9 Meses en El Paraiso - Alfred Tomatis
9 Meses en El Paraiso - Alfred Tomatis
9 Meses en El Paraiso - Alfred Tomatis
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Alfred Tomatis
9 meses en el paraso
Historias de la vida prenatal
ePUB v1.0
Carlos6 01.09.12
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Msica en la oscuridad
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Es grave?
Desde hace unos diez aos, la nocin de audicin intrauterina se ha convertido en un
tpico. Son innumerables los estudios sobre la familiarizacin prenatal con la
palabra, sobre la reactividad del recin nacido a la voz de la madre En Estados
Unidos, en este campo, Eisinberg ha llegado muy lejos. Los anlisis del
comportamiento del feto a travs de grabaciones intrauterinas se multiplican en todos
los pases, as como los estudios sobre el comportamiento del feto ante una
estimulacin acstica. Hoy en da, el feto vive bajo estrecha vigilancia:
electroencefalogramas, potenciales evocados, ecografas sencillas, ecografas en tres
dimensiones, fetoscopias
Cada da descubro artculos en la prensa en los que el autor se asombra del poder
que tiene la msica sobre los futuros recin nacidos. As, en el Diari de Barcelona
(octubre de 1988) un periodista seala que el jefe del servicio de obstetricia y
ginecologa de la Cruz Roja de Madrid ha constatado reacciones motrices en el feto
cuando ste escucha melodas suaves, como algunas piezas de Beethoven. El
Figaro Magazine del 22 de septiembre de 1989 relata otro experimento que se
desarrolla actualmente en el hospital universitario de Amsterdam, bajo la direccin de
la doctora Heleen Loggers. Al constatar que la exagerada aportacin de oxgeno
repercuta en las condiciones de supervivencia de algunos prematuros, a los mdicos,
medio en broma, se les ocurri poner msica en las incubadoras. Resultado: un
20% menos de consumo de oxgeno por parte de los recin nacidos y una mejora
evidente de su estado de salud.
Todo eso est muy bien y yo me alegro. Todas esas investigaciones confirman lo
que yo trataba de explicar hace mas de 40 aos: el feto escucha y desde los primeros
das de su vida tiene su propia capacidad cognoscitiva y su psicologa. Pero, insisto,
cuando empec a interesarme por esos fenmenos a mediados de los aos cincuenta,
no se sabia nada acerca de esto. Yo predicaba en un desierto de indiferencia y
hostilidad.
Los tiempos han cambiado y una nueva profesin de fe ha suplantado a la
ignorancia de entonces: ahora resulta que el feto no oye ms que los sonidos graves.
Partiendo de esa. informacin los psicoanalistas aseguran que el feto puede or la voz
del padre, y por lo tanto acceder al lenguaje desde la vida intrauterina. Esa actitud
obsesiva tiende a desposeer a las mujeres de su maternidad, a arrancarles pedazo a
pedazo ese poder fabuloso ante el cual el hombre se siente desvalido. Sin embargo
salvo en algunos casos de los que hablaremos ms adelante in utero slo se
percibe la voz de la madre. Al feto nada le importa el lenguaje, en esa masa sonora
que le rodea slo busca el amor, el afecto y la emocin que necesita. Este es el tema
de este libro.
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A pesar de ello, que todos los que investigan la neonatalidad en el mundo afirmen
que el feto oye constituye una verdadera victoria. En este libro relato todas las
dificultades que he tenido que salvar para sensibilizar al cuerpo mdico. As pues, en
el dilogo instituido entre la madre y su hijo se descubre esa dimensin prodigiosa
que es la comunicacin intrauterina Queda abierto el camino para seguir estudiando
ese do excepcional, analizar los sonidos que contiene la voz de la madre discernir el
vasto espectro de su emisin vocal y estudiar en particular los efectos de tal o cual
franja de audicin sobre el feto. Lo importante es descubrir qu es lo que el nio
puede asimilar e imprimir en su sistema neural. No se trata de meras sensaciones
"auditivas, sino de escucha, en su acepcin ms amplia. El embrio-feto no slo recibe
pasivamente los sonidos sino que aprehende, engrama datos, graba mensajes, analiza
situaciones, dialoga con su madre. Pero en esa nueva etapa del conocimiento de la
vida prenatal, an me siento muy solo.
Nadie, efectivamente, analiza los efectos de la voz materna in utero. Nadie se
interesa por las condiciones de su propagacin. El doctor Feijoo, por ejemplo, en un
experimento realizado en 1980 y que hoy sirve de referencia, coloc un altavoz frente
al vientre de una madre dirigido hacia la cabeza del feto y que difunda fragmentos de
Pedro y el lobo. Esa pieza se escogi por su gran riqueza en frecuencias graves.
Constat reacciones fetales significativas y tambin, despus del nacimiento, un
reconocimiento de esas seales sonoras que se traduca en un efecto calmante.
Cuando se coloca un micrfono en una cabina aislante y se arma todo el ruido
posible en el exterior, tan slo se captan las frecuencias bajas. Las paredes absorben
los agudos. Es una ley elemental de fsica acstica. Dicha constatacin no informa lo
ms mnimo acerca de lo que el feto realmente oye o escucha en el vientre de su
madre. La pared abdominal es una barrera de proteccin fantstica y se necesitan por
lo menos 110 decibelios para traspasarla (o sea el equivalente de un altavoz
difundiendo msica a todo trapo!) Cuando llegan, los sonidos ya no tienen la misma
intensidad ni la misma calidad.
Con el pretexto de que el padre participa en el nacimiento, hoy algunos
hombres se ponen delante del vientre de su mujer y le hablan al feto. Sin duda se
imaginan que pronunciando grandes discursos sobre la Repblica el nio saldr
imbuido de principios democrticos!
Para que pudiera ornos, tendramos que gritar y, ante esa potencia, hay que
reconocer que el matiz del propsito, la suavidad del tono y el espritu de sutileza
habran desaparecido por completo.
El odo, gracias a una de sus partes (el vestbulo), reconoce el ritmo desde las
primeras semanas de vida intrauterina. Lo mismo que en el experimento de Feijoo, el
ritmo de la voz del padre puede llegar perfectamente hasta el tero, con su cadencia y
su frecuencia, a condicin, como explicar ms detalladamente, de que pase por el
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En el corazn de la jungla
Un odo adulto no lograra sobrevivir mucho tiempo en el entorno sonoro
intrauterino. Vamos a imaginarlo por algunos momentos Durante la digestin, el
feto est en el palco de honor. Percibe los borborigmos del intestino y del estmago
en una especie de tormenta permanente. La respiracin provoca una incesante resaca,
comparable al flujo y reflujo del mar en un da de fuerte oleaje. Encima de l resuena
el tic-tac cardaco. Tambin estn todos los ruidos provocados por los movimientos
de la madre: movimientos de su cuerpo y movimientos del roce sobre el tero. Los
ruidos exteriores, en cambio, llegan fuertemente atenuados debido al espesor de la
pared uterina.
Afortunadamente, todas esas frecuencias son de idntica naturaleza y se
componen de sonidos graves. El pequeo ser que se est formando (igual que el
cachorro de un animal) se ha adaptado a la agresividad de ese ambiente sonoro
cortando la recepcin de las bajas frecuencias. Slo empieza a or a partir de los
2.000 Hertz.
El cerebro se protege. No deja que le molesten y realiza un escotoma a nivel de
la audicin. Vivir en un tero sin esa condicin sera absolutamente insoportable,
imposible. Esta posibilidad que tiene el odo de cerrarse a ciertas frecuencias es
sorprendente. Sin embargo, es una de sus actividades corrientes, ya que tambin sirve
a veces por desgracia para no escuchar. He aqu un ejemplo.
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Hipnosis
Un da, unos ingenieros de la Electricit de France me encargaron el test auditivo de
unos obreros que trabajaban en condiciones acsticas espantosas. En su taller haba
unos alternadores que producan electricidad para el metro de Pars con un ruido
capaz de cortarle a uno el cerebro en pedazos. Pero lo que ms me sorprendi al
llegar fue encontrar a un hombre que en medio de aquel barullo estremecedor estaba
instalado tranquilamente en una mesa revisando el correo. Pens que aquel hombre
deba estar sordo como una tapia y decid examinarlo en el acto. Sorpresa: oa
normalmente todas las frecuencias menos la que corresponda al ruido de la maquina.
Haba un escotoma a los 2.000 Hertz. Me pregunte si su cerebro no haba eliminado
esa percepcin para poder vivir tranquilamente. Los que viven cerca de una va
ferroviaria jo encima del metro raramente oyen pasar el tren. Una especie de reloj
cerebral corta el ruido en ese momento. De hecho, lo que ms sorprende en estos
casos es cuando el tren no pasa.
Lleve ms lejos este experimento gracias a un psicoanalista instalado en el
Canad y que se haba lanzado a la hipnosis: el profesor Chantrier, Aquel personaje
tan raro, taciturno y silencioso haba sido alumno y paciente de Freud y el Maestro de
Viena en persona lo haba analizado. Por cierto que al practicar la hipnosis se
vinculaba a la prehistoria del psicoanlisis, ya que el mismo Freud se haba
dedicado a esa practica siguiendo las clases del doctor Charcot en Pars. Aquel
hombre sin par que era el profesor Chantrier sabia manejar la hipnosis con mesura y
discernimiento. Le puse al corriente de mis experimentos con los alternadores y le
pregunte si pensaba que se poda modificar la percepcin de tal o cual frecuencia bajo
estado hipntico y, naturalmente, recuperar a discrecin esos cortes o escotomas
artificiales. Pusimos manos a la obra y las primeras hiptesis se confirmaron. Cual
era el objetivo de ese experimento? Si un hombre debido a ciertas dificultades de
relacin sufre una patologa ante la voz de su mujer, mediante la hipnosis podra
inducirle a que le escuchara de nuevo! Quizs no fuera lo mejor que poda hacer
para ayudarle! Desgraciadamente, no pude proseguir mis investigaciones porque el
profesor Chantrier, dejando atrs una larga vida, se fue para el otro mundo. Por eso,
muy a pesar mo, no pude investigar si en los casos de sordera manifiestamente
influida por el psiquismo se poda intentar una recuperacin. He aqu un aspecto ms
que queda por explorar en el campo de la investigacin.
En otros tiempos, la medicina tena una concepcin, muy pasiva de los
mecanismos auditivos. El sonido, que vena del exterior, atacaba el odo. La
informacin iba subiendo entonces hasta el cerebro. Hoy sabemos que son ms
numerosas las fibras nerviosas que efectan el trayecto contrario (del cerebro hasta el
odo). A razn de diez por cada una! Dicho de otro modo: captamos el sonido que
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nosotros queremos.
El cerebro dispone de la funcin. Abre, cierra o corta a su gusto. Para sobrevivir,
el feto ha suprimido la recepcin de los graves, erosionando as el agresivo entorno
sonoro en que se encuentra y liberando su escucha. Ese mecanismo selectivo posee
una dimensin voluntaria subyacente.
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La cantante encinta
Cmo oye el feto la voz de su madre? Cmo llegan hasta l los sonidos? Desde el
exterior? Acabamos de ver que es imposible. Por el corazn? El intestino? Sera
muy difcil debido a la composicin de los rganos internos. La nica va en que se
puede pensar es la conduccin osea y, en particular, la columna vertebral, puente
vibrante entre la laringe y la pelvis.
Durante el embarazo, se refuerza la verticalidad de la mujer El abdomen (o
vientre) crece hacia adelante provocando un enderezamiento de la columna vertebral.
Esa nueva postura aumenta la capacidad del cuerpo para cantar. La voz de la madre
cambia. Es ms bella, mas clida. Las grandes cantantes, cuando estn encinta, se
encuentran en plena posesin de su rgano. El vientre pesa tanto que empuja el
diafragma hacia abajo, lo que confiere a la voz mayor riqueza en armnicos Al vibrar
la laringe, la columna vertebral reacciona como la cuerda de un arco. La pelvis se
convierte en una enorme caja de resonancia. Algunos experimentos clnicos muy
recientes, de los cuales el lector encontrara amplio eco en este libro, acaban de poner
en evidencia esa difusin de la voz materna a travs de la cual se establece o se
deshace una relacin psicolgica determinante.
Si el padre desea dirigirse a su hijo in utero, solo puede hacerlo dirigindose a
la madre. La voz paterna, desde el pano de la mujer, sigue el sistema seo y el nio la
recibe como una modulacin, toda cadencia y ritmo. La paternidad en esa etapa de la
vida consiste en que el hombre tome en consideracin a la pareja madre-hijo. Pero el
feto no podr reconocer significativamente esa voz, tamizada por la supresin de los
graves.
Debo admitir que, desde hace unos aos, algunos psiclogos y mdicos se han
interesado por la adquisicin prenatal de las caractersticas de la voz materna
(Lecanuet, Granier-Deferre, Busnel) y por la reactividad del recin nacido de menos
de dos horas de vida a la voz materna (Querleu, Lefebvre, Crpin). Tales autores
han presentado esos resultados como si se tratara de un gran descubrimiento y han
puesto en evidencia una reaccin ms intensa a la voz de la madre con respecto a las
de mujeres extraas en recin nacidos que no han percibido ms que in utero la voz
de la madre.
Este descubrimiento, que corresponde totalmente a la realidad tiene ya 50
aos. Se lo debemos a un mdico que a principios de siglo inaugur la neurologa del
beb: Andr-Thomas. Tuve la suerte de ser alumno suyo, no por mi edad avanzada,
sino porque ese ilustre pediatra vivi hasta los cien aos. Prosiguisus actividades en
el Hospital Trousseau (en el servicio del Profesor Sorrel), cuando haca aos que le
haba llegado la hora de retirarse.
Andr-Thomas se haba dado cuenta de que cuando una madre llama por su
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nombre a su hijo que acaba de nacer, ste reacciona volvindose hacia el lado de
donde viene la voz. nicamente funciona con la madre. La seal del nombre as
es como denominaba ese experimento para Andr-Thomas significaba que algo
pasaba in utero.
Andr-Thomas tambin dej establecido que al salir del vientre de su madre," un
nio puede tenerse sentado, incluso a veces de pie, durante los diez primeros das de
vida, por poco que disponga de una ayuda adecuada. Esta capacidad del recin nacido
desaparece al cabo de diez das por razones de las que tendremos ocasin de hablar
ms adelante.
Ver a Andr-Thomas examinando a un recin nacido era algo maravilloso. Saba
tratarlo con una gracia y una dulzura infinitas, le daba vueltas en todas las direcciones
sin que el nio se sintiera violentado o angustiado. Pareca responder a las solicitudes
de su brillante examinador.
A ese ilustre profesor debemos las bases de la neurologa neo-natal, pero todo el
mundo ha olvidado rpidamente ese descubrimiento, y los experimentos presentados
como revolucionarios nunca mencionan esa famosa seal del nombre. As es el
orgullo del hombre
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Gallinero's song
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El doctor V.E. Negus dedic una extensa obra a la laringe que sirve de referencia
desde 1929 y que desde entonces nadie ha logrado superar. The Mecanisms of the
Larynx es un texto denso, muy cientfico y orientado hacia el nico objeto de su
estudio: el aparato fonador. Sin embargo, Negus cuenta dos o tres historias que se
alejan de su propsito inicial, y que, pese a su brevedad, captaron mi atencin cuando
descubr su obra, inmediatamente despus de la guerra.
Negus dice que si varias hembras de una especie de pjaros no cantores incuban
huevos de pjaros cantores, los recin nacidos tienen muchas posibilidades de seguir
siendo mudos. Eso me dej estupefacto. El autor, avivando nuestra curiosidad, seala
este hecho de paso y no saca ninguna conclusin.
Un poco ms lejos, y aparentemente sin relacin con la historia precedente,
Negus relata otro fenmeno aun ms estremecedor. Cuando una madre de pjaros
cantores incuba huevos de otra especie de pjaros cantores, es probable que los
pajarillos se equivoquen de canto y adopten el de su madre incubadora.
La conclusin se impona por si misma: existe un imprinting muy pronunciado
de la madre adoptiva sobre el pajarillo in ovo. Me qued pensativo y me pregunt
si dicho razonamiento no poda aplicarse a las relaciones madre/hijo in utero. Por
qu no? Primero haba que verificar las afirmaciones de Negus. Decid transformar
mi consulta de otorrino en laboratorio, ms exactamente en anexo de granja
normanda, ya que tena intencin de introducir la variedad ms extensa posible de
especies con plumas. Sin embargo, los aos pasaron sin que yo realizara ese
proyecto.
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Un padre se desmaya
Unos aos atrs, haba tenido ocasin de sacar de apuro por dos veces a un ejecutivo
de la Shell. Primero, proporcionndole los medios para que hablara ingls, luego
ayudndole a expresarse correctamente ante los empleados de su sociedad. Un da la
direccin le encarg que transmitiera cierto mensaje a los obreros. Le escogieron
porque posea un sentido de lo social muy desarrollado. La Shell tena una poltica de
accionariado y participacin muy avanzada. Los trabajadores gozaban de unas
condiciones de trabajo sin igual pero haba que convencerles de todo ello y
explicarles aquella poltica innovadora. Nuestro hombre estimaba que con tales
argumentos el dilogo iba a ser fcil. Sin embargo, cuando se expresaba, su auditorio
manifestaba evidentes muestras de aburrimiento, algunos abandonaban la sala antes
del final de la reunin. Vamos, era una lata!
Yo conoca bien a los trabajadores a quienes se diriga ya que la Shell me haba
encargado el estudio de sus curvas auditivas. A causa de unas condiciones de trabajo
particularmente ruidosas, se haban vuelto sordos a las frecuencias elevadas. La voz
de nuestro hombre se compona esencialmente de sonidos agudos. No sintonizaba
con sus oyentes. Todo lo que les contaba les resbalaba. De haber hablado en chino
no hubiera sido peor! Entonces le ensee a utilizar palabras de sonoridad grave y
pudo desarrollar su talento de orador con tal xito que la Shell le confi una misin
an ms importante en los distintos establecimientos donde estaba implantada.
Ese hombre se interesaba por mis trabajos y sola venir a verme al laboratorio.
Estaba al corriente de mis investigaciones sobre el medio ambiente sonoro antes del
nacimiento. Estas avanzaban y yo me interesaba por el parto snico, ese momento
en que el nio pasa de la audicin intrauterina, con el odo inmerso en lquido, a la
audicin area justo despus del nacimiento.
Tena ganas de demostrarle de manera concreta los resultados que haba obtenido.
Habamos grabado la voz de su mujer y la escuchbamos de forma filtrada, como yo
ya saba hacerlo para reproducir la escucha fetal. Estbamos conversando
tranquilamente cuando de repente surgi una voz infantil. Era la hija de mi amigo a
quien habamos colocado unos cascos para que tambin participara del experimento,
mientras esperaba la hora de su sesin en el Centro. Nos habamos olvidado de ella
por completo.
Veo dos ngeles Veo dos ngeles repeta.
Haba que parar la cinta? La nia no pareca traumatizada; as que esper a ver
qu suceda. El padre, pasmado, le pidi explicaciones, en voz muy alta para que la
nia pudiera orle a pesar de los cascos.
S, precis veo dos ngeles blancos.
Estupefaccin general. La cinta segua su curso y se acercaba al final: el parto
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snico.
Veo a mam Veo a mam dijo de repente la nia.
Como cirujano haba visto muchas cosas y aguant el tipo, pero mi amigo estaba
completamente deshecho.
Ves a mam? balbuce. Pero cmo la ves?
Quiz no tena que haberlo dicho nunca. Pero ya estaba hecho. Y la nia, que
tena 9 aos, ignoraba todo cuanto se refera a un parto y estaba sentada, se tumb y
adopt la postura ginecolgica para mostrarnos como vea a su madre. Fue una
experiencia fenomenal. Cuando termin la difusin de la cinta la nia se levant
tranquilamente para ir a su sesin de Odo Electrnico sesin que sera sin duda
ms sosegada, dejando a su padre medio desmayado. Tuvimos que sentarle. Estaba
atontado, le costaba reponerse de tantas emociones. Se comprende. As fue como
descubr el poder extraordinario de los sonidos filtrados.
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Salk sac a la luz dos estudios seguidos: Los efectos del sonido del latido del
corazn en el comportamiento del recin nacido. Implicaciones en la salud mental y
El latido del corazn de la madre como imprinting stimulus. En el primero,
explica que una madre que ha tenido un embarazo difcil debido a relaciones
psicolgicas negativas con el padre de su hijo, tiene muchas posibilidades de traer al
mundo a un beb con perturbaciones de tipo neurovegetativo, o incluso psicolgico.
En el segundo, declara que si una madre padece una enfermedad mental, el nio
puede padecerla igualmente. Esos estudios confirmaban mis investigaciones sobre la
existencia de una vida psquica intrauterina. Un buen da me llev una sorpresa:
Franoise Dolto vino a felicitarme. Nadie es profeta en su tierra! El origen
americano de esos trabajos (que llegaron 8 o 10 aos ms tarde) les proporcionaron
una aureola que se negaba a un oscuro investigador francs. Eso no perturb
demasiado a la comunidad psicoanaltica que se apresur a olvidar las consecuencias
de aquel descubrimiento. Al menos eso sirvi para que me dejaran en paz durante
algn tiempo.
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Mitos y realidades del parto
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Posturas
En la historia de la medicina, las mujeres han tenido la desventaja de parir en malas
condiciones. Los mdicos les han impuesto posturas aberrantes. Pongan a una mujer
tendida boca arriba: la cabeza del feto tropezar con el hueso sacro y el coxis, y la
mujer, slo por adoptar esta postura, est condenada a sufrir atrozmente. Por ms que
el nio empuje, no esta situado en el eje.
Afortunadamente, la obstetricia ha progresado mucho. Antes, por ejemplo,
despus del parto las mujeres permanecan de 8 a 10 das en cama para evitar que se
produjera una flebitis (inflamacin de las venas) en los miembros inferiores. Se crea
que el trombo que obstruye las venas poda degenerar en embolias, sobre todo a nivel
pulmonar. Ahora sabemos que no disminuyen los riesgos de problemas vasculares y
venosos si la mujer guarda cama durante algn tiempo. Al contrario! Hoy, para
evitar las embolias, se aconseja a las mujeres que se levanten poco despus del parto.
Estamos volviendo al proceso original.
La mujer adopta naturalmente la postura del parto: algo as como los animales, se
pone de costado y arquea ligeramente la columna vertebral, para facilitar la salida del
nio. Pero la naturaleza es injusta: generalmente, los cachorros de animales gozan de
una apertura del paso vaginal ms ancha. En la mujer, la cabeza del beb pasa con
dificultad en el ltimo tramo. El famoso dolor de parto se debe en gran parte a esa
razn mecnica agravada por las malas posturas impuestas durante aos. Muchos
mdicos lo saban y hacan que las mujeres se colocaran en posicin ligeramente
recostada. Hoy en da se han hecho grandes progresos. La mujer, colgada en la
posicin llamada ginecolgica, deja que el nio salga con naturalidad.
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Planning
Hoy en da, algunos hospitales ofrecen la posibilidad de provocar el parto, respetando
unas veces ms y otras veces menos el tiempo de gestacin. Por que? Para poder
organizar la gestin de las camas o del personal? Para rentabilizar el servicio? A
veces oigo decir: Ocho das ms, ocho das menos qu ms da! No! Existe una
especie de maduracin que debe respetarse; ya que la conocemos mal, seamos
modestos. Se estima que, cuando el nio est listo, acta sobre las hormonas de la
madre y provoca el deseo de dar a luz. Le transmite una informacin, sin duda a
travs de la hipfisis, y provoca el proceso final.
No es fcil ser prematuro, esos nios requieren un trato especial y su nmero es lo
bastante elevado como para ir multiplicndolos artificialmente. Tambin es cierto que
el postmaturo tiene dificultades an ms grandes; vive en un universo uterino
agotado, desprovisto de capacidad sensorial, en una poca en que su cerebro necesita
muchos estmulos para acabar de desarrollarse. Los riesgos son enormes.
Ante tales disparates uno se queda perplejo. Como se puede prever a hora exacta
de un parto? Es imposible. La mujer puede prepararse psicolgicamente con
mecanismos y hormonas que aun desconocemos, por lo tanto, hay que respetar este
proceso. Pero, afortunadamente, la fecha y la hora del nacimiento siguen siendo
inciertas.
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Claro que siempre se le puede ayudar al final del embarazo, por ejemplo para evitar
una presentacin de nalgas. Las mujeres siempre han sabido encontrar los gestos
apropiados para conseguirlo y, colocando las manos sobre el vientre, saben crear un
inicio de dilogo con el feto. Pero, por norma general, si la relacin madre/hijo es
buena, el futuro recin nacido encuentra espontneamente la posicin que le
corresponde. Cuando se aproxima el momento del parto, se da la vuelta, introduce la
cabeza en la corona ilaca (formada por los huesos de la pelvis de su madre) y busca
las intensidades sonoras y las vibraciones mximas.
Hemos visto como el tero se contraa y el nio bajaba como si fuera a salir,
cuenta el psi citado anteriormente. Hay que llegar hasta tales extremos? Bajo la
presin de tales caricias, conocemos la colocacin exacta del cordn umbilical?
No va a poner trabas a los movimientos del feto? No va a imponerle una posicin
desgraciada"? La haptonoma incita al padre a tocar a su futuro hijo. Y porqu no
lo hacen el hermano u otros miembros de la familia? Detrs de esas prcticas que
denotan infantilismo, no veo sino otra tentativa de desposeer a la mujer de
maternidad.
Los hombres estn desarmados ante la transformacin de su mujer en madre.
Tambin a ellos les gustara desempear un papel en esa fabulosa aventura. Volvamos
a la justa realidad de las cosas: que es lo que han hecho aparte de pasar una
agradable velada en el momento de la concepcin? Los padres reivindican ese feto,
ese futuro bebe como si los hubieran fabricado; en el fondo, afirman su poder sobre
un elemento de su progenitura. Algunos psicoanalistas dicen que e nio reconoce la
voz de su padre desde la vida intrauterina, otros, apoyndose en la haptonoma, les
alientan a triturar el vientre de sus respectivas mujeres como si ste les perteneciera.
Dejemos la maternidad a las mujeres y ayudemos a los padres a buscar las
verdaderas vas de su paternidad. Las encontrarn, como explicar mas adelante,
aceptando desde la concepcin la pareja madre/hijo. Acompaando a su mujer en la
maternidad, el padre ofrece al nio el ms bello de los regalos: la posibilidad de
desarrollar in utero su deseo de convertirse en ser humano.
Teclear sobre el vientre de una mujer embarazada es un placer que no expresa
ms que un fantasma masculino de posesin Adems cmo podemos saber que el
nio Ve en ello una muestra de afecto, una posibilidad de comunicar con un mundo
que desconoce? El feto no est hecho para ser triturada Que le dejen en paz! Acaso
los nios sern ms hermosos si toda la familia manipula el tero de la madre. No
pueden esos gestos representar, para el feto una poderosa e incontrolable fuente de
angustia? Una autentica agresin? Un acontecimiento que no puede interpretar por
falta de medios?
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Crculo vicioso
Cuando se acerca el trmino, los gineclogos muestran especial atencin hacia sus
pacientes porque saben que en ese perodo aumenta considerablemente la angustia de
las futuras madres. La angustia es un sentimiento indescriptible, una sensacin
incomprensible. La necesitamos para emprender una accin. Pero, si el resultado no
es satisfactorio, la angustia aumenta, arrastrando al sujeto en una espiral infernal y
convirtindose en un freno para la accin. El motor se bloquea. Un poco de angustia
llega a motivar, pero demasiada, inhibe. Es un estado de animo muy ambivalente: a la
vez puesta en juego, interpretacion, y temible fuente de bloqueo que suprime la
energa.
Las mujeres suelen tener miedo al parto porque han odo un sin fin de historias
horribles sobre este tema. Sienten pnico cuando piensan que pueden parir con
dolor. La verdadera dificultad del parto y que no debe ocultarse se debe a la
estrechez del cuello del tero. Pero las madres tambin estn cansadas porque
debido a su estado han dejado de trabajar, han abandonado las tareas domesticas,
han perdido las ganas de dialogar y no suelen desear ms que quedarse en cama sin
hacer nada. Claro que, en algunos casos, existen razones mdicas que pueden obligar
a la mujer a respetar una inmovilidad total. Pero, en el momento en que necesitan una
energa colosal para prepararse para el gran acontecimiento que les espera, no
resulta paradjico que permanezcan en ese estado de privacin sensorial? Cuanto ms
se retraen, ms aumenta el stress.
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Dominar la angustia
No es aconsejable que corran unos 500 metros, ni tampoco es el momento ideal para
que pinten el piso, pero, para superar una ligera depresin o un sentimiento de
astenia, hay que estimular la conciencia, dejar que alcance ese nivel superior que
favorece el dominio del cuerpo y relativiza las dificultades. El vigor cerebral mejora
el estado general y aumenta las posibilidades de actividad. Eliminara el stress y la
angustia? No, pero la ayuda es tan considerable que luego bastara con una pequea
impulsin en el momento oportuno para que la futura madre se relaje an ms de lo
que hara naturalmente. En el fondo, se trata de solicitar la inteligencia real y
profunda del instinto corporal. En un siglo, se ha progresado considerablemente en la
preparacin al parto. Hoy en da, se invita a las mujeres a nadar, a relajarse, a
aprender a respirar
Personalmente, aconsejo a las mujeres que carguen su batera escuchando
msica clsica en una buena posicin, sentadas correctamente en una silla o silln.
Las que no conocen los efectos de la preparacin al parto con el Odo electrnico
leeran con inters el relato de los resultados que hoy alcanzamos gracias al poder del
odo, autntica dinamo del cerebro que ofrece una amplificacin de la conciencia y
un restablecimiento de la calma.
Nadie puede eliminar la angustia por completo; pero bajo el efecto de esa apertura
psicolgica y sensorial, se relativizan los problemas ligados al parto hasta quedar
ampliamente superados. Al dominio del cuerpo sigue el aumento de la conciencia y,
con ella, mejora la relajacin, los msculos se distienden elementos positivos para
el parto.
Al proporcionar energa al cortex, la parte baja (llamada hipotalmica) mejora
su control. No hay que olvidar que el stress desorganiza el cerebro y le priva de
toda energa. Bajo el efecto de estimulaciones auditivas aportadas por el Odo
electrnico, aumentan la conciencia, la vigilancia y la atencin. Se reduce el miedo,
se espera el parto como una liberacin, la mujer experimenta cierta serenidad que
conservar despus de dar a luz.
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4
La vida es un largo parto tumultuoso y la
muerte tambin
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La idea de que una mujer embarazada pueda hablarle a su feto puede sorprender. Y
sin embargo, todas las madres lo hacen porque siempre han sabido que entre ellas y
ese pequeo ser que llevan en gestacin puede establecerse un dilogo maravilloso.
Lo ms sorprendente es la frialdad que la ciencia manifiesta ante este tipo de
fenmenos. La Biblia, por el contrario, no duda en aprobar esa comunicacin entre la
madre y el futuro recin nacido. Dice un salmo de David: T me has formado los
riones, me has creado en el seno de mi madre Para ti mis huesos no estaban
ocultos cuando estaba formado, bordado en las entraas de la tierra Tus ojos vean
mi embrin. En tu libro estaban inscritos todos mis das, trazados antes de que
transcurriera un solo da.
Para los antiguos, ese dilogo tan particular, esa indecible interferencia que existe
entre el universo y el feto acurrucado en el tero de su madre, era algo ms que
evidente. Incluso dicen que los chinos, hace ms de mil aos, haban creado clnicas
prenatales donde todo estaba dispuesto para que las futuras madres vivieran esa
espera con serenidad.
Es difcil medir fenmenos como ste. Todava no se ha inventado el ordenador
capaz de reproducirlos y controlarlos en una pantalla! La medicina teme aventurarse
en un terreno que no domina. Pero la mujer encinta no necesita ese arsenal de
pruebas. Su maternidad la conecta con un universo creativo en el cual alcanza la
plenitud y con el cual comunica espontneamente.
La separacin hermtica que existe entre los descubrimientos de la medicina y los
de la zoologa siempre me ha sorprendido. Comprendo que haya cierto reparo en
pensar que el hombre no es ms que un mono perfeccionado. Sin embargo aunque
gocemos de.una efusin espiritual que Convierte nuestro desarrollo en algo
incomparable, tenemos puntos en comn con la especie animal con los primates en
particular. Al igual que ellos, somos antropoides, tenemos elementos fisiolgicos
parecidos. En otro captulo har un breve repaso de las distintas etapas de la
evolucin de la vida. El lector se dar cuenta de que entre los primeros seres de la
creacin que son los peces llamados primitivos y nosotros existe una verdadera
continuidad, sin que ello suponga ser darwinista.
Lorenz nos ense que la comunicacin in ovo no era una simple fabulacin.
Sabemos desde hace tiempo que en los animales el odo funciona como un radar, una
central energtica y una dinamo que alimenta la dinmica neurolgica. De ella
depende gran parte del potencial nervioso. Pero la transferencia de esos
descubrimientos en el hombre parece un tema de ciencia-ficcin.
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Primer grito
Se ha escrito mucho sobre el grito del nio al nacer. Es un grito de victoria? De
desesperacin? Llegaremos a saberlo algn da? In tero, el recin nacido reciba
el oxgeno a travs del cordn umbilical. De repente, libera sus pulmones, con sus
400 millones de alveolos. Qu choc! Qu efusin! Podemos imaginar esa extraa
sensacin: el aire penetra dentro de uno y le empuja con fuerza hacia abajo? Qu se
siente? Alegra? Sensacin de liberacin? Dolor? Cmo acordarse? Las
tentativas para volver al grito primario parecen irrisorias comparadas con la
vivencia original. En cambio, si el parto se desarrolla en malas condiciones, puede
producirse un imprinting que aparecer en algunos sueos recurrentes o en ciertas
fobias. Un cordn umbilical mal situado en el momento del nacimiento provoca una
desagradable sensacin de ahogo, de estrangulacin, que el nio conservara durante
mucho tiempo, a veces durante toda su existencia.
No creo que el parto, el momento de expulsin, pueda dar origen a un
traumatismo; en cambio, si la acogida de un nio es problemtica, puede marcar
profundamente al nio. En el tero, viva corno un rey en su palacio, feliz en su
capullo. De repente, su universo explota, se ensancha, cambia de dimensin. Ya no
percibe sus lmites, no puede tocar sus paredes. En ese momento puede nacer la
angustia si los que le rodean no le proporcionan ese sentimiento de seguridad que ha
perdido por unos instantes.
Antes, las comadronas dejaban que el beb se acostumbrara al aire poco a poco.
Cuando el pulmn empezaba a funcionar, al cabo de unos minutos, se reduca el
volumen del cordn umbilical, se debilitaba y se paraba por s solo. Entonces la
comadrona pona la pinza y esperaba que se hiciera la expulsin de la placenta. Hoy
en da suele cortarse el cordn sin esperar lo suficiente. Es algo brutal. El nio no est
acostumbrado y casi no le da tiempo a habituarse a la mecnica pulmonar. Pienso que
ms vale dejar que el proceso se haga progresivamente con el fin de asegurar una
transmisin menos brusca hacia el medio areo.
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Separacin brutal
El recin nacido necesita sentir la proximidad de su madre. Durante nueve meses no
conoca ms que esa relacin fsica y psquica con su creador, y de repente, le
separan de su madre. Despus del parto no puede verla, pero la oye hablar, la
identifica por el tacto, por el olor, a travs de todas sus antenas y por su capacidad
perceptiva. El cordn umbilical tiene mucha fuerza. No basta un tijeretazo para
cortarlo. Se transforma en un nexo invisible pero con una presencia muy fuerte.
Adems, un beb se duerme con mucha ms tranquilidad cuando siente a su lado la
presencia de su madre. Por eso los prematuros y los bebs cuyo estado de salud
necesita aislamiento mdico temporal precisan de un acompaamiento especfico del
que hablar ms adelante. Esa reflexin de sentido comn origina nuevos
experimentos en los que el nio permanece horas y horas sobre el vientre de su
madre, en la misma piel. El viento de la novedad siempre sopla con exceso.
Esperamos a que pase progresivamente se ir volviendo a una relacin ms
razonable.
En el hospital, el personal suele justificar la separacin explicando que eso
favorece el descanso del nio y de la madre. Los mdicos suelen tener buenas razones
para imponer tal medida, pero, aplicado sistemticamente, ese mtodo multiplica el
sentimiento de abandono y los ataque de angustia que puede sufrir el recin nacido.
El sistema nervioso se construye progresivamente, en la periferia, las clulas
sensoriales engraman in situ y dan lugar a la memoria arcaica sin movilizar el
cortex. Cuando ste est irrigado, el sistema despliega lo que se ha ido acumulando
en los centros sensoriales. La informacin se propaga de forma lenta pero segura. De
este modo, cualquier hecho percibido dolorosamente se ver proyectado en el cerebro
del recin nacido. Las secuelas pueden ser graves. El nio, brutalmente separado de
esa fuente viva de recuerdo que representa su madre, es vctima de un verdadero
sentimiento de abandono. Para l, es duro sobrevivir a todo eso. Tambin se crea una
ruptura en la dinmica y la capacidad de amar de la madre. Despus de haber llevado
al nio durante nueve meses, verlo desaparecer durante largas horas supone un gran
esfuerzo.
Separados de su madre, y agrupados en una habitacin, los nios berrean a cual
ms fuerte y no pueden dormir. Despus de un diagnstico rpido, algunos van a
parar a la incubadora y se prohbe a las madres que los visiten. A otros se les pone
bajo unos rayos para calentarlos, lo que puede producirles graves problemas oculares.
El recin nacido no conoce del mundo ms que la relacin con su madre. Qu le
queda cuando sta le abandona? Cmo podr restablecer el contacto con ella? Se
bloquea, se cierra a un entorno que se ha vuelto hostil. Las consecuencias
psicolgicas son desastrosas. Ms adelante veremos corno, en algunas condiciones
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Coraza de hierro
In tero, el psiquismo del nio est ya muy formado y es muy potente ya que su
cerebro est nuevecito. Por eso, los imprintings que reciben se integran con mucha
ms fuerza. Esta en resonancia con el psiquismo de la madre y reacciona segn las
actitudes y las sensaciones de sta, aunque entre ellos no existan conexiones
neurolgicas directas.
El cordn umbilical no es una emanacin de la madre, como se suele imaginar
ingenuamente. El vulo, al llegar al tero y ser fecundado, se implanta en la pared y,
muy rpidamente, se fabrica unos cimientos: la placenta. De ah saldr el cordn
umbilical, igual que un tronco de rbol cuyas races se agarran a la tierra. Entre el
feto y la madre existe la misma relacin que entre la semilla y la tierra. Son dos
elementos distintos.
Igual que las races se alimentan de los jugos de la tierra, las vellosidades de la
placenta en formacin se nutren en la mucosa uterina, que se ha vascularizado de
manera importante. Pero no lo dejan pasar todo. Seleccionan los productos
indispensables para el desarrollo del nio, tomando unas sales minerales, dejando
otras, rechazando algunas toxinas.
Potente barrera de proteccin, la placenta es un concentrado de productos de
donde el beb, con toda seguridad, saca hormonas, substancias y elementos para su
crecimiento. Esa extraordinaria fbrica del metabolismo protege al nio. Pero, en
algunos casos, como ante la presencia de virus muy poderosos, esa proteccin puede
desaparecer. Ayer, esto suceda con la sfilis, hoy, con el SIDA: un 30% de los nios
que nacen de las madres seropositivas tambin lo son.
La medicina ha vuelto a interesarse por el extraordinario poder de la placenta, esa
masa viva. Una inyeccin de extracto de placenta puede ser beneficiosa en curas de
revitalizacin, de regeneracin y de rejuvenecimiento. En cambio, una placenta mal
situada o mal implantada en el tero deja al nio en estado de desnutricin, debido a
una vascularizacin insuficiente. La placenta puede tener mala permeabilidad, un
principio de calcificacin que dificulta el paso de la sangre y paraliza las vellosidades
coriales. Entonces, ya no hay espacio suficiente para que las conexiones puedan
comunicarse entre ellas. Estos defectos de la placenta puede tener graves
consecuencias o incluso causar la muerte del feto.
La masa placentaria, esa especie de zcalo de implantacin, esa autntica
frontera selectiva tambin es un extraordinario producto de crecimiento, de
renovacin, de dinamizacin puesto que gracias a l el huevo puede convertirse en
embrin y luego en feto antes de estar lo suficientemente energetiza o como para
volar con sus propias alas.
La medicina se toma cada vez ms enserio la posibilidad de utilizar extractos
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Satlite de angustia
Toda una generacin de toclogos ha pretendido que el estado normal de la mujer era
estar embarazada. Hoy en da, esta proposicin desafa el sentido comn. Esperar un
nio se ha convertido a menudo en una carga. A veces me pregunto si en nuestra
sociedad an queda sitio para los nios. Suelen poner trabas a la libertad, ser
obstculo para los planes de carrera o los proyectos de vacaciones Fundar una
familia en la poca de la Seguridad Social y de las ayudas a la vivienda parece ms
difcil que andar por la Luna. Quin habr desposedo a la mujer de su deseo de
maternidad? Seguramente los hombres, al quitarles el gusto de alzarse al nivel del
creador y de ejercer el ms fabuloso de los poderes: dar la vida.
Las condiciones psicolgicas en las que se desarrolla el embarazo tienen una
importancia considerable para la pareja madre/hijo. Por eso, en nuestras entrevistas,
siempre les preguntamos a las madres si deseaban tener un nio, si el padre estaba de
acuerdo, si el entorno se ha mostrado acogedor. Puede que el nio haya sido vctima
de una tentativa de aborto, que la madre haya vivido situaciones difciles (divorcio,
separacin), o que la llegada de este nio la haya aterrorizado
En los casos ms dolorosos, intentamos analizar los incidentes patolgicos
responsables de handicaps en el nacimiento. Las mujeres suelen preocuparse mucho
por las pequeas desgracias ocurridas durante el embarazo: se han cado por la
escalera, o cuando fueron a esquiar Por regla general, esas bagatelas no han
afectado al nio. Pero han aumentado el nivel de angustia de la madre. La mujer
encinta tambin puede verse muy afectada por algunos acontecimientos, como la
prdida de un familiar o de un ser querido. En estos casos, la fuente de angustia es
mucho ms abundante.
Sin embargo, despus del parto, la mujer va a volver a sus ocupaciones. Para ella
todo se va a arreglar gracias a sus actividades, a su esposo, a la gente que le rodea y a
la fuerza de la vida. En cambio, si no se ayuda al nio a dominar esa angustia que ha
compartido con su madre, que ha heredado, no va a poder deshacerse de ella. Puede
intensificarse y acompaarle durante toda su existencia. Puede causarle problemas de
tipo escolar. Puede que debido a ella sea vctima de una patologa ms profunda.
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El gran Viaje
En la literatura abundan los testimonios de hombres y mujeres que han vivido lo que
se llama una ida y vuelta. Cada vez habr mas ya que son tales los progresos de la
medicina que un hombre al que se ha dado por muerto hoy en da puede salir del
paso. Las descripciones coinciden. Las vctimas (o los afortunados, ya que han
tenido la suerte de haber vivido esa experiencia) cuentan que han tenido la impresin
de atravesar un tnel. Estn encerrados entre paredes viscosas, la existencia desfila
como una pelcula de acelerada rapidez, no se siente angustia y de pronto una luz lo
inunda como si la muerte fuese el verdadero nacimiento. A m me dieron por muerto.
Fue hace 20 anos. Por aquel entonces yo no saba nada de esos fenmenos que hoy se
estudian con seriedad. Cansado por un largo da de trabajo fui de Pars a Madrid.
Debido a una huelga de controladores areos, el avin tenia dificultades para
aterrizar; mientras sobrevolbamos la capital espaola not un violento
entumecimiento. Accidente cardaco. Mi corazn dej de latir. Estaba muy mal.
Haba un mdico a bordo un sudamericano. Hizo el atestado forense y pidi permiso
para aterrizar.
Despus de verificar mi estado, los policas me dejaron abandonado en una sala.
Unas horas ms tarde recobr el conocimiento como si no hubiera pasado nada, pero
con la extraa sensacin de tener un agujero en mi vida, una ruptura de varias horas.
Enseguida me recuper, y durante dos das pude atender mis consultas en el Centro
de Madrid sin cansancio ni problema. Por momentos tena la sensacin de haber
atravesado algo, un sentimiento extrao, profundo, que me interpelaba con fuerza.
Cuando volv a Fribourg, donde me esperaban otras ocupaciones, de repente me
derrumbe. Dorm durante ocho o diez das sin casi darme cuenta, y pas ocho meses
completamente aniquilado, sin poder poner un pie fuera de casa, si no era para dar la
vuelta a la manzana.
Ese desfile a travs de la muerte me dio tiempo a ver toda mi existencia. Note una
ruptura en el ritmo, una separacin; pero comprend que la vida era ms fuerte que
todo que relativizaba las vivencias individuales llevndolas ms lejos, forzando
algunos tramos. Gracias a ese billete de ida y vuelta, comprend que para vivir ya
no haba que existir.
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Vivir la vida
Es muy difcil determinar los criterios de la muerte. La esperanza de vida va en
aumento y la medicina logra salvar enfermos que ayer hubiramos enterrado. Esos
viajes se van a multiplicar. Nos perdemos en conjeturas ante esa puerta misteriosa.
Que es lo que nos espera cuando esta se abra, al final de nuestra vida?
Despus de esa experiencia, he encontrado a muchos hombres y mujeres que,
como yo, tuvieron la suerte de entornarla antes de tiempo. Esa aventura nos ha
transformado a todos. Quin no lo estara? De mis conversaciones con ellos
sobresale una idea: el paso no es nada, no hay que temer a la muerte. Adems, cuando
los hombres entran aos se van convenciendo de ello; es curioso que sean los nios
quienes ms le temen. Creo que es intil darse prisa. Hay tiempo! Nuestro
nacimiento sigue durante toda la vida. El periplo humano es un parto que contina.
Hay trabas, rupturas, pero la dinmica de la vida fuerza los umbrales y nos hace ir
ms lejos.
Nuestra esperanza de hombre consiste en pasar aqu abajo el momento ms largo
posible. La medicina ha alargado los lmites de la vida humana. Segn ciertos
investigadores, estamos programados para vivir unos 120 aos. El desarrollo de la
poltica de prevencin, los progresos de las investigaciones genticas algn da nos
permitirn alcanzarlo. Pero, vale la pena quedarse 120 aos rumiando en un prado?
A Konrad Lorenz le hubiera gustado alcanzar esa edad cannica. Cuando le
preguntaban por qu, contestaba: Por curiosidad. Desgraciadamente para l (y
para nosotros!) muri bien entrados los ochenta aos, pero encuentro su respuesta
extraordinaria. Merece la pena vivir cuando se es una persona tan abierta y creativa.
Un cerebro nunca deja de producir mientras est alimentado por el pensamiento y a
condicin de que la sociedad no asle a los ancianos con el pretexto de la edad.
Confundimos la duracin de la vida con el inters. Qu significa vivir ms o
menos tiempo? Es posible que un beb en unos das haya asimilado ms cosas que
una persona durante toda su existencia. A los ojos de la eternidad eso no tiene
importancia. Sfocles escribi Edipo Rey a los 80 aos, pero Einstein era premio
Nobel a los 20, Mozart muri con 36 aos Siempre me sorprende constatar hasta
qu punto la longevidad no tiene nada que ver con la genialidad o la fuerza de
carcter. Los antiguos, a quienes admiramos, vivan en pocas en que la vida humana
era inferior a los 50 aos. Acaso el siglo XX al aumentar la esperanza de vida ha
producido ms obras maestras en literatura o filosofa, ms avances cientficos?
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Madre felicidad
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La paradoja de la aspirina
Un da me percat de que, filtrada de manera que slo pasaran los sonidos agudos, la
voz de la madre posea el asombroso poder de hacer revivir sensaciones que se
remontaban a la vida intrauterina de quien la escuchaba. Lo descubr muy pronto y,
perplejo ante unos resultados inesperados, me pregunt qu iba a hacer con ellos, ya
que no haba ningn dispositivo terico que me permitiera explicar aquel fenmeno.
Despus de todo, me dije, hace tiempo que se utiliza la aspirina con excelentes
resultados sin que se sepa exactamente cmo funciona este medicamento. Cuando los
resultados clnicos son evidentes, no existe ningn peligro y se controlan los efectos
secundarios debe la teora frenar este proceso? El que la medicina todava no haya
elucidado los mecanismos de una terapia, es un pretexto vlido para dejar sufrir a la
gente? En esta vida, he tenido la suerte de obtener unos resultados prcticos tan
evidentes que he podido permitirme el dejar para ms tarde las justificaciones
tericas.
Mis colegas otorrinos como la mayora del cuerpo mdico consideraban que
esto de la audicin intrauterina era una locura. No hice caso. Hoy, los psicoanalistas
reconocen que el feto oye, pero slo frecuencias graves. Este libro demuestra lo
absurdo de estos prejuicios. Apuesto a que el da en que se den cuenta de que el
futuro beb slo es sensible a las frecuencias altas tal como las percibe a travs de
la voz de su madre, se interesarn por los mecanismos psicolgicos y fisiolgicos
del odo. Sin embargo, para entender ese aparato tan complejo, hay que tener en
cuenta su doble evolucin: histrica e individual, internarse en la noche de los
tiempos y en la noche uterina. Ms adelante, los lectores podrn participar de esta
doble odisea. Por desgracia, para la mayora del cuerpo mdico, los mecanismos de
audicin son tan incomprensibles como el hebreo. La medicina sigue limitndose a
una visin mecanicista y organicista de los fenmenos ligados a la escucha humana.
Cmo descifra el odo las vibraciones acsticas? Cmo ha podido convertirse en
sede de la deteccin de esos sonidos tan finos y complejos que forman el lenguaje?
Gracias a una lenta reflexin y a los resultados clnicos de algunas patologas
auditivas (como la del vrtigo de Meniere), creo haber descubierto elementos que
demuestran que la representacin tradicional est en un atolladero. Lo he explicado
detenidamente en otro libro, publicado en 1989: Vrtigos. Hoy estoy convencido
de que el sonido siempre es una cuestin de conduccin sea, a la cual slo es
sensible el odo interno. El odo medio (formado por un pequeo puente de hueso)
slo est ah para que el hueso circundante pueda vibrar al unsono con el resto de la
conduccin sea.
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Los 40 principales
Para sentir el deseo de comunicar intensamente con el ser que lleva en sus entraas,
no es necesario que la madre haya odo hablar de la teora de la estimulacin auditiva
in utero. La posicin de la mujer encinta que acepta el embarazo suele ser buena
porque el crecimiento del tero hacia adelante le obliga a mantenerse erguida, lo que
favorece la transmisin de su voz al bebe. Sentada o de pie, la futura madre adopta
espontneamente la posicin rectilnea de los cantantes lricos, de los actores y de
todos los que utilizan la voz en su profesin. Pero, en el caso de que el embarazo se
desarrolle normalmente y el mdico no le haya aconsejado guardar cama, el mensaje
no pasar en ptimas condiciones si la mujer permanece repantingada en un sof o
tendida en la cama.
Algunos mtodos del hospital de Pithiviers centro por excelencia de la
experimentacin perinatal incitan a las madres a someterse a un intenso y complejo
entrenamiento de cantos adaptados. Es sa la solucin? Hace algunos aos, al
descubrir el poder de la voz materna cantada, el mundo de los psicoanalistas se
interes por los trabajos de la cantante Marie-Laure Aucher, fundadora de la
Asociacin Francesa de Psicofona (AFP).
Viendo que las mujeres que cantaban solan tener nios ms despiertos, estos
especialistas idearon un mtodo que consista en una serie de cantos destinados a las
futuras madres, que deban acompaarlas durante el embarazo y los primeros meses
despus del nacimiento. Mediante una serie de dicciones adaptadas a cada mes del
embarazo pronunciadas en voz alta y clara, Marie-Laure Aucher afirma despertar
percepciones secretas y profundas y establecer una comunicacin muy fuerte entre
ambos seres.
Primero, la psicofonista agot el repertorio clsico de las canciones
tradicionales que han pervivido durante siglos y con las cuales, durante los primeros
aos, el nio construye su mundo interior. Pero, percatndose de que los padres no
solan entender el lenguaje del beb, decidi ponerlo a su alcance componiendo
algunas piezas en que el nio le habla a su madre , creando canciones de estilo
humanitario. Hemos pasado de un extremo a otro. De la ignorancia de la voz
materna a su sublimacin caricatural. Debemos incitar a las madres a lanzarse a lo
que la fundadora de ese mtodo llama yoga occidental, que pretende nada menos
que buscar nuestras estructuras psicosomticas trascendentales? Despus de un
tratamiento como este cabe preguntarse si los nios tienen realmente ganas de nacer y
descubrir un mundo tan inverosmil!
No se trata de fabricar artistas lricos o figuras de los 40 principales, sino de
ayudar a la madre a comunicar su amor al beb que est esperando. Si tiene
costumbre o ganas de cantar, muy bien, que lo haga. Si dispone de un amplio
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repertorio de coplas y canciones, que lo utilice. Pero sin esforzarse, tiene que ser algo
natural
Incitamos a las madres a hablar con su futuro hijo, a leer cuentos respetando la
postura rectilnea que garantiza la mxima difusin de la voz. En ese dilogo, lo que
importa es la intencin. No se pueden medir los efectos, pero seguro que va bien y
que el nio se muestra particularmente atento.
Si el cuerpo de la madre canta, hace vibrar los sonidos a travs del sistema seo.
Es fcil entender que, cuando est embarazada, la mujer debe evitar frecuentar
lugares sometidos a intensidades acsticas malas o demasiado fuertes. Hay peligro a
partir de los 110 decibelios y la msica difundida en las discotecas o los conciertos de
rock representa un enorme riesgo para el feto. La pantalla protectora podra explotar,
lo que provocara daos irreparables.
En realidad, esos consejos de hablar al futuro recin nacido o de cantar para
l durante el embarazo son intiles, ya que, desde siempre, las madres se han dirigido
naturalmente a su feto con gran sorpresa por parte de quienes la rodean, que a
veces la descubren inmersa en extraos monlogos. Hasta entonces, no lo haban
confesado nunca por miedo a que las trataran como si estuvieran chifladas.
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El odo atento
In utero el futuro beb est como inmerso en una olla de grillos. El flujo y reflujo
de los lquidos, la resaca del estmago durante la digestin, los borborigmos del
intestino, el chorrear de la bilis, el fuelle de los pulmones, los ruidos inslitos de toda
clase, todos esos ruidos existen y se pueden medir. Pero si los percibiera un odo
completamente abierto, se convertiran en fuente incoercible de fantasmas o de
miedo. Adems, cuando son demasiado patolgicos y demasiado potentes, se salen
del filtro auditivo del feto y marcan definitivamente su espectro sonoro,
convirtindose en la base de futuros problemas patolgicos.
Hoy todo el mundo reconoce que el beb est inundado de sonidos,
permanentemente inmerso en un bao acstico. Yo afirmo que no perjudica para nada
la escucha del feto. Pero nuestros conocimientos sobre la vida intrauterina no habran
adelantado aunque hubiera habido un consenso sobre el entorno acstico, aunque se
hubieran tomado las medidas ms complejas. Si hay interpelacin o imprinting en
el feto es porque ste ha aguzado el odo, porque ha escuchado.
Si el feto no hiciera ms que recibir pasivamente los sonidos, ms tarde no
quedara nada, no habra nada impreso. Sin embargo, cuando un hombre, mujer o
nio revive las condiciones de escucha intrauterina, utilizando (cuando es posible) la
voz de su madre, tiene comportamientos y actitudes anlogas las de su vida
prenatal y realiza el mismo trayecto uterino como lo demuestran los dibujos que
hace en estas condiciones, que sern objeto de un captulo ulterior.
La voz de la madre difundida en la mxima potencia uterina tiene unos efectos
fsicos increbles: los adultos se acurrucan, se chupan el dedo, tornan la posicin fetal
y reviven sensaciones olvidadas. Slo el sonido (tratado en esas condiciones de
difusin intrauterina), y de manera ms especfica la voz de la madre, posee este
poder. Ninguna imagen, ninguna representacin, y a fortiori ninguna fotografa
puede compararse a ese imprinting fenomenal que demuestra que ms all de la
mera reaccin a un medio ambiente sonoro, el feto ha aguzado el odo para or un
mensaje que sabia que iba destinado a l. En ese acto voluntario, ha manifestado
un deseo de integrar. Pero para integrar hay que escuchar. En sus dibujos, un nio
deficiente mental no representar ms que meros crculos uterinos, repetidos hasta la
saciedad. No evolucionara. Pero desde el momento en que se alcanza cierto nivel
intelectual, pueden constatarse representaciones muy profundas de la vida
intrauterina, lo que demuestra que las ha integrado.
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Eldorado
Escucha permanentemente? No. Pero cada vez que viene una informacin de la
madre, agudiza el odo y sabe discernir si el discurso va dirigido a el o no ya que
distingue un ruido cualquiera de una entonacin, un suspiro, una palabra, o un
propsito que solo va dirigido a l. Este esfuerzo para identificar un sonido le hace
pasar de la sensacin a la percepcin. Y, si percibe, es que est buscando algo, El
feto puede prestar atencin. Moviliza su conciencia hacia esa pequea fuente sonora
que parece hablarle. Entonces su cabeza se pone en comunicacin con la voz que le
habla. Si es agradable, Si es portadora de una trayectoria que le lleva a un mensaje de
amor, de ternura o de consuelo, el nio, igual que un buscador de oro, se esforzar
para escarbar en esa mina inagotable.
Que nadie busque ms lejos el famoso Nirvana: todos lo hemos vivido y lo
recordamos con nostalgia. El paraso es intrauterino. Existe algo tan agradable como
estar acurrucado en los brazos de su creador? Evidentemente uno puede preguntarse
cual es el inters de hacer revivir la vida intrauterina a alguien que ha sufrido porque
esta se ha desarrollado en malas condiciones. Si una persona est perturbada y que
con los medios adecuados logr cambiar su percepcin del asunto, los problemas
desaparecen. Ya nada le atormenta y puede volver a empezar. El Odo electrnico
aporta una audicin intrauterina que hace que el paciente viva las condiciones ideales
en que hubiera tenido que desarrollarse la estancia en el vientre de su madre. Nacen
otras sensaciones y se esfuman los malos recuerdos.
Si la voz de la madre modela el odo del nio, no hay motivo para que el futuro
beb de una cantante de pera no herede una predisposicin para la msica, o el de
una polglota no este dotado para las lenguas Suele darse el caso, pero no hay nada
sencillo y la historia individual del hombre es tan compleja que, con el paso de los
aos, el nio puede perder lo que ha adquirido. En cambio, siempre es fcil volver a
los imprintings porque el feto (desde su estado de embrin) est en las condiciones
ideales de escucha. Inmerso en esa formidable masa sonora que es la voz de su
madre, vive en la edad de oro de la comunicacin, en un paraso que no podr olvidar
jams y que seguir grabado en el, a pesar de las vicisitudes de la vida. Gracias a
Dios ha pasado por un tero! Gracias a Dios, ha escuchado! Esa es la suerte del
hombre y el motivo por el cual siempre encontrar una razn para vivir, incluso en las
peores dificultades.
Hace ya mucho tiempo, el gran pediatra Andr-Thomas hoy escandalosamente
olvidado demostr que el beb con slo algunas horas de vida reaccionaba a la voz
de la madre y saba distinguirla cuando, una tras otra, varias mujeres le llamaban por
su nombre. El equipo del profesor Querleu, entre otros, ha repetido ese experimento.
Siempre se ha obtenido el mismo resultado. Aunque, es realmente til para todas
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esas madres que constatan maravilladas que su nio no escucha ms que lo que ellas
dicen, deja de llorar, se tranquiliza y es todo odos cuando ella habla? .
He podido verificar esta teora estudiando de cerca el caso de nios nacidos de
una madre sordomuda. En la mayora de los casos, estos nios no se ven muy
afectados, salvo que el padre tambin sea mudo. Inmersos en un universo donde el
lenguaje est ausente, cuando llegue el momento de su escolarizacin tendrn algunas
dificultades. No obstante stas sern fciles de superar. Las mujeres sordomudas
son, a su modo, muy charlatanas. Prescindiendo del habla, les transmiten montones
de cosas a su futuro hijo que, en el tero, se halla en las condiciones ideales de
escucha.
Puede demostrarse esto? La medicina permite demostrarlo. Hoy en da, las
condiciones de difusin de la voz materna ya no tienen secreto. Se puede comparar el
cuerpo de la mujer con un violoncelo, con una caja de mxima resonancia a nivel del
coxis. La mujer embarazada se mantiene mucho ms erguida debido al peso de su
vientre, la laringe se apoya mucho ms en la columna vertebral, que se convierte en
un instrumento de difusin particularmente eficaz. Bajo los efectos de la voz materna,
el cuerpo vibra, los sonidos se deslizan por el canal natural constituido por la
columna vertebral y, como el ro en el mar, inundan la corona ilaca, cerca de la
cabeza fetal.
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Y los padres?
A los psicoanalistas les preocupa saber si el feto es sensible a la voz del padre. Ya
que, segn ellos, el futuro beb no percibe ms que los sonidos graves, durante su
vida uterina podra recibir una informacin masculina. De ah parten ciertos
experimentos particularmente ridculos, en que se invita a los pobres padres a
dirigirse a su prole, de rodillas, ante el vientre de su mujer. Sin embargo, ya hemos
explicado que la voz si no es a grito pelado no puede pasar debido, entre otras
cosas, al espesor de la pared uterina que forma una potente pantalla de proteccin.
En cambio, nada impide que ciertas frecuencias masculinas hagan vibrar el coxis
de la madre, a condicin de que utilicen el canal auditivo de esta ltima y de que el
hombre se dirija a ella directamente. La madre es un micrfono que permite al nio
escuchar el mundo o protegerse de l. Si la madre est en buenas relaciones con el
padre de su hijo, si ste ha aceptado el futuro nacimiento, seguramente que el feto se
beneficia de informaciones que provienen de esa fuente. Pero, lo repito, slo
vibrarn en funcin de las condiciones de escucha de la madre.
Gracias a los acelermetros colocados sobre el crneo y sobre los huesos ilacos,
sabemos que los sonidos siguen un mismo camino, de la caja sea hasta las
extremidades del coxis siempre con la condicin de que la mujer est en posicin
de escucha. sta est determinada por un tmpano que acta como un diapasn, un
cuerpo que asume su verticalidad y, sobre todo, un profundo deseo de entrar en
comunicacin. Si se realizan todas esas condiciones, creo poder afirmar que tambin
la voz del padre ser difundida in utero, pero nicamente utilizando el canal
materno. El padre inicia una relacin con el feto aceptando a la pareja madre/hijo.
Aunque todava no pueda medirlas, estoy seguro de que algunas informaciones
utilizan esta va. Reconocer la voz de su padre? Integrar elementos del discurso?
No nos hagamos demasiadas ilusiones. El universo acstico del feto se compone de
una masa somtica impregnada por las vibraciones maternas en que est ausente el
lenguaje, tal como lo entendemos.
Sin embargo, esa masa blanda que modela el tero (en ingls estar embarazada se
dice: to be pregnant) es sensible a ritmos variados. Los centros del lenguaje no
empiezan a funcionar a los dos o tres aos. Hay inicios antes del nacimiento. Por
qu no podra el padre favorecerlos?
Veo a muchos padres desamparados ante la transformacin de su mujer en madre
y ante ese conjunto indisociable que forma con el nio, antes y despus del
nacimiento. Y qu pinto yo aqu en medio?, parecen decir. Que no se
preocupen,:el oficio de padre tambin es difcil de asumir y ya llegar el momento en
que no habr que errar el tiro. Ya, durante el embarazo, es capital que los padres se
entiendan. El padre debe aceptar la pareja formada por su mujer y el beb. Al nacer,
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se suelta al nio como un satlite en el espacio. Pero durante los tres primeros aos,
es tan potente la fuerza de atraccin de la madre que no va a poder separarse de ella.
A los cuatro aos, el dominio del lenguaje, sus primeros pasos por el mundo, le
ayudan a romper con esta primera gravitacin y le propulsan hacia el universo de los
hombres. En este momento es cuando es determinante el encuentro con el padre. Si
ha sabido prepararlo desde los primeros das de la fecundacin no hay duda de
que sabr ayudar a su hijo a vivir esa segunda impulsin.
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Visita al zoo de la Vida
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Batiburrillo
El odo interno est inmerso en agua. Est hecho para reaccionar a las vibraciones
acsticas acuticas. Para adaptarse al agua, se forma un aparato que anuncia el futuro
odo medio: la columela. Este hueso que en los pjaros alcanza su estado de
desarrollo mximo se parece a la parte central de una trompeta. En los batracios,
slo existe en el estado inicial. En las serpientes, el agujerito situado junto al ojo y
que contiene un huesecillo es la huella de esa evolucin inacabada del odo. En los
pjaros, ste pronto va a ser recubierto con un pequeo oprculo que puede
compararse con un estetoscopio.
El sculo, que ya est presente en los animales acuticos, invita a erguir la cabeza,
a romper con el eje horizontal. Por eso, la cabeza de los cocodrilos sobrepasa
ligeramente el nivel del agua. Las patas delanteras estn estiradas, pero el resto del
cuerpo se zambulle verticalmente.
El progreso de la vida supone la evolucin armoniosa y simultnea de un odo
que se va volviendo ms complejo y de un cerebro que le sigue. Genticamente,
embriolgicamente, filogenticamente, la cuestin primordial de las especies
animales y del hombre, es la aparicin de esa funcin superior: la Escucha. El
hipocampo, tieso como un palo, posee una vitalidad excepcional y parece ser vctima
de un permanente baile de San Vito. El odo de este curioso animal se parece al
nuestro. Por desgracia l no tiene cerebro! A la inversa, la serpiente dispone de un
cerebro bastante desarrollado pero, es sorda como una tapia! Siempre digo que
ella fue quien le ense al hombre a no escuchar. La Biblia parece indicrnoslo al
identificarla con el Demonio. Tambin suele simbolizar el cordn umbilical, que
carece de toda sensacin.
El utrculo y sus conductos semicirculares, esos nuevos eslabones de la evolucin,
han aumentado considerablemente la posibilidad de analizar el espacio. El sculo
ha introducido el inicio de una carrera hacia la verticalidad. La cabeza monopoliza
los instrumentos para medir, y el cuerpo le sigue en sus diversas posiciones. Pero la
evolucin del odo an no ha terminado. Para captar las vibraciones acsticas de
manera sutil y poder analizarlas, se agrega al sculo un pequeo apndice, situado en
la parte inferior: la lguena, que aparece en los pjaros. En los mamferos, cuando
la cclea sucede a la lguena, el utriculo, los conductores semicirculares y el sculo
obedecen las rdenes de ese nuevo aparato e intentan dominar el eje vertical, tan
especfico del hombre, mientras la cabeza se desplaza horizontalmente. El cuerpo se
ve desamparado cuando tiene que aumentar su capacidad de escucha, integrando
movimientos an ms sutiles y de poca amplitud como son los fenmenos sonoros.
Este es uno de los acontecimientos ms sorprendentes de la aventura filogentica.
El rinencfalo va ligado al olfato, primer gran sentido de especie animal.
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En el acuario
De sus antepasados los Ciprnidos, nuestros actuales pececitos de colores han
heredado una enorme vejiga natatoria colocada en el vientre y que tiene la
particularidad de funcionar como una caja de resonancia. Para algunos bilogos, este
rgano slo es una especie de reactor que sirve para propulsar a esos animales en un
tiempo; rcord de un lado a otro del acuario. Pero otros se han dado cuenta de que
esos peces oyen mejor que sus congneres, y consideran esa especial vejiga como un
verdadero prototipo del odo humano. Por lo general, un pez puede or hasta 600
Hertz. Sin embargo, los Ciprnidos alcanzan los 13.000 Hz. Reaccionan al ms
mnimo golpecito en las paredes del acuario. Puede que, al penetrar en la caja de
resonancia formada por la vejiga natatoria, se amplifiquen los sonidos: una hiptesis
muy seductora.
Sin embargo, ms vale no dejarse fascinar por esta solucin tan fcil. Es cierto
que las tres vrtebras situadas junto a la bolsa de aire del ciprnido adoptan formas
curiosas: la primera est en contacto directo con la vejiga, la segunda est situada en
el medio y la tercera forma un puente con el odo interno. Es fabuloso! Significa que
podra haber una comunicacin directa entre el odo y la vejiga. Es fcil relacionar las
vrtebras del pececillo con el puente osicular del odo humano y reproducir el
mismo error en cuanto a la explicacin de la transmisin del sonido.
Es evidente que hay una comunicacin entre ambos rganos. Pero, al contrario de
lo que afirmaba en el siglo pasado el gran zologo Weber, el pez no juega a la tabla
auditiva con esas vrtebras. Se imaginan el jaleo de ese reactor cuando se pone en
marcha? Como para volverse sordo o loco! Las mismas causas produciran los
mismos efectos si un mamfero tuviera que or el ruido de su masticacin o de su
digestin. Igual le ocurrira al hombre. En la mesa, lugar de reunin por excelencia de
la inteligencia, generalmente podemos or las frases ms sutiles. No nos molesta el
ruido de la saliva en la boca y miramos con desaprobacin al grosero que, absorto
con la comida, es incapaz de mantener la ms mnima conversacin.
Dicho de otro modo: el odo, ligado al aparato seo, permite precisamente que no
garnos ruidos internos. Cuando un ruido viene de la vejiga, o de cualquier rgano
interno, los tres huesecillos hacen una contrarreaccin, mediante un juego sutil de
sonoridades, y entran en una fase diferente de la del primer sonido producido, lo que
reduce a cero el ruido ambiental. Es el papel del famoso puente osicular y el de las
vrtebras de nuestro ciprnido. Agudizar el odo es escoger el men acstico.
Algunos renacuajos poseen una sonda que, partiendo del corazn y del pulmn,
va hasta el odo interno y absorbe los ruidos nocivos mediante el mecanismo que
acabamos de evocar. Cerca de nuestro tmpano hay unas venitas irrigadas que
permiten regular la presin del odo. A veces, cuando uno est a punto de dormirse,
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oye un ruido de fondo, un bum bum regular que ciertos mecanismos de suplencia
evitan que los soportemos de forma permanente. Cuando esos no existen, solemos
padecer vrtigos y perturbaciones del odo medio que nos permiten or ruidos
inslitos, como zumbidos o silbidos. Los ruidos del cuerpo traspasan la barrera. del
puente osicular, bloquean la diferencia de fases y nos hacen la vida imposible.
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Un mono, un murcilago
Al principio, el rinencfalo se extiende al conjunto de la capacidad de ese odo
primitivo que es el vestbulo. Con la aparicin del ojo, se desarrolla otra parte del
sistema nervioso. Antes de volverse determinante en el hombre, la cclea introduce el
universo de los sonidos, que se aade al olfato y a la visin. El rinencfalo se va
reduciendo y su influencia disminuye para dejar paso a otras reas del cerebro.
En los mamferos, el desarrollo de la audicin se hace por etapas. El mono le
teme al ruido y tiene tendencia a rehuirlo. El len caza de noche y utiliza el odo lo
mismo que el olfato. Aparentemente, el delfn posee un sistema de deteccin acstica
particularmente eficaz. No he tenido ocasin de estudiarlo de cerca, pero s lo
suficiente como para ver que tambin le afecta la ley que relaciona la verticalidad con
la escucha: se yergue cuando desea comunicar.
Los murcilagos tambin poseen un odo fantstico. En esos pequeos mamferos
existe una amplificacin colosal con respecto al cerebro. Ese animal es una oreja
extendida, contenida en un cerncalo, y sensible a frecuencias que pueden alcanzar
los 80.000 Hertz. Los murcilagos tienen mala reputacin debido a su localizacin en
sitios oscuros y retirados, y tambin a su parecido con los peligrosos vampiros
sudamericanos. Sin embargo, los nuestros son completamente inofensivos. No tienen
olfato, no tienen visin, tienen poqusimo cerebro, en cambio poseen ese inmenso
rgano auditivo que, mediante un radar, enva sonidos. Un odo que habla! Sin duda,
la incapacidad de la ciencia para explicar este misterio proviene de esa paradoja. A
m, personalmente, no me sorprende, ya que desde hace unos 40 aos es el objeto de
mis estudios. Para desplazarse en el agua, los peces primitivos no necesitaban ms
que unas clulas y una lnea lateral. En los murcilagos, sta se ha convertido en
odo, pero no es ms que la evolucin del mismo rgano.
Poco a poco, el rinencfalo se ha ido reduciendo para dejar paso a otras reas
cerebrales. La nariz, el ojo, y luego el odo utilizaban el mismo rgano (el vestbulo)
para asumir su funcin hasta que apareci la cclea, elemento especializado en el
anlisis acstico. Pero la cclea es una prolongacin del vestbulo, parte arcaica del
sistema. Se ocupa de la totalidad de la comunicacin con el medio ambiente, llevando
el dilogo a un nivel superior, que en el hombre culminar con la aparicin del
lenguaje.
Las estructuras utilizadas para la puesta en funcionamiento del lenguaje no surgen
de la noche a la maana. Una autntica estrategia de las neuronas, que precede al
lenguaje y a la lingstica y se instaura cuando nace la voluntad de expresarse, dirige
los mecanismos musculares, articulatorios, fonatorios, etc. Los padres pueden
observar, maravillados, esos largos y minuciosos preparativos, exigentes, frgiles y
delicados que nacen con la aparicin de las primeras palabras. Las bases vienen del
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pasado ms lejano del hombre y cada nio las revive en el fondo de la noche uterina.
Todo lo que exista anteriormente no desaparece totalmente con la llegada de
nuevos aparatos sensoriales. Despus del nacimiento del utrculo, por ejemplo, la
lnea lateral sigue inervada. Entonces aparece la sensibilidad cutnea. La piel y el
odo tambin provienen del mismo rgano, y son la declinacin de la misma clula.
Igual que la mcula est en el centro de la retina, la cclea es el corazn de la
piel, su mcula, y el eje a partir del cual muestra su tan particular sensibilidad. La
clula ciliada, presente en las formas de vida ms primitivas, tiene un destino doble:
acutico y cutneo. Origen del plumaje de las aves y del pelo de los mamferos,
representa dos fuentes de informacin esenciales para los animales.
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Edificio en construccin
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reaccin contraria por parte del resto del cuerpo y en particular por parte de las partes
opuestas de la que tambin se encarga el vestbulo.
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Tres integradores
En las obras de A. Luria, me sorprendi la manera en que Poliakov haba agrupado
muy ingeniosamente el conjunto de los nervios pticos, los cuerpos geniculados el
pulvinar hasta su proyeccin terminal en el rea occipital. Haba creado una
unidad funcional a la que puso el nombre de analizador ptico. Entonces se me
ocurri aadir a ese conjunto la parte motora llamada tectoespinal, que as se
volva an ms global. Decid atribuirle el adjetivo de integrador.
Para m, el hombre se constituye de tres integradores principales: el integrador
vestibular o somtico (el primero de todos), el integrador visual, que, volviendo a sus
races en la mdula espinal se sita bajo el control del vestbulo, y el integrador
coclear que tomando el conjunto en su masa le aporta otra dimensin: humana y
lingstica.
In tero, esos tres integradores tienen un desarrollo desigual. El vestbulo est
muy avanzado. Desde el vigsimosptimo da (apenas un mes!), la vescula
laberntica inicia la fabricacin del laberinto membranoso. La parte vestibular aparece
a partir de la quinta semana. Dicho laberinto est completamente acabado entre la
sptima y la octava semana, con el nacimiento de los rganos del odo interno:
utrculo, sculo, y cclea.
La puesta en marcha del vestbulo marca el inicio de la motricidad y de la
sensibilidad del pequeo embrin, sin que todava exista una coordinacin ni una
relacin con las altas funciones del cerebro. Los miembros se mueven en todas
direcciones, pero no responden a una orden precisa. La cclea est inundada de
informaciones. Al no poder distribuirlas, se las guarda, las integra sin despacharlas.
La constitucin del sistema nervioso producir una separacin y una liberacin de las
mismas. sta es la razn por la cual podemos remontarnos tan lejos en los
recuerdos y volver a encontrar la huella de nuestra vida intrauteriria.
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Msculos y palabras
No hay que imaginar que en esa poca arcaica en que el sistema nervioso an no est
constituido la conciencia no existe y que el pequeo ser est inmerso en las tinieblas
de la ignorancia. La filognesis nos ayuda a comprender que la aparicin de la clula
ms pequea ya supone una informacin, una memoria, una comunicacin y, por
tanto, una escucha. El protozoo ms sencillo reproduce hasta la saciedad un
movimiento, vuelve al lugar en que estaba dispone de un esbozo de memoria que
se limita a ciertos automatismos.
Las clulas acumulan sensaciones e informaciones in situ que transmiten
cuando existe una posibilidad de relevo. inmerso en las condiciones de escucha
intrauterina, un nio o un adulto vuelve a esa dimensin arcaica, esa poca de esbozo
de la conciencia percibida en una especie de automatismo profundo, de conocimiento
escondido en el corazn de una va que nunca ha abandonado del todo. En forma de
dibujos o de vivencias emocionales, revive su bajada por la trompa, su fijacin en
la pared uterina, su nacimiento Esto no lo ha aprendido en el colegio ni en su
casa. Tampoco se lo ha inventado. Ese es el gran poder del odo: al solicitar las
impresiones profundas, libera los recuerdos y una dinmica vivida anteriormente. El
tiempo no cuenta para el.
El odo es el primer rgano sensorial que inunda el sistema nervioso, la parte baja
del vestbulo, la parte alta de la cclea hasta el cerebro siguiendo un recorrido
que, desde la parte posterior del tlamo, se proyecta en el rea temporal para alcanzar
el cerebelo en su irte externa (neocerebelo).
Desde la punta de los pies hasta la raz del cabello, ni una sola fibra escapa al
control vestibular que se dirige hacia el sistema nervioso muscular y recibe sus
contrarreacciones. El feed-back, la referencia de retorno, est asegurado (como
hemos explicado ms arriba) por los sistemas sensoriales Fleschig y Gowers. Estos
forman el sistema profundo extrapiramidal llamado protoptico que concierne a
todos los movimientos involuntarios.
La cclea pone punto final a esa construccin con una fuerza de invasin an ms
potente y que terminar ms tarde, cuando todos los elementos del sistema nervioso
comuniquen unos con otros. Una inmensa corriente se dirige hacia el blocjue
muscular, otra inunda el vestbulo apropindose de las reas del cerebro capacitadas
para analizar los sonidos. As la comunicacin encuentra su razn de ser superior a
ms alto nivel integrando el lenguaje, nexo sociolgico y de humanizacin por
excelencia.
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Antes del quinto mes de la vida uterina, los millones de terminaciones que
constituyen el sistema nervioso son como un paquete de cables elctricos mezclados
unos con otros sin proteccin alguna. Todo parece funcionar al revs. Un da, para
evitar los cortocircuitos y poner algo de orden en este lo, el organismo decide
poner vainas aislantes. Es la mielinizacin, nombre que procede de esa grasa que
contiene fsforo y que va a aislar el nervio, protegerlo y convertirlo en apto para
funcionar. En algunas funciones sensoriales, este proceso no se acabar sino mucho
despus del nacimiento. Pero, in utero, la primera zona del cerebro que se beneficia
de esto es la audicin. Por eso, el odo es el nico rgano sensorial acabado antes del
nacimiento.
Instalado desde el cuarto mes de vida intrauterina, cuando (alrededor de los cinco
meses y medio de vida prenatal) el odo se apropia el sistema neuronal que le est
destinado, est listo para funcionar. En cambio, la mielinizacin no estar acabada
hasta el da del nacimiento. As que el rea cortical que le corresponde (y que es la
proyeccin en el rea temporal) est completamente acabada. El sistema nervioso
sigue su camino y contina instalando las distintas estructuras que lo componen. Si
estas etapas son muchas y se acercan al momento del nacimiento, la puesta en orden
definitiva, la capacidad de funcionamiento definitiva no se alcanzarn sino con la
adquisicin del sistema asociativo. Slo entonces se utilizar el cerebro en su eficacia
mxima, por lo menos en cuanto a la reflexin, ese equilibrio que proyecta el
lenguaje en el pensamiento y que anima la verbalizacin. Esa fase terminal de
maduracin es atributo de los cuarenta aos, como si el hombre no alcanzara la
inteligencia hasta esa poca de la vida!
El hombre es uno de los pocos animales de la creacin que nace inmaduro en
cuanto a la mayora de sus grandes funciones se refiere salvo para la que le
permite escuchar? Qu raro, verdad?
La historia de la vida, desde la existencia de la primera clula supone la
comunicacin con el entorno. sta se va volviendo cada vez ms precisa, cada vez
ms exigente, a medida que va aumentando la percepcin del universo. Este esbozo
de la historia de la vida nos ha enseado que despus del olfato, la vista ha tomado el
mando de las operaciones, y ms tarde, lo hace la audicin.
El ser humano ha llevado hasta su ms alto nivel esta bsqueda de comunicacin
elaborando el lenguaje, a partir de una sensibilidad muy agudizada con respecto a los
movimientos acsticos. Se utiliza el odo en una dinmica de escucha que toma en
consideracin las etapas anteriores de la vida y conserva sus adquisiciones esenciales.
La escucha implica que el Vestbulo est a la entera disposicin de la cclea,
rgano del lenguaje por excelencia. sta crea una dinmica que refuerza la
verticalidad del hombre, prepara el cuerpo para ir en busca de la escucha en una
voluntad y deseo que ya existen in utero. Cuando, en los cortocircuitos de
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conciencia de que es capaz, el feto agudiza el odo hacia la voz de su madre, podemos
constatar en l una inmovilidad y cierta tensin. Se prepara para esa dimensin
superior que, mucho antes de nacer, le proporciona su estatus de hombre.
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Beb del agua, beb del aire
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Beb desmontable
El hombre nace inmaduro. Lo que le traumatiza no es el parto, sino los primeros
momentos de su vida area para la cual an no est preparado. El feto sale de una
cavidad protectora totalmente cerrada donde era el rey para aterrizar en un vasto
universo cuyos lmites no percibe. Esto ya representa un choc fsico terrible. En lo
cutneo, todo ha cambiado. Ha desaparecido el agua tibia que le rodeaba. Hace fro.
La piel, tan sensible, se ve sometida a mil agresiones, a mil irritaciones. El cuerpo
descubre el contacto con otros materiales: paales, telas Los pediatras insisten con
razn en que las madres deben prestar atencin a esa nueva sensibilidad cutnea del
nio protegiendo su piel con pomada y escogiendo cuidadosamente su ropa.
Aunque el nio an no posea verdaderas funciones visuales, para l la luz es otra
fuente de traumatismo. Ante una luz demasiado fuerte, el beb pestaea y protesta
dando muestras de disgusto. Antes, los partos se desarrollaban bajo unos focos tan
potentes como los que se utilizan para el cine y no para transformar a la madre en
estrella! Hoy, los gineclogos han renunciado a esa agresin luminosa y acogen al
nio en un ambiente ms suave, con una luz ms tenue.
Ustedes me dirn que los nios no nacen con escamas. Es cierto que la piel est
preparada para funcionar en el medio areo. Pero eso no ocurre con ese aparato
sensorial que se haba adaptado admirablemente a la vida acutica: el odo.
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Orejas gachas
La vida empieza mal para el recin nacido. En el vientre de su madre dispona de un
odo absoluto y de una escucha idlica. Mam slo se diriga a l. Perciba con
sorprendente sensibilidad ese mensaje de amor ininterrumpido. Pero, con el
nacimiento, se produce un fenmeno catastrfico que poca gente advierte a pesar de
su importancia y cuyas consecuencias an no se pueden medir. El nio pasa de una
audicin liquida a una audicin area. El beb del agua se convierte en beb del aire,
inmerso en un universo sonoro totalmente distinto. Este choc es uno de los ms
importantes de la vida. Si los que rodean al nio no prestan atencin, este
acontecimiento puede convertirse en un traumatismo.
Durante las primeras horas que siguen al parto, el odo ha retenido bastante
lquido como para funcionar de manera ms o menos correcta. Poco a poco se va
vaciando y la audicin del nio se hace cada vez ms deficiente. Privado de estmulos
sonoros, el beb se debilita, se cansa y queda como aletargado debido a la dificultad
de adaptacin al nuevo medio.
Igual que el ojo no percibe ms que sombras vagas a travs de una luz tenue, su
odo vive en un universo acolchado, mal definido. Es cierto que el odo medio va a
ponerse en marcha y progresivamente el nio podr acceder a una percepcin
correcta. Pero es un proceso lento y delicado. Hay que preparar al beb
reconstituyendo a su alrededor un calor afectivo que le ayude a sobreponerse del
susto que supone este mundo tan nuevo para l.
Si le asaltan ruidos inslitos o intensidades demasiado fuertes, si los sonidos
martirizan esa pequea musculatura del odo medio que se est formando entre los
tres huesecillos que son el martillo, el yunque y el estribo, el aparato auditivo puede
lastimarse y el nio puede no desear entrar en el mundo.de la escucha. Sabemos que
el odo posee el fabuloso poder de cerrarse y bloquearse. El sistema auditivo puede
decir adis y gracias, y provocar en el nio una patologa de noomunicacin. En
qu porcentaje? No sabra decirlo ya que mi actividad de terapeuta me lleva a no ver
ms que odos lastimados. Por eso no soy el ms indicado para contestar a esa
pregunta. Pero creo, en funcin de todos los trastornos ulteriores que puedo constatar,
que esos bloqueos son ms frecuentes de lo que se piensa. Trastornos a nivel escolar,
social, psicolgico que no es poco!
Los trastornos de comunicacin provienen de una mala insercin inicial del sujeto
en su medio. Por eso el primer encuentro es capital, y estoy convencido de que todo
se decide en el momento de nacer y durante los das siguientes, cuando el odo
todava no se ha acostumbrado a or en el aire. El odo medio dispone de una
musculatura que, in utero, no se utiliza. Despus del nacimiento, los msculos
multiplican sus esfuerzos para recuperar las Virtudes de la escucha prenatal.
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El odo a contrapelo
Al pasar del medio acutico intrauterino al medio areo, el odo se enfrenta con
muchos problemas de adaptacin. El aire no vibra como el agua. El odo medio
(formado por. tres elementos mviles) entra en escena con el papel de un pistn
encargado de proteger la parte interna del sistema auditivo.
De no haber avisado al lector de esta nueva forma de considerar la dinmica del
odo se le pondran los pelos de punta! Pero si nos ha seguido hasta aqu, sabe que el
sonido no pasa por la famosa cadena osicular del odo medio. Los que me conocen
saben que siempre he seguido itinerarios paralelos, y despus de cuarenta aos de
investigaciones consagradas a este campo, creo merecer el grado de explorador.
Desde hace varias generaciones, especialistas de la acstica y de los movimientos
mecnicos se devanan los sesos para explicar los mecanismos de ese trayecto
oficial. En vano. Cmo explicar que, para inundarnos con su riqueza, el sonido
puede contentarse con tres huesecillos relacionados entre ellos por simples
articulaciones?
Para alcanzar el rgano sensorial auditivo, hay que pasar dos puertas: la primera
est situada en la pared del laberinto y abre el odo interno, la otra se encuentra en la
membrana del tmpano, lmite que separa el odo medio del conducto auditivo
externo. Esas dos entradas son embriolgicamente distintas y se instalaron en el feto
en momentos diferentes. Cuando un sonido se introduce en el pabelln del conducto
auditivo externo, el odo interno decide adelantarse para acogerlo.
Para conseguirlo, el laberinto abre su puerta. Algunas milsimas de segundo ms
tarde, el odo externo hace lo mismo y modifica la tensin del tmpano para que el
sonido sea captado de manera consciente, como si hubiera sido admitido a entrar en
ese fabuloso laberinto.
As pues, el sonido nunca utiliza la cadena osicular que constituye el odo medio.
A mi juicio, debera olvidarse definitivamente su papel de pasarela. El odo medio
est permanentemente en condicin de analizar los sonidos. El conjunto forma un
mecanismo de amortiguacin en el cual un pequeo msculo (el del estribo) controla
la apertura de la primera puerta, mientras que las tensiones de la membrana del
tmpano estn reguladas por otro (el del martillo), enfundado en el espesor de las
capas de la epidermis y de la mucosa que constituye la membrana del tmpano.
Esas dos puertas tienen un papel independiente. Pero cuando las amplitudes
acsticas son demasiado agresivas, anan sus esfuerzos y, como una pareja mecnica,
aseguran la proteccin de los elementos sensoriales frgiles del odo interno.
La cscara que protege a este ltimo est hecha de un hueso muy duro, cuya
densidad es parecida a la del marfil. El laberinto vibra con las mismas frecuencias
que la caja sea. Las clulas de Corti (que determinan la sensibilidad auditiva)
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responden a las resonancias especficas del hueso, frecuencia a frecuencia. Vibra todo
el sistema seo. Pero la escucha es selectiva. El odo no se agudiza ms que cuando
desea entrar en contacto con algunos sonidos exteriores.
Cmo va a protegerse de los ruidos demasiado agresivos? Cmo va a eliminar
ese barullo permanente constituido por los distintos rganos del cuerpo? (respiracin,
digestin, circulacin de la sangre, tictac cardaco). Por un lado est la inmensa
sonda que es la caja sea y la vescula del laberinto (el odo interno). Por otro, un
pequeo diapasn, una placa que permite que el sonido vibre e inunde el sistema
seo: el tmpano. Entre los dos se ha establecido un sistema de regulacin: el odo
medio, como el pistn de un amortiguador a nivel del odo interno est capacitado
para regular las impedancias a nivel de la membrana del tmpano, de abrir o cerrar
As, a mi juicio, el procedimiento es el siguiente: el tmpano resuena segn las
frecuencias agudas o graves en funcin de los movimientos regulados por las dos
primeras partes del odo medio (martillo y yunque). El estribo (elemento pegado a la
vescula laberntica) controla la potencia de la vibracin en el odo interno.
El feto bosteza
Qu pasa entonces en el tero? La trompa de Eustaquio del feto est abierta y el
tmpano rebordeado por ambos lados no sirve para nada. El bostezo, al
reproducir un poco esta parlisis del odo externo puede darnos una idea de este
mecanismo. El aire llega por ambos lados y provoca la ligera sordera. Ante una
fuente sonora demasiado fuerte, la agresin provoca un bostezo que alivia por unos
instantes. El aire entra por la trompa de Eustaquio, la vibracin se detiene provoca
una diferencia de fase y lleva a la percepcin del ruido cero. El beb nace con la
trompa de Eustaquio abierta llena de un lquido llamado meconio. Durante los das
siguientes ste se reabsorbe, y, un poco ms tarde, la trompa se cierra. Entonces el
odo medio entra en escena para adaptarse a ese nuevo universo sonoro fabricando su
propio sistema de regulacin.
El odo es un Fnix
En su vida intrauterina, el odo ha vivido una poca gloriosa. Por el contrario, su
adaptacin al mundo areo es ms difcil. Hasta el dcimo da, el beb conserva una
relacin sonora semejante a la de su vida fetal. Luego, una vez transcurrido este
tiempo, mientras el lquido amnitico desaparece del odo medio, se presenta un
abismo. Todo se desvanece. El beb queda sumido en un mundo de silencio que slo
rompe la orquesta de sus ruidos internos, compuesta por instrumentos ms o menos
desafinados. Y, para volver al universo acstico que fue el suyo durante el periplo
uterino, el de la voz de su madre, deber aprender a agudizar el odo para que pueda
reanudarse el dilogo. As, cuando el resto de lquido ha desaparecido de la trompa de
Eustaquio, el nio cae en un abatimiento relativo del que no saldr hasta que haya
aprendido a usar las partes media y externa de su odo.
Un segundo nacimiento,
y ms tarde un tercero
Ese rgano que ya nos ha sorprendido por la precocidad de su capacidad, tiene la
particularidad de precisar de un segundo nacimiento, ms laborioso que el anterior,
hasta el punto de que muchos no llegan a traspasar este umbral. Cuando esto sucede,
puede ocurrir una catstrofe en el campo de la escucha y de todo lo que implica esa
facultad excepcional. El odo no conocer ms que dos nacimientos en su vida?
Esperemos que no. Al pasar de etapa en etapa, el hombre vuelve a nacer cada vez y
manifiesta una nueva dimensin de escucha.
El parto snico (en ingls: sonic birth) que marca una etapa importante en
la aplicacin del Odo electrnico reproduce un proceso totalmente natural.
Permite recuperar la primera o la segunda escucha si stas han fallado, y ofrece una
tercera posibilidad.
Se comprende que la mujeres embarazadas que se someten a este tratamiento
vean disminuir su angustia con respecto al parto. Esperan de l un intenso momento
de comunicacin y el origen del ms bello do de amor que puede unir a dos seres
Como para dejar atnito y soador al ms machista de los amantes!
Tampoco quiero que la gente mitifique el parto snico, este momento clave de la
progresin, rogando cada noche a la Virgen Santsima para llegar lo ms rpidamente
posible a esa etapa crucial. Algunos manifiestan mucha prisa por llegar. Otros me
preguntan: Cundo va a ocurrir?, Qu me va a pasar? Les hablo de ello lo
menos posible, explicndoles que llegar a su debido tiempo, en funcin (entre otras
cosas) de su temperamento y de su reaccin.
9
Una fax del tero
Interrogatorios
Un da llevaron a un nio a ver a un famoso psicoterapeuta, porque tena una serie de
problemas que se manifestaban por una constante actitud de rechazo, pensamientos
de muerte y espantosas pesadillas. La madre explic que aquel nio haba nacido con
un hermano que haba muerto en el tero, ya que esperaba gemelos. La conversacin
tuvo lugar en presencia del padre y del nio. Visiblemente, ste no entenda nada de
lo que all se deca y no contestaba a las preguntas. Entonces, el psi le pidi que
hiciera un dibujo, explicndole que seguramente l haba sufrido mucho con aquel
drama en el vientre de su madre. El resultado no se hizo esperar: despus de algunas
sesiones, el nio volvi con un dibujo donde estaban representados dos nios en una
cavidad separados por un cuchillo. Con aire de sabio que ha descubierto el misterio
de la gran pirmide, el psi explic entonces que el nio se senta responsable de la
muerte in utero de su hermano gemelo.
Ese tipo de mtodos que asocian la induccin directiva a la interpretacin
subjetiva tiene efectos deplorables en el nio que recibe el veredicto como un choc,
a veces tan espantoso como el que ha originado su trastorno. Qu alternativa le
queda, aparte de asentir a esta serie de afirmaciones perentorias?
La entrevista, las preguntas, los ruegos, y ms tarde las interpretaciones se han
hecho sin tener en cuenta la capacidad de integracin del nio, ni la realidad del
fenmeno. Por cierto que durante el tiempo que dur el tratamiento el nio no habl
porque el experto no se interesaba por sus smbolos, limitndose a exponer procesos
psicoanalticos.
Encuestas contradictorias
No hay que interpretar los dibujos que los nios hacen espontneamente. stos
representan su historia y los abscesos psicolgicos se eliminan en el mismo
movimiento de su elaboracin. El sujeto indica que ha superado una etapa y que
desea ir ms all en su devenir. Vuelve a sentir percepciones que han determinado
acciones o actitudes por su parte. Punto.
Nosotros nos limitamos a hacer meras observaciones. Detenernos en uno de esos
dibujos como hace nuestro psi sera fijar el nio en un momento de su
desarrollo y de ah no saldramos. No se trata de construir grandes sistemas
intelectuales a partir de esas representaciones. Todo conserva su espontaneidad, visto
como un movimiento que deja pasar a la etapa siguiente. Siguen siendo posibles las
interpretaciones, pero que fcil es equivocarse! Forman parte del sueo que se
pretende descifrar, como lo atestiguan las interminables discusiones entre Freud y
Jung. Sus interpretaciones divergan categricamente y Jung jugaba con ello,
soltando elementos a su maestro para or su versin, sabiendo que l pensaba lo
contrario.
Cuando ponemos a un paciente el Odo electrnico y le difundirnos esos famosos
filtrados intrauterinos, le invitamos a dibujar segn su libre inspiracin. Esos dibujos
tienen la particularidad de ser los mismos para todo el mundo. Respetan una
cronologa idntica que sigue la huella del periplo uterino: desde el embrin hasta el
nacimiento. Incluso a veces logramos llegar ms lejos, con evocaciones del
movimiento del huevo en la trompa del tero. As, de un sujeto a otro, encontramos
dibujos idnticos y correspondencias temticas muy fuertes.
Paraso interrumpido
Al iniciar el tratamiento con Odo electrnico, me pregunt cmo iba a ocupar a mis
pacientes durante todas esas horas que pasaban con los cascos puestos, escuchando
sonidos filtrados. No poda buscarles una ocupacin que movilizara en exceso su
materia gris, como la Lectura o la escritura Con un odo por reeducar, tampoco les
poda poner musica! As que me lanc en una actividad intermedia e incit a mis
clientes a dibujar, precisndoles que podan dejar libre curso a su imaginacin, sin
pensar demasiado en lo que hacan. Los resultados fueron ms all de mis esperanzas,
ya que esos dibujos se han convertido en piezas claves de nuestra terapia. Los
utilizamos a modo de muestras o como pilotos para saber exactamente en qu etapa
se encuentra el sujeto.
Al principio, los dibujos se amontonaban en mi despacho sin que yo supiera qu
hacer con ellos. Un da me di cuenta de que haba extraas correspondencias entre las
obras de mis pacientes. Los mismos motivos se repetan con una cronologa y una
regularidad sorprendentes.
Pens que los programas que haba establecido eran demasiado directivos y que
no dejaba bastante tiempo al sujeto en escucha intrauterina. Quiz deseaba
permanecer ms tiempo en el Vientre de su madre, cuyo universo acstico est
reconstituido por los sonidos filtrados. Con qu derecho poda obligarle a abandonar
aquel paraso? El parto snico quiz era prematuro, lo que le converta en un
autntico frceps electrnico.
Decid dejar a mis pacientes el mayor tiempo posible en ese bao de juventud.
Espere. Sorpresa! Dibujaron los mismos motivos que la vez anterior, como si ya
hubiera efectuado la conduccin hacia la audicin area! Pedan el parto snico sin
que yo lo facilitara! Ellos mismos expresaban su deseo de nacer. Cuando puse en
prctica ese nuevo tipo de programa, los pacientes permanecan in utero durante el
tiempo necesario y decidan por s mismos el momento de su nacimiento, como si
hubiera que respetar un trayecto y un timing individuales. Libremente, superaban
una etapa que no esperaba que llegase sino ms tarde. Por eso enseguida volv al
sistema inicial: era intil obligar a los pacientes a nacer acelerando artificialmente la
vuelta a los sonidos areos, no filtrados.
El Odo electrnico,
instrumento milagroso?
Cuando invitamos as a nuestros pacientes inundados por sonidos filtrados a dar
libre curso a su imaginacin y a dibujar todo lo que les pase por la cabeza, suelen
quedarse pasmados con los resultados. No se crean capaces de hacer cosas tan
bellas.
Ser el Odo electrnico como una varita mgica capaz de transformar a
hombres y mujeres en discpulos de Picasso o de Renoir? Aunque haya mucho que
decir sobre ese tema, no lo creo. Lo que revelan las estimulaciones auditivas no es el
don del dibujo, sino la creatividad de fondo que duerme en cada uno de nosotros.
El hombre est fundamentalmente ligado a la creacin. En cuanto se le da
energa, siente el universo; la vida pasa por l, como una proyeccin de todo cuanto
ha recibido. El dibujo es una representacin de un acontecimiento que estaba
engramado en lo ms profundo del tlamo y que sale a flote, como un objeto inmerso
en el agua al que de pronto hubieran quitado el lastre.
Los pacientes nunca repiten los mismos dibujos. Cada hoja representa un absceso
que se abre. Luego, pasan a otra cosa. Esa actividad les ayuda mucho. Pero esa
diversidad individual no debe esconder lo esencial: agrupando los cuadernos,
constatamos que los motivos se parecen, lo que demuestra que han seguido itinerarios
parecidos. Cada uno los.reproduce en funcin de su temperamento y de su historia,
pero las temticas son idnticas.
La fuerza de las realizaciones est ah, y no entramos en ningn sistema de
interpretacin de profundidad psicoanalitica. Es una realidad de produccin que
todo el mundo ha integrado en la vida intrauterina y que vuelve a salir a flote
naturalmente. Sera intil invocar al padre, a la madre, a Edipo y la obra completa de
Freud! Tambin deberamos dejar a un lado esa idea segn la cual existe un
psiquismo para cada individuo, y por tanto, un psicoanlisis especfico para cada uno.
Aunque les pese a algunos especialistas, creo que todos estamos creados segn dos o
tres modelos. La resistencia a esa idea proviene de que nos cuesta aceptar la unidad
profunda del hombre, y en consecuencia, la universalidad de sus comportamientos.
Esta observacin puede parecer normativista. De hecho, cada uno pone su granito de
arena en el interior de su propio molde, se hace su mezcla y aporta su nota de color.
Es cierto que en los dibujos encontramos las mismas temticas, pero con una marca
personal, en funcin de las tendencias de cada uno y de su historia individual. No
olvidemos que esa idea no es ms que una leccin de humildad.
Al trmino de la cura, disminuyen las ganas de dibujar, salvo en algunos sujetos
psiquitricos que se quedan estancados en una representacin obsesiva. Los otros,
entran en el lenguaje. Ya no necesitan dibujar. Bajo los efectos del Odo electrnico,
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un hombre (pocas veces) o una mujer (ms frecuentemente) puede descubrir en l una
vocacin de pintor y, gracias a esto, empezar otra carrera. Entonces, l o ella
permanecer ante las puertas del lenguaje.
sistema nervioso, y luego se reparte por todo el cuerpo. Este proceso explica las
fantsticas reminiscencias que Vuelven a nosotros, como fuertes imgenes. Aunque
escapen a la conciencia inmediata, los dibujos que realizamos espontneamente nos
vuelcan de nuevo en ese universo.
Cuando, gracias al Odo electrnico, Volvemos a poner a un sujeto en las
condiciones de audicin intrauterina, despertamos en l percepciones pasadas,
provocamos una rememoracin. Entonces, a travs de sus dibujos, nos restituye mil
impresiones, mil recuerdos de su vida en el tero. Nadie puede evitarlo y los dibujos
se parecen, ya sean los de un nio o los de un adulto. Eso demuestra l fuerza de esas
reviviscencias arcaicas, el imprinting colosal de las primeras impresiones de la
vida.
Junto a mi rbol
El cordn umbilical no contiene terminaciones nerviosas. Es un tubo gelatinoso que
no tiene ms que venas y arterias, es completamente indoloro, y por esa razn se
puede cortar tan fcilmente despus del nacimiento. Para el nio es como un cuerpo
extrao, es la serpiente de la leyenda, un compaero ambivalente: se le puede
triturar, tirar de l, pasearse por el tero atado a esa amarra protectora pero,
tambin puede enrollarse y provocar sensaciones de estrangulacin, hacer dario,
provocar los primeros sustos y los primeros dramas de la existencia que
permanecern grabados para siempre.
El feto descubre la percepcin tctil desde el cuarto mes de la vida intrauterina.
Con sus cleditos, puede tocar su cuerpo Algunas zonas reaccionan, otras no, todo
eso es progresivo. Pero las sensaciones son muy vivas y dan origen a una memoria
considerable de la que encontraremos la huella en ese tema privilegiado de los
dibujos infantiles: el rbol.
El rbol es uno de los primeros dibujos realizados por el nio, cualquiera que sea
el pas donde vive, ya sea en Europa, en Asia o en un rincn desierto de frica o
Groenlandia, all donde no crece la vegetacin. De hecho, somos nosotros quienes
hemos creado la nocin de rbol, ya que lo que interpretamos como ramas, frutas y
troncos no es lo que el nio dibuja. Ese tronco clavado en el suelo, con sus
races profundas y sus decenas o centenares de ramitas en flor o llenas de frutas, es la
proyeccin sobre el papel de la vida intrauterina. Durante este tiempo, llevado por
una dinmica de percepcin, el nio ha sentido un rbol: un hilo largo (el troncocordn) que buscaba alimento en la tierra madre (la placenta), con un cuerpo sensible
superpuesto que reaccionaba al tacto de sus manos vidas de sensaciones, que si
desarrollan como las flores (con sus cinco ptalos) y los frutos del manzano.
En la tradicin judeocristiana, hay dos rboles: el de la vida, que nunca se debe
tocar, ni siquiera en el paraso, y el del conocimiento, del que Adn fue a coger la
famosa manzana. Es curioso que esta palabra de origen persa casi siempre tiene
un significado genrico: fruta. Algunos pueblos llaman manzana o fruta a
todo lo que crece en los rboles.
El cordn umbilical es ese objeto de juegos peligrosos, responsable de
sensaciones desagradables y que volvemos a encontrar en el mito de la serpiente. Ese
animal, considerado como el ms inteligente de la creacin, slo oye en el agua: en
tierra, es sordo. Qu puede ser ms insidioso que no querer or la verdad? l fue
quien le ense al hombre a no escuchar el Verbo.
Cuando veo un rbol, s que se trata de una representacin de la vida intrauterina:
las races figuran la placenta, el tronco es el cordn umbilical y una copa que
representa el feto Pasando la pginas del bloc de dibujos veo cmo va aumentando
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Agujeros en el cielo
Un da, un nio me ense un dibujo precioso, con un rbol cuyos frutos no pude
identificar.
Son manzanas? le pregunt.
No me dijo con asombro. No son frutas, son agujeros en el cielo.
Esa respuesta es fabulosa y representa una verdadera leccin para quienes
pretenden interpretar los dibujos de los nios. Esos agujeritos son las primeras
zonas de percepcin del feto durante su vida uterina, cuando se est elaborando el
sistema nervioso. Forman pequeas reas de percepcin cutnea que progresivamente
se van a extender hasta llegar a formar un sistema de percepciones homogneas.
Adems, la fruta no est dibujada sin ton ni son. Al principio, slo ocupa dos o
tres filas paralelas que corresponden a las primeras percepciones, tal como las
encontramos en los animales inferiores. Es la famosa lnea lateral de los peces
primitivos! Vuelve a manifestar su presencia y el embrio-feto la recupera en su
periplo uterino. Nuestro cuerpo no tiene una sensibilidad uniforme. Por ejemplo, a lo
largo de toda la vida, tenemos el trax mucho ms inervado que la espalda. Los
dibujos indican que el nio vuelve a encontrarse con antiguas zonas de percepcin y
sensaciones adquiridas durante su vida intrauterina. A medida que avanza el
tratamiento, el sistema se escalona hasta alcanzar la ltima etapa en la que todos los
frutos dibujados forman un racimo homogneo; cuando el nio los recoge, empieza la
representacin detallada y precisa de las hojas.
El rbol es la representacin perifrica. En la vida intrauterina los nervios ya
estn en su sitio, pero el sistema que los relaciona an no lo est. No obstante, in
situ, han grabado miles de sensaciones. Como he repetido varias veces en este
libro: la memoria y la clula estn estrechamente relacionadas, incluso cuando stas
estn muy lejos del sistema central. Cuando el sistema nervioso y el cerebro han
llegado a la madurez, recuperan las sensaciones y las informaciones mas lejanas, las
vuelven a distribuir y a integrar con una interpretacin neuro-motora ms amplia.
10
Los bebes Tomatis
No hay nada como poner a la madre y al hijo en la misma onda para ayudar a las
mujeres embarazadas a vivir mejor su embarazo. Gracias a sus bsculas, el Odo
electrnico libera el paso entre el tmpano y el odo interno: el mensaje no encuentra
ningn obstculo. La va est libre. En ese programa concebido especialmente para
las futuras madres, difundimos sonidos sin memoria sin contenido ni carga
informativa, sonidos filtrados, libres, como los que oye el feto.
Bajo los efectos de esa vigorosa ducha acstica, la capacidad energtica se
multiplica. La conciencia aumenta. Ese aumento de energa ayuda a la mujer a
superar el stress habitual unido al embarazo. Desaparecen sus bloqueos y cada vez
est ms relajada. Al cabo de algunas sesiones, el ritmo cardaco y la respiracin se
tranquiliza. La pared uterina se relaja, proporcionando ms espacio al futuro beb. La
mujer relativiza sus miedos subjetivos para dedicarse a una relacin ms personal con
su hijo. Los problemas ligados al embarazo (cansancio, aprensin, angustia, bruscos
cambios de humor) se relativizan. Se vuelven banales, normales, menores.
Colocada en el mismo universo acstico que su futuro beb, la mujer ve la vida de
color de rosa y descubre el sentido de ese acto fabuloso para el cual se prepara: dar la
vida.
Por eso, la cura con Odo electrnico ofrece a la mujer la posibilidad de vivir su
maternidad con una actitud positiva, generosa y que valoriza. En una poca en que se
las disuade de tener hijos y en que se considera el embarazo como una enfermedad o
un handicap, no es cosa fcil!
Hoy en da hay miles de nios cuya madre sigui una preparacin con Odo
electrnico durante el embarazo. En Vesoul, en el este de Francia, un mdico el
doctor Klopfenstein ha puesto en marcha una estructura para acoger a las mujeres
embarazadas que desean seguir ese mtodo de preparacin al parto. El captulo
siguiente est dedicado por completo a ese experimento. Los bebs Tomatis, como
los llaman all, nacen ms fcilmente. Lloran menos y demuestran tener capacidades.
sorprendentes. Se les ve alegres, activos y con muchas ganas de vivir. En cuanto a las
madres, han vivido un parto liberador con una clara disminucin del tiempo y del
nivel de angustia. Inmediatamente recuperan la energa perdida.
vertical y los sostienen poniendo las manos bajo las plantas de sus pies. Nos ha
sorprendido la fuerza de los bebs Tomatis, dice Marie y Ouvrard. Parece como
si ya quisieran saltar. Sus compaeros no se apoyan con tanta fuerza y no tienen ese
impulso. Cuando tengan que echarse al agua en una piscina en la que no hagan pie,
no se vern sorprendidos, no se negarn a tirarse de cabeza, ignorando lo que es el
vrtigo. Marie Ouvrard tambin observa que conservan su impulso hacia adelante y
siempre se estiran en el agua antes de volver a la superficie.
El personal que les rodea define a los bebs Tomatis en estos trminos: Son muy
pillines, siempre se ren, alborotan mucho, son muy observadores Esos
nios son tan espabilados, que desde los 8 meses organizan ellos mismos sus juegos
acuticos, mientras que a los otros todava hay que ayudarles.
Uno o dos aos ms tarde, las madres se sorprenden de la precocidad y la
madurez de esos nios. Suelen andar antes de los 11 meses y muy pronto manifiestan
el deseo de tenerse en pie (desde los 8 o 9 meses). Una madre declara: Con 6 meses,
tiene tanta fuerza en las piernas que llega a levantarse e incluso parece que quiere
saltar. Otras explican a Marie Ouvrard: No, no ha andado a gatas, se desplazaba
sentado con una pierna bajo las nalgas y empujaba con la otra. En cuanto llegaba a un
mueble, se pona de pie. A los 9 meses! Atrados por la verticalidad, los bebs
Tomatis tambin utilizan muy temprano un lenguaje elaborado. Con dos aos,
explica otra madre, hace frasecitas cortas y sabe hacerse entender.
Ese cuadro idlico puede incitar al lector a soar o por el contrario, aumenta su
escepticismo. Lo entiendo perfectamente. Despus de todo, el objetivo de este libro
es superar esas reacciones para convencer. Esos testimonios corresponden a nuestra
experiencia clnica de cada da y a una serie de estudios realizados recientemente en
el medio hospitalario. Los lectores podrn descubrirlos en el captulo siguiente.
Pero volvamos a nuestra historia. Despus de haber odo hablar de mis trabajos, el
doctor Klopfenstein jefe del servicio de ginecologa del Centre Hospitalier
General de Vesoul hizo una propuesta al estado. Consista en instalar Odos
electrnicos en las habitaciones de la maternidad, en las salas de reposo y en los
quirfanos, y proponer un sistema de preparacin al parto para las mujeres que lo
desearan. La propuesta se realiz por mediacin de la Direction Regionale d'Aide
Sanitaire et Sociale (DRASS). La preparacin al parto consista en un programa
elaborado por nosotros, y el doctor Klopfenstein en contrapartida se comprometa a
realizar dos series de estudios que aportaran la prueba de la eficacia (o del fracaso!)
de mi mtodo. Sorprendido por los resultados, decidi lanzarse a una serie de anlisis
ms profundos acerca de La transmisin del sonido por va sea en la mujer
embarazada como para demostrarse a s mismo que no estaba soando. Dirigido
por el doctor Klopfenstein, un estudiante de medicina, Christophe Petitjean, ha
presentado recientemente su tesis sobre La conduccin sonora sea como condicin
11
En Vesoul nacen nios mediante el odo
electrnico
170 casos ms
El siguiente estudio, que recoge 170 casos ms, ha sido realizado con una clientela
rural sin seleccin previa: futuras madres primerizas, otras que ya iban por el quinto
parto (multparas), cesreas Suelen ser mujeres que no tienen una idea muy precisa
de la comunicacin madre/hijo in utero, de las causas de su angustia, las relaciones
psicolgicas con los que las rodean En el marco de la preparacin al parto, les
propusimos el Odo electrnico explicndoles que aquel aparato iba a ayudarles a
relajarse. El programa estaba establecido: era msica de Mozart con los sonidos
filtrados. Pero enseguida efectuamos una lateralizacin sobre el odo derecho.
Es un mtodo que acta prcticamente a ciegas. Esas mujeres no conocen el
Odo electrnico y por lo tanto no tienen motivo alguno para influenciar sus
resultados. Cuando van a las sesiones de Odo electrnico, explican a sus familiares o
a sus amigas que van a msica. O sea que disponemos de resultados en bruto. El
efecto placebo, que poda influir en los resultados del primer estudio, desaparece por
completo. Estamos lejos de cualquier influencia psicolgica. Slo interviene la
relacin de confianza con el mdico.
Aqu tambin es evidente la influencia en el factor tiempo. Ganamos una hora de
trabajo, una economa que oscila entre un 25% (para las primerizas) y un 33% (para
las multparas). As que las cifras son ms o menos como las del estudio anterior: 2 h
22 (de promedio general) y 2 h 40 (multparas). Una ganancia superior a una hora. La
influencia de la relajacin es prcticamente igual.
En nuestro servicio, el porcentaje de cesreas es de un 15%. Con la utilizacin del
Odo electrnico, esta cifra slo alcanza un 12,95%. En realidad, no buscamos unos
efectos en el parto, sino nicamente en la relajacin y las estadsticas tienen en cuenta
a las mujeres para las que ya se haba previsto una cesrea. Eliminarlas hubiera sido
hacer trampa.
En cambio, en las primerizas las cesreas disminuyen en un tercio. Son los
efectos de la relajacin. Con los espasmos, el trabajo dura ms. Y, para un nio que
no nace en buenas condiciones, una hora puede ser fatal. Entonces, nos vemos
obligados a interrumpir el parto, para evitar el dolor del feto o un cansancio
exagerado. En el estudio, para las primerizas, el nmero de cesreas pasa de un 13%
(preparacin tradicional) a un 4% con el mtodo Tomatis. Aun teniendo en cuenta el
efecto placebo, esas cifras son muy alentadoras. En el segundo estudio, hay una
ganancia de un 13% (9,44 contra 15%). Ms de un 30% de diferencia.
Queramos saber si la msica filtrada difundida por el Odo electrnico era un
factor suficiente y exclusivo de la relajacin y de la disminucin de la ansiedad. El
inters est en haber realizado series comparativas en una misma poca, con el
mismo numero de mujeres en una serie y en otra. La psicoterapia de grupo, la
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partes del cuerpo vibran cuando habla la mujer? Se pueden medir las reacciones del
feto a esa vibracin? Y sin darme cuenta me estaba embarcando en una nueva
aventura.
Tambin nos hemos percatado de que los sonidos que mejor pasaban eran los
agudos. No es que sea un descubrimiento fundamental, corresponde a unas leyes
fsicas muy conocidas. En los cuerpos duros, las frecuencias elevadas pasan mejor
que las graves, que vibran menos.
Pero cmo demostrar que el feto es sensible a ese entorno sonoro que
empezamos a conocer? Los experimentos clsicos se han limitado a estudiar sus
reacciones mecnicas al ruido mediante el estudio de los movimientos fetales. Todo
eso sigue siendo emprico y no llega a satisfacernos. Despus de todo quin nos dice
que in utero el nio no percibe una frecuencia de 10.000 Hertz sin manifestarlo?
Un experimento, como el nuestro, nunca es normativo. Slo sabemos que el sonido
pasa. Todava estamos ante un mundo totalmente desconocido ya que la reactividad
del feto no est necesariamente en relacin directa con lo que los neurlogos llaman
la creacin del software cerebral. Son dos cosas distintas que no se pueden poner a
un mismo nivel.
Ahora intento saber si para cada mujer existe una frecuencia que haga vibrar
particularmente su coxis y si esta frecuencia de resonancia mxima tambin puede
detectarse en el espectro de su voz. Acaso el coxis resuena por s mismo?, o est, al
contrario, modelado por l voz? La respuesta a estas preguntas ser determinante para
una accin de estimulacin in utero.
Si el coxis amplifica ciertos armnicos, podemos pensar que stos llegan mejor
hasta el nio y provoca el mximo de reacciones fetales. Esta frecuencia dominante
se imprimir en el cerebro del nio y tambin ser la que debemos utilizar para
obtener el mximo de estimulaciones posible.
El coxis vibra alrededor de los 2.500 o 3.000 Hertz una frecuencia que
corresponde a una voz femenina normal. Nuestro estudio ha demostrando que,
efectivamente, el coxis de la mujer es como una caja de resonancia. De la misma
manera, el feto reacciona a la emisin de ciertos sonidos con movimientos y con una
aceleracin de su ritmo cardaco. Tenemos la impresin (pero slo son hiptesis) que
los movimientos del feto son ms frecuentes en ese momento. Todo esto quedar ms
claro desde un punto de vista estrictamente cientficoel da que podamos
efectuar potenciales evocados en los nios in utero. Se trata de colocar unos
pequeos captadores para medir sus reacciones. Por fin sabremos si la audicin
provoca un desarrollo cortical. Hoy en da, en condiciones ptimas de seguridad, esta
operacin se puede realizar perfectamente.
Por un lado, existe una impregnacin de frecuencias agudas en el feto (debido a
las leyes mecnicas que hemos evocado), y por otro, hay una reactividad que se
establece alrededor de los 2.500 Hertz pero con unos armnicos especficos para cada
mujer. Un da podremos aislar esta frecuencia a la cual el nio es particularmente
sensible debido a su vibracin en el coxis de su madre. Transformado en sonido
que forma con su hijo. Existe otro medio para estimular al nio aparte del Odo
electrnico? Algunas preparaciones al parto proponen sesiones de canto para las
futuras madres y vuelven a una practica cuyo origen se pierde en la noche de los
tiempos como atestigua el Cantico a Mara en el Nuevo Testamento. No es
divertido imaginar a Jess estimulado in utero? He aqu una escena que no se le
ocurri a Martin Scorsese cuando realiz su famosa pelcula! Los Mantras budistas
son sistemas sonoros que estimulan ciertas partes privilegiadas del organismo. Se
utiliza la A para el trax, la M para la cabeza, etc. Al estimular o hacer vibrar
algunos rganos, se pueden obtener efectos positivos (o negativos). Por ejemplo, se
utiliza la accin de los ultrasonidos en el tratamiento de ciertas fracturas duele,
pero cura!
Recientemente, en Alemania se ha realizado una encuesta para establecer un hit
parade de las personalidades nacionales que ms han aportado a su pas. En la
relacin estaban Einstein, Oppenheimer, sabios que han perfeccionado bombas
atmicas, fsicos y qumicos. Todos esos genios tienen un punto en comn: sus
madres cantaban o se dirigan a su futuro hijo ms de tres horas al da durante el
embarazo.
Cada vez ms a menudo la obstetricia utiliza mtodos basados en la estimulacin
sensorial general. As, los prematuros, o los nios que nacen con algn handicap cada
vez estn ms estimulados mediante unos masajes de larga duracin (que incluso
pueden salvarles la vida). El feto no me parece ser muy sensible a ciertos contactos
tctiles como la haptonoma. En cambio, esas tcnicas, al reforzar el bienestar de la
pareja, por carambola pueden tener efectos favorables en el desarrollo del futuro
beb. En Haute-Saone, regin donde ejerzo mi oficio, todava veo cosas increbles en
las relaciones. Incluso entre esposos, las relaciones sexuales suelen practicarse en
forma de violacin permanente. El Odo electrnico an me parece mas eficaz, ya
que acta sobre el vestbulo que controla la mayora de la motricidad. Es una
estimulacin directa y profunda sin equivalentes.
Mis esperanzas
En este hospital, en el que soy jefe de servicio desde hace 17 aos, atendemos 17.000
consultas al ao, 1.000 partos y 200 intervenciones ginecoquirrgicas. Cuando se
presenta una futura madre, le propongo sistemticamente una preparacin con Odo
electrnico explicndole que se trata de un mtodo de relajacin de tipo musical. He
tenido la suerte de que la DRASS aceptara mi proyecto y de haber podido cumplir
mis compromisos con respecto a esa institucin. El experimento lleva dos aos
funcionando y el inspector regional hoy retirado me dijo: Habra que instalar su
mtodo en todas las maternidades. Es el mejor cumplido y el ms bello homenaje
que yo poda esperar.
La preparacin al parto con Odo electrnico no representa ms que un 2% de
nuestra actividad. Un 20% de las mujeres lo aceptan. Lo ideal sera llegar al 50%. Es
una lstima que no haya ms participacin, sobre todo teniendo en cuenta que las
sesiones van a cargo de la Seguridad Social y del hospital. En establecimientos
privados una preparacin como sta resultara muy costosa y, paradjicamente,
quizs ms solicitada. El experimento todava no es lo suficientemente conocido y
sus resultados estn infravalorados. La informacin no consigue llegar hasta el
pblico. Sin embargo, somos conscientes de que estamos tocando algo muy
importante. Las horas que dedicamos al Odo electrnico son tan interesantes como
las que pasamos en el bloque quirrgico haciendo ciruga plstica o reconstructiva.
12
En el fondo del mar
perodo que les separa del momento oficial de su nacimiento. Es la tcnica clsica
de los potenciales evocados. En veinte aos, se han multiplicado los experimentos
y ha quedado demostrada la audicin fetal, que se mide con las reacciones mecnicas
o elctricas del beb. Todos esos experimentos recientes confirman lo que yo
anunciaba en los aos cincuenta, tanto en mis investigaciones como en la prctica
cotidiana.
La escuela uterina
(o la verdadera escuela maternal)
Al descubrir que las reacciones del futuro beb disminuan con la repeticin de las
estimulaciones, algunos investigadores se han preguntado si esta especie de
costumbre no significaba que in utero se estableca un aprendizaje. Ando Y y
Hattori H (Effects of intense noise during fetal life upon post natal adaptability) se
han interesado por los nios de madres que viven cerca de una fuente sonora intensa
y permanente. Han estudiado el caso de familiares que viven junto a un aeropuerto
internacional en Japn.
A algunos bebs les perturbaba el paso de los aviones. A otros no. Los grupos
diferan segn la exposicin prenatal. Si las madres slo vivan en aquella zona desde
el quinto mes del embarazo, casi uno de cada dos bebs se despertaba y lloraba
cuando pasaba un avin. En cambio, si vivan all desde el primer mes, el porcentaje
se limitaba a un 12%. En las que vivan all desde siempre, el porcentaje era de un
6%!
Dilogo
Encontrar la voz de la madre en el hueso del coxis es una cosa. Pero otra es demostrar
que el feto reacciona a ella, Esa demostracin fue objeto de la segunda parte de la
tesis de Christophe Petitjean.
Despus de un tiempo de reposo de 10 minutos, se invito a las madres a enviar
estimulaciones acsticas durante dos minutos, entrecortadas por un perodo de
reposo. Entonces, el captador de los movimientos fetales poda ponerse en marcha.
Es evidente la reactividad del feto a las frecuencias situadas entre los 1.000 y los
3.000 Hertz. As, se han observado 58 movimientos con una frecuencia de 2.000
Hertz frente a 11 a 500, 26 a 750 y 17 a 8.000. En cuanto al ciclo cardiaco, se
considera significativa una aceleracin de 15 latidos por minuto o ms durante un
perodo de por lo menos 15 segundos. Aqu tambin, los resultados ms positivos han
sido observados en frecuencias comprendidas entre los 1.000 y los 3.000 Hertz. Esa
zona acstica es doblemente interesante. En primer lugar, porque se sita a un nivel
elevado, constituido por sonidos agudos en su mayora. En segundo lugar, porque
corresponde al universo sonoro de la conversacin. Es el campo por excelencia del
lenguaje y de la comunicacin humana. Nunca se haba podido observar una
reactividad fetal en frecuencias tan elevadas debido a las convenciones anteriores que
privilegiaban la conduccin area.
Conclusiones: existe una conduccin sea que conserva todas las calidades de un
sonido emitido por la voz de la madre y lo reproduce con amplitudes suficientes para
provocar una reaccin en el futuro beb. La voz de la madre posee muchas
frecuencias altas.
La clula oye
En Canad, se han efectuado potenciales evocados en nios, pocas horas antes de
su nacimiento. De" este modo, los mdicos han podido verificar que los agudos
provocaban respuestas electrofisiolgicas. Este experimento es bastante difcil de
realizar. Requiere muchos aparatos y un cierto dominio por parte del personal
hospitalario.
Creo que en Francia tambin se deben apoyar las iniciativas que traten de
reproducir esos experimentos. Pero podran dar una visin mecnica y algo simplista
del desarrollo cortical. Suponen que los sonidos se benefician de una difusin
inmediata en todo el cerebro. Sin embargo, eso no funciona as. El cerebro posee un
ritmo de crecimiento un tempo que no es el del odo. Algunas funciones del odo
interno, de los ncleos vestibulares o de otros elementos primitivos ya estn listos
para funcionar; en cambio, el cerebro an no ha llegado a la maduracin. Cuando
aparece el cerebelo, las funciones pasan al nivel superior. El cerebro en toda su
corticalidad integra el trayecto anterior y proporciona otra dimensin, otra
proyeccin, otra difusin a esas informaciones conservadas por su memoria arcaica.
Algunos ncleos estn afectados, pero la corticalidad viene mucho ms tarde. El
tiempo de maduracin del cerebro llega ms tarde que el del odo con excepcin,
como ya hemos dicho, del rea temporal asociada al odo, y que depende de l.
La memoria de un clon
Bajo los efectos de un tratamiento a base de sonidos filtrados (Odo electrnico), los
sujetos nos proporcionan representaciones de su vida celular: imgenes de bajada en
la trompa uterina, de fijacin en el tero Los dibujos demuestran que existe una
memoria a partir del momento en que existe una clula. La clula y la memoria estn
estrechamente relacionadas. Poco a poco cuando se forma el embrin la
memoria celular contina a nivel del vestbulo y de todo el odo interno, antes de ser
despachada por todo el cerebro como hemos explicado. Todas esas impresiones se
conservan muy fuertemente, con gran potencia. Bajo el efecto de una estimulacin
sensorial aos ms tarde resurgen tal y como se han percibido. El tiempo no
influye en los primeros imprintings. Todas esas imgenes, todos esos recuerdos se
despliegan como un telescopio o se abren como un abanico, tan presentes como el
primer da. El ms pobre a nivel de sensaciones es el que no las ha recibido desde un
principio.
Esta memoria se abre y se despliega con nuestros rganos sensoriales, cada uno
llama a una puerta del cerebro en un momento dado, determina su movimiento, entra
en los msculos As es como se va abriendo camino la memoria. Siempre de la
misma manera. Cada vez es como una respuesta sensoriomotriz que proporciona la
imagen espacial de nuestra accin y de nuestra situacin en el espacio, en el interior
del tero o en el universo.
Es la fecundacin el momento clave de ese imprinting? Por qu no puede
haber una memoria de la clula antes de que encuentre a su pareja? No puede el
clon tener memoria? Al menos tendr la de su alter ego, o sea la misma
memoria. Lo que constatamos todos los das, es el trayecto uterino que transcurre a
toda velocidad con una seguridad que siempre es la misma en cada nio. Nunca ha
odo hablar de tero ni de parto, pero los dibuja con la facilidad de un
gineclogo al final de su carrera!
Sirena
Al feto le ocurre lo mismo que a los peces inferiores: slo funciona la parte interna de
su sistema auditivo. El nio apoya la cabeza contra la pared posterior en busca de una
vibracin sea. Se pega a la parte baja de la espalda, all donde termina la columna
vertebral. Hacia el octavo mes, en un deseo an mayor de comunicarse con su madre,
se da la vuelta y coloca el crneo debajo de la corona ilaca (ese arco formado por los
huesos del coxis), caja de resonancia extremadamente potente.
Cuando ponemos la cabeza bajo el agua, disminuye bruscamente la capacidad del
odo y ya no percibimos ms que vibraciones sordas, sonidos graves y un glugl
difuso. Esa experiencia banal, en la cual el tmpano parece estar paralizado, ya que
las vibraciones estn bloqueadas, suele servir de comparacin con la audicin fetal.
Sin embargo, para acercrsele, habra que llenar de agua la trompa de Eustaquio,
despus de haber abierto el odo medio. Entones el tmpano vibrara de forma muy
distinta. No aconsejo a nadie que se lance a esta aventura incluso con la loable
intencin de hacer progresar la ciencia.
Los millones de espectadores que han visto en el cine la pelcula de Luc Besson
Le grand bleu, recordarn las infinitas precauciones que tomaban los submarinistas
que, para bajar al fondo del mar, respetaban escrupulosamente ciertos niveles de
profundidad para que su sistema vestibulario se acostumbrara a la presin, mediante
la adaptacin del complejo que compone el odo medio.
Ruido de huesos
Con el mismo material (un vibrador en el crneo y un acelermetro en el coxis de
una mujer embarazada) el doctor Klopfenstein, en un experimento ms reciente que
el que nos ha presentado (junio del 89), ha perfeccionado los anlisis de transmisin
del sonido por va sea, objeto de la tesis del doctorado en Medicina de Christophe
Petitjean. Esta vez se trataba de medir el impacto frecuencia a frecuencia para ver
cules estaban mejor representadas.
Petitjean ha demostrado que una vibracin que pasa de los graves a los agudos
durante un lapso de tiempo lo suficientemente largo como para que se pueda
visualizar correctamente en la pantalla de un ordenador, no parece en sta ms que
hacia los 1.500 Hertz. Eso demuestra que las frecuencias altas son las que estn mejor
representadas en la vibracin sea por debajo de los 1.500 Hertz (terreno de los
sonidos graves) la transmisin del esqueleto es prcticamente nula. Los cuadros de
detalles confirman ese filtraje de los sonidos graves. Entre los 5.000 y los 8.000
Hertz, la transmisin es buena. Ms all (10.000, 14.000 y 16.000), los aparatos
revelan una excelente difusin del sistema seo. El hecho de que algunas armonas no
figuren, en los trazados demuestra que el coxis puede virar ms all de nuestras
capacidades de medicin.
Si se golpean dos objetos de idntica composicin pero de distinto tamao, no
producen el mismo sonido Un pedazo de madera y una varilla metlica no hacen el
mismo ruido cuando caen al suelo. Hay un sonido que est determinado por la
longitud, otro que est determinado por el volumen, pero sobre todo cada material
tiene una resonancia especfica. En el caso de la audicin intrauterina, el traslado de
la voz de la madre dispone con la parte sea comprendida entre la laringe y el
coxis de un resonador especfico que al mismo tiempo es un filtro excepcional. Las
frecuencias que mejor pasan seguramente estn presentes en la voz de la madre
(cantada o hablada). Aparecen sus armonas y sus particularidades snicas, pero sin
las frecuencias bajas debido a la absorcin propia del material.
Ahora quedan por amplificar los sonidos y por colocar los vibradores en todos los
puntos del cuerpo en los que el sistema seo es preeminente. Los anlisis mostrarn
la increble difusin de los sonidos agudos por todo el cuerpo, de la cabeza a las
piernas, por todo el esqueleto. Todos los huesos resuenan en la misma frecuencia.
Colocando un diapasn en el pie, en un diente, en una costilla: la resonancia es total,
increble e inmediata. El cuerpo es una antena que vibra.
El esqueleto, que favorece la difusin de las frecuencias altas y filtra las bajas
debido a su estructura molecular, se pone al mismo diapasn que las clulas auditivas
(de Corti), presentes en el corazn del odo interno. Tienen la particularidad de ser
sensibles a los agudos. In tero, el nio encuentra un punto de apoyo en el universo
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acstico producido por el sistema seo. Agudiza el odo hacia esos sonidos ms ricos,
ms agradables y menos agresivos que los que estn producidos por los tejidos
blandos y los rganos en actividad.
Los estudios del doctor Klopfenstein han sido realizados en mujeres a punto de
dar a luz. Habra que perfeccionar esos anlisis mes a mes. Entonces nos daramos
cuenta de que la postura de la mujer es particularmente importante, que evoluciona a
medida que avanza el estado de gestacin. Los sonidos no pasan si permanece
tumbada o echada en un silln. La difusin es menos activa si la madre no se pone
erguida, si tiene la espalda encorvada y las caderas hacia adentro. No hay tensin
muscular, los ligamentos se ablandan, el sonido no pasa, el dilogo disminuye. Se
obtiene la difusin mxima cuando la mujer est de pie o sentada correctamente
con la columna vertebral bien erguida, tensa como una cuerda que vibra.
Cuando el maestro de msica ensea a cantar a un nio, le impone una actitud
bien controlada. Con la mujer embarazada ocurre lo mismo, el vientre la empuja
hacia adelante y la columna vertebral sirve de contrapeso. Los msculos y los
ligamentos se tensan. El conjunto forma un arco tenso que vibra. El sonido puede
circular ms fcilmente.
El da que podamos equipar directamente las salas de trabajo con Odos
electrnicos y las mujeres puedan beneficiarse de un programa especial para el parto
propiamente dicho, los resultados an sern ms espectaculares que los que se
obtienen mediante una sencilla preparacin. Las principales ventajas que se pueden
esperar del parto mediante Odo electrnico son: expulsin ms rpida, mejor
comunicacin madre/hijo, disminucin marcada de la angustia
Presentacin plvica
El hecho de que la cavidad ilaca se convierta en una cmara de resonancia nos
explica muchas cosas sobre la historia del feto en el curso de su vida intrauterina.
Hacia el octavo mes, el nio se da la vuelta para presentar la cabeza en direccin del
cuello del tero. Siempre se ha considerado este movimiento como algo misterioso.
Se crea que era debido a ciertas leyes que dependan vagamente de la gravitacin
En realidad, no se saba nada.
El extraordinario universo acstico de la cavidad formada por los huesos de la
pelvis explica este fenmeno viejo como el mundo: el nio se da la vuelta para buscar
ms sonidos y ms comunicacin con su madre, colocando la cabeza en contacto
directo con la corona ilaca formada por los huesos de la pelvis y la parte baja de la
columna vertebral. La comunicacin con la madre se establece por conduccin sea
casi directa en una especie de correspondencia inmediata.
Entre los nios que presentan las nalgas en el momento de nacer (a eso se le llama
una presentacin plvica), cuntos se habrn negado a dar la vuelta por razones
psicolgicas? Una madre cansada, perturbada, o que no acepta su embarazo tendr
una comunicacin falseada y le privar de la plenitud de una relacin amorosa.
Puede esto causar automticamente una presentacin plvica? Este tipo de
presentacin siempre va ligado a un problema de relacin? Las respuestas a esas
preguntas son muy complejas. An no podemos sacar conclusiones. Sin embargo,
nuestra experiencia clnica y la del doctor Klopfenstein han demostrado que su
porcentaje disminua considerablemente cuando la madre se someta a una
preparacin con Odo electrnico.
Salk ha demostrado que una madre influye en el psiquismo de su hijo durante su
concepcin. Una madre desestabilizada tiene una voz que desafina, un ritmo de
elocucin anormal. En ella todo es anacrnico, desde el ritmo de su lenguaje hasta la
semntica.de su discurso. Se puede pensar en tratar a un nio psicolgicamente
enfermo desde su vida intrauterina. S, tratando la voz de su madre para intentar
restablecer un verdadero dialogo entre ella y su hijo. Cuando una mujer tiene
dificultades de tipo psiquitrico, ligeramente esquizoide, se puede suponer que el feto
tendr serios problemas despus de su nacimiento. Se puede pensar en un tratamiento
de prevencin en este sentido.
13
La cabeza de la clula
Crculos
La vida psquica del feto no empieza cuando se forma su cara. Adems, resulta
imposible trazar una lnea recta en la que se pueda seguir una evolucin que,
partiendo de la izquierda, se dirige tranquilamente hacia la derecha. Avanzamos
siguiendo un recorrido helicoidal, volviendo hacia atrs, dando vueltas alrededor de
un eje. Ganamos terreno volviendo a pasar por el mismo camino. Aparecen otra vez
las mismas imgenes, pero las vemos desde un ngulo distinto, desde otro punto de
vista. Avanzamos y al mismo tiempo retrocedemos.
As se hace la evolucin, a travs de constantes retornos hacia atrs que no nos
impiden despegar. Sin embargo, algunos no adelantan, se quedan estancados en un
sistema. Adoptan una actitud obsesiva y no hacen ms que dar vueltas y ms vueltas.
Un nio esquizofrnico expresa su rechazo de crecer y su deseo de volver. al vientre
materno dibujando crculos siempre iguales, todos de idnticas caractersticas, sin
llegar a representar un esbozo de la cara materna. Se queda en el tero y no conoce
nada ms.
Los nios que poseen un buen desarrollo, van de ida y vuelta en ida y vuelta, de
integracin en integracin, del crculo uterino al descubrimiento de la cara de su
madre, de la representacin de una casa al sentimiento de pertenecer a una
comunidad nacional, universal aumentando constantemente todas las
informaciones.
La llave perdida
Conocemos mal la etiologa intrauterina de las enfermedades psicolgicas o
parapsiquitricas. Si por un instante siguiramos a los filsofos orientales,
llegaramos a pensar que a clave de la curacin se encuentra ah, escondida en la
hendidura de uno de esos folculos.
Algunas estructuras psicolgicas se apoyan en unos cimientos frgiles, mal
elaborados durante el periodo uterino. Este desequilibrio es el origen de nuestros
problemas. Cuan o e psiclogo trata a un nio o a adulto con problemas, se esfuerza
en hacerle recobrar los cimientos anteriores que le permitan volver a empezar con
buen pie y contemplar el porvenir con serenidad. De hecho, a falta de no poder
remontarse ms lejos, se limita a hacer retroceder a su paciente por una va que no
tiene salida.
Si pudiramos remontarnos ha y las primeras vibraciones de la clula, recorrer su
trayectoria, legar hasta el huevo en el nido uterino y as, hacer revivir a nuestros
pacientes las primeras sensaciones percibidas por esa clula, no cabe duda de que se
podra proporcionar una difusin ms armoniosa a las informaciones contenidas in
situ. Con ese sorprendente flash back neurolgico, podramos llegar hasta la causa
profunda de las enfermedades psicolgicas: una distorsin de la funcin de la
escucha. sta manifiesta una voluntad deliberada de comunicar con el entorno. Est
anclada en el corazn de toda clula.
En efecto, para desplazarse en su caldo de cultivo, para alimentarse, el ms
pequeo flagelado ese estado mnimo de la vida necesita Comunicarse con su
entorno. Para eso, desde un principio se sita en condicin de escucha para, con ese
estilo arcaico que es el suyo, tratar las informaciones que recibe. Cuando un pjaro
recorre el espacio, cuando un pez nada en el mar, dialogan con esos elementos gracias
a unas antenas invisibles. Tenemos la propensin (y la pretensin) de creer que la
comunicacin se reduce a la verbalizacin. No! Hay mil maneras de comunicar con
el entorno, y todas provienen de nuestra capacidad para escuchar.
Orden y desorden
Cmo explicar que las clulas nunca se equivoquen al formar los rganos,
fabricando aqu un ojo, all un intestino"? Es un misterio de la creacin que nos invita
a ser ms modestos en nuestra pretensin de querer controlar o explicarlo todo.
Constatamos las inducciones y la presencia de una organizacin tan fuerte, que un
programa celular mutilado, invertido o transformado artificialmente, recobra su
rotacin o su desarrollo iniciales. Eso demuestra la fuerza de la huella de la
naturaleza. Se han realizado experimentos en el odo .de algunos animales. Cuando se
cambia la orientacin de sus elementos internos (cclea o vestbulo), al cabo de algn
tiempo los rganos vuelven a su posicin correcta.
Son fuerzas que no entendemos, aunque podamos seguir sus movimientos. A
qu nivel se sitan? Acaso el programa se encuentra en la misma clula, en la clula
inicial? No existe un programa a nivel superior? Acaso no formamos parte de un
programa universal? Por qu no? Actualmente todo nos induce a creerlo. En la
mecnica cuntica todo acontecimiento est coordinado con otro, el mundo resuena
en cada partcula. Todo est ligado, pero no conocemos la causa inicial de esta unin.
Las grandes etapas del desarrollo celular son muy conocidas. Hemos visto sus
etapas ms importantes. Cada folculo induce una distribucin de rganos particular.
As, la parte ceflica del feto y la distribucin de los rganos sensoriales se preparan
en el ectodermo. El odo se apropia gran parte del cerebro a modo de anexo
Pero, si en la filognesis de los animales inferiores hay una progresin bastante
sencilla, en el hombre todo se complica, sin que aparentemente se respeta ninguna
cronologa. Antiguamente, los edificios se construan empezando por los cimientos.
Da tras da se iba viendo cmo se elevaban y la obra no se acababa hasta que se
pona el techo. En la actualidad, los constructores ponen un eje central y atacan sin
orden visible, la primera planta, los pisos superiores o el tejado.
El feto ha elegido este tipo de crecimiento. En el ms completo desorden y con la
apariencia de algo inacabado, se establecen las conexiones. Algunos sistemas parecen
estar muy adelantados, otros retrasados, todo tantea y se instala simultneamente y,
de hecho, el beb nace inmaduro. La clula que organiza el hgado, la que va a dejar
paso al cerebro, otras menos diferenciadas, al principio todas se parecen. Sin
embargo, el programa, que para nosotros sigue siendo invisible, ya se ha establecido.
Va incluida la conciencia?
Pero en medio de este desorden aparente, muy pronto se instala un aparato sensorial
que, gracias a las fibras nerviosas que emanan de el, organiza una autentica
duplicacin anatmica. Este precursor es el odo, y ya hemos tenido ocasin e
explicar su precocidad que le convierte en un rgano absolutamente nico.
Las fibras nerviosas tocan los msculos del cuerpo y reciben una respuesta
cuando el sistema est listo para funcionar. As que los movimientos tienen cierta
conciencia de fondo en el estado de embrin. Desde la vida intrauterina, el cuerpo
se construye unos niveles intermediarios con respecto a la conciencia que mas
tarde formarn los automatismos destinados a andar, a tenerse en pie etc.
Antiguamente, se pensaba que el feto solo estaba capacitado para moverse a partir
de los cuatro meses y medio de su vida prenatal, porque hasta ese momento las
madres no sentan sus patadas contra las paredes uterinas. Siempre he afirmado que
esto no era as y que ya existan los movimientos embrio-fetales, pero que no eran
percibidos debido al espacio en que estaba inmerso el futuro beb. Hoy, las ecografas
nos revelan que el embrin se mueve al segundo mes. Gracias a esta nueva tcnica de
observacin, las jvenes madres descubren (y con que emocin!) que ese pequeo
ser que llevan en su interior navega en el lquido amnitico como el ms experto de
los peces en el agua.
Se puede hablar de conciencia en esta etapa? Como buenos organicistas-nofilosficos, hemos decretado de una vez por todas que el movimiento no existe sin la
coordinacin. Pero antes de la organizacin bien estructurada, existe impulsiones,
seales de que el sistema nervioso est evolucionando, a la velocidad del programa
central.
Cualquier preludio a una coordinacin parece desordenado porque sus
mecanismos siguen siendo invisibles. Pero, la conciencia est aqu desde la primera
clula, en un estado inicial, como si an no pudiera hacerse cargo de si misma, en una
lenta cristalizacin. Puede que sea ella la que lo desarrolle todo, la que lo estimule
todo.
14
Los que empiezan mal
trabajaba desde haca tantos aos! Espero que al menos su leche no tuviera la virtud
de disminuir la inteligencia de los nios que amamantaba!
Hecatombes en el hospital
En aquella poca, no existan los antibiticos y los bebs que padecan la ms mnima
infeccin moran uno detrs de otro. Cuando un beb coga la gripe y era la
principal causa de mortalidad infantil del momento desarrollaba un sndrome
txico y tena muy pocas posibilidades de salvarse. Los mdicos haban decretado
de una vez por todas que la infeccin provena de una mastoiditis. Se nos orden que
abriramos los dos odos de los nios. En la mayora de los casos, no serva de nada:
el conducto auditivo estaba sano. Pero la locura segua: operbamos hasta 54 bebs al
mes, nios que casi acababan de nacer. Moran ms de la mitad! Para un joven
ayudante es difcil oponerse a la autoridad de sus superiores. Pero empec a
reaccionar al constatar que los bebs padecan sobre todo de deshidratacin. Su
cuerpo se volva gris, perdan 800 gramos en pocas horas. El nio llegaba al lmite de
sus fuerzas y se quedaba ah, agotado y con los ojos desorientados. Era tristsimo.
La reciente aparicin en el mercado mdico de los aparatos de perfusin me
permiti verificar aquella hiptesis. As que ped que se utilizaran en los bebs antes
de realizar la mastoidectoma. Explique que bajo el efecto de la hidratacin, el odo
se llenara de pus si efectivamente la infeccin estaba localizada en aquel sitio.
Entonces la operacin estara justificada. En el caso contrario, bastara una simple
paracentesis.
Ya estaba convencido de la inutilidad de una intervencin a nivel de los
mastoides. Al proponer una paracentesis, no me arriesgaba. Esa intervencin no es
tan grave para el nio y el mdico queda en una mejor situacin. En efecto, cuando se
abre la zona del tmpano siempre sale sangre y, bajo el efecto de la temperatura del
cuerpo, sta se transforma en un Caldo de cultivo. Al da siguiente, la herida supura,
y el mdico, muy orgulloso, puede anunciar: Ve como tena razn: haba pus
aunque antes de la intervencin no hubiera infeccin. En la mayora de los casos, los
odos de los bebs quedaban curados, sin infeccin aparente. Entonces decid poner
alcohol en el interior, secaba correctamente y una vez que todo estaba bien
esterilizado, abra. No haba pus!
Cuatro o cinco aos ms tarde, el servicio ya no realizaba ms que una
mastoidectoma al mes. No se operaban mas que algunas otitis. Les ensee: a los
pediatras a observar atentamente los tmpanos antes de decidir la ms mnima
operacin. Haba tal inconsciencia en aquella poca! La gente crea que abrir un
odo no era peligroso!
Yogures y yoys
Hace poco tiempo, en casos de otitis repetidas, los mdicos practicaban paracentesis,
operacin fcil aunque delicada, ya que si estaba mal hecha poda dejar crueles
secuelas en el nio. Hoy en da en una intervencin mas benigna los mdicos
colocan un pequeo elemento de plstico detrs de la parte alta del tmpano que se
sujeta como un remache. Ese dibolo ventila la trompa de Eustaquio y restablece la
presin amenazada por una infeccin. Pero el aparato acaba cayndose. Esta tcnica
proporciona unos resultados bastante buenos, pero hay que llevar el yoy (es su
otro nombre) durante varios meses y es muy delicado: hay que reemplarzalo a
menudo, ya que al cabo de algn tiempo se cae por s solo.
Los nios siempre han tenido otitis. Pero, por que cada vez se colocan ms
yoys? La naturaleza de la infeccin ha cambiado: los nios tienen menos otitis
purulentas. Hoy suelen tener otitis serosas, con considerables daos en el odo medio
que repercuten a nivel de la audicin. Se constatan prdidas de 30 o 40 decibelios!
Ante la multiplicacin de los diagnsticos que revelaban otitis serosas, primero
me dije algo escptico: Estar de moda. Sin embargo, es una realidad: el nio est
sordo, tiene lquido en el odo. Es una terrible enfermedad moderna que el yoy no
consigue atajar por completo. El resultado es que cada vez hay que reeducar ms
nios. Ahora bien, nuestra experiencia nos ha permitido constatar que cuando un nio
acepta escuchar, prcticamente ya no tiene otitis. Esta infeccin tiene una dimensin
psicolgica subestimada: el odo se cierra ante un entorno considerado como una
fuente de angustia.
Hoy esa patologa de origen psicolgico se complica con problemas de tipo
alimentario. Los nios consumen demasiados cidos, demasiado trigo, demasiadas
patatas, demasiado arroz Los desayunos constituyen verdaderas herejas dietticas.
No es que tenga nada en contra de los quesos frescos, pero todos los productos
lcteos fermentados son cartuchos de dinamita. Adems, por si fuera poco, los
yogures que ingieren son demasiado cidos. La exagerada cantidad de zumos de
naranja son mal tolerados por la mucosa digestiva igual que las bebidas gaseosas. El
intestino no aguanta, el rin no puede filtrarlo todo y el organismo reacciona con
nuseas digestivas, narices tapadas, rinofaringitis y otitis. En espaol, la palabra
constipado y su equivalente italiano constipato designan al resfriado (infeccin
otorrinolaringolgica por excelencia). Los sujetos propensos a esos males suelen ir
restreidos. Al iniciar la reeducacin de un nio, siempre le pedimos a la familia que
siga un rgimen alimenticio muy preciso y que durante al menos tres semanas, se
supriman los cidos. Desaconsejamos los ctricos, los quesos fermentados, los
condimentos a base de vinagre antes de prescribir los remedios necesarios para que
vuelvan a penetrar en el mundo de la escucha.
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Avera de sentido
La esttica, la dinmica y todo el control motor dependen del vestbulo. Qu pasa
cuando ese aparatito es destruido por un virus o por un microbio, como por ejemplo
el de la sfilis? A medida que se va volviendo ms complejo, el cerebro busca vas de
suplencia. Ms tarde, esos nios o adultos podrn mantenerse en posicin vertical y
manejarn su cuerpo con ms o menos destreza. El ojo y las sensaciones
propioceptivas ligadas a l han tomado el relevo del.vestbulo. La un la informacin
hacia al cuerpo ya no sirve para nada. Igual que una autopista cerrada. El ojo logra
transmitir la informacin por una va indirecta: el haz tectoespinal que est en
contacto con las races anteriores. De este modo, las rdenes y las respuestas motoras
consiguen abrirse camino. Pero en la oscuridad, todo se desvanece y los pobrecitos se
caen con frecuencia lo que demuestra que el sistema vestibular nunca podr ser
reemplazado del todo.
La seal de Romberg permite detectar ese handicap. Durante ese test, el
sujeto cierra los ojos y el mdico observa sus reacciones cuando se le pide que
mantenga la posicin vertical. Los que carecen de regulacin a nivel del aparato
vestibular se caen.
Al contrario, un ciego recupera las principales funciones del rgano que le falta:
las que le permiten evaluar las distancias y las dimensiones. Ve lo mismo que
nosotros. Gracias a la reflexin de los sonidos, un ciego puede describir la habitacin
donde acaba de entrar, su altura, su anchura Posee una percepcin de los
volmenes y del espacio superior a la nuestra.
En cambio, el sordo, al no comunicar, vive una sensacin de exclusin. Hablar
con l constituye una proeza: hay que repetirle las cosas, hablar alto La gente se
cansa y el intercambio es superficial. Cmo se puede transmitir una sutileza cuando
para expresarse hay que gritar a todo pulmn? Dialogar con un sordo es algo muy
difcil. Sin embargo, con el ciego se suele tener ms atenciones. Su percepcin
auditiva superdesarrollada le confiere una visin del mundo muy aguda. En una
conversacin, no se le escapa el ms mnimo detalle, percibe el ms ligero matiz y
vibra con la ms mnima palabra. Lo siente todo, se le nota muy presente.
En cambio, el sordo, debido a su handicap, tiene una psicologa muy
caracterstica que hace que sea muy difcil convivir con l. Es extremadamente
receloso, muy susceptible, su sensibilidad exacerbada hace que lo interprete todo mal.
En general, slo la cclea est lesionada (deteccin de los movimientos acsticos del
lenguaje). Pero si tiene la desgracia de tener el vestbulo daado, pierde la nocin de
equilibrio, se ensancha el centro de sustentacin, se pone a andar con las piernas
separadas y se encuentra en una situacin no superable. Desgraciadamente, no le
podemos dar muchas esperanzas. Existen suplencias, pero slo son parciales. Si un
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campen de tenis pierde la dinmica del vestbulo, puede decirle adis a su carrera.
Lo mismo le ocurrira a un ciclista Y no hablemos del msico!
Cuanto ms estimulado est el nio en el tero, ms deprisa se har la
mielinizacin del nervio, su puesta en funcionamiento y la expansin del rea
cortical. Los hipotnicos son los pobres nios que no se han beneficiado de esa
estimulacin. Nacen blandos, carecen de respuestas nerviosas correctas, no son aptos
para una vida en la que an reciben menos estimulaciones que en el tero. As que
cada vez estn ms cansados, no consiguen reunir las fuerzas necesarias para
sentarse. Sus odos cerrados les privan de toda energa. La adquisicin de los
mecanismos bsicos de aprendizaje (andar, tener una coordinacin motora, hablar)
se hace en las peores condiciones. Se ponen en pie muy tarde y acumulan todo tipo de
retrasos.
Hemos subestimado esas deficiencias, considerando a sus vctimas como si fueran
subnormales, de los que a veces tienen la manera de andar y el comportamiento.
Cuando no estn muy afectados y los cogemos a tiempo, basta una intensa
estimulacin auditiva para despertarles y hacerles reemprender la marcha.
Naturalmente, lo ideal sera poder intervenir durante el embarazo de la madre.
En cambio, durante la vida intrauterina, algunos bebs han sido peligrosamente
hipoexcitados. Cuando se aproxima la hora del nacimiento, se dispara una intensa
ampliacin de todas las estimulaciones. Si el nio tarda en salir (convirtindose en un
postmaturo), la vida exterior no le aportar el mismo nivel de intensidad de
estimulacin. Estar desfasado, subestimulado. Su desarrollo lo acusar. En general,
solemos tener ms problemas con este tipo de nios que con los prematuros, que en el
exterior alcanzan un nivel de estimulacin superior al que tenan in utero.
Otro caso es el de los postmaturos, es decir, el de los nios que tardan en nacer.
Despus de los nueve meses, si el entorno uterino no les proporciona suficientes
informaciones energetizantes, se encuentran en estado de privacin sensorial.
Tambin este tipo de nios suelen traer ms problemas que los prematuros.
15
Cuando el hilo se rompe
(Ensayo sobre el autismo)
Lo he subido bien?
Hay una clara seal que demuestra que un nio autista va a empezar a hablar:
cuando por primera vez se decide a bajar solo las escaleras. Como han podido
constatar, antes se limitaba a subir los peldaos. Subir es entrar en el vientre de la
madre, bajar significa salir de l.
He aqu lo, que yo explicaba prudentemente a los padres de un pequeo autista
que daba seales de un inicio de mejora. No esperaba que pronunciara frases
construidas, pero ya haba logrado establecer su curva auditiva. Vamos: haba razones
para ser optimistas. A los ocho das me contaron que la vez anterior, para salir del
centro, haban bajado por las escaleras; y que, el nio, con gran sorpresa de la familia,
haba aceptado bajar los ltimos escalones antes de volver a subirlos marcha atrs!
No entendemos nada me dijeron con aire interrogativo.
Sin embargo, era algo evidente: aquel nio iba a nacer y de pronto se volva
atrs como si an no quisiera abandonar su territorio. En los autistas hay una
ambivalencia permanente entre el deseo de nacer y el de volver a la cueva. Quiero y
no quiero , parecen decir.
Comunicacin break-down
Cortar con la madre es cortar con una serie de smbolos: los de la imagen de uno
mismo, los de su cuerpo. La madre y el cuerpo es la misma cosa. El nio vctima de
esa catstrofe ya no sabe qu hacer. Nunca ms podr acceder a la dinmica
vestibular, nunca ms podr integrar los movimientos, disociar la derecha de la
izquierda, seguir una de estas direcciones. Se interrumpe el dilogo entre los dos
cerebros, los dos yo ya no se comunican. El autista est dividido en dos partes.
En efecto, la madre representa el movimiento integrado, el continente sensorial y
motor en el cual todos estamos inmersos. Si, al alba de nuestra vida, cortamos con
ella, perdemos toda posibilidad de coordinacin. Ya nada tiene relacin con el resto,
slo hay movimientos desordenados, que carecen de profundidad y de significacin.
La consecuencia inmediata es que el nio no se siente atrado por la verticalidad,
anda con dificultad y no llega a acceder al lenguaje. En los autistas, los Test de
Escucha no sirven para nada, ya que aquellos no estn capacitados para contestar. En
cambio, tienen muy buen odo, slo viven para la msica y las sensaciones
mltiples pero no se les ocurrira utilizar ese fabuloso potencial para escuchar.
Afortunadamente, las mismas causas no siempre producen los mismos efectos.
Dos nios en la misma situacin catastrfica podrn tener reacciones opuestas: uno se
hundir en el autismo y otro seguir siendo feliz. El autismo afecta a los nios que
tienen un temperamento particular. No hay que confundirles con los esquizofrnicos
cuya enfermedad, como demostr Salk, se desarrolla desde la vida intrauterina. De
temperamento emotivo, suelen tener un cuerpo largo y filiforme al estilo de Don
Quijote. Son verdaderas esponjas que absorben todos los problemas psicolgicos de
la madre y rpidamente se ven atrados hacia la marginalidad.
Los autistas suelen tener un comportamiento muy paranoide. Se consideran
vctimas de su madre y la castigan por ese mal imaginario mediante la actitud
desmesurada y dramtica de poner mala cara, que luego ya no pueden rectificar,
como si hubieran cado en su propia trampa.
El pjaro y el mono
Despus de una ecografa, una mujer descubre que est esperando una nia, en lugar
del nio que tanto deseaba. Inmediatamente empieza a odiar a la criatura y se
interrumpe el dilogo de amor que haba iniciado con ella. Seis aos ms tarde, esta
madre desamparada y su hija estn en mi despacho. La nia presenta todas las seales
de una esquizofrenia. Para ser vctima de una enfermedad de este tipo in utero, el
beb ya deba tener ese temperamento esquizoide que el traumatismo no ha hecho
ms que revelar. La nia no soport estar privada del amor de su madre. Igual que
todos los pequeos esquizoides, posee una energa extraordinaria. No para de gritar
como un pjaro para recargar su odo y proporcionarse energa. Durante la consulta
no para de encaramarse a los muebles y se queda all, sin querer bajar.
Cuando ms sienten esos nios que se les est observando, los padres se muestran
ms exacerbados por su actitud y se vuelven ms intolerantes. Cuando antes del
nacimiento, su madre cort los lazos que las unan, la nia reaccion enseguida.
Adems, fsicamente muestra una oposicin con respecto a su madre, ya que no se
deja coger en brazos y siempre se las arregla para darle la espalda.
Si una esquizofrenia suele tener un origen intrauterino, por regla general el
autismo aparece en el momento del nacimiento. As pues, el nio se ha beneficiado
de una estimulacin auditiva que ha podido ser correcta durante el embarazo de la
madre. Precisamente por esta razn a veces podemos recuperarlo. Son dos
enfermedades que nada tienen que ver la una con la otra. Tambin el comportamiento
de esos dos tipos de nios es completamente distinto. Los autistas son silenciosos y
adoptan las mismas posturas que los monos; en cambio, los esquizoides son tiesos
como un palo, activos como pjaros y parecen estar en un estado de levitacin
permanente.
Mil detalles
Supongamos que la madre de la que acabamos de hablar no hubiera sabido el sexo de
su hijo hasta el nacimiento, su decepcin hubiera podido provocar que la nia fuera
autista, si sta hubiera tenido ese rasgo de carcter. Por qu proceso? Al enterarse de
la mala noticia, hubiera privado a la nia de su amor, o por lo menos hubiera
mostrado algunas reticencias. Un paranoide es como un micrfono ultrasensible.
Siente cuando est de ms y se niega a superar esta situacin. Entra en la vida
haciendo marcha atrs prosigue solo ese camino que lleva a la noche autstica.
Una mujer se queda embarazada de un hombre que no quera tener hijos. La
mujer se niega a abortar. Qu pasar cuando el nio nazca? Qu va a hacer con el
beb? Esconderlo? Pero, dnde? Una jovencita espera un beb de un hombre que
desaparece despus de haber pasado una noche con ella. Son cosas que pasan todos
los das. La madre tiene 16 o 17 aos y ninguna autonoma social. En su casa, nadie
ve con buen ojo la llegada de este nio. Tendr siquiera un espacio para vivir?
Imagnense el estado de comunicacin. in utero entre el feto y esa futura madre
atemorizada, angustiada ante un porvenir que no tiene salida! Es como si en lugar de
esperar un nio, esperara un objeto, sin saber qu hacer con l. Va a ocuparse de
este nio como si se tratara de una mueca, de un juguete. Lo cuidar, lo vestir
pero no le hablar como a un ser humano y bloquear su entrada en el lenguaje. La
relacin est rota y muy pronto el nio le har pagar a su madre por ello.
Tambin puede pasar que un nio interprete mal una actitud de su madre. La
puede hacer responsable de un error mdico, de un aislamiento requerido por su
estado, de un sentimiento de soledad durante la noche de mil cosas que para l son
causantes de esa puesta en cuarentena. Entonces desarrolla un sndrome de
abandono, se enfurrua definitivamente como diciendo: Me has hecho esto, pero me
las vas a pagar. A partir de ese momento se bloquea, se cierra se convierte en
un autista.
16
Frustraciones diversas
con el recin nacido en una canasta, empez a reir al nio porque no ayudaba a su
madre, coloc al beb detrs, en el mismo asiento, y se llev a toda la familia. Era
algo espantoso. Aquel nio estaba marcado de por vida. Que hagan un hermanito sin
consultarle, que su madre le engae con otro, todava tiene un pase, pero que no le
presten ms atencin que a un vulgar objeto, es el colmo! Este nio nunca se
repondr de esto, y lo mismo que aquellas flores abandonadas, se marchitar en la
indiferencia.
Gracias a Dios, no todos los padres reaccionan as. Pero, la llegada del segundo
beb suele considerarse como el acontecimiento ms importante de la tierra. Le
esperan como al Mesas. El mayor pasa a un segundo trmino. Aun en el mejor de los
casos, para l es algo muy difcil de soportar. Que hacer? Primero, no darle al
acontecimiento ms importancia de la que tiene y evitar hablar de l en todo
momento presentndolo como una bendicin para la familia. Luego, valorar al
mayor ayudndole a encontrar su sitio en esa familia trastornada por la llegada de
otro nio. Se le explicarn las ventajas que para l supone crecer, la importancia que
tiene para su madre y sus nuevas responsabilidades con respecto al hermanito. Si se
siente abandonado, se har lo posible para recuperarlo y ayudarle a digerir esa
mini-revolucin.
convierte rpidamente en una obsesin, dejando de lado a los otros nios. Por eso nos
parece juicioso invitar a estos ltimos a participar en esa dinmica teraputica tan
particular. Su ayuda es importante, tanto o ms valiosa que la de los adultos, su
cooperacin tiene un valor simblico con respecto a ellos mismos, pero tambin con
respecto al hermano o a la hermana con problemas.
Hoy en da, el paterning evoluciona en el buen sentido. Se han creado
asociaciones que vienen a reemplazar a los padres unas horas al da. Unos voluntarios
establecen turnos de guardia. Pero si no se integra al resto de la familia en esa
aventura, se van a presentar otras formas de patologa, menos visibles pero
igualmente peligrosas, que tendrn un potente efecto devastador.
uas, y, sin saberlo, haban pasado las vacaciones en la misma playa de Florida!
Sometidos a unos tests de personalidad y de sociabilidad, sus respuestas fueron
idnticas. En Estados Unidos, recuerdo haber ledo otro artculo sobre dos hermanos
gemelos que tampoco se haban visto desde haca mucho tiempo. Si, al principio, sus
caminos se haban separado, haban llegado al mismo punto en la existencia, con
profesiones parecidas, el mismo tipo de mujeres (con el mismo nombre) y el mismo
nmero de hijos!
Entre mis clientes tena a una hermanita de los pobres (de la orden de San
Vicente de Pal) que se comportaba de un modo muy extrao. Vena a verme para
una otitis o un resfriado, le prescriba unos medicamentos y, unos das o unas
semanas ms tarde, volva en el mismo estado, como si el tratamiento no hubiera
servido para nada. Eran males sin importancia, las visitas eran espaciadas La
verdad es que no le daba mucha importancia al asunto.
Un da, le prescrib un medicamento bastante fuerte para cortar la infeccin. Al
cabo de ocho das volvi en un estado desastroso. Por fin me di cuenta de que estaba
tratando a dos! Dos hermanas en doble acepcin de la palabra gemelas,
demasiado tmidas para haber intentado tener una conversacin conmigo.
La historia de su vocacin es extraordinaria. En aquella pareja haba una
dominante que tomaba todas las iniciativas y siempre hablaba primero. Un da, le dijo
a su hermana:
Tengo que hablarte de algo muy serio.
Lo mismo digo replic la segunda.
Subieron a su habitacin y la dominante dijo:
He decidido que, ms adelante, quiero ser monja.
Eso es exactamente lo que quera anunciarte le contest la otra sin parpadear.
Colocadas en dos conventos distintos (se suele hacer con las hermanas), siguieron
teniendo destinos paralelos. Cuando una estaba enferma, la otra tambin; y como
acabamos de ver, consultaban al mismo mdico. Eso daba lugar a situaciones
divertidas. Si se llamaban por telfono, la lnea de la otra comunicaba porque aquella
haba tenido la misma idea en el mismo momento!
Los gemelos dan la impresin de beneficiarse de una programacin gentica de
muy alto nivel que regula su existencia. La fuerza del destino que se abate sobre ellos
sorprende porque tenemos elementos de comparacin, pero no es igual para cada
uno de nosotros? Somos tan libres como pretendemos? Quizs los gemelos no hagan
sino manifestar de manera ms fuerte lo que es nuestro legado comn.
crecido ocho centmetros y me pasaba medio palmo. Para m, era como si me hubiera
superado. De no haber tenido la suerte de analizar enseguida aquella reaccin, esto
habra afectado nuestras relaciones. Algo inexplicable se habra interpuesto entre
nosotros que no me habra hecho feliz con respecto a l. El destino de un padre se
compone de esos pequeos detalles tan importantes.
El padre es el smbolo de la palabra viva, enseada y ampliamente distribuida
como la semilla. Pero, curiosamente, en casa es el personaje que menos habla de toda
la familia. Ve a ver a mam, pap est trabajando, es una frase que todos hemos
odo de su boca cuando, de nios, intentbamos que levantara la cabeza del peridico.
Esta contradiccin siempre me ha dejado estupefacto. No obstante, y contrariamente
a mis primeras conclusiones, los padres no estn cerrados voluntariamente a la
dinmica que puede ofrecer la relacin verbal.
Simplemente, estn absolutamente convencidos de encarnar el lenguaje, de ser su
emanacin espontnea. Entonces, por qu hay que hablar, adems?, parecen indicar
con su silencio.
La simple smosis entre el padre y el hijo no crea una corriente lo bastante fuerte
como para dejar pasar las informaciones. Pocas lograrn pasar si el padre se hunde en
ese mutismo congnito limitndose a vivir al lado de su hijo o de su hija. Pocas sern
distribuidas y repartidas si el padre se abstiene de comunicarse con su hijos. Pero,
qu dificultad supone para l, puesto que cuando era nio, tambin tuvo que soportar
los silencios hostiles de su propio padre!
Cuando le pregunto a un nio qu hace su madre y me dice que Nada, le pido
que me diga cuntos hermanos y hermanas u otros miembros de la familia viven en
su casa. A menudo me contesta: 5, 6 o 7 personas! La idea de que la mujer no hace
nada ocupndose de la casa est integrada en las mentalidades, mientras que muchas
veces trabaja ms que su marido, que en su despacho no desempea ms que trabajos
de rutina. Cuando ste vuelve a casa, la mujer no acoge a un adulto, sino a una boca
ms que alimentar y una fuente de actividad suplementaria!
Gracias a los progresos tecnolgicos, las tareas domsticas se han aligerado
considerablemente. Las mujeres se han liberado y reivindican el derecho al trabajo
social. El hombre se ha quedado atrs y sigue considerando que fregar los platos es
un insulto a su estatus de macho. Vamos a obligar a las mujeres a ocuparse de todo?
Los padres dan una imagen deplorable de s mismos. Quieren que se les obedezca
sin dar ejemplo en contrapartida!
Un tpico (heredado de la vulgata freudiana) consiste en que el nio mate al
padre. Si todos estuviramos en la misma onda, los hijos se limitaran a crecer
descubriendo la dimensin en que se sienten a gusto. Superar, cortar el cordn,
se han convertido en expresiones corrientes, tan. integradas en nuestra forma de ver
las relaciones en el seno de la familia que nos cuesta mucho sacarlas de nuestro
17
Nios en leasing
24 en la mesa
Hay que decepcionar a esos hombres y mujeres que, para lograr por fin sus deseos,
se lanzan a una verdadera carrera de combatiente, un juego de la oca con reglas
complejas, con una buena voluntad evidente en el corazn y unas ganas indiscutibles
de ayudar a un ser en apuros? No, claro que no, pero yo sera partidario de cambiar el
estatus de adopcin, reemplazndolo por una especie de padrinazgo flexible como el
que he tenido ocasin de experimentar en mi casa durante unos 15 aos.
Mis abuelos tuvieron 24 hijos. Toda la familia viva en una pequea tienda, en
Niza, del comercio de botellas que mi abuelo recolectaba. En casa, cada noche haba
la sopa boba Los nios del barrio venan y se servan en una inmensa olla de cobre.
Para mi abuela, donde haba para 26 haba para 40! Yo siempre he vivido en este
ambiente.
Por eso, de la forma ms natural, mi esposa y yo siempre hemos abierto las
puertas de casa a todo el mundo. Tuvimos 5 hijos biolgicos, pero en casa, siempre
haba 17 ms. 22 personas vivan bajo nuestro techo. Los colocbamos como
podamos en aquel amplio piso de Pars en el que vivo todava. Por la noche,
sacbamos del armario los colchones que hacan falta. Nos acostbamos muy
temprano. Los despertaba a las doce de la noche y los haca trabajar a todos hasta las
4 de la maana. Lavaban platos, arreglaban la casa realizaban todo el trabajo
domstico. Luego se volvan a acostar y dorman hasta las 7. A las 8, cuando todos
los colchones haban vuelto a su sitio, el centro abra sus puertas. Los chicos y chicas
soportaban la vida de espartanos que les hacamos llevar (y que haban aceptado
libremente) porque nos vean vivir como ellos. Algunos no saban nada de sus padres,
otros haban roto los lazos con ellos o tenan dificultades de relacin insuperables.
Dos estaban particularmente mal en ese aspecto y otros que vinieron despus del
mayo del 68 eran chicos perdidos, sin ningn apoyo, abandonados a ellos mismos
y a la sociedad con unas ilusiones que enseguida se redujeron a nada Poco a poco
se fueron integrando en aquel refugio a donde llegaban y de donde se iban cuando les
apeteca. Veinte aos despus, todos han encontrado un oficio que les gusta y, hecho
interesante, han reanudado las relaciones con sus familias, han vuelto a sus hogares o
a sus estructuras de origen siempre que han tenido la posibilidad de hacerlo.
Tengo la pretensin de creer que he hecho ms por esos nios de lo que hubieran
hecho sus propios padres. Pero, tambin les he ofrecido las mismas ventajas que a
mis hijos biolgicos con respecto a m. Por cierto que stos han experimentado cierta
frustracin al no comprender cmo poda yo quererles a todos por igual. Hoy ya
tienen 40 aos y se ha disipado este malentendido.
La ltima chica que acogimos en nuestra casa tena un pasado muy doloroso. A
nuestro lado, ha seguido un camino verdaderamente fuera de lo comn que la ha
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llevado a entrar en una comunidad religiosa. Mis hijos casi se pelean por tenerla en
sus casas y siempre insisten en volver a verla. Creo que entre ellos se reconocen.
Forman una especie de entidad fraternal. Esta situacin es algo paradjica, ya que yo
nunca he intentado fundar una amplia familia a travs de la cual me hubiera gustado
prolongarme. La vida es un paso, y la filiacin, la herencia, una ilusin. El oficio de
padre consiste en permitir que un nio se realice en un oficio, no en transmitirle unos
bienes o una fortuna que no son ms que patrimonio nacional.
Si maana me muriese, qu haran mis hijos con mis Odos electrnicos, con
mi laboratorio? Acaso deberan hacer una subasta y venderlos por kilos? Mis
verdaderos herederos sern los que seguirn mis trabajos. Esa es la verdadera
sucesin.
Maternidad o fecundidad?
Con independencia de sus posibilidades de fecundidad, toda mujer es una madre en
potencia. Eso es lo que digo a todas esas mujeres que vienen a verme deshechas,
depresivas, porque la medicina les ha notificado la imposibilidad biolgica de
procrear. Puede que sus ovarios sean estriles, pero todo el resto hormonal funciona.
Son mujeres que son tan madres como las otras. Con respecto a un nio
desamparado, en un momento dado, pueden desempear ese papel perfectamente sin
quitarle el sitio a la mujer que les dio a luz realmente. Veo a muchas que ayudan a sus
sobrinos, que militan en asociaciones humanitarias, se vinculan a movimientos de
padrinazgo De cara a la sociedad desempean su papel de madres.
En cambio, otras mujeres no desean tener hijos. Por mil y una razones. Una mujer
produce unos 400 huevos en su existencia. No hace falta decir que cada vez no se
pueden fecundar! Hay problemas demogrficos, los del Tercer Mundo Pero, es
curioso que en este aspecto, el poder de decisin siempre recaiga en las mujeres. A
nadie se le ocurre educar a los hombres. Tambin existe la pldora para ellos, pero
ninguno pensara en tomarla para aliviar a su compaera. Claro: prefieren que sean
las mujeres quienes corran con todos los riesgos.
Cualquiera que. sea su poder o su voluntad de procreacin, la mujer es potencia
materna, lo mismo la que es fecundable que la que no lo es. Pero por qu intenta
convertirse en la madre individual de tal o cual nio cuando ste ha perdido su hogar
de origen? Ser madre o ser padre no es dar un apellido, una herencia, tampoco es
querer prolongarse, perpetuarse, en otro que no sea uno mismo. En esas historias
de sucesin, reina la ms absoluta confusin. Tanto le temen los padres estriles a la
muerte (mas que los otros?) que no pueden pensar sino que la nica continuacin
que cuenta es la de la humanidad? En un programa de radio oa un publicitario ilustre
que no fue padre hasta muy tarde, explicar tranquilamente que sus hijos eran el mas
bello mensaje y la mejor campaa de su vida!
Hacer un puente
El nio emprende el vuelo a partir de los 12 aos. Antiguamente, la sociedad le
preparaba para que el arranque fuera feliz con toda una serie de ritos iniciticos.
Hemos perdido esa gran misin de la educacin ya que el mundo se ha vuelto ms
complejo y las evoluciones se hacen muy deprisa, dejando a los adultos fuera de
juego.
A menudo el padre biolgico se ha limitado a pasar una noche agradable con su
mujer. Cuando su hijo o su hija le necesiten, despus de la primera infancia, hacia los
7 u 8 aos, suele ser tan ineficaz y ausente como si hubiera abandonado el domicilio
conyugal. Lo esencial para cada uno de nosotros es que en ese momento clave de la
vida podamos tener un verdadero dilogo con un hombre que nos ayude a
propulsarnos hacia la sociedad y la humanidad. Dicho de otro modo: que nos ayude a
crecer. El verdadero padre es el smbolo que l desprende y el lenguaje que emite:
una voz que es el puente entre el universo y nosotros. Otros miembros de la familia, a
veces incluso un extrao, podrn desempear ese papel tan bien como el padre
autntico.
18
Amores perversos
Fin de programa
Cundo cesa esa inmensa atraccin hacia la voz de la madre? No se sabe. Todos los
das constatamos que ha conservado su poder en personas que ya son adultas desde
hace mucho tiempo. El nio rompe con ella en el momento en que adquiere el
lenguaje. Entonces marca cierta distancia. La necesita menos, depende menos de ella.
Pero al adquirir el lenguaje no ha integrado la voz de la madre en su cuerpo?, no la
repite hasta el infinito? Existe una especie de involucin de la madre en l. Un
lenguaje interior siempre tiene sus races en el exterior; mientras que al principio
ocurre lo contrario. Todas las investigaciones muestran que esta interiorizacin se
opera desde el exterior hacia el interior.
Profecas
Con mucho menos humor, Elisabeth Badinter (L'un est l'autre, Editions Odile
Jacob) nos anuncia la llegada de un Hombre nuevo. Quin es ese prximo
mesas? Constatando que el mundo cada vez est menos dividido entre esferas
masculinas y femeninas, a lo largo de su libro la autora va acumulando las pruebas y
los ejemplos de una especie de bisexualidad que va acercando los hombres a las
mujeres. Afirma que, hoy en da, los hombres se sienten vctimas de una
desigualdad fundamental y de un sentimiento de desposesin ante el derecho
exclusivo de las mujeres a traer nios al mundo. En esta perspectiva de historia
futurista, el nio viene a ser algo as como un objeto del que hay que deshacerse a
toda costa puesto que la autora prev sin pestaear que la incubadora haga oficio de
madre artificial durante nueve meses. Si los deseos humanos son ms fuertes que el
miedo a lo desconocido escribe no es imposible que un da las mujeres
compartan sus prerrogativas con la mquina.
Pero lo mejor en este asunto, el non plus ultra de la liberacin, sera poder
confiar la pesada carga que supone la maternidad a los hombres que en el fondo no
desearan ms que eso. Recordando que tal aventura no est marcada por la
imposibilidad biolgica, Elisabeth Badinter precisa que lo que ayer repugnaba puede
que maana sea un deseo. Sita perfectamente este problema explicando que esta
especie de fantasa abyecta, esa ltima frontera marca el final del nexo necesario
que la naturaleza ha establecido entre la hembra del mamfero y su cra. A fin y al
cabo, no estamos en una poca que empez reconociendo el derecho a la mujer a
desprenderse del feto, admitiendo que el deseo del adulto importaba ms que
cualquier otra consideracin y que la vida de un ser acabado segua siendo ms
importante que la de un ser potencial? Comparto con Elisabeth Badinter la idea de
que esta evolucin es un egosmo absoluto.
Delirio? Utopa? No es tan seguro, ya que es un deseo tan anclado en algunas
parejas homosexuales (tener un nio entre hombres) o en la mente de algunos
transexuales (Jacques Testart dice haber recibido por parte de uno de ellos una
peticin de embarazo) que un da, en un laboratorio, un investigador conseguir
salvar los obstculo genticos actuales. Estos no son tan infranqueables como podra
esperarse. Es posible que un huevo fecundado introducido en un peritoneo masculino
reaccione como en el caso de un embarazo extrauterino. No hay nada que impida que
el embrin pueda desarrollarse hasta el final. An quedan por resolver algunas
cuestiones tcnicas que conciernen a la alimentacin del futuro beb el trasplante de
una placenta acaso el padre putativo est hormonalmente constituido para aportar
los elementos vitales esenciales? Un da, la biologa ser capaz de dar las hormonas
necesarias al hombre embarazado para que realice los metabolismos adecuados
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Vivimos en una poca en la que el abuso del poder gentico, el delirio de poder de
los laboratorios han abolido toda nocin de normalidad y han eliminado las ltimas
reglas morales. Personalmente, ni siquiera admitira que se realizara este tipo de
experimentos en animales, aunque fuera para obtener el premio Nobel.
teros en leasing
Himmler, uno de los brazos derechos de Adolph Hitler, quera que en 1980 Alemania
estuviera poblada por 120 millones de germano-nrdicos, representantes perfectos de
esa raza aria que l consideraba superior. Los nazis estaban a la vanguardia de la
ciencia de su poca y los progresos de la eugenesia les fascinaban. Esta disciplina,
actualmente desacreditada debido al pasado que todos conocemos, fue definida en
1883 por el fisilogo Francis Galton como el estudio de los factores socialmente
controlables que pueden elevar o rebajar las cualidades raciales de las generaciones
futuras (citado por Marc Maillet en Des bebs prouvettes la biologie du
futur. Hachette).
Los nazis crearon los Lebensborn, verdaderos criaderos humanos donde los SS
ms guapos y ms rubios daban su esperma a las ms bellas chicas de la raza aria
seleccionadas por mdicos atentos. Se trataba de crear superhombres; por
desgracia, un 60% de los nios que nacieron de aquel producto de laboratorio eran
mudos; incapaces de hablar. Es evidente que todos eran autistas. Es fcil imaginar
que aquellas mujeres transformadas en probetas humanas no tenan mucho dilogo
con sus hijos, Lo hacan por la grandeza del Frer, a quien seguramente se dirigan
ms que a sus propios bebs. Qu nio hubiera podido salir indemne de tal
experiencia?
Esta intervencin no tiene nada que ver con la tcnica de los bebs probetas que,
por lo menos durante la mayor parte de su vida antes del nacimiento, son acogidos en
un vientre de mujer donde se benefician de todas las solicitudes maternas de las que
hemos hablado en este libro. Las madres portadoras, las que alquilan su tero o las
que venden a su hijo, tambin establecen cierta comunicacin con el beb pero,
para qu? Para quin? Para unas mujeres que utilizan su servicios y que
transforman a los nios en un medio teraputico contra una esterilidad mal aceptada?
Todo eso es lamentable. Y no hablemos de esos hombres y mujeres que saldrn de
estos extraos nacimiento y para quienes an no tenemos ningn feed-back
psicolgico. En cambio como sern ms tarde esos bebs nacidos de un hombre, o
esos que nos anuncian enteramente concebidos in vitro, sin estimulacin acstica,
privados de la voz de su madre? Esa es mi pregunta.