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Misterios de La Antártida

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Misterios de la Antrtida

En 1929 el Palacio de Topkapi, en Estambul, Turqua, estaba en proceso de ser convertido en museo. Un grupo de eruditos que trabajaban clasificando material en la seccin de archivos del Imperio otomano hizo un descubrimiento notable: una seccin de un mapa de principios del siglo XVI estaba basada, en apariencia, en cartas dibujadas por Cristbal Coln en su viaje al Nuevo Mundo. El hallazgo fue presentado a la comunidad cientfica dos aos despus por el orientalista alemn Paul Kahle en el decimoctavo congreso de la especialidad, causando una profunda impresin. El portulano presentaba una inscripcin particularmente relevante: Las costas e islas de este mapa fueron obtenidas del mapa de Coln. De acuerdo a la investigacin subsecuente, la historia del mapa comenz en 1501, nueve aos despus del descubrimiento de Coln, cuando Kemal Reis, capitn de la flota otomana, captur siete naves cerca de las costas de Espaa y descubri, mediante interrogatorio a las tripulaciones, que uno de ellos, que haba viajado con el Almirante hacia el Nuevo Mundo, posea un mapa dibujado por Coln en persona. Kemal envi el marino a su sobrino Piri, tambin capitn naval y cartgrafo. En 1511 Piri Reis comenz a disear un nuevo mapa que contendra todos los recientes descubrimientos ibricos. Us unas veinte fuentes cartogrficas, de las cuales se conoce la procedencia de catorce: cuatro (por entonces novedosas) cartas portuguesas, ocho ptolemaicas, una rabe y la colombina entregada por el marino espaol capturado. La carta arbiga describa la India; las portuguesas, Amrica, el Ocano ndico y China; la de Coln, el Caribe. Pero no se ha determinado an a que cartas ptolemaicas se refera. En 1517 present su mapa al sultn Solimn el Magnfico, que, impresionado, lo retribuy ascendindolo a almirante. En 1521 produjo otra contribucin a la cartografa mundial: una cartilla de gua a las costas e islas del Mar Mediterrneo, publicada bajo el nombre de Kitab-i Bahriye (El libro del marinero). Inclua un recuento del descubrimiento del Nuevo Mundo por Coln, virtualmente idntico a una extensa descripcin en el lado izquierdo del portulano. Esta obra fue de suma ayuda para los peritos que intentaban determinar la autenticidad del mapa de Piri Reis, que llegaron a una conclusin positiva. Piri Reis se retir a Galpoli, y trabaj durante los siguientes tres aos, reduciendo los mapas fuente a una misma escala, lo que era una labor muy dificultosa. Al terminarla, agreg esta inscripcin: El autor de esto es el humilde Piri ibn Hajji Muhammad, conocido como el sobrino de Kemal Reis, en la ciudad de Galpoli en el Sagrado Mes de Muharram del ao 919 [1513 cristiano] . Hasta el descubrimiento del mapa de Piri Reis haba nicamente dos fuentes cartogrficas ambas indirectas para comprender cul era la visin de Cristbal Coln sobre sus propios descubrimientos. Una de stas era un boceto recogido en un cdice de 1522 por Alessandro Zorzi, cartgrafo de Venecia, que dijo que se basaba en un mapa trado por Bartolom Coln (hermano del descubridor) en 1506. Pero el mapa de Zorzi contena informacin que en ese ao era desconocida y por lo tanto no puede usarse para deducir cmo eran los conceptos geogrficos del Almirante, aunque muestre al Nuevo Mundo como una parte de Asia.

El nico otro mapa superviviente de la poca es el dibujado por Juan de la Cosa, miembro de la primera expedicin colombina de 1492, que posteriormente navegara tambin con Amrico Vespucio. Pero este mapa datado en 1500 muestra correctamente Cuba como una isla, mientras que Coln no slo opinaba que Cuba era una pennsula asitica sino que se lo hizo jurar a sus tripulantes por miedo a las consecuencias que el hecho de haber arribado a una isla y no a un continente podra causar en su reputacin, ya que la expedicin haba zarpado de Espaa con el propsito de hallar una ruta a las Indias a travs del Atlntico. De todos modos se tiene la certeza de que Coln saba muy bien a dnde iba. El mapa y sus relatos debieron haber sido muy tiles al gobierno otomano: demostraban que las nuevas rutas descubiertas por los exploradores hispanos y lusitanos suponan una amenaza para el dominio turco de los mares del Ocano ndico y el Golfo Prsico. Muchos aos despus, en 1551, el mismo Reis fue puesto al mando de una flota con la misin de ahuyentar a las fuerzas portuguesas que frecuentaban el Golfo. Es por estos motivos que la conferencia de Paul Kahle en 1931 sobre el mapa sorprendi tanto a su audiencia y tuvo una repercusin tan grande. Pareca casi milagroso que el nico

registro cartogrfico directo del mayor descubrimiento de todos los tiempos se hubiera preservado en una biblioteca de Estambul, y que debamos su conservacin a un pirata de la marina otomana. Sin embargo, a pesar de la dimensin del hallazgo documental, su atraccin se disip rpidamente. Pocos investigadores desde la poca de Kahle han examinado con detalle los componentes colombinos del mapa de Reis, y la cuestin de hasta qu punto representa las ideas del descubridor no est resuelta en absoluto. Imago Mundi, por ejemplo, una de las ms importantes revistas sobre la historia de la cartografa, jams dedic un artculo propio al mapa de Piri Reis. Hay una hiptesis que intenta correlacionar el contorno inferior del mapa de Piri Reis con el de la costa patagnica argentina y las Islas Malvinas. Otra hiptesis, menos aceptada, intenta correlacionar el contorno americano del mapa de Piri Reis con el de la costa venezolana y brasilea. La mayora de los eruditos considera que las alegadas similitudes del perfil meridional del mapa de Reis con el de la costa antrtica son en extremo tenues y casuales. Durante siglos, antes del descubrimiento del continente helado en el siglo XIX, los cartgrafos haban dibujado una gran masa austral de tierra (la Terra Australis Incognita) basados en la presuncin de simetra exigida por Aristteles y Eratstenes, entre otros naturalistas griegos. Terra Australis (de forma completa en latn Terra Australis Ignota o Terra Australis Incognita, Tierra Desconocida del Sur) fue un continente imaginario con orgenes en la Grecia clsica que sola aparecer en los mapas europeos a partir del siglo XV y hasta el siglo XVIII. El concepto fue introducido por Aristteles y por Eratstenes sobre la base de prejuicios relacionados con la simetra geomtrica. Sus ideas fueron posteriormente extendidas por Ptolomeo, un cartgrafo griego del siglo I, que crea que el ocano ndico estaba cerrado por una masa de tierra al sur. Cuando, durante el Renacimiento, Ptolomeo se convirti en la principal fuente de informacin para los cartgrafos europeos, este continente empez a aparecer en sus mapas. Aunque los viajes de exploracin fueron haciendo que se redujese la masa de tierra del alegado continente, los cartgrafos continuaron pintndolo en sus mapas y los cientficos defendieron esta opcin con los usuales argumentos aristotlicos tales como que debera haber una gran masa de tierra en el hemisferio sur que hiciera de contrapeso a la masa conocida en el hemisferio norte.

Era frecuente que este continente se dibujara alrededor del Polo Sur, pero con una superficie mucho mayor que la actual Antrtida y extendindose mucho ms al norte. Por ejemplo, Fernando de Magallanes en 1520 crey que la isla Grande de Tierra del Fuego era parte de esta Terra Australis Incognita. Nueva Zelanda, descubierta por Abel Tasman en 1642, as como Australia, tambin fueron consideradas como parte de esta mtica masa terrestre. El 30 de abril de 1606 Pedro Fernndez de Quirs tom posesin de todas las tierras del Sur hasta el Polo para la Corona de Espaa en la isla de Espritu Santo, en Vanuatu, a la que llam Austrialia del Espritu Santo pensando que era parte de la Terra Australis Incognita. A inicios del siglo XVI marinos espaoles como Francisco de Hoces (quien descubri el pasaje luego llamado de Drake) y Gabriel de Castilla, ubicaron concretamente las costas de la an entonces llamada Terra Australis Incognita en las latitudes reales. El concepto de esta mtica tierra meridional fue finalmente corregido por James Cook. En su primer viaje circunnaveg Nueva Zelanda mostrando que no era parte de un continente mayor. En su segundo viaje circunnaveg el globo a una elevada latitud sur (en algunos lugares incluso cruzando el crculo polar antrtico) con lo que mostr que si hubiera un continente en el hemisferio sur ste debera estar confinado en zonas polares y no en regiones de clima templado como se haba pensado. En tiempos modernos se ha usado en ocasiones el trmino Terra Australis como sinnimo del continente australiano. La masa meridional del mapa de Reis podra ser una continuacin de esta tradicin. En un principio se crea que el extremo sur de Sudamrica y el de, una vez descubierta, Australia, deban estar unidos a esta gran tierra polar, de la que se pensaba que era mucho mayor de lo que es el verdadero continente blanco. Se ha sugerido que la supuesta Antrtida que figura en la parte meridional del mapa no es otro perfil que el de la costa patagnica oriental, girada en sentido anti-horario unos noventa grados debido a los mapas portugueses en los que Reis se bas. Entre los navegantes de la pennsula ibrica era comn el modificar substancialmente la longitud posicional de los territorios para situarlos a un lado u otro del lmite asignado por el Tratado de Tordesillas. Otra de

las limitaciones poda proceder del espacio disponible en la piel de gacela que sirve de sustrato al dibujo. En efecto, pudo darse el caso de que Piri Reis, o el escriba que copi su obra, reparase en que al llegar al Ro de la Plata, se estaba acabando la valiosa piel de gacela. En este momento podra haber girado la lnea costera hacia el este y haber descrito un semicrculo que cupiera en el cuero. Este tipo de prcticas eran muy habituales en la poca. Una examen minucioso del borde costero apoya esta visin, revelando representaciones de las bocas y angosturas del Estrecho de Magallanes y zonas aledaas, los principales golfos y bahas, y las Islas Malvinas (el archipilago cuya isla principal es llamada por Reis isla de Sare); la zona de la gran baha o golfo intermedio correspondera al Ro de la Plata, y el punto ms oriental de la costa, al extremo meridional de Argentina, en Tierra del Fuego. Adems, las anotaciones del mapa, que indican que el rea es calurosa y habitada por serpientes, no encajan en la suposicin de que se trata de la Antrtida, pero s en la hiptesis patagnica. Al mismo tiempo, una nota sobre las alegadas Malvinas dice que all la primavera llega antes, lo cual no es cierto para los territorios insulares al sur de la Convergencia Antrtica.

Gregory McIntosh, un historiador de la ciencia cartogrfica, examin el mapa en detalle y public sus resultados en The Piri Reis Map of 1513 (Atenas y Londres: University of Georgia Press, 2000). All sostiene que la fuente colombina que Reis menciona fue usada para dibujar el Caribe, ya que esta zona es, en efecto, de excepcional importancia. En su extremo noroeste se halla una gran isla llamada La Espaola (hoy Hait y la Repblica Dominicana), descubierta por Coln en su primer viaje y donde haba establecido una colonia, indicada en el mapa con tres torres. Inmediatamente al sur de La Espaola se ve Puerto Rico, y al noreste un conjunto de islas que llama ndizi Vrgine (Las Once Vrgenes). Dado que este nombre es claramente italiano, no portugus ni espaol, evidencia el origen colombino de este sector. En efecto, muchos de los nombres de puertos y accidentes geogrficos usados por Reis se encuentran tambin en textos colombinos. Por lo tanto tampoco esta zona se basara en mapas de la Antigedad remota. Es evidente que Coln deform La Espaola en sus mapas, hacindola quedar completamente desproporcionada con respecto a Brasil y orientada de norte a sur en vez de este a oeste. De esa manera quedaba sorprendentemente parecida a las representaciones convencionales del Cipango (Japn)

de Marco Polo que se ven en los mapas de Martin Behaim o Paolo Toscanelli, que Coln utiliz. El Almirante, al menos en su primer viaje, se dice que estaba convencido de haber hallado aquel territorio fabuloso, y habra dibujado su Espaola con esta forma para apoyar su tesis. Un elemento an ms importante para reafirmar el origen colombino de esta zona del mapa frente a su supuesto origen ms antiguo es que la verdadera isla de Cuba no aparece en ningn mapa colombino, pues aparentemente Coln pensaba al principio que el territorio continental americano era una parte de Asia, y lo dibuj como tal. En el mapa de Piri Reis, la proyeccin continental que se halla frente a La Espaola es, con toda seguridad, Cuba; y aparece de norte a sur tal y como Coln crea, influenciado por las descripciones de Marco Polo sobre Catay. Dado que Coln pensaba que haba hallado la costa asitica, lgicamente dibuj el continente de esta manera, segn la representacin convencional. De hecho, todo sector continental en el extremo noroeste est etiquetado con topnimos que en los viajes colombinos fueron asignados a lugares cubanos. McIntosh afirma que el mapa muestra dos grupos de Islas Vrgenes porque Piri Reis las tom de dos mapas distintos sin advertir que representaban lo mismo. La delineacin de la costa brasilea en la carta de Piri Reis es mucho ms precisa que la caribea. La relacin y distancia entre Sudamrica y la costa africana occidental, por ejemplo, es mucho ms correcta que en la mayora de mapas europeos de su poca. Los nombres que aparecen en esa zona, claramente transliterados del italiano y el castellano, quedan ntidamente asociados a los informes de viaje de Amrico Vespucio y otros. Pero el rea caribea del mapa es tremendamente imprecisa. El estadounidense Charles Hapgood intent hacerla encajar postulando una proyeccin equidistante desde un punto de origen prximo a El Cairo, diciendo que la isla que aparece claramente identificada como La Espaola es en realidad Cuba y reorientando todas las regiones caribeas del mapa. Esta tesis ha sido recibida con escepticismo por la comunidad cientfica, y se le ha acusado de deformar la realidad para adaptarla a la teora. Charles Hapgood era un acadmico estadounidense que desarroll la hiptesis del cambio de polos catastrfico. La teora sugiere que el eje de rotacin de la Tierra se ha desplazado en numerosas ocasiones en la historia geolgica. Ese hecho crea calamidades sobre la Tierra, como las inundaciones en masa, terremotos, y la congelacin instantnea. Charles Hapgood fue un graduado de Harvard y amigo de Albert Einstein. De hecho, Einstein se sinti muy intrigado por la investigacin de Hapgood y escribi el prlogo de uno de sus libros discutiendo el tema. Charles Hapgood basa muchas de sus ideas en los mapas de archivo, que segn l demuestra a la Antrtida con el libre flujo de los ros. Un ejemplo es el mapa de Piri Reis, que muestra un vasto continente similar a la forma de la Antrtida. Hapgood argument que la seccin del Caribe en el mapa fue girada casi 90 grados desde la parte superior de Amrica del Sur, dando a la Tierra una alternativa norte. l tambin uso los datos paleontolgicos de los mamuts lanudos y otras especies de animales antiguos, que se han encontrado en el Polo Sur, congelados y con vegetacin sin digerir en su estmago. Esto podra sugerir un solo evento cataclsmico ocurrido con tal fuerza que mat sbitamente a estas especies.

La teora de Charles Hapgood es que la Tierra ha pasado por tres desplazamientos masivos de la corteza en los ltimos 100.000 aos, y, segn sus datos, la ltima fue hace aproximadamente 12.000 aos. Uno de los detalles topogrficos ms sorprendentes, y de los que han causado ms discusiones, es la presencia de una cadena montaosa a lo largo de Sudamrica, que Hapgood identific como los Andes. Los ros que parten de ella, lgicamente, se consideran el Amazonas, el Orinoco y el Ro de la Plata; y el animal con dos cuernos que se halla junto a las montaas, segn Hapgood, es una llama. Sin embargo, el mapa de Piri Reis no es el primero en mostrar montaas en el interior de Sudamrica. El Planisferio de Caverio (Biblioteca Nacional de Pars) y la carta de Martin Waldseemller de 1507 dibujan la costa este de Sudamrica aunque esquemticamente y una cadena montaosa adornada con rboles. El mapa de Caverio se dibuj entre 1504 y 1505, mucho antes de que se explorara esa zona del interior. Existe una similitud extraordinaria entre este mapa y el de Piri Reis, por lo que cabe suponer que el uno se basa en el otro. Piri Reis podra haber tenido acceso tambin a los mapas de Waldseemuller (1507), Clareanus (1510) y Johannes de Stobnicza (1512). Todos estn relacionados entre s y, casi sin duda, se derivan del mapa de Caverio. En particular, el mapa de Johannes de Stobnicza pudo haber sido accesible para Piri Reis, pues fue impreso en Cracovia en una edicin de Claudio Ptolomeo en 1512, un ao antes del dibujo del pirata turco. Este podra ser uno de los mapas que llam dibujados en la poca de Alejandro el Grande (356-323 a. C.) a que hace referencia el propio Reis, cayendo en la confusin que exista entre los dos Ptolomeos (siendo el ms antiguo Claudio Tolomeo, astrnomo, matemtico y gegrafo griego, del siglo II a. C.).

La zona de la Antrtida y la costa hacia el este situadas en el extremo inferior fue crucial para las hiptesis de Hapgood. Pero, aunque ninguno de los mapas derivados del de Nicolo Caverio muestre un continente antrtico, otros grupos de mapas antiguos s lo hacen. A partir del siglo XV los cartgrafos frecuentemente incluyeron una gran masa meridional que una frica con Asia, haciendo del Ocano ndico un mar interior: esta nocin geogrfica se deriva de interpretaciones ptolemaicas de la Terra Australis. Cuando el portugus Hernando de Magallanes pas entre Sudamrica y la isla de Tierra del Fuego, a travs del estrecho que lleva su nombre, crey que la Isla se trataba del extremo norte del mtico territorio del que hablaban los griegos antiguos. No fue sino hasta el viaje de Francis Drake de 1578 cuando esta idea se corrigi. La bsqueda de la Terra Australis dur siglos, produciendo el descubrimiento de la gran isla que ahora lleva el nombre que tanto fascin a los cartgrafos renacentistas: Australia. Pero la Antrtida no se quiso manifestar a los grandes descubridores. Existen indicios de que fue avistada antes de su descubrimiento oficial en 1820, por ejemplo el relato de Amrico Vespucio desplazado 500 millas (unos 900 km) de su ruta por los vientos donde habla de una Tierra Vista: quizs las Islas Malvinas o tal vez la propia Antrtida. Algunos de los textos que dan soporte a esta hiptesis son presumiblemente apcrifos, pero la evidencia cartogrfica inmediatamente posterior tiende a apoyarla. En 1514, el ao posterior a la finalizacin del mapa de Piri Reis, dos barcos portugueses y otros dos holandeses informaron cosas parecidas. Si era o no la Antrtida es tema de discusin, pero no lo es el hecho de que un buque del siglo XVI bien construido y pilotado pudiera llegar muy al sur. Hapgood admite que hay unas 900 millas de la costa sudamericana que no aparecen en el mapa otomano.

Actualmente no existen evidencias histricas que sustenten que la carta de Reis procede de antiguas civilizaciones o de culturas desconocidas. El mapa de Piri Reis se considera actualmente una extraordinaria y bella compilacin de todo el conocimiento geogrfico de la Europa medieval tarda. El ex capitn de las Fuerzas navales britnicas, y experto cartgrafo Gavin Menzies en su libro 1421: The Year China Discovered The World, afirma que: La Hiptesis de 1421 presenta la teora de que la masa terrestre meridional del mapa de Reis es realmente la Antrtida y que est basada en cartas chinas anteriores. El almirante Hong Bao habra cartografiado esta costa a las rdenes del legendario almirante Zheng He unos setenta aos antes de que Coln descubriera Amrica. La expedicin habra tenido como objetivo colocar a todo el planeta bajo el control tributario del emperador chino. Pero la teora de Menzies ha sido desacreditada por la historiografa cientfica. Charles Hapgood no tard en poner en manos del Escuadrn de Reconocimiento Tcnico de la Fuerza Area de los Estados Unidos, encargada de la cartografa militar

norteamericana, una copia del mapa de Piri Reis con la intencin de comprobar la precisin de sus contornos. El 6 de Julio de 1960, el teniente coronel Harold Z. Ohlmeyer redact sus conclusiones. En ellas admita que la costa antrtica que representaba el mapa tuvo, forzosamente, que ser cartografiada antes de que fuera cubierta por la capa de hielo. Y aada que, en nuestros das, la capa de hielo en esta regin tiene ms de un kilmetro de grosor. Las precisiones del teniente coronel Ohlmeyer despertaron todas las alertas de los cientficos. Tal y como Hapgood no tard en calcular, las regiones antrticas cartografiadas por Reis estuvieron libres por ltima vez de hielos hace al menos 6.000 aos! Esto es, varios siglos antes de la fecha que, segn la arqueologa ortodoxa, surgieran los primeros vestigios de la cultura egipcia en el delta del Nilo. Y es que, si en el 4.000 a.C. no exista oficialmente ninguna civilizacin desarrollada sobre el planeta, cmo pudo haber alguien que cartografiara esas regiones hace tanto tiempo? Y lo que es ms, cul era la antigedad de los mapas en los que se bas Piri Reis para confeccionar su famosa carta marina? Por fortuna para nosotros, el Almirante Reis lo dej bien claro: l no invent su mapa, sino que se limit a copiar varios otros mapas antiguos a los que haba tenido acceso en la Biblioteca Imperial de Constantinopla. Segn el profesor Hapgood, muchos de los mapas custodiados en el siglo XVI en ese recinto haban llegado hasta all gracias a marineros fenicios. Tenemos evidencia -asegura Hapgood de que stos los consultaron y estudiaron en la gran Biblioteca de Alejandra (Egipto) y que esas compilaciones fueron hechas por gegrafos que trabajaron all. Tampoco hay que perder de vista que, durante la Tercera Cruzada, los venecianos asaltaron Alejandra y muchos de los marineros de ese puerto italiano comenzaron a manejar mapas de precisin justo a partir del ao 1204. Fue, pues, el saber acumulado en el antiguo Egipto el que copi Piri Reis en su mapa? Un pequeo detalle, denunciado por el cientfico francs Maurice Chatelain tiende a asentar esta tesis. Segn Chatelain, la deformacin que presentan las lneas de costa en el mapa de Piri Reis obedece a que esta carta representaba una proyeccin plana de la superficie esfrica de la Tierra tal y como podra ser vista hoy por un astronauta situado a una gran altura sobre Egipto. Efectivamente. Una foto de satlite tomada a 4.300 kilmetros sobre la vertical de El Cairo mostrara, exactamente, esa deformacin de las costas. Esto ha permitido a cientficos de la talla de Chatelain suponer que el mapa de Piri Reis es, en verdad, una copia de ensima generacin de un mapa antiqusimo realizado desde la vertical de la moderna ciudad de las pirmides de Gizh. Sea como fuere, la precisin del mapa de Reis no se detiene ah. El Almirante turco ubic en su longitud y latitud correctas Sudamrica y frica. Empresa, por cierto, nada fcil si tenemos en cuenta que hasta el siglo XVIII nuestros marineros no pudieron calcular con precisin las longitudes, al carecer de cronmetros que ofrecieran mrgenes de error de pocos segundos. No obstante, y para ser ecunimes, debe reconocerse que Piri Reis cometi ciertos errores, como repetir dos veces el curso del ro Amazonas o el de ignorar la existencia del ro Orinoco.

Sobre el primero, el profesor Hapgood atribuye el fallo a que el Almirante copi de mapas distintos dos veces el mismo ro; y lo demuestra argumentando que si bien uno de esos Amazonas recoge la isla de Marajo en su delta, el otro no lo hace porque est basado en una carta de hace 15.000 aos!, cuando todava Marajo estaba unida al continente. En cuanto al Orinoco, Hapgood disculpa a Piri Reis argumentando que, en lugar de este rio, el Almirante dibuj dos profundos entrantes en el continente que debieron transformarse en el ro hace tambin varios miles de aos. Las rotundas afirmaciones de Hapgood cortan el aliento an ms de dos dcadas despus de ser formuladas. De hecho, recientemente, idntica tesis ha sido retomada por el periodista e historiador Graham Hancock en su obra Fingerprints of the Gods, en la que pretende demostrar que hace ms de doce mil aos habit la Tierra una cultura muy desarrollada, cientfica y tecnolgicamente. Su libro, que ha merecido toda clase de crticas por haber pasado de largo investigaciones previas de expertos como Sitchin o Von Daniken, conduce hacia otros mapas antiguos que bebieron de las mismas misteriosas fuentes documentales que Piri Reis y que recogen las mismas cartografas imposibles preglaciales de la Antrtida, as como costas en su poca an no descubiertas. El ejemplo ms destacado es el mapa antrtico de Oronce Fin, trazado en 1531. Su descripcin del continente helado se ajusta casi totalmente a las cartografas de la Antrtida desarrolladas a partir de su descubrimiento oficial en 1818. Y es que Fin no slo dibuj detalles de sus costas no descubiertos hasta fechas recientes, sino que ubic correctamente el emplazamiento del Polo Sur, trazando su mapa gracias a cartas necesariamente elaboradas, siempre segn el profesor Hapgood, cuando las costas deban estar libres de hielos. Hapgood qued fascinado con este mapa. Llev copias

del mismo al doctor Richard Strachan, del Instituto Tecnolgico de Massachusetts (MIT), para su anlisis, confirmando que Fin copi su carta de otras anteriores y que las originales muestran el perfil de los ros antrticos con el aspecto que deban presentar hace, al menos, seis milenios, antes de que los depsitos de sedimentos modificaran parte de su aspecto. Pero Fin no fue el nico en copiar esos misteriosos antiguos mapas. Un contemporneo suyo, apodado Mercator, y al que muchos identifican con el clebre cartgrafo Gerard Kremer, traz un Atlas en 1569 en el que ubicaba con precisin lugares descubiertos muchos siglos ms tarde, como el Mar de Amudsen o el Mar de Bellinghausen. Lo cierto es que Mercator tuvo lazos muy estrechos con Egipto, llegando incluso a visitar la Gran Pirmide en 1563. Y no sera descabellado suponer que, fruto de esas conexiones, Mercator obtuvo los mapas o copias de los mismos, perdidas hoy, que le sirvieron de documentacin para su obra. Una obra, por cierto, que sirvi de gua doscientos aos ms tarde a Philippe Buache, un cartgrafo que tambin dibuj la Antrtida desprovista -esta vez en su totalidad de hielos. Un mapa que, por cierto, no ha podido imitarse hasta que los cientficos obtuvieron nuevos datos de este continente en 1958, con motivo del Ao Geofsico Internacional. No son los datos contenidos en estos mapas un claro indicio de la existencia de un saber muy anterior al que admite la historia? Cmo es posible que mapas de los siglos XVI al XVIII detallen con tanta precisin el continente antrtico, que oficialmente no fue descubierto hasta 1818? Y lo que es ms, cmo se explica que esos mapas lo dibujen sin hielos, cuando hasta hace 6000 aos sus costas estn totalmente congeladas? Algunos cartgrafos creen que se copiaron los mapas de cartas de navegacin diseadas en la oscura noche de los tiempos. Pero por quin?

Existe en muchas culturas un mito que cuenta y no termina las excelencias de aquellas islas que hoy estn recubiertas con una coraza de hielos de cientos y en ocasiones miles de metros de espesor y que llamamos la Antrtida. Pudo ser un conjunto de islas de clima templado, de exuberante vegetacin, donde la vida animal, y la humana tambin, por supuesto, fue un regalo. Hubo una civilizacin basada en la agricultura, pero con una avanzada tcnica. Seguramente, bajo los hielos impenetrables se esconden los campos de cultivo, los templos y las ciudades, sorprendidos en la fantasmagrica instantnea de un cataclismo total, un cambio del eje de la Tierra, por ejemplo, que hizo

desplazarse los polos y situ la Antrtida en otro lugar del globo, obviamente menos privilegiado: donde ahora se encuentra. Este relato parece extrado de una novela, pero, quiz no sea tan fantstico como aparenta a simple vista. Los sondeos realizados en los ltimos aos por gegrafos y gelogos han puesto de manifiesto que el contorno de las tierras antrticas es distinto al contorno de la masa de hielos que lo cubre; que el hielo ha ocupado mucha ms extensin, y en la actualidad podramos considerarla como un sombrero desmesuradamente grande sobre la verdadera tierra firme. Tambin los ros, montaas y dems accidentes geogrficos, representados en los misteriosos mapas primitivos, estn siendo confirmados en su existencia por las tcnicas modernas de exploracin. De estas realidades comprobadas hemos de deducir que, en efecto, el clima antrtico no fue como es; ni su situacin geogrfica la que hoy guarda con respecto a los polos magnticos de la Tierra. Luego debi, o por lo menos pudo ser, un continente habitado hace miles de aos. Es una lstima que los estudios realizados all no supongan todava un bagaje suficiente para permitirnos una visin de conjunto completa. Por ahora slo contamos con informaciones parciales, muy parciales, que aunque concuerdan de una manera asombrosa con los mapas y relatos antiguos, nos remiten a ellos inexorablemente, sin la posibilidad de un refrendo de la tecnologa actual. La primera expedicin cientfica, perfectamente pertrechada de medios y de hombres, que estableci sus observatorios en los suelos helados de la Antrtida, muchos cientos de kilmetros en el interior, fue la dirigida por el capitn Ritscher, y que explor el continente durante los aos 1938 y 39. Era una expedicin alemana por sus componentes y por su financiacin, y fue conocida por el nombre de Schwabenland. Penetraron en lnea recta en direccin al mismo polo Sur, partiendo del gran muro helado que supone la enorme barrera de hielos de un iceberg de kilmetros. Los pilotos sobrevolaron en varios de sus diversos viajes de exploracin una regin cercana al polo, en pleno corazn antrtico, que fue descrita como llena de ondulaciones, sin rastro siquiera de hielos y poblada de lagos. Los informes de la expedicin Schwabenland fueron acogidos con cierto estupor: Una zona sin hielos y con lagos dentro de la inmensidad helada, casi en el mismo polo? No resultaba lgico que el proceso normal de endurecimiento del clima, conforme se avanza desde los mrgenes antrticos hacia el centro, se viera interrumpido y sufriera una regresin hasta convertirse en un clima lo suficientemente templado para permitir la existencia de lagos lquidos y colinas erosionadas, cubiertas de verdor.

Por fuerza all deba hacer todava ms fro que en las regiones marginales. Pero la seriedad de un equipo de cientficos tan prestigioso prevaleci sobre toda duda. Haba que admitir aquella absurda realidad, esperando una confirmacin. Confirmacin que tard ocho aos en llegar, pero que lleg, avalada de suficiente documentacin y testimonios como para que no se discutiera. La expedicin mandada por el norteamericano almirante Byrd, en el ao 1947 y 48, bautiz el lugar con el nombre tan sugestivo de Jardn de la tierra de la Reina Mara. Los aviadores de Byrd, pilotando aviones adecuados a la misin que tenan encomendada, sobrevolaron sistemticamente el misterioso rincn y observaron con detenimiento las colinas cubiertas de coniferas, las manchas de musgo, anchas, diseminadas por doquier, y nada menos que 23 lagos de diferentes tamaos. Los hidroaviones se posaron sobre las aguas de los tres lagos mayores, los cuales, desde las alturas, aparecan coloreados de verde, rojo o azul. No haca fro, sino ms bien lo contrario. Los exploradores introdujeron sus manos en las aguas tranquilas y las removieron. Ofrecan una temperatura agradabilsima, templada. El fondo estaba cubierto por espesas alfombras de algas microscpicas, que eran las que proporcionaban los bellos reflejos coloreados. Aguas tibias en pleno polo sur, entre miles de kilmetros de hielos espessimos. Cuando la expedicin de Byrd hizo pblicas sus investigaciones, se plante el estudio de las causas de aquel microclima tan peculiar. Y hubo hiptesis para conformar a todos. Unos achacaron el fenmeno a restos de vulcanismo. Otros dijeron que las temperaturas clidas eran producto de la radiactividad. Hubo incluso quienes propusieron como solucin una intervencin intencionada de los extraterrestres, entre otras lucubraciones menos dignas de mencionar. La hiptesis vulcanista fue desechada de inmediato, pues los estudios de las expediciones, que ya se haban llevado a cabo, coincidieron en que no existan en la Antrtida restos de vulcanismo. A los partidarios de un complejo turstico de nuestros hermanos del Cosmos no se les hizo mucho caso, pero cobr valor la explicacin de la templanza por causa de la radiactividad, pues los detectores de uranio se haban conmovido durante las exploraciones en muchas ocasiones. La radiactividad poda ser admitida como causa, sin embargo, haba que demostrarlo. De todas formas, el almirante Richard Byrd fue, con su expedicin, quien ms datos aport y quien abri las puertas atractivas del

enigma antrtico a los futuros estudiosos. Muerto en Bostn, en el ao 1957, es una figura casi mtica en el fantstico libro de los navegantes y descubridores. Unos aos ms tarde, en el ao 1958, Ao Geofsico Internacional, cientficos de 11 pases montaron en el interior de la Antrtida 33 campamentos e instalaron 60 estaciones de investigacin, repartidas por todo el continente, siguiendo las indicaciones y sugestiones de las expediciones de Ritscher y Byrd. La participacin de los Estados Unidos y Rusia debe contarse entre las ms notables por nmero de miembros y calidad. Se confirmaron los descubrimientos de las expediciones anteriores y se encontraron reas oscuras en la superficie de los hielos, como si la gran masa helada ocultara en su interior muros ciclpeos, relieves regulares que recordaban edificios. Eran, a juicio de los expertos, figuras geomtricas demasiado regulares para que fueran obra de la Naturaleza.

Las conclusiones ms significativas que pueden extraerse de los datos suministrados por las expediciones que exploraron la Antrtida se resumen en un pequeo grupo de consideraciones, espectaculares casi todas: El espesor de la capa de hielos que cubre el continente oscila entre unos pocos cientos de metros y los 3.000, llegndose en determinados lugares a los 4.000 metros. Las masas heladas no permanecen estticas, se desplazan de forma regular y continua hacia las aguas de los ocanos circundantes. Esta circunstancia dificulta extraordinariamente el estudio del verdadero relieve terrestre y lo que en l se halle natural o fabricado. Se han encontrado fsiles de helechos gigantes que nos inducen a pensar en un clima al menos subtropical hace miles de aos, y extensos yacimientos carbonferos, alguno de ellos suficiente para abastecer al planeta entero de carbn durante mucho tiempo. El subsuelo contiene una riqueza considerable en oro, grafito, molibdeno, cromo, petrleo y uranio. La atmsfera es ms clida cuanto ms cerca del polo y presenta una densidad un 50 % inferior a las dems zonas del globo terrestre. La fauna es inmune a las bacterias y el aire es absolutamente asptico, a causa de unos microorganismos genuinos y exclusivos de all. Existe un misterio que gira en torno a la Antrtida, y se remonta al ao 1947, el mismo en el que la fuerza area norteamericana realiz la llamada campaa a la Antrtida. La misma, segn se inform, era con propsitos cientficos y estaba principalmente destinada a cartografiar la Antrtida; Sin embargo Estados Unidos llev 4000 hombres, 13 buques, submarinos y portaviones al mando del almirante Richard Byrd. Si bien es cierto que las condiciones climticas de dicho continente son especialmente hostiles, la cantidad de soldados enviados sugiere una excesiva cantidad para el fin propuesto.

Algunos aos atrs, precisamente en los aos 1938 y 1939, los alemanes habran realizado similares exploraciones del Continente Antrtico. Despus de hundir algunos barcos que circundaban el lugar se apoderan de un sector que perteneca a Noruega, no muy lejano al sector de la Argentina, que se llamaba Queen Maud land y lo rebautizan con el nombre de Neuschwabenland. En esa ocasin descubrieron oasis de aguas clidas, con lquenes o pequeos arbustos. Se sospecha que durante la guerra, fueron llevando material tcnico y humano, y que habran construido una base secreta. En algunos artculos periodsticos recientes, se habla de sta supuesta Base como la Base 211. Se supone que all montaron una factora con personal militar y cientfico, continuando el desarrollo de las armas secretas y tambin se sospecha, que tenan otras bases en el continente americano, sobre todo en la Patagonia Argentina. Segn la creencia popular, no aceptada por la mayora de los historiadores, en la expedicin de Byrd, realizada en 1947 y que se llam High jump (Gran Salto), perdieron varios hombres y varios aviones. Tambin se cree que una de las flotas norteamericanas se encontr con un Ovni que los habra atacado. Esta informacin jams fue publicada y se mantuvo bajo el mayor de los secretos, tal vez porque se le dio mayor importancia a los casos de Kenneth Arnold y el mismsimo Caso Roswell, los cuales ocuparon durante meses los medios de comunicacin y las primeras planas de los peridicos.

Luego de la expedicin del 1947 tuvieron que pasar diez aos para que los americanos realizaran una nueva expedicin a la Antrtida, nuevamente al mando del almirante Byrd. Esta vez, la operacin se llam :Deep freeze (Fro Profundo). Un investigador llamado Peter Kolosimo, que se dedic a la investigacin de numerosos enigmas de la humanidad, al igual que el conocido Von Daniken, escribi en su libro Flores de luna, que no crea en el invento de Bernard, sobre la Tierra hueca. En el diario secreto de Byrd se mencionan adems de los ovnis, unos ros y bosques completamente inusuales en aquel glido lugar, que por naturalidad no deberan existir en medio de la Antrtida; Una ciudad de cristal tipo futurista y una misteriosa base subterrnea. Al ao

siguiente, precisamente en el 1958, se propone el ao geofsico internacional y se declara a la Antrtida como patrimonio de la humanidad, permitiendo a algunos pases establecer bases militares con objetivos de investigacin. Al regreso de sta ltima expedicin, Byrd debe ser internado en un hospital, por causas desconocidas. La prensa habl de que estaba recluido en un manicomio y de que se le prohiba hacer declaraciones y tener contacto con la prensa. Hace pocos aos atrs, alguien encontr por casualidad, en una biblioteca de una universidad en EEUU un supuesto diario secreto del almirante Byrd. En l se realizan declaraciones muy sorprendentes. Por ejemplo, el libro La Tierra hueca de Raymond Bernard, se basa en una supuesta nota periodstica en la cual Byrd comentaba que se haba topado con una civilizacin ms avanzada que posea platos voladores. Es muy probable que los ovnis tengan su base fundamental en Neuschwabenland. De hecho Byrd, tras dirigir la fallida invasin, habl de que desde la Antrtida salen aviones que pueden llegar al otro extremo de la Tierra en instantes y que el enemigo est entre nosotros y la Antrtida. Parece ser que el emplazamiento era ptimo por encontrarse tan cerca de una de las aperturas al mundo interior en los polos . De hecho, en el mundo ufolgico existe una teora que habla de Antrtida, la zona ufolgica ms caliente del mundo o las bases secretas OVNI en Antrtida. Adems, existen relatos y testimonios de numerosos avistamientos, tanto de cientficos como de militares, en bases antrticas. Por ejemplo, el 8 de Enero de 1956, varios investigadores de una expedicin cientfica chilena en la Antrtida observaron, durante varias horas, ovnis en forma de puro y de disco evolucionando en el cielo del rea del Mar de Weddell. En la actualidad y a pesar de la censura sobre estos temas, llegan noticias de intensa actividad OVNI en la Antrtida. Tambin es curioso leer en el peridico noticias como: La base norteamericana permanente en la Antrtida se est hundiendo en el hielo. Segn esta noticia, cada mes se hunde varios centmetros el firme sobre el que est la base americana. A qu ser debido?

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