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Parlamentarismo y Presidencialismo

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México:

Régimen presidencialista o
Régimen parlamentario

“No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea


práctico.” Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego

Sumario

1.- Introducción.

2.- Régimen presidencialista y sus alternativas.

3.- Régimen parlamentarista y sus alternativas.

4.- Ventajas y desventajas de los regímenes.

5.- El régimen presidencial: un sistema cuestionado.

5.- Cambio de régimen presidencialista a un régimen


parlamentario. Razones invocadas e inconvenientes.

6.- Valoración del cambio.

7.- Conclusiones.
1.- Introducción.

Con el transcurrir del tiempo se ha tratado de dar una solución


para la problemática, y lógicamente a las consecuencias de la misma, de
la actual forma de gobierno en México. Ha surgido la propuesta hecha
por algunos juristas, filósofos del derecho, incluso hasta por políticos
menores la sugerencia a un cambio del régimen, a una transformación
del régimen presidencial a un régimen parlamentario.

Para poder examinar esta propuesta será necesario abordarlo en


toda su magnitud o en su gran mayoría, empezando desde los orígenes,
el desarrollo y la crisis actual del presidencialismo mexicano, los tipos de
sistemas o regímenes, ventajas o desventajas de los mismos,
antecedentes sociológicos para México en las circunstancias políticas
actuales.

El parlamentarismo es un tema muy recurrente, este tema ocupa


un lugar obligado en la mesa de discusiones, por ser un tema que tiene
para los gobiernos de toda Latinoamérica algo mágico y de ilusión, el
cual es visto como una fórmula política prestigiosa, lo toman como un
remedio fantástico para superar la disfuncionalidad del sistema.

Este parlamentarismo, muchas veces utópico, olvida que el


régimen político es integrado por protagonistas que si son los mismos
que hoy actúan en este régimen, y conservan sus mismos hábitos y
actitudes lo más probable es que en lugar de que ellos se adapten a un
futuro parlamentarismo acomoden este a sus costumbres
presidencialistas.

El parlamentarismo requiere, además de un organigrama de poder


parlamentaristas genuinos que lo protagonizan, si esto no es asi, si es
dirigido por actores presidencialistas será una muy mala pieza en el
sistema político.

2.- Régimen presidencialista y sus alternativas.

El sistema presidencialista caracterizado por la división de


poderes, los cuales son divididos en tres órganos: el poder ejecutivo, el
poder legislativo y el poder judicial. Una separación que va también
acompañada de una separación de funciones, sin embargo algunas de
las mismas requieren la colaboración de más de uno de ellos.

El poder ejecutivo y el legislativo, a diferencia del poder judicial,


tienen un modo particular de elección. Cada uno de ellos está dotado de
autonomía y de una autorregulación, es decir ninguno puede
sobreponerse al otro, tienen que ajustarse a los medios que establece la
constitución para la colaboración mutua en ejercicio de algunas de sus
funciones. Estos dos poderes duran en su cargo por un periodo
determinado que es establecido por la constitución.

El Presidencialismo es un régimen en el cuál el poder ejecutivo es


ostentado por el presidente de la república, que detenta
simultáneamente las funciones de jefe de estado y jefe del gobierno, en
este sistema el jefe de estado no es designado por el órgano legislativo
sino que es elegido directamente por la nación mediante sufragio
universal. Existe, en teoría, una completa separación entre los tres
poderes.

Este tipo de régimen fue creado por los inmigrantes ingleses, que
huían de los excesos de la corona, y fue como llegaron a la costa este
de EEUU. Crearon una constitución con el objetivo de evitar el
despotismo del poder legislativo y del absolutismo del poder ejecutivo.
Produciendo asi un nuevo sistema de gobierno. De aquí surgió la
doctrina de la separación de poderes, y el uso de pesos y contrapesos
entre los poderes.

Las características del sistema presidencial son:

a) Jefe de estado y Jefe de gobierno concentrados en una misma


persona, el presidente.
b) Titular del poder ejecutivo electo mediante el sufragio universal de
todos los ciudadanos en aptitud de votar y, en contadas
excepciones, por un colegio electoral.
c) El titular del ejecutivo y su gabinete son totalmente
independientes del poder legislativo, en virtud de que constituyen
poderes distintos y electos en forma separada.
d) Los funcionarios titulares del ejecutivo como del legislativo
cumplen con un periodo fijo de funciones, por lo que ni el
congreso tiene capacidad para destituir al presidente como ni el
presidente tiene la capacidad de disolver al congreso.
e) El poder ejecutivo es unipersonal, diferente a como en el sistema
parlamentario.
f) El presidente libremente nombra o sustituye a sus ministros o
secretarios, quienes solamente son sus colaboradores.

Este sistema se ensaya por primera vez en EEUU y luego se


exporta a otros países, como es el caso de México, este influenciado
también por la cultura del caudillismo, en el triunfo del un caudillo de la
revolución: Venustiano Carranza, el cual en su propuesta promovida
ante el constituyente dio ideas en las que se plasma un excesivo poder
al ejecutivo frente a los otros dos poderes, es decir la supremacía del
presidente de la república. Poco después México entra en un periodo de
presidencialismo absoluto, donde el presidente concentro facultades
constitucionales excesivas además de las políticas por ser el líder del
único partido; concentrado todo este poder en el ejecutivo, este se
encargaba de designar a todos los funcionarios públicos (miembros del
congreso, ministros de la suprema corte de justicia, los gobernadores de
los estados, los presidentes municipales, etc.) la estructura de la nación
sometida a la voluntad del presidente.

Empezando a hacer un examen riguroso del régimen


presidencialista, podemos citar a Riggs quien apunta que ningún país del
primer mundo, exceptuando a los Estados Unidos, o del segundo ha
adoptado un sistema presidencialista; contrariamente a como se ha
establecido en los países tercermundistas, donde ha sido aceptado por
más de treinta naciones el presidencialismo.

Al hablar de presidencialismo lamentablemente pensaremos en


una serie de problemas tales como bajos ingresos per cápita pero sobre
todo la inestabilidad política puesto que la mayoría de los países con
este régimen han tenido quiebras institucionales. Estado Unidos sigue
siendo la clásica excepción incluso a las experiencias antidemocráticas
que son vividas en los países con régimen presidencialista. En cambio la
inestabilidad y autoritarismo en los países parlamentaristas es menor;
podemos deducir que el presidencialismo es naturalmente malo y por
excepción bueno y contrariamente el parlamentarismo es de naturaleza
buena y ocasionalmente malo. Luego entonces es increíble ver cómo es
posible que un país de primer mundo, como lo es Estado Unidos, y con
un gran desarrollo de gobernabilidad puedo manejarse muy bien como
sistema presidencialista.

Se puede añadir otro punto a nuestro examen de sistemas: los


estados presidencialistas se imaginan un tránsito hacia el régimen
parlamentarista, sin embargo ningún país parlamentarista programa un
cambio hacia el presidencialismo.

Ahora bien podemos nombrar los tipos alternativos al sistema


presidencialista tomando como punto de apoyo el sistema de Nogueira,
debemos empezar por el presidencialismo autoritario, el cual tiene una
fuerte concentración de poderes en el presidente, una falta de
competencia política abierta y, excepción total de este tipo de sistema,
la facultad de aquel de disolver el congreso; y el otro que es de un corte
democrático, que contrario sensu permite la alternancia política y el libre
juego electoral, y los poderes del ejecutivo son mucho más reducidos.

Después derivando de los tipos democráticos, Nogueira al hacer su


examen detecta en América Latina distintos tipos de posturas;
primeramente nos habla de un presidencialismo puro, en el cual el
presidente tiene la facultad de nombrar y remover libremente a sus
ministros o secretarios, además tiene facultades colegisladoras y
también influye en la designación de los jueces. Otro además llamado
parlamentario en el que el congreso tiene la facultad de remover a los
ministro mediante votos de censura o los rechazos de votos de
confianza; un tercero que lo llama presidencialismo dirigido podríamos
dar el ejemplo de nuestro país, presidencialismo dirigido mediante un
partido político hegemónico y por ultimo un parlamentarismo
semipresidencial, concretamente establecido en Perú, donde al lado del
presidente coexiste un presidente del consejo de ministros, removible
por la cámara de diputados a través del voto de censura, sin perjuicio de
su destitución por el presidente de la república, y con significativas
atribuciones en el manejo de los servicios públicos, además de muchas
más competencias.

3.- Régimen parlamentarista y sus alternativas.


El régimen parlamentario tiene su origen en Inglaterra como un
gobierno de asamblea, de la cual ahora no queda más que un simple
recuerdo, pues fue sucedido. A este tipo de gobierno se caracterizó por
los siguientes puntos:

a) La asamblea legislativa, la cual era elegida por el pueblo, estaba


dotada de un poder y dominio absoluto sobre todos los demás
órganos estatales.
b) El poder ejecutivo también estaba sometido a la asamblea, esta lo
podía designar o destituir.
c) Todos los órganos sometidos al poder de la asamblea, por lo que
ninguno podría interferir en la autonomía ni en el monopolio del
poder ejercido por la misma.
d) No se podía disolver al parlamento, excepcionalmente había una
disolución por parte del electorado soberano.

Ahora en la actualidad, lo que podemos decir de este sistema es


que se basa en la distinción, mas no es una separación, de poderes, en
especial, el poder ejecutivo y el poder legislativo. Los regímenes
parlamentarios deben su nombre a su principio básico: el Parlamento es
soberano. El gobierno tiene la facultad de participar en la función
legislativa, aunque solo tenga la iniciativa de las leyes. El poder
ejecutivo se presenta dividido, entre un presidente o monarca,
responsables políticamente en menor medida, y un premier que es
nombrado por el jefe del estado, con el apoyo y la confianza del
parlamento.

Es muy necesario e indispensable decir, que el parlamento es el


centro fiscalizador del poder. Este tipo de régimen se presenta como el
sistema clásico del equilibrio y colaboración de poderes.

Dentro del régimen parlamentario podemos hacer algunas


distinciones: El parlamentarismo dualista: se caracteriza por la nota del
equilibrio de poderes; el jefe del estado tiene encomendados funciones
políticas importantes; el jefe de gobierno es responsable ante el jefe del
estado y ante el parlamento, en este caso podríamos hablar de un
premier medio. El parlamentarismo monista: en el diálogo político
fundamental se mantiene entre parlamento y gobierno; en resumen, el
jefe de estado queda como simple magistratura moral, aquí vemos las
facultades extensas al premier, podemos hablar de un régimen con
maxi premier, del cual hablaremos más adelante; El régimen de
gabinete: sus características son igual al sistema monista, pero con la
nota de que el gobierno o gabinete es una representación del partido
que posee la mayoría en la cámara.

Actualmente este tipo de régimen de gobierno cuenta además con


otras características, que son las siguientes:

1) Caso contrario al régimen presidencialista, la jefatura del estado y


la del gobierno se encuentran separadas, la primera es por
sucesión, designación o elección directa de un órgano
determinado. Y la segunda le corresponde a un sujeto el cual
puede tener distintos títulos oficiales, dependiendo de la nación
(primer ministro, premier, presidente del gobierno, canciller, etc.)
el cual es electo por el parlamento.
2) El gobierno está constituido por los jefes del partido con mayor
apoyo electoral, o de los partidos que formando coaliciones cuenta
con una mayoría en la que el poder gubernamental se concentra
en la figura del primer ministro.
3) No hay una dualidad del origen popular y legitimidad democrática
entre gobierno y parlamento.
4) El periodo en que los gobernantes están en funciones, no es un
periodo fijo, sino que dependerá del voto de confianza o de
censura emitido por el parlamento para ratificar o destituir al
premier y a su gabinete.
5) El gobierno está formando de tipo gabinete, es decir, las
decisiones que tomen serán de forma colegiada y con el apoyo y
responsabilidad de todos los ministros.
6) En este caso el parlamento puede destituir al primer ministro, y
éste a su vez puede recomendar la disolución del parlamento.

Ahora veremos que un régimen que cuenta con un premier puede


estructurarse de diversas maneras, tomando la clasificación que hace
Carlos S. Nino, dando las siguientes posibilidades:

a) Países con un premier facultativo para el presidente;


b) Países con premier obligatorio, según la constitución y de acuerdo
a este derivan dos:
a. No hay una responsabilidad parlamentaria del premier,
solamente será removible por el presidente.
b. Hay una responsabilidad parlamentaria del primer ministro.

Podemos añadir que existen naciones en las que el primer ministro


es responsable simultáneamente ante el presidente y ante el
parlamento, a este se le llama parlamentarismo orleanista.

Tenemos una segunda clasificación, la cual atenderá a las cuotas


de poder, entre el premier y el presidente. En este sentido se distinguen
tres opciones:

I. El maxi premier, en la cual las facultades entre el presidente y el


premier serán divididas, vgr. al primero le tocaran el 20% de sus
competencias, y al segundo un 80%.
II. El premier medio, donde las atribuciones, o el peso político
otorgado a estos tendrá una equivalencia, es decir serán del 50%
del capital político.
III. Y por último el mini premier, caso contrario al maxi premier,
donde las facultades del primer ministro serán reducidas a un 20%
y las del presidente se elevaran a un 80%. Aquí la cuota de
autoridad del premier es evidentemente muy reducida.

4.- Ventajas y desventajas de los regímenes.

A continuación haremos un pequeño estudio de las ventajas


desventajas que traen consigo cada uno de los regímenes, esto ayudara
para la elección entre los dos esquemas de gobierno, parlamentarista o
presidencialista.

Es necesario desde un principio recalcar que ambos regímenes


cuentan con aspectos positivos y aspectos negativos; y cada uno de
ellos tendrá que pagar costos, costos inexorables puesto que ningún
régimen es perfecto en sí mismo, y para determinarlo resulta tanto
indispensable como necesario hacer frente a determinadas inversiones.

Ahora examinemos las ventajas que puede brindar cada sistema:

Presidencialismo Parlamentarismo

1.-Coherencia y rapidez en la 1.-Flexibilidad del sistema


adopción de decisiones 2.-Poder moderado

2.-Conducción 3.-Alternancia política

Y ahora si nombramos sus aspectos positivos, debemos hacer


referencia también a sus defectos:

Presidencialismo Parlamentarismo

1.-Rigidez eventual y 1.-Transitoriedad de los

quiebra del sistema. gabinetes.

2.- Cesarismo presidencial. 2.- Desconcierto sobre las

3.- Demagogia presidencial. políticas estatales.

4.- Alternancia renuente. 3.- Inoperancia.

5.- Bloqueos entre el

presidente y el congreso.

Haciendo una sinopsis entre los activos y los pasivos de cada uno
de los regímenes, podemos notar que en principio el presidencialismo
privilegia el valor de la operatividad, sin embargo cuenta con
desventajas como son la tendencia al autoritarismo y la inestabilidad
sistémica. Por otra parte el régimen parlamentarista por su lado le da un
mayor valor a la estabilidad y la libertad, dando este ultimo como
consecuencia de la dispersión del poder ejecutivo entre ambos
funcionarios, es decir entre el presidente y el premier; pero también
cuenta con aspectos negativos o como riesgo principal con la
inoperancia.

Mas no podemos quedarnos aquí, puesto que esta clasificación de


ventajas y desventajas es muy vaga, y en casos excepcionales no es
cierta en los hechos; cómo podemos ver, en el sistema presidencialista
para lograr la operatividad, la cual es su principal valor, se concentran
una serie de poderes en el titular del poder ejecutivo, es decir en el
presidente, logrando asi convertir al poder ejecutivo en un poder
preponderante; mas si el presidente, en el cual se han encomendado los
poderes, es inepto, el régimen terminara siendo totalmente ineficaz.
También si el presidente llegara a una gran colisión con el poder
legislativo, con las cámaras, el régimen será en buena medida
inoperante incluso para la adopción de decisiones, por el mutuo bloqueo
que habría por parte de ambos poderes.

Por otra parte el parlamentarismo no siempre proporciona


estabilidad política y gobiernos moderados, es decir la libertad puesto
que si los gabinetes son muy transitorios o no aciertan con un mínimo
de operatividad y eficacia en su gestión, es muy probable que el sistema
entre en crisis, termine inestable o hasta extinto. Recordando lo que
decía Riggs acerca de las experiencias autoritarias, un tercio de los
regímenes parlamentaristas han tenido experiencias de golpes militares.
Incluso han existido naciones parlamentarias de tipo Marxista que
solamente han proporcionado gobiernos parlamentarios autoritarios: el
parlamentarismo puede servir para el apoyo de una ideología autoritaria
o totalitaria.

Ha ocurrido que en ciertos casos el sistema parlamentario


solamente ha sido utilizado como una herramienta destinada a alcanzar
objetivos específicos ajenos al mismo régimen. Esta situación de tener
la suerte de manipulación ideológica reduce un gran sistema político a
una mínima expresión donde podríamos denominarla como medio o
instrumento para enfrentar situaciones históricas concretas, que genera
en estas naciones una especie de parlamentarismo coyuntural, que es
inciertamente genuino, y cuando alcanza su objetivo ciertamente pierde
su razón de ser, ya no hay razones que lo motiven.

Este parlamentarismo coyuntural es solamente un fenómeno


episódico, debe examinarse y analizarse con cuidado, haciendo una
clara distinción del sistema parlamentario estructural o mejor
denominado permanente. Sin embargo los meritos y los defectos que se
tenga del primero, del coyuntural, para la atención de conflictos
particulares, no pueden ser trasladados al segundo.

5.- Cambio de régimen presidencialista a un régimen


parlamentario. Razones invocadas e inconvenientes.
*Ahora nos enfocaremos al estudio de las razones para la
transformación del régimen político presidencialista en uno
parlamentario. Hay autores quienes abogan por el cambio y nos han
ayudado para el desarrollo de tales argumentos, los cuales hemos de
ver a continuación:

a) Se les confiere una continuidad política a los buenos gobiernos.

El primer y central argumento afirma que el régimen


parlamentario permita la continuidad de los buenos gobiernos, porque
mientras estos gocen de la confianza del parlamento se podrían
mantener indefinidamente en el poder. Aquí se pueden citar los casos de
Helmuth Kohl en Alemania y Felipe González en España, entre algunos
otros. Contrariamente el sistema permite que los malos gobiernos sean
reemplazados antes del vencimiento que les corresponde hablando del
periodo constitucional, situación que es imposible en el régimen
presidencialista, aquí encontramos entonces una increíble ventaja.

Este argumento es cierto, pero hasta cierta situación, pues como


hemos notado a lo largo de la historia, los gobiernos de una larga
duración terminan siendo corruptos. Evidentemente los mismos
ejemplos dados son pruebas indiscutibles de que quien ejerce el poder
por mucho tiempo quiere abusar de él. Históricamente se ha
demostrado que la existencia de gobiernos por largos periodos termina
corrompiendo a los gobernantes y a sus partidos.

Otra deficiencia que podemos encontrar en este argumento es


que, salvo que exista un partido muy poderoso o que existan coaliciones
muy fuertes, la regla del sistema parlamentario es la inestabilidad, tal y
como lo mencionamos en las desventajas de este sistema.

b) Se crea la carrera parlamentaria.

Este argumento que permite la existencia de una carrera


parlamentaria, es decir la profesionalización del órgano legislativo; sin
embargo podemos ver que en el sistema presidencialista de EEUU se
maneja de esta manera, podría aprovecharse este argumento en los
demás países que no se maneja de esta forma.
c) Se terminaría con los personalismos en la política.

Este argumento se basa en que en el régimen presidencial se


adoptan una serie de personalismos que son del todo inconvenientes, en
cambio en el régimen parlamentarista se permite la consolidación de
partidos ideológicamente consistentes.

Ahora bien si es cierto que en el régimen presidencialista se


adoptan personalismos, podemos decir que estos no son únicos de este
régimen puesto que este comportamiento no se forma en el régimen, se
forma en los sujetos, el fenómeno del personalismo en la política
obedece más bien a razones de liderazgo. Podemos decir que siempre
que exista un líder carismático, muy independientemente del régimen
de gobierno que se haya adoptado, se puede producir el fenómeno de
personalismo.

d) Existirán mecanismos de control político más eficientes sobre el


gobierno, evitando asi la concentración excesiva del poder.

Este argumento se sustenta en un elemento estructural del


régimen parlamentarista, es decir, como los miembros del gobierno
forman parte a su vez del parlamento, será mucho más fácil poder
ejercer algún mecanismo de control sobre ellos, sobre el poder
ejecutivo, a través de diferentes medios, como pueden ser:
principalmente el voto de censura, las horas de preguntas, las
interpelaciones ministeriales y las comisiones de investigación.

Ahora bien, podemos empezar diciendo que los medios de control


político no son exclusivos del régimen parlamentario, hacemos alusión al
país que mejor funciona con el régimen presidencialista, Estados Unidos
funciona con controles políticos que realmente han funcionado, desde
hace ya mucho tiempo atrás, y mucho mejor que los sistemas de control
en regímenes parlamentarios europeos, estamos hablando del sistema
de control que son las comisiones especiales de investigación.

También vemos que los demás mecanismos de control no son del


todo incompatibles con el sistema presidencialista, excepcionalmente del
voto de censura. De hecho tales medios de control del sistema
presidencialista constituyen instrumentos valiosos, y en ciertos casos
funcionan muy bien para controlar los excesos del sistema
presidencialista, en concreto, las acciones del poder ejecutivo.

e) Las democracias más maduras han adoptado los regímenes


parlamentarios.

Y por ultimo hablamos de que en las naciones más maduras, en


sus democracias se han adoptado regímenes de tipo parlamentario, tal
es el caso de Inglaterra y Francia.

Aquí de nuevo encontrando divergentes al argumento, pues


podemos afirmar que la democracia más madura y consolidada en el
mundo se rige por un sistema presidencialista, estamos hablando de
nuevo de nuestro vecino del norte, Estados Unidos.

También podemos mencionar que, en el caso de Francia, existió


una consolidación en su régimen a mediados del siglo XX puesto que
paso de ser un régimen parlamentario a ser uno semipresidencialista.

En Inglaterra funciona muy bien el sistema parlamentario, esto se


debe a varias razones de tipo históricas como sociológicas, puesto que
esta fue la primera nación que adopto este tipo de régimen, mas no lo
adopto como una creación doctrinaria, sino que se fue dando como el
resultado de la evolución de doscientos años de su práctica.

Por último haremos mención a lo que Kelsen, pues para él la


democracia no podía ser más que parlamentaria, en el sentido de que el
órgano central dentro del estado debe de ser el órgano legislativo. A
esto podemos dar tres razones exclusivas: primero porque la
representación política tiene en el parlamento su expresión más fiel,
esto por tener una composición plural y heterogénea; en segundo lugar
porque el control político del gobierno solo puede hacerse en forma
permanente y ordinaria en el órgano legislativo; y por último, porque
solo a través del parlamento y sus discusiones es como las decisiones
del poder público pueden alcanzar el carácter de legitimas.
*Es tiempo de que comencemos a examinar los inconvenientes de
una propuesta de transformación. Pues existen razones históricas y
políticas que desaconsejan del todo la implantación del sistema
parlamentario.

a) La experiencia en el continente europeo.

La experiencia de las naciones que han adoptado este régimen,


nos demuestran que este presenta una serie de inconvenientes, los
cuales pueden llegar a desembocar en una ingobernabilidad.

Ahora nos enfocaremos en examinar los problemas habidos en


algunos de los países que adoptaron tal régimen: España, Francia y
Alemania. Con estos será suficiente para demostrar los problemas del
régimen.

En este caso la estabilidad del régimen político depende de la


paradoja de que una de las comunidades autónomas sea satisfecha en
sus pretensiones separatistas a expensas del estado español. Fue asi
como sucedió con el partido socialista obrero español cuando dejo el
gobierno en beneficio de la comunidad autónoma catalana.

Ahora hablemos acerca del parlamentarismo francés, el cual fue


calificado como el prototipo del parlamentarismo clásico, por la gran
inestabilidad que tenía en sus gobierno, cabe dar un solo ejemplo: en la
IV republica este conto con más de 25 gobiernos. Tal inestabilidad llevo
a que este régimen fuera cambiado en el año de 1958 hacia un régimen
semipresidencialista.

Por último hemos de citar el caso de Alemania, pues debido a los


problemas que produjo el establecimiento de un régimen
parlamentarista en la constitución de Weimar de 1919, inclusive
permitió que Hitler llegara al poder mediante el absoluto apego a los
mecanismos constitucionales previstos; después de esto en la
constitución de Bonn se consagro un modelo de parlamentarismo
controlado en el que no se permite la destitución anticipada del premier,
asi como la disolución anticipada del parlamento, situaciones que van
totalmente contrarias a las características centrales del
parlamentarismo.
b) La experiencia política mexicana.

En México sería muy difícil eliminar el sistema presidencialista,


puesto que este está demasiado acomodado en nuestro pueblo.
Llevamos practicándolo casi 100 años, lo cual ha dejado una marca en
nuestro país, marca que no puede eliminarse de un día para otro,
excepcionalmente de que existan razones demasiado poderosas para
ello.

Pensemos en que habría que comunicarles a los mexicanos que ya


no podrán elegir al jefe de gobierno, mediante un voto directo, sino que
tal elección la hará el partido político que obtenga la mayoría en la
asamblea legislativa, constituiría una ofensa muy grave para una parte
de la población; porque siendo realistas habría otra parte que ni siquiera
entendería lo que sucede o tal vez pensarían que se ha dado un golpe
de estado. El apoyo del pueblo no estaría a favor de una reforma de
este tipo.

Estructural y de Coyuntura.

Ha ocurrido que en ciertos casos el sistema parlamentario


solamente ha sido utilizado como una herramienta destinada a alcanzar
objetivos específicos ajenos al mismo régimen. Esta situación de tener
la suerte de manipulación ideológica reduce un gran sistema político a
una mínima expresión donde podríamos denominarla como medio o
instrumento para enfrentar situaciones históricas concretas, que genera
en estas naciones una especie de parlamentarismo coyuntural, que es
inciertamente genuino, y cuando alcanza su objetivo ciertamente pierde
su razón de ser, ya no hay razones que lo motiven.

Este parlamentarismo coyuntural es solamente un fenómeno


episódico, debe examinarse y analizarse con cuidado, haciendo una
clara distinción del sistema parlamentario estructural o mejor
denominado permanente.

6.- Valoración del cambio.

Para terminar con la elección entre un régimen presidencial o uno


parlamentario, debe usarse una serie de criterios de solución,
manejando los dos que nuestro autor maneja: un recurso a los
presupuestos sociológicos-políticos y el recurso al mal menor.
El primero se concretara a estudiar si en nuestro país existen
bases sociológicas y políticas para que un régimen parlamentario pueda
surgir, funcionar y persistir; pues si no existe una disposición social
hacia el régimen que se quiere adoptar, es muy probable que el
mecanismo fracase, por el desconocimiento de la sociedad a la misma.

Ahora veamos otras condiciones que exige el parlamentarismo:

I. Tener en cuenta que el poder ejecutivo será dividido en una


jefatura de gobierno y una de estado, lo que podría debilitar a
este órgano estatal.
II. Advertir que en un futuro podrían darse conflictos entre el jefe
de gobierno y el jefe de estado.
III. Tomar conciencia que el parlamentarismo importa una serie de
competencias extras que en el presidencialismo no tiene, y por
ende sus responsabilidades.
IV. Visualizar sobre las aptitudes que impone el parlamentarismo al
congreso; puesto que si para asumir los roles en un régimen
presidencialista este ha sido inepto, este comportamiento es un
mal pronóstico para la adopción de un régimen parlamentario
pues incrementan sus responsabilidades.
V. También tenemos que indagar en la predisposición que tiene la
clase política para vivir en un régimen parlamentario,
especialmente de los partidos políticos para ello. Hay que
eliminar las ideas de confrontación que tienen los partidos
políticos, por ideas de asociación obligatoria.

El recurso al mal menor, que es el otro presupuesto que debemos


examinar; aquí examinando las realidades empíricas de las
comunidades, se podrá dar otro punto de vista para saber qué sistema
resultaría menos dañoso.

Hay que decidir entre dos presupuestos, decidiendo podremos


saber qué sistema será el mejor a adoptar:

a) Régimen Autoritario, no puy estable, pero que brinde operatividad


en la toma de decisiones.
b) Régimen no muy operante, pero estable y probablemente
moderado.

7.- Conclusiones.

Se han dado una serie de planteamientos acerca de que si en


nuestro país debe hacerse un cambio en cuanto al régimen político,
teniendo al presidencialismo como defectuoso y autoritario, y al
parlamentarismo como una esperanza para subsanar todos los defectos
de nuestro actual sistema.

Ambos sistemas cuentan con puntos a favor y puntos en contra,


puede pensarse que el presidencialismo es muy operable, pero corriendo
los riesgos del autoritarismo y la inestabilidad. El parlamentarismo al
contrario ofrece estabilidad y un poder moderado teniendo el peligro de
ser inoperante. Aunque por la experiencia no siempre en estos
regímenes se cumplen los defectos.

Para poder elegir entre ambos regímenes hemos dado una serie
de defectos, ventajas, criterios de evaluación, asi se puede examinar
que sistema será más práctico y menos dañino.

A nuestro parecer es mejor el régimen parlamentario,


lamentablemente México no está preparado para adoptar un régimen de
esta forma, casi en todos los presupuestos positivos ha de fallar,
empezando desde la aceptación del pueblo, siendo desde mi punto de
vista lo más importante; este pueblo no está listo para adoptar tal
gobierno, sin embargo para evitar los abusos del ejecutivo y demás
incongruencias en el gobierno sería lo ideal que se cambiara, como
sabemos lo ideal no siempre podrá ser trasladado al mundo factico.
Bibliografía

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