Codigo de Ética Medica 1992-Ecuador
Codigo de Ética Medica 1992-Ecuador
Codigo de Ética Medica 1992-Ecuador
NOTA GENERAL:
CONSIDERANDO:
Acuerda:
Art. 1.- Es deber del medio cumplir las disposiciones emanadas por la Ley de
Federación, sus Reglamentos y el presente Código, al margen de su nacionalidad.
Art. 2.- El médico tiene la obligación de acatar y cumplir las resoluciones de los
órganos de la Federación Médica, al margen de su nacionalidad.
CAPÍTULO II Deberes para con la sociedad
Art. 3.- El médico está obligado a dar su más amplia y decidida colaboración
voluntariamente y/o a solicitud de la autoridad competente en casos de epidemias,
desastres, emergencias o conflagración.
Art. 4.- Cuando sea requerido a cumplir una obligación extraordinaria de beneficio
social, tendrá libertad para realiza su cometido en condiciones que no atenten
contra su integridad personal.
CAPÍTULO III Deberes y derechos del médico para con los enfermos
Art. 6.- El Médico desde que es llamado para atender a un enfermo, se hace
responsable de proporcionarle todos los cuidados médicos necesarios para que
recupere su salud. Su responsabilidad mayor será la conservación de la vida del
enfermo.
Art. 7.- El Médico está obligado a llevar una ficha clínica escrita de cada uno de
sus pacientes y registrar la evolución que constate en los mismos.
Art. 8.- Está obligado a acudir a un llamado sin motivo de excusa, en los
siguientes casos:
a) Cuando no haya otro facultativo en la localidad en que ejerce su profesión;
b) Cuando habitualmente es el medio de quien lo solicita; y,
c) En los casos de suma urgencia o peligro inmediato para la vida del enfermo.
Art. 10.- Cuando se trate de un caso grave o se tema un desenlace fatal está en la
obligación de dar aviso oportuno, para que puedan ser atenidos los intereses
espirituales y morales del paciente y los materiales de los familiares. La
advertencia del peligro lo hará a los consanguíneos, amigos o allegados, eligiendo
como confidente a la persona más ponderada o a una autoridad competente
cuando el caso lo requiere.
Art. 13.- El médico debe respetar las creencias religiosas e ideológicas de sus
pacientes y no oponerse al cumplimiento de sus preceptos, siempre que no sean
perjudiciales para su salud.
Art. 15.- El Médico no hará ninguna intervención quirúrgica sin previa autorización
del enfermo, y si éste no pudiera darla recurrirá a su representante o a un
miembro de la familia, salvo que éste de por medio la vida del paciente a corto
plazo. En todos los casos de autorización incluirá el tipo de intervención, los
riesgos y las posibles complicaciones.
Art. 18.- Todo procedimiento clínico o quirúrgico complejo o que entrañe (sic)
algún peligro para el paciente podrá efectuarse solamente en centros que posean
los elementos técnicos que garanticen la seguridad de dichos procedimientos. No
se administrarán drogas, ni usarán métodos clínicos o quirúrgicos que no se
consideren idóneos.
Art. 22.- No podrá por tanto, utilizar los recursos o servicios médicos
institucionales sociales o públicos, para llenar sus vacíos.
Art. 26.- La relación profesional del médico con las personas privadas de su
libertad, deberá tener como única finalidad evaluar, proteger su salud física o
mental y tratar sus alteraciones con la misma prestancia y calidad que brinda a
todas las personas que lo requieran.
Art. 29.- El honor del cuerpo médico exige del facultativo se abstenga de dañar la
reputación de sus colegas con calumnias e injurias, o manifestar sus defectos y
errores que tiendan a rebajar sus méritos.
Art. 30.- Se puede denunciar al Colegio Médico o al Tribunal de Honor los actos
ilícitos o el falso testimonio que afecten la reputación personal o del gremio.
Art. 32.- Cuando un médico es llamado por el paciente para reemplazar a otro,
debe insinuar a la familia del paciente que se notifique primero de este particular al
médico anterior, como prueba del respecto al colega.
Art. 34.- En caso de no asistencia del médico tratante, el que hubiere sido llamado
deberá retirarse de aquel, salvo que medie una disposición expresa del paciente,
sus familiares o del mismo.
Art. 35.- En el consultorio privado del médico pueden recibidos y tratados todos
los pacientes cualesquiera que haya sido sus médicos anteriores siempre que su
especialidad le acredite mejor atención y de mutuo acuerdo con el paciente.
Art. 37.- El médico no podrá usar medios de expresión pública ajenos a los
propios y específicos de su clase, para solventar diferencias de criterio profesional.
Art. 38.- El médico y sus organismos gremiales deberán defender a los colegas
perjudicados injustamente en el ejercicio de su profesión.
Art. 39.- Un médico no podrá reemplazar a otro colega que haya sido separado de
un cargo por causas que no estén justificadas en la Ley y los Reglamentos
respectivos.
Art. 40.- El facultativo que quiera asistencia médica deberá facilitar las decisiones
de sus colegas adoptando exclusivamente la condición de paciente.
Art. 42.- Las Juntas Médicas deberán conformarse de preferencia con los
especialistas afines a la patología del enfermo.
Art. 44.- Las Juntas Médicas se harán por indicación del médico tratante o a
petición del paciente o sus familiares. El Médico deberá convocarla en los
siguientes casos:
a) Cuando no se logre un diagnóstico;
b) Cuando no se obtiene un resultado satisfactorio con el tratamiento empleado;
y,
c) Cuando por la gravedad del pronóstico sea necesaria.
Art. 45.- En caso de que el médico consultor propuesto por el paciente o sus
familiares no convenga al médico tratante por causas justas, queda a su
conciencia profesional solicitar cortésmente sea llamado otro médico consultor y si
los familiares insistieren, el médico tratante está en libertad de continuar o no la
atención del paciente.
Art. 46.- Los médicos están en la obligación de concurrir a las Juntas con
puntualidad. Si después de una espera prudencial no concurre el médico tratante,
los médicos consultores están autorizados para proceder a examinar al enfermo.
Art. 47.- Reunida la Junta el médico tratante hará la relación del caso sin omitir
ningún detalle de interés y hará conocer los resultados de los análisis y demás
elementos de diagnóstico empleados. Luego deliberarán para ponerse de acuerdo
con el diagnóstico y tratamiento.
Art. 48.- Si los consultantes no están de acuerdo con el médico tratante, los
familiares podrán elegir el o los especialistas que deberán continuar con la
asistencia.
Art. 49.- Las decisiones de las Juntas pueden ser modificadas por el médico
tratante si así lo exige la evolución de la enfermedad, pero todas las
modificaciones, como las causas que le motivaron, serán expuestas en las Juntas
siguientes que pudieren efectuarse.
Art. 50.- Las discusiones que pueden tener las Juntas deben ser de carácter
confidencial la responsabilidad es colectiva y no le será permitido a ninguno
eximirse de ella, por medio de juicios o censuras emitidas en otro ambiente que no
sea de la Junta misma. Esta deberá sentar por escrito el criterio sobre el
diagnóstico del enfermo, debiendo quedar incorporada a la historia clínica.
Art. 51.- A los médicos consultores les está prohibido volver al centro hospitalario
después de terminada la consulta, salvo caso de urgencia o por indicación del
médico tratante y con anuencia del enfermo o sus familiares, así como hacer
comentarios particulares sobre el caso.
Art. 52.- Cuando la familia no puede pagar una Junta Médica, el médico tratante
podrá conformarla y los designados están obligados a integrarla en forma gratuita,
al igual que el médico tratante.
Art. 53.- Siendo el Estado el que regula y protege la actividad profesional del
médico éste está obligado a cumplir ciertos deberes retributivos que garanticen los
mejores y más amplios programas de bienestar humano; por tanto, el médico debe
dar ejemplo en el cumplimiento de las Leyes del Estado, particularmente el Código
Sanitario y la Ley y Reglamentos de la Federación Nacional de Médicos.
Art. 54.- Siendo la salud del pueblo uno de los principales objetivos del Estado, el
médico debe contribuir a que se cumplan los planes y programas de salud.
Art. 55.- Todo médico becario deberá sujetarse a las Leyes y Reglamentos que
regulan las becas y tiene por obligación retribuir con su trabajo el beneficio
recibido.
Art. 56.- La equidad es la primera y más universal norma moral en el cobro de los
honorarios profesionales; en ellos debe atenerse de modo singular a las justas
costumbres locales, a la magnitud de servicio, al prestigio y necesidad de la
intervención personal, a las condiciones económicas del enfermo y el honesto
pacto pre -establecido si lo hubiere.
Art. 58.- Prohíbese al médico el cobro de honorarios a los pacientes que sean
atendidos en las instituciones sociales o públicas del sector salud.
Art. 59.- Las atenciones gratuitas perjudicarán a los colegas y deben limitarse a
casos de parentesco cercano, asistencia a colegas y pobreza manifiesta.
Art. 60.- La asistencia del médico tratante, cuando sea solicitada por el enfermo o
sus familiares, en una intervención quirúrgica, dada derecho a honorarios
especiales.
Art. 61.- En los casos en que un paciente, sin razón justificada e niegue a cumplir
los compromisos pecuniarios con el médico, éste, una vez agotados todos los
medios privados, puede demandar el pago de honorarios sin que ello afecte, en
forma alguna, el buen nombre o crédito del demandante.
Art. 63.- Todo médico que sea llamado a realizar un peritaje médico - legal tiene
derecho a percibir honorarios por su labor excepto los médicos legistas rentados
por el Estado.
Art. 72.- El médico puede compartir su secreto con cualquier otro colega que
intervenga en el caso, el que a su vez está obligado a mantenerlo.
Art. 73.- Si por motivos científicos deben exhibirse o publicarse fotografías que
permitan la identificación del paciente, se necesita autorización ...... (sic).
Art. 74.- Las visitas médicas hospitalarias a cargo del médico tratante deberán
realizarse con toda la prudencia, de tal manera que no se afecte la integridad del
paciente.
Art. 75.- Los documentos médicos relacionados con los pacientes, así como el
registro de la información por otros medios, tanto en los consultores privados
como en los servicios de salud, deben ser manejados con carácter reservado. Al
personal paramédico encargado de los mismos deberá instruirle que está obligado
a guardar el secreto médico involucrado en dichos documentos.
Art. 81.- En el aviso por los medios de comunicación ofreciendo sus servicios
profesionales deben constar solamente nombres, apellidos, especialidad, títulos
académicos debidamente reconocidos en el país, dirección, teléfono y horas de
consulta.
Art. 82.- Las placas del consultorio consignarán los datos arriba señalados y
tendrá dimensiones razonables.
Art. 83.- En los recetarios y otros documentos similares podrán enunciarse los
títulos reconocidos por las Facultades de Medicina del Ecuador y por las
Sociedades Científicas nacionales y extranjeras autorizadas legalmente.
Art. 84.- Está absolutamente prohibido anunciar curaciones a plazo fijo o infalibles.
Art. 88.- Toda propaganda por radio o televisión de carácter individual sobre la
profesión deberá acogerse obligatoriamente a las normas del Art. 81.
Art. 90.- El médico no está autorizado para abreviar la vida del enfermo. Su misión
fundamental frente a una enfermedad incurable será aliviada mediante los
recursos terapéuticos del caso.
CAPÍTULO XIV De los deberes del médico con las profesiones afines y
auxiliares de la medicina
Art. 95.- El médico cultivará cordiales relaciones con los profesionales de las
ramas para - médicas colaborando en su perfeccionamiento y respetando
estrictamente los límites de cada profesional, siempre que éstas respeten el
Código de la Salud.
Art. 98.- Sus obligaciones con el Estado no le eximen de sus deberes éticos con
sus colegas y, en consecuencia, debe dentro de su esfera de acción y
posibilidades propugnar porque se respete:
Art. 99.- El médico que desempeña una función pública ésta, como el que más,
obligado a respetar la ética profesional cumpliendo con lo establecido en este
Código.
Art. 102.- De una manera general el médico procurará evitar las exploraciones
clínicas o los tratamientos de sus familiares íntimos.
Art. 105.- Es derecho privativo de las parejas el decidir sobre el número de hijos
que deseen tener. Por tanto, el médico puede aconsejarles acerca de los métodos
utilizables, de preferencia los reversibles.
Art. 111.- En los casos de muerte no asistida por un médico, así como en los
casos de diagnóstico incierto; el médico deberá conseguir la realización de la
necropcia.
Art. 114.- El médico vigilará que los segmentos, órganos a parte de ellos,
pertenecientes a cadáveres humanos, sean utilizados para transplantes,
exclusivamente cuando consta la voluntad así expresada por el propio sujeto
antes de morir o por sus familiares o representante luego de la muerte.
Art. 115.- El médico tiene la obligación de velar por la integridad física de sus
pacientes; por lo tanto, las desmembraciones de segmentos, órganos o parte de
ellos solo las realizará en casos por demás justificados y velando siempre de
preservar la función.
Art. 116.- El injerto o trasplante no podrá ser realizado por el médico que certifique
la muerte del donante.
Art. 117.- La donación de órganos, sangre y otros porque las partes, órganos
tejidos, sangre y sus detidas por el médico, siempre que no produzcan daños
significativos a la salud del donante.
Art. 118.- El médico tiene la obligación de velar porque las partes, órganos tejidos,
sangre y sus derivados, provenientes de donantes, se utilicen exclusivamente para
el tratamiento de seres humanos e investigación; sin fines de lucro y al margen de
la comercialización.
Art. 124.- El médico tiene la obligación de solicitar los exámenes auxiliares del
diagnóstico y tratamiento, estrictamente necesarios para sus pacientes.