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Ensayo Sobre La Democracia Intercultural Boliviana

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ENSAYO SOBRE LA DEMOCRACIA INTERCULTURAL BOLIVIANA Transformaciones con evo morales 2005 Naciones indgenas originaria campesinas discriminacin

positova al otorgarle sderechos y facultades diferenciadas en frente al resto de la colectividad Etnocentrismo pero al revs. Distincin de la otredad Lo multicultural como causa de la divisin del pas y fragmentacin Cuales son los efectos de la democracia intercultural, realza la igualdad o aumenta la fragmentacin nacional De do nde parte la idea de la democracia intercultural Definicin de etnicidad.. Entenderla como situacional

I. INTRODUCCION Una ola de transformaciones se ha aproximado desde la llegada al poder del movimiento al socialismo a Bolivia, reconocemos muchas innovaciones conceptuales, la existencia de demandas de grupos sociales antes excluidos por los antiguos sistemas coloniales. Viendo simplemente la interpretacin del gobierno denotamos la necesidad de reconocer, la diversidad de naciones dentro del pas, este hecho puede ser

tomado desde distintos puntos , el primero est relacionado con la fragmentacin de la sociedad Boliviana y el otro punto con el simple reconocimiento de grupos antes excluidos, cabe destacar que uno de los objetivo principales del nuevo gobierno es rescatar la practicas ancestrales de diferentes comunidades de la sociedad Boliviana en pro de la eliminacin de la colonizacin a la que nos hemos visto sometidos por ms de 600 aos. Este ensayo est destinado a realizar un anlisis de la democracia intercultural desde un punto de vista democrtico, haciendo hincapi en diferentes variables y

elementos que son parte de la misma, se pretender hacer una relacin de lo que acontece en nuestra coyuntura con lo que est establecido en normas, libros y dems. Tambin se har un estudio minucioso de la realidad democrtica vinculada a la interculturalidad. II. DESARROLLO CONCEPTUAL A) INTERCULTURALIDAD

Partiremos vinculando el concepto de interculturalidad de Fidel Tubino con la realidad boliviana. Segn el mencionado autor se debe hacer una a distincin entre: - La interculturalidad funcional, que se queda en los discursos de dilogo, negociacin y consensos entre culturas diferentes, y que oculta los problemas reales de subordinacin y neocolonialismo existentes. Es decir, la interculturalidad funcional al neoliberalismo. Haremos un anlisis puntual de cada componente del concepto. Se habla de dilogo, negociacin y consensos entre culturas diferentes en Bolivia desde el ao 2005 en el que se reconocen ciertos derechos de varios grupos determinados de la sociedad, se ha incentivado el dialogo entre culturas a travs de la socializacin del actual gobierno de muchos conceptos mismos que se han visto reflejados en las instituciones que se dedican a promoverlos, difundirlos dentro de las comunidades y la sociedad boliviana en general. De repente la colectividad nacional ha afrontado la inclusin de grupos antes marginados que se han visto empoderados por este conocimiento, luego de la promulgacin de la constitucin

poltica del estado del 2008 arrancan haciendo uso de las practicas establecidas y legitimadas demandando cada vez con mas mpetu los nuevos derechos reconocidos, el problema de esta legitimizacin est en que no se complementa la norma con reglamentacin detallada de cmo funciona la interculturalidad y mucho menos la democracia comunitaria, entonces si bien se promueven instancias para el

dialogo negociacin y consensos no son de verdad efectivas ya que los vacios jurdicos no son cubiertos por los funcionarios del rgano judicial. Es obvio que dentro de este dialogo est inmerso un elevado centralismo donde existe una subordinacin de los poderes que deberan ser imparciales al partido de gobierno y el neocolonialismo entendido como control directo departe del partido de gobierno donde existe una hegemona poltica y no se permite la independencia, por lo menos no de las naciones que sern parte del dialogo intercultural. - La interculturalidad crtica, que lejos de eludir el conflicto, busca la transformacin de la sociedad, sobre la base del respeto a la diversidad, la diferencia y la ciudadana diferenciada. Se busca suprimir las asimetras por mtodos polticos, no violentos. La asimetra social y la discriminacin cultural hacen inviable el dilogo intercultural autntico. En el caso de esta distincin si se ha procedido parcialmente de manera correcta, debido a que si se ha dado una transformacin en la colectividad, el introducir estos nuevos conceptos permite a las nuevas generaciones crecer con una percepcin diferente de la realidad actual, en la que se acepta la diversidad y la equidad de gnero. Se hizo gran hincapi en el intento de supresin de la asimetra social pero lamentablemente se queda frustrada la pretensin en el momento que la corrupcin inicia su reinado dentro de las esferas de poder , parece que el dinero ha segado a los principales combatientes de la injusta distribucin de recursos , cuando la lucha contra la pobreza en vez de ser realizada por parches momentneos (bonos) debera ser una lucha contra la pobreza estructural a travs de planes gubernamentales para mejorar las condiciones de vida de las personas, la brecha sigue siendo inmensa porque de 10.088.108 habitantes 2,9 millones de bolivianos viven aun en la pobreza extrema. En relacin a la discriminacin cultural se emprende una nueva lgica estara relacionada con la discriminacin positiva que est teniendo efectos colaterales no previstos por los funcionarios del gobierno ya que los colectivos marginados se

hallan realizando prcticas de discriminacin negativa a otros grupos de la sociedad boliviana, esto limita la posibilidad de un dialogo dinmico de la poblacin en general.
B) MULTICULTURALIDAD VS PLURALISMO
El trmino multiculturalismo es usado permanentemente en los mbitos polticos, acadmicos y tambin sociales. Y la licencia conceptual que se ha permitido la mayora de los usuarios ha sido tal que su sentido se ha ido redefiniendo y readaptando en funcin de la ideologa propia de cada enunciante. Por ello, lo primero que hay que hacer es poner un poco de orden entre tantas voces (algunas hasta parecen gritos) y fijar una base a partir de la cual, s, poder adentrarse en el anlisis del tema. Una de las situaciones ms comunes es la de entendermulticulturalismo como sinnimo de pluralismo cuando, en rigor, no son trminos equivalentes. Como seala el pensador italiano Giovanni Sartori pluralismo y multiculturalismo son concepciones antitticas que se niegan la una a la otra. Y sostiene que es un error considerar la idea sostenida por algunos de que el pluralismo encuentra una continuacin y su ampliacin en el multiculturalismo, puesto que ste es, en realidad, una poltica que promueve las diferencias tnicas y culturales. Si bien son muchos los que no hacen distincin alguna entre ambos conceptos, la definicin de Sartori se tendr aqu como punto referencial en el estudio de la cuestin. Atencin: el hecho de que se tome esta apreciacin de Sartori como punto de partida no significa, ni mucho menos, que se coincida con la totalidad de lo que el intelectual italiano piensa, dice y escribe acerca de las sociedades multiculturales. DIFERENCIAS Dejando a un lado, de momento, las precisiones tericas, se puede coincidir en lneas generales en que la idea de sociedades multiculturales hace referencia a sociedades heterogneas cultural, nacional y tnicamente. En definitiva, sociedades en las que conviven personas de etnias, razas, culturas y nacionalidades diferentes. sta es, pues, la clave de todo el asunto, el punto a partir del cual las opiniones difieren y se contraponen. De un lado estn quienes consideran como un hecho positivo tal heterogeneidad y, del otro, los que piensan que se deben aplicar limitaciones para que la mezcla se reduzca al mximo posible. En su polmico libro La Sociedad Multitnica, Sartori aborda el tema diciendo que una buena sociedad no debe ser cerrada, y de inmediato se pregunta: Hasta qu punto debe ser abierta una sociedad abierta? Se entiende, abierta sin autodestruirse como sociedad, sin explotar o implosionar. Y, por supuesto, por sociedad abierta no se entiende una sociedad sin fronteras. Qu criterios seguir, entonces, para saber hasta qu punto puede abrirse una sociedad? Sartori propone el pluralismo como conceptomarco desde el cual considerar toda arista de esta temtica. PLURALISMO CONTRA MULTICULTURALISMO

Ante tanta insistencia en el pluralismo por parte de Sartori vale la pena observar qu es lo que entiende por ello. Dice: Histricamente la idea de pluralismo est implcita en el desarrollo del concepto de tolerancia [...]. Se comprende que tolerancia y pluralismo son conceptos distintos, pero tambin es fcil entender que estn intrnsecamente conectados [...]. La diferencia est en que la tolerancia respeta valores ajenos, mientras que el pluralismo afirma un valor propio. Y aade que -y aqu radica el sentido total que le otorga al concepto- el pluralismo afirma que la diversidad y el disenso son valores que enriquecen al individuo y tambin a su ciudad poltica. Est claro entonces que Sartori no slo no se opone a las diversidades tnico-culturales en las sociedades, sino que reivindica el pluralismo como la manera ptima para lograr que esas diversidades no se vean forzadamente alteradas y puedan coexistir y convivir armoniosamente. Es en este punto donde difiere radicalmente con los multiculturalistas. Aunque no niega que stos puedan a veces estar movidos por buenas intenciones, los acusa de ser creadores de diferencias en las sociedades, ya que insisten en hacer visibles e intensificar las diferencias de quienes las integran y que, con ello, llegan incluso a multiplicarlas. Lo cual, considera, slo conseguir que a la larga el proyecto multicultural desemboque en un sistema de tribu, en una balcanizacin que implicar el desmembramiento de la comunidad poltica en subgrupos de comunidades cerradas y homogneas. No se puede negar que los augurios de Sartori tienen cierto tufillo apocalptico. No hay nada que certifique que inevitablemente las cosas vayan a terminar as si se sigue el rumbo marcado por los multiculturalistas. Aunque tambin es cierto que si se contrastan con las historias y experiencia de pases verdaderamente multiculturales como la antigua Yugoslavia, India, Irak o Irlanda, por citar a unos pocos, con sus conocidas tragedias polticas, los dichos de Sartori cobran una dimensin mucho ms realista y a tene, al menos, en consideracin. En similar sintona se expresa Julio Carabaa, catedrtico de Sociologa de la Universidad Complutense de Madrid, quien sostiene que las sociedades polticas deberan constituirse por la integracin de culturas, entendiendo por integracin un estado que supera las tendencias contrarias a la asimilacin y a la segregacin de las comunidades culturales. Carabaa expone as, con acierto, los extremos a los que no se deben llegar y con ello apunta el equilibrio que s debe ser procurado. Por decirlo en otras palabras: no sera justo ni tico ni conveniente para ninguna sociedad, promover la asimilacin forzosa de las minoras, sean stas tnicas, culturales o nacionales, a la clase mayoritaria. Cada minora, cada grupo, tiene derecho a conservar las prcticas tnico-culturales que deseen, siempre y cuando no estn en conflicto directo con las de los dems ni afecten a quienes no comparten esas prcticas y caractersticas. Es obvio que este derecho se les debe ser reconocido aunque tambin lo es que ello no implica que deban estar obligados a permanecer en la diferenciacin absoluta, ni tampoco que se les niegue la posibilidad de asimilar valores, prcticas y caractersticas propias de otros grupos. RIZAR EL RIZO Para poder analizar todo esto con situaciones ms concretas hay que atender a lo que ocurre con los inmigrantes, cuya creciente presencia en los pases desarrollados es la verdadera razn de tanto debate y polmica acerca del multiculturalismo. (Ver en este

mismo dossier Parias de este Mundo.) Que al inmigrado se le permita mantener lo que define su identidad (con las excepciones lgicas de las prcticas y costumbres que vayan en contra de lo establecido, sobre todo de las leyes, en el pas de acogida) no es algo que deba admitirse, sino que es obligatorio, desde lo tico, otorgar ese derecho. Pero tanto reclamo en ese sentido lleva en algunos casos a situaciones contraproducentes. Es lo que ocurre con los multiculturalistas, al menos con los ms acrrimos. Lo que stos pretenden es que los inmigrantes se constituyan en comunidades claramente definidas por su condicin de origen, y que recin a partir de ah, y sin abandonar su pertenencia a la comunidad, se relacionen con el resto de la sociedad. No se puede decir que a los multiculturalistas no los animan buenas intenciones ni que sus exigencias no tengan por objetivo ms que facilitarles las cosas a los inmigrantes. Sin embargo con eso no siempre basta y hasta puede tener consecuencias no deseadas. Tanto insistir con las diferencias se puede tornar rpidamente un arma de doble filo y terminar propiciando lo que en principio se busca evitar. Como indica el profesor de Ciencias Polticas de la Universidad Pompeu Fabra, Ricard Zapata-Barbero, lo que hay que evitar es que la cultura y la procedencia nacional se conviertan en distincin social, en nuevas formas de exclusin. Es decir, conseguir que el multiculturalismo no se convierta en una nueva fuente de desigualdad social, aunque sa parece ser su tendencia actual. En tanto, Carabaa considera que la insistencia en agrupar a los inmigrantes en comunidades diferenciadas esconde, en realidad, un paternalismo de otro signo. Seguimos siendo superiores, slo que ahora en vez de civilizarlos, los conservamos. Y advierte que esa perpetuacin poltica del nosotros y del ellos, y la innecesaria construccin de comunidades es una aventura ms bien irresponsable a la luz de la experiencia de los pases originalmente multiculturales.

C) DEMOCRACIA
D) GIOVANNI SARTORI. E) Para G. Sartori, la "democracia" es una abreviacin que significa Liberal-democracia . Sartori distingue tres aspectos: F) (1) La democracia como principio de legitimidad. G) (2) La democracia como sistema poltico. H) (3) La democracia como ideal. I) La democracia como principio de legitimidad postula que el poder deriva del "demos", el pueblo, y se basa en el consenso verificado, no presunto, de los ciudadanos. J) La democracia no acepta autoinvestiduras, ni tampoco que el poder derive de la fuerza. En las democracias el poder est legitimado, adems de condicionado y revocado, por elecciones libres y recurrentes. Hasta aqu est claro que la titularidad del poder la tiene el pueblo. Pero el problema del poder no es slo de titularidad, es sobre todo de ejercicio. K) La democracia como sistema poltico tiene relacin con la titularidad del poder y el ejercicio del poder. Para colectividades pequeas, como fue el caso de las asambleas en la ciudad-estado de la Grecia antigua, o los cabildos abiertos de nuestra organizacin colonial, fue posible la interaccin cara a cara de los ciudadanos, y en

estos casos, la titularidad y el ejercicio del poder permanecan unidos, una forma de autogobierno. Pero cuando el pueblo se compone de decenas o centenas de millones, dicha prctica es imposible y entonces se hace necesario separar la titularidad del ejercicio, nace as la democracia representativa. L) Seala Sartori, que el hecho de que se aadan algunas instituciones de democracia directa, como el referndum o plebiscito, no obsta para que nuestras democracias sean indirectas, gobernadas por representantes. El poder se transmite por medio de mecanismos representativos. M) La democracia como un ideal. La democracia como es en la realidad, no es la democracia como debera ser. La democracia es ante todo y por encima de todo, un ideal. El elemento ideal o normativo es constitutivo de la democracia y provee una tensin ideal, sin la cual, una democracia no nace o bien se distiende rpidamente. El elemento dinmico es esta diferencia entre la democracia ideal y la democracia real, que hace a esta ltima perfectible. Cuanto ms se democratiza una democracia, tanto ms se eleva la apuesta. N) III.- SAMUEL P. HUNTINGTON.

D) DEMOCRACIA INTERCULTURAL

La democracia intercultural del Estado Plurinacional de Bolivia se sustenta en el ejercicio complementario y en igualdad de condiciones, de tres formas de democracia: directa y participativa, representativa y comunitaria, en el marco de lo dispuesto por la Constitucin Poltica del Estado y las leyes en materia electoral.

La democracia comunitaria se ejerce mediante el autogobierno, la deliberacin, la representacin cualitativa y el ejercicio de derechos colectivos, segn normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indgena originario campesinos.
III. DEMOCRACIA INTERCULTURAL EN EL MARCO NORMATIVO A) CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO B) LEY DE REGIMEN ELECTORAL IV. DEMOCRACIA INTERCULTURAL EN EL MARCO INSTITUCIONAL

Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico SIFDE


El Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE), organismo dependiente del Tribunal Supremo Electoral, ha sido creado para promover la Democracia Intercultural en Bolivia, especialmente diseando y ejecutando la estrategia, los planes, programas y proyectos de educacin ciudadana para el ejercicio de la democracia directa y participativa, la democracia representativa y la democracia comunitaria, el control social y el registro cvico. Promueve tambin la cultura democrtica intercultural en el sistema educativo, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones polticas, naciones y pueblos indgena originario campesinos, medios de comunicacin y ciudadana en general. De acuerdo a normativa contemplada en la Ley 018, del Organo Electoral Plurinacional, el SIFDE se ha constituido de la siguiente manera: ARTCULO 81. (CREACIN DEL SERVICIO INTERCULTURAL DE FORTALECIMIENTO

DEMOCRTICO). Se crea el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE), bajo la dependencia del Tribunal Supremo Electoral, con el propsito de promover la democracia intercultural en el pas. ARTCULO 82. (FUNCIONES) I. El Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE) ejerce las siguientes funciones: 1. Disear y ejecutar estrategias, planes, programas y proyectos de educacin ciudadana, en el ejercicio de la democracia directa y participativa, la democracia representativa y la democracia comunitaria, el control social y el registro cvico, para la promocin de una cultura democrtica intercultural en el sistema educativo, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones polticas, naciones y pueblos indgena originario campesinos, medios de comunicacin y ciudadana en general. 2. Planificar y ejecutar cursos de capacitacin para autoridades y funcionarios del rgano Electoral Plurinacional. 3. Disear y ejecutar programas de investigacin y anlisis intercultural sobre la democracia intercultural. 4. Publicar y difundir series editoriales del Tribunal Supremo Electoral y otros materiales de formacin democrtica. 5. Brindar un servicio intercultural de informacin pblica sobre el ejercicio de la democracia intercultural en todas sus formas. 6. Realizar el monitoreo de la agenda informativa y de opinin de los medios de comunicacin en procesos electorales, referendos y revocatorias de mandatos. 7. Realizar el monitoreo de la propaganda electoral y estudios de opinin con efecto electoral en medios de comunicacin. 8. Establecer los criterios tcnicos mnimos para la realizacin y difusin de encuestas electorales, bocas de urna, conteos rpidos y otros estudios de opinin, con efecto electoral. 9. Establecer convenios de cooperacin interinstitucional con centros de enseanza e investigacin del sistema pblico y privado del pas, instituciones de la sociedad civil relacionadas al mbito de educacin y capacitacin ciudadana y con institutos u organizaciones similares en el extranjero. 10. Otras establecidas en el Reglamento. II. En el cumplimiento de sus funciones el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE), garantizar el uso de los idiomas oficiales tomando en cuenta las necesidades y preferencias de la poblacin beneficiaria. ARTICULO 83. (PRESUPUESTO). El Tribunal Supremo Electoral asignar anualmente un presupuesto para el funcionamiento del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE). ARTICULO 84. (REGLAMENTACION). La estructura, organizacin, funcionamiento, atribuciones y procedimientos del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE), sern determinados en Reglamento por el Tribunal Supremo Electoral. V. PRINCIPIOS DE LA DEMOCRACIA INTERCULTURAL

Soberana Popular. La voluntad del pueblo soberano se expresa a travs del ejercicio de la democracia directa y participativa, la democracia representativa y la democracia comunitaria, para la formacin, ejercicio y control del poder pblico, para deliberar y decidir polticas pblicas, controlar la gestin pblica, autogobernarse y para revocar autoridades y representantes del Estado Plurinacional. La soberana popular se ejerce de manera directa y delegada. b) Plurinacionalidad. La democracia intercultural boliviana se sustenta en la existencia de las naciones y pueblos indgena originario campesinos y de las comunidades interculturales y afrobolivianas que conforman el Estado Plurinacional de Bolivia, con diferentes formas de deliberacin democrtica, distintos criterios de representacin poltica y el reconocimiento de derechos individuales y colectivos. c) Interculturalidad. La democracia intercultural boliviana se sustenta en el reconocimiento, la expresin y la convivencia de la diversidad cultural, institucional, normativa y lingstica, y el ejercicio de los derechos individuales y colectivos garantizados en la Constitucin Poltica del Estado, conformando una sociedad basada en el respeto y la igualdad entre todas y todos, para vivir bien. GACETAOFICIALDEBOLIVIA 2 d) Complementariedad. La democracia intercultural boliviana se fundamenta en la articulacin transformadora de la democracia directa y participativa, por medio del referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa; la democracia representativa, por medio del sufragio universal; y la democracia comunitaria, basada en las normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indgena originario campesinos. e) Igualdad. Todas las bolivianas y los bolivianos, de manera individual y colectiva, y sin ninguna forma de discriminacin, gozan de los mismos derechos polticos consagrados en la Constitucin Poltica del Estado y las Leyes. f) Participacin y Control Social. Las bolivianas y los bolivianos, de manera individual o como parte de organizaciones de la sociedad civil, tienen el derecho a participar en la supervisin, vigilancia y control del cumplimiento de los procedimientos para el ejercicio de la democracia intercultural, segn lo previsto en la Constitucin y la Ley. g) Representacin. Las bolivianas y los bolivianos tienen el derecho a ser representados en todas las instancias ejecutivas y legislativas del Estado, as como en instancias de representacin en organizaciones, instituciones, asociaciones y otras entidades de la Sociedad, para lo cual eligen autoridades y representantes mediante voto. h) Equivalencia. La democracia boliviana se sustenta en la equidad de gnero e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos, aplicando la paridad y alternancia en las listas de candidatas y candidatos para todos los cargos de gobierno y de representacin, en la eleccin interna de las dirigencias y candidaturas de las organizaciones polticas, y en las normas y procedimientos propios de las

naciones y pueblos indgena originario campesinos. i) Pluralismo poltico. La democracia intercultural boliviana reconoce la existencia de diferentes opciones polticas e ideolgicas para la participacin libre en procesos electorales plurales y transparentes. j) Mayora y Proporcionalidad. El rgimen electoral boliviano se asienta en el principio de la mayora con el reconocimiento y respeto de las minoras, para lo cual adopta un sistema electoral mixto que combina la representacin proporcional y el criterio mayoritario para la eleccin de representantes. k) Preclusin. Las etapas y resultados de los procesos electorales, referendos y revocatorias de mandato, no se revisarn ni se repetirn. l) Publicidad y Transparencia. Todas las actividades vinculadas al ejercicio de la democracia intercultural son pblicas y sus procedimientos garantizan su transparencia. Cualquier persona tiene derecho al acceso irrestricto a la informacin, salvo caso de reserva expresamente fundada en Ley que defina con precisin sus alcances y lmites. VI. ANALISIS DE LA DEMOCRACIA INTERCULTURAL EN LAS ULTIMAS ELECCIONES JUDICIALES 2011 VII. ANALISIS PROSPECTIVO DE LA DEMOCRACIA INTERCULTURAL VIII.CONCLUSIONES

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