3 Leviticos
3 Leviticos
3 Leviticos
Moiss Llamado
LEVTICO
INTRODUCCIN
1. Ttulo.
2. Autor.
No puede haber duda de que Moiss, el autor del Gnesis, es tambin el autor de
Levtico (vase la introduccin al Gnesis). Las teoras que descartan a
Moiss como autor de los libros que llevan su nombre, son demasiado
contradictorias como para ser consideradas aqu. Desde los tiempos ms
antiguos, tanto judos como cristianos han credo que el Levtico fue escrito
por Moiss, y slo en tiempos modernos se han levantado dudas respecto de su
autor.
El libro de Levtico es una parte integral de lo que Jess llam "la ley de
Moiss" (Luc. 24: 44). En el relato del sanamiento del leproso, lo asocia de
una forma muy clara con el gran legislador (ver Mat. 8: 4; Luc. 5: 14; Lev.
14: 3, 4, 10). Son significativas sus palabras a los judos incrdulos:
"Porque si creyeseis a Moiss, me creerais a m, porque de m escribi l.
Pero si no creis a sus escritos, cmo creeris a mis palabras?" (Juan 5: 46,
47). Aqu se nos informa que Moiss "escribi", y que lo que escribi se llama
"sus escritos". El plural "escritos" implica que escribi ms de un libro. Si
este pasaje no se refiere a los libros comnmente llamados "libros de Moiss",
no sabemos dnde podramos encontrarlos.
3. Marco histrico.
4. Tema.
Tal vez la santidad era la mayor leccin de todas. Es el gran tema de cada
captulo del libro. Los sacerdotes deban ser santos; sus vidas deban estar
libres de oprobio; su alimento deba ser limpio; hasta sus vestiduras deban
simbolizar la santidad. Los sacrificios ofrecidos deban ser perfectos; el
santuario mismo era santo; los utensilios eran santos; la porcin de las
ofrendas para los sacerdotes era santa; hasta los terrenos del santuario eran
sagrados y no deban ser contaminados. Todo y todos los que tenan que ver con
el tabernculo deban estar escrupulosamente limpios fsicamente, simbolizando
as la limpieza espiritual que Dios requera. Dios orden repetidamente:
"Seris santos; porque yo soy santo" (caps. 11: 44, 45; 19: 2; 20: 7,26).
Smbolo de esta santidad era "la lmina de la diadema santa de oro puro" que el
Seor le orden a Moiss que hiciera, y que se fijaba en la mitra que llevaba
el sumo sacerdote, y sobre el cual haba "grabado de sello: SANTIDAD A JEHOVA"
(Exo. 39: 30). 707
Levtico ocupa un lugar central en los cinco libros de Moiss, flanqueado por
Gnesis y Exodo por un lado, y por Nmeros y Deuteronomio por el otro. As
como el santuario era el centro del culto de Israel, tambin el libro de
Levtico contiene el meollo de la instruccin dada respecto de aquel culto. Es
el Evangelio en embrin. Con l, puede comprenderse mejor el Nuevo Testamento;
sin l, algunas partes de los Evangelios y de las epstolas estn envueltas en
oscuridad y tinieblas. Cristo como sacerdote y sumo sacerdote; como Cordero de
Dios; como nuestra ofrenda por el pecado; como el sacrificio consumado, con su
sangre rociada alrededor del altar y sobre l; como el pan que baj del cielo;
como la luz del mundo; como el incienso fragante, stas y muchas otras
alusiones seran muy poco entendidas sin la luz que Levtico arroja sobre
ellas. Pablo cit numerosas veces este libro cuando escribi la epstola a los
Hebreos y trat las doctrinas de la fe cristiana. Huelga decir que hoy el
Israel espiritual no puede permitirse descuidar este libro. Si la verdadera
doctrina de la expiacin, del da de la expiacin, de la purificacin del
santuario, de Cristo como nuestro sumo sacerdote y abogado que ministra en el
santuario celestial, del juicio y del pronto regreso de Cristo, de la ley y del
sbado en su marco debido; si todas estas doctrinas son claras contribuciones a
la religin y la vida, y son mensajes que deben ser dados al mundo, entonces el
libro de Levtico debe ocupar su lugar legtimo en la armazn de las verdades
que deben predicarse. "El Evangelio es dado en forma de preceptos en Levtico"
(6T 392).
5. Bosquejo.
1. Holocaustos, 1: 1-17.
7:8-10.
8: 1 a 9: 24.
HOLOCAUSTOS
Cundo se ofrecan
5. Para la purificacin.
Animales prescritos
1. Cualquier animal macho limpio usado ordinariamente para sacrificio (Lev. 1).
a. 2 corderos adicionales.
5. Para la purificacin.
c. Paloma o trtola.
6. Voto de nazareo.
b. Cumplimiento, cordero.
7. Paloma o trtola.
8. Novillo.
Ofrendas accesorias
Generales
Para un cordero o cabrito: 1/10 de efa de harina, 1/4 de hin de aceite, 1/4 de
hin de vino.
Para un carnero: 2/10 de efa de harina, 1/3 de hin de aceite, 1/3 de hin de
vino.
Para un novillo: 3/10 de efa de harina, 1/2 hin de aceite, 1/2 hin de vino.
Incienso (Lev. 2: 1, 2).
Sbados
Para cada cordero: 2/10 de efa de harina, con ofrendas apropiadas de aceite y
libacin (doble cantidad de lo comn para cada cordero).
Da de la gavilla mecida
No se especifica
3/10 de efa de harina con aceite, o 1/10 de efa de harina con aceite.
Ninguna.
Procedimiento
Disposicin
Sangre
Grasa, etc.
Gavilla mecida
Ninguna.
Res entera
Cuero
Buche y plumas
SACRIFICIOS DE PAZ
Cundo se ofrecan
Animales prescritos
REGLA: Comnmente un sacrificio deba ser perfecto para ser aceptado, pero una
ofrenda voluntaria poda tener partes superfluas o partes de menos (Lev. 22:
21-24).
Ofrendas accesorias
Tortas fritas.
Pan leudado, parte del cual se meca y daba al sacerdote que oficiaba. 713
Para un cordero: 1/10 de efa de harina, 1/4 de hin de aceite, 1/4 de hin de
vino.
Para un novillo: 3/10 de efa de harina, 1/2 hin de aceite, 1/2 hin de vino.
Procedimiento
(Vase Lev. 3)
Disposicin
Sangre
Sebo, etc.
Ofrenda agitada
PROPOSITO: Hacer expiacin por el pecado (Lev. 4: 35; Nm. 15: 24).
Cundo se ofrecan
1. General: si un hombre "pecare por yerro" (Lev. 4: 2; Nm. 15: 27, 28).
2. Consagraciones.
a. Aarn y sus hijos (Exo. 29: 10-14, 36, 37; Lev. 8: 2, 3, etc.).
3. Das especiales.
4. Purificacin.
5. Voto de nazareo.
Animales prescritos
2. Consagraciones.
a. Novillo.
b. Macho cabro.
c. Novillo.
3. Das especiales.
4. Purificacin.
5. Voto de nazareo.
Ofrenda accesoria.
Sal (Lev. 2: 13)
Procedimiento
2. Animal degollado.
6. Animal entero -con cuero, entraas, estircol, etc.- se quemaba fuera del
campamento. 715
2. Animal degollado.
Disposicin
Sangre
Ofrenda mecida
Ninguna
Carne
Cuero
Cundo se ofrecan
Animales prescritos
Ofrenda accesoria
Procedimiento
Disposicin
OFRENDAS DE HARINA
Cundo se ofrecan
3. Casos especiales
Material prescrito
Flor de harina (Lev. 2: 1, 2).
REGLA: Ningn presente de harina deba hacerse con levadura, porque la levadura
y la miel nunca deban llegar al altar (Lev. 2: 11).
Ofrendas accesorias
Procedimiento
General (Lev. 2)
Panes de la proposicin
Se colocaban sobre la mesa en el lugar santo durante una semana, con incienso a
su lado (Lev. 24: 5-8).
Disposicin
Harina
Pan preparado
Una porcin sobre el altar (Lev. 2: 9). El resto para el sacerdote que
oficiaba (Lev. 7: 9).
Panes de la proposicin
LA PASCUA
Cundo se ofreca
Animal prescrito
Accesorios
Disposicin
Sangre
Carne
Resto
Se quemaba.
INCIENSO
NATURALEZA: Prescrita.
PROPOSITO: Para acompaar las oraciones ante Dios (Sal. 141: 2; Apoc. 8: 3).
Cundo se ofreca
Material prescrito
Accesorios
Ninguno.
Procedimiento
CEREMONIAS ESPECIALES
Da de la expiacin
TEXTOS: Lev. 16; 23: 27-32; Nm. 29: 7-11; Exo. 30: 10.
OFRENDAS: Holocausto diario; novillo como ofrenda por el pecado y carnero como
holocausto por el sacerdote; 2 machos cabros como ofrenda por el pecado y 1
carnero como holocausto por el pueblo; y para el da, 1 novillo, 1 carnero, 7
corderos para holocausto, y 1 cabrito como ofrenda por el pecado.
Procedimiento
2. Presenta el novillo delante del Seor; coloca sus manos sobre la cabeza del
animal.
3. Presenta machos cabros; echa suertes para determinar cul ser para Jehov
y cul para Azazel.
6. Vuelve al atrio para buscar la sangre del novillo, que lleva hasta el lugar
santsimo y la roca sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio siete
veces.
9. Vuelve al atrio, y hace expiacin por el altar, rocindolo con la sangre del
novillo y del macho cabro siete veces, colocando la sangre sobre los cuernos
del altar. 719
10. Confiesa los pecados de Israel sobre la cabeza del macho cabro vivo, y lo
enva al desierto, conducido por un hombre destinado para eso.
11. Se viste sus vestiduras pontificias, y ofrece sebo de las ofrendas por el
pecado, los holocaustos por s mismo y el pueblo, los holocaustos para el da,
y el cabrito de la ofrenda por el pecado para el da.
El voto de nazareo
Violacin accidental
PROCEDIMIENTO
Cumplimiento
OFRENDAS: 1 cordero como holocausto, una cordera como ofrenda por el pecado, 1
carnero como ofrenda de paces, un cesto de panes sin levadura, tortas de flor
de harina, y las ofrendas de harina y libaciones de los animales apropiados.
PROCEDIMIENTO
2. Ofrecer holocausto.
Ceremonia preliminar
PROCEDIMIENTO
(Esta misma ceremonia se usa para limpiar una casa infestada con plaga. Lev.
14: 48-53.) 720
Ceremonia principal
PROCEDIMIENTO
4. Poner aceite sobre la oreja, pulgar y dedo del pie donde se puso la sangre.
(En caso de pobreza, bastaba ofrecer 1 cordero como ofrenda por transgresin y
2 palominos: 1 como ofrenda por el pecado y 1 como holocausto.)
Agua de separacin
PREPARACION
(Cualquier persona limpia puede realizarla, pero el sacerdote supervisa.)
2. Degollar el animal.
PROCEDIMIENTO
OFRENDAS: Cordero como holocausto y paloma como ofrenda por el pecado. En caso
de pobreza, 2 palominos eran suficientes: 1 como holocausto y 1 como ofrenda
por el pecado. 721
PROCEDIMIENTO
Juicio de celos
PROCEDIMIENTO
2. El sacerdote preparaba agua amarga mezclando el polvo del piso del santuario
con agua santa en un vaso de barro.
PROCEDIMIENTO
2. Ancianos de esa ciudad llevan la becerra hasta un valle escabroso, que nunca
hubiera sido arado ni sembrado.
Sbado
Nuevas lunas
Pascua
TEXTOS: Exo. 12; Lev. 23: 5; Nm. 9: 1-14; 28: 16; Deut. 16: 1-7.
TEXTOS: Exo. 12: 15-20; 13: 5-9; Lev. 23: 6-8; Nm. 28: 17-25; Deut. 16: 8.
TIEMPO: 15 al 21 de Abib.
Pentecosts
TEXTOS: Lev. 23: 15-21; Nm. 28: 26-31; Deut. 16: 9-11.
Da de la expiacin
TEXTOS: Lev. 23: 34-43; Nm. 29: 12-34; Deut. 16: 13-15.
TIEMPO: 15 al 21 del 7 mes.
CAPTULO 1
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece
ofrenda a Jehov, de ganado vacuno u ovejuno haris vuestra ofrenda.
7 Y los hijos del sacerdote Aarn pondrn fuego sobre el altar, y compondrn la
lea sobre el fuego.
8 Luego los sacerdotes hijos de Aarn acomodarn las piezas, la cabeza y la
grosura de los intestinos, sobre la lea que est sobre el fuego que habr
encima del altar;
9 y lavar con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote har arder
todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para
Jehov.
1.
Desde el tabernculo.
2.
Ofrenda.
Heb. qorban, del verbo qarab, "acercarse", "acercarse a". Haba dos tipos de
holocaustos: los obligatorios y los voluntarios. Algunos de los holocaustos
obligatorios deban ofrecerse en determinadas ocasiones y eran presentados por
los sacerdotes para beneficio de toda la nacin. Entre stos estn el
holocausto diario (Exo. 29: 38-42; Nm. 28: 3-8); el holocausto sabtico (Nm.
28: 9, 10), y los holocaustos de las fiestas de luna nueva, de pascua, de
Pentecosts, de la fiesta de las trompetas, del da de expiacin, y de la
fiesta de los tabernculos (Nm. 28: 11 a 29: 39). Otros holocaustos
obligatorios eran de naturaleza ocasional, y eran presentados por las personas
afectadas. Tales eran los holocaustos en ocasin de la consagracin de un
sacerdote (Exo. 29: 15-18; Lev. 8: 18-21; 9: 12-14), del nacimiento de un nio
(Lev. 12: 6-8), de la purificacin de un leproso (cap. 14: 19, 20), de la
purificacin ceremonial (cap. 15: 14, 15, 30), y cuando se tomaba el voto del
nazareato (Nm. 6: 13-16). Los holocaustos voluntarios podan ser presentados
por una persona en cualquier momento, pero deban ceirse siempre a los mismos
reglamentos que regan los holocaustos obligatorios (Nm. 7; 1 Rey. 8: 64).
Los reglamentos de Lev. 1 ataen especficamente a los holocaustos voluntarios,
aunque el ritual tambin era similar para los otros.
3.
"Si su qorban [vers. 2] fuese 'olah". 'Olah es la palabra hebrea comn para
designar el "holocausto", y significa "lo que asciende". Otro vocablo, usado
solamente dos veces, es kalil, que significa "entero". Estas palabras se
derivan del hecho de que los holocaustos eran enteramente consumidos sobre el
altar y que, al ascender el humo, en forma figurada ascenda la ofrenda hacia
Dios. La palabra "holocausto" viene del griego y significa "lo que se quema
todo". Esta palabra describe bien al sacrificio quemado por fuego. No se
coma ninguna parte del holocausto, como ocurra con algunos otros sacrificios;
todo se quemaba y ascenda a Dios en llamas como "olor grato" (vers. 9). No se
retena nada. Todo era entregado a Dios. Indicaba una consagracin completa.
Los holocaustos fueron los ms antiguos de todos los sacrificios, como tambin
los ms caractersticos y completos; reunan entre s los elementos esenciales
de todos los sacrificios. Su importancia resulta evidente al considerar que,
durante siglos, fueron los nicos sacrificios realizados. Ms tarde, cuando se
orden la presentacin de otros sacrificios, se declar expresamente que no
deban reemplazar al "holocausto continuo", sino que deban ofrecerse adems de
ste (Nm. 28: 10; 29: 16; etc.).
Los animales que deban ser usados como sacrificio diario eran comprados con
dinero aportado por todo el pueblo. Todas las maanas se ofreca en el altar
del holocausto un 726 cordero en favor de toda la nacin, y a la tarde se
repeta el mismo servicio. Este holocausto proporcionaba expiacin temporaria
y provisoria para la nacin, hasta tanto el pecador pudiese comparecer,
llevando su propio sacrificio. Estos sacrificios nacionales tenan el mismo
propsito en beneficio de la nacin que los sacrificios ofrecidos por Job,
quien deca: "Quiz habrn pecado mis hijos, y habrn blasfemado contra Dios en
sus corazones" (Job 1: 5). Job no saba si sus hijos haban pecado. Pero
exista la posibilidad de que as lo hubieran hecho. Por lo tanto, a fin de
"cubrirlos" hasta que pudieseis ofrecer sus propios sacrificios, Job actuaba en
lugar de ellos. De la misma manera, el holocausto diario, ofrecido por la
nacin, protega a Israel hasta que cada uno pudiese traer su ofrenda
individual. El Talmud ensea que el sacrificio matutino expiaba los pecados
cometidos durante la noche, y el sacrificio vespertino, los pecados del da.
Los holocaustos diarios eran quemados en el altar, pero con fuego lento, para
que un sacrificio durara hasta que fuese colocado el prximo (Lev. 6: 9). El
sacrificio vespertino duraba hasta la maana, y el sacrificio matutino duraba
hasta la tarde. De este modo, siempre haba una vctima sobre el altar para
proporcionar expiacin provisoria y temporaria para Israel. Cuando un hombre
pecaba, aunque no pudiese comparecer inmediatamente en el santuario, o aun por
semanas y meses, saba que haba un sacrificio sobre el altar que se consuma
en su favor, y que l estaba "protegido" hasta que pudiese presentar su propia
ofrenda y confirmar su arrepentimiento.
Esta misericordioso medida hecha en favor de los pecadores de antao constituye
una gran esperanza para el pecador de hoy. Hay veces cuando pecamos pero no
nos damos cuenta de ello hasta ms tarde, y por lo tanto no hacemos una
confesin inmediata. Qu consuelo es saber que Cristo est siempre listo a
"cubrirnos" con el manto de su justicia hasta que nos percatemos de nuestra
condicin; saber que Jess nunca nos deja ni nos abandona; que aun antes de que
nos acerquemos a l, ya ha hecho la provisin necesaria para que seamos salvos.
Gracias a Dios por esta maravillosa provisin! Sin embargo, nadie debiera
aprovecharse indebidamente de este beneficio y demorar la confesin.
"Para que sea aceptado ser sin defecto" (Lev. 22: 21). Esto hace resaltar el
hecho de que Dios exige lo mejor que tenemos. Posiblemente no seamos ricos, ni
podamos presentar grandes ofrendas a Dios, pero lo que demos debe ser perfecto.
No debemos presentar nada que sea inferior a lo mejor que tengamos. No
debemos dar a Dios lo que sea de valor inferior: una moneda defectuosa, una
propiedad imposible de vender, restos de tiempo libre. En cambio debemos 727
servir a Dios con lo mejor que est a nuestra disposicin.
De su voluntad.
Mejor, "para que sea grato ante el Seor" (BJ). Deba ofrecerlos "a la puerta
del tabernculo", y de ese modo sera aceptado ante el Seor. La misma palabra
hebrea que aqu se traduce "de su voluntad", se traduce "aceptado" en el vers.
4.
4.
Puesto que los cristianos ahora por fe ponen sus pecados sobre Jess, el
Cordero de Dios, parece apropiado encontrar en el conjunto de sacrificios una
ceremonia que represente esto. Lo encontramos reflejado en el ritual del
holocausto; en verdad se exiga la imposicin de la mano en todos los casos
donde hubiese pecado. El cristiano considera que la ceremonia de poner la mano
sobre la vctima y apoyarse en ella es smbolo de su propia dependencia de
Cristo para recibir la salvacin. Al apoyarnos de esa forma, ponemos nuestros
pecados sobre Cristo, y l ocupa nuestro lugar sobre el altar, un sacrificio
"santo, agradable a Dios" (Rom. 12: 1).
5.
Degollar el becerro.
Es imposible suponer que una persona normal pudiese sentir placer al clavar el
cuchillo en una vctima inocente, aunque esa vctima fuese solamente un animal.
Y, sin embargo, Dios exiga esto del que ofreca el sacrificio. En pocas
posteriores, los sacerdotes degollaban las vctimas, aunque el plan original de
Dios haba sido que el pecador mismo lo hiciese. Esta experiencia debe haberle
resultado penosa y un tanto angustiosa al pecador, porque saba que era su
pecado el que haca necesaria esa muerte. Debe haberle inculcado la
determinacin de no pecar ms. En forma vvida vea ante s los resultados del
pecado. No slo significaba la muerte, sino la muerte de un ser inocente. Qu
otro efecto poda tener esta ceremonia sino el de crear en el transgresor el
odio por el pecado y la solemne resolucin de no tener nada ms que ver con l?
La rociarn.
A algunos les parece innecesaria la muerte de Cristo. Piensan que Dios podra
o debera haber perdonado sin el Calvario. No les parece que la cruz sea parte
integral o vital de la expiacin. Sera provechoso que los cristianos
consideraran ms el precio de su salvacin. El perdn no es cosa sencilla.
Mediante el sistema ceremonial, Dios ense a Israel que el perdn slo puede
obtenerse por el derramamiento de sangre. Necesitamos aprender esa leccin
ahora. En el sistema de sacrificios de los israelitas se encuentran los
principios fundamentales de la vida santa. El AT es fundamental. La persona
que est bien afirmada en sus enseanzas podr construir un edificio que no
caer cuando vengan las lluvias y soplen los vientos. Ella estar edificada
"sobre el fundamento de los apstoles y profetas, siendo la principal piedra
del ngulo Jesucristo mismo" (Efe. 2: 20).
6.
Desollar el holocausto.
7.
8.
9.
En armona con la orden de que ninguna cosa sucia deba ponerse sobre el altar
ni usarse en el servicio de Dios, las entraas y las piernas eran lavadas con
agua antes de colocar la vctima sobre el altar. Podra argumentarse que esto
era innecesario, puesto que el fuego pronto consumira el sacrificio y todo lo
sucio sera destruido. Para qu, entonces, perder tiempo en lavar las partes
del animal?
Tambin este procedimiento debe haber servido para exaltar la santidad de Dios
y su aborrecimiento por el desorden y por todo lo que pueda ensuciar. En
verdad todas las acciones, todas las ceremonias, servan para repetir la
leccin de la santidad de la obra de Dios, de la santidad del carcter divino.
El "todo" tena una excepcin. No se quemaba la piel del animal, sino que se
daba al sacerdote (cap. 7: 8). No se nos explica el motivo de esta excepcin.
Olor grato.
Los holocaustos del cap. 1 eran de "olor grato" a Dios porque eran enteramente
voluntarios. Los cristianos corren peligro de hacer lo que en s es bueno y
correcto, no por un deseo interior ni por el impulso del amor, sino porque es
costumbre o porque se espera que lo hagan. El deber es una gran palabra y debe
recibir nfasis; pero no debemos olvidar que el amor es mayor an y que, bien
aplicado, cumple con el deber porque lo incluye. El amor es voluntario,
espontneo, libre; el deber es exigente, obligatorio. Los dos son necesarios en
la vida cristiana, y no se debe dar nfasis a uno en detrimento del otro. El
deber cumple la ley en todo. El amor tambin cumple la ley en todo; pero va
ms lejos. Realiza la segunda milla. Entrega tambin la capa.
"Dios ama al dador alegre" (2 Cor. 9: 7). Algunas personas quisieran leer
"liberal" en vez de "alegre", lo que tal vez sea tambin cierto. Pero el texto
dice "alegre". Se refiere a uno que da voluntariamente, a quien no se necesita
instar sino que hace alegremente su parte. Esto es agradable a Dios. Este
espritu est simbolizado en el holocausto. Le agradara a Dios que el
espritu de servicio alegre fuese ms comn de lo que es. Muchas veces hacemos
con resignacin, o aun con desgano, lo que debiramos realizar con anhelo y
espritu alegre. Dios ama al dador alegre: al que gozosamente da su servicio,
no slo su dinero.
Hay tareas que deben realizarse que no son agradables ni placenteras. Dios
aprecia que las hagamos para cumplir con nuestro deber, pero se complacera ms
si las hicisemos voluntariamente y sin quejas ni murmuraciones. Hay personas
que necesitan que se las anime, que se las amoneste, que se las inste y hasta
que se les prometa una recompensa para que hagan lo que deberan hacer alegre y
voluntariamente (ver Isa. 64: 7; Mal. 1:10). La actitud indiferente y el deseo
de obtener una recompensa cansan tanto a los hombres como a Dios. Para los
dirigentes, resulta descorazonador amonestar fervientemente y en repetidas
ocasiones, para obtener slo una lnguida respuesta.
10.
Del rebao.
11.
Rociarn su sangre.
13.
14.
De aves.
Las trtolas y los palominos no eran caros, de modo que aun los pobres podan
ofrecer este sacrificio. Debe recordarse que los sacrificios del cap. 1 eran
voluntarios. Un corazn rebosante de amor encontrara alguna manera de
presentar a Dios una ofrenda, por pequea que fuese. Tales ofrendas eran tan
preciosas a la vista de Dios como las ms ostentosas.
Jess ense esto con claridad cuando dijo que la viuda que haba echado dos
blancas "ech ms que todos" (Luc. 21: 3, 4). Puesto que la blanca casi no
tena valor adquisitivo, ya que vala slo una fraccin de centavo de dlar, su
ofrenda fue realmente pequea. Pero dio todo lo que tena. La cantidad que
dio no era la verdadera medida de su 731 ofrenda. Lo que le daba valor no era
lo que haba dado, sino lo que le quedaba.
15.
El sacerdote la ofrecer.
16.
17.
De olor grato.
Las aves eran demasiado pequeas como para partirlas, demasiado pequeas como
para rociar la sangre, como se haca en el caso de las otras ofrendas,
demasiado pequeas como para ponerles la mano encima (ver com. vers. 4); pero
de todos modos constituan un olor grato a Jehov. El que presentaba el
sacrificio no tena casi parte en el ritual; slo traa el ave. El sacerdote
haca todo lo dems. Y aun as, el que presentaba el sacrificio haba hecho lo
que poda, y esto era agradable y aceptable ante Dios.
CAPTULO 2
13 Y sazonars con sal toda ofrenda que presentes, y no hars que falte jams
de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecers sal.
1.
Ofreciere oblacin.
Es decir, "una ofrenda de cereal [minjah] como ofrenda [qorban, ver com. cap.
l: 2] ". La palabra minjah no 732 tena originalmente el sentido de ofrenda
religiosa, sino que designaba un regalo presentado a un superior. El
"presente" que Jacob le dio a Esa era minjah (Gn. 32: 13). Tambin lo era el
"presente" que los hermanos de Jos le llevaron a Egipto (Gn. 43: 11).
Tambin se usaba esa palabra para indicar el tributo pagado por pueblos
vencidos (2 Sam. 8: 2, 6). Estos presentes indicaban sumisin y dependencia.
En el monte Sina, minjah pas a ser la designacin oficial de un presente a
Dios, una ofrenda hecha como homenaje, en reconocimiento de la superioridad de
Aquel a quien se la daba. Indicaba que el hombre dependa de Dios para recibir
todas las cosas buenas de la vida; reconoca a Dios como dueo y dador. Al
presentar tal ofrenda, el hombre admita ser solamente un mayordomo de las
cosas que se le haban confiado.
La ofrenda del pan de la proposicin consista en 12 panes, cada uno hecho con
algo ms de 2,4 kg (5 1/3 libras) de harina. Eran pues de buen tamao. Los
panes se colocaban sobre la mesa en dos pilas de seis cada una. Los sacerdotes
que haban oficiado durante esa semana, ofrecan los sacrificios del sbado de
maana, y permanecan hasta que los sacerdotes que haban llegado el viernes,
para oficiar durante la semana entrante, ofrecan los sacrificios vespertinos
del sbado. Los sacerdotes que se retiraban del servicio en el santuario
quitaban el pan de la mesa, y los sacerdotes que comenzaban a servir colocaban
el pan fresco. Se tena cuidado de no sacar el pan hasta que estuviese listo
el otro, fresco, para ponerlo sobre la mesa, pues siempre deba haber pan sobre
ella, as como deba haber siempre un holocausto sobre el altar. Por esto, el
holocausto se llamaba "holocausto continuo" y se habla de la "colocacin
continua de los panes de la proposicin" (Exo. 29: 42; 2 Crn. 2: 4). El pan
de la proposicin era ofrecido a Dios en seal de "pacto perpetuo" (Lev. 24:
8). Era el testimonio perpetuo de que Israel dependa de Dios para recibir
sustento y vida; de parte de Dios, era una promesa continua de que mantendra a
su pueblo. La necesidad de Israel estaba siempre delante de Dios, y la promesa
de Dios estaba siempre delante del pueblo.
Una libacin acompaaba a los sacrificios matutinos y vespertinos (Exo. 29: 40;
Nm. 15: 5). Por eso sobre la mesa de los panes de la proposicin haba
"platos", "cucharas", "cubiertos" y "tazones", o segn lo expresa la BJ, "las
fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para las libaciones" (Exo. 25: 29).
Esta libacin era derramada en el lugar santo, ante el Seor.
Su ofrenda ser.
Esta ofrenda poda ser presentada por cualquier persona que deseara hacerle un
obsequio a Dios. Consista en flor de harina, aceite e incienso. Algunas veces
se la presentaba como ofrenda aparte, pero generalmente se ofreca junto con un
holocausto.
Dios le da a cada hombre talentos segn la capacidad que tenga para emplearlos.
Algunos tienen varios talentos; nadie carece totalmente de ellos. Dios no se
complace cuando los hombres slo le devuelven la cantidad de simiente que les
fue confiada. Dios quiere que los hombres siembren la semilla, la cuiden, la
cosechen, la limpien de toda impureza, la muelan entre las dos piedras del
molino, sacando de ella toda la vida mediante la trituracin, y luego se la
presenten como "flor de harina". Dios espera que cada talento sea mejorado,
refinado y ennoblecido.
2.
3.
Lo que resta.
La oblacin era en verdad un regalo a los sacerdotes, pues reciban todo, menos
la parte del "memorial". Deban dividirse el resto entre ellos y cada uno
deba recibir una parte igual (cap. 7: 10).
4.
7.
Cocida en cazuela.
Los ingredientes eran los mismos: flor de harina y aceite. Las tortas o panes
eran trados "a Jehov" y presentados al sacerdote, que deba sacar la parte
del "memorial" (vers. 9), para quemarla sobre el altar. Lo que quedaba
perteneca a Aarn y a sus hijos y era "cosa santsima" (vers. 10).
Flor de harina.
Pocas son las vidas que tienen valor real y perdurable si no han sido
machacadas y golpeadas. Los hombres se encuentran a s mismos y encuentran a
Dios en las experiencias profundas y oscuras de la vida. Cuando el alma est
anegada es cuando se edifica el carcter. La tristeza, el chasco y el
sufrimiento son los poderosos siervos de Dios. Los das oscuros aportan
lluvias de bendicin, posibilitando la germinacin de la semilla, para que sta
cumpla su misin y produzca fruto.
En esta vida, slo aquel que ha sufrido ha vivido de verdad. Slo el que ha
amado ha vivido. Ambas cosas son inseparables. El amor implica sacrificio, y
el sacrificio a menudo 734 implica sufrimiento. Sin embargo, este sufrimiento
no es necesariamente penoso; porque el sufrimiento ms elevado es santo,
exaltado y gozoso. Una madre podr sacrificarse por su hijo; podr sufrir
fsicamente; pero lo hace con gozo, voluntariamente. El amor considera como
privilegio el sacrificio.
9.
Su memorial.
Haramos bien en recordar que la parte del "memorial" de todo lo que tenemos es
de Dios.
11.
Estaba prohibida toda levadura en las oblaciones que se presentaban a Dios para
ser quemadas en el altar. La misma prohibicin se aplicaba a la miel. La
fermentacin es smbolo de corrupcin. Cristo dijo: "Guardaos de la levadura
de los fariseos, que es la hipocresa" (Luc. 12: 1). Pablo habla de la
"levadura de malicia y de maldad" (1 Cor. 5: 8). Se usaba tanto miel como
levadura para producir fermentacin, especialmente para hacer vinagre. Los
intrpretes bblicos generalmente asocian la miel con las pasiones de la carne,
que a la verdad pueden ser placenteras, pero contienen elementos de corrupcin
y son destructoras de la vida espiritual. Sin embargo, aunque no se deba
quemar ni levadura ni miel en el altar, se ordenaba que se ofreciese pan hecho
con levadura como primicia (Lev. 23: 17), y la miel figura entre las primicias
ofrecidas por Ezequas (2 Crn. 31: 5).
13.
Un pacto de sal es un pacto perpetuo (Nm. 18: 19; 2 Crn. 13: 5). En lo que
se refiere a su capacidad de preservar, la sal es lo opuesto de la levadura.
El simbolismo es claro: nunca deben faltar los principios purificadores y
preservadores de la santidad y la verdad en nuestro pacto con Dios.
"Porque todos sern salados con fuego, y todo sacrificio ser salado con sal"
(Mar. 9: 49). El fuego purifica, la sal preserva. Ser salado con fuego
implica no slo purificacin sino preservacin. Dios desea tener un pueblo
puro, un pueblo limpio, un pueblo santo, un pueblo cuyos pecados hayan sido
perdonados. Con slo pedirlo pueden obtener el poder preservador de Dios. No
solamente han de llegar a ser limpios y santos, sino que adems han de
mantenerse en esa condicin. El fuego con el cual han de ser "salados" no
destruye, sino purifica. Primero hemos de ser limpiados, luego preservados.
"Salados con fuego" y salados "con sal". Purificados y luego conservados
puros! Maravillosa provisin!
14.
"Grano tierno" (BJ). Se refiere aqu a tales cereales como trigo, cebada,
centeno o avena. An hoy, en el Oriente, es comida preferida el grano tierno,
es decir no maduro, tostado. Tales granos podan usarse como oblacin. Se
derramaba aceite sobre las espigas, y se les pona incienso; 735 la parte del
"memorial" era quemada sobre el altar, y el resto pasaba a ser de los
sacerdotes, Quiz el grano "herido" de esta ofrenda simbolice a Aquel que fue
herido por nosotros, y por cuya llaga fuimos curados (Isa. 53: 5).
Sin embargo, sera incorrecto pensar que lo nico que Dios exige es la
consagracin de los recursos, y que las donaciones liberales allanarn el
camino al cielo. Somos responsables ante Dios de cada talento que nos haya
confiado, ya sean recursos materiales, tiempo, o dones naturales. De todos
stos somos mayordomos, y Dios es el Amo legtimo. Talentos tales como el
canto, la msica, el habla y el liderazgo pertenecen a Dios. Deben estar
consagrados a l; deben ponerse sobre el altar.
CAPTULO 3
4 y los dos riones y la grosura que est sobre ellos, y sobre los ijares; y
con los riones quitar la grosura de los intestinos que est sobre el hgado.
5 Y los hijos de Aarn harn arder esto en el altar, sobre el holocausto que
estar sobre la lea que habr encima del fuego; es ofrenda de olor grato para
Jehov.
6 Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio de paz a Jehov, sea macho
o hembra, la ofrecer sin defecto.
10 Asimismo los dos riones y la grosura que est sobre ellos, y la que est
sobre los ijares; y con los riones quitar la grosura de sobre el hgado.
15 los dos riones, la grosura que est sobre ellos, y la que est sobre los
ijares; y con los riones quitar la grosura de sobre el hgado.
17 Estatuto perpetuo ser por vuestras edades, dondequiera que habitis, que
ninguna grosura ni ninguna sangre comeris.
1.
Sacrificio de paz.
Heb. shlem, de una raz que significa "hacer paz" (Jos. 10: 4) o "estar en
paz" (Job 22: 21), "hacer restitucin" (Exo. 22: 5), "completar [un pago]"
(Sal. 50:14). La marca distintiva de la ofrenda de paz era la comida en comn,
celebrada dentro del recinto del santuario, en la cual prevalecan el gozo y la
alegra, y durante la cual departan el pueblo y los sacerdotes. No era sta
la ocasin para efectuar la paz, sino que se trataba de una Fiesta de regocijo
porque la paz ya exista. Generalmente era precedida por una ofrenda por el
pecado y por un holocausto. La sangre haba sido asperjada, se haba hecho la
expiacin, se haba otorgado el perdn, y se haba recibido la seguridad de la
justificacin. Para celebrar esto, el que haba ofrecido el sacrificio
invitaba a sus parientes, a sus siervos y a los levitas a comer con l. Toda
la familia se reuna en el atrio de la congregacin para festejar la paz que
haba sido efectuada entre Dios y el hombre, y entre el hombre y su prjimo.
No puede concebirse mayor gozo que el de estar en paz con Dios (Rom. 5: 1).
Este es el legado que Cristo dej al decir: "La paz os dejo, mi paz os doy"
(Juan 14: 27). La paz de Cristo es esa tranquila seguridad que nace de la
confianza en Dios.
Cristo pronunci estas palabras de paz a la sombra misma del Getseman y del
Glgota. Saba que tena la prueba por delante, de modo que le sali al
encuentro. Su corazn estaba lleno de paz y de amor. Saba en quien haba
confiado, y tena la seguridad de que el Padre lo amaba. Tal vez no pudiese
ver ms all de los portales de la tumba. Quiz la esperanza no le presentara
su salida del sepulcro como triunfador, ni le hablara de la aceptacin de su
sacrificio por parte de su Padre. Pero, por la fe, ya era vencedor. Saba en
quien haba credo, y estaba seguro de que todo saldra bien. Esta es la paz
que Cristo nos leg. Significa unidad con el Padre; significa quietud,
descanso, gozo y contentamiento; significa amor, fe, comunin y compaerismo;
significa ausencia de preocupacin, temor y ansiedad. El cristiano que goza de
esta paz tiene una fuente de fortaleza que no depende de las circunstancias.
Est en armona con Dios.
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Seor Jesucristo" (Rom. 5: 1), "porque l es nuestra paz" (Efe. 2: 14). En
tiempos de antao, se invitaba a Israel a festejar el hecho de que 737 estaba
en paz con Dios y el hombre, que sus pecados haban sido perdonados, que haba
sido restituido al favor del cielo. Estas eran ocasiones de gozo y gratitud,
cuando ya se hablan aclarado las incomprensiones y prevalecan la paz y la
confraternidad. Deban participar los hijos y las hijas, los siervos y las
siervas, junto con los levitas invitados. Todos se sentaban a la mesa del
Seor para gozarse juntos "en la esperanza de la gloria de Dios" (Rom. 5: 2).
El pueblo de Dios de estos tiempos hara bien en celebrar fiestas de regocijo
por el hecho de que est en paz con Dios (ver Nota Adicional al final del
captulo).
2.
Pondr su mano.
3.
Toda la grosura.
No la grasa dispersa por todo el cuerpo, sino la grasa que cubra ciertos
rganos. juntamente con los riones, esta grasa era quemada sobre el altar.
La palabra traducida "grosura" es jleb, de una raz poco usada que significa
"estar gordo". La palabra "leche" es jalab, y difiere de "grosura" solamente
en las vocales.
5.
Puesto que la grasa era quemada sobre el altar, "una ofrenda de olor grato para
Jehov", no pareciera tener asidero la opinin de algunos que sostienen que la
grasa era smbolo de pecado. El pecado es una abominacin para Dios, y nada
que lo simbolizara deba llegar al altar. Por esta razn se exclua la
levadura, smbolo del pecado (cap. 2: 11, 12). Algunas veces se cita el Sal.
37: 20 como prueba de que la "grosura" significa pecado. Pero la palabra que
all se traduce "grasa" (VVR) es yaqar, y significa "hermosura",
"magnificencia", o "preciosura", y no "grasa". La BJ traduce esta frase: "El
ornato de los prados". La palabra yaqar es la que, en Isa. 43: 4, se traduce
"de gran estima", y es aplicada por Dios a su pueblo. La gordura siempre era
quemada sobre el altar; Dios la reclamaba como suya (Lev. 3: 16); era de "olor
grato" al Seor; era preciosa; era la "vianda" de la ofrenda presentada al
Seor (vers. 16). La expresin registrada en Gn. 45: 18 (Val. ant.), comer
"la grosura de la tierra", equivale a gozar de lo mejor que sta ofrece.
6.
De ovejas.
Las mismas reglas se aplicaban tanto al ganado bovino como al ovino. Debe
notarse que para esta ofrenda poda usarse un animal macho o hembra, pero
siempre deba ser sin defecto. El oferente colocaba su mano sobre la cabeza de
la vctima y la mataba, luego de lo cual el sacerdote ministraba la sangre.
9.
La cola entera.
12.
Cabra.
17.
Estatuto perpetuo.
Dios mand a Israel que no comiese "ninguna grosura ni ninguna sangre". "Toda
la grosura es de Jehov" (vers. 16), y "el diezmo ... de Jehov es" (cap. 27:
30), son declaraciones paralelas. La razn que se presenta para no comer la
grasa es que pertenece a Dios (ver com. cap. 7: 23).* 738
Esta clase de "buenos" cristianos habra credo que en las actividades sociales
de Jess haba algo malo. Cmo poda pasar tiempo comiendo y bebiendo con los
pecadores? Aun los fariseos estaban perplejos por esto cuando sealaron el
ayuno y la oracin de los discpulos de Juan, para reprender implcitamente a
Cristo, quien estaba en un banquete (ver Luc. 5: 29-35).
Esto se escribe teniendo muy en cuenta los tiempos en que vivimos, al borde
mismo de la eternidad. Si alguna vez hubo una poca cuando la seriedad y la
sobriedad debieran caracterizar las vidas de los seguidores de Cristo, ste es
el momento. En vista de la crisis que se avecina cmo debiramos "andar en
santa y piadosa manera de vivir"! (2 Ped. 3: 11). Toda frivolidad y liviandad
debiera ser puesta de lado, y la solemnidad debiera posesionarse de todo
creyente. Estn por ocurrir grandes y portentosos acontecimientos. Este no es
momento para ocuparnos en bagatelas y necedades. El Rey est a las puertas.
Sin embargo, estos hechos no nos debieran hacer olvidar que somos hijos del
Rey, que nuestros pecados han sido perdonados, y que tenemos el derecho de
estar felices y de regocijarnos. La obra debe ser terminada, y nosotros
debemos participar en ella; pero algunos hablan como si todo dependiese de
ellos. En sus oraciones le recuerdan a Dios lo que se necesita hacerse, como
si tuviesen miedo de que l se fuera a olvidar de algunos asuntos que para
ellos son de mucha importancia. Son almas "buenas", ansiosas en todo momento
de hacer lo correcto, pero nunca aprendieron a echar sus cargas sobre el Seor.
Estn haciendo todo lo posible por llevar la carga y, aunque gimen bajo el
peso, estn determinados a no rendirse nunca. Luchan por avanzar y hacen mucho
bien. Son obreros valiosos, y el Seor los ama entraablemente.
Pero con todo su trabajo y su esfuerzo, les falta una cosa: la fe en Dios. Les
falta fe para creer que Aquel que empez la obra tambin la ha de terminar; que
l se interesa tanto o ms por su obra que ellos mismos; que en este mismo
momento Dios est haciendo todo lo posible por adelantar su causa. En su
religin encuentran poco gozo y mucha preocupacin. Son como Marta, que
trabaj y se preocup, pero dej de lado lo que era necesario. Miran con
desaprobacin a las Maras; se quejan ante el Seor de ellas, y experimentan
dificultades en comprender cmo Cristo pudo tomar el partido de Mara.
Preguntan si la comida se hubiera terminado de preparar, de haber habido dos
Maras y ninguna Marta. Tales cristianos trabajan y son fieles en su trabajo,
pero por dentro sienten que otros no estn cumpliendo con su parte, y que a
ellos les toca demasiada carga.
Resalta la misma leccin en el relato del hijo prdigo. El hijo mayor dijo
nunca haber hecho lo malo. Siempre haba trabajado mucho, y no haba perdido
tiempo en fiestas ni francachelas. Ahora que haba vuelto el hijo menor,
despus de haber gastado su parte de la herencia en una vida disoluta, el mayor
739 estaba enojado y no quera entrar en la fiesta que se realizaba en honor
del hermano que haba regresado a casa. De nada vali que el padre saliera a
rogarle que entrase. Por el contrario, el hijo reprendi a su padre dicindole
que, apenas haba vuelto el prdigo que haba gastado sus bienes con rameras,
el padre le haba hecho una fiesta y haba matado el becerro gordo, pero nunca
haba hecho nada por su hijo obediente (Luc. 15: 30).
No todos los cristianos tienen la paz de Dios en sus corazones como debieran
tenerla, y como tienen el derecho de tenerla. Se han olvidado de la promesa de
Cristo: "La paz os dejo... No se turbe vuestro corazn, ni tenga miedo" (Juan
14: 27).
17 2T 61
CAPTULO 4
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro
en alguno de los mandamientos de Jehov sobre cosas que no se han de hacer, e
hiciere alguna de ellas;
7 Y el sacerdote pondr de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso
aromtico, que est en el tabernculo de reunin delante de Jehov; y echar el
resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que est a la
puerta del tabernculo de reunin.
8 Y tomar del becerro para la expiacin toda su grosura, la que cubre los
intestinos, y la que est sobre las entraas,
9 los dos riones, la grosura que est sobre ellos, y la que est sobre los
ijares; y con los riones quitar la grosura de sobre el hgado,
11 Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus
intestinos y su estircol,
12 en fin, todo el becerro sacar fuera del campamento a un lugar limpio, donde
se echan las cenizas, y lo quemar al fuego sobre la lea; en donde se echan
las cenizas ser quemado.
18 Y de aquella sangre pondr sobre los cuernos del altar que est delante de
Jehov en el tabernculo de reunin, y derramar el resto de la sangre al pie
del altar del holocausto, que est a la puerta del tabernculo de reunin.
22 Cuando pecare un jefe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los
mandamientos de Jehov su Dios sobre cosas que no se han de hacer, y pecare;
27 Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno
de los mandamientos de Jehov en cosas que no se han de hacer, y delinquiera;
28 luego que conociera su pecado que cometi, traer por su ofrenda una cabra,
una cabra sin defecto, por su pecado que cometi.
2.
Pecare.
Las ofrendas por el pecado se mencionan por primera vez en relacin con la
consagracin de Aarn y sus hijos (Exo. 29: 14), pero en esa ocasin no fueron
prescritas para todo el pueblo. Tanto la palabra "pecado" como la expresin
"ofrenda por el pecado" se derivan de la palabra hebrea jatta'th, hecho que
permite inferir la estrecha relacin existente entre ambos. El "pecado"
implicaba la necesidad de presentar una ofrenda por el pecado. La presentacin
de una ofrenda tal indicaba que se haba cometido pecado. Al traer una "ofrenda
por el pecado" al santuario, la persona literalmente presentaba el pecado que
esa ofrenda representaba, y por el cual deba hacer expiacin. Las ofrendas por
el pecado aparecen por primera vez en relacin con la ereccin del santuario y
el comienzo del sacerdocio. Hasta ese momento solamente se ofrecan
holocaustos. Las diversas palabras usadas en la Biblia para definir y
describir el pecado presentan los siguientes conceptos:
1.El pecado es una desviacin de una norma definida, una violacin de la ley de
Dios (1 Juan 3: 4). Si concebimos la ley como una lnea recta que debe ser
seguida, cualquier desviacin de esa lnea sera pecado. Tal desviacin puede
ser accidental o intencional, pero siempre es pecado.
4.El pecado es ofensa contra Dios. El hombre puede pecar contra otros hombres,
pero su primera y principal ofensa es contra Dios. Por lo tanto, la confesin
debe hacerse siempre en primer lugar a Dios. Aunque el hijo prdigo haba
pecado gravemente contra su padre, cuando regres, sus primeras palabras
fueron: "He pecado contra el cielo y contra ti" (Luc. 15: 21). Hizo una
declaracin acertada. Aunque sus transgresiones contra los hombres haban sido
grandes, su primera ofensa era contra Dios. As es con todo pecado.
Por yerro.
Esto se refiere especialmente a los Diez Mandamientos, pero tambin incluye las
otras rdenes divinas.
3.
El sacerdote ungido.
Todos los sacerdotes eran ungidos, pero slo el sumo sacerdote era ungido en la
cabeza; por lo tanto, por su preeminencia se lo llama "el sacerdote ungido"
(Exo. 29: 7-9; Lev. 8: 12, 13). Se lo designa como "el sumo sacerdote entre
sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la uncin" (Lev. 21:
10). Generalmente se lo llama simplemente "el sacerdote". Slo cuatro veces
aparece como "sumo sacerdote" en los libros de Moiss y en cada caso la
traduccin literal del hebreo sera "gran sacerdote" o "principal sacerdote"
(ver Lev. 21: 10; Nm. 35: 25, 28).
Debe resaltar el carcter vicario del sumo sacerdote. Era el representante del
hombre, el que actuaba por el pueblo en todo lo que tena que ver con el
santuario. Todo el sacerdocio se resuma en la persona del sumo sacerdote.
Cuando Adn pec, "la muerte pas a todos los hombres" (Rom. 5: 12), porque por
"la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores" (Rom.
5: 19). Adn representaba al hombre. Cristo tambin representaba al hombre.
Adn, el "primer hombre", era la cabeza de la humanidad; Cristo, el "segundo
hombre", el "Postrer Adn", el "Seor ... del cielo", es la cabeza de la nueva
humanidad (1 Cor. 15: 45-47). "Como por la transgresin de uno vino la
condenacin a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino
a todos los hombres la justificacin de vida" y "por la obediencia de uno, los
muchos sern constituidos justos" (Rom. 5: 18, 19). "Porque as como en Adn
todos mueren, tambin en Cristo todos sern vivificados" (1 Cor. 15: 22).
Machos o hembras podan usarse para la ofrenda del pecado, pero los animales
deban ser "sin defecto". El sumo sacerdote deba ofrecer un becerro por su
pecado, tanto como por el pecado del pueblo (Lev. 4: 14).
4.
Pondr su mano.
Esta era la misma ceremonia como en todos los otros sacrificios, salvo el de
las aves. La imposicin de manos no slo indicaba la dedicacin del animal a
Dios sino que, al apoyarse en su cabeza, quien ofreca el sacrificio se
identificaba con el animal, y ste se transformaba en su sustituto (ver com.
cap. 1: 4).
6.
7.
8.
Toda su grosura.
Ver com. cap. 3: 31 5. No se hace mencin de que fuera "olor grato para
Jehov". Sin embargo, el hecho de que se la pusiese sobre el altar, indica que
era agradable a Dios.
12.
Todo el becerro era llevado fuera del campamento y quemado en un lugar limpio,
no simplemente para deshacerse de l, ni porque se lo considerase inmundo,
porque claramente se lo designa "cosa santsima" (cap. 6: 25). El libro de
Hebreos le da un sentido simblico al hecho de que la vctima fuese quemada
fuera del campamento. Dice Pablo: "Tambin Jess ... padeci fuera de la
puerta. Salgamos, pues, a l, fuera del campamento, llevando su vituperio"
(Heb. 13: 12, 13). El hecho de que el cuerpo fuese quemado fuera del
campamento era pues un smbolo de Cristo, crucificado fuera de la ciudad de
Jerusaln, "para santificar al pueblo mediante su propia sangre" (Heb. 13: 12).
Algunos han opinado que esto indica tambin que muri no slo por los judos,
sino tambin por el mundo. Aunque el cuerpo era considerado santsimo, no se
le daba ningn uso ceremonial. Puesto que no era quemado sobre el altar, no
haba en ese cuerpo ningn valor redentor inherente. Por lo tanto, no era el
cuerpo el que haca la expiacin, sino que "la misma sangre har expiacin de
la persona" (Lev. 17: 11).
Sin embargo, no era la sangre como tal la que haca la expiacin, sino la
sangre derramada y aplicada. No poda efectuarse expiacin matndose al animal
y derramando su sangre en el suelo. La sangre deba ser recogida en una
vasija, tras lo cual el sacerdote la ministraba, rocindola y de otras formas.
Era la sangre rociada la que efectuaba la expiacin, no la parte sobrante que
era vertida en el suelo (ver com. cap. 4: 7). Se haca expiacin con la sangre
aplicada a los cuernos del altar, no con la que era vertida en el suelo (Exo.
29: 12; 30: 10; Lev. 4: 7, 18, 25, 30, 34).
13.
Toda la congregacin.
Las personas podran pecar a menudo y presentar las ofrendas necesarias. Rara
vez la nacin entera podra pecar "por yerro" (ver com. vers. 2,6).
Aqu se incluyen todos los pecados, grandes y pequeos, pero se refiere sobre
todo a los as llamados pecados pequeos. No se refiere esto a la violacin
abierta, sino al pecado relativamente leve, "contra alguno de los mandamientos
... en cosas que no se han de hacer". Cuando se haca esto, se incurra en
culpa, y deba presentarse una ofrenda por el pecado a la puerta del santuario.
14.
Eso implica que se ignoraba que lo hecho era pecado (ver com. vers. 2). En
tales circunstancias, "toda la congregacin" deba presentar la misma ofrenda
exigida del sumo sacerdote cuando pecaba. El becerro lo proporcionaba la
congregacin, por cuanto todos eran considerados culpables. Los ancianos,
elegidos de entre las diferentes tribus, llevaban el becerro al lugar del
sacrificio, ponan sus manos sobre l y lo degollaban. Nada se dice aqu de la
confesin, pero sta est implcita en la imposicin de manos. Sin confesin,
la presentacin de una ofrenda no valdra de nada, porque no habra
transferencia de pecado, del pecador al sacrificio. Adems, no es la forma en
que se hace la confesin, sino el hecho de confesar, lo que es aceptable ante
Dios,
17.
La misma sangre.
19.
La grosura.
20.
22.
24.
Pondr su mano.
25.
La sangre.
26.
En todos los casos, ya fuera holocausto (cap. l: 8), ofrenda de paz (cap. 3:
3), u ofrenda por el pecado (cap. 4: 8), toda la grasa que se poda sacar era
quemada sobre el altar. Con esto, el sacerdote terminaba su tarea en favor del
jefe que haba pecado, el cual se iba perdonado. No aparece ninguna
instruccin en cuanto a lo que deba hacerse con el cuerpo de la vctima.
Segn el cap. 6: 26, el sacerdote reciba la carne, y deba comerla en el lugar
santo, en el atrio del tabernculo de reunin.
27.
El procedimiento era igual que en el caso del jefe, con la excepcin de que la
persona deba presentar una hembra y no un macho. Se consideraba de menor
valor a la hembra que al macho, por lo tanto era ms fcil conseguirla. El
ritual de la sangre y de la eliminacin de la grasa era igual al prescrito para
los jefes que haban pecado (vers. 23-26).
31.
En olor grato.
Puesto que siempre se quemaba la grosura sobre el altar, debe haber sido
aceptable a Dios porque nunca se permita cosa inmunda sobre el altar.
32.
Un cordero costaba menos an que una cabra, y por esta razn se esperaba que un
hombre pobre presentase un cordero. El cordero era la ofrenda del pobre. Es
significativo que repetidas veces se llama a Cristo el Cordero de Dios. Es el
sacrificio del pobre. En todos los otros aspectos, el ritual era el mismo que
se segua con la cabra.
CAPTULO 5
1 Pecado del que oculta lo que sabe en un juicio, 2 del que toca una cosa
inmunda, 4 del que jura a la ligera. 6 Su ofrenda de expiacin del rebao, 7 de
aves, 11 de harina. 14 Ofrenda por el pecado de sacrilegio, 17 y por pecados
cometidos por ignorancia.
1 SI ALGUNO pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que
vio, o supo, y no lo denunciara, l llevar su pecado.
2 Asimismo la persona que hubiere tocado cualquiera cosa inmunda, sea cadver
de bestia inmunda, o cadver de animal inmundo, o cadver de reptil inmundo,
bien que no lo supiere, ser inmunda y habr delinquido.
4 O si alguno jurare a la ligera con sus labios hacer mal o hacer bien, en
cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y l no lo entendiera; si
despus lo entiende, ser culpable por cualquiera de estas cosas.
6 y para su expiacin traer a Jehov por su pecado que cometi, una hembra de
los rebaos, una cordera o una cabra como ofrenda de expiacin; y el sacerdote
le har expiacin por su pecado.
7 Y s no tuviere lo suficiente para un cordero, traer a Jehov en expiacin
por su pecado que cometi, dos trtolas o dos palominos, el uno para expiacin
y el otro para holocausto.
15 Cuando alguna persona cometiere falta, y pecare por yerro en las cosas
santas de Jehov, traer por su culpa a Jehov un carnero sin defecto de los
rebaos, conforme a tu estimacin en siclos de plata del siclo del santuario,
en ofrenda por el pecado.
1.
Si alguno pecare.
En la Biblia hebrea, los vers. 1-13 forman parte del cap. 4, pues tratan
tambin de ofrendas por el pecado. Sin embargo, las ofrendas consideradas en
estos versculos son algo diferentes de las del cap. 4. Son casos fronterizos
entre ofrendas por transgresiones y ofrendas por el pecado. Participan de la
naturaleza de ambas ofrendas y 747 usan los dos nombres en forma indistinta.
Temprano esa maana se haba sentido impresionado a visitar a una viuda con dos
hijitos, a quienes quera llevar a la escuela sabtica. Al llegar a la casa,
encontr a la madre enferma y la casa sin calefaccin. Se fue a su casa y,
luego de cambiarse de ropa, llev lea hasta la casa de la familia necesitada.
Esto era lo que los testigos haban visto, pero, sin conocer las
circunstancias, haban llegado a la conclusin errnea de que el hermano estaba
haciendo lo que no era correcto en sbado.
2.
Cosa inmunda.
Por supuesto las leyes levticas tenan que ver en primer lugar con impurezas
morales y ceremoniales. Al mismo tiempo, muchos de estos reglamentos tenan
significado tanto para el cuerpo como para el alma. Por cuanto el pueblo no
estaba capacitado para entender ni valorar el aspecto fsico, por lo menos en
forma cabal, no se menciona a menudo este factor aunque est implcito. En el
AT, la palabra tame, traducida "inmundo", slo se usa para referirse a la
"inmundicia" levtica. Es obvio que en los vers. 1 y 4 el tema es la
responsabilidad moral. Por cuanto la "inmundicia" de los vers. 2 y 3 aparece
en la misma categora de la transgresin indicada en los vers. 1 y 4, debe ser,
en esencia, un asunto de responsabilidad moral. En el cdigo levtico la
"inmundicia" es esencialmente culpabilidad moral o ceremonial, pudiendo en
algunos casos implicar "inmundicia" fsica.
3.
Tal vez un hombre no se daba cuenta de lo que haba hecho y, por lo tanto,
podra considerrselo disculpable. Sin embargo, aunque no se diese cuenta de
ello, podra constituir una amenaza para otros por ser portador de infeccin.
De ah que en ciertos casos podra no ser totalmente inocente y se le deba
ensear una leccin que lo impresionase tanto a l como a otros. Sin embargo,
no es del todo culpable aquel que es ignorante, a menos que lo sea
voluntariamente, habiendo tenido la oportunidad de informarse.
4.
Si alguno jurare.
5.
Confesar.
6.
Para su expiacin.
Su ofrenda deba ser una cordera o una cabra, siempre hembra. Estas eran
ofrecidas de la manera habitual, haciendo el sacerdote expiacin por el pecado
cometido.
7.
Dos trtolas.
Dios se apiadaba de los que eran demasiado pobres como para traer el sacrificio
habitual. El transgresor presentaba dos aves al sacerdote, quien ofreca una
como ofrenda por el pecado y luego la otra como holocausto.
11.
Flor de harina.
El culpable podra quiz ser demasiado pobre como para presentar las dos
trtolas o los dos palominos. Pero aun el ms pobre podra traer una pequea
porcin de harina. No deba ponerle aceite ni incienso, porque entonces
hubiera sido una oblacin. Sin estas aadiduras, era una ofrenda por el
pecado.
Aqu nos enfrentamos con una situacin inusitada: una ofrenda por el pecado,
sin sangre. Otro factor notable: las otras ofrendas por el pecado no eran
puestas sobre el altar. Pero en este caso, Dios repite, "es expiacin". Cmo
se ha de explicar la diferencia ritual permitida por Dios en este caso?
Las "cosas santas de Jehov" son las primicias, los diezmos, las ofrendas y
todo aquello que pertenece al servicio de Dios. La "falta" aqu considerada
implicaba haber retenido lo que deba pagarse o haberlo disminuido, La ofrenda
exigida por esta falta era un "carnero sin defecto". Pero esto no bastaba; el
que haba cometido la falta deba tambin hacer restitucin, aadiendo "la
quinta parte". Esta disposicin tena por objeto impedir una retencin
deliberada, aunque fuera transitoria, de lo que corresponda dar. En caso de
duda en cuanto a la cantidad implicada, el sacerdote era quien deba
calcularla. Luego de haberse hecho la restitucin, el sacerdote haca
"expiacin por l con el carnero del sacrificio por el pecado" (vers. 16).
17.
Esta segunda situacin es similar a la primera (vers. 14-16), pero tiene que
ver con las "cosas que ... no se han de hacer". Estas cosas son las que
desagradan a Dios aunque no son mencionadas especficamente.
18.
Por ignorancia.
CAPTULO 6
5 o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituir por entero
a aquel a quien pertenece, y aadir a ello la quinta parte, en el da de su
expiacin.
18 Todos los varones de los hijos de Aarn comern de ella. Estatuto perpetuo
ser para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Jehov;
toda cosa que tocare en ellas ser santificada.
22 Y el sacerdote que en lugar de Aarn fuere ungido de entre sus hijos, har
igual ofrenda. Es estatuto perpetuo de Jehov; toda ella ser quemada.
2.
Hiciere prevaricacin.
Negare a su prjimo.
Mejor, "defrauda a Yahvh engaando a su prjimo acerca de lo encomendado"
(BJ). La mentira es considerada aqu, en primer lugar, como ofensa contra Dios
y, luego, como pecado contra el prjimo. Es inconcebible que un hombre engae
a su prjimo en cuanto a algo que le fue encomendado sin darse cuenta de que
est mintiendo. Seguramente, parecera que saba que no estaba diciendo la
verdad al afirmar no haber recibido lo que se le haba confiado. El hecho de
que mintiera, adems de retener lo que perteneca al prjimo, era una doble
transgresin: mentira y robo, Esa persona era culpable de un pecado deliberado.
O bien robare.
Sera imposible sacar algo del prjimo en forma violenta sin darse cuenta.
Algunas personas han intentado justificar este proceder diciendo que la persona
pensaba que la cosa era suya, y que tena el derecho de recobrarla por la
violencia. Esa persona era culpable y deba presentar su ofrenda expiatorio.
3.
Lo perdido.
Este caso es ms serio que el anterior pues el hombre no slo miente sino que
confirma su mentira con un juramento. Puede tratarse aqu de un juramento
legal, aunque no es probable. De todos modos, la persona es culpable de
confirmar su mentira con un juramento.
4.
Restituir.
Puesto que todos estos casos requieren restitucin, Dios prescribe para cada
uno una sancin equitativa. En primer lugar, debe haber confesin, luego
restitucin. Esto debe hacerse "en el da de su expiacin" (vers. 5); es
decir, la restitucin debe acompaar a la confesin. No debe ser demorada.
La restitucin es parte vital del programa que Dios seala al hombre que desea
estar libre de la culpa del pecado. No basta la conviccin del pecado; no
basta el pesar por el pecado; no basta la confesin. Estos son todos pasos
deseables hacia el reino, pero no son suficientes. Deben ir acompaados de un
arrepentimiento tan profundo y completo, que el alma no descanse hasta que se
haya hecho todo lo posible por rectificar los errores cometidos. En muchos
casos, esto incluir la restitucin, el devolver con inters lo que ha sido
robado, y hacer todo esfuerzo posible por corregir todos los males. Los frutos
dignos de arrepentimiento que Juan el Bautista enseaba a sus oidores incluan
la restitucin (Mat. 3: 8).
En estos casos, y en muchos otros, debe hacerse restitucin siempre que sea
posible. Cuando esto no pudiera hacerse, se hara bien en seguir las
instrucciones de antao: "Se dar la indemnizacin del agravio a Jehov
entregndola al sacerdote" (Nm. 5: 8). La aplicacin moderna de esta
instruccin exigira que el dinero en cuestin fuese dado para ser usado en la
obra del Seor.
La persona que est llena del amor a la verdad ser veraz en todo cuanto haga.
Odiar y evitar toda clase de simulacin e hipocresa; sus motivos nunca sern
dudosos. Su "s" ser "s", y su "no" ser "no" (Sant. 5: 12). No se
enorgullecer de su franqueza, ni herir innecesariamente a otros, pero con
toda humildad instruir a "los que se oponen" (2 Tim. 2: 25). Tendr la
reputacin de ser una persona en cuya palabra se puede confiar.
6.
Y para expiacin.
Tu estimacin.
Hay cosas cuyo valor puede depender de una opinin personal, y por lo tanto
pueden ser causa de disputa. En tales casos el sacerdote deba hacer la
estimacin. En Exo. 22: 1-9 se enumera una serie de transgresiones en las
cuales la restitucin es doble, y en algunos casos hasta cuatro y cinco veces
tanto. La diferencia entre los castigos aplicados, en ese captulo y en ste,
parece deberse a que en ese caso el ofensor deba hacer restitucin segn las
exigencias de los "jueces" (Exo. 22: 9), mientras que en este caso el
reconocimiento de la culpa parece ser voluntario.
7.
Obtendr perdn.
Holocausto.
10.
Su vestidura de lino.
Se exiga que los sacerdotes llevaran sus vestiduras de lino aun para sacar las
cenizas. Estas eran las mismas vestiduras que llevaban al ofrecer los
sacrificios. Todo trabajo dentro del santuario era sagrado y exiga santidad
de vida. Esta, a su vez, era simbolizada por la pureza de las vestiduras (Zac.
3: 4-7). Cuando salan del santuario para llevar las cenizas a un lugar
limpio, se quitaban las vestiduras de lino.
13.
Dios mismo haba encendido ese fuego (cap, 9:24). Los judos afirman que ardi
continuamente hasta el cautiverio babilnico. Algunos hasta pretenden que
nunca se apag hasta la destruccin final del templo en el ao 70 DC. Para
mantener este fuego se necesitaba una ampla provisin de lea. Esta era
juntada por los sacerdotes que, una vez al ao, invitaban al pueblo a
ayudarles.
14.
"De la oblacin" (BJ). Esta informacin era para los hijos de Aarn. Cuando
alguien presentaba una ofrenda de cereal, o sea una oblacin, la parte de Dios
deba ser quemada sobre el altar (ver com. cap. 2: 1); el resto era de los
sacerdotes. No deba hacerse con levadura, Y cualquier otra cosa con la cual
se la comiera tampoco deba tener levadura. Deba comerse en "lugar santo",
que aqu se define como "el atrio del tabernculo de reunin". El pan era
"cosa santsima", como lo eran la ofrenda por el pecado y las ofrendas por la
transgresin. Era tan sagrado que todo el que lo tocara deba tambin ser
santo.
20.
La ofrenda de Aarn.
Aarn deba presentar diariamente una oblacin de cerca de dos litros de
harina, la mitad a la maana y la mitad a la tarde. Deba hacerse de flor de
harina con aceite, y deba cocerse en pedazos. No se menciona el incienso. Se
la deba ofrecer sobre el altar y ninguna parte de ella deba comerse.
25.
Las ofrendas por el pecado, tanto de los jefes como del pueblo, deban ser
comidas por los sacerdotes en lugar santo, es decir en el atrio. Eran cosa
santsima. Cualquiera que las tocara deba ser santo. Aun la vasija en que
estaban era santa. En algunos casos el sacerdote oficiante tena derecho
exclusivo a la parte correspondiente a los sacerdotes. Esto no ocurra en el
caso de los sacrificios por el pecado. "Todo varn de entre los sacerdotes la
comer" (vers. 29).
30.
Ninguna ofrenda.
Este versculo trata de los principios que regan lo que se haca con los
cuerpos de los sacrificios por el pecado. Cuando la sangre del sacrificio era
llevada dentro del santuario -como en los casos cuando pecaba el sacerdote
ungido o toda la congregacin - el cuerpo era llevado fuera del campamento y
era quemado. Cuando la sangre no era llevada al santuario sino puesta sobre
los cuernos del altar del holocausto -como cuando pecaba un jefe, o una persona
del pueblo - la carne deba ser comida por los sacerdotes. Se explica la razn
de esto en el cap. 10: 16-20.
8-18 PP 365
CAPTULO 7
1 Ley del sacrificio por la culpa. 11 Ley del sacrificio de paz, 12 como accin
de gracias, 16 como voto u ofrenda voluntaria. 22 Prohibicin de comer la
grosura, 26 y la sangre. 28 La porcin del sacerdote en el sacrificio de paz.
1 AS MISMO esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa.
4 los dos riones, la grosura que est sobre ellos, y la que est sobre los
ijares; y con los riones quitar la grosura de sobre el hgado.
5 Y el sacerdote lo har arder sobre el 753 altar, ofrenda encendida a Jehov;
es expiacin de la culpa.
6 Todo varn de entre los sacerdotes la comer; ser comida en lugar santo; es
cosa muy santa.
9 Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado
en sartn o en cazuela, ser del sacerdote que lo ofreciera.
10 Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, ser de todos los hijos de Aarn,
tanto de uno como de otro.
25 Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehov
ofrenda encendida, la persona que lo comiere ser cortada de entre su pueblo.
27 Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona ser cortada
de entre su pueblo.
30 Sus manos traern las ofrendas que se han de quemar ante Jehov; traer la
grosura con el pecho; el pecho para que sea mecido como sacrificio mecido
delante de Jehov.
36 la cual mand Jehov que les diesen, desde el da que l los ungi de entre
los hijos de Israel, como estatuto perpetuo en sus generaciones.
37 Esta es la ley del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado,
del sacrificio por la culpa, de las consagraciones y del sacrificio de paz,
1.
3.
Ofrecer.
6.
Lugar santo.
8.
La piel.
No se dice nada en cuanto a lo que haba de hacerse con la piel de las ofrendas
por la transgresin o de las ofrendas por el pecado, excepto lo que aparece en
el cap. 4: 11, 12, 21. Se dice especficamente que la piel del holocausto era
para el sacerdote que haba ofrecido el sacrificio.
14.
15.
Esta orden tena buena razn de ser. Promova la higiene, las relaciones
sociales y la liberalidad para con los pobres. De estas tres razones, la
primera era la ms importante. En un clima clido se haca difcil mantener
por mucho tiempo en buen estado de conservacin un alimento de fcil
descomposicin. Esto ocurra con ms facilidad an si la persona estaba de
viaje, como lo estaban muchos cuando iban al templo. Si el oferente intentaba
guardarla por ms de dos das, sin duda comenzaba la putrefaccin.
Las riquezas del mundo no estn repartidas en forma pareja. Algunos tienen
menos de lo que necesitan; otros tienen mucho ms. Dios manda a los que tienen
que compartan con los que no tienen (Deut. 15: 7-11). Entre los que eran
pobres en bienes terrenales estaban los levitas; por eso se los deba recordar
(Deut. 12: 19, 12). La instruccin de Cristo de llamar a "los pobres, los
mancos, los cojos y los ciegos" cuando se hiciera una fiesta (Luc. 14: 12, 13)
es una reiteracin de las rdenes de Moiss, y refuerza las palabras de Isaas
(Isa. 58: 6, 7).
20.
Ser cortada.
23.
Ninguna grosura.
29.
Sacrificio de paz.
32.
La espaldilla derecha.
35.
Esta es la porcin.
11-34 PP 622
26,27 2T 61
CAPTULO 8
6 Entonces Moiss hizo acercarse a Aarn y a sus hijos, y los lav con agua.
8 Luego le puso encima el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y Tumim.
13 Despus Moiss hizo acercarse los hijos de Aarn, y les visti las tnicas,
les ci con cintos, y les ajust las tiaras, como Jehov lo haba mandado a
Moiss.
15 y lo degoll; y Moiss tom la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos
del altar alrededor, y purific el altar; y ech la dems sangre al pie del
altar, y lo santific para reconciliar sobre l.
16 Despus tom toda la grosura que estaba sobre los intestinos, y la grosura
del hgado, y los dos riones, y la grosura de ellos, y lo hizo arder Moiss
sobre el altar.
18 Despus hizo que trajeran el carnero del holocausto, y Aarn y sus hijos
pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;
21 Lav luego con agua los intestinos y las piernas, y quem Moiss todo el
carnero sobre el altar; holocausto de olor grato, ofrenda encendida para
Jehov, como Jehov lo haba mandado a Moiss.
24 Hizo acercarse luego los hijos de Aarn, y puso Moiss de la sangre sobre el
lbulo de sus orejas derechas, sobre los pulgares de sus manos derechas, y
sobre los pulgares de sus pies derechos; y roci Moiss la sangre sobre el
altar alrededor.
25 Despus tom la grosura, la cola, toda la grosura que estaba sobre los
intestinos, la grosura del hgado, los dos riones y la grosura de ellos, y la
espaldilla derecha.
26 Y del canastillo de los panes sin levadura, que estaba delante de Jehov,
tom una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre, y lo
puso con la grosura y con la espaldilla derecha.
27 Y lo puso todo en las manos de Aarn, y en las manos de sus hijos, e hizo
mecerlo como ofrenda mecida delante de Jehov.
28 Despus tom aquellas cosas Moiss de las manos de ellos, y las hizo arder
en el altar sobre el holocausto; eran las consagraciones en olor grato, ofrenda
encendida a Jehov.
30 Luego tom Moiss del aceite de la uncin, y de la sangre que estaba sobre
el altar, y roci sobre Aarn, y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre
las vestiduras de sus hijos con l; y santific a Aarn y sus vestiduras, y a
sus hijos y las vestiduras de sus hijos con l.
2.
Pero antes de que el sumo sacerdote y sus hijos pudiesen comenzar a ministrar
en el tabernculo, deban ser solemnemente apartados para esta tarea. Aarn
deba ser ungido con el aceite santo, y sus hijos deban ser rociados con l en
la puerta del tabernculo de reunin, donde deba realizarse la investidura.
6.
Los lav.
7.
Luego del lavamiento se invisti a Aarn con las vestimentas sagradas, insignia
de su oficio. Este tambin era un acto simblico; no se le permiti pues
vestirse a s mismo.
Ahora Aarn estaba totalmente vestido. Llevaba el largo manto azul, con las
campanillas y las granadas, el efod con los nombres inscritos de las doce
tribus de Israel en dos hermosas piedras de nice, el pectoral con las doce
piedras y el Urim y el Tumim y, en la cabeza, la mitra con su corona urea y la
inscripcin: "Santidad a Jehov".
10.
Ungi el tabernculo.
12.
Y derram.
Luego de haber ungido el tabernculo y sus enseres, Moiss ungi a Aarn. Esa
fue su coronacin como sumo sacerdote (Lev. 21: 12; cf. Zac. 6: 11-13). La
uncin era tan copiosa que el aceite corri por la barba de Aarn y sobre sus
vestimentas (Sal. 133: 2).
14.
El becerro de la expiacin.
Esta ofrenda por el pecado no era solamente por Aarn y sus hijos sino tambin
por el altar. El altar tena una funcin importantsima en el ministerio de la
reconciliacin, y por lo tanto deba ser ungido y purificado en forma especial.
22.
23.
24.
ms atencin que cualquier otra parte del santuario. Sin duda esto se deba a
su importancia dentro del esquema de la expiacin. En casi todos los
sacrificios desempeaba un papel importante.
31.
Comedla.
35.
Siete das.
Con esto termin la ceremonia del da, pero a Aarn y a sus hijos no se les
permiti dejar el tabernculo hasta despus de siete das. Este tiempo era
para estudio, para oracin, para meditacin, para repetir vez tras vez el
ritual, para que no se equivocaran cuando les llegara el momento de oficiar.
1-3 PP 373
CAPTULO 9
10 E hizo arder sobre el altar la grosura con los riones y la grosura del
hgado de la expiacin, como Jehov lo haba mandado a Moiss. 759
14 Luego lav los intestinos y las piernas, y los quem sobre el holocausto en
el altar.
15 Ofreci tambin la ofrenda del pueblo, y tom el macho cabro que era para
la expiacin del pueblo, y lo degoll, y lo ofreci por el pecado como el
primero.
19 y las grosuras del buey y del carnero, la cola, la grosura que cubre los
intestinos, los riones, y la grosura del hgado;
20 y pusieron las grosuras sobre los pechos, y l las quem sobre el altar.
21 Pero los pechos, con la espaldillla derecha, los meci Aarn como ofrenda
mecida delante de Jehov, como Jehov lo haba mandado a Moiss.
1.
En el da octavo.
Su instruccin haba sido completa, pero debe haber sentido cierta ansiedad al
enfrentarse con este da de prueba.
Moiss llam a Aarn, a sus hijos y a todos los ancianos del pueblo para que se
presentasen con los sacrificios requeridos y comenzasen su obra. Mientras
tanto, todo el pueblo se acerc y se puso delante de Jehov.
8.
Se acerc Aarn.
Sin ms demoras Aarn ofreci el becerro para su expiacin, mientras sus hijos
ayudaban en el ritual de la sangre. Hizo todo "segn el rito", sin
equivocarse.
10.
Todo esto fue observado con inters por Moiss. Era l quien haba recibido
las comunicaciones del Seor y quien haba instruido a Aarn y a sus hijos en
lo que deban hacer. Ahora observaba para ver que todo se hiciese segn las
instrucciones de Dios. Aarn hubiera cometido un grave error si hubiese
rociado la sangre de la ofrenda por el pecado sobre el altar y alrededor de l.
Eso no deba hacerse nunca. La sangre de la ofrenda por el pecado deba ser
puesta sobre los cuernos del altar. Por otra parte, hubiera sido una
equivocacin grave poner la sangre del holocausto sobre los cuernos del altar.
Nunca deba hacerse as. La sangre del holocausto siempre era rociada sobre el
altar y alrededor de l. El simbolismo exiga que todo deba hacerse
exactamente como Dios lo haba prescrito. Aarn pues no se equivoc.
15.
22.
Los israelitas haban observado con inters. Haban visto a Aarn ofrecer los
sacrificios por s mismo; lo 760 haban visto ofrecer los sacrificios por
ellos. Y ahora Aarn levant sus manos hacia el pueblo y lo bendijo. Fue un
momento solemne y feliz, porque Dios haba aceptado sus ofrendas.
23.
La gloria de Jehov.
Fuego.
Este fuego podra haber consumido a Moiss, a Aarn y a todo el pueblo (cap.
10: 1, 2); en cambio consumi las ofrendas sobre el altar. Dios haba cumplido
su promesa (vers. 4, 6). Segn la tradicin juda, el fuego sagrado que en esa
ocasin descendi del cielo fue conservado al menos hasta la destruccin del
templo de Salomn, y quiz durante ms tiempo an.
Dios haba aceptado la obra del hombre. El santuario haba sido dedicado y
consagrado. Tambin los sacerdotes. Todos los preparativos estaban completos
para ese servicio que habra de continuar durante ms de 1.400 aos, para ser
entonces transferido al santuario celestial.
CAPTULO 10
1 Nadab y Abi consumidos por el fuego por haber ofrecido fuego extrao. 6 Se
prohibe a Aarn y sus hijos que hagan duelo por ellos. 8 Se Prohibe el vino a
los sacerdotes antes de entrar en el tabernculo. 12 Disposiciones sobre el
consumo de las ofrendas sagradas. 16 La excusa de Aarn.
3 Entonces dijo Moiss a Aarn: Esto es lo que habl Jehov, diciendo; En los
que a m se acercan me santificar, y en presencia de todo el pueblo ser
glorificado. Y Aarn call.
5 Y ellos se acercaron y los sacaron con sus tnicas fuera del campamento, como
dijo Moiss.
11 y para ensear a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehov les ha
dicho por medio de Moiss.
12 Y Moiss dijo a Aarn, y a Eleazar y a Itamar sus hijos que haban quedado:
Tomad la ofrenda que queda de las ofrendas encendidas a Jehov, y comedla sin
levadura junto al altar, porque es cosa muy santa.
13 La comeris, pues, en lugar santo; porque esto es para ti y para tus hijos,
de las ofrendas encendidas a Jehov, pues que as me ha sido mandado.
15 Con las ofrendas de las grosuras que se han de quemar, traern la espaldilla
que se ha de elevar y el pecho que ser mecido como ofrenda mecida delante de
Jehov; y ser por derecho perpetuo tuyo y de tus hijos, como Jehov lo ha
mandado.
18 Ved que la sangre no fue llevada dentro del santuario; y vosotros debais
comer la ofrenda en el lugar santo, como yo mand.
1.
Nadab y Abi.
Eran dos de los hijos de Aarn, y por lo tanto sobrinos de Moiss. Despus de
Moiss y Aarn ocupaban los puestos ms elevados en Israel y tenan muchas
ventajas y privilegios. Haban odo la voz de Dios; haban estado con Moiss y
Aarn en el monte de Dios; haban visto al Dios de Israel, y "comieron y
bebieron" (Exo. 24: 9-11). Haban recibido grandes favores; pero no haban
aprovechado esas oportunidades.
Poco antes de que ocurriese lo registrado en este captulo, haban pasado toda
una semana de estudio y meditacin, preparndose para el da en que habran de
comenzar a oficiar en el santuario. Haban ayudado a su padre a ofrecer los
sacrificios, y le haban llevado la sangre de las vctimas (Lev. 9: 9). Haban
presenciado el solemne servicio de la dedicacin y ellos mismos haban sido
rociados con la sangre del sacrificio. Haban sido completamente adoctrinados
y conocan cabalmente la santidad de la obra de Dios. Todo esto sirvi
solamente para hacer ms grave su pecado. No tenan excusa. Cuando les toc
oficiar, hicieron lo que Dios "nunca les mand".
Fuego extrao.
Fuego comn. No haba sido tomado del altar de los holocaustos, fuego que Dios
mismo haba encendido y que era por lo tanto sagrado (cap. 16: 12,13). En el
atrio de la congregacin haba fogones donde los sacerdotes se preparaban la
comida, y quiz Nadab y Abi tomaron su fuego de all.
2.
3.
6.
7.
Con gran pesar en el corazn, Aarn prosigui serenamente con el ritual del
sacrificio vespertino y ofreci el incienso. Ni en palabra ni en gesto revel
su tristeza. Cuando el pueblo lo vio realizar su ministerio con calma y sin
perturbacin, se dio cuenta de que la trgica prdida de dos hijos no haba
debilitado la fe de Aarn en Dios. Quiz ellos no entendiesen, pero la calma
de Aarn suaviz sus propios temores y restableci su fe.
9.
No beberis.
10.
Estos peligros no se limitan a los que estn realmente ebrios. Aun una pequea
cantidad de alcohol puede causar desastres. El bebedor moderado es un riesgo
para la sociedad. Puede hacer incalculable dao. El hecho de que puede
tolerar bien el alcohol, de lo cual se jacta, y controlarse bien despus de
haber bebido, puede llevar a otros a pensar que podran hacer lo mismo. El
bebedor empedernido causa repulsin por su suciedad, y sirve de advertencia.
El bebedor moderado tienta a otros a seguir su ejemplo porque da la apariencia
de ser "respetable". A la larga, de los dos, es el bebedor moderado el que
hace ms dao. 763
No slo son afectadas por la bebida las facultades fsicas sino tambin las
morales; ste es posiblemente el peor de los dos males. El asalto, el
homicidio, la violacin, la deslealtad, no significan lo mismo para el bebedor.
Bajo la influencia del vino, los hombres hacen lo que nunca pensaran hacer
estando sobrios. Solamente en el juicio se revelar el pecado de la embriaguez
en sus verdaderas dimensiones. La advertencia divina para Aarn y sus hijos se
aplica plenamente hoy. Los hombres no pueden beber y tener al mismo tiempo una
clara percepcin de la diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo limpio
y lo inmundo (Isa. 28: 7).
11.
Para ensear.
Los sacerdotes eran maestros. Por lo tanto deban instruir al pueblo en los
estatutos y caminos de Dios. Cmo podran hacer esto si ellos mismos eran
incapaces de discernir la diferencia entre el bien y el mal? Es imposible
ensear a otros, o guiarlos por el camino que debieran tomar, si se tiene la
mente embotada.
Hasta hoy hay quienes menosprecian a Moiss; sin embargo, tales personas deben
saber que Dios habl por medio de l y que, con estas palabras, Dios expres su
aprobacin de la vida y de la obra de Moiss. Cristo dijo: "Porque si
creyeseis a Moiss, me creerais a m... Pero si no creis a sus escritos,
cmo creeris a mis palabras?" (Juan 5: 46,47). Es verdad que algunas
disposiciones eran tan slo para Israel y se aplicaban a las condiciones
locales. Pero stas pueden fcilmente ser discernidas. Los principios eternos
que Dios comunic "por medio de Moiss" tienen tanta fuerza y tanta vigencia
como en otros tiempos. Todo cristiano debe meditar en las palabras de Cristo:
"Si no creis a sus escritos, cmo creeris a mis palabras?" Esta declaracin
no puede tomarse livianamente, pues fue hecha por Cristo.
13.
La comeris.
Dentro de la confusin que haba seguido a la muerte de sus dos hijos, Aarn
haba dejado de comer la porcin de la ofrenda que le corresponda. Haba
ocurrido una tragedia, pero esto no deba afectar al ritual prescrito. A pesar
de ello, la obra deba proseguir.
14.
15.
Con el correr de los aos, la idea de que nada deba impedir la obra de Dios,
de que las circunstancias no deban interrumpir el ritual del santuario, se
arraig profundamente en la conciencia de los sacerdotes. En ocasin de la
toma y destruccin final del templo por los romanos en el ao 70 DC, fue puesta
a prueba hasta el mximo. La ciudad de Jerusaln ya haba sido tomada, pero el
templo estaba an en pie. Era la hora del sacrificio vespertino. En forma
calmada y solemne los sacerdotes estaban llevando a cabo el ritual mientras los
romanos escalaban los muros y entraban en el recinto del templo. Los edificios
fueron incendiados y por todos lados suban las llamas. Pero los sacerdotes,
con pasos lentos y medidos, prosiguieron con su tarea, sin siquiera mirar lo
que estaba ocurriendo a su alrededor. Nada deba interferir con la obra de
Dios.
Los reyes aprenden la misma leccin. Puede explotar una bomba cerca del
carruaje real, pero el rey no debe hacer caso. Debe retener su compostura, sin
permitir que nada lo turbe. La parada debe proseguir; nadie debe mirar hacia
atrs.
La respuesta dada por Jess a ciertas personas que queran ser sus discpulos,
pero que ponan en primer lugar sus asuntos personales, parece a primera vista
un tanto dura y desprovista de afecto (ver Luc. 9: 59-62). Pocos deberes son
considerados ms urgentes 764 que el de cuidar a los padres. Sin embargo, aun
esto que podra ser considerado como deber sagrado - no debe anteponerse a la
realizacin de la obra de Dios. La obra debe proseguir.
16.
Moiss pregunt.
Moiss todava tena el mando y deba vigilar para que se hiciese todo como
Dios lo haba mandado. Cuando se usaba un macho cabro como ofrenda por el
pecado, la sangre no era llevada al santuario, sino que era puesta sobre los
cuernos del altar del holocausto. Segn la ley, en tales casos la carne deba
ser comida por los sacerdotes (cap. 6: 26). Ese da se haba ofrecido un macho
cabro como ofrenda por el pecado (cap. 9: 15), y puesto que la sangre no haba
sido llevada al santuario, la carne deba haberse comido. No se haba hecho
as; en consecuencia, el simbolismo del ritual se haba desvirtuado
completamente.
Al no comer de la carne, Aarn no haba cargado con los pecados del pueblo. No
poda hacer expiacin por los pecados que no llevaba sobre s. Por esto era
una equivocacin tan seria. Los pecados llevados por el macho cabro deban
haber sido transferidos a los sacerdotes, quienes entonces haran expiacin por
ellos. Pero en este caso, no poda haber transferencia porque los sacerdotes
no haban comido la carne. Todo lo que el macho cabro poda hacer era morir,
pero la obra de intercesin quedaba sin hacer.
Se enoj.
La mansedumbre de Moiss era notable (Nm. 12: 3), pero l tambin tuvo
momentos de santa indignacin. En un momento su indignacin fue tal que arroj
las dos tablas de piedra y las rompi en pedazos, accin por la cual Dios no lo
reproch (Exo. 32: 19). Dios mismo estaba enojado (Exo. 32: 9, 10). La ira de
Moiss no se abati de inmediato porque, al ver el becerro de oro, lo hizo
moler e hizo que Israel bebiera el agua (Exo. 32: 20).
Hay ocasiones cuando es correcto demostrar santa indignacin. Sin duda a esos
momentos se aplica el consejo de Pablo: "Airaos, pero no pequis" (Efe. 4: 26).
De s mismo, Pablo dice: "A quin se le hace tropezar, y yo no me indigno?"
(2 Cor. 11: 29). Cuando Moiss quebr las tablas de piedra, "ardi la ira de
Moiss". Por esto Aarn lo reproch (Exo. 32: 19, 22), insinuando que no haba
motivo para enojarse. Pero, como ya se seal, el Seor estuvo de acuerdo con
Moiss
en que haba justo motivo para airarse. La ira de Moiss se deba al celo que
senta por Dios y por su causa, no a su orgullo personal ni al deseo de
venganza.
19.
20.
1-20 PP 373-377
1 CE(1949) 77; Ev 156; FE 409, 427; OE 20; PP 373, 421; Te 39, 58, 238; TM
363, 365, 377
1-10 Te 255
1-11 CH 366
2, 3 CE (1949) 77
3 OE 20; PP 375
6 DTG 655
6, 7 PP 375
CAPTULO 11
1 Los animales que pueden comerse, 4 y los que no pueden comerse. 9 Peces
comestibles. 13 Aves comestibles. 29 Animales inmundos.
2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que comeris
de entre todos los animales que hay sobre la tierra.
3 De entre los animales, todo el que tiene pezua hendida y que rumia, ste
comeris.
4 Pero de los que rumian o que tienen pezua, no comeris stos: el camello,
porque rumia pero no tiene pezua hendida, lo tendris por inmundo.
9 Esto comeris de todos los animales que viven en las aguas: todos los que
tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ros, estos comeris.
10 Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ros, as
de todo lo que se mueve como de toda cosa viviente que est en las aguas, los
tendris en abominacin.
24 Y por estas cosas seris inmundos; cualquiera que tocare sus cuerpos muertos
ser inmundo hasta la noche,
25 y cualquiera que llevare algo de sus cadveres lavar sus vestidos, y ser
inmundo hasta la noche.
26 Todo animal de pezua, pero que no tiene pezua hendida, ni rumia, tendris
por inmundo; y cualquiera que los tocare ser inmundo.
27 Y de todos los animales que andan en cuatro patas, tendris por inmundo a
cualquiera que ande sobre sus garras; y todo el que tocara sus cadveres ser
inmundo hasta la noche.
28 Y el que llevare sus cadveres, lavar sus vestidos, y ser inmundo hasta la
noche; los tendris por inmundos.
32 Y todo aquello sobre que cayere algo de ellos despus de muertos, ser
inmundo; sea cosa de madera, vestido, piel, saco, sea cualquier instrumento con
que se trabaja, ser metido en agua, y quedar inmundo hasta la noche; entonces
quedar limpio.
33 Toda vasija de barro dentro de la cual cayere alguno de ellos ser inmunda,
as como todo lo que estuviera en ella, y quebraris la vasija.
34 Todo alimento que se come, sobre el 766 cual cayere el agua de tales
vasijas, ser inmundo; y toda bebida que hubiere en esas vasijas ser inmunda.
35 Todo aquello sobre que cayere algo del cadver de ellos ser inmundo; el
horno u hornillos se derribarn; son inmundos, y por inmundos los tendris.
36 Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas sern limpias; mas
lo que hubiere tocado en los cadveres ser inmundo.
39 Y si algn animal que tuvieres para comer muriere, el que tocare su cadver
ser inmundo hasta la noche.
40 Y el que comiere del cuerpo muerto, lavar sus vestidos y ser inmundo hasta
la noche; asimismo el que sacare el cuerpo muerto, lavar sus vestidos y ser
inmundo hasta la noche.
42 Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o ms
patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeris, porque
es abominacin.
45 Porque yo soy Jehov, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser
vuestro Dios. seris, pues, santos, porque yo soy santo.
46 Esta es la ley acerca de las bestias, y las aves, y todo ser viviente que se
mueve en las aguas, y todo animal que se arrastra sobre la tierra,
47 para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que
se pueden comer y los animales que no se pueden comer.
2.
Los principios expuestos en este captulo fueron establecidos por Dios para que
los que le aman y escogen servirle no consuman los alimentos de origen animal
que podran daar sus cuerpos. Como se podr ver ms adelante, en varios casos
no es posible identificar con precisin a los animales en cuestin. En algunos
casos, se expresa claramente esa duda. Sin embargo, esta medida de
incertidumbre no presenta problemas insolubles al cristiano que se propone en
su corazn no contaminar el "templo de Dios" (1 Cor. 3: 17) sino hacer "todo
para la gloria de Dios" (1 Cor. 10: 31). Para tal persona, los principios
fundamentales que aqu se bosquejan sern una orientacin suficiente.
4.
No comeris stos.
Inmundo.
Los judos deban tener todas las cosas inmundas "en abominacin", shaqats
(vers. 11, 13, 43). De la misma raz es el verbo abominar en Deut. 7: 26 y
Sal. 22: 24. Los animales que aqu se enumeran como "inmundos" no son aptos
para la alimentacin humana (DTG 569; 2T 96; ver com. Gn. 9: 3).
5.
Conejo.
De shafan, "el que se esconde". La descripcin del conejo en Prov. 30: 26 hace
pensar en algn animal diferente del que hoy llamamos conejo. La BJ traduce
"damn", una especie de marmota. Algunos comentadores han pensado que pueda
referirse ms bien a un tipo de tejn que vive entre las piedras. Este tejn
se parece bastante al apere (especie de conejillo de Indias) en tamao,
apariencia y habitat. Por otro lado, el tejn es carnvoro y el apere es
roedor granvoro.
6.
La liebre.
Rumia.
7.
El cerdo.
Es evidente que Cristo no consideraba de gran valor a los cerdos pues permiti
la destruccin de unos dos mil de estos animales (Mat. 8: 31, 32; Mar. 5: 13).
No sabemos qu valor monetario tenan esos cerdos. Hoy tendran un valor
considerable, y sin duda tambin entonces representaban una gran inversin.
Dos hombres haban sido sanados de cuerpo y alma, pero al costo de dos mil
cerdos. Cristo consider que los hombres valan este precio; los lugareos
pensaron de otra manera.
9.
Todos los que tienen aletas y escamas.
Dios desea que su pueblo slo consuma aquellos alimentos que son mejores. Aqu
l hace la distincin entre los animales limpios y los inmundos que viven en
las aguas. Los que tienen tanto aletas como escamas son permitidos. Los que
no tienen aletas, o que no tienen escamas, o que no tienen ni aletas ni
escamas, no son permitidos. Al indicar lo que puede comerse, se eliminan todos
los otros.
13.
Las aves.
No se da una regla general para distinguir entre las aves limpias y las
inmundas. Se nombran veinte que son prohibidas, lo que permitira inferir que
todas las dems pueden comerse. Sin embargo, algunos comentadores bblicos
creen que esta lista de veinte no es exhaustiva sino que slo se refiere a las
aves conocidas por los hebreos.
El quebrantahuesos.
Tanto esta ave como el azor, o "guila marina" (BJ), son aves de rapia que se
alimentan de carroa, siendo por lo tanto inaceptables como alimento,
14.
El gallinazo, el milano.
Segn su especie.
O "en todas sus especies" (BJ). Esta expresin indica que se incluyen todos
los miembros de una misma familia aunque no se nombra sino un animal (vers. 15,
16, 22).
16.
Gaviota.
17.
Somormujo.
Calamn.
El buitre.
19.
La garza.
La abubilla.
Puede ser otra variedad de avefra, ave insectvora de pico curvo y delgado.
El murcilago.
20.
Insecto alado.
22.
El langostn.
Es decir "cualquier otro bicho alado" (BJ), fuera de los nombrados. El hecho de
que muchos insectos son portadores de enfermedades explica el cuidado
escrupuloso que debe tomarse luego de haber entrado en contacto con ellos
(vers. 23-25).
29.
La comadreja.
El ratn.
La rana.
30.
El erizo.
Cocodrilo.
El lagarto.
Una lagartija de unos 5 cm de largo que se alimenta de insectos y corre por las
paredes.
39.
Y si algn animal.
40.
El que comiere.
44.
Seris santos.
Es indudable que existe una estrecha relacin entre la santidad y los hbitos
alimentarios. La santidad comprende la obediencia a las leyes divinas
relacionadas con el cuerpo fsico.
Podramos ampliar ese concepto preguntando cul ser la razn por la que Dios
se interesa en el hombre. "Qu es el hombre, para que tengas de l memoria?",
es la pregunta del salmista (Sal. 8: 4). Cristo la contest dicindonos que
Dios no slo se interesa en el hombre, sino tambin en muchas cosas aun menos
valiosas (Luc. 12: 7).
Algunos insisten en que Dios se interesa ms por el alma del hombre que por su
cuerpo; que los valores espirituales son superiores a los fsicos. Esto es
cierto, pero debe recordarse que el cuerpo y el alma estn ntimamente
interrelacionados, que el uno afecta poderosamente al otro, y que no siempre es
fcil decir dnde comienza uno y termina el otro. Aunque concordamos en que el
hombre espiritual es de suprema importancia, no creemos que por eso deba
descuidarse el cuerpo. Tal era la filosofa de ciertos "santos" medievales que
se mortificaban el cuerpo para beneficio del alma; pero se no era el plan de
Dios. Uni el cuerpo con el alma para que se beneficiaran mutuamente.
Tiene el cuerpo alguna influencia sobre el pensamiento del hombre? Por cierto
que s. Todos saben que ingerir bebidas embriagantes afecta tanto el
pensamiento como las acciones. El alcohol desbarata el juicio del hombre y
tiende a hacerlo irresponsable. Su mente no funciona como cuando est sobrio;
sus facultades no operan normalmente; todas sus reacciones se retardan. Si
maneja un automvil, se convierte en un peligro para otros y en un homicida en
potencia (ver com. cap. 10: 9).
La mayora de los hombres admiten que la bebida tiene malos efectos. Pueden
tener efectos similares los hbitos errneos de alimentacin? S, aunque
quizs no sean tan notables como los del alcohol. El alimento afecta la
conducta y el pensamiento del hombre. Ms de un muchacho ha recibido una
paliza porque las tostadas del padre se haban quemado, o porque el caf estaba
chirle o fro. Ms de un divorcio ha tenido su origen en el departamento
culinario de la casa. Los vendedores no esperan concretar buenas ventas frente
a clientes disppticos. El abogado astuto sabe que hay un momento adecuado
para acercarse a un juez venal en busca de una consideracin favorable; y los
diplomticos y estadistas conocen el valor de un banquete opparo. Si se
combinan en forma hbil el vino y los alimentos, se puede llegar a acuerdos que
nunca se firmaran si los contratantes hubieran estado en pleno uso de sus
facultades normales. Tales acuerdos han sido la maldicin del mundo por
generaciones.
4.De salud. Los principios de alimentacin de Lev. 11, junto con otras reglas
higinicas, fueron dados por el sabio Creador para fomentar la salud y la
longevidad (ver Exo. 15: 26; 23: 25; Deut. 7: 15; Sal. 105: 37; PP 396). Por
estar basados en la naturaleza y las necesidades del cuerpo humano, estos
principios no pueden ser afectados de ninguna manera ni por la cruz ni por la
desaparicin temporal de Israel como nacin. Estos principios que fomentaban
la salud hace 3.500 aos, producirn los mismos resultados hoy.
Anotaremos tambin que el animal limpio llamado "langostn" (cap. 11: 22) no
debe confundirse con el "langostino" martimo. El primero dispone de cuatro
patas, dos "piernas" "para saltar" y es "alado". Es evidente que son
caractersticas imposibles de confundir con las de un animal martimo.
CAPTULO 12
6 Cuando los das de su purificacin fueren cumplidos, por hijo o por hija,
traer un cordero de un ao para holocausto, y un palomino o una trtola para
expiacin, a la puerta del tabernculo de reunin, al sacerdote;
7 y l los ofrecer delante de Jehov, y har expiacin por ella, y ser limpia
del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija.
8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomar entonces dos trtolas o
dos palominos, uno para holocausto y otro para expiacin; y el sacerdote har
expiacin por ella, y ser limpia.
1.
Habl Jehov.
2.
Varn.
Este era el deseo de toda mujer israelita, porque el Mesas haba de ser de la
"simiente" de la "mujer" (Gn. 3: 15).
3.
Se circuncidar.
4.
Su sangre.
Los primeros seis das despus del parto eran crticos para la madre y a menudo
se produca considerable prdida de sangre. Se supona que despus de una
semana la crisis habra pasado. Durante otros 33 das la madre no deba llegar
hasta el santuario ni participar de ninguna ceremonia religiosa. No deba
asistir a ninguna reunin pblica. Era la madre y no la criatura, la que era
considerada inmunda.
5.
Hija.
No se da la razn por la que el perodo de purificacin luego del nacimiento de
una nia deba ser mucho ms largo que en el caso de un nio varn.
6.
Holocausto.
Todo lo que el hombre hace lleva las huellas del pecado. Por esto fueron
prescritas ofrendas por el pecado en muchos casos en que, al falto de
instruccin, le parecera innecesario hacerlo. Especialmente se ve esto en las
ofrendas por el pecado en ocasin de la dedicacin del santuario y de la
inauguracin del sacerdocio. Esta ceremonia serva para inculcar profundamente
en el pueblo el sentido 773 de la pecaminosidad del pecado. En ocasin de un
nacimiento parece haber existido un intento deliberado de restarle nfasis al
pecado, y la ofrenda exigida no era ms que un sacrificio simblico. No haba
confesin, ni imposicin de manos.
7.
Ser limpia.
CAPTULO 13
12 Mas si brotare la lepra cundiendo por la piel, de modo que cubriere toda la
piel del llagado desde la cabeza hasta sus pies, hasta donde pueda ver el
sacerdote,
19 y en el lugar del divieso hubiere una hinchazn, o una mancha blanca rojiza,
ser mostrado al sacerdote.
2.
La piel de su cuerpo.
La lepra era comn en Egipto en la antigedad. Sin duda fue all donde los
israelitas tuvieron su primera relacin con ella. Sin embargo, Dios en su
misericordia prometi protegerlos de las enfermedades de Egipto si le obedecan
(Exo. 15: 26).
Hinchazn, o erupcin.
Cuando apareca tal sntoma, la persona deba ser llevada ante Aarn o uno de
los sacerdotes para ser examinada. La expresin "ser trado" (Lev. 13: 2)
implica la renuencia de parte de la persona para ir por s misma, sabiendo lo
que esto podra significarle a ella misma y tambin a su familia si se
encontraba que estaba leprosa. Por esta razn deba ser trada.
Llaga de lepra.
No era necesario que el sumo sacerdote realizase el examen. Poda ser hecho
por cualquiera de los sacerdotes. Segn el Talmud, aquellos levitas que no
pudiesen servir como sacerdotes por tener defectos fsicos, podan servir para
examinar estos casos.
3.
El sacerdote mirar.
Deba examinar la zona infectada, porque poda tratarse de lepra o no. Haba
dos seales que deba buscar: pelo blanco en la llaga, y una depresin en la
piel. Debe recordarse que los judos generalmente eran gente de pelo oscuro.
Si existan estos dos elementos, se declaraba inmunda a la persona.
4.
Ms profunda.
11.
Lepra crnica.
13.
18.
Y se sanare.
24.
Quemadura de fuego.
29.
En la cabeza.
El sexto tipo de posible lepra apareca en el pelo o en la barba.
38.
Manchas blancas.
42.
En la calva.
45.
Vestidos rasgados.
El leproso deba vivir solo, fuera del campamento, y bajo ninguna circunstancia
poda entrar en la ciudad. Dependa de la caridad para vivir. La lepra era en
verdad una "muerte en vida".
47.
Un vestido.
La palabra traducida "lepra" viene del Heb. tsara' que significa "golpear",
"abatir", "azotar". Una persona afectada de lepra haba sido azotada
presumiblemente como castigo divino por actos pecaminosos. Esto fue cierto en
el caso de Mara (Nm. 12: 10), de Giezi (2 Rey. 5: 27), y de Uzas (2 Rey. 15:
5). En otros casos de lepra mencionados en el AT no queda claro si este
principio se aplica o no (2 Rey. 5: 1; 7: 3). Gesenius considera que tsara' es
intercambiable con gara', que se refiere a costras o escaras. La palabra
griega leprs, de la cual se deriva nuestra palabra lepra, quiere decir
"spero", "con escamas", "con costras". Actualmente se reconocen dos grandes
tipos de lepra: lepromatosa y tuberculoide. Los dems casos se incluyen en un
tercer grado "indeterminado". El tipo lepromatoso es maligno. La lepra
tuberculoide -habitualmente benigna- comprende las variedades macular,
micropapuloide y mayor. La "abolicin de las sensibilidades", caracterstica
de la lepra, significa sucesivamente la prdida de la sensibilidad al calor, al
tacto, al dolor y, por fin, a la presin. El tipo neural, llamado tambin
lepra atrfica o maculoanestsica, es considerado actualmente como no
infectivo, lo que hace innecesaria la segregacin del paciente.
46-52 MC 212
CAPTULO 14
4 el sacerdote mandar luego que se tomen para el que se purifica dos avecinas
vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo.
18 Y lo que quedare del aceite que tiene en su mano, lo pondr sobre la cabeza
del que se purifica; y har el sacerdote expiacin por l delante de Jehov.
21 Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto, entonces tomar un cordero para
ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para reconciliarse, y una dcima
de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite,
22 y dos trtolas o dos palominos, segn pueda; uno ser para expiacin por el
pecado, y el otro para holocausto.
27 y con su dedo derecho el sacerdote rociar del aceite que tiene en su mano
izquierda, siete veces delante de Jehov.
28 Tambin el sacerdote pondr del aceite que tiene en su mano sobre el lbulo
de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y
sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la culpa.
29 Y lo que sobre del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondr sobre
la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehov.
30 Asimismo ofrecer una de las trtolas o uno de los palominos, segn pueda.
45 Derribar, por tanto, la tal casa, sus piedras, sus maderos y toda la mezcla
de la casa; y sacarn todo fuera de la ciudad a lugar inmundo.
46 Y cualquiera que entrare en aquella casa durante los das en que la mand
cerrar, ser inmundo hasta la noche.
49 Entonces tomar para limpiar la casa dos avecillas, y madera de cedro, grana
e hisopo;
53 Luego soltar la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la faz del campo.
As har expiacin por la casa, y ser limpia.
2.
3.
La primera ceremonia, cuyo objeto era capacitar al leproso para que volviera al
campamento, se realizaba fuera de ste.
4.
Dos avecillas.
El cedro.
7.
Sin embargo, antes de que el sacerdote soltase la avecilla, rociaba siete veces
al que deba ser purificado, y lo declaraba limpio. Entonces le mandaba que se
lavara la ropa, que se afeitase y que se baara. Luego de haber realizado
esto, poda entrar en el campamento. Debe haber sido un cortejo gozoso el que
lo acompaaba de vuelta al campamento. Sin embargo, no estaba totalmente
restaurado. No haba ofrecido todava un sacrificio. No haba estado todava
en el santuario. No poda entrar en su propia tienda, pero haba sido hallado
limpio y estaba contento.
La ceremonia era un hermoso cuadro de lo que Dios haba hecho y hara por el
leproso. Se mataba un ave silvestre, y otra ave era mojada en su sangre y
luego libertada. Este era el cuadro del leproso, condenado a muerte, y de su
liberacin. El leproso ya estaba muriendo, pero haba sido sanado. El milagro
de su curacin estaba relacionado simblicamente con la sangre y el agua. Se
usaba tan slo muy poca sangre, por as decirlo, quiz slo una o dos gotas,
pero despus de que el leproso haba sido rociado con ella, se lo declaraba
limpio. El verdadero sacrificio no haba sido presentado an. El hombre no
haba ido an al altar. La sangre de la avecilla no tiene poder para
purificar, pero pronto el sacerdote tomar un cordero y se har la expiacin.
10.
El da octavo.
Un log de aceite.
Por la culpa.
Son cinco los aspectos en los cuales la ofrenda por la transgresin en ocasin
de la purificacin del leproso era diferente: (1) No se exiga que el animal
presentado fuese de algn valor determinado como ocurra habitualmente en el
caso de la ofrenda por la transgresin (Lev. 5: 16; 6: 6). (2) Se meca esta
ofrenda, al paso que la ofrenda por la transgresin no era mecida. (3) Era
mecida por el sacerdote, mientras que la ofrenda mecida comn era mecida por el
que presentaba la ofrenda, ayudado por el sacerdote (cap. 7: 30). (4) Todo el
animal era mecido (cap. 14: 12), lo que solo ocurra en un caso ms (cap.
23:20). (5) La presentacin de la ofrenda era acompaada con aceite.
Si un hombre vive de tal manera que daa su salud, priva a Dios del servicio
que le debe. En un caso tal, el hombre debiera ofrecer una ofrenda por la
transgresin y hacer restitucin dentro de lo posible. Un nmero excesivo de
personas le dan al mundo sus mejores aos, y cuando estn enfermas y ancianas,
se vuelven a Dios. Dios acepta a los tales; pero en verdad han privado a Dios
y a la humanidad del servicio que podran haber prestado, y que deberan haber
prestado, si precozmente en su vida se hubiesen consagrado a l. 782
14.
Esta parte del ritual era similar al rito de consagracin del sacerdote y quiz
tuviera el mismo significado (cap. 8: 23).
16.
El aceite.
19.
21.
Si fuere pobre.
Un pobre poda ofrecer dos trtolas o dos palominos en lugar de los dos
corderos exigidos para la ofrenda por el pecado y el holocausto. Sin embargo,
no poda sustituirse el cordero de la ofrenda por la transgresin. Deba
presentarse el cordero, ya se tratara de un rico o de un pobre. Tambin haba
una disminucin en la cantidad de harina requerida, puesto que se aceptaba 1/10
de efa (unos 2 litros 900 gramos) en lugar de los 3/10 del vers. 10. El log
de aceite permaneca invariable.
34.
Si pusiere.
Esto puede implicar un acto directo de Dios o no. En la Biblia aparecen muchas
afirmaciones tales, en las cuales no se hace una clara referencia a un acto de
Dios. Por ejemplo: Dios alimenta las aves (Luc 12: 24). Cuando Dios pone una
plaga en una casa, puede tratarse de un acto directo de Dios, o puede ser el
resultado de la mala construccin hecha por el hombre.
49.
La reaccin frente a la lepra, que llevaba a que el enfermo fuese excluido del
campamento, se deba indudablemente al carcter peculiar de la enfermedad. La
verdadera lepra estaba ntimamente ligada con la muerte, en la cual acababa
normalmente. En sus ltimas etapas era en realidad una "muerte en vida", en la
cual se produca la necrosis de los tejidos, la ulceracin de las carnes y
tambin la atrofia de los miembros. Antes de morir, el leproso era el espectro
de la muerte e ilustraba de manera grfica la paga del pecado. Por esta razn,
la lepra ha sido considerada, a travs de los siglos, tanto por judos como por
cristianos, como un smbolo del pecado y de sus resultados.
La persona que haba sido excluida del campamento por la sospecha de tener
lepra, poda llamar al sacerdote si exista la ms mnima indicacin de que
estaba mejorando. Era el deber del sacerdote acudir en tales casos, pero
podemos suponer que algunas veces lo haca un tanto de mala gana. Presintiendo
que no haba mejora, poda sentirse tentado a impacientarse con el que lo
llamaba o a demorar su visita al pobre leproso. Necesitaba paciencia a fin de
no perder nunca el sentido de la compasin que tanto necesitaba el leproso.
Deba aprender a no rehuirlo sino a compadecerse de l y ayudarlo. Esta es una
leccin para los siervos de Dios en la actualidad. Como el sacerdote de
antao, el ministro de Dios hoy debe mostrarse paciente (Heb. 5: 2).
En sus primeras etapas, la lepra no provoca gran dolor fsico; sin embargo, el
espanto y terror de la enfermedad deben haber afectado vitalmente la vida
entera del paciente. As tambin el pecado no se hace sentir tan agudamente, y
un hombre quiz apenas est consciente de su naturaleza maligna. La lepra es
corrosiva, y se propaga casi sin ser percibida hasta que aparecen las lceras,
la carne viva, y finalmente se produce la atrofia y desaparicin de algunas
partes del cuerpo. As tambin el pecado carcome la belleza y la vida del
espritu, aunque por fuera no existan indicios manifiestos de la condicin
existente por dentro. Finalmente, la enfermedad brota por fuera, y el hombre
se convierte en un 783 cadver viviente, una masa de repugnante corrupcin.
As tambin el pecado al final da su fruto hasta que la imagen de Dios en el
hombre es casi totalmente rada. As como la lepra termina en la muerte, el
pecado lleva a la muerte. Por esto, la lepra se adapta muy bien para
simbolizar, como no lo podra hacer ninguna otra enfermedad, los diversos
aspectos del pecado.
4-7 PP 281
45-47 MC 212
CAPTULO 15
1 Impureza fsica del varn. 13 Su purificacin. 19 Impureza fsica de la
mujer. 28 Su purificacin.
4 Toda cama en que se acostare el que tuviere flujo, ser inmunda; y toda cosa
sobre que se sentara, inmunda ser.
7 Asimismo el que tocare el cuerpo del que tiene flujo, lavar sus vestidos, y
a s mismo se lavar con agua, y ser inmundo hasta la noche.
8 Y si el que tiene flujo escupiere sobre el limpio, ste lavar sus vestidos,
y despus de haberse lavado con agua, ser inmundo hasta la noche.
9 Y toda montura sobre que cabalgare el que tuviere flujo ser inmunda.
10 Cualquiera que tocare cualquiera cosa que haya estado debajo de l, ser
inmundo hasta la noche; y el que la llevare, lavar sus vestidos, y despus de
lavarse con agua, ser inmundo hasta la noche.
11 Y todo aquel a quien tocare el que tiene flujo, y no lavare con agua sus
manos, lavar sus vestidos, y a s mismo se lavar con agua, y ser inmundo
hasta la noche.
12 La vasija de barro que tocare el que tiene flujo ser quebrada, y toda
vasija de madera ser lavada con agua.
15 y el sacerdote har del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y
el sacerdote le purificar de su flujo delante de Jehov.
16 Cuando el hombre tuviere emisin de semen, lavar en agua todo su cuerpo, y
ser inmundo hasta la noche.
17 Y toda vestidura, o toda piel sobre la cual cayere la emisin del semen, se
lavar con agua, y ser inmunda hasta la noche.
18 Y cuando un hombre yaciere con una mujer y tuviere emisin de semen, ambos
se lavarn con agua, y sern inmundos hasta la noche.
20 Todo aquello sobre que ella se acostare mientras estuviera separada, ser
inmundo; tambin todo aquello sobre que se sentare ser inmundo.
22 Tambin cualquiera que tocare cualquier 784 mueble sobre que ella se
hubiere sentado, lavar sus vestidos; se lavar luego a s mismo con agua, y
ser inmundo hasta la noche.
24 Si alguno durmiere con ella, y su menstruo fuere sobre l, ser inmundo por
siete das; y toda cama sobre que durmiere, ser inmunda.
25 Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos das fuera del
tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre ms de su costumbre,
todo el tiempo de su flujo ser inmunda como en los das de su costumbre.
26 Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le ser como la cama
de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, ser inmundo, como la
impureza de su costumbre.
27 Cualquiera que tocare esas cosas ser inmundo; y lavar sus vestidos, y a s
mismo se lavar con agua, y ser inmundo hasta la noche.
28 Y cuando fuere libre de su flujo, contar siete das, y despus ser limpia.
30 y el sacerdote har del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y
la purificar el sacerdote delante de Jehov del flujo de su impureza.
32 Esta es la ley para el que tiene flujo, y para el que tiene emisin de
semen, viniendo a ser inmundo a causa de ello;
33 y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere flujo, sea varn o
mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda.
2.
3.
Su inmundicia.
14.
Dos trtolas.
31.
Dios odia al pecado. Lo ha visto desde sus comienzos, y prev su fin; sabe lo
que es. Tambin aborrece toda clase de impureza, aunque no sea especficamente
pecado. Dios hace distincin entre el pecado y la impureza y no llama
delincuencia moral a lo que es solamente impureza. Pero Dios hace saber al
hombre que toda clase de impureza le desagrada. Esta leccin es tambin para
nosotros.
4-12 MC 212
CAPTULO 16
1 HABLO Jehov a Moiss despus de la muerte de los dos hijos de Aarn, cuando
se acercaron delante de Jehov, y murieron.
7 Despus tomar los dos machos cabros y los presentar delante de Jehov, a
la puerta del tabernculo de reunin.
8 Y echar suertes Aarn sobre los dos machos cabros; una suerte por Jehov, y
otra suerte por Azazel.
9 Y har traer Aarn el macho cabro sobre el cual cayere la, suerte por
Jehov, y lo ofrecer en expiacin.
10 Mas el macho cabro sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentar
vivo delante de Jehov para hacer la reconciliacin sobre l, para enviarlo a
Azazel al desierto.
11 Y har traer Aarn el becerro que era para expiacin suya, y har la
reconciliacin por s y por su casa, y degollar en expiacin el becerro que es
suyo.
21 y pondr Aarn sus dos manos sobre la cabeza del macho cabro vivo, y
confesar sobre l todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus
rebeliones y todos sus pecados, ponindolos as sobre la cabeza del macho
cabro, y lo enviar al desierto por mano de un hombre destinado para esto.
26 El que hubiere llevado el macho cabro a Azazel, lavar sus vestidos, lavar
tambin con agua su cuerpo, y despus entrar en el campamento.
28 El que los quemare lavar sus vestidos, lavar tambin su cuerpo con agua, y
despus podr entrar en el campamento.
29 Y esto tendris por estatuto perpetuo: En el mes sptimo, a los diez das
del mes, afligiris vuestras almas, y ninguna obra haris, ni el natural ni el
extranjero que mora entre vosotros.
34 Y esto tendris como estatuto perpetuo, para hacer expiacin una vez al ao
por todos los pecados de Israel. Y Moiss lo hizo como Jehov le mand.
l.
Aunque Aarn haba sido designado como sumo sacerdote, Dios reconoca a Moiss
como dirigente y le dio a Aarn las instrucciones necesarias por intermedio de
su hermano.
2.
No en todo tiempo.
Esto ocurri poco despus de la muerte de los dos hijos de Aarn, registrada en
el cap. 10. Aunque an faltaban varios meses hasta el da de la expiacin, Dios
instruy a Aarn en cuanto a este da a fin de que tuviese suficiente tiempo
para familiarizarse con el ritual.
Velo.
Sin embargo, la sangre rociada nunca llegaba hasta la ley pues se interpona el
velo. Aun en el da de la expiacin, cuando se apartaba el velo y se rociaba
sangre en el lugar santsimo, la sangre tampoco llegaba hasta la ley. El
propiciatorio la cubra, y all quedaba la sangre. El propiciatorio era
smbolo de Cristo. Segn Rom. 3: 25 Dios puso a Cristo "como propiciacin",
literalmente, para que fuese un "propiciatorio". Cristo es nuestro
"propiciatorio". Por su muerte en la cruz y su ministerio en el santuario
celestial, Cristo nos salva, habiendo tomado nuestro lugar en la cruz y
habiendo intervenido en nuestro favor frente a la ley quebrantada. Se pone
entre nosotros y la ley y nos salva de su castigo, no ignorndola ni
abolindola, sino satisfaciendo sus justas exigencias. De este modo Cristo
reconoce la autoridad de la ley y la honra.
Parece sumamente adecuado que la iglesia de Dios sea "la prosapia ms noble de
todas las pocas". Sobre ella se proyecta toda la luz de las edades pasadas.
Esta iglesia ha heredado no slo las debilidades de las generaciones ya idas
sino tambin el conocimiento bblico acumulado durante los siglos. Esta
iglesia ha recibido luz sobre las Escrituras como no lo ha recibido ningn otro
pueblo. Tiene la luz sobre el santuario; tiene la palabra proftica ms
segura; le han sido confiados los orculos de Dios. Comprende la obra que
Cristo est realizando ahora en el tribunal celestial. Ha recibido el
inestimable privilegio de proclamar al mundo que ha llegado la hora del juicio
de Dios, y que el fin de todas las cosas se acerca. Cmo no debe andar "en
santa y piadosa manera de vivir"! (2 Ped. 3: 11).
El arca.
Esta precaucin recuerda el desastre que haba sobrevenido a los hijos de Aarn
por causa de su desobediencia (Lev. 10: 1, 2).
En la nube.
Dios le haba prometido a Moiss que se encontrara con l "a la puerta del
tabernculo de reunin" (Exo. 29: 42), en el altar del incienso delante del
velo (Exo. 30: 36; Nm. 17: 4) y, como se lo expresa aqu, directamente delante
del propiciatorio (Exo. 25: 22; 30: 6). La presencia de la "nube" sobre el
propiciatorio no implica de ninguna manera que el lugar santsimo hubiera sido
oscuro, porque en la nube estaba la gloria del Seor (1 Rey. 8: 10, 11; 2 Crn,
5: 13, 14; Apoc. 15: 8). La Shekinah, evidencia visible de que Dios estaba en
verdad con su pueblo, reposaba sobre el propiciatorio (Exo. 25: 22; Sal. 80: 1;
Isa. 37: 16). Al hombre le puede parecer que Dios mora en la "oscuridad" (1
Rey. 8: 12; Sal. 18: 11), pero "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en
l" (1 Juan 1: 5). Habita "en luz inaccesible" (1 Tim. 6: 16). Al revelarse a
su pueblo, Dios siempre vel su gloria con una nube, a fin de que los mortales
se percataran de su presencia y, sin embargo, pudieran resistirla (Exo. 16: 10;
19: 9; 24: 16; 34: 5; 40: 34, 38).
3.
El santuario.
La tnica santa.
5.
Para expiacin.
Aarn deba tomar dos cabritos de la congregacin para hacer "expiacin". Esto
no era comn, pues en el servicio diario se exiga un becerro como ofrenda por
el pueblo, y no una cabra (cap. 4: 14). Pero el da de la expiacin era
diferente de todos los otros das.
Holocausto.
6.
Aarn no deba degollar el becerro en ese momento sino que deba presentrselo
al Seor en la puerta del tabernculo para que Dios lo aceptase (vers. 11).
Dejaba el becerro junto al altar del holocausto listo para ser ofrecido cuando
llegase el momento.
Por su casa.
El becerro deba ser ofrecido por Aarn y su familia. Slo l deba oficiar en
esta ocasin solemne, y deba estar libre de toda mancha de pecado a fin de
simbolizar debidamente a Cristo en su papel de mediador (ver Juan 17: 19). Los
otros sacerdotes ayudaban, pero no ofrecan ningn sacrificio.
7.
Aarn deba tomar los dos machos cabros y presentrselos al Seor en la puerta
del tabernculo, donde permanecan mientras se echaban suertes sobre ellos.
8.
Echar suertes.
Esto se haca poniendo dos objetos con inscripciones en una urna u otro
receptculo, y luego se los sacaba. De esa manera la seleccin quedaba en
manos de Dios. En tiempos remotos, se usaban pedazos de madera con
inscripciones que marcaban uno para el Seor, y otro para Azazel.
Posteriormente, se hicieron de materiales ms nobles, aun de oro. Segn el
Talmud, los machos cabros deban ser tan parecidos entre s como fuese posible
conseguirlos. Para evitar la confusin luego de haberse echado suertes, se
colocaba un cordn escarlata en los cuernos del macho cabro para Azazel y un
cordn en el cuello del macho cabro para el Seor. As era posible distinguir
claramente entre los dos.
Por Azazel.
Algunos telogos piensan que ambos machos cabros representan a Cristo en dos
fases diferentes de su obra expiatoria. Sin embargo, no pocos piensan que
representan dos fuerzas opuestas; y como uno es para el Seor, el otro debe ser
para Satans. La gran mayora de las versiones dejan sin traducir la palabra
hebrea 'azazel, porque no hay unanimidad de opinin en cuanto al significado de
esta palabra. Muchos eruditos modernos sostienen, juntamente con los judos,
que Azazel es un espritu suprahumano, personal y maligno. Casi todos estn de
acuerdo en que el significado de la raz de esa palabra es "el que quita", ms
especficamente el que quita algo "por una serie de actos". Otros sugieren que
la palabra es una combinacin de 'ez, "cabra", y 'azal, "irse", "partir".
As como un macho cabro era para el Seor, un Ser personal, el otro animal
deba ser tambin para un ser personal, y puesto que evidentemente existe aqu
una anttesis, la posicin ms lgica sera la de pensar que Azazel est en
oposicin al Seor, y por lo tanto no puede ser sino Satans.
9.
Aarn deba ofrecer el macho cabro sobre el cual cayera la "suerte por Jehov"
como ofrenda por el pecado del pueblo (vers. 15).
10.
El contraste entre los dos animales es completo. El macho cabro de Jehov era
degollado; el de Azazel no lo era. La sangre del macho cabro del Seor era
llevada al santuario y rociada; no as la sangre del macho cabro de Azazel,
puesto que no era muerto. Siempre se quemaba sobre el altar la grosura de la
ofrenda por el pecado. As se haca con el macho cabro del Seor (vers. 25),
pero evidentemente no se haca as con el macho cabro de Azazel. La sangre
del macho cabro del Seor era capaz de limpiar (vers. 15, 16); el macho cabro
de Azazel contaminaba (vers. 26). El contraste entre los dos animales era
absoluto (ver com. vers. 20, 21).
La reconciliacin.
11.
12.
Brasas de fuego.
Se haba degollado el 790 becerro y su sangre haba sido guardada por uno de
los sacerdotes en una vasija. Antes de entrar en el santuario con esa sangre,
Aarn tomaba brasas del altar del holocausto y llenaba su incensario. Tomaba
tambin dos puados de incienso para colocarlos sobre las brasas una vez que
entrara en el lugar santsimo.
Esta era la primera vez que Aarn oficiaba en el lugar santsimo. Era tambin
la primera vez en que oficiaba vistiendo la "tnica santa". Hasta ese momento
haba vestido las gloriosas vestiduras ureas y haba hecho la expiacin por
otros. Ahora deba vestir las vestiduras de humildad, implorando misericordia
por s mismo y por el pueblo. Su papel haba cambiado totalmente.
El perfume.
14.
15.
El macho cabro.
Luego de haber concluido el servicio del becerro, Aarn traa el macho cabro
de Jehov, que era para la "expiacin por el pecado del pueblo", y lo
degollaba. Entonces llevaba su sangre dentro del lugar santsimo y la rociaba
as como haba rociado la sangre del becerro, una vez sobre el propiciatorio, y
siete veces delante del mismo. Rociaba la sangre del macho cabro en los
mismos lugares donde haba rociado la sangre del becerro.
16.
As purificar.
Mejor, "as har una expiacin" o "de esta manera y con esta sangre har un
expiacin por el lugar santo". De principio a fin, los servicios del santuario
eran esencialmente una obra de expiacin. En cada paso de los servicios del
santuario se haca una expiacin por el pecado.
17.
Ningn hombre.
18.
Saldr al altar.
Adems de colocar la sangre sobre los cuernos del altar -donde ya haba sido
puesta la sangre de las ofrendas por el pecado - el sumo sacerdote deba rociar
la sangre sobre el altar mismo, donde haba sido rociada la sangre de los
sacrificios por las transgresiones, y de los holocaustos, como tambin la
sangre de los corderos del sacrificio matutino y del sacrificio vespertino. Al
hacerlo, el sumo sacerdote purificaba y santificaba el altar "de las
inmundicias de los hijos de Israel".
Podemos comprender fcilmente la razn por la cual era necesario purificar los
dos altares del santuario terrenal, puesto que la sangre de los holocaustos y
de las ofrendas por el pecado haba sido rociada sobre ellos (caps. 1: 5, 11;
4: 7, 18, 25, 30, 34). En el caso de los holocaustos y de las ofrendas por la
transgresin, la sangre haba sido rociada sobre el altar mismo (caps. 1: 5,
11; 5: 9); en el caso de las ofrendas por el pecado, haba sido colocada sobre
los cuernos (cap. 4: 7, 18, 25, 30, 34). Del altar del incienso se dice que
Aarn deba hacer "expiacin una vez en el ao con la sangre del sacrificio por
el pecado para expiacin" (Exo. 30: 10). En cuanto al altar de los holocaustos
se dice lo siguiente: "Saldr al altar que est delante de Jehov ... y tomar
de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabro, y la pondr sobre los
cuernos del altar alrededor. Y esparcir sobre l de la sangre con su dedo
siete veces, y lo limpiar, y lo santificar de las inmundicias de los hijos de
Israel" (Lev. 16: 18, 19; cf. vers. 20).
20.
21.
Cun apropiado es que el acto final del drama de la forma en que Dios trata el
pecado, sea hacer caer sobre la cabeza de Satans todo el pecado y toda la
culpa que, emanando originalmente de l, trajeron una vez tal tragedia a las
vidas de los que ahora se hallan liberados del pecado por la sangre expiatoria
de Cristo. De este modo se completa el ciclo, termina el drama. Solamente
despus de que Satans -el instigador de todo el pecado - haya sido finalmente
quitado, se podr afirmar con certeza que el pecado ha sido eliminado para
siempre del universo de Dios. Slo colocando los factores en este orden
podemos entender que el "macho cabro de Azazel" tuviera una parte en la
expiacin (vers. 10). Cuando los justos hayan sido salvos, los malvados
"cortados" y Satans ya no exista, entonces, y slo entonces, se podr decir
que todo el universo est en perfecta armona y unidad, como estuvo
originalmente, antes de que entrara el pecado.
Lo enviar.
22.
Los israelitas saban que haban pecado y que no alcanzaban la norma de lo que
Dios esperaba de ellos. 793 Sin embargo, durante el da de la expiacin haban
tenido una demostracin visual del completo alejamiento de los pecados que
haban confesado y que les haban sido perdonados durante el ao que haba
terminado, y podan ver tambin la bondad de Dios al haberles preservado la
vida. Saban que no merecan la gracia que les haba sido extendida. Sin
embargo, por la sangre derramada del sacrificio del da de la expiacin, el
mismo registro de sus pecados perdonados haba sido rado del santuario. Al
contemplar la partida del macho cabro de Azazel, eran testigos del ltimo acto
del drama: Satans, con todos los pecados que haba instigado, ahora vueltos
"sobre su cabeza" (Sal. 7: 16), alejndose hacia su condenacin.
23.
Estas vestiduras, llamadas tambin "la tnica santa de lino" (vers. 4), slo se
usaban en el da de la expiacin. Aarn se las pona al entrar en el lugar
santsimo con el incienso en la maana de ese da. Luego de haber concluido la
obra especial de mediacin, se quitaba las vestiduras de lino y se pona las
ureas.
24.
25.
La grosura.
26.
El que hubiere llevado el macho cabro.
Esta persona no necesitaba ser sacerdote. El "hombre destinado para esto" poda
ser cualquier israelita que estuviese en condiciones de hacerlo (vers. 21). Se
le haba atado una cuerda al cuello del animal, y el hombre lo guiaba con ella,
o lo aguijoneaba valindose de la vara que llevaba.
27.
El becerro.
La ley requera que fuesen quemados fuera del campamento los cuerpos de
aquellos animales cuya sangre era introducida en el santuario por el sumo
sacerdote para la remisin de los pecados. Pablo vio en esta prctica un
simbolismo de Cristo, quien "padeci fuera de la puerta", y nos amonesta a
salir "a l, fuera del campamento, llevando su vituperio" (Heb. 13: 11-13).
29.
Estatuto perpetuo.
30.
Seris limpios.
Por ser ste el da de la expiacin, era necesario que cada alma cooperase en
la obra de purificacin. El sacerdote poda hacer expiacin slo en la medida
en que Israel confesaba sus pecados e imploraba la ayuda de Dios. Slo los
pecados confesados, los pecados por los cuales los penitentes haban presentado
sacrificios durante el ao, eran los que podan ser expiados por el sumo
sacerdote. Este da proporcionaba simblicamente la oportunidad anual de
lograr que los pecados fuesen borrados para siempre. Era el tiempo aceptable.
31.
Da de reposo.
"Da de descanso completo" (BJ). Literalmente, "un sbado de sbados", un gran
da de fiesta espiritual.
32.
El tabernculo original, construido por Moiss, era una tienda, cuyas paredes
eran de madera (ver com. Exo. 26: 15-26). El techo estaba hecho de cuatro
capas, y la interior era de lino fino, y las otras eran de diversos tipos de
pieles (ver com. Exo. 26: 1-14). La tienda misma meda aproximadamente 13, 34
m por 4,5 m; estaba ubicada dentro de un atrio que meda unos 50 m por 25 m
(ver com. Exo. 27: 9-18).
Encima del propiciatorio haba dos querubines de oro. En este lugar Dios se
pona en comunin con su pueblo (Exo. 25: 22).
2 MC 344 795
7, 8 PP 368
8, 10 CS 471
13, 14 4T 124
14 CS 472
15 PP 368
16 CS 471; PP 368
17 CS 481; MC 344
19 CS 471; PP 368
21 CS 472; PP 369
22 CS 539
29-34 CS 451
CAPTULO 17
2 Habla a Aarn y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es
lo que ha mandado Jehov:
5 a fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican
en medio del campo, para que los traigan a Jehov a la puerta del tabernculo
de reunin al sacerdote, y sacrifiquen ellos sacrificios de paz a Jehov.
14 Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos
de Israel: No comeris la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne
es su sangre; cualquiera que la comiere ser cortado.
3.
Cualquier varn.
Cuando los israelitas salieron de Egipto, sali con ellos un gran grupo,
principalmente compuesto de egipcios. Era una "multitud de toda clase de
gentes" (Exo. 12: 38) o "la gente extranjera que se mezcl con ellos" (Nm. 11:
4). Una palabra an mejor es "chusma", que se emplea en la 796 BJ. Esas
personas fueron causa de constantes problemas, Y siempre encabezaron las
rebeliones. Instigaron a los israelitas a exigir carne, lo que dio por
resultado la muerte de miles (Nm. 11: 4-6, 18-20, 31-33). Aunque diariamente
eran testigos del milagro divino del man celestial, no eran agradecidos ni
piadosos. Como ocurre en el caso de los que viven de la caridad de otros, sus
exigencias iban en constante aumento.
Desde el punto de vista humano, las ofrendas de paz tenan otra ventaja. Para
ser aceptados todos los dems sacrificios, deban ser de animales perfectos
(cap. 22: 21; 3:1); pero una ofrenda de paz, presentada espontneamente, no
necesitaba ser perfecta. Poda usarse un animal que tuviera "de ms o de
menos" (cap. 22: 23). Si alguien deseaba hacer una Fiesta, poda escoger un
animal deforme pero no enfermo. A partir de la proclama aqu mencionada deba
llevarlo al santuario para presentrselo al Seor, y deba darle al sacerdote
lo que Dios requera. Algunos no haban hecho esto en Israel. De ese momento
en adelante, ningn israelita deba participar de una Fiesta a menos que fuese
celebrada dentro del campamento. Era de esperarse que esas fiestas se
llevaran a cabo en armona con las normas religiosas y sociales implcitas en
la ley de Dios.
Estos principios tienen tanta validez ahora como la tenan entonces. Dios
tiene derecho sobre todo lo que poseemos. Aun en la comida y en la bebida,
Dios debe ser honrado. Adems Dios quiere que su pueblo se separe de la
multitud de extranjeros. Tanto jvenes como ancianos corren peligro al
asociarse con el mundo. Las amistades se forman con facilidad, y los
resultados son a menudo fatales para la fe del creyente. La asistencia a
institutos de enseanza mundanos est cargada de peligro. No slo hay
problemas de clases y exmenes en da sbado, sino que las actividades 797
sociales constituyen una trampa para los jvenes. Todo aquel que salga "fuera
del campamento" necesita proteccin especial, y en primer lugar debiera estar
seguro de que Dios lo llama para que salga afuera.
9.
En los vers. 1-7 se presenta una legislacin que tena por objeto separar a los
israelitas de la influencia contaminadora de los egipcios (ver cap. 18: 3).
Por el castigo que deba seguir a la transgresin se hace evidente que Dios
consideraba este asunto como de gran importancia. En el caso de ciertas
infracciones de las leyes concernientes a las impurezas fsicas, Dios orden
los ritos de purificacin. En otros casos se requera un sacrificio, Y en
otros restitucin. Pero en este caso prescribe la misma severa pena de
excomunin que pesaba sobre el pecador que no se humillara en el da de la
expiacin. Los "extranjeros" estaban incluidos en esta legislacin (vers. 8).
Por lo menos en el caso del extranjero, el "ser cortado" probablemente
significaba la exclusin de los privilegios de la comunin con el pueblo de
Dios (ver com. Gn. 17: 14; Exo. 12: 15).
Israel tena muchas cosas que aprender, y Dios se propona que aprendiese esas
lecciones en el desierto. En esta situacin, formaba un grupo compacto; ni
sembraba ni segaba, y poda dedicar su atencin indivisa a la instruccin que
era impartida. Por ejemplo, reciba el pan directamente del cielo, lo que
siempre le recordaba su dependencia de Dios.
10.
11.
La vida de la carne.
Expiacin de la persona.
12.
Comer sangre.
13.
Derramar su sangre.
Esta debe haber sido una leccin impresionante para el cazador. Despus de
haber cazado un ave, recuerda la orden de Dios de tratar la sangre con respeto.
La vierte en la tierra y reverentemente la cubre. Por supuesto, esto no se
haca a causa del ave. Tena el objeto de ensearle al hombre el valor y la
importancia de la vida (Mat. 10: 29).
14.
Cristo senta compasin por los seres humanos, y ense esa compasin. La
entrada en el reino de los cielos se relaciona con el inters por los
hambrientos, los sedientos, los desnudos y los encarcelados, y el cuidado que
se les haya brindado (Mat. 25: 34-40). La vida de esos necesitados proviene de
Cristo, el autor de la vida, y al ayudar a otros, ayudamos a Cristo.
15.
Mortecino.
Aunque no se prohiba comer la carne de animal mortecino o despedazado, la
persona que la comiese quedara contaminada, Se entiende que la razn de esto
estaba en que la sangre no haba sido debidamente drenada.
11 CS 471
CAPTULO 18
5 Por tanto, guardaris mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el
hombre, vivir en ellos. Yo Jehov.
27 (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que
fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada);
3.
Como hacen.
Despus de haber salido de Egipto, Israel deba dejar las costumbres de Egipto.
Iba hacia Canan, donde tambin prevaleca la iniquidad. Deba evitar el mal,
cualquiera fuese su origen.
4.
Algunos se han preguntado porqu permiti Dios que los israelitas viviesen en
medio de tales condiciones como las que prevalecen en Egipto y Canan. Aunque
haban vivido en Egipto, no deban haberse mezclado con los egipcios (ver Juan
17: 15). Esto es evidente porque les proporcion un lugar aparte para que
viviesen, en la tierra de Gosn. Si ellos hubiesen guardado su lugar, si
hubiesen obedecido el consejo de Dios, hubieran permanecido alejados de los
males que los rodeaban. Pero en lugar de hacerlo, se mezclaron con los
egipcios, aprendieron sus costumbres y llegaron a corromperse ellos mismos.
Los 40 aos de peregrinacin en el desierto fueron aos de aprendizaje, durante
los cuales Dios quiso que olvidasen las costumbres de Egipto y aprendiesen las
costumbres divinas. Cuando lleg el momento de entrar en la 800 tierra de
Canan, la generacin que haba salido de Egipto casi haba desaparecido del
todo. Durante este intervalo Dios les dio su ley desde el Sina, les dio sus
estatutos, "los cuales haciendo el hombre, vivir en ellos" (vers. 5). Les dio
demostraciones de su poder y de su capacidad para suplir sus necesidades en
todas las circunstancias. Todo esto tena el objeto de fortalecer su fe. Si
tan slo hubiesen confiado en Dios, todo hubiera ido bien.
21.
A Moloc.
El tenebroso rito pagano descrito por la frase "ofrecerlo por fuego a Moloc"
aparece por primera vez en este pasaje. Se encuentran otras menciones de esta
prctica en Lev. 20: 2-5; 2 Rey. 23: 10, y Jer. 32: 35. El "Moloc" de 1 Rey.
11: 7, descrito como dios de los amonitas, es probablemente el mismo "Milcom"
del vers. 5 del mismo captulo y de 2 Rey. 23: 13.
Pero, quin es Moloc? Varias generaciones de telogos se han hecho esta misma
pregunta. Algunos han pensado que Moloc (molek) representa al dios cananeo
Mekal, que aparece en ciertas inscripciones, y que las dos ltimas consonantes
pueden haberse invertido. Sin embargo, la mayora de los eruditos han
presentado la siguiente interpretacin: la palabra Moloc tiene en hebreo las
mismas consonantes que la palabra mlek, "rey". En el hebreo antiguo solamente
se escriban las consonantes, en este caso mlk. De este modo, ambas palabras
seran idnticas. La insercin de diferentes vocales result en una palabra
diferente. La antigua tradicin juda concuerda con estos eruditos al sostener
que Moloc no era el nombre de una deidad especfica sino la designacin de
cualquier dios, que podra llamarse "rey" en el mismo sentido en que los
hebreos aplicaban ese trmino a Dios (ver Sal. 5: 2; 10: 16; etc.). Segn la
tradicin juda, el ttulo mlek, "rey", se reservaba para el Dios verdadero, y
nicamente se pronunciaba el conjunto de consonantes, mlk, y al referirse a los
dioses cananeos, hablaban de molek, usando las mismas consonantes, pero con las
vocales "o" y "e" de la palabra bsheth, "vergenza". De esta manera, el
ttulo molek significara "rey de vergenza", en contraste con mlek, el
verdadero rey del cielo y de la tierra. Esta explicacin de la palabra "Moloc"
ha tenido amplia aceptacin en los crculos teolgicos.
El dios Malkum aparece mencionado en cuatro textos de Drehem (ltima parte del
tercer milenio AC); parece ser el mismo Muluk y tambin el malik de tres textos
asirios, en los cuales aparece como el dios equivalente a Nergal, dios
asiro-babilnico del infierno. Un texto, descubierto en Ugarit, en la costa de
Palestina, que data probablemente de mediados del segundo milenio AC, habla
claramente de un "sacrificio para Mlk", no dejando duda alguna de que Mlk era
un dios.
Considerando toda esta evidencia, puede afirmarse que Moloc era un dios pagano,
al cual se le ofrecan nios en holocausto, de modo que la traduccin
tradicional "pasar por el fuego a Moloch" (Val. ant.), puede considerarse
correcta. Sin embargo, ms tarde el nombre de este dios se us como trmino
tcnico para referirse a ciertos sacrificios de animales y de seres humanos,
segn lo revelan las inscripciones pnicas de Cartago.
24.
Las naciones vecinas a Israel eran culpables de todos los pecados enumerados en
este captulo, y por ello deban ser expulsadas de sus tierras. Israel deba
evitar esos pecados para no ser expulsado. El mensaje aqu presentado hace
resaltar el peligro real que afrontaba.
28.
Os vomite.
De qo', "vomitar" (ver Lev. 18: 25; Jon. 2: 10). Israel podra permanecer en
la tierra prometida solamente si respetaba el pacto. Si lo violaba, perda el
derecho de permanecer en Canan. Seran "arrancados de sobre la tierra" y
esparcidos (Deut, 28: 63, 64). Con el smbolo de una "via", Isaas representa
a Israel plantado en "una ladera frtil". Pero cuando la via produjo "uvas
silvestres", Dios se propuso dejar desierta la tierra (Isa. 5: 1-7).
30.
Yo Jehov.
As como empez el captulo termina con esta afirmacin, cuyo propsito era
recordar al pueblo de Israel la santidad de Dios y la alta norma que, como
pueblo, deba alcanzar.
5 PP 389
26, 27 1T 280
CAPTULO 19
20 Si un hombre yaciere con una mujer que fuere sierva desposada con alguno, y
no estuviera rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, ambos sern azotados;
no morirn, por cuanto ella no es libre.
37 Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por
obra. Yo Jehov.
2.
Santos seris.
Esta es la nota tnica del libro de Levtico. En todos sus captulos se hace
resaltar la santidad. La razn por la que aqu se da esta orden es porque Dios
es santo. 803
3.
A su madre y a su padre.
Yo Jehov.
Esta afirmacin es repetida varias veces en este captulo (vers. 4, 10, 12, 14,
16, 18, 25, 28, 30, 31, 32, 34, 36, 37).
4.
5.
9.
11.
No hurtaris.
12.
13.
No oprimirs a tu prjimo.
En el vers. 11, se prohibe daar a alguien con astucia; aqu se prohibe hacerlo
con violencia o usando de una autoridad superior. Algunos llegan a la
conclusin de que si algo es legal, est permitido que el cristiano lo haga.
Una cosa puede ser permitida por ley, pero estar lejos de ser conveniente (1
Cor. 6: 12; 10: 23). Tambin puede ocurrir que la ley del pas declare legal
cierta conducta que Dios no pueda aprobar. Dios no tiene en cuenta las
escapatorias legales.
El salario.
Los salarios deben pagarse regularmente, como las deudas, cuando corresponde.
Adems de ser una falta de honradez, 804 el retener los salarios convenidos,
faltar al pago de una deuda justa o demorar el pago de las obligaciones en
forma indebida, desagrada a Dios (Deut. 24: 14, 15). La estricta honradez
requiere que una persona no contraiga ningn compromiso ni acepte obligaciones
a menos que tenga buena razn para creer que puede cumplir con sus
responsabilidades en ese sentido. Adems el dejar pasar el tiempo designado
para pagar un compromiso sin hacer arreglos satisfactorios con el acreedor, es
un fraude de la peor clase, y presenta como irresponsable e indigno de
confianza a quien lo hace.
14.
Al sordo.
15.
16.
No andars chismeando.
Ya fuera directamente, o por dar falso testimonio (Dan. 8: 25; 11: 14; 1 Crn.
2 1: l). Los judos interpretan que este pasaje significa que la persona que
viera a otro en peligro, ya fuera de ahogarse, de ser robada, o debido a
fieras, tena la obligacin de prestarle ayuda. Si una persona es testigo de
un crimen o de una injusticia, est obligada a ayudar al damnificado, ya sea
personalmente, o por medio de testimonio ante el juez.
17.
No aborrecers a tu hermano.
"Corrige a tu prjimo" (BJ). Cristo dijo: "Si tu hermano pecare contra ti,
reprndele" (Luc. 17: 3; ver tambin Mat. 18: 15-17). Pablo dice: "A los que
persisten en pecar, reprndelos delante de todos" (1 Tim. 5: 20); "reprndelos
duramente" (Tito 1: 13); "reprende con toda autoridad" (Tito 2: 15). Las tres
ltimas afirmaciones se refieren a la responsabilidad de los ministros, pero el
consejo de Cristo en Mat.18: 15-17 se aplica a todos. Es tan malo albergar
odio en el corazn como retener la correccin. Los rabinos enseaban que aquel
que no reprenda a un ofensor comparta su pecado, y que le sera mejor que se
echara en un horno ardiente.
18.
No te vengars.
Es debilidad humana la de querer vengarse de aquel que nos hizo mal, pero la
Biblia no aprueba tal proceder. Dijo Pablo: "No os venguis vosotros mismos,
amados mos, sino dejad lugar a la ira de Dios" (Rom. 12: 19). Es intil
albergar rencor. A nadie le hace bien, y puede causarle mucho dao al que lo
alberga. Avinagra el carcter y desfigura la perspectiva de la vida.
Amars a tu prjimo.
En esta orden estn comprendidos los seis ltimos mandamientos (Mat. 22: 40).
Dijo Cristo: "Osteis que fue dicho: Amars a tu prjimo y aborrecers a tu
enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos" (Mat. 5: 43, 44).
19.
Mezcla de semillas.
20.
Si un hombre yaciera.
21.
El traer.
23.
26.
Sangre.
No seris agoreros.
27.
"Ni cortes los bordes de tu barba" (BJ). Los judos se enorgullecan de sus
barbas, considerndolas como una seal de virilidad y dignidad. Se ha sugerido
que una barba "daada" indicaba que el que la llevaba era devoto de algn dios
pagano. Posiblemente la parte de la barba que se recortaba era ofrecida a los
dioses. El Seor prohibi a su pueblo que siguiera esta costumbre pagana.
Dentro de su contexto (vers. 26-28) esta restriccin slo poda tener
significado como resguardo frente a las costumbres religiosas de los paganos.
No puede hacerse ninguna aplicacin sensata de esta orden a la situacin
existente hoy.
28.
"No haris incisiones en vuestra carne por los muertos" (BJ). Diversos pueblos
de la antigedad se cortaban las carnes en relacin con los ritos ceremoniales
celebrados en honor de los muertos. An hoy algunos pueblos paganos siguen
tales costumbres. Los miembros de ciertas tribus de Nueva Guinea se cortan una
falange del dedo en ocasin de la muerte de un familiar. 806
Ni imprimiris en vosotros seal alguna.
29.
No contaminars a tu hija.
Era costumbre entre las naciones de la antigedad, sobre todo entre los pobres,
vender a sus hijas, o algunas veces a sus esposas, como esclavas y prostitutas.
Por regla general, las mujeres no eran tenidas en muy alta estima.
30.
"Guardad mis sbados" (BJ). Las dos rdenes de este versculo tienen que ver
con la reverencia. Algunas personas observan el sbado pero no muestran el
debido respeto por el santuario. Otros demuestran reverencia por el santuario,
pero no por el sbado. La verdadera religin exige la reverencia por ambos,
pues los dos son santos.
31.
Los encantadores.
De 'oboth, literalmente "odres", como en Job 32: 19. Aqu aparece esta palabra
por primera vez en la Biblia. El hecho de que se use esta palabra para
designar a los mdiums espiritistas parece haberse debido al timbre de voz que
stos usaban: una voz sonora, no natural, ni clara, como la que poda
producirse al hablar dentro de un "odre" o de algn otro receptculo. La
palabra traducida "susurran" en Isa. 8: 19, significa tambin "murmurar",
"cuchichear", "retumbar". Puede tambin significar "meditar en voz alta", como
si la persona estuviese hablando sola en una voz baja que parece un suspiro
(Sal. 143: 5). En el mismo versculo el hebreo usa otro verbo para describir
la forma de hablar del adivino: tsafaf, palabra onomatopyica usada para
describir la forma de hablar del mdium. La BJ traduce: "Los adivinos que
bisbisean y murmujean". En Isa. 29: 4 tsafaf se traduce "susurrar" y en Isa.
38: 14 "quejar". La LXX generalmente traduce la palabra 'oboth por
eggastrimutho, "ventrlocuos", con lo que indica que la voz se proyectaba
desde el vientre en tonos graves y sepulcrales. La ventriloquia se presta
fcilmente para los fines de la magia.
'Oboth es una palabra femenina plural, que quiz sugiere que la mayora de los
mdiums eran mujeres. Se usa la palabra 'ob para designar al espritu que
hablaba a travs del mdium. Segn la enseanza bblica, el mdium no era
posedo del espritu, sino que lo posea. La traduccin literal de 1 Sam. 28:
7 sera: "Una mujer duea de un espritu" ('ob). Segn Isa. 29: 4 la voz del
"fantasma" ('ob) sala de la tierra. La pitonisa de Endor vio a dioses que
suban "de la tierra" (1 Sam. 28: 13) y Sal se inclin con el "rostro a
tierra" para conversar con el espritu que pretenda ser Samuel (vers. 14-19).
Los "terafines", dolos o estatuas del AT (ver com. Gn. 31: 19), parecen
haber sido usados, al menos en algunas ocasiones, Y frecuentemente con la ayuda
de la ventriloquia, por los mdiums en sus fingidas comunicaciones con los
muertos. En Zac. 10: 2 se dice que "los terafines han dado vanos orculos"
cuando se les haba hecho preguntas. Por lo menos en un caso la palabra
"terafn" se refiere a una estatua tan parecida a un ser humano que pudo
engaar a los mensajeros enviados por Sal, de modo que creyeron que era David
el que estaba en la cama (1 Sam. 19: 12- 17). Un ventrlocuo podra fcilmente
simular una conversacin con una imagen de manera tan realista como para
convencer a los supersticiosos de que estaban hablando los espritus de los
muertos. Sera tan slo natural que el diablo controlase las palabras de un
mdium espiritista para que armonizaran con sus propsitos.
32.
Las canas.
33.
El extranjero.
34.
Extranjeros fuisteis.
Nos hace bien recordar que puede haber habido algn momento del pasado cuando
estuvimos entre extraos y necesitamos una mano ayudadora o una palabra de
nimo. Esto nos debera volver ms bondadosos con los que necesitan de nuestra
ayuda y de nuestro apoyo.
35.
No hagis injusticia.
Dios ordena que seamos estrictamente honrados en las medidas de longitud, peso
y volumen. En todo intercambio se ha de observar la ms estricta justicia.
Dijo Cristo: "Con la misma medida con que meds, os volvern a medir" (Luc. 6:
38).
9 MC 140
13 5T 350
13-15 MB 253
14 SC 266
31 CS 613; PP 745
33 34 PP 541
34 DTG 463
35 36 MC 142
CAPTULO 20
1 Prohibicin de ofrecer los hijos a Moloc. 4 Reproche contra los que permiten
esta prctica. 6 Prohibicin de consultar a encantadores o adivinos. 7
Invitacin a santificarse. 9 Castigo para los que maldicen a sus padres. 10
Adulterio. 11, 14, 17, 19 Incesto. 13 Sodoma. 15 Bestialismo. 18 Impureza
fsica de la mujer. 22 Obediencia y santidad. 27 Los adivinos deban ser
apedreados.
2 Dirs asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varn de los hijos de Israel,
o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a
Moloc, de seguro morir; el pueblo de la tierra lo apedrear.
12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos 808 han de morir; cometieron grave
perversin; su sangre ser sobre ellos.
13 Si alguno se ayuntare con varn como con mujer, abominacin hicieron; ambos
han de ser muertos; sobre ellos ser su sangre.
14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarn con fuego
a l y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.
22 Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por
obra, no sea que os vomite la tierra en la cual yo os introduzco para que
habitis en ella.
25 Por tanto, vosotros haris diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre
ave inmunda y limpia; y no contaminis vuestras personas con los animales, ni
con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he
apartado por inmundos.
Habl Jehov.
2.
A Moloc.
5.
Le cortar.
6.
Adivinos.
7.
Sed santos.
8.
9.
Maldijere a su padre.
10.
Adulterio.
20.
Hoy puede no parecer tan drstico este castigo. Sin embargo, en la antigedad
era algo muy serio. Morir sin hijos significaba no tener parte en la esperanza
de Israel; equivala, prcticamente, a quedar fuera del pacto.
23.
25.
Haris diferencia.
26.
Os he apartado.
2, 3 HAd 120
6 CS 612; PP 741
7 2JT 339
23-25 MC 213
27 CS 612
CAPTULO 21
1 JEHOVA dijo a Moiss: Habla a los sacerdotes hijos de Aarn, y diles que no
se contaminen por un muerto en sus pueblos.
2 Mas por su pariente cercano, por su madre o por su padre, o por su hijo o por
su hermano,
3 o por su hermana virgen, a l cercana, la cual no haya tenido marido, por
ella se contaminar.
8 Le santificars, por tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo ser para
ti, porque santo soy yo Jehov que os santifico.
11 ni entrar donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre
se contaminar.
17 Habla a Aarn y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que
tenga algn defecto, se acercar para ofrecer el pan de su Dios.
24 Y Moiss habl esto a Aarn, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.
1.
A los sacerdotes.
2.
4.
Mejor, "siendo seor entre los suyos"(BJ). Literalmente como "esposo" (Exo.
21: 22), u hombre casado (Exo. 21: 3). Aunque el sentido no es totalmente
claro, es probable que se refiera aqu al sacerdote casado, que no deba
contaminarse por parientes polticos. El sacerdote no deba seguir las
costumbres habituales en cuanto al duelo, sino siempre deba mantener la
dignidad del oficio sacerdotal.
6.
Santos sern.
Aunque Dios no tiene dos normas de conducta para su pueblo, espera que sus
ministros proporcionen a la iglesia un ejemplo de vida santificada. El
servicio de Dios exige que el hombre entregue lo mejor que tiene. En este
captulo se recalcan tres cualidades necesarias para el sacerdocio:
1.Condicin fsica. Dios exiga que le sirvieran slo hombres que estuviesen
en buen estado fsico, sin defectos fsicos y en pleno dominio de todas las
facultades naturales del cuerpo. La perfeccin fsica representaba la
perfeccin de carcter, a la cual todos deban esforzarse por llegar. 811
2. Santidad. Las vidas de los sacerdotes deban ser sin mancha; sus familias,
irreprensibles. Bien puede juzgarse a una iglesia por la vida de sus miembros.
Otra prueba, quiz ms estricta, es la norma de santidad manifestada en la
vida del pastor de esa iglesia.
9.
Si una joven del pueblo pecaba, su castigo deba corresponder con la gravedad
de la falta. Pero si la hija de un sacerdote cometa algn acto inmoral, no
haba sino una ley: muerte por fuego.
10.
El sumo sacerdote.
Aunque las reglas para los sacerdotes eran estrictas, lo eran an ms para el
sumo sacerdote. Slo l, de todos los sacerdotes, haba sido ungido con aceite
sobre la cabeza, slo l haba sido consagrado para vestir las vestiduras
ureas. No deba descubrirse la cabeza, pues esto requerira quitarse la lmina
de oro que llevaba la inscripcin "Santidad a Jehov". No deba rasgar sus
vestidos, como era costumbre hacerlo en momentos de hondo pesar. No deba
acercarse a un cadver, ni siquiera al de su padre o madre. Las palabras de
Cristo a uno que quera ser discpulo parecen haber reflejado este ideal (Mat.
8: 22). Si el sumo sacerdote haca esto, se contaminaba, incapacitndose de
esa manera para desempearse en los deberes de su sagrado oficio.
12.
13.
El sumo sacerdote deba casarse con una virgen. No poda casarse con una
viuda, como poda hacerlo el sacerdote comn. Por supuesto, tampoco poda
casarse con una mujer cuya reputacin hubiese sido manchada.
15.
No profane su descendencia.
17.
Algn defecto.
18.
Mutilado.
"Deforme" (BJ). Sobrado. "Monstruoso" (BJ). Literalmente "cualquier cosa
estirada", "que tenga un miembro demasiado largo". Todo lo que se relacionaba
con el culto a Dios deba ser perfecto. 812
CAPTULO 22
2 Di a Aarn y a sus hijos que se abstengan de las cosas santas que los hijos
de Israel me han dedicado, y no profanen mi santo nombre. Yo Jehov.
5 o el varn que hubiera tocado cualquier reptil por el cual ser inmundo, u
hombre por el cual venga a ser inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya;
7 Cuando el sol se pusiere, ser limpio; y despus podr comer las cosas
sagradas, porque su alimento es.
9 Guarden, pues, mi ordenanza, para que no lleven pecado por ello, no sea que
as mueran cuando la profanen. Yo Jehov que los santifico.
11 Mas cuando el sacerdote comprare algn esclavo por dinero, ste podr comer
de ella, as como tambin el nacido en su casa podr comer de su alimento.
14 Y el que por yerro comiere cosa sagrada, aadir a ella una quinta parte, y
la dar al sacerdote con la cosa sagrada.
15 No profanarn, pues, las cosas santas de los hijos de Israel, las cuales
apartan para Jehov;
16 pues les haran llevar la iniquidad del pecado, comiendo las cosas santas de
ellos; porque yo Jehov soy el que los santifico.
19 para que sea aceptado, ofreceris macho sin defecto de entre el ganado
vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras.
20 Ninguna cosa en que haya defecto ofreceris, porque no ser acepto por
vosotros.
2.
Que se abstengan.
Todos los que servan en el tabernculo deban estar totalmente limpios, tanto
fsicamente como en forma ceremonial. Si cualquier sacerdote hubiese quedado
inmundo, cuidadosamente deba abstenerse de tocar cualquiera de las cosas
santas, o aun de acercarse a ellas. Estas comprendan todo lo perteneciente al
servicio del santuario: los altares, todos sus utensilios, como tambin las
ofrendas que el pueblo presentaba a los sacerdotes. Si algn sacerdote se
descuidaba en esto, era cortado de la presencia del Seor, es decir, del
servicio del tabernculo.
4.
5.
Cualquier reptil.
Dios mand que todos los que servan en el santuario deban ser absolutamente
limpios. Si un sacerdote tocaba cualquier reptil, o a cualquier persona que no
estuviese limpia, deba baarse y no podra servir hasta el siguiente da.
7.
9.
10.
Cosa sagrada.
14.
Por yerro.
Si una persona que no tena derecho a comer de las cosas sagradas lo haca
inadvertidamente, transgreda "en las cosas santas de Jehov" y se haca
culpable de los reglamentos del cap. 5: 15, 16. Un sacerdote deba siempre
estar atento a fin de evitar la infraccin de este reglamento. Una hija casada
poda visitar la casa de sus padres y recibir una porcin de alimento para
llevar a su casa. Si era "sagrado", no tena derecho a l. Podra darse el
caso de que una persona estuviese de visita en casa del sacerdote. Poda tal
vez resultar incmodo preparar comida aparte para el visitante, por lo cual
ste se vea obligado a escoger de la comida lo que le era permitido comer. Si
l o su anfitrin se equivocaban, caan en una transgresin.
18.
Ofrenda de paz.
23.
Ofrenda voluntaria.
24.
25.
27.
28.
A ella y a su hijo.
29.
CAPTULO 23
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehov, las
cuales proclamaris como santas convocaciones, sern estas:
4 Estas son las fiestas solemnes de Jehov, las convocaciones santas, a las
cuales convocaris en sus tiempos:
5 en el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de
Jehov.
6 Y a los quince das de este mes es la fiesta solemne de los panes sin
levadura a Jehov; siete das comeris panes sin levadura.
10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayis entrado en la tierra que
yo os doy, y seguis su mies, traeris al sacerdote una gavilla por primicia de
los primeros frutos de vuestra siega.
13 Su ofrenda ser dos dcimas de efa de flor de harina amasada con aceite,
ofrenda encendida a Jehov en olor gratsimo; y su libacin ser de vino, la
cuarta parte de un hin.
14 No comeris pan, ni grano tostado, ni 815 espiga fresca, hasta este mismo
da, hasta que hayis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es
por vuestras edades en dondequiera que habitis.
17 De vuestras habitaciones traeris dos panes para ofrenda mecida, que sern
de dos dcimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias
para Jehov.
27 A los diez das de este mes sptimo ser el da de expiacin; tendris santa
convocacin, y afligiris vuestras almas, y ofreceris ofrenda encendida a
Jehov.
29 Porque toda persona que no se afligiera en este mismo da, ser cortada de
su pueblo.
34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince das de este mes sptimo
ser la fiesta solemne de los tabernculos a Jehov por siete das.
37 Estas son las fiestas solemnes de Jehov, a las que convocaris santas
reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehov, holocausto y ofrenda,
sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo,
39 Pero a los quince das del mes sptimo, cuando hayis recogido el fruto de
la tierra, haris fiesta a Jehov por siete das; el primer da ser de reposo,
y el octavo da ser tambin da de reposo.
40 Y tomaris el primer da ramas con fruto de rbol hermoso, ramas de
palmeras, ramas de rboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os
regocijaris delante de Jehov vuestro Dios por siete das.
41 Y le haris fiesta a Jehov por siete das cada ao; ser estatuto perpetuo
por vuestras generaciones; en el mes sptimo la haris.
44 As habl Moiss a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes de Jehov.
816
2.
Las "fiestas solemnes" anuales (Nm. 29: 39) son seis: (1) la pascua (Nm. 28:
16); (2) la fiesta de los panes sin levadura (Nm. 28: 17); (3) "la fiesta de
la siega", "la fiesta de las semanas" o Pentecosts (Exo. 23:16; 34: 22; Nm.
28:26; Hech.2:1); (4) la fiesta de las trompetas (Nm. 29: 1); (5) el da de la
expiacin (Nm. 29: 7); (6) la "fiesta de la cosecha", la "fiesta de los
tabernculos" o de las cabaas (Exo. 23: 16; Lev. 23: 34; Nm. 29: 12).
Junto con estas seis fiestas se celebraban siete das de "santa convocacin":
el primero y ltimo das de la Fiesta de los panes sin levadura (Nm. 28: 18,
25); el da de las primicias (Nm. 28:26); la fiesta de las trompetas (Nm. 29:
1); el da de la expiacin (Nm. 29: 7); y el primero y ltimo das de la
fiesta de los tabernculos (Lev. 23: 35, 36).
La palabra traducida "fiesta" en este captulo viene de uno de los dos vocablos
hebreos siguientes: (1) Mo'ed, una reunin sealada (por ejemplo se usa en Lev.
23: 2,4, 37; Nm. 29: 39). (2)Jag, una fiesta (se usa por ejemplo en Lev. 23:
6, 34, 39,41; Nm. 28: 17; 29: 12). Algunas veces estas dos palabras se
emplean en forma intercambiable, aunque mo'ed recalca el tiempo de la fiesta,
"vuestras fiestas" (Nm. 29: 39). Jag hace resaltar el carcter de la fiesta.
Jag se deriva de un verbo que tiene como uno de sus sentidos posibles:
"realizar un peregrinaje", "hacer un viaje hacia un objeto de reverencia". La
palabra rabe relacionada hadj describe el sagrado peregrinaje a la Meca. En
la lista de las "Fiestas solemnes" anuales, es de notar que slo se aplica Jag
a tres de ellas: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las
primicias, y la fiesta de los tabernculos. "Tres veces en el ao me
celebraris fiesta" [Jag] (Exo. 23: 14). A fin de celebrar estas fiestas, todos
los varones deban comparecer "delante de Jehov tu Dios en el lugar que l
escogiera" (Deut. 16: 16). Hasta all deban "hacer peregrinaje".
Por lo tanto, no existe contradiccin entre la declaracin de Exo. 23: 14,
deque los israelitas deban celebrar fiesta "tres veces en el ao", y la
enumeracin levtica de seis fiestas anuales (cf. Nm. 28, 29). Cada una de
estas seis fiestas era un mo'ed, pero tres de ellas se designan tambin como
Jag. Es decir que haba seis mo'ed, pero slo tres jag. Estas tres eran
"fiestas o festivales de peregrinaje" (International Standard Bible
Encyclopedia).
Aunque la pascua con propiedad podra considerarse como una "fiesta" o mo'ed
aparte, tambin se la puede considerar como parte de la fiesta de los panes sin
levadura. El cordero pascual era degollado el da 14 del primer mes, y comido
esa misma noche, al comienzo del da 15, primer da de la fiesta de los panes
sin levadura. La pascua y la fiesta de los panes sin levadura eran en realidad
dos partes de un todo, y en algunos casos se las consideraba as (Eze. 45: 21).
En vista de esto, podramos hablar de cinco fiestas anuales y no de seis.
3.
Ser de reposo.
Da de reposo es de Jehov.
Esto equivale a decir: "Es el sbado del Seor", y muestra de quin es ese da.
Si Dios hubiese hablado del primer da de la semana como "mi da santo" o
"sbado del Seor", no habra ninguna duda en cuanto a lo que quera decir. En
lugar de eso, Dios usa esas mismas expresiones para referirse al sptimo da.
Es su da.
5.
Pascua es de Jehov.
Una cosa es salvarse de la muerte. Otra cosa 818 es tener los medios
necesarios para sustentar la vida. Esto lo proporcionaba en forma positiva el
comer la carne; en forma negativa, el abstenerse de levadura. Cristo es "el
pan vivo que descendi del cielo", del cual los hombres deben comer si quieren
vivir "para siempre" (Juan 6: 51). El cordero deba asarse entero (Exo. 12:
9). Para cada cordero deba haber suficiente nmero de comensales como para
que toda la carne fuese consumida (Exo. 12: 4). No deba sacarse nada de la
casa, y nada deba dejarse hasta la maana. Lo que quedara de aquellas partes
que no podan comerse, deba ser quemado (Exo. 12: 10, 46), De la misma manera,
el cristiano debe asimilar completamente la vida de Aquel a quien el cordero
representaba. Esto implica la entera identificacin del creyente con Cristo.
Significa aceptar plenamente la vida y el carcter de Jess.
6.
La fiesta solemne de los panes sin levadura.
7.
Trabajo de siervos -.
10.
14.
Estatuto perpetuo.
Un resumen del ritual de la pascua recalca las grandes verdades centrales del
cristianismo. La pascua simboliza la muerte de Cristo. Como mora el cordero
pascual, as muri Cristo. La sangre del cordero 819 libr al antiguo Israel
del ngel destructor. La sangre de Cristo ahora reconcilia a todos los que con
fe se allegan a l. Por medio del simbolismo de la gavilla mecida, la pascua
tambin simboliza la resurreccin. El cordero mora la tarde del da 14 del
mes de Abib. El da 16, "el da siguiente del da de reposo", las primicias,
cortadas con anterioridad, eran presentadas ante el Seor. Cristo muri el
viernes de tarde Y descans en la tumba durante el sbado (Luc. 23: 53-56). Al
da siguiente del sbado (Luc. 24: 1), Cristo surgi de la tumba como
"primicias" (1 Cor. 15: 20) y se present ante su Padre celestial (Juan 20:
16.
Cincuenta das.
22.
El pobre.
En este versculo se repite la instruccin del cap. 19: 9, 10. Era apropiado
820 que se dedicara especial atencin al pobre y al extranjero en una poca
cuando haba abundancia para todos: la poca de la cosecha.
24.
Son de trompetas.
27.
El da de expiacin.
Este era el nico da de ayuno obligatorio (ver Hech. 27: 9). Era un da
solemne en Israel. En hebreo se lo llama "sbado de sbados" y la BJ traduce
"da de descanso absoluto" (Lev. 23: 32). Era el nico da, fuera del sbado
semanal, en que se prohiba todo tipo de trabajo.
29.
Ser cortada.
34.
40.
Ramas.
2 Ed 39
6-11 PP 581
15-17 PP 581
24 PR 489
34 DTG 411; Ed 40
40 DTG 257
40-43 PP 582
CAPTULO 24
2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de
olivas machacadas, para hacer arder las lmparas continuamente.
5 Y tomars flor de harina, y cocers de ella doce tortas; cada torta ser de
dos dcimas de efa.
6 Y las pondrs en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia
delante de Jehov.
7 Pondrs tambin sobre cada hilera incienso puro, y ser para el pan como
perfume, ofrenda encendida a Jehov.
9 Y ser de Aarn y de sus hijos, los cuales lo comern en lugar santo; porque
es cosa muy santa para l, de las ofrendas encendidas a Jehov, por derecho
perpetuo.
14 Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus
manos sobre la cabeza de l, y apedrelo toda la congregacin.
2.
El aceite comn era exprimido en una prensa, pero el aceite para las lmparas
del santuario se haca de aceitunas machacadas. Se lavaba la fruta y se
quitaban todas las basuras, hojas o palitos, Entonces se las machacaba y se
haca que el aceite saliera solo. De esta manera se produca menos aceite que
en la prensa, pero el resultado era un producto de superior calidad.
No hay total acuerdo entre los eruditos en cuanto a si las lmparas ardan da
y noche. En el vers. 3 se dice que "las dispondr Aarn desde la tarde hasta
la maana delante de Jehov", mientras que en el vers. 2 se afirma que las
lmparas deban arder continuamente. Segn Exo. 30: 8, Aarn encenda las
lmparas al anochecer, pero en 1 Sam. 3: 3 se habla de que la "lmpara de Dios"
era apagada. Sin embargo, por regla general "las lmparas nunca se extinguan
todas al mismo tiempo, sino que ardan da y noche" (PP 359, 360). Las
diversas declaraciones, aunque aparentemente son contradictorias, estn en
armona. Es probable que "la lmpara de Dios" (1 Sam. 3: 3) no hubiera sido el
candelero. Tambin es posible que El no hubiera sido tan cuidadoso en seguir
el ritual prescrito como debiera haberlo sido. As como deba siempre haber un
sacrificio sobre el altar y pan sobre la mesa, tambin deba haber siempre 822
una lmpara encendida. Aun durante el da, la luz natural no era suficiente
como para que los sacerdotes realizasen el ritual diario, dentro de una tienda
tan cubierta y sin ventanas.
5.
Doce tortas.
Se dan aqu las instrucciones especficas para la preparacin y el uso del pan
de la proposicin, ya mencionado tres veces (Exo. 25: 30; 35: 13; 39: 36).
Cada torta era hecha de 4,4 litros de flor de harina. No se dice nada en
cuanto a si este pan se haca con levadura o sin ella, pero el hecho de que se
lo pusiera delante del Seor en el primer compartimento pareciera implicar que
no se usaba levadura. Puesto que era algo as como una oblacin continua (Nm.
4: 7), deba regirse por las reglas de las oblaciones, y por lo tanto debe
haberse hecho sin levadura (Lev. 2: 4, 11). Josefo declara especficamente que
no se usaba levadura (Antigedades iii. 6.6). En tiempos posteriores, se
consider que la preparacin y el arreglo de las tortas era trabajo de los
levitas (1 Crn. 9: 32).
6.
Dos hileras.
7.
Incienso puro.
8.
Cada da de reposo.
Segn el Talmud, el pan de la proposicin era quitado una vez por semana, el
da sbado, por cuatro sacerdotes. Dos sacaban el pan, y dos los vasos de
incienso. Cuando estaban listos para sacar el pan y los vasos, entraban cuatro
sacerdotes del nuevo turno que iniciaba su servicio, llevando el nuevo pan y
dos vasos de incienso. Los que traan el nuevo pan se colocaban al lado norte,
mirando hacia el sur; los que sacaban el pan, se ponan al lado sur, mirando
hacia el norte. Cuando un sacerdote quitaba los panes, el que estaba en frente
pona los nuevos. Se tena cuidado de no quitar lo viejo hasta que lo nuevo
estuviese listo para ser colocado. D esta manera siempre haba pan sobre la
mesa. El pan viejo era entonces comido por los sacerdotes como la porcin que
les perteneca. Lo hacan dentro del recinto sagrado del santuario. Fue de
este pan del que Abimelec dio a David y a sus hombres (1 Sam. 21: 4-6; Mat. 12:
3, 4).
Este pan con frecuencia era llamado el "pan de la Presencia" (BJ) y simbolizaba
a Cristo, el verdadero pan de vida (Juan 6: 51). El pan tambin daba
testimonio de que Israel dependa constantemente de Dios para que l supliera
todas sus necesidades, tanto espirituales como temporales (ver Mat. 6: 31-34).
La mesa estaba siempre puesta; su provisin se renovaba todas las semanas.
Como la llama de las lmparas del candelero suba hacia el cielo, as tambin
el incienso sobre la mesa de los panes de la proposicin ascenda como perfume
agradable al Dador de toda cosa buena.
No hay ms que un corto paso entre la mesa del Seor en el santuario y la mesa
del Seor en el NT. Los sacerdotes participaban del pan que representaba a
Aquel que descendi del cielo; nosotros comemos del pan que Cristo afirm ser
su cuerpo (1 Cor. 11: 24).
10.
El hecho de que el joven era hijo de un egipcio y que "sali entre los hijos de
Israel", indica que aunque no se le permita acceso al campamento propiamente
dicho, haba entrado en l. Se haba producido una ria, y el joven blasfem el
nombre del Seor. Puesto que no perteneca al campamento y era considerado
extranjero, fue puesto en una prisin hasta que se conociera la voluntad del
Seor, es decir hasta que se determinara cmo deban aplicarse las leyes de
Israel a una persona que era extranjera, al menos en parte. Al entrar por
primera vez en el campamento, lo haba hecho con el propsito de levantar all
su tienda(PP 431).
11.
Blasfem.
22.
Un mismo estatuto.
El incidente mencionado en los vers. 10-14 dio lugar a que se aclararan ciertas
leyes civiles, especialmente en cuanto a su aplicacin al "extranjero" (ver
Exo. 21: 12, 24, 33). Dios perdona el pecado, cualquiera que sea, pero los
delitos civiles no pueden resolverse sobre esta base. Israel era tanto nacin
como iglesia, y Dios dio reglas para ambas. Si un hombre mata a otro, Dios en
su misericordia lo perdonar cuando se arrepienta. En realidad, no importa el
pecado que pueda cometer un hombre; por atroz que haya sido, puede recibir la
abundante misericordia divina. Dios conoce el corazn y por eso puede
perdonar, y aun olvidar. Pero si el castigo fuese suspendido cada vez que un
823 hombre se arrepiente, todos los criminales pretenderan haberse arrepentido
a fin de escapar de la horca. Si se hiciese saber que el castigo sera
perdonado en caso de haber arrepentimiento, las prisiones no tardaran en
quedar vacas.
Algunos olvidan que aunque Dios perdona, generalmente no elimina el castigo por
la transgresin. David pudo pecar y arrepentirse; pero no escap a las
consecuencias de su pecado. Sufri mientras vivi. Un hombre infringe las leyes
de la vida, y cualquiera haya sido la transgresin, sin importar cun profundo
haya sido el pecado, Dios puede perdonar y lo har. Pero slo en circunstancias
muy raras el hombre puede escapar de las consecuencias naturales de lo que ha
hecho. Se lo perdona, pero generalmente debe sufrir por sus faltas.
El gobernante "es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme;
porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para
castigar al que hace lo malo" (Rom. 13: 4). La ley civil tiene su lugar. Por lo
tanto, la exigencia divina en cuanto al "ojo por ojo, diente por diente" no
debe ser puesta de lado como una mera disposicin del AT. Sobre este principio
se funda el gobierno hoy en da. Si no hubiese castigo para los malos, las
condiciones seran mucho peores de lo que son. "Porque los magistrados no estn
para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. Quieres, pues, no temer
la autoridad? Haz lo bueno" (Rom. 13: 3).
Pero si ha de haber castigo por lo malo cmo ser decidido ese castigo? La
respuesta es que el castigo debe adecuarse al delito. Por lo tanto, "el que
hiere a algn animal ha de restituirlo, animal por animal" (vers. 18). Esto
parece ser perfectamente justo. Esto es justicia y equidad.
5-9 PP 359
10, 11 PP 431
10-16 PP 432
20 DMJ 61
CAPTULO 25
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayis entrado en la tierra que
yo os doy, la tierra guardar reposo para Jehov.
3 Seis aos sembrars tu tierra, y seis aos podars tu via y recogers sus
frutos.
8 Y contars siete semanas de aos, siete veces siete aos, de modo que los
das de las siete semanas de aos vendrn a serte cuarenta y nueve aos.
27 entonces contar los aos desde que vendi, y pagar lo que quedare al
varn a quien vendi, y volver a su posesin.
31 Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor sern estimadas
como los terrenos del campo; podrn ser rescatadas, y saldrn en el jubileo.
44 As tu esclavo como tu esclava que tuvieres, sern de las gentes que estn
en vuestro 825 alrededor; de ellos podris comprar esclavos y esclavas.
45 Tambin podris comprar de los hijos de los forasteros que viven entre
vosotros, y de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que estn con
vosotros, los cuales podris tener por posesin.
48 despus que se hubiere vendido, podr ser rescatado; uno de sus hermanos lo
rescatar.
55 Porque mis siervos son los hijos de Israel; son siervos mos, a los cuales
saqu de la tierra de Egipto. Yo Jehov vuestro Dios.
2.
El sbado semanal fue hecho para el hombre. Ahora Dios anuncia un descanso
sabtico tambin para la tierra. Deba cesar todo trabajo con la tierra, y sta
deba descansar. Lo que creca de por s poda ser usado por cualquiera, rico o
pobre, o aun extranjero.
8.
10.
El ao cincuenta.
15.
Nadie poda vender tierra a perpetuidad, sino slo hasta el ao del jubileo. En
ese ao, todas las tierras volvan a sus dueos originales. Esto no causaba
problemas para el que haba comprado la propiedad y ahora deba devolverla,
puesto que la haba comprado sabiendo claramente que deba devolverla en el ao
del jubileo. De manera que si un hombre venda su propiedad cinco aos antes
del ao del jubileo, no reciba mucho dinero por ella; pues slo quedaban pocas
cosechas antes de ese ao.
20.
Qu comeremos?
Cmo podra subsistir Israel durante todo un ao, o posiblemente dos, sin
cultivar sus campos ni juntar las cosechas? Dios lo haba previsto.
23.
La tierra ma es.
24.
Rescate a la tierra.
25.
29.
Casa de habitacin.
31.
35.
Cuando tu hermano.
39.
Un israelita vendido para servir a otro no deba ser tratado como esclavo sino
como siervo asalariado. No deba tratrselo duramente y se lo deba liberar en
el ao del jubileo. No era necesario que un siervo aguardase el ao del jubileo
para ser rescatado. La ley dispona que fuese soltado luego de cualesquiera
seis aos de servicio, si as lo deseaba (Exo. 21: 1-6).
47.
Se vendiere al forastero.
Un israelita empobrecido que se haba vendido para ser esclavo poda redimiese,
l mismo, si le resultaba posible, o ser redimido por otro aunque el dueo no
fuera israelita. El precio pagado variaba segn los aos restantes hasta el ao
del jubileo, porque en ese ao automticamente quedara libre. De modo que
tanto el precio pagado por el esclavo como el rescate pagado por l, se
calculaban segn el perodo 827 de servicio que mediaba hasta el ao de
liberad.
4 FE 323
4, 5 Ed 41; PP 571
5 PP 571
8-11 PP 574
8-13 Ed 40
10 MC 139
14 MC 141
17 DTG 509
21, 22 PP 572
23 PP 574
23-28 MC 139
25 DTG 294
35 MC 140
40 PP 574
CAPTULO 26
34 Entonces la tierra gozar sus das de reposo, todos los das que est
asolada, mientras vosotros estis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra
descansar entonces y gozar sus das de reposo.
35 Todo el tiempo que est asolada, descansar por lo que no repos en los
das de reposo cuando habitabais en ella.
37 Tropezarn los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque
nadie los persiga; y no podris resistir delante de vuestros enemigos.
43 Pero la tierra ser abandonada por ellos, y gozar sus das de reposo,
estando desierta a causa de ellos; y entonces se sometern al castigo de sus
iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio
de mis estatutos.
44 Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los
desechar, ni los abominar para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos;
porque yo Jehov soy su Dios.
46 Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableci Jehov entre s
y los 829 hijos de Israel en el monte de Sina por mano de Moiss.
3.
Si anduviereis.
Este captulo de Levtico contiene una profeca condicional que indica las
bendiciones que se derramaran sobre Israel si obedeca, y los castigos que
seguiran a la desobediencia. Muchas de estas profecas se cumplieron en forma
notable.
4.
Lluvia en su tiempo.
Sin embargo, Dios les advirti que la lluvia no caera sin falta, sino que no
habra lluvia (Deut. 11: 17) si ellos se apartaban de l para adorar a los
dolos. Esto se cumpli en los das de Acab (1Rey. 17: 1).
14.
Pero si no me oyereis.
El primer paso del quntuplo castigo por la rebelin persistente aparece en los
vers. 14-17. Toda la historia de Israel atestigua del cumplimiento de esta
amenaza.
18.
En los vers. 18-20 (ver tambin Deut. 28: 23, 24) se describe el segundo paso.
Esta amenaza hall su cumplimiento repetidas veces en la historia de Israel. En
tiempos de Hageo, Dios explic a su pueblo la razn por la cual haba retenido
la lluvia: "Por cuanto mi casa est desierta, y cada uno de vosotros corre a su
propia casa" (Hag. 1: 9-11).
21.
En los vers. 21, 22 aparece el tercer paso. Un ejemplo del cumplimiento de esto
aparece en 2 Rey. 17: 25; otro en Juec. 5: 6.
23.
25.
Dios haba establecido un pacto con Israel, y si ellos no cumplan su parte del
mismo, enviara sobre ellos espada y tambin pestilencia. Ezequiel repiti esta
amenaza (Eze. 5: 12), que fue cumplida en la destruccin de Jerusaln por
Nabucodonosor, y ms tarde por los romanos.
26.
Dez mujeres.
El hambre sera tan intensa y el pan tan escaso que slo se necesitara un
horno donde antes se haban usado diez.
27.
31.
33.
A vosotros os esparcir.
No slo en cautividad, por los asirios, babilonios y romanos, sino tambin por
dispersin en diferentes comarcas. (Vase en el tomo 5 el artculo general "Los
judos del primer siglo cristiano", parte V, subttulo "La dispora".)
34.
Dios haba mandado que la tierra descansara cada siete aos. Parece haberse
hecho esto durante algn tiempo, pero luego la costumbre se perdi. Sin duda,
algunos pensaron que podan enriquecerse rehusando dejar descansar la tierra
cada sptimo ao. Pero como resultado, perdieron la tierra por completo. Dios
conserv el registro del tiempo durante el cual la tierra haba sido privada
del descanso sabtico. Y cuando vino la destruccin con la llegada de los
caldeos, la tierra recibi "reposo" en compensacin del tiempo de la
transgresin (2 Crn. 36: 21). Los setenta aos sugieren que durante 490 aos
la tierra no haba observado su "reposo".
40.
Y confesarn su iniquidad.
Durante el transcurso de los siglos, los judos han sufrido grandemente, y esta
generacin presente no constituye una excepcin. Pero Dios no ha 830
desamparado a ningn judo que est dispuesto a "confesar" sus pecados. La
nacin podr ser rechazada, pero todo aquel que se vuelva a Dios an puede
obtener la salvacin.
A fin de que los cristianos gentiles no se jacten de esto, ni piensen que estn
en una posicin ms favorecida, recuerden que Dios no hace acepcin de personas
(Hech. 10: 34; Rom. 11 : 20, 2 1). Las condiciones de la salvacin son las
mismas para todos, Dios es estricto y Dios es misericordioso; para todos por
igual.
3-6 Ed 136
4-17 PP 576
5, 6, 19-21 3JT 80
21 PR 316
24 2T 154, 661
28, 33 PR 316
CAPTULO 27
1 Estimacin del valor de las personas que hacen voto especial. 9 Estimacin
del valor de un animal dedicado por voto. 14 Estimacin de una casa dedicada
por voto. 16 Estimacin de la tierra dedicada a Jehov y su rescate. 28 Las
cosas consagradas dedicadas a Jehov no podan rescatarse. 32 El diezmo no
poda ser cambiado.
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciera especial voto a
Jehov, segn la estimacin de las personas que se hayan de redimir, lo
estimars as:
8 Pero si fuere muy pobre para pagar tu estimacin, entonces ser llevado ante
el sacerdote, quien fijar el precio; conforme a la posibilidad del que hizo el
voto, le fijar precio el sacerdote.
9 Y si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a Jehov, todo lo que de los
tales se diere a Jehov ser santo.
21 sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra ser santa para Jehov,
como tierra consagrada; la posesin de ella ser del sacerdote.
34 Estos son los mandamientos que orden Jehov a Moiss para los hijos de
Israel, en el monte de Sina.
2.
Un voto es una promesa solemne hecha a Dios de realizar algn servicio para l,
de ofrecer un presente o de efectuar algn sacrificio. En tiempos del AT los
votos se hacan a menudo cuando los hombres estaban en angustia o peligro, o
deseaban recibir un favor de parte de Dios. Hacan el voto a condicin de que
Dios les diera lo solicitado. As Jacob prometi que si Dios lo bendeca, lo
haca prosperar y lo llevaba de vuelta a su tierra, servira a Jehov (Gn. 28:
20-22). David hizo un voto incondicional (Sal. 132: 2-5).
El voto ideal nace del corazn rebosante de amor hacia Dios y posedo del
sincero deseo de hacer algo por l, sin pensar en la recompensa. Este es el
espritu que llev a los hombres de la antigedad a ofrecer holocaustos a Dios.
Los votos eran enteramente voluntarios. Dios no los exiga. "Cuando te
abstengas de prometer, no habr en ti pecado"; pero si un hombre haca un voto,
Dios esperaba que lo cumpliese (Deut. 23: 21-23).
A veces los hombres, bajo la presin de las circunstancias, hacen votos que, al
reflexionar bien, saben que no pueden cumplir. Es a esto a lo que se refiere el
sabio cuando dice: "Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de
consagracin, y despus de hacerlo, reflexionar" (Prov. 20: 25). Se podra
interpretar que esto significa que es necedad hacer un voto en forma apresurada
y luego lamentar haberlo hecho. Antes de hacer el voto, la persona debera
haber reflexionado en cuanto a la conveniencia de hacerlo. Encontramos un
ejemplo de esto en el voto de los judos que haban jurado no comer ni beber
"hasta que hubiesen dado muerte a Pablo" (Hech. 23: 12). El voto de David de
que ni entrara a su casa ni dormira hasta haber encontrado lugar para la casa
de Dios parece tambin un tanto apresurado (Sal. 132: 2-5). El voto de Jeft
fue hecho apresuradamente (Juec. 11: 34-40).
Dios saba que los hombres haran votos que no seran capaces de realizar. No
deseaba desalentar a los hombres de que hiciesen votos, ni deseaba librarlos de
cumplir los votos ya hechos. Por lo tanto proporcion una salida por la cual
pudiesen anular la obligacin. Este captulo trata de la redencin de los
votos.
De acuerdo con este plan, un voto poda redimiese mediante el pago de dinero,
segn una escala preestablecida. Si en el voto estaba implicado un animal de
sacrificio, no poda 832 pagarse el valor del animal, sino que ste deba ser
ofrecido sobre el altar. Pero todos los otros votos podan "redimirse".
3.
Lo estimars.
La suma a pagarse por la redencin de una persona haba sido establecida por
Dios, y se ajustaba a una escala graduada basada en el sexo y la edad de la
persona a redimiese. Para un varn este precio era de 5 siclos por un nio de
hasta 5 aos; 20 siclos, hasta los 20 aos; 50 siclos hasta los 60 aos; y por
encima de esa edad, 15 siclos. Para la mujer, el precio era aproximadamente la
mitad de estos valores. Sin embargo, si la persona era pobre, no era necesario
atenerse estrictamente a esta escala, porque el precio de la redencin poda
ser computado por el sacerdote de acuerdo con la capacidad pecuniaria de la
persona. Debe notarse que aunque exista diferencia en los precios de
redencin, esa diferencia se deba a la edad y no a la categora. El sumo
sacerdote no era estimado de ms precio que el jornalero comn.
9.
Y si fuere animal.
Cuando se prometa o dedicaba un animal limpio, ste se tornaba "santo" y no
poda ser trocado ni redimido. Deba ser sacrificado. El que lo haba prometido
podra desear cambiarlo por un animal mejor, o acaso por uno peor. Ninguno de
los dos trueques poda hacerse. Si se descubra esta permuta, los dos animales
eran considerados "santos" y ambos deban ser sacrificados.
14.
Dedicare su casa.
16.
La tierra de su posesin.
20.
La tierra se vendiere.
22.
26.
Los primognitos de todos los animales pertenecan a Dios, y nadie poda darle
a Dios lo que ya era suyo. Ellos ya le pertenecan (Exo. 13: 2, 12; 22: 30).
Sin embargo, poda redimirse un animal inmundo. Si no se rescataba el animal,
deba ser vendido.
28.
30.
El diezmo de la tierra.
Puesto que ya perteneca a Dios, el diezmo no poda ser dedicado. El diezmo del
grano poda ser rescatado, pero no as el del ganado (vers. 33).
31.
32.
Los escritores rabnicos dan la siguiente explicacin: cuando una persona tena
que dar a Dios el diezmo de sus ovejas o de sus terneros, encerraba todo el
rebao en un corral en el cual haba una salida angosta, slo capaz de permitir
salir a los animales uno por uno. El dueo que estaba por dar el diezmo al
Seor se ubicaba junto a esa salida teniendo en la mano una vara mojada en
bermelln u ocre rojo. Las madres de estos corderos o terneros estaban fuera
del recinto. Cuando se abra la puerta, los animalitos corran en busca de sus
madres. Al pasar los animales por la puerta, el dueo dejaba pasar nueve y
tocaba al dcimo con su vara, dejndole una marca de color. No importaba que el
animal fuese de calidad inferior o flaco, perfecto o defectuoso, era recibido
como legtimo diezmo.
34.
30 CMC 70,76; COES 146; Ed 41; HAp 61, 270; 1JT 546; MJ 306
32 3T 546 837