Revista QUR1
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Director
Diego Mancheno
Editor
Juan Fernando Terán
Consejo Editorial
Jorge Albán
Nicanor Jácome
Diego Mancheno
Alexis Mosquera
Francisco Rhon
Editora de estilo
María del Carmen Mosquera
Diseño
Antonio Mena
Impresión
Gráficas V&M
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ISBN: 978-9978-9995-4-7
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El Instituto de la Ciudad es una corporación social sin fines de lucro dedicada al análisis científico
aplicado de los procesos urbanos contemporáneos. Su labor busca apoyar a la formulación de
decisiones de política pública en el Distrito Metropolitano de Quito.
Las opiniones, interpretaciones y conclusiones expresadas por los autores de los artículos no
necesariamente reflejan ni representan las visiones del Instituto de la Ciudad y sus directivos.
Se autoriza citar o reproducir el contenido de esta publicación con las referencias adecuadas
y completas.
Índice
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Diego Mancheno
EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS
El sistema de ciudades y el
polimetropolitanismo en Colombia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Óscar A. Alfonso R.
DOCUMENTACIÓN
D
urante las últimas décadas, en Ecuador, posiblemente debido al carácter de
la crisis de la economía y de las políticas de ajuste estructural, la atención de
académicos en general y de investigadores en particular estuvo relativamente
alejada de las estructuras y procesos territoriales urbanos, que si fueron atendidos en
los 60s y 70s. Hoy, a pesar de la crisis y agotamiento evidente de las formas de pen-
samiento neoliberal, esta circunstancia persiste y merece respuestas.
Como parte del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, el Instituto de
la Ciudad asume el compromiso de retomar este debate, volviendo a pensar nuestra
ciudad como un espacio en el cual y desde el cual, emergen nuevas prácticas que em-
pujan hacia la necesidad de radicalizar el ejercicio de la democracia. Para lograrlo se
ha visto la urgente tarea de convocar y conformar una comunidad de discusión que,
sin desconectarse de las necesidades inmediatas de gestión, imagine y proponga un
Quito a largo plazo.
Comunidad que, desde una práctica y una mirada multidisciplinaria, histórica y
comparativa, encuentre, evidencie y discuta los elementos emergentes objetivos y
subjetivos de acciones individuales y colectivas que se construyen desde y sobre el
territorio urbano-regional de Quito. Obviamente y dado el actual contexto, esta tarea
implica privilegiar algunas dimensiones básicas de estos estudios, diálogos y debates.
En primer lugar, se necesita trabajar sobre los procesos de construcción de ima-
ginarios sociales, buscando que éstos le permitan a la ciudad mantenerse como ám-
bito de cohesión, solidaridad e inclusión. Se requiere también retomar la reflexión
crítica respecto a prácticas relacionadas con el espacio público, el derecho a la ciudad,
la planificación urbana y la sostenibilidad territorial; pues la vigencia de la diversidad
y pluralidad de los modos de vida asentados en Quito así lo exige. Finalmente, la
5
Diego Mancheno
Director del Instituto de la Ciudad
Resumen
Este artículo ofrece un análisis del sistema colombiano de ciudades basado en la identifi-
cación de nueve zonas con sus núcleos y 56 municipios metropolizados. Para ello, en pri-
mer lugar, se efectúa una discusión sobre la economía contemporánea de las grandes
aglomeraciones dirigida a distinguir las nociones y procesos asociados al tránsito desde el
polimetropolitanismo a la megalopolización.
Luego, asumiendo una perspectiva histórica que abarca al período 1985-2005, se realiza
una caracterización del sistema colombiano tomando como referencia a aquellas tendencias
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
que, debido a su capacidad para desequilibrar el sistema de ciudades, convierte a las inter-
venciones públicas relacionadas con el ordenamiento territorial en acciones inocuas y con
un elevado costo social.
Palabras clave
Sistema de ciudades, polimetropolitanismo, economía de la aglomeración, ordenamiento
territorial.
E
l desequilibrio es la regla con la que se vez, más de la mitad de su población hu-
ha organizado el sistema colombiano mana, 3.300 millones de personas, vivirá en
de ciudades que, en la coyuntura re- zonas urbanas. Se prevé que para 2030, esa
ciente, se profundiza como resultado de las cantidad habrá llegado a casi 5.000 millo-
dinámicas demo-económicas y espaciales re- nes” (UNFPA, 2008: 1). Pasando por alto
concentrativas que las políticas nacionales la precisión de la previsión y la misma mag-
terminan impulsando. Partiendo de una sín- nitud del fenómeno, es pertinente precisar
tesis de las discusiones contemporáneas sobre que en su interior el fenómeno metropoli-
el devenir de las grandes aglomeraciones en tano es dominante y, más aún, algunas aglo-
el mundo, el análisis que sigue procura iden- meraciones humanas ya alcanzan umbrales
tificar el orden jerárquico del sistema de ciu- megalopolitanos. Por tanto, el futuro de la
dades en el que el polimetropolitanismo se humanidad no es meramente urbano y, por
ha consolidado a su cabeza para, finalmente, ello, buena parte de las grandes preocupa-
proponer un conjunto de caracterizaciones a ciones nacionales tienen como escenario
partir de la urbanización de la población, de zonas metropolitanas y megalópolis pues de
la distribución de la actividad económica y su desempeño económico y social pende el
la pobreza y, finalmente, de las defunciones futuro de un número creciente de naciones.
por causas no biológicas ¿Por qué tales carac- La noción de metropolización acostum-
terizaciones? Porque si bien es conocido que bra reducirse a aglomeraciones humanas que
las ciudades surgidas en los albores de la ur- alcanzan cierto nivel que, por su parte, se
banización de la humanidad, como tampoco acostumbra adoptar de manera arbitraria
algunas que les sucedieron, son las más pro- (cfr. Sivaramakrishan y Green, 1986: 3). Las
minentes en la actualidad habiendo de hecho ambigüedades de esos criterios ad hoc con-
desaparecido muchas de ellas, se intenta llevan errores analíticos que son cuestiona-
identificar tendencias que difícilmente po- dos por quienes intentan superar ese prag-
drán ser contrarrestadas en el futuro cercano matismo/reduccionismo intelectual inda-
para dar paso a un nuevo orden urbano di- gando por dimensiones más complejas del
ferente al que se presenta. fenómeno que, como en el caso de Piperno
(et al., 2006: 3) sugieren el empleo del área
metropolitana como “entidad territorial ca-
Economía metropolitana o de racterizada por la presencia de un centro ur-
las grandes aglomeraciones: bano sobre el cual gravitan diversos tipos de
del polimetropolitanismo a la población por razones de estudio, trabajo o
megalopolización en general de utilización de una serie de ser-
vicios superiores presentes solo en tal cen-
El futuro de la humanidad se acostumbra tro”. Esa noción unidireccional que privi-
encuadrar en un discurso urbano según el legia la gravitación sobre un núcleo urbano,
avanza en la clarificación del fenómeno in-
** Mi gratitud y aprecio a Melba Rubiano y Carolina ercial de aglomeración de servicios superio-
Chica quienes apoyaron de manera desinteresada la re- res y, sin embargo, no esclarece el rol de las
alización de este trabajo. Este artículo recoge literal-
mente algunos aspectos presentados en Alfonso (2010 jurisdicciones que hacen parte del área de
10 y 2011). influencia inmediata de tal núcleo. De allí
que la metropolización deba considerarse ciban, no les permite alcanzar cierto umbral
como “una etapa del proceso de urbaniza- crítico para disputar algún lugar en la cús-
ción de la población que antecede a la con- pide de una organización jerárquica. Cuando
figuración de las megalópolis, en la que los primeros conforman un sistema de mayor
agentes económicos y unidades de decisión escala, se trasluce el desequilibrio como for-
política localizados en dos o más unidades ma dominante de organización territorial.
espaciales, susceptibles de ser distinguidas Por ejemplo, en el que se reconoce la existen-
con criterios administrativos, interactúan a cia de un poder que crece y se retroalimenta
través de intercambios anónimos, redes de sin que existan otros de la misma o de dife-
contacto u otras formas organizadas de pro- rente naturaleza pero de magnitud suficiente
ximidad, ampliando su umbral de interac- como para contrarrestarlo.
ción a una escala supra-local que gravita El poder que hace que las grandes aglo-
sobre un núcleo” (Alfonso, 2010: 1). meraciones sean cada vez más grandes se
La noción de interacción captura los mo- atribuye, en la economía espacial contem-
vimientos en ambas direcciones y entre más poránea, al tipo y al grado de especialización
de una jurisdicción concernida en el fenó- económica alcanzado por cada lugar, a la
meno metropolitano, esto es, núcleo metro- acumulación de ventajas de transporte, a la
politano ↔ municipio metropolizado o, tam- diversidad en la producción y en el consumo
bién, municipio metropolitazado ↔ munici- y a las economías de escala inherentes.
pio metropolizado. Su trascendencia analítica Cuando ese tipo de aglomeraciones asumen
radica en que esas zonas tienden a operar co- la forma de zonas metropolitanas, esto es, de
mo una unidad económico-espacial, siendo unidades espaciales con signos de interac-
los cambios de lugar de residencia adentro de ción económica y poblacional de trascen-
la zona y los movimientos pendulares coti- dencia, su primacía económica y poblacio-
dianos entre las jurisdicciones concernidas, nal sobre el conjunto del sistema urbano es
las mejores medidas para determinar los um- virtualmente incontenible, quedando las po-
brales metropolitanos. De resto, la localiza- sibilidades desconcentrativas relegadas a las
ción de la actividad económica o el uso de mismas zonas metropolitanas, a la compe-
los ecosistemas de soporte de esas aglomera- tencia entre ellas, y no propiamente a las po-
ciones son fenómenos subyacentes de tras- tencialidades inciertas del área circundante
cendencia, que se distinguen de otros, como a la zona metropolitana. Es decir que son las
la localización de las fuentes de agua dulce mismas economías metropolitanas las únicas
para consumo humano o las regiones estra- con capacidad de contener la primacía de la
tégicas para la zona en materia alimentaria que está a la cabeza de la jerarquía urbana.
alrededor de las que se establecen relaciones En presencia de una jerarquía urbana en
de dependencia o de subordinación cuyo aná- la que es discernible el polimetropolitanismo
lisis es inherente al campo de la geopolítica. como causa y efecto del desequilibrio ur-
Hay sistemas que luego de echados a bano, el resto del sistema se debate en una
andar no hay quien los detenga. El sistema competencia de más bajo nivel en cuya base
capitalista y las grandes aglomeraciones po- se encuentran unidades espaciales expulsoras
blacionales son algunos ejemplos emblemá- de población que no facilitan la producción
ticos de esas organizaciones con crecimiento a cierta escala de planta, una especialización
inercial. Hay otros sistemas emergentes cuya diferenciadora ni economía de aglomeración
dinámica, por más impulsos externos que re- de alguna trascendencia. 11
Esto se puede ilustrar con el devenir de con los de su entorno inmediato y, poste-
la organización de la población de los Esta- riormente, esa interacción se consolidó en
dos Unidos en donde el “69% de la pobla- zonas metropolitanas en las que se integra-
ción reside en lo que las autoridades estadís- ron los mercados de trabajo y residenciales.
ticas llaman áreas metropolitanas estadísticas Sin embargo, “esta inmensa zona urbana, en
(MSAs) en 1970, 75% en 1980 y 77% en la cual el paisaje suburbano, más o menos
1990” (Mieszkowski y Mills, 1993: 135). industrializado, más o menos residencial, re-
Sobre lo que ocurrió en ese final de siglo se llena los espacios entre las grandes ciudades,
pudo precisar que “en 1990, 193 millones exige un término nuevo que supere lo que
de personas, el 78% de la población total de los americanos llaman región metropolitana,
los Estados Unidos, reside en áreas metro- y los ingleses, conurbation. Y propuso enton-
politanas, como son definidas por el Bureau ces Megalópolis.
de Censos. Las 21 áreas metropolitanas más Esa noción de megalópolis ha sido incor-
populosas (con dos millones de personas o porada a los diseños de política urbana en las
más) aglutinan 101 millones de personas” potencias demográficas contemporáneas co-
(Briffault, 1996: 116). Pero en relación con mo China y la India. La historia y la econo-
la “fachada atlántica” de la urbanización de mía confluyen para explicar las razones por
los Estados Unidos al comando de New las que “increíblemente China ha sido capaz
York y entre Boston y Washington, Gott- de acoger a más de 370 millones de personas
mann (1966, 161) ya advertía sobre las di- en sus ciudades sin que proliferasen los ba-
mensiones de la Megalópolis: “su cinta, cuya rrios de chabolas ¿Cómo lo ha hecho?”
anchura varía, serpentea sobre más de 600 (Adams, 2008: 8). El nivel de urbanización
km. desde el norte de Massachusetts hasta de la población China pasó de 12,5% en
el norte de Virginia; la población que se 1952 a 43,9% en 2004 (Zhuoyong, 2008: 8)
agrupa en ella se calcula en unos 36.000.000 y se estima que en 2020 alcanzará el 56,9%.
(cerca de un quinto de los Estados Unidos). La eliminación de las barreras a la migración
El equipo industrial, comercial, portuario y de las zonas rurales a las urbanas (Hukou)
bancario de este sistema urbano puede com- ocurrida hace tres décadas, ha incrementado
pararse, sin desventaja, con el de muchas la magnitud del desafío de la urbanización de
grandes potencias”. la población y, para tal fin, la conformación
Otras megalópolis se han consolidado o de las megalópolis se ha erigido como la al-
están próximas a hacerlo, como la que im- ternativa para configurar un sistema de ciu-
brica las zonas metropolitanas de Tokio-Yo- dades muy densas que ya soporta consi-
kohama-Kawasaki y Osaka-Kobe. En Amé- derables deseconomías de aglomeración:
rica Latina, la megalópolis que involucra al
Gran ABC Paulista con las ciudades del Pa- En el onceavo Plan Quinquenal iniciado
raná y Santa Catarina en dirección a la co- en 2005 por primera vez se planteó explí-
citamente “hacer megalópolis para lide-
nurbación Río de Janeiro-Niterói aparece
rar, ejerciendo las funciones de ciudades
dibujada con relativa claridad en el territorio centrales y formando nuevas megalópolis
brasilero. Gottmann, en su obra sobre la ge- con menos utilización del suelo, más em-
ografía de América, puso de presente que las pleos, capacidad de concentración como
grandes aglomeraciones humanas en el pla- elemento fuerte de la racional distribu-
neta tuvieron como rasgo inicial la interac- ción de la población”, y una elevada prio-
12 ción de los habitantes de los núcleos urbanos ridad a las megalópolis emergentes y
Mapa 1
Diez megalópolis emergentes o con potencial de megalopolización en China
(Zhuoyong, 2008: 29-30).
13
Cuadro 1
Estimaciones Rango-Tamaño Colombia 1985-2005
dro 1 se busca entender las continuidades y se realizarán los análisis posteriores que se
las novedades de la distribución poblacional presenta en el cuadro 3.
colombiana en las últimas dos décadas y, con Los resultados del ejercicio sin metropo-
tal propósito, se han realizado las estimacio- lización muestran, en primer lugar, el influjo
nes sin y con metropolización a fin de captar tenuemente decreciente de Bogotá sobre el
ciertos aspectos que la estadística descriptiva conjunto del país. En efecto, el parámetro A
no permite lograr. En el ejercicio con metro- es positivo y sus incrementos se contraen en
polización se agregó la población de cada una cerca de tres puntos centesimales cada diez
de las nueve zonas metropolitanas como si se años, como se deduce de las variaciones in-
tratase de una sola unidad espacial; es decir, tercensales de dicho parámetro. El signo y la
suponiendo una situación de integración magnitud marginal de los cambios en la
completa. Esas nueve zonas no son un punto pendiente, esto es, en el parámetro -q, su-
de partida ad hoc, pues en la identificación gieren que el país continúa su fase concentra-
de los entes territoriales concernidos se em- tiva de población localizada en las zonas
pleó el criterio de interacción coyuntural y es- metropolitanas.
tructural sugerido anteriormente, de donde Al realizar las estimaciones con las agre-
se deriva la jerarquía poblacional sobre la que gaciones poblacionales metropolitanas alu-
didas, se infiere que el influjo poblacional
logarítmica inversa entre el tamaño de la ciudad y su de la zona metropolitana de Bogotá es siste-
rango Log P = A - q Log R, donde P es el tamaño de-
mográfico de la ciudad, R es su rango, q la pendiente máticamente inferior al decir de las variacio-
de la función cuyo valor es negativo y A es el valor del nes en los parámetros con metropolización,
intercepto de la función en el eje vertical. Este intercepto de manera que la pérdida marginal de la pri-
es el tamaño teórico (estimado) de la ciudad mayor”
(Cuervo, 2004: 78). macía poblacional bogotana se debe, en es- 15
Gráfica 1
Estimaciones Rango – Tamaño para el sistema urbano colombiano 1985-2005
7.0
6.0
Logaritmo de la población
5.0
4.0
3.0
2.0
-
1.48
1.77
1.94
2.07
2.16
2.24
2.31
2.37
2.42
2.46
2.51
2.54
2.58
2.61
2.64
2.67
2.69
2.72
2.74
2.76
2.79
2.81
2.82
2.84
2.86
2.88
2.89
2.91
2.93
2.94
2.95
2.97
2.98
2.99
3.01
3.02
3.03
3.04
Logaritmo del rango
7.0
6.0
Logaritmo de la población
5.0
4.0
3.0
2.0
-
1.48
1.77
1.94
2.07
2.16
2.24
2.31
2.37
2.42
2.46
2.51
2.54
2.58
2.61
2.64
2.67
2.69
2.72
2.74
2.76
2.79
2.81
2.82
2.84
2.86
2.88
2.89
2.91
2.93
2.94
2.95
2.97
2.98
2.99
3.01
3.02
3.03
3.04
17
Cuadro 2
mismos indicadores primaciales anterior-
Índices de primacía metropolitana, mente sugeridos.
Colombia 1985-2005 En el cuadro 4 se sugiere una taxonomía
1985 1995 2005 elaborada con base en esos indicadores, que
S2 2,04 2,25 2,31 capta cinco tipos de dinámicas poblaciones
departamentales: la hiperconcentración en
S4 0,90 0,98 1,02
el archipiélago de San Andrés, Providencia
S11 1,08 1,16 1,22
y Santa Catalina, inherente a las limitaciones
Fuente: Cálculos del autor con base en estadísticas censales del ecológicas de los cayos como soporte de
DANE.
aglomeraciones humanas; la concentración
gado considerablemente, así como la de en ocho capitales departamentales cuyos in-
Cartagena. Conviene dar una mirada a lo dicadores primaciales se ajustan a la regla
que ocurre con las capitales departamentales, rango tamaño; dinámicas confusas3 en nueve
en tanto su influencia poblacional en su ju- 3 La hibridación en un mismo espacio de los movimientos
risdicción departamental medida con los de compactación y difusión llevó a Abramo (2011: 338-
Cuadro 3
Jerarquía de las aglomeraciones poblacionales en la Colombia reciente
Aglomeraciones poblacionales
Zonas Bogotá Boyacá, Cajicá, Cota, Chía, El Rosal, Facatativá, Funza, Fusagasugá,
Metropolitanas Gachancipá, La Calera, Madrid, Mosquera, Sibaté, Soacha, Sopó,
Subachoque, Tabio, Tenjo, Tocancipá y Zipaquirá
Medellín Barbosa, Bello, Caldas, Copacabana, Envigado, Girardota, Itagüí, La
Ceja, La Estrella, Marinilla, Rionegro y Sabaneta
Barranquilla Galapa, Malambo, Puerto Colombia y Soledad
Cali Candelaria, Jamundí, Palmira y Yumbo
Bucaramanga Floridablanca, Girón y Piedecuesta
Cúcuta El Zulia, Los Patios, San Cayetano y Villa del Rosario
Pereira Dosquebradas, La Virginia, Santa Rosa de Cabal y Cartago
Manizales Chinchiná, Neira y Villamaría
Armenia Calarcá y La Tebaida
Leticia, Arauca, Cartagena, Tunja, Florencia, Yopal, Popayán, Valledupar, Quibdó, Mon-
Otras capitales tería, Inírida, San José del Guaviare, Neiva, Riohacha, Santa Marta, Villavicencio, Pasto,
San Andrés, Sincelejo, Ibagué y Mitú.
Mocoa y Puerto Carreño.
Cuadro 4
Indicadores de la primacía poblacional de las capitales departamentales, Colombia 1985-2005
S2 S4 S11
Fuente: Cálculos del autor con base en proyecciones poblacionales del DANE
cas de dispersión/difusión del crecimiento po- trada en ese estado de declive poblacional de
blacional en tres departamentos y dinámicas los otros 321 municipios –en color rosado–.
de relevo en dos departamentos –Putumayo Esa fase concentrativa metropolitana del
y Vichada– en donde la capital dejó de ser crecimiento poblacional a la que el país ha
la ciudad más populosa y, como en caso de ingresado desde hace algo más de 20 años,
Cumaribo, ya presenta rasgos primaciales de está correlacionada positivamente con la de
alguna trascendencia. En el caso de Rioha- las actividades económicas en tanto el ta-
cha, su primacía poblacional sobre La Gua- maño de los establecimientos económicos y
jira le fue disputada por Maicao que en su grado de especialización, fenómenos que
1995 la relevó pero, a partir de 2005, la ca- se analizan en el siguiente acápite.
pital recobró tal primacía.
Esa geografía de la dinámica poblacional
que se presenta en el Mapa 2 cobra trascen- Jerarquía de las aglomeraciones
dencia política cuando de ella se puede in- y algunas caracterizaciones
ferir una pérdida notable de control
territorial del Estado, siempre y cuando se La geografía poblacional y sus jerarquías tie-
la entienda como correlativa a la desocupa- nen sentido si los fenómenos sociales, eco-
ción persistente del 40% de los municipios nómicos y ambientales tienen una repre-
del país –en color rojo– y a la potencial en- sentación coherente con ella o, en términos
de una geografía del desarrollo, si las poten-
cialidades acumuladas, las riquezas genera-
Mapa 2 das y las vulnerabilidades y afectaciones
Jerarquía de las aglomeraciones
guardan relación con la dinámica espacial de
poblacionales en la Colombia reciente
esas aglomeraciones. Los ejercicios de carac-
terización que se presentan a continuación
pretenden ilustrar la asociación existente
entre tal geografía y algunos de esos fenóme-
nos socio-económicos y ambientales de evi-
dente trascendencia.
Cuadro 5
Estructura de la población residente por zonas, Colombia 1993-2005
Zonas
Metropolitanas 65 19.546.757 45,6 95,1 3.835.303 57,4
Núcleos
Metropolitanos 9 14.529.095 33,9 98,4 2.515.756 37,7
Municipios
Metropolizados 56 5.017.662 11,7 85,6 1.319.547 19,7
Capitales
departamentales
no metropolizadas 23 4.973.957 11,6 90,9 1.037.544 15,5
Resto del País 1.032 18.213.812 42,5 48,2 1.762.709 26,4
Municipios con
crecimiento estable 278 9.134.376 21,3 55,1 2.471.037 37,0
Municipios con
crecimiento moderado 321 4.057.541 9,5 41,7 299.764 4,5
Municipios con
decrecimiento
persistente 433 5.021.895 11,7 40,9 -1.008.092 (15,1)
TOTAL 1.120 42.888.592 100,0 74,4 6.681.484 100,0
Fuente: Cálculos con base en estadísticas censales y proyecciones poblacionales del DANE.
hasta llegar a ese conglomerado de munici- el contrario, hay fuerzas como la violencia
pios con decrecimiento poblacional persis- homicida y otras como la manera en que
tente que, a la luz de una tasa de urbaniza- opera el modelo territorial de Estado en Co-
ción del 41,7%, se puede inferir que son mu- lombia basado en las autonomías locales, la
nicipios cuya vida rural es dominante pero, amañada distribución territorial de una ri-
debido a las limitaciones que hoy por hoy queza coyuntural derivada de la explotación
ofrece ese medio para alcanzar ciertos están- minera y unos tratados comerciales que in-
dares mínimos de vida, tienen alicientes para troducen más competencia internacional al
buscar otro municipio de residencia. mercado local que solamente ciertas unida-
El sub-sistema polimetropolitano colom- des económicas metropolitanas podrán en-
biano, conformado por esos nueve núcleos frentar con algún éxito, que terminan con-
y los 56 municipios metropolizados, acogen solidando aún más esa geografía de la aglo-
57 de cada 100 nuevos residentes en Co- meración. El resultado es, como ya se adujo,
lombia, estadística que denota una dinámica un sistema de ciudades en el que el desequi-
poblacional concentrativa que no tiene a la librio es la regla con que se organiza.
vista otra fuerza capaz de contrarrestarla. Por 21
Si, en general, el tamaño de los mercados que, como resultado de las políticas ultra-
metropolitanos y la influencia supra-metro- conservadoras de competitividad, se ha pre-
politana de algunos de ellos incentivan el tendido favorecer con la contracción del
aprovechamiento de economías de escala en fondo salarial y, por tanto, con el deterioro
la producción, ese fenómeno explica en bue- en la calidad del empleo fabril, según de apre-
na medida por qué el desempleo tiene un lí- cia en la Gráfica 3, resultado que ha acarre-
mite que es difícil de superar, más aun cuan- ado fuertes restricciones al consumo obrero.
do en ciertas ramas de la actividad econó- Siguiendo a Lavoie (2005) es posible revelar
mica metropolitana es común que los capi- la contradicción de las prácticas salariales me-
talistas operen con excesos de capacidad de tropolitanas en curso, pues el régimen de
planta que activan en coyunturas favorables bajos salarios constriñe el tamaño del mer-
para sus negocios. cado interno y contribuye al desempleo per-
Hay ciertas ramas de la actividad en las sistente y, con ello, se deteriora la demanda
que no existen diferencias sensibles entre es- efectiva con lo que se deterioran las posibili-
pacios económicos en el tamaño promedio de dades de valorización del capital industrial.
las unidades económicas, por tratarse de ser- Puesto que la contracción del fondo sala-
vicios poco cualificados para cuya provisión rial industrial es más notable en el Resto de
no se movilizan grandes capitales, mientras Colombia que en la Zona Metropolitana de
que en otras actividades el tamaño del em- Bogotá, conviene analizar cómo opera ahí ese
prendimiento –como en la construcción– o la régimen de acumulación capitalista colom-
competencia tecnológica –como en la manu- biano que se caracteriza por las bajas remune-
factura– requieren cierto tamaño de planta raciones al trabajo. En la Gráfica 4 se des-
que es mayor cuanto mayor es el área de mer- criben tres movimientos inherentes a tal régi-
cado que abastecen. En los municipios metro- men: el primero es la convergencia de la re-
polizados el tamaño promedio del estable- muneración media al trabajo a un bajísimo
cimiento industrial es levemente superior al nivel, el segundo es el aumento de la brecha
de los núcleos metropolitanos, lo que obedece entre productividad y salarios debido al creci-
tanto a las políticas tributarias que discrimi- miento persistente de la productividad media
nan contra la manufactura en pequeña escala del trabajo manufacturero y, por último, el
como resultado de las disputas tributarias predominio de la productividad del trabajo en
intra-metropolitanas, como a la especializa- los municipios metropolizados sobre la de los
ción de los municipios metropolizados en ac- trabajadores manufactureros de Bogotá.
tividades fabriles intensivas en trabajo. La divergencia en la productividad me-
Como resultado de esa competencia por dia del trabajo industrial entre los estableci-
nuevos emplazamientos industriales, es cada mientos industriales de Bogotá y de la Saba-
vez más frecuente encontrar emblemas como na es más o menos notoria dependiendo de
“el emporio industrial de Colombia” o “la fá- la rama de actividad y el grado de califica-
brica más moderna de América Latina” a la ción y las capacidades exigidas al obrero y,
entrada de los municipios metropolizados, a en general, es impulsada por el tamaño al-
través de los que se difunde el supuesto auge canzado por el desempleo metropolitano y
y la prosperidad económica alcanzados a por los considerables diferenciales en tiempo
costa de las exoneraciones tributarias locales. de desplazamiento del lugar de residencia
Pero la dinámica industrial está mediada del trabajador al sitio de trabajo en uno y
también por la estrechez del mercado interno otro lugar. Adviértase entonces que, por 23
Gráfica 3
Tamaño promedio de las unidades económicas por rama de actividad, Colombia 2005
(número de trabajadores)
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Bogotá Metropolitana Resto de Colombia
Fuente: Cálculos del autor con base en la Encuesta Anual Manufacturera del DANE
Gráfica 4
Productividad y salarios promedio industriales en la zona metropolitana de Bogotá,
1985-2009 (Precios constantes de 1994)
80,000
70,000
60,000
50,000
40,000
30,000
20,000
10,000
-
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
24 Fuente: Cálculos del autor con base en la Encuesta Anual Manufacturera del DANE
Cuadro 6
Tamaño promedio de las unidades económicas por rama de actividad, Colombia 2005
(número de trabajadores)
cia de las personas requiere de mucha pa- singeriana que el relativo inmovilismo de la
ciencia pues el rendimiento de los esfuerzos masa rural “está ligado a su pobreza, a su li-
en la dotación de capital humano así lo mitado horizonte cultural y al carácter re-
exige, una decisión de relocalización residen- ciente de los flujos migratorios, que requie-
cial dentro de un sistema urbano desequili- ren un cierto lapso de tiempo para ensan-
brado puede acelerar la eliminación de esas charse” (Singer 1998, 80-81).
barreras. Es ahí en donde se configura una Reconocida esa estructura geográfica de
estructura de incentivos para las migraciones incentivos que propulsa los cambios de lugar
hacia las zonas metropolitanas como la que de residencia entre la población afectada por
se puede inferir del cuadro 6 pero que, se- las múltiples carencias, hay un factor poco
gún se analizará en el siguiente acápite, exige estudiado que realimenta positivamente la
mayores esfuerzos en tributación que res- concentración poblacional metropolitana:
palde una política de inversión social expan- las migraciones inter-metropolitanas. En
siva. En dicho cuadro se sugiere una taxo- medio de ese polimetropolitanismo que en
nomía que recoge las variables de las caren- la actualidad acapara casi el 60% del creci-
cias materiales e inmateriales en tres grupos miento poblacional del país, también hay
que aluden, en especial, al capital humano incentivos para que periódicamente ocurran
–los hijos– de las personas cuando se trata cambios de lugar de residencia de hogares ya
de la educación y la infancia, al capital social residentes en ese tramo superior de la jerar-
de los miembros del hogar cuando se trata quía poblacional colombiana. A manera de
de las cuestiones laborales y el acceso a la se- hipótesis, es esperable que las personas in-
guridad social en salud, y al patrimonio del volucradas en los cambios de residencia in-
hogar cuando se trata de la cuestión residen- ter-metropolitanos enfrenten menos caren-
cial. La incidencia de esas carencias así agru- cias que las que migran de otros lugares del
padas se establece de acuerdo con la jerar- país a su llegada a la nueva zona metropoli-
quía poblacional del cuadro 3. tana que los acogerá.
Luce evidente que existe una asociación Hay carencias cuya superación recae en
entre jerarquía poblacional y pobreza mul- la órbita social del Estado, en especial las de
tidimensional: a mayor jerarquía, menor in- educación e infancia y los servicios públicos
cidencia. O viceversa. Pero también lo es domiciliarios de soporte a la producción re-
que con una decisión de cambio de residen- sidencial, mientras que las laborales y de la
cia hacia un lugar de mayor jerarquía, la pro- seguridad social en salud están asociadas al
babilidad de que los miembros de un hogar devenir de los mercados de bienes y servi-
superen simultáneamente las carencias del cios. Las considerables diferencias estadísti-
capital humano, del capital social y del pa- cas en las medidas de incidencia poblacional
trimonio es más elevada que si adoptan una de esas carencias obedece, por tanto, a la
estrategia sedentaria. La cuestión es ¿por qué desigual forma de operación de esas dos ins-
no migra más gente hacia las zonas metro- tituciones, de manera que el rompecabezas
politanas? Una pregunta semejante se for- del desarrollo encuentra una pieza más en la
muló hace unos años Paul Singer cuando se asociación existente entre la jerarquía pobla-
ocupó del análisis de las relaciones campo- cional, las formas de intervención del apa-
ciudad al elaborar su crítica a la emergente rato de Estado y la variedad de economías
teoría de la urbanización capitalista de Ma- que diferencia la operación de los mercados
26 nuel Castells, siendo la respuesta de la crítica en las escalas espaciales concernidas.
Población total 14.529.521 5.018.174 19.547.695 5.127.479 9.134.726 4.045.873 5.007.426 42.863.199
Educación e Infancia
Logro educativo 7.189.063 49,5 3.029.878 60,4 10.218.942 52,3 2.894.406 56,4 7.289.484 79,8 3.473.997 85,9 4.313.801 86,1 28.190.629 65,8
Analfabetismo 1.621.819 11,2 644.509 12,8 2.266.328 11,6 937.927 18,3 2.990.373 32,7 1.330.113 32,9 1.666.641 33,3 9.191.382 21,4
Asistencia escolar 1.121.710 7,7 452.983 9,0 1.574.693 8,1 549.994 10,7 1.701.042 18,6 775.312 19,2 951.978 19,0 5.553.020 13,0
Rezago escolar 4.305.131 29,6 1.753.384 34,9 6.058.515 31,0 1.831.784 35,7 4.158.580 45,5 1.879.935 46,5 2.274.213 45,4 16.203.028 37,8
Servicios a la primera infancia 2.174.517 15,0 862.751 17,2 3.037.268 15,5 1.152.970 22,5 2.812.809 30,8 1.177.846 29,1 1.413.043 28,2 9.593.936 22,4
Trabajo infantil 745.582 5,1 300.554 6,0 1.046.136 5,4 365.162 7,1 983.199 10,8 545.010 13,5 696.399 13,9 3.635.906 8,5
Dependencia económica 5.141.605 35,4 2.070.861 41,3 7.212.466 36,9 2.558.696 49,9 5.584.191 61,1 2.484.977 61,4 2.985.185 59,6 20.825.516 48,6
Afiliación a la seguridad social 4.162.347 28,6 1.295.853 25,8 5.458.200 27,9 1.789.177 34,9 3.695.734 40,5 1.411.380 34,9 1.642.863 32,8 13.997.354 32,7
Atención a necesidad 756.215 5,2 230.988 4,6 987.203 5,1 322.207 6,3 928.594 10,2 426.707 10,5 540.672 10,8 3.205.383 7,5
manifiesta de atención médica
Residenciales
Acueducto 325.653 2,2 462.773 9,2 788.426 4,0 837.419 16,3 3.217.357 35,2 1.505.448 37,2 1.949.613 38,9 8.298.264 19,4
Alcantarillado 418.970 2,9 306.592 6,1 725.562 3,7 1.036.911 20,2 3.327.542 36,4 1.474.707 36,4 1.794.657 35,8 8.359.378 19,5
Pisos 197.289 1,4 105.913 2,1 303.203 1,6 530.147 10,3 2.082.417 22,8 938.641 23,2 1.132.037 22,6 4.986.444 11,6
Paredes 282.662 1,9 91.003 1,8 373.665 1,9 387.958 7,6 1.019.906 11,2 273.814 6,8 355.941 7,1 2.411.284 5,6
Hacinamiento 1.673.574 11,5 726.532 14,5 2.400.105 12,3 1.265.565 24,7 3.328.470 36,4 1.543.492 38,1 1.830.760 36,6 10.368.392 24,2
Fuente: Cálculos del autor con base en estadísticas del DANE y del DNP.
27
öscar A. Alfonso R.
• EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS
Cuadro 8
Incidencia de la muerte por causas no naturales, Colombia 2004-2010
(Tasa por 100.000 habitantes)
Cuadro 9
Tasa de suicidios por 100.000 habitantes y zonas de aglomeración,
Colombia 2004-2010
Cuadro 10
Tasa de muertos en accidentes de tránsito por 100.000 habitantes y
zonas de aglomeración, Colombia 2004-2010
crímenes, de manera que si esos cadáveres reglas, no obstante que, como en el caso alu-
fueran contabilizados adecuadamente se ele- dido, se trate de reglas de origen divino.
varía la incidencia poblacional del homici- Imagino que la Iglesia tiene alguna explica-
dio y se agravaría la dimensión del ya muy ción al respecto que, por ahora, desconozco.
grave estado de indefensión de millares de Tal desacato, en lo que concierne al homici-
víctimas. dio, obedece en lo fundamental a la ausencia
Los orígenes de la violencia homicida en del valor ético de la vida dentro de los códi-
Colombia están asociados al desarrollo anti- gos que orientan la conducta de los homici-
democrático del agro. Sin haber logrado so- das. El contenido de tal valor se debería im-
lucionar el problema, la violencia se recru- partir en la educación básica, pero se ha des-
deció por causa de la rigidez del Estado en deñado en favor de ciertas materias dirigidas
su postura para adelantar la Reforma Agra- a incrementar la competitividad, política
ria. Vinculado con esos detonantes, el prin- que ha arrojado dudosos resultados. Por
cipal responsable del auge de la violencia ho- tanto, el homicida no puede ser tratado
micida por nuestros días ha sido el narcotrá- como un loco ni la violencia homicida como
fico, fenómeno que no conoce de derechas una pandemia sino que, siguiendo la lógica
ni de izquierdas y cuyo poder corruptor se einsteniana, lo que es una locura es que el
ha difuminado tanto al interior del aparato Estado persiga obtener resultados diferentes
de Estado como entre algunas huestes de la aplicando las mismas pautas que nos han lle-
sociedad civil. Si la huella homicida del nar- vado a democratizar la inseguridad y el es-
cotráfico durante su auge quedó grabada de tado de indefensión.
manera indeleble en el territorio colombia- La confluencia de los batallones de cri-
no, ella se ha profundizado en los períodos minales en las zonas metropolitanas es un
de contracción del área cosechada de la hoja fenómeno que se traslapa con la emergencia
de coca y del precio interno de la pasta bá- de nuevos detonantes de la violencia homi-
sica. Es decir, que tal profundización obe- cida imbricados, principalmente, en la re-
dece en buena medida a la disputa de una composición cruenta por la que atraviesa el
bolsa de renta ilícita más pequeña por parte mundo del trabajo. Sin que el fordismo haya
de un contingente de ávidos promotores y alcanzado la promesa de la universalización
distribuidores que no se contrae sino que, de la seguridad social en salud o en pensio-
por el contrario, tiende a ensancharse, sien- nes, aunque si la del incremento denodado
do los “batallones criminales” su expresión de la productividad del trabajo, una multi-
más conspicua. Por tanto, la renta de la ex- tud de productores de ideas, de conocimien-
torsión y del cohecho ha emergido como tos y de imágenes se han lanzado al ciber-
complemento de la contraída renta del nar- espacio, a las aulas y a las calles de las gran-
cotráfico. des aglomeraciones humanas a proponer
En las actividades conexas como el sica- nuevas relaciones sociales en lo que Hardt
riato es común encontrar a sus ejecutores (2011) ha llamado la biopolítica. Tales pro-
santiguándose antes de dar inicio al opera- puestas de producción inmaterial entran en
tivo macabro que acabará con la vida de su conflicto con el legado fordista y se toman
víctima, a sabiendas de que está violando el el espacio público metropolitano en donde
mandamiento de “no matarás”. Esa rutina se difuminan las ideas de la paz en las estro-
ilustra, entre otras cosas, esa pertinaz incli- fas del rap y sus imágenes en los grafitis,
32 nación de los colombianos al desacato de las pero sus autores son baleados sea en las calles
Cuadro 11
Tasa de homicidios por 100.000 habitantes y zonas de aglomeración,
Colombia 2004-2010
Pero en la coyuntura 2009/2010 se puso de de 103 que, en 2010, es superada por Cal-
presente el recrudecimiento del homicidio das, Itagüí y Barbosa en la zona metropoli-
en los municipios metropolizados según se tana de Medellín, según se ilustra en la Fi-
aprecia en el incremento de esa tasa de 40 a gura 1.
42 homicidios por 100.000 habitantes, Si la coyuntura 2009/2010 sugiere al-
mientras que en los núcleos metropolitanos guna hipótesis, es la de la realimentación de
se experimentó una leve contracción. la intensidad del homicidio metropolitano
Mientras que en 2009 Boyacá y Girar- pues en aquellos municipios en los que la
dota, municipios metropolizados de la Sa- tasa de homicidio fue muy elevada ha con-
bana de Bogotá y del Valle de Aburrá, res- tinuado siéndola, mientras que en aquellos
pectivamente, no experimentaron ningún que era inexistente ahora aparece así sea a ni-
homicidio, en 2010 su tasa ascendió a 10 y veles relativamente bajos. Ese efecto de rea-
44, denotando la fragilidad de nuestros efí- limentación positiva del homicidio obedece,
meros episodios de tranquilidad local. En en buena medida, al accionar de los batallo-
2010 fue Tabio el municipio metropolizado nes de criminales y a la lumpenización de
en donde no ocurrieron homicidios. En sus ejecutores que no conocen ni reconocen
cambio, Chinchiná continúa con una tasa el valor ético de la vida y, en segundo lugar
Gráfica 5
Intensidad del homicidio en los municipios metropolitanos 2010
(Número de casos por 100.000 habitantes)
140,0
127
125
120,0
104
103
99
100,0
97
95
86
84
83
82
81
80,0
69
65
60
60,0
53
53
53
52
51
50
45
45
44
43
41
39
37
37
36
40,0
32
32
30
30
27
27
27
26
25
24
23
23
22
18
20,0
15
13
13
13
13
12
12
11
11
10
10
10
8
8
8
7
7
7
6
4
-
Cúcuta
Los Patios
El Zulia
Rionegro
La Tebaida
Calarca
Girardota
Armeria
Sabaneta
Marizales
Jamundí
Soacha
La Ceja
Marinilla
Barranquilla
Bello
Galapa
Villamaría
Soledad
Malambo
Sibaté
Villa del Rosario
Bogotá, D. C.
La Calera
Bucaramanga
Envigado
Puerto Colombia
Piedecuesta
Cota
Funza
El Rosal
Facatativá
Zipaquirá
Fusagasugá
Madrid
Mosquera
Tenjo
Bojacá
Floridablanca
Girón
Cíha
Gachancipá
Tocancipá
Subachoque
Neira
Cajicá
Sopó
Tabio
Caldas
Itagui
Barbosa
Chinchinía
Palmira
Yumbo
La Virginia
Medellín
La Estrella
Cali
Santa Rosa de Cabal
San Cayetano
Cartago
Copacabana
Dosquebradas
Pereira
Candelaria
Fuente: Elaborada con base en estadísticas de la Revista Forensis del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y en las proyecciones
34 poblacionales del DANE
territorial, sean aprovechables en aras del (2011), “«No matarás» o la geografía de la vio-
desarrollo. lencia homicida en Colombia”, en Revista
Colombia ha ingresado en esa etapa del po- Zero, segundo semestre.
limetropolitanismo de manera un tanto tardía, Biau, D. (2008), “El auge de las ciudades en
pues en América Latina, como en otros lugares China y la India”, en Urban World (Nairobi:
UN-Hábitat).
del mundo, el fenómeno ya alcanza umbrales
Blair, J. P. y Premus, R. (1987), “Major factors
megalopolitanos. Mientras en Asia la cons- in industrial location: a review”, en Economic
trucción de megalópolis es un propósito deli- Development Quarterly, I, 1.
berado de la política urbana, en los Estados Briffault, R. (1996), “The local government
Unidos la discusión se centra en la actualidad boundary problem in metropolitan areas”,
en las desventajas de ese tipo de estrategias. En en Stanford Law Review, 48, 5.
ese último país se denominó como “Gargan- Brueckner, J. K. y Saavedra, L. A. (1998), Do
túa” a esa invención de un gobierno local, Local Governments Engage in Strategic Prop-
mientras que en la Italia de hoy se sugiere la erty-Tax Competition? (Champaign: Univer-
“institución de la Ciudad Metropolitana o de sity of Illinois at Urbana).
otra forma más “ligera” de cooperación for- Crihfield, J. B. & M. P.H. Panggabean. (1995),
mal, debe estar basada en un código tributa- “Is Public Infrastructure Productive? A Met-
ropolitan Perspective Using New Capital Es-
rio” (Piperno et al., 2006: 34)
timates”, en Regional Science and Urban
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lombia”, en E-metropolis, Revista eletrônica de munismo. (Buenos Aires: Paidós).
estudos urbanos e regionais, Ano 1, No. 3. 37
38
S
in duda los esfuerzos que hagamos para reflexionar, activar, resolver e
impulsar son sumamente valiosos y útiles, especialmente en un proceso
tremendamente vertiginoso desde el punto de vista político.
Nosotros hemos vivido durante estos años enormes transformaciones
políticas, demográficas y económicas. Tengo la convicción de que la refle-
xión de estos cambios, está rezagada. Es mucho más lo que hacemos y el
volumen de los cambios que la capacidad de comprensión que tengamos
de esos cambios. Mi exposición se dividirá en dos partes muy diferentes.
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
E
• EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS
n Quito, existe una lógica general de cre- Por otra parte, como puede apreciarse en
cimiento pero se distribuye de manera el gráfico No. 3, los migrantes provienen en
diferente en el territorio. En el gráfico un 21% de la sierra y en un 9% de la costa.
No. 2, se evidencia que la ciudad crece fun- Básicamente la migración proviene de la sie-
damentalmente en Quitumbe y Calderón. En rra centro y sierra norte.
estas dos zonas y comienza a dibujarse una Pese al sistemático esfuerzo por hacernos
densificación importante. Por otra parte, en creer que esto es un desastre y que otras ciu-
el centro de Quito, en la zona Manuela Sáenz, dades son una maravilla, los datos del Cen-
se observan crecimientos negativos. so establecen que el 96% de la población
En la actualidad, aproximadamente 1 de quiteña recibe agua potable mediante red
cada 3 quiteños, nació fuera de la ciudad. Si pública. Nosotros aspiramos que, para fina-
se pregunta cuáles son los padres de los qui- lizar este periodo, el porcentaje será del 98
teños, se observa que, en dos de cada tres o 99%. La cobertura total es muy difícil al-
casos se llega al 60%. Esto merece ser anali- canzarla debido a los niveles de dispersión
zado y entendido pues indica que estamos y a la complejidad económico-técnica. No
en una fase de constitución de una quiteñi- obstante, tenemos coberturas observables
dad. Nuestra sociedad está territorialmente en cualquier ciudad europea o estadouni-
en transición pues 1 de cada 3 moradores no dense.
ha nacido en Quito. Esto es muy impor- El 91% de hogares está conectado a la
tante porque identifica que los procesos de red pública de alcantarillado. Al finalizar este
construcción de identidades locales no son periodo, aspiramos a alcanzar una cobertura
automáticos. Los sentidos de identidad, per- cercana al 95 ó 96 %. Eso será posible si ce-
tenencia y convivencia no emergen cuando rramos la brecha en el alcantarillado entre
alguien viene de afuera y vive la primera se- zonas urbanas y rurales del Distrito Metro-
mana. Son un proceso de largo plazo. politano. A nivel urbano estamos en 97%, a
Gráfico 1
40
Se pueden citar también elementos im- presa capta el 18% del empleo formal. Tam-
portantes en relación a los temas de educa- bién las medianas y grandes empresas son
ción. Quito es la ciudad con las tasas de importantes desde el punto de vista de la
analfabetismo más bajas y con un promedio captación del empleo.
de escolaridad alto 10,4. El 23% de habitan- En suma, nuestra ciudad ha transitado
tes tiene instrucción superior. Esto significa hacia un modelo de desarrollo capitalista en
que debemos no solo plantearnos la elimina- el cual se observa un componente impor-
ción del analfabetismo sino lograr una ciudad tante de economía formal. Esta realidad debe
en la cual la mayoría de la población termine ser considerada en la perspectiva futura.
el bachillerato. Esto implicaría un salto ex- Algunos de estos indicadores pueden ser
traordinario con referencia a los desafíos fu- interpretados en múltiples formas. Yo qui-
turos para la construcción de la ciudad. siera que reflexionemos sobre si algunos de
En Quito, a su vez, se observan los ma- ellos son o no derivados necesariamente de
yores niveles de formalización y moderniza- las grandes asimetrías nacionales pues no se
ción de las relaciones laborales. El com- puede asumir ex ante que una ciudad con
ponente de trabajo remunerado es el más estos indicadores es un problema sino, por
alto del país con respecto al trabajo no re- el contrario, la situación de Quito consti-
munerado. Con relación al desempleo, en tuye una solución para el desarrollo del país.
Quito, tenemos un 4,9% de desempleo, una Evidentemente la forma de entender una
tasa que es inferior en medio punto a la ciudad-región es múltiple. Sin duda, casi
media nacional y casi la mitad de la tasa de todos los teóricos que trabajan en temas re-
desempleo observable en Guayaquil. En los gionales identifican al menos tres grandes
próximos 3 o 4 años, nuestra expectativa es variables en la concepción de la región. En
incluso una disminución de esa tasa debido primer lugar, la variable socio-cultural im-
a los niveles de inversión derivados de la plica el sentido de pertenencia y elementos
construcción del Plan Vial y del Relanza- de identidad local regional. Este es un factor
miento Económico. Obviamente tenemos decisivo pues una región existe en tanto y
todavía que resolver el problema del primer cuando las personas se siente parte de esa
empleo y de la incorporación juvenil al mer- ciudad.
cado de trabajo, un problema identificado En segundo lugar, desde el punto de vista
como crítico. económico, la región implicaría por lo me-
Por otra parte, los datos del Censo rom- nos la influencia específica de actividades,
pen con la idea de que Quito es una ciudad los nodos productivos y las articulaciones lo-
de burócratas. En nuestra ciudad, la ocupa- gísticas que se configuran alrededor de una
ción por rama de actividad es bastante plural centralidad
y diversa. Esto constituye una gran fortaleza. En tercer lugar, se encuentra la variable
En Quito, se observa un importantísimo institucional que define a la región como un
componente de comercio en todos los nive- territorio administrado por una autoridad.
les y estratos. La industria y la manufactura Evidentemente, los recortes económicos, los
son importantes, las actividades profesiona- recortes identitarios y los recortes institucio-
les representan casi un 5%, tenemos alrede- nales no siempre coinciden. Por eso, en el
dor de 100 mil establecimientos económicos
que representa el 40% de la capacidad pro- 2 Esto hace referencia a la capacidad instalada de las ciu-
42 ductiva existente en el país.2 La microem- dades las 24 cabeceras provinciales.
Antonio Mena
Avenida Amazonas en La Mariscal
Actualmente, estamos entonces a medio ción se desplaza hacia dónde tiene oportu-
camino recorrido pues tenemos una Ley que nidades de vida. Por ello, Quito crece más
la Constitución consagra y resume. A futuro, que Guayaquil y Cuenca, en un irrefutable
para recorrer la segunda mitad, se requiere proceso de urbanización.
elaborar un estatuto, convocar a una consulta Así mismo, hoy, se torna difícil la iden-
popular y configurarnos como región. tificación de las diferencias urbano-rurales.
La disposición de una Ley para el ejerci- Cuando se plantea el tema de usos del suelo,
cio de la autoridad en el Distrito Metropo- por ejemplo, se observa la existencia de es-
litano es apenas un primer paso. Aunque pacios rurales fuertemente orientados a cir-
muchos no quieran reconocerlo ni admi- cuitos de globalización mediante la expor-
tirlo, esta es la realidad histórica, política y tación de flores; las diferencias urbano-rura-
administrativa de la ciudad. Y esto debe ser les en relación a costos del suelo son com-
destacado porque, sin duda, Quito debe plicadas. Probablemente, el metro cuadrado
constituirse como ciudad-región autónoma. cuesta más en urbanizaciones de sectores
Y razones sobran para ello. altos ubicados en Tumbaco o Cumbayá que
Experimentamos un proceso enorme de en un barrio como San Juan localizado en el
urbanización. A diferencia de lo que podría centro histórico.
pensarse, la ciudad ha crecido en un 22 o Actualmente, ya no guardan vigencia
23% en el periodo intercensal. Por ello, se muchos de los parámetros con los cuales se
podría decir que se requiere una distribución pensaba la dicotomía urbano-rural. En la
más homogénea de la población del territo- metropolitanización contemporánea, nos
rio, empero, dado que no se pueden poner enfrentamos a asentamientos humanos que,
fronteras alrededor de las ciudades, la pobla- si bien podrían estar razonablemente disper-
sos en el territorio, están conectados con
Antonio Mena
Antonio Mena
nuevo momento histórico vigente. Durante
las décadas pasadas, las sucesivas alcaldías,
con un proyecto fuertemente ligado al capi-
tal financiero e inmobiliario, sedujeron a las
clases medias y crearon clientelas en los sec-
tores y barrios populares ofreciéndoles un
proyecto de convivencia urbana. Aunque
este proyecto se quebró con la crisis finan-
ciera, como ciudad, no hemos logrado sus-
tituirlo. Durante los últimos años, hemos
vivido intentando llenar vacíos antes que
construir un nuevo proyecto hegemónico.
Por ello, si incurriésemos en un análisis
sociológico, se podría apreciar que la débil
construcción de identidad en un proyecto
político local está muy vinculada al proceso
dirigido a minar sistemáticamente la auto-
estima de los ciudadanos. Por ello, nuestro
reto es construir un nuevo bloque histórico
con la actoría de los sectores populares. A di- Parque de El Ejido
ferencia de las prácticas gubernamentales de
antaño, eso no equivale a construir clientela, del territorio. Y, finalmente, los actores eco-
buscamos construir sujeto consciente autó- nómicos deben cumplir la ley.
nomo y organizado que porte este proyecto Aunque pudiese parecer muy poco, estos
de ciudad-región. Por eso, se torna vital el tres elementos nos permitirán avanzar en la
concepto resumido en la frase “el Quito que construcción de articulaciones entre sectores
queremos”. productivos, sectores medios, sectores pro-
Hoy es el momento de otorgarle vigen- fesionales y sectores populares. Con esta ar-
cia a ese concepto. Evidentemente, dado que ticulación se logrará la fuerza política su-
planteamos un proyecto de modernidad, de- ficiente para poder impulsar el proyecto de
bemos recuperar las relaciones con los sec- ciudad-región.
tores medios profesionales. También, se A lo anterior debe sumarse un tercer ele-
deben fortalecer los niveles de localidad de mento: el modelo de gestión política. Nuestro
los sectores productivos pequeños, medianos gran desafío es conformar un modelo abierto
y grandes. Para articular a los productores y e inclusivo que, además de contener una vi-
empresarios, la construcción de una socie- sión de ciudad, abarque un concepto ideoló-
dad moderna e incluyente impone tres con- gico, reflexivo y deliberativo. Con esos ele-
diciones. En primer lugar, los agentes eco- mentos es necesario avanzar de un acuerdo
nómicos no pueden ser rentistas para que así político a un pacto mínimo de poder que per-
su crecimiento implique también beneficios mita impulsar el proyecto de ciudad-región.
para la ciudad. En segundo lugar, los actores Finalmente, un cuarto elemento tiene
económicos deben “localizarse” para que su que ver con la redefinición de la relación
crecimiento implique también el desarrollo entre la ciudad y el gobierno central, enmar- 47
cando esta reflexión en el concepto de Es- torna más eficaz el fortalecimiento de la des-
tado. Durante 20 años, el Ecuador experi- concentración. Esto es un error. Para que una
mentó un debilitamiento del Estado y de lo democracia sea sustentable, se requiere re-
público. Experimentamos también la enor- construir el Estado a partir de la participa-
me preocupación que el concepto de Estado ción de la población. Y esto exige, bási-
sea asimilado solo al gobierno central y no camente, descentralizar y no desconcentrar.
al gobierno local. Una vez superada aquella Lo anterior no implica sugerir que no se
etapa, se corre el riesgo de que no se en- avance la desconcentración pero si enfatizar
tienda que la reconstrucción de lo público y el fortalecimiento del proceso de desconcen-
del Estado abarca también al estado local. tración. Esto permitirá un Estado perdura-
Aunque muchos quisieran así imaginarlo, el ble, sólido y consistente que pueda tras-
municipio no es una ONG ni “las herma- cender las actuales contingencias de la histo-
nitas de la caridad”, el municipio es el estado ria y consolidar un proyecto a largo plazo.
construido localmente. Esta es “una disputa” en el buen sentido de
A partir de la afirmación, se torna vital la expresión, esto es, una tensión que tene-
comprender que la reconstitución de lo pú- mos que resolver ahora y a futuro en este
blico-estatal tiene un altísimo componente proceso.
territorial. Emerge así otra vez la vieja discu- En Quito, la práctica de la política ur-
sión sobre si el modelo o la vía consiste o bien bana tenía que ver con que nuestro país ha
en fortalecimiento de la desconcentración o asumido que las asimetrías territoriales cons-
bien en fortalecimiento de la descentraliza- tituyen un problema que debe ser comba-
48 ción. A corto plazo, se podría suponer que se tido y que está en relación con una historia
de sistemática asignación desigual de los re- veles de gobierno genera un costo brutal y
cursos. Antes veía cosas insólitas como que no fortalece los elementos de contrapeso de
la banca privada extraía dinero de la provin- la democracia local.
cia de Bolívar y lo invertía en Guayaquil. En Ecuador, se configuró la idea de re-
Debido a prácticas como éstas, sin lugar a gión; no obstante, en la actualidad, tenemos
discusión, se debían desarrollar mecanismos parroquias, municipios, provincias y regio-
de asignación equitativa de recursos a los go- nes. De esta proliferación de divisiones, ve-
biernos subnacionales. No obstante, a veces, remos si resulta el fortalecimiento del poder
el debate termina con una conclusión in- local o si, por el contrario, resulta un debi-
exacta: se supone que los territorios más di- litamiento de todos los niveles porque nin-
námicos deben dejar de serlo para apoyar a guno tiene la suficiente fuerza, autoridad y
las áreas más rezagadas. capacidades reales.
En el nuevo socialismo, la igualación de- Para el caso del Distrito Metropolitano
be suceder hacia arriba y no hacia abajo. No- de Quito, seis ámbitos de competencias de-
sotros no aspiramos a aquel igualitarismo ben ser nítidamente establecidos en el marco
que reparte necesidades sino a un socialismo de lo local.
que modernice las sociedades. Y para eso las En primer lugar, se encuentran todos los
regiones que han podido avanzar deberían temas vinculados a la movilidad y el trans-
ser entendidas como motores de crecimiento porte, incluyendo facultades para crear in-
y no como contraejemplos que hay que li- centivos o desincentivos económicos. Sin
mitar. Esto implica un cambio muy impor- estos, la gestión sería imposible. Esta com-
tante en la valoración del enfoque estra- petencia no puede limitarse sino que debe
tégico en esa construcción. ser concebida como una actividad estraté-
En una ciudad como Quito, se ha conso- gica y global, evidentemente enmarcada en
lidado un modelo de crecimiento y una so- la rectoría nacional.
ciedad razonablemente equitativa, equipada En segundo lugar, la construcción de in-
y formalizada. Para el futuro, nuestro reto es fraestructura básica para educación. No ten-
recuperar este liderazgo regional como un go la menor duda de que el peor de los al-
factor clave en la conformación de una ciu- caldes puede hacer una mejor escuela que la
dad-región, en la construcción del nuevo país Dirección Nacional de Servicios Educati-
y en el fortalecimiento del Estado. vos –DINSE. Con estos organismos, tene-
Todo esto adquiere concreción en la es- mos un atraso brutal en términos de la ca-
tructuración de competencias. Tengo la im- lidad de la infraestructura. Ciertamente, te-
presión de que, debido a la tendencia a po- nemos iconos importantes como las escuelas
ner todo bajo el concepto de “gobiernos au- del milenio. No obstante, subsisten miles de
tónomos descentralizados”, se corre el riesgo escuelas de pésima calidad. Por ello, es clave
de debilitar a la municipalidad, esto es, al cargar la responsabilidad política de estas ta-
poder local más estructurado. En Ecuador, reas a los alcaldes de los gobiernos locales.
se tornaría grave debilitar a la municipalidad También debería suceder lo mismo con
en un doble sentido: “hacia arriba” debido los temas de seguridad, diferenciando níti-
a una configuración un poco extraña de damente con aquello que implica la “convi-
roles en las provincias y “hacia abajo” debido vencia ciudadana”. Esto debe comenzar a ser
a la suposición de que cada parroquia puede un objeto de construcción colectiva. En las
ser un municipio. La multiplicación de ni- estructuras de asignación de competencias, 49
Antonio Mena
Panorámica del valle de Cumbayá
cómo distribuir la estructura tributaria por- Sin dejar de ser generosos y aceptando
que los recursos impositivos pertenecen no un método redistributivo subsidiario, se re-
al gobierno central sino al Estado. Al res- quieren soluciones específicamente diseña-
pecto, debemos analizar algunos casos. das para una ciudad-región. Como podría
La Constitución plantea los impuestos a apreciarse en centenares de estudios existen-
las herencias. Así mismo nos proporciona tes a nivel internacional, la complejidad y el
cierto margen para el tema de la movilidad. costo de las soluciones de movilidad de una
Cuando incitamos a un debate sobre este ciudad región no son menores. Esto no ocu-
tema, se evidenció el costo financiero y po- rre así con localidades más pequeñas.
lítico asociado pues se interpretó que Quito A su vez, se debe plantear y discutir el
se convertiría en la ciudad más cara del país. destino del impuesto a la renta de las perso-
Si en Quito se concentra el 46% del par- nas. Sin duda, el impuesto a la renta de em-
que automotor, se torna inadmisible que, presas es un ingreso nacional. No obstante,
hasta hace apenas un año atrás, el gobierno los ingresos a la renta de personas son bási-
municipal recibía 3 millones de dólares por camente locales. Así mismo, nuestra respon-
concepto del impuesto al rodaje. Esa canti- sabilidad es estructurar sistemas de recu-
dad no alcanza ni siquiera para pintar los peración de la plusvalía inmobiliaria. Si un
pasos cebra. Esto contrasta con la Comisión constructor obtiene cientos de miles de dó-
de Tránsito del Guayas, una entidad con un lares por un proyecto inmobiliario, se torna
presupuesto de 88 millones de dólares. El lógico que esta plusvalía sea compartida con
gobierno local debe asumir todos los recur- la ciudad. Es increíble constatar que algunos
sos relacionados con la movilidad. ciudadanos, propietarios de departamentos
en Miami por los cuales pagan 12 mil dóla- 51
Antonio Mena
Resumen
que estaría acompañado por una creciente diferenciación entre grupos socioeconómicos.
Morfológicamente, ese nuevo orden se expresaría en la conformación paulatina de ciuda-
des-región policéntricas y dispersas. En el trasfondo de estas mutaciones, los habitantes
latinoamericanos están experimentando nuevas formas de ciudadanía, vida cotidiana y go-
bierno.
Palabras clave
Globalización, urbanización, ciudad-región.
H
ablaremos de la ciudad latinoameri-
cana de nuestros días; la miraremos Aristóteles propone una definición simple y
más allá de su esqueleto y de su ana- bella: “La ciudad no es más que la asociación
tomía, desde su espíritu, como obra huma- de seres iguales, que aspiran en común a con-
na, hacedora y refundadora permanente de seguir una existencia dichosa y fácil” (1974:
relaciones humanas; intentaremos un reco- 122). Su principio y su fin son los seres hu-
rrido circular, figura perfecta de la geometría manos. La igualdad entre ellos como punto
griega, por lo infinito de su contorno, por de partida y fundamento; su dicha y felicidad
la equidistancia de cada punto con relación como punto de llegada, como meta orienta-
a su centro, por su semejanza con los astros, dora; el acuerdo, las aspiraciones en común,
reguladores de la suerte y del destino. como principal medio de obtención.
Nuestro trazado de círculo estará muy En el mundo de los fines, dicha y facili-
lejos de la perfección; intentará llegar al dad no son una ni la misma cosa. Mientras
punto inicial, sin certeza alguna de haber lo- la primera es el resultado del cultivo de la
grado una línea sin sobresaltos porque ella, virtud, la segunda deriva del progreso mate-
en su recorrido, habrá intentado bifurcacio- rial. “Por tanto, estimaremos como un pun-
nes, trifurcaciones probablemente irreversi- to perfectamente sentado que la felicidad
bles que habremos cerrado a la fuerza para está siempre en proporción de la virtud y de
no perder el punto de llegada. Pondremos la prudencia, y de la sumisión a las leyes de
en el centro la idea aristotélica de la ciudad, éstas” (Aristóteles, 1974:111).
simple, bella y sugestiva; la miraremos desde Aceptemos en éstos los principios básicos
sus más variados contornos intentando no de la ciudad y establezcamos las condiciones
perderla de vista para servirnos de ella como particulares en las que ellos se aplican en el
inspiración que nos ayude a comprender mundo de hoy.
mejor nuestras metrópolis. Lo primero es reconocer que en la polis
griega se funden dos ideas que en el mundo
contemporáneo tienen diferente significado.
La Polis (en griego πÓλις, poleis πÓλεις en
54 plural) era la denominación dada a las ciu-
rumbo de nuestro pasado, el colorido múl- “En rigor, todas las ciudades latinoame-
tiple de nuestro presente y la libertad de ricanas aceleraron a partir de entonces un
soñar con futuros impensados. doble proceso que estaba iniciado desde
Parece, por tanto, preferible preservar la la fundación. Por una parte, procuraban
referencia a la polis griega, más que a la urbe adecuarse al modelo europeo siguiendo
sus líneas de cambio y por otra sufrían las
romana, para así conservar la libertad de dis-
transformaciones derivadas de su estruc-
tinguir ciudades de condiciones diversas y tura interna, que alteraban las funciones
aceptar que la condición de “la” ciudad con- de la ciudad y, además, las relaciones
temporánea debe hallarse como resultado de entre los distintos grupos sociales y entre
la comparación entre singulares y no como la ciudad y la región. Ese doble proceso
la imposición de una como si fuese legítima- –de desarrollo heterónomo y de desarro-
mente representativa de lo universal. El re- llo autónomo– continuó a lo largo del
corrido presentado en este texto hace, por período independiente, acentuándose
tanto, referencia a la metrópolis latinoame- cada vez más” (Romero, 1999: xxxiii).
ricana,3 que reconoce su identidad en la
comparación con la ciudad global, con las La construcción de la ciudad latinoameri-
ciudades del mundo actual vengan de donde cana se ha orientado por los patrones im-
vengan, y entre las distintas metrópolis de puestos –durante la colonia– y después su-
nuestro subcontinente. geridos –posteriormente a la independen-
¿Cómo reconocer entonces la diferencia cia– por el modelo de ciudad europea que
entre lo singular y lo universal? ¿Cómo des- hemos construido en nuestras representacio-
cubrir lo metropolitano en abstracto sin so- nes ideológicas y políticas.
meter por la fuerza a lo metropolitano en Esos modelos han contribuido a unifor-
concreto? mizar nuestras aspiraciones, a coordinar
nuestras voluntades, a dotar de perseveran-
cia a nuestros esfuerzos, e incluso a otorgarle
Segundo ángulo: ¿cómo pensar a nuestros proyectos de ciudad de un mítico
lo universal en lo singular, la seme- sentido de nobleza y de legitimidad que les
janza en la variedad?: una primera da la fuerza necesaria para impactar el trans-
pista en la dimensión de las ideas curso de nuestras realidades urbanas. Así, y
gracias a este proceso, cada ciudad particular
El historiador de la ciudad latinoamericana y específica, hace parte de un todo universal,
José Luis Romero (1999) propone una suges- de una idea de ciudad construida en cada
tiva clave, que intentaremos seguir, para re- momento histórico.
solver el dilema planteado. La semejanza de Ese mismo proceso, sin embargo, no
las ciudades latinoamericanas en los diferen- evita la diversidad, no logra oponerse a la
tes momentos de su historia, deriva de la per- emergencia de múltiples realidades urbanas,
secución de modelos urbanos comunes y sus únicas e irrepetibles. Esos modelos urbanos,
diferencias, de la manera particular en que cultivados en cada momento y en cada ciu-
ellos toman arraigo en cada caso concreto: dad “sufrían las trasformaciones derivadas”
–al decir de Romero de las realidades social,
política, económica y geográfica propias de
3 Y no es, por tanto, extensible ni generalizable a ciudades,
pueblos y aldeas latinoamericanas; se pretende aplicable
cada sitio, dando lugar a esas ciudades con-
a las metrópolis. cretas, singulares, específicas. 57
no es una súper potencia sino que ha pa- la casi totalidad del continente a través del
sado a ser cualquier sujeto que posea vía armado de redes de distribución y de lavado
telemática alguna información estratégica de activos. En el caso de las ciudades, es res-
y oportuna para destruir al adversario (...) ponsable de la emergencia de una estética ar-
Así, la frontera entre arquitectura y el quitectónica muy particular y ha alimentado
mantenimiento del orden se ha esfumado
procesos mayores de corrupción política e
todavía más, ‘la policía de Los Ángeles se
ha convertido en uno de los protagonis-
institucional que se manifiesta de manera
tas principales de la planificación del cen- cruda a través de las cifras de muertes, ma-
tro’, y de varias de las ciudades se puede sacres y desplazamientos forzosos de pobla-
agregar. Tiempos productivos y afortuna- ción indefensa en los países más afectados
dos para fabricantes de seguridad (…). por esta actividad, lugares éstos donde el
Esa es la paradoja de la máquina para- ejercicio de la ciudadanía se convierte en
noica imparable que se alimenta a sí una quimera. En las grandes ciudades brasi-
misma. La lucha contra el terrorismo que leras los narcotraficantes constituyen hoy
produce ella misma el máximo del terror. bandas armadas con capacidad de confron-
El miedo al asalto que visibiliza la posi- tación directa de la policía y del ejército. Es
bilidad de ser asaltado y agita el corazón” ésta la no mencionada globalización debido
(Silva, 2008: 152-153).
a que se trata de una globalización de lo in-
nombrable.
En América Latina, el enemigo no es ex-
terno sino interno y este imaginario del “En rigurosa coherencia con esta lógica
temor es alimentado a través de los crecien- histórica, la Lima de inicio del siglo XXI
tes índices de violencia y delincuencia del también se hace Global City, como acaba
más variado tipo que se manifiestan a través de revelarse Buenos Aires y la Yakarta de
de los homicidios urbanos: Suharto: es decir, a través de los signos de
aquello que se produce con eficientes cri-
“En un contexto caracterizado por eleva- terios globales: la corrupción transnacio-
dos índices de pobreza, desigualdad so- nal, la miseria globalizada y la persis-
cial y falta de justicia (Neira, 1996) están tencia del único –parece ser– “exitoso”
dadas las condiciones para que la delin- negocio mundializado que produce la re-
cuencia prolifere y, es evidentemente, que gión andina de América Latina: el comer-
se ha incrementado en la última década cio de la cocaína” (Ludeña, 2009: 338).
a niveles francamente alarmantes (…). Se
estima que en América Latina, entre Otro imaginario, del que no habla Silva,
1980 y 1991, la tasa de homicidios subió pero que como observadores de nuestras re-
de 12.8 a 21.4 por 100 mil habitantes” alidades nos atrevemos a sugerir es el de
(Ziccardi, 2009: 60). prosperidad. Esa noble distinción estable-
cida por Aristóteles entre facilidad (bienestar
La incidencia del narcotráfico se extiende material) y virtud no existe en el mundo
hoy a la totalidad del continente latinoame- contemporáneo.4 Aparte de las teorías del
ricano y constituye la forma más dolorosa y desarrollo propuestas por Sen (2000), por lo
menos reconocida de globalización. De una general, bienestar material y felicidad son
producción inicialmente focalizada en los
países andinos, se ha extendido hoy también 4 Aunque existe en la teoría del desarrollo, no en la vida
a México y Centroamérica y compromete a cotidiana. 59
hoy una y la misma cosa, se confunden y se y la India, llegando hasta Egipto, en el norte
plasman en objetos del deseo, como el auto, de África.
la vivienda y el paisaje suburbano, el equi- Este mito nos sirve de ilustración de la
pamiento doméstico. idea de que el cambio es permanente; cada
Esos universales urbanos, constructores ciudad nunca es idéntica a sí misma, no es
de la ciudad contemporánea son, por tanto, lo que fue ni lo que será. Sin embargo, su
fundamentalmente realidades mentales, ela- ritmo de cambio es tan disparejo que así
boradas en las dimensiones racionales de la como por momentos el tiempo pareciera de-
ciencia, de la política y de sus instituciones, tenerse, hay otros de vértigo y mutación ex-
pero también, y no menos importantes, di- trema. Estamos en un momento especial,
mensiones imaginarias, producto de la com- renaciendo de nuestras propias cenizas. En
binación de razones y emociones, sembradas los últimos 30 años nuestra metrópolis lati-
en las áreas del deseo y del temor, ejerci- noamericana agonizó, murió y resucitó, de
tando poderosas fuerzas modeladoras del manera tal que estaríamos existiendo en un
comportamiento individual y colectivo. algo totalmente nuevo, inédito, ante lo cual
Ese complejo mundo mental que orien- enmudecemos, bien sea por asombro, por
ta, coordina, da duración y legitimidad a temor o por simple y mera ilusión.
comportamientos urbanos convergentes, Como breve ilustración de estos ciclos
que es fuente de uniformidad y homogenei- urbanos, un caso poco conocido pero im-
dad, se entrecruza a cada instante con las re- pactante, la transformación de Edo en
alidades más básicas de la ciudad como su Tokio:
tamaño, su forma, su dinámica de creci-
miento, su sentido de lo social, de lo político “La desintegración de las ciudades feuda-
y de lo cultural, para producir mil y un re- les provino de varias fuentes y algunos de
sultados urbanos, tan diferentes unos de los elementos desorganizadores fueron
otros que parecieran provenir de planetas más fuertes en algunas regiones que en
otras. Pero la fuerza combinada y destruc-
distintos, tan semejantes unos de otros que
tiva de todos ellos se focalizó en Edo, la
serían meros reflejos de una misma y única
ciudad capital. (…) Una población que
fuente de luz, la globalización. alcanzó el millón de habitantes al final del
período Tokugawa descendió a 597.905
(149.383 casas) en 1873. Las estructuras
Cuarto ángulo: la ciudad nunca es sociales y ecológicas características de Edo
la misma y está sometida a los ciclos en sus días de núcleo del sistema feudal
míticos del Ave Fénix centralizado, entraron en desorden al
mismo tiempo que el sistema completo se
El Ave Fénix o Phoenicopterus, como lo co- desintegraba” (Yazaki, 1968:274, 283).
nocían los griegos, es un ave mitológica del
tamaño de un águila, de plumaje rojo, ana- Como resultado de la restauración de la di-
ranjado y amarillo incandescente, de fuerte nastía Meiji, Tokio reemplazó a Edo como
pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa nuevo nombre para la capital del Japón. Este
que se consumía por acción del fuego cada cambio fue algo más que meramente con-
500 años, para luego resurgir de sus cenizas. vencional pues estableció el nacimiento de
Según algunos mitos, vivía en una región una nación moderna con una capital tam-
60 que comprendía la zona del Oriente Medio bién moderna (Cuervo, 1996:25).
de expansión, asociada a los ciclos de expor- torio, la liberación de las ataduras de la pro-
tación de minerales y de productos agrope- ximidad y del espacio.
cuarios, con el impulso de los nuevos gran- Las nuevas tecnologías de la comunica-
des mercados en plena expansión, la China ción y de la información creaban las condi-
y la India especialmente. Esta expansión se ciones para la formación de redes de trabajo
detuvo temporalmente con una recesión a distancia, de comando de operaciones
mundial que golpeó menos intensamente a complejas sin necesidad de proximidad fí-
América Latina que al mundo desarrollado sica; la liberalización del comercio, de las fi-
y le permitió mitigar el retroceso en los nanzas y de las regulaciones laborales ace-
avances previamente obtenidos a nivel de re- leraban el traslado de segmentos enteros de
ducción de la pobreza. En lo político, el la producción a lugares remotos y distantes
continente se vio poblado de democracias de los originales; las necesidades de 14 fle-
de las más diversas orientaciones y matices, xibilidad incentivaban la atomización y la
que avivaron las búsquedas de cooperación exteriorización de funciones productivas.
y de ganar presencia geopolítica propia. Sassen demostró con rigor y elocuencia
Son treinta años durante los cuales, por que a la desaparición de todas las ataduras
diversas razones y en muy variadas circuns- espaciales arriba mencionadas se habían su-
tancias, las metrópolis latinoamericanas re- cedido la aparición de otras nuevas, que la
nacieron de sus cenizas y confrontaron gran ciudad adquiría funciones de comando
procesos de cambio mayor, fundamental. Su de nuevo tipo, con profundas implicaciones
tamaño, sus elementos y la composición de sobre su estructura económica, su mercado
los mismos no han sido ajenos a las trans- laboral, sus formas de consumo e incluso su
formaciones mencionadas. Muy probable- morfología. Tomó a Nueva York, Londres y
mente cada metrópoli está en la presencia de Tokio como las cabezas de esa nueva maqui-
nuevas estructuras y nuevas morfologías ur- naria económica global y las sugirió como
banas. Más que encontrar un único patrón representativas de un nuevo orden urbano:
de cambio, lo que sí es posible identificar, al
estilo de lo que nos propone José Luis Ro- “A través de las finanzas más que por medio
mero, son vectores de transformación comu- de cualquier otro flujo internacional, ha
emergido una jerarquía global de ciudades,
nes que han dado lugar a configuraciones
con Nueva York, Londres y Tokio no sola-
diversas, dependiendo del tamaño de la ciu-
mente como las ciudades líder, sino tam-
dad, de su ritmo de expansión y de las polí- bién como aquellas que cumplen las fun-
ticas urbanas que la han acompañado. ciones de coordinación y operan como los
mercados de venta y compra de capital y
conocimiento” (Sassen, 1991: 327).
Quinto ángulo: aspectos de la
mutación metropolitana: la dimensión La gestión de la información emergió como
global del trabajo urbano la nueva sustancia generadora de atributos
urbanos de orden superior, representativos
El trabajo de Sassen (1991), a principios de no solamente de una nueva economía sino
los años 1990, no pudo ser más oportuno. también de una nueva ciudad:
Los observadores de la globalización decla-
raban sin cautela alguna y con fundamento “Las tendencias de las firmas a tener su-
62 empírico suficiente la desaparición del terri- cursales o divisiones altamente diversifi-
de la aplicación de las políticas neoliberales” más bien una colección variada y plural de
(Ziccardi, 2009: 47). situaciones: “Según De Mattos (1999), te-
Aunque la teoría de la modernización y niendo en cuenta las diferencias existentes
del dualismo anunció la progresiva desapa- entre las grandes metrópolis de los países
rición de las formas tradicionales de vida y desarrollados y las ciudades latinoamerica-
del dualismo productivo de nuestras econo- nas, la mayor parte de las investigaciones
mías, la persistencia de las desigualdades y sobre las urbes de América Latina muestran
de la pobreza obligó inventar y acuñar con- una tendencia dominante hacia el aumento
ceptos y teorías que dieran cuenta de su per- de las desigualdades intra-metropolitanas y
manencia. De la idea de marginalidad, en- la polarización social (Ciccolella 1999, Ca-
tendida como un fenómeno atípico y tem- riola y Lacabana 2003, Tashner y Bógus
poral de desigualdad, se pasó a la de exclu- 2001). Sin embargo, el mismo autor afirma
sión, comprendida como resultado propio y que ‘también hay algunos casos en que la
funcional a la estructura, no como patología tendencia hacia una mayor polarización so-
o error involuntario de la misma. Con Mil- cial no ha podido ser confirmada, como ha
ton Santos (1975) se llegó al más avanzado ocurrido en las investigaciones para Río de
grado de conceptualización de estos fenó- Janeiro en la década de los ’80 y Santiago de
menos, entendidos por él como parte de la Chile en el período que se inicia a mediados
articulación compleja de circuitos económi- de los ’80 y se prolonga hasta fines de los ’90
cos urbanos heterogéneos y dispares, pero (De Mattos, 1999: 57)” (Fuentes, 2005:13).
complementarios y con procesos de retroa-
limentación permanente.
Con la crisis mundial de los años 1970, Séptimo ángulo: aspectos de la
los países desarrollados y con ellos Sassen mutación metropolitana:
descubren formas de pobreza y exclusión in- nuevas morfologías urbanas
ventadas y consolidadas de tiempo atrás por
las ciudades latinoamericanas. Bastó este De Mattos (2010: 265) ha propuesto la
descubrimiento para que el mundo intelec- emergencia de una nueva y referencial forma
tual latinoamericano borrara de un plumazo urbana propia del momento:
su memoria académica, su acervo teórico, su
conocimiento acumulado. Sin lugar a dudas “la metamorfosis que se procesa bajo el
han emergido nuevas formas de exclusión impacto de las tendencias constitutivas
social, nuevas variedades de desigualdad y de esta fase de modernización capitalista,
de pobreza pero, lamentablemente en este ha estado llevando a la conformación de
campo mucho más que en otros, la eviden- una nueva forma urbana, que comporta
cia empírica está poco consolidada y la in- mutaciones sustantivas con respecto a la
que se había impuesto en el momento in-
terpretación teórica particularmente dispersa
dustrial-desarrollista (…) que correspon-
y atomizada. día a una ciudad ‘caracterizada por la
La poca evidencia comparativa entre ciu- existencia de un gradiente densimétrico
dades sugiere, en este punto, algo semejante en sentido centro-periferia, tanto en tér-
a lo encontrado en otros aspectos: hay algu- minos de población como de actividad y
nas tendencias mayores que son comunes a empleo, junto con la identificación de
las distintas ciudades, pero ellas no consti- unos límites externos bastante netos
tuyen un patrón único ni uniforme, sino frente al entorno rural’. Y, luego, que en 65
Con una interpretación cercana a la anterior, “Observa-se, nesse sentido, que a expan-
se habla de fragmentación: sao económica e populacional da RMSP
é resultado da combinacao das condicoes
“Por una parte, la extensión de las auto- de topografia e da localizacao dos grandes
pistas acentuó las estructuras lineales y, troncos rodoviarios (…) a expansao da
por otra, constituyó un antecedente para regiao metropolitana seguiu seis grandes
la formación de estructuras celulares frag- eixos (…) Sao Paulo-Santos (…) RMSP
mentadas que hoy son las más notables com o Vale do Paraíba (…) Sao Paulo-
en el perímetro urbano. Bajo el concepto Minas (…) RMSP com a regiao de Cam-
de fragmentación se entiende una nueva pinas (…) RMSP com a regiao de Sora-
66 forma de separación de funciones y ele- caba (…) Sao Paulo-Paraná” (Campo-
lina, 2007: 31). Este policentrismo axial tradas, unas más cercanas a la hipótesis de
de la Región Metropolitano se acompaña De Mattos y otras con resultados combina-
de una extensión regional mucho más dos:
amplia del radio de influencia de la ciu-
dad hasta unos 100 kms: “Assim, aceita- “Para Ciccolella (1999: 17), queda plan-
mos a idéa da cidade-regiao mundial de teada en términos de interrogación,
Sao Paulo, porém composta pela RMSP ¿Existe oposición o contradicción entre
e pelas microrregioes, industrializadas e procesos de globalización de la RMBA y
próximas, de Campinas, Sao Jose dos su contra-cara, la dualización del espacio
Campos, 19 Sorocaba e Santos, como metropolitano? ¿Buenos Aires tiende a
propoe Lencioni (2003). Elas estao con- ser una ciudad global o una ciudad dual?
tidas dentro de un radio inferior a 100 Y, finalmente, la dualización de las ciu-
km, tomada a cidade de Sao Paulo como dades, es decir la coexistencia creciente
centro” (Campolina, 2007: 38). entre riqueza y pobreza, atraso y moder-
nidad, constituye una contradicción o
La Zona Metropolitana del Valle de México una característica esencial del nuevo es-
(ZMVM), posee hoy, probablemente por las pacio metropolitano posfordista-postmo-
semejanzas de escala, una estructura seme- derno y postindustrial tanto de las ciu-
jante a la mencionada para Sao Paulo en dades globales de Sassen como de las me-
donde se ha configurado un policentrismo gaciudades periféricas?”.
basado en la presencia de ejes y no de nodos
desarticulados sin presencia de un centro. La En cambio, para Etulain y López (1999: 25-
evidencia histórica señala además, en este 26), es evidencia de la heterogénea confor-
caso, que esa nueva configuración es el re- mación y dinámica propia de la ciudad:
sultado de un proceso de cambio de varias
décadas que como paso previo tuvo una “En forma genérica el crecimiento actual,
configuración policéntrica nuclear dispersa: sigue leyes y parámetros que responden
a dos tipos de modelos que se manifies-
tan en forma yuxtapuesta sobre el terri-
“Basándonos en la investigación reali-
torio. Existe la ciudad tradicional (…)
zada sobre la ZMVM en 2002 (Pradilla
Sobre ella coexiste y se yuxtapone una
y Pino, 2004), revisada en 2007, pode-
ciudad difusa, fragmentada, virtual y
mos afirmar que en la metrópoli se ha
móvil que cuestiona la naturaleza de la
operado un cambio sustancial en la lógica
centralidad (…) En gran medida, este
de estructuración socio-económica y te-
tipo de ciudad ya modela y casi consolida
rritorial: ha pasado, a través de una fase
el área norte de la RMBA y se vislumbra
multinuclear de transición con una du-
como modelo factible para el área sur. No
ración de varias décadas, de una estruc-
obstante se entiende que éste necesita del
tura organizada a partir de una centra-
anterior, fundamentalmente en los aspec-
lidad única, a una estructurada a partir
tos relacionales que involucran los siste-
de una red de corredores terciarios” (Pra-
mas de movimientos, la centralidad, el
dilla, Moreno y Márquez, 2008: 20).
espacio público y la seguridad para su
atravesamiento (…) Pareciera improba-
Buenos Aires también daría lugar a una con- ble la exclusión de uno u otro modelo;
clusión matizada en donde se pone de pre- en todo caso, deberían definirse con pre-
sente la yuxtaposición de modelos, en me- cisión las zonas y condiciones en que se
dio, vale decirlo, de interpretaciones encon- ha de desarrollar cada modalidad de 67
calificar en el Perú– en una auténtica me- tando todo tipo de carencias en relación
trópoli chicha (…) categoría cultural con el acceso a los bienes urbanos más ele-
para designar toda manifestación en la mentales” (Ziccardi, 2009: 67).
que se encuentra una fusión o mezcla de
manifestaciones de diversa procedencia La descentralización, la elección popular de
social, étnica y geográfica, y en los que alcaldes y gobernadores, las reformas a los
están presentes componentes de la cul- estatutos políticos de las ciudades mayores,
tura andina y urbana moderna–” (Lu-
las prácticas participativas de planeación,
deña, 2009: 348).
presupuesto y control, están introduciendo
cambios mayores a la formación y ejercicio
de ciudadanía que requieren ser analizados
Noveno ángulo: aspectos de la
mutación metropolitana: e interpretados con mayor detalle e introdu-
habitantes y ciudadanos, la nueva cen nuevos desafíos:
democracia urbana, metrópolis,
ciudades, pueblos y aldeas “Los procesos de democratización polí-
tica y de reforma del Estado, los cambios
en las fronteras entre lo público y lo pri-
A pesar de constituir un hecho mayor, la
vado y, sobre todo, las crecientes deman-
reinstalación y estabilidad de la democracia
das de la ciudadanía, obligan a construir
en América Latina y sus impactos sobre la un nuevo escenario para el diseño y la
formación de ciudadanía y la construcción aplicación de las políticas sociales y urba-
de acuerdos colectivos para alcanzar metas nas” (Ziccardi, 2009: 69).
de interés general son fenómenos relativa-
mente poco analizados. Al individuo se le Adicionalmente, dado que las disparidades
analiza más como consumidor y trabajador territoriales y las brechas de desarrollo entre
que como ciudadano. ¿Somos iguales? ¿En las distintas regiones de nuestros países si-
qué condiciones accedemos a nuestros dere- guen siendo tan marcadas (CEPAL, 2009),
chos y cumplimos nuestras obligaciones? es fuerza reconocer las diferencias de ejerci-
¿Cuáles son nuestros comportamientos po- cio de la ciudadanía entre los habitantes me-
líticos individuales y colectivos? Sin respues- tropolitanos, de las ciudades, de los pueblos
tas a estas preguntas difícilmente sabremos y de las aldeas. Las fracturas campo-ciudad
qué tipo de ciudad es la nuestra. Los cam- se reproducen y perpetúan y en algunos
bios en este frente también son mayores: casos 23 se exacerban por la presencia de in-
surgencia política, reacción armada y violen-
“En América Latina (…) La creación de cia delincuencial asociada a la producción y
una forma de gobierno que ha sido carac-
tráfico de drogas ilícitas.
terizada como estatal corporativa se co-
rrespondió con una ‘ciudadanía segmen-
tada’ (Draibe, 1993) que diferenció a)
Décimo ángulo: aspectos de la
aquellos que podían acceder a los bienes
mutación metropolitana: familias
urbanos por la vía del mercado (…) por
globalizadas, funciones residenciales
contar con un ingreso adecuado; b) los
móviles y desagregadas
que poseían la condición de trabajadores
asalariados (…); y c) una gran mayoría
que debió resolver de manera precaria y En los últimos 20 años se incrementaron y
70 paupérrima, el vivir en la periferia sopor- extendieron los éxodos de latinoamericanos
hacia los países desarrollados en búsqueda ción y cambio de nuestras ciudades que
de oportunidades económicas. Las guerras deben ser estudiadas acudiendo a categorías
centroamericanas los alimentaron durante conceptuales apropiadas y a sistemas de me-
los años 1980, pero posteriormente fue el dición también adaptados a sus característi-
empobrecimiento del campo el que lo exa- cas. Geógrafos franceses observadores de
cerbó en México y la estrechez de oportuni- estas mutaciones, como Françoise Dureau
dades económicas en muchos otros países (2000), han acuñado el término de Metró-
como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. polis en movimiento.
En la actualidad, las remesas de los emigran-
tes a sus familias de origen constituyen para
algunos países la principal fuente de divisas Regresando al centro: la metrópolis
y en muchos otros ocupa ya el segundo latinoamericana en mutación;
lugar. Las monedas latinoamericanas se han trayectorias singulares, pistas de futuro
hecho fuertes no solamente a causa del di-
namismo de las exportaciones y de la inver- Hemos intentado un recorrido en forma de
sión extranjera, sino también debido a este círculo, girando grado a grado alrededor del
flujo masivo de recursos que se distribuye centro e intentando cubrir cada una de las
caprichosamente entre ciudades, pueblos y 24 dimensiones relevantes de la metrópolis
aldeas de nuestros países. latinoamericana contemporánea. Estamos
Estos recursos están poniendo en marcha lejos de haberlo conseguido y este será el
la construcción de una nueva infraestructura momento de proponer el balance de lo al-
residencial, ya sea para los familiares o como canzado y de lo pendiente.
residencia secundaria de sus aportantes. En El ensayo se ha valido del conocimiento
otros casos se ha organizado y llega bajo la académico producido sobre nuestro objeto
forma de donaciones que pretenden aportar de estudio. Aunque la cobertura y el alcance
construcciones de beneficio colectivo. Son, de los aspectos a ser abordados son incom-
en todo caso, riqueza producida por una for- pletos, vale decir que, no obstante sus limi-
ma de globalización poco estudiada y anali- taciones, es relativamente satisfactorio gra-
zada en lo que hace a sus impactos urbanos. cias a la existencia de instrumentos previa-
Las familias latinoamericanas han cam- mente inexistentes. Hace veinte años, cuan-
biado su estructura, no solamente porque do se comenzaba a hablar de los impactos
segmentos importantes de ellas se han tras- urbanos de la reestructuración capitalista, en
ladado al exterior pero manteniendo vivos compañía de Samuel Jaramillo (1990), in-
sus lazos afectivos y de solidaridad econó- tentamos elaborar un análisis para la ciudad
mica, sino también porque las separaciones, latinoamericana que estableciera las posibles
los divorcios, y las jefaturas unipersonales diferencias de este impacto con relación a lo
han proliferado, cambiando el mapa socio- que sucedía en las ciudades de los países de-
lógico de nuestros núcleos familiares. Acom- sarrollados.
pañando este proceso, han aparecido estra- Más allá de nuestra voluntad nos encon-
tegias residenciales variadas, con migracio- tramos ante el insalvable escollo de la inexis-
nes secuenciales a lo largo del año, o de la tencia de literatura académica e información
vida, con la extensión de fenómenos como estadística suficientes que nos permitieran
el de la residencia secundaria, dando lugar a hacerlo. Con pocas excepciones (Eure y la
la aparición de nuevas fuerzas de configura- Revista Interamericana de Planificación), la 71
a través de los cuales se construye hoy el es- balizadas de la cultura, están motivadas por
píritu de lo urbano en Latinoamérica: el la necesidad del capital internacional por
concepto de ciudad global, el sentimiento tener nuevos campos de siembra, con pro-
de temor, las aspiraciones de prosperidad. misorias rentabilidades, encuentran soporte
en las redes financieras, empresariales y de
Tercero: aunque nuestro argumento ha su- telecomunicaciones. Pero la economía es
gerido pero no ha logrado desarrollar, este obra humana y la tecnología toma su curso
espíritu metropolitano contemporáneo es por las decisiones que los seres humanos
uno de los respaldos a partir de los cuales hacen del uso que le darán. Por tanto, esas
nuestros ciudadanos y nuestras instituciones voluntades y esos espíritus son moldeados
de hoy orientan sus decisiones, remodelan pero también moldean las realidades concre-
sus espacios y someten a nuestras metrópolis tas y tangibles de la competencia, de la ren-
a una profunda mutación: el automóvil, las tabilidad, de las redes de infraestructura. Ni
autopistas, los centros comerciales, los dis- principio, ni fin, sino que es esa oposición
tritos de negocios, los barrios cerrados, la re- permanente y cambiante entre realidades
habilitación de los centros, la construcción mentales y objetivas lo que mueve y trans-
de la infraestructura de soporte. forma nuestras ciudades: las pretende iguales
Estas voluntades individuales y colectivas y al mismo tiempo las hace distintas.
no surgen de la nada, no son producto ca- Distintas porque esas voluntades, esos
prichoso y voluntario de las personas. Deri- imaginarios, se insertan en contextos políti-
van de la presencia de las industrias glo- cos y sociales muy particulares, produciendo
un mestizaje propio de cada lugar, con espe-
cificidades continentales (que nos autorizan
hablar de Latinoamérica), nacionales y loca-
les. Porque las realidades urbanas de cada
sitio imponen también sus propias tenden-
cias, sus propias restricciones, sus obstáculos
particulares, sus vías de evacuación y rutas
de velocidad (por donde el cambio se hace
más expedito y rápido) específicas.
Así, constatamos tercerización del em-
pleo en todas las ciudades pero con caracte-
rísticas particulares en cada lugar en donde
la combinación de lo formal e informal es
diferente, el papel de lo público y de lo pri-
vado es también distinto, en donde los ser-
vicios de soporte a la producción y al con-
sumo se combinan de diferente manera en
cada metrópoli. También debilitamiento de
la producción industrial, en algunos casos
sin caída sustancial de su valor, pero en otros
sí; en algunas ocasiones con desplazamientos
hacia el entorno regional de la ciudad ma-
Buenos Aires 73
yor, en otros hacia nuevas regiones y polos
74
Resumen
Palabras clave
Economía política internacional, globalización, territorios en red, transformaciones
urbanas.
* Investigador del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile 77
Mientras que este aspecto del proceso global (industrialización y/o ur-
banización) sigue su evolución, la gran ciudad ha estallado provocando
una serie de protuberancias ambiguas, tales como: conjuntos residencia-
les, complejos industriales, ciudades satélites, apenas diferentes de las for-
mas urbanizadas. La ciudad pequeña y mediana se transforma en
dependencia, en una semicolonia de la metrópoli.
los países respectivos, así como también de Desde el momento en que este discurso
la identidad y/o idiosincrasia específica de volvió a recuperar fuerza, sus indicaciones se
cada ciudad. propagaron asociadas al avance de la globa-
lización, alcanzando paulatinamente a la
mayor parte de las naciones del orbe, si bien
Cambios político-ideológicos y con diferente grado de penetración e im-
científico-técnicos y capitalismo total pacto, en lo esencial, lo que se impuso, fue
la convicción de que la recuperación del cre-
Para explicar los cambios que marcan la di- cimiento solamente podría alcanzarse bajo
rección que ha seguido esta metamorfosis ur- una dinámica genuinamente capitalista. Por
bana hay que tener en cuenta las motiva- ello, el objetivo fundamental del nuevo mo-
ciones, los fundamentos y los principales efec- delo fue “[…] sustituir los mecanismos his-
tos de las respuestas, tanto públicas como pri- tóricamente inaplicables del modelo keyne-
vadas adoptadas para hacer frente al agota- siano por otros de nuevo cuño, que sean ca-
miento del modelo de acumulación y creci- paces, en las nuevas condiciones sociales, de
miento keynesiano-fordista que, con diversas asegurar los procesos básicos de toda econo-
especificidades nacionales, había logrado im- mía capitalista, a saber, la generación del ex-
ponerse en la mayor parte del mundo occi- cedente (fuente de inversión), la elevación
dental a partir de la Gran Depresión. Susten- de la ganancia, el desarrollo de mercados en
tadas en un discurso teórico-ideológico que forma equivalente, y la regulación del ciclo
preconizaba un cambio sustantivo en la orien- económico y las condiciones generales de
tación y el contenido tanto de la gestión pú- producción, mientras se mantienen condi-
blica como privada, esas respuestas impul- ciones de circulación del capital que no per-
saron un proceso de restructuración que sig-
nificó una ruptura radical con respecto al pe-
Antonio Mena
ríodo anterior (Michalet, 2007).
Sin duda, el fracaso generalizado de los
intentos por planificar centralizada y nor-
mativamente el “desarrollo económico y so-
cial”, que habían alcanzado su apogeo en los
años de la segunda posguerra, tanto en los
países capitalistas como en aquellos que se
propusieron hacerlo hacia un destino alter-
nativo, estableció condiciones propicias para
un retorno a las recetas del liberalismo eco-
nómico. Así, después del auge alcanzado du-
rante buena parte del Siglo XX por los
planteamientos sobre la necesidad y la posi-
bilidad de una intervención exógena al mer-
cado a fin de regular el crecimiento capita-
lista, se produjo la vuelta a la creencia de que
solamente sería posible encontrar una salida
a la crisis con el plena re-mercantilización de
la vida social. 79
se produjo a raíz de que las TIC aportaron (1976) ha denominado “confianza empresa-
un soporte cualitativamente distinto al pre- rial”; y la máxima sanción política es la no-
existente, mucho más potente y eficaz para inversión o su amenaza […]. El fundamento
permitir el despliegue económico-territorial del poder y del dominio capitalista radica en
ampliado de la arquitectura financiera y pro- este derecho institucionalizado de retirada
ductiva emergente, lo que hizo posible su del capital, del cual la crisis económica no
funcionamiento en tiempo real a escala pla- es más que la manifestación agregada” (Offe,
netaria. Complementariamente, en el plano 1985: 12-13).
político-ideológico, una nueva matriz de po- Se puede afirmar que esta prerrogativa,
der social, que se había perfilado y afirmado el poder de obstrucción del capital, de la que
con la evolución de la dinámica fordista, im- gozan los propietarios del capital es lo que
pulsó una progresiva des-fronterización eco- establece el encuadramiento estructural bá-
nómica de los territorios nacionales sico de la nueva dinámica económica y que
mediante la aplicación sistemática de un poco es lo que puede escapar a su alcance,
conjunto de políticas de liberalización eco- en las situación que se configuró bajo la afir-
nómica, de las cuales la apertura externa ge- mación de este encuadramiento, se profun-
neralizada constituyó su componente prin- dizó más aún la dependencia estructural de las
cipal. respectivas sociedades nacionales con respecto
De esta manera, al impulsar un progre- al capital (Przeworski, 1990), en este con-
sivo aumento del derramamiento financiero texto, quedaron establecidas las condiciones
y productivo por encima de cada día más de para la materialización de una nueva forma
fronteras nacionales, las políticas del “ajuste histórica particular del capitalismo (Held &
estructural” también incidieron en forma McGrew, 2002: 65), la cual ha sito conside-
decisiva en la conformación de un espacio rada como aquella en se ha impuesto una si-
mundial de acumulación, en el cual el des- tuación de “capitalismo total” (Peyrelevade,
pliegue de un número creciente de circuitos 2005).
globales amplió en forma progresiva la ex-
pansión económico-territorial de la diná-
mica económica capitalista. De esta manera Transformación económica y
se produjo la instauración y/o profundiza- y nueva arquitectura productiva
ción de las propiedades y las reglas de juego y financiera
inherentes a este tipo de formación social en
todos aquellos lugares que se iban articu- Al hacerse evidente durante las últimas dé-
lando a dicho espacio, con lo que se produjo cadas del siglo pasado la generalización de la
en el ámbito económico de cada uno de pérdida de productividad y de competitivi-
ellos el progresivo afianzamiento de lo que dad de la gran empresa verticalmente inte-
Offe (1985) ha caracterizado como el poder grada, que había constituido el núcleo bá-
de obstrucción del capital. Y esto implica, sico del fordismo, tanto gobiernos como
como consecuencia crucial de este proceso, empresas se vieron obligados a buscar una
que “mientras las decisiones de inversión salida que les permitiese enfrentar las nuevas
sigan siendo “libres”, es decir, mientras se condiciones que encuadraban la competiti-
rijan por la ley de la rentabilidad máxima es- vidad en el espacio mundial de acumulación
perada, la variable decisiva que dirige las op- en expansión, en esa situación, numerosas
ciones políticas “realistas” es lo que Kalecki empresas de los países más desarrollados op- 81
taron por una estrategia que implicó un pro- han ido articulando de manera desigual y,
gresivo desmontaje de organización vertical- en general, insatisfactoria (Kosakoff y López,
mente integrada dominante en la época de 2008).
auge del fordismo, pero contemplando la En torno a estas cadenas de valor y/o
preservación de las relaciones técnicas reque- redes productivas, se inició la configuración
ridas por los respectivos procesos producti- de una nueva arquitectura financiera y pro-
vos o financieros, conforme a arreglos basa- ductiva, cuya expansión y dispersión desem-
dos en la externalización, tercerización y bocó en una conformación tipo nodos y
sub-contratación. Este camino, que llevó a redes (hubs & networks), que se ubicó como
una progresiva descomposición o división in- la estructura básica que sustentó el desplie-
ternacional de procesos productivos (Mou- gue y re-escalamiento capitalista de la nueva
houd, 2006: 25), condujo al establecimiento fase, en esa estructura, los lugares en los que
de nuevas formas de articulación multina- se produjo el mayor entrecruzamiento de
cional, fundamentalmente por la vía de la esas redes pasaron a constituirse en los com-
organización en red. ponentes principales de una geografía que se
A medida que las fronteras nacionales se ha ido expandiendo por el mundo entero,
fueron haciendo más permeables, esas em- dando lugar a la configuración que Veltz ca-
presas organizadas en red intensificaron su racterizó como una “economía de archipié-
despliegue por distintas partes del mundo, lago” (1996) o como un “modelo celular en
involucrando tanto a la dimensiones finan- red” (2000).
ciera y productiva, como a la del consumo, Fue así como la organización productiva
lo cual se ha manifestado en la operación de en red permitió hacer viable la expansión te-
un número creciente de cadenas globales de rritorial a escala global de las empresas, ori-
valor (global value chains) (Gereffi, 1999; ginando una infinidad de flujos de todo tipo
Gereffi, Humphrey & Sturgeon, 2005). (de capital, de comunicaciones, de informa-
Sobre esta base, se produjo un persistente ción, de mercancías, de personas, etc.), que
aumento de la constitución de cadenas y re- desde entonces se despliegan prácticamente
des, que desde entonces aparecen como uno por todos los rincones del planeta, favoreci-
de los rasgos medulares de la globalización: dos por los nuevos medios y posibilidades
“en el capitalismo global, la actividad eco- en términos de movilidad y de comunica-
nómica no es solamente internacional en su ciones. De este modo, en base a esa organi-
alcance, sino que también es global en orga- zación, una cantidad ilimitada de firmas
nización” (Gereffi, 1999: 1), en esta evolu- globales deslocalizó y relocalizó partes rele-
ción, un número importante de los com- vantes de su cadena de valor en una multi-
ponentes de cada cadena de valor (diseño, tud de lugares estratégicamente escogidos en
producción, marketing, comercialización) un espacio mundial de acumulación y, al po-
fueron deslocalizados hacia múltiples lugares sicionarse en ellos, encontraron un meca-
de la nueva geografía globalizada, donde se nismo idóneo para continuar con su expan-
materializaron en diversos tipos de clústeres sión y crecimiento.
e islotes productivos, aún cuando con una
dispersión y cobertura geográfica desigual,
donde los grandes beneficiados fueron los
países más desarrollados de la Tríada, pro-
82 ceso en el que los países latinoamericanos se
las políticas destinadas a favorecer el desplie- generales para la valorización del capital.
gue global de ciertos circuitos o firmas glo- Ante esta situación, dada la desigual
bales, entre los que los financieros fueron atractividad de los diferentes países, en es-
especialmente beneficiados, se ha impuesto pecial para la IED, los flujos respectivos se
un aumento progresivo y, hasta ahora irre- han dirigido principalmente hacia los países
versible, de la autonomía de los flujos con en los cuales los potenciales inversores han
respecto a los lugares, así como también con percibido la existencia de mejores condicio-
respecto a las indicaciones gubernamentales. nes para la valorización de sus capitales, lo
En particular, los capitales móviles ad- que es apreciado en función de un conjunto
quirieron una creciente libertad para escoger de factores que son los que habitualmente
su destino geográfico, o sea, para decidir se consideran en evaluaciones como las de
donde “pisarían tierra”, en función de las riesgo-soberano y de competitividad. Es así
condiciones ofrecidas por cada lugar para su que resulta fácil comprobar que hasta ahora
valorización. Este cambio, ha obligado a que los capitales móviles se han orientado prefe-
los lugares (países, regiones, ciudades), como rente y mayoritariamente hacia los países de
condición necesaria para poder mantener o mayor desarrollo relativo, que han sido sis-
aumentar sus niveles de acumulación y cre- temáticamente los mejor calificados en todas
cimiento, hayan tenido que recurrir a la apli- y cada una de las múltiples evaluaciones que
cación de estrategias orientadas a competir miden aspectos relacionados directa o indi-
por IED. Además, la misma situación tam- rectamente con la atractividad territorial. La
bién ha incidido en la orientación de la información disponible sobre los flujos de
mayor parte de los flujos de mercancías, de IED y sobre deslocalización de filiales de
personas (tanto visitantes globales como mi- ETN confirma ampliamente esta tendencia.
grantes), de puestos de trabajo, de comuni- La evidencia empírica también permite
caciones, culturales, etc., que se entrecruzan comprobar que, una vez escogido un destino
en una economía globalizada. nacional, los capitales móviles se dirigen ma-
¿Cual ha sido el destino principal de yoritariamente hacia alguna aglomeración
estos flujos en la realidad observable? Para urbana de ese destino, en el entendido de
responder a esta interrogante, hay que tener que es ese el lugar que, en ese ámbito, ofrece
en cuenta que desde que, no obstante su cre- las mejores condiciones para la valorización
ciente porosidad, las fronteras continúan del capital, habida cuenta de su mejor dota-
existiendo, los capitales móviles seleccionan ción relativa de los factores requeridos por
ante todo un destino nacional, por cuanto, los componentes de las cadenas de valor de
como afirma Veltz, “[…] un gran número las ETN, en esta situación, dada la creciente
de condicionamientos y de datos que guían autonomía con la que los capitales móviles
las decisiones de localización de las empresas escogen su destino territorial, las ciudades
y de los individuos (la fiscalidad, la legisla- interesadas en atraer dichos capitales, no tie-
ción del trabajo, etc.) siguen siendo nacio- nen otra alternativa que mejorar, en la me-
nales. Las encuestas muestran […] que las dida de sus posibilidades, las condiciones
grandes firmas mundiales eligen primero el para la valorización del capital. De hecho,
país, luego la región de implantación […]” en esto radica el fundamento básico de las
(Veltz, 2002: 126). Lo que significa que to- estrategias de competitividad, que se han
davía sigue siendo a nivel nacional la escala ubicado como una de las modalidades do-
en la que se establecen las condiciones más minantes de la actual gestión urbana. 85
En lo que concierne a las familias, hay politana; por otra parte, la que concierne a
que destacar que sus estrategias y decisiones los sectores de menores ingresos, los cuales
locacionales, más allá de sus respectivos ni- en la mayor parte de los casos fueron empu-
veles de ingreso, contribuyeron en general a jados hacia donde el precio de la tierra que,
alimentar el proceso de expansión metropo- en general, es más bajo en las partes más po-
litana, en la medida que una parte significa- bres de la periferia urbana, muchas veces en
tiva de ellas estableció su residencia en áreas áreas aún no urbanizadas, tendencia a la que
periurbanas, en términos generales, contri- en el caso de las ciudades latinoamericanas
buyó a la ampliación de sus opciones terri- contribuyeron tanto los programas estatales
toriales de localización el incremento del de vivienda social allí donde los ha habido,
ingreso personal medio que, con distinta in- como los mercados inmobiliarios informales
tensidad benefició a las familias de la mayor y la ocupación ilegal de tierras periféricas
parte de las grandes aglomeraciones latino- (UN-Hábitat, 2003).
americanas, lo cual normalmente tuvo el Esta tendencia a la periurbanización que
efecto de aumentar el consumo de espacio afectó prácticamente a todos los sectores so-
habitacional por familia. A esto, además, se ciales, ha sido acompañada en la mayoría de
sumaron diversos cambios en la composi- grandes metrópolis por una pérdida de po-
ción familiar urbana, con la formación de blación de las áreas centrales más antiguas y
unidades familiares más pequeñas y el con- consolidadas en beneficio de múltiples luga-
secuente incremento de la demanda por res del borde metropolitano, como lo indi-
nuevos tipos de vivienda. Uno de los prin- can los resultados de los últimos censos de
cipales efectos de estos cambios, fue la am- población, en esto, además de los factores ya
pliación de la demanda por suelo urbano, considerados, también jugó un papel impor-
que también significó un sostenido aumento tante la evolución del precio de la tierra que,
del consumo de tierra per cápita y una im- en general, tiende a disminuir a medida que
portante caída de la densidad urbana, todo aumenta la distancia de las áreas centrales,
lo cual dio un impulso adicional a la expan- especialmente en determinadas direcciones
sión territorial de estas aglomeraciones. Es- y a continuar elevándose en las áreas de re-
tos procesos, también fueron estimulados sidencia de los sectores de mayores ingresos.
por la acentuación de la tendencia a la ur- Las operaciones de gentrificación, que han
banización de la economía y de la población permitido la recuperación de algunas partes
y por el crecimiento del número absoluto de de las áreas centrales de algunas de estas ciu-
habitantes en gran parte de las ciudades dades, han tenido todavía un alcance suma-
principales de todo el mundo y, en particu- mente limitado.
lar, de América Latina. Si se consideran los factores que han in-
A este respecto, cabe distinguir dos tipos cidido en el desencadenamiento y alimenta-
de situaciones extremas: por una parte, la re- ción del aumento de la periurbanización, se
lativa a los sectores de ingresos altos y me- puede llegar a la conclusión de que es poco
dios que, en general, mostraron una fuerte probable que se revierta o se detenga el pro-
preferencia por la vivienda individual con ceso de expansión territorial metropolitana,
jardín y que, a medida que comenzó a au- aún si se llegase a producir una atenuación
mentar su ingreso medio, también aumentó e, incluso, una ralentización del crecimiento
su demanda por suelo urbanizado, lo que de la población, como ya está ocurriendo en
92 dio impulso adicional a la expansión metro- algunas grandes ciudades, en particular, esta
para atender la demanda para el consumo alternativos. Ejemplos como los del Centro
cotidiano local, en numerosos casos, el for- Corporativo Santa Fe en Ciudad de México,
talecimiento y/o diversificación de estas cen- el nuevo centro empresarial en el cuadrante
tralidades tradicionales se ha beneficiado de sud-oeste de Sao Paulo, Puerto Madero en
la localización adicional de diversos servicios Buenos Aires y la Ciudad Empresarial en
personales, tales como los relativos a salud, Santiago de Chile, constituyen ejemplos
educación, administración pública y pri- destacados de esta tendencia. Por lo general,
vada, etc., que han buscado una mayor pro- la irrupción de estos proyectos, significó la
ximidad a ciertas áreas residenciales, en es- culminación del progresivo desplazamiento
pecial de familias de ingresos medios y altos. hacia nuevas localizaciones de las actividades
De esta manera, estas centralidades locales antiguamente concentradas en las áreas cen-
o barriales se diferencian de las existentes en trales, dando lugar a grandes operaciones in-
el pasado, debido a que además de sus acti- mobiliarias que buscan dar respuesta a re-
vidades tradicionales destinadas al consumo querimientos específicos de determinadas
cotidiano, han logrado sumar una diversifi- actividades globalizadas. Como tales, estas
cada oferta de servicios, lo que les permite operaciones constituyen una de las expresio-
constituirse en alternativas efectivas a los nes más visibles de los procesos de la mer-
centros históricos. cantilización del desarrollo urbano que se
A estas centralidades, que pueden consi- han acentuado durante las últimas décadas
derarse como de tipo tradicional, se sumaron (Fix, 2007; Silva y Castillo, 2007).
también nuevas configuraciones, entre las En la misma dirección, puede observarse
que se destacan especialmente los “shopping en buena parte de estas ciudades el paulatino
centers” que, en la mayor parte de los casos, desplazamiento de las sedes corporativas de
reúnen una diversificada mezcla de activida- numerosas empresas globalizadas, hacia
des comerciales y de servicios, entre las que áreas fuera del centro empresarial tradicio-
cada vez más aparecen los nodos de cadenas nal, en general hacia la proximidad de los
globales orientadas al consumo, así como lugares de residencia de los sectores de ma-
también las relacionadas con la gastronomía yores ingresos. De hecho, puede generali-
y la cinematografía. Muchas de estas concen- zarse para la mayoría de estas ciudades el
traciones territoriales para el consumo y los fenómeno identificado para el caso de Lima:
servicios tienen una fuerte incidencia en la “el único centro metropolitano que Lima
modificación de la organización y el funcio- mantuvo por muchas décadas se ha desdo-
namiento de las áreas urbanas en las que se blado en múltiples centros especializados y
desarrollan, en la medida que sustentan una redes de actividades informacionales, indus-
estructura urbana multicéntrica más expan- triales, comerciales y culturales. Estos cen-
dida y más funcional a la creciente difusión tros han generado una alta densidad de
y utilización del automóvil. actividades y flujos de capital e información,
Así mismo, acompañando el crecimiento creando una nueva jerarquía espacial metro-
y los requerimientos de los nuevos servicios politana” (Chion, 2002: 72).
relacionados con la penetración y expansión Aun cuando algunos centros históricos
de los circuitos globales, en varios de estos todavía conservan una elevada concentra-
países empezó promoverse la realización de ción de funciones terciarias, el paulatino for-
proyectos inmobiliarios de gran dimensión, talecimiento de la dotación de servicios en
94 con el explícito propósito de generar CBD centralidades alternativas, ha redundado en
que para diversas dimensiones de la vida co- En esta aproximación, como en las que
tidiana el centro tradicional haya perdido se analizarán a continuación con referencia a
gravitación y su utilización sea decreciente. las áreas urbanas principales latinoamerica-
nas, aparece con nitidez que esa transición
desde la ciudad industrial hacia la región ur-
Nueva forma urbana bana, forma parte de una evolución hacia la
y regiones urbanas urbanización generalizada de la sociedad, tal
como fue anticipada y explicada por Lefebvre
Los elementos de juicio revisados hasta aquí, hace más de 40 años atrás. Frente a la mag-
respaldan la conclusión de que, junto con la nitud de este cambio ha sido la propia perti-
afirmación de las tendencias que caracteri- nencia o validez del concepto de ciudad lo
zan a esta fase de modernización capitalista, que ha comenzado a ser cuestionado (Web-
una nueva metamorfosis urbana comenzó a ber, 1968; Choay, 1994; Bassand, 2007).
afectar la evolución de las grandes ciudades En esta situación, cabe preguntarse, ¿có-
latinoamericanas. De este proceso ha estado mo se ha manifestado esta evolución en el
surgiendo una nueva forma urbana, que caso de en las grandes ciudades latinoameri-
comporta cambios sustantivos con respecto canas? Investigaciones realizadas sobre buena
a la que se había ido configurando durante parte de ellas permiten precisar algunos as-
el período industrial-desarrollista. pectos que se han destacado a medida que
¿Cómo se podrían establecer, en una pri- los países respectivos se han ido articulando
mera aproximación, los cambios medulares a la dinámica globalizada, en términos gene-
que caracterizan a esta nueva forma urbana? rales, podría afirmarse que estos aspectos
En lo esencial, la caracterización realizada están claramente señalados en las conclusio-
por Dematteis y Governa (2001: 38) destaca nes de una investigación sobre la evolución
las tendencias y los rasgos clave que identifi- y transformación de las principales áreas me-
can dicha forma urbana, señalando que se tropolitanas de Brasil; en ella, (Moura, 2010:
trata de “una trama continua de asentamien- 152) concluye que las mismas han evolucio-
tos, organizada alrededor de un gran número nado hacia la formación de “conglomerados
de focos nodales especializados en una vasta urbano-regionales”, que se presentan como
región multicentrada”. Esta descripción de “[…] configuraciones espaciales que se ex-
carácter general puede complementarse, con panden física, económica y funcionalmente,
la precisión realizada por Castells (2010: aglutinando en una morfología continua o
2739), en cuanto a que “es una nueva forma discontinua aglomeraciones urbanas, centros
porque incluye en la misma unidad espacial urbanos no aglomerados y sus áreas adyacen-
áreas urbanizadas y tierra agrícola, espacio tes urbanas o rurales, que se extienden ten-
abierto y áreas residenciales de alta densidad: tacularmente en múltiples direcciones, defi-
hay múltiples ciudades en un paisaje discon- niendo, por lo tanto, límites mutantes”. De
tinuo”, en ambos enunciados, quedan indi- hecho, en este enunciado, están indicados
cados los cambios que permiten concluir que los aspectos medulares de la transformación
lo que está produciendo es, ante todo, la que están viviendo las áreas urbanas princi-
transición de una ciudad radiocéntrica, au- pales de prácticamente toda la región latino-
tocontenida y relativamente bien delimitada, americana.
hacia unas regiones urbanas policéntricas, A partir de esta caracterización básica, re-
fragmentadas y de límites imprecisos. sulta importante destacar además ciertos as- 95
Antonio Mena
de la opulencia, en las que se ubican los “gue-
tos voluntarios” de los sectores de altos ingre-
sos, con extensas áreas tugurizadas para los
sectores de menores ingresos, donde prolife-
ran los “guetos genuinos” de los relegados
(Bauman, 2005). Al mismo tiempo, y como
otro componente del paisaje urbano emer-
gente, en buena parte de estas ciudades se ha
producido el crecimiento de áreas periféricas
intermedias, en general marcadas por un pro-
gresivo deterioro, alimentado por el arribo de
importantes contingentes de nuevos sectores
medios, donde también han comenzado a
proliferar recintos cerrados y amurallados,
justificados en el fuerte temor generan lo que
ellos consideran como “clases peligrosas”.
Por otra parte, en lo que concierne al ám-
bito territorial del trabajo, en el que se im-
brican distintas tipos de manifestaciones
empresariales, también aparecen áreas extre-
madamente diferenciadas y contrastadas. De
un lado, como su expresión más emblemá-
tica, las nuevas propuestas arquitectónico-ur- Este tipo de configuración es el resultado
banísticas destinadas a acoger a las cadenas de una evolución que con diversas particu-
globales, tanto las relacionadas con la pro- laridades se observa en todas las grandes re-
ducción como con el consumo, con sus nue- giones urbanas latinoamericanas que se han
vos CBD, así como con las grandes super- ido incorporando, con mayor o menor in-
ficies comerciales globalizadas, que consoli- tensidad, a la nueva dinámica económica
dan nuevas centralidades, jerarquizadas y di- globalizada. Aún reconociendo la importan-
ferenciadas. De otro lado, un vasto conjunto cia de las diferencias que puede presentar
de actividades productivas y comerciales de esta evolución entre distintas ciudades, los
pequeña escala, que, en su mayor parte, se antecedentes que se han revisado permiten
manifiestan en un empobrecido y deterio- concluir que los cambios que han afectado
rado paisaje barrial, diferenciado por su ma- a la estructura, organización, funciona-
yor o menor pobreza y fealdad, según sean miento y apariencia de estas aglomeraciones
los estratos de ingresos que los utilizan, don- han comenzado a evolucionar aquí en una
de se incluye desde el comercio minorista dirección similar a la detectada en otras par-
local, hasta la economía informal de sobre- tes del mundo.
vivencia, en este contexto, también se mani-
fiestan las múltiples expresiones, en ascenso
en la mayor parte de estos países, del crimen Conclusiones
organizado, que comprende a los mercados
de la droga, de la piratería y la copia y de los Las tendencias observables en la metamor-
objetos robados, entre muchos otros. fosis que han vivido buena parte de las gran- 97
des ciudades en proceso de globalización sión, más allá de la persistencia y/o fortale-
desde fines del siglo pasado indican que, cimiento de las específicas señas de identi-
más allá de la identidad específica de cada dad de una de ellas.
una de ellas, la evolución dominante está De esta conclusión, se deriva otra, de cru-
evolucionando hacia un nueva forma ur- cial importancia para la discusión sobre el fu-
bana, sustantivamente diferente de la que se turo de la sociedad urbana, que indica que si
había configurado bajo el impulso de la in- se acepta que la actual metamorfosis urbana
dustrialización. Como se ha tratado de mos- está condicionada por las tendencias consti-
trar en este trabajo, los factores que han tutivas del encuadramiento estructural im-
tenido mayor incidencia en el desencadena- puesto por la actual fase de modernización
miento de esta metamorfosis solamente pue- capitalista, es previsible que toda propuesta
den explicarse en función de los cambios y que se proponga producir modificaciones
tendencias constitutivos del nuevo modelo sustantivas en la actual evolución urbana, ne-
de acumulación y crecimiento, tales como cesariamente deberá considerar la previa
la explosiva intensificación de la conectivi- transformación de dicho encuadramiento
dad, la movilidad y la consecuente compre- que es el que, en última instancia, el que
sión de la relación espacio-tiempo, la con- otorga viabilidad a la dinámica de acumula-
figuración y continua expansión de un es- ción y crecimiento actualmente vigente.
pacio mundial de acumulación, la financia- En otras palabras, toda modificación sus-
rización prácticamente total de la economía tantiva de las tendencias ahora dominantes,
mundial, la estructuración de una nueva ar- debe considerar necesariamente la confor-
quitectura productiva organizada en red que mación de un escenario estructuralmente
se despliega por el planeta entero, la impo- distinto al que se ha formado bajo los im-
sición de nuevas condiciones para la compe- pulsos de la liberalización económica y de la
titividad y la desregulación, flexibilización y revolución informacional, lo que obvia-
segmentación de los mercados de trabajo. mente está fuera de las atribuciones y capa-
El despliegue y la vigencia de este con- cidades de los gobiernos urbanos o locales y
junto de cambios, que son los que definen de quienes se autocalifican como planifica-
la dirección y el contenido de esta fase de dores
modernización capitalista, es lo que permite
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100
Resumen
destacando cómo la disputa de los movimientos sociales por el territorio urbano estuvo
enmarcada en el contexto más amplio de la construcción de un Estado de Bienestar. A
partir de la dictadura de Pinochet, se plantea el inicio de una época histórica en la cual el
neoliberalismo opera como un factor de destrucción y creación de lógicas socio-económicas
urbanas.
Questiones Urbano Regionales • Volumen 1 • No. 1 • pp. 101-124
Palabras clave
Ajuste estructural, políticas urbanas, neoliberalismo, derecho a la ciudad.
C
uáles fueron los mecanismos y las mente, para permitir que el modelo
correlaciones de fuerzas que permi- neoliberal se imponga y se exprese socioes-
tieron asegurar un consenso en tor- pacialmente.3
no a los postulados neoliberales y que deja- En la misma línea, Peck y Tickell, en
ran de ser los componentes de una ideología “Neoliberalizing Space” (2002), conciben el
minoritaria para ser naturalizados, conver- desarrollo reciente de muchas ciudades co-
tirse en sentido común, es la pregunta que se mo un proceso compuesto de tendencias
plantea el geógrafo David Harvey en A Brief conflictuales hacia la destrucción y desacredi-
History of Neoliberalism (2007). Él señala tación del Estado de Bienestar keynesiano y
que, en el ámbito mundial, las primeras ex- a la construcción y consolidación de formas de
presiones de las políticas neoliberales fueron Estado, modos de gobernanza y relaciones
impuestas por la fuerza en Chile después del regulatorias neoliberales. Esto supone la des-
golpe militar de 1973. Esto nos llevó a la trucción de la que Brenner y Theodore
idea de documentar los cambios que han (2002) denominan la ciudad liberal del pa-
ocurrido en la ciudad como parte y a la vez sado –vale decir, la ciudad de los derechos y
expresión de la reestructuración capitalista las libertades políticas– y la creación de ciu-
del país. El cómo hacerlo proviene de la lec- dades, como el caso de Santiago, en que las
tura de “Cities and the Geographies of ‘Ac- cosas se ven bien, pero que se estructuran
tually Existing Neoliberalism’”, de otros dos sobre la base de asimetrías muy agudas.
geógrafos, Neil Brenner y Nik Theodore En este marco, ‘neoliberalismo’ no es un
(2002). En su artículo, los autores proponen concepto lábil o polisémico, sino que remite
una matriz interpretativa de la forma en que a un proceso específico y complejo mediante
se desmantela una determinada organiza- el cual se instala un modelo, un discurso he-
ción del Estado, de la sociedad, de las ciu- gemónico. El neoliberalismo es un proceso
dades, de los modos de convivencia, orga- que ocurre en combinación con otros, que
nización y usos del espacio urbano, en sus destruye pero que también crea, y que –se-
gún Hackworth (2007: 8)– se sustenta,
1 Esta cita, y las que se encuentran a lo largo del texto, grosso modo, en una reacción negativa a la
siempre que correspondan a textos publicados en inglés, igualdad liberal y al Estado de Bienestar key-
son traducciones nuestras.
2 Este texto recoge las introducciones de los editores (A. nesiano; y en la trilogía constituida por la
Rodríguez y P. Rodríguez) del libro Santiago, una ciudad primacía de lo individual sobre lo comuni-
neoliberal, publicado por la Organización Latinoameri- tario, por el mercado y por un Estado apa-
cana y del Caribe de Centros Históricos (OLACCHI),
Quito, 2009. Para esta versión se han incluido modifi-
102 caciones y ampliaciones. 3 Véase también Theodore, Peck y Brenner (2009).
Cuadro 1
Región Metropolitana. Evolución de la pobreza e indigencia, 1990-2006 (en porcentajes)
bal que se hizo visible en 2008, las cosas se ceso activo cuyo fin era y es la aceptación del
veían bien en Santiago. El país había crecido modelo neoliberal (Harvey, 2007: 40).
económicamente, las condiciones de vida de En este contexto, se puede hablar de mo-
parte de la población mejoraban de manera dernización desde diversas aproximaciones.
evidente, las cifras de desempleo en la ciudad Si se lo hace como la optimización de los re-
habían descendido y también, de forma im- cursos de la modernidad, la cual se basa en
portante, las cifras macro oficiales de la po- la noción de dignidad (Benhabib, 2006: 99)
breza publicadas en 2008 (cuadro 1). y en la creencia en la reciprocidad simétrica
El escenario urbano de Santiago, una (Heller y Fehér, 2000: 143), ciertamente
ciudad de cerca de 6 millones de habitantes, Santiago no se ha modernizado, aunque sí
ha cambiado notablemente en los últimos ha cambiado, y mucho. El movimiento ha
20 años: se han construido grandes autopis- sido a la inversa o, por lo menos, así lo in-
tas urbanas tarificadas, túneles, megaproyec- dica la remoción sistemática, desde media-
tos, malls, nuevos edificios inteligentes, esta- dos de los años setenta, de los artefactos
blecimientos para servicios y producción in- keynesianos, tales como la vivienda pública
dustrial, y gran cantidad de viviendas socia- y el bienestar redistributivo; de las institu-
les. Es una ciudad donde prácticamente no ciones, como los sindicatos y colegios pro-
hay tugurios ni campamentos (que actual- fesionales; y de los acuerdos de redistri-
mente corresponden al 2 por ciento del bución del gobierno central, entre otros
stock residencial), y que cuenta con una co- (Hackworth, 2007: 11).
bertura casi total de electricidad, agua pota- Para otros, la distribución y manifesta-
ble y alcantarillado. ción espacial de la riqueza y de la pobreza
Para algunos, los anteriores rasgos son no ha experimentado cambios significativos
también signos de adelanto de la ciudad. en los últimos veinte años en el ámbito na-
Santiago es considerada una ciudad exitosa cional, ni tampoco en Santiago (cuadro 2):
en el contexto de América Latina: un índice las desigualdades se mantienen, e incluso au-
reciente de MasterCard señala que “Santiago mentan, a pesar de fuertes subsidios sociales,
es la ciudad mejor evaluada de Latinoamé- que para el decil 1 pasaron de 19,4 por
rica y la quinta entre los países emergentes. ciento del total del ingreso monetario, a
A nivel global, y de un total de 65 ciudades, 30,1 por ciento en el año 2006.9 En las co-
Santiago fue superada por Shangai, Beijing munas donde persiste la pobreza se siguen
(ambas en China), Budapest (Hungría) y concentrando bajos niveles de educación,
Kuala Lumpur (Malasia)”8 Afirmaciones subempleo, entre otras manifestaciones de
como éstas dan pie a que se establezca cierto desigualdad; y al interior de estas comunas,
consenso para indicar que las cosas se ven continúan persistiendo nodos de concentra-
bien, o que el sentido común indique que en ción de extrema pobreza, como lo son, pa-
Chile, en Santiago, estamos mejor que antes. radójicamente, los barrios de viviendas so-
Ello tiene relación con la eficacia de un pro- ciales producto de políticas públicas que in-
Cuadro 2
Región Metropolitana. Indicadores de desigualdad: ingreso total per cápita
de hogares, según deciles, 1990-2006
tentaron resolver los asentamientos urbanos dad liberal –al decir de Brenner y Theodore
precarios u ocupaciones de terrenos, que (2002: 22-25)– en que los ciudadanos son
persistían desde los años setenta. titulares de derechos y deben responder por
La pregunta pertinente para Santiago, sus libertades civiles, servicios sociales y de-
entonces, no es si la ciudad cuenta con ser- rechos políticos. Y se ha producido racional-
vicios o si se ha incrementado la construc- mente una ciudad neoliberal, en la cual la
ción de infraestructura, sino cuán efectiva- mayoría de sus componentes urbanos son
mente redistributivas han sido las políticas, objeto de negocio y de especulación, sin un
mecanismos y artefactos porque, en las últi- contrapeso significativo desde la sociedad
mas décadas, pese al aumento de los subsi- civil que logre disputar esta noción mercan-
dios y apoyos, se han agudizado las dife- tilista en los flujos de tomas de decisiones. 11
rencias sociales en lugar de reducirse. Asi- Un ejemplo de esta mercantilización es
mismo, si bien se ha incrementado la cons- el sistema educacional chileno, que, para el
trucción en las comunas periféricas de la ciu- caso de Santiago, reproduce las diferencias
dad, la edificación presiona la ciudad con
efectos negativos en el ambiente y en la eco- 11 A partir de un análisis de las acciones del Estado y las
nomía, y es también un signo visible de la decisiones relacionadas con la política urbana, Trivelli
especulación del uso de suelo en la perife- (2008) reflexiona en torno a las vías por las cuales el
modelo neoliberal construye una visión de ciudad, de
ria10 y de la apropiación del “rent gap” en las los temas y actores relevantes que actúan en la regulación
áreas centrales (Smith, 1996). del desarrollo urbano. En este contexto, indica que el
Santiago, con sus contradicciones, con modelo neoliberal se sustenta en un diagnóstico artificial
sobre ‘la escasez de suelo’, vinculado al interés por es-
sus éxitos y deficiencias, es un buen ejemplo pecular con los precios de los terrenos. Para la verifi-
de cómo se ha destruido un proyecto de ciu- cación de su hipótesis, Trivelli analiza las políticas de
desarrollo urbano desde 1978 hasta el presente,
10 Al decir de Harberger, director de la Escuela de Econo- tomando en cuenta los contextos históricos en que
mía de la Universidad de Chicago, en diálogo con los dichas políticas se plantean, sus objetivos, mecanismos,
ejecutivos y técnicos del Ministerio de Vivienda de estrategias, y sus consecuencias en la configuración de
Chile, en 1978: “Cuando los usuarios urbanos ofrecen la ciudad. Concluye que en la actualidad hay suelo
un precio más alto por el terreno que su valor como tie- disponible dentro del límite urbano; que éste excede
rra agrícola, esto significa que el uso económico de ese ampliamente los requerimientos del Gran Santiago; y
suelo es urbano, y que debería pasar del uso agrícola al que los actuales proyectos estatales para el cambio en la
uso habitacional (…) Finalmente, la idea de algo así configuración espacial de la ciudad están relacionados
como profanación contenida en la ocupación del te- no con un interés por responder a derechos sociales, sino
106 rreno agrícola, no es válida”. (MINVU, 1978) con un interés de mercado.
Cuadro 3
Resultados prueba SIMCE octavo básico, Santiago 2000 y 2004,
según tipo de establecimiento
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del SIMCE 2000, 2004.
entre sectores sociales. En el cuadro 3 se pre- produce las desigualdades. Como señala Mi-
sentan los resultados de la prueba SIMCE chael W. Apple (2002: 55-56), “para los ne-
(Sistema de Medición de la Calidad de la oliberales, el mundo es, en esencia, un in-
Educación)12 para los alumnos de octavo bá- menso supermercado. La ‘libertad de con-
sico, años 2000 y 2004, según tipo de esta- sumo’ es la garante de la democracia. Se con-
blecimiento. Lo que podemos observar es sidera que la educación es un producto más,
que los alumnos con menores puntajes son como el pan, los automóviles o un televisor.
los que asisten a las escuelas gratuitas (mu- (...) La democracia, en lugar de ser un con-
nicipales), y los con mayores puntajes son cepto político, se transforma en un concepto
los adscritos a establecimientos del sistema totalmente económico”.
privado. Comparando la literatura académica
Dos comentarios: uno, la brecha entre sobre Santiago de antes de la dictadura, e in-
los resultados mayores y los menores se cluso la de esos años, con la de los noventa
mantiene estable a través del tiempo; dos, a la fecha, se puede comprobar la desapari-
sólo cerca del 15 por ciento de la población ción del propósito redistributivo de las po-
escolar, en Santiago, tiene acceso a la educa- líticas urbanas como tema de análisis o dis-
ción de calidad –en Chile correspondiente cusión. En el pensamiento actual sobre la
al sistema privado–. Tenemos así la situación ciudad, poco se discute sobre los aspectos es-
de una política pública que, bajo el discurso tructurales de la pobreza –cómo se leen las
de generar oportunidades, mantiene y re- relaciones sociales a escala de ciudad, no tan
sólo barrial–. Esto se corresponde con un
12 “El SIMCE es el sistema nacional de medición de resul- vacío similar en las políticas públicas urba-
tados de aprendizaje del Ministerio de Educación de nas, que hoy son instrumentos facilitadores
Chile. Su propósito principal es contribuir al mejora- de la expansión del mercado en la ciudad.
miento de la calidad y equidad de la educación, infor-
mando sobre el desempeño de los alumnos y alumnas Por otra parte, frente a la naturalización
en diferentes áreas del currículum nacional, y relacio- de la ideología neoliberal o del “neolibera-
nándolos con el contexto escolar y social en el que ellos
aprenden”. Véase el sitio web de la Simce, http://
lismo realmente existente”, cualquier pos-
www.simce.cl; o la página web del Ministerio de Edu- tura que plantee divergencias es descalificada
cación, http://www.mineduc.cl como ignorancia, propia de los años sesenta, 107
exótica, mito: se le niega lugar en la conver- Las políticas sociales tienen un sentido po-
sación pública. Con esto nos estamos refi- lítico. Esta es una advertencia necesaria de
riendo a lo que en los medios –televisión, tener presente cuando actualmente estamos
periódicos, radio– se ve, se lee, se escucha. expuestos a políticas urbanas mediante las
En la televisión, en el curso del programa de cuales se naturaliza el mercado. Las políticas
conversaciones políticas más importante del sociales y los problemas sociales que buscan
país, el decano de una Facultad de Econo- solucionar no son independientes de los
mía se refirió hace unas semanas a un pre- marcos conceptuales e ideológicos de los Es-
candidato a la Presidencia de la República tados, aunque estos marcos no sean visibles
como alguien “que tiene propuestas exóti- (Martínez y Palacios, 1996).14 Durante el
cas”.13 ¿Cuáles eran esas “propuestas exóti- gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-
cas”? Estatizar el sistema de transporte colec- 1970), se impulsó un conjunto de iniciativas
tivo de Santiago, que actualmente supone integradoras dirigidas al subproletariado ur-
subsidios anuales por más de ochocientos bano y a los trabajadores agrícolas, que en
millones de dólares a empresas privadas. conjunto sumaban más de la mitad de la po-
¿Cómo se llegó a la noción de que es blación del país. Entre el año 1970 y 1973,
“exótico” estatizar un servicio que funciona durante el gobierno de Allende, se continua-
mal y lo lógico sea apoyar la cooperación ron implementando medidas redistributivas
público-privada, esto es, entregar subsidios a fin de intervenir en los ámbitos estructu-
para que las empresas privadas que lo operan rales de la pobreza y se siguió promoviendo
sigan teniendo ganancias? la participación de los más excluidos en la
vida política nacional.
Santiago, como sede política y adminis-
Lo que existía antes de la trativa del gobierno, como lugar donde se
implementación del modelo neoliberal: concentró la actividad industrial, creció y
La disputa por la ciudad (1957-1973) atrajo una numerosa población que, a partir
de los años cuarenta, migró desde el campo
El Estado –el proyecto de Estado de Bienes- a la ciudad. Ante el masivo y rápido au-
tar– fue en Chile el instrumento con el que mento de la población urbana, las políticas
desde mediados de los años treinta en ade- y los programas públicos de vivienda fueron
lante se promovió el desarrollo económico sobrepasados: no alcanzaban a cubrir las ne-
del país, apoyando la industrialización sus- cesidades habitacionales de los migrantes y
titutiva de importaciones y ampliando los de los pobres de la ciudad, quienes, en res-
derechos y libertades económicas, sociales y puesta, construyeron viviendas irregulares,
políticas. En este contexto, la década de los fuera de todas las normas, en terrenos mar-
sesenta hasta 1973 –año del golpe militar–
fue un periodo de grandes cambios sociales, 14 Los autores recuerdan que históricamente la discusión
en torno a las políticas y su definición se habían cen-
durante el cual, a través de distintas políticas trado en las soluciones políticas (gobiernos de centroiz-
estatales, fueron incorporados a la vida social quierda e izquierda) o en las económicas (gobiernos de
y política grandes sectores que hasta ese mo- derecha). Para sustentar este enunciado, establecen tres
subperiodos en la historia chilena: el primero, el origen
mento habían sido marginados. y marco de legalización del movimiento laboral; el se-
gundo, el desarrollo del Estado de Bienestar, la indus-
trialización y democratización de Chile; y el tercero, el
13 Programa “Tolerancia Cero”, Canal Chilevisión, 7 de periodo de focalización del gasto social y del predominio
108 diciembre de 2008. del mercado, que se inició en 1973.
truida, e hizo que se fijara literalmente la digmática de la dictadura que excluía el con-
vista en el país y la ciudad.17 flicto como eje constituyente de los procesos
del momento; hasta los discursos y meca-
nismos mediante los cuales se promovía que
Los momentos de destrucción la producción y reproducción de una cultura
y creación neoliberal (1973-1990)18 urbana debían estar marcadas por la prima-
cía de las plusvalías como primera motiva-
Quedan pocos recuerdos del Santiago de los ción y visión de la ciudad.
movimientos populares e irrupción de los Fue durante este periodo que se estable-
pobladores en el espacio urbano. La pérdida cieron las bases del actual desarrollo urbano
de ese Santiago se inició el 11 de septiembre de Santiago.
de 1973, cuando el país fue declarado en es-
tado de guerra contra un enemigo interno
concentrado en las ciudades, las que fueron La disciplina
ocupadas militarmente y se convirtieron en
el teatro de la guerra; las autoridades públicas La forma de gobernar comprendía una do-
y los dirigentes sociales fueron detenidos, ble tarea: por una parte, hacer tabla rasa del
muchos asesinados; las administraciones pasado; y por otra, establecer los mecanis-
municipales fueron intervenidas; los parti- mos que impidieran la rearticulación de los
dos políticos, proscritos. habitantes. Una ciudad segregada no basta
Entre 1973 y 1990, término de la dicta- para mantener el orden: se requiere que sus
dura, se produjo un paso paulatino –en la habitantes estén atomizados, dispersos, in-
terminología de Gramsci (2004: 394-395)– dividualizados. Sólo de esa manera era posi-
desde un discurso dominante impuesto me- ble establecer un nuevo orden.
diante la coerción a un discurso hegemónico, El territorio, las ciudades, fueron dividi-
un proceso activo que involucra institucio- dos en zonas militares coordinadas a nivel
nes, prácticas, consensos y un orden social. de los municipios. Al interior de cada sector
Esta creación involucró un cambio en la si- se establecieron unidades menores, utili-
metría de los intercambios y en las construc- zando para esto las unidades vecinales como
ciones de sentido: el conflicto perdió legi- universo, y estableciendo en cada una de
timidad y pasó a ser socialmente invisible. ellas, canales autoritarios de vinculación con
Para la construcción y apropiación de la población. De esta manera, el universo
este discurso hegemónico neoliberal se arti- confuso y difuso tras el cual estaba el ene-
cularon distintos consensos y valoraciones migo, se ordenaba y hacía posible ubicar, de-
en diferentes ámbitos y niveles: desde los tectar, separar y dispersar.
grandes avisos en las calles, donde se leía “En La supresión y desarticulación de las or-
Orden y Paz Chile Avanza”, una frase para- ganizaciones en los barrios populares se rea-
lizó a través de la represión inicial, de la
17 “Quien es mirado o cree que es mirado levanta la vista. cancelación del espacio político tradicional
Experimentar el aura de un fenómeno significa dotarle
de la capacidad de alzar la vista”. Benjamin (1980), 163. y del temor. Al desarticularse los partidos
18 En gran parte, esta sección se basa en el artículo “Cómo políticos, al cambiar el carácter del Estado y
gobernar las ciudades o principados que se regían por al reprimirse a los dirigentes poblacionales y
sus propias leyes antes de ser ocupados”, de A. Rodrí-
guez, Por una ciudad democrática ((Santiago: Ediciones militantes, las organizaciones poblacionales
110 SUR, 1983), 9-43. se extinguieron.
sector privado de gran parte de los servicios área urbana. Pero se les destinaba sólo a las
que antes prestaba el Estado. Ya a principios zonas de la ciudad que no tenían un poten-
de los años ochenta, el Ministerio de Edu- cial inmobiliario inmediato.
cación había traspasado más del 85 por En este proceso de erradicaciones y radi-
ciento de los establecimientos de Educación caciones, se trasladó a unas 130 mil personas
Básica y Media;20 el Ministerio de Salud, un que vivían en campamentos establecidos con
30 por ciento de postas y policlínicos. A su anterioridad al golpe militar (Hechos Urba-
vez, las municipalidades iniciaron el traspaso nos, 35: 11). Uno de los criterios para erra-
de servicios tales como recolección de basu- dicar fue el de las potencialidades inmo-
ras, cuidado y mantenimiento de parques, a biliarias de los lugares que se habían ocu-
empresas privadas. pado: sobre esa base se despejaron grandes
zonas, sentándose las bases para un desarrollo
inmobiliario que abarca desde los años no-
Un ejemplo de disciplina y mercado: venta a la fecha. Otro de los criterios de las
la regularización de la tenencia erradicaciones fue reordenar el espacio polí-
tico urbano y dispersar a los pobladores, que
A diferencia de otros procesos de igual nom- habían sido un actor social y movilizador im-
bre en América Latina, en que se entendía portante. Como lo muestra el plano a conti-
regularización de la tenencia la entrega de nuación, erradicar no significaba trasladar a
propiedad a los ocupantes precarios, en San- todos lo pobladores a una nueva localización,
tiago ella consistió en la devolución de la tie- sino dispersarlos en distintos lugares de la
rra a sus antiguos propietarios. Para esto, las ciudad (Plano 2).
familias que ocupaban terrenos invadidos
fueron trasladadas a conjuntos de viviendas
en la periferia de la ciudad (Véase el si- La ciudad reordenada
guiente Plano). Así, regularizar la tenencia
iba más allá de resolver casos singulares; era Al final de la dictadura, Santiago había
una de las bases para la reestructuración del vuelto a ser una ciudad ‘ordenada’.
mercado del suelo urbano. La tenencia del suelo urbano quedó re-
Otro rasgo singular de ese proceso de gularizada, y así se establecía las bases para
traslado, y que Morales y Rojas (1987) des- el mercado del suelo de la ciudad.
tacan, fue el reparto de las familias de los La antigua estructura administrativa y te-
campamentos en múltiples localizaciones, rritorial de los municipios desapareció: un
desvinculándolas entre sí. Este movimiento territorio que había estado dividido en 14
puede leerse desde la geopolítica militar, en comunas, se fragmentó en 32 unidades terri-
el sentido de que los pobladores que en años toriales. Los antiguos territorios municipales
anteriores habían desafiado el orden urbano se modificaron, se cambiaron sus límites, se
a través de las tomas de terrenos, ahora se subdividieron, todo esto bajo el criterio de
veían neutralizados por su dispersión en el establecer una homogeneidad socioeconó-
mica que permitiera tanto un mejor funcio-
namiento administrativo como el control
20 “Según datos proporcionados por El Mercurio, hasta el
25 de junio del presente año (1981) se han efectuado político de los habitantes.21
1.081 traspasos, que afectaban a un total aproximado
de 335 mil alumnos y 15 mil profesores y empleados 21 Clarisa Hardy (1988) indica cómo la construcción de
112 administrativos”. Pozo (1981), 46. un nuevo orden neoliberal necesitó de reformas en el
Plano 2
Erradicación de pobladores de campamentos del Área Metropolitana por comuna
de origen y destino, 1979-1985
Plano 3
Comunas del Gran Santiago por porcentajes de votación SÍ / NO
en el plebiscito de 1988
cación: ésta siguió siendo administrada por neoliberal se sustenta en un diagnóstico ar-
los municipios, que en el caso de las comu- tificial sobre ‘la escasez de suelo’, vinculado
nas más pobres cuentan con escasos recursos al interés por especular con los precios de los
para ello, situación que ahonda la brecha terrenos. Para la verificación de su hipótesis,
entre el rendimiento de los alumnos de estos analiza las políticas de desarrollo urbano
establecimientos municipales, y el de escue- desde 1978 hasta el presente, tomando en
las privadas o subvencionadas. cuenta los contextos históricos en que dichas
El fuerte impulso a la construcción de políticas se plantean, sus objetivos, mecanis-
miles de viviendas subsidiadas en zonas al mos, estrategias, y sus consecuencias en la
interior del límite urbano, antigua periferia configuración de la ciudad. Concluye que
de la ciudad en los años ochenta, fue posible en la actualidad hay suelo disponible dentro
por la regulación de la tenencia y erradica- del límite urbano; que éste excede amplia-
ción de asentamientos irregulares realizada mente los requerimientos del Gran San-
a principios de los años ochenta, lo que per- tiago; y que los actuales proyectos estatales
mitió ordenar el mercado del suelo y abrir para el cambio en la configuración espacial
oportunidades para la inversión especulativa de la ciudad están relacionados no con un
por parte de las empresas constructoras e in- interés por responder a derechos sociales,
mobiliarias. sino con un interés de mercado.
El desarrollo de las actividades inmobi-
liarias ha tenido un fuerte impulso a través
de las desregulaciones de las normativas ur- Tres ejemplos de políticas reales:
banas, tales como la ‘urbanización por con- lo que es no es
diciones’, que permitieron la construcción de
‘mega proyectos urbanos’ fuera de los límites De las políticas urbanas que se han aplicado
urbanos. En la práctica se eliminó la planifi- en Santiago en los años recientes, por lo
cación urbana tradicional, dándose paso, a la menos tres se destacan por no ser lo que
“adopción del principio ‘el mayor y mejor dicen ser; son las referidas a los megaproyec-
uso’ como la base de las más importantes de- tos urbanos, las viviendas sociales y al trans-
cisiones de planificación de uso del suelo” porte urbano (Plan Transantiago). Estas tres
(Brenner y Theodore, 2002: 371). Un ejem- políticas remiten a instrumentos de planifi-
plo de ello ha sido la construcción de una red cación que tienen un carácter físico funcio-
de autopistas urbanas con telepeaje, conec- nal, y que ignoran las relaciones sociales
tadas a autopistas interurbanas, que dio ori- dentro de la ciudad y las consecuencias di-
gen a nuevas modalidades de negocios in- ferenciales que tienen sobre la calidad de
mobiliarios donde se vinculan las ventajas de vida y las oportunidades de las personas. No
accesibilidad con bajos precios del suelo, ase- hay mecanismos de gestión en una visión in-
gurando grandes ganancias a los desarrolla- tegrada, y menos aún una visión política de
dores. El suelo de la ciudad es hoy más que la ciudad que realce principios básicos de
nunca una oportunidad de negocio. convivencia ciudadana, de deberes y dere-
A lo largo de los años noventa hasta la chos de los ciudadanos, y para qué hablar de
fecha, ha habido un debate sobre el suelo ur- la formación de ciudadanía plena más allá
bano que ha cruzado toda la normativa ur- de la condición de mero agregado de consu-
banística, particularmente de la ciudad de midores, que es la que predomina.
Santiago. Según Trivelli (2009), el modelo 117
construcción de viviendas para familias po- yo público (Oscar Figueroa 2008). Ese mo-
bres: no, la preocupación era la construcción delo de transporte público fue producto de
del mayor número posible de unidades de la aplicación de políticas de libre mercado y
vivienda de menos de 400 UF, sin preocu- de competencia durante la dictadura mili-
pación social, de vivienda o de urbanismo. tar, y generó diversos problemas urbanos.
Las políticas de financiación dan cuenta La puesta en marcha del Plan Transan-
de los resultados de la aplicación de un en- tiago26, en el año 2008, entendido como un
foque neoliberal donde priman las decisio- intento de ‘re-reorganización’ del transporte
nes mercantilistas por sobre las redis- público, no logró solucionar los conflictos,
tributivas y reivindicativas de derechos so- sino que añadió nuevos. Se ofreció como la
ciales. El resultado ha sido un alto número gran modernización megaempresarial del
de viviendas sociales construidas, pero de transporte del Área Metropolitana, que ter-
muy bajo estándar. Por lo mismo, el stock minaría con la anarquía microempresarial de
construido no es una solución, sino un la movilización colectiva, se autofinanciaría
nuevo problema social25. Lo pertinente es y reduciría los tiempos de viaje, la conges-
hablar de una política de financiamiento pa- tión y contaminación de la ciudad, al dismi-
ra la construcción de viviendas baratas, más nuir el uso del automóvil particular, entre
que de una política habitacional propia- otros beneficios.
mente tal. El problema generado por esta Sin embargo, su diseño y puesta en mar-
política de financiamiento se relaciona no cha es una larga historia de equívocos. Por
sólo con la baja calidad del stock, sino tam-
bién con las condiciones de convivencia so-
26 El Transantiago es uno de los doce programas del Plan
cial que ellas permiten y la desconexión o de Transporte Urbano de Santiago (PTUS), que pro-
localización marginal de los conjuntos de vi- puso el Estado el año 2000, y cuyos objetivos eran prioi-
vienda social respecto de la trama urbana y rizar el transporte público, promover el uso racional del
automóvil, desarrollar el transporte no motorizado.
los servicios de la ciudad. A ello se suma la Como parte del PTUS, los fines del Transantiago eran
concentración de pobreza en zonas periféri- introducir nuevas formas de gestión, reducir los impac-
cas como resultado mismo de la política, y tos ambientales, optimizar la infraestructura vía urbana,
crear un sistema integrado y eficiente (en conexión con
de su incapacidad para responder al derecho el Metro), reducir la flota, reestructurar la malla de re-
a la ciudad de los excluidos de ella. corridos y la operación de los servicios, entre otros. Para
llevar adelante el PTUS se creó una comisión estatal
compuesta por diversos ministerios y autoridades de go-
El transporte urbano. Durante muchos bierno. Para administrar el Transantiago, se creó el Ad-
años, la visión de la ciudad fue la de calles ministrador Financiero del Transantiago (AFT), en el
que participan el Banco Estado, el Banco de Chile, el
atochadas de buses, contaminadas atmosfé- Banco de Crédito e Inversiones, el Banco Santander
rica y acústicamente. La aplicación y man- Chile y la Promotora CMR Falabella. En el año 2001
tenimiento del modelo neoliberal creó un se iniciaron las primeras acciones del Programa (cons-
trucción de vías segregadas para los autobuses), las que
sistema desintegrado, con superposición de continuaron en años posteriores (pavimentación de vías,
nodos, ineficiente y aparentemente sin apo- disminución de la flota de autobuses, cambios y adqui-
sición de nuevos, licitación de recorridos, cambios en el
sistema de pagos, entre otros). En cuanto a los usuarios
25 La actual ministra de Vivienda, Patricia Poblete, así lo del sistema de transporte, los principales problemas se
reconoció cuando dijo: “No queremos que los próximos produjeron el año 2007, cuando se dividió la ciudad en
gobiernos tengan que deshacer lo que nosotros hicimos diez zonas de servicio, se cambiaron los recorridos y se
mal ahora en vivienda, del mismo modo como nosotros implementó el pago con tarjeta electrónica. Actual-
estamos recuperando barrios porque antes no se pensó mente el AFT tiene un alto déficit financiero, lo que lo
en ellos” (El Mercurio, Santiago, 28 de mayo de 2006). ha llevado a solicitar subsidios al Estado. 119
múltiples razones, los operadores privados tes de la ciudad, y se cumplen sus objetivos
no han funcionado bien, y hoy se tiene un de reducir el esmog, el ruido, el atocha-
servicio de transporte privado en la ciudad miento de transporte público, entre otros
que requiere de subsidios públicos para ope- males. Pero ésa es la parte de la ciudad inte-
rar. En su fracaso se complementaron mu- grada, y que corresponde más o menos a lo
tuamente la soberbia tecnocrática de los di- que se construyó de acuerdo con los viejos
señadores de modelos de transporte, la ide- manuales de urbanismo.
ología de la eficiencia y seriedad de la em- La visión de Figueroa (2008) sobre el
presa privada y la ignorancia de los admi- Plan Transantiago viene a ser confirmada y
nistradores públicos. A los diseñadores les sustentada por el informe de la comisión es-
bastó que sus modelos funcionaran y el su- pecial investigadora de la Cámara de Dipu-
puesto de que era posible mantener la tarifa tados (2007) sobre su diseño e implemen-
propuesta con un número menor de buses. tación, donde se detalla el grave impacto que
El sistema comenzó a funcionar con menos ha tenido en las condiciones de vida de los
de tres mil buses, cuando se habían previsto ciudadanos de Santiago. ¿Cuáles son algunas
inicialmente siete mil. Las autoridades pú- de las conclusiones a las que llegó la Comi-
blicas, al intentar obligar a las empresas a am- sión? El actual sistema de transporte no
pliar sus flotas, modificar recorridos y el cuenta con una buena cobertura, ni siquiera
cumplimiento de otras medidas, descubrie- para llegar a hospitales y escuelas. Tiene una
ron que los contratos de las concesiones por malla de recorridos ilógica, aumenta los
ellas establecidos y firmados no les permitían tiempos de espera, no toma en considera-
prácticamente realizar modificaciones. La ción la inseguridad por aislamiento para lle-
conclusión del ministro de Hacienda en la gar a paraderos, provoca hacinamiento en
comisión investigadora de la Cámara de Di- otro importante medio de transporte, como
putados fue “echando a perder se aprende”. es el Metro, entre muchas otras fallas. La
El Transantiago, con una lógica racional, nueva malla de recorridos podría ser efi-
que considera tiempos de viaje, gasto de ga- ciente en una ciudad que no estuviera tan
solina, pasajeros transportados, aplica una agudamente segregada como Santiago, pero
estructura de viajes que sería normal y ade- en la ciudad tal cual es, ese mapa de viajes
cuada en una ciudad cohesionada social y fí- no dialoga con el modelo de las poblaciones
sicamente, sin grandes segregaciones y re- periféricas, construido durante años.
lativamente compacta. Pero esa ciudad no El Transantiago es un ejemplo emble-
existe. Desde la década de los sesenta, la ciu- mático de que el problema de la ciudad sí es
dad de Santiago se ha ido extendiendo por un asunto técnico y de financiamiento, pero
la construcción de poblaciones de vivienda también de cómo en los últimos treinta años
social en la periferia, cada una separada de se ha ido ordenando el territorio para des-
la otra, cada vez más lejos, sin ninguna es- poseer a los pobres de beneficios y derechos,
tructura vial que las articule. Y este modelo de cómo se ha ido produciendo social y po-
que sin restricciones ha guiado las políticas líticamente un espacio inequitativo.
urbanas impulsadas por el Ministerio de Vi-
vienda y Urbanismo en las últimas décadas,
no se superpone bien al mapa de viajes del
Transantiago. La prueba de esto es que el
120 Transantiago funciona bien en algunas par-
Plano 4
Conflictos urbanos en el Gran Santiago 2007
Fuente: Elaborado con base en plano publicado en El Mercurio el día 27 de septiembre de 2007. Datos recopilados por el
Observatorio Vivienda y Ciudad de Corporación Sur.
gerse de las experiencia de activistas que hoy menta física y simbólicamente el espacio.
intentan reemplazar el neoliberalismo con Ambos discursos provienen del Estado. Son
algo fundamentalmente más progresivo o discursos contradictorios: mientras uno in-
incluso un poco más compasivo” (p. 201). centiva la inclusión, la incorporación social,
Retomando a Hackworth, el antídoto al el otro establece las bases materiales para la
síndrome No Hay Alternativa está ahí, en la fragmentación del espacio donde se llevarán
ciudad: hay que saber leerlo. Está en los nue- a cabo las políticas de inclusión social.
vos conflictos urbanos, en las críticas a las Estos discursos comienzan a enfrentarse
autopistas urbanas, a la especulación inmo- en la escena urbana. Por un lado, están los
biliaria, al Transantiago, a las políticas de vecinos y los beneficiarios que toman como
construcción de viviendas de mala calidad suyo el discurso de la inclusión social; y por
(Ver Plano 4). Y se aloja en la memoria y los otro, los organismos públicos continúan re-
imaginarios de la gente que recuerda que fue duciendo los alcances de los instrumentos
posible algo distinto. de planificación. Así, nuevas formas de or-
Francisca Márquez (2008), con motivo ganización y nuevas solidaridades están sur-
de la celebración de los cincuenta años de giendo al nivel local; los vecinos luchan por
La Victoria, en Memorias de La Victoria. Re- demandas muy concretas y particulares
latos de vida en torno a los inicios de la pobla- como lo son el derecho a permanecer vi-
ción, destaca la importancia histórica de los viendo en determinados barrios afectados
imaginarios de los pobladores. por procesos de gentrificación, o por obte-
A partir de la definición de imaginarios ner servicios social, o por la protección de
como matrices de sentido históricas y colec- sus trabajos. Estas luchas se dan en un con-
tivas, ella recorre testimonios de antiguos re- texto vulnerable y muy acotado.
sidentes de La Victoria para hablar de lo que
significó la producción de espacio urbano Algo está ocurriendo
desde los márgenes, proceso en el cual hom-
bres y mujeres devinieron en actores urba-
nos, en un movimiento que implicaba la Referencias bibliográficas
irrupción de los excluidos en la ciudad. Los
imaginarios y testimonios de los cuales habla Apple, Michael (2002), Educar “como Dios
Márquez son significativos, y así lo indica, manda”. Mercados, niveles, religión y desigual-
porque según la autora muestra que en tiem- dad (Buenos Aires: Paidós).
Benhabib, Seyla (2006), Las reivindicaciones de
pos de segregación y murallas, en los tiem-
la cultura. Igualdad y diversidad en la era glo-
pos de No Hay Alternativa, sí es posible bal (Buenos Aires: Katz).
‘reverter’–salir de sus términos o límites– Benjamin, Walter (1980), “Le Flâneur”, en Poe-
una situación y llevar a la práctica un cues- sía y capitalismo. Iluminaciones II (Madrid:
tionamiento profundo del neoliberalismo Taurus).
realmente existente. Brenner, Neil y Nik Theodore (2002), “Cities
Actualmente en Santiago, el escenario es, and the Geographies of ‘Actually Existing
al menos, complejo. Por una parte, el dis- Neoliberalism’”, en Spaces of Neoliberalism:
curso de la inclusión social en las políticas Urban Restructuring in North America and
públicas y sociales; y por otra, la desregula- Western Europe (Malden: Blackwell Publis-
ción de la planificación urbana, la aplicación hers).
122 de programas mediante los cuales se frag- Brenner, Neil y Nik Theodore (2002), “Cities
and the Geographies of ‘Actually Existing Hardy, Clarisa (1988), La ciudad escindida. (San-
Neoliberalism’”, en Antipode 34(3): 349-379. tiago: Programa Economía del Trabajo).
Castells, Manuel (1987), Capital multinacional, Harvey, David (2007), “Neoliberalism as Crea-
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124
A
mérica Latina tiene unas 16 mil 500 urbes1, de las cuales 63 tienen
más de 1 millón de habitantes, concentran el 41% de la población
urbana y tienen una tasa de crecimiento promedio del 2.4%. Luego
están las ciudades pequeñas –que van desde 2500 a 500000 habitantes–
que crecen a un ritmo del 3.7% y concentran el 49% de la población. Fi-
nalmente están las ciudades intermedias que tienen entre los 500000 y un
millón de habitantes y que crecen a 1.5 por ciento.
De lo anterior, se puede concluir que el universo de ciudades latinoa-
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
vitante. Este nuevo orden mundial está asen- este hecho cronológico varía según los países
tado principalmente en estos elementos: una y las ciudades.
nueva economía de carácter global; un Antes de la década de los años noventa
nuevo territorio donde se despliega la estruc- existía un proceso de urbanización susten-
tura productiva y una relocalización del sec- tado en una jerarquía urbana que debía
tor terciario. tener la forma de una pirámide: una base
Estas transformaciones producen, según con muchas ciudades pequeñas, un vértice
• DEBATES
Saskia Sassen, una nueva institucionalidad y con una ciudad grande y en el medio otro
un reposicionamiento de tres actores funda- tanto de urbes que le darían la forma2. Sin
mentales a escala mundial: el Estado Nacio- embargo lo que ocurrió en la región fue muy
nal en decadencia, la emergencia de nuevas distinto: hubo un crecimiento desmedido de
empresas globales y las ciudades con inédito las ciudades grandes que condujo a la exis-
protagonismo. Si existe entonces una nueva tencia de una pirámide trunca, en tanto la
economía, un nuevo territorio y una nueva primacía urbana entre la primera y las demás
institucionalidad, se torna lógico que apa- ciudades fue muy grande, al extremo que en
rezcan nuevas formas de gobierno eminen- muchos casos se definió como una urbani-
temente urbanas. zación macrocefálica.
El gobierno de la ciudad debe ser enten- Esta urbanización fue posible gracias a la
dido con referencia a un contexto histórico existencia de una ciudad frontera, que es tri-
cambiante. Hoy en día, si la institucionali- butaria de la revolución industrial y que se
dad de la ciudad no es flexible ni responde caracteriza por la separación y disociación
inmediatamente a los cambios económicos, en dos ámbitos: por un lado, frente al cam-
políticas y tecnológicos difícilmente podrá po, gracias a la llamada contradicción cam-
administrarlas. Por eso, sin duda, en la dis- po-ciudad y, por otro, frente a la ciudad,
cusión de los desafíos principales de los go- debido a la diferenciación explícita de varios
biernos de las ciudades tiene que tener un tipos de actividades (segregación urbana) y
lugar destacado la construcción de una ins- de diversos grupos sociales (segregación re-
titucionalidad altamente flexible. sidencial), bajo la forma explícita de la zo-
nificación (zoonnig).
La revolución industrial produjo dos he-
Gobierno de ciudad frontera: chos sustanciales: impulsó la urbanización
coyuntura periférica y metropolitana sustentada en la migración de los factores de
la producción del campo hacia la ciudad y,
El gobierno de la ciudad cambia con el tiem- en la urbe se desarrollaron un conjunto de
po. Por eso se puede percibir claramente un problemas sociales, entre los cuales el deter-
recorte temporal que evidencia un quiebre minante fueron las fuertes epidemias que mi-
de aguas entre un antes y un después de naron a la clase obrera en Inglaterra, tal cual
1990; estableciéndose dos coyunturas urba- lo describe Federico Engels en su libro clá-
nas claramente identificadas. Obviamente sico. En este caso, las políticas de salud y am-
Antonio Mena
bientales contribuyeron vía se generó una prima-
a las políticas urbanas, a cía urbana muy fuerte
través del nacimiento de con pocas ciudades
la planificación urbana grandes y con muchas
moderna. Su concep- pequeñas. Pero lo más
ción nace principal- llamativo fue que las
mente de la delimita- ciudades grandes empe-
ción de la ciudad frente zaron a adoptar la forma
al campo y de la cons- metropolitana, que en
trucción de una serie de algunos países presentó
espacios separados entre la forma macro cefálica3.
sí bajo la lógica de la En términos de las
“cuarentena”, de tal ma- ciudades, sobre todo de
nera de separar los luga- aquellas que recibieron el
res de trabajo con los de grueso de la migración
residencia. campesina, empezaron a
En Latinoamérica desarrollarse asentamien-
empieza a constituirse, Quito, sector norte tos humanos en los bor-
desde principios del si des y periferias de las ciu-
glo XX, lo que podría definirse “la ciudad la- dades, conformando lo que después se cono-
tinoamericana”, como un proceso que tiene ció con los nombres de favelas en Brasil, villas
particularidades propias frente al proceso ge- miseria en Argentina, pueblos jóvenes en Perú
neral que se difumina desde Europa y que se o barrios periféricos en Ecuador. Este creci-
caracteriza por lo que ocurre en dos ámbitos: miento acelerado hizo que la “ciudad de
la urbanización y la ciudad. América Latina” fuese apreciada como expan-
En términos de la urbanización se tiene siva en su crecimiento, centrífuga en su forma
un acelerado proceso de migración del y dual en su estructura.
campo a la ciudad, que se expresa en el La dualidad nació, según Hardoy y Sat-
hecho de que en 1950 América Latina tenía terthwaite, cuando se diferenció la ciudad
el 41% de la población concentrada en ciu- legal de la ilegal, justamente cuando se pre-
dades y a principios del siglo XXI más o senta la dicotomía al interior de la ciudad
menos el 80% de la población estaba con- básicamente por dos razones nacidas de
centrada; esta situación condujo a la reduc- estos nuevos asentamientos humanos; por
ción de la tasa de urbanización a la mitad. un lado, porque la localización masiva se re-
Este proceso migratorio cuyo destino fue aliza por medio de invasión a la propiedad
la ciudad llegó a definirse como de hiper ur- privada4, ubicándose al margen de la legali-
banización o urbanización sin fin. Sin em-
bargo, la movilidad de la población no se 3 Allí están los casos de Montevideo en Uruguay, Santiago
dirigió hacia todas las ciudades de manera en Chile y Lima en Perú., entre otros.
4 Las acciones de invasión en esta época fueron de migra-
homogénea; sino más bien –siguiendo una ción rural, en la periferia y con buena organización social.
lógica gravitatoria– hacia las urbes más gran- Hoy la nueva generación de invasiones se producen en
des, produciendo una jerarquía urbana alta- espacios no solo periféricos, son residentes urbanos des-
plazados por las grandes inversiones en las zonas centrales
mente polarizada y un desarrollo desigual de y el lugar de invasión termina siendo en mecanismo de
los territorios nacionales, tanto que por esta negociación para obtener vivienda en otros lados. 129
dad y, por otro, por el irrespeto a las normas tica; sea por la ilegalidad de la propiedad, la
urbanísticas que los ubicaba fuera de la “mo- ausencia de servicios o por que los habitan-
dernidad”. Esas normas no fueron otra cosa tes no eran considerados demanda solvente.
que los sistemas de planificación que empe- Los municipios tenían una baja capaci-
zaron a desarrollarse en la década de los años dad de respuesta, dado que las competencias
treinta del siglo pasado y que definieron au- y los recursos eran reducidos frente al ta-
tomáticamente cuales asentamientos cum- maño de la demanda. También los recursos
• DEBATES
plían o no las normas lo que, finalmente, se humanos eran pocos, precarios y sin forma-
tradujo en el hecho de que la mitad de la po- ción universitaria significativa, porque la
blación se quede fuera de la ciudad legal o universidad no había penetrado con fuerza
formal. Los planes reguladores y los planes en el aparato tecno-burocrático municipal.
rectores fueron adicionalmente el meca- Los reducidos recursos económicos de los
nismo regulador del mercado del suelo ur- municipios generaron una gestión caracte-
bano y del sector inmobiliario de las ciu- rizada principalmente por tres situaciones:
dades en América Latina la focalización de inversión, el impulso del
Posteriormente, la idea de la ciudad dual clientelismo (lealtades por favores), la auto
fue legitimándose como un factor explica- construcción y la llamada participación de
tivo del fenómeno urbano latinoamericano los sectores marginales y periféricos. Proba-
y sobre todo, como un elemento central en blemente Lima sea la que más aportó al co-
el diseño de las políticas urbanas. Es que la nocimiento de América Latina; allí están los
migración y el crecimiento poblacional ve- trabajos de John Turner (autoconstrucción),
getativo generaron una presión muy signifi- Hernando de Soto (economía informal) y
cativa a las instituciones del gobierno ur- Gustavo Riofrío (de invasores a invadidos).
bano de la ciudad; tanto que la institucio-
nalidad pública se vio desbordada al no
poder responder a este crecimiento desen- Gobierno de ciudad relacional:
frenado de las ciudades. Desde entonces y introspección cosmopolita
no hasta hace mucho, en América Latina
proliferaron los famosos paros cívicos y las Para entender el gobierno de la ciudad desde
movilizaciones de los pobladores de los ba- la década del noventa del siglo pasado, hay
rrios para poder acceder a los principales ser- que tener en cuenta tres determinaciones
vicios de localización: vialidad, agua potable, fundamentales.
energía eléctrica, entre otros. Primera, la transición demográfica. Es evi-
Por eso en aquella época los movimien- dente que a principios de este siglo tiende a
tos sociales crecieron para demandar princi- cerrarse el ciclo de la migración del campo a
palmente a los municipios pero también a la ciudad, tanto por la reducción de las tasas
los ministerios del gobierno nacional; los de urbanización, como por la reducción
cuales quedaron sin capacidad de respuesta drástica de la población rural: si en 1960 el
evidenciando “un desborde institucional”. 60% de la población estaba en condiciones
Tal situación evidenció la rigidez, la ausencia de migrar, para principios de este siglo esta
de competencias y la carencia de recursos disposición no llega al 20 por ciento.
económicos de la institucionalidad pública Simultáneamente se abre un nuevo pro-
municipal y, en contrapartida, las falencias ceso vinculado a la migración internacional,
130 del sector privado para asumir la problemá- representando un giro muy significativo.
Gracias a esta migración muchas de las se- sui-generis porque gran parte de las inver-
gundas, terceras o cuartas ciudades de un siones públicas o privadas se efectúan en las
país latinoamericano se ubican fuera de los zonas centrales5; lo cual conduce a una gran
territorios nacionales e incluso, continenta- paradoja: se produce una inversión muy sig-
les. Este cambio genera tres elementos que nificativa en la centralidad urbana, la que
auspician la relación interurbana: primero, termina por expulsar a la población.
las remesas económicas que envían los mi- Por eso gran parte de las centralidades de
grantes a sus lugares de origen representan las ciudades están perdiendo población. En
un flujo –según el BID– de una cifra anual los últimos 20 años, por ejemplo, el centro
mayor a los 65 mil millones de dólares, histórico de Quito, ha tenido una inversión
equiparable a la mitad de la inversión ex- promedio anual de alrededor de 30 millones
terna a la región; segundo, impulso de las re- de dólares y, simultáneamente, el 42% de la
mesas culturales que se expresan en nuevos población fue expulsado de esa zona. Ese es
patrones de consumo, la formación de fami- un cambio substancial de la centralidad, por
lias binacionales con hogares que tiene dos cuanto se vacía de sociedad y se llena de
viviendas, y la difusión de idiomas, entre mercado. Entonces aquí lo que tenemos no
otros; y tercero, la comunicación directa es una gentrificación, sino boutiquización:
entre los lugares de origen con los de destino cambio de usos de suelo hacia actividades
gracias a las nuevas tecnologías de la comu- comerciales de alto prestigio y destinado al
nicación vinculadas al celular, la computa- turismo o al consumo suntuario; allí los ca-
ción y las cámaras de video. Obviamente es- sos de los hotel-boutique, los restaurante-
tos hechos forman parte de la inserción de boutique, los bar-boutique y las boutique-
los sectores pobres a la economía, la cultura boutique. Y lo mismo ocurre en otras zonas
y la tecnología de punta; así como, la inte- de centralidad en Quito, como es el caso de
gración más fuerte entre las ciudades. la Mariscal Sucre, lugar donde se pierde po-
La ciudad frontera empieza a perder sen- blación residencial y se concentran funcio-
tido a partir de los años 90 porque la urba- nes centrales vinculadas al ocio, a la re-
nización ya no pasa por la migración cam- creación y al consumo en el tiempo libre,
pesina y la contradicción campo/ciudad; tanto que terminan por conformar una
sino por el hecho de que la ciudad logra una nueva centralidad vinculada a la lógica de la
cierta autonomía frente al campo, cuestión boutiquización.
que le permite privilegiar las relaciones in- En segundo lugar, está la reforma del Es-
terurbanas. Pero a su vez y hacia el interior tado, que para el caso que nos ocupa hace
de la ciudad, también la segregación de las referencia a tres situaciones: la descentraliza-
actividades urbanas pierde sentido para dar ción, proceso principalmente municipalista
lugar a los usos mixtos del suelo, gracias al y altamente cuestionador de la capitalidad,
desarrollo tecnológico y a las mismas pro- tanto en su universo simbólico de represen-
puestas del desarrollo urbano inscritas en la tación como en la lógica de funcionamiento
ciudad relacional. del Estado. Seguimos con el tema de las pri-
Simultáneamente se constata otro cam- vatizaciones; que llevan a dotarle al mercado
bio: el regreso a la cuidad construida por la de un peso importante por encima del que
inexistencia de una presión demográfica de-
5 Así sucedió, por ejemplo: en Quito con el trolebús, en
bido a la disminución del crecimiento po- Guayaquil Malecón 2000, en Buenos Aires Puerto Ma-
blacional. Este es un regreso completamente dero, en México Reforma y así sucesivamente. 131
Antonio Mena
tuación condujo a que cionales: el Estado na-
los municipios latinoa- cional con una crisis en
mericanos tengan más apariencia irreversible,
recursos económicos, las empresas transna-
más competencias e, in- cionales que dominan
cluso, más democracia y, los mercados y la emer-
• DEBATES
palabras, hoy día las ciudades capitales están de mancomunidad para el manejo de resi-
repensándose para lograr la flexibilidad ins- duos sólidos.
titucional que la alta dinámica de transfor- En América Latina las modalidades de
mación demanda. los gobiernos de las ciudades podrían estar
También hay que mencionar el caso de reseñados en la siguiente tipología: ciudades
las ciudades fronterizas, como una forma de metropolitanas, como San Salvador que or-
integración internacional. El caso de la fron- ganizó una oficina para la definición de la
• DEBATES
tera México-Estados Unidos probablemente planificación del conjunto del área metro-
sea el más importante en la región: la zona politana, conformada por todos los munici-
de frontera del lado mexicano tiene una tasa pios circunvecinos: catorce. El caso de Quito
de 75 homicidios por 100 mil, mientras el podría pensarse desde esta óptica, si se su-
promedio nacional del país está en 18. Al maran los cantones de Rumiñahui y Pedro
otro lado de la frontera, en la parte de Moncayo al Distrito Metropolitano.
EEUU, las tasas están bajo un dígito. Sin Una segunda forma de gobierno viene de
embargo lo interesante es que las ciudades los procesos de conurbación de los espacios
de un lado y otro se necesitan, tanto que se circunvecinos a la ciudad central o matriz,
arman por pares, bajo la llamada “ciudades como pueden ser, entre otras, las ciudades
espejo”, una lógica que tiende a reproducirse de México o Buenos Aires; donde además
en casi todas las fronteras de nuestros países. de las circunscripciones territoriales locales
Por el tamaño y las características de la se superponen la de los gobiernos interme-
frontera México-EEUU se tiene que mien- dios (Estados).
tras Ciudad Juárez es una de las zonas más En tercer lugar, están las urbes que se vin-
violentas, El Paso es una de las ciudades culan desde lugares distintos, discontinuos y
menos violentas de Estados Unidos, y, a pe- distantes. El caso más significativo es San
sar de ello, una y otra se necesitan y se inte- Pablo por el peso de su economía y por su ar-
gran; tanto que existe un proceso de dis- ticulación con otras ciudades. Al respecto, la
cusión buscando construir un área de inte- vinculación entre Sao Paulo y Campiñas está
gración interurbana, lo cual sería algo abso- produciendo un relación que tiende a generar
lutamente inédito porque su integración una especie de ciudad del conocimiento y de
formal se produciría por encima de los dos la innovación de carácter inter urbana.
países que las cobijan. De estos casos tene- El cuarto tipo proviene de las ciudades
mos muchos, incluso de tres o cuatro ciuda- que cuentan con un gobierno que mantiene
des interfronterizas. la unicidad del territorio, como sucede en
En la frontera colombo-ecuatoriana se Montevideo o Bogotá. Se trata de un espacio
registran 36 homicidios en territorio ecua- que tiene un solo gobierno municipal, aun-
toriano y menos de 25 en territorio colom- que en muchos de los casos se hayan plan-
biano. Esta frontera está viviendo un auge teado como mecanismos de gestión el contar
económico que atrae población. Se trata de con administraciones municipales descon-
una “atracción fatal” pues la población sabe centradas: Montevideo tiene 18 y Bogotá 20.
que podría morir pero ahí encuentran la En quinto lugar aparece el caso de go-
“oportunidades de su vida”. No solo tene- biernos que tienen un territorio altamente
mos estas formas de conurbación sino que fragmentado: Lima y el Callao son dos pro-
empezamos a tener estas expresiones trans- vincias autónomas e independientes, pero
134 fronterizas: Tulcán e Ipiales tienen acuerdo inscritas en un territorio unificado por la
Antonio Mena
Pero no solo que hay que cuenta con múlti-
dos provincias sino que ples entidades munici-
la provincia del Callao pales, como pueden ser
tiene 7 alcaldías distri- las empresas, direccio-
tales y la provincia de nes u órganos depen-
Lima 42; además cada dientes de la estructura
una de ellas se eligen en municipal. Ciudad de
circunscripciones terri- México podría ser un
toriales claramente de- ejemplo relevante. Y el
marcadas, con recursos tercero, el correspon-
propios y competencias diente a la lógica de co-
explícitas. Una situa- operación público-pri-
ción como la descrita vado, donde general-
conduce a un escenario mente la inversión es
extremo como el actual: pública y los beneficios
la Alcaldesa de la pro- son privados. En este
vincia de Lima, Susana Cumbayá caso, probablemente,
Villarán, fue electa por Santiago representa la
una fuerza política distinta a la de los 42 Al- forma más avanzada.
caldes distritales y diferente a la del gobierno Frente a esto aparecen dos modelos polí-
nacional. Imagínense lo que significa gober- ticos de gobierno en América Latina. El pri-
nar en esas condiciones, más aún si tiene un mero, de tipo empresarial privado, que tiene
presupuesto de alrededor de 400 millones como autoridad no a un alcalde sino a un ge-
de dólares para una ciudad de cerca de 9 mi- rente y se especializa en la dotación de los
llones de habitantes6. El caso de Santiago no servicios urbanos. Los casos más llamativos
es muy distinto: cuenta con 54 comunas y son los de Santiago, Monterrey, Lima y Gua-
no tiene una autoridad sobre la totalidad del yaquil. El segundo es un modelo que reivin-
territorio, principalmente, porque sería dica lo público en la gestión y en la ciudad.
como elegir un presidente paralelo al nacio- Su alcalde se denomina jefe de gobierno, el
nal, debido a la característica de la urbani- municipio se califica como gobierno local y
zación chilena: macrocefalia urbana. su acción se dedica a la re-significación de la
ciudad como espacio público. Los casos de
Bogotá, Cuidad de México y algunas ciuda-
Los modelos de gestión des brasileras son evidentes.
Lo interesante de estas dos formas de po-
En América Latina se pueden percibir tres líticas de gobierno es que han producido re-
modelos organizativos de la gestión munici- sultados caracterizados como exitosos. No se
pal: el primero caracterizado como público puede desconocer los casos de Santiago y
altamente concentrado, tal cual sucede en el Porto Alegre; tampoco los casos de Curitiba
caso de La Habana. El segundo es uno pú- y Ciudad de México. Estos dos modelos apa-
recen reflejados también en el manejo presu-
6 Compárese esta situación con el Municipio de Quito
cuyo presupuesto es 1400 millones de dólares y una po- puestario: mientras los municipios empre-
blación de dos millones dos cientos mil habitantes. sariales manejan más las tasas (pago por la re- 135
Antonio Mena
tribución de un servi- desarrollar transforma-
cio), los municipios pro- ciones profundas, visi-
gresistas operan más con bles y a corto plazo. En
impuestos (generales y general se trata de gran-
con efecto redistribui- des proyectos inmobi-
dor). Los primeros ope- liarios y de servicios,
ran como municipio de entre los que se puede
• DEBATES
137
Resumen
Este artículo plantea la necesidad de profundizar la ruptura teórico-práctica con las narra-
tivas, paradigmas y modalidades de gestión urbana que fueron impulsadas durante la época
del ajuste estructural y que siguen incidiendo en el ejercicio del gobierno de las ciudades
latinoamericanas.
Tras reflexionar sobre las caracterizaciones usuales de los procesos políticos abiertos
por el advenimiento de gobiernos progresistas, se presentan algunas prácticas guberna-
mentales que dificultan la consolidación de alternativas contestatarias dirigidas a evitar
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
una articulación subordinada de los espacios locales a los mercados globales. Se destaca
así que los nuevos modos de regulación no han implicado por sí mismos una transforma-
ción de los modos de acumulación, circunstancia ésta que limita las opciones disponibles
para los gobiernos subnacionales.
Luego, los drásticos cambios de dirección de “los proyectos de ciudad” son relacionados
Questiones Urbano Regionales • Volumen 1 • No. 1 • pp. 139-152
con visiones del desarrollo capitalista que, sustituyéndose entre sí en lapsos históricos re-
lativamente cortos pero sin llegar a concretarse a plenitud, se imponen como los nuevos
horizontes para la imaginación y la planificación de las ciudades-región. Por último, se
proponen algunos lineamientos para una discusión colectiva dirigida a redefinir la inserción
internacional de los espacios regionales sin sacrificar objetivos de bienestar.
Palabras clave
Ciudad-región, glocalización, posliberalismo, políticas públicas.
favorables al desarrollo de los mercados y a bargo, esta claro que, a pesar de la profun-
la mercantilización de los recursos naturales; didad de las evidencias, en muchos casos no
y, d) concebir la recuperación de lo público se ha producido ni un cambio en el modo
y la construcción de lo estatal como tareas de regulación, peor aun una transformación
contrarias al desarrollo capitalista e incom- en el modo de acumulación.
patibles con el liberalismo; todo lo cual es Desde 1979, Argentina, Brasil, Colom-
correcto, pero es así mismo incompleto; bia, El Salvador, Nicaragua, México, Perú y
anti-histórico; y, por tanto, desconoce su es- Uruguay albergaron a gobiernos subnacio-
pecificidad territorial. nales progresistas que favorecieron la protec-
En este contexto y, a principios del siglo ción de la sociedad, el empoderamiento de
XXI, se difundió una idea políticamente los ciudadanos y la rendición de cuentas de
muy poderosa: América Latina había ini- los mandatarios (Goldfrank, 2009). Estas
ciado el transito hacia un periodo “poslibe- experiencias merecen ser recordadas pero no
ral”.3 En sus inicios, esta sensación-lectura se debe omitir que sus éxitos no bastaron
de una ruptura histórica se retroalimentó para alterar las sendas del desarrollo capita-
con el advenimiento de gobiernos progresis- lista previamente establecidas. La propuesta
tas en Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, configurada y articulada “desde lo local” no
Argentina, Uruguay y Paraguay; pero tam- alcanzó para hacer frente a la globalización.
bién, con la pérdida de influencia directa e Incluso, por sorprendente que pudiese pa-
inmediata de las instituciones financieras recer, algunas exclusiones y prácticas deriva-
multilaterales en las rutinas de las decisiones das de la neoliberalización urbana lograron
gubernamentales. Estas premisas llevaron a sobrevivir a las modalidades alternativas de
concluir que la época del neoliberalismo gestión municipal.
había finalizado. Luego de transcurrida una Es así que, por ejemplo, según Pírez
década, sin embargo, la realidad es menos (2011: 11), Buenos Aires, sigue enfrentando
concluyente y más compleja. Como que en los legados de políticas cuyas consecuencias
América Latina las prácticas perduran por evocan las viejas preguntas de antaño:
un tiempo mayor que sus representaciones. “cómo enfrentar las presiones de los proce-
La crisis en los regímenes económicos in- sos de globalización que modifican a los ac-
ternacionales, el cuestionamiento mundial a tores urbanos, sus poderes relativos y las
la hegemonía estadounidense y la prolonga- correlaciones de fuerzas; o la “huelga de in-
ción de la crisis financiera global abrieron la versiones” sin hacer políticas “neoliberales”,
posibilidad de procesos de reestructuración cómo democratizar una sociedad descon-
regulatoria del capitalismo como experimen- fiada; cómo enfrentar la posible contradic-
tos de recuperación de la autoridad pública. ción entre inversión y medio ambiente o de
Procesos que, apreciados desde la ortodoxia las condiciones de productividad y de redis-
neoliberal, parecerían ser actos fundaciona- tribución”.
les de un nuevo tipo de Estado. Sin em- También, en Santiago de Chile, en el con-
texto de los regímenes democráticos, se evi-
3 Propiamente, desde mediados de los noventa, ya se ha-
blaba de la emergencia de un “Consenso de Post-Was- denció lo heredado del pasado: “una ciudad
hington”. Por ello, en sus primeras formulaciones, el en la que se había profundizado la segmenta-
término “posliberalismo” fue utilizado para referirse a ción socioespacial y política, y también una
los intentos por romper con la desregulación neoliberal
que estaban verificándose en países como México o forma de gobernar que sustentaba el modelo
Chile (Snyder, 2004). neoliberal de diferentes maneras y en distin- 141
tos niveles: desde el escaso interés por incluir Las ciudades latinoamericanas continúan
a los diversos actores en la arena política y en construyéndose a sí mismas según los pará-
la definición de problemas sociales –sea por metros heredados de “la época neoliberal”;
temor a una explosión de demandas o por operando cual límites para la imaginación y
una aproximación tecnocrática a las solucio- la práctica de las políticas públicas. Entre
nes–, hasta casos concretos de políticas socia- otros por ejemplo, estos parámetros, po-
les, como las de vivienda, que continuaron drían ser:
• DEBATES
Antonio Mena
En el intento de evitar caer en todos o en al-
guno de estos procesos, los gobiernos sub-
nacionales han intentado “hacer exactamen-
te lo contrario”. Empero, esta táctica no
basta para consolidar un proyecto posliberal.
Para crear posibilidades sólidas, se requiere
implementar alternativas efectivas –no desde
la negación– en sí misma sino en: (i) el sis-
tema de formulación de políticas y defini-
ciones estratégicas; (ii) el sistema de regu-
lación; (iii) el sistema de gestión de compe-
tencias; (iv) el sistema institucional y nor-
mativo; y (v) el sistema de sustentabilidad
económica financiera.
Vale advertir además que la posibilidad
de mantener y desarrollar estrategias locales
contestatarias se puede ver fuertemente li-
mitada por la implantación de políticas na-
cionales y supranacionales que continúan
siendo dominadas por supuestos, métodos,
imaginarios y objetivos asociados a estilos de Quito, parque La Carolina
desarrollo basados en la inserción subordi-
nada de las economías latinoamericanas a los sus estructuras de servicios y de su financia-
mercados globales. miento; a la privatización y condena del es-
Sin duda, la dificultad para romper con tado se conjugó con una visión y con-
trayectorias previas está relacionada con la ceptualización de las asociaciones público-
fortaleza de las estructuras y procesos econó- privadas y con arreglos institucionales para-
micos heredados. Durante la época del ajuste lelos; a los diagnósticos y propuestas a las
estructural, por ejemplo, “la comunidad in- restricción fiscal se conjugó con el descargo
ternacional” impulsó instituciones, procedi- de competencias en salud educación y otros
mientos y normatividades para la difusión e servicios. A la convergencia de políticas le si-
implementación de intervenciones públicas guió el diseño y construcción institucional
homogéneas y homogenizantes en lo macro; por objetivos; y, a ésta incluso la de los me-
pero sin dejar de prestar atención a las parti- canismos de medición de evaluación; para es-
cularidades en lo micro a la hora de aterrizar- tructurar espacios homogéneos, territorios no
las en lo territorial. Manifestaciones de esto diferenciados con pérdidas de identidad.
sobran: los diagnósticos y recetas homogé- Al margen de estos condicionamientos,
neas para hacer frente a la crisis de los siste- la reproducción de las modalidades de acu-
mas de seguridad social se conjugaron con mulación está relacionada también con dis-
diversas estrategias de descentralización de positivos transnacionales de poder que
configuran “el sentido común” sobre lo po-
5 En la práctica gubernamental, estos u otros parámetros sible/factible en el proceso de formulación
similares de política pueden ser apreciados en las moda-
lidades de planificación urbana implementadas por lo
de las políticas públicas. En este proceso de
menos desde 1990 (Sager, 2011). transnacionalización de “respuestas pragmá- 143
ticas y homogéneas”, las narrativas de polí- lación de continuidad entre lo local y lo glo-
tica pública constituyen un mecanismo fun- bal. Pero, lejos de ser simétrica y equitativa,
damental para crear “esquemas de interpre- esta continuidad está estructurada jerárqui-
tación” compartidos que logran moldear e camente y con rupturas. En la teoría crítica
incluso cooptar a las posturas contestatarias; contemporánea, estos desarrollos han con-
vaciando sus contenidos históricos y territo- ducido a enfatizar la necesidad de pensar los
riales. proyectos políticos desde la “glocalización”,
• DEBATES
Tal el caso del concepto de globalización un concepto que destaca los procesos impul-
cuyo “sentido común” hegemónico y va- sados por una globalización que genera in-
ciado de todo contenido impide leer la re- terdependencias pero regionalizándolas.6
configuración de las economías nacionales; A fines de los noventa, la creencia en la
la emergencia de interdependencias locales “desterritorialización” adquirió preponderan-
transfronterizas; las diferencias entre lo in- cia en los paquetes de ajuste estructural de-
terno y lo externo; lo urbano y lo rural; la dicados a la reforma del Estado, la descen-
disolución del Estado como regulador de los tralización y la desconcentración. Esto suce-
espacios económicos domésticos y como co- dió haciendo caso omiso a los cuestiona-
rrector de los desequilibrios del mercado, y, mientos levantados por distintas comunida-
relieva como importante la inserción en los des académicas que en esencia, podrían resu-
mercados internacionales a partir de lo local mirse en una frase: la globalización no
en tanto nueva forma dominante de organi- implica la desaparición de lo local sino un
zación del territorio. nuevo proceso de construcción de lo local.
Este y otros cuestionamientos a la ideología
de la globalización suelen estar ausentes en el
La glocalización, una globalización debate sobre el gobierno de la ciudad-región.
que moldea lo local a lo externo En América Latina, nos cuesta todavía re-
conocer que nuestras ciudades son configu-
En el capitalismo contemporáneo, la globa- raciones “mestizas” que emergen por una
lización integra y fragmenta simultánea- yuxtaposición e hibridación de “rasgos pre-
mente. Este doble movimiento produce una ibéricos, coloniales, agroexportadores, indus-
“des-territorialización” y una “re-territoria- trialistas, neoliberales y posmodernos”. Sin
lización” que no prescinde sino que utiliza un reconocimiento pleno de ese mestizaje
al Estado Nacional para moldear la inserción histórico, los gobiernos locales tienen dificul-
de las sub-regiones o de espacios territoriales tades para contener “el avance de un pro-
específicos en los procesos transnacionales. yecto urbano hegemónico corporizado
Estas nuevas territorialidades demandadas principalmente por el capital financiero e in-
por la acumulación transnacional promue- mobiliario y el agravamiento de una estruc-
ven un desplazamiento del poder público tura socio-económica territorial histórica-
hacia arriba, hacia abajo y hacia afuera del mente desigual” (Ciccolella 2011: 4). Por
Estado Nacional, esto es, hacia entidades su- ello, la mayoría de propuestas de desarrollo
pranacionales y regímenes internacionales, regional no cuestionan ni resuelven las jerar-
hacia los gobiernos subnacionales y hacia or-
ganizaciones no gubernamentales. 6 Para exposiciones detalladas sobre la teoría de la gloca-
lización, véase Brenner (1998), Haldrup (2009), Sham-
Con este descentramiento de la autoridad suddoha (2008), Sucháček (2011) y Swyngedouw
144 regulatoria, ciertamente, se produce una re- (2004).
los servicios y el comercio; como resultado dor especializado en uno de los nichos de la
de (iv) la gentrificación urbana; (v) la con- cadena de valor transnacional.
versión de la tierra como un recurso-mer- Paralelamente, se promovió el estableci-
cancía; (vi) la jerarquización del espacio miento de relaciones más directas entre los
urbano y de sus barrios; y, (vii) la privatiza- gobiernos municipales y los actores interna-
ción de los espacios públicos mediante dis- cionales del desarrollo;10 por ejemplo, a través
positivos físicos como el amurallamiento. de la creación de mercados financieros para
• DEBATES
Cualquiera de estas características o todas títulos y bonos directamente emitidos por los
ellas perduraron en la configuración de la gobiernos subnacionales11. Así el proyecto he-
ciudad latinoamericana durante los noventa. gemónico de transformación glocalizada in-
En un segundo momento, el discurso tentaba disminuir el papel de los gobiernos
neoliberal re-descubrió la importancia de nacionales como “legítimos intermediarios”
“las instituciones” para contrarrestar las ex- entre la sociedad civil, los empresarios y los
ternalidades ocasionadas por la liberaliza- gobiernos subnacionales y las ONG, las agen-
ción de los mercados y la privatización de cias de cooperación internacional, las institu-
los servicios públicos (Peck, 2002). En este ciones multilaterales y las empresas trans-
contexto las nuevas generaciones de políticas nacionales.12 El claro interés era constituir
de ajuste estructural incluyeron a la descen- economías regionales articuladas a la diná-
tralización y a la desconcentración de com- mica de la producción transnacionalizada que
petencias como mecanismos para focalizar había “roto” las cadenas de valor domésticas
la eficiencia asistencial del sector público y y había ya exportado importantes eslabona-
para reducir la excesiva concentración buro- mientos productivos (Gereffi, 1999).
crática en el nivel central; sugirieron tam- A principios de la década del 2000, las
bién las alianzas público-privadas; e im- redes y asociaciones para fomentar regiones
pulsaron la focalización y subsidiaridad de competitivas internacionalizadas eran todavía
las políticas sociales. En lo urbano, el neoli- realidades precarias e inconclusas. No obs-
beralismo comenzó a realizar algunos plan- tante, una vez más, América Latina recibió
teamientos explícitos conforme la apertura otra recomendación: la necesidad de transitar
comercial se consolidaba como discurso y hacia la economía del conocimiento.13 Con
práctica del desarrollo, relacionados a un este nuevo horizonte de futuro, los “parques
nuevo paradigma, el de la “ciudad competi- industriales”, las “zonas económicas especia-
tiva” como referente y consigna.
Quizá porque encajaba bien con la pers- 10 Para consolidar su nueva visión glocal, la comunidad in-
ternacional llegó a postular incluso la necesidad de una
pectiva de “La Ventaja Competitiva de las “diplomacia municipal” como un prerrequisito para una
Naciones” (Porter, 1990), o porque efecti- glocalización exitosa (CERFE, 2003).
vamente esto implicaba la utilización de un 11 Como puede apreciarse en Freire (2004), los mecanis-
mos subnacionales de financiamiento fueron ensayados
paquete de herramientas harto conocidas, el principalmente en los países latinoamericanos con go-
proyecto de ciudad competitiva permitió a biernos federales.
los funcionarios latinoamericanos mantener 12 En las adaptaciones de “la economía de la competitividad”
a las condiciones latinoamericanas, los clústeres fueron
la ilusión de poseer todavía “un espacio de concebidos y diseñados como aglomeraciones de activi-
política” controlable. Es así que, con unos dades primarias, secundarias o terciarias con bajo compo-
cuantos proyectos “costo-eficientes”, la urbe nente tecnológico. Por eso, en los países latinoamericanos
de menor desarrollo relativo, la competitividad sistémica
latinoamericana podía ser transformada en quedó prácticamente reducida a clústeres agroindustriales
146 un “territorio-eslabón” maquilador o arma- y turísticos. Al respecto, véase DDEP (2005).
150
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152
Resumen
Utilizando como estudio de caso al antiguo Hospital Militar de la ciudad de Quito, este
artículo analiza las prácticas discursivas sobre la seguridad ciudadana desplegadas a pro-
pósito de los conflictos derivados de la ocupación irregular de un edificio patrimonial
abandonado.
Las implicaciones socio-culturales de las políticas para la recuperación del espacio pú-
blico son abordadas con referencia a la memoria histórica de los pobladores, a los intereses
asociados a la utilización del edificio y a las ambigüedades de las prácticas de rehabilitación.
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
Palabras clave
Distrito Metropolitano de Quito, patrimonio cultural, espacio público, seguridad ciuda-
dana.
* Ensayo efectuado en el marco del Programa de Becas a Jóvenes Investigadores patrocinado por el Instituto
de la Ciudad del Distrito Metropolitano de Quito. 155
E
ste ensayo intenta comprender los dis- considera como referente de los procesos
cursos de seguridad ciudadana desple- de construcción de la identidad histó-
gados sobre un espacio atravesado por rico-cultural: procesos más o menos es-
memorias sociales heterogéneas y conflicti- pontáneos y ‘desde abajo’ o, al contrario,
guiados, controlados y hegemonizados.
vas. El caso de estudio en el que aterrizan
(Massa, 1998:88)
estas reflexiones es el edificio patrimonial co-
nocido popularmente como el antiguo Hos- En este sentido, existe cierta ambigüedad en
pital Militar. Allí se han sedimentado varias la forma como se concibió la devolución de
memorias que han marcado el imaginario de este edificio a la ciudad: por un lado como
sus vecinos y que tienen relación con las di- ‘monumento arquitectónico’ dentro del pro-
versas funciones que cumplió el edificio en ceso de rehabilitación de edificios patrimo-
la historia de la ciudad y las posibilidades de niales del centro histórico y sus alrededores,
uso que la gente pudo darle cuando el in- re-bautizándolo como El Bicentenario y
mueble estuvo abandonado por la institu- abriéndolo al público en el 2009 con una ex-
ción. Sin embargo, el abandono también posición de corte histórica y pedagógica ti-
representó un punto conflictivo para la vida tulada “La Revolución Quiteña” la misma
del barrio debido a que fue ocupado de ma- que hacía alusión a la gesta fundacional de
nera irregular por personas ‘extrañas’ a su la nación ecuatoriana1. Por otro lado, bajo
composición social, los mismos que fueron el slogan de ‘espacio público recuperado’ se
señalados como responsables de una insegu- dibuja la idea de que el edificio es devuelto
ridad inédita en el barrio. a la ‘ciudadanía’ obedeciendo la demanda de
La importancia del edificio como una de la comunidad de San Juan y Quito en gene-
las grandes obras públicas encargadas por ral que solicitaba un espacio de desarrollo
Eloy Alfaro en 1900 (icono arquitectónico barrial y una solución a la inseguridad.
de la temprana modernidad) fue la motiva- Y digo que es una devolución ambigua,
ción, posteriormente, para un proyecto de en la medida que (co)existen (y se contradi-
recuperación auspiciado por el Municipio cen) por lo menos dos posiciones discursivas
de Quito a través del Fondo de Salvamento con planes y funciones diferentes para el edi-
del Patrimonio Cultural, en donde el pro- ficio: el edificio como monumento arquitec-
blema de inseguridad del sector fue un ar- tónico que tiene la finalidad de realzar los
gumento importante para intervenir con festejos bicentenarios y que posteriormente
urgencia en el sitio, ‘resolviendo’ así, las me- pasaría a funcionar como vitrina del arte
morias conflictivas y los intereses que gira- contemporáneo, sin duda cierra las posibi-
ban en torno al edificio.
1 En estos enlaces se puede apreciar desde la prensa y
El antiguo Hospital Militar puede ser en- desde sitios turísticos la manera en que se publicitó la
tendido como un lugar representado desde exposición “La Revolución Quiteña” en el edificio ‘re-
varias memorias: cuperado’. La promoción de la inauguración del edificio
estuvo más relacionada con la discursividad del ‘monu-
mento’ y los intereses del promotor (Massa, 1998) más
Lugar de memoria en una doble acep- que con la apertura de un espacio público.
http://www.quito.com.ec/index.php?option=com_con-
ción: por un lado custodia la memoria en
tent&task=view&id=179&Itemid=192
cuanto testimonio de otra época y del http://www.eluniverso.com/2009/08/05/1/1380/revo-
156 clima que lo ha producido; por otro, lucion-quitena-recoge-exposicion-interactiva.html
lidades de uso del espacio a una afirmación experiencia social, más que una mera cua-
de discursos de nación, patrimonio y a un lidad del espacio físico (Deutsche, 2007).
público especializado (el circuito del arte);
mientras que la idea de ‘espacio público re- En lo que respecta a este ensayo, se discutirá
cuperado para la ciudadanía’ indicaría la po- el rol de la seguridad ciudadana atravesada
sibilidad de inventar usos de manera co- por connotaciones racistas y clasistas como
lectiva y contingente para el edificio en cues- el punto que concilia la urgencia de recupe-
tión. A la luz de estas dos posiciones debe- ración del edificio, donde las identidades ciu-
mos considerar una discusión amplia que dadanas (marginales o marginalizadas), las
subyace en los procesos de rehabilitación de memorias sociales conflictivas no tienen ma-
espacios urbanos, y es el carácter de ‘lo pú- yor posibilidad de debatirse públicamente si-
blico’ que estas manejan. no que se ‘resuelven’ técnicamente en la ade-
Como señala Deutsche (2007), ‘público’ cuación de un espacio físico, y en este sen-
comprende una serie de complejidades que tido, las cuestiones sobre el carácter de ‘lo
empiezan en el uso de esta noción por dife- público’ en procesos de recuperación y reha-
rentes campos de estudio y discursos, por un bilitación urbana deben ser problematizados.
lado la noción de ‘público’ se piensa como La urgencia de retomar esta conflictivi-
una cualidad del espacio en términos físicos, dad responde a cierta voluntad política en la
como el lugar exterior o el lugar que puede actualidad que permite que ‘espacios recu-
ser transitado y ocupado por ‘todos’, sin em- perados’ aviven de manera efectiva la esfera
bargo, en esta concepción generalmente se pública y fortalezcan una cultura radical-
olvida que los espacios exteriores o abiertos mente democrática (Deutsche, 2001).
o de servicio social también están bajo regu-
Antonio Mena
laciones e intereses políticos, económicos y
urbanísticos y por tanto son espacios de ex-
clusión también.
Para el efecto se hace una revisión de los como San Juan, dando la cara (y bienvenida)
antecedentes históricos que marcaron las re- al sector norte de la ciudad que se avizoraba
laciones de vecindad entre el edificio y el ba- como el polo de desarrollo moderno que
rrio, se intenta dar cuenta de los procesos sería ocupado por las clases acomodadas de
que permitieron que la memoria social se Quito. La edificación supuso un esfuerzo
construya a partir de los vínculos con este considerable de ingeniería para lograr con-
espacio y se matiza las diferentes posturas trolar la topografía de la loma, esfuerzo jus-
que se encontraron en el proceso de recupe- tificado porque no solo está en marcha el
ración del edificio ocupado. proyecto de construcción del edificio sino
del conjunto paisajístico de la ciudad mo-
derna en general.
El barrio popular y el edificio Por el contrario, en el lado occidental y
como monumento posterior del edificio crecía un asentamiento
obrero, artesanal y de pequeña producción
El lapso al que me quiero referir en este en- agrícola, de procedencia mayoritariamente
sayo es el de abandono, ocupación y recu- indígena, que venía ocupando de manera es-
peración del antiguo Hospital Militar, un tratégica la loma de San Juan por la cercanía
proceso extenso (1980-2009) que no está con el centro de la ciudad, lugar donde ofer-
suficientemente documentado. Para aproxi- taban sus servicios y sus productos, pero
marme a mi objetivo he creído conveniente también porque la loma era un sector de
(re)presentar algunos puntos del devenir del bajo costo alejado de cualquier interés urba-
entorno social y la configuración urbana del nístico de la época debido al complicado te-
sector, que ayudarán a caracterizar la rela- rreno y la ausencia de cualquier servicio
ción del barrio con el edificio, y que podrían urbano básico (Quevedo, 1994).
resultar importantes para dimensionar la re- En 1901, el médico salubrista, Jijón
lación de este caso de estudio con un esce- Bello advertía sobre la densificación de la
nario más amplio de intervenciones patri- ciudad de Quito y, por primera vez, identi-
moniales en la ciudad. ficaba a los “barrios separados” o excluidos
En el año de 1900, el arquitecto alemán de un avance urbano parejo. Esto lo hace
Francisco Schmidt, diseña las instalaciones apoyado por la información recabada en el
del Sanatorio Rocafuerte para enfermos de Censo de 1906 el mismo que demuestra un
tuberculosis (antiguo Hospital Militar) a pe- aumento del número de personas prove-
dido del General Eloy Alfaro, un período nientes de otras provincias. Para ese enton-
significativo para la historia política de la na- ces casi un 37% de la población residente en
ción donde se perfilaba la idea de unidad en Quito no era originario de esta ciudad
base a una inédita responsabilidad estatal en (Kingman, 2008).
temas como la educación y la salud, y se Probablemente esta tendencia se incre-
marcaba la ciudad con hitos arquitectónicos mentó a lo largo de las dos primeras décadas
que señalaban el proceso de modernización del siglo XX, a propósito del dinamismo en
del estado. el flujo de las poblaciones que había instau-
En este sentido la decisión urbanística rado el ferrocarril (1908). “Barrios separa-
para la ubicación del imponente inmueble dos” como San Juan fueron los que re-
fue clave, y en 1913 se inauguraba en las fal- ceptaban a migrantes provenientes de zonas
158 das del monte Huanacauri hoy conocido rurales de la serranía lo que debió diversifi-
de manera descriptiva (el espacio como es- Este tipo de recuerdos, que son bastante co-
cenario donde se desenvuelve la historia per- munes para una generación de quiteños, le
sonal), si no que se convierte en un factor dan un valor simbólico al edificio que antes
constitutivo de la intimidad de la historia de no era posible, los recuerdos hallan refugios
vida. El espacio es quien anima la memoria, caracterizados por sus formas arquitectóni-
más que el tiempo, puesto que la memoria cas. La institucionalidad y la intención de
no registra la duración concreta de una vi- monumentalizar un edificio de la temprana
vencia, “tales vivencias son posibles pensarlas modernidad quedan en un segundo plano en
en una línea de tiempo abstracta y etérea la narración popular, la pregunta que que-
porque están condensadas en espacios espe- dará flotando aquí, es ¿hasta qué punto estas
cíficos y bien caracterizados, ahí se encuen- memorias forman parte del proyecto de re-
tra la imaginación, el inconsciente y los re- cuperación del edificio? y ¿en qué lugar que-
cuerdos” (Bachelard, 1957: 38-41). dan dentro de las narraciones de inseguridad?
diados de los años 90’ los habitantes habían tes o antisociales, una imagen que se habían
ampliado sus propias familias y habían am- encargado de difundir los medios de comu-
pliado el número de ‘residentes’ del edificio nicación condicionando la mirada de la ciu-
invitando a parientes o amigos a instalarse; dad sobre este caso y hasta cierto punto
inauguraban pequeños y medianos empren- alterando la forma en cómo se articulan las
dimientos comerciales de frente al barrio cir- narraciones de seguridad/inseguridad desde
cundante. Llegaron a convivir cuarenta y la memoria del barrio6.
siete familias que permanecieron de manera
estable entre 30 y 35 años, aproximada- Cómo podían decir que éramos indi-
mente5. gentes… Inclusive yo le dije a una chica:
La ocupación de un grupo social de es- “Créame, linda, sin ofender, pero yo creo
casos recursos y mayoritariamente indígena que vivo mejor que usted” ¡Cómo va a
decir que somos indigentes! Y le pregunté
no fue bien visto por la mayoría de vecinos
qué significaba la palabra indigente. Me
de San Juan, sin embargo, algunos de ellos
dijo “Esa gente que vive en los puentes.
hacían uso de los servicios prestados por los [Una voz atrás dice: La gente que vive en
ocupantes (lavanderas, mecánicos, electricis- la calle, abandonada…]
tas) y los niños del edificio se habían encar- Ah, entonces ¿eso soy yo? –le dije– Y
gado de formar lazos de amistad con otros usted cree que un indigente va a tener
niños del barrio (siendo las excursiones por tanta credibilidad, como yo la tengo.
el edificio abandonado una de las principales Mire mi taller. Yo soy dueño de este ta-
actividades lúdicas entre ellos). Es decir, ller. Que salga en la prensa! Yo lo construí
aunque los recelos y las diferencias existieron aquí y todo lo que está aquí, todos estos
entre ocupantes y vecinos del barrio, tam- carros son de gente del barrio; la mayoría
bién había lugar para encuentros, conversa- de los que tienen carros, vienen y los
dejan aquí, a este ‘indigente’; carros de
ciones fortuitas, intercambios (en el sentido
miles de dólares, aquí!. Ustedes tienen
de prestación de servicios remunerados),
que pensar, para hablar”.
nada realmente extraordinario, pero en todo Es que es verdad, yo tenía un taller
caso se podría pensar que “fueron conside- lleno de carros de gente que me conocía;
rados como un vecino más en el barrio” así como allá tengo el otro. Entonces no
(Ruth G. 2011; Rocío P. 2011) pueden las personas, porque son perio-
No obstante a las relaciones que se ha- distas, decir no más… (José C. 2011)
bían tejido con una población ocupante del
edificio bastante diversa (solitarios comer- Durante las primeras entrevistas realizadas
ciantes, estudiantes y profesionales, familias en el barrio (antes de poder dar con los ma-
con niños), alrededor de 1997 la llegada de tices de la ocupación y las relaciones fluidas
un grupo de personas afro-descendientes se
convierte en el hecho que termina estereoti- 6 La llegada del grupo de afrodescendientes ubicada para
pando a todos los ocupantes como indigen- el año 1997, puede no ser precisa pero obedece a los tes-
timonios de varios vecinos que calculan esta fecha como
aproximada. La forma en que los afrodescendientes van
5 Esta cifra no toma en cuenta a personas que llegaban y ocupando un ala del edificio tampoco es clara, algunos
salían de manera itinerante, debido a sus actividades ocupantes (Tanami, José C. 2011) dicen que los prime-
como comerciantes informales, tampoco se cuenta al ros en llegar tenían como objetivo realizar estudios uni-
número de personas que habían conformado la comu- versitarios, otros vecinos de manera más drástica dicen
nidad afro del edificio, puesto que no existen registros que se trataba de gente que llegaba a refugiarse después
164 sobre estos ocupantes. de escapar de prisión (Manuela C. 2011).
la desocupación puede ser matizada con de- cio, ni para la rehabilitación ni mucho
claraciones que indican que la pertenencia menos para la gestión cultural, pero sobre
sobre el edificio que habían desarrollado los todo porque va contra toda lógica de orde-
ocupantes, después de casi treinta años de namiento biopolítico y de mercado inmobi-
un total abandono institucional, no tenía liario de la ciudad. Este testimonio de
que ver únicamente con la legalidad o ilega- pertenencia de los ocupantes no es inocente,
lidad de su presencia allí, y por tanto, sus ex- tampoco es solo emotividad o ausencia de
pectativas de negociación eran más amplias argumentos legales para justificar su existen-
de lo que les era permitido. Para ellos el cia, pero podría entenderse que la invalida-
asentamiento y la apropiación no fueron lo- ción automática de este tipo de iniciativas es
gradas por medios económicos sino por tra- un signo de falta de canales de comunica-
bajo, por una lucha individual y colectiva ción entre la gente y los especialistas o la
con el resto de ocupantes de similares con- falta de promoción de discusiones en torno
diciones, lo que establece una relación com- a las posibilidades de uso de un espacio pú-
pleja respecto a ‘lo legítimo’ y los usos no blico a cambio de una prescripción y diseño
admitidos por lo público. El lugar era suyo de profesionales y técnicos especializados
en tanto dicen haber sentido responsabili- sobre qué hacer con un espacio público
dad por el inmueble y de haber invertido abandonado.
tiempo y esfuerzos para cuidarlo8. A finales de los años 90’ y comienzos del
2000, en el edificio se ensayaban diversas ini-
Cuando nos llegamos a conocer con la ciativas sociales y culturales (no oficiales): al-
vecindad, tratamos de organizarnos para gunos discutían cómo transformar parte del
tener limpio el edificio, que antes de que espacio en consultorios médicos (privados);
ingresáramos estaba lleno de hierbas, ma-
las mujeres emprendedoras del barrio habían
torrales. La idea nuestra no era de nin-
hecho de los patios traseros del inmueble
guna manera la de invadir, sino más bien
formar una gran unidad a fin de mante- sitio de reuniones sociales (religiosas, festivas,
ner esto que se estaba cayendo, quería- agasajos navideños, mingas); la dirigencia del
mos reestructurar, porque también barrio América (AHM) adecuó una de las
nosotros teníamos el proyecto de implan- salas como punto de reunión para tratar
tar allí el museo de las culturas indígenas, temas comunitarios; los jóvenes de los alre-
pero lastimosamente no tuvimos el dedores organizaban campeonatos de futbol,
apoyo de los gobiernos, porque ustedes adecuando espacios y atrayendo a cerca de
saben que para todo eso se necesitaba una 25 equipos de todas partes de la ciudad, ha-
capacidad económica” (Grupo Focal 1). ciendo de esta actividad también un empren-
dimiento económico; una serie de jóvenes
Esta posición no es válida porque detrás de artistas, que hoy tienen sólidas trayectorias,
sus intenciones no hay conocimientos ‘au- realizaron sus primeros ensayos performáti-
torizados’ para el mantenimiento del edifi- cos y presentaciones de teatro tomándose ha-
bitaciones del edificio para estos fines. Todas
8 Inés Pazmiño, fue sub-administradora de la Zona Cen- estas son memorias menos visibles, pero que
tro desde el año 2000, hasta finales del año 2002, in-
mediatamente pasó a la administración zonal desde el
construyeron parte de la identidad del barrio.
2003, hasta julio 2008. Es decir, formó parte de una de La intención de privatizar pequeñas par-
las administraciones bastante sensibles e involucradas celas del inmueble, pareciera haber sido
con los procesos de recuperación de espacios públicos y
168 patrimoniales.
multitudinaria y no exclusiva de los ocupan-
dio que la marcó con caracteres de fuego. ción de inseguridad, y comienzan a identi-
(Diario El Hoy15-Agosto-2008) ficar problemas puntuales relacionados con
el diseño urbanístico que se desplegó con-
Este reencuentro del edificio con la ciuda- juntamente con la recuperación:
danía fue un éxito, dos años más tarde de su
inauguración sigue llegando gente que “Nosotros teníamos la costumbre de ma-
quiere volver a ver la muestra del Bicentena- drugar y dar la vuelta al parque, después
rio. Cuando he preguntado casualmente a de la reparación, queríamos continuar
uno de estos visitantes sobre las razones que con nuestras caminatas, pero nos encon-
llevaron a las autoridades a recuperar el Edi- tramos con que se había cerrado parte del
ficio antiguo Hospital Militar se dibuja un camino que hacíamos, nos encontramos
con cartelitos que prohibían sacar al
gesto de extrañeza, pues las razones son
perro, prohibido sentarse, prohibido al-
dadas por obvias: la primera, es la importan-
gunas cosas, entonces nosotros nos aleja-
cia del edificio para la historia de la ciudad mos de aquí, porque así cómo nos
y la segunda, es la belleza de la arquitectura. prohibieron a nosotros han de haber pro-
La belleza arquitectónica, posiblemente hibido a las demás personas, entonces
es la razón más repetida por diferentes gene- nosotros nos fuimos alejando. Es de tal
raciones de quiteños (vecinos y visitantes), suerte que yo ni siquiera vine a la inau-
al punto que en el concurso denominado guración, porque sentía que me habían
“Las 7 maravillas de Quito” que fue lanzado arrancado algo, yo no conocía esto por
por el Municipio Metropolitano a propósito adentro, y vivo al frente. (…) Y sí, está
del nombramiento “Capital Americana de bonito, y nosotros hoy colaboramos
la Cultura” y que tuvo como objetivo orde- viendo que la gente no bote basura, pero
no recibimos reciprocidad, ya no senti-
nar del uno al siete los espacios patrimonia-
mos que esto sea nuestro. Antes era nues-
les de la ciudad e incluirlos en una ruta de
tro con la basura, con los fantasmas, con
promoción turística, el antiguo Hospital los ladrones, porque era guarida de ladro-
Militar (actualmente edificio Bicentenario) nes (risas), pero a pesar de todo era nues-
ocupó durante las primeras semanas los pri- tro” (Sra. Mariana).
meros lugares de popularidad. Lo cual es
sorprendente, porque por un momento ‘la La retirada de las bancas y los juegos infan-
belleza arquitectónica’ desplazó a otros espa- tiles del parque frontal sustituidos por jardi-
cios con una carga simbólica tradicional- neras decorativas, el lidiar con políticas de
mente más poderosa como el Panecillo o la seguridad concesionadas a empresas privadas
Plaza Grande, inclusive a espacios recupera- para el resguardo del inmueble, la ausencia
dos con gran rentabilidad económica como de una oferta cultural enfocada a la locali-
La Ronda. dad, son algunos de los problemas que co-
La pregunta es: ¿hasta qué punto ‘la be- mienzan a abrir nuevamente el debate entre
lleza arquitectónica’, entendida convencio- los vecinos sobre la pertenencia, la memoria
nalmente como ‘la razón de ser’ de la recu- y los deseos que se depositan en este edificio.
peración patrimonial, ha desplazado algunas La discusión que se logre articular y los re-
funciones, problemáticas y memorias que le sultados concretos de sus demandas pon-
otorgaban sentidos e identidades al espacio? drán a prueba la dimensión pública de las
Los vecinos alrededor del edificio recupe- prácticas del patrimonio en Quito.
170 rado celebran la disminución de su percep-
171
172
Resumen
La Comuna Indígena San José de Cocotog se encuentra ubicada en el nororiente del Dis-
trito Metropolitano de Quito (DMQ) tiene una población aproximada de 3.400 habitan-
tes. Quito, desde la década de los setenta, ha experimentado un incesante proceso de
crecimiento urbano, que se ha extendido en las últimas décadas a áreas anteriormente con-
sideradas rurales.
El artículo presenta los resultados más relevantes de un estudio realizado en la comuna
San José de Cocotog, con el objeto de identificar las principales modificaciones producidas
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
por el proceso de expansión urbana de Quito en este territorio, tanto en términos físicos
como culturales.
La evidencia recogida a lo largo del estudio sugiere que las transformaciones ocurridas
como resultado del proceso de metropolitanización de Quito evidencian cambios en la es-
tructura cultural indígena de Cocotog, ante lo cual se presentan también algunas formas
Questiones Urbano Regionales • Volumen 1 • No. 1 • pp. 173-195
Palabras clave
Urbanización, rururbanización, metropolitanización, aculturación, resistencia cultural.
* Ensayo efectuado en el marco del Programa de Becas a Jóvenes Investigadores patrocinado por el
Instituto de la Ciudad del Distrito Metropolitano de Quito. 173
E
l proyecto de investigación “San José país, mientras que el uso del suelo en la ciu-
de Cocotog: Periferia Rururbana de dad fue planificado según los intereses de las
Quito” se realizó para contribuir al co- empresas inmobiliarias y las nacientes indus-
nocimiento del patrimonio cultural del trias. También, en esa década, se inició el
DMQ manifestado por su diversidad étnica proceso de constitución de Quito como
y cultural. Por tanto, esperamos que el pre- Distrito Metropolitano mediante la incor-
sente estudio contribuya al diseño de políti- poración de nuevas zonas periféricas a la ciu-
cas públicas basadas en un entendimiento dad (Carrión, 1987).
incluyente del DMQ y que apunten a la En la década del noventa, el proceso de
conservación de la diversidad cultural de su descentralización administrativa del Muni-
población. cipio de Quito propició la autonomía en la
La investigación tuvo como objetivo es- gestión de los recursos económicos y el acer-
pecífico aportar al conocimiento de la situa- camiento de aquella institución hacia las pa-
ción cultural e identitaria de la Comuna In- rroquias y barrios más alejados del centro
dígena San José de Cocotog, mediante el es- urbano, con el objetivo de facilitar el creci-
tudio de su relación con el DMQ y de la in- miento productivo y la expansión de la ciu-
cidencia del crecimiento de la ciudad en esta dad hacia las periferias. Finalmente, la
población en particular. La Comuna se ca- década del 2000 muestra a Quito como una
racteriza por un significativo nivel de rura- ciudad modernizada, con proyectos de via-
lidad donde, un importante número de sus lidad y movilidad de última generación, a la
habitantes, se auto identifica como indígena vez que las zonas rurales están en proceso de
y mantiene aún relaciones de parentesco, a ser incorporadas definitivamente a la metró-
diferencia de lo que ocurre en las áreas más poli. Cada vez más, esta circunstancia se ex-
urbanizadas de la periferia nororiental del presa en su estructura física y económica y
Distrito. en la transformación de sus patrones cultu-
El estudio partió de la comprensión del rales (Chalco, 2008).
proceso de crecimiento urbano de Quito en- En este contexto, el proyecto de inves-
tre los años 1970 y 2000, ubicándolo en el tigación “San José de Cocotog: Periferia ur-
contexto histórico, económico y político na- bana de Quito”, intentó descubrir la di-
cional y local. Se identificaron las conse- námica del proceso de expansión urbana de
cuencias del proceso de crecimiento urbano Quito hacia las zonas rurales, especificando
y las tendencias de organización territorial las formas económicas y culturales de rela-
sobre las zonas rurales del cantón. cionamiento entre Quito y la Comuna, así
Vale por ello resumir diciendo que el como los efectos sobre su identidad y cul-
proceso de crecimiento urbano de Quito tura.
inicia con fuerza en la década de los setenta Los habitantes de San José de Cocotog
de la mano del aparecimiento de las prime- aún preservan tradiciones y elementos cul-
ras industrias y el boom petrolero; los recur- turales, que tienen sus raíces en pueblos in-
sos económicos provenientes de la explo- dígenas como los Yumbos y los Quitu Cara.
tación petrolera permitieron la elaboración Algunos de ellos/as todavía hablan el qui-
de planes y proyectos urbanos de innovación chua como idioma materno, principalmente
174 y expansión urbana. La década de los ochen- las personas de mayor edad, y en unos pocos
Ximena Cabrera M.
neración en generación de una manera con-
tinua. “Haga lo que haga es imposible no
culturar. Consciente o inconscientemente
siempre estamos educando-en-cultura: en-
culturando” (Olmos, 2000).
Es importante, para este estudio, el defi-
nir a la cultura como un proceso de cons-
trucción simbólica y material. Lo simbólico
se concreta en lo material, dándole sentido
a las actitudes; diferenciándose así de los ani-
males irracionales, representa el mundo de
tal o cual manera, según las normas y valores Grupo de mujeres productoras Mirachi Warmicuna
racteriza porque en esta relación entre cul- adoptar otras características culturales.
turas, una va desapareciendo y la nueva cul- En pueblos y comunidades indígenas
tura interiorizándose y materializándose en son muy visibles los cambios a causa de la
la cotidianidad. Las consecuencias pueden modernidad en el tema cultural, si miramos
ser tanto sicológicas como estructurales, es desde las lógicas tradicionales de los pueblos.
así que la aculturación no puede ser un pro- La modernidad necesita tener espacios fí-
ceso de cambio cultural o transformación sicos adecuados para poder implementar el
sin conflicto. No debería haber consecuen- nuevo proyecto social caracterizado por la
cias sicológicas de este tipo si la relación urbanización y su expansión, la rururbani-
entre las dos culturas fuera igualitaria. zación, en un marco de cambios económi-
Autores como Graves, en la rama de la cos, políticos y culturales exportados desde
sicología social, reflexiona sobre la acultura- Occidente.
ción como un proceso no solo cultural sino
sicológico, que trae consecuencias en el in- “Desde las primera ocupaciones y organi-
zación espacial de América Latina, siem-
dividuo, en los comportamientos, actitudes,
pre fueron terreno propicio para la
valores e identidad personal (Graves, 1967).
penetración de la Modernidad (…) el “in-
De la misma manera, Berry se refiere a las dividuo consumidor”, este es el verdadero
opciones que tienen los sujetos ante un pro- producto de la modernización urbanizada
ceso de aculturación: la integración, la asi- latinoamericana (Geraiges, 1989)”.
milación, separación, segregación, margina-
ción y exclusión, dependiendo de la actitud El proceso de urbanización, se vuelve inmi-
de los sujetos en proceso de aculturación, de nente como requisito para el tan anhelado
cuan valiosa e importante es su cultura para desarrollo y progreso, discurso genuino de
mantenerla (J.W. ,1990). la modernidad que provoca un cambio de
Integración: mantenimiento de la identi- concepción y construcción de las zonas ru-
dad cultural del grupo minoritario, a la vez rales en urbanas, tanto por el crecimiento
que se produce una apertura y relación con poblacional demográfico, la migración, que
los grupos de la sociedad acogidas. Asimila- provoca una presión en el espacio. Por otro
ción: deseo de abandonar la identidad cultu- lado la modernidad trae consigo ciertos
ral de origen y de orientarse hacia la sociedad cambios bastante significantes, la remodela-
de acogida. Se produce marginación cuando ción de los espacios y la transformación de
los individuos o grupos minoritarios pierden la economía.
el contacto cultural y psicológico tanto con Los conflictos sociales que se evidencian
su sociedad de origen como con la sociedad en este proceso de expansión urbana, son la
de acogida, y exclusión cuando viene im- fragmentación cada vez más visible entre lo
puesta por el grupo dominante, eliminando urbano y lo rural. Antes, lo rural y lo urbano
cualquier posibilidad del grupo subordinado eran claramente diferenciados por las carac-
de mantener sus propias raíces e introducirse terísticas particulares de los espacios, ahora
en la nueva sociedad (J.W. ,1990). los rasgos culturales y la forma de produc-
Las consecuencias sicosociales del pro- ción económica están en un proceso de ho-
ceso de aculturación, pueden ser entonces mogeneización. En este sentido el conflicto
los intentos de integración, la aceptación de nace por la competencia entre dos culturas
otra cultura, la marginación y exclusión, si opuestas: la mestiza urbana y la indígena
existen resistencias de sujetos/as o grupos a rural. La mestiza urbana tiene sus caracterís- 179
urbano, la expresión “la nueva frontera ur- uno de los procesos implícitos al creci-
bana y suburbana” (Rufi, 2003) aplicada a la miento urbano, ya que es una consecuencia
nueva ciudad contemporánea, caracterizada de su expansión urbana a las zonas rurales.
por los cambios tecnológicos, la globalización Los esfuerzos teóricos y empíricos para
de la economía capitalista y por las migracio- comprender el complejo proceso de rurur-
nes. Smith afirma en sus estudios, que la ciu- banización dicen:
dad contemporánea vive grandes transforma-
ciones, tanto en sus límites exteriores como El avance de la ciudad sobre el medio
en su espacio interno, unas transformaciones rural se denomina rururbanización. Este
que marcan época por cuanto modifican las proceso está favorecido por la mejora de
relaciones sociales, espaciales y sus formas; las telecomunicaciones y de las redes de
transportes, y está provocando cambios
esto último podría estar caracterizado por los
profundos en la forma de vida rural. Por
cambios culturales e identitarios.
un lado, se abandonan las actividades
La rururbanización, concepto construido agrícolas por otras industriales y de ser-
por autores como Bauer y Dezert, para de- vicios, más rentables. Por otra parte, la
signar el proceso de urbanización de los es- población tradicional de agricultores, ga-
pacios rurales, explica: naderos y artesanos se sustituye rápida-
mente por nuevos habitantes, proce-
Es rururbana una zona próxima a los cen- dentes de la ciudad, en la que suelen se-
tros urbanos que experimenta un incre- guir trabajando, y que traen una menta-
mento residencial de población nueva, de lidad urbana (UCA, 2010).
origen principalmente urbano. La zona
rururbana se caracteriza por la subsisten- El término rururbanización, trata el proceso
cia de un espacio no urbano dominante, de cambios y transformaciones en el espacio
a diferencia de todos los barrios total- rural, caracterizado no solo por la construc-
mente contiguos a la ciudad. (Pare 2010). ción de nuevas edificaciones, espacio de re-
sidencia y ocio o por la llegada de nuevos/as
Frente a estas definiciones conceptuales, habitantes de la ciudad, sino por los nuevos
aparecen críticas por parte de autores como sentidos que aportan, las modificaciones en
Berger, señalando que el proceso de rurur- los ámbitos culturales e identitarios, en zo-
banización no sólo puede referirse al despla- nas que en su mayoría están habitadas por
zamiento de la población urbana a los poblados campesinos, indígenas y afros.
espacios periurbanos, sino que ha de tenerse Tener en cuenta si hay o no un posicio-
en cuenta el cambio de funciones y pobla- namiento y reflexión crítica de los sujetos
ciones en los núcleos tradicionales. Además sociales implicados durante este proceso de
no puede referirse el concepto únicamente transformación cultural, es de vital impor-
a su aspecto residencial sin tener en cuenta tancia. Por eso existe la posibilidad de que
los procesos inducidos por el desplaza- los pueblos, las comunidades, los grupos so-
miento de actividades y de lugares de tra- ciales, mantengan sus tradiciones y costum-
bajo. El tipo de ocupación del espacio bres si se valora el criterio de la resistencia
periurbano es eminentemente residencial y como una opción política de estos sectores.
responde a los deseos de los/as habitantes de La resistencia cultural que pueda darse en
la ciudad de cambiar su lugar de vivienda y estos procesos de transformación cultural, es
la rururbanización se ha de interpretar como primordial, significa la potencia, la produc- 181
gastándose en tanto la construcción de vías tura no resulta mucho, para alcanzar a las
aledañas y la construcción de carreteras pro- familias, entonces con el trabajo de Quito
vocaron su desaparecimiento: si alcanza, ya más o menos (Testimonio
de Simón Cóndor en Yánez, 1990)”.
“La disminución paulatina y ulterior des-
aparición del transporte de maqueño y Las nuevas labores para cerrajeros, electricis-
trago desde Nanegalito causada por: el tas y plomeros se van desarrollando en la
incremento de la estructura vial; la utili- medida en que la relación con Quito es más
zación cada vez mayor del transporte mo- íntima y el acceso vial facilita la moviliza-
torizado y el aumento de intercambio de ción:
la capital con centros agrícolas de la
Costa y sierra que sirvieron para cubrir
“Mi esposo sale al trabajo, trabaja en una
las demandas de consumo en esta línea”
construcción hace unos 8 años (Mujer,
(Yánez, 1990).
30 años, 2011).”
El desarrollo de Quito demandaba de traba-
jadores para realizar las labores necesarias “(….) Mi papá es electricista, es todó-
para la transformación física de la ciudad, logo, sabe hacer todo, trabaja indepen-
hombres y mujeres de San José de Cocotog dientemente, tiene su local, pero también
se desempeñan como albañiles, electricistas, le llaman de fuera del Puyo, cuando tra-
jardineros, barrenderos, recogedores de ba- baja los fines de semana aquí sino en
sura, obreros textiles, entre otros oficios en Quito, el local es en la Eloy Alfaro (Mu-
la ciudad: jer, 18 años, 2011).”
“Quito se presentaba como Área Metro- En San José de Cocotog el trabajo de la tierra
politana permitiéndole ser sujeto de cré- ha pasado a un plano secundario. Actual-
dito de la banca internacional, otra carac- mente, la comercialización de productos agrí-
terística de esta nueva presentación fue la colas ya no es la principal fuente de recursos
construcción de ciudades satélites (zonas como fue hasta la década de los setenta, los
urbanas periféricas dependientes de ne- productos que en la actualidad prevalecen
cesidades en zonas centrales) permitiendo pero en menor volumen de producción son
el reclutamiento de fuerza de trabajo en maíz, hortalizas y granos. También comercia-
las empresas y obreros para la industria lizan pollos, chanchos y cuyes en menor pro-
(Carrión, 1987)”.
porción a los víveres. Paulatinamente las
actividades económicas tradicionales van des-
El trabajo de la tierra empieza a ser una apareciendo, el trabajo de la tierra ha ido
labor secundaria pues la estabilidad econó- quedando en manos de las mujeres, quienes
mica que ofrecían los trabajos urbanos per- son las que permanecen diariamente en las
mite que el ingreso sea constante: viviendas, desarrollando las labores del hogar.
Además ellas son quienes se dedican a la
“Es que ya en el trabajo del Municipio ya
venta de estos productos en mercados como
es seguro, ya es trabajo fijo, por eso más
se interesa todo un siempre ya en Quito, Calderón e Iñaquito y en los mercados pro-
en Municipio, en cualquier otra empresa, visionales del Municipio de Quito.
ya sabe que es seguro (….) pero en cam- Las labores en el hogar y el trabajo de la
bio aquí en esta tierra, como por agricul- tierra posibilitan a las mujeres permanecer 183
mishqui, una bebida que proviene del pen- durante y después del matrimonio, los pa-
co, que se lo fermenta para estas ocasiones, drinos cumplían una función importante
generando alcohol etílico. pues llevaban las bebidas a la fiesta y eran
Las principales fiestas son las de San Mi- quienes proporcionaban la vestimenta. El
guel (en septiembre) y la fiesta de Corpus (en padrino acompañaba al novio a confesarse
junio), los festejos se iniciaban en la parro- antes de la misa y a su término, los padrinos
quia de Zambiza ya que allí estaba la iglesia servían chicha. La fiesta se realizaba en la ca-
católica. Hacia esa parroquia, los/as cocoten- sa de la novia. Al segundo día iban a la casa
ses llevaban alimentos y bebidas para consu- del novio llevando chicha y se servían cham-
mir en las fiestas, también se trasladaba un pús (bebida típica compuesta de maíz y
grupo de danzantes y de disfrazados, com- mote), por último el padrino debía hacer
plementando el ingreso los representantes de dormir al novio y a la novia en un cuarto
Cocotog para animar y dar colorido a los fes- para la luna de miel.
tejos. Quien organizaba estos eventos era la Por otro lado cuando moría una persona,
iglesia católica de Zambiza –en 1978 se cons- los funerales se realizaban de una manera
truye la iglesia que estuvo a cargo de los pa- particular. Se daba el pésame a los familiares,
dres salesianos–. Otras fiestas son: San Juan se ayudaba a bañar el cadáver para proceder
y San Pedro (en junio), la celebración de la a vestirlo con ropa lavada o nueva, se hacía
fundación de la Comuna (en junio) y la una especie de procesión siguiendo al cadá-
fiesta de San José, el 21 de marzo. ver y, en la ceremonia, se tomaba chicha o
Otro acontecimiento que está caracteri- guarapo con el acompañamiento de músicos.
zado por reunir y celebrar, son los matrimo- Cuando un niño/a moría, se lavaba la ropa
nios, que a diferencia de lo tradicional no del niño en la quebrada para luego compartir
sólo se basaban en el amor, sino en la apro- alimentos y bebida, se tomaba guarapo con
bación de las familias del novio y de la novia; la gente que acompañaba el dolor del falle-
era importante para la ceremonia la consta- cimiento. El entierro se lo realizaba en el ce-
tación de que la mujer podía hacer los que- menterio con el acompañamiento de músi-
haceres de la casa. En la fiesta del matri- cos, familiares y conocidos/as.
monio, la comida era abundante pues cada En el ámbito de la vivienda, las primeras
invitado/a llevaba comida de regalo. Antes, casas de Cocotog se construyeron con los
materiales existentes en la misma zona: ba-
rro, carrizos, chaguarqueros3 y paja. Usual-
Fotos: Ximena Cabrera M.
sus pobladores/as, cuyo resultado es el posible “(….) Apertura de vías y todo eso ha ve-
desaparecimiento de las tradiciones: nido un poco de desarrollo productivo y
económico, pero también tiene sus con-
“Vienen de otras partes personas con secuencias estar propensos a robos, delin-
otras ideas y van dejando otra mentalidad cuencia, y a costumbres urbanas, tam-
y se está perdiendo las tradiciones y cos- bién drogas y alcoholismo (Hombre, 28
tumbres (Hombre, 48 años, 2011)”. años, 2011)”.
“Venta de terrenos, ya que se lo hace a “(….) Pueden ingresar personas las que
gente extraña y poco a poco se puede ir nos pueden hacer daño (Grupo Focal de
perdiendo la identidad de la Comuna jóvenes hombre, 23 años, 2011)”.
(Grupo Focal de jóvenes, 27 años
2011)”. “(….) Una desventaja es la visita de mu-
chas personas desconocidas (Hombre, 48
La percepción de algunos/as personas de Co- años, 2011)”.
cotog, identifican a la Comuna como un sitio
tranquilo y seguro para vivir, el campo y la
De los alimentos del campo
tranquilidad son sus principales atractivos:
a los productos procesados
“Cocotog es una comuna tranquila, don-
de se escucha el sonido de los pájaros, hay A partir de la década de los setenta, con la
mucho silencio (Mujer, 21 años, 2011)”. construcción de vías y avenidas, los alimen-
tos tradicionales que servían para el consumo
“Vivo acá porque el ambiente es tran- diario, como los granos, el maíz, el fréjol, las
quilo, la gente es humilde, no son cada habas, los chochos, la quinua (Colectivo Co-
uno por su lado sino todos compartimos muna Hormiga, 2010), además de recetas
(Mujer, 30 años, 2011)”. como el uchucaldo preparado a base de
mote, viseras de res y huevo, el chaguarmish-
Por ello también el acceso de personas des- qui que era la bebida tradicional compuesta
conocidas que no sean de Cocotog, a través por la sabia del penco que crece en los alre-
de las vías cercanas como la avenida Simón dedores de Cocotog (Taller de alimentos tra-
Bolívar, causa preocupación a los/as coco- dicionales, 2011), van modificándose y
tenses: remplazándose por otros procesados: arroz,
Colectivo Comuna Hormiga
Ximena Cabrera M.
En este sentido, algunos/as jóvenes de Co- yores por ser quienes mantienen la vesti-
cotog se han adscrito a la identidad mestiza: menta, tradiciones y cultura de Cocotog. Al-
gunos jóvenes de la Comuna han renegado a
“Me considero como mestizo, porque sus abuelos/as. Ante todo, existe discrimina-
hay dos razas (Hombre 2011)”. ción en la cotidianidad al usar el medio de
“Me identifico como mestiza por la con-
transporte “San José de Cocotog”, línea de
quista española, supongo llegaron tam- bus que transporta a las personas a Quito,
bién a estos lugares (Mujer, 20 años, donde se los aprecia como sucias/os y son des-
2011)”. valorados/as por su pertenencia étnica:
La cultura mestiza urbana tiene sus carac- hqui. Además conocen algunas historias y
terísticas fisiológicas en la mezcla de lo blanco leyendas de su Comuna:
y lo indio, proveniente de la conquista espa-
“Cocotog es la comuna, es mi familia,
ñola a las tierras latinas indígenas. El proceso
son mis tíos, mis vecinos, es la casa de to-
del sentido de pertenencia a lo mestizo se ori-
dos (Mujer, 21 años, 2011)”.
ginó con los proyectos políticos dominantes.
Por ende la construcción de las ciudades con- “El Incha Rumi (….) el mal aire, o el mal
tiene también el proyecto ideológico del mes- viento, decían que el pasar por lugares os-
tizaje como visión civilizadora y ordenadora curos u abandonados te daba mal aire,
de la barbarie de la cultura indígena. fiebre y vómito. Si, la verdad es que an-
El conflicto en la Comuna de Cocotog tes si creía, en mi casa, me acuerdo cla-
nace por la competencia entre la cultura ur- rito, antes que mi hermano se casara, se
oía que lanzaban piedras a la casa, clarito,
bano mestiza y la cultura indígena rural. La
decían que eso era siempre, mi mamá
relación entre las dos formas simbólicas y
decía que antes también pasaba, pero hi-
prácticas de vida, no se enmarca en el diá- cieron bendecir y ya pasó dijo mi mamá
logo o el consenso sino a la imposición, no (Hombre, 20 años, 2011)”.
es una relación armónica; la cultura urbana
mestiza presiona y posiciona sus caracteres Aunque existe la posibilidad de salir a vivir en
culturales de una manera, muchas veces vio- Quito, muchos/as habitantes han optado cla-
lenta, y otras de una manera sutil. ramente por no emigrar a la ciudad, pues la
Comuna es el lugar donde nacieron y donde
se encuentra toda la familia. Su aspiración es
Algunas formas identificadas mantenerse allí:
de resistencia cultural
“Yo quisiera vivir donde me conocen, yo
A pesar del intenso proceso de urbanización si le he dicho a mi mamá que quiero se-
guir viviendo aquí. La mayoría de mis
y del conflicto entre la cultura urbana y la
hermanos también piensan igual que mí
cultura indígena de Cocotog, está presente
(Hombre, 20 años, 2011)”.
en muchos/as habitantes la conciencia de la
pérdida de la cultura tradicional de la Co- “(….) En lo personal no pienso emigrar
muna. Para reivindicar su sentido de perte- solo ir a estudiar y regresar porque mis pa-
nencia a Cocotog, acuden al discurso como dres me dieron un terreno y esa es la tra-
la forma de expresar ese sentido a una co- dición, y pienso construir mi casa ahí y
muna indígena que aún existe y recordar al- vivir en Cocotog (Mujer, 21 años, 2011)”.
gunas costumbres y tradiciones. “(....) Mi vida la realizaré aquí, me gus-
Algunos/as jóvenes recuerdan varias cos- taría que mis hijos tengan una vida tran-
tumbres y tradiciones. Saben que la comu- quila y que mejor en esta tierra (Grupo
nidad es el lugar donde toda su familia se Focal, hombre, 27 años, 2011)”.
encuentra, tíos/as, primos/as, hermanos/as,
abuelos/as. Están conscientes de que la Co- Los/as jóvenes están conscientes que a pesar
muna se caracteriza por ser campo y sembrar del anhelo de mantener la cultura indígena
la tierra, en donde se hacían mingas, comi- de Cocotog, ellos/as son parte de la trans-
das comunitarias como la misa Mantana y formación por la que atraviesa la cultura de
190 se elaboraba bebidas como el chaguarmis- la Comuna. Por ello, hay mucho interés de
mente, por los proyectos de vialidad que fa- habitados por personas provenientes de una
cilitan la comunicación con la urbe, mien- diversidad étnica, cuyas lógicas particulares
tras que por otro lado, se expresa preocupa- deben ser respetadas y cuyas poblaciones
ción ante los efectos negativos que estas han aportado de gran manera a la construc-
transformaciones puedan acarrear, principal- ción de la ciudad, no sólo en términos físi-
mente en términos de las repercusiones cos, sino también identitarios. Es impor-
sobre su cultura tradicional y sobre la tran- tante, por lo tanto, empezar a pensar la ciu-
quilidad de su entorno. dad en tales términos, comprendiendo que
El deseo de las y los habitantes de Coco- los diferentes grupos étnicos asentados en la
tog es que la Comuna sea atendida en tér- misma, tienen tanto derecho sobre la ciudad
minos económicos, educativos, de infraes- como cualquier otro, y empezar e diseñar
tructura pública, sin que esto signifique la programas que apunten a eliminar la discri-
eliminación de sus costumbres indígenas. minación y exclusión social del otro: indí-
No se niegan rotundamente al progreso que gena, afro descendiente, costeño, entre otros.
Quito ofrece, pero sí están claros de que la Por ello se apela a que proyectos como la
Comuna debe conservar su entorno natural construcción de la vía al nuevo aeropuerto
y sus particularidades culturales. de Quito involucre este tipo de reflexiones
incluyentes, cuyo resultado debe contener no
sólo los análisis o estudios de impacto social
Algunas reflexiones sino el real ejercicio de la inclusión, la parti-
cipación y la acción de los/as habitantes de
Los y las habitantes de la Comuna San José Cocotog ante este tipo de proyectos.
de Cocotog requieren con urgencia que los Asimismo, es importante que las institu-
servicios básicos aún carentes, sean provistos. ciones públicas contribuyan al rescate de la cul-
Esto permitirá que sus condiciones de vida tura indígena, no sólo de la Comuna San José
sean más dignas y que su sentido de perte- de Cocotog, sino de las diferentes parroquias
nencia a la Comuna no se vea mermado. Sin que conforman el DMQ, ya que éstas forman
embargo, el requerimiento de que estos ser- parte de su patrimonio cultural e histórico.
vicios sean provistos no significa que estén de En torno a la participación histórica de
acuerdo con la transformación total de su en- los grupos étnicos en la vida social y procesos
torno en un sentido urbano ni con que estos de transformación, es necesario realizar estu-
cambios signifiquen la pérdida de su cultura dios a profundidad sobre las formas de orga-
Es muy importante fortalecer la organi- nización y participación comunitaria, cuyo
zación comunitaria como espacio de resolu- objetivo debe ser tomar en cuenta, tanto en
ción de los problemas colectivos; el respeto las discusiones como en las decisiones de po-
a los principios de solidaridad y reciproci- líticas públicas municipales, las opiniones y
dad, permitirá contribuir a la unidad de la los proyectos de dichas organizaciones
Comuna y a la búsqueda de soluciones
desde su propia visión. Bibliografía
Es necesario también tomar en cuenta
este tipo de estudios para contribuir al en- Aguilar, Erwin et al. (2009), La densificación
tendimiento efectivo de nociones como la como respuesta urbana en la planeación del uso
plurinacionalidad y la multiculturalidad, ya extensivo y horizontal del suelo (México: Uni-
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194
E
l Pueblo Soberano del Estado de Quito legítimamente represen-
tado por los Diputados de las Provincias libres que lo forman, y
que se hallan al presente en este Congreso, en uso de los impres-
criptibles derechos que Dios mismo como autor de la naturaleza ha
concedido a los hombres para conservar su libertad, y proveer cuanto
sea conveniente a la seguridad, y prosperidad de todos, y de cada uno
© Instituto de la Ciudad - Distrito Metropolitano de Quito • ISBN: 978-9978-9995-4-7
Artículo 1.- Las ocho Provincias libres re- don Fernando Séptimo, siempre que libre
presentadas en este Congreso, y unidas in- de la dominación francesa y seguro de cual-
disolublemente desde ahora más que nunca, quier influjo de amistad, o parentesco con
formaran para siempre el Estado de Quito el Tirano de la Europa pueda reinar, sin per-
como sus partes integrantes, sin que por juicio de esta Constitución.
ningún motivo ni pretexto puedan separarse
de él, ni agregarse a otros Estados, quedando Artículo 6.- Las Leyes Patrias que hasta el
garantes de esta unión unas Provincias res- presente han gobernado y que no se opon-
pecto de otras: debiéndose entender lo gan a la libertad, y derechos de este Pueblo
mismo respecto de las demás Provincias vin- y su Constitución quedaran en toda su
culadas políticamente a este Cuerpo luego fuerza y vigor por ahora y mientras se refor-
que hayan recobrado la libertad civil de que man por la Legislatura, tanto el Código
se hallan privadas al presente por la opresión Civil, como el Criminal, y se forman los Re-
y la violencia, las cuales deberán ratificar glamentos convenientes para todos los
estos Artículos sancionados para su benefi- Ramos de la administración política y civil.
cio y utilidad común.
Artículo 7.- La Representación Nacional de
Artículo 2.- El Estado de Quito es, y será in- este Estado se conservará en el Supremo
dependiente de otro Estado y Gobierno en Congreso de los Diputados Representantes
cuanto a su administración y economía in- de sus Provincias libres, y en Cuerpos que
terior reservándola a la disposición y éste señale para el ejercicio del Poder, y au-
acuerdo del Congreso General todo lo que toridad soberana.
tiene trascendencia al interés público de
toda la América, o de los Estados de ella que Artículo 8.- Ésta no se podrá ejercitar jamás
quieran confederarse. por un mismo Cuerpo ni unas mismas per-
sonas en los diferentes Ramos de su admi-
Artículo 3.- La forma de Gobierno del Es- nistración, debiendo ser siempre separados
tado de Quito será siempre popular y repre- y distintos el Ejecutivo, Legislativo y Judi-
sentativa. cial.
Artículo 4.- La Religión Católica como la Artículo 9.- El primero se ejercitará por un
han profesado nuestros padres, y como la Presidente del Estado, tres asistentes, y dos
profesa, y enseña la Santa Iglesia Católica, Secretarios con voto informativo que nom-
Apostólica Romana, será la única Religión brará el Congreso. El Legislativo se ejercitará
del Estado de Quito, y de cada uno de sus por un Consejo o Senado compuesto de
habitantes, sin tolerarse otra ni permitirse la tantos miembros, cuantas son las Provincias
vecindad del que no profese la Católica Ro- Constituyentes por ahora, y mientras calcu-
mana. lada su población resultan los que corres-
ponden a cada cincuenta mil habitantes, los
198 cuales miembros de la Legislatura se elegirán
por el Supremo. El Poder Judicial se ejerci- dos en atención a su población casi dupla de
tará en la Corte de Justicia por cinco indivi- las demás Provincias en particular; pero po-
duos, de los cuales cuatro serán jueces que drán si quieren nombrar a más del Diputado
turnarán en la Presidencia de la Sala, y un un suplente para los casos de enfermedad o
Fiscal, nombrados todos por el Congreso. muerte de aquél.
Artículo 10.- El Supremo Congreso será el Artículo 13.- La duración de todo funcio-
Tribunal de censura y vigilancia para la nario tanto en el Congreso como en la Re-
guarda de esta Constitución, protección y presentación Nacional de los Poderes,
defensa de los derechos del Pueblo, en- incluso el Presidente del Estado, nunca pa-
mienda y castigo de los defectos en que re- sará de dos años; ni en sus tres Salas se ad-
sultaron culpables los miembros del Poder mitirá reelección, aunque sea de una Sala a
Ejecutivo y Judicial al tiempo de su residen- otra hasta pasados dos turnos, exceptúase el
cia. caso en que la totalidad de los votos del
Congreso aclamen el mérito, y la necesidad
Artículo 11.- El Supremo Congreso se re- de algún individuo sólo para el ejercicio del
novará cada dos años nombrándose los Di- mismo poder que ha ejercitado, sin que pue-
putados Representantes que lo componen dan ser segunda vez aclamados hasta pasado
según se forma de esta Constitución y se for- por lo menos un turno.
mará en Cuerpo al principio del bienio para
nombrar el Presidente del Estado, y demás Artículo 14.- La Ley Julia Ambitus del dere-
funcionarios de la Representación Nacional, cho de los Romanos tendrá por esta Cons-
al abrir el juicio de residencia contra los que titución toda su fuerza y vigor en el Estado
acaban hasta terminarlo, y corregir los abu- de Quito contra los que por sí o por medio
sos, e infracciones de la Constitución, y li- de otros pretendiesen ser elegidos, para tener
brar las providencias que interesen a la salud parte en el Congreso, o en la Representación
y utilidad común del Estado: se formará Nacional, o algún otro empleo de Judicatura
también al fin de los dos años, por el mes de en que tenga Parte el voto y representación
noviembre, para anunciar a las Provincias el del pueblo. Y todo aquél que por medio de
término de sus funciones, señalar el día de sus gestiones, amenazas o promesas, coartase
las elecciones parroquiales, y el de la elección la libertad de las Provincias en la elección de
de Diputados que deberá ser uniforme en sus Diputados, o en el informe por sus Go-
todo el Estado, y el de su comparendo en la bernadores, será tratado como invasor y
Capital que deberá ser siempre antes del pri- concusionario público, enemigo de la liber-
mero de enero. Y se formará en fin siempre, tad y seguridad de su Patria.
y cuando exigiéndolo la necesidad pública
lo mande convocar el Presidente del Estado, Artículo 15.- Para el ejercicio de un mismo
o el Poder Legislativo en sus casos con arre- Poder, y dentro de una misma Sala nunca
glo a esta Constitución. podrán ser elegidos los parientes dentro del
cuarto grado de consanguinidad, o segundo
Artículo 12.- Cada Provincia no podrá ele- de afinidad, ni los comensales y paniaguados
gir para el Congreso más de un Diputado, de una misma casa; y los Diputados Repre-
excepto la de Quito a quien le corresponde sentantes de las Provincias que se hallaren li-
por esta Constitución el derecho de designar gados con estos vínculos respecto de los 199
funcionarios que acaban, no podrán concu- nadie podrá a pretexto de haber servido a la
rrir con los demás en el juicio de residencia Patria en la Representación Nacional preten-
y en su lugar procederán los suplentes nom- der derecho a ser colocado en ella, quedando
brados por las Provincias, o que se nombra- reservado al concepto y elección libre de los
• DOCUMENTACIÓN
ran por el Presidente del Estado. pueblos el destino público de cada uno.
Artículo 16.- Los sospechosos en materia de Artículo 20.- El Gobierno del Estado se
Religión, los enemigos de la causa común, obliga a todos los habitantes de él, y les ase-
los neutrales, mientras no se decidan por he- gura que serán inviolables sus derechos, su
chos positivos, los deudores del Fisco, los religión, sus propiedades y su libertad natu-
que no son naturales de estos países, ni tie- ral, y civil: y en su consecuencia declara que
nen carta de naturaleza librada por alguno todo vecino y habitante en el de cualquier
de los Gobiernos libres de América, los me- estado, condición, y calidad que sea, puede
nores de veinticinco años, y todos los demás libre y francamente exponer sus sentimien-
comprendidos en la exclusión de las Leyes tos, y sus dictámenes por escrito, o de pala-
quedan también excluidos de tener parte en bra, no siendo en materia de Religión, o
el Congreso, y en los demás Cuerpos de la contra las buenas costumbres, y levantar sus
Representación Nacional. quejas, y representaciones al Gobierno guar-
dando sólo la moderación que es necesaria
Artículo 17.- Los Diputados Representan- para la conservación del buen orden.
tes, los suplentes en su caso y los demás
miembros de la Representación Nacional, Artículo 21.- El Estado cuidará también de
antes de entrar en posesión de sus destinos asignar por el tiempo de la duración de los
prestaran el juramento de esta Constitución, empleos públicos, las rentas proporcionadas
el mismo que se prestó en la instalación de al trabajo de sus funcionarios y tan modera-
este Congreso, y el que rehusare a verificarlo das que no pudiendo incitar a la avaricia, ni
categóricamente en todos sus Artículos, que- promover la ociosidad basten para indemni-
dará excluido de su lugar para siempre. zar a los empleados de los perjuicios que
puedan sentir en sus intereses privados por
Artículo 18.- Ningún individuo del Con- servir a la Patria. (Hay una rúbrica del
greso, y los demás Cuerpos de la Represen- Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo Presidente)
tación Nacional durante el tiempo de sus
funciones podrá ser destinado a otro empleo
lucrativo, ni comisionado fuera de la Provin- Sección segunda.
cia en que reside el Congreso, sino para al- Del Poder Ejecutivo
guna negociación para otro Estado previo el
consentimiento del Congreso General, o
para ser Diputado representante en él. Artículo 22.- Al Poder Ejecutivo formado
conforme al Artículo 9 toca el cumpli-
Artículo 19.- Todos los miembros de la Re- miento, guarda y ejecución en todo el Es-
presentación Nacional terminadas sus fun- tado de esta Constitución en primer lugar,
ciones quedaran en clase de ciudadanos y todas las leyes que no estén reformadas, o
particulares, sin tratamiento, distinción, ni abolidas por ella, como también de todos los
200 prerrogativa alguna, y por consiguiente Reglamentos, Leyes o providencias que el
Congreso Supremo provincial estando for- podrá hacer leva de Gente, reunir Tropas, ni
mado, o la Legislatura sancionen. trasladar de un lugar a otro los Destacamen-
tos, o las Milicias sin consentimiento del
Artículo 23.- Toca también al Poder Ejecu- Poder Legislativo y Ejecutivo.
tivo el desempeño del Gobierno económico
en todos los Ramos de la Administración Artículo 28.- En todos los casos de discordia
Pública y de Hacienda y de Guerra que de los cuatro miembros del Poder Ejecutivo
hasta el día han estado a cargo de los Presi- se decidirá por el Presidente en turno del
dentes igualmente que la protección de Poder Legislativo, salvando sólo su respon-
todos los Ramos de industria, educación y sabilidad en el Libro secreto que habrá para
prosperidad pública, y de todos los estable- el efecto en cada una de las Salas de los tres
cimientos dirigidos a este fin. Poderes.
Artículo 24.- El Poder Ejecutivo proveerá a Artículo 29.- El Presidente del Estado puede
propuesta de aquellos a quienes toquen con convocar y presidir sin voto en sesiones ex-
arreglo a esta Constitución todos los em- traordinarias, la Sala o Salas de la Represen-
pleos civiles, militares, económicos y de Ha- tación Nacional cuando lo estime necesario
cienda en todo el Estado siendo en para la utilidad común, y aunque no puede
propiedad, pues las vacantes en ínterin sólo mezclarse en lo Legislativo y judicial velará
se proveerán por el Presidente. sobre cada uno de los Poderes a fin de que
cumplan y desempeñen todo el encargo de
Artículo 25.- Al Poder Ejecutivo corres- su representación imponiendo si fuese nece-
ponde velar sobre la recaudación de los cau- sario, alguna pena pecuniaria a los negligen-
dales públicos, custodia y adelantamiento tes.
del Tesoro Nacional y su inversión: de todo
lo que presentará al público todos los años Artículo 30.- El Poder Ejecutivo tiene dere-
una razón impresa que circulará por todas cho de proponer a la Legislatura, todo lo
las Provincias, comprehensiva del ingreso, que estime digno de su atención y también
existencia, motivos de su inversión y gastos, de suspender la promulgación de la Ley san-
y en cada bienio el cotejo del estado antece- cionada, dando las causas que para ello tu-
dente de las rentas públicas con el que tu- viere al Poder Legislativo, dentro del preciso
vieran en aquella fecha. término de ocho días.
Artículo 26.- El Presidente y Asistentes del Artículo 31.- Ningún indulto o perdón en
Poder Ejecutivo quedaran responsables in- los casos y circunstancias en que pueda tener
solidum a la Nación, y sujetos al juicio de re- lugar se concederá, sino por la Representa-
sidencia para los efectos y omisiones en que ción Nacional en sus dos Salas del Poder
resulten culpables al terminar el período de Ejecutivo y Legislativo juntas; excepto el cri-
su gobierno. men de la Patria que no se remitirá en nin-
gún caso.
Artículo 27.- El Presidente del Estado ten-
drá los honores de Capitán General de la Artículo 32.- Las ausencias y enfermedades
Provincia, y será el sólo el Comandante Ge- del Presidente del Estado, se suplirán por los
neral de toda la fuerza armada: pero no demás miembros del Poder Ejecutivo en el 201
ejercicio de las facultades asignadas por esta Artículo 36.- Al Poder Legislativo toca tam-
Constitución, y en caso de muerte la Presi- bién, señalar las pensiones y sueldos que
dencia del Estado tomará entre los tres Asis- deben gozar los empleados y funcionarios
tentes del Poder Ejecutivo por un mes en públicos, y aumentar, o disminuir los que
• DOCUMENTACIÓN
cada uno hasta la nueva elección. por esta Constitución se señalan con pro-
porción al trabajo de los empleados y utili-
Artículo 33.- El Presidente del Estado du- dad que de él resulte al Estado ciñéndose al
rante el tiempo de su ejercicio gozará de cua- objeto indicado en el Artículo 21 y sin con-
tro mil pesos, los Asistentes del Poder sideración alguna a la calidad de la persona,
Ejecutivo mil quinientos pesos y los dos Se- sino al bien común del Estado.
cretarios mil pesos en cada año, que se les
contribuirán del Erario o fondo público. Artículo 37.- En todos los casos en que re-
(Hay una rúbrica de dicho Sr. Presidente) quiriendo al Poder Ejecutivo para que con-
voque al Congreso de Representantes no lo
quisiese verificar; el Poder Legislativo tiene
Sección tercera. derecho de hacerlo a la mayor brevedad; y
Del Poder Legislativo podrá si no viniesen en el tiempo designado
con cinco Representantes que residan en la
Capital, o estén más inmediatos proceder a
Artículo 34.- Al Poder Legislativo consti- tomar las providencias que sean necesarias,
tuido conforme al Artículo 9 toca reformar y que se hayan frustrado por la omisión, o
la práctica de los Juicios Civiles y Criminales malicia del Ejecutivo cuya omisión en esta
en todos los Tribunales del Estado: la forma- parte será el principal Artículo de residencia
ción de Reglamentos útiles, tanto en lo po- contra los miembros que lo ejercitan.
lítico y económico, como en lo militar: la
corrección y enmienda de las Leyes perjudi- Artículo 38.- Cualquier miembro de la Le-
ciales a nuestra libertad y derechos, y la for- gislatura tiene derecho de proponer el Re-
mación de otras análogas a la situación y glamento, o proyecto de Ley que juzgue
circunstancias presentes, siendo reservada a conveniente a la felicidad pública; al Cuerpo
sólo él la interpretación de las dudosas. toca acordar si es admisible, y si debe traerse
a discusión pero entre las materias admitidas
Artículo 35.- Es peculiar y privativo de este para discutirse, el Presidente en turno de la
Poder el arreglar toda especie de tasas, con- Sala sólo tiene derecho de asignar y elegir las
tribuciones y derechos que deban exigirse, que deben traerse con preferencia según la
tanto en la cantidad como en el monto de calidad de su objeto y trascendencia al bien
su recaudación y Ramos, o personas que público.
deban exhibir con atención a las necesidades
del Estado y a la posibilidad de los Contri- Artículo 39.- Las discusiones serán públicas,
buyentes. Sin el consentimiento y permiso y sin esta cualidad cualquiera sanción será
de la Legislatura, ningún particular, ni cor- nula. Al efecto se anunciará la discusión
poración podrá en lo sucesivo imponer o mandándose fijar en público una copia del
exigir contribución alguna. proyecto, o proyectos, y reformas propuestas
que se han de discutir al cabo de tres días
202 por lo menos para que todos los que quieran
presentar sus memorias u observaciones, y Salas en sus sesiones ordinarias, será por
reflexiones lo hagan por medio del Secreta- turno entre sus individuos, verificándose en
rio. la primera cada semana, y en la segunda
cada tres meses y por igual término turnará
Artículo 40.- Se comunicará asimismo por en el Legislativo la Secretaría entre sus indi-
la Legislatura igual copia de las representa- viduos. Los funcionarios de este Poder, ten-
ciones de las Provincias a fin de que expon- drán mil pesos por año para compensar los
gan su dictamen, y cuando todos hayan perjuicios de sus negociaciones en el tiempo
contestado, se hará segunda discusión, pre- que están en el servicio del público. (Hay
viniendo de antemano al público para que una rúbrica de dicho Excmo. Señor)
cada uno pueda si quiere representar lo que
estime justo y conveniente.
Sección cuarta.
Artículo 41.- No ocurriendo razón positiva Del Poder Judicial
que se oponga a la sanción de la ley o Re-
forma premeditada, y conviniendo todos los
votos de la Sala se extenderá, y dentro de ter- Artículo 45.- El Supremo Poder Judicial
cero día se pasará al Poder Ejecutivo para como parte de la autoridad soberana, o mo-
que tenga su efecto. Y si éste dentro de ocho dificación suya, se ejercitará por la alta Corte
días perentorios no la publicase ni expusiese de Justicia en todos los casos, o cosas que las
razón fundada de su resistencia, procederá Leyes han dispuesto con respecto a las extin-
la Legislatura según queda sancionado en el guidas Audiencias sobre las materias civiles
Artículo 42 de esta Sección. y criminales contenciosas, salvo las reserva-
das por esta Constitución a los Poderes Eje-
Artículo 42.- Sancionada que sea una Ley, cutivo y Legislativo: se les contribuirá del
y mandada publicar no se podrá derogar, ni Erario, o fondo público mil y quinientos
enmendar por la misma Legislatura y sólo se pesos por año.
podrá suspender su ejecución de acuerdo Artículo 46.- Los demás Tribunales inferio-
con todos tres Cuerpos hasta que se revea en res de primera instancia, los de los Corregi-
la Legislatura siguiente, siempre que los in- dores, Alcaldes ordinarios, Jueces de Policía
convenientes que ocurran sean mayores que y los Pedáneos no son parte de la Represen-
la utilidad de la Ley, y que no se hayan no- tación Nacional, ni tampoco las Municipa-
tado, o existido cuando ella se sancionó. lidades que al presente existen, o en adelante
se establezcan.
Artículo 43.- El Poder Legislativo tendrá sus
sesiones ordinarias tres días en cada semana, Artículo 47.- Siendo los tres Poderes diver-
de tres horas, y se juntará en sesión extraor- sos, ejercicios solamente de una autoridad
dinaria siempre y cuando el Presidente del soberana, ellos son iguales entre sí, y unas
Estado lo mande concurriendo utilidad pú- mismas las prerrogativas de los Cuerpos que
blica; sea a petición del Poder Judicial, de las lo ejercitan sin perjuicio de los recursos ex-
Municipalidades, o de propio mutuo. traordinarios que se pueden elevar de la
Corte de Justicia al Poder Legislativo, y Eje-
Artículo 44.- Tanto en la Legislatura, como cutivo juntos, como de una parte al todo.
en la Corte de Justicia la Presidencia de las En cuyo caso el Presidente del Estado nom- 203
brará cuatro miembros de la Legislatura que latura, y finalmente los de la Corte de Justi-
asociados al Poder que se halle expedito, co- cia. En estos casos actuará el Secretario del
nozcan y resuelvan por pluralidad de los Congreso que será uno de los Diputados
votos concurrentes. nombrado para el efecto: y en los demás en
• DOCUMENTACIÓN
Dr. José Manuel Flores. Miguel Suárez. Vi- llermo Valdivieso, Representante de la No-
cente Lucio Cabal. bleza. Manuel Larrea, Representante de la
Parroquia de Santa Bárbara. Manuel Mateu,
La Constitución está firmada sólo por parte Diputado y Representante de la Parroquia
de los miembros del Congreso Constitu- de San Marcos. Dr. Mariano Merizalde, Re-
yente que la dictó. El acta de instalación de presentante del Barrio de San Roque. Dr.
él se halla suscrita por los siguientes indivi- Francisco Aguilar, Representante de Rio-
duos: bamba. Dr. Miguel Antonio Rodríguez
Vocal, Representante del Barrio de San Blas.
Presidente del Congreso constituyente, Dr. José Manuel Flores, Vocal, Represen-
Ilmo. José Cuero y Cayzedo. Vicepresidente, tante de la Villa de Latacunga y sus pueblos.
Marqués de Selva Alegre. Manuel Zam- Dr. Miguel Suárez, Representante de la Villa
brano, Representante del Ayuntamiento. de Ambato y sus pueblos. José Antonio Pon-
Calixto Miranda, Diputado por la ciudad de tón, Diputado Representante de la Villa de
Ibarra. Francisco Rodríguez Soto, Represen- Alausí y sus pueblos. Dr. Antonio Ante, Di-
tante del Cabildo Eclesiástico. Prudencio putado por la Villa de Guaranda y sus pue-
Bascones, Diputado del Clero secular. Fray blos. Dr. Luis Quijano, Vocal Secretario de
Álvaro Guerrero, Representante del Clero Estado y Guerra. Dr. Salvador Murgueytio,
Regular. El Marqués de Villa Orellana, Re- Vocal Secretario de Gracia, Justicia y Ha-
presentante de la Nobleza. Mariano Gui- cienda.
205