Conflictos y Pactos Políticos José Mirtembaum
Conflictos y Pactos Políticos José Mirtembaum
Conflictos y Pactos Políticos José Mirtembaum
Este trabajo establece múltiples características de los antecedentes estructurales y los
problemas contemporáneos que se ha suscitado en el proceso constituyente de Bolivia
durante el periodo 2006‐2008.
Contenido
La construcción de Estado y su relación a los recientes conflictos en Bolivia.......................... 3
Los conflictos de inflexión estructural: el caso de Cochabamba y El Alto................................ 9
Un análisis de los conflictos sociales entre 2006 y 2008: los síntomas de la sociedad anómica.
............................................................................................................................................. 12
Análisis de los problemas políticos en el proceso Constituyente 2006‐2008. ....................... 19
Los pactos políticos en el proceso constituyente: cronología general .................................. 31
Análisis del pacto político y el proyecto final de la constitución. .......................................... 31
Prospectiva de los pactos ..................................................................................................... 33
2
La construcción de Estado y su relación a los recientes conflictos en
Bolivia
Bolivia es uno de tantos países en América Latina que desde su fundación republicana ha
estado sujeta a conflictos sociales y políticos relacionados a la construcción de una estructura
de Estado de Derecho que responda a las peculiaridades de una población socialmente
compleja. La historia boliviana está llena de ciclos de cambio que se han forjado a través de
distintas formas de conflicto de origen interno y externo donde el Estado ha sido un actor
principal. Pero, más allá de las distintas formas, el contenido fundamental de los conflictos en
la formación social boliviana, deben ser hoy contextualizados en un horizonte sociopolítico
donde todavía se busca la consolidación de una relación estable y democrática entre la
sociedad civil “abigarrada” que es producto del origen colonial, y un Estado occidentalizado
que se intenta consolidar para gobernar las peculiaridades individuales y colectivas de una
sociedad demográficamente pequeña, pero culturalmente compleja. En este entendido los
recientes conflictos del año 2006 al 2008 en Bolivia, están intrínsecamente relacionados a un
proceso constituyente que empezó en 1990 con la “Marcha por el Territorio y la Dignidad”
cuya demanda explícita era la construcción de un “nuevo contrato social” en el pleno sentido
de J.J. Rousseau.
Considerando que los tramos constitucionales bolivianos desde la fundación hasta 1880,
Fernando Molina sostiene que:
…”Bolivia vivió una ficción jurídica: contaba con una normativa republicana, pero el
régimen político factual poseía otra naturaleza: era “cesarista” y exaltaba al poder a
distintas facciones de una elite militar…….A partir de 1938 las cosas nuevamente
cambiaron. Cuajó, en oposición al liberalismo, aquella que a la larga sería la más
importante ideología boliviana y que podemos describir como una combinación de
nacionalismo y socialismo, la cual ve al Estado como el gran remedio para los males
1
nacionales”
Desde 1938 hasta 1994, las normas constitucionales le dieron al Estado una mayor identidad
de derecho positivo, pero sin modificar los elementos de exclusión cultural. Ya entrada la
primera década del siglo XXI, la construcción de una relación equilibrada entre Estado y
Sociedad Civil todavía no ha tenido los resultados que se puedan reflejar en una
institucionalidad estable, lo cual ha subsumido la idea del Estado normativo de Derecho a una
estructura social de intereses de grupos sociales de presión discrepantes, sean éstos de origen
cultural y/o económico. Respecto a este punto José Antonio Quiroga comenta:
“…las crisis no son excepcionales sino que constituyen ya un modo de ser de los bolivianos.
Los conflictos no suelen ser explosiones destinadas a recomponer el orden o a crear uno
nuevo, sino una modalidad de convivencia en el desorden, un ajuste de cuentas entre
sujetos de hecho, no de derecho.”2
Por otro lado, es un hecho histórico y sociológico que la vida republicana de Bolivia desde sus
raíces decimonónicas se ha perfilado con un Estado excluyente de su población indígena en el
contexto de la evolución de las contradicciones del sistema democrático liberal que ascendió al
1
MOLINA, FERNANDO: “LA IDEOLOGÍA DE LA CONSTITUCIÓN. 2009”. CIPE‐FUNDACIÓN MILENIO. LA PAZ. BOLIVIA.2009. PÁGS. 3‐4.
2 QUIROGA, JOSÉ ANTONIO EN: “LA PIEZAS DEL CONFLICTO”. FUNDACIÓN UNIR. LA PAZ, BOLIVIA. 2005. PG. 17
3
poder en 1880. La república boliviana desde entonces fue dominada por la tendencia del
darwinismo social como un instrumento ideológico de la época, para justificar la exclusión de
las poblaciones indígenas del país. Este fenómeno excluyente se prolongo hasta la revolución
de 1952 y en esa coyuntura histórica, el voto universal incorpora a los indígenas a la vida
republicana con la identidad de campesinos. Posteriormente el Convenio 169 de la OIT como
Ley de la República, reconoce finalmente la personalidad jurídica de los indígenas, inclusive el
derecho a una territorialidad propia. Sin embargo el traslado de estos principios a la realidad,
están todavía en proceso de consolidación a través de la nueva Constitución del Estado
Boliviano, recientemente aprobada.
El darwinismo social sirvió también, como marco ideológico para explicar las múltiples
contradicciones del subdesarrollo boliviano en una economía sujeta al modo de producción
capitalista cuyo sendero primigenio se remonta a los orígenes del capitalismo mercantil
europeo del siglo XVII. En el epicentro de ésta forma ideológica de pensar en la evolución
social están entretejidos los conceptos de “desarrollo” y “progreso”, que hasta ahora son
usados como referentes de un cambio social desde la estructura del Estado ya sea este desde
el marco de un régimen liberal o un régimen socialista. A este efecto, el antropólogo Stanley
Diamond explica:
“El evolucionismo sociocultural, la doctrina de que toda la humanidad se mueve desde lo
primitivo hacia lo civilizado, está entrelazado con la preocupación dieciochesca por la idea
del “progreso”. Rousseau que es la principal figura de la corriente ilustrada retrospectiva
hablo coherentemente de la perfectibilidad del hombre; creía en la posibilidad del progreso
Pero la idea del progreso necesitaba una definición algo más penetrante. PROGRESO
significa el avance a unas mejores condiciones de la mera evolución o desarrollo. La
evolución, el sistemático emerger de una forma a partir de otra, por ejemplo, la
transformación de las economías cazadoras/recolectoras en economías agrícolas simples
no es lo mismo que el desarrollo. No obstante, las instituciones, las herramientas y los
acontecimientos pueden desarrollarse sin cambio. Pueden sencillamente replegarse o
3
expandirse, como en el caso de la industria del automóvil”.
Más recientemente, Edgardo Lander contextualiza el concepto de “progreso” en un mundo
globalizado por las fuerzas del mercado total, diciendo:
“La religión del progreso universal parece estar montada sobre un dogma ubicado más allá
de toda discusión, posibilidad de duda, o refutación empírica. La noción de progreso
continua siendo probablemente la idea fuerza más potente de la sociedad contemporánea.
Y sin embargo, la inviabilidad a mediano y largo plazo del modelo civilizatorio
industrialista y depredador se hace cada vez más evidente. La destrucción de la capa de
ozono, el efecto invernadero, la devastación de los bosques, el empobrecimiento de los
suelos fértiles, la creciente escasez de agua tanto para la agricultura como para el
consumo humano, la acelerada reducción de la diversidad genética, la contaminación del
aire y del agua, son la principales señales de alarma que nos indican que la humanidad
está llegando a los límites. Y sin embargo, economistas destacados en su oficio, lúcidos y
brillantes; profesores de las mejores universidades del mundo y premios Nobel;
tecnócratas con responsabilidades en la toma de decisiones del más alto nivel público y
privado, nacional e internacional, continúan promoviendo el crecimiento económico
4
indefinidamente hacia el futuro”.
Como todos sabemos, este proceso histórico de “larga duración” en el continente americano
comenzó con la conquista, evangelización y posteriormente occidentalización de civilizaciones
precolombinas y en este gran contexto se asentaron las primeras bases de la formación
3 DIAMOND, STANLEY: “DE LA SOCIEDAD PRIMITIVA A LA CIVILIZACIÓN” EDITORIAL ERA. MÉXICO. 1982. PG. 12
4 LANDER, E.”EL LÍMITE DE LA CIVILIZACIÓN INDUSTRIAL”. EDITORIAL NUEVA SOCIEDAD. CARACAS. VENZUELA. 1995. PAG. 9.
4
política y social de Bolivia, bajo la premisa de que las poblaciones pre‐colombinas estaban en
un estado de “barbarismo”. En este paradigma simplificado, basado en las etapas evolutivas de
Henry Morgan, las culturas precolombinas estaban en proceso de ser civilizados por el
pensamiento y las instituciones occidentales. Pero la antropología moderna ya ha descartado
esta interpretación unilineal y hoy se relativiza este modelo de cambio, dando paso a las
potencialidades de las culturas indígenas, como elementos positivos insertos en la premisa de
que la pluriculturalidad es una ventaja comparativa para el desarrollo económico y social del
país.
Tres siglos después, la revolución industrial del siglo XIX en Europa marco finalmente la
hegemonía económica del modo de producción capitalista sobre todo el mundo occidental,
cobrando una relevancia definitiva para el “desarrollo del subdesarrollo” en el sistema
capitalista boliviano del siglo XX. En este sentido, Bolivia fue inexorablemente incorporada al
juego del mercado mundial como productor y exportador de recursos naturales sin valor
agregado, aspecto que hasta ahora no ha cambiado mucho.
Aunque Bolivia, dentro de este sendero de “larga duración” del capitalismo globalizado, tuvo
oportunidades de modificar su posición en la división internacional de trabajo, su clase política
criolla de orientación rentista, no logró consolidar un proyecto industrial impulsado desde el
Estado, de ahí que se dio un rezago social, tecnológico y económico que hoy todavía estamos
experimentando como parte de la realidad sociológica del post‐industrialismo y post‐
modernidad.
En esta misma perspectiva y mirando el futuro de Bolivia en el siglo XXI, el país está todavía
marcado por el desarrollo diferencial de un sistema capitalista que será cada vez más complejo
en su estructura sistémica, tecnológica y en las variedades de las formaciones sociales y
políticas que hoy existen en todo el mundo.
Este gran escenario constituye hoy una gran fuente de conflictos socio‐políticos que se han
acumulado estructuralmente a lo largo del siglo XX y Bolivia entra en el siglo XXI con una serie
de problemas irresueltos expresados en los altos niveles de pobreza existentes en el país. José
Antonio Quiroga señala que:
“Desde el año 2000, Bolivia vive una coyuntura particularmente crítica de su historia,
aunque podríamos afirmar que toda la historia de Bolivia es la de una sola, recurrente e
interminable crisis, en la que los momentos de “normalidad” han sido más bien
excepcionales. Esta condición anómala denuncia las malformaciones congénitas del Estado
nacional y pesa en el alma colectiva de los bolivianos, particularmente en el modo de
generar y resolver sus conflictos.”5
En la dimensión contemporánea de la globalización de la economía de mercado, la presión de
las mega‐tendencias, entre las cuales se encuentran la rápida emergencia de nuevas
economías asiáticas altamente competitivas, la revolución de en las esferas de la comunicación
privada y pública, las migraciones masivas del sur al norte, la volatilidad del sistema financiero
mundial y las constantes turbulencias sociales, tienen su efecto sobre el devenir de los
conflictos. Es más, todas éstas son tendencias que inevitablemente intensificarán el carácter y
duración de los conflictos internos de Bolivia en ausencia de un Estado consolidado que sea
coherente con las complejidades de un mundo desembocado. En este marco, la política
internacional boliviana siempre ha demostrado una ingenuidad y provincialismo marcados, y
durante el gobierno del MAS ha sido dirigida a una realineación con las tendencias
latinoamericanistas anti‐imperialistas, buscando el perfil de una inexistente “soberanía
nacional”. Hoy el país se encuentra relativamente aislado e inserto en un eje geopolítico en
5 ÍDEM, 2005.PG.14
5
formación guiado por las visiones de una nueva izquierda conservadora que se refleja en el
nuevo caudillismo del “Socialismo del Siglo XXI” y la “Revolución Bolivariana”.
Tomando en cuenta ésta orientación internacional, por ejemplo las políticas de
“nacionalización” en Bolivia forman parte de éstas tendencias como actos de “soberanía” a
efectos de obtener rentas públicas por la exportación de recursos hidrocarburiferos sin valor
agregado. En principio, la “nacionalización” siempre ha tenido un impacto político simbólico
como base de sustento de gobiernos nacionalistas, pero éstas no han modificado el carácter
de dependencia de la economía boliviana.
Por otro lado ésta política endógena en momentos de la mayor expansión de los bloques
económicos, en reemplazo de las naciones, no contiene los suficientes elementos para una
acumulación originaria de capital estable que garantice el desarrollo económico de la nación
boliviana. Tampoco garantizan el cambio estructural el cual se menciona permanentemente
como discurso político relacionado a la estatización de la economía, y que ahora forma parte
del nuevo ordenamiento constitucional.
Mientras no se logre una gestión gubernamental coherente con el modelo de una economía de
Estado establecido por la nueva Constitución en relación a la presión de las tendencias de la
globalización, Bolivia corre riesgos económicos de gran impacto social.
Las prácticas de la “nacionalización” y “estatización” endógenas y unilaterales, estimulan aun
más la posibilidad y aparición de nuevos conflictos de mayor escala porque se contraponen a
los procesos de descentralización político‐administrativa. Así por ejemplo, los conflictos que
están relacionados a la distribución de la renta petrolera y ya forman parte del escenario que
ha creado turbulencias en las relaciones entre distintas regiones y el gobierno central.
A partir de las querellas sobre los Impuestos de Hidrocarburos (IDH), además del
posicionamiento de las políticas de descentralización política y administrativa como factor de
ordenamiento alternativo a la centralidad del poder, el país ha generado en los últimos tres
años dos visiones de construcción de Estado‐Nación. Una visión que es centralista‐estatista y la
otra que es autonomista‐liberal. Más allá de esta fuente de conflictos de interés regional, la
incorporación de nuevos niveles de autonomía vía la nueva Constitución, incrementarán
substancialmente los focos de tensión territorial en materia de representatividad política y en
materia de competencias del gobierno local.
Es un hecho insoslayable que los procesos de globalización contemporánea mueven al capital
transnacional rápidamente y en forma especulativa. Por cierto este factor tiene demasiado
peso sobre los aspectos del principio de “soberanía” de un Estado débil como el boliviano y
que se mantendrá en crisis constitucional por los próximos diez años en la medida que la
aplicación de la nueva constitución será una tarea muy difícil para el gobierno, si no entra en
pactos políticos proactivos con la oposición política. En un encuadre más amplio, la viabilidad
de todos los Estados nacionales está inevitablemente amenazada en todo el mundo. Jürgen
Habermas advierte que:
“La Globalización del tráfico económico y de las comunicaciones, de la producción
económica y de su financiación, de las transferencias en tecnología y armamento, y, sobre
todo, de los riesgos tanto ecológicos como militares, nos confronta con problemas que ya
no pueden solucionarse desde el marco de un Estado nacional o por las vías habituales
hasta ahora de los acuerdos entre Estados soberanos. Si no cambia todo seguirá
progresando el vaciamiento de la soberanía concebida en términos propios de los Estados
nacionales y se hará necesario la construcción y ampliación de las competencias políticas
6
de acción a niveles supranacionales, cuyos comienzos ya podemos observar”
6 HABERMAS, “LA INCLUSIÓN DEL OTRO: ESTUDIOS DE TEORÍA POLÍTICA”. EDICIONES PAIDOS. BARCELONA. 1999.PGS 82‐84
6
En antinomia a esta tendencia y en respuesta a las presiones internacionales que sostenían la
ampliación de nuevos derechos humanos vinculados a la identidad indígena 7 , la demanda
social boliviana de la construcción de un “nuevo contrato social” en pleno siglo XXI ha sido un
eje principal de la demanda concreta de los indígenas de tierras bajas en las marchas de 1990 y
ha sido traducido en el principio de la “pluriculturalidad” al interior de la esfera constitucional
por las reformas de 1994. En forma casi paralela, los “indígenas” bolivianos de tierras altas
quienes fueron transformados por decreto en “campesinos” durante la implementación de la
Reforma Agraria de 1953, retomaron por propia voluntad la definición de “originarios”,
rechazando el concepto de “indígena”, a partir de una retrospectiva pre‐colonial y la
“pluriculturalidad” se transformo en “plurinacionalidad” en la nueva Constitución con la
reinterpretación de las categorías usadas durante la revolución soviética.
Esta fluctuación identitaria del “excluido” ya sea este “campesino” en un momento, y/o
“silvícola” en otro, ha sido llevada a extremos y finalmente mediante la categoría de
“campesino/originario/indígena” se ha creado una especie de definición mutante que no tiene
correspondencia en la realidad sociológica boliviana. De hecho, esto está abriendo un
sentimiento de animosidad social, que hoy ha alejado políticamente a los campesinos de los
pobladores urbanos.
Es más, cuando la Nueva Constitución define a los “ciudadanos bolivianos” en una
categorización de pueblo conformado por “campesinos/originarios/indígenas”, “comunidades
interculturales y afro‐bolivianas” se ha roto el principio básico de la igualdad entre todos los
ciudadanos bolivianos. Estos cambios de definición y su adscripción a derechos políticos
basados en la identidad sociocultural, sumamente marcados en el nuevo documento
constitucional, será inevitablemente fuente de una serie de conflictos impredecibles a futuro.
Por ello y muchos temas más, el documento constitucional que ha salido de una consulta
ciudadana con un apoyo relativo del 62% y con una oposición del 38% va a tener serios
problemas en su posibilidad de aplicación al conjunto del 100% de los bolivianos. Por otro
lado, no se puede soslayar que la nueva constitución es un documento que ha salido de un
pacto político en el Congreso Boliviano quien no tenía las facultades legales para esta tarea y
por lo tanto seguirá siendo un tema polémico en términos de su legitimidad y legalidad, aparte
de no perfilarse como un documento realmente constitutivo de un “nuevo contrato social”.
Los resultados del referéndum constitucional ya muestran un escenario marcado de
potenciales conflictos en la medida de que ya existen divisiones claras en el marco de que
cuatro de los nueve departamentos han votado en contra de la nueva constitución, al igual que
6 de las nueve ciudades de Bolivia, también han rechazado el documento. Extendiendo éstas
estadísticas como indicadores, 34 de las 36 naciones originarias han rechazado el documento
de la nueva Constitución.
En la perspectiva neo‐nacionalista del MAS que se apoya en el principio político del “revolución
democrático‐cultural” para ejecutar la implementación del “Estado Plurinacional”, esto ha
provocado, como hemos explicado antes, la construcción de relaciones diferenciales entre
“ciudadanos interculturales” y “originarios‐campesinos‐indígenas” en un marco que se percibe
sociológicamente como la inversión de las relaciones de poder entre “incluidos/excluidos”.
Este aspecto se convierte en una fuente potencial de conflictos sociales que en cierta manera
ya está expresado en las tendencias del voto por la aprobación y desaprobación del nuevo
texto constitucional.
Esta forma de definir constitucionalmente al ciudadano por doble partida y con doble derecho
político para unos y no para otros, abre las posibilidades de una nueva forma de “apartheid”
7 POR EJEMPLO EL CONVENIO DE LA OIT 167 DE 1990
7
político, si no se resuelven las contradicciones fundamentales entre Estado‐Región, Estado‐
Clase Social y Estado‐Etnia 8 que el gobierno del MAS se ha encargado de intensificar con su
forma política de actuar. Bajo la perspectiva de ver la política nacional desde una lógica que
incentiva el conflicto político y social, más la confrontación cultural, se entra en una forma de
conciencia colectiva que no será muy útil para enfrentar los desafíos de profundizar el sistema
democrático boliviano en la era del conocimiento y la racionalidad.
La aprobación relativa del nuevo texto constitucional abre un periodo de profunda
incertidumbre en la vida sociopolítica boliviana que durará por lo menos una década. En vez de
llegar a una atmósfera de posible resolución de problemas, se ha aumentado la carga
específica y potencialidad de los conflictos sociales.
Retrospectivamente los problemas de contenido ideológico y la forma en que la nueva
Constitución Política del Estado ha sido aprobada, considerando un trayecto de procesos
indebidos para su etapa de consulta ciudadana, también se abre un ambiente de
cuestionamientos al proceso democrático boliviano. En este sentido, la ausencia de un control
constitucional de parte de un Poder Judicial independiente, que lamentablemente ha sido
desestructurado en los últimos tres años por el Poder Ejecutivo, convertirá al campo político
en un potencial que incrementará las posibilidades de esa incertidumbre social en la cual el
país vivirá durante todo el periodo del año 2009 y quizás más allá.
Debemos advertir que la aprobación de la Nueva Constitución produce un vacío jurídico muy
peligroso al margen del “principio de la continuidad del Estado” que durará hasta la elección
de diciembre del 2009 donde no existirá ninguna institución estatal que pueda controlar los
excesos que se puedan dar en una situación de anomía total. Los primeros síntomas ya se
pueden ver con los avasallamientos de tierras urbanas y rurales en Santa Cruz. Este proceso de
la creación de una atmósfera anómica a partir del desmontaje de un modelo de Estado para
reemplazarlo con otro, por cierto define el carácter de los conflictos políticos y sociales por los
cuales Bolivia ha estado transitando en los últimos tres años y transitará hasta mucho después
de la elecciones del 2009.
El desafío de la construcción de un Estado‐Nación más democrático e institucionalizado que
sirva la necesidad de todos los ciudadanos, no importando su origen “étnico‐social”, y una
relación más abierta con el mundo, lamentablemente está siendo inhibido por la incorporación
de los intereses de “movimientos sociales” a la esfera de la política gubernamental. Los
“movimientos sociales” en realidad son las cabeceras de organizaciones sindicales
corporativizadas y de lealtades cambiantes con las coyunturas políticas.
Esta estrategia conservadora de la política de una izquierda boliviana atrapada por modelo del
“socialismo real”, refleja simplemente la construcción de una hegemonía del poder por el
poder y que definitivamente tiene muchos riesgos en materia de la tentación totalitaria. Pero
esta no es una nueva experiencia nueva, se lo ha hecho a lo largo de varios ciclos de
administración absolutista en Bolivia y principalmente se ha desarrollado durante los primeros
gobiernos del Movimiento Revolucionario Nacionalista. Este hecho sociológico es y ha sido el
principal motor y reproductor de los conflictos que han estado latentes y que se han
estimulado con mucha más intensidad en los últimos tres años de gobierno del MAS.
Cabe por lo tanto, reconocer que el gobierno del Movimiento al Socialismo desde el principio
de su gestión decidió privilegiar la política de la confrontación y el conflicto 9 como estrategia
8 LA EXPLICACIÓN Y DESARROLLO DE ESTAS CONTRADICCIONES SE LAS ENCUENTRA EN EL LIBRO DE ISAAC SANDOVAL RODRIGUEZ: “NACIÓN Y
ESTADO EN BOLIVIA”. EDITORIAL MUNDY COLOR. S.R.L. 1991. LA PAZ, BOLIVIA.
9 SEGÚN LEWIS COSER, EL CONFLICTO DESDE EL ÁMBITO SOCIOLÓGICO SUPONE “LA LUCHA O RECLAMO POR OBTENER VALORES, STATUS, PODER
O RECURSOS EN LOS CUALES LOS OBJETIVOS DE LAS PARTES SON NEUTRALIZAR, HERIR O ELIMINAR A SUS RIVALES”. THE FUNCTIONS OF SOCIAL
CONFLICT. NEW YORK: THE FREE PRESS, 1956.
8
de cambio en las relaciones de poder y de construcción de una versión neo‐populista de
hegemonía política. Lamentablemente ésta estrategia gubernamental ha tenido la tendencia
de subestimar a nombre de la ideología de una “revolución democrática y cultural” y el
“cambio total” las potencialidades y beneficios de una resolución de conflictos negociada y
pacífica, para acelerar los cambios en consenso y dentro de una visión proactiva de por
ejemplo la “complementariedad de los opuestos”.10
Desde otra perspectiva, la estrategia de conflicto y confrontación han demostrado que en el
actual gobierno no existe una sinergia, ni una voluntad política adecuada entre la capacidad de
hacer gestión administrativa y la capacidad de hacer política propositiva, a efectos de
implementar un cambio profundo que pueda ser entendido y aceptado por toda la población. Comentario [P1]: Incluir aqui
Como demuestran los resultados del referéndum constitucional del 25 de enero, Bolivia sigue algunos datos de la última
encuesta sobre Constitución
enfrascada en una polarización creciente.
Un reciente trabajo de Nató y Rojas Rios, plantean las siguientes tesis sobre la polarización: 11
1. La polarización es un producto histórico fermentado en décadas de frustraciones.
2. La polarización se manifestó y activó en la coyuntura neoliberal y continua vigente en
la nueva.
3. La polarización implica un giro político y social.
4. La izquierda insurgente expresa el calentamiento sistémico.
5. La sociedad extremada produce una política extremista.
6. La polarización está siendo metabolizada (con altas y bajas) por la democracia.
7. La revolución y la polarización son dos caras de una misma moneda, aunque de
distintos rostros.
8. La polarización es una onda expansiva que ahoga a los moderados.
9. La polarización genera un química insalubre entre los actores.
10. La polarización una vez politizada se resuelve políticamente. Para bien o para mal.
11. Construir el tercer lado para despolarizar la política y la sociedad.
Todas éstas premisas se han desarrollado y han madurado en Bolivia desde fines de la década
de los 1990.
Los conflictos de inflexión estructural: el caso de Cochabamba y El Alto
Las turbulencias sociales pueden ser a veces coyunturales y a veces de inflexión estructural, se
puede señalar que la explosión de la “Guerra del Agua” en el año 2000 y la insurgencia de los
habitantes de la ciudad de El Alto en el 2003, marcan la primera ruptura estructural más
importante con el sistema neoliberal de administración del Estado boliviano. Estos eventos
mostraron una tenaz resistencia social a un gobierno “nacionalista neoliberal” que pretendía
avanzar sobre la expropiación transnacional de recursos naturales como el agua y los
hidrocarburos. Detrás de estas reivindicaciones está el gran conflicto entre los principios de la
propiedad privada y la pública y es un conflicto que se mantiene vigente en la nueva
Constitución del Estado.
Aunque la “guerra del agua” no es un conflicto que está dentro de la línea de tiempo del actual
gobierno, representa uno de los síntomas estructurales de lo que iba a manifestarse
posteriormente con la caída del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada durante la insurgencia
de la ciudad de El Alto, como símbolos del retorno al concepto de la “nacionalización”: el
10
PARA ENTENDER EL SIGNIFICADO DE LA FILOSOFÍA DE LA COMPLEMENTARIEDAD DE LOS OPUESTOS SE SUGIERE LAS LECTURAS DE LAS OBRAS DE
DOMINIQUE TEMPLE, JAVIER MEDINA Y FILEMÓN ESCOBAR.
11 “GEOGRAFÍA DEL CONFLICTO. CLAVES PARA DECODIFICAR LA CONFRONTACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA”. UNIR‐PLURAL EDITORES. LA PAZ.
BOLIVIA. 2008. PÁGS. 128‐46.
9
modelo “nacionalista revolucionario” de corte neoliberal estaba a punto de mutarse en una
nueva forma de “nacionalismo revolucionario” de corte neo‐populista. Es decir, a pesar de los
nuevos escenarios sociales de conflicto político, el contenido nacionalista revolucionario del
Estado boliviano no ha sido transformado en su esencia ideológica y de ahí que la polarización
adquiere otro sentido, pero no termina resolviendo las contradicciones en la relación Estado‐
Sociedad Civil.
El hecho de haber llegado a extremos de políticas de privatización en el periodo de las
gestiones de la “democracia pactada” 12 para mantener la gobernabilidad en una débil
democracia como la boliviana, refleja el tipo de capitalismo de Estado institucionalizado por el
Movimiento Nacionalista Revolucionario como otra etapa de la matriz “nacionalista” de 1952,
la cual el MAS no ha podido superar como etapa histórica, considerando que el MAS es
criatura de la ideología del “nacionalismo revolucionario” boliviano. Aquí se cumple la premisa
filosófica de Nietzsche “del eterno retorno” mientras no se transforme la esencia del ser
humano.
Hoy se puede reconocer que el proyecto histórico de construcción de una “burguesía nacional”
a partir del “nacionalismo revolucionario” se ha convertido en uno de los polos del conflicto
político boliviano al llegarse a consolidar en el ciclo de la “democracia pactada” como una
contradicción política al proyecto neo‐populista del MAS.
En su expresión territorial se establece un espacio de desarrollo económico y social en el
oriente boliviano a partir de las recomendaciones de Melvin Bohan en 1940, las cuales se
llevaron a la práctica con el gobierno del Movimiento Revolucionario y los grandes proyectos
de migración interna desde las tierras altas a las tierras bajas. De igual manera en el periodo
del “neoliberalismo” se establecen las bases del capital financiero privado de Bolivia en la
ciudad de Santa Cruz.
La contraposición de un desarrollo desigual entre regiones geográficas, se ha convertido en
uno de los ejes más importantes de los conflictos políticos, económicos y culturales que
dominan el escenario nacional como los polos del conflicto boliviano. En la perspectiva de la
tesis de Sandoval Rodríguez, la contradicción Estado‐región‐clase social, han sido sintetizados
en una forma específica, agregando a ello el problema de la descentralización político
administrativa, expresados en las demandas de autonomía que hoy han sido ampliadas a los
36 grupos étnicos del país.
A pesar de las estrategias de confrontación como forma de gobernar, el MAS ha tenido que
buscar algunos espacios de concertación que se han traducido en pactos políticos con una
débil oposición, aunque el carácter de la oposición ya no tiene un perfil partidario de
organización, ni tampoco representa ya un proyecto alternativo para reemplazar lo que el
Movimiento al Socialismo propone como un programa de cambio total expresado en la nueva
Constitución. Sin embargo, después de los acuerdos para el referéndum revocatorio y
posteriormente, la apertura de los diálogos de octubre del 2008, la oposición perdió un
momentum significativo en su intención de modificar el proyecto hegemónico del Movimiento
al Socialismo. Después de los resultados del referéndum vemos la aparición de una oposición
todavía desorganizada en los estratos de clase media.
Como se señalaba más arriba, el conflicto de Cochabamba en el año 2000, marco un primer
momento de inflexión de eventos asociados a la negación de un modelo de desarrollo
económico neoliberal por parte de un movimiento social organizado bajo la “Coordinadora del
Agua”, pero también dio paso a la manifestación de otros conflictos que sustentaban la lucha
contra el neoliberalismo, idea central que se ha convertido en la plataforma fundamental del
12
PERIODO QUE COMIENZA EN 1985 Y TERMINA EN EL 2003
10
Movimiento al Socialismo. En el trasfondo del ordenamiento de la economía política mundial,
la lucha por la propiedad colectiva de los recursos básicos es la lucha de los usuarios de un
capital natural, con los poseedores de un capital corporativo transnacional, forma parte del
repertorio de luchas sociales que han cundido en todas las sociedades periféricas al
capitalismo central.
A pesar de todo el drama humano desplegado en el escenario cochabambino, el conflicto por
el usufructo del agua en Cochabamba ha quedado en un estado latente y sigue esperando una
solución definitiva, a partir de la consolidación de la total estatización en la administración de
los recursos naturales, en este caso el agua. Pero lo relevante del conflicto por el agua es que
denota ya un importante epicentro de la crisis en la estructura del sistema político, generado
por el ciclo de la “democracia pactada” que comenzó en 1985 y el sistema económico político
adscrito a los ajustes estructurales estimulados por la hegemonía del neoliberalismo a partir
de 1985.
“En términos históricos, puede decirse que desde la presidencia de Hugo Banzer
(1997/2001), la problemática del sistema se hizo cada más evidente y la dinámica del
conflicto social fue creciendo. La llamada “guerra del agua” de 2000 en Cochabamba es
quizás el ejemplo que mejor ilustra la gravitación cada vez más importante de los nuevos
actores.”13
Si hemos de señalar algunas de las características específicas de los conflictos que se han dado
entre el año 2006 y el 2008, se debe reiterar que el marco general de éstos choques y
desencuentros sociales son conflictos estructurales irresueltos y que han llegado a dominar el
tejido social de Bolivia en estos últimos tres años del gobierno del presidente Juan Evo Morales
Ayma. Por otro lado, el ascenso del MAS al poder está directamente imbricado a la
funcionalidad de los conflictos que se iniciaron con la “Guerra del Agua” y la “Guerra del Gas”.
Sin embargo el ascenso del MAS tiene mayor relación con la defensa y reivindicación de la hoja
de coca frente a la política de la “guerra contra las drogas”. Desde ésta perspectiva los
conflictos estructurales irresueltos han sido el vehículo ideal del ascenso de Evo Morales a la
presidencia de la República, y por ende son conflictos funcionales para que su permanencia en
el poder sea viable. Por lo tanto, los conflictos han siso utilizados por el MAS como una
herramienta fundamental para el cambio de un Estado Neoliberal a un Estado Plurinacional,
como lo establece la línea política oficial.
Aunque los procesos de la necesidad de un cambio social han madurado en el seno de varias
reivindicaciones de grupos sectoriales que reclaman derechos sobre la posesión de la tierra, el
acceso a fuentes de empleo, el derecho a la ciudadanía incluyente y finalmente una lucha por
reivindicaciones coyunturales que aparecen dentro de los ciclos de cambio de “corta y larga
duración” 14 , el proyecto político del Movimiento al Socialismo ha utilizado este reservorio a
efectos de mantener una permanente turbulencia en el tejido social de la sociedad boliviana.
Como resultado de la mantención de ésta turbulencia social, los conflictos que se han dado en
el periodo 2006‐2008 que lamentablemente han terminado cobrando vidas humanas son el
reflejo del crecimiento anómico que se da en una sociedad cuando se está transitando de un
orden constitucional a otro.
13 FRANCHINI, MATIAS: “ASAMBLEA CONSTITUYENTE EN BOLIVIA: GÉNESIS, EVOLUCIÓN Y CONFLICTO EN EL CAMBIO”. DOCUMENTOS DE
CADAL. AÑO 5, NO. 74. 5 DE JUNIO, 2007. BUENOS AIRES.
14 LOS CICLOS DE LARGA DURACIÓN SE REFIEREN A HORIZONTES DE TIEMPO QUE SON IMPERCEPTIBLES A LOS ACTORES SOCIALES QUE ESTÁN
INVOLUCRADOS EN EL CICLO Y LO PERCIBEN COMO COYUNTURAS DE CORTA DURACIÓN.
11
Un análisis de los conflictos sociales entre 2006 y 2008: los síntomas
de la sociedad anómica.
El siguiente análisis de los conflictos sociales está representado por una serie de eventos que
están ligados estrechamente a la acumulación estructural de problemas irresueltos en la
formación social y política de Bolivia que se han intensificado durante el gobierno del
Movimiento al Socialismo, considerando que el tránsito de cambio total implica una ausencia
de normas claras que puedan ser cumplidas por actores de conflictos esporádicos.
Los conflictos en sí mismos reflejan una serie de facetas que en su forma más básica están
relacionados con problemas sociales de origen económico, pero al mismo tiempo están
imbricados en las contradicciones que se han heredado de un Estado boliviano incapaz de
poner un control adecuado a los rebalses violentos y una atención debida a éstos problemas
que de hecho se convierten en conflictos que afectan profundamente el campo político que
ocupa hoy el MAS.
En la descripción de los siguientes eventos ocurridos a lo largo de los últimos tres años se
puede ver que varios conflictos que tienen su asociación con problemas económicos
estructurales, pero que adquieren también una dimensión política en momentos de coyuntura
política que está cargada de una ausencia de normas que rigen la conducta de la sociedad y
está vinculado en el imaginario de la gente al proceso constituyente en la medida de que la
idea de la “refundación” del país ha calado hondo en el imaginario boliviano.
12
políticas neoliberales
sobre la propiedad urbana
de la tierra.
13
llamativo que marca este
conflicto es que los
productores de Vandiola
no forman parte del
conjunto de las
Federaciones del Trópico y
en ese sentido no tenían
afinidad con las bases del
MAS. Paradojicamente,
por las circunstancias de
una Ley que el gobierno
no ha modificado a pesar
de que la Ley 1008 es uno
de los instrumentos
jurídicos que más ha
afectado la vida de los
habitantes del Trópico de
Cochabamba.
El 11 de enero de 2007 el Gobierno, Conflicto político que está Este problema
Gobierno convocó a los Prefectura y de directamente relacionado queda asociado
movimientos sociales a por medio con la mantención de y vinculado a los
tomar la Prefectura Sociedad Civil hegemonía del Gobierno procesos
cochabambina, que estaba dividida entre sobre el departamento de autonómicos
a cargo de Manfred Reyes habitantes Cochabamba. Por otro lado que se darán
14
Villa. El resultado del rurales y también ha sido generado con la aplicación
enfrentamiento entre los urbanos. por la mutua animosidad de la Nueva
simpatizantes de Reyes personal y política que el Constitución del
Villa y de Evo Morales, fue Presidente y el Prefecto Estado.
la muerte de Cristian mantenían como
Urresti por un contrincantes políticos.
linchamiento y el cocalero
Juan Ticacolque. 15
15 CARDOSO, RENÉ (S.I.): “11 DE ENERO”. 18 DE ENERO DE 2009. AGENCIA DE NOTICIAS FIDES. “SE
PUEDEN DECIR MUCHAS COSAS SOBRE LO OCURRIDO EN COCHABAMBA EL 11 DE ENERO DEL 2.007. TODAVÍA
MUCHOS CIUDADANOS QUE VIVEN EN COCHABAMBA INTENTAN COMPRENDER LO QUE REALMENTE OCURRIÓ EN
ESA TRÁGICA FECHA. LOS LÍMITES A LOS QUE SE LLEGÓ EN LOS ENFRENTAMIENTOS FUERON MÁS ALLÁ DE LOS QUE
REALMENTE ERAN IMAGINADOS. LA CIUDAD DE COCHABAMBA, CARACTERIZADA POR SU CARÁCTER NEUTRAL EN
MUCHAS DE LAS DIVISIONES QUE VIVE BOLIVIA, DE PRONTO FUE UN ESCENARIO PARADIGMÁTICO DE LA GRAN
DIVISIÓN QUE VIVE BOLIVIA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS. POSIBLEMENTE COCHABAMBA ERA UN ESCENARIO MUY
PROPICIO PARA ESTE ENFRENTAMIENTO, YA QUE POR UN LADO TIENE AL PREFECTO MÁS FEROZMENTE
ENFRENTADO AL GOBIERNO CENTRAL, Y POR OTRO LADO, AL MOVIMIENTO COCALERO, CUNA DEL ACTUAL
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.”
15
Administrativas (UPA),
estos casos los debe
resolver, en primera
instancia, el Prefecto.
Luego podría apelarse al
Gobierno, a la Corte
Suprema y al Congreso.
16
emblema simbólico que ha
marcado el accidentado
transito de la indebida
aprobación del
documento constitucional
y que hasta ahora se
requiere del gobierno que
se señale a los
responsables de éstas
muertes.
El 16 de enero de 2008 el Pobladores de Este evento está vinculado Más que
estudiante Rolando Gira Ivirgarzama a los eventos que tienen el conflictos, son
Meruvia, es linchado por denominativo de “justicia eventos
cocaleros afines al MAS. comunitaria”. También específicamente
Según el informe de la tiene que ver con los relacionados a
Human Rights Foundation prejuicios que fueron una situación de
Bolivia, dice que Gira de estimulados por las anomía social.
24 años fue golpeado, diferencias entre “cambas y
envuelto en una bolsa y collas” en el contexto de
enterrado vivo porque los conflictos políticos entre
hablaba como camba. “centralistas” y
“autonomistas”.
17
contrarios al alcalde,
Alejandro Mamani (MAS),
tomaron el edificio
municipal. El alcalde
masista es sindicado de
pagar sobresueldos, de
nepotismo y de incurrir en
negociados con las obras.
Además, se lo acusa de
haber utilizado la radio
municipal para difamar a
sus opositores.
El 12 de agosto en La Paz Gobierno y Problema que emerge de Problema no
fallece Freddy Siñani, uno sector de una promesa electoral que resuelto hasta
de los discapacitados que discapacitados no se cumplió y que la fecha.
estaba en huelga de después fue manejada
hambre protestando por políticamente por el
el incumplimiento del gobierno y sus opositores.
Gobierno en el pago de un
bono de equidad
prometido por Evo
Morales en la campaña
2005.
El 18 de septiembre Unión Juvenil El intento de hacer un Parte de un
muere el unionista Edson Cruceñistas y bloqueo a la ciudad de conflicto que no
Abad Ruiz Aguayo, herido Campesinos Santa Cruz. se ha resuelto
en un enfrentamiento con militantes del todavía.
18
movimientos sociales MAS.
afines al MAS registrado
en la población de
Tiquipaya del municipio de
El Torno.
En todos los casos el Gobierno y la oposición ofrecen versiones contradictorias de estos
luctuosos hechos, sin que hasta la fecha se esclarezcan quienes fueron los autores materiales e
intelectuales de éstos incidentes que dan como resultado 73 fallecidos entre el 2006 y el 2008.
16
EL CONSTITUCIONALISTA CARLOS HUGO MOLINA SOSTIENE QUE LA NUEVA CONSTITUCIÓN ES UN DOCUMENTO QUE CONTIENE
PRÁCTICAMENTE TODOS LOS MARCOS DE LAS CONVENCIONES UNIVERSALES, EMPERO SU NIVEL DE APLICACIÓN A LA REALIDAD NACIONAL ES CASI
IMPOSIBLE.
19
Finalmente la fórmula del derecho positivo de “un ciudadano, un voto” se aplico en la elección
del 2 de julio del 2006 a pesar de los reclamos de campesinos y pueblos indígenas que querían
ser representados por constituyentes elegidos por usos y costumbres. El actual vicepresidente
Álvaro García Linera, registra en su libro 17 la siguiente observación sociológica sobre este
tema, sin embargo en la realidad política, este proceso no fue aceptado por el propio García
Linera:
“En correspondencia con las características del comunitarismo político que prevalece n la
mayoría de las organizaciones sociales indígenas, rurales y urbanas, se considera que ellas,
que son las que han luchado por la Asamblea Constituyente, sean las que elijan
directamente, sin mediación del voto secreto; es decir los constituyentes deben ser
elegidos por medio de asambleas y cabildos que, partiendo de cada sindicato de base,
vayan seleccionando por competencia asambleística
En la sumatoria total de las representaciones, se llego a un número de 255 constituyentes, 3
por cada una de las 70 circunscripciones electorales y cinco por las 9 circunscripciones
departamentales. Igualmente se impuso de manera relativa la combinación de un hombre, una
mujer para las formulas de las candidaturas, lo cual dio como resultado final que 88 mujeres
hayan sido electas como constituyentes.
A efectos de darle una visión alternativa al análisis sociopolítico de las elecciones del 2 de julio,
es pertinente señalar que la Ley Especial de Convocatoria a la AC, estaba condicionada por la
estructura electoral del Poder Constituido en el país lo cual forzó a los candidatos a una lógica
política de adscripción a un partido político, una agrupación ciudadana o un pueblo indígena.
Sin embargo, esta última categoría simplemente no cabe en el contexto de la lógica electoral.
Es decir, ¿cómo es que se obliga a un Pueblo Indígena inscribirse como partido político?
Desde otra perspectiva, a efectos de cumplir rápidamente con un compromiso de campaña
política, el MAS opto por estructurar las elecciones de los constituyentes según criterios
políticos tradicionales. Se busco un camino expedito para construir una mayor hegemonía
política que superará el 54% obtenido en las elecciones presidenciales a efecto de nuevamente
medir niveles de popularidad de la gestión, poniendo en su agenda de gestión gubernamental
la administración de la Asamblea Constituyente. El instrumento ejecutivo de administración
del conclave cayó bajo la responsabilidad de la REPAC, que hoy es un órgano de campaña para
la aprobación del documento coordinado en el Congreso Nacional.
En términos del cálculo porcentual, él MAS solamente obtuvo un poco más del 50% de los
votos en términos de constituyentes, reduciendo en 4 puntos su rendimiento en las elecciones
generales de diciembre del 2005. Este dato preocupo severamente al presidente de la
República, más el hecho de que en los resultados del referéndum autonómico, 4 de los nueve
departamentos optaron por votar positivamente a favor de un régimen autonómico. Este fue
el inicio del conflicto estructural en materia de dos visiones de construcción de Estado‐Nación
que hasta ahora no ha sido resuelto.
Es ya un hecho consumado de que en el Referéndum Autonómico, el MAS cometió un grave
error político al retroceder en el apoyo al SÍ en plena campaña para la Asamblea
Constituyente, apoyo que originalmente se ofreció a la conformación de las autonomías en el
seno del Comité Cívico Cruceño, representado específicamente por la apertura de las oficinas
de la REPAC en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Si se hubiese mantenido un apoyo
transparente al SI autonómico, es probable que el MAS hubiese obtenido la mayoría
matemáticamente posible de constituyentes y nueve departamentos autonómicos, por lo
17 GARCÍA LINERA, A, CHÁVEZ, M Y COSTAS MONJE P: “SOCIOLOGÍA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN BOLIVIA”. OXFAM‐DIAKONÍA.
PLURAL EDITORES. LA PAZ. 2004. PG. 204.
20
tanto el horizonte de discusión de la Asamblea Constituyente hubiese sido radicalmente
distinto y probablemente pacífico. Lamentablemente no fue así y de ahí para adelante
comenzaron los problemas referidos al conflicto entre los departamentos autonomistas y el
gobierno del MAS.
Aquí cabe enfatizar un aspecto importante de la forma en que se entienden los procesos
históricos desde la perspectiva de la hegemonía política del MAS y de las reacciones opositoras
a esta hegemonía, es decir, el cálculo aritmético de la lógica partidaria en general impuso una
forma de evaluar los problemas del país, que actualmente se encuentra inmersa en una
dinámica equivalente a una compleja geometría social que busca un horizonte de permanente
resolución a los conflictos iniciados desde el 2000.
De hecho la población de Bolivia estaba apostando a que la nueva constitución que emerja de
debates racionales y de principios jurídicos dentro de la AC para que la nueva Constitución
pueda convertirse en una herramienta de derechos y garantías que de solución a problemas de
corto y mediano plazo. Por cierto la población boliviana en general esperaba un Estado
absolutamente sensible, responsable y eficiente con relación a las necesidades básicas,
principalmente el respeto a los derechos humanos, educación, salud, empleo y conservación
sostenible de los recursos naturales. Todo ello está enunciado en la nueva Constitución, pero
su implementación práctica será un proceso de cambio en las conductas sociales que por lo
menos tomará una generación.
Debido al carácter y el alto perfil político‐partidista que se dio a la corta campaña de los
constituyentes, tanto por parte del partido de gobierno, como por parte de los opositores,
ambos no fueron capaces de construir propuestas de principio constitucional y de perspectivas
de un horizonte claro en referencia a la construcción viable de un nuevo Estado boliviano. Es
evidente que el tiempo necesario para un periodo pre‐constituyente de mayor acceso a
información por parte de la ciudadanía y los partidos políticos, a efectos de llegar a una
Asamblea mejor organizada políticamente, requería de una postergación de la misma por lo
menos por un periodo prudente.
Sin embargo lo que domino en la lógica de la elección de los constituyentes fue la estructura
del pensamiento político tradicional De hecho, la campaña en si misma se redujo en su última
fase a una suerte de “guerra sucia” entre MAS y PODEMOS que limitó las posibilidades de
entender el carácter histórico y contemporáneo de la tarea de los constituyentes, sean éstos
de derecha, izquierda o indigenistas.
El pivote de la “guerra sucia” se concentro en la intervención del gobierno de Venezuela en los
asuntos internos de Bolivia, como fue señalado con insistencia por PODEMOS, considerando
como referencia que el inicio de la campaña del MAS contó con la activa presencia del
Presidente Chávez que es un aspecto inédito en la historia contemporánea de los países de
América Latina. 18 Esto despertó en la población políticamente conservadora de derecha, viejas
sensibilidades con referencia a los fantasmas del “comunismo” cubano, soviético, la perdida de
libertades individuales y otros temas vinculados al racismo latente en contra de los campesinos
e indígenas, quienes eran vistos como posibles agresores a la cultura urbana. Es más se
percibía la posibilidad de que una franca insurgencia indígena terminaría invadiendo
propiedades urbanas y otras. Todos fueron temas que estimulaban la posibilidad de una
confrontación regional y étnica. En efecto ya en la campaña del referéndum constitucional, se
llegaron a los límites irracionales de percibir la constitución como anti‐cristiana, pero al mismo
18 EN LA RECOMENDACIÓN 24 AL GOBIERNO DE VENEZUELA DEL INFORME DEL INTERNATIONAL CRISIS GROUP DEL 3 DE JULIO, 2006 CON
REFERENCIA A LAS REFORMAS DEMOCRÁTICAS DE BOLIVIA, SE DICE: “EN EL CASO DE VENEZUELA, EVITAR PERTURBAR EL SECTOR FINANCIERO, Y
EN ESPECIAL EL BIEN ESTABLECIDO SECTOR DE MICROCRÉDITO, CON LA INTRODUCCIÓN DE CAPITAL A TASAS DE INTERÉS SUBVALORADAS, Y EVITAR
INTERVENIR EN LOS ASUNTOS POLÍTICOS INTERNOS DE BOLIVIA, SOBRE TODO EN LOS REFERENTES A LA AC” (PG. 10)
21
tiempo las primeras acciones de avasallamiento urbano se dieron una vez aprobada la
constitución.
El sentimiento adverso a los indígenas y de reacción irracional en las capas medias y medias
altas de la sociedad boliviana permitieron que se matizara electoralmente el tema de la
Constituyente como programa de Gobierno, en contraposición a los procesos Autonómicos,
reproduciendo nuevamente los sentimientos encontrados entre “oriente” capitalista y
“occidente” comunitario. Este aspecto se mantiene vigente en el periodo post‐referéndum y
por los votos obtenidos a favor de la aprobación y los votos en contra, se proyecta una división
entre los habitantes de las ciudades y los habitantes de las áreas rurales.
Desde un principio, la gestión gubernamental del MAS combino las decisiones del Poder
Ejecutivo con la atmósfera electoral de los constituyentes, promulgando varios decretos
referentes a la “Nacionalización” de los hidrocarburos y decretos referentes al comienzo de la
transformación de la Ley INRA. De igual manera se intento poner en vigencia una nueva
Reforma a la Educación, como también desplegar la asistencia cubana en las áreas de salud y
alfabetización. Con todo este paquete de diferentes prácticas políticas y discursos encendidos
desde el Poder ejecutivo, la Asamblea Constituyente se instala finalmente en la ciudad de
Sucre el 6 de agosto del 2006. En el discurso de la instalación, el presidente Morales lanza ya la
línea política de que la Asamblea tiene que tener poderes plenipotenciarios y debe ser
originaria, por encima del poder constituido. Más aún una vez más pone su cargo de
presidente a disposición de la AC, pero también se pone al servicio de este poder
constituyente. Todos éstos elementos de compromiso políticos fueron más discursivos que
reales, mostrando una fuerte dosis de demagogia que se práctica en el manejo del poder.
En efecto los primeros días de organización de la AC, se redujeron a una serie de pruebas de
fuerza partidarias que entrabaron la elección de la Comisión Ad‐hoc y la Mesa Directiva, como
también definir la identidad de la Asamblea como tal a través de un reglamento de debates
que a efectos del resultado obtenido en el documento constitucional de Oruro, se violento
permanentemente. Este hecho proyecta una sombra de “inconstitucionalidad” en el contexto
del poder constituido, sobre el documento constitucional derivado desde este orden jurídico.
Resumiendo, el poder constituyente se ha visto severamente comprometido por el poder
constituido y los opositores al gobierno, en la medida que entre los dos poderes no ha habido
una clara mediación razonable que dirigiera un proceso de cambio político con reglas
democráticas. El último acuerdo en el Congreso Nacional para aprobar el nuevo documento
constitucional confirma la tendencia de no haber respetado la relación de poder constituido y
poder constituyente.
Desde otra perspectiva, el referéndum revocatorio del 10 de agosto del 2008, muestran que el
pueblo boliviano ha ratificado su posición frente a la clase política de una manera similar a las
elecciones generales del 2005. Es decir el Presidente Morales tiene la preferencia de los
ciudadanos con una aprobación del 67.7%, pero sigue cuestionado por las cinco regiones y sus
respectivos prefectos, quienes en sus respectivas regiones han alcanzado una preferencia
similar que fluctúa entre el 54% al 70%. Sin embargo al margen de los cálculos políticos, el
tema del conflicto se ha mantenido en el texto constitucional y su relación con los Estatutos
Autonómicos. Pero el conflicto más severo se expreso con la distribución de los Impuestos a
los Hidrocarburos y otros aspectos colaterales con la distribución de los ingresos fiscales.
A pesar de que el presidente Morales ha incrementado porcentualmente su caudal de votos de
53.7% en el 2006 a 67.7% en el Referéndum para seguir con las políticas de “cambio”, existe
una sombra razonable de dudas sobre el carácter de las estadísticas y los resultados obtenidos
en la consulta a la ciudadanía. Las denuncias documentadas muestran algunas irregularidades
que no se pueden pasar por alto.
22
“Recordemos estas denuncias: 25 mil casos de cédulas de identidad duplicadas y hasta
triplicadas; 15 mil que carecen de números de serie y otras 15 mil obtenidas sin respaldo
documental alguno. Se cree que hay muchas más irregularidades de este tipo, a las que se
atribuye el hecho de que en sólo dos años (entre 2006 y 2008), el padrón nacional electoral
registrase un aumento cercano al 30%, superando parámetros normales de incremento. En
2006, los ciudadanos habilitados para votar ascendían a 3.725.370 en todo el país. ¡El
padrón de 2008 totaliza 4.055.306 ciudadanos! ¿Algo tuvo que ver la campaña de
19
‘carnetización’ en esta suerte de hipertrofia cuantitativa de la masa electoral?”
Estos aspectos relacionados a un incremento inusitado del padrón electoral que
estadísticamente no es posible, ahora se ha convertido en el centro de un debate que puede
incidir en la confiabilidad del Referéndum como instrumento de legitimidad del gobierno de
Evo Morales. Sin embargo, a pesar de ello, la gestión del presidente Morales entro al
referéndum aprobatorio del proyecto de Constitución, incrementando así el riesgo de entrar
en un campo de mayor conflicto social en la población con las consecuencias sociales que ello
puede provocar una vez implementada la nueva constitución. Esto está por verse en el devenir
de la política boliviana a futuro y después de la promulgación de la nueva Constitución.
Se debe tomar en cuenta que desde el mes de enero del 2008 hasta el 10 de agosto, los
intentos de diálogo fueron desahuciados y las partes en oposición política en el Congreso
Nacional (MAS y PODEMOS) en una alianza parlamentaria poco común, aprobaron por
unanimidad la Ley del Referéndum Revocatorio, sin revisar el texto original propuesto por el
Presidente Morales en el año 2007. Este acto ha causado un desbande y crisis generalizada al
interior de la agrupación política de PODEMOS, como también su debilitamiento en el Consejo
Nacional por la Democracia, organismo conformado por cinco prefecturas, municipios, comités
cívicos y universidades de los departamentos que han aprobado sus procesos autonómicos.
También se debe considerar que la ley de la revocatoria del mandato es anticonstitucional en
el marco de la Carta Magna del 2004 porque no existe la figura de “revocación” de un mandato
presidencial, al menos que la revocación este precedida por un juicio de responsabilidades en
el Parlamento boliviano. Tampoco guarda el principio de “igualdad” de condiciones para las
autoridades que deben ser electas. Por último, la Ley fue cuestionada por el único miembro
del Tribunal Constitucional que quedo vigente en el cargo, después de que el Gobierno del
MAS presiono para que los cuatro tribunos renunciarán a principios del año 2007.
A principios del 2008, la Vicepresidencia trató de re‐posicionar el rol de la Asamblea
Constituyente en el campo político boliviano a través de la comisión multipartidaria derivada
de las mesas de diálogo entre presidente y prefectos, como un importante instrumento de los
cambios pretendidos por el gobierno del Movimiento al Socialismo. Estas mesas no tuvieron el
éxito esperado por la población y por ello no ha podido solucionar la crisis que está
experimentando el Estado nacionalista desde el año 2003.
Esto muestra también que el fracaso de la construcción consensuada de una nueva Carta
Magna es y será una de las mayores causas de la tensión social que se ha incrementado
durante el año 2008 y se sigue incrementando con los resultados obtenidos en el Referéndum
Revocatorio y en el Referéndum Constitucional.
El resultado adverso de las primeras mesas de diálogo en el mes de enero 2008 entre
Prefectos y el Presidente los cuales fueron en parte transparentados por la presencia de las
cámaras de televisión sirvieron como el ojo de la observación pública, poniendo en evidencia
el así llamado “empate desastroso” que en su trasfondo político e histórico representa la lucha
19 MARIO RUEDA PEÑA EN “EL DEBER” .12 DE AGOSTO, 2008. SANTA CRUZ. MÁS ALLA DE ESTA OBSERVACIÓN, TANTO EN LA PAZ COMO EN
COCHABAMBA YA HAY CUESTIONAMIENTOS DOCUMENTADOS QUE SEÑALAN VOTANTES DOBLES, FALLECIDOS Y UNA INUSITADA DEPURACIÓN DE
VOTANTES EN CIENTOS DE MESAS ELECTORALES.
23
de la centralización del poder versus la descentralización del mismo. Debido a ello, entre
enero y junio de 2008 se auto‐convocaron en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y
Tarija, cuatro referéndum para aprobar Estatutos autonómicos que son una respuesta
contundente a la ruptura del principio de vinculación entre el proceso constituyente y el
referéndum nacional de aprobación de las autonomías.
De hecho, el principio de vinculación quedo trunco al haber aprobado un proyecto de
Constitución que incluye seis niveles de autonomía y por lo tanto de distribución de
competencias, cuando en el referéndum de las autonomías el voto popular solamente había
aprobado el nivel meso de la autonomía departamental.
De otro lado, y para intensificar el conflicto en el campo político, el desvío fiscal de Impuestos
de Hidrocarburos desde los presupuestos departamentales, al tesoro general de la nación y
con ello financiar los bonos “Dignidad” y “Juancito Pinto”, ha hecho de que el nivel de
confianza entre Prefectos y Gobierno Central se diluya. Este tema sigue pendiente y forma
parte de un tema que va a condicionar las relaciones entre el Poder Ejecutivo y las Prefecturas.
A ello se añade la aprobación sorpresiva entre el MAS y PODEMOS de la Ley de Revocatoria de
los mandatos para el Presidente y los Prefectos por encima de los principios constitucionales
vigentes, lo cual ya muestra un escenario muy complejo de conflicto social donde solamente se
vislumbra una salida política en forma de pactos o la otra alternativa indeseada es un conflicto
ampliado dentro de la sociedad en la medida de que la institucionalidad democrática boliviana
sea severamente trastocada por las acciones de la clase política boliviana en su conjunto. Lo
mismo se puede sostener con el tema de la aprobación del nuevo documento constitucional al
margen de las mesas de diálogo formal de septiembre 2008 y desviándose a una “mesa chica”
donde se redactaron de nuevo unos 100 artículos de la Constitución aprobada en Oruro.
De otro lado, el rápido avance del departamento de Santa Cruz en la instalación de una
Asamblea Legislativa departamental que ya ha aprobado una fecha tentativa de elecciones
generales para autoridades provinciales y cantonales para el 25 de enero del 2009, fecha que
ha sido movida por la aprobación de la nueva Constitución al 2010, sustenta los resultados
aprobatorios del Estatuto Departamental con un 85% de votos válidos del 4 de mayo 2008.
Este factor de avance regional hacia la plena autonomía, abre aun más la dinámica acelerada
de los cambios profundos en Bolivia en contraposición a las dinámicas generadas por el
gobierno del MAS a favor de la centralización del poder.
Las medidas tomadas por el departamento de Santa Cruz, reflejan según los criterios
obtenidos en una entrevista con Juan Carlos Urenda 20 , una total falta de reconocimiento del
derecho de las tierras bajas del país a pertenecer a la república de Bolivia, ya que para el
centralismo andino‐céntrico boliviano las tierras de oriente no “valían nada” y simplemente
servían para una colonización interna. 21 Por otro lado, durante las guerras que tuvo Bolivia en
todo su periodo republicano, el territorio del departamento de Santa Cruz fue el más afectado
habiéndose perdido más del 73% de su extensión original en el momento que Bolivia nació a la
vida republicana moderna. Por esto hechos, sostiene Urenda, el principio de la autonomía no
es un proyecto separatista como se lo ha calificado desde el Gobierno del MAS, más bien es un
proyecto que busca la unidad del país a partir de una demanda legitima de reconocimiento
como parte de la construcción nacional. En este sentido, el cambio de nominalidad de Prefecto
a Gobernador en la estructura de gobierno departamental ha irritado al gobierno del MAS
20 JUAN CARLOS URENDA FUE ASESOR JURÍDICO DEL GOBIERNO DEPARTAMENTAL DE SANTA CRUZ Y EL PRINCIPAL ESTUDIOSO DE LOS
PROCESOS AUTONÓMICOS EN BOLIVIA.
21 EN EFECTO EL PLAN BOHAN DE 1940 IDENTIFICO A SANTA CRUZ COMO EL SITIO PARA AMPLIAR LA FRONTERA AGRÍCOLA DE BOLIVIA, A
TRAVÉS DE MASIVAS COLONIZACIONES DE CAMPESINOS BOLIVIANOS PERTENECIENTES A CULTURA ANDINAS QUE SE ASENTARON EN ZONAS COMO
EL CHAPARE Y YAPACANI. ESTE PLAN DE “COLONIZACIÓN” FUE EJECUTADO DURANTE LE GOBIERNO DEL MNR.
24
porque las relaciones del poder en la estructura cambiante del Estado nacionalista ya no son,
ni serán las mismas, más allá de los reclamos de la falta de legalidad versus la legitimidad
social.
El “hecho social” 22 del Estado nacionalista boliviano es que la institucionalidad se está
mutando rápidamente, más allá de la institucionalidad del viejo Estado y las voluntades
políticas de los actores individuales en conflicto. Por un lado, el MAS argumenta una
“descolonización” 23 del Estado, mientras los autonomistas argumentan una mayor
democratización liberal e inclusión nacional. Son dos perspectivas que nuevamente reflejan la
lucha entre la centralización y descentralización del poder político en Bolivia.
Por momentos, en el mes de enero de 2008 se alimentaron las expectativas para que se
cristalice una salida al conflicto político y evitar la mayor profundización de la crisis del Estado
“nacionalista” 24 . Sin embargo, la dilatación contradictoria a una convocatoria para el diálogo
entre partes en la gestión política del gobierno, sigue profundizando el conflicto, ampliando las
dimensiones de un estado de “anomia” 25 en las esferas de lo jurídico, económico, político y
social. Es decir, los referentes normativos comunes, compartidos por los actores están siendo
violentados en forma sistemática y permanente. Como consecuencia de ello se sigue
generando una escasez de voluntad para un dialogo democrático entre partes confrontadas,
porque los supuestos ideológicos del MAS y PODEMOS no son los mismos, aunque las
estructuras del pensamiento acerca del poder son iguales para ambos: PODEMOS y MAS son
evidentemente centralistas, como ha quedado demostrado en su pacto para aprobar la Ley de
Revocatoria de mandato y posteriormente y finalmente acordar los cambios al proyecto de
Constitución aprobado en Oruro y luego en el Congreso Nacional.
En el trasfondo del conflicto en el seno de la Asamblea Constituyente, no se puede pasar por
alto de que el cuerpo electo de 255 ciudadanos a este conclave por normas de la democracia
liberal, al no practicar una cultura del diálogo en el sentido del mutuo reconocimiento de
partes, hizo que éste no asuma una personalidad colectiva y legalmente política de poder
Constituyente. De ésta forma, las decisiones estratégicas de la Asamblea se tomaron en el
exterior del conclave, vía la intervención de muchos actores políticos y privados que protegían
sus intereses.
Saúl Avalos 26 en una entrevista, relata que en los primeros días de posesión de la sala de
debates por parte de los asambleístas en el Teatro Mariscal Sucre, los representantes del MAS
sentados a la izquierda, miraban a sus “represores” sentados a la derecha y la “rabia” por
todos los años de abuso no pudo ser contenida, de tal manera que este sentimiento
acumulado, freno el trabajo de la Asamblea por siete meses.
Solamente después de las consultas territoriales que se llevaron a cabo al final de la Asamblea,
los asambleístas se dieron cuenta de que al final de cuentas, todos eran bolivianos y que
deberían trabajar por un bien común. Lamentablemente pudo más la estructura de presiones
externas sobre la Asamblea. Avalos sostiene que ésta fue una falla del conjunto que no supo
empoderarse con la identidad de un Poder Constituyente, habida cuenta que la gente sencilla
22 PARA UNA EXPLICACIÓN DEL ´´HECHO SOCIAL´´ CONSULTAR LA TEORÍA DE EMILIO DURKHEIM EN CUALQUIER TEXTO DE SOCIOLOGÍA.
23 ESTE CONCEPTO PERTENECE A LA ESCUELA DEL INTELECTUAL FRANZ FANON QUE EN SU ARGUMENTACIÓN A FAVOR DE LOS DERECHOS DE
ÁFRICA, SOSTENÍA QUE SE DEBERÍA ENTRAR EN UN PROCESO DE “DESCOLONIZACIÓN” DE LAS POTENCIAS EUROPEAS QUE HABÍAN INCIDIDO EN LA
CONSTRUCCIÓN FICTICIA DE NACIONES AFRICANAS.
24 POR ESTADO NACIONALISTA, SE ENTIENDE AQUEL QUE SE INICIO EN LOS MARCOS DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1938 Y FINALMENTE
FUE INICIADO POR LA REVOLUCIÓN DE 1952.
25 ´´ANOMIA´´ TAMBIÉN ES UN CONCEPTO DE LA SOCIOLOGÍA DE DURKHEIM.
26 CONSTITUYENTE DEL MAS Y COORDINADOR DE LA COMISIÓN DE AUTONOMÍAS EN AL AC. HOY ES MINISTRO DE HIDROCARBUROS.
25
que representaba al pueblo boliviano en su profundidad, no tenía la experiencia política
necesaria. Homero Carvalho, 27 nos dice también, que los asambleístas no se “apoderaron” de
su rol de “constituyentes” y en forma metafórica hace notar que extrañamente, la Asamblea
desarrollo sus actividades en un teatro, aspecto que ya le daba un sentido de drama ritual a
este proceso “de refundación” y que en realidad la Asamblea real se encontraba fuera del
teatro.
Como se señalan en éstos comentarios con entrevistados, las posibilidades de una
comunicación abierta y franca dentro del conjunto de los asambleístas, fue absolutamente
interferido por los intereses de los partidos, el propio gobierno, y otro tipo de organizaciones
sociales participantes en el proceso como por ejemplo distintas organizaciones no
gubernamentales que jugaron el rol de asesores. Por lo tanto, los resultados de la discusión en
la Asamblea es un aspecto que no ha satisfecho las expectativas del cambio pacífico que el
pueblo boliviano esperaba, además de frustrar psicológicamente a los propios asambleístas.
Por ejemplo en las campañas por la aprobación de la nueva Constitución, ninguno de los
Asambleístas participo activamente en la socialización de los complejos contenidos de los 411
artículos.
Hasta este momento ya estamos en un periodo de cinco años de incertidumbre política, la cual
empezó con en toda su complejidad en la insurgencia de la ciudad de El Alto en el año 2003;
sin embargo por la naturaleza estructural de la crisis del Estado nacionalista y la sociedad en su
conjunto, se sigue buscando una forma de resolver la organicidad entre ambas abstracciones
colectivas; es decir se busca consolidar un nuevo Estado‐nación que permita resolver los
desafíos de la sociedad abigarrada en un hábitat global del siglo XXI. En este sentido, la manera
de actuar de la clase política demuestra contenidos de hacer política que responden a una
forma de pensamiento correspondiente al siglo XIX que asume una sola forma de ver las cosas.
Como Herbert Marcuse señalaba se trata de la “unidimensionalidad” del pensamiento de una
clase política enfrascada en un modelo de sociedad conservadora en sus valores sociales y
políticos.
Después de la indebida aprobación del Proyecto de CPE en la ciudad de Oruro que venía
antecedida de actos de mucha violencia en la ciudad de Sucre, la intensiva campaña mediática
del gobierno en referencia al Proyecto de Constitución ha estado cargada de métodos de
acción comunicativa de variados niveles de agresividad y contradicción respecto a la
información transmitida, demostrando ante la ciudadanía posiciones poco coherentes y
muchas veces de dudosa veracidad por su esencia propagandística. Lamentablemente el
gobierno y sus opositores administran la tergiversación como método de información. Dicho
de otra manera, las “acciones comunicativas” 28 del gobierno y sus opositores, han tenido por
objetivo distorsionar la esencia de los verdaderos problemas políticos y económicos del país en
su conjunto. Un ejemplo dramático de esta forma de tergiversación es lo ocurrido en el
departamento de Pando, que inclusive tuvo la participación de una comisión internacional de
UNASUR.
El excesivo uso de un doble lenguaje entre los mensajes de la propaganda oficial y de
oposición y una praxis contraria en los hechos, ha producido reacciones adversas de varios
sectores sociales, principalmente de sectores urbanos que se sienten afectados por el tipo de
visión de país que el MAS ha construido en el cuerpo principista del Proyecto de la nueva CPE,
a partir de las interpretaciones ideológicas de Vicepresidente Álvaro García Linera.
27 HOMERO CARVALHO ES NOVELISTA HISTÓRICO Y ESTUVO DURANTE TODO EL PERIODO DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE EN LA CIUDAD DE
SUCRE COMO CONSULTOR POLÍTICO PARA PETROBRAS.
28 PARA UNA EXPLICACIÓN TEÓRICA DE LAS ´´ACCIONES COMUNICATIVAS´´ VER: HABERMAS, JÜRGEN. ´´TEORIA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA:
COMPLEMENTOS Y ESTUDIOS PREVIOS.´´ CATEDRA EDICIONES. MADRID, ESPAÑA. 1994
26
García Linera, quien promueve una “revolución en democracia”, el desarrollo de un
“capitalismo andino‐amazónico” , más el “desmantelamiento del Estado neo‐colonial”, al igual
que el Presidente Morales en su visión anti‐neoliberal muy simplificada, han provocando una
forma de actuar de parte del poder ejecutivo en desmedro de las instituciones del Estado
nacionalista todavía vigente y en niveles de relaciones internacionales. En este contexto, el
Poder Judicial, la Corte Electoral y varias empresas nacionalizadas han adquirido un contenido
partidario que responde a líneas de acción del poder ejecutivo.
Estas acciones apoyan la tesis de García Linera quien ha señalado que “el MAS tiene el
gobierno, pero no tiene el Poder” 29 . De esto se desprende que el proyecto político del MAS es
simplemente buscar la hegemonía del poder y provocar la destrucción política de los
opositores. Por lo tanto se puede concluir que el proceso de la centralización ejecutiva, tiene
una clara intención de consolidar la hegemonía del poder sobre todas las esferas
institucionales que hacen al conjunto del aparato del Estado neo‐nacionalista.
En esta lógica hegemónica del poder centralizado, se debe entender la ruptura de los vínculos
constituyentes con el mandato del referéndum autonómico del 2 de julio del 2006, ha abierto
el texto constitucional del proyecto de la CPE a diferentes niveles de autonomía en la
intencionalidad de inhibir a los poderes regionales. Este ejercicio ha forzado a los
departamentos que votaron en contra de la autonomía, pensar en este principio pero desde la
perspectiva de una Constitución centralista. Esto es una contradicción provocada por la
instrumentalización de la hegemonía del poder en el proyecto de gobierno del MAS.
Con los antecedentes históricos de estigmatización al concepto de la descentralización, político
administrativa se ha provocado una ola de cuatro consultas autonómicas auto‐convocadas en
los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni. Por cierto, desde otra perspectiva, esta
es otra forma más de provocar el desmantelamiento del Estado, cuando se ha anulado al
Tribunal Constitucional como árbitro supremo en materia de procesos de referéndum o toma
de decisiones que previamente fueron acordados por pacto político, sin apoyo constitucional.
Aun así, el primer resultado aprobatorio de los estatutos de Santa Cruz en la consulta
departamental auto‐convocada el 4 de mayo del 2007 y las subsiguientes en otros
departamentos se ha alcanzado en promedio un 65% de aprobación de los votos válidos, con
un nivel de abstención general que promedia el 30% de todos los inscritos por motivos
relacionados a los efectos de la propaganda y contra‐propaganda, más el hecho de amenazas
de violencia por parte de los “movimientos sociales” dirigidos por el poder ejecutivo.
Aunque hubo un ausentismo significativo del total de los votantes registrados, éstos fueron
asumidos por el presidente de la república, como votos a favor del NO, señalando una
“división” en Santa Cruz, aspecto que se convierte en una lectura tergiversada de los hechos
electorales, habida cuenta que la Ley Electoral asume solamente los votos válidos como la
estadística principal.
En el caso de Santa Cruz el alto ausentismo se debió a varios factores: Un 17% representa a
aquellos que no asisten a ninguna elección y es una tendencia normal de los votantes en Santa
Cruz en los últimos actos electorales; el porcentaje restante tenía relación a miedos por las
amenazas de violencia con operadores del MAS que se encargaron de esta táctica en los
barrios más pobres de Santa Cruz; otra, la falta de información pertinente y oportuna sobre la
legalidad de la consulta acompañada de la saturación de las consignas de propaganda oficial y
contra‐propaganda autonómica; finalmente los anunciados actos vandálicos en contra de las
29 ESTA TESIS POLÍTICA DEL VICEPRESIDENTE GARCIA LINERA ESTÁ RELACIONADA A LOS ESCRITOS TEÓRICOS DE NICOS POULANZAS EN SU
TRABAJO SOBRE ESTADO Y SOCIALISMO. VER: POULANTZAS, NICOS: “ESTADO, PODER Y SOCIALISMO” SIGLO XXI EDITORES. MADRID, ESPAÑA.
1979.
27
ánforas en poblaciones de una región de 40.000 votantes como es el municipio de Yapacani, a
quienes finalmente se le quito el derecho al voto de una manera violenta.
Pero a pesar de ello, el medio millón de votos válidos aprobatorios del Estatuto de Santa Cruz
se han convertido en una carta muy clara de negociación política para abrir una discusión
ampliada del proyecto de la nueva CPE. Pero más allá de este hecho se ha abierto un espacio
inédito de cambio social, convirtiendo a los votantes de Santa Cruz en una especie de
“ciudadanos constituyentes”. Posteriormente, el pueblo boliviano también se convierte en
constituyente, por efectos de asistir disciplinada y pacíficamente al votar en referéndum
revocatorio del 10 de agosto del 2008.
Sin embargo, en el sendero de la construcción del Estado boliviano, examinaremos como
García Linera 30 interpreta el tema de la democracia en términos del ejercicio de los derechos
políticos asumidos en un modelo de sociedad caracterizada como “plurinacional” 31 :
“No existe una sola forma de ejercer derechos políticos ni de intervenir en la gestión del
bien común. La democracia liberal, mediante el voto individual, la competencia electoral,
la formación de colectividades políticas electivas y el mercado político, es un modo de
constitución democrática de ciudadanía correspondiente a sociedades que han pasado por
procesos de individuación modernos, fruto de la predominancia de la lógica industrial, que
han erosionado las fidelidades normativas y los regímenes de agregación de tipo
tradicional, cosa que en Bolivia ha sucedido sólo parcialmente y seguramente no sucederá
en los siguientes cincuenta años. De ahí el poder continuo de otros hábitos, prácticas y
modos comunitaristas de ejercer derechos políticos y de asumir responsabilidad pública
por parte del mundo plebeyo e indígena urbano‐rural.
Ahora, es cierto que estas técnicas de democracia y ciudadanía comunitaria regidas por
otros parámetros morales y políticos distintos a los liberales y efectivizadas a través de
instituciones no partidarias de tipo asociativo y asambleístico tienen una existencia
preponderantemente local y regional. Sin embargo, distintos momentos de la historia
muestran que estos sistemas pueden articularse en sistemas macro de democracia,
abarcante a miles de comunidades, a numerosos gremios y barrios, tanto en el ámbito
urbano como rural, asumiendo la forma de ejercicio democrático en gran escala
(federaciones sindicales provinciales, federaciones o confederaciones de ayllus, bloqueos
de caminos, sublevaciones, participación electoral, etc.)”
A continuación García Linera propone:
“ a) El reconocimiento constitucional de sistemas políticos y sistemas de conformación de
autoridad practicados por las comunidades campesinas, ayllus, barrios y gremios (
federaciones, confederaciones, asociaciones) como sistemas legítimos de elección y toma
de decisiones en ámbitos puntuales del sistema de gobierno, tanto a escala "nacional",
regional como local.
b) Los ámbitos legítimos de elección de representantes donde debieran actuar estos otros
sistemas de deliberación son: Los representantes parlamentarios del nivel superior del
Estado (o comunidad política general), en las regiones urbano‐rurales en las que estas
formas de organización política son predominantes o tienen una presencia parcial. La
combinación porcentual de los representantes elegidos vía partido o vía estructuras
comunitarias debería ser negociada, dependiendo de la amplitud, historia y presencia de
cada una de estas formas organizativas, en cada región y circunscripción departamental.
En términos prácticos, esto ya podría funcionar al momento de la elección de los
constituyentes.
30 JUGUETE RABIOSO. 20, ENERO, 2004. LA PAZ
31 EL TEMA DE LA “PLURINACIONALIDAD” ES POLÉMICO EN TÉRMINOS DE LA CARACTERIZACIÓN DE LOS 36 GRUPOS ÉTNICOS DE BOLIVIA COMO
SI ESTOS FUERAN NACIONES, COSA QUE NO GOZA DE UN SOPORTE TEÓRICO SOLVENTE EN LOS PARADIGMAS QUE DEFINEN A UNA “NACIÓN” EN
LAS CIENCIAS POLÍTICAS, SOCIOLÓGICAS Y ANTROPOLÓGICAS.
28
c) Obligatoriedad de reconocimiento, en calidad de sanción o veto, de su deliberación en
torno a temas centrales de la gestión estatal (propiedad estatal de recursos, inversión
pública global, reformas constitucionales, etc.). En los hechos, esto funciona así, sólo que
por medio de bloqueos y rebeliones, cuando pudiera ser parte de las normas estatales,
neutralizando la estructural conflictividad del Estado.
d) Reconocimiento constitucional de sistemas de rotación de autoridades y de rendición de
cuentas a entes colectivos (no sólo individuales como en el régimen liberal) de las
autoridades políticas que componen los distintos niveles de autoridad del Estado
(municipios, regiones autonómicas, gobiernos departamentales, Estado general).
Por cierto, a partir de esta forma de interpretar el funcionamiento político de la sociedad
boliviana, es inevitable pensar que en el proceso sociopolítico constituyente de este país se
están planteando en forma permanente dos visiones distintas sobre cómo se debe constituir
los procesos de cambio y la interpretación de los procesos democráticos que deben sustentar
la base de una “segunda” república boliviana o en su caso, la base de un nuevo Estado
nacionalista autonómico y posiblemente federalista a futuro.
Una primera visión tiene que ver con el proceso de desarrollo de la matriz capitalista liberal de
la sociedad occidentalizada de Bolivia y la otra visión pertenece al mundo comunitario de la
complementariedad recíproca de las sociedades originarias, que miran al neoliberalismo como
un sistema invasivo neo‐colonial, anti‐nacional y pro‐imperialista. Sin embargo esto último, es
una visión estrictamente ceñida a una “izquierda” sindicalista que se fortaleció en la revolución
de 1952 y que poco tiene que ver con el concepto de “reciprocidad y redistribución” y la
“complementariedad de los opuestos” de las comunidades profundas, que todavía practican la
“buena vida” en la estructura social del ayllu. 32
La primera visión está imbricada en los elementos de valoración positiva que se tiene con el
derecho individual, o sea el Estado positivista liberal, el sistema capitalista de intercambio
mercantil y la espiritualidad judeo‐cristiana monoteísta, plasmada en las acciones de los
participantes en el campo político tradicional. Esta visión está ampliamente desarrollada en los
cuatro modelos de estatutos de los departamentos que han optado por la autonomía en el
referéndum del 2 de julio de 2006. Pero también esta visión es parte fundamental de los
principios de la Constitución Política del Estado vigente.
La segunda visión, está planteada en términos de la valoración del derecho colectivo‐
comunitario, el Estado plurinacional o multicultural, el sistema económico de reciprocidades
complementarias y la espiritualidad animista que forma parte del mundo cotidiano, mágico
religioso, pero no solamente de las poblaciones indígenas, también forma parte de las
costumbres criollas bolivianas que asumen una identidad “mestiza” 33 . Esta visión, aunque
mezclada entre Estado de derecho intervencionista y de derecho consuetudinario, es lo que el
NPCE intenta representar en forma muy contradictoria.
32 EXISTE EN LA LITERATURA ANTROPOLÓGICA MODERNA MUCHOS DEBATES SOBRE SI EL “AYLLU” EN EFECTO EXISTE O NO, ADEMÁS DE DEBATES
SOBRE EL SIGNIFICADO COMO ORGANIZACIÓN, DEBIDO A QUE LOS CAMPESINOS ANDINOS HAN ASUMIDO UNA ORGANIZACIÓN DUAL QUE
INTERCALA EL SINDICATO Y EL AYLLU COMO REFERENTES DE AUTORIDAD EN LAS COMUNIDADES PARTICULARES DE UN TERRITORIO.
33 EL TEMA DEL MESTIZAJE DENTRO DE ESTE DOCUMENTO TIENE QUE VER CON LAS ADAPTACIONES CULTURALES Y NO ESTÁ ASOCIADO A
NINGUNA CARACTERÍSTICA BIOLÓGICA, DE FENOTIPOS, NI GENOTIPOS.
29
Donde se genera una especie de sinergia contradictoria y complementaria entre las dos
visiones, es en el tema de las autonomías pero vistas desde una perspectiva de la
descentralización político administrativa en el caso del Estado de Derecho y la posibilidad de
tener territorios auto‐gobernados en el caso del modelo de Estado multicultural. Es más, el
Estatuto Autonómico de Santa Cruz, reconoce con plenitud el derecho a la territorialidad
indígena de tierras bajas según la nueva norma de las NNUU sobre Derechos Indígenas, que
por cierto supera muchos de los parámetros del Convenio 169 de la OIT. Sin embargo todavía
se mantiene una visión de “minorías indígenas” que están en cierta manera marginadas de la
corriente liberal dominante, por su carácter indígena. No es necesariamente una posición de
inclusión plena, pero ya es un reconocimiento de la existencia del “otro” como base del
mestizaje cruceño.
Aun siendo éstos sistemas de cosmovisión y de valores sociales, aparentemente antagónicos a
primera vista, ambos han coexistido y se han articulado en diferentes esferas de la vida
cotidiana desde tiempos de la colonia; pero hay que entender que el perfil del derecho liberal
ha sido muy dominante por su origen universal monoteísta sobre el sistema comunitario desde
la fundación de Bolivia en 1825, desestructurando las bases socio‐culturales y económicas de
los distintos grupos étnicos de Bolivia, a lo largo de la vida republicana. Esto está relacionado
con la dominación del modo de producción capitalista sobre otros modos de producción.
El problema contemporáneo de ésta confrontación entre sistema de valores del derecho
positivo monoteísta y los valores consuetudinarios animistas, es el hecho de que por efectos
de la búsqueda de una hegemonía de la visión comunitaria, manipulada desde una posición de
“izquierda nacionalista” sobre la visión neoliberal o en otros momentos a la inversa, el proceso
democrático boliviano ha estado siempre corriendo un riesgo de transformarse en un sistema
autoritario, cuando se trata de mantener el poder político en la “centralidad del Estado
Unitario”.
La clase política boliviana occidentalizada no ha sabido buscar un punto de equilibrio o formas
de interface comunicativo entre una cultura política, que sustenta la occidentalización y la otra
que sustenta el comunitarismo de la complementariedad de los opuestos.
El rol principista de la Asamblea Constituyente, debería haber servido como la interface entre
los dos modelos políticos y las dos cosmovisiones, a efectos de conciliar una tercera vía sobre
la cual se debería construir nuevas normas que gobiernen la sociedad boliviana multicultural y
por ende una nueva forma de ciudadanía incluyente de todas las vertientes culturales, étnicas
y políticas. Lamentablemente, esa tercera opción no se ha materializado ni política, ni
socialmente en el texto del proyecto de Constitución.
Más bien, estamos en una especie de laberinto sociopolítico 34 a causa de una falta de claridad
para entender los procesos históricos, tanto desde una perspectiva constitucional, como
también desde la perspectiva de que la lógica del sistema tradicional de partidos. El MAS como
parte de un sistema tradicional de hacer política, ha tomado decisiones que no permiten que
el ciclo del nacionalismo revolucionario se disuelva como un paradigma que ya no es útil para
resolver los problemas de la construcción de Nación primero y Estado después tomando en
consideración el contexto de una sociedad internacional cada vez más globalizada. Sin
embargo Evo Morales proyecta una imagen internacional que utiliza conceptos de una forma
de pensar andina, aunque en su política interna, es una presidencia absolutamente tradicional
en el manejo del poder estatal.
34 VER PNUD‐IDEA: ´´EL ESTADO DE LA OPINIÓN: LOS BOLIVIANOS, LA CONSTITUCIÓN Y LA CONSTITUYENTE, LA PAZ, BOLIVIA. JULIO, 2007.
30
Los pactos políticos en el proceso constituyente: cronología general
2006: Aprobación unánime de Convocatoria a Asamblea Constituyente y Referéndum
Autonómico.
2006: Elección de Constituyentes y Referéndum por autonomías
2006: Instalación de la Asamblea Constituyente en el mes de agosto.
2006: Desde Septiembre hasta Diciembre los conflictos por el tema de los 2/3 paralizan
el trabajo de la Asamblea, pero se resume con el acuerdo político de Abril del
2007.
2007: Abril‐Acuerdo viabiliza el cambio del artículo 70 del reglamento de debates y
continúa trabajo de comisiones.
2007: En el mes de agosto, se aprueba en el Congreso una ampliación del
funcionamiento de la Asamblea hasta el mes de diciembre.
2008: 7 de enero empezó el “dialogo” Presidente‐Prefectos donde se intento
compatibilizar los Estatutos Autonómicos con el texto Constitucional, sin embargo
el problema de la expropiación de los IDH no permitió llegar a un acuerdo.
2008 Referéndum Revocatorio aprobado por el gobierno y oposición que tendrán una
influencia determinante en el futuro Referéndum aprobatorio del Proyecto de
Constitución.
2008 Acuerdos de octubre para cambiar y aprobar el nuevo texto constitucional en el
seno del Congreso Boliviano.
El pacto político y el proyecto final de la constitución.
El bloqueo de la ciudad de Santa Cruz, después de los hechos dramáticos del Porvenir el 11 de
septiembre creo los suficientes temores en una sociedad que estaba a punto de desembocarse
en una “guerra civil” abierta. De este temor colectivo salió la imperante necesidad de sentarse
en un nuevo intento de diálogo entre los poderes regionales opositores y el Gobierno. Dadas
las condiciones de alta tensión que transcendieron a niveles internacionales, organismos
multilaterales como la OEA, ONU y UNASUR, se enviaron veedores e intermediarios para una
situación que estaba llegando al límite de las posibilidades de una negociación política pacífica.
Los eventos de Pando se manifestaron de una manera muy violenta como resultado
acumulado de la creciente tensión que se había dado en el país semanas antes, con masivas
huelgas de hambre en las regiones opositoras al gobierno que demandaban la devolución de
los IDH, toma de instituciones estatales en Santa Cruz, bloqueos de caminos y cierre de
válvulas en el sur del país. El gobierno califico estas acciones como un “golpe cívico‐
prefectural” estimulado por la embajada norteamericana. Sin embargo, sobre esta hipótesis
gubernamental no se presentaron pruebas fehacientes y todo quedo como un acto de
comunicación masiva que estigmatizo las protestas de los sectores opositores al gobierno y
seguía reproduciendo el discurso anti‐imperialista del Presidente. Aun así, el embajador de los
Estados Unidos fue declarada persona non‐grata y expulsada del país inaugurando una de las
épocas más conflictivas en las relaciones internacionales de Bolivia.
La confrontación armada entre personal de la Prefectura y campesinos que fueron convocados
por el gobierno para protestar en contra del Prefecto Fernández en la ciudad de Cobija fue
absolutamente brutal y desmedida. Los participantes de ambos bandos terminaron
involucrados en uno de los eventos más controvertidos de la gestión del Presidente Morales.
Los resultados de esta sangrienta confrontación fueron reportados como un “genocidio” por la
comisión investigadora de UNASUR a cargo del delegado Matarollo, pero este trabajo fue
31
descalificándose públicamente cuando 4 de los 15 fallecidos aparecieron vivos unos meses
después. El Prefecto electo Leopoldo Fernández fue apresado por “desacato” al estado de sitio
impuesto por el Gobierno y hasta hoy sigue encarcelado en la penitenciaría de San Pedro.
Unos trescientos ciudadanos buscaron refugio en territorio brasilero y fueron protegidos por el
Estado Brasileño, a pesar de un requerimiento de expulsión por parte del ministerio de
defensa de Bolivia.
El conflicto de Pando hasta ahora tiene varias aristas políticas que involucran una serie de
problemas con la administración del proceso democrático boliviano, que incluye también
aspectos de corrupción que todavía no han sido del todo aclarados. La interrogante mayor a
efectos de este documento, es cómo se debe interpretar el encarcelamiento de una autoridad
electa a una función estatal, que a la vez fue sujeta a una intervención militar del propio
Estado. Por otro lado, como se puede explicar la militarización de un departamento, creando
un gobierno de facto en el espacio de un gobierno democrático.
Después de los dramáticos eventos de Pando, el 18 de septiembre de 2008, el Gobierno y los
prefectos iniciaron un diálogo en Cochabamba para intentar concertar cambios en el capítulo
de Autonomías del Proyecto de Constitución debido a la demanda regional que sostenía que
debería respetarse los resultados de las consultas auto‐convocadas por los cuatro
departamentos que afirmaron su voluntad por las autonomías durante las jornadas de mayo
hasta junio. Las negociaciones concluyeron el domingo 5 de octubre sin que existiera un
acuerdo firmado entre partes.
El departamento de Chuquisaca con una nueva autoridad electa por una mayoría abrumadora
entro al escenario reclamando la “capitalidad plena”. Sin embargo, los voceros de las
prefecturas y del Gobierno coincidieron en que hubo avances en la definición de competencias
para las autonomías municipales, las indígenas y algunas departamentales que luego iban a ser
trabajados en comisiones del Congreso. Una vez concluido el diálogo entre el Gobierno y los
prefectos opositores, en el Parlamento se conformó una “gran comisión” para hacer
seguimiento a los puntos acordados en Cochabamba. Posteriormente, se establecieron cuatro
comisiones en las que participaron congresistas de las cuatro fuerzas políticas con
representación parlamentaria. Después de más de una semana de debate se introdujeron
cambios en más de 100 artículos de los 411 del proyecto de Constitución, cambios que fueron
trabajados por una comisión marginal a las establecidas formalmente.
Este tira y afloja político y social que se genero en el mes de septiembre, con diferentes
medidas de movilización social simpatizante y opositora al gobierno, añadidas las amenazas de
aprobación de la nueva Constitución por decreto de parte del Presidente, finalmente termino
con la masiva concentración en la Plaza Murillo.
La marcha para la aprobación de la Ley de Convocatoria al referéndum aprobatorio comenzó
en la población de Caracollo con unas 5.000 personas, llego a La Paz con miles de campesinos y
mineros que realizaron una vigilia en torno al Palacio Legislativo. Contrariamente al cerco de
Santa Cruz, que sembró el temor a un sangriento enfrentamiento de mucha mayor escala que
el de Pando, en La Paz la “fiesta democrática” se dio una vez aprobada la Ley de Convocatoria
al referéndum aprobatorio, abriendo el camino a la convocatoria del referéndum aprobatorio y
dirimitorio.
Todas las turbulencia sociales que se desarrollaron en el mes de septiembre, demostraban el
grado de incompatibilidad con los procesos democráticos en la percepción de la ciudadanía,
pero que finalmente logró que se forzara un pacto político entre partidos opositores y el
partido de gobierno. Todo cayó en el redil de los cálculos electorales y las estadísticas que
miden todavía la fuerza del gobierno y de sus opositores a efectos de ver cómo será el
escenario electoral del mes de diciembre de 2009.
32
El 21 de octubre se sella el pacto congresal mediante una ley congresal que aprueba el
referéndum de consulta constitucional. El Congreso boliviano vía una ley interpretativa había
asumido el rol de Congreso Constituyente dando muerte súbita a la Asamblea Constituyente.
En un acto lleno de tensiones se dio paso a una Constitución que había sido cambiada en cinco
ocasiones, rompiendo toda una ingeniería constitucional de procesos legales.
Iniciada la campaña por la aprobación o desaprobación de la nueva constitución, de nuevo se
reeditan los discursos de polarización entre el gobierno y las regiones opositoras, similares a
las campañas por la elección de los constituyentes. En esta campaña de llegan a extremos
irracionales de parte de los que querían la desaprobación de la nueva Constitución, como por
ejemplo el uso de simbologías religiosas. Es en este contexto que se inicia un conflicto entre la
Iglesia Católica y el Estado. El gobierno seguía en su línea maestra de presentar a la
Constitución como el némesis de la nueva sociedad plurinacional.
Prospectiva de los pactos
Los tres años de gestión del MAS a la cabeza del presidente Evo Morales Ayma se caracteriza
por un énfasis en la estrategia de la confrontación, como hemos visto a lo largo de esta
evaluación crítica de los conflictos que han marcado el ritmo de la vida política contemporánea
de Bolivia. Hasta este momento se han generado grietas en las relaciones entre:
• Departamentos y el Gobierno Central
• Iglesia y Estado Boliviano
• Campo y Ciudad
• Pobres y Ricos
• Liberales y Estatistas
Si el campo político boliviano se ha sobrecargado de una energía conflictiva, esto se debe
principalmente al hecho de que como sociedad, Bolivia todavía carece de un sentido del
“habitus” democrático cuando se ven los resultados de los pactos políticos que en parte se han
consolidado a lo largo del proceso constituyente. Como se sostiene al principio de este trabajo,
la relación institucional estable entre un Estado consolidado y una sociedad civil “abigarrada”
está todavía situada en un horizonte futuro de mediano plazo, aun con los peligros que la
globalización trae consigo para Bolivia como país.
Los pactos políticos que facilitaron y al mismo tiempo complejizaron el proceso de la
aprobación de la nueva Constitución con un nivel del 61% de los votos nacionales a favor del SI
y un 39% por el NO, estuvo cargado de momentos de continuidad y ruptura durante el periodo
del 2006 al 2008 y probablemente el intento de aplicación de ésta nueva constitución traiga
más conflictos sociales. La dificultad e inaplicabilidad de los diferentes cambios estructurales
que están señalados en la nueva Constitución, aparte de ser costosos en términos de inversión
pública, traerán consigo nuevos escenarios de mayores conflictos sociales, políticos y
culturales.
De nuevo, estamos experimentando una profunda división social en Bolivia que se repite en la
estadística de los resultados del referéndum constitucional, pero también hay señales de un
desgaste político del Movimiento al Socialismo en sectores de la población boliviana donde en
el 2005 el partido de gobierno gozaba de un gran margen de popularidad. Al mismo tiempo
también se da la condición de una ausencia de alternativas de propuesta política por parte de
los opositores al proyecto gubernamental.
33
Como lo ha demostrado Jimena Costa 35 en una serie de estadísticas comparativas entre el
2005 y el 2008, el MAS está en una curvatura de desgaste rápido, tomando en cuenta que es
un movimiento político de masas que ha tenido el mayor apoyo popular en la historia
republicana moderna desde 1952. Por un lado se tiene una aprobación general de la
Constitución y por otro existe una territorialización significativa del voto negativo que puede
traer escenarios de desacato a la nueva Carta Magna. En un momento post‐referéndum
aprobatorio, Jimena Costa dice:
“Ahora recién viene el reto, porque aunque sigan en campaña para diciembre, la inflación
de expectativas es monumental y la gente espera la refundación y el país de las maravillas
que decían implicaba la nueva CPE. La población exigirá resultados de gestión no discursos,
y en eso al gobierno no le ha ido muy bien.”
En efecto, la aprobación de la nueva Constitución como resultado directo de pactos políticos
calculados en un contexto permanente de confrontación a nivel de la Asamblea Constituyente
y finalmente en el seno del Congreso, ha aceptado a nombre de la clase política un texto que
en realidad es un documento inflacionario de expectativas sociales. Este aspecto ya fue
detectado por el constitucionalista Carlos Alarcón cuando señala que: 36
“El desencanto y las frustraciones de un sector importante de la población—en especial el
de menores recursos económicos‐‐, con un catálogo de ilusiones incumplido, puede
generar reacciones contrarias a la vigencia y estabilidad de los valores democráticos”
Por último, no se puede soslayar el hecho de que aparte de la construcción de un documento
constitucional que ha transitado una vía muy accidentada, cargado de irracionalidades basadas
en la falta de tolerancia y desconocimiento del opositor, tenga éxito en su aplicación
democrática. Mientras la nueva Constitución sea la expresión de un programa político
gubernamental, los conflictos en el país se multiplicarán en todas las esferas del tejido social
boliviano. Al finalizar este documento también ha surgido un elemento que tiene relación a la
credibilidad de un gobierno que intenta cambiar el país. Este elemento es la presencia
constante de una esfera de corrupción en las entrañas del Estado, que ahora ha tocado el
mismo corazón de la “nacionalización” como el acto sine qua non de idoneidad política del
gobierno del MAS.
35 JIMENA COSTA EN: CRÓNICA DE BUEN GOBIERNO. NO. 33. FEBRERO. 2009. PÁG. 5. LA PAZ
36
ALARCÓN, CARLOS EN: “HACIA UNA CONSTITUCIÓN, DEMOCRÁTICA, VIABLE Y PLURAL. TRES MIRADAS” .FES‐ILDIS‐IMD‐FBDM. LA
PAZ, BOLIVIA. 2008. PÁG. 145
34