Paulo Freire

Paulo Freire

Autor:

Pedro Gustavo Ortiz Simá

Mérida, Yucatán

Fecha:

1 de diciembre de 2008

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 Paulo Freire

Resumen

La realización de este trabajo tiene como fin analizar los ámbitos abarcados por

las aportaciones de la didáctica crítica de Paulo Freire al área de la pedagogía.

Considero que las contribuciones académicas aquí tratadas, generadas por Freire

a lo largo de su trabajo, proporcionan la oportunidad de contribuir a la mejora de

los procesos que intervienen en la educación, incluso cuando no exista un centro

de enseñanza a donde asista el individuo. Estas contribuciones son aptas para

contextualizarlas en la región donde habitemos, e incluso extrapolarlas al mundo,

aplicándolas en diversas disciplinas, y comprometiéndonos a desarrollar

propuestas que se enfoquen a la realización de prácticas transformadoras para

hacer frente a las crisis sociales, económicas y políticas que se nos presenten.

Abstract

The completion of this work is to analyze the areas covered by Paulo Freire’s

didactic criticism contributions to pedagogy field. I believe that the academic

contributions treated here, generated by Freire in the course of their work, give us

the opportunity to contribute to the improvement of the processes involved in

education, even when there is not an educational institution where they attend to

the individual. These contributions are safe to contextualize them in the areas they

inhabit, and even extrapolated to the world, applying them in various disciplines,

and committing ourselves to develop proposals that focus on the completion of

processing practices to address the crisis social and economic policies that are us

presenting.

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Índice

Resumen 2

Obra de Paulo Freire 4

Contexto 5

Ideología 7

Concepción de Paulo Freire sobre la Pedagogía 12

Aportaciones a la educación 14

Conclusiones 19

Referencias 22

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Introducción

Obra de Paulo Freire

La oferta pedagógica de Freire no apunta a cómo mejorar el modo de

obtener más conocimientos, sino a cómo hacer que los estudiantes se vuelvan

más sensatos y más deseosos de mejorar su entorno. Los sucesos ocurridos en

torno a los cambios sociopolíticos de Brasil en la década de los sesenta imprimen

de forma imborrable no sólo la vocación didáctica de Freire, sino el

perfeccionamiento de su pensamiento educativo, cimentado mucho más con

materiales realistas y sociológicos que con los derivados de la psicología

progresiva y de las teorías del conocimiento. En consecuencia, no es absurdo

comentar sobre si fue o no un educador, pues así mismo afirmaba que se falseaba

quien viese en él esencialmente a un profesor. La razón principal de la realización

de este trabajo es porque Paulo Freire fue uno de los máximos productores y

promotores de una enseñanza distinta de la que se estaba realizando en aquellos

tiempos sin tomar en cuenta que su pensamiento persistiría muchos años

después. Valoró mucho la importancia de la trama social y se ocupó por reformar

hasta lograr una sociedad menos cruel, improcedente y sexista. Conocedor de las

necesidades de la humanidad a la hora de ser instruidos, se preocupó por la gente

desfavorecida económicamente hablando y buscó el diálogo con los afectados.

Las acciones tomadas por Freire a favor de la educación, fueron gracias a

la interlocución con la gente a la que según su criterio, era afectada por no recibir

educación no solo escolar sino social.

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Contexto

Paulo Reglus Neves Freire nació en Recife, Brasil, en 1921. Creció en el

seno de una familia de clase media. Estudió letras y recibió su doctorado en 1959

en Filosofía e Historia de la Educación al haber elaborado la tesis titulada

“Educación y actualidad brasileña”, de la que parte el desarrollo del método en el

que asegura que todo proceso educativo debe iniciar de la realidad que envuelve

a las personas.

En el año de 1944 se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, quien fue

maestra de enseñanza primaria, y por estar inmersa en el ambiente docente, fue

quien lo impulsó a introducirse en el círculo de la cultura y la educación.

En 1963 es convocado por el Presidente Joao para crear un programa de

alfabetización de adultos a nivel nacional y trabajar en el Movimiento para la

Educación Básica. Luego se produjo un golpe de Estado militar que significa el fin

a esta práctica educativa.

Como consecuencia del golpe de Estado producido en Brasil, tuvo que

exiliarse en Chile entre los años de 1964 y 1969.

En 1969 fue nombrado experto de la UNESCO e impartió cátedra en la

Universidad de Harvard. En 1970 se trasladó a Ginebra desempeñándose como

consultor del Gabinete de Educación del Consejo Mundial de las Iglesias. Durante

la década de los setenta asesoró a diversos países africanos. Desarrolló

programas de alfabetización, una vez proclamada su independencia.

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Durante este periodo publicó algunas de sus obras más sobresalientes:

¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural (1969), en la

cual realiza un análisis sobre el proceso de la reforma agraria; Pedagogía del

oprimido (1970), su obra más representativa y donde presenta su gran crítica a la

educación bancaria frente a su propuesta de la educación problematizadora y

liberadora; y por último Cartas a Guinea-Bissau (1977), que contiene una

recopilación de las experiencias vividas durante el proceso de alfabetización en

África.

En 1980 regresó a Brasil.

A la muerte de su primera esposa en 1986, le produce una gran depresión,

que sólo superó cuando en 1988 se casó con Nita Araujo.

En 1989 el Partido de los Trabajadores (PT), el cual Freire fue fundó, ganó

las elecciones en Sao Paulo. Fue asignado para fungir como secretario municipal

de Educación, prestando particular vigilancia al desarrollo democrático de las

escuelas, la reforma del currículo y el proceso de alfabetización de jóvenes y

adultos.

Fue el 2 de mayo de 1997 cuando Freire pierde la vida como consecuencia

de un infarto.

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Ideología

La técnica de Freire es esencialmente un plan de cultura popular, que, a su

vez, se traduce en una política de tipo popular ya que no hay cultura del pueblo no

sin antes crear la política del pueblo. Por tal motivo, su trabajo se dirige

principalmente a concientizar y a politizar. Tampoco confunde los planos político y

pedagógico ya que entre ellos existe una brecha considerable.

El método de educación de Freire estuvo influenciado por varias corrientes

filosóficas, como la fenomenología, el existencialismo, el personalismo cristiano, el

marxismo humanista y el hegelianismo.

Freire tuvo como objetivo el de generar soluciones libertadoras a través de

la interacción y la evolución social, gracias al proceso de concientización, definido

como el proceso en virtud del cual la sociedad alcanza una mayor razón, tanto de

las circunstancias socioculturales que conforma su vida como de su capacidad de

convertir esa realidad.

El procedimiento de Freire está inmerso sobre la concepción del hombre. El

hombre es como un ser en el mundo y con el mundo.

De acuerdo con la filosofía de Freire, la educación debe comenzar por no

detenerse en el pensamiento de que la educación es un proceso que ocurre

solamente entre educador- educando. Debe basarse en un juicio que contenga los

dos elementos en un contexto integral, de tal manera que ambos se hagan al

mismo tiempo educandos y educadores.

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Es necesario que el educador humanista tenga una recóndita confianza en el

individuo, en el poder que tiene de idear y transformar su medio.

La función del educador debe abarcar también el concepto de hacerse un

acompañante de los educandos.

En el proceso educativo existe la relación educador-educando y viceversa.

Al realizarse de esta forma, ambos toman el papel de sujetos medulares del

proceso pedagógico.

La filosofía de Paulo Freire tuvo como resultado el sostener dos umbrales

importantes en relación a la enseñanza, los cuales fueron el método y las ideas-

fuerza. Esos pensamientos fueron los que lo caracterizaron, al contextualizarlos,

permitiendo de esta manera que ocurra una rápida adaptación de la gente

analfabeta e individuos sin conocimientos del universo que les rodeaba con el fin

de interactuar con él.

El pensamiento al que denominó como el de las ideas-fuerza se

fundamentaba principalmente en el que cualquier proceso educativo debe ir

necesariamente antecedido de un análisis reflexivo acerca del hombre y de su

entorno y a su vez mientras exista esa actitud de crítica, más dispuesto estará a

intervenir en la situación para cambiarla.

Su otro pensamiento fue el llamado método, el cual consistía primeramente

en escuchar lo que la gente expresaba y de esta forma conocer cuales eran sus

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temas de conversación. El siguiente paso era la preparación del equipo, que

culminaba en una lista de frases representativas que configuraban el universo

temático-vocabular del medio social de los alumnos. El último paso era crear en

soporte visual de las situaciones-palabras representativas.

Los primeros pensamientos de Freire aparecen durante un período donde

se produjo un delicado problema político en América Latina. Por eso el momento

histórico en el que se desarrolla la propuesta de Freire es de suma importancia

para entender las consideraciones y los aportes que este célebre pedagogo

realizó a la educación e incluso al mundo.

Paulo Freire se preocupó muy pronto por la educación de las localidades

pobres de su país. Luego de estudiar leyes, creó un método de enseñanza para

todos los niveles educativos.

Innovó un método de alfabetización el cual se caracterizó no solo por

preocuparse con enseñar a leer y a escribir, sino que pretendió producir un seguro

cambio y real en la persona, de igual forma en el aspecto cognitivo y en la relación

del mundo que lo rodea.

Los cimientos de su sistema se basaron en que el proceso educativo ha de

estar enfocado en el entorno de los alumnos. Freire propone que los individuos

tienen que entender el cómo es su ambiente para entonces poder formar su

aprendizaje.

Las contribuciones de Freire suponen cómo la educación democrática

puede coadyuvar a impulsar procesos de democratización más amplios, e incluir

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en estos asuntos a los grupos sociales más desfavorecidos y comúnmente

silenciados.

Mantuvo la idea en la que el educando aprenda a formarse a través de las

situaciones de la vida cotidiana en la que se desenvuelve, misma que contribuye a

adquirir experiencias útiles para generar contextos de aprendizaje. No se trata de

una educación para el oprimido, por el contrario, sino parte del mismo individuo; el

educando debe construir su realidad a través de los sucesos que generan el

acontecer cotidiano.

Su método de aprendizaje no solo consiste en transcribir las palabras ya

establecidas en el individuo, sino generar otras y que éstas le permitan hacer

conciencia de la realidad para luchar por su libertad, por sobresalir; debido a que

algunas personas obtienen un pensamiento inocente en el que se dan cuenta de

su situación, sin embargo no hacen por cambiarla, y adoptan una actitud de

conformismo al pensar que lo que ocurre es algo normal, a tal grado que pueden

adoptarla y continuarla.

El alumno que piensa, se va creando a sí mismo en su interior y crea su

pensamiento por transformar el entorno que lo rodea y librarse de la dominación

que lo formó la enseñanza tradicional; de igual manera, cuando se adopta un

nuevo pensamiento, su idea en relación a la posición que ocupa en la sociedad

hace que modifique la postura de su pensamiento, cuyo desarrollo se manifiesta

en la liberación de la opresión que se encuentra en la conciencia del individuo

haciendo así notar su presencia.

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La idea de este pedagogo involucra dos períodos de manera gradual: la

primera se refiere a tomar razón de la realidad que el individuo vive, como la

opresión del individuo a las determinaciones que los que los imponen; la segunda,

es la iniciativa de los que son oprimidos para lidiar y liberarse de los que los

oprimen.

Paulo Freire no piensa en que la situación que viva el estudiante se quede

en la simple toma de la aceptación de lo que ocurre, sino por el contrario el

alumno tiene la necesidad de lidiar contra ese estereotipo que persiste en él.

No es suficiente que el educando conozca lo que percibe sino que debe de

ir más allá en relación a de dónde provienen o cómo surge el objeto de estudio.

Como dato curioso, en alguna ocasión le pidió ayuda a una de sus

empleadas del hogar para realizar un experimento en el cual le enseño una

diapositiva donde estaba la imagen de un muchacho y al lado la palabra “menino”

(muchacho) y le hizo que repitiera en ocasiones seguidas las sílabas que

conformaban la palabra y luego el término entero. Luego en ocasiones le quitaba

Freire alguna sílaba de la palabra y se daba cuenta su empleada por lo que dedujo

que ésta había aprendido que las palabras se conforman de sílabas. Al obtener

este resultado, lo aplicó ya en otra persona en un curso que duró 21 horas

logrando así que luego de ese tiempo lograra leer textos de periódicos y escribir

enunciados sencillos.

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Concepción de Paulo Freire sobre la Pedagogía

Freire mantuvo la idea de una enseñanza humanista – espiritualista.

Humanista porque reúne en el hombre toda la problemática educativa siendo el

objetivo básico de ésta la humanización. Espiritualista porque ubica en el espíritu

el sentimiento que impulsa al hombre a formarse por si mismo, hace perceptible lo

espiritual. Freire considera que toda labor pedagógica debe ser antecedida de una

reflexión sobre el hombre, ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿por qué?, ¿para quién?,

¿contra qué?, ¿para qué?, ¿contra quién?, ¿a favor de qué?, ¿a favor de quién?

La enseñanza liberadora se asienta sobre el juicio del hombre en el

acontecer histórico. Los hombres son producto de la experiencia adquirida como

consecuencia del estudio de teorías que siendo reflexión y acción verdaderamente

transformadora de la situación, es principio de conocimiento y creación.

Reyes (1997) dice que “Freire se opone a la ‘educación bancaria’, imparte

la educación que denomina ‘liberadora’ o ‘problematizadora’, que se identifica con

lo propio de la conciencia, cual es su intencionalidad, en este sentido es un acto

cognoscente, afirma la dialogicidad” (p. 72).

Por consiguiente el mentor no es sólo el que enseña sino a que a la par que

enseña, es educado en el diálogo con el educando.

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La educación liberadora tiene como esencia fundamental la organización

pensativa del conocimiento al prever al hombre de las herramientas que lo

redimen de las condiciones que vive.

La enseñanza es parcial, generalmente está inclinada a la dominación o a

la independencia. Es por esta razón que, Freire diferencia entre las prácticas

educativas desarrolladas tradicionalmente y las prácticas educativas progresistas:

Freire (1992) encontró lo siguiente:

En cuanto en una práctica educativa conservadora se busca, al

enseñar los contenidos, ocultar la razón de ser de un sinnúmero de

problemas sociales; en una práctica educativa progresista se

procura, al enseñar los contenidos, desocultar la razón de ser de

aquellos problemas. Mientras la primera procura acomodar, adaptar

a los educandos al mundo dado, la segunda busca inquietar a los

educandos desafiándolos para que perciban que el mundo es un

mundo dándose y que, por eso mismo, puede ser cambiado,

transformado, reinventado (p. 95).

La enseñanza por sí misma no va a modificar nuestro entorno, pero también

sin ella no será posible al menos intentar realizarlo. Por lo tanto, el profesor

progresista debe tener un compromiso ético por la formación de un entorno más

ecuánime. El mentor ve la historia como la oportunidad para poder mejorar; no

debe perder su capacidad de indignación, no puede ser indiferente ni neutral

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frente a los problemas que se enfrentan en la cotidianidad; debería defender y

promover la expectativa de la posibilidad de lograr la superación del orden inicuo,

del también realizar utopías que puedan realizarse.

Para el pedagogo Freire, la realidad no sólo sería el punto de partida de la

enseñanza sino también su punto de llegada. El objetivo de la educación

liberadora es asistir a transformar en función de perspectivas al futuro que rebasen

la existencia de opresores y oprimidos, de explotadores y explotados, de

excluyentes y excluidos, es decir que no exista una diferencia entre unos y otros ni

que alguien tenga el papel de ser superior ni inferior a otra persona; en si se trata

de prevalecer sobre los obstáculos sociales, económicos, culturales y políticos que

puedan frenar la realización de los alumnos como seres humanos en toda la

extensión de la palabra. El llevar a cabo las prácticas educativas, emitidas a

praxis, es decir, experimentarlas en la vida real, hacen posible que las personas

puedan desarrollar su propia experiencia, y por consiguiente que conozcan las

circunstancias que intervienen en el desarrollo de la misma.

Aportaciones a la educación

Al referirnos de la corriente humanista de la enseñanza en la actualidad, no

podemos evadir la preocupación que existió hacía ese asunto. Para poder

empezar primero tenemos que conocer en que se caracterizó el sistema educativo

tradicional al que Paulo Freire denominó "Educación Bancaria".

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Características:

• Una educación donde el escolar es un recipiente de conocimientos, el

instructor es el que habla, sabe y escoge los contenidos a tratar. Son las

clases de carácter conductual.

• El profesor impone la manera de trabajar y su pensamiento al educando,

logrando así establecer un trato como opresor.

• La ocupación del alumno, es adecuarse al orden establecido que se

produce a través de un proceso que limita la creatividad, el pensamiento

crítica, impidiéndole el diálogo entre maestro-alumno.

También se encuentra la educación liberadora o problematizadora que no trata

de fijar conocimientos en los oprimidos, sino de intercambiar pensamientos con

ellos. Esta distinguida por un conjunto de requerimientos, el primero es la de

actividad y criticidad. La segunda es la de la dialogicidad, indispensable para el

desarrollo integral del hombre. El propósito de la educación liberadora es el de

ayudar al desarrollo de la comunidad.

La educación liberadora tiende a una razón transitiva y critica, solo así los

oprimidos podrán percibir su propio tiempo histórico.

La pedagogía de la liberación da pauta a una cultura de la palabra, a una

sociedad abierta, democrática, cambiante, pero estas evoluciones requieren que

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pasen por circunstancias. La transformación de la sociedad en un proceso hacia la

utopía, requiere también un compromiso sistemático político bien fundamentado.

En la educación problematizadora se hace así un refuerzo constante por medio

del cual las personas van observando cómo se desarrolla el medio en que y con el

que se encuentran. Claramente aparece lo imperfecto del proceso educativo como

algo propio y único de los seres humanos que corresponde a su condición de ser

ubicado en el contexto histórico. Sólo si el estudiante puede tomar razón de su

indiscutible situación puede entonces apropiarse de su realidad y transformarla.

Por medio de una formación para la libertad los alumnos van desplegando su

capacidad de captación y de entendimiento del mundo. La predisposición

entonces, correspondencia entre el educador-educando como la del educando-

educador, es la de constituir una forma genuina de pensamiento y ejercicio que

consista en reflexionar de sí mismo y al mundo.

De acuerdo con la afirmación de Freire, la concientización es una serie de

pasos culturales por medio de los cuales los seres humanos reaccionan a la

circunstancias de su entorno sociocultural, se fijan objetivos más allá de las

limitantes y lineamientos a los que están inmersos, y se describen a sí mismos

como individuos concientes. Además de tomar concientización de esa realidad

sociocultural que forma el estilo de sus vidas, los educandos realmente

comprenden la importancia del potencial que tienen para convertir la realidad, y

hacerse partícipes de esa realidad. En otras palabras, la concientización involucra

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mucho más aspectos que el solo hecho de despertar o tomar conciencia de lo que

se presenta. Se debe considerar cuando menos dos preceptos extras que están

implicadas en este concepto. Primero, la concientización debe considerarse como

una metodología disciplinada e intencional de acción y educación, al que Freire

llamó acción cultural.

Finalmente, las contribuciones, que a pesar de los años que han

transcurrido desde que Freire las aplicó, continúan aun siendo propuestas

innovadoras para ahondar en la enseñanza y que en la actualidad influyen a nivel

mundial entre las que se pueden resaltar:

* La importancia de la comunicación entre maestro-alumno y viceversa

como técnica didáctica, en virtud de que para que exista un aprendizaje

significativo se necesita prestar atención.

* El debido respeto hacia el alumno y sus conocimientos. No solo porque

sea un alumno implique que no tenga conocimientos, que si bien no pueden

ser del grado de los que posee el profesor, todas las personas conocemos

de algo que nos gusta, por lo tanto sabemos algo y de igual forma todos los

individuos desconocemos algo de ciertas áreas.

* Un proceso de enseñanza de tener su punto de partida en el

reconocimiento de la situación del educando.

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* Saber utilizar los recursos ofrecidos en nuestro entorno, tales como la

computadora y sus redes, para enfocarlos en el proceso de crecimiento de

los educandos.

* Un pensamiento utópico en el cual el individuo crea en la posibilidad del

cambio social, en la capacidad transformadora del hombre, en una cultura

responsable, que favorezca la libertad de actuar de los hombres. Las

personas somos es el máximo valor al que podemos llegar ya que

poseemos algo único, la capacidad de razonar y por consiguiente tiene la

que es apta para conseguir sus ideales con todo lo que conlleva el proceso.

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Conclusiones

Paulo Freire fue una persona sencilla y que todo lo que llevaba a cabo lo

realizaba con gran amor hacia sus prójimos. Considero que la mayor aportación

de este pedagogo fue la de ser productor de ideología crítica, fue una ilusión para

la educación que las personas que no tenían educación académica no solo en su

país sino también en el mundo idealizando formación para la libertad de acción,

formación de la participación democrática, educación de tipo público en virtud de

que es del lugar.

Su pensamiento trascendió los marcos histórico−geográficos de un país y

de una sociedad para ofrecer brindar perspectivas innovadoras de cambio y

transformación. Mostró ser una persona luchador que no se dejó influenciar por las

circunstancias que se vivían en su País en plena dictadura.

Con sus ideas y argumentos contradictorios a la dictadura siguió trabajando

para renovar la formación de la sociedad. Aquel interés mostrado hacia la gente

más necesitada, le condujo al exilio pero no significó el dejar de combatir y seguir

arriesgando por una educación para todos, sin diferencia alguna.

Se podría comparar con un tipo de revolucionario de la educación en virtud

de que tenía como pensamiento el de que la escuela no era el único espacio de

conocimiento, dando a entender que la vida nos puede enseñar muchas cosas

que inclusive pueden ser más significativas que las que se instruyen dentro de un

aula.

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El principio de la individualización que sustenta Freire a través de la

estimación del individuo como un ser único, necesario y valioso para el proceso

instructivo.

En correspondencia al principio de autonomía que propuso este pedagogo,

presta especial atención en la necesidad del hombre de alcanzar su libertad y

desde ella forjarse hacia su perfección. Freire desarrolla toda su sistematicidad

sobre el eje de la real emancipación del hombre, que no es otra cosa que su

humanización dinámica.

En relación al principio de socialización, Freire se adjudica efectivamente al

contexto en que le tocó vivir y desde él parte la enunciación de técnicas que

tienen como finalidad convertir la situación social en algo integro en la formación

del individuo, es decir, en lugar en que el individuo pueda tomar cabalmente su

situación para poder redimirse de todo aquello que no le permita ser cada vez más

una persona libre. En tal sentido es significativa la expresión de Freire en que

señala que el hombre no se liberta sólo sino en correspondencia con los demás.

La promesa de Freire logra ser eficaz gracias a que este hombre como ser

pensante pudo saber diferenciar la unidad inseparable que hay entre lo que

definimos como la teoría y lo que es llevamos a la práctica. Tomó como referencia

la realidad que se vivía en Brasil, realidad ciertamente dolorosa, y de esta manera

programar una metodología que fuera apta para responder educativamente a los

retos que la sociedad generaba.

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No se puede pasar por alto todo el esfuerzo pedagógico originado por un

gran sentido de humanismo, el cual lo llevó a preocuparse por aquellos que más lo

requieren, por los que son descartados y no tomados en cuenta por carecer de

ciertos conocimientos. Esto queda de manifiesto en su ideal por alcanzar que las

personas alcancen su autonomía, y así pueda ser el arquitecto de su vida

sobrepasando que la obra de alfabetización es mucho más que un simple instruir a

leer y a escribir, ya que tiene como finalidad última que el hombre pueda alcanzar

a ser persona.

Todos estos componentes contribuyen a nuestra adquisición personal de

otra visión en relación a la educación, ya que nos ayuda a desarrollar la visión que

vamos constituyéndonos de la pedagogía como preliminares para nuestra futura

tarea docente.

Finalmente Paulo Freire más que hacer notar y resaltar que fue un gran

pedagogo, fue simple y sencillamente un hombre que se preocupó por conocer el

contexto histórico de la región donde vivía. El sentido de este trabajo es el de

hacer apreciar que no se trata de ninguna persona fenomenal, sino sencillamente

un hombre que verdaderamente tomó en cuenta los problemas que lo aquejaban

en relación a su país, sociedad y si mismo.

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Referencias

Freire, P. (1999). Pedagogía del Oprimido. México, D. F.: Siglo Veintiuno Editores.

Freire, P. (2001). Pedagogía de la indignación. Madrid, España: Morata.

Freire, P. (1972). La educación como práctica de la libertad (7a ed.). Buenos Aires,

Argentina: Siglo Veintiuno Editores.

Freire, P. (1990). La naturaleza política de la educación: cultura, poder y

liberación. Barcelona, España: Paidós.

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