Libro Completo Biodiversidad de Guatemala
Libro Completo Biodiversidad de Guatemala
Libro Completo Biodiversidad de Guatemala
Consejo Nacional de reas Protegidas, Oficina Tcnica de Biodiversidad. Guatemala. 650 p. El presente documento es producto del proyecto Libro sobre biodiversidad de Guatemala: Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico, ejecutado por el Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP, a travs de la Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO, financiado por: Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP, Fondo Nacional para la Conservacin de la Naturaleza FONACON, Global Environment Facility GEF, Gobierno Real de los Pases Bajos, The Nature Conservancy TNC, Conservation International CI, Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad Rafael Landivar IARNA/URL, Plan de Accin Forestal Maya PAF MAYA. Las conclusiones e informacin expresadas en este Libro son exclusiva responsabilidad del equipo de especialistas del Proyecto y pueden no coincidir necesariamente con los de las instituciones financiantes. Equipo Coordinador de la Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO Director OTECBIO: M.A. Fernando Garca-Barrios Director Proyecto: Dr. Csar Azurdia Prez Tcnico Proyectos OTECBIO: Inga. Martha Mara Ros Palencia Asistente Administrativa: Srita. Sandra Mateo Editores Dr. Csar Azurdia Prez M.A. Fernando Garca Barrios Inga. Martha Mara Ros Palencia Revisin de texto Lic. Eduardo Villalobos Diagramacin y estilo Giovanni Rodas Josselyn Len Traduccin al idioma maya kiche Validada por la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala ALMG Crditos fotogrficos Portada: Mirador Ro Azul, Sara Chin; Guacamaya, Cadena Volcnica y Monte Espinoso, Roberto Quezada; Incendio Forestal, Archivos CONAP; Nia indgena, Iglesia Antigua Guatemala y Baile Los Moros, Jorge Chavarra; Monja Blanca, cultivo de caa de azcar y oveja en la meseta de los Cuchumatanes, Holger Tobuschat; Reforestacin, J. Noriega; Ciudad Guatemala y Cangrejo, Fernando Garca-Barrios; Sapotaceas, Csar Azurdia. Lomo del libro: Jorge Chavarra. Foto contraportada: Quetzal, Roberto Quezada. Fotos interiores: Cadena Volcnica, Roberto Quezada; Sacerdote Maya e iguana, Holger Tobuschat; Orqudea (Barkeria lindleyana), Fredy Archila. Diseo de Portada y Contraportada: Departamento de Educacin y Fomento, CONAP .
Impresin Serviprensa, S.A. Primera edicin 1,000 ejemplares, Guatemala de la Asuncin, Octubre 2008 ISBN: Derechos Reservados CONAP 2008. , Se prohbe la reproduccin total o parcial de esta publicacin en cualquier forma o por cualquier medio sin la autorizacin expresa del CONAP bajo pena de incurrir en la violacin a los derechos de la propiedad intelectual. Agradecimientos especiales: Se agradece el apoyo y colaboracin de los siguientes profesionales de CONAP: MSc. Luis Ros, Licda. Claudia Mnera, Ing. Armando Ismalej, Ing. Helmer Navarro, Lic. Estuardo Solrzano; as como revisores externos especialistas en cada uno de los temas asignados: Captulo Uno, Dr. Charles MacVean; Captulo Cuatro, MSc. Vicente Martnez y Dr. Fernando Hernndez; Captulo Cinco, MSc. Maria Jos Gonzlez y Dr. Jack Shuster; Captulo Seis, Licda. Mercedes Barrios; Captulo Siete, MSc. Juventino Glvez y Lic. Antonio Salaverria; Captulo Nueve, Ing. lvaro Orellana; Captulo Diez, Dr. Luis Meja; Captulo Once, Ing. Luis Molina y MSc. Werner Tnchez; Captulo Doce, MSc. Ral Maas y MSc. Ogden Rodas; Captulo Trece, Ing. Rodolfo Godoy y MSc. Juan Carlos Godoy; Captulo Catorce, M.A. Cecilia Cleaves y MSc. Ricardo vila. A todos se les agradece su colaboracin irrestricta. Publicacin realizada gracias al apoyo de:
iarna
Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP 5av. 6-06 zona 1, Edificio IPM 5to, 6to y 7mo Niveles Ciudad de Guatemala, Guatemala, Centro amrica PBX: (502) 2422 6700 FAX: (502) 2253 4141 www.conap.gob.gt Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO otecbio@conap.gob.gt
PRESENTACION El Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP- es la autoridad competente responsable de resguardar y administrar la diversidad biolgica del pas, as como de facilitar, regular y coordinar su uso sostenible. Esta responsabilidad implica desarrollar formas nuevas e innovadoras de conservacin y uso racional de sus recursos con el objeto de alcanzar beneficios sociales, ambientales, econmicos y polticos con enfoque integral y con efectos intergeneracionales. Nuestra institucin en conjunto con organizaciones no gubernamentales, comunidades locales, academia, otras entidades gubernamentales, legislativas, de justicia as como la cooperacin internacional, estamos vinculados con la gestin de la diversidad biolgica. Esta plataforma institucional ha encaminado muchas iniciativas orientadas para conservar y usar sosteniblemente algunos recursos biolgicos de alto valor cultural y econmico, sin embargo, se deben tomar decisiones oportunas para mejorar la aplicabilidad y desempeo de dichas iniciativas. Para ello, es importante contar con informacin actualizada basada en ciencia bsica y aplicada, lo cual nos lleva a conocer el estado de los componentes de la diversidad biolgica nacional en trminos de sus potenciales y cualidades, su riqueza, sus tendencias nacionales y su relacin con las tendencias globales, su relacin con el comercio, sus relaciones con los conocimientos de los pueblos indgenas, sus amenazas y presiones, y su vinculacin con el desarrollo. Bajo esta premisa se inici un esfuerzo interinstitucional con el apoyo del Comit Nacional de Orientacin y Asesora sobre la Diversidad Biolgica CONADIBIO-, y la participacin de un renombrado grupo de expertos, para actualizar informacin de nuestra megadiversidad. Consolidando as, el Libro titulado: Guatemala y su Biodiversidad: Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico. La razn de este documento es ser una herramienta no solo necesaria sino que bsica para poder tener informacin cientfica clara, detallada y aplicada a nuestra realidad nacional. Su enfoque de conocimiento aplicado lo orientamos para que sea base de discusin, diseo, evaluacin, implementacin y actualizacin sectorial de polticas, planes, programas y proyectos de manejo y proteccin para la conservacin y aprovechamiento de la diversidad biolgica nacional. Por ltimo, una vez ms demostramos al mundo que Guatemala es un pas megadiverso, no slo por su riqueza biolgica, sino tambin por su riqueza cultural y diversidad de conocimientos tradicionales, lo que nos da una ventaja altamente competitiva como pas ante las tendencias de la variabilidad climtica mundial, en trminos de mitigacin y adaptacin al cambio climtico; as mismo esta ventaja nos permite estar en lnea con iniciativas y movimientos de accin por la conservacin de carcter internacional. La megadiversidad que nos rodea y su gestin debe con urgencia convertirse en una prioridad transversal del Estado guatemalteco, bajo el cual deben compartirse responsabilidades institucionales para que se contribuya como una categora de bien pblico al desarrollo sostenible del pas.
La Oficina Tcnica de Biodiversidad (OTECBIO) del Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP) es la unidad responsable de darle seguimiento a la Estrategia Nacional para la Conservacin y el Uso Sostenible de la Biodiversidad, en respuesta al compromiso adquirido por Guatemala ante el Convenio sobre la Biodiversidad Biolgica (CDB). En este sentido, una de las principales tareas es la consignada en la estrategia seis referente a Conocimiento e Informacin sobre la Biodiversidad. Por lo tanto, el presente libro constituye el primer intento por organizar y analizar la informacin disponible sobre biodiversidad de Guatemala, desarrollado de una forma integral y novedosa con el objetivo de sentar la lnea base del conocimiento de nuestra biodiversidad y que pueda ser utilizada por todas aquellas instituciones, organizaciones y personas relacionadas con la gestin de la biodiversidad nacional. Se plantea la conservacin de la biodiversidad en sus niveles esenciales, a saber, ecosistemas, especies y genes. Sin embargo, por primera vez en un documento relacionado con la biodiversidad de Guatemala, el concepto de biodiversidad incluye adems de los componentes tradicionales (flora y fauna), el componente humano desde el punto de vista de su riqueza puramente tnica as como de su componente cultural. Basados en este enfoque se sustenta el hecho conocido que Guatemala es un centro mundial de diversidad biolgica no solo por su naturaleza propia (biogeografa e historia geolgica) sino que tambin por el aporte de la amplia diversidad cultural existente en Guatemala. El CDB de hecho reconoce la importancia de incluir el componente cultural como parte importante de la biodiversidad (artculo 8j). Si bien es entendido que el CONAP es el ente de gobierno responsable de la biodiversidad de Guatemala, es razonable pensar que la institucin por si sola no puede desarrollar tremenda responsabilidad. En este sentido, el papel que debe de jugar es el de ser el ente rector de la biodiversidad, por lo tanto debe coordinar todas las acciones con los dems actores (instituciones de gobierno, instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales, instituciones internacionales y academia) para alcanzar los objetivos. El presente libro es una muestra de liderazgo y coordinacin en la direccin anotada. Resulta pues, que gracias a los esfuerzos coordinados de varias instituciones y del propio CONAP a travs de OTECBIO se ha logrado la creacin y edicin del presente libro, el cual se espera venga a llenar en parte, el vaco de informacin en la temtica de biodiversidad, existente en el pas. Se espera que este tipo de esfuerzos coordinados continen para poder alcanzar plenamente los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biolgica. Solamente de esta manera se le estar dando la importancia que tiene la biodiversidad de Guatemala, la cual, es una de las riquezas ms grandes con las que cuenta el pas. La conservacin per se de la biodiversidad es importante, sin embargo, es necesario que la misma sea elemento que contribuya al desarrollo sostenible, tanto econmico como social de Guatemala. Solamente con la conservacin y el uso sostenible de la biodiversidad guatemalteca, se podr alcanzar plenamente el ideal de CONAP: Biodiversidad para Siempre.
GUATEMALA Y SU BIODIVERSIDAD
Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico
CONAP 2008. Guatemala y su biodiversidad: Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico. Consejo Nacional de reas Protegidas, Oficina Tcnica de Biodiversidad. Guatemala. 650 p. El presente documento es producto del proyecto Libro sobre biodiversidad de Guatemala: Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico, ejecutado por el Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP, a travs de la Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO, financiado por: Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP, Fondo Nacional para la Conservacin de la Naturaleza FONACON, Global Environment Facility GEF, Gobierno Real de los Pases Bajos, The Nature Conservancy TNC, Conservation International CI, Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad Rafael Landivar IARNA/URL, Plan de Accin Forestal Maya PAF MAYA. Las conclusiones e informacin expresadas en este Libro son exclusiva responsabilidad del equipo de especialistas del Proyecto y pueden no coincidir necesariamente con los de las instituciones financiantes. Equipo Coordinador de la Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO Director OTECBIO: M.A. Fernando Garca-Barrios Director Proyecto: Dr. Csar Azurdia Prez Tcnico Proyectos OTECBIO: Inga. Martha Mara Ros Palencia Asistente Administrativa: Srita. Sandra Mateo Editores Dr. Csar Azurdia Prez M.A. Fernando Garca Barrios Inga. Martha Mara Ros Palencia Revisin de texto Lic. Eduardo Villalobos Diagramacin y estilo Giovanni Rodas Josselyn Len Traduccin al idioma maya kiche Validada por la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala ALMG Crditos fotogrficos Portada: Mirador Ro Azul, Sara Chin; Guacamaya, Cadena Volcnica y Monte Espinoso, Roberto Quezada; Incendio Forestal, Archivos CONAP; Nia indgena, Iglesia Antigua Guatemala y Baile Los Moros, Jorge Chavarra; Monja Blanca, cultivo de caa de azcar y oveja en la meseta de los Cuchumatanes, Holger Tobuschat; Reforestacin, J. Noriega; Ciudad Guatemala y Cangrejo, Fernando Garca-Barrios; Sapotaceas, Csar Azurdia. Lomo del libro: Jorge Chavarra. Foto contraportada: Quetzal, Roberto Quezada. Fotos interiores: Cadena Volcnica, Roberto Quezada; Sacerdote Maya e iguana, Holger Tobuschat; Orqudea (Barkeria lindleyana), Fredy Archila. Diseo de Portada y Contraportada: Departamento de Educacin y Fomento, CONAP .
Impresin Serviprensa, S.A. Primera edicin 1,000 ejemplares, Guatemala de la Asuncin, Octubre 2008 ISBN: Derechos Reservados CONAP 2008. , Se prohbe la reproduccin total o parcial de esta publicacin en cualquier forma o por cualquier medio sin la autorizacin expresa del CONAP bajo pena de incurrir en la violacin a los derechos de la propiedad intelectual. Agradecimientos especiales: Se agradece el apoyo y colaboracin de los siguientes profesionales de CONAP: MSc. Luis Ros, Licda. Claudia Mnera, Ing. Armando Ismalej, Ing. Helmer Navarro, Lic. Estuardo Solrzano; as como revisores externos especialistas en cada uno de los temas asignados: Captulo Uno, Dr. Charles MacVean; Captulo Cuatro, MSc. Vicente Martnez y Dr. Fernando Hernndez; Captulo Cinco, MSc. Maria Jos Gonzlez y Dr. Jack Shuster; Captulo Seis, Licda. Mercedes Barrios; Captulo Siete, MSc. Juventino Glvez y Lic. Antonio Salaverria; Captulo Nueve, Ing. lvaro Orellana; Captulo Diez, Dr. Luis Meja; Captulo Once, Ing. Luis Molina y MSc. Werner Tnchez; Captulo Doce, MSc. Ral Maas y MSc. Ogden Rodas; Captulo Trece, Ing. Rodolfo Godoy y MSc. Juan Carlos Godoy; Captulo Catorce, M.A. Cecilia Cleaves y MSc. Ricardo vila. A todos se les agradece su colaboracin irrestricta. Publicacin realizada gracias al apoyo de:
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Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP 5av. 6-06 zona 1, Edificio IPM 5to, 6to y 7mo Niveles Ciudad de Guatemala, Guatemala, Centro amrica PBX: (502) 2422 6700 FAX: (502) 2253 4141 www.conap.gob.gt Oficina Tcnica de Biodiversidad OTECBIO otecbio@conap.gob.gt
PRESENTACION El Consejo Nacional de reas Protegidas CONAP- es la autoridad competente responsable de resguardar y administrar la diversidad biolgica del pas, as como de facilitar, regular y coordinar su uso sostenible. Esta responsabilidad implica desarrollar formas nuevas e innovadoras de conservacin y uso racional de sus recursos con el objeto de alcanzar beneficios sociales, ambientales, econmicos y polticos con enfoque integral y con efectos intergeneracionales. Nuestra institucin en conjunto con organizaciones no gubernamentales, comunidades locales, academia, otras entidades gubernamentales, legislativas, de justicia as como la cooperacin internacional, estamos vinculados con la gestin de la diversidad biolgica. Esta plataforma institucional ha encaminado muchas iniciativas orientadas para conservar y usar sosteniblemente algunos recursos biolgicos de alto valor cultural y econmico, sin embargo, se deben tomar decisiones oportunas para mejorar la aplicabilidad y desempeo de dichas iniciativas. Para ello, es importante contar con informacin actualizada basada en ciencia bsica y aplicada, lo cual nos lleva a conocer el estado de los componentes de la diversidad biolgica nacional en trminos de sus potenciales y cualidades, su riqueza, sus tendencias nacionales y su relacin con las tendencias globales, su relacin con el comercio, sus relaciones con los conocimientos de los pueblos indgenas, sus amenazas y presiones, y su vinculacin con el desarrollo. Bajo esta premisa se inici un esfuerzo interinstitucional con el apoyo del Comit Nacional de Orientacin y Asesora sobre la Diversidad Biolgica CONADIBIO-, y la participacin de un renombrado grupo de expertos, para actualizar informacin de nuestra megadiversidad. Consolidando as, el Libro titulado: Guatemala y su Biodiversidad: Un enfoque histrico, cultural, biolgico y econmico. La razn de este documento es ser una herramienta no solo necesaria sino que bsica para poder tener informacin cientfica clara, detallada y aplicada a nuestra realidad nacional. Su enfoque de conocimiento aplicado lo orientamos para que sea base de discusin, diseo, evaluacin, implementacin y actualizacin sectorial de polticas, planes, programas y proyectos de manejo y proteccin para la conservacin y aprovechamiento de la diversidad biolgica nacional. Por ltimo, una vez ms demostramos al mundo que Guatemala es un pas megadiverso, no slo por su riqueza biolgica, sino tambin por su riqueza cultural y diversidad de conocimientos tradicionales, lo que nos da una ventaja altamente competitiva como pas ante las tendencias de la variabilidad climtica mundial, en trminos de mitigacin y adaptacin al cambio climtico; as mismo esta ventaja nos permite estar en lnea con iniciativas y movimientos de accin por la conservacin de carcter internacional. La megadiversidad que nos rodea y su gestin debe con urgencia convertirse en una prioridad transversal del Estado guatemalteco, bajo el cual deben compartirse responsabilidades institucionales para que se contribuya como una categora de bien pblico al desarrollo sostenible del pas.
La Oficina Tcnica de Biodiversidad (OTECBIO) del Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP) es la unidad responsable de darle seguimiento a la Estrategia Nacional para la Conservacin y el Uso Sostenible de la Biodiversidad, en respuesta al compromiso adquirido por Guatemala ante el Convenio sobre la Biodiversidad Biolgica (CDB). En este sentido, una de las principales tareas es la consignada en la estrategia seis referente a Conocimiento e Informacin sobre la Biodiversidad. Por lo tanto, el presente libro constituye el primer intento por organizar y analizar la informacin disponible sobre biodiversidad de Guatemala, desarrollado de una forma integral y novedosa con el objetivo de sentar la lnea base del conocimiento de nuestra biodiversidad y que pueda ser utilizada por todas aquellas instituciones, organizaciones y personas relacionadas con la gestin de la biodiversidad nacional. Se plantea la conservacin de la biodiversidad en sus niveles esenciales, a saber, ecosistemas, especies y genes. Sin embargo, por primera vez en un documento relacionado con la biodiversidad de Guatemala, el concepto de biodiversidad incluye adems de los componentes tradicionales (flora y fauna), el componente humano desde el punto de vista de su riqueza puramente tnica as como de su componente cultural. Basados en este enfoque se sustenta el hecho conocido que Guatemala es un centro mundial de diversidad biolgica no solo por su naturaleza propia (biogeografa e historia geolgica) sino que tambin por el aporte de la amplia diversidad cultural existente en Guatemala. El CDB de hecho reconoce la importancia de incluir el componente cultural como parte importante de la biodiversidad (artculo 8j). Si bien es entendido que el CONAP es el ente de gobierno responsable de la biodiversidad de Guatemala, es razonable pensar que la institucin por si sola no puede desarrollar tremenda responsabilidad. En este sentido, el papel que debe de jugar es el de ser el ente rector de la biodiversidad, por lo tanto debe coordinar todas las acciones con los dems actores (instituciones de gobierno, instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales, instituciones internacionales y academia) para alcanzar los objetivos. El presente libro es una muestra de liderazgo y coordinacin en la direccin anotada. Resulta pues, que gracias a los esfuerzos coordinados de varias instituciones y del propio CONAP a travs de OTECBIO se ha logrado la creacin y edicin del presente libro, el cual se espera venga a llenar en parte, el vaco de informacin en la temtica de biodiversidad, existente en el pas. Se espera que este tipo de esfuerzos coordinados continen para poder alcanzar plenamente los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biolgica. Solamente de esta manera se le estar dando la importancia que tiene la biodiversidad de Guatemala, la cual, es una de las riquezas ms grandes con las que cuenta el pas. La conservacin per se de la biodiversidad es importante, sin embargo, es necesario que la misma sea elemento que contribuya al desarrollo sostenible, tanto econmico como social de Guatemala. Solamente con la conservacin y el uso sostenible de la biodiversidad guatemalteca, se podr alcanzar plenamente el ideal de CONAP: Biodiversidad para Siempre.
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Del reconocimiento de que somos un pas altamente rico en recursos biolgicos nace la idea de compilar informacin para generar este libro. Guatemala y su biodiversidad, no obstante, va ms all de un concepto puramente biolgico. La integracin de esfuerzos e iniciativas de varios expertos y actores ha permitido una compilacin de informacin cuyo fin es actualizar el conocimiento sobre la biodiversidad de nuestro pas, la cual ha sido, en parte, resguardada a travs del tiempo por medio de las costumbres y tradiciones de nuestros pueblos indgenas y comunidades locales. Bajo diferentes enfoques salen a relucir las bondades que ofrece esta biodiversidad para Guatemala, su utilidad y beneficio para las comunidades locales y para la sociedad en general y, por ende, la contribucin que representa para el mundo entero. La informacin es, entonces, un instrumento de trabajo que permite comprender conceptos relacionados con el origen de la biodiversidad guatemalteca (incluyendo aspectos puramente biolgicos o culturales), su riqueza actual, su estado, as como los pasos a seguir para alcanzar su uso sostenible y su conservacin. Es decir, se pretende contestar inquietudes como De dnde viene nuestra biodiversidad? Cul es su estado actual? Cmo hacer una planificacin de uso sostenible promoviendo la conservacin y el desarrollo nacional? Cules seran las acciones actuales que deben priorizarse para iniciar un proceso de sostenibilidad? Adems de otros cuestionamientos que pueden formularse bajo el actual contexto econmico, biolgico, cultural, poltico y social de Guatemala.
Con el fin de responder estas inquietudes definimos la biodiversidad, segn el Convenio sobre la Diversidad Biolgica, como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuticos y los complejos ecolgicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas. Segn este concepto, la biodiversidad se encuentra asociada a elementos que hacen ms compleja su gestin y su relacin con otros mbitos (sociales, econmicos, polticos, entre otros). En la Figura 1 se pueden apreciar algunas interrelaciones entre algunos temas que son abordados dentro del presente libro. El concepto tradicional de biodiversidad debe asociarse a las implicaciones de un contexto particular determinado, sobre todo en trminos sociales, ambientales, polticos, econmicos y culturales. Esta asociacin permite profundizar en aquellos elementos necesarios para conocer y determinar las causas de la riqueza de la biodiversidad guatemalteca y en cmo la diversidad cultural y sus conocimientos tradicionales son un valor agregado en el uso y conservacin de sus elementos. El esquema pretende proporcionar variables para el debate sobre la aplicacin del concepto bajo diferentes perspectivas. Algunas de ellas pueden ser: Los pueblos indgenas son actores fundamentales en la conservacin de la biodiversidad con la ayuda de un Estado
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CONCEPTO
Ecosistemas
ORIGEN
Biogeografa e historia geolgica Biodiversidad Especies
Genes
GUATEMALA MEGADIVERSO
Ecosistemas USO Y CONSERVACION Flora Fauna
Microorganismos
CULTURA
Pueblos Indgenas Conocimiento Tradicional
VARIABILIDAD BIOLOGICA
GENES
Diversidad Molecular
Relacin Biolgica
Relacin Antropognica-Cultural
Visin que integra relaciones a nivel institucional, poltico, legal, econmico, biolgico, cultural con miras a dinamizar desarrollo local y nacional
Figura 1. Esquema de Interrelaciones del concepto sobre biodiversidad. Fuente: Elaboracin OTECBIO (2008)
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slido, coherente y con un esquema de desarrollo de capacidades locales. Las amenazas actuales a la biodiversidad constituyen retos y a la vez oportunidades para ajustar el marco institucional, legal, econmico, social y ambiental del pas. Las tendencias globales que coinciden con las polticas nacionales se convierten en fortalezas para negociaciones en el marco internacional del comercio justo y mecanismos de desarrollo limpio, con el propsito de adaptar estrategias de energas renovables, por ejemplo. El capital social, econmico y ambiental comprende esferas estratgicas de gestin que inciden recproca y multilateralmente, y que permiten desarrollar inversiones del Estado guatemalteco. La gestin de la biodiversidad es la base para un desarrollo social a nivel local y nacional en cuanto a seguridad alimentaria, comercio justo y venta de bienes y servicios ambientales, lo cual incide en la reduccin de la pobreza y en la creacin de oportunidades. La biodiversidad frente al cambio climtico, como tendencia y efecto a escala global. stas y otras variables pueden ser vinculadas a las relaciones que la aplicacin del concepto de biodiversidad puede brindar; sin embargo, es fundamental resaltar que los aspectos de la visin integradora que se muestra en el esquema estn orientados a crear modalidades que garanticen un estabilidad ambiental a largo plazo. Paralelamente, el planeta presenta ndices demogrficos cada vez mayores, ndices de comercio internacional con reglas dinmicas que afectan procesos micro y macroeconmicos en los pases, modelos de produccin en el campo internacional que
ejecutan acciones que modifican el comportamiento de la conservacin y los usos de la biodiversidad, entre otros aspectos. Bajo este argumento, la estabilidad ambiental est sesgando su tendencia a la realizacin de negocios bajo el concepto de comercio de la biodiversidad. ste es un elemento esencial para el desarrollo de economas a nivel local; sin embargo, hay variables que se asocian, para pases como el nuestro, con economas en transicin y con recientes adopciones de tratados de libre comercio con las naciones del primer mundo. Las consideraciones en el comercio y el derecho internacional hacen que nuestros pases desarrollen mecanismos de negociacin para incorporar temas de seguridad en cuanto a: 1. Seguridad sobre la propiedad y los derechos intelectuales. 2. Seguridad en el desarrollo de micro, medianas y pequeas empresas. 3. Seguridad en sistemas arancelarios. 4. Seguridad ambiental y proteccin de patrimonio natural endmico del pas frente a productos exticos. Este nivel de asociacin entre el ser humano, la biodiversidad y los procesos productivos significa una oportunidad que puede potencializarse para fortalecer los mecanismos de desarrollo rural en Guatemala. El potencial radica principalmente en las fuentes locales de produccin (artesanas, turismo, energas renovables, productos maderables y no maderables, fauna, flora, etc.) con que cuenta el pas. Complementariamente, la puesta en marcha de alianzas estratgicas entre los sectores pblico y privado debe ser el pilar para enfocar estrategias de mercado, estrategias empresariales locales, estrategias financieras conjuntas, entre otros aspectos, con el propsito de impulsar una utilizacin responsa-
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ble de la biodiversidad en los mbitos social, econmico y ambiental. A este respecto, los captulos del libro buscan explicar la biodiversidad nacional y su relacin con aspectos de su contexto y evolucin, dando especial nfasis a los componentes social, cultural, biolgico y econmico, y proporcionando elementos a ser tomados en cuenta en las planificaciones de manejo y conservacin adecuadas, a travs de decisiones argumentadas e informadas. Los alcances de los captulos plantean la informacin siguiente: El Captulo I plantea que la biodiversidad actual de Guatemala es tambin resultado de la historia geolgica del pas. Debido a procesos de reagrupacin de las masas continentales, Centroamrica qued como corredor entre la masa Neortica de Norteamrica y la del Neotrpico del Sur, lo cual dio lugar a la formacin de variados microclimas y a la consecuente evolucin y migracin de especies. Adems, se plantea la reflexin de que si bien se puede estar ante una nueva poca de cambio climtico, no se debe olvidar que estos cambios se dan en perodos relativamente largos de tiempo, en relacin con el ciclo de vida de un ser humano. Se concluye adems que el mayor dao y cambio de la biodiversidad se produce por la actividad antropognica reciente. En el Captulo II se muestra el origen de los pueblos indgenas de Guatemala, los fenmenos sociales y econmicos que determinaron la forma en que stos se relacionaban con la biodiversidad desde su condicin de nmadas-recolectores o cazadores hasta su paso al sedentarismo, que propici el uso de los recursos naturales por medio de la agricultura. Se hace particular nfasis en el desarrollo de cultivos de importancia en la alimentacin mundial como maz, frijol, cucurbitceas, yuca y chile, entre otros. Se explica que los elementos de riqueza cultural
y biolgica crearon y reforzaron los sistemas de produccin que an se desarrollan en gran parte de la agricultura y en el manejo de la biodiversidad en Guatemala. Otro aporte importante de este captulo es la inferencia de que la biodiversidad no comprende solamente plantas, animales y ecosistemas, sino tambin las culturas y lenguas que han evolucionado con ellos. El Captulo III hace nfasis en el papel de las comunidades locales y la incidencia de sus costumbres y tradiciones en la conservacin y uso de la biodiversidad. Se plantea que el conocimiento tradicional colectivo es un sistema de discernimientos vinculados a un sistema de derecho propio de los pueblos indgenas y est ligado a la cosmovisin indgena; fomenta, por lo tanto, la reciprocidad y solidaridad dentro de las comunidades; dichos conocimientos son de carcter intergeneracional y de propiedad intelectual colectiva de los pueblos indgenas; adems, son inalienables y su conservacin y uso forman parte de la autodeterminacin de los pueblos indgenas. En los captulos IV, V, VI, VII y VIII se plantea una justificacin terica y conceptual acerca de por qu Guatemala es un pas megadiverso, explicndose la biodiversidad como la variabilidad de vida expresada en los ecosistemas, especies y genes en los mbitos terrestre y acutico. En relacin con la diversidad ecosistemtica del pas, se presentan diferentes clasificaciones basadas en criterios climticos, fisiogrficos, florsticos y ecosistemticos; se concluye que las ms utilizadas son las de ecorregiones y zonas de vida. En cuanto a la diversidad de especies, se analiza la flora, la fauna y los microorganismos presentes en el pas, estudiados no solo con fines informativos sino tambin para desarrollar estrategias de conservacin y mantenimiento de la diversidad biolgica en reas que han sido importantes en la evo-
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lucin de las especies, ya que stas presentan altos niveles de endemismo y riqueza de especies, y adems funcionan como refugios histricos en condiciones climticas adversas y podran funcionar como tales durante los siguientes cambios climticos. Por primera vez en un documento acerca de la biodiversidad de Guatemala se incluye la diversidad de microorganismos; resulta que los estudios sobre este tema son relativamente escasos en nuestro medio, y los pocos que existen se enfocan en microorganismos patgenos. Se espera que este reporte estimule los trabajos acerca de este grupo importante aunque poco estudiado. Los captulos IX y X, que abordan la riqueza en agrobiodiversidad y la riqueza molecular, son novedosos y representan una ventaja tanto informativa como analtica que permite la valoracin de los recursos naturales a niveles antes desconocidos. Esto da lugar a nuevos mtodos de conservacin con un enfoque econmico-sostenible dentro de las poblaciones rurales. En este sentido, Guatemala es parte de uno de los centros, reconocidos mundialmente, de origen y diversidad de plantas cultivadas; esta riqueza se debe a la combinacin de elementos culturales y de biodiversidad con los que cuenta nuestro pas. La agrobiodivesidad guatemalteca es utilizada para satisfacer necesidades primarias (alimentacin, medicina, contrarrestar fro-calor) y secundarias (colorantes, especias, culturales, entre otras) y aqu se hace nfasis en el papel que puede jugar en la ingesta alimentaria de la poblacin guatemalteca. Por su parte, la riqueza a nivel molecular de nuestro pas, es decir, la diversidad gentica, es un tema casi desconocido. Esto sucede en parte porque se necesitan metodologas ms especficas y especializadas para su estudio, as como individuos altamente capacitados. No obstante, la poca informacin obtenida hasta hoy ha confirmado la importancia que
tiene Guatemala en aspectos como riqueza comparativa, gentica de poblaciones, presencia de genes tiles para mejoramiento de especies, etc. La importancia de todo lo anterior se ampla con el uso de esta informacin para orientar y establecer modalidades innovadoras de conservacin y uso sostenible de la biodiversidad a nivel in situ y ex situ. En los ltimos tres captulos, XI, XII y XIII, ms que conocer e investigar los componentes de la biodiversidad, sta es analizada en funcin de los factores externos directos e indirectos que afectan su integridad. Para ello se hace un anlisis somero de las diferentes causas que dan origen a las principales amenazas a la biodiversidad, tales como manejo no integrado de sus componentes, inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra, escasa valoracin econmica de la biodiversidad y de los bienes y servicios derivados, debilidad del estado de derecho y de la institucionalidad, presiones provocadas por los altos niveles de pobreza, estructura agraria prevaleciente, desempleo urbano y rural, y crecimiento poblacional intensivo y extensivo desmedido; adems, se presentan las amenazas derivadas de los aspectos mencionados. Tambin se describe cmo se descuida o desatiende la salvaguarda de la biodiversidad como elemento generador de bienes y servicios ambientales, lo cual afecta drsticamente las oportunidades de desarrollo sostenible en los niveles comunitario y nacional. En este contexto, la base del razonamiento que se analiza en el captulo Biodiversidad y su relacin con el desarrollo implica un modelo lgico entre variables como capital natural, capital humano y capital fsico-financiero que facilita la generacin de informacin estratgica para argumentar las polticas pblicas a seguir y por tanto buscar una nueva forma de alcanzar un desarrollo local y nacional sostenible. Con base en lo anterior, es posible deducir que el planeta est cambiando radicalmente
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y nuestro pas no est exento de esta degradacin del capital natural que trae consigo un futuro abrumador y de escasez; bajo este argumento complejo sobre la dinmica de las formas de vida en la Tierra, se hace un anlisis de las tendencias sobre el uso y conservacin de la biodiversidad en los mbitos internacional y nacional, todo ello dentro del marco del Convenio sobre la Diversidad Biolgica y la Estrategia Nacional para la Conservacin de la Biodiversidad, entre otros. Para dar respuesta a estos cambios del planeta, es necesario entender la biodiversidad como un componente transversal de la vida y el desarrollo del ser humano que abarca aspectos sociales, polticos, econmicos, de salud, educacin y seguridad, entre otros. Es
menester visualizar la biodiversidad ms all de su concepto tcito e interiorizarla en la complejidad armnica del planeta y las actividades que en ste ocurren. Lo anterior permitir la reflexin a partir de un concepto cientfico con implicaciones transcendentales y transversales a todo nivel. Para el caso de Guatemala, al ser un pas megadiverso, con un Estado complejo y una dinmica cuyas prioridades hacen que la biodiversidad y el medio ambiente sean poco atendidos, se torna fundamental proponer acciones innovadoras y creativas que perfilen una gestin efectiva en un plazo mayor de 10 aos, que contemple la reparticin equitativa de beneficios y que propicie un desarrollo integral del pas.
Prlogo
NDICE I. II. Prlogo Captulo 1. Biodiversidad de Guatemala en relacin con su historia geolgica y biogeografa.
1. 2. 3. 4. 5. 6. Introduccin Marco conceptual y metodolgico Resultados y discusin Notas Bibliografa Anexos
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23 23 24 38 39 48
III.
55
Introduccin 58 Origen de los pueblos indgenas en Guatemala 59 Situacin y tendencias de la diversidad lingstica en el pas 75 Relacin espiritual, cultural, social y econmica de los pueblos indgenas con la biodiversidad 87 Correspondencia entre la distribucin de la diversidad cultural y la distribucin de la biodiversidad existente 100 El derecho indgena ambiental y la diversidad cultural en el manejo de la biodiversidad 101 Notas 110 Bibliografa 111
IV.
117
120 120 123 124 168 174 175 176 177 178
V.
181
185 186
3. 4. 5. 6. 7.
Diversidad, ecosistemas y su clasificacin Caractersticas biofsicas, migracin y ecosistemas Clasificaciones utilizadas en Guatemala Diversidad ecolgica Sistema actual de reas protegidas y representatividad de Ecosistemas 8. Estrategias y niveles de manejo ecosistmico 9. Conclusiones 10. Notas 11. Bibliografa 12. Agradecimientos
187 192 196 213 218 221 222 226 227 229
VI.
231
233 233 235 245 249 254 257 258
VII.
261
263 263 264 281 283 285 290 291 292 294 299
Introduccin Marco referencial Diversidad florstica Colecciones de herbario Regiones con alto endemismo Esfuerzos por la conservacin y la sostenibilidad de la biodiversidad Conclusiones Notas Glosario Bibliografa Agradecimientos
301
303 303 306 333 336 339 340
IX.
345
348 350 353 358 362 365 375 383 391 392 397
X.
399
404 405 421 436 450 455 456
XI.
Captulo 10. La biodiversidad agrcola y forestal de Guatemala: un acercamiento a su conocimiento bioqumico y molecular y sus implicaciones en conservacin.
1. 2. 3. 4. 5. 6. Introduccin Algunos ejemplos de diversidad de flora til Implicaciones en la conservacin y uso sostenible de la biodiversidad Algunos retos inmediatos Glosario Bibliografa
465
467 467 482 486 487 489
XII.
497
501 503 506 519 545 547 548 551 554
557
560 561 565 568 568 576 584 587 588
XIV.
589
591 592 611 626 628 629
XV.
633
633 635 645 646
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Captulo 1
Biodiversidad de Guatemala
Jack C. Schuster* Samuel B. Bonis**
RESUMEN
En este captulo se presenta una breve historia de la vida en la Tierra, enfocada en Guatemala, y se discute cmo los procesos geolgicos y geogrficos han afectado la especiacin de organismos y la biodiversidad presente en el territorio guatemalteco. Adems, se relacionan estos procesos con el origen y distribucin de la gran biodiversidad del pas. La discusin incluye el rompimiento de Gondwana, la cada de un objeto espacial en la regin noroeste de Yucatn (llamado crter Chicxulub), el cierre del istmo centroamericano y el enfriamiento de la Tierra por glaciaciones, entre otros procesos. Las implicaciones que tienen los procesos geolgicos en la biodiversidad se muestran a partir de ejemplos de algunas especies actualmente presentes en el pas. Tal es el caso de la coexistencia en Guatemala del ciprs (Cupressus sp.) del oeste de Norteamrica con el maple (Acer sp.) y el liquidmbar (Liquidambar sp.) del este. Asimismo, existen evidencias de que el territorio posee muchas especies y gneros endmicos que se originaron en las montaas relativamente altas de Mesoamrica. Por ejemplo, segn Schuster y Cano (2006), especies como Peromyscus mayensis, varias especies de Ogyges y otros gneros de Passalidae, especies de Geotrupes (Geotrupidae), Phyllophaga y Chrysina (Scarabaeidae). Al final se adjunta una lista representativa de fsiles conocidos de Guatemala. Palabras clave: fsiles, historia geolgica, Guatemala, biogeografa, biodiversidad.
SUMMARY
This chapter presents a brief history of life on Earth focused on Guatemala. We discuss how geologic-geographic processes have affected speciation of organisms and the resultant biodiversity and relate these processes to the origin of the great biodiversity of this country. This discussion includes the breakup of Gondwana, as well as the fall of an extraterrestrial object in the northwest region of Yucatan, Mexico, the closing of Central American isthmus, the cooling of the earth (e.g., glaciations), among other processes. The implications of these geological processes on the biological diversity of Guatemala are discussed, using as examples some species that exist here. For instance, why does western cypress (Cupressus) from western North America, and maple (Acer) and liquidambar (Liquidambar), from the East, exist together in Guatemala. Also there is evidence that Guatemala has many endemic species and genera that have originated in the Mesoamerican highlands. These species include Peromyscus mayensis, various species of Ogyges and other genera of Passalidae, species of Geotrupes (Geotrupidae), Phyllophaga y Chrysina (Scarabaeidae) (Schuster y Cano, 2006). Finally, a representative list of fossils known from Guatemala is provided. Keywords: fossils, geologic history, Guatemala, biogeography, biodiversity.
* Universidad del Valle de Guatemala (UVG), Apartado 82, Guatemala, Guatemala. ** Earth Sciences Dept., Dartmouth College, Hanover, Estados Unidos y Sociedad Geolgica de Guatemala.
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NABE UQAT WUJ JALAJOJ UWACH KASLEMALIL RECH PAXIL KAYALA UKAMOM UQAB RUK OJER UKASLEMAL ABAJ XKANUL RACHIL UKASLEMAL RULEWAL CHUTISANEM. Pa wa jun uqat wuj xtzijox jubiq uwach ri ojer ukaslemal rulewal uwach ulew rech Paxil Kayala, xnoojix uwach ronojel ubeal noj chak banom puwi ojer taq abaj-xkanulxuquje rulewal, are ku wa uyaom ukeyewal pa kikaslemal chaqij taq awaj, xuquje usachik kiwach ri jalajoj wach kaslemalil e poqinaq uloq pa rulewal Paxil Kayala. Xuquje xmajix unojixik uwach ronojel chak banom ja taq epoqinaq wi uloq, rumal jabun kiwach chuwachulew ri nimalaj jalajoj uwach kaslemalil e ko pa qamaq. Chi xya utzijoxik upaxinem uwach rech Gondwana, chi xtzaq uloq jun kaslemalil upakaj pa rulewal Yucatn (ubi:wakamik uchi xkanul Chicxulub), ri usachinem uwach ukux Abya Yala, ri ujorobinem uwach ulew.
Ronojel ukeyewal uyakom jalwachinem abaj-xkanul pa ukaslemal ri jalajoj uwach kaslemalil xekut kiwach pa kikaslemal urexal uwachulew pa qamaq. Jasche ri kisis (Cupresus sp), rachil maple (Acer sp.) xuquje liquidambar (Liquidambar sp.) poqinaq jela qajbal qij rech Abya Yala junam e poqinaq uloq pa rulewal Paxil Kayala. Xuquje nojim uwach chi e ki kiwach uxe ija e kiyinaq uloq pa taq nimaq taq kachelaj rech Paxil Kayala, xuquje ekiyinaq uloq pa rulewal Abya Yala. Chi e ko jun che ubi Peromyscus mayensis, ki uwach ri Ogyges chupam xuquje uwachil ri che taq kibi Passalidae, unan ri Geotrupes, (Geotrupidae), Phyllophaga y Chrysina (Scarabaeidae) (Schuster y Cano, 2006). Skis utzijoxik ruk utzibaxik, ronojel ubaqilal jalajoj uwach kaslemalil riqom pa rulewal Paxil Kayala. UCHOLAJ TZIJ: ubaqilal, ojer ukaslemal uwach ulew, Paxil Kayala, etamanen ukaslemal uwach ulew, jalajoj uwach kaslemalil
Captulo 1
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El propsito de este captulo es ofrecer un breve panorama de la historia geolgica de Guatemala, describir lo que se ha llegado a conocer sobre la vida en el pasado a partir de las carctersticas de fsiles y el anlisis de la distribucin de ciertos organismos. Adems, discutir las implicaciones que tiene esta informacin en la biodiversidad guatemalteca. El conocimiento geolgico y paleontolgico disponible es limitado y se circunscribe al mbito local, lo cual hace difcil relacionarlo con la informacin de la evolucin del resto del planeta. Los conceptos acerca de la antigua configuracin geogrfica de Guatemala, y acerca de su fauna y flora, son especulativos. Slo se puede hablar con cierta confianza de la situacin actual, que se desarroll posiblemente en los ltimos 20 millones de aos. Sin embargo, se espera que este trabajo sirva como un resumen que oriente a personas de varias disciplinas acerca del origen de la maravillosa biodiversidad de Guatemala, la cual est desapareciendo. Para facilitar el conocimiento de la riqueza paleontolgica de Guatemala se incluye, en el Anexo 1, una lista representativa de los fsiles conocidos del pas.
Los principales hechos que han influido en la distribucin y diversidad de organismos en Guatemala incluyen el rompimiento de Gondwana; la cada de un objeto espacial en la regin noroeste de Yucatn hace 64.5 millones de aos, el cual form el crter Chicxulub; el cierre del istmo centroamericano hace 2 a 5 millones de aos; el enfriamiento de la Tierra, que origin las glaciaciones de los ltimos 2 millones de aos; la entrada del ser humano en este continente en un perodo que podra situarse hace 12 mil a 30 mil aos; y la llegada de los europeos desde 1492. Se tratar brevemente el efecto de cada evento sobre la biodiversidad de Guatemala. De acuerdo con MacArthur y Wilson (1967), el nmero de especies (u otra categora) de una regin depende de la relacin entre las tasas de inmigracin y extincin y, a largo plazo, de la tasa de especiacin. Por eso se examinarn los factores que han influido en la inmigracin, especiacin y extincin de especies en Guatemala.
Captulo 1
1. INTRODUCCIN
Considerando la jerarqua taxonmica, la distribucin de especies depende de acontecimientos ms recientes que la distribucin de gneros o familias. Por ejemplo, la distribucin de gneros de escarabajos de la familia Passalidae incluye un grupo de gneros restringido a Amrica, otro a frica, uno ms a Madagascar, y otro a la regin que va desde India (en Asia) hasta Oceana y Australia. Esta distribucin se explica porque estos gneros provienen de una familia que exista en el supercontinente Gondwana, pero tras su rompimiento, durante el Mesozoico, tuvieron evoluciones distintas. Con el aislamiento de algunos segmentos de la poblacin original en los continentes que anteriormente formaron Gondwana, se produjo una evolucin independiente, lo cual origin nuevas especies y, finalmente, nuevos gneros. La distribucin de especies de un gnero dado, entonces, depende de acontecimientos ms recientes.
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La especiacin ocurre cuando se presenta un aislamiento gentico de una poblacin. El factor principal que causa el aislamiento es la presencia de barreras geogrficas entre dos poblaciones. Si algunos organismos de una poblacin logran superar una barrera, emigrar y establecer otra poblacin con poco contacto con la primera, puede presentarse una divergencia entre las dos poblaciones y se formarn dos especies. Tambin, puede ocurrir vicarianza cuando una sola poblacin queda dividida por el surgimiento de una barrera. Con el tiempo, estas poblaciones divergen y forman dos especies. Guatemala posee muchas poblaciones aisladas. Cada montaa que se encuentra separada de otras por valles profundos puede tener fauna y flora endmica, lo cual depende de cunto tiempo haya estado aislada (Figura 1). Tambin, algunos valles secos intermontanos pueden estar aislados unos de otros y sern lugares donde se pueden desarrollar floras y faunas endmicas. Todas estas barreras contribuyen a la alta biodiversidad de Guatemala. Stuart (1943) defini reas de endemismo con base en la distribucin de anfibios y reptiles. Schuster (1992) estableci reas de endemismo para bosques nubosos en Mesoamrica Nuclear basado en escarabajos paslidos, las cuales fueron ampliadas luego con datos de otros organismos (Figura 2) (Schuster y Cano, 2006). Los aspectos metodolgicos se resumen de la siguiente manera: primero, se sintetiza la historia geolgica de Guatemala y su evidencia estratigrfica y fosilfera. Luego, se discuten sus efectos sobre la biodiversidad. Despus, se mencionan los principales factores que han contribuido a la especiacin y, como consecuencia, a la alta biodiversidad de Guatemala. Por ltimo, se examinan los resultados de estos procesos en trminos geogrfico-histricos con base en la eviden-
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3. RESULTADOS Y DISCUSIN
La biodiversidad de un lugar es el resultado de factores histricos y geogrficos, y especialmente topogrficos y climticos. En Guatemala todos estos factores son importantes.
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Elevacin (msnm) 0 - 468,843 468,843 - 937,685 937,685 - 1,406.528 1,406.528 - 1,875.37 1,875.37 - 2,344.213 2,344.213 - 2,813.055 2,813.055 - 3,281.898 3,281.898 - 3,750.74 3,750.74 - 4,219.583 Escala 1:2,000,000
50 0 50 100 Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA) Unidad de Polticas e Informacin Estratgica (UPIE) Laboratorio de Sistemas de Informacin Geogrfica Guatemala, agosto de 2001
Proyeccin del mapa digital: UFM, zona 15, DATUM MAD 27 Proyeccin del mapa impreso: Coordenadas Geogrficas, Esferoide de Clava. 1980 Fuente: Proyecto de Asistencia Tcnica y Generacin de Informacin, CATIE Generada a partir de Curvas de nivel y puntos de elevacin, ION, 2000
Figura 1. Mapa topogrfico de Guatemala con sitios de museos de fsiles. Fuente: MAGA (2001)
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Figura 2. reas de endemismo de bosques nubosos basadas en la distribucin de Passalidae y otros colepteros en Guatemala y otras reas adyacentes. El rea punteada se encuentra bajo los 1,000 m de altitud. Modificado a partir de Schuster y Cano (2006)
(2003), stos parecen ser de algas rojas (Rhodophyta). Despus de las largas y extremas glaciaciones proterozoicas, que congelaron talvez todos los ocanos, incluidos los del trpico, se presenta la primera fauna abundante, la Ediacariana, hace unos 555 millones de aos, la cual permaneci hasta el final de la era. Estaba formada, en su mayora, por animales con cuerpos blandos, que algunos autores interpretan como lombrices, medusas, etc. (Glaessner, 1984), y otros como organismos totalmente diferentes de los que existen en la actualidad (Carroll, 2005). Luego, unos 15 a 20 millones de aos despus del principio de la Era Paleozoica (que empez hace ms o menos 543 + 0-1 millones de aos) ocurri una gran diversificacin de animales, la famosa explosin cmbrica (Carroll, 2005). El Perodo Cmbrico se caracteriza por el origen de organismos con exoesqueletos duros, como las conchas de los moluscos y los caparazones de los crustceos y trilobites.
Durante este perodo, se originaron casi todos los filos de animales que componen la biodiversidad de la Tierra en la actualidad y, adems, varios organismos extraos que ya no existen (Ward, 2006; Gould, 1989). Sin embargo, este perodo fue dominado por los artrpodos (Carroll, 2005). Al final del Perodo Ordovicio aparecieron organismos eucariotas, los cuales invadieron el planeta (Southwood, 2003). No obstante, es probable que antes hubiera cianobacterias sobre la Tierra. Un poco despus de la aparicin de las primeras plantas terrestres llegaron los primeros animales terrestres, los artrpodos, como escorpiones (Siluriano), araas y caros (Devoniano), ciempis (Siluriano) y Collembola (Devoniano temprano) (Grimaldi y Engel, 2005). La vida sobre la Tierra sigui diversificndose durante el resto del Paleozoico. Los vertebrados invadieron la Tierra y se originaron los reptiles. Hubo una sucesin de diferentes
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tipos de bosques, desde formas gigantes de plantas que todava existen, pero que en la actualidad son pequeas por ejemplo, la cola de caballo (Equisetum) y los licopodios hasta bosques de cicas y conferas. Hacia el final del Paleozoico, la deriva de las placas tectnicas logr juntar a la mayora de los continentes en una sola masa continental: el supercontinente Pangea (Figura 3). En realidad, durante los billones de aos anteriores, se haban formado y desintegrado una serie de supercontinentes. Pangea fue el ltimo de ellos, formado por la unin de todos los continentes. En la era siguiente, el Mesozoico, Pangea se dividi en dos supercontinentes: hacia el norte, en Laurasia; hacia el sur, en Gondwana (Figura 4).Desde entonces hasta el presente, estos dos supercontinentes tambin se dividieron en los continentes que se conocen en la actualidad. Sin embargo, antes de esta divisin, ocurri un evento que defini el final del perodo Paleozoico, hace 251 millones de aos: la extincin ms grande en la historia del planeta. Ms del 90% de las especies se extinguieron. Varios factores pueden haber contribuido a ese evento. Uno, apoyado por muchos autores, se refiere a la erupcin volcnica ms grande que ha ocurrido en los ltimos 600 millones de aos, la cual ocurri en Siberia (Benton, 2001; Edwin, 2006). En el primer perodo del Mesozoico, el Trisico, surgieron los dinosaurios y los mamferos. Al final de este perodo tambin hubo otra gran extincin. Una hiptesis plantea que fue causada por las condiciones de la atmsfera en esa etapa. En ese momento se present la ms baja concentracin de oxgeno en la atmsfera durante los ltimos 500 millones de aos (tal vez slo 13%, distante del 21% actual). Tambin se present una alta concentracin de dixido de carbono y, aparentemente, mucho sulfuro de hidrgeno, un compuesto venenoso. La concentracin de oxgeno aument en el perodo siguiente, el Jursico,
durante el cual los dinosaurios fueron dominantes (Ward, 2006). En el ltimo perodo, el Cretcico, las angiospermas (plantas con flores) prevalecieron en la Tierra. El Mesozoico fue una era relativamente caliente, es decir, sin glaciaciones. Dinosaurios y las plantas subtropicales vivieron cerca de los polos. Estas altas temperaturas de la Tierra hicieron que el agua de los ocanos inundara las partes bajas de los continentes, con lo cual se formaron los mares epericos sobre los continentes. Se calcula que, si todos los glaciares que existen hoy se derritieran, el nivel del mar subira unos 300 pies (100 m aproximadamente). Gran parte del territorio de Guatemala se encontraba sumergido durante ese perodo. En Norteamrica, se form un mar que lo dividi en dos desde el golfo de Mxico hasta el ocano rtico. Como consecuencia, muchos organismos evolucionaron independientemente en el este y el oeste de Norteamrica. Muchas plantas del oeste estaban relacionadas con las plantas del este de Asia, debido a la conexin de Alaska con Siberia. Al fin de cuentas, cuando apareci Guatemala, sta recibi inmigrantes de ambos lados de Norteamrica por ejemplo, el ciprs (Cupressus) del oeste, y el maple (Acer) y el liquidmbar (Liquidambar) del este. Estas migraciones ocurrieron principalmente en el siguiente perodo, es decir, el Cenozoico. Hace 75 millones de aos (durante el perodo Cretcico tardo), existi un intervalo de unos 5 millones de aos en los que las protoAntillas formaron un puente terrestre entre el norte y el sur del continente en una posicin ubicada desde Nicaragua hasta Suramrica (Iturralde-Vinet, 2006). Luego, estas islas migraron hacia el este sobre la placa del Caribe y llegaron, al final del perodo Cenozoico, a su posicin actual para formar las Antillas Mayores (Coates, 2003). Durante este tiempo, la fauna de la regin centroamericana era ms similar a la de Norteamrica que a la de Suramrica.
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Al final de este perodo (hace 64.5 millones de aos), cay un objeto extraterrestre en el noroeste de la pennsula de Yucatn, el cual form el gran crter Chicxulub. Este acontecimiento se ha asociado con la extincin de muchos organismos, incluidos los dinosaurios. sta podra haber sido la causa principal de la extincin, aunque hay otros factores por considerar, como las tremendas erupciones que ocurrieron en los Deccan Traps de la India hace 65.6 millones de aos (Southwood, 2003). De todos modos, la cada de un objeto sobre Yucatn, tan cerca de Guatemala, habra eliminado casi toda la vida que existiera en el territorio en ese entonces. Tambin, hacia el final del Cretcico, la miniplaca (terrane) Chorts se movi desde su ubicacin en el Pacfico (cerca del actual Oaxaca) hacia el sureste y al final choc con la miniplaca Maya, que ya se haba unido con Mxico. Este choque form las sierras de las
Minas y el Merendn. La miniplaca Chorts (que incluye el sureste de Guatemala, Honduras y el norte de Nicaragua) se desplaz hacia el este, a lo largo de la zona de la falla del Motagua-Polochic, desde el Campaniano hace 80 millones de aos. Ms tarde, el choque de la placa de Cocos con la placa Caribe hizo emerger ms islas que finalmente formaron el resto del istmo centroamericano. Adems del levantamiento del istmo, se produjo el descenso del nivel del mar debido a la disminucin de la temperatura del planeta, lo cual activ la formacin de glaciares continentales desde el Oligoceno, empezando en la Antrtida (Coates, 2003). Se conservaron algunos corredores martimos a lo largo del istmo en Panam, Costa Rica y Nicaragua. Fueron cerrndose lenta e intermitentemente desde hace 15 millones de aos hasta que se complet su cierre hace
Ancient landmass Modern landmass Subduction zone (triangles point in the direction of subduction) Sea floor spreading ridge
Figura 3. Pangea en el Prmico tardo hace 255 millones de aos. Fuente: Scotese (1997)
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Ancient landmass Modern landmass Subduction zone (triangles point in the direction of subduction) Sea floor spreading ridge
Figura 4. El planeta en el Jursico tardo hace 152 millones de aos. Fuente: Scotese (1997)
3.6 millones de aos (Coates et al., 1992; Coates y Obando, 1996). Esto se evidencia en las distintas formas de moluscos en los ocanos Pacfco y Atlntico. El istmo se cerr por completo hace cerca de 2.7 millones de aos, aunque algunas evidencias de ciertos moluscos sealan un cierre definitivo hace 2 millones de aos (Coates, 2003). La unin de las Amricas est confirmada por el desarrollo de distintos grupos de foraminferos planctnicos en ambos ocanos hace aproximadamente 1.9 millones de aos (Keller et al., 1989; Coates, 1997). La mayora de los investigadores cree que el ltimo paso marino que se cerr fue el del istmo de Panam, pero existen otros argumentos que respaldan la teora de que el ltimo fue el istmo de Tehuantepec (Gartner et al., 1987). La emersin del istmo centroamericano afect a la biodiversidad de Guatemala, porque separ las faunas marinas del Pacfico
y del Caribe, lo cual dio como resultado su especiacin en cada ocano. Adems, esto permiti la migracin de organismos terrestres en ambas direcciones, entre las Amricas. El levantamiento de algunas montaas en Centroamrica durante el Mioceno y el enfriamiento del clima afectaron la migracin de organismos de regiones templadas hacia el sur. Con base en estudios de polen fsil, Graham (1999) menciona que durante el Mioceno haba pocos gneros de rboles templados en Guatemala, y que stos aparecieron en el Plioceno y el Pleistoceno. As que organismos originarios de Suramrica migraron hacia el norte y organismos de Norteamrica lo hicieron hacia el sur. Como consecuencia, en Guatemala se observa una mezcla de estas dos faunas y floras. Esto ha dado origen a dos patrones de dispersin en insectos segn Halffter (1976). Este patrn es aplicable a otros organismos. El patrn Nertico incluye organismos que han
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migrado hacia el sur, especialmente durante las glaciaciones, y que ahora se encuentra en Guatemala, muchas veces en elevaciones por encima de los 1,500 m (por ejemplo, cipreses, pinabetes, mapaches, felinos, pinos, Liquidambar, Quercus). El patrn Neotrpico tpico incluye organismos que han migrado desde el sur hacia el norte por las costas de Centroamrica (por ejemplo, armadillos, colibres, zarigeyas, ceibas, Passalus punctiger), aunque algunos se pueden encontrar en las montaas (por ejemplo, Podocarpus). Varios de estos animales inmigrantes ya estn extintos, como el perezoso gigante y un ave carnvora de unos 2 metros de altura, el Titanis, originarios del sur; y el mastodonte y el mamut, originarios del norte. Webb (1991) presenta una buena descripcin de los animales en este gran intercambio. Estudios recientes confirman que el Titanis, en realidad, logr cruzar Centroamrica antes de la formacin completa del puente de Panam (McFadden et al., 2007). Luego, Halffter (1978) propuso el Patrn Mesoamericano de Montaa, que se refiere a especies y gneros endmicos que tienen su origen en las montaas relativamente altas de Mesoamrica (por ejemplo, Peromyscus mayensis, Ogyges y varios otros gneros de Passalidae, especies de Geotrupes (Geotrupidae), Phyllophaga y Chrysina (Scarabaeidae) (Schuster y Cano, 2006). Durante esta ltima era, la Cenozoica, los mamferos (si se consideran slo los vertebrados) dominaban la vida terrestre. Las altas temperaturas se conservaron al principio, pero bajaron al final del Oligoceno. En los ltimos 3.2 millones de aos ha habido una serie de glaciaciones, hasta 35 (Calder, 1983). Estas glaciaciones probablemente son el factor ms importante en la determinacin de la biodiversidad de Guatemala al nivel de especies. La Figura 1 muestra la ubicacin de dos sitios pleistocnicos mencionados en el texto.
En Guatemala, existieron glaciares por lo menos durante la ltima glaciacin, que dur desde hace 72,000 aos aproximadamente (Calder, 1983) hasta hace unos 11,600 aos, lo que corresponde al final del ltimo perodo de bajas temperaturas, conocido como el Younger Dryas, de acuerdo con Burroughs (2005). Estos acontecimientos se evidencian en forma de morrenas en los Cuchumatanes (Anderson, 1968; Hastenrath, 1974; Lachniet, 2007) y posiblemente en la Sierra de las Minas (Islebe y Leyden, 2006). El efecto de las glaciaciones fue distinto en diferentes partes de Guatemala. Hasta hace poco, se pensaba que la regin de Petn fue ms seca durante los perodos fros (Islebe y Leyden, 2006). De hecho, Leyden (1984) menciona la sustitucin de vegetacin xrica (sabana, Juniperus) del final del Pleistoceno por un bosque templado al principio y un bosque msico con ramn (Brosimum) ms tarde; as que, aparentemente, el bosque pluvial tropical no tiene ms de unos 10 u 11 mil aos. Sin embargo, datos muy recientes de ncleos extrados del lago Petn-Itz sealan un ambiente hmedo en la parte ms fra de la ltima glaciacin (Anselmetti, 2007). Las muestras de polen extrado de ncleos sacados del fondo de lagunas peteneras indican una considerable variacin del clima entre el Pleistoceno tardo y el reciente (Leyden, 1984; Leyden et al., 1993; Hillesheim et al., 2005). Algunos estudiosos han planteado que, durante las glaciaciones, no haba bosque hmedo tropical en Centroamrica; afirman que la recolonizacin del bosque hmedo ocurri desde las zonas del Choc colombiano o la Amazonia (Aide y Rivera, 1998). No obstante, Gentry (1986) ha demostrado que la flora de Centroamrica se relaciona ms con la de la Amazonia que con la del Choc. Por otra parte, Aide y Rivera (1998) sugieren, con base en estudios de tasas de migracin y estudios genticos de ADN de una especie de Moraceae, que los bosques hmedos tropi-
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cales recolonizaron las costas de Centroamrica desde refugios riparianos cercanos. No se ha encontrado mucha evidencia directa de lo que ocurri en las tierras altas. Colinvaux (2003) menciona que, en Panam, los bosques de altura de las montaas se mezclaron con los bosques tropicales produciendo formaciones que ya no existen. Algo parecido debe haber sucedido en Guatemala. Por lo menos en algunos momentos, durante las glaciaciones, haba bosques hmedos nubosos en elevaciones mucho ms bajas que en la actualidad. Esto explica la distribucin actual de especies de escarabajos de la familia Passalidae. Por ejemplo, tres especies de Ogyges, muy cercanas evolutivamente, tienen distribuciones aisladas (Figura 5). O. laevissimus (Figura 6) vive en los volcanes de la costa sur de Guatemala, desde el Chicabal en el oeste hasta el volcn de Agua en el este. O. hondurensis es conocido en el Mirador (al oeste del volcn Tecuamburro), en la parte alta de La Unin, Zacapa, en algunas montaas de Honduras y, aparentemente, en el volcn San Salvador (Schuster y Reyes-Castillo, 1990). La tercera especie, O. politus, es conocida slo en El Trifinio, en la frontera entre Honduras, El Salvador y Guatemala. Para explicar estas distribuciones, se puede plantear que el antecesor comn de estas tres especies debi existir en toda el rea donde stas se ubican. Esto implica la existencia de un bosque hmedo (nuboso) que conectaba las tres regiones, tal vez al mismo tiempo o en forma alternada a travs del tiempo. Cuando el clima se fue calentando, estos bosques se desplazaron hacia las montaas y quedaron aislados unos de otros por valles calientes y secos, tal y como se observa en el presente. Este aislamiento de las poblaciones de paslidos dio lugar a la especiacin por vicarianza (surgimiento de una barrera que divide una poblacin), as como el origen de las tres especies que se encuentran presentes en la actualidad.
Sera posible explicar esta distribucin por una dispersin de larga distancia. Sin embargo, es menos probable por dos razones. Primero, estos escarabajos no vuelan y, como son grandes, el viento no los trasladara. Segundo, hay otros grupos de organismos, especialmente de Coleoptera, que muestran distribuciones semejantes (Schuster y Cano, 2006). Puesto que estas migraciones altitudinales por cambios climticos ocurrieron varias veces durante el Pleistoceno, puede haber ocurrido un ciclo de especiacin cada vez que hubo cambios entre tiempos glaciales e interglaciales, lo cual explicara la gran diversidad de especies. En consecuencia, se puede predecir, por ejemplo, que las montaas aisladas de Guatemala poseen especies endmicas. La Figura 2 muestra reas de endemismo en Mesoamrica Nuclear segn la distribucin de Scarabaeoidea, especialmente de bosques nubosos. Cada rea tiene un conjunto de especies endmicas (Schuster y Cano, 2006). Igualmente, los valles secos aislados pueden tener organismos endmicos. Se est empezando a descifrar esta complejidad. Schuster y Cano (2006) propusieron la divisin de las reas de endemismo de bosques nubosos en dos grupos relacionados entre s: uno al norte del corredor subhmedo del norte de Centroamrica (Stuart, 1954) y otro al sur. Este corredor seco abarca desde la Depresin Central de Chiapas hasta el ro Motagua, pasando por Chiquimula hacia Honduras. Durante el Pleistoceno, varios animales de Norteamrica probablemente migraron hacia el sur por este corredor que, en algunos momentos, posea vegetacin tipo sabana. Entre stos se encuentran el mastodonte, el mamut, el perezoso gigante, el gliptodonte y otros animales ya extintos, de los cuales se han encontrado fsiles en varios lugares del pas, incluso en algunos sitios del mencionado corredor, como Chibacab, Huehuetenango, y Estanzuela, Zacapa (Anexo 1).
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Si se compara la biodiversidad de Guatemala con otras reas de Mesoamrica, se observa que, por lo menos, la fauna de Passalidae pertenece a una unidad biogeogrfica que limita al norte con el istmo de Tehuantepec y al sur con la depresin de Nicaragua. La fauna del norte y el sur de esta regin posee menos de 14% de semejanza con la unidad a la que pertenece Guatemala, debido principalmente al endemismo producido por especiacin en las montaas por encima de 1,500 m de altura (Schuster, 2006). Otros taxa muestran relaciones parecidas (Schuster y Cano, 2006). Entonces, gran parte de la complejidad de la biodiversidad de Guatemala se debe a la interaccin de dos eventos prehistricos importantes: migracin norte-sur debido al cierre del istmo centroamericano, y la migracin altitudinal y los cambios climticos relacionados con las glaciaciones. No se debe olvidar que es bastante posible que actualmente se est en otra etapa interglacial. El calentamiento global quizs sea la preocupacin actual, pero una prxima etapa de glaciacin continental es factible. Un factor geolgico importante y reciente que afecta a la biodiversidad son las explosiones volcnicas y las erupciones de las calderas que cubrieron una gran parte del sur de Guatemala con piedra pmez y cenizas. Una de las explosiones ms grandes fue la erupcin de caldera que cre el lago de Atitln (hace 84,000 aos), la cual produjo depsitos de piedra pmez de hasta centenares de metros de espesor, situacin que devast obviamente la vida en estas zonas (Rose et al., 1987). El organismo inmigrante que ms ha impactado sobre la biodiversidad de Guatemala es el hombre. Hay controversia sobre cundo lleg a Amrica, pero sin duda fue durante la ltima glaciacin. La gran cantidad de hielo sobre la Tierra redujo el nivel del mar en ms de 100 m y expuso la tierra firme, uniendo
Alaska con Siberia. Puede haber llegado por tierra a travs de esta conexin (Beringia) o por barco al seguir la costa pacfica de Norteamrica desde el norte. Es interesante observar que existe cierta evidencia, basada en la biodiversidad de pulgas en momias y poblaciones indgenas de la costa pacfica, de un posible contacto con poblaciones humanas de las islas del Pacfico. De todos modos, los seres humanos haban llegado a Chile por lo menos hace 12,000 aos (Retana, 2005). Aunque probablemente trajeron algunos organismos con ellos (por ejemplo, el perro), el efecto principal de su presencia fue una disminucin de la biodiversidad. Probablemente el ser humano fue el causante de la extincin de la megafauna de las Amricas (por ejemplo, el mamut, el mastodonte, el perezoso gigante, etc.) (Martin, 2005). Con la llegada de los europeos a partir de 1492, hubo una enorme influencia en la biodiversidad. sta aument con la introduccin de muchos organismos de otros continentes a Norte y Centroamrica, a veces a propsito (por ejemplo, papa, caf, faisanes, gallinas, gatos, estorninos, etc.) y a veces accidentalmente (por ejemplo, abeja africanizada, broca de caf, Oncocerca volvula que produce oncocercosis, y Plasmodium que causa paludismo, viruela, etc.). A veces los organismos introducidos compiten con los nativos y pueden causar la extincin o la reduccin de su poblacin. Un ejemplo es la competencia por el nctar y el polen entre la abeja de miel, Apis mellifera, y las abejas nativas, Trigona y Melipona. Otro ejemplo es la invasin, en el valle del Motagua, de Digitonthophagus gazellae, Euniticellus intermedius (Figura 7) e Hybosorus illigeri, originarios de frica, y descubiertos en 1998 por alumnos de la Universidad del Valle de Guatemala y la Universidad de San Carlos de Guatemala, que disminuyeron la poblacin de escarabajos coprfagos nativos. De igual manera, el ser humano ha causado muchas extinciones indirectamente debido a la destruccin del
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Leyenda
Ogyges laevissimus Ogyges hondurensis Ogyges politos
Figura. 5. Mapa de la distribucin de las especies de Ogyges Fuente: Schuster y Reyes Castillo (1990)
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En Guatemala, como en muchas zonas tropicales, la mayora de las especies de Eucarya son insectos y la mayora de stos Coleoptera. Los lugares de mayor biodiversidad en el bosque son el dosel y el suelo, lugares relativamente inexplorados. Probablemente se conoce (se ha descrito y nombrado) slo aproximadamente 10% de los insectos que existen, basado en clculos sobre datos presentados en Gaston y Spicer (2004). Al cortar el bosque se extinguen los organismos del dosel. El suelo ya est expuesto al sol y la lluvia, aumentando la temperatura y la erosin, lo cual extingue la fauna del suelo. Hay lugares del Amazonas donde han sembrado coca despus de cortar el bosque pluvial, y han producido un desierto (Figura 8). As pasa en Petn cuando cortan el bosque para sembrar maz; luego, cuando no rinde, venden el terreno para ganadera. Este problema no exista cuando haba poca gente y la tierra abandonada tena la oportunidad de regenerarse, algo que no ocurre en la actualidad.
3.2. Fsiles
La historia de la antigua vida en el planeta queda grabada en los fsiles, que son la evidencia de la vida que se ha registrado en las rocas. Esta preservacin requiere de una serie de condiciones especiales: los organismos deben ser soterrados rpidamente, en condiciones de relativa calma y, despus, deben consolidarse en forma de roca sin exceso de temperatura y presin. Por estas razones, no se encuentran fsiles en rocas gneas o metamrficas. Naturalmente, el proceso requiere
Figura. 7. Euniticellus intermedius, escarabajo coprfago introducido a este hemisferio de frica. Crdito: Cano, E.
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La humanidad ha influido de forma asombrosa sobre la biodiversidad, ahora desligada de la geografa y la geologa. Sin duda, el Homo sapiens ha acelerado los cambios ambientales, pero la historia geolgica demuestra que el cambio es una constante en la evolucin de la Tierra. Sin embargo, en comparacin con el tiempo de la ltima glaciacin, los ltimos 10,000 aos han sido muy estables (Burroughs, 2005). Se espera que las acciones del hombre no provoquen un regreso a la variabilidad climtica tpica del Pleistoceno.
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que no ocurra erosin en tiempos geolgicos posteriores que eliminen las rocas por completo. Cuando se renen todas estas condiciones, el rcord fosilfero puede ser abundante; si, por el contrario, no se presentan, los fsiles son escasos o inexistentes. Generalmente, aumenta la probabilidad de que un fsil se preserve cuando vivi en el agua y fue enterrado rpidamente por sedimentacin. Por lo tanto, los organismos terrestres tienen mucho menos posibilidades de preservacin. Los fsiles microscpicos han sido estudiados extensamente por las compaas de exploracin petrolera. Estos fsiles resultan ser de suma importancia para la identificacin, datacin y correlacin de estratos geolgicos.
Los ms investigados son los foraminferos, organismos microscpicos unicelulares con gran variedad y distribucin en los mares. Su tamao microscpico propicia su abundancia y, ms importante, permite que permanezcan intactos cuando se tritura la roca con barrenos durante la perforacin de los pozos petroleros. El estudio de fsiles en calizas y rocas duras es sumamente especializado y requiere, para su observacin en el microscopio, el corte y pulido de la roca en secciones tan delgadas que resultan casi transparentes. En cambio, los estratos de lutitas, arcillas y arenas son con frecuencia suficientemente suaves como para permitir la separacin de microfsiles enteros de su matriz, tal y como sucede con las rocas terciarias y cuaternarias.
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Figura. 8. Foto area de plantaciones de coca en la selva amaznica del Per. Crdito: Schuster, J.
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No existe un registro continuo de fsiles en Guatemala, desde sus orgenes hasta el presente. Aunque existen varios fsiles marinos, los fsiles terrestres son pocos. Durante gran parte de su historia geolgica conocida, es probable que Guatemala haya estado sumergida bajo el mar. Fue slo hasta hace unos 20 millones de aos (Mioceno), con los ltimos grandes levantamientos de la Tierra, que la geografa actual de Guatemala empez a tomar su forma actual, con la subsecuente adaptacin de la vida a los nuevos ambientes terrestres. Aunque existen minerales de 1,100 millones de aos de edad (del Precmbrico) en rocas ms jvenes y derivados de un pasado lejano y poco claro, las rocas locales ms antiguas que se conocen, localizadas en las montaas Mayas de Belice, tienen una edad de 430 millones de aos (del Siluriano) (Steiner y Walter, 1996). Los fsiles ms antiguos datados en Guatemala (con 305 millones de aos) pertenecen a rocas sedimentarias del Carbonfero-Prmico, que se extienden de Huehuetenango a Izabal, paralelos a la falla Polochic. stos son organismos marinos que vivieron, en su mayora, en aguas someras. Las lutitas de este perodo contienen restos, moldes y fragmentos de fusilnidos, corales, braquipodos, gasterpodos, crinoides, briozoarios y algas. Las calizas prmicas se distinguen por sus fusilnidos, que son foraminferos grandes que se pueden distinguir sin microscopio y semejan pequeos granos de arroz. Pangea existi desde el final del Prmico y a lo largo del Trisico. En Guatemala, no existe un registro fosilfero desde el Prmico tardo hasta medianos del Jursico (170 millones de aos), tiempo durante el cual el territorio probablemente haba emergido del ocano y la erosin predomin sobre la deposicin. En el Jursico, Pangea empez a romperse, la temperatura del planeta aument, los mares
invadieron los continentes y los organismos marinos poblaron estas zonas recin inundadas. Estas condiciones produjeron la formacin Todos Santos (del Jursico-Cretcico), que en su parte inferior posee conglomerados, areniscas y lutitas rojas, tpicos de depsitos terrestres, por lo cual son escasos los fsiles. Solamente se han encontrado unas pocas plantas, helechos y trazos de carbn. En la parte superior, las rocas contienen calizas marinas, con fsiles de foraminferos, algas y escasos amonoides. Las capas rojas se encuentran, con espesores bastante variados, en Huehuetenango y en Baja y Alta Verapaz. Los mares someros cretcicos, con sedimentacin de carbonatos, dejaron una gran fauna microscpica, entre la cual se encuentran foraminferos y zooplancton. Tambin, abundan algunos fragmentos de rudistas (pelecpodos grandes extintos). Una porcin importante de estos restos ha sido destruida por la recristalizacin de las calizas (carbonato de calcio) en dolomitas (carbonato de calcio y magnesio). Estas rocas estn presentes en Alta Verapaz, Huehuetenango y el sur de Petn. A mediados del Terciario, Guatemala pas de un ambiente marino hacia aguas muy someras, marginales y, finalmente, al estado terrestre de la actualidad. Por lo tanto, el Paleoceno y el Eoceno de Guatemala se conocen hoy ms que todo por fsiles marinos, especialmente los foraminferos. Despus se encuentran los arrecifes de coral; las lagunas saladas carentes de vida; las lagunas y playas de aguas salobres ricas en moluscos; los depsitos lacustres y fluviales con su fauna de aguas dulces, como moluscos, peces, diatomeas, radiolarios y la flora con su polen; y, finalmente, los mamferos y vertebrados terrestres, que se evidencian (aunque escasos) desde mediados del Mioceno. En el Cuaternario, por las dificultades en la preservacin de organismos en ambientes terrestres, encontramos pocos restos de ver-
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tebrados. De los encontrados, una gran parte ha sido arrastrada por ros y queda desligada de los contextos geolgicos y ecolgicos originales. Talvez los ms conocidos son el valle del ro Motagua cerca de Estanzuela, exhibidos en el museo de esa localidad, y Chibacab, en Huehuetenango, exhibidos in situ y en el museo asociado (Schuster y Cano 1995). Otras colecciones, no descritas, estn en el Museo de la Universidad de San Carlos de Guatemala y, probablemente, en el American Museum of Natural History. Otros sitios conocidos de fsiles vertebrados pleistocenos incluyen Ciudad Real y Chinautla, en el departamento de Guatemala; Tvoli en la ciudad de Guatemala (en el Parque de la Industria, donde existi una laguneta); el rea del lago de Izabal; el rea de la ciudad de Huehuetenango; y San Rafaelito en el departamento de Santa Rosa, cerca de la laguna de Ayarza. La mayora de hallazgos de fsiles cuaternarios no han sido estudiados cientficamente ni publicados. Talvez los ms abundantes se encuentran en el sitio de Santa Amelia, en el ro La Pasin, al sur de Petn, donde el paleontlogo Barnum Brown encontr en 1949 un gran nmero de vertebrados pleistocnicos para el American Museum, los cuales no han sido descritos an. En el Museo de Historia Natural de la USAC2 existe un conjunto de fsiles vertebrados cuyo estudio y conclusiones pronto sern publicados. Entre stos se encuentran un mastodonte, un mamut, un caballo, un venado, un hipoptamo, una vaca, un armadillo gigante, un perezoso gigante y un oso. Adems, hay reportes de un armadillo, un tepezcuintle, una familia de gatos, una danta, un jabal y un camello. Se puede consultar el Anexo 1 para mayor informacin. Aunque el mastodonte y el mamut parecen bastante similares, son de diferentes gneros. El mastodonte lleg al Nuevo Mundo hace
aproximadamente 15 millones de aos (en el Mioceno) y el mamut hace cerca de 1.9 millones de aos a travs de Siberia. La superficie del diente de trituracin (muela) del mastodonte tiene forma de conos, mientras que la del mamut posee forma de arrugas, como las de los elefantes de hoy o los caballos (Figura 9). El mastodonte tiene un crneo con el frente de bajo relieve, mientras que el mamut posee forma de domo. El mastodonte tiene un cuerpo ms largo y grande, mientras que el mamut es ms alto. Ambos posean un pelaje grueso. Algunas investigaciones sobre la ecologa de la selva de Petn y la civilizacin maya incluyeron el anlisis de polen fsil encontrado en ncleos removidos del fondo de los lagos peteneros. Tambin, los ncleos del fondo de algunos lagos de calderas, como Atitln, Amatitln y Ayarza, contienen radiolarios que han sido identificados (Anexo 1). El Anexo 1 incluye una muestra de los estudios sobre fauna y flora que han sido publicados. Para un tratamiento amplio de la palinologa (estudio de polen) y ecologa del Cenozoico, consulte la bibliografa.
Figura. 9. Muela de mastodonte (izquierda) y mamut (derecha). Fuente: Iowa Dept. of Natural Resources, Geological Survey
4. NOTAS
1. 2. Ma. A. P Millones de aos antes del presente. .: Comunicacin personal. Lorena Dvila.
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Captulo 1
Spiriferinidae indet. Hustedia (Hall y Clark, 1893) Composita hapsida Stehli y Grant Composita Pontisia Meekella aff. occidentalis (Newberry) Hercosestria notialis Stehli y Grant Bryozoa Fenestella Polypora Protoretepora? Septopora Gastropoda Bellerophon Cephalopoda: Ammonoidea Neocrimetes catoensis Almites dunbari Paragastrioceratid indet. Perrinities hilli (Smith) Formacin Macal, Belice (Dixon, 1956) Pelecypoda Trilobita Anisopyge hyperbola Chamberlain Crinoidea (tallos) Rhodophyta (algas rojas) Gyroporella guatemalaense G. igoi Endo Clavaphysoporella americana Parachaetetes centurionis Gymnocodium bellerophontis (Rothpletz) Mizza yabei Chlorophyta (algas verdes) Connexia slovenica Kochansky-Devid
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Pterophyta (helechos) Cuchumatanes Prmico? (Termer, 1936) Pecopteris (Asterotheca) Cyathea schlotheimi JURSICO TARDO-CRETCICO Formacin Todos Santos: areniscas y lutitas (capas rojas), depsito terrestre sin fsiles; capas calizas fosilferas en parte superior, Huehuetenango, Quich, norte de Baja Verapaz, sur de Alta Verapaz, Johnson & Kaska (1965), Mllerried (1939, 1942), Ramrez Del Pozo (1979), Richards (1963), Vinson (1962). Foraminfera Anchispirocyclia henbesti Jordan y Applin Aulotortus sinousus Weynschenk Everticyclamena virguliana Koechlin Ammobaculites cf. coprolithiformis Schwager A. braunsteini (Cushman y Applin) Trochammina cf. nitida Brady Cytherelloidea aff. paraweberi Oertli Paracypris cf. sp. B Schmidt 1955 Schuleridea triebeli (Steghaus) Rectocyclammina cf. Arribudensis Ramalho Actinoporella podolica (Alth.) Freixialina planispiralis Ramalho Bankia striata (Carrozzi) Plantae indet. Restos de plantas en Chiapas pertenecientes al Jursico Medio. CRETCICO Foraminfera Formacin Cobn y otras: dolomitas y calizas, sin fsiles en gran parte por recristaliza-
Orbitolina (Mesorbitolina) texana Roemer O. c.f. parva Douglass O. minuta Douglass Pseudorhapydioniona chiapanensis Pseudovalvulineria lorneiana dOrbigny Hedbergella washitensis Carsey H. delrioensis Carsey H. trocoidea Gandolfi Rotalipora apenninica s.l. Renz Nummoloculina heimi Bonet Textularia rioensis Carsey grupo Rhapydionina dubia De Castro Heterohelix (Gmbelina) spp. Coxites zubairensis Smout Accordiella conica Parinacci Dicyclina schlumbergeri Mun.-Chalm. Orbitoides palmeri Gravell Choffatella rugoretis Gendrot Coskinolinoides texanus Keijzer Nezzazzata simplex simplex Omara y Straub Globotruncana calcarata Cushman Pelecypoda: Hippuritoidea (rudistas) Calizas cretcicas de todo Guatemala, Bonis (1967), Burkart et al. (1973), MacGillavry (1934), Mllerreid (1939), Scout (1995), Termer (1932), Vinson (1962), Wilson (1974). Biradiolites adhaerens Whitfield Trechmann Barrettia manilifera Biradiolites lombricalis dOrbigny Caprinuloidea Eoradiolites Praeradiolites Cephalopoda: Ammonoidea Toucasia cf. texana Roemer Dufrenoya cf. justinas Hill
Captulo 1
Clauaporella americana
cin, Huehuetenango, Quich, Alta Verapaz, Izabal, sur de Petn, Chiquimula, Guatemala Ashworth (1960-77, 1974), Bonis (1967), Fourcade et al. (1999), Del Pozo (1979), Vinson (1962), Willet & Browne (1958-63), Wilson (1974).
50
Oxitropidoceras Echinoidea Pygurostoma pasionensis Cooke (1949) Anorthopygus michelini Burkart et al. (1973) A. excisus A. texanus Cooke Rhodophyta (algas rojas) Amphiroa guatemalense Chlorophyta (algas verdes) Salpingoporella annudate Acicularia elongata Carozzi Larvaria occidentalis Cayeuxia piae Frollo Foraminfera Formacin Campur y otras: calizas fosilferas en Alta Verapaz y Petn. Ashworth (1974, 1960-77), Bonis (1967), del Pozo (1979), Fourcade et al. (1999), Fourcade & Fleury (2001), Vinson (1962), Willet & Browne (1958-1963), Wilson (1974). Stensiina sp. Siderolites spp. Valvulammina spp. Globotruncana calcarata Cushman Gmbelina spp. (striate forms) Ataxophragmium Dicyclina y/o Cuneolina Praechubbina ovoidea P obesa . Orbitocylina mimima Sulcoperculina cf. dickersoni Palmer Globotruncana gr. linneiana Globotruncanita gr. calcarata Pithonella ovalis Kaufmann P sphaerica Kaufmann . G. laparenti Siderolites vanbellini S. cf. skourensis Pfender Vaughanina cubensis Palmer
Cuneolina Cosinella Chrysalidina Arenobuliina Vaughanina guatemalensis Brnnimann V. cubensis Palmer Orbitocyclina minima H. Douvill Orbitoides palmeri Gravell Sulcoperculina globosa Cizancourt Sulcoperculina cf. angulata Brown y Brnnimann Valvulamina picardi Henson Placopsilina ex gr. Cenomana dOrbigny-longa Tappan Siderolites cf. skourensis Pfender Textularia Spiroloculina Pithonella ovalis Kaufmann Calcisphaerula innominata Bonet Polygonella incrustata Eliot Formacin Sepur y otras: lutitas y areniscas fosilferas, con menores conglomerados y calizas: Huehuetenango, Quich, Alta Verapaz, Izabal, sur de Petn, Ashworth (1974, 196077), Bonis (1967), del Pozo (1979), Stinnesbeck et al. (1997), Vinson (1962), Willet & Browne (1958-1963), Wilson (1974). Vaughanina (Pseudoorbitoides) cubensis Palmer Orbitoides palmeri Gravell Sidererolites skourensis Pfender Vaughanina guatemalensis Brnnimann Valvulamina picardi Henson Arahaccyclus midorientalis Actinorbitoides browni Sulcorbitoides pardo Monolepiorbitoides Sulcoperculina Torreina Vaughanina cubensis DK Palmer Pithonella Pseudogmbelina excalata Pseudotextularia plummerae Loetterle Globotruncana arca Cushman Globotruncana elevata Brotzen
Captulo 1
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Captulo 1
G. tratiformis G. elevata stuartiformis Dalbiez G. elevata subspinosa Pessagno G. fornicata Plummer G. linneiana linneiana dOrbigny G. rosetta rosetta Carsey s. l. G. subcircumnodifer Gandolfi G. ventricosa White Rugoglobigerina macrosephala Bronnimann R. rugosa Plummer R. subrugosa Gandolfi Heterohelix spp. Rhodophyta (algas rojas) Amphiroa guatemalense Johnson y Kaska A. kaskaella Chlorphyta (algas verdes) Cayeuxia fruticulosa Johnson y Kaska Acicularia guatemalaica Radiolaria Ofiolitas, Cahabn, Alta Verapaz (Rosenfeld, 1981). Thanarla conica Aliev Thanarla pulchra Squinabol Archaeodictyomitra Xitus Holocryptocanium cf. H. astiense Pesssagno Pseudodictyomitra Tharnala conica Pantanellium Pseudodictyomitra Sethocapsa cf. Theocapsa uterculus Parona Archaeodictyomitra Plantae Cahabn, Alta Verapaz Stephenson & Berry (1929) Dicksoniopsis conipteroides, un helecho Araucarites sp., una gimnosperma
TERCIARIO Paleoceno-Eoceno Formacin Sepur y otros: Ashworth (1974,1960-1977), Bermdez (1963), van den Bold (1946, 1963, 1978), Bonis (1967), del Pozo (1979), Vinson (1962), Willet & Browne (1958-1963). Foraminfera Globorotalia compressa Plummer G. pseudomenardi Foreman G. trinidadensis Plummer G. uncinata Bolli G. abundo camerata Bolli G. pseudomenardii Berggren G. membranacea grupo Ehrenberg G. broedermanni Cushman y Bermdez G. triloculinoide Plummer G. stainforthi Bolli G. primitiva Finlay Raadshovenia guatemalensis van den Bold Quinqueloculina Bolivina aff. midwayensis Cushman B. applini Plummer Bulimina quadrata Berry y Kelley B. taylorensis Cushman y Parker Gyroidina globosa Hagenow Dorothia retusa Cushman Sprioplectamina grzybowskii Valvulineria allomorphina Cushman Rzehakina epigona Rzehak Anomalina aff. dorri Cole Cibicides blanpiedi Toulmin Truncorotalia cf T. aragonensis Infrecuentes corales (Flabellum), capas de ostras, biohermes y biostromes
Rhodophyta (algas rojas)
Johnson & Kaska (1965) Archeolithomnium alternatum Conti Jania occidentalis Johnson y Kaska Lithothamnium andrusovi Lemoine
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Gastropoda, (Mota, 1990) Thiaridae, cf. Melania inquinata DeFrance Pleuroceridae, cf. Elimia, H.&E. Adams Littoridinidae cf. Tyronia clathrata Stimpson Rhodophyta (algas rojas) Aethesolithon guatemalaensum Lithothamnium toltecensum Mammalia Izabal (Mota, 1990) Proboscideos: molares, primeros en el Nuevo Mundo Zygolophodon tapiroides Cuvier Gomphoterium angustidens Cuvier Rhynchotherium blicki (proboscdeo), (Mioceno tardo), (Lucas & Alvarado, 1995) Para la palinologa del Cretcico y Terciario consultar: Graham (1998, 2006) MIO-PLIOCENO Grupo Padre Miguel: Chiquimula, Graham (1998) Tracheophyta (polen) Laevigatosporites Deltoidospora Triatriopollenties Picea Pinus Quercus PLIOCENO Formacin Herrera, Izabal Pinus Ulmus
Formacin Caribe: lutitas, areniscas, arcillas y arenas terrestres y marginal marinas, norte de Quich, norte de Alta Verapaz. Ashworth (1960-1977), van den Bold (1946, 1976, 1978), Johnson & Kaska (1965), del Pozo (1979), Vinson (1962). Foraminfera Orbulina suturalis Bronnimann Globogerinoides spp. Rotalia beccarii group Bolovina spp. Uvigerina spp. Crustacea: Ostracoda Orioinina vaughani (Ulrich & Bassler) Loxoconcha Nitellopsis (Tectochara) Psilochara Formacin Ro Dulce: caliza arrecifal, Izabal Costa? walpolei Van den Bold Hulingsina Onoinina aff. bradyi O. serrulata Brady Anthozoa (corrales) (Vaughan, 1919) Mollusca indet., (Woodring, 1928) Pelecypoda (Mota, 1990) Unionidae cf. Nephronaias Fischer y Crosse Corbiculidae cf. Batissa Gray
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Foraminfera Globigerinoides cf. G. conglobatus (= Heterestridium conglobatum Reuss?) Triloculina sp. Epistomina sp. Vaulvulineria sp. Epphidium sp. Gastropoda, Pelecypoda, Echinoidea (espinas), Ostracoda PLEISTOCENO Reptilia Crocodilian: Petn, (Mook , 1959) Mammalia Estanzuela: Cazin (1965) Molar de mastodonte Mammuthus columbi Falconer Haplomastodon waringi Holland o Cuvieronius hyodon Fischer Didelphis Equs Tapirus Camelops gliptodonte Eremotherium rusconii Schaub Chiquimula Eremotherium Motagua: Tulumaje y Tulumajillo Guatemala, Zacapa, Chiquimula, Santa Rosa, Huehuetenango, Izabal: Dvila (2007) Cuvieronius hydon Fischer Odocoileus virginiatus Zimmermann Mixotoxodon larensis Van Frank Euceratherium Glyptotherium floridanum Simpson Eremotherium laurillardi Lund
Tremaretus Izabal: Lucas et al. (2007) Dasypus Pampatherium Megalonyx Mylodon Paramylodon Hydorchoerlus Felis Tapirus Dicotyles Mazama HOLOCENO Chrysophyta (diatomeas) Laguna Ayarza. Poppe et al. (1985) Cyclotella meneghiniana Kutzing Terpsinoe musica Ehrenb. Epithemia adnata (Kutzing) Lago Atitln, Newhall et al. (1987) Aulacosira (= Melosira) sp. Synedra acus Kutzing Crustacea: Cladocera (zooplancton) Bosmina Eubosmina Daphnia Tracheophyta (polen) Para palinologa y ecologa del PleistocenoHoloceno consultar: Collins (2007), Horn (2007), Islebe y Leyden (2006), Leyden et al. (1993), Tsukada & Deevey (1967), Weiss (1971), Weiss (1971a).
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RESUMEN
Este captulo presenta informacin acerca de la diversidad cultural en el pas y su relacin con los elementos de la biodiversidad. Explora adems el desarrollo histrico de las 22 comunidades lingsticas de origen maya que cohabitan el pas, adems de los pueblos garfuna y xinca, y su relacin con el contexto geogrfico. Expone, adems, los elementos que proveen unidad de pensamiento al pueblo maya, como su cosmovisin y su vnculo con la biodiversidad, aspecto fundamental en el desarrollo de su espiritualidad. Seala tambin la importancia del manejo de los recursos naturales de las distintas regiones en las que los mayas se distribuyeron en la poca prehispnica, las condiciones ambientales y la interaccin con la biodiversidad. Se exploran los elementos particulares de la agricultura, en la cual, como producto de la dispersin y distribucin geogrfica y cronolgica, las especies cultivadas en la actualidad presentan una gran variabilidad de formas, tamaos, colores, y particularmente capacidad de adaptacin, lo cual podra denominarse el patrimonio gentico de la cultura maya. Se enumeran tambin algunas formas del manejo de la biodiversidad para satisfacer necesidades, basadas en el conocimiento del entorno y, fundamentalmente, en la utilizacin de sistemas productivos en los que el equilibrio y sostenibilidad sobresalen en la mayor
* Consultor independiente. ** Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).
parte de las acciones, y en el uso y manejo de muchas especies de flora y fauna. Tambin se describen algunos fenmenos histricos, sociales y econmicos, que modificaron la forma en la que los pueblos indgenas se relacionaron con la biodiversidad circundante, en la fase de recolector y cazador, y el desarrollo de la agricultura que marc el paso hacia el sedentarismo. Luego, en la etapa de la creacin de grandes ciudades-Estado en el Perodo Clsico prehispnico hasta los ltimos 500 aos despus de la Conquista. Adems, relaciona la situacin actual de la biodiversidad con la distribucin que en el presente tienen dichos pueblos. Resalta la riqueza de la biodiversidad y de los sistemas de produccin remanentes que pudieron haber sido utilizados por los mayas prehispnicos. Tambin se abordan algunos elementos del derecho consuetudinario de los pueblos indgenas, su aplicacin en el manejo de los recursos naturales, y la validez de su aplicacin sustentada en la legislacin nacional y el derecho internacional. Palabras clave: comunidades lingsticas, desarrollo histrico, biodiversidad, derecho consuetudinario.
SUMMARY
This chapter provides outstanding information about cultural diversity in the country and its
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relation with biodiversity elements, pointing out that there are 22 linguistic communities with mayan background, different from the xinka and garifuna people. It explores their historical development and geographical context. This chapter also states the elements that provide thinking unity in the mayan people, specially their cosmovision and their connection with biodiversity, fundamental in the development of their spirituality. It also shows the importance of the different regions where the mayas settled in pre-hispanic times, their contrasting environmental conditions with a contrasting biodiversity, in such a way that the management techniques of many of the natural resources they had were also variable, generating strategies for the adjusting of many of their elements into other regions. Particular agricultural elements are also explored, and as consequence of their scattering and geographical and chronological distribution, the species that are currently there show a big variety (form, sizes, colors, and especially adaptive capacity). This can be called the genetic patrimony of the mayan culture. In order to satisfy their needs some ways of biodiversity management are mentioned based on the knowledge of their environment and basically in the use of productive systems, and in the balance and sustainability that emphasize most of their actions in the use and handling of many flora and fauna species. There are also some historical phenomena described, specially the social and economic ones that modified the way indigenous people related with their surrounding biodiversity, from their nomad activity as hunter-collector to the development of agriculture and subsequent sedentarism, with the building of large city-states in the classic and pre-hispanic periods up to the last 500 years after the conquest.
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The current biodiversity situation also relates with the current distribution of those people; in this way emphasis is made on the situation of some biodiversity components and remaining production systems that could have been used by pre-hispanic mayans, as well as the richness of useful species that are there. As corollary of this chapter, some elements are also described of what is currently known as consuetudinary right of the indigenous people and its use in the management of natural resources, and how it is based on the countrys laws, as well as in the application of some international rules about this subject. Key words: Linguistic Communities, Historical Development, Biodiversity, Consuetudinary Right.
UKAB UQAT WUJ RI JALAJOJ BANTAJIKIL PA PAXIL KAYALA: UKAMOM UQAB RUK RONOJEL JALAJOJ KASLEMALIL CHUWACH ULEW.
CHUTINSANEM Wa jun nojwuj kuya apan utzijoxik ri jalajoj qabantajik pa Amaq Paxil Kayala ukamon uqab ruk rojonel jalajoj uwach kaslemalil ko chuwach ulew, pa Amaq e ko jun winaq keb (22) Mayab Cholbal Tzij, xuquje e ko Xinca rachil Garfuna. Kusolij uwach ojer unimarisanem kikaslemalil xuquje kulewal. Xuquje kuya utzijoxik kinojibalil ri Mayab winaq, jas ucholaj ilobal ke uloqoqexik ri jalajoj uwach kaslemalil chuwach ulew, ri uyaik uqij kikojonik. Xuquje xkut uwach taq rulewal ri mayab winaq ja taq xekoji wi, chi maja kiqajem ri kaxlan winaq waral, sibalaj xkiloqoqej xkiya uqij ri jalajoj kaslemalil chuwach ulew, nim uwach kinojibalil che uchakuxik, ukojik ronojel poqinaq uloq chuwach ulew, xuquje xketamaj ukitik ronojel
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jalajoj kaslemalil pa taq kulewal ja taq xebe wi. Xsolix uxe kinojibalil xkichakuj puwi tikonijem, xa rumal xjabux kiwach pa taq rulewal Amaq, xuquje xsolix kiwach ronojel awaj, qayes, che xkitiko jataq xekoji wi. (chi uwach, chi raqan, chi ukaibal, chi ukamik uwach jataq ketik wi). Are wa uxe usijal kiqinomal ri Mayab winaq. Xuquje xya uchobik utzijoxik jujun nojibalil che ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil kumal, rech ma ka sach ta uwach ma kakamisax taj, xkiya uqij uloqoqexik jun utzilaj ukojik, uchupik, uqasaxik, ronojel jalajoj uwach kaslemalil jas ri rexal-rawajil uwach ulew. Xuquje xya utzijoxik jujun kulmatajem pa kikaslemal ri ajwaralik winaq ri xbanowik xukex kichomabal puwi ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil chuwach ulew, jas xujeq uloq chi ajtzukunelab awaj, ajyakanelab sataq, ajtikonelab, are wa xbanowik xejeqik pa taq kulewal, kate ku ri xkiyak nimaq taq tinamit xkichakuj uwach wa chi
maja kiqajem ri kaxlan winaq waral xkiks uwach ka pa taq junab 500. Ukamom uqab ri jalajoj uwach kaslemalil ruk ri jachinem ke ri ajwaralik winaq pa taq kikomon, rumal wa xqalajinik jujun taq usukmajinem pa kikaslemal ri jalajoj uwach kaslemalil ke ko na chuwach ulew, kaj are taq nojibalil xkikoj ojer ri qatit qamam rech ma kakamisax ta kiwach, are ku uqinomal uwach ulew wa kamik. Xa ku rumal xkis utzijoxik wa jun uqat wuj, kaya ubixik-uchobik jujun nojibalil ke ri Mayab winaq, ubi wakamik Ojer Taqantobanik, ri ukojik pa taq uchakuxik utoik uwach ronojel ko chuwachulew, ri ukojik ko utakalebal chupam ri qatbal taq tzij rech amaq, xuquje pa taq nikaj taqan tzij ke kexamaqelil chik. UCHOLAJ TZIJ: Mayab taq Cholchi, Usolik uwach ojer taq tzijonik, jalajoj uwach kaslemalil, ojer taqantobanik ajwaralik winaq.
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1. INTRODUCCIN El anlisis de la diversidad cultural y su relacin con la biodiversidad es un esfuerzo por documentar elementos que pueden permitir la generacin de acciones para su manejo. En este sentido, se consideran elementos propios de la cultura de los pueblos indgenas con el fin de proponer estrategias participativas que admitan un manejo racional y efectivo de la biodiversidad para su conservacin. Para ello se parte del examen del origen de la cultura de los pueblos indgenas de Guatemala desde el punto de vista cosmognico. Se articula con una descripcin del rea geogrfica en la que histricamente se ubicaron estos pueblos en sus distintas pocas de desarrollo, as como la interpretacin de los diversos fenmenos sociales que influyeron en su evolucin y desplazamiento. Tambin se enumeran y describen los distintos eventos sociopolticos que fueron transformando la cultura de los pueblos indgenas y su interaccin con la naturaleza, hasta aquellos asociados con la dominacin espaola durante la Colonia, y los diferentes perodos posteriores a la Independencia. Se hace una revisin de la distribucin de los idiomas que coexisten en el territorio nacional, con el objeto de entender la evolucin histrica de la localizacin actual de los pueblos indgenas. Un apartado importante de este anlisis es la descripcin de los elementos de la biodiversidad que los pueblos indgenas han utilizado a travs de su historia. En esta lnea, se describe cmo algunos de estos elementos han sido determinantes en su desarrollo cultural, ya que participan tanto en su espiritualidad como en diferentes aspectos de su economa.
Finalmente, se realiza una resea del derecho indgena ambiental en algunas regiones, particularmente aquel que se relaciona con el uso y el manejo de la biodiversidad. El estudio se complementa con el anlisis de un caso acerca del pueblo xinca que habita en la comunidad de Las Lomas, del municipio de Chiquimulilla, del departamento de Santa Rosa. 1.2. Marco de anlisis Con la intencin de proveer elementos para la comprensin del contenido de este documento, se definen algunos conceptos, en torno de los cuales se genera la mayor parte de este captulo. La diversidad cultural guatemalteca es el resultado de un fenmeno histrico que se refleja en la dimensin lingstica, mayoritariamente originado en la civilizacin maya. PNUD (2005) manifiesta que hay una diversidad en el mundo indgena que no siempre tiene que ver con lo tnico, sino que tambin existen formas de vida, adaptaciones al medio y rasgos socioculturales, que tambin separan y enlazan a los diferentes grupos lingsticos. Desde el punto de vista de la antropologa social (PNUD, 2005) la etnicidad se refiere a aspectos de las relaciones entre grupos que se consideren a s mismos y que son considerados por otros, como culturalmente distintivos, y si bien es cierto que el discurso relativo a la etnicidad tiende a concentrarse en unidades subnacionales y/o en minoras, las mayoras o grupos dominantes no dejan de ser menos tnicas. Adems, se seala que la etnicidad pone nfasis en las relaciones que se dan entre los grupos, se plantea que la causa de la diferencia socialmente reconocida no est en la cultura, sino en la identidad que se crea a partir de las relaciones con otros grupos.
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Tovar (2001) define los ejes de formacin del concepto de identidad en el contexto de los pueblos indgenas: Territorialidad: los pueblos indgenas, merced a su concepcin cosmognica, fundamentan su identidad en la adscripcin a un territorio concreto y un entorno ecolgico determinado, expresin concreta de la Madre Tierra. No se trata de un sentimiento de posesin, sino de pertenencia, de integracin de la persona con el entorno en el cual ha nacido. Organizacin social y poltica: las instituciones sociales y sistema de gobierno de los pueblos indgenas, de carcter comunitario y basado en valores propios, ancestrales, permiten la recreacin y reproduccin de la identidad. Constituyen un mecanismo y un contenido de los procesos de socializacin de las nuevas generaciones. Se finca en un sistema de valores y concepto de poder en el que la comunidad (los que nacieron y tienen derecho al usufructo de un determinado espacio geogrfico) es la depositaria legtima del poder, y lo ejercita a travs de guiadores y servidores, sujetos a la voluntad de la colectividad. Economa: valores slidos reflejan una cosmovisin en la que el lineamiento central es la mxima que cada uno debe tomar de la naturaleza lo que requiere para vivir. El hombre tiene una funcin en la vida y el debido cumplimiento de esa funcin define sus derechos econmicos. Sobre la base de los derechos econmicos, se fundamenta una tica de relacin con la comunidad y con la naturaleza. Espiritualidad: lo sagrado permea la vida cotidiana de los comunitarios. Lo
sagrado se entiende y practica como convivencia con la naturaleza, con la Madre Tierra y con el cosmos. El respeto a lo creado, y entender al hombre como parte de la creacin, con una misin propia y distinta, fundamenta la vivencia de la espiritualidad. Estos conceptos constituyen elementos de naturaleza muy general y amplia que deben considerarse en toda la lectura de este documento.
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la posicin de otras agrupaciones dentro de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Estas organizaciones fueron de las primeras en usar el trmino maya, que antes tuvo un carcter ms histrico y cientfico que poltico. En los documentos que redact MAYAS ya se mencionan las minoras tnicas. Posteriormente se formul el concepto de pueblo maya. Hay datos que sugieren que esta idea surgi del rea lingstica donde ya se utilizaba la expresin idioma maya (Bastos, 2004). 2.1. Formacin sociocultural maya Los primeros habitantes de Amrica llegaron probablemente del continente asitico hace ms o menos cuarenta mil aos atravesando el estrecho de Bering hacia Alaska. De all bajaron hasta Amrica Central y Suramrica. Estos primeros pobladores pertenecan a pueblos recolectores, pescadores y cazadores que no alcanzaron a concretar un modo de produccin; sin embargo, crearon instrumentos y herramientas. Se organizaban para la recoleccin y especialmente para la caza mayor. Tenan tambin un tipo de organizacin social para la pesca y la fabricacin conjunta de equipos y utensilios, sobre todo en la fase de semi-sedentarizacin. La caza mayor era un trabajo colectivo que involucraba a la comunidad, generando una embrionaria divisin de tareas. Esta organizacin social del trabajo, sobre todo la fabricacin de herramientas de significativa tecnologa -que de hecho son instrumentos de produccin- obliga a reflexionar acerca de las formas de produccin de estos pueblos, calificados ligeramente de meros recolectores, en esta poca en que la integracin del hombre a la naturaleza fue profundamente significativa. Probablemente los grupos de cazadores recolectores tenan como costumbre desplazar-
se por amplios territorios en busca de alimentos. Mantenan un ciclo que determinaba su asentamiento por temporadas en una parte de su territorio y, cuando debido a sus actividades de caza y recoleccin agotaban los alimentos en un lugar, se movan a otro, dejando que las reas agotadas se recuperaran para regresar tiempo despus, como parte del ciclo. Por esa razn, vivan en campamentos temporales. Al parecer podran haber tenido conocimiento de la agricultura pero no la utilizaban permanentemente (Arana et al., 2006). La transicin de la recoleccin a la agricultura fue un salto cualitativo importante, en tanto que dio lugar a diferentes procesos de interaccin con la biodiversidad. Es en este momento que surge la cosmovisin, porque evidentemente se da una relacin con la naturaleza, que en la interaccin resulta ser la formadora del conocimiento, de la prctica social cotidiana. Ulteriormente, con mayor nivel sedentario de vida, se origin la cultura en el contexto de la agricultura. Aqu confluyeron y se produjeron los encuentros culturales con otros grupos y surgieron las culturas de manera hbrida. Tal exogamia fue factible mediante una constante migracin, y rompi con la endogamia que los acompa por un buen tiempo y que resultaba ser la traba de su desarrollo. La exogamia se constituye como el segundo hecho histrico despus del paso de recolectores a agricultores (sedentarismo a nomadismo), formador de la cultura an presente de los pobladores mesoamericanos. Esta primera etapa corresponde al pueblo maya del perodo Preclsico (Ivic, 1995). Alrededor del ao 2000 A.C., en algunas partes del territorio del norte y centro de Amrica, sus habitantes comenzaron a cultivar alimentos de manera permanente. Al tener asegurada su alimentacin en un mismo territorio, para cada poca del ao, ya
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no tuvieron necesidad de desplazarse hacia otras regiones para cazar y recolectar, sino que obtenan sus alimentos cultivando en un mismo lugar. Quizs la caza y la recoleccin fueron un complemento de la agricultura para la obtencin de los satisfactores bsicos. Los campamentos temporales se convirtieron as en aldeas permanentes, es decir, aldeas que eventualmente, con el paso de los siglos se convertiran en ciudades. Aqu es importante sealar que, entre los hechos sociales que motivaron el desarrollo de la agricultura est la identificacin del maz (Zea mays), su domesticacin y el desarrollo de las tcnicas para su cultivo y su uso en la alimentacin (Ivic, 1995). Sin embargo, cuando se menciona la cultura maya, se hace referencia a las hegemonas centralizadas y descentralizadas de las lites de Halach Uinic que dominaron el rea mesoamericana, hacia los aos 1500 A.C. del perodo preclsico al perodo Clsico, que dur entre el 300 y el 900 D.C.; y el perodo posclsico, desde el 900 D.C. hasta la llegada de los espaoles a principios del siglo XVI. El mito cosmognico del origen maya, inscrito en el ao 690 D.C., en los templos del llamado Conjunto de la Cruz de Palenque (Mxico), cuenta que el cosmos fue creado en el lejano ao de 3114 A.C. en la regin mesoamericana. Fecha en la que se registra la terminacin de un perodo de 13 ciclos o baktunes y el nacimiento del Primer Padre, llamado Hun Nal Ye, que quiere decir Uno Maz. Segn esta cosmogona, Hun Nal Ye cre una casa en un lugar llamado Cielo Levantado y la dividi en ocho partes, siguiendo las cuatro direcciones cardinales y los cuatro rumbos intercardinales. En el mismo lugar ubic las tres piedras que sealaban el centro del cosmos donde se levant el rbol csmico llamado Wakah Chan, nombre del rbol que se ve al centro del tablero del Templo de la Cruz en Palenque (Flores, 2005).
2.2. El espacio geogrfico de la formacin cultural 2.2.1. Mesoamrica Mesoamrica1 es un trmino que identifica un rea cultural y geogrfica que comprende los siguientes pases: en Mxico, una porcin del norte, y el centro y sur completos; Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras; Nicaragua y Costa Rica. Al norte est limitada por el golfo de Mxico y el mar Caribe, y al sur por el ocano Pacfico. Sus fronteras exactas, tanto al este (en Costa Rica) como al oeste (en Mxico), segn los arquelogos son difciles de definir en la actualidad. Los arquelogos han identificado a Mesoamrica como un rea ocupada por una variedad de culturas antiguas que compartieron sus creencias religiosas, el arte, la arquitectura y la tecnologa que los hicieron nicos en Amrica por ms de tres mil aos, desde aproximadamente 3000 A.C. hasta 1519 D.C., el tiempo del contacto europeo (Sharer, 1999). Tales culturas compartan rasgos culturales comunes, como un calendario de 260 das; cultivo de maz (Zea mays), frijol (Phaseolus vulgaris), calabazas (especies del gnero Cucurbita), chile (Capsicum annuum y C. frutescens), tomate (Lycopersicon esculentum); la preparacin de tortillas de maz con cal; el uso y conocimiento de gran variedad de
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Luego de estos eventos, Hun Nal Ye protagoniza el acto central de la cosmogona: su resurreccin del inframundo en la forma de un joven de belleza extraordinaria que llevaba consigo las semillas preciosas del maz, rescatadas de Xibalb, nombre que los mayas dieron al inframundo. La historia de la resurreccin del Dios del maz se conoce no por el desciframiento de los glifos mayas, sino por una serie de escenas pintadas en los vasos funerarios del perodo Clsico.
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tcnicas para la produccin agrcola, como terrazas y obras hidrulicas (canales para regar y drenar los campos); un juego con una pelota de hule extrado de Castilla elastica, ejecutado en patios construidos especialmente para ese fin (patios para el juego de pelota); el uso del cacao (Theobroma cacao) como bebida; construccin de plataformas piramidales escalonadas (pirmides); entre otros rasgos (Sharer, 1999). 2.2.2. Divisin de Mesoamrica Para comprender la distribucin actual de los pueblos indgenas en Guatemala es necesario identificar los distintos grupos distribuidos en Mesoamrica, entre los cuales en alguna medida ha existido una interrelacin a lo largo de su historia. Los arquelogos dividen a Mesoamrica en cinco zonas culturales que albergaron diferentes culturas. A su vez, para su estudio arqueolgico, estas zonas o sub-
reas se dividen en zonas o regiones ms pequeas (Matos, 2000; Escalante, 1993). Las cinco zonas de Mesoamrica son: 1. El occidente de Mxico 2. El altiplano central mexicano 3. El Golfo de Mxico 4. El rea de Oaxaca 5. El rea maya Para poner en su contexto histrico y geogrfico a la cultura maya y en particular la ubicada en Guatemala, se presenta el Cuadro 1, en el que se enumeran las reas arqueolgicas en que se divide la regin, las culturas ubicadas en ellas, y sus sitios arqueolgicos representativos; en la Figura 1 se muestran
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las reas geogrficas de cada una de esas regiones. 2.2.3. El rea maya El rea ocupada por la civilizacin maya comprende los siguientes territorios: al este del estado de Chiapas, al norte y este el estado de Tabasco y la totalidad de los estados de Yucatn, Quintana Roo y Campeche, los anteriores en el sureste de Mxico; la totalidad de los territorios de Guatemala y Belice; y la parte Occidental de Honduras y El Salvador (Sharer, 1999). Para facilitar el estudio de los mayas, los arquelogos han dividido el rea maya en tres regiones arqueolgicas. De sur a norte, estas regiones son: 1) La llanura costera del Pacfico 2) El altiplano o Tierras Altas 3) Las Tierras Bajas
2.2.4. Divisiones del rea maya en Guatemala Guatemala cuenta con las tres regiones arqueolgicas antes descritas para el rea maya, divididas para su estudio en cuatro regiones: 1) Tierras Bajas, constituida bsicamente por el departamento de Petn. 2) Tierras Altas o altiplano, a su vez subdivididas en: i. Tierras Altas o Altiplano Norte; que incluye los departamentos de Alta Verapaz, Baja Verapaz y Quich. Altiplano Central; departamentos de Guatemala, Sacatepquez y Chimaltenango.
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iii. Tierras Altas o Altiplano Occidental; constituida por los departamentos de Huehuetenango, San Marcos,
Subreas culturales de Mesoamrica 1. Occidente de Mxico 2. Altiplano central de Mxico 3. Costa del Golfo de Mxico 4. Oaxaca 5. Subrea Maya Frontera Norte de Mesoamrica en el momento de mayor avance Lmites de Mesoamrica en el momento de la invasin espaola Subreas culturales de Mesoamrica.
Figura 1. Mapa de distribucin de las reas culturales de Mesoamrica Fuente: Braswell (1997); Gonzlez (1995)
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Totonicapn, Solol, y una parte de Quich. 3) Regin de Oriente; El Progreso, Izabal, Zacapa, Chiquimula y Jutiapa. 4) Regin de la costa sur; constituida por los departamentos de Retalhuleu, Suchitepquez, Escuintla y Santa Rosa (Ivic, 1995). El proceso histrico refleja que la ocupacin del espacio geogrfico mencionado ha tenido dos caminos, el primero se explica a partir del valor de uso de la territorialidad, que corresponde a los pueblos prehispnicos; y el segundo en relacin con el valor de cambio de esa territorialidad, cuyo desarrollo corresponde a la colonizacin y neocolonizacin de los pueblos indgenas. El primero se comprende como la relacin cosmognica con la Madre Tierra; y el segundo como la concentracin, acumulacin y privatizacin de la tierra, en cuanto a la renta de esta, destinada al cambio y comercio. Este camino pas por diversas etapas, desde un rgimen desptico tributario, pasando por las relaciones esclavistas figuradas en la encomienda y el repartimiento, y por la feudalizacin, considerados stos como procesos precapitalistas, y luego el liberalismo en 1871, como inicio de manera sui generis del capitalismo en Guatemala. 2.3. Rutas comerciales prehispnicas que contribuyeron a la configuracin y desarrollo de los pueblos indgenas Uno de los factores que contribuy a la configuracin y desarrollo de los pueblos indgenas fue el comercio. La interrelacin entre los distintos pueblos se evidenci por medio de las rutas comerciales. Las regiones de Mesoamrica estaban vinculadas por una red de comercio. Ciudades
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y mercados de la cuenca de Mxico, de la meseta de Cholula o de la costa del Golfo, se mantenan en contacto con la costa del Pacfico y el altiplano de Guatemala, as como con regiones ms lejanas, a travs de los mercaderes que viajaban en largas caravanas de carga y tamemes. Los mercaderes mexicanos poschtecas y oztomecas conocan por su trabajo todas las rutas y pueblos de Mesoamrica, stos tenan relacin con mercaderes de origen maya. Fray Bartolom de las Casas habla de los mercaderes de Qumarkaj que traan joyas de oro y plata de Oaxaca o desde la regin mixteca. Se asume entonces que los mercaderes kiches viajaban por las mismas rutas que sus colegas mexicanos (Van Akkere, 2007). Los asentamientos del valle de Guatemala, en donde se extrajo obsidiana, trazaron rutas de comercio con la costa del Pacfico, a travs de Escuintla, y con el valle del Motagua, donde se utilizaba el ro para navegar con canoas y transportar mercancas. A travs del Motagua existieron rutas de comercio con el mar Caribe (Lou, 1993). En el Caribe, las mercancas seguan su camino con rumbo norte para llegar a Belice. El Cayo Wild Cane, en el sur de ese territorio, probablemente fue un punto donde llegaba la obsidiana trada por el ro Motagua desde las Tierras Altas. Desde all pudo ser distribuida en Belice y el resto de las Tierras Bajas (Braswell, 1997). Desde el valle del Motagua tambin se poda llegar hasta las Tierras Bajas a travs de una ruta de comercio que pudo incluir rutas por tierra y por ros. El transporte de mercancas a lo largo de esta ruta pudo realizarse por cargadores que atravesaban corredores naturales de las sierras: Las Minas, Chuacs, Cham y Chinaj. Probablemente, los cargadores ya no eran necesarios al llegar a la parte navegable del ro La Pasin, ya que las mercancas generalmente se transportaban en canoas.
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2.4. Contexto histrico de la configuracin de los pueblos indgenas La categora de pueblos indgenas surge en el proceso colonial. Su origen histrico se puede definir a partir de los siguientes procesos: oleadas migratorias constantes, hibridacin cultural, formaciones socioculturales, econmicas y polticas; y acciones externas contingentes, como la invasin y dominacin espaola. En tal sentido, el surgimiento de los pueblos primarios u originarios tendr una procedencia diversa y heterognea. Es en este escenario donde se genera la etnicidad. La etnicidad no ha existido siempre, sino que es el resultado de la accin, la produccin y la construccin social, en la cual confluyen los diversos factores indicados anteriormente. Los elementos embrionarios de la etnicidad se irn produciendo desde la utilizacin de la onomatopeya2 hasta los idiomas maternos, costumbres, tradiciones, valores y principios, en su conjunto sociocultural y cosmogona, con toda su diversidad y alteridad3. En este proceso se tienen que diferenciar tres momentos: 1. Surgimiento, conformacin y desarrollo de los pueblos indgenas. 2. Generacin, configuracin y manifestacin identitaria de los pueblos indgenas en grupos tnicos y sus comunidades;
2.4.1. El proceso colonial y la subordinacin de los pueblos indgenas El establecimiento del poder colonial a travs de la invasin militar marc una ruptura de la configuracin original de los pueblos indgenas, particularmente en la interaccin que haban logrado con la naturaleza. Algunos autores definen la categora Colonia (del trmino de origen latino colonia) como la que sirve para designar a un territorio ocupado y administrado por una potencia extranjera de la que se depende en diversos planos: poltico, econmico, cultural, etc. (Gonzlez, 1996). Cabezas (s.f.) seala que, despus de haber derrotado a los principales seoros guatemaltecos, los espaoles emprendieron la organizacin econmica y poltica de la regin. Sin embargo, la mayora de instituciones polticas y laborales (Gobernacin, Ayuntamiento, encomienda, repartimiento) que crearon con tal fin, sufrieron profundos cambios a mediados del siglo XVI, que produjeron en Guatemala las instituciones que conformaran y caracterizaran el sistema laboral de todo el perodo colonial. 2.4.2. La encomienda y repartimiento o trabajo esclavo Cabezas (s.f.) y Martnez (1983) coinciden en que la encomienda y repartimiento encubran relaciones de produccin esclavistas, mediante las cuales el conquistador encomend a los castellanos para que ensearan la doctrina
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El sitio arqueolgico maya Cancun est situado en el valle del ro La Pasin, en la frontera entre el norte de Alta Verapaz y el sur de Petn, y era un puerto para la obtencin, intercambio y redistribucin de mercancas, tales como obsidiana, jade y otras ms que venan desde las Tierras Altas; all comenzaba la parte navegable del ro La Pasin, inicio de la mayor ruta comercial de las Tierras Bajas. Esa ruta utilizaba los cauces del ro La Pasin y del Usumacinta (Kovacevich et al., 2001).
proceso que se da en el contexto de la balcanizacin4 o de la subordinacin a la dominacin espaola, producida por las reducciones de los pueblos y en la que se inscribe el primer despojo de tierras en Guatemala, ocurrido entre 1524 y 1542. 3. La conversin de los indgenas en campesinos.
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cristiana a los nativos. A esta institucin se le llam encomienda-repartimiento, y desde su inicio asumi caractersticas esclavistas. Los indgenas fueron tratados como verdaderos esclavos e incluso su piel fue marcada con hierro candente en seal de posesin. En contraste, la forma fundamental de actividad laboral en los seoros indgenas guatemaltecos durante la poca prehispnica haba sido la que realizaban las comunidades aldeanas (parcialidades) en sus tierras comunales. El producto que obtenan serva para su propio sustento y para el pago del tributo a sus seores (ajawab), que habitaban en los tinamit o ciudadelas. Carmack (1979) indica que en los seoros quichs (kiches) tambin existi la esclavitud, y agrega que el sector de los esclavos estaba integrado por los capturados en la guerra, los reducidos a esta condicin por crmenes cometidos y aquellos que se entregaban en tal calidad a sus seores, porque su pobreza les impeda el pago del tributo. Sin embargo, el trabajo de los esclavos en el rgimen econmico de los seoros kiches solamente fue complementario, estuvo ms ligado a tareas domsticas y, en pocos casos, a la produccin agrcola. Dos fueron las formas que los castellanos utilizaron para hacerse de esclavos: la guerra (requerimiento) y el rescate. En Guatemala se recurri a la guerra desde las etapas iniciales de conquista, aunque esto implicaba tericamente la aplicacin consecuente del requerimiento, instrumento jurdico que estableca el procedimiento por el cual se poda hacer lcitamente la guerra a los indgenas y esclavizar a los vencidos. Francisco Antonio de Fuentes y Guzmn confirma que el requerimiento se aplic en Guatemala y dio lugar a la entrega de los indgenas capturados en guerra a los principales conquistadores, para servirse de ellos como esclavos. Francisco Ximnez aade que Pedro de Alvarado, en un buen nmero de ocasiones, se reserv para s la mayor cantidad de indgenas, y que ello
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fue causa de mltiples discordias entre los conquistadores (Thille, 2002). En Guatemala, la forma ms utilizada por los espaoles para conseguir indgenas fue la del rescate, vocablo utilizado por los conquistadores en el sentido de cambiar una cosa por otra. As lo usaban principalmente aquellos vecinos que haban recibido pocos esclavos. Los espaoles exigan a los seores indgenas la entrega de esclavos a cambio de mercancas o por medio de la coaccin directa. Para justificar tal proceder aducan que de esa manera hacan un bien a los indgenas, al liberarlos del peligro de que sus seores los sacrificaran y se los comieran (Thille, 2002). La primera cdula antiesclavista, emitida en 1530, caus profundo malestar entre los vecinos de Guatemala. El Ayuntamiento de la ciudad de Santiago apel por ello ante la Corona, y pidi suspender la aplicacin de la misma en esta provincia, mientras fuera necesario. Los reyes aceptaron las razones presentadas por el Ayuntamiento y, en julio de 1532, autorizaron a Pedro de Alvarado y al obispo Francisco Marroqun a actuar as. Ante la situacin, y seriamente preocupados, personajes como Las Casas y otros frailes dominicos gestionaron y consiguieron que el Papa Paulo III declarara, en 1537, que los indios eran personas y que se condenaba su trato esclavista (Escalante, 1993). La subordinacin espaola gener todo tipo de problemas con repercusiones que perviven hasta la actualidad, como los mecanismos de inequidad de tenencia de la tierra. Esto articul una estructura asimtrica y conflictiva. Desde 1542 la legislacin para la administracin de Las Indias determinaba que todas las tierras sin ttulo legal eran de la Corona, lo cual le daba un carcter patrimonial a la propiedad. Para legalizar la posesin de las tierras retenidas ilegalmente se cre una nueva figura, la Composicin de tierras, procedimiento que se mantuvo hasta la segunda
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mitad del siglo XIX. Generalmente se actu de mala fe y se fue originando un alto nivel de conflictividad alrededor de la tenencia legal de la tierra (Escalante, 1993). Grandes extensiones fueron consideradas originalmente como propiedades inalienables de las comunidades indgenas, pero su usufructo pas parcialmente a manos de los criollos, mediante un censo enfitutico5 que permita el acceso al derecho del usufructo de la tierra por tiempo ilimitado, pero no su propiedad. En l, el interesado se comprometa a efectuar anualmente el pago de una cantidad equivalente a un porcentaje del valor que las autoridades establecan para la porcin de tierra (Escalante, 1993). Los acontecimientos que se produjeron desde la colonizacin hasta nuestros das han marcado lneas de accin de los diferentes gobiernos que han contribuido a la desaparicin o deterioro paulatino de las tierras municipales o ejidos6. Muchos de los problemas que hoy viven los usuarios y las propias municipalidades son producto de esas decisiones que se adoptaron en el pasado. 2.4.3. La propiedad comunal como factor de cohesin social de los pueblos indgenas durante la Colonia La propiedad comunal se encuentra caracterizada en las descripciones de Ximnez que datan del siglo XVIII. stas ilustran cmo era el gobierno de los pueblos prehispnicos, haciendo mencin a las distintas estructuras, como tinamit, chinamit y calpules, en donde cada chinamit era una unidad residencial que posea tierras comunales, y sus habitantes tenan derecho exclusivo a los recursos dentro de sus lmites territoriales. Los miembros de un mismo chinamit aceptaban la responsabilidad por las acciones de otros integrantes del grupo, y cooperaban entre ellos para realizar, por ejemplo, fiestas matrimoniales o para castigar a quienes resultaban responsables
en disputas civiles o religiosas. Entre los chinamit y los calpules exista alguna semejanza (Borg, 1998). Thille (2002) analiza el contexto del surgimiento de los ejidos como una forma de tenencia y aprovechamiento colectivo existente en la realidad guatemalteca, con especial nfasis en las comunidades indgenas. Menciona que conocer su evolucin histrica es fundamental para entender el deterioro de su interaccin con la biodiversidad. La agrupacin de la poblacin indgena en las tierras de indios impuso un estrecho control sobre la poblacin autctona, lo que puede ser visto como una forma de aislamiento del resto de la poblacin. No obstante, algunos atribuyen al ejido un doble papel: como elemento bsico de la economa produccin/tributos, y como elemento que contribuy a cohesionar a tales grupos sociales. En Guatemala se reprodujo de cierta forma una balcanizacin; es decir, la desmembracin de los distintos pueblos indgenas. La consecuencia inmediata de este fenmeno fue la fragmentacin y divisin de los indgenas. Sin embargo, esto dio lugar al surgimiento de la etnicidad, que signific el desarrollo del sentido social de pertenencia histrico-cultural, el cual result en su contradiccin un factor de cohesin social. Thille (2002) establece que dentro de este contexto cabe preguntar: de dnde surge la nocin de la propiedad colectiva? esta categora de propiedad tiene como origen el traslado a Amrica de la situacin jurdica existente en Espaa en esa misma poca. La agrupacin de los indgenas en pueblos supona poner tierras a su disposicin. Pero, cul deba ser la relacin de los indgenas con la tierra as concedida? La superficie legal era la de un cuadro cuyos ejes estaban orientados hacia los puntos cardinales, a partir del centro del pueblo, con
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una longitud de media legua (2 km). La superficie total de las tierras asignadas para uso comn equivala a 38 caballeras. Las mismas fueron sometidas a composiciones cada vez que un pueblo necesitaba tierras y con el tiempo se les llam ejidos. Thille (2002) agrega que en regiones como los Altos del Occidente y en las Verapaces, las estrategias legales de la poblacin maya lograron frenar con xito la presencia de propietarios espaoles, criollos o ladinos. En oriente, por el contrario, se generaron pueblos de ladinos que compiten con las tierras comunales indgenas y las absorben en buena medida, siendo los receptores principales de poblacin rural no indgena.
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2.4.4. Las tierras comunales de los pueblos indgenas durante la dictadura liberal de 1871 Despus de 1821 slo se cambia el discurso en cuanto a los trminos, por ejemplo de encomienda y repartimiento se cambia a mandamientos, es decir, los pueblos indgenas y su etnicidad siguen subordinados. Los gobiernos liberales cambiaron la composicin tradicional de las lites. El poder econmico de las familias criollas tradicionales ahora fue compartido, y a veces hasta desplazado, por una nueva burguesa ascendente producto del auge del cultivo de caf. Tambin por extranjeros que llegaron a invertir en el comercio y la agricultura. Al triunfar su movimiento, en un manifiesto del 8 de mayo de 1871, el general Miguel Garca Granados hizo el compromiso de reformar jurdicamente el Estado para impedir los excesos del poder personal y dar una base de legitimidad a la propiedad de la tierra en favor de los pujantes cafetaleros. Fue el general Justo Rufino Barrios quien impuls las reformas liberales, que respondan a las siguientes demandas de los grupos emergentes de las clases medias altas: 1. 2. Privatizacin de las tierras baldas y comunales o ejidales. Despojo a los pueblos indgenas de las tierras comunales que eran propicias para el cultivo del caf. Expropiacin de tierras a la Iglesia. Finalizacin del censo enfitutico, que patrimonializaba y amortizaba la tierra. Desamortizacin de la tierra. Liberacin de hipotecas.
Severo Martnez Pelez, en su obra inconclusa, Motines de Indios, cre una teora de la violencia colonial desde sus causas, para as conocer la opresin a que fue sometida la poblacin indgena durante la Colonia, la cual puede servir para interpretar esa violencia que a lo largo de la historia se ha abatido sobre la poblacin indgena, situacin que ha generado frecuentes protestas por sus derechos. Tales protestas se originaron de los abusos en el cobro del tributo, el repartimiento de mercancas que obligaba a vender y comprar artculos a las autoridades y comerciantes locales, las necesitaran o no, situacin que persisti durante la poca independiente hasta 1944.
Al analizar la situacin particular de los Qanjobales, por ejemplo, Martnez Pelez seala que el mismo acto de tener que legalizar, es decir, especificar geogrficamente un determinado espacio de uso, limit el concepto de las tierras comunales para esta poblacin y la hizo vulnerable en el sentido del buen manejo de los recursos naturales. Es decir, las tierras comunales al final resultaban siendo reservorios y mecanismos de control social, para poder disponer de ellas en cualquier momento (Thille, 2002).
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Obtencin de fuerza de trabajo sin pago alguno, trabajo forzado. Reglamentacin de la fuerza de trabajo en cuanto al jornal. Creacin de infraestructura. Conversin del Estado en un ente desregulador, facilitador y proveedor de crditos.
Momostenango, el intento de levantamiento de los kiches en 1877 y la rebelin de San Juan Ixcoy en 1898, sofocadas por las milicias ladinas que se apropiaron de sus tierras (ODHAG, 1998). 2.4.5. La tierra y la mano de obra indgena El triunfo liberal dio nuevos bros al discurso del progreso, la modernidad y la ciudadana. Los factores que a los ojos de los constructores del nuevo proyecto nacional explicaban la resistencia indgena a estos procesos eran el atraso social, la multiplicidad de idiomas y una estrecha visin de comunidad, que los limitaba al espacio municipal. Por eso, de nuevo se busc imponerle al indgena la salida de una asimilacin regenerativa, para la que era imprescindible que aceptase el orden jurdico y las reglas del consumo capitalista, las cuales exigan desde un inicio hablar espaol (Van Akkeren, 2007). Los contenidos de la educacin se centraron en los argumentos de civilizacin como requisito para la conversin ciudadana. Su principal medio sera la castellanizacin, que en primera instancia permitira el traslado de los conocimientos y valores que recreaban la ideologa nacional oficial. Pero independientemente de la universalidad, pregonada con la aspiracin a la educacin laica y generalizada, por razones econmicas e ideolgicas, no se busc la escolarizacin masiva de la poblacin. El acceso a ella fue posible solamente para personas con dominio del idioma espaol, con determinados recursos y ubicada en reas urbanas, de donde tericamente se ira expandiendo la cobertura educativa hacia las reas rurales. La responsabilidad educativa en el interior del pas se dej en manos de los finqueros, con escasos resultados, pues en ellos prevaleci el inters por la mano de obra barata y la conviccin racista de la inutilidad de los esfuerzos educativos frente a la inferioridad indgena. Por su parte,
Esas reformas mezclaban los avances tecnolgicos y las nuevas concepciones militares como la organizacin de un Ejrcito profesional con la supresin de derechos comunales y eclesiales sobre la tierra y la instauracin del trabajo forzado. Las ms afectadas fueron las comunidades indgenas situadas en las reas de expansin cafetalera, especialmente en la bocacosta de Quetzaltenango, San Marcos y Alta Verapaz. Hasta entonces, la relativa independencia de los pueblos indgenas se haba basado en la posesin de las tierras comunales. Al desconocer el censo enfitutico que los conservadores instauraron en el siglo XIX, daando aunque no aboliendo el derecho de propiedad indgena, los finqueros adquirieron las tierras que eran arrendadas a las comunidades. Adems de la tierra, el liberalismo abord el tema de la mano de obra forzosa. En 1877 se promulg el Reglamento de Jornaleros, y en 1878 la Ley Contra la Vagancia, que obligaba a los indgenas a trabajar de 100 a 150 das al ao en las fincas cafetaleras. Como consecuencia, la mano de obra era muy barata; los hombres ganaban un real por da y las mujeres medio real. Unos 100,000 indgenas bajaban cada ao del altiplano a la bocacosta para trabajar en las cosechas. De esa poca datan numerosos levantamientos indgenas contra jefes polticos, habilitadores y finqueros. Entre estas revueltas destacan la guerra de guerrillas de los indgenas de
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el estado liberal encontr til la continuidad de los indgenas como ciudadanos pasivos y diferenciados: el impulso de la produccin cafetalera exiga tierras en la zona de la bocacosta y necesit la presencia masiva de una mano de obra estacional para la recoleccin del grano. La tierra, el trabajo y la produccin pasaron a ser asuntos del Estado como no lo haban sido antes y la expansin de la frontera agrcola se concibi en funcin de la produccin agro-exportadora. La gran propiedad como base productiva se enfrent a las comunidades que posean importantes extensiones de tierra. Se promovi la privatizacin acelerada de la misma y las ocupaciones de tierra balda y comunal. sta fue una inaudita agresin a los indgenas y a sus mecanismos de sobrevivencia, basados hasta ese entones en la propiedad comunal. La acumulacin acelerada de las tierras a costa de la propiedad campesina provoc el debilitamiento de la propiedad comunitaria y la fragmentacin minifundista, se lanz a miles de campesinos a la condicin de mozos o peones, que combinaban su trabajo temporal con la explotacin de sus parcelas o la de colonos arraigados permanentemente en las fincas. Este fenmeno result menos brutal por su sedentarismo pero en l los campesinos sufrieron la ruptura del lazo con sus comunidades de origen. En teora, se pretenda que la mano de obra indgena en la finca creara, a travs del salario, los hbitos de consumo propios de una existencia social ms moderna. Pero, en la realidad, la fuerza de trabajo en las fincas se bas en la sujecin por medio del endeudamiento, la persecucin y la coercin social por parte de un aparato militar y civil, que garantizaba las cuotas de trabajo forzado a los finqueros y hacendados. El Reglamento de Jornaleros de 1877 estableci las bases para la incorporacin de los minifundistas indgenas al proceso productivo,
a travs de la recreacin de la figura colonial de la habilitacin (Van Akkeren, 2007). As, el trabajo obligatorio fue el principal factor que explica la persistencia y profundidad de las polticas de segregacin existentes en la sociedad y que fueron promovidas por el Estado. ste tambin se vio en la necesidad de ampliar los servicios y requerir mano de obra para las obras de infraestructura, con lo cual recurri a mecanismos similares de compulsin laboral. Por tanto, se cerraba el crculo que se ha descrito, pues como trabajadores agrcolas forzados, los indgenas tenan limitado el acceso a la educacin, lo cual los dejaba inmersos en una condicin de incivilidad que les inhiba el derecho pleno a la ciudadana. De ah que no fueran vistos como parte de la identidad nacional y que el estado liberal estimase que mientras fueran y se comportaran como indios seran considerados como grupos subordinados y, por lo tanto, susceptibles a ser segregados. Sin embargo, el mismo proceso de desgaste que provocaba el mantenimiento de este oneroso sistema motiv nuevas polmicas polticas y resistencia indgena, que fueron gradualmente modificando la legislacin pero no la realidad. En 1934 se suprimi el trabajo por deudas bajo el rgimen del general Ubico y se sustituyo por el boleto de jornaleros, que castig la dificultad de probar un mnimo de trabajo en las fincas (150 das) como vagancia y se aplic tanto a indgenas como a ladinos rurales. A ello se sum la obligacin de trabajo vial gratuito y obligatorio (Van Akkeren, 2007). 2.4.6. Conflictividad agraria, exclusin y racismo durante la dictadura liberal Mientras los liberales ilustrados consideraban a los indgenas como un impedimento para el progreso, que deba y poda vencerse mediante la educacin y su integracin en la sociedad moderna, los nuevos liberales
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daban por supuesta la esencial incapacidad para el cambio en los propios indgenas, a quienes consideraban, adems, perezosos, inferiores y renuentes al trabajo. Mc Creery (s.f.) comenta el planteamiento estereotipado de la poca colonial, respecto a que el indgena careca de las necesidades de la civilizacin y adems era incapaz de satisfacerlas por s mismo, y que para poder cubrirlas, por lo menos en sus mnimos requerimientos, era necesario forzarlo a emplearse por un salario, pues no acudira voluntariamente al mercado de trabajo. 2.4.7. El descontento indgena Mc Creery (s.f.) seala que la violencia o las revueltas espontneas de los indgenas contra administradores, habilitadores o agentes del Estado, no fueron realmente frecuentes ni premeditadas. Ocasionalmente, algn mozo furioso, en respuesta a lo que consideraba una tarea exagerada o a los golpes recibidos, amenazaba con su machete al caporal, pero de inmediato se le acorralaba y castigaba. Cuando los trabajadores formaban grupos para protestar, la represin era tan rpida como desproporcionada. El dominio liberal alcanza su punto mximo durante la dictadura de Jorge Ubico, largo perodo en el que los procesos estructurales siguieron siendo los mismos, la diferencia estribaba en sus niveles de profundizacin en cuanto a la exclusin de los pueblos indgenas. En medio del ahogamiento del Estado por problemas fiscales, el endeudamiento y la depresin econmica internacional, y la decisin de no continuar devaluando la moneda, Ubico se gan el apoyo de los cafetaleros manteniendo el orden social en el campo mediante un programa de obras pblicas forzadas. En 1934, el gobernante cancel las deudas por habilitaciones, buscando favorecer as a los empresarios menos competitivos en su lucha por obtener mano de obra, y enfrentar las presiones pro-
En la actualidad, existe una serie de movimientos reivindicativos de los derechos de los pueblos indgenas; entre estos sobresale el reconocimiento de una sola identidad como pueblo maya. En la bsqueda de esta reivindicacin se encuentran involucradas organizaciones de base, las cuales evolucionaron a partir de 1976 como consecuencia del terremoto que sacudi todo el pas, particularmente el altiplano occidental mayoritariamente indgena. En los aos posteriores, el desarrollo de la guerra interna forz la participacin de los pueblos indgenas en acciones para generar un futuro mejor, y permitir as la maduracin de un pensamiento poltico, al formular la idea de una autonoma representada por el pueblo maya. Como respuesta, la Constitucin de l985 da el espacio al reconocimiento de los grupos tnicos. Otros eventos similares se desarrollan en consonancia con ste, como la aprobacin del Convenio 169 de la Organizacin Mundial del Trabajo (OIT), la inclusin del marco de la identidad y derechos de los pueblos indgenas, considerados en la agenda de discusin de los Acuerdos de Paz, entre otros (PNUD, 2005). 2.4.8. La Revolucin de Octubre y los pueblos indgenas El presidente Juan Jos Arvalo (1945-1951) defendi un modelo liberal de intervencin
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ducidas por el excesivo endeudamiento de los trabajadores y la grave crisis fiscal. Eso permiti a una minora indgena dedicarse a la actividad comercial desplazndose por todo el pas. Estos indgenas rompieron con el patrn cultural de los zahorines7 y entraron a un movimiento de conversin religiosa que facilit la penetracin de la iglesia catlica y las protestantes en el altiplano a partir de las dcadas de 1930 y 1940 (Falla, 1980).
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estatal, una interpretacin del New Deal del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, que l defini como socialismo espiritual para distinguirlo del socialismo materialista de los marxistas. Su programa econmico favoreci a la pequea industria y permiti la creacin del pequeo propietario agrcola. Tambin promovi el cultivo del algodn y la ganadera extensiva, que slo podan desarrollarse de manera rentable en grandes extensiones de tierra y con el uso de un nuevo tipo de asalariado agrcola. Adems, el sector comercial creci, alentado por los altos precios de los productos de exportacin y la ampliacin de la capacidad de compra interna. Los cambios que favorecieron a la sociedad en su conjunto, y en particular a los pueblos indgenas, en el contexto revolucionario de 1944 a 1954, se pueden identificar como los siguientes: Promulgacin de la autonoma municipal y universitaria. Ley Forestal (1945). La nueva Constitucin. Prohibicin de la discriminacin contra los indgenas. Reconocimiento de los ejidos y tierras comunales como inalienables, inexpropiables e indivisibles. Creacin del Cdigo de Trabajo (1947). Institucin del Seguro Social. Derogacin de la Ley del Trabajo Forzoso. Realizacin del primer censo agropecuario nacional.
A partir de la contrarrevolucin, los pueblos indgenas volvieron a experimentar la explotacin, la violencia, la exclusin, la discriminacin y el racismo. Sin embargo ha habido un despertar de los pueblos maya, garfuna y xinca, el que se expresa en los esfuerzos por recuperar la identidad, el idioma, las tradiciones, los valores y principios. Pero fundamentalmente la recuperacin de la tierra, no slo como una cuestin de tenencia, sino como proceso relacional cosmognico en armona con la naturaleza. A pesar de un contexto adverso, las posibilidades del etnodesarrollo y de los diversos imaginarios estn planteadas. 2.5. Surgimiento del pueblo xinca El pueblo xinca surge de procesos hbridos distintos a los que dieron origen al pueblo maya; es decir, de temporalidades, contextos y espacios distintos. La historicidad de los xincas no es ajena a la experimentada por los dems pueblos de Guatemala. La ubicacin geogrfica donde histricamente se localiza al pueblo xinca se sita en el departamento de Escuintla, especficamente en los municipios de Santa Luca Cotzumalguapa y Escuintla; en los departamentos de Santa Rosa y Jutiapa; la parte sur del departamento de Jalapa; departamento de El Progreso, en los municipios de Guastatoya y Sanarate; extendindose hasta el departamento de Zacapa por toda la cuenca del Motagua, y posiblemente en la zona fronteriza con El Salvador. Los procesos de dominacin, subordinacin, explotacin, racismo, discriminacin y exclusin social en el contexto guatemalteco han permitido que las comunidades xincas, articulen un sistema de organizacin social que les permite la recuperacin de la propiedad de las tierras comunales que por muchos aos
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han tenido en posesin y la revitalizacin de sus principios y valores culturales. De la memoria histrica y colectiva, tanto oral como escrita, del pueblo xinca se desprenden varias teoras sobre su origen; una que define su origen de culturas netamente mesoamericanas como petuni, lencas, o mayas, y otra que vincula su surgimiento con algunas culturas suramericanas, particularmente de la amazonia ecuatoriana, especficamente del pueblo saxara, con quienes comparten algunas similitudes culturales como el uso y conocimiento de las fuerzas positivas y negativas interiores. De la misma manera, en el arte de la guerra destaca la utilizacin de puntas de lanza envenenadas y de trampas de fosas con pas en su interior. Monterroso, Quezada y Urquiz (1999) mencionan que la lengua xinca est emparentada con otras que se hablan en la regin amaznica de Brasil, y que hasta el da de hoy se desconoce la procedencia de los xincas. Lo nico que se sabe es que los pipiles de la costa sur y rivales de los xincas los llamaban popolacas, lo que significa brbaros. En los aos de mayor auge ocupaban desde el Suchiate hasta Ipala en Chiquimula, incluyendo el territorio intermedio de ambos puntos, tales como: Yampuk, Sanarate, Sinsirisai, Tatasirire, Ipala y otros. Gaitn (1997) opina que el idioma xinca puede estar emparentado con el zoque que se habla en Mxico. Entre otras hiptesis sobre el origen del pueblo xinca, se puede tambin hacer una relacin de datos sobre los rasgos histricos de algunas comunidades, por ejemplo, Jumaytepeque. An no se ha determinado el grado exacto y el modo de penetracin nhuatl en la zona xinca y por eso se podra conjeturar que algunos grupos pipiles se apoderaron por medio de la fuerza militar de ciertos pueblos xincas, con el objeto de controlar su produccin agrcola y exigirles pago de tributos, en especial cacao.
Algunos arquelogos que registraron sitios prehispnicos en la regin de la costa sur, fueron Franz Termer (1948), Edwin Shook (1975), Lawrence Feldman y Lyle Campbell (1975), Gary Rex Walter (1980), William Fowler (1989), Francisco Estrada Belli (1995) (Monterroso, Quezada y Urquiz, 1999). Los datos recabados por los arquelogos en Santa Rosa y la costa sur permiten inferir que los primeros pobladores del rea se situaron en el rico ambiente de los esteros costeros. El sitio ms grande fue Chiquiuitn localizado en la costa a tres kilmetros del actual Monterrico. Existieron tambin otros sitios de menor tamao como Ujuxte (a un kilmetro al sur de Chiquimulilla), Pulido, Canal, Salinas, Santa Rita, Palosadentro y Aguadulce, todos cercanos al canal de Chiquimulilla (Monterroso, Quezada y Urquiz, 1999). Se indica tambin que entre 1300 y 1150 A.C., la economa de estas comunidades estaba basada en la caza y recoleccin de plantas y semillas. Luego de esta fecha aparecen las primeras piedras de moler en Chiquiuitn, lo cual puede indicar que se estaba procesando maz y otras plantas, y por ello se cree que es en este punto que debe marcarse el inicio de la agricultura. La cermica encontrada en el rea de Chiquiuitn comparte el estilo de otras regiones de la costa sur. La mayora de vasijas de esta poca tiene forma de tecomate. Posteriormente (alrededor de 850 A.C.), el estilo cermico de Chiquiuitn muestra afinidad con Kaminaljuy y Chalchuapa. Los sitios ms importantes del pueblo xinca durante los aos 400 A.C. y 250 A.C. fueron Nueve Cerros (situado en el aluvin del ro Los Esclavos), Ujuxte (un kilmetro al sur de Chiquimulilla), Mara Linda (junto al ro del mismo nombre, Santa Rosa) y La Nueva (en la planicie aluvial del ro La Paz, Jutiapa). Estos contenan centros cvicos ceremoniales que funcionaban como distritos administrativos, alrededor de los cuales haba numerosas construcciones residenciales. Hasta la fecha
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se conocen con certeza siete sitios que tuvieron una ocupacin continua: Atiquipaque, Tacuilula, Pajal 2, Sinacantn, Nancinta, Pasaco y Chiquiuitn. Algunos historiadores ubican a los xincas entre Santa Luca Cotzumalguapa hasta Ahuachapn, en El Salvador. Hacia el perodo de dominacin espaola, ya haban sufrido invasiones y reduccin de su territorio por el ingreso de los pipiles en diversas migraciones, hecho que explica la influencia del nhuatl en su idioma. Como pueblo se registran en los archivos hispnicos del siglo XVIII, dentro de los documentos oficiales de las autoridades espaolas. Para la poca de la Conquista se apunta que los xincas particularmente se enfrentaron a los conquistadores en su camino hacia Cuscatln (El Salvador) y le causaron dao al ejrcito de Pedro de Alvarado, segn se desprende de los relatos de los mismos conquistadores. De la misma manera, los relatos de los frailes que visitaron la zona refieren a los xincas como pobres, productores de maz, caa de azcar, algo de ganado y pita de maguey (Agave sp.). Asimismo, indican que en su mayora hablaban el castellano, el xinca y una lengua mexicana, que no precisan. En la actualidad existen diversas opiniones acerca de su ubicacin, para algunos los xincas se asentaron en el sureste del territorio guatemalteco, otros los ubican entre los lmites del ro Mara Linda y el ro la Paz, y el territorio que ocupan los municipios actuales de Yupiltepeque, Atescatempa y Comapa, en el departamento de Jutiapa. Otras comunidades xincas que perviven pueden encontrarse en los municipios de Zapotitln, Conguaco, Moyuta y la cabecera departamental de Jutiapa. Adems, existe presencia xinca en el departamento de Santa Rosa, en los municipios de Taxisco, Santa Mara Ixhuatn, Guazacapn, San Juan Tecuaco, Chiquimulilla y
la comunidad de San Francisco de Ass, Jumaytepeque. Una de las caractersticas de este pueblo ha sido el uso de cuatro idiomas distintos que son nhuatl, maya, xinca y castellano, lo cual en cierta medida facilit su comunicacin con otros grupos, pero a la vez produjo la invisibilidad tnica que perdur hasta que fueron reconocidos en los Acuerdos de Paz. Entre las principales actividades a las que se dedican estn: la agricultura (constituye su base econmica), la cermica, la jarcia, con la que elaboran distintos objetos destinados al comercio, pero la industria de sintticos ha provocado la decadencia de su uso. 2.6. Surgimiento del pueblo garfuna La historia del pueblo garfuna comienza en la isla de Saint Vincent en el Caribe oriental, la cual estaba habitada por los arawaks, quienes previamente haban sido conquistados por los kalipuna (una tribu suramericana). Los espaoles llamaron caribes a estos grupos, lo cual se traduce como canbales. En el ao de 1635, varios buques espaoles que llevaban esclavos nigerianos naufragaron en esa isla, all se instalaron y convivieron con los habitantes dando origen a los caribes negros. El control posterior de la isla por los britnicos como resultado de varias guerras entre stos, los caribes y los franceses, origin el aniquilamiento, sometimiento y desplazamiento de los negros que convivan en libertad en tales islas, lo cual era inconcebible para los britnicos. De tal forma que algunos de estos caribes negros fueron trasladados a la isla de Roatn, en ese entonces bajo dominio britnico. Despus del dominio espaol sobre la isla de Roatn (Islas de la Baha, Honduras) en 1700, estos caribes fueron trasladados a Trujillo, Honduras, donde sirvieron a los espao-
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les como agricultores y en el ejrcito, destacndose en el servicio militar. Como resultado de la Independencia de Centroamrica, hubo un fuerte sentimiento antiespaol en la regin durante esa poca; a causa de los fuertes nexos de los caribes con los espaoles, se vieron forzados a emigrar al rea de Belice, en donde se congregaron con otros caribes que se haban asentado ah en pocas previas. Tal migracin ocurri el 19 de noviembre, fecha en la que actualmente se celebra el da garfuna. La cultura garfuna es muy fuerte, con gran nfasis en la msica, el baile y la historia. Tienen su propia religin, que consiste en una mezcla de catolicismo, africanismos y creencias indias. Debido a sus diferencias a travs de los aos, los garfunas han sido temidos, discriminados y acusados de veneracin al diablo, vud, poligamia y de hablar un idioma secreto. En 1996, el reconocimiento oficial del pueblo garfuna y su idioma en el Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indgenas fue especialmente importante.
actividad ha generado conocimientos que se transmiten de generacin en generacin. La transformacin del medio natural est produciendo la desaparicin de algunas especies, a las cuales se les asignaba un nombre de referencia en el idioma o lengua original. Este nombre se asociaba con el uso o beneficio que se obtena de estas especies. Cuando no existe el referente, se pierde la funcionalidad del lenguaje. De la misma manera, al perderse el conocimiento de la funcionalidad de la especie, por introduccin de sustitutos modernos o de mayor facilidad de uso, se pierde el lxico aplicado y con l su conocimiento. El resultado es una notable reduccin del bagaje lingstico, que deja de ser transferido y aprendido. Garca-Gmez (2007) indica que es posible que la abundancia de especies biolgicas en regiones o sitios especficos haya generado en el pasado un lxico ms enriquecido, dando por supuesta la presencia humana en el ecosistema. Mafii (2006) argumenta que la diversidad lingstica y cultural no solamente es una expresin del legado de la humanidad, sino tambin parte de la diversidad de la vida, junto con la biodiversidad. Asimismo, el concepto de biodiversidad no solamente debe estar integrado por la variedad de plantas, animales y ecosistemas que evolucionaron en la tierra, sino por la variedad de culturas y lenguajes que han evolucionado con ellos (Hamond y Loh, 2004). De tal manera, Hamond y Loh (2004) han desarrollado el trmino diversidad biocultural en su esfuerzo por comprender y conservar la diversidad cultural y el entorno natural. En ese sentido han desarrollado el denominado ndice de Diversidad Biocultural (IBDC por sus siglas en ingles), que indica el valor de la importancia de una regin en particular, de
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acuerdo con la diversidad cultural y la biodiversidad que presenta. Entre los factores que integran su clculo estn: el nmero de lenguas, el nmero de grupos tnicos, el nmero de religiones, el nmero de especies de aves y mamferos reportados, y el nmero de especies de plantas (Hamond y Loh, 2004). Este ndice global reporta un valor de 1000. El clculo preliminar para Guatemala registra un valor de 549, es decir, la posicin 39 entre 221 regiones calculadas (Hamond y Loh, 2004). El tema de la diversidad lingstica surge entonces como un parmetro mediante el cual se puede establecer la evolucin de los distintos pueblos indgenas y su distribucin en el territorio. Esto por la alta correlacin que existe entre el idioma, la cultura de un pueblo y su relacin con el entorno natural. Adems, permite distinguir a cada uno de los pueblos, ubicar el desplazamiento geogrfico de la lengua y los grupos que la hablan. 3.2. Desarrollo histrico de los idiomas de los pueblos indgenas en Mesoamrica Para entender la distribucin actual de los distintos idiomas indgenas del pas, es necesario conocer el contexto histrico en el cual se han desarrollado, para identificar sus orgenes e interpretar los distintos fenmenos sociales que han condicionado su desarrollo. Los mayas ocuparon un rea que inicia en el norte de la regin huasteca de Mxico (actual estado de Oaxaca) y termina en el sur de Honduras, en Centroamrica. En el siglo XV ya haba ms de 30 idiomas distintos que se hablaban en el rea mesoamericana (Kaufman, 2001). Este mismo autor present en 1974 el resultado de sus estudios en la regin y efectu una clasificacin de los idio-
mas mayas hablados en Mesoamrica, distinguindolos del azteca (mexica o nhuatl) y de otros idiomas y familias diferentes de la maya madre. 3.2.1. Ramas de los idiomas mayas Kaufman (2001) indica que hace unos 4000 aos haba en esta rea un nico idioma cuyo nombre se desconoce, pero que por ser el tronco comn de muchos idiomas, lo llam protomaya. Desde entonces, los idiomas empezaron a extenderse, diferenciarse y crecer en diversas ramas con distintas direcciones y de largo alcance. Se distinguieron varias corrientes: la huasteka y la yukateka. Esta ltima origin el tzeltal, que se desplaz y conform como idioma comn en el altiplano de Huehuetenango, en los Cuhumatanes, fue antecesor del mam y del kiche. Se definen seis ramas principales de las cuales se derivaron todos los idiomas que hoy se conocen. Huasteka Yukateka Tzeltal mayor Qanjobal mayor Mam Kiche mayor
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Existen ms de 30 idiomas mayas hablados en Mxico, Guatemala y Belice. La lejana o la cercana de los idiomas tiene relacin con los fenmenos histricos. Segn Richards (2003), algunos idiomas mayas tienen poco tiempo de haberse separado. De acuerdo con la metodologa glotocronolgica8, en Guatemala se han clasificado cinco ramas idiomticas:
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De la rama yukateka son los idiomas itzaj y mopn. De esta rama y grupo exista en Guatemala el idioma lacandn, conocido comnmente en el mbito maya como lakantun, y en algunos municipios kiches como kalantun. A la rama tzeltal mayor pertenece el grupo chol cuyo idioma en Guatemala es el chorti. De la rama qanjobal mayor: el grupo chuj y el qanjobal. Al grupo chuj pertenece el idioma chuj, y al qanjobal le pertenecen los idiomas qanjobal, akateko y popti. A la rama mam le pertenecen dos grupos: el mam y el ixil. Al grupo mam le son propios los idiomas mam y tektiteko; y al grupo ixil, el ixil y el awakateko. A la rama kiche mayor pertenecen cuatro grupos de idiomas. Al grupo kiche pertenecen los idiomas sipakapense y el sakapulteko, que parecen ser ms variantes dialectales del kiche que idiomas distintos. Los otros grupos no registran un nombre propio como grupo, y cada uno de ellos tiene un solo idioma: el qeqchi y el uspanteko. El cuarto grupo es el poqom.
idiomas de raz lingstica comn protomaya. Adems, en Guatemala se hablan otros dos idiomas indgenas: el xinca y el garfuna, y el espaol. Las lenguas de Guatemala han evolucionado a lo largo del tiempo. Se han producido cambios provocados por fenmenos como guerras, migraciones, colonizaciones recientes y otros factores. Estos procesos empezaron mucho antes de la llegada de los europeos a la regin mesoamericana. La adopcin de trminos de idioma nhuatl en el vocabulario local (notorios sobre todo en la toponimia) es reflejo de algunos de estos procesos socioculturales que conllevan diferencias en el poder poltico, en el comercio y en la estructura social en general. No obstante, el acontecimiento de mayor trascendencia fue la conquista de los pueblos indgenas y la subordinacin de stos a lo largo de varios siglos, procesos que, en su esencia, siguen vigentes. Los idiomas que hablaban los nativos de Guatemala sufrieron cambios estructurales internos significativos entre 1524 y 1700, como resultado de la conquista militar y la colonizacin poltico-econmica, la disminucin de la poblacin, la esclavitud, la subordinacin a un poder extranjero y el cambio de ubicacin de las poblaciones. La prctica de la poltica demogrfica de la Corona espaola se manifiesta en las reducciones forzadas. En ese contexto, el fenmeno poltico ms significativo que afect a los indgenas fue la castellanizacin. El uso del espaol se extendi no slo entre los mestizos, negros, mulatos y zambos, sino tambin entre los indgenas, cuyos idiomas sufrieron cambios al incorporar palabras y estructuras gramaticales del espaol. Antes de la llegada de los espaoles (diciembre de 1523), la organizacin poltica de la
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3.3. Desarrollo histrico de los idiomas indgenas en Guatemala El idioma kiche conform otros cuatro idiomas: kiche, kaqchikel, tzutujil y el achi, los que en trminos lingsticos se conocen como variantes dialectales del kiche, pero que sociopolticamente se reconocen como idiomas. Al grupo poqom pertenecen los idiomas poqomam y poqomchi. Por lo tanto, puede decirse que en Guatemala persisten o se hablan actualmente cinco ramas principales de idiomas mayas, tres de las cuatro divisiones del protomaya, con un total de 22
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sociedad indgena estaba sufriendo cambios significativos. En trminos de control territorial, algunos grupos estaban en expansin y otros parecan debilitarse polticamente. Conforme cambiaban las bases de poder como consecuencia de la presin expansionista de unos grupos y el repliegue de otros, la distribucin espacial de los idiomas tambin sufra cambios sustanciales. A partir de la segunda mitad del siglo XIII grupos guerreros emigraron de distintas regiones de Mxico (principalmente de Tula, en el Estado de Hidalgo) hacia el territorio que actualmente ocupa hoy Centroamrica, para conjurar la presin poltica del imperio azteca. Las migraciones utilizaron las rutas comerciales que fueron establecidas cientos de aos antes, tanto a travs de la planicie costera del Pacfico, como por la costa del golfo de Mxico o bien siguiendo los valles, bordeando ros como el Grijalva o el Usumacinta. La influencia cultural mexicana (sobre todo la tlaxcalteca), se enraiz profundamente entre las elites depuestas, en tanto que la poblacin rural, considerada como base de la pirmide social, result menos afectada. Tambin los toltecas que emigraron a Mesoamrica (constituidos principalmente por los grupos kiche, kaqchikel y tzutujil, pero tambin por grupos tamub, rabinales y otros), invadieron el territorio guatemalteco durante el siglo XIII y se constituyeron en un grupo militarista hegemnico que provoc un efecto profundo en estos nuevos territorios. A pesar de que los indgenas que ocupaban la actual Guatemala fueron subyugados por el grupo invasor tolteca (entre los que se contaban estos grupos originarios de Tula), ste adopt y adapt las diversas lenguas mayas en sus unidades polticas, a pesar de que en estas unidades sobrevivieron influencias del nhuatl, especialmente en el comercio y la diplomacia.
El sistema lingstico mexicano jug un papel importante en la subyugacin militar de los grupos indgenas autctonos, sometidos en el proceso de la Conquista por Pedro de Alvarado y sus aliados tlaxcaltecas y mexicas de lengua nhuatl que trajo de la recin conquistada Tenochtitln, factor que no ha sido minuciosamente estudiado. Esto significa que a la llegada de los espaoles, en la Navidad de 1523, el territorio guatemalteco ofreca el siguiente panorama poltico-cultural: Era una zona densamente poblada, posiblemente con 2 3 millones de personas repartidas a lo largo y ancho de la regin, a la cual los mexicanos llamaban genricamente Goathemala y en la que los grupos hegemnicos eran los kiches, los mames, los tzutujiles, los qeqchis y los kaqchikeles, quienes desde el inicio presentaron resistencia a la conquista, excepto los kaqchikeles que se aliaron a los espaoles a cambio de la promesa de obtener dominio sobre sus enemigos kiches. Para entonces, de los olmecas (antiguos pobladores de la regin) no quedaba rastro alguno y tampoco hay registro en la memoria colectiva de su presencia. Adems, de la poblacin original no quedan sobrevivientes, pues fueron cultural y biolgicamente absorbidos por el mestizaje con los kiches que residieron en la costa sur. De los genuinos mayas del bajo yucateco, no quedaba en el siglo XVI rastro alguno en el altiplano guatemalteco. En la regin, los mayas que vivan en las periferias (es decir, al sur del corredor comprendido entre el sur de Copn, en Honduras, Petn, en Guatemala, hasta el norte de Yucatn, en Mxico), no representaron nunca una resistencia a las huestes conquistadoras. No se enfrentaron a ellas, es
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De los mames se tiene mejor memoria, ya que fue un grupo rebelde que hizo resistencia a los conquistadores hasta ya entrado el siglo XVII, y siempre han tenido presencia nacional pese a su aislamiento y lejana geogrfica. Los tzutujiles, uno de los trece grupos tolteca-kiche, se establecieron al sur del lago de Atitln en 1270 D.C. y all se quedaron, desplazando del lugar a los malaj (cuyo idioma se extingui), primitivos habitantes paleoindios. Los kiches, que vinieron a esta tierra en 1250 D.C., llegaron, vencieron, se quedaron en la regin, combatieron al invasor espaol y fueron colonizados a su vez. Los qeqchis, estuvieron sometidos a mltiples influencias externas (olmeca, teotihuacana y kiche, entre otras), fueron llamados tzulutanes por los mexicanos y espaoles por ser guerreros indomables. Fue el nico grupo cuya conquista no se efectu en forma violenta, sino mediante la evangelizacin varios aos despus de la conquista de los grupos kiche y kaqchikel. A la llegada de los espaoles en 1523, haba en Guatemala una serie de seoros, el ms numeroso era el kiche. Los kiches, los kaqchikeles, los rabinaleb y los tzutujiles conformaban entonces seoros separados, pero en el lapso de slo dos generaciones (final del siglo XIV y mitad del siglo XV) y particularmente durante el reinado de Kikab, los kiches extendieron su control de modo con-
Las regiones que en la actualidad representan zonas de entrecruzamiento lingstico corresponden a las reas que constantemente cambiaban de mano cuando ocurra una expansin o una retraccin de las fronteras territoriales. Las mayores divisiones dialectales que hoy se encuentran corresponden a las lenguas que fueron fronteras lingsticas de acuerdo con los linajes que existieron en la poca prehispnica. Como habamos explicado ya someramente, en el contexto lingstico de Guatemala, durante el perodo de 1524 a 1700, se dieron tres procesos importantes: 1. La disminucin de la poblacin hablante por los efectos devastadores de la guerra, las enfermedades y la esclavitud. 2. La unificacin forzada de los grupos sociales como parte de la poltica de congregacin de la Iglesia y el atrincheramiento de una diversidad de idiomas, como consecuencia de la reduccin o congregacin.
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ms, no hay indicios de que los pueblos locales sometidos tuvieran memoria de la existencia antigua de los mayas ni de su civilizacin, y los espaoles tampoco supieron de ellos. En 1524, Hernn Corts atraves el antiguo territorio maya pero nadie le habl de ellos. Le informaron solamente de los yucatecos y de los itzaj, pero no de los mayas.
siderable. En su mximo apogeo, el territorio kiche estaba conformado por aproximadamente un milln de habitantes. Poco antes de la llegada de los espaoles, el escenario regional presentaba muchos cambios polticos. La estrategia que utiliz el colonizador espaol para asegurar las fronteras polticas consisti en imponer una nueva lite gobernante a los pueblos conquistados, los parientes de la estirpe gobernante asuman el gobierno de los grupos conquistados. El efecto de este proceso expansionista fue que las fronteras polticas no necesariamente coincidieron con las fronteras lingsticas. Que un seoro ganara o perdiera su autonoma no implicaba necesariamente un cambio inmediato y profundo en las lenguas, aunque seguramente hubo prstamos de elementos entre los idiomas en contacto.
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3. La expansin del idioma espaol por las polticas de castellanizacin y la emigracin de los espaoles criollos, ladinos y mulatos hacia las planicies costeras y regiones que quedaron disponibles debido a la muerte o la huida de sus pobladores originarios.
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de la educacin y conversin de los nativos bajo su control. Sin embargo, stos no cumplieron ni una ni otra cosa: no castellanizaron y tampoco catequizaron. Los primeros indgenas que aprendieron el espaol no fueron usados para ensear a otros la fe catlica, se emplearon como intrpretes de los conquistadores en el proceso de conquista de otros pueblos nativos. Fueron usados tambin para ayudar a los colonizadores en la administracin de los territorios sometidos, y para auxiliar a los encomenderos en la explotacin de la fuerza laboral indgena. Haba muy pocos incentivos para los indgenas que quisieran aprender el espaol, ya que existan pocas oportunidades de utilizarlo y, adems, los clrigos encargados de castellanizar no enseaban el espaol a los nativos porque consideraban contraproducente o imposible castellanizar a grupos grandes o a individuos no seleccionados debidamente. Los frailes percibieron que la manera ms prctica de cumplir con su misin era convertir a los indgenas al catolicismo y la manera ms efectiva de hacerlo era por medio de los idiomas nativos. Fue as como, al principio, ellos mismos aprendieron el idioma local (un caso tpico es el de Fray Bartolom de las Casas que aprendi el qeqchi de las Verapaces), despus procedieron a ensear el espaol a un nativo quien, luego, se converta en su traductor-interlocutor con los indgenas de la localidad. Algunos miembros de las rdenes religiosas aprendieron los idiomas vernculos e hicieron diccionarios y gramticas. El conocimiento de las lenguas locales que adquirieron los frailes les dio ventajas sobre la jerarqua religiosa, ya que por el aislamiento de los pueblos que administraban miembros de las rdenes, convirti a estas en la primera autoridad europea en las comunidades, incluso reconocida localmente por encima de la real autoridad de la Corona.
Uno de los efectos lingsticos ms inmediatos de la Conquista fue la masiva disminucin de los hablantes de las lenguas autctonas, a lo que contribuy la transferencia de estos a regiones lingsticamente diferentes. Por ejemplo: grupos kaqchikeles a Chich, poblado situado en pleno corazn del antiguo seoro kiche, enemigo de los kaqchikeles; elementos de la lite dominante kiche sobrevivientes de la destruccin de Gumarcaj, asentados en Chiul (hoy Chajul), entre los ixiles del norte y otros. Hubo casos de comunidades que quedaron con un nmero tan bajo de hablantes nativos que casi result imposible la sobrevivencia del idioma original. En Guatemala hay escasez de documentacin sobre la desaparicin total de una lengua como consecuencia de la Conquista o de la temprana colonizacin. El caso del chol, que se hablaba en la regin noroccidental, representa un idioma que claramente desapareci por completo. Lo que queda de la ltima poblacin chol est en el municipio de Santa Cruz El Chol, del departamento de Baja Verapaz. 3.4. La poltica sociolingstica de la castellanizacin Cuando los conquistadores espaoles llegaron a Amrica, la Corona insisti en su poltica de castellanizacin y catequizacin: los indgenas deban dejar sus costumbres paganas e incivilizadas para cambiarlas por prcticas castellano-cristianas de razn, segn se recomend en el Concilio de Lima, Per, en 1552. La legislacin inicial estableca que los encomenderos eran responsables
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En 1634, Felipe IV determin que toda la doctrina cristiana deba ser enseada nicamente en lengua espaola. Con el fin de promover su aprendizaje, la Corona emiti una Cdula Real donde estableci que el conocimiento del espaol era prerrequisito para desempear cargos pblicos y optar a posiciones importantes. A pesar de insistirse en una poltica firme de castellanizacin, la base institucional para la enseanza de la lengua espaola no exista y a lo largo del perodo colonial no hubo intentos sistemticos para ensearla a los indgenas. Al principio, la poltica oficial fue la de mantener una separacin entre repblica indgena y repblica espaola y, por ello, no es de extraar que surgiera un sistema social dual diferenciado por la lengua. La poltica oficial de castellanizacin de la Corona situ al espaol en la cima de la jerarqua lingstica. Hubo dos procesos principales que promovieron la hispanizacin en Guatemala: 1. El traslado de indgenas hablantes de diversas lenguas nativas a las ciudades y a lugares donde eran absorbidos en los procesos de produccin. 2. El asentamiento de espaoles y ladinos en el rea rural indgena.
Para todas estas construcciones, los esclavos albailes, tejeros, carpinteros, etc., llegaron de diferentes lugares y, como hablaban un idioma diferente al kaqchikel, propio de la regin, pudo haberse producido una rpida prdida de su lengua materna para adoptar el idioma local. Adems, se sinti la necesidad de usar un idioma comn para asegurar la comunicacin: el espaol fue el medio natural y reconocido. Puede suponerse que la influencia de los idiomas mayas en el habla castellana de los indgenas fue todava ms marcada, y el espaol hablado ms imperfecto, segn los estndares de la lite colonial. No obstante, la presencia dominante de los espaoles y la legitimidad atribuida por la Corona al idioma castellano fueron factores determinantes para que ste, en cualquiera de sus formas habladas, funcionara como lengua franca. Aunque el espaol se usaba como lengua franca en la ciudad de Santiago de Guatemala, al mismo tiempo se produjo una renovacin regional del idioma indgena predominante el kaqchikel- como consecuencia de la llegada al valle de cada vez ms ha-
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Para justificar su negativa de utilizar el idioma espaol en los procesos de enseanza, los frailes adujeron que una conversin ms representativa slo se llevara a cabo si los indgenas eran enseados en su propio idioma. Pero los frailes encontraron una gran diversidad lingstica en sus parroquias y, despus de medio siglo de colonizacin, dejaron de aprender y ensear en las lenguas nativas y hacan uso de traductores para su misin de catequesis.
3.5. Las migraciones forzadas y la ciudad de Santiago de Guatemala La capital colonial de Guatemala fue fundada inicialmente en Iximch, en julio de 1524; luego, se traslad a Xepau, Chimaltenango, en 1524; despus a Chijxot, Chimaltenango, en enero de 1527; ms tarde, a Almolonga (noviembre de 1527); posteriormente a Panchoy o Pacn (septiembre de 1542); y, finalmente, al valle de las Vacas o de la Ermita (mayo de 1776). En la configuracin social de algunos pueblos, las migraciones forzadas constituyeron un elemento decisivo por medio del cual muchos esclavos indgenas fueron movilizados para trabajar en la construccin y el mantenimiento de la ciudad en Almolonga y Panchoy.
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Elaborado con informacin de: Annimo, 1998. Evolucion de los idiomas Mayas en Mesoamrica, propuesta de modalidad de oficializacin de los Idiomas Indgenas en Guatemala, en lnea : http://www.ebiguatemala.org/filemanager/dowload/209/03/historia%Atlas.pdf.
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blantes de esta lengua. El mosaico lingstico de la regin central se redujo al kaqchikel y al espaol. Adems de la expansin de los espaoles a las reas aledaas a Santiago, la planicie costera del Pacfico tambin fue ocupada paulatinamente por los colonizadores. Desde Santiago en Guatemala hasta San Miguel en El Salvador, se produjo una continua migracin en gran escala, la cual alter la configuracin lingstica de esa regin. Desde la poca de la Conquista, la tendencia general en la planicie costera fue la disminucin de la poblacin indgena, lo que implic la merma e incluso la prdida de las lenguas nativas y de las propias tradiciones, como sucedi con el xinca, desde inicios de la Colonia. En algunas regiones del altiplano, ocurri que mientras los pueblos indgenas y sus idiomas permanecieron casi intactos, muchos nativos experimentaron una continua y sistemtica prdida de sus tierras ancestrales, no porque no poseyeran ttulos de propiedad, pues en la tradicin indgena la tierra era propiedad comn y la titulacin no se acostumbraba, sino por la aplicacin de la poltica de despojo agrario, tpica de la colonizacin espaola. Pese a que la crisis econmica aceler el proceso de la emigracin espaola de Santiago hacia el campo, los perodos subsiguientes de actividad econmica intensiva demandaron cada vez ms mayor nmero de indgenas como fuerza laboral. Esto produjo la trans-
ferencia de miles de nativos, no solamente a las tierras de los ladinos, sino tambin para la construccin y la fundacin de pueblos de indios para su asentamiento permanente. Las migraciones forzadas constituyeron un elemento decisivo para el cambio lingstico. Los hablantes de distintos idiomas, trados como esclavos de distintas regiones del territorio conquistado, gradualmente se revirtieron al uso del castellano como lengua franca. Durante el perodo comprendido entre 1524 y 1700, los idiomas que sufrieron la mayor prdida (colindante con la extincin), fueron el pipil y el xinca, localizados en la costa del Pacfico, o el chol en la regin nororiental. Sin embargo, el espaol fue adoptado como el medio de comunicacin, no slo para tratar con los europeos, sino como lengua franca por toda la poblacin aborigen. La castellanizacin fue la causa fundamental del proceso lingstico que emergi del cambio experimentado en la configuracin sociocultural. En algunas regiones de la provincia de Guatemala (miembro importante y capital de la Capitana General del Reino de Guatemala), el espaol se convirti en la lengua dominante, en parte por la interaccin con los espaoles en los centros urbanos, por el contacto con los comerciantes y propietarios de la tierra, ladinos y mulatos que incursionaron en los territorios y poblados indgenas. En el altiplano central, densamente poblado y predominantemente indgena, a pesar del esfuerzo evangelizador de los religiosos y de la
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En las figuras 2 y 3 se observa la evolucin en la distribucin geogrfica de los distintos idiomas mayas, de acuerdo con la expansin que han desarrollado en el marco sociopoltico y econmico del pas (Richards, 2003); la Figura 4 muestra la distribucin actual. Se puede inferir la evolucin del espacio geogrfico de algunos idiomas y lenguas habladas por los pueblos indgenas, por ejemplo:
Confinamiento del rea chorti a algunos municipios de los departamentos de Zacapa y Chiquimula. Desaparicin de la lengua lacandona del territorio nacional. Ampliacin de los asentamientos ladinos en el rea itzaj en el norte de Petn, as
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poltica de castellanizacin emprendida por la Corona, la influencia del espaol entre los indgenas fue apenas perceptible, dio lugar al desarrollo de un doble cdigo lingstico: la mayora de la poblacin era monolinge de alguna de las lenguas sobrevivientes y la mayora de habitantes no indgenas era monolinge en espaol.
Expansin del rea original descrita por los qeqchis, a zonas previamente ocupadas o reportadas originalmente para los mopan o chol. Reduccin del rea xinca, a pocas comunidades en los departamentos de Santa Rosa y Jutiapa.
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Figura 3. Distribucin de los idiomas de los pueblos indgenas en 1954. Fuente: Richards (2003) Figura 4. Distribucin geogrfica actual de los distintos pueblos indgenas Fuente: Academia de Lenguas Mayas
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como el desarrollo de asentamientos de origen qeqchi. 3.6. Situacin actual de las comunidades lingsticas de Guatemala En Guatemala se distinguen y reconocen 24 idiomas, correspondientes al mismo nmero de pueblos indgenas. Sin embargo, la definicin de las reas geogrficas es conflictiva, ya que en algunos casos no coinciden con los lmites de la administracin poltico-administrativa del pas. El Cuadro 2 presenta una sinopsis de la distribucin geogrfica de los idiomas hablados en Guatemala, y los municipios y departamentos donde se ubican las poblaciones hablantes.
4. RELACIN ESPIRITUAL, CULTURAL, SOCIAL Y ECONMICA DE LOS PUEBLOS INDGENAS CON LA BIODIVERSIDAD
4.1. Relacin cultural y espiritual de los pueblos indgenas con la biodiversidad Castaeda (1991) manifiesta que muchos valores que tenan los mayas al momento de la Conquista, entre ellos su visin de la naturaleza, parte fundamental de su cosmovisin, an se preservan en algunas comunidades indgenas. Pop (1996) indica que como cosmovisin se entiende la forma particular de interpretar los fenmenos del universo y las realidades de vida del hombre, que cada cultura tiene. En el caso de la filosofa maya, la cosmovisin es la manera de entender la vida y la existencia conforme a la relacin filosfica naturaleza-hombre-universo; es decir, la visin y explicacin del mundo y de la vida, la prctica de un sistema de valores que relaciona y explica al ser humano, la naturaleza, el tiempo, la existencia y las cosas, como una totalidad de relaciones de un sistema vivo: el cosmos.
Segn Sac Coyoy (s.f.) esta cosmovisin est configurada a travs de un registro, clasificacin y sistematizacin de conocimientos filosficos, cientficos y tcnicos aplicados al diario vivir. Adems, ha propiciado la unidad y equilibrio necesarios para el desarrollo de la vida espiritual y material de los seres humanos y los ha relacionado con el entorno en que viven, en particular con la naturaleza. La espiritualidad maya se entiende como el ejercicio que integra lo fsico o material con lo que no podemos ver ni tocar; es decir, lo inmaterial. Es un conjunto de conceptos, valores, percepciones y prcticas compartidas por la comunidad maya, que permiten una visin especfica de la realidad. La espiritualidad maya constituye una fuente de respuestas a las preguntas acerca del universo. Es una fuente de conexin entre el cosmos y el individuo. El mismo autor indica que esto implica un profundo reconocimiento y respeto por las fuerzas csmicas llamadas: TzaqolBitol (madre y padre), Ukux kaj- ukux ulew (corazn del cielo y corazn de la tierra), Tepeu-Ququmatz (la energa fecundadora y materia creadora).
Para la cultura maya, la naturaleza es la manifestacin de Ajaw, de manera que las ceremonias tienen lugar en el Tabal o altares ubicados en montaas, volcanes, cerros, barrancas, cuevas, ros, nacimientos de agua, playas, etctera. Estos lugares sagrados han sido identificados por los ancestros como centros de la energa de la naturaleza misma y lugares donde se sintoniza y armoniza el ser humano con el universo. Los ajqjab11, o sacerdotes mayas, visitan dichos altares y realizan ceremonias con distintas intenciones o peticiones.
Los calendarios mayas son y han sido parte fundamental de la espiritualidad maya. En ellos se sealan momentos propicios para actividades diversas, individuales y colectivas. Aparte de contar el tiempo, el calendario solar o haab identifica momentos para el
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conocimiento de la naturaleza; el calendario sagrado o tzolkin (la cuenta de los das) es usado para celebrar ceremonias religiosas, pronosticar la llegada y duracin del perodo de lluvias, identificar perodos de cacera y pesca, pronosticar el destino de las personas, definir actividades especficas personales y colectivas (Sac Coyoy, s.f). En el calendario sagrado lunar, cada uno de los 20 nawales10 representan un elemento de la naturaleza, y cada individuo se identifica con uno de ellos. La tradicin establece el respeto por su nawal, manifestando que si el nawal de una persona muere, sta muere con l. De esta manera se establece una conexin de respeto por los componentes de la naturaleza, tanto individual como colectiva, de los grupos mayas en el contexto de su espiritualidad. Todos estos elementos de la cosmovisin y espiritualidad maya, y su vnculo con la biodiversidad, se ponen de manifiesto en el Popol Vuh cuando se relata la creacin del hombre en sus diferentes etapas, en todas ellas el hombre es formado por elementos de la naturaleza. Por ejemplo, en la primera creacin se manifiesta que fue creado de madera de tzit o rbol de pito (Erythrina corallodendron), y a la mujer de zibak (Cyperus sp.). Estos son destruidos y, despus de varios intentos, finalmente se crea al hombre de maz. El libro tambin describe la regin en la que se desarrolla la creacin del hombre de maz, Paxil y Cayal11, en la que se indica la existencia de diversidad y abundancia de maz, tanto blanco como amarillo, as como la presencia de otros frutos como las anonas (Annona spp.), los jocotes (Spondias mombin, y S. purpurea), los zapotes (Pouteria sapota o P viridis), los nances (Byrsonima crassifolia), . los matasanos (Casimiroa edulis), el pataxte, el cacao (Theobroma bicolor y T. cacao) y la miel12. Tambin es muy importante sealar que la existencia de esa regin fue dada a conocer a los creadores por medio de varios animales.
En la religin maya, en el mbito de los objetos simblicos, son sagrados el cielo, la tierra, el agua, el viento, el fuego, la lluvia, el relmpago y los astros; algunos rboles, como las ceibas; algunas plantas alucingenas como Ipomea violacea, Salvia divinorum, Turvina corymbosa, Datura stramonium (Daz, 2000), el maz y los hongos. Adems, algunos animales como la serpiente, las aves, el jaguar y el murcilago; algunos minerales, como los cuarzos. La religin maya, dentro de su cosmovisin, tiene estrechos lazos con la naturaleza, sus dioses se encuentran y viven en ella. Se observa que un gran nmero de los componentes de la biodiversidad son utilizados en las ceremonias mayas, ya que para ellos la naturaleza posee innumerables misterios que no se muestran en el mundo visible, y a los que el ser humano slo puede acceder en estados especiales de conciencia. Durante sus ceremonias se utilizan sustancias psicotrpicas y/o bebidas alcohlicas como el bache (bebida fermentada de maz, la corteza de un rbol y miel), as como algunos hongos y plantas capaces de provocar esos estados de conciencia, y permitir al espritu transponer los umbrales hacia otras dimensiones de la realidad. 4.2. La descalificacin de los conocimientos mayas Muchas culturas han construido sus sistemas religiosos, y a partir de lo religioso han configurado sus sistemas cientficos. Esto ha generado pensamientos dogmticos, la historia registra muchos de estos casos, por ejemplo, la llamada Inquisicin de la iglesia catlica. En este perodo se conden a muchas personas por sus descubrimientos cientficos, por ser diferentes a los planteamientos de la iglesia. La teora geocntrica formulada por Aristteles fue aceptada como verdadera e indis-
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cutible. El tiempo y las investigaciones han demostrado que la Tierra es una diminuta partcula en la inmensidad del cosmos y no el centro del universo, ni siquiera del sistema solar, como se supona, sino es slo una parte de l. Durante el proceso de colonizacin y evangelizacin espaola no se respetaron las formas de espiritualidad y conocimiento cientfico de los pueblos indgenas. La mayora de los documentos que contenan informacin sobre los sistemas cientficos mayas fueron quemados (Organizacin Internacional del Trabajo, 2006). Fray Diego de Landa relata en su obra Relacin de las cosas de Yucatn la forma en que fueron destruidos los documentos antiguos del pueblo maya, por considerarlos proclives a la brujera; cita el documento: eran tantos los documentos de los indios, que la hoguera dur ms de un mes. No obstante la destruccin mencionada, las abuelos y abuelas mayas supieron transmitir los conocimientos en la tradicin oral y la prctica religiosa a travs de la cuenta de los das en la ceremonia (Organizacin Internacional del Trabajo, 2006). 4.3. Relacin econmica social de los pueblos indgenas y la biodiversidad Para comprender la relacin econmica y social de los pueblos indgenas con la biodiversidad es necesario identificar las diferentes etapas histricas y los fenmenos sociales que han determinado los cambios de relacin con el medio natural circundante. Este medio ha variado segn la poca o perodo del que se trate. En trminos generales, la situacin actual est determinada por los elementos, principios y valores de los pueblos que han originado la diversidad cultural de las poblaciones indgenas.
Las etapas de mayor relevancia en este anlisis se centraron en los distintos perodos histricos del desarrollo de la civilizacin maya (Preclsico, Clsico y Posclsico) y el legado cultural que cada uno de esos perodos ha generado en su relacin con el uso y manejo de los componentes de la biodiversidad. Adems, en la incorporacin de nuevos elementos en las actividades relativas al uso y manejo de la biodiversidad, la introduccin de nuevos principios y valores en el manejo de los recursos disponibles introducidos principalmente durante los perodos colonial y republicano de nuestra historia, as como la eliminacin de otros. 4.3.1. De los primeros pobladores al Posclsico maya Para comprender la complejidad del mundo maya y su historia es necesario tener presente su origen, desde el aparecimiento del hombre en Mesoamrica, entre 15,000 y 3,500 aos antes de la era cristiana, marcado por los grupos definidos como protomayas, dentro de los que destacan los olmecas, que se situaron principalmente en Mxico, en los estados de Veracruz y Tabasco, con asentamientos reportados para el rea de Guatemala en los departamentos de Retalhuleu (Takalik Abaj) y Escuintla (La Democracia). Tales grupos han sido fechados entre 1500 y 400 A. C. Del desarrollo de los mayas se conocen diferentes perodos: el Preclsico, fechado del 1500 A.C. al 200 D.C.; el Clsico, del 200 al 925 D.C.; y el Posclsico, del 975 al 1540 D.C. Sin embargo, en cada uno de los perodos florecieron diferentes asentamientos en distintas regiones. Segn Caballero y Corts (2001), la evidencia etnobiolgica sugiere que la evolucin de las civilizaciones mesoamericanas se bas en una estrategia diversificada de subsistencia, la cual involucr la acumulacin de conocimiento, tecnologas y recursos naturales. Esto contribuy a la formacin de una percepcin,
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clasificacin, y a un uso y manejo de los recursos producto de la interaccin con el entorno biolgico. Turner y Miksicek (1984) reportan evidencia paleontolgica, iconogrfica y lingstica de la presencia, manejo y uso de especies como: el cacao (Theobroma cacao), el aguacate (Persea americana), el nance (Byrsonima crassifolia), el chico (Manilkara zapota), los zapotes (Pouteria sapota), los jocotes (Spondias sp.), brasil (Hematoxilum campechiana), la pimienta gorda (Pimenta dioica), el morro (Crescentia alata), el huiscoyol (Bactris sp.), el ramn (Brosimun alicastrum), el jurgay (Talisia oliviformis), los magueyes o sisal (Agave spp.), las tunas (Opuntia sp.), el tul (Typha sp.), el maz (Zea mays), las cucrbitas (C. moschata), el algodn (Gossypium hirsutum), los chiles (Capsicum sp.), la yuca (Manihot esculenta), el camote (Ipomoea batatas), el macal u ox (Xanthosoma sp.) y la jcama (Pachyrrhizus erosus) del perodo Preclsico al Clsico tardo en las regiones mayas de las tierras bajas del pas (Petn). Otros autores sealan que existe evidencia paleontolgica del uso de otros componentes de la biodiversidad por los grupos precursores de los actuales pueblos indgenas. Dentro de tales elementos se pueden citar los hongos, representados en esculturas de artefactos de piedra encontradas particularmente en Kaminaljuy y Chimaltenango, que datan del 1000 A.C. al 500 D.C. An no est claro cul era la funcin de los hongos en la prctica ritual, pero se sugiere que el conocimiento de los mayas sobre los hongos era til en sus rituales debido a que eran considerados como transporte al inframundo y para facilitar la comunicacin con sus deidades (Daz, 2000). Debe resaltarse tambin su uso en la alimentacin, lo que se ve reflejado en la actualidad por la actividad de recoleccin estacional efectuada en los bosques de distintas regiones del pas (Bran et al., 2000). Estos autores determinaron que en algunos
pueblos mayas distribuidos por todo el pas se recolecta gran variedad de hongos para consumo alimenticio, de los que se han identificado alrededor de 66 especies, destacan los gneros: Pleurotus, Lentinus, Agrocybe, Lepsita, Silius, Laccaria, Lactarius, Agaricus, Auricularia, Belotus, Chalciphorus, Polyborus y Schizophilum. Otro de los productos importantes en la vida econmica y cultural maya fue la miel, que era utilizada tanto en la alimentacin como en la salud. Se obtena a travs de la recoleccin y extraccin de mieles de panales de abejas silvestres presentes en los bosques, as como del tratamiento de las abejas en cautiverio. Existen evidencias escritas acerca del uso y el manejo de las abejas por los mayas en el cdice Trocortesiano, el cual describe un manual prctico y religioso para el manejo de las abejas. En la actualidad se han logrado identificar algunas de las especies de abejas utilizadas en esos tiempos, mismas que an son explotadas; dentro de ellas estn Melipona beechei, M. fascista, M. solani y M. yucatanica. As como algunas especies del gnero Trigona, comnmente conocidas como doncellitas (Vit, Medina y Enrquez, 2004). Por otro lado, es necesario sealar que no eran las nicas especies de la fauna que ellos conocan y aprovechaban; los jeroglficos y la iconografa arqueolgica refieren el uso de pieles y plumas como ornamento de personajes importantes y como medio de intercambio en el perodo Posclsico. Diferentes estudios etnobiolgicos demuestran la existencia de un amplio espectro de formas de uso de especies que fueron practicadas por las culturas mesoamericanas. Entre las formas de manejo del bosque, segn Caballeros y Corts (2001), se incluyen tcnicas de manipulacin de poblaciones y comunidades de plantas silvestres y arvenses. Entre stas se mencionan las siguientes:
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b. Tolerancia: entendida como la prctica destinada a mantener las plantas tiles preexistenes en las reas o ambientes ya transformados para su utilizacin. Los sistemas denominados como selvas artificiales tienen su origen en esta tcnica. Se sugiere que la riqueza actual de especies de rboles tiles en las selvas cercanas a los sitios arqueolgicos de los perodos Preclsico y Clsico, en las tierras bajas de la regin maya, constituye el efecto de prcticas de tolerancia o fomento de estas especies en su hbitat natural por parte de los antiguos mayas. Se piensa que la promocin, tolerancia y cosecha de rboles tiles en las selvas constitua en realidad una estrategia silvcola que, junto con la agricultura, era la base de la subsistencia de los antiguos mayas (Turner y Miksicek, 1984). En estos sistemas actualmente se encuentran especies como bledo (Amaranthus hybridus), apazote (Chenopodium sp.), chipiln (Crotalaria sp.), tomatillo (Lycopersicon esculentum var ceraciforme), miltomate (Physalis philadelphica), macuy (Solanum nigricans), entre otras, as como una serie de especies arbreas como el chicozapote (Manilkara zapota), zapotes (Pouteria sapota y P viridis), anonas (Annona sp.), guano . (Sabal sp.), matasanos (Casimiroa edulis), coyol (Acrocomia mexicana), ramn (Brosimun alicastrum ) y nance (Byrsonima crassifolia) (Castaeda et al., 1995). c. El fomento o la induccin: estrategias dirigidas a aumentar la densidad de poblacin de especies tiles en una comu-
d. Proteccin: ejemplos pueden encontrarse en el manejo silvcola maya de especies como el Brosimum alicastrum y Talisia oliviformis en Petn (Turner y Miksicek, 1994). Sin embargo, el uso de la biodiversidad por las sociedades precolombinas, mediante el desarrollo de la agricultura, fue sin lugar a dudas el elemento que permiti el paso de grupos nmadas colectores-pescadores-cazadores a sedentarios-agricultores. sta se desarroll en grandes extensiones, precisamente a partir del conocimiento de algunas especies del entorno que conform la base de su vida, tanto espiritual como econmica. La especie ms importante en este desarrollo fue el maz (Zea mays), considerado como el principal elemento sobre el cual se sustenta la cultura maya a travs de sus diferentes perodos hasta nuestros das. Adems, fue la base alimenticia de la poblacin, sobre la cual basaron sus relaciones comerciales y econmicas. Las primeras evidencias de domesticacin y cultivo del maz por los grupos nmadas precursores de los mayas datan del 3400 A.C. Sin embargo, las primeras actividades de deforestacin para la instalacin de grandes plantaciones de maz (agricultura) de que se tienen noticia datan de ms de 1000 aos despus, es decir, en el ao 2000 A.C. encontradas en las tierras bajas de los mayas (Colunga y Zizumbo, 2004). El origen biolgico del maz, su domesticacin y desarrollo como cultivo, coinciden con las reas geogrficas en las que las culturas mesoamericanas se desarrollaron. En ese
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a. Recoleccin: su objetivo es obtener las especies tiles del bosque sin ninguna prctica que modifique su presencia, aunque se ha establecido que existen algunas actividades como la seleccin de fenotipos y la rotacin de reas de recoleccin cuando sta es intensiva. Un ejemplo claro es la recoleccin de hongos del bosque.
nidad vegetal. Pueden llevarse a cabo mediante quemas y talas de la vegetacin que compite con las especies tiles, o por la siembra deliberada de semillas y de propagacin de estructuras vegetativas dentro de las mismas reas ocupadas por las poblaciones silvestres o arvenses.
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sentido existen varias teoras sobre el origen biolgico de la especie y todas apuntan a sealar la participacin importante del teocinte, Zea luxurians, ya sea mediante hibridaciones, introgresin a especies silvestres de maz o mutaciones que dieron origen a la especie en la forma que hoy se cultiva (Paliwal, s.f.).
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En ese contexto, es necesario indicar que en Guatemala se encuentran poblaciones importantes de teocinte distribuidas en los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula; y que adems existe una subespecie cercanamente emparentada con el maz cultivado, conocida como Zea mays subsp. huehuetenanguensis, presente nicamente en la regin de Jacaltenango y Santa Ana Huista del departamento de Huehuetenango. Sin lugar a dudas, estos elementos de la biodiversidad han jugado un papel importante en la formacin del maz cultivado (FAO, IPGRI, 2001). En Guatemala se ha identificado una gran diversidad de formas de maz, entre razas primitivas e introducidas de Suramrica en pocas prehispnicas (Wellhausen et al., 1957). Se reportan 13 razas y nueve subrazas, as como una gran variabilidad de cultivares13 nativos tradicionales dentro de cada una de las razas. Tales evidencias apuntan a conferir una participacin importante en la domesticacin del maz a los grupos mesoamericanos precursores de los mayas. No hay que desestimar la importancia del descubrimiento de la nixtamalizacion14 alrededor del 2000 A.C., que fue, segn Coe y Coe (1996), lo que convirti al maz en la base de la vida de las culturas mesoamericanas, pilar de su religin y fuente de aproximadamente el 80% de su nutricin. Este proceso de preparacin de la masa para la fabricacin de las tortillas se compone de varias etapas. Primero se mezcla el maz con cal viva o cenizas de madera para su cocimiento. Lue-
go se ponen a enfriar los granos para realizar su lavado manual y se elimina el pericarpio, lo cual facilita moler los granos y obtener una masa blanda. Es necesario indicar que este proceso no slo incidi en la facilitacin del uso del maz en la alimentacin, sino que tambin mejor significativamente el contenido nutricional del maz, cuyos efectos en el desarrollo de las civilizaciones mayas fue determinante. El aporte de estas culturas al desarrollo de la agricultura fue extenso ya que fueron domesticndose nuevas especies y desarrollndose otras formas de tener acceso a los productos de la naturaleza, en particular en algunas regiones de Mesoamrica. Colunga y Zizumbo (2004) reportan una lista de especies encontradas en el desarrollo de la agricultura de los mayas de las tierras bajas (Petn, Yucatn y Belice) y precisan el origen de las mismas, llamando la atencin sobre el hecho de que muchas de las especies que se utilizaron se originaron en otras culturas y fueron adaptadas al cultivo en esas zonas. Sin embargo, el maz se convirti en el eje del sistema de produccin agrcola conocido en Mesoamrica como milpa, el cual fue complementado por otras especies como cucrbita y frijol. Cucurbita pepo y Phaseolus vulgaris en los asentamientos de las zonas altas, y Cucurbita moschata y Phaseolus lunatus, en los asentamientos de las zonas bajas (Colunga y Zizumbo, 2004). Las evidencias de la domesticacin del frijol, y su incorporacin al sistema de produccin del maz, se encuentran fechadas alrededor de 1,000 aos despus del desarrollo del cultivo del maz (Turner y Micksicek, 1984). Sin embargo, la participacin de las culturas mesoamericanas en la domesticacin del frijol se asume debido a las evidencias biolgicas del mismo, que parten de la existencia de poblaciones importantes de la especie en condicin silvestre en el pas, particularmente
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Existen cinco especies del gnero Phaseolus cultivadas, frijol comn (P vulgaris), piloy o . chamborote (P coccineus), piloy o nun (P du. . mosus), frijol lima (P lunatus) y frijol tepari (P . . acutifolius). En Guatemala se encuentran distribuidas poblaciones silvestres de todas las especies indicadas, lo cual es indicativo de que los mayas participaron en su domesticacin. Los mayas de los perodos prehispnicos, tanto de las tierras bajas como de las tierras altas, incorporaron a su desarrollo la produccin de especies introducidas de otras culturas fuera de Mesoamrica, tales como la pia (Ananas comosus), maran (Anacardium occidentale), guanaba (Annona muricata), caimito (Chrysophylum cainito), granadilla (Passiflora edulis), mana (Arachis hypogaea), achiote (Bixa orellana), chile habanero (Capsicum chinense) (Colunga y Zizumbo, 2004). 4.3.2. Del maya Posclsico al perodo republicano Las mayores evidencias de la relacin de los pueblos indgenas con la biodiversidad en el Posclsico maya se encuentran en los registros dejados por los cronistas que acompaaron a los conquistadores, as como en los escritos posteriores de los evangelizadores despus de la Conquista. Para el perodo Posclsico, y particularmente del Posclsico tardo, uno de los grandes referentes es el Popol Vuh (Pop Wuj)15, que describe la relacin mgico-religiosa y un vasto grupo de elementos o componentes de
El tabaco aparece en la mitologa maya. El frijol: cultivo que tiene como centro de origen y domesticacin la parte occidental de Guatemala. Se menciona en el Popol Vuh como alimento. El hule (Castilla elastica): se cree que fue conocido primero por los olmecas. El descubrimiento del hule, sus propiedades y el procedimiento para hacer coagular el ltex para elaborar objetos de goma se debe a los mayas, quienes aplicaron este conocimiento en la fabricacin de la pelota del juego sagrado. Jcara y morro: eran y siguen siendo utilizados para la elaboracin de utensilios, para confeccionar una sonaja ritual, y en los mitos representa la cabeza de Hun Hunahp. Representa al rbol de la vida o cruz foliada de los Mayas Eternos. Ayote, calabaza, chilacayote: el fruto de estas especies representa la cabeza de Ixbalanqu en el Popol Vuh. Chile: descrito en el Popol Vuh no slo como fruto comestible. Tambin se explica en este libro una receta para elaborar una salsa de chile, (cutum-ik en kiche y chilmol en nhuatl) que hasta la fecha
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en las regiones de la cuenca del ro Motagua, Sierra de las Minas, la cadena volcnica sobre la vertiente del Pacfico y la zona poqomam y chorti en el oriente (Azurdia, 2005). Adems, debe considerarse que el gnero Phaseolus (al cual pertenece el frijol comn) es abundante en Mesoamrica, ya que es posible encontrar alrededor de 50 especies.
la biodiversidad. Las especies comnmente citadas son: Maz: fundamental en la cultura maya, formador del hombre y de la vida. Yuca: se considera que la yuca es un cultivo que se practic en el rea maya, inclusive antes que el maz. Tambin existan cultivos de camote y jcama, especies que constituan parte de la dieta alimenticia de los mayas.
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es consumido. En los Anales de los Kakchikeles se le identifica como elemento sagrado u obsequio a personalidades en ocasiones especiales (casamientos).
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Puma Monos - Qoy: Mono pequeo de las Verapaces Pjaros - Guacamayos Serpientes
Cacao: era utilizado como bebida de los dioses y serva para nombrar la deidad conocida como Ix cacau. Algodn: es una especie domesticada por los mayas, que se utilizaba para la fabricacin de prendas de vestir. Copal: era y sigue siendo utilizado en ceremonias religiosas. El Popol Vuh lo menciona como una resina olorosa y de efectos profilcticos con seres malignos. Tzit: rbol de pito Erytrina corallodendron.
De la misma manera, se hace mencin de muchas especies de la fauna, por ejemplo: Chumpes, pavos o gallos de la tierra (Meleagris gallipavo), mencionados en el Popol Vuh en relacin con la muerte de los hombres de madera. Las piedras de moler, comales, platos, ollas, tinajas, reclaman a dichos hombres el maltrato al que fueron sujetos. Se menciona tambin a los perros (supuestamente extintos). Si se observa, todos los elementos descritos son instrumentos domsticos tiles en la vivienda. Vistos en ese contexto, puede asumirse que tanto el perro como el pavo se encontraban tambin en una condicin domstica. Abejas: las especies ms importantes para actividades extractivas fueron del gnero Melipona. En el Popol Vuh se menciona la utilizacin de la miel como un elemento esencial en la creacin del ser humano. Jaguar: Balam
La informacin referente a las pocas finales del perodo Posclsico se encuentra en uno de los hallazgos paleontolgicos ms importantes y recientes en Mesoamrica, que se realiz en el sitio Joyas de Cern en el valle de Zapotitn, El Salvador (Lenz et al., 1996). En este sitio las reas habitacionales y de cultivo se conservaron intactas ya que fueron sepultadas por arenas incandescentes procedentes de una erupcin volcnica. De esta manera se encontraron vestigios de semillas de especies cultivadas como maz, frijol y chiles, cucrbitas, cacao, algodn, nance, yuca, capuln (Muntigia calabura), cedro (Cedrela odorata), pino (Pinus oocarpa), amate (Ficus sp.), Aspidosperma sp. y Casearia sp., adems de la especie Trachypogon plumosus utilizada para la elaboracin de techos de casas, tal como sucede en la regin maya de Chiapas. Los mismos autores manifiestan que, para esos efectos, en otras reas mayas se utilizaron especies como Adropogon sp., Festuca amplissima, Mulhlenbergia spp., Arthrosttylidioum pittieri, Heteropogon contortus, Paspalum stellatum, Sorghastrum brunneaum, Trachypogon plumosus y Trisetum irazuense. Recientes descubrimientos reportan hallazgos del cultivo de yuca (Manihot esculenta) en ese sitio, los cuales estn fechados aproximadamente en el ao 600. El descubrimiento es importante porque es el primer reporte de dicha especie como cultivo en los campos en arreglos de hileras (BBC Mundo, 2007).
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Los conquistadores impusieron a los pobladores de estas tierras la entrega de tributos en los que se manifiestan algunos elementos que los pueblos indgenas obtenan de la naturaleza por medio de la extraccin o manejo de especies a travs de su cultivo. Una evidencia es el contenido de la carta de los caciques de Santiago Atitln al rey de Espaa en febrero de 1561, en la cual indicaban que les hacan dar esclavos, mantas, cacao, miel, gallinas, sal, chiles, cobre y pita. De esta carta puede generarse informacin sobre los productos naturales que interesaron a los conquistadores para su manutencin. Era usual entonces la elaboracin de mantas a partir del manejo y cultivo del algodn, conocido en kaqchiquel como ixcac; el cacao que aport y sigue aportando riqueza por su manejo y produccin; la miel, producto obtenido del manejo de la abeja sin aguijn (Meliponae spp.) y otras abejas silvestres que an hoy se manejan y se extraen del bosque (Castaeda, 1991). Las primeras especies utilizadas en monocultivo fueron el cacao, el ail y la cochinilla. El cultivo de la cochinilla se estableci principalmente en Mxico, en donde el clima era ms propicio para su desarrollo, pero aun as existieron grandes extensiones de este cultivo en Guatemala, principalmente en Baja Verapaz, San Juan Sacatepquez, Amatitln, Villa Nueva y Petapa. El cultivo del ail fue el de mayor expansin en Guatemala. Para esas pocas se empleaba a los indgenas como mano de obra en este cultivo y, si no participaban, se les exiga el pago de tributos
Fray Francisco Ximnez, en Historia Natural del Reino de Guatemala, describe una serie de especies y agrupa a la fauna en animales grandes, culebras, aves, abejas, hormigas, peces y sabandijas chicas, y a la flora en rboles y flores. En el primero de los grupos indicados sobresale el perro maya16, el cual consider casi extinto en esa poca. Resea que era un animal domstico que conviva con los habitantes de estas tierras, pero que en ocasiones era sacrificado para el consumo. Tambin lo describe como lampio y que no emita ladrido. Esto ltimo concuerda con lo escrito en Popol Vuh cuando se menciona que los perros dejaron de ladrar en el pasaje de la creacin. De los otros grupos mencionados por Ximnez, se presta especial atencin al gallo de la tierra (chumpe, chompipe). En el grupo de las hormigas, Ximnez relata la relacin de los pobladores con los zompopos de mayo (Atta leavigata), el conocimiento de sus caractersticas, el manejo de los hor-
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La Conquista fue uno de los fenmenos sociales que introdujo la mayor parte de cambios significativos en la relacin de los pobladores originales de estas tierras con su biodiversidad, mismos que en la mayora de casos fueron abruptos y motivaron que otros grupos se desarrollaran de manera paulatina, producto de la adaptacin a un nuevo modo de vida y sistema poltico.
con este producto en lugar de otros. Sin embargo, el cultivo mejor organizado fue el del cacao (Gligo, 2001). Referentes histricos importantes para el estudio de los elementos de la biodiversidad en Guatemala, en la poca posterior a la Conquista, son las obras denominadas Recordacin Florida, escrita por Antonio de Fuentes y Guzmn, y la Historia Natural del Reino de Guatemala, de Fray Francisco Ximnez. Estos documentos pueden adems considerarse como una descripcin bastante cercana a la realidad de la relacin hombre-naturaleza de los pueblos que habitaron el territorio a finales del Posclsico, antes de la Conquista. No obstante, debe considerarse que las descripciones de estos personajes estn influidas por la visin occidental o del conquistador sobre la utilidad de los elementos de la naturaleza (Ximnez, 1722).
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migueros para su aprovechamiento, la forma de consumo de los mismos y la venta de los excedentes (Figura 5b). En el captulo dedicado a las abejas seala el vnculo de los pobladores con las abejas, en particular con las abejas sin aguijn (figura 5a). De estas ltimas seala la existencia de varias especies y la forma como se manejaban; hace nfasis en que ello era posible gracias al profundo conocimiento que tenan los pobladores de estas tierras acerca de las caractersticas de estas especies. Al respecto, Ximnez manifiesta: porque en el pueblo de Rabinal donde hay todos los gneros de abejas que con mucha propiedad se puede decir que aquesta es la tierra en que corre la miel y la leche en arroyos. En el captulo dedicado al grupo de los peces se describe particularmente el arte que se utiliza para la pesca, as como la forma de consumirlos. En algunos casos indica su origen; por ejemplo, tepemechin17, mero, truchas, mojarras de Amatitln, camarn de la costa sur, pepesca, etctera. En el captulo de las sabandijas chicas se describe en su mayor parte insectos, sobresalen la grana o cochinilla (Figura 5c) y el gusano de seda, describe all el manejo que se realizaba de ellos, el primero para la extraccin de tintes y el segundo para la obtencin de tejidos. Se indica que el gusano de seda presente en estas tierras no es el mismo que exista en Europa en esa misma poca. En relacin con las especies vegetales, enumera algunas diferentes de las ya citadas; sin embargo, lo importante de esta referencia es la descripcin de las variaciones que existen de cada una de las especies y la adaptabilidad de las mismas. Por ejemplo, cuando describe los frijoles dice: Otros hay prietos y blancos y pintados, tambin de tierra caliente que se enredan en las milpas. De los chiles indica que en Guatemala se pueden observar
mas de 30: las hay en tantas diferencias que se pueden contar mas de treinta. Uno de los aspectos ms importantes es que indica los nombres con los que an se conocen algunas de esas variaciones, menciona al chiltepe, chile guaque, chile chamborote, chile chocolate y tepemechile.
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Figura 5. a). Abeja sin aguijn (Meliponae sp.). b) Zompopos de mayo (Atta laevigata), c) Cochinilla (Caccus cacti). Crdito: a) AGROCYT, b) Leiva, M., c) Martnez, E.
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Otros documentos de la poca, revisados por Pic y Nuez (2000 y 2000a), resean una serie de especies identificadas como menores para el aprovechamiento del follaje, pertenecientes a diferentes gneros, que fueron utilizadas por las culturas prehispnicas en Mesoamrica, como el caso de Mesembryantheamum blandun, Jaegeria bellidiflora, Bidens pilosa, B. aurea, Sonchus oleraceus, Tagetes spp., Cirsium mexicanum, Eupatorium deltoideum. Se identifican tambin algunas especies, pertenecientes a diferentes gneros que fueron utilizadas como condimento y medicina por tales culturas, como Porophyllum, Cuphea, Piper, Rhodosciadium, Tropaeolum, Lepidium, Hidrocotyle, Salvia, las cuales eran recolectadas en su forma silvestre y algunas veces cultivadas. Para el siglo XVI los pueblos indgenas, como indica Las Casas, citado por Miles (1983) en Los poqomames del siglo XVI, en particular los kaqchikeles, an posean sus tierras comunales con algn seoro. stas eran cultivadas para su aprovechamiento, convirtindose en una fuente de elementos para el consumo. Las fracciones que no eran cultivadas eran destinadas a la caza, la pesca y en ltima instancia a la expansin agrcola. Una familia trabajaba cierta extensin para su propio consumo; de su cosecha deba pagar tributos al seor de los pueblos. Los tributos generalmente consistan en plumas, cacao o mantas. Algunas referencias interesantes del perodo colonial se encuentran en las descripciones contenidas en las Relaciones Geogrficas del Reino de Guatemala del siglo XVI; en stas se describe el medio natural de las regiones poltico-administrativas en las que se divida el pas. Tales descripciones tuvieron como fin establecer medidas para aumentar y mejorar el aprovechamiento de estas regiones. Ellas aportan elementos para conocer las relaciones que los pobladores de un lugar desarrollaban con la naturaleza, as como cules de
los recursos existentes en esas fechas eran propicios para su aprovechamiento (Acua, 1980). Por ejemplo, de la Relacin de Zapotitln se extrae el siguiente prrafo: Hay en ella (Laguna de Atitln) un gnero de pececitos pequeos, a manera de bermejuelas de castilla en tanta cantidad, que solo en el pueblo de Atitln hay tantos pescadores, sin contar los de otros pueblos, que todos sustentan de venderlo. Se evidencia aqu la relacin que exista entre los pueblos de esa regin y el consumo de pescado, as como la dependencia de su venta en los poblados cercanos. Adems, este documento resea la existencia de especies de frutas introducidas por los espaoles, como manzanas, higos, uvas, melones; tambin menciona la existencia de ingenios de azcar en la parte costera del Pacfico. En la descripcin de Santiago Atitln se hace referencia al picietle (nhuatl), hoy conocido como tabaco, al cual le daban uso medicinal (Acua, 1980). Otra descripcin interesante es la de las reas de habitacin de los pobladores de las Verapaces: Tienen entre las casas muchos frutales de la tierra18 (nativos) y siembran en ellas milpas pequeas, de maz y frijol, lo cual no tengo por muy sano, por estar las casas cercadas y cerradas al sol y al aire que las oree. Y s que esto est tan encajado en entre ellos que no se les podr persuadir de lo contrario. Tal descripcin corresponde a los huertos familiares o caseros, que perviven hasta hoy en esas y otras regiones como uno de los pocos refugios para la conservacin de especies nativas. El comentario en el prrafo citado denota la intencin de los conquistadores por introducir cambios en las costumbres en el manejo de la biodiversidad, sin tomar en cuenta los lazos ancestrales y la interaccin de los pobladores con los elementos mas importantes de su medio natural, el conocimiento que tenan acerca de ellos y las variadas estrategias en el manejo de los compo-
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nentes de la biodiversidad, tal como la que se menciona. A la fecha, tales sistemas se encuentran presentes en esa misma regin, se observa una gran diversidad (intraespecfica e interespecfica) tanto de flora como de fauna, de las especies nativas y de las introducidas por los europeos, y cuya funcin en el mbito del sostenimiento familiar es determinante (Lpez, 2001). Durante el siglo XVII, el cultivo para el autoconsumo fue una actividad generalizada entre los pueblos indgenas y base del aumento poblacional, la produccin del maz y el frijol fue la ms importante. Pero el autoconsumo choc contra la expansin de los cultivos de exportacin, promovidos generalmente por los colonizadores latifundistas que se concentraban en la produccin del ndigo (Indigofera sp.). En los terrenos comunales, los indgenas efectuaban sus propias prcticas, cultivaban productos agrcolas con fines de sustento, para realizar trueques, para la venta en el mercado regional y para el pago de los tributos. Sin embargo, los pueblos tuvieron que cambiar algunas costumbres que tenan; por ejemplo, las pocas de siembra, ya que su fuerza de trabajo era requerida en las grandes plantaciones. Tambin existan astilleros19, estos eran porciones de bosque cercanas a su lugar de habitacin, donde podan obtener lea y material para la construccin de sus hogares (Castaeda, 1991). Otro de los cambios en el escenario del manejo de los recursos naturales fue la introduccin de numerosas especies, las cuales modificaron el sistema de relacin de los pobladores con la naturaleza. Esto provoc la reduccin de las especies nativas utilizadas y la modificacin del paisaje para la adaptacin de tales especies a las explotaciones extensivas que se sucedieron en esa poca.
Las ms importantes especies vegetales introducidas fueron los frutales deciduos como manzanas (Malus malus), peras (Pyrus comunis), ciruelos, duraznos (Prunus sp.), adems de algunos ctricos como limn (Citrus limon) y naranja (C. aurantium), junto con algunas hortalizas. Adems, el banano (Musa sapientum) y el pltano (Musa paradisiaca) que acompa a los esclavos provenientes del frica. Entre los cereales, se introdujo el trigo (Triticum aestivum) y el arroz (Oriza sativa). Sin embargo, hubo otras introducciones, como la de la caa de azcar (Saccharum officinarum), en la que fueron utilizadas grandes extensiones de tierra para la produccin de panela. De esta manera surgieron algunas sinergias en el uso y manejo de las especies y en la elaboracin de los productos tradicionales de ambas culturas, derivadas del conocimiento de las propiedades de unas y otras. Por ejemplo, la utilizacin de la corteza del matilisguate (Tabebuia sp.) en la emulsin de las mieles para la fabricacin de la panela de caa de azcar; la incorporacin de la harina de arroz y la canela en la fabricacin del chocolate extrado del cacao; la transformacin culinaria al incorporar elementos introducidos a la cocina local y viceversa. Otro de los indicadores de la modificacin de las costumbres fue la introduccin de animales de cra, como las gallinas (Gallus gallus) y patos (Anas platyrhynchos), y rumiantes menores como cabras (Capra hincas) y ovejas (Ovis aries) acompaadas por los cerdos (Sus comosus); as como el ganado bovino (Bos taurus). Los caballos (Equus caballus) y burros (E. henionus) fueron utilizados desde los inicios de la Conquista como medio de transporte de los conquistadores y de mercancas. En las primeras dcadas de la poca independiente, las caractersticas del modelo agroexportador de la economa no variaron
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mucho en relacin con las del modelo de finales de la Colonia, ya que fundamentalmente se dependa de tierras para el autoconsumo: grandes extensiones cultivadas de maz, frijol y trigo principalmente, as como de ail, cochinilla, cacao y caa de azcar (Morelet, 1857). Debido a las sbitas disminuciones en la demanda de los productos tradicionales de exportacin del pas, la Reforma Liberal de 1871, a travs de una de sus polticas econmicas, estimul y propici el cultivo del caf (Coffea arabiga, C. canephora y C. maragogipe), cultivo que durante sus primeros 50 aos defini un paisaje distinto en el territorio nacional. En muchas de las reas ocupadas por este cultivo no se practic una tala de rboles grandes, esto se debi primordialmente a que el cafeto requera de este tipo de la sombra de estos rboles. Sin embargo, s se eliminaron especies del sotobosque (arbustos y hierbas), tiles para la convivencia de algunas especies de la fauna, as como para el uso antropognico. El fenmeno polticoeconmico tambin se bas en la expropiacin de tierras comunales para dedicarlas al cultivo del caf, esto provoc la desvinculacin de gran parte de la poblacin de su relacin armnica con el entorno natural. De la misma forma, se le desvincul de la prctica cotidiana con los elementos de su entorno que le eran familiares, adems fueron forzados a realizar trabajos fuera de sus reas de origen. En ese mismo perodo se iniciaron los preparativos para desarrollar la produccin extensiva del banano, que para 1930 ocupaba la regin de Tiquisate y las tierras bajas del ro Motagua. Posteriormente, el algodn y la expansin de su produccin en las tierras bajas del Pacfico, desarrollada a partir de 1944, as como la expansin de la explotacin de ganado bovino para produccin de carne. ste fue el avance ms significativo de la frontera agrcola, as como la modificacin
ms evidente de las formas de vida de los pueblos indgenas. La revolucin verde y la diversificacin agrcola fueron las estrategias para desarrollar la agricultura minifundista practicada por una gran parte de la poblacin. Inicialmente fueron despojados de sus tierras de cultivo, de sus reas para la caza y pesca, y fueron convertidos en campesinos sin tierra, dependientes de un salario ocasional para su subsistencia en las grandes explotaciones. Esto no solo propici la introduccin de tcnicas modernas de produccin que requeran de la utilizacin de materiales genticos de mayores rendimientos, y que tambin involucraban la incorporacin de otros elementos en su produccin, para adecuarlas a las nuevas demandas comerciales (maquinaria, fertilizantes y pesticidas). La introduccin de nuevas especies y nuevos materiales genticos implic tambin el abandono de muchas de las especies que ancestralmente se venan cultivando, especialmente de aquellas consideradas nativas. La introduccin de nuevas especies (productos no tradicionales) gener el desplazamiento de las especies anteriores, pero que carecan de inters comercial para el nuevo modelo agroexportador de desarrollo agrcola (cultivos no tradicionales), con el agravante de que tales especies no existan en la dieta natural ni en las costumbres alimenticias del campesino guatemalteco. El desuso de las tcnicas tradicionales de cultivo, principalmente el policultivo, propici el abandono de algunas especies que conviven con las especies cultivadas y que, en ocasiones, aparecen en forma natural en los sitios de siembra. Todos estos factores produjeron un deterioro en el sistema natural alimenticio del campesino, debido a la prdida del conocimiento sobre la existencia y uso de tales especies.
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6) consideradas como claves para su conservacin: Reserva de la Bisfera de la Sierra de las Minas, Sierra de los Cuchumatanes, Sierra del Lacandn, Parque Nacional Laguna del Tigre, El Gran Petn y Montaas Mayas. Asimismo, Schuster, Cano y Cardona (2000) mencionan las reas de mayor diversidad en cuanto a presencia de paslidos (insectos colepteros), ubicadas precisamente en los Cuchumatanes, la Sierra de las Minas y en la cadena volcnica. Dichos autores indican que los paslidos son indicadores de diversidad biolgica. Un ejemplo ms detallado con respecto a la riqueza en biodiversidad es presentado por el proyecto MIRNA (MAGA, CONAP MARN, INAB, 2001) en el altiplano , de Guatemala, donde nuevamente se cita el rea de los Cuchumatanes como altamente diversa en cuanto a flora y fauna.
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LEGEND Border of Region Country Border Prioritized Key Biodiversity Selva Maya Corridor Selva Zoque and Chiapas/Guatemala Highland Corridor
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Figura 6. reas de biodiversidad clave en Mesoamrica. Fuente: Crytical Ecosystem Partnership Fund (2004)
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Al comparar el mapa de distribucin de lenguas nativas de Guatemala con las regiones de mxima diversidad mencionadas, puede observarse que en algunas de ellas hay coincidencia entre alta diversidad biolgica y alta diversidad cultural. En este punto se plantean algunas reflexiones al respecto. El aislamiento geogrfico resultante de la gran variacin orogrfica del pas ha generado un gran nmero de microclimas, en los cuales el proceso evolutivo de las especies ha producido diversidad gentica. Como resultado, se ha originado un proceso de generacin de variacin gentica desde el nivel de especiacin hasta la creacin de variacin intraespecfica. En este sentido, no es sorprendente la alta diversidad biolgica presente en las reas montaosas del pas. En cuanto al aspecto cultural, el aislamiento geogrfico puede dar como resultado el mantenimiento y especificidad de idiomas, as como la generacin de nuevas expresiones culturales. Por lo tanto, es posible plantearse la hiptesis de que existe alta correspondencia o relacin entre las actuales zonas altamente ricas en biodiversidad y las zonas con alta diversidad cultural. Sin embargo, hay que considerar que la diversidad biolgica como tal requiri de un proceso de evolucin de largo plazo (millones de aos), mientras que la evolucin del hombre como especie, y como ente con desarrollo cultural, es un proceso comparativamente ms corto. En tal sentido, la diversidad biolgica es independiente a la evolucin de la diversidad cultural. Adems, para el caso de Guatemala, la distribucin actual de la diversidad cultural no es exactamente la que existi en el pasado reciente, por lo cual, la riqueza en biodiversidad actual (hot spots), no necesariamente responde a la interaccin cultura-biodiversidad. La actividad humana puede contribuir al deterioro de la diversidad biolgica. Dicha temtica se describe detalladamente en el Ca-
ptulo 11 del presente libro. Por otro lado, el ser humano ha encontrado en la naturaleza los satisfactores de sus necesidades primarias y secundarias, y ha manejado las especies de la biodiversidad para alcanzar sus propsitos. El origen de la agricultura es el punto a partir del cual se intensifica la relacin hombre-planta, la cual se manifiesta en su ms alta magnitud en los llamados centros de origen y diversidad de plantas cultivadas. Guatemala, como parte de Mesoamrica (uno de los centros de origen y diversidad de plantas cultivadas), es un laboratorio viviente para estudiar estos aspectos. En el Captulo 9 del presente libro se aborda con profundidad esta temtica. A partir de lo anterior se plantean las siguientes ideas centrales: La riqueza cultural, acompaada de riqueza en biodiversidad, puede reflejar un uso antropognico mayor y ms diverso de las especies de la biodiversidad. El uso de tecnologa agrcola tradicional (aspecto cultural y econmico) se manifiesta en el uso sostenible de la biodiversidad. Por ejemplo, el caso de la variacin del maz en Huehuetenango (FAO e IPGRI, 2001) y de la variabilidad de Capsicum presente en los huertos familiares de Alta Verapaz (Guzmn et al., 2005).
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pueda existir una diversidad de manifestaciones de derecho que se basan en la propia cosmovisin y en la historia particular de cada pueblo o comunidad. En ese sentido, esta seccin pretende desarrollar algunos conceptos bsicos para entender el tema, ubicar las normas existentes del derecho indgena ambiental en los mbitos nacional e internacional y describir algunos elementos del derecho consuetudinario de los pueblos indgenas que inciden en el manejo de la biodiversidad del territorio que hoy ocupan. En Guatemala existen varias experiencias sobre la aplicacin de los elementos de las normas tradicionales aplicadas al manejo de la biodiversidad. En ese sentido, se presenta un caso que relaciona algunas de sus normas con actividad vinculada a la utilizacin y aprovechamiento de los elementos de la biodiversidad. 6.1. Derecho ambiental y derecho indgena La necesidad del establecimiento de normas para la regulacin de las actividades humanas y sus efectos sobre los elementos que conforman el ambiente, determin la necesidad de establecer el derecho ambiental, entendido como el conjunto de reglas y principios formulados con el fin de preservar la naturaleza y los elementos constitutivos bsicos o esenciales para mantener su equilibrio (Junceda, 2002). El derecho indgena puede entenderse como el conjunto de normas que el Estado establece en relacin con los derechos de los pueblos indgenas y el conjunto de normas internas de stos, es decir, el reconocimiento de los sistemas normativos de los pueblos indgenas. En ese contexto, las bases para el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas se encuentran, principalmente, en
las leyes fundamentales del pas, es decir la Constitucin de la Republica y otras leyes que de ella se derivan, as como en los convenios internacionales que el Estado ha ratificado en esa materia. El concepto de derecho consuetudinario indgena recibe la categora jurdica en el Decreto 12-2002 que crea el nuevo Cdigo Municipal. Por su parte, el concepto derecho de los pueblos indgenas fue adoptado por la Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala para designar y darle contenido a un curso de la carrera de Abogado y Notario. Thille (2002) manifiesta que derecho indgena, derecho consuetudinario o derecho de los pueblos indgenas es el conjunto de principios, valores, normas, procedimientos, costumbres y prcticas tradicionales que regulan la vida, la organizacin, la autoridad, la administracin y la resolucin de los conflictos de las comunidades indgenas. Este sistema normativo tradicional de los pueblos indgenas regula en general su vida comunitaria; sin embargo, tiene una especial relevancia en relacin con la administracin de las tierras ejidales o comunales. Algunos aspectos en los que se aplica el derecho consuetudinario en relacin con la tierra son los siguientes: El sentido colectivo de la propiedad. La memoria colectiva en relacin con el origen histrico de las tierras. La conciencia de los derechos propios en relacin con la tenencia de la tierra y los bosques comunales. El respeto a la autoridad y a las normas tradicionales en relacin con el aprovechamiento del bosque comunal (extraccin de
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madera, lea, hojas, corteza, follaje, etctera). La definicin de linderos y mojones y el establecimiento fsico de los mismos (utilizacin de rboles, cerros, barrancos, piedras, veredas, arroyos, ros, lomas, curvaturas de la tierra, etctera). Las formas de heredar los derechos familiares o individuales dentro de la comunidad. La designacin de las autoridades y las sedes donde se ejerce el gobierno comunal. Las formas y procedimientos para resolver conflictos. Las formas de sancionar conductas determinadas como incorrectas en el contexto de la armona y la integridad fsica y moral de los miembros de la comunidad. Las formas de orientar y restablecer la armona familiar y comunitaria. La cosmovisin en torno a un creador del universo, el que da la vida, el que cre el sol y la tierra y el que da la lluvia para que los cultivos se desarrollen. Este sistema de normas y valores tradicionales no encuentra asidero legal en la normativa agraria ni ambiental; sin embargo, ha demostrado ancestralmente su validez y su importancia para la sobrevivencia de las comunidades indgenas, necesarias para establecer polticas de desarrollo de las mismas y conservar as los recursos forestales y la biodiversidad. De manera general el tema ha sido abordado por instancias del mbito internacional y regional, entre stas sobresalen la Organizacin de Naciones Unidas, por intermedio de la Organizacin Internacional del Trabajo
(OIT), la Convencin sobre la Diversidad Biolgica (CDB), y la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). 6.2. Elementos filosficos del derecho indgena ambiental en Guatemala Pop (1996) seala que es necesario identificar las formas particulares para el razonamiento, elementos justi-filosficos (jurdico-filosficos) y socio-antropolgicos que sustentan el derecho maya o derecho indgena. Este autor menciona las siguientes formas: Definicin de conceptos fundamentales filosficos, dentro de las prcticas jurdicas mayas. Interpretacin de los elementos enmarcados en la cotidianidad del hombre que sustentan las prcticas jurdicas mayas. Aplicacin de las formas particulares del razonamiento utilizado en las prcticas jurdicas mayas.
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Dentro de los sujetos para la aplicacin de las normas del derecho maya se deben considerar, segn Pop (1996), las autoridades legtimas de las comunidades indgenas mayas. Para la identificacin e interpretacin de la filosofa maya deben tomarse en cuenta, como fuente esencial para la caracterizacin de elementos del derecho indgena, el Popol Vuh y todos los textos donde se encuentra el pensamiento filosfico de esta cultura. En su aplicacin debe entenderse que:
Para el anlisis y estudio de esta temtica,
las definiciones de derecho maya y sistema jurdico maya sern entendidas de la misma manera. muestra la existencia de todos sus elementos, los cuales permiten caracterizarlo y
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un derecho y su aplicabilidad un completo sistema jurdico. El derecho, en el contexto de la filosofa maya, no puede verse de manera individual o aislada, el pensamiento y la visin indgena conllevan un proceso donde todos los pensamientos estn ntimamente ligados. La filosofa es el elemento generador de todos los pensamientos en torno a la actividad del hombre, visto como tal y visto en su relacin con los dems, en su vida social, especialmente en la relacin del hombre con la naturaleza que le rodea y el universo del que ste es parte integral.
o puntos de vista acerca de determinadas situaciones, como producto del proceso propio del razonamiento que se apoya exclusivamente en el proceso anterior. Daz, consultado por Carlsen (1999), explica que para entender la definicin de comunidad indgena es necesario que confluyan una serie de elementos que le den cohesin, como: Espacio territorial, demarcado y definido por la posesin. Historia comn transmitida en forma oral de una generacin a otra. Idioma comn que identifique al conglomerado. Organizacin que define lo poltico, cultural, social, civil, econmico y religioso. Sistema comunitario de procuracin y administracin de justicia. Tax (1965) analiza algunos elementos de la organizacin de los pueblos indgenas, a los cuales da el nombre de sistemas de cargos que, segn l, estn conformados por un determinado nmero de responsabilidades comunitarias, las cuales son reconocidas y respetadas por los miembros del grupo. Los cargos se turnan entre los miembros adultos de la comunidad, generalmente hombres. Duran un ao en sus funciones, aunque en algunos casos pueden ser hasta tres. Terminado el perodo de la investidura, la persona regresa a sus actividades normales y no tiene que responsabilizarse de una obligacin semejante por un tiempo relativamente largo. Los cargos no son remunerados y pueden absorber entre la mitad y la totalidad de las horas laborales. Los cargos polticos incluyen desde alcaldes, regidores (administradores), encargados de educacin y jueces, hasta los primeros escalones de policas y mensajeros (alguaciles, topiles, etctera).
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to maya exige un anlisis interdisciplinario donde convergen los procesos de la antropologa como mera actividad del hombre, la psicologa como producto de sus pensamientos y sensaciones, la sociologa como la actividad del hombre ante sus iguales con quienes convive y determina un orden social para su coexistencia, etctera. orden social, las formas de razonamiento adoptan una metodologa para la resolucin de conflictos que se basa en elementos jurdicos, filosficos y socio-antropolgicos que sirven de base para la aplicacin de las prcticas jurdicas mayas. Al respecto, es ilustrativo el siguiente fragmento del Popol Vuh: Se hablaron, pensaron y meditaron; se juntaron y se pusieron de acuerdo en un pensamiento y palabras. En este prrafo es identificable la conceptualizacin y el proceso de razonamiento como formas metodolgicas de la resolucin de conflictos en la bsqueda del orden social. las conceptualizaciones son fundamentales para formar juicios, opiniones, opciones
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En la mayora de las comunidades indgenas se reconoce una serie de autoridades o cargos, encontrndose en primer plano el alcalde municipal como una autoridad formal, le siguen el consejo de principales, los alcaldes auxiliares y, en algunos casos, los comits promejoramiento. Tambin puede identificarse el alguacil, topil o mayor, puesto bajo el cual se ejerce el poder judicial, y que generalmente corresponde al alcalde auxiliar. El Aj Quijab o gua espiritual, investidura que ostenta un peso en el sistema poltico de autogobierno local y representa poder y prestigio en la comunidad, junto con los cargos polticos, ya que tambin se les asigna la responsabilidad del desarrollo y conservacin de la identidad y cohesin comunitarias. Esta funcin se ejerce mediante la organizacin y desarrollo de las fiestas patronales (Tovar, 2001). En la actualidad tal sistema de cargos no se aplica en muchas comunidades, porque en las ltimas dcadas han sufrido una serie de cambios debido a la ladinizacin, migraciones, reubicacin y proyectos de colonizacin (dos pueblos indgenas en un mismo territorio). Segn Pop (1996), los elementos filosficos del derecho maya, o elementos justi-filosficos del derecho maya, encuentran la armona, y el equilibrio en los elementos socioantropolgicos. En la estructura de valores sobresalen el respeto por la naturaleza, por los ancianos, por los nios, el trabajo, la solidaridad, la sinceridad y la obediencia. De la misma manera elabora una lista de antivalores como la soberbia, la envidia, la mentira, el crimen, la ingratitud, la ignorancia y el orgullo. 6.3. El manejo de la biodiversidad en la comunidad Las Lomas, Chiquimulilla, Santa Rosa (un anlisis de caso) Con el propsito de comprender los principios y valores culturales de las comunidades
en el manejo de la biodiversidad, se incluye en este apartado un ejemplo que permite establecer los vnculos del estado de la conservacin de algunos recursos en la comunidad Las Lomas, Chiquimulilla. 6.3.1. Algunos rasgos histricos La comunidad Las Lomas se encuentra localizada en el municipio de Chiquimulilla, el de mayor extensin territorial y el ms importante del departamento de Santa Rosa. Debido a que es el pueblo ms comercial sirve de enlace entre la carretera Interamericana y la que conduce a la cabecera departamental de Cuilapa. Su territorio fue reconocido al promulgarse la Constitucin Poltica de la Repblica, el 11 de octubre de 1825. Al declararse los pueblos que integran el territorio del Estado, se dividieron en 11 distritos y varios circuitos. Chiquimulilla fue designada como cabecera de circuito en el Distrito Segundo, asignndosele las poblaciones de Chiquimulilla, Guazacapn, Taxisco, Xinakantn, Nancinta, Tecuaco, Tepeaco y Tacuilula. Estos dos ltimos fueron trasladados a Taxisco por descenso poblacional. Por medio del Decreto Gubernativo del 8 de mayo de 1852 se dispone que los distritos de Cuanijilapa (inexistente a la fecha), Santa Rosa y Chiquimulilla formaran un departamento con las poblaciones de su jurisdiccin, y fue as como Chiquimulilla pas a ser uno de los municipios que integran el departamento hasta la fecha. En este municipio se encuentra la comunidad indgena xinca Las Lomas, que segn escrituras inscritas en el Registro General de la Propiedad cuenta con una extensin de siete caballeras, ocho manzanas y siete mil diecisis varas cuadradas, administrado por muchos aos bajo un sistema de tierras comunales. La poblacin asciende aproximadamente a 1,200 personas. Sus principales cultivos son maz, frijol y caf.
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En el noreste de Chiquimulilla se puede identificar el rea donde se encuentra la reserva de tierra xinca Las Lomas. En el proceso de la Reforma Liberal de 1871, la mayor parte de las tierras fueron convertidas en astilleros. Esta reserva fue reducida a 6.5 caballeras, en contraste con la extensin del territorio original que no tena lmites ni fronteras, solamente las que marcaban las relaciones socioculturales. En la actualidad, adems de los problemas que afront la comunidad como producto del despojo de sus tierras mediante la titulacin supletoria, tambin persisten antiguas disputas con fincas y municipios colindantes. Estas situaciones se derivan de la falta de definicin de los lmites de la propiedad de los indgenas desde 1891; adems, por las disputas en torno a la legua de resguardo que adjudic la Corona para la explotacin agrcola y la reserva para astilleros. En 1837 se decret que esos ejidos seran utilizados para la creacin de los municipios (Mndez, s.f.). 6.3.2. Administracin de la tierra comunal Las formas y los procedimientos de administracin de la tierra comunal responden a relaciones sociales de carcter colectivo. Para posibilitar las relaciones de cooperacin y contribucin mutua entre condueos, la comunidad fundamenta estos procesos en los principios de la socioculturalidad xinca. Este es un proceso de franca recuperacin de la cosmovisin o concepcin del mundo de los principios, valores, normas, costumbres y tradiciones que se ha venido transmitiendo a travs de la tradicin oral, y que ha sido bastante lento, debido a la represin psicosocial, la exclusin, la marginacin, el racismo, la explotacin y la subordinacin de la que han sido objeto. La comunidad Las Lomas se ha convertido en un modelo de prctica del derecho especfico de los pueblos indgenas, es decir, su derecho
consuetudinario, particularmente en el tema de la tenencia de la tierra, que en este caso tiene carcter colectivo. 6.3.3. Procedimientos del manejo comunal de la biodiversidad Para lograr relaciones sociales de cooperacin y contribucin mutua, la comunidad armoniza, en primera instancia, el equilibrio con la naturaleza y el respeto por la preservacin de la tierra. Media en este sentido el principio de no abusar de lo que les brinda, de no esperar ms que lo que ella misma les permite cultivar y producir. Existe adems el respeto por la flora y la fauna. Hay un cuidado especial para las especies que suelen integrar el contexto ecolgico del lugar. Entre los procedimientos que practican destacan los que se relacionan con la administracin de la tierra comunal, entre ellos: a) Velar mancomunadamente por el buen funcionamiento de las fincas. b) Trabajar la tierra en forma directa y personal, con asistencia nica de la familia. c) No abandonar la tierra sin motivo justificado, no darla en arrendamiento, cederla o venderla y evitar, en lo posible, desvirtuar los fines para los cuales les fue adjudicada. d) Acatar las normas e instrucciones que reciban de las diversas oficinas agrcolas para el mejor aprovechamiento de la tierra, la organizacin y la superacin. e) No talar rboles sin autorizacin de INAB y de la Junta Directiva de la Asociacin de la Comunidad Las Lomas. f) No cerrar, obstruir, ampliar o abrir caminos sin la autorizacin de la Junta Directiva de la Asociacin de la Comunidad Las Lomas.
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g) Observar una conducta que facilite la convivencia pacfica con sus compaeros de grupo, participar en la formacin, integracin y cooperacin general, con grupos que se organicen para el desarrollo de la familia y el grupo social al que pertenecen. h) Tener presente que este ttulo les otorga un derecho usufructuario vitalicio de las fincas idntico al de los dems comuneros, por lo que nadie tendr privilegios sobre los dems. i) El inmueble que se usufructa es inalienable, inembargable e indivisible. Slo podrn traspasarse el derecho usufructuario a sus herederos o descendientes directos o a la persona que designe el usufructuario, previa aprobacin de la Junta Directiva de la Asociacin de la Comunidad Las Lomas.
los xincas, pueden construirse a partir de la oralidad transmitida por los ancianos. Una de estas historias se refiere a las migraciones de los primeros grupos que llegaron antes de los europeos, y que de manera hbrida fueron formando al pueblo xinca. El relato se cita literalmente: Y vino una bola de fuego grande, grande, grande, que brillaba e iluminaba toda la regin, eran los antiguos que venan en sus virtudes y dones, la gran bola de fuego eran los lderes como Nancedeln, Jixi na Pari (Piedra del Sol), Nana Mikeyla, Arokchi, Sinakn, Paaksak. Junto a las grandes y medianas bolas de fuego venan otras bolas chiquitas, eran los habitantes xincas que vena caminando por el aire en horas de la noche, estos seres encendan sus luces y, cuando bajaban a baarse a los ros y lagos, apagaban su luz. Cuando descansaban en los rboles eran gentes, cuando suban a las montaas eran personas que tenan que alabar a su creador, ellos utilizaban las montaas para estar ms cerca de l, all la concentracin es exacta y plena. Sacrificaban la carne de color blanco gallina, coche de monte y otras, todo esto coman ellos, tambin coman mieles de las abejas y daban de comer a la tierra enterrando los huesos de estos animales y tambin al Creador y por eso dejaban en la tierra estas comidas para que los ancestros tambin comieran y la sangre de ellos tomara ms fuerza, para que los seres nuevos y los montes crecieran libremente. Luego caminaban y descansaban por debajo de la tierra para encontrarse resuellos y para ver algunas cosas malas debajo de ellas y encontraron finalmente esta tierra; y fue en la Chorrera, un lugar cercano al actual Guazacapn, donde el gran Moktes m reparti sabidura para riquezas terrenales, pero a cambio le dio compromisos de dar a comer a sus ancestros en los tiempos venideros y de tener que ser el pueblo que debe cuidar de los otros dos, a Kuku (Taxisco) tambin le dio riquezas para que sus habitantes cumplieran el papel de no
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j) Por su parte, la Junta Directiva de la Asociacin de la Comunidad Las Lomas velar porque los campesinos comuneros cumplan con sus obligaciones y, en caso negativo, los sustituir por otros que llenen los requisitos de ley. k) Todos los comuneros tendrn derecho y obligacin de servir en la Junta Directiva de la Asociacin, y en las comisiones que se conformen en busca de los objetivos propuestos. 6.3.4 Aspectos socioculturales para la interaccin con la naturaleza Para la comunidad xinca, la naturaleza no es un recurso de valor de cambio, sino de uso en la medida que la misma es considerada como referente y enseanza de vida. Para poder comprender la preservacin de la cultura y su relacin con la tierra, hay que analizar la cosmovisin que ha pervivido a travs de la tradicin oral. Los orgenes de
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olvidarse de sus ancestros y de mediar para que la paz se mantenga en la regin. Pero al parecer estos no han cumplido y se exponen a problemas por su incumplimiento, finalmente Tzniha (Guazacapn) fue el ms favorecido, pues a este pueblo le dio sabidura, a ellos les dio potestad de poseer virtudes y dones, para arreglar huesos y curar enfermedades difciles. Diagnostican las energas positivas y negativas de una persona y orientan el uso adecuado de la misma, ellos son amantes de la sabidura, ellos tienen las armas para poder ser grandes, tienen los sabios ms grandes de los xincas; con la nica condicin de que Kuku (Taxisco) y a Tzehe por no cumplir Moktes m y los Tekuanes que viven en el Volcn de los Tekuanes ahora conocido como Volcn Tecuamburro en el norte de los municipios costeros, a ellos les dio riquezas pero tambin el compromiso de alimentarlos y de alabar a su Creador. [] a otros territorios como el Tekuan Jixi Pari Piedra del Sol parti y habl el valle de Jumaytepeque y all vivieron cuando llegaron los invasores, como las gentes del Sinakn que fueron los que caminaron hacia el valle de Sinakn a orillas del ahora ro Los Esclavos al Norte del ahora municipio de Chiquimulilla en Santa Rosa. As se teji en gran parte los primeros das de la nacin xinca en este territorio, el cual se le fue dado a escogencia(COPXIG, 2003). 6.3.5. Territorialidad xinca en Las Lomas Esta comunidad habita en el barrio de San Sebastin de la ciudad de Chiquimulilla, cabecera del municipio del mismo nombre, departamento de Santa Rosa, en el Pacfico de Guatemala. Est formada por cerca de 200 familias que son a la vez condueos de un terreno comunal ubicado a cinco kilmetros de la ciudad, con una superficie de 270 hectreas (seis caballeras). Su ttulo de propiedad comunal data de 1889 y est inscrito en el Registro de la Propiedad Inmueble (nmeros 1227 y 344, folios 215 y 76, libros 48 y 23 de Santa Rosa).
En Chiquimulilla existen dos barrios indgenas: Santiago y San Sebastin, ambos con terrenos comunales. En la dcada de 1960, El Astillero (dentro del barrio Santiago) fue parcelado por el Instituto Nacional de Transformacin Agraria (INTA) y entregado a sus antiguos comuneros y otros beneficiarios. El hecho de que ambos barrios poseyeran terrenos comunales en reas distintas defini un sistema de intercambio de productos basado en la complementariedad. El Astillero estaba ocupado por bosques de especies maderables y en El pajal crecan gramneas que se utilizaban para construir los techos de las viviendas. En consecuencia, San Sebastin trocaba con Santiago paja para techo por madera para construir las casas. Los bejucos (llamados localmente tripa de vieja), que eran el otro material de construccin de la arquitectura tradicional, se obtenan tambin mediante intercambio con la finca San Bernardo colindante con El Pajal. Las tierras no se utilizaban para cultivo y constituan la reserva de material de construccin para las comunidades indgenas urbanas dedicadas a la agricultura, en tierras propias o arrendadas, y otros empleos urbanos. Hasta la dcada de 1960, estos barrios indgenas se caracterizaban por sus viviendas de madera con techo de paja y una estructura amarrada con bejucos. En verano, los incendios frecuentemente afectaban gran cantidad de viviendas y esto provoc paulatinamente la sustitucin de los techos por lminas de metal y paredes de bloques de concreto. Desde el siglo XIX o antes, segn la memoria local, ambos terrenos eran administrados por un principal electo por la comunidad que permaneca un ao en su cargo, pudiendo ser reelecto. ste tena a su cargo la gestin de la tierra, la asignacin de sus productos, la administracin del intercambio y la resolucin de conflictos entre los comuneros. Para ello,
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A principios de la dcada de 1970, Miguel ngel Garca, principal de San Sebastin, preocupado por los incendios y el riesgo en que stos ponan la integridad de los ttulos de propiedad, decidi depositarlos en la municipalidad de Chiquimulilla, en cuyos archivos podran estar protegidos. En 1980, los comuneros decidieron mejorar el camino desde el barrio San Sebastin hasta el terreno comunal y para ello solicitaron un prstamo de maquinaria a la Direccin General de Caminos. Recolectaron 17,500 quetzales y con ellos pagaron el combustible y los salarios de los trabajadores de caminos que con su trabajo, hicieron posible la construccin de la va hacia el comn que es mantenida por los comuneros. En 1987, la comunidad gestion un proyecto de agua potable para el cual deban obtener un derecho de paso cruzando la finca Tierra Grande Alta que, a cambio, les solicit otro derecho de paso que deba inscribirse como escritura de servidumbre. Al iniciar los trmites para esa escritura, en 1990, se percataron de que El Pajal haba sido inscrito a favor de la municipalidad durante el tiempo que sta haba tenido sus ttulos en depsito. All inici una lucha por la recuperacin de derechos que culmin en 1995, cuando la municipalidad les reintegr sus ttulos comunales. Entre 1954 y 1995, los gobiernos militares y la guerra constituyeron un obstculo para que la comunidad se pudiera reunir y tomar
Actualmente, la comunidad indgena xinca de San Sebastin mantiene su terreno comunal asignado en usufructo a sus comuneros que lo explotan siguiendo las normas definidas por su derecho consuetudinario. Una caballera y media contina como bosque comunal y se ha reforestado media caballera ms con pinabete, con el propsito de proteger fuentes de agua y disponer en el futuro de productos del bosque. Para no repetir la experiencia de El Astillero, la comunidad no permite la construccin de viviendas en el comn y slo tres familias han sido autorizadas a vivir all, responsabilizndose adems de cuidar los cultivos de los otros comuneros. Aunque disponen de ttulos de propiedad legalmente inscritos, al igual que las otras comunidades xincas, afrontan invasiones de tierra por parte de finqueros colindantes que no reconocen sus derechos. A esto se suma el hecho de que no cuentan con el apoyo total de las autoridades judiciales. Los xincas de San Sebastin participan activamente en el proceso de recuperacin de su identidad tnica, junto con las otras comunidades, y han constituido grupos de estudio sobre la lengua, las tradiciones y sus normas consuetudinarias de gestin territorial (Camacho y Fernndez, s.f.).
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contaba con una normativa consuetudinaria no escrita pero legitimada por la costumbre y la memoria colectiva local. El principal defina tambin la fecha en que al toque del pito y el tambor, los comuneros deban reunirse a limpiar los mojones del comn, circundado por un muro de piedra en la mayor parte de su circunferencia. Una de las funciones del principal era la custodia de los ttulos de propiedad comunal de 1889.
decisiones acerca de sus tierras comunales y tambin para organizarse como comunidad indgena. Sin embargo, en 1980, decidieron sustituir el antiguo sistema de administracin a cargo de un principal por el de una junta directiva responsable del terreno del pueblo indgena de Chiquimulilla, como reza la escritura de 1889. La constitucin de la Junta Directiva se bas en una reglamentacin que recoge los lineamientos generales del sistema consuetudinario que manejaban los principales, pero que an se rige cotidianamente por las normas no escritas que legitimaron el derecho local de las tierras durante generaciones.
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7. NOTAS
1.
En 1943 fue bautizado este territorio con el nombre de Mesoamrica (Meso=medio, Amrica Media) (Kirchhoff, 1949). Onomatopeya. Imitacin de sonidos reales por medio del lenguaje. Alteridad. Segn el Diccionario de la Real Academia Espaola, capacidad de ser otro. Balcanizacin. Alude a la fragmentacin de una regin en unidades poltico-territoriales menores, separadas y hasta enfrentadas. Censo enfitutico. Derecho real que grava un inmueble a favor de determinada persona. Ejido (del latn exitum). Es una porcin de tierra no cautiva y de uso pblico; tambin es considerada, en algunos casos, como bien de propiedad del Estado o de los municipios. En Mxico, el ejido es una propiedad rural de uso colectivo, de gran importancia en la vida agrcola del pas. Zahorines. Nombre que se ha utilizado frecuentemente en el rea rural, principalmente en el altiplano de Guatemala, para nombrar a los curanderos. La glotocronologa es una tcnica para calcular la separacin temporal o divergencia entre dos lenguas que se suponen emparentadas. Ajqijab. Ajqij, trmino castellanizado para denominar a quienes ejercen la funcin de guas espirituales. Etimolgicamente, aj = prefijo de un oficio; qij, el sol. Se traduce como el contador de los das. El plural de ajqij es ajqijab.
2. 3. 4.
11. Los frutales indicados por nombre comn corresponden a las especies indicadas. Sin embargo, algunos como el zapote pueden corresponder a especies de zonas templadas o clidas. De la misma manera hay especies de anona tanto de tierra clida como templada. 12. La miel a que se hace referencia, como se indica ms adelante en el texto, se extraa de varias especies tanto del genero Melipona como del Trigona. 13. Cultivar. Poblacin de plantas cultivadas obtenidas para fines comerciales. Son homogneas genticamente y presentan caractersticas de importancia agronmica que no poseen otras plantas de la especie. 14. Nixtamalizacin. Proceso mediante el cual el maz es cocinado. Mediante la adicin de cal se facilita la eliminacin del pericarpio y la elaboracin de la masa. Esto, a su vez, propicia la disponibilidad de algunas protenas y el enriquecimiento de calcio. 15. Los nombres Popol Vuh o Pop Wuj han sido utilizados para referirse al libro sagrado de los kiches, existiendo en la actualidad una polmica sobre la grafa correcta. En este libro se utiliza el nombre que posee la referencia utilizada. 16. La existencia del perro maya y su extincin est an en discusin, pues algunos autores indican que se hace referencia a otra especie. 17. Tepemechin. Pez grande que Antonio Morelt (1857) busc en el ro Michatoya por las referencias que de l se hacan, pero que sin embargo no encontr. 18. De la tierra. Trmino utilizado por los cronistas de la Colonia para hacer referencia a lo nativo o a lo silvestre. 19. Astillero. Es el nombre que se le asigna a un rea de bosque, cuyo fin es la extraccin comunal de lea, y que es administrada por la misma comunidad.
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5. 6.
7.
8.
9.
10. Nawales. Cada persona nace en un da sagrado, representado por un smbolo, el cual es conocido como nawal (espritu) que puede ser un elemento de la naturaleza, un animal, un mineral o algo abstracto: aire, fuego, ideas, sabidura, muerte, animales y plantas de su entorno natural, etc.
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RESUMEN
Este captulo presenta un anlisis de los conocimientos tradicionales documentados de los pueblos mayas achi, kaqchikel, poqomchi y mam, que tienen relacin con el uso, manejo y aprovechamiento de la biodiversidad. Se estudia la situacin de los conocimientos tradicionales de estos cuatro grupos sociolingsticos, su potenciacin de uso y sus posibles formas de capitalizacin. A travs de nueve secciones se describen aspectos de la vida cotidiana que tienen una gran relacin con el manejo de la biodiversidad y que responden al reconocimiento, respeto y promocin de los sistemas propios de los pueblos indgenas contenidos en instrumentos jurdicos nacionales e internacionales. Un elemento fundamental del presente anlisis es el principio de que toda accin se centra en la espiritualidad. En este sentido, no se especifica religin alguna sino que se hace nfasis en el ejercicio totalitario de la espiritualidad, que consiste en la veneracin a la madre tierra y al abuelo sol, entre otros elementos. El conocimiento tradicional asociado al uso, el manejo y la conservacin de la biodiversidad se vincula con procesos de desarrollo econmico y con procedimientos de un sistema de Derecho propio. Los aspectos mencionados cumplen con funciones especficas como: conocimiento de las especies vegetales; clasificacin de acuerdo con sus caractersticas, propiedades, usos y beneficios; y
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formas de organizacin social de los pueblos indgenas, entre otros aspectos. En el mbito del conocimiento tradicional y la salud, se muestran formas de tratamiento cuyas manifestaciones se basan en una ciencia mdica concebida integralmente como bienestar fsico, mental y social. Ejemplo de ello son las ceremonias, reuniones familiares y actitudes basadas en principios y valores que tienden hacia la bsqueda y generacin del equilibrio, que es el fin primordial y que se asocia a plantas medicinales. De manera complementaria, se brinda informacin acerca del rol de los lugares sagrados y su relacin con el calendario maya, que establece aspectos conductuales, filosficos, relaciones sociales y polticas, y aspectos tcnicos en la gestin de la biodiversidad. En este sentido, cabe resaltar los dos calendarios ms importantes: el calendario lunar o sagrado y el calendario agrcola o solar. Adems, se describe la gastronoma maya, su clasificacin y su relacin con el manejo de la biodiversidad. Se finaliza con un apartado de conclusiones y recomendaciones, para contar con insumos que desarrollen reflexiones y opiniones acerca de los vnculos existentes entre el conocimiento de los pueblos indgenas y la conservacin y uso de nuestra biodiversidad. Palabras clave: pueblos mayas, espiritualidad, conocimiento tradicional, conservacin y uso de la biodiversidad.
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SUMMARY
This chapter presents an analysis of the documented traditional knowledge of the Achi, Kaqchikel, Poqomchi and Mam Mayan people, which is related to the use and management of biodiversity, representing a baseline of four Socio-Linguistic groups; of the traditional knowledge situation, its potential use and the possible ways of capitalization. Nine sections are described, with aspects coming from daily life highly related to the management of biodiversity and responding to acknowledgement, respect and promotion of the indigenous people systems that are contained in National and International Legal Instruments. A basic element included is the principle that every action is centered in the spirituality as fundamental base; in this sense, no specific religion is mentioned but it tends to the totalitarian exercise of spirituality, consisting in the veneration of mother earth and grandfather sun, among other elements. The traditional knowledge associated to the use, management and conservation of Biodiversity is connected to economic development processes and to procedures of an Own Right System. Both fulfill specific functions as knowledge of the vegetable species, characteristics classification, properties, uses and benefits, and ways of social organization of indigenous people, among other aspects. In the field of traditional knowledge and health, there are ways of treatment which expressions are based in medical science integrally conceptualized as physical, mental and social well-being. An example of that are the ceremonies, family meetings, attitudes based on principles and values that tend to the search and creation of balance, which is the main goal and is associated to Medicinal plants.
In a complementary way the role of sacred places and their relation with the Mayan Calendar is provided, establishing behavioral and philosophical aspects; social and political relations; and technical aspects in the management of biodiversity. It is crucial to mention the two most important calendars, the Moon or Sacred Calendar and the Agricultural or Solar Calendar. And finally, the information about Mayan gastronomy, its classification and relation with the management of biodiversity is also emphasized. All these ends up in a section of conclusions and recommendations to have inputs for the development of reflections and opinions about the existing connection between the knowledge of the indigenous people and the conservation and use of our biodiversity. Key words: Mayan people, spirituality, traditional knowledge, conservation and use of biodiversity. UROX UQAT WUJ ETAMANEM KOMON NOJIBALIL RACHIL JALAJOJ UWACH KASLEMALIL CHUTISANEM Pa wa jun uqat wuj kaya ubixik ukutik ri ojer nojibalil ke Mayab winaq: Achi, Kaqchikel, Poqomchi xuquje Mam, ukamom uqab ruk ukojik, uchakuxik, uloqoqexik uwach ri jalajoj kaslemalil chuwachulew, are wa utakalibal kinojibalil ri kajib komom Mayab Cholbal Tzij, ri ojer etamanen rajawaxik kaya uqij ukojij, rech kuya ube jun kaka chakunem puwi ukojik ri jalajoj kaslemalil. Kaya ubixik belejeb qat chak rech nojibalil kikaslemal ri ajwaralik winaq, ukamom uqab ruk ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil xuquje katoban che uyaik uqij, ujabuxik uwach ronojel ri noj chak kisukmajim ka-
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noq ri ajwaralik winaq, e ko taq wa pa taq taqanqatbaltzij re Paxil Kayala xuquje pa taq taqanqatbaltzij ke kexamaqelil. Jun nabe takalibal uxe noj are yaik uqij ri kojinik, chi ma qus ta kaya uqij xa jun kojonik, are kaya uqij uloqoqexik ronojel jalajoj uwach kaslemalil utikom Ajaw chuwach loqolaj ulew, rumal wa kata na nabe che Ajaw ukojik, xuquje che loqolaj ukux ulew, ukux kaj, loqolaj qij xuqujechike ronojel ko kikalemal chuwachulew. Ri etamanem ojer nojibalil, ukamom uqab ruk ukojik, uchakuxik uloqoqexik ri jalajoj uwach kaslemalil, are ku wa umajim ube unimarisaxik qinom rachil taqantobanik ke ajwaralik winaq. Keb uwach ube chak kikikutu, jun etamanen ronojel uwach qayes e poqinaq uloq chuwachulew, jas kicholaj, uxe, ukux, kechokon wi, ketoban wi, xuquje jun nimalaj wokonem ke ri ajwaralik winaq. Ojer taq nojibalil rachil utzilaj wachil, kuya retamaxik uwach ronojel kunubal kakojik rech utz ubanik nojibalil chak, utz wachil
xuquje ronojel kubano winaq. Are taq uloqoqexik kojonik-kotzij, riqow ib pa ja, nim uqij ukojik takalibal uxe nojibalil pa kaslemal rech ma kakamisax ta uwach jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew, are taq wa ucholaj ukojik ri kunubal qayes. Tzaqatisax ubixik ruk keb oxib tzij puwi ri loqolaj taq kojbal kotzij ukamon uqab ruk ri CHOLQIJ, kuya retamaxik pixab, nojibalil puwi ronojel banom puwi jalajoj uwach kaslemalil. Rajawaxik kaya uchobik kaya uqij ri LOQOLAJ CHOLQIJ RACHIL RI LOQOLAJ CHOLAB Xkis utzijoxik ruk nojibalil puwi rikil-wa ke mayab winaq, ri ukamom uqab ruk jalajoj uwach kaslemalil. Ronojel wa xtzijoxik xkis ruk keboxibtzij xuquje oqxanibal tzij rech ko ku utakalibal usolixik rij ronojel noj kachomaxik kabixik puwi kinojibalil ajwaralik winaq rachil uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil. UCHOLAJ TZIJ: Mayab, kojonik, kinojibalil ajwaralik winaq,: uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil.
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1. INTRODUCCIN
A continuacin se presentan los resultados del Estudio sobre Conocimientos Tradicionales Colectivos y Biodiversidad, que integra nueve temticas relacionadas con el uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y de la biodiversidad en cuatro comunidades lingsticas: achi, poqomchi, kaqchikel y mam. El documento incluye un marco conceptual terico sintetizado, que aborda conceptos y definiciones de los conocimientos tradicionales colectivos, y hace un anlisis general de los fundamentos polticos y legales que le dan viabilidad a la realizacin de estos estudios y a su implementacin por parte de las instituciones del Estado. La segunda parte describe la metodologa utilizada en la realizacin del estudio y sus diferentes etapas. La tercera parte se refiere a los resultados obtenidos del estudio. Aborda pormenorizadamente los aspectos ms relevantes de las temticas analizadas, integrando cuadros y figuras. En este captulo aparecen datos, narraciones y referencias escuetas, debido fundamentalmente a que la bibliografa consultada no profundiza en la informacin. Se aborda con mayor hondura la situacin de la comunidad lingstica achi, acerca de la cual existe una informacin ms completa en los textos consultados. Esto confirma que el sistema organizativo de la comunidad es fuerte y est mejor documentado. La cuarta parte del documento se refiere a los elementos identificados que pueden potenciar el uso, manejo, aprovechamiento y conservacin de la biodiversidad en cuatro mbitos: elementos culturales; potencialidad de uso; distribucin y homogeneidad; y las formas de capitalizacin de estos conocimientos. En esta parte tambin se elabora una sntesis de
2. MARCO TERICO
2.1. Conocimiento tradicional colectivo Para realizar el siguiente trabajo sobre conocimiento tradicional colectivo y biodiversidad es necesario conocer algunos conceptos sobre el tema. A continuacin se desarrolla un anlisis sobre los conocimientos tradicionales. Para ello fue necesario revisar y analizar informacin pertinente que se maneja de manera interna en el Foro Internacional Indgena en Biodiversidad (FIIB), que ha desarrollado un marco terico sobre los conocimientos tradicionales, sus alcances y sus limitaciones. 2.2. Naturaleza y principios de los conocimientos tradicionales 2.2.1. Naturaleza Segn De la Cruz (2005), es un sistema de saberes enraizados en el derecho propio y ligados a la cosmovisin indgena, intrnsecos a los legados del conocimiento ancestral, son relevantes por su valor per se. Estos conocimientos fomentan la reciprocidad y la solidaridad dentro de la vida comunitaria, fomentan el reciclaje cultural in situ al interior de las comunidades; asimismo, son prcticas ancestrales en permanente innovacin. 2.2.2. Principios En relacin con los principios, se define que los conocimientos tradicionales son de carcter intergeneracional y de propiedad intelectual colectiva de los pueblos indgenas; tienen vnculo indisoluble con la territorialidad, los recursos biolgicos y la identidad cultural indgena: la interculturalidad orientada al dilogo de saberes. Estos conocimientos tradicionales son inalienables e imprescriptibles,
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y su conservacin y uso son un componente de la autodeterminacin de los pueblos indgenas. 2.3. Relacin de los conocimientos tradicionales Se establece que los conocimientos tradicionales de los pueblos indgenas tienen relacin con diferentes ciencias, ramas de las ciencias, disciplinas y actividades de las diferentes culturas del mundo. La Figura 1 presenta las relaciones de los conocimientos tradicionales con temticas de vital importancia para la sobrevivencia de los pueblos. 2.4. Tipos de conocimientos tradicionales De la Cruz (2005), del FIIB, hace una clasificacin de los tipos de conocimientos tradicionales, la cual se presenta a continuacin: 2.4.1. Conocimientos tericos Inventario colectivo de etnotaxa biolgica Plantas/animales conocidos Usos/especies conocidos Identificacin y uso correcto de plantas/ animales
Agricultura y manejo de ecosistemas
Rango de especie segn valor de importancia Caractersticas ecolgicas (fenotpicas, hbitat, relacin interespecfica) Competencias comparativas en la curacin etnomdica 2.4.2. Conocimientos prcticos: Tcnicas o destrezas conocidas
Captulo 3
Frecuencia de eventos de uso reportados por perodo Especies utilizadas por perodo Diversidad alimentaria Diversidad de especies utilizadas Diversidad del inventario de cultivos Frecuencia de uso de plantas medicinales por enfermedad y por curandero 2.4.3. Conocimientos de procesos Inventarios de plantas/animales segn la edad y gnero Complejidad taxonmica segn la edad
Gastronoma
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Nmeros y tipos de relaciones sociales responsables en la adquisicin/transmisin de tcnicas tradicionales segn tipo y etapa de vida Distribucin de tiempo en diferentes actividades Frecuencias de transacciones interpersonales Extensin y densidad de redes sociales 2.5. Fundamentos polticos y legales del estudio En lo que respecta a los instrumentos jurdicos nacionales e internacionales, e instrumentos polticos que dan fundamento y respaldo al desarrollo de acciones de sistematizacin de los conocimientos tradicionales colectivos, se encuentran: Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala. En su artculo 66, se establece que: El Estado de Guatemala, debe reconocer, respetar y promover las formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organizacin social, el uso de trajes indgenas, cuyo fin es mantener los factores que tienden a conservar su identidad, entendindose sta como el conjunto de elementos que los definen y, a la vez, los hacen reconocerse como tal. Acuerdos de Paz, Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indgenas, Ley Marco de los Acuerdos de Paz. El Consejo Nacional de reas Protegidas, CONAP en este caso da cumplimiento a este acuerdo poltico convertido en ley ordinaria. En su Captulo I, Identidad de los Pueblos Indgenas, y especialmente en el Artculo III, Sobre Derechos Culturales, aborda los temas de: a. Idioma
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b. Nombres, apellidos y toponimias c. Espiritualidad d. Templos, centros ceremoniales y lugares sagrados e. Uso del traje f. Ciencia y tecnologa, en los que principalmente se sistematizan los elementos ms importantes para el reconocimiento de su valor econmico, espiritual y cultural. Convenio 169 de la OIT. Se da cumplimiento de este instrumento internacional especialmente en los artculos: 2 inciso 1, 2a, 2b, 2c, 5a, 6, 1c, 7 inciso 3, 8, 15, 17 y 23, principalmente, que consideran la poltica general sobre tierras y formacin profesional, artesanas e industrias rurales Convenio sobre la Diversidad Biolgica. La sistematizacin de los conocimientos tradicionales colectivos responde precisamente a los objetivos y al enfoque del convenio, en su prembulo, y especialmente en el artculo 8j y artculos conexos como 10c, 17,2. Declaracin de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indgenas. En la implementacin de esta reciente declaracin de la ONU, especialmente en sus considerandos: Considerando que el respeto de los conocimientos, las culturas y las prcticas tradicionales indgenas contribuye al desarrollo sostenible y equitativo y a la ordenacin adecuada del medio ambiente; Consciente de la urgente necesidad de respetar y promover los derechos intrnsecos de los pueblos indgenas, que derivan de sus estructuras polticas, econmicas y sociales y de sus culturas, de sus tradiciones espirituales, de su historia y de su concepcin de la vida, especialmente los derechos a sus tierras, territorios y recursos y en artculos como el 12,1. Los pueblos indgenas tienen derecho a manifestar, practicar,
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desarrollar y ensear sus tradiciones, costumbres y ceremonias espirituales y religiosas; a mantener y proteger sus lugares religiosos y culturales y a acceder a ellos privadamente; a utilizar y vigilar sus objetos de culto, y a obtener la repatriacin de sus restos humanos1. Estrategia Nacional para la Conservacin y el Uso Sostenible de la Biodiversidad, y Plan de Accin Guatemala. Principalmente en el Captulo cinco, sobre el uso y valoracin de los recursos genticos, y en su rea de accin siete, sobre documentacin y rescate de las prcticas y conocimientos tradicionales. En este caso se responde especficamente al objetivo de documentar, rescatar y revalorizar las prcticas y conocimientos tradicionales sobre produccin, comercializacin y consumo de las especies nativas. Plan Estratgico 2006-2010 de la Unidad de Coordinacin con Pueblos Indgenas y Sociedad Civil. El desarrollo del Estudio sobre Conocimiento Tradicional Colectivo y Biodiversidad se basa en el plan estratgico de la unidad, cuyo objetivo es asesorar al CONAP a responder de manera apropiada a las demandas de los pueblos indgenas en la gestin de la biodiversidad y el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas. Con estas acciones se contribuye al logro del objetivo cuatro sobre contribuir al desarrollo de mecanismos para el pago de actividades que constituyan formas de conservacin propias de las comunidades indgenas y locales. Asimismo, se contribuye a desarrollar la accin estratgica sobre la identificacin de un marco de acciones y su caracterizacin para definir, clasificar y priorizar los servicios con base en el Inventario Nacional de Conocimiento Tradicional Colectivo.
cional Colectivo, se resume en cuatro fases metodolgicas: Fase I. Planeacin y elaboracin de instrumentos. Fase II. Identificacin de actores e instituciones. Fase III. Visitas, revisin de documentos y entrevistas a actores seleccionados. Fase IV. Elaboracin de informes y realizacin de reuniones con el equipo de la Unidad de Coordinacin con Pueblos Indgenas y Sociedad Civil UCPISC . 3.1. Descripcin de la metodologa Primera fase: Planeacin y elaboracin de instrumentos para realizar la documentacin y los anlisis respectivos. El equipo responsable de la consultora desarroll cinco reuniones tcnicas para la definicin de las comunidades lingsticas; adems, identific las instituciones y actores para realizar la documentacin y posterior anlisis. En este contexto el equipo elabor los instrumentos de entrevista, los elementos a sistematizar de los documentos y los elementos a identificar que potencien el uso, manejo y conservacin de la biodiversidad. Segunda fase: Identificacin de actores e instituciones. Se seleccionaron cerca de dieciocho centros de documentacin en las cuatro comunidades lingsticas fueron objeto de estudio. Asimismo, se identificaron quince actores individuales. Los centros visitados y de mayor documentacin:
3. METODOLOGA
La metodologa empleada para la realizacin del Estudio sobre Conocimiento Tradi-
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a. Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, a nivel central y de las cuatro comunidades lingsticas b. Centro de Estudios de la Cultura Maya c. Base de datos del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin d. Centro de documentacin del Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala e. Universidades de San Carlos de Guatemala, Del Valle de Guatemala y Rafael Landvar Entre los actores individuales identificados y entrevistados se encuentran mayordomos de cofradas, Aj Qij (guas espirituales), Aj kun (curanderos), Aj Tuj o Aj Iyom (comadronas) de las comunidades lingsticas achi y mam principalmente. Tercera fase: Documentacin y entrevistas. La primera parte del anlisis documental se realiz en los centros de documentacin de las organizaciones identificadas con sede en la ciudad capital, as como en las universidades. La segunda parte se efectu en las cuatro comunidades lingsticas definidas. Las entrevistas con los actores individuales permitieron obtener informacin sobre la documentacin de los conocimientos, saberes, tecnologas mdicas, bailes, mitos, gastronoma, y los beneficios econmicos, sociales y culturales que obtienen las comunidades. Cuarta fase: Elaboracin de informes. Durante la primera etapa de documentacin se elabor un primer informe parcial de la consultora. Fue analizado por el equipo de UCPISC-CONAP luego se sostuvo una re,
unin para analizar los resultados y las recomendaciones pertinentes para el seguimiento de la consultora. En este contexto se lleg a la conclusin de abordar nueve temticas que tienen relacin con la biodiversidad, y no cuatro como se estableca en la propuesta tcnica aprobada, por lo que se ampli el anlisis documental. Del anlisis documental se han obtenido elementos que pueden potenciar el uso, manejo, aprovechamiento y conservacin de la biodiversidad, entre los cuales destacan: a. Elementos culturales b. Potencialidad de uso de los conocimientos en los aspectos institucionales c. Distribucin y homogeneidad en las comunidades lingsticas d. Formas de capitalizacin de los conocimientos en las organizaciones, instituciones y el Estado
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4. RESULTADOS
4.1. Agricultura y manejo de ecosistemas 4.1.1. Principio de todo Los procesos, conocimientos y prcticas tradicionales agrcolas y de manejo de bosques en las comunidades lingsticas estudiadas estn relacionados y dirigidos por actitudes, principios y valores socioculturales fundamentados en la cosmovisin del pueblo maya, como el respeto y la veneracin a diversos elementos del mundo. La espiritualidad y su principio de gratificacin (nimanik) es una manifestacin de grandeza de doble va pues se refiere al contexto el que da recibe y el que recibe merece. Este principio es extensivo al entorno natural y social.
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Un ejemplo claro de este valor cultural y espiritual consiste en que la primera actividad que ser realiza es la invocacin al Ajaw, creador y formador del cielo y la tierra (ukux kaj, ukux ulew), dueo y poseedor de los cerros y las montaas (rajaw juyub, rajaw taqaj), como puede observarse en el fragmento de invocacin que se realiza segn Ri Chabal ke ri qatiqamaam (El rezo de nuestros abuelos) en la comunidad lingstica achi (Cuadro 1). El productor realiza la ceremonia espiritual en agradecimiento a un nuevo da, ciclo de produccin o cada de lluvias. En cada esquina de la parcela, se invoca al Dios supremo, as como en el lugar acostumbrado para la alimentacin (bajo sombra). Los materiales usados son cera, copal pon (incensario) y velas. En este ejercicio de espiritualidad y respeto a la naturaleza, segn lo expresa Ixpat J. citado por Bolvito (2003), los principales elementos involucrados en las invocaciones son: el abuelo Sol (ta maam) dador de toda posibilidad de vida, la tierra que soporta las diversas formas vivas, el agua (lluvia) que
todo ser viviente contiene, y el aire que trae y aleja espritus. 4.1.2. Produccin agrcola 4.1.2.1. Seleccin y limpia del rea de cultivo La seleccin del rea para cultivo est determinada por los tipos de tenencia de la tierra. Para las comunidades lingsticas achi, kaqchikel, mam y poqomchi, esta tenencia es individual y comunitaria, y en sta predominan los minifundios. Cuando se tiene oportunidad de seleccionar el rea, se prefieren extensiones con cobertura de vegetacin, rboles, arbustos y hierbas, ya que permiten obtener recursos como lea, frutos. Adems, se aprovecha la madera para construir corrales para aves, ganado porcino e incluso para reparacin de cercos de la misma parcela. Al realizar la limpieza del rea, se evita el corte de los rboles con follaje amplio, mayor altura y dimetro, respetando su edad y
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Figura 2. Quema y preparacin del terreno para la produccin de granos bsicos Crdito: Janssens, B.
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beneficios. La limpia en s implica amontonamiento y quema de residuos espinosos (Figura 2), as como amontonamiento en lugares pedregosos o cercos; Bolvito (2003). En las reas pedregosas es comn ver cmulos de piedras en las parcelas, como mecanismo de manejo del suelo. Esto evita que el desorden funcione como hospedero de plagas. La parcela debe presentar orden y esttica, de esta manera se expresa armona, esmero y dedicacin como reflejo de la realizacin de un buen trabajo. 4.1.2.2. Seleccin de la semilla La seleccin de semillas es una actividad importante en el proceso de produccin, especialmente de maz, frijol, ayotes, man, y habas; asimismo, en el manejo de especies arbustivas y especies maderables. En las comunidades lingsticas, los conocimientos tradicionales sobre seleccin de semilla son (Bolvito 2003): Maz. En el caso del maz, se consideran caractersticas de la mazorca como: a. Forma, generalmente presenta mayor dimetro en la base disminuyendo hacia el pice.
b. Tamao c. Disposicin de la envoltura, que debe cubrir la totalidad de los granos y cinco centmetros de longitud del pice de la mazorca. En el pueblo maya se consideran como elementos de seleccin los siguientes: a. Los granos del pice de la mazorca estn expuestos a plagas y enfermedades, se cree que por ser los ltimos en desarrollarse an les falta completar su ciclo de formacin. b. Los granos de la base tienen un lugar preponderante en el pensamiento maya, son los primeros granos en formarse, se les guarda respeto y se discute su uso como semilla. De lo anterior, se concluye que deben seleccionarse semillas de la parte media de la mazorca. Otro elemento de seleccin de las semillas es la forma de los granos: a) esfrica, y b) rectangular; los primeros se dan en los extremos, los segundos en la parte central. El embrin de la semilla de forma esfrica es pequeo y deforme, a diferencia de la semilla de forma rectangular, en la cual el embrin es de ma-
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yor tamao (longitud) y de forma bien definida. De acuerdo con Sis (2007), los granos que se seleccionan para semillas son los de forma rectangular. Las formas de almacenamiento del material destinado para la seleccin de semillas influyen sobre su calidad y viabilidad. En la comunidad lingstica achi se definen dos formas: a. Colgar las mazorcas seleccionadas sobre varas en el corredor o en la cocina (Figura 3). b. Ordenar las mazorcas dentro de la vivienda. Frijol. El nfasis para la seleccin se encuentra en el almacenamiento del grano, que se hace en ollas de barro y bolsas de fibras de maguey. La semilla seleccionada debe presentar las siguientes caractersticas: a. Completamente seca, lo cual se corrobora con la mano al dejar caer un puo de granos a 20 cm del suelo, lo que debe producir un sonido caracterstico. b. Las semillas presentan un brillo intenso que indica que no estn hmedas y se encuentran en buenas condiciones.
c. Sin daos provocados por plagas o enfermedades. Ayotes. Los ayotes se cosechan, se almacenan en el patio y se consumen conforme se necesite. Al momento de seleccionar la semilla, se escogen los ayotes que presenten buen aspecto, forma y tamao. Se parte el fruto y se sacan las semillas. stas deben presentar un aspecto maduro y tamao y volumen adecuados, comprobados con los dedos. Las semillas que se extraen se sacan al sol y se almacenan en tinajas o recipientes llamados toles. 4.1.2.3. Siembra Teletor (1955) indica que la siembra, ya sea en invierno o en verano (regado o montaa), se inicia con la realizacin de la ceremonia de agradecimiento. Adems, seala que la tcnica tradicional de disposicin y estructuracin de los cultivos involucra distancia de siembra, composicin de especies, profundidad de siembra de las semillas y la temporalidad. La distancia de siembra es de una vara entre surcos y media vara entre plantas. Segn los abuelos, con una distancia mayor se perdera espacio y con una menor disminuira la produccin. La distancia debe propiciar
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Figura 3. Formas de amarre de las mazorcas que servirn de semilla. stas se cuelgan en la cocina Crdito: Instituto Telesecundaria. Rabinal
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el desarrollo de otras especies como miltomate, bledo, verdolaga, maqar2 (hierba comestible), quilete, chipiln, ayote o frijoles de enredadera. En algunas ocasiones, los productores planifican duplicar el espacio entre surcos para sembrar otra especie en asocio, como se indica en el Cuadro 2. La importancia del cultivo en asocio de mazfrjol-ayote reside en que las hojas de maz dan sombra a las plantas de frijol y ayote; el frijol se sujeta a la milpa para crecer; las hojas de ayote cubren la tierra, mantenindola hmeda, evitando que crezca maleza y previniendo la erosin; y los frijoles nutren la tierra ayudando a que crezca el maz y el ayote (Ramrez, 1999). En cuanto a la profundidad de siembra, en laderas se recomienda que sta sea aproximadamente de cuatro a siete centmetros, mientras que en reas planas, depende de la profundidad del arado3. La forma de sembrar requiere de dos a tres granos de maz por una semilla de ayote y una semilla de frijol (Ajpacaj y Aguilar, 2001). En la comunidad lingstica kaqchikel se acostumbra sembrar siete semillas por postura, con la siguiente explicacin antropolgica: a. Una destinada al pobre (hambriento) b. Una destinada al ladrn
c. Una destinada a las aves d. Una destinada a otros animales e. Tres destinadas al dueo Entre las variedades de frijol y ayote utilizadas en asocio, se pueden mencionar: 1. Semilla de ayote saqil kum (Cucurbita moschata) (pepita y pulpa) de la que se aprovechan hojas, flores y semillas, la pulpa se consume en conservas. 2. Semilla de ayote sakil kum (Cucurbita argyrosperma) (pepitoria) se aprovechan hojas, flores y semillas, la pulpa se destina a la alimentacin de animales, especialmente cerdos y aves de patio. 3. Semillas de frijol: enredaderas, garbanzos, ixtapacal y el petenero. La fecha de siembra del cultivo del maz depende de la variedad, como sigue: a. La variedad 2-15 (chutiq jal) se siembra con las primeras lluvias a finales de mayo o principios de junio. b. La variedad maz grande (nimaaq jal) se siembra a finales de julio o principios de agosto, as se aprovechan las ltimas lluvias, como se resume en el Cuadro 3.
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Para resembrar, se observa si existe una sola especie y se siembran una o dos especies con el objetivo de tener las tres especies en una misma postura de siembra. La resiembra se realiza diez das despus de la siembra, perodo en que las semillas viables han germinado, las dems se consideran perdidas por diferentes causas y condiciones. 4.1.2.4. Limpias La limpia es una prctica agrcola permanente. La primera se realiza de quince a veinte das despus de la siembra, en este tiempo las races an no se extienden y resulta oportuno eliminar las malezas. Para realizar este trabajo se emplea azadn en reas planas, y machete o calabozo en reas escarpadas. Existen especies que se protegen al realizar la limpia, porque constituyen parte de la dieta alimenticia familiar o para preparar alimentos en la parcela. En la comunidad lingstica achi se mencionan: bledo (Amaranthus spp.), chipiln (Crotolaria sp.), macuy (Solanum sp.), verdolaga (Portulaca sp.), maqar (Gallinsoga sp.), chiltepe (Capsicum sp.), miltomate
Generalmente estas especies se cultivan entre las filas (surcos), y son transplantadas si se encuentran a pie de planta (milpa). A los veinte das despus de la primera limpia se realiza la segunda (kaamul o calzado). Consiste en colocar bultos de tierra al cuello de la raz de la milpa, aproximadamente entre diez y quince centmetros sobre el suelo. El tiempo que se emplea en la realizacin de la tarea es determinante para minimizar los daos causados por el viento (quebraduras y arrancamiento). 4.1.2.5. Fertilizacin, control de plagas y enfermedades Para mejorar la fertilidad de los suelos, el productor utiliza residuos de cosechas anteriores, materiales como tusa, olote, caa de milpa o plantas de frijoles y ayotes; adems, desechos que se obtienen del hogar: cenizas, hojas y estircol entre otros. Estos materiales se distribuyen en la superficie del terreno (Figura 4), y en algunos casos son incorporados directamente al suelo a una profundidad de entre 10 y 15 centmetros. Sin embargo, cuando se cuenta con ganado bovino y equino los residuos son utilizados para su alimentacin.
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Esta prctica coincide con el inicio y finalizacin de la cancula (veranillo) de julio a agosto. El Cuadro 4 hace referencia al perodo de siembra-cosecha de las variedades respectivas.
(Physalis sp.) y apazote (Chenopodium sp.), entre otras. La cantidad de especies y poblacin es indicadora de buena produccin asociada a suelos frtiles.
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En cuanto a enfermedades y plagas que atacan los cultivos en asocio, generalmente no existe control, en algunos casos se aplican cenizas. 4.1.2.6. Cosecha Para organizar y realizar la cosecha, la plantacin debe presentar ciertas caractersticas, entre ellas: secamiento uniforme de la plantacin, las plantas de resiembra requieren tiempo adicional para el cierre de su ciclo de vida. Para realizar la cosecha resulta importante la organizacin familiar. Cada miembro de la familia debe cumplir un rol: a. Cada integrante se presenta a la parcela con sus respectivos instrumentos de trabajo. b. El ama de casa tiene como responsabilidad la alimentacin. c. Los nios tambin colaboran en la cosecha del maz, corte de frijol, man y ayotes, cuya produccin depende de la cosecha de flores, hojas (preparacin de boshboles) y brotes apicales (puntas de ayote).
La comunidad lingstica achi celebra el da de la cosecha el 15 de agosto de cada ao. Se realizan actos espirituales de accin de gracias, y se cocinan elotes, tamalitos de elote, elotascas y atol de elote. 4.1.2.7. Almacenamiento Luego de la cosecha, el producto es acumulado en el patio o corredor de la casa, donde se seca y selecciona, tanto para consumo como para semilla. Desde este momento el productor se involucra en el almacenamiento definitivo de sus productos, para lo cual construye una cama a veinte centmetros del suelo para prevenir el ataque de mohos y roedores (Figura 5). Segn Bolvito (2003), esta cama se elabora con varas de patascoba (Luehea speciosa) o de tanil4, sobre cuatro a ocho postes que forman un cuadro. Se procede a amarrar las varas sin dejar espacios. De manera paralela a los postes se colocan varas con el fin de formar otra pared que sirva de sostn. Una es la cara del cuadro, donde se realiza el ordenamiento de las mazorcas. Al ordenar las mazorcas se procura que stas sigan un patrn opuesto en cuanto a base y
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punta, es decir, que se encuentren. Al colocar dos mazorcas con las puntas hacia la misma direccin, se crea un espacio entre las bases, que puede ser ocupado por la punta de otra mazorca, y entre las puntas queda un espacio que puede ser ocupado por la base de otra mazorca. La razn de este ordenamiento es el aprovechamiento del espacio y no propiciar condiciones para el anidamiento de roedores e insectos. El productor recolecta ramas de salsicate (Croton ciliatoglanduliferus), planta que tiene un efecto repelente sobre insectos y roedores. A cada capa de entre quince y veinte centmetros se coloca esta especie en puntos clave (esquinas, extremos y centro), luego se procede nuevamente al ordenamiento descrito en el prrafo anterior. No se utilizan productos qumicos debido a que los residuos vegetales se utilizan posteriormente como alimento para animales. 4.1.3. Manejo de otros sistemas agrcolas 4.1.3.1. Huertos frutcolas En la comunidad lingstica achi, las familias cuentan con huertos frutcolas que se
denominan vegas. Segn Teletor (1955), las especies de mayor presencia en estos huertos son: naranja (Citrus sp.), caa de azcar (Saccharum sp.), mango (Manguifera sp.), chile (Capsicum spp.), nance (Byrsonima sp.), gisquil (Sechium sp.), ame (Dioscorea sp.), anona (Annona spp.), caf (Coffea sp.), banano (Musa spp.), sunsa (Licania platipus), y para sombra especies del gnero Inga como machetones, paternas, cuxines, zapote (Pouteria sp.), madre cacao (Gliricidia sp.), manzana rosa (Eugenia sp.), guapinol (Hymenaea sp.). En esta comunidad sobresale el cultivo de naranja (Citrus sp.), destinado al mercado local y regional. En los huertos frutcolas de la comunidad lingstica poqomchi es posible observar: pacayas (Chamaedoria sp.), guayabas (Psydium sp.), aguacates (Persea sp.), plantas ornamentales, anonas (Annona sp.), bananos (Musa spp.), higuerillo (Ricinus sp.), mora (Rubus sp.), gisquil (Sechium sp.). El principal cultivo es la pacaya, destinada al mercado local y regional. En los huertos frutcolas de la comunidad lingstica achi se destinan extensiones para la siembra de maz, frijol y forrajes como el zacatn (Panicum maximun) para uso animal.
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Asimismo, se cultiva sacatinta (Indigofera sp.) para teir hilo blanco, con el que tejedores matizan vistosos perrajes y cortes de color rojo y negro. Se cultivan tambin taniles (varas) para diferentes usos, principalmente la construccin de casas y ranchos, en las que sirven de sostn de la teja y/o paja. Las plantas ornamentales juegan un rol importante dentro de la vega, se conservan y protegen especies de enredadera como el chorrocn (Philodendrum sp.) de tres puntas utilizadas para las fiestas (Teletor, 1955). 4.1.3.2. Huertos familiares
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so animales, y su uso, puede verse reflejado en cuatro grandes modalidades de informacin: a. Conocimiento taxonmico vegetal b. Toponimias c. Prcticas de uso de las especies d. Manejo forestal 4.2.1. Conocimientos tericos: taxonoma vegetal Uno de los grandes mbitos del conocimiento tradicional de las comunidades lingsticas mayas sobre la biodiversidad est relacionado con el conocimiento de la flora desde el punto de vista de su identificacin botnica popular. Es decir, del conocimiento de las especies por medio de nombres comunes en los idiomas locales y la capacidad de diferenciacin entre ellas. La existencia de un nombre comn en el idioma maya local est asociada al desarrollo paralelo del idioma en la identificacin de las caractersticas y propiedades de cada una de las especies de flora y fauna. En muchos casos, el nombre maya de la flora, traducido literalmente al castellano, expresa ideas sobre caractersticas o propiedades como colores, formas, similitudes con animales, usos por otras especies o por el mismo ser humano. De acuerdo con Hosting (1998), por ejemplo, en el idioma mam, una especie de Cirsium sp. es reconocida con el nombre de saq chix, que literalmente quiere decir espina blanca. La taxonoma vegetal tradicional mam consiste en un sistema de nueve categoras, de las cuales siete corresponden a plantas silvestres, una a plantas domesticadas o cultivadas y una al grupo de los hongos. Mientras que, para la comunidad achi, las categoras
De acuerdo con Azurdia y Leiva (2000), la forma ms evidente del manejo de especies y su reproduccin en un ecosistema recreado o natural es la de los huertos familiares, que son una combinacin de plantas entre las que se incluyen rboles, arbustos y hierbas desarrollados en forma adyacente a una casa o a un componente del hogar. Los huertos familiares forman parte de la cultura de los pueblos mayas para diversificar sus cultivos y garantizar la alimentacin. Para ello cuentan con una variedad de especies vegetales principalmente; sin embargo, la diversidad de flora permite el desarrollo de especies de fauna, que temporalmente forman parte de la alimentacin. El manejo de huertos familiares y frutcolas ha permitido la reproduccin y sobrevivencia de especies animales como cenzontles, clarineros y chachas. 4.2. Biodiversidad y manejo de la vegetacin El conocimiento tradicional maya en relacin con la vegetacin y el funcionamiento de los ecosistemas est estrechamente relacionado con la experiencia prctica de acercamiento a los recursos naturales, a la facilidad de acceso y a la distribucin natural de dichos recursos en los territorios ocupados por las diferentes comunidades lingsticas. Este conocimiento de las especies vegetales, e inclu-
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se reducen a ocho, tal como se muestra en el Cuadro 5. Estas categoras son morfolgicas ms que funcionales, con excepcin de los vegetales cultivados. Dentro de estos grupos botnicos, los ms difciles de conocer corresponden a la categora de las setas. No existe dentro del conocimiento tradicional mam una alta diversidad o profundidad de dominio de este grupo, Hosting (1998). Una de las sistematizaciones realizadas con la comunidad lingstica kaqchikel refiere el manejo de 15 diferentes especies, tal como se muestra en el Cuadro 6, Herrera (1991). 4.2.2. Conocimientos aplicados: toponimia Segn Hosting (1998), el conocimiento de la flora silvestre por las comunidades lingsticas achi, poqomchi, kaqchikel y mam, objetos de estudio del presente anlisis, puede verse claramente reflejado en la toponimia; es decir, los nombres con que estas comunidades llaman a las diferentes reas geogrficas de sus tierras y sus territorios. Por ejemplo, en la cultura mam los topnimos que se referieren a las plantas son muy abundantes e indican
la presencia actual o histrica de la flora silvestre o cultivada. Esto puede observarse con claridad en el Cuadro 7, donde se hace referencia a rboles tales como el pinabete, el aguacate, el roble, el aliso, el ciprs, el cerezo, el encino, el palo colorado, el sauce, el pino y el durazno. 4.2.3. Conocimiento tcnico: uso de las especies vegetales El conocimiento del uso de las especies vegetales ha surgido en las comunidades mayas como una respuesta a la satisfaccin de necesidades productivas, sociales y espirituales, ya que constituyen los recursos inmediatos alrededor de las poblaciones. Uno de los casos documentados en la cultura mam se ejemplifica en el Cuadro 8, en el que se evidencia cmo las especies conocidas por esta comunidad tienen algn tipo de utilidad alimentaria humana o animal, medicinal, artesanal, comercial, espiritual u ornamental. Teletor (1955), clasifica las especies de flora de la comunidad lingstica achi por su utilidad. Por ejemplo, tinturas, construccin y extraccin de resinas, tal como se muestra en el Cuadro 9.
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Fuente: Herrera (1991) Cuadro 7. Ejemplos de topnimos de la cultura mam Fuente: Hosting (1998)
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4.2.4. Conocimientos aplicados al manejo forestal Los conocimientos tradicionales sobre bosques y manejo forestal tienen un marcado enfoque agroforestal, de suma importancia por su funcin como proveedor de lea, madera para construccin y frutas, tal como se muestra en los diferentes tipos de asocios: a. En la comunidad lingstica achi, generalmente el asocio es maz-frijoles-ayotes y especies arbustivas, arbreas y frutales como jocotes, mangos, nances, guayabas, patascoba, palo jiote, timboque, flor amarilla, madrecacao e izote. b. En las comunidades lingsticas kaqchikel y mam, generalmente se observa asocio de maz-frijoles-chilacayotes con especies arbreas y frutales, principalmente pinos y aguacates. c. En la comunidad lingstica poqomchi se cuenta con sistemas de asocio de mazfrijoles-gicoyes/chilacayote con especies arbreas y frutales como pinos, rboles de hoja ancha, aguacates y rboles de sombra. Las prcticas de manejo agroforestal en las cuatro comunidades son similares y responden al manejo de especies existentes segn
las caractersticas biofsicas del territorio y la propiedad de la tierra. En propiedad privada y familiar, la tierra es dedicada al manejo agroforestal; en las propiedades comunitarias, se aprovecha la madera para construccin de viviendas y extraccin de lea; en propiedad municipal, el bosque es dedicado principalmente a la obtencin de lea y madera; adems, es utilizado como potrero comunitario. 4.3. Medicina maya y manejo teraputico 4.3.1. Definicin Segn Sanic y Patzn (2004), la prctica de la medicina en las comunidades lingsticas mayas tiene un marco filosfico que la fundamenta. Por un lado, la concepcin sobre la salud-enfermedad conjuga diferentes aspectos: al ser humano se le considera no slo un ser biolgico sino adems un ser espiritual, social y natural, y los problemas de desequilibrio pueden partir de cualquiera de estos elementos del sistema. En este sentido, en las comunidades, la familia, los vecinos, el entorno social en general, Dios y la naturaleza, son importantes en el cuidado de la salud, y es difcil desagregarlos, son parte del sistema y no se entienden en s mismos. Como conclusin se llega a que lo natural tiene que ver con lo social, y lo social con lo espiritual.
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En el pensamiento maya, a la naturaleza se le considera no slo como un ser vivo en trminos biolgicos sino adems en trminos espirituales, y es equiparable al ser humano. En este sentido, merece el mismo respeto y, por consiguiente, las reglas que funcionan para el ser humano funcionan en relacin con los dems elementos de la biodiversidad, especialmente la flora y la fauna. La medicina maya, segn Sanic y Patzn (2004), se entiende como la suma de todos los conocimientos tericos y prcticos, utilizados para diagnstico, prevencin y supresin de los trastornos fsicos, mentales o sociales, transmitidos verbalmente o por escrito de una generacin a otra. Puede considerarse tambin como una prctica mdica activa y experiencia ancestral. 4.3.2. Actores de la medicina maya Guorn (2001), en relacin con la ciencia y la tecnologa mayas, indica que en la medicina maya existe una organizacin social para facilitar los servicios de salud preventiva y curativa. En este contexto la familia, los vecinos y las autoridades ejercen un papel fundamental, son reconocidos por las comunidades como los referentes inmediatos y responsables de la salud. Los padres y madres de familia. Su funcin es dirigir a los infantes hacia prcticas cotidianas de salud preventiva. Ajqij, gua espiritual. Su funcin es mediar entre las fuerzas naturales csmicas y las personas. Generalmente usa plantas: cortezas, pomadas o tinturas. Ri iyom o Aj tuj (comadrona). Encargada de la salud de las mujeres y los nios recin nacidos. Ri ajkun (terapeuta). Persona reconocida por la comunidad, se dedica a la
medicina curativa con conocimientos teraputicos, especialmente el uso de productos vegetales, animales y minerales, aplicando algunos otros mtodos de origen social, cultural y religioso. Ri ajbaq (huesero). Trata problemas de los huesos como las zafaduras y las fracturas. En el libro Encuentro de dos sistemas mdicos: maya y occidental, hay testimonios de actores de la medicina maya sobre la proyeccin comunitaria y servicios teraputicos. Uno de los testimonios es de doa Tomasita que dice: [] cuando uno de verdad es su Don, su Don que Ajaw le ha regalado, entonces tiene que apoyar la salud, tiene que ver cmo hacer para llegar, y si lo hace con amor, con cario, uno lo logra Los actores de la medicina que aplican tcnicas y mtodos en el uso de plantas medicinales comparten testimonios sobre sus experiencias en ese campo. Doa Rosario, en el libro Plantas medicinales y comadronas: manual para el personal de salud (2002) indica que [] las plantas son como nosotros que tienen vida, que tienen sangre, hay que agradecerles, hay que pedir, que platicar, dar cario tambin, por un rato que uno pueda andar entre las plantitas, platicar que yo estoy contento contigo porque diste salud 4.3.3. Medicina preventiva Al hablar sobre medicina maya, es importante reconocer dos corrientes: a. La medicina preventiva. b. La medicina curativa. El objetivo de la medicina preventiva maya es el mantenimiento del equilibrio entre fro y calor, energa positiva y negativa, trabajo y descanso. Segn esta corriente, es importante prevenir los desequilibrios que provo-
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can las enfermedades. Se pretende con ello encontrar el equilibrio y no curar la enfermedad, pues se cree que la manifestacin del desequilibrio en el sistema es la enfermedad (Sanic y Patzn, 2004). En las comunidades, los responsables de la salud promueven aspectos actitudinales como limpieza, orden e higiene para tener una vida y un ambiente sanos. Adems, se requiere de la prctica cotidiana de valores y principios como respeto, solidaridad, ayuda mutua, equidad. Otro aspecto importante para lograr el equilibrio es ejercer la espiritualidad a travs de la realizacin de ceremonias (kotzijanik) para ofrendar (tojnik) o como agradecimiento (maltioxik). En la realizacin de las ceremonias se emplean materiales obtenidos de la biodiversidad, como se observa en el Cuadro 10. 4.3.4. Medicina curativa Guorn (2001), en Ciencia y Tecnologa Maya, habla sobre la medicina curativa maya
y se refiere a las metodologas, tcnicas y tecnologas utilizadas en los tratamientos de enfermedades, entre las que sobresalen: a. El uso del temascal b. Los tratamientos a partir del uso de plantas y animales c. La dosificacin Indica que el temascal, como terapia, produce efectos positivos en la piel, aparato respiratorio, sistema circulatorio, sistema nervioso, sistema digestivo, esguinces, golpes, torceduras e inflamaciones. Morales et al. (2003) se refieren a la ley de la maternidad y la buena salud y sealan que el temascal tiene usos especiales para facilitar la labor de parto, as como la recuperacin de la madre despus del mismo. El tratamiento curativo a travs de plantas medicinales emplea materiales como huevos, flores, hojas, ramilletes tiernos de diferentes especies de plantas, aguarrs; bebidas calientes como chocolate y caf. As
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como plantas y/o frmulas alimenticias especficas, tales como: carnes secas, caldos y hierbas. Este conocimiento de frmulas y su utilizacin vara de una regin a otra y est relacionado con la presencia y la disponibilidad de la biodiversidad, tal y como se muestra en el Cuadro 11 que indica el nmero de especies reportadas para diferentes regiones del pas. La dosificacin y preparacin de las plantas medicinales en diferentes bebidas o emplastos es el complemento metodolgico del tratamiento de las enfermedades por medios naturales. Segn Sanic y Patzn (2004), existe variedad de formas de utilizacin de las plantas medicinales, como infusiones, cocimiento, maceracin, jarabes, vapores, cataplasmas, entre otras. Una breve descripcin de la preparacin de los mismos, y las partes de la planta que se utilizan, se incluye en el Cuadro 12. 4.3.5. Enfermedades y su tratamiento Para describir el tratamiento de enfermedades a partir de plantas medicinales, fue necesario realizar entrevistas con los actores responsa-
bles de la salud en las comunidades. Se hace referencia a tres enfermedades y a experiencias en su tratamiento. 4.3.5.1. U waa winaq (ojo) Segn Sis (2007), es una enfermedad comn que ataca a personas de todas las edades, con mayor frecuencia a nios de 0 a 12 aos. Por esta razn se define como yabil ke akalab enfermedad de nios. Los procedimientos para determinar esta enfermedad consisten en: a. Frotar un huevo de gallina en todo el cuerpo de la persona, luego se arroja en un recipiente con agua, si el huevo toma forma de telaraa en el agua, se confirma la enfermedad. b. Frotar dos manojos de ruda (nueve ramas de ruda por manojo) en todo el cuerpo de la persona, luego se queman; se confirma la enfermedad si las ramas al quemar suenan como cohetillos; para determinar el sexo de la persona que caus la enfermedad, se codifica cada manojo: hombre o mujer.
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Cuadro 11. Nmero de plantas de uso medicinal reportadas para diferentes regiones de Guatemala
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Una vez determinada la enfermedad, el tratamiento recomendado es la preparacin de un t de hierbabuena y alucema, cuya cantidad corresponde a 1 pizca (lo que se pueda tomar con tres dedos, de cucharada aproximadamente). 4.3.5.2. Ojob (infeccin respiratoria) Estas son enfermedades comunes y, segn Xuc (2007), para su tratamiento se prepara un jarabe a base de ocote, ramas de eucalipto, buganvilia, hierbabuena y ajo, en las siguientes cantidades:
a. 1 canuto de ocote (canuto y medio de dedo) b. 7 ramas de eucalipto c. 1 taza de buganvilia d. taza de hierbabuena e. 2 dientes de ajo (cocido entre 10 y 15 minutos) Las hojas deben ser apagadas (medio cocimiento) en un litro de agua, luego se cuela
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y se endulza con miel de abeja o panela. La dosis depende de la edad del paciente: si es mayor de edad (nim) se le proporciona una copa de t preparado cada 8 horas, y si es nio (chutin), dos cucharadas cada 8 horas. 4.3.5.3. Mala posicin de bebs durante el embarazo Algunas mujeres embarazadas, por diferentes razones, presentan problemas de posicin inadecuada del neonato, que pueden provocar la muerte al momento del parto. La tcnica comn es determinar la posicin de los glteos y la cabeza del beb (la regin de los glteos es de mayor tamao) ya que toma la forma de un embudo. Se determina con candelas o con algn objeto de metal (oro o plata): se coloca el objeto sobre lo que se supone es la cabeza y ste empieza a ondear. Los sntomas de nio atravesado son: dolor de cadera, dolor de piernas, hinchazn de pies, problemas al dormir, caminar, intranquilidad. Segn Sis (2007), el tratamiento es realizar tres tipos de masaje: sobado, frotado y friccionado. 4.4. Danzas, mitos y rituales Aqu se recogen elementos de tres danzas, cinco mitos histricos y populares y algunos mitos cortos populares vinculados con la biodiversidad. Estas expresiones tienen profundas relaciones con la sostenibilidad y conservacin de la biodiversidad y el medio ambiente. 4.4.1. Danzas 4.4.1.1. Definicin Baile y movimiento, continuamente de un lado a otro, los danzantes hacen diversas figuras. Existen varias clases de danzas: a. La que se hace con espadas, palos y escudos en la mano, al comps de la msica
b. La representacin grfica o literaria de un cortejo o baile c. La danza con palabras El ritual es un acto ceremonial o conjunto de reglas que se observan para realizar una actividad cotidiana, ya sea espiritual, econmica, sociocultural o de otro tipo (Chvez, 1997). Muchos rituales estn enfocados a la conservacin de la naturaleza y sus componentes. La palabra mito deriva del griego mythos, que significa palabra o historia. Un mito tendr un significado diferente para el creyente, para el antroplogo y para el fillogo. sa es precisamente una de las funciones del mito: consagrar la ambigedad y la contradiccin. Un mito no tiene por qu transmitir un mensaje nico, claro y coherente (Chvez, 1997). En la cultura de los pueblos indgenas en Guatemala se relatan mitos en el libro sagrado Popol Vuh; Popol, es una palabra maya que significa reunin, comunidad, y Vuh se refiere a un rbol con cuya corteza se fabricaba el papel. 4.4.1.2. Descripcin de las danzas Las danzas se realizan desde las vivencias que marcan la existencia de la humanidad, en las relaciones de armona con la madre naturaleza, como la danza de la siembra o la danza por la lluvia; el enamoramiento, la pedida, hombres y mujeres mayas tienen un espacio de participacin en la realizacin de estos acontecimientos, la connotacin es espiritual y de encuentro con la misma vida. Se emplean instrumentos musicales ancestrales y materiales propios de las ceremonias mayas, como plantas y animales, entre ellos: pom5, candelas y bebidas; las danzas involucran gestos de respeto o veneracin hacia
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otras personas o deidades (la concepcin hombre-naturaleza), estos gestos pueden abarcar desde la inclinacin del cuerpo en seal de respeto o veneracin hasta extender la mano, hincarse o elevar la mirada hacia algn personaje (Ixtabaln, 2007). 4.4.1.2.1. La danza del Pix Pix En el departamento de Huehuetenango se practica la danza Pix Pix, Abuela Mam (comunidad lingstica mam) Pix, en un altar sagrado maya; algunas mujeres suben al cerro para pedir por la lluvia y el agua, los alcaldes auxiliares las acompaan hasta las faldas del cerro, cinco mujeres realizan el baile, porque es considerado que la Abuela Pix escuchar a sus hijas (Ixtabaln, 2007). En la realizacin de la ceremonia que acompaa esta danza se utilizan diversos materiales, entre ellos pom, huevos, aves, alcohol, incienso, candelas, chocolate, azcar, ocote y tabaco. 4.4.1.2.2. La danza de la siembra Los danzantes realizan un simulacro de la siembra del maz, desde la siembra de la semilla hasta la recoleccin de la mazorca; el baile se realiza en parejas; el rol de las mujeres es llevar la bebida de masa de maz a los hombres y ayudar a traer los frutos de la cosecha, como lo indica la Figura 6 (Ixtabaln, 2007). Regularmente los hombres llevan sombreros como reverencia al sagrado alimento, considerando el significado universal de hombres y mujeres de maz; caracterizados como las personas que agradecen, que veneran al formador y creador y rinden homenaje por la creacin. 4.4.1.2.3. Danza de la culebra El kan (la culebra) es uno de los veinte nawales en la cosmovisin del pueblo maya. En la comunidad lingstica mam, el baile inicia con una ceremonia para pedir que la culebra llegue a la casa de la persona que la
acompaar; esta persona deja una canasta cerca de su casa, donde la culebra llega a enrollarse. Se realiza al comps del pito, el tambor y la chirima; antes de iniciar el baile, la persona que tiene la culebra a su cargo le brinda el almuerzo, que incluye atole blanco de masa o bebidas embriagantes, luego inicia el baile. Efectuado el baile o serie de bailes para los cuales fue llamada, la culebra se retira y desaparece en los bosques. 4.4.2. Mitos 4.4.2.1. El mito de la creacin El Popol Vuh relata la creacin del mundo (Recinos, 1984) e indica que primero todo era silencio, haba mucha calma. No haba nada que estuviera en pie en toda la faz de la tierra, slo exista el mar en reposo y un cielo apacible. Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz (progenitores) estaban en el agua rodeados de claridad. Ellos son los que disponen la creacin de rboles, bejucos, el nacimiento de la vida y del hombre. Se form el Corazn del Cielo. Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. Dijeron tierra y sta fue hecha. As, sucesivamente, surgieron el da y la noche, las montaas y valles, brotaron pinares. Tambin se crearon las corrientes de agua y los arroyos corrieron libremente. Luego crearon los animales: venados, pjaros, leones, tigres, serpientes, vboras, guardianes de los bejucos, entre otros. stos fueron hechos para cuidar a los rboles y a las plantas. Los animales se dispersaron y se multiplicaron, pero los creadores les dieron sus moradas respectivas, es decir, mar, tierra o aire.
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Figura 6. Dramatizacin de la danza de siembra del maz. Comunidad lingstica mam Crdito: Romero, O.
Luego los creadores les dijeron que hablaran para que alabaran a sus creadores (a ellos), pero estos animales no hablaban, slo emitan graznidos, chillaban o cacareaban. Entonces los cambiaron de hogar porque no conseguan que los adoraran ni los veneraran. Hicieron un segundo intento pero tampoco hablaron y, por lo tanto, fueron condenados a morir y ser la comida. Ante el fracaso de que los animales no los veneraran, se dijeron que tenan que crear antes del amanecer algn ser que los venerara, por ello hicieron al hombre. Para tal fin tuvieron varios intentos: 1. Crearon al hombre de barro, pero ste no se poda sostener, no poda andar ni multiplicarse y se deshizo. 2. Luego trataron con madera, lo cual fue un gran avance, ya que los hombres hablaban y se multiplicaban, pero no tenan memoria (por lo tanto, no se acordaban de su creador), no gozaban de entendimiento, caminaban sin rumbo y andaban
a gatas. stos fueron los primeros que habitaron la faz de la tierra, pero con el diluvio creado por el Corazn del Cielo murieron. 3. De tzite se hizo el hombre y la mujer, pero stos no pensaban ni hablaban. Fueron aniquilados con resina y fueron desfigurados por las piedras de moler. Esto fue en castigo por no haber pensado ni en su madre ni en su padre. 4. Poco faltaba para que el Sol, la Luna y las estrellas aparecieran sobre los creadores cuando descubrieron lo que en verdad deba entrar en la carne del hombre. El Yac, Utiw, Quej y Joj fueron los que trajeron la comida para la formacin del hombre. Esta comida se convirti en sangre, y as entro el maz por obra de los progenitores. Los hombres que fueron creados fueron cuatro: Balam-Quitze, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam. stos son los nombres de las primeras madres y padres (hombres y mujeres de maz) (Recinos, 1984).
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4.4.2.2. Mito sobre el nacimiento Cuando nace un beb, se procede a sembrarlo6 mediante una cruz al pie de un rbol o de una piedra, para que no muera y viva muchos aos. De esta prctica se cita una experiencia en Biodiversidad y Pueblos Indgenas (2006): en una familia de Sibinal, San Marcos (comunidad lingstica mam) haban muerto seis hijos; por consejo de los vecinos, al sptimo lo fueron a sembrar al pie de un rbol y vivi. Durante veinte das, a partir del nacimiento, se hacen baos (al recin nacido y su madre) en el chuj o tuj (temascal). Estos baos son acompaados de lienzos con hojas de nspero y manzanilla, entre otras plantas, con la piedra envuelta; despus de los veinte das se entierra la piedra en un lugar sagrado. Con este ritual se considera que la vida ser abundante en todos sus mbitos (Morales et al., 2003). La interaccin del ser humano con la naturaleza es fundamental en la vida cotidiana, desde el nacimiento hasta la travesa hacia el inframundo. 4.4.2.3. El mito del inframundo La asociacin Ixoq Ajaw, en el documento Memoria de los abuelos, hace referencia a que el inframundo est destinado a las personas que en su estancia en la Madre Tierra realizaron actos en contra de sus hermanos. En la cultura maya, se dice que cuando una persona tira una piedra u otros objetos en el abismo, al morir, su espritu tiene que regresar a recoger esa piedra y devolverla a su lugar y entonces el espritu sufre; de aqu proviene que los abuelos prohban tirar basura en los abismos, ros, lagos y en el entorno natural. Se indica tambin que habr un tiempo en que nuestro planeta se acercar ms al Sol, en ese tiempo cada uno de nosotros entraCaptulo 3
remos a la gran casa para verificar nuestros hechos en la vida real. Como parte del mito del inframundo, se dice que cuando alguien ve sombras de reojo o los perros ladran o relinchan los caballos, se trata de un alma buscando restos de pelo, uas, dientes y otros objetos que ha tirado en vida (Teletor, 1955). Con estas prcticas se inculca el respeto del hbitat natural y sus elementos. 4.4.2.4. El mito del surgimiento del maz El mito del surgimiento del maz se basa en que antes no exista el maz. Los ajqijaab realizaban sus peticiones al creador y formador, desde los altares sagrados, pidiendo al Corazn del Cielo y al Corazn de la Tierra que les proporcionara el alimento. En una de sus ceremonias apareci el pjaro joj, quien les habl y dijo: yo s en dnde pueden encontrar ese alimento, son semillas; ustedes cumplan con el compromiso de dejar que el joj se alimente de esa semilla que ustedes cultivarn sin molestarse, y as lo acordaron (Romero, 2007). De este mito puede exaltarse la convivencia equilibrada de la humanidad con los animales, que se alimentan de los cultivos y otros elementos de la naturaleza; esto se percibe como el cumplimiento del pacto entre la humanidad y la fauna, que se generaliza en la filosofa de complementariedad y de la relacin hombre y naturaleza. 4.4.2.5. El mito del hongo en el maz En el departamento de Huehuetenango, el pueblo mam, cuando asolea el maz, no permite que los pollos pasen encima de la cosecha porque las mazorcas salen con patas de pollo o chompipe (hongos), segn sea el ave que pas encima de la semilla (Romero, 2007).
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En la actualidad, se encierra a las aves domsticas al inicio de la siembra y cuando se recoge la cosecha, para evitar los hongos y otros males del maz. De igual manera sucede en la comunidad lingstica achi, el fin ulterior es minimizar los daos que causan las aves. 4.4.2.6. Mitos cortos transmitidos de manera oral En las comunidades lingsticas achi, kaqchikel, mam y poqomchi, se transmiten de forma oral diversos cuentos, leyendas y mitos: En la cosecha, si la persona no recoge los granos de maz y las semillas, le saldrn granos; se cree tambin que el maz tiene corazn. En el inframundo, el espritu de la persona regresa a ordenar lo que en vida ha alterado. Si alguien roba se dice que se quem la mano, pierde ms de lo que rob. Para ponerle huevos a la gallina clueca se debe ser trabajador, de lo contrario no nacen los pollos. Si se cazan muchos animales, el nawal de los animales hace lo mismo con la persona o el perro cazador desaparece por las montaas (Sum, 2007). 4.4.3. Rituales 4.4.3.1. El rito del ukux (alma) El carcter sagrado de la naturaleza se expresa en conceptos como: nuestra Madre Tierra, nuestro Padre Sol, nuestra Abuela Luna, que aparecen en las oraciones ceremoniales; se manifiesta en el reconocimiento del nawal (protector) de los montes y valles,
ros y lagos, mares y vientos. Se expresa tambin en los conceptos Ukux Ulew, (Corazn de la Tierra), Ukux Cho (Corazn del Lago), Ukux Palow (Corazn del Mar). Todo lo que existe en la naturaleza tiene su razn de ser, su funcin y su protector (Ronojel ri Ks, ri ko chi ruwachulew: ko ruqij rajawal) (Romero, 2007). Sobre estos valores se educa a las personas desde su niez. Se debe cuidar y proteger la tierra y la naturaleza; se orienta tambin para reconocer que la naturaleza nos mantiene la vida y por eso estamos ntimamente unidos a ella. La espiritualidad maya tiene en este valor la manifestacin de uno de sus fundamentos y principios: la interrelacin que existe entre la naturaleza, los seres humanos y el Corazn del Cielo (Ukux Kaj). La proteccin de todo lo que existe se aplica desde el supremo valor de la existencia humana y en los contextos de los elementos de la naturaleza, desde el valor de los actos y obras humanas hasta el equilibrio de las cosas, el ciclo de los fenmenos naturales, la vida de los animales y las plantas; desde el espritu y el nawal de las personas, el espritu y el nawal de la tierra, el mar, los ros y los lagos. El proceso de educacin tiqapoqonaj (proteger todo lo que tiene vida), en la formacin y la espiritualidad, es la fuerza que mantiene la relacin solidaria entre las personas de la comunidad y entre los pueblos. El awojbanik es el ritual que la comunidad le da a la accin de ayudar a mantener la energa esencial del espritu en el ser humano; por eso, en todo momento de la vida de la persona se debe procurar que la fuerza del espritu no se debilite o se aleje de ella. Los rboles y las plantas tienen el espritu de la tierra, por lo que tambin a las plantas y a la naturaleza se les procura awojbanik para mantener su consistencia y vitalidad. En la
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comunidad mam, niseipajlenaj significa que no se vaya el espritu de las personas y de las cosas. Cuando se trata del cultivo de la tierra, tambin se procura que no se vaya el espritu de la naturaleza aun cuando se va a tomar algo de ella: para eso se expresa el signo de ni seipajlenal (Salazar y Teln, 1999). El awojbanik se manifiesta en los siguientes signos y prcticas sociales: En la relacin interdependiente que mantienen las personas con la naturaleza. En el ritual de la espiritualidad maya. Atencin del crecimiento y desarrollo a partir de la concepcin y el nacimiento. En la atencin de personas de todas las edades, especialmente en el cuidado y proteccin de la salud. En situaciones de peligro, enfermedad o accidentes. Se practica awojbanik cuando se inicia el trabajo en el campo, cuando se baja un rbol (pero si esto corresponde a la satisfaccin de una necesidad de familia y no al enriquecimiento). Tambin se practica awojbanik cuando se carga y descarga la lea que se trae del campo, cuando se comienza el trabajo de limpiar los espacios adecuados en los montes y los valles para cultivar la tierra, cuando se inician los trabajos de recuperacin de la naturaleza despus de agradecer kawomanik los productos. Ligada a los ritos, se ha establecido la capacidad de percibir, orientar e interpretar las seales del tiempo. Cada ao tiene su significado, sus seales, sea bueno o malo pues todo est sujeto a los cambios de la naturaleza. En el documento Memoria de los abuelos,
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de la asociacin Ixoq Ajaw, se mencionan los mitos siguientes: Cuando la Luna est a la mitad, una mitad oscura y otra mitad clara, significa enfermedades en general. Cuando el Sol aparece con una cola: habr guerras. Cuando el Sol tiene tres vistas grandes: va llover y habr granizo. Cuando las nubes en las maanas opacan al Sol: habr suficientes lluvias. Cuando las nubes se ponen de color rojo: se aproxima el invierno o el verano ser corto. Cuando los perros ladran por las maanas: problemas familiares o de la comunidad. Cuando las reses braman por las noches: lluvias. Si los pjaros gallinas y gallos cantan varias horas: ya est cerca la lluvia. Si las nubes estn bien blancas por escalas: lluvias. Si las nubes son de color rojo entechado, como tejas: terremotos (Chocoy et al., 2005). 4.5. Artes, cermica, tejidos y diseos 4.5.1. El morro y el nij El fruto del rbol de morro se utiliza para la elaboracin de recipientes con varias finalidades sociales y culturales. Es una expresin maya prehispnica que combina la utilizacin de los recursos naturales, el arte y la tcnica. Entre los productos que se fabrican con este
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Figura 7. Guacales elaborados a partir del fruto del rbol de morro (Crescentia sp.) Crdito: Bolvito, J.
fruto se encuentran: recipientes para bebidas fras y calientes (jcaras y guacales), cucharas, alcancas y chinchines. Para su elaboracin, el fruto se corta por la mitad, se cuece con la pulpa, se seca y limpia; para mejorar su acabado se lija y pule con hojas de un arbusto conocido en Rabinal, Alta Verapaz, como chaparro. El uso del color natural est comnmente destinado al ambiente domstico. El de color negro es producto de la aplicacin del nij y se decora con incisiones blancas, por medio de un instrumento conocido como cotobal, o con diversos colores aplicados con hisopos. El color rojo (Figura 7) es el que comnmente se observa en los mercados. Tambin puede ejecutarse la tcnica del pirograbado, a travs de una rama del arbusto ixcanal (Teletor, 1955). El nij, que aparece en la Figura 8, es una especie de cera obtenida a travs de la maceracin de un insecto (Laveia sp. Homoptera; Margarodidae), cuyo cuerpo est compuesto principalmente de grasa, el cual se mezcla con holln o achiote. Este insecto tiene slo una generacin al ao y las hembras llegan
a poner hasta mil quinientos (1,500) huevos de color naranja. Las hembras mudan cuatro veces, a intervalos de un mes, y despus de la cuarta estn listas para el apareamiento. Los machos, en cambio, dejan de alimentarse despus de la segunda muda y buscan un lugar para encapullarse. A los dos meses emergen con alas. En esta condicin viven pocos das, ya que despus de copular con la hembra mueren. Los machos son aproximadamente el 10% de la poblacin de estos insectos. Para obtener el nij, se guardan en jcaras las hembras ms grandes. Despus del primer aguacero los huevos explotan y las larvas se colocan al pie de los rboles. Durante el invierno se alimentan y al final de la poca lluviosa los insectos son recolectados. Se lavan en el ro para quitarles un polvo grasoso que desarrollan. Son cocinados y triturados en una manta que deja pasar solo la grasa, la cual es de color amarillo, y se forma un bloque (Martnez, 2006). El cultivo del nij es una actividad de vivencia cotidiana del pueblo achi de Rabinal. La conservacin de esta especie en la naturaleza y su prctica contribuyen a la interaccin familiar y a la generacin de ingresos, por lo
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que se le considera un elemento cultural de alto valor. El texto Jumaj wach Ajchiqawach, Identidad Achi, afirma de esta especie que pacha nee que literalmente se traduce como es como beb; es decir, cita el carcter delicado del nij, que debe ser tratado como un beb; puede padecer de enfermedades e incluso est propenso al mal de ojo, con la especificidad que el mal de ojo en el nij no tiene antdoto, se pierde el cultivo. 4.5.2. El barro
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ria establece que cada uno debe pagar una contribucin anual en funcin de la cantidad de barro que extrae (Teletor, 1955). La cermica roja se caracteriza por el acabado cobrizo de las piezas destinadas principalmente al uso domstico. La cermica pintada es de varios colores y se le da diversos usos: candeleros navideos, floreros (Figura 9), artculos para bailes, procesiones e iglesias, silbatos y alcancas, entre otros. La cermica torneada se caracteriza por el uso de un tronco o molde en su elaboracin. Los alfareros de torno pagan aproximadamente el doble de dinero que los fabricantes de cermicas roja y pintada, ya que la demanda por estos ltimos productos es menor y los fabricantes utilizan menos arcilla (Teletor, 1955). En Chinautla, la alfarera constituye una de las actividades tradicionales de las mujeres y emplea tres tipos de barro: blanco, rojo y
Una de las artes ampliamente desarrollada por el pueblo maya es la alfarera. En Rabinal, los miembros de la cofrada, conocidos como alfareros socios, trabajan el barro para la elaboracin de objetos de uso en los hogares, produciendo tres tipos de cermica: roja, pintada y torneada. La norma consuetudina-
Figura 8. Nij preparado en bloque de color caf, a la derecha la hoja de chorrocn Crdito: Bolvito, J.
Figura 9. Floreros de barro, chinchines y tejidos, artes de la comunidad lingstica achi Crdito: Bolvito J.
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negro. Para la elaboracin de la cermica se utiliza adems ceniza, ramas y conos de pino, y hojas de naranja para decoracin. Los artculos que se elaboran incluyen ollas, tinajas, apastes, batidores, braseros y jarros. Adems, objetos decorativos entre los que destacan los pastores, las palomas y las gallinas. El pulimento de las piezas se realiza por medio de la obsidiana y para su coccin se colocan sobre estircol de vaca y pedazos de ollas viejas. Se cubren con hojas de pino y paja. Los productos se empacan en redes de maguey y se cubren con hojas de banano para evitar que se rompan hasta su llegada a los mercados. El manejo y reconocimiento del barro a travs de los conocimientos tradicionales de los pueblos indgenas favorece la reduccin de la contaminacin de la naturaleza al hacer posible el acceso a los bienes producidos con esta materia de origen mineral y vegetal.
4.5.3. El algodn El algodn (Gossypium sp.) es una planta que a travs de su semilla produce filamentos que la cultura maya aprendi a identificar y maniobrar para producir textiles. El manejo de conocimiento en torno al algodn involucra: herramientas de trabajo para el hilado, tcnicas de produccin para el entrelazado de los hilos, teido, decoracin y diversificacin de las prendas. Todo lo anterior se relaciona estrechamente con el entorno natural y la cosmovisin maya. El hilado del algodn puede hacerse a travs de un huso, es decir, por medio de un pequeo palo con las dos puntas afiladas que tiene un contrapeso de arcilla cerca de su extremo inferior, o en forma manual. El tejido como tal se realiza con telares de pie o telares de cintura, como aparece en la Figura 10, telares de cinta, o bien es bordado a mano, a mquina o entrelazado. Su aplicacin se
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observa en gipiles, sobregipiles ceremoniales y tzutes. Tambin se elaboran camisas, pantalones, fajas y herrajes. Las telas bordadas, cintas, estolas y pulseras entrelazadas se comenzaron a producir como resultado de la creciente demanda del mercado turstico (Jongh, 1975). La simbologa y el lenguaje de los colores y figuras empleados en los textiles (Figura 11) revelan el estado de nimo de la persona y su relacin con la naturaleza. 4.5.4. El maguey
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do sino que adems han soltado una leche viscosa (Jongh, 1975). Las hojas suaves se llevan al corredor o a un costado de la vivienda, donde se sujetan a una pequea tabla. Para extraer la fibra, se raspa la hoja con fuerza con una cuchilla que se desliza en movimientos descendentes. Es as como queda expuesta la fibra: unos hilos finos y amarillentos. sta se tiende sobre el techo de la vivienda por varios das para que se blanquee, finalmente puede hilarse. 4.5.5. Uso de elementos de la biodiversidad en los textiles La simbologa maya representada en los textiles retoma las formas de vida nativas y su significacin en el contexto de mitos y creencias en torno a la relacin hombre-dios- naturaleza. A su vez, la incorporacin de nuevos elementos sin significado y de formas de vida extranjeras denota la adaptacin realizada debido a la influencia europea del perodo colonial y el reemplazo externo del smbolo pero con significado maya. Es decir que algunas de estas expresiones encierran valores y conocimientos nicamente comprensibles dentro de la cosmovisin maya (Jongh, 1975).
En Olopa y en algunas aldeas al suroeste de Jocotn, Chiquimula, la poblacin chort se dedica a la elaboracin de productos de fibra de maguey como lazos, hamacas, redes y morrales. La planta se usa generalmente como cerco, pero adems se puede sembrar para extraer de ella su fibra. El proceso de elaboracin comienza al cortar con machete las hojas del maguey, inmediatamente despus se les quitan las espinas del borde. Las hojas se llevan a una pequea poza de agua donde, antes de sumergirlas, se golpean para romper la corteza. Al cabo de diez das las hojas no slo se han suaviza-
Figura 11. Gipil de la comunidad lingstica kiche. Municipio de Pachalum, Quich Crdito: Bolvito, J.
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De esta cuenta puede observarse que en los tejidos tradicionales aparecen repetidamente, segn la localidad, poblado o regin, las figuras descritas por el Cuadro 13. 4.6. Sistema de derecho propio Esta seccin abre con una definicin de sistema jurdico propio; por la naturaleza del tema se consider importante la cita de fundamentos legales que dan luz sobre la constitucionalidad de su funcionamiento. Se recogen, adems, algunos elementos propios de la organizacin del sistema jurdico, las autoridades que se nombran, las sanciones que se emiten, y algunos casos de aplicacin en comunidades modelo, como el municipio de Totonicapn. 4.6.1. Definicin El common law o derecho consuetudinario es el trmino usado para referirse al grupo de normas y reglas no escritas de carcter jurdico, pero sancionadas por la costumbre o la jurisprudencia. Dichas normas, por ejemplo, son fundamento ineludible del Derecho de los pases anglosajones. Guatemala posee una gran riqueza en la diversidad sociocultural de los pueblos que la cohabitan; sta se manifiesta, por ejemplo, en el sistema jurdico propio de los pueblos indgenas, que es un derecho vigente y reconocido, y en un sistema de valores, principios, instituciones y normas legtimas, que regulan la vida social y comunitaria de los pueblos indgenas (Chacn, 2002). Tzujnel, Tobnel, Kastajnel Defensora Maya, en Nociones del Derecho Maya, define al derecho maya como el conjunto de elementos filosficos, tericos y prcticos, basados en la cosmovisin maya, que permiten la construccion de la unidad, el equilibrio y la armona en las relaciones humanas y las relaciones de las personas con la madre na-
turaleza. Es producto del pensamiento, filosofa y espiritualidad del pueblo maya. El sistema de derecho propio es tambin denominado derecho consuetudinario, derecho consuetudinario indgena, derecho maya, derecho indgena o cualquier otra denominacin similar o conexa. Se entender en todos los casos que se trata del sistema de derecho propio de los pueblos indgenas (Gmez, 2003). 4.6.2. Fundamentos a. El Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes es un instrumento jurdico internacional que reconoce las formas propias de organizacin social de los pueblos indgenas. b. El derecho propio de los pueblos indgenas est reconocido de forma implcita en el marco jurdico nacional. c. La Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala establece entre las obligaciones del Estado, en el Artculo 66: reconocer, respetar y promover las formas de vida, costumbres, tradiciones y formas de organizacin social de las comunidades indgenas. d. Los Acuerdos de paz, en el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indgenas, establecen que el Estado debe promover la aceptacin social y el desarrollo de las especificidades culturales de los pueblos indgenas. e. Sentencia de la Corte Suprema de Justicia; esta entidad emiti sentencia en casacin, la cual establece que nadie puede ser juzgado dos veces por un hecho, incluyendo sentencias mediante el sistema maya, lo que reconoce implcitamente la validez legal del sistema jurdico
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Fuente: Jongh (1975) y Lpez (1991)
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propio de los pueblos indgenas (Gmez, 2003). El Cuadro 14 muestra algunas normas comunitarias en pro de la conservacin de la biodiversidad, desde las prcticas y formas
propias de organizacin social de los pueblos indgenas, con objetivos explcitos de conservacin de la biodiversidad. Las normas de observancia contribuyen a la regeneracin de las especies de la biodiversidad, su aprovechamiento, la proteccin de las espe-
Cuadro 14. Prcticas culturales en bosques comunales del altiplano occidental de Guatemala
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cies, la preservacin de bosques comunales y la obtencin de ingresos para inversin en dichos bosques. Estos acuerdos cuentan con el respaldo social comunitario y contribuyen profundamente a la conservacin y proteccin de la biodiversidad. 4.6.3. Normativa El derecho propio es eminentemente oral. La existencia y prctica de normas comunitarias en la utilizacin de los recursos naturales incluye varios mbitos, entre ellos el familiar, el social y el ambiental (Rosales, 2003).
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f. Es gratuito: para las partes, no tiene un costo en dinero al no haber necesidad de abogados, tampoco existe caucin econmica para resolver los casos, es inmediato. g. Tiene como base la sensibilizacin humana: no hay distincin de clases sociales ni de estatus econmico. En el sistema jurdico estatal es requisito el auxilio de abogados profesionales. h. Es reparador: se repara el dao que se caus, o se realiza un trabajo para mejorar las condiciones de la comunidad. i. Mantiene la unidad de la familia: fortalece la cohesin familiar y social. j. Es rpido: los problemas se resuelven en unas dos horas. k. Es conciliatorio: en los casos no hay vencidos ni vencedores, sino que se establecen normas de entendimiento de beneficio mutuo y colectivo. 4.6.4. Sanciones En casi todas la comunidades lingsticas, las sanciones identificadas en casos planteados son objetivas, constructivas y de beneficio colectivo: trabajo comunitario, reforestacin, compromiso de participar en talleres de formacin y educativos, limpieza de reas pblicas, vigilancia de los bosques, construccin de viveros, entre otras. 4.6.5. Beneficios de las tierras y bosques comunales Cada comunidad que conserva bosques ha diseado sus propias instancias de poder local, que son producto del derecho consuetudinario, el cual define las normas para el aprovechamiento de los recursos naturales. La responsabilidad en aplicar esos acuerdos
Actualmente, la aplicacin del derecho maya es visible en cuanto a la generacin de armona social en el uso de los recursos naturales. La aplicacin del sistema de derecho propio considera en el proceso pautas de suma importancia, como las que aparecen en Nociones sobre el Derecho Maya de la Defensora Maya: a. No se juzga por separado, sino que se evala el comportamiento del infractor a lo largo de su vida. b. La conciliacin: el derecho propio trata de conciliar las relaciones sociales atropelladas, de una manera objetiva y de beneficio colectivo. c. No es oneroso: no se cobra el servicio para la solucin de los problemas. d. Es representativo: con sanciones mnimas, como el acarreo de piedras para una obra de infraestructura o trabajar en una construccin, y no se aplicaba la pena en la crcel. e. Es consensual: las autoridades no toman decisiones por s mismas. Se llama a los principales ancianos o guas espirituales para tener su punto de vista sobre el conflicto.
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recae sobre rganos designados por la comunidad: Consejo de Ancianos o Principales, Alcalda Auxiliar, Alcalda Municipal, Juntas Directivas. Las prcticas que derivan de la conservacin de los bosques evidencian un uso sostenible e integral. Algunas de las prcticas son: elaboracin de viveros forestales, jornadas de reforestacin, desramado y podas, extraccin de rboles cados; conservacin de rboles semilleros y proteccin de zonas de inters. Entre las normas consuetudinarias aplicadas frecuentemente para el uso de los bosques comunales se encuentran: a. nicamente los miembros de la comunidad pueden hacer uso de los recursos del bosque comunal. b. Se prohbe la venta de tierras y recursos forestales a personas que no pertenezcan al ncleo comunitario. Algunas decisiones ms drsticas (San Carlos Alzate, Jalapa) excluyen de los beneficios a quienes contraen matrimonio con personas que no pertenecen a la comunidad. c. Obligacin de contribuir al desarrollo comunitario como condicin para tomar bienes y servicios de los bosques. d. Establecimiento de cuotas de aprovechamiento de lea, madera y otros recursos, segn criterios locales. En Nahual Solol (comunidad lingstica kaqchikel) los vecinos deben pagar a la municipalidad 20 quetzales para tener derecho a talar un rbol. e. Disposiciones especficas para aprovechar determinados recursos del bosque. Por ejemplo, en Chajul, Quich, se permite la extraccin de mimbre slo a los miembros de la comunidad.
f. Los miembros de la comunidad deben participar en el sistema de vigilancia del bosque comunal. En San Francisco El Alto, cada ao se nombran diecisiete guardabosques, quienes realizan su trabajo sin remuneracin. 4.6.6. Estructura organizacional comunitaria En Totonicapn, los 48 cantones se organizan para el mantenimiento del agua con una junta directiva. La eleccin se maneja por planillas, los candidatos elaboran una propuesta de trabajo, estn constituidos por personera jurdica, elaboran planes anuales y reciben recursos de la municipalidad, organismos no gubernamentales y otros. Se llevan a cabo proyectos en diferentes comunidades. El alcalde auxiliar y los guardabosques velan por los bosques comunales. La directiva tambin vela por los bosques, los comits hacen labores de reforestacin y su trabajo es ad honorem. Segn el derecho consuetudinario, si alguien no colabora se le impone una pena. La organizacin es la siguiente: Junta directiva (hacen proyectos y benefician a quien representan). Asociacin Ulew Che ja (Asociacin Agua Tierra) y representantes de los 48 cantones. Comits de la comunidad. Dentro de los principales objetivos estn: Conservar los nacimientos de agua y mantos acuferos de la localidad. Proteger los rboles, en particular los pinabetes.
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Crear alternativas econmicas para la recepcin de ingresos en lugar de la tala de rboles. Apoyo de entidades afines. En la actualidad, se estn preparando terraplenes donde se construirn cabaas para que los visitantes puedan disfrutar de este bosque. Acondicionar reas para camping, en donde los visitantes puedan disfrutar de una experiencia nica y enriquecedora.
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manera estn profundamente vinculados con la biodiversidad. 4.7.1. Expresiones de los lugares sagrados Los lugares sagrados son conocidos como sitios sagrados. Las sociedades han otorgado esta categora y una condicin especial a travs de la historia a los sitios considerados como sagrados por las siguientes razones: a. La percepcin de que son habitados por dioses y espritus. b. Por ser sitios donde ocurri una hierofana. c. Por ser considerados santuarios dedicados a los ancestros. d. Porque son lugares dedicados a la contemplacin, meditacin y purificacin (Salvad, 2006). Los lugares sagrados son parte de la espiritualidad de los pueblos indgenas; en ellos se conserva una amplia biodiversidad debido principalmente a su ubicacin en monta-
La Figura 12 ejemplifica el sistema organizativo de las comunidades, el nmero de comits vara de acuerdo con los intereses, necesidades y demandas comunitarias existentes, generalmente pueden encontrarse comits para actividades eventuales, as como para actividades permanentes. 4.7. Sitios y lugares sagrados Esta seccin proporciona una definicin de los sitios y lugares sagrados y de algunas expresiones de los lugares sagrados. Tambin identifica aquellos lugares que de una u otra
Comunidad
Comit de vigilancia
Comit de escuela
Comit promejoramiento
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as, cerros y bosques extensos; su significado abarca un valor colectivo y un valor espiritual; es decir, su naturaleza es formar parte de la vida espiritual colectiva bajo principios y valores de equilibrio entre el hombre, la naturaleza y el cosmos (Salvad, 2006). La propuesta de Ley de los Lugares Sagrados de los Pueblos Indgenas, de la Conferencia Nacional de Ministros de la Espiritualidad Maya de Guatemala, Oxlajuj Ajpop, hace referencia a los elementos de la espiritualidad maya que estn relacionados con los lugares sagrados y menciona los siguientes: i. Objetos sagrados: libros, cdices, conos en bulto o relieve, pinturas y objetos propios de culto que representan acontecimientos histricos, espirituales, cientficos, tecnolgicos, artsticos y sociales de los pueblos indgenas. ii. Guas y autoridades espirituales: los ajqijaab son las autoridades propias de los pueblos indgenas, conocedores de los fundamentos espirituales, histricos y culturales de sus pueblos, de los cuales dan testimonio con su vida, sus palabras y sus actos. Desempean funciones en la comunidad y gozan de reconocimiento por el ejercicio de su vocacin.
iii. Patrimonio histrico espiritual de los pueblos indgenas: el patrimonio histrico de los pueblos indgenas es la herencia tangible, natural o construida, que revela su origen y crecimiento (Salvad, 2006). 4.7.2. Caractersticas de los lugares sagrados En las comunidades lingsticas existen iglesias que son frecuentadas. Sin embargo, en los bosques y el campo abierto que rodea los pueblos se hallan varios altares rsticos, burdos promontorios formados, en su mayor parte, por fragmentos de cermica, dedicados al culto de los nawales, como el cerro Kaqjub en Rabinal, Baja Verapaz, de la Figura 13 (Martnez, 1990). Los nawales, en la cosmovisin del pueblo maya, son deidades sagradas, representados por animales como el venado, la serpiente, el len, el pjaro, el perro, el conejo, entre otros; cada uno de ellos representa un da de cada mes en el calendario. Se ofician ceremonias de acuerdo con el significado de cada uno y con materiales propios para cada ceremonia (Len, 1999). Es comn hablar de altares que existen en lugares en extrema inaccesibilidad, en lo alto
Figura 13. Lugar sagrado Kaqjub Crdito: Jumaj wach ajchiqawach. Identidad achi
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de montaas cubiertas por bosques y en las profundidades de arriscados barrancos. Las comunidades de pueblos indgenas en algunas ocasiones no desean que estos sitios sagrados sean vistos. La asociacin Ixoq Ajaw, en memoria de los abuelos maya achi, explica que los lugares sagrados se revelan ante las personas mediante prcticas tradicionales propias de la cultura. La propia forma de ver el mundo, como conocimiento dentro de la espiritualidad, enmarca la concepcin de elementos del universo, orienta tratos ecunimes de acuerdo con filosofas y conceptos establecidos y existe una apropiacin constante en la vivencia. Los elementos son los siguientes. 4.7.2.1. El rbol de la vida Un rbol comn nos da lea, agua, sombra, frutos, races, medicinas, maderas para casas, etc. El rbol representa la vida y es la columna vertebral del ser humano, es el sostenimiento del cuerpo material. Es el cobijo de la familia y nada es ms grande ni pequeo pues la nica diferencia entre las familias es que tienen diferentes capacidades, cualidades y defectos (Sis, 2007). El amor a la tierra es un vnculo difcil de cortar, se es capaz de dar la vida por la tierra y derramar la propia sangre para protegerla (Martnez, 1990). 4.7.2.2. El fuego El fuego est presente en las brasas encendidas, en el Sol, en las estrellas, en el incensario. Es espritu, es energa esencial. Simboliza la fuerza positiva para que no prevalezca lo negativo (Martnez, 1990). 4.7.2.3. El agua Mencionada en los parlamentos de los abuelos, Qachuu chi palow, Nimaya se refiere al mar, agua salada; Qachuu Raxaya son los lagos, lagunas, agua dulce; Qachuu
alawibal ya, los nacimientos de agua dulce y amarga; Qachuu Tzuj ya, las gotas de agua. Los abuelos han manifestado que el agua tiene espritu, est viva como las personas; necesita cario, comida, fiesta, reverencia, cuidados (Martnez, 1990). 4.7.2.4. El crculo de la vida Uno de los principios del tejido de la humanidad es la convivencia social. El amor a la tierra es un vnculo difcil de cortar ya que constituye la madre que provee de todo lo necesario para la subsistencia de los seres que habitan en sus entraas. El crculo nace como un vaco de la tierra que representa la vida de un hombre en la actualidad, el hombre puede ser un crculo con su cuerpo e irlo llenando de ideales, capacidades y experiencias, otro smbolo del crculo es la culebra (Lima, 1995). 4.7.2.5. Los poderes En el interior del pueblo de Rabinal, uno de los poderes lo representa la culebra de nombre Qemqut Gukumatz (culebra voladora). Segn la asociacin Ixoq Ajaw, es una culebra que vuela por el cielo durante las noches y regresa en la madrugada. La persona que escuche o vea dicha culebra adquirir poder de sabidura y abundancia. Como el Qemqut Gucumatz, en cada regin existen poderes apersonados en otros seres. 4.7.3. Lugares sagrados relacionados con la biodiversidad. Cada comunidad lingstica cuenta con lugares sagrados, que son destinados a la celebracin de ceremonias para entrar en contacto con los antepasados. Adems, existen sitios y lugares sagrados que pueden ser visitados de acuerdo con varios motivos de (toj) agradecimiento (emprendimientos, trabajo, bienestar familiar, bienestar social, cosechas, entre otros).
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Los lugares sagrados son parte de la cultura maya, estn nombrados en los idiomas de los pueblos indgenas. Su concepcin y valoracin est inmersa en la cultura y las prcticas de la espiritualidad. El Cuadro 15 refleja los vnculos de los lugares sagrados y la espiritualidad con la biodiversidad. 4.7.4. Descripcin Chikabal de la laguna
de sembrar, lugar donde se han sembrado estacas; sin embargo, en idioma mam significa lugar del segundo hijo. Para llegar a la laguna es necesario ascender una cumbre la del volcn Chikabal, lo que metafricamente significa ascender a los cielos y luego descender al inframundo a travs de sus aguas (Jimnez, 1995). La laguna Chikabal tiene al frente la elevacin llamada Tuigucxcingn en idioma mam, y en kiche, Vucxiqun que significa en ambos idiomas siete orejas. Cuentan los ajqij y guardianes de esta laguna que constituye la puerta de entrada al Corazn del Cielo y es el lugar sagrado donde habitan las nimas, entrada tambin al inframundo o Xibalb. En la laguna Chikabal se realizan ceremonias destinadas a cargar de fuerza y sacralidad a los guas espirituales o ajqij del sur de Mesoamrica. Implica que todos los das del ao un aj kin proveniente de alguna comunidad lingstica llega para ofrecer a los cuatro puntos cardinales pom y plantas como ruda, chilca, flor de muerto y otras hierbas sacras (Jimnez, 1995).
Las aguas son consideradas como el smbolo por excelencia de la unin entre el mundo de los vivos y el mundo de los antepasados. Muchos lugares son venerados por la presencia de agua, como lagos, lagunas, fuentes y nacimientos (Jimnez, 1995). En especial cuando ofrecen la peculiaridad de mezclar varios significados a la vez, como la laguna del Chikabal (Figura 14). La laguna Chikabal est situada en el crter del volcn Chikabal, que se encuentra en el municipio de San Martn Sacatepquez, Quetzaltenango. La etimologa en kiche del nombre de este lugar sagrado inslito y recndito es lugar de las semillas, lugar
Figura 14. Laguna Chikabal, San Martn Sacatepquez, Quetzaltenango Crdito: Romero, O.
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4.8. Gastronoma maya 4.8.1. Clasificacin de los alimentos En la cultura maya, los alimentos se clasifican segn su origen, funcionamiento en el organismo humano, aspectos climticos y territoriales e incluso estado fenolgico de los elementos. 4.8.2. Clasificacin por origen Segn este criterio, se clasifica a los alimentos en dos grandes fuentes: origen animal y origen vegetal. Esto conlleva un conocimiento sobre la generacin y regeneracin de los mismos, a modo de garantizar el aprovechamiento y conservacin de los elementos tomados del medio ambiente. Dentro de la cosmovisin maya, existe una relacin de prstamo de un elemento a otro y una interdependencia entre todos los usuarios de los elementos. As, por ejemplo, el uso del agua por los seres humanos se hace a partir de la limitacin de su uso para animales, plantas y la tierra (Racancoj, 1994). 4.8.3. Alimentos de origen animal Se ha determinado que los alimentos de origen animal constituyen parte fundamental de
las dietas, aunque como un elemento complementario. Entre los animales, tanto acuticos como terrestres, que se consumen se encuentran: paloma, chacha, mono, pato, tepezcuintle, cerdo de monte, codorniz, pavo de monte, conejo, faisn, pajuil, venado, iguana, ardilla, pescado, cangrejo, mojarra, tortuga y camarn (Asturias, 1993). Difiere la frecuencia de uso y especies segn la regin geogrfica que habitan las comunidades lingsticas. La generacin de condiciones para resguardar la fauna, dado su valor gastronmico, cosmognico y econmico-cultural, favorece el resguardo de especies animales no cinegticas, como insectos, reptiles y aves, la conservacin del entorno natural y los mantos acuferos, y fortalece las relaciones sustentables entre los ecosistemas de la naturaleza y la humanidad. 4.8.4. Alimentos de origen vegetal La alimentacin del pueblo maya se ha fundamentado en el cultivo del maz. Alrededor de este grano se ha creado toda una serie de platos gastronmicos tpicos para la regin mesoamericana, aprovechndose todos los elementos: frutos, hojas, tallos, races y semillas.
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La importancia alimenticia del maz se relaciona con el significado mitolgico y religioso registrado en el Popol Vuh donde, en el pasaje de la creacin, los creadores y formadores del universo intentaron hacer al hombre varias veces utilizando materiales como barro y madera. Slo lograron su cometido cuando usaron el maz. En otro pasaje, los hroes gemelos Junajpu e Ixbalamke se dieron a conocer ante sus abuelos sembrando su milpa, es decir, mostrando que saban cultivar la base de la alimentacin. Adicionalmente al maz, histricamente la dieta se complementa con la cosecha y colecta de otras especies vegetales, entre ellas: zapote, matasano, nance, jocote, cacao, chicozapote, hierbas comestibles, frijol y chile (Asturias, 1993). 4.8.5. Clasificacin segn el funcionamiento del organismo humano Esta clasificacin se fundamenta en la fisiologa del organismo humano, a partir de la cual se debe conservar un equilibrio entre lo fro y lo caliente para garantizar la salud. Este principio trmico se aplica para clasificar alimentos, como puede verse en el Cuadro 16. Se trata de una costumbre proveniente de Espaa durante el siglo XVI, que se extendi rpidamente a travs de toda Amrica (Bremme, 1966). Los alimentos fros deben tomarse por la maana hasta el medio da, y los calientes por la
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tarde; de alterarse el orden podra provocarse, segn la creencia indgena, alguna enfermedad (Bremme, 1966). 4.8.6. Componentes de un plato alimenticio Segn Asturias (1994), dentro de la gastronoma maya el concepto de porcin alimenticia por tiempo de comida incluye cuatro elementos: 1. Wa o tortillas o tamalitos de maz, que es la base principal. 2. Rikil, es el acompaante del alimento principal, literalmente significa su chile, puede ser frijol, carne, papa y repollo, entre otros. 3. Rachil ri rikil, que traducido significa el compaero de la comida, puede ser ayote, chile, tomate, zanahoria, etc. 4. Ya, la bebida, que literalmente significa agua y puede ser atol (Figura 15) u otra bebida derivada del maz. 4.8.7. Platos tpicos La interaccin entre los elementos alimenticios de origen animal y vegetal con la tradicin y creatividad del pueblo maya ha generado una serie de platillos culinarios tpicos para la regin mesoamericana e incluso algunos de orden local, como los boxboles7.
Cuadro 16. Clasificacin de los alimentos por temperatura, segn fisiologa del organismo
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La gastronoma es un arte integral que incluye el reconocimiento de las propiedades de las especies en uso, del tipo de uso posible, de las combinaciones y cantidades de elementos y del conocimiento de la tcnica y utensilios para su preparacin. En el Cuadro 17 se incluye una lista de platos que las comunidades lingsticas preparan para actividades ceremoniales o celebraciones especficas. En el Cuadro 18 puede apreciarse la diversidad de los mismos y su composicin en general. 4.9. Calendario maya La presente seccin documenta elementos del manejo y uso del calendario sagrado lunar cholqij. Inicia con la definicin del trmino calendario y establece la relacin que tiene con la celebracin de ceremonias sagradas. Incluye una sntesis de otros calendarios y sistemas de ordenamiento del tiempo, as como las funciones del cholqij relacionadas con la biodiversidad desde la cultura y las prcticas de los pueblos indgenas. Tambin recoge la interpretacin de los nawales y las ceremonias sagradas vinculadas a la conservacin de la biodiversidad. 4.9.1. Definicin El calendario es un instrumento que registra la divisin del tiempo en das, semanas, me-
ses, estaciones y fiestas del ao. El conocimiento ancestral del calendario es el instrumento que gua la existencia de los pueblos indgenas y de las personas a partir del momento de su nacimiento; adems, la connotacin calendrica tiene gran influencia en la interaccin con el cosmos, la biodiversidad y la sociedad. 4.9.2. Las ceremonias sagradas La prctica de la ceremonia se fundamenta en una creencia religiosa que busca prcticas bajo principios de armona y equilibrio entre la sociedad y el cosmos (Martnez, 1990). Es un acto que se repite y que tiene un fin y una eficacia esperados, no se trata simple y sencillamente de un grupo de gestos que se desprenden de las ideas. Tiene un resultado prctico, y representa informacin cultural y fuerza mgica. Transmite fundamentos de la sociedad, es el encuentro entre el hombre y el universo, es simblico y expresivo; un dispositivo para neutralizar la heterogeneidad o una manera de articular lo profano y lo sagrado. La comunin y la plegaria en las ceremonias depuran y son el encuentro entre la humanidad y lo sagrado. El hecho que origina los sacrificios es una experiencia religiosa, es la misteriosa estructura de ese primer estreme-
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Fuente: Elaboracin propia
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cimiento del hombre ante una realidad que siente como absolutamente valiosa, eterna, autosuficiente y creadora del encuentro de la existencia y su raz. La invocacin al Ajaw se puede hacer con movimientos, no necesariamente se debe estar hincado (Negged, 1991). Se pueden usar crculos, cuadrados, tringulos, por esa misma razn se habla de comunicacin entre el Ajaw y el hombre. Martnez (1990), en Memoria de los abuelos maya achi, indica los procedimientos para la celebracin de la ceremonia, que estn ligados al uso del calendario. Se traza la flecha en cruz de ambos lados, esto significa los cuatro puntos cardinales (Figura 16). i. Se traza un crculo que representa la cosmovisin. Es equivalente al cero, el inicio de todo. Este crculo significa el ombligo de la tierra y el ombligo del cielo. ii. En medio del crculo se hacen cuatro representaciones (bultos) utilizando diversos materiales, stos significan los cuatro
abuelos, cuatro sostenimientos de la madre naturaleza. iii. Completado el crculo, se inicia la invocacin al gran Nima Ajaw. iv. Candelas para pedir permiso, a la madre tierra, a los nawales del da, al sagrado lugar. v. Se inclina la cabeza hacia los cuatro puntos cardinales para saludar al abuelo Sol (por la luz del da), la abuela Luna (por el descanso de las noches), el abuelo Aire (las nubes), la abuela Agua (la familia). vi. Se invoca a la madre naturaleza, Corazn del Cielo, Corazn de la Tierra, que nos da de vivir cotidianamente. En la actualidad, se ofrenda en las ceremonias en diferentes altares o lugares sagrados la mejor cosecha, alimentos, flores, incienso, pom, cacao, azcar (Figura 17); esto difiere segn el contexto de los lugares y los pobladores. Los pueblos indgenas llevan varias cuentas calendricas independientes de los qij (das)
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que estn sincronizadas, siendo las de 260 y 365 das las ms importantes (Chocoy et al., 2005). Las cuentas mayas de los das se escriben combinando nmeros; este conocimiento tiene estrecha relacin con el manejo de la biodiversidad, los estados del tiempo, la situacin agrcola y la va lctea, conocida como rbol de la vida. 4.9.3. Cholqij o calendario lunar Adems del cholqij, existen otros sistemas calendricos; el haab o calendario sagrado solar se basa en el recorrido anual de la Tierra alrededor del Sol en 365 das. La combinacin de los calendarios de 260 y 365 das crea un ciclo mayor de 18,980 das (el mnimo comn mltiplo de 260 y 365), a esta combinacin se le conoce como rueda calendrica. El calendario mayqij, la cuenta larga o serie inicial, surge de la cuenta de los das transcurridos a partir de una fecha determinada como el inicio de la era maya. Dicha fecha corresponde al 13 de agosto de 3,114 A.C. del calendario gregoriano. La unidad bsica es el tun (ao de 360 das) (Len, 1999). El manejo de la biodiversidad tiene mayor connotacin en el calendario cholqij de 260 das; ste es el eje alrededor del cual todos
los otros calendarios giran. Nunca ha sido reformado ni cambiado por los calculadores de los das, es el ms usado por los pueblos del mundo maya. La vida del hombre est predestinada por el da del cholqij que corresponde a la fecha de su nacimiento. Esta cuenta consta de los nmeros del 1 al 13 y de 20 nombres para los das, los cuales estn representados por glifos individuales. Al decimocuarto da, el nmero del da regresa al 1 continuando la sucesin del 1 al 13 una y otra vez. El da 21 se repite la sucesin de los nombres de los das. Ambos ciclos continan de esta manera hasta los 260 das sin que se repita la combinacin de nmero y nombre, pues 260 es el mnimo comn mltiplo de 13 y 20. Despus, el ciclo de 260 das a su vez se repite. Los ajqijaab o guas espirituales son los encargados de definir los das propiciatorios para iniciar los rituales del cholqij o calendario solar. Ellos realizan las ceremonias en el filo del bien y el mal, entre el Corazn del Cielo, el Corazn de la Tierra y Xibalb (Len, 1999). El tzolkin o calendario lunar se rige por las fases de la Luna; a manera de referencia, las ceremonias que se practican estn relaciona-
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Figura 16. Forma de colocar los materiales para la ceremonia maya Crdito: Bolvito, J.
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das con el fuego, las candelas de colores se colocan en direccin de cada punto cardinal: al este, rojo; al norte, blanco; al oeste, negro; y al sur, amarillo. Adems, se recogen siete granos de tierra volcnica para que cada celebrante los esparza en su lugar de origen, a los cuatro vientos para fortificar la tierra (Academia de Lenguas Mayas de Guatemala, ALMG, 2005). De la interpretacin del calendario, surge la celebracin de ceremonias, la lectura del fuego sagrado, el significado de los nawales y cargadores regentes; a partir de esta base se orienta el quehacer y la comunin entre el hombre y la naturaleza: actividades agrcolas, productivas, forestales, trato y mantenimiento hdrico, fertilizacin de la tierra, recoleccin de cosechas. Las celebraciones como el Wajxaqib Batz (la terminacin del ciclo espiritual en el calendario maya) se realizan para la conmemoracin del trmino de un ciclo y el inicio de otro. Es
el momento propicio para la reflexin de los actos y la conducta social, para mejorar los proyectos y establecer nuevas metas (Martnez, 1990). 4.9.4. Los nawales Carlos Barrios, citado por Fundacin Cholsamaj (2007), dice que los veinte nawales representan los 20 das en el calendario y son representados por smbolos, animales o figuras conocidos como glifos y considerados sagrados; con vnculos fuertes con cada miembro de los pueblos indgenas, son invocados en cada ceremonia que se celebra. Asimismo, la funcin de orientar las acciones para la vida, el quehacer cotidiano, las relaciones sociales, el manejo de la biodiversidad, la relacin con el cosmos, es intrnseca y tiene gran reconocimiento en la sociedad indgena. En el Cuadro 19 se incluye un esquema de los significados de los nawales en el calendario maya y su estrecha relacin con la conservacin de la biodiversidad.
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En la comunidad lingstica achi, el calendario es un instrumento que orienta la identidad sobre la vida y el carcter; el estado fsico, psicolgico, biolgico, mental, espiritual y emocional, las relaciones sociales y la interaccin con el cosmos. El calendario maya es un pronstico sin lmite ideolgico y administrativo, utiliza polticas y ciencias como la agricultura y la astronoma, y guarda un archivo del tiempo con conocimientos para su aplicacin (ALMG, 2005). Los nmeros calendricos son smbolos de diferentes reas de actividades; por ejemplo, el nmero 13 representa los movimientos del da, 13 articulaciones del cuerpo humano. El nmero 9, los nueve meses de gestacin de la mujer (265 das para el nacimiento de un ser humano); el 4 las estaciones, cuatro puntos cardinales, cuatro corazones del cielo; el 7 es neutral, ligado al bien y al mal; el 20 representa Jun Winaq, una persona; el 40 Kaib Winaq (el hombre y la mujer). La interpretacin numrica en el calendario orienta las acciones de la sociedad de acuerdo con los nmeros de das, meses, los nawales regentes de los das, los cargadores del tiempo en que se emprenden las acciones individuales y colectivas. Cada ao tiene sus cargadores o sostenedores del tiempo. En el pueblo de Rabinal, del departamento de Baja Verapaz, cada 365 das cambian de cargadores. Los cargadores son: Tooj, Balam, Kawoq y Kaat, stos se alternan y tienen connotaciones propias de interpretacin y relacin en torno a perodos cclicos (Martnez, 1990). Durante los ltimos 5,000 aos, una intencin importante del uso de calendarios ha sido ayudar a las personas a seguir los cambios de las estaciones del ao. stas han sido acopladas, naturalmente, al ao agrcola que tiene un ciclo de unos 365,24 das. La
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agricultura actual ha exigido simplemente una apreciacin bastante exacta del ao solar para saber cundo se debe sembrar, cosechar, etc. (Hatse, 2001). El calendario gregoriano, con sus correcciones para mantener de una manera exacta el ao solar, ha cumplido precisamente esta funcin (Lima, 1995). De una forma correspondiente, tambin el pueblo maya ha usado un calendario, llamado haab, para seguir el ao agrcola. La rueda calendrica es la unin de los dos calendarios. Est compuesto por tres ruedas. Las primeras se encuentran en el calendario ceremonial y consisten, por un lado, en una serie de veinte das con sus nombres, y por el otro, en una serie numrica que va del 1 al 13 (Tum, 2005). La tercera rueda est compuesta por los 18 meses de 20 das que conforman el ao solar de 365 das. Los dos calendarios se encuentran en su punto de partida cada 52 aos. Estos constituyen el ciclo sagrado maya. Al comenzar el ciclo, se inicia un nuevo perodo solar, un nuevo sol, y con l nuevos fuegos tanto en los hogares y comunidades como en los templos y en el pueblo. En el ao 2012 se iniciar el nuevo ciclo sagrado maya (Tum, 2005).
5. ELEMENTOS IDENTIFICADOS
5.1. Elementos culturales El pensamiento maya se caracteriza por una serie de conceptos acerca de la relacin hombre-Dios-naturaleza que permite el establecimiento de actitudes, normas y creencias que a la larga rigen la vida social de las comunidades e influyen en el uso de los recursos naturales. Entre ellas se encuentra: a. Un Dios supremo, creador y formador, Corazn del Cielo y Corazn de la Tierra, femenino y masculino, concreto, materializado.
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b. La vida es plural, las fuerzas elementales que la constituyen son el fuego, el aire, el agua y la tierra.
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c. Dualidad de las expresiones de vida: hombre-mujer, bien-mal, cielo-tierra. d. Concepto de equilibrio y desequilibrio entre los elementos del cosmos: la naturaleza, la familia, la sociedad, el mismo ser humano. e. Animismo. Todos los elementos del cosmos tienen vida, tienen espritu, sienten y afectan a los dems. f. Dualidad del espritu humano, que se encuentra asociado a un elemento de la naturaleza llamado nawal, el cual influye sobre su conducta. g. Valor sagrado del maz, que tiene espritu. h. Valor sagrado de la ceiba como elemento comunicante entre el cielo (ramas) y la tierra (races). i. Valoracin de la espiritualidad para el logro del equilibrio y el bienestar. Sobre esta base filosfica se asienta la serie de conocimientos tradicionales colectivos que se han transmitido de una generacin a otra de manera oral. Algunos de ellos son los que se enumeran a continuacin.
La seguridad alimentaria de la poblacin gira alrededor de las prcticas agrcolas cuyo principal cultivo es el maz. ste ha sido desarrollado en una amplia gama de variedades: tamaos, formas, colores. Su cultivo no es aislado, sino asociado a otros productos, entre los que sobresalen el frijol y los ayotes. La dieta maya tradicional hace uso de recursos silvestres recolectados en el bosque o cultivados en huertos familiares. No es propio de la cultura el monocultivo. La interaccin continua con la naturaleza, a travs de la observacin y la experiencia, permite reconocer e identificar los componentes de la misma por sus nombres comunes. Las comunidades rurales estn en capacidad de listar especies de flora y fauna, diferencindolas entre s por medio de la observacin de sus caractersticas externas: color, forma, corteza, textura, olor. En el caso de la fauna, por el sonido tpico de cada especie. El uso de referentes biolgicos, como especies de flora, sirve para la ubicacin geogrfica de los territorios a travs de topnimos. El topnimo es una palabra que designa un sitio; al ser traducida literalmente utiliza las especies de flora histrica de un lugar para designarlo, haciendo muchas veces referencia a posiciones. Por ejemplo, pachaj = entre pino. Otro aspecto es el conocimiento de las propiedades fsicas y qumicas de las especies utilizadas como materia prima para la elabo-
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racin de objetos satisfactores de las necesidades sociales, artsticas y espirituales de las comunidades, de acuerdo con su posicin biogeogrfica. Entre ellos plantas medicinales, plantas ornamentales, plantas alimenticias, plantas para la construccin, plantas energticas, plantas y animales sagrados, plantas, animales y minerales para uso artesanal. Hay lugares y altares sagrados que conservan la biodiversidad local y que relacionan la prctica espiritual con elementos como ruda, chilca, flor de muerto, hierbas sacras, candelas, copal, pom, incienso; esto incrementa el valor de la conservacin de los mismos. El manejo del calendario maya: a. Calendario sagrado o lunar. b. Calendario agrcola o solar, sirve como base para el desarrollo de todos los aspectos de la vida cotidiana, econmica, poltica, social, cultural, productiva y espiritual. El principio maya de complementariedad entre la humanidad y la naturaleza establece que el ser humano es parte del cosmos y busca dentro de su propia naturaleza el desarrollo integral, las virtudes espirituales y una conducta comunitaria de armona y justicia social. El sistema de derecho propio se compone de procedimientos y reglas que rigen un desarrollo ordenado hacia el equilibrio con las siguientes particularidades: a. Existencia de normas seculares que regulan el comportamiento social y que, si se infringen, requieren de sanciones. Estas normas no estn escritas pero se manifiestan en prcticas recurrentes en todos los mbitos de la vida comunitaria, adems encarnan valores ancestrales propios.
b. Autoridades propias y reconocidas por la misma comunidad, entre las cuales hay responsables de aplicar sanciones. En el caso especfico de las comunidades mayas, estas autoridades no provienen del sistema prehispnico sino que aprovechan la estructura de la autoridad republicana para realizar su prctica jurdica. c. Procedimientos jurdicos cuyos componentes son maneras de formalizar los actos jurdicos y las formas recurrentes de aplicar sanciones. Este punto es clave para percibir la diferencia de sus prcticas con las del sistema jurdico oficial; por ejemplo, la caracterstica de que los mayas conciben la justicia como un medio para el restablecimiento de la armona comunitaria mientras que el sistema oficial, en cambio, tiene una concepcin ms punitiva de justicia. La familia es concebida como el ncleo responsable de la formacin de actitudes y valores en busca del equilibrio social, as como de la satisfaccin de necesidades espirituales y materiales de la vida cotidiana. Hay especialistas dentro de la comunidad que se hacen cargo de establecer las condiciones de equilibrio familiar, social y espiritual: los qajawixeel y kamal bee. En el mbito de la salud: los ajqij, aj kun y aj iyom. La transmisin de conocimientos ocurre a travs de la educacin popular, la tradicin oral, el uso del idioma materno, las danzas, mitos, leyendas y otras expresiones artsticas, que mantienen viva la cultura milenaria maya. 5.2. Uso potencial del CTC Calendario maya. Como instrumento de medicin del tiempo, puede aprenderse su manejo para uso cotidiano. La interpretacin de seales del tiempo genera un potencial de uso en las actividades culturales, econmicas
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y sociales. Adicionalmente, tiene aplicacin en las ciencias que se relacionan con la conducta humana. Topnimos. Pueden ser de utilidad para la rehabilitacin de ecosistemas que se han perdido o daado por eventos climticos o antrpicos. Tienen un alto valor cultural en s mismos y facilitan los procesos de apropiacin e identificacin comunitaria. Uso de idioma maya. La aplicacin de los nombres que en idioma maya se les otorga a las especies de flora y fauna, valora la cultura como tal, facilita una relacin de respeto a la diferencia y favorece la identificacin del usuario con los recursos naturales que lo rodean, ya que son reconocidos por otros dentro de su contexto sociocultural materno. Valores y principios mayas. La reconstruccin de relaciones intertnicas, polticas y sociales puede efectuarse a travs de la recuperacin de valores como el respeto y la relacin armnica hombre-Dios-naturaleza propios del pensamiento maya. Sitios sagrados. Por su alto valor espiritual y social, son reas importantes para la conservacin de la diversidad biolgica asociada a ellos. Adems, a travs de normas claras de respeto y regulacin de uso pueden ser objeto potencial de desarrollo turstico. Derecho maya. Sistema de normas y procedimientos reconocidos por las comunidades que se fundamentan en la bsqueda del equilibrio social, ms que en el castigo punitivo que no resuelve el conflicto. La resolucin de conflictos en las comunidades tradicionales indgenas est enfocada hacia la armona y la justicia social, como tambin en el aprendizaje del bien y del mal por parte del infractor. Plantas medicinales. El conocimiento farmacolgico popular facilita la investi-
gacin de las propiedades qumicas de los compuestos elaborados por las plantas. A la vez, el uso de plantas medicinales contribuye a la salud popular, que de otra manera no podra ser cubierta por el sistema nacional oficial. Plantas aromticas, ornamentales y otros usos. El cultivo de especies vegetales con potencialidades de mercado por su uso aromtico, gastronmico u ornamental favorece el establecimiento de empresas familiares y comunitarias alrededor del manejo sustentable de las mismas, contribuyendo a la valoracin de las reas donde se encuentran generalmente de manera silvestre, para garantizar el proceso reproductivo natural. Compuestos biolgicos industriales. La utilizacin de elementos de la biodiversidad, como el nij, puede impulsar investigaciones biotecnolgicas que potencien la aplicacin de los elementos producidos por especies animales o vegetales en la industria moderna y contribuir as al crecimiento econmico de la poblacin. 5.3. Distribucin y homogeneidad del CTC La limitacin temporal de la presente compilacin y la ausencia de una sistematizacin completa de la informacin tratada para las cuatro comunidades objeto de estudio, es decir, achi, poqomchi, mam y kaqchikel, dificultan de alguna manera una conclusin precisa acerca de la distribucin y homogeneidad de los conocimientos tradicionales colectivos. En trminos generales, puede decirse que tres grandes ramas de conocimiento son de amplio dominio para todo el pueblo maya con mnimas diferencias: a. La espiritualidad como condicin de la actividad individual, familiar y social.
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b. El uso y manejo del calendario en cuanto al conteo de los das, interpretacin y aplicacin en la actividad espiritual y productiva. c. El sistema de derecho propio en su conjunto de teoras, procedimientos y prcticas. Las otras ramas del conocimiento son afectadas por factores limitantes como: a. Grado de accesibilidad a la diversidad de ecosistemas y recursos asociados a ellos; es decir, mientras ms diverso es un territorio ocupado por un pueblo, mayor es el nivel de contacto con la diversidad y por consiguiente mayor es el conocimiento que puede desarrollarse sobre su uso. b. Nivel de aislamiento en relacin con otros grupos culturales. c. Distribucin limitada natural de ciertas especies. d. Influencia limitativa durante el proceso de colonizacin americana; esto ltimo sobre todo en la utilizacin distintiva de trajes tpicos y colores segn el rea a la que cada poblacin perteneca (encomiendas y reparticiones). En el primero de los casos puede explicarse entonces la relacin de conocimiento de flora y fauna, el uso de especies como ornamento, alimento, medicina y produccin de satisfactores sociales, el uso de topnimos a partir de la distribucin natural y accesibilidad a la diversidad. Las diferencias ms marcadas se encuentran en las expresiones artsticas debido a la naturaleza social de las mismas y de los perodos, fechas y motivos particulares de cada grupo humano: danzas, formas de preparacin de los alimentos, artesanas, uso de especies
asociadas a prcticas culturales, como el nij de los achi, textiles y algunos smbolos de la cosmovisin maya. 5.4. Capitalizacin del CTC La capitalizacin del conocimiento tradicional colectivo se entiende como el conjunto de mecanismos que permiten su valoracin, reproduccin y conservacin para uso de las generaciones futuras en beneficio de la sociedad guatemalteca. Para ello, se recomienda lo siguiente.
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5.4.1. Programas de educacin La educacin formal del sistema educativo nacional debe incorporar en sus contenidos la visin, conocimientos y cultura de los pueblos mayas, tanto desde el punto de vista del patrimonio que constituyen como del mecanismo de formacin de identidad nacional. Resulta trascendente la formacin en cultura viva, es decir, los valores y prcticas sociales y culturales que favorezcan la interculturalidad y la conservacin de la biodiversidad. 5.4.2. Programas de sensibilizacin De acuerdo con el XI Censo Nacional de Poblacin y VI de Habitacin, de 2002, un poco ms de 6.7 millones de habitantes de Guatemala pertenecen al grupo social ladino, lo que corresponde a ms del 50% de la poblacin total. Este fenmeno determina la importancia de establecer un mecanismo de sensibilizacin, de los adultos principalmente, sobre el valor de las culturas mayas y el legado de conocimientos que pueden heredar para la conformacin de una sociedad ms incluyente y respetuosa de las diferencias. 5.4.3. Programas de interiorizacin de manejo de recursos naturales El CONAP como ente rector de la conser, vacin de la biodiversidad, debe, segn el
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Decreto Legislativo 4-89 y sus reformas, iniciar un anlisis interno de sus normas y procedimientos para incorporar dentro de sus prcticas de gestin aquellos elementos de la cultura maya que le agregan valor a los esfuerzos por el conocimiento y manejo sustentable de la naturaleza. 5.4.4. Programas de fortalecimiento del uso y propiedad El Estado de Guatemala debe propiciar polticas de cambio que garanticen el uso y propiedad de los recursos naturales como medios de produccin y satisfaccin de necesidades sociales, econmicas y culturales por parte de los diferentes pueblos indgenas que suman 4.4 millones de guatemaltecos integrados en 23 grupos tnicos. 5.4.5. Programas de reconocimiento jurdico Es necesaria la adecuacin de la legislacin guatemalteca para propiciar el respeto a los sistemas filosficos de concepcin de la vida de los pueblos mayas, as como al conjunto de normas de derecho propio. 5.4.6. Programas de reconocimiento de la propiedad intelectual colectiva Con el fin de dar cumplimiento a los mecanismos de derechos de propiedad intelectual se debe, en conjunto con otras naciones plurales y que comparten la historia cultural del pas, buscar los mecanismos legales para garantizar los crditos intelectuales y rditos econmicos por el uso de conocimientos desarrollados por las culturas mayas, en especial en programas de bioprospeccin. 5.4.7. Programa de uso y respeto a los idiomas mayas La cultura se transmite por el idioma. La permanencia de stos ha mediado la pervi-
vencia en la historia de los grupos humanos habitantes originarios de los diferentes territorios. La garanta por parte del Estado del respeto al uso de los idiomas mayas fortalecer la identidad pluricultural y contribuir para el fortalecimiento de los conocimientos tradicionales.
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En la realizacin del estudio sobre conocimiento tradicional colectivo se ha llegado a las conclusiones siguientes. Las organizaciones indgenas, como instituciones clave para la localizacin de informacin y anlisis documental en el desarrollo del estudio, manifestaron rotundo inters en la devolucin de los resultados y en la facilitacin de la informacin a otros actores clave, as como en tomar en cuenta las recomendaciones del estudio. La ubicacin de documentos sobre conocimientos tradicionales relacionados con el aprovechamiento, uso y manejo de recursos naturales ha resultado difcil en los centros de documentacin de las organizaciones y universidades. Si bien existen, nicamente hacen referencia, y no concreta, a las tcnicas y mtodos de aplicacin de estos conocimientos. Por lo anterior existe la necesidad de sistematizar los conocimientos tradicionales colectivos sobre biodiversidad y manejo de recursos naturales, con el fin de proporcionar informacin a la sociedad en general, y as, visibilizar el aporte de los pueblos indgenas a la conservacin de la diversidad biolgica y a la construccin del desarrollo del pas. En temas como el calendario maya y el sistema de derecho propio se determin la existencia de documentos producidos por las organizaciones cuyos fines y objetivos se relacionan precisamente con estos temas. Sin embargo, en lo que respecta a la conserva-
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cin de la biodiversidad la informacin ha sido escasa. Los actores entrevistados indican la riqueza de conocimientos existentes; sin embargo, el estudio se concret en la informacin documentada y no en la sistematizacin de los conocimientos. No obstante, en algunas partes del presente captulo se han integrado entrevistas con actores para fortalecer la informacin, ya que la documentacin no cumpla con las expectativas del estudio. Por ello, es importante definir un marco de actores individuales e institucionales para la realizacin de estudios enfocados en la sistematizacin de los conocimientos tradicionales. Se proponen estas recomendaciones: Que pueblos indgenas y organizaciones de la sociedad civil hagan viable la integracin en sus lneas de trabajo del abordaje de la conservacin de la biodiversidad y sus componentes, mediante la prctica de valores y principios propios de los pueblos indgenas. Que las autoridades en general establezcan condiciones para la divulgacin y promocin de los conocimientos tradicionales, y que legislen de manera que cualquier accin en torno a estos conocimientos se realice en el marco legal y jurdico vigentes, en donde prevalezca el bien comn. Que los organismos internacionales, cuerpo diplomtico y consular, comunidad internacional organizada y rganos pro derechos humanos apoyen las propuestas concretas de revalorizacin, rescate y sensibilizacin sobre la importancia de los conocimientos tradicionales colectivos de los pueblos indgenas, asegurando su transmisin a las futuras generaciones y privilegiando a los actores legtimos de los pueblos indgenas. Que todas las organizaciones y sectores del mbito pblico fortalezcan los estudios y la
informacin existentes mediante la edicin de textos y versiones ilustradas que aborden temas relacionados con la biodiversidad y los conocimientos tradicionales colectivos de los pueblos indgenas para facilitar informacin a la sociedad guatemalteca en general y al pblico de otras nacionalidades. Adems, desarrollar estudios en las 22 comunidades lingsticas mayas, la garfuna y la xinka.
7. LECCIONES APRENDIDAS
En las bibliotecas y centros de documentacin visitados se ha demostrado desconocimiento acerca de los conocimientos tradicionales colectivos de los pueblos indgenas relacionados con la conservacin de la biodiversidad. Adems se evidenci que no existe una clasificacin especfica para estos temas. La identificacin y revisin documental se realiz bajo los descriptores de cultura e identidad, y sin xito en lo que respecta a actividades productivas como artes, agricultura, manejo de ecosistemas y manejo forestal. Se obtuvieron mejores resultados con la documentacin sobre el calendario, el sistema de derecho propio, los sitios y los lugares sagrados, cuya documentacin se refiere al tema en s y no a su relacin con otros aspectos. En los centros que tienen mandato de proveer informacin a la sociedad (bibliotecas pblicas) prevaleci la denegacin de documentos y datos; sin embargo, las organizaciones de los pueblos indgenas demostraron inters y facilitaron algunos textos relacionados con la temtica objeto del estudio; adems, refirieron a otras organizaciones informantes y actores clave de los pueblos indgenas. Ser mayahablante permiti una mejor comprensin de la lectura de los documentos, que en su mayora estn escritos en castellano pero con un buen porcentaje de palabras en algn idioma maya.
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Se gener confianza con interlocutores y actores que brindaron informacin bibliogrfica. Adems, fue til la apreciacin de sus comentarios y orientaciones, desde sus prcticas vivenciales como guas espirituales, curanderos o comadronas, en las valoraciones de los textos proporcionados.
La naturaleza del Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala COMG, por ser una organizacin propia de los pueblos indgenas y debido a su papel en la vida pblica y poltica en la defensa de los derechos colectivos, gener credibilidad en el proceso de documentacin.
8. NOTAS
1. ONU. 2007. Declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indgenas. Sexagsimo primer perodo de sesiones. Nombres en idioma maya-achi correspondientes a la especie Galinsoga parviflora. Instrumento de labranza, de traccin animal, utilizado en las labores agrcolas. Planta comn, cuyo tallo es utilizado en la construccin de casas, entre otras construcciones. 5. 6. Resina especial utilizada en ceremonias mayas. Se conceptualiza as a la prctica de ofrecimiento del ombligo de los recin nacidos a los elementos de la naturaleza. Plato tpico de San Miguel Chicaj, Baja Verapaz (comunidad lingstica achi) que se elabora a base de hojas (ayote, acelga, col), masa de maz, pepitoria, tomate, chiltepe y sal.
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9. GLOSARIO
1. Ajaw (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi): Seor, dueo, creador y formador. 2. Ajqij (achi, poqomchi, kiche): Gua espiritual, su funcin es mediar entre las fuerzas naturales csmicas y las personas. 3. Akalab ke chakanik (achi, kiche y kaqchikel): Infecciones gastrointestinales. 4. Baqul: Los sntomas son eructos, ardores y espasmos. 5. Conceptos Ukux Ulew (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi, mam): Corazn de la Tierra. 6. Is raqan uxubal tew (achi): Planta silvestre. 7. Ixcanal o suj (achi): Arbusto. 8. Joj (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi): Cuervo. 9. Nawal (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi, mam): Protector de los montes y valles, ros y lagos, mares y vientos. 10. Ojob (achi, kiche): Infeccin respiratoria. 11. Pix Pix (mam): Abuela mam, nombre asignado a altar sagrado maya. 12. Quej (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi): Venado. 13. Raq toro: Una cucharada de llantn.
14. Ri Ajbaq (achi, kiche, kaqchikel, tzutujil): Huesero, trata los problemas que ocurren con los huesos, especialmente zafaduras o fracturas. 15. Ri Ajkun (achi, kiche, kaqchikel, rzutujil): Persona dedicada a la medicina curativa, con conocimientos de medicina, en especial con el uso de plantas. 16. Ri Iyom o Aj tuj (achi, kiche, kaqchikel, tzutujil): Encargada de la salud de las mujeres y de los nios y nias recin nacidos. Es la comadrona. 17. Sakil kum (achi): Pepitoria, ayote destinado a la alimentacin de cerdos. 18. Sakil kum (achi): Pepitoria, ayote para consumo humano. 19. Tzeleej (achi, kaqchikel): Sbila (Aloe vera), desinflamante y cicatrizante, riones, hgado y pncreas, limpia el colon. 20. Suut (achi): Servilletas. 21. U wa winaq (achi): Mal de ojo. 22. U xuum tew: Herencia, enfermedad. 23.Ujee kuk (achi, kiche): Cola de ardilla. 24. Ukux (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi, mam): Alma, lo sagrado de la naturaleza. 25. Utiw (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi): Lobo. 26. Yac (achi, kaqchikel, kiche, poqomchi): Zorro. 27. Yabil ke akalab (achi, kiche): Enfermedad de los nios, como el mal de ojo.
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10. BIBLIOGRAFA
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RESUMEN
En el presente captulo se interpreta la diversidad de ecosistemas de Guatemala, revisando sus caractersticas naturales generales, los distintos enfoques de clasificacin aplicados (climticos, fisiogrficos, florsticos y ecosistemticos) y el Sistema Nacional de reas Protegidas (SIGAP). Se proponen estrategias para entender y utilizar esa diversidad. El pas tiene gran diversidad ecolgica, determinada principalmente por variaciones desde el nivel del mar hasta ms de 4,000 metros de altitud y precipitacin pluvial desde 500 a 6,000 mm anuales en una superficie relativamente pequea (108,889 km). En sus diferentes montaas muestra alta variacin de comunidades (coenoclinos o gradientes de la comunidad) y diversidad de ensamblajes de factores fsicos de ambiente (ecoclinos), lo que genera diversidad de ecosistemas, algunos singulares. Muchas cuencas en una misma montaa y en similares altitudes son diferentes, dependiendo de su posicin geogrfica o exposicin de la pendiente. Los dos sistemas montaosos con ms diversidad de ecosistemas y de especies endmicas, adems de influencia en otros sistemas orogrficos vecinos, son los siguientes: 1. Sistema montaoso de los Cuchumatanes, que incluye Huehuetenango y Quich. 2. Sistema montaoso de la Sierra de las Minas, que incluye los departamentos de El Progreso, Zacapa, Alta Verapaz e Izabal. Hay coincidencia entre las regiones con mayor diversidad de ecosistemas, endemismo y abundancia de variabilidad de especies cultivadas. Las siguientes son las principales causas de la diversidad: a. Origen geolgico relativamente antiguo. b. Ubicacin geogrfica entre dos regiones biogeogrficas diferentes (holrtica y neotropical), en medio de dos ocanos. c. Variabilidad altitudinal. d. Cadenas montaosas con orientacin oeste-este (corredores de migracin) entre los hemisferios norte y sur. Se han utilizado sistemas fisiogrficos, florsticos y ecosistemticos, todos con ventajas y desventajas, dependiendo del propsito. As, resultan en variedad de unidades identificables, clasificadas en 10 regiones fisiogrficas, 7 biomas, 14 ecorregiones, 66 ecosistemas (41 naturales y 25 intervenidos con actividades antropognicas) y 14 zonas de vida de acuerdo con el sistema Holdridge. Los sistemas de ecorregiones y de zonas de vida son los ms utilizados para conservacin y manejo de recursos naturales. Independientemente del sistema empleado, el pas presenta alta diversidad de ecosistemas. El sistema de zonas de vida de Holdridge tiene versatilidad para profundizar en el estudio de ecosiste-
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mas, delimitar zonas climticas y combinarse con otros sistemas; se aconseja aplicarlo con mayor detalle (escala 1:50,000) para identificar y caracterizar a los ecosistemas dentro de cada zona. Petn es el departamento del pas con mayor superficie en reas protegidas, seguido de Izabal; los que menos reas protegidas tienen son Guatemala, Retalhuleu y Santa Rosa. El SIGAP representa el 33% del territorio nacional (aproximadamente 35,000 km2). Las reas protegidas de Petn constituyen el 78% del SIGAP Las tierras altas de los Cuchuma. tanes, con la mayor parte de las cabeceras de cuencas, tienen muy pocas reas protegidas; ninguna en Todos Santos, rea muy particular. Se recomienda que las reas de los Cuchumatanes adquieran una categora definitiva, vinculada a la problemtica integrada del manejo de los recursos naturales renovables. Se propone que se verifique atencin especial a los siguientes ecosistemas: a. Algunas lagunas con mucha disturbacin (Laguna Yolnajab, Laguna Chichoj) y la mayora de Petn. b. Parte alta de montaa de Pinula, entre San Jos Pinula y Mataquescuintla. c. Bosque seco de Huehuetenango, particularmente el rea de El Cimarrn. d. Partes de San Mateo Ixtatn, particularmente de Yalambojoch, donde an hay pequeas reas de saraguate de altura. e. Comunidades de Pinus chiapensis, en Barillas, Huehuetenango. f. Algunos bosques remanentes de la costa sur, donde es evidente la prdida de fauna, son importantes para la conservacin del loro cabeza amarilla (Amazonia ochrocephala).
g. reas de bosques hmedos y muy hmedos del departamento de Petn, particularmente por muchos humedales que estn desapareciendo. En la Reserva de la Bisfera Maya debe analizarse la dinmica de algunas lagunetas y aguadas (cibales). Palabras clave: Diversidad, ecosistemas, clasificacin, gradiente.
SUMMARY
The diversity of ecosystems in Guatemala is interpreted by reviewing their general natural characteristics, different approaches of applied classification (climate, physiographic, floral and ecosystematic) and the national system of protected areas. There are strategies proposed to understand and use such diversity. The country has a great ecological diversity mainly determined by variations from the level of the sea up to 4,000 meters of altitude, and pluvial rainfall from 500 to 6,000 mm a year in a relative small area (108,889 km). In the mountains there is a high variation of communities (community coenoclines or gradients) and diversity of assemblies of environmental physical factors (ecoclines), generating diversity of ecosystems, some of them very particular. Some basins in the same mountain and with different altitudes are different, depending on their geographical position or exposure of the slope. The two mountainous systems with larger ecosystem diversity and with endemic species, besides of influence on other neighboring orographic systems, are the following: 1. Mountain range Los Cuchumatanes that includes the departments of Huehuetenango and Quich.
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2. Mountain range Sierra de las Minas that includes the departments of El Progreso, Zacapa, Alta Verapaz and Izabal. There is coincidence among the regions with higher diversity of ecosystems, endemism and high variability of cultivated species. These are the main causes of diversity: a. Relatively old geological origin. b. Geographical location between two different biogeographic regions (holartic and neotropical) in the middle of two oceans. c. Altitudinal variability. d. West-east mountain range (migration corridors) among north and south hemispheres. Physiographic, climate, floral and ecosystematic systems have been used, all with advantages and disadvantages, depending on the purpose, resulting in a variety of identifiable units classified into 10 physiographic regions, 7 biomes, 14 ecoregions, 66 ecosystems (44 natural and 25 intervened with anthropogenic activities) and 14 life zones according to the Holdridge system. The ecoregions and life zones systems are the most used for the conservation and management of natural resources. Besides the system used, the country is highly diverse in ecosystems. The Holdridge life zones system is versatile enough to deep into the study of ecosystems, to delimitate climate zones and to combine with other systems; it is advisable to use it with greater detail (scale 1:50,000) identifying and characterizing the ecosystems in each zone. Petn is the department with largest protected areas, followed by Izabal; the ones that have fewer protected areas are Guatemala, Retalhuleu and Santa Rosa. SIGAP represents the 33% of the national territory (approximately
35,000 km2). The protected areas of Petn are the 78 % of SIGAP The Cuchumatanes . highlands, with the largest basins heads, have few protected areas; none in Todos Santos, a very particular area. It is recommend that the Cuchumatanes area should acquire definitive category connected to the integrated problems in the management of renewable natural resources. Special attention should be paid to the following ecosystems: a. Some very damaged lagoons (Yolnajab Lagoon, Chichoj Lagoon) and most of Petn. b. Highlands of the Pinula mountain, between San Jos Pinula and Mataquescuintla. c. Dry forest in Huehuetenango, specially the Cimarron area. d. Some parts of San Mateo Ixtatn, specially Yalambojoch, where still are small areas of hauler monkies. e. Pinus chiapensis communities in Barillas, Huehuetenango. f. Some remaining forests in the south coast where the loss of fauna is evident; they are important for the conservation of the Yellowhead Parrot (Amazonia ochrocephala). g. Humid and very humid forests areas in Petn, specially because of the many wetlands that are disappearing. The dynamic of some small lagoons and aguadas (cibales) in the Mayan Biosphere Reserve should be analyzed. Key words: Diversity, ecosystems, classification, gradient.
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paz rachil Izabal. Pa taq kulewal ujolom taq tinamit kumaj rib uwach ri jalajoj eqlenibal uwachulew xuquje ruk e tikom pa taq ulew kumal winaq. Are taq kuya uxe ri jalajoj kaslemalil: a) Ojer taq uxe uwach rulewal, b) jalajoj uwach rulewal Paxil Kayala rumal ko pa ukux keb polow, c) jalajoj uwach uwi rulewal, d) kamube nimaq taq kachelaj ko kujeq ube pa qajbal qij kakis pa relbal qij, kebuwach uchaqapil rulewal jun ko pa relibal kaqiq jun chik pa qajbal kaqiq. Xesolix uwach rulewal jalajoj kaslemalil, umiqinal ulew, urexal ulew rachil eqlenibal uwachulew, ronojel ko utzilal xuquje ukeyewal kiriqom, xchakux ube unojixik ronojel chololem banom, lajuj uwach rulewal, wuqub biomas, kajlajuj rulewal jalajoj kaslemalil, 66 eqlenibal uwachulew (44 ajwaralik uxe rachil 25 kaxlan ija tikon) kajlajuj rulewal kaslemalil cholchak rech Holdridge. Pa rulewal ekiyinaq jalajoj uwach kaslemalil are yaom kiqij uloqoqexik ukojik tobal taq ulew. Pa rulewal Amaq Paxil Kayala jalajoj uwach kaslemalil eqlenibal uwachulew. Ri jun ubeal uchakuxik kaslemalil rech Holdridge ki uwach ube nojchak usukmajim puwi ri eqlenibal uwachulew, kuchao xuquje kumaj ube taq ri ubeal cholchak, rajawaxik nabe ketamax uwach ronojel uwach eqlenibal uwachulew ja taq e ko wi recha qas ketamax ucholaj kiwach. UKUX TZIJ: jalajoj, eqlenibal uwach ulew, chololem, paqalik-xulanik.
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1. INTRODUCCIN
1.1. Introduccin a la visin mayakiche de biodiversidad Los prrafos del Popol Vuh (1992) que se citan a continuacin muestran la visin de la diversidad de la vida que tenan los mayas, particularmente la nacin maya-kiche, en el contexto del perodo Posclsico (de 900 a 1525 D.C.). Tambin se aprecia la percepcin, entendimiento y uso de los procesos cosmognicos y biolgicos que, en los conocimientos actuales, incluye la diversidad de ecosistemas y de la vida. Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creacin, cuando surgieron del agua las montaas; y al instante crecieron las montaas. Solamente por un prodigio, slo por arte mgica se realiz la formacin de las montaas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie [...] Primero se formaron la tierra, las montaas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montaas [...] Luego hicieron a los animales pequeos del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaa, los venados, los pjaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (vboras), guardianes de los bejucos (Popol Vuh, 1992:81-82). Y de esta manera se llenaron de alegra, porque haban descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas, y abundante tambin en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos haba en aquel pueblo llamado de Paxil y Cayal. Haba alimentos de todas clases, alimentos pequeos y grandes, plantas pequeas y plantas grandes. Los animales ensearon el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo Ixmucan nue-
ve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con l crearon los msculos y el vigor del ser humano. Esto hicieron los progenitores Tepeu y Gucumatz, as llamados (Popol Vuh, 1992:160-161). 1.2. Introduccin a la visin cientfica de biodiversidad El creciente inters por el conocimiento y conservacin de la biodiversidad, a nivel mundial, se debe a su importancia estratgica y a su valor econmico y ecolgico incalculable. Este patrimonio natural, resultado de la evolucin en el tiempo, es nico e irrepetible. Adems, la prdida de biodiversidad en los ltimos aos, entre otras razones por simplificacin de los ecosistemas y la introduccin de subproductos txicos, es el ms importante e irreversible efecto directo o indirecto de las actividades humanas. Los ecosistemas modificados por el ser humano no pierden necesariamente productividad en biomasa, pero prcticamente en todas las ocasiones pierden biodiversidad (Halffter and Ezcurra, 1992). En este contexto, Guatemala se caracteriza por una gran variabilidad natural. La altitud vara desde el nivel del mar hasta 3,500 metros, a excepcin de picos volcnicos que sobrepasan los 4,000 metros de altitud. La precipitacin pluvial vara de una zona a otra desde los 500 a aproximadamente 6,000 mm anuales (MAGA, 2002). Los suelos, y en general el paisaje, tambin muestran cambios drsticos de una gran regin a otra debido a su origen geomorfolgico: en la regin del Atlntico la mayora de suelos son de origen sedimentario, mientras que en el altiplano y la regin sur son de origen volcnico (Instituto Geogrfico Nacional, 1972). Ello permite interpretar que la interaccin de las anteriores y de otras variables produce muchas combinaciones con un gran contraste ecolgico y geogrfico, en un espacio relativamente pequeo (108,889 km), que induce a la signi-
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ficativa y singular diversidad de ecosistemas (Castaeda, Castaeda y Elas, 1995). Por la interaccin de sus caractersticas geolgicas, geogrficas, fisiogrficas y biolgicas, Guatemala tiene alta diversidad de especies, ecosistemas y endemismo; es parte sustancial del centro mesoamericano de origen de plantas cultivadas, adems de estar incluida en la regin mesoamericana considerada megadiversa. Segn el CONAP (2006), Guatemala es considerado un pas megadiverso, caracterstica que comparte con otros 29 pases. La variabilidad y diversidad de ecosistemas son elementos importantes para cuantificar la diversidad biolgica del pas, aunque an no han sido estudiados sistemticamente y con la profundidad que permita comprender, ensear y utilizar su conocimiento para un desarrollo social ms armnico. El estudio de la diversidad y variabilidad de ecosistemas es un fundamento ecolgico para el manejo sostenible de los recursos naturales. A ello se debe la creciente preocupacin por la biodiversidad guatemalteca de los diferentes sectores nacionales e internacionales, estatales y privados, polticos, empresariales y acadmicos. En el presente captulo se interpreta e identifica la diversidad de ecosistemas de Guatemala, se hace una revisin de conceptos bsicos generales, caractersticas naturales del pas y sistemas de clasificacin utilizados. Adems, se proponen estrategias para los diferentes niveles de decisin, con el fin de ayudar a comprender, ensear y utilizar esa diversidad de ecosistemas.
disponer de informacin actualizada e integrada en torno a la clasificacin de ecosistemas en sus diferentes jerarquas y/o componentes, facilitar los procesos de anlisis de la diversidad de ecosistemas y proponer estrategias para su conservacin en los distintos niveles de decisin existentes, en el marco de la gestin ambiental nacional. Como objetivos especficos se plantearon los siguientes: 1. Recopilar y actualizar informacin acerca de la diversidad ecolgica y sus componentes jerrquicos (biomas, ecorregiones, zonas de vida y asociaciones). 2. Definir cul es la diversidad ecolgica y su representatividad dentro del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas del pas (SIGAP). 3. Identificar los esfuerzos y/o acciones institucionales realizadas para la conservacin, utilizacin y proteccin de la diversidad ecolgica. 2.2. Metodologa El estudio comprendi la revisin y recopilacin de los trabajos sobre clasificacin de vegetacin y ecosistemas realizados en el pas. Se visitaron todas las instituciones vinculadas con el tema. Se prioriz especficamente la informacin existente en el Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP), Instituto Nacional de Bosques (INAB), Centro de informacin Geogrfica del Ministerio de Agricultura, Defensores de la Naturaleza, Centro de Estudios Conservacionistas de la Universidad de San Carlos (CECON), Centro de Estudios Ambientales de la Universidad del Valle de Guatemala (CEA/UVG) y The Nature Conservancy (TNC). La informacin se confront con los fundamentos cientficos ampliamente aceptados acerca de la diversidad y la clasificacin de ecosistemas.
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2. OBJETIVOS Y METODOLOGA
2.1. Objetivos El objetivo general es crear un informe sobre la diversidad ecolgica de Guatemala para
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Se efectu tambin un reconocimiento de campo en algunos ecosistemas o zonas de vida, donde se obtuvieron fotografas representativas. Tambin se viaj a: 1. Izabal y Petn. 2. El Progreso, Zacapa, Chiquimula, Jutiapa y Guatemala. 3. Chimaltenango, Totonicapn, Huehuetenango (todas sus zonas ecolgicas), Quich y Alta Verapaz (franja transversal del norte). La ponencia fue discutida conjuntamente con un comit especfico de expertos en el tema, en tres fases: a. Presentacin de un primer avance. b. Discusin de un borrador integrado. c. Revisin del informe final.
En el anlisis de comunidades, la biodiversidad tiene dos expresiones bien definidas: la diversidad presente en un sitio, o diversidad alfa, y la heterogeneidad espacial, o diversidad beta. La diversidad alfa es una funcin de la cantidad de especies presentes en un mismo hbitat; es tambin el componente ms importante de la diversidad (y ms comnmente citado) de las selvas tropicales y subtropicales. La diversidad beta es una medida del grado de particin del ambiente en parches o mosaicos biolgicos, es decir, mide la contigidad del hbitat en el espacio
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La metodologa establecida para estudiar la diversidad de ecosistemas se basa en el anlisis riguroso y crtico de los distintos enfoques de clasificacin y jerarquas que se utilizan en el pas. Esto incluye biomas, ecorregiones, ecosistemas y zonas de vida. Se describe y localiza geogrficamente cada sistema. A cada sistema se le realizaron anlisis crticos de su aplicacin al pas. Se revis el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, se documentaron y analizaron los biomas, ecorregiones, zonas de vida y asociaciones representadas, para establecer los vacos existentes. Adems, se analiz el documento, an sin publicar, Desarrollo de anlisis de vacos de representacin y omisiones ecosistmicas del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP), en el marco del Convenio NISP (National Implementation Support Partnership). Con base en esos anlisis y fundamentos, se proponen planes de accin, alcances y viabilidad operativa.
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(Halffter, Moreno y Pineda, 2001). Estos mismos autores proponen metodologas para evaluar la biodiversidad en las reservas de la bisfera. En un contexto biogeogrfico, la biodiversidad se mide cuantificando la heterogeneidad biogeogrfica de una zona o regin dada. La biodiversidad geogrfica est dada por la diversidad de ecosistemas de una regin determinada. Para muchos eclogos, este nivel de la diversidad se conoce como diversidad gamma (Kimmins, 1997). Los criterios de anlisis de comunidades parecen relacionarse con los conceptos de diversidad alfa y diversidad beta. Por qu las comunidades difieren en el nmero de especies? Whittaker (1970) sostiene que el mayor grado de interaccin es logrado por un alto grado de diversidad beta, el cual es definido como el grado de cambio en la composicin vegetal de las comunidades a lo largo de un gradiente1. Este trmino contrasta con el de diversidad alfa, que se refiere al nmero de especies en una comunidad dada. La distincin de estas dos clases de diversidad tiene aplicacin til. La diversidad beta implica acomodacin de un nmero alto de especies con distribucin restringida a lo largo de un gradiente, en oposicin a pocas especies de amplio rango en el mismo gradiente. 3.2. Concepto, atributos e historia del ecosistema Ecosistema es la unidad central de anlisis en el presente captulo y, por ello, la comprensin y aplicacin de su concepto es fundamental para entender y dimensionar la diversidad de los ecosistemas en Guatemala. Odum (1982) denomina sistema ecolgico o ecosistema a cualquier unidad que incluya la totalidad de los organismos (esto es, la comunidad) de un rea determinada que actan en reciprocidad con el medio fsico
de modo que una corriente de energa conduzca a una estructura trfica, una diversidad bitica y a ciclos materiales (esto es, intercambio de materiales entre las partes vivas y las inertes) claramente definidos dentro del sistema. Para que exista un ecosistema, sus componentes deben tener un arreglo espacial y las interacciones apropiadas que conduzcan a la captura y almacenamiento de energa como biomasa, estructura trfica, ciclo de nutrientes y cambio en el tiempo (sucesin ecolgica). Los ecosistemas estn caracterizados por cinco atributos principales: estructura, funcin, complejidad, interaccin de los componentes y cambio en el tiempo (Kimmins, 1997). Los ecosistemas pueden presentar diversos tamaos y ser terrestres (cuando el sustrato es suelo) o acuticos (cuando el sustrato es agua). Un estanque, un lago, una extensin de bosque, incluso un cultivo de laboratorio (microecosistema) proporcionarn una unidad apropiada de estudio. La condicin es que los componentes principales estn presentes y operen juntos para producir alguna clase de estabilidad funcional, por lo menos durante un breve tiempo. Una de las caractersticas universales de todos los ecosistemas (terrestres, de agua dulce o marinos, con o sin intervencin humana) es la accin recproca de los elementos autotrficos y heterotrficos entre s (Odum, 1982). La expresin sistema ecolgico fue introducida por Woltereck en 1928 para sistemas acuticos con su correspondiente biota y procesos, mientras que Tansley introdujo en 1935 el trmino ecosistema, en el mismo sentido, para comunidades terrestres con sus hbitats (Mueller-Dombois y Ellemberg, 1974). Tansley, citado por Mueller-Dombois y Ellemberg (1974), expres en 1935 que los organismos no pueden considerarse separados de su ambiente en cualquier tratamiento fundamental, debido a que ambos (organis-
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mos y su ambiente) forman un sistema funcional en la naturaleza. Un concepto similar fue introducido en 1945 por el eclogo ruso Sukachev, quien consider a la fitocenosis (comunidad vegetal) junto al ambiente como una biogeocenosis (Duvignaud, 1978), al grado que ambos trminos (ecosistema y biogeocenosis) han sido considerados sinnimos. En contraste con el concepto de ecosistema, el de biogeocenosis seala a la comunidad o fitocenosis como parmetro para establecer sus lmites. Por lo tanto, el concepto de biocenosis tiene la ventaja de definir una unidad especfica de comunidad vegetal para identificarla, mientras que el concepto de ecosistema deja abierta la definicin del lmite especfico en relacin con los diferentes requerimientos de investigacin (Duvignaud, 1978). En este sentido, un ecosistema puede ser definido de varias maneras. El nico requerimiento es que los componentes mayores, organismos vivos y su ambiente, estn presentes e interacten (Odum, 1982). 3.3. Delimitacin de ecosistemas en el campo Como fue sealado por Evans (1956), citado por Mueller-Dombois y Ellemberg (1974), no hay limitacin en clase y tamao. Uno puede reconocer como ecosistema a unidades muy pequeas, como los microorganismos en la hoja de una planta, y a lo ms grande, la Tierra o la bisfera. Uno puede tambin reconocer diferentes clases; por ejemplo, un bosque, un lago, una isla o un ecosistema urbano. En ecologa vegetal, un ecosistema puede ser delimitado por una comunidad vegetal, como en el concepto de biocenosis, o por diferentes comunidades interrelacionadas. Un ecosistema puede tener muchos ecosistemas pequeos o, a su vez, ser parte de un ecosistema mayor. As, nada impide dar al concepto de ecosistema un sentido ms am-
plio, como un paisaje definido o una regin determinada, que puede incluir sistemas ecolgicos funcionales particularmente eficientes. En el elemento paisajstico, los ecosistemas individuales estn unidos por estrechas relaciones laterales, como las cuencas (Duvigneaud, 1978). La consideracin del ecosistema como unidad limitada, sobre el terreno, a una superficie homognea correspondiente a una comunidad, a un tipo de clima y de suelo, homogneos todos ellos, puede parecer sencilla, pero es muy compleja, por lo que resulta difcil escoger en l algunas parcelas claramente representativas para su estudio (Duvigneaud, 1978). Sin embargo, el criterio ms directo es identificar y delimitar una comunidad con caractersticas homogneas. Para propsitos prcticos, las comunidades vegetales pueden ser consideradas subdivisiones de la cobertura vegetal. Por lo tanto, la cobertura muestra, ms o menos, cambios espaciales obvios, que es posible distinguir de una comunidad diferente. Estos cambios pueden ser causados por variaciones espaciales en la composicin de las diferentes especies, diversidad de espaciamiento y altura de las plantas, modificaciones en las formas de crecimiento o las formas de vida de las plantas, o la respuesta estacional de otras propiedades. Los conceptos de comunidad vegetal se necesitan para definir ecosistemas particulares en espacio (geogrficamente) y en tiempo. El concepto de ecosistema, sin embargo, da igual atencin a todos los componentes mayores del ecosistema en estudios de campo. En sntesis, el ecosistema es la unidad funcional ms amplia que incluye una comunidad de seres vivos y su medio. Unidad porque es un circuito cerrado (forma un todo); la ms amplia, porque incluye los organismos y el medio abitico; cada uno influye sobre las propiedades del otro, cada uno es necesario
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para el mantenimiento armonioso de la vida (Duvigneaud, 1978). No es tan fcil pero es posible asignar al ecosistema lmites definidos (en un conjunto forestal, de pradera o pantanoso) y concretar su extensin. Ello es mucho ms difcil en el medio acutico, principalmente el marino. Pero incluso en el caso de los ecosistemas terrestres, reconocibles en principio por la comunidad vegetal que los constituye, la delimitacin topogrfica no siempre es sencilla, debido a la existencia de un continuum en comunidad vegetal. El continuum se debe a gradientes o secuencias, a esto se le da un tratamiento ms amplio en la seccin 3.4. Por lo tanto, el mtodo ms prctico y slido para delimitar los ecosistemas es utilizar el criterio de la comunidad homognea (Whittaker, 1970). El ecosistema ms pequeo es la biocenosis en el sentido de Sukachev. El contorno geogrfico de la biocenosis est indicado por la fitocenosis, que ms bien es una comunidad vegetal pequea, mapeable. Ello implica que la vegetacin debe ser homognea en todos sus estratos, no solamente en el estrato dominante. En un bosque, por ejemplo, no solamente la composicin de rboles debe ser homognea, sino tambin el sotobosque (Mueller-Dombois y Ellemberg, 1974; Whittaker, 1970). En resumen, la comunidad vegetal es la unidad que puede utilizarse para delimitar, identificar e interpretar la diversidad de ecosistemas en Guatemala, asumiendo que cada comunidad vegetal responde a diferentes condiciones ambientales, en espacio y tiempo determinados. 3.4. Variacin de ecosistemas en gradientes A la secuencia de las comunidades biticas a lo largo de un gradiente ambiental (diferenCaptulo 4
cia del cambio entre dos puntos de cualquier parmetro ambiental) se le llama coenoclino o gradiente de la comunidad. Al ensamblaje de los factores fsicos del ambiente que van cambiando a lo largo del gradiente de la comunidad o coenoclino se les llama complejo de gradientes, mientras que la combinacin de los gradientes ambiente-comunidad es conocida como ecoclino (Kimmins, 1977). Ello significa que los ecosistemas cambian a consecuencia de las diferentes combinaciones de gradientes ambiente-comunidad (ecoclino). Para documentar y comprender la diversidad de ecosistemas en Guatemala, la aplicacin de estos conceptos en sus diferentes regiones es til e interesante. Ello cobra especial relevancia prctica a partir de diferentes observaciones realizadas por el autor de este captulo, debido a que el pas tiene alta variacin de comunidades (coenoclinos o gradientes de la comunidad), y diversidad de ensamblajes de factores fsicos de ambiente o ecoclinos, en sus diferentes formas terrestres, pero mucho ms pronunciadas en sus grandes montaas. Cada montaa es diferente a otras, e incluso muchas partes de cuencas adyacentes o de montaas son diferentes a las mismas altitudes, esto depende de su posicin geogrfica o exposicin de la pendiente. Dicha aplicacin se realiza en el Apartado 6 de este captulo. 3.5. Fundamentos de clasificacin de ecosistemas La mejor clasificacin de ecosistemas resulta de la simplicidad, pero con suficiente detalle para ser efectiva, y tambin del tiempo o la poca. Todas las clasificaciones son dinmicas, se ecuentran en constante cambio, van evolucionando para resolver las futuras necesidades de conservacin, manejo forestal o de recursos naturales en general. Sin embargo, son difciles de lograr por la complejidad y diversidad en los ecosistemas o, ms
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ampliamente, por la heterogeneidad de la regin o del pas analizado. La motivacin fundamental de la clasificacin de los ecosistemas o de las grandes unidades ecolgicas es agruparlos de acuerdo con sus similitudes y diferencias, mejorar la habilidad para tomar decisiones en cuanto a las caractersticas de sus componentes, el potencial del recurso y/o de las restricciones ambientales para el manejo de cualquier regin o pas. Persigue tambin reducir el nmero de determinantes desconocidos y obtener una clasificacin ecolgica que provea toda la informacin ecolgica posible, incorporando todos los parmetros mayores del ecosistema (Kimmins, 1997; Mueller-Dombois y Ellemberg, 1974; Upvardy, 1975; Whittaker, 1970). La extensa cantidad de determinantes, junto a la gran variedad de uso de la clasificacin en el manejo forestal o de recursos naturales, sugiere la necesidad de contar con diversidad de clasificaciones. De acuerdo con Kimmins (1997), la clasificacin de ecosistemas constituye el fundamento o cimiento para el manejo forestal sostenible, y as de todos sus recursos o componentes. Existen diferentes enfoques para las clasificaciones de los ecosistemas. Algunos se han basado en los aspectos fsicos del ambiente que determinan las caractersticas de la vegetacin, tales como el clima o las condiciones del suelo; otros, en la vegetacin misma. Unos ms incorporan todos los componentes del ecosistema, combinan elementos, como ambiente-vegetacin, o utilizan esquemas de los ecosistemas (llamados aproximaciones ecosistemticas). En sntesis, hay clasificaciones de enfoque climtico, fisiogrfico o edfico, vegetativo y ecosistemtico. Este ltimo integra a todos los dems enfoques.
En Guatemala se han realizado diversas clasificaciones de ecosistemas, la mayora de ellas se analizan en el apartado 5 de este captulo. 3.6. Principios de distribucin de plantas y ecosistemas Todas las plantas del mundo actual, y as los ecosistemas, vienen de formas ancestrales. Los procesos evolutivos han sido importantes en la distribucin de las plantas. Good (1964) expres que Evolucin es el medio en el que es pintado el paisaje de la distribucin de las plantas. Ello indica que la produccin peridica de nuevos biotipos, ecotipos, especies, gneros y familias ha dado como resultado el vasto nmero de formas de plantas del mundo de hoy. Los procesos evolutivos han operado en aquellos antecedentes en los cuales se han alternado climas normales y revolucionarios. Adems de la evolucin, Good (1964) enuncia los siguientes seis principios de la distribucin de las plantas: 1. La distribucin de las plantas es primariamente controlada por la distribucin de las condiciones climticas. 2. La distribucin de las plantas es secundariamente controlada por la distribucin de los factores edficos. 3. Grandes movimientos de flora han tenido lugar en el pasado y todava continan. 4. El movimiento de especies (migracin de plantas) es conducido por el transporte de plantas individuales durante sus fases de dispersin. 5. Ha ocurrido gran variacin y oscilacin en el clima, especialmente a altas latitudes, durante la historia geolgica de las gimnospermas.
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6. Ha ocurrido variacin en distribucin y configuracin de la tierra y el mar durante la historia de las angiospermas. Evidencias de la variacin de la diversidad de ecosistemas de Guatemala pueden ser encontradas en distintas regiones. Esto como resultado de los procesos evolutivos, al considerar que ellos constituyen progreso hacia el incremento de especializacin. As, se esperaran especies de amplio rango adaptadas genticamente a segmentos especficos de su rango de distribucin, como lo demuestra la existencia de ecotipos adaptados a distintas condiciones y, por ello, fisiolgicamente diferentes.
vo geolgicamente, lo cual se evidencia en la actividad volcnica actual, elemento tambin importante en la diversidad y configuracin de ecosistemas (Instituto Geogrfico Nacional, 1972). Como se mencion, las diferentes zonas ecolgicas y sus ecosistemas varan desde el nivel del mar hasta 4,200 metros de altitud y desde los 500 hasta aproximadamente 6,000 milmetros anuales de precipitacin pluvial, lo que provoca que el pas tenga un gran contraste ecolgico a pesar de ser un territorio poco extenso. El clima vara de una regin a otra, debido a cambios de altitud y a la orientacin de su relieve. Se distinguen tres grandes regiones: las tierras calientes, desde el nivel del mar hasta los l,000 metros de altitud; las tierras templadas, de 1,000 a 2,000 metros; y las fras, por encima de 2,000 metros. Se marcan dos estaciones, una seca o verano, que va de noviembre a abril, y una lluviosa o invierno, de mayo a octubre. 4.1.1. Sistemas montaosos En Tehuantepec, Mxico, la Sierra Madre se divide en dos ramales que entran a Guatemala, uno por el monumento fronterizo de Niquihuil, en San Marcos (Sistema de la Sierra Madre), y el otro por Huehuetenango (Sistema de los Cuchumatanes). La Sierra Madre que atraviesa el territorio de oeste a este, paralela al Pacfico desarrolla la altiplanicie, marca la lnea divisoria de las aguas y se extiende hacia Honduras por el cerro Oscuro. De ella se originan otros sistemas secundarios: el de las montaas de Chuacs, sierra de las Minas, montaas del Mico, etc., y el ramal que penetra en Honduras como sierra del Merendn y montaa de Omoa. El sistema de los Cuchumatanes, que se proyecta hasta el mar de las Antillas, queda interrumpido por el valle del ro Chixoy o Negro, que lo divide en dos grupos: los Cuchumatanes al oeste y las montaas de Verapaz al este (IGN, 1972; MAGA, 2002).
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4.1.2. Volcanes Los volcanes estn localizados a lo largo de la cadena costera del Pacfico. En la zona occidental, Tajumulco (4,211 m), el ms alto del pas; Tacan (4,092 m), Santa Mara (3,768 m), Atitln (3,537 m), Cerro Quemado (3,179 m), Tolimn (3,153 m) y San Pedro (3,020 m). En la zona central, Acatenango (3,976 m), Fuego (3,763 m) y Agua (3,776 m). En la zona sur, Pacaya (2,544 m) y Tecuamburro (1,946 m); y en la zona oriental, Alzatate (2,750 m), Jumay (2,200 m), Quezaltepeque (1,970 m), Ipala (1,553 m) (Instituto Geogrfico Nacional, 1972; MAGA, 2002). 4.1.3. Vertientes El sistema orogrfico forma tres grandes vertientes: a) del Pacfico, con un rea de 23,990 km2; b) del golfo de Honduras, con un rea de 34,096 km2 ; c) del golfo de Mxico, con un rea de 50,803 km2 (Instituto Geogrfico Nacional, 1972; MAGA, 2002). 4.1.4. Cuerpos de agua Para 1960, Guatemala tena alrededor de 1,151 sistemas lacustres, con 7 lagos, 365 lagunas y 779 lagunetas de importancia econmica, biolgica y cientfica por la diversidad de sus recursos (Castaeda, 1995). Muchos de ellos y sus cuencas constituyen centros de turismo, refugios de fauna y flora silvestres, y son utilizados para pesca artesanal, cultivos regionales, reservorios para agua potable, riego y otros fines. Los lagos ms importantes son el de Izabal (0.88 msnm y 589.6 km2) que es el mayor de la repblica; Petn Itz (110 msnm y 99.0 km2); Atitln (1,562 msnm y 125.7 km2); Amatitln (1,186 msnm y 15.2 km2). La distribucin por rangos de altitud muestra que el 80% (916 sistemas lacustres) se ubica de 0 a 200 msnm el resto se encuentra entre
200 y 3,590 msnm. El anlisis global de todos los sistemas lacustres por departamento (Castaeda, 1995) indica que el 54% (620 sistemas lacustres) est en Petn, lo cual se explica por el reciente levantamiento del lecho marino (en los ltimos cinco millones de aos). La vertiente del golfo de Mxico tiene 682 sistemas lacustres, que representan el 59% y que totalizan 278.49 km2 de espejo de agua; la del Pacfico tiene 357 sistemas que representan el 31% y una superficie de 245.23 km2 de espejo de agua; la vertiente del golfo de Honduras tiene 112 sistemas que equivalen al 10% con una superficie de 682.98 km2 de espejo de agua. En los ltimos tres millones de aos han desaparecido no menos de cuatro lagos mayores, y en los ltimos siglos por lo menos 30 sistemas lacustres, entre lagunas y lagunetas (Castaeda, 1995).
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4.1.5. Suelos Por su origen hay dos grandes zonas de suelos: volcnicos y sedimentarios. En general, el relieve guatemalteco se fue incrementando en el curso de varios millones de aos por emanaciones de material volcnico, producto de las fisuras entre las placas tectnicas. Ello explica el origen volcnico de la mayora de los suelos de la plataforma central de Guatemala y Centroamrica, y el poco desarrollo de los suelos de las partes planas del norte, como las regiones de Petn, Belice y Yucatn; es decir, los suelos de la plataforma central tienen varias decenas de millones de aos de formacin, en los que han influido, principalmente, la actividad volcnica, la flora, el clima y el tiempo. Los suelos de Petn, muchos de ellos en paisaje krstico, tienen pocos millones de aos de desarrollo, a partir de piedras calizas sedimentarias, ello explica por qu son poco profundos; las rocas de la parte sur de Petn son predominantemente piedras calizas marinas del Mioceno, de hace aproximadamente 10 millones de aos (Dengo, 1973).
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4.2. Origen geolgico y corrientes migratorias Al final del perodo Cretcico, hace aproximadamente 80 millones de aos, el movimiento de la placa del Caribe hacia el este, con respecto a la placa Norteamericana, produjo un choque frontal entre terrenos con corteza continental en el lmite entre ambas placas, originando cadenas montaosas (Iturralde-Vinent, 2006). Las primeras reas del territorio actual guatemalteco fueron poblndose gradualmente por seres vivos que migraron, en ambas vas, de Amrica del Norte y Amrica del Sur. Posteriormente, surgieron especies o ecotipos vegetales y animales algunos de las cuales viven nicamente en esta regin, por lo que son llamadas especies endmicas. Centroamrica, y as Guatemala, se constituy en parte del corredor migratorio de ambos hemisferios. Miles de especies han poblado a travs del tiempo el istmo centroamericano, evolucionando y generando la gran diversidad biolgica actual. Entre los grupos de plantas, componentes de los ecosistemas guatemaltecos que migraron del norte, estn la mayora de conferas (exceptuando Podocarpus), los encinos (aproximadamente 28 especies del gnero Quercus), el sauce (Salix chilensis), el liquidmbar (Liquidambar styraciflua), la mora (Rubus spp.), la manzanilla (Crataegus pubescens), el nogal (dos especies, entre ellas Juglans steyermarkii) y muchas otras. De Amrica del Sur migraron los siguientes grupos: las orqudeas, los amates (varias especies del gnero Ficus), las palmas de bosque, familia Arecaceae o Palmaceae, las sapotceas, los helechos gigantes (familia Cyatheaceae, gneros Cyathea y Alsophyla), los cedros (familia Meliaceae) y muchos rboles tropicales de madera preciosa, como el palo blanco (Cybistax donnell-smithii), la caoba (Swietenia spp.), el conacaste (Enterolobium cyclocarpum), etc. La nica familia de gimnospermas que emigr del sur, la Po-
docarpaceae, tiene tres especies (Podocarpus guatemalensis, P oleifolios y P matudai) en . . diferentes regiones de Guatemala. El proceso de migracin de plantas es tambin aplicable a los animales, en el sentido de que algunos de sus ancestros vinieron del norte y otros del sur. As, los ancestros de los venados (Odocoileus virginianus) vinieron del norte, y los de los osos hormigueros (Tamandua mexicana) emigraron del sur. Segn Land (1970), muchas especies de aves tienen afinidad con especies o familias del norte (regin holrtica) y otras con especies o familias del sur (regin neotropical). Sin embargo, hay algunas especies encontradas nicamente en las zonas altas del extremo sureste de Mxico (Chiapas) y el noroeste de Guatemala, tales como el pavo de cacho (Oreophasis derbianus), el chinchivirn montaero (Troglodytes rufociliatus), el chipe rosado o platinado (Ergaticus versicolor) y el jilguero encapuchado (Spinus atriceps). Estas formas nicas que ocurren solamente en las tierras altas del sur de Mxico y Guatemala, son presumiblemente endmicas debido a su aislamiento en los procesos geolgicos del pasado; las partes ms altas de Guatemala han estado disponibles para plantas y animales desde el final del Cretcico, hace aproximadamente 65 millones de aos (Land, 1970). De acuerdo con Eisermann y Avendao (2006), la avifauna de las tierras bajas de Guatemala est ntimamente relacionada con la avifauna sudamericana, mientras que la avifauna de las tierras altas tiene mayor influencia de la avifauna norteamericana. Por otro lado, aproximadamente 9%, es decir, 22 especies de aquellas que anidan en tierras altas de Guatemala son endmicas en las tierras altas del norte de Centroamrica. Engler, citado por Cabrera y Willink (1980), defini y caracteriz siete grandes territorios florales para el globo terrqueo. Con base en ese criterio, Guatemala est ubicada en
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la regin neotropical, lo cual le ha permitido recibir mucha influencia migratoria de la regin holrtica (Hemisferio Norte), adems de la propia (la que ha evolucionado a partir de las primeras migraciones) y de otras zonas de la regin neotropical (desde el sur de Estados Unidos hasta el estrecho de Magallanes en Amrica del Sur). Las siguientes son las causas de la diversidad biolgica de Guatemala: a. Su origen antiguo. geolgico relativamente
gicas muy especficas y distintivas (Reading, Thompson y Millington, 1995). Para definir y subdividir a los trpicos, han sido propuestos por climatlogos, geomorflogos y bilogos muchos otros esquemas, tambin con algunos problemas. Existe una gran dificultad en la demarcacin de sus lmites y en la definicin de las distintas regiones al interior de los trpicos, especialmente a lo largo de las reas continentales (Reading, Thompson y Millington, 1995). Cada disciplina cientfica tiene diferentes requerimientos para los trpicos en el sistema de clasificacin: los botnicos, que se distinguen por particulares arreglos de vegetacin; los climatlogos, que los perciben como reas donde prevalecen condiciones atmosfricas especficas; y los geomorflogos, como lmites que describen reas donde toman lugar procesos fsicos con cierta intensidad o magnitud (Reading, Thompson y Millington, 1995). Es comn que los lmites de los diferentes sistemas de clasificacin no correspondan exactamente.
b. Su situacin geogrfica entre los centros de distribucin o entre dos regiones biogeogrficas diferentes (holrtica y neotropical). c. Ubicacin en zona latitudinal de transicin entre el trpico y el subtrpico, y en medio de los ocanos Pacfico y Atlntico. d. Su variabilidad altitudinal, desde el nivel del mar hasta los 4,000 metros de altitud aproximadamente. e. La conformacin de sus cadenas montaosas que permite la migracin recproca (corredores de migracin) entre los hemisferios Norte y Sur (Castaeda, Castaeda Samayoa y Elas Gramajo, 1995) (Figura 1). 4.3. Es Guatemala tropical o subtropical? En un sentido estricto, el trpico se refiere a la parte del mundo que est entre el trpico de Cncer (23.5 N) y el trpico de Capricornio (23.5 S) (Reading, Thompson y Millington, 1995; Walter, 1971). Esta definicin astronmica, para la mayora de propsitos geogrficos y ecolgicos, es muy rgida y no delimita adecuadamente a una regin con subregiones y caractersticas fsicas o biol-
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Como se seal, los sistemas de clasificacin para las grandes regiones del mundo an estn, como en toda ciencia, en un interminable proceso de construccin, igual que algunos conceptos, como tropical, subtropical y zonas templadas (temperate forests). Holdridge, por ejemplo, cuando aplic a Guatemala su sistema de clasificacin de las formaciones vegetales sobre bases climatolgicas por primera vez en 1950 (Holdridge, Lamb y Mason, 1950), dividi a la Repblica de Guatemala en cuatro fajas altitudinales: tropical, subtropical, montaa tropical baja y montaa tropical; en ellas estaban comprendidas 12 zonas de vida. Sin embargo, cuando en 1980 se aplic dicho sistema (De la Cruz, 1981), se presentaron 14 zonas de vida y slo dos de ellas reciben la denominacin tropical. En ese proceso de revisin y ajuste de conceptos, Holdridge (1978) divide al globo terrqueo en siete grandes regiones latitudinales (Cuadro 1). Obsrvese que se presentan separadas la regin tropical, subtropical, templada, templada fra hasta llegar a la polar, y en cada una de ellas hay diferentes zonas dependiendo de los pisos altitudinales y otros parmetros relacionados, como humedad y temperatura. De acuerdo con Walter (1971), el bosque lluvioso tropical es restringido principalmente a la zona climtica ecuatorial, que se extiende de 10 N a 10 S. Dicha zona se caracteriza, en particular, por rangos anuales de temperatura extremadamente pequeos. Con base en ese criterio, todas las zonas de la Repblica de Ecuador, por ejemplo, desde el nivel del mar hasta los picos ms altos, son tropicales. De tal forma, que en Centroamrica la regin tropical llega hasta Costa Rica y a partir de ah se inicia hacia el norte la regin subtropical. Los trpicos y subtrpicos reciben grandes cantidades de radiacin solar durante todo el ao, por lo que las fluctuaciones estacionales en temperatura son mniCaptulo 4
mas; los cambios estacionales son dados por la estacin lluviosa y la estacin seca. Por el criterio anterior, Guatemala es un pas subtropical, con una variabilidad de zonas ecolgicas debido a sus notables cambios altitudinales; en cada una de las zonas ecolgicas tambin existe una considerable diversidad de ecosistemas.
Cuadro 1. Rangos aproximados de las regiones de vegetacin en grados de latitud
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el potencial de evapotranspiracin PE (definido por la temperatura y el agua disponible). No utiliza lmites vegetativos para definir las reas climticas (Kimmins, 1997). Al aplicarlo a Guatemala se discriminaron 13 zonas climticas (Figura 2).
Los tipos propuestos por Kppen fueron definidos con base en lmites arbitrarios de temperatura. Se utilizan subndices para obtener subunidades climticas ms homogneas. De acuerdo con la clasificacin de Kppen, se elabor el mapa climtico de Guatemala, con datos producidos por el Programa de Emergencia por Desastres Naturales (PEDN) y es propiedad del Instituto Geogrfico Nacional; fue digitalizado por el Sistema de Informacin Geogrfica del Ministerio de Agricultura Ganadera y Alimentacin (SIG-MAGA, 2002). El mapa elaborado con base en la clasificacin de Kppen, tambin presenta trece zonas climticas (Figura 3).
5.1.2. Clasificacin climtica de Kppen Kppen realiz observaciones de las condiciones climticas requeridas por varios grupos de plantas y relacion sus variaciones con caractersticas climticas como la temperatura y la precipitacin. Propuso una clasificacin mundial que consiste en los siguientes cinco tipos climticos: 1. Tropical lluvioso. 2. Seco. 3. Mesotrmico hmedo (templado caliente). 4. Microtrmico hmedo (bosque fro boreal). 5. Polar (tundra).
5.1.3. Comentarios a clasificaciones climticas Las clasificaciones climticas son muy generales y no contribuyen sustancialmente a comprender la diversidad de ecosistemas, aunque s reflejan la variacin climtica, ya que definen zonas climticas en el pas de mucha aplicacin y utilidad para la agricultura. Los mapas climticos de ambas clasifi-
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caciones, Thornthwaite y Kppen, muestran mucha correspondencia o similitudes de las reas delimitadas con cada sistema. No se aplican para tomar decisiones de un sitio especfico en relacin con conservacin o identificacin de ecosistemas, aunque son tiles para planificar a nivel regional y, fundamentalmente, para integrarlas con otras clasificaciones fisiogrficas y florsticas. Ambas clasificaciones estn bien documentadas en el Instituto Geogrfico Nacional y el Instituto de Sismologa, Vulcanologa, Meteorologa e Hidrologa (INSIVUMEH). Particularmente hay una buena base de mapas en el laboratorio de Sistemas de Informacin Geogrfica del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA). 5.2.
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1. La costa sur del Pacfico, planicie costera relativamente angosta, localizada paralelamente al litoral. 2. El altiplano occidental, que comprende un sistema montaoso y volcnico, orientado de oeste a este. 3. El noreste, o zona atlntica. 4. El norte, que incluye parte de la pennsula de Yucatn (Instituto Geogrfico Nacional, 1972). La clasificacin fisiogrfica del pas ha sido elaborada desde 1946, cuando Saunders, Holloway y Handley (1948) propusieron la distribucin de la vida silvestre de Guatemala en siete regiones generales: 1. Planicies de las costas del Pacfico 2. Cordillera del Pacfico 3. Los montes interiores conocidos como los Altos 4. La regin montaosa de Verapaz 5. Los valles interiores relativamente ridos 6. Las tierras bajas tropicales de Petn 7. Las tierras bajas caribes, principalmente del departamento de Izabal Aunque fue propuesta para el estudio de la vida silvestre, esta clasificacin es fisiogrfica porque se basa en las formas de la tierra. Posteriormente, en la dcada de 1960, el Instituto Geogrfico Nacional (IGN) elabor una clasificacin fisiogrfica con las siguientes diez grandes regiones: 1. Llanura costera del Pacfico
Clasificacin fisiogrfica
Est basada en el tipo de suelo y en las diferentes formas de la tierra, particularmente en el relieve, como valles y montaas (Kimmins, 1997). Tiene la ventaja de que utiliza sensores remotos, por lo que pueden cartografiarse reas grandes de una forma relativamente rpida y con menores costos. Es una clasificacin casi constante por estar basada en caractersticas relativamente permanentes de un sitio y est definida por parmetros que determinan la composicin vegetal, estructura y productividad, es decir, poseen una cierta base ecolgica (Kimmins, 1997). Muchas clasificaciones se basan simplemente en el tipo de suelo (su desarrollo) y su relieve para definir clases. La diversidad de formas de la tierra, o configuracin de la superficie de Guatemala, primordialmente se debe a su complejidad geolgica y a su localizacin en una de las regiones del planeta con continua actividad ssmica (Instituto Geogrfico Nacional, 1972). La clasificacin ms general divide al pas en cuatro regiones geogrficas:
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2. Pendiente volcnica reciente 3. Tierras altas volcnicas 4. Tierras altas cristalinas 5. Depresin del Motagua 6. Tierras altas sedimentarias 7. Depresin de Izabal 8. Tierras bajas interiores de Petn 9. Cinturn plegado del Lacandn 10. Montaas Mayas 11. Plataforma sedimentaria de Yucatn (Instituto Geogrfico Nacional, 1972) (Figura 4) Una clasificacin fisiogrfica mucho ms desarrollada y con detallada informacin sobre la diversidad de formas de la tierra o configuracin de la superficie de Guatemala es presentada en el mapa fisiogrfico-geomorfolgico (Figura 5) con las mismas diez grandes regiones anteriores, pero cada una de ellas dividida en varias subregiones (MAGA, 2002). A manera de comentario, las diferentes clasificaciones fisiogrficas muestran las distintas etapas de su desarrollo, basadas en un rigor cientfico. La clasificacin fisiogrfica-morfolgica (Figura 5) presenta un avanzado desarrollo al subdividir y clasificar cada una de las diez regiones originales. Se observa que dicha clasificacin est muy perfeccionada y es precisa para combinarla con clasificaciones de otros enfoques, particularmente los de ecoregiones y de zonas de vida de Holdridge. Es un excelente instrumento para, a partir de grandes regiones biogeogrficas, comprender mejor los elementos que ayudan a diferenciar ecosistemas comprendidos en zonas
ecolgicas parecidas climticamente. Asimismo, es til para profundizar en estudios florsticos, especialmente para entender la base estructural de las comunidades vegetales teniendo como insumo al suelo mismo.
5.3.Clasificacin vegetativa basada en biomas 5.3.1. Conceptos generales Hay varios mtodos para realizar clasificaciones utilizando la vegetacin, ya sea por funcionalidad como por estacionalidad, forma, crecimiento de las plantas, etc. La primera aproximacin fue realizada por Humboldt y Grisebach (Kimmins, 1997), quienes caracterizaron clases de vegetacin segn el crecimiento de las plantas dominantes y el tipo de ambiente (concepto bsico de este tipo de clasificacin). A esas clases se les llam formaciones, las cuales para muchos autores son anlogas a biomas, conceptualizadas como tipos de comunidades de plantas en un
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continente determinado, y caracterizadas por su fisonoma y el rango de ambientes en los cuales esa fisonoma es una adaptacin (Kimmins, 1997; Mueller-Dombois y Ellemberg, 1974; Whittaker, 1970). Algunos ejemplos son sabana, una estepa, un prado alpino y un pantano salado; todos estn dominadas por plantas con igual forma de vida (herbceas, en su mayora gramneas), pero corresponden a distintas formaciones por las diferencias fsicas en los ambientes. Bioma, como concepto ampliamente aceptado, consiste en la formacin vegetal en un continente en particular, asociado con comunidades animales y microbianas, junto con el ambiente fsico que lo caracteriza; grupo de ecosistemas donde los productores tienen formas de crecimiento similares y los consumidores tienen hbitos similares de alimentacin (Kimmins, 1997). El trmino bioma ha sido utilizado desde tiempos remotos para describir grandes regiones o formaciones vegetales, con formas de vida propias y especies nativas. El concepto ha sido utilizado para territorios ms pequeos, como en Guatemala. En este contexto se define como un conjunto de ecosistemas afines por sus caractersticas estructurales y funcionales. 5.3.2. Clasificacin de biomas segn Villar La clasificacin basada en biomas, aplicada a Guatemala, inicialmente fue propuesta por Villar Anleu (1983). El autor reconoce que desde 1983 ha estado realizando un preliminar intento de clasificacin ecolgica de los ambientes naturales de Guatemala, en el que emplea por primera vez el trmino bioma para calificar a las unidades biogeogrficas terrestres del pas (Villar Anleu, 1983), fundamentndose en un amplio anlisis de la clasificacin de biomas propuesto por Upvardy (1975), adoptado por la Unin Mundial para
Conservacin de la Naturaleza (UICN). Inicialmente fueron propuestos los siguientes nueve biomas: selva tropical hmeda, sabana de pino, selva montaa muy hmeda, selva tropical pluvial perennifolia, pramo hmedo, bosque de montaa, chaparral espinoso, selva premontana muy hmeda y selva basimontana hmeda (Villar Anleu, 1983).
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Llanura costera del pacfico Pendiente volcnica reciente Tierras altas volcnicas Tierras altas cristalinas Depresin de Motagua Agua Tierras altas sedimentarias Depresin de Izabal Tierras bajas interiores del Petn Cinturn plegado del Lacandn Montaas Mayas Plataforma sedimentaria de Yucatn
Ligeramente afinada en cuanto al nmero de biomas, pero con menos discusin, posteriormente Villar Anleu (1998) hace la propuesta de las provincias biogeogrficas del territorio guatemalteco, adaptada y modificada a partir de Udvardy (1975). Propone los siguientes siete biomas guatemaltecos:
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1. Selva tropical hmeda. 2. Selva tropical lluviosa. 3. Selva de montaa. 4. Bosque de montaa. 5. Chaparral espinoso. 6. Selva subtropical hmeda. 7. Sabana tropical hmeda (Figura 6).
El mismo autor conceptualiza bioma como la agrupacin ms o menos numerosa y extensa de ecosistemas terrestres, que mantienen entre s definidas relaciones estructurales y funcionales. Hace una diferenciacin entre bosque y selva considerando que, en el sistema que propone, algunos biomas son considerados como bosque y otros como selva. Denomina bosque a la formacin vegetal bsicamente monoestratificada, constituida por una o muy pocas especies, con sotobosque relativamente escaso o nulo, y bejucos muy pocos o decididamente escasos, mientras
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Bioma Selva Tropical Hmeda Selva Tropical Lluviosa Selva de Montaa Chaparral Espinoso Bosque de Montaa Selva Tropical Hmeda Sabana Tropical Hmeda
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que denomina selva a la formacin de alta diversidad florstica, generalmente multiestratificada, con sotobosque muy rico y variado, bejucos abundantes (Villar Anleu, 1998). Se agrupan todos los ecosistemas de estructura y organizacin semejantes, compuestos por varias poblaciones bajo el concepto de bioma. Una sntesis de las principales caractersticas de cada bioma se presenta en el Cuadro 2. En torno al sistema de biomas propuesto por Villar (1998; 2003), se estima que las reas incluidas en cada categora son ligeramente parecidas a las del enfoque fisiogrfico propuesto por Saunders, Holloway y Handley (1948), pero los trminos y explicaciones utilizadas para nombrarlas son novedosos y en gran medida basados en Upvardy (1975). En la documentacin revisada (Villar, 1998; 2003) no se fundamentan los criterios cientfi-
cos para delimitar y nombrar cada categora. El concepto de selva y bosque no se apoya en una definicin ecosistemtica de bosque. Los trminos utilizados para nombrar las categoras del sistema como tropical y subtropical, montaa y sabana, confunden. Se describe a la selva de montaa dentro del Reino Nertico, aunque es notoria en estos ecosistemas la presencia de especies neotropicales. El sistema no permite identificar y profundizar en la diversidad de ecosistemas, considerando que incluye siete grandes categoras, pero facilita su entendimiento con respecto al sistema de clasificacin de biomas del mundo (Upvardy, 1975). 5.4. Clasificacin por ecorregiones Dinerstein, et. al. (1995) describe a las ecorregiones como conjuntos de comunidades naturales que estn geogrficamente deli-
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mitadas y comparten la gran mayora de sus especies, dinmica ecolgica, condiciones ambientales y cuyas interacciones ecolgicas son cruciales para su permanencia a largo plazo. No se obtuvo el fundamento cientfico que explica los criterios de la propuesta de las ecorregiones, pero s se enfatiza en unidades para evaluar y proponer la conservacin. El Fondo Mundial de la Vida Silvestre (WWF, siglas en ingls) define una ecorregin como un rea extensa de tierra o agua que contiene un conjunto geogrficamente distintivo de comunidades naturales que comparten la gran mayora de sus especies y dinmicas ecolgicas. En otras palabras, una ecorregin es un rea geogrfica caracterizada por contar con condiciones climticas similares, edficas, florsticas y faunsticas, en estrecha interdependencia, delimitable y distinguible una de otra, adems de utilidad prctica. Comparten condiciones medioambientales similares e interactan ecolgicamente de manera determinante para su subsistencia a largo plazo. Se toma en cuenta la escala espacial y la conservacin de los paisajes. Se utiliza la ecorregin como una unidad de anlisis donde se consigue un paisaje multifuncional. El trmino ha sido definido y empleado por el Fondo Mundial de la Vida Silvestre para priorizar reas de conservacin, habiendo elegido 238 ecorregiones como las ms representativas de los diferentes biomas de nuestro planeta. De ellas, 53 estn en Amrica Latina y el Caribe. Estas regiones se agrupan en el proyecto Global 2000 (Brunckhorst, 2000). Para Guatemala, se han identificado 14 ecorregiones, las cuales se presentan en un mapa, que tambin se ha oficializado en el CONAP (Figura 7) y se sintetizan sus caractersticas en el Cuadro 3. Claramente se muestra que se trata de una clasificacin ecosistemtica, en la cual se integran componentes geolgicos, morfolgicos, climticos y de vegetacin,
vlida para todo el mundo. Al aplicarla en Guatemala, se observa un significativo uso de la clasificacin geomorfolgica. El sistema de ecorregiones, de amplia difusin en el mundo a travs de la WWF, es integrador y, aunque no se conoce exactamente la metodologa empleada, se infiere el uso de diferentes enfoques (fisiogrficos, climticos y florsticos), la mayora de ellos se aplican a nivel mundial. Las ecorregiones se han utilizado para definir reas prioritarias de conservacin y de atencin. Tiene la ventaja de que comparte denominaciones con regiones similares en Mxico y Centroamrica. 5.5. Clasificacin basada en el sistema Holdridge 5.5.1. Introduccin al sistema Los sistemas de clasificacin en el continente americano y en Guatemala, se vieron fuertemente impulsados por Holdridge (1946) luego de su trabajo sobre la determinacin de las formaciones vegetales del mundo a partir de datos climticos. Hay que destacar que Holdridge no consideraba las formaciones como sinnimo de biomas, sino como sinnimo de zonas de vida, un trmino que an no se utilizaba. Como ya habamos mencionado, la primera aplicacin del sistema de Holdridge en Guatemala se hizo en 1950 al dividir al pas en cuatro fajas altitudinales: tropical, subtropical, montaa tropical media y montaa tropical alta, en las cuales estaban comprendidas 12 zonas de vida o formaciones segn Holdridge (Holdridge, Lamb y Mason, 1950). El enfoque inicial de dicha clasificacin fue climtico, presentndose, por faja, las siguientes zonas de vida: 1. Faja tropical: sabana tropical o bosque muy seco, bosque seco tropical, bosque tropical hmedo.
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Fuente: Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA), Universidad Rafael Landvar (URL) y Asociacin Instituto de Incidencia Ambiental (IIA) (2006)
2. Faja subtropical: sabana subtropical o bosque seco, bosque subtropical hmedo, bosque extrahmedo subtropical, bosque pluvial subtropical. 3. Faja de montaa tropical media: sabana tropical de montaa o bosque seco, bos-
que hmedo tropical de montaa, bosque extrahmedo tropical de montaa. 4. Faja de montaa tropical alta: pradera tropical de montaa o bosque hmedo, bosque extrahmedo tropical de montaa.
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Manglares de la costa Belicea Bosques hmedos del Atlntico de Centro Amrica Bosques secos de Centro Amrica Bosques montanos de Centro Amrica Bosques de pino-encino de Centro Amrica Bosques secos de la depresin de Chiapas Bosques montanos de Chiapas Arbustal espinoso del valle del Motagua Manglares del norte seco de las costas del Pacfico Manglares del norte de Honduras Bosques hmedos de Petn-Veracruz Bosques hmedos de la Sierra Madre de Chiapas Manglares de Tehuantepec-El Manchn Bosques hmedos de Yucatn
Ecorregiones terrestres
Signos convencionales
Cuerpos de agua Divisin departamental
Proyeccin:
Fuentes:
Conforme ha transcurrido el tiempo, la aplicacin del sistema de Holdridge en Guatemala ha experimentado cambios, los cuales fundamentalmente se observan en el nuevo nmero de zonas de vida cartografiadas y por el uso del trmino subtropical en lugar de tropical, cada vez ms elocuente, al intensificar el uso de pisos altitudinales para nombrar a las diferentes zonas de vida. Asimismo, se mejoraron las combinaciones de conceptos climticos y de vegetacin para nombrar a las zonas de vida. La concepcin bsica, en cuanto a determinacin de las formaciones vegetales a partir de datos climticos, no ha cambiado pero s se ha fortalecido en el de-
sarrollo de conceptos y en la aplicacin de los nombres de las zonas. Basado en el sistema Holdridge, De la Cruz (1981) desarroll el estudio Clasificacin de zonas de vida de Guatemala a nivel de reconocimiento, en el cual se presentaron 14 zonas de vida, de las cuales 12 se califican como subtropicales y slo dos reciben la denominacin de tropicales. Las zonas de vida son las siguientes: monte espinoso subtropical, bosque seco tropical, bosque seco subtropical, bosque hmedo subtropical (templado), bosque hmedo subtropical (clido), bosque muy hmedo subtropical (clido),
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bosque muy hmedo subtropical (fro), bosque pluvial subtropical, bosque muy hmedo tropical, bosque hmedo montano bajo subtropical, bosque muy hmedo montano bajo subtropical, bosque pluvial montano bajo subtropical, bosque hmedo montano subtropical y bosque muy hmedo montano subtropical. En ese mismo trabajo se reconoce la necesidad de realizar ms estudios para determinar otras zonas que, aunque son pequeas, son muy importantes especialmente para la proteccin, la investigacin y la enseanza (De la Cruz, 1981). En las ltimas dcadas, el sistema de Holdridge se ha fortalecido conceptualmente, especialmente por la publicacin del libro Ecologa basada en zonas de vida (Holdridge, 1978), en el que se explican los fundamentos climticos y su aplicacin a distintas regiones del mundo. Hay un cambio notable al transformarse de un enfoque climtico inicial a un enfoque integrado, ecosistemtico, porque utiliza variables climticas, fisiogrficas (rangos de altitud), florsticas (las denominaciones corresponden a fisonoma), etctera. 5.5.2. Fundamentos Se denomina zona de vida a la unidad climtica natural en la cual se agrupan diferentes asociaciones que corresponden a determinados mbitos de temperatura, precipitacin y humedad. Holdridge encontr que al asignar parmetros de biotemperatura (medida de calor) y precipitacin era posible determinar los lmites entre las unidades superiores de vegetacin. Como tercer factor para definir las zonas de vida, consider la humedad. Al utilizar esa informacin es posible encontrar la zona de vida correspondiente en el diagrama de clasificacin de las zonas de vida del mundo. Al seguir esos lineamientos, una zona de vida es un rea geogrfica cubierta por vegetacin de fisonoma y composicin caractersticas, comprendida en un rango determinado de factores climticos, principal-
mente como la temperatura, la precipitacin y la humedad. De acuerdo con Holdridge, las zonas de vida constituyen solamente la primera categora de las divisiones ambientales y son de gran utilidad para desarrollar estudios y comparaciones a nivel general. Sin embargo, se necesitan subdivisiones para adelantar anlisis ms especficos y tambin para incluir en el sistema de clasificacin factores ambientales de segundo orden como suelos, drenaje, topografa, vientos fuertes, nieblas y los diferentes patrones de distribucin de la precipitacin (Holdridge, 1978). El sistema de Holdridge se sintetiza en el diagrama de clasificacin de zonas de vida, en el cual se muestran los valores de los siguientes factores climticos: biotemperatura media anual, expresada en grados centgrados; precipitacin total anual, expresada en milmetros; y la humedad, determinada por la relacin entre temperatura y precipitacin (Figura 8). Holdridge observ que al usar los parmetros de biotemperatura y precipitacin podran determinarse los lmites entre unidades superiores de vegetacin, lo cual se muestra en el diagrama al estar aumentados logartmicamente los valores. Obteniendo previamente esos datos, se puede localizar en el diagrama el nombre correspondiente a cada regin. Para Holdridge, la biotemperatura media anual es el promedio de las temperaturas entre 0 C y 30 C, durante el perodo total. El clculo se logra sumando las temperaturas entre 0 C y 30 C de cada mes y se divide entre 12, que es el nmero de meses. Se considera que por debajo de los 0 C y sobre 30 C no hay vida vegetativa activa, por lo cual se toma ese rango para estimar la biotemperatura. Los principales resultados del sistema de Holdridge se expresan en el mapa correspondiente con 14 zonas de vida (Figura 9), en el anlisis de los parmetros de cada zona
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Di ers d Dive sid d de ec sistemas en G atemala Diversidad de ecosistemas en Guatemala da ec sis ema cos Gua emala atem
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de vida, en la cuantificacin de superficie de cada zona de vida (Cuadro 4) y sus especies indicadoras (Cuadro 5). 5.5.3 Esquema biogeoclimtico de zonificacin Las bases tericas de zonas de vida, de acuerdo con el desarrollo de este estudio, radican en el concepto de zona biogeoclimtica que se deriva del de zonas de vegetacin. ste, a su vez, se refiere a la cobertura vegetal encontrada en una regin o zona geogrfica especfica, que tiene un macroclima uniforme. Y la cobertura vegetal de una regin o zona macroclimtica usualmente muestra un nmero de diferentes comunidades vegetales como un mosaico de vegetacin. Por lo tanto, el concepto zonal es enteramente diferente del concepto de formacin, que se refiere a una comunidad especfica, estructural o fisonmica (Mueller-Domboios y Ellemberg, 1974).
De acuerdo con Krajina (1965), citado por Mueller-Dombois y Ellemberg (1974), zona biogeoclimtica implica un reconocimiento zonal no solamente de la vegetacin y el clima, sino tambin de los animales, el suelo y el sustrato geolgico. El mismo autor define zona biogeoclimtica como un rea geogrfica que es controlada predominantemente por el mismo macroclima y caracterizada por el mismo suelo y la misma vegetacin (vegetacin homognea) en esencia, por lo tanto, una zona biogeoclimtica puede ser considerada un ecosistema grande que contiene un nmero de ecosistemas pequeos. En este sentido, el sistema de Krajina no es un esquema de vegetacin, sino un esquema ecosistemtico (Mueller-Dombois y Ellemberg, 1974). El entorno geogrfico de la zona biogeoclimtica es definido climticamente, vegetacionalmente y pedolgicamente. Las zonas son reconocidas en el campo por la misma
Figura 8. Diagrama de clasificacin de las zonas de vida del mundo Fuente: Holdridge (1978)
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me-S bs-T bs-S bh-S (t) bh-S (c) bmh-S(c) bmh-S (f) Monte espinoso Subtropical Bosque seco Tropical Bosque seco Subtropical Bosque hmedo Subtropical (templado) Bosque hmedo Subtropical (clido) Bosque muy hmedo Subtropical (clido) Bosque muy hmedo Subtropical (fro) bp-S bmh-T bh-MB bmh-MB bp-MB bh-M bmh-M Bosque pluvial Subtropical Bosque muy hmedo Tropical Bosque hmedo Montano Bajo Subtropical Bosque muy hmedo Montano Bajo Subtropical Bosque pluvial Montano Bajo Subtropical Bosque hmedo Montano Subtropical Bosque muy hmedo Montano Subtropical
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vegetacin zonal, el mismo suelo zonal y el mismo macroclima. 5.5.4. Comentarios El sistema de Holdridge tiene un enfoque ecosistemtico, que parte de fundamentos climticos para establecer sus principales parmetros y luego integrarlos con elementos de otros sistemas. Por ello, es susceptible de ser desarrollado ampliamente en cada pas. La ventaja de este sistema es que permite predecir las zonas de vida que pueden encontrarse al viajar entre dos zonas identificadas de diferente piso altitudinal, e identificar en el terreno los cambios de las especies y la fisonoma de la vegetacin. Tiene la versatilidad de identificar los distintos ecosistemas,
por la variacin climtica y la temporalidad (sucesin ecolgica) de cada zona de vida. Ha sido aplicado a toda Centroamrica y en general en todo el mundo. Es un sistema verstil, con posibilidades de ser mejorado en trminos de calidad (especies presentes, indicadoras, etc.) y lograr as ms precisin al aplicarlo en el pas en una mejor escala, en la medida que se tenga una mejor base de datos climticos. Sin embargo, tiene varias contradicciones que conceptualmente son corregibles. Contradictoriamente a los rangos aproximados de la vegetacin en grados de latitud propuestos por Holdridge (1978) para las grandes regiones, particularmente para tropical y
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Figura 12. Bosque hmedo subtropical clido. Crdito: Azurdia, C. Figura 13. Bosque muy hmedo tropical. Crdito: CONAP Figura 14. Bosque muy hmedo montano bajo. Crdito: Castaeda, C. Figura 15. Bosque muy hmedo montano subtropical. Crdito: Azurdia, C.
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Fuente: De la Cruz (1981)
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subtropical, el sistema aplicado a Guatemala incluye 12 zonas subtropicales y dos tropicales. Si se considera que Guatemala, segn la propuesta de Holdridge (1978), est en el subtrpico, todas las zonas de vida debieran llevar ese calificativo. De acuerdo con MAGA (2002), es necesario realizar trabajos de campo para delimitar ciertas zonas de vida que an falta precisar, entre las cuales mencionan el Tringulo Ixil en Quich (Nebaj, San Juan Cotzal y Chajul) y partes de Huehuetenango, para delimitar ciertas zonas de vida, como el bosque muy hmedo subtropical clido y el bosque hmedo montano subtropical. En dichas regiones se necesita un ajuste con base en las informaciones climticas y altitudinales de la base cartogrfica digital, a una escala de 1:250,000 con la cual se cuenta en la actualidad. 5.6. Ecosistemas vegetales del INAB El Instituto Nacional de Bosques de Guatemala (INAB, 2001) public el mapa de ecosistemas vegetales de Guatemala, realizado como parte de un estudio que, a nivel centroamericano, auspici el Banco Mundial. Se identificaron 66 tipos de ecosistemas (41 naturales y 25 con distintos tipos de intervencin humana), los cuales se agrupan y sintetizan en el Cuadro 6. El mapa de ecosistemas es resultado de la interpretacin de la cobertura y situacin general de los ecosistemas, pero no constituye un sistema de clasificacin. Sin embargo, muestra un primer reconocimiento, a nivel muy general.
respecto, para concluir con ms fundamentos sobre la alta diversidad de ecosistemas. En un contexto biogeogrfico, se entiende que la diversidad de ecosistemas se mide cuantificando la heterogeneidad biogeogrfica en una zona o regin dada. En la medida que haya biodiversidad geogrfica en una regin, sta tendr mayor diversidad de ecosistemas. Para muchos eclogos este nivel de la diversidad se conoce como diversidad gamma. Los diferentes enfoques de clasificacin nos muestran que en el pas hay varias regiones biogeogrficas (particularmente el sistema de biomas) y en ellas mismas hay diversidad de ecosistemas, diferentes de aquellos parecidos de otras regiones biogeogrficas. El sistema de ecorregiones, por ejemplo, clasifica cuatro sistemas de manglar para propsitos de conservacin: manglar de la costa belicea, manglar del bosque seco de la costa del Pacfico, manglar de Tehuantepec-El Manchn y manglar del norte de Honduras. Los dos del ocano Atlntico son diferentes entre s, como tambin ocurre con los dos del ocano Pacfico. Esa diferencia muestra la heterogeneidad biogeogrfica, aunque los cuatro ecosistemas sean manglar. Cada sistema de clasificacin proporciona datos numricos sobre las unidades cuantificadas, pero ello no significa que se sea el nmero de ecosistemas. El nmero de ecosistemas es mayor si tomamos en cuenta que cada unidad clasificada tiene varios ecosistemas, y que algunas unidades pueden tener hasta 20 ecosistemas identificables. Esto no ha sido an estudiado en Guatemala y merece un tratamiento ms acucioso en el futuro. En el sistema de Holdridge, por ejemplo, se identifica el bosque seco subtropical clido como una unidad y se ubica en cuatro regiones diferentes: 1. Bosque seco de oriente, compartiendo partes de Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa.
6. DIVERSIDAD ECOLGICA
6.1. Diversidad de ecosistemas Como ya hemos visto, Guatemala tiene gran diversidad de ecosistemas en las distintas jerarquas. En este apartado se profundiza al
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2. Bosque seco de Baja Verapaz, compartiendo partes de San Jernimo, Salam y Cubulco. 3. Bosque seco de Huehuetenango, compartiendo partes de Nentn y Santa Ana Huista. 4. Bosque seco de la costa del Pacfico. Climticamente dichas zonas estn comprendidas en los mismos rangos de temperatura,
precipitacin y evapotranspiracin, pero en zonas fisiogrficas, y por ello edficas, diferentes. Cada una de esas zonas tiene sus propios ecosistemas, algunos parecidos. De ellos, uno de los ms particulares es el bosque seco de Nentn, por sus caractersticas de endemismo; en l es posible hallar especies que no se encuentran en los otros bosques secos, tales como el ciprecillo (Juniperus comitana), corazn bonito (Decatropis paucijuga) y pata de pava (Comocladia guatemalensis), las tres especies endmicas del
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Fuente: INAB (2001)
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sur de Mxico y Guatemala. El pas tiene alta variacin de comunidades (coenoclinos o gradientes de la comunidad) y diversidad de ensamblajes de factores fsicos de ambiente, o ecoclinos, en sus diferentes formas terrestres, como inicialmente se plante en la seccin 3 de este captulo. Esa variacin ambiental es fcilmente identificable, especialmente en las grandes montaas, lo cual genera muchos ecosistemas diferentes, algunos singulares. Un ejemplo muy ilustrativo de esos cambios, y por ello de la diversidad de ecosistemas, se presenta en la Sierra de las Minas. El rea que se expone hacia el Polochic y que recibe directamente las corrientes de humedad del norte, tiene zonas de vida diferentes a las de aquella regin que drena al ro Motagua, la
cual es opuesta a la corriente de humedad que proviene del norte, por lo que en su parte ms baja se localiza el bosque espinoso o muy seco (Figura 21). Para ampliar la explicacin sobre la Sierra de las Minas, se observa que la zona de vida que est entre 180 y 400 msnm, en el rea colindante con el ro Polochic, es bosque muy hmedo, mientras que a la misma altura, en la parte que est hacia el ro Motagua, es bosque muy seco o espinoso (Figura 22). Al viajar y ascender o descender de un piso altitudinal a otro, y especialmente desde el nivel del mar hasta la cumbre de una montaa, es posible observar la secuencia de comunidades biticas, coenoclino o gradiente de la comunidad y la secuencia de ambientes fsicos o complejo de gradientes, que juntos hacen una secuencia de combinaciones de
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Figura 21. Sierra de las Minas, foto tomada desde monte espinoso (185 msnm), La Fragua, Zacapa. Al ascender pueden identificarse al menos seis zonas de vida, cada una con diferentes ecosistemas. Crdito: Castaeda, C.
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Figura 22. Ejemplo de la diversidad de zonas de vida, y ecosistemas, en una parte de la sierra de las Minas. (Modelo elaborado por Csar Castaeda para trabajo an no publicado de Defensores de la Naturaleza, Guatemala, que autoriz su utilizacin)
diferentes tipos de ecosistemas o ecoclinos. Es impresionante, por ejemplo, hacer el recorrido hacia el conjunto montaoso en el cual yacen los volcanes Tajumulco y Tacan. Si se inicia a partir del Puerto de Ocs, al nivel del mar, y se asciende en vehculo a 3,500 msnm en menos de cuatro horas, en reas superiores a los poblados de San Sebastin o Ixchigun, cerca de los conos de ambos volcanes, se observa la variabilidad de ecosistemas. En ese recorrido fcilmente se identifican seis zonas de vida, con muchos ecosistemas en cada una de ellas. La sierra de los Cuchumatanes, en Huehuetenango, es otra muestra de la gran diversidad y variabilidad de ecosistemas. Si se accede a ella subiendo de la cabecera municipal de Huehuetenango (1,800 msnm) hacia la par-
te ms alta ubicada en Todos Santos, puede apreciarse que la diversidad de ecosistemas es diferente de la que se observa si se asciende directamente por el lado de Nentn, con bosque seco de 600 msnm, hasta llegar a los 3,000 msnm del mar de San Mateo Ixtatn, o ascender por Yalambojoch, donde se observan otros ecosistemas de bosque muy hmedo y pluvial, hasta llegar al mismo punto de San Mateo Ixtatn (Figura 23). Muchos ejemplos se encuentran en otras montaas. En conclusin, la diversidad de ecosistemas en Guatemala es muy significativa en relacin con el rea. En cada unidad de clasificacin se encuentran numerosos ecosistemas, los cuales se incrementaran mucho ms si se tomaran en cuenta las intervenciones humanas y la variabilidad que stas han genera-
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do. Para profundizar en su conocimiento, es necesario realizar estudios de los diferentes ecosistemas en cada unidad clasificada (biomas, ecorregiones, regin fisiogrfica, zona de vida, etc.). Es recomendable utilizar el sistema de zonas de vida de Holdridge para todo el pas, lo cual implica el uso del anlisis y cartografa,a una escala menor, deseablemente 1:50,000. Con ese fundamento, la informacin podra aplicarse, si se deseara, a cualquier otra unidad de clasificacin. 6.2. reas de mayor endemismo La revisin de la Flora de Guatemala (Standley, et al., 1946), y todas las monografas recientes que actualizan parte de la informacin de Standley, podra permitir hacer un excelente recuento inicial de las especies endmicas, su lugar de colecta y distribucin, para as lograr una buena aproximacin de
las mayores reas de endemismo de Guatemala. En este apartado se hace un breve anlisis basado en las observaciones realizadas acerca de los ecosistemas. Los departamentos con mayor nmero de zonas de vida en sus montaas, variabilidad que an no ha sido bien estudiada en relacin con los ecosistemas, son los siguientes: Huehuetenango, Quich, El Progreso y Zacapa. Pero, en realidad, la diversidad de ecosistemas se complementa porque comprende dos conjuntos con los siguientes departamentos: 1. Sistema montaoso de los Cuchumatanes, que incluye Huehuetenango y Quich. 2. Sistema montaoso de la Sierra de las Minas, que incluye los departamentos de El Progreso, Zacapa, Alta Verapaz e Izabal.
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Figura 23. Sierra de los Cuchumatanes, Huehuetenango, fotografiada desde bosque seco. Al ascender pueden observarse cinco zonas de vida, cada una con diferentes ecosistemas. Crdito: Castaeda, C.
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En esos dos sistemas, incluyendo sus partes bajas, es donde hay ms endemismo y diversidad de ecosistemas en Guatemala. Ese endemismo est relacionado con diversos factores que han posibilitado e inducido la evolucin, tales como un relativo aislamiento geogrfico. Ello se observa muy bien en los diversos ecosistemas de los valles de Nentn, Huehuetenango, que constituyen parte del bosque seco, rodeado de grandes montaas (Cuchumatanes, Sierra Madre de Cuilco y parte de la Sierra Madre de Comitn, Mxico), lo cual explica su endemismo. Lo mismo ocurre en el valle del Motagua, donde se ubica el bosque muy seco o monte espinoso, rodeado de montaas, lo cual tambin explica su endemismo. Los diversos ecosistemas del monte espinoso tienen varias especies endmicas. En conclusin, en los sistemas formados por las sierras de los Cuchumatanes y de las Minas, desde sus partes ms bajas hasta las ms altas (en sus distintos pisos altitudinales), es donde se presenta mayor endemismo. Hay coincidencia entre las regiones con mayor diversidad de ecosistemas y aquellas con endemismo y hallazgos de ancestros de plantas cultivadas. 6.3. Diversidad de ecosistemas lacustres La diversidad de sistemas lacustres, en forma de lagos, lagunas y lagunetas, o humedales menos temporales, es tambin un indicador de la diversidad de ecosistemas. Sin embargo, sus propias caractersticas no han sido estudiadas ni valoradas a profundidad. Actualmente estn en un rpido proceso de deterioro debido a la intervencin humana caracterstica de sistemas sociales atrasados en desarrollo social, como es el caso guatemalteco (Castaeda, 1995). Los anlisis realizados para 1990, con informacin cartogrfica de 1960, registraron
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aproximadamente 1,151 sistemas lacustres, con 7 lagos, 365 lagunas y 779 lagunetas (Castaeda, 1995), lo cual tambin muestra la diversidad de dichos ecosistemas, distribuida en distintas zonas ecolgicas. 6.4. Bosques de galera y diversidad Se denomina bosques de galera a aquellos ubicados en las riberas de los arroyos o ros. Los bosques de galera en general constituyen fuente de diversidad de ecosistemas en Guatemala, pero cobran especial relevancia en los bosques secos y muy secos por la variacin significativa del gradiente de humedad. Esto se destaca y observa en Zacapa y El Progreso, en el oriente del pas, en los ros que descienden de la Sierra de las Minas y las montaas de Jalapa, y en la parte baja de Huehuetenango, especialmente en Santa Ana Huista y Nentn, en los ros que descienden de los Cuchumatanes. Las riberas de los ros de Huehuetenango, en la parte baja, son las nicas en Guatemala que constituyen el hbitat del ahuehuete (Taxodium mucronatum) (Figura 24). Los bosques de galera que seguramente han impactado significativamente en la diversidad biolgica de la regin son los de aquellos ros que descienden de la Sierra de las Minas, particularmente los ubicados en las zonas de bosque seco y muy seco. Particular atencin merecen los bosques de galera de los ros Hato, Teculutn, Hondo, y otros, porque fueron parte del corredor de alguna fauna silvestre hacia la Sierra de las Minas.
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Figura 24. Bosque de galera, ro Lagartero, Nentn, Huehuetenango, con ahuehuete (Taxodium mucronatum) en sus riberas. Crdito: Prez Irungaray, G.
protegidas deben incluir una zonificacin, que discrimine zonas ncleo, de amortiguamiento y de usos mltiples. La mayora de las reas protegidas, aunque no todas, incluyen sus respectivas zonas de amortiguamiento, las cuales se definen como aquellas que tienen por objeto la conservacin, el manejo racional y la restauracin de la flora y fauna silvestres, recursos conexos y sus interacciones naturales y culturales. Para su adecuado manejo se clasifican en parques nacionales, biotopos, reservas de la bisfera, reservas de uso mltiple y otras categoras definidas en la ley respectiva (Decreto nmero 4-89 y sus reformas del Congreso de la Repblica de Guatemala). La ltima lista de reas protegidas fue aprobada por el Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP), el 11 de junio de 2007. En esta lista se definen 213 reas protegidas de
distinta categora, aunque an est pendiente la publicacin del mapa correspondiente. Sin embargo, se cuenta con un mapa que ofrece el 99% de la informacin actual (Figura 25). La representatividad de las distintas unidades clasificadas, dependiendo del sistema, fue analizada y cuantificada por CONAP (1999). En el presente captulo, nicamente se realiza el anlisis utilizando el sistema de zonas de vida de Holdridge. Las zonas de vida con mayor superficie en las reas protegidas son el bosque hmedo subtropical clido (73%) y el bosque muy hmedo montano subtropical (70%), mientras que con la menor superficie protegida estn el monte espinoso subtropical (0%), el bosque pluvial subtropical (0.7%), el bosque seco subtropical (1.5%) y el bosque seco tropical (2.7 %) (MAGA, 2002).
Captulo 4
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Captulo Capitulo 4
rea de proteccin especial rea de uso mltiple rea sin proteccin Biotopo Monumento Cultural Monumento Natural Parque nacional Parque Regional Refugio de vida silvestre Reserva biolgica Reserva de biosfera Reserva natural privada Reserva protectora de Manantiales Zona de amortiguamiento Zona de uso mltiple Zona de veda definitiva
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El departamento que posee mayor superficie en reas protegidas es Petn, seguido de Izabal. Los departamentos que poseen menos reas protegidas son Guatemala, Retalhuleu y Santa Rosa. En resumen, el SIGAP representa el 33% del territorio nacional (aproximadamente 35,000 km2). Las reas protegidas de Petn constituyen el 78% del SIGAP (MAGA, 2002). Las tierras altas volcnicas, especialmente en los Cuchumatanes, donde se ubica la mayor parte de las cabeceras de cuencas, poseen muy pocas reas protegidas; ninguna en Todos Santos, a pesar de ser una zona muy particular. Es importante que las reas de proteccin, especialmente de los Cuchumatanes, adquieran una categora definitiva, vinculada a la problemtica integrada del manejo de los recursos naturales renovables (MAGA, 2002). 7.2. Representatividad de ecosistemas Cada unidad correspondiente a cada sistema de clasificacin incluye varios ecosistemas, y muchas de dichas unidades estn incluidas en otras. Pero cada sistema cumple con ciertos propsitos con ventajas y desventajas. Lo importante, desde el punto de vista de la diversidad de ecosistemas, es que independientemente del sistema empleado, el pas tiene alta diversidad de ecosistemas, como se demuestra con los fundamentos tericos aplicados anteriormente. Cada zona de vida de Holdridge abarca varios ecosistemas, dependiendo del estado de desarrollo y de aspectos ambientales fsicos bien definidos. Los departamentos que poseen ms de cinco zonas de vida bien representadas en superficie, sugiriendo mayor diversidad de ecosistemas, son los siguientes: Huehuetenango, Quich, El Progreso y Zacapa (MAGA, 2002). Ello representa el nmero de zonas de
vida identificadas y cartografiadas, de acuerdo con la escala utilizada (1:1,000,000). Sin embargo, en los recorridos de campo se percibe que en la realidad guatemalteca hay muchas ms variaciones y as ms zonas de vida, pero no son identificables ni cartografiables a esa escala. Se infiere que el pas dara un paso muy importante si el sistema de Holdridge se aplicara con una mejor escala, deseablemente a 1:50,000. Petn es el nico departamento con dos zonas de vida bien representadas por las grandes superficies involucradas, pero cada una de ellas tiene muchos ecosistemas, en una dinmica muy significativa de temporalidad. Es importante destacar que desde el punto de vista fisiogrfico, y particularmente por la clase de suelos, los bosques hmedos y muy hmedos del norte (Franja Transversal del Norte y Petn) son similares en fisonoma (apariencia florstica), pero diferentes en algunas especies a los que hubo y an quedan en el sur (costa del Pacfico de Guatemala). Hay especies de rboles muy evidentes y presentes nicamente en los bosques hmedos clidos de la costa sur, como el volador (Terminalia oblonga); sin embargo, el canxan (Terminalia amazonia) y puct (Bucida buceras), ambas de la familia Combretaceae, se encuentran nicamente en los bosques hmedos clidos del norte (Franja Transversal del Norte, Petn e Izabal). Hay ejemplos de otras especies o grupos de especies.
Captulo Capitulo 4
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tintas instituciones vinculadas a conservacin y aprovechamiento de los recursos naturales apliquen el sistema de Holdridge, y as realicen estudios con mayor detalle, de manera que permitan identificar y caracterizar los distintos ecosistemas comprendidos en cada zona. Actualmente se est concluyendo un anlisis riguroso, denominado Desarrollo de Anlisis de Vacos de Representacin y Omisiones Ecosistmicas del Sistema de reas Protegidas (SIGAP), anlisis concebido en el marco del Convenio NISP (National Implementation Support Partnership), con el apoyo de CONAP y TNC, programa Guatemala. En ese anlisis se proponen las reas no cubiertas, entre ellas corredores, indicando planes de accin, alcances y viabilidad operativa. En ese sentido, se reconoce que dicho estudio puede ser la base presente y futura para continuar con el desarrollo de las reas protegidas, que incluya a los distintos ecosistemas. 8.2. reas que merecen atencin especial A continuacin se mencionan algunas reas que merecen atencin especial por la singularidad de sus ecosistemas. Seguramente muchas estn incluidas en el NISP Sin embargo . se destacan algunos aspectos particulares: a. Algunas reas protegidas, especialmente de lagunas, actualmente tienen mucha perturbacin y son protegidas nicamente en papel (laguna Yolnajab en Nentn, Huehuetenango (Figura 26) y laguna Chichoj, San Cristbal Verapaz, Alta Verapaz). b. Parte alta de montaa de Pinula, entre San Jos Pinula y Mataquescuintla. Bosque muy hmedo montano bajo y probablemente rea de bosque muy hmedo montano. Buen sitio, que tiene relacin florstica con la Sierra de los Cuchumatanes y Sierra de las Minas en cuanto fun-
ciona como corredor biolgico. En todas ellas se comparten algunas especies: Pinus ayacahuite, P rudis, Abies guatemal. ensis, etctera. c. Bosque seco de Huehuetenango, particularmente rea del Cimarrn. Excelente sitio. Varias especies endmicas (Figura 27). d. Partes de San Mateo Ixtatn, particularmente de Yalambojoch, donde an hay pequeas reas de saraguate de altura. e. Comunidades de Pinus chiapensis, en partes de Barillas, Huehuetenango, y Nebaj, Quich (Figura 28). f. Algunos bosques remanentes de la costa sur, donde es evidente la prdida de toda su fauna. Particularmente es importante para la conservacin del loro cabeza amarilla (Amazona ochrocephala). g. Distintas reas de bosques hmedos y muy hmedos de Petn, particularmente por muchos humedales que estn desapareciendo. Aun en la zona de la Reserva de la Bisfera Maya debe analizarse la dinmica de algunas lagunetas y aguadas (cibales). h. Sistemas krsticos de Lanqun (cuevas y nacimiento del ro Lanqun) y Semuc Champey (Figura 29).
Captulo 4
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bles, que se pueden clasificar en 10 regiones fisiogrficas, 7 biomas, 14 ecorregiones, 66 ecosistemas (41 naturales y 25 intervenidos con actividades antropognicas, propuesto por INAB) y 14 zonas de vida de acuerdo con el sistema Holdridge. En cada regin o zona identificada, independientemente del sistema utilizado, hay varios ecosistemas. Al analizar las caractersticas florsticas de Guatemala (Standley, et al., 1946), y tomando en cuenta el nmero de especies endmicas de un pas por unidad de rea, Guatemala representa el tercer pas a nivel mundial con mayor diversidad de angiospermas, comparado con los 29 pases ms diversos del mundo (CONAP 2006; MacVean, , Schuster & Cano, 2001). Por otro lado, con respecto a la fauna, tambin ocupa el tercer lugar a nivel mundial con mayor diversidad de vertebrados por unidad de rea, al incluir
a todos los peces de agua dulce, anfibios, reptiles, aves y mamferos (CONAP 2006). , Sin embargo, los datos ms recientes que se muestran en el Captulo 6, indican que hay no menos de 800 especies vegetales endmicas. Guatemala es considerado un pas megadiverso caracterstica que comparte con 29 naciones debido a una serie de factores geolgicos, ambientales y geogrficos propios (CONAP 2006). Por otro lado, Mitter, meier et al. (1999) tambin consideran a Guatemala un pas megadiverso, al estar incluido en la regin mesoamericana, una de las regiones del mundo biolgicamente ms diversas y amenazadas. Mesoamrica no fue incluida originalmente entre las 18 regiones identificadas por Myers (1990), citado por Mittermeier et al (1999), como las ms ricas y amenazadas del mundo, pero fue agregada a la lista por la institucin Conservacin
Captulo 4
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Figura 27. El Cimarrn, excelente sitio para conservacin de bosque seco, Nentn, Huehuetenango. Crdito: Castaeda, C.
Figura 28. Rodal de Pinus chiapensis en Barillas, Huehuetenango; nicos en el rea guatemalteca. Crdito: Castaeda, C.
Captulo 4
Figura 29. Sistema krstico de Semuc Champey, Lanqun, Alta Verapaz. Crdito: Castaeda, C.
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Internacional (CI) en 1990 (Mittermeier et al., 1999). Otro indicador significativo de la diversidad de ecosistemas de Guatemala es su amplia riqueza de recursos fitogenticos, al formar parte importante de uno de los ocho megacentros de plantas cultivadas del mundo (sur de Mxico y Amrica Central). En esta regin se originaron muchas especies, como el maz (Zea mays), frijol comn (Phaseolus vulgaris), frijol piloy (Phaseolus coccineus), gisquil (Sechium edule), cacao (Theobroma cacao), ayotes (Cucurbita spp.), chiles (Capsicum sp.), aguacate (Persea americana), tabaco (Nicotiana tabacum), algodn (Gossypium spp.), bledo (Amaranthus sp.), gicoy (Cucurbita pepo), hierbamora (Solanum sp.) y otras especies cultivadas y en proceso de domesticacin, que en el pas tienen alta variabilidad. Ello es una evidencia fundamental en el anlisis de la megadiversidad de Guatemala, la cual es producto de la diversidad de ecosistemas. Esa diversidad de recursos fitogenticos ampliamente planteada por Vavilov, y en los ltimos 25 aos estudiada por un equipo de investigadores guatemaltecos (Azurdia, 1995; Azurdia, 2004), es, desde el punto de vista de desarrollo de diversidad de especies y de ecotipos, producto de la diversidad de ecosistemas y an parece mostrar un promisorio campo de estudio no slo de la riqueza de los recursos fitogenticos, sino en general de la biodiversidad de la Repblica de Guatemala, incluida la diversidad de ecosistemas.
En el Captulo 9 de este libro se profundiza en la temtica expuesta en el prrafo anterior. Se plantea la siguiente reflexin: geogrficamente, el territorio guatemalteco est ubicado en la parte central del centro mundial de plantas cultivadas denominado Centro Sur de Mxico y Amrica Central. Es probablemente, junto con las regiones de Chiapas y Oaxaca, estados de Mxico, donde se observa y documenta ms diversidad de recursos fitogenticos, lo cual pareciera correlacionado con su gran variabilidad geomorfolgica. A ello se agrega que las regiones de Guatemala y Chiapas-Oaxaca tienen significativa variabilidad biogeogrfica, lo cual implica amplia diversidad de ecosistemas. La posicin de Guatemala en la parte central de ese eje pareciera que es muy importante en su diversidad de plantas nativas cultivadas, como tempranamente lo percibi Vavilov (1935), citado por CONAP (2006), al reconocer que Guatemala es uno de los principales centros de diversidad gentica y, en trminos globales, uno de los ms ricos del mundo. Su ubicacin en la parte central de la regin mesoamericana podra ser otro aspecto importante, que junto con la variacin altitudinal tan pronunciada tambin influye en la diversidad de ecosistemas. Los indicadores anteriores muestran que al separar la biodiversidad de Guatemala, en flora y fauna, y profundizar en las caractersticas de los diferentes ecosistemas, no habr ninguna duda de que Guatemala tiene alta biodiversidad y que es un pas megadiverso.
Captulo 4
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10. NOTAS
1.
Gradiente es el cociente de la diferencia del cambio entre dos puntos de cualquier parmetro ambiental. Por ejemplo, la humedad y la temperatura.
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21.
Captulo 4
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40.
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Captulo 5
RESUMEN
El presente captulo plantea un enfoque biogeogrfico para tratar de explicar la diversidad faunstica de Guatemala, mediante el uso de algunos grupos seleccionados (mastofauna, aves, herpetofanuna e insectos paslidos). Para ello se usa como marco conceptual una propuesta propia de unidades biogeogrficas y tipos de vegetacin de Guatemala. Los resultados indican que en Guatemala existen 192 especies de mamferos nativos, 486 especies de aves, considerando slo aqullas que se reproducen en el pas; la herpetofauna es sumamente rica, a tal grado que Guatemala presenta la diversidad de anfibios Plethodontidae (salamandras sin pulmones) ms alta del mundo (41 especies, 19 endmicas). La regin, reconocida como II, correspondiente a las tierras altas e intermedias del noroeste-noreste que cubre los sistemas montaosos de la sierra del Lacandn, sierra de Cham, sierra de Santa Cruz y parte de las Montaas Mayas, es la regin biogeogrfica que presenta ms riqueza de especies pertenecientes a los grupos mencionados. Se discuten los conceptos tericos relacionados con especies endmicas y vulnerabilidad de la diversidad faunstica, con ejemplos que clarifican los mismos. Al final se hace un anlisis del estado de conservacin de la fauna del pas a la luz del enfoque biogeogrfico planteado. Se concluye que la falta de uso de un enfoque biogeogrfico ha dado como resultado un sistema de conservacin in situ concentrado en regiones con hbitats extensos y econmicamente menos deseables, dejando poca atencin y proteccin a regiones de gran importancia ecolgica.
* Universidad de San Carlos de Guatemala.
Palabras clave: fauna, unidades biogeogrficas, especies endmicas, estado de conservacin, enfoque biogeogrfico.
SUMMARY
A biogeographic approach is addressed trying to explain the fauna diversity of Guatemala by means of some selected groups (mammalian fauna, birds, herpetofauna and passalidae insects). For that purpose a proposal of biogeographic units and types of vegetation of Guatemala is used as conceptual framework. Results indicate that there are in Guatemala 192 species of native mammals, 486 species of birds, taking into consideration only those that reproduce in Guatemala; herpetofauna is very rich, that much that Guatemala has the biggest diversity of Amphibians Plethodontidae (salamander without lungs) in the world (41 species, 19 endemics.) The region known as II corresponding to the northwest-northeast intermediate and highlands that cover the mountain systems of Lacandn mountain range, Cham mountain range, Santa Cruz mountain range and part of the Mayan mountains is the richest biogeographic region in species belonging to the mentioned groups. Theoretical concepts about endemic species and vulnerability of the fauna diversity are discussed, along with examples that explain the same. At the end there is an analysis of the fauna conservation state of Guatemala under the light of the posed biogeographic approach. The conclusion is that the lack of use of an updated biogeographic approach have resulted in an in situ conservation sys-
232
tem, focused in regions with wide and less desirable habitats, economically speaking, paying little attention and protection to regions of great ecological importance. Key words: fauna, biogeographic units, endemic species, conservation state, biogeographic approach.
Paxil Kayala. Ri awaj Herpetofauna kibi ki kiwach pa rulewal Paxil Payala chi kariqitaj wi nimalaj kiwach (ko jun chikoxol maj upospoy pa uchakul). Ri rulewal ubi keb are uxe uwach ri nimaq taq ulew ko pa ukux relebal qij - pa qajbal qij, chi kumaj ube nimaq taq kachelaj ubi sierra del Lacandn, sierra de Cham, sierra de Santa Cruz xuquje uchaqapil taq kachelaj Mayas, chi e ki kiwach rawajil uwach ulew e ko chi. Tajin kanojix kachukux uwach ri awaj kibi endmicas, xuquje ri ukeyewal kiriqom. Ukisik usolik uwach ri noj chak banom puwi uloqoqexik rawajil uwach ulew rech Paxil Kayala ja taq ko wi kulewal. Xkis ubixik chi rumal ma ko ta jun utzilaj ubeal chak banom puwi uloqoqexik rulewal ja taq e poqinaq wi uloq, ma yaom ta kiqij ronojel rawajil uwach ulew e ko pa rulewal Paxil Kayala. Ucholaj tzij: rawajil uwach ulew, tanaj taq rulewal kaslemalil, uxeal ija rulewal, uloqoqexik ukaslemalil jastaq, ukux ubeal rulewal ija.
Captulo 5
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1. INTRODUCCIN
En la Estrategia Nacional de Biodiversidad, se presenta la importancia de la diversidad biolgica del pas a partir de un planteamiento que refleja una percepcin amplia y poco tangible. Los argumentos de la estrategia van desde que es la vida misma sobre la tierra hasta la afirmacin pragmtica la biodiversidad de Guatemala constituye la mejor opcin que tenemos para basar nuestro desarrollo y mejorar el nivel de vida de la poblacin. En otra esfera se gestan aspectos conceptuales cientficos, cuya acumulacin de evidencia ha generado la teora sobre diversidad biolgica que, desde una perspectiva antropocntrica, destaca la importancia de la biodiversidad. La amplitud de estas ideas pone de manifiesto cmo se ha incorporado el concepto de diversidad biolgica al mundo de las decisiones y de la poltica. Por tanto, en este captulo dedicado a la diversidad de la fauna guatemalteca, componente de la diversidad biolgica o biodiversidad, se hace un esfuerzo por precisar las bases conceptuales sobre las que descansarn los planteamientos aqu plasmados, para su mejor comprensin. Se espera que esta informacin tenga impacto en los lectores, apoye a la educacin y tenga algn tipo de aplicacin en el campo de la biologa de la conservacin. Se gua al lector para que conozca los patrones de diversidad de la fauna desde su origen; el porqu de la riqueza de especies en un rea determinada, los patrones de distribucin geogrfica de algunos taxones y su relacin con eventos geolgicos, geomorfolgicos, el clima y las formaciones vegetales. Tambin se discriminan las regiones cuyos hbitats estn amenazados y, por consiguiente, tambin las especies propias de stos. Finalmente, se presenta un anlisis de los vacos en los esfuerzos de conservacin del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas y las recomendaciones que se consideran pertinentes.
2. MARCO CONCEPTUAL
La riqueza de especies se refiere al nmero de especies de una localidad, pas, continente o del mundo si se quiere. Se expresa con un nmero, un escalar; no determina la composicin o identidad de las especies. Halffter & Moreno (2005) puntualizan en la importancia de comprender el tipo de informacin que provee el nmero de especies, el cual suele ser clasificado como riqueza alfa, cuando es obtenido de una localidad puntual; riqueza beta, cuando se mide la tasa de recambio entre dos localidades puntuales (o hbitats); y riqueza gamma cuando se refiere al pool de especies de una regin. Por supuesto que el corte espacial que se realice para delimitar una regin es arbitrario y en todo caso la regin deber ser contextualizada. De esta forma Guatemala se ubica en una regin biogeogrfica denominada Amrica Central Nuclear, que se define sobre la base de los procesos geolgicos que desarrollaron Mesoamrica. Estas consideraciones son de suma importancia, ya que la riqueza y distribucin de la diversidad faunstica en general del pas pueden permitirnos un anlisis de los procesos histricos que las determinan y explican, as como la consideracin de las reas, especies endmicas, y el estatus de las especies que por alguna razn se consideran importantes o claves o amenazadas. Para poder entender los anlisis de riqueza, dispersin y endemismo de algunos grupos seleccionados (mastofauna, aves, herpetofauna e insectos), se propone como punto de partida un mapa de Guatemala con unidades biogeogrficas (Figura 1), as como un mapa de tipos de vegetacin (Figura 2). En el presente captulo no se discuten las bases conceptuales que dieron origen y sustento a dichos mapas.
Captulo 5
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Captulo 5
Figura 1. Unidades biogeogrficas propuestas: I Cuchumatanes (con alturas entre 1,500 y 3,700 metros); II Tierras altas e intermedias del noroeste-noreste, engloba sistemas montaosos de la sierra del Lacandn, sierra de Cham, sierra de Santa Cruz y parte de las Montaas Mayas (alturas desde el pie de monte a unos 150 metros hasta 1,500 metros aproximadamente); III Sistema de Sierra de las Minas-Chuacs (altura mxima 2,900 metros); IV Sierra volcnica y altiplanos centrales (las zonas semiridas estn en I y IV); V Tierras bajas de Petn; VI Tierras bajas del Pacfico. Fuente: Elaboracin propia
La sobreposicin de los patrones de riqueza y diversidad faunstica (incluidos los de endemismo) con los patrones de cobertura y reas protegidas permiten visualizar el estado potencial de conservacin de la fauna en Guatemala. Finalmente, y siguiendo este enfoque histrico, se presentan aplicaciones
para el manejo presente y futuro. A continuacin consideraremos algunos patrones de algunos taxa selectos, y explicaciones sintticas de los mismos de una manera muy general, con el propsito de evidenciar las posibles relaciones con eventos histricos de diferentes escalas, como antes se dijo.
235
Selva medianas siempreverdes Selvas altas siempreverdes Encinares y Pinares Selvas bajas caducifolias Selva baja caducifolia con xerfitos Selva mediana siempreverde de tierras templadas Pinares, zacatonales y praderas subalpinas
Figura 2. Propuesta de tipos de vegetacin de Guatemala. Fuente: Elaboracin propia, con la colaboracin de Vliz, M.
4. De Sudamrica a Amrica Central Nuclear (Chiapas al norte de Nicaragua). 5. De Norteamrica a Centroamrica. 6. De Norteamrica a Amrica Central Nuclear. 7. Mxico y Centroamrica. 8. De Mxico a Amrica Central Nuclear. 9. Centroamrica. 10. Amrica Central Nuclear. 11. Yucatn. Los patrones 1, 2, 3, 5 y 7 son los de ms amplia distribucin y juntos engloban 122 especies de las 192. Representan un 64% de las especies de mamferos de Guatemala.
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Los patrones 4, 6 y 8 representan una distribucin intermedia pero an amplia, con un total de 42 especies que representan el 22% del total. Por lo que tambin se puede afirmar que por lo menos un 86% de las especies de mamferos de Guatemala son de amplia distribucin (ms all de Centroamrica). Solamente tres especies tienen distribucin exclusiva para Centroamrica, lo que representa un 2%. Otros patrones restringidos de riqueza son el 10 (Amrica Central Nuclear) con 16 especies, o sea un 8%, y el 11(Yucatn) con siete especies, es decir, un 4%. Solamente en el patrn 10 (Amrica Central Nuclear) se encuentran especies restringidas al territorio nacional: el murcilago Myotis cobanensis, los ratones de montaa Peromyscus grandis y P mayensis. La primera se localiza . en la unidad biogeogrfica II, mientras que las dos ltimas pertenecena la unidad bio-
geogrfica I. En cuanto al tipo de vegetacin, el primero se encuentra en el arco hmedo de las selvas altas siempre verdes; los segundos en las selvas medianas siempre verdes de tierras templadas (Figura 2). Considerando el traslape en las reas geogrficas de distribucin de estas ltimas especies con otros taxa, deberan tratarse como reas de endemismo a las aqu denominadas como unidades biogeogrficas I y II (Figura 1). Sin embargo, al considerar la continuidad biogeogrfica de dichas unidades y de las reas de endemismo, que se extienden hacia otros pases como Mxico, deben considerarse como endmicas las especies de ratones Heteromys nelsoni, Microtus guatemalensis, Oryzomys rhabdops, Peromyscus guatemalensis, Reithrodontomys tenuirostris. De ellos, solamente H. nelsoni est restringido a la unidad biogeogrfica IV, los dems ocurren
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Figura 3. Tayassu pecari (Link, 1795), comnmente conocido como pecar de labios blancos, jabal. Obsrvese en la imagen a un grupo de animales en el Parque Nacional Laguna del Tigre, Petn, Guatemala. Ntese la tpica vegetacin de selvas de transicin que predominan en la regin. Crdito: WCS (2004)
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en I, III y IV; todos asociados posiblemente a las selvas medianas siempre verdes de tierras templadas. Los detalles de distribucin, especialmente los que puedan apoyar alguna hiptesis sobre preferencias de hbitat, se ven limitados por lo grueso de la informacin; sin embargo, en trminos generales, se puede afirmar que las selvas lluviosas clidas que corresponden segn la nomenclatura adoptada aqu a: selvas altas y medianas siempre verdes, selvas subdeciduas y selvas de transicin (Figura 2), presentan la mayor riqueza de especies de mamferos, excepto en roedores. La posible correspondencia de estos patrones de distribucin restringida o reas de endemismo apoya la subdivisin hipottica presentada en la Figura 1. Para propsitos de comparacin resultan tiles los datos presentados recientemente sobre la diversidad de mamferos de Mxico, donde se enlistan 485 mamferos terrestres, de un total de 525, dato
que incluye los marinos. De ellos, 187 especies son compartidas con Guatemala y otras localidades al sur (Ceballos et al., 2005). 3.2. Aves Sobre la base de la ltima revisin acerca de la diversidad y distribucin de la avifauna del norte de Mesoamrica (figuras 4 y 5) realizada por Howell & Webb (1995), Eisermann y Avendao (2006), se incorpor nueva informacin para el anlisis de 724 especies que se pueden considerar representadas en Guatemala; sin embargo, formalmente 47 especies no deberan considerarse en esta lista, ya que cuatro de ellas han sufrido extincin local, y las restantes 43 presentan registros hipotticos. Sin embargo, a diferencia de la mayora de mamferos de Guatemala, las aves presentan patrones de distribucin difciles de relacionar con el hbitat local, ya que muchas especies son migratorias. Su amplitud y las
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condiciones en las cuales se reproducen pueden variar con respecto a las encontradas en el pas. Considerando nicamente las especies con reproduccin en Guatemala, se han documentado 370 especies y se considera posible la presencia de 116 especies adicionales; es decir, un total de 486 especies. Eisermann y Avendao (2006) proponen tres patrones de origen de las especies, que se relacionan con el actual patrn del rea de reproduccin: Mesoamericano, Norteamericano y Sudamericano. El patrn Mesoamericano limita al norte de Centroamrica; el Norteamericano entre Norteamrica y el sur de Mesoamrica; y el Sudamericano entre el norte de Mxico y Sudamrica. A partir de estos patrones de origen se analizaron los patrones de distribucin de las 486 especies con reproduccin en Guatemala. Eisermann & Avendao (2006) proponen los siguientes datos: patrn Mesoamericano (30 especies, todas de origen mesoamericano); patrn Norte de Mesoamrica a norte de Mxico (36 especies de origen norteamericano); patrn Norte de Mesoamrica a Norteamrica (23 especies norteamericanas); patrn Sur de Mesoamrica a norte de Mesoamrica (16 especies sudamericanas); patrn Sur de Mesoamrica a norte de Mxico (86 especies norteamericanas); patrn Sur de Mesoamrica a Norteamrica (18 especies norteamericanas); patrn Sudamrica a norte de Mesoamrica (42 especies sudamericanas); patrn Sudamrica a norte de Mxico (198 especies sudamericanas); patrn Sudamrica a Norteamrica (35 especies sin patrn de origen propuesto por los autores). El total de especies de origen norteamericano es de 163, el total de especies de origen sudamericano es 256, y solamente se encontraron 30 de origen mesoamericano. Las especies de ms amplia distribucin, las que van desde Sudamrica a Norteamrica y las de Sudamrica al norte de Mxico contabili-
zan 233. Los dems patrones, con excepcin del de Mesoamrica, pueden considerarse medianamente de amplia distribucin, por lo que se puede notar que, al igual que los mamferos, las aves de Guatemala son en su mayora de amplia distribucin. La informacin y criterios de endemismo son confusos para las aves. Eisermann y Avendao (2006) mencionan 34 especies con rea de distribucin restringida, las cuales se relacionan con las tierras altas de Centroamrica (22 especies), la vertiente del Pacfico (3 especies) y la pennsula de Yucatn (9 especies). Sin embargo, reportan que slo 30 especies estn restringidas a Mesoamrica. Los criterios merecen ser revisados, especialmente porque no se relacionan con el concepto biogeogrfico de endemismo. Al analizar los datos de Howell y Webb (1995) sobre la riqueza de especies, y sobreponindolos en las regiones hipotticas denominadas unidades biogeogrficas (Figura 1), se pueden distinguir posibles patrones (Cuadro 2). Este anlisis concuerda en algunos aspectos con el de Eisermann y Avendao (2006). El mayor nmero de especies se presentan en la vertiente del Atlntico (535 especies), pero agrega un detalle; que la mayor riqueza podra estar asociada al arco hmedo (unidad II) y la cobertura actual corresponde a las selvas altas y medianas siempre verdes (Figuras 4 y 5). Las reas de endemismo para las aves son de alguna forma concordantes con las de los mamferos y corresponden a las unidades I, II, III y IV, principalmente asociadas a las selvas medianas siempre verdes de tierras templadas, que incluyen las selvas nubladas. La discriminacin de los patrones de riqueza de los mamferos y de las aves se ve dificultada posiblemente por la amplitud de los patrones de distribucin, la facilidad de dispersin para la mayora de las especies debido
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al vuelo (murcilagos y aves) y el fenmeno de la migracin que experimentan muchas especies, como ya se mencion. 3.3. Herpetofauna
La Ecorregin Terrestre Prioritaria (ETP) Mesoamricana, definida por Mittermeier et al., (1999), abarca desde el oeste del canal de Panam hacia el norte, incluyendo Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice, prolongndose hacia el centro y sur de Mxico, hasta la parte septentrional del estado norteo de Sinaloa, sobre la costa mexicana del Pacfico, y hasta la mitad de la Sierra madre oriental (al oeste de Tampico) sobre la costa del golfo de Mxico. Esta regin destaca mundialmente por la diversidad de anfibios, con 480 especies, de las cuales 307 se consideran endmicas, y de 53 gneros, 15 tambin lo son. Guatemala y Chiapas son considerados centro de origen y dispersin de Urodelos tropicales, ya que en esta rea se registran 40 especies, 33 de las cuales son endmicas. Guatemala presenta la diversidad de anfibios Plethodontidae (salamandras sin pulmones) ms alta del mundo, representada por 33 especies. Este dato vara para Acevedo (2006), quien registra 41 especies, de las cuales considera 19 como endmicas nacionales (Villa, Wilson y Johnson, 1998).
Los anfibios y los reptiles conforman el conjunto de organismos terrestres o casi terrestres, ectotermos y poiquilotermos (de sangre fra y regulacin de la temperatura dependiente del medio externo), que colectivamente constituyen la herpetofauna. A diferencia de las aves y los mamferos, esta fauna presenta tasas de dispersin generalmente bajas (con la excepcin de las tortugas marinas), por lo que sus patrones de distribucin pueden dar importante informacin sobre los procesos evolutivos y su relacin con los eventos histricos de amplia escala (Figuras 6, 7 y 8). Este hecho ha sido abordado por varios herpetlogos desde principios del siglo pasado,
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Los anfibios y reptiles de la regin mesoamericana fueron un grupo de inters para las culturas ancestrales de la regin y para diferentes generaciones de expedicionarios cientficos, entre los que destaca Gnther (1902), quien desarroll el volumen correspondiente de la Biologa Centrara-Americana, la cual registra un total de 695 especies que corresponden a Mxico, Centroamrica y Panam. Para la porcin sur de Mxico, Guatemala y Belice, registra los siguientes grupos y especies: Chelonia 11/30, Crocodilia 2/2, Lacertilia 54/197, Ophidia 74/274, Batrachia 28/63 (ms salamandrina 3/22 y Batrachia apoda 2/27) (Acevedo, 2006).
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lo que gener diversas hiptesis biogeogrficas: Stuart (1942) analiz la distribucin de salamandras Plethodontidae en Guatemala y, con base en sus ensambles, dividi el pas en ocho clases que denomin reas biticas. Stuart revis principalmente su propuesta y public en 1964 la clasificacin en distritos. Este sistema es retomado por Campbell & Vannini (1989), proponiendo una versin modificada con la denominacin de reas faunsticas. Los patrones de distribucin de la herpetofauna guardan relacin con la geomorfologa y, de una manera generalizada, delineada aparentemente con los grandes sistemas montaosos, altiplanos centrales y las tierras bajas de norte y sur del pas. Este sistema propuesto y publicado en 1942 es uno de los sustentos de la presente hiptesis de unidades biogeogrficas y se presenta en la Figura 1. Es apoyado precisamente con los patrones de escarabajos de la familia Passalidae (Schuster, 1992) y ulteriormente con los patrones de las especies del gnero Chrysina (Coleoptera: Scarabaeidae) (Monzn, 2006). A la luz de esta similitud entre el sistema de Stuart (1942) y las unidades biogeogrficas planteadas en la Figura 1, se compar la riqueza de anfibios y reptiles entre las seis
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unidades biogeogrficas propuestas (Cuadro 2). Para los anfibios se distingue un patrn de riqueza mxima en las unidades II y IV, y menores en I, V y VI, siendo la menor de todas la VI, planicie costera del Pacfico. Los reptiles guardan cierta relacin con este patrn de riqueza de los anfibios, aunque ocurre principalmente en los extremos, es decir, la mxima riqueza ocurre tambin en la unidad II y la menor en VI. Estos patrones de riqueza posiblemente guardan relacin con el patrn de selvas lluviosas clidas verdaderas de Guatemala (selvas altas y medianas siempre verdes) y con las selvas medianas siempre verdes de tierras templadas. El valor total de la riqueza para los anfibios de Guatemala es de 143 especies, y de 243 para los reptiles. El otro patrn de diversidad originado en el anlisis de distribucin de los ensambles de salamandras Plethodontidae y ltimamente con los anlisis filogenticos (Wake & Lynch, 1983) dan sustento a la presente hiptesis de las unidades I y IV como reas de endemismo. Los anteriores autores proponen un escenario en el Mioceno tardo (unos 15 millones de aos atrs), cuando se generaran dichos procesos filogenticos. De cualquier forma el Terciario debi ser determinante para la nueva sntesis de la diversidad biol-
Fuente: a) Schuster (1992); (b) Campbell y Vannini (1989), los datos de endemismo obtenidos de Wake y Lynch (1976), Frost (1985), Peters y Donoso-Barros (1988) y Campbell y Vannini (1989); (c) Howell y Webb (1995)
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gica regional, considerando el posible efecto de extincin del impacto del gran meteorito en Yucatn, al final del Cretcico. Las selvas dentro de sistemas montaosos han actuado posiblemente como refugios en los grandes eventos de inestabilidad climtica. En la Figura 9 es posible observar las tierras bajas al norte y, siguiendo esta direccin, disminuye gradualmente la precipitacin anual y se va definiendo una poca del ao relativamente seca, como en el centro de Petn y Laguna del Tigre. Un estudio sin publicar realizado en el Parque Nacional Laguna del Tigre, Petn, muestra un
detalle sobre el efecto del relieve, el gradiente de humedad y la distribucin de los anfibios. Este gradiente de precipitacin es claramente distinguible; parte de la base del arco de la Libertad, al sur de Petn, y est conformado por las sierras de Lacandn, parte baja de los Cuchumatanes, sierra de Cham y sierra de Santa Cruz. Las Montaas Mayas son una rama de este arco montaoso que contina al este y se adentra en Belice. El arco presenta gradacin hacia el noreste, desde una condicin de mxima precipitacin en la base, por arriba de los 3,000 mm por ao, a una altura mxima de 1,100 metros aproximadamente y disminuye hacia el centro de Petn. Otro gradiente va desde el centro de
Figura 9. Vista de Chinaj, una estribacin de la sierra de Cham. Aqu se desarrollan selvas lluviosas verdaderas con pluviosidad por arriba de los 3,000 mm por ao Crdito: Sacayn, E.
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Petn hacia el extremo oeste de Laguna del Tigre, con la mayor precipitacin al este. El estudio del efecto de este gradiente da a conocer cmo es afectada la diversidad de anfibios del Parque Laguna del Tigre. La regin propia del humedal donde se encuentra el Parque es una zona de relativa aridez, que gradualmente va ganando humedad hacia el este, hasta llegar a la regin de mayor altura y relieve a unos 200 metros; la diferencia en humedad parece afectar la distribucin de algunas especies: Dendropsophus ebraccatus (Figura 8), presente en la regin este, mientras que Agallychnis callidryas (Figura 7), Hyla loquax y Gastrophryne elegans se distribuyen en las regiones intermedias y de mxima humedad al este, no en la regin oeste. La riqueza tambin evidenci el mayor valor (13 a 17 especies) en la regin hmeda a intermedia respectivamente, y el menor valor
(11 especies) para la regin oeste (Mndez et al., 1998). El citado estudio revela la posible relacin entre el cambio en la riqueza y diversidad de especies en el gradiente este-oeste del Parque Nacional Laguna del Tigre y el anlisis de (beta) diversidad (tasa de cambio entre niveles del gradiente de humedad este-oeste); informacin que puede usarse de modelo para la Reserva de la Bisfera Maya, especialmente porque se ha tendido a considerar como homognea tanto la cobertura boscosa como la diversidad en general de Petn. 3.4. Insectos El anlisis de la tasa de recambio de las especies en Guatemala, y de su posible relacin con la geomorfologa y componentes del cli-
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Figura 10. Los insectos pueden proveer informacin ms especializada sobre procesos histricos. En la imagen Megasoma elephas (Orden: Coleoptera) Crdito: Cano, E.
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ma, se hace ms evidente precisamente con grupos de distribucin ms restringida, tales como los insectos (Figura 10) y, mejor aun, con el estudio de los ensambles filogenticamente relacionados, como la subfamilia de mariposas diurnas Heliconiinae. Los datos del Cuadro 3 sobre la distribucin de 22 especies de la subfamilia Heliconii-
nae son evidencia de los cambios en la riqueza de estas especies en las seis unidades descritas en la Figura 1. En la unidad I, la prevalencia de condiciones ridas y fras en la mayora de hbitats podra ser responsable de baja riqueza, as como la ausencia de especies de zonas clidas y hmedas. Esta explicacin parece ser apoyada por los datos sobre las unidades II y III, donde se presentan
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Heliconius erato
Heliconius charitonius
Heliconius doris
Eueides vibilia
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Philaetria dido
Figura 11. Algunas especies de la subfamilia Heliconiinae consideradas en el anlisis anterior. Crdito: Mndez, C.
todas las especies o casi todas. Dos especies, H. doris y H. sara, solapan aparentemente sus reas geogrficas de distribucin, por lo que la unidad II podra tratase como rea de
endemismo, considerando que ambas especies presentan aparentemente poblaciones disyuntas entre Mxico y Costa Rica (Cuadro 3 y Figura 11).
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temas a los cuales se restringen muchas de las especies a nivel nacional o ecosistemas compartidos con otros pases como Mxico y Belice, este esquema de reas de endemismo sera un buen resumen. Si lo comparamos con el modelo de unidades biogeogrficas presentado en la Figura 1, obtenemos un posible contexto biogeogrfico, a partir del cual se explican los patrones generales de riqueza y endemismo conjuntos. La implicacin ms relevante de estas relaciones de distribucin es que los patrones generales de riqueza, y de (beta) & (gamma) diversidad, podran originarse o derivarse de gradientes histricos que en determinados momentos generaron eventos vicariantes y por ende especiacin. Esta maquinaria evolutiva por supuesto se hace evidente con grupos taxonmicos con tasas de dispersin bajas, como ocurre con las salamandras pletodntidas y los escarabajos paslidos. No ocurre lo mismo con mamferos y aves preci100 300 500 700 1000 1400 1700 2100 2500 2900 3300 300 500 700 1000 1400 1700 2100 2500 2900 3300 4200
Figura 12. reas de endemismo conjuntas basadas en los anlisis de distribucin de escarabajos de la familia Passalidae y de especies del gnero Chrysina (Coleoptera, Scarabaeidae). Redibujado a partir de Schuster (1992) y Monzn (2006)
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samente porque generalmente estos organismos presentan altas tasas de dispersin o alta movilidad, en comparacin con los primeros. Para responder al porqu de sus patrones de distribucin se requiere observar una escala muy grande, tanto espacial como temporal, para generar los escenarios evolutivos que podramos relacionar con estos patrones. La observacin de estos patrones de diversidad, y su anlisis desde la perspectiva histrica, ofrecen la posibilidad de revelar los procesos involucrados, especialmente aqullos que se pueden medir como componentes fsicos del ambiente. Entonces podramos tratar de analizar hacia dnde va la diversidad en sus diferentes escalas y finalmente generar a partir de ah las predicciones o modelos hipotticos para el manejo. Dentro de este gran escenario denominado diversidad biolgica, generalmente nos enfocamos en una pequea porcin, que en caso de los animales denominamos fauna importante y que, por supuesto, tiene una connotacin antropocntrica, ya que invariablemente acarrea la valoracin utilitaria inherente de la accin humana que ordena su entorno en funcin de la creacin de su hbitat. Una categorizacin ms especfica dentro del trmino fauna importante es la denominada fauna til. Ambas categoras, ms del dominio antropolgico, muchas veces dificultan medir las variables que las definen y caen en campos subjetivos, no por ello menos valiosos. As, al referirse a la importancia del jaguar en el imaginario de las culturas precolombinas en Mesoamrica, o de la mariposa mensajera Papilio multicaudatus, se reflejaran aspectos o valores culturales como lo esttico o simblico. El calificativo de especie til, siempre en el campo antropolgico, resulta ms preciso, o al menos as nos parece, pues puede ser medible ms fcilmente, siempre y cuando se especifique el contexto cultural y la escala
de valoracin, la cual en trminos generales tiene como referentes el valor econmico y el mercado. Desde la perspectiva de la teora ecolgica, especficamente de la ecologa de comunidades, el concepto de especies importantes puede referirse a la relacin que tienen ciertas especies dentro del conjunto de especies reconocido como comunidad. Esta relacin la establece, por ejemplo, la masa corporal, la densidad de la poblacin o el papel dentro de una cadena trfica determinada (Ricklefs & Miller, 1999). En este sentido, una especie que se especialice en la polinizacin de cierta planta, y que adems sea muy abundante, podra ser reconocida objetivamente como importante. Las especies que se localizan en la cspide de pirmides alimenticias, como los grandes depredadores, generalmente son denominados como especies clave y por esta razn alguien podra nombrarlas como importantes. Sin embargo, esta denominacin proviene de resmenes estadsticos extrados de un conjunto finito de individuos y especies, cuyas relaciones no siempre son claras o incluso puede que ni existan relaciones. En todo caso existen mtodos matemticos para evaluar diferentes comunidades y por lo tanto hacer las comparaciones. De esta manera, el mtodo por el cual se pudo categorizar una especie como importante puede ser rastreado y evaluado objetivamente. Cualquiera que sea la aproximacin seguida para definir las especies importantes y tiles, todas stas resultan englobadas en uno de los problemas centrales de la biologa de la conservacin: la amenaza de extincin. En general, los factores que orillan a cualquier especie, ya sea catalogada como importante o no, a procesos de extincin tienen que ver con variables dentro de la poblacin, tales como la variabilidad gentica. sta gobierna directamente la posibilidad de generar progenie. El aislamiento, producto por ejemplo
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de la fragmentacin, puede reducir el flujo gentico entre subpoblaciones, dando como resultado una prdida de heterocigosidad de la poblacin. Tales eventos dependen tambin del tipo de especies y, por ello, las consideraciones de manejo para unas especies pueden resultar inadecuadas para otras. Hay un grupo de especies que ha recibido mucha atencin del pblico ya que, por su relacin muy estrecha con la vida y cotidianidad humanas, son reconocidas como especies importantes y tiles. En conjunto se les denomina fauna cinegtica, trmino que se refiere a los animales cazados con fines de subsistencia, deporte y comerciales (CECON-PROBIOMA, 2005). Como ocurre con la pesca, la cacera es un tipo de cosecha, cuya intensidad en muchos casos es regulada por el propio grupo interesado con el propsito de mantener la oferta natural. Sin embargo, a diferencia de los peces, los cuales se mueven en extensos ambientes relativamente continuos, la fauna terrestre lo hace en ambientes discontinuos. Esta discontinuidad podra ser generada por el cambio del hbitat impuesto por algn gradiente fsico o por las acciones humanas relacionadas con la urbanizacin y la produccin de bienes y alimentos. Por otro lado, en Guatemala presenta una marcada marginalidad de los asentamientos humanos lejos de los centros urbanos principales, como ciudades o cabeceras departamentales. Esto mismo impone un estilo de vida marcadamente diferente para estos pueblos humanos rurales, principalmente indgenas, en cuanto a su forma de resolver los aspectos esenciales para la sobrevivencia: energa, agua y alimentacin. Mientras en la ciudad todo esto est resuelto de una manera que hasta nos hace inconscientes acerca de los orgenes y procesos implicados en su produccin, en el campo implica, por ejemplo, en la ausencia de carne de vaca o
pollo refrigerado, el acecho y caza de una presa destinada a satisfacer la necesidad de protena animal. Debido a que los esfuerzos de conservacin de la biodiversidad se localizan frecuentemente en las reas rurales, lejos de las urbes principales, surge la contradiccin entre el modo de vida de los pobladores rurales y estas estrategias de conservacin que adems tienen su propio soporte legal. La contradiccin se agudiza cuando los objetivos de conservacin abarcan especies que tradicionalmente han sido preferidas por sus cualidades alimenticias. Adems, se presentan en muchos casos traslapes de las actividades humanas con las relaciones depredador-presa, que no son toleradas por los pobladores. Aun cuando la informacin bsica de los atributos primarios de las poblaciones de especies cinegticas es muy incompleta, desde el conocimiento de la abundancia poblacional se han integrado prescripciones para el manejo general de este tipo de fauna. stas abarcan desde el sustento legal hasta la propuesta de calendarios cinegticos, los cuales no son asumidos como hipotticos. Por lo tanto, como medidas correctivas no son evaluadas, para verificar, como en todo experimento y bajo determinados supuestos, si dichos calendarios tienen efecto en alguna variable de la poblacin silvestre, como puede ser la abundancia. En Guatemala, algunos investigadores, como Joln (2003) citado por CECON/PROBIOMA (2005), acuaron el trmino gestin cinegtica para tratar de cubrir aspectos claves del manejo de esta fauna: restauracin de espacios degradados, garanta de refugio, agua y alimento, as como la caza selectiva, consideraciones que en conjunto se han planteado como importantes para la sostenibilidad de las poblaciones ante la cosecha. Joln y colaboradores (2005) citados por CECON/PROBIOMA (2005) indican que
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61 especies cinegticas de animales quedaran enmarcadas en lo legal, pero sealan que otras 54 son objeto de caza no regulada (legal), haciendo un total de 115 especies cinegticas. Las investigaciones ms slidas en Guatemala sobre fauna cinegtica se han realizado en Petn, en la comunidad de Uaxactn, y en el Parque Nacional Laguna de Lachu, en Alta Verapaz. Los datos de Petn evidencian patrones generalizados en relacin con las principales especies y las cantidades relativas cosechadas. El Cuadro 4 muestra los valores de porcentajes medios de 15 especies cinegticas calculados con base en los reportes de estudios en El Parque Nacional Tikal y sus alrededores, especialmente al norte en la comunidad de Uaxactn. Se seleccion esta lista de especies, incluyendo aqullas que presentaron dos ocurrencias por lo menos en las cinco localidades, con excepcin del tapir.
Aunque los valores de los porcentajes medios se calcularon sobre esfuerzos diferentes de colecta para cada una de las cinco localidades, es posible distinguir las tendencias para las 15 especies seleccionadas para el anlisis: el tepezcuintle es la especie ms frecuentemente cazada, seguida del faisn. El armadillo parece ms cazado que el cabro. El jabal, el coche de monte y el venado ocupan posiciones similares. Qu revelan estos datos? A primera vista es tentador pensar que los datos nos estn informando sobre las preferencias o la demanda de determinadas especies. Sin embargo, otra posibilidad es que el dato refleje la oportunidad de cazar a las especies, lo cual dependera de la oferta, o sea de la abundancia relativa. El problema es que para probar esta ltima hiptesis se debera poder cruzar datos de este tipo con los datos de abundancia
Cuadro 4. Especies cinegticas de cinco localidades de los alrededores del Parque Nacional Tikal
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Fuente: CECON-PROBIOMA (2005)
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poblacional de las especies, informacin que no ha sido obtenida para estas localidades. Lo que s se sabe es que hay cierta preferencia debida a la calidad de las carnes denominadas localmente como de monte. Cuando se le pregunta a diversas personas, ya sea locales o que han experimentado con las cualidades gastronmicas de estas carnes, la mayora se inclina por el tepezcuintle. Es posible que exista una cacera no indiscriminada en estas localidades y que los cazadores se enfoquen ms en ciertas especies y que los sitios de caza sean entonces tambin selectos. Estas circunstancias hacen difcil evaluar la oferta natural y el impacto que tiene la cacera sobre estas poblaciones, lo cierto es que estas regiones de Petn parecen ofrecer un suministro continuo de estas especies. Esto podra ocurrir debido a que los hbitats y poblaciones son lo suficientemente grandes y que slo una porcin o subpoblacin de las mismas es impactada. Es necesario disear estudios que permitan evaluar la abundancia de las poblaciones y monitorear el efecto de la extraccin sobre las mismas. Esta informacin apunta a que estas especies son importantes y tiles para la gente asentada en las inmediaciones del Parque Nacional Tikal en Petn, desde el punto de vista de la obtencin de protena para el consumo local o para la venta y surtido de carne de monte, ofrecida por algunos restaurantes como elemento extico de la regin petenera. Desde el enfoque de la ecologa de comunidades, es limitada la informacin que aportara este pequeo conjunto de especies cinegticas para poder evaluar la importancia de stas, en primer lugar porque no son el conjunto completo de la comunidad, de tal manera que sea posible analizar con algn criterio el valor de importancia de cada especie. Lo cierto es que todas las especies son importantes, o deberan serlo hasta no
probarse lo contrario, y lo arriesgado de enfocarse en un conjunto arbitrario de especies para orientar la conservacin podra tener consecuencias incluso nocivas para la diversidad. La razn es que con el afn de mejorar las condiciones para algunas especies de mamferos, por ejemplo, no necesariamente mantenemos la diversidad de otros grupos. A la larga, este esfuerzo selectivo no es muy diferente del proceso de domesticacin. Estas especies importantes y tiles dentro del contexto de la fauna cinegtica estn sujetas al impacto de la caza, as como a su tasa de mortalidad propia. Las otras causas de reduccin de la poblacin a niveles crticos son compartidas por el resto de la fauna y diversidad en general. Cules son estas causas o factores que inciden o provocan vulnerabilidad a la extincin?
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(adems, representa ms del 70% de la cobertura de todo el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, SIGAP). El solo argumento de la tasa de prdida de estos ecosistemas genricamente denominados como selvas hmedas tropicales ha generado gran inters mundial hacia su conservacin, y mucho de lo documentado actualmente precisa cunto se pierde por ao de su cobertura. Los proyectos han medido su xito en funcin de mantener o frenar las tasas de deforestacin y poco se conoce acerca de los detalles del impacto sobre las especies o poblaciones. Esta apreciacin de vulnerabilidad por prdida de la cobertura forestal est ligada a los supuestos de la teora del equilibrio y una de sus derivaciones, la relacin especie-rea. Resulta importante reconocer que la formulacin del SIGAP est fuertemente influida por esta teora, as como sus estrategias de remediacin, tales como los corredores biolgicos. Al considerar nuevamente las especies cinegticas antes citadas (todas ellas de amplia distribucin, segn los patrones antes revisados para aves y mamferos de Guatemala), resulta que todas ellas parecen no ser raras en las selvas peteneras, las cuales tambin son las que menos se han reducido (Figura 13). Si especies como stas fueran vistas como prioridades para la conservacin por algn criterio, esto parecera lograrse al mantener la cobertura slo de la Reserva de la Bisfera Maya en Petn. Si bien es cierto que en general esta tasa de deforestacin sobre las selvas hmedas tropicales es la causa principal de la extincin, hay que aceptar que el problema es ms complejo si se reconocen subdivisiones o variantes de esta cobertura, derivadas de la alta heterogeneidad topogrfica, microclimtica y de
gradientes ambientales de diferentes escalas. Estas variables generan tasas de recambio de las especies, y producen diferentes rangos de distribucin que van desde las de mayor amplitud hasta las extremadamente restringidas dentro de estas mismas selvas hmedas tropicales. Las diferentes clasificaciones en reas faunsticas, y la presente clasificacin en unidades biogeogrficas (Figura 1), se basan y en parte capturan esta heterogeneidad del entorno fsico. En otras palabras, la vulnerabilidad de la fauna (y diversidad biolgica en general) radica no solamente en la reduccin del rea de cobertura, sino tambin en la modificacin de las relaciones entre hbitats. Otro factor que de manera indirecta hace vulnerable a la diversidad faunstica es lo pobremente documentada que se encuentra y que la atencin pblica sobre este aspecto utilice como referente la informacin de algunos taxa, especialmente de vertebrados, e ignore la megadiversidad. La planificacin de la conservacin resulta en gran medida delineada sobre los grupos menos diversos, con lo cual puede dejar sin cobertura dicha megadiversidad. Aunque documentar la diversidad de especies es una meta ampliamente compartida por el mundo acadmico, el propsito se ve limitado y a veces mediatizado por condiciones independientes tales como: si la actual velocidad con la que se acumula informacin sobre la diversidad de especies se mantiene, y sabiendo la velocidad a la que se pierden actualmente los ecosistemas y que los recursos invertidos en el conocimiento son escasos, no se podra concluir a tiempo la tarea, antes de la extincin de muchas de las especies. Este argumento es especialmente invocado por los organismos internacionales del primer mundo y es su justificacin para reducir la inversin en investigacin en los pases pobres como Guatemala.
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Figura 13. Cobertura arbrea de Guatemala. Fuente: UVG, INAB, CONAP (2001)
El conocimiento acumulado de la riqueza y distribucin de las especies est fuertemente sesgado hacia algunos taxa, debido en parte a las inclinaciones o intereses particulares de los investigadores, la perspectiva de las agencias estatales, el inters pblico o el enfoque utilitario que representan algunos taxa. En la bsqueda de soluciones a estos impedimentos para documentar la diversidad de especies, algunas entidades han planteado estrategias para estimular y acelerar las investigaciones. Algunos de estos planes combinan beneficios con la exploracin de la biodiversidad, con lo que han conseguido mejores recursos econmicos y humanos. Sin embargo, algunas de estas propuestas, estimuladas por la posibilidad del descubrimiento de sustancias activas, nuevos cultivos y otros bienes, hablan de perodos de 50 aos para alcanzar los inventarios de las especies a nivel mundial.
Alternativamente se ha propuesto el anlisis de la diversidad biolgica a travs del estudio de algunos taxa, con el propsito de analizar los patrones de su distribucin y su relacin con procesos histricos. Grupos considerados en este captulo, como escarabajos de diferentes familias y gneros, algunos grupos de mariposas diurnas, como los Heliconiinae, y los anfibios, han sido tiles al revelar sus patrones de distribucin y sus relaciones con eventos y procesos histricos. Se destacan en este anlisis los patrones de las selvas lluviosas clidas y los de los denominados bosques nubosos o patrones de selvas medias y altas siempre verdes, tanto de tierras bajas como de montaa (Figura 2). El primero se distribuye sobre dos arcos hmedos relativamente continuos: el primero se presenta sobre el pie de monte de la sierra de Cham (Cuchumatanes en parte), sierra de Santa Cruz, sierra de las Minas y Montaas
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del Mico; el segundo corresponde a la parte central y oeste de la cadena volcnica. Como ya se mencion, la altura mxima puede llegar en algunas regiones, como sierra de las Minas, a los 1,500 msnm. El patrn de bosques nubosos forma generalmente un sistema de archipilagos sobre los mismos sistemas orogrficos antes mencionados y adems sobre la sierra del Merendn. En trminos de conservacin, se debe destacar que muchas especies que presentan este patrn de distribucin deben considerarse en estado crtico, dado que ambos patrones, el de las selvas lluviosas clidas y el de los bosques nubosos, se encuentran muy fragmentados y degradados. Adems de la vulnerabilidad de las especies por la reduccin del hbitat, que puede reflejarse en cambios en los ensambles de especies, y reduccin de la riqueza y diversidad en general, hay tambin condiciones que operan a una escala aun ms fina, y es la relacionada con las poblaciones de las especies y con la vulnerabilidad a la extincin. Tres categoras de las especies definen al menos esta condicin de vulnerabilidad: la rareza, las especies longevas y las especies dependientes de especies clave (Groom, 2006). Generalmente se emplea el trmino especie rara para destacar aquellas especies que no son frecuentes de encontrar, aunque dicha afirmacin pocas veces est fundamentada en el conocimiento del rango geogrfico, especificidad del hbitat, disponibilidad del hbitat o en el estado de la abundancia de las poblaciones, factores todos que podran provocar que una especie mereciera el calificativo de rara. La rareza especialmente es fcilmente vinculable a la prdida de hbitat si sta limita la abundancia poblacional. En este caso se afir-
ma que la abundancia en parte es explicada por el rango ecolgico de la especie; por lo que de una manera simplista podra argumentarse que el tamao del patrn del rango ecolgico nos da idea de cun grandes son las poblaciones, debido a la disponibilidad de hbitat. No obstante la abundancia, como atributo de la poblacin, vara de especie a especie y opera a una escala fina, donde interactan los componentes de la estructura de la poblacin: densidad, espaciamiento entre individuos, proporciones de edades y variabilidad gentica. Muchas de estas interacciones suceden en la escala de ecologa del paisaje, donde el tamao de parches de hbitat, el efecto de borde, distancia entre parches de hbitat, regmenes de impactos, historia de perturbaciones, incluyendo las generadas por el hombre, afectan dicha estructura de poblacin. Frecuentemente, la mayora de estudios de poblaciones estn limitados a estimar la densidad, en parte porque es el ms fcil y menos costoso de los aspectos estructurales antes citados. La rareza de las especies es intuitivamente asumida como grado de vulnerabilidad; sin embargo, este criterio resulta muy impreciso si no se especifica el factor que genera tal rareza. Adems, es necesario establecer un marco de referencia para comparar y definir el grado de rareza. Groom (2006) propone siete tipos de rareza originados por la combinacin de tres variables, cada una con dos niveles: Rango geogrfico, amplio y pequeo Especificidad del hbitat, amplio y restringido Tamao de la poblacin, pequea y grande
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stos generan ocho combinaciones, de las cuales la que corresponde a rango geogrfico amplio, hbitat amplio y poblacin abundante, puede ser considerada relativamente comn. En el otro extremo se tienen las especies geogrficamente restringidas, restringidas en su tipo de hbitat y tamao poblacional pequeo. Desafortunadamente, analizar la condicin de una especie bajo esta ptica requiere de cierta profundidad de informacin sobre la biologa y distribucin, la cual en muchos casos no se encuentra disponible. Sin embargo, presentamos algunos ejemplos de su aplicacin. Considrese la serpiente Ninia sebae, que frecuentemente se encuentra en las regiones templadas de Guatemala, tales como el valle de la ciudad, lo que corresponde a vegetacin de encinares y pinares (regin amarilla de la Figura 2). Si se hace una comparacin con otras especies de reptiles del pas, como el lagarto escorpin Heloderma horridum, se puede afirmar que el rango geogrfico de esta serpiente es amplio y su hbitat es relativamente poco especfico. Sus poblaciones, si bien no pueden considerarse abundantes, son relativamente fciles de localizar. N. sebae no debera tratarse como especie rara, sino como comn. En esta misma escala de comparacin H. horridum presenta un rango geogrfico muy reducido, y tanto ste como su hbitat estn restringidos a la vegetacin caducifolia baja con xerfitos (matorrales espinosos y afines), especficamente los localizados en el valle del ro Motagua, al oeste de la falla del mismo nombre. Sus poblaciones se pueden considerar muy reducidas. Por estas razones esta especie es rara y especialmente vulnerable a extincin. La mariposa Anetia thirza (Lepidoptera, Danainae) habita nicamente en los bosques nubosos (patrn en rojo, selvas medias siempre verdes de tierras templadas, Figura 2).
Localmente es relativamente abundante. Si se considera el grado de disyuncin de sus poblaciones en Amrica Central Nuclear, debera tratarse localmente como de rango geogrfico restringido. Por estas razones debe considerarse como rara. Las consecuencias de este enfoque (vulnerabilidad de las especies a la extincin por su rareza) para la conservacin resultan muy atractivas. Evitar la fragmentacin y reduccin del hbitat, a partir del mantenimiento del tipo de cobertura, podra proponerse como hiptesis para especies raras del tipo de A. thirza. Sin embargo, para el escorpin, H. horridum, quizs deban tenerse consideraciones adicionales, como el tipo de estructura de poblacin y la variabilidad gentica. En todo caso, como antes se dijo, para la mayora de especies, sobre todo de invertebrados, la informacin es escasa. Por ello, una consideracin general sobre el grado de vulnerabilidad, que an podra ser til, es observar el tipo de patrn de distribucin (incluso el potencial). El presente modelo de la vegetacin como elemento fsico del hbitat podra ser til para considerar criterios de vulnerabilidad. Si se compara la cobertura arbrea (Figura 13) con el esquema que muestra los patrones generalizados y potenciales de la cobertura (Figura 2), el cual est basado en el sistema de Miranda (1974) y aplicado para la vegetacin de la pennsula de Yucatn, se puede notar que la prdida de la cobertura boscosa ha sido selectiva y particularmente severa en la costa sur, donde prcticamente ha sido sustituida por agroecosistemas. Las reas mejor conservadas corresponden a las selvas subperennifolias (subdeciduas) medias y bajas de Petn. La vegetacin alta y media perennifolia (selvas siempre verdes, selvas lluviosas clidas verdaderas) de ambos arcos hmedos, tanto del noroeste como del
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suroeste, se encuentran muy fragmentadas. En cuanto a las unidades biogeogrficas, slo las unidades III y V estn relativamente conservadas porque mantienen un buen porcentaje de su cobertura y de su continuidad (Figura 14). El anlisis de la diversidad de los taxa de fauna presentados en este captulo proporciona evidencia de patrones de riqueza mayores, y altas tasas de recambio y endemismo relacionadas con los patrones de cobertura, de selvas medias y altas siempre verdes de tierras bajas y templadas, tanto en el norte como en el sur. Una condicin similar ocurre con las zonas semiridas del pas, las cuales estn relacionadas con la falla del Polochic-Motagua de este a oeste. Cuando se observa que estos tipos de cobertura se encuentran entre los ms fragmentados y reducidos del pas, se puede afirmar que mucha de la diversidad faunstica relacionada con estos patrones es vulnerable a su reduccin y extincin.
vulnerabilidad de las especies a la extincin, como rareza o dependencia a especies clave y demanda de cierta informacin bsica (como distribucin, abundancia y detalles de la biologa de las especies en cuestin), todo ello slo es conocido para una fraccin de la fauna (Raid, 1997; Mittermeier et al., 1999). Quizs por lo anterior, la fauna considerada til e importante ha generado, hasta cierto punto, un sesgo en la definicin de los criterios que dan sustento a las medidas de conservacin en Guatemala. Estas medidas tienen una base poltica, cuyos principales enunciados los encontramos en la Constitucin Poltica de la Repblica y ltimamente en los Acuerdos de Paz, en los cuales casi siempre se hace referencia a recursos naturales y no a diversidad biolgica o biodiversidad. Aqu se considera siempre la fauna til o la importante como sinnimo de recurso natural; as tambin la base legal y finalmente las aplicaciones de todo ello en trminos de estrategias se limitan a considerar los recursos naturales. El Sistema Guatemalteco de reas Protegidas es por tanto una de tales aplicaciones. Otras consideraciones de manejo se derivan de los convenios internacionales, de los cuales Guatemala es signatario, dentro de los cuales destaca el Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CDB) y el Convenio sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Este ltimo establece su norma a partir de tres ndices, los cuales parten del conocimiento del grado de vulnerabilidad o peligro de las especies a la extincin; adems, el comercio de las mismas las puede afectar o no. Adicionalmente Guatemala, a travs del Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP), ha desarrollado un Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE) como medida para proteger las especies amenazadas o en peligro. Dicho listado se elabora a partir de criterios definidos localmente por el CONAP y tambin establece ndices o
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categoras con sus definiciones. Se han hecho las equivalencias para los ndices CITES y otras categoras internacionales. Las listas han sido desarrolladas por expertos nacionales y por supuesto cubren un nmero mayor que las especies CITES para Guatemala. Estn incluidas en el LEAE especies de peces, anfibios, reptiles, aves, mamferos, araas, colepteros y mariposas. Aunque la lista parece extensa, incluye slo una brevsima parte de la biodiversidad que podra ser considerada vulnerable o en peligro de extincin. En el Cuadro 1 se muestra la riqueza de mamferos de Guatemala y cuntas especies corresponden a categoras CITES y Listado de Especies Amenazadas de Extincin (lista roja) (Figura 15). El Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, SIGAP (Figura 14) es de todas las estra-
tegias derivadas de la poltica y legislacin guatemaltecas en materia de biodiversidad, la ms tangible porque se refiere a superficies terrestres delimitadas que contienen biodiversidad. Se espera que las reas silvestres protegidas, junto con los corredores o interconexiones, los huertos familiares y los campos de agricultores con tecnologa tradicional sean los medios que favorezcan la conservacin in situ de la biodiversidad (Azurdia, 2004; CONAP , 2005a). Las reas protegidas que integran legalmente el SIGAP incluyendo sus reas de , amortiguamiento, cubren una extensin de 3,357,470.26 hectreas, lo que equivale a un 30.83% del territorio nacional, algo que
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Figura 15. En la base de la flecha se encuentra un recuadro de la eco-regin Lachu, rea que incluye el parche principal, el Parque Nacional Laguna de Lachu (verde) y los parches principales alrededor (diferentes colores) (Fuente: proyecto 15-2006 FODECYT). Fotografa de jaguar (Panthera onca) a la izquierda, cazado en esta localidad. Crdito: Escuela de Biologa USAC (2005)
a primera vista podra parecer una cobertura considerable (CONAP 2005). Sin embargo, , y siguiendo el anlisis sobre la distribucin de la diversidad faunstica y en general de toda la biodiversidad, surge una pregunta clave acerca del rol del SIGAP en la conservacin: Si los actuales patrones de la biodiversidad son el resultado de los hechos y procesos histricos de diferentes escalas espaciales y temporales, incluidos los procesos econmicos, es posible la captura de dichos procesos por medio de la creacin de reas protegidas? La revisin presentada en este captulo sobre los patrones de riqueza y diversidad beta evidencian que estn relacionados en varios casos con gradientes climticos y su dinmica, que a su vez se relacionan con la geomorfologa y la historia geolgica. La extensin de los ecosistemas cubiertos por las reas protegidas no parece tener relacin con los patrones de biodiversidad. Consideraciones
similares aplican para las reas de endemismo. De manera que una estrategia basada en muestras de ecosistemas (que adems no son permanentes en el largo plazo) no justificara la propuesta de extensin de cada rea protegida ni la toma de decisiones acerca de cunto se conserva de cada ecosistema. Sin embargo, si consideramos que casi el 82% de la tierra protegida est ubicada en Petn e Izabal (2,766,900 ha), esto parece desproporcionado, ya que principalmente se est cubriendo un tipo actual de cobertura (figuras 2 y 14). Ntese que este tipo de ecosistemas presenta en muchos casos los patrones de amplia distribucin de las especies, y en otros, valores relativamente bajos de riqueza y endemismo (CONAP 2005). , Nuevas estrategias a escala de ecologa del paisaje, como los conceptos de manejo de cuencas o el ordenamiento territorial, ofrecen la oportunidad de integrar las reas dentro
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de estos sistemas ecolgicos y probar nuevos modelos que integren diversos actores y actividades econmicas. Este es el caso de la Regin de Conservacin Sarstn-Motagua, RECOSMO, y uno de sus ltimos proyectos denominados JADE. De cualquier forma todo modelo debe ser sujeto de prueba, lo cual demanda ms investigacin.
7. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Muchos factores deberan ser considerados para desarrollar una Estrategia Nacional para la Conservacin de la Diversidad Biolgica, de la cual se desprenda un enfoque que favorezca el fortalecimiento de reas protegidas, incluyendo niveles de apoyo poltico y pblico necesarios. Sin embargo, todas las estrategias deberan estar fundamentadas en principios cientficos, incluyendo una mejor comprensin de las fuerzas fsicas y biolgicas que crean y sostienen la diversidad biolgica. La importancia de la biogeografa en este sentido es crear este enfoque, esta sntesis necesaria, cuya expresin en ltimo caso se ve reflejada en los patrones de diversidad propuestos (Savage, 1996; Raven y Axelrod, 1975; Halffter, 1976; Wake y Lynch, 1983; Stehli y Webb 1985a). La alta diversidad biolgica en Centroamrica puede ser entendida a partir de su rol histrico de puente entre el Neotrpico y el Nertico, que antes fuera el primer puente Laurasia-Gondwana a travs de las Proto-Antillas. Sus cambios climticos histricos y geomorfolgicos han determinado su distintiva biota con una alta tasa de recambio (alta diversidad beta).
Pese a estas consideraciones, los bilogos de la conservacin, manejadores de recursos y polticos ofrecen poca consideracin a la incorporacin de estos aspectos en sus planificaciones. El resultado de ello es que Guatemala ha enfocado la mayor parte de sus esfuerzos de conservacin en una sola rea, la Reserva de la Bisfera Maya, con hbitats muy extensos y econmicamente menos deseables, ofreciendo muy poca atencin y proteccin a regiones de gran importancia biolgica. Regiones o hbitats que han sido esenciales en el origen y desarrollo de los actuales patrones de diversidad biolgica son generalmente ignorados. La historia evolutiva debe ser una consideracin crtica en el desarrollo de las estrategias de conservacin y mantenimiento de la diversidad biolgica. reas histricamente importantes en la evolucin de las especies pueden ser claves para mantener la diversidad biolgica por dos razones: a. Soportan altos niveles de endemismo y riqueza de especies, que podran renovar empobrecidos escenarios del futuro. b. Han funcionado como refugios histricos en condiciones adversas de clima y podran funcionar as nuevamente durante los siguientes cambios climticos. Las colecciones cientficas de flora y fauna, museos y centros de documentacin sobre diversidad biolgica deben ser apoyados en el pas para que cumplan su funcin de mantener un sistema de informacin y de referencia de la biodiversidad, base fundamental de la investigacin y anlisis de la informacin existente.
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RESUMEN
La diversidad florstica de Guatemala cuenta actualmente con 321 familias, 2,478 gneros y 10,317 especies (incluyendo algas, lquenes, hongos y hepticas), de las cuales se conocen 20 especies de algas, 376 de hongos, 168 de lquenes, 195 de hepticas, 782 de helechos, 527 de musgos, 58 de conferas, 2,352 de monocotiledneas y 5,839 de dicotiledneas. De toda esta diversidad, 823 especies presentan algn tipo de endemismo y 538 se restringen a Guatemala. Las regiones con mayor incidencia de endemismo son la sierra de las Minas, la sierra de los Cuchumatanes, la montaa de Xalapn, el cerro San Gil-sierra Santa Cruz, el Trifinio, el Arco Hmedo Norte que comprende desde Izabal hasta Huehuetenango, el pie de monte volcnico y la zonas semiridas que incluyen el monte espinoso y reas aledaas. Se cuenta con un registro de 595 especies exticas, de las cuales 408 son empleadas como ornamentales, 132 como alimento o materias primas y 55 son escapadas-invasoras. Los esfuerzos por conservar y manejar esta gran diversidad han originado la creacin de reas bajo diversas categoras de proteccin y que conforman el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP). Otro esfuerzo es la existencia de el Listado de Especies Amenazadas de Extincin que incluye 825 especies (8% de la diversidad descrita). Palabras clave: diversidad florstica, algas, hongos, lquenes, musgos, hepticas, helechos, conferas, dicotiledneas, monocotiledneas, Guatemala.
SUMMARY
Floral diversity in Guatemala currently has 321 families, 2,478 genus and 10,317 species (including algae, lichen, mushrooms and hepatic plants), from which 20 algae species, 376 mushrooms species, 168 lichens species, 195 hepatic species, 782 fern species, 527 moss species, 58 coniferous species, 2,352 monocotyledon species and 5,839 dicotyledon species are known. From all this diversity, 823 species represent some type of endemism and 538 are restricted to Guatemala. The areas with higher incidence of endemism are Las Minas mountain range, Los Cuchumatanes mountain range, the Xalapn mountain, San Gil Hill-Santa Cruz mountain range, the Trifinio, the Arco Hmedo Norte that comes from Izabal to Huehuetenango, the volcano foot, and semiarid zones that include the prickly mount and neighboring areas. There is a registry of 595 exotic species, from which 408 are used as ornaments, 132 as food or raw material, and 55 are escaped-invaders. The efforts for keeping and managing this great diversity have caused the creation of areas under several categories of protection and that are part of the Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, SIGAP [Guatemalan Protected Areas System]. Another effort is the existence of the Endangered of Extinction Species List that includes 825 species (8% of the above described diversity.) Key words: floral diversity, algae, mushrooms, lichen, moss, hepatic plants, ferns, conifer, dicotyledon, monocotyledon, Guatemala.
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ka Xinabajul, ka puwi ri nimaq taq juyub xkanul, ri poqlaq taq ulew xuquje rulewal ko taq chuchi. Jun tzunojchak xuqalajisaj 595 uwach kaxlan taq qayes, chike etikom che ukotzijal ja, 132 ketijowik, xuquje e kojom che kunubal, 55 kixutim kij. Ri uyaik uchuqab uloqoqexik uwach ronojel wa jun nimalaj jalajoj uwach kaslemalil, xuya ube uchakuxik uwach jun choltaqanem rech Paxil Kayala ubi: (RULEWAL CHAJINEM) reas Protegidas (SIGAP). Jun chak chik banom are yakom kibi ronojel qayes tajin kasach kiwach e ko lo 825 uwach (jun wajxaqib uwach chike ronojel e tziban kibi). UCHOLAJ TZIJ: Jalajoj urexal uwach ulew, rachaq xpeq - ikox - lquenes, qux, hepticas, chib, chaj-kisis, keb uwach ubaq, jun uwach ubaq, Paxil Kayala.
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1. INTRODUCCIN
El presente captulo pretende darle al lector una idea general de la riqueza y diversidad florstica de especies, hbitos, tipos de vegetacin y regiones de alto endemismo de Guatemala, un pas importante dentro del istmo centroamericano, tanto por su historia geolgica como por su biogeografa. La revisin de publicaciones y la consulta a expertos, colecciones y curadores de herbario y bases de datos han permitido establecer la existencia de 321 familias de plantas incluyendo lquenes y hongos, 2,478 gneros botnicos y 10,364 especies, de las cuales 823 presentan algn tipo de endemismo y 538 son endmicas y estn distribuidas nicamente en Guatemala. Tambin se conocen ocho regiones de endemismos: cerro San Gil-sierra Santa Cruz en Izabal, el Arco Hmedo Norte (incluye el norte de Izabal, Alta Verapaz, Quich y Huehuetenango), la sierra de los Cuchumatanes (Huehuetenango), la depresin central de Chiapas que ingresa a Huehuetenango, el pie de monte volcnico, la montaa de Xalapn (Jalapa), el monte espinoso (El Progreso, Zacapa y Chiquimula) y el Trifinio (Chiquimula). El Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP) incluye 224 reas protegidas y cubre el 32% del pas. La mayor cobertura del SIGAP se encuentra en los departamentos de Petn e Izabal, pero tambin tiene otras reas de menor superficie en el resto del pas. stas contribuyen a la conservacin relativa de la biodiversidad y a la proteccin del patrimonio cultural, escnico, recreativo; adems, para la educacin ambiental (Secaira y Castro, 1999; CONAP 2005). , El estudio de la diversidad florstica de Guatemala an se encuentra en una etapa poco desarrollada. Para algunos grupos, como hongos, lquenes, hepticas, algas y musgos, es necesario desarrollar estudios de taxono-
ma, ecologa y distribucin, ya que existen pocos registros en los herbarios nacionales. Por lo tanto, la conservacin de este recurso se complica, puesto que no se puede conservar y manejar lo que no se conoce.
2. MARCO REFERENCIAL
Guatemala forma parte de uno de los ocho centros de biodiversidad y origen de plantas cultivadas a nivel mundial (Vavilov, 1951; Vsquez y Vliz, 1999). Debido a la complejidad de las formaciones vegetales, los ensambles de especies y su riqueza, ha sido escenario de mltiples expediciones que paulatinamente han aportado al conocimiento de esta biodiversidad. La primera expedicin la realiz la Real Expedicin Botnica a Nueva Espaa, dirigida por Martn de Sess y Jos Mocio entre 1787 y 1803. Durante su viaje hacia el Reino de Guatemala que actualmente comprende Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas, Sess y Mocio colectaron ejemplares de Cactus tetragonus (= Acanthocereus tetragonus), Cactus ficus-indica (Opuntia ficus-indica), Cactus parasiticus (C. parasiticus Lamarck) (Rhipsalis cassytha mociniana DC. = R. baccifera) y Cactus matiari (C. fimbriatus Mocio & Sess = Pereskia lychnidiflora). Ms adelante, durante el siglo XIX, muchos naturalistas colectaron plantas en Guatemala. Con frecuencia estas expediciones exploraban la flora con fines comerciales e industriales. Entre ellos, se encuentran George Ure Skinners (1831-1866), Julios von Warscewicz (1834-1839), Jean Jules Linden (18381840), Kart Theodor Hartweg (1839), Herman Wendland (1857-1873), Osbert Salvin & F. Ducan Godman (1857-1874), Gustav Bernoulli & Richard Cairo (1864-1878), Padre Heyde & Ernesto Lux (1880), Hans von
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Terckheim (1885-1901), John Donnell Smith (1889-1906), Eduardo & Cecilie Seler (1895-1897). Skinners colect orqudeas y las envi al botnico ingls John Bateman. Esta asociacin permiti la descripcin de ms de 100 nuevas especies, entre ellas, la flor nacional de Guatemala, Lycaste skinneri var. Alba (Batem. ex Lindl.) Lindl (Knapp & Davidse, 2006; Dix & Dix, 2000). Para mediados del siglo XX, el Field Museum of Natural History organiz y ejecut una de las primeras descripciones modernas de la flora en Latinoamrica, documentada por extensas colecciones de herbario (Knapp & Davidse, 2006). Entre stas, se encuentran las de Bartram (1949) con Mosses of Guatemala, Ames & Correll (1952) con Orchids of Guatemala, Standley & Steyermark (1947-1977) con Flora of Guatemala y Stolze (1976, 1981, 1983) con Ferns and ferns allies of Guatemala. En la actualidad, el proyecto Flora Mesoamericana se plantea el reto de comprender la diversidad florstica de Guatemala como importante centro de riqueza de especies y endemismos tanto a nivel mesoamericano como a escala mundial (Knapp & Davidse, 2006).
3. DIVERSIDAD FLORSTICA
Debido a su gran variacin altitudinal (0 4,211 msnm), su historia geolgica, fisiografa y biogeografa, Guatemala es uno de los pases ms complejos de Centroamrica. Todo ello origin las condiciones para que muchas especies coincidieran en tiempo y espacio y dieran origen a una alta complejidad en el ensamble de especies de distintas formaciones vegetales. Obras clsicas, como Flora of Guatemala (1947-1977), Orchids of Guatemala (1952), Mosses of Guatemala (1949) y Ferns and ferns allies (1976-1983), han documentado la existencia de 8,174 especies, 290 variedades, 10 formas y 2 hbridos (Vsquez y Vliz, 1999). En el Cuadro 1, puede observarse que la mayor diversidad est conformada por plantas con flores, con 6,463 especies, 210 variedades y 10 formas. Por el contrario, solamente se reportan 28 especies de conferas, y ms de 500 especies conforman a los musgos y helechos. La informacin del Cuadro 1 se ha manejado por ms de 20 aos; sin embargo, al realizar una revisin exhaustiva de publicaciones de nuevas especies, nuevos registros
Cuadro 1. Diversidad florstica descrita en Flora of Guatemala, Orchids of Guatemala, Mosses of Guatemala y Ferns and ferns allies of Guatemala
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Las familias ms diversas y abundantes en el pas (Cuadro 2) son las orqudeas (Orchidaceae) con 796 especies; las compuestas (Asteraceae) con 655; las gramneas (Poaceae) con 534; la familia de los frijoles (Fabaceae) con 347 especies y la familia del caf (Rubiaceae) con 308 especies. Estas familias son aqullas que tienen presencia en las diversas comunidades vegetales del pas. En el Cuadro 3 se presentan los 20 gneros ms diversos
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y documentados en Guatemala, que concentran 1,204 especies (11.67% de la diversidad florstica), de las cuales el 47.17% son dicotiledneas, el 38.53% monocotiledneas y el 14.28% helechos. Los cordoncillos (Piper, Piperaceae) son el gnero ms diverso con 90 especies, seguido por los gallitos del gnero Tillandsia (Bromeliaceae) con 88 especies, el gnero Peperomias (Piperaceae) con 76 especies, las orqudeas del gnero Epidendrum (Orchidaceae) con 69 especies y el gnero al que pertenece la papa, Solanum (Solanaceae), con 66 especies.
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La riqueza florstica de Guatemala documentada en el presente artculo permite comparar y ubicar al pas entre las tres floras mesoamericanas ms diversas (Figura 1). Se espera que esta informacin sirva para comprender cun complejo y variado es este territorio, ampliamente vinculado con Chiapas en origen geolgico y biogeogrfico. Los grupos taxonmicos mayores (monocotiledneas y dicotiledneas) son los ms diver-
sos en Guatemala, con 8,191 especies (Figura 2), y representan el 79.39% de toda la diversidad. A pesar del esfuerzo dedicado a estos grupos, aparecen nuevas especies y registros a medida que se incrementa la investigacin. Por otro lado, grupos florsticos como algas, hongos y lquenes son prometedores en cuanto a nuevos aportes para la ciencia, debido a los pocos estudios que sobre ellos existen. En este sentido, se deben realizar esfuerzos para profundizar en su documen-
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Fuente: Elaboracin propia (2007)
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Costa Rica Especies de flora
Figura 1. Diversidad florstica conocida para Centroamrica y Oaxaca, Mxico Fuente: CCAD, 1998; A. Garca, et al. (2004)
tacin e incorporacin al conocimiento de la flora nacional. En la actualidad, este grupo contabiliza 564 especies, equivalente al 5.46% del total del pas. Los helechos y musgos (11.91%) son un grupo ms conocido y mejor documentado en los herbarios. Algunas publicaciones, como Flora Mesoamericana, volumen I (Sousa, Davidse y Knapp, 1995) y Guide of the Bryophytes of Tropical Amrica (Gradstein, Churchill y Salazar, 2001), son herramientas importantes para apoyar su conocimiento. Las conferas, un grupo de plantas con mucha importancia econmica y ecolgica, se encuentran bien documentadas, pero sobresale la presencia de casi un 50% de especies exticas empleadas como ornamento y en plantaciones forestales. Las hepticas son un grupo de plantas poco conocido, por lo que su estudio ofrece buenas expectativas para documentar su diversidad, distribucin, nuevas especies y registros. 3.1. Algas La palabra alga proviene del latn, y su forma algae es el plural. Se trata de la denomina-
cin general de todos los talfitos dotados de pigmento fotosinttico. Dentro de los grandes grupos, la diversidad morfolgica es muy grande. Hay formas ameboides, flageladas, celulares, filamentosas y aun ms complejas, que dejan de ordenarse en series paralelas, presumiblemente filogenticas, empezando por organismos flagelados muy simples, y siguiendo por el camino de un aumento en la complejidad del aparato vegetativo (Font Quer, 1985). El grupo de plantas acuticas, conformado por las algas verdes (Chlorophyta), cafs (Phaeophyta) y rojas (Rhodophyta), se encuentra pobremente documentado en las colecciones de los herbarios de Guatemala. Se estableci que cuenta con 10 familias, 14 gneros y 20 especies registradas y no ms de 20 especmenes. Segn Codeiro et al. (1992), a partir de los estudios taxonmicos desarrollados por diferentes autores en Amrica Latina, se reconocen cinco regiones biogeogrficas: mar Caribe, Atlntico norte, Atlntico sur, Pacfico sur y Pacfico nor-
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Especies de flora
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Grupos taxonmicos
Figura 2. Diversidad conocida de los distintos grupos que integran la Flora de Guatemala. 10,317 spp. Fuente: Elaboracin propia
te. Para el Caribe, se han documentado 109 especies de algas presentes en manglares, las cuales son de las divisiones Chlorophyta, Phaeophyta y Rhodophyta, lo cual contrasta con las 62 especies reportadas para el Pacfico sur, 21 especies para el Atlntico norte y 10 especies para el Pacifico norte. 3.2. Lquenes Los lquenes resultan de la unin entre un hongo (ascomicetes y basidiomicetes) con algas clorofceas o cianofceas. Esta unin puede ser a veces parasitaria por parte del hongo y otras resulta de una simbiosis entre los organismos. El talo formado a expensas de esta asociacin es en raros casos hommero y entonces de consistencia cartilaginosa o gelatinosa, y ostenta una estructura irregular de sus elementos fngicos y alginos. Por el contrario, la mayora de veces se presentan hetermeros, con disposicin del alga (gonidios) en un estrato central, situado entre las capas corticales y la medular (Font Quer,
1985). Por su forma de crecimiento, se reconocen cuatro tipos de lquenes: foliosos, fruticosos, crustosos y escamosos (Hale, 1969) (Figura 3). Los lquenes foliosos son planos y postrados, con la superficie superior diferente a la superficie inferior. Los fruticosos constan de ramas simples o divididas, que son aplanadas o redondas, pero con ligeras diferencias en sus superficies superior e inferior; las rizinas estn ausentes y los cilios son extremadamente raros. El talo en los lquenes escamosos est formado por estructuras pequeas y separadas, parecidas a lbulos, que tienen en la superficie superior del crtex un juego algal y una mdula, pero que est ausente en el crtex inferior y en las rizinas. En los verdaderos lquenes crustosos, es imposible remover los talos de la corteza de los rboles o las rocas sin destruirlo. Por supuesto, tambin pueden tener un talo grueso, pero el margen no es lobulado y ocasionalmente se decolora en el sustrato hasta volverse indistinguible (Hale,
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Figura 3. Ejemplos de lquenes presentes en Guatemala. 1. y 2. Liquen folioso; 3. Liquen fruticoso (Usnea sp.) 4. Liquen crustoso en corteza de rbol. Crdito: Vliz, M.
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1969). De los lquenes se obtienen productos especiales, como la resorcina, el cido liqunico, esencias aromticas, etctera. Algunas especies se utilizan en la alimentacin humana: el man (Lecanora esculenta), que se distribuye desde Crimea hasta la estepa de los Kirguises y el norte del Sahara (Font Quer, 1985); Gyrophora esculenta (el iwatake de los japoneses) es frecuentemente consumida en Japn; y Cladonia rangiferina, lquen de los renos, presente en las regiones rticas y subrticas, es la base alimenticia de estos animales y tambin del hombre circumpolar, lo que permiti la colonizacin de esta zona del planeta (Font Quer, 1985). Los esfuerzos por estudiar estos organismos en Guatemala son mnimos. Se conoce el estudio preliminar de los lquenes folcolos (epfitos en hojas de plantas) de Guatemala realizado por Barillas & Lcking (1992) y Cifuentes (1994). Gracias a ello, se cuenta con un registro de 50 gneros y 168 especies, y con esto se han incorporado dos nuevas especies para la ciencia: Trichothelium daryi (Barillas & Lcking) y Fehlhanera santessonii (Barillas & Lcking). El grupo de lquenes folcolos es muy frecuente, pero pasa desapercibido por su forma costrosa, de colores blanco, grisceo y marrn en diversos tonos y combinaciones, incrustado en rboles y rocas. Se encuentra poco documentado; sin embargo, Taylor Sultan1 indica que la diversidad de este grupo podra superar las 1,000 especies para Guatemala. 3.3. Hongos
gos desempean una funcin importante en el equilibrio de la naturaleza en muchos aspectos. Por ejemplo, los hongos simbiticos son indispensables para el buen desarrollo de muchas plantas, que no prosperaran sin su asociacin en forma de micorrizas. Los saprofitos utilizan sustancias orgnicas inertes, muchas de ellas en descomposicin, que pueden ser reservas de otros organismos, productos de excrecin y secrecin o restos animales o vegetales. Otros hongos son parsitos que se desarrollan en otros organismos vivos (Guzmn 1998; Herrera y Ulloa, 1990). Este grupo ha sido poco estudiado y documentado en Guatemala. Para conocerlo mejor, se consult a los investigadores de la Micoteca del Departamento de Microbiologa de la Escuela de Qumica Biolgica de la Facultad de Ciencias Qumicas y Farmacia, USAC, curadores y especialistas de los macrohongos de Guatemala. Se obtuvo informacin actualizada sobre este grupo, ya que se tiene en imprenta la lista anotada de los hongos de Guatemala. Adicionalmente, Quezada y Lpez (2006) hacen una revisin de los macrohongos de la ecorregin Lachu. Se tiene un registro de 143 gneros y 376 especies. Los gneros son diversos: Polyborus con 23 especies, Amanita con 19, Russula con 12, Laccaria y Boletus con 9 cada uno y Tremella con 8 especies. En la Figura 4, se muestra un mosaico fotogrfico que manifiesta la heterogeneidad y belleza de estos organismos. Los estudios recientes en macrohongos de Guatemala han aportado tres nuevas especies para la ciencia: Morchella guatemalensis (Guzmn, Torres & Logeman), Boletus guatemalensis (Flores & Simonini) y Boletus luteoloincrustans (Flores y Simonini, 2000). Otro de los aspectos importantes de los hongos es su uso como alimento por las diversas etnias de Guatemala. Bran et al. (2001,
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Los hongos (del latn fungus) son organismos hetertrofos, saprofitos (se nutren de organismos muertos) o parsitos, cuyas clulas carecen de cloroplastos y sus membranas pueden ser celulsicas o tener micosina. Se originan de esporas y pueden tener reproduccin asexual y sexual (Font Quer, 1985). Los hon-
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2002 y 2003) documentaron un total de 70 especies de hongos comestibles en Guatemala, de los cuales 21 constituyeron nuevos registros para el pas. Algunos hongos comestibles se encuentran restringidos a la alta montaa de Guatemala, como el caso de Boletus edulis, Clitocybe clavipes, Morchella elata, Lactarius salmonicolor, Noelentinus ponderosus y N. lepideus. Otros, como Amanita rubescens, Cantharellus cibarius, Lactarius deliciosus e Hydnum repandum, presentan una ms amplia distribucin. En climas clidos con frecuencia suele encontrarse Pleurotus djamor, Pseudofistulina radicata, Hydnopolyporus fimbriatus, Schizophyllum commune, Auricularia delicada, A. fuscosuccinea y A. corne. El complejo formado por Amanita casaerea, an no plenamente determinado, cuenta en Guatemala con probablemente cinco o seis especies, algunas de las cuales son Amanita hemibapha, A. calyptrata, A. tuza, A. tecomate y A. tullosii; todas stas conocidas con el nombre de hongo de San Juan y utilizadas ampliamente en la alimentacin humana. 3.4. Hepticas
presenta despus de producirse el proceso de esporognesis; la presencia de esporofitos simples, cpsula sin columela y peristoma u oprculos; y la produccin de alteres unicelulares con ornamentaciones en sus paredes que ayudan en la dispersin de esporas y en todas, o al menos algunas, de las clulas de los gametofitos (Gradstein, Churchill & Salazar, 2001; Freire, 2006). Se considera que en Amrica tropical existen aproximadamente 188 gneros y 1,350 especies de hepticas. Los principales colectores del siglo XX para Guatemala fueron P . C. Standley, J. A. Steyermark, A. J. Sharp y H. Terckheimii (Freire, 2006). El conocimiento de este grupo an es muy pobre en Guatemala. Los estudios ms recientes, (Freire, Ramrez y Prez, 2004; Prez 2006 y Ramrez, 2007) aportan actualmente 69 gneros y 245 especies. Los gneros ms diversos para este grupo en Guatemala son Plagiochia con 35 especies, Radula con 13, Bazzania y Drepanolejeunea con 12 especies respectivamente, y Frullania y Lejeunea con 10 especies cada una (Freire, 2006; Prez 2006 y Ramrez, 2007). 3.5 Musgos Los musgos, como la mayora de briofitas, son plantas principalmente de lugares hmedos, aunque hay grupos que se han adaptado a condiciones con dficit de agua por perodos prolongados. Todos son foliosos y su cuerpo vegetativo crece a partir de una sola clula apical. Poseen hojas, generalmente arregladas radialmente sobre el tallo, que en general son enteras; los tallos pueden ser erectos, postrados, rastreros o pendulosos. Las ramificaciones pueden ser simpodiales o monopodiales. El gametofito puede producir un tipo de gametangio (femenino o masculino) y pueden ser dioicos o monoicos. La maduracin de las esporas est sincronizada
Las hepticas y antocerotes son plantas no vasculares, frecuentes en las regiones hmedas del neotrpico. Existen en todos los ambientes, excepto en los marinos, y algunos taxa estn total o parcialmente sumergidos en riachuelos, ros y reas peridicamente inundadas (Figura 5). Se caracterizan por tener, por lo general, dos o tres hileras de hojas, aunque pueden estar ausentes; presencia de cuerpos de aceite u oleocuerpos (nicos en todo el reino vegetal) en todas o al menos algunas de las clulas de los gametofitos (Freire, 2006). Otras caractersticas son la simetra dorsiventral o aplanada del gametofito; la produccin de cido lunulrico; el desarrollo del esporfito, que se completa cuando an est inmerso en tejidos gametofticos; el alargamiento de la seta, que se
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Figura 4. Ejemplos de macrohongos de la ecorregin Lacha, Cobn, Alta Verapaz. 1. Coprinuss dissimatus, 2. Polyborus tricholoma, 3. Dacryophanix spathularia, 4. Earliella scabrosa, 5. Trogia canthareloides, 6. Psilocybe cubensis, 7. Coriolopsis byrcina, 8. Polyborus tenuiculus. Crdito: Quezada, M. y Lpez, R.
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despus de la elongacin de la seta firme y pigmentada. sta porta en el pice una cpsula redonda o cilndrica, que usualmente se abre por un oprculo, con columela y estomas, a menudo con peristoma (Salazar, De Gracia & Chung, 2006). En Amrica tropical, se conocen 400 gneros y 2,600 especies (Gradstein, Churchill y Salazar, 2001). Guatemala cuenta con una de las briofloras mejor conocidas de Centroamrica, aunque es importante indicar que las colecciones se encuentran depositados en herbarios fuera del pas (Salazar, De Gracia & Chung, 2006). El primer compendio de musgos de la regin fue publicado por Bartram (1949). En dicha publicacin, se describieron 47 familias con 521 especies y tres variedades (Vliz & Carrillo, 1996). En la actualidad, el catlogo de musgos de Guatemala asciende a 66 familias, 237 gneros y 580 especies, y es el tercer pas ms diverso de Centroamrica, despus de Costa Rica y Panam con 654 y 649 especies respectivamente. Guatemala comparte el 80% de sus especies de musgos con Mxico (Salazar, De Gracia y Chung, 2006). A nivel departamental, los mejores representados en colecciones son Quetzaltenango con 457 especies, Huehuetenango con 319, Alta Verapaz con 321, San Marcos con 250, Baja Verapaz con 132 y Quich con 125 especies (Salazar, De Gracia y Chung, 2006). En la Figura 6 se pueden apreciar tres ejemplos de los musgos que estn presentes en Guatemala. En los herbarios nacionales son un grupo poco representado. En ese sentido, es necesario incrementar los esfuerzos para documentar las especies, entrenar personal para realizar estudios florsticos de este grupo y repatriar la informacin y las imgenes de especmenes depositados fuera de Guatemala.
3.6. Helechos y plantas afines Las pteridofitas (helechos y plantas afines) son organismos vasculares fciles de reconocer, ya que carecen de semillas. Este grupo est constituido por plantas que tienen un ciclo biolgico de dos generaciones: la sexual o fase gametoftica, generalmente pequea, no foliosa, sin tejidos especializados y que produce gametos; y la asexual o fase esporoftica, que presenta hojas, ejes y races (excepto en Psilotaceae). Los frondes u hojas de los helechos son muy variados, de simples a muy complejos. Las esporas son de diversos tamaos y se encuentran en esporangios en el envs del fronde, desde la regin medial hasta en posicin marginal. Los helechos no poseen crecimiento secundario. En Guatemala, este grupo taxonmico est bien documentado por Stolze (1976, 1981, 1983), quin public Ferns and ferns allies of Guatemala. En esta obra, se describen 637 especies, 55 variedades y dos hbridos de helechos. Algunos duplicados de las colecciones se encuentran en el Herbario USCG de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ms recientemente, Sousa, Davidse y Knapp (1995) reportan para Guatemala 31 familias y 780 especies. Este grupo taxonmico est mejor representado en herbarios nacionales que los grupos anteriores. Los gneros ms diversos son Asplenium con 65 especies, Thelypteris con 64, Polypodium con 41, Selaginella con 40, Adiantum con 30 y Trichomanes con 25. Dentro de este grupo, tambin se encuentran los helechos arborescentes (Cyathea, Dicksonia, Alsophila y Sphaeropteris). Estas especies, tpicas de bosques nubosos y selvas hmedas, estn incluidas dentro del Apndice II de CITES y posiblemente sean las especies de helechos con mayores amenazas por la presin humana, ya que de ellas se obtienen fibras para la preparacin de artesanas, la construccin
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Figura 5. Ejemplos de hepticas de Guatemala. 1. Heptica terrestre, de lugares muy hmedos (Marchantia sp.). 2. Heptica epfita, creciendo en la corteza de un rbol. Fotografas: Vliz, M. (2007)
y el uso ornamental (Vliz y Vargas, 2006). Otra especie con alta presin humana es la calaguala (Phlebodium pseudoaureum), ya que, por sus propiedades qumicas, sus rizomas son exportados actualmente. En la Figura 7, se puede observar la heterogeneidad de los helechos y su abundancia en bosques nubosos. 3.7. Conferas Las conferas representan un grupo dominante y conspicuo en los lugares donde habitan, incluyendo Guatemala. La diversidad de las conferas en el pas es de 9 familias, 16 gneros y 58 especies, incluyendo 29 exticas (Standley y Steyermark, 1947-1977; Phillips,
1978; Zanoni y Adams, 1979; Perry, 1991; Farjon y Styles, 1997; Vliz, Barrios y Dvila, 2006). Es un grupo importante para la industria de la madera. Debido a su follaje perenne son muy apreciadas en la jardinera. Los gneros ms diversos son Pinus con 17 especies, Cupressus, Juniperus y Zamia con cinco especies cada uno, y Araucaria y Podocarpus con cuatro especies cada uno. Los diez gneros restantes, Abies, Agathis, Chamaecyparis, Cryptomeria, Cunninghamia, Dioon, Ginkgo, Sequoia, Taiwania, Taxodium y Taxus, presentan solamente una especie; de ellas, Abies, Taxus y Taxodium son especies nativas para Guatemala. La Figura 8 muestra algunos ejemplos.
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Vliz, Barrios & Dvila (2006) indican que, generalmente, este grupo est mejor documentado en herbarios nacionales, con colecciones significativas que brindan una idea sumamente aceptable de su distribucin, con excepcin de las cuatro especies anteriormente indicadas. Existen algunas especies, como Zamia monticola, Podocarpus guatemalensis, Juniperus gamboana y Taxus globosa, menos frecuentes y con poblaciones aisladas y pequeas. Por esta razn, existen pocos registros o se carece de ejemplares de especmenes en los herbarios nacionales. 3.8. Plantas con flor: monocotiledneas y dicotiledneas Este grupo taxonmico es el ms diverso y frecuente dentro de las comunidades vege-
tales. Morfolgicamente se diferencian de la siguiente manera: Las dicotiledneas presentan las siguientes caractersticas morfolgicas: Embrin con dos cotiledones, raz primaria pivotante, a menudo persistente, y con pequeas races secundarias. Su forma de crecimiento puede ser herbcea o leosa. Su polen es bsicamente tricolpado. Su sistema vascular posee usualmente haces vasculares con cambium presente. Las hojas usualmente tienen venacin pinnada o palmada, y el pecolo est comnmente bien desarrollado.
Figura 6. Ejemplos de musgos de Guatemala. 1. Musgo terrestre de lugares hmedos. 2. Musgo terrestre de reas hmedas. 3. Prionodon sp, musgos epfitos que crecen dentro de los bosques nubosos. Crdito: Vliz, M.
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Dimetro con crecimiento secundario. Las flores son tetrmeras o pentmeras (Heywood, 1985). A su vez, las monocotiledneas presentan las siguientes caractersticas: El embrin solamente tiene un cotiledn. Las races son de corta duracin y de tipo fibroso. La forma del crecimiento generalmente es herbcea y pocas especies son arborescentes. El polen es bsicamente monocolpado. El sistema vascular posee numerosos haces sin arreglo definido. Las hojas usualmente tienen la venacin paralela y muy a menudo con vaina en la base. Las flores son usualmente trmeras o mltiples de tres (Heywood, 1985). En el pas, las dicotiledneas estn documentadas con 180 familias, 1,395 gneros y 5,839 especies, y son el grupo ms grande y complejo (Standley y Steyermark, 19471977; Bailey, 1948; Irwin y Braneby, 1982; Gmez y Gmez, 1989; Hernndez, 1989; Hodel, 1992; Almeda, 1993; Luther, 1993; Sousa, 1993; Williams, 1994; Macqueen y Hernndez, 1996; Mabberley, 1997; Hughes, 1998; Torres, 1999; Vliz, 2000, 2000a, 2007; Linares, 2001, 2003, 2005a, 2006; Sousa, Ricker y Hernndez, 2001; Stevens et al., 2001; Lorea, 2002; Wind y Fother, 2002; Barrie, 2005; Arias y Vliz, 2006; Knapp y Davidse, 2006; Martnez, 2006; Oh y Potter, 2006; Seigler y Ebinger, 2006; Stevens y Montiel, 2006). Sus familias ms diversas son Asteraceae con 655 especies, Fabaceae
con 347, Rubiaceae con 308, Euphorbiaceae con 222 y Solanaceae con 180 especies. Las monocotiledneas estn representadas en el pas con 39 familias, 479 gneros y 2,352 especies; y las familias ms diversas son Orchidaceae con 796 especies, Poaceae con 534, Cyperaceae con 214, Bromeliaceae con 156 y Arecaceae con 94 (Standley y Steyermark, 1947-1977; Ames y Correll, 1952; Croat, 1986; Ehlers, 1990; Berrie y Kress, 1991; Sousa, Davidse y Knapp, 1994, 1995; Archila 1999, 2001, 2006; Croat y Vannini, 2006; Dix y Dix, 2000, 2006). Dentro de las plantas con flor, se encuentran muchas de las especies empleadas por las comunidades humanas en su dieta alimenticia, la medicina, la industria, la construccin, etctera. Algunos ejemplos importantes de dicotiledneas usadas en Guatemala son: El frijol negro (Phaseolus vulgaris); los chiles (Capsicum spp.); ayotes, chilacayotes, gicoyes, pepitoria y piscuchas (Cucurbita spp.); el gisquil (Sechium edule); el caf (Coffea spp.); los ctricos (Citrus spp); todos los frutales deciduos (Prunus spp, Cydonia sp, Pyrus sp, Malus sp.), cacao (Theobroma cacao); meln (Cucumis melo); hierba mora o quilete (Solanum nigrescens, S. americanum); conacaste (Enterolobium cyclocarpum); matilisguate (Tabebuia rosea), paterna, cushn, guamo, cuje, caspirol (Inga spp); ceiba (Ceiba pentandra); guayacn (Guaiacum sanctum); y cabeza de viejo u rgano (Pilosocereus leucocephalus). En fin, en Guatemala se encuentra una gran variedad de especies con diversos usos. Las monocotiledneas tambin tienen una importancia muy grande. Sobresalen el maz (Zea mays); el trigo (Triticum vulgare); la caa de azcar (Saccharum officinarum); los bananos, guineos, majunches y pltanos (Musa spp.); mashn o moshn (Calathea crotalarifera); cardamomo (Elettaria cardamomum); jengibre (Zingiber sp); monja blanca (Lycaste
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Figura 7. Ejemplos de helechos de Guatemala. 1. Schaffneria nigripes. 2. Soros de Polystichum sp. 3. Polystichum speciosissimum. 4. Pteris sp. 5. Dicksonia selloana. 6. Vista del bosque nuboso en Biotopo del Quetzal, Purulh, Baja Verapaz. Crdito: Vliz, M.
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Figura 8. Conferas de Guatemala. 1. Ceratozamia robusta. 2-3. Zamia tuerchheimii. 4. Pinus ayacahuite. 5. Pinus oocarpa. 6. Pinus devoniana. 7. Pinus pseudostrobus. 8. Juniperus comitana. 9. Taxodium mucronatum. Crdito: Vliz, M.
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skinneri var. alba) y muchas otras. El mosaico de la Figura 9 presenta una muestra de la diversidad de formas y colores de las plantas de este grupo. 3.9. Hbitos de la vegetacin Al analizar los hbitos de la flora guatemalteca, desde los helechos hasta las plantas con flores (Figura 10), se estableci que el estrato
arbreo (ms de 5 m de porte) representa el 14.8% con 1,542 especies. Este nmero puede elevarse hasta 1,800 especies arbreas, debido a que algunos descriptores de la flora de Guatemala citan rangos de altura que perfectamente pueden confundir e inducir a interpretar errneamente algunos rboles como arbustos. Los arbustos cuentan con 1,564 especies (15.15%).
Figura 9. Mosaico de imgenes de especies nativas de Guatemala. 1. Philodendron sp., 2. Lamphrophragma longifolia. 3. Justicia aurea. 4. Calathea sp. 5. Helenium integrifolium. 6. Encyclia onchracea. 7. Halenia decumbens. 8. Fuchsia splendens. 9. Stenocereus pruinosus. 10. Mammillaria albilanata. 11. Senecio praecox var tzimulensis. 12. Jatropha podagrica. Crdito: Vliz, M.
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Las hierbas son el hbito dominante con 3,580 especies (34.70%) y cubren el paisaje en sabanas, pastizales, praderas subalpinas, reas disturbadas en donde compiten con los cultivos. Los bejucos o lianas cuentan con 842 especies (8.16%) y son un componente importante dentro de matorrales, sean de consistencia herbcea o leosa. El hbito epfito, con 1,205 especies (11.67%), es indicador de la alta diversidad de plantas que viven sobre los rboles (forfito). Son un componente importante en la dinmica de los bosques, pues ayudan a tumbar ramas o rboles con el gran peso que ejercen al acumularse. Se pueden observar en los bosques nubosos. Los grupos ms diversos y frecuentes en esta categora pertenecen a Orchidaceae, Bromeliaceae, helechos, hepticas y musgos.
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Las plantas parsitas alcanzan 67 especies (0.64%). Son un grupo frecuente, especialmente las especies de las familias Viscaceae, Loranthaceae y Cuscutaceae. Las plantas saprofitas, un grupo muy especializado que no realiza fotosntesis y que se alimenta exclusivamente de materia orgnica, cuenta solamente con 13 especies (0.126%), y sus familias ms relevantes son Gentianaceae y Monotropaceae. Finalmente, se encuentra el grupo de plantas adaptadas a cuerpos de agua como especies sumergidas, flotantes o zancudas con 99 especies (0.95%). En este grupo son relevantes las familias Nymphaeaceae, Lemnaceae, Salviniaceae, Typhaceae e Hydrocharitaceae, cuyas densas poblaciones pueden llegar a tener un impacto ecolgico importante en
3500
Arboles
numero de especies
Epfitas Parsitas Saprfitas 1564 Acuticas Musgos Hepticas 1205 842 Liquenes Hongos Algas 580
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0
Figura 10. Hbitos de las Flora de Guatemala, 10,317 especies Fuente: Elaboracin propia
281
los lagos y lagunas, especialmente si se trata de especies exticas invasoras como Hydrilla verticillata. 3.10. Especies exticas Al ponderar la diversidad florstica de Guatemala es muy importante establecer que una buena porcin de las especies registradas no son nativas del pas. La mayora fueron introducidas como especies cultivadas y, posteriormente, algunas se naturalizaron y adaptaron al medio, colonizndolo paulatinamente. Otras ingresaron accidentalmente o son especies que se cultivan en campos, viveros, huertos familiares o jardines de comunidades humanas. El nmero de especies exticas reportadas en el pas asciende a 595 especies (5.76%) y posiblemente este nmero se incremente a medida que se documente la presencia de otras especies. En resumen, se puede indicar que el ingreso de nuevas especies tiene principalmente un origen antropognico, ya sea con fines de ornamento, agrcolas o industriales. La Figura 11 presenta un mosaico de imgenes de plantas comunes que se observan en jardines y huertos familiares. De este grupo de exticas, 116 especies tienen hbito arbreo (19.49%), 129 son arbustos, 273 son hierbas, 48 lianas, 17 epfitas y 11 acuticas. De todas ellas, 408 especies (68.57%) son especies empleadas como ornamento (incluyendo conferas y orqudeas). Un total de 132 especies exticas (22.18%) se emplea para producir alimentos o materias primas para la industria, mientras que 55 especies son invasoras. Acerca de este ltimo grupo es urgente tomar medidas ya que, sin enemigos o consumidores naturales, pueden causar daos ecolgicos y econmicos. Ejemplo de ello es Hydrilla verticillata, una especie acutica invasora de lagos poco profundos. Otro ejemplo es Oeceoclades
maculata, una orqudea de origen brasileo que actualmente ha invadido la Selva Maya y, dado que sus hojas son variegadas, es confundida con Sansevieria sp. Un tercer ejemplo es el de Calotropis procera, un arbusto que ha invadido las selvas bajas caducifolias de los departamentos de El Progreso, Zacapa y Chiquimula. En la Figura 12 se comparan los hbitos de las distintas especies exticas presentes en Guatemala, mientras que en la Figura 13 se presentan los principales usos que tienen estas especies introducidas. Es importante hacer notar que el uso ornamental supera en mucho a las especies empleadas como alimento. 4. COLECCIONES DE HERBARIO El conocimiento de la riqueza florstica de Guatemala se increment con la publicacin de Flora of Guatemala (Standley & Steyermark, 1977) y con el desarrollo de herbarios. Actualmente se cuenta con cuatro herbarios nacionales, registrados en el Index Herbariorum del New York Botanical Garden2. Ellos son: Herbario AGUAT, de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Fue fundado en 1979, cuenta con cerca de 10,000 especmenes y tiene colecciones histricas de Paul Standley, Julian Steyermark y Ulises Rojas. Herbario BIGU, de la Escuela de Biologa de la Facultad de Ciencias Qumicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Fue fundado en 1982, cuenta con 40,278 especmenes y 8,700 especies, y no tiene colecciones histricas, ya que es el herbario ms reciente de Guatemala. Herbario USCG, ubicado en el Centro de Estudios Conservacionistas (CECON) de la Facultad de Ciencias Qumicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Est ubicado en la zona 10 de la ciudad de
Captulo 6
282
Captulo 6
Figura 11. Algunas especies exticas frecuentes en Guatemala. 1. Philodendron bipinatifidum. 2. Tibouchina urvilleana. 3. Dahlia sp. 4. Thunbergia missorensis. 5. Cycas revoluta. 6. Trimeza martinicensis. 7. Zebrina pendula. 8. Impatiens sultanii. 9. Anthurium andreanum. 10. Sedum morganianum. Crdito: Vliz, M.
283
273
250
200
nmero de especies
Arboles
150
129 116
100
50
17
0
11
Hbitos
Figura 12. Hbitos de las especies exticas presentes en Guatemala. 595 especies Fuente: Elaboracin propia
Guatemala y fue fundado en 1922. Es el ms antiguo, cuenta con cerca de 25,000 especmenes y tiene colecciones histricas, especialmente de Ulises Rojas y Robert Stolze. Herbario UVAL, del departamento de Biologa de la Universidad del Valle de Guatemala. Fundando en 1974, cuenta con 25,000 especmenes. En la Figura 14, se observa que los herbarios de Guatemala cuentan con ms de 100,000 especmenes. Sin embargo, pese a ello y a la alta diversidad existente, an son pequeas las colecciones registradas, ya que slo el proyecto Flora of Guatemala (1947-1977) aport ms de 50,000 especmenes a los herbarios EAP (Escuela Panamericana de Agricultura, Zamorano, Honduras) y F (Field Museum of Natural History, Chicago, Estados Unidos), todos recolectados en Guatemala (Knapp y Davidse, 2006; Linares, 2006). El nmero de profesionales dedicados a los distintos grupos taxonmicos con poca o
mucha actividad en la documentacin de la diversidad florstica de Guatemala asciende a 15 personas. Para las dicotiledneas y monocotiledneas se cuenta con ocho profesionales dedicados, mientras que para otros grupos, como algas, lquenes, hongos y hepticas, solamente existen siete personas dedicadas. Se desconoce si en los herbarios de Guatemala existe personal trabajando con musgos. Es importante indicar que algunos botnicos son generalistas y trabajan con muchos grupos de plantas, lo cual enriquece las colecciones de sus herbarios. La Figura 15 ofrece una clara idea de lo expuesto.
5. REGIONES ENDEMISMO
CON
ALTO
Las condiciones geolgicas, biogeogrficas y fisiogrficas han contribuido a que en algunas regiones del pas exista una alta incidencia de endemismo. Para Guatemala, las ms importantes son la sierra de las Minas, entre los de-
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284
partamentos de Zacapa, Izabal, Baja Verapaz y El Progreso, y la sierra de los Cuchumatanes, en el departamento de Huehuetenango, donde Vliz (1998) indica que por encima de 2,900 msnm, en la meseta alta de la sierra, se han documentado 31 familias y 78 especies endmicas, as como el gnero Cuchumatanea (Asteraceae), nico con endemismo local. Las familias con mayores endemismos locales en los Cuchumatanes son Asteraceae con 19 especies y Poaceae con 11. Otras regiones de endemismo son el Trifinio, en el departamento de Chiquimula; la montaa de Xalapn, en Jalapa; y el Arco Hmedo del Norte, que incluye la regin comprendida entre la sierra de las Minas y Maxbal, Huehuetenango. Esta zona tiene un alto endemismo en orqudeas (Orchidaceae) y una alta frecuencia de helechos arborescentes de los gneros Cyathea, Alsophila, Dicksonia y Sphaeropteris (Vliz y Vargas, 2006).
El complejo o la zona de cerro San Gil y de la sierra Santa Cruz y el Pie de Monte Volcnico son regiones con incidencia de endemismos locales, especialmente de los gneros Chamaedorea (Arecaceae) y Lepanthes (Orchidaceae). Los bosques secos del valle del Motagua son reservorios importantes de especies con distribucin restringida como Pachycereus lepidanthus, Myrtillocactus eichlamii y M. schenkii (Cactaceae); las primeras dos son nicas a nivel mundial y con pequeas poblaciones, mientras que Myrtillocactus schenkii, una especie que hasta el ao pasado era considerada endmica local de Mxico, ahora est registrada en Guatemala, lo cual la convierte en endmica regional. En la Figura 16 se pueden observar las diversas regiones con mayor incidencia de endemismos. Al revisar y preparar la base de datos, se estableci un total de 823 especies con algn
55
132
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408
Figura 13. Principales usos y funciones de las especies exticas presentes en Guatemala. 595 especies Fuente: Elaboracin propia
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nmero de especimenes
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UVAL, UVG
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5000
Herbarios
Figura 14. Colecciones de plantas registradas en los Herbarios de Guatemala Fuente: Elaboracin propia
tipo de endemismo, de las cuales 538 especies tienen distribucin restringida en Guatemala y 285 son endmicas de la regin mesoamericana. Estos datos se encuentran por debajo de las 1,171 especies que se manejan normalmente. Es posible que esto se deba a que a medida que se publican ms monografas y se realiza un muestreo de mayor intensidad, se demuestra que las especies tienen una distribucin ms amplia. En la Figura 17, se observa un mosaico de especies endmicas locales de Guatemala; de ellas, las imgenes 1, 2, 3, 4, 8, 9 y 10 son especies de la sierra de los Cuchumatanes. Adems, las imgenes 4 (Vliz, 2000) y 9 (Veliz, 2007) son de reciente publicacin. Por otro lado, las Cactaceae 5 y 7 son especies del monte espinoso guatemalteco, mientras que las imgenes 10 y 11 son especies endmicas del Arco Hmedo Norte.
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286
9
8
8
Algas Liquenes
numero de personas
4
4
Monocotiledonea 1
0
0 1
Grupos taxonmicos
Figura 15. Profesionales que se encuentran trabajando los diversos grupos de plantas de Guatemala. Total 15 personas Fuente: Elaboracin propia (2007)
El Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE) de Guatemala (Diario de Centroamrica, 2006) incorpora 827 especies, entre las que se incluyen algunos hongos, helechos, conferas y plantas con flor. Dicha lista equivale al 8% de la diversidad florstica conocida, y el grupo ms numeroso es el de las conferas con el 20% de la diversidad (Cuadro 4). No se ha considerado ninguna especie de musgos, hepticas ni lquenes, lo cual es un reflejo de lo poco o nada conocidos que son estos grupos. En el LEAE se incluyen 519 especies de dicotiledneas, 203 de monocotiledneas, 22 de hongos, 64 de helechos y 20 de conferas. Al cotejar esta informacin con la base de datos de especies endmicas, se presenta una coincidencia del 42.40%, que corresponde a 349 especies, lo cual revela que existen mu-
chas especies con endemismo local que no fueron consideradas en la lista. En la Figura 18 se listan las familias con mayor nmero de especies endmicas. Las familias con ms especies incluidas en el LEAE son Orchidaceae con 80 especies (se considera que tiene ms de 200 especies endmicas), Asteraceae con 80, Piperaceae con 72, Cactaceae con 58 y Rubiaceae con 42. La Figura 18 muestra otras familias que a su vez presentan alto endemismo. Un esfuerzo nacional muy importante es el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP). De acuerdo con CONAP (2005), este sistema incorpora 224 reas protegidas, las cuales cubren el 32% del territorio nacional. La mayor cobertura del SIGAP (82%) est en los departamentos de Petn e Izabal. De
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287
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
Cerro San Gil-Sierra Santa Cruz Arco Hmedo Norte Sierra de los Cuchumatanes Depresin Central de Chiapas Pie de Monte volcnico Montaa de Xalapn Monte Espinoso Trifinio
Figura 16. Regiones con mayor incidencia de endemismos en Guatemala Fuente: Elaboracin propia
acuerdo con el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), ms del 50% de las reas que incorpora el SIGAP tiene menos de 1,000 ha, se consideran pequeas y no contribuyen a la conservacin relativa de la biodiversidad del pas, aunque s a la proteccin del patrimonio histrico y escnico, a la recreacin y a la educacin ambiental. Existe una serie de instancias e incentivos para el uso, manejo y conservacin de la biodiversidad (CONAP 2006), como el pago , de servicios ambientales, las concesiones fo-
restales, las reservas naturales privadas, los fondos ambientales y los impuestos ambientales para uso y aprovechamiento de biodiversidad. Por otro lado, hay distintas amenazas para la diversidad florstica del pas. De acuerdo con el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), la cobertura forestal es del 39.9% (4,357,746 ha), pero la incidencia de incendios forestales es una amenaza permanente, especialmente en Petn, Zacapa, Quich y Baja Verapaz, es decir, los departamentos que histricamente se han visto ms afectados en su cobertura.
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288
Captulo 6
Figura 17. Especies endmicas de Guatemala. 1. Cirsium nigrescens. 2. Cirsium sckutchii. 3. Agave hurterii. 4. Lonicera guatemalensis. 5. Myrtillocactus eichlamii. 6. Gentiana guatemalensis. 7. Pachycereus lepidanthus. 8. Juniperus standleyi. 9. Peperomia cuchumitanica. 10. Zamia tuerckheimii. 11. Vaccinium minarum. Fotografas: Vliz, M.
289
La deforestacin, la ingobernabilidad, la extraccin y exportacin de flora (Tillandsia spp., Beucarnea spp. y Chamaedorea spp.) y las agendas internacionales son algunos de los muchos factores que amenazan la diversidad florstica de Guatemala, pero este tema es ampliado en el Captulo 11 del presente libro. Es necesario mencionar que el limitado conocimiento de los grupos de plantas inferiores es otro elemento que se debe incluir dentro de las amenazas. Los grupos de plantas con flores, los helechos y las conferas son los mejor documentados, pero el conocimiento y experiencia se encuentran centralizados en pocas personas, lo cual, sumado al hecho de que no se est formando nuevo recurso humano, retrasa el proceso de conocimiento y conservacin de la flora nacional. Muchos de los recursos florsticos silvestres que las distintas comunidades humanas utili350
zan y extraen para el consumo no tienen una garanta de sostenibilidad asegurada. Esto sucede, por ejemplo, con los musgos (epfitos de los encinares y de las selvas medianas perennifolias templadas), los cuales, aunque carecen de gran valor comercial, son extrados para las fiestas navideas para luego ser vendidos en los mercados locales. Sin embargo, se desconoce el volumen consumido. Adems, conjuntamente con ellos son extradas otras especies, tales como Tillandsia usneoides, T. ponderosa y T. guatemalensis. Es posible que si los bosques no se talaran, las poblaciones de musgos podran recuperarse. Otro ejemplo interesante de preservacin es el manejo de las especies de la agrobiodiversidad, que se observa en el uso sostenible que de ellas hacen las comunidades humanas, tanto en la agricultura tradicional como en
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300
250
nmero de especies
200
100
80
80
72 58 45 29 26 23 19 18 17 17 15 15
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Familias
Figura 18. Familias con ms especies incluidas en el Listado de Especies Amenazadas de Extincin (2006). 127 familias / 825 spp. Fuente: Elaboracin propia
Captulo 6
150
290
los huertos familiares, tema discutido ampliamente en el Captulo 9 del presente libro. Un problema serio por afrontar es cmo garantizar que no se pierda la diversidad florstica a pesar de las mltiples presiones que las reas protegidas enfrentan. Lo nico que alienta en un pas tan diverso como Guatemala es que, pese a ese cmulo de problemas, an se encuentra presente la diversidad citada por Standley y Steyermark. Un ejemplo de ello es la diversidad florstica de la meseta alta de los Cuchumatanes, en donde todas las especies citadas han sido encontradas y documentadas (Vliz, 1998).
El conocimiento y documentacin de la flora extica presente en Guatemala, cuyo registro actual es de 595 especies y que probablemente se seguir incrementando, indica que este grupo incluye 116 especies de hbito arbreo (19.49% de las exticas), 129 arbustos, 273 hierbas, 48 lianas, 17 epfitas y 11 acuticas. Por otro lado, 408 especies (68.57%) son empleadas como ornamentales, 132 se emplean para producir alimentos o materias primas para la industria y 55 son invasoras. Guatemala cuenta con 823 especies endmicas, de las cuales 538 son de distribucin restringida en Guatemala y 285 son endmicas regionales. Las regiones con mayor incidencia de endemismos son la sierra de los Cuchumatanes, la sierra de las Minas, la cadena volcnica, la depresin de Chiapas en Huehuetenango, la montaa de Xalapn, el Trifinio y el Arco Hmedo del Norte, que va desde Izabal hasta Quich. La mayora de estas regiones se encuentran fuera del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP). Entre los esfuerzos por conservar y dar sostenibilidad a la diversidad florstica de Guatemala, se incluye el Listado de Especies Amenazadas de Extincin, que incluye 519 dicotiledneas, 203 monocotiledneas, 22 hongos, 64 helechos y 20 conferas, dentro de las cuales se representa slo el 42.40% de las especies endmicas. Adems, el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, que incluye 224 reas equivalentes al 32% del territorio nacional, el pago de servicios ambientales, las concesiones forestales, los fondos ambientales y los impuestos ambientales para uso y aprovechamiento de biodiversidad son actividades tendientes al uso, conservacin y sostenibilidad de la biodiversidad. Esto puede reducir los efectos negativos de las amenazas a esta riqueza nacional.
7. CONCLUSIONES
Guatemala es un pas con alta diversidad florstica. Cuenta con un registro de 321 familias, 2,478 gneros y 10,317 especies. De estas ltimas, 1,542 son arbreas; 1,564 arbustos, 3,580 hierbas, 842 lianas, 1,205 epfitas, 67 parsitas, 13 saprfitas y 99 acuticas. Adems, existen 580 musgos, 245 hepticas, 168 lquenes, 376 hongos y 20 algas. Los grupos mejor documentados son las plantas con flor, las conferas y los helechos, de acuerdo con las colecciones de herbarios nacionales. Las familias ms diversas dentro del mbito florstico son Orchidaceae con 796 especies, Asteraceae con 655 especies, Poaceae con 534 y Fabaceae con 347 especies.
Captulo 6
Los esfuerzos de los herbarios guatemaltecos AGUAT, BIGU, USCG Y UVAL, en la documentacin, conocimiento y mapeo de la diversidad florstica, constituyen un gran apoyo a las instituciones gubernamentales a quienes compete la toma de decisiones, el desarrollo de las polticas y la regulacin del uso de las diversas especies nativas del territorio guatemalteco.
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8. NOTAS
1. 2. Com. Personal, Universidad de Texas http://sciweb.nybg.org/science2/IndexHerbariorum.asp
Captulo 6
292
9. GLOSARIO
rbol: Vegetal leoso, por lo menos de 5 m de altura, con el tallo simple (denominado tronco) hasta la llamada cruz en que se ramifica y forma la copa (Font Quer, 1985). Arbreo: De condicin parecida a la del rbol (Font Quer, 1985). Arbusto: Vegetal leoso, de menos de 5 m de altura, sin un tronco preponderante, porque se ramifica a partir de la base (Font Quer, 1985). Endmica: Se dice de la o las plantas que se consideran oriundas del pas, la regin o la localidad en donde vive (Font Quer, 1985). Epfita: Se aplica a los vegetales que viven sobre las plantas sin tomar nutrimentos de ellas (Font Quer, 1985). Esporas: Cualquier germen que no produzca directamente un individuo como su progenitor, un protalo, es decir, otra fase de la propia especie (Font Quer, 1985). Frondes: Hojas de los helechos (Font Quer, 1985). Gametofito: Generacin de clulas haploides que termina produciendo clulas reproductoras sexuales (Font Quer, 1985). Halfita: Plantas que crecen en medios salinos: tierra o agua (Font Quer, 1985). Herbario: Conjunto de plantas destinadas al estudio o a la enseanza de la Botnica. En general, se trata de plantas desecadas en las debidas condiciones para que conserven de la mejor manera la forma y posicin de sus rganos como en estado viviente (Font
Captulo 6
Quer, 1985). En la actualidad, un herbario es un banco creciente de informacin, proveniente esencialmente de los ejemplares botnicos que representan los estudios florsticos y taxonmicos (Lot y Chiang, 1985). Hetertrofos: Se llama as a las plantas que carecen de clorofila para sintetizar hidratos de carbono (Font Quer, 1985). Liana: Alude a los tallos sarmentosos de los bejucos, que trepan por los rboles y, en cierto modo, los ata (Font Quer, 1985). Monopodial: Tipo de ramificacin que se compone de un eje principal (Font Quer, 1985). Oprculo: La parte que se desprende de un esporangio o fruto a modo de tapadera (Font Quer, 1985). Parsita: Vegetal hetertrofo que se nutre de organismos vivos. La vctima invadida se llama hospedante, y si se trata de una planta, se llama planta matriz o nutriz (Font Quer, 1985). Perstoma: En musgos, es un conjunto de dientes destinados a regular la salida de las esporas en la urna de acuerdo con la humedad del ambiente (Font Quer, 1985). Rizina: Clulas alargadas o tubulares que sirven para fijar el alga al sustrato (Font Quer, 1985). Saprofita: Vegetal hetertrfo que carece de clorofila y de pigmentos anlogos, y se nutre de plantas muertas y de restos orgnicos en descomposicin (Font Quer, 1985). Simbiosis: Vida en comn de dos plantas distintas o de una planta y un animal, establecida de manera regular y con beneficio de los entes participantes (Font Quer, 1985).
293
Simpodial: Tipo de ramificacin que consiste en una serie de brotes unidos por sus extremos a un solo cuerpo (Font Quer, 1985).
Talo: Cuerpo vegetativo en el que no se diferencian un eje caulinar folioso y las races. Posee una forma muy simple, filamentosa o laminar (Font Quer, 1985).
Captulo 6
294
10. BIBLIOGRAFA
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11. AGRADECIMIENTOS
A Maura Quezada y Roxanda Lpez (Escuela de Biologa, USAC) por su apoyo con las imgenes de macrohongos de la Ecorregin Lachu; a Fredy Archila, por su apoyo en la revisin y correccin de la base de datos de la familia Orchidaceae; a Mara del Carmen Bran y Osbert Morales (Micoteca, USAC), por brindarme la informacin de los hongos de Guatemala; a Julio Morales (USCG, USAC) y David Mendieta (AGUAT, USAC) por brindarme informacin sobre las colecciones de sus Herbarios; a Rosalito Barrios (Escuela de Biologa, USAC) por su apoyo constante y certeros comentarios.
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Biodiversidad acutica
Mara Mercedes Lpez-Selva Q.* Mario Roberto Joln Morales* Jos Luis Lpez Lpez*
RESUMEN
Este captulo describe la biodiversidad acutica conocida en Guatemala hasta el ao 2007. La informacin, que fue recopilada a travs de una bsqueda intensiva en publicaciones, trabajos no publicados y entrevistas, se presenta dividida en fauna acutica y flora acutica. Se describen los principales grupos en funcin de su importancia biolgica y econmica, resaltando el nmero de especies cuya distribucin se ha confirmado en el pas, su estatus biolgico, su importancia comercial y cultural y las amenazas que ponen en peligro su supervivencia, as como los esfuerzos que se realizan para detenerlas. Es evidente que los grupos biolgicos de los ambientes acuticos han sido poco estudiados en Guatemala, quizs por la dificultad resultante de su medio, aunque con mayor probabilidad porque la investigacin cientfica en el pas es escasa. Independientemente de la razn por la que no conocemos a profundidad los recursos acuticos con los que contamos, es esencial que corrijamos esta senda para poder administrar los recursos de manera sostenible. Al describir la biodiversidad acutica del pas, el grupo de fauna resulta mucho ms abundante que el de flora, con 390 especies de moluscos, 20 especies de crustceos, 35 especies de corales, 1,033 especies de peces, 5 especies de tortugas marinas y 28 especies de mamferos marinos. La informacin sobre flora se resume en 20 especies de algas marinas, 6 especies de pastos marinos y 24 especies de plantas acuticas (descritas para
* Consultor independiente.
el lago de Izabal). Estos resultados no reflejan con exactitud las cantidades reales de la biodiversidad acutica de Guatemala, sino ms bien el esfuerzo de investigacin que se ha invertido en los diferentes grupos. Palabras clave: fauna acutica, flora acutica, situacin actual, uso y conservacin.
SUMMARY
This chapter describes the aquatic biodiversity known in Guatemala until the year 2007. The information compiled through an intensive search of publications, non-published works and interviews, is presented divided into aquatic fauna and aquatic flora. Main groups according to their biological and economical importance are described, emphasizing the number of species which distribution has been confirmed in the country, their biological status, commercial and cultural importance, and the threats that endanger their survival; as well as the efforts made to stop them. It is evident that the biological groups of aquatic environments have not been studied enough in Guatemala; maybe because of the difficulties in their environment, although there are more probabilities that it is because there are not enough scientific research in the country. Regardless the reasons we are not deeply aware of the aquatic resources we have, it is essential that we change this in order to administrate the resources in a sustainable way.
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When describing aquatic biodiversity of the country the fauna group is more abundant than the flora group; with 390 species of molluscs, 20 species of crustaceans, 35 species of corals, 1,033 species of fishes, 5 species of marine turtles, and 28 species of marine mammals. Information about the flora sumps up to 20 species of marine algae; 6 species of marine grass; and 24 species of aquatic plants (in lake of Izabal). These results dont accurately show the real amount of aquatic biodiversity in Guatemala but the research effort made in different groups. Key words: aquatic fauna, aquatic flora, current situation, use and conservation.
rulewal amaq, ri unimal kikaslemalil, ri qinomal kikiya pa kibantajik winaq, xuquje ri ukeyewal uriqom kikalemal, rachil ri chuqabil rech ma kasach ta kiwach. Qalaj chi pa Paxil Kayala ma solim ta kiwach ri jalajoj uwach kaslemalil ajpaja, wene are kabanowik pa ja poqinaq kikaslemalil, xuquje etaman chi pa amaq ma yaom ta uqij ri tzunojchak. Qetaman chi ko ukeyewal pa kikaslemalil ri rawajil-urexal ja, rajawaxik kaqasukmajij ube ri chak, rech kaban jun utzilaj wokonik katoban che ma kasach ta kiwach. Chi xtzibax ronojel jalajoj uwach kaslemalil ajpaja rech amaq, xqalajinik chi ri rawajil uwach ulew ki uwach na chuwach urexal ja, e ko 390 moluscos, jun winaq uwach taq xpeq, jun winaq lajuj job uwach corales, 1,033 uwach taq kar, job uwach taq kok palow, jun winaq waqxaqib uwach ajtu rawajil palow. Ri bixkil puwi urexal ja xa jun winaq uwach xpeq plow, waqib uwach qayes uwi ja plow, juwinaq kajib uwach ri qayes ajpaja (E tziban kan che cho rech Izabal). Wa jun kisbal chak xuqalajisaj qas janipa uwach ri jalajoj uwach kaslemal ajpaja rech Paxil Kayala, xuquje kaya uqij ri tzuknojchak banom kumal taq ri wokonem. UCHOLAJ: Rawajil ajpaja, urexal ajpaja, Ubanom kikaslemalil wakamik, uloqoqexik ukojik.
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1. INTRODUCCIN
Habitantes de un pas en donde existen numerosos lagos, lagunas, ros y dos costas marinas apenas separadas por pocos cientos de kilmetros, los guatemaltecos llevamos vidas marcadas por la presencia de estos cuerpos de agua, de los que dependen nuestra economa y estilos de vida. La informacin que se presenta a continuacin pretende describir lo que se conoce hasta la fecha sobre la biodiversidad acutica del pas y constituye una recopilacin de diversos trabajos, algunos de ellos publicados, y entrevistas personales. La descripcin de la biodiversidad acutica de Guatemala no es tarea fcil, no slo porque el pas forma parte de una de las zonas catalogadas como las ms diversas del planeta, sino tambin porque la investigacin que se ha llevado a cabo no ha sido exhaustiva. Lo anterior se deriva esencialmente de que Guatemala no cuenta con una plataforma slida de financiamiento que facilite la obtencin de fondos para llevar a cabo investigaciones y a que las universidades, que son la fuente de generacin de informacin ms importante, no impongan una cuota mnima de publicaciones cientficas a sus profesores. Existen grandes vacos con respecto a la informacin acerca de invertebrados y algunos otros grupos, como las algas. Incluso grupos ms llamativos, como los corales, han sido objeto de contadas investigaciones y la informacin que puede encontrarse acerca de ellos abarca apenas la identificacin de algunas especies. Para dar una idea de cun vastas son nuestras lagunas de informacin y cunto tenemos todava por descubrir en el pas, basta con mencionar que hasta hace un par de aos se iniciaron estudios dirigidos por guatemaltecos sobre las ballenas que visitan nuestras costas. Si los detalles de las visitas de estos mamferos imponentes y de gran masa corporal an siguen siendo un
misterio, imagine el lector lo poco que se conoce sobre los animales y plantas que siguen pasando inadvertidos al escrutinio de los investigadores guatemaltecos. Una de las caractersticas de la investigacin en Guatemala, que se hace obvia en este captulo, es que los grupos ms estudiados son aqullos que nos proporcionan beneficios econmicos. De aqu que la informacin que se presenta sobre peces sea mayor que la de los dems grupos descritos.
2. ECOSISTEMAS ACUTICOS
Los ecosistemas acuticos son sistemas dinmicos que se caracterizan por tener reas de pantano, cinaga o agua; estancada o con corrientes; dulce, salobre o salada, en donde interactan comunidades biticas ente s y con el suelo, el agua, el aire y la luz. Es fcil comprender a primera vista que constituyen espacios ricos en biodiversidad, especialmente en latitudes como la de Guatemala, en donde la temperatura ambiental y la luz, entre otros factores, favorecen la diversificacin de organismos. Hay muchas caractersticas que definen los tipos de ecosistemas acuticos, una de ellas es el gradiente de salinidad del agua, un aspecto que, junto con varios otros, define a las comunidades que interactan en este medio. De acuerdo con sus gradientes de salinidad, los ecosistemas se pueden dividir en ecosistemas de agua dulce y ecosistemas de agua salobre y marina. 2.1. Ecosistemas de agua dulce Los ecosistemas de agua dulce o sistemas hdricos continentales, se caracterizan por estar tierra adentro y por tener concentraciones de sal menores al 1%. Pueden ser cuerpos de agua con o sin corrientes, contenidos en un espacio delimitado, como los lagos y lagunas, o pueden ser flujos de agua que se
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mueven en una direccin, como los ros y riachuelos. Estos ltimos desembocan en las costas, uniendo sus aguas dulces a las del mar y formando sistemas de agua salobre. De acuerdo con el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), el 1.59% del territorio nacional est ocupado por cuerpos de agua (excluyendo humedales que pueden entrar o no dentro de los ecosistemas de agua salobre). Las especies de animales y plantas que se distribuyen en estos ecosistemas estn adaptadas a las bajas concentraciones de sal y generalmente difieren de las que se distribuyen en aguas salobres y saladas. Guatemala tiene dentro de su territorio siete lagos que ocupan en su totalidad un rea de 928.03 km2 (Cuadro 1). Estos lagos constituyen una de las principales fuentes de alimento de la vida silvestre y adems son motores
de la economa de los poblados asentados en sus alrededores. Tambin constituyen zonas de alto endemismo debido a que muchas de estas especies que se distribuyen all quedaron aisladas. Esto se debe a que los cuerpos de agua estn separados por extensos territorios y formaciones montaosas que constituyen barreras para la dispersin de las especies. Segn el inventario de cuerpos de agua ms reciente realizado en el pas, existen 49 lagunas, 19 lagunas costeras y 109 lagunetas (PREPAC, 2005). Guatemala est dividida en 38 cuencas hidrogrficas que drenan hacia vertientes en el Pacfico, Caribe y golfo de Mxico. Este sistema de lagos, lagunas, ros y riachuelos le confiere al pas caractersticas que favorecen la distribucin y abundancia de la biodiversidad.
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Fuente: Elaboracin propia
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2.2. Ecosistemas de agua salada Los ecosistemas de agua salada se pueden dividir, segn el grado de salinidad que presenten, en marinos y de agua salobre. Entre estos ltimos se cuentan humedales caracterizados por los tipos de vegetacin que los recubren, como el canal Ingls, localizado en el litoral del Atlntico, y el canal de Chiquimulilla, en el litoral del Pacfico. Quizs uno de los ecosistemas de agua salobre ms particulares en Guatemala, no slo por la biodiversidad que alberga y la cantidad de servicios ambientales que brinda a la sociedad sino tambin por la degradacin que ha sufrido en las ltimas dcadas, sea el ecosistema de manglar, localizado en ambos litorales, aunque con mayor extensin en el litoral del Pacfico. En la actualidad se estima que existen 20,579 hectreas de mangle, 40% de las cuales estn dentro de reas protegidas (IARNA, URL e IIA, 2006). Este ecosistema se caracteriza por presentar predominancia de mangle (en Guatemala se identifican cinco especies: Rhizophora mangle, R. harrisonii, Avicenia germinans, Languncularia racemosa y Conocarpus erecta) y por ser sitio de anidacin, descanso y alimentacin de gran nmero de peces, reptiles, aves, mamferos e invertebrados que se benefician de la estructura intrincada del bosque, en donde encuentran refugio de depredadores. Este tipo de ecosistema es reconocido mundialmente como uno de los ms biodiversos debido a que en l convergen especies de peces e invertebrados de agua dulce y agua salada que utilizan los sistemas de canales como criadero de huevos y larvas. La abundancia de stos atrae a su vez a aves y otros depredadores que encuentran fuentes de alimento variadas. Los ecosistemas marinos que pueden observarse en Guatemala varan de una costa a otra, ya que la geomorfologa de ambas di-
fiere mucho, sobre todo en cuanto a tipos de fondos y profundidades. La costa del Pacfico es profunda, mientras que la del Atlntico tiene profundidades menos marcadas hacia la costa. Esta diferencia, adems de la productividad de especies, determina los tipos de pesqueras que existen en cada costa. El Pacfico presenta caractersticas que favorecen la formacin de bancos muy grandes de peces pelgicos, como sardinas, jureles, anchoas, atunes y barracudas. Otro grupo abundante en esta costa son los crustceos, representado principalmente por los camarones, que han constituido a lo largo de varias dcadas una de las pesqueras ms importantes del pas. Los ecosistemas ms sobresalientes en el Atlntico son el ecosistema de coral, los pastos marinos y las playas con cobertura vegetativa. El ecosistema de coral est constituido por parches localizados en la baha de Amatique, en donde pueden encontrarse varias especies de coral con algas y poblaciones de caracoles de diferentes especies. Las inmersiones ms recientes revelan que estos corales sufren de blanqueamiento severo (muerte) provocado por las altas concentraciones de sedimento que desagua el ro Motagua. Los pastos marinos son un ecosistema formado por plantas que proporcionan refugio y alimento para larvas, peces, crustceos pequeos y tortugas marinas en sus primeros aos de desarrollo. Arrivillaga (1994) seala la baha La Graciosa, Punta de Manabique, el lado este de la baha de Amatique y la desembocadura del ro Sarstn como los sitios en donde pueden encontrarse extensas praderas de pastos marinos. Las playas del Atlntico son un ecosistema importante para varias especies de tortugas marinas que las utilizan para anidar. Se extienden hasta donde empieza la reventazn y por lo tanto se les considera ecosistemas
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de transicin entre el mar y la tierra. Debido a la baja densidad poblacional humana (en comparacin con la del Pacfico), estas playas an conservan una buena cobertura vegetal que utilizan muchas especies como refugio. Por esta caracterstica son sitio ideal para la anidacin de la tortuga carey, una especie amenazada de extincin que utiliza playas con cobertura de vegetacin espesa para hacer sus nidos. Lamentablemente, las playas de este litoral estn siendo afectadas por grandes cantidades de basura orgnica e inorgnica que descarga el Motagua y que regresa a la playa por efecto de las mareas. Esta basura se queda estancada en la arena e impide el acceso de tortugas y otros animales como cangrejos y aves.
registro fsil indica que los moluscos han habitado la tierra durante 600 millones de aos ms o menos. En nmero de especies, este grupo es el segundo ms numeroso del mundo, antecedido por el grupo Arthropoda. Mundialmente existen ms de 50,000 especies vivas descritas y alrededor de 60,000 fsiles de moluscos. Se estima que solamente la mitad del total de moluscos vivos han sido descritos (Brusca y Brusca, 1990). El filo Mollusca, en la clasificacin biolgica, contiene a todos los moluscos, los cuales se dividen en las cuatro clases descritas brevemente en el Cuadro 2. La riqueza de moluscos en Guatemala ha sido poco estudiada. Cazali (1988) encontr 98 especies de pelecpodos en la costa Atlntica de Guatemala, de las cuales 17 especies se consideran econmicamente importantes (Figura 1). Los gasterpodos, con nfasis en el caracol gigante Strombus gigas, fueron objeto de estudio durante el 2005 y 2006 en el Atlntico del pas y se reportaron seis especies (A3K-CONAP 2006). Otros , estudios puntuales, Ruano (2000) y Vsquez y Muoz (2000), reportan aproximadamente 20 especies de moluscos en la costa Pacfica de Guatemala. Prado (2006) realiz una revisin extensa de las especies registradas para ambas costas de Guatemala, utilizando principalmente las dos colecciones de referencia de moluscos, la Coleccin Zoolgica de la Universidad de San Carlos de Guatemala y la Coleccin de Referencia del Departamento de Biologa de la Universidad del Valle de Guatemala, obteniendo como resultado 123 especies de Gastropoda y 169 especies de Bivalva. Ante la evidente ausencia de datos referentes a la diversidad de moluscos de nuestro pas, es preciso continuar los estudios y profundizar en ellos para determinar el nmero de especies con que se cuenta y su abundancia,
3. BIODIVERSIDAD ACUTICA
3.1. Moluscos
DE
FAUNA
Este grupo se caracteriza por tener una estructura calcificada conocida como concha que, segn las especies, presenta diversas formas y cumple con diferentes funciones. Otras caractersticas distintivas que la mayora de moluscos comparten son: 1. Tener cuerpos blandos. 2. Poseer un pie muscular plano y ancho que usan para la locomocin, localizado en posicin ventral. 3. Disponer de un manto, que es un pliegue de tejido que cubre la masa visceral. 4. Presentar una estructura llamada rdula, que utilizan para raspar el alimento, y que es una banda cubierta de dientes parecida a una lima. Los moluscos son un grupo numeroso de organismos que se distribuyen en hbitats que van desde los mares hasta los desiertos. El
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Figura1. Clase Pelecypoda Donax carinatus: USACMOL7712 y Polymesoda triangula: USACMOL75-198-199-200-201 son aprovechadas para subsistencia y comercio en Guatemala. Crdito: M.I.R.Records
la importancia econmica y el potencial que tienen como fuente de alimento. Actualmente, el Museo de Historia Natural de la Universidad de San Carlos desarrolla un estudio poblacional de moluscos del Atlntico de Guatemala, el cual pretende llenar vacos de informacin de este vasto grupo1. Los moluscos han sido utilizados histricamente como herramientas, contenedores, instrumentos musicales, adornos y alimento de poblaciones humanas. Numerosas comunidades costeras de Guatemala utilizan las conchas de moluscos para la elaboracin de
Aunque el grupo de los moluscos represente una opcin para la diversificacin de fuentes de protena animal de la dieta humana, tiene el inconveniente de distribuirse en ambientes
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artesanas y recuerdos, como collares, aretes, llaveros y un sinfn de artculos decorativos que se venden tanto a turistas nacionales como extranjeros, as como para alimento (Cuadro 3). Las conchas que se usan en la confeccin de artculos decorativos van desde pequeos pelecpodos hasta las conchas grandes de caracol reina (Strombus gigas) (Figura 3).
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Fuente: Elaboracin propia con informacin de las siguientes fuentes: Vsquez y Muoz (2000); Cazali (1988); Ruano (2000); A3K-CONAP (2006); Prado (2006)
Figura 2. La pata de burro (Anadara (Grandiarca) grandis): USACMOL6952 es una especie incluida en el Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE), su explotacin no regulada ha reducido sus poblaciones en el Pacfico. Crdito: M.I.R.Records
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en donde resulta difcil la extraccin y, con excepcin de pocas especies como el gigante Strombus gigas, tienen masas corporales muy pequeas que requieren de un gran esfuerzo de recoleccin para obtener cantidades significativas para el consumo. La mayor cantidad de moluscos que se ofrece al mercado proviene de las capturas incidentales que acompaan a la pesca de arrastre industrial dirigida al camarn. Algunas especies, como el abuln y el calamar, son aprovechadas por los pescadores para consumo familiar o se venden en los mercados del rea costera (Cuadro 4). Una de las principales especies de moluscos que ha sido aprovechada durante varias dcadas, y que es muy popular en los mens de comedores y restaurantes de mariscos, es el caracol gigante o reina, Strombus gigas. Esta especie fue sometida en 2001 por la Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES) a un examen de comercio significativo de especies del Apndice II, y fue evaluado por el Comit de Fauna de la misma convencin. Los resultados del examen mostraron que la especie est bajo considerable presin y, como respuesta, CITES decidi dar un plazo para que los pases en donde se distribuye la especie recopilen informacin sobre las poblaciones, pesqueras y comer-
cio de la misma. El estudio correspondiente de Guatemala lo llev a cabo A3K-CONAP durante 2005 y 2006 y an no ha finalizado debido a dificultades financieras. Sin embargo, los resultados preliminares del mismo indicaron que, al contrario de lo que se crea, todava existe una poblacin adulta en aguas guatemaltecas (varios expertos consideraban a la especie extinta en el pas), y que, aunque presenta densidades muy bajas, est fuera de peligro inminente debido a que los pescadores del rea dejaron de recolectarlo en aguas guatemaltecas porque la captura en aguas vecinas es mucho ms productiva. An sin estar bajo presin de uso, el estudio recomend que Guatemala impusiera una cuota de exportacin de la especie de 0 individuos. Strombus gigas sigue ofertndose en el mercado local guatemalteco, y se obtiene a travs de faenas que se llevan a cabo en aguas de los cayos de Belice. Anualmente se estima que la pesca de caracol reina es de 42 toneladas mtricas, realizadas por 16 embarcaciones tiburoneras y cayucos (Gir, 2006; Ixquiac, 2007). Los esfuerzos se dirigen en territorio beliceo debido a que la poblacin de Guatemala es muy pequea y a que la especie se encuentra a profundidades mayores de 12 metros, que resultan peligrosos para pescadores que bucean a pulmn (A3KCONAP 2006). Se concluye que todo el ca,
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Fuente: FAO (2005)
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racol reina vendido en Guatemala proviene de Belice, y muy pocos individuos son capturados incidentalmente en Punta de Manabique. La carne y la concha de este molusco se venden principalmente en los mercados de Livingston y Puerto Barrios (Gir, 2006). Como se muestra en el Cuadro 5, los precios que alcanza la libra de caracol son altos (en comparacin con los de otros mariscos comestibles y tomando en cuenta el salario mnimo del pas: US$ 6.50 por da), lo cual justifica el riesgo que corren los pescadores guatemaltecos al incursionar en aguas vecinas. El Consejo Nacional de reas Protegidas incluye 15 gneros de moluscos de agua dulce en el Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE) para Guatemala. Las especies amenazadas de moluscos marinos son tres (Cuadro 6) (Figura 2). Presiones como la contaminacin de aguas marino-costeras, la deforestacin de man-
glares, el asolvamiento de playas y estuarios y las fluctuaciones climticas en conjunto contribuyen al declive de las poblaciones de estos invertebrados. 3.2. Crustceos Los crustceos representan uno de los grupos ms populares de los invertebrados debido al alto valor econmico que alcanzan las especies comestibles como langosta, cangrejo y camarn. Son una clase del filo Arthropoda (al que pertenecen los insectos) y alrededor del mundo hay ms de 30,000 especies vivas descritas. Este grupo exhibe una gran diversidad de formas y presentan rangos de tamao que van desde diminutas formas intersticiales y planctnicas hasta cangrejos con patas de 4 metros de envergadura y langostas que llegan a pesar 17 libras. Los crustceos se encuentran en un amplio rango de profundidades y en todos los ecosistemas marinocosteros, aunque son pocos los exitosos en forma terrestre. Los crustceos son el grupo de invertebrados ms disperso y diverso que
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habita los ocanos del mundo (Brusca y Brusca, 1990). Dentro de las caractersticas que los distinguen estn tener cinco pares de apndices en seis segmentos de la cabeza: dos pares de antenas, un par de mandbulas y dos pares de partes bucales que utilizan para manipular (birramios). Son de amplia distribucin y ocupan hbitats tan diversos como arrecifes de coral, praderas de pastos marinos, planicies arenosas y manglares. Los escasos estudios que se han llevado a cabo en el pas (Arrivillaga y Baltz, 1999; Hidalgo, Villagrn e Ixquiac, 2005; y Gutirrez, 2007) describen alrededor de 20 especies de crustceos en el Atlntico, entre ellas: Callinectes arcuatus, C. toxotes, Cardisoma crassum, Litopenaeus stylirostris, L. californiensis, L. schmitti, Macrobrachium tenellum, Farfantepenaeus notialis, Xiphopenaeus kroyeri, Pagurus critinicornis, Periclimenes longicaudatus y Panulirus argus. El grupo del que se encuentra disponible mayor informacin es el de los camarones, que han sido parte importante de la pesca y acuicultura de Guatemala desde la dcada de los cincuenta, cuando inici la actividad pesquera con dos embarcaciones comerciales que operaban en el ocano Pacfico. De acuerdo con Salaverra (2002), la flota aument a 50 para 1985. En la actualidad, operan 25 embarcaciones en el Atlntico y 67 en el Pacfico. Los registros de UNIPESCA (2006) indican que el promedio de las capturas sola ser de 225 TM y en los ltimos cuatro aos ha disminuido a 162 TM. Son 14 las especies de crustceos de importancia comercial en el pas (Cuadro 7). El cultivo de camarones constituye una de las actividades de acuicultura ms intensas en Guatemala. Inici en la dcada de los ochenta, cuando las granjas empezaron a
sembrar larvas obtenidas del medio silvestre. Debido al xito inicial de la actividad, muchas comunidades de pescadores se volcaron a la captura de pulguilla (nombre local de la larva), actividad que llevaban a cabo desde la orilla de las playas con pequeas redes manuales. La facilidad de captura de estas larvas, y los elevados precios que pagaban los acuicultores por volumen, fueron las principales razones por las que poda verse a familias enteras de la costa guatemalteca, desde los nios pequeos hasta los ancianos, capturando larvas entre las olas ms someras en las playas. Durante el auge del cultivo de larvas silvestres, los registros nacionales sumaban 41 granjas en operaciones. Sin embargo, esta bonanza termin cuando ingres al pas el virus que provoca el Sndrome de Taura, que acab con la produccin en poco tiempo y oblig a la mayora de granjas de cultivo a cerrar (Azurdia, 2004). La industria se recuper de este golpe a finales de la dcada de los noventa, cuando se introdujeron larvas importadas principalmente de Estados Unidos. En la actualidad se estima que existen 740.91 hectreas dedicadas al cultivo de camarn, las cuales producen 11,513,803 libras anuales (UNIPESCA, 2006). Las exportaciones de productos hidrobiolgicos generan ingresos promedio arriba de US$ 30 millones anuales, de los cuales el 56% constituyen exportaciones de camarn (en su mayora provenientes de cultivos) (UNIPESCA, 2006). El Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE) incluye dos gneros de jaibas (Callinectes y Portunus) y una especie de camarn (Macrobrachium tenellum). 3.3. Corales Los arrecifes de coral son ecosistemas altamente productivos y de gran importancia, ya
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que en ellos se aglomeran o refugian cientos de especies marinas, como peces, cangrejos, camarones, langostas, caracoles, babosas de mar, moluscos, algas, medusas, tiburones, manta rayas, morenas, tortugas y esponjas, por mencionar algunos (Figura 4). Tambin son hbitat de reproduccin, crianza y alimentacin de gran nmero de especies de vertebrados e invertebrados. Estos ecosistemas cumplen con funciones ecolgicas importantes, como filtracin de nutrientes y reduccin de la contaminacin de las aguas. Tambin amortiguan la fuerza de las olas, lo que evita el asolvamiento de las playas y en ocasiones mitiga el impacto de desastres naturales. Guatemala forma parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), la segunda barrera de arrecifes ms grande del mundo, que abarca aguas someras marinas desde la pennsula
de Yucatn, pasando por Belice y Guatemala, hasta el extremo oeste de Honduras. La porcin guatemalteca que corresponde a este sistema es pequea (en comparacin con las extensas formaciones coralinas de Belice) y se caracteriza por tener formaciones de coral dispersas y fragmentadas que crecen en bancos carbonatados. Ha sido descrita como un sitio de moderada riqueza de especies y baja cobertura coralina (Fonseca y Arrivillaga, 2003). Los mismos autores reportan 29 especies de corales para cuatro puntos de estudio en el Atlntico de Guatemala. Las siguientes cuatro son las ms comunes y probablemente las ms resistentes a la alta sedimentacin que existe: Montastraea cavernosa (Figura 5), Siderastrea siderea, Stephanocoenia michelinii y Porites astreoides. Otras seis especies han sido aadidas a las listas a partir de investigaciones ms recientes (A3K-CONAP , 2006; Gutirrez, 2007).
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Figura 4. Langosta espinuda (Panulirus argus) en arrecifes del mar Caribe de Guatemala Crdito: Gir, A.
No hay evidencias de que existan arrecifes de coral en el Pacfico de Guatemala, solamente hay reportes de corales aislados que crecen en sustratos slidos (Corts y Hatziolos, 1998; Fonseca y Arrivillaga, 2003). El ecosistema de arrecifes de coral tiene, adems de la importancia ecolgica mencionada en los prrafos anteriores, dos razones por las que su proteccin es conveniente desde el punto de vista econmico: 1. Es uno de los principales sitios de pesca utilizados por las comunidades de Punta de Manabique debido a su alta diversidad. 2. Tiene un alto potencial para desarrollarse como atractivo turstico, ya que es de fcil acceso y se encuentra situado frente a las playas del Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique, un rea protegida que puede beneficiarse del turismo de bajo impacto. Las 35 especies de corales que se reportan en Guatemala se encuentran en el Apndi-
ce II de CITES, el cual incluye especies que no necesariamente estn amenazadas de extincin pero que estn bajo proteccin para evitar que el mal uso las ponga en riesgo de desaparecer (Cuadro 8). Los corales que se encuentran en Guatemala no se cosechan para ningn uso (a diferencia de lo que sucede en otros pases de la regin). Su principal amenaza es la sedimentacin que proviene fundamentalmente del ro Motagua, cuyas aguas desembocan en el Atlntico arrastrando grandes descargas de partculas en suspensin, basura y agroqumicos. Otra amenaza es constituida por las anclas que se dejan caer en los bajos y que rompen el coral. En la actualidad se lleva a cabo un proyecto de delimitacin de zonas de anclaje para reducir la prdida de corales3. 3.4. Peces de aguas continentales, de esteros y marinos Los peces son vertebrados adaptados para la vida en el agua. Su respiracin se lleva a cabo mediante branquias y sus extremidades, llamadas aletas, les permiten la locomocin dentro del medio lquido. La ictiologa es la
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Figura 5. Coral (Montastraea cavernosa) con plipos cerrados en el Atlntico guatemalteco Crdito: Gir, A.
rama de la zoologa que se encarga de su estudio. Los peces se originaron a partir de otros cordados hacia el comienzo del Cmbrico y constituyen en la actualidad el grupo de vertebrados ms diversificado en el mundo con un estimado de 28,500 especies (Kihn et al., 2006b). Pueden clasificarse ecolgicamente, por su tolerancia a distintas salinidades, en eurihalinos o estenohalinos, as como por otros aspectos de su adaptacin, como su distribucin vertical en la columna de agua, a partir de la cual pueden ser bentnicos o demersales. La gran mayora de las especies hoy existentes pertenecen a dos grupos: los condrictios o peces cartilaginosos (Chondrictyes), que incluyen a tiburones, rayas y quimeras, ca-
racterizados por poseer hendiduras branquiales externamente visibles y un esqueleto compuesto slo de cartlago; y los osteictios (Osteichtyes), con esqueleto seo y branquias protegidas mediante un oprculo. Muchas diferencias morfolgicas, anatmicas y fisiolgicas distinguen a ambos grupos. Los condrictios son vertebrados primitivos, pero muy exitosos evolutivamente; un ejemplo de esto son los tiburones, animales antiqusimos que no han cambiado mucho desde su origen. Los elasmobranquios (Elasmobranchii) conforman un grupo dentro de los peces condrictios o cartilaginosos (clase Chondrichthyes). Comprende, entre otros, los tiburones, los batoideos y las quimeras. El esqueleto de estos peces est formado por cartlago y el cuerpo se halla recubierto de dentculos drmicos que le dan un tacto muy spero.
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Los Actinopterygii son el clado dominante de los vertebrados, con ms de 27,000 especies de peces actuales, distribuidas en casi todos los ambientes marinos, dulceacucolas y salobres. Han desarrollado estrategias adaptativas que los capacitan para colonizar toda clase de ambientes acuticos. Las especies ms conocidas de peces pertenecen a este grupo: truchas, salmones, sardinas, lucios, percas, arenques, atunes, peces planos, carpas, anguilas, etc.
3.4.1. Ensamble de especies cticas en el pas La ictiofauna del pas ha sido objeto de diversos estudios desde hace muchos aos (para detalles ver Kihn, Cano y Morales, 2006b), pero pocos de stos presentan una integracin completa de las especies presentes en Guatemala, desde el rea continental hasta la Zona Econmica Exclusiva. Parte de este problema es que las bases de datos con in-
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Fuente: Elaboracin propia con datos de Fonseca y Arrivillaga (2003); Gir (2006b); Gutirrez en prep. (2007); CITES
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formacin sobre peces usualmente se encuentran solamente en formato impreso y no en electrnico, y no se ubican fcilmente. El nico dato que se aproxima a la diversidad de peces del pas es la cita de 651 especies que se presenta en la Estrategia Nacional de Biodiversidad (ENB) (CONAP CONAMA, , MAGA, 1999), la cual hace referencia a dos estudios: Villar (1998) y Dix & Dix (1999), pero desafortunadamente el documento no presenta bibliografa, lo que hace difcil comprender cmo se ha obtenido dicho dato. Ese mismo valor ha sido repetido en diferentes compilaciones y slo se ha actualizado recientemente el de especies continentales (Kinh et al., 2006a). La presente descripcin busca actualizar dichos datos por medio de la revisin y bsqueda de informacin en fuentes secundarias que de alguna manera integran esfuerzos intensivos de recopilacin, tales como los cruceros de investigacin realizados por FAO en el Pacfico de Guatemala (Strmme y Stersdal 1988, 1988a), estudios realizados por USAC-UNIPESCA-AGEXPRONT (Salaverra, 1998, 2002), la reciente compilacin de peces continentales (Kihn et al., 2006) y la base de datos Fish Base (Froese y Pauly, 2007) que contiene informacin muy completa de las especies reportadas para el pas, as como una revisin de otras publicaciones recien-
tes de especies reportadas en otras reas del pas (Sigenza de Micheo y Ruiz, 1999; Barrientos, 1999; PRADEPESCA/UNIPESCAMAGA/FENAPESCA/MDN, 1999; Willink et al., 2000; UNIPESCA, 2002; Joln et al., 2005; Kinh et al., 2006). Por facilidad y con fines comparativos con la ENB, la informacin se agrupa en tres grandes grupos: especies continentales de agua dulce o dulce acucolas (ECAD, baja o nula salinidad), especies continentales de agua salobre o esteros (ECE, oscilaciones de salinidad entre 15-29 ppm) y especies marinas (EMA, con rangos de salinidad entre 30-35 ppm). La definicin del segundo grupo es controversial, tal como lo indica Kihn et al. (2006a) y, sin nimo de entrar en una discusin tcnica, el Cuadro 9 resume la comparacin de cantidades de especies de acuerdo con la clasificacin anterior. La ictiofauna de Guatemala se encuentra compuesta por un aproximado de 1,033 especies, 459 gneros pertenecientes a 155 familias, agrupadas en 43 rdenes y dos clases (resumen en el Cuadro 10). De este total de especies, solamente 32 (es decir, el 3.1%) cuentan con algn grado de proteccin en listados nacionales e internacionales, tal como se muestra en el Cuadro 11 a y b.
Cuadro 9. Nmero de especies de peces de Guatemala agrupadas de acuerdo con su tolerancia a la salinidad4
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El Listado de Especies Amenazadas de Extincin (LEAE) elaborada por CONAP sufri pocos cambios entre la publicacin de 1999 y la de 2006, incrementndose nicamente tres especies, dos en el ndice 1 y una en el ndice 3. Los anteriores cambios fueron similares a los observados en la Lista Roja de UICN para un perodo de tres aos (Cuadro 12). De acuerdo con las interpretaciones que se hacen de los ndices de CONAP6, se han extinguido en el pas tres especies de peces de agua salada: Hippocampus erectus, Hippocampus ingens y Scolichthys greenwayi (ver Cuadro 11, Joln et al. 2005, detalles al respecto pueden verse en Joln y Snchez, 2006). A pesar de la reciente actualizacin que se hizo del listado nacional, se evidencia que no hay revisiones profundas en el mismo, ya que al menos siete nombres cientficos de los 17 incluidos en la publicacin del Diario Oficial estaban desactualizados.
Se calcula que hay 18 especies endmicas de peces en el pas (Cuadro 13), 12 reportadas en la Fish Base, FB (Froese & Pauly, 2007), y 17 reportadas por Kinh et al., (2006 a). Dos de las especies reportadas por Kinh et al. (2007a) aparecen en el FB con reporte para otros pases, a saber: X. mayae aparece reportada para Honduras y C. stuarti para Belice; sin embargo, dicha informacin debe ser analizada por los especialistas en taxonoma de este grupo. 3.4.2. Usos y amenazas de la ictiofauna Se estima que la pesca y acuicultura en Guatemala generaron en 2004 un valor bruto cercano a los US$ 45.6 millones. En los ltimos cinco aos, la acuicultura se ha convertido en el sector de la produccin que crece ms rpidamente. La poblacin nacional que se beneficia directamente de la actividad pesquera se cuantifica en 155,000 familias, las
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cuales se distribuyen dentro de los primeros cien (100) kilmetros distantes de la costa. De este gran nmero de familias, cerca de 38,320 habitantes constituyen los actores directos de la actividad y alrededor de 9,500 se incorporan eventualmente en actividades colaterales (Cuadro 14) (FAO, 2005). En el pas existen diferentes tipos de pesqueras a nivel artesanal e industrial. Las principales son las dedicadas a la extraccin de peces de escama (continental y marina), tiburones, dorados, pargos, meros chernas; y la de crustceos (camarones, camaroncillos y langostinos). El efecto sinrgico de las pesqueras en las aguas dulces y marinas del pas indica que el recurso va en franco deterioro y que las capturas han disminuido notablemente. La totalidad de la flota pesquera en las aguas jurisdiccionales de la Zona Econmica Exclusiva (grande, mediana y pequea escala) es de bandera nacional, esto quiere decir que no existe ninguna embarcacin operando con bandera extranjera. No obstante, para la pesquera de atn, estn autorizadas cua-
tro embarcaciones de capital extranjero con abanderamiento guatemalteco, dentro del marco de la Comisin Interamericana del Atn Tropical, en donde Guatemala posee una cuota de extraccin. Las categoras de la actividad pesquera en el ocano Pacfico comprenden: Pesca industrial de camarn costero y fauna asociada (grande y mediana escala) con 65 embarcaciones. Pesca artesanal de camarn costero y fauna asociada con alrededor de 4,500 embarcaciones. Pesca de atn (gran escala) con cinco embarcaciones. Pesca de peces pelgicos y demersales, tiburn, dorado, pargo, etc. (grande y mediana escala), con 22 embarcaciones. Pesca de sardina (mediana escala) con una embarcacin.
(a)
Cuadro 11. El LEAE de la ictiofauna guatemalteca y su estatus en los listados nacionales e internacionales
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Fuente: Elaboracin propia con informacin de CONAP (2000 a y b), Froese & Pauly (2007)
(b)
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Fuente: http://www.iucnredlist.org/info/tables
Pesca de langostino chileno (grande y mediana escala) con dos embarcaciones. Pesca deportiva con presencia de 250 embarcaciones.
Las categoras de la actividad pesquera en las aguas interiores comprenden: Pesca de especies en general (sector artesanal 95% y pequea escala 5%) en 1,151 cuerpos de agua con un aproximado de 29,500 pescadores. Pesca de especies en general (sector subsistencia 100%) en 3,000 km de ros con un aproximado de 7,500 pescadores con y sin embarcaciones. Pesca deportiva. Aunque no se tiene un registro de este tipo de pesca en aguas continentales, se estiman 550 individuos que llevan a cabo pesca deportiva en los siete lagos ms grandes del pas y algunos ros de alto caudal.
Las categoras de la actividad pesquera en el ocano Atlntico comprenden: Pesca deportiva con presencia de 350 embarcaciones. Pesca de camarn (pequea escala), 35 embarcaciones. Pesca de peces (pequea escala y artesanal) con 3,250 lanchas. Pesca de manja (pesca artesanal) con 150 lanchas. Pesca de langosta (pequea escala) con 22 lanchas.
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Segn los reportes ms recientes sobre la pesca artesanal que se lleva a cabo en ambos litorales del pas (Joln et al., 2005) se estima que actualmente se estn capturando cerca de 176 especies (108 identificadas con especmenes colectados7), lo que equivale al 20.6% de la ictiofauna. Si sumamos al dato anterior el impacto sinrgico8 de las pesqueras en su conjunto, podemos predecir que el nmero puede ser todava mayor. La pesquera de arrastre de camarn a escala industrial en el ocano Pacfico afecta a cerca de 197 especies diferentes de peces (Salaverra, 1998; Ixquiac, 1998) las cuales raramente son aprovechadas. Estas especies se conocen como la Fau-
na de Acompaamiento (FAC) y constituyen entre un 99% y un 78% de la captura total de las redes de arrastre (Strmme y Stersdal, 1988, 1988a; Salaverria, 1998; Ixquiac, 1998). La pesca continental ejerce presin sobre un total de 99 especies distribuidas en 28 familias (Cuadro 15). Sin embargo, todos los registros de estadstica pesquera sobre la utilizacin de las especies marinas, de agua dulce y de estero, son parciales, lo cual no permite dimensionar adecuadamente cul es la intensidad y magnitud de la presin que actualmente se ejerce sobre dichos recursos.
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La extraccin comercial de crustceos tambin tiene un impacto directo sobre la ictiofauna. Entre 2002 y 2006, se estima que se han extrado del medio silvestre cerca de 4,111 TM de camarn de acuerdo con los registros estadsticos de UNIPESCA (Cuadro 16). Como se mencion anteriormente, esto significa que la Fauna de Acompaamiento (FAC) puede corresponder a un rango de entre 78 y 99% de la captura total realizada por las redes de arrastre (Salaverra, 1998; Ixquiac, 1998; Salaverra, 2002), lo que se traduce en una extraccin de 18,687 a 1,868,797 TM de FAC, que no son aprovechadas en su totalidad. Esta extraccin afecta a un aproximado de ms de 200 especies diferentes de peces (Strmme y Stersdal, 1988a; Salaverra, 1998; Ixquiac, 1998). Adems, esta actividad afecta a otro tipo de fauna, como las tortugas marinas. Tal como se indica en el acpite correspondiente, los barcos de arrastre de camarn deben estar equipados con un Dispositivo Excluidor de Tortugas Marinas (DETs) en cada red con el fin de reducir la captura y mortalidad de tortugas que queden atrapadas en este tipo de pesca.
La pesca de escama entre 2002 y 2006 ha reportado un total de desembarques equivalentes a casi 2,300 toneladas mtricas, con rangos que oscilan desde las 123 TM hasta las 680 TM (Cuadro 17). Estas variaciones pueden explicarse por cambios anuales en las capturas y por el precio de mercado que hace ms apetecible la captura de una especie u otra. Cabe destacar que para algunas de estas pesqueras se estn tomando medidas de ordenamiento como el Plan de Accin de Tiburones o el empleo de anzuelos circulares para reducir las capturas de especies no objetivo (mamferos marinos y tortugas). Los tiburones y el dorado constituyen cerca del 99% de los desembarques reportados de escama durante el perodo indicado (Figura 6). Este grupo de especies presenta poca captura incidental y se considera que las artes de pesca son mucho ms selectivas que la tcnica de arrastre. Uno de los principales problemas de esta pesquera es la recuperacin de poblaciones de peces que ocupan los lugares altos en las cadenas trficas, ya que algunas poblaciones de tiburones tardan hasta 14 aos en duplicar sus poblaciones en condiciones naturales.
Cuadro 14. Informacin general sobre los beneficios generados por el aprovechamiento de recursos hidrobiolgicos en el pas
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Fuente: FAO, (2005)
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Un aspecto importante y que llama la atencin es que la revisin de las principales bases de datos internacionales sobre pesca y acuicultura muestra diferencias significativas en los nmeros que presentan, como los observados en las bases de FAO (Fishstat) y CEPAL (CEPAL Stat). En esta ltima, la informacin acerca de camarn extrado es superior a lo reportado en FAO o en UNIPESCA. Se asume que los datos reportados por CEPAL incluyen
datos de pesca artesanal y que la diferencia se explica con base en ello. El contexto mundial indica que cerca del 75% de las principales poblaciones de peces marinos comerciales supervisadas, y la mayora de peces de aguas tierra adentro, requieren de sistemas mejorados o nuevos de ordenacin, lo que refleja la necesidad de un mecanismo acertado de gestin ante la sobre-
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Fuente: Elaboracin propia con datos de la Unidad de Registro y Estadstica de UNIPESCA (2007)
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pesca. Lo anterior implica la implementacin de medidas de conducta responsable para el manejo de los recursos pesqueros del pas y la implementacin de medidas tcnicas, econmicamente viables y socialmente aceptadas por parte de los grupos interesados.
El compromiso descrito en el prrafo anterior debe articular las diferentes iniciativas nacionales de ordenamiento y uso de los recursos naturales vinculados a humedales y pesqueras. Es decir que la Poltica Nacional de Recursos Hidrobiolgicos, la Poltica Nacional
Cuadro 17. Detalle por ao de las capturas de las principales especies de peces en Guatemala
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Fuente: Elaboracin propia con datos de la Unidad de Registro y Estadstica de UNIPESCA (2007)
de Humedales y los diferentes planes de ordenamiento de las pesqueras deben implementarse y armonizarse a nivel prctico, con el fin de potenciar los esfuerzos que todos los guatemaltecos estamos realizando para proteger nuestros valiosos recursos naturales. 3.5. Reptiles marinos 3.5.1. Tortugas marinas Las playas del mar Caribe y el ocano Pacfico de Guatemala son sitio de anidacin de cinco especies de tortugas marinas. Este nmero es excepcionalmente alto considerando que nicamente existen siete especies en todo el mundo. Las cinco que anidan en Guatemala son Lepidochelys olivacea (parlama), Chelonia mydas (verde), Caretta caretta (cabezona), Dermochelys coriacea (baule) y Eretmochelys imbricata (carey). De acuerdo con la Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) y la lista roja de UICN, las cinco especies se encuentran en peligro de extincin. Dos de ellas, las tortugas baules (Dermochelys coria-
cea) y las carey (Eretmochelys imbricata) se encuentran en peligro crtico (afrontan riesgo de extincin extremadamente alto en el futuro inmediato) y las tres restantes estn en la categora de en peligro, lo que se traduce en un riesgo alto de que las poblaciones silvestres desaparezcan. CITES ubica las cinco especies dentro del Apndice I, que incluye a las especies en peligro de extincin cuyo comercio se autoriza nicamente bajo condiciones excepcionales. La anidacin de tortugas en Guatemala ocurre en ambas costas. En las playas del mar Caribe se reporta la anidacin de C. mydas, C. caretta, E. imbricata y D. coriacea. En el Pacfico anidan L. olivacea, C. mydas, D. coriacea y hay avistamientos espordicos de E. imbricata (Cuadro 18). Guatemala es uno de los pocos pases en donde pueden observarse tortugas marinas en aguas de esteros. La Posa del Nance, un ensanchamiento del Canal de Chiquimulilla localizado en la aldea Sipacate, Naranjo, es visitada por tortugas marinas durante todo el ao. La posa se conecta con el ocano Pacfico por una boca barra, que se cree es
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Figura 6. Importancia relativa por grupo de especies de pesca de escama Fuente: UNIPESCA (2007)
la puerta de entrada y salida de las tortugas hacia el mar. 3.5.2. Usos de las tortugas marinas El uso que los guatemaltecos hemos hecho de las tortugas marinas se ha concentrado en el consumo de huevos con fines culturales ms que con fines nutricionales. Los huevos se consumen por los falsos poderes afrodisacos que se les confieren, acompaados de limn, jugo de tomate y licor. Esta costumbre guatemalteca ha contribuido, junto con otras, a poner en riesgo las poblaciones de tortugas marinas que anidan en el pas. Tan amplio es el mercado de los huevos de tortuga que, cuando las anidaciones que ocurren
en el pas no satisfacen la demanda, entran ilegalmente huevos de tortuga provenientes de las playas de nuestros vecinos Mxico y El Salvador. A diferencia de otros pases de la regin, en Guatemala no se acostumbra consumir carne de tortuga marina. De acuerdo con estudios realizados por Joln (2004) y Snchez et al. (2005), se estima que cada ao se comercializa legalmente cerca del 90% de los huevos que se recolectan, lo que para el perodo comprendido entre 1999 y 2005 represent alrededor de 261,232 docenas de huevos. El Cuadro 19 muestra los ingresos econmicos que gener el comercio de huevos de
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tortuga en el mismo perodo (1999-2005). Con la tasa de cambio del dlar a Q7.75 y un valor estimado de Q22.50 por docena de huevos, se estima un ingreso monetario para los colectores de Q5,877,716.26 o USD$ 758,415.00 (Snchez et al., 2005). El Cuadro 19 considera las siguientes variables para el establecimiento del clculo: HS = huevos sembrados; NN = nmero de nidos (obtenido a partir de dividir el total estimado (TE)/110 huevos); NH = nmero de hembras (obtenido del NN/2.5, en donde 2.5 es el promedio de reanidacin por temporada); CL = cantidad de huevos comercializados legalmente.
Este dato se considera una subestimacin partiendo de que la cobertura de los tortugarios presentes en las costas del pas es menor al 60% del litoral, tanto en intensidad como en extensin, as como que la docena de huevos de tortuga ha sufrido un incremento de precio para el ao 2005, llegando a costar cerca de Q26.00 (Snchez et al., 2005). 3.5.3. Amenazas Otras amenazas que afrontan las poblaciones de estos reptiles en Guatemala, adems de la presin del comercio de huevos, son las muertes por captura incidental que solan ocurrir antes de que se impusiera el uso de
Cuadro 19. Estimacin de ingresos generados de la comercializacin de huevos de tortugas marinas del colector al primer comercializador
Fuente: Base de datos PROBIOMA; Gonzles-Lorenzana et al. (2002); Joln (2004); Snchez et al. (2005)
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los Dispositivos Excluidores de Tortugas (DET) a la flota de arrastre de camarn. Estos dispositivos se colocan en la parte inferior de las redes y su diseo les permite a las tortugas salir ilesas de stas. Las redes de arrastre pasan largas horas bajo el mar y las tortugas que caan accidentalmente en ellas se ahogaban al no poder salir a la superficie a respirar. El dispositivo es obligatorio desde que el gobierno de los Estados Unidos de Amrica impuso una moratoria a las importaciones de camarn de los pases que no cumplieran con este requisito. A pesar de que hay varios mecanismos establecidos para asegurar el cumplimiento de esta medida, todos los aos aparecen tortugas ahogadas en las playas. Se cree que tambin son vctimas de la captura incidental de los extensos palangres que utilizan los pescadores, que capturan a las tortugas en sus anzuelos con carnadas. 3.5.4. Medidas de proteccin Las tortugas marinas son uno de los grupos de fauna que ms se han beneficiado de los recursos y esfuerzos que el pas ha invertido en proteccin de especies. Desde la dcada de los aos setenta han sido objeto de manejo a travs de tortugarios, sitios de incubacin en donde existen cuotas (de huevos) que han sido establecidas por el gobierno como condicin para legalizar la venta de los mismos. En la actualidad funcionan alrededor de 21 tortugarios en la costa del Pacfico y uno en las playas de Punta de Manabique, en el Caribe. 3.6. Mamferos marinos Los mamferos marinos se dividen en dos rdenes que estn presentes en Guatemala: 1. El de los Sirnidos, compuesto por alrededor de 33 especies en el mundo, representado en el Atlntico guatemalteco
por una especie, el manat del Caribe, Trichechus manatus manatus. 2. El de los Cetceos, conformado por aproximadamente 75 especies alrededor del mundo, 27 de ellas reportadas para aguas de Centroamrica (Reid, 1997). Los sirnidos son mamferos de narices bulbosas y recubiertas de vellosidades, patas delanteras modificadas en aletas y cola aplanada en direccin horizontal. Son herbvoros pacficos que se alimentan de la vegetacin acutica de ros, estuarios y costas. El manat del Caribe es una especie migratoria cuya distribucin en Guatemala se limita del lago de Izabal a la Punta de Manabique. El conteo ms reciente de la especie se llev a cabo durante el 2005 y fue de 49 individuos. Se calcula una abundancia relativa de 0.33 manates por km2 (Quintana, 2005). En el grupo de los cetceos se encuentran mamferos que tienen forma de peces como resultado de las modificaciones asociadas a la vida en el agua. A diferencia de los peces, respiran aire y amamantan a sus cras. El grupo incluye a marsopas, delfines y ballenas. Las especies que se reportan para Guatemala son nueve delfines (Figura 7) y dieciocho ballenas (Figura 8) (Cuadro 20). El Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP), en conjunto con el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y organizaciones no gubernamentales, ha llevado a cabo talleres para el ordenamiento de actividades relacionadas con el turismo de avistamiento de ballenas. Esta actividad es popular desde hace muy pocos aos, cuando se descubri el paso de ballenas jorobadas por aguas del Pacfico guatemalteco, a distancias tan cercanas de la costa que es posible observarlas desde la misma10.
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De los mamferos marinos presentes en Guatemala, el nico que reporta un aprovechamiento histrico es el manat. Su caza est prohibida por el Decreto 4-89 y sus reformas, pero a pesar de ello an se escuchan denuncias sobre casos de caza. La poblacin de manates en Guatemala ha disminuido drsticamente y, como respuesta, el Consejo Nacional de reas Protegidas desarroll en 2004 la Estrategia Nacional para la Conservacin del Manat y su Hbitat con el fin de implementar acciones de conservacin y proteccin. Todas las especies de cetceos presentes en Guatemala se encuentran en el LEAE; y dos decretos, la Ley de reas Protegidas y la Ley General de Pesca, contienen artculos que prohben su caza.
Es difcil estimar el nmero total de especies de algas marinas que existen. Para hacerse una idea de cuntas hay basta con mencionar que las especies de fitoplancton constituyen el 95% de la vegetacin marina. Los tres grupos principales de algas tienen nombres que corresponden al pigmento de clorofila que predomina en ellas. Las Chlorophyta son algas verdes que nicamente tienen presente la clorofila verde. Las Phaeophyta son algas pardas que contienen ms pigmentos que las hacen parecer de color caf y tonos similares. Las Rhodophyta son las algas rojas y tambin contienen diferentes pigmentos que les dan apariencia de color rosado que puede adquirir tonos rojizos. Los estudios de algas marinas que se han llevado a cabo en Guatemala son muy escasos; se conoce poco sobre su distribucin, ecologa y la riqueza que existe en las costas. Las pocas que se han identificado (Cuadro 21) son de la regin de Punta de Manabique, Izabal, y sus reportes se derivan de proyectos destinados a estudiar otros grupos marinos y no especficamente algas. En estudios relacionados con los arrecifes de coral de Punta de Manabique, Fonseca
4. FLORA ACUTICA
4.1. Algas marinas Las algas son organismos de diferentes grupos filogenticos que varan desde organismos unicelulares hasta plantas que superan 30 m. de altura. Se encuentran en todos los ocanos del mundo.
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Cuadro 20. Especies de mamferos marinos reportados para las costas de Centroamrica
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Fuente: Elaboracin propia con datos tomados de Reid (1997), y com. pers. Herrera (2007)
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y Arrivillaga (2003) mencionan que del 30 al 80% de los bancos coralinos se encuentran cubiertos por macroalgas debido a las condiciones favorables para el crecimiento de stas. La herbivora que existe en el lugar es insuficiente para que se mantenga equilibrada esta cobertura, de manera que los corales son afectados por el exceso de algas marinas. Las algas marinas en diferentes partes del mundo se utilizan como alimento, en la elaboracin de productos medicinales y para tratamientos de belleza. En Guatemala no se aprovecha este recurso y tampoco han existido proyectos exitosos para el cultivo de algas. Ninguna alga marina se encuentra en las listas de especies amenazadas de Guatemala. 4.2. Pastos marinos Los pastos marinos son plantas florecientes que crecen en aguas de baja profundidad y forman extensas praderas sobre sustratos fangosos poco compactos. Estos pastos marinos influyen sobre procesos costeros y son de gran importancia ya que modifican significativamente las propiedades fsicas, qumicas y sedimentarias de las reas costeras y a la vez son hbitat de larvas y cras de muchas especies de peces, reptiles e invertebrados (Arrivillaga y Baltz, 1999). Los pastos marinos que estn presentes en el Atlntico de Guatemala se localizan principalmente en la baha de Amatique, dentro del rea protegida Refugio de Vida Silvestre de Punta de Manabique. Las especies ms abundantes son Thalassia testudinum (pasto de tortuga) y Syringodium filiforme (pasto de manat). Otras especies que se mencionan en los escasos estudios que se han llevado a cabo en el mismo sitio son Halophila baillonis, Halophila decipiens, Halodule wrightii y Ruppia maritima (Cazali, 1988; Arrivillaga y
Baltz, 1999; Maldonado, com. per.11; Galn, 2006). La baha de Amatique es un rea de importancia para la conservacin de estos pastos, que son hbitat de crianza y alimentacin para peces, macroinvertebrados y vertebrados en peligro de extincin como el manat y las tortugas marinas. Es un hecho que las praderas de pastos marinos albergan muchas ms especies de peces y macroinvertebrados que las reas sin cobertura vegetal (Arrivillaga y Baltz, 1999). Los pastos marinos de la baha La Graciosa constituyen un ecosistema importante debido a que favorecen la sedimentacin de partculas en suspensin por medio de un denso sistema de rizomas y races que mitiga el impacto negativo que las partculas ejercen sobre los arrecifes de coral de Punta de Manabique (Galn, 2006). 4.3. Plantas acuticas que habitan el lago de Izabal El lago de Izabal es el sistema lacustre ms grande de Guatemala con 590 km2. Tiene origen tectnico y su principal afluente es el ro Polochic, el cual desemboca en el extremo oriental del lago, hasta drenar en el ro Dulce en el extremo noreste del lago, el cual a su vez desemboca en el mar Caribe. La superficie se encuentra a una altura de 10 metros sobre el nivel del mar (msnm) y el promedio de su profundidad es de 12 metros (Arrivillaga et al., 2003). El rea litoral del lago presenta una vegetacin de tipo bosque tropical hmedo y bosque tropical muy hmedo. Las tierras circundantes, a excepcin de los humedales, se utilizan para actividades agrcolas y ganaderas. En el lago existen numerosas comunidades de plantas acuticas sumergidas que juegan un papel vital en la proteccin de cras y ale-
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vines de especies de importancia. Pll (1983) reporta 24 especies de plantas acuticas. Actualmente se llevan a cabo estudios para completar dicha lista. Las plantas acuticas que aqu se distribuyen son alimento de peces, aves y mamferos (Cuadro 22). Dentro de los usos que se le ha dado a la vegetacin del lago puede mencionarse el aprovechamiento del tul (Typha dominguensis) que era utilizado por artesanos del rea para la elaboracin de canastas y otros artculos. Sin embargo, las poblaciones de esta especie se han reducido drsticamente y en
la actualidad slo puede observrsele en potreros12. Las acciones de conservacin y proteccin de la cuenca del lago de Izabal estn a cargo de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca de Ro Dulce y el Lago de Izabal (AMASURLI).
5. CONCLUSIONES Y REFLEXIONES
La informacin existente sobre la biodiversidad acutica de Guatemala se encuentra dispersa entre las instituciones, organizaciones,
Cuadro 21. Especies de algas marinas reportadas para Punta de Manabique, Izabal
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Fuente: Fonseca y Arrivillaga (2003); com. pers. Maldonado (2007)
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dependencias gubernamentales y entidades acadmicas que llevan a cabo investigaciones, monitoreos y administracin de recursos naturales en el pas. Mucha de esta informacin nunca se comparte o llega a los interesados, debido primordialmente a que no existe una entidad que administre la informacin biolgica que se genera en el pas. En general, puede decirse que a la fecha las fuentes ms accesibles para obtener la informacin son los investigadores que llevan a cabo los estudios de campo, quienes comparten sus archivos personales. Sin embargo, esta carencia de un sistema nacional que recopile y administre la informacin biolgica que se genera es cada vez ms evidente e inaceptable, tomando en cuenta que la tecnologa necesaria para facilitar tales procesos ya tiene aos de estar a nuestra disposicin. Los conocimientos sobre la fauna de invertebrados acuticos de Guatemala, sus usos y estatus biolgico reflejan una abundancia de 390 especies de moluscos, de las cuales 42 se utilizan frecuentemente para fines alimenticios o de confeccin de artesanas, y tres de ellas forman parte de el LEAE. El grupo de los crustceos se describe con 20 especies, 14 especies utilizadas para consumo humano, y dos gneros y una especie dentro de el LEAE. Dentro del grupo de los corales se cuentan 35 especies, ninguna de ellas se utiliza y ninguna se encuentra enlistada en el LEAE. Sin embargo, las 35 forman parte del Apndice II de CITES. Los vertebrados acuticos (excluyendo anfibios, reptiles y mamferos de agua dulce) que se distribuyen en Guatemala son: 1,033 especies de peces de agua dulce, salobre y marina, de los cuales se capturan 176 especies para consumo y 17 se encuentran en el LEAE. Los reptiles marinos con distribucin en Guatemala estn constituidos por cinco especies de tortugas marinas, todas ellas bajo presin de uso y todas enlistadas en el LEAE. Los mamferos marinos que se distribuyen en aguas
guatemaltecas son 28, todos ellos protegidos por convenios internacionales y el LEAE. Solamente un mamfero, el manat, es utilizado ocasional e ilegalmente para consumo. La flora de los ambientes marinos y del lago de Izabal de Guatemala (el cuerpo de agua dulce que se eligi para la presente descripcin) est representada por 20 especies de algas marinas, 6 especies de pastos y 24 especies de plantas acuticas. El tul es la nica planta acutica que ha sufrido consecuencias por la presin extractiva ocasionada para la confeccin de canastos; no se reportan usos para algas o pastos. Ninguna de las especies se encuentra dentro de el LEAE. En relacin con el uso e importancia econmica de la biodiversidad acutica es evidente que el grupo de los peces y el de los crustceos son los que juegan un papel principal. Entre los dos son responsables de generar alrededor de USD$ 45.6 millones anuales que benefician directamente a 155,000 familias guatemaltecas. Otro grupo importante desde este punto de vista es el de las tortugas marinas, cuya venta de huevos en un perodo de seis aos gener ingresos de USD$ 758,415.00. A partir de los datos reportados en prrafos anteriores, es evidente que algunos grupos han sido ms estudiados que otros. Esto coincide generalmente con el uso que se hace de los mismos. Los peces, por ejemplo, que forman parte importante de la economa de pueblos costeros y pueblos aledaos a los cuerpos de agua dulce, han sido objeto de mayor nmero de investigaciones y estudios relacionados con su uso, abundancia e importancia dentro de la economa del pas. El LEAE no refleja un trabajo exhaustivo de revisin de especies ni de su grado de vulnerabilidad. Esto se evidencia en el hecho de que muchos nombres que se reportan estn desactualizados (debido a los cambios de
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nomenclatura cientfica) y adems en que hay muchas especies que se omiten a pesar de aparecer en las listas internacionales (por ejemplo, 35 especies de corales). El trabajo que se lleva a cabo en Guatemala en relacin con la proteccin de especies en peligro de extincin requiere de esfuerzos coordinados que logren un impacto positivo en la reduccin de amenazas, as como de monitoreos que reflejen el grado del impacto de dichos esfuerzos. Esta reflexin se deriva de varios casos concretos, como el de la proteccin de tortugas marinas y del manat, por mencionar algunos. En ambos
casos observamos que el pas tiene ya varias dcadas de llevar a cabo acciones dirigidas a su conservacin, sin que pueda medirse si las poblaciones de ambos grupos se han beneficiado o no de los esfuerzos. El LEAE debera de servir como un instrumento sobre el cual se basen las acciones dirigidas a conservar ciertas especies, con la finalidad de que las mismas puedan sacarse de la lista en tiempos establecidos. Sin embargo, el trabajo que se hace alrededor de la actualizacin de la lista se basa principalmente en la inclusin de nuevas especies y no en analizar el estado de las que ya se encuentran dentro de la misma.
6. NOTAS
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Categora 1 Significado: Casi extintas. No existen reportes durante los ltimos 50 aos. Categora 2 Significado 7.
poblaciones permite su uso y explotacin regulada, endmicas regionales (Fuente CONAP 2000). Pertenecientes a 26 familias en el litoral del Pacfico y a 20 familias en el Caribe. El total de 108 especies pertenece a 33 familias; 36 especies se encuentran reportadas para el Caribe y 72 para el Pacfico (Joln et al., 2005). Impacto sinrgico: entendido como los efectos negativos continuados (en escala temporal) sobre especies no objetivos y la coincidencia de diferentes pesqueras en la Zona Econmica Exclusiva del pas (escala geogrfica). EMA = Especie marina, ECAP = Especie continental de agua dulce, ECE = Especie continental de estero. Guatemala (entrevista). Guatemala. Departamento de Vida Silvestre, Consejo Nacional de reas Protegidas.
2.
3.
8.
4.
9.
5. 6.
En grave peligro. Estas incluyen a las que se encuentran en peligro de extincin por prdida de hbitat, comercio, tener poblaciones muy pequeas, endemismo nacional o regional con distribucin limitada. Categora 3. Significado Manejo especial/ Uso Controlado. Incluye las especies que se encuentran amenazadas por explotacin o prdida de hbitat, pero el estado de sus
la. Departamento de Biologa, Universidad del Valle de Guatemala. la. Departamento de Biologa, Universidad del Valle de Guatemala.
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RESUMEN
La biodiversidad de microorganismos y la de entidades subcelulares han sido muy poco estudiadas, especialmente si se toman en cuenta los estudios que se han realizado en otros grupos. Ciertamente, en este ltimo siglo se ha dado ms nfasis al estudio del micromundo, debido a los avances tecnolgicos que han facilitado su estudio. Los problemas encontrados al clasificar organismos nicamente a partir de caractersticas morfolgicas han conducido al uso de herramientas nuevas para estudios de genotipo, convirtiendo al gen en la unidad ms importante para el estudio de la biodiversidad. Adems, el surgimiento de nuevas enfermedades en muchos tipos de organismos ha contribuido para que la atencin del mundo macro fuera desviada tambin hacia el mundo micro. Conocer al enemigo y aprender a combatirlo es un estmulo para llegar al fondo de los problemas, en este caso de enfermedades. Sin embargo, la biodiversidad de microorganismos no se refiere slo a especies dainas, hay muchas especies no conocidas que pueden tener papeles importantes y positivos en la naturaleza. En este captulo se podr apreciar que los estudios de entidades subcelulares son casi inexistentes en nuestro pas. Son escasos tambin los de microorganismos mayores, como nematodos y hongos.
* Universidad del Valle de Guatemala (UVG), Guatemala. ** Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).
Aunque muchos extranjeros han realizado estudios sobre este tpico, son pocos los que han sido desarrollados por las universidades del pas. Cabe resaltar la necesidad de conocer lo que tenemos y lo que nos rodea para actuar de manera racional con la naturaleza, es decir, tratando de no daarla, para evitar cambios ambientales drsticos que puedan llevar a la desaparicin de especies. Con la revisin de los pocos estudios locales se evidencia el hecho de que Guatemala posee muchas especies de microorganismos. Sin embargo, estos estudios no son suficientes para comparar la diversidad de Guatemala con la de otros pases. Adems, un aspecto importante de la biodiversidad es el endemismo. Los microorganismos ms estudiados y por ello ms conocidos son los que causan enfermedades. Parece que no hay enfermedades slo de Guatemala; sin embargo, la posibilidad no es remota. La enfermedad mancha de chocolate en tomate, recin descubierta, es una candidata. Tambin, hay varios geminivirus recientemente descubiertos conocidos slo en Guatemala, aunque podra ocurrir que tambin estn presentes en otro pas, pero nadie los haya buscado. En resumen, hay tan pocos estudios sobre la biodiversidad microbitica en s, de cualquier pas, que no se puede concluir nada en trminos comparativos. Hace falta todava mucha exploracin taxonmica para tener una idea acerca de los microorganismos que nos
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rodean y cmo se comparan con los del resto del mundo. Esperamos que este captulo pueda servir como base y estmulo para desarrollar ms estudios y reforzar nuestro conocimiento sobre la variedad de microbiota que tiene Guatemala. Palabras clave: biodiversidad, microorganismos, viroides, virusoides, virus satlites, ARN satlites, virus, bacterias, hongos, nematodos.
able to act appropriately to avoid extinctions of species Even with few local studies we note that Guatemala possesses many species of microorganism. Nevertheless, there are insufficient studies to compare Guatemalan microorganismal biodiversity with that of other countries. An important aspect of biodiversity is endemism. The best-known microorganisms are those that cause diseases. It seems that there are no diseases only from Guatemala; nevertheless, there might be. Chocolate spot of tomato, recently discovered, is a candidate. Also, various geminiviruses recently discovered are known only from Guatemala, but easily could exist in other countries, but no one has searched for them. To recapitulate, because few studies of microbiota biodiversity exist from any country, nothing can be concluded comparatively. Much taxonomic exploration is lacking in order to have an idea of the microorganisms that surround us and how they compare to those of the rest of the world. We hope that this chapter will serve as a basis and stimulus to undertake more studies to illuminate our knowledge of the variety of microbiota of Guatemala. Key words: biodiversity, microorganisms, viroids, virusoids, satellite virus, satellite ARN, virus, bacterias, fungi, nematods.
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SUMMARY
Microorganismal biodiversity has been little studied and subcelular entities even less, especially if we compare it with studies made in other groups. Certainly, during this last century a stronger emphasis has been given to the study of the microworld because technological advances have facilitated their study and the problems found in organismal classification just using morphological characteristics have stimulated the study of genes as a basic taxonomic tool. Also, the emergence of new diseases in many types of organisms has driven attention towards the microworld in order to comprehend what is happening. To know the enemy to eliminate it is a stimulus to resolve problems, in this case diseases. Yet, microorganismal biodiversity not only refers to species that are prejudicial to other organisms; many unknown species have important roles in nature that we have not discovered. In this chapter you can appreciate that studies about subcelular entities are almost inexistent in our country and even those of bigger microorganisms, such as nematodes and fungi, are scarce. This is like living without knowing our neighbors. Many studies have been done by people of other countries and few by the universities of Guatemala. This is not enough. It is important to emphasize the importance of knowing what surrounds us in order to be
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ko chuwachulew, xa rumal ko kaxlan taq chich ilobal kikaslemal, are taq wa uyaom ube uriqik ubanik jun nimalaj chololem pa kiwi, xa jun chaqap kikaslemal kuya uqalajisaxik ucholaj ronojel kiwach ri jalajoj uwach kaslemalil chuwach ulew. Xuquje rumal ukiyanirem taq yabil pa taq kaslemal ri unojixik kasnakjastaq tobaninaq che uqalajisaxik kiwach ri nimaq taq kasnak jastaq, are wa uyaom ube retamaxik uwach ronojel tajin kabanik pa kiwi. Uchobik uwach ri kaxkolil kiriqom kuya ube usukmaxik kiwach rech katarnex rij ja qas ko wi uxe ri yabil kikiya. Ma rumal ta kuwa kachomaxik chi jalajoj uwach kaslemalil chuwach ulew xu itzel taq yabil kikiya pa qakaslemal, e ki jalajoj kaslemalil maj etamam ta kiwach xuquje ketoban che utoik uchuqab ronojel ko uwach ulew. Pa wa jun uqat wuj, xya ube retamaxik chi xa jubiq tzuknoj chak banom pa kiwi ri alaj taq kajkaslemalil pa qamaq xuquje pa kiwi ri kasnak jastaq, jas ri nemtodos rachil chak taq yabil. Je ko kel uwach wa ma qetaman ta uwach jachin qakujal ko pa qakaslemal. Ki tzuknojchak kisolim uwach ajchaqap taq winaq pa taq nimatijobal rech amaq. Ma xu ta ku wa kabanik. Rawajaxik yaik uqij uchobik-retamaxik jastaq ko chuwach ulew rech ma kaqaban ta kax che, ma kasach ta uwach ronojel jalajoj kaslemalil chuwach ulew.
Ruk jubiq nojchak ternem ubanik pa Paxil Kayala, xuqalajisaj uwach chi e ko ki kasnak jastaq chi. Ri jubiq nojchak banom ma kuya ta ube uchobik uwach ronojel jalajoj kaslemalil rech Paxil Kayala xuquje ma kuya ta ube kajunumax noj chak ruk nikaj taq amaqib chik. Ri endemismo are ki unimal jalajoj uwach kaslemalil. Chuwachulew are qas yaom uchuqab uchobik unojixik kiwach uchikopil yabil. Kaj ma xu ta pa rulewal Paxil Kayala ko wi yabil. Ko chi nikaj kak taq uchikopil yabil kate xetamax uwach chi Paxil Kayala. We ne e poqinaq uloq wa pa taq nikaj amaqib xa maja kachob kiwach waral. Xkis utzijoxik wa jun nojchak ruk ubixik chi maja nima uwach ri tzuknoj chak puwi ri jalajoj uwach kaslemalil rech kasnak jastaq pa taq ronojel amaqib are wa kabanowik ma kuya ta retamaxik saqas ucholaj kikaslemalil. Karaj na uternexik uchakuxik uwach ri taxonmica, rech qas kachobik uwach ronojel kasnak jastaq e ko quk xuquje jas ucholaj ujunamixik kuk ri e poqinaq uloq chuwach ulew. Kaqayej chi wa jun uqat wuj katoban che uternexik che ujeqik unimarisaxik nojchak rech kuya uchuqab ri nojibalil pa kiwi ronojel ri kasnak jastaq e ko pa rulewal Paxil Kayala. UCHOLAJ TZIJ: jalajoj uwach kaslemalil, kasnak jastaq, viroides, kajnak virusoides, kajnak kaj, ARN kaj, uchikopil yabil, uchikopil jastaq, ikox - chak, Kasnak ixjut.
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1. INTRODUCCIN
La biodiversidad tiende a aumentar de manera inversamente proporcional al tamao del organismo. Por su parte, la relacin entre el conocimiento de la biodiversidad y el tamao de los organismos es directa. Qu significa biodiversidad? Este trmino se refiere a la diversidad de vida y contempla la variacin en todos los niveles de organizacin biolgica (Gaston & Spicer, 2004). Se consideran, principalmente, tres niveles de biodiversidad: la gentica, la organismal y la ecolgica, y se consideran como pertenecientes a una jerarqua anidada. Consideramos la biodiversidad organismal como la representada por especies. Si se analiza un gramo de suelo de un bosque de Noruega, es posible encontrar unas cuatro mil especies de bacterias, la mayora desconocidas por la ciencia. Otro gramo del fango del fondo del mar fuera de la costa de Noruega presenta otras cuatro mil especies de bacterias diferentes. No se sabe cuntas ni cules especies se encontrarn en ambientes parecidos o diferentes en otras partes del mundo (Wilson, 1992). Es decir, el conocimiento mundial acerca de la biodiversidad de bacterias es insignificante. Es anlogo al tamao de una bacteria comparado con el
de un ratn que representa nuestro conocimiento total sobre la biodiversidad. Asimismo, comparar nuestro conocimiento total de la biodiversidad con la biodiversidad real es similar a comparar a un ratn con un saurpodo. Ni mencionamos los virus, virusoides, viroides ni priones! Segn Wilson (1992), el nmero total de especies que deben estar presentes en el mundo es entre 10 y 100 millones, pero hasta la fecha se conocen de todos los grupos cantidades muy pequeas de stas. Hasta el momento, la diversidad de plantas e insectos domina lo que se conoce de los seres vivos. Asimismo, Wilson (1992) establece que el total de especies conocidas en la actualidad es alrededor de un milln cuatrocientas trece mil y estn repartidas segn lo muestra la Figura 1. A pesar de las 1,000 especies que Wilson (1992) menciona en su grfica, la Comisin Intermacional para la Taxonoma de Virus (ICTV por sus siglas en ingls) reporta como conocidas a 80 familias de virus y 4,000 especies. Puede observarse en esta grfica cmo la biodiversidad de microorganismos ha sido relegada, ya que el conocimiento acerca de stos es muy escaso y quiz se tiene referencia de ellos porque causan algn problema al ser humano o a otros organismos superiores. Se sabe muy poco acerca del potencial, benfico o daino, que estos
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Insectos
800,000 600,000 400,000 200,000 0
Figura 1. Nmero de especies conocidas de los diferentes organismos conocidos Fuente: Wilson (1992)
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Los microorganismos involucran a entidades microscpicas vivas, formadas por una clula o, en algunos casos, por ms, como bacterias, hongos, protozoarios y nematodos. Sin embargo, en este acpite tambin se considerar a los agentes subcelulares como entidades que estn en el lmite de la lnea divisoria entre la vida y la muerte, pero que causan algn efecto en un organismo. Entre stos se incluye a virus, viroides, virusoides, satlites y priones. Generalmente, estos agentes subcelulares y microorganismos tienen genomas bastante ms pequeos que los organismos multicelulares. Las entidades subcelulares son ms pequeas que las bacterias, pues stas son las entidades celulares y los seres vivos ms pequeos. Para diferenciar entre algunas de estas entidades vase el Cuadro 1. Los virus y otras entidades no vivas tienen solamente un tipo de cido nucleico como parte de su estructura. No poseen organelos ni tampoco una membrana celular que separe sus componentes del medio o de los componentes de la clula hospedera que estn infectando. No se reproducen porque no
Los casos ms sencillos nicamente involucran sntesis de su cido nucleico o de su cido nucleico y protenas, pero utilizan las enzimas y todos los compuestos de las clulas hospederas. Todos son parsitos obligados de algn hospedero; esto nos indica que son dependientes de su hospedero y que, sin ste, no pueden sobrevivir. Son entidades infecciosas que no se pueden pasar fcilmente de un hospedero a otro, o encontrar fcilmente otro hospedero, por lo que les conviene mantener su hospedero vivo. As es que muchas veces las infecciones de estas entidades, aunque al principio pueden ser severas, tienden a evolucionar hacia tipos de infecciones menos severas con el tiempo, preservando as a sus hospederos, lo cual les asegura su propia sobrevivencia. De acuerdo con su presencia en el planeta, las entidades subcelulares pueden dividirse en cinco categoras:
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poseen la maquinaria para hacerlo, deben apropiarse de la maquinaria de su clula hospedera para poder replicarse. Esto no excluye que en el genoma de estas entidades, en algunos casos, existan genes que codifiquen compuestos exclusivamente de estas entidades, esto en el caso de los virus ms complejos.
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a. Nuevos: detectados en los ltimos cinco aos. b. Emergentes: su incidencia ha aumentado en los ltimos 20 aos. c. Re-emergentes: son patgenos asociados con resistencia qumica o cambios en su manejo (antes se controlaban pero ahora ya no). d. Amenazadores: patgenos no reportados o limitados en distribucin. e. Crnicos: patgenos conocidos por ms de 20 aos y que todava causan problemas (Matthews, 1991). A continuacin se describen brevemente algunos microorganismos, como agentes subvirales, virus, bacterias, bacterias fastidiosas, hongos, protozoarios y nematodos. Se analizan algunos estudios realizados en Guatemala y se resalta el hecho de que este campo ha sido poco explorado en nuestro medio.
luz ultravioleta y altas temperaturas. Estas entidades no tienen la capacidad de codificar ni siquiera un polipptido y no programan su propia polimerasa debido a su reducido genoma. Son totalmente dependientes de la clula hospedera para replicarse. Su replicacin no depende de la presencia de un virus ayudador. Se transmiten mecnicamente y a menudo por semilla. Existen ms de 40 especies de viroides y se les han caracterizado muchas variantes. En Guatemala se han estudiado y detectado aproximadamente el 4% de las especies de viroides reportadas mundialmente. En cuanto a cultivos, los viroides ms estudiados son los encontrados en ctricos. La Figura 2 muestra resultados encontrados en plantaciones de Guatemala. Estas grficas muestran la presencia de tres viroides en Guatemala, viroides del grupo III que son poco estudiados porque no han provocado epidemias y, al parecer, el dao que causan al rbol, aparte de enanismo, es mnimo. Adems, hay presencia de exocortis, que es un viroide que se ha encontrado en Guatemala desde hace muchos aos; ste causa achaparramiento en los rboles, frutos pequeos y, cuando su cantidad es considerable, rajaduras en el patrn y rajaduras en las ramas; adems, manchas amarillas en las hojas. Finalmente, estn presentes viroides del grupo II, dentro de los cuales est el que produce cachexia o Xiloporosis. Este viroide produce enanismo y amarillamiento de las hojas. A nivel del injerto en el tallo de los ctricos, provoca hendiduras con dientes inversos a los que se originan por el virus de la tristeza de los ctricos (CTV) y posee goma debajo de la corteza. El Instituto de Ciencia y Tecnologa Agrcolas (ICTA) ha iniciado recientemente la produccin de material de ctricos libre de patgenos. Otro pequeo estudio piloto para la deteccin y caracterizacin de viroides se realiz
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100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Escuintla Guatemala Baja Verapaz Alta Verapaz Grupo III Grupo II Exocortis
Exocortis Grupo II Grupo III
Viroides 2006
100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Zacapa Escuintla
Figura 2. Resumen de los resultados de viroides presentes en plantaciones de ctricos en Guatemala (2003-2006) Fuente: Palmieri et al. (2007)
en 1999 cuando, en el Laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala, se hizo una evaluacin en papa para determinar la presencia del viroide Potato Spindle Tuber Viroid (PSTV). Esto se hizo mediante hibridizacin de cidos nucleicos en la modalidad no radioactiva con sondas proporcionadas por el Centro Internacional de la Papa (CIP). No se obtuvo ningn resultado positivo, por lo que no se public el estudio. Finalmente, en los textos sobre enfermedades causadas por viroides, solamente se encontr un resumen realizado por la Asociacin Nacional del Caf ANACAF (2004) de enfermedades en mandarina. Otras entidades muy poco estudiadas pero importantes para los organismos vivos son
los ARN satlites y, entre ellos, los virusoides. Los ARN satlites son agentes subvirales que, a diferencia de los viroides, no se replican de forma autnoma; sta depender de la coinfeccin de la clula hospedera por un virus auxiliador. Se han encontrado asociados a virus de plantas, insectos, protozoarios, hongos, animales y humanos. Los satlites no forman una unidad taxonmica ya que constituyen un grupo mucho ms heterogneo que los viroides: los que codifican y expresan protenas in vivo y los satlites que no son codificantes (Eiras et al., 2006). En Guatemala no se han llevado a cabo o no se han reportado estudios sobre virusoides y/o satlites, por lo que no se ha establecido si hay presencia de alguna de estas entidades
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Viroides 2003
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en cualquier organismo vivo. Sin embargo, se enfatiza en el hecho de que el estudio de estos virusoides o ARN satlites debe estimularse, ya que pueden representar en muchos casos una forma de controlar los sntomas inducidos por sus virus ayudadores, convirtindose en una forma de control biolgico. Esto ya se ha iniciado en algunos pases con el virus del mosaico del pepino (CMV) y se han obtenido niveles variables de proteccin contra el virus y otros ARN satlites patgenos en el campo, tanto que se le llama la vacuna de CMV ms satlites. En otro caso se han elaborado plantas de tabaco transgnicas que contienen dos satlites para el CMV y comprobaron que estos satlites, sin importar cmo los aplicaran, funcionan como agentes de biocontrol de sus virus ayudadores (Roossinck et al., 1992). Adems, se han considerado como modelos apropiados para estudios de aspectos fundamentales de la virologa como procesos de replicacin, encapsidacin, patognesis, recombinacin y variabilidad gentica (Eiras et al., 2006). El ltimo grupo de las entidades subcelulares son los priones, que nicamente se dividen en priones de hongos y priones de mamferos. Son muy importantes para la salud humana y animal. Las enfermedades causadas por los priones son conocidas como encefalopatas espongiformes transmisibles y hasta ahora son fatales. Son agentes patgenos cuyo nombre proviene de la recombinacin de las primeras letras de partcula protenica infecciosa (prion), abreviado como PrPsc. PrP proviene de protena relacionada con el prin y SC proviene de scrapie, una enfermedad causada por priones que ocurre en ovejas. Los priones son los agentes infecciosos ms pequeos hasta ahora conocidos, son resistentes al calor y a las altas temperaturas (100 C); y no les pasa nada con la esterilizacin comn, los rayos ultravioleta, la radiacin ionizante ni con los desinfectantes comunes que habitualmente inactivan virus o cidos nucleicos. Sin embargo, son degradados por
hidrxido de sodio o lcalis (pH10), por tratamiento con enzimas, por urea 3-8 molar, por fenol saturado y por otros compuestos que degradan protenas. Por esto, se sospech que era una protena la responsable de la enfermedad y no un cido nucleico. La estructura de los priones es muy particular, es la primera entidad que est compuesta casi exclusivamente por protenas y a la cual no se le ha aislado un cido nucleico como parte de su estructura. Lo ms sorprendente es que la protena que lo constituye posee la misma secuencia de aminocidos que una protena normal de los hospederos. El gen de esta protena ha sido altamente conservado en la evolucin del genoma de mamferos, lo cual indica su importancia para el organismo. Para diferenciarla de la protena anormal se le ha designado como PRPc de protena celular. Esta protena normal tiene como funcin proteger a las neuronas de la muerte y, como consecuencia, de la demencia y problemas degenerativos a edades avanzadas, entre otras cosas (Prusiner, 1998). La importancia econmica de los priones es crtica ya que representa prdidas de ganado significativas para un pas, pero lo ms importante es que representa prdida de vidas humanas, ya que hasta el momento no hay mecanismos para neutralizarlos. Esto debera ser un estmulo para que se realicen investigaciones ms profundas y as encontrar mecanismos para evitar la infeccin o frenar el dao progresivo. En Guatemala no se han practicado estudios en este campo; sin embargo, un estudio realizado en Nicaragua sobre priones en carne de res reporta que las pruebas para poder decidir si la carne vacuna estaba infectada con priones o no fueron hechas en un laboratorio de Guatemala, el cual no pudo ser identificado (Melndez, 2001). Es primordial que en Guatemala se inicien estudios de esta naturaleza para poder detectar este tipo de
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3. VIRUS
Los virus son entidades ms conocidas que los agentes subvirales. Existen cuatro criterios que parecen distinguir a los virus de todas las clulas: a. Primero, la falta de una membrana continua que separe al parsito viral y al hospedero durante la replicacin intracelular. Los parsitos hechos de clulas que se replican dentro de una clula de su hospedero parecen estar siempre separados del citoplasma del hospedero por una membrana de dos capas. b. Segundo, debido a la ausencia de un sistema de sntesis proteica, usan el del hospedero. c. Tercero, la replicacin de los virus es por sntesis de un conglomerado de componentes, seguida del ensamblaje de muchas partculas virales a partir de este conglomerado. d. Cuarto, solamente posee un tipo de cido nucleico que puede ser cido desoxirribonucleico (ADN) o cido ribonucleico (ARN). Un virus fuera de su hospedero est siempre compuesto por una o ms molculas de cidos nucleicos, protegidos por una o ms cubiertas de protena o lipoprotenas. Es capaz de organizar su propia replicacin dentro de los hospederos adecuados. Se aprovecha de las reservas del hospedero, no posee fisin binaria y no presenta compartimentacin por membranas. La virologa es la ciencia que estudia los virus y agentes subvirales. Es importante estudiar-
En Guatemala, se han llevado a cabo estudios enfocados tanto a virus patgenos como a virus benficos. En esta ltima divisin se incluyen los estudios que se han efectuado en casas que producen productos agrcolas, como Agrcola El Sol, para utilizarlos en el control de plagas en agricultura. Un ejemplo es el virus de la polihedrosis nuclear, que es especfico para lepidpteros y no ataca otros insectos. Un virus de la polihedrosis nuclear es especfico para una o a veces ms especies de lepidpteros. Para control de lepidpteros en el campo se infectan larvas en el laboratorio. Luego, se hace un macerado de stas, en algunos casos se deshidratan, y despus se rocan en el campo para que larvas de esas mismas especies coman el preparado y mueran. Algunas pruebas hechas con larvas de Spodoptera spp. mostraron que el porcentaje de control que se ejerce en campos de maz ha sido muy eficiente. Los estudios llevados a cabo para conocer los virus que estn afectando cultivos en Guatemala han sido diversos. En la Universidad del Valle de Guatemala se han realizado anlisis principalmente en cultivos como tomate, chile, ctricos, ornamentales, papa, hortalizas en general, tabaco, papaya, cucrbitas, malezas en general y otros. En estos cultivos se ha determinado la presencia de varios virus. En
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enfermedades, lo cual permitir implementar medidas preventivas y sobre todo evitar la prdida de vidas y recursos a largo plazo.
la porque los virus pueden causar prdidas enormes por infecciones, epidemias y pandemias. Al conocrseles, pueden manejarse a partir de la seleccin de mtodos de prevencin adecuados y mtodos de control dirigidos a sus vectores. No hay que olvidar que tambin se han encontrado usos benficos para los virus, como el caso del virus de la polihedrosis nuclear, que se usa para el control de lepidpteros en el campo. Estos virus son muy especficos y, por esto, representan mtodos muy eficientes de manejo de plagas para cultivos. Adems, recientemente se ha encontrado que los virus son excelentes modelos para el estudio de la biologa celular.
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la Figura 4 se presentan algunos resultados generales de cultivos y virus encontrados en muestras que llegan al laboratorio de Proteccin Vegetal. Los grupos de virus a los cuales se les ha dedicado ms esfuerzo y han sido estudiados con proyectos de investigacin y trabajos de graduacin de estudiantes de licenciaturas en Biologa, Agronoma, Bioqumica y Microbiologa, son los potyvirus, los begomovirus, los tospovirus y los closterovirus. Tambin se han estudiado varios cucumovirus y tobamovirus. La mayora de muestras estn infectadas por el virus del mosaico del tabaco (TMV). ste es muy estable. Si las personas que estn en contacto con las plantas fuman, fcilmente pueden contaminarlas mecnicamente. Los potyvirus son muy comunes en Guatemala, son transmitidos por fidos y tienen un amplio rango de hospederos. Algunos datos sobre los cultivos que infectan, y otros sobre la incidencia de virus en Guatemala, se encuentran en Palmieri et al. (1999). Los geminivirus son muy importantes porque son transmitidos por B. tabaci. Estos virus han causado muchos problemas en la produccin de tomate y chile, principalmente. El virus de la tristeza de ctricos (CTV), junto con leprosis, ha contribuido a que el cultivo de la naranja haya disminuido grandemente. La incidencia del virus de la leprosis (CiLV) en Guatemala es alta, especialmente en la regin sur (Palmieri et al. 2007). Dardn (2006) implement una metodologa relativamente fcil para detectar leprosis en ctricos con muestras provenientes del campo, y encontr esta enfermedad tanto en mandarinas como en naranjas. Estos ltimos datos no se tomaron en cuenta en la Figura 3. La Figura 3 muestra la frecuencia, expresada en porcentajes, de los virus que representan ms problema para los agricultores, razn por la cual solicitan servicios de identificacin de la enfermedad. Esto es importante porque en realidad hay una alta coincidencia entre lo que se enva al laboratorio y lo que est afectando en el campo.
El virus del crisantemo B (CVB), hasta el ao pasado, se empez a identificar como uno de los problemas ms grandes que tienen los crisantemos en San Juan Sacatepquez. Este virus, en algunos de los viajes de colecta, ha tenido una incidencia del 100%. Ejemplos de estudios realizados para la identificacin de virus, de vectores y de malezas son los llevados a cabo en Bemisia tabaci y su relacin con begomovirus, principalmente en tomate y chile. Antes de ste se hicieron dos estudios a nivel nacional en diferentes hospederos de B. tabaci (Palmieri et al., 1999 y Schuster et al., 2007). En dichos anlisis se aislaron y secuenciaron varios begomovirus y se encontr que en Guatemala hay una variedad grande de stos. En la Figura 4 se muestra la primera filogenia llevada a cabo con estas muestras y se nota que hay varios virus que son similares a los ya descritos, pero que hay grupos de virus que se separan suficientemente (cuadro rosado en la figura), como para ser considerados especies nuevas. En la actualidad se estn realizando ms secuenciaciones e identificaciones de begomovirus para tratar de comprobar si las especies de stos son nuevas o son variantes de las ya conocidas. Es importante mencionar que los begomovirus encontrados en Guatemala hasta 2004, aproximadamente, tenan dos anillos fusionados en el centro de ADN, pero a partir de 2007 se encontraron ejemplares con un solo anillo, el llamado tomato yellow leaf curl virus (TYCLV), que es considerado originario de Europa. Actualmente se estn llevando a cabo dos estudios: el primero involucra el anlisis de malezas como hospederas de begomovirus, financiado por el Fondo Competitivo de Desarrollo Tecnolgico Agroalimentario (AGROCYT), y el segundo se est realizando con ayuda del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA) a travs de la Federacin de Asociaciones Agrcolas de Guatemala (FASAGUA), del AGROCYT, y de los fondos de IPMCRSP (Integrated Pest Ma-
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nagement Collaborative Research Support Project) a travs de la Universidad de California, Davis, sobre el monitoreo de B. tabaci en cultivos de tomate y chile en Salam y otros valles de Guatemala. En este estudio se est logrando, en varios valles, la concientizacin de los agricultores para que no dejen sus cosechas abandonadas en el campo, eliminen rastrojos y malezas, implementen una veda
Otros tipos de estudios se han iniciado para colaborar en la implementacin de programas de certificacin de cultivos que van a ser exportados. Un ejemplo es el estudio de virus y viroides en ctricos en diferentes regio-
Porcentaje de virus diagnosticados en muestras que llegan a Proteccin Vegetal en la UVG del 2002 al 2007
LEPROSIS TRV PLRV ZYMV BBMV ORSV Timovirus INSV ArMV PVS PVY PVX MNSV CTV CbMV AMV CymMV TSV TSWV TAV CVB TEV GEMINI PRSV CMV POTY ToMV TMV %
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Figura 3. Virus diagnosticados con ms frecuencia en muestras que llegaron al Laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala entre 2002 y 2007; no se incluyen las muestras que se han analizado para proyectos de investigacin
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de cultivos hospederos de B. tabaci y se guen por el porcentaje de infeccin que ocurre en el campo para iniciar sus siembras.
TPV 97%
10.28b 13c36-1 33.87 16.46 16.97 7.21 8.23b 30.76 30.77 12.36b 19.57 4.1 9.26 4.11 5.14 27.7 31.79 20.6 20.59 23.64 2.4 2.5 15.45
PHV 95%
ToSLCV-GT 98%
29.74 29.75
CdTV 90%
1.1 7.3b 3.8 23.65 21.63 32.82 32.84 27.72 31.81 33.b87
ToGV 99%
MCLCV 96%
51.2 50 40
24.69 30 20
2.6
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Figura 4. Filogenia de begomovirus utilizando primers Pr AC 1154 y Pr AV 2644 (Palmieri et al. 1999), llevado a cabo en el laboratorio de la Universidad de Arizona
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nes de Guatemala. ste involucra la deteccin de varios viroides y virus, como el de la tristeza de ctricos (CTV), leprosis y otros. Para tal fin se implementaron tcnicas adecuadas para deteccin en el laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala; adems, se elaboraron fichas con informacin bsica de los virus ms importantes, viroides y bacterias. Se redact un manual sobre las enfermedades ms importantes y, sobre todo, con informacin que ayude al agricultor y al tcnico a saber qu enfermedades tiene en su campo y qu medidas preventivas debe aplicar. Este estudio se hizo tambin gracias a los recursos del AGROCYT y a la ayuda tcnica que brind el Proyecto Desarrollo de la Fruticultura y Agricultura (PROFRUTA) y el MAGA a travs de su Unidad de Normas y Regulaciones. Tambin se estn llevando a cabo estudios de eliminacin de virus por termoterapia y microinjertos, en la Universidad del Valle, con crisantemos y ctricos y, en el Instituto de Ciencia y Tecnologa Agrcolas (ICTA), con ctricos, papa, ajo y otros cultivos. Otro estudio que se lleva a cabo actualmente es la identificacin de un virus muy parecido al virus del torrado reportado en Espaa pero que, a la hora de hacer pruebas, posee ciertas diferencias fundamentales. Este virus es conocido en Guatemala como el virus de la mancha de chocolate, ya que causa sntomas de clorosis en regiones cercanas al pednculo y luego aparecen manchas necrticas que, conforme crece la hoja, van ocupando ms su lmina foliar. Finalmente hace que la hoja se caiga. No causa manchas en el fruto del tomate, aunque s reduce el tamao del fruto. Hasta el momento hemos determinado que ciertas variedades de tomate son muy susceptibles y otras son ms tolerantes. Por ejemplo: la variedad Santa Fe y la Llanero son muy susceptibles al virus; otras, como el Silverado o el Natalie, son un poco ms tolerantes porque aparecen manchas necrticas, pero los
efectos son mucho menores, tanto que en algn momento los sntomas desaparecen. Sabemos que puede tener como hospederos a Datura stramonium y a Nicotiana benthamiana, pero no sabemos qu sntomas causa en cultivos como chile o papa. Tambin hemos observado que en las plantaciones en que hay mancha de chocolate, generalmente hay alta presencia de la mosca blanca Trialeurodes vaporariorum. Este estudio sigue tratando de determinar su secuencia de ADN (para ser comparada con la de otros virus y saber si es un virus nuevo o una variante de alguno ya conocido), sus hospederos, su vector (si es que tiene uno) y el hbitat particular en donde afecta, para poder implementar medidas de control y prevencin. Este estudio se est llevando a cabo gracias a fondos de AGROCYT y a la colaboracin de la Universidad de California, Davis. Adems, se est trabajando en la identificacin de tospovirus en diferentes especies de trips. Se estn haciendo muestreos de hospederos de trips y de trips en toda Guatemala. Los trips se estn identificando y los virus se estn detectando tanto en los trips como en los hospederos. Hasta el momento existen identificados alrededor de 600 de trips de las regiones central, occidental y sur. Se estandariz la tcnica de RT-PCR para detectar tospovirus en los trips y en las plantas. Este estudio est siendo financiado con fondos de un proyecto de AGROCYT, del MAGA y de PIPAA (Proyecto de Proteccin Integral, Agrcola y Ambiental). En el rea de virus en animales invertebrados, se conocen estudios hechos en camarn. Hace algunos aos se inci, en el Laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala, el diagnstico de virus presentes en camarn. Se encontraron virus de necrosis infecciosa hipodrmica y hemapoytica (IHHNV), virus del taura y sndrome de mancha blanca1. Hasta el momento, se cree que hay presencia en Guatemala
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de cinco genotipos, pero dichos estudios no estn finalizados. En el rea de salud humana y animal, se han hecho estudios en el Centro de Estudios en Salud de la Universidad del Valle de Guatemala en algunas enfermedades de ndole viral. Se ha trabajado con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). En Guatemala, hasta diciembre de 2005, se han reportado 9,199 casos de SIDA, para una prevalencia acumulada de 87.8 casos por cada 100,000 habitantes. Los casos de SIDA reportados anualmente muestran tendencia hacia un aumento sostenido, reportndose un 62% del total de casos en los ltimos cinco aos (Ministerio de Salud Pblica y Asistencia Social, 2005). Estos datos deben considerarse dentro del contexto de los sistemas nacionales de vigilancia, que presentan debilidades importantes en la deteccin, diagnstico, notificacin, registro y seguimiento de casos2. Otro virus al que se le ha dado nfasis es al del papiloma humano (HPV). En su estudio estn involucrados profesionales de la Universidad Rafael Landvar, la Universidad del Valle de Guatemala, la Unidad de Entrenamiento e Investigacin en Entomologa Mdica de Guatemala - Centro de Control de Enfermedades (MERTU/G-CDC), y el Ministerio de Salud Pblica y Asistencia Social de Guatemala. De un total de 380 casos evaluados, hubo 49 positivos, lo que representa una prevalencia global de 13%. En el grupo de no trabajadores comerciales del sexo (NTCS), el porcentaje de positividad fue de 7% (18 positivos de 257 evaluados), mientras que en el de trabajadoras comerciales del sexo (TCS) fue de 25% (31 de 123). Con el fin de saber si el virus del oeste del Nilo, VON, est circulando en aves de Guatemala, el Centro de Estudios en Salud del Centro de Control de Enfermedades de Centroamrica y Panam (CES/CDC-CAP) de la
Universidad del Valle de Guatemala, en colaboracin con el Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA) y la Divisin de Enfermedades Transmitidas por Vectores de los Centros de Control y Prevencin de Enfermedades de Estados Unidos (DVBID, CDC), inici un esfuerzo de investigacin sobre este tema en los departamentos de Izabal y Santa Rosa. Morales (2006) muestra la distribucin de los caballos con infecciones previas del virus del oeste del Nilo (VON) en Guatemala. Otro estudio efectuado por este grupo es la deteccin del VON en mosquitos. Uno de sus objetivos es determinar los posibles vectores del virus en Guatemala. En la Facultad de Veterinaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala se han diagnosticado enfermedades virales como la encefalitis equina venezolana. El Instituto de Nutricin de Centro Amrica y Panam (INCAP) ha hecho estudios sobre enterovirus, entre los cuales se encuentran los rotavirus.
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4. BACTERIAS
Las bacterias son organismos simples que se componen generalmente de clulas individuales procariotas, es decir que contienen un cromosoma circular, pero no membranas nucleares u organelos internos membranosos; por ejemplo, las mitocondrias y cloroplastos (Castao, 1994). Son organismos microscpicos muy pequeos con tamaos de 0.2 m hasta 4.0 m de dimetro, lo cual vara si son alargadas o redondas (Davis et al., 1980). Casi todas las especies bacterianas existen en forma unicelular, aunque algunas se encuentran en colonias o como filamentos de clulas laxamente unidas entre s (Solomon, Berg y Martin, 2002). Pueden tener forma de varilla, esfrica, elipsoidal, filamentosa o de espiral. El medio de locomocin de algunas es por flagelos (Castao, 1994). Las bacterias se multiplican con rapidez sorprendente y su significancia como patgenos se atribuye principalmente al hecho de que producen
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Los estudios de bacterias en Guatemala estn enfocados principalmente en enfermedades. A pesar de que hay muchas bacterias de vida libre o asociadas con organismos tales como nematodos o insectos, hay pocos estudios sobre ellas. Tampoco hay estudios sobre bacterias benficas para el hombre, como las involucradas en fermentacin, relaciones simbiticas en el tracto digestivo, etc. Esto es muy interesante porque, segn Salas (2004), solamente el 1% produce enfermedades, las cuales cada vez son ms difciles de combatir por el mal uso de compuestos qumicos, como antibiticos. Esta seccin enfatiza ms que todo en bacterias fitopatgenas. Aunque la mayora de las enfermedades vegetales son ocasionadas por hongos y no por bacterias, se conocen unas 200 afecciones de origen bacteriano en las plantas (Solomon, Berg y Martin, 2002) y alrededor de 1,600 especies. Las especies de bacterias fitopatgenas son responsables de fuertes prdidas econmicas en la agricultura, como consecuencia de su ataque a las plantas cultivadas (lvarez, Vanegas y Victoria, 1979). Los estudios que se han llevado a cabo en Guatemala sobre bacterias estn dirigidos a bacterias patgenas. Los estudios de bacterias de vida libre o de bacterias que contribuyen a algn proceso de beneficio para el hombre son escasos. Si hay alguno, su difusin ha sido muy reducida, se lleva a cabo en la actualidad o no se conoce. Algunos anlisis de Bacillus thuringiensis se estn realizando en la Universidad del Valle de Guatemala3 en donde se estudia la toxina de diferentes cepas de B. thuringiensis asociadas con diferentes taxa de insectos. En al rea agrcola, hay estudios sobre identificacin de bacterias fitopatgenas que se hacen en la Universidad de San Carlos de
Uno de los pocos estudios sobre cepas de bacterias en el rea agrcola es el que est llevando a cabo por la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala (FAUSAC), sobre Ralstonia solanacerarum (Swanson et al., 2007). En el mencionado anlisis se estn desarrollando mtodos de identificacin de las diferentes razas de esta bacteria con el fin de aplicar mtodos de control ms eficientes y especficos. Uno de los aspectos en que se est trabajando es en la introduccin de resistencia en plantas de tomate para esta bacteria. Adems, hay otros trabajos en el rea de bacteriologa; uno de ellos es de Arias (1995) sobre Streptomyces scabies y S. acidiscabies (producen roa de la papa), para implementar pruebas de diagnstico especficas, como la produccin de anticuerpos monoclonales; y el de Ralda (1998) sobre enfermedades bacterianas de meln y sanda en el valle del Motagua. En el rea de salud, tanto humana como animal, algunos estudios incluyen los de Ridelman (1978), que hizo un inventario de las bacterias que presentaba el pescado que se vende en la ciudad de Guatemala, y los de Ubico (1980), que evalu la calidad de mariscos destinados al consumo humano en la ciudad de Guatemala. Otro estudio, muy interesante y pionero en Guatemala, fue el que realiz Carbonell (2006) sobre la deteccin de anticuerpos contra Erlichia canis en perros de San Cristbal, ciudad de Guatemala. Esta
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Guatemala (USAC), en la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y en algunos laboratorios privados, como Soluciones Analticas. En el Laboratorio de Proteccin Vegetal de la UVG, se han encontrado bacterias en muchos cultivos. En el Cuadro 2 aparece una lista de algunas de las bacterias identificadas en muestras que llegaron al laboratorio, seleccionadas por su alta frecuencia o su importancia.
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bacteria es transmitida por la garrapata caf del perro, Rhipicephalus sanguineus, y puede transmitir esta enfermedad a los seres humanos tambin. Otros estudios que lleva a cabo el grupo de CDC-CAP se realizan con enterobacterias. La investigacin se est efectuando por bacteriologa tradicional, coprocultivos4. Otro estudio es el anlisis bacteriolgico de agua por medio del mtodo del nmero ms probable, colilert, para evaluar la presencia de bacterias indicadoras, como las coliformes totales y E. coli.
El grupo del Proyecto Accin SIDA de Centroamrica, de la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos (PASCA/ USAID), formado por los Ministerios de Salud de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panam, as como por varias organizaciones no gubernamentales (ONG) locales, el Centro para SIDA y enfermedades de transmsin sexual (ETS) de la Universidad de Washington, la Organizacin de las Naciones Unidas/Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (ONU/SIDA), la Organizacin Panamericana de la Salud/Organizacin Mundial de la Salud (OPS/OMS), los Centros para
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Control y Prevencin de Enfermedades de los Estados Unidos (Center for Disease ControlCDC) y Roche Diagnostics estn llevando a cabo un estudio multicntrico en Centroamrica sobre prevalencia de VIH e infecciones de transmisin sexual (ITS) y comportamientos. Dicho estudio determin la prevalencia del VIH, de ETS (Treponema pallidum, Neisseria gonorroheae, Chlamydia trachomatis), en hombres y mujeres, as como de Trichomonas vaginalis y vaginosis bacteriana en mujeres5. Por otro lado, Asturias et al. (2003) hicieron un estudio cuyo objetivo fue determinar la epidemiologa de infecciones invasivas de Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y Streptococcus pneumoniae, en nios hospitalizados en Guatemala. La importancia de este estudio radica en que hasta 1995 se reportaba que estos dos patgenos tenan muy baja incidencia en Guatemala como causantes de meningitis e infecciones invasivas en nios hospitalizados en Guatemala. Sin embargo,
al perfeccionar los mtodos de deteccin, se han manifestado como causas importantes de enfermedades graves en nios guatemaltecos. Esto puede justificar la inclusin de la vacuna contra Hib en los programas de inmunizacin establecidos en Guatemala. Actualmente se est llevando a cabo una investigacin en colaboracin con la Universidad de Arizona sobre la bacteria NHP (necrotic hepato pancreatitis bacteria). El estudio consta de la secuenciacin del gen gryB para determinar la diversidad que existe de esta bacteria en varios pases de Amrica Latina, Estados Unidos y Gran Bretaa. La Figura 5 muestra la filogenia hasta ahora obtenida6. Finalmente, otro aspecto que se est investigando es el desarrollo y descubrimiento de propiedades antimicrobianas de plantas de Guatemala para uso popular. Los estudios estn siendo efectuados por el laboratorio farmacolgico FARMAYA.
VE 05 VE 05 US 06 MX 05 39 MX 06 PE 04 42 GT 05 BR 05 GT 05 HN 01 79 CO 03 US 01 MX 06
99 98 98 99 99 99 99
(Sequences based on gryB gene region: updated 06-15-06) Figura 5. Aislados de NHP de diferentes localidades, son todos una cepa? Matheu, comunicacin personal (2007)
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5. BACTERIAS FASTIDIOSAS
Las bacterias fastidiosas se llaman as porque son muy difciles de cultivar en medios in vitro. Necesitan medios muy complejos que contengan compuestos especiales como hemina, muchos micronutrientes, indicadores para detectar el crecimiento y otros. Adems, hay algunas como los fitoplasmas que no crecen ni siquiera en estos medios. Entre las bacterias fastidiosas encontramos los grupos de fitoplasmas, mycoplasmas, xyllelas, espiroplasmas y rickettsias. El tamao de estos organismos vara mucho, pero siempre son microscpicos. La mayor parte de estos patgenos en plantas (espiroplasmas, fitoplasmas y xylellas) son transmitidos por insectos chupadores, vectores de la familia Cicadellidae o, a veces, Fulgoroidea, Coccidae y Psyllidae. Los fitoplasmas son bacterias muy pequeas pertenecientes a la clase Mollicutes, cuya caracterstica ms notoria es la falta de una pared celular. Estas bacterias fueron reportadas por Doi (1967); se encontraron organismos similares a micoplasmas (MLOs, por sus siglas en ingls) en clulas cribosas de plantas con sntomas de amarillamiento. Este grupo de investigadores japoneses concluy que podran ser la causa de varias enfermedades vegetales con sntomas de amarillamiento. Desde su descubrimiento, se ha asociado a los fitoplasmas como los causantes de enfermedades en ms de 300 especies vegetales en todo el mundo. En las plantas enfermas, los fitoplasmas habitan los elementos cribosos del floema. A pesar de su similitud con otras micobacterias humanas y animales, los fitoplasmas no pueden ser cultivados in vitro en un medio libre de clulas. sta es la razn por la que la clasificacin tradicional de estos organismos se ha basado en propiedades biolgicas, como los sntomas que provocan en las plantas que
afectan, rango de huspedes y relaciones con los insectos vectores. Recientemente se han realizado estudios basados en pruebas moleculares que han ayudado a identificar y clasificar a los fitoplasmas, as como a desarrollar pruebas de diagnstico ms sensibles y especficas. Los resultados de estos estudios han facilitado la investigacin de la ecologa y diversidad gentica de los fitoplasmas y de la epidemiologa y fisiologa de las enfermedades que provocan. Los estudios con vectores sugieren que el rango de huspedes de los fitoplasmas depende ms de los hbitos alimentarios de los vectores que de las diferencias en la patogenicidad de los fitoplasmas. Las relaciones entre los fitoplasmas y sus vectores, as como las preferencias de alimentacin de vectores, podran ser la llave para abrir nuevos nichos ecolgicos, dndole as a los fitoplasmas la oportunidad de evolucionar. Los fitoplasmas pueden ser transmitidos tambin por injertos, por cscutas (angiosperma parastica) y por propagacin vegetativa a travs de cortes, tubrculos, rizomas o bulbos. Hasta ahora no hay evidencia sustancial de que los fitoplasmas se puedan transmitir por semillas; adems de que no existe una conexin vascular directa entre el embrin y los tejidos de la planta madre. Se ha visto que, cuando se producen semillas de plantas enfermas, suelen ser estriles. En Guatemala se han estudiado principalmente los fitoplasmas que causan el amarillamiento letal del cocotero (ALC). Los sntomas de esta enfermedad en palmas son la cada de los frutos en cualquier estadio de desarrollo, necrosis de las inflorescencias, amarillamiento de las hojas inferiores, amarillamiento de las hojas superiores en etapa posterior, cada de las hojas y muerte de la palma (Palmieri et al., 2007a). Estos estudios iniciaron en 1999 junto con la Unidad de Normas y Regulaciones del MAGA y con
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financiamento de AGROCYT. Comprobaron que efectivamente el ALC ya estaba en Guatemala en el rea de la costa atlntica y afectaba a muchas palmeras. Se llevaron a cabo varios talleres y se sustituyeron muchas de las palmeras altas del Atlntico por variedades enanas que son ms tolerantes a la enfermedad. En la costa sur se hicieron estudios para diagnosticar la enfermedad pero no se encontraron casos positivos. En la Figura 6 se muestra un mapa de los puntos en donde se ha diagnosticado ALC.
La caracterizacin molecular de los fitoplasmas encontrados se logr por medio de polimorfismo de largo de fragmentos de restriccin (RFLP por sus siglas en ingls). Para este , anlisis se usaron ocho muestras de palmeras que amplificaron con PCR general (P1/ P7) y nPCR. Las muestras provenan de varios lugares de Izabal. En el anlisis se usaron cuatro enzimas reportadas como las que mayor informacin brindan para distinguir grupos e individuos entre los fitoplasmas: Taq I, Rsa I, Hinf I y Alu I. Al utilizar las primeras
Figura 6. Puntos en donde se ha diagnosticado al fitoplasma causante del ALC por pruebas moleculares en Guatemala. Los puntos verdes indican dnde no se detect el fitoplasma causante del ALC. Los puntos rojos sealan dnde se confirm la presencia del fitoplasma por medio del PCR anidado. Fuente: Palmieri et al. (2007a)
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tres enzimas se obtuvo un patrn de bandas indistinguible entre todas las muestras. Solamente con Alu I se obtuvo lo que pareca ser un patrn distinto. El dendrograma obtenido se presenta en la Figura 7. En el dendrograma es posible apreciar claramente dos subgrupos; el primero lo constituyen las muestras A (Livingston) y E (Sarstn); el segundo est formado por la muestra C (Estero Lagarto) y las muestras B (Estero Lagarto), D (Cabo Tres Puntas), F (Sarstn), G (Siete Altares) y H (Castillo San Felipe). El hecho de que las dos muestras tomadas en Estero Lagarto sean ligeramente distintas, as como las tomadas en Sarstn, sugiere que en estas dos localidades ha habido variaciones genticas (al menos a nivel del gen 16S ARNr) en los fitoplasmas causantes del ALC. Las muestras que no amplificaron con el PCR especfico fueron la D y la E. El hecho de que la muestra D haya sido agrupada dentro del resto de las muestras parece indicar que la regin detectada por los iniciadores LYF1/LYR1 no refleja necesariamente cambios dentro del gen 16S ARNr. Aunque las diferencias entre los fitoplasmas observados son mnimas, parece ser que en Guatemala los fitoplasmas causantes del ALC estn mutando. Es posible que la extincin de las variedades susceptibles (altos del Atlntico o criollos) est forzando a los fitoplasmas a adaptarse a otras variedades de cocos o incluso a otras especies vegetales. El nmero de muestras analizado es muy bajo para comprobar esta hiptesis, y sera aconsejable repetir el anlisis usando un mayor nmero de enzimas de restriccin, pero la inquietud queda latente. Tambin podra ser til enviar a secuenciar los fragmentos amplificados para obtener una informacin ms exacta sobre las posibles diferencias genticas entre las muestras (Schuster et al., 2007; Swanson et al., 2007). El fitoplasma tambin se identific en los posibles vectores, entre ellos Cicadellidae; pero slo los cicadlidos se alimentan del floema.
Schuster et al. (2007) y Cataln (2007) encontraron una serie de posibles vectores del ALC. Por ltimo, se acaba de finalizar una investigacin sobre microsatlites para poder encontrar palmeras resistentes o tolerantes al amarillamiento letal del cocotero en la costa sur (Palmieri et al. 2007). Stephenson (2006) reporta diferentes patrones de microsatlites y la distribucin de las lneas de palmeras que presentan cierta tolerancia/resistencia al fitoplasma que causa el ALC. Cataln (2007) describe tambin un fitoplasma que se cree est involucrado en la enfermedad denominada papa rayada en Guatemala. Se han hecho identificaciones del fitoplasma pero no es constante su aparicin en las muestras con la enfermedad. La Xylella fastidiosa es una bacteria gramnegativa limitada al xilema. Causa varias enfermedades en un rango relativamente amplio de hospederos. Provoca clorosis variegada de los ctricos (CVC) que afecta semillas de variedades de naranjas (Citrus sinensis). En naranja causa puntos amarillos clorticos en las hojas y en la parte inferior causa lesiones con goma. Reduce el tamao de los frutos y los vuelve muy duros; el crecimiento del rbol y de las ramas se vuelve muy lento. Se mueren las ramas ms jvenes, se reduce la copa del rbol aunque no muere. Esta enfermedad tambin afecta a duraznos, causando enanismo general de las hojas, ramas y frutos; adems, las hojas se oscurecen y se aplanan (phony peach disease). En caf, se llama acorchamiento de la hoja del caf (bacterial leaf scorch) y causa un retardo pequeo en el crecimiento, pero principalmente la necrosis de la punta y mrgenes de la hoja, muerte de hojas y ramitas, ramas laterales sin hojas y sin frutos, excepto por un grupo de hojas en la punta (Purcell, 2001). Los vectores de esta bacteria son miembros de la familia Cicadellidae, que se alimentan del xilema. En Guatemala se ha detectado Xylella fastidiosa en muestras de caf en el Laboratorio
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Figura 7. Dendrograma construido a partir de los largos de los fragmentos obtenidos despus de digerir los productos de PCR con cuatro enzimas de restriccin. Fuente: Palmieri et al. (2007a)
de Proteccin Vegetal, tambin en muestras de ctricos y de papa, la mayora con sntomas de papa rayada. ANACAF tambin est llevando a cabo pruebas para la deteccin de esta bacteria en caf. An no se han realizado estudios en malezas, sin embargo est por iniciar el primero. En la Facultad de Ciencias Ambientales y Agrcolas de la Universidad Rafael Landvar se estudi en 2006 la presencia de Xylella fastidiosa en posibles vectores colectados en plantaciones de caf, con ayuda de ANACAF y de la Universidad del Valle de Guatemala. Otro tipo de bacteria fastidiosa que se ha estudiado en Guatemala son las rickettsias, causante del Papaya Bunchytop. Estas bacterias son cocoides gramnegativas con un tamao que vara entre 0.3 y 0.7 um de ancho y 1-2 um de largo. Son parsitos intracelulares estrictos y no son cultivables fuera del hospedero. Tienen pared celular de cido murmico y cido diaminopimlico (Madigan, Martinco y Parker, 2004).
6. HONGOS
Guatemala posee 24 idiomas nativos y se sabe que, dentro de la cultura indgena, los hongos han sido recolectados y consumidos localmente desde tiempos inmemoriales, tal como lo demuestran las piedras hongo del perodo precolombino. Fueron talladas por los mayas aproximadamente del ao 1500 A.C. al 900 D.C., y encontradas casi exclusivamente en Guatemala en la regin del altiplano, ruinas de Kaminaljuy y costa sur (Sommerkamp, 1984). En cuanto a la etnomicologa, podemos destacar que el mayor conocimiento de los hongos tena que ver con sus propiedades alimenticias. Los mayas, quiz desde el Preclsico, utilizaron los siguientes hongos psicotrpicos como alucingenos: Amanita muscaria y Psilocybe. Estudios de Lowy (1977) demuestran las caractersticas lingsticas que todava perduran entre los kiches del altiplano de Guatemala, que usan el vocablo kakulj,
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tanto para designar al trueno, como a Amanita muscaria, porque ellos creen que donde cae el trueno nace el hongo. Se tienen informes relacionados con la micolatra (adoracin de hongos) de las distintas tribus de Mesoamrica desde el siglo XVI, y se han hecho estudios que demuestran la relacin de los hongos con el ser humano en los diferentes aspectos de su existencia. Casi todos los hongos entegenos7 crecen en Centroamrica, aunque su uso est extendido por todo el mundo. Las micorrizas se pueden definir como la simbiosis mutualista que se establece entre las races de las plantas y los hongos. Hay varios tipos pero las ms comunes son: En las ectomicorrizas, el hongo penetra en la corteza de la raz, una o dos capas celulares entre las clulas corticales, formando la red de Hartig (espesor de 20-100 m); se forma un manto compacto de hifas alrededor de la raz, la cual tiene aspecto hinchado y herniado. Algunos hongos tienen un pequeo nmero de hospederos (Boletus betulicola con Betula spp.), otros tienen un amplio rango de hospederos, como Pisolithus tinctorius con ms de 46 especies de ocho gneros de rboles. Las endomicorrizas son hongos que penetran las clulas hospederas sin alteracin celular, y forman enrollamientos. Son hongos saprfitos muy eficientes. Generalmente, son los que se encuentran en orqudeas (micorrizgeno: promueve formacin de raicillas). Algunos son patgenos, como Armillaria, Marasmius y Rhizoctonia solani. Dentro de las endomicorrizas se encuentra el subgrupo de las micorrizas vesculo arbusculares: en este caso las hifas penetran la planta creciendo a travs de las clulas corticales de la raz; forman vesculas hinchadas y arbsculos muy ramificados, el micelio ex-
terno es relativamente escaso y no se forma manto externo. Coloniza races jvenes y la hifa penetra sin atravesar el plasmalema, el cual se invagina para acoplarse a la hifa invasora. Estos tipos de micorrizas son los ms abundantes y comunes en plantas herbceas y algunos rboles. Los gneros de hongos de este grupo son, entre otros: Glomus, Gigaspora, Sclerocystis y Acaulospora. Los estudios de micromicetos mutualsticos son aislados y escasos en Guatemala. La participacin ntima de los hongos en el desarrollo normal de las orqudeas fue descubierta y estudiada por el botnico francs Noel Bernard, durante la primera dcada del siglo pasado. Los hongos que forman esta micorriza se caracterizan por presentar una maraa intracelular o agregaciones de hifas irregulares dentro del tejido de la raz de la orqudea, llamadas pelotones. Una caracterstica extraordinaria de algunos hongos que forman la micorriza es que son conocidos como parsitos destructivos de otras plantas. Lo que puede determinar el cambio de simbionte mutualista a parsito en la relacin orqudea-hongo son las fuentes de carbono; en estos casos no se forman cuerpos fructferos en los hongos y permanecen en estado hifal microscpico. Los hongos ms comunes de este tipo son Armillaria mellea, Rhizoctonia solani y Tulasnella calospora. Los estudios formales que se han hecho en Guatemala sobre macromicetos mutualsticos fueron conducidos por Sommerkamp (1984), quien encontr 18 especies micorrcicas pertenecientes a Amanita, Bolbitius, Boletus, Cantharellus, Laccaria, Lactarius, Licoperdon, Ramaria y Russula. En estudios realizados en bosques de Petn, Sacatepquez y occidente del pas, se identific la existencia de por lo menos 11 tipos de hongos micorrcicos de Amanita, Boletus, Cantharellus, Laccaria, Pisolithus, Suillus, Scleroderma, Tylopilus y Russula. Algunos de
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stos no se aprovechan como alimento en algunas comunidades, pero pueden emplearse para la conservacin de reas en reforestacin de especies de conferas (Abies spp. y Pinus spp.) y de encinos (Quercus spp.). Adems, en este estudio se determin que, en la microflora guatemalteca, existe endemismo de ciertas especies de hongos ectomicorrcicos que deberan ser estudiados con ms detalle, como especies de Pisolithus, Scleroderma y Laccaria, los cuales son excelentes micorrcicos forestales y producen inculos fcilmente (Flores, 2002). Un liquen es la simbiosis mutualstica que ocurre entre un hongo (micobionte) y un alga o cianobacterium (fotobionte). En Guatemala, en el bosque nuboso del Biotopo del Quetzal, Purulh, Baja Verapaz, se encuentran aproximadamente 90 especies de lquenes folcolos (lquenes que crecen exclusivamente sobre hojas de plantas vivas). Este nmero es sumamente elevado si se compara con el nmero de especies reportadas para otros bosques nubosos y quizs se deba a la cercana de un clima clido como el del bosque espinoso del valle del Motagua (Barillas, 1992). Dentro de la diversidad guatemalteca de hongos espectaculares por su tamao, tenemos el Meritillus tropicalis, del departamento de Escuintla, presentado en la primera exposicin de hongos realizada en Guatemala en 1985 por Sommerkamp. El dimetro del pileo era 1.20 m. Otro hongo que llama la atencin es el Tricholoma cistidiosa, encontrado recientemente en San Cristbal de las Casas, Mxico, y que pertenece a los especmenes gigantes (70 cm de dimetro del pileo) que tambin pueden encontrarse en Guatemala, Costa Rica y Brasil. No hay informacin acerca de si la especie encontrada sea comestible o nociva. El primer muestreo de los macromicetos del pas fue publicado por Sharp (1948). Este au-
tor cit diversas especies silvestres disponibles en mercados populares. A partir de 1983 se intensificaron los estudios y ha sido posible identificar 21 especies a la venta en los mercados de las 22 cabeceras departamentales del pas (Sommerkamp, 1992). Se han registrado al menos 45 nombres populares o vernculos, los cuales se relacionan con caracteres de la morfologa macroscpica o con aspectos relevantes de la vida del guatemalteco; esto permite describirlos en forma sencilla. Dentro de los ascomicetos se identificaron tres especies de dos rdenes: Hipomyces lactifluorum, Hervella crispa y H. lacunosa. De los basidiomicetos se identificaron 18 especies pertenecientes a tres rdenes, que integran 12 familias distintas; las especies son Agaricus campestris, Amanita caesarea (hongo de San Juan), Armillariella polymyces, Auricularia aurcula, Boletus edulis (pancitas), Cantharellus cibarius (rebozuelo o anacate), C. odoratus, Favolus brasiliensis, Helvella crispa (seorita), Hydnum repandum (lengua de venado o rak mazat y yorcella yuin), Lactarius deliciosus (nzcalos), L. indigo (hongo de Xara o Jolom Xara en kakchiquel), Morchella, Yorcella, Pseudofistulina radicata, Ramaria botrytis (cachos de venado o cresta de gallo), R. flava, Russula lepida, Schizophyllum commune y Tricholoma flavoviren (Sommerkamp, 1992) (Figura 8). Se ha determinado que el consumo de hongos entre la poblacin de las zonas del centro, norte y occidente del pas es bastante alto, mientras que en la zona sur existe micofobia, indiferencia o desconocimiento hacia su consumo. En el altiplano se encuentran los bosques de conferas (Pinus maximinoi) y robles (Quercus peduncularis), rboles ectomicorrcicos en los que se encuentran la mayora de hongos que las comunidades indgenas utilizan para su sustento (tanto nutricional como econmico). Son recolectados especialmente al principio de la poca lluviosa, en mayo, junio y julio.
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Es de particular inters el caso de los mames ixchigenses de San Cristbal, San Marcos, poblacin ubicada a 3,100 msnm, quienes han descubierto el valor nutritivo y econmico de los hongos comestibles y su relacin con los pinos, de tal manera que, para obtener estos hongos, se dedicaron a la tarea de reforestar el rea que ellos mismos deforestaron, con la ayuda de la Asociacin Ecomicolgica del Altiplano Marquense, desde 1994 (Hurtado, 2000). Con la ingesta de hongos txicos se presenta una sintomatologa que va desde diarrea hasta fallo heptico fatal. Se le conoce como micetismo. Segn los libros de fray Bernardino de Sahagn y el Popol Vuh; es decir, tanto en la cultura nhuatl como en la maya, se menciona el uso de los hongos alucingenos en los antiguos rituales y ceremonias
ms sagradas. Slo los hombres elegidos o chamanes (especialistas del xtasis) podan consumir estos hongos, lo cual les permita una comunicacin entre el cielo y la tribu, para alcanzar trances visionarios y entrar en contacto con los dioses, o bien, descender al infierno para contactarse con los demonios y as predecir los buenos tiempos de lluvia y cosecha (Sommerkamp, 1984). Wasson (1957) reporta haber participado en una experiencia alucinatoria realizada por la curandera mazateca Mara Sabina, quien us hongos en sus rituales. Se hicieron varias colectas de estos hongos y fueron clasificados como Psilocybe caerulescens, P cuben. sis y Panaeolus sphintrinus (Sommerkamp, 1984). Desde la dcada de los setenta se han identificado varias especies de hongos alucingenos; muchas de ellas se encuentran
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Morchella morchella
Boletus edulis
Cantharellus cibarius
Amanita caesarea
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en el Herbario de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Entre stas se hallan los siguientes macromicetos txicos y alucingenos: Amanita gemmata, A. magniveralis, A. muscaria, A. verna, Agaricus xanthodermus, Chlorophyllum molibdites, Leucoagaricus naucinus, Panaeolus sphintricus, Psilocybe cubensis (San Isidro), P mexicana (pajarito), . Inoscybe asterospora, I. fastigiata, Russula emetica, R. foetens, Scleroderma texense y S. verrucosum. En las colecciones de la Universidad del Valle de Guatemala tambin se encuentran varios ejemplares, aunque todava no se ha terminado de calcular la totalidad de stos. Se ha detectado que los distribuidores principales de estos hongos son nios y adolescentes, siendo ellos mismos usuarios constantes de los mismos (Sommerkamp, 1984). Es evidente que el nmero de especies identificadas es bajo y tambin lo son las intoxicaciones provocadas por stas. Como parte de los programas de control y diagnstico, se han visitado los hospitales nacionales con el fin de solicitar su colaboracin y reportar cualquier intoxicacin provocada por la ingesta de hongos. Se han documentado alrededor de 20 casos, de los cuales tres han sido mortales: uno en aldea San Yuyo, Jalapa, en 1987; otro en Huehuetenango, en 1990; y uno ms en Quich, en 2004. En la
Existe un gran potencial medicinal y alimenticio en la diversidad de la micobiota existente en Guatemala, que podra ser estudiada y explotada en pro de la conservacin de los ecosistemas naturales y el aprovechamiento de los recursos naturales, como un aporte al desarrollo de la regin y la generacin de alternativas de produccin. Un porcentaje considerable de estos macromicetos se perfilan con utilidad alimenticia y como productores de metabolitos secundarios de aplicabilidad en la farmacopea para la curacin y tratamiento de diversas enfermedades, como laxantes, antitumorales, hipocolesterolmicos, antiinflamatorios, antivirales, antibacterianos y antifngicos. stos incluyen a Auricularia aurcula, Ganoderma lucidum, Hericium erinaceum, Lentinula edades (Figura 10), Schyzophyllum commune, Pisolituthus tinctorius, utilizado en el altiplano como cicatrizante, mezclado con algo de agua y puesto directamente sobre la herida; y Pycnoporus sanguineus. Algunos han sido comercializados como cpsulas y como pequeos fragmentos de cuerpos fructferos deshidratados. Algunos macrohongos, como lo describe Martnez (2004), han sido utilizados en la obtencin de colorantes para la tincin de lana
Amanita magniveralis
Psilocybe cubensis
Psilocybe semilanceata
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mediante procesos artesanales. Martnez analiz la capacidad tintrea de 56 especies de macrohongos sobre fibras de lana para ser utilizados en la industria textil artesanal. Reporta que el 50% de las especies ensayadas presentaron propiedades de tincin excelentes para lana y poliamida, mientras que otro 18% ti de forma moderada. Pudo obtener 86 colores que incluyen tonos de verde, beige, caf, gris, violeta, amarillo, anaranjado y rosado. Los colores obtenidos sobre fibra de lana presentaron, adems, buena resistencia a la luz y al lavado. Debido a esto recomend el uso de hongos como fuente de tintes naturales para su uso en la industria textil artesanal de Momostenango, regin en donde hizo las colectas de hongos. Las 56 especies de hongos recolectadas se agruparon en 11 diferentes rdenes, de los cuales Boletales y Thelephorales fueron los que produjeron ma-
yor nmero de colores (Martnez, 2004) (Figuras 11, 12 y 13). Otros hongos de la biodiversidad de Guatemala son los micromicetos. Se han hecho interesantes estudios sobre hongos saprofitos que son utilizados como control biolgico en contra de insectos y nematodos dainos para las plantas. El uso, por ejemplo, de hongos endofticos para el control del nematodo barrenador del banano y el pltano (Radopholus similis, que causa aproximadamente entre el 10 y el 20% de prdidas de este producto en Guatemala) ocurre dentro del mismo nicho: el tejido interno de las plantas (Meneses, 2003). Otro estudio sobre macromicetos fue desarrollado por De la Roca (2002), quien analiz la distribucin de macromicetos a tres rangos
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Auricularia aurcula
Hericium erinaceum
Ganoderma lucidum
Lentinula edodes
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altitudinales en la parte oeste de la Reserva de Cerro San Gil, municipio de Santo Toms, departamento de Izabal, Guatemala. Se encontraron 104 especies de macromicetos. Y se concluy que los tres niveles de altitud posean un ndice de similitud menor al 60%; sin embargo, la curva de acumulacin de especies nunca alcanz el punto de saturacin, lo cual sugiere que se debi recolectar por ms tiempo para tener un muestreo exhaustivo. Esto indica tambin que la riqueza de especies de macromicetos es muy alta en esa rea. Tambin, se han estudiado diferentes hongos patgenos de plantas, sobre todo dentro de los recursos forestales. Algunos gneros de hongos que afectan al Pinus oocarpa y P maximinoi son Dothistroma sp., Lophoder. mium sp., Sphaeropsis sp., Lecanosticta sp., Pestalotia sp., Phasidium sp. y Coleosporium sp. (Gonzlez, 2004). Adems, se han reportado algunos hongos patgenos que han sido identificados en muestras de procedencia variada y de los cuales nicamente se logr establecer el gnero en la mayora de casos. Estos estudios han sido realizados entre 2001 y 2007 por el Laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala (Cuadro 3).
En Guatemala, adems de detectar y diagnosticar enfermedades fngicas, se han iniciado estudios ms completos y especficos como la evaluacin de marcadores AFLPs para identificar individuos resistentes a Phytophthora cinnamomi Rands por investigadores de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en colaboracin con los laboratorios de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala. Estudios como la identificacin de diferentes cepas de Phytophthora cinnamomi o sus caracterizaciones fenotpicas y genotpicas son necesarios para poder conocer el comportamiento esperable de las variantes ante diferentes situaciones. Otros hongos tienen importancia a nivel industrial, en procesos fermentativos, como lo demuestra el estudio microbiolgico y antropolgico de bebidas fermentadas tradicionales de Guatemala (Valdez, 1992). Este autor habla del boj, el ishpas, el fresco de schiles y la chicha, en los que actan principalmente Saccharomyces cerevisiae, Hansenula anmala y algunas especies de Rhodotorula, adems de las bacterias fermentadoras. Tambin se encuentran hongos causantes del deterioro de alimentos: principalmente espe-
Figura 11. Porciones de fibra de lana coloreadas a partir de colores obtenidos con macrohongos Crdito: Martnez, M.
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No.
Hymenochaetales
Cantharellales
Hypocereales
Tjelephorales
Polyporales
Orden fngico
Figura 12. Eficiencia tintrea con base en el orden fngico. Fuente: Martnez (2004)
Figura 13. Ejemplares de macrohongos con propiedades tintreas excelentes. Fuente: Martnez (2004)
cies de los gneros Penicillium, Aspergillus y Cladosporium, los cuales estn ampliamente distribuidos en cualquier ambiente y deterioran alimentos, incluso a temperaturas de refrigeracin (4-8 C). Recientemente se han realizado estudios sobre la importancia de las micotoxinas en cereales y sus productos (Caldern, 2007). Ejemplos de algunos de estos hongos se muestran en la Figura 14. Los hongos patgenos del ser humano causan gran alarma en la actualidad. Las micosis
superficiales que afectan la piel y las mucosas, son infecciones dermatolgicas que ocupan uno de los primeros lugares, principalmente tia pedis y onicomicosis, cuyo agente causal ms significativo es Trichophyton rubrum (95%), seguido por Trichophyton mentagrophytes y Epidermophyton floccosum. En las zonas costeras del territorio nacional, el porcentaje de positividad es de 80% o ms. En los nios se observa tia capitis (piel cabelluda y cabello) la cual es producida por Microsporum canis.
Tremellales
Russalales
Agaricales
Pezizales
Boletales
Phallales
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Fuente: Laboratorio de Proteccin Vegetal de la Universidad del Valle de Guatemala
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En el grupo de hongos levaduriformes, se ha observado que las infecciones por Candida albicans han aumentado su incidencia, debido al advenimiento del VIH y enfermedades inmunodepresoras, incluyendo diabetes. Adems, causa problemas de vaginitis en mujeres, principalmente en embarazo y edad reproductiva en todo el pas (Figura 15). Las micosis subcutneas incluyen hongos saprofitos que son adquiridos por traumatismo o inoculacin directa, principalmente en la poblacin campesina de todas las reas de Guatemala, tanto de la regin de oriente como de occidente. Entre las especies ms importantes y frecuentes estn: Sporothrix schenckii, Fonsecaea pedrosoi y Madurella grises (Figura 16). Las micosis sistmicas y profundas, causadas por hongos patgenos por excelencia, estn restringidas a reas endmicas propias; entre stas se encuentran Coccidioides immitis, restringido a regiones ridas como el valle del Motagua, Zacapa y Jalapa; Histoplasma capsulatum, de cualquier rea donde se encuentren excretas de palomas, cuevas y lugares abandonados, por ejemplo los antiguos temascales; Paracoccidioides brasiliensis, encontrada en lugares hmedos y cafetaleros, como algunas reas de los departamentos de San Marcos y Solol; y Cryptococcus neoformans, ubicada en cuevas y lugares con gran contenido de guano de murcilagos (Figura 17).
Para finalizar, el tema de biodiversidad de hongos es muy amplio y fascinante, de tal manera que cualquier estudio que se haga sobre los hongos seguro conlleva una serie de beneficios, no slo para el conocimiento de la misma biodiversidad, sino tambin para la poblacin y para el ecoturismo que se desarrolla en la actualidad.
7. PROTOZOARIOS
Los protozoarios son microorganismos eucariotas, simples, unicelulares, cuyo citoplasma o protoplasma est rodeado por una membrana bilipdica y contiene numerosos organelos, como ncleo cntrico con su cromatina dispersa o en acmulos, retculo endoplsmico, mitocondrias, aparato de Golgi, microtbulos, grnulos de almacenamiento de alimentos y vacuolas digestivas y excretoras. Carecen de pared celular. Los rganos de movilidad varan desde simples seudpodos hasta estructuras complejas como cilios o flagelos (Murray et al., 2006). Su tamao vara entre 2 y 100 m y su forma es variable. Algunos viven en agua dulce o salada en forma de trofozoto y, cuando se deseca el medio o hay bajas temperaturas, forman quistes. Otros viven como parsitos de animales o de los humanos, presentan morfologa, metabolismo y tipo de reproduccin diferentes. Algunos necesitan ms de un hospedero, otros forman asociaciones simbiticas.
Aspergillus sp. Penicillium sp. Figura 14. Aspergillus sp. y Penicillium sp. vistos al microscopio. Crdito: Acevedeo, L. y Njera, A.
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Su nutricin es hetertrofa aunque hay algunos auttrofos. Obtienen su alimento por ingestin de otros organismos o partculas orgnicas. Cuando capturan el alimento, los nutrientes llegan al citoplasma por mecanismos de difusin simple y transporte activo. En algunos protozoos el alimento penetra directamente por una abertura o poro llamado citostoma; otros, como las amebas, rodean
el alimento por medio de seudpodos y lo ingieren por fagocitosis. Se reproducen asexualmente, generalmente por biparticin simple, gemacin o esporulacin (fragmentacin de la clula madre en esporas o quistes). Algunos tambin tienen procesos sexuales, especialmente los ciliados. El cigoto, al dividirse varias veces, da
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Trichophyton rubrum
Candida albicans
Microsporum canis
Figura 15. Hongos que pueden afectar al ser humano. Crdito: Acevedo, L. y Njera, A.
Fonsecaea pedrosoi
Sporothrix schenckii
Figura 16. Ejemplos de hongos que causan micosis subcutneas. Crdito: Acevedo, L. y Njera A.
Coccidioides immitis
Histoplasma capsulatum
Paracoccidioides brasiliensis
Cryptococcus neoformans
Figura 17. Hongos patgenos causantes de micosis sistemticas y profundas en humanos y animales Crdito: Acevedo L. y Njera, A.
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El transporte de gases respiratorios se realiza por difusin simple a travs de la membrana celular. El oxgeno tambin entra disuelto en el agua absorbida con el alimento. La expulsin del anhdrido carbnico tambin se hace a travs de vacuolas contrctiles que, al estar llenas de agua donde va disuelto el gas, se abren y lo liberan al exterior (Brooks, Batel y Morse, 2002). Los protozoarios incluyen los siguientes grupos: Diplomonada: protozoarios primitivos con dos ncleos haploides y flagelos. No poseen mitocondrias. Giardia infecta el intestino de humanos y otros animales. Giardia lamblia es el nico protozoo flagelado que causa enfermedad intestinal manifestada como diarrea infecciosa. Se adquiere cuando se ingieren los quistes en agua o alimentos contaminados. Por la accin del cido del estmago, se disuelve la pared del quiste y se liberan los trofozotos que se fijan a la mucosa del duodeno donde se siguen reproduciendo por fisin binaria. Al pasar por el colon, se forman nuevamente los quistes que salen con las heces, y sigue el ciclo de contaminacin. La distribucin geogrfica es cosmopolita, pero es ms frecuente en climas clidos y se observa ms en nios que en adultos. En Guatemala, de 1941 a la fecha, se han presentado trabajos de tesis de graduacin sobre dicho protozoario. Datos actualizados hasta marzo de 2007 reportan giardiasis en el 19% de los nios en Guatemala8. Trichomonada: protozoarios primitivos, flagelados, sin mitocondrias. Trichomonas vaginalis es importante como enfermedad de transmisin sexual. Es de transmisin exclusivamente sexual. Mide de 10 a 20
Sarcodina: formado por las amebas, cuya forma de locomocin es por seudpodos (falsos pies) que tambin poseen la funcin de captura de alimento. Engloba el alimento una vacuola digestiva en cuyo interior se secretan enzimas digestivas. El alimento es absorbido hacia el citoplasma. La mayora son parsitos de seres humanos y animales y habitan en el tracto gastrointestinal, pero otros son componentes del plancton y emiten seudpodos a travs de orificios que hay en su caparazn de slice. Como representante de este grupo est la Entamoeba histolytica9, que se encuentra en el agua y alimentos contaminados con heces. Produce la disentera, que se caracteriza por diarrea con moco, sangre y pus. La enfermedad es propia de pases tropicales y puede causar no slo enfermedad intestinal sino extraintestinal. En Guatemala se han hecho trabajos de tesis de graduacin desde 1909 sobre este protozoo. En una evaluacin efectuada por el Instituto de Nutricin de Centroamrica y Panam (INCAP), en
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m, slo existe en forma de trofozotos; de forma ovalada, posee cuatro flagelos y una membrana ondulante. Causa tricomoniasis, la cual produce ms manifestaciones clnicas en mujeres de 25 a 49 aos, y llega a causar infertilidad en casos crnicos. Un estudio, efectuado en Guatemala por la Asociacin Probienestar de la Familia (APROFAM) en 2002, demuestra que la tricomoniasis en Guatemala tiene una prevalencia del 4%, lo que coincide con la informacin mundial (Acevedo, 2002). Los protozoarios flagelados que se caracterizan por ser comensales del sistema gastrointestinal son Trichomonas hominis y Chilomastix mesnili, los cuales no requieren tratamiento, sino cambio de hbitos alimenticios e higinicos.
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1965, se encontr un 10% de prevalencia en la ciudad de Guatemala, y un 23% en el rea rural. Estos datos no han variado mucho a pesar de que los mtodos de diagnstico han mejorado. Pero hay que tomar en cuenta el crecimiento poblacional y las condiciones insalubres de los llamados asentamientos, en los cuales no se dispone de suficientes medidas de higiene, faltan drenajes, no existe un buen servicio de agua potable, etc. (Aguilar, 1997). Segn datos del Ministerio de Salud Pblica (2005), se reportaron en ese ao 401,092 casos de diarrea en toda la repblica, de los cuales aproximadamente 15,095 fueron causados por Entamoeba histolytica. Existe otro tipo de amebas, conocido como amebas comensales, que viven en el intestino grueso, indican contaminacin alimenticia (fecalismo) y no necesitan tratamiento sino correccin de hbitos higinicos. Entre stas se encuentran, segn el orden de prevalencia, Entamoeba coli, y se hallaron quistes en aproximadamente el 30% de heces no diarreicas llevadas a los laboratorios de centros de salud, Hospital Roosevelt y Laboratorio Clnico Popular. Luego le siguen Endolimax nana e Iodameba butschlii. Las amebas de vida libre, como Naegleria fowleri y Acanthamoeba, son potencialmente patgenas y se han encontrado en estanques de aguas frescas, aguas de alcantarilla, lodo y aguas termales en el occidente del pas. Las personas se infectan al baarse en este tipo de lagos, lagunas o piscinas y la va de entrada es la mucosa nasal, la piel o la mucosa conjuntival; penetran el etmoides, pasan al sistema respiratorio y, por la sangre, llegan al cerebro, produciendo encefalitis. Se ha reportado un caso, en el servicio de medicina del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social10.
Mastigophora (Flagellata, Zoomastigina o Euglenozoa): flagelados que se desplazan moviendo a modo de ltigo sus flagelos, cuyo nmero y disposicin pueden variar dependiendo de la especie. La mayora son de vida libre, su ambiente es acutico, pero cuando cambian estas condiciones eliminan los flagelos y forman una pared alrededor (quistes), entonces pueden sobrevivir en ambientes secos. Otros son parsitos del ser humano y de los animales, adems algunos necesitan un vector (insectos hematfagos, como chinches). Trypanosoma cruzi es el causante de la enfermedad de Chagas. En Guatemala, los vectores son chinches hematfagas Triatoma dimidiata y Rhodnius prolixus, conocidos como chinches besuconas o chinches picudas. Cohabitan en las viviendas de bajareque, caractersticas del nororiente de Guatemala, Zacapa y Chiquimula, principalmente. Las chinches contienen en su intestino las formas inmaduras del protozoario flagelado; al picar a una persona inyectan una substancia irritante y a la vez defecan (donde van las formas infectivas). La persona, al sentir el piquete, se rasca y por efecto mecnico las introducen en la piel o mucosas, de donde se dirigen al torrente sanguneo (Aguilar, 1997). Matta et al. (1992) trabajaron sobre la transmisin congnita y evolucin fisiopatolgica de la enfermedad de Chagas en Chiquimula. Concluyeron que el 9% (54) de los neonatos estudiados presentaban anormalidades y signos clnicos, sugestivos de infeccin congnita. El 34.7% (17) de los neonatos estudiados con anormalidad congnita present valores de IgM total que son mayores que 20 mg/dl (valor normal = negativo) y se comprob en cinco casos que, efectivamente, s
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Se han hecho trabajos de tesis sobre determinacin de anticuerpos contra Trypanosoma cruzi, tanto en nios de la aldea Pie de la Cuesta, Jalapa, como en pacientes de VIH/SIDA de la clnica familiar Luis ngel Garca del Hospital General San Juan de Dios de la ciudad de Guatemala (Aguilar, 2005; Lpez, 2006). El ltimo trabajo publicado en Guatemala sobre este protozoario compara la filogentica molecular de Trypanosoma cruzi de Centroamrica (Guatemala) y cepas de Amrica del Sur (Igawani et al., 2007). Se sabe que por lo menos dos cepas son congnitas, una de Guatemala y otra de Colombia. Leishmania es otro parsito intracelular que causa enfermedad cutnea y visceral y requiere dos hospederos intermediarios: un vertebrado y un artrpodo; el primero es reservorio y el segundo es vector. Los hospederos invertebrados son flebtomos Lutzomyia. Al ser ingeridos, los parsitos que estn en el interior de las clulas infectadas de los hospederos se transforman en flagelados y se multiplican en el intestino del insecto en 820 das. Los flagelados bloquean parcialmente el intestino anterior y la faringe. Cuando el flebtomo intenta nuevamente ingerir sangre, algunos de los promastigotes infectantes son desplazados e introducidos a la piel. Luego, producen sntomas dolorosos y deformaciones con erosin de la piel, edema, destruccin del tejido, y puede haber infeccin bacteriana secundaria, con lo cual se deforma cada vez ms el rea de la picadura. La distribucin de la leishmaniasis es mundial. Para la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) es una de las ms grandes
Los estudios ms recientes han sido realizados por el equipo de la Universidad del Valle de Guatemala. Cordn (1987) trabaj con la transmisin de Leishmania mexicana mexicana por tres especies de flebtomos, con observaciones sobre el desarrollo del parsito en los tres vectores. Otro de los trabajos sobre leishmania fue el que llev a cabo Fuentes (1988) acerca de la evaluacin de cinco agentes antimicrobiales para la eliminacin de contaminacin microbiana en el cultivo de Leishmania braziliensis. Samayoa (1988) realiz una comparacin del crecimiento de Leishmania segn el mtodo de obtencin de muestra y el tipo de sangre utilizados en los medios de cultivo. Ciliophora: microorganismos con cilios; el grupo incluye a diversas especies de vida libre, mutualistas, comensalistas y un parsito intestinal del ser humano, Balantidium coli. Su locomocin se debe al movimiento coordinado de cilios, ms cortos y numerosos que los flagelos. Balantidium coli tiene forma ovalada. Posee macro y microncleos, estos ltimos intervienen en la reproduccin. Posee vacuolas que ayudan a expulsar agua y desechos de la digestin a travs del poro anal o citopigio. El reservorio natural de este parsito es el cerdo (63-91%). Se reproduce asexualmente por biparticin y experimenta procesos sexuales por conju-
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endemias en la categora 1, considerada una de las cuatro enfermedades infecciosas ms importantes, para la cual no existe control adecuado. En Amrica Latina se presentan alrededor de 59,300 casos nuevos cada ao. En Guatemala, el 80% de los casos proviene de la zona de Petn (Arana et al., 2000), que colinda con la repblica mexicana.
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gacin. Su distribucin es a nivel mundial (Aguilar, 1997). En Guatemala, Aguilar y Cifuentes (1962) citados por Aguilar (1997) se refirieron a 90 casos diagnosticados entre 1944 y 1962. Su incidencia fue muy baja comparada con otras parasitosis. En su forma de trofozoito mide entre 50 y 200 m de largo por entre 40 y 70 m de ancho. El quiste, la forma infectiva, mide de 45 a 65 m de dimetro. El extremo anterior es puntiagudo. Posee una hendidura bucal (Aguilar, 1997). Pueden no presentarse sntomas, pero el protozoario tambin es capaz de causar diarreas leves a profusas e incluso disentera fulminante fatal. Los quistes se han encontrado en agua almacenada en viviendas, cuya contaminacin puede deberse al mal manejo de los recipientes, una higiene domstica pobre que se origina por la carencia de agua potable y de sistemas de disposicin de excretas o tratamiento de agua residual domstica (Solarte, Pea y Madero, 2006). Existen una gran variedad de ciliados en Guatemala, comunes mundialmente en agua dulce (por ejemplo, Paramecium, Vorticella especialmente colonizando el exoesqueleto de insectos acuticos, Stentor, etc.).
parsitos obligados de clulas del hombre y otros animales. Algunos son parsitos intestinales y otros son parsitos sanguneos. Dentro de su ciclo reproductivo tiene una fase sexual (gametogonia) y otra asexual (esquizogonia), y por eso pueden estar como gameto o cigoto y trofozoito, respectivamente (Murray et al., 2006). Isospora belli se multiplica sexualmente en el intestino humano, produce ooquistes ovoides alargados de 25-33 x 12-16 m, con pared qustica asimtrica, citoplasma granuloso y un ncleo (estado diagnstico). El ncleo se divide y forma dos esporoblastos. Dentro de cada espora se forman cuatro esporozoitos nucleados y alargados. En isosporidiasis crnica hay fase asexual esquizognica (Aguilar, 1997). Su distribucin es mundial, ms frecuente en zonas tropicales y subtropicales. Se presenta con frecuencia en pacientes inmunocomprometidos y la mayor deteccin ha ocurrido actualmente porque se le ha dado mayor atencin a la enfermedad del Virus de Inmunodeficiencia Humana vrs. Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Mannheimer y Soave, 1994). Cryptosporidium parvum se encuentra distribuida por todo el mundo, provocando infeccin en amplia variedad de animales: mamferos, reptiles, aves y peces. No requiere de hospederos intermediarios. Es el patgeno, junto con Giardia, que se encuentra con ms frecuencia en el agua para consumo humano, ya que son resistentes a los procedimientos habituales de purificacin (cloracin y ozono) (Solarte Pea y Madero, 2006). En Guatemala se ha determinado que el 13.8% de casos de diarrea son debidos a Cryptosporidium, cuyos ooquistes (formas infectivas) son ingeridos y, por ma-
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Sporozoa o Apicomplexa: tienen un extremo en la punta, o pice, donde se encuentran organelas que producen sustancias para disolver tejidos con el objeto de penetrar las clulas del hospedero, convirtindose en parsitos intracelulares. Estudios recientes las separan en dos grupos no relacionados: Sporozoa y Apicomplexa (Tudge, 2000). Todos los representantes de estos grupos carecen de rganos de locomocin y son
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duracin continua, se transforman en trofozotos localizados en la cara apical de las clulas del epitelio intestinal, entre las microvellosidades y el borde en cepillo de stas. Las cifras ms altas de infeccin se presentan en los meses de julio y agosto. En pacientes inmunodeficientes se manifiesta como diarrea crnica, pero en casos agudos la prdida de lquidos puede llegar a tres litros diarios. El cuadro tambin es grave en nios desnutridos. El diagnstico se hace por comprobacin de protozoarios presentes en heces y teidas con Giemsa o Ziehl Neelsen (Aguilar, 1997). Cyclospora cayetanensis es un protozoario (coccidio), cuya forma infectiva es el ooquiste de 8 a 10 m que, cuando madura, contiene dos esporoquistes, cada uno con dos esporozoitos. La transmisin se hace por va feco-oral, con alimentos y agua contaminados. Afecta a personas de todas las edades; es ms frecuente en verano. En pacientes con SIDA, la diarrea puede durar hasta cuatro meses. Los sntomas son similares a cualquier parasitosis, incluyendo nusea, anorexia, dolor abdominal, diarrea acuosa y prdida de peso. Entre 1996 y 1997, los brotes de cyclosporosis en Estados Unidos y Canad fueron causados por frambuesas que provenan de Guatemala. De abril de 1999 a abril de 2000, se realiz un estudio en los trabajadores de la empresa productora de frambuesas, nios desnutridos y pacientes con VIH/SIDA en Guatemala, cuyas muestras de heces fueron analizadas por medio del mtodo de concentracin formalina-acetato de etilo, preparaciones en fresco, mtodo de tincin de cidoalcohol resistencia modificada y epifluorescencia. No se encontraron ooquistes en ninguno de los trabajadores de la empresa de frambuesas, nicamente en
Plasmodium es de suma importancia, porque produce la malaria o paludismo. Hay cuatro especies: P vivax, el ms fre. cuentemente encontrado en Guatemala, P falciparum, P ovale y P malariae. P fal. . . . ciparum es grave debido a que presenta multirresistencia a frmacos. El vector es la hembra del mosquito Anopheles, la cual es hematfaga. Se infecta a travs de picaduras a animales o seres humanos infectados. Los gametos del Plasmodium, que se encuentran en los glbulos rojos de la sangre de estas personas, son ingeridos por el mosquito. En el tubo digestivo del mosquito, los gametos se reproducen sexualmente dando esporozoitos, las formas infectivas que son inoculadas por la picadura a personas sanas. Una vez en el torrente sanguneo, llegan a las clulas hepticas, donde se reproducen asexualmente. Cuando se rompen las clulas, salen y parasitan a los glbulos rojos. En Guatemala, se detectaron en 2005 32,862 casos nuevos de malaria y se report el 40% de todos los casos que se dieron a nivel centroamericano. El 80% del territorio guatemalteco est considerado como zona de riesgo de malaria. Quich, Petn y Alta Verapaz son las zonas donde ms se ven personas afectadas, comprendidas entre 14 y 24 aos. Mendizbal y Padilla (2006) publicaron un estudio sobre diversidad gentica de Plasmodium vivax en regiones de alto riesgo de malaria en Guatemala. Utilizaron el gen de la protena del circumsporozito (CSP) y dos regiones variables del gen de la protena 1 de superficie del merozoito (MSP1).
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el 1.5% de los individuos pertenecientes a los otros dos grupos (Pratdesaba et al. 2001).
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Toxoplasma gondii es un parsito intracelular que se encuentra en una amplia variedad de animales, incluyendo mamferos y aves. El reservorio esencial domstico es el gato comn y otros felinos que eliminan ooquistes en las heces. stos maduran en el ambiente y se transforman en ooquistes maduros infecciosos, que al ser ingeridos por el hombre se transforman en trofozoitos o taquizoitos, los cuales tienen tropismo por el sistema nervioso central, clulas del pulmn, corazn y/o rganos linfoides. La infeccin congnita tiene lugar durante el embarazo, siendo ms grave mientras ms reciente sea la edad gestacional. Es posible que el nio no presente sntomas al nacer, pero puede desarrollar la enfermedad meses o aos ms tarde. La mayora de estos nios sufren coriorretinitis con o sin ceguera, trastornos neurolgicos como retraso mental, convulsiones, sordera, etc. (Murray et al., 2006). La mortalidad y las secuelas de la toxoplasmosis congnita son elevadas; el 50% de pacientes con coriorretinitis responden bien al tratamiento y en formas agudas de adultos hay recuperacin completa. La profilaxis es difcil por la amplia difusin de la infeccin (Aguilar, 1997). Microsporidia: son parsitos intracelulares obligados, altamente especializados, con esporas resistentes al ambiente, con variedad de formas, tamaos y mtodos de divisin celular. Generalmente, las especies que parasitan al hombre son ms pequeas que las que parasitan a otros animales, midiendo aproximadamente entre 1 y 2 m de dimetro. Se caracterizan por la estructura de sus esporas, que poseen un complejo mecanismo tubular de extrusin (tubo polar) utilizado para inyectar en las clulas del hospedero el material infeccioso (esporoplasma).
Este grupo contiene cerca de 100 gneros con 1,000 especies que generalmente son ubicuas en la naturaleza; infectan un amplio rango de vertebrados e invertebrados. Se han documentado casos de patgenos humanos desde 1985, de los cuales hay cinco gneros implicados: Encephalitozoon, Enterocytozoon, Septata, Pleistophora y Vittaforma (antes Nosema) (Marshall et al., 1997). Enterocytozoon bieneusi es el nico microsporidium con algn grado de especificidad por tejido, sobre todo del tracto gastrointestinal. El ciclo de vida puede dividirse en tres fases generales: a. El estado infectivo. b. Merogonia. c. Esporogonia. El estado infectivo se inicia con la ingestin o posible inhalacin de esporas por un hospedero susceptible. Luego, la espora pasa al duodeno donde es estimulada (por influencia de condiciones ambientales, como cambio de pH o concentracin inica) a hacer una extrusin para inyectar su filamento nuclear infeccioso, llamado esporoplasma, en la clula adyacente del intestino delgado. Se inicia la merogonia (multiplicacin), madurando y produciendo merontes, los cuales se dividen por fisin binaria o fisin mltiple, dando lugar a formas plasmodiales multinucleadas. Provocan la muerte celular e inflamacin local. Se diseminan de clula en clula y colectivamente son capaces de infectar cualquier rgano, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos (Marshall et al., 1997). La combinacin de merogonia y esporogonia en la multiplicacin resulta en alta infestacin en el hospedero y subsecuente
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contaminacin en el ambiente. E. bieneusi ha sido reportado en infecciones mixtas con Cryptosporidium parvum en el 28% de pacientes con SIDA (pacientes con menos de 100 linfocitos CD4/ml). Los sntomas que se presentan no son especficos. Hay diarrea crnica (ms de 48 meses), deshidratacin y prdida de peso en el 10% de los pacientes. Protozoarios de vida libre: tienen importancia porque forman parte de las cadenas alimentarias que son componentes del plancton. Adems, son considerados como bioindicadores en el tratamiento de aguas residuales y algunos se utilizan para detectar vetas petrolferas. Contribuyen a degradar la celulosa en el rumen y, debido a su fcil y rpida reproduccin en el laboratorio en medios semislidos y lneas celulares, son utilizados en investigaciones sobre nutricin y crecimiento. Por ejemplo, el protozoo ciliado Tetrahymena thermophila fue el primer microorganismo eucariota en que se desarroll la induccin de cultivos sincrnicos, facilitando el anlisis de las diferentes fases del ciclo celular eucariota. Este protozoo tambin particip en el descubrimiento de los lisosomas y peroxisomas. Adems, un equipo de investigadores argentinos logr convertir el colesterol presente en la leche y el huevo en provitamina D a travs de la aplicacin directa de este protozoo ciliado. Tambin se ha provocado parasitismo artificial con protozoos de vida libre con el fin de llegar a conocer los cambios que ocurren en la adaptacin a la vida parastica. Algunos tienen la habilidad de concentrar sustancias radioactivas disueltas en el agua. Estas sustancias pueden pasar a travs de la cadena alimenticia hasta el hombre, producindole un incremento en las mutaciones, cncer y otras enfermedades.
8. NEMATODOS
Los nematodos son gusanos cilndricos, protostmicos, tripoblsticos no segmentados y que mudan. Son de hbito acucola o semiacucola. Pertenecen al filo Nematoda, que presenta dos clases: Adenophorea y Secernentea. Describir la diversidad biolgica de los nematodos en un pas como Guatemala es sumamente complicado y simple a la vez. Complicado porque las caractersticas geogrficas y geolgicas del pas exponen un collage de regiones con ambientes climticos variados, que a su vez incluyen variabilidad en fauna y flora. Simple porque relativamente hay pocos registros de su biodiversidad. Se reconocen los que estn asociados a patologas en humanos y animales con amplios registros, aunque no en su totalidad en el segundo de los casos. Otro grupo del cual se tiene conocimiento relativamente amplio incluye los nematodos asociados a patologas en plantas, que tiene registros recientes y constantes, ya que la sustitucin de reas naturales por cultivos ha permitido conocer estos organismos que, en algunos casos, han interferido en la produccin agrcola. Por otro lado, la ubicacin del pas en la franja tropical, con una cercana relativa entre ocanos, permite una condicin climtica donde prcticamente no existen estaciones marcadas; slo se reconocen dos pocas, la seca y la lluviosa que, en ningn momento, llegan a ser verdaderos inviernos o verdaderos veranos. Esto permite que todo el ao existan condiciones adecuadas para el desarrollo de vegetacin. No falta el agua, hay limitaciones temporales pero no se llega a lmites que inhiban el desarrollo y crecimiento
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La mayor importancia de los protozoos para el hombre se manifiesta en las numerosas enfermedades que provocan estos protozoos parsitos.
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de organismos vivientes, excepto en algunos valles secos, lo que permite que las poblaciones de nematodos continen sus ciclos de vida casi de forma normal. Los registros de poblaciones de nematodos prcticamente estn limitados a los datos que presentan los estudios de tesis que realizan las universidades que tienen la carrera de Agronoma, y los laboratorios de patologa vegetal que apoyan dichos estudios. Entre las entidades que trabajan con nematodos, se encuentran la Unidad de Normas y Regulaciones del MAGA y el ICTA, dentro del sector pblico, y ANACAF. Entre las entidades de la iniciativa privada estn los Agroexpertos y Soluciones Analticas, entre otros. Entre las especies de nematodos presentes en Guatemala se encuentran Radopholus similis y Rotylenchulus reniformis. Hay varios estudios de nematodos que se remontan a las dcadas de los sesenta y setenta, pero toman auge a lo largo de la dcada de los ochenta. Durante los ltimos 15 aos, el estudio de nematodos asociados a cultivos de importancia ha estado centrado en establecer y regionalizar la presencia de algunos gneros de importancia en cultivos de exportacin. La primera especie, Radopholus similis, fue detectada por los servicios de cuarentena de los Estados Unidos en Sacramento, California, en un embarque de maranta. Como consecuencia de la cuarentena impuesta, se la trat como una plaga de importancia dentro del programa de Vigilancia Fitosanitaria en Cultivos de Exportacin (VIFINEX). Este programa fue creado por la denuncia de la presencia de Thrips palmi en un embarque de ornamentales en Holanda. A partir de all, se implement un monitoreo en todas las fincas productoras de plantas ornamentales destinadas a la exportacin. En consecuencia, se obtuvo una interesante lista de gneros asociados por cultivos en diferentes regiones del pas.
Se estableci que, efectivamente, la especie R. similis est distribuida y asociada al cultivo de maranta, el cual est disperso desde la regin de la costa sur, el altiplano central y el oriente del pas. Adems, se le encuentra asociado a cultivos de Pothos y Scindapsus. La otra especie de importancia detectada durante este proceso fue Rotylenchulus reniformis, de la cual ya se tenan registros en UNR, ANACAF y FAUSAC, asociado a cultivos como caf, meln y frutales. Como fruto del trabajo realizado, se evidencia que tiene un rango amplio de hospedantes que abarca muchas de las especies de ornamentales y que su distribucin en el pas abarca casi todas las reas productoras. lvarez y Cardona (2001) realizaron el anlisis morfomtrico y confirmaron la ubicacin de la especie en los municipios de Escuintla y Masagua del departamento de Escuintla. Se encontr especialmente en reas de produccin de plantas ornamentales para exportacin: Dracaena sanderiana, Sansevieria trifasciata var. laurentii, Schefflera luceanne, Scindapsus aureus vars. Golden y Marble Queen. En la Figura 18 se presenta la hembra y el macho de la especie detectada en Guatemala. A raz de este monitoreo, se obtuvo una lista, por cultivos y por regiones, de gneros de nematodos que afectan particularmente plantas ornamentales. Entre los gneros de importancia determinados durante el monitoreo estn Meloidogyne, Pratylenchus, Paratylenchus, Helicotylenchus y Hoplolaimus y otros del complejo de la familia Hoplolaimidae. Hemicriconemoides y Criconemoides de la superfamilia Criconematoidea fueron identificados como asociados a una gran diversidad de cultivos. Tambin se detect Xiphinema en la regin de la costa sur, particularmente asociado a Dracaena. Trichodorus est asociado a leather leaf en la regin
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Los registros de los gneros de nematodos y los cultivos a los que se asocian se encuentran en los archivos del Programa Integral de Proteccin Agrcola y Ambiental/Asociacin Guatemalteca de Exportadores (PIPAA/ AGEXPRONT) y en los archivos del Centro de Diagnstico Parasitolgico de la Facultad de Agronoma de la USAC. El paso del huracn Mitch por Guatemala en 1998 trajo consigo una serie de problemas al pas. Uno de ellos fue la introduccin del ALC, enfermedad muy destructiva para las palmceas en la zona del Atlntico. Cuando se dio la alarma sobre la presencia de la enfermedad se tuvieron problemas para separar su sintomatologa de la de una enfermedad que tradicionalmente afectaba a las palmceas de la zona, el nematodo del anillo rosado, anteriormente denominado Rhadinaphelenchus cocophyllus y actualmente Bursaphelenchus cocophyllus, que ha sido
Con la implementacin del cultivo de la palma africana, se estn realizando monitoreos constantes sobre la diseminacin y presencia de R. cocophyllus dentro de las plantaciones. La especie tiene como hospedante preferencial al coco, pero su rango de alimentacin incluye todas las especies de palmeras, incluyendo las ornamentales. El nematodo se encuentra en el tallo de las plantas. El picudo de las palmceas, Rhynchophorus palmarum, es el vector del nematodo, por lo que la deteccin del insecto en la planta sugiere la presencia del nematodo. Los nematodos de quiste tambin tienen su historia en Guatemala. En diciembre de 2001, el servicio de cuarentena de Honduras detect, en un cargamento de papa, quistes de nematodos del gnero Globodera; se
Figura 18. Hembra y macho de R. reniformes obtenidos de Sansevieria trifasciata. Crdito: Cardona, I.
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norte, Salam y Cobn. Estos dos ltimos gneros son vectores de virus (nepovirus como TRSV y tobravirus).
una plaga endmica en la regin tropical de Amrica. Debido a esto la UNR, junto con la FAUSAC y la UVG, hicieron algunos trabajos de investigacin para poder definir cundo una planta est afectada por el nematodo y cundo por el fitoplasma.
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sospech que eran de la especie G. rostochiensis. Honduras impuso una cuarentena a las exportaciones de papa de Guatemala, medida a la cual se unieron El Salvador y Nicaragua. A raz de ello, se iniciaron monitoreos en diferentes regiones del pas donde se produce papa. Unos veinte aos antes, Garca (1980) determin la presencia de las especies Globodera pallida, G. virginianae, Heterodera sp. y Punctodera punctata; ste fue quizs el primer registro oficial de dichas especies en Guatemala. A partir de este caso, se realizaron varios estudios de tesis de grado de la FAUSAC en diferentes zonas productoras de papa. El primero de ellos, realizado por Salguero (2003) en Patzica, Chimaltenango, concluye que los gneros detectados en la zona son Punctodera, Cactodera, Heterodera, Globodera y Afenestrata. Blanco (2004) elabor el primer reporte sobre la presencia de G. pallida en Guatemala. Se llev a cabo en la regin de Palencia y concluy que, adems de G. pallida, tambin estn presentes los gneros de la subfamilia Heteroderinae: Heterodera sp., Cactodera sp. y Punctodera sp. De manera paralela, se hizo otro estudio en San Jos Pinula (Ramrez, 2004). ste concluye que Heterodera, Cactodera y Punctodera estn presentes en el rea. Orellana (2004) reporta en la zona de Salam, Baja Verapaz, la presencia de Heterodera, Cactodera y Punctodera. Roldn (2005) reporta, para la zona de Jalapa, como presentes en las reas de cultivo de papa (Solanum tuberosum L.) Cactodera, Globodera y Punctodera. Colo (2006), en los municipios de Tecpn, Guatemala, San Jos Poaquil y Santa Apolonia (Chimaltenango), reporta la presencia de Cactodera, Punctodera y Heterodera. Durante los monitoreos y estudios para verificar la presencia de G. rostochiensis en Guatemala, se confirma plenamente la presen-
cia de G. pallida y G. rostochiensis a partir de la utilizacin de tcnicas de morfometra y anlisis molecular de PCR en los trabajos efectuados en la regin de Palencia y Concepcin Chiquirichapa, Quetzaltenango11. Como producto de dichos estudios, tambin se describe la presencia de otras especies. Se han registrado hasta la fecha otras especies de Globodera que an no han podido ser plenamente determinadas; adems, se reportan los gneros Heterodera, Punctodera y Cactodera frecuentemente en las reas donde se produce papa. En noviembre de 2005, los servicios de cuarentena de los Estados Unidos detectaron una nueva especie de nematodo de quiste para Guatemala, Afenestrata orientalis, la cual est asociada a ornamentales de la familia Poaceae, Miscanthus sinensis Variegatus y Pennisetum setaceum Rubrum. Sobre esta especie, a raz de la deteccin en embarques de ornamentales, se realiz un muestreo dentro de una plantacin en la zona de Palencia, Guatemala, el cual confirm su presencia. Previamente, Salguero (2003) la report en la zona de Patzica. A partir de all no se han realizado estudios sobre esta especie. Es tema importante su estudio y la determinacin de su distribucin y su relacin con cultivos de importancia para el pas. En las figuras 19-24 se muestran las caractersticas de los quistes de los gneros detectados por los diferentes trabajos de investigacin. Si hiciramos una parfrasis de los ms buscados, los gneros ms encontrados en Guatemala, tanto en cultivos tradicionales como en no tradicionales, han sido determinados a travs de ms de 15 aos de estudio de muestras por la Facultad de Agronoma de la USAC. Se mencionan a continuacin. Meloidogyne spp., nematodos endoparsitos sedentarios, son los ms comnmente detectados en la mayora de muestras de suelo procedentes de diferentes regiones y
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gran variedad de cultivos del pas. Causan serios problemas en muchos cultivos, afectan la productividad de las especies comerciales. En algunos casos han sido prcticamente un factor limitante por el grado de infestacin en los suelos. El segundo puesto est reservado para la familia Hoplolaimidae. El gnero ms frecuente es Helicotylenchus, seguido por Hoplolaimus y Scutellonema. En tercera posicin se encuentra Pratylenchus, que tambin es persistente en muchos cultivos y causa serios daos a la produccin debido a sus hbitos alimenticios porque es endoparsito migratorio. Le siguen en orden de importancia Rotylenchulus, Radopholus, Hemicriconemoides y otros de la superfamilia Criconematoidea: Paratylenchus, Trichodorus. Por ltimo, algunos especmenes de Xiphinema, Tylenchorhynchus y Hemicycliophora han sido detectados ocasionalmente en diversos cultivos. Muchas veces no se le da importancia a la identificacin de nematodos de vida libre de las muestras por no ser parasticos. Ello no quiere decir que tampoco se reconozca su presencia, existen casos particulares rela-
cionados con la patologa vegetal. El primer caso ocurre cuando se detectan poblaciones altas de Meloidogyne, que estn acompaados de especmenes de varios gneros de Mononchidae, generalmente Mononchus y, a veces, otros gneros de la familia. Otro grupo frecuente encontrado en muestras de suelo de plantas con problemas, particularmente de Meloidogyne y Pratylenchus, son miembros de Dorilaymidae, generalmente Dorilaymus. En muchos casos, cuando el dao de las races es de origen fungoso, se realizan muestreos de nematodos para descartar su participacin en el proceso patolgico. Son detectados con frecuencia especmenes del orden Aphelenchyda, particularmente Aphelenchus. Generalmente, se le asocia a la presencia de un hongo, el cual ocasiona dao a las races. La expansin del hongo en el suelo favorece la proliferacin de este nematodo, ya que es un micfago por excelencia. Recientemente se estaba realizando un estudio para determinar la biodiversidad de nematodos en bosques en Huehuetenango. Entre los especmenes de vida libre detectados se encontraron: Aphelenchus, Mononchus, Tylenchus, Rhabditis, Dorilaymus, Wilsonema, Acrobeles, Diplogasteritus, Alaimus, Monochromadora, Panagrolaimus, Cephalobus,
Figura 19. Cortes de fenestras de quistes (izq.) y quistes en formas ovoides y limn (der.) del gnero Heterodera hallados en el municipio de San Jos Pinula, vistos con aumento 40X. Crdito: Ramrez, C.
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Figura 20. Corte de fenestra de quiste (40X) (izq.) y quistes de Punctodera (der.) localizados en el municipio de San Jos Pinula. Crdito: Ramrez, C. Figura 21. Corte de fenestra de quiste (40X) (izq.) y quistes de Cactodera (der.) localizados en el municipio de San Jos Pinula.Crdito: Ramrez, C. Figura 22. Quistes en races de Globodera en el bioensayo de suelos de Quezaltenango. Crdito: lvarez, G.
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Figura 23. Patrones perineales de fenestralias y quistes de Globodera de Palencia, Guatemala. Crdito: Blanco, L.
Figura 24. Quiste y patrn perineal de fenestralias de Globodera procedentes del bioensayo de suelos obtenido en Quezaltenango. Crdito: lvarez, G.
conjuntamente habitando el suelo con otros parsitos como Hemicycliophora, Criconemoides, Meloidogyne, Pratylenchus, Tylenchoryinchus y Xiphinema. Tambin se han realizado estudios dirigidos a un cultivo en particular. Los cultivos ms importantes estudiados son Aloe vera, melocotn, ajo, hule, chile guaque, brcoli y crisantemo. Svila, Aloe vera: Del Cid (2002) investig en el municipio de El Progreso, El Progreso, una zona semirida, si exista alguna relacin patognica entre Aloe vera y especies de nematodos fitoparsitos. Detect asociados al cultivo,
en orden de importancia, Meloidogyne, cuya presencia est asociada al ataque del hongo Phytophthora sp., seguido de Helicotylenchus, Pratylenchus, Criconemella, Scutellonema, Tylenchorhynchus y Rotylenchulus. Melocotn: Se est estudiando la presencia de nematodos asociados al cultivo de melocotn en la regin de Tecpn, Guatemala. Hasta el momento se ha observado que la mayor incidencia es de Paratylenchus. Ajo: En Aguacatn, Huehuetenango, los agricultores tenan prdidas por una pudricin del bulbo que asociaron a la pre-
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sencia de Ditylenchus dipsasi. Gutirrez (2000) estudi las poblaciones de nematodos en la zona, concluyendo que all no existe D. dipsasi, y que el dao en la pudricin del ajo es provocado por el hongo Sclerotium cepivorum. Se detect Meloidogyne, Pratylenchus, Helicotylenchus y Tylenchorhynchus, pero sus poblaciones no son significativas ni estn relacionadas con el dao. Hule: En la costa sur, se estaba teniendo problemas con una enfermedad conocida como la fiebre amarilla del hule. Presenta amarillamiento, defoliacin y la muerte de rboles de 3 a 5 aos de edad. Saravia (2003) concluy que no son los nematodos los responsables del dao, pero dentro de las reas de estudio detect poblaciones de cuatro gneros de nematodos asociados al cultivo, los cuales son Rotylenchulus, Helicotylenchus, Macroposthonia y Pratylenchus. Estudios posteriores establecieron que el problema en la regin es provocado por el hongo Rosellinia necatrix, el cual es frecuente en fincas donde anteriormente se cultiv caf antes del hule. Chile guaque: El chile guaque es un cultivo tradicional en el municipio de San Andrs Itzapa, Chimaltenango. Se observ una alta incidencia de dao ocasionado por Ralstonia solanacearum y por Pratilenchus parasitica. Castellanos (1999) revel que los gneros presentes en el rea, segn su grado de importancia en funcin de la densidad de poblaciones, fueron Meloidogyne, Pratylenchus, Helicotylenchus, Scutellonema, Criconemella y Hemicycliophora. stos infectan al cultivo desde la fase de semillero y provocan dao radicular, lo cual favorece la penetracin de otros patgenos. Brcoli: Salguero (2000) estableci una relacin entre las poblaciones de nema-
todos y su grado de importancia en este cultivo de reciente introduccin en la regin de Acul, Nebaj, Quich. El estudio revela que, aunque se encontraron algunos gneros, stos no afectan el cultivo; no son una limitante en dicha regin. Se detect en el suelo Helicotylenchus, Hemicycliophora, Pratylenchus y Criconemella, segn su grado de incidencia en las parcelas. Crisantemo: En el caso de este cultivo, se han realizado varios estudios. Betancourt (2003) revela que, durante la dcada de los ochenta, Aphelenchoides ritzemabozi afect al 30%-50% de las plantaciones. El estudio prcticamente ha resultado un relato histrico, ya que dicha especie no ha sido detectada durante el ltimo ao de muestreo en el rea pues ha desaparecido por el uso constante de pesticidas en el cultivo. En la actualidad, la realidad del cultivo se enmarca en otros problemas, como la presencia de la roya blanca del crisantemo o Puccinia horiana, la de un complejo de virus como CVB, TAV y TSWV y la de trips. Quirs (1994) estudi la densidad y la dinmica poblacional del nematodo Pratylenchus coffeae (Hoplolaimidae) en plantas de caf (Coffea arabica L.: Rubiaceae) afectadas con mal de vias. Otro de los estudios que se lleva a cabo en la Universidad del Valle de Guatemala, consiste en el tratamiento de plantas ornamentales con una cmara de termoterapia, que permite eliminar nematodos. El agua debe estar a una temperatura tan alta como la planta lo pueda soportar sin daarla, pero lo suficiente para eliminar los nematodos12. Hasta el momento, los resultados han sido muy halagadores. Se han iniciado pruebas con plantas infectadas por hongos y al parecer tambin se han obtenido buenos resultados; sin embargo, an falta realizar ms pruebas con ms organismos y plantas.
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Existen muchos nematodos que atacan animales. Varios son importantes como parsitos en seres humanos y sus animales domesticados. Tambin, se usan nematodos en Guatemala para control biolgico de ciertas plagas insectiles, pero no tenemos la oportunidad en este momento de tratar estos temas. Sin embargo, a pesar de que inciden en reas que afectan directamente al ser humano, se considera que hacen falta estudios para conocer la biodiversidad de nematodos del pas. Finalmente, podemos concluir que, a pesar de que se han realizado algunos estudios acer-
ca de la biodiversidad de entidades subcelulares y microorganismos, todava hace falta mucha investigacin en este campo. Incluso en aquellas reas en las que se hace investigacin en la actualidad, hace falta realizar estudios sistemticos y puntuales para resolver problemas o para conocer la diversidad y caractersticas de los organismos microscpicos que nos rodean. Esta generacin y ordenamiento de informacin permitir as tomar decisiones acertadas en los procesos agro-productivos e industriales que han sido afectados o beneficiados por los mircroorganismos.
6.
Lic. Luis Matheu (comunicacin personal, 2007). Entegeno. Dios dentro de nosotros. Sustancias vegetales que, cuando se ingieren, proporcionan una experiencia divina. Designacin que llena por completo las necesidades expresivas y que capta de manera notable la riqueza cultural evocada por dichas sustancias, muchas de ellas fngicas, en varias regiones del mundo durante la prehistoria y la protohistoria. Gonzlez Arenas, comunicacin personal. Estudios recientes han determinado que esta especie es tan diferente de las otras amebas que merece su propia clase aparte de la clase Sarcodina (Tudge, 2000).
9. NOTAS
1. El encargado de hacer estos anlisis fue el Lic. Luis Matheu, quien actualmente dirige el Laboratorio de Agrobiotek de Guatemala, donde se continan haciendo anlisis para detectar virus en camarn y se est realizando un estudio sobre genotipos del virus que causa el sndrome de la mancha blanca (WSSV). Otro grupo de cientficos que est estudiando VIH/SIDA en Guatemala es el del Dr. Eduardo Arathoon (comunicacin personal, 2006). Por el Ing. Carlos Rolz y la Dra. Pamela Pennington (comunicacin personal, 2007). Beatriz Lpez, comunicacin personal. http://www.pasca.org/monograficas/estudio.htm
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8. 9.
3. 4. 5.
10. Diagnosticado por Torres (comunicacin personal). 11. Garca, N., com. pers. 2007; Sicn, com. pers, 2007. 12. Yolanda Nieto, comunicacin personal, 2007.
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10. BIBLIOGRAFA
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11. AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar nuestro agradecimiento a la Dra. Flora Arana, quien nos proporcion gran parte del material sobre protozoarios, virus y bacterias en el rea de salud que incluye este documento. Adems, a la Licda. Elena Dardn, quien nos ayud a reunir informacin diversa para el presente captulo.
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Agrobiodiversidad de Guatemala
Csar Azurdia*
RESUMEN
Los recursos genticos son aquella parte til (real o potencial) de la biodiversidad. A su vez, la agrobiodiversidad es la parte de los recursos genticos que comprende tanto a las especies cultivadas y domesticadas como a sus parientes silvestres. Guatemala es reconocido como un pas con alta agrobiodiversidad, dado su amplio acervo biolgico y cultural, el cual es necesario emplear de manera sostenible para aprovechar sus ventajas. Con el fin de alcanzar este objetivo, es necesario conservar in situ y ex situ la diversidad gentica de los componentes de la agrobiodiversidad, as como utilizarla de forma racional para satisfacer necesidades antropognicas. La conservacin in situ se puede realizar mediante el uso de tecnologa agrcola tradicional (campos de agricultores) o de huertos familiares, mientras que la conservacin ex situ requiere de ambientes apropiados, como colecciones de campo, arboretas, cultivo de tejidos, bancos de germoplasma, etctera. Los agroecosistemas manejados con tecnologa agrcola tradicional comprenden el sistema denominado roza, tumba y quema, y la agricultura de temporal. El sistema roza, tumba y quema, manejado por los mayas y que en la actualidad sigue practicndose en el departamento de Petn, se caracteriza por la remocin de la vegetacin original y el control de la nueva generacin. Este sistema se considera responsable de la destruccin de gran parte de la biodiversidad; sin embargo, algunos autores plantean sus beneficios cuando se aplica una metodologa basada en el manejo ecolgico direccional. Los agricultores que utilizan la agricultura de
*Consultor independiente.
temporal saben que la diversificacin de cultivos (diversidad gentica) y las prcticas de manejo particulares, les permiten enfrentar de mejor manera las presiones de seleccin, ya sea natural o domesticada. De esta manera, acuden a diferentes estrategias, como combinaciones alternativas entre los factores de sitio (textura, pendiente) y los factores de manejo (variedad, densidad, fecha de siembra). Los huertos familiares tradicionales revelan un proceso dinmico y sinrgico de interaccin entre los habitantes de la casa y su ambiente local en la creacin de un espacio plantado alrededor de sus hogares. Los huertos familiares varan en estructura, composicin y tipo de huerto destino principal de los productos cultivados de acuerdo con el ambiente en el que se establecen, as como, en parte, con el conocimiento cultural especfico del grupo humano que los maneja. En general, los huertos familiares son reservorios de plantas tiles en aspectos como alimento de sus moradores, alimento para animales, obtencin de plantas medicinales, combustible, uso ornamental o como madera. La funcin de conservacin in situ se desarrolla mediante el cultivo y promocin con el objetivo de obtener satisfactores para cubrir necesidades antropognicas; adems, es en estos espacios donde se refugian las plantas tiles que son propias de los bosques aledaos. La diversidad gentica presente en las especies cultivadas es relativamente reducida en comparacin con los materiales silvestres con que estn emparentadas. Estos ltimos pue-
Agrobiodiversidad de Guatemala
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den pertenecer a la misma especie a la que corresponde el material cultivado o a especies silvestres afines. La importancia de los parientes silvestres radica en que constituyen un reservorio gentico til para mejorar las especies cultivadas o domesticadas. Se reconoce que en los centros de origen y diversidad de plantas cultivadas, como Guatemala, los parientes silvestres de las especies cultivadas se desarrollan en regiones o reas con las mismas condiciones climticas que las de donde crecen las especies cultivadas. Es frecuente que estos parientes silvestres crezcan en las cercanas o el interior de las reas de cultivo. Ejemplos importantes para Guatemala son el frijol, el maz, el chile, el cacao, la yuca, el aguacate y las cucurbitceas. Para mejorar su conservacin in situ, es necesario conocer su distribucin potencial en el pas y establecer las reas donde se concentren con mayor riqueza. Ello permitir ver su representatividad dentro del actual sistema de reas protegidas del pas y la necesidad de establecer nuevas reas protegidas que cubran de manera adecuada su distribucin. En Guatemala, los resultados mostrados para algunas especies con parientes silvestres indican que su distribucin potencial y su riqueza no coinciden con las reas protegidas existentes en el pas. Algunos estudios realizados en especies de importancia alimenticia, que conforman la agrobiodiversidad de Guatemala, muestran su alta diversidad morfolgica y nutricional junto a su amplio rango de respuesta agronmica. Tal informacin es fundamental para identificar y seleccionar aquellos materiales genticos promisorios que pueden constituirse en alternativas alimentarias o para formar la base gentica con el fin de desarrollar programas de mejoramiento gentico. Adems, se han efectuado algunas investigaciones bsicas y aplicadas en algunos cultivos nativos para desarrollar un paquete tecnolgico que se ponga a disponibilidad de los agricultores, y promueva su cultivo y utilizacin.
Se plantea que los esfuerzos de conservacin de la agrobiodiversidad de Guatemala que se estn realizando son aislados y no tienen continuidad. Sin embargo, gran parte del germoplasma recolectado por diferentes proyectos nacionales se encuentra bien conservado en bancos especializados pertenecientes a centros internacionales, como sucede con el maz, el frijol, la papa y otras especies nativas con menor potencial econmico. Con respecto a la conservacin in situ, los huertos familiares de zonas ricas en diversidad y con riqueza cultural son las reas en las cuales se deberan establecer sistemas de huertos familiares de conservacin. Se recomienda, pues, la creacin de reas protegidas en regiones con alta riqueza de parientes silvestres. Palabras clave: recursos genticos, conservacin in situ, conservacin ex situ, tecnologa tradicional, parientes silvestres.
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SUMMARY
Genetic resources are that useful part (real o potential) of biodiversity. At the same time agrobiodiversity is the part of genetic resources that include cultivated and domesticated species as well as their wild relatives. Guatemala is known as a country with high agrobiodiversity because of its wide biological and cultural heritage. It is because of this that it is necessary to use it in a sustainable way to take advantage of its comparative benefits. To reach this goal it is necessary to keep in situ and ex situ the genetic diversity of the agrobiodiversity components, as well as to use it in a rational way to satisfy anthropogenic needs. In situ conservation can be made through the use of traditional agricultural technology (farmers fields) or in kitchen gardens, while the ex situ conservation demands appropriate environments as field collections, arboreta, tissue culture, germplasm banks, etc. Agroecosystems managed with traditional agricultural technology include the system
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called slash and burn, and the temporal agriculture. The slash and burn system that the mayas used, and that is still being practiced in the department of Petn, is characterized by the removal of original vegetation and the control of a new generation. This system is considered the cause of the destruction of big part of biodiversity; however, there are authors that state benefits if a methodology based on directional ecological management is used. Farmers that use temporal agriculture know that the use of diversity in crops (genetic diversity), and the practice of particular management allows them to face in a better way the pressure of selection, natural or domesticated. In this way they use different strategies as alternative combination among the site factors (texture, slopes) and the management factors (variety, density, sowing season.) Traditional kitchen gardens are a dynamic and synergetic process of interaction among the inhabitants of a house with their local environment to create a garden around their homes. Kitchen gardens vary in structure, composition and kind of orchard main destination of the products cultivated depending on where they are, as well as of the specific cultural knowledge of the human group that manages them. In general, kitchen gardens are reserves of plants used as food for people, food for animals, medicinal plants, fuel source, ornament or timber plants, etc. In situ conservation is developed through cultivation and promotion, with the purpose of obtaining things that satisfy their anthropogenic needs; besides that, it is in these spaces where useful plants from neighboring woods shelter. Genetic diversity present in cultivated species is relatively limited in comparison with the wild materials they are related to. These last can belong to the same specie that correspond to the cultivation or to related wild species. The importance of the wild relatives lies in that they are a genetic reserve useful for the improvement of cultivated or domesticated species. It
is well known that in the center of origin and diversity of cultivated plants, as it is the case of Guatemala, wild relatives of the cultivated species grow in regions or areas with the same climate conditions as the cultivated species, being common that these wild relatives grow close or inside the cultivation areas. Important examples for Guatemala are beans, corn, pepper, cacao, cassava, avocado and cucurbitaceae. To improve in situ conservation it is necessary to know about its potential distribution in the country to establish the areas where they concentrate with higher richness. This will show their representativeness in the current system of protected areas of the country, as well as the need to establish new protected areas that cover properly their distribution. Outcomes for some species with wild relatives in Guatemala indicate that their potential distribution and richness do not match with the existing protected areas in the country. Studies made on species of nutritious importance that form agrobiodiversity in Guatemala show their high morphological and nutritional diversity, along with their wide range of agronomic response. Such information is basic to identify and select those genetic promising materials that can constitute food alternatives, or to be the genetic foundation to develop programs of genetic improvement. Moreover, there are basic and applied researches in some native crops to develop a technological package available for the farmers, and to promote their cultivation and use. It is stated that the conservation efforts of agrobiodiversity in Guatemala are isolated and with no continuity activities. However, much of the germplasm collected by different national projects is safe in specialized banks owned by international centers, as with corn, beans, potatoes and other native species with lower economic potential. Regarding the in situ conservation, kitchen gardens of areas rich in diversity and with cultural richness are
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the areas where the kitchen garden systems should be establishes for conservation. It is recommended then the creation of protected areas in regions highly rich in wild relatives. Key words: genetic resources, in situ conservation, ex situ conservation, traditional technology, wild relatives.
che usukmaxik ri ukeyewal uriqom ri chaom ija. Rumal kuwa ketzukun che jun ubeal chak kukolomaj uwach ri nojchak rech ma kuriq ta ukeyewal ri tikom. Ri tikonijem ichaj-qayes chirij taq ja, kuya pa kikaslemal ri winaq jubiq urexal uwach ulew. Jalajoj uwach ri tikonijem ichaj-qayes chirij taq ja, ko kachokon che wa-ikya che kayij, Ronojel ri tikonijem ichaj-qayes chirij taq ja, sibalaj upatan ko ketijowik, kiqayes awaj, kunubal, retzabalil ja, ukotzijalil ja, tzalom ne xuquje nikaj chik. Ri uloqoqexik uwach tikonijem ija (in situ) kuya we katernex unojixik utikik uyaik uloqoqexik ri qas ukux ija tikom, xuquje chike taq ri che epoqinaq uloq pa kachelaj chi kinaqaj. Ri Jalajoj uwach kaslemalil tikonijem ma nim ta kiwach, chuwach ri tikonijem e poqinaq uloq pa taq qayes. Junam kiwach ruk ri etikom xuquje ri xa qi epoqinaq uloq pa taq che. Ri uyaik uqij ronojel ri uqayes kachelaj are kuya ube ukexik ukux ri ija rech qas utz uwach ri tikonijem jas banom chike pa taq rulewal Paxil Kayala, ri rachalal taq ri uqayes kachelaj kekiy uloq pa taq rulewal ja taq junam umiqinal ulew. Pa Paxil Kayala are taq ri kinaq, ixim, ik, cacao, tzin, oj, rachil ri uxe taq qayes. Rech qas kaloqoqexik uwach usijal, rajawaxik ketamax, jas taq poqinaq utukim wi rib pa rulewal Paxil Kayala. Ri kisbal chak banom pa Paxil Kayala xuqalajisaj chi ri tikom chuwach ta ja ma junam ta uwach ujabuxik ruk ri e poqinaq uloq pa taq ri rulewal chajinem amaq. Ri tzuknoj chak banom chikij jalajoj uwach kaslemalil tikonijem rech Paxil Kayala kuqalajisaj ri jalajoj jalwachinem rachil ri uchuqab wa-ikya kuya pa qakaslemal ri tikonijem. Ronojel bixkil kuya uxe utzukuxik uyaik uchuqab uwach ija, wene kachokon che unimarisaxik ukaslemal ri ija. Xuquje tajin kanojix uwach ronojel tzunojchak kojom ojer pa taq tikom, rech kuya ube
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unimarisaxik uwach jun kaka chak chike ri ajtikonelab xuquje kajabux uwach ubixik ri kitikom rachil jawi ukojik. Ri chak puwi ri jalajoj uwach kaslemalil tikonijem pa Paxil Kayala ma uchapom ta uchuqab jachom uwach. Chi ko ku taq ija yakom pa taq kolibal ija pa taq chaqap amaq, jas banom che rija ixim, kinaq, saqwach rachil nikaj ajwaralik ija. Ri uloqoqexik tikonijem ichaj-qayes chirij taq ja, jalajoj uwach jas kikbantajikil wi-
naq ajchaqe, chi rajawaxik ubanik juwok tikonijem ichaj-qayes che uloqoqexik uwach jalajoj kaslemalil tikonijem. Koqxanixik chi rajawaxik uchakuxix rij ronojel rulewal tikonijem jas e ko wi rachalal uqayes juyub.
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UCHOLAJ TZIJ: tobal uwach tikonijem, uloqoqexik ukux ija, uloqoqexik tikonijem, nojbanowen ajwaralik winaq, achalalxik awaj.
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1. INTRODUCCIN
Cuando se considera el aspecto utilitario de la biodiversidad, entra en escena el concepto de recurso gentico, que comprende, en esencia, a aquella parte de la biodiversidad con utilidad potencial o real. Asimismo, entre los recursos genticos figura la agrobiodiversidad, que abarca las especies cultivadas y domesticadas, as como sus parientes silvestres. Guatemala es reconocido como parte de las reas ms ricas en agrobiodiversidad del mundo, dada su alta diversidad biolgica y cultural. El Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CDB), en su Artculo 8, referente a la conservacin in situ, y en su Artculo 10, referente a la utilizacin sostenible de la diversidad biolgica, ordena que sta sea aprovechada de manera sostenible. En ese sentido, dentro de la Estrategia Nacional de Biodiversidad (ENB), en respuesta al mandato del CDB, se contemplan los temas de conservacin in situ, uso, valoracin y conservacin estratgica de los recursos genticos, los cuales determinan las medidas que deben tomarse a nivel nacional para alcanzar el objetivo planteado. La agrobiodiversidad de Guatemala comprende una gran cantidad de especies vegetales que crecen en diferentes ambientes y con distintas estrategias de manejo. Incluye las especies silvestres y las especies propias de reas con poca perturbacin (como las malezas ruderales), mucha perturbacin (como las malezas arvenses) y grado mximo de perturbacin (especies cultivadas en condiciones de agricultura que emplee mtodos tradicionales o tecnologa avanzada). Por lo tanto, es necesario conocer las caractersticas de estos grupos de especies y su manejo (en el caso en que se realice) para tener claros los elementos bsicos requeridos en el desarrollo de un plan nacional que tienda
a la conservacin y uso sostenible de dichos recursos. Cuando se habla de conservacin in situ, se entiende, por lo general, que se trata de la conservacin de las especies silvestres bajo las condiciones de cualquiera de las categoras que se conocen de reas protegidas. Sin embargo, la agrobiodiversidad como un todo no tiene cabida en este concepto de conservacin in situ, porque slo algunos pocos de los parientes silvestres estn localizados dentro de las reas protegidas actuales de Guatemala. Por lo tanto, es necesario entender que la agrobiodiversidad puede ser conservada y utilizada sosteniblemente bajo condiciones especiales de conservacin, como en el caso de los huertos familiares y las parcelas de agricultores que practican la agricultura tradicional. Afortunadamente para Guatemala, estos sistemas han formado parte del desarrollo histrico de las comunidades ancestrales de toda el rea mesoamericana. Se puede adelantar que estos sistemas de manejo antropognico son bancos vivientes de diversidad, en los cuales, al mismo tiempo que se conserva el recurso y adems se aprovecha su valor antropognico. Por lo tanto, son sistemas dinmicos de conservacin sostenible. El presente captulo rene informacin disponible acerca de la agrobiodiversidad para Guatemala, enfocndose en los sistemas de produccin con tecnologa tradicional, los huertos familiares, los parientes silvestres de las principales plantas cultivadas de Guatemala y las muestras de algunas especies de la agrobiodiversidad con potencial para apoyar la seguridad alimentaria de los guatemaltecos y que tambin tienen posibilidades para el biocomercio. Al final se hace un anlisis sobre la situacin actual de la conservacin in situ y ex situ de la agrobiodiversidad de Guatemala.
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2. AGROBIODIVERSIDAD AGROECOSISTEMAS
EN
2.1. Agroecosistemas manejados con tecnologa tradicional Los sistemas agrcolas tradicionales se caracterizan por su alto grado de biodiversidad. Se considera que estos sistemas emergieron a lo largo de centurias de evolucin cultural y biolgica, y representan experiencias acumuladas por los campesinos en su interaccin con el entorno sin acceso a insumos, capitales o conocimientos cientficos externos1. Las parcelas de los agricultores que manejan sus unidades de produccin con tecnologa tradicional son espacios donde se conservan los materiales cultivados y las especies tiles, asociadas en un ambiente dinmico y evolutivo. Cuando se estudian estos sistemas altamente diversos, se deben conocer algunos aspectos, como el manejo de la diversidad cultivada, las decisiones de los agricultores, la gentica de la conservacin y mejoramiento y los aspectos sociales, econmicos y culturales de las comunidades rurales. A continuacin se describen el sistema roza, tumba y quema, y el de agricultura de temporal. 2.1.1. Roza, tumba y quema Es un sistema que persiste en las tierras bajas de Mesoamrica y es representativo de las tierras de la pennsula de Yucatn, incluyendo Petn, en Guatemala (Arvalo, 1997). El sistema contempla dos fases: la remocin de la vegetacin original (por lo regular, el bosque) y el control de la nueva vegetacin. El proceso sigue una serie de cinco fases: seleccin del sitio, corte de la vegetacin original, quema del material cortado, cultivo de las plantas de inters y tiempo de espera de barbecho. Suele cultivarse la misma parcela por uno o dos aos consecutivos y luego se pasa a un perodo de barbecho o espera de entre dos a cinco aos. Para alcanzar la mxima productividad, es necesario un perodo de
barbecho de cuatro aos luego de un ao de cultivo y entre seis y siete aos luego del cultivo de dos aos sucesivos (Cowgill, 1961, citado por Mndez, 2003). En opinin de muchas personas, la desaparicin de gran parte del bosque tropical lluvioso es resultado del desarrollo del sistema de roza, tumba y quema. Sin embargo, otros autores piensan que sta no es la causa real y lo atribuyen al sistema de monocultivo industrializado promovido por acciones gubernamentales (Chargoy, 2004). La conservacin ecolgica del bosque tropical no es incompatible con el desarrollo de la agricultura si se presta atencin a la experiencia acumulada por grupos tropicales nativos (Chargoy, 2004). En ese sentido, se describe la aplicacin de una metodologa de manejo ecolgico direccional en un bosque tropical lluvioso del sureste mexicano. La estrategia recomienda la integracin del manejo de la fauna y la flora, tanto domesticada como silvestre. El modelo consiste en una serie de lotes con una secuencia de sustituciones para las tres etapas principales de la vegetacin: herbcea, arbustiva y arbrea. Aunque se remueve la vegetacin, el modelo de manejo que involucra el sistema de roza, tumba y quema permite que las reas cultivadas temporalmente puedan recuperar su vegetacin durante ciertos perodos. Esto es ventajoso si se compara con los sistemas de agricultura continua, en los cuales la vegetacin natural desaparece para siempre. Adems, la agricultura que se desarrolla en dichas reas comprende sistemas de policultivos, que son responsables de la conservacin in situ de los recursos genticos que los conforman. Un buen ejemplo lo muestran Arias et al. (2004) al estudiar la biodiversidad del sistema milpa en Yucatn, Mxico. Dichos autores indican que los agricultores reconocen 15 variedades locales principales de maz, tres de calabazas, seis de frijol y siete de chile.
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2.1.2. Agricultura de temporal Las comunidades rurales que practican este tipo de agricultura bajo condiciones ambientales complejas mantienen variedades de cultivos nicos, contribuyendo significativamente a la conservacin de los recursos genticos. El conocimiento ancestral de estos agricultores les permite enfrentar la adversidad ambiental a travs del uso de un principio plenamente demostrado por la biologa moderna, el cual indica que el uso de la diversidad gentica es la mejor herramienta para enfrentar de manera adecuada las presiones de la seleccin (natural o artificial domesticacin). En ese sentido, sus policultivos tienen diversidad en cuanto a la distribucin espacial (diferentes suelos, altitudes, topografa, etc.) y, sobre todo, en cuanto a los hbitos (rastreras, arbustivas, lianas y arbreas). Adems, se cultivan distintas variedades de cada especie, cada una de ellas con requerimientos propios de humedad, temperatura, tipo y calidad de producto que se cosecha, resistencia a plagas y a enfermedades, etc. Los agricultores juegan con una serie de estrategias desarrolladas a travs de los siglos mediante un proceso de prueba y error. Las tcticas incluyen varias combinaciones alternativas entre los factores de sitio (textura, pendiente) y de manejo (variedad, densidad, fecha de siembra). Segn Parra (1980), la frmula tradicional: a) sintetiza, en su aparente sencillez, el conocimiento de los agricultores acerca de las mltiples interrelaciones de (al menos) los factores sealados; b) indica cierta combinacin de factores como la ms apta para cumplir los objetivos fijados (rendimiento, seguridad, etc.); y c) descarta un conjunto de otras posibles combinaciones de factores. Un ejemplo ilustrativo es sealado por Tuxill (2004) al estudiar los efectos de una sequa regional sobre el manejo de reas cultivadas con maz, frijoles y calabazas en la parte central de Yucatn. El xito de la cosecha de frijol y calabaza se relacion,
principalmente, con el tipo de variedad sembrada, mientras que en el frijol estuvo ligada a la respuesta diferencial a la sequa, en el caso de la calabaza se debi a las diferencias en precocidad. Adems, las prcticas culturales y de manejo desarrolladas muestran que todos los componentes de este complejo agroecosistema son elementos tiles desde el punto de vista antropocntrico, pues de ellos se obtienen plantas medicinales, plantas de cobertura y plantas para la alimentacin del ganado y la alimentacin humana. En este sistema agrcola se puede observar la otra cara de las llamadas malezas, dado que el concepto moderno de maleza (especies fuera de lugar) no aplica ac (Azurdia, 1984a). Por eso Azurdia (1981) concluye que, para el agricultor y su economa campesina, las arvenses forman parte de su produccin vegetal y reconoce su capacidad de competencia en algunas pocas en que las combate totalmente o en forma diferencial. Asimismo, el manejo de varias reas con condiciones fisiogrficas distintas requiere un patrn de comportamiento ante las arvenses: las reas con suelos favorables para la agricultura son deshierbadas con mayor esmero que las reas marginales y la explotacin de diversos nichos ecolgicos aumenta el nmero de especies de malezas tiles. Un buen ejemplo del manejo de la diversidad en los cultivos es descrito por Daz y Azurdia (2001) para el caso del maz. Las variedades de maz presentes en Huehuetenango responden tanto a las necesidades de la poblacin como a la capacidad de adaptacin del germoplasma a los cambios en los distintos microambientes existentes en el departamento, dada su alta diversidad ecolgica y los diferentes enfoques antropocntricos que poseen las culturas all presentes. Por lo tanto, la conservacin del germoplasma del maz no es un fenmeno aislado, sino un hecho vinculado con la preservacin de la dinmica
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de las comunidades que lo cultivan. Con respecto a los factores ambientales cambiantes o diversos, los agricultores conocen las clases de maces que se adaptan a las localidades ubicadas en diferentes altitudes y condiciones climticas; por consiguiente, conocen variedades resistentes a sequas y enfermedades, las que se adaptan a distintos tipos de suelos, etc. Otro elemento importante a tomar en cuenta es el aspecto culinario relacionado con los diferentes tipos de maz. Se reconoce que, en las localidades donde se desarrolla la agricultura tradicional, ciertos materiales genticos son especficos para determinados usos culinarios y es por ello que se determina el carcter prioritario de su conservacin (Daz y Azurdia, 2001). La poblacin de Huehuetenango califica el maz de acuerdo con criterios como el color, la poca de cultivo, la forma del grano, la procedencia geogrfica y la duracin del ciclo de cultivo. Segn el color, el maz se clasifica en blanco, amarillo, negro, colorado (rojo) y pinto (granos de diferentes colores en una mazorca). Segn la poca de cultivo, se distingue el maz de verano del de invierno. La forma y tamao del grano sirven para identificar ciertas variedades conocidas como pache, largo, diente de perro, etc. Por su procedencia geogrfica, se hacen diferenciaciones entre el maz comiteco, el chiapaneco y otros ms. Adems, el maz breve y el maz de ao deben su nombre a distinciones basadas en la duracin del cultivo. En Huehuetenango se identificaron 47 clases de maz cultivado (Daz y Azurdia, 2001). El Cuadro 1 registra los nombres locales de las variedades de maz identificadas de acuerdo con las zonas climticas del departamento, as como el color de grano y ciclo de crecimiento. Los diferentes materiales genticos cultivados en Huehuetenango se pueden agrupar por lo menos en ocho razas y cuatro subrazas, lo
cual representa el 57% de las razas y el 33% de las subrazas reportadas por Wellhausen et al. (1957) para Guatemala. A pesar de que gran parte de la agricultura de Guatemala an se maneja con tecnologa tradicional, casi no se efectan estudios que muestren el papel que juega el conocimiento tradicional en la conservacin y uso sostenible de la agrobiodiversidad. Por ejemplo, Samayoa y Vargas (1986) indican que los aspectos que se han enfatizado son la determinacin de los estratos sociales existentes, el establecimiento de los factores que limitan el desarrollo agrcola dentro de los diferentes estratos, la determinacin de los costos de produccin en los procesos productivos, el conocimiento de la asistencia tcnica, crediticia y comercial, y el establecimiento de los diferentes sistemas de produccin agrcola. Un buen ejemplo es el esfuerzo conducido en agroecosistemas tradicionales de Mxico (Chvez-Servia, Tuxill y Jarvis, 2004). 2.2. Huerto familiar Los huertos familiares tradicionales son un proceso dinmico y sinrgico de interaccin entre los habitantes de la casa y su ambiente local para crear un espacio plantado alrededor de los hogares. Este proceso contiene elementos biofsicos y sociales. Desde el punto de vista biofsico, el espacio se estructura verticalmente en diferentes estratos, con diversidad de especies y un alto aporte de energa por parte del agricultor en su mantenimiento. Desde el punto de vista social, el huerto familiar genera relaciones horizontalmente estructuradas entre los agricultores con alto conocimiento de su ambiente y sus especies, y los miembros de su familia, sus amigos y amistades (Ruonavara, 1996). Todava hace falta un consenso universal sobre la definicin de huerto casero (Figura 1); sin embargo, es frecuente adoptar la siguiente: uso de la tierra que posee lmites definidos y una vivienda; en general (pero no siempre),
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Fuente: Daz y Azurdia (2001)
posee una mezcla de plantas anuales y perennes, adems de animales, que ejercen variedad de funciones biofsicas, econmicas y socioculturales para su propietario (Azurdia, Leiva y Lpez, 2000).
Los huertos familiares han despertado inters mundial en los ltimos aos, no slo porque se les considera los sistemas de produccin agrcolas ms antiguos que se conocen, sino porque complementan la dieta y la econo-
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ma familiar, entre otros beneficios, y son una alternativa a las prcticas tradicionales de conservacin de la diversidad vegetal. Nez (1990) afirma que la variacin entre los tipos de huertos es enorme en Amrica Latina, debido a factores geofsicos, sociales y culturales predominantes, como su herencia, el acceso a la tierra y el arraigo de las comunidades a la tierra. Los huertos familiares tienen caractersticas estructurales comparables con aquellos sistemas forestales con vegetacin mixta. En el Cuadro 2 se comparan algunos atributos ecolgicos de los huertos familiares con los de los sistemas forestales y sistemas agrcolas. Guatemala, como parte de Mesoamrica y centro de origen y diversidad de plantas cultivadas, es una regin en la cual los huertos familiares representan unidades con alta riqueza en composicin de especies y en los usos que les dan las comunidades humanas (Azurdia y Leiva, 1998). Sin embargo, se reconoce que la prdida de materiales genticos (erosin gentica) disminuye la amplia diversidad gentica presente en dichas reas. En este sentido, los huertos familiares pueden
constituirse en focos de conservacin in situ de plantas tiles al hombre. Adems, dichas comunidades vegetales pueden representar una fuente de bienestar para las familias que las manejan. Tal informacin bsica es indispensable antes de la incorporacin de este agroecosistema a una esfuerzo nacional de conservacin in situ de recursos genticos vegetales (Castieiras et al., 2000). 2.2.1. Descripcin de los componentes del sistema Se sabe que las especies pertenecientes a un huerto familiar son principalmente para uso antropognico. En ese sentido, la mayora de especies sirven para cubrir las necesidades bsicas del ser humano (satisfacen el hambre y contrarrestan el calor o el fro) y en menor nmero las necesidades accesorias (Azurdia, 1984). Los estudios en huertos familiares conducidos en Alta Verapaz (Figura 2) muestran que, en las regiones clida y fra, ms del 35% de las especies se utilizan para la alimentacin humana. Tambin es notorio que existen al menos 13 categoras de uso, donde aparte del factor alimenticio tambin
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Fuente: Kumar y Nair (2004)
sobresalen los usos ornamental, medicinal, cultural y como combustible. Las especies y la importancia de las categoras de uso pueden variar segn el ambiente (clima y altitud) y el componente cultural, como puede apreciarse al comparar los resultados de la Figura 2 y la Figura 3. La composicin de los huertos familiares tambin depende de los factores ambientales y culturales. El Cuadro 3 muestra con claridad este aspecto. Adicionalmente, el Cuadro 4 muestra que, adems de los factores mencionados, las especies ms importantes en los huertos familiares de Alta Verapaz dependen de otros, como el tipo de huerto (autoconsumo y comercial) y la cercana a las vas de comunicacin y los mercados locales y regionales. En general, se puede decir que los huertos familiares son ejemplos sobresa-
lientes de la diversidad de especies en las comunidades cultivadas y manejadas. 2.2.2. Estructura La estructura, composicin y dinmica de los huertos familiares vara en funcin de la interaccin, a lo largo del tiempo, con diferentes componentes, como el ambiente y la cultura. El ambiente, es decir, el clima, el suelo, la pendiente, etc., define las especies que pueden crecer dentro del huerto familiar; mientras que la cultura define aspectos relativos al uso y destino de las especies, composicin, estructura, manejo y dinmica del huerto familiar. Lock (1998) seala que las caractersticas culturales y sociales de la poblacin determinan el desarrollo y la importancia relativa de la diversidad de las especies.
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Lea Forraje
Figura 2. Categoras de uso de las especies establecidas en los huertos familiares de Alta Verapaz, Guatemala. Fuente: Azurdia, Leiva y Lpez (2000)
60
50
40
30
20
10
0 C ate gor as de u so
Figura 3. Categoras de uso de las especies establecidas en los huertos familiares de la zona semirida de Guatemala. Fuente: Leiva, Azurdia y Ovando (2000)
Los huertos familiares, al igual que los bosques, poseen diferentes estratos y especies. Sin embargo, debido a que son un sistema
diseado por la familia, se diferencian asociaciones de plantas que son establecidas y manejadas de acuerdo con el inters de los
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Cuadro 3. Composicin y diversidad de especies en huertos manejados en diferentes ambientes y por diferentes culturas
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propietarios, con una organizacin y distribucin horizontal y vertical caracterstica. El Cuadro 5 resume la estructura vertical de algunos huertos del oriente y norte del pas. La organizacin horizontal se relaciona principalmente con la utilidad que representan las especies y con sus necesidades particulares, como la intensidad de manejo y los requerimientos de luz y humedad. Por ejemplo, en los huertos de Alta Verapaz la distribucin horizontal se puede comparar con las llamadas zonas de manejo en el concepto planteado por Lock (1998). En ese sentido, existe, y cada grupo tiene su propio espacio, el grupo de plantas ornamentales; el de cultivos alimenticios (maz, caa de azcar, gisquilar, chile, hortalizas, ox, mox, flores); el de cultivos perennes y semiperennes (caf, cardamomo, achiote, pltano, pacaya, frutales y maderables); el de viveros y semilleros (cercanos a las fuentes de agua); y el de cercos vivos. 2.2.3. Seguridad alimentaria y nutricional Se puede adelantar que la principal funcin de los huertos familiares es la generacin de
alimento para los miembros de la unidad familiar. De esta manera, es posible apreciar que, en los huertos de Alta Verapaz de la regin clida, el 45% de las especies (126) se destina principalmente a la alimentacin humana. En la parte fra del mismo departamento, el 38% de las especies (96) son de utilidad alimenticia. Similar comportamiento se muestra en los huertos de la zona semirida, donde el 37% de las especies tiene funciones alimenticias. Parte de los productos del huerto familiar (incluye flora til y animales domesticados) es vendida en la localidad o en los mercados regionales. Consecuentemente, este ingreso se usa para complementar parte de sus requerimientos nutricionales. El 46% de las familias entrevistadas en la regin semirida del pas indic que los productos del huerto familiar se emplean para el consumo familiar, mientras que un 13% de familias destina estos productos principalmente para la venta en mercados locales (Azurdia y Leiva, 2004). La revisin de la composicin de los huertos familiares muestra que las diferentes especies que los componen responden a los requeri-
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mientos bsicos nutricionales, es decir, carbohidratos, protenas, vitaminas y minerales. Es ampliamente reconocido que las especies nativas que se utilizan como alimento (por
ejemplo, las hortalizas) tienen un contenido nutricional ms alto que el que presentan las hortalizas no nativas del territorio guatemalteco (Cuadro 6).
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Fuente: Azurdia, Leiva y Lpez (2000)
2.2.4. Generacin de ingresos en efectivo No se ha profundizado mucho en este tema, porque los huertos familiares se estudiaron principalmente como sistemas de subsistencia. Sin embargo, estudios conducidos por Soemarwoto (1987) en Indonesia reportan que el huerto familiar aporta en promedio el 21.1% de las necesidades del hogar, dependiendo del tamao de la familia y del huerto, y de la composicin de especies. Para Guatemala, Leiva et al. (2002) condujeron un estudio preliminar en dos localidades de Chisec, Alta Verapaz, e indican que los huertos familiares aportan en promedio el 18% de los requerimientos de la economa familiar. En el Cuadro 7 se presenta una informacin ms detallada sobre las principales especies, su produccin y el volumen destinado para autoconsumo y para la venta. 2.2.5. Produccin de madera y combustible Algunas especies se emplean como fuente de madera y de combustible. Por ejemplo, en los huertos de Alta Verapaz se destina para lea el 9% de las especies en la zona clida y el 11 % en la zona fra. El producto de las podas y raleos es el material utilizado como combustible. Otras especies se destinan a la construccin rural (5% para la zona clida y
7% para la zona fra) para forrar paredes, cubrir techos de viviendas y fabricar la estructura principal de la casa (postes, tendales, etc.) (Lpez, Azurdia y Leiva, 2001). 2.2.6. Plantas medicinales Las plantas medicinales son el tercer rengln en importancia despus de aquellas especies vegetales empleadas para alimentacin humana y ornamento en los huertos familiares de la regin semirida. Especficamente, el 20% de las especies (55) presentes en los huertos familiares se usa en la medicina tradicional. Es decir que a pesar de la cercana de los centros de salud, la poblacin mantiene la costumbre del uso de plantas curativas. Las familias le asignan un alto valor, pues sirven para el tratamiento de sntomas asociados a distintas enfermedades. Muchas de estas plantas medicinales son especies consideradas como malezas cuando estn fuera del huerto familiar. En total, el 34% de las malezas presentes en los huertos familiares son utilizadas como plantas medicinales (Leiva, Azurdia y Ovando, 2000). En la regin clida del departamento de Alta Verapaz, se puede observar que las plantas alimenticias, ornamentales y medicinales presentan la mayor cantidad de especies en orden de importancia. Sin embargo, en la zona fra las plantas medicinales ocupan el
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segundo lugar despus de las plantas comestibles. El 26% de las especies (75) se reporta como de uso medicinal en la zona clida y 33% (98) en la zona fra. El uso de la medicina tradicional es una prctica frecuente de la poblacin asentada en las zonas de estudio, donde el conocimiento de las propiedades medicinales de las plantas se desarroll como herencia cultural y por la misma necesidad de la poblacin al no tener acceso a los centros asistenciales de salud y a los productos farmacuticos. Las plantas medicinales de los huertos familiares son utilizadas principalmente para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales, respiratorias y drmicas, as como contra la malaria, diabetes, fiebres, lesiones de huesos, mordeduras de serpientes, etc. Sin embargo, existen ciertas plantas utilizadas para contrarrestar malestares especiales, como la brujera, los sustos, el mal de ojo, el empacho y el hijillo (Azurdia et al., 2006).
La composicin de especies vara de una regin a otra porque las condiciones climticas son distintas. Los usos que se dan a las especies comunes para ambas regiones no siempre son los mismos. En un estudio ms detallado del papel que juegan los huertos familiares en la economa del hogar (Leiva et al., 2002) en tres comunidades del municipio de Chisec, Alta Verapaz, se encontr que las enfermedades ms comunes en las comunidades son los desrdenes intestinales, las enfermedades respiratorias y los problemas dermatolgicos. En dichas regiones existen trabajadores en salud, pero no hay centros de salud. El 90% de la poblacin usa la medicina prescrita por los trabajadores en salud, mientras que el restante 10% acude a las plantas medicinales. En 10 huertos familiares monitoreados, se encontr que 90 especies tienen valor comercial y siete de ellas son de uso medicinal. Se emplean para autoconsumo o para la venta.
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Cuadro 7. Produccin y valor econmico de las especies presentes en huertos familiares de dos comunidades en Chisec, Alta Verapaz
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Fuente: Leiva et al. (2002)
Durante un taller sobre plantas medicinales desarrollado por personal de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala en la comunidad de Trece Aguas, Chisec, en 2001, se comprob que se desconoca el uso de alrededor del 50% de las plantas potencialmente tiles para uso medicinal que crecen en los huertos familiares. Por lo tanto, es necesario crear conciencia entre las poblaciones locales acerca del valor de estas plantas. La conservacin de los recursos genticos de uso medicinal asegura la retencin del conocimiento indgena asociado con sus propiedades y correcta aplicacin. En este sentido, es necesario conocer el
papel que juegan los huertos familiares en la conservacin y utilizacin de dicho recurso. 2.2.7. Gnero El manejo del huerto familiar es una actividad familiar, ya sea slo de la esposa, del esposo o de ambos, o de todos los integrantes. Incluso, en algunos casos, se requiere contratar mano de obra extra. En los huertos familiares, la distribucin del quehacer segn gnero vara de acuerdo con la regin de estudio (Figura 4). Por ejemplo, en la zona semirida de Guatemala, las mujeres se dedican principalmente al cuidado de plantas alimenticias
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(hortalizas, races y condimentos), medicinales y ornamentales. Los hombres cultivan los rboles frutales que proporcionan sombra y refrescan el ambiente cercano a las casas. Para el caso de Alta Verapaz, es notorio que los hombres aparentemente emplean la mayor parte de su tiempo en actividades agrcolas. El hombre selecciona las semillas y planta los materiales genticos econmicamente ms importantes, como rboles frutales, caf y cardamomo. Las mujeres deciden qu cultivo de races, hortalizas, especias y plantas medicinales se debe sembrar. Todos los miembros de la familia, incluidos los nios, participan en el manejo del huerto familiar en un buen porcentaje de los huertos estudiados. En huertos comerciales, donde la mayor cobertura es de caf o cardamomo, algunas veces se requiere contratar mano de obra para su manejo. Es importante observar que en las zonas de Alta Verapaz, en general, los huertos familiares son manejados principalmente por todos los miembros de la familia, lo cual contrasta con los huertos familiares de la parte semirida, donde el hombre es quien maneja el huerto (Azurdia y Leiva, 2004).
2.2.8. Tipos de huertos familiares Dependiendo del destino principal de los productos obtenidos en el huerto, stos se pueden clasificar en huertos familiares de consumo y huertos familiares comerciales. Los primeros son aqullos en los que la cosecha es destinada al consumo en el hogar, sin embargo no se descarta la venta si hay excedentes. Su manejo es extensivo y consiste en la realizacin de prcticas culturales sin aplicacin de pesticidas. Estos huertos son frecuentes en comunidades aisladas de los mercados y se cultivan en lotes de tamao reducido, caracterizados por tener mayor nmero de especies nativas para diversos usos antropognicos, por lo que potencialmente son bancos naturales de recursos genticos vegetales (Figura 5). El tamao de los huertos oscila entre 0.04 ha a 0.18 ha para la zona clida de Alta Verapaz y de 0.035 ha a 0.24 ha para la zona fra. En el departamento de Alta Verapaz, el 83% de los huertos de la zona clida y el 52% de la zona fra corresponden a este tipo de huerto (Azurdia, Leiva y Lpez, 2000).
80 70 60 50 40 30 20 10 0 Semirida AV clido Regiones AV fro Esposa y esposo Familia y otros trabajadores Hombres Toda la familia Mujeres
Figura 4. Papel de los miembros de la familia en el manejo del huerto familiar en tres regiones de Guatemala Fuente: Azurdia y Leiva (2004)
% de huertos
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Zona de Vida: Bosque muy hmedo Subtropical Clido Huerto No. 36. Comunidad: SEPOC, Cahabn. Superficie: 875 m2 (0.0875 ha) Altitud: 320 m.s.n.m ndice de diversidad para la zona de vida: 0.25
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REFERENCIAS:
X-----X Transecto 1. Capscum annuum 2. Solanum americanum 3. Portulaca grandiflora 4. Zea mays 5. Cymbopogon citratus 6. Piper nigrum 7. Colocasia esculenta 8. Carludovica palmata 9. Phaseolus vulgaris 10. Cajanus bicolor 11. Theobroma caao 12. Hibiscus rosa-sinensis 13. Licania platypus 14. Allamanda cathartica 15. Psidium guajaba 16. Lagerstroemia indica 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. L. Letrina Lycianthes synanthera Eryngium foetidum Taetsia fruticosa Yucca elephantipes Piper auritum Crescentia cujete Sechium edule Citrus nobilis var, deliciosa Citrus maxima Citrus sinensis Cinnamomum zeylanicum Citrus aurantifolia Musa sapientum Coffea arabica Theobroma bicolor Gliricidia sepium 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42 43. 44. 45. 46. 47. 48. La. Lavadero Gynerium sagittatum Vochysia guatemalensis Sickingia salvadorensis Cnidoscolus Aconitifolius Hampea euryphylla Mangifera indica Conostegia xalapensis Bursera simaruba Orbignya cohune Annona purprea Bixa orellana Hamelia patens Alpinia purpurata Cedrela mexicana Hedychium coronarium Persea americana 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. Cassia sp. Piper peltatum Chrysophyllum mexicanum Bryophyllum pinattum Erythrina berteroana Annona reticulata Musa paradisiaca Citrus limetta Acrocoma mexicana Witheringia sp. Canna indica Inga edulis Cecropia obtusifolia Xanthosoma violaceum Epiphyllum crenatum Coffea liberica
Figura 5. Diagrama de planta de un huerto familiar de autoconsumo manejado por una familia qeqchi, en la zona de vida bosque muy hmedo subtropical clido, Alta Verapaz Fuente: Lpez, Azurdia y Leiva (2001)
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Los huertos comerciales son aqullos en los que los propietarios destinan un rea significativa del lote para el establecimiento de uno o ms cultivos a los que se le aplica un manejo ms tcnico (siembra sistemtica, en la que algunas veces se aplican pesticidas) y por tanto requiere de mayor fuerza de trabajo familiar (Figura 6). El 17% de huertos de la zona clida y 48% de la parte fra de Alta Verapaz corresponden a esta categora. Leiva y Lpez (1985) reportan la existencia de este tipo de huerto en la cuenca del ro Polochic, en el que las especies dominantes reportadas son platanares, pacayales, cafetales y cacaotales. Es importante mencionar que estos huertos podran representar un sistema de transicin entre lo que es un huerto familiar y un sistema agroforestal comercial multiestrato. Los principales cultivos para la zona clida son caf, cardamomo, ctricos, pltano, nance, cacao, achiote, coco y zapote; para la zona fra son caf, cardamomo, maguey, hortalizas, flores, pacaya y banano. Su superficie es relativamente ms grande que la de los huertos de consumo. Por ejemplo, en la zona clida su rea vara de 0.06 ha a 0.28 ha, y para la zona fra es de 0.1 ha a 0.56 ha. 2.2.9. Evolucin bajo domesticacin El origen de algunas especies cultivadas parece seguir esta ruta (Azurdia, 1984): se inicia con especies adaptadas a los hbitats primarios cerrados. Ms tarde, estas especies se adaptan a hbitats abiertos, ya sea en forma natural o por accin del hombre. Luego, se pueden adaptar en forma de maleza a campos cultivados, donde se convierten gradualmente en especies domesticadas pasando por una serie de etapas en graduacin de su relacin con el ser humano. En esta secuencia, el huerto familiar juega un papel importante, pues en su interior coexisten muchas especies con valor antropognico y que fueron extradas de su condicin silvestre, ruderal o arvense con el objeto de incrementar su
produccin al estar de alguna manera dentro del huerto. Un ejemplo interesante es el loroco (Fernaldia pandurata), especie que en la actualidad tiene demanda a nivel nacional e internacional (Azurdia et al., 2001). El loroco crece de forma silvestre en la regin semirida de Guatemala, en las zonas de vida del bosque seco subtropical y del monte espinoso subtropical, localizadas en los departamentos de El Progreso, Zacapa y Chiquimula. A partir de estas poblaciones, se extrae germoplasma, que es plantado en huertos familiares y de forma intensiva en monocultivo. El proceso de domesticacin que se lleva a cabo de alguna manera responde a lo planteado en el prrafo anterior. Se comienza a manejar dentro de los huertos familiares (proceso de domesticacin) con el objetivo de utilizar sus botones florales para autoconsumo y, en algunos casos, para la venta. Durante el estudio realizado en los huertos familiares de la zona semirida de Guatemala, se observ que el loroco se encuentra presente en el 67.4% de stos. La cantidad de plantas de loroco observadas vara dependiendo del destino de la produccin; por ejemplo, cuando se destina para autoconsumo, se observan pocas plantas creciendo sobre rboles del huerto. Por el contrario, cuando los productos se destinan a la venta, se observan ms plantas sometidas a manejo agronmico, el cual consiste en la aplicacin de riego, podas y establecimiento de tutores. 2.2.10. Conservacin in situ Los huertos familiares juegan un papel importante en la conservacin in situ de especies que estn en peligro de extincin, as como de muchas otras importantes en la seguridad alimentaria. Debido a la disminucin constante de la vegetacin natural y al cambio del uso de la tierra, muchas especies estn desapareciendo de su hbitat natural. Los huertos familiares se convierten en ecosistemas donde los agricultores promueven
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Zona de vida: Bosque muy hmedo Subtropical Clido Huerto No. 2 Comunidad: Trece aguas, Chisec. Superficie: 600 m2 (0.06 ha.) Altitud: 450 m.s.n.m. ndice de diversidad: 0.17
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REFERENCIA:
L. Letrina X---X Transecto 1. Portulaca grandiflora 2. Solanum americanum 3. Capsicum annuum 4. Zinnia elegans 5. Amaranthus hybridus 6. Phaseohus vulgaris 7. Physalis gracilis 8. Mangifera indica 9. Lonchnera rosea 10. Terminalio catappa 11. Psidium guajaba 12. Gliricidia sepium 13. Inga paterno 14. Persea schiedeana 15. Pouteria zapota La. Lavadero 16. Persea americana 17. Saccharum officinarum 18. Coffea arabica 19. Annona muricata 20. Hibiscus rosa-sinensis 21. Cocos nucifera 22. Citrus sinensis 23. Manihot esculenta 24. Cajanus bicolor 25. Piper auritum 26. Eletaria cardamomum 27. Xanthosoma violaceum 28. Musa sapientum 29. Byrsonima crassifolia 30. Sechium edule 31. Semillero de Cybistax donnell-smithii 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. Solanum nudum Anans comosus Zingiber officinale Erythrina berteroana Caladium bicolor Cucurbita moschata Acrocoma mexicana Neurolaena lobata Citrus nobilis var, deliciosa Lycianthes synanthera Witheringia sp. Tithonia diversifolia Hampea euryphylla Eriobotrya japonica Miconia calvescens Bisa orellana
Figura 6. Diagrama de planta de un huerto familiar comercial, manejado por una familia qeqchi, en la zona de vida del bosque muy hmedo subtropical clido, Alta Verapaz Fuente: Lpez, Azurdia y Leiva (2001)
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Para conocer en detalle el papel que juegan los huertos familiares en la conservacin de la agrobiodiversidad, es necesario estudiar especies representativas de los diferentes estratos que los componen. Por ejemplo, para los huertos de Alta Verapaz se escogi el zapote (Pouteria sapota) del estrato arbreo; el gisquil (Sechium edule) del estrato enredaderas; y el chile (Capsicum annuum) del estrato arbustivo. Se condujeron estudios de tipo morfolgico, bioqumico y molecular. stos proporcionaron informacin acerca de la diversidad gentica intraespecie entre huertos y entre regiones, la cual es la base para el diseo de unidades de conservacin y para ampliar nuestro conocimiento sobre la necesidad de utilizar esta forma de conservacin in situ como complemento de otras formas de conservacin, ya sea in situ o ex situ. Por ejemplo, al estudiar el carcter del peso del fruto del zapote en poblaciones de huertos familiares de Alta Verapaz, se observ que se presenta una distribucin alejada de la curva normal en poblaciones silvestres de zapote presentes en el cerro San Gil (Figura 7). Esto se debe a que en los huertos familiares ya existe una seleccin de rboles que producen frutos con un tamao especfico requerido por el mercado o para el consumo familiar, mientras que en las poblaciones silvestres slo acta la seleccin natural. Por lo tanto, la recomendacin inmediata es que deben usarse ambos sistemas de conservacin in situ para preservar la mayor diversidad gentica de esta especie. Similares resultados se observan al estudiar la variabilidad en el peso del fruto de gisquil cuando se compara la diversidad presente en huertos
Los estudios conducidos con marcadores moleculares (AFLPs) en chile mostraron que la diversidad gentica presente en los huertos familiares de Alta Verapaz es equivalente a la diversidad gentica presente en la coleccin nacional de chile del banco de germoplasma de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Guzmn et al., 2005). sta es una evidencia adicional de la importancia de los huertos familiares como metodologa de conservacin, la cual debe complementarse con la metodologa ex situ.
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la conservacin y el uso de dichas especies. Por ejemplo, en el rea semirida de Guatemala, se reportan por lo menos 17 especies propias del bosque que han sido adoptadas en los huertos familiares. Similar situacin se reporta para los huertos de Alta Verapaz: 30 especies con utilidad antropognica forman parte de dichos ecosistemas (Cuadro 8).
para consumo familiar con la de los huertos comerciales. En los huertos de tipo comercial ya existe seleccin bajo domesticacin, dadas las exigencias del mercado en la bsqueda de tipos y tamaos requeridos (Azurdia, Ayala y Leiva, 2001). La informacin de tipo morfolgico, bioqumico y molecular, generada a partir de poblaciones de gisquil que crecen en huertos familiares de Alta Verapaz, indic que existe diversidad en los huertos familiares, entre localidades y entre ecorregiones. Con esta informacin, se propuso una metodologa para establecer unidades de conservacin in situ, la cual se basa en escoger aquellas localidades con mayor diversidad gentica (Figura 8), definidas por la mayor representatividad en los anlisis de grupos generados a partir de la variacin morfolgica, isoenzimtica y molecular (Azurdia et al., 2005).
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Fuente: Leiva et al. (2002) a) b) Figura 7. Distribucin de los pesos del fruto de zapote en huertos familiares de Alta Verapaz (a) y en poblaciones silvestres del cerro San Gil, Izabal (b). Fuente: Azurdia, Ayala y Montes (2005)
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Figura 8. reas mnimas de conservacin in situ en huertos familiares. a. zona fra, etnia poqomchi; b. zona fra, etnia qeqchi; c. zona clida, etnia qeqchi Fuente: Azurdia et al. (2005)
de estos recursos. El ordenamiento se basa en la capacidad de efectuar la transferencia natural de genes entre especies o variedades. Por lo tanto, la estructura y composicin de un acervo gentico dependen principalmente del parentesco y la biologa reproductiva de las plantas que pueden aportar genes para el mejoramiento del cultivo focal del acervo gentico en cuestin. En otras palabras, un acervo gentico abarca toda la informacin presente en la composicin gentica total de una poblacin de organismos entre los cuales existe algn grado de reproduccin sexual. En general, el acervo gentico comprende un grupo de especies filogenticamente emparentadas que constituyen un gnero taxonmico. Hay excepciones a esta norma en el caso de algunos gneros muy grandes
(como Solanum) que incluyen especies tan remotamente emparentadas con el cultivo focal (como la papa, Solanum tuberosum) que no ofrecen posibilidades de aprovechar sus genes para el fitomejoramiento. Por lo tanto, esas especies, aunque sean congenricas con el cultivo, quedan fuera de su acervo gentico por razones prcticas. Por otro lado, hay casos en los cuales las especies de otros gneros cercanos se incluyen en el acervo gentico de un cultivo, como sucede con algunas especies silvestres de Aegilops, que pueden cruzarse con especies de trigo (Triticum) y han resultado tiles para el mejoramiento de este cultivo y constituyen parte de su acervo gentico. El acervo gentico de un cultivo se concibe a partir de tres niveles de intercambio gentico.
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El acervo primario comprende las subespecies, razas, variedades y poblaciones que son sexualmente compatibles, capaces de intercambiar genes mediante polinizacin cruzada, completamente interfrtiles y que corresponden a una sola especie botnica (la del cultivo) dentro del mismo gnero botnico. El acervo secundario comprende aquellas otras poblaciones o especies que se pueden cruzar con los miembros del acervo primario, aunque sea con cierta dificultad, y cuyas progenies conservan algn nivel de fertilidad. El acervo terciario consiste en aquellas poblaciones que slo pueden cruzarse con el acervo primario mediante tcnicas y procedimientos radicales (fusin de protoplastos, rescate de embriones, cruzamientos mediante especies puente, etc.): las progenies de tales cruzas probablemente sern inviables o estriles. La estratificacin del acervo gentico ayuda al fitomejorador a escoger los materiales que ofrecen mejores posibilidades de aportar genes tiles para su programa de mejoramiento. Normalmente, el fitomejorador se concentra en la diversidad gentica presente en el acervo primario debido al fcil acceso a los genes de inters mediante tcnicas convencionales de fitomejoramiento, es decir, por cruzas experimentales. Si el fitomejorador no encuentra las caractersticas que busca dentro del acervo primario (por ejemplo, resistencia a una enfermedad especfica), entonces puede recurrir al acervo secundario o terciario. Los recientes avances en la biotecnologa ayudan a hacer ms accesibles, para los fitomejoradores, los genes presentes en los acervos secundario y terciario. La estratificacin de los acervos genticos tambin ayuda en la conservacin de los recursos genticos, lo cual ofrece pautas a los conservacionistas para que prioricen sus intervenciones y actividades. Por su mayor utilidad y valor para el fitomejoramiento, el acervo primario es el de mayor prioridad para los conservacionistas de recursos genticos, especialmente los
encargados de bancos de germoplasma y las personas e instituciones responsables de la conservacin in situ de la agrobiodiversidad. Los acervos genticos secundario y terciario son de menor prioridad para la conservacin, pero pueden ser motivo de proteccin de acuerdo con la disponibilidad de fondos o amenazas inminentes de erosin gentica a las cuales puedan estar expuestos. 3.2. Parientes silvestres de algunas especies cultivadas importantes de Guatemala 3.2.1. Maz (Zea mays) El maz es uno de los cultivos ms importantes a nivel mundial, y es ampliamente reconocido que su origen se encuentra en Mxico y Guatemala. Se calcula que en el pas se siembran alrededor de 700,000 ha, 33% de ellas en el altiplano central y occidental (Fuentes, 1995). Dada la importancia del maz, se realizaron dos exploraciones importantes para colectar germoplasma de maz en Guatemala. McBryde (1945) obtuvo 318 mazorcas procedentes de 38 sitios en 13 departamentos. Sin embargo, la recoleccin ms importante la desarroll Fuentes entre 1952 y 1953. Con toda la informacin de campo recabada, se realiz la monografa Razas de maz en la Amrica Central por Wellhausen et al. (1957). En aos recientes, el ICTA efectu algunas recolecciones de maces nativos, las cuales se utilizaron como base para mejoramiento (Fuentes, comunicacin personal3). El resultado de este programa gener variedades para el altiplano alto, el altiplano medio y las zonas tropicales. La presencia de dos especies de Zea silvestre en Guatemala respald la tesis de que el maz se origin en territorio guatemalteco. Uno de los primeros reportes sobre la presencia de poblaciones de parientes silvestres de
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El taxon Zea mays subsp. huehuetenanguensis se distribuye en localidades de los municipios de Santa Ana Huista, San Antonio Huista, Jacaltenango y Nentn, departamento de Huehuetenango (Iltis, Kolterman y Benz, 1986). La otra especie de teocinte, Zea luxurians, aparece en los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula. Se sabe que los cruces de teocinte con maz producen descendientes frtiles (Wilkes, 1993). Tanto en Mxico como en Guatemala, se registraron hbridos naturales entre teocinte y maz. Adems, se reporta presencia de genes en ambas poblaciones por efectos de introgresin gentica, ya sea por los agricultores o por la naturaleza (Goodman, 1995). Algunas especies pertenecientes a Tripsacum se consideran cercanas a Zea mays. Sin em-
3.2.2. Frijol (Phaseolus spp.) El frijol (Phaseolus vulgaris) es una de las leguminosas de grano de mayor difusin a nivel mundial, y es cultivado en regiones tropicales y templadas. Representa una fuente importante de protena y caloras para la dieta humana, especialmente en aquellos pases tropicales donde complementa los alimentos bsicos altos en carbohidratos, como el maz, el pltano y la yuca. Adems del frijol comn (P vulgaris), existen cuatro especies domes.
Figura 9. Riqueza de Zea silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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maz, conocidos como teocinte, fue realizado por Kempton y Popenoe (1937). La revisin que desarrollaron Iltis, Kolterman y Benz (1986) muestra con mayor detalle las localidades donde se encuentran las poblaciones de teocinte en Guatemala. En aos recientes, Wilkes (1993) realiz un recorrido por el pas para constatar la presencia de las poblaciones de teocinte reportadas con anterioridad.
bargo, algunos cruces realizados con dichas especies dieron como resultado una descendencia con diferentes grados de esterilidad. A travs de retrocruzamientos, pequeas porciones del genoma de Tripsacum pueden ser incorporadas al maz (Goodman, 1995). El anlisis de riqueza en maz silvestre muestra que las especies no tienen poblaciones que se traslapan en su distribucin. En este sentido, cada poblacin debe ser conservada por separado (Figura 9); es decir, la poblacin de Zea mays subsp. huehuetenanguensis debe ser conservada en su pequea rea de distribucin en el occidente, as como Zea luxurians en el oriente.
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ticadas del gnero Phaseolus (P lunatus, P . . coccineus, P dumosus y P acutifolius), todas . . originarias de Amrica, donde restos arqueolgicos permiten precisar la gran antigedad de su domesticacin y cultivo. El frijol Lima (P lunatus) tuvo una amplia distribucin y se . extendi desde Mxico hasta Cuba, Colombia, Venezuela, Brasil y Per, y actualmente se cultiva alrededor del mundo. El frijol piloy (P coccineus) se distribuy en las partes altas . de Mxico y Centroamrica hasta Venezuela y Colombia en Sudamrica, aunque ahora su cultivo se extiende a algunos pases templados de Norteamrica y Europa debido a su tolerancia a temperaturas bajas. El frijol tepari (P acutifolius) tiene una distribucin . restringida a las partes ridas del suroeste de Estados Unidos y del noroeste de Mxico hasta Guatemala. Es muy apreciado por los pueblos autctonos por su alta tolerancia a la sequa, aunque en la actualidad est siendo reemplazado por el frijol comn. Estudios genticos y moleculares con el frijol comn y el frijol Lima indican que ambos fueron domesticados independientemente en Mesoamrica y en la zona andina a partir de especies progenitoras silvestres de amplia distribucin. El frijol num o piloy (P dumosus) . se cultiva en Mxico, Guatemala y en la parte norte de Amrica del Sur (principalmente Colombia); sin embargo, las poblaciones silvestres se encuentran solamente en Guatemala. Estudios morfolgicos y moleculares recientes mostraron que esta especie es una entidad muy emparentada con P vulgaris y P . . coccineus, a tal grado que el ADN genmico de P dumosus se parece al de P coccineus, . . mientras que el ADN citoplsmico se parece a P vulgaris (Azurdia, 1994). . En Guatemala existen al menos 12 especies de Phaseolus (Freytag y Debouck, 2002). stas incluyen las cinco especies ya mencionadas, y las siguientes: P leptostachyus, P ma. . crolepis, P microcarpus, P oligospermus, P . . . persistentus, P tuerckheimii y P xanthotrichus, . .
cuyo germoplasma puede aportar caractersticas valiosas de resistencia, rendimiento y composicin nutricional para el mejoramiento de estos cultivos de gran importancia comercial y alimenticia a nivel mundial. El anlisis de riqueza mostr que el mayor nmero de especies se halla en el altiplano central de Guatemala. Por esta razn, es posible afirmar que los esfuerzos de conservacin tanto in situ como ex situ deben enfocarse en dicha regin. De acuerdo con la Figura 10, en el rea mencionada se observa la presencia de hasta ocho especies, lo cual contrasta con las reas clidas y hmedas del pas donde slo se presenta una especie. Desde la perspectiva de conservacin in situ, esto representa un reto debido a que en el altiplano central no existen reas de reserva, a excepcin de algunos conos volcnicos, en los cuales la riqueza de Phaseolus es menor debido a los requerimientos climticos de cada una de las especies. 3.2.3. Papa (Solanum tuberosum) La papa es una especie con alta diversidad gentica en Mesoamrica, tanto en las variedades cultivadas como en las diferentes especies silvestres emparentadas con la especie cultivada. En Guatemala se cultivan dos clases de papas, las nativas (mal llamadas criollas) y las variedades introducidas. El rea cultivada comercialmente est cubierta principalmente con las variedades introducidas, mientras que los materiales nativos se cultivan en pequea escala a nivel local o regional. Las especies silvestres emparentadas con la papa pertenecen a la subseccin Tuberarium del gnero Solanum y se distribuyen en dos centros de diversidad en Amrica Latina, uno de ellos comprendido por Mxico y parte de Centroamrica, y el otro en la regin andina (Simmonds, 1995). En Guatemala existen cinco especies de papa silvestre (Spooner et
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Figura 10. Riqueza de Phaseolus silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
al., 1998). Tres de ellas (Solanum clarum, S. bulbocastanum subsp partitum y S. morelliforme) son diploides, mientras que las restantes dos son poliploides: S. demissum, hexaploide; y S. agrimonifolium, tetraploide. Las papas silvestres se encuentran por arriba de los 2,000 metros sobre el nivel del mar, por lo cual estn localizadas principalmente en el occidente de Guatemala, precisamente en las mismas reas que se cultiva la papa domesticada, S. tuberosum. Las especies S. bulbocastanum, S. agrimonifolium y S. demissum estn ms emparentadas filogenticamente entre s que con S. morelliforme, que pertenece a un grupo separado (Spooner, Sytsma y Conti, 1991). Las especies diploides son generalmente de polinizacin abierta, mientras que las poliploides son en alto grado autopolinizadas (Simmonds, 1995). En programas de mejoramiento tradicional de la papa cultivada, S. demissum ha sido utilizada con mayor frecuencia porque tiene genes resistentes al tizn. La mayor riqueza de especies de Solanum parientes de la papa se encuentra en dos regiones del pas. Una est localizada en el rea de los Cuchumatanes, en el departamento de Huehuetenango, y la otra en la
parte correspondiente a Totonicapn y Solol (Figura 11). 3.2.4. Aguacate (Persea spp.) El aguacate es un cultivo importante en pases como Estados Unidos (California y Florida), Israel, Sudfrica, Nueva Zelanda y, ms recientemente, Mxico. El desarrollo de estos cultivos se basa en materiales genticos procedentes de su centro de origen (Mesoamrica), especialmente de Guatemala, donde se cuenta con innumerables materiales genticos de aguacate, conocidos como criollos, los cuales han sido seleccionados y conservados por los agricultores que practican la agricultura tradicional. Los materiales guatemaltecos cultivados pertenecen a tres subespecies que son tambin reconocidas como razas. As, se cuenta con Persea americana subsp. americana (raza antillana), P americana subsp. guatemalen. sis (raza guatemalteca) y P americana subsp. . drymifolia (raza mexicana). La ms abundante es la raza guatemalteca, distribuida en las partes intermedias y altas del pas. A su vez, la raza antillana se distribuye en la costa del Pacfico, y la raza mexicana es poco abundante y se localiza en partes altas del occi-
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dente de Guatemala. Las razas guatemalteca y antillana estn ms emparentadas entre s (Bufler y Ben-Yaacov, 1992). Existe otra especie que puede estar cultivada o en forma silvestre, Persea schiedeana, conocida como shucte o coyou, la cual no est directamente emparentada con el aguacate comn (Furnier, Cummings y Clegg, 1990). Desde 1970 se tiene registro de exploraciones de recoleccin y colecta de materiales criollos en Guatemala, las cuales dieron origen a colecciones de germoplasma que en la actualidad ya no existen (Azurdia y Gonzlez, 1986a). Estudios ms recientes fueron conducidos por personal de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala y por el Acuerdo de Investigacin Agrcola Alemn-Israel (Martnez, Pretzanzin y Lpez, 1994; Ben-Yaacov, 1998), en los cuales se hizo nfasis en materiales de aguacate criollo y especies silvestres. Existen cinco especies silvestres que se encuentran filogenticamente emparentadas con el aguacate, razn por la que se les considera como sus posibles ancestros. stas son P standleyi, P steyermarkii, P tolimanen. . .
sis, P zentmeyrii y P americana var. nubigena . . (Bergh, 1995; Bufler y Ben-Yaacov, 1992; Furnier, Cummings y Clegg, 1990; Zentmyer y Schieber, 1990). El anlisis conducido por Furnier, Cummings y Clegg (1990), utilizando AFLPs, mostr que la raza guatemalteca pudo surgir como resultado de la hibridacin de P steyermarkii como el progenitor femeni. no (dos mutaciones del ADN del cloroplasto similares) con P americana var. nubigena . (una mutacin del ADN de la mitocondria similar). Por lo tanto, se esperara que este grupo de especies tenga capacidad de intercambio gentico con el aguacate cultivado. Otras especies ms alejadas del aguacate son la muy frecuente P donnell-smithii y las . poco conocidas P petenensis, P rigens, P ses. . . silis y P vesticulata. . La diversidad gentica de Persea existente en Guatemala es importante como reservorio de genes para que se utilicen en mejoramiento de la especie cultivada (Persea americana), por lo que las poblaciones naturales existentes en el pas, tanto de especies silvestres como cultivadas por los agricultores (materiales criollos), pertenecen a la riqueza que debe ser conservada.
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Figura 11. Riqueza de especies silvestres de Solanum parientes de la papa. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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El rea con mayor riqueza (cuatro a cinco especies) se sita en el departamento de Alta Verapaz, en la zona de vida identificada como bosque pluvial montano bajo (Figura 12). 3.2.5 Yuca (Manihot esculenta) La yuca es un cultivo de gran importancia en las regiones tropicales del mundo debido a su alta capacidad de produccin de carbohidratos y su habilidad para alcanzar rendimientos considerables en las reas con climas y suelos marginales. La produccin mundial de yuca asciende a cerca de 150 millones de toneladas, de las cuales un tercio es producido en Sudamrica, un tercio en frica y el resto en Asia y varias islas tropicales. Es cultivada principalmente por pequeos agricultores, para quienes representa, en la mayora de casos, su fuente principal de alimento. Sin embargo, debido a la importancia comercial de la yuca como fuente de almidones y alimentacin de ganado, en algunos pases es un cultivo con importancia econmica. En Guatemala, es un cultivo milenario que forma parte, la mayora de veces, del sistema
de agricultura tradicional. Por otro lado, es reconocido que Guatemala es un pas donde existe diversidad gentica de Manihot, tanto entre las variedades cultivadas como entre las especies silvestres emparentadas. La diversidad gentica de yuca cultivada en el pas ya fue considerablemente estudiada (Azurdia y Gonzlez, 1986; Azurdia et al., 1995c) y mostr que existe una gran variabilidad morfolgica, agronmica y nutricional. Estudios conducidos por la Unidad de Recursos Genticos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), que emple marcadores bioqumicos (isoenzimas), mostr una variacin en los diferentes alelos de la enzima esterasa (Debouck, comunicacin personal4). Esta informacin se us para hacer un anlisis de diversidad gentica y se lleg a comprobar que el rea de El Progreso es donde se concentra la mayor variacin. Estudios ms recientes (Azurdia et al., 2002), que utilizan marcadores moleculares del tipo microsatlites, mostraron que Guatemala es un centro en el cual se encuentran genes nicos a nivel mundial, por lo cual su uso y conservacin es prioritario.
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Figura 12. Riqueza de Persea silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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La diversidad ms amplia del gnero Manihot se encuentra en Brasil (rea de diversidad primaria) y en las regiones suroccidental de Mxico y noroeste de Guatemala. De acuerdo con Roger y Appan (1973), en Guatemala se presentan las especies Manihot aesculifolia (Humbolt, Bonpland & Kunth Pohl) y Manihot rhomboidea Mueller von Argau con dos subespecies, M. rhomboidea subsp. rhomboidea y M. rhomboidea subsp. microcarpa, todas en estado silvestre. La especie M. aesculifolia tiene amplia distribucin en Mxico y Centroamrica, y est asociada al bosque seco espinoso con vegetacin dominada por Acacia, Coccoloba y Randia o en la orilla de sabanas con gramneas en crecimiento secundario. En Guatemala, se encuentra en el bosque muy seco y el bosque seco. Segn Roger y Appan (1973), M. aesculifolia es la especie silvestre ms emparentada con M. esculenta e indican que los fitomejoradores pueden encontrar en M. aesculifolia un material gentico rico para diferentes propsitos. Jennings (1995) cita que M. aesculifolia ofrece genes con resistencia a suelos calcreos. El rea que presenta ms riqueza de yuca silvestre en Guatemala es la regin que abarca el departamento de Huehuetenango (Figura
13), donde se pueden encontrar las dos especies silvestres, as como las dos variedades de una de ellas. La otra rea reportada es la que comprende el departamento de Guatemala. Sin embargo, bsquedas recientes de estas especies en dichas reas no obtuvieron resultados positivos debido al considerable desarrollo urbano experimentado por la regin. Por esta razn, sta debera ser una zona de conservacin. 3.2.6 Camote (Ipomoea batatas) El camote es uno de los siete cultivos alimenticios ms importantes a nivel mundial. El mayor productor es China, que acapara el 80% de la produccin del orbe. Este cultivo es tambin importante en el Caribe, Polinesia, algunas reas de Asia, frica y Sudamrica. En Guatemala, es cultivado en pequeas extensiones o dentro de huertos familiares. Su produccin se destina al autoconsumo, a la venta en mercados locales o a la alimentacin de cerdos. Austin (1988) propone que el camote se origin en la regin comprendida entre Yucatn, en Mxico, y la desembocadura del ro Orinoco, en Venezuela, la cual coincide con la distribucin de las especies silvestres I. trfida e I. triloba, consideradas filogentica-
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Figura 13. Riqueza de Manihot silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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mente relacionadas con el camote cultivado. Adems, en esta misma regin se presenta en la actualidad la mayor diversidad de camote cultivado. Los parientes silvestres del camote son especies ubicadas en la seccin batatas, dentro de las cuales sobresalen I. ramosissima, originaria de Centroamrica; I. trfida, de Centro y Sudamrica; e I. tiliacea, del Caribe y Centroamrica. Estudios conducidos por Jarret y Austin (1994), que emplean marcadores moleculares, mostraron que I. trfida y formas tetraploides de I. batatas de Mxico y Ecuador, as como una nueva especie recin descubierta en Mxico (I. tabascana), son los parientes silvestres ms cercanos del camote. Esta ltima especie, tambin situada en la seccin batatas (McDonald y Austin, 1990), no ha vuelto a ser encontrada en Mxico y se tiene germoplasma de una sola localidad en el estado de Tabasco, a cinco kilmetros de la frontera con Guatemala. Por esta razn, se considera prioritario realizar exploraciones para recolectar semilla de esta especie en el lado guatemalteco (Austin, De la Puente y Contreras, 1991). Los trabajos realizados en el mejoramiento gentico usaron ampliamente a I. trfida como especie silvestre con probabilidad de
transferir genes tiles al camote ya cultivado (Iwanaga, Freyre y Orjeda, 1990; Freyre, Iwanaga y Orjeda, 1990; Oracion, Niwa y Shiotani, 1990; Shiotani, Yoshida y Kawase, 1990; Orjeda, Freyre e Iwanaga, 1991). En los departamentos de San Marcos, Retalhuleu, Guatemala e Izabal hay reas donde se pueden encontrar hasta tres especies de Ipomoea silvestre parientes del camote (Figura 14). 3.2.7 Anona (Annona spp.) Anona es un trmino que nombra a varias especies del gnero Annona, que son originarias del trpico americano, especialmente de Mesoamrica. Dada su importancia comercial como especies productoras de frutos, stas llegaron a convertirse en cultivos importantes en otras latitudes. En Mesoamrica se encuentran poblaciones de otras especies de Annona emparentadas con las cultivadas, las cuales son importantes desde el punto de vista del mejoramiento. Las especies cultivadas en Guatemala son Annona cherimola, A. diversifolia, A. squamosa, A. purpurea y A. muricata, que tambin se pueden encontrar en estado silvestre (con la excepcin de A. muricata) junto con
Figura 14. Riqueza de Ipomoea silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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otras siete que slo crecen en estado silvestre (A. glabra, A. reticulata, A. lutescens, A. macrophyllata, A. primigenia, A. scleroderma y A. volubilis). Annona cherimola es una de las especies ms conocidas comercialmente a nivel mundial, y es cultivada en pases como Espaa, Chile y Mxico, y el estado de California. En Guatemala, se distribuye en reas con clima templado y fro, sobre todo en la parte occidental del pas, como parte de los huertos familiares o asociado, algunas veces, al cultivo de caf. En el estudio conducido por Martnez, Orellana y Martnez (2003), se estableci que los frutos se caracterizan en la zona suroccidente del pas por tener carpelos pronunciados y tambin lisos. Se encuentran por encima de los 900 msnm y sus frutos son dulces o muy dulces, sin agrietarse al madurar. Annona diversifolia es conocida como anona blanca y crece en las zonas clidas del pas, especialmente en la costa suroriental. Es una fruta de muy buena calidad, de pulpa blanca y rosada, con el inconveniente de que se raja antes de que se coseche. En Mxico, se le considera como una buena alternativa para la diversificacin agrcola (Marroqun, 2003). Sus frutos, desde muy dulces a desabridos, se encuentran slo en huertos familiares. La mayor diversidad en Guatemala se encontr en los municipios de Chiquimulilla, San Juan Tecuaco y Moyuta (Martnez, Orellana y Martnez, 2003). La sincuya (A. purpurea) es frecuente en la zona costera del Pacfico y se caracteriza por tener pulpa anaranjada. Es ms aromtica y menos dulce que las otras especies cultivadas de inters comercial. Presenta diversidad en tamao y peso, sus flores son de color prpura, no se encuentran formas lisas y algunas veces se agrietan al madurar (Martnez, Orellana y Martnez, 2003). Crecen tanto en forma silvestre como dentro de huertos familiares.
La guanaba (A. muricata) es una especie muy conocida a nivel mundial y Brasil es uno de los primeros productores. Se localiza frecuentemente en la costa del Pacfico y el norte del pas. En la parte suroccidental de Guatemala se encontr en un rango altitudinal de 250 a 1,000 msnm (Martnez, Orellana y Martnez, 2003). La llamada anona colorada (A. reticulata) es poco conocida debido a que sus frutos, en la mayora de los casos, son de baja calidad. Es frecuente en el suroriente de Guatemala, en la Franja Transversal del Norte y, con mayor abundancia, en Petn. Crece bien en suelos de condicin desfavorable, por lo que se puede usar como patrn para injertar especies de mayor valor econmico. En el suroriente, se distribuye en un rango altitudinal de 10 a 1,250 msnm (Martnez, Orellana y Martnez, 2003). En Guatemala se presentan 11 especies en estado silvestre (incluyendo cinco que tambin se hallan en estado cultivado). El Cuadro 9 muestra sus rangos de distribucin altitudinal. Annona glabra podra usarse como patrn para injertar las otras especies de importancia comercial, especialmente con A. cherimola con la cual est ms emparentada (Samuel et al., 1991). Otra especie interesante es A. scleroderma, la cual tiene frutos de 5 a 10 cm de dimetro y su pulpa es cremosa, de textura fina, con sabor agridulce y sin muchas semillas. Los rboles alcanzan buena produccin y pueden usarse como sombra para los cultivos de caf (Mahdeem, 2003). En lo relativo a riqueza (Figura 15), se observar que en los departamentos de Petn, Alta Verapaz y Guatemala existen reas donde se pueden encontrar creciendo de tres a cinco especies de anona silvestre. Petn resulta ser la regin en la cual hay mayor riqueza.
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3.3. Estado de conservacin y posibilidades de ampliar las reas de proteccin 3.3.1. Identificacin de especies prioritarias Se identificaron 22 especies de importancia especial para Guatemala, con las cuales se realiz una investigacin ms profunda para establecer recomendaciones especficas sobre su conservacin. El uso de la tierra para esas 22 especies se muestra en el Cuadro 10. Se identificaron 14 especies de alta prioridad para conservacin, ya que stas tienen menos del 10% de su distribucin potencial dentro de reas protegidas (que representan menos de 100 mil ha). 3.3.2. Establecimiento de prioridades de conservacin Basado en la apreciacin preliminar indicada, se principi a establecer reas prioritarias de conservacin para las 14 especies en ries-
go identificadas. Se sobrepuso su distribucin potencial para identificar reas de alta riqueza, las cuales deberan ser reas ideales para conservacin futura. Se identificaron las especies Capsicum lanceolatum, Carica cauliflora, Phaseolus macrolepis, Solanum demissum y Zea mays como prioritarias, por lo que es necesario poner ms atencin en su conservacin. Su disposicin potencial casi no est comprendida dentro del actual SIGAP y, adems, su distribucin en el territorio nacional no es muy amplia. En este sentido, en la Figura 16 se puede observar la posicin potencial de las especies mencionadas y el traslape que podra existir entre cada una de ellas. Es importante anotar que predecir la distribucin basada en datos climticos no es una forma exacta de priorizar actividades de conservacin, pues muchos factores pueden causar la desviacin de los patrones predecidos. La deforestacin o degradacin del hbitat, los factores edficos limitantes, los
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Figura 15. Riqueza de Annona silvestre en Guatemala. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
asentamientos humanos, la agricultura, la competicin de otras especies y otros factores sociales, biolgicos y geogrficos juegan un papel en la distribucin de las especies. Las predicciones basadas en factores climticos pueden sobreestimar el rango de distribucin actual de las especies. Por lo tanto, el rango de ocurrencia de las especies en el cuadro de uso de la tierra (Cuadro 10) puede estar sobreestimando la cantidad de hbitat de las especies que estn actualmente bajo proteccin. Sin embargo, como una herramienta de priorizacin, estos mapas iniciales pueden ayudar a guiar la investigacin al eliminar lugares donde no es posible encontrar especies debido a condiciones climticas desfavorables. De igual manera, tambin presentan algn uso relativo en cuanto al conocimiento del grado de amenaza que enfrenta cada uno de los parientes silvestres de las plantas cultivadas. Se puede establecer, por ejemplo, que especies como Zea mays y Capsicum lanceolatum tienen distribucin limitada y, por lo tanto, deben de estar en peligro. Una recomendacin general obtenida del estudio es que el departamento de Petn ya se encuentra bien protegido y, si el gobierno
se interesa en proteger a las variedades silvestres de las plantas cultivadas, se deber ampliar la red de reas conservadas en el suroeste del pas (Figura 16). De hecho, ya existe una propuesta (Castro y Secaira, 1999) en la cual se indica que es necesario priorizar biorregiones, es decir, conjuntos de ecosistemas interrelacionados y dependientes, donde existe un conjunto de reas silvestres, corredores biolgicos que las unen y las zonas intermedias urbanas, agrcolas y ganaderas que se relacionan directamente con las reas silvestres. Tres de las ecorregiones priorizadas ms importantes son las llamadas Volcanes occidentales, Cuchumatanes occidentales y Sierra de las Minas, que coinciden con las regiones sugeridas para la conservacin de las especies de agrobiodiversidad importantes para Guatemala y con mayor peligro de erosin gentica (Figura 16). De esta manera, las especies presentes en la biorregin de Volcanes occidentales son Solanum demissum, Capsicum lanceolatum y Phaseolus macrolepis; en la biorregin Cuchumatanes occidentales, Zea mays subs. huehuetenanguensis, C. lanceolatum, P macrolepis y S. . demissum; en la Sierra de las Minas, S. demissum, C. lanceolatum y P macrolepis. .
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Al estudiar las biorregiones que fueron priorizadas por Castro y Secaira (1999), se establece que las reas que poseen mayor riqueza de varios de los gneros silvestres nativos del territorio guatemalteco, se encuentran localizadas en dichas biorregiones. Por ejemplo, en la biorregin de los Volcanes occidentales se localizan y estn presentes los centros de riqueza de los siguientes gneros: Annona, Amaranthus, Capsicum, Cha-
maedorea, Crotalaria, Phaseolus, Ipomoea, Persea y Solanum. Para la biorregin de los Cuchumatanes occidentales, Manihot, Solanum y Spondias. En la Sierra de las Minas, Chamaedorea, Dioscorea y Persea. Al revisar la riqueza de todos los gneros objeto de estudio (Figura 17), se establece que la regin ms rica se encuentra en el altiplano central de Guatemala (44-58 especies), en la biorregin de los Volcanes occidentales.
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Solanum demissum Carica cauliflora Capsicum lanceolatum Phaseolus macrolepis Zea mays Otras especies
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Figura 16. reas de prioridad para investigar y expandir la red de conservacin de Guatemala con el fin de mejorar la proteccin de parientes silvestres de las plantas cultivadas (el negro muestra reas con por lo menos seis especies). Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
El estado de la vegetacin a travs del tiempo es definido por la interaccin de factores como el desarrollo urbano, el crecimiento de la frontera agrcola, el cambio en el uso de la tierra, el cambio climtico, etc. La seleccin de reas de conservacin debe tomar en cuenta estos elementos para que lleguen a ser funcionales. En este sentido, se estudi el efecto que podra tener el cambio climtico en un perodo de 50 aos en la distribucin de especies claves como Annona glabra (Figura 18), Capsicum lanceolatum (Figura 19), Persea americana var. nubigena (Figura 20), Phaseolus vulgaris (Figura 21) y Zea mays subsp. huehuetenanguensis (Figura 22). La nueva distribucin potencial por efectos de cambio climtico de A. glabra (Figura 18) muestra que algunas de las nuevas reas en que podra darse el clima apropiado para el desarrollo de esta especie se encuentran, en parte, en la ecorregin de la Sierra de las Minas. Para el caso de C. lanceolatum (Figura 19) y P americanum var. nubigena (Figu.
ra 20), la nueva distribucin de las especies comprendera reas dentro de las tres biorregiones mencionadas. Para P vulgaris (Figu. ra 21), su nueva rea de distribucin estara dentro de las biorregiones de los Cuchumatanes occidentales y los Volcanes occidentales. Por ltimo, para Z. mays subsp. huehuetenanguensis (Figura 22), la biorregin de los Cuchumatanes orientales cubrira las nuevas reas potenciales de distribucin de la especie. Por lo tanto, este anlisis fortalece an ms el hecho de que se consideren como nuevas reas de proteccin las tres ecorregiones discutidas y propuestas con anterioridad por Castro y Secaira (1999).
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0 - 11 11 - 22 22 - 32 33 - 44 44 - 55 Nodata
Figura 17. Muestra total de los parientes silvestres de las plantas cultivadas de Guatemala. El rea con color rojo representa aqulla con mayor riqueza. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
Figura 18. Cambios en la distribucin potencial de Annona glabra por efectos de cambio climtico en un perodo de 50 aos. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
Figura 19. Cambios en la distribucin potencial de Capsicum lanceolatum por efectos de cambio climtico en un perodo de 50 aos. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
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Cambio Climtico Persea americana var. nubigena
Prediccin con base en clima 2055 Prediccin con base en clima actual Sitios de observacin especial
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Figura 20. Cambios en la distribucin potencial de Persea americana var. nubigena por efectos de cambio climtico en un perodo de 50 aos. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
Cambio Climtico Zea mays L. subsp, huehuetenenguis
Prediccin con base en clima 2055 Prediccin con base en clima actual Sitios de observacin especial
Fig. 21. Cambios en la distribucin potencial de Phaseolus vulgaris por efectos de cambio climtico en un perodo de 50 aos. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
Figura 22. Cambios en la distribucin potencial de Zea mays subsp. huehuetenanguensis por efectos de cambio climtico en un perodo de 50 aos. Fuente: USDA, IPGRI, FAUSAC (2006)
prehispnico. Los trabajos desarrollados por Azurdia et al. (2001a) reflejan informacin de 55 accesiones recolectadas en el pas. Comprenden materiales de introduccin reciente y antigua, pertenecientes a cinco variedades botnicas (a nivel mundial existen seis variedades botnicas). La variedad hipogaea es la ms ampliamente distribuida (26 accesiones), y le sigue en orden de importancia la fastigiata (diez accesiones), la vulgaris (ocho accesiones), peruviana (seis accesiones) y la
hirsuta (cuatro accesiones). La mayor diversidad se encuentra en el departamento de Huehuetenango, donde se cultivan las cinco variedades botnicas y el mayor nmero de razas. Se observ que la introduccin reciente de materiales mejorados desplaza los materiales antiguos. Los datos preliminares de caracterizacin indicaron la presencia de por lo menos 22 razas, distribuidas as: 11 de hypogaea, seis de peruviana, tres de hirsuta (Figura 23), una de fastigiata y una de vulga-
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ris. Los resultados confirman que las especies introducidas en tiempos ancestrales generaron variabilidad; por lo tanto, no se puede dejar de lado el estudio de las especies introducidas y slo enfatizar en especies nativas. 4.2. Pepitoria (Cucurbita argyrosperma) La pepitoria es reconocida como una fuente importante de aceites y protenas contenidas en sus semillas. Adems, la carnaza del fruto puede emplearse en alimentacin humana y animal; y sus flores y hojas tiernas, en alimentacin humana. El cultivo de pepitoria se distribuye en reas de Petn, Baja Verapaz, Escuintla, Guatemala y Retalhuleu, con una altitud de 0 a 1,400 msnm (Azurdia y Gonzlez, 1986). De los trabajos conducidos por Azurdia et al. (1995a), se conoce que las caractersticas morfolgicas del germoplasma de origen guatemalteco son sumamente variables. Esta variabilidad se agrupa en dos ncleos: uno constituido por materiales provenientes de Baja Verapaz y el otro por los restantes originarios de las localidades mencionadas. Se diferencian principalmente porque los materiales de Baja Verapaz tienen caracteres de fruto y tamao de gua ms grandes. El anlisis nutricional mostr que la pulpa tiene valores de protena de 3.25% a 13.06%, fibra de 6.32% a 20.53% y azcares de 0.26% a 5.13%. En cuanto a la semilla, su contenido de protena vari en el rango de 26.38% a 40.40%, y contenido de extracto etreo de 48.66% a 58.35 %, caracteres que la hacen superior a otros cultivos de oleaginosas.
Durante la evaluacin agronmica conducida en diferentes localidades (El Oasis, Zacapa; San Jernimo, Baja Verapaz; Teculutn, Zacapa; y Usumatln, Zacapa) se estableci que la pepitoria en monocultivo no es una alternativa econmicamente viable. Por lo tanto, se realizaron experimentos en otras localidades (Oratorio, Jutiapa; y Guastatoya, El Progreso) con el propsito de comparar la produccin de pepitoria en monocultivo, en asocio con maz y maz en monocultivo. Los resultados en ambas localidades mostraron que la rentabilidad fue negativa en el sistema pepitoria en monocultivo, positivo en el sistema maz en monocultivo y valores positivos muchsimo ms altos en el sistema pepitoriamaz. Esto demuestra que los materiales genticos que tienen los agricultores actuales responden de manera adecuada a un sistema de policultivo, por lo cual, si se quiere desarrollar la pepitoria en monocultivo, habr que desarrollar el mejoramiento gentico para tener las variedades adecuadas a dicho sistema. 4.3. Chile (Capsicum spp.) El chile es una especie con vasta distribucin en el territorio guatemalteco, esto debido a la importancia que tiene en la dieta del ser humano. La mayor parte se consume en los hogares y se produce en los huertos familiares y en las parcelas de agricultores. Algunos otros materiales genticos con uso industrial se cultivan en parcelas ms grandes, generalmente con la aplicacin de tecnologa ms avanzada.
Figura 23. Arachis hypogaea ssp. hypogaea var. hirsuta raza 14. Crdito: Azurdia, C.
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Debido a que Guatemala es un centro de origen y diversidad de Capsicum, la variabilidad presente en el pas es considerable (Figura 24). La ms amplia se encuentra en variedades de chile pertenecientes a la especie Capsicum annuum debido a que es nativa de Guatemala, mientras que especies como C. pubescens y C. chinensis tienen menor variabilidad debido a que son nativas de Sudamrica. Los estudios desarrollados por Azurdia y Gonzlez (1986) muestran las clases y la distribucin de chiles presentes en Guatemala (Cuadro 11), entre los que se incluyen dos especies silvestres. El atractivo del mercado de variedades mejoradas hace que stas ganen terreno dentro de la agricultura del pas, lo cual provoca el desplazamiento de chiles nativos. Sin embargo, la diversa composicin tnica que presenta Guatemala permite que cada una de las comunidades locales guarde una relacin ntima con las variedades de chile con las que estn relacionadas, de manera que dichas comunidades, principalmente las indgenas, protegen celosamente sus cultivares, a tal grado de que al migrar hacia nuevas reas o regiones las llevan consigo. Un claro ejemplo de ellos son las migraciones humanas a Petn, rea en la cual se encuentra chile cobanero llevado por gente qeqchi y chile chocolate, por poblacin proveniente de la costa sur. La caracterizacin morfolgica, conducida en varias localidades del pas (Azurdia et al., 1995b), mostr la alta variabilidad existente en el germoplasma guatemalteco, pues ningn carcter observado o medido con el descriptor respectivo result constante. Dentro de los caracteres estudiados, sobresale que el 62% de los materiales cultivados presentan pedicelo erecto o intermedio, lo que a la par del 83% de estos mismos materiales que tienen el estigma exserto puede permitir polinizacin cruzada que ayude a producir mayor variacin gentica. Otro elemento es la
posicin de los frutos, ya que los materiales cultivados tienen frutos declinados y los materiales silvestres poseen frutos erectos. Este carcter diferencia el grado de evolucin, ya que los materiales silvestres dependen de las aves para la distribucin de sus frutos y semillas; por ello, la posicin vertical es la ms apropiada para conseguirlo. Los datos reportados por Molina, Curley y Bressani (1997) muestran que el contenido nutricional de las hortalizas introducidas es ms bajo que el de las hortalizas nativas. El chile no es una excepcin. Se puede observar que los chiles que crecen en condiciones de maleza (chiltepe y diente de perro) se diferencian notablemente, en los siguientes aspectos, de aquellos que ya fueron sometidos a cultivo: poseen mayor contenido de kilocaloras/gr y fibra cruda, y menor contenido de carotenos, cido ascrbico y humedad (Cuadro 12). Los chiles para ser consumidos en forma deshidratada (chocolate, cuerudo y cobanero) presentan los valores ms altos de cenizas y carotenos. 4.4. Zapote (Pouteria sapota) La importancia del zapote radica en el valor comercial de sus frutos, que son utilizados en alimentacin humana en las regiones donde crece en forma silvestre o cultivada. Su potencial no se aprovecha porque an no representa una actividad econmica importante. En Guatemala se cultiva solamente en pequeas reas, la mayora de veces como una especie componente de un sistema agroforestal. Adems, no se conoce mucho con respecto a tcnicas agronmicas para su cultivo ni mucho menos procedimientos adecuados de postcosecha, mercadeo e industrializacin. Por otro lado, la demanda para estos frutales se ve afectada por la preferencia de la poblacin por otros frutos exticos con mayor disponibilidad y mayor prestigio social. Informacin completa sobre sta y otras especies de rboles frutales de las sapotceas se
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puede consultar en la monografa escrita por Azurdia (2006). El zapote se produce en regiones por debajo de los 1,200 msnm y es frecuente en la mayora de localidades de la costa sur y costa norte, as como en reas de bosque seco pero con auxilio de irrigacin. Estu-
Figura 24. Diferentes clases de chile de Guatemala. a. chiltepe; b. guaque; c. blanco; d. de caballo; e. cobanero; f. huerta; g. habanero; h. sambo; i. pico de gallina; j. chocolate; k. chamborote; l. cuerudo; m. tolito Crdito: Ayala, H.
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dios desarrollados en la costa suroccidental del pas muestran que hay alrededor de dos mil productores que cultivan zapote como sombra de caf y que alcanzan a producir alrededor de siete mil toneladas de fruto, del cual el 25% se destina a la industria, 25% se exporta a Mxico y El Salvador y 50% se utiliza para consumo fresco en el pas. Otra
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Fuente: Azurdia y Gonzlez (1986)
regin importante es Quezaltepeque, en Chiquimula, donde se producen 362 toneladas, procedentes de rboles presentes en huertos frutales, as como 480 toneladas a partir de zapote asociado con caf. En los huertos de San Agustn Acasaguastln, El Progreso, se producen 778 toneladas de zapote. Las poblaciones silvestres de P sapota forman . parte de la selva lluviosa, y se caracterizan por ser rboles de porte erecto y tallos de gran altitud debido a que integran el dosel principal del bosque. Los rboles silvestres
de Petn presentan los frutos y semillas ms grandes y pesados, as como los rboles ms altos. Estos ejemplares se localizan dentro de reas arqueolgicas, por lo cual se plantea la duda de si son de origen silvestre o, de alguna manera, plantados. Con respecto a rboles cultivados, la caracterizacin in situ conducida en 441 rboles en Guatemala mostr que los caracteres ms variables son el peso del fruto, el nmero de semillas/fruto, los pesos de semillas/fruto y la altura y dimetro del rbol. En lo relacionado
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con los caracteres cualitativos, se presentaron 16 formas de fruto. El 67% de los frutos presentaba solamente una semilla, 33% tenan semilla germinada y el promedio del contenido de azcares libres fue de 15.36 grados brix. En San Agustn Acasaguastln se report la presencia de dos rboles con mesocarpio de color amarillo, los nicos reportados para Centroamrica. 4.5. Bledo (Amaranthus spp.) El gnero Amaranthus, del cual existen varias especies comestibles nativas de la regin mesoamericana y que en Guatemala son co-
nocidas como bledo, blero o tzetz, posee un valor nutritivo que puede contribuir a satisfacer la demanda de protena, minerales y vitaminas de la poblacin. El bledo fue parte de la cultura agrcola y religiosa de algunos pueblos de la regin, lo que facilitara su aceptacin como alimento y, con ello, podra diversificar la produccin alimenticia y mejorar la dieta de la poblacin en general. Los guatemaltecos emplean el bledo casi exclusivamente como hortaliza y son contados los casos donde se acude al grano tostado a manera de cereal. Las diferentes especies de bledo son muy solicitadas en los mercados de
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pueblos y ciudades del pas. El bledo proviene de poblaciones en estado de maleza, ya sea ruderal o arvense. En el segundo caso, el bledo se deja crecer a la par de los cultivos mediante la realizacin de deshierbos selectivos o se obtiene a partir de aqullos que se desarrollan despus de pasado el perodo crtico de competencia de las malezas respecto al cultivo. Otra fuente es el bledo cultivado en poblaciones indgenas del altiplano central cercanas a la capital. Dentro de los materiales de bledo en Guatemala existen accesiones con grado considerable de domesticacin (A. cruentus y A. caudatus), que crecen en huertos familiares, donde se plantan y destinan para consumo familiar o venta en los mercados locales. Tambin existen otros con presencia de caracteres primitivos y que constituyen poblaciones en estado ruderal o arvense (A. scariousus, A. hybridus, A. spinosus y A. polygonoides). A. hybridus es la especie que presenta ms accesiones dentro del germoplasma de origen guatemalteco colectado en la dcada de 1980 (Azurdia y Gonzlez, 1986). De acuerdo con el National Research Council (1984), de las especies tipo maleza, slo A. hybridus merece atencin, porque algunos materiales genticos tienen cierta importancia para convertirse en productores de hojas y por representar una buena fuente de genes para mejorar los bledos productores de semilla. Las caracterizaciones conducidas en diferentes localidades del pas mostraron la alta diversidad presente en el germoplasma de origen guatemalteco. Tal cualidad se debe, en principio, a que las localidades donde se condujo la caracterizacin varan en condiciones climticas y edficas, as como la utilizacin de germoplasma perteneciente a diferentes especies. Los resultados obtenidos en cuanto a produccin de semilla y hoja se presentan en el Cuadro 13. Se puede observar que los materiales genticos que mejor responden en la produccin de follaje y semilla
son los pertenecientes a A. cruentus, A. caudatus y algunos a A. hybridus, con independencia de la localidad de que se trate. Estudios desarrollados por Caldern (1989), con algunos materiales genticos seleccionados, mostraron alta variabilidad en todas las caractersticas evaluadas, tanto para localidad y cultivar como para la interaccin localidad X cultivar, lo cual indica alta variabilidad de los materiales e influencia del ambiente en la expresin. A. caudatus y A. cruentus guardan una distribucin ms restringida a nivel nacional y estn presentes en el altiplano central y occidental de Guatemala preferentemente. Los materiales tipo maleza, como A. scariousus y A. polygonoides, se distribuyen, respectivamente, en las zonas costeras del pas y en el altiplano central. La calidad nutricional de las hojas de bledo es similar o mejor que la presente en otras hortalizas de mayor reconocimiento. El contenido de materia seca es alto, lo que da lugar a que la cantidad de nutrientes supere dos a tres veces las presentes en otros vegetales (National Research Council, 1984). Adems, la semilla de bledo presenta cualidades nutricionales que lo hacen, en muchos aspectos, superior a los cereales. Su protena contiene un patrn excepcional de aminocidos esenciales, alto en lisina, triptofano y metionina; los dos primeros deficientes en la protena de los cereales; y la metionina, en la protena de las leguminosas (Bressani, 1988). La bibliografa reporta que el contenido de protena en la hoja y en la semilla vara segn la especie de que se trate. Esto se pudo comprobar en las caracterizaciones conducidas en diferentes localidades del pas (Cuadro 14). De los resultados mostrados en el Cuadro 13 y 14, se puede indicar que la especie A. cruentus es la que presenta mejores caractersticas agronmicas (rendimiento de hoja y semilla) y nutricionales (protena de se-
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milla). La segunda ms importante resulta ser A. caudatus y A. hybridus. Poco se conoca sobre las especies que no fueron sometidas a cultivo, es decir aqullas tipo maleza como A. scariosus y A. polygonoides. Algunos datos sobresalientes son los siguientes: en Patzi-
ca, Chimaltenango, A. polygonoides report el contenido ms alto de protena (26.74%), as como el ms bajo de fibra (10.85%) en hoja. A su vez, A. scariosus report el valor ms alto de cenizas presentes en la semilla (3.78%) para la ciudad capital. Estos resulCaptulo 9
Cuadro 13. Rendimiento de hoja y semilla de materiales genticos de diferentes especies de Amaranthus, caracterizados en diferentes localidades
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tados llevan a plantear la riqueza bromatolgica de la que son poseedores tambin aquellos materiales tipo maleza, por lo que deben tomarse en cuenta como una alternativa alimentaria, ms cuando, en un momento dado, pueden convertirse en plantas deseables por el ser humano al manejarse como malezas toleradas o sometidas a cultivo (Azurdia et al., 1995d). Segn Becker y Saunders (1984), el contenido mineral total (cenizas) de las especies de bledo es por lo general ms alto que el
de los cereales de consumo tradicional. Los resultados obtenidos en la ciudad de Guatemala confirman el alto contenido de cenizas presentes en los materiales genticos de las especies caracterizadas. Adems, estos resultados son superiores a los reportados por National Research Council (1984). Las hojas de bledo son una fuente importante de vitamina A, la que en los trpicos representa una serie deficiencia que conduce a la ceguera a miles de nios cada ao. Los materiales genticos pertenecientes a A. cauda-
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Cuadro 14. Algunos componentes bromatolgicos de la hoja y semilla de diferentes especies de bledo (Amaranthus spp.) caracterizados en diferentes localidades de Guatemala
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tus reportan los valores ms altos de carotenos (precursor de la vitamina A), seguido por los de A. hybridus y A. polygonoides (22.09 mg/g, 19.4 mg/g y 19.37 mg/g, respectivamente). 4.6. Chipiln (Crotalaria longirostrata) Los trabajos desarrollados por Azurdia y Gonzlez (1986) sealan que el chipiln (Crotalaria longirostrata) se distribuye en las partes clidas y templadas del pas (0 a 1,600 msnm). Es un alimento bastante consumido por la poblacin guatemalteca y se obtiene a partir de campos cultivados con otras especies importantes (maz y frijol, entre los ms comunes), donde crece como maleza; o en campos abiertos, donde crece en forma de especie ruderal. El chipiln se elimina en reas con desarrollo de agricultura tecnificada, pues se considera como una maleza. Por el contrario, en reas manejadas con tecnologa agrcola tradicional, el chipiln es adecuadamente manejado para su empleo en la alimentacin del hogar o para destinarlo a la venta en mercados locales. El chipiln es un cultivo importante en algunas reas de la costa sur. Los materiales genticos caracterizados corresponden a los recolectados de 1982 a 1985 (Azurdia y Gonzlez, 1986), as como algunos provenientes de la caracterizacin que desarroll Martnez (1984). Se condujo una caracterizacin en Bulbuxy, San Miguel Panam, Suchitepquez, y una evaluacin agronmica en Cuyuta y Sabana Grande, Escuintla. Con base en el descriptor que se elabor para el gnero Crotalaria, se observ que el 79% de los caracteres reportaron por lo menos dos estados, mientras que el 21% fueron constantes. La variabilidad presente en el germoplasma caracterizado es evidente debido a que los materiales genticos estudiados provienen de poblaciones que an no
El anlisis bromatolgico mostr la alta variabilidad y calidad nutricional del chipiln (Cuadro 16). El anlisis global de la informacin nutricional del chipiln indica que presenta una riqueza considerable, slo comparada con la contenida en otras hortalizas nativas, como el bledo y la hierba mora, lo cual comprueba una vez ms la superioridad de las hortalizas nativas sobre las forneas. La caracterizacin agronmica conducida en Cuyuta mostr que se alcanza mayor produccin de materia seca de hoja cuando se utiliza la siembra por postura (Cuadro 17). Sin embargo, es necesario indicar que los datos reportados para esta metodologa son el resultado de una cosecha nica de 90 das despus de la siembra, mientras que para el sistema al chorrillo se realizaron dos cortes, el primero a los 45 das y el segundo a los 90 das de plantado. Es de suponer que la calidad nutricional de los materiales cosechados a los 45 das puede ser mayor que la de aquellos cosechados a los 90 das. La produccin de los materiales sembrados al chorrillo responde de alguna manera a la capacidad de brotacin de los materiales genticos evaluados. Si se observa la informacin de Sabana Grande (Cuadro 17), se notar que la produccin en ambos sistemas de siembra no es significativa, por lo cual se infiere que el mejor sistema en esta localidad es al chorrillo. La diferencia estadsticamente significativa reportada entre las dos localidades, para los cultivares en ambos sistemas de siembra, demostr que el ambiente influy en
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fueron sometidas a un proceso de domesticacin. Los caracteres agronmicos relativos a la produccin se muestran en el Cuadro 15, donde se identifican aqullos con ms alta produccin. En general se puede adelantar que la produccin de hoja de chipiln reportada es bastante similar a la obtenida en produccin de hoja de otras hortalizas nativas, como Amarathus spp. (bledo) y Solanum americanum (hierba mora).
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Cuadro 15. Rendimiento de los principales materiales genticos de chipiln (Crotalaria spp.) caracterizados en Bulbuxy, San Miguel Panam, Suchitepquez. Densidad: 26,667 plantas/ha
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Fuente: Azurdia et al. (1995)
el comportamiento de los materiales genticos, de manera que los mejores materiales genticos en una localidad no mantuvieron idntico comportamiento en la otra. Adems, en la prueba de comparacin mltiple de medias para las localidades, stas fueron separadas ampliamente en ambos sistemas de siembra. As, Cuyuta mostr mayor capacidad de produccin que Sabana Grande. Los resultados son preliminares y constituyen elementos pioneros en la investigacin que es necesario emprender sobre el chipiln. Es importante continuar estudios en aspectos como distancias de siembra, poca y nmero de cortes, fertilizacin, presencia y control de plagas y enfermedades, investigaciones para establecer el sistema de cruzamiento y el inicio de algunos mtodos de seleccin y mejoramiento gentico. 4.7. Hierba mora (Solanum americanum, S. nigrescens) La hierba mora es una planta abundante en todo el pas y se presenta como maleza ru-
deral y arvense, y con menor frecuencia en cultivos de huerto familiar. El altiplano central de Guatemala es la regin ms importante en cuanto a hierba mora o macuy. Su presencia es familiar como maleza tolerada en los cultivos de maz y el frijol, en huertos familiares y, an ms interesante, cultivada en forma similar a las hortalizas de origen europeo. En esta regin, la especie ms habitual es S. nigrescens, presente por encima de los 1,800 msnm, aunque por debajo de esta altura persiste la especie S. americanum. Los trabajos de Vsquez (1983) y Velsquez (1986) mostraron que los caracteres estudiados presentan alta variabilidad, excepto la localizacin de la inflorescencia, la forma de la hoja y la pubescencia de la semilla, que tienden a ser constantes. Los caracteres agronmicos bsicos que se midieron presentan alta variabilidad. Por ejemplo: das para la germinacin, 7-17; rea foliar en cm2, 2671; das para la floracin, 40-82; perodo de floracin en das, 41-99; das para la maduracin del fruto, 7-39; das para la fructificacin, 54-113; rendimiento en peso bruto,
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566-4,073 kg/ha; rendimiento en peso neto, 252-2,040 kg/ha. Con respecto a la composicin bromatolgica, se reportan resultados sobresalientes: protena, 20.8-28.5%; cenizas, 12.3832.33%; calcio, 589-2,691 mg%; magnesio, 139-246 mg%; potasio, 1,045-2,094 mg%; sodio, 10.5-45.15 mg%; fsforo, 505-777 mg%; hierro, 67.9-189.9 mg%. Adems, se
reporta la presencia de materiales precoces y tardos en cuanto a la floracin. En relacin con el hbito, los hay rastreros, intermedios y erectos. Se observ que los materiales rastreros son los de ms alta produccin.
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Como no existe un paquete tecnolgico para el cultivo de hierba mora, uno de los primeros pasos fue conocer el rendimiento y contenido de protena de la hoja en diferente
Cuadro 16. Caracterizacin bromatolgica de los principales materiales genticos de chipiln (Crotalaria spp.) caracterizados en Bulbuxy, San Miguel Panam, Suchitepquez
Fuente: Azurdia et al. (1995) Cuadro 17. Evaluacin de mtodos de siembra de chipiln en dos localidades de la costa sur de Guatemala
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nmero de das para la cosecha y en nmero de cortes. Los resultados obtenidos por Delgado (1984) indicaron que la poca de corte a los 40 das tiene mayor rendimiento por corte individual promedio (581 kg/ha) y en total de cortes (2,324 kg/ha) para materia verde en bruto. El contenido de protena no presenta diferencia entre las tres pocas de corte estudiadas (20, 30 y 40 das). Al relacionar el contenido de protena con el rendimiento neto, el corte a 40 das presenta mayor rendimiento en protena, tanto para corte individual promedio (64.98 kg/ha) como para el total de los cuatro cortes (259.92 kg/ha). La evaluacin agronmica y nutricional conducida en dos localidades importantes de produccin de hierba mora (ciudad capital y San Mateo Milpas Altas, Sacatepquez) identific a aquellos materiales genticos recomendados para cada una de ellas. Sin embargo, en general se observ que estas especies tienen alta plasticidad (Zamora, 1988).
proteccin especial, humedales, sistemas tradicionales de cultivo, huertos familiares y corredores o espacios designados para crear conectividad entre reas protegidas. Se entiende que ambas metodologas de conservacin son complementarias. La diferencia entre conservacin in situ y ex situ es que la conservacin ex situ se limita a guardar muestras de genes y de organismos, con lo cual puede contribuir a conservar poblaciones viables, pero no procesos y ecosistemas. Entre tanto, la conservacin in situ no slo protege los genes y genomas, sino tambin las especies y sus comunidades, el hbitat y los ecosistemas, y alcanza con ello la proteccin de todos los niveles de organizacin de la biodiversidad. Sin embargo, la agrobiodiversidad se puede conservar mediante la utilizacin de las metodologas ex situ y algunas in situ, especialmente en huertos familiares y sistemas tradicionales de cultivo, como ya se describi. En Guatemala, las pocas colecciones de agrobiodiversidad bajo condiciones ex situ estn a cargo de empresas privadas y pblicas, y se destinan a la docencia, investigacin, educacin ambiental y produccin de especmenes para la comercializacin. El Cuadro 18 muestra las instituciones que tienen bancos de semillas en Guatemala, e indica, adems, los cultivos, especies y el objetivo de la institucin. Debido a que los bancos nacionales no cuentan con condiciones que garanticen la conservacin del germoplasma por perodos largos, se hizo necesario depositar buena parte del germoplasma cultivado en bancos internacionales (Cuadro 19). Si se revisa parte de la historia de algunos proyectos de recoleccin de germoplasma nativo de Guatemala (Azurdia y Gonzlez, 1986; Azurdia, 1989), se podr ver que la mayora de las colecciones recolectadas y conservadas durante la dcada de 1980 ya no existen en
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Aquellas especies que no pueden almacenarse bajo las condiciones de un banco de semillas requieren ser conservadas ex situ mediante el establecimiento de colecciones de campo o en cultivo in vitro. Algunos esfuerzos se desarrollan en Guatemala (Cuadro 20), pero el mantenimiento de dichas colecciones corre el mismo riesgo mencionado para los bancos de semillas nacionales. Muchas especies que poseen importancia econmica se manejan bajo condiciones ex situ, con la finalidad de producirlas y ms adelante comercializarlas. Sin embargo, se considera que durante el proceso, en una forma indirecta, se realiza adems su conservacin ex situ. El Cuadro 21 muestra la situacin actual en Guatemala con respecto a este rengln. En la mayora de las colecciones de elementos de la biodiversidad existentes, la conservacin ex situ est implcita, pero no responde a un programa nacional de conservacin. Adems, se ha constatado que los centros de conservacin ex situ muestran serias limitantes: presupuestos restringidos, espacios e infraestructura inadecuados, equipo obsoleto, escaso personal, inventarios incompletos y escasa coordinacin interinstitucional; lo cual se agrava por la falta de financiamiento que impide cubrir la demanda de infraestructura y equipo, la contratacin de personal especializado y, a la vez, el aumento del uso prctico de las tcnicas de conservacin ex situ de tal
El anlisis de la conservacin in situ en Guatemala (CONAP 2005a) mostr que la agro, biodiversidad es un elemento que no se ha tomado en cuenta en los sistemas de conservacin in situ en Guatemala. Una de las razones que podran justificarlo, en apariencia, es que el objetivo de dichas reas de conservacin se dirige con exclusividad a poblaciones de biodiversidad en condiciones silvestres. Sin embargo, no hay que olvidar que dentro de algunas categoras de reas protegidas existen zonas especiales con diferente grado de manejo, como las zonas de amortiguamiento y las de usos mltiples, dentro de las cuales existen comunidades humanas que desarrollan una agricultura tradicional y cuentan con huertos familiares. Por lo tanto, an dentro del propio SIGAP se pueden desarrollar estos dos sistemas de manejo tradicional que involucran directamente el uso sostenible de la agrobiodiversidad. En este sentido, el CONAP consciente de , su responsabilidad ante la conservacin y utilizacin sostenible de la biodiversidad,
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Guatemala, debido a que el banco ya no es funcional (caso del banco de germoplasma de la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala) o no se realizaron regeneraciones de germoplasma, por lo cual ste perdi toda su viabilidad (caso del banco de germoplasma del ICTA). El germoplasma depositado en los bancos mencionados en el Cuadro 19 est en buenas condiciones y puede acudirse a l cuando sea requerido.
manera que sirvan de complemento a la gestin de conservacin in situ (CONAP 2006). , En Guatemala la conservacin in situ se desarrolla principalmente a travs del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP). Para noviembre de 2005, el SIGAP contaba con 162 reas protegidas en una extensin total de 3,357,470 ha que constituyen aproximadamente un 30.83% del territorio nacional (CONAP 2005). Como ha sido dis, cutido en la parte referente a parientes silvestres, el papel que juegan las reas protegidas en la conservacin de los parientes silvestres de las plantas cultivadas es mnimo; sin embargo, la identificacin de reas con alta concentracin de diversidad en cuanto a parientes silvestres puede guiar la seleccin de nuevas reas de conservacin que incluyan este componente importante de la agrobiodiversidad.
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Fuente: CONAP (2005)
emprendi acciones para incorporar la metodologa de conservacin in situ de la agrobiodiversidad dentro de las zonas protegidas de Guatemala. El primer paso fue el desarrollado de dos proyectos preparatorios para incorporar las metodologas de conservacin in situ de la agrobiodiversidad (huertos fami-
liares y parcelas manejadas con agricultura tradicional) en reas protegidas donde, por su naturaleza, es permisible. Se identificaron las reas prioritarias del pas y sugirieron metodologas para estudiar el componente de agrobiodiversidad y el cultural asociado (CONAP 2006; CONAP 2006a). De esta , ,
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manera, se pretende llenar el vaco que por aos existi en la conservacin y uso sostenible de la agrobiodiversidad del pas. Una parte importante de este estudio es la valoracin de los recursos genticos a travs de la participacin de las comunidades humanas asentadas dentro de las reas protegidas como una forma de reconocimiento de su conocimiento tradicional. Por lo tanto, el estudio en huertos familiares y sistemas tradicionales de produccin en campos de cultivo
puede proporcionar elementos mnimos para hacer una conservacin holstica. El estudio y valoracin de los huertos familiares y sistemas tradicionales de cultivo dentro de las zonas de amortiguamiento y zonas de usos mltiples de las reas protegidas ayudar a proporcionar opciones del manejo y utilizacin de la vegetacin de especies tiles que aseguren alimento e ingreso econmico y, en ltima instancia y en forma indirecta, contribuyan a disminuir la presin sobre las zonas ncleo.
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Cuadro 20. Instituciones que favorecen la conservacin de material gentico vegetal en Guatemala
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Fuente: CONAP (2005)
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Csar Azurdia*
RESUMEN
Guatemala es un pas megadiverso; por esta razn, la biodiversidad debe conservarse adecuadamente para aprovechar esta ventaja comparativa. Los mtodos de conservacin establecidos en Guatemala hacen nfasis, principalmente, en ecosistemas y poblaciones. Sin embargo, se reconoce que es de suma importancia conservar la diversidad a nivel gentico. Los marcadores bioqumicos y moleculares son herramientas modernas que ayudan al conocimiento de la diversidad en este nivel. Estrategias adecuadas de conservacin de la biodiversidad (in situ o ex situ) dependen de la disponibilidad de informacin relacionada con localizacin, distribucin y tipo de diversidad gentica. El uso de marcadores bioqumicos y moleculares, conjuntamente con datos de tipo morfolgico y georreferenciados, proveen informacin confiable para estimar la cantidad de diversidad gentica, estructura de la diversidad en muestras y poblaciones, tasas de divergencia gentica entre poblaciones y distribucin de diversidad gentica en poblaciones presentes en diferentes localidades. En el presente captulo se hace una revisin del conocimiento molecular de algunas especies vegetales nativas de Guatemala, con importancia econmica local y mundial, y se enfatiza en aspectos como riqueza comparativa, centros de origen y diversidad, gentica de poblaciones, presencia de genes tiles, entre otros.
* Consultor independiente.
Tambin se formula una discusin general en torno a las implicaciones de esta informacin con el objeto de orientar los mtodos de conservacin in situ y ex situ y su complementariedad. Palabras clave: Biodiversidad, conservacin in
situ y ex situ, marcadores bioqumicos y moleculares.
SUMMARY
Guatemala is a megadiverse country; consequently, biodiversity should be properly preserved to take advantage of this comparative benefit. Conservation methods established in Guatemala make primary emphasis on ecosystems and populations. However, it is of great importance to preserve diversity at genes level. Biochemical and molecular markers are modern tools that help to learn about diversity at this level. Proper strategies for biodiversity preservation (in situ or ex situ) depend on availability of information related to location, distribution and kind of genetic diversity. The use of biochemical and molecular markers, along with morphological and georeferenced data provide truthful information to estimate the amount of genetic diversity, diversity structure in samples and populations, rates of genetic divergence among populations, and distribution of genetic diversity in populations present in different locations.
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This chapter reviews the molecular knowledge of some native vegetable species of Guatemala with local and global economical importance, emphasizing aspects as comparative richness, centers of origin and diversity, populations genetic, presence of useful genes, among others. There is a general discussion about the implications of this information to guide in situ and ex situ conservation methods and their complementarity. Key words: Biodiversity, in situ and ex situ conservation, biochemical and molecular markers.
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ukojixik rononej tikom ko chuwachulew, rech katoban che ukojik uwach pa junamilal. Ri ubeal chak che uloqoqexik jalajoj uwach kaslemalil pa (in situ rachil ex situ) ri retamaxik ukojik-ubanik bixkil are kayaw ube utarnexik jas taq ko wi rulewal ri jalajoj uwach kaslemalil ija. Ri ukojik taq kak ubeal chak chech kaxlan mes, rachil taq kuxjastaq kuya ube utarnexik ukexenik uwach ija xuquje kuya ube uchakuxik uwach janipa jalajoj uwach kaslemalil ija ko chuwach ulew, ja taq e kiyinaq wi uloq. Wa jun nojwuj xusolij uwach ri nojibalil chirij ukuxjastaq kech ronojel ajwaralik qayesichaj rech Paxil Kayala jas kuya wi qinomalil che komom xuquje che chaqap taq amaq, xqalajisax ubixik ujunamilal qinomal chike jas poqinaq wi, janipa uwach kikaslemalil, ucholaj ri utzilaj ija. Xsolik uwach ronojel bixkil banom puwi sukmajinem ube ronojel chak che uloqoqexik uwach ri jalajoj kaslemalil e ko (in situ xuquje ex situ) rachil utzaqatil. UCHOLAJ TZIJ: jalajoj uwach kaslemalil, uloqoqexik ukux ija-tikonijem, Ubeal chak puwi kaxlan mes rachil kuxjastaq chuwachulew.
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1. INTRODUCCIN
El Convenio sobre la Diversidad Biolgica, del cual Guatemala es signatario, seala la necesidad de conservar la biodiversidad en tres niveles: ecosistemas, poblaciones y genes. El Sistema Guatemalteco de reas Protegidas se enfoca principalmente en el primer nivel, aunque debe admitirse que, a consecuencia de ello, tambin incluye, en alguna medida, parte de los restantes niveles. Esto porque la conservacin de la biodiversidad debe ser complementada con las diferentes modalidades de conservacin ex situ, que se centran en el nivel de poblacin y variacin a nivel de genes. La conservacin de la variacin intraespecfica se ha tomado como elemento prioritario en relacin con el mantenimiento del potencial evolutivo de las especies (Newton et al., 1999). En este sentido, el uso de marcadores bioqumicos y moleculares es la tcnica mediante la cual se puede detectar la variacin como resultado de diferencias, ya sea en la secuencia de un segmento o en genes especficos, o bien en elementos modificadores. Debido a su naturaleza, la caracterizacin molecular ofrece mayores ventajas para determinar diversidad (genotipos y genes) en comparacin con los mtodos tradicionales, ya que stos revelan diferencias a nivel de ADN y no son afectados por efectos ambientales. Guatemala es reconocido como un pas megadiverso (CONAP 2006), por tal razn , es necesario desarrollar polticas tendientes a conservar y utilizar de manera sostenible dicha diversidad, mediante el empleo de metodologas modernas que orienten las decisiones para alcanzar este objetivo. Es comprensible que el uso de marcadores moleculares sea una tecnologa moderna que no ha alcanzado en el pas su mximo desarrollo; sin embargo, existe informacin generada por otras instituciones de investigacin de pases con mayor desarrollo tecnolgico en el tema, as como trabajos pioneros formula-
dos por investigadores de centros nacionales de investigacin. Por lo tanto, la escasa informacin que se ha generado debe discutirse y analizarse para as presentar propuestas que incidan en las decisiones que adopten las instituciones nacionales encargadas de la conservacin de la biodiversidad. Tambin es necesario porque ello propiciar que las unidades de investigacin definan el tema como algo prioritario y diseen metodologas de conservacin sustentadas cientficamente. El presente captulo muestra la revisin del conocimiento bioqumico y molecular de algunas especies vegetales nativas de Guatemala y de importancia econmica para el pas. Se realiza un anlisis comparativo que evidencia la condicin de Guatemala como un pas megadiverso, as como otros datos relacionados con la distribucin de diversidad, centros de origen y diversidad, presencia de genes tiles y elementos de gentica de poblaciones, entre otros. En su conjunto, estos datos pueden utilizarse para orientar cientficamente el uso y conservacin de la biodiversidad. Finalmente, se realiza una reflexin acerca de las implicaciones de la informacin gentica presentada, con el objetivo de orientar la conservacin de la biodiversidad en Guatemala, tanto in situ como ex situ.
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C. pubescens fueron introducidas en tiempos prehispnicos desde su centro de origen, situado en Amrica del Sur. En este sentido, la gran diversidad presente en Guatemala corresponde principalmente a variedades nativas pertenecientes a C. annuum. Adems, en el pas existen cinco especies silvestres: Capsicum annuum var. glabriusculum, C. ciliatum, C. frutescens, C. lanceolatum y C. rhomboideum. La ms comn es la conocida como chiltepe (C. annuum var. glabriusculum), que se distribuye en todas las partes clidas del pas y alcanza alturas hasta de 1,800 msnm. Se considera como el ancestro directo de todos los materiales de chile domesticado pertenecientes a C. annuum se encuentra en forma de maleza, que crece a la orilla de caminos, bosques y algunas veces en huertos familiares donde, dada su alta demanda, lleg a cultivarse. Estudios conducidos por Votava, Nabhan y Bosland (2002) acerca de poblaciones de chiltepe (Capsicum annuum var. glabriusculum) (Figura 1) provenientes de la distribucin perifrica y del centro de origen de dicha especie mostraron ser diferentes. Especficamente, las poblaciones de Guatemala se parecen tan slo en un 25% a las que provienen del norte de Mxico y de Arizona, Estados Unidos. Se reporta que las accesiones guatemaltecas presentan secuencias nicas, con base en estudios que utilizaron marcadores moleculares RAPDs (ADN Polimrfico Amplificado al Azar). La diversidad molecular de las poblaciones de chiltepe de Guatemala es notoria. Guzmn et al. (2005) reportan la existencia de cuatro grupos de accesiones, dos de ellos asociados con materiales genticos cultivados de la misma especie y los otros dos asociados inclusive con otras especies de Capsicum: C. chinense y C. frutescens. Se verific
tambin que los huertos familiares de Alta Verapaz son un reservorio importante en la conservacin in situ de germoplasma de chile, ya que la diversidad identificada con marcadores AFLP (Polimorfismo en la Longitud de los Fragmentos Amplificados) fue similar a la presente en la coleccin nacional de semillas (conservacin ex situ).
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Al hacer el estudio cromosmico, los cruces de dos lneas de C. frutescens de origen guatemalteco (Figura 2) revelaron la presencia de translocaciones recprocas nicas (Yamoah, 1975). Adems, al estudiar la diversidad gentica utilizando isoenzimas, se observ que accesiones de Per, Bolivia y Brasil estn estrechamente relacionadas, ya que muestran distribucin isoenzimtica e ndice de polimorfismo similares. Las poblaciones mexicanas estudiadas reportaron ser ms cercanas a las accesiones de los pases mencionados, mientras que las de Guatemala y Colombia se diferencian considerablemente de stas (Yamoah, 1975).
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2.1.2. Frijoles (Phaseolus ssp.) Mesoamrica es centro de origen y diversidad del gnero Phaseolus. Guatemala posee por lo menos 12 especies, tres de ellas endmicas (Phaseolus persistentus, Phaseolus macrolepis y Phaseolus dumosus). Las especies ms importantes desde el punto de vista econmico, y por ende las ms estudiadas, son P vulgaris, P dumosus, P cocci. . . neus y P lunatus. En Guatemala stas presen. tan poblaciones en estado silvestre. Los anlisis moleculares en accesiones de Phaseolus vulgaris silvestre de Guatemala muestran una variabilidad nica. Por ejemplo, al utilizar ADN mitocondrial, Khairallah et al. (1992) evidenciaron que los patrones de polimorfismo detectados mediante el uso de marcadores moleculares tipo RFLPs (Polimorfismo en la Longitud de los Fragmentos de Restriccin), encontrados en un material de origen mesoamericano, son muy prximos a aquellos presentes en una accesin procedente de Sacatepquez, Guatemala. Estos resultados indican, de alguna manera, que el altiplano central de Guatemala podra ser un rea especfica de domesticacin. Tohme et al. (1996), usando AFLPs en ADN genmico, encontraron que las accesiones silvestres de origen guatemalteco (11 en total) representan un grupo de diversidad nico, el cual es distinto de los materiales silvestres de origen mexicano, algo que no se haba reportado con anterioridad. Las poblaciones silvestres de Phaseolus vulgaris de Guatemala (Figura 3) presentan relacin con la regin ecolgica de origen. Azurdia et al. (1999), mediante el uso de protenas de almacenamiento, evidenciaron que la diversidad de faseolinas presenta un gradiente de variacin que va del oeste al este del pas. Dichos autores mostraron que la variabilidad molecular, utilizando marca-
dores AFLPs, distingue grupos segn la regin de origen. El material gentico de frijol domesticado (P . vulgaris) proveniente de Mesoamrica presenta tres haplotipos de ADN del cloroplasto, tpicos de los materiales silvestres de frijol. De estos tres haplotipos, dos se encuentran en materiales silvestres provenientes de Guatemala y conforman el genoma de las cuatro razas de frijol cultivado presentes en Mesoamrica (Mesoamrica, Durango, Jalisco y Guatemala). El llamado haplotipo I es el nico presente en la raza Guatemala y se puede encontrar en los materiales silvestres de frijol de Chiapas y en los de la parte occidental y central de Guatemala (Pickersgill, Chacn y Debouck, s.f.). Esto indica que la raza Guatemala fue domesticada ac o en Chiapas, tal como fuera sugerido previamente por Beebe et al. (2000). Adems, en los materiales silvestres de Mesoamrica se presentan nueve haplotipos, cuatro presentes en Guatemala y uno de ellos (el conocido como G), nico y no presente en ningn material cultivado (Pickersgill, Chacn y Debouck, s.f.).
Phaseolus dumosus es una especie cultivada en Mxico, Centroamrica y parte de Amrica del Sur. Poblaciones en estado silvestre se
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encuentran solamente en el altiplano central y suroccidental de Guatemala, por lo cual se considera que dicha especie fue domesticada en el pas (Figura 4). Schmit y Debouck (1991), mediante el uso de protenas de almacenamiento en la semilla, descubrieron la existencia de 10 patrones electroforticos en algunas accesiones silvestres de Guatemala y numerosas accesiones cultivadas provenientes del continente americano. De estos patrones, ocho corresponden a materiales genticos mesoamericanos y a dos andinos. La mayor diversidad (seis patrones) se encontr en las formas silvestres ancestrales presentes en el centro del pas. El patrn denominado b, dominante en todos los materiales cultivados mesoamericanos, est presente, con alguna frecuencia, en materiales colombianos cultivados. Estos resultados indican que esta especie fue domesticada a partir de un ancestro silvestre an presente en Guatemala. Otra evidencia que contribuye a sustentar esta teora fue generada por Azurdia (1994a), quien mostr, mediante el uso de isoenzimas, marcadores moleculares tipo RAPDs con ADN total y RFLPs con ADN de cloroplasto, que las accesiones silvestres se agrupan perfectamente con las
accesiones cultivadas originarias de Guatemala (Figura 5). Phaseolus dumosus ha sido reconocido como resistente a la enfermedad llamada antracnosis, producida por Colletotrichum lindemuthianum, la cual ocasiona grandes prdidas en el cultivo de frijol comn (P vulgaris). Por . esta razn se utiliza P dumosus como fuente . de resistencia para el mejoramiento de frijol comn (Mahuku et al., 2002).
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(a)
(b) Figura 5. Diversidad gentica identificada con RAPDs (a) y con RFLPs (b) en especies de Phaseolus de Guatemala. Crdito: Azurdia, C.
Phaseolus coccineus (Figura 6) es nativo de Mesoamrica, presenta una gran variabilidad agrupada en 19 variedades taxonmicas; de las cuales, de acuerdo con Freytag y Debouck (2002), el 21% se encuentra en Guatemala. Anlisis utilizando RAPDs revelaron que en el pas existen dos grupos de P coccineus silves. tre; uno que est evolucionando ms rpi-
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damente debido a la presencia de flujo gentico con materiales cultivados, y otro que permanece en estado silvestre y se caracteriza por semilla pequea de color uniforme y porque crece en reas no perturbadas (Azurdia, 1994a). Por otro lado, se estableci que P coccineus . est ms ligado a P dumosus cuando se ana. liza el ADN nuclear, mientras que est ms alejado cuando se estudia la variacin en ADN citoplsmico. Otro dato importante es el relativo a la tasa de cruzamiento y gentica de poblaciones. Mediante el uso de isoenzimas, se estableci que P coccineus silvestre y cultivado es una . especie algama que presenta mayor diversidad gentica dentro de poblaciones que entre poblaciones (Azurdia, 1994a).
y siete razas que se cree se han originado a travs de hibridaciones entre razas primitivas y entre el maz y el teocinte. La riqueza gentica anotada es considerable si se compara el nmero de razas de maz presentes en Mxico (25 razas segn Wellhausen et al., 1952), considerando el territorio cubierto por dicho pas en relacin con el guatemalteco. De las 14 razas de maz reportadas para Centroamrica, solamente una no se localiza en el pas. Estos resultados han llevado a considerar a Guatemala como un centro de convergencia y divergencia de razas de maz, especialmente el rea occidental (Mangelsdorf y Cameron, 1942). Estudios iniciales de tipo citogentico conducidos por McClintock (s.f.) mostraron que los materiales genticos guatemaltecos presentan por lo menos dos tipos de nudos cromsomicos. Uno caracterizado por nudos grandes (patrn que se distribuye de Mxico hasta Sudamrica), y otro por nudos pequeos, tambin predominante en la parte occidental del pas. Adems, se estableci que en los materiales genticos de origen guatemalteco no existe presencia del llamado cromosoma B (cromosoma accesorio que no tiene informacin gentica). Estudios isoenzimticos conducidos por Bretting, Goodman y Stuber (1990) revelaron la alta variabilidad gentica presente en las razas de maz guatemalteco. Se indica que la variacin isoenzimtica en este germoplasma se asocia con la altitud sobre el nivel del mar. Las razas de la parte baja se diferencian de las de la parte alta ya que, en general, estas ltimas presentan mayor variacin gentica y mayor similitud con materiales de origen mexicano. Bretting, Goodman y Stuber (1990) sugieren que las diferentes combinaciones isoenzim-
2.1.3. Maz (Zea mays) Mesoamrica es reconocida como un centro de origen y diversidad del maz. De acuerdo con Wellhausen et al. (1957), en Guatemala existen 13 razas distintas y nueve sub-razas, donde se incluyen dos razas antiguas de maz palomero o reventn, cuatro razas que fueron introducidas al pas en pocas prehistricas,
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ticas, cariotpicas y caractersticas morfolgicas encontradas en Guatemala evolucionaron en razas de maz locales, quiz como resultado de los diferentes regmenes selectivos impuestos por los indgenas que las cultivaron y domesticaron. El taxon Zea mays ssp. huehuetenanguensis (Figura 7) es endmico para localidades de los municipios de Santa Ana Huista, San Antonio Huista, Jacaltenango y Nentn, en el departamento de Huehuetenango (USDA et al., 2006). La otra especie de teocinte (Zea luxurians) se distribuye en los departamentos de Jalapa y Chiquimula. Estudios conducidos por Mano, citado por Mano et al. (2005), indicaron que plntulas de Z. mays ssp. huehuetenanguensis pueden sobrevivir despus de aplicarles un tratamiento de inundacin con 12 cm de agua, porque son capaces de formar una corona de races adventicias. Esto sugiere que el germoplasma tiene el potencial de sobrevivir en reas anegadas, hecho que incide en la mejora del maz para resistencia a anegamiento. El primer paso para identificar la posicin del gen o genes responsables de este comportamiento fue la elaboracin de un mapa gentico de maz, mediante el anlisis de la segregacin F2 del cruce obtenido entre un maz cultivado y Z. mays ssp. huehuetenanguensis proveniente de San Antonio Huista (Mano et al., 2005). Se detect en el genoma de Z. mays ssp. huehuetenanguensis la presencia de un gen que potencialmente favorece a aquellos gametos que lo portan a tener un grano con un tubo polnico que crece ms rpido, esto lo convierte en un material con caractersticas avanzadas desde el punto de vista de la polinizacin y supervivencia en el medio natural. Adicionalmente, se estableci la probable posicin de los genes responsables de la resistencia a zonas inundadas
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(Mano et al., 2005a). Se determin que las regiones que contienen estos genes (llamados QTL en ingls, que significa loci para caracteres cuantitativos) se encuentran en los cromosomas 4 y 8 del genoma de Z. mays ssp. huehuetenanguensis crucial para la creacin de materiales cultivados de maz resistentes a zonas inundadas. 2.1.4. Cebada (Hordeum spp.) La cebada es un cereal de importancia mundial. Fue domesticado a partir de razas silvestres que en la actualidad se encuentran en el suroeste de Asia. El gnero Hordeum est constituido por especies con tres citotipos (2x, 4x y 6x) y sus relaciones filogenticas son reticuladas y complejas. En Amrica existen especies nativas de Norteamrica, Sudamrica y una endmica para Guatemala, Hordeum guatemalense (Figura 8), descrita como especie nueva por Bothmer, Jocobsen y Jorgensen (1985).
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Esta especie se ubica en los Cuchumatanes, especficamente en el llano de Paquix, Chiantla, Huehuetenango. Su rea de distribucin es pequea, se presenta en zonas inundadas a lo largo de corrientes de agua, a menudo sumergidas, a una altitud de 3,100 msnm. Los estudios citolgicos conducidos con H. guatemalense muestran que es una especie tetraploide (2n=4x=28), reproductivamente aislada de otras pertenecientes al mismo gnero y, de alguna manera, ms estrechamente relacionada con taxa norteamericanos. Es probable que su diferenciacin sea resultado de su aislamiento geogrfico (Bothemer y Jacobsen, 1989). Estudios moleculares conducidos con marcadores moleculares del ADN del cloroplasto expusieron que el origen de H. guatemalense quiz involucr la hibridacin entre H. brachyantherum subsp. californicum y un genoma diploide alterado tipo H (Nishikava et al., 2002).
Decor et al. (1997), mediante la utilizacin de marcadores tipo RAPDs, indican que las especies silvestres de origen centroamericano (C. cauliflora y C. quercifolia) no son necesariamente los parientes ms cercanos. Estudios conducidos con marcadores moleculares de ADN del cloroplasto mostraron que la papaya no tiene un origen monofiltico como sucede con otras especies cultivadas. Se pudo observar que esta especie se separa de otras variedades silvestres de Carica, se supone que evolucion aisladamente, posiblemente en Centroamrica (Aradhya et al., 1999), en la regin Yucatn-Petn-Ro Motagua, ya que de acuerdo con el estudio conducido por Morshidi (1996), desarrollado con especies americanas, y utilizando isoenzimas, dicha regin es la ms variable. Adems, el origen centroamericano de la papaya se fundamenta en el trabajo desarrollado por Mallikarjuna et al. (1999) mediante el uso de marcadores moleculares.
Figura 9. Carica papaya silvestre. Crdito: Azurdia, C. Figura 8. Hordeum guatemalense. Crdito: Montes, L.
2.1.5. Papaya (Carica papaya) La papaya cultivada pertenece a la especie Carica papaya, tambin presente en Guatemala en estado silvestre (Figura 9). Jobin-
2.1.6. Camote (Ipomoea batatas) Estudios conducidos por Zhang et al. (2000) y Dapeng et al. (2000) revelaron, mediante el uso de marcadores moleculares del tipo microsatlite y AFLPs respectivamente, que
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el camote es originario de Mesoamrica. En Guatemala se encuentran presentes diferentes especies de Ipomoea silvestres (Figura 10), dentro de las cuales est Ipomoea trifida, considerada como el pariente silvestre ms cercano del camote cultivado (Jarret y Austin, 1994; Huang y Sun, 2000). Por otro lado, en el anlisis conducido por Zhan et al. (2000) se observ que el material cultivado de origen guatemalteco, identificado como GUA 940, procedente de Uspantn, Quich (Azurdia y Gonzlez, 1986), presenta un fragmento nico que lo diferencia de 24 materiales genticos cultivados de Latinoamrica. 2.1.7. Yuca (Manihot esculenta) En relacin con el origen de la yuca (Manihot esculenta) se han postulado dos centros de origen, uno ubicado en Sudamrica y el otro en Mesoamrica (Roger y Appan, 1973). Diversos estudios muestran que el probable origen de esta especie es sudamericano (Fregene et al., 1994; Olsen y Schaal, 1999).
locales de Guatemala, con una frecuencia suficientemente alta, lo cual sugiere a Mesoamrica como un centro de diversidad de yuca. Estos estudios se realizaron con pocos materiales genticos. Montes et al. (2004) condujeron un anlisis con una muestra ms amplia de variedades locales (120) de origen guatemalteco. Los resultados revelaron la presencia de alelos nicos propios de Guatemala generados por marcadores de tipo microsatlite (Figuras 11 y 12), lo cual provee evidencia adicional para considerar al pas como otro centro de origen de la yuca. El siguiente paso que se desarrolla es el anlisis detallado de las secuencias de fragmentos amplificados, a partir de segmentos de ADN, en un grupo de variedades locales y accesiones silvestres de origen guatemalteco (Azurdia, Montes y Fregene, 2005).
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Figura 11. Diversidad de alelos en yuca procedente de Guatemala, comparado con material gentico de otras latitudes. Informacin obtenida con el microsatlite ssry-21. Fuente: Montes et al. (2004)
Manihot aesculifolia
Sin embargo, la diversidad gentica presente en Mesoamrica es alta. Por ejemplo, dos estudios recientes (Chavarriaga et al., 1999 y Fregene et al., 2003) revelaron la presencia de alelos nicos en landraces o variedades
Figura 12. Diversidad gentica de yuca cultivada (Manihot esculenta) presente en Guatemala, comparada con materiales genticos de otras partes del mundo. Fuente: Montes et al. (2004)
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En Guatemala se encuentra la especie silvestre Manihot aesculifolia que, segn Roger y Appan (1973), figura entre las ms emparentadas con la yuca cultivada, por lo cual puede ser importante en mejoramiento (Figura 13). Jennings (1995) cita que M. aesculifolia ofrece genes con resistencia a suelos calcreos. 2.1.8. Gisquil (Sechium edule) El gisquil es una especie nativa del sur de Mxico y Guatemala, pases donde se encuentra la mayor diversidad, as como la presencia de materiales silvestres y la especie silvestre ms emparentada (S. compositum) (Figura 14). Azurdia et al. (2005b) muestran, mediante el uso de isoenzimas, que los materiales cultivados en huertos familiares de la parte fra y clida del departamento de Alta Verapaz se diferencian por las frecuencias allicas y por los niveles de heterocigosidad reportados.
Se concluye que existe diversidad a nivel de huerto familiar, entre localidades y, de alguna manera, entre ecorregiones (fra y clida). Por ltimo, Azurdia et al. (2005b), con base en informacin morfolgica, isoenzimtica y molecular; proponen una metodologa para determinar reas mnimas de conservacin in situ en huertos familiares.
Figura 14. Sechium compositum y diversidad de gisquil cultivado (Sechium edule). Crdito: Azurdia, C.
Figura 15. Diversidad en Sechium edule, identificada mediante el uso de AFLPs. Crdito: Azurdia et al. (2005b)
El uso de AFLPs (Figura 15) mostr que los materiales cultivados en huertos familiares no se diferencian claramente de los materiales utilizados en plantaciones comerciales, ello se debe posiblemente a que estos ltimos materiales genticos no son el resultado de un programa intensivo de mejoramiento. Por lo tanto, an no hay diferenciacin gentica clara entre ambos tipos de materiales genticos.
Estudios desarrollados por Motamayor y Lanaud (2002) sugieren que el centro de origen del cacao es Sudamrica, de donde se moviliz una pequea parte para Mesoamrica; segn Wolters (1999), no existe evidencia de domesticacin en tiempos precolombinos en la Amazonia, su hbitat natural. En Mesoamrica se originaron algunas mutaciones responsables de las caractersticas del fruto. Estas mutaciones fueron seleccionadas por los agricultores y han dado origen a la
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alta diversidad morfolgica que existe hoy en dicha regin. Esta diversidad puede verse reflejada en la presencia de materiales resistentes a enfermedades. Por ejemplo, Marita et al. (2001) mostraron que de los materiales genticos evaluados contra la enfermedad llamada escoba de bruja, solamente un material de origen mesoamericano presenta resistencia: el identificado como SGU 26, procedente de Guatemala. 2.1.10. Jocote (Spondias purpurea)
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Adems, en los materiales cultivados de Mesoamrica se encontraron cinco haplotipos no presentes en materiales silvestres. Uno de ellos, el reconocido como AE, se obtuvo a partir de un cerco vivo de Guatemala. La presencia de haplotipos nicos en hbitats donde se desarrolla agricultura informal (huertos familiares, cercas vivas) provee sustento para indicar que la agricultura tradicional es un reservorio importante de variabilidad gentica de especies cultivadas, en especial cuando las poblaciones silvestres de la especie cultivada estn declinando. Estudios adicionales desarrollados por Miller y Schaal (2006), utilizando marcadores AFLPs, confirman la presencia de los dos centros de origen mencionados. Los estudios indican que de todos los materiales cultivados originarios de Mesoamrica que evaluaron, la poblacin proveniente de huertos familiares presente en las faldas de la Sierra de las Minas, en jurisdiccin de Ro Hondo, Zacapa, reporta el porcentaje ms alto de loci polimrficos.
El centro de origen del jocote (Spondias purpurea) es Mesoamrica (Figura 16). Recientemente se descubri que existen dos centros de origen en Mesoamrica, uno localizado en el centro occidental de Mxico y el otro en la parte sur de Mxico y Centroamrica (Miller y Schaal, 2005). El segundo centro tiene su posible origen a partir de materiales genticos, con un haplotipo presente en materiales silvestres an disponibles en Guatemala (Villa Canales) y en El Salvador.
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2.1.11. Madrecacao (Gliricidia sepium) Madrecacao (Figura 17) es una especie nativa de Mesoamrica, cuyas flores son usadas como fuente de alimento humano, para la alimentacin de ganado y la instalacin de cercas vivas.
Una explicacin para este patrn de variacin puede ser que las poblaciones ancestrales de esta especie se encuentran en el pas y en regiones cercanas (Lavin, Mathews y Hughes, 1991). El anlisis de ocho poblaciones provenientes de Mesoamrica, mediante anlisis de isoenzimas, mostr que las poblaciones procedentes de la costa sur de Guatemala, precisamente de Ocosito y Monterrico, son las que presentan ms alta heterocigosidad (Dawson y Chamberlain, 1996). Estudios ms detallados conducidos por estos mismos autores en poblaciones de Monterrico, mediante el uso de ADN mitocondrial, indican que existe variacin subpoblacional porque se pueden encontrar dos haplotipos de ADN mitocondrial. Como resultado de estos estudios, en la actualidad se da nfasis, en un programa de mejoramiento, al uso de germoplasma procedente de Monterrico y Retalhuleu (Dawson y Chamberlain, 1996). 2.1.12. Aguacate (Persea americana) El aguacate (Persea americana) cultivado corresponde a tres subespecies que son tambin reconocidas como razas. As, se cuenta con Persea americana ssp. americana (raza antillana), P americana ssp. guatemalensis (raza . guatemalteca) y P americana ssp. drymifolia . (raza mexicana). Existe otra especie cultivada (P schiedeana) que no est directamente . emparentada con el aguacate comn. Todas las especies cultivadas mencionadas se encuentran en el pas, junto a cinco especies silvestres que estn filogenticamente emparentadas con el aguacate, por lo que se consideran como sus posibles ancestros. Se trata de P standleyi, P steyermarkii, P tolimasensis, . . . P zentmeyrii y P americana var. nubigena . . (Bergh, 1995; Buffer y Ben-Yaacov, 1992; Furnier, Cummings y Clegg, 1990; Zentmyer y Schieber, 1990; Scora y Ahmed, 1993).
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Se considera que existen dos especies: Gliricidia sepium, distribuida en la costa pacfica desde el centro mexicano hasta Panam, y G. maculata, localizada en la pennsula de Yucatn. Anlisis de ADN genmico mediante el uso de marcadores RAPDs mostraron que materiales procedentes de Poptn, Petn, presentan caractersticas de ambas especies, por lo cual pueden considerarse como un hbrido (Dawson y Chamberlain, 1996). Adems, anlisis de ADN de cloroplasto mediante el uso de RFLPs revelaron la existencia de cinco genomas, dos de ellos pertenecientes a la especie G. maculata y tres propios de germoplasma de G. sepium procedentes de Mxico y Centroamrica. De stos, al menos cuatro se encuentran en Guatemala. La mayor variacin en trminos de ADN de cloroplasto proviene de accesiones procedentes del este de Mxico, Guatemala y reas adyacentes a Honduras.
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El anlisis desarrollado por Furnier, Cummings y Clegg (1990), utilizando RFLPs, revel que la raza guatemalteca pudo haber aparecido como resultado de la hibridacin de P steyermarkii como el progenitor femeni. no (dos mutaciones del ADN del cloroplasto similares) con P americana var. nubigena . (una mutacin del ADN mitocondrial similar) (Figura 18). Estudios desarrollados por Ashworth y Clegg (2003), empleando marcadores moleculares del tipo microsatlite, confirmaron la separacin de las tres subespecies ya mencionadas. Adems, se comprob la alta diversidad gentica presente entre accesiones de origen guatemalteco.
dentro del fenograma elaborado. Por esta razn, se puede inferir que los materiales genticos salvadoreos comparten caractersticas genticas con los silvestres de origen guatemalteco.
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(a)
2.1.13. Loroco (Fernaldia pandurata) El loroco es una especie nativa de Mesoamrica utilizada en alimentacin humana slo en El Salvador y Guatemala. Se reportan dos especies, Fernaldia pandurata y F. brachypharynx (Figura 19), y esta ltima es endmica del departamento de Escuintla. Anlisis molecular utilizando marcadores RAPDs, conducidos con materiales silvestres y cultivados de origen salvadoreo, y dos accesiones correspondientes a las especies silvestres de Guatemala (Lpez, Montes, Azurdia, 2005), mostraron que no existe una clara separacin entre los materiales silvestres y los cultivados. Ello implica que los llamados cultivados an no han sufrido un proceso de domesticacin significativo que los separe de sus parientes silvestres. Adems, los materiales silvestres guatemaltecos se distribuyen en diferentes grupos
(b)
(c)
Figura 19. Dos especies de loroco. a. Fernaldia brachyphrarynx b. Fernaldia pandurata silvestre. c. Diferencias entre las flores de las dos especies. A la izquierda de la moneda se tienen flores de P pandurata y a la derecha, flores . de P brachypharynx. Crdito: Azurdia, C. .
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2.1.14. Algodn (Gossypium hirsutum) Ms del 90% de la produccin mundial de algodn proviene de cultivares modernos de Gossypium hirsutum, denominado Upland cotton. Se mencionan dos reas geogrficas de diversidad, una en el sureste de Mxico y Guatemala, y la otra en el Caribe (Wendel et al., 1992). Las variedades ms productoras tipo upland que dominan el mercado mundial tienen su origen a partir de materiales locales semidomesticados, procedentes del centro de diversidad cercano a la frontera mexicano-guatemalteca (Hutchinson et al., 1947), lo cual se ha confirmado mediante datos genticos (Wendel et al., 1992). Los algodones de las planicies de los Estados Unidos, cultivados principalmente en Texas y Oklahoma, fueron derivados a partir de introducciones mexicanas mejoradas con diversidad gentica procedente de germoplasma qeqchi, recolectado en Guatemala durante la primera dcada del siglo XX (Wendel, 1995). Estudios ms detallados, utilizando marcadores moleculares (Brubaker y Wendel, 1994), mostraron que las poblaciones de algodn presentes en las costas de Yucatn son verdaderas poblaciones silvestres, las cuales estn geogrficamente cerca de formas agronmicas primitivas. Esto implica que la pennsula yucateca puede ser el centro primario de origen, a partir del cual surgi el centro secundario localizado en el sureste mexicano y en Guatemala. 2.1.15. Injerto (Pouteria viridis) El injerto es una especie sapotcea frutal nativa de Centroamrica (Figura 20). En la actualidad se considera como una alternativa para la diversificacin frutcola de la regin (Azurdia, 2006). En Guatemala se encuentra
principalmente en reas templadas y su uso no ha sido muy difundido. Estudios conducidos en Centroamrica (Azurdia, 2004) revelaron la alta diversidad que se puede encontrar en la regin. Sin embargo, el anlisis de diversidad mediante el uso de marcadores morfolgicos evidenci que la mayor riqueza y diversidad gentica se encuentra en el departamento de Alta Verapaz (Figura 21). Estudios ms detallados, que utilizaron marcadores bioqumicos con materiales genticos de Guatemala, revelaron la presencia de polimorfismo en las cinco enzimas estudiadas. Peroxidasa result ser la ms variable, a tal grado que la mayora de los materiales genticos presentan su propio zimograma, lo cual indica que slo con estudiar esta enzima se puede diferenciar los materiales genticos en estudio. La serie de zimogramas obtenidos para las cinco enzimas polimrficas muestra que ninguna accesin de P viridis es similar . a otra. Es decir, cada una de ellas puede ser identificada plenamente por una combinacin particular de bandas (Azurdia, Meja y Nufio, 1997). El fenograma resultante del anlisis isoenzimtico mostr que los materiales de Alta Verapaz estn presentes en los dos grupos de diversidad gentica formados. Ello podra corroborar, en parte, lo planteado por Azurdia (1994) y Azurdia et al. (1997b) que indican, con base en informacin de tipo etnobotnico, morfolgico y presencia de parientes silvestres, que P viridis podra ser originario del . rea altaverapacense.
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las reas de su distribucin original. En Guatemala an existen poblaciones en el norte de Petn, precisamente en la Reserva de la Bisfera Maya (Figura 22). Estudios genticos conducidos por Vsquez (1998) en materiales procedentes de Centroamrica y Mxico, utilizando marcadores moleculares tipo RAPDs, mostraron que los materiales guatemaltecos poseen el ndice de diversidad gentica ms alto (ya sea el de Shannon o bien el de Nei). Adems, estas mismas poblaciones presentan la varianza ms alta dentro de procedencias. Vsquez menciona que en Centroamrica se encuentran dos grupos de diversidad, uno constituido por materiales genticos procedentes del sur (Costa Rica y Panam) y el otro por el resto de pases estudiados. Es interesante resaltar que las accesiones procedentes de Guatemala se distribuyen en los diferentes subgrupos formados, lo cual muestra la diversidad existente en dichas poblaciones.
Figura 21. Riqueza de Pouteria viridis en Centroamrica. El color rojo identifica al rea con mayor concentracin Crdito: Azurdia, 2006
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2.2. Especies forestales 2.2.1. Caoba (Swietenia macrophylla) La caoba es una especie neotropical que se encuentra enlistada en el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), debido a que est extinta en la mayora de
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Estudios complementarios conducidos por Gillies et al. (1999) sealan que los materiales genticos procedentes de La Tcnica, Petn, presentan mayor diversidad gentica con los diferentes cebadores utilizados. Esta poblacin es la que reporta el valor ms alto de heterocigosidad. Otro dato importante reportado por estos autores es que las poblaciones estudiadas presentan mayor variacin dentro de las poblaciones que el reportado entre poblaciones. Este elemento es crucial en la planificacin de metodologas de muestreo y conservacin. Estudios ms recientes utilizando marcadores moleculares tipo microsatlite confirmaron la existencia de dos grupos de diversidad gentica en Mxico y Centroamrica. Adems, de nuevo se muestra la alta diversidad gentica latente en poblaciones de caoba de Betel y Tikal, Petn. En Betel se reporta uno de los valores ms altos de alelos (8.57 en prome-
dio, con un rango de 5-13). Adems, esta poblacin presenta tres alelos nicos (Novick et al., 2003). 2.2.2. Pinabete (Abies guatemalensis) Abies guatemalensis (Figura 23) es la nica especie de Abies presente en Guatemala, y est distribuido desde la parte sur de Mxico hasta El Salvador y Honduras. Esta especie se encuentra en peligro de extincin, por lo cual est considerada dentro de la Convencin CITES. El estudio conducido por Aguirre-Planter et al. (2000) indica que las poblaciones de pinabete muestran bajos niveles de variacin gentica (nmero de alelos por locus, heterocigosidad observada vrs. heterocigosidad esperada, porcentaje de loci polimrficos), baja diversidad gentica dentro de las poblaciones y alta entre poblaciones. Estas caracCaptulo 10
Figura 23. Abies guatemalensis del altiplano occidental de Guatemala. Crdito: Roma, R.
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tersticas son contrastantes por ser propias de especies autgamas, con distribucin geogrfica reducida y poblaciones pequeas. Se sabe que el pinabete es una especie algama con distribucin geogrfica relativamente alta, pero sus poblaciones naturales son de tamao reducido por la presin que han tenido; adems, estn separadas una de otra considerablemente (aislamiento), hecho que implica la presencia de endogamia. Desde el punto de vista de conservacin in situ es recomendable conservar el mayor nmero de poblaciones de pinabete antes que conservar pocas poblaciones de tamao ms grande. 2.2.3. Pinos (Pinus spp.) En Guatemala se reportan nueve especies de pino y siete variedades (Fargon y Styles, 1997). De stas, P caribae var. hondurensis, . P tecunumanii, P maximinoi y P oocarpa han . . . recibido ms atencin por ser considerados recursos forestales importantes para el pas, as como para su expansin a otras latitudes. La poca investigacin realizada sobre los pinos de Guatemala se centra en esas especies. Por ejemplo, se conoce que los pinos del grupo Oocarpae de Mesoamrica (dentro de los cuales se encuentran P oocarpa y . P tecunumanii de Guatemala) representan un . grupo de variacin distintivo al compararlo con especies del grupo Australe, el cual tiene distribucin geogrfica ms amplia (Dvorak et al., 2000a). Hodge y Dvorak (1999) mencionan que especies del grupo Oocarpae (P oocarpa y P . . tecunumanii) son mucho ms resistentes a la enfermedad llamada cncer de la mdula (causada por Fusarium subglutinans), que las especies del grupo Australe. Ensayos en P maximinoii de materiales procedentes de . San Jernimo, Baja Verapaz, conducidos en Brasil, Colombia y Sudfrica, han mostrado
que son una de las especies ms productivas (Dvorak et al., 2000). Referente a P tecunumanii, Dvorak et al. . (1999) reportan que existe en Guatemala una poblacin de tamao grande con presencia de alelos especficos con alta frecuencia, y que estos alelos se presentan en alta frecuencia en poblaciones ms pequeas localizadas a distancia considerable. Este elemento debe ser considerado cuando se planifique conservacin in situ de esta especie. Por aparte, P chiapensis se considera como . un taxn con poblaciones en peligro de extincin. Se distribuye principalmente en Mxico, pero en el departamento de Huehuetenango, Guatemala, se reportan las poblaciones ms extremas de su distribucin. Estudios conducidos por Newton et al. (2002) muestran que la poblacin huehueteca de Barillas reporta un ndice de diversidad gentica ms bajo que el del promedio de las poblaciones analizadas, as como la presencia de un perfil gentico basado en ADN de mitocondria, similar al de materiales genticos provenientes de Chiapas. La disminucin de la diversidad gentica podra deberse al tamao reducido de las poblaciones an presentes en Huehuetenango, tal como ha sido reportado y discutido para el pinabete (Abies guatemalensis).
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tidad de diversidad gentica, estructura de la diversidad en muestras y en poblaciones, tasas de divergencia gentica entre poblaciones y distribucin de diversidad gentica en poblaciones presentes en diferentes localidades (De Vicente et al., 2005). Toda esta informacin orienta las actividades de conservacin y uso sostenible de la biodiversidad. Algunas implicaciones se discuten en los siguientes apartados. 3.1. Nuevas reas de conservacin in situ El objetivo de las reas de conservacin in situ consiste en tener representada la mxima variabilidad en los niveles de diversidad conocida (es decir, ecosistemas, poblaciones y genes), por lo que el conocimiento de la distribucin de la variabilidad de la biodiversidad comparada con el actual sistema de reas protegidas puede mostrar la presencia de vacos. El establecimiento de nuevas reas de conservacin puede responder a diferentes criterios. Por ejemplo, la presencia de especies endmicas no protegidas, especies con alto valor cultural y econmico, ecosistemas especiales no incluidos en el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas, etctera. Un ejemplo importante por considerar es la presencia del maz silvestre conocido como teocinte (Zea mays ssp. huehuetenanguensis), en el departamento de Huehuetenango, donde, a pesar de su importancia, no existe ningn rea protegida que incluya las escasas poblaciones an presentes. El establecimiento de un rea protegida en este departamento puede incluir otras especies importantes de la agrobiodiversidad como Phaseolus vulgaris silvestre, Cucurbita lundelliana (pariente silvestre del ayote) y varias especies silvestres de Solanum, emparentadas con la papa (Solanum tuberosum).
Otro caso interesante, que indica la importancia del conocimiento de la distribucin de la biodiversidad, es el relacionado con Abies guatemalensis. Como se indic con anterioridad, el hecho de que las pocas poblaciones existentes se diferencien en cuanto a su diversidad gentica obliga a que se tenga que proteger una mayor cantidad de reas para incluir ms poblaciones, y de esta manera tratar de conservar la diversidad gentica an presente en el territorio nacional.
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3.2. Apoyo a otras metodologas de conservacin En Guatemala no existe ningn programa que apoye la conservacin in situ de la agrobiodiversidad mediante el uso de huertos familiares y parcelas de agricultores con manejo tradicional. Los estudios moleculares conducidos sobre Capsicum en los huertos familiares de Alta Verapaz (Guzmn et al., 2005) demuestran la importancia de estos sistemas como reservorio de diversidad gentica. Estudios similares conducidos en especies frutales que crecen en huertos familiares llegaron a similares conclusiones (Azurdia, Ayala y Montes, 2005a). Mediante el uso de marcadores isoenzimticos y moleculares (marcadores AFLPs), Azurdia et al. (2005b) recomiendan el establecimiento de una unidad de conservacin in situ, constituida por diferentes sistemas de huertos familiares en Alta Verapaz. El ejemplo del jocote, ya discutido, es interesante ya que, las formas de conservacin in situ (huertos familiares y cercas vivas) conservan ms variabilidad gentica comparada con la contenida en poblaciones silvestres, debido a que stas han sido casi eliminadas en su rea de distribucin.
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Por otro lado, el concepto de coleccin nuclear fue referido para la utilizacin de una parte del germoplasma presente en grandes colecciones ex situ. En esta muestra, se considera que contiene la diversidad gentica contenida en toda la coleccin almacenada en los bancos de germoplasma. Sin embargo, Azurdia et al. (1997a) proponen la inclusin de este concepto como una metodologa de conservacin. En esencia, se sugiere tener una muestra representativa de accesiones de aquellas especies arbreas, principalmente las que poseen semillas recalcitrantes (no se pueden almacenar en condiciones de baja temperatura), de las cuales no es posible contar con muchas accesiones por el espacio requerido para su establecimiento en una coleccin de campo. Parte de la informacin requerida es la diversidad bioqumica y molecular contenida por un nmero alto de poblaciones normalmente presentes en condiciones silvestres o bajo otro sistema de manejo; es decir, huertos familiares o en parcelas de agricultores manejadas con tecnologa tradicional. 3.3. Mtodos de muestreo y decisiones referentes a tamao y nmero de poblaciones por conservar Mediante el uso de marcadores de expresin codominante (bioqumicos o moleculares) se establece el tipo de cruzamiento de las poblaciones de una especie. As, se pueden conocer parmetros relativos a la gentica de poblaciones. Informacin relativa a tasa de cruzamiento, heterocigosidad esperada y observada, y la diversidad gentica entre y dentro de poblaciones, son parmetros que orientan el muestreo de diversidad gentica. Por ejemplo, en poblaciones algamas o de polinizacin cruzada (pinos, maz, sapot-
ceas), la diversidad gentica ms alta se encuentra dentro de los componentes de una poblacin antes que entre poblaciones (Azurdia, Ayala y Guarino, 2000). En este sentido, la recomendacin es muestrear menor nmero de poblaciones (al no haber mucha diferencia entre ellas), pero incrementando el nmero de individuos muestreados en dichas poblaciones, ya que la variabilidad es alta dentro de la poblacin. Similar lgica se aplica cuando se tiene que contestar a la pregunta relacionada con el tamao y nmero de reas por conservar. Es decir, en especies algamas se recomienda reducir el nmero de poblaciones por conservar, pero se necesita incrementar su tamao. Esto es aplicable siempre y cuando las poblaciones objeto de estudio no hayan sufrido disminucin de su diversidad gentica por efectos de sobreexplotacin del recurso, tal como ha sido discutido para el pinabete en Guatemala. 3.4. Complementariedad entre las dos formas de conservacin (in situ y ex situ) Las formas de conservacin ex situ (bancos de semillas, colecciones vivas, coleccin in vitro, bancos de genes) funcionan como complemento a la conservacin in situ. Los problemas que presentan, entre otros, son el costo de mantenimiento constante, el cese de la evolucin de las especies, el peligro inminente de prdida del germoplasma almacenado y el riesgo de creacin de mutaciones en el material almacenado. Sin embargo, esta metodologa puede tener amplia utilidad cuando se pretende conservar y comercializar la biodiversidad, pues as se reduce la presin sobre el recurso conservado in situ. Desde el punto de vista de conservacin propiamente dicha, las dos metodologas son
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complementarias. Por ejemplo, Guzmn et al. (2005) mostraron que la diversidad gentica conservada in situ, en materiales de Capsicum en huertos familiares, es equivalente a la diversidad gentica presente en la coleccin nacional ex situ. Por lo tanto, es evidente el papel que juegan los huertos familiares en la conservacin de la biodiversidad. Adems, se manifiesta la necesidad de realizar ms colecciones en Alta Verapaz, donde existe la posibilidad de encontrar ms diversidad gentica que an no est presente en la coleccin nacional. Otro ejemplo interesante es el que presentan Azurdia, Ayala y Montes (2005) cuando comparan la diversidad gentica presente en poblaciones de zapote en huertos familiares versus poblaciones en estado silvestre. Se reporta que bajo las diferentes formas de conservacin se tiene diferente variabilidad gentica, por lo cual la conclusin a que llegan es que la diversidad gentica, en este caso, se debe conservar mediante el uso de huertos familiares y poblaciones silvestres. 3.5. Conservacin ex situ Para el manejo adecuado de las colecciones mantenidas ex situ se necesita conocer la diversidad gentica existente en ella. El uso de marcadores bioqumicos y moleculares ayuda a identificar esta diversidad, as como a orientar las actividades tendientes a la conservacin y uso del germoplasma conservado. Por ejemplo: Establecimiento taxonmico, domesticacin y estado evolutivo de la especie conservada. Estrategias de muestreo de germoplasma ms adecuadas para conocer los sitios prioritarios en los que se encuentra la variabilidad gentica de una especie en particular.
Identificacin de accesiones duplicadas en la coleccin. Identificacin de genes tiles y enriquecimiento de la coleccin con estos materiales. Reconocimiento del papel que juegan los parientes silvestres en el perfeccionamiento de los materiales que han sido mejorados. Determinacin del tamao adecuado de la coleccin sin correr el riesgo de disminuir su variacin gentica. Establecimiento de colecciones ncleo para facilitar la utilizacin de las colecciones ex situ. Desarrollo de la huella gentica de accesiones importantes en mejoramiento gentico.
3.6. Otros usos Desarrollo de la investigacin bsica para establecer elementos sustantivos que respalden los anlisis de riesgo ante la introduccin de organismos vivos modificados que provoquen contaminacin gentica de la biodiversidad guatemalteca. Estos estudios incluyen aspectos como relaciones filogenticas entre especies, estructura gentica de las poblaciones, identificacin de marcadores clave para el monitoreo, tasa de cruzamiento, distribucin de la diversidad gentica, etctera. Esta informacin tambin puede aplicarse en el campo del uso sostenible de la biodiversidad, precisamente en el establecimiento de aquellas poblaciones de determinada especie que se seleccionen para desarrollar bioco-
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mercio y su posterior monitoreo, para asegurar el mantenimiento de la diversidad gentica contenida en ellas.
nivel de pregrado y posgrado en las universidades nacionales. A su vez, debe impulsarse el desarrollo de la investigacin mediante la bsqueda de financiamiento nacional e internacional. Priorizacin de especies para desarrollar este tipo de estudio. Por ejemplo, los estudios sobre especies endmicas de Guatemala pueden establecer su diversidad gentica y, tambin, orientar las metodologas de muestreo y conservacin con una base cientfica. Otras especies de importancia son aqullas consideradas en proceso de extincin (los ejemplos discutidos acerca del pinabete y teocinte aclaran mejor este punto), as como las que tienen importancia econmica real o potencial. Un buen ejemplo que engloba los elementos discutidos es Hordeum guatemalense, pariente silvestre de la cebada para el cual se deben desarrollar estudios moleculares en sus pocas poblaciones existentes, porque es una especie endmica, en proceso de extincin, que tiene un alto valor en el mejoramiento gentico de este cereal.
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5. GLOSARIO
Accesin: Muestra de germoplasma representativa de uno o varios individuos de la poblacin. AFLP: Tecnologa de anlisis molecular que busca diferencias (polimorfismos) en el ADN mediante el uso de enzimas de restriccin, amplificacin mediante el uso de termociclador y separacin de fragmentos en geles de alta resolucin. Cariotipo: Nmero, tamao y morfologa de los cromosomas presentes en una especie. Algunas veces se utiliza el trmino para describir fotos microgrficas de preparaciones de arreglo de cromosomas. Codominante: Condicin donde dos alelos de un gen se expresan cuando estn en condiciones heterocigticas. Coleccin ncleo: Muestra representativa de una coleccin de germoplasma, de la cual se estima que contiene variabilidad gentica. El 10% de la coleccin original puede ser considerada como una coleccin ncleo. Fenograma: Diagrama en forma de rbol donde se muestran las relaciones de similitud o diferencia entre elementos de un sistema. Fingerprinting: Patrn de variacin molecular obtenido mediante marcadores moleculares o bioqumicos que identifica a un individuo en particular.
Haplotipo: Representacin simblica de una combinacin de alelos fsicamente cercanos o unidos y pertenecientes a un grupo de genes relacionados. Isoenzimas: Formas mltiples que posee una enzima. Landrace: Tambin conocida como variedad local. Es una variedad desarrollada por los agricultores en condiciones agroecolgicas y socioeconmicas particulares. Se asocia con aquella agricultura manejada con tecnologa agrcola tradicional. Marcadores moleculares: Identificacin de segmentos de ADN correspondientes a regiones expresadas o no del genoma. Los ms informativos son aqullos con expresin codominante. Marcadores bioqumicos: Identificacin de fenotipos provenientes de la expresin de protenas. Las ms utilizadas son las protenas de almacenamiento de las semillas y las llamadas isoenzimas. Estas ltimas tienen expresin codominante. Microsatlite: Secuencia de ADN altamente repetitiva. La variacin en el nmero de estas secuencias se emplea como carcter diferencial para anlisis de diversidad gentica. En este sentido, se convierte en un marcador molecular donde se utilizan segmentos identificadores de la secuencia, amplificacin de la misma y separacin e identificacin de los fragmentos mediante el uso de un gel de alta resolucin.
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Nudo cromosmico: Trmino usado en citogentica para nombrar a un cromosoma especfico que tiene la capacidad de teirse intensamente y de servir como punto de referencia. Este tipo de cromosoma se identifica inmediatamente en el estado de meiosis. Primer: Cadena simple de ADN usada para iniciar la reproduccin de un segmento de ADN por parte de ADN polimerasa III. En el uso de marcadores moleculares, esta cadena simple es creada artificialmente y utilizada para identificar y ampliar cadenas de ADN mediante el uso de un aparato artificial llamado termociclador. QTL: Conjunto de genes responsables de la expresin de caracteres de tipo cuantitativo. RAPD: Marcador molecular que emplea primers para amplificacin de segmentos de ADN al azar.
Raza: Poblaciones diferenciadas de otras de la misma especie por tener caractersticas propias. RFLP: Marcador molecular que se basa en la identificacin de polimorfismos de la longitud de los fragmentos obtenidos por el corte enzimtico del ADN e hibridacin de stos con secuencias homlogas de ADN. Segregacin: Fenotipos presentes en la progenie debido a la separacin de diferentes alelos en la planta madre. Translocacin recproca: Intercambio recproco de segmentos cromosmicos entre dos cromosomas no homlogos. Zimograma: Representacin esquemtica de la expresin fenotpica de una enzima especfica.
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Captulo 11
Biodiversidad y amenazas
Reginaldo Reyes*
RESUMEN
El presente captulo se sustenta en fuentes secundarias, sistematizadas, sintetizadas y esquematizadas, con el objetivo de identificar y describir las principales amenazas que, a nivel nacional, afectan la conservacin, proteccin y uso sostenible de la biodiversidad en sus tres componentes bsicos ecosistemas, especies y genes; analizadas todas a partir de una relacin causa-efecto. Las amenazas son definidas como una combinacin de procesos fsicos, sociales o de carcter econmico, que dan origen a diversos problemas ambientales que, en su dinmica, generan riesgo o contingencia frente a la cual una comunidad particular o elemento de conservacin natural es vulnerable. La relacin causa-efecto fue determinada mediante el uso de la herramienta anlisis de problemas, por las ventajas que sta presenta para el anlisis del contexto, la relacin con la problemtica principal e interacciones entre problemas secundarios. La primera parte del captulo hace nfasis en ocho causas fundamentales de las amenazas a la biodiversidad como problemas centrales, entre ellas: el manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad, la inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra, la escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados, la debilidad del estado de derecho y de la institucionalidad, las presiones provocadas por los niveles de pobreza, la estructura agraria prevaleciente, el desempleo urbano y rural y el crecimiento poblacional; finalizando en cada caso con sugerencias acerca de cmo pueden ser abordadas por los principales actores. La segunda parte del captulo hace referencia a la descripcin de las principales amenazas y sus efectos sustanciales y directos a la biodiversidad. Fue formulada siguiendo el mismo esquema de anlisis de rboles de problemas. El grupo de amenazas analizado comprendi la narcoactividad, la contaminacin por desechos slidos y lquidos, los incendios forestales, la introduccin de especies exticas invasoras, la exploracin y explotacin petrolera y minera, la caza, pesca y el trfico ilegal de vida silvestre, la deforestacin y avance de la frontera agropecuaria, la introduccin de organismos vivos modificados genticamente (OVMG) y el cambio climtico. Los resultados muestran una constante y evidente interrelacin entre las causas fundamentales de las amenazas a los componentes de la biodiversidad, unas de origen histricoestructural, como el minifundio, latifundio y sus relaciones de poder; otras derivadas de las condiciones sociales, econmicas y culturales de la poblacin, como el crecimiento demogrfico, el desempleo y las presiones provocadas por los niveles de pobreza y pobreza extrema. Con el propsito de enfrentar y mitigar los efectos de este conjunto de amenazas, se han implementado algunas acciones de conservacin a travs del SIGAP mecanismos de , conservacin ex situ, actividades cinegticas,
* Consultor independiente.
Biodiversidad y amenaza
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aprovechamiento de recursos pesqueros, ordenamiento de la extraccin de productos maderables y no maderables de los bosques de la Zona de Uso Mltiple (ZUM) y la Zona de Amortiguamiento (ZAM) de la Reserva de la Bisfera Maya (RBM), y otras reas protegidas del pas, mediante la participacin de grupos organizados y de la industria forestal. Sin embargo, la magnitud del problema es tan compleja que requiere de la participacin decidida de muchos sectores de la sociedad guatemalteca, por lo que el trabajo propone algunas estrategias especficas y finaliza con la formulacin de una serie de conclusiones y recomendaciones generales. Palabras clave: Biodiversidad, amenazas, narcoactividad, contaminacin, incendios, especies exticas invasoras, exploracin y explotacin petrolera y minera, trfico ilegal, deforestacin, cambio climtico, organismos vivos modificados genticamente.
The first part of the chapter makes emphasis on eight fundamental causes of the threats on biodiversity as central problems, like the non-integrated management of biodiversity components; lack of security in property rights and the use of land; little valorization of biodiversity and derived goods and services; weakness of the State of Law and institutionalization; wrong pressures caused by poverty levels; prevailing agricultural structure; urban and rural unemployment and population growth; ending in each case with indicatory suggestions of the way they can be addressed by main actors. The second part of the chapter under the same analysis scheme of tree of problems consisted in the description of main threats to biodiversity and substantial and direct effects. The group of analyzed threats covered narcoactivity, contamination by solid and liquid wastes, forestall fires, introduction of invading exotic species, oil and mining exploration and exploitation, hunt, fish and illegal traffic of wild life, deforestation and advance of the agrarian frontier; introduction of genetic modified organisms and climate change Results show a constant and evident interrelation among basic causes of threats to the components of biodiversity, some of historicalstructural background as the smallholding, latifundium and its relation to power; others derived from social, economical and cultural conditions of the population as demographic growth, unemployment and pressures caused by poverty and extreme poverty levels. With the purpose of facing and mitigating the effects of this threats, some conservation actions were implemented through SIGAP , ex situ conservation mechanisms, cinegetic activities, use of fishing resources, organization of the extraction of timber and non-timer products from the multiple use zone and buffer zone of Mayan Biosphere Reserve forests and other protected areas of the country, with
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SUMMARY
This document is based on secondary information, which was systematized, synthesized and outlined with the purpose of identifying and describing the principal threats that at national level have effect on conservation, protection and sustainable use of biodiversity in its three basic components -ecosystems, species and genes-; which have been analyzed from the cause-effect relation. Threats are defined as a combination of physical, social or economical processes that rise several environmental problems that in their dynamic generate a risk or contingency towards which a community in particular or element of natural conservation is vulnerable. Cause-effect relation was determined through the use of the tool problem analysis because of the advantages that this presents in the analysis of the context, the relation with the principal problem and the interaction with secondary problems.
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the participation of organized groups and the forestall industry. However, the dimension of the problem is so complex that requires the decisive participation of many sectors of the Guatemalan society, so the work proposes some specific strategies and finishes with the development of a serial of general conclusions and recommendations. Key words: Biodiversity, threats, narcoactivity, contamination, fires, invading exotic species, oil and mining exploration and exploitation, illegal traffic, deforestation, climate change, live organisms genetically modified.
uwach ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil, ukeyewal jachin qas ajchaqe loqojaj ulew, ma ko ta uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil kumal ri winaq, maj uchuqab uchak ri uqatbal tzij amaq puwi uloqoqexik ukojik uwach ulew, ri ukeyawal uyakom ri mebail pa kikaslemal winaq, ri wokonem tikonijem ma junam ta ujachik ulew chakubal, maj chak pa taq juyub komon xuquje uqab taq tinamit, ri ukiyirak winaq, xkis ubixik ruk keb-oxib oqxanibal tzij xuquje xya ubixik ukolomaxik uchakuxik ronojel taq wa kaxkolil. Pa ukab uqat nojwuj xmaj uchakuxik unikoxik uwach ri kaxkolil kiriqom ronojel ri jalajoj kaslemalil chuwachulew xuquje ri ukeyewal kuya pa qakaslemal. Are taq wa: Itzel taq banoj, ri uxaqolixik uwachulew rumal kaxlan taq mes, ri katatajik kachelaj, ri utikik kaxlan taq qayes, ri ukotik uxe uwachulew, chapowonem awaj, ri karanik, Ri awan kayij rech ri jalajoj kaslemalil, ri qatoj che, xuquje ri unimarisanik rulewal tikonijem kumal winaq, ri unimik ukojik ri OVMG rachil jalwachinik umiqinal uwachulew. Ri ukisik taq chak xuya ubixik ronojel ja taq uchapom wi rib ri utakalebal ri kaxkolil uriqom ri jalajoj uwach kaslemalil, jun are ri jachonem ulew banom kanoq kumal kaxlan taq winaq, xa keb oxib ajchaqe loqolaj ulew ko kiqinomal, e ki winaq nim uwach mebail pa kikaslemal xuquje pa kikomon, ki akalab kekojik maj kichak kinan kitat xuquje kuya jun nimalaj mebail pa kaslemalil. Rech ma kanimar ta uwach ronojel ri kaxkolil uriqom ri jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew, xmaj uchakuxik uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil poqinaq uloq chuwachulew (ex situ) rumal (SIGAP) xuquje xya uqij ronojel chak puwi uchapik chikop, xwok uwach tobal karanem, sukmaxik ube ri qatoj che pa taq kachelaj, rech ZUM, ZAM xuquje RBM, xjeq uchajixik
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ulew pa amaq, kumal wokojil komon rachil kaxlan ajchijinel taq kachelaj. Wa jun kaxkolil uriqom ri jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew, rajawaxik konojel uwinaqil amaq kechakun puwi rech ma kanimar ta uwach, wa jun chak xukut ubeal chak kamajixik che utoik loqolaj uwachulew, xkis ubixik ruk taq nojibalil rachil oqxanem
chak puwi uloqoqexik ronojel ri ko chuwachulew. UCHOLAJ TZIJ: jalajoj uwach kaslemalil, kaxkilil, ,itzel taq banoj, uxaqolitajik, katatajik, kaxlan taq qaye, ukotik uxe loqolaj uwach ulew, itzel taq kayinik, ,qatoj che, jalwachinik umeqinal uwach ulew, ukexenem uwach ija .
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1. INTRODUCCIN
El contenido del presente captulo lleva implcito el anlisis reflexivo de mensajes, como el atribuido a Gandhi, en que se hace referencia a la biodiversidad como un patrimonio al servicio de la humanidad: La naturaleza es capaz de cubrir las necesidades del ser humano mas no de satisfacer todas sus ambiciones. Acerca de este mensaje es posible comentar que ese aparente predominio de las ambiciones sobre las necesidades del ser humano es precisamente el que est conduciendo a la degradacin y agotamiento de la riqueza natural del planeta. De igual manera, invita a reflexionar acerca del estado actual de la integridad y las tendencias en el manejo y uso adecuado de la biodiversidad, as como del mensaje que acerca de sta se hace en las primeras dos pginas de la Biblia, en las que se relata la creacin del mundo, del ser humano y de los derechos, las oportunidades y las responsabilidades que le fueron asignadas: Al principio cre Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vaca y las tinieblas cubran la faz del abismo... (Gnesis 1, 1) dijo luego Dios: Produzca la tierra seres animados, segn su especie, ganados, reptiles y bestias de la tierra segn su especie... y vio Dios ser bueno (Gnesis 1, 24). Se parte de un espacio desierto, estril y oscuro hacia un estado de riqueza y privilegios dispuestos al servicio de la humanidad y para la eternidad. Djose entonces Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra y sobre cuantos animales remueven sobre ella (Gnesis 1, 26). Esta cita expresa la tarea que Dios confi, de acuerdo con el entendimiento dogmtico, a su mxima creacin, el ser humano en su conjunto.
Y cre Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo cre, y los cre macho y hembra; y los bendijo Dios, dicindoles: procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra (Gnesis 1, 27, 28). En la cita anterior se hace referencia a la actitud que se debe tener con la Tierra y con todas las formas de vida que existen en ella. Henchir y dominar son dos verbos se pueden ser malinterpretados e incluso pueden parecer una justificacin del despotismo y desenfreno con que se han aprovechado y siguen extrayndose los recursos del planeta, convirtindola en instrumento de poder (Adaptado de Etchegaray, et al., 1997). Dijo tambin Dios: Ah os doy cuantas hierbas de semilla hay sobre la faz de la tierra toda, y cuantos rboles producen fruto de simiente, para que todos os sirvan de alimento (Gnesis 1, 29). Sin embargo, las tendencias actuales muestran que se ha dado una mala interpretacin del dominio divino dado al ser humano, cambiando los preceptos iniciales por el abuso y sobreuso de los recursos; pese a ello, se mantiene la esperanza de cambios de conducta y de patrones de consumo hacia el respeto por la vida, para no visualizar un futuro incierto y precario que nos hara volver al punto de partida bblico. En este orden de ideas, el presente estudio pretende identificar y describir las principales amenazas que, a nivel nacional, afectan la conservacin, proteccin y uso sostenible de la biodiversidad en sus tres componentes bsicos: ecosistemas, especies y genes; los cuales han sido priorizados y analizados a partir de una relacin causa-efecto. Asimismo, se pretende definir para cada tema una serie de recomendaciones de tipo estratgico necesarias para abordar la o las causas intrnsecas de cada amenaza.
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La metodologa utilizada en este estudio se bas en la recopilacin y anlisis de la informacin acerca de las amenazas que, en mayor medida, afectan la conservacin, el manejo y uso sostenible de la biodiversidad de Guatemala. En la primera fase, con base en la informacin disponible, se hizo una adaptacin de la tcnica de anlisis de problemas por las ventajas que presenta para analizar el contexto y la relacin con la problemtica principal, la posibilidad de visualizar las relaciones de causa efecto y las interrelaciones entre problemas. Su elaboracin consisti, bsicamente, en identificar los problemas principales, percibidos como estados negativos en situaciones determinadas, habindose definido stas como causas fundamentales. La segunda fase de elaboracin del documento consisti, bajo el esquema de anlisis de rbol de problemas, en la descripcin de las principales amenazas a la biodiversidad y la identificacin de las causas y efectos sustanciales y directos, clasificados por su origen y mbito de accin en: 1. Amenazas de tipo antropognico 2. Amenazas naturales 3. Amenazas globales, tal es el caso del cambio climtico Los resultados muestran una constante y evidente interrelacin entre las causas fundamentales de las amenazas a los componentes de la biodiversidad: unas de origen histrico-estructural, como el minifundio, latifundio y sus relaciones de poder, junto a la inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra. Otras derivadas de las condiciones sociales, econmicas y culturales de la poblacin, como el crecimiento demogrfico, el desempleo urbano y rural y las presiones provocadas por los niveles de pobreza y pobreza extrema. Un tercer grupo puede clasificarse dentro del mbito poltico-
legal y la institucionalidad alrededor de la gestin ambiental y la biodiversidad, como el manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad, la escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados, y la debilidad del estado de derecho y la institucionalidad. Al analizar el conjunto de amenazas tratadas en la segunda fase del documento, se puede apreciar que la causa comn de todas ellas, directa o indirectamente, son las actividades humanas que desarrolla la poblacin en constante crecimiento y, en muchos casos, insensible al deterioro del medio ambiente. Las amenazas de origen antropognico descritas y clasificadas fueron la narcoactividad, la contaminacin por desechos slidos y lquidos, los incendios forestales, la introduccin de especies exticas invasoras, la exploracin y explotacin petrolera y minera, la caza, pesca y trfico ilegal de la vida silvestre, la deforestacin junto al avance de la frontera agropecuaria, y la introduccin y liberacin de organismos vivos modificados genticamente; y las de origen global, como el cambio climtico, con los efectos derivados de la variabilidad en la temperatura y en el rgimen de lluvias. Las conclusiones del anlisis se resumen en que, mientras se mantengan las tendencias negativas en los indicadores socioeconmicos que afectan a la mayora de la poblacin guatemalteca, es difcil pensar en la posibilidad de conservar y manejar adecuadamente el patrimonio natural del pas. Muchos de los problemas apuntados se derivan de la debilidad y la falta de capacidad de la institucionalidad alrededor de la gestin ambiental y del bajo nivel de participacin social en las actividades de manejo y proteccin de la biodiversidad y los espacios naturales protegidos. Una forma de contribuir a la mitigacin del conjunto de amenazas es el reconocimiento de la riqueza biolgica del pas, como un ele-
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mento importante para la consolidacin del desarrollo sostenible. Reconocimiento que puede contribuir a la solucin de los grandes problemas que, como la pobreza, aquejan a un gran porcentaje de la poblacin, en el sentido de brindar beneficios equitativos a todos los sectores de la sociedad, sin agotar la capacidad para la regeneracin de los recursos naturales. Esto requiere la definicin e implementacin de estrategias integrales que se basen en este potencial, y que tomen en cuenta su preservacin, pero tambin la justa distribucin de sus beneficios, vinculando estrechamente el problema ecolgico con el contexto socioeconmico del pas.
deradas como altamente amenazadas. Dentro de este conjunto de sitios de importancia biolgica, esta regin ocupa el cuarto lugar en presencia de plantas vasculares, superada por la regin de los Andes Tropicales, la Cuenca del Mediterrneo y la regin de la Sonda (Malasia, Singapur e Indonesia). Adems, ocupa el segundo lugar en diversidad y endemismo de vertebrados (incluye aves, mamferos, reptiles, anfibios, exceptuando peces). Otro dato relevante es que, con apenas el 0.77% de la extensin territorial del planeta, Mesoamrica posee el 10.5% de la diversidad total mundial de vertebrados (excepto peces) y el 8% de plantas vasculares (Mittermeier, Myers y Goettsch, 1999). Las amenazas y el grado de vulnerabilidad estn estrechamente relacionadas, tal como se puede apreciar en la Figura 1. Las primeras surgen de una combinacin de procesos fsicos, sociales o de carcter econmico, que dan origen a diversos problemas ambientales. Adems, en su dinmica generan un riesgo o contingencia frente a la cual una comunidad particular o elemento de conservacin natural es vulnerable. La vulnerabilidad se entiende como el punto de convergencia entre la exposicin a amenazas y la capacidad de las personas y/o comunidades para controlarlas. Documentar el tema de amenazas a la biodiversidad implic un perodo inicial de recopilacin de informacin proveniente de diferentes fuentes, ordenada por temas para facilitar su anlisis y sntesis. En este proceso se reflexion acerca de la metodologa ms apropiada para alcanzar los objetivos del trabajo. Se determin que la forma ms conveniente para dar un orden lgico al contenido sera a travs del desarrollo de las siguientes fases: a. Anlisis de la relacin causa-efecto de los factores fundamentales que originan las amenazas a la biodiversidad, para esta-
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blecer un panorama general de la situacin. b. Con base en la perspectiva inicial (fase I), efectuar el anlisis de las causas intrnsecas y los efectos de cada una de las amenazas definidas. c. Finalizar con la descripcin de las conclusiones y recomendaciones que se refieren al anlisis global del documento. Para las fases (a) y (b), partiendo de la informacin disponible, se hizo una adaptacin de la tcnica anlisis de problemas, la cual forma parte del proceso comn de formulacin de proyectos, debido a las ventajas que implica para el anlisis de la situacin contextual existente. En relacin con la problemtica principal, identifica las principales interrogantes en torno al problema central y visualiza las relaciones causa-efecto. Muestra tambin las interrelaciones que se dan entre los problemas e indica el camino para identificar soluciones. Para elaborar el rbol se identificaron los problemas principales, percibidos stos como
un estado negativo en la situacin analizada. Luego, se elaboraron los esquemas que muestran las relaciones de causa-efecto, mismos que son ampliados en el desarrollo del captulo. Cada caso finaliza con sugerencias acerca de la forma en que pueden ser abordados por los principales actores. Se identificaron las siguientes causas fundamentales (Figura 2): 1. Manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad 2. Inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra 3. Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados 4. Debilidad del estado de derecho y de la institucionalidad 5. Presiones provocadas por los niveles de pobreza 6. Estructura agraria prevaleciente 7. Desempleo urbano y rural
NT R
Crecimiento demogrfico, Urbanizacin desordenada, Degradacin ambiental, Pobreza, Desempleo, Debilidad en el Estado de Derecho (ingobernalidad)
EN
AZ
AS
VULNERABILIDAD
Figura 1. El concepto de amenazas y su relacin con la vulnerabilidad Fuente: adaptado del Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006)
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CA PA CI
DE
AM
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DE
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CO
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EX
Desarrollo de estretegias de: Contingencia, Fortalecimiento institucional y organizacional, Aprovechamiento de recursos, Medidas de restauracin, Inversiones estratgicas en desarrollo y convervacin
AMENAZAS RELEVANTES
Manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad Cambio climtico Narcoactividad Contaminacin por desechos slidos y liquidos
Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Exploracin y explotacin petrolera y minera
Incendios forestales
BIODIVERSIDAD AMENAZADA
Introduccin de especies exticas invasoras Caza , pesca y trfico ilegal de vida silvestre
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Deforestacin y avance de la frontera agropecuaria Introduccin de organismos vivos modificados genticamente
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Figura 2. Descripcin del conjunto de amenazas a la biodiversidad y sus causas fundamentales. Fuente: Elaboracin propia
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8. Crecimiento poblacional Dentro del esquema general de esta primera fase se definieron otros problemas cuyas interrelaciones contribuyen con el anlisis del problema central. Por ejemplo, la falta de conocimiento e informacin acerca del manejo de la biodiversidad, el abuso en el uso de la tecnologa en los ecosistemas naturales y agroecosistemas, la ausencia de polticas pblicas relacionadas con la importancia de la biodiversidad, la influencia del tradicional sistema de fijacin de precios de mercado, y el escaso nivel de participacin social en el manejo de los recursos naturales, entre otros. La segunda fase consisti, bajo el mismo esquema de anlisis de rbol de problemas, en la descripcin de las principales amenazas a la biodiversidad y adems en la identificacin de las causas y efectos sustanciales y directos, clasificados por su origen y mbito de accin en: 1. Amenazas de tipo antropognico 2. Amenazas naturales 3. Amenazas globales, tal es el caso del cambio climtico El grupo de amenazas analizado comprendi: a. Narcoactividad b. Contaminacin por desechos slidos y lquidos c. Incendios forestales d. Introduccin invasoras. de especies exticas
f. Caza, pesca y trfico ilegal de vida silvestre g. Deforestacin y avance de la frontera agropecuaria h. Introduccin de organismos vivos modificados genticamente i. Cambio climtico
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bienes que generan riqueza, el bajo nivel de participacin social en las decisiones para el manejo y conservacin de la biodiversidad, y la corrupcin en diversos sectores y niveles de la sociedad guatemalteca. 3.1. Gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad En primera instancia se debe hacer una diferenciacin entre las definiciones de los trminos de manejo y gestin de los recursos naturales y la biodiversidad. Prins (2000) propone el concepto de gestin al trmino que hace referencia a la administracin y regulacin del uso de los recursos, mientras manejo tiene ms bien una connotacin tecnolgica y se refiere a la aplicacin del conocimiento en el tratamiento y uso de los recursos naturales y los agroecosistemas. Los sistemas de manejo comprenden una compleja y dinmica red de interrelaciones entre actividades humanas, estado de los recursos, demandas de la sociedad y la integracin de funciones de las instituciones pblicas y privadas relacionadas con los recursos naturales y ambientales. En otras palabras, son acciones que se relacionan estrechamente con la conservacin de la biodiversidad, el desarrollo social y econmico y el equilibro ambiental, como las realizadas por los actores directos e indirectos de la cadena productiva, en la generacin de conocimiento, transferencia de tecnologa y proteccin ambiental, entre otras. La gestin de recursos naturales se apoya en la interaccin de las caractersticas de los recursos, polticas, estrategias, instituciones, habilidades locales e indicadores econmicos o de mercado, y logra obtener aumentos en la productividad de la base de recursos y conservar la biodiversidad, brindar un crecimiento econmico importante en comunidades locales y a nivel de cuentas nacionales, as como ayudar a mejorar la calidad de vida
del productor/extractor (IRG/FRAME/USAID, 2006). El objetivo del manejo integrado es optimizar y balancear la proteccin ambiental, el uso pblico y el desarrollo socioeconmico. Se define como un proceso continuo, dinmico, interactivo, adaptativo, sinrgico, participativo y de consenso (INCOPESCA/MINAE, 2003). Estos aspectos deben observarse en tres tipos de actores bsicos: a. Usuarios directos de los recursos que participan de manera individual u organizada en la administracin y aprovechamiento de los recursos y en procesos de rehabilitacin. b. Instituciones del Estado, organizaciones no gubernamentales y la academia.El primero en aplicacin de medidas de control y acceso, aprobacin de instrumentos de polticas y estrategias, como facilitador de los intereses sectoriales, tanto pblicos como privados, y en la promocin de la coordinacin. Las segundas en apoyo a las iniciativas de manejo mediante el apoyo tcnico y financiero. La tercera, en temas de investigacin, generacin de conocimiento y asistencia tcnica. c. Otros miembros de la cadena productiva vinculados a las actividades de acopio, transporte, exportacin, acceso al mercado, competitividad, creacin de infraestructura productiva, etctera. 3.1.1. Causas y efectos En la atencin a los mltiples problemas y toma de decisiones relacionados con el manejo, aprovechamiento y conservacin de la biodiversidad, no se observa el nivel de integracin deseado, debido a la existencia de un marco poltico y legal confuso, competencia desleal y disminucin de los niveles de productividad en la cadena productiva, as como
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la falta de apoyo para la implementacin de polticas, estrategias y normativas. Otras de las razones son las limitaciones de los arreglos institucionales en torno a la gestin de la biodiversidad, tales como la centralizacin de la toma de decisiones del CONAP y sus conflictos organizativos en la administracin de las reas protegidas y su funcin rectora en torno a la conservacin de la biodiversidad. As mismo, los traslapes de jurisdicciones y competencias compartidas, por ejemplo el caso del CONAP institucin que , no es el nico ente responsable de la conservacin de la biodiversidad, ya que comparte se origina as cierta duplicidad o traslape de funciones3 algunas de sus responsabilidades con el Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA), con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y con el Instituto Nacional de Bosques (INAB).
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Entre las amenazas que se generan a partir de los efectos anteriores, se pueden mencionar la sobreexplotacin de los recursos de la biodiversidad, el trfico ilegal de flora y fauna silvestres, el avance de la frontera agropecuaria, la contaminacin por desechos slidos y lquidos, la construccin de infraestructura vial no planificada, la conflictividad que se deriva de la invasin a las reas protegidas y el impacto negativo de las actividades de exploracin y explotacin petrolera y minera, debido esto a lo inadecuado del seguimiento. 3.2. Inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra Entre mayor sea la desigualdad entre riqueza y poder, mayores sern el grado y costo social de la degradacin ambiental (Boyce, 1995). El poseedor de pequeas extensiones mantiene permanentemente la incertidumbre sobre el ttulo de propiedad de la tierra, lo que significa una falta de estmulo para invertir en su finca. Esto, adems, disminuye sus posibilidades de acceso al crdito, ya que no puede presentar las garantas slidas mnimas exigidas por el sistema bancario y sus polticas crediticias. Se convierte tambin en un elemento que favorece la desintegracin social-familiar, porque obliga a las personas a migrar con el fin de mejorar la situacin econmica de sus familias. Adems, esta inseguridad en la tenencia de la tierra se convierte en un factor que incide e impulsa a las personas a invadir bienes pblicos y privados, y sobreexplotar los recursos naturales del rea, sin considerar las consecuencias asociadas con el deterioro del capital natural y la sostenibilidad ambiental. La asignacin de predios en territorios nuevos por la Empresa Nacional de Fomento y Desarrollo de Petn (FYDEP) es un proceso que tuvo lugar en el perodo ms reciente
Las consecuencias de que no exista complementariedad entre los esfuerzos que se requieren para el manejo integral de los recursos naturales, conlleva la prdida de oportunidades en el aprovechamiento del potencial generador de bienes y servicios ambientales, conflictividad en el uso de los componentes de la biodiversidad, mantenimiento de formas tradicionales de manejo, existencia de mecanismos dbiles de administracin de recursos, escasa aplicacin de la legislacin ambiental y normas de manejo, poca participacin social en los procesos de planificacin e iniciativas de rehabilitacin y restauracin de reas. Otros de los efectos derivados son la disminucin de los niveles de productividad de los sistemas de produccin, la indiferencia ante las tendencias de agotamiento de los recursos, las pocas oportunidades de desarrollo rural basadas en el manejo de los recursos naturales, la impunidad en los delitos contra el ambiente y la poca atencin al seguimiento y evaluacin ambiental.
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en el departamento de Petn. En 1960, mediante el Decreto Nmero 1551 del Congreso de la Repblica, Ley de Transformacin Agraria, se dio vigencia legal al ente institucional conocido como Instituto Nacional de Transformacin Agraria. En 1995 haba en Petn, oficialmente, alrededor de 7,000 documentos de distribucin agraria en la fase final de registro, 20,000 en fase intermedia (escrituradas) y 2,000 parcelas que no contaban con documentacin para determinar su condicin. Este hecho ilustra la falta de claridad y transparencia legal sobre la propiedad y tenencia de la tierra en ese departamento. Sin embargo, segn cifras extraoficiales, las parcelas sin documentacin excederan las 25,000 (CEPAL, 2000). En el mismo estudio de la CEPAL (2000), se considera que existen aproximadamente 70,000 pequeos agricultores, quienes ocupan tierras pblicas o privadas, conocidas popularmente como agarradas, que han sido abandonadas o no han sido nunca reclamadas por los adjudicatarios legales. Este nmero se encuentra en ascenso permanente y ninguna parcela cuenta con documentos legales que respalden su tenencia. Otro factor que debe tomarse en cuenta son las condiciones que se dan en Guatemala para la existencia de un mercado de tierras formal y transparente, las cuales son relativamente adversas, por las limitaciones institucionales relacionadas con la seguridad jurdica y las frecuentes modificaciones en la poltica econmica y fiscal. Al respecto, un estudio de la FAO constata la presencia en Guatemala de un mercado de tierras rurales segmentado, informal en las transacciones de pequeas y medianas propiedades, y formal en aquellas efectuadas con grandes propiedades (CEPAL, 2000). En el estudio acerca del mercado de tierras en Guatemala de FAO-Banco Mundial (1998) citado por CEPAL (2000), se plantea
que la demanda potencial puede estar compuesta por: a. Poblacin campesina carente de tierra b. Poblacin campesina con tierra en forma limitada c. Propietarios medianos y grandes e inversionistas nacionales e internacionales El fideicomiso Fondo de Tierras, que facilit del acceso a este recurso a campesinos que carecen de tierra, identific en forma parcial y preliminar a 55,227 familias demandantes, ubicadas, principalmente, en los departamentos de Alta Verapaz, Petn y Quich. (CEPAL, 2000, IARNA, URL e IIA, 2004). 3.2.1. Causas y efectos En el mbito poltico-institucional, el origen de la inseguridad de los derechos de propiedad y uso de la tierra se manifiestan en la existencia de un marco poltico-legal confuso, falta de revisin de instrumentos de acceso, regularizacin y resolucin de conflictos agrarios y escasa implementacin de polticas relacionadas con la regularizacin de la tenencia de la tierra. Adems, la lentitud del proceso del catastro nacional (ejecucin de los Programas de Administracin de Tierras I y II), mediante el cual se obtendra la certeza acerca de la posicin/ubicacin, lmites, colindancias y medidas de las fincas; las deficiencias tcnicas y engorrosas operaciones del Registro General de la Propiedad; y la pobre cobertura y trabajo coordinado con el Registro de Informacin Catastral (RIC). Asimismo, la falta de delimitacin fsica geogrfica de las reas protegidas y de la inscripcin en el Registro General de la Propiedad, de las tierras del Estado destinadas a conservacin, son causas que inciden en la falta de seguridad jurdica sobre la propiedad de la tierra.
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En lo socioeconmico, se puede mencionar el escaso nivel de participacin social en las decisiones de manejo de los recursos naturales, la debilidad de las comunidades para ejercer el dominio sobre las reas de uso y manejo colectivo, lo cual permite que se mantenga una fuerte presin sobre los recursos naturales (cambio de uso del suelo), debido al crecimiento natural de la poblacin, el desempleo y la falta de alternativas econmicas. Esta debilidad proviene de la ruptura de las estructuras social-organizativas de las comunidades y el nivel de pobreza que no permite contar con recursos econmicos que incentiven el manejo adecuado del territorio y el potencial generador de bienes y servicios ambientales. Efectos de lo anterior son la ocupacin de tierras fuera de su capacidad de uso, equivalente al uso de tierras marginales, indiferencia ante las tendencias de agotamiento de los recursos, bajo nivel de inversin en los procesos productivos, invasin de bienes pblicos y privados y la consecuente conflictividad agraria. Esta situacin marca la ruta hacia la degradacin y vulnerabilidad ambiental mediante amenazas como la contaminacin por desechos slidos y lquidos del suelo y fuentes hdricas, incendios forestales, avance de la frontera agrcola y pecuaria, trfico ilegal de vida silvestre y conflictividad por invasiones y presencia de asentamientos humanos no planificados. 3.3. Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados la libertad de las decisiones individuales en un medio comn arruina finalmente a todos. G. Hardin (1968) citado por Capel (2003). En trminos econmicos, la biodiversidad forma parte del capital natural del pas, definido
este ltimo, segn Ortzar (2005) citado por la URL (2006), como el conjunto de dinmicas valiosas en el cual la naturaleza provee funciones que incluyen la formacin y regeneracin de los recursos naturales y de donde fluye constantemente una serie de servicios ambientales. Sin embargo, estos servicios no son valorados en su justa dimensin, tomando en cuenta su depreciacin, degradacin y agotamiento (IARNA, URL e IIA, 2006). La escasa valoracin que se da a este capital natural puede ser apreciada bajo dos enfoques: a. Percepcin sociocultural, segn la cual un gran sector de la poblacin guatemalteca los califica como bienes que no tienen precio, de propiedad comn y de acceso libre, en otras palabras, ausencia de propiedad: Lo que es de todos no es de nadie. b. Econmico y de mercado, promueve una estructura productiva que busca maximizar las utilidades de los sistemas de produccin sin ninguna responsabilidad ambiental, llevando al empleo de formas productivas incompatibles con los ecosistemas naturales y manejados. Aqu vale hacer referencia a lo expresado por Bravo, Umaa y Del Camino (1995): Si no se valora el ambiente, no hay posibilidad de tener sostenibilidad y sostenibilidad implica cambios. En el primero de los casos, se genera extractivismo, lo que deriva en sobreexplotacin, deforestacin, degradacin y deterioro de ecosistemas e impactos sobre los procesos ecolgicos intrnsecos y sobre la capacidad reproductiva o tasas de regeneracin de las especies de flora y fauna residentes. En el segundo, deterioro de las unidades fsicas de produccin por erosin y compactacin de los suelos, prdida de nutrientes, contaminacin de fuentes hdricas superficiales y subte-
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rrneas debido al abuso en el uso de tecnologa de la produccin, como la utilizacin intensiva de maquinaria agrcola, fertilizantes y plaguicidas, entre otros. Se cuenta con valiosos ejemplos que ilustran la importancia de la valoracin econmica de la biodiversidad, como el anlisis efectuado al Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP), al Parque Nacional Laguna del Tigre (PNLT) y a la Reserva de Bisfera Sierra de Las Minas (RBSM). El conjunto de bienes (pesca, agricultura, ganadera, petrleo, agua, turismo, recursos forestales, etc.), funciones (transporte acutico, reciclaje de desechos, recarga y descarga de acuferos, estabilizacin de orillas, control de inundaciones, etc.), y atributos (biodiversidad, belleza escnica, recreacin, patrimonio cultural, etc.) de la unidad de conservacin PNLT muestra una valoracin econmica global de 2,256.05 millones de quetzales (CONAP 2004). , La estimacin del valor econmico de los bienes y servicios ambientales generados por el SIGAP realizada por Ortiz (2000) ascendi , a 2,015.2 millones de quetzales, que incluye el valor de los bienes maderables y no maderables, bienes agrcolas, turismo, servicios de proteccin al suelo, servicios de regulacin del flujo de agua, absorcin biolgica del dixido de carbono, y el valor de uso directo (madera), indirecto (recarga de acuferos, control de erosin) y valor de no-uso (biodiversidad y cultura). Por otra parte, con el apoyo del proyecto FIPA/AID (2002) se estim el valor econmico del servicio ambiental de regulacin hdrica en el lado de sur de la Reserva de Bisfera Sierra de las Minas, tarifa que ascendi a US$ 0.04/m3, lo cual corresponde a un valor por hectrea de bosque de US$ 201.85/ ao. Otra de sus conclusiones indica que la eliminacin de la cobertura forestal afectara
el caudal a lo largo del ao: en verano, una reduccin del 12% del agua, y en invierno se reducira a 50% la vida til de la infraestructura vial. 3.3.1. Causas y efectos El poco conocimiento y la falta de informacin sobre el manejo de la biodiversidad, de la capacidad de soportar las tasas de extraccin y reproduccin y dinmicas de las especies y poblaciones silvestres, falta de implementacin del ordenamiento ambiental territorial y el no considerar la importancia de la biodiversidad dentro de las polticas pblicas relacionadas con la conservacin, son algunas de las causas de la escasa valoracin de los recursos de la biodiversidad. Una buena parte del conocimiento generado en el pas est disperso o no disponible para quienes toman las decisiones, administradores y usuarios de los recursos de la biodiversidad. Existen, tambin, otras causas relacionadas con estas percepciones, como el uso y abuso de la tecnologa en los procesos productivos, la influencia del sistema tradicional de precios del mercado, la carencia de anlisis de factibilidad en la aplicacin de polticas sectoriales de desarrollo rural y la visin cortoplacista para la obtencin de bienes que generan riqueza. Los efectos de tales acciones derivan en la contaminacin por desechos slidos y lquidos de las fuentes hdricas y el suelo, sobreexplotacin de los recursos naturales y la degradacin y deterioro de ecosistemas naturales y cultivados. 3.4. Debilidad del estado de derecho y de la institucionalidad El estado de derecho es un concepto de teora poltica, jurdica y moral. Establece que la autoridad del gobierno slo puede ser realizada si se siguen las leyes escritas, las cuales
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deben haber sido adoptadas mediante un procedimiento establecido y aplicadas por una institucionalidad legalizada y legitimada por la sociedad. El principal rasgo del estado de derecho es el principio de legalidad, tambin conocido como Imperio de la ley4. Para Daz (1998), citado por Rodrguez (s.f.), las exigencias bsicas e indispensables de todo estado de derecho pueden concretarse fundamentalmente en: a. Imperio de la Ley: ley como expresin de la voluntad general b. Divisin de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial c. Legalidad de la administracin: actuacin segn la ley y suficiente control judicial d. Derechos y libertades fundamentales: garanta jurdico-formal y efectiva realizacin material 3.4.1. Causas y efectos Si bien el objetivo del estado de derecho y de sus instituciones bsicas se enfoca en el propsito de fondo de lograr la garanta y seguridad jurdica de los derechos fundamentales de la persona, en Guatemala ste es casi inexistente debido al grado de conflictividad social generada y consolidada por el conflicto armado interno, la falta de iniciativas para su manejo y los altos ndices de delincuencia y criminalidad promovidos por la violencia comn y el crimen organizado, aspectos que pueden ser atendidos a travs de la planificacin y complementariedad de acciones intersectoriales. Adems de lo anterior, se cuenta con una institucionalidad debilitada por la corrupcin anquilosada en diversos sectores y niveles de la sociedad guatemalteca, el centralismo gubernamental, la injerencia poltico-partidista,
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la falta de capacidades tcnico-administrativas, y la poca transparencia en el ejercicio del poder pblico, que imposibilitan el cumplimiento de sus deberes y obligaciones. Otro factor importante que promueve la debilidad institucional es el escaso equipamiento y los precarios presupuestos de las instituciones pblicas que gestionan y evalan el estado de la biodiversidad, como el Consejo Nacional de reas Protegidas (CONAP), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el Instituto Nacional de Bosques (INAB), la Oficina de Control de reas de Reserva del Estado (OCRET) y organizaciones no gubernamentales que co-administran reas protegidas, vida silvestre o espacios territoriales definidos. Este desorden provoca en el estado de derecho y en la situacin de debilidad institucional la falta de mecanismos de coordinacin y cooperacin entre instituciones del Estado, gobiernos locales y comunidades. La situacin anterior deriva en la poca o nula aplicacin de polticas, normas y procedimientos que orienten las actividades de manejo, proteccin y conservacin de la biodiversidad, y en debilidades en la administracin de justicia. Adems, hay otros aspectos no menos importantes, como la vulnerabilidad fronteriza, que incita al trfico ilegal de flora y fauna silvestres, la fragilidad de las relaciones entre las instituciones y comunidades locales y la falta de aplicacin de la legislacin ambiental. Lo anterior limita la gestin de la biodiversidad y promueve la creacin de un estado de ingobernabilidad5, aspectos que contribuyen a la formacin de amenazas a la biodiversidad, como el trfico ilegal de vida silvestre, narcoactividad, invasiones y formacin de asentamientos humanos espontneos, incendios forestales y cacera y pesca ilegal.
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3.5. Presiones provocadas por niveles de pobreza, desempleo, crecimiento poblacional y estructura agraria predominante La pobreza, el analfabetismo, el desempleo, la violencia y los efectos derivados del crecimiento poblacional son, entre otros, algunos de los principales problemas que pases como Guatemala no han podido resolver. Lejos de motivar iniciativas que coadyuven al estudio, conservacin, mejora y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales locales, estos problemas conducen a la reduccin de reas boscosas para destinarlas a la agricultura de subsistencia o a la ganadera extensiva. La celeridad con que se estn produciendo estos procesos, deja paulatinamente al pas sin la oportunidad de aprovechar esos valiosos recursos como su ms estratgico motor de desarrollo. 3.5.1. Crecimiento poblacional Estadsticas del INE (2002) y estimaciones de IARNA, URL e IIA (2006), muestran una tendencia de crecimiento en la poblacin del
pas (Figura 3). En 1994, el censo de poblacin estim 8,331,874 habitantes, equivalente a una densidad de 77 habitantes por km2. El censo de 2002 report una poblacin total de 11,237,196 habitantes, es decir, 103 habitantes por km2. De estos, 46.14% ubicados en el rea urbana y 53.86% en el rea rural. A partir de este censo, la proyeccin de la poblacin para 2005 fue de 117 habitantes por km2 y 132 habitantes por km2 para el 2010. De acuerdo con proyecciones basadas en el XI Censo de Poblacin y VI de Habitacin 2002 (INE, 2003), la poblacin crecer a un ritmo de 325,000 a 350,000 habitantes por ao. Esto significa que, si las actuales tendencias de los indicadores demogrficos no cambian, la poblacin reportada por el censo de 2002 se duplicar cada 32 aos, con el consiguiente incremento en la demanda de alimentos, servicios y energa. Estas estimaciones deben ser tomadas en cuenta en los procesos de planificacin del desarrollo econmico, social y ambiental del pas, para promover decisiones respecto a la formulacin de polticas de poblacin, establecer contro-
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Poblacin duplicada
Hab/km2
Poblacin estimada
10,000,000 5,000,000 0 1994 2002 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035
Figura 3. Tendencia del crecimiento de la poblacin total de Guatemala. Perodo 1994-2035 Fuente: Instituto Nacional de Estadstica, INE, con base en el XI Censo de Poblacin y VI de Habitacin 2002
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les precisos de la migracin interna y externa, mejorar los niveles de educacin y campaas de sensibilizacin de la poblacin a travs de mecanismos formales e informales. En el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), se enfatiza que, en tanto se mantengan las variables de crecimiento poblacional, de la misma manera se mantendrn los ascendentes niveles de pobreza y pobreza extrema, incremento de las demandas sociales de servicios (seguridad, salud, educacin, vivienda e infraestructura vial) y requerimientos como fuentes de trabajo, recursos energticos (lea y carbn) y madera para construccin. Sin embargo, la mayor presin est relacionada con el bosque, pero especialmente sobre la tierra y, ante la falta de un adecuado nivel de gestin pblica en torno a este recurso natural, es razonable la ocupacin y uso de reas marginales para la agricultura y ganadera extensivas, y la promocin de altos niveles de sobreuso, erosin, compactacin y contaminacin del suelo. Las presiones mencionadas estn generalizadas en todo el territorio nacional, aunque cobran mayor importancia en zonas de alta densidad de poblacin, como Sacatepquez (533 habitantes/km2), Quetzaltenango (320 habitantes/km2), Totonicapn (320 habitantes/km2), Solol (290 habitantes/ km2), Chimaltenango (225 habitantes/km2), San Marcos (332 habitantes/km2) y, aunque con menor densidad poblacional, Petn (10 habitantes/km). Este ltimo es considerado como una regin con alta conflictividad por invasiones a las reas protegidas y sometido a fuertes presiones por los campesinos que demandan tierras y las destinan a la siembra de cultivos de subsistencia, tambin por terratenientes-ganaderos cuyo objetivo es promover la ganadera extensiva, lo cual provoca deforestacin y avance de la frontera agropecuaria (Figura 4).
Figura 4. El incremento poblacional y las presiones sobre los recursos naturales. Crdito: Reyes, R.
3.5.2. Pobreza Somos un pas con mayora de pobres, est claro que ellos no escogieron ser pobres, no quieren ser pobres y sin embargo son pobres. J.C. Mndez. La pobreza en Guatemala (IARNA, 2003). Aunque con una amplia y abundante biodiversidad, Guatemala no ha podido avanzar hacia niveles de desarrollo que le permitan brindar a sus habitantes condiciones adecuadas de vida y equidad en la distribucin de la riqueza. En oposicin, las estadsticas muestran tendencias hacia un mayor empobrecimiento de la poblacin y el deterioro de los recursos naturales. Las dos principales razones histricas de degradacin ambiental de la regin centroamericana, relacionadas estrechamente entre s, son el modelo de desarrollo basado en la agro-exportacin y la pobreza que este modelo promueve y profundiza. Esta ltima ha mostrado, entre los aos 20006 y 20027, un incremento mayor al 5.8% para la poblacin ubicada en el nivel de pobreza extrema, y de 0.8% para aquella que subsiste en condiciones de pobreza. En otras palabras, para 2002, 6.4 millones de guatemaltecos eran pobres8 y alrededor de 2.4 millones se encontraban en el nivel de pobreza extrema9.
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El mayor porcentaje de poblacin en condicin de pobreza (72.2%) se localiza en el rea rural, la situacin ms crtica se presenta en las comunidades indgenas. Investigaciones efectuadas en 2004 para la construccin del Mapa de Pobreza 2002 (SEGEPLAN, INE, URL, 2004), permitieron determinar que, a nivel departamental, la mayor incidencia de pobreza general se presenta en Quich (84.6%), Alta Verapaz (84.1%) y Huehuetenango (78.3%). Coincidentemente, el Censo Nacional Agropecuario de 2002 refleja que los municipios donde la degradacin de tierras se ha ampliado en mayores proporciones, pertenecen a San Marcos, Huehuetenango, Quetzaltenango, Quich, Totonicapn, Solol, Chimaltenango, Sacatepquez, Guatemala, Jalapa y Chiquimula. En relacin con la brecha de desigualdad en la distribucin de los ingresos, para el ao 2002 Guatemala presenta un Coeficiente de Gini de 0.587 (IARNA, URL e IIA, 2006), el cual, comparado con el valor para el ao 2000 (0.555), permite inferir tendencias de incremento coincidentes con el aumento de los niveles de pobreza y desigualdad en el pas. Esto afecta negativamente las variables de educacin, salud e ingreso per capita. Para ese ao, la participacin en el ingreso nacional de la quinta parte ms pobre de la poblacin fue nicamente del 2%, mientras que la quinta parte ms rica particip en un 64% del ingreso total del pas. 3.5.2.1. Causas y efectos La estructura socioeconmica del pas y los modelos de desarrollo adoptados han privilegiado la acumulacin de la riqueza en una minora de la poblacin, a costa de la destruccin de los ecosistemas (sustitucin de bosques por tierras agrcolas) y el incremento de la pobreza de la mayora, que a su vez no ha obtenido mayores beneficios en la utiliza-
cin de los recursos naturales del pas. Esto coloca a Guatemala en un crculo vicioso en el que los pobres son cada vez ms pobres y la riqueza del pas se concentra cada vez ms en pocas manos. La falta de alternativas para esa poblacin que vive en pobreza y extrema pobreza obliga a la explotacin irracional de los recursos naturales que se tienen al alcance para sobrevivir. Las poblaciones en extrema pobreza no tienen otra opcin que trabajar en las tierras menos aptas para la agricultura, muchas de las cuales se ubican en reas de alta biodiversidad (IARNA, 2006). La dramtica desigualdad en el acceso a los medios de produccin, el incremento desproporcionado de la brecha entre los ingresos de poblacin urbana y rural, est determinando que, estos ndices aumenten negativamente, especialmente en la poblacin indgena rural establecida en el altiplano occidental. Guatemala posee todava un alto pero sumamente frgil potencial de recursos naturales y biodiversidad, situacin que prevalecer mientras persistan las desigualdades en el desarrollo socioeconmico y el crecimiento poblacional. Esta situacin est causando sobreexplotacin, degradacin de suelos, deforestacin, contaminacin de fuentes hdricas, transformacin de ecosistemas naturales en campos de cultivos de subsistencia y efectos nocivos sobre las poblaciones de fauna silvestre. Otra causa relacionada con las amenazas a la biodiversidad es la no inclusin de los temas de pobreza y la gestin de la biodiversidad en la formulacin de polticas pblicas10. Esta situacin est concatenada con la baja capacidad de las instituciones del gobierno para disear y dar seguimiento a las polticas pblicas vinculadas con el desarrollo rural, y es consecuencia de la debilidad e inestabilidad institucional y los escasos recursos tcnicos y financieros asignados, situacin que
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se manifiesta en la escasa o nula presencia institucional que es necesaria para la toma de decisiones a nivel local. Entre las consecuencias de esta problemtica se pueden mencionar la existencia de iniciativas de desarrollo social y econmico incompatibles con la realidad ambiental del pas; la ocupacin y uso de reas marginales para la agricultura con la consiguiente baja productividad de los sistemas de produccin; la sobreexplotacin de los recursos naturales y el aumento constante de la demanda del recurso tierra, de servicios, empleo y fuentes energticas. 3.5.3. Desempleo El concepto de pobreza est estrechamente relacionado con los ingresos. De igual manera lo estn el crecimiento del empleo y la tasa de salario real. Si existe un porcentaje alto de desempleo, el medio de reduccin de pobreza sera incrementar el empleo. Si hay pleno empleo, pero con una tasa salarial insuficiente, trasladar el conjunto de obreros arriba de la lnea de pobreza implica incrementar las tasas salariales (IARNA, URL e IIA, 2006). Con el mantenimiento de una agricultura de subsistencia y la escasez cada vez mayor de tierra disponible para la expansin de la agricultura como actividad econmica principal en el rea rural de Guatemala, se debe promover la diversificacin agrcola y, de esta manera, propiciar la absorcin de mano de obra disponible, que mejore los niveles de productividad, los ingresos de los sistemas de produccin e incentive el empleo no agrcola para evitar que se agrave la situacin de pobreza y pobreza extrema rural. De acuerdo con las estimaciones de ANACAFE (FIPA/USAID, 2002) y, como un argumento que fortalece las ideas del prrafo anterior, existe una situacin que agudiz el nivel de desempleo y subempleo del pas, sta fue la
crisis del caf ocurrida en los perodos de 1999/2000 y 2000/2001, cuyo efecto fue la reduccin del 19% del empleo total generado por la caficultura, estimado en 65.26 millones de jornales. Es decir, una absorcin plena promedio anual de la poblacin econmicamente activa (PEA) total en el orden del 9%. Segn el XI Censo Nacional de Poblacin y VI de Habitacin (2002), la PEA total del pas asciende a 3,463,397 personas, equivalente al 30% de la poblacin total del pas, distribuida en 1,835,653 habitantes del rea urbana y 1,627,714 en el sector rural. Del total de la PEA mencionado, 42.07% trabaja en el sector agrcola, caza, silvcola y pesquero. El perfil total de la PEA rural (Cuadro 1) indica que el 71% son trabajadores agrcolas, el 7.35% corresponde a las actividades artesanales, industriales y de minas y canteras, y el 21.90% restante corresponde a las actividades terciarias, tal el caso del comercio y servicios. Esto demuestra el peso que sigue teniendo la produccin agrcola en los ingresos de las familias rurales, pero que, debido al minifundio y la agricultura de subsistencia como forma de produccin predominante, no permite promover la generacin de nuevas fuentes de empleo y causa implicaciones sobre los ecosistemas naturales, como las ligadas al cambio de uso del suelo, erosin, desequilibrios ecolgicos y contaminacin. 3.5.3.1. Causas y efectos Entre los factores que inciden en el desempleo urbano y rural estn la escasez de la tierra como principal medio de produccin, efectos coyunturales en los precios internacionales de los productos de exportacin (banano, caa de azcar, caf, hortalizas, etc.), incremento del minifundio y concentracin de la tierra, mantenimiento de la agricultura de subsistencia como sistema tradicional de produccin, incremento poblacional, falta
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de alternativas econmicas y la existencia de una tasa de generacin de empleo a ritmo ms lento que la tasa de crecimiento de la PEA rural y urbana. En las condiciones actuales, existen pocas oportunidades en el rea rural que puedan ayudar a frenar la migracin de residentes de las zonas rurales y desacelerar la propagacin de la congestin y la contaminacin de las zonas urbanas11 o el desempleo urbano. En otros casos, la decisin de las familias ser continuar con una agricultura de subsistencia como estrategia local de sobrevivencia o seguridad alimentaria, engrosar la poblacin que se encuentra dentro de la economa informal o migrar hacia otras reas rurales en busca de nuevas tierras, acciones que contribuirn a la creacin de asentamientos espontneos, invasiones de tierras y avance de la frontera agrcola y pecuaria. 3.5.4. Estructura agraria predominante La estructura agraria de los pases en vas de desarrollo, entre ellos Guatemala, se caracteriza por una distribucin de tipo dual, donde un pequeo nmero de personas posee la mayora de las tierras cultivables, mientras que una multitud de pequeos propietarios, de arrendatarios, usufructuarios y colonos
cultivan el resto de las tierras que a menudo son marginales (Etchegaray et al., 1997) por las condiciones fsico-qumicas y biolgicas de los suelos. Las del primer tipo concentracin de la propiedad de la tierra tienen orgenes histricos diferentes que varan de una regin a otra (costa sur o Pacfico, las Verapaces y el departamento de Petn, por ejemplo). Unas inician desde la poca colonial producto del otorgamiento de prebendas o beneficios por parte de la Corona Espaola hacia los conquistadores y posteriores administradores de las colonias12. Otras fueron promovidas durante la Reforma Liberal de 1871 mediante la progresiva apropiacin de tierras de la iglesia catlica y, en otros casos, a travs del corrimiento de lmites y expropiacin de reas comunales. La forma ms reciente de concentracin de la tierra es el aparecimiento de nuevos latifundios a partir de dos aspectos relevantes: a) Modificacin a la normativa legal del Decreto Legislativo 1551 Ley de Transformacin Agraria de fecha 3 de noviembre de 1962, y la ley de creacin de FONTIERRAS, que elimina la tutela del Estado13 en aquellas parcelas o patrimonios familiares otorgados a los beneficiarios de dicha ley; y b) La aproCaptulo 11
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piacin, a travs de procesos anmalos, de tierra ubicada en reas protegidas o de propiedad privada. En ambos casos se han ocasionado graves distorsiones en el mercado de las tierras en Guatemala14. El segundo tipo pequeo campesino adquiere una pequea extensin de tierra para cultivarla con su familia. Cuando el nmero de miembros aumenta, pueden suceder tres alternativas: 1. La subdivisin o fragmentacin en microparcelas insuficientes para el sostenimiento familiar (agricultura de subsistencia) cuya tendencia incide en el incremento de la pobreza. 2. La disposicin a trasladarse con su familia a la periferia de los centros poblados, como una forma aparente de seguridad urbana, o hacia tierras menos frtiles y ms lejanas que requieren ms trabajo por cada unidad de producto, otra opcin es el traslado hacia aquellas reas consideradas libres o marginales, como las reas protegidas, cuyos efectos negativos se manifiestan en el empobrecimiento del campesino y su familia o en el incremento de los costos ambientales para el pas al ser afectado su capital natural. 3. Migracin hacia Estados Unidos de Amrica con la consiguiente desintegracin familiar y el debilitamiento de las estructuras sociales comunitarias. Un indicador utilizado en la medicin de la desigualdad en la distribucin de la tierra, y variable importante que contribuye a los niveles de pobreza del pas, es el ndice de Gini15. Pese a que este ndice muestra signos de mejora inter-censal entre 1979 (0.814) y 2003 (0.785) a nivel nacional, los niveles de pobreza (57%) y extrema pobreza (21.5%) del pas continan reportando incrementos (PNUD, 2004). La mejora en los valores de
este indicador tuvo lugar en el 74% del total de municipios del pas, especialmente en los departamentos de Totonicapn, Huehuetenango, Quich, Petn, Chiquimula y Jutiapa. En el lado opuesto, el 26% del total de municipios del pas obtuvieron igual o mayor nivel de concentracin de la tierra, esencialmente en Izabal, Retalhuleu, Escuintla y Suchitepquez. La fuente primaria de informacin sobre la estructura agraria16 del pas es el Censo Nacional Agropecuario, el cual muestra que en las categoras de microfincas (< 0.70ha) y finca subfamiliar (de 0.70 a < 7.0 ha) est compuesta por el 91.4% del total de fincas y apenas el 20.4% del rea total. En contraste, las fincas familiares y multifamiliares medianas y grandes comprenden el 8.6% del total de fincas, abarcando el 79.70% del total del rea censada (INE, 2003). Los resultados del IV Censo Nacional Agropecuario muestran que el tamao medio del conjunto de las explotaciones descendi de 7.74 a 4.72 hectreas, lo cual resalta el creciente proceso de minifundio de la tierra en Guatemala. Las explotaciones subfamiliares presentan un cambio de 2.07 a 1.82 hectreas por finca y los predios familiares no muestran modificaciones; por el contrario, las reas multifamiliares evidencian cambios de 191.9 a 132.19 hectreas de extensin promedio (INE, 2003). 3.5.4.1. Causas y efectos En conclusin, la estructura agraria muestra que la concentracin de la tierra en Guatemala sigue siendo elevada, entre otras causas, por los niveles de incremento y concentracin poblacional, especialmente en el altiplano del pas; las expresiones de exclusin y marginacin (social, econmica, cultural, y poltica), pocas oportunidades de acceso a bienes productivos (financiamiento, tierra, asistencia tcnica, etctera), la existencia de
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polticas y legislaciones que han promovido la expropiacin y concentracin de la tierra, y distorsiones en el mercado de la tierra por acciones promovidas de forma lcita o ilcita. Los efectos se hacen notar en los procesos de migracin interna y externa de la poblacin, que tienden a aumentar el nmero de personas dentro de la economa informal, y en las grandes desigualdades sociales, y por ende, en el empeoramiento de los indicadores de pobreza y pobreza extrema, lo que repercute en los ndices de Desarrollo Humano y en los esfuerzos de conservacin de la biodiversidad y la proteccin ambiental.
co ilegal de vida silvestre y avance de la frontera agrcola y pecuaria). 2. Amenazas naturales, que se manifiestan sin la intervencin humana (sismos, terremotos, maremotos, erupciones volcnicas, huracanes, ciclones e inundaciones). 3. Amenazas globales, son aquellas que tienen impactos en el globo terrestre, como las variaciones en el clima provenientes del cambio climtico y los fenmenos relacionados con los efectos de El Nio y La Nia. Existen otros tipos de amenazas que podran formar parte de la primera agrupacin o analizarse en forma separada, stas son las originadas a partir del ejercicio del poder en la gestin gubernamental17 o del Estado, tales como la implementacin de polticas nacionales. Por ejemplo, las que se relacionan con la generacin de energa mediante la construccin de hidroelctricas, provisin de servicios pblicos, como la construccin de infraestructura vial, y el aprovechamiento de recursos naturales no renovables, mediante el otorgamiento de licencias, permisos y concesiones para la exploracin y explotacin petrolera y minera. 4.2. Narcoactividad El narcotrfico es una de las actividades ms lucrativas del comercio ilcito. Junto con el trfico de armas, la movilizacin de inmigrantes ilegales y el comercio sexual, genera grandes ganancias a los actores que la promueven en tres mbitos principales: 1. El mercado, ubicado en pases desarrollados cuya capacidad adquisitiva los convierte en grandes consumidores. 2. La gerencia de la produccin, procesamiento y transporte, localizada en pases con economas poco desarrolladas y pre-
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sionadas por estados de ingobernabilidad casi permanentes, presencia de conflictos armados internos, crimen organizado y corrupcin generalizada. 3. Sitios puente, como el caso de Guatemala, que por su ubicacin geogrfica se convierte en paso estratgico hacia el mercado, aunque en ciertas reas del pas tambin se observa consumo y produccin, con el consiguiente aparecimiento de otras fuerzas paralelas como el crimen organizado. Quienes la practican son grupos clandestinos con alta capacidad de organizacin, comunicacin, desplazamiento y normas de comportamiento, creados con el propsito de facilitar el trasiego de sustancias prohibidas desde su lugar de fabricacin hacia Mxico y los Estados Unidos de Amrica. Muchas de las ganancias que genera esta actividad se invierten en la construccin de infraestructura y en la promocin y desarrollo de actividades productivas, tanto agrcolas como de ganadera extensiva. Estas ltimas son precisamente las que originan los principales impactos a la biodiversidad, debido a la fragmentacin de los hbitats resultante de los procesos de deforestacin y el cambio en la cobertura del suelo, incrementando as el nivel de riesgo y vulnerabilidad de las reas a los incendios forestales, cacera y trfico ilegal de vida silvestre. El caso ms dramtico se observa en la regin de Petn, especialmente dentro de los lmites de la RBM, debido a su posicin estratgica de colindancia con las fronteras de Mxico y Belice. Las acciones de estas organizaciones se pueden apreciar a partir de la existencia de espacios o corredores controlados por grupos armados ilegales, la creacin de pistas clandestinas de aterrizaje utilizadas para la recepcin y transporte de droga y la adquisicin, dentro de un mercado informal, de grandes extensiones de tierra para ser de-
dicadas a la ganadera extensiva y como soporte para otras actividades ilegales. 4.2.1. Causas y efectos Los factores principales para que este fenmeno permeara en los diferentes sectores de la sociedad y en algunas autoridades locales ha sido la debilidad del estado de derecho y de la institucionalidad, cuyas causas son la baja o nula presencia estatal, la existencia de una cultura de colonizacin mediante invasiones a las reas protegidas, conflictividad social derivada del acceso a la tierra por parte de los asentamientos humanos, corrupcin administrativa, condiciones de pobreza de gran parte de la poblacin residente, bajo nivel de relacin entre las instituciones gubernamentales y las poblaciones locales (CONAP 2004c) y la falta de corresponden, cia y complementariedad de las acciones intersectoriales. Los efectos negativos recaen (Figura 5) sobre el estado de gobernabilidad de ciertas regiones, por haberse debilitado el ejercicio de la autoridad del Estado y la falta de mecanismos de coordinacin y cooperacin entre instituciones del Estado, gobiernos locales y comunidades. Dentro de los impactos ambientales es factible observar los provocados por el incremento de nuevos asentamientos o agarradas sobre los procesos ecolgicos de los ecosistemas naturales del rea, debido a la deforestacin, la accin de los incendios forestales, la tala del bosque y el trfico de vida silvestre. 4.3. Contaminacin por desechos slidos y lquidos Este tema hace referencia a las complicaciones ambientales derivadas de la alteracin del equilibrio ecolgico de los cuerpos o corrientes de agua, ecosistemas terrestres, acuticos y distintos paisajes naturales del pas. Esto debido a la inclusin o vertimiento de conta-
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Debilitamiento del ejercicio de la autoridad del Estado ( INGOBERNABILIDAD ) Impactos ambientales negativos Incendios forestales
Deforestacin
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Delincuencia comn y crimen organizado Debilidad Institucional Debilidad del Estado de Derecho Falta de correspondencia y complementariedad de acciones intersectoriales Centralismo gubernamental Bajas capacidades tcnicas y administrativas
AMENAZA GENERADA
CAUSAS FUNDAMENTALES
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minantes o cualquier combinacin de ellos, problema que crece cada da en magnitud e impactos al entorno natural (suelo, aire, agua), la biodiversidad y la salud humana. Existe una diversidad de contaminantes que pueden ser especficos de ciertos ecosistemas o, por el contrario, afectar a varios al mismo tiempo. Entre ellos se pueden distinguir desechos industriales y mineros, residuos gaseosos producidos por el uso de combustibles fsiles, plaguicidas, desechos slidos y lquidos provenientes de los centros poblados y restos orgnicos de animales y humanos. En trminos generales, la contaminacin y degradacin ambiental son provocadas por la eliminacin de desechos slidos y lquidos que provienen de procesos industriales o bien son generados por las actividades humanas. Son significativos los impactos generados por el uso exagerado de agroqumicos (insecticidas, fungicidas y herbicidas) en cultivos anuales y/o permanentes, y en el manejo de potreros y de microorganismos, como bacterias, parsitos y virus (PNUD, 2002). El ejemplo ms comn es el del cultivo del algodn en la costa sur de Guatemala, que lleg a constituirse en la principal fuente de contaminacin del pas y se le considera agente causal de la desaparicin de muchas especies de flora y fauna en esa regin (FIPA/USAID, 2002). 4.3.1. Contaminacin de los elementos bsicos: agua y suelo La contaminacin de los mantos acuferos, ros, lagos, lagunas y otros cuerpos de agua, es provocada por la utilizacin de fertilizantes qumicos, herbicidas e insecticidas en la agricultura y ganadera y el constante fluir de las aguas servidas de origen domstico18 e industrial. Adems, diversas regiones marino-costeras, como la desembocadura del ro Motagua y playas recreativas, han sido convertidas en vertederos finales de toneladas de
Dentro de este conjunto de contaminantes, unos dispersan agentes patgenos, como bacterias, virus y protozoarios causantes de enfermedades; otros vierten sustancias qumico-orgnicas como plsticos, cidos y sales que, a ciertas concentraciones, hacen que el agua sea inadecuada para beber y provoquen daos a la flora y fauna acuticas. Adems, se observan nutrientes vegetales inorgnicos, como los nitratos y fosfatos disueltos. Asimismo, es notoria la presencia de partculas insolubles de suelo y otros materiales inorgnicos y orgnicos en suspensin, que provocan la disminucin de la fotosntesis de las plantas acuticas, alteracin en las cadenas alimenticias y sedimentacin, cuyos impactos son el azolvamiento de lagos, represas y canales de riego. El crecimiento de la poblacin ha demandado la generacin de tecnologas que permitan aumentar la produccin de alimentos, donde el suelo juega un papel preponderante en el desarrollo de actividades agrcolas y pecuarias. Sobre ste se han acumulado residuos lquidos y slidos, como detergentes, grasas, solventes, aceites y plsticos (Figura 6) y se ha
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incrementado el uso de productos qumicos como los fertilizantes qumicos y plaguicidas, muchas veces sin respetar las normas de uso y sin visualizar las consecuencias ambientales de aplicar excesivas concentraciones, ya que pueden llegar a ser txicas para la flora residente. 4.3.2. Causas y efectos de la contaminacin Las causas de la contaminacin (Figura 7) se relacionan con procesos como el crecimiento demogrfico, bajos niveles de pobreza de la poblacin, y el desempleo urbano y rural; as como la mala planificacin del desarrollo industrial y crecimiento urbano sin respetar las normas ambientales. Esto origina basureros clandestinos y provoca el vertimiento de aguas residuales sin tratamiento. As mismo, debido al desconocimiento y a la escasa aplicacin de la legislacin ambiental, se cae en espacios de impunidad ambiental y se da poca atencin al seguimiento y evaluacin ambiental. De igual manera, influye en la contaminacin el bajo nivel de inversin en los sistemas de produccin, causado por la inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra y la sobreexplotacin de los recursos naturales. Una causa puntual es el bajo control de las fuentes potenciales de contaminacin, como las descargas de aguas residuales, desechos slidos y lquidos de procesos industriales, residuos de prestadores de servicios, como hospitales, laboratorios, hoteles, restaurantes, limpieza de fosas spticas y el aparecimiento continuo de basureros clandestinos. Los efectos pueden observarse en el deterioro de la salud humana a consecuencia de la elevada contaminacin atmosfrica y las fuentes de agua, a travs del aumento de enfermedades respiratorias20 (bronquitis y asma), infecciones de la vista, trastornos cardiovasculares e infecciones de la piel y presencia de
parsitos gastrointestinales y, finalmente, en la disminucin de la calidad de vida. Tambin son notorios los impactos en los ecosistemas terrestres y acuticos, a travs de la deforestacin, sobreexplotacin de los recursos naturales, incendios forestales, contaminacin del suelo y de las corrientes de agua, tanto superficiales como subterrneas. No escapa la prdida de especies de vida silvestre sensibles a los diferentes grados de contaminacin, al romperse el equilibrio ecolgico y las cadenas alimenticias. 4.4. Incendios forestales Los incendios forestales son fenmenos de origen antrpico en su mayor parte y totalmente recurrentes suceden en la poca seca del ao, desde febrero a mayo en reas como Petn, Chiquimula, Quich, Zacapa, Jalapa y las Verapaces (IARNA, URL e IIA, 2004), por el rea que afectan son clasificados en tres tipos: de copa, rastreros y subterrneos. En los ltimos aos la incidencia y magnitud de los incendios forestales se ha convertido en una amenaza para los recursos naturales y la biodiversidad del pas. Segn el INAB y el SIPECIF, el mayor impacto de los incendios forestales ocurri en los aos 1998, 2003 y 2005, fenmenos ocurridos durante perodos de sequa prolongados asociados con los eventos de El Nio. De acuerdo con la magnitud reportada, hubo serios impactos a la salud humana, calidad del aire, del agua, del suelo, de las reas de explotacin de madera y de otros productos forestales. Una forma de dimensionar el impacto de los incendios forestales sobre la biodiversidad es mediante el anlisis de la informacin generada por el Centro de monitoreo y evaluacin del CONAP (CEMEC). En el Cuadro 2 se describe la superficie afectada en las unidades de manejo que se encuentran dentro de la categora de zonas ncleo, la Zona de
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Cuadro 2. Superficie afectada por los incendios forestales en las Zonas Ncleo, Zona de Amortiguamiento y Zona de Usos Mltiples de la Reserva de la Bisfera Maya
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Fuente: Centro de Monitoreo y Evaluacin del Consejo Nacional de reas Protegidas (CEMEC), 2006
Amortiguamiento y la Zona de Usos Mltiples de la RBM. Es impactante la comparacin del conjunto de puntos de calor observados en la regin norte del pas, en los aos 2003, 2005 y 2006 (Figura 8), los cuales estn afectando reas de vital importancia biolgica localizadas dentro de la Reserva de la Bisfera Maya, y reas de transicin entre dos reas biogeogrficas: las tierras altas de Alta Verapaz y las tierras bajas de Petn, sitios de endemismo y riqueza biolgica, donde se ubica el sistema de montaas del Parque Nacional Cuevas de Candelaria, la Sierra de Cham y Chinaj y la que conecta con el Parque Nacional Laguna Lachu. Los miembros integrantes del Sistema Nacional de Prevencin y Control de Incendios Forestales (SIPECIF), administradores de reas
protegidas, gobiernos locales, junto a actores en los diferentes niveles de participacin social, deben promover la formulacin de mecanismos de respuesta a los incendios forestales, enfocados, adems de su extincin, en causas subyacentes como: a. La conducta humana en el uso del fuego como herramienta agrcola y ganadera (quema de pastos y rastrojos). b. Deficiencias de los mecanismos de prevencin y control debido a la inestabilidad del personal, falta de medios tcnicos, recursos financieros suficientes y oportunos, y poca coordinacin entre los entes responsables. c. Inters en ampliar la frontera agropecuaria mediante la desvalorizacin del bosque (quemas intencionales).
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Enfermedades respiratorias, gastrointestinales, trastornos cardiovasculares, afecciones de la piel, etc. Incendios forestales Contaminacin del suelo
Graves daos a la salud humana e incremento de costos econmicos Impactos ambientales negativos. Degradacin ambiental
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Impunidad ambiental Escasa aplicacin de la legislacin ambiental Contaminacin por desechos slidos y lquidos Crecimiento demografico Niveles de pobreza de la poblacin Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Alta demanda de tecnologas para la produccin Desempleo Sobreexplotacin de recursos
AMENAZA GENERADA
CAUSAS FUNDAMENTALES
Urbanizacin desordenada
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Figura 8. Comparacin de puntos de calor acumulados al 13 de mayo en 2003, 2005 y 2006, ubicados en la regin norte del pas. Fuente: CEMEC/CONAP/WCS. Informe de monitoreo de incendios, temporada 2007. Departamento de Petn. Mayo 2007
4.4.1. Causas y efectos El origen principal de los incendios forestales son las acciones antropognicas, las cuales estn relacionadas con malas prcticas agrcolas, negligencia en la quema de rozas propias de la agricultura migratoria, incendios intencionales provenientes de reas con problemas de invasiones o presencia de asentamientos humanos, actividades de cacera alimentaria, falta de atencin a las medidas preventivas para el aprovechamiento de productos maderables y no maderables del bosque, descuidos de fumadores y durante la elaboracin artesanal de carbn vegetal, abandono de fogatas, uso de fuego en la extraccin de miel y enjambres silvestres, etctera. Cada uno de estos aspectos contribuye, en mayor o menor medida, a la degradacin ambiental debido a daos que impactan so-
bre la estructura y fertilidad natural del suelo, la fragmentacin y destruccin de hbitats y sus efectos en la conectividad de las reas, destruccin de la estructura de comunidades vegetales y las subsecuentes alteraciones del equilibrio biolgico y de funciones ecolgicas. As mismo, es importante no ignorar otros efectos sobre la salud humana y prdidas econmicas como las anotadas en la Figura 9. 4.5. Introduccin de especies exticas invasoras Las invasiones biolgicas son un tema de poltica sumamente frustrante, complejo y desalentador: no se prestan a una solucin clara y simple. Chris Bright citado por Shine, Nattley y Loteaur (2000). Se conoce como especie invasora a una especie extica que se establece en un ecosis-
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Incremento de costos de atencin a la salud. Deterioro de plantaciones forestales, cultivos agrcolas, etc.
IMPACTOS Daos a la salud humana Prdidas socioeconmicas Impactos ambientales negativos. Degradacin ambiental
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Inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra Incendios forestales Desempleo urbano y rural Niveles de pobreza de la poblacin Incremento y concentracin poblacional
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tema o hbitat natural o seminatural, es un agente que induce cambios y amenaza a la diversidad biolgica nativa (UICN, citada por Shine, Nattley y Loteaur, 2000). Existe invasin cuando las especies exticas, adems de persistir, proliferan y se extienden ms all de determinados lmites, sucediendo de diversas maneras: una especie extica puede encontrar un nicho vaco y difundirse, o puede competir por un nicho ya ocupado por una especie nativa (Shine, Natley y Loteaur, 2000), como se aprecia en la Figura 10. Algunos expertos en el tema de biodiversidad han calificado el impacto de las especies exticas invasoras como la segunda causa a nivel global de la prdida de la riqueza biolgica de los pases, despus de la fragmentacin y destruccin de hbitats (Vitousek, 1996; Leung et al., 2002, citados por CONABIO et al., 2006). La introduccin de especies puede observarse en ecosistemas, naturales o bajo manejo, de origen acutico, terrestre, marino-costero, de agua dulce y tambin en ecosistemas aislados, tal es el caso de las islas y de ciertas montaas y lagos. En ellos, un nuevo competidor (planta, animal o microorganismo) pone en peligro a especies que no pueden desarrollarse conjuntamente con el nuevo integrante del sistema ecolgico. Pueden tambin ser desastrosas para las poblaciones de animales y plantas nativas cuya estructura biolgica no es suficiente para competir por espacio y alimento o por transmisin de enfermedades, llevndolas a su desplazamiento y, en casos severos, a su extincin. El establecimiento de especies exticas invasoras se genera a travs de tres categoras de actividades: a. Introducciones deliberadas, para su uso en sistemas de produccin biolgica (como agricultura, silvicultura y pesca), para la arquitectura paisajstica y con fines recreativos y decorativos.
b. Introduccin deliberada para uso en confinamiento o cautiverio (zoolgicos, acuicultura, maricultura, acuarios, horticultura, comercio de animales domsticos, etctera) con el consabido riesgo de fuga o de liberacin en medios naturales. c. Introducciones fortuitas de especies, organismos o agentes patgenos, a travs de vas relacionadas con el transporte, el comercio, viajes y turismo (Shine, Nattley y Loteaur, 2000). Las especies exticas invasoras constituyen una seria amenaza de origen antropognico que afecta a los tres componentes bsicos de la biodiversidad (ecosistemas, especies y genes), no escapan de sta diversas actividades de otros sectores de la economa, como el energtico (embalses para hidroelctricas), transporte (fluvial, lacustre y martimo), forestal (reforestacin e introduccin en bosques naturales), sector pesquero, agropecuario, turismo y el sector de la salud humana en el control de mosquitos portadores de enfermedades. Estos grupos econmicos, junto con otras organizaciones de la sociedad civil y poblacin rural, deben participar en estrecha coordinacin y cooperacin en la atencin integral del problema y sus consecuencias, desde la toma de decisiones, implementacin de medidas de prevencin y control directo y la creacin de capacidades tcnicas e institucionales en la evaluacin y gestin de riesgo. 4.5.1. Causas y efectos Las causas fundamentales de la presencia de especies exticas invasoras en el pas estn relacionadas con la escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados, junto a una gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad. De manera ms especfica, otros factores que contribuyen al establecimiento, la difusin y
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Figura 10. El impacto de la presencia de Hydrilla verticillata en el Lago de Izabal. Crdito: Oficina Tcnica de Biodiversidad
el deterioro ambiental debido a sus impactos, son la deforestacin, la sobreexplotacin de recursos, manejo inadecuado del suelo, erradicacin de depredadores naturales, conversin de tierras a usos agrcolas de monocultivo comercial, contaminacin ambiental por el mal manejo de desechos slidos y lquidos y el cambio climtico, junto con la variabilidad ambiental resultante. Existe una serie de factores indicadores de los posibles efectos econmicos, sociales y ambientales (Figura 11) provocados por la introduccin de especies exticas (Shine, Clark, et al., 2000). En el rea socioeconmica se puede mencionar la reduccin del valor de las tierras agrcolas y pecuarias debido a la presencia de especies indeseables y por el agotamiento del suelo; la disminucin de ingresos monetarios y no monetarios de las familias, a consecuencia de la mengua en la productividad de los sistemas de produccin; difusin de plagas y enfermedades que afectan la salud humana, como el dengue y la malaria; cambios en las patrones culturales y prcticas tradicionales de consumo. En el mbito ambiental puede ocurrir la contaminacin indirecta de recursos genticos;
difusin de plagas y enfermedades en cultivos, ganado y otros animales domsticos; incitar la ocurrencia de incendios catastrficos que a su vez afectan a la biodiversidad (Hiremath y Sundaram, 2005); prdida de las capacidades de los ecosistemas para proveer bienes y servicios ambientales por alteracin de la estructura, equilibrio biolgico y funciones ecolgicas; as como provocar daos colaterales en la aplicacin de medidas de control, contencin o erradicacin. Recuadro 1. Introduccin de especies exticas invasoras Las bioinvasiones o la introduccin de especies exticas invasoras en sistemas naturales impactan de manera significativa la diversidad biolgica de dichos sistemas. Las especies nativas estn adaptadas a mecanismos de competencia interespecfica propios de dicho hbitat, razn por la cual las especies introducidas que tienen xito son aquellas ms agresivas y con mejores mecanismos de adaptacin. Estas provocan serias alteraciones en el equilibrio ecosistemtico, ya que reducen la diversidad de especies nativas, mermando la diversidad gentica y promoviendo la conformacin de paisajes ms
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homogneos. Los lagos y los ros son quizs los ecosistemas ms afectados por la introduccin de especies exticas o extraas y los consecuentes cambios ecolgicos en la composicin de especies y de la comunidad. Por ejemplo, la lobina negra introducida en el lago de Atitln, a inicios de la dcada de los 60, al no tener competencia por parte de las especies nativas de peces, se convirti en la especie dominante. La tilapia (Oreochromis spp.) se encuentra presente en algunos ros de Petn y en ro Dulce y ahora ya es un miembro ms de estas comunidades de agua dulce. Plantas acuticas exticas pueden reducir la diversidad biolgica en arroyos, ros y lagos al dominar la superficie de estos ecosistemas acuticos. Este fenmeno empieza a hacerse notar en los lagos Petn Itz y Amatitln con los lirios acuticos o Jacinto de Agua (Eichhornia crassipes) y con la Hydrilla verticillata en el lago de Izabal y ro Dulce. Fuente: Proyecto FIPA/USAID. Anlisis de la Biodiversidad en Guatemala. Agosto 2002 4.6. Exploracin y explotacin petrolera y minera El Artculo 6 del Decreto Legislativo 48-97 del Congreso de la Repblica Ley de Minera define la minera como toda actividad de reconocimiento, exploracin y explotacin de productos mineros, y la explotacin minera como la extraccin de rocas, minerales o ambos, para disponer de ellos con fines industriales, comerciales o utilitarios. De igual manera, el Artculo 1 del Decreto Ley 109-83 Ley de Hidrocarburos especifica las operaciones petroleras como todas o cada una de las actividades que tengan por objeto la exploracin, explotacin, desarrollo, produccin, separacin, compresin, transformacin, transporte y comercializacin de hidrocarburos y productos petroleros.
Estas dos actividades econmicas de carcter industrial se ocupan de la extraccin de yacimientos21 de minerales22, gas natural e hidrocarburos23 almacenados en el interior y sobre la corteza terrestre. En Guatemala se orienta hacia la explotacin de minerales no metlicos, como carbn, arena, balasto granito, grava, roca en bruto, mrmol, jade, yeso, piedra pmez, cal y cemento; y metlicos, como oro, plata, basalto, bentonita, caliza, caoln, esquisto, feldespato, jadeta, etctera. Segn IARNA, URL e IIA (2004), no existe un inventario de los recursos minerales de Guatemala que permita conocer las reservas comprobadas de cada uno de los minerales. Sin embargo, reportes de proyectos registrados en el Ministerio de Energa y Minas muestran importantes yacimientos de minerales como oro, plata, serpentinita, peroditita cromita, cobalto, nquel, esquistos, micceos, zinc y cobre en los departamentos de Chiquimula y El Progreso. En relacin con los recursos petroleros, segn datos de la Organizacin Latinoamericana de Energa (OLADE), reportados por IARNA, URL e IIA (2004), las reservas probadas de petrleo en 2000, eran de 840 millones de barriles y, con el nivel de produccin del mismo ao (20,700 barriles/da), la actividad de explotacin podra alcanzar alrededor de 100 a 110 aos. En la actualidad se cuenta con cuatro contratos en fase de explotacin y cuatro contratos de exploracin de hidrocarburos, que abarcan una rea total de 312,039 hectreas, lo que equivale al 2.87% del territorio nacional. Los detalles se observan en el Cuadro 3. En la produccin de hidrocarburos, el pas se divide en tres cuencas: la de Petn, la de Amatique y la del Pacfico. En la primera existen dos campos petroleros activos, mientras en las dos ltimas slo se tienen indicios de presencia de hidrocarburos y gas natural en el subsuelo (Figuras 12 y 13). A principios de 2002 existan 133 pozos perforados, de
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Figura 11. Impactos a la biodiversidad por la introduccin de especies exticas invasoras
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los cuales 27 estn ubicados en el campo Xan, en Petn. Se reporta una produccin de 23,500 barriles/da, siendo el 90% para exportacin y el resto para consumo nacional. La infraestructura petrolera del pas incluye un oleoducto dividido en tres secciones que cruzan los principales campos petroleros, con una extensin de 474 km de longitud y una capacidad de 430 mil barriles de petrleo (Informacin del Ministerio de Energa y Minas (MEM), citada por el PNUD, 2002). 4.6.1. Causas y efectos Las causas fundamentales de los impactos de la exploracin y explotacin petrolera y minera sobre la biodiversidad son la escasa valoracin de la biodiversidad, la gestin y manejo no integrado de sus componentes y el privilegio de aspectos econmicos y de competitividad, para la estimulacin de inversiones, sobre los de carcter ambiental y social, elementos bsicos para toda actividad productiva sostenible. Estas dos actividades econmicas constituyen una amenaza a la biodiversidad y a los
recursos suelo y agua, debido a sus efectos directos e indirectos en la alteracin de los sistemas ecolgicos terrestres y acuticos, contaminacin con txicos a fuentes de agua y sobre las poblaciones de fauna asociadas a ambos (Figura 14). De no manejarse estas actividades bajo rigurosas normas ambientales, podran esperarse consecuencias serias, a largo plazo, sobre la integridad de las reas protegidas y sobre el ambiente en general. Un aspecto que afecta a ambas actividades y que se menciona al inicio de la descripcin y clasificacin de las amenazas, es el que se origina a partir de la gestin gubernamental, cuando se produce incompatibilidad y falta de apoyo poltico para la Estrategia de manejo y conservacin de la biodiversidad y la Poltica del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas. Esto en contraste con otras polticas de gobierno que, como la energtica, cuentan con el apoyo de decisiones que favorecen a intereses particulares. Incide tambin la poca participacin y continuidad de las medidas de monitoreo y evaluacin de los componentes ambientales, como la calidad del aire, la calidad del agua (fsica, qumica
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Figura 13. Contratos con operaciones petroleras de exploracin de hidrocarburos (MEM, 2007)
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y biolgica), la contaminacin del agua, de los suelos, la presencia de aceites, grasas y metales pesados, niveles de presin sonora, y el cumplimiento de las condiciones de beneficio social a las comunidades adyacentes a las reas de explotacin. Pese a la existencia e incorporacin de regulaciones ambientales en el proceso de exploracin y explotacin, no existe una integracin institucional responsable del sector energtico, ambiental y de gestin de la conservacin y manejo de la biodiversidad, que implemente adecuados y oportunos mecanismos de seguimiento y evaluacin. Las actividades minera y petrolera tienen relacin directa con los recursos hdricos, los cuales son utilizados en las diversas fases de extraccin y procesamiento de los minerales e hidrocarburos. Esta situacin provoca que los riesgos se mantengan latentes debido a la contaminacin que producen los efluentes mineros que llegan a las fuentes de agua, como ros, lagos, lagunas y manantiales a travs de los drenajes, deslizamientos, filtraciones y arrastres provenientes de minas subterrneas y superficiales y de la perforacin de los pozos. Los impactos ambientales de la actividad petrolera se clasifican en indirectos y directos. Entre los indirectos estn la deforestacin provocada por la construccin de pistas de aterrizaje y caminos de acceso hacia las reas en concesin y los pozos perforados; adems, la apertura de estos caminos sirve como ruta de ingreso para la colonizacin agrcola-ganadera masiva. Por ejemplo, en el Parque Nacional Laguna del Tigre, no se previeron controles para el trnsito de personas ni para las actividades econmicas promovidas por la exploracin petrolera. Proliferaron as una serie de nuevos asentamientos que produjeron el avance de la frontera agrcola y pecuaria, incendios forestales, trfico de vida silvestre y conflictividad agraria.
Entre los factores directos estn la contaminacin del suelo y del agua superficial y subterrnea, a travs de los derrames de los distintos medios de transporte (camiones y oleoductos), y el proceso de perforacin de los pozos e inyeccin de agua. En el aspecto socioeconmico es posible observar alteraciones de las relaciones sociales, como los conflictos internos por desintegracin de la organizacin social de las comunidades (personas a favor y otras en contra de la actividad), y desplazamiento y formacin de grupos que alteran la dinmica comunitaria. Tambin se producen otras circunstancias, como el aparecimiento de enfermedades por la contaminacin atmosfrica (ruido, gases, polvo y vapores txicos) y de las fuentes de agua, cambios en los patrones culturales, aumento del costo de vida y desplazamiento de actividades econmicas locales por las nuevas facilidades de acceso e incremento de ingresos. 4.7. Caza, pesca y trfico ilegal de vida silvestre En este tema se revisan de manera general las causas y efectos de la extraccin, transporte y venta ilegal de productos de la flora maderable y no maderable (lea de diferentes especies, pino, cedro, caoba, xate, izote, etctera), fauna (guacamayas, loros, tucanes, pavos, monos, pizotes, venados, diferentes clase de peces, etctera) y subproductos (carne, pieles, plumas, ramillas como el pinabete, etctera), actividades que impactan sobre la riqueza ecolgica y econmica de importantes reas del pas. La cacera (Figura 15) y la pesca han sido parte del estilo de vida de las poblaciones rurales, en muchas de ellas con fines de subsistencia. Sin embargo, la demanda de un mercado ilcito promueve la sobreexplotacin que, junto al impacto de las diferentes artes de caza y pesca, estn afectando las
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Contaminacin atmosfrica por ruido, polvo, gases y vapores txicos Desplazamiento de comunidades Deforestacin - erosin Incendios forestales Incremento en el valor de la tierra Avance de la frontera agropecuaria Contaminacin del suelo y fuentes hdricas Desplazamiento de otras actividades econmicas locales Difusin de enfermedades Cambios en los patrones culturales Aumento del costo de vida local
Prdida de oportunidades, generacin de bienes y servicios de los ecosistemas Alteracin de la estructura, equilibrio biolgico y las funciones ecolgicas de los ecosistemas
IMPACTO
SOCIALES
ECONOMICOS
AMENAZA GENERADA
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Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Mayor apoyo poltico a la poltica de hidrocarburos y minera que a la estrategia de conservacin de la biodiversidad y poltica del SIGAP
CAUSAS FUNDAMENTALES
Gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad Privilegiar el aspecto econmico y las inversiones de capital sobre lo ambiental y social Limitadas capacidades en la regulacin y gestin institucional de ambas actividades econmicas
Figura 14. Impactos a la biodiversidad por actividades de exploracin y explotacin minera y petrolera
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poblaciones de los ecosistemas terrestres, de agua dulce y marino-costeros. Un ejemplo de esto est empezando a darse en el contexto regional, especialmente en el caso de las especies de peces migratorios, como el rbalo (Centropous undecimalis) y el sbalo (Tarpon atlanticus) (FIPA/USAID, 2002; IARNA, URL e IIA, 2004). De los tres tipos de cacera (subsistencia, deportiva y comercial), el ms daino es el comercial24, ya que su objetivo es lucrar con piezas o subproductos como la carne. El deseo de satisfacer el mercado rural y urbano, provoca que un solo cazador consiga ms piezas y variedad de especies de las que realmente necesita para satisfacer sus necesidades (CECON-PROBIOMA, 2005).
se estn capturando cerca de 176 especies en ambos litorales del pas, lo que equivale al 49.71% de las especies marinas reportadas para Guatemala (354 marinas y 296 de agua dulce o salobre). El trfico ilegal y el uso y comercio clandestinos de flora y fauna silvestres constituyen tambin una seria amenaza a la biodiversidad, debido a la debilidad y falta de capacidad institucional para su control. Esto se ha convertido en un problema porque es una prctica comn en diversas regiones del pas, llevada a cabo tanto por residentes de las reas involucradas como por personas extraas, que la ven como una manera fcil de generar ingresos. Esta situacin est poniendo en riesgo la integridad ecolgica de los ecosistemas y la capacidad de recuperacin del recurso; adems de provocar impactos de tipo social, econmico y productivo, al desincentivar las iniciativas de manejo sostenible y las que se realizan bajo condiciones controladas. 4.7.1. Causas y efectos de la caza, pesca y trfico ilegal de vida silvestre La sobreexplotacin de recursos de vida silvestre puede darse por acciones directas como la caza, pesca, recoleccin o extraccin desmedida que agota las existencias. Por el destino del producto: por demanda y valor comercial, uso medicinal, valor alimenticio, comercio de animales vivos, muertos o partes de ellos con destino a colecciones pblicas o privadas. En otros casos, obedece al tipo de prctica destructiva, como la utilizacin de explosivos, txicos, incendios, u otra clase de situaciones prohibidas, las cuales inducen a que se rebase la capacidad natural de las especies para regenerarse, as como que se produzcan efectos en el nmero de individuos por especie, y en la dinmica de poblaciones, con impactos significativos sobre la diversidad gentica (adaptado de FIPA/USAID, 2002).
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Figura 15. Cacera de subsistencia en comunidades Crdito: Bonham, C.
En el pas existen aproximadamente 115 especies sujetas a cacera, divididas en 17 familias de mamferos (42 especies), 10 de reptiles (18 especies), y 8 de aves (55 especies). Por otro lado, la informacin de pesca artesanal costero-marina indica que se extraen alrededor de 108 especies en ambos litorales del pas, pertenecientes a 26 familias en el litoral Pacifico y a 20 familias en el lado del Caribe (CONAP/INBIO, 2006). Otros datos de la misma fuente estiman que actualmente
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Disminucin del recurso disponible para subsistencia Competencia desleal dentro de la cadena productiva Incendios forestales Disminucin de la capacidad de recuperacin del recurso Efectos sobre la Integridad del ecosistema y especies
Sobreexplotacin
Incentivo del irrespeto de las normas de manejo Subvaloracin del recurso Efectos de la rivalidad del uso Desincentivar iniciativas de manejo sostenible
IMPACTOS
Alteracin de la estructura , equilibrio biolgico y las funciones ecolgicas de los ecosistemas terrestres y acuticos
SOCIALES ECONMICOS
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Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Caza, pesca y trfico ilegal de vida silvestre Debilidad del Estado de Derecho y de la institucionalidad Niveles de pobreza Estructura agraria predominante Desempleo urbano y rural
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CAUSAS FUNDAMENTALES
Crecimiento poblacional
Figura 16. Impactos a la biodiversidad por actividades de caza, pesca y trfico ilegal de vida silvestre
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En trminos generales, la caza, la pesca y el trfico ilegal de vida silvestre representan efectos sociales y econmicos negativos y degradacin ambiental (Figura 16), problemtica que demanda fuertes y continuos mecanismos de control y responsabilidad en el manejo y administracin de las reas. En el mbito social se puede apreciar una disminucin del recurso disponible para subsistencia, se incentiva el irrespeto de las normas de manejo (acceso local y de control institucional), efectos de rivalidad en el uso25 y consumo del recurso, conflictividad social, y desintegracin de grupos organizados. En lo econmico se promueve la competencia desleal dentro de la cadena productiva y la desvalorizacin de los recursos aprovechados (el costo del producto bajo manejo es ms alto). 4.8. Deforestacin y avance de la frontera agropecuaria Estas dos actividades hacen referencia al cambio permanente del uso del suelo, con una cobertura vegetal natural, a una agricultura (anual o permanente) y la siembra de pastos para la crianza de ganado de doble propsito y con carcter extensivo, muchas veces insostenible. El subsector forestal las identifica como uno de sus principales problemas junto a la tala selectiva del bosque y al corte excesivo de lea en las diferentes regiones del pas. Las cambiantes polticas agrarias se consideran como el origen histrico de la deforestacin y el avance de la frontera agropecuaria (Figura 17), tanto por su propsito de fondo como por su temporalidad, que han promovido y favorecido la colonizacin de territorios como Petn y la Franja Transversal del Norte, y han sido consideradas soluciones a los problemas de demanda de tierra. As mismo, dentro de las condiciones impuestas a los beneficiarios de la Ley de Reforma Agraria Decreto Legislativo 1551 estaba el obligado y
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reconocido cambio de uso del suelo como una rehabilitacin del rea y un requisito para demostrar que se estaba haciendo uso de las parcelas otorgadas. El Estudio sobre la Dinmica de la Cobertura Forestal de Guatemala, hecho por la UVG, INAB y CONAP (2006), reporta que en el perodo 1991/93 Guatemala contaba con 5,121,629 hectreas de bosque, y para 2001, la cobertura forestal era de 4,558,453 hectreas, equivalente al 42.11% del territorio nacional. Estos valores muestran una prdida de 717,075 hectreas; sin embargo, durante el mismo perodo se recuperaron 153,899 hectreas, es decir, una prdida neta de 563,176 hectreas. En el mismo perodo, el pas perdi un promedio de 43,148 hectreas de bosque cada ao, lo que significa una tasa de deforestacin de 1.43% anual. El departamento que concentra esta prdida es Petn, especialmente en los municipios de La Libertad, Dolores, Sayaxch, Poptn, San Luis, Santa Ana y San Andrs), ya que cada ao desaparecieron, en promedio, 47,412 ha. Sin embargo, en trminos relativos, Chiquimula es el departamento que ms bosque perdi en el mismo perodo, 2.46% anual respecto del bosque original. Petn ocupa el tercer lugar con una tasa de deforestacin de 1.81%, por debajo de Jutiapa, que se ubica en el segundo lugar con 2.17% (UVG/INAB/CONAP 2006). , 4.8.1. Causas y efectos IARNA, URL e IIA (2006) definen el avance de la frontera agropecuaria como una consecuencia de la interrelacin del crecimiento demogrfico, las limitaciones biofsicas de los ecosistemas ocupados para actividades tradicionales y la estructura de distribucin y concentracin de la tierra en el territorio nacional. Sin embargo, junto con la deforestacin, actividad con la que est estrechamente vinculada, tambin tiene relacin
Biodiversidad y amenazas
Ocupacin y uso de reas marginales en la agricultura Incendios forestales Incentivo del irrespeto de las normas de manejo Deterioro del capital forestal natural Daos a la estructura del bosque y efectos sobre fuentes hdricas Mantenimiento de la agricultura de subsistencia Riesgos sobre las iniciativas de manejo sostenible Destruccin, fragmentacin y degradacin de ecosistemas
Prdida del potencial generador de bienes y servicios ambientales Sobreutilizacin del suelo
Prdida de especies de flora y fauna silvestre terrestre y acutica Prdida de oportunidades, generacin de bienes y servicios de los ecosistemas
IMPACTOS
Alteracin de la estructura, equilibrio biolgico y las funciones ecolgicas de los ecosistemas terrestres y acuticos
SOCIALES
ECONMICOS
Biodiversidad y amenazas
Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Deforestacin y avance de la frontera agropecuaria Debilidad del Estado de Derecho y de la institucionalidad Niveles de pobreza Estructura agraria predominante Desempleo urbano y rural
AMENAZA GENERADA
CAUSAS FUNDAMENTALES
Crecimiento poblacional
Figura 17. Impactos a la biodiversidad por actividades de deforestacin y avance de la frontera agropecuaria
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con la gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad, la inseguridad en los derechos de propiedad y uso de la tierra, la escasa valoracin que se hace de la biodiversidad, los niveles de pobreza y el desempleo. Una de las causas del avance de la frontera agropecuaria y la deforestacin (47,412 ha/ao) en el departamento de Petn es el constante crecimiento poblacional observado desde la creacin de la Reserva de la Bisfera Maya en 1990. Ambas amenazas fueron incentivadas por el desarrollo de infraestructura vial no planificada y la invasin de las reas protegidas por parte de grupos de campesinos, impactos negativos que son fciles de observar en la destruccin, fragmentacin y degradacin de los ecosistemas y la biodiversidad. Las reas ms afectadas por el avance de la frontera agropecuaria dentro
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de los lmites de la RBM, en el perodo 1990 a 2006 (Figuras 18 y 19), son el Parque Nacional Sierra de Lacandn, Laguna del Tigre, la Zona de Amortiguamiento y una parte de la Zona de Uso Mltiple comprendida en la ruta de la cabecera municipal de San Andrs a la comunidad de Carmelita. Las talas ilcitas han sido una de las causas principales de la prdida de cobertura forestal del pas. Esta prctica ha promovido el avance de la frontera agropecuaria y ha provocado impactos negativos en los ecosistemas forestales naturales y sus procesos ecolgicos (Figura 19). En el aspecto socioeconmico, induce a la desmotivacin de las iniciativas de buen manejo forestal realizadas por diversos actores, como personas individuales, cooperativas, concesiones forestales comunitarias e industriales y otros grupos organizados, adems de las distorsiones en el merca-
Figura 18. Cobertura vegetal y estado de las actividades agrcolas y pecuarias dentro de los lmites de la RBM, 1990 (CONAP/CEMEC, 2007)
Figura 19. Cobertura vegetal y estado de las actividades agrcolas y pecuarias dentro de los lmites de la RBM, 2006 (CONAP/CEMEC, 2007)
Biodiversidad y amenazas
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do de la madera y las consecuencias sobre el desarrollo del subsector forestal. La deforestacin realizada con el objeto de ampliar la frontera agropecuaria y con otros fines, continuar vinculada a variables como las invasiones de reas protegidas, bajo la idea equivocada de que son tierras disponibles del Estado; la venta de derechos de posesin o agarradas para convertirlos en potreros por parte de personas de gran poder econmico; conflictividad agraria promovida por demandas de asentamientos humanos o grupos organizados; y el cambio de propsito de los sistemas tradicionales de produccin en tierras de propiedad privada. En el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), se identifican otros factores impulsores de la deforestacin como la cultura agrcola y la ausencia de una cultura forestal, los incendios forestales, el pastoreo no controlado en bosques, las condiciones macroeconmicas desfavorables para la actividad forestal y las polticas pblicas con nfasis en el desarrollo agropecuario, entre otros. 4.9. Organismos vivos modificados genticamente (OVMGs) Por organismo vivo modificado se entiende cualquier organismo vivo que posea una combinacin nueva de material gentico que se haya obtenido mediante la aplicacin de la biotecnologa moderna. Segn el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnologa (CDB, 2000), por organismo vivo se entiende cualquier entidad biolgica capaz de transferir o replicar material gentico, incluidos los organismos estriles, los vivos y los viroides. Con el desarrollo de la gentica molecular se generaron metodologas que crearon los organismos transgnicos, los cuales se caracterizan por tener incorporados a su geno-
ma genes procedentes de otras especies. De esta manera, las barreras interespecficas se han roto y los genes de especies filogenticamente muy distantes pueden combinarse formando organismos vivos genticamente modificados26. Estas creaciones han venido a revolucionar la agricultura, la industria de reproduccin de plantas, de alimentos, etc., y la medicina, pero sin descartar el riesgo potencial que representa su liberacin para la salud humana y al ambiente, especialmente en aquellos sitios de alta biodiversidad como Guatemala. En la informacin generada en el desarrollo del Marco Nacional de Seguridad de la Biotecnologa para Guatemala, se reporta que los organismos vivos modificados genticamente tienen aplicaciones en la agricultura a travs de plantas resistentes a virus, insectos y herbicidas, plantas como biorreactores, animales produciendo protenas farmacuticas y otros con capacidad de producir leche de mejor calidad. Adems de presentar ventajas como mejor control de plagas, enfermedades y malezas, generan mayor productividad, productos alimenticios a ms bajo costo, reduccin en el uso de pesticidas y aportes sustanciales a la seguridad alimentaria. Sin embargo, el problema actual para analizar con certeza los riesgos de los organismos transgnicos radica en que existen vacos de informacin cientfica sobre las caractersticas biolgicas de las especies o variedades domsticas y poblaciones silvestres que son parientes cercanos de las especies genticamente modificadas, lo cual dificulta la toma de decisiones apropiadas por parte de los encargados del manejo y desarrollo de polticas y normativas (Dunkam et al., 2001, reportado en CONAP 2004a). En esto tambin , debe tomarse en cuenta la falta de capacidades institucionales en lo concerniente al anlisis del riesgo27 de la introduccin, tanto en su evaluacin como en su gestin; y la comercializacin de productos derivados de
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los organismos modificados genticamente, con el fin de determinar y conocer los posibles efectos. 4.9.1. Causas y efectos provocados por los organismos vivos modificados genticamente Ante el incremento de la poblacin del planeta, la necesidad de atender la seguridad y la salud como bienes pblicos mundiales, y la bsqueda de satisfactores para el constante incremento de la demanda de servicios, se ha elevado el nivel de tecnologa. sta ha modernizado los procesos productivos, los mecanismos de defensa, el transporte y, entre otros, la generacin de productos agrcolas y pecuarios en la produccin de alimentos, a travs del uso de agroqumicos y de transgnicos que pueden impactar en la prdida de la biodiversidad local.
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servicios derivados, y la gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad (Figura 20). Junto con stas se encuentran otras de menor dimensin, como la falta de legislacin y normatividad de la propiedad y uso de la biodiversidad gentica, y del manejo de especies transgnicas e introduccin de especies exticas; el uso de tecnologa en la modernizacin de los procesos productivos y la falta de capacidad institucional en el manejo y gestin del riesgo. En el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2004) se distinguen tres escenarios que describen cmo una especie transgnica puede influir en la composicin y la estabilidad de un ecosistema natural: a. La planta genticamente modificada puede convertirse en maleza debido a sus caractersticas aadidas, se esparce fuera del rea de cultivo y desplaza las especies silvestres o autctonas debido a la competencia. b. El ADN introducido se transmite sexualmente a la poblacin silvestre por entrecruces y puede conferir caractersticas de maleza si se expresa en la progenie de una cruza entre el cultivo respectivo y su pariente silvestre compatible. c. El ADN introducido se puede transmitir asexualmente a las especies de otros reinos, como bacterias, virus y animales. En trminos generales, y en ausencia de evidencia o informacin cientfica suficiente y sistemas de seguimiento y evaluacin confiables, no se puede asegurar que la manipulacin e introduccin de organismos vivos modificados genticamente no represente riesgos o que el nivel de riesgo sea aceptable para la salud humana y el ambiente. Sin embargo, en el camino hacia la obtencin de una prctica segura, no se deben ignorar riesgos que pueden estar asociados a
Se ha expresado la frase pueden impactar, ya que existe una serie de discusiones en torno al tema. Ante la falta o escasez de conocimiento cientfico, se mantiene una gran preocupacin por el comportamiento de los especies modificadas genticamente y sus impactos al ambiente y/o a la salud humana, pero tambin el convencimiento de la inocuidad de la gama de especies transgnicas producidas e incorporadas a los mtodos de produccin con el fin de aumentar la eficiencia y productividad de los sistemas productivos. Por otro lado, debe tomarse en cuenta el limitado conocimiento pblico28 acerca de qu es un OVM, dada la falta de mecanismos de informacin y comunicacin que pueden incidir en el grado de aversin o aceptacin pblica, tanto de las especies como de los productos. Las causas fundamentales que promueven la introduccin de organismos vivos modificados genticamente, y sus riesgos potenciales sobre la biodiversidad, son la escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y
Biodiversidad y amenazas
Preocupacin por el comportamiento de los organismos vivos modificados Dependencia de tecnologas e insumos externos Incremento de costos de control de plagas y enfermedades Cultivos resistentes a herbicidas pueden convertirse en malezas
Marginacin de productores de bajos ingresos y escasos recursos tecnolgicos Invasin y desplazamiento de especies de flora y fauna silvestre terrestre y acutica por competencia Erosin gentica de la poblacin silvestre, afectando sus caractersticas nativas
Desarrollo de patgenos que afectan la salud humana (virus, bacterias ) Prdida de materiales genticos nativos , cambio cultural en las prcticas productivas tradicionales y patrones de consumo
IMPACTOS
SOCIALES
ECONMICOS
Alteracin de la estructura gentica a las especies de otros reinos como bacterias, virus, animales y plantas Daos colaterales ambientales en la aplicacin de medidas de control y erradicacin
Biodiversidad y amenazas
Organismos Genticamente Modificados Escasa valoracin de la biodiversidad y los bienes y servicios derivados Uso de tecnologa en la modernizacin de los procesos productivos Falta de legislacin, regulacin y normatividad
AMENAZA GENERADA
CAUSAS FUNDAMENTALES
Gestin y manejo no integrado de los componentes de la biodiversidad Falta de capacidades institucionales en el anlisis de riesgos
Propiedad y uso de la biodiversidad gentica Manejo de especies transgnicas e introduccin de especies exticas
Figura 20. Impactos potenciales a la biodiversidad derivados de la introduccin de organismos vivos modificados genticamente
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la produccin e introduccin no controlada de organismos vivos modificados, los cuales pueden apreciarse en el corto, mediano y largo plazo y presentarse en los mbitos social, econmico y ambiental. En lo social, deben considerarse los efectos adversos de patgenos (virus, bacterias, hongos) que pueden ser un riesgo a la salud humana y representar la prdida de materiales genticos nativos, cambios culturales en las prcticas productivas y en los patrones de consumo tradicional. En lo econmico, dependencia de los sistemas de produccin a tecnologas e insumos externos. En lo ambiental, invasin y desplazamiento de especies de flora y fauna silvestres por competencia, erosin gentica a partir de polinizacin de las poblaciones silvestres y eventuales daos colaterales ambientales durante la aplicacin de medidas de control y erradicacin.
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y pecuarias. Otras acciones que contribuyen son la degradacin del suelo (erosin, compactacin), la contaminacin por desechos slidos y lquidos provenientes de los procesos industriales y el uso indiscriminado de agroqumicos en la agricultura; y la demanda creciente de servicios (transporte, energa, produccin de alimentos) derivada del crecimiento poblacional. El incremento de la temperatura y la variabilidad climtica (contraste entre zonas de alta precipitacin pluvial y reas sin lluvia) que se han venido registrando en el planeta, estn relacionados con la creciente concentracin en la atmsfera de algunos gases derivados de la actividad humana. stos retienen parte de la energa calrica solar reflejada por la Tierra, fenmeno que ha sido identificado como efecto invernadero. Los gases de efecto invernadero directo, o gases naturales reportados en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, incluyen el dixido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el xido nitroso (N2O). El monxido de carbono (CO), los xidos de nitrgeno (NOx) y los compuestos orgnicos voltiles diferentes del metano (COVDM), son conocidos como precursores de gases de efecto invernadero o modificadores de su concentracin en la atmsfera. Este conjunto de gases no contribuyen de igual manera a la intensificacin del efecto invernadero, dependen de otros factores como la vida til de los gases (permanencia en la atmsfera), sus niveles de concentracin y el poder de absorcin del calor reflejado por la superficie terrestre (MARN, 2001). 4.10.1. Causas y efectos provocados por el cambio climtico Las causas y efectos relacionados al cambio climtico se muestran en la Figura 21, donde es posible apreciar que las causas principales comprenden actividades humanas, como
4.10. Cambio climtico El cambio climtico dej de ser un problema de cientficos para pasar enteramente a la escena poltica y, por supuesto, econmica. Oilwatch (2007) Tal como se explica en la fase introductoria, el cambio climtico es clasificado como una amenaza global porque sus impactos son observables en todo el planeta, y sus efectos se encuentran estrechamente vinculados con la variabilidad climtica y el grado de vulnerabilidad ambiental que presenten los pases o los sistemas humanos ante los fenmenos naturales. El gran aliado de los efectos del cambio climtico en Guatemala es el estado de vulnerabilidad que el pas mantiene ante los fenmenos naturales, el cual proviene del proceso de deterioro ambiental que inici y se intensific a partir de la dcada de los setenta, provocado por la deforestacin que sustituy al bosque por actividades agrcolas
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545
el crecimiento demogrfico, la creciente demanda de servicios y otras directamente relacionadas como las siguientes: a. Emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades energticas (combustin de petrleo y sus derivados y quema de biomasa leosa). b. La agricultura mediante la emisin de metano, monxido de carbono, xido nitroso y xidos de nitrgeno derivados de la combustin de los residuos de las cosechas y rozas. c. Los procesos industriales que generan dixido de carbono y dixido de azufre, entre otros. d. El cambio de uso de la tierra produciendo monxido de carbono, metano, xido de nitrgeno y otros compuestos como consecuencia de la quema de biomasa forestal. e. La disposicin y manejo de los desechos municipales durante los cuales hay emanaciones de metano y xido nitroso. Otras, tal vez menos evidentes, son la falta de conciencia de la poblacin y los patrones de consumo, fallas del mercado en reconocer el valor de los bienes y servicios aportados por la biodiversidad y, en lo poltico, puede argumentarse la falta de involucramiento o separacin de la comunidad cientfica de los niveles de decisin poltica, con el fin de informar y discutir la atencin de un problema de magnitud global. Como una de las actividades del proyecto Primera Comunicacin Nacional y Plan de Accin sobre Cambio Climtico (MARN, 2001), se relacion la infeccin respiratoria aguda, diarreas agudas y la malaria transmitida por vectores del gnero Anopheles, como las principales enfermedades, tanto en compor-
tamiento como en incidencia, que estn asociadas a las variaciones climticas causantes de grandes impactos en la poblacin. Mooney y Hofgaard (1999), citados por Shine, Nattley y Lotear (2000), han indicado que el cambio climtico mundial es un factor que contribuye a la difusin y el establecimiento de especies exticas invasoras; un ejemplo de ello es la ampliacin del rango de presencia de plagas de insectos portadores de enfermedades. El efecto de un aumento de la precipitacin es el incremento de la escorrenta y con ella la erosin de los suelos, azolvamiento de represas, inundaciones, deslaves y prdida de cosechas. Por el contrario, con la disminucin de lluvias hay menos caudales en los ros, poca escorrenta, bajo nivel de la capa fretica y falta de agua para consumo humano y animal (IARNA, URL e IIA, 2004), adems de ocasionar incendios forestales ms frecuentes y destructivos. Con respecto a la biodiversidad, y bajo un escenario pesimista, se observa que los efectos del calentamiento global, por la velocidad con que se estn dando, harn imposible la adaptacin de las poblaciones de fauna silvestre y la capacidad de resiliencia de los ecosistemas naturales para recuperarse de sus impactos.
5. CONCLUSIONES
En tanto se mantengan las tendencias negativas en los indicadores socioeconmicos que afectan a la mayora de la poblacin guatemalteca, es difcil pensar en la posibilidad de conservar y manejar adecuadamente el patrimonio natural del pas. Para alcanzar un desarrollo sostenible que asegure la satisfaccin de las necesidades de su poblacin y el uso adecuado de su biodiversidad, Guatemala debe enfrentar los problemas actuales de desigualdad social, pobreza y marginalidad.
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Enfermedades y muertes por infecciones respiratorias agudas, diarreas agudas y la malaria IMPACTOS EN LO ECONMICO DE LA SALUD
DE LA PRODUCCIN AGRCOLA
Costo de la disponibilidad de fuentes de energa , viabilidad del turismo y otras actividades productivas
VULNERABILIDAD
AMENAZA GENERADA
Variabilidad climtica (aumento o disminucin de factores climticos) Falta de conciencia de la poblacin y fallas del mercado en reconocer el valor de los bienes y servicios de la biodiversidad Separacin de la comunidad cientfica y los niveles de decisin poltica en el anlisis y atencin de un problema global
CAMBIO CLIMTICO
CAUSAS FUNDAMENTALES
Emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades energticas, la agricultura, los procesos industriales, el cambio de uso de la tierra y la disposicin y manejo de los desechos de las reas urbanas y rurales
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Biodiversidad y amenazas
Inadaptacin de las poblaciones de flora y fauna, poca capacidad de resiliencia de los ecosistemas
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Existe un ordenamiento institucional, con atribuciones especficas en los diferentes mbitos, que requiere el desarrollo econmico, social, cultural y ambiental en el pas. Adems, existe un marco poltico, legal y normativo que orienta las decisiones sobre la proteccin ambiental y el manejo y conservacin de la biodiversidad en su estructura, slo falta la voluntad de los diferentes sectores de la sociedad para impulsarlos. Muchos de los problemas apuntados son causa de la debilidad y falta de capacidades de la institucionalidad alrededor de la conservacin y manejo de los recursos naturales y la proteccin ambiental. Sin embargo, es una realidad que estas entidades operan bajo fuertes restricciones de recursos financieros y capacidades tcnicas, lo cual limita la implementacin de las polticas pblicas, institucionales y estrategias diseadas. Esto se debe precisamente a la marginalidad que presenta la gestin ambiental en el mbito poltico. El nivel de amenaza de los componentes de la biodiversidad se mantendr o se incrementar, debido a la persistencia del conjunto de factores sociales, polticos, econmicos, culturales y ambientales que directa e indirectamente se interrelacionan con diferentes rangos de influencia que van desde lo local a lo regional, nacional y global, como el caso del cambio climtico y la variabilidad climtica asociada. La permanencia de las amenazas y la indiferencia en su atencin representan un alto riesgo a valiosas fuentes de biodiversidad para el mejoramiento de germoplasmas, necesarios para el incremento de la productividad de los agroecosistemas y las contribuciones a la seguridad alimentaria de gran parte de la poblacin. Adems de salvaguardar la integri-
dad de los ecosistemas como elementos generadores de valiosos bienes y servicios ambientales. Se reconoce la existencia de otras amenazas que estn relacionadas con las que fueron desarrolladas en este captulo, como la construccin de infraestructura vial promovida por empresas petroleras o mineras, por decisiones polticas, a fin de atender demandas sociales o por formar parte de programas de desarrollo. Fenmenos de privatizacin e incentivos perversos y los asentamientos humanos originados por las invasiones a las reas protegidas, las cuales contribuyen de alguna manera a la desvalorizacin, destruccin, degradacin y fragmentacin de los hbitats naturales y la biodiversidad, que deben tomarse en cuenta en anlisis ms focalizados y puntuales.
6. RECOMENDACIONES
La riqueza biolgica del pas constituye un elemento fundamental para promover e impulsar la consolidacin del desarrollo sostenible. Puede contribuir a la solucin de los grandes problemas que, como la pobreza, aquejan al pas, brindando beneficios equitativos para todos los sectores de la sociedad, sin agotar la capacidad de regeneracin de los recursos naturales. Ello requiere la definicin e implementacin de estrategias integrales basadas en este potencial, que tomen en cuenta su manejo y conservacin, pero tambin una justa distribucin de sus beneficios, vinculando estrechamente el problema ecolgico con el contexto socioeconmico nacional. Se debe promover la conservacin y el manejo adecuado del patrimonio natural de la nacin como fuente de riqueza impulsora del equilibrio de capitales: natural, financiero, fsico, humano y social, en
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el marco operacional del desarrollo sostenible. Para ello, se deben hacer esfuerzos por evidenciar el valor de la biodiversidad y sus componentes, como elemento estratgico para el desarrollo. La cooperacin tcnica y financiera internacional debe jugar un papel predominante en la priorizacin y atencin a las causas y presiones que originan los diferentes tipos de amenazas indicadas, como tambin para la divulgacin y sensibilizacin acerca de la importancia estratgica de la biodiversidad como fuente de riqueza, en el fortalecimiento del capital humano, el apoyo a la implementacin de instrumentos de poltica, estrategias y normativos, el impulso de actividades productivas compatibles con la gestin de la biodiversidad y en el aprovechamiento de los bienes y servicios ambientales. De acuerdo con el Decreto Legislativo 4-89 el SIGAP integrado por todas las , reas protegidas y las entidades que la administran, es un instrumento para la conservacin, rehabilitacin, mejora-
miento y proteccin de los recursos naturales y culturales del pas y la diversidad biolgica. Por ello, deben desarrollarse estrategias de fortalecimiento operativo, manejo local, educacin, sensibilizacin, restauracin de flora y fauna, proteccin de fuentes y suministros de agua, y aprovechamiento sostenible de los bienes y servicios que de ellas se obtienen. Desde un punto de vista poltico-institucional, el grado de amenaza que se tiene sobre la biodiversidad es producto de una serie de acciones de corto plazo, el seguimiento de una visin de coyuntura, la falta de coordinacin y de cooperacin, conflictos en las competencias institucionales y el poco inters en la implementacin de polticas y estrategias, entre otros. Las amenazas deben ser enfocadas a travs de la elaboracin de planes de accin derivados de la ejecucin de polticas pblicas, adecuados mecanismos de coordinacin y cooperacin interinstitucional y con el apoyo poltico necesario y oportuno, que considere sus causas principales bajo una atencin priorizada.
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7. NOTAS
1.
El trmino biodiversidad es una palabra de incorporacin reciente al espaol (neologismo) proveniente del vocablo ingls Biodiversity, a su vez del griego bio, vida, y del latn diversitas, variedad. Estas interacciones hacen referencia a los intercambios de energa y materia, flujos de agua y nutrientes. El MAGA regula aspectos relacionados con recursos genticos y pesca; el MARN define polticas acerca de recursos naturales y gestin ambiental y es la institucin focal de algunos convenios internacionales relacionados con el tema ambiental al igual que el CONAP; y, finalmente, el INAB tiene la responsabilidad de velar por la proteccin de las zonas de recarga hdrica del
4. 5.
pas, de las especies forestales en peligro de extincin y de los ecosistemas de manglares. (Proyecto FIPA/AID, 2002). Concepto tomado y adaptado de www.wikipedia.org. Ingobernabilidad es el conjunto de situaciones que conducen a la debilidad del estado de derecho imperante, por ejemplo, en varias regiones del pas y especialmente en la Reserva de la Bisfera Maya. Se expresa en aspectos como la fragilidad de los procesos de aplicacin de justicia, conflictividad como mecanismo de presin; existencia y poco control de mercados informales del recurso tierra, vida silvestre y piezas arqueolgicas; impunidad en los delitos cometidos contra el ambien-
2.
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Biodiversidad y amenazas
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involucradas en actividades ilcitas y con gran poder econmico. Son denominados finqueros-ganaderos que adquieren reas habilitadas para agricultura, luego amplan sus lmites con el fin de sembrar pastos y establecer cultivos de exportacin y explotaciones ganaderas de carcter extensivo.
15. Coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad
Ao 2000, nivel de pobreza extrema 15.7% y pobreza 56.2% (IARNA, URL e IIA, 2006). Ao 2002, nivel de pobreza extrema 21.5% y pobreza 57% (IARNA, URL e IIA, 2006). El consumo anual de estas personas se sita por debajo de la lnea general de pobreza estimada en Q.4,318 por persona, al ao (INE, 2002). Estas personas no tienen los recursos suficientes para satisfacer las necesidades mnimas de alimentacin estimadas en Q.1,911 por persona, al ao (INE, 2002). las polticas pblicas son el conjunto de actividades de las instituciones de gobierno, actuando directamente o a travs de agentes, y que van dirigidas a tener una influencia determinada sobre la vida de los ciudadanos. y el desarrollo rural: anlisis de cuestiones de inters y pruebas. merced al proceso de Conquista, la Corona Espaola se apropi de los territorios indgenas maya-kiche. En un principio se conform la Audiencia de Guatemala (1543), que luego pas a constituir la Capitana General de Guatemala, con jurisdiccin sobre toda Centroamrica. En ese contexto se emprende el repartimiento de tierras y la encomienda de indios, mecanismo de compensacin por servicios prestados al rey que otorga la propiedad del suelo a manos privadas (CEPAL, 2000). nes a que estaban sujetos los beneficiarios de la Ley de Reforma Agraria Decreto Legislativo 1551 especialmente a que el bien adjudicado era inalienable, inembargable e indivisible y no poda darse en arrendamiento, ni ser explotado en cualquier otra forma indirecta, as como destinarlo a uso distinto del que justific su adjudicacin. servarse en dos lneas bsicas de accin: a) Implementacin de polticas relacionadas con acceso a la tierra, subvenciones indirectas y crditos con inters blando, entre otras, que favorecen la estructura terrateniente, promoviendo las inversiones e incrementando el valor de la tierra. De esta forma, los pequeos agricultores ven reducidas sus posibilidades de adquirir tierras y, por lo tanto, tambin la posibilidad de alcanzar, con las operaciones normales de compraventa, la equidad del mercado de la tierra; y b) Mercado informal de la tierra impulsado por comerciantes, terratenientes o personas
7.
8.
9.
ideada por el estadstico italiano Conrado Gini. Normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribucin desigual. El coeficiente de Gini es un nmero entre 0 y 1, en donde 0 corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y 1 corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y todos los dems ninguno). Agropecuario (INE, 2003) establece las siguientes categoras: Microfincas (menos de 0.70 ha), Subfamiliares (de 0.70 a menos de 7 ha), Familiares (7 a menos de 44.8 ha), Multifamiliares medianas (44.8 ha a menos de 900 ha) y Multifamiliares grandes (900 ha y mayores).
Guatemala se abastecan en un 70% de aguas superficiales, situacin que muestra la importancia de mantener una buena calidad del agua en estas fuentes. Sin embargo, slo un 4% de 331 municipalidades de Guatemala aplica algn tratamiento a las aguas residuales, mientras que el resto las vierte hacia los cauces naturales de los ros. De acuerdo con Carranza (2003) citado por IARNA, URL e IIA (2006), el 15% de la totalidad de municipios a nivel nacional, es decir, alrededor de 50, depositan sus desechos directamente en ros. 2006) estima que la generacin diaria de desechos slidos es de alrededor de 4,242 toneladas, de las cuales el 54% se produce en las zonas urbanas, y el restante 46% en las zonas rurales. disposicin de los desechos slidos a cielo abierto produce el 95% de gas metano y xido nitroso emitido en el pas. Estos gases son causantes de enfermedades, principalmente a la poblacin que vive en los alrededores de los basureros (PNUD 2002). cin natural de uno o ms minerales.
21. Yacimiento: Toda acumulacin de rocas o concentra22. Minerales: Sustancias formadas por procesos naturales,
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tos de las diferentes polticas, habr que enfatizar en el significado que para la sociedad representa lo que el gobierno hace para y por ella, con sus consiguientes repercusiones en la legitimidad del sistema.
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tes de la corteza terrestre, que existen en el territorio de la Repblica (Artculo 6 Ley de Minera Decreto Legislativo 48-97).
23. Hidrocarburos: Compuestos de carbono e hidrgeno
que se encuentran en la superficie o en el subsuelo, cualquiera que sea su estado fsico (Artculo 1 del Decreto Ley 109-83 Ley de Hidrocarburos). apartado del Decreto Legislativo 36-04 Ley General de Caza que regula solamente las bases de caza y uso sostenible de la fauna cinegtica del pas, con fines deportivos o de subsistencia. el consumo cuando su uso por una persona disminuye la cantidad disponible para otra.
IIA, 2004) se definen las especies genticamente modificadas o transgnicas como aquellos individuos, de especies animales o vegetales, a los que se les han introducido, por tcnicas de ingeniera gentica, genes o grupos de genes provenientes de otras especies. mano que signifique un cambio en el medio ambiente que ocupa una comunidad determinada, vulnerable a ese fenmeno. personas entrevistadas, el 73% no tiene conocimiento acerca del tema, mientras que el 27% considera que tiene cierto grado de conocimiento (CONAP 2004b). ,
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8. GLOSARIO
Agricultura de subsistencia: Es aquella agricultura que se desarrolla como un sistema de autoconsumo y, principalmente, reviste una fuente importante de ingresos de las familias que la practican. Su nica fuente de empleo es la mano de obra familiar. Tiene la particularidad de no representar una oportunidad de movilidad social hacia segmentos sociales mejor posicionados en cuanto al bienestar econmico y social y menos vulnerable econmicamente. (Poltica de Desarrollo Rural de Guatemala Hacia el 2020, IARNA/URL, 2006). Cacera: Actividad de matar y extraer fauna de la naturaleza voluntariamente con el objetivo de alimentarse, recrearse o divertirse. Se pueden distinguir tres tipos de prctica de cacera en funcin de sus objetivos: a) subsistencia, bsicamente persigue fines de alimentacin, b) deportiva o recreacin, y c) comercial, la cual se desarrolla con el objetivo de lucrar con las piezas o subproductos (CECON/PROBIOMA, 2005). Desarrollo sostenible: Definido por la Comisin de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (1987) como aquel desarrollo que satisface las necesidades de la presente generacin, sin disminuir la capacidad de las siguientes generaciones de satisfacer las suyas. Es aquel desarrollo que mejora la calidad de la vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que lo sustentan. Unin Mundial para la Naturaleza (UICN, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Desechos slidos: Todos aquellos cuerpos firmes no tiles despus de una actividad o proceso humano. Estructura agraria: Este trmino hace referencia a la distribucin de activos productivos que tienen relacin directa con la forma de tenencia de la tierra entre la poblacin rural. As, por ejemplo, aquellas poblaciones rurales con tierra y certeza jurdica sobre su posesin tienen oportunidad de acceso a activos productivos tales como el financiamiento, la asistencia tcnica, y otros como programas de incentivos a la produccin; en tanto que aquellos sin posesin de tierra encuentran mayores dificultades de acceso a este tipo de activos. El resultado de esta distribucin de activos entre la poblacin rural, en un momento determinado, es el que determina la estructura agraria. (Poltica de Desarrollo Rural de Guatemala Hacia el 2020, IARNA/ URL, 2006). Exploracin minera: Conjunto de trabajos administrativos, de gabinete y de campo, tanto superficiales como subterrneos, que sean necesarios para localizar, estudiar y evaluar un yacimiento. Explotacin minera: Extraccin de rocas, minerales o ambos, para disponer de ellos con fines industriales, comerciales o utilitarios. Fragmentacin: Es el proceso en que las reas grandes y continuas de hbitat son reducidas y divididas en dos o ms fragmentos, inmersos en una matriz con condiciones poco aptas para las especies presentes en stos (Curtis, 1956). La reduccin de la superficie original de los bosques y la distribucin de los bosques remanentes en unidades pequeas y aisladas hacen que los fragmentos tengan condiciones abiticas y biticas diferentes a las condiciones del bosque originalmente continuo (Saunders et al. 1991, Turner 1996).
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Fuego prescrito: Es la aplicacin de quemas cuidadosamente controladas bajo condiciones de combustible y climticas definidas, a fin de cumplir con objetivos de manejo del suelo o ecolgicos que involucran un plan escrito. Es un modelo repetido de quemas, diseado para lograr un resultado deseado o anticipado (Myers, 2006). Manejo del fuego: Es la gama de decisiones y acciones tcnicas posibles dirigidas a la prevencin, deteccin, control, contencin, manipulacin o uso del fuego en un paisaje dado para cumplir con metas y objetivos especficos. Se puede imaginar el manejo del fuego como un tringulo cuyos lados son la prevencin, la supresin y el uso del fuego (Myers, 2006). Mercado formal de la tierra: Es aqul cuyas transacciones responden a los requerimientos del marco legal vigente. La oferta y la demanda se publican por medio de canales de informacin abiertos y transparentes y los precios se fijan por el mercado. Mercado informal de la tierra: Las transacciones no se ajustan a los requisitos del marco legal vigente, sino que se rigen por las reglas de confianza y aceptacin comunitaria y familiar. La informacin se mueve por circuitos familiares y comunitarios. Los precios no se rigen exclusivamente por el mercado, sino que intervienen factores culturales y sociales. Migracin: Es el movimiento de personas a travs de una divisin poltica para establecer una nueva residencia permanente. Puede ser de carcter internacional (migracin entre pases) e interna (migracin dentro del pas). Ordenamiento territorial: Proceso de organizacin, uso y ocupacin del territorio, en funcin de sus caractersticas biofsicas, ambientales, socioeconmicas, culturales,
poltico-administrativas e institucionales, con la finalidad de promover el desarrollo sostenible de una regin o pas. Proceso de planificacin, orientacin y regulacin del manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y culturales, que garantizan su funcionalidad, regeneracin y calidad para beneficio de los diversos grupos o actores sociales residentes y/o dependientes de un rea determinada. Poblacin Econmicamente Activa (PEA): Son todas las personas de 12 aos o ms que en el perodo de referencia realizaron algn tipo de actividad econmica o formaban parte de la poblacin desocupada abierta (INE, PERFAM, 2006). Pobreza: Es la insatisfaccin de un conjunto de necesidades consideradas esenciales. Incluye, adems de la imposibilidad de cubrir el costo alimenticio de las 2,172 caloras mnimas recomendadas para Guatemala por el INCAP un monto adicional que correspon, de al porcentaje del consumo no alimenticio complementario. Monto calculado para el ao 2000, equivalente a Q, 4,318 por persona al ao (ENCOVI 2000). Pobreza extrema: Incapacidad en que se encuentra un individuo o grupo de hombres y mujeres de cubrir el costo de adquirir las 2,172 caloras mnimas recomendadas para Guatemala por el INCAP usando la canasta , de consumo de las personas observadas en la encuesta practicada por el ENCOVI. Monto calculado para el ao 2000 equivalente a Q. 1,911 por persona al ao. (ENCOVI 2000). Producto Interno Bruto (PIB): Produccin total para uso final de bienes y servicios de una economa, realizada tanto por los residentes como por los no residentes, y considerada independientemente de la nacionalidad de los propietarios de los factores. Se excluyen
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las deducciones por depreciacin del capital fsico o las correspondientes al agotamiento y deterioro de los recursos naturales (PNUD, 2005). Productos petroleros: Los productos gaseosos, lquidos o slidos derivados del petrleo crudo, gas natural o condensados, resultantes de cualquier proceso fsico o qumico, incluyendo metano, etano, propano, butanos, gas natural licuado, gas licuado del petrleo, gasolina natural, naftas, gasolinas, kerosinas, diesel, combustibles pesados, asfaltos, aceites, grasas lubricantes y todas las mezclas de los mismos y sus subproductos hidrocarburferos.
SIPECIF: Sistema Nacional para la Prevencin y Control de Incendios Forestales, creado segn Acuerdo Gubernativo 63-2001 de fecha 15 de febrero de 2001. Ente coordinador, en el territorio de la Repblica de Guatemala, de prevenir, mitigar, controlar y extinguir los incendios forestales. Lo integra la Secretara de Coordinacin Ejecutiva de la Presidencia, quien preside, Ministerio de la Defensa Nacional, MARN, CONAP CONRED e INAB. ,
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RESUMEN
La naturaleza ha sido considerada, errneamente, como una fuente inagotable de riqueza. Los modelos econmicos que describen la trayectoria del desarrollo normalmente no contabilizan su valor ni los impactos de su degradacin. Esto ha ocasionado que la implementacin de polticas de desarrollo y crecimiento econmico derive en serias manifestaciones de deterioro ambiental, que en algunos casos son ya de carcter irreversible. Por otro lado, en muchos pases el valor de la naturaleza ha sido incorporado a modelos locales de desarrollo comunitario bajo el concepto de medios de vida, que si bien es cierto alivian la pobreza en el medio rural, no han significado desarrollo para los pases. Este captulo intenta poner en evidencia que ambos caminos para lograr desarrollo estn equivocados y que un modelo de desarrollo basado en el equilibrio de los capitales humano, natural y fsico-financiero podra darnos orientaciones, en el nivel de las polticas pblicas, acerca de una nueva va para buscar el desarrollo sostenible. Por ser el financiamiento una de las principales limitantes para la acumulacin del capital natural, el captulo propone algunas ideas para la negociacin en los mbitos nacional e internacional. Finalmente, se presentan varios casos que evidencian, a nivel de ejercicios de valoracin, la importancia estratgica de la naturaleza en el desarrollo de los pases. Una reflexin final derivada del planteamiento contenido en el captulo es que, en un plano estratgico nacional, una efectiva insercin de la biodiversidad en las estrategias de desarrollo requiere de manera fundamental la implementacin de mecanismos que propicien progresivamente una relacin ms balanceada entre los capitales fsico-financiero, natural, humano y social. A nivel operativo, este planteamiento requiere, al menos, de la conceptualizacin, diseo y puesta en marcha de procesos ms efectivos de formulacin y aplicacin de polticas pblicas; el fortalecimiento y consolidacin de una plataforma institucional ambiental slida, estable y con altos niveles de liderazgo nacional; la existencia de suficientes elementos tcnicos para dar soporte y rigurosidad a los procesos de toma de decisiones; y la bsqueda de respaldo social efectivo a las iniciativas de desarrollo basadas en la conservacin y uso del capital natural. Palabras clave: modelos econmicos, valor de la naturaleza, balance de capitales, desarrollo sostenible. SUMMARY Nature has wrongly been considered as an inexhaustible source of richness; and the economic models that describe the path of development usually dont record its value or the impact of its degradation. This has caused that the implementation of development and economic growth policies derive in serious expressions of environment deterioration that in some cases are irreversible. On the other hand, the value of nature has been incorpo-
* International Resources Group ** Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA), Universidad Rafael Landvar (URL)
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rated to local models of community development in many countries under the concept of livelihoods that even it is true they relieve poverty in the rural area havent caused development for the countries. This chapter tries to evidence that both ways are wrong and that a development model based on the balance of human, natural and physical-financial capital could guide us at public policies level on a new way to look for sustainable development. As financing is one of the main limiting factors for the accumulation of natural capital, the chapter proposes some negotiation ideas at national and international level. There are also a serial of cases that evidence the strategic value of nature in the development of countries at valuating exercises level. One final reflection derived from that statement in this chapter is that at national strategic level an effective insertion of biodiversity in the development strategies essentially demand the implementation of mechanisms that propitiate in a progressive way a more balanced relation among the physical-financial, natural, human and social capitals. At operation level this statement requires of at least the conceptualization, design and implementation of more effective processes of development and application of public political policies; the strengthening and consolidation of a solid environmental institutional platform, stable and with high levels of national leadership; the existence of enough technical elements to provide support and severity to the taking decisions processes; and the search for effective social backup for development initiatives based on conservation and use of natural capital. Key words: economic models, value of nature, balance of capitals, sustainable development.
UKABLAJUJ UQAT WUJ RI JALAJOJ UWACH KASLEMALIL RECH PAXIL KAYALA UKAMON UQAB RUK NIMARISANEM CHUTISANEM Ronojel ko chuwach loqojaj ulew choman chi ma kakis taj ma kasach ta uwach, rumal ri ri ubeal taq chak rech unimarisanem uqinomal pwaq ma uyaom ta uqij uloqoqexik ukojik ronojel jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew. Are taq banowinaq wa ma kolomam ta jun utzalaj ubeal chak rech junam unimarisanem uqinomal pwaq ruk uqij uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew. E ki taq amaq chuwachulew xkimaj uchakuxik uloqoqexik ukojik ronojel ri jalajoj uwach kaslemalil pa taq komon winaqil, usachom jubiq uwach ri mebail pa kikaslemalil ri winaq, maj ma uyaom ta jun utzilaj unimarisanem chike amaqib. Pa wa jun uqat wuj kaqalisax ubixik chi ma are ta ucholaj ube chak majom, rajawaxik kasukmaxik uwach jun ubeal chak jawi kaya uqij unimarisanem kikaslemalil winaq, ukaslemalil loqolaj uwachulew xuquje unimarisanem uqinomal pwaq rech kuya ube utzukuxik umajik jun utzilaj cholchak qatbal tzij che uloqoqexik ukojik ronojel jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew. Xa rumal are pwaq kabanowik uyaik uqij uloqoqexik uwach ri jalajoj kaslemalil chuwachulew, pa wa jun uqat wuj kaya ubixik roqxanixik keb oxib noojchak rech kuya ube umajik jun utzilaj chak kumal taq ri amaqib chuwachulew. Kakis ubixik ruk banowen jawi kaya uqij kaya ubeal uloqoqexik ukojik ronojel jalajoj uwach kaslemalil ko chuwachulew rech qas kikiriqa jun utzilaj nimarisanem pa kikaslemal ri winaq.
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Jun kisbal nojibalil xya ubixik pa wa jun uqat wuj are kamaj usukmaxik ube jun cholchak rech uqatbaltzij amaq, rajawaxik kaya uloqoqexik ukojik ri jalajoj uwach kaslemalil chuwachulew xuquje kaya ube ukemik jun utzilaj cholchak puwi unimarisanem amaq, jawi ko junamilal chikixol uqinomal pwaq, uqinomal uwachulew, xuquje uqinomal kikaslemal winaq. We kakolomax ube ukojik jun utzilaj cholchak qatbal tzij kate kulo kuya uqij uloqexik ukojik ronojel
jalajoj kaslemalil chuwachulew xuquje keriqitaj kulo jun utzilaj unimarisanem uwach ronojel kaslemal ko chuwachulew, xuquje katoban che ukolomaxik ube ronojel cholchak kumaj ri Nima Qatbaltzij pa taq komon xuquje ri winaq kikiya uchuqab ukojik pa kikaslemal. UCHOLAJ TZIJ: Ubeal uqinomal pwaq, uyaik uqij uwach ulew, upajik mebail, uwinaqirisaxik ukuxalil uwachulew.
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1. INTRODUCCIN Guatemala es un pas territorialmente pequeo pero con una diversidad natural y cultural nica en el mundo. Su condicin de puente entre dos masas continentales, adems de la variedad de formas terrestres y edficas, la amplitud altitudinal, pluvial y trmica, entre otros factores, son responsables de la existencia de una alta variedad de ecosistemas y de especies. De igual manera, Guatemala es uno de los pases del mundo con mayor diversidad tnica. Esta diversidad natural y tnica ha generado, a su vez, distintas y variadas formas de interaccin y uso de las especies silvestres, as como una intensa domesticacin que result en un aporte fundamental para la dieta de los guatemaltecos y de habitantes de muchos pases del mundo. De hecho, Guatemala es integrante de uno de los ocho principales centros mundiales de origen de plantas cultivadas, denominado Centro Mesoamericano. Tambin es parte de la Ecorregin Mesoamericana, una de las 25 ecorregiones terrestres prioritarias a nivel mundial, no slo por su alta biodiversidad sino tambin por las altas amenazas a la misma (Glvez, 2000). En este captulo se presentan algunos elementos para destacar la importancia de la diversidad biolgica en el desarrollo de los seres humanos, en tanto elemento fundamental del capital natural. Esto tiene especial relevancia en pases que, como Guatemala, son lugares de ocurrencia de una amplia variedad de organismos vivos cuyos ciclos de vida interactan formando redes complejas de interdependencia. La biodiversidad es un acervo importante de los guatemaltecos que, a pesar de su importancia en las esferas econmica y sociocultural y de las enormes potencialidades que le son inherentes, no figura en las prioridades polticas del Estado.
Recuadro 1: Biodiversidad en Guatemala Con menos del 0.5% de la extensin terrestre del planeta, Guatemala, junto con Belice y los estados del sur de Mxico, posee entre el 7 y el 10% de todas las formas de vida conocidas y el 17% de todas las especies terrestres. De las 25 regiones con mayor diversidad de especies y endemismo del mundo, esta regin norte de Mesoamrica ocupa el segundo lugar. En relacin con la diversidad de especies, la regin ocupa el primer lugar para los reptiles y el segundo para anfibios, aves, mamferos y vertebrados, sin incluir los peces. Para los ndices de endemismo, se clasifica como la ms alta del mundo en cuanto al endemismo de mamferos, y la segunda ms alta en cuanto al endemismo de anfibios, aves, reptiles y vertebrados, sin incluir los peces. Tres de las cuatro rutas migratorias de aves del Hemisferio Occidental convergen en la regin (Critical Ecosystem Partnership Fund [CEPF], 2004; citado en Perfil Ambiental de Guatemala, 2006). Para revertir esta situacin es necesario utilizar un marco de referencia, en el cual los distintos elementos del desarrollo puedan ser abordados simultneamente, de tal forma que las polticas pblicas que se formulen e implementen no desemboquen en patrones de desarrollo desquilibrados y, por ende, insostenibles. El enfoque de equilibrio de capitales brinda un marco de anlisis adecuado para considerar cada uno de los elementos del desarrollo en su justa dimensin. Las primeras secciones de este documento se destinan a la discusin de aspectos importantes relacionados con el papel de la biodiversidad en el desarrollo y su valor intrnseco. Posteriormente, se discuten algunos elementos de lo que podra ser un nuevo paradig-
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ma para el abordaje de la problemtica del desarrollo en el pas, en el cual la sostenibilidad ambiental es parte fundamental de las polticas de desarrollo. Por ltimo, se citan algunos ejemplos concretos de incidencia del estado de la biodiversidad en el desarrollo de las personas. 2. EL CONCEPTO DE DESARROLLO Y EL CAPITAL NATURAL Las concepciones tradicionales de desarrollo se han caracterizado por situar el crecimiento econmico en un lugar privilegiado en relacin con otros aspectos del desarrollo que forman parte del debate contemporneo acerca del tema. Sin embargo, en las ltimas dcadas el debate cientfico sobre desarrollo ha divulgado el carcter holstico de ste, haciendo visible la relevancia del estado del ambiente y de los aspectos socio-culturales, econmicos e institucionales en los procesos de desarrollo. Una manifestacin de lo anterior es el concepto de desarrollo sostenible que, tal como fue definido por la Comisin de Brundtland de las Naciones Unidas en 1987, busca resolver las necesidades de la actual generacin sin sacrificar la capacidad de las generaciones futuras de resolver sus propias necesidades. A raz de la incorporacin de criterios de sostenibilidad en el debate acerca del desarrollo, varios enfoques han sido generados para analizarlo y hacerlo operativo. Uno de ellos es el de balance de capitales. El enfoque de balance de capitales brinda un marco conceptual que constituye una herramienta, tanto para el anlisis como para el planteamiento de objetivos de desarrollo. De acuerdo con este enfoque, el desarrollo puede entenderse como una situacin de equilibrio entre cinco capitales: el capital humano, el capital natural, el capital fsico, el capital financiero y el capital social.
Esta situacin de equilibrio puede visualizarse grficamente (Figura 1) como un pentgono donde la distancia del centro a cada uno de los vrtices representa los activos en cada uno de los tipos de capital mencionados. Aunque estos capitales pueden ser analizados de manera independiente, es necesario sealar que guardan entre s relaciones de interdependencia. Una de las limitaciones que presenta este enfoque es que a la fecha se cuenta nicamente con experiencias a nivel micro (cuenca, comunidad, territorios especficos, entre otros) y normalmente relacionadas con la ejecucin de proyectos de desarrollo, que a la postre resultan difciles de replicar y son de baja relacin costo-eficiencia. En este nivel, al enfoque del equilibrio de capitales se le conoce como el enfoque de medios de vida. Para superar esta limitacin, el enfoque del equilibrio de capitales se impulsa ms como un modelo de desarrollo sostenible que como un enfoque de formulacin y ejecucin de proyectos. Es decir, se impulsa en el nivel de la formulacin y ejecucin de polticas pblicas de ms amplio impacto, que le den posibilidades de sostenibilidad y replicabilidad a los proyectos con impacto local importante. De acuerdo con este enfoque, la sostenibilidad del desarrollo depende en gran medida del mantenimiento del capital natural, como base material, y en algunos casos espiritual, para la vida de las personas, comprendiendo tanto recursos naturales (agua, tierra, biodiversidad, entre otros) como condiciones ambientales (aire, humedad, temperatura, entre otras). De manera simple, es posible definir el capital natural como un conjunto de dinmicas valiosas que la naturaleza provee a los seres humanos, que incluye la formacin y regeneracin de los recursos naturales y de donde fluye constantemente una serie de servicios ambientales (CEPAL, SEGEPLAN & PNUD,
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2005). Su composicin en un pas o regin depende principalmente de las condiciones climticas y topogrficas que ocurren en ese pas o regin. Tambin depende de la forma como la sociedad se relaciona con la naturaleza al intentar alcanzar el desarrollo. En la bsqueda del desarrollo, la sociedad, y en particular las naciones industrializadas, han utilizado la base natural del planeta en una forma no sostenible. Esto compromete la sostenibilidad del desarrollo al hacer disminuir las funciones del capital natural como proveedor de bienes y servicios a la economa, receptor de los desechos de los procesos productivos y hbitat de los seres vivos, incluyendo a los humanos. El capital natural, en tanto base material de la vida humana, ha jugado un rol de primer orden en la localizacin de centros poblados, as como en las relaciones sociales y econmicas que en ellos han surgido. A pesar de
su papel trascendental en varias facetas de la vida humana, el capital natural no ha sido adecuadamente dimensionado en las estrategias de desarrollo. Su insercin en los debates polticos sobre desarrollo implica un cambio paradigmtico importante. Un ejemplo de la omisin del capital natural se refiere a la forma convencional de medir el desempeo econmico (otra faceta importante del desarrollo) del pas. El indicador ms utilizado para medir el desempeo econmico es el Producto Interno Bruto (PIB). Posteriormente cobraron notoriedad los ndices de desarrollo humano, que son relativamente recientes e intentan medir no slo la acumulacin sino tambin la distribucin de la riqueza. El PIB puede definirse como el valor total de la produccin de bienes y servicios finales generados dentro de un pas durante un cierto
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Figura 1. Balance de capitales necesarios para el desarrollo. Fuente: Elaboracin propia
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periodo de tiempo, generalmente un ao. Puede calcularse a partir de la suma de los valores agregados de las diversas etapas de produccin y de todos los sectores de la economa. Este indicador regularmente se utiliza para: 1. Evaluar la fortaleza econmica relativa de las economas. 2. Asignar la ayuda para el desarrollo. 3. Identificar oportunidades de inversin nacional y sectorial, entre otras. El uso del PIB como medida del crecimiento econmico y el PIB per cpita como medida de bienestar o de progreso social son indicadores que deben ser observados con cuidado por mltiples razones. Por ejemplo, el PIB no toma en cuenta la depreciacin de capital donde se incluyen el capital fsico, como maquinaria y fbricas, y el capital natural, que incluye a la biodiversidad. Tampoco se considera la acumulacin o desgaste del capital humano. Un pas puede, por lo tanto, incrementar su PIB explotando en forma intensiva y sin renovacin sus recursos naturales, lo que implicara que su capital disminuir en perjuicio de las generaciones futuras. De la misma forma, el PIB puede crecer provocando depreciacin de la capacidad fsica instalada, lo cual no es contabilizado y se puede prever que tenga repercusiones en el futuro mediato. Igualmente grave resultara para un pas basar sus expectativas de desarrollo sobre la estrategia de un trabajador barato y mal calificado. Incluir el capital natural en los modelos de desarrollo es complicado, pues no se cuenta an con un sistema de contabilidad econmico y ambiental integrado que permita visualizar los verdaderos aportes del capital natural a la economa y los impactos que las actividades econmicas ejercen sobre la re-
duccin, mantenimiento o aumento del capital natural. Un sistema de esta naturaleza es, en primera instancia, un reto de orden poltico y, luego, de orden institucional1. La mayor parte de pases que quieran corregir la medida de crecimiento del PIB a partir del anlisis de lo que pasa con el capital natural tendrn que hacer serios esfuerzos de reforma poltico-institucional, no solamente para las instituciones que atienden la problemtica econmica, sino tambin para aqullas responsables de la gestin ambiental. En la enorme evolucin que ha tenido el concepto de desarrollo se pueden distinguir claramente tres etapas. La primera enfatiza en el crecimiento econmico y, por lo tanto, indicadores como el PIB nacional y el PIB per cpita son considerados buenos. La segunda considera, adems del crecimiento econmico, la distribucin de la riqueza aspirando a la equidad social. La tercera agrega el concepto de sustentabilidad ambiental a los objetivos de acumulacin y distribucin. El concepto de sustentabilidad ambiental no se refiere nicamente a la viabilidad del modelo en el largo plazo, sino adems se le asocia con mejor calidad de vida, lo que introduce variables no econmicas al concepto. En virtud de los argumentos arriba mencionados, se concluye que los indicadores basados nicamente en variables econmicas no son adecuados indicadores del desempeo de las polticas de desarrollo y generan, por lo tanto, polticas y planes inadecuados. Esto es particularmente cierto en pases que, como Guatemala, presentan patrones de gran desigualdad en su estructura social. Como muestra, considrese la Figura 2 que seala, para varios pases, la incidencia de la pobreza y el PIB per cpita. La Figura 2 muestra que la relacin entre PIB per cpita y la incidencia de la pobreza de los pases describe un comportamiento en el cual la incidencia de pobreza disminuye a medida
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que el PIB per cpita aumenta. Esta relacin es atpica para el caso de Guatemala, lo cual muestra que este indicador (PIB per cpita) no es un reflejo adecuado de bienestar y desarrollo. El nivel de desigualdad es alto y, por ende, el crecimiento de la economa no necesariamente implica reduccin de la pobreza. De acuerdo con la tendencia descrita en la Figura 2 y con base en el valor del PIB per cpita para Guatemala, el porcentaje de pobreza debera encontrarse entre el 10 y el 20%. Sin embargo, la incidencia de la pobreza en Guatemala es del orden del 53% (INE, 2000). El concepto de desarrollo sostenible plantea el desarrollo de los capitales econmico y social a partir del capital natural como sustento. De ah la definicin de sustentabilidad ambiental: si el sustento se degrada, el
desarrollo para las generaciones venideras est en riesgo. No se trata de introducirse al tema de manera estricta, pero s de llamar la atencin sobre un error metodolgico importante, porque si el desarrollo sostenible se mide utilizando los conceptos econmicos tradicionales, los resultados sern nefastos, aunque las manifestaciones de ello ya se estn padeciendo. El desarrollo econmico y el bienestar social, en ese paradigma de desarrollo, parten de la generacin y distribucin2 de riqueza a partir del proceso de agregar valor al capital natural, pero si el valor intrnseco de dicho capital no se contabiliza, como se vio anteriormente, las decisiones sobre su uso sern siempre de tipo extractivo. Este error metodolgico en la valoracin de la riqueza a partir del Producto Interno Bruto no ha permitido que el capital natural sea tomado en cuenta dentro de las prioridades y componentes centrales de las
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polticas de desarrollo. Es ms, es muy probable que su deterioro a niveles irreversibles tenga su causa en este fenmeno. La riqueza de algunos pases desarrollados ha implicado impactos irreversibles en la calidad ambiental, al punto que intentar revertir estos impactos puede causar grandes deseconomas3 en esos pases. Las dificultades en la ratificacin del Protocolo de Kyoto responden a esta lgica econmica. En los pases de la regin, catalogados como pases pobres en vas de desarrollo, predominan manifestaciones de deterioro ambiental de tipo reversible, ya que normalmente se producen en los recursos naturales renovables. Ello hace que en nuestros pases sea ms rentable para el inters global invertir en el desarrollo ambiental, lo que representara una tremenda oportunidad de financiamiento para el desarrollo local. Por supuesto, falta negociarlo y gestionarlo en esos trminos. Este planteamiento se ilustra con la relacin terica entre crecimiento econmico y deterioro del capital natural que se presenta en la Figura 3. En ella se observa un crecimiento econmico acelerado (lnea azul continua) en los pases desarrollados, que ha sido acompaado por una degradacin ambiental severa (lnea azul discontinua), al punto que el deterioro ambiental es irreversible. En los pases en vas de desarrollo, como los de la regin mesoamericana, el crecimiento econmico es menor (lnea roja continua) y los procesos econmicos han incidido con menor intensidad en la degradacin ambiental pues no sobrepasan el umbral de irreversibilidad (lnea verde). Este razonamiento, como decamos, puede ser la base de estrategias de negociacin internacional adoptadas por la regin mesoamericana que, adems de generar importantes beneficios globales, puede traducirse en inversiones importantes para el desarrollo local.
Esta lgica tiene analogas en el mbito nacional cuando se distingue entre rea rural y urbana. Mejorar el nivel y calidad de vida de los guatemaltecos demanda invertir en el mbito rural a partir de un reconocimiento y pago desde el urbano por los servicios que las reas rurales aportan al desarrollo del pas. Este acuerdo poltico implica una campaa de comunicacin importante y la inclusin del componente tico sugerido en el concepto de desarrollo sostenible (compromiso de trasladar bienestar de manera intergeneracional). La relacin desarrollo-naturaleza debe abordarse de manera integral en el nivel poltico con la participacin de especialistas que, de manera interdisciplinaria, aporten a la construccin del modelo de desarrollo que los pases requieren. En este esfuerzo se debe tomar, como base y sustento de la propuesta, el desarrollo del capital natural, como punto de partida para la generacin de riqueza y desarrollo social. Si esto no se logra, los guatemaltecos seguiremos sin rumbo ni direccin y, lamentablemente, en franco deterioro de nuestras principales ventajas, es decir, nuestra gente y nuestro capital natural. 3. EL VALOR DE LA BIODIVERSIDAD La diversidad biolgica, en tanto elemento primordial del capital natural, es fundamental en la provisin de bienes y servicios ambientales. En un contexto de desarrollo sostenible, estas funciones son imprescindibles para la viabilidad de la sociedad. La sostenibilidad del desarrollo es factible toda vez que la sociedad interacte con el capital natural de tal forma que ste conserve la capacidad de generar satisfactores a la sociedad de manera permanente, o los incremente. Esta idea puede ser expresada en trminos de los diferentes capitales disponibles en una sociedad determinada.
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PIB
Capital Natural
Tiempo
Figura 3. Capital natural y crecimiento econmico. Fuente: elaboracin propia
Con el propsito de visualizar las relaciones entre el capital natural y los otros capitales en una situacin de equilibrio, se ilustran en la Figura 4, de manera simplificada, algunas de las interacciones ms relevantes entre capitales y biodiversidad en los niveles gentico, de especies y de ecosistemas. El esquema presentado en la Figura 4 relaciona diferentes aspectos de los capitales humano, social, fsico y financiero con el de la biodiversidad, como elemento del capital natural, indicando en cada caso cul es la condicin y cul el efecto producido. Al considerar la biodiversidad como parte integrante del capital natural, debe practicarse el ejercicio de encontrar los elementos comunes entre la diversidad biolgica de un pas o regin y el concepto econmico de capital. En este aspecto, se resalta una analoga importante entre la biodiversidad y el patrimonio natural en general, con el concepto econmico de capital que, expresado en forma simple, se caracteriza por tener la capacidad presente y futura de generar ingresos y satisfacer necesidades humanas. Es decir, un recurso ser considerado capital en la medida en que no se limite a satisfacer necesidades humanas inmediatas, sino que tenga el po-
tencial de generar riqueza en el futuro. La inviabilidad de la sociedad comienza en el momento en que sus capitales empiezan a disminuir al punto de alcanzar la irreversibilidad. La adopcin del concepto de capital natural para estimar su aumento o disminucin como producto de eventos antropognicos o naturales y de describir su interaccin con otros capitales implica la exploracin de mtodos y criterios para su cuantificacin en trminos econmicos. Esto enfrenta la dificultad que supone la comprensin de la complejidad propia de los fenmenos naturales y la escasa informacin primaria disponible sobre recursos naturales, en comparacin con la disponibilidad de datos econmicos y sociales. Las vinculaciones entre biodiversidad y sociedad son complejas. Sin embargo, en un afn de arribar a estimaciones acerca de su valor econmico, la economa como ciencia ha establecido algunas categoras del valor de los activos y funciones de la diversidad biolgica. De tal cuenta, se puede distinguir entre valor de uso directo (artculos de consumo como madera, plantas medicinales, agua, recreacin, entre otros), cuyo impacto principal ocurre a nivel local; valores de uso
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indirecto (servicios ambientales como control de inundaciones, ciclo hidrolgico, ciclos biogeoqumicos, entre otros), cuyo impacto se produce tanto a nivel local como nacional; valores de opcin o cuasi-opcin, que es el valor actual o potencial de la biodiversidad que, si se invierte estratgicamente, podra tener beneficios a nivel local, nacional o internacional-global; y valor de existencia o de no uso, aqul ligado a aspectos ticos, morales o culturales. 4. DESARROLLO Y EQUILIBRIO DE CAPITALES Como se puede derivar de argumentos vertidos anteriormente, detrs del concepto de desarrollo sostenible subyace el equilibrio de los distintos capitales. Este equilibrio determina si el crecimiento econmico es sostenible. Para ello, es una condicin que el capital natural no se degrade en el tiempo, que el capital humano y social presenten un patrn de constante mejora cualitativa y que las inyecciones de capital fsico y financiero que hace la sociedad se orienten al logro de las aspiraciones en los otros capitales. Este equilibrio determina si el crecimiento es ambientalmente compatible. Para ello, el capital natural debe ser valorizado adecuadamente, con lo cual se persigue que el mismo no sea considerado como recurso ilimitado. El equilibrio, finalmente, determina la velocidad del crecimiento econmico a largo plazo y el nivel de equidad social que se produce a partir de ese crecimiento. De esta manera, se garantiza el desarrollo y su sostenibilidad. Una situacin de equilibrios no ocurre en forma espontnea. Las razones son varias. En este apartado, el anlisis se centrar en las relaciones de mercado4. Debido a distorsiones5 (fallas) en los mercados, se sesga la inversin a favor del capital fsico, en detrimento del capital humano y el capital natural. Estas fallas de mercado generan un espacio obligado para la intervencin pblica a partir
de polticas que tiendan a lograr el equilibrio de capitales a partir de inversiones a favor del capital humano y natural. La principal restriccin se encuentra en el mercado crediticio (ahorro-inversin), tanto en el financiamiento de sectores empobrecidos, donde la inversin tendra altos beneficios y retornos sociales, como en el financiamiento del sector ambiental donde los derechos ambiguos de propiedad y las externalidades generan fallas de mercado importantes. Esto hace que la disponibilidad, ya limitada, de financiamiento se asigne hacia la inversin en capital fsico y financiero, la que por sus propias caractersticas tiene altos retornos financieros a corto plazo. Este modelo de crecimiento, de alguna manera, se estrangula a s mismo, como se aprecia en la Figura 5. El resultado de la falta o inadecuada intervencin pblica para corregir estas distorsiones de mercado resulta en un pobre desarrollo de los capitales humano y natural. Este desequilibrio de capitales se traduce en inequidad social, deterioro ambiental y un crecimiento econmico con lmites estrechos. La Figura 5 presenta de manera esquemtica un modelo que representa, a nivel general, los mecanismos de intervencin de los gobiernos a partir de sus polticas pblicas. Este modelo caracteriza el proceso de acumulacin de capital fsico y financiero y los resultados de dichas medidas de poltica. 5. HACIA UN NUEVO PARADIGMA 5.1. Desarrollo y naturaleza: buscando el nivel de anlisis y de incidencia Si se analiza la problemtica del desarrollo y la biodiversidad se encuentra que, cuando se parte de una visin cientfica, cada una de las disciplinas y visiones abordan el tema en forma separada sin analizar las interacciones existentes entre desarrollo y biodiversidad.
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Subsidios a capital
Ajuste estructural
Apertura econmica
As, por ejemplo, en la visin economicista tiene cabida el crecimiento econmico y, a lo sumo, la distribucin. Tambin existe la visin de conservacin de la naturaleza en la que se estudia a las especies, sus relaciones y las relaciones con su hbitat. En el plano tcnico, la visin desarrollista se refiere a la sociedad y sus actividades econmicas (por ejemplo, la agricultura, la silvicultura, la ganadera, entre otras); mientras que en la visin de los tcnicos en recursos naturales se hace referencia al uso y manejo de los recursos. A pesar de que las distancias se acortan en este plano tcnico, todava no existe relacin directa entre desarrollo y biodiversidad desde la perspectiva de las especialidades. En la prctica, la relacin entre desarrollo y naturaleza se aborda nicamente en el m-
bito poltico y de las polticas pblicas. La poblacin rural, en su mayora pobre, vive en reas de baja productividad agrcola, y los recursos de los ecosistemas constituyen la mayor parte de sus medios de vida. De los ecosistemas obtienen insumos que coadyuvan a su salud y nutricin, y al desarrollo de actividades productivas agrcolas, ganaderas y forestales. Sin embargo, en virtud de las estructuras sociales, las poblaciones rurales deben subordinarse a intereses exgenos de grupos ms poderosos. Ello tiene como consecuencia que los beneficios derivados de la biodiversidad se vean reducidos, a la vez que se incrementan sus costos al contribuir a iniciativas de desarrollo que los benefician slo marginalmente. Esta realidad, as expresada, es la que hace que el enfoque de medios de vida slo tenga algunos impactos en el nivel local y sus lmi-
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tes no vayan ms all de la implementacin del enfoque en proyectos muy localizados. Como se puede observar, la relacin entre desarrollo y naturaleza ocurre solamente en el campo poltico, donde normalmente los tcnicos en disciplinas especficas (desarrollistas, tcnicos en recursos naturales) no tienen ninguna injerencia directa. Sin embargo, los desarrollistas brindan ms asesora (en aspectos econmicos y sociales) y por lo tanto inciden ms en quienes toman decisiones que los tcnicos en recursos naturales y en biodiversidad, pues sus espacios de participacin en este nivel son menos limitados. Lo anterior pone en evidencia que la relacin desarrollo-naturaleza, lejos de ser un problema tcnico-cientfico, es un problema poltico donde las relaciones de poder que giran alrededor de la conservacin y uso de la naturaleza por parte de los sistemas social y econmico estn presentes. Por ello, el nivel de anlisis e incidencia para el tema desarrollo-biodiversidad debe estudiarse en este contexto. Estudiar estas interacciones trasciende la caracterizacin de la situacin actual en el sentido de identificar los aportes de la naturaleza a los medios de subsistencia de las poblaciones pobres del rea rural. Tal es el caso de la caza, la pesca, la energa, entre otros, que solamente son actividades de subsistencia, no de verdadero desarrollo. Sin embargo, ste ha sido usualmente el enfoque convencional de los estudios sobre desarrollo y naturaleza. La idea, entonces, es ir ms all, en el sentido de identificar, a partir de las relaciones actuales, las oportunidades estratgicas de desarrollo que plantea la conservacin y uso de la biodiversidad para pases como Guatemala.
5.2. La biodiversidad como factor estratgico para el desarrollo Para entender las bases del desarrollo, primero hay que entender dnde estn las bases de la pobreza y su dinmica en relacin con la biodiversidad. La pobreza y la pobreza extrema en el rea rural constituyen un obstculo para la conservacin de los recursos naturales y la biodiversidad, ya que bajo esta situacin la subsistencia, basada en la explotacin de los recursos naturales, prevalece sobre cualquier otro uso no destructivo de los mismos. La pobreza se manifiesta en la transformacin de ecosistemas naturales en campos de cultivos de subsistencia sin tener en cuenta su capacidad de uso, lo que conlleva la sobreexplotacin, erosin y degradacin de los recursos naturales, la prdida de la biodiversidad, los desequilibrios ecolgicos, entre otras manifestaciones de deterioro. Este proceso potencia la vulnerabilidad, cerrando de esta manera el crculo vicioso de pobreza y degradacin de los recursos naturales y condiciones ambientales. La Figura 6 ilustra este fenmeno. En Guatemala, cerca del 53% de la poblacin es pobre. De esa cantidad, cerca del 50% sobrevive en extrema pobreza, lo que significa que cerca de 6.5 millones de guatemaltecos son pobres, y alrededor de 3 millones se encuentran en estado de extrema pobreza. Por otro lado, la pobreza se manifiesta ms en el rea rural, pues el 39% de la poblacin rural vive en extrema pobreza; la situacin ms crtica se experimenta en las comunidades indgenas. En los cerca de 100 municipios declarados como los ms pobres del pas se ubican 30 de los 41 ecosistemas naturales ms importantes, es decir, aqullos que cuentan con una rica biodiversidad. Como se ha sugerido, el nivel de anlisis e incidencia de desarrollo y naturaleza se en-
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Pobreza
Vulnerabilidad socio-ambiental
Figura 6. Crculo vicioso de degradacin ambiental y pobreza. Fuente: elaboracin propia
cuentran en el plano poltico. Por ello es en este nivel donde deben caracterizarse los problemas y encontrarse las rutas para su solucin. En el plano poltico se distinguen diferentes categoras que corresponden al alcance o jurisdiccin que las decisiones polticas tienen. En el Cuadro 1 se presentan tres categoras territoriales distintas y se indican los problemas ms importantes para el logro de esquemas que integren adecuadamente la biodiversidad y la pobreza. A nivel pblico, es claro que la definicin de polticas, tanto en el tema del desarrollo como en de los recursos naturales, mantiene agendas separadas. Los Estados no definen la totalidad de la problemtica del desarrollo (fundamentalmente del desarrollo rural), donde los principales problemas acontecen. En el plano operativo, esto se puede observar en la debilidad e inestabilidad institucional ambiental y de recursos naturales,
y en el pobre nivel de descentralizacin, lo que se manifiesta en la poca o nula presencia institucional en el mbito local. Tambin se puede observar que los presupuestos de inversin, tanto en el tema de pobreza-desarrollo como en el tema ambiental, no son suficientes y en muchos casos provienen de las agencias internacionales de cooperacin, lo que dificulta su integracin a las polticas nacionales de desarrollo y no le da continuidad al esfuerzo. En el mbito de las relaciones pblico-privadas, el tema se centra en la normatividad interna y de incentivos para el desarrollo, que por un lado minimicen los riesgos para el pas en el campo de la vulnerabilidad ambiental y por el otro garanticen un desarrollo econmico y social con equidad. Ningn acuerdo poltico importante puede ocurrir sin que estas relaciones se plasmen en el plano operativo. Los mecanismos son claros y se aplican con distintos niveles de desempeo. Tanto con las organizaciones no gubernamentales
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como con el sector privado, existen mecanismos de co-administracin, concesiones, relaciones pblico-privadas, entre otros, que podran ser parte de los mecanismos de implementacin de polticas de desarrollo que integren de manera conjunta las variables de desarrollo y naturaleza. En este sentido, hay que llamar la atencin en el proceso de co-administracin de reas protegidas entre organizaciones no gubernamentales y el gobierno central y algunas municipalidades en el seno del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP), porque el modelo parece tener un tremendo potencial para adelantar acuerdos polticos importantes en materia de conservacin, uso de la biodiversidad y desarrollo comunitario, dentro y en la periferia de las reas protegidas. Los grandes temas que surgen en el campo de las relaciones pblico-privadas son el ecoturismo, el manejo forestal, la regulacin hdrica, el manejo de desastres naturales, la agricultura orgnica y sostenible, el desarrollo de servicios ambientales, entre otros. 5.3. Financiamiento de la biodiversidad En las ltimas dcadas, diversos sectores de la sociedad han adquirido conciencia de
las profundas implicaciones econmicas y de bienestar social que tiene el estado de la biodiversidad para los grupos humanos. De alguna manera se reconoce el valor estratgico de la misma para lograr el desarrollo. La biodiversidad alimenta la economa de muchas maneras: al proveer bienes comercializables en los mercados (madera, productos no maderables, ornamentales, alimentos, etc.), ofrecer servicios esenciales para la actividad econmica (regulacin del ciclo hidrolgico, turismo, reduccin de desastres, entre otros), ser fuente de plantas cultivadas importantes por su valor alimenticio, medicinal, ornamental, etc. Pero por sobre todo es el sustento de la actividad humana en lo econmico y social. Por lo tanto, al considerar el estado de la biodiversidad como un elemento condicionante del buen desempeo econmico y del bienestar social, resulta evidente que las inversiones dirigidas a su conservacin sean una prioridad. La magnitud de estas inversiones debe guardar relacin con el grado de diversidad biolgica presente en el pas, y su canalizacin debe hacerse en seguimiento a estrategias nacionales de conservacin, siempre que stas se vinculen, como ya se mencion, con el modelo de desarrollo que
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el pas implemente; de lo contrario quedarn aisladas como normalmente ocurre. 5.3.1. La cooperacin externa De acuerdo con un estudio sobre financiamiento a la biodiversidad en Amrica Latina realizado por Castro et al. (2000), Guatemala ocupa el quinto lugar en la regin como destino de fondos de inversin en proyectos de biodiversidad financiados por fuentes externas. De acuerdo con esta fuente, y excluyendo las iniciativas de canje de deuda por naturaleza, durante el perodo comprendido entre 1990 y 1997, la regin centroamericana recibi un 20.9% del financiamiento; Guatemala recibi el 4.39% (127,307.76 miles de dlares americanos) de los fondos de cooperacin destinados a Latinoamrica, siendo Honduras el pas que ms fondos recibi durante el perodo mencionado (5%), seguido por Guatemala (4.39%) y Costa Rica (3.81%). Si se relaciona el financiamiento a la biodiversidad con la extensin territorial de los pases, es posible concluir que los pases centroamericanos registran los valores ms altos de inversin (en dlares americanos/ km) en comparacin con otras regiones latinoamericanas. Lo anterior hace evidente que los pases desarrollados han reconocido la importancia estratgica de la biodiversidad y el impacto de su conservacin y manejo en el nivel global. Slo en el caso de Guatemala, por ejemplo, los presupuestos destinados a conservacin y manejo sostenible de los recursos provenientes de la cooperacin sobrepasan, desde hace varios aos, el 50% de los presupuestos totales destinados a dichas actividades. 5.3.2. Presupuestos estatales y fondos ambientales Los recursos financieros destinados a biodiversidad por parte del Estado son, de acuerdo con diversos actores del sector ambiental,
insuficientes. Villagrn (2005) elabor una sntesis de los aportes del Estado al Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP) como la principal estrategia de conservacin de la biodiversidad en el pas. De acuerdo con los datos citados por Villagrn, el Estado guatemalteco invierte entre 0.4 y 0.5% del presupuesto nacional en las reas protegidas, cuya superficie equivale al 32% del territorio nacional. Estas cifras contrastan con las de Costa Rica, el pas que ms invierte en reas protegidas en la regin, donde el Estado destina entre 2% y 4% de su presupuesto nacional a las reas protegidas, cuya superficie equivale al 25% del territorio nacional. La falta de financiamiento pblico para las actividades de conservacin y manejo de la biodiversidad guatemalteca pone en riesgo la viabilidad del pas en el mediano plazo. Ello en definitiva le resta competitividad a la regin e incrementa su vulnerabilidad a los desastres naturales. A pesar de que esto es evidente, y algunos casos planteados en el presente informe as lo muestran, an las decisiones de asignacin presupuestaria no son coincidentes con esta realidad. Enormes esfuerzos de incidencia presupuestaria debern realizarse. Adicionalmente, es importante enfatizar en la existencia de espacios relacionados con los mecanismos de mercado que son poco aprovechados por las instituciones ambientales encargadas de la gestin de la biodiversidad. Estos mecanismos incluyen las tarifas de ingreso a las reas protegidas (por ecoturismo, turismo cultural, observadores de aves, turismo de aventura, investigacin, entre otros), tarifas de concesiones de bienes y servicios que prestan las reas de conservacin, licencias y permisos especiales e impuestos de uso. En el plano internacional se destaca el canje de deuda por naturaleza y la venta de certificados de carbono en mercados paralelos al Protocolo de Kyoto. En el primer caso la regin ha concretado, en los ltimos
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aos, un canje de deuda por naturaleza por un monto de 79.5 millones de dlares. Los fondos ambientales son tambin una fuente de financiamiento para iniciativas de conservacin cuya participacin ha mostrado crecimiento en los ltimos aos. Adems de su papel como fuentes de financiamiento, los fondos ambientales han sido actores clave para delinear estrategias nacionales de conservacin. As mismo, aportan experticia tcnica interrelacionndose con agencias pblicas y privadas en el desarrollo de procesos administrativos giles y efectivos. Al mismo tiempo, constituyen un apoyo importante a organizaciones emergentes que desean incursionar en la implementacin de acciones de conservacin. En trminos generales, se puede indicar que no son parte de las estrategias nacionales de desarrollo, hecho que limita a los fondos en su capitalizacin y su impacto sobre las polticas de desarrollo nacional. Grandes esfuerzos son necesarios en esta lnea. 5.3.3 Incentivos a la conservacin Actualmente las inversiones del sector privado en conservacin son prcticamente inexistentes. Esto evidencia que los incentivos actuales no son suficientes, por lo que este tema deber ser revisado y analizado a la luz del carcter estratgico que la conservacin reviste para el modelo de desarrollo. Los incentivos estn llamados a incidir en el comportamiento de las personas en una direccin que favorezca la conservacin de la biodiversidad, pues este propsito debe competir con el atractivo que representa destinar extensiones de tierra a usos ms intensivos y rentables. Es decir, los incentivos a la conservacin de la biodiversidad compiten con alternativas econmicamente ms atractivas que el mercado ofrece y que, en algunos casos, constituyen
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amenazas a la biodiversidad. Por ejemplo, la alta rentabilidad de los usos intensivos de la tierra junto con incentivos para emprender estas actividades (como oferta crediticia en el mercado financiero, aranceles favorables, mercados agrcolas protegidos, entre otros). Cualquier alternativa que pretenda persuadir a las personas para emprender actividades de conservacin debe pasar por una valoracin monetaria de los bienes y servicios que pueden obtenerse, de tal manera que la apreciacin de estos bienes y servicios corresponda con su importancia estratgica en el desarrollo. En este contexto, cobra relevancia la implementacin de un sistema de contabilidad ambiental que incida en polticas presupuestarias nacionales, y la valoracin econmica y el pago de servicios ambientales prestados por ecosistemas estratgicos, de tal forma que surjan relaciones justas y armoniosas entre demandantes y oferentes de servicios ambientales (Recuadro 2). Las inversiones en prospeccin biolgica, aparte de contribuir al desarrollo de productos de inters econmico a partir de la biodiversidad, pueden incentivar a inversionistas nacionales o internacionales a dirigir recursos financieros hacia la proteccin de ecosistemas que son hbitat de especies de valor agrcola, medicinal y alimenticio, entre otros. 5.3.4. Otras fuentes de financiamiento y negociacin Anteriormente se mencion que al existir deseconomas en los pases industrializados al momento de invertir en actividades de conservacin, se haca accesible esta va de negociacin para lograr inversiones ambientales en los pases no industrializados. La razn, como se mencion, radica en el hecho de que las manifestaciones de deterioro ambiental en pases como Guatemala son en la mayora de los casos de carcter reversi-
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ble, en tanto que en algunas partes del mundo este deterioro ha adquirido dimensiones irreversibles. Lo anterior hace que la relacin beneficio-costo en las inversiones ambientales presente una mayor eficiencia en pases no industrializados. Recuadro 2: El Fondo del Agua: un ejemplo de mecanismo de pago por servicios ambientales El Fondo del Agua nace como una estrategia tcnica y financiera de la Fundacin Defensores de la Naturaleza para conservar, a largo plazo, la Reserva de la Bisfera Sierra de las Minas y preservar as el abastecimiento permanente de agua dulce, para los usuarios del complejo Motagua-Polochic, por medio de la conservacin y manejo sostenible de sus cuencas. Si bien el proyecto surge como un sistema de compensacin por servicios ambientales (PSA), en l se contemplan diferentes servicios financieros que buscan aportar sostenibilidad y beneficios a corto, mediano y largo plazo; tambin busca fortalecer la capacidad de los usuarios del recurso hdrico para que sus prcticas de uso y manejo del agua sean eficientes y sostenibles. Tomado de: http://www.eco-index.org / search/resultss.cfm?projectID=374
cana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) de la Secretara de Integracin Centroamericana. Como parte de la poltica interna del pas, es tambin necesario contar con herramientas de negociacin que permitan que ms fondos pblicos se destinen a la gestin ambiental y que las polticas pblicas se orienten a la conservacin y uso sostenible del capital natural. En este sentido, se elabora en Guatemala la primera versin de cuentas ambientales, en un esfuerzo conjunto de instituciones pblicas y privadas ligadas a la gestin ambiental y a la economa del pas6. La elaboracin de cuentas ambientales en el pas es uno de los desafos propuestos en la Agenda 21. Su marco conceptual y metodolgico fue propuesto por Naciones Unidas en 2003, en el llamado Sistema de Cuentas Ambientales y Econmicas Integradas (SCAEI). El SCAEI est directamente vinculado con las cuentas nacionales del pas pues comparte clasificaciones y definiciones utilizadas en la contabilidad nacional y, por lo tanto, proporciona una descripcin detallada de la relacin economa-ambiente, que permite evidenciar los impactos de la economa en el ambiente y la contribucin de ste a la economa. El SCAEI constituye una plataforma de anlisis y una herramienta de negociacin poltica que permite: a. Valorar el capital natural y conocer su aporte real a la economa nacional. b. Identificar y analizar modalidades, patrones de uso, intensidad y actores principales en el uso de capital natural. c. Identificar el nivel de inversin pblica y privada en el mejoramiento del capital natural. d. Analizar el nivel de sostenibilidad en el uso del capital natural y el sistema econmico.
Esto plantea una nueva va de negociacin, que seguramente necesitara un planteamiento nacional integral y seguramente regional para su presentacin a instancias multilaterales, como la Comisin de Desarrollo Sostenible de la Organizacin de Naciones Unidas y las secretaras de los distintos convenios y tratados que la conforman. He all un reto para las instancias regionales durante los prximos aos, como la Comisin Centroameri-
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e. Proveer las bases para el diseo y mejoramiento de las polticas econmicas y ambientales integradas. 6. TEMAS CLAVE ACERCA DEL VALOR ESTRATGICO DE LA NATURALEZA EN EL DESARROLLO Para comprender la importancia de la biodiversidad en el desarrollo, es importante identificar los vnculos que sta tiene con otros elementos del capital natural y con los otros capitales que se derivan del concepto de desarrollo sostenible. De entre los mltiples roles que la biodiversidad juega en el desarrollo sostenible, se pueden destacar algunos que, por su importancia estratgica, requieren un abordaje especial. En las siguientes secciones se discuten algunas de las interacciones ms importantes que, en virtud del contexto social, econmico y ambiental actual de la sociedad guatemalteca, tienen importancia en la consecucin del desarrollo sostenible. 6.1. Biodiversidad nacional y seguridad alimentaria Los ecosistemas mesoamericanos albergan una gran diversidad de especies comestibles de flora y fauna con alto valor nutricional. Varias de estas especies han experimentado un proceso de domesticacin y forman parte ya de la agrobiodiversidad de la regin y de otras partes del mundo. Adems de las especies que actualmente constituyen una fuente de alimento para la poblacin guatemalteca, es importante hacer mencin de la existencia de otras especies que, por encontrarse filogenticamente emparentadas con las especies cultivadas, constituyen un recurso importante en el manejo agronmico para obtener plantas ms resistentes a plagas, enfermedades y otras condiciones adversas. El Cuadro 2 muestra una
lista con algunas de las plantas nativas de Guatemala que son cultivadas como fuente de alimento y sus parientes silvestres. La biodiversidad nativa utilizada como fuente de alimento incluye tambin un nmero importante de especies vegetales silvestres y/o con escaso desarrollo agronmico, adems de abundantes especies de fauna terrestre y recursos hidrobiolgicos. Adems de que la biodiversidad de una regin constituye una fuente directa de especies de flora y fauna con valor nutricional, las interacciones que existen entre la biodiversidad y los agroecosistemas son un factor trascendental en el xito de la actividad humana de produccin de alimentos. Dentro de los beneficios ms importantes que los agroecosistemas obtienen de la biodiversidad local se pueden mencionar la polinizacin de especies cultivadas, en donde puede haber interdependencias muy especficas entre especies de plantas e insectos, por ejemplo; la existencia de enemigos naturales de potenciales plagas a los cultivos; la contribucin en el equilibrio de los ecosistemas que implica regulacin hdrica, conservacin de fertilidad de suelos, entre otros. De acuerdo con la legislacin guatemalteca, la seguridad alimentaria y nutricional es el derecho de toda persona a tener acceso fsico, econmico y social, oportuno y permanentemente, a una alimentacin adecuada, con pertinencia cultural, preferiblemente de origen nacional, as como a su adecuado aprovechamiento biolgico, para mantener una vida saludable y activa. Este concepto encierra, adems de los aspectos de calidad y cantidad en la provisin de alimentos, el carcter sostenible que debe tener el acceso a los alimentos, as como la pertinencia cultural. En cada uno de estos aspectos se pueden encontrar claros enlaces
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con el entorno natural como elemento condicionante de un estado de seguridad alimentaria. En un estudio realizado por Azurdia et al. (1985, citado por CONAP 2004), muestra , que la poblacin guatemalteca tiene la po-
sibilidad de utilizar numerosas especies nativas con el fin de conseguir una alimentacin mejor y ms equilibrada: 56 especies pueden aprovecharse como fuente de protena, 15 como fuente de carbohidratos, 37 como fuente de minerales y vitaminas, y 13 como fuente de grasas.
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En este sentido, USDA et al. (2004, citado por CONAP 2004) mencionan que Guatemala , posee por lo menos 28 gneros y 110 especies que conforman los parientes silvestres de plantas cultivadas nativas de Guatemala, como frijoles, maz, chicozapote y gisquil, entre otros. Por lo tanto, se debe hacer uso de esta riqueza para sustentar la seguridad alimentaria y beneficiar a nuestra sociedad. A pesar de los aportes directos e indirectos a la seguridad alimentaria y nutricional que se atribuyen a la biodiversidad, existe en ello una aparente contradiccin porque es comn encontrar problemas nutricionales y de acceso a alimentos en grupos humanos que viven cerca de ambientes naturales con alta diversidad biolgica. Muchas comunidades rurales de Guatemala pueden mencionarse para ejemplificar este fenmeno y, adems de la existencia de casos en que la situacin de acceso a alimentos se ha vuelto crtica, se puede afirmar en trminos generales que el pas enfrenta problemas alimenticios y nutricionales serios. Indicadores de esta problemtica pueden encontrarse en parmetros como retardo en el crecimiento fsico, desarrollo mental deficiente, baja productividad y altos ndices de mortalidad y morbilidad. Todo ello incide grandemente en los problemas nacionales de desarrollo. Las causas de esta problemtica son mltiples y tocan las polticas (o la falta de ellas) econmicas, educativas, agrcolas y ambientales que inciden en que la disponibilidad de alimentos sea insuficiente e inestable, que la capacidad adquisitiva de la poblacin sea baja, que la poblacin no reciba suficiente y adecuada educacin u orientacin alimentaria y que las condiciones sanitarias sean insuficientes. Para los recursos naturales, en particular, se pueden sealar algunas amenazas que tie-
nen repercusiones directas en la seguridad alimentaria y nutricional de la poblacin. Dentro de ellas destaca la llamada erosin gentica, que se refiere a la prdida de la diversidad gentica de los ecosistemas como consecuencia de degradacin y reduccin de los ecosistemas naturales y de la introduccin de cultivos transgnicos en la prctica agrcola nacional. As mismo, el conjunto de elementos necesarios para lograr el desarrollo agrcola, especialmente en el grupo de pequeos productores, es un factor que amenaza la diversidad biolgica del pas y la seguridad alimentaria de sus habitantes. Dentro de las carencias ms importantes se pueden mencionar la falta de polticas y acciones robustas orientadas a la investigacin y desarrollo en materia agrcola; adems, la provisin de una gama completa de servicios agrcolas que hagan ms eficiente esa actividad de tal manera que se puedan obtener ms productos y se reduzca la tasa de conversin de bosques naturales, reservorios importantes de diversidad biolgica, en tierras dedicadas a cultivos intensivos. 6.2. Gestin de naturaleza y reduccin de riesgo Guatemala se ubica en una zona de incidencia de eventos climatolgicos, ssmicos, volcnicos y pluviales extremos que, en repetidas ocasiones, han desencadenado verdaderas catstrofes que afectan los diferentes capitales que abonan la construccin del desarrollo sostenible. La magnitud y el impacto de los desastres ocurridos en Guatemala, que si bien han sido detonados por fenmenos naturales cuya frecuencia y magnitud no son determinados por la accin humana, han tenido como causa primaria un estado de vulnerabilidad socioambiental que se origina de modelos de sociedad no sostenibles.
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Tal como lo expresa Wilches-Chaux (1993, citado por BID; 1999) no cabe duda de que las fuerzas naturales desempean una funcin importante en el inicio de varios desastres. Sin embargo, ya no es el caso que deban ser consideradas la principal causa de tales desastres. Parecen existir tres causas fundamentales que dominan los procesos de desastres en el mundo en vas de desarrollo que es, precisamente, donde tienen la mayor incidencia, a saber, 1. La vulnerabilidad humana causada por la pobreza y la desigualdad. 2. La degradacin ambiental causada por el abuso de la tierra. 3. La rpida expansin demogrfica, especialmente entre la gente pobre. En toda Centroamrica, regin con gran incidencia de amenazas naturales, es posible observar como denominador comn que las zonas de concentracin de pobreza coinciden con las zonas de degradacin ambiental y con los sitios que experimentan los impactos ms severos de los fenmenos naturales extremos. Una evidencia de lo anterior se puede obtener del reporte de los efectos del huracn Mitch (1998) preparado por la Comisin Econmica de las Naciones Unidas para Amrica Latina y El Caribe (ECLAC, 1999), donde se refiere que el huracn no provoc daos significativos en reas protegidas, con excepcin de reas inundadas en la zona de amortiguamiento de la Sierra de las Minas y el Complejo I, en la zona de amortiguamiento al sur de Petn. La tarea de reduccin o eliminacin de la vulnerabilidad socioambiental de poblaciones en situacin de riesgo atraviesa por todas las esferas del desarrollo sostenible. Es decir, no puede fundamentarse nicamente en la
atencin de uno o dos aspectos o capitales. El abordaje debe ser integral. La pertinencia de orientar polticas, acciones y recursos a la reduccin de la vulnerabilidad socioambiental de la poblacin guatemalteca queda mejor ilustrada a la luz de estimaciones de las perdidas causadas por eventos naturales recientes que afectaron negativamente la economa y la vida de los guatemaltecos: el huracn Mitch, en 1998, y la tormenta Stan, en 2005. De acuerdo con estimaciones hechas por la Comisin Econmica de las Naciones Unidas para Amrica Latina y El Caribe (ECLAC, 1999), para los efectos del huracn Mitch, y la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL), para el caso de la tormenta Stan (CEPAL, SEGEPLAN & PNUD, 2005), las prdidas totales de ambos eventos pueden valorarse en 748 millones de dlares y 988.3 millones de dlares, respectivamente. El monto estimado para las prdidas ocasionadas por la tormenta Stan equivale al 3.4% del PIB para el ao 2004. A nivel sectorial, el efecto principal se tuvo en infraestructura (agua y saneamiento, electricidad, transporte) con 45%, sectores productivos (agropecuario, industria, comercio, turismo) con 27%, y sectores sociales (vivienda, educacin, salud) con 15%. Los impactos ambientales derivados de situaciones de desastre pueden evaluarse en funcin de la reduccin en la disponibilidad de bienes y servicios que los ecosistemas pueden proveer a la sociedad. En este sentido habra que evaluar, por ejemplo, el impacto que provoca el azolvamiento del cauce de los ros despus de un deslave, en cuanto a la disminucin de su potencial para proveer agua para riego o consumo humano, albergar especies acuticas importantes para la nutricin, prestar servicios de recreacin o deporte, etc. De esa forma, se pueden plan-
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tear varios ejemplos ms, como la prdida de tierra para cultivos agrcolas, la migracin de especies valiosas de su hbitat natural, entre otros. Para relacionar la ocurrencia de desastres con el manejo de los recursos naturales, considrese los mapas que se presentan en la Figura 7. El mapa A presenta las reas afectadas por la tormenta Stan, indicando el tipo de afeccin sufrida. El mapa B muestra las tierras cuyo uso es ms intensivo del que los ecosistemas son capaces de soportar en forma sostenible; es decir, son reas cuyo rgimen de uso provoca degradacin constante. Tal como lo reflejan los mapas de la Figura 7, existe coincidencia entre las reas en las que ocurrieron deslaves y derrumbes con aquellas reas en las cuales el uso de la tierra ocurre a una intensidad que rebasa la capacidad de uso de la tierra. Los deslaves resultaron en
una reduccin de la capacidad de conduccin de agua de los cauces naturales de los ros, lo cual, aunado a intensas precipitaciones, provoc inundaciones en la regin costera del pas. Las prdidas econmicas que se han mencionado en prrafos anteriores ocurrieron tanto en la zona de deslaves como en la zona de inundacin. A la luz de lo anterior, resulta evidente que los esfuerzos de la sociedad para conservar el equilibrio en los ecosistemas tiene altos rendimientos en cuanto al resguardo que brindan a vidas humanas y a los diferentes capitales asociados al concepto de desarrollo sostenible. 6.3. El turismo y los ecosistemas Diferentes estudios sealan que una estrategia para aprovechar las ventajas competitivas
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Figura 7. Mapa de reas afectadas como consecuencia de la tormenta Stan (A) y mapa de reas con condiciones de sobreutilizacin de la capacidad productiva de la tierra (B) Fuente: (A) UNDAC-NACIONES UNIDAS citada en CEPAL-SEGEPLAN-PNUD (2005); (B) MAGA
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de Guatemala es el desarrollo de la industria del turismo. La importancia del turismo en la economa nacional ha experimentado en los ltimos aos un crecimiento importante en pases como Guatemala y Costa Rica, donde muchos atractivos tursticos estn directamente relacionados con atributos naturales. Para el caso particular de Guatemala, el potencial turstico radica tambin en una enorme riqueza histrica cuya evidencia se encuentra en muchos sitios arqueolgicos, los cuales, en su mayora, se ubican en ecosistemas valiosos por su gran diversidad biolgica. El turismo ha crecido progresivamente en cuanto a la importancia que tiene como rubro de la economa nacional. Actualmente, representa el segundo rubro ms importante de la economa nacional, contribuyendo con ms del 20% a la misma. En la Figura 8 se muestra, para varios pases de Latinoamrica, el grado de importancia (expresado en
Repblica Dominicana Costa Rica
porcentaje) que tiene el turismo en las economas nacionales. Esta grfica evidencia la importancia que tiene el turismo para la economa de pases ricos en recursos naturales, como Guatemala y Costa Rica. Adicionalmente, varios estudios sealan que el turismo tiene potencial para crecer an ms, siempre y cuando estn dadas las condiciones para lograr ese crecimiento en forma sostenible. El aprovechamiento de las potencialidades que tiene el turismo, como fuente de generacin de ingresos, es una estrategia coherente dentro del marco de desarrollo sostenible. Esto ha sido sealado reiteradamente y ha dado pie a diversas iniciativas de inversin en la industria del turismo a diferentes niveles. El PNUD, por ejemplo, propone una agenda para el desarrollo humano, en la cual se sugiere que el turismo tiene tales perspectivas de crecimiento que puede ser considerado como uno de los cuatro motores de creci-
Pas
Bolivia Per Colombia A rgentina Ecuador Chile Mxico Brasil Paraguay V enezuela
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Figura 8. Importancia del turismo en las economas de Amrica Latina. Fuente: Organizacin Mundial del Turismo
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miento econmico. Se sugiere, por lo tanto, que este sector cuente con el apoyo necesario por parte del Estado y de la inversin privada para constituirse en un verdadero conglomerado (o cluster). Si el turismo es tan importante para la economa y el desarrollo, se puede esperar que las inversiones hacia el desarrollo de esta actividad econmica correspondan a los retornos que tiene para el pas. ste, sin embargo, no es el caso. Los ingresos que Guatemala y Costa Rica percibieron por concepto de turismo en el ao 2000 fueron de US$535.3 millones y US$1,229.2 millones, respectivamente. Y la inversin que cada pas hace en brindar condiciones adecuadas para el turismo, como tratamiento de basuras y seguridad, ascienden a US$229.4 millones y US$303.3 millones para Guatemala y Costa Rica, respectivamente. Con estos datos se pueden estimar relaciones beneficio-costo para la actividad turstica en ambos pases. En Guatemala, por cada dlar invertido en el pas se gana 2.33 dlares, mientras que Costa Rica gana 4.05 dlares. Si se compara la inversin que cada pas hace por habitante, se tiene que Guatemala apenas invierte US$20, en tanto que Costa Rica invierte US$79. Es decir, Costa Rica invierte casi cuatro veces ms que Guatemala. Al aplicar esta lgica a los ingresos obtenidos por turismo, Guatemala percibe US$47 por habitante en tanto que Costa Rica percibe US$322, lo que es casi siete veces ms que Guatemala. De lo anterior se puede concluir que la inversin en turismo es una opcin interesante dentro de una estrategia de nacin hacia el desarrollo sostenible. La importancia del entorno natural para el desarrollo de la industria turstica en Guatemala (a diferencia de otros destinos tursticos en el mundo que no
se basan primordialmente en atributos naturales) hace que las inversiones pblicas y privadas orientadas hacia el incentivo del turismo sean, en gran medida, inversiones para la conservacin de la naturaleza. As como la calidad ambiental puede ser considerada una condicin necesaria para el desarrollo turstico en Guatemala, iniciativas exitosas de turismo pueden tambin constituirse en una estrategia eficiente de conservacin de recursos naturales. Esto ltimo ocurre en el momento en que grupos humanos que habitan reas adyacentes a ecosistemas de excepcional belleza escnica obtienen beneficios de la actividad turstica reducindose as la presin sobre tales ecosistemas. La materializacin de lo anterior se encuentra principalmente en las diferentes iniciativas de desarrollo turstico comunitario que han surgido en Guatemala en los ltimos aos. 6.4. Calidad y acceso a agua y salud La calidad y el acceso al agua es una condicin para el desarrollo humano que, adems de ser una expresin de la situacin socioeconmica y sanitaria de las personas, guarda relacin estrecha con el grado de degradacin de los ecosistemas. A pesar de que estimaciones del balance hdrico de Guatemala dan cuenta de un supervit de agua en el pas, la creciente contaminacin de las fuentes de agua constituye una limitante creciente para su utilizacin. Se estima que el 80% del agua de consumo domstico, de las poblaciones urbanas de ms de 2,000 habitantes, regresa contaminada a los cuerpos de agua (URL/IARNA-IIA, 2004). La escasa infraestructura de conduccin de agua y de drenajes es tambin una limitante para cubrir los requerimientos de agua de la poblacin y un elemento que coadyuva a que el agua se transforme en un vehculo de enfermedades y muerte para las personas. La
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falta de acceso al agua (Figuras 9a y 9b) y a condiciones sanitarias adecuadas por deficiencias en infraestructura es un fenmeno asociado a condiciones de pobreza (Recuadro 3). La existencia de grandes grupos poblacionales sin acceso a condiciones sanitarias adecuadas para la deposicin de aguas residuales domsticas e industriales y para la deposicin de excretas es un factor causal de primer orden para el deterioro de los ecosistemas (principalmente los acuticos), pues provocan desequilibrio en el balance mineral del agua, lo cual, entre otras cosas, desencadena el proceso de eutroficacin y altera la composicin de la biodiversidad relacionada con los ecosistemas acuticos. La falta de infraestructura sanitaria es tambin una de las causas ms importantes de mortalidad y morbilidad en la poblacin. De acuerdo con reportes de MSPAS-OPS (citado en URL/IARNA-IIA, 2005), en el ao 2000 las enfermedades diarreicas fueron la segunda causa de morbilidad, slo superadas por infecciones respiratorias o neumonas. Las muertes relacionadas con el agua representan cerca del 5% de la carga mundial de enfermedades (PNUD, 2006). Adems del inconmensurable drama humano que supone la presencia de enfermedades agudas y crnicas, y la muerte a causa de contaminacin de fuentes de agua y/o insuficiente acceso al agua, algunas consideraciones econmicas pueden revelar implicaciones importantes en el desarrollo de la sociedad. Por ejemplo, si se parte del supuesto que al invertir en plantas de tratamiento de aguas servidas en sitios estratgicos se lograr disminuir la recurrencia de enfermedades gastrointestinales, el pas se evitara un gasto de aproximadamente US$ 18.6 millones. Al contrastar este valor con el costo anual estimado de las plantas de tratamiento (US$
14.5 millones), se tiene una relacin costo evitado-inversin de 1.28; es decir que por cada US$ 1 invertido en tratamiento del agua, el pas ahorrara US$ 0.28 centavos. Se debe destacar que esta relacin es netamente crematstica y que no toma en cuenta los 1,168 nios, ni los 1,856 adultos que murieron en el ao 2000 a causa de diarreas, ya que por razones morales y ticas esto no es posible. Al momento de tomar decisiones polticas, stas son, sin embargo, razones de peso para implementar las mejoras ambientales. El Informe Mundial sobre Desarrollo Humano para el ao 2006 ahonda en el tema del poder, la pobreza y la crisis mundial del agua. En este informe se presentan algunas estimaciones de los beneficios que a nivel mundial tendra la inversin necesaria para el cumplimiento de los objetivos del milenio en lo concerniente a agua y saneamiento. A continuacin se citan algunos de estos beneficios. La tasa econmica de retorno, por el ahorro de tiempo, el aumento de la productividad y la reduccin de los costos de sanidad, es de $8 por cada dlar invertido para lograr la meta. Tan solo la reduccin de la diarrea, aumentara la asistencia escolar en unos 272 millones de das, en la mayor parte en el frica subsahariana y en Asia Meridional. Alcanzar la meta de agua y saneamiento permitira ahorrar aproximadamente $1,700 millones anuales en los costos asociados al tratamiento de enfermedades infecciosas relacionadas con el agua. Teniendo en cuenta slo el impacto de la reduccin de la diarrea, se obtendran 3,200 millones de das de trabajo para el sector comprendido entre los 15 y 39 aos de edad. A la luz de los ejemplos citados en los prrafos anteriores, es evidente que las inversiones,
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polticas y programas orientados a favorecer elementos estratgicos del capital natural, tales como los recursos hdricos, tienen tal relevancia que pueden ser considerados esenciales en la bsqueda de la viabilidad social y, en general, del desarrollo sostenible. 7. COMENTARIOS FINALES En un plano estratgico nacional, una efectiva insercin de la biodiversidad en las estrategias de desarrollo requiere de manera fundamental la implementacin de mecanismos que propicien progresivamente una relacin ms balanceada entre los capitales fsico-financiero, natural, humano y social. A nivel operativo, este planteamiento requiere al menos de la conceptualizacin, diseo y puesta en marcha de procesos ms efectivos de formulacin y aplicacin de polticas pblicas, el fortalecimiento y consolidacin de una plataforma institucional ambiental slida, estable y con altos niveles de liderazgo nacional, la existencia de suficientes elementos tcnicos para dar soporte y rigurosidad a los procesos de toma de decisiones y la bsqueda de respaldo social efectivo a las iniciativas de desarrollo basadas en la conservacin y uso del capital natural.
En el contexto de la reflexin anterior, la institucionalidad tiene una relevancia especial en tanto que se constituye en el punto de partida para promover, de manera intra e intersectorial, nuevas relaciones entre los capitales mencionados. En este aspecto, indudablemente el pas necesita hacer enormes esfuerzos, ya que actualmente es posible afirmar que la problemtica ambiental y las necesidades de relacionamiento proactivo del sector ambiental con otros sectores rebasan las capacidades actuales. Una revisin rpida acerca de la institucionalidad guatemalteca indica que indudablemente el pas puede acreditar avances formales en materia ambiental que son destacables. Por ejemplo, la gestin ambiental tiene respaldo constitucional y por diferentes Decretos Legislativos; aunque con diferentes grados de desarrollo y calidad, existen procesos de emisin de polticas pblicas explcitas, lo cual disminuye sensiblemente los niveles de incertidumbre entre los actores pblicos y privados vinculados con estos territorios; con menos desarrollo y quizs en un proceso activo de aprendizaje, existen diferentes ejemplos de aplicacin de polticas a travs de instrumentos desarrollados en los campos
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Recuadro 3: Relacin entre pobreza y acceso a infraestructura de conduccin de agua Se pueden utilizar varios indicadores para demostrar la correlacin entre el acceso a infraestructura de conduccin de agua y la condicin de pobreza de la poblacin. En este apartado se presentan dos, a saber: a. El porcentaje de la poblacin perteneciente a determinada clase de edad y condicin de pobreza que debe dedicar tiempo al acarreo de agua.
b. La distancia promedio a recorrer para obtener agua para usos domsticos, por condicin de pobreza. Las figuras muestran que, en promedio, la distancia a recorrer para abastecerse de agua aumenta a medida que se es ms pobre. Tambin se evidencia que dentro del grupo de poblacin no pobre, para todos los estratos etarios, el tiempo invertido en acarrear agua es menor que en la poblacin pobre.
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25.00%
20.00%
15.00%
10.00%
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NO POBRE
POBRE NO EXTREMO
POBRE EXTREMO
Figura 9A. Porcentaje de la poblacin perteneciente al grupo etario y condicin de pobreza indicados, que acarrea agua. Fuente: INE, 2000
Figura 9B. Distancia promedio hasta la fuente de agua por condicin de pobreza. Fuente: INE, 2000
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normativo, econmico y de sensibilizacin. Varios de estos instrumentos se aplican desde niveles nacionales hasta niveles locales con la participacin de grupos organizados de las comunidades. En algunos casos, aunque no son la regla, este proceso de formulacin, emisin y aplicacin de polticas ha seguido esquemas bien elaborados. De manera complementaria a las instancias que tradicionalmente impulsan la gestin ambiental dentro del Organismo Ejecutivo, aunque con incipiente desarrollo y modesta efectividad, existe cierto desarrollo de instancias encargadas de asuntos ambientales y la seguridad pblica en el Ministerio de Gobernacin, y de la aplicacin de la justicia en el Organismo Judicial y en el Ministerio Pblico. Tambin existen avances importantes en la suscripcin de acuerdos ambientales de carcter internacional y diferentes arreglos que permiten la participacin de diferentes actores de la sociedad civil en iniciativas ambientales. Esta institucionalidad formal permite en la mayora de los casos niveles bsicos de gestin con diferentes grados de desempeo segn la variada complejidad socioambiental de diferentes territorios del pas. Aunque existen algunos ejemplos de mecanismos de gestin especializados, sobre todo a nivel de reas protegidas, por ejemplo en los mbitos del ecoturismo o la investigacin cientfica, la consolidacin de esquemas ejemplares de gestin ambiental, ms que una realidad, sigue siendo una meta. Algunas evidencias permiten concluir que el sub-financiamiento prevaleciente en las iniciativas ambientales slo permite desarrollar, tal como se indic anteriormente, niveles de gestin muy bsicos que normalmente no consolidan esquemas de gestin con suficiente grado de identidad y no desarrollan suficiente autoridad en los impulsores como
para persuadir a diferentes actores de influencia local o nacional sobre la importancia estratgica del tema. Estas condiciones son, al mismo tiempo, producto de la baja capacidad del sector de conservacin, tanto dentro de las esferas de gestin pblica como en las esferas de la sociedad civil, de incidir efectivamente en los mbitos de decisin poltica del ms alto nivel. Estas condiciones, que se refuerzan mutuamente, le otorgan una condicin de marginalidad a la gestin ambiental y son, a la vez, producto de los esquemas de desarrollo implantados en la regin que, segn lo expuesto extensamente en el presente captulo, privilegian el desarrollo de capitales fsico-financieros sobre otros de importancia para un desarrollo equilibrado de la sociedad, como el capital natural o inclusive el capital humano. Dentro de estos esquemas de desarrollo, la gestin de la biodiversidad se ve fuertemente condicionada por las estructuras productivas prevalecientes, la utilizacin del territorio fuera de esquemas inteligentes de ordenamiento, la estructura de la tenencia de la tierra, el crecimiento poblacional, las migraciones internas y la pobreza, entre otras condiciones. Estas condiciones nuevamente sealan que muchas de las intervenciones para abatir o al menos reducir amenazas al patrimonio natural escapan del mbito estricto de la gestin ambiental, por lo que se requiere una revitalizacin de la misma, elevndola a los ms altos niveles de gestin poltica, movilizando capacidades fsico-financieras y humanas acordes con su nivel de importancia, buscando mayores compromisos del sector privado empresarial y mayores niveles de conciencia de la ciudadana. Slo con un buen nivel de presencia de las condiciones mencionadas ser posible sustituir estilos reactivos de gestin por estilos proactivos, que permitan a los gestores de la biodiversidad ir por delante de las amenazas que se ciernen sobre la misma. Parecen suficientes los atributos que existen
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en torno de la biodiversidad y el capital natural nacional como para configurar alrededor de ste creativos mecanismos de mercado
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8. NOTAS
1. En este orden de ideas, actualmente el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA) de la Universidad Rafael Landvar (URL) impulsa la iniciativa de Contabilidad Ambiental y Econmica Integrada, en coordinacin con el Banco de Guatemala, El Instituto Nacional de Estadstica y El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN). La iniciativa cuenta con el respaldo de la Embajada del Reino de los Pases Bajos. La distribucin de la riqueza por el principio del rebalse tomara demasiados aos, es por ello que las intervenciones de los gobiernos a travs de medidas de poltica social se hacen necesarias. Adems, cabe la duda porque en la dcada del desarrollo de los programas de Naciones Unidas, en la que se plante esa estrategia, no se logr ni crecer, ni reducir la pobreza. Una deseconoma es un proceso contrario a la economa de escala. Mientras en esta ltima, a mayor escala de la operacin los costos unitarios se reducen; en la deseconoma ocurre que a mayor escala de la operacin los costos unitarios aumentan. Es por ello que una medida racional en estos casos, contrario a incrementar la escala de la operacin, lo conveniente es reducirla para estar en el rango econmico-eficiente.
En Ciencia Poltica, para analizar la causa de los desequilibrios en la acumulacin de capitales se habla de las tres i-es: la ignorancia, la indiferencia y los intereses de quienes acumulan capital fsico y financiero y/o toman las decisiones polticas por parte de los gobiernos. Distorsin de mercado es aqulla que genera ineficiencias econmicas que normalmente ocurren cuando los precios de mercado no representan correctamente el valor econmico de los bienes o servicios sujetos de transaccin. Los bienes pblicos normalmente se producen en presencia de fallas de mercado que subvaloran o sobrevaloran los mismos, situacin contraria a la que ocurre normalmente con los bienes privados. La iniciativa de Cuentas Ambientales y Econmicas Integradas de Guatemala es coordinada por la Universidad Rafael Landvar (URL) a travs del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA), y cuenta con convenios formales de trabajo de cooperacin con el Banco de Guatemala (BANGUAT), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la Secretara de Programacin y Planificacin de la Presidencia de la Repblica (SEGEPLAN), el Instituto Nacional de Estadstica (INE), la Secretara Presidencial de la Mujer (SEPREM) y el Instituto de Incidencia Ambiental (IIA).
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RESUMEN
Este captulo presenta una descripcin sobre las tendencias polticas e institucionales acerca del manejo de la biodiversidad en los mbitos mundial y nacional. Tambin muestra las tendencias del comportamiento de algunos aspectos relevantes que garantizan el uso sostenible y la conservacin de la biodiversidad. Entre estos aspectos resaltan las reas protegidas, el acceso a los recursos genticos, el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de su uso, los bosques, la proteccin de los derechos de los pueblos indgenas, y el biocomercio. Para su entendimiento, se presenta lo concerniente al derecho internacional y sus mecanismos, la evolucin histrica de los convenios vinculados con la biodiversidad, y una enumeracin de los convenios ms importantes y su relacin con el Convenio sobre la Diversidad Biolgica, que se constituye en marco de referencia. En el mbito nacional, se analiza el marco jurdico vinculado al uso y conservacin de la biodiversidad y su relacin con los compromisos mundiales, y se interpretan las tendencias mostradas por los aspectos relevantes en torno al tema de la biodiversidad y los elementos que han transformado su situacin. Palabras clave: tendencias, biodiversidad, convenios, uso y conservacin, reas protegidas, bosques, recursos genticos, biocomercio.
* Consultor independiente.
SUMMARY
This chapter presents a description of tendencies in the political and institutional ambit concerning the management of biodiversity in the national and global ambit. It also shows the tendencies of behavior of some outstanding aspects in the use and conservation of biodiversity, understanding these as those elements that guarantee the conservation of biodiversity components, as well as its sustainable use. Protected areas stand out among these aspects; the access to genetic resources; fair and equitable distribution of the benefits derived from the use; forests; protection of the rights of indigenous people; and biotrade. For the record, there is a relation among the international law and its mechanisms; the historical evolution of the agreements connected to biodiversity; a list of the most important agreements and its relation with the Convention on Biological Diversity, using it as a framework of reference. The legal framework is analyzed in the national ambit connected to the use and conservation of biodiversity and its interrelation with global commitments, with interpreting tendencies showed by outstanding aspects of biodiversity and with the elements that have transformed the situation. Key words: tendencies, biodiversity, agreements, use and conservation, protected areas, forests, genetic resources, biotrade.
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Rech katataj ucholaj, xya ubixik chi ri kechbalil ajchaqap winaq ukamom uqab ruk ri kamawen e juchun uwach che utoik ri jalajoj uwach kaslemalil, xuquje ukamom uqab ri kamawen rech jalajol uwach kaslemalil, ja wi rajawaxik xa jun ube chak katarnexik.. Pa saqamaq xsolix uwach ri utaqan-tobanik qatbaltzij puwi ri ukojik rachil uloqoqexik ri jalajoj uwach kaslemalil, wa ukamom uqab ruk noj chak banom chuwach ulew, xechaik ri utzilaj taq bixkil ketoban che unimasiraxik ri jalajoj uwach kaslemalil xuquje uxe taq nojibalil kuninaq che ukexik uwach ulew. UCHOLAJ TZIJ: kojbal, jalajoj uwach kaslemalil Kamajemnoj, Ukojik rachil uloqoqexik, Chajinem rulewal, kachelaj, tobal kaslem, Biocomercio.
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1. ASPECTOS INTRODUCTORIOS
1.1. Introduccin En este captulo, se presentan algunas de las tendencias en la conservacin y uso de la biodiversidad, tomando en cuenta que en las ltimas dcadas se intensificaron algunas acciones mundiales que han determinado el rumbo actual en el manejo de la biodiversidad. Para el anlisis, se toma en cuenta que las tendencias son el resultado de la aplicacin de diferentes mecanismos legales e instrumentos polticos, cuya implementacin ha generado planes, proyectos, estrategias y actividades, entre otras, para cumplir los objetivos que en ellos se plantean. Es natural que los resultados de la aplicacin de todos esos planes y proyectos sean distintos segn su mbito geopoltico de aplicacin: el mundial y el nacional. Se resume la mayor parte de informacin relevante sobre las distintas acciones globales
que existen, como declaraciones internacionales, convenios, tratados, protocolos, etctera, as como sus objetivos y su evolucin, tratando de identificar las causas que originaron tales acciones y la respuesta obtenida en los mbitos mundial y nacional. En el anlisis se identifican los factores que son relevantes en el uso y manejo de la biodiversidad, cuya complejidad fue puesta de manifiesto por el Convenio sobre la Diversidad Biolgica al proponerse alcanzar la conservacin de sus diferentes componentes, su uso sostenible y la distribucin justa y equitativita de los beneficios derivados del uso de los recursos genticos. Aunque en el desarrollo del trabajo se pueden identificar otras tendencias, las ms importantes son las sealadas por los factores anteriores, que han sido utilizados como indicadores para establecer la tendencia del uso y conservacin de la biodiversidad. Al final se presenta una discusin de los puntos relevantes que limitan el desarrollo del
Figura 1. Esquema para la identificacin de las tendencias en el uso y conservacin de la biodiversidad. Fuente: Elaboracin propia.
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uso y conservacin de la biodiversidad y sus distintos componentes, en funcin del alcance de los objetivos del desarrollo sostenible en el pas. 1.2. Marco de anlisis En el desarrollo de la temtica ac propuesta, se emplean trminos y conceptos cuyas definiciones es necesario tener claras. En ese sentido, estos trminos clarifican los alcances y lmites de este anlisis. La palabra tendencia se puede interpretar de varias maneras, segn la intencin o el mbito de trabajo. Sin embargo, de forma general se puede definir como la idea ms importante que orienta el desarrollo de una actividad. En este caso, la conservacin y uso de la biodiversidad. Por tendencia se entender la evolucin histrica de las acciones de conservacin y uso de la biodiversidad de acuerdo con algunos indicadores a lo largo del tiempo, los cuales permiten inferir su situacin en el futuro inmediato. Por uso se define la accin de aprovechamiento de los elementos de la biodiversidad, efectuada por los distintos grupos humanos, y que se constituye en factor importante de su desarrollo econmico y social al convertir tales elementos de la naturaleza en recursos1.
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el mbito mundial, y de las leyes y normas ordinarias en el mbito nacional. c. Relativas a los efectos o resultados de la implementacin y aplicacin. Se tiene en cuenta que cada accin genera efectos, tanto en el objeto como en los entornos polticos, sociales y econmicos. En consecuencia, se revisa el tratamiento de algunos factores relevantes en la conservacin y utilizacin de la biodiversidad, como las reas protegidas, los bosques, el acceso a los recursos genticos, el biocomercio, la seguridad alimentaria, el cambio climtico, el derecho de los pueblos indgenas y el financiamiento para la implementacin de medidas nacionales alrededor del tema. Las tendencias se reflejarn en el comportamiento de los elementos que indican el estado de tales factores, en el avance en el mejoramiento de su situacin y en su incidencia en el desarrollo econmico y social de la poblacin.
Para el anlisis y discusin de las tendencias, se identifican tres categoras (Figura 1): a. Relativas a las polticas, que se refiere a la evolucin de los principios que definen las acciones relacionadas con el uso y conservacin de la biodiversidad. b. Relativas al desarrollo de los mecanismos de aplicacin y cumplimiento, constituidos por el uso de los distintos instrumentos del derecho internacional pblico en
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2.1. Evolucin de las acciones mundiales Para interpretar las tendencias mundiales en la conservacin y uso de la biodiversidad, es
necesario entender las implicaciones y limitaciones que imponen la poltica internacional y el derecho internacional pblico vinculado con el medio ambiente.
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*Suscripcin. Acto por el cual los Estados firman un convenio, aunque queda pendiente su ratificacin. **Estatus. Estado de vigencia de un convenio, pues el inicio de la mayora de los convenios queda indicado en el acto de suscripcin, aunque permanece pendiente la ratificacin de un nmero mnimo de Estados establecido en el convenio. Fuente: Elaboracin propia
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Es necesario, entonces, conocer los distintos hechos histricos que motivaron las acciones mundiales y su evolucin. Estas acciones han concurrido en lo que hoy son los mecanismos que regulan el uso y conservacin de la biodiversidad y que generan, de alguna manera, nuevas tendencias en la poltica internacional. Los primeros tratados y convenios acerca del uso de la biodiversidad y su conservacin datan de 1794 (Estados Unidos y Gran Bretaa). Su objetivo fue regular diversas actividades en alta mar. Desde entonces se han desarrollado diferentes acuerdos entre Estados con el propsito de regular la utilizacin de sus recursos fronterizos. Sin embargo, el objetivo principal de esos acuerdos fue la proteccin de los recursos que constituan la base de la economa de los pases involucrados. La Declaracin de Estocolmo, de 1972, surgida en la Conferencia Mundial sobre el Medio Humano, plante un nuevo enfoque en la realizacin de acuerdos, pues su motivacin fue la preocupacin por el desmedido incremento en la explotacin de los recursos naturales y el reconocimiento del papel del ser humano en el universo. Tal enfoque desencaden la firma de convenios y tratados para proteger algunos ecosistemas especiales y grupos de especies (endmicas y en peligro de extincin primordialmente), as como la proteccin del patrimonio cultural y natural de la humanidad. Sin embargo, la implementacin de esos mecanismos se enfrent con dificultades, sobre todo en los pases en desarrollo. Su pobreza planteaba prioridades ms urgentes y dio como resultado la discusin y cuestionamiento de la responsabilidad del deterioro ambiental y quin debera financiar su recuperacin. Bajo tales premisas, en 1992 se realiz la Conferencia Mundial de Ro de Janeiro, la
cual dio lugar a la Declaracin de Medio Ambiente y Desarrollo, en cuyo contexto se plante la Agenda 21, el Convenio sobre la Diversidad Biolgica, el Convenio Marco sobre el Cambio Climtico y el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Lucha contra la Desertificacin en los Pases Afectados por Sequa Grave o Desertificacin. En esta conferencia, adems de aprobar los tres convenios indicados, se acua el trmino desarrollo sostenible como nuevo enfoque para garantizar la conservacin del medio ambiente y el mejoramiento de las condiciones de vida de la poblacin en general, cuyo ltimo escenario lo constituyen las acciones encaminadas a conseguir sus objetivos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, celebrada en 2002 en Johannesburgo (Kiss, 2006). En sntesis, la tendencia de la conservacin y uso de la biodiversidad en el mbito mundial ha sido marcado por tres momentos en el transcurso de su evolucin: 1. Las acciones asociadas con la proteccin de los intereses comerciales, para la utilizacin de los recursos naturales importantes en la economa de los Estados vinculados. 2. El reconocimiento de la importancia de la biodiversidad en el bienestar humano, y la generacin de acciones de proteccin a especies y ecosistemas. 3. El desarrollo sostenible, cuyos elementos para su perfeccionamiento se encuentran en proceso. Adems, la comunidad internacional ha creado varias instituciones, auspiciadas principalmente por la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU), cuya instancia ms importante es el Programa de las Naciones Unidas para
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el Medio Ambiente (PNUMA). Este programa se cre a partir de la Conferencia Mundial sobre el Medio Humano en 1972. Sin embargo, la amplitud y complejidad de los elementos que constituyen la biodiversidad dio lugar a la participacin de otras instancias o programas de las Naciones Unidas, entre las que destacan las siguientes: Programa de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (FAO). Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin y la Cultura (UNESCO). Organizacin Internacional del Trabajo (OIT). Organizacin Mundial del Comercio (OMC). Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). Cabe resaltar que ese proceso ha sido guiado por muchas organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGs), cuya intervencin consiste en el suministro de informacin cientfica, el desarrollo de investigaciones, la participacin activa en la formulacin de propuestas para el desarrollo de polticas globales y la toma de decisiones. Entre las ms importantes se pueden citar: UICN (Unin Mundial para la Naturaleza). WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza). 2.2. El derecho internacional pblico y la biodiversidad Las acciones relacionadas con la regulacin de los elementos del medio ambiente en la comunidad internacional dieron lugar al surgimiento del derecho internacional pblico ambiental, en el cual se incluye la biodiversidad.
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Los alcances y lmites de los instrumentos y mecanismos empleados en el mbito internacional se encuentran descritos en la Carta de las Naciones Unidas y en la Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados, firmada en junio de 1980, que tambin establece el papel de los rganos creados por estos convenios y la categora que les corresponde segn sea su carcter vinculante o no (Rojas, 2002). El derecho internacional ambiental reconoce dos tipos de mecanismos: las declaraciones y los convenios o tratados. Las primeras son disposiciones poltico-morales (Rojas, 2002) que no poseen carcter obligatorio (no son vinculantes). Los Estados firmantes no estn sujetos a la aplicacin metdica de su contenido. Entre las declaraciones internacionales vinculadas con la biodiversidad sobresalen las siguientes: Declaracin de Estocolmo de la ONU sobre el Medio Ambiente Humano, de 1972. Presenta el derecho del ser humano a vivir en un medio de calidad y su obligacin de protegerlo y mejorarlo para las generaciones presentes y futuras. Resalta adems la importancia de la educacin en asuntos ambientales. Carta Mundial de la Naturaleza, aprobada por la ONU en 1982. Enfatiza en la preservacin del patrimonio gentico para asegurar un nivel suficiente en todas las poblaciones de seres vivos en todo el mundo y promueve la proteccin de los ms singulares o los que se encuentren en peligro. Declaracin de Ro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, aprobada por la Conferencia de la ONU en Ro de Janeiro en 1992. Consolida a nivel internacional la idea del desarrollo sostenible y pro-
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mueve el Convenio sobre la Diversidad Biolgica. Los Objetivos del Milenio establecidos en la Cumbre del Milenio en 2005. Definen la necesidad de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, incorporar los principios de desarrollo sostenible en las polticas y los programas nacionales, y contrarrestar la prdida de recursos del medio ambiente. Estas declaraciones sirven para desarrollar mecanismos e instrumentos considerados como fuentes de derecho de primer orden (vinculantes) o con fuerza obligatoria. Conocidos generalmente como convenios o tratados, son mecanismos del derecho internacional que requieren la aceptacin y ratificacin expresa por cada uno de los Estados signatarios. La definicin de estos instrumentos y mecanismos, junto con su descripcin, se encuentra en el Convenio de Viena sobre Tratados Internacionales (ONU, 1969). El Cuadro 1 enumera los principales convenios y protocolos internacionales que estn asociados de manera directa con actividades de uso y conservacin de la biodiversidad. Seala sus objetivos, las fechas en que fueron suscritos y el organismo internacional que los facilita. En ese mismo cuadro se presentan los principales protocolos derivados de algunos convenios. Cabe sealar que uno de los acuerdos ms precisos, vinculado directamente con la conservacin y uso de la biodiversidad, es el Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CDB), pero carece de mecanismos directos para establecer lineamientos sobre los convenios que se relacionan directa o indirectamente con la biodiversidad. 2.3. El Convenio sobre la Diversidad Biolgica y otros acuerdos relacionados Existe un sinnmero de convenios que se relacionan con el Convenio sobre la Diversidad
Biolgica, considerado en la prctica como eje integrador de muchas de las acciones que proponen los dems. Las alianzas ms importantes con las que el CDB ha establecido consultas, sinergias y trabajo conjunto son: Convenio de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Mar. Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). Convencin relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hbitat de Aves Acuticas (RAMSAR). Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificacin en los Pases Afectados por Sequa Grave o Desertificacin, en particular en frica. Convenio Internacional sobre Maderas Tropicales. Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenticos para la Alimentacin y la Agricultura (FAO). Adems, el planteamiento de los objetivos propuestos por el CDB oblig a otras instancias a desarrollar mecanismos de relacin con esta convencin, debido a que, aunque la biodiversidad no sea objeto directo de su tratamiento, s atae a algunas de sus actividades. Aqu figuran: Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC).
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Los convenios y tratados de la Organizacin Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Convenio Internacional para la Proteccin de las Obtenciones Vegetales (UPOV). Acta 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT). Convenio para la Proteccin del Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. 2.4. Tratamiento global de algunos factores relevantes en el uso y conservacin de la biodiversidad Con el fin de alcanzar los objetivos del CDB, se ha puesto atencin a ciertos factores que determinan la conservacin y el uso sostenible de la biodiversidad. Se mencionan las tendencias de algunos de esos factores, se describe su situacin actual (utilizando indicadores en algunos de ellos) y se sealan algunos elementos de la poltica y del derecho internacional que determinan las acciones con las que se pretende modificar y mejorar su estado actual. 2.4.1. reas protegidas La tendencia global y los principios generales de la conservacin de la biodiversidad indican que este propsito slo puede lograrse mediante la integracin de estrategias que incluyen, en trminos generales, la conservacin in situ y ex situ. La conservacin in situ en particular ha adquirido importancia debido a que permite resguardar todos los niveles de la biodiversidad. En ese sentido, las reas protegidas obtuvieron gran relevancia en la conservacin de la biodiversidad. La situacin de las reas protegidas a nivel mundial muestra un crecimiento en su
cobertura superficial (Figura 2). No obstante, ese crecimiento se caracteriza porque los pases con menor extensin territorial poseen porcentualmente una mayor cobertura, que es en muchos casos la sumatoria de varios sitios o parques que no garantizan la representatividad de los ecosistemas. Esto implica que no aseguran la proteccin de los hbitats de las especies propias de dichos ecosistemas, como lo manifiesta el prembulo del Programa de Trabajo en reas Protegidas del Convenio sobre la Diversidad Biolgica. (PNUMA, 2002). Por otro lado, National Geographic Society y World Wildlife Fund (2007) identificaron cerca de 236 ecorregiones en condiciones crticas (142 ecosistemas terrestres, 42 marinos y 52 aguas continentales). Las especies que en ellos se encuentran tienen una alta probabilidad de extinguirse, pues se encuentran sujetos a una serie de presiones derivadas de la actividad humana. Estas ecorregiones no se encuentran debidamente representadas en ningn complejo de reas protegidas, por lo que se considera imperativo desarrollar estrategias que permita incluirlas en programas de conservacin (UNEP CDB, 2004). , El CDB estructur el programa de trabajo en reas protegidas bajo las pautas del Artculo 8 del mencionado convenio. Este programa propone estas actividades para la solucin de la problemtica descrita: Identificacin de vacos de representatividad ecolgica. Plan de fortalecimiento de capacidades. Plan sostenible de fortalecimiento financiero. Creacin de reas protegidas urgentes. Definicin de metas medibles y plazos fijos.
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% de cobertura
7 6 5 4 3 2 1 0 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 aos
Figura 2. Incremento de la cobertura global de reas protegidas expresada en porcentajes Fuente: PNUMA (2002)
Adopcin de planes estndares de manejo de reas protegidas. Adopcin de mecanismos para enfrentar amenazas. Definicin de reas protegidas de ecosistemas marinos y de agua dulce. Revisin de las polticas e incentivos. Manejo efectivo de reas protegidas de ecosistemas terrestres. Definicin de las reas protegidas por el anlisis de vacos de representatividad ecolgica. Manejo efectivo de las reas protegidas de los ecosistemas marinos (UNEP CDB, , 2004). Al proceso se incorpor el Proyecto Internacional de Planificacin Ecorregional, cuyo propsito principal es disear portafolios de reas de conservacin funcionales dentro
de cada ecorregin. Es auspiciado por instancias internacionales como World Wildlife Fund (WWF), Conservation International (CI) y The Nature Conservancy (TNC), que trabajan con socios locales, nacionales e internacionales. 2.4.2. Bosques Los bosques son considerados como ecosistemas integrados por comunidades vegetales, principalmente arbreas, cuya dinmica y evolucin es resultado de las perturbaciones naturales. Constituyen el hbitat de una gran variedad de especies y hacen viable su supervivencia. Ejercen funciones en la modulacin de los flujos hdricos y en la conservacin de los suelos y sus microorganismos, lo cual permite apreciar la importancia de dichos ecosistemas en la proteccin de la biodiversidad. El estado global de los bosques se infiere mediante indicadores como la cobertura forestal y el ritmo de su reduccin.
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Para 2005, la cobertura forestal en el mundo era de 3,952,025 miles de ha, que representan el 30.3% de la superficie total del planeta. La tendencia de la prdida de la cobertura forestal ha sido decreciente, ya que entre 1990 y 2000 fue de 8,860 miles de ha por ao, lo que representa una tasa de cambio de -0.22%. La reportada entre 2000 y 2005 fue de 7,317 miles de ha, que representa un -0.18% por ao (FAO, 2007a). Si bien la tasa de reduccin de la cobertura global total decrece, debe apuntarse que en algunas regiones del mundo muestra un aumento significativo. La Figura 3 muestra cmo la tendencia de prdida de cobertura forestal se reporta con mayor intensidad en algunas partes del mundo, especialmente en frica y seguida por Latinoamrica y el Caribe. Otro indicador de la situacin de los bosques es la superficie forestal dedicada a la conservacin. Se estima que a nivel mundial representa el 17% del total de bosques. No obstante, existen regiones donde la superficie dedicada a este uso es menor al 6%, como en Amrica Latina y Europa (FAO, 2007a). El tratamiento del tema forestal en el mundo inici en 1972, como resultado de la Confe-
rencia de Estocolmo, donde se asumieron algunos compromisos. El primero de ellos, en 1983, llev a la creacin de la Organizacin Mundial de Maderas Tropicales y la firma del Convenio Internacional sobre Maderas Tropicales, auspiciada por la UNCTAD, cuyas pautas se encuentran vigentes. Por otro lado, la FAO jug un papel importante al definir polticas y generar esfuerzos por conservar los bosques y detener la deforestacin en el contexto del desarrollo rural y el mejoramiento de las condiciones de vida de los agricultores de los pases en desarrollo, planteado en el Octavo Congreso Forestal Mundial, Los bosques para la poblacin, celebrado en 1978 en Yakarta, Indonesia. Ms adelante, en 1985, bajo los auspicios de la FAO, el PNUD y el WRI (World Resources Institute), se desarroll el Plan de Accin Forestal en los Trpicos (TFAP), cuyo objetivo se centr en el desarrollo de una estrategia para el mejoramiento de la gestin forestal en las naciones en desarrollo. En la Cumbre de la Tierra de Ro de Janeiro (1992) y la Agenda 21, en su captulo 11, se establece la declaracin autorizada no obli-
Cercano Oriente Amrica Latina y El Caribe Europa Asia y el Pacfico frica -0.7 -0.6 -0.5 -0.4 -0.3 -0.2 -0.1 0 0.1
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Porciento
Figura 3. Variacin neta anual de la superficie forestal por regin en el mundo. Fuente: FAO (2007a)
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gatoria para el consenso mundial respecto de la ordenacin, conservacin y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo. Este fue el punto de partida para que, bajo los auspicios de la FAO y la Comisin de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, se integrara en 1995 el Panel Intergubernamental para los Bosques (IPF por sus siglas en ingls), cuyo trabajo concluy en 1997 y dio paso al Foro Intergubernamental de Bosques (IFF por sus siglas en ingls). El resultado de ambas comisiones fue la resolucin 2000/35 del Consejo Econmico y Social de las Naciones Unidas, que instala el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques (UNFF por su siglas en ingls) con el objetivo de promover la gestin, conservacin y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, y consolidar la comisin poltica a largo plazo con este fin (FAO, 2002). Lo anterior deriv en la propuesta del Proyecto de Acuerdo Internacional sobre los Bosques (AIB), cuyos objetivos son: Proveer de una gua clara para el trabajo futuro en los arreglos internacionales sobre bosques. Incrementar significativamente las zonas forestales protegidas y las zonas forestales manejadas de manera sostenible en el mundo. Revertir la disminucin en la asistencia oficial para el desarrollo de la gestin forestal sostenible. Realzar las ventajas econmicas, sociales y ambientales de los bosques, para mejorar los sustentos de las poblaciones que dependen de ellos. Revertir la prdida de cobertura forestal.
Aumentar los beneficios econmicos, sociales y ambientales basados en los bosques. A la par de ello, se integr el Equipo de Tareas Interinstitucional (ITFF por sus siglas en ingls) sobre los bosques, presidido por la FAO, con el propsito de desarrollar la poltica forestal mundial. Est integrado por: La Secretara del Convenio sobre la Diversidad Biolgica. El Centro de Investigacin Forestal Internacional. El Departamento de Asuntos Econmicos y Sociales de la Secretara de las Naciones Unidas. La Organizacin Internacional de las Maderas Tropicales. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. El Banco Mundial. No obstante, pese a la conciencia global existente sobre la importancia de los bosques para la conservacin de la biodiversidad, el abordaje global del tema forestal carece de mecanismos consistentes que definan las acciones pertinentes que mejoren su situacin. 2.4.3. Acceso a recursos genticos y reparto justo y equitativo de sus beneficios Los recursos genticos contribuyen de manera significativa al desarrollo de la industria de produccin de semillas para la agricultura y de las industrias farmacuticas de los pases desarrollados. Paradjicamente, las
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fuentes de tales recursos son los pases del tercer mundo, donde usualmente se ubican las zonas de origen y diversidad de plantas cultivadas. La colecta de la diversidad gentica, por intermedio de propgulos de especies domesticadas y silvestres, ha sido realizada desde los inicios de la agricultura. Basta sealar el intercambio de germoplasma iniciado por los colonizadores espaoles de Europa a Amrica y de Amrica a Europa hace ms de 500 aos. En el siglo XX, los programas de coleccin de germoplasma ms importantes fueron realizados por los centros internacionales del Grupo Consultivo Internacional para la Investigacin Agrcola (CGIAR), auspiciada en sus comienzos por la FAO (Guarino, 1995). Tambin han sido importantes los organismos de Estado y las universidades de naciones industrializadas que crearon sus propios programas de recursos genticos. La contribucin de los recursos genticos a la economa de los pases desarrollados no est cuantificada por completo. Se pueden inferir, sin embargo, por algunos ejemplos. Uno de ellos es el clculo realizado al flujo de recursos genticos de maz, trigo, arroz y frijol a esos pases, provenientes del sistema CGIAR, cuyo monto se estima en US$5 mil millones. Otro ejemplo es la contribucin a la economa de los Estados Unidos de los recursos genticos forneos de maz y soya, que se estiman en el orden de US$10,200 millones anuales (Riveiro, s.f.). Por otro lado, entre 1950 y 1980, las medicinas derivadas de plantas significaban ms del 25% de los frmacos vendidos en los Estados Unidos, cuyas ganancias en 1996 alcanzaron la cifra de US$32 mil millones (Riveiro, s.f.). El tema del acceso a los recursos genticos fue introducido en la discusin global por el Convenio sobre la Diversidad Biolgica, que los consider estratgicos para el desarrollo
sostenible de muchos de los pases proveedores de esos recursos. Las discusiones involucraron temas como la distribucin equitativa de los beneficios que deriven de su uso, la proteccin de los conocimientos tradicionales colectivos y constitutivos de los derechos de los pueblos indgenas, y los derechos de propiedad intelectual, particularmente para los mejoradores u obtentores de vegetales. El Convenio sobre la Diversidad Biolgica reafirma la soberana de cada Estado sobre sus recursos genticos, manifestando la necesidad de crear mecanismos que, aparte de facilitar el acceso a esos recursos, garanticen el reparto justo y equitativo de los beneficios de sus usos comerciales. Tambin deja claro que pueden existir usos no comerciales que no generen beneficios (Artculo 15, CDB). En ese sentido propone la creacin de medidas como el consentimiento informado previo y los contratos de condiciones mutuamente convenidas entre el colector y el proveedor del recurso gentico, como mecanismos que puedan asegurar el reparto de estos beneficios. Aunque el desarrollo de tal norma jurdica qued a discrecin de los Estados, la Conferencia de las Partes, en su sexta reunin, aprob las Directrices de Bonn, que son una gua para su elaboracin y que proponen su estructura y contenido (Croucible II Group, 2000). Adems, el Grupo de Trabajo ABS (Access and Benefit Sharing) del CDB se encuentra en las negociaciones sobre un Rgimen Internacional de acceso a los recursos genticos y la consideracin de un certificado internacional de origen o fuente legal del recurso gentico que pueda garantizar las aspiraciones de la distribucin equitativa de beneficios. La discusin puso de relevancia el hecho de que el valor de los recursos genticos se asocia al conocimiento de los agricultores o
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pobladores de las regiones donde la especie crece, y que su uso y manejo continuo dio lugar a variadas formas y utilizaciones especializadas. Ello implica la necesidad de tratar el tema como parte del patrimonio cultural de tales grupos. En ese sentido, la COP del CDB sugiere que las normativas para ese efecto consideren mecanismos que aseguren la proteccin de los conocimientos tradicionales de esos grupos sociales. Tal iniciativa permiti establecer un vnculo entre la Organizacin Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI) y el CDB, con el propsito de desarrollar actividades que promuevan la proteccin del conocimiento tradicional colectivo asociado a los recursos genticos y la necesidad de incorporar el certificado de origen de los recursos genticos para el desarrollo de una patente o proteccin de una obtencin vegetal. 2.4.4. La propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales colectivos El concepto de derechos de propiedad intelectual fue desarrollado en las leyes europeas y norteamericanas como mecanismo para proteger las invenciones individuales e industriales. Tal nocin fue adoptada por todos los Estados que firmaron el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en ingls) y particularmente el Acuerdo sobre Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), auspiciado por la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) (ADPIC, s.f.). En materia de conservacin, ese acuerdo sugiere que los pases miembros pueden excluir de la patentabilidad algunos elementos o componentes de la biodiversidad, como las plantas y los animales, pero establece la obligatoriedad de otorgar proteccin a las obtenciones vegetales.
Existen varios elementos asociados a la propiedad intelectual que se desarrollan a partir de componentes de la biodiversidad. Uno de los ms importantes es el generado por la bioprospeccin, definida sta como la exploracin de la biodiversidad con el fin de otorgar valor comercial a algunos recursos genticos y bioqumicos (Duarte, Lea, RoaAtkinson, 2003). La mayora de estos elementos entraan el uso de especies, recursos genticos y materiales genticos desarrollados por pueblos indgenas o agricultores tradicionales, los cuales son componentes importantes de su patrimonio cultural y del complejo sistema de conocimientos tradicionales. Ello requiri una discusin para establecer vnculos entre los mecanismos de proteccin de las obtenciones vegetales y los materiales genticos desarrollados por los agricultores, as como los conocimientos sobre los usos y bondades de las especies de su entorno. 2.4.5. Pueblos indgenas y la conservacin y uso de la biodiversidad Se estima que de las medicinas patentadas y ms usadas en el mundo alrededor de 7 mil provienen de los conocimientos botnicos y farmacuticos de los pueblos indgenas. Por otro lado, slo a una de cada 10 mil especies escrutadas por la bioprospeccin se le encuentra aplicacin en la industria farmacutica, hecho que hace que se recurra con mayor frecuencia al etnoconocimiento biolgico para el desarrollo de productos a partir de componentes de la biodiversidad, lo cual reduce costos hasta en un 400% (Herrera y Rodrguez, 2004). En ese contexto, surge el tema de los derechos de los pueblos indgenas, junto con la necesidad de regular el acceso a los recursos genticos y proteger sus conocimientos como parte de su patrimonio cultural.
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Sin embargo, existen algunos temas en el tratamiento de los derechos de los pueblos indgenas que nicamente pueden ser resueltos con la aprobacin del Proyecto de Declaracin de los Pueblos Indgenas de la ONU, ya que este foro les permitira ampliar sus posibilidades de intervencin en su propio desarrollo. Los elementos de la biodiversidad se encuentran propuestos en el Artculo 29 de ese proyecto e indican que: Los pueblos indgenas tienen derecho a que se les reconozca plenamente la propiedad, el control y la proteccin de su patrimonio cultural e intelectual. Tienen derecho a que se adopten medidas especiales de control, desarrollo y proteccin de sus ciencias, tecnologas y manifestaciones culturales, comprendidos los recursos humanos y los recursos genticos, las semillas, las medicinas, el conocimiento de las propiedades de la fauna y la flora, las tradiciones orales, las literaturas, los diseos y las artes visuales y dramticas (Naciones Unidas, 1994). Es necesario resaltar que muchos de los problemas a los que se enfrenta la puesta en prctica de los elementos del Derecho de los Pueblos Indgenas inician desde la concepcin e interpretacin de esta expresin: pueblos indgenas. De acuerdo a Zambudio (s.f.), el trmino se refiere a grupos humanos distribuidos por todo el mundo, muy diferentes entre s, producto de evoluciones sociales y culturales muy diversas e incluso dispares. El uso de la expresin pueblo en muchos convenios, aunque definida, en ocasiones no se concibe como tal y muchos ven en ella una amenaza a la soberana de los Estados, razn por la que sustituyeron el trmino pueblo por poblacin. Sin embargo, su connotacin es distinta y no capta el sentido de cohesin cultural que s se refleja en la expresin pueblo (Zambudio, s.f.).
En el uso y proteccin de los conocimientos tradicionales, se generaron discusiones y declaraciones cuya referencia es necesario considerar cuando se revise el tema de los pueblos indgenas y la biodiversidad. Segn Posey y Dutfield (1999), los ms importantes son los siguientes: Pacto sobre Recursos Intelectuales, Culturales y Cientficos. Declaracin de Principios del Consejo Mundial de Pueblos Indgenas. Proyecto de Declaracin de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Poblaciones Indgenas. Declaracin Kari-Oca y la Carta de la Tierra de los Pueblos Indgenas. Declaracin de los Pueblos Indgenas-Tribales de los Bosques Tropicales. Declaracin de Mataatua sobre Derechos Culturales y de Propiedad Intelectual de los Pueblos Indgenas, junio de 1993. Recomendaciones del Congreso de las Voces de la Tierra. Reunin Regional de la COICA y el PNUD sobre Derechos de Propiedad Intelectual y Diversidad Biolgica. Consulta del PNUD sobre la Proteccin y Conservacin del Conocimiento Indgena. Consulta del PNUD sobre Conocimiento y Derechos de Propiedad Intelectual de los Pueblos Indgenas. 2.4.6. Biocomercio La Iniciativa Biocomercio fue lanzada por la UNCTAD durante la III Conferencia de las
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Partes del CDB en Buenos Aires. Pretende estimular la inversin y el comercio de los recursos biolgicos, de acuerdo con los objetivos del CDB, y tomar ventaja de las nuevas oportunidades de inversin y mercado que existen de productos y servicios derivados de la biodiversidad, en especial de la industria biotecnolgica. Para la Iniciativa Biocomercio, el manejo de los componentes de la biodiversidad puede generar productos y servicios, lo cual se deriva de la definicin del biocomercio establecida por la UNCTAD. De acuerdo con UNCTAD (2006), biocomercio es el conjunto de actividades de recoleccin y/o produccin, procesamiento y comercializacin de bienes y servicios derivados de la biodiversidad nativa (especies y ecosistemas), bajo criterios de sostenibilidad ambiental, social y econmica. Los principios comunes que permitieron definir un proceso entre la UNCTAD y los programas nacionales de biocomercio son los siguientes: Conservacin de la biodiversidad. Uso sostenible de la biodiversidad. Distribucin equitativa de los beneficios derivados de los usos de la biodiversidad. Sustentabilidad socioeconmica (gestin, produccin y mercadeo). Compatibilidad con la legislacin local y acuerdos internacionales. Respeto a los derechos de los actores involucrados en las actividades del biocomercio.
Claridad sobre la renta de la tierra, uso y acceso a los recursos naturales y el conocimiento. Este es un nicho de mercado que tradicionalmente ocuparon los pequeos productores en actividades alternativas novedosas. Entre los servicios que se desea transformar en mercanca, se menciona especficamente la proteccin de cuencas hidrogrficas, el secuestro de carbono, el ecoturismo y la bioprospeccin. Se incluyen productos como colorantes naturales, pinturas, aceites esenciales, compuestos bioqumicos, extractos medicinales y productos finales, como madera, artesanas, nueces, frutos, perfumes y medicinas (UNCTAD, 2006). Los pases que desarrollan programas de biocomercio son Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Per, Uganda, Venezuela y Vietnam. 2.4.7. La seguridad alimentaria El INCAP (s.f.) define la seguridad alimentaria como el estado donde todas las personas gozan en forma oportuna y permanente de acceso a los alimentos que necesitan, en la cantidad y calidad para su adecuado consumo y utilizacin biolgica, lo cual les garantiza el bienestar que contribuye a su desarrollo. El hambre es un fenmeno social cuya disminucin en los ltimos 10 aos no ha mostrado variaciones significativas. En los pases en desarrollo, la reduccin ha sido de apenas un 3% (FAO, 2007) y las regiones ms afectadas son el frica subsahariana, Asia oriental y del sur y Amrica Latina y el Caribe. La Figura 4 muestra que la regin de Latinoamrica y el Caribe manifiesta una reduccin del 10% de la subnutricin desde 1969 a la
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fecha; sin embargo, el avance en el ltimo decenio fue menor al 3%. La seguridad alimentaria es un elemento de importancia mundial, cuya responsabilidad ha sido designada a la FAO, ya que su mandato es alcanzar la seguridad alimentaria para todos y asegurar que las personas tengan acceso a alimentos de buena calidad que les permitan llevar una vida activa y saludable. La FAO ha desarrollado una serie de acuerdos y tratados internacionales con la finalidad de mejorar la produccin de alimentos mediante el manejo de los componentes de la biodiversidad ligados a la agricultura y al desarrollo rural. stos contemplan el mejoramiento gentico de las especies domsticas, tanto de fauna como de flora, la sanidad de las especies domsticas y el mejoramiento de los sistemas de explotacin forestal y pesquera. Las actividades de la FAO relacionadas con el manejo y conservacin de los recursos genticos, donde se incluyen los forestales, se inician en1961. La Conferencia de Estocolmo funda el CGIAR (Grupo Consultivo
25
para la Investigacin Agrcola Internacional) y despus crea el IBPGR2. En sus primeros 20 aos, esta institucin colect la variabilidad gentica de las especies ms importantes en la alimentacin mundial, almacenndolas en los diferentes centros internacionales del CGIAR (Guarino, 1995). A la fecha, estas instancias han sufrido cambios significativos hasta concluir, en la actualidad, con la firma del Tratado Internacional de los Recursos Fitogenticos Importantes para la Seguridad Alimentaria, auspiciado por la FAO. 2.4.8. Cambio climtico El cambio climtico es un fenmeno integrado por dos fenmenos: calentamiento global y oscurecimiento global, cada uno con causas, orgenes y manifestaciones distintas. Las caractersticas del primero se observan en el incremento de las temperaturas de la superficie de la Tierra alrededor de 0.6 C en el ltimo siglo a causa de las emisiones de dixido de carbono por quema de combustible fsil, cuyo volumen fue de 6.25 mil millones de toneladas en 1996 (GreenFacts, 2007).
20
15
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%
10 5 0 69-71 79-81 90-92 Trienios
Figura 4. Tendencia de la prevalencia de la subnutricin en Amrica Latina y el Caribe. Fuente: FAO (2007)
95-97
2001- 2003
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El oscurecimiento global se define como el descenso de la radiacin solar que alcanza la superficie del planeta. Ocurre a un ritmo de 1% a 3% por decenio, desde hace 40 aos, y reduce los volmenes de evaporacin de los espejos de agua. PNUMA y CDB (2007) sealan que los modelos predictivos del cambio climtico indican un aumento de temperatura media global de 1.4 a 5.8 C para 2100. Sus impactos previstos son: Un ascenso adicional del nivel del mar, de 9 a 88 cm. Fluctuaciones abruptas en las precipitaciones. Fenmenos climticos extremos ms frecuentes, como olas de calor, tormentas y huracanes. Mayor expansin e ndice de enfermedades peligrosas transmitidas por vectores, como la malaria. Esos impactos tendrn efectos directos sobre los distintos ecosistemas y especies que los integran. Los ms importantes son los cambios en la distribucin de las especies, el aumento de las tasas de extincin, los cambios en los tiempos y pocas de reproduccin, y las modificaciones en el crecimiento de las plantas. Se indica tambin que los bosques son particularmente vulnerables al cambio climtico. Se ha demostrado que el aumento de 1 C modifica el funcionamiento y la composicin de los bosques; el 9% de todas las especies conocidas de rboles ya corren un cierto riesgo de extincin. Las especies de rboles leosos tienen menos posibilidades de desplazarse hacia condiciones ms favorables para su crecimiento, dada la velocidad de los cambios en las condiciones climticas. Los ani-
males que habitan el bosque ven disminuidas sus poblaciones. La cada en la produccin agrcola ser consecuencia de la propagacin de plagas y enfermedades, mayor estrs calrico, cambios del rgimen pluviomtrico, mayor lavado de nutrientes de la tierra por las lluvias intensas, incremento de la erosin debido a vientos ms fuertes, incremento en el nmero de incendios forestales en regiones ms secas, etc. Para que la adaptacin de los sistemas agrcolas a esos efectos sea viable, es necesario desarrollar estrategias ms intensas de conservacin in situ y ex situ de los recursos genticos agrcolas y ganaderos, y mantener opciones destinadas a cubrir las necesidades futuras de la agricultura (PNUMA y CDB, 2007). Las acciones internacionales para el abordaje de este fenmeno se concentran en el Convenio Marco sobre el Cambio Climtico y el Protocolo de Kyoto, cuyo objetivo es lograr la estabilizacin de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmsfera a un nivel que impida interferencias antropognicas peligrosas en el sistema climtico (Naciones Unidas, 1998). Se considera que ese nivel debera lograrse en un plazo cercano para permitir que los ecosistemas se adapten al cambio climtico, lo que asegurara la produccin de alimentos y permitira que el desarrollo econmico prosiga de manera sostenible. El Protocolo de Kyoto establece metas de limitaciones en las emisiones de los gases o familias de gases de efecto invernadero (CO2, CH4, N2O, PFCs, HCFCs y SF6) y tiene como objetivo que los pases reduzcan sus emisiones por debajo del volumen de 1990, un 5.1%, en el perodo de compromiso de 2008-2012. Los resultados de tales acciones internacionales an no son sensibles, aunque el Panel Inter-
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gubernamental (IPCC), en su ltima reunin en Bangkok, Tailandia, en 2007, defini algunos elementos sobre los costos que tendra el no tomar medidas para detener el calentamiento global. Este panel recomend en particular realizar esfuerzos para cambiar el estilo de vida de la poblacin y detener el consumismo (GreenFacts, 2007). 2.4.9. Financiamiento La escasa capacidad de algunos Estados para hacer frente a los cambios necesarios que garanticen el manejo sostenible de la biodiversidad, y asumir los compromisos globales establecidos en cada uno de los convenios vinculados con el tema, evidenci la necesidad de establecer fuentes de financiamiento que pudieran apoyar a dichos Estados en sus esfuerzos encaminados con ese fin. La comunidad internacional ha dispuesto algunas fuentes de financiamiento a travs de los cuales se movilizaron alrededor de US$2,430 billones desde 1991, o sea un promedio de 220 billones al ao (GEF, 2002). Sin embargo, la tendencia en los flujos se encuentra en disminucin desde 1999 y el monto total movilizado para 2001 fue de US$196 billones (Figura 5). En los principales convenios vinculados con el ambiente, se designa al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en ingls) como ente internacional encargado de la administracin de los mecanismos financieros previstos en esos convenios. El GEF funciona bajo la autoridad y orientacin de las COP y es responsable ante ellas, presentando por conducto de su secretara un informe anual de sus actividades en apoyo a esos convenios. Incluye datos especficos sobre la forma en que el fondo ha seguido las orientaciones y decisiones emitidas por las COP correspondientes.
Los recursos financieros se otorgan a organismos internacionales o estatales para la ejecucin de proyectos que satisfagan los criterios de elegibilidad previstos, respaldados y promovidos por las partes3 interesadas. Es importante mencionar que slo las partes en desarrollo son las nicas elegibles para recibir financiacin (UNEP 2003). , Algunas de las prioridades de financiamiento que debe enfrentar el GEF (UNEP 2003) son , las siguientes: reas protegidas. Biodiversidad importante. Desarrollo de capacidades. Mejoramiento de prcticas. Para su desarrollo, ha puesto en marcha cinco programas operacionales relacionados con biodiversidad: Ecosistemas de zonas ridas y de zonas semiridas. Ecosistemas marino-costeros y de aguas continentales. Ecosistemas forestales. Ecosistemas de montaa. Conservacin y uso sostenible de la diversidad biolgica importante para la agricultura. Adems de las fuentes multilaterales mencionadas, se pueden indicar las fuentes bilaterales de financiamiento, caracterizadas porque la cooperacin se realiza entre los gobiernos de dos pases, a travs de embajadas y organismos de cooperacin internacional. Algunas de esas fuentes son USAID, de Estados Unidos; ACDI, de Canad; JICA, de Japn;
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AECI, de Espaa; DGIS, de los Pases Bajos; y GTZ, de Alemania. Aqu pueden considerarse los mecanismos de canje de deuda por naturaleza, en especial los desarrollados por el proyecto Iniciativa de las Amricas y la recin firmada Ley de Conservacin de los Bosques Tropicales de Estados Unidos. De la misma manera, en el financiamiento de las acciones globales vinculadas con el uso y conservacin de la biodiversidad, se incorporan las instituciones financieras internacionales de carcter privado, como: World Wildlife Fund (WWF) The Nature Conservancy (TNC) Conservation International (CI) Wildlife Conservation Society (WCS) 2.5. Las tendencias generales y otros indicadores del uso y conservacin de la biodiversidad Para identificar las tendencias y tener una visin integral de la situacin actual sobre el
uso y conservacin de la biodiversidad, se recurre a algunas evaluaciones globales sobre su estado general. Los apartados anteriores slo muestran las tendencias en algunos factores particulares de la biodiversidad, pero no manifiestan los efectos integrales en el deterioro o recuperacin de la biodiversidad en su conjunto. El informe Planeta Vivo (WWF, 2006) define la situacin de la Tierra a partir de tres indicadores: el ndice planeta vivo, que mide la reduccin de las especies y sus poblaciones; la huella ecolgica, que cuantifica el impacto que tienen los grupos sociales sobre la biodiversidad; y la biocapacidad, que indica la capacidad de respuesta a la demanda de productos de la naturaleza en el planeta o en una regin. La Figura 6 muestra la tendencia de reduccin de los distintos grupos de especies (marinas, terrestres y de agua dulce) junto al promedio de los grupos (que muestra el ndice planeta vivo), el cual muestra una reduccin aproximada del 30% de la biodiversidad con respecto a 1970.
Figura 5. Tendencia de los flujos financieros a los pases en desarrollo en billones de dlares. Fuente: GEF (2002)
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El ndice de huella ecolgica es una medida de la demanda de recursos naturales presente y futura de la poblacin mundial, que incluye la produccin agrcola, el pastoreo, la explotacin de los bosques, la pesca, el consumo de energa fsil, la extraccin de agua y otras actividades, y que refleja el impacto de las poblaciones humanas sobre la biodiversidad. La biocapacidad media del planeta se estima en 1.8 ha/gl/per4; sin embargo, la huella ecolgica reporta una media anual de 2.2 ha/gl/per, lo que indica que existe un dficit de biocapacidad de 0.4 ha/gl/per en el mundo (Cuadro 2). El origen de ese dficit se encuentra en el impacto de los pases desarrollados y con altos ingresos, cuya huella ecolgica promedio es de 6.4 ha/gl/per (Estados Unidos y la Unin Europea.) Por otro lado, los pases con ingresos medios poseen una huella ecolgica que vara entre 1.3 a 1.9 ha/gl/per, y los pases de ingresos bajos muestran un promedio de 0.8 ha/gl/per. Uno de los trabajos que aporta informacin general sobre el avance en la conservacin y el uso sostenible de la biodiversidad es el
1.2 1 0.8 0.6 0.4 0.2 0 1970 1975 1980 1985 1990
denominado Evaluacin de los Ecosistemas del Milenio, programa internacional diseado para proveer informacin cientfica sobre los cambios en los ecosistemas y sus consecuencias en el bienestar humano.
Cuadro 2. Indicadores planeta vivo
El trabajo desarrolla cuatro escenarios prioritarios: a. Prevencin de la deforestacin, el cual tendra mayor efecto en frenar la prdida de la biodiversidad. b. Descenso de la diversidad en los ecosistemas acuticos continentales y marinos, derivado de los excesos de nutrientes, la sobrepesca y la invasin de especies exticas.
Indice 1970=1
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1995
2000
2003
Aos
Figura 6. Tendencias de los ndices planeta vivo y grupos de especies silvestres terrestres, marinas y de agua dulce. Fuente: WWF (2006)
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c. Reduccin del bienestar humano debido al surgimiento de conflictos sociales motivados por la escasez de alimentos y recursos hdricos, la disminucin drstica de poblaciones de peces, las inundaciones, las sequas, los incendios forestales y las enfermedades. d. Incremento en la desigualdad social, particularmente en la seguridad alimentaria, aunque exista un aumento de la renta per cpita global. Esta evaluacin seala que el ritmo de prdida ha sido ms evidente en los ltimos 50 aos, y se prev que se mantenga o aumente. Adems, indica que la modificacin de los hbitats, el cambio climtico y una poblacin y consumo en constante crecimiento continuarn causando, al mismo ritmo o mayor al actual, la prdida de biodiversidad y los cambios en los servicios que los ecosistemas prestan. Sin embargo, apunta que las medidas adoptadas para conservar la biodiversidad y fomentar su uso sostenible han tenido xito en frenar la prdida global de la biodiversidad, pero se hace necesario intensificar una serie de acciones enfocadas en la conservacin, los servicios ambientales y el uso sostenible de la biodiversidad.
leyes que regulan los aspectos relevantes del uso y conservacin de la biodiversidad, las cuales han dado origen a las instituciones responsables de su desarrollo. Adems, este anlisis se complementa con la revisin de la gestin que cada institucin realiza, el cumplimiento de sus objetivos y la evolucin en los aspectos de la biodiversidad a su cargo. Se revisa tambin cmo cada institucin incorpora las corrientes globales definidas por los convenios firmados por el pas. Las tendencias del uso y conservacin de la biodiversidad son el producto de las acciones que cada una de las instancias ha ejecutado, y de las polticas, estrategias y programas de trabajo que han puesto en marcha; de tal manera que los resultados en el manejo de la biodiversidad se evidencian a travs de los registros de su actividad. 3.1. Marco jurdico vinculado con el uso y conservacin de la biodiversidad El Cuadro 3 muestra informacin fundamental acerca del marco jurdico vigente en el pas, sobre el cual se desarrollan las acciones del uso y conservacin de la biodiversidad. Tambin enumera cada uno de los principios constitucionales y las distintas leyes que regulan actividades relativas al manejo de la biodiversidad y cita las instituciones creadas y las acciones ms relevantes realizadas para cumplir con sus objetivos. El anlisis refleja una dispersin y una falta de integracin con el tema de la biodiversidad. Tambin muestra la existencia de instituciones con dualidad de responsabilidades e incoherencias en algunas de sus actuaciones. Esto es resultado de principios constitucionales con distintos enfoques de biodiversidad y conservacin. El concepto de biodiversidad (contenido en los acuerdos internacionales) no se asume en ninguno de los cuerpos legales del marco juCaptulo 13
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Cuadro 3. Marco jurdico bsico vigente relacionado con el uso y conservacin de la biodiversidad en Guatemala y acciones institucionales
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rdico vigente en el pas. La conservacin es mencionada como una accin, pero no es definida; y en ese sentido el uso y aprovechamiento son mencionados como acciones que no reflejan las intenciones del uso sostenible. Por eso los instrumentos legales vigentes poseen alcances limitados para la ejecucin de acciones relevantes en el uso y conservacin de la biodiversidad. 3.2. Convenios internacionales en materia de biodiversidad ratificados por el pas Guatemala ha firmado cerca de 43 convenios internacionales relacionados con el medio ambiente, dentro de los que se encuentran los convenios regionales. Sin embargo, el cumplimiento de los compromisos establecidos en ellos requiere la definicin del papel que estos convenios juegan en el contexto de las leyes del pas y la generacin de nuevas leyes o adaptacin de las existentes. El Artculo 46 de la Constitucin indica que en materia de derechos humanos los tratados internacionales aceptados y ratificados por el pas tienen preeminencia sobre el derecho interno. Con todo, no establece la jerarqua de otro tipo de tratados. Segn el Perfil Ambiental de Guatemala (IARNA, URL e IIA, 2006), la firma y ratificacin de los convenios internacionales tuvo dos efectos directos en la gestin ambiental: la sensibilizacin de los tomadores de decisin en materia ambiental y la posibilidad de captacin de fondos de la cooperacin internacional para posibilitar su cumplimiento. El Cuadro 4 muestra 11 convenios y dos protocolos firmados y ratificados por el pas. 3.3. La gestin en el uso y conservacin de la biodiversidad La gestin pblica relacionada con el uso y conservacin de la biodiversidad es realiza-
da por una serie de instituciones del Estado (Cuadro 4) y por diversas organizaciones no gubernamentales agrupadas en la Asociacin de Organizaciones en Medio Ambiente (ASOREMA), entre las que sobresalen Fundacin Defensores de la Naturaleza (FDN) y Fundacin para el Ecodesarrollo (FUNDAECO). A ellas se suman organizaciones no gubernamentales internacionales como The Nature Conservancy (TNC), Conservation International (CI) y World Wildlife Fund (WWF). En general, el financiamiento de la mayor parte de las actividades relacionadas con la biodiversidad se apoya en tres fuentes: el Presupuesto de Gastos de la Nacin, los fondos ambientales nacionales y las fuentes externas. Los montos correspondientes al presupuesto y los aportados por los fondos ambientales aparecen en los cuadros 5 y 6, respectivamente. El destino de los fondos y las actividades ms importantes aparecen en las figuras 7 y 8. La cooperacin externa aporta cerca de US$20 millones anuales. El 75% proviene de fuentes bilaterales, otorgadas por Estados Unidos, Holanda y Alemania. El resto corresponde a los aportes de fuentes multilaterales y fondos privados. Las organizaciones no gubernamentales nacionales, en particular la Fundacin Defensores de la Naturaleza (FDN), manejan un presupuesto aproximado de US$1.5 millones anuales. Las ONG internacionales con mayor presencia en el campo ambiental, como The Nature Conservancy (TNC), Conservation International (CI) y Cooperative for Assistance and Relief Everywhere (CARE) aportan fondos para la ejecucin de algunas actividades. En resumen, el apoyo financiero a las acciones de gestin ambiental en Guatemala se constituye en un 50.5% de fuente gubernamental, 49% de fuentes externas y menos del
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1% de fuentes privadas, como se observa en la Figura 7. Se estima, adems, que la ejecucin de tales fondos se distribuye en el manejo de amenazas y reversin de impactos (42%), manejo sostenible (41%), conservacin (16%) y actividades de fortalecimiento institucional (1%),
como se muestra en la Figura 8 (FIPA, USAID, EPIQ, 2002). Recientemente se concluy la negociacin del canje de deuda por naturaleza, en la cual se aprovisionan alrededor de US$24.3 millones para los prximos 10 aos con el objetivo de apoyar programas de proteccin
Cuadro 4. Convenios y protocolos internacionales ms importantes firmados por Guatemala vinculados con la conservacin y uso de la biodiversidad
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y restauracin de reas protegidas en cuatro regiones: la Reserva de la Bisfera Maya, la Cadena Volcnica del Altiplano Occidental de Guatemala, el Sistema Motagua-Polochic y la Costa del Caribe, y la regin de los Cuchumatanes (CONAP et al., 2006).
3.4. Aspectos relevantes en el uso y conservacin de la biodiversidad y sus tendencias 3.4.1. reas protegidas Las leyes vigentes relacionadas con la conservacin de la biodiversidad en Guatemala, en general, privilegian los mecanismos de conservacin in situ sobre la conservacin ex situ (CONAP 2005a). De ah que sea evidente , la carencia de un programa integral de conservacin, la planificacin a corto y mediano plazo, y la dispersin de los mecanismos e instrumentos legales que la regulan. Todo esto favorece la evasin de las responsabilidades en la ejecucin de acciones.
Cuadro 6. Presupuestos asignados anualmente por los fondos ambientales nacionales
Cuadro 5. Presupuesto promedio anual de gastos (1999-2001) de las instituciones pblicas vinculadas con la biodiversidad
60 50 40
%
50.1
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Fuentes
Figura 7. Fuentes financieras de la gestin de la biodiversidad en Guatemala. Fuente: FIPA, USAID, EPIQ (2002)
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representan el 31% de la superficie total del pas. Sin embargo, pese a su nmero y aparente cobertura, existe una gran dispersin que se manifiesta en la fragmentacin de los ecosistemas que representan, al punto de que casi un tercio (51) slo cubre 20,814.29 ha; es decir que cada una de ellas posee un promedio de 4 km2. En la Figura 9 se observa la tendencia del incremento en nmero de reas protegidas legalmente declaradas y el incremento en su superficie. En los ltimos cinco aos, el mayor crecimiento se debi a la incorporacin de las reservas privadas, que aportaron 22,280 ha al sistema, distribuidas en 61 reservas privadas. Debe recordarse que la inclusin e inscripcin de tales reservas no estn del todo motivadas por la conservacin de la biodiversidad, sino por otros intereses, y que la mayor parte incluyen sistemas productivos de especies introducidas dentro de ellas. La administracin de las reas protegidas es realizada por instituciones pblicas, privadas y organizaciones no gubernamentales que
Por ello, el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP) es el mecanismo ms importante de conservacin de la biodiversidad en el pas (CONAP 2006b). El SIGAP est , integrado por 162 reas protegidas5, junto a 21 reas de proteccin especial6 con una cobertura total de 3,357,509.34 ha, las cuales
Figura 8. Destino de los fondos de las instituciones dedicadas a la biodiversidad Fuente: FIPA, USAID, EPIQ (2002)
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pertenecen al SIGAP Dentro de este ltimo, . se pueden citar instituciones pblicas (Direccin de Antropologa e Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala, Instituto Nacional de Bosques), 14 municipalidades y seis organizaciones no gubernamentales. Las reservas naturales privadas son administradas por los propietarios, quienes se agrupan en la Asociacin de Reservas Naturales Privadas de Guatemala. Para suplir algunas de las limitaciones actuales de representatividad ecolgica, capacidad de manejo y manejo presupuestario, el SIGAP puso en marcha el Programa de Trabajo en reas Protegidas propuesto por el Convenio sobre la Diversidad Biolgica (NISP por sus , siglas en ingls). El proceso pretende cumplir las metas de ese programa: declaratoria de nuevas reas protegidas con el fin de llenar los vacos de representatividad, mejoramiento de la capacidad de manejo de las reas protegidas y promocin de la sostenibilidad financiera de cada una de las reas protegidas y del sistema en su conjunto. Al proceso se integraron instancias involucradas en el manejo de las reas protegidas y ONGs nacionales e internacionales.
180 160 140 120
40 30
3.4.2. Los bosques Los bosques constituyen una de las ms importantes fuentes de actividad econmica en el pas, ya que han aportado, en los ltimos aos, entre el 1.63% y el 1.68% del producto interno bruto (IARNA, URL, IIA 2006). El valor neto de la produccin silvcola pas de Q67.2 millones en 1990 a Q93.6 en 2005 (Cuadro 7). La deforestacin en Guatemala aument en las ltimas cuatro dcadas, pasando del 77% de cobertura forestal en 1960 (Cceres, 2002) a 36.3% en 2005 (Cuadro 8).
3000000 2500000 2000000 1500000 1000000 500000 0 No. De Areas protegidas acumuladas Superficie acumulada en Ha
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100 80 60 40 20 0
19551960 196119711980 19811990 19912000 20012006 1970
Figura 9. Tendencia en el crecimiento de cobertura y nmero de reas protegidas del SIGAP Fuente: CONAP (2006 b)
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Las tasas de cambio de cobertura del pas han pasado de -1.2 en el perodo de 1990-2000 a -1.3 en 2000-2005, perodos en los que se perdi una masa forestal promedio anual de 54,000 ha (FAO, 2007a). Para 2005 se reporta una cobertura total de 3,938,000 ha. Las imgenes observadas en la Figura 11 dan una idea de la variacin en la cobertura entre los perodos 1950, 1990 y 2000, y evidencian que la tendencia en la prdida de cobertura forestal es constante. La contribucin del sector forestal al producto interno bruto puede observarse en el valor bruto de la produccin silvcola (Figura 12), que de alguna manera est asociada a la prdida de cobertura en el mismo perodo (Cuadro 8).
Cuadro 8. Cobertura forestal del territorio nacional
De ello se infiere que las modificaciones institucionales del sector forestal en Guatemala no generaron los cambios esperados en las tendencias de prdida de cobertura ni en la generacin de riqueza a partir de esos mecanismos. Sin embargo, la actividad ms importante de desarrollo forestal sostenible es la incorporacin de la poltica de concesiones forestales, mediante la cual se extendieron 26 concesiones forestales, 14 de las cuales estn certificadas por Smart Wood y acreditadas en el FSC (Consejo Mundial Forestal), y 12 ms en proceso de obtener la certificacin. Dichas concesiones se encuentran ubicadas en la Reserva de la Bisfera Maya y cubren un rea aproximada de 564,544 ha, que representan un 27% de la reserva y un 5% del territorio nacional (Proarca et al., 2005). La reforestacin, en particular, se ejecuta mediante la aplicacin del programa de incentivos forestales PINFOR, a cargo del Instituto Nacional de Bosques (INAB). Se han invertido US$66 millones en un perodo de siete aos (1998-2005), incorporando un promedio de 6,700 ha por ao (Figura 13). Sin embargo, es necesario aclarar que tales reforestaciones por lo general contemplan una sola especie, que en muchos casos no son las especies nativas del lugar y que por lo tanto representan una reduccin de la diversidad natural de flora y fauna. Otra actividad es la realizada por el Programa Piloto de Apoyos Forestales Directos (PPAFD), dentro del cual se ofrece una compensacin econmica a los propietarios de bosques naturales por los servicios ambientales que proveen. En los ltimos cinco aos, este programa incorpor alrededor de 32,754.37 ha de bosques para la conservacin. Toda esta informacin permite sealar que en el pas ha habido una limitada aplicacin de programas y estrategias para la ordenaCaptulo 13
Las tendencias de la prdida de cobertura forestal durante el perodo comprendido entre 1991 y 2005, esquematizadas en la Figura 10, muestran que sta fue de 1.43% de la superficie total del pas por ao. Al mismo tiempo, las tendencias del crecimiento de la produccin silvcola fueron de Q1.65 millones por ao (Figura 12). Se observa adems que los valores absolutos de las variaciones de ambos indicadores tienden a ser similares y se presentan a un mismo ritmo: el primero en sentido negativo y el segundo en sentido positivo.
620
cin forestal sostenible de los bosques. No obstante, son parte de los compromisos globales del pas, determinados por la firma de mltiples convenios relacionados con la biodiversidad, como el Convenio sobre la Diversidad Biolgica, el Convenio Marco sobre el Cambio Climtico y el Protocolo de Kyoto y de la Lucha contra la Desertificacin. 3.4.3. Los recursos genticos, su acceso y la distribucin justa y equitativa de sus usos Las acciones relacionadas con los recursos genticos en el pas slo han sido de carcter investigativo. Los resultados evidencian la importancia del pas como origen de especies de importancia econmica mundial. Entre los aspectos estudiados se encuentran la distribucin territorial de poblaciones del acervo gentico de especies cultivadas importantes para alimentacin, industria, produccin energtica, usos ornamentales, etc. Debe sealarse que las acciones de conservacin se han limitado a la conservacin in situ y ex situ. La mayor parte de las pocas acciones ex situ, realizadas por instituciones nacionales e internacionales, se vinculan a especies de importancia agrcola asociadas al mejoramiento gentico. Las actividades de colecta y conservacin de los recursos genticos de Guatemala son realizadas por programas de centros internacionales relacionados en principio con la FAO y hoy al CGIAR (Cuadro 9), junto a entidades de pases desarrollados vinculados con programas de conservacin y mejoramiento gentico. Los pocos esfuerzos nacionales son realizados por las universidades y las instituciones del Estado relacionadas con la investigacin agrcola (CONAP 2006). , Como consecuencia de la firma del Convenio sobre la Diversidad Biolgica y el Tratado In-
1950
1990
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2000
Figura 11. Imgenes de la tendencia de la deforestacin entre 1950, 1990 y 2000, elaboradas mediante imgenes tomadas de Ayres (2003)
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90 85
Millones de Q. (1958)
80 75 70 65 1993 1994 1995 1996 1997 Aos 1998 1999 2000 20001
Figura 12. Tendencia del valor bruto de la produccin silvcola de 1993 a 2001. Fuente: Estadsticas del Banco de Guatemala
12,000 10,000
ha reforestadas
8,000 6,000 4,000 2,000 0 1997 1998 1999 2000 AOS 2001 2002 2003
Figura 13. Tendencia de la reforestacin realizada por el programa PINFOR. Fuente: INAB (2004)
ternacional sobre los Recursos Fitogenticos, los recursos genticos colectados en el pas y conservados en los centros internacionales del CGIAR pasan a ser recursos soberanos del Estado de Guatemala. En tal sentido, en 1994 los centros internacionales del CGIAR firmaron un acuerdo con la FAO con el fin de colocar las colecciones de germoplasma bajo su custodia en funcin de que se pueda ejercer dicha soberana. Algunas de estas colecciones corresponden a las especies de libre intercambio, amparadas por el Tratado
Internacional de los Recursos Fitogenticos de la FAO. El Acuerdo Ministerial 177-98, denominado Normas mnimas para el manejo y preservacin de los recursos fitogenticos del pas, es el nico instrumento legal vigente en materia de acceso a los recursos genticos que establece algunas pautas destinadas a regular las colectas de germoplasma vegetal. Lo ejecuta la Unidad de Normas y Regulaciones del MAGA y el ICTA.
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El Artculo 15 del CDB requiere que cada Estado regule el acceso a los recursos genticos, teniendo en cuenta que ellos deben contener mecanismos que aseguren el reparto justo y equitativo de los beneficios que se deriven de sus usos. Sin embargo, el tratamiento de la regulacin del acceso a esos recursos requiere la incorporacin y la discusin de otros elementos que se encuentran contenidos y amparados por otros convenios firmados por Guatemala. Dichos elementos son: La proteccin de los conocimientos tradicionales asociados con los recursos genticos. Los derechos de los pueblos indgenas que se encuentran asociados con los mecanismos que deben regular el acceso. Los derechos de propiedad intelectual, particularmente los derechos de los obtentores de vegetales. Dos son los procesos que en ese sentido se desarrollan en el pas. El primero fue dirigido por Consejo Nacional de reas Protegidas, que present una propuesta para la elaboracin de una ley de acceso a los recursos genticos en Guatemala (CONAP 2006a). El , segundo proceso surgi de los tratados de libre comercio firmados por el pas, los cuales requieren la adhesin a la Unin para la Proteccin de las Obtenciones Vegetales, UPOV, a cargo del MAGA. 3.4.4. Cambio climtico Tras la ratificacin del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico, en marzo de 1995, el pas ejecut una serie de acciones que permiten su cumplimiento, como la creacin de la Oficina Guatemalteca de Implementacin Conjunta y el Consejo Nacional del Cambio Climtico, adems de la ratificacin del Protocolo de Kyoto.
Fuente: www.singer.cgiar.org
Se efectuaron varios estudios, estimaciones y proyecciones sobre las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero en el territorio nacional. Una de ellas, realizada en 1990, estim que el 49.4% de las emisiones de gases provienen del sector energtico, 43.3% de la agricultura y silvicultura, y el 7.3% de la industria. De la misma forma se establecen proyecciones sobre los impactos del cambio climtico para 2030. Su escenario ms moderado indica que las zonas de vida tendrn una reduccin de las reas subtropicales entre 31.55% a 28.74%, mientras que las reas tropicales aumentarn del 68.45% al 71.26%. Se an-
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Millones de Q. de (1958)
ticipa un aumento de las zonas muy secas y secas a expensas de la zona muy hmeda entre el 55% y 60%. Se predice tambin un efecto negativo para la mayor parte de las especies forestales, particularmente las conferas, de las cuales se prev una reduccin de alrededor de 1,792 km2 de cobertura forestal (64% de la superficie total del pas). Las reas susceptibles de modificaciones se ubican en los departamentos de Huehuetenango, Quich, Totonicapn, Solol, Alta Verapaz, Zacapa y Chiquimula. Se prev adems una disminucin de la escorrenta en todas las cuencas en un promedio del 10% respecto de la escorrenta normal, con efectos notorios en las cuencas de los ros Samal, Achiguate, Michatoya, Coyolate y Mara Linda. El aumento de la temperatura y disminucin del volumen en la precipitacin y la escorrenta superficial ocasionara una disminucin de las fuentes de agua para consumo humano, animal y riego (MARN, PNUD, GEF, 2001). En consecuencia se sugiere que las medidas para la proteccin de algunos ecosistemas y especies frgiles sean prioritarias, pues de ellas dependen algunas actividades econmicas del pas.
Aunque se desarrollen las acciones nacionales tendientes a reducir las actuales emisiones de efecto invernadero, las condiciones del clima estn sujetas a la evolucin y aplicacin de esas medidas en el resto del planeta. Las actividades para proteger la biodiversidad de esos efectos no se deben limitar a aplicarlas, sino a medidas ms eficaces como la conservacin ex situ bajo condiciones controladas. Por otro lado, las proyecciones y estimaciones nacionales no toman en cuenta muchos elementos importantes relacionados con la biodiversidad. La disminucin en la produccin agrcola, por ejemplo, estar determinada por factores que an no estn presentes y no se pueden estimar, como la presin a la que estaran sujetos los ecosistemas dada la desestabilizacin social que se producira a consecuencia de la caresta de alimentos y la necesidad de conseguirlos. Tampoco se considera el incremento en los niveles de los mares, que junto con la disminucin de los caudales de las aguas continentales generara efectos importantes sobre la ictiofauna y una reduccin importante de una fuente de alimentos. 3.4.5. Biocomercio El biocomercio, como iniciativa del UNCTAD, no ha sido implementado en el pas, aunque
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existen algunas experiencias que pueden enmarcarse dentro de esa concepcin. Existe, sin embargo, una gran potencialidad para su desarrollo y para incorporar algunas de las experiencias de aprovechamiento de la biodiversidad dentro del esquema propuesto para ese fin. En el mbito regional, se desarrolla el proyecto Mercados Centroamericanos para la Biodiversidad (CAMBio), con el que se pretende incentivar a las microempresas y pequeas y medianas empresas de Centroamrica a que desarrollen productos y servicios que promuevan la conservacin y el uso sostenible de la biodiversidad de la regin. En la actualidad, existe una serie de experiencias de manejo y comercializacin de la biodiversidad que estn definidas por algunos instrumentos de polticas productivas, como el aprovechamiento de la vida silvestre, el desarrollo de determinadas reas protegidas para su manejo y las concesiones forestales y tursticas. El valor generado por la caza y la pesca en el producto interno bruto permite inferir el valor comercial de tales actividades. La Figura 14 ofrece una idea del crecimiento del valor de esta actividad y del valor que podra generar con su incorporacin al biocomercio. Adems, en algunos casos, es parte del desarrollo turstico de algunas regiones importantes.
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lizacin y mercadeo, tanto para el mercado interno como externo. De la misma manera, se aprovecharan las particularidades regionales y locales, cuyas caractersticas proveen peculiaridades al producto. La participacin del turismo en el producto interno bruto se estima en 8.9% y es un generador de empleo del 8.7% del total de todos los sectores productivos. Por otro lado, el sector ofrece una amplia gama de posibilidades de desarrollo en el pas a travs de la biodiversidad, como el ecoturismo y el agroturismo. Se idearon algunas polticas para el desarrollo de ambas propuestas, la primera dirigida a generar estrategias para motivar las visitas a las reas protegidas, a cargo del Consejo Nacional de reas Protegidas, y la segunda impulsada por la poltica sectorial del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin. Algunos estudios revelan que entre las motivaciones de los turistas que ingresan al pas (Cuadro 10) destacan elementos vinculados con la biodiversidad y la cultura (Cuadro 11) (CONAP PNUD, GEF, 2006). , Se observa que los mercados y la gastronoma son punto importante de atencin de los turistas. En ese sentido, deben identificarse, mejorarse e incentivarse aquellos componentes de la biodiversidad que intervienen en esos mercados, tomando en cuenta que son una muestra de la diversidad de elementos y de formas que integran la vida cotidiana de los pueblos indgenas. El concepto de ecoturismo integrado al CONAP debe ampliarse e incorporar estrategias para el desarrollo de productos a partir de los elementos de la biodiversidad, fundamentados en el conocimiento tradicional de los distintos grupos socioculturales del pas. Adems, se deben integrar la fauna y flora silvestres para la generacin de productos derivados.
Al incorporar elementos de financiamiento, asistencia tcnica, mercadeo y desarrollo del producto, y mejoramiento de la cadena productiva, se acrecienta la tendencia que actualmente se observa. De la misma manera, dentro del grupo de especies cultivadas hay amplias posibilidades de generar productos a partir del conocimiento local de sus propiedades. De incorporarlas al biocomercio, se crearan estrategias de mejoramiento de su presentacin, comercia-
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3.4.6. Seguridad alimentaria Las tendencias de la subnutricin en Guatemala, como se observa en la Figura 15, se encuentran en franco incremento (alrededor del 1% anual). Esto evidencia que los programas locales e internacionales no generaron cambios en esa tendencia. Guatemala es uno de los pocos pases de Latinoamrica donde ese indicador social va en aumento.
Fuente: CONAP PNUD, GEF (2006) , Cuadro: 11. Caractersticas sobresalientes del pas indicadas por los turistas que visitan Guatemala
La poltica de seguridad alimentaria en el pas se encuentra a cargo del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin, apoyado en el Decreto 32-2005 (Ley sobre el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria), cuyas principales acciones se concentran en la erradicacin de la desnutricin y la disponibilidad de alimentos, con nfasis en aquellas poblaciones en riesgo, y complementada con la ejecucin de programas de desarrollo comunitario. Debe sealarse que esa poltica no establece ningn vnculo con la biodiversidad, aunque su manejo es la base de la agricultura familiar. Adems, se sabe que una gran parte de las familias pobres del mundo sobrevive gracias a ese modelo de produccin, pues la mayor parte de sus productos se destina al autoconsumo y slo sus excedentes se comercializan en el rea local.
No se debe olvidar que dicho desarrollo contiene elementos de propiedad intelectual (conocimientos tradicionales) que deben ser resguardados, utilizando por ejemplo la denominacin de origen, y que deben promocionarse como una alternativa de proteccin y desarrollo regional mientras no exista un mecanismo ms idneo.
Figura 15. Tendencia de la subnutricin en Guatemala desde 1990. Fuente: IICA (2003)
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Las ventajas de este modelo estriban en su estructura diversificada, pues suele combinar cultivos, crianza de animales y otras actividades al mismo tiempo que mantiene una relacin muy estrecha con la naturaleza, lo que convierte a estas unidades en actores privilegiados para el manejo sostenible y una ocupacin ms equilibrada de la poblacin (IICA, 2003). El crecimiento de la subnutricin en el pas es indicativo de que las polticas en esa materia no tienen los efectos esperados y tambin representa un grave riesgo para la biodiversidad, debido a la presin ejercida por el afn de supervivencia de algunos grupos humanos.
rn porque sern las nicas fuentes de productos maderables. Se observa que, en las ltimas dcadas, la aplicacin de polticas de mejora del sector forestal no ha tenido frutos positivos, en tanto que el crecimiento del valor bruto derivado de esta actividad depende en exclusiva de la extraccin. Otro indicador importante es la tendencia del porcentaje de poblacin en condiciones de subnutricin, que crece a ritmo constante desde los aos noventa, lo cual indica que los beneficios del uso de la biodiversidad no han generado mejores condiciones de vida a la mayora de la poblacin. Pese a que la prdida de la biodiversidad es evidente, y que se han generado beneficios econmicos sustantivos derivados de esa prdida, la aplicacin de las polticas de Estado para conseguir su sostenibilidad no ha sido suficiente, pues la riqueza derivada de esos usos no ha alcanzado a beneficiar a un mayor porcentaje de la poblacin ni mejorado sus condiciones de vida. Muchas de las tendencias en la poltica sobre el manejo de la biodiversidad en Guatemala se acoplaron a las corrientes globales mediante la firma de los distintos acuerdos y convenios que las modelan. Sin embargo, los elementos formales para su aplicacin (marco jurdico) se encuentran orientados por distintos marcos conceptuales. Es decir, que los distintos instrumentos jurdicos existentes en el pas presentan conceptos distintos, limitativos en sus alcances, diferentes entre s (o inexistentes), lo cual no permite coherencia en la gestin de la biodiversidad y provoca conflictos de competencia. En resumen, se puede indicar que la orientacin que muestra el marco jurdico nacional no es congruente con la tendencia en la poltica mundial del manejo de la biodiversidad. Como resultado, las tendencias en el uso y conservacin de la biodiversidad son de las
4. COMENTARIOS FINALES
Segn el informe Planeta Vivo 2006 de WWF, Guatemala posee una biocapacidad de 1.3 ha/gl/per. La huella ecolgica que la poblacin imprime es de 1.3 ha/gl/per; en consecuencia, la reserva de biocapacidad es de 0. El mismo informe seala que el cambio en la biocapacidad entre 1975 y 2003 muestra una reduccin del equivalente a un 32%, lo cual es provocado por el crecimiento del ndice de la huella ecolgica, que en ese mismo perodo aument en un 42% (WWF, 2006). Evidencias concretas de ese deterioro se muestran en algunas de las tendencias de los factores relevantes de la biodiversidad en el pas. Por ejemplo, el aumento de la prdida de cobertura forestal, que ha llegado a tal punto que la superficie total de bosques en 2005 (3,938,000 ha) es muy cercana a la cobertura reportada de reas protegidas (3,357,509 ha), de lo cual se puede inferir que en el pas slo existen 580,000 ha de bosques aprovechables. En consecuencia, buena parte de la actividad econmica de Guatemala se encuentra en grave riesgo, al igual que los bosques existentes en las reas protegidas, debido a la presin que afronta-
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mismas caractersticas a las previas a la firma de los diferentes convenios en esa materia, con algunas raras excepciones, lo cual es resultado del desinters poltico para que dichas condiciones cambien. Existen algunos aspectos puntuales que se pueden sealar, como problemas en el cumplimiento de tratados internacionales, la falta de desarrollo de legislacin nacional derivada de los convenios o la adecuacin de las leyes nacionales para hacer factible la insercin de los nuevos elementos que se presentan en esos convenios. Tales elementos van desde conceptualizar el aspecto central del convenio hasta la intencin que encierran sus enunciados. El caso del Convenio sobre la Diversidad Biolgica, segn la evaluacin de su cumplimiento (MARN-PNUD, GEF, 2006), establece que los aspectos relevantes que siguen pendientes de implementacin son: 1. Creacin y aplicacin de las medidas que regulen el acceso a los recursos genticos, la transferencia a otras partes de tecnologas importantes para la conservacin y el uso sostenible de la diversidad biolgica, el acceso a dichas tecnologas, y la generacin de los vnculos necesarios con los mecanismos institucionales de propiedad intelectual. Todo con el fin de garantizar el intercambio de conocimientos y tecnologa y la proteccin del conocimiento, las innovaciones y las prcticas de las comunidades indgenas y locales. 2. Creacin y ejecucin de las medidas necesarias para velar por la aplicacin de normas de seguridad en la manipulacin de los organismos vivos modificados (OVMs) que surjan como resultado de la biotecnologa. 3. Adopcin de mecanismos adecuados para asegurar que los programas y las polticas pertinentes se sometan a una evaluacin del impacto ambiental, y se
reduzcan al mnimo los efectos negativos que perjudiquen la diversidad biolgica y garanticen su uso sostenible. 4. Desarrollo de mecanismos de conservacin ex situ complementarios a la conservacin in situ que se realiza en la actualidad. Se puede indicar tambin que las medidas que se encuentran en proceso requieren de un marco jurdico especfico. El caso de la regulacin de los Organismos Vivos Modificados (OVMs) es digno de mencionar, porque aunque la institucin responsable (punto focal del CDB, CONAP) redact el documento denominado Propuesta de Ley para la Biotecnologa Moderna en 2004, an no se encuentra en la agenda de discusin del Organismo Legislativo pese a ser un compromiso que sobresale del Protocolo de Cartagena (CONAP 2004). , Otras de las causas que justifican el estado actual es el marco jurdico vigente relativo a la biodiversidad al encontrarse disperso en una serie de normativas originadas en diferentes momentos histricos y que responde a diferentes coyunturas e intereses, lo cual evidencia que no se integran en un mismo concepto u orientacin. Esto implica la necesidad de integrar todas las normativas en conceptos unificados para realizar una gestin adecuada de la biodiversidad. El poco efecto de muchas de las acciones que se derivan de los compromisos mundiales se debe a que muchas de sus intenciones descansan en instrumentos legales de tercer o cuarto orden (reglamentos, estrategias, polticas) inferiores a los que deberan de ostentar. Como consecuencia, su responsabilidad se delega a instancias comisiones, coordinaciones, consejos, juntas, etc., conformadas por una serie de representantes de instituciones afines donde las tareas se tornan difusas.
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5. NOTAS
4. 1. Recursos. Bienes, medios o riqueza. En economa, se denomina as al conjunto de capacidades humanas, elementos naturales y bienes de capital, escasos en relacin con su demanda, que se utilizan casi siempre conjuntamente para producir bienes y servicios. Diccionarios Eumed.net en: http://www.eumed.net/cursecon/ dic/R.htm#recursos IBPGR recientemente conocido como IPGRI y que a partir de 2006 es conocida como Bioversity International. 5. 6.
2.
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6. BIBLIOGRAFA
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1. MARCO DE ANLISIS
Este captulo pretende dar un enfoque integrado y aplicado sobre el contenido del libro, el cual, ms all de presentar una actualizacin de informacin sobre el tema de biodiversidad en el pas, propone un enfoque diferente que contribuye a la reflexin sobre algunos elementos estratgicos que permitan mejorar el uso, interpretacin y puesta en marcha de marcos de gestin de la biodiversidad en el pas. Asimismo, el presente captulo aporta elementos que pueden ser considerados en el desarrollo del conocimiento aplicado de la biodiversidad en un contexto socio cultural, poltico, econmico y ambiental. Existen muchas maneras de analizar una situacin en un proceso relacionado con la biodiversidad. Una de las ms frecuentes y desde la cual muchos pases enfocan sus esfuerzos es la que busca lograr una gestin efectiva. Concatenar acciones que respondan a un sistema integrado con realidades y necesidades locales es un reto que cada vez se torna ms complejo debido a situaciones externas fuera del alcance de nuestros gobiernos. Sin embargo, se identifican reas o mbitos de trabajo que son bsicos para la administracin de los recursos naturales y la biodiversidad. Dado que el contexto de la gestin de la biodiversidad es complejo, es necesario tomar en cuenta mbitos en los cuales se ordene el uso de informacin para tomar decisiones. Los mbitos considerados para facilitar la comprensin de este captulo estn relacionados con (Unisfera, 2004):
Disponibilidad y uso de informacin. Marco habilitador a travs del diseo e implementacin de instrumentos de gestin. Participacin de actores de la sociedad civil. Capacidad institucional. Cada mbito debe contar con criterios bsicos que faciliten la inclusin e integracin de la informacin generada y sistematizada que se encuentra en los captulos del presente libro. Esto permitir adecuar y armonizar la diversidad de temas descritos en el mismo. Los criterios bsicos son: Pertinente: informacin adecuada, real, coherente y til que responda a las necesidades del pas y que no genere ambigedad. Asociativa: la informacin, para que se desglose y relacione desde un contexto integrado, depende de muchas variables que interactan entre s para alcanzar objetivos de manera sinrgica. Diferenciada: en cuanto a las temticas, la informacin no debe traslaparse para evitar confusiones despus de su aplicacin. Ms bien, debe vincularse de forma sinrgica para cumplir con la pertinencia y asociacin de la informacin, diferenciando claramente la funcin de entidades competentes.
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La actualizacin, intercambio y disponibilidad de informacin debe ser transparente y debe estar marcada por procesos sistemticos, programados y basados en investigaciones cientficas para utilizarlas en la toma de decisiones tcnicas, cientficas y polticas. A partir de este contexto, la informacin de calidad pretende ser la base para iniciar procesos de administracin del conocimiento, es decir que debe aprovecharse tanto en su aspecto cientfico en trminos de generacin y promocin de ciencia como aplicado. Cualquier contexto en el cual se utilice una informacin para mejorar la administracin de aspectos relacionados con el tema de biodiversidad debe contar con un marco que habilite y facilite la aplicacin del conocimiento con el propsito de alcanzar metas, objetivos y acciones a corto, mediano y largo plazo. Este marco est estructurado a partir de todos aquellos instrumentos de gestin que se relacionan con: regulaciones, normativas, polticas, planes, programas, controles y supervisiones, entre los ms importantes. La meta principal de estos instrumentos es transformar, modificar e impactar iniciativas que logren procesos sostenibles a mediano y largo plazo. El Estado como tal necesita de una plataforma institucional que haga uso de habilidades y destrezas particulares que faciliten procesos de desarrollo local, regional y nacional. Estas capacidades institucionales se relacionan con la disponibilidad de recursos humanos y econmicos y con mecanismos de coordinacin interinstitucional que se articulan de manera efectiva cuando existen premisas, como estabilidad, credibilidad, transparencia, predictibilidad y, por tanto, continuidad presupuestaria, tcnica y de mandato. A estas capacidades se asocian habilidades de respuesta inmediata cuando se presentan problemas colectivos, de toma de decisiones poltica y tcnicamente viables y, por ltimo,
de convocatoria por parte de las instituciones para dialogar sobre problemticas nacionales y locales. Son las instituciones quienes desarrollarn y promovern iniciativas a largo plazo. La participacin de la sociedad civil, en cualquier circunstancia orientada hacia el derecho constitucional del bien comn, debe ser proactiva, incluyente y permanente, porque los actores de la sociedad son los entes regulados y por ende los sujetos que hacen operativas las acciones nacionales. Sin este respaldo social, la credibilidad, transparencia y apropiacin de las iniciativas de conservacin y desarrollo sostenible no son viables a largo plazo. Un valor agregado de dicha participacin es el efecto sinrgico y multiplicador del impacto y los propsitos de los proyectos y programas enfocados en el bienestar social, econmico y ambiental. Con estos mbitos y criterios, un modelo conceptual de la integracin se esquematiza de la siguiente manera:
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El esquema muestra que ms all de la existencia de un contenido con informacin diversa, por medio de un anlisis y el uso de
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criterios de integracin, se pueden aportar elementos o consideraciones fundamentales para dar un valor agregado a los procesos de sistematizacin de informacin y, en general, al proceso de gestin de la biodiversidad. El valor agregado es, entonces, una adicin de informacin til que proviene de un esquema lgico de anlisis, cuyos insumos proceden de diferentes enfoques presentes en el libro. Es decir, temas como fauna, flora, microorganismos y agrobiodiversidad, entre otros, pasan de ser informacin tcnica-cientfica a formar parte de propuestas concretas que se relacionan en un marco de anlisis social, institucional, tcnico y de gestin. Finalmente, es importante resaltar que mucha de la informacin sistematizada en el presente libro proviene de un proceso permanente y acumulativo de construccin de conocimiento a partir de experiencias y de ordenamiento de informacin existente que se ha contextualizado en una realidad como la de nuestro pas. Por tanto, el libro identifica vacos de informacin y resalta su importancia en los captulos respectivos para mejorar los procesos de actualizacin de informacin en ediciones posteriores. Por ello, el anlisis integrado brinda elementos mnimos con base en la informacin recopilada para apoyar iniciativas innovadoras que se puedan desarrollar en el corto, mediano y largo plazo.
nocidos en los sectores gubernamentales y no gubernamentales, privados, acadmicos, productivos y en las comunidades locales. Frente a la evidente biodiversidad en el pas y a la carencia de informacin disponible y sistematizada sobre la misma, el presente libro aporta informacin de calidad y de primera mano que contribuye a sentar la lnea base del conocimiento de la biodiversidad de Guatemala. Sin embargo, se ha determinado la necesidad evidente de ampliar la informacin y divulgar el conocimiento de la megadiversidad del pas. Aqu podran jugar un papel importante las instituciones de enseanza superior relacionadas con el tema de la biodiversidad, tanto en la generacin de informacin como en su difusin. Es necesario integrar, en un sistema nacional, la informacin de todas las colecciones de flora y fauna. El Mecanismo de Intercambio de Informacin de Biodiversidad de Guatemala (CHM, http://www.chmguatemala.org), manejado por CONAP es una herramienta , til en este caso. Este banco de datos puede convertirse en la base informativa requerida para desarrollar mecanismos de monitoreo de la biodiversidad e iniciativas de conservacin (polticas y estrategias nacionales, programas y/o proyectos, entre otras), y como un medio para la toma de decisiones con base en informacin cientfica. 2.2. Instrumentos de gestin Para el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad, existen instrumentos de gestin prioritarios que deben ser atendidos: leyes, polticas, convenios, estrategias, mecanismos financieros, lneas de accin e iniciativas que permitan orientar esfuerzos y guiar programas con resultados positivos de beneficio para toda la sociedad. Con este fin, Guatemala debe buscar nuevos y ms creativos
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instrumentos de gestin y, al mismo tiempo, ordenar aquellos existentes de acuerdo con las necesidades actuales de conservacin y desarrollo social. Dichos instrumentos deben ser realistas respecto a su aplicabilidad y eficiencia en nuestra sociedad. Adems, deben considerar las caractersticas propias de las poblaciones, su cultura, idiosincrasia y tradiciones; as como la gobernabilidad y capacidad de las autoridades para aplicar la ley y sus polticas. Por una parte, se encuentran los instrumentos de naturaleza jurdico-legal que dictaminan, permiten o prohben acciones y procesos en favor de la conservacin y uso adecuado de la biodiversidad; y por otra, aquellos instrumentos de naturaleza poltica que procuran obtener beneficios para la sociedad por medio del ordenamiento de polticas, estrategias y programas nacionales. Dentro del marco jurdico-legal se encuentran aquellos instrumentos referidos al derecho ambiental, que recopilan y analizan leyes, normativas y regulaciones existentes en Guatemala, tanto de ndole internacional como nacional. Dentro de los primeros, el ms destacado e importante es el Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CBD), el cual brinda opciones y obligaciones orientadas a la gestin de la biodiversidad por medio de tres objetivos: a. La conservacin de la biodiversidad. b. El uso sostenible de los componentes de la diversidad biolgica. c. La participacin justa y equitativa en los beneficios derivados del uso de los recursos genticos. Como derivacin del CDB, surge el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad (PC), que regula la transferencia, manipulacin y el trnsito de los Organismos Vivos Modifi-
cados (OVM). Ambos son instrumentos de gestin de carcter precautorio, es decir que buscan la previsin, mesura, prudencia y equilibrio en el uso de los bienes naturales evitando desastres a largo plazo para la humanidad, como inundaciones, incendios, sequas, hambrunas y desertificacin, entre otros. Sin embargo, este principio no es siempre compatible con reglas y principios del comercio. La implementacin del CBD y su protocolo deben ser desarrollados en estrecha coordinacin con los actores involucrados y que a su vez son socios del CONAP como ente rector. Para implementarlo debe incorporarse primero en las planificaciones institucionales del Gobierno, de manera que despus se establezcan sinergias con otros actores. Otro convenio internacional de suma importancia para Guatemala y su vasta biodiversidad es CITES (Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), el cual regula el comercio de flora y fauna silvestres en peligro de extincin. CITES se encuentra bajo la direccin del CONAP; sin embargo, su aplicacin necesita de mecanismos ms giles, una mayor sistematizacin, la incorporacin de tecnologa a los procedimientos administrativos (trmites de solicitudes, etc.), suficiente personal capacitado, eficiencia en el control aduanero y de transporte de especies y aplicacin de sanciones, entre otros. Esto debe fortalecerse por medio de la integracin de una unidad especial de cumplimiento de CITES que tenga estrecha coordinacin con las delegaciones regionales y tambin fronterizas, equipadas debidamente para la regulacin del comercio de vida silvestre, las auditoras de viveros, granjas comercializadoras, criaderos, centros de recuperacin de especies, etc. Es necesario, adems, crear partidas arancelarias que incorporen a la biodiversidad como elemento de comercio con sus debidas limitaciones y que, a su vez,
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permitan que los beneficios sean percibidos por las poblaciones locales. Otros convenios internacionales que inciden de manera directa en la gestin de la biodiversidad a nivel nacional son el Convenio sobre Cambio Climtico y su Protocolo de Kyoto, el Convenio sobre Desertificacin y Sequa, la Convencin Ramsar sobre Humedales y el Tratado Internacional de Recursos Fitogenticos de la FAO, entre otros. Por otra parte, existen algunos instrumentos de gestin ambiental que en Guatemala deben ser potenciados y aplicados de manera consciente con el fin de proteger la biodiversidad y regular su uso. Nos referimos a los estudios de impacto ambiental y a los anlisis de riesgo. Ambos son instrumentos estratgicos incluidos en las leyes como requisito para realizar cualquier tipo de actividad que impacte al ambiente. Adems, estos se basan en el principio precautorio y por tanto su aplicacin debe ser ms rigurosa y exigente. Por ejemplo, estos instrumentos tienen particular aplicacin en el uso de OVMs para prevenir y contrarrestar impactos negativos en el ambiente natural y en la salud de los seres humanos. En trminos generales, la legislacin nacional debe ser analizada para revisar y corregir los vacos existentes y las confusiones, eliminar la duplicacin de esfuerzos, acciones y lineamientos innecesarios y tipificar los delitos ambientales. Por otra parte, el marco poltico nacional est constituido por polticas, estrategias y programas nacionales que, aunque son propositivos y necesarios, no son cumplidos ni considerados al implementar proyectos e iniciativas locales de conservacin. La lista puede ser interminable, sin embargo, an existen algunos vacos, como polticas fiscales a favor del ambiente, polticas econmicas con incentivos para algunas modalidades de con-
servacin, polticas de inversin para reducir la vulnerabilidad ambiental en zonas de riesgos, polticas sobre biotecnologa y acceso a recursos genticos y polticas de proteccin de los conocimientos tradicionales colectivos, entre otros. As mismo, existen estrategias nacionales de conservacin y uso ya definidas que coadyuvan a la gestin de la biodiversidad de Guatemala, tal es el caso de la Estrategia Nacional de Biodiversidad que fue institucionalizada en CONAP a travs de su Oficina Tcnica de Biodiversidad (OTECBIO) en 1999 como respuesta al seguimiento del CDB. Sin embargo, es necesaria su actualizacin, monitoreo y evaluacin sistemtica. Dentro de los instrumentos para la conservacin antes mencionados, son necesarios aquellos programas de incentivos destinados a proteger los recursos del agua y el suelo, pero tambin aqullos que fomenten la conservacin de la biodiversidad. Estos ltimos se pueden realizar otorgando beneficios a aquellas personas, instituciones o empresas que introduzcan prcticas de conservacin y fomento de la biodiversidad como parte de sus prcticas agrcolas y pecuarias, as como prcticas de ndole industrial y productiva. Estos beneficios pueden consistir en compensaciones econmicas, prestacin de servicios y asistencia tcnica que sustituyan las ganancias extradas de la utilizacin de la biodiversidad. Dentro de los instrumentos polticos de gestin es necesario incorporar la metodologa de costo evitado, que en conservacin hace referencia al anlisis, por medio de resultados costo-beneficio, de las ventajas a largo plazo de conservar la biodiversidad, reflejando costos evitados por prevencin de desastres naturales, por ejemplo, as como tambin los ahorros por prevencin de enfermedades humanas a causa del deterioro de la vida natural.
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La metodologa de costo evitado debe ser aplicada a cualquier decisin ambiental y de inversin pblica. En Guatemala, esta metodologa es poco utilizada, pero puede ser aplicada ampliamente con un programa de responsabilidad social y ambiental dirigido a las empresas e industrias, quienes son los principales causantes del impacto negativo en los ecosistemas y, por ende, en los ciclos naturales. El objetivo final de estos instrumentos o mecanismos polticos sera conservar y restaurar las zonas prioritarias de conservacin a travs del desarrollo social. Otra metodologa que debe ser implementada en Guatemala de manera rigurosa es una planificacin territorial que incluya el componente ambiental, lo que en otras palabras se conoce como ordenamiento territorial y que, entre otras funciones, destina una actividad definida a un sitio en particular para que la actividad se adapte de manera adecuada sin causar dao al ambiente o a la actividad misma. Esto, adems, amortigua el crecimiento demogrfico distribuyndolo de acuerdo con la satisfaccin de las necesidades de la poblacin, lo cual evita los riesgos. El ordenamiento territorial debe emplearse tanto en reas rurales como en los sistemas ecolgicos para lograr la coexistencia entre el ser humano y la naturaleza. Adems, Guatemala, por su situacin geogrfica, est expuesta a una serie de fenmenos naturales constantes que deben ser considerados con mucho cuidado al momento de establecer asentamientos humanos seguros. Por ltimo, es necesario aplicar polticas educativas, sociales y culturales de gobernabilidad y desarrollo rural. La educacin ambiental dentro y fuera de los currculos escolares como base del desarrollo sostenible es fundamental para que todas las generaciones rurales o urbanas puedan contribuir de manera consciente y significativa por medio de iniciativas y proyectos. A su vez, estos proyectos pueden replicarse y ayudar as a aumen-
tar los logros nacionales que demuestren que es posible el desarrollo y la conservacin. 2.3. Participacin de la sociedad civil La apropiacin y la inclusin permiten que las iniciativas de un Estado puedan ser viables, siempre y cuando exista participacin de la sociedad civil y las polticas se enfoquen en el bien colectivo. Por ello, es imperativo el involucramiento de actores de la sociedad en los procesos de consulta, planificacin y operacin de cualquier proyecto, poltica, ley, etc., relacionados con el aprovechamiento de los componentes de la biodiversidad. Para el presente caso, la participacin de la sociedad civil debe manifestarse a dos niveles: 1. Organizativo 2. Operativo Ambos niveles permiten un orden de accin que, con base en la informacin proporcionada por la sistematizacin del libro, puede desencadenar actividades factibles a travs de una participacin social informada. Para el nivel organizativo, es necesario mejorar los niveles de discusin y anlisis estratgico de las entidades locales ambientales, como organizaciones no gubernamentales y consejos de desarrollo comunitario, municipal y departamental, entre los ms importantes. Su importancia se hace evidente, pues prestan especial inters en la descentralizacin y recogen informacin de las necesidades locales. Este mecanismo de organizacin local debe incorporar, dentro de su agenda, temas de biodiversidad en relacin con el desarrollo rural como eje econmico, social y poltico. Este contexto se convierte, entonces, en una modalidad de trabajo que permitir incenti-
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var a las comunidades que estn dentro de reas de inters para la conservacin y a su alrededor, estn stas legalmente protegidas o no. Cuando la sociedad se ha organizado tambin ha logrado acuerdos con instituciones y grupos colectivos que responden a intereses productivos de carcter sectorial. Estas metodologas, con consentimiento previo, desencadenan el inters de participar para conciliar intereses relacionados con el de desarrollo local, particularmente lo que se relaciona con el mejoramiento de la calidad de vida (ingresos econmicos, escolaridad y salud, como mnimo) y la distribucin equitativa de los beneficios. La metodologa de consulta y los mecanismos de coordinacin y formacin de clusters temticos se convierten en herramientas de trabajo tiles para el Estado. Sin embargo, su valor agregado se obtiene en aquellos casos en los cuales se fomentan alianzas estratgicas con una visin de largo plazo. Estas alianzas pueden realizarse con el sector privado y el sector pblico, entre organizaciones no gubernamentales y comunidades, entre la cooperacin internacional y comunidades, entre el sector privado internacional (inversionistas) y el sector privado nacional, y entre comunidades y el sector privado internacional. Independientemente del tipo de asociacin que se consolide, es importante mantener socios a largo plazo, porque estas alianzas son las que permiten la continuidad en los procesos productivos. Por tanto, esto permitira promover una mejor participacin de las comunidades en proyectos de desarrollo, particularmente en control, supervisin y retroalimentacin de la operacin de los proyectos. El nivel operativo, marcado por la aplicacin y puesta en marcha de polticas derivadas de mecanismos de organizacin social y de instituciones estatales, encara la necesidad de descentralizar el diseo, implementacin,
evaluacin y actualizacin de todos aquellos instrumentos de gestin necesarios que habiliten y faciliten las acciones locales. En aquellos casos en los que sea necesario el fortalecimiento de las capacidades de liderazgo y de gerencia, tanto para gobiernos locales como para comunidades organizadas, ser imprescindible que se ponga en marcha una serie de programas de descentralizacin en reas piloto con sus respectivos gobiernos locales. La descentralizacin de acciones cobra ms relevancia cuando resaltamos las cualidades y valores nacionales que son competitivos a nivel regional y global, como nuestra diversidad cultural y por ende todo el conocimiento tradicional colectivo que est asociado a las modalidades de uso y conservacin de los recursos de la biodiversidad. El conocimiento tradicional asociado a la biodiversidad se ha constituido a travs del tiempo en uno de los factores ms importantes de conservacin y utilizacin sostenible de los recursos naturales. Gracias a la custodia de dichos conocimientos, se han preservado y mejorado gran diversidad de especies vegetales y animales que se han constituido en parte importante de la vida del ser humano, por su utilidad en la alimentacin, en la construccin, en la medicina, etc. Desde este concepto, es fundamental la proteccin de estos conocimientos a travs de vinculaciones legales de responsabilidad y compensacin para que terceras personas o entidades que hagan uso de dicho conocimiento con fines productivos y de posterior comercializacin se encuentre entre lmites permitidos de administracin de dicho conocimiento. Esto retribuir de forma justa y equitativa a las comunidades indgenas y locales, cuya evolucin del conocimiento ha dado un valor agregado a nuestra biodiversidad. Las protecciones recomendadas seran mediante:
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1. Derechos de propiedad intelectual vigentes 2. Un rgimen sui generis1 El conocimiento tradicional protegido puede ser potencialmente atractivo cuando se desarrollen acciones encaminadas a la promocin, creacin e implementacin de microempresas y pequeas y medianas empresas comunitarias MIPYMEs que utilicen los recursos naturales con fines de conservacin, uso y comercializacin de la biodiversidad. Esta alternativa se convierte en una salida con gran potencial para aumentar las habilidades y desarrollar oportunidades de negocios amigables con la biodiversidad, siempre y cuando stos sean financieramente viables. Adicionalmente, es necesario crear alianzas estratgicas con el sector financiero del pas para crear, implementar y ampliar servicios financieros que aumenten el monto de los prstamos (preferenciales y acompaados de certificaciones internacionales) a las MIPYMEs orientados hacia las inversiones que generen beneficios2 a la biodiversidad. Una actividad asociada tanto a la proteccin de conocimientos tradicionales colectivos como a la implementacin de MIPYMEs es la promocin de distintos tipos de turismo. Adems, Guatemala, por ser centro del origen de varias especies de flora y porque posee diversidad de especies tiles en la ingesta alimentaria, demanda formas creativas que promuevan el aprovechamiento de nuestra agrobiodiversidad. Por ello, las acciones deben orientarse hacia el fortalecimiento de los mercados locales, los sistemas internos de control (certificacin local), el manejo y administracin de microempresas, el comercio justo en el mercado internacional, un programa nacional de investigacin y el uso de especies subutilizadas como medio para la diversificacin agrcola a nivel regional
y local que sirva de base para un plan nacional de seguridad alimentaria. De manera complementaria, la agrobiodiversidad y sus formas de conservacin deben fortalecer el Sistema Guatemalteco de reas Protegidas debido a que es una alternativa de proteccin y conservacin a travs de huertos familiares y de parcelas manejadas con agricultura tradicional. 2.4. Capacidad institucional Para adelantar estas iniciativas y alcanzar resultados positivos y significativos, se debe contar con un marco claro de la capacidad institucional a nivel nacional, debido a que, en la actualidad, Guatemala no cuenta con una poltica unificada y complementaria, sino que, por el contrario, las funciones se traslapan y las responsabilidades no estn bien delimitadas. Es decir, la proteccin de la biodiversidad no es responsabilidad de una institucin rectora, sino varias instituciones gubernamentales se encargan de distintos componentes de la biodiversidad. Estas instituciones funcionan con objetivos y metas diferentes. A pesar de que el CONAP es la institucin rectora del manejo de la biodiversidad, sta administra principalmente reas protegidas. De inmediato se puede observar que la biodiversidad no se encuentra distribuida exclusivamente en reas protegidas, sino que est presente tanto en hbitats poco disturbados como en reas con diferentes grados de manejo. Por eso algunas instituciones, como el Ministerio de Agricultura, Ganadera y Alimentacin (MAGA), tratan con la biodiversidad asociada a las actividades relativas a la agricultura (Instituto de Ciencia y Tecnologa Agrcolas ICTA con la responsabilidad de la agrobiodiversidad), la acuicultura (Unidad de Manejo de la Pesca y Acuicultura UNIPESCA) y la biodiversidad forestal (Instituto Nacional de Bosques INAB). Sin embargo, el desfase ms grande se observa al revisar que el Ministerio de Ambien-
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te y Recursos Naturales (MARN) es el ente responsable del medio ambiente; en ste se incluyen los recursos naturales y, dentro de ellos, la biodiversidad. Entonces, se presentan problemas de coordinacin poltica, financiera y tcnica. Ante esta problemtica se han planteado dos posibles salidas. En primer lugar, el establecimiento de un MARN que sea ms inclusivo y que absorba a las otras instituciones que trabajan con los componentes de la biodiversidad. Y segundo, la creacin de una institucin autnoma responsable de la biodiversidad en el sentido amplio de sus componentes, por ejemplo, un Instituto Nacional de Biodiversidad. Otro elemento importante se refiere al marco operativo, el cual debe reforzarse para mejorar la capacidad institucional. Algunos elementos importantes son: Capacitacin y desarrollo de profesionales y especialistas que ofrezcan una mayor variedad de opciones y campos de accin. Es decir, la formacin de ms profesionales con perspectivas y tendencias particulares e individuales procedentes de diferentes escuelas y metodologas de conservacin que sean capaces de discutir ideas y aportar tcnicas novedosas y soluciones creativas. En Guatemala, muchas reas temticas estn desatendidas por la insuficiencia de expertos que se dediquen a la ampliacin de estos temas; por ejemplo, la investigacin en microorganismos, en vida acutica, en el nivel molecular y en grupos de flora y fauna. Dentro del campo de la capacitacin, pero en el nivel local, es necesario organizar cursos de actualizacin para taxnomos y bilogos moleculares, as como fortalecer la enseanza de estos campos en las carreras universitarias que atienden esta temtica, entre otras acciones.
Fortalecimiento de las capacidades nacionales para mejorar la gestin de la conservacin in situ y ex situ. Para ello es necesario atender los siguientes requerimientos: desarrollo de un sistema nacional de informacin sobre la biodiversidad, conocimiento de la biodiversidad dentro y fuera de las reas protegidas (inventario de especies y su interrelacin dinmica) y desarrollo de actividades tendientes a la complementariedad entre la conservacin in situ y ex situ. Generacin y promocin del conocimiento para fortalecer la conservacin y su gestin. Su objetivo es crear vocacin humana para el uso sostenible de la biodiversidad, fortalecer la toma de decisiones, adoptar medidas apropiadas de uso y estimular la cooperacin entre los distintos actores. Fortalecimiento de equipos interdisciplinarios de investigacin en biodiversidad para elaborar proyectos con el fin de presentarlos en programas de financiamiento competitivo. Desarrollo y administracin adecuada del SIGAP Para ello se requiere de la gestin . de reas protegidas ya existentes, implementando planes de manejo adecuados y coherentes de acuerdo con las capacidades y potencialidades de cada sitio. Se deben formular, evaluar y actualizar planes maestros y sistemas de evaluacin y monitoreo eficaces y eficientes. As mismo, se debe fomentar la creacin de ms reas protegidas y otros mecanismos creativos de conservacin como respuesta al anlisis de vacos del SIGAP . En cuanto al Estado, la biodiversidad se convierte en la actualidad en un tema multisectorial y transversal. Esto implica vnculos con polticas educativas, sociales, econmicas, ambientales, culturales,
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de gobernabilidad y desarrollo rural, entre otros. 2.5. Elementos complementarios Existen otros elementos complementarios que son claramente transversales a los mbitos de la gestin que han sido discutidos hasta ahora. Entre stos tenemos: En la mayora de casos, la biodiversidad ha sido considerada nicamente por su valor per se, perdiendo de vista el valor que puede aportar como bienes y servicios ambientales. Este segundo valor es de suma importancia porque se puede obtener sin perturbacin alguna del elemento fsico conocido como biodiversidad. Es decir, la biodiversidad crea valor simplemente por los efectos positivos que aporta como generador de bienes y servicios, como produccin y almacenamiento de agua, produccin de oxgeno, absorcin de CO2, ecoturismo y disminucin de desastres ambientales, entre otros. En Guatemala se ha puesto muy poco inters a este importante aporte de la biodiversidad. Por lo tanto, no se est aprovechando la posible generacin de fuentes de ingreso que pueden servir tanto para la conservacin de las reas protegidas como para el desarrollo local y regional. Adems de no contabilizar el valor de la biodiversidad, tampoco se contabilizan los impactos de su degradacin. Este elemento es importante considerarlo cuando se analiza el estado de conservacin actual y el efecto de las amenazas existentes, las cuales, en conjunto, tienden hacia una acelerada degradacin de los recursos. En este sentido, la restauracin de la biodiversidad, si es que en algunos casos se puede recuperar, tiene costos bastante elevados. Las fuentes de financiamiento para esta restauracin no son fciles de obtener en las arcas nacionales y tampo-
co en la ayuda financiera que proviene de operantes internacionales. La conservacin bajo la modalidad de reas protegidas es tan slo una forma de conservacin in situ, por lo cual es necesario complementarla con otras formas de conservacin in situ y ex situ. En este sentido, en Guatemala se ha desarrollado muy poca actividad en el tema de conservacin ex situ (ya sea fauna o flora) y en la conservacin in situ, representada por el uso de tecnologa agrcola tradicional desarrollada por los agricultores tanto en parcelas de cultivo como en huertos familiares. Para medir los alcances de las diferentes acciones tomadas en cuanto a la gestin de la biodiversidad, es necesario desarrollar mecanismos de monitoreo que abarquen metodologas adecuadas y de fcil utilizacin. A pesar de que algunas instituciones nacionales, pblicas y privadas, monitorean la biodiversidad, actualmente no hay ninguna convergencia nacional en cuanto a una metodologa que est aceptada por los actores relacionados con el diseo y ejecucin de programas de monitoreo en el pas. Se ha recomendado elaborar un conjunto de indicadores sobre biodiversidad, optimizar el uso de sistemas de informacin geogrfica y crear un comit nacional de monitoreo de la biodiversidad que consolide distintas metodologas (CONAP 2005). , 2.6. Actividades puntuales Como parte final de este captulo, se considera que hay por lo menos tres actividades puntuales que es necesario apoyar para alcanzar el desarrollo sostenible, lo que implica conservar la biodiversidad al mismo tiempo que se est generando valor econmico para bienestar de la sociedad. Estas actividades incluyen lo siguiente.
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2.6.1. Agrobiodiversidad como base para desarrollar un programa de seguridad alimentaria Las diversidades cultural y biolgica brindan una combinacin perfecta que origina una agrobiodiversidad que presenta diferentes formas de produccin, conservacin y manejo de distintas especies agrcolas de alto valor biolgico y alto contenido nutricional y econmico (en trminos de menores costos de produccin). El sector salud ha conceptualizado la seguridad alimentaria y nutricional como el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso fsico, econmico y social a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilizacin biolgica, garantizndoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su desarrollo3. Esta definicin considera la interaccin de los cuatro pilares relacionados con la cadena agroalimentaria y nutricional: disponibilidad de alimentos, accesibilidad a ellos, su consumo y la utilizacin o aprovechamiento ptimo de los mismos. La desnutricin en Guatemala alcanza valores del 23% y se constituye as en el ms alto de Centroamrica4. Por esta razn, es necesario buscar alternativas para solucionar esta problemtica. Parte de la respuesta se puede encontrar en la riqueza que existe en la agrobiodiversidad de Guatemala (disponibilidad de alimentos), ya que se ha demostrado que el contenido nutricional de sta es mucho ms alto que la de productos agrcolas propios de otras latitudes. As mismo, la accesibilidad a dichos alimentos es factible si se piensa que estas especies forman parte de los sistemas de agricultura tradicional que desarrollan los campesinos guatemaltecos, por lo que se conoce su forma de produccin y, adems, su precio de mercado es accesible. De la misma manera, estos alimentos ya forman parte de
la dieta tradicional y de las costumbres del pas. El MAGA, en colaboracin con los programas de FAO, debe de retomar esta temtica. En este sentido, es necesario compilar toda la informacin que en esta materia ha sido generada por instituciones como el Instituto de Nutricin de Centroamrica y Panam (INCAP), la Facultad de Agronoma de la Universidad de San Carlos de Guatemala (FAUSAC) y el Instituto de Ciencia y Tecnologa Agrcolas (ICTA). Despus, es necesario promover el cultivo y consumo de estas especies tanto en el mbito rural como urbano para apoyar la seguridad alimentaria. 2.6.2. Estrategia de biocomercio La Iniciativa Biocomercio fue lanzada durante la 3 Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CDB) en Buenos Aires, por la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo). Por biocomercio se entiende el conjunto de actividades de recoleccin y/o produccin, procesamiento y comercializacin de bienes y servicios derivados de la biodiversidad nativa (especies y ecosistemas) bajo criterios de sostenibilidad ambiental, social y econmica (UNCTAD, 2005). La misin de la iniciativa es estimular la inversin y el comercio de los recursos biolgicos en la lnea de los tres objetivos del CDB. El objetivo es aprovechar las nuevas oportunidades de inversin y exportacin que existen en el momento debido al emergente mercado de productos y servicios derivados de la biodiversidad, especialmente en lo que se refiere a la industria biotecnolgica. En la Iniciativa Biocomercio, los componentes de la biodiversidad son considerados como productos y servicios. Uno de los objetivos de la iniciativa es cambiar los patrones de consumo en los pases industrializados y en las reas urbanas en los pases en desarrollo para que acepten y consuman ms bioproductos.
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En el nivel nacional, la Iniciativa Biocomercio ayuda a los pases en desarrollo a la implementacin de programas nacionales de biocomercio. Estos se centran en pases que son ricos en biodiversidad y cuyos gobiernos tienen un claro inters en desarrollar la capacidad nacional para promover el biocomercio. Estos programas promueven el comercio y la inversin en productos y servicios derivados de la biodiversidad nativa. As mismo, se persigue fortalecer la capacidad institucional en los siguientes aspectos: desarrollar una poltica de apoyo al biocomercio y proveer asistencia tcnica concreta a las iniciativas de biocomercio y a otros actores de la economa. Guatemala es un pas que todava no cuenta con un programa nacional de biocomercio, por lo cual es urgente desarrollar actividades primarias que permitan identificar los productos que pueden incluirse en esta actividad y las prcticas de manejo amigable del ambiente que existen o que se pueden implementar. De igual manera, es importante coordinar los entes de gobierno con la sociedad civil relacionada con la temtica. El establecimiento de un programa de biocomercio para Guatemala se convierte en una oportunidad estratgica para impulsar procesos innovadores sobre uso, manejo y aprovechamiento de los recursos de la biodiversidad. As mismo, se crea la necesidad de desarrollar iniciativas orientadas a fortalecer y promover el desarrollo de capacidades nacionales en el rea de ciencia y tecnologa y su importancia como medio para conservar la biodiversidad y para obtener productos innovadores y con ventajas comparativas y competitivas en el mercado globalizado. De igual manera, el comercio de la biodiversidad se convierte en una herramienta potencial para el desarrollo de comunidades locales y el respeto a los conocimientos tradicionales colectivos asociados con el uso sostenible de sus recursos genticos.
Una planificacin del pas por medio del diseo e implementacin de un Programa Nacional de Biocomercio con el apoyo de la Iniciativa Biocomercio de la UNCTAD permitira orientar esfuerzos del sector pblico y privado, y de las comunidades indgenas y locales de manera conjunta y coordinada para la ejecucin de proyectos piloto exitosos que demuestren el potencial de la biodiversidad como medio para el desarrollo local y la consolidacin de empresas comunitarias que puedan vender sus productos en los mercados nacionales e internacionales. 2.6.3. Ecoturismo En otros pases, el ecoturismo desarrollado en el interior y alrededor de reas protegidas ha mostrado ser un elemento efectivo en la consolidacin de las reas protegidas, por su aporte en el aspecto financiero, administrativo y de proteccin y por el involucramiento de las comunidades vecinas y el sector privado como agentes de conservacin. En este sentido, es necesario desarrollar este tipo de actividades en Guatemala dado que parte de la biodiversidad nacional se encuentra dentro del Sistema Guatemalteco de reas Protegidas (SIGAP). La implementacin del ecoturismo en Guatemala presenta algunas dificultades que tienen que ser resueltas (CONAP 2005a): polticas, , planeacin y manejo fragmentado, vacos en la capacidad de los actores para implementar el ecoturismo, ausencia de incentivos para desarrollar iniciativas de ecoturismo, dificultades en la integracin de esfuerzos en ecoturismo con el manejo de reas protegidas, y dbil gobernabilidad y seguridad. Para solventar esta problemtica, se recomienda: 1. Establecer un mecanismo legal y administrativo para implementar efectivamente el ecoturismo.
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2. Fomentar la participacin plena de las comunidades locales por medio de clusters tursticos. 3. Determinar e implementar las herramientas de costo-mercado consideradas ms efectivas para atraer turistas a las reas protegidas. 4. Entrenar al personal de las reas protegidas y a los miembros de las comunidades locales y las municipalidades en las destrezas necesarias para alcanzar una operacin ecoturstica exitosa. 5. Establecer incentivos para el ecoturismo. 6. Crear proyectos piloto en reas protegidas de tres o cuatro diferentes reas del pas, que operen bajo diferentes esquemas de manejo. 7. Coordinar medidas de gobernabilidad y seguridad en las rutas seleccionadas. 8. Monitorear y evaluar el impacto positivo y negativo del ecoturismo sobre la biodi-
versidad y sobre el bienestar de las reas protegidas y comunidades circundantes. 9. Incrementar la inversin estratgica pblica y/o privada en infraestructura bsica para atender a los visitantes. Al final, se esperara contar con un sistema de reas protegidas con capacidad mejorada para conservar la biodiversidad debido a la obtencin de ganancias provenientes del ecoturismo. Igualmente, las comunidades aledaas involucradas en la conservacin de las reas se beneficiaran econmicamente por las actividades de ecoturismo, entrenamiento e infraestructura. Por ltimo, el SIGAP sera visto como un destino ecoturstico importante que vendra a complementar la demanda de atracciones culturales. Los elementos planteados en el presente libro muestran que el camino que nos podra llevar a heredar nuestros recursos naturales en buenas condiciones a las siguientes generaciones descansa en una responsabilidad compartida con todos los ciudadanos guatemaltecos.
2.
3. NOTAS
3. 1. Esto implica contemplar las particularidades del conocimiento tradicional, como la propiedad colectiva, su carcter intergeneracional, el intercambio de conocimientos entre pueblos y la vinculacin indisoluble con las tierras y territorios, entre otros aspectos. 4.
Estos beneficios deben identificarse desde la perspectiva de ingresos econmicos, mejoramiento de la calidad ambiental y desarrollo social. Disponible en: http://www.ops.org.gt/ADS/San/san. htm.Consultado el 15 de abril de 2008. Disponible en: http://www.ops.org.gt/ADS/San/Analisis%20de%201a%20Situacin%20Nutricional%20 (09112004).pdf. Consultado el 15 de abril de 2008.
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4. BIBLIOGRAFA
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4. UNISFERA, CENTRE INTERNATIONAL. (2004). Elementos para una gestin ambiental efectiva en El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica: informe preliminar para discusin.
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