Psicologia Social
Psicologia Social
Psicologia Social
PSICOLOGA SOCIAL
TEMA 1: INTRODUCCIN. EL CAMPO DE LA PSICOLOGA SOCIAL.
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* LeBON (1896).
2.3.- Individualismo.
2.4.- Interaccionismo.
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INVESTIGACIN
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* El dominio societal.
* El dominio del grupo.
* El dominio interpersonal.
* El dominio intrapersonal.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- RELEVANCIA DE LOS PLANTEAMIENTOS BIOLGICOS PARA LA
SOCIAL.
3.- LA EXPLICACIN BIOLGICA DE LA CONDUCTA SOCIAL.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- PERCEPCIN E INTERACCIN.
3.- DESARROLLO HISTRICO DE LOS ESTUDIOS SOBRE PERCEPCIN DE
PERSONAS.
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6.1.- Definicin.
6.2.- Asociaciones entre rasgos.
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* Efectos de orden.
Efecto primaca.
Efecto recencia.
* Tono evaluativo de los elementos informativos.
* Informacin nica y redundante.
* Carcter ambiguo de la informacin.
* El propio contenido de la informacin.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- REPRESENTACIONES MENTALES.
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* El concepto de prototipo.
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2.3.- Ejemplares.
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3.1.- Accesibilidad.
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3.2.- Aplicabilidad.
3.3.- Saliencia.
3.4.- El heurstico de disponibilidad.
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4.1.- Atencin.
4.2.- Codificacin, interpretacin y organizacin de la informacin.
4.3.- Memoria y recuperacin de la informacin.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- HEIDER: LA PSICOLOGA INGENUA DE LA ACCIN.
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TEMA 7: ESTEREOTIPOS.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- LA DEFINICIN DE ESTEREOTIPO.
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* Segn TAJFEL.
* Otras contribuciones.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- QU ENTENDEMOS POR ALTRUISMO Y POR CONDUCTA DE AYUDA?.
3.- CUNDO AYUDA LA GENTE?.
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1.- INTRODUCCIN.
2.- LA AFILIACIN.
3.- ATRACCIN INTERPERSONAL.
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4.- EL AMOR.
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5.3.- La soledad.
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1.- DEFINICIN.
2.- SUPUESTOS PSICOSOCIALES EN EL ESTUDIO DE LA AGRESIN.
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los psiclogos sociales han aprendido que el control y la manipulacin se han de dirigir
a variables que se definen subjetivamente (es decir, desde la perspectiva de las personas
cuyas reacciones se estn observando) y en funcin de constructos tericos que tienen
sentido y son relevantes en el marco de un sistema terico de ideas, aunque se
conceptualicen de forma global. Es decir, es perfectamente aceptable manipular un todo
complejo de aspectos empricos interrelacionados como una sola variable, con tal de
que se pueda conceptualizar de forma verosmil como una sola propiedad terica, y
exista evidencia de que los sujetos reaccionan ante ella de forma global, como una
entidad subjetivamente significativa.
3.3.- La Segunda Guerra Mundial y los aos cincuenta.
La Segunda Guerra Mundial fue un hito histrico en el desarrollo de la
Psicologa social. Por una parte, intelectuales como HEIDER y LEWIN, por ejemplo,
haban llegado a Estados Unidos huyendo de Europa. Y, por otra, la guerra plante
elevadas exigencias a la Psicologa social al pedirle que estudiase problemas aplicados
de relevancia para el esfuerzo blico.
En consecuencia, los aos 40 y 50 presenciaron una gran expansin de la
investigacin en reas claves.
* HOVLAND (1953): Estudio sobre persuasin y cambio de actitudes.
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1. Buscar las races del prejuicio en las leyes vigentes que regulan la conducta de
las personas en esa sociedad (explicacin de corte estructural). Elegir esta opcin
equivale a pronosticar que un cambio de las leyes cambiar tambin la intensidad del
prejuicio, sus formas de manifestarse y el resto de aspectos que lo caracterizan.
2. Localizar el prejuicio en las creencias y valores que mantienen los miembros
de esa sociedad (explicacin de corte cultural). Elegir esta opcin equivale a pronosticar
que no se producirn cambios significativos en el prejuicio si antes no se modifican las
creencias y valores que lo sustentan.
El dominio societal sugiere la conveniencia de contraponer los indicadores
macrosociales objetivos a los subjetivos:
- Ejemplos de indicadores macrosociales objetivos son la tasa de paro de un pas
o el nmero de manifestaciones de protesta. Para obtenerlos, se utilizan datos de archivo
o se recurre a documentos oficiales.
- Ejemplos de indicadores macrosociales subjetivos seran, en cambio, las
medidas de tendencia central que, por algn motivo, pueden ser consideradas
representativas de un pas. Se obtienen habitualmente por medio de entrevistas.
* El dominio del grupo.
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Aparte de las diferencias que las hacen independientes entre s, las tres
disciplinas comparten una importante caracterstica comn: toman como marco de
referencia la teora de la evolucin por seleccin natural. Esta teora, que fue formulada
por DARWIN a mediados del siglo pasado y que posteriormente ha sido ampliada para
dar cuenta de fenmenos que quedaban sin explicacin, lejos de haberse quedado
obsoleta como algunos opinan, constituye el marco de referencia de la explicacin
cientfica en Biologa, razn por la cual se habla de explicacin biolgica.
Lo que sostiene DARWIN (1859) es que aquellos miembros de la especie que
posean las caractersticas o tendencias que les permitan adaptarse a su medio,
sobrevivirn y tendrn ms probabilidades de reproducirse y transmitir sus rasgos
adaptativos a sus hijos a travs de la informacin gentica; mientras que, por el
contrario, los individuos que no sean capaces de adaptarse al medio, especialmente
cuando se producen cambios drsticos en l, probablemente morirn sin dejar
descendencia, por lo que sus rasgos no adaptativos no tendrn continuidad en la especie.
* La aptitud inclusiva (HAMILTON, 1964).
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Aparte de las ventajas que conlleva vivir en grupo, tambin implica una serie de
exigencias cuyo incumplimiento har la convivencia inviable. Esas exigencias son las
que han impulsado la evolucin de estrategias y mecanismos de funcionamiento en un
ambiente social. Y, muchas veces, esas exigencias que impone la vida en grupo pueden
ir en contra de los intereses de un individuo, como ocurre en el caso de los subordinados
que tienen que someterse al miembro dominante, renunciando a veces a recursos tan
importantes como un buen lugar para dormir o una pareja con la que procrear.
Por tanto, adems de estrategias para adaptarse a la vida en grupo, tambin
tuvieron que desarrollarse mecanismos para permanecer dentro del grupo an en
condiciones de cierta desventaja, ya que ello sera, despus de todo, menos desventajoso
que vivir en solitario. Dos psiclogos sociales, BAUMEISTER y LEARY (1995),
proponen que existe en el ser humano un motivo social, o mecanismo motivacional, que
ha evolucionado precisamente porque impulsaba a los individuos a permanecer dentro
de un grupo. Lo llaman necesidad de pertenencia (need to belong), y est presente
en nuestro genotipo porque los individuos que mostraban tal motivacin y se quedaban
dentro del grupo obtenan unas ventajas reproductivas que superaban los costes de la
vida grupal.
LEARY apunta tambin cul puede ser el origen evolutivo y la funcin de la
bsqueda de autoestima. Propone que la autoestima nos impulsa a disminuir la
probabilidad de ser ignorados o rechazados por otras personas y a evitar la exclusin
social. Por el mismo razonamiento de antes, los individuos que posean esta motivacin
estaran ms atentos a las claves situacionales que les indicaran la probabilidad de ser
rechazados por el grupo y actuaran para impedir ese rechazo, lo que les reportara las
consiguientes ventajas reproductivas. En apoyo de su argumento evolucionista, cita
numerosos estudios que sugieren que la funcin de la autoestima es ms evitar la
exclusin que facilitar la inclusin, dado que en ellos se demuestra que:
- Los sucesos que provocan rechazo o exclusin por parte de otros, correlacionan
significativamente con el descenso de la autoestima de los sujetos.
- La exclusin efectiva disminuye la autoestima.
- La baja autoestima va unida a una percepcin de rechazo por parte de otros.
- Las amenazas a la autoestima provocan conductas de bsqueda de aprobacin
social.
- El rechazo social disminuye la autoestima ms de lo que la aceptacin social la
aumenta.
Una de las razones por las que la convivencia en un grupo resulta complicada es
porque confluyen los intereses de todos los miembros, que muchas veces entran en
competencia. Para lidiar con esos problemas, es necesario poseer estrategias que
permitan alcanzar lo ms posible las propias metas contrarrestando los impedimentos
puestos por los dems. Una de esas estrategias es la formacin de alianzas
cooperativas. Estas alianzas pueden basarse en el parentesco (aptitud inclusiva), o en la
reciprocidad (altruismo recproco). La ventaja reproductiva para quienes emplearan esta
estrategia en tiempos ancestrales debi de ser grande, ya que les permitira salir con
xito de enfrentamientos que individualmente no habran podido superar.
Por otra parte, la formacin de alianzas basadas en la reciprocidad, planteaba la
necesidad de desarrollar mecanismos que permitieran la deteccin de posibles
tramposos, que recibieran ayuda en un conflicto y luego se negaran a devolverla.
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La competicin dentro del grupo es, por tanto, lgica, pero al mismo tiempo
debe ser paliada o controlada para que el grupo no se desintegre. Segn los etlogos, el
establecimiento de una jerarqua de dominancia dentro del grupo cumple precisamente
esta funcin: cada individuo sabe, a partir de enfrentamientos directos con otros o de la
observacin de esos enfrentamientos, qu lugar ocupa en la jerarqua y lo que puede
esperar de los dems sin necesidad de comprobarlo en cada interaccin. La existencia de
jerarquas de dominancia y su correlacin con la estabilidad dentro del grupo ha sido
documentada tanto en primates no humanos, como en humanos, especialmente en nios.
Pero, qu ocurre con la competicin que se produce con otros grupos?. Porque,
atencin, los otros grupos ponen en peligro la aptitud inclusiva de los individuos:
comparten los mismos intereses, pero era poco probable que compartieran algo de su
dotacin gentica y que devolvieran posibles favores si los recibieran. Por tanto, debi
de ser importante que los individuos desarrollaran mecanismos para distinguir
claramente a los miembros de su propio grupo de los extraos, tanto para evitar
agresiones de stos como para no practicar el altruismo de forma desventajosa. sta es
la explicacin evolucionista del mecanismo de la diferenciacin intergrupal.
Por ltimo, una cuestin que los cientficos sociales plantean con frecuencia es
el papel determinante de la cultura en la explicacin del comportamiento humano:
- El enfoque evolucionista parte de la premisa de que la capacidad humana para
la cultura ha surgido mediante seleccin natural, debido a los beneficios adaptativos que
proporcion a nuestros ancestros.
- Y, aunque existen diversos modelos dentro de este enfoque, los tericos
evolucionistas coinciden en rechazar los supuestos implcitos en los argumentos de los
cientficos sociales sobre la cultura, tales como que la cultura tiene el control exclusivo
sobre la naturaleza humana y que por s sola es suficiente para dar cuenta de la conducta
de las personas, que no son ms que meros receptores pasivos de las influencias
culturales.
5.- ARGUMENTOS CONTRA LOS ARGUMENTOS EN CONTRA.
1. Los cientficos evolucionistas explican la conducta humana exclusivamente en
el plano gentico, y la atribuyen a la accin directa de los genes (reduccionismo
biolgico).
- Lo que se hereda no son las conductas, sino las tendencias o los mecanismos
que permiten que determinadas conductas sean activadas por variables ambientales.
- En cuanto a la pretensin de que estamos tan por encima de la biologa que los
genes apenas influyen en nuestra conducta, podramos mencionar varios ejemplos que
sugieren lo contrario, desde los estudios de etlogos sobre pautas de comportamiento
tpicas de nuestra especie, hasta los estudios de los psiclogos evolucionistas sobre
diferencias de sexo en los criterios de seleccin de pareja.
2. Segn la perspectiva evolucionista, la conducta est totalmente determinada
por los genes, y no por el ambiente, de manera que es inevitable (determinismo
gentico).
- Los planteamientos evolucionistas sostienen que los mecanismos y tendencias
que poseemos han sido seleccionados por su adaptacin a los requisitos del medio
ancestral, y que slo se ponen en marcha cuando el contexto los provoca o los facilita.
As es precisamente cmo explican la existencia de diferencias culturales e, incluso,
individuales, en determinadas conductas. Existe una interaccin mutua entre mente y
sociedad.
3. La cultura desempea un papel mucho ms determinante en la conducta social
humana, que los mecanismos psicolgicos simples que hayamos podido heredar.
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se ha visto que las tendencias genticas no son rgidas, de modo que diferentes
ambientes activarn diferentes tipos de mecanismos innatos.
Los psiclogos evolucionistas consideran tambin como un error frecuente en el
campo de la Psicologa social, el pretender comprender los procesos subyacentes en la
cognicin social a partir de los procesos que intervienen en la cognicin no social.
Puesto que la mente humana ha sido diseada fundamentalmente para la vida social, en
lugar de tratar de recomponer la naturaleza de la mente estudiando la capacidad de la
gente para reconocer la letra a presentada durante 250 milisegundos, los cientficos
deberan estudiar la capacidad de las personas para enviar e interpretar seales de
amistad, cooperacin, agresividad y amor, tal como ocurren a la velocidad natural de la
conversacin humana (KENRICK y SIMPSON, 1997).
Si pensamos que muchas de las presiones selectivas que han tenido lugar durante
la evolucin del ser humano surgieron probablemente de problemas asociados con la
vida en grupo, algunos de los mecanismos psicolgicos ms potentes debern haber
evolucionado para hacer frente a relaciones sociales complejas. La Psicologa social
posee las herramientas metodolgicas para identificar e investigar estos mecanismos, y
tambin para desvelar cmo distintas situaciones activan distintos mecanismos
adaptativos. As, la explicacin en trminos de causas ltimas (origen evolutivo y
funcin adaptativa de los mecanismos psicolgicos) se complementa con la explicacin
de las causas prximas (naturaleza y condiciones de funcionamiento de esos
mecanismos).
La conclusin de todo ello es que no slo no hay incompatibilidad entre el
enfoque evolucionista o biolgico y el psicosocial, sino que ambos se necesitan
mutuamente para llegar a una comprensin ms profunda y menos sesgada de la
conducta social humana.
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- Son, pues, dos los factores que enriquecen este modelo: la impresin inicial y
el peso de los elementos informativos.
- Cada elemento informativo posee un determinado valor (tal y como admitan el
modelo suma y el modelo promedio) que aparece representado en la frmula por I.
Ese valor I, es el mismo en cualquier momento. Sin embargo, adems de ese valor, cada
elemento posee una importancia, o peso especfico, segn el momento o las
circunstancias concretas.
- I0 es una especie de sesgo general que, basndonos en nuestra experiencia
pasada, utilizamos en nuestras percepciones. Este sesgo puede ser favorable (confo en
esa persona), desfavorable (desconfo de esa persona) o neutral.
- p0 depende de diversos factores, pero uno de los ms importantes es el nmero
e importancia de los elementos informativos que componen la impresin. Cuanto ms
conoce uno a otra persona, menor es la importancia de la impresin inicial y viceversa.
- Segn el modelo de la media ponderada (ANDERSON, 1981), una forma de
solucionar la aparicin en un estmulo de informacin contradictoria sera desestimando
la inconsistencia, esto es, otorgndole un menor peso a los rasgos que resultan
contradictorios con los que han aparecido previamente.
* Modelos combinatorios.
Desde los aos 50 hasta nuestros das se han realizado innumerables estudios
que apoyan tanto los modelos de combinacin lineal como la concepcin gestltica de
ASCH. Incluso los defensores de cada lnea han reconocido, basndose en sus propios
resultados, que en ocasiones el proceso seguido para la formacin de impresiones es el
propuesto por la visin alternativa. Adems, las investigaciones han mostrado
continuamente resultados difciles de explicar satisfactoriamente por cualquier teora,
como el denominado efecto negativo del contexto, que ocurre cuando un rasgo
positivo (por ejemplo, madre) se asocia a otro negativo (por ejemplo, cruel),
resultando una impresin extremadamente negativa. Por otra parte, OSTROM (1977)
considera que ambos modelos pueden llegar a hacer predicciones muy similares.
FISKE y NEUBERG (1990) han desarrollado un modelo de formacin de
impresiones que conjuga el modelo del cambio de significado de ASCH con los
modelos de combinacin lineal. Segn estos autores, las personas nos formamos
impresiones de las dos maneras, dependiendo de las circunstancias informativas y
emocionales. De forma resumida, su modelo dice lo siguiente:
- Cuando percibimos a una persona, lo primero que hacemos rpidamente, y sin
que necesariamente seamos conscientes de ello, es una categorizacin inicial
(basndonos en unas mnimas seales, por ejemplo, fsicas o situacionales).
- Si la persona percibida carece de inters para nosotros, el proceso de formacin
de impresiones puede finalizar aqu (todos los das vemos a miles de personas de las que
slo percibimos esas caractersticas instantneas).
- Si la persona que percibimos nos interesa, o es relevante para nosotros,
entonces prestaremos atencin a los elementos informativos que presenta.
- El modelo de FISKE y NEUBERG es un continuo, de manera que las
siguientes fases que seguiran en orden sucesivo son: confirmacin de la categorizacin,
recategorizacin (si la fase anterior no puede culminarse satisfactoriamente), e
integracin pieza a pieza de los diferentes elementos informativos. Como esta ltima
tarea requiere mayor esfuerzo y atencin, slo se llega a ella en caso de que las
anteriores posibilidades fracasen.
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Sin embargo, tambin podra ser que las personas realizramos inferencias
directamente a partir de los datos que tenemos, sin necesidad de una impresin
interviniente. sa es la postura de BRUNER y TAGIURI (1954), quienes propusieron el
trmino de Teoras Implcitas de la Personalidad para designar el hecho de que las
personas tenemos una idea preformada de qu caractersticas van unidas.
BRUNER y colaboradores (1958) mostraron cmo las inferencias a partir de
combinaciones, podan pronosticarse a partir de inferencias basadas en componentes
aislados:
- Cuando todos los rasgos de una combinacin (o la mayora), por separado,
apuntaban en la direccin de una inferencia determinada, la combinacin total apuntaba
en la misma direccin. Es decir, si la gente piensa que las personas inteligentes son
agresivas y que las desconsideradas tambin lo son, lgicamente, pensarn que
quienes son a la vez inteligentes y desconsideradas sern agresivas.
- Cuando los rasgos que forman parte de la combinacin son opuestos entre s, la
inferencia a partir de la combinacin se ajusta a aquella inferencia aislada que es ms
fuerte. Es decir, si de inteligente inferimos honesto, y de desconsiderado,
dehonesto, si percibimos a una persona como inteligente y desconsiderada, ser
honesta o deshonesta?. Siguiendo el ejemplo anterior, es ms probable que
infiramos deshonesto a partir de desconsiderado que honesto a partir de
inteligente, por lo que la impresin resultante de combinar inteligente y
desconsiderado estar ms inclinada hacia la inferencia de deshonesto.
WISHNER (1960) reinterpret los resultados de ASCH, estudiando las
relaciones entre rasgos, y mostr que conociendo las relaciones entre rasgos, podemos
predecir los rasgos respuesta, esto es, la impresin que se formarn los perceptores a
partir de los rasgos estmulo. Al contrario de lo que pensaba ASCH, sostiene que un
rasgo es central, no cuando tiene una alta correlacin con los rasgos estmulo, sino
cuando la tiene con los rasgos respuesta. As, por ejemplo, la centralidad de afectuoso
depende de lo que nosotros deseemos saber sobre la otra persona, o de aquello que nos
estemos preguntando, o sea, los rasgos respuesta:
- Ser central, por ejemplo, si nuestro inters consiste en averiguar si la persona
estmulo responder a una peticin nuestra.
- No ser central, por ejemplo, si lo que queremos averiguar es si esa persona
obtiene muy buenas notas en su vida acadmica.
6.2.- Asociaciones entre rasgos.
La dimensin o criterio que las personas utilizamos con mayor frecuencia para
asociar rasgos es la dimensin evaluativa.
OSGOOD y colaboradores (1957), utilizando la tcnica del diferencial
semntico, encontraron que tres dimensiones eran suficientes para explicar la mayora
de las calificaciones de su experimento:
- Evaluacin: bueno-malo, la de mayor importancia.
- Potencia: fuerte-dbil.
- Actividad: activo-pasivo.
Posteriores investigaciones han ratificado la importancia de la dimensin
evaluativa. Sin embargo, estas mismas investigaciones tambin han llevado a considerar
que la dimensin evaluativa se subdivide en diferentes tipos de contenido evaluativo:
- ROSENBERG y colaboradores (1968): Competencia social y competencia
intelectual.
- KIM y ROSENBERG (1980): Madurez, preocupacin por los dems,
integridad, estabilidad psicolgica y atractivo fsico.
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As, pudiera ser que, cuando las personas hacemos juicios sobre la personalidad
de los dems, lo hagamos sin pensar en personas concretas (estableciendo sencillamente
asociaciones entre pares de rasgos) y nos guiemos ms por el contenido descriptivo de
los rasgos que por el tono evaluativo que conllevan, especialmente cuando las
relaciones descriptivas son fuertes y las evaluativas dbiles, como en el caso del estudio
de PEABODY.
7.- FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PERCEPCIN DE PERSONAS.
7.1.- Factores asociados al perceptor.
El perceptor recibi una considerable atencin en los primeros estudios sobre la
percepcin de las personas. Concretamente, el inters inicial se diriga hacia la
identificacin del tipo de jueces con un mayor desarrollo de la exactitud perceptiva, lo
cual implicaba que la exactitud es una aptitud general. Las investigaciones no han
confirmado la veracidad de este supuesto, segn el cual los buenos jueces lo son para
todas las personas estmulo y para todos los tipos diferentes de cualidades.
Posteriormente, la corriente New Look en percepcin, otorg al perceptor y,
ms concretamente a sus motivos, necesidades, expectativas y personalidad, un papel
primordial en el proceso perceptivo.
Ms recientemente, las investigaciones han confirmado que:
- Los objetivos que persiguen los perceptores modelan los procesos cognitivos
asociados a la percepcin de personas.
- Las metas de quien percibe no slo influyen en cmo se procesa la informacin
recibida, sino tambin en el tipo de informacin que es buscada.
- Sin conocer las metas del perceptor, es imposible especificar el tipo de
impresin que se formar de la persona percibida.
* En relacin con las metas del perceptor.
JONES y THIBAUT (1958) dividieron en tres categoras los tipos de metas que
una persona suele ir buscando cuando percibe a otra:
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Respecto a las expectativas que los perceptores llevan consigo cuando perciben a
otra persona, JONES (1990) distingue dos tipos:
- Expectativas basadas en la categora. Tambin se denominan estereotipos y
sern tratadas en otro captulo.
- Expectativas basadas en el estmulo. Reflejan el conocimiento previo que el
perceptor tiene de la persona percibida. Ese conocimiento puede provenir de la
observacin directa, de la informacin que la propia persona percibida revela o de una
tercera fuente.
* Factores ms especficos que influyen en la formacin de impresiones.
1. Familiaridad:
- En general, esta caracterstica hace que la impresin formada sea mucho ms
compleja que cuando la persona estmulo es casi desconocida y, por regla general,
produce una mayor exactitud en la percepcin.
- Sin embargo, la familiaridad tambin produce ciertos sesgos perceptivos, como
el efecto de la mera exposicin (ZAJONIC, 1968), segn el cual la mayor frecuencia
de exposicin, o la repetida experiencia perceptiva de las personas estmulo, siempre
que su valor sea positivo o neutral, acaba por convertirlas en ms atractivas.
2. Valor estmulo:
- El valor que el estmulo tiene para los jueces afecta a su percepcin, tendiendo
a darse una acentuacin perceptiva, como mostraron BRUNER y GOODMAN (1947)
en su estudio sobre percepcin de monedas y crculos. En l, las monedas
(especialmente para los nios pobres) tendan a verse ms grandes de lo que lo eran.
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- Asimismo, el efecto halo indica que quienes son vistos de forma muy
positiva en un rasgo tienden a verse como poseedores de otros rasgos positivos. Este
efecto explica por qu las personas de elevado rango o prestigio son percibidas de forma
ms favorable de lo que por sus verdaderas cualidades mereceran.
3. Significado emotivo del estmulo:
- En general, este valor emotivo depende del poder del estmulo para
proporcionarnos consecuencias positivas o negativas. As, cuando una persona est
deseosa de hacer amigos es ms fcil que detecte en los dems indicios que hablen de su
predisposicin para hacer amistades.
- Dos fenmenos contrapuestos han sido sealados en relacin con el significado
emotivo de los estmulos: La defensa perceptiva, que consiste en el alto umbral de
reconocimiento que precisan algunos estmulos amenazadores (cuando no vemos
aquello que no queremos ver); y la perspicacia perceptiva, que consiste en el bajo
umbral de reconocimiento de que gozan los estmulos que pueden satisfacer una
necesidad o reportarnos beneficios.
4. Experiencia:
- Las personas que tienen ms experiencia con cierto tipo de rasgos realizan
percepciones ms acertadas, pues generalmente saben calibrar la importancia relativa
que, tanto la persona estmulo como la situacin en la que se encuentran, tienen en la
produccin de una determinada conducta (DAWSON, 1989).
La conducta y caractersticas de la persona percibida son inseparables de la
propia presencia del perceptor. As, la combinacin de determinadas metas que el
perceptor busca en interaccin con ciertas expectativas (por ejemplo, estereotipos),
puede producir que el perceptor realice ciertas tcticas que provoquen la confirmacin
conductual de sus expectativas. Este es el fenmeno de la profeca que se cumple a s
misma (HILTON y DARLEY, 1991). Un ejemplo puede ser el experimento de WORD
y colaboradores (1974) en el que encontraron que sujetos de raza blanca, cuando
entrevistaban a personas de raza negra, conducan la entrevista de forma que los
entrevistados obtenan un mal resultado, confirmando de esta manera sus expectativas
previas.
7.2.- Variables asociadas a la persona percibida.
Cuando el objeto de la percepcin es otra persona, hay un elemento crucial que
influye en la impresin que se forma el perceptor, y es que el estmulo perceptivo (la
otra persona) intenta regular y controlar la informacin que presenta al perceptor,
especialmente la referente a s mismo. Este manejo de la impresin es la consecuencia
inevitable de la percepcin social: dado que los dems continuamente se estn formando
impresiones de nosotros, es importante influir sobre esa impresin en la direccin
deseada y de ese modo influir sobre la conducta de los dems.
Con el manejo de la impresin de las personas no slo buscamos obtener la
mayor aprobacin social, sino tambin:
- Auto-ensalzamiento: consiste en mantener e incrementar la autoestima, as
como en presentar una imagen de uno mismo cercana al Yo-ideal.
- Auto-consistencia: validar las creencias que tenemos respecto a nosotros
mismos.
- Auto-verificacin: intentar aprender la verdad sobre uno mismo mediante la
obtencin de informacin diagnstica.
* Estrategias bsicas utilizadas en el manejo de la impresin.
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SRULL y WYER (1979), por ejemplo, encontraron una relacin directa entre la
frecuencia de la preactivacin de un determinado constructo y la probabilidad de su uso
posterior.
Los individuos, pero tambin los grupos, diferimos en la accesibilidad de
determinados constructos. Por ejemplo, los miembros de grupos minoritarios suelen
tener ms accesible la informacin concerniente a su pertenencia grupal que los
miembros de grupos mayoritarios.
Un tipo de constructos fcilmente accesibles son los que tienen que ver con
nosotros mismos, dado que se trata de informacin que es activada con frecuencia y, por
tanto, es posible que adems haya sido activada en un pasado reciente. Cada persona
tiene en relacin consigo misma concepciones relativamente claras en algunas reas y
menos claras en otras. Es probable que seamos esquemticos del Yo en una dimensin
si sta es importante para nosotros y si ocupamos una posicin extrema en ella. Por
ejemplo, una persona que sea muy atractiva fsicamente y otra que sea poco agraciada,
probablemente sern ms esquemticas del Yo en la dimensin atractivo fsico que una
tercera persona que ocupe una posicin intermedia en esa dimensin. MARKUS (1977)
encontr que las personas esquemticas del Yo en la dimensin independencia,
procesaban informacin relacionada con ese constructo de manera ms rpida y
consistente que quienes eran no esquemticos en esa dimensin.
* Caractersticas propias de la informacin.
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3.2.- Aplicabilidad.
La aplicabilidad se refiere a la relacin entre las caractersticas del conocimiento
almacenado y las caractersticas observadas en el estmulo. Cuanto mayor es la
superposicin entre ambos tipos de caractersticas, mayor es la aplicabilidad del
conocimiento al estmulo y mayor es la probabilidad de que el conocimiento sea
activado en su presencia. Por ejemplo, BANAJI y colaboradores (1993) encontraron que
los constructos preactivados no eran utilizados si no se ajustaban a la categora social de
pertenencia de la persona estmulo. As, cuando el constructo dependiente era
preactivado, aunque fuera aplicable a la conducta percibida despus, slo era utilizado si
la persona estmulo era mujer, y no cuando era hombre.
La aplicabilidad no debe confundirse con la consistencia. Un constructo cuyas
caractersticas sean inconsistentes con las del estmulo, puede tener mayor aplicabilidad
al estmulo que un constructo cuyas caractersticas sean irrelevantes. Por ejemplo, una
conducta deshonesta es inconsistente con la categora honesto, pero comparte la
dimensin de honestidad. As, si se preactiva un constructo inconsistente puede producir
un efecto de contraste, pues puede utilizarse como criterio de comparacin, cosa que no
ocurrira con un constructo irrelevante.
Establecer el grado de superposicin entre lo percibido y lo almacenado es
bsicamente un proceso de categorizacin. Categorizar significa incluir un estmulo
dentro de una categora o conjunto de estmulos, basndose para ello en el parecido que
tiene con esos estmulos y en las diferencias con otros. As, cuando vemos a una
persona y percibimos que se trata de un profesor, lo que hemos hecho es categorizar.
Tradicionalmente se pensaba que para etiquetar un estmulo como integrante de
una determinada categora o grupo, ese estmulo deba presentar una serie de
caractersticas necesarias y suficientes que compartan todos los integrantes de la
categora. Sin embargo, esta consideracin dista mucho de reflejar lo que realmente
hacemos cuando categorizamos. Por ejemplo, para que un suceso fuese clasificado
como un juego, debera presentar una serie de elementos mnimos (como ejercicio
para divertirse); sin embargo, los juegos olmpicos son juegos, aunque la diversin no
sea precisamente algo que los caracterice.
Como alternativa al enfoque clsico de la categorizacin surgi la perspectiva
de los prototipos. Segn esta aproximacin, la pertenencia a una categora es algo
probabilstico, ms que de todo o nada. La probabilidad de categorizar un estmulo
como perteneciente a una u otra categora depende del parecido que tenga con el
prototipo de la categora (el promedio o ideal). Dado que cualquier estmulo
comparte muchas similitudes con numerosos prototipos, los lmites entre categoras son
difusos. As, un canario es un ave ms tpica que un avestruz. El enfoque de los
ejemplares sera semejante a esta aproximacin, slo que la comparacin se hara no
con el prototipo, sino con los buenos ejemplos que se tienen de la categora.
HIGGINS (1996) diferencia entre aplicabilidad, o bondad del ajuste, y la
susceptibilidad estimada de utilizacin, que es el grado en que el perceptor considera
apropiado o relevante aplicar el conocimiento al estmulo. La susceptibilidad estimada
de utilizacin:
- Es importante porque influye en si el conocimiento activado se utilizar
realmente o no. As, aunque la informacin almacenada est activada, debido a su
accesibilidad y aplicabilidad a un estmulo, puede que no se utilice conscientemente si
se percibe como irrelevante o inapropiada. Por ejemplo, las personas sin prejuicios
intentarn no utilizar la informacin estereotpica al juzgar a los dems cuando la
situacin permite realizar juicios de susceptibilidad estimada de utilizacin, juicios
que estn bajo el control de la persona.
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Los estudios que hemos comentado hasta ahora, muestran una tendencia a
recordar mejor la informacin congruente o consistente con las expectativas previas,
que la informacin irrelevante o inconsistente. Sin embargo, este resultado se vio
desafiado por una investigacin de HASTIC y KUMAR (1979) que mostraba que la
gente recordaba mejor la informacin incongruente, seguida de la congruente, y peor la
irrelevante. Tambin la revisin realizada por STANGOR y McMILLAN (1992) de 54
experimentos en los que se compar el recuerdo de informacin consistente e
inconsistente, confirm la superioridad en el recuerdo de la informacin inconsistente.
No obstante, hay que sealar que la investigacin tambin ha mostrado la
existencia de importantes variables que moderan este efecto. As, la tendencia a recordar
mejor la informacin inconsistente es ms dbil:
- Cuando la gente intenta ratificar una impresin que ya se han formado que
cuando se estn formando una primera impresin.
- Cuando el perceptor tiene fuertes expectativas.
- Cuando la informacin procesada es compleja o el tiempo de que se dispone es
limitado.
- Cuando se intenta memorizar la informacin, ms que formarse una impresin
coherente.
- Y cuando la informacin se refiere a un grupo ms que a un individuo.
Como puede apreciarse, la ventaja en el recuerdo de la informacin inconsistente
parece darse cuando la persona tiene la capacidad y la motivacin para procesarla,
deducindose, por tanto, que esta informacin necesita de mayores esfuerzos para su
procesamiento.
FISKE y TAYLOR (1991), han sealado tambin la existencia de otro factor que
influye en que se recuerde mejor la informacin congruente o incongruente, y es la
fuerza de la representacin:
- Cuando se trata de conocimientos que son dbiles o que se estn desarrollando,
entonces es probable que el individuo preste atencin y recuerde la informacin que es
inconsistente.
- Cuando los conocimientos, en cambio, estn bien desarrollados, la gente tiende
a validar sus creencias fijndose en la informacin consistente.
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La influencia que en los juicios de covariacin tienen las creencias previas de los
perceptores sociales est slidamente establecida, y es lo que se conoce cmo
correlacin ilusoria (CHAPMAN y CHAPMAN, 1967).
* Estimacin de probabilidades.
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Se entiende por informacin diagnstica aquella que guarda una relacin con la
tarea a realizar. No parece lgico que la informacin sin valor diagnstico influya en la
inferencia. Sin embargo, se ha encontrado un efecto de desledo o diluido, en virtud
del cual si se aade a una cierta informacin diagnstica elementos de informacin no
diagnstica, las inferencias se hacen menos extremas. Por ejemplo, NISBETT y
LEMLEY (1980):
- Presentaron a un grupo de estudiantes de Trabajo Social informacin sobre una
persona. Tal informacin haca referencia a que sta tena fantasas sexuales
sadomasoquistas. Cuando se les preguntaba a los sujetos sobre la probabilidad de que
dicha persona cometiera abusos sexuales con nios, las probabilidades estimadas eran
altas.
- Sin embargo, dichas probabilidades se estimaban considerablemente inferiores
cuando a la misma informacin diagnstica se le aada otra no diagnstica, del tipo:
esa persona, en sus ratos libres, repara coches antiguos. La razn de este fenmeno
podra estar en que cuando slo aparece informacin diagnstica, la persona es vista
como altamente representativa del grupo de pervertidor de menores, mientras que esa
representatividad disminuye cuando hay informacin adicional no diagnstica.
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Si una persona de clase baja niega su ayuda a una persona de clase superior, a pesar de
haberla solicitado sta de forma explcita, la negacin de ayuda se produce en presencia
de una causa inhibitoria (la mayor vulnerabilidad de la persona de clase baja). En
consecuencia, la atribucin es ms segura: en virtud del principio del aumento, el
observador concluye que la persona de clase baja tena un deseo genuino de no ayudar.
* Esquema de las causas necesarias mltiples o CNM.
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TEMA 7: ESTEREOTIPOS.
1.- INTRODUCCIN.
El concepto de estereotipo es claramente articulatorio entre los procesos
psicolgicos (cognitivos y motivacionales) y los procesos sociales, pues los estereotipos
son creencias que tratan sobre grupos y, a su vez, se crean y comparten, en y entre los
grupos, dentro de una cultura.
Esta cuestin ha sido objeto de una particular atencin en nuestro pas,
respondiendo a la realidad social y poltica presente, centrndose en los estereotipos:
- De los grupos regionales y autonmicos.
- Y de gnero.
2.- LA DEFINICIN DE ESTEREOTIPO.
2.1.- Las definiciones de estereotipo y su clasificacin.
Las definiciones de estereotipo se pueden agrupar teniendo en cuenta dos
dimensiones: La dimensin errneo normal y la dimensin individual social.
1. La dimensin errneo normal tiene que ver con que se considere o no al
estereotipo una forma errnea o inferior de pensamiento. Cuando se habla de forma
inferior de pensamiento se est aludiendo a que son errneos porque no coinciden con la
realidad, porque obedecen a una motivacin defensiva, por tener un carcter de
sobregeneralizacin, o porque son rgidos o estn vinculados al etnocentrismo
(entendido ste como la sobrevaloracin del propio grupo y el rechazo y hostilidad
hacia exogrupos).
2. La dimensin individual social tiene que ver con que se incluya el acuerdo o
consenso social en su definicin o se limite a considerar que son creencias que sostienen
los individuos.
Ejemplos de definiciones que se pueden clasificar de acuerdo con las dos
dimensiones anteriores:
- Errneo - Consenso: Creencia sin base adecuada, parcialmente inexacta,
mantenida con considerable seguridad por mucha gente. (HARDING y otros).
- Normal - Consenso: Consenso de opinin sobre rasgos atribuidos a un grupo.
(TAJFEL).
- Errneo - Individual: Generalizacin injustificada. (BRIGHAM).
- Normal - Individual: Creencias mantenidas por un individuo con relacin a un
grupo. (ASHMORE y Del BOCA).
Existe otra cuestin sobre la que hay desacuerdo: el tipo de caractersticas o
rasgos que se incluyen en el estereotipo, los que caracterizan al grupo, o ms bien los
que lo distinguen de otros grupos. En esta ltima lnea se encuentra la definicin de
McCAULEY, STITT Y SEGAL (1980) cuando dicen que los estereotipos son aquellas
generalizaciones acerca de una clase de personas, que distinguen esa clase de otras. En
otras palabras, es una atribucin diferencial de rasgos, o una prediccin diferencial,
basada en la informacin de pertenencia al grupo. Concebimos la prediccin de los
estereotipos como probabilstica ms que de todo o nada.
Los problemas que esta conceptualizacin plantea, son que se pueden incluir en
el estereotipo caractersticas muy diferenciadoras pero poco frecuentes, y excluir rasgos
frecuentes pero poco diferenciadores (ASHMORE y Del BOCA, 1981).
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Por lo tanto, se tender a ver ms miembros de la categora mala que los que
realmente hay, y este efecto ser mayor cuanto mayor prejuicio tenga el sujeto que lleve
a cabo la identificacin.
6.2.- Funciones sociales.
* Segn TAJFEL.
Para TAJFEL, la evidencia aportada por diversas ciencias sociales apunta a que
los estereotipos de diversos exogrupos se suelen difundir ampliamente:
1. Cuando se trata de explicar acontecimientos a gran escala, que se
caracterizan por su complejidad y por su carcter negativo. As, por ejemplo, las crisis
en las economas de las diversas naciones europeas se pueden explicar atribuyendo las
causas a ciertos grupos y a los estereotipos asociados a ellos.
2. Cuando la difusin de estereotipos tiene que ver con la justificacin de
acciones cometidas o planeadas contra los exogrupos. Por ejemplo, los estereotipos
difundidos cuando un grupo mayoritario pretende eliminar la posibilidad de integracin
educativa para un grupo marginado, exagerando la proporcin de miembros del grupo
marginado que se dedican a actividades delictivas.
3. Cuando se asocia la diseminacin de estereotipos con el restablecimiento de la
diferenciacin positiva a favor del endogrupo en los momentos en que las diferencias
parecen estar reducindose, o en el caso de que la imagen del endogrupo no sea positiva
cuando se perciben posibilidades de cambio.
En otras palabras, los estereotipos sirven para mantener una distintividad
positiva para el endogrupo, en especial en situaciones en que se pone en cuestin el
status quo, y cumplir as la funcin ideolgica de mantenimiento de un sistema
social determinado. Por otra parte, en contextos igualitarios, en los que la parcialidad a
favor del propio grupo puede ser mal considerada, se puede recurrir a una estrategia ms
sofisticada para alcanzar esa distintividad: sealar las diferencias a favor del endogrupo
en dimensiones ms importantes y conceder al exogrupo ventaja en otras dimensiones
de menor importancia. Con ello se mantiene la superioridad en lo ms valorado, pero se
puede ofrecer la imagen de no discriminar, pues se compensa al exogrupo en otras
dimensiones. Para TAJFEL, pues, las funciones de los estereotipos estn supeditadas a
las relaciones de poder entre los grupos.
* Otras contribuciones.
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- Por otra parte, las personas que son diferentes a nosotros nos resultan ms
amenazantes, y es ms difcil predecir cual ser su reaccin ante nuestro ofrecimiento de
ayuda. Sin embargo, hay muchos factores que nos pueden impulsar a ayudar a personas
muy diferentes a nosotros, por ejemplo, cuando los costes de no hacerlo superan a los
beneficios, o a los costes de prestar ayuda.
GAERTNER y DOVIDIO (1977) estudiaron experimentalmente la relacin
entre conducta de ayuda y semejanza-diferencia de la vctima y el observador. En este
caso la diferencia se refera a la raza. La situacin experimental consista en hacer que
los sujetos (blancos) oyeran como por casualidad un accidente grave sufrido por una
persona en la habitacin de al lado. Se manipularon dos variables: la presencia o no de
otros observadores (blancos), y la raza de la vctima (a unos sujetos se les dijo que era
una persona blanca y a otros que era negra). Los resultados muestran que:
1. Los sujetos solos ayudaron ms que los que crean que haba otros testigos,
pero no ayudaron ms a la vctima blanca, sino a la negra.
2. En la condicin en la que supuestamente haba otros observadores, los sujetos
ayudaron a la vctima blanca el doble que a la negra.
Se confirma, por tanto, el efecto de difusin de la responsabilidad, pero el de
la semejanza slo aparece en un caso: cuando hay otros observadores. La explicacin
que proponen GAERTNER y DOVIDIO es que:
1. En la condicin en que el sujeto cree ser el nico testigo del accidente, la
norma social sobre lo que hay que hacer en esa situacin est muy clara, y la propia
imagen del sujeto se vera perjudicada si violara sus sentimientos de obligacin moral
negndose a ayudar a una persona por ser de otra raza.
2. Sin embargo, en la condicin en que hay ms testigos, la responsabilidad es
ms difusa y el sujeto puede excusarse en que otro ayudar para discriminar a la vctima
de otra raza sin que el motivo sea claramente el racismo, con lo cual sus valores
personales y su propia imagen como persona no racista quedan a salvo.
Esta reaccin es tpica de los individuos que GAERTNER y DOVIDIO (1986)
llaman racistas aversivos, cuyo prejuicio contra otra raza no es manifiesto sino sutil.
El racismo sutil es una forma muy extendida de racismo que consiste en que la
persona se considera libre de prejuicios raciales, pero inconscientemente mantiene
sentimientos negativos hacia los individuos de otra raza. Por ello, la discriminacin
racial aparece en determinadas situaciones (cuando las normas son ambiguas o existe
alguna coartada no racista), pero no en otras.
La semejanza entre la vctima y el observador puede influir en la conducta de
ayuda a travs de otros mecanismos:
- En principio, cuanto ms semejante a nosotros es una persona, mayor es
nuestra tendencia a considerar que no tiene la culpa de lo que le pasa, y ms dispuestos
nos sentimos a ayudarla al considerar que su problema se debe a circunstancias ajenas.
- Sin embargo, tambin puede darse el fenmeno contrario: Cuando la vctima se
nos parece demasiado, su problema nos puede recordar que eso mismo nos podra pasar
a nosotros, lo que nos produce una desagradable sensacin de amenaza. Para luchar
contra eso, un mecanismo es la distorsin de la percepcin de la vctima, vindola
como diferente a nosotros, y otro es la atribucin de responsabilidad a la vctima, de
manera que tambin se consigue una diferenciacin, al asignarle caractersticas
negativas como falta de inteligencia o de precaucin, por ejemplo.
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Las personas que hayan obtenido una consecuencia negativa a raz de un acto de
ayuda, mostrarn una tendencia mucho menor a ayudar a otros en el futuro que los que
hayan recibido un refuerzo positivo.
Ahora bien, si el castigo por ayudar da como resultado una disminucin en la
frecuencia posterior de conductas de ayuda, el castigo por no ayudar tampoco aumenta
dicha frecuencia, ya que produce un estado emocional negativo (de ira u hostilidad) que
es incompatible con la tendencia a beneficiar a otros. Por ltimo, tampoco las
recompensas materiales resultan ser un refuerzo adecuado para los nios: si aprenden a
asociar su conducta de ayuda con alguna recompensa material, slo ayudarn despus
cuando esperen recibir algn premio, y su motivacin intrnseca para comportarse
prosocialmente se ver deteriorada.
5.2.- Factores emocionales.
El ver a alguien en dificultades o sufriendo nos produce una activacin
emocional que es comn a todas las culturas, lo que indica que existe una base
biolgica. Lo que no est tan claro es que esa activacin emocional derive siempre en
un impulso a ayudar al otro. Una cosa es la activacin, una respuesta fisiolgica difusa,
y otra la interpretacin que hagamos de ella. Y esa interpretacin, que depende mucho
del contexto concreto, define en parte el tipo de emocin que sintamos. Si la situacin
nos lleva a interpretar la activacin como ira, nuestra tendencia de respuesta ser muy
distinta de la que tendramos si la interpretramos como compasin.
Un factor importante que determina la emocin que sintamos ante una situacin
en que alguien necesita ayuda es la atribucin que hagamos sobre las causas del
problema del otro. Esto se debe a que las atribuciones influyen en las emociones, y stas
en la conducta:
Generalmente, si atribuimos el problema del otro a causas ajenas a su voluntad,
su sufrimiento nos provocar una emocin positiva hacia l (empata), que nos
impulsar a ofrecerle ayuda. Mientras que si le consideramos responsable de lo que le
ocurre, sentiremos una emocin negativa (ira, desprecio), que disminuir nuestra
motivacin para ayudarle.
Sin embargo, a veces son precisamente las emociones negativas las que nos
impulsan a ofrecer ayuda a otra persona.
Es el caso del sentimiento de culpa. La gente que se siente culpable hacia
alguien tiene ms tendencia a ayudar no slo a aqul al que cree haber perjudicado sino
tambin a otros. Esto se podra explicar como un mecanismo para restaurar la propia
imagen, deteriorada por haber causado algn perjuicio a otra persona.
Finalmente, hay casos en los que simplemente presenciar cmo se perjudica a
otra persona hace que la gente se muestre ms proclive a prestar ayuda. Aqu no sera
culpabilidad sino tristeza la etiqueta adecuada para la emocin que impulsa a
ayudar.
CIALDINI y colaboradores (1982) han propuesto el modelo del alivio del
estado negativo, segn el cual cuando la gente experimenta emociones negativas de
culpa, por haber perjudicado a alguien, o de tristeza, por haber sido testigo del dao
a otra persona, se siente motivada a reducir ese estado emocional desagradable. Una de
las vas para conseguirlo es la conducta de ayuda, por sus consecuencias reforzantes
aprendidas en experiencias anteriores. Sin embargo, no es la nica, y si la persona
encuentra antes otra alternativa para liberarse del estado negativo, la conducta de ayuda
ser mucho menos probable. Por la misma razn, si la persona piensa que el ayudar no
la va a liberar de su malestar, tampoco se sentir motivada para hacerlo.
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KULIK y MAHLER (1989) les dieron la opcin, a unos pacientes que esperaban
ser sometidos a una operacin quirrgica, de instalarles en una habitacin junto a otro
paciente que esperaba lo mismo o acomodarles con un paciente que acababa de pasar
por esa operacin, y la mayora prefirieron estar junto a alguien que ya haba sido
operado, no slo por que tena ms conocimiento del proceso, sino tambin porque su
presencia constitua un elemento tranquilizador.
FOX (1980) pidi a las personas que participaron en su estudio que indicaran, en
diferentes situaciones, si preferan estar solos o con otras personas. El deseo de estar en
compaa fue mayor en situaciones agradables y amenazadoras, y preferan estar solas
en situaciones desagradables y en las que requeran concentracin.
La afiliacin est estrechamente asociada con la atraccin, pero son realidades
diferentes. As, SURRA y MILARDO (1991) distinguieron entre:
- Redes interactivas: compuestas por las personas con quienes el individuo
mantiene interacciones frecuentes.
- Y redes psicolgicas: formadas por las personas a quienes el individuo siente
cerca y considera importantes.
Y encontraron que el 75 por ciento de las personas que los participantes
identificaban como miembros de una de las dos redes, slo pertenecan a una de ellas
(no a las dos); adems, no haba correlacin entre el tamao de las dos redes.
3.- ATRACCIN INTERPERSONAL.
La atraccin interpersonal se puede entender, de una forma amplia, como el
juicio que una persona hace de otra a lo largo de una dimensin actitudinal cuyos
extremos son la evaluacin positiva amor y la evaluacin negativa odio. Este juicio
o actitud es frecuente que vaya asociado a conductas (por ejemplo, el intento de estar
junto a las personas que nos atraen), sentimientos (sentirnos alegres o felices junto a
tales personas), y otras cogniciones (inferir que una persona muy atractiva tendr otras
caractersticas positivas).
3.1.- Explicaciones psicosociales de la atraccin.
* La bsqueda de consistencia cognitiva.
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Siendo todo lo dems igual, una persona con apariencia fsica agradable resulta
ms atractiva que otra con apariencia fsica menos agraciada (HATFIELD y
SPRECHER, 1986). Atractivo fsico establece una equivalencia entre ser agraciado y
ser atractivo. Las caractersticas fsicas son importantes en los primeros encuentros, o
cuando el contacto es superficial, y pueden influir en que existan posteriores contactos.
RODIN (1987) postula que, cuando nos encontramos con personas desconocidas, lo
primero que nos planteamos es si esa persona tiene o no inters para nosotros, y si
consideramos que no lo tiene, la ignoramos. RODIN denomin a ese proceso
ignorancia cognitiva: a la persona en cuestin no se le presta ms atencin y es
olvidada. De esta manera, ahorramos tiempo y energa que dedicamos a otras personas,
pero tambin perdemos oportunidades de conocer personas valiosas. Por ejemplo, las
investigaciones muestran que los estudiantes suelen ignorar a las personas mayores, y
los varones a las mujeres poco atractivas.
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Si una persona semejante a nosotros tiene alguna caracterstica negativa, es posible que
nos lleve al rechazo. Es ms, en ocasiones la diferencia puede ser ms reforzante que la
semejanza. Por ejemplo, de personas diferentes podemos aprender cosas nuevas y
valiosas, y cierto grado de discrepancia siempre puede ser estimulante, adems sentirse
nico es algo muy valorado. Como puede apreciarse, tanto la semejanza como la
diferencia pueden favorecer la atraccin siempre y cuando sean reforzantes.
3. Por ltimo, de acuerdo con las teoras de la expectativa-valor, las personas
buscamos objetivos en los que estn equilibrados su valor y la posibilidad de
conseguirlos. As, en la vida real, nos sentimos atrados hacia la persona ms valorada
dentro del campo de aquellas personas que pueden correspondernos. Es decir, no
pretendemos casarnos con la persona ms rica y ms guapa, etc. As, diversas
investigaciones han mostrado que los miembros de parejas heterosexuales suelen estar
equiparados en atractivo fsico, lo que se conoce como la hiptesis del
emparejamiento (FEINGOLD, 1988).
* Reciprocidad.
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Un buen ejemplo es Don Juan Tenorio. Se caracteriza por que no hay fuertes
vnculos emocionales, las cualidades de la persona amada no son los determinantes de la
atraccin, con frecuencia se cambia de una persona a otra, hay ciertas dosis de engao,
aunque asumido a veces por ambas partes, y los celos y la posesividad no son algo
esencial.
* El amor altruista.
Algunos de los tipos formulados por STERNBERG coinciden con los que ya
hemos tratado:
- La intimidad se refiere al sentimiento de cercana, unin y afecto hacia el
otro, sin que haya pasin ni compromiso a largo plazo.
- La pasin coincide con el denominado amor a primera vista, y consiste en
un estado de excitacin mental y fsica. Generalmente, describe el amor que se torna
obsesin por la persona amada.
- El compromiso consiste en la decisin de que uno quiere a otra persona sin
que haya intimidad ni pasin.
- El amor romntico se da cuando los amantes se atraen tanto fsica como
emocionalmente, pero no va acompaado de compromiso. Por ejemplo, Romeo y
Julieta.
- El amor fatuo es el de las pelculas, en el que la pasin cristaliza enseguida
en compromiso y matrimonio.
- El amor compaero es la situacin en la que los componentes de intimidad y
compromiso aparecen unidos.
- El amor perfecto combina los tres componentes y es bastante difcil de
alcanzar o mantener.
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STERNBERG seala que cada uno de los tres componentes bsicos del amor
tiene una evolucin temporal diferente. La intimidad se desarrolla gradualmente
conforme avanza la relacin, y su crecimiento es ms rpido en las primeras etapas; la
pasin es muy intensa al principio, pero suele caer cuando avanza la relacin,
estabilizndose en niveles moderados; el compromiso crece despacio al principio, ms
lento que la intimidad, y se estabiliza cuando las recompensas y costes de la relacin
aparecen con nitidez.
5.- PROBLEMAS EN LAS RELACIONES AMOROSAS.
Las relaciones amorosas no slo se componen de sentimientos y conductas
positivas, muchos de los componentes genuinos del amor conllevan ineludiblemente su
vertiente negativa. As, la idealizacin del enamoramiento conduce al desengao cuando
la realidad se presenta tal y como es.
5.1.- Los celos.
Se trata de un estado emocional negativo que aparece cuando la persona percibe
que su relacin amorosa se ve amenazada por otra, sea esta ltima real o imaginaria. Las
emociones ms vinculadas a los celos son la ansiedad, la tristeza y la ira. Dos aspectos
pueden apreciarse dentro de los celos: De una parte, dolor, frustracin o rabia por la
prdida del otro; y, de otra parte, disminucin de la autoestima y del amor propio. Las
investigaciones sugieren que estos dos aspectos son relativamente independientes.
Los celos tienen, en general, efectos negativos sobre la relacin. Sin embargo, la
provocacin de celos en pequea proporcin es utilizada deliberadamente por la pareja
con el fin de obtener efectos beneficiosos sobre la relacin.
La aparicin de los celos depende de tres tipos de variables, referidas a
caractersticas de la persona que los experimenta, de la relacin y de la situacin.
Diversos estudios han mostrado que tienden a ser celosas las personas que presentan
baja autoestima y sentimientos de no ser la pareja adecuada, ansiedad, neurosis,
insatisfaccin, dependencia de la pareja, etc. Cuando una relacin implica poco amor o
compromiso, esto es, el grado de implicacin es bajo, el riesgo de celos es menor.
Los estudios de BUSS (1994), indican que las mujeres experimentan celos
cuando sus compaeros desvan sus recursos hacia otra mujer, mientras que los hombres
aparecen ms preocupados por la infidelidad sexual. BUUNK (1995) defiende que no
hay evidencia de que hombres o mujeres respondan de forma ms negativa a la
implicacin sexual de su pareja con otra persona, aunque los celos de los varones se
focalizan ms en los aspectos sexuales de la aventura.
Tambin han aparecido notables diferencias culturales en la experiencia de los
celos. BUUNK y HUPKA (1987) preguntaron a estudiantes universitarios de varios
pases las situaciones que les ponan celosos y las respuestas variaron segn los pases.
5.2.- Insatisfaccin y ruptura de las relaciones.
Los siguientes factores estn relacionados con la ruptura de las relaciones entre
personas de distinto sexo, tanto si se trata de relaciones firmemente establecidas, como
si son relaciones incipientes.
* Intimidad e implicacin en la relacin.
Antonio Salvatierra
Varios ndices mostraron diferencias entre las parejas que seguan juntas y las
que no. En las primeras, tanto hombres como mujeres, se consideraban (dos aos antes)
ms unidos, tenan mayores intensiones de casarse, puntuaban ms alto en la escala de
amor de RUBIN y manifestaban que esa relacin era la nica que haban tenido durante
ese tiempo. Otros ndices de intimidad no diferenciaron entre los dos tipos de parejas.
Tambin en la escala de cario de RUBIN haba diferencias entre los dos
grupos, pero slo en el caso de las mujeres (quienes permanecan con su pareja
mostraban mayor cario hacia su compaero); adems, el amor de las mujeres por sus
parejas era un mejor predictor del resultado de la relacin (fracaso o no fracaso) que el
amor de los varones hacia las suyas. El grado de implicacin tambin influa en la
continuidad de la pareja, de las parejas que dijeron que ambos estaban implicados en
igual medida en la relacin, slo el 23 por ciento se haban separado, mientras que eso
les haba ocurrido al 54 por ciento de las que indicaron que uno estaba ms implicado
que el otro.
Este ltimo punto coincide con la idea central de la teora de la equidad, una
versin de la teora del intercambio social. Segn esta teora (HATFIELD y
TRAUPMANN, 1981), la gente en una relacin compara sus costes y beneficios con los
de la otra persona. Si ambos estn equilibrados, la relacin produce satisfaccin y, en
consecuencia, tiene estabilidad. Pero el desequilibrio es aversivo y se produce tanto
cuando la persona cree que est dando ms a la relacin, como cuando cree que est
dando menos. Una derivacin importante de esta teora, es que las personas que tienen
relaciones conflictivas no tienen por qu percibirlas necesariamente como malas, pues
todo depende del tipo de relacin que creen que merecen.
No conviene sobrestimar la importancia de la equidad en las relaciones de
pareja, ya que estas relaciones son ms bien de tipo comunal (en las que una persona
responde a las necesidades de la otra), no de intercambio (en las que se espera
reciprocidad), y porque es ms importante sentir que nuestra pareja nos proporciona
amor que percibir una perfecta equidad en el intercambio de recompensas.
Las parejas felices se caracterizan por una comunicacin abierta y centrada en la
solucin de problemas. En cambio, las parejas son ms infelices cuando se comunican
intentando evitar los conflictos, ignorndolos, o enfrentndolos de manera destructiva
(con crticas, quejas, sarcasmo, etc.).
* Semejanza y ajuste.
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* Evaluacin negativa.
A medida que la relacin avanza en el tiempo, las tareas del hogar y los hijos
exigen tiempo y las presiones econmicas acucian, se pierden importantes elementos
reforzantes para la pareja. Pero todava es ms desastrosa para la relacin la aparicin
de la crtica y la evaluacin negativa. BIRCHLER y colaboradores (1975) encontraron
que las parejas casadas usaban entre s ms refuerzos negativos y menos positivos que
cuando interactuaban con extraos, siendo esa tendencia mucho mayor en las parejas
que no se llevaban bien. En general, quienes estn insatisfechos con su relacin tienden
a responsabilizar de los problemas a su pareja, realizando atribuciones globales (que
afectan a otras conductas en el matrimonio) y estables (que se repiten).
5.3.- La soledad.
Nos afecta a casi todos nosotros en algn momento de nuestra vida, y en muchas
personas constituye una situacin crnica. La soledad ha sido definida como una
discrepancia subjetiva entre el nivel de contacto social logrado y el deseado, (PEPLAU
y PERLMAN, 1982), siendo habitual diferenciar entre dos tipos de soledad:
- Social: cuando el individuo no tiene una red de relaciones sociales de la que
pueda sentirse parte y en la que compartir intereses y actividades comunes.
- Y emocional: resultado de la prdida de una relacin ntima o estrecha con otra
persona.
En la definicin de PEPLAU y PERLMAN pueden destacarse tres aspectos:
1. El dficit percibido puede ser cuantitativo (no tengo amigos o tengo menos
de los que quisiera), o cualitativo (siento que mis relaciones son superficiales o no tan
satisfactorias como quisiera).
2. La soledad tiene un carcter subjetivo: es la propia persona quien decide si
su nivel de contacto social es satisfactorio o no. Algunos autores han distinguido entre
soledad y aislamiento (como le ocurre a muchos escritores, religiosos, etc.). En el
juicio que cada uno realizamos sobre si nos sentimos solos o no, influyen los criterios y
normas que existen en el medio social. Por ejemplo, en una sociedad en la que todas las
personas son animadas y presionadas para casarse, quedar soltero o soltera puede ser
una fuente importante de soledad.
3. La soledad constituye una vivencia o sentimiento negativo. EXPSITO y
MOYA (1993) adaptaron a nuestro pas la UCLA Loneliness Scale (de RUSSELL,
PEPLAU y CUTRONA, 1980), que ha sido el instrumento ms utilizado para estudiar
la soledad. En una muestra formada por estudiantes, encontraron que las personas que
obtenan puntuaciones altas en esta escala tambin presentaban baja autoestima, altos
niveles de ansiedad, depresin y sentimientos de hostilidad, as como patrones
conductuales de evitacin social. Los datos disponibles en Espaa sobre los niveles de
soledad son muy semejantes a los existentes en otros pases, fundamentalmente en
Estados Unidos.
RUBINSTEIN y SHAVER (1982) publicaron un cuestionario sobre soledad en
diversos peridicos de Estados Unidos. Entre las miles de respuestas obtenidas
seleccionaron las de 3.500 personas. Ante la pregunta, cmo se siente usted cuando se
siente solo?, los sentimientos mencionados ms a menudo fueron: tristeza, depresin,
aburrimiento, autocompasin y deseo de estar con una persona en especial. Con los 27
adjetivos que podan elegir para definir cmo se sentan, se realiz un anlisis factorial,
que proporcion los siguientes factores: 1. Desesperacin (desesperado, indefenso,
temeroso, sin esperanza); 2. Depresin (triste, vaco, aislado, deprimido); 3.
Aburrimiento-Impaciencia (impaciente, aburrido, furioso, incapaz de concentrarse); y 4.
Autodevaluacin (nada atractivo, estpido, inseguro).
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Por una parte, es posible que cuando no se percibe intencionalidad, la persona no llegue
a sentir estrs y, por tanto, no se active su agresividad. Pero, por otra parte, tambin
podra ser que la persona inhiba su conducta agresiva por considerar que no es
socialmente aceptable responder a un ataque no intencionado.
ZILLMAN y CANTOR (1976) pusieron a prueba estas hiptesis. Todos los
sujetos de su experimento fueron maltratados verbalmente por el experimentador. Pero,
despus, a la mitad se les explic que el experimentador haba estado sometido a un
fuerte estrs. La activacin de los sujetos se midi por la tasa cardaca y la presin
sistlica. Y los resultados mostraron que, en aquellos que haban sido informados del
estrs del experimentador, haba disminuido la activacin en los dos ndices.
3.8.- Violacin de las normas.
MUMMENDEY (1984) defiende que la agresin no es un acto aislado. Ocurre
como un episodio o un acto de una secuencia de interacciones, entre dos o ms
personas, en la que hay que tener en cuenta:
1. La interpretacin de las personas implicadas en la interaccin.
2. El contexto en que se enmarca.
3. La divergencia de perspectivas segn la posicin de cada persona (atacante o
agresor).
4. Y el desarrollo a lo largo del tiempo.
GLORIA y RIDDER (1977 y 1979) defienden la existencia de una norma
implcita en la interaccin entre personas: que las conductas aversivas son tolerables
mientras sean necesarias para la consecucin del objetivo. Es decir, la agresin es uno
de los resultados posibles cuando dos o ms personas interactan, pero slo se produce
como reaccin ante una conducta aversiva que viole esta norma, o sea, que no se pueda
justificar por la consecucin del objetivo comn.
3.9.- Violencia en el contexto familiar y agresin.
STRAUSS (1980) afirma que las condiciones para que la violencia en la familia
se convierta en antecedente de la agresin son tres:
1. El nivel de estrs y conflicto en la familia. En un estudio con nios de 12 a 30
meses, ya se encontraron altos niveles de malestar y activacin ante expresiones de
clera por parte de los padres. Este efecto era acumulativo.
2. El adiestramiento en la violencia. No es infrecuente que los mayores
expliquen al nio cmo y cundo es conveniente usar la violencia, justificando que es
una forma de defender los derechos.
3. El fomento de una norma cultural implcita segn la cual la violencia es
aceptable. Es decir, si los padres recurren con frecuencia a la violencia para imponer el
orden, el nio, debido a este aprendizaje social de carcter indirecto, adopta tambin la
violencia como medio para la solucin de sus conflictos.
4.- EL PROCESO DE AGRESIN.
4.1.- El papel de la activacin en general.
Para ilustrar cmo influye la activacin en la agresin es interesante considerar
el estudio de CHRISTY (1971). En l, los nios observaban a un modelo agresivo o no.
Despus, participaban en un juego competitivo o no. Entre los que competan, unos
ganaban y otros perdan de forma consistente. Posteriormente, se les ofreca la
posibilidad de agredir imitando al modelo. Los resultados pusieron de manifiesto que,
como se esperaba, los que haban sido forzados a competir mostraban ms agresividad.
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Ahora bien, no se observaron diferencias entre los que haban ganado y los que haban
perdido, aunque en estos ltimos era mayor el nivel de frustracin. De modo que
CHRISTY consider que la activacin era provocada por la competicin. Es decir, que
era la competicin la que proporcionaba energa a las conductas agresivas que la
observacin del modelo pona en marcha.
4.2.- Activacin y etiquetado cognitivo.
La activacin no slo proporciona energa a la conducta. Tambin interacta con
las ideas y pensamientos que surgen dentro de la situacin y sirve para incrementar el
estado de clera. Este es el planteamiento de la teora de SCHACHTER y SINGER
(1962), que postula que la emocin es el resultado de la conjuncin de un estado de
activacin y de una cognicin. A travs de la segunda, se comprende y se etiqueta a la
primera. GEEN propone recoger lo esencial de esta aportacin en tres hiptesis:
- La primera, o cualitativa, se aplica en aquellos casos en que la persona
experimenta un estado de activacin fisiolgica que no sabe explicar.
- La segunda, o nula, es el caso opuesto, cuando la persona cree poder
interpretar su activacin sin problemas.
- Y la tercera, o cuantitativa, estipula que la persona slo experimentar
emocin ante un conjunto de circunstancias cognitivas cuando se sienta activada.
La teora de SCHACHTER y SINGER proporciona una forma de explicar el
origen de la clera. Una persona que experimenta activacin de su agresividad, si la
atribuye a alguna cognicin relacionada con la clera, sentir clera. Una situacin ms
compleja tiene lugar cuando la persona es activada por alguna razn desconocida. Por
ejemplo, un efecto secundario de un medicamento que nos es desconocido, podemos
imputarlo a la clera si en ese momento preciso vemos por la televisin que meten un
gol a nuestro equipo.
4.3.- Transfer de la excitacin y clera.
El transfer de la excitacin, ha sido descubierto por ZILLMAN y sus
colaboradores. Segn estos autores, con frecuencia dos acontecimientos activadores
ocurren en secuencia y van separados por un corto perodo temporal. Tambin ocurre en
muchas ocasiones, que parte de la activacin que provoca el primer acontecimiento se
transfiere al segundo. El resultado es que esa activacin transferida se suma a la
provocada en segundo lugar.
En un trabajo de ZILLMAN, de 1971, los sujetos eran provocados por un ataque
interpersonal. Luego, eran activados por una pelcula en unos casos erticas y en otros
violentas. Los resultados mostraron que los sujetos agredidos reaccionaban con ms
violencia tras ver la pelcula ertica que despus de ver la violenta. Se interpret que la
pelcula ertica provocaba ms activacin de la agresividad.
En otro estudio de 1974, ZILLMAN concluy que cualquier segunda actividad
que incremente la activacin puede dar lugar a la conducta de agresin, siempre que no
transcurra un tiempo demasiado largo, pues se diluira, ni demasiado corto, pues su
saliencia no permitira la atribucin de la agresividad al segundo acontecimiento en
virtud de la hiptesis nula.
Otra cuestin interesante es que, una vez producida la transferencia de
excitacin y consumada la conducta agresiva que ha potenciado, parece que, en algunas
ocasiones, el recuerdo de la colera experimentada puede permanecer y seguir influyendo
en posteriores conductas de agresin.
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