Teoria de La Conservación
Teoria de La Conservación
Teoria de La Conservación
Introduccin:
En el presente trabajo se pretende abordar la problemtica de la falta de estudios en materia de teora de restauracin para conformar una base terica de la misma, si bien desde tiempos muy remotos el hombre se ha preocupado por conservar fsicamente cualquier testimonio que de fe de su paso por este mundo (en particular de la arquitectura), no es sino hasta fechas muy recientes que la preocupacin por la preservacin de cualquier tipo de evidencia es elemento fundamental y de identidad de una nacin. La restauracin se ha convertido en una disciplina que necesita un cuerpo slido sobre el cual cimentar sus bases tericas, los cambios relativamente recientes de los criterios que la orientan (aproximadamente desde hace dos siglos) y el progreso extraordinario de las ciencias sociales hacen necesario un viraje en las nuevos enfoques sobre las problemticas que se plantean en la actualidad para llegar a la solucin de las mismas (Chnfon; 1984). La restauracin se convierte entonces en una doctrina que necesita un sustento terico y una metodologa de trabajo; en el entendido que todo vestigio de culturas pasadas es una muestra del devenir histrico y del grado de menor o mayor adecuacin que ha tenido el hombre a su paso por la tierra, en este marco la arquitectura se convierte en un testimonio clave, ya que es esta, la materializacin de necesidades individuales y/o colectivas que llegan hasta nuestros tiempos; por esta razn se hace evidente la falta de una base terica sobre la cual un especialista en restauracin pueda ser objetivo en sus propuestas de conservacin y restauracin del ahora patrimonio de una sociedad. La visin occidental en materia de restauracin y conservacin, la falta de estudios y anlisis sobre la actitud que hemos tomado frente a nuestro propio pasado nos ha conllevado a lo que a mi parecer ha sido la desaparicin de muchos de nuestros testimonios de incalculable valor, la industrializacin, el consumo de masas, los intereses de un grupo minoritario de la sociedad y la aparente modernidad en la que nos vemos envueltos desde mediados del siglo XX, hacen en muchos casos, imposible la coexistencia armnica de los monumentos o bienes patrimoniales con la vida actual, convirtindose los primeros en un estorbo e inclusive en un obstculo para el crecimiento o desarrollo de esta sociedad.
En el entendido de la falta de una teora de la restauracin aceptada universalmente, la aplicacin de cualquiera de las corrientes existentes en materia de restauracin, obliga a el especialista a ser muy cuidadoso sobre el como y el por que de una intervencin, y es justamente aqu, donde el restaurador o conservador al enfrentarse a diferentes tipos de bienes patrimoniales, tiene una disyuntiva sobre el como proceder, si bien el objetivo terminal es el mismo, la preservacin de la memoria colectiva para futuras generaciones, la base terica y la metodologa de trabajo no pueden ser las mismas, ya que hay una gran diferencia entre los distintos bienes patrimoniales; pongamos como ejemplo la arquitectura arqueolgica y la arquitectura histrica; las estructuras arqueolgicas no tienen como objetivo de su preservacin el ser habitadas nuevamente y los edificios histricos a partir del siglo XVI s Esta diferencia de el posible uso en que se ven envueltos los monumentos a conservar, hacen de suyo un problema sobre el como deben intervenirse, la falta de preparacin en esta materia colocan un velo en el conservador y/o restaurador, que no nos permite entender o asimilar como debe intervenirse los bienes patrimoniales, dejando en muchos casos esta tarea a pseudo especialistas, que debido a su formacin no tienen la preparacin necesaria para integrar una propuesta de intervencin y conservacin de los bienes patrimoniales. En el presente ensayo no se pretende llegar a la solucin de estos problemas, ni mucho menos dar respuesta a las preguntas planteadas de manera contundente, lo que implicara un estudio mas profundo que el de la actual propuesta, ms bien se pretende dar una visin de lo que hasta ahora ha sido la posicin del terico frente a la conservacin y restauracin de nuestro patrimonio monumental, para que, desde una visin individual se llegue a ser objetivo o tener mayores elementos de juicio, para la intervencin en los bienes patrimoniales de la humanidad
Las incursiones de diferentes pensadores a lo largo de la historia en materia de restauracin tienen remotos orgenes, Len Battista Alberti (1404-1472) si bien es mas acertado llamarlo historiador y crtico de arte, que arquitecto o restaurador, hace incursiones en el campo de la arquitectura y ms especficamente en el campo de la restauracin, al ser nombrado Consejero de Urbanstica del Papa y Conservador Oficial de Ruinas Clsicas alrededor de los aos de 1440, escribe el primer tratado de arquitectura del renacimiento y otro ms sobre el arte, siendo de los primeros tratadistas del renacimiento, es importante mencionarlo como uno de los primeros tericos que sobre arquitectura y restauracin escribi; y fue sin lugar a dudas influencia de muchos tericos posteriores, otro gran tratadista es Andrea Di Pietro de la Gondola Palladio nacido en 1508 escribe los Cuatro Libros de Arquitectura en 1570, manejando el tratado de Alberti de Re Edificatori hace mencin a la arquitectura antigua en algunos de los conceptos esenciales que maneja, Superioridad de la Arquitectura Romana Antigua, Autoridad de Vitrubio y Testimonio Esencial de las Ruinas de la Antigedad Clsica; Palladio escribe algunos otros libros sobre la historia de la arquitectura romana antigua y es por estos escritos que se le etiqueta como un magnfico conocedor de la antigedad, si bien el renacimiento dejo una abundante literatura sobre arquitectura y un amplio estudio en materia de teora, el campo especfico de la restauracin no queda muy claro en lo que respecta a la parte terica puesto que los escritos de Alberti son mas bien de carcter critico y los tratados de Palladio tienen un sentido historicista, pero quedan como antecedente histrico que sobre restauracin y/o conservacin aparecieran en forma especializada desde principios del siglo XIX. Durante el renacimiento, en que proliferan los tratados de arquitectura, pintura y escultura, se iniciaron las menciones eventuales a la restauracin, pero como ya se dijo antes, es hasta principios del siglo XIX que aparece de forma especializada, tratados prcticos y monografas sobre casos especficos (Chanfn; 1984), John Ruskin (1819-1900), estudioso de la arquitectura, escritor y crtico de arte escribe dos grandes obras sobre arquitectura, Las siete Lmparas de la Arquitectura (1849) y Las Piedras de Venecia (1851), en las que refleja grandes estudios de arquitectura y sus implicaciones histricas y sociales; el primero de estos, sin duda el ms clebre; es un verdadero manual de conceptos arquitectnicos vistos a travs de su condicin de crtico de arte, de su magnfica observacin de las edificaciones, de su extenso acervo cultural y de un minucioso estudio de sus componentes, deca que la arquitectura deba ser la madre de todas las artes, consiente de la diferencia de esta y la construccin. En su libro las siete lmparas de la arquitectura John Ruskin divide su estudio en: La Lmpara del Sacrificio, La Lmpara de la Verdad, La Lmpara de la Belleza, La Lmpara de la Vida, La Lmpara de la Memoria y La Lmpara de la Obediencia; para nuestro estudio es el captulo concerniente a la memoria el que nos interesa, pues es aqu donde vierte sus ideas respecto a la restauracin sealando a grandes rasgos lo siguiente:
La restauracin es la peor destruccin que puede sufrir un edificio. Se refiere a la falsedad de restituir, al engao de reconstruir y aade que restaurar es tan imposible como tratar de resucitar a los muertos, no acepta la de que el edificio en realidad no este muerto sino solo enfermo. No obstante reconoce el valor testimonial de los monumentos y se preocupa ampliamente por la autenticidad de los mismos, renuncia a cualquier intervencin restaurativa en una actitud claramente romntica; otorga un valor superlativo al arte, reflejando la intelectualidad europea de su poca, que busca una identidad en la exaltacin de los tiempos pasados. Eugne Emmanuel Viollet-le-Duc (1814-1879), contemporneo de Ruskin, escribe el Diccionario Razonado de la Arquitectura y en l hace conciencia sobre la trascendencia de la actividad de restaurar: Nuestro tiempo, y solamente nuestro tiempo, desde principio de los siglos histricos, ha tomado frente al pasado una actitud inusitada. Ha querido analizarlo, compararlo, clasificarlo y formar su verdadera historia, siguiendo paso a paso la marcha, los progresos, las transformaciones de la humanidad. Un hecho tan singular no puede ser, como lo suponen algunos espritus superficiales, una moda, un capricho, una debilidad, por que el fenmeno es complejo. (tomado de Chanfn C.; 1984). Viollet-le-Duc dice en esta obra haciendo referencia a la restauracin de un monumento, reestablecerlo en un estado completo que no pudo haber existido en un momento dado; en clara contraposicin a lo propuesto por Ruskin, Viollet-le-Duc es el primero en visualizar a la restauracin en un panorama completo con respecto a las ciencias de su tiempo y entenderlo como un concepto totalmente nuevo. Las aportaciones en materia de teora de la restauracin de Viollet-le-Duc si bien han sido remontadas en nuestros tiempos al cambiar radicalmente conceptos como el de monumento, patrimonio y cultura no pueden ser excluidas del devenir histrico en la conformacin de una teora de la restauracin; Viollet-le-Duc se instituye como uno de los principales tericos que sin haberse separado de la actividad prctica, encuentra un modelo claro de fundamentacin histrico-crtico, que en su propuesta debe respaldar todo proyecto de conservacin. Y en su Diccionario Razonado de la Arquitectura nos presenta la diseccin metdica de un monumento para comprender hasta sus ms mnimos detalles, tal como necesita hacerlo el restaurador, para quien no es suficiente el conocimiento global de la obra de arte, sino que debe llegar al anlisis de cada elemento, por pequeo e insignificante que parezca (Chanfn; 1984). Otro de los tericos que tienen gran impacto en el mbito de la restauracin es Cesare Brandi (1906-1988); l entenda por restauracin cualquier intervencin dirigida a devolver la eficiencia a un producto de la actividad humana. Frase en la cual hace posteriormente una acotacin sobre una restauracin relativa a manufacturas industriales y a una restauracin relativa a las obras de arte; en la primera se evidencia el restablecimiento de la funcionalidad del producto industrializado, pero cuando hace mencin a las obras de arte, incluso aunque se cuenten entre ellas, aquellas obras que poseen estructuralmente una finalidad funcional, como las
arquitectnicas; resultar claramente que el restablecimiento de la funcionalidad, aunque tambin se incluya en la intervencin restauradora, no representa en definitiva ms que un aspecto secundario o colateral de est, nunca lo primario en lo que respecta a la obra de arte como tal. Cesare Brandi define en su obra de Teora de la Restauracin, el concepto de restauracin de obra de arte con base en dos principios: Primero: La restauracin constituye el momento metodolgico del reconocimiento de la obra de arte, en su consistencia fsica y en su doble polaridad esttica e histrica, en orden a su transmisin al futuro. Segundo: La restauracin debe dirigirse al restablecimiento de la unidad potencial de la obra de arte, siempre que esto sea posible sin cometer una falsificacin artstica o una falsificacin histrica y sin borrar huella alguna del transcurso de la obra de arte a travs del tiempo. A pesar de todo, como terico, Brandi es parcial, pues an sin tomar en cuenta los aspectos idealistas ya superados de su dialctica, su obra se refiere nicamente al problema de la pintura, por ms que aluda continuamente a obras de arte en general, incluida la arquitectura. Sus amplios aportes, sin embargo, hacen de l un autntico terico de la restauracin (Chanfn C.; 1984 ). Finalmente hablaremos de un magnfico terico mexicano Jos Villagrn Garca (1902-1982), contemporneo de Cesare Brandi, su teora se enfoca ms a la arquitectura aunque hace grandes aportes a la restauracin con gran calidad crtica; Villagrn nunca se erige como un terico de la restauracin pero si aprecia y expone con audacia los problemas de la restauracin arquitectnica, en una de sus obras publicadas (Arquitectura y Restauracin de Monumentos; memorias de El Colegio Nacional, tomo VI, n1: 1966) define la actividad de restaurar como: el arte de salvaguardar la solidez y la forma-materia histrica del monumento mediante operaciones y agregados que evidencien su actualidad y su finalidad programal, tambin define de manera clara la materia de trabajo del restaurador al decir: el eslabn ultimo de hacer arquitectura, con el tiempo, se convierte en el primer eslabn de hacer restauracin; finalmente hace cuatro conclusiones sobre restauracin: Primera: La definicin de restauracin anteriormente expuesta. Segunda: La utilidad habitable del monumento respecto a un nuevo destino, as como la perdurable validez factolgica de lo mecnico-resistente y el sacrificio ineludible, en la mayora de los casos, de lo factolgico en razn de las operaciones de consolidacin o de adaptacin. Tercera: La validez esttica de una obra de arquitectura, persiste por encima de la permanencia de su materia arqueolgica, pues procede de la creacin objetivada y no de la perduracin de lo fsico-histrico del material.
Cuarta: La validez social que empalmado con lo antes dicho, manifiesta que en todos los casos, en la ruina, en el monumento vivo y adaptado y an en la perfecta reconstruccin, el mensaje de una cultura se halla presente por encima de la autenticidad arqueolgica. Finalmente la tesis del estado completo propuesta desde el punto de vista de la Teora del Arte, mencionada por los tericos antes citados; queda justificada como de autenticidad histrico-esttica, y parece apta parta el monumento vivo. La validez social y esttica perdurar en toda restitucin sabia y apta, de igual modo cuando se complementa o cuando se adapta a funciones nuevas, no hay que olvidar: es condicin imprescindible la preparacin, la aptitud y la autntica capacidad para una correcta restauracin (Villagrn; 1966). En cuanto al enfoque arqueolgico, sin bien Ruskin lo aborda de manera clara, su propuesta es altamente prohibitiva y no deja paso a ninguna intervencin; la arqueologa a su vez contempla a la restauracin desde su actividad y la define como: El conjunto de acciones tendientes a garantizar la permanencia de los bienes del patrimonio monumental (Villalobos). As entonces, el conservador debe utilizar las plataformas de trabajo de las ciencias y/o disciplinas a las que compete el estudio de un bien patrimonial, como pueden ser la antropologa, la arqueologa, la historia, etc. para conformar su propia plataforma terica y fundamentar su actuacin o intervencin. Es competencia del conservador la creacin de postulados, paradigmas y leyes que fundamenten una teora de la restauracin acoplada a nuestra realidad, en la que el patrimonio es tan grande que puede sobrepasar su capacidad ce comprensin. Si bien, hasta ahora ciencias como la arqueologa, la antropologa e inclusive la medicina han prestado su plataforma de trabajo para sustentar nuestra intervencin; no debe continuar de esta manera, por que, al ser actividades que sientan sus bases en una metodologa comprobable (mtodo cientfico); difieren en algunas cosas del campo de la conservacin y la actividad del restaurador, en el que al estar en contacto con las obras del hombre de las que en la mayora de las veces priva la subjetividad, se hace necesario una base terica firme, sobre la cual sustentar la intervencin del especialista, sin menoscabo de lo que otras ciencias le puedan aportar. La conservacin entonces debe ser llevada a cabo ms all de los postulados planteados en cartas internacionales de restauracin como la Carta de Atenas o la de Venecia que suscriben solo las bases sobre las cuales se enmarca la accin del restaurador en este campo, pero que caen en las generalidades, quedando muy en claro que toda produccin cultural sujeto de restauracin es un caso particular que requiere un estudio de especificidad de cada una de las partes que la componen.
Bibliografa:
Palladio, Andrea Los cuatro libros de la arquitectura. Rivadeneyra, Patricia; La teora de la arquitectura en el renacimiento y Andrea Palladio, tratadista y arquitecto; Tesis doctoral en arquitectura. John Ruskin, Las siete lmparas de la arquitectura edit. Dialogo abierto arquitectura Leonardo Benvolo Historia de la arquitectura moderna vol. I y II Edit. Revolucionaria, Instituto cubano del libro Brandi Cesare Teora de la restauracin. Traduccin al espaol Mara Angeles Toajas Roger Edit. Alianza 1996; Espaa Chanfn Olmos Carlos Fundamentos tericos de la restauracin UNAM; Fac. de Arquitectura Tercera edicin 1996 Jos Villagrn Garca Arquitectura y Restauracin de Monumentos Sobretiro de la Memoria de El Colegio Nacional Tomo VI, vol. 1, ao de 1966