Como Superar Las Adicciones
Como Superar Las Adicciones
Como Superar Las Adicciones
Superar las adicciones es difcil, pero no imposible; detrs de esa dependencia hay una persona sufriendo, con una baja auto-estima, puede que nos vistamos glamorosamente pero nuestro corazn est cubierto por harapos. Desde muy nios, venimos arrastrando sufrimientos que muchas veces, la familia, la escuela o los amigos no vieron o pudieron repararlos; quiz pequeeces que han calado muy adentro de nosotros, cosas que hoy expresamos viviendo una vida de adiccin. Lo que hay que ver es que detrs de todo esto existe una persona necesitada de amor y comprensin, que esconde en sus entraas los ms nobles sentimientos y virtudes, que los hacen personas especiales y sin igual. Perdemos nuestra personalidad en un mar de vicios y sobreestimamos el valor que realmente tenemos; as, opacamos nuestras virtudes. Muchas veces decimos: pobre de mi... y tras de eso con una enfermedad que no se cura... Pero no hay nada. Yo conozco mis sntomas y con esto me la juego, no necesito ser perfecto. Se cierra de esta manera y no permite que nadie le diga, le haga o le ayude. Pero no solo eso piensa un vicioso, la rutina, me aburre, si no hago nada interesante que me divierta o me distraiga; con mi enfermedad; me siento desolada, triste, me obstina todo lo que tengo a mi alrededor.... caigo en depresin,...voy de bajada me escapo y me voy..... Con esto se inicia el crculo adictivo. En realidad, el tener una co-dependencia no slo implica una dependencia a las drogas, sino que para llegar a ellas hemos formado un crculo con otras adicciones como son: el sexo, la comida, los dulces, el caf, la religin, o el gastar dinero hasta terminar con el y sentirnos miserables cayendo en picada. Este es el clmax de este crculo vicioso. Hace mucho tiempo que formamos ese crculo vicioso, quiz cuando nios, cuando en algn momento tuvimos dependencias de ese tipo y las sustituamos con algn dispersante, que luego en una edad temprana acabamos por cambiar. El tener conocimiento de esto no nos satisface, lo tratamos de admitir, no nos consuela. Deseamos ser alguien en la vida, pero no tenemos la fuerza para romper ese remolino que nos lleva a profundidades insospechadas y no atisbamos el momento en que caemos. La esquizofrenia est ah; sufrimos, nos duele; como que no podemos expresarnos con fluidez: la ALOGIA esa dificultad o pobreza de lxico nos hace escondernos de los
dems, la ABULIA ese cansancio, el sentirnos incapaces de ser constantes como cualquier persona que trata de tener proyectos y metas por cumplir nos agobia. Adems la adiccin nos ha arrebatado la voluntad, el poder personal y la fuerza de luchar. Aunque despus de una crisis nos embarga el miedo, el dolor y hasta la vergenza que nos produce el sabernos adictos a las drogas graves y socialmente no permitidas, aprendemos de esta experiencia hasta una recada. Otras veces, no aceptamos nuestra ingobernabilidad, nos negamos a admitir esta otra enfermedad y si creemos que la aceptamos es con resignacin; aunque en realidad esto no es verdadero ni duradero; nace un temor, el cual si no somos honestos con nosotros mismos, podremos volver a caer en ella. Una definicin de tipo funcional nos dice que un co-dependiente en la estricta definicin es toda aquella persona que ha invertido valores fundamentales y cree que requiere de mecanismos externos para enfrentar la realidad de la vida. Mientras no admitamos y aceptemos que tenemos un problema (adiccin, enfermedad, circunstancia social, etc.) el peso del mismo crecer conforme pasa el tiempo, y no tendremos la fuerza para cargarlo. Estamos en banca rota espiritual, en consecuencia; quebrados material, fsica, familiar, social, y financieramente. Creemos que podemos salir adelante sin ayuda de nadie, tomamos esa actitud ya sea por orgullo, vanidad, rencor, resentimiento, clera u otras actitudes negativas. Cuando menos lo esperamos volvemos a lo mismo. La solucin est en hacerle frente a todas esas mscaras que nos ponemos todos los das; desenmascarmonos, por fin, dejemos de ser vctimas, seamos humildes honestos y rescatmonos, vemonos, como somos, como todo ser humano; virtuoso, que ayudados de la terapia y el apoyo de los seres que amamos, saldremos adelante, aunque no creamos en nosotros ahora, el tiempo se encargar de decirnos que la lucha vali. De lo que se trata entonces es dejar a un lado lo que siempre nos da, daa y daar y darnos cuenta que conmiserndonos o culpndonos no ayuda, nadita. Cuando descubrimos que no estamos solos en este mundo, que hay otras personas con problemas, quizs iguales a nosotros, personas que tratan de meterse en nuestros zapatos para tratar de entendernos, personas, con problemas tambin, pero s, seres humanos que nos quieren ayudar; no nos soltemos, mantengmonos asidos -no desperdiciemos la oportunidad; dmonos ese chance, dmonos la mano; dmonos cuenta de que somos parte de un Proyecto o Plan Universal; llamado Amor; expresado a la humanidad como un Proyecto de Vida, con Cristo demostrndonos que somos parte de un ser divino y a la vez un ser humano con una fuerza csmica, que traemos de nuestros antepasados luchadores. El Amor como proyecto, totalmente diferente del que nos hizo creer la escuela, la televisin, el sistema en que vivimos, la sociedad, e inclusive hasta la familia, que por desconocimiento y falta de informacin, nos dieron una falsa visin de ese don divino,
propio de la especie humana; descubriremos que no estamos solos; que la gente que nos rode o nos rodea siempre nos quiso, quiere y querr, pero por tener invertidos una serie de valores, cremos y algunos todava creemos, que lo que queran era hacernos dao; nos llegamos a sentir un pedazo de la nada, crpulas, empequeecidos, una piltrafa humana sin derecho a nada, sin oportunidades para enfrentar el mundo, es el camino equivocado, lo importante es, saber que somos personas con una familia Divina, descendemos de un Ser y Hombre excepcional, somos hechos a imagen y semejanza de Dios, por ende con un potencial excepcional, con una humanidad que podramos construir con exquisitez, que en nosotros no pueden haber resentimientos de ninguna clase y que estamos en el mundo como parte de un gran plan. Desde cualquier lugar, puesto, oficio, o profesin que escojamos. Aceptmonos, admitamos y valoricmonos en todo, ante todo y sobre todo, no importa lo que hemos sido o vivido. Lo que debemos hacer es realizarnos con autocrtica, sobre todo, si el camino trazado es el correcto. Si esas debilidades que tanto dolor nos causaron, deben permanecer en nuestra mente y espritu o si por el contrario comenzaremos a partir de hoy a labrar un nuevo camino, no nos resignemos a nuestra suerte, luchemos en el buen sentido de la palabra contra la adiccin, con honestidad y ahnco. Y contra la esquizofrenia, dejemos que la medicacin y la terapia se encarguen de ella. Esta retrospeccin ha de ser franca, forjada sobre la base de pasos firmes y la certeza de que un Ser Superior, por encima de nosotros mismos y de nuestros terapeutas, quiere ayudarnos, quiere que seamos nuevos, quiere que cumplamos con ese Plan Universal, de que seamos auto-realizados, felices y libres. Esa mirada hacia dentro implica hacernos ese examen de conciencia para determinar si esas debilidades van a seguir en nuestro camino como la sombra sigue al esclavo; o las desterraremos para siempre por el derecho que tenemos de ser felices. Tomemos las previsiones del caso, seamos precavidos, con ese mandato divino de ser felices, valormonos en todo a la vez, incluso en el fango en que estuvimos. Si no hubiramos estado all; hoy, no podramos discernir entre el almuerzo suculento y el hambre. Si no fuera por nuestros defectos, no tendramos mucho trabajo interior que hacer. Todo comienza con la decisin de quitarse las anteojeras que condicionan nuestra visin del mundo y buscar la verdad.