Y Porque Asi Acontecio XIX
Y Porque Asi Acontecio XIX
Y Porque Asi Acontecio XIX
menospreciar los caminos de una larga historia, llegaron a San Adrin en la Quintera y al casar de la Arantigua.
Pero tal empeo sera ingrato y en vano fatigoso sin el sentir del centenario silencio de eremitas y monjes, de lugareos, criados y pastores, porque sin el secreto de cuanto ocurre en las almas, la naturaleza y las historias personales son tiempos perdidos. Eremitas y Monjes comprendieron que los montes tambin son expresin de la belleza del alma, belleza asumida cual anticipo y presentimiento de otra vida. Aquellos desolados parajes hubieron de constituirse en propicios servidores de Eremitas y Monjes que, sin demora, esculpieron engrandeciendo angustiadas e insatisfechas almas, as como forjadores de la nobleza y austeridad de criados, labriegos y pastores. Las retamas de arrogantes e inhiestos piornos de amarillenta tez que, por obra de labriegos, se tornaron en preciadas y modestas escobas de la era y del austero lar. Los ros y arroyos al cobijo de los umbros alisos, abrigos de mirlos danzarines, malvises y milprndigos custodios todos de consigna y mensajes: Quin vive ah?, quin se mueve por ah? , no lejos de las erguidas y porfiadas carrascas y jaras, de los fornidos castaos agradecidos a las sin par caricias del asustadizo pjaro carpintero, elegido que fue, por alarmista, como guardabosque de todos los sotos.
Adrin, las poderosas manos y mandbula de ngel Cachucha en Valdefrancos y los ms que, por flacos, incansables serrantines de Villanueva... Exquisita elegancia la del modesto brezo y su retama, de breves y aterciopeladas flores, irresistibles reclamos de abejas cenobticas, abejas eremitas y testarudos abejorros, la dura y asentada madera del luengo cepo que, por virtud de pastores de la Quintera, trnase en chiflos, flautas y tonadas pastoriles, alivios de silencios y obligadas soledades. Urces en espera de poder viajar a las bodegas de Los Barrios, Molinaseca, San Lorenzo y Ponferrada y ,como escobos que son, declranse enemigos de cuantas cocas parsitas y corruptoras de vinos se cobijan en lunas y lucidos .Escobos que, dirigidos por la experta mano y la escudilla, ya dejaron prestas las cubas y cubetos para recibir en sus seno los dulces mostos de por San Miguel y , fermentados en virtuoso vino, all entre los Santos y San Andrs, gurdanse, cual infalible medicina , en cualesquiera estragos y dolencias del alma de eremitas, monjes, abades, criados, labriegos y pastores. El brezo - amn de noble sirviente del hierro forjado-, hzose luz y calor, ilumin los ocasos y anocheceres, las manos y rostros de eremitas y monjes, criados, labriegos y pastores; luz y calor briosos necesarios para el duro y diario bregar, porque el da siguiente es, desde siempre, el primer da, en la misma razn que decs hay nubes al poniente y va a llover.
De la mano de San Agustn, (s. IV / V), San Benito (s .VI), San Fructuoso, (s. VII), San Genadio, (s. IX /X)...
El poderoso tiempo, inapelable envejecedor de todo pero extrao a toda vejez, confiesa que, an siendo cierto que los mortales piensan segn conviene a sus circunstanciascomo buen sabedor que es de historias , cuando un hombre es llegado al cumplimiento de sus das, no acaba su presente, ni llegan a morir por siempre dolores, alegras y experiencias acumuladas, porque todos son fruto del trabajo laboriosamente apalabrado. Que pasar y asistir a lo que pasa llega a sedimentar en los hondones del alma y, desenvolvindose la vida entre el arte y el azar, an habindose cado los ladrillos, exgesenos construir con piedras labradas. Ermitaos y cenobitas -al decir de San Agustn (354/430) supieron que la vida y la historia son la contraposicin de dos amores: el amor de s mismo hasta el desprecio de Dios-ciudad terrena-, y el amor a Dios hasta el desprecio de s mismo-ciudad eterna-. Que, por lo mismo, es menester construir cualesquiera tiempos, presentes e histricos, en tiempos de espera activa, de trnsito, ambivalentes y degradados de la definitiva ciudad. Que en la historia, como en las dos ciudades,- la eterna y la temporal- todo est mezclado y confundido, no es posible identificar la ciudad de Dios desde esta condicin, tanto que, hasta los hombres ms relevantes de la Iglesia pueden pertenecer a la ciudad del diablo, mientras que los ciudadanos paganos pueden estar inscritos en la ciudad de Dios. La vida, as hay que asumirlo, es por siempre reventn de buenos, resbaladero y disipacin de malos y atolladero para todos. Por lo mismo, exgese de cuantos hombres se sientan inquietos e insatisfechos que dobleguen su natural pasin material en pro del espritu y, nada ms acertado, en criterio de eremitas y cenobitas, que volver a las primitivas fuentes de la vida cristiana. As, quienes sintieron la necesidad de perfeccin del espritu, de pertenecer a una comunidad ideal, tambin inspirada por el Espritu, se obligaron a abandonar sus casas, familias, aldeas o ciudades. Desde entonces pertenecieron a otra familia, en la que los monjes fueron los nuevos hermanos en espritu y afanes y, el Abad, como mxima autoridad del Monasterio, su padre espiritual. La vida, predispuesta a la siempre fcil disipacin, requiere de la oracin en la diaria jornada reglamentada conforme al secular tiempo cannico. Desde el despertar hasta el anochecer, el son de la campana, oportuna e inoportunamente, interrumpe el descanso y la debilidad, e indica al monje que sus primeros pensamientos tienen como norte a Dios. La oracin comunitaria en el firme canto llano es, por plural, poderosa, por lo mismo, capaz de batir cualquier resquicio ocioso.
El reconocimiento de la propia condicin invita a llevar la cabeza inclinada y los hombros hacia delante en actitud sumisa, para as mejor desprenderse de las terrenales codicias, usuras y desrdenes La humildad, que no slo es cosa de la cabeza, requiere de unos pies bien asentados en la tierra y sandalias de grueso cuero. Siempre llevars perneras bajo la tnica. Dormirs sobre un jergn individual con la tnica y las perneras puestas, no debes mostrar tu cuerpo; habrs de quitar, no obstante, las sandalias, la cogulla y el escapulario... Es menester que aproveches bien el da cual carpe diem del alma- sin prisas ni pausas, como ves ocurre con las repetitivas tareas agrcolas que no es posible adelantar y, en esta actitud, va tu salvacin. Para entregarte a Dios, como monje que eres, debers poner el mayor empeo en renunciar a t mismo y, por lo mismo, poner en prctica la pobreza y abstinencia sexual (conservatio morum) y, siempre, obediencia al Abad. La lectura en privado y la pblica, la oracin privada y la comunitaria, la meditacin en soledad y el silencio, porque siendo cierto que Dios no ha hecho del hombre una serpiente sino con lengua y para hablar, son caminos decisivos para la perfeccin del alma. Pero..., las donaciones, fundaciones, los dominios, los pactos con el poder y la riqueza hicieron estragos, generaron codicia, usura y desorden en tal manera que, el programa de las actividades diarias, expresadas en la frmula ora et labora de la primitiva humildad benedictina, ya privada del labora, qued reducida a los oficios claustrales(sacristn y encargados de las necesidades materiales del Monasterio),y condujo a muchos Monjes y Abades a caer en los vicios de la Simona ( comercio de cargos eclesisticos) y el Nicolasmo ( incontinencia de los religiosos). Los ministros de la Iglesia se hartan de carne, estn ebrios de orgullo ,resecos de avaricia ,debilitados por la voluptuosidad ,atormentados por la maldad, abrasados por la ira, muertos de envidia y aplastados por la lujuria,Pognon: La vida cotidiana en el ao 1.000. Los monjes tornronse en pilar de una sociedad en la que los laboratores- los siervos, criados, campesinos, pastores, artesanos- tendrn como norte trabajar y producir bienes para todos, otros ,los bellatores- los guerreros y los seores- defienden y pelean por la paz y, otros, los oratores los clrigos- rezan por unos y otros.
Como propio del espritu benedictino, a partir de los s. X y XI, llegarn las reformas: la de Cluny (monjes negros: por el color de la tnica) y, tras ellos, la del Cster (monjes blancos), la Cartuja, la Camldula...
Pealba ,Molinaseca, Jos Diego Rodrguez Cubero: La Quintera del Real Monasterio de San Pedro de Montes,pg.,50/57. Rev. Bierzo, 1.997.
Fr. Joaqun Herrezuelo, Abad del Monasterio de San Pedro de Montes ,1797/01,1805/14,1818/20, en su obra:Historia del Monasterio de S. Pedro de Montes, 1803, manifiesta que, bajo el mandato de Fr. Vicente, Abad del Monasterio, en el ltimo tercio del s. XI:Aumentaron ms la hacienda del Monasterio, creciendo considerablemente sus rentas en la Provincia del Bierzo, en Valdeorras, Cabrera y Tierras de Astorga. A partir de esa fecha, la historia del Monasterio estar marcada por momentos de crisis y pocas de decadencia, fruto de varios factores: luchas polticas; en palabras del P. Herrezuelo:Por la confusin de aquellos tiempos turbados por los partidos y facciones de sucesin en los reinos de Sancho IV y de su hijo D. Fernando, usurpaciones de la nobleza, abades encomenderos que llegarn a poner en una situacin delicada al Monasterio. Como consecuencia de todo ello, en los siglos bajomedievales el Monasterio pierde importantes propiedades, jurisdicciones y tambin beneficios curados, como los de San Pedro de Villarino, Santa Mara de Fonlevar, Santa Mara de Villanueva, San Jorge de Rimor, si bien algunos de ellos los volver a recuperar durante la Edad Moderna.
(...) Durante la Edad Moderna los ingresos del Monasterio de San Pedro de Montes tienen diverso origen y procedencia. Por un lado estaban los Patrimoniales: los que procedan de las rentas de los foros, arrendamientos y censos (...). Estos ingresos fueron con mucho los ms importantes hasta el primer tercio del s. XVIII. Las rentas ms cuantiosas procedan de la zona de Valdeorras y de La Cabrera, Ribera y Escontra, seguidas por las de las Tierras de Astorga y de La Baeza y por las que el Monasterio reciba en su coto monstico, en la Quintera de Montes y en las tierras de su abadengo, especialmente en el Valle de Valdueza. Rentas que eran administradas a travs de la Granja de Santullano, de Prioratos como los de Ferradillo y Arnado, de paneras y bodegas que el Monasterio tena repartidas por El Bierzo, La Baeza y Valdeorras y, sobre todo, en el propio Monasterio por medio de los Libros Abecedarios y los Libros Depositarios de las rentas por Partidos. Total de las Rentas Patrimoniales del Monasterio de San Pedro de Montes a finales del s. XVI y procedentes de El Bierzo, La Cabrera, Valdeorras, La Baeza y Tierras de Astorga: Dinero, 84.829 mrs., Trigo 331 fanegas, 5 cuartas y 2 heminas, Centeno, 437 fanegas y 5 cuartas, Vino, 151 miedros y 15 caadas. (...)Rentas Seoriales: Las cantidades que perciba el Monasterio por esto conceptos eran, segn el Catastro de Ensenada,1.752,las siguientes:5 reales los habitantes de San Cristbal,2,los de Manzanedo,10,los de Valdefrancos,,256,los de San Pedro de Montes,72 los de Ferradillo, amn de otras regalas de origen medieval como la maera o de las sernas, a las que estaban obligados los vecinos de San Pedro de Montes, las martiniegas, los de Ferradillo y San Adrin. Los ingresos denominados Eclesisticos: Benefciales, procedentes de los curatos, diezmos y primicias; los Fundacionales, de Capellanas y Aniversarios y los Serviciales o de Altar. (...) Durante la Edad Moderna el dominio Jurisdiccional y Territorial no slo no aumenta sino que se ver disminuido a lo largo del s. XVI. En el ltimo tercio del s. XV, el entonces poderoso Conde de Lemos, D. Pedro lvarez Osorio, haba arrebatado al Monasterio nueve lugares, la mayora en la Jurisdiccin de Cornatel que, en el ao 1.500 pasarn, de manera definitiva, a poder del II Marqus de Villafranca, D. Pedro de Toledo (...).En 1.586, Felipe II desamortiz la villa de Villanueva de Valdueza. (...) El Monasterio se vio desamparado ante los abusos de los nobles, campesinos, vasallos y Concejos que cuestionaban y pretendan algunas de sus propiedades, privilegios y regalas. Por esta razn, Fr. Plcido Fernndez de la Reguera, monje del Monasterio, en el ltimo cuarto del s. XVII, manifiesta que:en estos pleitos todo el Bierzo se conjura contra nosotros y todos se ofrecan a jurar en contra nuestra(*).En verdad, no le falta razn al monje, ya que hay una constante en la historia del Monasterio durante los s. XVI /XVII, y sta es la presencia de los pleitos en que se vio inmerso y que, en las ms de las ocasiones, se solucionaron en contra de sus intereses .El tener que hacer frente a tantos pleitos supona a una merma considerable de las arcas monsticas, Vicente Fernndez Vzquez: El Monasterio de San Pedro de Montes en la Edad Moderna, Actas de San Pedro de Montes, pg., 81 /109. I.E.B. Ponferrada, 2006. (*) Andrs Gonzlez Alonso, vecino de San Esteban de Valdueza, manifiesta profunda desazn por la codicia y usura del Monasterio : su via forera, de cinco jornales en Valdetrillos, ha de abonar al Convento de San Pedro de Montes, 7 caadas de mosto, siendo cada caada del valor de un real ; el prado, tambin forero del Monasterio de San Pedro de Montes, molino y arboleda al sitio que dicen la Granja de Santollano, de
una carga de sembradura, paga en cada ao 20 cuartales de centeno , por la via de 9 jornales en el pago que llaman el Majuelo y una tierra de una fanega de sembradura, ambas foreras del Real Monasterio de San Pedro de Montes, 12,5 caadas y media de mosto y 5,5 reales en dinero.
El Monasterio que contaba con 26 frailes (incluidos 3 legos) 8 criados y una lavandera, reciba de la Quintera ( San Adrin, San Pedro y Ferradillo ) unos 5.000 reales anuales, sin contar con las sernas que, en San Pedro de Montes, estaban reguladas en 6 das de jornal cada ao, de Ferradillo que, en el s.XVII, las pagaba en las probainas y cavas de via de la Granja Cenobial de Santullano, reciba de cada vecino cuartal y medio de centeno por la misma razn, cuyo derecho los habitantes del lugar llaman martiniegas contradiciendo al Abad Plcido, aunque no saban si el derecho a ello expresado recae sobre el establecimiento del suelo, mientras que los de San Adrin, los tributos de vasallaje estaban aforados ,incluidos en el foro comunal. Con una extensin, declarada, de 5.700 cuartales, (228 has.) de montes, peascos incultos y terrenos sembrados, los tres ncleos de poblacin de la Quintera slo ocupaban 200 cuartales (8 has.), que correspondan al Convento en gran parte, por lo que el 71,8 % de los vecinos subsistan como jornaleros. La industria se reduca a 5 molinos de una rueda pertenecientes a 6 dueos distintos, que obtenan la exigua ganancia de 5 cuartales de centeno cada uno al ao. Y el comercio, a 3 tabernas ,una en cada lugar por las que los administradores abonaban al Monasterio entre 12 y 15 reales, con un beneficio anual de 70-80 reales, excepto la de Ferradillo que no se le consideraba ningn rendimiento y, para su existencia, era preciso obligar a un vecino para atenderla, y un estanco de tabaco en San Adrin que pagaba 6 reales por ao, aadiendo en Ferradillo que no hay estanco por falta de consumo,Miguel J. Garca Gonzlez: Evolucin de la Quintera de Montes,pg,58/66 Revista Bierzo,1997.
El Monasterio en el s.XVIII
El s.XVIII ser el momento en el que la mayor parte de los monasterios renuevan sus fbricas, tanto de la Iglesia como del Monasterio. En esta centuria se produce un incremento considerable de los ingresos del Monasterio de San Pedro de Montes, gracias sobre todo a los beneficios generados por las Herreras de Linares y Pombriego, esto posibilitar el aumento de la comunidad, pasando de la decena de monjes en el s. XVI a los 18-21 del siglo XVII, y el poder hacer frente a una autntica renovacin del Monasterio. Gracias a estos ingresos, se procedi a la ampliacin de la Iglesia y a la construccin de nuevas dependencias y un nuevo Claustro (...). Las obras de mayor alcance son las correspondientes al Claustro Oriental, contruido a finales del s.XVI, pero se haba levantado con pocos medios, y ahora algunos de sus lienzos amenazaban ruina. Las obras del nuevo Claustro comienzan a principios de la segunda dcada del siglo y se terminan en el ltimo tercio. Se aprovecharn algunas paredes, arcos y ventanas de lo construido en el s.XVI, especialmente en la nave del norte (...). Fue el Abad, F. Genadio de Olivar, el que inici la construccin del nuevo Claustro, levantado en su segundo mandato, el ala norte, en el que irn el refectorio y sobre l seis celdas, todas muy fras porque daban al norte. Esta obra se termina en el ao de 1716, siendo Abad Fr. Antonio Rodrguez. al ao siguiente, el nuevo Abad, Fr. Genadio de Olivar, procedi a demoler el cuarto oriental porque amenazaba ruina, si bien las obras del nuevo pabelln no daran comienzo hasta 1.745-49,levantndose en ella dos pisos de celdas y ,en el piso bajo, el Archivo y la Biblioteca,Vicente Fernndez Vzquez, San Pedro de Montes: su historia y sus dependencias monacales, Revista Bierzo, pg.,67/77.Ao 1997.
Las Ferreras
Consagracin de la Iglesia del Monasterio de S. Pedro de Montes por S.Genadio, Reiter, 1.781
Las Herreras que ,a mediados del s.XVIII, haba en el Bierzo, eran: San Juan del Tejo perteneciente al Monasterio de Montes, Herreras de Valcarce, a Pedro Luis de Ulloa, Oencia (Ponte Petre) a Manuel de las Llanas, Oencia (Arnado ) ,a Juan de la Puebla, San Vicente de Leira ,al Monasterio de Samos .La Herrera de la localidad de San Juan del Tejo, conocida por la Herrera de Linares, porque se levant en el lugar llamado de Linares, aunque en el Catastro de Ensenada se dice: En el pago de la Ramosa, la construccin de esta Herrera se inici siendo Abad del Cenobio de Montes, Fr. Benito de Monteaguado (1.729/33),monje profeso del Monasterio de San Julin de Samos. Este Abad, siguiendo el ejemplo de sus compaeros de Samos, que llegaron a ser propietarios de 6 herreras ,consigui la aprobacin de la Comunidad el 8 de Diciembre de 1.729 para levantar la citada Herrera de Linares y para solicitar un prstamo de 7.000 ducados con el fin de poder realizar la obra. En el pago de la Ramosa hay una casa de Herrera de fbrica de hierro propia del Monasterio de Montes, en virtud de concesin de S.M., con facultad para abrir en diferentes trminos veneras y fbricas de carbn, por tener satisfechos, por razn de media annata, 50 ducados de velln por splica y merced concedida por una vez, en lugar de los 5.000 mrs. en cada quinquenio con que le fue hecha la referida concesin. No saben el nmero de arrobas que rinde al da la fundicin, lo que necesita de vena, madera para la quema, de agua, conmposicin de ella ,salarios de artfices, desperfectos mayores y menores. Deja til 15.000 rs. de velln dicha fbrica de hierro, bonificados ya todos los gastos de vena, agua, carbn, salarios y desperfectos con 120 das que se le dan de hueco por las dominicas, festividades y composiciones. El Monasterio pas por graves dificultades debido al pleito con la familias Andrade de Ponferrada, como reflej Fr. Martn Sarmiento en carta a un amigo escrita en Madrid, ao de 1.743: La casa y antiqusimo Santuario de San Pedro de Montes perdi un pleito sobre la manutencin de una Herrera que haba fabricado. Perdi los gastos, perdi la Herrera y perdi el til que coadyuvaba a mantener un proporcionado numero de Monjes para el mayor culto divino y ms estrecha observancia monstica...; pues fue preciso que la religin tomase el arbitrio de repartir los Monjes profesos de
aquella Casa en diferentes Casas de la Congregacin para que los mantuviesen porque ya no los poda mantener su misma Casa matriz de Montes... Recurriose a la piedad y benignidad de nuestro Monarca y se compusieron las cosas de tal modo que la facultad para sacar, venar y fundar herreras que el contrario recientemente haba conseguido en perjuicio del Monasterio, se dividiese entre las dos partes colitigantes, por conclusin de todo, vendi el contrario al Monasterio aquel derecho que le perteneca, y as se termin el pleito, Abel Soto Carbajo: El Bierzo en el s.XVIII, Tesis Doctoral, 2005. El Monasterio de San Pedro de Montes inicia la Edad Moderna con una situacin econmica bastante precaria. (...). En 1.527 San Pedro de Montes tena la renta ms baja, 200.000 mrs. de todos los Monasterio de la Congregacin...Evidentemente, con unos ingresos tan exiguos su comunidad era de slo 6 monjes y el Abad. (...) A partir del s.XVIII la economa monstica cambiar de forma radical con la construccin de varias ferreras, poltica que Montes copia del Monasterio de San Julin de Samos (...). A imitacin de Samos, el Monasterio de San Pedro de Montes emprendera, as mismo, una activa poltica constructiva, que le permitir aumentar sus menguados caudales. Inici esta poltica el Abad Benito Monteagudo, 1729/33, al poco tiempo de llegar de Samos, donde haba sido profeso. Segn el Abad Herrezuelo, historiador al final del Monasterio, una vez que el Abad, Benito Monteagudo, hubo tomado posesin de la Abada:Reconoci el terreno de las inmediaciones del Monasterio; y observando su hermosa situacin con la abundancia de todos los materiales necesarios para la fbrica de una herrera, se determin a construirla casi al pie de la Casa. En 8 de Diciembre del mismo ao de 1.729, dio parte de su pensamiento a los monjes, exponiendo las utilidades que se seguiran al Monasterio, como las procuraban a la Casa de su profesin otras de la misma naturaleza. El problema con los Andrade se solucionara, despus de pleitos, gastos y disgustos en el Abadiato del villafranquino D. Manuel Amigo, 1.737/41, con la compra a stos de su Cdula, en 32.000 rs. De este modo, el Monasterio lograba adquirir los derechos sobre la mina de la Chana y, con nuevas Cdulas sacadas por este Abad, el aprovechamiento de las de Molina Ferrera y Llamas. Nuestro Abad, dice Herrezuelo, fue el que acab de arreglar las cosas de la Herrera de Linares y termin el pleito sobre las minas de hierro, comprando a Andrade en 32.000 mrs. la Cdula Real para el aprovechamiento de las de Chana y dems del Bierzo. Sac tambin Cdula Real para aprovechar las de Molina Ferrera y Llamas y pag la media anata de dicha Cdula. La construccin de la ferrera de Pombriego planteara la Monasterio mayores problemas an que la de Linares, por la denodada oposicin del Marqus de Villafranca, Seor Jurisdiccional de La Cabrera. Nuevamente el Monasterio hubo de recurrir a la Justicia, entablndose un largo pleito iniciado el 17 de Julio de 1.750 y que, aunque favorablemente a ste, retras el funcionamiento de la ferrera hasta Abril de 1.761, cuando conclua el segundo Abadiato de P.Fr. Zoube:En su tiempo se acab de arreglar la Herrera de Pombriego y la puso en caudal; hizo tambin casa para el administrador y compr algn terreno inmediato y plazas de la herrera. Seala Herrezuelo que hubo de hacer de nuevola chapacua de la herrera de Pombriego que haba arrastrado el ro, y el Abad Velasco, en 1.781,gast unos 30.000 rs. en la presa de la herrera de Linares, repar la presa y acrecentla e hizo el
molino y la estacada de la herrera de Linares, hizo por tres veces la estacada de la de Pombriego y su anterior en el cargo, el Abad Juan Pramo: por tres veces costi la fbrica del rbol y rueda mayor de la herrera de Linares. Repar el vanzado y levant algunos paredones de ella, y en la de Pombriego desmont la pea que caa sobre la chapacua. En 1793/97, el Abad Fulgencio Aguirre, volvi a realizar costosas obras en la ferrera de Pombriego. Sin embargo, los ingresos de esta dos ferreras son, aproximadamente, la mitad de todos los del Monasterio, de ah la importancia de estos artefactos. Las ferreras estaban administradas por un Prior Rendero que viva en la casa construida en sus inmediaciones y que para aquel era un mbito de clausura. Un Acta de 1.778 seala por clausura rigurosa fuera de la cual no se puede salir sin quebrantar el voto de clausura ,no procediendo expresa licencia del Abad ,en Ferradillo, media legua poco ms o menos en circunferencia de la casa; en San Turjo otra media legua, excepto cuando por razn de la administracin de Arnado y de dicho Priorato tenga precisin de salir a mayor distancia, en la Granja otra media legua en la conformidad que en San Turjo, y lo mismo en las dos herreras de Linares y Pombriego . A los Administradores se les exigan cuentas con cierta regularidad.Mandamos- dice otra Acta de visita de 1792- que el Abad acompaado de otro monje inteligente tome rigurosas cuentas a los administradores de las herreras, hacindoles los cargos correspondientes sin llevarlos a consejo. Estado de cuentas de San Pedro de Montes en 13 de Marzo de 1.785:Recibi su P. el antecesor en sus cuatro aos del producto de la herrera de Linares, 48.707,17 rs. Item, de la de Pombriego, 85.263,27 rs., J. Antonio Balboa de Paz: Las Ferreras de Montes en el s.XVIII, Revista Bierzo, pg., 78/93. Ao 1997.
Poder al Padre Maestro Fr. Benito Gutirrez, Procurador General de la Religin de San Benito en la Villa y Corte de Madrid, 25 de Febrero de1.744
Spase que nosotros, el Abad y Monjes de este Real Monasterio de San Pedro de Montes, del Orden de nuestro Padre San Benito, estando juntos en nuestro Captulo, habiendo sido llamados y convocados a son de campana taida, segn lo tenemos de costumbre, especialmente el P. Maestro Fr. Gregorio Snchez, Abad de este Real Monasterio, su Paternidad el P .Prior, Fr. Manuel Amigo, el P. Predicador Fr. Mauro Gonzlez, Prior Mayor, los Padres Fr. Valerio Bustamante,Fr. Antonio de Ortega, Fr. Melito de Lara, Fr. Anselmo de Libana, Fr. Jos Luna, Fr. Benito Feijo, Fr. Fructuosos Prez, Fr. Claudio Gavilanes y Fr. Luis ngel de la Buelga, todos monjes profesos y conventuales de este Real Monasterio, que confesamos ser la mayor parte de los, que al presente, hay en l y ,por los ausentes e impedidos que no pudieron juntarse, prestamos voz y capcin de rato grato et iudicatum solvendo, de que estarn y pasarn por lo que por nosotros fuere hecho y otorgado, bajo expresa obligacin que para ello hacemos de los bienes y rentas de este Monasterio y, estando as juntos, decimos : Que este Monasterio tiene y posee por suya una Herrera en el sitio que llaman Linares ,en virtud de Cdulas de S.M.,que Dios guarde, por las que se nos da facultad y permiso de aprovecharnos de los montes de urz para hacer carbn y para el gasto y surtimiento de la Herrera ,sin que, por ningn Concejo ni persona, se pueda impedir el arranque de cepos ni fabricar el carbn ,por cuyas Reales Cdulas se requiri a la Justicia y Regimiento del lugar de Pealba quienes las obedecieron consintiendo que, en los montes de sus trminos y jurisdiccin, este Monasterio pudiese fabricar el carbn para la dicha Herrera y, con efecto se ha fabricado y extrado de sus montes, sin que hubiese existido la menor contradiccin, como tampoco de otros lugares de la circunferencia, donde tambin se ha fabricado . Sin embargo, contraviniendo lo mandado por S.M. por las Cdulas Reales, los vecinos y Concejo del lugar de Pealba han prendido y castigado, puestos presos en diferentes ocasiones, a diferentes operarios de la dicha Herrera por haber fabricado para ella carbn en los montes calvos y sierras del trmino del lugar de Pealba impidiendo el arranque del cepo y extraccin de carbn, por cuya causa se halla la Herrera desurtida del, de lo que se sigue grave dao y perjuicio a este Monasterio. Por tanto, otorgamos nuestro poder cumplido y bastante, el que de Derecho se requiere y es necesario, al Rvdo. P. Maestro Fr. Benito Gutirrez, Procurador General de Nuestra Sagrada Religin en la Villa y Corte de Madrid y, representando a este Monasterio, parezca ante S.M. y Seores de su Real Consejo de Cmara y se querelle grave y criminalmente, acuse a los vecinos y Concejo del lugar de Pealba por haber impedido el arranque de los cepos de urz, prendiendo ,castigando y puestos presos a las personas y operarios que fueron a los montes calvos a fabricar el carbn para el surtimiento de nuestra Herrera, y pida se multe y castigue a los vecinos y Concejo que, en adelante, no nos impidan el fabricar el carbn en los montes calvos de su trmino debajo de las peas ,as como los apercibimientos ms oportunos. Se querelle de otros Concejos cualesquiera, Justicias y personas de cualesquiera lugares que impidiesen a este Monasterio la fbrica y extraccin de carbn para el surtido de la Herrera y aprestos que necesitara, segn y como por S.M. nos est concedido. En razn de lo cual y lo ms que ocurra a favor de esta Monasterio, haga pedimentos, requerimientos, juramentos, presente escritos, escrituras, papeles, testigos y probanzas, tache y contradiga, as en demandando como en defendiendo, oiga Autos y sentencias,
interlocutorios y definitivas, consienta en nuestro favor y, de las en contrario, suplique, gane Reales Cdulas en nuestro favor, haga todas las diligencia judiciales y extrajudiciales que convengan y sean necesarias. Y para lo cumplir, damos poder a las Justicias de nuestro fuero y jurisdiccin competente, y renunciamos las leyes de nuestro favor con la general y derechos en forma. Renunciamos la licencia mayor y menor de nuestro Prelado, el Captulo obduandus de solutionibus y el suam de poenis, y as lo otorgamos ante el presente Escribano en este Real Monasterio, a 25 das del mes de Febrero de 1.744 aos, siendo testigos: Gabriel Bello, Manuel Fernndez y Juan de Castro, criados de este Monasterio, y los otorgantes lo firmaron a quienes, yo Escribano doy fe, conozco. Ante m, Agustn de Voces Siguen doce firmas de monjes.
Operarios en prisin por fabricar carbn de urz para la Herrera de Linares en los montes de la Jurisdiccin de Pealba Pase que nosotros, Domingo Fernndez, vecino del lugar Alense, feligresa de San Juan de Tores, Obispado de Lugo y Antonio Mndez, vecino del lugar de Estacas, de la misma feligresa: Otorgamos y damos todo nuestro poder cumplido y bastante, el que de Derecho se requiere y es necesario, a Bartolom Hidalgo, vecino del lugar de Villanueva de Valdueza para que, en nuestro nombre, comparezca ante S.M.,que Dios guarde, y de ah abajo ante cualesquiera Seores Jueces, Justicias y Tribunales donde convenga, y nos defienda en la causa de oficio contra nosotros fulminada por el Juez de este lugar de
Pealba, por haber fabricado carbn de urz en su jurisdiccin para el sostenimiento de la Herrera del Real Monasterio de San Pedro de Montes, por lo que nos puso y estamos presos rigurosamente ha muchos das, y se queje y querelle del Juez y ms culpados, y pida se nos suelte libremente de la prisin, y se nos paguen y satisfagan los jornales de los das de prisin. En razn de todo lo cual y lo ms que ocurra a nuestro favor y defensa, haga pedimentos, requerimientos, juramentos y protestas, presente escritos, apele, y contradiga, as en demandando como en defendiendo, gane Reales Provisiones y otros despachos y, en nuestro nombre, haga todas las dems diligencias judiciales y extrajudiciales que nosotros podramos hacer siendo presentes. As lo otorgamos ante el presente Escribano en este lugar de Pealba, a 29 das del mes de Abril de 1.744 aos, siendo testigos, Santiago Garca, Gregorio Prez y Simn Regueras, vecinos todos de este lugar, y de los otorgantes que yo, Escribano, doy fe conozco, lo firm Antonio y no Domingo Fernndez ni ninguno de los testigos, pues todos dijeron no saber escribir. Ante m, Agustn de Voces
(*) Compromiso entre el Real Monasterio de San Pedro de Montes y el Concejo de Santa La Villa: Estando en el Real Monasterio de San Pedro de Montes, Orden de nuestro Padre San Benito, a 11das de Abril de 1.787 aos, juntos y congregados en la Celda Abacial sus Religiosos Conventuales, especial y sealadamente el R. P. M. Fray Fulgencio Aguirre ,Abad y Seor de esta Jurisdiccin, sus Paternidades Fray Juan Pramo y Fr. Genadio Velasco, los Padres Priores Fr. Agustn Merayo, Prior Mayor, Fr. Manuel Surez, Fr. Mauro Valcarce, Fr. Isidoro Ochoa ,Fr. Jos Otero, Fr. Bernardo Rama, Fr. Pablo Rivera, Fr. Lorenzo Iglesias, Fr. Rosendo Armesto, Fr. Melito Anta y Vega, todos Monjes Profesos y la mayor parte, que confesaron ser de los que al presente hay en este Monasterio que, por los ausentes enfermos y legtimamente impedidos que no han podido juntarse, prestaron capcin en forma de que estarn y pasarn por lo que por los presentes fuese hecho y otorgado, bajo expresa obligacin que para ello hacen de los bienes y rentas de su Comunidad, y as juntos de la una parte y, de la otra, Pedro Mndez, Procurador Sndico del lugar de Santa La Villa, Diego Losada y Juan Vega, vecinos y Diputados por su Concejo y vecinos para lo que en adelante se har mencin, segn resulta del testimonio dado por Marcelo Fernndez, Fiel de Fechos de dicho lugar , el cual ,para que en todo tiempo conste ,se pone por cabeza de esta Escritura y su tenor a la letra es el siguiente testimonio: Usando de las facultades que por dicho Concejo les son conferidas, los expresados Procurador y Diputados juntos con la referida Comunidad, por ante m Escribano de S.M. y vecino de la villa de Ponferrada, dijeron: Que teniendo este Real Monasterio por suya propia una herrera en el pago de Linares, construida en virtud de Real Cdula del Seor D. Felipe V, despachada en el Pardo, a 4 de Marzo de 1.738, con ciertas facultades y prerrogativas y, entre ellas, con las de poder arrancar cepo y fabricar carbn en los montes comunes de los pueblos circundantes para su uso y fbrica del hierro, como lo han ejecutado de muchos aos a
esta parte en los montes pertenecientes al Derecho y Jurisdiccin del lugar de Santa La Villa ,no obstante de serles notoria y haberla consentido, parece ser que el Concejo o parte de l , a pretexto de que, con motivo de las crecientes de aguas que descienden de las montaas en las crecidas lluvias y avenidas, suele embarazarles las heredades fructferas del valle de su distrito, suponiendo causan este dao el arranque de cepos de urz, nico producto de aquellas sierras, pas en 31 de Enero del ao prximo pasado a prender a diferentes operarios que estaban arrancando y fabricando carbn al sitio del Vallino de Candaneda comprendido en aquellos montes ,por lo que este Real Monasterio dio queja del expresado Concejo ante los Seores Presidente y Oidores de la Real Chancillera de Valladolid, por cuyo Superior Tribunal se libr Real Provisin de citacin y emplazamiento contra dicho Concejo y vecinos en el da 12 de Marzo prximo pasado que se les hizo saber en el da 26 del mismo mes. Y habindose juntado los vecinos en forma de Concejo, conociendo lo costoso de los pleitos ,lo dudoso de sus fines, deseando la paz y buen armona con que siempre se han conducido, as con este Monasterio como con los pueblos inmediatos, cuyos vecinos y naturales concurren a aquellas sierras a la fbrica de carbn, y deseando igualmente este Monasterio evitar cualquier visible perjuicio que del arranque del cepo de urz se pueda seguir al terreno fructfero del pueblo, han tratado de transigir la queja por parte de esta Comunidad y los expresados vecinos de Santa La Villa ,por medio de su Procurador y Diputados en sealar los sitios hasta donde puedan bajar los operarios a arrancar cepo y fabricar el carbn, a cuyo fin se hizo vista ocular por los citados Procurador y Diputados con presencia del P. Prior Fr. Mauro Valcarce, a nombre y de orden de esta Comunidad y con asistencia de m Escribano, segn se demostrar en sta, otorgando, en su razn, el correspondiente compromiso para mayor satisfaccin y seguridad de unas y otras partes. Y poniendo en ejecucin lo tratado, desde luego, y por la presente y en la mejor va y forma que de Derecho haya lugar y ms firme sea, el expresado R. P. Abad y ms Religiosos otorgan: Que, desde hoy en adelante, desisten y apartan de la propuesta queja y se obligan en forma a no proseguirla en manera alguna por esta causa, a cuyo fin dan por nulo y de ningn valor el Poder que otorgaron para instaurarla y, a mayor abundamiento, lo revocan en todas sus partes, entregndose por el expresado Concejo de Santa La Villa a los operarios fabricantes las prendas que se les exigieron en el monte libremente y sin coste alguno como lo tienen igualmente tratado. Y los referidos Procuradores y Diputados del citado Concejo, por lo que les toca y a nombre de sus vecinos, en virtud del nombramiento en ellos hecho y facultades que les tienen conferidas, cumpliendo por su parte con lo estipulado desde ahora en adelante y para siempre jams: Otorgan que, consienten que los operarios y fabricantes de carbn para la citada herrera, en uso de la expresada Real Cdula, puedan entrar y entren a arrancar el cepo de urz para l por las Sierras y montes del Derecho y Jurisdiccin del lugar de Santa La Villa hasta bajar a las Tres Peas ms altas y que estn ms arriba de las labradas del Campo por sobre las cuales pasa la senda que baja de Ferradillo y Campo de las Forciellas para Santa La Villa y mira su fachada inferior rectamente al medioda, y habr de unas a otras en derechura la distancia de doce pasos, poco ms o menos y, desde stas, por la parte siniestra mirando hacia dicho lugar, sigan en rectitud a las Peas que hay bajo la Carruna Nueva que hicieron los de Ferradillo, las cuales miran para el norte y teso de las Corralinas y, desde stas, en derechura, a las Tres Peicas que estn encima de la bouza de Nuestra Seora de Santa La Villa ,que hoy est poblada de matas de roble y, de stas, en rectitud a la Moulla o Morreca de Piedras
apaadas que dejan puesta en el testero, dando vista al Pico de Valdazores ,y de aqu a la Pea del Torno ,y de a la Pea del fondo de la Mata del Obispo ,y de all a la becea o senda que va por la Pasada de Valdeseves y, en derechura, por encima de la Mata de Carvallal Viejo y tirando o bajando hacia la parte diestra con la misma rectitud, puedan bajar pasando desde las citadas Tres Peas donde se dio principio a otras tres que estn al arroyo por sobre la Mata del Vallino del Candanedo y de sta a otras peas bajas que hacen forma de vallado y frente a la peas primeras por sobre las Matas de la Era del Escamuzn, en donde pusieron otra Moulla o Morueca y de all al Pico de la Mata de la Torrecilla y ,desde sta ,por encima de los Couros, hasta a cuyos sitios puedan bajar y arrancar los operarios, como va expresado, y desde ellos hasta las Cumbres de las Sierras, dejando libre todo el dems monte contra la parte inferior para el resguardo del terreno fructfero, a fin de que las aguas que bajan en tiempo de truenas y lluvias copiosas no puedan con tanta facilidad arroyarlas y embarrarlas con las brozas que conducen . Y, en cuanto a las prendas que tomaran a los operarios, estn prontos a entregarlas libremente, y se obligan en debida forma con sus personas y bienes y los dems vecinos y Concejo a que ahora, ni en tiempo alguno, prendern ni estorbarn por ningn pretexto a los operarios carboneros sobre el arranque y fabricacin de carbn, desde los expresados sitios hacia la parte superior no introducindose desde lo sealado aguas vertientes al valle y arroyo que baja al lugar, pena de pagar las costas y daos que de ejecutar lo contrario se siguieren y causaren al Monasterio y sus operarios. Y para lo as cumplir unas y otras partes, cada una por lo que le toca y van obligados, dan poder a las Justicias de S.M., de su Fuero, que a ello les compelan como por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, renunciaron las leyes, Fueros y Derechos de su favor con la general en forma y dicha Comunidad renuncia el Captulo: suam de poenis ob duardus de solutionis licencia mayor y minor del Superior. Y por firme as lo otorgaron ante m Escribano, siendo testigos Pablo Garca, Juan Rodrguez, naturales de este lugar, y Rafael de Voces del de La Chana, de los otorgantes que doy fe conozco, firmaron los religiosos y, por no saber ,el Procurador y Diputados de Santa La Villa, uno de los testigos a su ruego. Ante m, Pedro Fuentes (*) Hasta bien entrado el s. XVIII, el hierro se obtena calentando, a gran temperatura, las capas de mineral de hierro con carbn vegetal. El producto resultante era una masa de hierro que haba de ser trabajada al rojo vivo en la forja. El martilleo de la forja haca perder al metal las escorias adheridas. En cualquier caso, el material as obtenido era de gran calidad , denominado hierro forjado o dulce. Pero, para la obtencin de un Kg. de Hierro, se requeran 3 Kg.de venera y 5 Kg. de carbn vegetal .La lea verde, una vez hecha carbn, merma hasta quedarse en 1/5 de cuanta lea haba sido apilada. Segn la clase de madera empleada, as ser la capacidad calorfica. La mayor capacidad calorfica de origen vegetal la facilitan, entre otros, los cepos (turganos, forgos) de la urz o brezo. Este carbn vegetal suele cocerse en el mismo lugar en que se arrancan los cepos, hacindose una poza sobre la que se extienden estos, una vez que el pozo se ha cubierto con lea. . Se prende fuego, a la vez que el montn de los cepos se va cubriendo gradualmente con tierra fina y sin piedra.
El montn permanece cocindose, en esta forma, por algunos das. De esta forma tiene lugar una combustin que, entre otras cosas, posibilita el desprendimiento de la humedad vegetal del cepo, hace el carbn vegetal ms esponjoso y de mayor poder calorfico. Parte del metal de hierro, proveniente de la Ferrera de Linares, termina por distribuirse en la tienda del ferretero Valcarce ,sita en la Plaza Mayor de la villa de Ponferrada ,tienda que proporciona hierro forjado en planchas y cortadillo a fraguas, herreros, cerrajeros, herradores y otros artesanos, pudiendo elaborar tenazas, mazos, martillos, hoces de siega, podaderas, rozaderas, azadas, azadones, picos, ganchas, sachos, rejas, -calzas de los mismos-, guadaas, pinas, cortafros, herraduras, clavos, palancas, aldabas, bisagras, morillos, trbedes, preganzas, cadenas, alcimeres, asadores, sartenes, cucharas de hierro, navajas, cuchillos, tijeras de trasquilar, azuelas,etc.
Pastora, su perro y rebao en Manzanedo con las Guiana nevada por fondo. Foto: F.Gonzlez Gonzlez
Arriendo de la Herrera de Ponte Petre en favor de Nemesio Fernndez de esta villa, ao de 1.816
D. Antonio de Quiones y Quiones, hijo primognito de otro D. Antonio de Quiones Garca de las Llamas, Teniente de Caballera retirado, con agregacin al Estado Mayor de la Plaza de la ciudad de Zamora, Regidor Perpetuo de esta villa de donde soy vecino y mi padre de la de Villalpando, digo: Que por ste se me ha conferido poder general en los 20 de Junio ltimo, por testimonio de Toms Morillas, Escribano de aquel nmero, no slo para percibir y cobrar la renta y dems emolumentos correspondientes de Mayorazgos y agregaciones que disfruto en esta Provincia del Bierzo ni a menor poseedor D. Manuel Garca de las Llamas ,vecino que fue de esta misma villa, sino para hacer nuevo arrendamiento de
cuantos predios urbanos y rsticos correspondan a los citados Mayorazgos, con las clusulas, plazos, gastos y condiciones que por bien tuviere, siendo en ellos tambin comprendida la Herrera titulada de Pontepetre, en la Merindad de Aguiar, y otros diferentes particulares que por menor resultan de dicho poder, que exhibo al presente Escribano que da fe, y de contener todas las clusulas circunstancias y requisitos necesarios para su validacin y comprobacin de los Escribanos de S.M.,nmero ,rentas y cuadrilla de Mesta de la citada villa de Villalpando, Jos Mara de Mazo y Gervasio Morillas con las misma fechas, usando del poder en su aceptacin: Arriendo y doy en renta y arrendamiento a D .Nemesio Fernndez ,mi convecino, la expresada Herrera con todos los pertrechos necesarios para su uso, por tiempo y espacio de cuatro aos que principian a correr y contarse desde el da 25 de Enero, prximo pasado, y concluirn en otro tal del venidero de 1.820,en cada uno de los cuales me ha de dar y pagar o a la persona que legtimamente represente a mi padre,24.000 reales de velln en dos tercios iguales de 25 de Julio, y otro tal de Enero, ,bajo la pena de ejecucin dcima y costas, y de pagar a la persona que a ella fuese, residiendo fuera de esta villa y jurisdiccin, para compelirle a ponerla en mi casa, mano y poder en esta misma villa, 400 maraveds de salario por cada un da de su legtima ocupacin, incluso ida y vuelta por los que les ha de ser ejecutado como por la cantidad principal, y este arrendamiento se lo hago a D. Nemesio bajo las condiciones siguientes : 1.-Que la referida cantidad la ha de satisfacer sin descuento alguno respecto quedar de su cuenta todos los reparos mayores y menores que puedan ocurrir en la expresada fabrica y sus accesorios ,a excepcin de la reparacin que en la actualidad necesita el paredn de la entrada de la Herrera, los pared de la cuadra, la del horno y el tejado de la Capilla que han de ser, por esta vez, de cuenta del refererido mi padre y los que ocurran en lo sucesivo, por parte del mencionado D .Nemesio. 2.-Que, del mismo modo, ha de ser de cuenta de ste, la contribucin de la sal y cualquiera otra que corresponda por razn de vecindad, igualmente que el foro que se paga al Excmo. Seor Marqus de Villafranca, y el de la venera y, de cuenta del relacionado mi padre, cuantas contribuciones en lo sucesivo puedan imponerse sobre las rentas estipuladas. 3.-Que, al finalizarse este arriendo, ha de quedar la fbrica y sus oficinas actuales y corrientes y en disposicin de servicio para que pueda continuarse trabajando en ella, debiendo, adems, hacer entrega de todos los utensilios y ms efectos que reciben del inventario que ha de entregar el referido D. Nemesio segn la entrega que se le hizo por el anterior arrendatario. 4.-Que no se ha de hacer uso ajeno de los montes ms que para destinados. 5.-Que, al final del arriendo, sea mi padre u otro cualquiera que le suceda a D. Nemesio, bien en administracin o en arriendo, ha de tomar y pagar a dinero de presente metlico contante y, al tiempo de la entrega, todos los enseres de vena, carbn, hierro, recua, grano y dems que el enunciado D, Nemesio tenga en la Herrera, sus casas y accesorios. Y bajo estas condiciones obligo los bienes del ya citado mi padre que lo son en el presente.
De 1.625 quintales de hierro a 54 rs. el quintal Venta de 90 fanegas de centeno de pan cocido Venta de 20 miedros de vino anuales Del alquiler de 9 machos de 133 das de trabajo
87.750 rs. 360 rs. 225 rs .30 mrs. 3.591 rs. 91.926 rs. 30 mrs.
Valor
19.297 rs. 29.250 rs. 7.312 rs .17 mrs. 3.024 rs. 200 rs. 400 rs. 360 rs. 360 rs. 594 rs. 432 rs. 4.000 rs. 2.178 rs. 4.305 rs. 1.540 rs. 3.744 rs. 1.180 rs. 1.100 rs. 11.200 rs.
Escritura de Arriendo de las Ferreras de Pombriego y Linares a favor del Crdito Pblico. (*)
En la villa de Ponferrada, a 20 de Febrero de 1.821, ante m Escribano y testigos, compareci presente D. Antonio lvarez Trincado, Comisionado Subalterno del Crdito Pblico de este Partido, y dijo: Que en virtud del Oficio que, con fecha 19 del corriente, le dirigi D. Francisco Alonso, Oficial Mayor del Establecimiento Principal de Len, y con las facultades que tiene del Administrador Principal, arrienda y da en arrendamiento, desde hoy y hasta el ltimo del mes de Julio del corriente ao, al Padre Fr. Ildefonso Gayoso ,la Ferrera que perteneca al extinguido Monasterio de San Pedro de Montes, existente en el lugar de Pombriego y, al Padre Fr. Benito Canedo, la de Linares, perteneciente, as mismo, al citado Monasterio con los accesorios que cada una tiene. Por ellas han de pagar cada uno 3.000 reales de velln en monedas metlicas, concluido que sea el mes de Julio, juntos y en una sola paga, puesta en mano y poder del otorgante o en el de la persona que le suceda en el destino, bajo pena de ejecucin y costas de la cobranza, y de pagar a la persona que fuese a ponerlas 400 maraveds de salario por cada un da de su legtima ocupacin, contando los de la ida estada y vuelta, por los que han de consentir la misma que por la cantidad principal y, adems han de guardar y cumplir las condiciones siguientes: 1.-Primeramente, es condicin que los expresados Padres han de poner cada uno la Herrera que se les confiere en arriendo corriente para que pueda trabajar en el da,
limpios los cauces con empalizadas sin que por su coste puedan reclamarlo al establecimiento ,pues quedan de cuenta y riesgo de los susodichos que, por razn de reparos, se les haba de entregar a cada uno 500 reales, se les rebajan de los 3.500 con que deban de contribuir por cada una de las dos Herreras, por lo que slo han de pagar los 3.000 reales cada uno. 2.-Que, si en el intermedio del tiempo de este arriendo, alguna de las dos Ferreras se incendiase en su mayor parte o hubiese algn descalabro mayor, cual es el rompimiento de los dos rboles mayores o ruedas que imposibiliten trabajar, o si se hundiera la venera que surte a ambas Ferreras existentes en el lugar de la Chana, sea visto rebajrseles el tiempo que estn sin poder trabajar, siempre que no se pueda sacar la vena. 3.-Que concluido el tiempo de este arriendo, los referidos Padres han de dejar en cada una de las Ferreras la vena y carbn existente y que resulta de los inventarios que se han formado o pagar en metlico el importe al precio corriente o al que fuere tasado por peritos nombrados, y mediante los Padres tienen representando al Administrador Principal del Establecimiento, sobre se les entregue o pague el importe de la vena y carbn existente en cada una de las Ferreras por ser comprados por ellos con dinero suyo y no del Monasterio, siempre que declare la voz de ellos y sea visto no quedar obligados a pagar el carbn y vena existente ni dejar igual porcin de cada cosa. Con cuyas condiciones, el otorgante, a nombre del Establecimiento, les otorga el arriendo por el tiempo que queda referido y por la pensin expresada,y estando presentes los nominados Padres Fr. Ildefonso Gayoso y Fr. Benito Canedo ,habiendo visto, odo y entendido esta Escritura de arriendo, dijeron que la aceptaban y se obligaban y obligaron con sus personas y bienes espirituales y temporales, habidos y por haber, a que cada uno y por la Herrera que se les arrienda ,pagarn los 3.000 reales concluido el mes de Julio venidero del presente ao, puestos y pagados en poder de D. Antonio Trincado o en el que le suceda en el empleo, llanamente y sin excusa alguna bajo las pena de ejecucin dcima y costas y de pagar a la persona que fuese a por (...). A cuyo cumplimiento desde luego quedan obligados, y dieron por fiador a D. Sebastin Villadomar, vecino de esta villa de Ponferrada ,quien estando presente y enterado de esta Escritura, cierto y sabedor del derecho que le pertenece, se oblig a constituirse por fiador de los expresados Padres Fr. Ildefonso Gayoso y Fr. Benito Canedo, y se oblig con su persona y bienes muebles, races, habidos y por haber, a que los susodichos pagarn, cada uno, los 3.000 reales concluido el mes de Julio del presente ao, y de no ,los pagar este otorgante, como tal su fiador, sin que sea necesario hacer diligencias con los Padres que guardarn y cumplirn todo lo contenido en las condiciones y, de lo contrario, todos los daos y perjuicios que se originasen, los satisfar el otorgante, por lo cual har de deuda y negocio ajeno, suyo propio . Y para as lo cumplir unos y otros, y por lo que les toca, dan poder a las Justicias de S.M. y Santidad de sus Fueros competentes que a ello les compelan y apremien como por sentencia pasada en juzgado, renunciando todas las leyes, fueros y derechos de su favor y la general en forma. Y as lo otorgan ante m Escribano, siendo testigos, Francisco Pedro lvarez, vecino de esta villa de Ponferrada y Manuel Ramos, natural de Millaroso de Valdeorras, Agustn Velasco, natural de Puente de Domingo Flrez. Los otorgantes que doy fe, conozco, firmaron y firm. Ante m, Manuel Jernimo Surez
(*) Trienio Liberal, 1.820/23 El da primero de Enero de 1.820, D. Rafael del Riego dirigi un Pronunciamiento en Cabezas de San Juan, proclamando la Constitucin de Cdiz de 1.812. Ello, entre otras cosas, significaba el restablecimiento de la legislacin desamortizadora-bienes amortizados: sutrados al mercado libre- de las Cortes de Cdiz. Las nuevas Leyes y Disposiciones del nuevo Gobierno y Cortes afectaron a la Iglesia que consider lesionados sus Derechos. Una de las medidas que el Gobierno y las Cortes aprobaron fue el Decreto 1 de Octubre de 1.820, que vena a reformar las rdenes Religiosas. Por la llamada Ley de Monasterios, se supriman las rdenes Monacales, los Monasterios Regulares, el Santo Oficio y sus bienes, las rdenes Militares y otras Leyes que afectaban, por ej. a los Mayorazgos. Quedaban extinguidos los Conventos que no llegasen a 24 individuos, si haba ms de uno en la localidad, o a 12 si slo haba uno, pasando los bienes de tales Monasterios a poder del Estado Por Ley de 29 de Junio de 1.821, se reducan en un 50 % los diezmos eclesisticos.
Bibliografa:
Balboa de Paz, J. Antonio: Ferreras y Fraguas. Len, 2008. Balboa de Paz, J. Antonio: El Patrimonio Industrial de la Provincia de Len, 2006. Durany Castrillo, Mercedes: La Regin del Bierzo en los siglos centrales de la Edad Media,1.070/1.250.Universidad de Len, 1.989 Garca Gonzlez, Miguel J: El Bierzo a finales del s. XVIII. Ponferrada, 1.998 Garca Gonzlez, Miguel .J.: La Desamortizacin de Mendizbal y Espartero en el Bierzo. Len, 1994 Garca Gonzlez, Miguel J.: La Desamortizacin de Madoz en El Bierzo. Len, 1.996 Garca Gonzlez, Miguel .J.: Severo Gmez Nez: Un Tcnico Reformista para El Bierzo, 1.859/39. I.E.B. Ponferrada, 1.996 Gonzlez, Gonzlez, Francisco: Oza del Rizo y Rezo.I.E.B. Ponferrada, 2.009 Lpez, David -Gustavo: El Valle del Silencio. Len, 1.999 Puyol, J: La Abada de San Pedro de Montes. Len, 1.925. Revista Bierzo: Monasterio de San Pedro de Montes Monografa-. Ponferrada, 1.997 Rodrguez Cubero, Jos-Diego: El Seoro de Villanueva de Valdueza .Ponferrada, s/f. Soto Carbajo, Abel: El Bierzo en el s.XVIII, Tesis Doctoral. Ponferrada, 2005 Varios: Actas de San Pedro de Montes, I.E.B. Ponferrada, 2.006
Fuentes Documentales: Archivo Histrico Provincial de Len Seccin de Protocolos Notariales Cajas, 2.184, 2.347, 2.390, 2.584, 2.705, 2.786