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La Muerte y La Doncella

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La Muerte y la Doncella

Con un fracasado estreno en 1990 en Chile, la obra

teatral "La Muerte y la Doncella" se presentó luego en los

Estados Unidos, país que tomó en cuenta el texto de Ariel

Dorfmann. Fue estrenada el 22 de diciembre en Nueva York

1991. Se presentó en Broadway en 1992 y tuvo un gran

reparto: Glenn Close, Richard Dreyfuus y Gene Hackman.1

Luego fue llevada por Roman Polanski a la pantalla

grande, con Sigourney Weaver (Paulina Escobar), Stuart

Wilson (Gerardo Escobar, esposo de Paulina) y Ben Kingsley

(Dr. Roberto Miranda).

1
Campos, Javier. Reseña de "La Muerte y la Doncella". URL:
http://www.jornada.unam.mx/1996/may96/960505/DAVID003-063.html
Comparación: Teatro / Filme.

Entre las principales diferencias entre ambas obras,

destaca la aparición en el filme de una confesión falsa

(filmada frente a una cámara de vídeo) y una verdadera (al

borde de un acantilado), en tanto que en la obra teatral

sólo hay una confesión.

Otra modificación interesante es el tiempo. La obra

teatral transcurre en el plazo de una noche y un día, en

cambio, en el filme esto se ve reducido drásticamente, sólo

una noche entre el comienzo y el desenlace final.

Por otra parte, la atmósfera en que se desenvuelve

la película, un espacio cerrado rodeado por un espacio muy

abierto, hace que la situación se torne tensa, sobre todo

al sentir el profundo aislamiento a que están sometidos los

personajes.

Reseña.

Esto sucede en un país de Sudamérica, que comienza a

sentir la democracia tras años de dictadura.

El abogado Gerardo, es llevado a su casa por el Dr.

Miranda, tras haber sufrido un accidente, en medio de una

tormenta. Allí tiene altercados con su esposa por un cargo

que el Presidente del país le pide aceptar. Este consiste


en buscar a las personas desaparecidas que dejó la

dictadura.

Miranda se va de allí, pero vuelve unas horas más

tarde para devolverle una rueda al abogado. Él lo invita a

tomar una copa y Paulina decide irse en el auto del Doctor.

Después, tras haber encontrado en el vehículo una cinta de

Schubert, lo lanza por un acantilado y regresa a su casa a

pie. Al llegar, ata al Dr. Miranda a una silla y le hace

un juicio, acusándolo como su torturador y violador. Ella

lo había reconocido gracias recuerdos que habían

permanecido en su memoria desde hace 15 años (entre ellos

su aroma, las frases que él usaba, citas de Nietzsche y la

música que escuchaba), fecha en la cual ella fue torturada.

Lo que ella busca es una confesión por parte del

Dr., a través de un interrogatorio catárquico, en medio de

tormentas eléctricas y "tormentas interiores" en Paulina,

lo que aumenta la tensión.

El doctor asegura que lo que ella dice es mentira,

que en ese momento él estaba en Barcelona. Finalmente,

luego de una falsa confesión frente a una cámara de vídeo,

es en el acantilado cuando el Dr. Miranda realiza la

confesión verdadera.

El fin buscado con la película es poder convocar a

gente que no piensa como el autor en el tema de las

violaciones de los derechos humanos, y que se pueda en


conjunto asumir responsabilidad frente a éste tema, que se

logre conciencia social y que esto no vuelva a ocurrir.


Cultura de la Violencia

A Través del Tiempo.

La idea del poder asociado a la tortura y el

maltrato está desde antaño presente en nuestra sociedad

occidental.

Ya en la Edad Media la veíamos manifestarse a través

del castigo que se le producía a una persona, con el fin de

amedrentar a los otros o bien, obtener información. Era el

ejercicio directo del poder del Rey sobre sus súbditos.

La tortura, en cambio, es un castigo subterráneo.

Básicamente, es lo mismo que el suplicio, pero con la

utilización de todas las tecnologías del siglo XX. Aquí no

importa tanto la obtención de información por parte del

torturador, la confesión pasa a ser algo completamente

nimio. La idea es que la gente torturada, no diga nada de

lo que vivió, pero que se mantenga como un mudo ejemplo de

lo que les podría suceder a otros si intentan hacer algo

"contra las reglas" impuestas por la autoridad dictatorial.

Como dice Hernán Valdés en su relato testimonial

"Tejas Verdes":

"Y es que la opresión y el sometimiento a la


opresión pueden ser vistos como legítimos y naturales
cuando se los ha vivido por siglos, como una forma de
cultura, y cuando no se tiene acceso a otros elementos
que informen de su carácter puramente clasista,
factual y, por lo tanto, reversible".2

Destinados a mostrar y relatar verdades que la

mayoría de la gente desconoce, relatos como éste y otros

han salido a la luz pública en este último tiempo,

surgiendo de la imperiosa necesidad del torturado para

"reconstruir la propia subjetividad por medio del relato

textual".3

Violencia en la Sociedad Actual.

Nuestra cultura, aún hoy en día, está asociada de

raíz a la violencia. Es más, estamos tan concientizados

del tema, que no nos importa mucho y no reclamamos cuando,

por ejemplo, nuestro país decide continuar con su carrera

armamentista comprando material de guerra, lo que genera

una reacción en cadena. Pronto veremos como los demás

países siguen su ejemplo.

En Latinoamérica, el contexto se da a través de la

política violenta a que recurrieron diversos regímenes

dictatoriales, tanto como medida de represión del pueblo

como forma de defensa contra la acción subversiva.4

2
VALDES, Hernán. Tejas Verdes, Diario de un Campo de concentración en Chile. LOM Ediciones.
1996. Santiago, Chile. Pág. 110.
3
FLORES, Norberto. Texto y Poder: Autoritarismo y Lenguaje en el Relato Testimonial Chileno.
Universidad de Playa Ancha. Valparaíso, Chile. Pág. 12.
4
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos en Perú. Cap. III: Análisis de la problemática de la
tortura en el Perú. URL: Http://www.cnddhh.org.pe/tortura_cap3.htm
En Chile, en medio de un estado en crisis por una

"Guerra Civil" inventada, ocurrieron hechos atroces: hubo

tortura y muerte. Todos sabían de ello, pero nadie hizo

algo. Los que intentaron que los tribunales hiciesen

justicia, no lo consiguieron, ya sea porque los tribunales

no los tomaron en cuenta, porque los silenciaron o porque

simplemente no tenían testigos. Hernán Valdés nos dice:

"A primera vista, los enormes recursos


empleados para semejante sistema parecen demenciales,
pero, si además del albur informativo se piensa que
cumple un objetivo de aterrorizamiento masivo de la
población, no lo es tanto".5

El hecho de prestar oídos sordos a un tema que causó

y causa tanta controversia, violando directamente los

derechos humanos, nos hace cómplices. Es una complicidad

por omisión al no aceptar como reales estos hechos o,

simplemente, no hacer caso.

Esto tiene como base la falta de conciencia social

crítica motivada principalmente por los políticos y por la

prensa.

5
VALDES, Hernán. Tejas Verdes, Diario de un Campo de concentración en Chile. Pág. 144.
Tortura y Poder

Causas de la Tortura.

Debido a lo inestable de la situación de los

regímenes dictatoriales, cualquier acción que pueda ir en

contra de la ideología de turno es reprimido rápidamente.

Si alguno de los supuestos amotinadores no se ha

quedado en el país, se procederá a torturar los que se

quedaron. Sirve como ejemplo para que los demás y el

público en general no intente hacer nada.

La tortura está basada en la capacidad del

torturador para ejercer su poder sobre los demás.

Usualmente ese poder está dado por un cargo dentro de

alguna institución de las fuerzas armadas, como en el

relato testimonial "Tejas Verdes".

Podríamos decir que "la tortura es un intento por

iluminar un fenómeno oscuro de la humanidad, el cual no

sólo daña a quien es, fue o será torturado, sino también a

la sociedad en la cual esta práctica se instaura y a la

humanidad completa, en la medida que destruye y ataca la

esencia del ser humano: su identidad, libertad e

integridad".6

Una de las causas de la tortura es el tema de la

Seguridad Nacional. Debido a la situación política que se


6
Resumen de ponencia presentada en la Universidad de Chile. URL:
http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/thesis/03/ponencias/pon25-01.html
vive, es común que se apele a esta temática para justificar

la tortura.

Otra de sus causas es la obtención de información

por parte del torturador. Esto es, una confesión, sin

importar si ésta es verdadera o falsa. En la mayoría de

los casos, es falsa. La víctima es obligada a decir y

acusar a determinadas personas como autoras y/o cómplices

de algún delito inventado, o bien, de acusarse a sí mismas

de algo que no han cometido.

En el caso de la película, Paulina no sucumbió al

dolor causado por sus agresores. El amor que sentía por

Gerardo le permite en silencio, sin embargo, ese amor se ve

truncado cuando ella regresa del campo de tortura: él

estaba con otra.


Factor Psicológico de la Tortura

La tortura puede darse de dos formas: física y

psicológica.

En su forma física, la víctima es sometida a

diversos vejámenes, pudiendo ser golpeada, violada,

mutilada o aplicándosele electricidad en alguna parte de su

cuerpo, generalmente las piernas y genitales.

En su modalidad psicológica, la persona es anulada a

través del maltrato psíquico: el miedo se apodera del ser,

la rabia por no poder hacer nada, la desesperación al no

lograr entender el porqué de la situación, la impotencia al

ser violada. Lamentablemente, independiente de lo que el

dolor ocasiona, es el dolor de la víctima dolor y

permanecerá como tal, algo solamente sentido por ella,

ningún otro puede compartirlo y esta inaccesibilidad en el

plano exterior, prolonga el sufrimiento.7 De esta manera,

sólo la persona que ha sufrido la tortura puede sentirla,

tal como sucedía con Paulina Escobar. El esposo de ella

jamás pensó en lo que ella debía sentir.

7
Resumen de ponencia presentada en la Universidad de Chile. URL:
http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/thesis/03/ponencias/pon25-01.html
Personalidad del Torturador.

El culto a la violencia en la sociedad

contemporánea, hace que vivamos en medio de una constante

educación para torturadores. La tortura se autogesta en

una sociedad de una violencia subterránea, sabemos que está

allí, pero no queremos verla.

La lucha por el poder abarca todos los ámbitos del

ser humano. Esto hace que algunos se sientan más poderosos

que otros y por lo mismo, se crean con el derecho a abusar

de ellos.

Por otro lado, puede ocurrir lo que sucedió en la

película, en que un hombre común y corriente, con su debida

ética, se transformaba en un violador consumado, sólo por

tener ante sus ojos la imagen y el cuerpo de una mujer

indefensa, el cuerpo de Paulina Escobar.

El hecho de que un hombre, en este caso un médico,

con un trasfondo moral profundo sucumba ante la tentación,

es algo que debería preocupar a cualquiera.

Si agregamos a esto que el fondo de la agresión

sexual es una canción que gusta a ambos (La Muerte y la

Doncella, de Schubert), el suplicio psicológico es mayor

para la persona afectada.


Personalidad del Torturado.

Básicamente, la tortura genera la pérdida de la

dignidad humana, esto es, la degeneración del lenguaje y

los valores. Dentro de los campos de concentración, el

lenguaje se desvirtúa siendo reducido drásticamente8.

Las secuelas que deja la tortura en la mente del

afectado se mantienen por bastante tiempo.

8
FLORES, Norberto. Texto y Poder. Pág. 12.

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