Codigo Procesal Civil
Codigo Procesal Civil
Codigo Procesal Civil
DERECHO EN HONDURAS
Mdulo 4
EXPLICACIN INSTRUCTIVA
DEL NUEVO
CDIGO PROCESAL CIVIL DE HONDURAS
Marzo, 2007
SUMARIO
I. Introduccin.
II. Los principios del nuevo sistema de enjuiciamiento civil:
a) En relacin con las partes.
b) En relacin con el proceso.
c) En relacin con el procedimiento.III. Las caractersticas principales de la reforma radical.IV. Las Disposiciones Generales del Libro I:
a) Los presupuestos procesales:
1. Respecto al juez.
2. Respecto a las partes.
b) Abstencin y recusacin.
c) Acumulacin de pretensiones y de procesos.
d) Actos procesales.V. La regulacin de la prueba en el Libro II:
a) Normas generales:
1. La carga de la prueba.
2. El objeto de la prueba.
3. Proposicin y admisin de la prueba.
4. La prueba prohibida.
5. Procedimiento probatorio.
6. Valoracin de la prueba.
b) Los medios de prueba en particular:
1. Interrogatorio de las partes.
2. Documentos pblicos y privados.
3. Medios de grabacin y archivo de textos, sonidos e imgenes.
4. Testifical.
5. Peritaje.
6. Reconocimiento judicial.
c) Las presunciones como mtodo de prueba.VI. Las medidas cautelares (Libro III):
a) Normas generales.
b) Clases de medidas cautelares.
c) Procedimiento para su adopcin.
d) Modificacin y revocacin.VII. Los procesos declarativos previstos en el Libro IV:
a) Normas comunes.
b) El proceso ordinario:
1. Actos procesales relevantes.
2. Especialidades.
c) El proceso abreviado:
1. Actos procesales relevantes.
2. Especialidades.
d) Los procesos especiales.1o. Procesos No dispositivos
a. Procesos sobre la capacidad de las personas.
b. Procesos sobre afiliacin, paternidad y maternidad.
c. Los procesos matrimoniales.
d. Los procesos sobre guarda, custodia y alimentos de menores.
e. Los procesos para determinar el consentimiento en la adopcin y
remocin del cargo de tutor.
2o. Dems Procesos especiales
1. Divisin judicial de patrimonios.
2. Proceso monitorio.
3. La tutela sumaria.
VIII. Los medios de impugnacin regulados en el Libro V:
a) Disposiciones generales.
b) Recursos no devolutivos.
c) Recursos devolutivos:
1. Disposiciones comunes a la apelacin y la casacin.
2. Apelacin.
3. Casacin.
4. Queja.
d) Audiencia al rebelde.IX. La ejecucin forzosa en el Libro VI:
a) Disposiciones generales.
b) Ejecucin de ttulos judiciales.
c) Ejecucin provisional.
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Tenemos que conocer bien esa ley para poder utilizarla correctamente. Para ello
es preciso preguntarnos cmo es el nuevo Cdigo Procesal Civil de Honduras y cules
son las caractersticas generales que permiten identificarlo inmediatamente y
encuadrarlo con exactitud en el contexto jurdico en el que se va a aplicar.
El nuevo Cdigo Procesal Civil, con sus disposiciones encaminadas a lograr los
fines antes citados, se alinea con las ltimas tendencias del mundo jurdico de nuestro
entorno cultural, y con las experiencias de ms xito que han tenido lugar en el elenco
de las naciones jurdicamente avanzadas del mundo, como Alemania, Austria, Italia,
Espaa, Inglaterra y Estados Unidos, sin descuidar importantes novedades legislativas
de la Unin Europea, as como las ms importantes de Amrica Latina, en particular de
Uruguay y del Per, partiendo del Cdigo Procesal Civil Modelo para Iberoamrica. La
realidad demuestra adems que no es sensato olvidar el anterior sistema legislativo, ni la
experiencia acumulada, como tampoco lo es la alteracin sustancial de la intervencin
que en el proceso tienen los protagonistas de la Justicia civil.
Por otra parte, es oportuno reproducir institutos procesales pertenecientes a
modelos jurdicos diferentes, aunque deben tenerse en cuenta las experiencias obtenidas
y las ltimas reformas que se han llevado a cabo en los pases de profunda tradicin
democrtica que acabamos de mencionar, con sistemas jurdicos que responden a un
mismo modelo y que respetan idnticos principios procesales. Para aprovechar estas
instituciones sin injerencias ajenas ha sido necesario un completo conocimiento y
comprensin del sistema en que se integran, de sus principios inspiradores, de sus races
histricas y de los presupuestos de su funcionamiento, as como de sus ventajas y
desventajas reales. Por todo ello, en el nuevo Cdigo Procesal Civil se ha rechazado la
pura copia, la implantacin de instituciones aisladas importadas de otros sistemas, pues
de ese modo se generara incoherencia, dando lugar a modelos opuestos o
contradictorios.
Se ha configurado un nuevo proceso civil en el que, partiendo de la realidad
nacional, se dispone de una regulacin articulada y coherente con las innovaciones y
cambios sustanciales necesarios para la efectividad de la tutela confiada a la jurisdiccin
civil.
El nuevo Cdigo no ha querido buscar nicamente que los asuntos se resuelvan
en el menor tiempo posible; tambin se ha pretendido y sobre todo buscar la Justicia.
Ciertamente se desea y quiere una pronta tutela judicial, efectiva y dotada de todas las
garantas. Pero ello slo tiene sentido si se disea reduciendo de manera importante los
trmites, incidentes y recursos, y preparando el camino para llegar a una sentencia
acertada, justa, que en verdad resuelva el conflicto entre los ciudadanos. Dijo el gran
procesalista uruguayo Couture que en el proceso el tiempo es algo ms que oro, es
Justicia. El cdigo hondureo, tomando como propia tan certera frase, aade que en el
proceso su procedimiento y su tiempo son algo ms que oro, son justa Justicia.
Es verdad que no se ha desconocido el indudable valor del Cdigo de
Procedimientos Comunes de 1906. La experiencia acumulada durante casi un siglo no
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ha sido desaprovechada para la elaboracin del nuevo Cdigo Procesal Civil, aunque es
imperioso superar la situacin originada por la complejidad y falta de sistemtica en
ocasiones de la antigua ley y sus innumerables reformas a lo largo de ese tiempo.
Ahora bien, no es suficiente con la introduccin de reformas parciales, pues la
mejora de la jurisdiccin civil, a partir de los enunciados antes expuestos, requiere una
nueva ley que tenga en cuenta la realidad de las cosas, respetando los principios, reglas
y criterios que forman parte de nuestra tradicin jurdica y que tambin son acogidos en
las leyes procesales de otros pases de nuestra misma rea cultural. Al mismo tiempo
hay que tener en cuenta que esta nueva ley debe suponer un profundo cambio de
mentalidad para conseguir la tutela judicial efectiva tambin en otras jurisdicciones,
pues el Cdigo se aplicar supletoriamente a los dems procesos, siempre que sea
compatible con su contenido.
La sociedad y los profesionales del derecho eran y son plenamente conscientes
de los innumerables problemas que aquejan a la Justicia hondurea. La Justicia es lenta,
el ciudadano desconfa de ella, la preparacin de la judicatura es insuficiente, etc. Ello
exiga, junto a la reforma de la Ley Orgnica del Poder Judicial, un cambio y una
simplificacin general de la jurisdiccin civil, sin dar la espalda a la realidad social,
cada vez ms compleja.
Evidentemente el nuevo Cdigo Procesal Civil debe ponerse en relacin con
todas las reformas legales que al mismo tiempo se estn llevando a cabo en la Repblica
de Honduras, partiendo de un concepto unitario del ordenamiento jurdico.
Especialmente se exige una labor de integracin con otras leyes, como pueden ser la
Ley de Justicia Constitucional, la Ley Orgnica del Poder Judicial y la Ley de la Carrera
Judicial.
Este Cdigo tampoco ha prescindido de los numerosos trabajos llevados a cabo
en los ltimos aos para la bsqueda de la renovacin del proceso civil, y a ese respecto
se han elaborado mltiples informes y se han recibido sugerencias de distintos rganos,
entidades, profesionales y expertos, que se han tomado en consideracin en la labor de
la redaccin.
Con carcter general el nuevo Cdigo pretende regular de modo ms completo y
racional materias y cuestiones muy diversas, procurar un mejor desarrollo de las
actuaciones procesales y reforzar las garantas de acierto en la sentencia, sin perjuicio
de llevar a cabo mejoras tcnicas y de redaccin entre las que se encuentran algunas que
pretenden la adecuada concordancia con lo establecido en la Constitucin y en la Ley
Orgnica del Poder Judicial, as como en otros textos legales en vigor o en fase de
aprobacin.
Sistemticamente el Cdigo Procesal Civil, de algo ms de novecientos
artculos, aparece dividido en libros, ttulos, captulos y secciones, llevando cada uno de
los artculos su correspondiente rubro, lo que facilita su entendimiento. A lo largo de
estos artculos se concretan y proponen una serie de acciones que se pueden resumir en
dos:
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Por ello el nuevo Cdigo Procesal Civil se ha dirigido ante todo a los
ciudadanos, sin olvidar las experiencias prcticas, los propios antecedentes, y las
acertadas propuestas de los profesionales del derecho.
II. LOS PRINCIPIOS DEL NUEVO SISTEMA DE ENJUICIAMIENTO CIVIL.El nuevo Cdigo dedica una particular atencin a las disposiciones generales,
consagrando los principios de tutela judicial efectiva (art. 1), Justicia rogada (art. 9),
compatible con la direccin e impulso procesal a cargo del Juez (art. 12), acceso a la
Justicia (art. 1), inmediacin (art. 16), concentracin (art. 17), economa (art. 8),
preclusin (art. 18), vinculacin, formalidad y elasticidad (art. 18), entre otros que
enumera.
Esto aconseja estudiar los principios ms sistemticamente, distinguiendo entre
los que afectan a las partes, los propios del proceso y aqullos que caracterizan al
procedimiento.
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el principio dispositivo y el principio de aportacin de parte, deben seguir siendo y son las
guas fundamentales del nuevo proceso civil.
Mediante el principio de oportunidad (art. 9), nervio esencial, por tanto del
proceso civil, las partes deciden voluntariamente acudir o no al proceso. Ningn
proceso civil, ni siquiera aquellos en los que la materia a decidir tiene carcter pblico o
semipblico, puede iniciarse de oficio. Derivado de l, el principio dispositivo (art. 10),
permite a las partes disponer a su voluntad del objeto del proceso, as como ponerle fin
cuando deseen, cumplidos ciertos requisitos; y tambin el principio de aportacin de
parte (art. 11), en cuya virtud son las partes las que aportan los hechos y las pruebas al
proceso, con la excepcin de los procesos no dispositivos, en donde el objeto del
proceso y su disponibilidad, as como las normas probatorias, adems de otros
principios como el de publicidad, sufren lgicamente restricciones o gozan de
particularidades distintas, y en donde est permitida la intervencin del Ministerio
Pblico. As, queda prohibida la aportacin del conocimiento privado del Juez, quien en
ningn caso podr intervenir de oficio ni en la fase de alegaciones ni en la probatoria,
salvo cuando el Cdigo le reconozca expresamente dicha facultad (art. 11.3).
El Cdigo presta especial atencin a los principios del proceso que se acaban de
enumerar. Ms profundamente, y en este sentido, se ha de aadir que al consagrar el
derecho de cada persona al acceso a la tutela judicial efectiva, el nuevo Cdigo se
inspira en el principio de Justicia rogada o principio dispositivo como regla general, ya
que al perseguir la tutela de derechos e intereses legtimos de determinados sujetos
jurdicos, a ellos corresponde la iniciativa procesal y la configuracin del objeto del
proceso, por lo que al rgano jurisdiccional, salvo en determinados procedimientos en
los que est en juego el inters social o derechos indisponibles, no le corresponde
investigar y comprobar la veracidad de los hechos alegados, como tampoco debe verse
gravado con el deber y la responsabilidad de decidir qu tutela, de entre todas las
posibles, puede ser la que corresponde al caso. Es al ciudadano que solicita dicha tutela
a quien se atribuye la carga de pedirla, precisarla, alegar y probar los hechos y
argumentar en derecho, por lo que, excepto en determinados casos, se le impone estar
asistido de abogado.
Pero ello no quiere decir que el principio de oportunidad, el principio dispositivo y
el principio de aportacin de parte se entiendan de la misma manera, pues ha habido
cambios, debiendo resear en efecto los tres siguientes:
a) Se aumentan las potestades materiales de direccin del proceso residentes en el rgano
jurisdiccional (aportacin de hechos e investigacin oficial), pero sin que ello signifique
una ruptura respecto a la legislacin derogada (art. 12).
El Cdigo pretende llegar a un equilibrio, ya veremos si se consigue en la prctica,
en el que el aumento de los poderes del juez no sea debido a ideologas autoritarias, es
decir, a una injerencia del Poder Ejecutivo en el proceso civil, en detrimento de las
facultades de las partes derivadas de una concepcin jurdica liberal, lo que hoy implicara
restar efectividad a los derechos subjetivos de los ciudadanos, sino a intervenciones
parciales que, al ser excepcin, confirmen la regla dominante del principio dispositivo.
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Para ello, se hace recaer en el juez la direccin del proceso, quien debe ejercer esta facultad
de conformidad con lo dispuesto en la Constitucin de la Repblica y el Cdigo.
El art. 12.3 permite al Juez intervenir directamente en los casos previstos por el
Cdigo en aras de una decisin justa, sin menoscabo de los principios dispositivo y de
aportacin. Igualmente, al rgano jurisdiccional corresponde el impulso procesal, salvo las
excepciones legalmente previstas, responsabilizndose de cualquier demora ocasionada
por su negligencia (art. 12.4).
El juez resolver la cuestin litigiosa conforme a derecho, aunque no haya sido
invocado por las partes o lo haya sido errneamente, con el lmite, evidente, de no poder
alterar la peticin ni fundar su decisin en hechos distintos a los alegados por las partes.
b) Se establece una nueva configuracin del control de los presupuestos procesales, de
manera que el Juez, con la ayuda de las partes, pueda entrar en el fondo del asunto,
evitndose a toda costa las sentencias procesales o de absolucin de la instancia. Ello
implica un aumento de los poderes del Juez en el control de oficio de los presupuestos
procesales (art. 12.2), una mejor regulacin de la tcnica de la subsanacin de los defectos
procesales, y el establecimiento del examen de los presupuestos procesales con carcter
anticipado, en una primera comparecencia (art. 20).
Expresamente se otorga el control de los presupuestos procesales al juez, quien
deber controlar tambin que no existe ningn motivo de nulidad antes de dictar sentencia.
Igualmente, el tribunal podr ordenar la subsanacin de los defectos procesales cuando
objetivamente pudiera constatarse la voluntad de las partes de cumplir los requisitos
legales (art. 20).
c) Se obliga a las partes a invocar todos los hechos en un mismo proceso, impidindose
por tanto otro posterior, cuando lo que se pida en la demanda pueda fundarse en diferentes
hechos, o en distintos fundamentos o ttulos jurdicos, lo que significa que las partes ya no
van a poder aportar los hechos que quieran, sino que tendrn que aportarlos todos (art.
210.7).
busca ser clara, sencilla y completa en funcin de la realidad del litigio, y de los
derechos, facultades, deberes y cargas que corresponden a los tribunales, a los
justiciables y a quienes han de colaborar con la Administracin de Justicia; todo ello se
ha pretendido redactar en un lenguaje tcnico pero que no olvide la necesidad de una
fcil comprensin para cualquier ciudadano, ante el cambio tan grande que implica.
El Cdigo, como ya hemos indicado, regula los procesos declarativos
simplificando drsticamente la maraa de procesos ordinarios y especiales hasta ahora
existentes. Contempla dos procesos de naturaleza ordinaria, en la medida en que sirven
para sustanciar cualquier pretensin procesal: el proceso ordinario (arts. 424 y ss.), cuya
denominacin responde a una tradicin histrica muy asentada, y el proceso abreviado
(arts. 583 y ss.), una variante ms rpida del anterior, para casos ms sencillos o que
exijan una ms pronta resolucin.
Dejando la divisin entre procesos por la cuanta ( ms de Cincuenta Mil
Lempiras (L.50,000.00) ), proceso ordinario; menos de esa cantidad, proceso
abreviado), en cuanto a la materia se tramitan por el proceso ordinario las
especialidades previstas en el art. 399. Son las siguientes, basadas principalmente en
razones de complejidad: Procesos relativos a la tutela de derechos fundamentales y de
los derechos honorficos, impugnacin de acuerdos sociales, competencia desleal,
propiedad industrial, propiedad intelectual, publicidad, condiciones generales de
contratacin, arrendamientos urbanos o rurales de bienes inmuebles en ciertos casos,
retracto, responsabilidad civil de jueces, magistrados y miembros del Ministerio Pblico
y pretensiones colectivas. En todos ellos las especialidades previstas por el Cdigo son
mnimas y responden bien a las particularidades derivadas del derecho material, bien a
nuevas perspectivas del trfico jurdico, lo que en algunos casos podra obligar a
reformas legales de importancia.
Por los trmites del proceso abreviado se regulan tambin otras especialidades,
que responden tanto a la simplicidad de la pretensin cuanto a la urgencia en la
resolucin, demandas que pueden ocurrir entre comuneros conforme al cdigo civil,
pago por consignacin y derechos de servidumbre. (art. 400). As, se regulan la
expiracin del arrendamiento e impugnacin de depsitos por las causas legalmente
previstas, pretensiones posesorias, las pretensiones relativas a las calificaciones
registrales, las rectificaciones de hechos o informaciones inexactas y perjudiciales, los
arrendamientos financieros y ventas de bienes muebles a plazos, los procesos de
propiedad horizontal, la prescripcin adquisitiva y deslinde, pretensiones derivadas de
accidentes de trnsito.
El catlogo de especialidades se completa precisamente con los procesos
especiales propiamente dichos, es decir, los procesos no dispositivos, cuya regulacin se
encuentra en el Ttulo Cuarto del Libro IV del Cdigo, dividido entre unas normas
comunes de aplicacin a todos ellos (arts. 628 a 635), y los distintos procesos
contemplados: Procesos de incapacitacin y prodigalidad (arts. 636 a 643); los procesos
sobre filiacin, paternidad y maternidad (arts. 644 a 648); los procesos de familia (arts.
649 a 675).
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Las caractersticas principales del nuevo Cdigo son, en nuestra opinin, las
siguientes:
1) La intencin de aprobar un nuevo Cdigo se fundamentaba en la existencia de
un consenso poltico-jurdico, muy amplio, que ha liderado la Corte Suprema de Justicia en
ntima colaboracin con el Congreso Nacional, para modificar el vigente sistema de
enjuiciamiento civil hondureo y aprobar un nuevo Cdigo imbudo de los principios que
deban regir un proceso civil moderno. El perceptible cambio de la realidad social en los
ltimos aos aconsejaban plasmar ese consenso en tamaa obra jurdica. Si est en juego
en el fondo el derecho de propiedad, la proteccin del crdito requiere una nueva
concepcin global del enjuiciamiento civil, frente al caduco e intil hasta ahora vigente,
que pasa por dar la importancia que merece ese tema de cara a la solidez del
funcionamiento de la economa de mercado que protege la Constitucin poltica, para lo
que se requera el mayor grado posible de acuerdo entre las instituciones constitucionales.
Con este Cdigo Honduras se suma as a la tendencia reformista que de unos aos
hasta ahora se ha generalizado en Centroamrica, con la aprobacin de nuevos textos
procesales penales y civiles.
2) El nuevo Cdigo se basa en dos grandes pilares: Simplificacin del proceso y
del procedimiento al mximo, considerado en conjunto, en su totalidad, al que luego nos
referimos; y aportacin al enjuiciamiento civil el estado actual de la Ciencia Procesal, su
acervo cientfico, lo que plantea problemas al resolver por opcin temas cientficos de gran
envergadura, que todava son objeto de una gran discusin, pero procurando no caer en el
doctrinarismo.
3) Con carcter general el Cdigo regula exclusivamente la materia procesal
atinente a las instituciones del proceso civil.
Esto implica, por un lado, que un tema tan importante como la jurisdiccin
voluntaria va a quedar de momento sin regulacin adaptada a los tiempos actuales,
permaneciendo de momento en vigor las disposiciones antiguas; y, de otro, igualmente
queda fuera de la regulacin del Cdigo el arbitraje. Tambin queda fuera del cdigo la
regulacin de la materia concursal, hasta que una nueva ley autnoma, como en Espaa o
en Alemania, regule la materia a fondo.
No obstante, el camino emprendido con la codificacin procesal civil hace que se
acabe con multitud de preceptos procesales civiles extravagantes, recogidos en infinidad de
leyes.
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de regulacin en donde antes no la haba, casos muy frecuentes hasta ahora, y por adaptar
la existente a los tiempos que corren. Esto es lo que ha hecho el Cdigo Procesal Civil.
Dentro del concepto neoliberal en que se inspira, las normas relativas a las partes
preceden a las dedicadas al rgano jurisdiccional. Destaquemos, pues, los hitos ms
importantes en ambos casos:
1. Respecto al juez
En cuanto al Juez como sujeto del proceso, se afronta una regulacin sistemtica y
ordenada de todos los presupuestos que afectan al rgano jurisdiccional (jurisdiccin,
competencia civil genrica, competencia objetiva, funcional y territorial, art. 23),
reforzando el control de oficio.
Mantenindose todos los presupuestos que le afectan (arts. 24 y ss.), como es
debido, las novedades ms significativas se refieren al criterio de atribucin de la
competencia territorial, pues se suprime la inhibitoria y se articula como instrumento
procesal competencial bsico y nico la declinatoria (arts. 44 y ss.), amplindola
considerablemente, ya que resulta apta no slo para iniciar el planteamiento de los temas
de competencia territorial, sino tambin para todos los dems presupuestos relativos al
juez, includa la sumisin del conflicto a arbitraje o la competencia internacional (art. 44).
Su tramitacin es siempre previa, procedindose con carcter inmediato a cualquier otra
actuacin procesal, no siendo posible iniciar la audiencia previa mientras no est resuelta
la competencia del juez, pues sin este presupuesto procesal no se puede seguir procediendo
(art. 45). Se han mejorado tambin los fueros legales (arts. 34 a 36), y se ha perfeccionado
la sumisin (arts. 38 a 40).
Destaca igualmente la regulacin por vez primera de manera sistemtica, unitaria y
ordenada de las cuestiones prejudiciales (arts. 48 a 51), sentndose la regla general de no
suspensin del proceso civil. La excepcin, en donde se dan ahora exigencias ms rgidas,
viene constituida por al existencia de causa criminal que pueda influir verdaderamente en
la sentencia civil (art. 49).
Por ltimo, en lo que se refiere al juez, se regula expresamente la abstencin y
recusacin (art. 52 a 57), aadindose la de los fiscales (art. 58), a travs de un incidente
contradictorio (art. 57.2).
Pero yendo a temas ms profundos, una de las decisiones ms importantes que ha
debido tomar el Cdigo es plasmar en el articulado la funcin que corresponde al Juez en
un proceso civil moderno y eficaz. En un proceso antiguo, escrito, lento y caro, el Juez era
un mero espectador a merced de lo que las partes decan y pedan; por el contrario, en un
proceso oral, el Juez tiene un papel ms activo y encuentra como nico lmite los derechos
subjetivos de las partes y sus poderes y facultades procesales.
La opcin del Cdigo es negar que el Juez sea un mero espectador y, al propio
tiempo, impedir que se convierta en director del proceso. Hallar el justo trmino medio es
lo que se ha pretendido. Por eso en los momentos en que deba intervenir se le ha otorgado
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esa posibilidad, siempre colaborando con las partes. Se le ha negado expresamente cuando
slo puede hacer de director, por ejemplo, prohibiendo la aportacin al proceso de su
conocimiento privado, o que pueda introducir prueba de oficio, salvo las excepciones
legalmente previstas en procesos no dispositivos (art. 633). Veremos cmo se concretan
estas ideas en el Cdigo al estudiar la regulacin del proceso ordinario y abreviado, la
prueba, medidas cautelares, etc.
Con ello se intenta conseguir una Administracin de Justicia gil y eficaz, en la que
el Juez se convierta en un elemento de control y se constituya en garanta fundamental para
el ciudadano, prximo a l, en su bsqueda por la Justicia material.
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separados como pretensiones interpuestas (art. 95.2). Lo mismo ocurre con la acumulacin
de procesos (art. 95.3).
En cuanto a la acumulacin de pretensiones, sta se produce, por tanto, cuando en
una nica demanda se interponen varias pretensiones, bien entre un demandante y un
demandado, bien entre varios demandantes y/o varios demandados. Esta acumulacin de
pretensiones presenta las siguientes modalidades:
1) La acumulacin objetiva simple, se produce cuando un demandante y frente a
un solo demandado interpone en una nica demanda dos o ms pretensiones para que todas
se conozcan en un nico procedimiento y se resuelvan en una nica sentencia. Esta
acumulacin ser posible cuando las pretensiones no sean incompatibles entre s, en el
sentido de que no se excluyan mutuamente o sean contrarias entre s, de suerte que la
eleccin de una impida o haga ineficaz el ejercicio de la otra u otras (art. 97).
2) La acumulacin objetiva eventual, cuando se permite la acumulacin de
pretensiones incompatibles entre s, planteando una pretensin como principal y otra u
otras que se ejercitan slo para el caso de que la principal no sea estimada (art. 98).
3) La acumulacin subjetiva, permite ejercitar simultneamente, las pretensiones
que el demandante o varios demandantes tengan contra el demandado o varios
demandados, siempre que entre esas pretensiones exista un nexo por razn del ttulo o
causa de pedir, en tanto que las pretensiones se funden en los mismos hechos (art. 99).
Para todas estas modalidades, la acumulacin de pretensiones es admisible si (art.
96.1): a) El juez que deba conocer de la pretensin principal posee jurisdiccin y
competencia por razn de la materia o por razn de la cuanta para conocer de la
acumulada o acumuladas; b) Las pretensiones acumuladas no tienen, por razn de su
materia, que ventilarse en procesos de diferente tipo; y c) Que no haya prohibicin legal
expresa de dicha acumulacin. A la pretensin que haya de sustanciarse en proceso
ordinario podr acumularse la que, por s sola, se habra de ventilar, por razn de su
cuanta, en proceso abreviado (art. 96.3).
En principio, la acumulacin tiene lugar a instancia de parte, dejando a salvo los
casos en que la propia ley prev o permite la acumulacin (art. 96.2).
Respecto a la acumulacin de procesos, es decir, la reunin en un procedimiento
nico, de dos o ms procesos que han nacido independientes, cada uno con su
procedimiento respectivo, resolvindose en una nica sentencia, es admisible cuando la
sentencia a recaer en uno de los procesos acumulados pueda provocar efectos prejudiciales
en el otro; y cuando entre los objetos de los procesos a acumular existe una conexin tal,
que de tramitarse separadamente, las sentencias dictadas en ellos podran contener
pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente
excluyentes (art. 100.1, incisos a y b) .
La acumulacin de procesos slo es posible cuando los procesos declarativos se
sustancien por los mismos trmites, o cuya tramitacin pueda unificarse sin prdida de
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derechos procesales, siempre que concurra alguna de las causas expresadas en el Cdigo, y
salvo la posible acumulacin en ejecucin; si se cumplen los requisitos correspondientes,
que se encuentren en primera instancia, y que en ninguno de ellos haya iniciado la
audiencia probatoria del proceso ordinario o la prctica de la prueba en el proceso
abreviado (art. 101).
La solicitud de acumulacin de procesos no suspender el curso de los que se
pretenda acumular, estn o no en curso en el mismo juzgado; sin embargo, en ambos casos
debern abstenerse de dictar sentencia en cualquiera de ellos hasta que se decida sobre la
procedencia o no de la acumulacin, suspendindose al efecto el plazo para dictarla (art.
103.1).
Por ltimo, se establece cmo debe procederse cuando los procesos a acumular
estn pendientes ante el mismo rgano jurisdiccional (arts. 104 a 106) y cuando lo estn
ante distintos juzgados (arts. 107 a 114).
d) Actos procesales
Finalmente, en cuanto a los actos procesales (arts. 115 a 227), se han regulado
tomando en consideracin:
1) Una correcta concepcin de sus requisitos (arts. 117 a 134), es decir, el lugar de
realizacin (sede del tribunal, salvo que por su naturaleza las actuaciones deban realizarse
en un lugar distinto, art. 118), el tiempo de realizacin (arts. 119 a 127), el idioma (art.
128), su forma (arts. 129 a 134), destacndose nuevamente la oralidad (art. 132) y la
publicidad (art. 134).
2) Abordando los actos ms importantes, como los de comunicacin (arts. 135 a
150) y de documentacin (arts. 151 a 158). En este sentido, las normas del Cdigo estn
presididas por la idea de que las notificaciones y la documentacin requieren de un nuevo
concepto de despacho judicial, que debe conseguir finalmente la esperada agilizacin del
proceso y la mejora en la ordenacin del trabajo de todos los que intervienen en el servicio
pblico de la Justicia. Al propio tiempo, se toman en consideracin los ms modernos
medios tcnicos para la agilizacin y constancia de las comunicaciones (art. 143), as como
para la grabacin de actuaciones procesales (art. 15), en un reto que es tanto ms
importante como irrenunciable para la Justicia hondurea.
Se refiere el Cdigo, asimismo, al desarrollo de las audiencias (arts. 166 a 180), las
resoluciones judiciales (arts. 181 a 210), dentro de las que destaca la regulacin de los
requisitos internos de la sentencia, es decir, claridad, precisin, exhaustividad, motivacin
y congruencia (arts. 206 a 208), y de su efecto ms importante, la cosa juzgada material,
art. 210), la nulidad de los actos procesales (arts. 211 a 217) y las costas (arts. 218 a 227).
Se trata en buena medida de normas novedosas, que tienen vocacin de general
aplicabilidad en todos los procesos, dado el carcter supletorio de este Cdigo.
Se concede especial importancia a la obligacin de motivar suficientemente las
sentencias, con expresin clara de los fundamentos de hecho y de derecho y de la parte
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dispositiva (art. 207). El deber de motivacin de las resoluciones judiciales constituye una
manifestacin de la tutela judicial efectiva, que impone al juzgador un especial cuidado por
cuanto debe procurar el entendimiento y comprensin por el ciudadano de las razones de
su decisin, motivacin que debe exigirse con el mayor rigor dadas las especiales
caractersticas del proceso oral y de sus directas consecuencias.
La regulacin expresa de la nulidad de los actos procesales adquiere especial
importancia, y slo se puede utilizar en los casos expresamente previstos en la ley, de tal
forma que no podr pedirse la nulidad si el acto viciado cumpli con la finalidad para la
que fue realizado, debiendo acudirse, siempre que fuera posible, a la subsanacin del vicio,
de tal forma que la invalidacin de un acto o de parte de l no afecta a otros actos o al resto
de las partes (art. 217). Tampoco podr pedir la nulidad quien la hubiera propiciado,
permitido o dado lugar al vicio, debiendo solicitarse el remedio en la primera oportunidad
que se disponga para hacerlo.
a) Normas generales
La regulacin de la prueba es otra de las novedades ms importantes del Cdigo,
pues aqu es donde se ve directamente si el nuevo procedimiento oral ser eficaz o no.
La estructura que sigue el Cdigo en su Libro II es la que se corresponde con un
proceso oral, distinguindose unas normas generales (arts. 228 a 250) y los concretos
medios de prueba (arts. 251 y ss.). Sin perjuicio de su articulacin en los trmites del
proceso ordinario y del proceso abreviado, las normas generales fijan los criterios
probatorios a los que se han de atener las partes y el Juez para acreditar los hechos.
Partiendo de una clsica distincin entre fuentes y medios de prueba, se regulan
los medios tradicionales, bien entendido que se derogan definitivamente la prueba por
juramento y la prueba de confesin, sustituyndolas por el interrogatorio de las partes
(arts. 253 y ss), mucho ms adaptado a la realidad actual; y se permite la incorporacin
al proceso de cualquier medio tcnico moderno que permita expresar un pensamiento o
una imagen (arts. 291 y 292). Pero tal vez por encima de esta nueva filosofa en la
concepcin de la prueba, deba destacarse que la regulacin pretende evitar que el
desarrollo de la actividad probatoria se convierta en un obstculo o maniobra dilatoria a
disposicin de las partes, pugnando por la eficacia y la eficiencia de la Administracin
de Justicia.
Se regula por primera vez en Honduras la prueba prohibida en el proceso civil
(art. 237), garantizndose el respeto a los derechos y principios constitucionales, de
manera tal que quede asegurada la probidad y la lealtad en la produccin de la prueba.
Por otra parte, un proceso oral exige ante todo que el Juez que haya dirigido la
audiencia probatoria sea el que dicte la resolucin, bajo sancin de nulidad. Esto puede
suponer uno de los avances ms importantes y de los cambios ms profundos que en la
24
Justicia civil cabe esperar de este Cdigo, conforme ensea la prctica de los pases ms
avanzados.
El Cdigo afronta el problema de la valoracin de la prueba con criterios
modernos y seguros: Prescindiendo de matices terminolgicos que pueden generar
confusin (art. 245). El Juez hondureo debe estar preocupado solamente por despejar
respecto a su conviccin cualquier sospecha de arbitrariedad, lo que exige la expresin
clara y precisa en la sentencia de las razones que le han llevado a su decisin.
Se establecen reglas claras de carga de la prueba (art. 238), siguiendo la doctrina
tradicional, a la vez que se recoge la ms moderna doctrina, por contribuir mejor en
determinados casos a posibilitar la bsqueda de la verdad material, de modo que el Juez
deber tener presente la disponibilidad y facilidad probatoria que corresponde a cada
parte del proceso.
Las normas materiales establecen consecuencias jurdicas partiendo de supuestos
de hecho que contemplan de modo abstracto y general. De ah proviene la importancia
de la prueba. Se puede tener razn, pero, si no se demuestra, no se alcanzar
procesalmente un resultado favorable (art. 228).
Veamos, por su importancia, ms detalladamente esta regulacin de la prueba.
1. La carga de la prueba
En materia de prueba rige, como regla general, el principio de aportacin de
parte (art. 229.1), de forma que slo se practicarn las pruebas aportadas al proceso por
las partes. El principio de aportacin de parte, tal y como ha sido entendido en el
Cdigo y en la mayora de los cdigos procesales, determina que son las partes las que
deben probar. Sobre ellas recae la carga de alegar los hechos que son el supuesto base
de la norma cuya aplicacin piden, y sobre ellas recae tambin la carga de probar la
existencia de estos hechos, de convencer al juez de su realidad o de fijarlos conforme a
las normas legales de valoracin. Concretndolo, el art. 238 nos dice cmo debe
distribuirse la carga de la prueba entre las partes. El principio de adquisicin procesal
supone que, estando los hechos bien alegados, cualesquiera hechos, y estando probados,
el tribunal ha de partir de ellos en la sentencia, sin referencia a cul de las partes los ha
probado.
Lo cierto es que al final del proceso, cuando llega la hora de dictar sentencia, el
tribunal puede considerar que los hechos para l se encuentran en alguna de estas tres
posibilidades: 1) El hecho alegado por alguna de las partes existi: Debe extraer la
consecuencia jurdica prevista en la norma; 2) El hecho alegado no existi: No habr
lugar a aplicar la norma en la que la parte pretenda ampararse; 3) El hecho no ha
llegado a ser probado, colocando al tribunal en la situacin de duda: Esta situacin de
incertidumbre no le permite dictar una sentencia de non liquet, es decir, no puede dejar
de resolver. Es entonces, en el final del proceso, cuando la doctrina de la carga de la
prueba adquiere su verdadero sentido. No se trata tanto y directamente de determinar a
25
priori qu hechos deben ser probados por cada parte, cuando de establecer las
consecuencias de la falta de prueba de los hechos. As:
a) Con relacin al tribunal sirve para que, en el momento de dictar sentencia y
ante un hecho no probado, decida cul de las partes debe sufrir las consecuencias de esa
falta de prueba.
b) Respecto de las partes la doctrina sirve, y en la fase probatoria del proceso,
para que sepan quin debe probar un hecho determinado si no quieren que entre en
juego el efecto anterior (aunque se produce despus en el tiempo).
Pero lo importante ahora para nosotros no son ni los brocardos ni las reglas
especiales. Lo importante es encontrar la regla general y establecer su interpretacin.
Esa regla general se contiene en el art. 238.1 y 2, que distingue con relacin a las clases
de hechos:
1) Hechos de los que ordinariamente se desprenda, segn las normas
jurdicas a ellos aplicables, el efecto jurdico correspondiente a la pretensin de la
demanda: Corresponde probarlos al actor.
2) Hechos que, conforme a las normas que les sean aplicables, impidan,
extingan o enerven la eficacia jurdica de los hechos anteriores: Corresponde probarlos
al demandado.
El Cdigo, no obstante, ha aumentado las facultades del tribunal en materia
probatoria y lo ha ido a hacer cuando la llamada "publicizacin" del proceso civil est
en franca retirada en todo el mundo. As, el tribunal puede, excepcionalmente, acordar
de oficio la prctica complementaria de determinadas pruebas, al entender que los
medios aportados por las partes son insuficientes para alcanzar la conviccin necesaria
para dictar sentencia (art. 229.2), sin que ello signifique que el juez comparte la
iniciativa probatoria con las partes o que sustituye los deberes y cargas de los mismos
reguladas en los arts. 231 y 232 (art. 229.3).
La excepcionalidad de estas facultades probatorias del juez o tribunal lleva a una
especfica regulacin de la misma, que encontramos en el art. 230: El tribunal deber
prestar audiencia a las partes ante de tomar su decisin de hacer uso de esta facultad;
pudiendo la parte a quien perjudiquen las decisiones que el mismo tome impugnarlas
mediante el recurso que quepa contra la sentencia, previa protesta. Dentro de estas
facultades encontramos tambin la de excluir pruebas que de otra forma seran
impertinentes y la de alterar justificadamente las reglas fijadas por el Cdigo para el
interrogatorio cruzado, pudiendo preguntar l a la parte, al testigo o al perito, o
interrumpindolas para que aclaren contradicciones o declaraciones oscuras.
2. El objeto de la prueba
26
4. La prueba prohibida
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5. Procedimiento probatorio
Las pruebas se deben practicar en audiencia pblica, bajo el principio de
oralidad y respeto absoluto al principio de contradiccin (art. 242.1), salvo que se
prevea expresamente lo contrario; de forma concentrada en la sede del tribunal, salvo
que legalmente o atendiendo a las circunstancias se permita otra cosa (art. 243 y 244).
La direccin en la prctica de la prueba corresponde al tribunal, sin posibilidad
alguna de delegacin en el secretario ni ningn otro funcionario (art. 242.2); si bien
podrn llevarse a cabo ante el secretario determinadas actuaciones, como la
presentacin de documentos, la aportacin de otros medios o instrumentos probatorios,
etc. (art. 242.3). Los distintos medios de prueba reconocidos en el Cdigo (art. 251) se
practicarn en el orden previsto en el art. 252, pudiendo el tribunal, de oficio o a
instancia de parte, alterar el mismo (art. 252.2).
Como no poda ser de otra forma se admite la anticipacin (arts. 246 a 248) y el
aseguramiento de prueba (arts. 249 y 250).
6. Valoracin de la prueba
En cuanto a la valoracin de la prueba se mantiene el principio de libre
valoracin de la misma (art. 245. 1), con las excepciones legalmente previstas para las
pruebas de interrogatorio de parte y documental, como veremos; haciendo expresa
mencin a la exclusin de la arbitrariedad (art. 245. 1).
Igualmente, se reitera aqu el deber de motivar precisa y razonadamente las
sentencias (art. 245.1), atendiendo a las reglas de la sana crtica, del conocimiento y
criterio humano, as como de las normas que rigen el razonamiento lgico. La
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29
31
de manera precisa y razonada, atendiendo a las reglas de la sana crtica (arts. 291.5 y
292.5).
4. Testifical
El interrogatorio de testigos o prueba testifical se regula en los arts. 293 a 314 del
Cdigo. La prueba testifical es un medio concreto de prueba, en virtud del cual se aporta al
proceso, por parte de una persona ajena al mismo, una declaracin sobre hechos
presenciados (vistos u odos) por ella o que ha sabido de referencia, sobre los que viene
interrogada, siempre que esos hechos sean controvertidos y se refieran al objeto del
proceso (art. 293).
El legislador ha querido garantizar la efectividad de esta prueba exigiendo
determinados requisitos de admisibilidad, ante la alta probabilidad de que sus resultados no
sean fiables. En cuanto a las personas que pueden ser testigos, las leyes regulan su
idoneidad (art. 294); en cuanto al objeto, en principio no hay limitaciones.
Respecto a la idoneidad, la regla general es que podrn ser testigos todas las
personas, salvo que se hallen permanentemente privadas de razn o estn privados del uso
de sentidos respecto de hechos sobre los que nicamente quepa tener conocimiento por
dichos sentidos (art. 294.1). Los menores de catorce aos pueden declarar como testigos si,
a juicio del tribunal, poseen el discernimiento necesario para conocer y para declarar
verazmente, si bien no se les exigir juramento ni promesa de decir verdad (art. 294.3). La
falta de idoneidad para ser testigo deber ponerse de manifieste en el momento de su
declaracin (art. 294.4).
Si las causas de idoneidad excluyen a una persona de la obligacin de declarar
como testigo y de hacerlo en todos los procesos, las tachas, reguladas en los arts. 312 a
314, se refieren a la imparcialidad y, por tanto, atienden a un proceso determinado, no
excluyendo a una persona de declarar como testigo, sino evidenciando un hecho o
circunstancias que le hace sospechoso de parcialidad, por lo que su concurrencia deber ser
tenida en cuenta por el juez en el momento de la valoracin de la prueba. En principio slo
puede tachar a un testigo la parte contraria a la que lo ha propuesto (art. 312. 1). Sin
embargo el art. 312.2 admite la tacha del testigo por la parte que lo ha propuesto si, con
posterioridad a la proposicin, llegare a su conocimiento la concurrencia de alguna de las
causas de tacha.
En cuanto al procedimiento, despus del juramento o promesa (art. 297. 1), la
prctica de la prueba se inicia con las preguntas generales (art. 299) para pasar despus a
un verdadero interrogatorio cruzado y oral (arts. 298 y 302). El tribunal deber repeler las
preguntas que sean impertinentes o intiles; y podr tambin interrogar al testigo (art. 302).
Las contradicciones entre testigos y entre stos y las partes se resuelven mediante el careo,
regulado en el art. 308, que puede ser acordado de oficio o a instancia de parte.
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El juez es libre a la hora de apreciar y valorar los resultados producidos por las
declaraciones de los testigos (art. 311), si bien debern tomar en consideracin la
necesidad de que el testigo exprese la "razn de ciencia" de lo que dice (art. 311), las
preguntas generales y las tachas a su imparcialidad.
5. Peritaje
El dictamen de peritos o prueba pericial es un medio concreto de prueba, en virtud
de la cual una persona con conocimientos especializados (cientficos, artsticos, tcnicos o
prcticos), que el juez no tiene, pero ajena al proceso, los aporta al mismo para que el
rgano jurisdiccional pueda valorar mejor los hechos o circunstancias relevantes en el
asunto, o adquirir certeza sobre ellos (art. 315.1). La prueba pericial puede ser limitada por
el rgano jurisdiccional al estudio de los temas que se consideren necesarios en relacin
con el objeto del proceso (art. 316.1), al igual que tambin podr limitar la cantidad de
testigos que podrn presentar las partes (art. 316.2).
La novedad fundamental del Cdigo en la prueba pericial consiste en articular un
doble sistema de introduccin del dictamen pericial y de nombramiento del perito en el
proceso civil, ya que las partes, al proponer la prueba pericial, podrn optar (art. 315.2)
entre aportar al proceso el dictamen de perito privado (arts. 317 a 320) o solicitar que se
emita dictamen por un perito designado por el tribunal (arts. 321 a 323). Los dictmenes se
formularn por escrito, acompaados, en su caso, de los dems documentos, instrumentos
o materiales adecuados para exponer el parecer del perito sobre lo que haya sido objeto de
la pericia. Si no fuese posible o conveniente aportar estos materiales e instrumentos, el
dictamen contendr sobre ellos las indicaciones suficientes. Podrn, asimismo,
acompaarse al dictamen los documentos que se estimen adecuados para su ms acertada
valoracin (art. 324.1). Todo lo referido a la figura del perito se encuentra regulado
detalladamente en los arts. 328 y ss.
La ley quiere que el perito proceda a elaborar su dictamen de una forma objetiva.
para garantizar la imparcialidad se concede a las partes el derecho de recusar a los peritos y
para poner de manifiesto alguna circunstancia que pone en duda su imparcialidad aparecen
la tacha.
Si el perito, tanto el titular como el suplente, ha sido designado por el juez
mediante sorteo, slo podr ser recusado en los trminos previstos en los arts. 337 a 341, y
por las causas establecidas en el art. 337.2, adems de las previstas en la Ley Orgnica del
Poder Judicial. La recusacin puede realizar en dos momentos distintos: 1)
Inmediatamente (el plazo es de tres (3) das) se notifica la designacin del perito a la parte,
si la causa de recusacin fuera anterior (art. 338.2); y 2) Si la causa de recusacin se
constituye despus de la designacin, pero antes de la emisin del dictamen, el escrito de
recusacin podr presentarse antes del da sealado para la audiencia o al comienzo de la
misma (art. 338.3). El Cdigo considera la recusacin del perito como un incidente (art.
340).
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Los peritos propuestos por las partes no pueden ser recusados, pero s se puede
alegar alguna o algunas de las tachas previstas en el art. 342. Con la tacha no se pretende
impedir que una persona emita el dictamen como perito, sino advertir al tribunal de la
concurrencia de una circunstancia que hace poner en duda su imparcialidad, para que sea
tenida en cuenta a la hora valorar el dictamen atribuyndole valor probatorio. Las tachas de
los peritos se formularn en el modo y en el momento establecidos para las tachas de los
testigos (art. 342.2). El procedimiento especfico de resolucin de la tacha se establece en
el art. 343.
La prueba pericial es valorada libremente por el juez o tribunal (art. 335), si bien
cuando el juez se aparte de las conclusiones de un dictamen deber motivarlo
expresamente en la sentencia (art. 335.2).
Antes de terminar el estudio de la prueba pericial, hay que hacer una brevsima
referencia al cotejo de letras. Este es en efecto un caso particular de prueba pericial,
nicamente apropiado cuando la autenticidad de un documento privado se niegue o se
ponga en duda por la parte a quien perjudique, aunque tambin podr practicarse cotejo
de letras cuando se niegue o discuta la autenticidad de cualquier documento pblico que
carezca de matriz y de copias fehacientes, siempre que dicho documento no pueda ser
reconocido por el funcionario que lo hubiese expedido o por quien aparezca como
fedatario interviniente (art. 326). Para que la comparacin se efecte correctamente, el
Cdigo tiene que fijar qu documentos fijan sin duda alguna el contraste los
indubitados), a los que se acoge la parte que ha solicitado el cotejo o, ante su falta qu
es un cuerpo cierto de escritura (art. 326.5). A falta de dichos documentos, la parte a la
que se atribuya el documento impugnado o la firma que lo autorice podr ser requerida,
a instancia de la contraria, para que forme un cuerpo de escritura que le dictar el
secretario (art. 326.6).
6. Reconocimiento judicial
El reconocimiento judicial es la percepcin por parte del juez, de una forma directa,
de los hechos que son objeto de prueba. Procede el reconocimiento cuando para el
esclarecimiento y apreciacin de los hechos sea necesario o conveniente que el juez
examine por s mismo algn lugar, objeto o persona, no slo en fase declarativa (art. 344);
pudiendo el juez adoptar las medidas necesarias para lograr la efectividad del
reconocimiento (art. 345).
El objeto de reconocimiento lo pueden ser las personas (art. 346), lugares y sitios,
todo lo que no sea documento escrito y los bienes muebles e inmuebles en general.
Las partes deben solicitar la prctica del reconocimiento judicial, as como los
extremos principales a que desean que se contraiga, pero la amplitud del mismo no
depende de su peticin, sino que la fija el juez (art. 344.2). De acuerdo con esa misma
norma, debe indicar si asistir a su desarrollo con personas entendidas o prcticas del
terreno. La contradiccin queda garantiza ab initio, pues la otra parte puede proponer
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tambin los extremos que le interese, e indicar igualmente si estar asistida de personas
entendidas (art. 344.3).
Siguiendo una prctica tradicional el Cdigo regula la prctica del reconocimiento
judicial combinado con la prctica de otras pruebas: Conjuntamente con la prueba pericial
(art. 347); conjuntamente con la prueba testifical (art. 348) y conjuntamente con la prueba
de interrogatorio de parte o de un examen fsico (art. 346).
Esta prueba se documentar utilizando los medios tcnicos de grabacin de imagen
y sonido u otros instrumentos semejantes, para dejar constancia de lo que sea objeto de
reconocimiento judicial y de las manifestaciones de quienes intervengan en l,
consignndose en el acta cuanto sea necesario para la identificacin de las grabaciones,
reproducciones o exmenes llevados a cabo, que habrn de conservarse por el tribunal (art.
349.1). Cuando no se haya podido grabar la diligencia, del reconocimiento judicial se
levantar por el secretario acta detallada (art. 349.2).
No existe en el Cdigo norma alguna que aluda al sistema de valoracin de la
prueba, y es lgico que as sea. Cuando un mismo juez realiza el reconocimiento judicial y
dicta la sentencia, la misma distincin entre prueba legal y prueba libre carece de sentido,
pues el juez ineludiblemente estar a aquello que ha percibido por sus sentidos y no podr
sustraerse a lo que ha constatado; la inmediacin juega aqu de modo absolutamente
prevalente.
Si el reconocimiento es valorado en la sentencia por un juez distinto del que lo
efectu, la lgica lleva a distinguir entre los datos objetivos del acta, aquellos que son mera
constatacin de lo percibido, y los datos subjetivos, los que consisten en apreciaciones o
percepciones. Respecto de los primeros es muy difcil que el juez pueda negarlos en la
sentencia, y de ah la jurisprudencia relativa a datos irrefutables que no pueden ser
desconocidos en la sentencia, mientras que si se trata de apreciaciones adquiere sentido
aquella otra jurisprudencia que se refiere a la inexistencia de obligacin de respetar los
juicios de valor expresados en el acta.
VI. LAS MEDIDAS CAUTELARES (LIBRO III).En el Libro Tercero del Cdigo Procesal Civil se ha establecido la regulacin del
rgimen de las medidas cautelares, con la aspiracin de dotar al ordenamiento procesal
civil hondureo de un sistema lo ms completo y unitario posible. Se advertir que la
regulacin abarca muy diversos aspectos y alcanza en algunos casos una cierta
minuciosidad, lo que no es sino expresin de atencin que se debe prestar a estas
medidas, dado su relevante papel en el aseguramiento de las futuras sentencias de
condena que pudieran dictarse y, por ello, su relevancia para garantizar la tutela judicial
efectiva de los derechos e intereses de la parte actora en su vertiente de derecho a la
ejecucin de dicha sentencia o resolucin, derecho a que sea efectivamente cumplida y
llevada a trmino.
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Una de las virtudes del Cdigo es que presenta un tratamiento sistemtico de las
medidas cautelares, en consonancia con los cdigos procesales modernos. Se ha tratado
de que la regulacin sea sencilla y comprensible, a la vez que dotada de una cierta
flexibilidad que permita la puesta en marcha del sistema de medidas cautelares lo ms
adaptado posible a cada situacin concreta, a cada proceso o litigio. Con esta regulacin
se garantiza a los litigantes el acceso la tutela cautelar que se establece en el artculo 2
del Cdigo.
Se regulan as desde sus principios generales hasta el procedimiento para su
adopcin, pasando por el establecimiento de las clases de medidas y los trmites para la
modificacin y revocacin de las ya adoptadas. Ello no evita que a lo largo del texto del
Cdigo se haga referencia a las medidas cautelares fuera de este Libro Tercero, como se
ver a continuacin. Pero estas referencias no alcanzan a desdecir la existencia de un
sistema general y completo de medidas cautelares.
Como elementos a destacar ahora, y sin perjuicio de su posterior desarrollo, hay
que sealar que el sistema de medidas cautelares se ha concebido como un rgimen
abierto de medidas cautelares y no un sistema de nmero limitado o cerrado, y ello a
pesar de hacer una enumeracin amplia de medidas cautelares especficas (art. 355). Se
procede a desarrollar con una cierta extensin las medidas cautelares ms frecuentes en
la prctica, como el embargo preventivo y secuestro (arts. 358 y ss.), o la intervencin y
administracin de bienes (arts. 367 y ss.). Se dedica un Ttulo especfico, el Ttulo III de
este Libro III a desgranar las diversas normas del procedimiento de adopcin de las
medidas cautelares, solicitud, competencia, tramitacin, etc., siendo de suma
importancia la inclusin de normas referidas al rgimen de oposicin a dichas medidas
en el caso de que se hubieran adoptado sin previa citacin del demandado, porque su
adopcin puede suponer, no cabe duda, que aparezcan riesgos o peligros sobre la
persona que debe soportarlas (arts. 390 y ss.). Con ello, adems, se respeta la regla
general de observancia del principio de contradiccin en la adopcin de las medidas
cautelares, establecido en el art. 4 del Cdigo, aunque en este trmite concreto se
entienda en forma limitada. Otro rasgo caracterstico del sistema es que se establece
como regla general la necesidad de que el solicitante de las medidas cautelares preste
fianza o caucin para responder de los posibles daos o perjuicios que tales medidas
puedan ocasionar a quien las soporta (arts. 380.3 y 386); igualmente se prev que quien
soporta las medidas cautelares pueda ofrecer contracautelas dirigidas a evitar o enervar
las medidas cautelares (art. 391). Por ltimo, parece del todo razonable completar el
rgimen de las medidas cautelares con la regulacin de las normas que posibiliten su
razonable sustitucin, revisin y modificacin (arts. 394 a 397).
a) Normas generales
Cabe recordar brevemente que la tramitacin de un proceso exige siempre un
lapso de tiempo, mayor o menor, pero inevitable. Este transcurso del tiempo entre la
demanda y el dictado de la sentencia firme puede tener efectos negativos sobre el
derecho exigido en el proceso, de manera que el litigante actor est corriendo un riesgo
mientras dura el proceso, riesgo consistente en encontrarse con la imposibilidad de que
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a) La regla general es que las medidas cautelares slo se puedan decretar si hay
previa peticin de parte. Eso significa que no cabe que el juez las decrete de oficio, y
esto es correlacin del principio dispositivo que rige en los procesos civiles.
Doctrinalmente tambin se puede hablar del principio de demanda. En nada se afecta
esta previsin cuando se hace regulacin de las medidas cautelares fuera de este Libro
III, como sucede en relacin a determinadas especialidades procesales del proceso
ordinario, caso de los procesos de impugnacin de los acuerdos sociales (art. 509),
procesos en materia de competencia desleal (art. 519), procesos para la proteccin de la
propiedad industrial e intelectual (arts. 527 y 534 respectivamente), o procesos relativos
a publicidad (art. 540), porque no se alteran los requisitos del artculo 350, todo lo ms
se concretan o adaptan a la concreta materia las medidas cautelares previstas en el art.
355 con carcter ms general. Pero no puede dejar de researse la existencia de alguna
especialidad en materia de medidas cautelares que puede significar la excepcin a la
regla general de adopcin a instancia de parte en los proceso de carcter dispositivo, y
as sucede en lo que se refiere a la especialidad procesal del proceso abreviado referida
a los procesos sobre arrendamientos financieros y venta a plazos de bienes muebles a
plazos, pues el art. 618 establece como acto previo a la celebracin de la audiencia que
el tribunal ordenar al admitir la demanda el secuestro del bien cuya entrega se reclame,
sin exigir caucin al demandante, ni permitir oposicin del demandado, tres elementos
que alteran las reglas generales previstas en el Libro III del Cdigo.
Si bien en materia de medidas cautelares en los procesos civiles dispositivos
rige, como se ha visto, la necesaria iniciativa de parte, el Cdigo prev algunas
matizaciones lgicas, mediante el otorgamiento de determinados poderes al juez, en la
lnea que se ha intentado fijar en el texto de equilibrar los poderes del juez huyendo del
mero espectador y sin llegar a convertirlo en un director. As, el art. 354 permite que el
juez, de oficio, adopte una medida cautelar distinta de la solicitada, siempre que sea
menos rigurosa que sta, aunque no est tipificada o nominada, siempre que la estime
suficiente (se debe considerar que est dentro del mbito de lo que el solicitante
pretende, que es la proteccin cautelar de su derecho). Tambin corresponde al juez
determinar el alcance, el trmino de la duracin, la modificacin, sustitucin o cese de
la medida adoptada (en este caso incluso de oficio), y exigir la prestacin de contra
cautela suficiente, salvo los casos exceptuados.
b) El Cdigo establece tambin el principio, conectado con el anterior, de que es
el solicitante, y no el tribunal (ni, en consecuencia, el Estado) el que asume la
responsabilidad de los daos y perjuicios que pueda ocasionar la ejecucin de la medida
cautelar que se adopte. Por esta razn es por la que se establece posteriormente, art. 386,
que el solicitante de la medida cautelar preste caucin suficiente para asegurar la
reparacin de esos posibles daos y perjuicios, caucin que se debe prestar como regla
general, aunque se establecen excepciones justificadas que luego se examinarn al tratar
el procedimiento.
El Cdigo regula los llamados presupuestos de las medidas cautelares, sin cuya
concurrencia no se justifica en ningn caso su adopcin. El artculo 351 regula la
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artculo 352 establece que si las medidas cautelares se solicitan antes de haberse
iniciado el proceso y no se presenta demanda dentro de los diez (10) das de cumplidas
aquellas, las medidas caducarn de pleno derecho y el peticionario ser condenado al
pago de todos los gastos del proceso y de los daos y perjuicios causados.
Por ltimo, dentro de las normas generales se ha previsto, art. 353, la posibilidad
de solicitar al juez la adopcin de medidas cautelares en un proceso arbitral seguido en
territorio hondureo, as como la posibilidad de que quien sea parte en un proceso
seguido en otro Estado, ya sea judicial o arbitral (vase el art. 381.2), pueda solicitar a
los rganos judiciales hondureos la adopcin de medidas cautelares respecto de bienes
situados o actos que se estn realizando en Honduras (por ejemplo la cesacin de un
acto de competencia desleal), de conformidad siempre con la legalidad internacional
aplicable.
carcter de numerus clausus, es decir, no son las nicas medidas cautelares que pueden
solicitarse y acordarse. En efecto, el art. 356 es el que da un pleno sentido al rgimen de
medidas cautelares al permitir la necesaria flexibilidad en funcin de las necesidades de
cada caso y de la naturaleza del derecho material que se quiere tutelar de forma cautelar.
Conforme al art. 356, adems de las diez medidas cautelares enumeradas en el artculo
anterior, ser posible solicitar y, en consecuencia, podr el juez adoptar:
a) Cualesquiera otras medidas distintas que se estimen necesarias para asegurar
la efectividad de la proteccin jurisdiccional pretendida, lo que significa que puede
tratarse de cualquier clase de medida con la nica condicin de que sea efectiva para
lograr el objetivo protector cautelar del correspondiente derecho material. Se tratara,
pues, de medidas cautelares no tipificadas o innominadas. Por supuesto, adems de
ser apta para proteger el correspondiente derecho material, la medida que se solicite, y
en su caso adopte, debe tener los caracteres de instrumentalizad, temporalidad, ser
modificables y revocables.
b) Cualesquiera otras medidas cautelares que estn expresamente previstas en
las leyes para la proteccin de ciertos derechos, tratndose de otras leyes distintas del
Cdigo de Procedimiento Civil, ya sean otras leyes procesales aplicables, ya sean, ser
lo ms habitual, leyes materiales que contengan disposiciones procesales y, entre ellas,
las referidas a medidas cautelares.
El elenco de medidas cautelares tipificadas en el Cdigo es el siguiente:
1) El embargo preventivo de bienes
2) La prohibicin general de disponer o celebrar actos y contratos sobre bienes
especficos
3) La intervencin o la administracin judiciales de bienes productivos;
4) El secuestro de cosa mueble o semoviente;
5) La formacin de inventarios de bienes, en las condiciones que el tribunal
disponga;
6) La anotacin preventiva de la demanda, y otras anotaciones registrales si la
publicidad registral es til para garantizar el cumplimiento de la ejecucin;
7) La orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad, abstenerse
temporalmente de realizar una conducta, o de prohibicin temporal de interrumpir o de
cesar en la realizacin de una prestacin que viniera llevndose a cabo;
8) La intervencin y depsito de ingresos obtenidos mediante una actividad que
se considere ilcita y cuya prohibicin o cesacin se pretenda en la demanda;
9) El depsito temporal de ejemplares de las obras u objetos que se reputen
producidos con infraccin de las normas sobre propiedad intelectual e industrial, as
como el depsito del material empleado para su produccin y la consignacin o
depsito de las cantidades que se reclamen en concepto de remuneracin de la
propiedad intelectual;
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43
el Ttulo Segundo de este Libro Tercero, con las normas reguladoras del embargo en la
ejecucin forzosa. El embargo preventivo sirve para el aseguramiento del cobro de
deudas en dinero o convertibles en l por aplicacin de precios ciertos (art. 358.1). El
embargo preventivo puede recaer sobre bienes inmuebles (art. 359), sobre vehculos
(art. 360), distinguindose el caso en que deban ser inmovilizados y puestos en
depsito, regla general, del caso en que el depositario puede ser el propio deudor, por
ejemplo para permitirle su uso, lo que debe ser slo en casos excepcionales y
justificados. Igualmente puede el embargo recaer sobre bienes informticos, (art. 361),
con el derecho a retirar la informacin si slo se afectan los soportes de
almacenamiento, y sobre ttulos valores (art. 362) que sern objeto de depsito. El art.
363 establece cules son las obligaciones del depositario de los bienes embargados, con
la previsin de la figura del ejecutado depositario, y con la regulacin de la retribucin
que deban percibir. Las normas sobre embargo preventivo se completan con la
referencia al embargo en forma de retencin del pago con el depsito de la cantidad
correspondiente en las entidades o personas habilitadas (art. 364), y con el embargo de
empresas (art. 365) que inicialmente est referido a los bienes muebles que estn dentro
de la empresa siempre que el embargo no afecte al normal desenvolvimiento de la
misma, pero que tambin puede referirse a la unidad productiva en su totalidad cuando
sea ms beneficioso que el embargo de sus distintos elementos patrimoniales.
2) En cuanto al secuestro, art. 366, recae sobre bienes muebles o semovientes cuando
en el proceso se pretenda su entrega especfica, o cuando sea indispensable para
garantizar la guarda o conservacin de cosas para asegurar el resultado de la sentencia.
Se nombrar un depositario de los bienes, y son supletorias en lo que le sean de
aplicacin las normas referidas al embargo.
3) Intervencin y administracin de bienes (arts. 367 a 376): La intervencin o
administracin judicial podr decretarse (art. 367) cuando: a) Se pretenda una sentencia
de condena a entregar bienes a ttulo que comporte inters legtimo en mantener o
mejorar la productividad (dueo, usufructuario, etc.); b) La garanta de mantener o
mejorar la productividad son de primordial inters para la efectividad de la condena que
pudiera recaer.
Frente a este carcter potestativo de la medida, hay dos casos en los que el juez
debe ordenar la administracin o intervencin judicial: a) La administracin judicial, en
caso de embargo de una empresa o grupo de empresas, o de acciones o participaciones
que supongan la mayora del capital social, (art. 367.2), b) La intervencin judicial,
cuando se embarguen frutos, productos o recaudaciones de una empresa o unidad de
produccin (art. 367.3).
El resto de los artculos referidos a la intervencin y administracin judicial
regulan el rgimen general (art. 368), en especial su duracin, incluidas las posibles
prrrogas, el procedimiento de adopcin, que debe incluir la audiencia de las partes y
dems afectados (por ejemplo, los administradores de las sociedades); la
responsabilidad en la que pueden incurrir los interventores y administradores judiciales,
as como, en su caso, los afectados que muestren actitud de resistencia, obstruccin o
violencia (art. 369); la retribucin de administradores e interventores (art. 370). Luego
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de carcter sumario en el sentido de ceirse a una cognicin limitada, las medidas para
asegurar el derecho material invocado mientras dura el proceso principal, en el que el
juez puede limitar los medios de prueba (art. 384.2), y porque no produce los efectos de
la cosa juzgada material, dado que la situacin a que da lugar es siempre provisional o
temporal.
Por ltimo, merece la pena recordar que se trata de un proceso en el que el
principio de contradiccin puede estar sometido a limitacin. En la regulacin puede
distinguirse claramente dos tramitaciones distintas del procedimiento cautelar. La
primera, art. 383.1, es la general y parte de que la adopcin de la medida cautelar deber
acordarse previa audiencia de la parte contra quien se solicite, caso en el que el
contradictorio rige plenamente. Pero la segunda, art. 383.2, prev la situacin
excepcional en teora, de que la solicitud se tramite, y la medida cautelar se adopte, sin
audiencia de la parte contraria, por razones de urgencia o de que la celebracin de la
audiencia a la parte contraria pueda comprometer el xito de la medida cautelar. En este
caso, est claro que el solicitante obtiene con una extraordinaria rapidez la tutela
cautelar que pretende, pero el demandado que sufre la medida ha visto como se produce
una injerencia en su esfera patrimonial sin poderse defender. Pera que el derecho de
defensa no quede eliminado, y con ello la propia esencia del proceso y del derecho
procesal, lo que se prev es un contradictorio que puede llamarse sucesivo, es decir, un
trmite de oposicin del demandado, posterior a la decisin de adopcin de la medida, y
con un contenido limitado, pero que permite entender salvaguardado su derecho de
defensa en lo que se refiere a la adopcin de la medida cautelar, puesto que puede
terminar con el levantamiento de dicha medida.
En principio se sienta la regla general de que la competencia para la adopcin de
las medidas cautelares debe recaer sobre el juez que est conociendo, o que deba
conocer, del proceso. La principal razn es que las medidas cautelares han de guardar
relacin con un proceso principal, de manera que es el rgano competente para dicho
proceso quien se encuentra en la situacin ms idnea para resolver sobre tales medidas,
en especial si se tiene en cuenta la posibilidad de alzamiento y modificacin de las
mismas o de su sustitucin por una equitativa contracautela.
Es tambin regla general el que se adopten con previa audiencia de la parte
contraria, y excepcionalmente, en atencin a la existencia de casos justificados se prev
que puedan acordarse sin or al sujeto pasivo de la medida que se pretende. En estos
casos excepcionales se ha regulado un inmediato trmite posterior de oposicin.
El procedimiento propiamente dicho puede estructurarse en unas normas
comunes y en dos modalidades de tramitacin, segn se ha establecido, una con
audiencia previa a la adopcin de la medida cautelar y otra sin esa audiencia previa,
pero con un posterior trmite de oposicin.
1) Normas comunes de procedimiento: En los arts. 380 a 393 encontramos las
referidas a la competencia, arts. 375 y 376, a la solicitud de las medidas art. 380, y a la
prestacin de caucin, arts. 386 a 388. En todo caso, es una norma comn el que la
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tramitacin del la solicitud de medidas cautelares se haga siempre en pieza separada del
proceso principal y sin suspender nunca el curso de ste, art. 383.1
2) La competencia se establece con carcter general, art. 381.1, en el juez que deba
conocer del proceso (principal) posterior, en caso de solicitud previa a la demanda, o
que est conociendo ya de dicho proceso en primera instancia; si la solicitud se produce
en la fase de recurso, ser competente el tribunal que est conociendo del mismo. En
consonancia con lo establecido en el art. 353, el art. 381.2 regula la competencia en caso
de medidas cautelares solicitadas en un arbitraje o en un proceso extranjero ya sea
judicial o arbitral. Se establece, en consonancia con las modernas tendencias recogidas
en el Cdigo, la obligacin del juez de controlar de oficio su propia competencia,
debiendo rechazar de plano su intervencin si se considera incompetente, pero estando
obligado a remitir al solicitante al tribunal competente (art. 382.1). Pero en virtud de la
aplicacin del principio de conservacin de los actos, las medidas cautelares adoptadas
por un juez o tribunal incompetente sern vlidas si se cumplen los dems requisitos
legales, aunque no se podr prorrogar la competencia y debern remitirse siempre las
actuaciones al tribunal competente, art. 382.2. Por lo tanto, no se incurre en vicio de
nulidad por incompetencia en este caso concreto.
3) La solicitud, se regula en el art. 380 y se contienen tres previsiones al respecto: a)
La solicitud adopta la forma de demanda, por lo que debe reunir los requisitos de sta, y
especficamente deber contener la precisa determinacin de la medida y de su alcance,
con exposicin de la concurrencia de los presupuestos legalmente exigidos para su
adopcin (los del art. 351), que debern estar tambin cumplidamente justificados; b)
La solicitud deber estar acompaada de los documentos que la funden o justifiquen,
que servirn posteriormente como elementos de prueba llegado el caso, pero tambin se
podrn proponer otros medios de prueba tendentes a acreditar la concurrencia de los
presupuestos, lo que es coherente con lo establecido en el art. 351.3, dado que puede
utilizarse la forma de acreditacin que sea ms adecuada y pertinente; c) Para cumplir
con el requisito establecido en el art. 350.2, conforme al cual la medida cautelar se
adopta bajo responsabilidad del solicitante, es en el escrito de solicitud donde se deber
ofrecer caucin suficiente para responder del pago de las costas causadas en el incidente
as como del resarcimiento de los daos y perjuicios causados al demandado por su
adopcin y cumplimiento (art. 386). Deber el solicitante especificar el tipo de caucin
y la cuanta en que la propone, aunque tambin podr justificar que est exento de
prestarla conforme se establece en las normas correspondientes.
4) En cuanto a la prestacin de caucin, hay que decir que la regla general es que el
solicitante preste siempre caucin, como se deriva del mencionado art. 386, y por lo
tanto da igual la modalidad de tramitacin del procedimiento (con o sin audiencia previa
a la adopcin de la medida), resultando que la prestacin efectiva de la caucin debe ser
siempre previa a la ejecucin o a cualquier acto de cumplimiento de la medida cautelar
(art. 386.2), por lo que si el solicitante al que se concede la medida cautelar no presta la
caucin fijada por el juez, la medida no podr llevarse a efecto y decaer. La caucin
puede ofrecerse en dinero efectivo, cheque o cualquier forma admitida en derecho
siempre que garantice la inmediata disponibilidad de la cantidad de que se trate, art.
387.1. Es el juez quien decide sobre la forma cuanta y tiempo de la caucin, art. 385.2,
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adoptado sin previa audiencia. Contra este auto no cabe recurso alguno, pero puede
ejercitarse el derecho de oposicin a la medida acordada.
La oposicin se podr ejercer en el plazo de tres (3) das desde la notificacin
del auto que acuerde la medida cautelar, art. 390.1. Obviamente en ese plazo, el
solicitante puede haber prestado la caucin fijada y puede haberse empezado a
cumplirse la medida. La oposicin debe formularse por escrito, justificando la
improcedencia de la medida adoptada, incluyendo las pruebas que fundamenten la
oposicin, art. 390.2, y ofreciendo caucin, art. 391, para garantizar los eventuales
perjuicios que pueda ocasionar al solicitante el levantamiento de la medida, as como
para garantizar el efectivo cumplimiento de la sentencia de condena que se dictare; esta
caucin, que se conoce con el nombre de contra caucin en relacin a la que ha
debido prestar el solicitante, ser fijada por el juez siendo de aplicacin lo establecido
para el rgimen de la caucin del solicitante (proporcionalidad, exenciones, etc.), art.
391.2. Por ltimo, previa audiencia a las partes en las que stas alegarn y probaran lo
que a su derecho convenga en relacin con la cuestin de la oposicin, el juez decidir
si mantiene o levanta la medida cautelar y, en este caso, con qu caucin, siendo los
plazos siempre cortos (cinco (5) das para la celebracin de la audiencia, contados desde
que se notifique a las partes, y tres (3) das para que juez decida). Si se decreta el
levantamiento de la medida sin caucin, el demandado cuya oposicin ha sido, de esta
forma, estimada, puede reclamar daos y perjuicios al solicitante, conforme establece el
art. 393.
d) Modificacin y revocacin
El Ttulo cuarto del Libro Tercero se dedica a regular una serie de situaciones
que deben reputarse inherentes a la propia naturaleza de las medidas cautelares, como
ya se ha dicho, instrumentales y temporales, as como funcionales en relacin al
objetivo que se persigue. Dado que las medidas cautelares deben cumplir su funcin de
manera eficaz, a la vez que deben mantenerse slo en cuanto sean estrictamente
necesarias, y, como se ha visto, estn sujetas al principio de proporcionalidad, de
manera que pueden cambiarse por otras menos gravosas si garantizan con igual eficacia
la proteccin del derecho, es lgico pensar que estn sujetas a la posibilidad de ser
modificadas. Pero tambin puede suceder que despus de acordada una medida cautelar
sucedan hechos nuevos o de nuevo conocimiento que hagan necesaria su modificacin.
Por todo ello, es un acierto prever, de oficio o a peticin de parte, la modificacin de las
medidas cautelares, art. 394 del Cdigo.
Por otro lado, se ha dicho tambin ya, no tiene sentido mantener una medida
cautelar cuando concluye el proceso principal al que est vinculada, sobre todo cuando
el proceso concluye con sentencia absolutoria. El Cdigo prev los diversos supuestos
de levantamiento de la medida para estos casos:
a) Caso de dictado de sentencia absolutoria definitiva, no firme, procediendo el
tribunal a levantar de inmediato las medidas cautelares adoptadas, salvo que el
demandante manifestare la intencin de recurrir la sentencia e interese su
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VII. LOS PROCESOS DECLARATIVOS PREVISTOS EN EL LIBRO IV.Como decamos al resaltar las caractersticas generales del nuevo texto, uno de los
aspectos ms novedosos del Cdigo de Procedimiento Civil, es una nueva configuracin
de los procesos ordinarios y especiales, sobre los que pretende dar un vuelco radical a esta
situacin, estableciendo, como ya hemos indicado, dos nicos procesos declarativos, el
proceso ordinario y proceso abreviado (art. 398), basados en el principio de oralidad, y los
procesos especiales imprescindibles. A ello habra que aadir las tutelas procesales
especficas o especialidades procedimentales, que no son pocas como veremos.
Veamos la estructura bsica de cada uno de ellos.
a) Normas comunes
El Cdigo Procesal Civil regula antes de las instituciones que conforman los
procesos ordinario y abreviado unas normas comunes a ambos, que pasamos simplemente
a enumerar dado el carcter forzosamente breve de este Instructivo: Las reglas para
determinar el procedimiento adecuado (arts. 398 a 400), las reglas para determinar la
cuanta de la pretensin (arts. 401 a 404), las diligencias preparatorias (arts. 405 a 413), la
reclamacin administrativa previa (art. 414), la conciliacin extraprocesal (art. 415) y los
incidentes (arts. 416 a 423, regulndose en el art. 215, recordemos, el incidente de nulidad
de actuaciones).
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b) El proceso ordinario
El proceso civil ordinario (arts. 424 y ss), denominado legalmente "proceso
ordinario", el heredero temporal que no conceptualmente del solemnis ordo iudiciarius y
del juicio de mayor cuanta, porque lo transforma radicalmente, por cuyas normas se
deciden las cuestiones ms complejas del Derecho Privado, se articula con base en el
principio de oralidad, aunque no totalmente, sino slo a partir de la demanda y
contestacin (arts. 424.1 y 432), que son actos procesales escritos, seguido de dos
comparecencias, audiencias o vistas, una primera, denominada legalmente "audiencia
preliminar" (arts. 444 y ss.), que tiene carcter previo y sirve para remover todos los
obstculos procesales que puedan existir, y otra, llamada audiencia probatoria" (arts. 466
y ss.), en la que se ordena la prctica de la prueba sobre el tema de fondo, dictndose a
continuacin la sentencia, una vez se ha concluido.
Pero su objeto no queda tan reducido como pudiera pensarse, pues se ventilan por
el proceso ordinario todas las demandas relativas a las materias contenidas en el art. 399.1,
que tienen bsicamente naturaleza mercantil (ya citadas), en todos estos casos tengan la
cuanta que tengan, y las demandas cuya cuanta supere los Cincuenta Mil Lempiras
(L.50,0000.00), sean de inters econmico incalculable o de imposible clculo con las
reglas legales de los arts. 401 y ss. en la mano (arts. 399.2).
1. Actos procesales relevantes
El procedimiento recoge bsicamente las siguientes instituciones:
1) Fase de alegaciones: Se regulan una serie de diligencias preparatorias del proceso
(arts. 405 a 413), inicindose a continuacin la fase alegatoria.
La demanda se regula en los arts. 424 y ss., a la que hay que acompaar los
documentos procesales, todos los de fondo, y copias pertinentes (art. 425). Sigue el trmite
de admisin (art. 426) y, en caso positivo, de emplazamiento (art. 432), previndose
igualmente la posibilidad de ampliar la demanda (art. 430).
A continuacin el demandado contesta a la demanda, acto igualmente escrito (art.
434), aunque previamente podr interponer la declinatoria, en su caso (art. 45). En la
contestacin, adems de manifestar las cuestiones de fondo que tenga por oportunas, puede
formular reconvencin (arts. 435 a 439) u oponerse procesalmente (art. 434). Se mantiene
la prohibicin de transformar la demanda (art. 429).
2) Fase oral preliminar (la audiencia): A partir de aqu se entra en la fase oral del
procedimiento, citndose para la audiencia preliminar (art. 444), en la que se analizarn
todas las cuestiones procesales previstas. En esta audiencia, en un nico trmite y en
presencia del Juez, que inevitablemente debe haber efectuado un estudio previo de la
demanda (arts. 424 a 431) y de la contestacin (art. 432 a 439), se cumplen las
siguientes finalidades:
51
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previsto (un ao si el asunto est en primera instancia o seis meses en segunda instancia
y casacin). Se excluye el abandono del proceso en ejecucin forzosa (art. 490).
La renuncia es un acto del demandante por el que manifiesta su dejacin de la
accin ejercitada o del derecho en que funde su pretensin (art. 483.1). La renuncia es
siempre un acto unilateral del demandante, que no requiere de conformidad por el
demandado, y que produce los siguientes efectos: 1) La terminacin del proceso; 2)
Determina el contenido de la resolucin que pone fin al proceso; 3) La sentencia que se
dicta en la renuncia supone entrar en el fondo, con sentencia no contradictoria,
produciendo los normales efectos de cosa juzgada (art. 483.2).
El allanamiento es un acto procesal del demandado por el que manifiesta su
voluntad de no oponerse a la pretensin del actor o de abandonar la oposicin ya
interpuesta, conformndose con la misma, provocando la terminacin del proceso con
sentencia no contradictoria de fondo en la que se le condenar (art. 485). El
allanamiento podr ser total o parcial, referido slo a una parte de la pretensin
planteada por el actor, continuando el proceso para discutir y resolver las cuestiones
planteadas por el actor que no hubieran sido objeto de allanamiento.
En el ejercicio del poder de disposicin de las partes cabe tambin transigir sobre lo
que sea objeto del proceso, excepto cuando la ley lo prohba o establezca limitaciones por
razones de inters general o en beneficio de tercero (art. 486). Cuando la transaccin se
produce en relacin con el objeto de un proceso pendiente, bien sea por alcanzar un
acuerdo, por conciliacin, por avenencia, deja de tener sentido el proceso. Es posible que
la misma se lleve a cabo de dos formas: bien con presencia judicial, denominndole
transaccin judicial; bien sin presencia judicial, pero siendo con posterioridad presentado
al tribunal para su homologacin (art. 488).
El art. 482 establece la posible terminacin del proceso por satisfaccin
extraprocesal o carencia sobrevenida del objeto. Supone la terminacin del proceso por
desaparicin del inters legtimo en obtener la tutela judicial pretendida, por haberse
satisfecho fuera del proceso las pretensiones del actor y, en su caso las del demandado
reconviniente. La satisfaccin extraprocesal o la carencia sobrevenida de objeto del
proceso puede provocarse si tras la demanda o la reconvencin ocurriera alguna
circunstancia sobrevenida que determinara la carencia de inters legtimo en obtener la
proteccin jurisdiccional solicitada, por desaparicin de lo que sea objeto del proceso,
por haberse satisfecho las pretensiones fuera de l, o por cualquier otra causa.
3) Fase oral probatoria (la audiencia probatoria): Al final de la audiencia preliminar
se sealar la fecha de comienzo de la audiencia probatoria (art. 465.1), destinada por el
Cdigo, una vez resueltas todas las cuestiones procesales, a la discusin de fondo. En ella
se practicarn las pruebas admitidas, bsicamente el interrogatorio de las partes (que ha
sustitudo a la prueba de confesin), la prueba testifical y la prueba pericial.
No obstante, el art. 464 prev que si hubiere conformidad sobre todos los hechos, y
el proceso hubiere quedado reducido a una cuestin de derecho, no ser necesaria la
celebracin de la audiencia probatoria, y podr el juez pasar a dictar sentencia, una vez
54
odas las partes sobre la cuestin controvertida. Igualmente, cuando la prueba que se deba
practicar fuera slo la documental que se hubiera aportado al procedimiento, se pasar
tambin directamente a dictar la sentencia, inmediatamente despus de que concluya la
audiencia preliminar, o una vez se hayan aportado los documentos admitidos que no obren
en poder de la parte (art. 464.2). Tampoco se celebrar la audiencia probatoria cuando se
admitiera solamente la prueba de interrogatorio de parte y se hallare presente en la
audiencia preliminar quien deba prestar declaracin, u otro medio de prueba que pueda
practicarse en el acto (art. 464.3).
Tras la prctica de la prueba, en su caso, y antes de poner fin a la audiencia
probatoria las partes exponen sus alegatos finales (arts. 473 a 475), pudiendo del juez
solicitar las aclaraciones que considere pertinentes, durante el curso de los alegados o a su
finalizacin (art. 476.1).
4) Fase escrita decisoria: Terminados los alegatos finales, se pone fin a la audiencia
probatoria y comenzar a correr el plazo para dictar sentencia (art. 476.2).
Como se observa, el principio procedimental de la oralidad preside el desarrollo de
este proceso. De su aplicacin prctica futura depender sin duda su xito o su fracaso,
afirmacin que podemos trasladar perfectamente al siguiente proceso ordinario, el proceso
abreviado.
2. Especialidades
El Cdigo Procesal Civil pretende acabar con los llamados fenmenos de huda del
juicio de mayor cuanta y de huda del propio Cdigo de Procedimientos Comunes de
1906, pues ante la complejidad e inutilidad prctica del juicio bsico, el legislador le fue
vaciando de contenido por un lado, llegando a convertir en juicio tipo el proceso de menor
cuanta, y, por otro, introdujo numerosas normas procesales extravagantes, es decir, fuera
del Cdigo, por las que se regulaban procesos especiales, en definitiva, tutelas procesales
privilegiadas frente a las ordinarias del mismo, en unos casos por exigencias sociales, v.gr.,
arrendamientos, en otros por exigencias de colectivos profesionales con poder, v.gr.,
impugnacin de acuerdos de sociedades annimas.
Todo ello llev a una situacin catica, insostenible en la configuracin y
estructuracin de un proceso civil moderno. Por eso el Cdigo Procesal Civil quiere acabar
con ello. El problema es que no lo ha conseguido del todo, no porque no est claro que el
Derecho privado obliga a la toma en consideracin procesal de numerosas especialidades,
que lo est, sino porque su reflejo no proporciona una visin realmente simplificada de los
procesos especiales, aunque los cauces procedimentales s se hayan reducido al mnimo.
En este sentido, a travs del juicio ordinario (art. 399.1) se conocern y se decidirn
por los trmites del proceso ordinario, cualquiera que sea su cuanta, las demandas
relativas a las siguientes materias:
55
56
c) El proceso abreviado
El Cdigo Procesal Civil basa sin duda la esencia de la reforma en la articulacin
de un proceso abreviado, que se pretende realmente rpido y operativo.
El proceso abreviado es el adecuado para tramitar las demandas previstas en el art.
400.1, y las de cuanta no superior a Cincuenta Mil Lempiras (L.50,000.00), siempre que
por la materia no sea adecuado el proceso ordinario.
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2. Especialidades
A travs del proceso abreviado se regulan tambin no pocas especialidades, que
responden tanto a la simplicidad de la pretensin cuanto a la urgencia en la resolucin:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
59
60
dinerarios frente a sus deudores que no han pagado por la razn que fuere, prestaciones
y cuantas justificadas debidamente por aquellos documentos.
El proceso monitorio es el adecuado para la interposicin de pretensiones
fundadas en la exigencia del pago de una deuda de dinero, vencida y exigible, de
cantidad determinada en Lempiras o en moneda extranjera admisible legalmente, hasta
un lmite de Doscientos Mil Lempiras (L.200,000.00) (art. 676). Su objeto es, por tanto,
la pretensin monitoria, consistente en pedir que el documento que se aporta se
transforme por el tribunal en un ttulo que lleve aparejada ejecucin.
La competencia recae sobre el Juzgado que corresponda en razn de la cuanta
de la reclamacin del domicilio o residencia del deudor o, de no ser conocidos, el del
lugar en que el deudor pudiera ser hallado a efectos del requerimiento de pago (art.
678.1), sin ser de aplicacin las normas sobre sumisin expresa o tcita (art. 678).
El proceso comienza con demanda, en formulario (art. 679.2), del acreedor, en la
que, adems de los datos de identificacin del acreedor y del deudor, al igual que su
domicilio o lugar en el que residan o puedan ser hallados, hay que hacer constar el
origen de la deuda, es decir, describir el negocio causal, y expresar exactamente su
cuanta, acompaando el documento o documentos que dan origen al proceso monitorio
(art. 679. 1). Los documentos o acreditaciones a acompaar a la demanda son (art. 677):
1) Documentos, cualquiera que sea su forma y clase o el soporte fsico en que se
encuentren, que aparezcan firmados por el deudor o con su sello, impronta o marca o
con cualquier otra seal, fsica o electrnica, proveniente del deudor; 2) Facturas,
recibos de entrega de mercancas, certificaciones, telegramas, telefax o cualesquiera
otros documentos que, aun unilateralmente creados por el acreedor, sean de los que
habitualmente documentan los crditos y deudas en relaciones de la clase que aparezca
existente entre acreedor y deudor; y 3) Documentos comerciales que acrediten una
relacin anterior duradera.
Finalmente, hay que indicar que para la demanda del proceso monitorio, a
diferencia de lo que ocurre en el derecho espaol, ser necesaria la asistencia de
profesional del derecho, salvo cuando la cuanta de la deuda ser inferior a Cinco Mil
Lempiras (L.5,000.00) (art. 679.3).
Admitida la demanda se requerir al deudor para que pague o que
compareciendo ante el juez alegue, sucintamente, en escrito de oposicin, las razones
por las que no debe pagar, en todo o en parte, la cantidad que se le reclama (art. 680.1).
Si el deudor no paga y no comparece para oponerse, se despacha ejecucin contra l
(arts. 680. 2, 681 y 682). Si el deudor atendiera el requerimiento de pago, se le har
entrega del comprobante de pago y se archivarn las actuaciones (art. 683). Caso de
plantear oposicin, se tendr que acudir al proceso ordinario o abreviado que
corresponda por la cuanta, en la forma prevista en el art. 685, para resolver en l la
cuestin, ante el mismo Juez de Letras que conoci del monitorio (art. 684.1).
3.- La tutela sumaria: Por ltimo, se introduce en nuestro sistema procesal civil
la tutela sumaria de situaciones jurdicas discutidas (arts. 686 a 689), proceso especial
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ajeno a los tradicionales interdictos, que permiten una composicin que, sin estar
vinculada a un proceso ya existente, o exigir la apertura de un proceso posterior, est
sirviendo en algunos ordenamientos jurdicos como un relevante elemento de
pacificacin de las relaciones sociales.
El mbito propio de esta tutela especial es dar proteccin a aquellas relaciones
jurdicas que deban ser provisionalmente reguladas en su alcance, extensin y modo se
ser, mientras o hasta que se decida de forma definitiva el derecho que a cada uno le
corresponde (art. 686.1). Esta tutela se justifica en la concurrencia de razones de
especial urgencia, o la necesidad de mantener la paz jurdica, o evitar la creacin o
consolidacin de situaciones de hecho (art. 686.2).
La competencia corresponde al Juzgado de Letras del domicilio del demandado
(art. 687. 1). El procedimiento, que tiene carcter preferente (art. 687.3), se inicia con
demanda, que podr serlo en formulario como la del procedimiento abreviado (art.
687.2), tramitndose tambin conforme a este procedimiento, si bien con un
acortamiento de los plazos al tiempo indispensable para garantizar los derechos de las
partes (art. 687.2).
Con estas pretensiones de tutela sumaria se pretende obtener del juez una
resolucin en la que se ordene a la parte la realizacin de prestaciones de dar, hacer o no
hacer que, si no se cumplen voluntariamente, podrn ejecutarse de manera inmediata
(art. 688. 1). Ahora bien, al tratarse de una tutela sumaria, la resolucin judicial no se
pronunciar sobre derechos ni producir efectos de cosa juzgada, de forma que las
partes podrn incoar en proceso en peticin de lo que les interese (art. 688. 2).
VIII. LOS MEDIOS DE IMPUGNACIN REGULADOS EN EL LIBRO V.En el Libro Quinto, dedicado a regular los medios de impugnacin, el Cdigo
contiene una propuesta que puede calificarse en su conjunto de novedosa. El sistema
por el que se ha optado es el la doble instancia, es decir, una segunda instancia o
apelacin despus de la primera instancia, ms la casacin, sistema ya conocido en la
tradicin jurdica hondurea, pero ha sido revestido de aportaciones que le dan una
dimensin distinta.
La novedad comienza por la propia sistemtica seguida, en la que se comienza
por establecer unas disposiciones generales sobre la impugnacin de las sentencias,
normas que sirven tambin para garantizar el ejercicio del derecho a los recursos darle
una configuracin legal estable. A continuacin se regula el recurso de reposicin como
nico recurso no devolutivo. En tercer lugar, el Cdigo se ocupa de los recursos
devolutivos, considerando como tales principalmente la apelacin y la casacin, pero
tambin el recurso de queja. A su vez, se disea un conjunto de disposiciones comunes
a la apelacin y la casacin, lo que ayuda a la simplificacin de las normas
procedimentales de ambos. Se contina con las normas especficas para el recurso de
apelacin, con las especficas para el recurso de casacin, y se concluye con la
63
regulacin del recurso de queja. El Libro V culmina con las normas referidas al recurso
de audiencia al rebelde.
a) Disposiciones generales
El Libro Quinto se abre, como se ha puesto de manifiesto, con una serie de
disposiciones de carcter general, contenidas en el Ttulo Primero, y cuya virtualidad es
que resultan aplicables a cualquiera de los recursos regulados en el Cdigo. No obstante
ello, hay que reconocer que dichas normas tienen una mayor incidencia respecto de los
recursos devolutivos. Precisamente el art. 691 hace una somera clasificacin de los
recursos, hablando en su apartado 1 de los medios de impugnacin en sentido estricto,
que son la reposicin, la apelacin y la casacin, recursos todos en los que, con mayor o
menor amplitud, se puede resolver sobre la misma pretensin planteada en la primera
instancia, y que se dirigen a atacar sentencias definitivas, no firmes. Tambin es un
medio de impugnacin el recurso de queja, pero tiene un carcter instrumental en el
marco de la tramitacin de una apelacin o una casacin, como se ver.
El art. 691.2 se refiere a la audiencia al rebelde, que se considera un proceso
impugnativo autnomo, pues con l se trata de rescindir una sentencia condenatoria
firme, dejarla sin efecto. Pero no se puede resolver en la audiencia la rebelde sobre la
pretensin que resuelve a su vez dicha sentencia firme, como veremos luego.
No es objeto de regulacin en el Cdigo el recurso de revisin civil,
procedindose a la correspondiente remisin a las normas constitucionales y dems
leyes en donde se regula (art. 691.3).
La primera disposicin que se establece, art. 690, tiene por objeto el
reconocimiento del derecho a recurrir, como manifestacin del derecho de acceso a los
tribunales establecido en el artculo primero del Cdigo en conjuncin con su art. 14,
que establece el principio de la doble instancia generalizada sin que pueda haber tres o
ms instancias y sin perjuicio de los recursos extraordinarios que establezcan las leyes,
como el de casacin. Por la misma razn, tratndose de un derecho y rigiendo el
principio dispositivo, cualquier recurrente puede desistir del recurso interpuesto, con la
nica condicin de que lo haga antes de que sea resuelto por el tribunal.
El art. 690 reconoce ampliamente la legitimacin activa para recurrir una
resolucin judicial, pues:
a) Se reconoce, como es lgico, a quienes hayan sido parte en el proceso en el
que se dicta la resolucin que se quiere recurrir,
b) El derecho se reconoce tambin a quienes hayan sido intervinientes en el
proceso, ya sea bajo la frmula de la intervencin voluntaria o provocada (arts. 77 y
78), lo que resultaba necesario dado que los terceros que se incorporan al proceso como
intervinientes son considerados parte desde ese momento y tienen derecho a recurrir,
como establece el punto 5 del artculo 77.
64
por escrito, art. 696, y resolviendo el juez o tribunal mediante auto motivado en los tres
(3) das siguientes a la finalizacin del plazo comn sealado, art. 697.
b) Otro esencialmente oral, art. 698, o que era necesario por la implantacin de
un sistema basado en la oralidad, evitando las posibles disfunciones que se derivaran de
recurrir por escrito las decisiones adoptadas por el juez o tribunal oralmente en el curso
de las audiencias. Si slo se hubiera contemplado una revocatoria escrita se hubiera
convertido en fuente de interrupciones y dilaciones nada deseables. El recurso se
interpone oralmente y el juez o tribunal resuelve, motivadamente, de inmediato oda la
parte contraria, tras lo cual continua la correspondiente audiencia o acto oral.
Son dos las cuestiones que interesan resaltar del rgimen del recurso de
reposicin. La primera, es que se ha establecido la obligacin de fundamentar el
recurso, art. 694.2, debiendo citarse el precepto infringido y explicarse sucintamente las
razones del recurrente. Esto significa que el recurso de reposicin no slo exige que la
resolucin recurrida haya causado un perjuicio o gravamen, sino que exige tambin que
se haya producido una infraccin de un precepto legal procesal. Por ello se entiende
oportuno, desde el punto de vista tcnico jurdico, la exigencia de una sucinta
explicacin o fundamentacin del recurso.
La segunda tiene que ver con la eliminacin de todos los recursos de apelacin
directos contra resoluciones interlocutorias, puesto que se entiende que son un elemento
que contribuye a dilatar y entorpecer el curso del proceso de primera instancia. Por esta
razn, tanto en la tramitacin escrita como en la tramitacin oral de la reposicin, no
cabe recurso posterior alguno contra la decisin judicial que resuelve el recurso, art.
699. Ahora bien, lo que permite el Cdigo es que el motivo rechazado en reposicin
pueda ser reproducido en el recurso que se interponga contra la resolucin definitiva.
De esta forma, lo que se propone es diferir y concentrar en el recurso devolutivo contra
la resolucin definitiva todos los motivos desestimados en reposicin, si as lo estima
oportuno el recurrente, evitando las los recursos devolutivos mientras se tramita la
instancia. Estas previsiones se deben completar con lo establecido en el art. 708, que
expresamente regula la llamada apelacin diferida, disponiendo claramente que cuando
se interponga recurso de apelacin contra autos en los casos que expresamente seale
este cdigo, se diferir la expresin de agravios y su trmite al momento en que se
impugne la sentencia definitiva de primera instancia. El recurso de apelacin diferida
quedar condicionado a que la parte reitere la apelacin y que el punto tenga
trascendencia en la resolucin final. La falta de apelacin de la sentencia definitiva o
auto, en su caso, determina la ineficacia de las apelaciones diferidas que se hubieren
pronunciado.
Es de notar que en la apelacin diferida no se requiere protesta porque el recurso
interlocutorio se interpone inmediatamente, quedando paralizada su tramitacin hasta la
interposicin del recurso que quepa contra la sentencia.
c) Recursos devolutivos
1. Disposiciones comunes a la apelacin y la casacin
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circunscripcin. En ambos casos, se trata del superior jerrquico inmediato, con lo que
se responde perfectamente a la esencia de los recursos devolutivos.
A) La primera fase, que tiene lugar ante el mismo rgano judicial que dict la
resolucin recurrida, fase que hemos denominado de instruccin del recurso de
apelacin, se estructura como sigue:
1) Interposicin directa del recurso por el recurrente (art. 709), es decir, sin
necesidad de trmites previos como el anuncio, en el plazo de diez (10) das desde la
notificacin de la resolucin que se impugna. Necesariamente la interposicin requiere
hacerse por escrito fundamentado en el que se deben exponer los agravios que la
resolucin recurrida la cause. No basta pues con alegar la existencia de un perjuicio o
gravamen genrico, sino que debe tratarse de perjuicios concretos derivados del fallo
recurrido. La interposicin se entiende hecha por escrito y resultar recomendable
estructurarla con claridad y precisin, y fundamentarla al menos para permitir a la parte
recurrida contestarlo con conocimiento de causa. Al escrito de interposicin se pueden
acompaar los documentos referidos al fondo del asunto (art. 710), pero slo si son de
fecha posterior al comienzo del plazo para dictar sentencia en la primera instancia o de
fecha anterior a ese momento siempre que la parte que lo aporte justifique haberlos
conocido con posterioridad al momento indicado o no haberlos podido adquirir en el
momento procesal oportuno.
2) Decisin judicial sobre la interposicin (art. 711.1) en donde el juez examina
si la apelacin es admisible o no, atendiendo al cumplimiento de los requisitos
establecidos en el Cdigo: Que se refiere a una resolucin recurrible y que se han
observado los requisitos de tiempo y forma para plantearlo. Si es as dictar auto de
admisin. En otro caso, se entiende que se dicta auto de inadmisin, sin perjuicio de que
si se decreta con base en defectos subsanables se d plazo al recurrente para proceder en
tal sentido, en aplicacin del principio general de subsanacin de los actos.
3) Admitida la apelacin se dar a la otra parte trmino de diez (10) das para
contestar a los agravios (art. 711). Aunque no se diga expresamente son aplicables los
requisitos del escrito de interposicin, y las normas sobre acompaamiento de
documentos. En el mismo escrito de contestacin a los agravios, podr la parte recurrida
adherirse a la apelacin, (art. 711), lo que significa que puede convertirse a su vez en
apelante, lgicamente por motivos diferentes de los del apelante inicial y en lo que le
resulte gravosa (esta permisividad se justifica en el hecho de que la parte recurrida no
hubiera apelado la resolucin, aun sindole gravosa, si la otra parte no hubiera apelado,
pero decide recurrirla al tener conocimiento de que s se ha planteado ya recurso por la
otra parte). En caso de adhesin, se deber dar traslado de a la parte recurrente inicial
para que, a su vez, en el plazo de cinco (5) das, pueda contestarla.
4) Esta primera fase culmina con la remisin de todo lo actuado, as como de
los autos de la primera instancia, al rgano competente para decidir sobre el recurso,
emplazando ante l a las partes por cinco (5) das (art. 711).
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No cabe terminar el anlisis de esta fase sin aludir a una materia tan importante
como la de la prueba en el recurso de apelacin. Establece el art. 712.1 que la prueba
deber proponerse en los escritos de interposicin, o en los de contestacin y adhesin.
Como corresponde a una apelacin de carcter limitado, la prueba est restringida a
unos determinados casos, art. 712.2, ya que slo se puede proponer y admitir la
documental relativa a los casos sealados en el art. 710; la que hubiera sido
indebidamente denegada en primera instancia; la que, admitida en primera instancia, no
hubiera podido practicarse por imposibilidad no imputable a la parte; y la que se refiera
a hechos relevantes para la decisin acaecidos despus de abierto el plazo para dictar
sentencia en la primera instancia.
B) La segunda fase del recurso de apelacin tiene lugar ante el tribunal llamado
a decidirlo y se estructura como sigue:
a) Audiencia, que ser necesaria si hubiera pruebas propuestas (art. 713), al
efecto de poderlas practicar (lgicamente el tribunal de la apelacin puede inadmitir
alguna de las pruebas propuestas). La audiencia se sealar en los cinco (5) das
siguientes al ltimo personamiento o al vencimiento del trmino sealado para este
efecto.
b) Decisin del recurso de apelacin, mediante el dictado de la correspondiente
sentencia (art. 713) en los diez (10) das siguientes a la celebracin de la audiencia. Si
no hubiera vista, se entender que el plazo se cuenta desde el ltimo personamiento o
desde el vencimiento del plazo dado para ello. El art. 715 determina cual el contenido y
alcance de la sentencia de apelacin en correlacin a la clase de error o defecto
invocado: infracciones procesales, infracciones en la fijacin de los hechos o en su
valoracin, o infraccin en la aplicacin e interpretacin del derecho en la decisin de
fondo.
3. Casacin
La regulacin del recurso de casacin debe entenderse desde la ptica de
considerar que debe reputarse un instrumento al servicio del logro de la uniformidad en
la aplicacin e interpretacin de las normas jurdicas, como forma de garantizar la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la certidumbre jurdica (art. 716.2). En
trminos de concepcin tradicional del recurso de casacin, se opta por primar la
funcin de proteccin del ius costitutionis frente a la funcin de proteccin del ius
litigatoris, aunque ambos deben ser contemplados. Este concepto de casacin puede
servir para transmitir al ciudadano una mayor confianza en la justicia, ya que tiene
como objetivo que los casos iguales o semejantes sean resueltos de una misma forma y
en un mismo sentido. La uniformidad slo se garantiza si el recurso de casacin es
conocido por un nico rgano jurisdiccional que slo puede ser la Sala Civil de la Corte
Suprema de Justicia (art. 718)
Esta reivindicacin de la primaca de la funcin uniformadora de la casacin se
entiende sin perjuicio de que sta pueda y deba cumplir tambin con una finalidad de
proteccin de la norma jurdica, clsicamente funcin nomofilctica de la casacin,
71
4. Queja
73
d) Audiencia al rebelde
En el Cdigo se contempla la posibilidad de que le demandado est en situacin
de rebelda, lo que no impide ni la continuacin del proceso ni que se dicte la
correspondiente sentencia que puede ser de condena. Nada se debe objetar en este
sentido, sobre todo en los casos en los que el demandado ha estado en rebelda de forma
plenamente consciente, siendo conocedor de la existencia de un proceso contra l, en el
que no se ha personado exclusivamente porque no ha querido hacerlo. La rebelda est
injustificada a todas luces.
Pero es posible que rebelda del demandado est justificada por la concurrencia
de una causa justa. En este caso, hay que establecer un ltimo instrumento jurdico que
74
IX. LA EJECUCIN FORZOSA EN EL LIBRO VI.El diseo de un nuevo proceso civil debe dedicar una atencin especial a la
regulacin de la ejecucin forzosa, porque en ella se encarna la verdadera prueba de
fuego de la eficacia del sistema diseado. Es sabido que de nada sirve un excelente
proceso de declaracin, un excelente modelo de medidas cautelares, si el proceso civil
no da las garantas suficientes para que la sentencia dictada por el juez o tribunal se
cumpla en la prctica e incide realmente sobre los derechos y obligaciones de las partes
concernidas por el fallo judicial. Corresponde tambin a la Administracin de Justicia,
al Poder Judicial, al Estado en definitiva, llevar a cabo las actividades necesarias para
que, ante la falta de cumplimiento voluntario del deudor condenado, el fallo o
pronunciamiento judicial adquiera realidad y no quede como un mero deseo o
recomendacin. Corresponde a las leyes procesales, en este caso al Cdigo Procesal
Civil establecer el conjunto de normas necesario e imprescindible para posibilitar esas
actuaciones. En esta lnea, el Cdigo dispone una regulacin de la ejecucin forzosa que
sirve claramente al planteamiento dado permitiendo:
1) Una efectividad real de la tutela que dispensan los tribunales permitiendo a
stos dar adecuado cumplimiento a lo declarado en la sentencia, impidiendo que sta se
convierta en una mera declaracin de intenciones o en un ejercicio jurdico ms o
menos brillante. Con ello, se logra que los derechos establecidos en la sentencia se
hagan reales y no se queden en virtuales.
2) Un acceso completo del ciudadano a la tutela judicial efectiva, no slo
declarativa, sino tambin ejecutiva (como garantizan los arts. 1 y 2 del Cdigo). As,
cuando el cumplimiento de una resolucin judicial no se produce voluntariamente por
quien ha resultado condenado a hacerlo, la ley debe prever los mecanismos para forzar
dicho cumplimiento. Se establece todo un conjunto de normas que garantizan al
ciudadano favorecido por una resolucin judicial que puede acudir a los juzgados y
tribunales para lograr que se cumpla si el obligado rehsa hacerlo voluntariamente. Esas
normas son gua y lmite para los jueces en la tarea de hacer cumplir forzosamente las
resoluciones judiciales, tarea que a ellos compete de manera exclusiva y excluyente.
3) Un aumento de la confianza de los ciudadanos en la Administracin de
Justicia.
Al hilo de las ms recientes experiencias en la materia, la regulacin que se
propone en el Cdigo es sistemtica y unificadora, dirigida a conseguir de forma rpida
y eficiente la completa satisfaccin del ejecutante que dispone resolucin judicial firme
que le da la razn, pero sin perder de vista el derecho del ejecutado a ejercer una
oposicin frente a aquellas ejecuciones que resulten injustas o ilegales, as como la
salvaguarda de los terceros afectados por le ejecucin.
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a) Disposiciones generales
La regulacin de la ejecucin forzosa se abre con unas disposiciones generales
que resultan de aplicacin a cualquier clase o proceso de ejecucin regulado en el
Cdigo. Entre ellas se encuentran normas que constituyen una autntica declaracin de
principios sobre la extensin, alcance y finalidad de la ejecucin.
En primer lugar, la ejecucin forzosa se concibe como un derecho del litigante
que ha obtenido a su favor una sentencia, dotando de efectividad as a la tutela judicial
otorgada, pudiendo instar la intervencin de los rganos judiciales y de la
Administracin de Justicia para hacer cumplir el contenido del ttulo de ejecucin (art.
742.1). Aunque pudiera parecer que esta referencia lo es slo a los ttulos de ejecucin
judiciales, tambin abarca a los ttulos de ejecucin extrajudiciales.
En segundo lugar, el art. 742.2 deja claro que la ejecucin forzosa slo se puede
iniciar a instancia de parte, y, adems, debe tratarse de la parte que obtuvo a su favor
ejecutoria (o el acreedor, en el caso de ttulos extrajudiciales).
De esta forma, la ejecucin forzosa se ajusta a los principios y caracteres bsicos
que la rigen y justifican y que son: a) Tratarse de una actividad jurisdiccional, lo que se
debe entender en el sentido de que toda la actividad de ejecucin debe quedar bajo
control del juez, aunque no es necesario que sea ste en persona quien realiza todas las
actuaciones ejecutivas, sobre todo si son actuaciones materiales; b) Ser una actividad
sustitutiva, porque slo puede ponerse en marcha la ejecucin si el demandado
condenado no cumple voluntariamente con lo dispuesto en el ttulo de ejecucin; c) Y
ser una actividad que slo puede ponerse en marcha a instancia de parte interesada.
Otra de las novedades recogidas en materia de ejecucin es la consagracin legal
del principio de completa satisfaccin del ejecutante (art. 743.2), ya que la ejecucin no
podr terminar hasta que no se obtenga ntegramente esa satisfaccin, con cumplimiento
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total del contenido del ttulo. En esta lnea, el art. 743.1 establece como regla general
que la ejecucin forzosa se lleve a cabo en los propios trminos establecidos en la
ejecutoria, a la vez que establece el derecho del ejecutante a ser indemnizado si ello no
sucede as por causa imputable al ejecutado o por contravencin del contenido de la
obligacin ejecutada.
Las actividades de ejecucin suponen una injerencia en el patrimonio del
ejecutado que, en ocasiones, es bastante profunda. Por ello se debe poner mucho
cuidado en evitar que la ejecucin se convierta en un pretexto para una injerencia
desmedida y no acorde con lo que establece el ttulo que se ejecuta. As, la ejecucin
forzosa se debe someter a lmites concretos y as se establece con claridad la
imposibilidad de que las actividades de ejecucin forzosa rebasen o excedan el
contenido del ttulo (art. 744.1), anudando la nulidad de las actuaciones ejecutivas que
contradigan ese contenido o que se refieran a cuestiones no integradas en la pretensin
debatida en el proceso que origin dicho ttulo (art. 744.2). Esta nulidad se hace valer
por la va de los recursos de reposicin y apelacin.
En cumplimiento del principio de economa procesal, atendiendo a la existencia
de conexin entre diversas obligaciones ejecutadas, y para una mejor satisfaccin de los
intereses de los acreedores ejecutantes, el art. 745 prev la posibilidad de acumulacin
de ejecuciones. En las ejecuciones hipotecarias o prendarias no proceder la
acumulacin de otras ejecuciones sobre el mismo bien, salvo que se trate de ejecucin
de otras garantas hipotecarias o prendarias.
Las normas generales de ejecucin se cierran con la regulacin de las costas (art.
746), siendo el principio general que se impongan al ejecutado aunque sean adelantadas
por el ejecutante, que ser reembolsado al final de la ejecucin previa liquidacin. No
obstante, se establecen reglas especiales para los casos en los que la actividad ejecutiva
sea instada directamente por el ejecutado o por un tercero, caso en que sern stos,
respectivamente, quienes asuman directamente las costas y gastos originados (es decir,
no las adelanta el ejecutante). Otra regla especial, art. 746.2, se refiere a los casos en los
que la ley establezca que una actuacin ejecutiva concreta est sometida a
pronunciamiento judicial de costas, debiendo decidir el juez conforme al criterio legal
que se proporciona.
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persona contra la que se dirige la ejecucin, la identificacin del ttulo, por ejemplo) y
otras potestativas (como la indicacin, si los conoce el ejecutante, de bienes del
ejecutado que puedan afectarse a la ejecucin). Si la ejecucin es dineraria, es tambin
obligatoria la mencin de la cantidad concreta y los intereses legales y/o convencionales
devengados hasta el momento de presentar la solicitud (art. 757.2). Es potestativo del
solicitante incrementar esa cantidad en un 25% para cubrir el pago de los intereses que
se devenguen y de las costas ocasionadas en ambos casos durante la ejecucin). A la
solicitud deben acompaarse los documentos sealados en el art. 758.
Presentada la solicitud se abre un trmite de admisin de la solicitud, dictndose
mandamiento de ejecucin (con el contenido que al mismo se da en el art. 760, y que
incluye la determinacin clara de la persona ejecutada y la cantidad por la que se libra el
mandamiento, as como las actuaciones ejecutivas y medidas a que haya lugar) si
concurren los presupuestos procesales, el ttulo no es irregular y las actuaciones
solicitadas son acordes a dicho ttulo (art. 759.1), siendo esta decisin irrecurrible. En
otro caso, art. 759.2, se rechazar la ejecucin mediante auto expresamente motivado
que es recurrible en apelacin sin perjuicio de que el ejecutante haga valer su derecho
en va judicial si ello fuera posible (art. 759.4). Si el rechazo se basa en la existencia de
defectos subsanables se debe dar plazo al solicitante para que lo haga en plazo no
superior a cinco (5) das. Si se procede a la subsanacin, se dictar mandamiento de
embargo y si no se procede a ella, el juez confirmar el auto de rechazo.
Finalmente, el mandamiento de ejecucin se notificar al ejecutado, con copia de
la solicitud y de sus documentos adjuntos, art. 761. No se da plazo determinado al
ejecutado para que comparezca en la ejecucin, pudiendo hacerlo en cualquier momento
y entendindose desde entonces las actuaciones con l. La notificacin al ejecutado
produce una serie de efectos materiales y registrales, art. 762, entre ellos la prohibicin
al ejecutado de disponer limitar o gravar sus bienes o derechos sin autorizacin judicial,
prohibicin que se levantar una vez cumpla con la obligacin de manifestacin de
bienes suficientes.
E) La oposicin a la ejecucin se ha regulado en la idea de poner a disposicin
del ejecutado los medios necesarios para poder evitar una ejecucin injusta o ilegal. Se
debe distinguir dos situaciones distintas: por un lado la oposicin a la ejecucin en
general, dirigida a evitarla completamente; por otro lado, la oposicin a concretas
actividades ejecutivas, que no impide la existencia de la ejecucin.
La oposicin completa a la ejecucin slo es posible si el ejecutado comparece
en los tres (3) das siguientes a la notificacin del mandato de ejecucin (art. 763). Si
comparece posteriormente slo podr oponerse a concretas actuaciones ejecutivas pero
no a la ejecucin. La oposicin a la ejecucin slo puede basarse en motivos concretos
y tasados, referidos a posibles defectos procesales o materiales que, si son apreciados,
pondrn fin a la ejecucin ya iniciada (art. 763).
Por un lado, se puede oponer la existencia de un defecto procesal consistente en
la falta de cumplimiento de los presupuestos o requisitos que impone el Cdigo para
despachar la ejecucin: competencia del rgano judicial, capacidad o representacin de
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las partes, y validez del ttulo para servir como ttulo ejecutorio. Por otro lado estn los
motivos de oposicin de fondo que demostraran la inexistencia o inexigibilidad de la
obligacin ejecutada, y que se reducen exclusivamente: Al pago o cumplimiento de lo
ordenado en la sentencia, siempre que se acredite documentalmente; a la existencia de
pluspeticin; a la prescripcin o caducidad de la pretensin de ejecucin; y a la
existencia de un pacto o transaccin para evitar la ejecucin, siempre que consten en
documento pblico.
La oposicin se tramitar conforme a las reglas establecidas para los incidentes
presentados por escrito, sin suspender el curso de las actuaciones (art. 764), aunque el
rgimen de recursos se establece especficamente en el art. 765, de manera que el auto
desestimatorio de la oposicin es recurrible en apelacin, y el auto estimatorio tambin,
slo que en este caso el ejecutante podr pedir que, mientras se sustancia el recurso, se
mantengan las medidas ejecutivas adoptadas contra el patrimonio del ejecutado, a lo que
acceder el juez si presta caucin para responder de los posibles daos y perjuicios.
Como se ha dicho, junto con esta oposicin que puede denominarse general, en
cuanto dirigida a evitar el proceso ejecutivo considerado en su conjunto, el ejecutado
tambin puede oponerse a actuaciones ejecutivas concretas que excedan o contradigan
el ttulo de ejecucin o que infrinjan la ley (art. 766), oposicin que se hace valer
siempre mediante el recurso de reposicin y mediante el de apelacin slo cuando as lo
establezca expresamente este Cdigo. Si se trata de oposicin a una infraccin legal y
no hay resolucin judicial expresa que recurrir, se podr presentar un escrito sealando
la medida que se propone para corregir la infraccin.
En todo caso, y aunque la norma se establece en sede de suspensin de la
ejecucin, conviene decir ahora que la interposicin de recursos contra las actuaciones
ejecutivas no suspende el curso de la ejecucin, art. 767.2, aunque excepcionalmente
puede el juez decretar la suspensin si el ejecutado lo solicita, acredita que la no
suspensin le acarrear daos de difcil reparacin y presta caucin suficiente.
F) Por ltimo, se regula la suspensin de la ejecucin. La satisfaccin del
inters del acreedor ejecutante, as como la necesidad de reducir al mximo las
posibilidades de que el proceso de ejecucin se paralice o suspenda, conlleva la
necesidad de regular muy restrictivamente los casos en los que puede darse lugar a la
suspensin de la ejecucin. En este sentido, el art. 767 establece con claridad que la
ejecucin slo se puede suspender, mediante auto:
a) Cuando lo pidan todas las partes, caso en el que existir un acuerdo de ellas
para suspender la ejecucin,
b) Cuando lo ordene expresamente la ley,
No obstante la suspensin, las medidas ejecutivas ya adoptadas se debern
cumplir antes de la efectiva suspensin, y se debern adoptar las medidas necesarias
para garantizar las actuaciones ejecutivas dictadas.
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c) Ejecucin provisional
El Ttulo Tercero del Libro sexto est dedicado a la regulacin de la ejecucin
provisional. Un Cdigo Procesal Civil debe responder adecuadamente a las expectativas
de proteccin del trfico jurdico y econmico. En esta lnea se debe proporcionar a los
acreedores que disponen de un ttulo fiable instrumentos procesales oportunos para
conseguir una rpida y eficaz tutela de su derecho de crdito frente al deudor que resulta
incumplidor. Uno de los instrumentos clave es la ejecucin provisional, con cuya
regulacin se quiere proteger al litigante que result ganador en la primera instancia, de
manera que pueda obtener el cumplimiento de la resolucin de que se trate aunque
contra ella se hayan interpuesto los recursos legalmente establecidos.
As, la ejecucin provisional se puede solicitar de una manera amplia, art. 771,
abarcando esa posibilidad a:
a) Toda sentencia de condena, salvo las que impongan realizar una declaracin
de voluntad,
b) Todos los pronunciamientos de condena contenidos en sentencias de mera
declaracin y en sentencias constitutivas (que en el resto de pronunciamientos no son
ejecutables, ni siquiera provisionalmente)
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c) Oponerse, mediante escrito formulado en los tres (3) das desde la notificacin
del mandamiento de pago y aportando las justificaciones documentales que tuviera. La
oposicin suspende el curso de las diligencias de oposicin, salvo en el caso de que se
fundara slo en pluspeticin, previa consignacin de las cantidades reclamadas (art.
790).
En el caso de que no haya oposicin el proceso de ejecucin continuar adelante
y el juez dictar directamente auto abriendo la va de apremio (art. 791).
Si se formula oposicin, se deber tramitar conforme a los arts. 792 a 797. Slo
cabe invocar como causa de oposicin alguno de los diez motivos tasados que se
contemplan en el art. 792, que incluye motivos de fondo, como el pago o la
compensacin, y motivos procesales como la falta de competencia. Tambin puede
alegarse la nulidad del ttulo. En el caso de ejecucin de ttulos valores no se aplican los
motivos de oposicin anteriores, sino los que se prevn en el Cdigo de Comercio.
El juez controlar de oficio que se invocan slo motivos de oposicin
contemplados en el art. 792 (o los del Cdigo de Comercio, en su caso). Si la oposicin
de funda en defectos procesales subsanables se dar al actor un plazo de cinco (5) das
para subsanarlos (art. 793.1). Si no procede en este sentido el actor, o si los defectos
procesales fueran insubsanables, el juez dictar auto cerrando la ejecucin, dejando sin
efecto los mandamientos y embargos ordenados y condenando en costas al demandante
(art. 793.2).
La oposicin se sustancia por los trmites de los incidentes escritos, (art. 794). Si
se convoca audiencia y no acude el demandado, se le tendr por desistido de la
oposicin, imponindosele las costas y que indemnice al demandante comparecido (art.
795.1). Si no comparece el demandante, el juez resolver sobre la oposicin sin orle
(art. 795.2). Si comparecen ambos, la audiencia se seguir conforme a lo previsto para
el proceso abreviado, dictndose a continuacin sentencia (art. 795.3). La sentencia
puede ser desestimatoria de la oposicin o estimatoria, total o parcialmente, de la
misma, con los efectos que, en cada caso, se establecen en el art. 796. Contra la
sentencia desestimatoria cabe recurso de apelacin que no suspender el curso de las
actuaciones de ejecucin. Contra la sentencia estimatoria cabr tambin recurso de
apelacin y podr el demandante pedir que se mantengan las medidas de garanta y
embargo practicadas, o que se acuerden otras, siempre que preste caucin suficiente
para responder de los daos y perjuicios que se hayan causado al deudor en el caso de
que el recurso termine con sentencia que conforme la estimacin de la oposicin (art.
797).
ejecucin por la cantidad resultante de los plazos vencidos, podr suceder que vencen
otros. En este caso se dispone, art. 800, que la ejecucin puede ampliarse a las
cantidades de los nuevos plazos vencidos (lo que provocar la mejora del embargo),
siempre que los solicite la parte ejecutante bien en el escrito de solicitud de ejecucin,
caso en que la ampliacin ser automtica (art. 800.2), bien en un momento posterior,
caso en que se dar al ejecutado un trmite de oposicin (800.3), que se sustanciar
conforme al art. 801.
Los aspectos ms destacables radican en la introduccin de instrumentos
efectivos para lograr la ms completa y concreta determinacin del patrimonio del
deudor ejecutado, y en la regulacin de normas concretas y precisas sobre la
embargabilidad de los bienes del deudor y sus lmites; a ello se deben sumar los
mecanismos que permiten una mejor realizacin de los bienes, procurando que sean
enajenados por su mayor valor posible.
1) Si se admite la solicitud de ejecucin por cantidad de dinero, se dictar
mandamiento de ejecucin por la cantidad correspondiente al principal y los intereses,
legales o de demora, vencidos hasta la fecha de presentacin de la solicitud (art. 802.1).
El mandamiento de ejecucin tambin alcanza a la cantidad provisionalmente fijada en
concepto de interese devengados durante la ejecucin y costas, hasta un 25% de la
cantidad anteriormente sealada, salvo que se justifique cuanta mayor (art. 802.2).
Ante el mandamiento de ejecucin el deudor puede pagar totalmente, cubriendo
todas las cantidades sealadas, ponindose fin a la ejecucin. El ejecutado consignar
todas esas cantidades en el juzgado, se proceder a la liquidacin exacta y se cerrar el
procedimiento sin ms, aunque las costas se impondrn al ejecutado salvo que acredite
la existencia de causa que la impidi la satisfaccin de la deuda antes de iniciarse la
ejecucin (art. 803). El acreedor no puede oponerse al pago si lo es por la totalidad, art.
804.1. Y si es un pago parcial, la deuda se extingue por esa cantidad, pero continuar la
ejecucin por el resto (art. 804.2)
2) El Cdigo impone ciertos deberes procesales al ejecutado, como el de
manifestacin de su patrimonio (art. 805), as como establece y desarrolla otros medios
para investigar ste con el fin da dar cumplida satisfaccin al derecho del ejecutante,
mediante la averiguacin de bienes del art. 806, unido al deber de colaboracin en esa
averiguacin de las personas y entidades a las que el juez se dirija, incluso con multas
coercitivas peridicas. Con ello se cambia la regla habitual de echar sobre los hombros
del ejecutante, que haba obtenido una resolucin favorable, la pesada carga de
investigar el patrimonio del deudor, cuando en la mayora de los casos la experiencia
demuestra que el incumplidor trata de poner fuera del alcance del acreedor sus bienes,
en no pocos casos con un notable xito. Si, pese a todo no se encuentran bienes del
deudor o son insuficientes para cubrir la deuda, se decretar el archivo provisional de la
ejecucin hasta que aparezcan nuevos bienes (art. 808).
3) Respecto del embargo de bienes, se ha actuado en un doble sentido. Primero,
se ha efectuado una ordenacin de los bienes que resultan embargables e inembargables
(art. 812), incluyendo entre estos ltimos el salario (art. 813), tomando como mdulo de
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circunstancias, solicitud que puede efectuarse tanto por el ejecutante como por el
ejecutado, art. 823. El Cdigo tambin permite el reembargo de un bien, caso en que el
acreedor reembargante se satisfar con posterioridad a los acreedores que embargaron
con anterioridad (art. 824).
4) En la regulacin de la ejecucin dineraria se ha colocado el tratamiento de las
incidencias que suponen el planteamiento de una tercera de dominio o de una tercera
de preferencia sobre los bienes o derechos embargados. En ambos casos, una vez
admitida la demanda se seguirn los trmites del proceso abreviado (arts. 829 y 831), y
la tercera es competencia del mismo juez que conoce de la ejecucin (arts. 826.1 y
831).
En la tercera de dominio, arts. 825 a 830, las normas ms relevantes se refieren,
a la necesidad de que el tercerista presente, junto con la demanda de tercera que deber
dirigirse necesariamente contra ejecutante y ejecutado, un principio de prueba que
fundamente su pretensin (art. 826) , la prohibicin de ulteriores terceras (art. 827), al
efecto suspensivo de la ejecucin pero slo respecto del bien a que se refiere la tercera
(art. 828), y a que la resolucin no causa efecto de cosa juzgada (art. 830).
En la tercera de preferencia un tercero reclama su derecho a ser pagado de
manera preferente al acreedor ejecutante. Se deber aportar un principio de prueba de la
preferencia, sin el cual no se admitir a trmite la demanda (art. 832.1), y la resolucin
se pronunciar slo sobre la existencia del privilegio invocado y sobre el orden de
satisfaccin de los crditos, sin prejuzgar otras acciones que pudieran ejercitarse (art.
832.2). La tercera de preferencia no suspende el curso de la ejecucin, y puede
resolverse por allanamiento del ejecutante o por desistimiento del ejecutante a la
ejecucin (art. 834).
5) Respecto de la enajenacin y subasta de los bienes embargados, lo primero
que se dispone es la inmediata entrega al acreedor de los bienes embargados que
resulten aceptados por este en su valor nominal, como dinero o saldos de cuentas
bancarias (art. 836.1), o crditos directamente realizables que se cobrarn mediante las
medidas que adopte el juez al efecto (art. 836.2). Las acciones, obligaciones y otras
formas de participacin se enajenaran por el correspondiente precio de bolsa o mercado
(art. 836.3), lo que significa que no son objeto de ejecucin inmediata, pero tampoco
pasan por los trmites de tasacin.
La falta de acuerdo entre ejecutante y ejecutado sobre el valor de los bienes
embargados conlleva la necesidad de tasarlos por medio de perito, conforme a lo
dispuesto en el art. 837.
Una vez efectuada la tasacin del bien, entran en juego un conjunto de normas
que se inspiran en la idea de lograr la realizacin ms adecuada y productiva del bien, lo
que redunda en beneficio del ejecutante, pero tambin del ejecutado, que no se ve
privado de sus bienes a cualquier precio o de cualquier manera que fuese con tal de
obtener dinero con que pagar al ejecutante. Por ello se regulan toda una serie de
posibilidades que hacen realidad esta idea, desde la posible enajenacin previa de los
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bienes a persona que presente el deudor (art. 838) hasta la realizacin delegada en
empresas o entidades especializadas pblicas o privadas (art. 843), pasando por la
celebracin de una audiencia para decidir la mejor forma de enajenacin de cada uno de
los bienes (art. 839), la enajenacin conforme a convenio o acuerdo de las partes que no
sea contrario a ley o cause perjuicios a terceros (art. 841), o la enajenacin por el propio
ejecutado, que se encargara de gestionar la misma (art. 842). Son medios alternativos a
la subasta, al tradicional y nico sistema para realizar los bienes embargados,
aclarndose que la realizacin por persona o entidad especializada representa una
novedad que no supone quebranto de la exclusividad de la jurisdiccin para la
ejecucin, pues no parece que se deba entender como la exigencia de que los Juzgados y
tribunales deban realizar todos y cada uno de los actos materiales en que la ejecucin
pueda concretarse.
Se puede acudir tambin a mecanismos ya conocidos para lograr la satisfaccin
del acreedor ejecutante, como son la adjudicacin en pago, adquiriendo el propio
ejecutante el bien por una cantidad no menor al setenta por ciento del justiprecio (art.
844), y tambin puede el ejecutante pedir la entrega en administracin de los bienes ,
rindiendo cuentas anuales y cesando cuando la administracin haya generado frutos,
rentas, etc., suficientes para satisfacer ntegramente la deuda (art. 845).
La subasta sigue siendo un mtodo general de realizacin o enajenacin de los
bienes embargados, pero adquiere ahora un carcter supletorio de los dems (art. 846.1).
El Cdigo ha ordenado y simplificado su regulacin, y ha sistematizado las
especialidades de la subasta de bienes inmuebles, art. 847, por la existencia de
circunstancias propias de estos bienes que deben estar inscritos en el Registro de la
Propiedad, y se debe certificar su estado, las cargas y gravmenes que puedan tener,
porque todo ello afecta a la subasta e interesa a quienes quieran participar en ella).
Se desgranan con detenimiento las normas referidas a la convocatoria de la
subasta, requisitos para participar en ella, entre ellos el de la consignacin del total del
valor de los bienes (art. 848), desarrollo y terminacin (art. 850). El adjudicatario
deber proceder a pagar el precio por el que se le ha asignado el bien, menos la cantidad
ya consignada, y cabe que pueda serlo el propio ejecutante (art. 851). Si el adjudicatario
no cumple, perder la consignacin y se convocar a nueva subasta, art. 852. En el caso
de que la subasta quedar desierta, si el ejecutante no opta por pedir la adjudicacin en
pago del bien por el 75% del valor de tasacin en el plazo de veinte (20) das, se
proceder al levantamiento del embargo, a instancia del ejecutado, art. 853, por ser
imposible sacar producto alguno de ese bien y no servir a la satisfaccin del ejecutante.
6) Para finalizar con la ejecucin dineraria, se han regulado normas especficas
relativas a las especialidades de la enajenacin de los bienes inmuebles. Primero est
toda la problemtica, muchas veces compleja, de la existencia de cargas y gravmenes
que afectan al inmueble, de manera que el juez debe librar mandamiento al Registro
para certifique el dominio y las cargas del bien inmueble (art. 855). Esta certificacin
mostrara el estado real del inmueble, pudiendo:
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y el derecho a la libertad del deudor. Igualmente, se establece como regla que el juez
inste al cumplimiento en los propios trminos de la obligacin, art. 864 para las
obligaciones de hacer no personalsimo, art. 868 para la obligacin de efectuar
declaraciones de voluntad, art. 871 para las obligaciones de hacer infungible o
personalsimo.
Las distintas modalidades de ejecucin de obligaciones especficas son las
siguientes:
1) Ejecucin de obligaciones de hacer no personalsimo (Captulo primero,
arts. 864 a 867), dndose diez (10) das para cumplirla desde que se produzca la
solicitud, e instando el juez a que se haga en los propios trminos (art. 864). En caso de
que el cumplimiento se demorase el juez adoptar, a instancia de parte, las medidas de
garanta oportunas y adecuadas al caso (art. 865). El incumplimiento de la obligacin, o
el cumplimiento contrario a su tenor abre el ejecutante (art. 866) la opcin de pedir que
se cumpla por un tercero (siguindose las reglas del art. 867), o que se le indemnicen
los daos y perjuicios que se cuantificarn conforme a las normas de liquidacin de
cantidades del Cdigo.
2) Ejecucin de hacer infungible o personalsimo (Captulo cuarto, arts. 871 a
875): Tras la solicitud el juez instar al ejecutado al cumplimiento en los propios
trminos, en el plazo necesario para ello de acuerdo a la naturaleza de la obligacin y
circunstancias del caso, debiendo comenzar en los diez (10) das siguientes a la solicitud
(art. 871). Tambin se podrn adoptar medidas de garanta en caso de demora (art. 872),
en los mismos trminos que para las ejecuciones de hacer no personalsimas. El
ejecutado podr negarse a cumplir la obligacin o alegar su carcter no personalsimo
(art. 873), y si esta ltima alegacin se acepta y aun as el ejecutado no cumple, la
ejecucin prosigue para indemnizar al ejecutante por los daos y perjuicios del
incumplimiento. Si se mantiene el carcter personalsimo de la ejecucin, su
incumplimiento determina la opcin del ejecutante (art. 874): por el cumplimiento
especfico, apremiando al ejecutado con el sistema de multas del art. 875, con el lmite
de un ao, al cabo del cual se proceder a la indemnizacin o a un cumplimiento
equivalente (art. 875.2); por un equivalente dinerario, que se cuantificar conforme a las
normas de liquidacin, aadindose una sola multa a tanto alzado que se impondr al
ejecutado.
3) Ejecucin de obligaciones de no hacer (Captulo quinto, arts. 876 a 879): El
supuesto de que se parte es que el obligado a no hacer ha infringido esa obligacin y ha
hecho lo que tena prohibido. A solicitud del ejecutante el juez requerir al ejecutado
para que deshaga lo indebidamente hecho y se abstenga de volver a hacerlo (art. 876).
El ejecutante ser indemnizado por de los daos y perjuicios que le haya causado el
incumplimiento, cuantificados conforme a las normas de liquidacin. A esta
indemnizacin puede sumarse otra, la que deriva del caso en que sea imposible deshacer
lo hecho, porque entonces es la entera la obligacin de no hacer la que carecer ya de
sentido, sustituyndose por una indemnizacin de daos y perjuicios cuantificada
tambin en la forma dicha (art. 878). Si es posible deshacer lo hecho, y no se cumple
as, se impondrn multas al ejecutado, conforme al art. 877. Y si se reitera el
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Es hora de concluir y vamos a hacerlo desde el nico punto de vista til en estos
momentos, la visin institucional. En efecto, cuando entre en vigor el Cdigo surgirn
labores especficas para su desarrollo y mejora constantes, a lo largo de toda su vida.
Muchas de ellas dependen de la Corte Suprema de Justicia, a quien corresponde un
papel histrico para que se logre su correcto entendimiento y aplicacin prctica, sobre
todo para que no se cambien torticeramente en la prctica los principios que se han
fijado en el papel, sin perjuicio de la ingente labor de ajuste social a travs de la
jurisprudencia diaria que su Sala Civil vaya dictando, interpretando las normas del
Cdigo, dando satisfaccin jurdica a las partes y acrecentando de manera notable el
valor del patrimonio jurdico de Honduras.
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia ha de facilitar la labor de
magistrados, jueces, miembros del Ministerio Pblico, abogados y dems profesionales
del Derecho, haciendo posible una implantacin verdadera del nuevo Cdigo que tantas
innovaciones presenta, con un esfuerzo notable tanto en aspectos prcticos, con
acuerdos y resoluciones necesarias para la debida aplicacin del Cdigo Procesal Civil,
como en la imprescindible labor de estudio que se tiene que desarrollar en paralelo. La
asuncin por la Corte, con las necesarias ayudas, de tareas rigurosas de capacitacin,
aunque debe hacerse permanentemente, resulta clave en los momentos iniciales.
Asimismo, se requiere el compromiso de todos los profesionales del derecho por
sacar adelante el nuevo texto con resultados prcticos provechosos para el ciudadano, a
quien en definitiva va dirigido en la bsqueda de una Justicia real y efectiva, pues el
Cdigo es para Honduras, el Cdigo es para la ciudadana hondurea
A) Proceso Ordinario
1. mbito del proceso ordinario
Demandas relativas a:
2. Medidas cautelares
Embargo preventivo y secuestro
Intervencin y administracin de bienes
Otras medidas cautelares:
Prohibicin general de disponer o celebrar actos y contratos sobre bienes
especficos
Anotacin de la demanda
Formacin de inventarios de bienes
Cese provisional en una actividad o una conducta
Prohibicin temporal de interrumpir o cesar en la realizacin de una
prestacin
Intervencin y depsito de ingresos
Depsito temporal de ejemplares de obras u objetos, y del material
empleado para su produccin
Suspensin de acuerdos sociales impugnados
Potestad cautelar general.
3. Diligencias preparatorias
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4. Contenido de la demanda:
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B) Proceso Abreviado
1. mbito del proceso abreviado
Las demandas relativas a:
Demandas que pueden ocurrir entre Comuneros conforme al Cdigo Civil
Pago por consignacin
Derechos de Servidumbre
Expiracin del arrendamiento e impugnacin de Depsitos por las causas
establecidas en la Ley de Inquilinato
Pretensiones Posesorias
Calificacin registral
Rectificacin de hechos o informaciones inexactas y perjudiciales.
Arrendamientos financieros
Ventas de bienes a plazos.
Propiedad horizontal.
Prescripcin adquisitiva.
Pretensiones derivadas de accidentes de Trnsito.
Demandas de cuanta no superior a Cincuenta Mil Lempiras (L.50,000.00).
Intento de conciliacin
Contestacin a la demanda
Depuracin de defectos procesales
Fijacin del objeto del proceso y del debate
Fijacin del objeto de la prueba
Prctica de la prueba
Alegatos finales (limitados a 15 minutos prorrogables por el tiempo considerado
conveniente por el tribunal)
C) Proceso Monitorio
Pretensiones de pago de deuda de dinero vencida y exigible de cantidad
determinada hasta un lmite de Doscientos Mil Lempiras (L.200,000.00)
La deuda deber justificarse mediante:
Documentos cualquiera que sea su forma y soporte, firmados o con sello o
seal (fsica o electrnica) del deudor
Facturas, recibos o cualquier otro documento habitual en el trfico jurdico
Documentos comerciales que acrediten una relacin anterior duradera
Este material fue elaborado e impreso con fondos provenientes del convenio de donacin del Programa de Fortalecimiento del Estado de
Derecho en Honduras No. CO-522-C-00-04-00465, suscrito entre el Gobierno de Honduras y el Gobierno de los Estados Unidos de
Amrica, a travs del Centro de la Administracin de Justicia de la Universidad Internacional de la Florida (CAJ-FIU) y la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Distribucin Gratuita.