debe prepararse nada menos que para el martirio, de
cualquier forma que este se presente, y sembrar en sus hijos y nietos la voluntad para
hacer lo mismo.
Qu no continuara inspirando el Seor a los hombres? Por supuesto que s! El
contina hacindolo! Nuestra preocupacin no es si es que el Seor nos dar las
fuerzas necesarias, pero si como es que lo hace ahora. Cmo su espritu nos mueve a
levantarnos y rechazar ser pasivos en una cultura sin padres? Cmo es que ahora nos
inspira a una fuerza interior en una cultura pornogrfica? Cmo nos inspirara a
buscar ms all de nosotros y nuestra tecnologa hacia las periferias donde necesitan
a Cristo? Cmo nos inspira el Seor a ustedes y a m, ahora mismo, para hacer a un
lado nuestra preocupacin por la comunidad y servir al prjimo, mantenindonos
firmes en la brecha?
Los aliento a que se familiaricen con las vidas de los santos. As como un joven
jugador de bisbol se perdera de mucho sin haber estudiado a los grandes del Saln
de la Fama, nosotros tambin nos perdemos de mucho permaneciendo ignorantes
sobre la vida de los santos que nos precedieron hacia el mucho ms glorioso Saln de
los Cielos.
La identidad del hombre catlico
Ahora deseo hablarles de nuestra identidad catlica en Cristo. La mayora de los
hombres santos que mencione vivieron en tiempos distintos a los nuestros. Tuvieron
retos y llamados diferentes. Pero todos tuvieron algo en comn, fue Cristo quien les
dio su verdadera identidad! Aqu recordamos la sabidura expuesta en el Concilio
Vaticano II Jesucristo manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le
descubre la sublimidad de su vocacin.12
De manera sutil somos tentados a mirar a otro lado buscando nuestra identidad. Las
opiniones de los dems, nuestras carreras, posesiones, juguetes, deportes, aficiones,
ropa, tatuajes, casas y carros son todas formas con las que somos tentados a
identificarnos. Pero aunque algunas de estas son parte de la vida, no constituyen el
centro de nuestro ser. Despus de haber sido comprados con la sangre del Cordero,
nuestra ciudadana est en el Cielo (Fil. 3:20). tanto en la vida como en la
muerte, pertenecemos al Seor (Romanos 14:8). El mundo no puede darnos nuestra
12 Gaudium et spes, 22.
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verdadera identidad. Tenemos que estar alertas para no distraernos con falsas
identidades y permanecer firmes en Jesucristo.
Sencillamente, nuestra identidad esta asida a la identidad de Cristo, es recibida en
nuestro bautismo as como fue declarado en Su bautismo. T eres mi Hijo muy
querido, en ti tengo puesta toda mi predileccin (Marcos 1:11). Al hablar de
conversin, hablamos de aceptar nuestro crecimiento hacia esa identidad. Cuando
hablamos del pecado, hablamos de todo aquello que nos aleja de nuestra identidad
como queridos hijos del Padre. Ya que esta es nuestra identidad, ser Hijos de Dios
Padre, Debe sorprendernos que el diablo este librando una batalla contra la
masculinidad y la paternidad en nuestros das? El proceso de conversin cristiana
incluye llegar a conocer el amor de Dios, experimentar fraternidad con Cristo quien
profundiza nuestra identidad como hijos del Padre en el Espritu Santo. Esta es
nuestra meta de vida y nuestra batalla espiritual.
Hijos amados y libres, llamados a una batalla interior
Veamos a Juan el apstol y amado discpulo para entender esta batalla. En su
primera Carta a la Iglesia, San Juan habla de la triple tentacin que todos
enfrentamos: tentaciones a la pasin de la carne, codicia y ostentacin de riqueza (1
Juan 2:16-17). Qu no estn todos los pecados ligados a estos tres? Juan identifica
las batallas que todos debemos pelear en nuestro interior. De hecho, Cristo
especficamente lucha contra estas tentaciones durante su encuentro con Satans en
el desierto (Mateo 4) y luego nos instruye en su Sermn de la Montaa (Mateo 6) sobre
cmo luchar contra ellas.
Contra las pasiones de la carne, Jess rechazo el ofrecimiento de pan de Satans; y
en el Sermn de la Montaa dos veces nos instruye a ayunar (Mateo 6:16). Nota que
el Seor no dice si es que ayunas ms bien cuando ayunes. El ayuno es un
entrenamiento en conocimiento propio; es un arma clave en para el autodominio. Si
no tenemos dominio sobre nuestras propias pasiones, especialmente sobre la comida y
el sexo, no podemos poseernos a nosotros mismos y colocar el inters de los dems
antes del nuestro.
Al tentar a Jess con la codicia, Satans le ofreci todos los reinos del mundo y su
gloria. Jess los rechazo en el desierto. l nos llama a la libertad de la tentacin de
ganar el mundo a costas de nuestra alma. Aqu vemos un Satans que nos tienta no
por medio de personas sino de objetos (un carro, una casa, o la ltima tecnologa,
etc.). No faltan negocios o industrias que nos tientan a buscar la felicidad por medio
de posesiones. Pero recuerden como el hombre rico y joven, se alej triste de su
encuentro con Jesus porque tena muchas posesiones. (Lucas 18:23). El Papa
Francisco dice: Mientras ms vaco est el corazn de la persona, ms necesita
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objetos para comprar, poseer y consumir.13 Con Jess, estamos llamados a buscar,
no a aceptar, una simplicidad de vida que en verdad nos libera para nuestra misin
en Cristo.
Por ltimo, Jess fue tentado con el orgullo. Satans le ofreci usar Su poder para
propsitos egostas; pero Jesus rechazo esa gloria sin cruz y escogi el camino de la
humildad. En el Sermn de la Montaa, l nos dice dos veces que seamos humildes
cuando oren (Mateo 6:5). De hecho, la proteccin ms grande contra el egosmo y
la autosuficiencia es el buscar a Dios humildemente en oracin. Las nuevas
tecnologas de las redes sociales, por medio de las cuales estamos constantemente
frente a los dems, hablando de nosotros como un mostrador, pueden llevar a un tipo
de idolatra que nos consume. La oracin honesta nos pude mantener con los pies en
la tierra y ayudarnos a evitar esta tentacin.
Hombres, la necesidad de que los pastores desafen a los hombres a la batalla interior,
a la riqueza de una vida interior comprometida con Dios, no es nada nuevo.
Escuchemos las palabras de San Juan Pablo II frente a estudiantes universitarios en
1962, cuando era Arzobispo de Cracovia:
Estamos listos para tomar, o conquistar, en cuanto a disfrutar, beneficios,
ganancia y xito incluso en el orden moral. Luego llega la cuestin de dar, y
en ese momento nos hacemos hacia atrs, porque no estamos preparados para
dar. El elemento que es tan caracterstico bajo otras formas en el retrato
espiritual de la mujer es casi imperceptible en el hombre Tenemos una
tendencia a una actitud religiosa como la de Nicodemo, hacia un tipo de
devocin que se caracteriza casi solo por discrecin superficial pero muy
seguido tambin por miedo de lo que los dems puedan pensar Este
catolicismo masculino no es interior ni suficientemente profundo; el creyente
masculino no tiene una autentica vida interior nosotros los hombres no
tenemos una vida interior suficientemente profunda.
El ser humano es una criatura, y por lo tanto en relacin a Dios un receptor de amor y
coraje antes de que el o ella pueda transmitrselo a otros. Nemo potest dare quod
non habet es el famoso termino en latn creado por la Iglesia sobre esta verdad
fundamental; no puedes dar lo que no tienes. Maria nuestra madre, la gran receptora
del amor de Dios en su propio cuerpo es el modelo para nosotros como catlicos, pero
no solo Maria Todo gran santo, sea, gran amante ha sido modelo en la historia de
nuestra Iglesia. No hay un camino corto hacia la santidad, para convertirnos en los
grandes hombres catlicos que somos llamados a ser. No hay un atajo mas all de la
ancestral batalla interior que cada uno de nosotros debe pelear!
13 Laudato Si, 204
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14 http://frassatiusa.org/eight-day
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la Fe. Mis hermanos en Cristo, de esto pueden estar seguros: los hombres que
leen la Biblia crecen en gracia, sabidura y paz.
5. Santifiquen las fiestas. Desde la creacin de Adn y Eva, al establecer un ciclo
semanal terminando con el Sabbat, el Seor nos dio el Sabbat para asegurar
tanto un da en que darle gracias a Dios como tambin para descansar y
recuperarnos. En los 10 Mandamientos, Dios le da una nueva importancia al
Sabbat. Con toda la conmocin comercial y el ruido causado por los medios, el
Sabbat es el respiro que Dios nos da de esa tormenta. Como hombres catlicos
deben empezar, o profundizar en la santificacin de este da. Si estn casados,
deben llevar el liderazgo con sus esposas e hijos, para que hagan lo mismo.
Dediquen el da al descanso, y el autentico recreo; eviten todo trabajo
innecesario. Pasen tiempo en familia, vallan a Misa, y disfruten el regalo de
ese da.
Mensualmente Semanalmente
6. Confisense. Al inicio del ministerio publico de Cristo, Jess llamo a todos los
hombres a arrepentirse. Sin arrepentirnos de nuestros pecados, no puede
haber sanacin o perdn; y no habr Cielo. Grandes cantidades de hombres
catlicos estn en grave peligro mortal como consecuencia de los niveles
epidmicos de consumo de pornografa y el pecado de la masturbacin. Mis
hermanos, confisense ahora mismo!
Nuestro Seor Jesucristo es un Rey misericordioso que perdonara a quienes
confiesen humildemente sus pecados; no perdonara a quienes se rehsen.
Abran sus almas al regalo de su misericordia!
7. Construyan fraternidad con otros hombres catlicos. La fraternidad catlica
tiene un impacto dramtico en la vida de los hombres. Los hombres que tienen
lazos de hermandad con otros hombres catlicos oran ms, van a Misa y a la
Confesin ms frecuentemente, leen las Escrituras ms; y estn ms activos en
la Fe.
Proverbios nos dice El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con
el prjimo. Llamo a cada uno de nuestros sacerdotes y diconos a reunir a los
hombres de sus parroquias y a empezar a construir una fraternidad catlica
vibrante y transformadora. Llamo a los hombres laicos a formar pequeos
grupos de compaerismo para apoyo mutuo y crecimiento en la fe. No hay
amigo, como un amigo en Cristo.
Segunda pregunta: Cmo ama un hombre catlico?
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En este sentido deb mencionar eso que se conoce como machismo. Un hombre
catlico est por encima del machismo. Cualquier despliegue de machismo busca
seguridad en la imagen de dureza y falta de emociones. Sin embargo, se trata de una
mscara muy delgada que cubre un miedo interior a los verdaderos lazos con los
dems, lazos que vienen de las autenticas relaciones; y que hacen la vida rica y llena
de significado. Detrs de esa mascara, como lo puede ver cualquier persona madura,
esta un hombre estancado en un miedo adolescente de vulnerabilidad. En muchos
casos, el mismo ha sido herido y ahora repite un ciclo aprendido en la infancia.
En cambio, el verdadero amor que Cristo demuestra est centrado en desearle el bien
al otro, en vaciarse por completo en caridad hacia los dems. Es as como El revela el
amor del Padre, Como el Padre me am, tambin yo los he amado a ustedes.
Permanezcan en mi amor. Este es mi mandamiento: mense los unos a los otros,
como yo los he amado. (Juan 15:9, 12). En Cristo vemos que el sacrificio est en el
corazn del amor. Solo el hombre que ha peleado la batalla interior de autocontrol
contra lo estril, el hombre que entrega su vida por otros, puede evitar el
estancamiento y la absorcin en uno mismo. Nunca lo duden, este sacrificio vale la
pena! Nuestro Seor nos alienta diciendo No hay amor ms grande que dar la vida
por los amigos (Juan 15:13).
Tres amores masculinos: amigo, esposo, padre
Un amigo en CristoHermanos en Cristo
En el inicio de su ministerio en la tierra, Jess llamo a otros hombres a que lo
acompaaran. Qu nos estaba enseando? Vimos que Jess llamo a sus discpulos
hacia El de tal manera que formaron profundos lazos de amistad y fraternidad. En la
ltima cena, especficamente les dijo Ya no los llamo servidores, porque el servidor
ignora lo que hace su seor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo
lo que o de mi Padre (Juan 15:15). Esta amistad con Dios es posible, una verdadera
hermandad con Jess, porque tenemos el mismo Padre. Ustedes mis hijos, tienen
verdaderos hermanos en Cristo en sus vidas?
A travs de la historia, incluida la historia de la cristiandad, importantes movimientos
han sido iniciados por hermandades; amigos en Cristo. Los padres de la Iglesia San
Gregorio y San Basilio fueron grandes amigos y compaeros de trabajo en la defensa
de Cristo al permanecer firmes en la verdad y vencer las herejas que amenazaban a
la Iglesia. San Benedicto y sus compaeros monsticos establecieron comunidades de
hombres que preservaron y desarrollaron la cultura occidental, ante la destruccin
barbara e ineptitud. Esa gran muralla de proteccin de lo que es verdadero, bueno y
bello fue forjada con una constante y prspera vida cristiana en fraternidad y
amistad. San Francisco y Santo Domingo empezaron hermandades al servicio de los
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emocional aparte de sus esposas, en sus hijos quienes deberan ver verdaderos amigos
en las vidas de sus padres pero de seguido no es as. Qu bendicin tener la
presencia de buenos y leales amigos que provean el aliento y apoyo responsable que
necesitamos para ser libres! De hecho, como nos dicen las Escrituras, El hierro se
afila con el hierro, y el hombre en el trato con el prjimo (Proverbios 27:17).
El hombre como esposo el propsito del amor ertico masculino
A continuacin, tratemos de entender ms profundamente el llamado del hombre al
amor de esposo. Todo hombre es llamado a vivir como esposo o padre de alguna
manera: Dios le da a cada nombre como tarea la dignidad de cada mujer.18 Cada
hombre est llamado a comprometerse y entregarse por completo. Para la mayora
de los hombres, este es el matrimonio mientras para otros este es el sacerdocio o
algn otro servicio sincero y de entrega completa a Dios. Pero en nuestros das, ese
compromiso es de seguido visto como la eleccin de algo convencional incluso
aburrido; algo que limita la libertad o amenaza el amor. Nada podra estar ms lejos
de la verdad! Ms bien, les recuerdo las palabras de San Josemara Escriv: Hay una
necesidad de una cruzada de hombra y pureza para contrarrestar y anular el trabajo
salvaje de los que piensan que el hombre esuna bestia. Y esa cruzada es su
trabajo.19
La preparacin para este regalo sincero y completo coincide con el crecimiento de un
hombre en masculinidad. Los aos de soltera en la vida de un hombre joven son
para esta formacin, y no un tiempo de espera pasiva, mucho menos para el deleite
en el pecado. La juventud no fue hecha para el placer, sino para el herosmo, nos
dice el gran dramaturgo catlico francs Paul Claudel. Los animo, hombres jvenes, a
prepararse para el matrimonio incluso desde antes de conocer a quien ser su novia.
Ese entrenamiento en sacrificio consiste en amar a su novia antes de conocerla; para
que un da puedan decir antes de conocerte, ya te era fiel.
Por el amor de esposos, los hombres experimentan un tipo de fuerza que perdura, una
fuerza que el mundo anhela, una fuerza que puede estabilizar a una sociedad
tambaleante. Es cierto que este amor no est libre de periodos difciles. Ninguna
vocacin lo est. Sin embargo, con San Pablo considero que los sufrimientos del
tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelar en
nosotros (Romanos 8:18). Hay gloria en el llamado de un hombre a ser esposo.
18 Papa San Juan Pablo II, Catequesis sobre el amor humano, 100:6
19 San Josemara Escriv, Camino
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Cuando el gran San Juan Pablo II hablo de un significado del cuerpo como esposo, el
implicaba que todos los hombres estbamos llamados de alguna manera al amor de
esposo.20 Esto es, un amor comprometido, un amor que da la vida buscando el bien
de aquellos a quienes el hombre se ha comprometido. Cuando un hombre es llamado
a un amor de esposo en matrimonio y a la vida en familia, el sacerdocio o la
consagracin al Seor; ese hombre es llamado a una vida grandiosa y reveladora. De
hecho, si huimos de esta batalla debido a sus desafos, nos quedaremos vacos.
Aquellos que lleguen al juicio de Dios, despus de esta vida, sin las cicatrices de un
esposo sacrificado, tendrn su hombra en baja estima cuando oigan hablar a aquel
que luchara con nos.21
Djenme hablar especficamente a los hombres llamados al amor conyugal en el
matrimonio. Este es un llamado a la dignidad y belleza de la unin que simboliza el
amor de Cristo como esposo por la Iglesia. San Pablo explica esto en sus instrucciones
para los esposos al decir:
Maridos, amen a su esposa, como Cristo am a la Iglesia y se entreg por ella,
para santificarla. El la purific con el bautismo del agua y la palabra, porque
quiso para s una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningn
defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo modo, los maridos deben amar a
su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a s mismo.
Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. As hace
Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. Por
eso, el hombre dejar a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos
sern una sola carne. Este es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo
y a la Iglesia (Efesios 5:25-32).
El matrimonio en Cristo no es solamente una actividad humana. Es ms alto; es un
gran misterio. El deseo humano de amor es, en cierta forma, un deseo de amor
infinito y eterno. En el sacramento del matrimonio el amor humano es atrapado en el
amor infinito y eterno de Dios.22 Hombres Esa es la gloria! Llamado al matrimonio,
ustedes son llamados a ser Cristo para su esposa. Debido a que este amor los une
sacramentalmente al amor infinito que Cristo tiene por cada uno, su matrimonio
sacramental se sobrepone a los lmites del matrimonio natural y alcanza el infinito y
eterno carcter al que todo amor aspira.
20 Papa San Juan Pablo II, Catequesis sobre el amor humano, 14:5
21 Shakespeare, Enrique V, Acto IV, Escena 4
22 Gaudium et spes, 48
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Djenme aqu recordarles las palabras cruciales de Jesus al decir el que mira una
mujer desendola, ya cometi adulterio con ella en su corazn (Mateo 5:28). Ellas
me llevan a un llamado especfico de atencin sobre esos actos (equivocadamente)
considerados como normales e incluso alentados por la cultura de hoy. Me refiero a
la pornografa y la masturbacin. Los efectos dainos de estos hbitos escondidos y
narcisistas entrenar al hombre en una manera que es exactamente opuesta al amor.
El aprende a usar a otros. En vez del amor vivificante y de auto entrega, se contenta
con placeres egostas y estriles. Recordemos las palabras de Jess:
Ustedes han odo que se dijo: "No cometers adulterio". Pero yo les digo: El
que mira a una mujer desendola, ya cometi adulterio con ella en su corazn.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasin de pecado, arrncalo y arrjalo lejos
de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu
cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha es para ti una ocasin de
pecado, crtala y arrjala lejos de ti; es preferible que se pierda uno solo de
tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno (Mateo 5:
27-30).
Aqu, de manera proftica Jess se anticipa a la pornografa moderna que alimenta la
lujuria de los ojos. Jess usa palabras fuertes, hiprbolas, que los hombres se
arranquen los ojos y corten su mano, para dejar claro que hay que actuar con
urgencia. La pornografa no solo pone al hombre en peligro de Infierno; adems
destruye los lazos con su esposa como lo hace el adulterio. Piensen en la pornografa
como nada menos grave que el adulterio. El intentar amar a otra persona mientras se
practican estos actos narcisistas, sin ser transformados por la misericordia, de seguro
acarreara graves daos.
Al luchar con las tentaciones pornogrficas es importante considerar los factores que
rodean la tentacin. Para la mayora de los hombres estos incluyen la soledad, el
aburrimiento, el enojo, la inseguridad, y el estrs. Con solo entender el contexto de
la tentacin, e invitar a Dios a que envi Su gracia empezaremos a superar las tcticas
del diablo. El Sacramento de la Confesin es el lugar de apoyo y gracia
superabundante. Jess dijo Felices los que tienen el corazn puro, porque vern a
Dios (Mateo 5:8). Esta no es solo una promesa con respecto al Cielo! Esta promesa
empieza ahora, en nuestra vida diaria. Los santos son testigos de puestos a prueba en
esta verdad. Creando pureza en el corazn, ustedes hombres, no solo vern a Dios en
las mujeres de su vida pero tambin en ustedes mismos la imagen de Dios!.
Incluso si la obscuridad parece insuperable, Cristo nunca nos abandona. Como
sacerdote, atesoro el encuentro honesto en la confesin con aquellos que quieren la
sanacin del Seor. Es una bendicin trabajar con hombres que quieren cambiar esta
tendencia falsa a un autentico amor.
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Imagnense junto conmigo que distinto seria el mundo para nuestras esposas,
hermanas, e hijas si los hombres vivieran esa fuerza interior de la castidad. Hoy da,
omos del alto ndice de abuso sexual en la sociedad especialmente en los planteles
universitarios. No es este el momento de una renovada castidad masculina? No es
este el momento para que los hombres produzcan la virtud de la templanza por medio
del ayuno y la oracin entre hermanos? Es el momento de considerar con mayor
profundidad la proclamacin de San Juan Pablo II Dios le da a cada hombre como
tarea la dignidad de cada mujer.
La castidad masculina es unaobra que dura toda la vida27 que nos dara orgullo
emprender! Imagnense estar ante el trono de Dios el da del juicio. Los grandes
santos del pasado, que lidiaron con el pecado a su manera, tal vez se diran uno al
otro Nosotros lidiamos con las dificultades de la lujuria en nuestros tiempos, pero
estos hombres del siglo 21. Estos pocos tuvieron la dicha de luchar con la bestia muy
de cerca! No solo eso, tendremos la dicha de haber ayudado otros hombres a
nuestro alrededor a buscar el autodominio, ya que eso se consigue mejor entre
hermanos. Yo los aliento a que pongan de lado sus miedos e inseguridades los cuales
impiden que le hagan frente a la lucha por la castidad. Cristo espera para ayudar a
formar a los hombres de acuerdo con Su propio corazn en cada confesionario de la
Iglesia en casa Misa donde el poder de Su Sangre derramada en la cruz se ofrece en
Santa Comunin. Solo un hombre formado segn el corazn de Cristo podr
mostrarnos al padre (Juan 14:8).
Tercera pregunta: Por qu la paternidad, entendida en su totalidad, es crucial
para cada hombre?
La Paternidad es Esencial
Ahora tomemos el tema vital de la paternidad. La paternidad cambia la historia. En
el evangelio segn San Mateo, cuando Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de
Jacob; Jacob, padre de Jud y de sus hermanos, 42 padres nos llevaron a Jose, el
padre adoptivo de Jesus. En las palabras de San Juan Pablo II, la paternidad es
esencial para el florecimiento del mundo:
Revelando y reviviendo en la tierra la misma paternidad de Dios (Efesios 3:15),
el hombre est llamado a garantizar el desarrollo unitario de todos los
miembros de la familia. Realizar esta tarea mediante una generosa
responsabilidad por la vida concebida junto al corazn de la madre, un
compromiso educativo ms solcito y compartido con la propia esposa (Gaudium
Et Spes, 52), un trabajo que no disgregue nunca la familia, sino que la
promueva en su cohesin y estabilidad, un testimonio de vida cristiana adulta,
27 Catecismo de la Iglesia Catlica, 2342.
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tan sordos a quienes han luchado y que ahora tienen sabidura que ofrecerles a sus
hijos y nietos. No se lo crean. Los abuelos importan mucho.
Tengo el privilegio de llevar el nombre de mis abuelos, Thomas Tighe Olmsted y P.
James Hughes. Adems de mi papa, cada uno de mis abuelos fue un padre para m.
Mi abuelo Jim saco fuerzas de su fe catlica para enfrentar con dignidad y esperanza
la muerte temprana de su esposa, mi abuela, quien falleci de cncer. Sin caer en la
desesperanza, o autocompasin, el lucho con todas sus fuerzas para mantener a una
familia de seis unida, y para proveer por sus hijos. De ellos, la ms joven era mi
mama. Todo esto sucedi durante el difcil tiempo de lo que despus se conoci como
La Gran Depresin. Las memorias que mas atesoro de mi abuelo Jim son su espritu
pacifico, su humor irlands y su devocin sincera hacia la Iglesia. Mi abuelo Tom tuvo
un mayor impacto en mi vida, a pesar de que nunca fue bautizado. A su lado, aprend
a cuidar de los arboles de nogal, a cuidar de las sandias y calabazas, de los caballos y
el ganado, de las gallinas y los cerdos. Dentro de todas las actividades necesarias
para sobrevivir en nuestra granja, aprend de mi abuelo Tom y de mi padre la
importancia de ser buenos vecinos, de decir la verdad sin importar el costo, y de
tener un profundo respeto por la madre naturaleza. Cuando fui ordenado sacerdote,
escog una frase bblica para las tarjetas de mi primera Misa, la cual captur todo lo
que aprend de mi abuelo. Es del profeta Miqueas (6:8), qu exige de ti el Seor:
nada ms que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu
Dios.
Abuelos, ustedes son un don esencial y atesorado por sus familias, y los aliento a
continuar siendo fuertes, a compartir su visin, y a pelear por ellos. Recuerden al
abuelo terreno de Jesus, San Joaquin, quien vivi una vida fiel a Dios. En sus aos
avanzados Dios Padre bendijo a Joaquin y a su esposa, Santa Ana, con el gran regalo
de Maria, nuestra Madre Bendita. Que cada abuelo recuerde que incluso cuando la
rutina diaria parezca insignificante, no conocemos los grandes planes que Dios tiene
para los ltimos das de nuestras vidas.
Esperanza en la sombra de la paternidad perdida
Y ahora quisiera dirigirme a decirle unas palabras aquellos de ustedes, mis hijos,
quienes han sufrido en su propia vida la ausencia de un padre. Hay muchas razones
por las que los hombres dejan su puesto, o incluso, al permanecer en el, estn
distantes; y una de ellas es la falta de una experiencia positiva de paternidad en sus
propias vidas. La Iglesia siempre est llamada a revelar a Dios Padre. Esa herida en
su corazn puede que aun no haya cerrado. Ciertamente, la ausencia de un padre
nunca es el plan de Dios. Pero no se desanimen, y no pierdan las esperanzas.
Permtanle a Cristo que les muestre al Padre que nunca abandona a Sus hijos, pero
que incluso ofreci a Su propio Hijo amado. Si aun no lo han hecho, Cristo los guiara
para ver a su padre como El lo ve. El no los dejara sin la gracia necesaria para
perdonar y sanar. Esto podra suceder en conjunto con las gracias ofrecidas por sus
padres espirituales, sus sacerdotes, en el Sacramento de la Reconciliacin. Al
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descubrir la paternidad de Dios Padre, nuestro amoroso, Padre Eterno, sern testigos
del nico padre que nunca falla.33
Finalmente, quiero ofrecerles una palabra especial para esos hombres que saben que
han fallado en su paternidad, que en cierto grado somos cada uno de nosotros. Esto
puede suceder por adiciones, abandono, conflictos maritales, desprendimiento
emocional y espiritual, fracaso al guiar a la familia en la fe, aborto, abuso fsico o
emocional o un sinfn de maneras en las que obscurecemos la imagen de Dios el Padre
amoroso. Yo me presento ante ustedes como un padre imperfecto que le pide a Dios
Padre que llene los espacios que dejamos vacios en la misin masculina ms grande de
todas. Es muy importante identificar la tctica del enemigo de traer desesperacin
que abanemos nuestra paternidad por completo por nuestros pecados. Hijos mos,
nunca nos demos por vencidos! Oren y sean renovados en el sacramento de la
Reconciliacin. Cristo nos fortalece en la Confesin y en la Santa Eucarista para
dedicarnos a reconstruir la paternidad de la manera que sea posible.
Conclusin: Enviados por Cristo
El mejor amigo de San Gregorio Nacianceno fue San Basilio. Cuando eran hombres
jvenes, como en sus aos veinte, su bsqueda personal hacia un entendimiento ms
profundo de la fe cristiana los llevo por caminos separados a Constantinopla. Pronto
desarrollaran un profundo respeto mutuo que Gregorio describi de la siguiente
manera, Si esto no es mucho para m decir, fuimos la regla y modelo de cada uno por
medio del cual aprendimos la distincin de lo que est bien y lo que no.34 Su
amistad inspiro a cada uno a crecer en la virtud y la libertad, a estar menos
preocupados por s mismos y ms dispuestos a poner su vida al servicio de otros.
Espero que cada hombre al leer esta exhortacin experimente, si aun no lo ha hecho,
la bendicin de los buenos amigos como estos. No puedo imaginar lo que sera mi
vida sin los buenos amigos que Dios me ha dado.
Tambin espero, que tomen lo que es de ayuda en este mensaje, lo lleven consigo
ante el Seor en oracin; y sigan adelante confiados en su vocacin masculina.
Nuestra vida en Cristo no es una vida de que hacer y que no hacer; es ms bien
una aventura en la libertad verdadera. Abracen esa libertad para poner sus vidas al
servicio de Cristo, empezando en su hogar e irradindola hacia el mundo.
Dnde est la fe de nuestros padres hoy?
Al escribir esta exhortacin, se hacen pblicos una serie de videos que documentan
las practicas barbaras de la venta de partes de bebes por parte de Planned
Parenthood. Como esta agencia infame recibe cada ao alrededor de medio milln de
dlares del gobierno de los EE.UU. para continuar con su masacre a los inocentes,
ningn ciudadano americano, y ciertamente ninguno de nosotros hombres, puede
permanecer callado frente a esta deformacin de nuestros tiempos. Tenemos que
dejar de permanecer al margen, levantarnos, e ir al frente de la defensa de la vida.
Necesitamos fe como la de nuestros padres quienes defendieron a los hijos de las
33 Adaptado de Evangelium Vitae, 99
34 Sobre San Basilio el Grande, Oratoria Funeraria (Los Padres de la Iglesia, Vol. 22), 27
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