Jabones
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Jabones
Introducción
Este artículo familiar principalmente usado para lavar y emulsionar se compone de las sales
de sodio (o de potasio) de ácidos grasos de 12 a 18 átomos de carbono. Las sales de sodio
fabricadas en grandes cantidades son los jabones duros, y los de potasio se denominan
jabones blandos. Se obtienen saponificando grasas o aceites, o neutralizando ácidos grasos,
con hidróxidos o carbonato de sodio o de potasio.
La mejor clasificación de los jabones se basa en el uso para que han sido fabricados. Los de
mejor calidad son los jabones de tocador, que contienen muy poco álcali y se utilizan grasas
y aceites de color mucho más claro. Los que le siguen en calidad son los jabones de servicio
ligero, que se prestan en forma de pastillas, polvos, gránulos y escamas. Se usan para lavar
la vajilla, tejidos de lana, etc. Aquí se usan grasas con un color un tanto más oscuras.
Las grasas más oscuras se emplean en la fabricación de jabones para el lavado de ropa en el
hogar doméstico. Existen también los jabones industriales que se fabrican para fines
específicos.
La mayor parte de los jabones se fabrican por uno de los dos métodos básicos siguientes:
El más utilizado es el primero porque el equipo requerido para obtener productos de buena
calidad es realtivamente sencillo y poco costoso. La producción y manipulación de ácidos
grasos requiere metales resistentes a los ácidos, caros y difíciles de conseguir. Por ello,
resulta más fácil fabricar jabones de alta calidad con grasas y aceites neutros que instalar
equipos especiales para hacer jabón con equipos especiales.
La acción de los jabones en la limpieza a sido tema de varias teorías. Según la teoría de
McBain, los jabones en solución acuosa existen en forma de electrolitos coloides; es decir,
que actúan a la vez como coloides y como electrolitos.
En las aguas duras los jabones ordinarios reaccionan y forman los jabones de calcio y
magnesio. Éstos forman los grumos que flotan en el agua jabonosa de las máquinas
lavadoras, en las tinas de baño, etc. Al agregar el jabón al agua dura, las sales de calcio y de
magnesio que forman la dureza son precipitadas y consumen jabón antes de que éste se
incorpore a la solución para producir la concentración requerida por el lavado.
Materias Primas
En la fabricación del jabón, los carácteres físicos y químicos del producto dependen
directamente de las materias primas empleadas. De las grasas y aceites se emplean el sebo,
la manteca, aceite de nueces, los residuos de la refinación y del endurecimiento de aceites
de semilla y algunos aceites marinos.
Álcalis.
En la mayor parte de los jabones se utiliza el NaOH como álcali saponificador o neutralizante.
En el procedimiento ordinario para hacer jabón se usa el cloruro de sodio en grandes
cantidades para precipitar el jabón de su solución en la lejía.
Los jabones potásicos, que se hacen empleando como álcali la potasa cáustica, son más
solubles en agua que los de sodio, y son los denominados jabones blandos. No pueden
precipitarse de la lejía por el cloruro de sodio, porque se formaría jabón de sodio.
Las combinaciones de las dos clases de jabones tienen las deseables características de los
jabones duros mas la rápida solubilidad y la facilidad de formar gran cantidad de espuma,
peculiar de los jabones blandos.
Grasas y Aceites.
Los ácidos grasos más convenientes en los jabones son el láurico, el mirístico, el palmítico y
el oleico, que contienen de 12 a 18 átomos de carbono. Es evidente que los carácteres de los
jabones están directamente relacionados con los ácidos grasos de las materias primas
utilizadas.
Los ácidos mencionados anteriormente son saturados, excepto el oleico, forman la mayor
parte de la materia del sebo y del aceite de coco. Este aceite y el sebo, en relaciones de 3:1
y 4:1, se utilizan en la mayoría de los jabones fabricados para lavanderías y para el tocador.
Las fórmulas dependen de la calidad deseada sobre el producto terminado.
Sebo.
El sebo se utiliza en la fabricación de jabones en mayor cantidad que cualquier otra grasa. Se
obtiene fundiendo grasas de ganado vacuno, lanar, caballar, etc., y se clasifica en dos grados
comerciales: comestible y no comestible. La mayor parte del sebo utilizado es no comestible.
Los sebos se clasifican por el American Institute of Meat Packers según su color, su título, su
porcentaje de ácidos grasos libres y su contenido de humedad, materia insoluble y materia
insaponificable.
El título del sebo crudo es un factor importante para determinar la calidad del sebo y la
dureza del jabón que éste producirá. El título se define como el punto de solidificación de los
ácidos grasos contenidos en el sebo, expresado en grados centígrados. Una grasa cuyo título
excede los 40ºC, se clasifica como sebo, y hasta 40ºC se considera como grasa o manteca.
El contenido de humedad, materia insoluble y materia insaponificable es material que no
produce jabón.
El sebo de alto título produce jabones duros y el de título bajo, jabones blandos.
Grasa.
La grasa o manteca ocupa el segundo lugar en importacia entre las materias grasas
utilizadas para producir jabón. La grasa pocas veces se utiliza sola en las calderas de
saponificación; generalmente se utiliza combinada con el sebo. Los jabones hechos con
manteca son algo mas blandos que los fabricados con sebo y no tienen el olor y la
estabilidad peculiares de los fabricados con sebo. La manteca contiene mayor porcentaje de
ácidos grasos sin saturar que el sebo.
Aceites.
Materiales no grasos.
Las principales no grasas son: la colofina, el aceite de pino y ácidos nafténicos. Estos
materiales no grasos no son triglicéridos, y por consiguiente no se forma glicerina cuendo se
transforman en jabón. Estos jabones se mezclan en pequeñas cantidades con los jabones
ordinarios para el uso en lavanderías y jabones industriales.
El tratamiento de las materias primas después de la sedimentación depende del jabón que se
intenta producir, y del tiempo que están almacenadas antes de la saponificación. Pueden ser
refinadas y blanqueadas antes de bombearlas a la caldera del jabón.
Es muy importante, al almacenar las grasas y aceites para la fabricación del jabón,
conservarlos tan secos como sea posible, para evitar su alteración por la hidrólisis. Como
resultado de la formación de ácidos grasos libres durante la hidrólisis, se oscurece el aceite.
Además, se forma glicerina; ésta se pierde en crudo, al derretirse más tarde la materia
prima, pues se disuelve en el agua del fondo del tanque.
Una vez almacenado el sebo blanco se refina de nuevo y se blanquea antes de ser
saponificado. El sebo de color se somete a cualquiera de los diversos tratamientos
descolorantes. El aceite de coco se refina y blanquea si ha de ser usado para obtener
productos de alta calidad.
Refinación
La mayor parte de la materia prima se refina por medio de un álcali cáustico para mejorar la
calidad. Las heces, es decir, los residuos de la refinación cáustica que se asientan en el fondo
del tanque de refinación, contienen algo de aceite neutro. Si la masa de residuos ha de ser
convertida en ácidos grasos, se saponifica el aceite neutro y luego se hidroliza la masa para
liberar los ácidos grasos.
Blanqueo
Terminada la refinación, la materia grasa se blanquea con una tierra absorbente para
producir un jabón de caldera o de color blanco. El blanqueo puede hacerse en vasija abierta
bajo la presión atmosférica, o en tanque cerrado y con vacío. Es mejor el método al vacío
porque quita el olor a la materia grasa a la vez que la blanquea. La materia grasa
blanqueada se filtra en prensas-filtros de placas y se almacenan para el posterior suministro.
Hidrogenación
Las grasas blandas y los aceites marinos, compuestos de glicéridos, con elevado contenido
de ácidos grasos sin saturar, pueden ser mejorados por hidrogenación. La hidrogenación
elimina olores inconvenientes y endurece la materia grasa.
Fabricación de jabones
La fabricación de jabones puede hacerse por método de tareas (intermitente) o por método
contínuo. La elección del procedimiento y de las materias primas dependen de la calidad que
se quiera obtener, de la instalación para el manejo y tratamiento de las materias primas y de
los medios para producir el jabón y recuperar la glicerina.
La mayor parte de las fábricas de jabón operan por el método de Calderas de plena cocción
con materias grasas neutras. Con este procedimiento se producen jabones de alta calidad y
productos industriales de calidad inferior y se aprovecha la glicerina.
Las principales objeciones que se oponen a los métodos continuos de fabricación de jabones
son:
Las lejías de glicerina se tratan con sales solubles de hierro o de aluminio y se filtran para
eliminar las impurezas precipitadas y luego se evaporan para formar una glicerina cruda, que
contiene 82% de glicerol. La venta de glicerina es importante fuente de ingresos.
Por Neutralización de los ácidos grasos se produce importante tonelaje de jabón, ya sea por
proceso continuo o por tareas. Normalmente se utiliza la sosa cáustica paras la
neutralización, pero también se usa el carbonato de sodio. En este método se produce
glicerina y nada se pierde en el producto, al contrario de lo que ocurre en el proceso de
cocción total.
El proceso de cocción total puede ser aplicado por lavados directos o por el sistema de lejía a
contracorriente. En el procedimiento de lavados directos, es necesario un número menor de
calderas y de tanques de lejía, porque cada cambio requiere el empleo de lejía fresca
durante el proceso de la cocción. En el sistema de contracorriente, la lejía procedente de un
cambio en una caldera se emplea en un cambio distinto en otra caldera. Sólo los grandes
fabricantes de jabón utilizan el método de la contracorriente por razón de los muchos
tanques que son precisos para su aplicación.
Las calderas utilizadas en el proceso de cocción total varían en tamaño considerable, según
las exigencias de la producción. Las calderas pueden ser de sección transversal, circular o
cuadrada, pero generalmente se emplean tanques cilíndricos con fondo cónico. A veces, las
calderas tienen tapa metálica que permite la ebullición con vapor de agua, al que se da
salida por la techumbre del departamento de calderas. Esta ventilación evita la condensación
del vapor y la formación de bruma en tiempo frío. El calor necesario para la cocción es
suministrado por serpentinas de vapor instalados en la parte cónica del fondo, los cuales son
abiertos o cerrados. Cada caldera tiene un tubo oscilante que permite extraer el jabón
acabado situado encima de la capa de jabón sucio. Este y la lejía se descargan por la llave
del fondo.
La saponificación de la materia grasa debe hacerse con alguna rapidez, aunque regulada. La
reacción es exotérmica y se verifica entre la grasa y la solución de sosa cáustica en la
interfase o superficie de separación entre el aceite y el agua. Al mezclarse el aceite con el
álcali cáustico, se produce el primer jabón, el cual emulsiona el aceite sin saponificar y
expone así grandes superficies de este a la acción de la sosa cáustica. La saponificación
avanza rápidamente cuando se ha formado cantidad de jabón suficiente para emulsionar
todo el aceite.
Los ácidos grasos libres contenidos en el aceite, inician la reacción antes que los glicéridos,
porque obran por simple neutralización. El jabón así formado es el agente emulsionante
necesario para principiar la saponificación del aceite neutro.
En este proceso suele agregarse, la materia grasa al, jabón sucio, procedente de un proceso
anterior. El contenido de jabón de este jabón sucio basta para promover la rápida emulsión y
saponificación de la nueva carga .Si los aceites o grasas muy refinados que contienen poca
cantidad de ácidos grasos libres o carecen de ellos, se echan en una caldera limpia, es a
veces difícil iniciar la saponificación . A veces se agrega una pequeña cantidad de jabón para
facilitar la saponificación.
Durante la saponificación se añade sal a la caldera para producir grumos o gránulos. Como la
sal es electrolito, reduce la solubilidad del jabón en la fase acuosa o lejía, por lo que el jabón
se separa de la solución. Esta precipitación del jabón se llama saladura o graneado del jabón.
Manteniendo un grano blando en el jabón durante la saponificación se evita el espesamiento
de la masa, con formación de nódulos duros que ocluyen grasas sin saponificar y que
dificultan la producción de un jabón de buena calidad.
Jabón granulado: es un jabón grumoso precipitado de la lejía acuosa por saladura o por la
adición de soda cáustica. Los jabones con fórmulas de producción básicamente distintas
requieren soluciones de electrolitos de distinta fuerza para originar el mismo tipo de grano.
Jabón limpio: es el producto acabado de la caldera de jabón. Contiene 63% de total de
ácidos grasos y cantidades pequeñas de Na 2O libre, NaCl y glicerina. El total de ácidos grasos
es también influido por el tipo de acabado y la duración de la sedimentación después del
acabado.
Jabón gomoso: es una solución viscosa de jabón que se forma si el contenido de electrolito
de la fase acuosa o lejía cae por bajo de cierto nivel. Este jabón es difícil de manejar por su
alta viscosidad.
Jabón sucio: (o jabón negro): es una solución de color oscuro que contiene algo de jabón y
que cae goteando de la masa de jabón después del acabado. Su color varía entre el gris y el
negro según las impurezas que se sedimentan de la masa de jabón mientras ésta permanece
en el estado de grano blando propio del acabado. Generalmente el jabón sucio se une a la
carga de una cocción subsiguiente para obtener un jabón de calidad igual o inferior.
En la cocción de los jabones la relación de lejía es muy importante, porque está íntimamente
unida a la recuperación de la glicerina. La relación de lejía se define como "las libras de lejía
consumidas por libra de jabón limpio de 63% de total de ácidos grasos". A veces se llama
relación de lejía, a la relación entre la lejía gastada y la grasa saponificada. Generalmente se
mantiene baja la relación para evitar el costo de evaporar gran cantidad de agua de las lejías
glicéricas y el manejo de cantidades grandes de sal recuperada.
En los últimos años, se han instalado en todo el mundo fábricas de jabón basadas en el
proceso continuo. Las fases básicas de fabricación son análogas a las operaciones que se
realizan en el método de caldera, a saber:
1) Saponificación
3) Acabado
1) Saponificación
2) Lavados
3) Acabado y lavado
Una mezcla caliente de grasa y aceite junto con lejía caliente de sosa cáustica es bombeada
continuamente y entre en una cámara cerrada de saponificación, la cual se mantiene llena de
una mezcla caliente de lejía y grumos de jabón, en rápida circulación por medio de una
bomba y tuberías externas. Los materiales frescos que entran en la cámara, reaccionan
prontamente en condiciones ideales de saponificación y desalojan iguales cantidades de la
mezcla de lejía y de jabón. Esta se enfría y se centrifuga separando del sistema la lejía
gastada.
La lejía procedente de la tercera etapa se pone en contacto con el jabón de la primera para
completar la saponificación, y la mezcla de lejía y jabón se centrifuga. Jabón totalmente
saponificado y lejía son productos de la segunda etapa. La lejía procedente de esta etapa se
refuerza con soda cáustica y se emplea para la saponificación de la mezcla fresca de grasa y
aceite en la primera etapa.
El jabón de la tercera etapa se pone en contacto con solución fresca de soda cáustica y sal, y
la mezcla se resuelve en jabón limpio y lejía en las centrífugas de la cuarta etapa; la lejía se
usa en la tercera etapa para extraer glicerina por lavado. El proceso da un jabón limpio de
buena calidad sin separación de jabón sucio. Sin embargo, es posible en la cuarta etapa
reajustar el contenido de electrolito de la solución fresca de sosa y sal para que se separe
jabón sucio en lugar de lejía.
Método Mon Savon. Este método se aplica a la manufactura continua de jabón pulido con
materias grasas neutras y comprende:
1. Saponificación
2. Lavado para la extracción de glicerina de los grumos de jabón
3. Acabado
El lavado del sistema Mon Savon se hace en una torre cilíndrica dividida en cuatro
compartimientos. Cada uno de éstos tiene una zona de mezcla y una zona de sedimentación.
En la primera etapa se mezclan los grumos de jabón con la salmuera, y en la segunda se
separa y sedimenta la salmuera. Se opera en contracorriente; el jabón crudo, procedente de
la etapa de saponificación entra en la torre por el fondo y la salmuera entra por la parte
superior para la extracción de la glicerina. Al ascender el jabón se mezcla con la salmuera, la
cual lo lava y se lleva la glicerina. Por medio de bombas se mantiene la corriente apropiada
de salmuera. De la parte superior de la torre se descargan continuamente grumos de jabón
lavados, y por el fondo se extrae la salmuera para la recuperación de la glicerina.
Los ácidos grasos se obtienen por hidrólisis de las grasas y aceites naturales. Los productos
de la hidrólisis son ácidos grasos y agua dulce que contiene la glicerina. Pueden utilizarse
ácidos grasos destilados para la fabricación de jabones especiales. Los ácidos grasos sin
destilar se emplean en jabones para la industria y lavandería.
La neutralización de los ácidos grasos para transformarlos en jabón se hace por método
intermitente o continuo. Los ácidos se neutralizan con carbonato de sodio o sosa cáustica.
Método Intermitente.
Método Continuo.
Por la facilidad con que los ácidos grasos se combinan con la sosa cáustica para formar
jabones, se usa comúnmente el método continuo de saponificación. Cantidades de ácidos
grasos calientes y de solución caliente de soda cáustica, exactamente proporcionadas, se
juntan en un aparato mezclador de gran velocidad. La concentración de la solución de soda
cáustica, es tal, que el jabón tendrá el deseado contenido de humedad. La reacción se
verifica rápidamente y el jabón producido se descarga en un tanque que es mantenido en
agitación. Se hecha en el tanque sal o salmuera para producir jabón limpio con el deseado
contenido de electrolito. Se hacen ensayos analíticos con el jabón de este tanque y se
realizan los ajustes necesarios antes de bombear el jabón limpio a los tanques de
elaboración.
Procedimientos modificados
Procedimiento sin caldera. En este proceso, el calor generado por la reacción exotérmica
producida entre las grasas y el álcali se utiliza para llegar a su término la saponificación. La
materia grasa se clienta hasta la temperatura conveniente y se mezcla con el álcali cáustico.
Si se deja la mezcla en un recipiente aislado en el que la reacción de saponificación se
produce lentamente. Este método no produce jabones de alta calidad, porque en las masas
de jabón queda algo de materia grasa no saponificada.
El jabón limpio producido por tares de cochura o de modo continuo con materias grasas
neutras, o con ácidos grasos es sometido a elaboración antes de ser transformado en barras,
escamas, o polvo.
El jabón limpio contiene 30%, aproximadamente, de humedad y se seca por aire caliente o
en tubos calentados por vapor.
En estos últimos años algunos fabricantes han instalado "refinadoras", para sustituir a los
molinos, los cuales consisten en cámaras de compresión con alimentador de husillo y placas
con finos orificios por los cuales pasa el jabón a presión.
Escamas de jabón. Para la producción de escamas, el jabón molido pasa por molinos de
acabado. Mediante la regulación de la temperatura y el cuidadoso ajuste del espacio entre los
cilindros, se produce una película lustrosa. La película de jabón del último cilindro es
marcada por cortadores giratorios que determinan la forma de la escama final. La película se
separa del cilindro con una cuchilla y se deja caer en un transportador, en el que es enfriada
y transportada a la tolva de la máquina envasadora.
Productos secados por aspersión. Hay jabones en polvo ligeramente perfumados y hay
polvos para lavanderías que contienen un elevado porcentaje de coadyuvantes.
Para hacer los compuestos de lavandería, se hecha el jabón limpio de los tanques de
almacenamiento en la máquina mezcladora provista de camisa de vapor, donde se mezcla
con relleno. Al funcionar la máquina el husillo eleva el material desde el fondo de la sección
hemisférica y lo lleva hasta lo alto de la mezcladora. Dicho material es mezclado en el
espacio anular por la barredera y gradualmente retorna hacia el fondo. Así se obtiene
mezclas excelentes. Los rellenos coadyuvantes pueden ser de carbonato de sodio, silicato de
sodio y pirofosfato tetrasódico. El jabón así elaborado es bombeado a tanques pequeños de
almacenamiento, donde se mantiene agitado para llevarlo con bombas de lta presión a las
toberas situadas cerca de la cima de una torre de aspersión. Esta torre es cilíndrica y puede
estar diseñada para corriente en el mismo sentido del jabón y gases calientes, o para que
estos obren en contracorriente del jabón. El polvo seco que sale por el fondo de la torre es
enfriado por aire, cernido y transportado al equipo automático de pesada y envasado.
El molde para jabón consta de una fuerte plataforma de madera colocada sobre ruedas.
Cuando se ha enfriado la masa de jabón, se quitan los costados y los testeros de la caja y
queda en la plataforma de madera un sólido bloque rectangular de jabón. Ese bloque es
empujado hacia un aparato que corta horizontalmente por medio de una serie de alambres
paralelos fuertemente atesados entre dos postes. Las planchas de jabón se secan a mano y
se colocan en una mesa horizontal, en la que se cortan en barras por medio de alambres
paralelos perpendiculares al plano de la mesa. Las barras se estampan en una prensa para
jabón, se envuelven y se empaquetan para su embarque.
Análisis
Color. El color del jabón está relacionado con el color de los ácidos grasos obtenidos de la
muestra por hidrólisis y lavados. El color de los ácidos grasos se compara con colores típicos.
Los ácidos grasos de colores claros se comparan en columna de 5,25" (13,3 cm) con los
colores tipo en el tintómetro de Lovibond. Los ácidos de color oscuro se comparan con los
tubos de color FAC, que cumplen las especificaciones del Fat Analysis Commitee de la
American Oil Chemists' Society.
Álcali libre. Se disuelve una muestra en alcohol y se valora con solución volumétrica de ácido
empleando fenolftaleína como indicador. El resultado se expresa en Na2O.
Sal. Se determina la sal por análisis volumétrico con nitrato de plata empleando el cromato
de potasio como indicador.
Glicerol. El jabón se descompone con ácido mineral y se determina el glicerol en fase acuosa
por oxidación con K2Cr2O7 o con peryodato de sodio.
Donde se maneja jabón en polvo y en escamas, la inhalación del polvo irrita las mucosas de
la nariz y la garganta. Esta irritación es molesta, pero no se considera especialmente dañina.
El polvo de jabón afecta principalmente a los nuevos operarios, que invariablemente
estornudan (At chú), al estar en un principio expuestos a él. Las molestias surgen de la
irritación y sequedad de las mucosas, a veces con descargas excesivas de exudado mucoso.
Los trabajadores que actúan en las zonas de polvo usan máscaras para evitar la irritación. Se
puede quitar a los preparados de jabón el polvo muy fino haciéndolos caer por una torre
contra una corriente de aire ascendente, el cual se lleva el polvo flotante.
Aplicaciones
Aunque el jabón es generalmente conocido como agente de limpieza y la mayor parte del
jabón que actualmente se produce, se utiliza para éste fin, tiene también otros usos
importantes como emulsivo.
Textiles. En la industria textil se emplean los jabones en las operaciones de lavado, remojo,
enfurtido, impermeabilización, abrillantado y apresto.
Pinturas. El jabón es importante ingrediente de las pinturas, del popular tipo de emulsión
acuosa, que son resinas sintéticas emulsionadas en agua. Los jabones se emplean también
con cierta extensión en la elaboración de pigmentos para las pinturas.
Técnica.
En un vaso de precipitados se funde la grasa. De este sebo de vaca se obtuvieron los ácidos
grasos, necesarios para la saponificación, los cuales son de 16 a 18 átomos de carbono.
La saponificación fue realizada con una solución de NaOH al 40%. La saponificación se realiza
de la siguiente manera:
Se le agrega a los ácidos grasos la solución de NaOH y se calienta constantemente hasta que
se produce la saponificación, esto se comprueba cuando al extraer la varilla del vaso (donde
se esta realizando la producción del jabón) ésta sale completamente limpia. Finalizada esta
etapa se realiza un filtrado para separar el jabón realizado, de la glicerina (formada como
subproducto) y excesos de NaOH.
A continuación se toma el pH del jabón y como debe ser muy elevado, se realizan sucesivos
lavados con soluciones sobresaturadas de NH4Cl y NaCl para poder disminuir el pH del jabón.