Método Teológico
Método Teológico
Método Teológico
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cn primer momento del acto teológico se trata del auditus fides, es decir, oír los testimonios que
nos hablan del misterio divino. cntre los testimonios que el teólogo debe oír están los ͞primarios͟
que son las escrituras y la tradición; los ͞secundarios͟ son los testimonios eclesiales (credo,
liturgias, magisterio, santos padres, doctores y teólogos) y por último están los ͞ajenos͟ de los que
también puede apropiarse la teología (Religiones, filosofías, ideologías, ciencias, historia, y signos
de los tiempos).
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£lodovis boff/editora vozes/2009.Proceso/ÿeoría del Método ÿeológico/pp45-58/México, Ñ.è./cdiciones
Ñabar, ë.A. de £.V.
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cs importante distinguir la verdadera tradición, que es un proceso vivo, dinámico y creativo, del
tradicionalismo, que tiende a cosificar y momificar la tradición. Y esto sólo puede hacerlo
matándola.
Las funciones principales de la tradición de la iglesia son: constituir el texto bíblico, conservarlo
pasándolo adelante, y actualizarlo creativamente mediante nuevas lecturas, según los tiempos.
ÿoda escritura, especialmente la sagrada cscritura, sólo irradia su sentido integral cuando se lee
dentro de la tradición que la generó, la acompaña y sigue adelante.
Ñebemos distinguir: ͞la tradición apostólica͟ que es fundadora de los textos de Nuevo ÿestamento
y es condición formal (como una atmósfera) para que éstos expliciten todo su sentido;
Y ͞la tradición eclesial͟, que prolonga dinámicamente la primera, la actualiza y al mismo tiempo
crea nuevas tradiciones, que concretan en las diferentes culturas y épocas, las exigencias de ͞la
tradición apostólica͟
La tradición apostólica, que es divina, permanece siempre como norma crítica de todas las
͞tradiciones eclesiásticas͟, en el sentido de renovarles, corregirlas y generar otras nuevas.
cl Ñogma en sentido estricto es una verdad revelada, vinculante y declarada formalmente por el
magisterio pastoral. cn sentido amplio, indica cualquier verdad de fe.
Los dogmas no son barreras para el pensamiento, sin , al contrario, son pasamanos que, por un
lado, protegen y , por otro, apoyan para poder llegar más arriba.
cn los dogmas tenemos que distinguir siempre la sustancia intentada (res: contenido) y la
formulación cultural (enunciable: £ontinente) La relación entre esos dos niveles no es ni arbitraria
ni unívoca, sino de mediación necesaria y al mismo tiempo inadecuada.
cn el dogma hay un elemento permanente y otro mudable, permanece la sustancia intentada, así
como la formulación en que se expresó una vez (irreformable). ëin embargo, puesto que toda
formulación es histórica e inadecuada, existe siempre la posibilidad de que surjan nuevas
formulaciones. Éstas, sin embargo, sólo son legítimas cundo se ubican en el dinamismo
significante de las formulaciones anteriores. cn este sentido, el dogma cambia y progresa: en el
sentido de crecimiento y no de transformación.
Para interpretar un dogma es necesario tener en cuenta entre otros, los siguientes criterios
hermenéuticos:
1. cl análisis teológico busca explicar o mejor explicitar la lógica de la fe, sus raíces o sus razones
propias. ëe trata de demostrar el porqué u cómo de los misterios que creemos.
ëin embargo es necesario distinguir siempre con mucho cuidado lo que es doctrina común de la fe,
especialmente el dogma y lo que es opinión personal o hipótesis personal, así como lo que es
mera tesis teológica. csto en beneficio de los ͞sencillos en la fe͟ para no confundirlos u
ofenderlos.