Psicologia Analitica
Psicologia Analitica
Psicologia Analitica
Carl Gustav Jung (1875-1961) naci en una pequea aldea suiza llamada Kesswil, junto al lago Constance. Hijo de un pastor reformista suizo (inters por lo religioso) y nieto de un prestigioso profesor de medicina de la Universidad de Basilea (inters por la ciencia). Su madre sufri una hospitalizacin de varios meses debido a una enfermedad nerviosa vinculada a problemas conyugales (inters por el sufrimiento psicolgico), por lo cual fue cuidado por una ta y la criada. Dos nios que hubieran sido sus hermanos murieron antes de que Jung naciera. Una vez descubri el cadver de un hombre investigando los daos causados por una inundacin (inters por la muerte). Jung jug solitario en su infancia, dado que su hermana recin naci cuando l tena 9 aos.
A los 11 aos dej la escuela de la aldea y continu su educacin en una gran escuela de la ciudad de Basilea. La escuela le resultaba tediosa y comenz a padecer frecuentes desmayos a los cuales los mdicos no encontraban razn clnica. Esta rara enfermedad lo salvaba de ir a la escuela.
Cierto da sorprendi a sus padres en una conversacin que le revel el estado de peligrosa pobreza en que se encontraban. Escuch a sus padres angustiados por el futuro de su hijo enfermo que no podra ganarse la vida. A partir de ese momento, la dolencia desapareci para siempre y se dedic a estudiar con gran energa. Jung experiment en carne propia una neurosis.
Durante su juventud vivi algunas situaciones misteriosas. Cierto da, mientras estudiaba, escuch un ruido imponente en la habitacin de su madre. Al acudir encuentra a su madre sentada con una expresin extraa en su rostro y una gran mesa de slido nogal partida al medio. Consult a varios carpinteros que le aseguraron que era imposible que semejante mesa de madera estacionada se rompiera por un cambio de temperatura o por humedad. En su autobiografa relata otros episodios afines (inters por lo oculto). A los 22 aos le caus gran impresin la conducta de una nia de 15 aos que diriga sesiones de mdium, y decidi a dedicarse a la psiquiatra.
En 1900 consigue su primer empleo como ayudante en el Hospital Mental de Burglzli, cuyo director era Eugen Bleuler famoso por sus investigaciones sobre esquizofrenia. Pero su mayor influencia fue, sin dudas, Sigmund Freud, cuyos trabajos lo apasionaron, en particular "La interpretacin de los sueos".
Tres aos despus se casa con Emma Rauschenbach quien se convierte en su gran colaboradora.
A los 30 aos, Jung es titulado profesor de psiquiatra en la Universidad de Zurich y enva copias de algunos de sus artculos al mismsimo Freud. Este lo invita a Viena y se apunta que en su primer encuentro charlaron durante 13 horas seguidas.
Cuando se funda la Asociacin Psicoanaltica Internacional en 1913, Jung, propuesto y alentado por Freud, se constituye en el primer presidente.
Con el tiempo, comenzarn a surgir diferencias entre las ideas de estos dos pioneros de la psicologa moderna, lo cual, dado el carcter especial de ambos, deriva en una lamentable enemistad.
Al ser expulsado de la Asociacin Psicoanaltica, Jung atraviesa un perodo de confusin terica que lo decide a renunciar a su ctedra en la Universidad y dedicarse a una intensa introspeccin.
Luego de este perodo comenz a realizar frecuentes viajes. Estuvo primero en Tnez y en el desierto del Sahara. Regres al ao siguiente y efectu una larga travesa por Africa que finaliz en Egipto. Viaj tambin a Mxico a estudiar las creencias de los aborgenes (inters por la mentalidad primitiva y el inconciente colectivo). Hizo varios viajes a la India y Ceiln (inters por la cultura oriental). Lleg a subrayar las caractersticas introvertidas de la civilizacin oriental en oposicin a la extroversin que caracteriza a occidente.
De su vida hogarea con su mujer y cinco hijos (4 nias y un varn) es poco lo que se sabe. Cierta vez expres que necesitaba tener una vida normal para equilibrar su advenedizo mundo interior plagado de sueos, mitos y experiencias enigmticas.
LA PSICOLOGA ANALTICA
La psicologa analtica (ntese el parecido lingstico con el trmino Psicoanlisis) es el nombre que nuclea a una corriente de psicologa basada en los postulados de Jung. Adems de dar origen a esta corriente, las ideas de Jung han influido y servido de base a otras escuelas de psicologa. Examinemos entonces algunos de sus conceptos ms destacados.
Para Jung, la psiquis es un todo que abarca pensamientos, sentimientos y conductas tanto concientes como inconcientes y funciona como gua que regula y adecua al individuo a su medio social y fsico. Jung distingue tres niveles en el psiquismo: la conciencia, el inconciente personal y el inconciente colectivo. LA CONCIENCIA
Es la parte del psiquismo que la persona conoce en forma directa. Jung es uno de los primeros investigadores en postular que la conciencia probablemente aparezca en el ser humano antes del nacimiento.
El ser humano alimenta su conciencia a partir de cuatro funciones mentales bsicas: pensamientos, sentimientos, sensaciones e intuiciones. Las personas no suelen utilizar estas funciones en la misma medida, lo cual conlleva la predominancia de algunas funciones sobre otras. Esto interviene en las diferencias de carcter. As es como hay personas que son ms pensantes, otras ms sentimentales, etc.
Adems de estas cuatro funciones, Jung postula la importancia de dos actitudes que resuelven la orientacin de la conciencia: extraversin (orienta la conciencia hacia el mundo exterior) e introversin (orienta la conciencia hacia el mundo exterior).
La meta que propugna Jung respecto a la conciencia gravita en expandirla al mximo posible. A este proceso consistente en conocerse a s mismo tan completamente como sea posible Jung lo llama "individualizacin". La etimologa de la palabra individuo surge de "indiviso". Llegar a ser un
individuo psicolgico implica reducir al mximo las divisiones en la personalidad integrndolas en un todo. EL EGO
Referido a la conciente surge un concepto significativo: el ego. Jung utiliza este trmino para referir a la organizacin de la mente conciente. El ego se compone de percepciones, recuerdos, pensamientos y sentimientos concientes. Si bien, el ego constituye apenas una porcin del psiquismo total, cumple la funcin de filtrar la entrada a la conciencia. Cada da vivimos una gran serie de experiencias, la mayora de las cuales no se tornan concientes porque el ego las filtra.
El funcionamiento del ego est determinado por la funcin dominante. Por ejemplo, si una persona es preponderantemente sentimental, el ego dejar pasar a la conciencia ms experiencias emocionales.
"El ego provee la identidad y la continuidad de una personalidad, porque con la seleccin y eliminacin del material psquico el ego puede mantener una cualidad continua de coherencia en la personalidad."[1]
Para que el proceso de individualizacin pueda avanzar, es necesario lograr que el ego permita que mayor cantidad y variedad de experiencias se tornen concientes. EL INCONCIENTE PERSONAL
Las experiencias que no logran pasar la barrera del ego, no dejan de existir sino que son almacenadas en lo que Jung denomina "inconciente personal".
El trnsito de material del inconciente a la conciencia y viceversa es un tema demasiado amplio como para abordar en este resumen.
Complejos
En el inconciente personal suelen presentarse grupos de contenidos que se unen hasta formar una especie de aglomeracin. A estos racimos de material inconciente Jung los denomin "complejos".
Una de las herramientas teraputicas que Jung empleaba es el test de asociacin de palabras. En este test, el terapeuta selecciona una serie de palabras que va leyendo de a una por vez al paciente pidindole a este que responda con la primera palabra que le venga a la mente.
"Jung observ que a veces la persona se tomaba largo rato antes de responder. Cuando le preguntaba por qu demoraba tanto en contestar, la persona no poda explicar su demora. Jung conjetur que la demora era causada por una emocin inconciente que inhib la respuesta. Al explorar ms a fondo este asunto, hall que otras palabras que se relacionaban con aquella que haba provocado una demora tambin producan momentos de reaccin lenta. Entonces razon que deban haber grupos asociados de sentimientos, pensamientos y recuerdos (complejos) en el inconciente. Cualquier palabra que tocaba este complejo causaba una respuesta demorada."[2]
Jung lleg a concluir que los complejos son como pequeas personalidades disgregadas dentro de la personalidad total. En un principio, Jung, bajo la influencia de Freud, crea que los complejos deban originarse en experiencias traumticas de la primera infancia. Con el tiempo, lleg a la conclusin de que estos complejos se originaban en una instancia mucho ms profunda y universal a la que denomin "inconciente colectivo".
EL INCONCIENTE COLECTIVO
Jung asevera que, as como la evolucin tiene una importancia incidencia en el cuerpo, tambin la tiene sobre el psiquismo. La mente est ligada al pasado, no solamente al pasado de la infancia sino tambin al pasado de la especie.
El inconciente colectivo es una porcin del psiquismo que no depende de la experiencia personal y su contenido es un depsito de predisposiciones y potencialidades para experimentar y responder al mundo de las misma manera que lo hacan los antepasados de la especie.
Estas predisposiciones que hereda el ser humano se expresarn y desarrollarn de distintas maneras segn el contexto y las experiencias que le toque vivir a cada individuo.
Arquetipos
Los contenidos del inconciente colectivo se denominan "arquetipos". A lo largo de su obra, Jung fue describiendo numerosos arquetipos, sealando que existen tantos como experiencias tpicas en la vida: Dios, el demonio, el anciano sabio, el hroe, la madre tierra, etc.
Las formas arquetpicas no son, precisamente, modelos estticos. Son factores dinmicos que se manifiestan en impulsos, tan espontneamente como los instintos.*3+
Los arquetipos son universales. Todo ser humano hereda las mismas imgenes arquetpicas bsicas. Las diferencias culturales e individuales determinarn la forma en que estos arquetipos se manifiesten.
El concepto de arquetipo comienza a rondar la mente de Jung a partir del anlisis de los sueos. Jung hall con frecuencia en los sueos, la presencia de elementos que no podan derivarse de la experiencia personal del sujeto. Freud ya haba usado la expresin remanentes arcaicos para referirse a ciertas expresiones mentales cuyo origen pareca venir de mucho ms all de la historia personal. As como el cuerpo humano representa todo un museo de rganos, cada uno con una larga historia de evolucin tras de s, igualmente es de suponer que la mente est organizada en forma anloga.*4+
Vamos a dedicar aqu, ya para ir finalizando este resumen, un conciso comentario sobre cuatro arquetipos fundamentales para la psicologa analtica: el personaje, el nima/nimus, la sombra y el yo. El Personaje
Etimolgicamente, la palabra personaje remite a las mscaras usadas por los actores en la antigua Grecia. En la psicologa analtica este arquetipo cumple una funcin similar a la de la mscara de un actor, permitindonos representar un papel. El personaje es la careta o fachada que exhibimos pblicamente, con el propsito de exteriorizar una imagen favorable. El objetivo del personaje es la aceptacin social. El personaje constituye el soporte de la vida social.
Una persona puede usar diferentes mscaras en diferentes contextos. Una mscara para el trabajo, otra para el trato con familiares, otra en el contexto de un grupo de amigos.
El rol del personaje puede ser provechoso o nocivo para la persona. Puede permitir obtener beneficios materiales que pueden ser canalizados luego para llevar una vida privada ms satisfactoria. Pero tambin puede acontecer que la persona se fusione demasiado con el personaje. En ese caso, el ego puede verse llevado a identificarse exclusivamente con el personaje, y otras facetas de la personalidad sern dejadas de lado. A la identificacin exclusiva del ego con un personaje Jung la denomina inflacin.
A esto se encuentran expuestos, por ejemplo, los polticos con sus asesores de imagen que los aconsejan y entrenan para lucir, decir y hacer lo conveniente para ser aceptados y votados. Los asesores de imagen no son otra cosa que entrenadores del arquetipo del personaje. Si los asesoradosno practican una buena introspeccin pueden terminar identificados con el personaje. Al menos en Argentina, esto se ve mucho en la clase poltica.
Los casos de personaje inflado suelen mostrar personas con cierto xito social que en algn momento comienzan a tener sensacin de sin sentido en su vida. En el anlisis suelen percatarse de cierta hipocresa en sus relaciones e intereses sumada a una intensa sensacin de incomodidad.
El objetivo del tratamiento gravita en deflacionar al personaje procurando que se expresen los otros aspectos de la personalidad.
El Anima y el Animus
Para Jung, el personaje conforma la cara exterior de la psiquis, dado que es el rostro que se muestra al mundo. A la cara interior del psiquismo la designa bajo los trminos nima (en el hombre) y nimus (en la mujer). El nima representa el lado femenino de la psiquis del varn; y el nimus es la parte masculina de la psiquis femenina.
El hombre ha desarrollado su arquetipo nima por la continua exposicin a las mujeres durante muchas generaciones, y la mujer ha desarrollado su arquetipo nimus por su exposicin a los hombres. A travs de la vida y la interaccin uno con otro durante generaciones, cada sexo ha adquirido caractersticas del sexo opuesto que facilitan las respuestas adecuadas y la comprensin del sexo opuesto.*5+ Se deduce de esto la importancia de estos arquetipos en las relaciones con el sexo opuesto.
Cada hombre lleva dentro de su psiquis una estampa de todas las impresiones producidas por la mujer a travs de los siglos. Lo propio sucede con las mujeres y el nimus. Dicha estampa, imagen o rastro es inconciente, y tiende a ser proyectada hacia la persona amada. El nima en el hombre y el nimus en la mujer es una de las principales causas de la atraccin apasionada o del rechazo exaltado.
La cultura occidental tiene vastos antecedentes en relacin a menospreciar lo femenino en los hombres y los aspectos masculinos en la mujer. Ya desde la infancia se estila burlar y cohibir con los motes de mariquitas y marimachos a los nios y nias que exteriorizan caractersticas del sexo opuesto. Esto suele conducir a que el personaje adquiera prioridad y sofoque al nima o nimus.
Este desequilibrio podra ocasionar una rebelin del nima o nimus, en cuyo caso estaramos frente a una reaccin comnmente evaluada como excesiva. Lejos de querer agotar la explicacin de la homosexualidad y el transvestismo, Jung considera que una identificacin del hombre con su nima puede tener significativa incidencia en algunos casos.
La sombra
Hemos mencionado que el nima y el nimus manejan las relaciones entre los sexos proyectndose hacia el sexo opuesto. Ahora bien, Jung postula la presencia de otro arquetipo al gnero propio del sujeto y que condiciona las relaciones de la persona con los sujetos del mismo
sexo. Se trata de la sombra, uno de los arquetipos junguianos que ms aceptacin ha tenido en otras escuelas psicolgicas.
Al integrarse a la cultura, el ser humano es civilizado; esto implica moderar y refrenar los impulsos animales. En este proceso de civilizacin, que guarda mucha relacin con el desarrollo del arquetipo del personaje, el individuo se desliga de su sabidura instintiva.
Estos contenidos censurados, al deber su energa a profundas races evolutivas, no se doblegan fcilmente; se guarecen en el inconciente donde permanecen en estado latente.
Las personas tienden a proyectar los empujes de su sombra en otras del mismo sexo generando hostilidad y rechazo entre personas del mismo gnero. Cuando una persona manifiesta una exagerada aversin hacia otra persona del propio sexo, Jung sospecha que la persona ve en el otro a su propia sombra expulsada de s.
La impugnacin de la sombra empobrece la personalidad. La naturaleza animal del hombre no es necesariamente algo malo. En ciertas ocasiones, por ejemplo, cuando debemos decidir y actuar velozmente ante una situacin de peligro, el ego suele quedar apabullado ante la conmocin repentina y dependemos de nuestras predisposiciones animales.
Si se permite la integracin de la sombra en la personalidad del individuo podra lograrse que la misma enriquezca y complemente a las dems facetas del sujeto.
El Yo
El yo es el arquetipo organizador de la personalidad. Es el arquetipo de la unificacin que procura atraer y armonizar a los dems arquetipos, confiriendo a la personalidad un sentido de unidad. Cuando una persona dice que se encuentra en armona con s misma, en caso de que esta sensacin sea verdadera, el arquetipo del yo est efectuando exitosamente su tarea.
Para Jung esta tarea no se logra desde la ignorancia sino desde el conocimiento de s. La persona que no se conoce termina proyectando los elementos reprimidos de su inconciente sobre los dems.
Es interesante no confundir el yo con el ego. El arquetipo del yo es un principio unificador, una especie de gua interior. El ego, en cambio, se ve tironeado entre las demandas sociales y los impulsos del inconciente, entre el nima o el nimus y el personaje. Arquetipos y psicologa. Inconsciente colectivo y C.G.Jung.
C.G. Jung (1875-1961) fue el primero que habl de arquetipos en el mbito de la psicologa. La exploracin de las profundidades de la psique lo llev a estudiar exhaustivamente la filosofa, la mitologa, la alquimia, las religiones orientales y el misticismo occidental. Paralelamente se interes tambin en el estudio del tarot, el I Ching, la astrologa, los ovnis, los mandalas y las culturas de los pueblos primitivos..
C.G.Jung revolucion el paradigma mecanicista de la psicologa, recalcando la importancia del inconsciente por encima del consciente, de lo misterioso en lugar de lo conocido, de lo mstico en lugar de lo cientfico, de lo creativo en lugar de lo productivo.
Entenda el inconsciente como algo que iba mucho ms all de lo personal e individual. Adems del inconsciente individual, hablaba de un inconsciente universal y suprapersonal al que denomin inconsciente colectivo. Este, que es el mismo para toda la humanidad, contiene la inmensa herencia psquica de la evolucin humana. Los arquetipos son los contenidos o estructuras de este inconsciente colectivo.
Jung descubri que existen smbolos de naturaleza universal, a los que llama arquetipos, que se relacionan con una serie de experiencias comunes en distintos pueblos y culturas (el embarazo y el parto, la infancia, la vejez y la muerte, el amor, la bsqueda, la lucha,.). Son experiencias compartidas por los seres humanos en todas las pocas, que recogen una sabidura comn a toda la humanidad. Estas experiencias se organizan en campos comunes (arquetipos) dentro del inconsciente colectivo. De este modo nos encontramos con arquetipos como el de madre, ni@, amante, guerrer@, sabi@, etc. Los arquetipos aparecen en forma de "personajes" en los mitos y
cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo. Hoy en da los encontramos tambin en el cine, la literatura, el arte, la publicidad, etc.
La relacin entre experiencias y arquetipos es dinmica y bidireccional, de modo que no slo las experiencias contribuyen a que se formen y actualicen los arquetipos, sino que a su vez stos operan en la vida de todo ser humano produciendo un impacto directo sobre su psicologa. Aunque se trata de experiencias comunes, producen un impacto diferente en cada persona y por eso se registran de distinto modo en el inconsciente personal. Los arquetipos funcionan como patrones subyacentes a partir de los cuales se configura la estructura individual; funcionan como modelos psicolgicos, emocionales, de conducta y relacionales, que influyen y determinan, por lo tanto, nuestra psicologa, nuestras emociones, nuestra conducta y nuestras relaciones.
Jung distingua entre arquetipos e imgenes arquetpicas. Nos dice que los arquetipos mismos carecen de forma y no son visualizables; "el arquetipo, como tal es un factor psicoide que pertenece, por as decir, al extremo invisible y ultravioleta del espectro psquico". Segn l no pueden comprenderse directamente por anlisis intelectual, el intelecto no puede contenerlos ni alcanzar las profundidades de sus mltiples significados, slo podemos sentirlos cuando se llenan de contenido individual.
En realidad, lo que llega a nuestra consciencia son siempre las imgenes arquetpicas, o sea manifestaciones concretas y particulares de los arquetipos. Pueden llegar a travs de sueos, sensaciones, imgenes o palabras, y suelen ser percibidas como independientes de nuestra experiencia personal. A veces llegan como algo nuevo, desconocido, y esto hace que su impacto sea muy poderoso.
Las imgenes arquetpicas estn conectadas con el pasado y tambin con el futuro. Por eso son transformadoras. Jung deca: "el Yo no slo contiene el depsito y la totalidad de la vida pasada, sino que tambin es un punto de arranque, el suelo frtil a partir del cual brotar toda vida futura". De este modo las imgenes pueden funcionar como gua, como lnias indicadoras que nos muestran el camino, aunque sin obligarnos a seguirlo.
Adems de la capacidad de intuir, Jung tambin reconoce en los arquetipos la posibilidad de hacerse con todo el control de la psique y "poseer" al individuo. De hecho, cuando un arquetipo se expresa de forma inconsciente, puede poseernos y determinarnos, mostrando en la mayora de los casos su faceta negativa; mientras que si lo acercamos al consciente aprendemos de l,
recuperamos el poder de eleccin, podemos adecuarlo a nuestra individualidad, ampliar nuestro potencial y expresarlo de la forma que nosotr@s prefiramos.
Para expresar la cualidad esencial de los arquetipos, Jung utiliza la palabra numinosidad y con ella se refiere a su carcter sagrado. Reflejan y favorecen la experiencia de los divino. Aproximarse a los arquetipos significa acercarse a lo numinoso.
As pues, los arquetipos son los arquitectos de nuestra vida. Desarrollar la visin simblica y arquetpica nos ayuda a comprender nuestra existencia y nuestro objetivo vital. Permite tambin ver la vida con un grado de claridad espiritual que ayuda a curar heridas emocionales y espirituales acumuladas. Y hace posible sentir la guia divina en nuestra alma.
Arquetipos, naturaleza y ciencia. Campos morfogenticos de Rupert Sheldrake, David Bohm y otros.
El bilogo ingls Rupert Sheldrake (nacido el 1942) lanz la hiptesis de que el universo no est funcionando de acuerdo a leyes inmutables sino ms bien a modelos de hbitos creados por la repeticin de ciertos sucesos en el tiempo. En su libro Una Nueva Ciencia de la Vida propone que todos los sistemas se regulan por campos organizadores invisibles. Estos campos funcionan como si fuesen modelos para la forma y el comportamiento. Ah coincide con la definicin que Jung da al concepto de arquetipos.
Segn Sheldrake, los campos morfogenticos permiten la transmisin de informacin entre organismos de la misma especie sin mediar efectos espaciales. Es como si dentro de cada especie del universo, sea sta una partcula o una galaxia, un protozoo o un ser humano, existiese un vnculo que actuara instantneamente en un nivel sub-cuntico fuera del espacio y del tiempo. Este vnculo es lo que Sheldrake denomina campo mrfico o morfogentico.
Esta teora le fue sugerida en parte a Sheldrake por ciertos experimentos de la psicologa animal donde dicho efecto pareca tener lugar. Estos experimentos realizados en 1920 en la Universidad de Harvard por el el fisilogo McDougall, trataban de descubrir en qu medida la inteligencia de las ratas era heredada. McDougall meda la inteligencia por la habilidad de los roedores en recorrer un pequeo laberinto. Las ratas "inteligentes", aquellas que resolvan el laberinto rpidamente, eran apareadas con otras ratas "inteligentes" y lo mismo se haca con las ratas "torpes". Veintids generaciones ms tarde, en vez de ser las ratas "inteligentes" las nicas ms listas, todas las ratas resultaron poseer una mayor inteligencia a la hora de resolver los laberintos. Las ratas de la camada "menos inteligente" recorran el laberinto diez veces ms rpido que cualquier rata de la camada original.
Un apoyo adicional a la teora de Sheldrake se encuentra en el libro de Lyall Watson (Lifetide: The Niology of Conciousness). En l Watson relata el sorprendente suceso que pudo observar en una colonia de monos en la isla de Koshima, en aguas de Japn. Un grupo de cientficos alimentaba a estos monos con batatas o boniatos sin lavar. Una hembra descubri que lavando la batata en el mar, adems de perder la molesta arenilla, saba mejor. Pronto todos los monos de la isla de Koshima aprendieron el truco. Pero es ms, el hbito aparentemente salt por encima de las barreras naturales y apareci en otras islas e incluso en Takasakiyama, en Japn; y ello a pesar de haberse evitado el contacto de los monos de la isla de Koshima con los del resto del pas.
Watson se imagina el proceso de la siguiente manera: hay un nmero de monos necesario para pasar una especie de umbral y conseguir los que se podra llamar la masa crtica para que el aprendizaje se extienda a toda la especie.
De este modo, supone la existencia de mecanismos en la evolucin distintos a aquellos gobernados por la seleccin natural. El fenmeno observado por l puede explicar la manera en cmo algunos elementos mnsticos, ideas y costumbres se propagan por toda nuestra cultura. Es posible, dice Watson, que si un nmero suficientemente grande, entre nosotros, cree que algo es cierto, esto se torne en verdad para todo el mundo.
Lo mismo parece suceder con cristales. Algunas sustancias son muy difciles de cristalizar en laboratorio. Pero tan pronto como un laboratorio tiene xito en la tarea, la sustancia en cuestin comienza a cristalizar con mucha mayor facilidad en otros laboratorios alrededor del mundo. Al principio se pens que la causa pudiera ser que investigadores visitantes portaran diminutos trozos de cristal en sus ropas o en sus barbas. Pero finalmente esta causa fue desechada. Aparentemente los cristales aprenden mediante resonancias mrficas.
Despus de la publicacin de Una Nueva Ciencia de la Vida, el Dr. Sheldrake realiz dos experimentos para refutar o verificar su teora. Ambos parecieron confirmarla.
En uno de ellos, a personas de distintas partes del mundo se les daba un minuto para encontrar rostros famosos escondidos en un dibujo abstracto. Posteriormente la solucin fue emitida por la BBC en un franja horaria donde la audiencia estimada era de un milln de espectadores. Inmediatamente despus de la emisin, se realiz el mismo "test" sobre otra muestra de personas en lugares donde no se recibe la BBC. El nmero de sujetos que hall los rostros dentro del tiempo de un minuto fue un 76% mayor que en la primera prueba. La probabilidad de que este resultado se debiera a una simple casualidad era de 100 contra uno. Segn Sheldrake, los campos morfogenticos haban transmitido la informacin a toda la "especie".
En el otro, a varios grupos de personas se les pidi que memorizasen 3 poemas distintos. El primero era una cancin infantil japonesa, el segundo un poema de un autor japons moderno y el tercero un galimatas sin sentido. Tal como la teora de los campos morfogenticos predice, la cancin infantil, habiendo sido aprendida por millones de nios durante muchas generaciones, aunque stos fueran japoneses, fue memorizada notablemente ms rpido que las otras dos alternativas.
La hiptesis explica muchos fenmenos enigmticos en la investigacin cientfica cuando ocurre un cambio en una unidad y sus efectos se trasladan va los respectivos campos morfogenticos a todos los campos existentes y a los que existirn en el futuro.
Otros experimentos, como el del psiclogo Gary Schwarz de la Universidad de Yale confirman la teora de Sheldrake.
En la misma lnia, hay otro cientfico al que cabe mencionar, David Bohm. Conocido por sus trabajos sobre fsica cuntica, colabor con Einstein y trabaj con Oppenheimer. Lleg a la conclusin de que el mundo material que nosotros vemos, tocamos y medimos es el orden explcito; detrs existe el orden implcito, que no se ve, y que procede a su vez de un orden superimplcito o supercampo, al que denomina holomovimiento por su dinmica hologrfica (debido a la cual el Todo est en cada una de sus partes).
Al concepto de inconsciente colectivo se acerca tambin la idea de memoria gentica que desarroll el cientfico ruso Ivn Efremov, segn el cual todo lo pensado, hablado y actuado por nuestros antepasados est grabado de alguna forma en el cdigo gentico.
En occidente, el primero que se acerc al concepto de arquetipo fue el filsofo griego Platn. Segn l, todas las cosas, tanto materiales como abstractas, tienen su modelo y su esencia en otra dimensin, el reino de las ideas. Slo nuestra alma puede recurrir a ellas, pues posee su misma esencia; y lo hace a travs del pensamiento. De hecho, Platn no concibe el pensamiento sin el apoyo de esas ideas que se encuentran en otra dimensin.
El concepto de archivo o registro akashico proviene del trmino snscrito akasha que significa ter: una finsima sustancia que baa todo el universo. Los archivos seran un espacio, simblico y parafsico, situado en el ter, en el que se recogeran todas las palabras emitidas y las acciones cometidas por los seres humanos a lo largo de los tiempos. Es el registro o memoria del cosmos, la recopilacin de la sabidura universal, cuya naturaleza reflejada microcsmicamente en el corazn del ser humano, "se extiende por todas partes, lo sostiene todo e irradia por todo el mundo". Como se puede ver, coincide bastante con el concepto de inconsciente colectivo de C.G.Jung. Tambin es llamado crnica akasha por Steiner y los antropsofos, luz astral por Eliphas Levi y los ocultistas, memoria del mundo por los canalizadores, ter de zafiro por los cabalistas, y ter reflector por los rosacruces. Muy parecido es, tambin, el concepto de "nudosferio" de T.de Chardin.
Algunos autores como Walter Bonin, consideran que es un concepto ajeno al pensamiento hind y suponen que fue H.P. Blavatsky quien introdujo esta idea en la Teosofa a travs de su obra Isis Desvelada, partiendo del Anima Mundi de Paracelso quien, a su vez, posiblemente import las ideas del Hermetismo de Plotino.
Determinadas personas, mediums, clarividentes o dotados psquicos son capaces de leer este archivo y obtener informacin sobre el pasado y el futuro de las personas. Para los yoguis, se puede entrar en contacto con este registro en ciertos estados psquicos de conciencia.
El popularizador del archivo akashico en el occidente contemporneo fue el polmico Lobsang Rampa, en su libro El Tercer Ojo. Segn l, se trata de un concepto explicable slo desde un punto de vista tetradimensional.
Otro contemporneo que cabe destacar es D.Meurois-Givaudan, cuyas incursiones en lo que l llama "libro del tiempo" lo han llevado a publicar una serie de libros donde relata sus experiencias y donde tambin reescribe la Historia en base a la lectura de los denominados anales akshicos. Segn l se trata de "una reserva inmensa, casi inconcebible, una base de datos tal como la llamaran los informticos, abarcando todo el pasado del universo desde el principio de los Tiempos".
"Los arquetipos son sistemas de aptitud para la accin y, al mismo tiempo, imgenes y emociones (...) Por un lado, representan un conservatismo instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio ms eficaz concebible para la adaptacin instintiva. As que son, esencialmente, la parte infernal de la psique (...), aquella parte a travs de la cual la psique se une a la naturaleza".
Jung quiere decir que lo arquetpico es el fundamento libidinal de la psique. Los arquetipos son los motivadores ltimos de la conducta, de los sentimientos y los pensamientos humanos. Por este carcter basal en la dinmica psquica Jung los considera infernales, en el sentido de daimones, "demonios", potencias instigadoras de la vida psquica mucho ms all de nuestra voluntad, a la que estn supraordinados, y tambin porque su identidad instintiva los relaciona con nuestros impulsos animales tanto como con nuestras tendencias artsticas y espirituales. En este sentido, estamos tentados de decir que su influencia no se detiene en ser egregios emisarios de la pulsin biolgica, ni en la intromisin psicosomtica, sino que embarga la regulacin del sustrato fisiolgico general. Sin arriesgar nada, podemos decir, en definitiva, que los arquetipos son los constituyentes esenciales de todo el espectro de aquello que concebimos como naturaleza humana, desde lo animal al espritu.
"Psicolgicamente (...) el arquetipo como imagen del instinto es una meta espiritual buscada por toda la naturaleza del hombre; es el mar hacia el cual se encaminan todos los ros, el premio que el hroe extrae de su lucha con el dragn".
Si el Arquetipo es la causa ltima del ser y el obrar, averiguar su esencia y desvelar su verdadero sentido significan descubrir realmente nuestra autntica identidad y nuestro destino. Recordemos que la conciencia otorga una amplia variabilidad en el concebir y el obrar, una amplia versatilidad moral, pero slo se concibe a s misma, aislada de sus propios fundamentos. Se siente como un cochero solitario en el pescante, que recibe muy mal las indicaciones del amo, oculto dentro de la carroza, y siempre anda temiendo desviarse de la ruta o dar contraproducentes rodeos.
"La imagen primigenia es, pues, una expresin que abarca el entero proceso vital. A las percepciones sensoriales y a las percepciones espirituales internas que al principio aparecen de un modo desordenado e inconexo, la imagen primigenia les da un sentido ordenador y vinculador y con ello libera la energa psquica de la vinculacin a la mera e incomprendida percepcin. Pero la imagen primigenia vincula tambin las energas desencadenadas por la percepcin de los estmulos a un determinado sentido, el cual encamina el obrar por las sendas correspondientes al sentido. Libera energa inutilizable, estancada, remitiendo el espritu a la naturaleza y llevando el mero impulso natural a formas espirituales".
Antes que nada, es preciso aclarar que en esta declaracin de Jung existe una confusin semntica entre los conceptos imagen primigenia y arquetipo. Es una definicin temprana, aparecida en su obra Tipos Psicolgicos, y an no se haba ocupado profundamente, como hizo despus, de otras manifestaciones arquetpicas allende la imaginera simblica (onrica, visionaria, artstica o arqueolgica). As que se toma la licencia de hablar indistintamente de una y otro, porque an para l la imagen primigenia es prcticamente el nico modo que tiene de aprehender lo arquetpico, y lo percibe as como una relacin unvoca por biyectiva. Nosotros tenemos que tener presente que la imagen es el smbolo, la metfora, el significante, y el arquetipo es el significado, la realidad misteriosa y oscura aludida. l mismo aclaraba en otro lugar que el arquetipo es un factor psicoide, trascendente incluso a lo psquico, que pertenece, en su esencia, a un extremo invisible, inaprensible desde nuestras facultades cognoscitivas. En ese mismo sentido expres tambin esta sentencia: "Los arquetipos no pueden ser representados en s mismos, pero sus efectos son discernibles en imgenes y motivos arquetpicos". Podramos entenderlos como algo semejante a la energa, que inferimos desde manifestaciones materiales. La imagen primigenia no es una manifestacin material, pero s lo es psquica. Hecha esta aclaracin, comentamos que Jung quiere hablar aqu de los arquetipos como categoras y formas kantianas, a priori, de aprehensin y conocimiento. Gracias a ellos, la psique diferencia objetos, distingue espacio de tiempo, abstrae y ordena cualidades, y no se ahoga en un caos de sensaciones. Lo mismo se aplica a la informacin recibida por va estrictamente psquica, refirindose aqu al aparato cognoscitivo intuitivo. Su funcin no termina ah, pues el arquetipo es una fuente de energa que irradia en todas las direcciones psquicas, y despus de servir a la recopilacin, ordenamiento y consideracin de la informacin, y de alentar a ello, convoca al acto, a travs de la motivacin conductual. Se produce
as un reflujo que avanza desde lo fsico a lo espiritual, para luego regresar a lo fsico de nuevo. Convoca as, igualmente, a la abstraccin espiritual y al impulso actuante en el mundo. La soledad meditativa del sabio, cuyo conocimiento se transforma luego en una moral que cambia el entorno. El Buda que asciende y regresa, por la "compasin" hacia el mundo. Demasiado profundas consideraciones para extendernos aqu en ellas, pero quedmonos con la idea remarcada de los arquetipos como objetivos ltimos de nuestra necesidad de conocimiento, autoconocimiento y moral. Y fundamentos mismos de esa urgente necesidad. En este sentido, Jung vuelve a decir:
"No podemos liberarnos legtimamente de nuestras bases arquetpicas a menos que estemos dispuestos a pagar el precio de una neurosis, tal como no podemos deshacernos de nuestro cuerpo y sus rganos sin cometer suicidio. Si no podemos negar los arquetipos o neutralizarlos de otro modo, nos vemos enfrentados, en cada nueva etapa de diferenciacin de la conciencia a la cual aspira la civilizacin, a la tarea de encontrar una nueva interpretacin apropiada para esa etapa, a fin de conectar la vida del pasado que an existe en nosotros con la vida del presente que amenaza con escaparse".
Las cualidades y atributos de los arquetipos son claramente visibles, sobre todo, cuando hacen acto de presencia irrumpiendo desde lo inconsciente en una conciencia individual. Entonces, meditar en el smbolo revelado, reflexionar, buscando la abstraccin por encima de sus aspectos concretos, produce ideas filosficas cada vez ms profundas y universales. Su emotividad predispone a afrontar cambios en la direccin vital. La morfologa concreta de la imagen a veces infunde determinado comportamiento prctico. El modo en que altera la organizacin del entorno ambiental es el rostro con que se presenta aquello que llamamos Destino. Por supuesto que lo arquetpico, como fundamento libidinal psquico, no precisa hacerse consciente en ningn grado para ejercer de motor de la conciencia. Su actividad es preexistente a la aprehensin de cualquiera de sus eventuales y flagrantes manifestaciones. Pero, eso s, las ideas, motivaciones y actos que produce en una personalidad profundamente inconsciente de estos sus basamentos ltimos tienden a ser ms confusos, dispersos, vacilantes e incongruentes, y ms propensos a posesiones y proyecciones compulsivas concretistas, a la corta o a la larga, inconducentes. Es por esto que las culturas atesoran representaciones mitolgicas colectivas, que intentan prestar inspiracin y orientacin libidinal a todas aquellas conciencias, las ms numerosas, donde el Inconsciente Colectivo, matriz de los arquetipos, no hace acto ntimo, explcito e individualizado de presencia.
Como hemos ido comprobando, Jung no escatima energas en recalcar la relacin de los arquetipos con lo instintivo, lo terrenal, la realidad fctica. Su intencin en todo momento es evitar que se conciban slo como productos de la mera fantasa, formas psquicas etreas, caprichosas y vacas. O bien como residuos obsoletos de arcaicas y errneas formas de meramente pensar. En otro lugar habla de los arquetipos como autorrepresentaciones del instinto, es decir,
formas en que nuestro basamento instintivo se revela a nuestra conciencia, facilitndonos la aprehensin de un sentido inteligible dentro de l. Para ilustrar esta idea, us el smil del espectro de la luz, donde la franja infrarroja correspondera a la esfera instintiva fisiolgica y la franja ultravioleta a la esfera imaginal, espiritual, conceptual. As, dejaba claro que las dos esferas participan de la misma naturaleza sustancial: la luz (siguiendo el smil):
INSTINTOS
Infrarrojo
ARQUETIPOS
Ultravioleta
En realidad, debera haber usado, en lugar de una progresin lineal, un crculo, donde ambos extremos se tocasen, aunque esto ya se escapara del juego con la metfora de la luz. De todos modos, gracias al fenmeno de la sincronicidad, que es una manifestacin arquetpica ms all de la imagen primigenia, donde flagrantemente queda incluido el mundo fsico allende incluso el cuerpo y la psique, podemos dar el paso ms audaz en la consideracin de los arquetipos como realidades aun ms robustas que lo psquico, lo etolgico e incluso lo biolgico, al extenderse su esencia hasta la realidad material ms externa y objetiva, aquella de la que se ocupa la Fsica. Su universalidad, que ya asegura el ser elementos colectivos, no individuales ("el (...) arquetipo, es siempre colectivo, o sea, es comn cuando menos a pueblos enteros o a pocas enteras. Es probable que los temas mitolgicos ms importantes sean comunes a todas las razas y a todos los tiempos (...)"), da un paso ms all al atravesar incluso la frontera de lo transpersonal, hacia lo
"transhumano". Como decimos, en estas reas los arquetipos se revelan participantes de la naturaleza de lo fsico, despus de haberlo hecho de lo instintivo y lo espiritual. Jung concluir que la materia de la que estn hechos es ontolgicamente trascendente a lo psquico y lo fsico. Participa de las dos, y son algo que est, por ello, ms all.
Despus de dar cuenta de ciertos rasgos de su naturaleza vemos que es muy difcil siquiera postular cmo se origina un arquetipo. Reflexionando sobre el conspicuo carcter innato de la imagen primigenia, nos topamos pronto con el grave problema que supone el modo desconcertantemente preciso en que parece heredarse y transmitirse, pues la sorprendente identidad formal de ciertas imgenes primordiales que se revelan hoy da desde los trasfondos inconscientes con sus antecedentes arqueolgicos remotos fue precisamente lo que puso a Jung en la pista del gran descubrimiento, y lo que sirvi de excusa para su bautizo (Arquetipo=modelo arcaico). Al principio, pareca que la cuestin deba entenderse considerando los arquetipos como adquisiciones culturales que, de algn modo, quedaban integradas en los trasfondos ms profundos de lo inconsciente, y desde ah se heredaban de generacin en generacin (esta explicacin apresurada y preliminar es, sin embargo, una de las ms popularmente aceptadas hoy da, y la que ms malentendidos causa alrededor de la comprensin de la naturaleza arquetpica). Jung matiz estas reflexiones hablando del arquetipo como el precipitado de infinitamente repetidas experiencias humanas sobre temas esenciales y universales a lo largo de eones, que se iba sedimentando y arraigando en la Psique, como un poso de infinita sabidura prctica sobre el vivir y la vida. Todo esto recuerda bastante al pensamiento freudiano que postulaba que los contenidos formales del inconsciente fueron antes contenidos conscientes, vivencias externas, que acabaron cayendo ah, pero llevado al plano de lo Inconsciente Colectivo. Con estas ideas freudianas alrededor de la ontogensis de lo inconsciente Jung no comulg nunca, pero se ve que dud mucho en rechazarlas aplicadas a su filognesis. Comprendemos que estas explicaciones queran abarcar ese aspecto tan refinado, artstico, en definitiva, tan propio de lo cultural consciente, que tienen las imgenes primigenias, an nacidas espontneamente desde los trasfondos inconscientes, donde la mente lgica tiene una natural tendencia a esperar poco ms que un informe caos de deseos, propios de una entidad animalesca, opaca y ciega. En rigor, ocupndonos del arquetipo en su faceta de patrn elaborado de comportamiento relacional y cultural, su faceta, digamos, moral, se hace muy difcil alejarnos del mundo consciente humano y buscar orgenes que no estn en este estrato. La lnea argumental es clara: algo tan preciso y diferenciado es propio como creacin de las facultades psquicas superiores, y stas estn en lo consciente. As que la gnesis tuvo que ocurrir desde afuera, hacia dentro: "nada es en el arquetipo que no estuviera antes en los sentidos".
Pero ninguna de estas consideraciones abarca y hace justicia a la autntica esencia del arquetipo. Su abismal preexistencia a todo lo consciente, su naturaleza inasible por remotamente inconsciente, y sus cualidades (a caballo entre lo psquico y lo fsico), tan extraas y diversas en tantos puntos a las aptitudes y actitudes conscientes, tan contrastables con los familiares modos de encarar las vivencias y experiencias (por ms eones que pasen) que tiene la conciencia, no permiten relajarse postulando explicaciones que traten de deducir su realidad interior, inslita, desde experiencias en el ordinario afuera. En general, no esperemos mucha certeza de ninguna explicacin que trate de fundamentar un a priori slo desde un a posteriori.
En efecto, el primer gran escollo con que se encuentra, antes que despus, toda teora explicativa sobre la gnesis de los arquetipos que trate de poner el acento en el factor aprendizaje es, precisamente, darse de bruces con el oponente natural que tiene en psicologa toda asercin behaviourista: las consideraciones sobre lo innato, lo genetista. Imposible darle esquinazo a este conflicto en este contexto, pues precisamente la cualidad ontolgica fundamental de la que partimos para intentar comprender el arquetipo es su carcter filogentico. Y no slo su llamativo carcter hereditario nos remite al contexto de los genes, tambin lo hace su definitivo carcter "infrarrojo", instintivo, que lo "corporiza" acentuadamente. Lo fisiolgico, lo orgnico, lo corpreo, nos remiten inmediatamente tambin al estrato de lo gentico. Jung postula la directa relacin entre lo corpreo, lo gentico, y el arquetipo, en esta sentencia: "(Los arquetipos) se heredan con la estructura cerebral (en verdad, son su aspecto psquico)". Si la tomamos como vlida, tendremos que resolver el acertijo del huevo y la gallina de este modo: el cerebro hizo al hombre, y no el hombre a su cerebro. Al menos, segn lo que creemos saber hoy da con respecto al desarrollo evolutivo de las especies. Jung va tratando de encontrar la solucin a la paradoja entre lo innato y lo adquirido, con mucho esfuerzo, en aseveraciones como sta: "No se (...) trata de ideas heredadas, sino de posibilidades de ideas heredadas. Tampoco son adquisiciones individuales sino, principalmente, comunes a todos, como puede deducirse de [su] presencia universal". Aqu el arquetipo pierde definicin, elaboracin, cualidades que nos resultan ms cercanas al aprendizaje y la instrumentalizacin conscientes, para irse convirtiendo en lo prefigurado, la matriz preforme, la categora abstracta kantiana, que nos parece cuadrar ms con lo que intumos sobre aquello que puede ser lo innato psquico.
Pero justo hablando de psique y cerebro tenemos que traer a colacin algo que dar un giro sorprendente a todas las consideraciones expuestas hasta aqu sobre el origen y la transmisin de los arquetipos. Los estudios e hiptesis del bilogo Rupert Sheldrake han sido jubilosamente acogidos por toda la comunidad junguiana. Como etlogo, especialista en el comportamiento animal, ha credo encontrar fenmenos tan extraos en las pautas de aprendizaje y transmisin de ste en las comunidades animales, que se ha visto obligado a formular la existencia de lo que l ha bautizado como "campos mrficos" o "morfogenticos", algo as como entidades metafsicas, bastante ms all de los cuerpos y los cerebros, donde se guarda toda la informacin relativa a las
pautas de comportamiento y a la memoria colectiva de las especies. En realidad, l ha ampliado el campo de jurisdiccin de los campos mrficos a todo lo existente, ms all de la biologa, para convertirlos en moldes abstractos de la forma y el comportamiento de todo lo fenomenolgico fsico. Esta es, exactamente, la misma lnea especulativa que con el tiempo fue Jung adoptando en relacin a la explicacin de la naturaleza y origen ltimos de lo arquetpico. Un fundamento de esta guisa, de esencia metafsica, es lo nico capaz de empezar a explicar toda la bizarra fenomenologa, desde la abundante parapsicologa (telepatia, presciencia, precognicin) hasta la sincronicidad, que suele presidir las irrupciones del arquetipo. El inconsciente colectivo, como campo mrfico, unifica la preexistencia, lo innato, con lo derivado, pues es a la vez una matriz preformadora con una tendenciosidad teleolgica dada, aunque no estrictamente definida, y un compendio de informacin concreta y elaborada que se va actualizando a s mismo con las sucesivas aportaciones desde las conciencias individuales que componen la especie. Es inapelable como un gen, y a la vez dctil y maleable. Al pertenecer a un estrato extraordinario, nos explica el acaecer paranormal de lo arquetpico, tan suprahumano, y al estar esencialmente imbricado con la etologa ordinaria humana podemos entender que lo percibamos a menudo con un antropomorfismo acusado (justo en el punto de contacto entre estos dos rdenes es donde se aparece el arquetipo del Mago). No est en el cerebro, no est en el cuerpo, no est en los genes, pero es la causa ltima de lo humano heredado, desde lo fsico al carcter. Afecta muy concretamente al individuo, a la especie, pero en s parece conectado holsticamente con el Todo. Gracias a esta perspectiva privilegiada, asomada a lo universal, y como matriz de nuestra inteligencia, nutrindose a la vez de ella, contiene un conocimiento excelso y supraordinado, que representa antropomrficamente el arquetipo del Viejo Sabio. CARL GUSTAV JUNG Arquetipos e inconciente colectivo
EL INCONCIENTE COLECTIVO Jung asevera que, as como la evolucin tiene una importancia incidencia en el cuerpo, tambin la tiene sobre el psiquismo. La mente est ligada al pasado, no solamente al pasado de la infancia sino tambin al pasado de la especie. El inconciente colectivo es una porcin del psiquismo que no depende de la experiencia personal y su contenido es un depsito de predisposiciones y potencialidades para experimentar y responder al mundo de las misma manera que lo hacan los antepasados de la especie. Estas predisposiciones que hereda el ser humano se expresarn y desarrollarn de distintas maneras segn el contexto y las experiencias que le toque vivir a cada individuo.
Arquetipos Los contenidos del inconciente colectivo se denominan "arquetipos". A lo largo de su obra, Jung fue describiendo numerosos arquetipos, sealando que existen tantos como experiencias tpicas en la vida: Dios, el demonio, el anciano sabio, el hroe, la madre tierra, etc. Las formas arquetpicas no son, precisamente, modelos estticos. Son factores dinmicos que se manifiestan en impulsos, tan espontneamente como los instintos.*3+ Los arquetipos son universales. Todo ser humano hereda las mismas imgenes arquetpicas bsicas. Las diferencias culturales e individuales determinarn la forma en que estos arquetipos se manifiesten. El concepto de arquetipo comienza a rondar la mente de Jung a partir del anlisis de los sueos. Jung hall con frecuencia en los sueos, la presencia de elementos que no podan derivarse de la experiencia personal del sujeto. Freud ya haba usado la expresin remanentes arcaicos para referirse a ciertas expresiones mentales cuyo origen pareca venir de mucho ms all de la historia personal. As como el cuerpo humano representa todo un museo de rganos, cada uno con una larga historia de evolucin tras de s, igualmente es de suponer que la mente est organizada en forma anloga.*4+ Vamos a dedicar aqu, ya para ir finalizando este resumen, un conciso comentario sobre cuatro arquetipos fundamentales para la psicologa analtica: el personaje, el nima/nimus, la sombra y el yo.
El Personaje Etimolgicamente, la palabra personaje remite a las mscaras usadas por los actores en la antigua Grecia. En la psicologa analtica este arquetipo cumple una funcin similar a la de la mscara de un actor, permitindonos representar un papel. El personaje es la careta o fachada que exhibimos pblicamente, con el propsito de exteriorizar una imagen favorable. El objetivo del personaje es la aceptacin social. El personaje constituye el soporte de la vida social. Una persona puede usar diferentes mscaras en diferentes contextos. Una mscara para el trabajo, otra para el trato con familiares, otra en el contexto de un grupo de amigos. El rol del personaje puede ser provechoso o nocivo para la persona. Puede permitir obtener beneficios materiales que pueden ser canalizados luego para llevar una vida privada ms satisfactoria. Pero tambin puede acontecer que la persona se fusione demasiado con el personaje. En ese caso, el ego puede verse llevado a identificarse exclusivamente con el personaje, y otras facetas de la personalidad sern dejadas de lado. A la identificacin exclusiva del ego con un personaje Jung la denomina inflacin.
A esto se encuentran expuestos, por ejemplo, los polticos con sus asesores de imagen que los aconsejan y entrenan para lucir, decir y hacer lo conveniente para ser aceptados y votados. Los asesores de imagen no son otra cosa que entrenadores del arquetipo del personaje. Si los asesoradosno practican una buena introspeccin pueden terminar identificados con el personaje. Al menos en Argentina, esto se ve mucho en la clase poltica. Los casos de personaje inflado suelen mostrar personas con cierto xito social que en algn momento comienzan a tener sensacin de sin sentido en su vida. En el anlisis suelen percatarse de cierta hipocresa en sus relaciones e intereses sumada a una intensa sensacin de incomodidad. El objetivo del tratamiento gravita en deflacionar al personaje procurando que se expresen los otros aspectos de la personalidad.
El Anima y el Animus Para Jung, el personaje conforma la cara exterior de la psiquis, dado que es el rostro que se muestra al mundo. A la cara interior del psiquismo la designa bajo los trminos nima (en el hombre) y nimus (en la mujer). El nima representa el lado femenino de la psiquis del varn; y el nimus es la parte masculina de la psiquis femenina. El hombre ha desarrollado su arquetipo nima por la continua exposicin a las mujeres durante muchas generaciones, y la mujer ha desarrollado su arquetipo nimus por su exposicin a los hombres. A travs de la vida y la interaccin uno con otro durante generaciones, cada sexo ha adquirido caractersticas del sexo opuesto que facilitan las respuestas adecuadas y la comprensin del sexo opuesto.*5+ Se deduce de esto la importancia de estos arquetipos en las relaciones con el sexo opuesto. Cada hombre lleva dentro de su psiquis una estampa de todas las impresiones producidas por la mujer a travs de los siglos. Lo propio sucede con las mujeres y el nimus. Dicha estampa, imagen o rastro es inconciente, y tiende a ser proyectada hacia la persona amada. El nima en el hombre y el nimus en la mujer es una de las principales causas de la atraccin apasionada o del rechazo exaltado. La cultura occidental tiene vastos antecedentes en relacin a menospreciar lo femenino en los hombres y los aspectos masculinos en la mujer. Ya desde la infancia se estila burlar y cohibir con los motes de mariquitas y marimachos a los nios y nias que exteriorizan caractersticas del sexo opuesto. Esto suele conducir a que el personaje adquiera prioridad y sofoque al nima o nimus. Este desequilibrio podra ocasionar una rebelin del nima o nimus, en cuyo caso estaramos frente a una reaccin comnmente evaluada como excesiva. Lejos de querer agotar la explicacin
de la homosexualidad y el transvestismo, Jung considera que una identificacin del hombre con su nima puede tener significativa incidencia en algunos casos.
La sombra Hemos mencionado que el nima y el nimus manejan las relaciones entre los sexos proyectndose hacia el sexo opuesto. Ahora bien, Jung postula la presencia de otro arquetipo al gnero propio del sujeto y que condiciona las relaciones de la persona con los sujetos del mismo sexo. Se trata de la sombra, uno de los arquetipos junguianos que ms aceptacin ha tenido en otras escuelas psicolgicas. Se trata de un arquetipo depositario de elementos de la naturaleza animal primitiva del hombre. Al integrarse a la cultura, el ser humano es civilizado; esto implica moderar y refrenar los impulsos animales. En este proceso de civilizacin, que guarda mucha relacin con el desarrollo del arquetipo del personaje, el individuo se desliga de su sabidura instintiva. Estos contenidos censurados, al deber su energa a profundas races evolutivas, no se doblegan fcilmente; se guarecen en el inconciente donde permanecen en estado latente. Las personas tienden a proyectar los empujes de su sombra en otras del mismo sexo generando hostilidad y rechazo entre personas del mismo gnero. Cuando una persona manifiesta una exagerada aversin hacia otra persona del propio sexo, Jung sospecha que la persona ve en el otro a su propia sombra expulsada de s. La impugnacin de la sombra empobrece la personalidad. La naturaleza animal del hombre no es necesariamente algo malo. En ciertas ocasiones, por ejemplo, cuando debemos decidir y actuar velozmente ante una situacin de peligro, el ego suele quedar apabullado ante la conmocin repentina y dependemos de nuestras predisposiciones animales. Si se permite la integracin de la sombra en la personalidad del individuo podra lograrse que la misma enriquezca y complemente a las dems facetas del sujeto.
El Yo El yo es el arquetipo organizador de la personalidad. Es el arquetipo de la unificacin que procura atraer y armonizar a los dems arquetipos, confiriendo a la personalidad un sentido de unidad. Cuando una persona dice que se encuentra en armona con s misma, en caso de que esta sensacin sea verdadera, el arquetipo del yo est efectuando exitosamente su tarea.
Para Jung esta tarea no se logra desde la ignorancia sino desde el conocimiento de s. La persona que no se conoce termina proyectando los elementos reprimidos de su inconciente sobre los dems. Es interesante no confundir el yo con el ego. El arquetipo del yo es un principio unificador, una especie de gua interior. El ego, en cambio, se ve tironeado entre las demandas sociales y los impulsos del inconciente, entre el nima o el nimus y el personaje Lo Colectivo
"Llamo colectivos a todos aquellos contenidos psquicos que son peculiares no de un individuo, sino de muchos individuos a la vez, esto es, de una sociedad, de un pueblo o de la humanidad. Tales contenidos son las "representaciones msticas colectivas" (reprsentations collectives) de los primitivos descritas por Lvy-Bruhl, y tambin los conceptos generales de derecho, Estado, religin, ciencia, etc., que le resultan corrientes al hombre culto. Pero no slo han de calificarse de colectivos las nociones y los conceptos, sino tambin los sentimientos. Lvy-Bruhl muestra cmo en los primitivos las representaciones colectivas constituyen a la vez sentimientos colectivos (...) En el hombre culto se asocian tambin sentimientos colectivos a ciertos conceptos colectivos, como la idea de Dios o de derecho o de patria. El carcter colectivo es propio no slo de elementos o contenidos psquicos individuales, sino de funciones enteras" (i) (pensamiento, sentimiento, sensacin e intuicin)
No es difcil, por lo tanto, entender cul es el estrato colectivo de la psique, en cuanto se significa, de entrada y principio, en algo tan evidente como la riqueza cultural grupal, comprendida la cultura como modo de ser humano en sociedad en todas las direcciones psquicas, como explica Jung arriba. Todo aquello que nos identifica con un grupo humano, todo aquello que nos afecta y es a la vez afeccin a nuestro alrededor, general, desde el cuerpo de leyes que nos gobiernan en conjunto hasta las comunes creencias y celebraciones religiosas, pasando, por ejemplo, por la devocin a los mismos personajes famosos, es psquico colectivo.
En principio, pareciera que esto psquico colectivo, definido slo hasta ah, fuera un estrato de ubicacin y generacin externa, cuyo territorio propio es el lugar en que lo personal se integra en una sociedad y pasa a relacionarse con los otros. Que lo colectivo es mbito slo del uso y la costumbre, del hombre y su circunstancia social, y que la adaptacin al medio, a menudo apoyada por la subyacente facilidad humana para el contagio mental, son los nicos avales de esta instancia psquica. Esta visin relativiza el valor de la representacin colectiva y coloca frente a ella un valor con la posibilidad de ser ms genuino: el de lo individual y personal.
Sin detrimento de que parte de la cuestin hasta ah nos lleva, en efecto, queda sin embargo por incluir en la ecuacin psquica de lo colectivo una magnitud de importancia crucial, que cambia el aspecto completo de la apreciacin de estas cosas, y que coloca un fundamento basal de lo colectivo en una posicin excepcional: lo ms profundo del individuo, su propia mismidad, su raz y naturaleza humana genuina primordial, en un nivel ms all de lo personal. Se trata del Inconsciente Colectivo. De este modo, llegamos a ver que en realidad los opuestos que se enfrentan no son lo colectivo social y lo individual personal, sino que, en ltima instancia, son lo colectivo consciente y lo colectivo inconsciente. El valor del cdigo legal poltico, el rito religioso y la costumbre moral social, frente a sus propios fundamentos internos, frente a la fuente de la que nacieron, en la que se reflejan, y de la que toman prestado su ms o menos ocasional, su ms o menos universal y legtimo, segn su tino y acierto, valor.
El individuo aparece as como el punto de contraste entre el ser humano primordial y sus genuinos instintos, desde lo animal a lo cultural, que subyace latente en su inconsciente profundo, y la forma ocasional en que se ha intentado resolver ese contenido y se ha concretado en lo externo comunitario, que llamamos sociedad. El camino hacia el Inconsciente Colectivo, no olvidemos la paradoja, es un camino por lo tanto extremadamente ntimo e individual, y ah radica, dicho sea de paso, el valor universal del individuo heroico en todo colectivo humano: el profeta que por s mismo renueva la fe de toda una sociedad, el idelogo que es capaz desde su inquietud personal de acabar provocando un movimiento de masas y una revolucin. El Hroe es una figura cuyo valor colectivo, pues, no se basa en haber logrado hacer aquello que quera conseguir para s, contra toda dificultad, sino en que al hacerlo, al expresar su ms profunda genuinidad, ha dado expresion a un aspecto del alma humana universal.
El Inconsciente Colectivo
Capa estructural de la psique humana que contiene elementos heredados, difiere del inconsciente personal (...).
El inconsciente colectivo contiene toda la herencia espiritual de la evolucin de la humanidad, que nace nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo.
Jung deriv su teora del inconsciente colectivo de la ubicuidad de los fenmenos psicolgicos que no podan explicarse en base a la experiencia personal. La actividad de la fantasa inconsciente, por ejemplo, puede caer en dos categoras:
1-Fantasas (incluyendo sueos) de carcter personal, que vuelven indiscutiblemente a experiencias personales, cosas olvidadas o reprimidas, y por eso se pueden explicar totalmente a travs de la anamnesis individual.
2-Fantasas (incluyendo sueos) de carcter impersonal, que no pueden reducirse a experiencias pasadas del individuo, y por eso no se pueden explicar como algo adquirido individualmente. Estas imgenes de la fantasa sin duda tienen sus anlogos ms cercanos en los tipos mitolgicos...Ya que estos casos son tan numerosos, estamos obligados a suponer la existencia de un sustrato psquico colectivo, que yo he llamado el inconsciente colectivo.
El inconsciente colectivo -antes de entrar en detalles- parece estar constituido por motivos mitolgicos o imgenes primordiales, razn por la cual los mitos de todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitologa puede considerarse una especie de proyeccin del inconsciente colectivo...Por lo tanto, podemos estudiar el inconsciente colectivo de dos maneras: en la mitologa o en el anlisis del individuo.
Cuanto ms ahondemos en la asimilacin de los contenidos del inconsciente personal, ms nos acercaremos a las revelaciones subyacentes en el rico estrato de imgenes y motivos contenidos en el inconsciente colectivo. As se produce la expansin de la personalidad.
De este modo, surge una conciencia que ya no est aprisionada en el pequeo y extremadamente sensible mundo personal del ego, sino que participa libremente en el mundo ms amplio de los intereses objetivos. Esta conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y egosta conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales que siempre debe ser compensado o corregido por las contratendencias inconscientes; ms bien, es una funcin de relacin con el mundo de los objetos, que conduce al individuo a una comunin absoluta, valedera e indisoluble con el mundo en general (ii) n arquetipo es un modelo o ejemplo de ideaso conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.
El inconsciente colectivo es la regin de la estructura de la mente ms profunda y de mayor importancia para Jung. Es la fuente de toda la energa psquica, incluida la consciencia, y es la parte bsica de la libido. Posibilita que el sujeto se ponga en contacto con las fuerzas csmicas supra-individual (No en vano se ha considerado a Jung como el primer psiclogo transpersonal). Contiene toda la herencia espiritual de la evolucin de la humanidad, las grandes "imgenes primordiales" de como las cosas han sido para la humanidad, y aparece nuevamente en la estructura cerebral de los sujetos. El inconsciente "objetivo" es el inconsciente colectivo, al contener la misma informacin heredada para todos los sujetos, frente al inconsciente personal que es de tipo "subjetivo" al contener las experiencias y deseos personales de la vida particular de cada uno. Las imgenes primordiales son los "arquetipos. Los arquetipos, los define Jung, como formas o imgenes de naturaleza colectiva, que dan casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al propio tiempo, como productos individuales autctonos de origen inconsciente. Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formacin de smbolos que se repiten en los contenidos de las mitologas de todos los pueblos de la historia de la humanidad. De los arquetipos dependen las ltimas y ms profundas motivaciones de la mente y la conducta humana individual y colectiva. Las pautas culturales en ltima instancia dependen de los arquetipos. Son los substratos universales y perennes de toda la vida psicolgica individual y colectiva. En la concepcin de Jung, los arquetipos no se refieren tanto a contenidos especficos de la mente, sino ms bien a tendencias dominantes que estructuran intrnsecamente la mente inconsciente . De este modo se entiende, pongamos por caso, la existencia de diferentes religiones pero con arquetipos o "imgenes primordiales" similares. Lo que se hereda en los arquetipos son los patrones subyacentes a la formacin de smbolos, no los mismos smbolos. Los smbolos, expresan conscientemente la parte de configuracin de los arquetipos inconscientes subyacentes. Las imgenes y las ideas en las que se expresan los arquetipos, que son los patrones fundamentales en la formacin de smbolos, se manifiestan en una gama simblica que barca experiencias tan diversas como los sueos, el arte, las mitologas y religiones, las llamadas experiencias "paranormales" y gran infinidad de actividad humana. Jung identifica varios arquetipos en la humanidad. Entre estos estn el arquetipo de Dios . A partir de la adoracin al dios-sol que da calor y luz, las religiones han simbolizado de manera distinta a Dios. Para Jung el hecho de que existan los arquetipos como universales inconscientes, no determina la no existencia real de lo simbolizado en los mismos. El arquetipo del hroe o de Dios, no niega o afirma la existencia misma de los hroes o de Dios. El problema para Jung, no era confirmar o negar los smbolos como algo con realidad externa a la mente, sino como la mente ya lleva pre-configurada la posibilidad de creacin de smbolos a partir de los arquetipos del inconsciente colectivo. Jung estaba interesado por las expresiones universales de la mente, no por el misticismo ajeno a esta. En la obra de Jung se hace referencia a mltiples arquetipos como es el hroe nio, representado por Moiss salvado de las aguas, Jess ocultado por Jos y Mara, etc. el arquetipo del viejo mago
que representa la sabidura de la experiencia pasada, el arquetipo del nacimiento, de la madre, etc. Carl Jung haba llegado a su concepcin del inconsciente colectivo y sus rasgos dominantes de los arquetipos a travs de diversas fuentes (Rubino, 1995): 1. Los restos arcaicos y las proto-fantasas de las personas 2. El estudio de las representaciones colectivas y mitologas 3. El estudio de los filsofos como Herclito, Schopenhauer, Carus y Cassirer 4. El estudio de las "ciencias ocultas" como la alquimia, la parapsicologa o la ufologa (ovnis). 5. El estudio de la "transferencia arquetipal" de contenido mtico LOS SMBOLOS La energa psquica de la libido se utiliza primariamente para las funciones de supervivencia. Una vez satisfechas estas necesidades, el exceso de energa sobrante se utiliza en la formacin de smbolos. El smbolo no es como se supone una especie de metfora que sustituye a algo conocido. Los smbolos resultan de una condensacin de varios elementos que aportan analogas o representaciones del inconsciente, formando complejos. En suma, el smbolo puede entenderse como una representacin de un complejo. Es el complejo proyectado en forma de imagen. Es importante destacar que el smbolo es una unidad sinttica de significado entre dos polos opuestos: lo manifiesto y lo oculto. Tras su sentido objetivo y visible se oculta otro sentido invisible ms profundo. Lo simblico se puede expresar tanto en el arte grfico o artstico como en las formas dinmicas de las fantasas, las visiones y los sueos. Otra funcin de los smbolos es unir a travs de sus imgenes la vida consciente e inconsciente del individuo, a modo de integracin. Por ltimo el smbolo puede tambin representar la confluencia de los complejos del inconsciente personal y los arquetipos del inconsciente colectivo: Por ejemplo, se puede considerar el smbolo de la cruz como expresin del amor divino de Cristo, pero la interpretacin de la cruz, es simblica, situndola por encima de todas las explicaciones imaginables, como confluencia de los dos inconscientes, y en el fondo como expresin de un arquetipo
una tendencia innata a generar imgenes con intensa carga emocional que expresan la primaca relacional de la vida humana.
En el libro Realidad del alma, Jung propone que en el mundo primitivo todos los hombres posean una especie de alma colectiva, pero con el pasar de los aos y la evolucin, surgi un pensamiento y una conciencia individual que ayud en gran parte con la formacin del modo de pensar de cada cultura y de su tipo de actuar. Una persona est integrada por conductas regidas por arquetipos, junto con sus diferentes caminos y sus estadios. Existen tres caminos: Conocimiento, Poder y Amor. eora de la mente y los sueos
A) LA ESTRUCTURA DE LA MENTE
En el modelo de Jung la psique consta de tres partes: la conciencia, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo.
La conciencia tiene un papel secundario respecto a los dos inconscientes. Su funcin fundamental es servir al sujeto para adaptarse al ambiente. El "ego" es la parte central de la conciencia y tiene la funcin de otorgar el sentido de continuidad e identidad personal a travs de la vida, el sentido de "si-mismo". Esta parte de la mente, que es la conciencia, es la nica parte que el individuo conoce directamente. El Yo (ego) por lo tanto no es idntico a la totalidad de la Psique. Esta actividad yoica organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes.
Adems el yo juega el papel de guardin del umbral de la conciencia, de modo de que todo lo que no entre en su actividad permanece inconsciente. El papel selectivo del yo permite que el individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a travs de la seleccin y eliminacin de ciertos materiales psquicos el sujeto se siente organizado y portador de una identidad, identidad que se vera amenazada por la irrupcin de la psicosis y la desorganizacin personal si la funcin del yo desapareciera por completo. Sin embargo las funciones del yo cuando son en exceso preponderantes, desequilibran la homeostasis con los elementos inconscientes de la psique, y producen determinados trastornos psicolgicos como las neurosis.
El inconsciente personal abarca aquellos aspectos de la mente que han sido reprimidos y los recuerdos aparentemente olvidados. Tambin contiene las funciones de la "percepcin subliminal" y la actividad de los sueos y fantasas relacionadas con recuerdos, deseos y experiencias personales reprimidas u olvidadas. Jung, en este aspecto del inconsciente personal subscribe parcialmente la concepcin de Freud.
El inconsciente personal no se caracteriza Jung por tener solo una carga sexual y/o agresiva. Este punto lo aclara en una concepcin de la Libido distinta a la freudiana. La libido o energa psquica inconsciente que gua las motivaciones humanas tiene para Freud una finalidad sexual, mientras que para Jung tiene un componente indiferenciado al estilo de la energa vital (elan vital) de Henri Bergson . La libido para Jung es una energa vital indiferenciada, el soplo de la misma "alma", concebida psicolgicamente. Tambin, el inconsciente personal, puede contener experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, y sobretodo en su actividad destacan los "Complejos". El inconsciente personal, a diferencia de los procesos conscientes que pueden ser conocidos directamente al percatarnos de ellos, solo puede ser inferido a travs de ciertas actividades humanas como los sntomas, los complejos y los smbolos. Jung propuso que su "test de asociacin de palabras" puede detectar los complejos vinculados al inconsciente personal (Freud lo tubo en cuenta, en la poca en que ambos colaboraron, pero lo releg a segundo plano frente a su mtodo de "asociacin libre"). En el mtodo de la asociacin de palabras se le pide al sujeto que conteste a una palabra, de una lista de unas cien palabras, con la primera que se le venga a la mente. El examinador toma nota de la respuesta junto al tiempo que se tarda en responder. Si el sujeto no percibe inconscientemente que la palabra estmulo no se relaciona con ningn complejo (ver apartado de los complejos) este responder rpidamente con alguna otra palabra.
Jung consider que determinadas respuestas indican la presencia de un complejo emocional : (1) una reaccin retardada , (2) respuestas mltiples (el sujeto emplea varias palabras como indicador de no control de su respuesta, que intenta ocultar ), (3) respuestas personales (p.e ante la palabra estmulo se responde : bailar--->la amo , azar---->no creo en el) , (4) la perseveracin (dar las mismas respuestas ante palabras estmulos muy variadas ) , (5) responder con una asociacin superficial (p.e casarse---->casado) , (6) repetir la misma palabra del estmulo , (7) la absoluta imposibilidad de responder (el indicador ms fuerte de la presencia de un complejo ) , (8) indicadores de pobre reproduccin (cuando en una segunda pasada del test hay ms de un 20% de respuestas diferentes puede estar presente un complejo) y (9) la presencia de respuestas emocionales al test como el tartamudeo, el carraspeo, sonrojarse, sorpresa, cambios frecuentes de postura y otras reacciones . La concepcin del inconsciente personal se basa en la teora de los complejos, y difiere de la freudiana, en cuanto al papel autnomo que tienen estos en la concepcin de Jung. En el apartado de los complejos nos extenderemos en este punto.
La tercera regin de la psique, el inconsciente colectivo, es la ms importante en la vida del sujeto. Es el substrato ms profundo de la mente, presente en todos los individuos desde su nacimiento. Conforma la dimensin objetiva de la psique (frente a la subjetiva del inconsciente personal) , al contener la experiencia humana de las generaciones de la humanidad . El inconsciente colectivo est dotado de propsito e intencionalidad, cuya fuerza energtica reposa en elementos primordiales o arcaicos, llamados "arquetipos" . Esta regin de la mente jams puede enfermar, ya que contiene las experiencias y los mensajes primordiales de la humanidad. Por otro lado el inconsciente colectivo no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto.
B) LA LIBIDO
En 1912 Jung public sus ideas relativas en la libido en sus libros "Transformacin y smbolos de la libido" y "La psicologa del inconsciente", obras que marcaban sus diferencias y ruptura con Freud. La libido supona la totalidad de la energa psquica indiferenciada, de manera similar al "elan vital" de Henri Bergson. La energa general de la vida, que subyace a los procesos fsicos y mentales del hombre, constituyen su libido. La conducta humana no est determinada por la libido sexual de Freud, ni por la compensacin del sentimiento de inferioridad de Adler. Solo existe la "energa vital indiferenciada" que como fuerza motriz de la conducta puede adoptar la forma de persecucin del placer sexual, lucha por la superioridad, la creacin artstica u otros fines.
La finalidad de la energa vital es fundamentalmente proporcionar la conservacin y la continuidad de la especie humana. Una vez satisfechas las necesidades de supervivencia de origen biolgico, la energa vital puede ser canalizada hacia otros fines como las producciones culturales o creativas del sujeto.
El "principio de los opuestos" o dialctica interna de la psique, rige la actividad de la libido, es la ley inherente a la actividad humana. La mente es un sistema que se auto-regula en base a la lucha entre tendencias opuestas. Existe una funcin reguladora de los opuestos llamada "Enantiodroma" (entropa) que para Jung es la ley fundamental y a la base de todo el funcionamiento psicolgico. Este principio de la entropa fue descubierto por el filsofo griego Herclito, al que Jung estudi profundamente, y llega hasta Hegel en su dialctica. La energa psquica es el resultado de una lucha entre actividades opuestas, consciente versus inconsciente, el calor frente al fro, etc. Cuanto mayor es el conflicto y la oposicin entre los opuestos, mayor es la energa liberada. La energa mental adems sigue el principio de conservacin o "equivalencia" que establece que la falta o ausencia de energa en una regin psquica se har presente en otra rea o actividad mental. Otra ley relacionada es la "entropa" que establece que si una parte de la
mente o la personalidad se haya cargada de una gran cantidad de libido y otra con poca cantidad, esta ir de la primera a la segunda.
Cuando en la mente existe un equilibrio entre la energa de sus regiones, estando las fuerzas opuestas equilibradas, hay un movimiento de "progresin" suave de la actividad psquica desde los niveles inconscientes a los ms conscientes, experimentando el sujeto un sentimiento de bienestar y felicidad llamado "sentimiento vital. El desequilibrio producira un proceso contrario de "regresin" y malestar subjetivo. En este caso la actividad inconsciente invade las capas de la conciencia en explosiones afectivas difciles de manejar y asimilar. El movimiento regresivo supone un fallo de la regulacin consciente ya sea por un exceso de represin o no atencin suficiente para captar y simbolizar los procesos inconscientes en marcha, se produce una intensificacin de los contenidos inconscientes personales y/o colectivos. Esto puede llevar a la neurosis, si opera un exceso de la represin o de la psicosis si se interrumpe la regulacin consciente e irrumpen los simbolismos arcaicos del inconsciente colectivo. El movimiento regresivo puede tener sin embargo aspectos positivos si el sujeto intenta reajustar su armona de la entropa reintegrando los aspectos inconscientes que han surgido en esta experiencia, como parece que vivi el mismo Jung al observar sus propios sueos y profecas espontneas sobre la primera guerra mundial.
El gran problema de la psicologa para Jung, es la reintegracin de los contrarios, siguiendo la ley de la termodinmica de la entropa, cual proceso "alqumico". En su libro "Psicologa y alquimia" (1944) se ocupa, entre otros temas de cmo integrar el mal (Satn), asimilndolo en la "experiencia numinosa" . El conflicto interior de la psique y de las experiencias humanas como actividades de esta, entre el consciente versus el inconsciente, el bien frente al mal de las religiosas, y otros conflictos humanos, solo puede ser superado integrando los opuestos.
Integrando la psique inconsciente con la consciente, especialmente atendiendo a los mensajes del inconsciente colectivo, se logra esa experiencia (numinosa) de asimilacin entre los opuestos. Los opuestos representan el drama humano, drama que tiene su raz y su solucin en los mensajes de la libido del inconsciente colectivo.
El principio de los opuestos posibilita la comprensin de toda forma de vida como una lucha de fuerza antagnicas (Rubino, 1995). Las grandes cosmovisiones de la humanidad se basan en este principio: la lucha del bien contra el mal, el Ying y el Yang, lo masculino frente a lo femenino, lo consciente versus lo inconsciente, la alquimia y su filosofa hermtica, etc. La libido expresa este principio de los opuestos, y es regulada por el mismo. La energa vital de la libido contiene un potencial de mensajes para el propio sujeto que le aportan soluciones para los problemas vitales,
problemas que ya vivieron otras generaciones y que se encuentran en los arquetipos del inconsciente colectivo.
Un complejo es la imagen de cierta situacin psquica que tiene una fuerte carga emocional y que adems es incompatible con la actitud normal de la conciencia.
La va regia al inconsciente personal, dice Jung, no es el sueo como supona Freud, sino el complejo. Los complejos interfieren las intenciones y voluntad consciente, producen alteraciones en la memoria y bloquea el flujo de las asociaciones (p.e test de asociacin). Aparecen y desaparecen regidos por sus propias leyes. Influyen de manera inconsciente y se comportan como entidades independientes.
La etiologa frecuente de los complejos se encuentra en los traumas o shocks emocionales. Producen el conflicto moral que aparece entre el yo y el inconsciente personal, en los deseos y motivaciones ajenas a la voluntad y la razn consciente. Tener complejos no se identifica necesariamente con la aparicin de una neurosis, aunque tengan una presentacin dolorosa. El sufrimiento forma parte de la naturaleza humana, el polo opuesto a la felicidad.
Experimentar un complejo es tener en cuenta la presencia de que estamos ante la presencia de una parte de nuestra psique que no es asimilada y elaborada adecuadamente. Un complejo solo se vuelve patolgico cuando lo negamos y pensamos que no lo tenemos. Los complejos se superan asimilndolos al vivirlos completamente, atrayndolos hacia nosotros, percatndonos en sentido pleno de los mismos.
Para Freud el complejo es una cierta cantidad de energa vinculada a un deseo inconsciente (p.e "Complejo de Edipo" y "Complejo de Electra"). Jung acepta lo expuesto por Freud, pero va an ms lejos en su propuesta de los complejos. Les otorga "vida autnoma" dentro del inconsciente personal. Conforman una especie de entidades independientes y constelaciones que se activan
por regiones, de manera autnoma. Los complejos pueden irrumpir en los sueos en forma de disfraz de caracteres, experimentando eventos o roles independiente a su voluntad
Cuando un complejo est muy aislado del resto de los complejos del inconsciente personal, la salud mental se ve comprometida. Igualmente los complejos pueden reactivar los niveles ms profundos del inconsciente personal, activando los arquetipos de este otro inconsciente, de modo que puede aparecer la psicosis.
Uno de los complejos ms frecuentes es la "persona" (en latn significa mscara). Cada sujeto representa diferentes roles y papeles en la vida (padre, empleado, esposo, etc.), asumiendo esas mscaras. Otro importante complejo es "la sombra. La sombra contiene los deseos y necesidades que no pueden ser aprobadas por el yo consciente. Viene a ser como una personalidad, dentro de la misma personalidad. La sombra representa los impulsos sexuales y agresivos olvidados o reprimidos. Posee su propia energa psquica y puede llevar al sujeto a realizar actos peligrosos o irresponsable a los ojos de otros. Un rasgo bsico de la sombra, es la "proyeccin. Solemos atribuir a las otras personas, las cualidades malignas y rechazadas en nosotros mismos, aspectos que conscientemente no reconocemos. La sombra es lo ms opuesto al "ego"(yo). La sombra de los hombres, adems suelen adoptar una forma femenina ("anima") frente a su ego consciente masculino, y en las mujeres la sombra adopta el rasgo masculino ("animus"). La mente de los hombres y mujeres tienen elementos inconscientes opuestos a los de su ego, partes masculinas y femeninas ocultas.
En las actividades donde desciende el nivel de conciencia, como pueden ser ejemplos, los estados hipnticos, los sueos o el xtasis artsticos, emergen los complejos del inconsciente personal con actividad propia y autnoma.
Todo complejo consta de: (1) un elemento nuclear significativo, consciente y autnomo, y de (2) asociaciones determinadas vinculadas entre s por una tonalidad afectiva. Jung adapt el test de asociacin de palabras del psiclogo Wundt al estudio de los complejos, como ya expusimos al hablar de la estructura de la mente.
El inconsciente colectivo es la regin de la estructura de la mente ms profunda y de mayor importancia para Jung. Es la fuente de toda la energa psquica, incluida la consciencia, y es la parte bsica de la libido. Posibilita que el sujeto se ponga en contacto con las fuerzas csmicas supra-individual (No en vano se ha considerado a Jung como el primer psiclogo transpersonal). Contiene toda la herencia espiritual de la evolucin de la humanidad, las grandes "imgenes primordiales" de como las cosas han sido para la humanidad, y aparece nuevamente en la estructura cerebral de los sujetos. El inconsciente "objetivo" es el inconsciente colectivo, al contener la misma informacin heredada para todos los sujetos, frente al inconsciente personal que es de tipo "subjetivo" al contener las experiencias y deseos personales de la vida particular de cada uno.
Las imgenes primordiales son los "arquetipos. Los arquetipos, los define Jung, como formas o imgenes de naturaleza colectiva, que dan casi universalmente como constituyentes de los mitos y, al propio tiempo, como productos individuales autctonos de origen inconsciente. Los arquetipos son los patrones fundamentales de la formacin de smbolos que se repiten en los contenidos de las mitologas de todos los pueblos de la historia de la humanidad. De los arquetipos dependen las ltimas y ms profundas motivaciones de la mente y la conducta humana individual y colectiva. Las pautas culturales en ltima instancia dependen de los arquetipos. Son los substratos universales y perennes de toda la vida psicolgica individual y colectiva. El ncleo central de los significados contenidos en los arquetipos no son definibles por ser esencialmente inconsciente, por lo que solo se pueden circunscribir la forma de sus contornos a travs de los mitos, leyendas, religiones y otras actividades humanas colectivas e histricas.
A menudo se ha criticado la idea de arquetipo en Jung como un intento de reintroducir el concepto de "ideas innatas" en psicologa. En la concepcin de Jung, los arquetipos no se refieren tanto a contenidos especficos de la mente, sino ms bien a tendencias dominantes que estructuran intrnsecamente la mente inconsciente . De este modo se entiende, pongamos por caso, la existencia de diferentes religiones pero con arquetipos o "imgenes primordiales" similares. Lo que se hereda en los arquetipos son los patrones subyacentes a la formacin de smbolos, no los mismos smbolos. Los smbolos, expresan conscientemente la parte de configuracin de los arquetipos inconscientes subyacentes. Las imgenes y las ideas en las que se expresan los arquetipos, que son los patrones fundamentales en la formacin de smbolos, se manifiestan en una gama simblica que barca experiencias tan diversas como los sueos, el arte, las mitologas y religiones, las llamadas experiencias "paranormales" y gran infinidad de actividad humana .
Jung identifica varios arquetipos en la humanidad. Entre estos estn el arquetipo de Dios . A partir de la adoracin al dios-sol que da calor y luz, las religiones han simbolizado de manera distinta a
Dios. Para Jung el hecho de que existan los arquetipos como universales inconscientes, no determina la no existencia real de lo simbolizado en los mismos. El arquetipo del hroe o de Dios, no niega o afirma la existencia misma de los hroes o de Dios. El problema para Jung, no era confirmar o negar los smbolos como algo con realidad externa a la mente, sino como la mente ya lleva pre-configurada la posibilidad de creacin de smbolos a partir de los arquetipos del inconsciente colectivo. Jung estaba interesado por las expresiones universales de la mente, no por el misticismo ajeno a esta.
En la obra de Jung se hace referencia a mltiples arquetipos como es el hroe nio, representado por Moiss salvado de las aguas, Jess ocultado por Jos y Mara, etc. el arquetipo del viejo mago que representa la sabidura de la experiencia pasada, el arquetipo del nacimiento, de la madre, etc.
Carl Jung haba llegado a su concepcin del inconsciente colectivo y sus rasgos dominantes de los arquetipos a travs de diversas fuentes (Rubino, 1995):
1. Los restos arcaicos y las proto-fantasas de las personas 2. El estudio de las representaciones colectivas y mitologas 3. El estudio de los filsofos como Herclito, Schopenhauer, Carus y Cassirer 4. El estudio de las "ciencias ocultas" como la alquimia, la parapsicologa o la ufologa (ovnis). 5. El estudio de la "transferencia arquetipal" de contenido mtico. E) LOS SMBOLOS
La energa psquica de la libido se utiliza primariamente para las funciones de supervivencia. Una vez satisfechas estas necesidades, el exceso de energa sobrante se utiliza en la formacin de smbolos. El smbolo no es como se supone una especie de metfora que sustituye a algo conocido. Los smbolos resultan de una condensacin de varios elementos que aportan analogas o representaciones del inconsciente, formando complejos. En suma, el smbolo puede entenderse como una representacin de un complejo. Es el complejo proyectado en forma de imagen.
Es importante destacar que el smbolo es una unidad sinttica de significado entre dos polos opuestos: lo manifiesto y lo oculto. Tras su sentido objetivo y visible se oculta otro sentido
invisible ms profundo. Lo simblico se puede expresar tanto en el arte grfico o artstico como en las formas dinmicas de las fantasas, las visiones y los sueos. Otra funcin de los smbolos es unir a travs de sus imgenes la vida consciente e inconsciente del individuo, a modo de integracin. Por ltimo el smbolo puede tambin representar la confluencia de los complejos del inconsciente personal y los arquetipos del inconsciente colectivo: Por ejemplo, se puede considerar el smbolo de la cruz como expresin del amor divino de Cristo, pero la interpretacin de la cruz, es simblica, situndola por encima de todas las explicaciones imaginables, como confluencia de los dos inconscientes, y en el fondo como expresin de un arquetipo.
F) EL SELF O SI-MISMO
El concepto del si-mismo deriva de otro concepto jungiano el de nima. En las primeras obras de Jung, el nima era la parte oculta o "sombra" del inconsciente femenino (cualidades femeninas) del hombre. En su ltimas obras cuando el nima se hace consciente, es equiparada al proceso alquimista (Jung era un gran estudioso de la alquimia), donde se unen los elementos conscientes e inconscientes. Siempre que el individuo promueve y saca a la luz, vivencialmente, su nima, la personalidad experimenta grandes y profundos cambios. El s-mismo es el resultado de la confluencia en la psique de la parte inconsciente del animal y la conciencia. La armona de la parte inconsciente y consciente del sujeto se encuentra en el s-mismo, verdadero ncleo de la entropa psicolgica.
Esta integracin de la personalidad est muy bien representada en la cultura oriental por el smbolo de la "Mandala" que reviste la forma de un cuadrado o crculo con un punto central. El mandala representa la conciliacin de lo opuesto, del bien (lo divino) y del mal (lo demoniaco), de lo consciente y lo inconsciente del hombre. El punto central de la mandala representa para Jung la meta del s-mismo la produccin de un nuevo centro de la personalidad. Jung lleg a identificar las visiones de los ovnis en su obra "Sobre cosas que se ven en el cielo" con la necesidad del mandala que llevamos dentro. Los mandalas vienen de la edad media, aunque se encuentran en los arquetipos de todas las pocas. Los mandalas del cristianismo presentan a Cristo en el centro con los cuatro evangelistas, o sus smbolos, en los puntos cardinales. La astrologa, en la que Jung tambin se interes, representa mandalas similares.
Los distintos complejos de la personalidad pujan por imponerse, como centros autnomos que son. Si uno de ellos se impone desequilibra la psique, produciendo trastorno mental y conflictos internos. El equilibrio solo se logra a travs de la "individuacin" atendiendo a los distintos aspectos de la personalidad.
El self (s-mismo), hay que resaltar este punto, es lo opuesto al yo. El yo es un complejo, en el que el "ego" es su parte ms consciente. En cambio el self es un arquetipo equilibrador de las partes conscientes e inconscientes del sujeto. Aqu anotamos la influencia del concepto del self en la psicologa ms actual como la constructivista y las nuevas tendencias del psicoanlisis y la psicologa humanista- experiencial. La salud mental del sujeto equivale al proceso adecuado del self, que atiende tanto a los elementos de la conciencia como a integrar adecuadamente los aspectos relevantes del mundo inconsciente. Si las experiencias del inconsciente no son adecuadamente atendidas y simbolizadas se produce malestar emocional. En este punto Jung se adelant a los psiclogos humanistas como Rogers y la terapia gestalt .
G) LA INDIVIDUACIN
Se denomina "individuacin" al proceso por el que se facilita el desarrollo de las diferentes partes de la personalidad. La meta de la individuacin es por un lado liberar al si-mismo de las falsas defensas de la Persona (complejo de las mascaras o roles) y del otro del nima inconsciente y sus imgenes. En el proceso de individuacin se logra una integracin intermedia entre el nivel consciente y el inconsciente, favoreciendo el desarrollo de la personalidad. Jung rechaza las fases del desarrollo psicosexual de Freud, al funcionar la libido en su modelo de modo diferente. Los primeros aos del nio, hasta los cinco, sirven para adquirir las habilidades bsicas de autoproteccin, como el andar, caminar, hablar, todas ellas encaminadas a sobrevivir . Alrededor de los cinco aos la libido se desplaza hacia los intereses sexuales. Hacia los veinte aos el individuo elige a su cnyuge, forma una familia y se establece en una ocupacin. Hasta entonces el individuo se ha volcado en el mundo externo, en su modo de "extroversin". A la edad de los ltimos treinta y primeros cuarenta aos, tiene lugar los grandes cambios. El individuo se vuelve en "introversin" hacia los valores espirituales, religiosos o morales. Si el individuo atiende a estos valores internos, gobernados por sus arquetipos inconscientes, quizs tenga que abandonar en cierto modo los estndares externos del xito y las ganancias materiales, pero aumentar su creatividad interior y su madurez psquica.
El concepto de individuacin implica el equilibrio y armonizacin de la psique, la bsqueda de la realizacin del propio ser como proceso arquetipal (Rubino, 1995). La posibilidad de integrar la totalidad de lo profundo, del inconsciente colectivo, se aparta de la concepcin freudiana del inconsciente reprimido y de la psicopatologa , hacia la opcin de la creatividad y el desarrollo personal, la autorrealizacin. Para los jungianos, la nica posibilidad que tiene el hombre de salir de la angustia y vaco del mundo moderno, es abrirse a los mensajes de crecimiento personal que
proporciona el inconsciente universal y objetivo, los mensajes del inconsciente colectivo. La tragedia moderna supone no ya una represin del deseo sexual como propona Freud, sino una "represin ontolgica" (Rubino, 1995), que aparta al hombre y su conciencia de la riqueza de su propio mundo interior creativo, de sus propias capacidades y potencial de su inconsciente. El nico camino es apartarse de la ilusin (Maya) del mundo moderno y experimentar las fuerzas "numinosas" (espirituales), las verdades universales y eternas, que residen en su inconsciente colectivo. La psicoterapia, la autoexploracin y el anlisis de los arquetipos en las mitologas y acciones humanas, se convierten as en fuerzas de crecimiento personal y colectivo.
H) ANIMA Y ANIMUS
En su concepcin inicial, el nima eran los aspectos femeninos inconscientes de todo hombre , mientras que el animus eran los aspectos masculinos inconscientes de toda mujer . Posteriormente el anima la entiende Jung como el inconsciente encarnado en cada individuo, el arquetipo inherente a la vida misma.
El anima no es el alma en el sentido religioso, como algo puramente inmaterial, pues tiene una funcin mental. El anima y el animus, cumplen cinco leyes (Daco, 1985):
1. Todo sujeto tiene cualidades masculinas y femeninas inconscientes. La individuacin aporta un equilibrio al hombre y mujer que integra adecuadamente los aspectos de su personalidad oculta (la sombra). Un hombre equilibrado es a la vez activo y flexible, racional e intuitivo, posee ternura y dureza, es agresivo y acogedor, etc. Igualmente obrara para una mujer equilibrada. 2. Las cualidades masculinas y femeninas cuando se encuentran proporcionadas llevan al equilibrio y la salud mental. 3. El anima y el animus son aspectos de la "sombra" del inconsciente. 4. Todo lo que no est integrado en la mente, incluido el anima y el animus, corre el riesgo de ser proyectado para bien o para mal. El enamoramiento es un ejemplo de cmo proyectamos nuestra anima o animus en el ideal o imagen del hombre o mujer ideal de nuestros sueos. Otro ejemplo serian las proyecciones de la imagen del padre a travs del arquetipo del padre supremo (Dios) que puede ser proyectado en imgenes de castracin, autoritarismo, culpabilidad, etc., hacia el propio padre o como se vive una religin concreta. 5. Si la represin (ontolgica) se transforma en consciente cesa la proyeccin y sus aspectos pasan a ser integrados.
La libido o energa vital puede adoptar cuatro funciones mentales en la actividad del individuo : pensamiento, sentimiento, sensacin e intuicin .
El pensamiento est relacionado con el razonamiento y la reflexin lgica de los hechos, con el juicio racional y cartesiano. El sentimiento se relaciona con la percepcin afectiva del mundo interno y externo. La sensacin se vincula a la percepcin ms fsica del mundo. La intuicin es un modo de relacin con el mundo que conlleva la conciencia inmediata y global de las cosas.
El pensamiento y la sensacin son rasgos ms propios del hombre, y el sentimiento y la intuicin ms propios de la mujer. Una de las cuatro funciones se puede hacer dominante en la vida del sujeto al llegar la libido a la conciencia y vincularse a una forma de relacin de objeto determinada. Ello conformara una personalidad dominada por esa tendencia, pero en peligro de no integrar las otras tres restantes, en peligro de abortar la individuacin, de desequilibrio mental. En la "sombra" estaran las otras funciones, que desde los complejos o los arquetipos produciran sus manifestaciones inconscientes; manifestaciones que si no son integradas o percatadas en sus mensajes, daran lugar a la perturbacin mental.
La teora de los tipos psicolgicos se encuentra muy vinculada a la idea de individuacin antes expuesta. En ella presenta Jung su teora de la personalidad. La integracin de los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales de la mente dan lugar a formas de relaciones objetales.
Jung fue uno de los primeros tericos de las relaciones objetales y el nico de los psiclogos dinmicos clsicos que present una teora de la personalidad perfilada. La personalidad en la concepcin jungiana gira en torno a tres polaridades: (1) extroversin/introversin, (2) sensacin /intuicin y (3) pensamiento/sentimiento.
Entre las formas de relacin de objeto (relaciones con otras personas e intereses) est la polaridad "extroversin/introversin" . Los sujetos extrovertidos estn orientados hacia el exterior, hacia las personas, objetos, intereses y situaciones externas. Su reflexin personal est vinculada a la
comprobacin y el razonamiento en base a la actividad externa. Los sujetos introvertidos estn orientados hacia el interno, especialmente sus pensamientos, reflexiones e imgenes mentales. Los sujetos extremadamente extrovertidos suelen ser caprichosos y voltiles en sus relaciones, los llamados histrinicos en la psicopatologa actual. Los sujetos extremadamente introvertidos pueden estar apartados del mundo externo y envueltos en sus ensoaciones, siendo lo que hoy en da se denominan sujetos esquizoides . La extroversin y la introversin son conceptos de los que se sirve la psiquiatra y la psicologa actual para estudiar la personalidad.
Otro eje de relacin de objeto es el "eje perceptivo de la sensacin y la intuicin" . La percepcin de la sensacin conlleva a apreciar los detalles especficos de las situaciones en el presente. La intuicin por su parte es un modo de aprehensin de la realidad psquica que integra totalidades en vez de partes. Es notable el anticipo de Jung, a lo que posteriormente en psicologa se ha dado en llamar estilos cognitivos o estilos de pensamiento.
Un tercer eje de relacin de objeto est vinculado a como se elabora o procesa la informacin en la mente una vez percibida. En esta rea Jung habla de la polaridad "pensamiento/sentimiento. Los sujetos con predominio del pensamiento elaboran sus percepciones en base a juicios basados en la lgica y el razonamiento, mientras que aquellos en que predominan los sentimientos elaboran sus percepciones en base a sus estados afectivos.
Los principales tipos psicolgicos resultantes de los tres ejes polares anteriores son:
(1) Tipo extrovertido de pensamiento: Acepta el mundo que le llega por sus sentidos, las impresiones sensoriales, que clasifica. (2) Tipo extrovertido de sentimiento: Se deja llevar por el sentimiento que produce el objeto de su percepcin; suele entablar relaciones afectivas con otros. (3) Tipo extrovertido de sensacin: Es materialista y realista, dejando llevar por las propiedades fsicas del objeto. (4) Tipo extrovertido de intuicin: Se deja llevar por su percepcin global del objeto ms que por sus caractersticas definidas. Intenta controlar y manipular al objeto. (5) Tipo introvertido de pensamiento: Se deja llevar por pautas o ideas prefijadas de pensamiento. Puede tener un xito ms limitado en las relaciones sociales.
(6) Tipo introvertido de sentimiento: Se deja llevar por los sentimientos que despiertan sus ensoaciones e ideas subjetivas. Es la persona soadora que vive en paz con el mundo externo. (7) Tipo introvertido de sensacin: Se deja llevar por las sensaciones internas. El artista creativo se vincula ms a este tipo. (8) Tipo introvertido de intuicin: Se deja llevar sobre todo por su imaginacin. Puede ser muy egocntrico y se puede vincular al profeta religioso, el visionario, el loco fantico o el artista. La mayora de los individuos son "ambiversos" ya que integran los aspectos de introversin y extroversin, permitiendo as su mejor desarrollo personal.
La sociedad actual y los medios de comunicacin potencian las modalidades extrovertidas de personalidad y consideran ms raros y excntricos a las personas ms introvertidas. Sin embargo ambos aspectos han de ser integrados para la individuacin del sujeto.
K) LA SINCRONICIDAD
La sincronicidad es la relacin simultnea entre una idea inconsciente y un hecho fsico, de modo que uno no es causa del otro. Este fenmeno mental permite interpretar los llamados fenmenos ocultos y la parapsicologa, los fenmenos de la telepata, la clarividencia, los ovnis, etc.
Jung elabor su teora de la sincronicidad a partir de sus propias experiencias de clarividencia como el anticipar la primera guerra mundial y otros hechos. Es famosa su experiencia estando junto a Freud, cuando en el transcurso de una conversacin con este le anticip por dos veces que varios libros de la estantera que se encontraban bien sostenidos, caeran como por arte de magia, producindose finalmente este hecho. Jung esper hasta 1952 para revelar sus ideas de la sincronicidad.
La teora de la sincronicidad se basa en el relativismo de los conceptos de espacio y tiempo en la mente inconsciente, especialmente en el inconsciente colectivo. En el inconsciente colectivo las nociones de espacio y tiempo desaparecen y los hechos pueden aparecer simultneamente fuera de toda lgica racional. Pero Jung postul adems que la actividad de la mente inconsciente poda proyectarse en el mundo externo de los hechos, en aparentes coincidencias, y los hechos del mundo externo, del universo coincidir con los arquetipos del inconsciente colectivo. El era consciente de que esta afirmacin se apartaba, y se sigue apartando de las concepciones
dominantes de la ciencia actual, siendo tildadas de irracionales, msticas o disparatadas Para los parapsiclogos esta teora es interesante para fundamentar los hechos que estudian. Para los cientficos puede ser absurda o fuente de reflexin, segn el caso.
L) LOS SUEOS
Jung concede una importancia fundamental a la interpretacin de los sueos, como especie de mitologa camuflada en el hombre. Los sueos representan para Jung un lenguaje lleno de mensajes coherentes y lleno de posibilidades creativas, y ms an cuando estn libres de las leyes causales y del tiempo. Hay que decir que fue a partir de los propios sueos y visiones de Jung como lleg a la concepcin del inconsciente colectivo. El haba tratado vanamente de interpretar sus sueos en trminos freudianos.
En los sueos encuentran los psiclogos jungianos no solo la actividad de los complejos especficos del inconsciente personal, sino tambin una funcin prospectiva de anticipacin de posibles vas creativas de solucin a los problemas. Esto es as porque en ellos se representan los smbolos derivados de los arquetipos como problemas a los que se enfrentaron muchas generaciones anteriores de hombre y mujeres en la historia de la humanidad. Por lo tanto la funcin de los sueos es presentar de manera inconsciente tanto los problemas como las posibles soluciones a los que se enfrenta el sujeto.
En los sueos, como en la actividad artstica, operan en su formacin una serie de mecanismos inconscientes comunes (Rubino, 1995). Por una parte est la "condensacin" donde se fusionan varias realidades formando un conjunto de significado. Otro mecanismo es el "desplazamiento" donde ncleos de imgenes primarias y mas importantes quedan relegadas por elementos secundarios que reciben la atencin en lugar de los primeros, en forma de expresiones disfrazadas. Gracias a estos disfraces pueden hacerse conscientes elementos de la libido que de otra manera serian reprimidos o rechazados por la conciencia. La "Sombra" es la parte de la pulsin libidinal que no es asumida vivencialmente por la conciencia, por entrar en contraste y no armona con la direccin consciente elegida en la vida, con los intereses conscientes. El "alter ego", el otro yo o la personalidad oculta est en la sombra. La sombra aparece en el contenido latente (expresin de Freud) del sueo, en su parte ocultada y tambin en las obras de arte (p.e Fausto de Goethe, El retrato de Dorian Gray de scar Wilde, El misterioso caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde de Stevenson). Gracias al desplazamiento la vivencia de la sombra puede ser proyectada en el sueo y la obra de arte.
Los sueos pueden interpretarse en funcin de los mecanismos que lo conforman (especialmente la condensacin y el desplazamiento), e identificando los complejos y arquetipos que conllevan.
El mtodo jungiano de interpretacin de los sueos se basa en tres estrategias tcnicas: la amplificacin, la sntesis y la imaginacin activa. Cuentos de hadas arquetipos Introduccin
Los cuentos populares nos hablan de un inconsciente colectivo, pero qu es esto? Jung (2002) deca que ninguno de sus conceptos haba tropezado con tantos malentendidos. Es necesario, entonces, aclarar la diferencia entre el Inconsciente colectivo, y el inconsciente personal. Mientras que el Inconsciente personal, consta de contenidos que fueron conscientes alguna vez y desaparecieron por haber sido olvidados o reprimidos, los contenidos del Inconsciente colectivo, nunca estuvieron en la consciencia, ni fueron adquiridos por el individuo, sino que existen gracias a la herencia. Y lo constituyen formas preexistentes, que pueden llegar a ser conscientes solo de modo secundario, y que dan formas definidas a ciertos contenidos psquicos, y son los llamados arquetipos; pero no se trata de ideas en el sentido platnico, sino que son formas inconscientes, pero activas, vivas, que prefiguran instintivamente e influencian el pensar, sentir y obrar. No estn determinados en el contenido sino en la forma y esto solo relativamente. Un arquetipo est determinado en su contenido slo cuando es consciente y eso es porque ha sido rellenado con el material de la experiencia consciente. Hay que tomar en cuenta que aquello a lo que aludimos con el trmino de arquetipo no es en s perceptible, pero ejerce efectos que posibilitan representaciones arquetpicas perceptibles (Jacobi, 1983).
Los cuentos, y especficamente de hadas, aportan un material que sirve de puente directamente entre el Inconsciente colectivo y el personal, ya que son una manifestacin conocida de los arquetipos. Marie Louis Von Franz (1990) en su anlisis sobre el origen de los cuentos de hadas, nos dice que los cuentos son la expresin de los procesos psicolgicos del inconsciente colectivo y que constituye un sistema relativamente cerrado que expresa un sentido psicolgico esencial traducido a una serie de imgenes y smbolos.
Por eso es que Jung (2002) aplica a la tradicin mitolgica una regla: "no se propagan relatos de cualesquiera acontecimientos pasados, sino slo aquellos que expresan un pensamiento de la humanidad, pensamiento general, y que siempre vuelve a remozarse". Por lo tanto, tiene que haber mitos tpicos como verdaderos instrumentos que sirvan a los pueblos para elaborar sus
complejos psicolgicos. La disposicin de los smbolos arquetpicos, sigue un modelo de completamiento en el individuo, y una comprensin adecuada de los smbolos puede tener un efecto curativo (Jung, 1997).
En los mitos y los cuentos, igual que en el sueo, el alma dice algo sobre s misma y los arquetipos se manifiestan en su interaccin natural como "modelacin, remodelacin, eterna conservacin del eterno sentido" (Ghoete citado por Jung, 2002).
Ahora bien, para Jung lo importante era descubrir los arquetipos del inconsciente colectivo subyacentes al transcurso de sanacin y evolucin de sus pacientes, y a esto lo llam Individuacin, y puso especial atencin en tres arquetipos que representaban secuencialmente los estadios del proceso de individuacin: La Sombra, que personifica todos los rasgos personales ignorados o negados (representados generalmente por figuras del mismo sexo); el anima/animus, que sirve de conexin con el Inconsciente colectivo impersonal (representado por una figura del sexo opuesto); y el Self, arquetipo de la totalidad y trascendencia (citado por Robertson, 2002) y que vendra a ser el espritu en los cuentos populares (Jung, 2002).
Estos tres arquetipos se tratan en el artculo, junto con el arquetipo de Iniciacin del hroe. Jung a travs del anlisis de escritos y fantasas de una de sus pacientes, haciendo paralelo con mitos antiguos, asign al hroe el papel de crear conciencia, sacrificando a la "madre", es decir esa actitud infantil pasiva, asumiendo la realidad de una manera adulta o abordando la realidad de una manera activa (citado por Stein, 1998).
Otros arquetipos que se tratan, son algunos de los que Pearson (1992) propone en su libro Despertando a los hroes interiores, como el arquetipo del Inocente, el Bienhechor, el Guerrero, el Destructor, el Mago, el Sabio -que vendra a ser el espritu-, el Bufn, y las sombras de todos estos.
Es importante para este estudio, tomar en cuenta, que todo arquetipo siempre parece implicar a otro y a la vez cada arquetipo tiene una serie difcilmente abarcable de aspectos y smbolos, y cada smbolo puede tener un sentido positivo y uno negativo, (Jung, 2002) puede contener en s, una cara diurna y una nocturna, son pluridimensionales y pueden expresar la primera bipolaridad y la sntesis de los contrarios (Chevalier, 1999).
En el presente artculo, se escogieron dos cuentos en donde la figura central es femenina, lo cual no quiere decir necesariamente que se trate de la psicologa de la mujer, ya que podra estar representando a la vez la proyeccin del anima de un hombre. El hecho de que el ltimo autor o recopilador de este escrito sea en el caso de Barba azul, un hombre, Charles Perrault, y en el caso de la Bella y la bestia, una mujer, Madame Leprince, solo refleja una parte del contenido (Von Franz, 1990). Cuando se interpretan desde un ngulo femenino proporcionan un rico material que tal vez no sea muy revelador ante el punto de vista masculino, pero en este caso, lo que se pretende, s es darle un enfoque al proceso femenino, haciendo una comparacin entre ambos cuentos y ver algunos de los caminos posibles que cualquier mujer se encontrara en su trayecto. Se propone, que en una situacin arquetipal, la mujer percibe y acta de acuerdo a un esquema bsico inherente en ella, pero cuyo principio es igual para todos los hombres y mujeres, porque no es material reprimido, sino que ha estado ah desde un principio. Y cmo en la interaccin de smbolos y arquetipos, la herona de cada cuento, segn su desarrollo y su momento, escoge su propio camino.
Es necesario, para empezar, aclarar algunos trminos pertenecientes a la teora analtica, en relacin con el arquetipo, como son anima y animus. El anima es un arquetipo que en su proyeccin tiene siempre una forma femenina con determinadas propiedades, representa tambin al arquetipo de la vida; en cada hombre y mujer existen estos arquetipos, pero el anima como arquetipo femenino es una figura que compensa la conciencia masculina, personifica las tendencias psicolgicas femeninas en la psique de un hombre, manifestndose desde el inconsciente su lado femenino interno. El animus como arquetipo masculino viene a ser la figura que compensa la conciencia femenina, y as como el hombre hace brotar parte de su creacin de su femenino interno, as tambin el masculino interno de la mujer crea elementos capacitados para fecundar lo femenino del hombre. Cualidades como iniciativa, objetividad y raciocinio, son las que, entre otras, depositar el animus en la conciencia de la mujer si sta sabe reconocer en su inconsciente este arquetipo de una manera positiva y le da un buen uso.
Una mujer poseda por su animus corre el peligro de perder su femineidad, que es su calidad de lo femenino (Bueno, 2000), su persona femenina adaptada, lo mismo que el hombre en igualdad de circunstancias corre el riesgo de perder su masculinidad (Jung, 2002) El arquetipo ya sea anima o animus es una figura femenina masculina en la psicologa del hombre de la mujer, respectivamente. Y se expresa en los mitos, la idea de estas energas dentro del mismo cuerpo. Cabe aclarar, que estos arquetipos anima y animus, se presentan en forma negativa, y tambin lo hacen en forma positiva, como fuente de iluminacin (Jung, 2002).
Las diosas de la mitologa griega, por ejemplo, nos proveen de una necesaria participacin con la esencia original y profunda del ser de cada uno. Shinoda Bolen (1998) afirma que cuando dejamos de adorar a la diosa y de respetar el ciclo de las estaciones y de la vida, perdemos nuestra relacin con la tierra, lo que puede llevarnos a estados depresivos, por lo que se vuelve urgente restablecer la relacin con la madre naturaleza, con el arquetipo de madre en su aspecto femenino.
El no reconocer a las diosas, el tenerlas dormidas puede hacer que al invocarlas se tenga un despertar violento, ya que cuando una mujer comienza a sentir y experimentarse, y se despabila su verdadera feminidad, suele desencadenarse la furia de la diosa abandonada, por lo que necesita reconocer que sus antepasadas corrieron quiz peor suerte que ella y no pasaron por etapas de iniciacin en la feminidad, y as dejaron a sus hijos una herencia de clera femenina inconsciente (Woodman, 1990).
Shinoda (1998), desarrolla una teora a travs de la perspectiva Junguiana, en la que reconoce que las mujeres activan a determinadas diosas en su vida psquica, habla de patrones internos que toman la forma de diosas arquetpicas de la mitologa griega. Menciona que cuando una mujer siente que existe una dimensin mtica en lo que emprende, este conocimiento entra en contacto con ella para afectarla e inspirarla, por lo que los mitos evocan sentimientos e imaginacin y tocan temas que forman parte de la herencia colectiva de la humanidad (Shinoda, 2000). Esta autora va ms all al preguntarse si la parte animus se podra reconocer o equiparar tambin con un arquetipo femenino, qu necesidad tendr una mujer cuyo arquetipo dominante sea el de la diosa griega Hestia, si el de desarrollar su animus o el de tener a Artemisa y Atenea como arquetipos activos. Los sentimientos subjetivos y personajes que aparecen en los sueos pueden llegar a determinar si este contenido est asociado a un animus masculino o a un patrn femenino de diosa, segn sea la forma de responder de cada mujer. Reconoce que los arquetipos femeninos activos en Artemisa y Atenea, pueden proporcionarle a la mujer, acceso a las capacidades de expresin y firmeza, al igual que puede hacerlo el animus o la parte masculina de su personalidad. Habla de que un animus bien desarrollado, es como un varn interno al que se puede requerir, pero puede ser tambin que sta lo sienta ajeno a s misma. Entonces, una mujer puede descubrir que la competencia en el mundo le llega a travs de las cualidades de Atenea o Artemisa, o del desarrollo de su parte masculina. De todas formas es una imagen arquetpica interna, sea reconocida o no.
Para Von Franz (1990), el nima es como la mujer interior, por medio de la cual, los hombres expresan su lado interno femenino, mientras que el animus, viene a ser el hombre interior, por el que las mujeres expresan su lado interno masculino; habla de la gran importancia que tiene el
reconocer a stos elementos como fuerzas interiores y buscar de alguna forma la interrelacin entre ambos.
Woodman (1990), reconoce que el animus positivo se manifiesta en la energa creativa de la mujer, dice que es el amante interior y el gua que conduce hacia el s mismo. Es una realidad psquica que acta como un transformador de energa y al aceptarlo, la mujer se abre a una dimensin de su sexualidad. Lo que es aceptable tambin en el caso del hombre; por el contrario, si vive ignorando sus sentimientos y se deja guiar slo por opiniones racionales, traicionar de esta forma su alma (Woodman, 1990).
El animus representa un dios que puede ayudar a la mujer a reconocer y potenciar su parte masculina. Hay una variedad de arquetipos, que as como las diosas mitolgicas, pueden actuar como modelos de independencia y guas, ya que estn vivas en la psique de una mujer y esperan ser reconocidas para actuar en quien las invoque.
El camino que se propone en este artculo es precisamente, primero buscar esos arquetipos en los dos cuentos escogidos, ver cmo se activan y desactivan a travs del contenido del cuento y cules son los arquetipos que finalmente acompaan a la protagonista hasta el final. Cules son los que le ayudan a superar los obstculos, y cules los que la ayudan a reflexionar. En suma, cules son los que la protagonista femenina tiene que activar y en qu momentos para conseguir el resultado. Los arquetipos en el cuento, se ven a travs de los diferentes personajes, tanto femeninos, como parte de su feminidad, como masculinos, como representantes de su animus. Como en los sueos, se trata de la ley de compensacin, la cual, segn Jung (citado por Von Franz, 1993) caracteriza los productos del inconsciente. As, en los cuentos de hadas, el material inconsciente, ayuda a mantener una actitud consciente en un equilibrio saludable, es decir, tienen una funcin sanadora. La diferencia es que siendo una manifestacin conocida de los arquetipos, en los cuentos de hadas, se trata de formas especficamente acuadas y transmitidas a travs del tiempo, y en los sueos la manifestacin es inmediata, ms individual y ms comprensible o ingenua.
En el cuento, de Perrault (2000), Barba Azul, el esposo-monstruo degella a sus esposas la primera noche de bodas. A la ltima de ellas le entrega una llave, que tiene una huella indeleble de sangre, y le advierte no abrir la puerta prohibida de la habitacin secreta. Pero ella, sin resistir a la tentacin de la curiosidad y desoyendo las advertencias, abre la puerta prohibida y encuentra, envueltas en sangre, los cadveres de las anteriores esposas de Barba Azul, quien, luego de sorprenderla, la condena a morir como a sus predecesoras por el simple hecho de haberle desobedecido. Aqu empieza su lucha por su propia vida, se ayudar de varias estrategias para salir victoriosa, como su estrategia de rezar, y de varios arquetipos: sus hermanas ayudando y viendo
por ella, y sus hermanos que vienen a salvarla. Al final el esposo-monstruo, que al principio fue tan generoso, y luego un asesino descubierto, recibe el castigo que se merece.
Segn Von Franz (1993), "muchsimos mitos y cuentos de hadas hablan de un prncipe convertido por hechicera en un animal salvaje o en un monstruo, que es redimido por el amor de una doncella: un proceso que simboliza la forma en que el animus se hace consciente,como en el caso del cuento la Bella y la Bestia. En este cuento de Madame Leprince de Beaumont (citada por Garca, 2005), El padre de la Bella comete una trasgresin en el palacio de la Bestia y ste le pide que lleve a su hija menor si quiere vivir, el padre no quiere, pero la hija se sacrifica y despus de vivir en el palacio un tiempo aprende a amarlo por sus virtudes. Cuando la Bestia le permite visitar a su padre y la estada en la casa paterna se alarga, la bestia est a punto de morir por la promesa incumplida de la Bella, ella aparece en los ltimos momentos y se da cuenta de cunto lo ama, lo cual rompe el hechizo que le haba impuesto un Hada poderosa al prncipe para ensearle que la virtud es mejor que la belleza y la inteligencia cuando hay arrogancia. Aqu el personaje de Bella tambin atraviesa por un proceso en el que tiene que librar batallas y pruebas y aprender de esos arquetipos que se presentan en la historia, que son: sus hermanas, hermanos, padre, la Bestia, y la misma Hada, a parte de todos los otros arquetipos que tiene que activar y desactivar para ser asertiva.
Como dice Pearson (1992), cada arquetipo trae una tarea, un don, que en conjunto nos ensean cmo vivir y se encuentran en nuestro interior. En ambos cuentos se puede ver claramente, como la protagonista al inicio del cuento, antes de empezar su travesa de hroe, se encuentra presente el arquetipo del inocente, es un ambiente lleno de optimismo y confianza (aunque la confianza no est justificada). Tanto Bella, como la hija menor en el cuento de Barba azul, se encuentran seguras en su casa, con su familia y gozando no tanto de riqueza, como de seguridad. Pero ya muy pronto, se cierne sobre ellas una sombra, en el caso de Bella, el padre cae en desgracia y empiezan a tener problemas econmicos; en el otro caso, el vecino rico Barba azul, ha tenido ya antes varias esposas y nadie sabe de su paradero. Ah, cuando algo sale o parece mal, es cuando empieza el aprendizaje, est presente la Sombra del Inocente, no se es capaz de analizar lo que sucede, ms bien hay negacin para no ver lo que est pasando realmente (Pearson, 1992), pero se recupera pronto el optimismo, y as mientras una anima a la familia y hace todos los quehaceres, la otra empieza a ya no ver tan feo el azul de la barba y se deja seducir.
Se est recin, en la preparacin del largo viaje hacia el encuentro con uno mismo, que es la travesa del hroe. En el momento en que mensajeros peligrosos amenazan la estructura de
seguridad que se ha construido para uno y para la familia, pero a la vez "diablicamente fascinantes", porque como nos dice Campbell (1998),"llevan las llaves que abren el reino entero de la aventura deseada y temida del descubrimiento del yo". Es el reencuentro con la propia naturaleza, con los orgenes, con la parte salvaje de la mujer (Pinkola, 2002), que tiene que conectarse con las partes ms oscuras. Ambas muchachitas van a tener un encuentro con el depredador, el captor, el hombre oscuro que vive en la psique de todas las mujeres. "Fuerza psquica incontrovertible que hay que refrenar y aprenderse de memoria".
Dice Pinkola (2002) que para refrenar ese depredador va a hacer falta que la mujer conserve todas sus facultades instintivas como perspicacia, intuicin, resistencia, capacidad de amar con tenacidad, aguda percepcin, previsin, agudeza auditiva, capacidad de cantar por los muertos, de sanar intuitivamente, y de cuidar las propias hogueras creativas. Esta sera una forma de ver el proceso de preparacin para enfrentar el problema, Pearson (1992), habla de cuatro capacidades con las que se debe empezar ese proceso: anhelar, desprenderse, amar y crear.
Entonces el hroe (herona en estos casos) inicia su aventura desde lo cotidiano, hacia una regin desconocida, donde va a enfrentar fuerzas sobrenaturales y eventualmente ganar una batalla decisiva, de donde va a retornar a otorgar dones a sus hermanos (Campbell, 1997). La travesa, nos dice Pearson (1992), consiste en una metamorfosis. En donde hacerse responsable por completo de la propia vida, transformar y curarse (y a otros), desapegarse y comprometerse con la verdad, y ser alegres y espontneos, son en s lo que se obtiene del viaje del hroe.
Lo que hace hroe al ego de estos personajes femeninos, es la nobleza de espritu manifestada en preocupacin y compasin (Pearson, 1992), se trata de separarse lo suficiente de la visin colectiva para formar sus propios valores, opiniones y deseos independientes y usarlos sin fines egostas. Los arquetipos: Inocente, Hurfano, Bienhechor y Guerrero, las ayudarn a hacerse responsables, a tener carcter y confianza, tambin el sentido de interdependencia y de hacer la parte que les corresponde, as como el coraje para pelear por ellas mismas o por los dems. Esto ayuda a formar el Ego dentro del que puede fluir el Alma (Pearson, 1992). El despliegue de lo Femenino dentro del alma permite al "yo" individual empezar a retornar y concretar con su ser ms vasto, que es el cuerpo, con su alma y con su espritu universal, como nos dice Colegrave (citada por Zweig, 2001).
Shinoda Bolen (citada por Zweig, 2001), propone tomar conciencia, poniendo nombre a los arquetipos y detectndolos (cada mujer), en s mismas, para ms adelante aprender a elegir con cules aliarse y cules rechazar. Y agrega que no es fcil hacer esto, implica una atencin vigilante
para ser capaces de percibir a travs de la intuicin la conciencia arquetpica dentro de ellas mismas.
Pearson (1992), hace un mapa de lo que sera la travesa del hroe en cada enfrentamiento con el dragn/problema, que resulta como una espiral: Primero se abre el aprendizaje: algo sale mal, y al principio no se desea considerar el problema (la Sombra del Inocente), luego recupera el optimismo (Inocente), y se lanza a investigar la situacin. Lo que sigue es una sensacin de impotencia y dolor, pero luego se recurre a la ayuda de alguien (Hurfano). Luego rene sus recursos y desarrolla un plan para abordar el problema (Guerrero). Al implementar el plan tambin se ocupa del apoyo emocional que requiere l y los otros (Bienhechor). Recolecta ms informacin (Buscador), abandona esperanzas y vanas ilusiones (Destructor) y hace nuevos compromisos de cambio (Amante) para poder producir una nueva solucin (Creador), es decir, responde a una crisis como una manera de crecer y de ser ms de lo que era. Una vez resuelta la crisis, se pone a considerar qu pudo haber hecho para contribuir al problema (Gobernante) - si as fue- y acta para reparar esa parte de su vida (Mago) de modo que no la repita o conforta su parte dolorida por un problema que no ayud a generar, y eso le permite considerar qu puede aprender de una situacin semejante (Sabio). El aprendizaje lo libera para que pueda seguir disfrutando de la vida (Bufn) y continuar confiando en los procesos de la misma (Inocente).
La Bella y la Bestia
Una vez que se dio el primer paso, el siguiente ser distinto en cada caso. En el cuento de la Bella y La Bestia, Bella que hasta este momento ha sido ecunime y no ha perdido ni el optimismo, ni la esperanza, va a dar un paso ms en su proceso, el padre pierde de golpe su fortuna y tienen que irse a vivir a una casa en el campo. Aqu se activa en ella el arquetipo del Hurfano: Se pierde la seguridad y falta la nutricin (Pearson, 1992). Pero en ella est presente el arquetipo que no pierde las esperanzas ni se sienta a llorar "-nada obtendr, por mucho que llore. Es preciso tratar de ser feliz en la pobreza" (Leprince citada por Garca, 2005).
Sus hermanas, que en todo momento se comportan cnicas y enojadas por la prdida de la fortuna, vienen a representar la parte de Bella que tiene que ver con el arquetipo de la sombra del Hurfano, es su parte que boicotea, y traiciona sus propios valores. Al traicionarse se entrega a un enemigo interior, creyendo protegerse contra otras heridas, pero no, esas vidas falsas e inautnticas de las hermanas solo quieren eludir el dolor y hacen que la herida sea ms grande, y as se vuelven contra s mismas. Bella sabe que ellas se sienten impotentes y paralizadas por el dolor, y que necesitan amor, apoyo y ayuda para salir de su inmovilizacin, por eso es que son victimarias y las ayuda para que no se queden en el cinismo (Pearson, 1992). En este cuento, el
hermano interior del mismo sexo es negativo, la sombra, las hermanas hostiles que adquieren el carcter de una figura interna como un alter ego, que expresan el profundo deseo de muerte del ego, para abandonarse a algo superior a ste (Downing, citada por Zweig, 1998).
Empieza la batalla interna, por un lado el cinismo y la inconformidad, por otro ella aparentemente conforme y contenta con su miseria, pero valiente y luchadora. El padre lo sabe, en el cuento es una afirmacin importante, ya que es su parte masculina (animus) la que se da cuenta de ello y decide salir en la bsqueda del tesoro, de lo que pueda liberarla de esa situacin incmoda.
El padre viaja para resolver unos negocios con los cuales posiblemente recupere su fortuna, y Bella le pide le traiga una rosa blanca. Una parte de Bella, viaja con el padre, se lanza a buscar y as como una de sus metas es encontrar la flor blanca, para su ego ser recuperar la seguridad perdida. Pero su animus aun est muy primitivo: el padre lucha por recuperar la riqueza pero pierde todo, y ms decepcionado inicia el regreso. Aqu, como Parsifal, (cuyo nombre significa inocente), todava no est listo, ni consciente para hacer la pregunta importante al Grial (Johnson, 1995) y debe regresar, es demasiado ingenuo. En el cuento de la Bella y la Bestia, el padre ya de regreso a su casa encuentra el palacio de la Bestia, su animus aun tiene que vencer otras pruebas, ya no en el rea fenomenolgica sino en su interior. Entra pues al palacio y se toma varias libertades como calentarse, cenar, dormir en una habitacin, y a la maana siguiente ponerse ropas nuevas y desayunar, pensando que la anfitriona es un hada buena. Recibe la generosidad de entes desconocidos.
Equiparndolo con el mito de Parsifal (Johnson, 1995), cuando los hombres buscan el Grial fuera, agotan su self. De hecho el Grial est a la mano, pero hay que emprender el camino de la bsqueda y pasar por todas las etapas: desde sentir culpa, (el padre se siente culpable, por eso emprende la aventura), obtener un nombre, aprender que la masculinidad por imitacin no es slida, no sin humillacin, y que un padre sustituto, puede repararla. Parsifal va de aventura en aventura, venciendo a sus propios demonios (complejos, sombra, etc.), hasta el momento de transicin: o reduce su consciencia o da el paso e incluye a lo femenino. En el cuento que nos atae, el padre ya casi se va del castillo cuando ve las rosas y recuerda el pedido de Bella: el animus incluyendo lo femenino. Corta una rosa y desata la furia de la Bestia, la Sombra del animus aparece en todo su esplendor. Hasta este momento, la Bestia, que era el verdadero anfitrin, haba representado el arquetipo del Bienhechor (Pearson, 1992), ayudando a los viajeros perdidos o necesitados, sin egosmo, que es lo que ms teme el bienhechor y dando sin inmolar a otros o a s mismo. Pero ante la trasgresin aparece la parte negativa del bienhechor, que es el devorador, el Mrtir Sufriente, que es la Bestia, que ahora castiga lo que nunca haba aclarado, La bestia no haba manifestado que las rosas no podan ser cortadas. Y se presenta justo cuando el elemento femenino es evocado, siendo otra parte de la sombra del bienhechor querer mantener los vicios,
en este caso que el animus, no haga conciencia. Sin embargo, es preciso notar que la Bestia, siendo el elemento ms oscuro en la psique femenina, va a tener varias de las partes oscuras a su vez, de distintos arquetipos a travs de la historia, por lo que es importante aclarar que descubrir la Sombra va a fomentar, ms tarde o temprano la relacin con el inconsciente, y mantener una relacin adecuada con ella, reestablece el contacto con esas capacidades ocultas (Zweig,1998). No olvidemos que Jung (citado por Zweig, 1998) defini a la Sombra como uno de los principales arquetipos del Inconsciente colectivo.
Viendo el cuento como una de las vas que podra tomar el proceso femenino, la aparicin de la sombra (en este caso la Bestia enojada y metiendo miedo) es como una vlvula de escape que en el interior de Bella est a punto de estallar al haber querido ser valorada solo por su feminidad y que ha metido en un saco todo lo masculino, llegando al punto de tener que enfrentar todo ese rechazo a sus propios aspectos masculinos (Bly citado por Zweig, 1998).
Sigamos con el cuento. La Bestia le dice al padre de Bella: " Yo no me llamo Monseor -respondi el monstruo- sino la Bestia. No me gustan los halagos, y s que los hombres digan lo que sienten; no esperes conmoverme con tus lisonjas. Mas t me has dicho que tienes hijas; estoy dispuesto a perdonarte con la condicin de que una de ellas venga a morir en lugar tuyo. No me repliques: parte de inmediato; y si tus hijas rehsan morir por ti, jrame que regresars dentro de tres meses".
Aqu la Sombra s est poniendo lmites, reglas y exigiendo responsabilidad al animus de la herona que emprendi esta travesa. Porque la Sombra no es intrnsecamente mala, y siempre tiene motivos para hacer lo que hace, motivos relacionados con alguna cualidad reprimida del ego (Sanford, citado por Zweig, 1998).
Entonces el padre decide ir a despedirse de sus hijas y la Bestia "dadivosa" le permite llevarse un cofre lleno de monedas. Aqu la Bestia regresa a su meta como Bienhechor que es ayudar a otros a transformar el mundo mediante el amor y el sacrificio. Sin abandonar su tarea que sera dar sin anularse a s mismo o a los dems (Pearson, 1992), por ms que en este momento parezca una paradoja.
El padre cuenta a sus hijos lo que pas y Bella no llora. Las hermanas la critican severamente. Son al fin y al cabo otra parte de su sombra. Como deca Jung (citado por Zweig, 1998 ) la figura de la sombra suele representarse como un hermano en los mitos y en la literatura, lo que l
denominaba "el motivo del enfrentamiento entre hermanos", eran esas formas antagnicas de tratar con el poderoso inconsciente. La confrontacin pues, con esta sombra arquetpica, es parte de una experiencia primordial de no-ego que nos enfrenta a ese oponente interno y sirve de gua en el proceso de aproximacin al inconsciente.
Las hermanas la tildan de egosta, y ella explica que no est triste porque ella se sacrificar por los dems e ir en lugar de su padre con la Bestia. Ella aqu est haciendo esa polarizacin que tiende a exagerar las diferencias. Ser lo que la otra no es, como dice Downing (1993): "T eres aquello a lo que aspiro pero s que nunca llegar a ser y tambin aquello otro que ms me enorgullece no ser, pero en lo que temo convertirme".
Entonces esos personajes en el interior deben ser reintegrados "antes de poder asumir el compromiso real de acometer el trabajo de individuacin que nos obliga a enfrentarnos a los arquetipos del sexo opuesto", es decir, que Bella debe sacrificarse por ellas, e incluso interceder para que el padre les d el oro del cofre como dote, y en el cuento se ver que tendr otras partes que integrar de este arquetipo representado por sus hermanas, antes de pasar a un nivel ms alto en su relacin con la Bestia.
En este momento en su travesa, el padre por un lado, (Hurfano), se siente impotente y herido y recurre al consuelo de sus hijos. Bella asume el arquetipo de Guerrero, reuniendo sus recursos y elaborando un plan para enfrentar el problema. Al hacer esto Bella se ocupa del apoyo emocional que requiere ella y su familia, y prioriza (Pearson, 1992). En este caso los hermanos que ofrecen evitarle el sacrificio e ir a matar a la Bestia, son la parte positiva del arquetipo de los hermanos, que le sirven de espejo (Downing, 1993), ella debe ir ms all y enfrentar el problema, por eso decide ir, su psique, a estas alturas de la travesa, ya aprendi que es la parte femenina la que debe activarse, y asumi su responsabilidad en lo acontecido, ahora es ella la que asume la parte ms positiva del arquetipo del Bienhechor que tiene como meta no solo ayudar, sino transformar el mundo mediante el amor y el sacrificio, siendo su don la compasin y la generosidad (Pearson,1992).
Ella est convencida de que la Bestia quiere devorarla, pero est aparentando tranquilidad, y nos dice el cuento "sobrado coraje". Y es el paso al siguiente arquetipo: el Buscador. Para desarrollar la conciencia hay que buscar lo que se oculta detrs de lo directamente observable, Bella empieza a descubrir mensajes en los libros y en las puertas, "la capacidad de resistir lo que averige permitir a una mujer regresar a su naturaleza profunda, en la que todos sus pensamientos, sus sensaciones y sus acciones, recibirn el apoyo que necesitan" (Pinkola, 2002).
En este cuento lo que la mueve no es el deseo de escapar, sino el ser fiel a una verdad superior o ms profunda (Pearson, 1992). Est ah para salvar a su padre, pero en el camino del hroe, es para descubrir los smbolos necesarios para subir de nivel. Empieza la aventura del personaje femenino en ese castillo que es su inconsciente y responde con ecuanimidad, su ego est listo para sta aventura.
Ahora bien, la Sombra del Buscador se manifiesta como una necesidad obsesiva de ser independiente y de permanecer solos y aislados (Pearson, 1992). Bella se encuentra a solas en ese hermoso lugar en donde cada da descubre algo, tiene todo lo que puede cubrir sus necesidades fsicas e intelectuales, pero ella no puede olvidar el motivo por el cul se encuentra ah, piensa en su padre y un espejo mgico la conecta con aquello que le pueda permitir la metamorfosis. Ella as, pasa al arquetipo del Destructor. Ha aceptado su mortalidad, pero le espera la tarea de aprender a desapegarse. Esa experiencia inicitica es catalizada en este caso con la peticin de la Bestia de que se case con l. Deca Campbell (citado por Zweig, 1998) que en lo ms profundo del abismo, puede escucharse la voz de la salvacin, y en los momentos ms oscuros, se puede escuchar el verdadero mensaje de transformacin. Para recuperar nuestra sombra tenemos que afrontarla e integrarla. Es el objetivo del proceso de individuacin, el de abrazar simultneamente la luz y la oscuridad (Zweig, 1998) como en un matrimonio sagrado, en donde lo inconsciente se vuelve consciente. Bella lo rechaza algunas veces, pero con sinceridad, sin ocultar la verdad, sin embrago aun no est lista para la unin, aun le falta vencer otros dragones.
Bella experimenta impotencia y se siente atrapada en el castillo, pero esa experiencia no la paraliza ni la hace hacer lo que no quiere, sino que la transforma. Ella puede nombrar la experiencia, pero aun no se desprende de lo viejo, algo la tiene atada a su casa familiar. La Bestia le permite regresar por ocho das a la casa del padre y ella liga al arquetipo de la destruccin, la virtud que se le asocia, es decir la humildad. Bella en este punto ya se desprendi de gran parte de lo que no le sirve para su travesa y el Destructor es su aliado, pero aun teme por el futuro de algunas partes suyas, representadas por su familia, y sobre todo, por su padre enfermo de tristeza por el destino de Bella. Ella trata de equilibrar el Ego, el Self y el Alma, pero debe renunciar a los bienes y relaciones terrenales al servicio de una vida espiritual (Pearson, 1992).
Al dejarla partir, su Sombra, es decir, la Bestia, est fungiendo como la sombra del Destructor, decide autodestruirse, tambin est viviendo un dolor, una prdida, en este momento prevalece la confusin.
Bella vuelve y cae, en principio en las garras de sus hermanas,(sombras) que idean incluso una treta para que no regrese, con la esperanza de que el monstruo se la coma de una vez por todas. A Bella le est costando trabajo desapegarse, pero ahora sabe que una parte suya tambin se qued en el castillo encantado (Inconsciente). Y su meta que es la ventura, es en lo profundo la unin, teme desconectarse de esa parte que tanto le ha enseado, ya que la Bestia carente de intelecto y de belleza, en cambio es el prototipo de la bondad. La nica respuesta a esta nueva inquietud, cuando teme que la Bestia muera, es amarla. Y por consecuencia comprometerse con lo amado. Ha incumplido su promesa pero aun est a tiempo de restituirla porque est en contacto con sus emociones ms profundas (Pearson, 1992).
Cuando Bella regresa al castillo, la Bestia casi no respira, se ha dejado morir de hambre porque crea que no regresara. Es necesario enfrentarse a lo que ms se le teme, l a no verla ms, ella a no volver a verlo. Es necesario tocar la muerte. Dice Pinkola (2002) que en los cuentos ms sabios, el amor rara vez es un encuentro entre enamorados, sino la unin entre dos seres cuya fuerza conjunta permite, que uno, o los dos hagan contacto con lo espiritual y participen en el destino como si fuera una danza con la vida y la muerte.
En este caso es la mujer y su animus los que inician esta danza. Bella se compromete con su animus, con su Sombra, con lo que ama. Es su tarea, seguir la propia felicidad con pasin, y acepta la unin: le dice que se casar con l, y de esa forma transforma una fuerza destructiva en una creadora. Se aprecia aqu la presencia de los arquetipos Amante y Creador (Pearson, 1992).
El Hada a pesar de que aparece hasta el final y solo ha dejado que se escuche su voz y se le vea en sueos, es la que ha permitido que suceda el viaje al interior. Ella viene a encarnar el ancestro femenino y divino que en la imaginacin personal y colectiva es la forma que aspiramos llegar a ser. (A imagen y semejanza) (Shinoda, citada por Zweig, 2001). Si vemos al hada como espritu, desde el punto de vista junguiano, sera el espritu- el fenmeno psquico, de naturaleza arquetpica, que se basa en la existencia de una imagen primigenia autnoma, y que existe en la psique humana con anterioridad a la conciencia. Aparece generalmente en sueos, y en mujeres representa su animus positivo, que indica la posibilidad de una empresa espiritual consciente. (Jung, 2002). Es notable que en este cuento de hadas, dicha imagen est representada por un ser femenino. Las mujeres anhelan imgenes que representen como autnticamente femeninas, la creatividad, la lealtad, el valor, la autoconfianza, la capacidad de adaptacin, y de tener clara percepcin, la tenacidad, inclinacin a la introspeccin e intensidad de pasin (Downing, citada por Zweig 2001).
Jung (2002), habla del espritu en los cuentos de hadas, y dice que es frecuente que aparezca como en los sueos como un hombre anciano y sabio que hace reflexionar, da consejos y tambin lo confronta, pero es principalmente, l mismo la reflexin til y la concentracin de las fuerzas morales y psquicas ah, donde todava no es posible la conciencia. Esto al provocar tensin entre las fuerzas psquicas provoca algo que parece magia. Transformacin, dira Pearson (1992), como cualidad del arquetipo del Mago.
Entonces la situacin que pareca desesperada ya no lo es, el animo que da el anciano, y en el cuento las breves intervenciones del hada, hacen que la herona pierda el miedo, adquiera seguridad y con ello la garanta del xito. Ese "espritu" no solo tiene prudencia, sabidura y conocimiento, tambin posee cualidades morales y examina las de los hombres haciendo depender de sus dones esa prueba (Jung, 2002). Es as como el Hada primero hechiza a la Bestia por arrogante, luego va guiando a la protagonista, indicndole cuando acta bien moralmente y al final premia a Bella, retira el castigo a la Bestia y castiga a las hermanas convirtindolas en estatuas por su comportamiento negativo. Pero es notable ver que a pesar de que por ejemplo, la Bestia la llama Hada maligna, o que juzga a las hermanas, es ella la que permite la verdadera complitud al final del cuento, Bella y el prncipe viven felices con familia, sbditos y estatuas, la situacin no les causa infelicidad, sino que deja ese elemento presente, es decir, que el cuento no niega las partes oscuras, ni los opuestos, estn ah y los integra. Es el Hada el sabio interno de Bella que le permite considerar qu es lo que debe aprender de la experiencia (Pearson, 1992).
Barba Azul
El cuento empieza describiendo a un hombre exitoso y que vive en la abundancia pero con un pequeo inconveniente, (desgracia) el color del cabello de su barba. Perrault (2000) lo hace en tan solo un pequeo prrafo, pero simblicamente hablando no es posible no tomarlo en cuenta con la debida atencin. En el Diccionario de los Smbolos (Chevalier, 1999), barba, es smbolo de virilidad, de coraje y de sabidura, lo cual ya nos habla de un guerrero u hroe capaz, con las caractersticas ms generales de lo masculino. No hay que olvidar que siendo este un estudio arquetipal, estamos hablando del animus de la que ser la protagonista. Da muchos ms datos el color azul: el ms profundo e inmaterial de los colores, vaco acumulado. Aplicado a un objeto, el azul aligera las formas, las abre, las deshace, es camino de lo indefinido donde lo real se transforma en imaginario. El pensamiento consciente deja sitio poco a poco a lo inconsciente. Y tambin es el color del yang, del Dragn geomntico, y por tanto, de las influencias bienhechoras (Chevalier, 1999). Es pues, la barba azul del asesino de sus esposas, el equivalente al llamado a buscar en el interior, a iniciar el recorrido necesario para llevar a cabo el proceso femenino de individuacin. Es como si la receptividad de lo femenino, hiciera surgir a la conciencia las partes del alma reprimidas, negadas, disociadas e inconscientes y sensibilizara a las diferentes imgenes
del alma para recibir y percibir en la conciencia las heridas emocionales pero con responsabilidad y entonces viene la transformacin (Colegrave citada por Zweig 2001).
Y una de esas partes reprimidas es la personificacin masculina del inconsciente de la mujer, es decir el animus, que puede mostrar aspectos tanto buenos como malos y tiende a salir ms en forma de una conviccin "sagrada" oculta (Von Franz citada por Jung, 1997). Barba Azul viene a ser la representacin de un animus negativo, asesino, que personifica todas las reflexiones semiconscientes, fras, destructivas que invaden a una mujer cuando tiene que enfrentarse a situaciones que tienen que ver con sus emociones, y no lo logra, sino que es poseda por esa figura del animus que le hace pensar y sentir lo que no piensa ni siente realmente. Un animus que a esta ingenua mujer le est queriendo ensear, que no debe seguir viviendo con la cabeza, sino utilizar su parte femenina (Henderson, citado por Jung, 1997).
Barbazul pretende a las dos hermanas, las dos del mismo sexo, vienen a ser paradjicamente el yo ideal y la sombra y se hallan en un proceso de autodefinicin. Tratan de convencerse una a la otra de casarse con lo desconocido. Pero entre las hermanas hay jerarquas y es la menor la que empieza a no ver tan amenazante el azul de la barba y se casa con l. Hay ocasiones en que una mujer ingenua se equivoca al elegir pareja, algo en ella sabe que no est bien, sin embargo como hipnotizada sigue la pauta destructiva, como si su insistencia fuera a lograr la sensacin paradisaca que busca (Pinkola, 2002). Y aqu estaramos viendo el primer estadio del que nos habla Pearson, (1992), en donde el arquetipo del inocente, teme ser abandonado, se enfrenta al problema negndolo o buscando ser rescatada, pero confa y es optimista, y se entrega. Pero a diferencia de la Bella que lo hace por su familia, como Bienhechora, esta herona se encuentra en un nivel ms primitivo y es la hermana quien la ayuda a descubrir quin es realmente (Downing, citada por Zweig, 1994). Volveremos a este arquetipo hermana, ms adelante.
El cuento sigue: Pasa un mes despus de la boda, y Barba Azul va a hacer un viaje de negocios. Esta hermana menor, no solo no acepta las facetas asesinas de su propia psique, sino que se deja seducir por los placeres del ego, y pasa por alto sus intuiciones, casndose "la unin de lo dulcemente ingenuo, con lo vilmente oscuro" (Pinkola, 2002). Le deja a su esposa las llaves de toda la enorme casa y permiso para abrir todas las puertas excepto la que abre una pequea llave que abre un gabinete en la planta baja, con la advertencia de que si la abre caer sobre ella toda su clera e indignacin. Y ella promete no usar la llave (Perrault, 2000).
Al casarse una mujer con su depredador, se empieza a vivir de una manera falsa, en donde ella se cree la reina cuando se esta planeando realmente su asesinato, y la manera de salir de ah es posible con una llave que le desvele el secreto, que le de el permiso para buscarlo en lo profundo
de la psique. Su destructor sigue su plan y le da una aparente libertad, hacindola que se comprometa psquicamente, pero no le da acceso al descubrimiento de su propio depredador, aunque ella algo intuye. Barba azul le prohbe la nica llave que la puede llevar a la conciencia y eso es despojarla de su naturaleza intuitiva que la hara correr el velo (Pinkola, 2002). Si ella obedeciera a Barba Azul y no abriera el gabinete, sera un suicidio espiritual, tiene que arriesgarse. Se requiere de un Buscador y de un Destructor, el Buscador cuyo deseo bsico es encontrar autenticidad, y un sentido de valor superior para su vida, y un Destructor, que despierte, que mueva, aunque sea con dolor y miedo, y cmplice de la muerte, ataque las defensas para ir a nuestro Self o S mismo ms profundo (Pearson, 1992).
Entonces amigos y vecinos que nunca entraban a la lujosa mansin por miedo a Barba Azul, esta vez lo hacen y la recorren apreciando todo. Se ve toda una comunidad interesada en recorrer la mansin, en curiosear. Esta versin que se revis para el artculo no les da sexo a estas personas, y nos hace pensar que lo que interpretaron Freud y Bettelheim (citados por Pinkola, 2002) acerca de que los eventos con Barba azul son castigo a la curiosidad sexual femenina, en este caso, son arquetipos tanto masculinos como femeninos, despertando la capacidad de investigacin de la protagonista que incluso, los deja a un lado, porque sus instintos estn despertando y saben lo que es importante para ella, y en ese momento es encontrar la puerta del gabinete, que se presenta como una barrera psquica. Es algo sombreado que no nos permite saber, lo que ya sabemos, pero para romperlas o transgredirlas, est el smbolo de la llave (Pinkola, 2002). Cabe mencionar la versin masculina de un cuento alemn muy parecido a Barba Azul, y que menciona Jung (2002) es un hombre joven el que por curiosidad abre la puerta y libera a un cuervo que se hallaba clavado y era realmente un diablo hechizado.
Ella no disfruta ensear sus tesoros por la enorme curiosidad que la embarga, solo puede pensar en el gabinete cerrado, prohibido y en la pequeita llave que la abre en su poder. Sin pensar en la descortesa de abandonar a sus invitados, y a pesar de reflexionar en las posibles consecuencias. La llave, es un elemento muy importante en el proceso femenino, porque tiene a la vez un papel de iniciacin y de discriminacin (abre y cierra); y poseer la puerta es haber sido iniciado, y aproxima al misterio. Ahora bien, el tipo de llave tambin nos da luz del estadio en el que se encuentra el iniciado, en este caso es una llave pequea (Chevalier, 1999). Si hay algo secreto, prohibido, as sea lo ms sombreado, es necesario verlo, para el desarrollo de la conciencia. Pero, la capacidad de resistir lo que va a ver detrs de la puerta, es lo que le va a permitir a la mujer regresar a su naturaleza profunda. (Pinkola, 2002).
La tentacin es ms grande y la vence: abre la puerta y al acostumbrarse a la oscuridad, descubre los cadveres de todas las anteriores esposas de Barba azul, colgadas de la pared, y el suelo cubierto de sangre coagulada. Esa escena sangrienta est en alguna parte de su inconsciente, pero
esta vez es capaz de afrontarla conscientemente, porque aunque al principio accedi a casarse con el depredador de su propia psique, est empezando a tomar medidas para resolverlo en este proceso arquetpico femenino (Pinkola, 2002).
Crey morir de espanto y la llave que haba sacado de la cerradura, se le cay de la mano. Muerta de susto sale y cierra y se da cuenta que la llave se manch de sangre y hace todo para tratar de quitrsela pero no lo logra. Ingresar a los misterios casi siempre requiere un encuentro con el temor y la admisin de que la realidad ltima no es ni bonita ni est bajo control, sino que amenaza al ego (Pearson, 1992).
La sangre se considera un vehculo de la vida y para algunos pueblos, del alma (Chevalier, 1999). La sangre de la cmara est coagulada, detenida, pero aunque ella sale de ah apresuradamente, la llave empieza a manar sangre que representa una disminucin de los ms hondos y ms espirituales aspectos de la propia vida creativa. Los horrores que vio, esa inmovilidad, ya no es posible ocultarla, la llave goteando sangre la evidencia. Y no queda ms que remediar la situacin. Ya no es posible volver a negar o reprimir, -cosa que hara el ego censor-, la misin de la llave es recordar lo que empez a ser evidente (Pinkola, 2002). Porque todo lo que negamos en la mente inconsciente, nos posee y nos hacemos agentes involuntarios de aquello que negamos (Pearson,1992). Por eso detiene la creatividad, y por eso surgen conductas autodestructivas que nuestro destructor negativo promueve precisamente comportndose como un cuidador celoso de la psique.
Al volver Barba Azul la descubre y la amenaza con llevarla a ocupar su puesto en el gabinete. Ella le ruega perdn, pero l no se conmueve y la condena a muerte. Y ella lo que pide entonces, es tiempo para rezar. El estado infantil quiere creer que un Dios-padre benevolente la va a rescatar, pero ella est creciendo y lo que hace es apelar a una parte femenina interna (hermana), experimentando los misterios (incluso la muerte) como una iniciacin a un nivel superior de existencia para que el potencial sagrado del Inconsciente modele una expresin individual particular de lo divino en forma humana (Pearson, 1992).
Barba Azul le concede medio cuarto de hora, Cuando se queda sola, busca a su hermana, y le pide por favor que suba a la torre ms alta y mire si vienen sus hermanos que le prometieron venir ese da "si los ves venir, hazles seas para que se den prisa". Nos dice Von Franz (citada por Jung, 1997), que el animus tiene un lado muy positivo y valioso y que tambin construye un puente hacia el s mismo, mediante su actividad creadora. Vemos as, como esa parte suya empieza a despertar en su interior, viene a lo lejos, cabalgando en la forma de sus hermanos. La hermana, mientras es "sus ojos", comparte en esos momentos la intensidad de sus emociones, no solo la
est conectando con los sentimientos ms profundos, y con su Alma que le permite afrontar la muerte, sino que adems se fortalece al incorporar el mutuo apoyo de los hermanos, que se acercan, la hermana que los ve y los apresura con seas, y ella, que conectndose con su feminidad ms misteriosa y portadora de vida, es decir de transformacin creativa, en lugar de quedarse solo relacionada con la muerte (Downing, 1994).
Despus le pregunta a la hermana con angustia si ve a sus hermanos llegar, y la hermana contesta que solo ve el polvo y la hierba, a la tercera vez ve una nube de polvo y resulta ser un rebao y es hasta la cuarta vez, que ve a los hermanos.
Mientras, Barba azul se arma con una cimitarra para degollarla y hace que la casa tiemble con sus gritos, llamndola para terminar con su vida. Es comn que la experiencia de la desgracia se perciba como un descuartizamiento. Cuando la destruccin proviene de fuerzas exteriores, se experimenta impotencia (en manos del destino). Pero no se es simplemente vctima inocente, sino que la muerte, el mal, la crueldad estn alojados en nuestro Self. Saber que la muerte est instalada en el interior es una poderosa experiencia de la Sombra. A veces el dolor nos permite abrirnos a la experiencia del poder creativo (Pearson, 1992).
Ella baja y le ruega de nuevo, en balde. Como ltimo recurso ella pide un momento para concentrarse en s misma. La clave para la travesa del hroe, es una disposicin al sacrificio por la curacin o mejoramiento del mundo. Necesaria, porque al enfrentar nuestros peores temores adquirimos libertad para desapegarnos; al abrirnos a la transformacin damos surgimiento a la compasin en nosotros y en los dems. La muerte est seguida por un renacimiento que provee de coraje necesario para persistir en nuestra travesa an cuando nos lleve al inframundo. (Pearson, 1992). No es pues, un acto de sumisin, sino prepararse para hacer acopio de energa y poderla transmitir (Pinkola, 2002).
Barba Azul no la oye y le aconseja encomendarse a Dios, levantando el cuchillo, cuando se abre la puerta y penetran los jinetes con las espadas desenvainadas, lanzndose contra Barba Azul, quien los reconoce, pues son uno dragn y el otro mosquetero e intenta huir, sin lograrlo, pues al llegar a las gradas del prtico lo matan. Ella a estas alturas reconoci ya a travs de todo el evento sus necesidades de cambio, y opt por renunciar a su inocencia no sin dolor; y es entonces, cuando su Destructor, se convierte en su aliado (Pearson, 1992). Es la nica forma de acabar con la fuerza destructora: abrir la puerta de la psique, contemplar su propia muerte, las partes de su naturaleza femenina que han sido asesinadas, pues al comprender lo atrapada que est, es que logra estar en condiciones de imponerse con toda su fuerza (Pinkola, 2002). Llegan los hermanos, propulsores fuertes y agresivos de la psique, que representan su fuerza interior, que llegan a tiempo para
eliminar los impulsos malignos, no antes porque la mujer tena que prepararse, que practicar el conjuro de su naturaleza combativa, esperar que surgiera en ella su Guerrero, su energa interior masculina (Pinkola, 2002). Y completa la misin de ese arquetipo Destructor, que buscaba la metamorfosis, cuyo temor era la aniquilacin, pero su respuesta es desapegarse de esa fachada de inocencia con humildad. Logra la integracin de su animus Guerrero que lucha por lo importante (Pearson, 1992), y que es un compaero interior que la dota de espritu atrevido, emprendedor, y en su forma ms elevada la dotar de profundidad espiritual (Von Franz, citada por Jung, 1997).
En la vida siempre se presentan oportunidades, y muchas veces se est ante la disyuntiva de escoger, de tener que elegir una u otra opcin. Se toma un camino y se asumen las consecuencias, o se toma otro en donde tal vez se llegar a lo mismo pero con ms esfuerzo o quiz con ms experiencia.
Cmo saber escoger el mejor camino? el ideal? Cmo evitar sufrimiento? y sobre todo Cmo obtener consciencia, para no elegir el errneo en otra ocasin? Estas son preguntas que cualquiera se hara. Pero an en las preguntas que cada uno se hace a s mismo en los momentos de crisis o de duda, uno puede elegir. Por ejemplo, si se toma el camino que parece el ideal, Es realmente el que se necesitaba? O del que se pueda adquirir un buen aprendizaje? Y ante esa serie de cuestionamientos y de reflexiones, es que surge por primera vez la seal, el llamado, la convocatoria a conocerse ms, a hacerse responsable, la voz o reclamo a la conciencia.
En el presente artculo, se desglosa lo que viene despus de esa invocacin hecha a la mujer, a una mujer, cualquiera, y en cualquier parte del mundo, de cualquier edad, complexin o clase social. Porque no se trata de un llamado a una lucha feminista o a un cambio de roles en la sociedad, sino del llamado a sumergirse, cada una, a un viaje interior, a un encuentro con su propia psique con sus componentes arquetipales.
De qu manera puede darse dicho encuentro? Esto vara segn el proceso y el nivel de autoconocimiento en el que se encuentre cada mujer. Pero habr seales y smbolos que le indiquen la ruta. Habr partes de s misma que se irn despertando para guiar, y en ocasiones para obstaculizar el camino, para hacerlo ms largo o menos tedioso, para engaar o para empujar, segn vaya siendo necesario.
Esas partes de su psique siempre estn, representados por los personajes de los cuentos, de los sueos, de todo lo que encuentre su psique para manifestarse, todas las fuerzas y debilidades
sustentando y mostrando el mejor camino, as sea el ms doloroso, si con esto el Alma continua ese viaje hacia el conocimiento, sin hacer caso de los quejidos del Ego que muchas veces, intentarn detenerla.
En ese camino, una vez emprendido, cada mujer se encontrar con la oportunidad de escuchar todo lo que su sombra tiene que decirle, y se le presentar la oportunidad de integrarla; tambin podr or a su animus cuando necesite ser guerrera y desenvainar la espada, pero adems aprender a escucharlo cuando se necesite guardar la espada para or la otra parte, la femenina, que pareciera que les es ms obvia a las mujeres, pero no, es a veces la ms inconsciente.
Esa parte femenina, con todas las caractersticas propias para contener e integrar, se ha ido diluyendo en cada mujer ante los reclamos y vicisitudes de la sociedad que provoca a arrebato y a defenderse hasta con los dientes, negando tanto la feminidad como la femineidad en cada una, y parece ser que se necesita de un monstruo o de un marido depredador, que hagan sentir de cerca la mortalidad, para darse cuenta de que dentro de cada mujer existe toda la energa interior para hacer todos los recorridos necesarios en su vida, toda la energa para cada vez subir peldao a peldao y alcanzar la suficiente creatividad para transformar todo a su alrededor, una vez que ha empezado los cambios internos y ha ido aprendiendo a integrar sus partes y a negociar con las dificultades.
Porque esa parte prdida de la mujer no es otra que la parte creativa, la que da vida, la que instaura, la que construye, y por lo tanto la que da frutos. Y con esto no se habla de logros hacia el exterior, ni de engendrar hijos, sino la fuerza de lo femenino como incluyente incluso de lo masculino, integradora.
Por que a fin de cuentas, todo est en ella, como en Bella o como en el personaje de Barba azul, estn las posibilidades de elegir qu arquetipo escuchar y en qu momento, toda mujer puede lograr al preferir la virtud, la unin con la inteligencia, la belleza y la bondad. Es decir haciendo emerger su parte femenina, sin excluir las caractersticas masculinas. Y poder as seguir aprendiendo y continuar su proceso femenino de manera asertiva.
Las dos protagonistas de los cuentos seleccionados, despus de escuchar y atender el llamado, inician su camino de heronas que se van a enfrentar con los verdaderos dragones, y para ello echan mano de todos sus recursos, apelan, invocan o dan la bienvenida a todos los arquetipos necesarios, no solo para acabar con el problema, sino para conocerse mejor y seguir sus
intuiciones, para reconciliarse con sus partes oscuras, para dialogar con las nunca escuchadas, para preparar su psique para nuevos dragones.
Esta experiencia es la que deja cada uno de los cuentos. Cada protagonista con sus propias peripecias y sus propios dones y su manera de enfrentar y confrontar, pero al fin de cuentas, ambas dndole su perfecto valor a la experiencia. Sin sta no hay conciencia. Y si no hay conciencia, de todas formas el potencial est ah en el inconsciente personal de cada mujer, en sus arquetipos que si no se activaron en este trayecto, se activarn en otro.
Es as como tenemos, en estos dos cuentos populares, ejemplos del proceso femenino de transformacin, en sus similitudes, y variaciones, segn el estadio en que se encuentre cada mujer al iniciar la travesa necesaria para hacer los cambios requeridos. Travesa en la que se presentarn diferentes arquetipos, smbolos, situaciones, luminosas u oscuras, sacando de cada mujer el potencial tanto para crecer, como para quedarse ah, si es lo que decide para su vida. Pero siempre est tambin, la posibilidad de hacer uso de esa fuerza creativa femenina para continuar el viaje, o volverlo a empezar, si es necesario.
Anlisis de los sueos Introduccin El anlisis de los sueos, como toda obra cultural, ha tenido diferentes ciclos a lo largo de la historia. Despus del empuje de las primeras obras psicoanalticas y sus segundas generaciones, algunos escritores opinaron que la tcnica haba disminuido considerablemente como mtodo de exploracin psicoteraputico. Esto sin contar, que las escuelas que lo avalan son muy escasas, ya que en sus presupuesto tericos aceptan que los contenidos psquicos del ser humano van mas all de la conducta, los pensamientos, las emociones o las relaciones. El siguiente escrito presenta una recopilacin de las ideas ms sobresalientes, en relacin al tema de los sueos, de uno de los precursores del psicoanlisis, como lo es el psiquiatra suizo Carlos Gustavo Jung. A lo largo de su obra podemos encontrar varias definiciones sobre la naturaleza del sueo. Una de estas la hallamos en su libro "Psicologa Analtica y Educacin" (1926/1946), donde expone que "Los sueos son la manifestacin sin falsificar de la actividad creativa inconsciente". Muchos autores han ofrecidos sus conclusiones a este respecto, destacando entre ellas la obra del Dr. Sigmund Freud. Segn el suizo, la gran divergencia de opiniones se debe, a que el terapeuta no posee la ventaja del psiclogo emprico de manipular las condiciones aisladas de un laboratorio. Por el contrario, tienen que enfrentarse a un ser humano real, completo y complejo, lo que ofrece una dificultad mucho ms elevada para su investigacin. Adicionalmente de su experiencia en el
consultorio, el Dr. Jung, apoy sus investigaciones con el estudio de la mitologa, el folklore, las religiones comparadas y la antropologa. Debido a la amplitud del tema, el escrito ha sido divido en tres partes: los aspectos generales, los aspectos tericos y los aspectos prcticos del anlisis de los sueos. Se podra decir que el valor de esta recopilacin es principalmente didctico ya que el lector podr encontrar en su contenido informacin valiosa en este respecto, que en ningn momento sustituira la lectura de sus fuentes originales. Por otro lado, aunque las nuevas propuestas del autor son muy reducidas, su aporte podra apreciarse en la recopilacin y organizacin de la informacin desplegada. Aspectos generales del anlisis de los sueos a. Definicin de Smbolo. C. G. Jung, en su obra "El Hombre y sus Smbolos. Acercamiento del Inconsciente" (1946), expres que smbolo es "un trmino, un nombre o una pintura que puede ser conocido en la vida diaria aunque posea connotaciones especficas adems de su significado corriente y obvio". Cuando la mente consciente intenta acercarse al smbolo, se encuentra en un terreno que va ms all de los lmites de la razn y la lgica. Presenta una dimensin inconsciente, vaga, oculta, seductora, atemorizante, que no est definida o explicada totalmente y que representa algo ms de su significado inmediato. Por mucho esfuerzo que el consciente realice, se dar cuenta que no puede explicar o definir la amplitud desconocida del smbolo. La psiquiatra Magaly Villalobos, en su obra "Apuntadas" (2006), completa esta visin exponiendo que "Un smbolo siempre presupone que la expresin elegida es la mejor descripcin posible o formulacin de un hecho relativamente desconocido, que se sabe que existe, o que es postulado como existente. Es una realidad dinmica cargada de valores emocionales". La Dra. Villalobos contina presentando que el smbolo es un unificador de contrarios, organizador de sistemas complejos, conciliador de elementos polares, abrazando lo fsico y lo metafsico. Jung afirmaba que "toda expresin psicolgica es un smbolo si asumimos que establece o significa algo ms que ella misma, lo cual escapa a nuestro conocimiento actual" (Darryl Sharp citando a C. G. Jung, 1994). Una imagen o palabra es simblica cuando su significado va mas all del entendimiento humano, no se puede definir o comprender. Los smbolos son una expresin de algo esencialmente desconocido. Despus de captados, los datos sensoriales, se convierten en sucesos y fenmenos psquicos, cuya naturaleza final no podemos conocer, por lo que cada experiencia u objeto contiene un sin nmero de dimensiones desconocidas. Por otro lado, existen otros sucesos que por su intensidad han sido absorbidos subliminalmente, es decir han permanecido bajo el umbral de la consciencia. Una va para que estos acontecimientos lleguen al umbral de la consciencia, es a travs de los sueos, donde el aspecto inconsciente de tal fenmeno nos seria revelado, apareciendo como una imagen simblica. b. Precursores del anlisis de los sueos en la Modernidad.
Precisamente fue el estudio de las imgenes, en los sueos, asociaciones, recuerdos y fantasas, lo que permiti a los psiclogos y filsofos suponer la existencia y estudiar la psique inconsciente. Sin embargo, aunque la idea del inconsciente es ampliamente aceptada en nuestros das, tenemos muy poca informacin de su extensin, profundidad y naturaleza. Antes de las propuestas teoras y clnicas de Sigmund Freud y C. G. Jung, otros autores como Carus ya haban acuado el trmino Inconsciente, Kant habl del "inconmensurable campo de las representaciones oscuras", Leibniz hablo del alma inconsciente y otros tantos como Janet y Flournoy. El cientfico que explor por primera vez los contenidos del inconsciente desde un punto de vista emprico fue Sigmund Freud. Basado en las investigaciones de otros neurlogos, como el francs Pirre Janet, que afirmaban que la psiconeurosis estaba asociada a ciertas experiencias conscientes, Freud supuso que los sueos no eran algo casual y que su contenido estaba asociado a contenidos de la consciencia. A finales del siglo XIX, Freud y Josef Breuer, haba reconocido el significado simblico de los sntomas neurticos y psicosomticos. Llegaron a la conclusin que estos sntomas son una manifestacin de contenidos inconsciente al igual que los sueos. Freud utiliz los sueos como punto de partida para explorar los conflictos inconscientes de sus pacientes a partir del proceso de "asociacin de palabras". En el desarrollo de su prctica psicoteraputica, observ que si motivaba a sus pacientes a hablar de las imgenes onricas y los pensamientos asociados a dichas imgenes, llegaba un momento en que el paciente se encontraba en un callejn donde revelara el fondo de sus conflictos. Ya fuera por lo que deca o por lo que omita. Al principio poda parecer una situacin catica e irracional pero tarde o temprano el paciente revelaba las razones de su malestar. Estas experiencias motivaron a Freud a crea su teora de la represin y satisfaccin de deseos como causante de las imgenes de los sueos. c. Relacin entre la consciencia y el inconsciente desde la perspectiva de C. G. Jung. Explicar la relacin de los contenidos conscientes e inconscientes en la dinmica psquica no es nada fcil, los autores han planteado diferentes modelos a este respecto. El Dr. Freud como precursor en este campo, plante en su teora de la represin, que los contenidos psquicos incompatibles al yo, debido a su contenido emocional, eran reprimidos y enviados al inconsciente. As como eventos traumticos, existen emociones vetadas por la cultura que igualmente son reprimidas hacia el mismo lugar apartado de la psique. Usualmente la represin es un mecanismo que se inicia en la infancia temprana del individuo, bajo las condiciones morales de su entorno, y continan el resto de su vida. La teora de la represin de Freud, converta al inconsciente en el reducto del material que una vez fue consciente, pero que por su carga afectiva se haba convertido en inconsciente. Posteriormente, el Dr. Jung en su obra, plante que los contenidos psquicos, no solamente eran reprimidos desde arriba, si no que tenan libertad de disminuir su nivel de intensidad y pasar por si mismos al inconsciente. A este mecanismo el Dr. Jung lo denomin supresin. Por esta razn denomin a los complejos afectivos como autnomos. El no estaba de acuerdo que el inconsciente era solamente el reducto de la consciencia, afirmaba que tena vida propia, la capacidad de creacin de smbolos e imgenes de forma autnoma y la posibilidad de auto curacin.
Los complejos afectivos, as como tienen la libertad de disminuir su nivel de intensidad y pasar al inconsciente (desligndose del yo), tambin tiene la autonoma de elevarla, hacindose conscientes o perturbando al individuo desde el inconsciente. El efecto negativo de un complejo usualmente se manifiesta a travs de la disociacin de alguna de las funciones psquicas (sentimiento, pensamiento, intuicin y sensacin) (Darryl Sharp, 1994). La autonoma y libertad de los complejos en la teora junguiana quedo sellada con la afirmacin de su autor cuando dice "hoy en da, todos saben que las personas tienen complejos. Lo que no sabe, a pesar de que tericamente es mucho ms importante, es que los complejos pueden tenernos a nosotros" ("Consideraciones Generales sobre la Teora de los Complejos", 1934). El Dr. Freud opinaba que la va regia de acceso al inconsciente eran los sueos, mientras que Jung afirm que lo era el complejo, ya que estos eran los "arquitectos de los sueo". Sin embargo sostena que esta va, tampoco era muy "real" ya que el camino indicado por el complejo era tortuoso debido al contenido afectivo del mismo. El material psquico est compuesto por imgenes, sentimientos, deseos, pasiones, emociones, intuiciones, percepciones, pensamientos racionales e irracionales, anlisis, conclusiones, estados de nimo, preocupaciones y esperanzas. Gran parte de este material pertenece al reino del inconsciente. Una de las razones del oscurecimiento de este contenido es la falta de atencin, pero debemos recordar que los elementos psquicos tienen vida propia. En el inconsciente no solo se encuentran elementos del pasado, en el se haya el "germen de la nueva vida". La capacidad de creacin de nuevos smbolos, imgenes e ideas que nunca fueron conscientes pero que forman parte integral del crecimiento de todo ser humano. De hecho el inconsciente es el ms grande reservorio de la imaginacin y all se encuentra la capacidad de florecimiento de la genialidad. Recordemos que toda idea, sentimiento o percepcin mantiene una relacin con su dimensin psquica, que vara de intensidad y significado emocional en cada individuo. Toda nuestra personalidad influye en la textura con que manejamos la informacin que nos rodea. Son estos maticas personales, el ingrediente utilizado por el analista para penetrar en el lenguaje del sueo. Esto explica que durante la actividad onrica los objetos y situacin de la cotidianidad adquieran una importancia emotiva sorprendente para el soante. Nuestros muros racionales han bloqueado el contacto primordial de nuestras emociones, por lo tanto la intensidad psquica que revisten las imgenes onricas, obligan a poner nuestra atencin sobre ellas. d. Importancia del anlisis de los sueos. La vida cotidiana, racional y civilizada ha desentraado las emociones de la mayora de los objetos, personas y situaciones que nos rodean, al punto que nos comportamos indiferentes ante ellos. Las influencias externas como el trabajo, la sociedad, la cultura, la familia, el dogma, la poltica o la economa nos influyen de muchas formas y la mayora de las personas no tenemos ninguna defensa ante tales embates. Estas influencias nos conducen por un camino alejado de nuestra profunda y verdadera individualidad. En ltima instancia el mensaje de los sueos, pueden alertarnos o enrumbarnos de nuevo por este camino hacia nuestra naturaleza nica y original.
Segn el Dr. Jung, el objetivo principal durante el tratamiento de la neurosis es restablecer el equilibrio entre el consciente y el inconsciente. Esta tarea que se puede conseguir de diferentes maneras comenzando con "los modos de vivir naturales, las objeciones fundadas en la razn, la fortificacin de la voluntad, hasta el anlisis de lo inconsciente" ("De la Esencia del Sueo", 1945/1948). En muchos casos las etapas iniciales del tratamiento fracasan y las imgenes compensadoras de los sueos presentan un punto de apoyo para el anlisis. Los sueos pueden traer recuerdos, ideas, vivencias y expectativas despertando potenciales o aclarando relaciones. Por esta razn muchas personas invierten largo tiempo analizando sus sueos asistidos por un profesional, con la motivacin de enriquecer y aclarar su horizonte. e. Recomendaciones ofrecidas por C. G. Jung ante el anlisis de los sueos. En todo caso la interpretacin de los sueos es una empresa arriesgada y siempre deben tomarse precauciones. Muchos creemos y deseamos encontrar un manual donde nos presenten, en forma de flujo grama, la mecnica para la interpretacin de cualquier sueo. Ms aun si este flujo grama fuera realizado por una analista junguiano. Esta ilusin va desapareciendo en la medida que nos vamos dando cuenta la inmensa cantidad, variedad, profundidad y en ocasiones dificultad del material simblico. Por otro lado la relacin de un individuo con un psique es nica, el ofrecimiento, lenguaje y disposicin de las imgenes varan en cada caso. Definitivamente trabajar con el material onrico no es nada sencillo, tanto por su anlisis como por su carga emocional. Es importante una observacin que realiza el psiquiatra suizo ante la interpretacin de un sueo. El plantea dos puntos fundamentales en el tratamiento del material onrico: primero, el hecho que no deben realizarse suposiciones previas ante un anlisis, excepto que el sueo, tenga un sentido claro; y segundo que el sueo es una expresin especfica del inconsciente. Por otro lado hay que tener en cuenta, que los sueos son algo normal en la vida de cualquier ser humano, y que estos son causados, esto no quiere decir que pueden ser explicados solamente a travs del principio de la causalidad, sino que presentan una razn de ser o una intencionalidad por muy sencillo o confuso que este parezca. Por esta razn el Dr. Jung narra cmo le recomendaba a sus alumnos que: "Aprendan cuanto puedan acerca del simbolismo; luego olvdenlo todo cuando estn analizando u sueo". Esta frase sintetiza gran parte de la investigacin que ciment el enfoque analtico de la psicologa junguiana. Es a travs del estudio de la mitologa, el simbolismo y el folklor que se fundamente el "mtodo" de amplificacin propuesto por el Dr. Jung, desplazando la visin reductiva del Dr. Freud. El Dr. Jung hizo hincapi que el anlisis de un sueo no debe ser realizado como la aplicacin de un metodologa mecnica, por el contrario exige el conocimiento intimo de todo el cuerpo analtico, que solo es digerido a travs del anlisis didctico. "El error ms absurdo que puede cometer un terapeuta es suponer en el analizando una psicologa similar a la suya propia. Semejante proyeccin puede ser acertada en algn caso dado, pero la mayora de las veces ser pura proyeccin. Todo lo que es inconsciente es, por eso mismo, proyectado; de ah que el analista deba tener consciencia al menos de los principales contenidos de su inconsciente, a fin de que no se enturbie la claridad de su juicio con las proyecciones inconscientes" ("Puntos de vista Generales
acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). El autor contina diciendo que cualquiera que pretenda analizar un sueo, debe comprender que no existe ninguna teora sencilla para describir la naturaleza psquica, del cual no sabemos nada cierto. Segn el mismo, el estudio de la psique desde una ptica solo puede ofrecer destellos, pero difcilmente ser una teora concluyente. Debido a la susceptibilidad que puede presentar el soante en relacin al contenido de un sueo, aunado a la dificultad que esta tarea representa, el Dr. Jung opinaba que cuando alguien le contaba un sueo y le preguntaba a cerca de su opinin, ante todo se deca a s mismo "No tengo ninguna sospecha de que significa este sueo" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). Despus de esta afirmacin poda entrar en anlisis. El Dr. Jung concluy afirmando que no se puede pretender estar en posesin de una teora general satisfactoria a cerca de la naturaleza del alma, ya que esta es an demasiado desconocida e incomprensible para el intelecto. El autor afirma que el objetivo de la investigacin es ir aproximndose poco a poco a la verdad a travs de los tanteos de diferentes puntos de vista tericos. Aspectos tericos del anlisis de los sueos a. Mtodo de asociacin y anlisis de contexto. Como lo han expresado diferentes autores, enfrentarse con el material onrico no es nada sencillo. El Dr. Jung en su libro "De la Esencia de los Sueos" (1945/1948) expuso que el primer paso despus de observar el relato de un sueo es realizar las asociaciones con las diferentes imgenes o elementos del mismo. Estas asociaciones solamente las puede hacer en primera instancia el soante, que busca en su memoria los recuerdos de das pasados (o de su vida) relacionados directa o indirectamente con lo experimentado durante el sueo. Este mtodo se ha denominado "asociacin libre". El resultado de esta rememoracin es la recoleccin de un material heterogneo que en la mayora de los casos no parece tener nada en comn, excepto el contenido del sueo. El psiquiatra suizo hace la observacin que se debe ser muy cuidadoso en esta exploracin y saber en qu punto detenerse, ya que estas asociaciones pueden desembocar en toda la vida del soante. Por lo tanto debemos investigar solo el material esencial para el anlisis del sueo. Por lo tanto la extensin y profundidad de este material queda a consideracin del analista, teniendo en cuenta que este sea necesario para ofrecer un significado til para el soante. Segn el Dr. Jung uno de los mayores meritos del Dr. Freud fue haber observado que sin la colaboracin del soante no se podra realizar ninguna interpretacin, ya que el relato del sueo no presenta un solo sentido sino muchos. Cada imagen del sueo ofrece una relacin directa con la vida del soante, por lo tanto, este es el nico que puede ofrecer el rastro de los elementos indispensables para realizar el anlisis. Precisamente es la ayuda del sonante la que permite reducir la multiplicidad de significados que presentan las imgenes onricas llevndolas a su esencia. Esta experiencia llev al Dr. Jung a la conclusin que el anlisis de un sueo es una vivencia que solo para dos personas, soante y analista, est libre de objecin.
Basndose en esta nocin, el Dr. Jung practic un procedimiento que llamo "examen de contexto" y consista en rastrear a travs de las asociaciones del soante, que matiz emotivo tiene cada detalle manifiesto en el sueo. Usualmente esta tcnica no ofrece un drama totalmente comprensible sino importantes pistas de varias posibilidades. El examen de contexto suele ser un trabajo sencillo que presenta una importancia preparatoria. Elaborar este material y ofrecer la final interpretacin del sueo requiere una "preparacin psicolgica, capacidad de combinacin, intuicin, conocimiento del mundo y del ser humano y sobre todo sabidura especifica que depende tanto de un amplio conocimiento como de cierta inteligence du coeur" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). Segn el autor todos estos requisitos son necesarios para el delicado arte del diagnostico medico y afirma que no se necesita un sexto sentido para esta tarea. Es necesario rechazar las explicaciones estereotipadas y concentrarse en la interpretacin particular, concluida a travs del examen de contexto. Esto se logra confesando la propia ignorancia ante cada sueo y renunciando a las ideas preconcebidas. Las races de los sueos ahondan en el trasfondo inconsciente, por la tanto el sueo ofrece la mayor fuente del material emprico para el estudio de la psique. Debemos tener en cuenta que el objetivo de esta rememoracin es aproximarnos a conocer por que el sueo trajo a una o a otra persona, porque eligi tal o cual escenario, de donde viene esta u otra situacin y qu significado tiene para el soante esta o aquella conversacin. Por lo tanto despus que el material asociativo es recolectado, este debe ser sometido a una seleccin y elaboracin, cuyo objetivo es la reconstruccin "histrica" o "cientfica" de este material. Este procedimiento llamado "mtodo comparativo", depende en gran parte de la experiencia, propsito y destreza del analista. b. La causalidad y la finalidad en el anlisis de sueos. C. G. Jung dentro del cuerpo terico que forma su obra, present que existen dos visiones de enfocar la dinmica psquica, a saber desde un punto de vista causal mecanicista o desde otro energetista finalista. El psiclogo explica como la visin de la psique planteada por el Dr. Freud responde a una visin causal mecanicista, ya que describe "un evento como el efecto de una causa, en el sentido de que las sustancias inalterables cambian sus relaciones entre s segn leyes fijas" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). El Dr. Jung introdujo la visin energetista finalista basndose, en parte, en las leyes de conservacin de la energa pertenecientes al campo de la fsica. En esta visin "el evento se reconstruye desde el efecto a la causa, suponiendo que algn tipo de energa sustenta los cambios de los fenmenos, que se mantiene como una constante en todos estos cambios y finalmente conduce a la entropa, estado de equilibrio general" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Esta nueva visin llev al psiquiatra a pensar que una neurosis es un intento de la psique para su auto sanacin ("Lexicn Junguiano", 1994). Sin embargo el autor hace la observacin que al referirse a finalidad esta denotando "la tensin psicolgica inmanente hacia un fin" u "orientacin hacia un objetivo" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Esta aclaratorio la realiza con el objetivo de no
crear confusin con el concepto de teleologa, que designa el sistema filosfico orientado en el poder que presenta una meta para el proceso de desarrollo en miras de un fin determinado ("Introduccin a Jung", 1999). Las conclusiones obtenidas del anlisis de un sueo dependern en gran medida del enfoque con que se trabaje el material onrico, este enfoque contempla someter el sueo a una visin causalista o finalista. Cuando se examinan las asociaciones generadas por el sueo a una investigacin causal solo es posible analizar el origen pasado del mismo, pero no permite conseguir el objetivo intrnseco de la manifestacin onrica, es decir podemos decir: Ah! De all vino el sueo, pero si el objetivo del anlisis es la sanacin del paciente esta conclusin es, en definitiva, insuficiente. El Dr. Jung aclara que no pone en duda las causas que generan el sueo, ya que las asociaciones originarias son las mismas, simplemente va mas all preguntndose "para que sirve este sueo? o "que resultado persigue? El autor alega que la visin finalista puede ser aplicada a cualquier fenmeno psquico o inclusive fsico. Segn la visin del Dr. Freud, las imgenes onricas se presenta en forma simblica, ya que existe una instancia psquica llamada "censura", que matiza todas aquellas emociones, ideas o sentimientos que son incompatibles a la conciencia moral, producto de la educacin cultural recibida por un individuo a lo largo de su vida. Por lo tanto estos deseos no pueden alcanzar a la conciencia sin ser disfrazados ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Esto quiere decir que un smbolo ser analizado de forma completamente diferente si es sometido a un examen causalista o finalista. La teora del Dr. Freud, cimentada en la visin causal, plantea la existencia de "un anhelo, de un deseo reprimido que se expresa en el sueo", anhelo que segn otros autores es sencillo, aunque puede tomar mltiples formas. Por esta razn, para la teora freudiana existen un gran cantidad de smbolos que significan exactamente lo mismo, al llegar al punto que la escuela ortodoxa afirma la popular frase que todos los objetos alargados o en punta son smbolos flicos , y todos los objetos redondeados o huecos son smbolos femeninos. Para la visin finalista, el anlisis es totalmente diferente, cada smbolo presenta su propio valor y significado. En primera instancia, al ofrecer una imagen u otro, el material asociativo ser diferente y por lo tanto se contemplar la situacin consciente de forma diferente. Es precisamente en esta diversidad que reside la riqueza de las imgenes onricas, riqueza que llev la Dr. Jung a plantear un mtodo de amplificacin de estos contenidos, en lugar a la manera reductiva original del psicoanlisis, es decir a la interpretacin fija de los mismos. Para esta concepcin ningn smbolo presenta una interpretacin esttica, ya que cada imagen contiene un valor intrnseco que la lleva a ser expuesta en el sueo. Para este enfoque la funcin del smbolo no es matizar o esconder, sino ensear. En ltimo caso, la visin finalista contempla la educacin del paciente para que transite una vida ms completa. En la prctica es de vital importancia tener clara ambas visiones, ya que la aplicacin de una u otra alternativa llevar al anlisis por caminos distintos. Por su puesto esto invita a discernir cual es la visin ms apropiada. Para algunos autores el objetivo de la psicoterapia es la educacin del paciente para su reinsercin
en la sociedad de una forma ms saludable, reflexionando e incorporando a su vida posturas que antes no tomaba en consideracin. La va ms expedita para esta integracin es la comunicacin natural ofrecida por el sueo, que busca la "plenitud y autonoma" de la personalidad de cada individuo. Desde la aparicin de los movimientos cientficos impulsados por la teora newtoniana, la causalidad ha sido la llave para la explicacin de los fenmenos naturales, por lo tanto no es de sorprender que tambin reine en la psicologa. Pero si queremos buscar una explicacin completa que oriente al paciente y ampli su horizonte, debemos tomar en cuenta el objetivo del material ofrecido. Por lo tanto para la psicologa junguiana la visin causalista es incompleta y recomienda abordar el problema desde ambos puntos de vista para tener una aproximacin global. Hasta este punto podemos decir que los sueos ofrecen una perspectiva de la dinmica psquica inconsciente en lenguaje simblico. La mayora de los autores coinciden en esta apreciacin, pero si nos preguntamos: siendo la vida psquica tan amplia, profunda e ilimitada por que aparecen en un sueo algunos contenidos y otros no? El Dr. Jung respondi a esta pregunta con la observacin que los sueos no representan un contenido inconsciente generalizado, sino solo aquellos que se encuentran asociados, actualizados y correlacionados con el estado momentneo de la consciencia. Me gustara realizar una opinin personal en esta ltima afirmacin, ya que no podemos hablar de una conciencia autnoma de la dinmica inconsciente ni viceversa. Podemos constatar en la prctica, abismos muy grandes entre ambas posiciones, que podran llegar a ser polares, pero aun en este caso, va a existir un mecanismo regulador, que intente equilibrar ambas posturas. El ego se encuentra en dependencia con todo el sistema psicosomtico. Por lo tanto para analizar adecuadamente el sueo de un individuo debemos investigar en profundidad la situacin consciente del mismo, ya que el sueo viene a ilustrar el lado inconsciente de aquel material que por su nivel de intensidad se ve aparentemente desligado del ego pero contina en una relacin afectiva. c. Funciones del sueo segn la perspectiva de C. G. Jung. Segn la visin de la psicologa junguiana, podramos clasificar las funciones del sueo de la siguiente manera: Funcin Compensadora. Funcin Prospectiva. Funcin Reductiva. Funcin Reactiva. Funcin Teleptica. Funcin compensadora.
Cuando mencionamos los mecanismos reguladores de la psique hablamos del sentido compensatorio del sueo, ya que este rene todo lo que ha sido reprimido, descuidado e ignorado por la consciencia. El sueo busca rectificar la apreciacin, completar la omisin y mejorar la posicin general del individuo. Segn el Dr. Jung todos los sueos presentan una relacin compensadora con la posicin de la consciencia, pero esta no puede verse tan claramente en todos los casos, ya que admite que aun es muy poco el conocimiento cientfico del alma humana. El mismo afirma que existen compensaciones muy remotas, pero debemos recordar que cada persona es un representante de toda la humanidad, y lo que es posible en gran escala en la historia evolutiva es posible en cada individuo. La funcin compensadora del sueo no es una invencin nueva, ni una interpretacin tendenciosa, ya que podemos observar diferentes ejemplos histricos que sostienen esta apreciacin. El autor hace la observacin que la visin finalista de lo inconsciente tiene poco en comn con las intenciones conscientes. En muchos casos la posicin del inconsciente se contrapone al consciente, sobre todo en aquellas situaciones donde la consciencia toma direcciones extremas, que desequilibran y representan una amenaza vital para las necesidades individuales. "Cuanto ms unilateral y alejada del optimun de las posibilidades vitales se halle la actitud consciente, tanto ms habr que contar con la aparicin posible de sueos vivaces y penetrantes, de contenido fuertemente contrastante, pero convenientemente compensador, como expresin de la autorregulacin psicolgica del individuo" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Sigue el autor sealando que en su opinin el sueo es una reaccin adecuada, que auto regula y aporta a la consciencia, mediante una comunicacin simblica, los contenidos inconscientes en dependencia a la situacin consciente. En los contenidos inconscientes se encuentran todas las asociaciones que por su baja intensidad, no alcanzan el umbral de la consciencia pero presentan suficiente energa como para presentarse en el sueo. Aqu se pueden depositar todos los elementos que en el da anterior han permanecido infra conscientes producto de la represin o la supresin. Como podemos apreciar, el contenido latente del sueo es muy difcil de observar a primera vista, por lo tanto es necesario un anlisis exhaustivo para llegar a su contenido manifiesto y por ende a sus elementos compensadores. Debemos hacer hincapi que las compensaciones se hallan estrechamente ligadas a la "naturaleza total del individuo" y su variabilidad es incalculable. Si aceptamos que el inconsciente presenta al menos una importancia igual que la consciencia, entonces no solo el inconsciente es relativo a la consciencia, sino que la consciencia es tambin relativa al inconsciente. Entonces no podemos hablar solo de una orientacin consciente hacia un objetivo, ya que el inconsciente tambin presentara esta capacidad. Por lo tanto el sueo podra representar una visin conductora orientada hacia algn fin de una importancia vital superior a la posicin consciente temporal. El Dr. Jung hizo la aclaratoria que en ningn momento sostiene que la teora de la compensacin sea la nica admisible para explicar la naturaleza del sueo. Funcin prospectiva.
Es bien conocido que desde tiempos remotos, se ha atribuido al sueo un carcter revelador de eventos futuros. Si tamizamos esta "supersticin" y eliminamos de ella las extravagancias, increblemente podramos encontrar algo de realidad. Algunos autores han defendido la hiptesis prospectiva y finalista del sueo, como una funcin inconsciente orientada a la solucin de un conflicto o problema presente, representado simblicamente. Aqu podemos observar otra funcin del sueo que acompaa a la compensadora y se ha llamado funcin prospectiva. La funcin prospectiva constituye un "ensayo", un "plan" o un "esbozo" de las posibles acciones futuras de la consciencia, representadas en el inconsciente. En ocasiones ofrece un boceto de la solucin a un conflicto presente. Segn el Dr. Jung no podramos tildar como profticos a estos sueos, ya que simplemente son un pronstico, un clculo de probabilidades que pueden concordar o no con el desarrollo de los eventos futuros. En la mayora de los casos el anuncio de la funcin prospectiva, supera con creces la capacidad consciente. Debemos recordar que la consciencia es orienta por medio de una funcin principal, pero en el inconsciente se depositan todas aquellas apreciaciones que han sido desechadas o simplemente no pueden ser alcanzadas por la consciencia. El autor indica que es posible que el inconsciente se encuentre en una mejor posicin que la consciencia, al momento de prever el desenvolvimiento de situaciones futuras. Aunque la funcin prospectiva es una condicin natural del sueo, es importante no sobrestimarla. El investigador de la vida onrica podra caer en la ilusin que el sueo representa una "consciencia superior" o un orculo infalible, por lo tanto sobrevalorara el peso del inconsciente para la vida cotidiana. "Pero nuestra experiencia actual nos autoriza a suponer que lo inconsciente posee una importancia aproximadamente igual a la de la consciencia" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). El psicoterapeuta tiene la capacidad de observar que existen actitudes conscientes tan mal adecuadas a la naturaleza individual del paciente, que la actitud inconsciente ofrecida por el sueo, presenta una constelacin superior. Hay que sealar que lo mencionado no representa una regla inamovible. Cuando la actitud consciente del sujeto se encuentra parcialmente adaptada a sus condiciones reales y a su naturaleza individual, el sueo solo ampliar algunos fragmentos de esta actitud. Sin embargo, es necesario evaluar la situacin consciente del individuo, ya que consideraciones exclusivas presentadas por el sueo, podran alterar negativamente la vida consciente. "Solo en presencia de una actitud consciente a toda luces insuficiente y defectuosa, se puede atribuir a lo inconsciente una validez superior" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). El estudio profundo del sujeto y el conocimiento del carcter individual posibilitan medir cuan desadaptada se encuentra la actitud consciente, pero cuando hablamos de individualidad no podemos dejar a un lado las exigencias colectivas, ya que el ser humano es un ente social. En este punto podramos observar dos categoras, aunque en la realidad esta clasificacin no es muy verdica. En el caso de sujetos en condiciones relativamente normales interna y externamente, el sueo se limitara a su funcin compensadora, pero en aquellos casos donde el sujeto se aparta de la media, tanto interna como externamente, la funcin de los inconsciente gana en importancia y profundidad, no solo fungiendo como compensadora, sino convirtindose en una funcin
prospectiva y conductora, ofrecindole a la consciencia un nuevo rumbo, ms saludable y adaptado que la anterior. Funcin reductora. Pasemos ahora a otro aspecto del sueo. Existen personas, cuya actitud consciente, aunque se encuentran adaptadas a su entorno, no encajan adecuadamente con su carcter. Los esfuerzos de la consciencia por adaptarse a su medio, van ms all de sus posibilidades individuales. Ellas se presentan o se aprecian ms grandes de lo que realmente son. Podramos incluir en este caso personas que experimentan constantemente una inflacin del ego para compensar conflictos inconscientes. Este excedente de actitud extravertida, no es alimentado de sustentos individuales, ya que viven dependiendo de la sugestin colectiva. Estas personas suelen ascender a niveles socio econmicos, profesionales o familiares, ms all de sus capacidades, gracias a objetivos comunes, beneficios colectivos o protecciones sociales. La persona no se encuentra al nivel de su entorno, por lo que el sueo viene a representar un papel compensatorio negativo, es decir una funcin reductora. En estos casos la desvalorizacin constituye una autorregulacin de la psique, donde puede presentar adicionalmente un carcter prospectivo. Usualmente la nocin prospectiva alienta a algo "constructivo, preparatorio y sinttico", pero que en la prctica se presentan como imagen que "disgregan, desunen, desvalorizan y hasta destruyen y aminoran". El autor seala que la asimilacin de un contenido reductivo no debe ejercer un efecto destructivo sobre toda la personalidad del sujeto, si no que tal asimilacin tiene un efecto ms bien saludable, ya que es reducida solo esta actitud desadaptada. Este tipo de sueo no podra catalogarse como prospectivo; para diferenciarlos de estos el Dr. Jung los llam sueos reductivos o funcin reductiva de lo inconsciente, aunque como podemos observar igualmente se trata de un modalidad de la funcin compensadora. El autor realiza la siguiente conclusin: "Podemos en consecuencia afirmar hoy da, con seguridad, que la funcin reductiva del sueo acta sobre un material compuesto esencialmente por los deseos sexuales infantiles reprimidos (Freud), por los anhelos infantiles de podero (Adler) y por residuos de instintos, pensamientos y sentimientos arcaicos y colectivos" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). El psiclogo suizo afirma que aquellos contenidos que presentan un carcter retrospectivo, presentan gran eficacia al momento de regular un orgullo inflado, o contacta al individuo de la fragilidad humana, reducindolas a funciones fisiolgicas e histricas. La grandeza falaz de una persona se ve socavada ante un sueo reductor, contactndolo con imgenes vergonzosas y despiadadas. No podemos catalogar esta funcin como prospectiva, ya que el material ofrecido es totalmente retrospectivo, conduciendo a un pasado, que se crea olvidado o superado. El autor afirma que es posible que el paciente logre apreciar cmo se relaciona el material onrico con su situacin consciente, ya sea compensador, prospectivo o reductivo. Pero este no siempre es el caso, ya que el ego tender a manejar el material inconsciente desde su propia ptica patolgica.
Existe otra categora de sueos denominada sueos reactivos. Se observa la tendencia de incluir en esta clasificacin, todos los sueos que parecen ser la reproduccin de una experiencia emocionalmente aguda. Cuando el anlisis no revela la razn profunda de la reproduccin, se halla que dichas vivencias presentan un aspecto simblico que haba escapado a la consciencia y es la causa del sueo. Por lo tanto no se deben considerar en este aparte tales sueos, sino aquellos donde ciertos sucesos objetivos han creado un trauma psquico, cuya formacin no es solamente psquica, sino que representa una lesin fsica en el sistema nervioso central. Este tipo de sueos se presentan en casos de guerras, catstrofes, secuestro o accidentes, donde el paciente ha experimentado shocks violentos, y el trauma representa el ncleo activante. La importancia teraputica de estos sueos radica en la activacin frecuente del elemento traumtico, donde lentamente va perdiendo su autonoma y se recompone en el sistema psquico. El sueo aparentemente restituye una fraccin autnoma que se ha separado del resto del sistema, pero la asimilacin consciente no disminuye la conmocin generada por el sueo. Se puede esperar que el sueo contine reproducindose hasta la completa desaparicin del estimulo traumtico. En la prctica no es sencillo determinar si un sueo es reactivo en su esencia o si reproduce simblicamente una situacin traumtica. El autor afirma que durante el anlisis es posible resolver la incgnita, ya que de ser una reproduccin simblica, este sueo debe desaparecer al ser interpretado adecuadamente, mientras que la reproduccin reactiva no desaparece con su interpretacin. Es posible hallar sueos reactivos de modo especial en "procesos corporales patolgicos", por ejemplo cuando fuertes dolores aquejan al sujeto durante el sueo. El autor describe: "Segn mi opinin los estmulos somticos, solo por excepcin tienen una importancia determinante. Por lo general son integrados a la expresin simblica del contenido onrico inconsciente, es decir, son utilizados como medio de expresin. No es raro que los sueos presenten una maravillosa e intima conexin simblica entre una enfermedad fsica innegable y un determinado problema psquico, de suerte que el malestar fsico aparece justamente como una expresin mmica de la situacin psquica" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Funcin Teleptica. Por otra parte, el psiquiatra suizo estaba convencido de la veracidad de los fenmenos telepticos como parte natural de la vida psquica, afirmando que ejercan una influencia sobre el sueo, pero aada que su explicacin no era tan sencilla como lo afirmaban diferentes escuelas esotricas. En la mayora de los casos el significado teleptico del sueo era desconocido al momento del anlisis. Las imgenes onricas podan presentar elementos subjetivos que eran acordes con la situacin emocional del paciente, por lo que no se poda determinar la naturaleza teleptica del
mismo. Habitualmente, en los sueos telepticos no se puede rastrear su origen a travs del material asociativo suministrado por el soante (contenido latente del sueo). El Dr. Jung afirmaba que el contenido teleptico se encontraba siempre en la forma manifiesta del sueo. La bibliografa, usualmente habla de sueos telepticos que presentan anticipadamente (en el tiempo y el espacio) un evento de carcter afectivo, ligado a la vida emocional del soante, lo que ayuda a entender la premonicin. El autor seala que la mayora de los sueos telepticos responden a esta casustica, sin embargo existen otros casos donde el contenido manifiesto del sueo no estaba relacionado con algn inters del soante. El psiquiatra suizo hizo la observacin que nunca afirm que estos fenmenos estuvieran regidos por leyes sobrenaturales, sino que eran inaccesibles a nuestro conocimiento actual. d. Anlisis a nivel objetivo y anlisis a nivel subjetivo. Despus de lo observado, el Dr. Jung conjuntamente con A. Meader lleg a la conclusin que el sueo era una "auto representacin espontanea de la situacin actual de lo inconsciente en forma simblica" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948). Esta tesis coincidi con las investigaciones independientes de otros pensadores como la de Silberer, lo cual, segn el autor apoyaba su teora. Solemos pensar que cuando soamos con una persona, esta imagen es idntica al objeto real, y no vemos que esta relacin es solo externa. Las imgenes acaecidas en el sueo son un "complejo de factores psquicos" subjetivos pertenecientes al soante, formados a partir de estmulos externos, pero que en muchas casos no tiene nada que ver con el objeto real. Por esta razn, la imagen de las personas que nos rodean son usualmente subjetivas, fragmentos inconscientes que no conocemos o no comprendemos de nosotros mismos. El enfoque freudiano le aporta inmediatamente una analoga sexual o cada smbolo, la visin junguiana remita cada smbolo relacionado con un aspecto psquico del propio soante. Como lo expone su autor: "Toda la gnesis del sueo es esencialmente subjetiva; el sueo es el teatro donde el soador es a la vez escena, actor, apuntador, director, autor, publico y critico. Esta simple verdad forma la base de aquella concepcin del sentido de los sueos que he denominado interpretacin en el plano subjetivo. Esta interpretacin, como su nombre lo indica, ve en todas las figuras del sueo rasgos personificados de la personalidad del soador" ("Puntos de Vista Generales Acerca de la Psicologa del Sueo", 1916/1948) La visin del Dr. Freud atribua las imgenes onricas a personas u objetos reales, es decir, su interpretacin se llevaba a cabo en un plano objetivo. Aunque el enfoque del Dr. Jung, se opona a tal afirmacin, nunca rest importancia al estudio objetivo de las imgenes onricas, ya que la imagen es una mixtura de elementos internos y externos, subjetivos y objetivos. En tal sentido, propuso que era necesario discernir si la imagen era creada producto de su significado subjetivo u objetivo. Para este anlisis estableci el siguiente criterio: cuando el individuo suea con una persona a quien le une algn inters vital, la interpretacin se acerca ms al nivel objetivo; pero en
el caso que la persona sea ajeno o indiferente, entonces la interpretacin se realiza en el plano subjetivo. En la prctica, tambin es posible que dicha persona indiferente, represente otra persona que est unida al soante por algn lazo emocional ms intenso, lo que representara una despersonalizacin del afecto original, o dicho de otra forma, la libido se ha liberado del objeto real. El Dr. Freud deca que en estos cazos, la persona indiferente sustitua a la persona cercana para disminuir la molestia que esta produca. El anlisis en el plano subjetivo, permite observar algunos errores que cometemos y as mejorar nuestra actitud consciente. En aquellos casos donde se encuentra en conflicto una relacin vital para el soante, el plano subjetivo puede carecer de valor, y es necesario atribuir la imagen al objeto real. En todo caso el camino a seguir lo dictar la posicin consciente del soante y la autoreflexin del terapeuta. Analizar las imgenes a nivel subjetivo, representa la introyeccin de la energa psquica depositada anteriormente en objetos externos como figuras, fetiches o personas. Esta visin devuelve todo a uno mismo y exige culparnos, acusarnos, exigirnos, gratificarnos, educarnos y hacernos lo que le hacemos a los dems. Segn el Dr. Jung, esta consideracin podra crear malentendidos y exageraciones en ambos sentidos. e. Clasificacin de los sueos. Aunque el Dr. Jung afirm que la compensacin era la mejor forma de expresar la principal funcin de los sueos, tambin reconoci que esta era una caracterstica muy general. En los casos de tratamientos prolongados, la recopilacin de un gran nmero de sueos posibilita divisar un proceso evolutivo de la personalidad que sera imposible observarlo con un sueo aislado. Saltar a la vista que las compensaciones aparecern como eventuales nivelaciones o restablecimientos del equilibrio psquico. En una lectura ms profunda estas compensaciones parecen verse subordinadas a un fin comn e inclusive ordenadas en una especie de plan, donde ya no se observan como experiencias sin sentido, sino como un proceso organizado. El Dr. Jung llam individuacin al "proceso inconsciente, expresado espontneamente en el simbolismo de largas series de sueo" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). El suizo acept que no contaba con suficientes pruebas para determinar si una serie de sueos, fuera de la experiencia analtica, poda ofrecer tal proceso pero afirm que el anlisis sistemtico de los sueos era un "proceso acelerado de maduracin" (as lo llamara Stanley Hall). Como lo dijimos anteriormente, el Dr. Jung mencion que para analizar un sueo se requera una sabidura especial, inclusive dijo que un profano con suficiente inteligencia, conocimientos psicolgicos y experiencia en la vida poda diagnosticar acertadamente la compensacin de un sueo, mas sin embargo el suizo juzg que era "imposible que nadie sin conocimiento de mitologa y folklore, sin saber psicologa de los primitivos y ciencias de la religiones comparadas, comprenda la esencia del proceso de individuacin, base, segn todo lo sabemos, de la compensacin psicolgica" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948).
Segn el Dr. Jung, los primitivos distinguen entre "pequeos sueos" y "grandes sueo". En este sentido, los pequeos sueos, insignificantes o triviales son fantasas que provienen del mbito subjetivo y personal sin ningn matiz trascendente, por lo que se olvidan con facilidad. Por otro lado, los grandes sueos permanecen guardados en la memoria y en muchos casos representan las experiencias ms importantes de la vida psquica. Los grandes sueos suelen presentarse en edades tempranas, impregnados de imgenes simblicas caractersticas de la historia del espritu humano, son a estos sueos los que circunscriben el proceso de individuacin. Durante la prctica teraputica es comn toparse en el material onrico, imgenes vinculadas a escenas, mitos o ritos de pueblos primitivos. El Dr. Freud al estudiar este fenmeno lo denomin "remanentes arcaicos". Para el psicoanlisis clsico este trmino denota la presencia de "elementos psquicos superviviente de la mente humana desde lejanas edades" ("El Hombre y sus Smbolos. Acercamiento al Inconsciente", 1964). El Dr. Jung no estando de acuerdo con este presupuesto, afirm que este material era parte fundamental del inconsciente, ya que estos elementos seguan aun llenos de vida y significado. Para la psicologa analtica, estos contenidos establecen una conexin entre el mundo racional e instintual, la civilizacin moderna y los pueblos primitivos, pilares donde se cimentan las emociones humanas. Los grandes sueos se caracterizan por la presencia de temas mitolgicos que el Dr. Jung llam Arquetipos. El autor se refiri a este trmino como "las formas especificas y las series alegricas que se encuentran de un modo anlogo en todos los tiempos y regiones, como tambin en los sueos individuales, fantasas, visiones e ideas delirantes" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). A partir de la observacin de imgenes arquetpicas, desde las manifestaciones culturales de civilizaciones antiguas hasta las experiencias del hombre moderno, el Dr. Jung lleg a la conclusin que una parte del alma humana era personal y subjetiva, mientras otra era colectiva y objetiva. Es por ello que la psicologa junguiana habla del inconsciente personal y del inconsciente colectivo, esta ltima ms cercana a los grandes sueos. Segn el autor, los grandes sueos se presentan en periodos claves de la vida, es decir en la primera juventud, en la pubertad, en la madurez (entre los treinta y seis y cuarenta aos) y cerca de la muerte. En estos sueos, las asociaciones que el soante puede ofrecer son muy limitadas por tratarse de imgenes colectivas pero su importancia radica en su sentido particular y no en una conexin personal. En este sentido los mitologmas representan el contexto emocional donde se manifiestan las imgenes arquetpicas, es decir, son esquemas tpicos que se presentan en las mitologas de civilizaciones separadas por espacio y tiempo, revelando una emocin colectiva que trasciende a las experiencias personales. En los grandes sueos se presentan mitologmas caractersticos de la vida del hroe en sus aventuras hacia el camino de iniciacin por lo que es comn hallar imgenes de dragones, animales benficos, demonios, ancianos sabios, hombres animal, tesoros ocultos, arboles de los deseos, cavernas y jardines rodeados, hasta los procesos y sustancias de la alquimia. Los grandes sueos plantean un problema humano general y sempiterno que se repite una y otra vez, cuidado en su aspecto subjetivo y que por ello en su objetivo se abre paso a la consciencia.
El autor expone que el ser humano en la mitad de su vida se siente joven y la vejes la percibe como algo lejano, pero alrededor de los treinta y seis a cuarenta aos de edad pasa el cenit de la vida sin tener consciencia de este proceso, por lo que es posible que el reconocimiento de este momento se presente como un sueo arquetpico. Mientras la persona es solo consciente de su ego, mas se aleja del ser humano colectivo pero ante esta unilateralidad, tender a imponerse una constante correccin y compensacin por parte de la naturaleza, con el objetivo de crear una integracin de lo inconsciente en la consciencia o lo que es lo mismo una personalidad ms amplia. "Todos aquellos instantes de la vida individual en que las leyes de validez universal del destino humano quebrantan las intensiones, esperanzas y concepciones de la consciencia personal, son a la vez estaciones del proceso de individuacin. Efectivamente, este proceso es la espontanea realizacin del hombre total" ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). En este sentido los grandes sueos no representan el sntoma de un desequilibrio psquico en general. f. Sueos tpicos y sueos repetitivos. A pesar de lo dicho no podemos negar que existan sueos o "smbolos aislados" (llamados por el Dr. Jung, "motivos"), que por su frecuencia, podramos llamar tpicos. El autor describe que entre estos "motivos" podemos encontrar: las cadas, los vuelos, ser perseguido por animales peligrosos u hombres hostiles, estar poco o absurdamente vestidos en pblico, tener prisa o estar perdido entre las apreturas de la multitud, luchar con armas intiles o estar completamente indefenso, correr mucho sin llegar a ninguna parte, crecer y decrecer infinitamente, o transformarse en otra persona u objeto ("El Hombre y sus Smbolos. Acercamiento al Inconsciente", 1964). Sin embargo el autor aclara que la interpretacin de todos estos motivos, no deben tomarse como recetas preestablecidas y que deben estudiarse en el contexto de cada individuo. El Dr. Jung expreso que los sueos que se repinten se corresponden a situaciones de la consciencia que tambin se repiten, siendo fcil ver a que alude el sueo ("Psicologa y Educacin", 1926/1946). Muchos analistas afirman que los sueos repetitivos son intentos de comunicacin establecidos por el inconsciente ante una actitud polarizada de la consciencia. En estos casos, el yo se resiste a efectuar las correcciones necesarias para el equilibrio psquico. He observado que estos sueos presenta un nivel emocional muy alto, que obliga al individuo a recordar y revisar una y otra vez el contenido del sueo. La intensidad emocional hace que los individuos presenten cierto temor ante estas imgenes recurrentes. El Dr. Jung afirm que en ciertas ocasiones este tipo de sueos tambin aluden a momentos traumticos o incluso eventos futuros de gran importancia en la vida del sonante. Por mi experiencia los sueos repetitivos suelen ser difciles de analizar; en aquellos casos donde creemos que llegamos a hacerlo, estos pueden volver a aparecer y llenar de desconcierto. g. Fases del sueo. Con respecto a la estructura del sueo, el Dr. Jung plante una semejanza en relacin a la estructura dramtica. El autor expone que usualmente los sueos presentan una primera etapa donde se hace referencia al lugar de accin, las personas que actan y la situacin inicial, e esta etapa la llam exposicin. La segunda etapa es la intriga donde se produce una tensin en la trama
cuyo desenlace es an desconocido. La tercera parte la llam la culminacin o las peripecias, donde se produce algo definitivo o un cambio en la dinmica del sueo. La ltima etapa es el desenlace o la solucin, donde se presenta un hecho concluyente que a su vez es el resultado buscado, en esta etapa despus de cierta confusin catica se realiza una recuperacin del conocimiento. El Dr. Jung indic que esta distribucin puede utilizarse en la prctica sin grandes dificultades pero solo con esto el sueo no quedara analizado ("De la Esencia de los Sueos", 1945/1948). Un aspecto importante en el tratamiento onrico se presenta cuando la persona le da excesiva importancia a los contenidos de los sueos. Es estos casos el soante puede creer que el sueo presenta una intensin moral, es decir censura, avisa, consuela o pronostica. De esta forma se cree que le inconsciente incluye atributos de decisiones o resoluciones, pero se frustran al no obtener respuesta. Esta sobrevaloracin de lo inconsciente puede generar una disminucin de la energa consciente, pero lo inconsciente solo trabaja satisfactoriamente cuando la consciencia lleva a cabo su funcin hasta el lmite de sus posibilidades. En estos casos los sueos pueden asistir a la consciencia completando o ayudando donde se ha fracasado pero en ninguna situacin se superpone a las funciones de la consciencia. Aspectos prcticos del anlisis de sueos desde la perspectiva de C. G. Jung En su obra "Psicologa Analtica y Educacin" (1926/1946) el Dr. Jung describe que existen cuatro mtodos para investigar el inconsciente a saber: el meto de de asociacin, el mtodo de anlisis de sntomas, el anlisis anamnsico y el anlisis de los sueos. Como la amplitud de este escrito no nos permitira abarcar todos los mtodos, solo nos referiremos a la aplicacin prctica del ltimo. a. Sueos iniciales. El contenido de los primeros sueos de un tratamiento analtico puede manifestar diferentes contenidos. El Dr. Jung observ que con frecuencia los sueos en esta etapa inicial presentaban el factor etiolgico esencial de la neurosis de forma simblica. En estos casos los sueos suelen confirmar o rechazar la informacin revelada por la anamnesis. El Dr. Jung en su obra "La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos" (1934) expuso que una explicacin prctica que justifica el anlisis de los sueos durante el tratamiento es que "el sueo describe la situacin interior del que suea cuya verdad y realidad no reconoce la consciencia o solo reconoce a disgusto". El autor sigue explicando que en muchos casos la persona no ve razn alguna que le impida seguir su carrera y sigue esforzndose por llegar ms lejos y ms alto, negando su incapacidad, por lo que el contenido del sueo suele manifestarse en los posteriores sucesos de su vida. Usualmente los sueos iniciales, no solo facilitan el descubrimiento de la etiologa de una crisis neurtica, sino que tambin puede establecer un pronstico e incluso una indicacin de cmo debera iniciar y aplicar el proceso psicoteraputico. Esto no quiere decir que en todos los sueos iniciales sea posible rastrear el factor etiolgico de la neurosis, existen tratamientos donde la
verdadera etiologa de la neurosis solo se descubre al final, y otras cuya causa carece de importancia. Aunque el Dr. Jung reconoci la importancia del conocimiento de los factores etiolgicos, tambin afirma que no todas las neurosis son productos de eventos traumticos o sucesos vividos durante la infancia. Este enfoque causal, hace que mdico y paciente se orienten solamente al pasado, olvidando la orientacin finalista del sueo. Esto hace que la terapia de vueltas en el pasado obviando otros aspectos de mayor importancia. En algunos casos los sueos iniciales pueden ser bastante claros pero a medida que el anlisis progresa esta claridad disminuye. Si por el contrario los sueos siguen manteniendo esa claridad, entonces el anlisis no ha descubierto alguna parte esencial de la personalidad del paciente. Esta situacin se debe a que llega un momento en que el analista no puede abracar la complejidad de la problemtica del paciente. En estos casos sera un error acusar de confusos a los sueos o achacar al paciente resistencias deliberadas, ya que la compresin es un proceso muy subjetivo. Es posible que esta compresin sea unilateral en aquellos casos donde lo hace el terapeuta pero no as el paciente. El Dr. Jung afirm que no se puede hablar de compresin en aquellos casos que es unilateral, pues al final todo depende de la compresin del paciente. Por lo tanto la compresin debe tener "el carcter de un acuerdo y ser el producto de la reflexin de ambos" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). Usualmente el inicio de una neurosis o una psicosis est marcado por la aparicin de sueos que presentan gran importancia y contienen indicaciones sobre las causas y significado de la patologa. Segn el psiquiatra, el fenmeno se podra explicar como el ltimo intento del inconsciente por hacer brotar smbolos que podra proporcionar una valiosa lnea de conducta. Sigue la exposicin diciendo, que el brote de una neurosis o una psicosis est marcado por un perodo de perturbacin donde empieza a desaparecer la sensacin de seguridad inherente a la vida normal. Esta inestabilidad produce alteraciones en el inconsciente que se rebelan contra la perturbacin y la unilateralidad de la consciencia, provocando el sueo en cuestin. Segn el suizo este tipo de sueo, junto a los sueos de la primera infancia, son ms importantes que se puedan encontrar. Segn el suizo el peligro de la compresin unilateral radica en que el analista enjuicie al sueo basndose en un prejuicio o una teora predeterminada. En este caso el xito de la curacin descansara solamente en la sugestin, ejerciendo acciones sobre la independencia del carcter del paciente, cosa que es preferible evitar. El proceso analtico como el Dr. Jung lo concibi, se refiere a la maduracin de la personalidad superior a la sugestin, que segn el mismo, es solo para salir de apuros, afirmando que la sugestin habra que evitarla por considerndola incompatible con el principio de la terapia analtica. El Dr. Jung continua explicando que "Quien quiera evitar la sugestin consciente tiene que considerar sin valor la interpretacin del sueo, hasta que se encuentre una frmula que obtiene la conformidad del paciente" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). La anterior seria una regla fundamental indispensable para el anlisis de aquellos sueos cuya falta de transparencia indican la incomprensin tanto del analista como del paciente. Por lo tanto se debera renunciar a todo prejuicio terico y estar en la disposicin a descubrir una teora del sueo completamente nueva en cada caso.
b. El anlisis de los sueos en psicoterapia. Para el Dr. Jung una interpretacin es "una hiptesis, una simple tentativa de leer un texto desconocido" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). Solo en muy contadas ocasiones, es posible analizar un sueo aislado con alguna seguridad. El anlisis alcanza una seguridad relativa cuando abarca una serie de sueos que permite rectificar en sueos sucesivos, los errores cometidos en el anlisis de sueos anteriores. Por la razn antes mencionada, el Dr. Jung invitaba a sus pacientes a registrar atentamente sus sueos y su anlisis correspondiente. Adicionalmente les instrua a que los mismos prepararan sus sueos de manera dedicada, de modo que el acudir a su consultorio, estos llevaran los sueos anotados con su estructura. En las etapas posteriores disponan que elaboraran y completaran las interpretaciones. De esta forma el paciente aprenda a proceder correctamente con su inconsciente sin la intervencin del analista. Segn el Dr. Jung esto era posible asimilando el contenido del inconsciente. En este orden de ideas las asimilacin significa "la compenetracin mutua de contenidos conscientes e inconscientes y no la valoracin unilateral, la trasformacin o falseamiento del contenido inconsciente por obra de la consciencia, segn se piensa y se practica corrientemente" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). El Dr. Jung expone que el inconsciente es un "ente natural moral, esttica e intelectualmente indiferente, que solo resulta verdaderamente peligroso cuando nuestra posicin frente a l es irremisiblemente falsa. A medida que nos separamos del inconsciente aumenta su peligrosidad. Pero en el momento en que el paciente comienza a asimilar su contenido disminuye tambin el peligro del inconsciente. La disociacin de la personalidad, la temerosa diferenciacin de anverso y reverso, termina con la asimilacin progresiva". Esta regla es posible apreciarla en la interpretacin de los sueos, ya que la compensacin se produce entre la consciencia y el inconsciente. Durante el anlisis siempre es importante preguntarse Qu actitud consciente compensa tal o cual sueo? Es de suma importancia estimar el contenido de un sueo e incluirlo en la posicin de la consciencia, como un factor que tambin es decisivo. De no hacerlo, se contina en la misma situacin excntrica que origin la compensacin. Si se colocase el contenido inconsciente en el lugar de la consciencia, desplazara a este ltimo, volvindose a presentar el contenido anteriormente consciente en la inconsciencia como un fenmeno compensatorio. Por esta razn cada sueo representa una fuente de informacin y regulacin, por lo tanto representa uno de los recursos ms eficaces para la estructuracin de la personalidad. Como se mencion anteriormente, el Dr. Jung relat que cada vez que interpretaba un sueo se preguntaba Qu actitud consciente compensa el sueo? De esta forma se puede relacionar el sueo con la posicin consciente, por lo tanto el psiquiatra afirma que no se puede interpretar un sueo, ni siquiera aproximadamente si no se conoce la posicin de la consciencia, por lo que se pude concluir que
"existe una estrecha relacin de causalidad, escrupulosamente equilibrada, entre la consciencia y el sueo" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). Al momento de incorporar el contenido de un sueo a la actitud consciente del paciente, se debe preguntar no solo que genera dicho contenido sino tambin el objetivo del mismo. Por otro lado es de suma importancia que el contenido inconsciente no hiera o destruya ningn valor positivo de la personalidad consciente, pues de lo contrario no podra asimilarse. Es necesario conservar los valores de la personalidad consciente ya que la compensacin es efectiva cuando coopera con una consciencia integral. "La asimilacin nunca es cuestin de esto o aquello, sino siempre de esto y aquello" ("La Aplicacin Prctica del Anlisis de los Sueos", 1934). Adicionalmente es importante conocer las convicciones filosficas, religiosas y morales de la consciencia con respecto al simbolismo del sueo. El Dr. Jung expuso que si tuviera que interpretar un sueo terica o cientficamente, hasta agotar los recursos, debera relacionar los smbolos con los arquetipos, pero afirma que estos seria un verdadero error, ya que la situacin momentnea del paciente demanda cualquier cosa excepto una desviacin hacia la teora del sueo. Por esta razn, en la prctica es recomendable considerar el significado del sueo en relacin a la situacin de la consciencia, es decir tratar al smbolo como si no fuera fijo, renunciando a saberlo todo de antemano e investigar lo que las imgenes significan para el soante. Por esta razn la interpretacin terica sirve de poco y usualmente no pasa del inicio. Cuando el analista utiliza demasiado el significado de los smbolos permanentes puede caer en la rutina, el dogmatismo y por ende arruinar el proceso. El psiquiatra contina exponiendo que los fenmenos psquicos son de una extraordinaria complicacin y solo puede comprenderse "desde una gran altura" y aun as su compresin se logra nicamente por intuicin. Por esta razn son tan importantes los smbolos. En resumen los pasos a tener en cuenta al momento de analizar un sueo son los siguientes: Despus de realizada la anamnesis, se debe conocer la situacin consciente momentnea del soante. De igual forma es importante conocer los presupuestos filosficos, ticos y morales del mismo. Una vez que el paciente relate el sueo es aconsejable identificar su estructura, destacando los personajes involucrados, el escenario, la trama y las diferentes etapas del sueo. Despus es necesario preguntarse Qu contenido consciente esta compensando el sueo? Se debe realizar un examen de contexto o contextura en torno a las imgenes del sueo. Es importante restringirse a las imgenes propias del sueo ya que un desvo nos alejara de sus contenidos. Se debe plantear una hiptesis tentativa del anlisis del sueo.
Se deben intercambiar opiniones con el paciente en base las hiptesis obtenidas para conocer la opinin de este en base a estas ideas. Es importante que las opiniones del analista no quiebren la integridad de la consciencia, as como no busquen que el contenido inconsciente desplace los contenidos de la consciencia. Este intercambio de ideas debe mantenerse hasta que ambas partes se sientan de acuerdo con las conclusiones obtenidas. Se debe hacer el seguimiento del contenido de sueos sucesivos para confirmar las opiniones emitidas hasta entonces o rectificar la direccin propuesta. El Dr. Jung expuso que el procede de la siguiente forma durante el anlisis de un sueo. Primero, divide una pgina en tres columnas, en la izquierda escribe el sueo espaciando sus frases sucesivas; en el centro, que es un poco ms ancha, se escribe el contexto onrico (que se realiza con la ayuda de las asociaciones, como se menciona anteriormente); a la derecha de la hoja, se escriben las conclusiones que se pueden obtener del anlisis del conjunto. La segunda columna (la del contexto) debe ser llenada con los materiales proporcionados por el soante, pues es el nico que puede describir lo que ciertas imgenes onricas significan para l. Para el analista es imposible saber desde afuera qu funcin asume determinada imagen, por esta razn los smbolos de los sueos son esencialmente de naturaleza individual. Una vez establecido el contexto, la estructura del sueo aparece mucho ms clara y se puede arriesgar a llegar a ciertas conclusiones. En lnea general, el sueo es tratado como si fuera "una inscripcin fragmentaria que acabar de ser descubierta que no pudiramos descifrar y que intentramos hacer legible" con la asistencia de informaciones y complementos extrados del soante. c. Valor curativo de las imgenes arquetipales. Segn el Dr. Jung, la medicina antigua se focalizaba en elevar a un plano de consciencia superior, el estado inconsciente en que se debate el paciente. En algunos casos donde los mdicos eran as u vez sacerdotes, se esforzaban de llevar la patologa a un plano mitolgico con la ayuda de algn texto sagrado. En la antigedad el paciente poda ser sumergido ms fcilmente en el inconsciente colectivo mediante un relato, cuyas imgenes se apoderaban de toda su anatoma restableciendo el equilibrio comprometido. Cierre Siendo el Dr. Jung, uno de los investigadores que se desarroll en un perodo que podramos llamar de transicin, entre la poca Moderna y Posmoderna, los fundamentos epistemolgicos de su obra se ven plagados de una mixtura de diferentes paradigmas. Las opiniones expuestas en esta recopilacin tienen casi un siglo de haber sido escritas y aunque muchos analistas post junguianos han realizado nuevos aportes para el anlisis de los sueos, las ideas fundamentales siguen siendo las mismas dentro de los crculos de formacin de estudiantes.
Con el devenir de las dcadas, la creacin de organizacin internacionales relacionadas a la psicoterapia, la formacin de profesionales y la publicacin de nuevas investigaciones, podremos ser partcipes de la evolucin de los diferentes mtodos psicoteraputicos con el objetivo de ayudarnos a ser un poco ms sanos. In En general, es el proceso mediante el cual se forman y diferencian los seres individuales; en particular, es el desarrollo del individuo psicolgico como un ser distinto, de la psicologa colectiva general.
El objetivo de la individuacin es nada menos que despojar al s mismo de los falsos atuendos de la persona, por una parte, y del poder sugerente de las imgenes primordiales, por otra.
Como el individuo no es un ser solo y separado, sino que su misma existencia presupone una relacin colectiva, se deduce que el proceso de individuacin debe conducir a relaciones colectivas ms amplias e intensas, y no al aislamiento.
La individuacin no nos cierra las puertas al mundo, sino que rene el mundo para s.
La individuacin tiene dos aspectos principales: en primer lugar, es un proceso interno y subjetivo de integracin, y en segundo trmino, es un proceso igualmente indispensable de relacin objetiva. Ninguno puede existir sin el otro, aunque a veces uno de los dos predomina.
La individuacin nos separa del ajuste personal y, por lo tanto, de la colectividad. Esa es la culpa que el individuando deja tras s para el mundo, sa es la culpa que debe tratar de redimir. Debe ofrecer un rescate en lugar de s mismo, es decir, debe entregar valores que sean un sustituto equivalente a su ausencia en la esfera personal colectiva. Sin esta produccin de valores, la individuacin final es inmoral y ms que eso- suicida...
El individuando no tiene motivo a priori para reclamar ningn tipo de consideracin. Debe contentarse con cualquier consideracin que fluya hacia l desde afuera en virtud de los valores que l crea. La sociedad tiene el derecho y el deber de condenar al individuando si deja de crear valores equivalentes.
El conflicto real con la norma colectiva slo surge cuando el camino individual se convierte en norma, que es el verdadero objetivo del individualismo extremo. Naturalmente, este objetivo es patolgico y enemigo de la vida. Por consiguiente, no tiene nada que ver con la individuacin, que, aunque pueda emprender un camino individual, precisamente por esto necesita la norma para su orientacin en la sociedad y para la relacin vitalmente necesaria del individuo con la sociedad. Por lo tanto, la individuacin, conduce a un aprecio natural de la norma colectiva.
Una y otra vez veo que el proceso de individuacin se confunde con la toma de conciencia del yo y que en consecuencia el yo se identifica con el s mismo, lo que naturalmente produce una confusin conceptual sin destino. Entonces, la individuacin slo es egocentrismo y autoerotismo. Pero el s mismo comprende una infinidad de cosas mas que el mero yo, como desde antao lo ha demostrado el simbolismo. Es tanto el s mismo propio, y todos los dems si mismos, como tambin el yo.
La meta es importante slo como una idea; lo esencial es el opus que conduce a la meta: se es el objetivo de toda una vida. Para comenzar pienso que son tiles algunas definiciones: la psicologa analtica es tambin conocida como psicologa de los complejos, psicologa arquetipal o psicologa Junguiana, siendo este su nombre ms comn; fue introducida en el campo del estudio del alma humana por Carlos Gustavo Jung. Este fue un psiquiatra, psiclogo y pensador suizo, alumno y contemporneo de Sigmund Freud, de quin se separa despus de intensos aos de colaboracin. Consideraba Jung que la estructura psicoanaltica dejaba fuera de comprensin una serie de pulsiones y motivaciones en el devenir del Hombre.
Por citar algunas de las divergencias dir que para Freud la energa que gua la conducta humana (Lbido) es de origen sexual (ertico) o tantico (destructivo)
Para Jung la energa es ms variada e indefinida, plantea otras necesidades tales como: de trascendencia (reflexivas religiosas), de poder (Adler), de hacer cosas, de bsqueda de la plenitud de su existencia, de cumplir con el paradigma existencial, etc.
Freud descubre el Inconsciente y establece que este es un contenido oculto y dinmico de la psique, el cual determina nuestra conducta. Para l esta forma de los contenidos psquicos est condicionado por la historia personal, es decir que en el encuentro entre el mundo de los instintos y el medio ambiente, los seres humanos vamos aceptando o reprimiendo aquellas vivencias, emociones y deseos. Cuando ellos amenacen nuestra estabilidad y sobrevivencia los represamos en ese departamento psquico.
Para Freud el alfa y omega de dinmica psquica estaba fundamentada en las relaciones del nio con sus padres, para explicarla recurre a la mitologa Griega y, en la tragedia de Edipo, encuentra el modelo imaginario que da forma a sus ideas.
Jung, tomando como referencia las teora de su maestro y amigo, se cuestiona la exclusividad del mito; en sus reflexiones, se pregunta por qu basar la conducta humana en una sola historia siendo tan siendo tan rico el Panten mtico? No se estar siguiendo un patrn monotesta en contra del politesmo intrnseco del actuar de los seres humanos?
Las anteriores reflexiones lo llevan a estudiar mitologa, y a establecer que los humanos nos comportamos muy distintamente. Esta divergencia parece estar fundamentada en patrones de aprehender y vivenciar. Los patrones se repiten en todas las sociedades y que son ellos los que nos han permitido sobrevivir. A estos formas de estar y vivir llam Jung, Arquetipos.
Los Arquetipos son eternos, son equiparables a las Ideas Platnicas, ellos se revestirn con los ropajes de la cultura, la educacin, la herencia, etc.
Los Arquetipos se deberan encontrar en un lugar an no descubierto del alma. Jung definir a este estrato, "Inconsciente Colectivo."
El Inconsciente Colectivo que se expresa en imgenes y cuya realidad podemos corroborar por la universalidad de los mitos, leyendas, expresiones del folklore y por la emergencia espontanea en sueos y fantasas, de smbolos que pertenecen al todo de la humanidad.
Por ltimo, y ya podemos entrar en la materia de este trabajo, para Freud la conducta humana tena un "Por qu," esta determinada. Hacamos esto aquello sin saber, debido a qu tenemos
vivencias y deseos que no aceptamos en nosotros mismos, las reprimimos y, desde el inconsciente, pugnan por su expresin.
Para Jung, ampliando el concepto, adems de existir este "Por qu" existe un "Para qu." Los seres vivos estamos aqu para cumplir con un paradigma existencial, con una entelequia. Este desarrollo esta guiado por la ecuacin arquetpica que cada uno de nosotros, en forma universal y personal debe cumplir. As la forma de vivir de cada uno, si bien guiada por patrones universales, ser individual, y tremendamente variada. Tan variada como las imgenes que nos aportan las distintas mitologas. No hay que olvidar que la mitologa es psicologa expresada en imgenes. Las mitologas fueron los intentos ms profundos y primarios del ser humano por entenderse.
El proceso mediante el cual cada uno de nosotros viene a ser lo que intrnsecamente y potencialmente es, desde su nacimiento hasta la muerte, fue llamado por Jung, "Proceso de Individuacin." En otra metfora, podemos decir que individuacin es aquel proceso mediante el cual cada uno de los seres vivos logra desarrollar y vivir su propio mito.
No se piense romnticamente que es este un proceso fcil. Para cumplirlo hay que sacrificar y renunciar. Es este, sin embargo, un camino inevitable. Cuando lo traicionamos nuestra alma sufre y si este sufrimiento se prolonga, no es reflexionado integrado, terminamos por enfermarnos. En otras palabras cuando le damos la espalda a nuestra mismidad nos daamos, algo en nosotros queda lesionado. Tienen estas heridas sentido reestructurativo a pesar de todo. Ellas son intentos del alma por corregir el rumbo. De no cumplirse su intencin morimos la peor de las muertes, la del alma.
El Proceso de Individuacin de una metfora de la vida, de mi vida como individuo y de mi vida como ser social.
Al ser concebido, en el primer huevo, en la primera clula, todo el potencial diferenciante del indivuduo se encuentra engramado en lo genes. Toda la experinecia de humanidad est condensada en ese micromundo. De otra forma no podramos explicarnos como, de esta unicidad indiferenciada, nacen tejidos y estructuras tan especializadas y diversas.
Una vez nacidos vamos a ser transformados por nuestras experiencias educativas y vivenciales. Cuando un nio nace est indefenso, requiere de la madre para sobrevivir. Se genera una
urdimbre entre la madre y el nio, esta debe ser rota por la vida y la mismidad. Peor an, al romperse este vnculo nos quedamos solos. Todos le tememos a la soledad, es un estado contranatura, ya que todos buscamos la felicidad , al menos, no sufrir. En este momento, si la madre ofrece sus brazos protectores, corremos de vuelta a ella. Nuestra vida se trunca y nuestra entelequia se paraliza.
Otro riesgo es sumergirnos en la inmensidad de nuestro aislamiento. Creamos entonces un mundo individualstico y egosta donde solo caben yo y mis fantasmas.
La tercera forma, la de la individuacin, es construir mi mismidad y, aceptado y trascendiendo mi soledad, encontrarme con otras mismidades. Este encuentro debe ser ertico y mutual.
Lo que es cierto para mi como individuo parece ser cierto para mi como sociedad. De la sociedad tribal a la mutualidad y el Proceso de Individuacin. Las sociedades originales, siguiendo la lnea del pensamiento anterior, surgen de la masa confusa de los tiempos.
"Al principio cre Dios el cielo y a tierra. La tierra era confusin y caos, y las tinieblas cubran la faz del abismo, ms el espritu de Dios se mova sobre las aguas" (Gnesis 1: 1,2,)
Me parece oportuno aclarar que estoy hablando de psicologa individual y social. Que estoy robndole a La Biblia sus metforas para amplificar mi tesis. Digo esto para no generar confusin en el lector, que pudiera pensarme como mstico como proselitista. La misma metfora se encuentra en "La Santera," en la mitologa Griega, en las religiones Orientales, etc.
Ante el caos y el temor, los seres humanos tendemos a unirnos en clanes, en grupos sociales donde podamos, desde nuestra inferioridad, defendernos de un mundo hostil y confuso. Esta necesidad esta fundamentada en la sobrevivencia, en un instinto que va, en el tiempo, a condicionar nuestra pulsin a crear grupos, a reunirnos en gremios van desde los Rotarios hasta las pandillas callejeras, pasando por AA., NA., Grupos de Soporte para Diabticos, Sociedades Psicoanalticas, Grupos Junguianos, etc.
Se generan las sociedades tribales. Estas le aportan al individuo su sentido de pertenencia, identidad y seguridad. Estas tribus se constituyen en "Egos" colectivos donde la persona se siente protegida y a salvo. Cualquier individuo que comience a cuestionarse y a cuestionar es peligroso para la tribu. Este debe pasar al exilio, ser reprimido ser transformado mediante una serie de ritos iniciticos.
De cualquier forma lo importante en este momento es tener en cuenta la evolucin de las sociedades y del individuo dentro de ellas.
En un segundo momento la identidad es tribal. El individuo debe negarse a s mismo en funcin del bien comn. La Sociedad le provee todo lo necesario para su bienestar. Esta etapa del desarrollo est descrita en los cuentos de hadas, los mitos, las leyendas y las historias del folklore, as como en las manifestaciones artsticas y/o creativas. vemos all como se vive en un estado de inconsciencia paradisaca. Este estado es roto por un desbalance, por un conflicto o por una necesidad.
Estas sociedades ednicas son imagos maternas. De la Gran Madre Tierra, de quin todos venimos y a la cual queremos, y tememos, regresar.
Cuando el individuo comienza a verse a si mismo como diferente. Cuando comienza a reflexionarse, que quiere decir inclinarse en si mismo y verse tal como l es. Se inicia el tercer proceso, en l nos volvemos individualistas--si es que no decidimos traicionarnos y nos regresamos--nos hacemos egostas y nos aislamos. Creamos un territorio que defendemos con pies, uas, dientes, con lo que sea. Cualquier extrao es sospechoso, incluso nuestros padres, hermanos, hijos y amigos. Yo soy yo, puedo y debo hacer lo que mi yoicidad me dicte.
Lo anterior ha sido llevado a extremos tales, que encontramos personas que se permiten tener una moral propia. A ellos no les importa transgredir cualquier lmite con el fin de satisfacer sus deseos y sus instintos. Seres humanos que, cuando parecen tener alguna sensibilidad social, ella est fundamentada en la visin que ellos tienen de la realidad. Baste con observar a los lderes religiosos, polticos de cualquier grupo. Si araamos ligeramente la superficie de su discurso, nos percatarnos de que sus "altos ideales" estn al servicio de su visin egosta y personal.
Es este, sin embargo, un proceso necesario de desidentificacin por el cual todos podemos, y debemos, pasar. Este momento debe coincidir con la adolescencia, cuando se prolonga ms all de ella, hablamos de la cristalizacin de un proceso.
Tambin la sociedades pasan por esta etapa. Basta con ver el panorama internacional. En l hay pases que se consideran desarrollados, hiper-desarrollados, subdesarrollados o en vas de desarrollo. Los primeros, en su concepcin individualista, pretenden hacer vivir al resto del mundo de acuerdo a sus patrones. Lo triste es que hay pases que, en su minusvala y sentimientos de profunda depresin, se tragan el cuento y se mimetizan, con lo cual traicionan sus procesos.
En las naciones Latino-Americanas, estamos presenciando el inicio del desarrollo hacia la individualizacin. La descentralizacin, la liberacin del gobierno central, la emergencia espontanea, y an catica, de micro-empresas de individuos. As como el temor de las clases dirigentes tradicionales a estos cambios, nos recuerdan nuestra adolescencia, cuando queramos pensar por nosotros mismos y nuestros padres, si no eran adecuados, nos lo prohiban con el solo pretexto de que ellos son mayores. No hay que olvidar que una de las caractersticas de la vejez es la negativa a cambiar y a aprender cosas nuevas, el aferrarse a las estructuras antiguas.
Tambin nos recuerda a la adolescencia la cantidad de errores y ensayos que desplegamos. Por medio de la experimentacin, por el fracaso y el xito, vamos incorporando aprendizajes. Esta sabidura propia de la edad madura debe acompaarse de el entusiasmo de la juventud.
Por lo tanto, el individualismo, es una etapa necesaria en el desarrollo. No debe tampoco cristalizarse transformndose en egosmo, aislamiento, tirana y abuso. Debe trascenderse a la siguiente etapa, la de la "Mutualidad."
Mutualidad puede definirse como aquel momento en el cual el individuo es uno en relacin ertica y responsable con sus semejantes, con la sociedad en la cual le toca vivir y con su ambiente.
El individuo en esta etapa es crtico, cuestiona y piensa por si mismo, entendiendo que otros pueden divergir de sus opiniones sin que por ello el tenga que dejar las propias. Puede convivir responsablemente con "El Otro", con l se puede encontrar, dialogar, diferir, pelear, etc.
Esta sociedad mutual no la podemos concebir como un ideal Hippie, divorciada de las pasiones, de las mezquindades y de las inferioridades de la vida misma.
Es por medio de reconocernos en nuestra maldad, de nuestra limitaciones. Es en nuestra "Prima materia" pestilente, donde podemos conocernos, aceptarnos y convivir.
Creo que los ejemplos son redundantes y dejo a la imaginacin crtica del lector la libertad de llenar los vacos, de descubrir los errores y de sealar las deficiencias de este trabajo. Las cuatro funciones psquicas Jung presenta a travs de los Tipos Psicolgicos su Teora de la Personalidad. La integracin de los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales de la mente dan lugar a formas de relaciones objetales. Jung fue uno de los primeros tericos de las relaciones objetales y el nico de los psiclogos dinmicos clsicos que present una Teora de la Personalidad perfilada. La Personalidad en la concepcin jungiana gira en torno a tres polaridades: (1) extroversin/introversin, (2) sensacin /intuicin y (3) pensamiento/sentimiento. Entre las formas de relacin de objeto (relaciones con otras personas e intereses) esta la polaridad Extroversin/Introversin. Los sujetos extrovertidos estn orientados hacia el exterior, hacia las personas, objetos, intereses y situaciones externas. Su reflexin personal esta vinculada a la comprobacin y el razonamiento en base a la actividad externa. Los sujetos introvertidos estn orientados hacia el mundo interno, especialmente sus pensamientos, reflexiones e imgenes mentales. La extroversin y la introversin son conceptos de los que se sirve la Psiquiatra y la Psicologa actual para estudiar la Personalidad. El segundo eje de relacin de objeto es el Eje Perceptivo de la Sensacin y la Intuicin. La percepcin de la Sensacin conlleva a apreciar los detalles especficos de las situaciones en el presente. La Intuicin por su parte es un modo de aprehensin de la realidad psquica que integra totalidades en vez de partes y ve el mundo de las posibilidades. El tercer eje de relacin de objeto est vinculado a como se elabora o procesa la informacin en la Psique una vez percibida. Esta rea Jung la llama la polaridad Pensamiento/Sentimiento. Los sujetos con predominio del pensamiento elaboran sus percepciones en base a juicios basados en la lgica y el razonamiento, mientras que aquellos en que predominan los sentimientos elaboran sus percepciones en base a sus estados afectivos.
La Libido o energa vital puede adoptar cuatro Funciones Psquicas en la actividad del individuo: Pensamiento, Sentimiento, Sensacin e Intuicin. El Pensamiento est relacionado con el razonamiento y la reflexin lgica de los hechos, con el juicio racional. El Sentimiento se relaciona con la percepcin afectiva del mundo interno y externo. La Sensacin se vincula a la percepcin ms fsica del mundo. La Intuicin es un modo de relacin con el mundo que conlleva la conciencia inmediata y global de las cosas. En el Consciente siempre estar la funcin ms desarrollada mientras que en el Inconsciente estar la opuesta sin desarrollar y por tanto en un estado bastante primitivo. Cuando la funcin inconsciente emerge irrumpe y posee a la Personalidad. Es muy importante hacer consciente la funcin inferior porque forma parte de la Sombra y es esencial en el proceso psicoteraputico la integracin de la misma. INTRODUCCION
Este informe tratar sobre los conceptos de inconsciente personal e inconsciente colectivo, propuestos por Carl Gustav Jung.
Primero, entregaremos las caractersticas generales del inconsciente segn Jung, donde encontraramos el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. Segundo, se definir el inconsciente personal y su estructura bsica, el complejo; la posibilidad de hacer conscientes los contenidos del inconsciente personal, la necesidad de esto y la existencia contenidos inconscientes ms all de lo personal. En tercer lugar, se definir lo que es inconsciente colectivo y su estructura bsica, el arquetipo; se hablar de los mtodos que usaba Jung para estudiar el inconsciente colectivo y los efectos perjudiciales que tiene el no considerarlos, tanto para el individuo como para la sociedad.
Este trabajo abordar el tema del inconsciente personal y colectivo sin profundizar en el tema del complejo ni del arquetipo, estructuras conformantes de stos, ni se ahondar en los desequilibrios que puede provocar la importancia excesiva de una funcin de la psique por otra.
El modelo de Jung d la psique humana pertenece a las corrientes psicodinmicas, en su rama analtica.
Para Jung, el inconsciente cubrira "todos los contenidos o procesos psquicos inconscientes, es decir, no relacionados con el ego en forma perceptible"(SHARP, 1994, pag.102); en l existira un continuo, de acuerdo al grado en que el proceso sea ms cercano al instinto o a la consciencia; por un lado, encontramos los llamados procesos psicideos, "que pertenecen a la esfera de lo inconsciente en calidad de elementos incapaces de conciencia"(JUNG, 1991, pag.128), que estn muy relacionados con la base instintiva; por otro, los contenidos que pertenecieron a la consciencia y que la represin los obliga a permanecer bajo el umbral de sta. A los primeros, cuya ms importante fuente radicara en patrones-tipos de conducta y representacin comunes a todos los seres humanos, los denomina Jung inconsciente colectivo, con los arquetipos como estructura bsica; a los segundos, producto de la represin y de contenido ms complejo y volicional, seran parte del inconsciente personal, con los complejos como estructura bsica.
Jung supone que el inconsciente no es se encuentra en estado de inactividad "sino que constantemente est ocupado en la agrupacin y reagrupacin de los contenidos" (JUNG, 1964, pag.52); esta actividad se realiza para mantener el equilibrio de la psique completa, compensando el inconsciente cualquier omisin del ego de las motivaciones personales no reconocidas conscientemente, provocando la unilateralidad de la personalidad. Esta actividad estara regulada en los estados de normalidad por la consciencia y slo estara en libertad, relativa absoluta, en la presencia de patologa: la neurosis sera una "leve disociacin de la personalidad debido a la activacin de complejos" (SHARP, 1994, pag.130) en la cual "la energa retrocede y se activan contenidos inconscientes en un intento por compensar la unilateralidad de la consciencia"(SHARP, 1994, pag.131); la psicosis sera la completa disociacin de la personalidad, en la cual los complejos estn completamente desconectados de la conciencia o, como formulara ms tarde Jung, la consciencia se vera inundada por el inconsciente colectivo.
INCONSCIENTE PERSONAL
El inconsciente personal, para Jung, contiene "recuerdos perdidos, ideas dolorosas que estn reprimidas (es decir, olvidadas adrede), percepciones subliminales [...] y, finalmente, contenidos que an no estn listos para la consciencia"(SHARP, 1994, pag.106). La estructura bsica del
inconsciente personal lo constituye el complejo, que puede considerarse como la red de pensamientos, sentimientos y actitudes mantenidas por una idea nuclear o disposicin central, pudiendo ser tan poderoso que cuando es activado funciona fuera del control del ego. No siempre los complejos son algo perjudicial, ya que hay complejos que puedan realzar la vida y contribuir al mejoramiento de la humanidad. Jung crea que muchos de los ms grandes logros del mundo eran los productos de complejos que lo consumen todo.
La caracterstica principal del inconsciente personal es que contenidos de ste, y especficamente los contenidos reprimidos, tienen la cualidad de que pueden volver a ser conscientes con el reconocimientos, de la persona, de la existencia de stos. A estos materiales Jung los llama contenidos personales, por cuanto sus efectos o su aspecto parcial o su procedencia pueden demostrarse en nuestro pasado personal. Los contenidos personales seran partes integrantes de la personalidad, y que frente a su falta, la consciencia respondera con un sentimiento moral. "La inferioridad sentida moralmente demuestra que la porcin carente es una cosa que, realmente en relacin al sentimiento, no debera faltar" (JUNG, 1964, pag.64). La presencia de la sensacin de inferioridad demuestra la necesidad de asimilar en el consciente ciertas partes del inconsciente. Este proceso de asimilacin trae consigo la transferencia hacia la consciencia de los contenidos del inconsciente personal, por lo cual la persona ampla el rea de su personalidad, en lo referente a la consciencia moral y la autocomprensin, ya que los contenidos trados al consciente generalmente son contenidos desagradables que, por lo tanto, estaban reprimidos.
Jung crea que el inconsciente personal poseera una capacidad limitada, al igual que la existencia individual, por lo que sera posible un llamado agotamiento del inconscientes por el anlisis haciendo el inventario de todos los contenidos inconscientes, el inconsciente ya no puede trabajar en formas distintas a las que trabaja el consciente. Jung plantea, asimismo, que "al anularse la represin, quedar inhibida la produccin inconsciente por detenerse el descenso de los contenidos conscientes en el inconsciente"(JUNG, 1964,pag.52); esto es posible, como dice el autor, en una medida muy limitada, ya que el inconsciente se sigue manifestando por sus vas de expresin normales - los sueos y las fantasas - lo que demostrara la presencia de contenidos inconscientes que desbordaran lo meramente personal.
EL INCONSCIENTE COLECTIVO.
El inconsciente albergara, tambin, todo contenido psquico de carcter subliminal, el cual no ha alcanzado los lmites de la consciencia. Junto a contenidos de la experiencia personal que nunca
alcanzaron a ser percibidos pero fueron registrados, el inconsciente poseera dos tipos de procesos que no seran explicables a travs de las adquisiciones personales: los instintos, los impulsos naturales y los contenidos que constituiran imgenes o adquisiciones de orden colectivo, predisposiciones compartidas por toda la gente y manifestado a s mismo en la conducta, sin tener en cuenta la cultura. Estas imgenes se propagaran a lo largo del tiempo y e una forma universal, que surge gracias a una funcin psquica natural. El inconsciente, por tanto, no slo posee elementos de carcter personal, sino que tambin posee elementos de carcter impersonal o colectivos expresados en la forma de categoras heredadas o arquetipos, predisposiciones innatas que pueden producir realmente imgenes y conceptos poderosos. Entre los arquetipos importantes encontramos el poder, los de la relacin con los miembros del sexo opuesto, los de creencia en algo ms grande, la gua, la maternidad y la paternidad.
Es importante destacar que los arquetipos no son contenidos sino formas que, gracias a la experiencia individual repetida, son despertadas por los eventos con el mundo externo, ordenando las representaciones que "aseguran en todo individuo la similitud, y an la igualdad, de la experiencia y de la creacin imaginativa" (JUNG, 1991, pag.54).
En el estudio del inconsciente colectivo y el tratamiento de las afecciones psquicas encontramos en Jung mtodos basados en el concepto del arquetipo: por un lado, encontramos el estudio de la significacin de los sueos, que no son considerados, como en la teora freudiana, como satisfaccin de los deseos de la libido, sino como mensajes el inconsciente que revelan el problema, tanto como la solucin. Otro mtodo, considerado por Jung uno de los ms importantes, es el de la imaginacin activa, en el cual el individuo une los materiales pasivos del inconsciente con influjos conscientes a travs de alguna forma de autoexpresin, permitiendo la asimilacin de contenidos inconscientes. Esta accin no se puede hacer, "por medio de un descenso a la esfera de los instintos, el cual slo conduce a una inconsciencia incapaz de conocimiento o, peor an, a un substituto intelectualista de los instintos" (JUNG, 1991, pag.155), sino que debe hacerse "a travs de la integracin de la imagen que significa ,y al mismo tiempo evoca, el instinto, aunque en una forma bastante diferente a la que se da en nivel biolgico"(SHARP, 1994, pag.29). Este mtodo tiene dos etapas: un sueo similar al que se realiza con los ojos abiertos, de naturaleza pasiva, y la participacin consciente en las imgenes fantaseadas, de naturaleza crtica.
Muchos arquetipos deben satisfacerse, ya que constituyen poderosas necesidades humanas, cuya frustracin provoca trastornos graves en la personalidad, ya que son instigaciones que vienen de nuestro interior. La falla en tomarlos en cuenta, como la falta de conocimiento o atencin a fuerzas externas, los dotan con poder sobre nosotros, aduendose del ego cuando no han sido satisfechos a travs de la conducta. Generalmente, la religin y las tradiciones culturales han sido
la expresin externa de los arquetipos, con distintos ritos y acciones que preparaban al individuo para enfrentarse a la fuerza de stos de una manera integral; en nuestra cultura, la prdida de estos baluartes ha dado lugar a la creacin de variados "ismos" (comunismo, capitalismo), que creen borrar la supersticioso de las costumbres a partir de los supuestos racionales, pero que no entregan los elementos espirituales que permitan encarar al arquetipo de manera constructiva, haciendo caer a los individuos en la masa y en la consciencia social, dejndolos a merced del poder del inconsciente colectivo. INTRODUCCION
Este informe tratar sobre los conceptos de inconsciente personal e inconsciente colectivo, propuestos por Carl Gustav Jung.
Primero, entregaremos las caractersticas generales del inconsciente segn Jung, donde encontraramos el inconsciente personal y el inconsciente colectivo. Segundo, se definir el inconsciente personal y su estructura bsica, el complejo; la posibilidad de hacer conscientes los contenidos del inconsciente personal, la necesidad de esto y la existencia contenidos inconscientes ms all de lo personal. En tercer lugar, se definir lo que es inconsciente colectivo y su estructura bsica, el arquetipo; se hablar de los mtodos que usaba Jung para estudiar el inconsciente colectivo y los efectos perjudiciales que tiene el no considerarlos, tanto para el individuo como para la sociedad.
Este trabajo abordar el tema del inconsciente personal y colectivo sin profundizar en el tema del complejo ni del arquetipo, estructuras conformantes de stos, ni se ahondar en los desequilibrios que puede provocar la importancia excesiva de una funcin de la psique por otra.
El modelo de Jung d la psique humana pertenece a las corrientes psicodinmicas, en su rama analtica.
Para Jung, el inconsciente cubrira "todos los contenidos o procesos psquicos inconscientes, es decir, no relacionados con el ego en forma perceptible"(SHARP, 1994, pag.102); en l existira un continuo, de acuerdo al grado en que el proceso sea ms cercano al instinto o a la consciencia; por un lado, encontramos los llamados procesos psicideos, "que pertenecen a la esfera de lo inconsciente en calidad de elementos incapaces de conciencia"(JUNG, 1991, pag.128), que estn muy relacionados con la base instintiva; por otro, los contenidos que pertenecieron a la consciencia y que la represin los obliga a permanecer bajo el umbral de sta. A los primeros, cuya ms importante fuente radicara en patrones-tipos de conducta y representacin comunes a todos los seres humanos, los denomina Jung inconsciente colectivo, con los arquetipos como estructura bsica; a los segundos, producto de la represin y de contenido ms complejo y volicional, seran parte del inconsciente personal, con los complejos como estructura bsica.
Jung supone que el inconsciente no es se encuentra en estado de inactividad "sino que constantemente est ocupado en la agrupacin y reagrupacin de los contenidos" (JUNG, 1964, pag.52); esta actividad se realiza para mantener el equilibrio de la psique completa, compensando el inconsciente cualquier omisin del ego de las motivaciones personales no reconocidas conscientemente, provocando la unilateralidad de la personalidad. Esta actividad estara regulada en los estados de normalidad por la consciencia y slo estara en libertad, relativa absoluta, en la presencia de patologa: la neurosis sera una "leve disociacin de la personalidad debido a la activacin de complejos" (SHARP, 1994, pag.130) en la cual "la energa retrocede y se activan contenidos inconscientes en un intento por compensar la unilateralidad de la consciencia"(SHARP, 1994, pag.131); la psicosis sera la completa disociacin de la personalidad, en la cual los complejos estn completamente desconectados de la conciencia o, como formulara ms tarde Jung, la consciencia se vera inundada por el inconsciente colectivo.
INCONSCIENTE PERSONAL
El inconsciente personal, para Jung, contiene "recuerdos perdidos, ideas dolorosas que estn reprimidas (es decir, olvidadas adrede), percepciones subliminales [...] y, finalmente, contenidos que an no estn listos para la consciencia"(SHARP, 1994, pag.106). La estructura bsica del inconsciente personal lo constituye el complejo, que puede considerarse como la red de pensamientos, sentimientos y actitudes mantenidas por una idea nuclear o disposicin central, pudiendo ser tan poderoso que cuando es activado funciona fuera del control del ego. No siempre los complejos son algo perjudicial, ya que hay complejos que puedan realzar la vida y contribuir al
mejoramiento de la humanidad. Jung crea que muchos de los ms grandes logros del mundo eran los productos de complejos que lo consumen todo.
La caracterstica principal del inconsciente personal es que contenidos de ste, y especficamente los contenidos reprimidos, tienen la cualidad de que pueden volver a ser conscientes con el reconocimientos, de la persona, de la existencia de stos. A estos materiales Jung los llama contenidos personales, por cuanto sus efectos o su aspecto parcial o su procedencia pueden demostrarse en nuestro pasado personal. Los contenidos personales seran partes integrantes de la personalidad, y que frente a su falta, la consciencia respondera con un sentimiento moral. "La inferioridad sentida moralmente demuestra que la porcin carente es una cosa que, realmente en relacin al sentimiento, no debera faltar" (JUNG, 1964, pag.64). La presencia de la sensacin de inferioridad demuestra la necesidad de asimilar en el consciente ciertas partes del inconsciente. Este proceso de asimilacin trae consigo la transferencia hacia la consciencia de los contenidos del inconsciente personal, por lo cual la persona ampla el rea de su personalidad, en lo referente a la consciencia moral y la autocomprensin, ya que los contenidos trados al consciente generalmente son contenidos desagradables que, por lo tanto, estaban reprimidos.
Jung crea que el inconsciente personal poseera una capacidad limitada, al igual que la existencia individual, por lo que sera posible un llamado agotamiento del inconscientes por el anlisis haciendo el inventario de todos los contenidos inconscientes, el inconsciente ya no puede trabajar en formas distintas a las que trabaja el consciente. Jung plantea, asimismo, que "al anularse la represin, quedar inhibida la produccin inconsciente por detenerse el descenso de los contenidos conscientes en el inconsciente"(JUNG, 1964,pag.52); esto es posible, como dice el autor, en una medida muy limitada, ya que el inconsciente se sigue manifestando por sus vas de expresin normales - los sueos y las fantasas - lo que demostrara la presencia de contenidos inconscientes que desbordaran lo meramente personal.
EL INCONSCIENTE COLECTIVO.
El inconsciente albergara, tambin, todo contenido psquico de carcter subliminal, el cual no ha alcanzado los lmites de la consciencia. Junto a contenidos de la experiencia personal que nunca alcanzaron a ser percibidos pero fueron registrados, el inconsciente poseera dos tipos de procesos que no seran explicables a travs de las adquisiciones personales: los instintos, los impulsos naturales y los contenidos que constituiran imgenes o adquisiciones de orden colectivo, predisposiciones compartidas por toda la gente y manifestado a s mismo en la conducta, sin tener
en cuenta la cultura. Estas imgenes se propagaran a lo largo del tiempo y e una forma universal, que surge gracias a una funcin psquica natural. El inconsciente, por tanto, no slo posee elementos de carcter personal, sino que tambin posee elementos de carcter impersonal o colectivos expresados en la forma de categoras heredadas o arquetipos, predisposiciones innatas que pueden producir realmente imgenes y conceptos poderosos. Entre los arquetipos importantes encontramos el poder, los de la relacin con los miembros del sexo opuesto, los de creencia en algo ms grande, la gua, la maternidad y la paternidad.
Es importante destacar que los arquetipos no son contenidos sino formas que, gracias a la experiencia individual repetida, son despertadas por los eventos con el mundo externo, ordenando las representaciones que "aseguran en todo individuo la similitud, y an la igualdad, de la experiencia y de la creacin imaginativa" (JUNG, 1991, pag.54).
En el estudio del inconsciente colectivo y el tratamiento de las afecciones psquicas encontramos en Jung mtodos basados en el concepto del arquetipo: por un lado, encontramos el estudio de la significacin de los sueos, que no son considerados, como en la teora freudiana, como satisfaccin de los deseos de la libido, sino como mensajes el inconsciente que revelan el problema, tanto como la solucin. Otro mtodo, considerado por Jung uno de los ms importantes, es el de la imaginacin activa, en el cual el individuo une los materiales pasivos del inconsciente con influjos conscientes a travs de alguna forma de autoexpresin, permitiendo la asimilacin de contenidos inconscientes. Esta accin no se puede hacer, "por medio de un descenso a la esfera de los instintos, el cual slo conduce a una inconsciencia incapaz de conocimiento o, peor an, a un substituto intelectualista de los instintos" (JUNG, 1991, pag.155), sino que debe hacerse "a travs de la integracin de la imagen que significa ,y al mismo tiempo evoca, el instinto, aunque en una forma bastante diferente a la que se da en nivel biolgico"(SHARP, 1994, pag.29). Este mtodo tiene dos etapas: un sueo similar al que se realiza con los ojos abiertos, de naturaleza pasiva, y la participacin consciente en las imgenes fantaseadas, de naturaleza crtica.
Muchos arquetipos deben satisfacerse, ya que constituyen poderosas necesidades humanas, cuya frustracin provoca trastornos graves en la personalidad, ya que son instigaciones que vienen de nuestro interior. La falla en tomarlos en cuenta, como la falta de conocimiento o atencin a fuerzas externas, los dotan con poder sobre nosotros, aduendose del ego cuando no han sido satisfechos a travs de la conducta. Generalmente, la religin y las tradiciones culturales han sido la expresin externa de los arquetipos, con distintos ritos y acciones que preparaban al individuo para enfrentarse a la fuerza de stos de una manera integral; en nuestra cultura, la prdida de estos baluartes ha dado lugar a la creacin de variados "ismos" (comunismo, capitalismo), que creen borrar la supersticioso de las costumbres a partir de los supuestos racionales, pero que no
entregan los elementos espirituales que permitan encarar al arquetipo de manera constructiva, haciendo caer a los individuos en la masa y en la consciencia social, dejndolos a merced del poder del inconsciente colectivo. EL INCONSCIENTE JUNGIANO.
A diferencia del concepto freudiano, el inconsciente en la obra de Jung es extraordinariamente rico y complejo, de una sorprendente riqueza y amplitud cualitativa y cuantitativa [2], que no solamente (aunque tambin) integra los contenidos reprimidos por ser inaceptables a la conciencia, y cuyo funcionamiento no est regulado nicamente por el llamado proceso primario (ausencia del principio de no-contradiccin, alogia, libre desplazamiento, automatismos primitivos sin valor adaptativo, predominio del principio del placer y de inmediata descarga pulsional, etc.) [7] ya que en el seno del propio inconsciente junguiano [14] se dan procesos creativos (primordiales, autogenerados y no slo reactivos a la experiencia de la consciencia yoica), teleolgicos (orientados hacia un fin, objetivo o propsito), sincrnicos (coincidentes con otros sucesos por su significatividad y no por su causalidad espacio-temporal) [20], procesos a largo plazo que pueden durar toda una vida (no slo descargas inmediatas), adaptativos (mejora la relacin del sujeto con el mundo exterior) y trascendentes (hacen evolucionar al sujeto hacia una mayor madurez e integracin personal.
Este ltimo factor, el de la funcin trascendente como motor teleolgico proveniente del inconsciente, result ser uno de los puntos de la teora meta psicolgica en los que Freud y Jung resultaron enteramente opuestos e irreconciliables: Freud se apoyaba en el materialismo positivista anglosajn (St. Mill, Spencer) y alemn (Haeckel, Moleschott) mientras que Jung se encuentra influido por la filosofa de la naturaleza y sus profundidades que va de Eckhardt a Dilthey pasando por Cusa, Paracelso, Boheme, Hegel y en parte Nietzsche. Adems las marcadas personalidades de ambos psiquatras sin duda influyeron decisivamente en el desarrollo terico de la naturaleza, amplitud y contenidos del inconsciente: el extrovertido y racionalista Freud era ateo declarado, el introvertido e intuitivo Jung siempre se consider un hombre abierto a lo numinoso y espiritual [14].
Quizs el aspecto mas diferenciador entre la concepcin freudiana y junguiana del inconsciente radica en la aceptacin de ste ltimo de un inconsciente colectivo u objetivo adems del personal o subjetivo [9]. De hecho, al inconsciente personal se le considera un emergente resultante de la confrontacin entre los posibles modelos preexistentes de experimentacin potencial que radican en el inconsciente colectivo, y los avatares particulares y temporales que la vida hace acontecer al sujeto en el plano fsico, psquico y social. Asimismo la Psicologa Analtica valora al inconsciente prioritariamente como no necesariamente patologizante para el individuo, sino poseedor de valiosos contenidos, procesos y potencialidades que sern de inestimable ayuda para el autoconocimiento y la evolucin completa del hombre hacia su propia identidad [19].
Los contenidos que Jung describi como pertenecientes al inconsciente son mltiples, variados y pertenecientes a diferentes niveles de profundidad y complejidad del psiquismo. Su origen puede ser triple, en un esquema comn a la idea de series complementarias de S. Freud [8], esto es la constitucin innata colectiva (herencia gentica), las vivencias infantiles individuales traumticas o defectuolgicas (conflictos o carencias que funcionarn como elementos inhibitorios del desarrollo espontneo armonioso futuro) y vivencias reprimidas de la vida reciente. Estas ideas se constituyeron en el fundamento terico de la orientacin general y tcnicas especficas de la psicoterapia junguiana [10] e influenciaron poderosamente a otras formas teraputicas como la del Ensueo Dirigido de R. Desoille [27] y terapias afines de autores tales como H. Leuner, A. Wolberg, A. Ahsen, M. Guillerey o E. Shorr.
Jung lleg a considerar una serie de elementos, algunos de los cuales se adelantaron a su tiempo, hoy da confirmados por comprobaciones etolgicas [5] y otros datos provenientes de las neurociencias [32,34]. Podemos citar, ELABORANDO EN CIERTO GRADO los aportes junguianos [16,31] y RELACIONNDOLOS en un breve apunte con algunos autores psicoanalticos:
1- Arquetipos e Instintos. Para Jung la psique del neonato no es una vaca "tabula rasa" sobre la que el medio externo marcar todos sus contenidos y procesos. Arquetipos e instintos representan modelos innatos preexistentes a toda experiencia sensorial y que generan, bajo ciertas necesidades y estmulos, unos prototipos de acciones (instintos) o unos modos privilegiados de captacin del mundo (arquetipos). Son propios de la especie humana, se han ido seleccionando a lo largo de su filogenia y por ello constituyen parte del acervo gentico especficamente humano. Preexisten a la experiencia concreta de un individuo en particular ya que son meramente formas heredadas sin contenido [17] y por ello son patrones universales y comunes a todas las personas independientemente de su condicin, edad o sexo, educacin
formal o pertenencia a una cultura u otra de un tiempo histrico u otro; constituyen fundamentalmente lo que se conoce como inconsciente colectivo u objetivo [15]. Representan pre-programaciones potenciales, tendencias formativas o predisposiciones formales [5] que mediatizan privilegiadamente los modos posibles y concretos de experimentar, percibir, pensar, relacionarse con otros y en ltima instancia de progresar hacia el pleno desarrollo del potencial individual (individuacin, diferenciacin y mismidad) de cada ser humano.
Los arquetipos no son directamente accesibles a la consciencia ya que se encuentran vacos de contenidos concretos, y por ello su conocimiento terico es siempre aproximativo. Sus representaciones espontneas y naturales, conocidas como imgenes arquetpicas de alto valor simblico, esto es son plurisignificativos, s pueden ser accesibles a la consciencia pero son muy variables en sus manifestaciones concretas (en contraste con el arquetipo nico del cual derivan) dependiendo de factores culturales y sociales, as como de los momentos evolutivos por los que atraviesa un individuo en particular [30]. Tales imgenes arquetpicas pueden ser encontradas comunitariamente en las religiones, mitos, tradiciones rituales, leyendas folclricas de todas las culturas y pocas [21]; y tambin pueden ser halladas individualmente en los sueos [6], visualizaciones espontneas o inducidas (por ejemplo a travs de la tcnica de la Imaginacin Activa), diferentes productos personales no voluntariamente provocados por el sujeto *18+ "Si el arquetipo es la estructura que tiende a hacer de nosotros un ser universal, la imagen arquetpica es lo que encierra nuestra singularidad" [30]. Con las diferencias tericas reconocidas, los arquetipos y las imgenes arquetpicas muestran similaridades con ciertos desarrollos de las teoras psicoanalticas de Melanie Klein sobre el "mundo interno" constitucionalmente heredado y sobre los "objetos parciales arcaicos" y las "fantasas primitivas" universales y tpicas de la posicin esquizo-paranoide generadas endgenamente por el infante pre-verbal [24]. Igualmente la nocin de algo trascendente y preexistente al neonato, que estructurar el devenir del sujeto, es comn a los arquetipos de Jung y a los significantes (el "Otro") de Jaques Lacan [40].
2- Elementos que nunca han sido conscientes. No son arquetipos, ya que pertenecen al inconsciente personal aunque sus races se encuentran en el inconsciente colectivo. Sin embargo no han podido acceder armoniosamente a la consciencia y por ello no son reconocidos como parte de la identidad del yo. Normalmente no estn investidos por suficiente energa psquica (libido en trminos junguianos) para superar el umbral de la consciencia cotidiana, aunque eventualmente pueden ejercer sus efectos patgenos sobre el psiquismo por ejemplo a travs de lo que se ha venido en denominar complejos inconscientes, es decir agregados perdurables de representaciones afectivas alrededor de un elemento nuclear significativo inconsciente [33], que funcionan de forma autnoma no integrada con los otros elementos de la psique, asociados a una peculiar carga emocional, que actan como un "cuerpo extrao" intrusivo para el yo, y que pueden interferir, mediatizar o distorsionar poderosamente la forma de vincularse el sujeto
consigo mismo (autoestima y propia imagen) y con los dems (sumisin, retraimiento o desconfianza) [22].
El yo no puede tomar consciencia de tales factores inconscientes meramente por un esfuerzo de voluntad, aunque s reconozca sus manifestaciones caracteriales o sintomticas [13]. Solamente pueden ser revelados mediante un proceso especial especfico, por ejemplo a travs del trabajo analtico teraputico o didctico [11]. Aunque los complejos dependen por un lado de la predisposicin innata gentica y derivan de estructuras arquetpicas, tambin dependen por otro lado de experiencias generalmente negativas y extremadamente tempranas enraizadas en los perodos anteriores al desarrollo del lenguaje a travs de las relaciones fundamentales e identificaciones con personas significativas (padres, cuidadores, hermanos, acontecimientos traumticos vitales infantiles). Y as mismo en otro cierto grado pueden depender de los acontecimientos vitales reiterados en la segunda infancia e incluso adolescencia, ya no como adultos, y generalmente sufridos de forma pasiva como fracasos en el despliegue evolutivo. Igualmente con las reservas tericas oportunas, algunos de estos elementos junguianos se pueden poner en conexin con los desarrollos psicoanalticos de los modelos "del dficit" y con la nocin de escisin horizontal, o sea los trabajos de autores centrados en el vnculo temprano defectuolgico; por una parte las teoras del apego de J. Bowlby y fallas vinculares de DW. Winnicott por ejemplo la descripcin de "falso self" [39], y por otra parte las teoras de las carencias narcisistas del self de H. Kohut [25] y los fallos en la funcin de adaptacin yoica de Brenner.
3- Elementos no verbales en relacin al soma: modos de funcionamiento globales del organismo, actos reflejos o casi reflejos, formas de reaccin fisiolgicas y corporales ante los estmulos significativos, funciones que identifican al sujeto tales como el tipo de respiracin ante el estrs, las posturas corporales y los gestos idiopticos [26]. Representan lo que hoy se conoce como "representaciones procedimentales" del psiquismo [3]. Las dems personas son muy conscientes de tales elementos corporales de los dems, y si el individuo se lo propone puede hacerlos conscientes con una cuidadosa atencin voluntaria, pero suele desconocer su significacin profunda. Constituyen en parte el substrato de los fenmenos psicosomticos (campo de interconexin entre lo mental y lo biolgico). Las teoras de la Escuela Psicoanaltica de Psicosomtica de Pars (P. Marty, M de M'Uzan, M. Fain) reconocen asimismo la existencia y la importancia de stos y otros factores inconscientes afines en la gnesis de mltiples desrdenes psicofsicos [4].
4- Elementos que fueron una vez conscientes y que ahora se encuentran reprimidos en el inconsciente, pero activos y generando sntomas. Estos contenidos son conflictos de naturaleza personal, sedimentos de la existencia de un sujeto en particular. Pertenecen de pleno derecho al
llamado inconsciente individual. Fueron rechazados fuera de la consciencia por ser inaceptables por el sistema tico-moral (por ejemplo deseos sexuales considerados desviados, o deseos agresivo-destructivos contra los padres) o representacional del propio sujeto (por ejemplo el mostrar sentimentalismo para una persona que se valora como fundamentalmente lgica y racional) [12]. Este campo del inconsciente individual es el ampliamente desarrollado por la teora psicoanaltica desde Sigmund Freud y otros autores psicoanalticos clsicos que se adscriben fundamentalmente al modelo pulsional y econmico. Para Jung los contenidos del inconsciente individual no son estticos e invariables, sino que son modificables por la maduracin del sujeto (integracin trascendente hacia la individuacin) o por la psicoterapia, y se hallan constantemente en procesos de agrupacin y reagrupacin con otros materiales inconscientes de alta carga emocional (formacin, activacin y desactivacin de complejos).
Los escritos junguianos revelan una aguda y profunda sensibilidad en la percepcin de los problemas del ser humano, riqueza descriptiva en la variedad de los contenidos y procesos inconscientes implicados, y una sorprendente originalidad en los enfoques teraputicos utilizados por los terapeutas de esta orientacin. E igualmente sorprende an ms el desconocimiento de tales desarrollos tericos y prcticos dentro del corpus terico psicoanaltico general actual. Hoy da la IPA (International Psychoanalytic Association) integra una gran cantidad de aportes muy dispares provenientes de autores freudianos, kleinianos, kohutianos, lacanianos, etc. [37] y mltiples considerandos no incompatibles sino ms bien complementarios entre s tal como la teora del conflicto versus del dficit en la configuracin de la patologa, tal como el predominio de lo intrapsquico versus lo intersubjetivo en la formacin de la personalidad, tal como el analista objetivo versus facilitador, tal como tcnicas interpretativas versus correctivo-emocionales, etc [36]. Excepto el peso de la traumtica historia de la ruptura personal entre Freud y Jung en 1913 (ya casi hace un siglo!), que razones de peso persisten [9] y fundamentan la impermeabilidad que muestra con frecuencia la Psicologa Analtica respecto a legar a integrar los aportes del Psicoanlisis llammoslo tradicional, y por supuesto tambin a la inversa? Por ejemplo, cuntos analistas junguianos saben quin es Bjorn Killingmo y sus importantes aportaciones?; y cuntos de entre los psicoanalistas internacionales han ledo o siquiera odo hablar de Robin Robertson o incluso de la propia Marie-Loise von Franz?
Es cierto que a veces es difcil de compaginar el pensamiento y peculiar lenguaje junguiano, literario y lleno de imgenes floridas y casi esotricas para el profano, con la actual tendencia al rigurosismo terminolgico psicoanaltico y su acercamiento a los paradigmas metodolgicos derivados por ejemplo de la Medicina Basada en la Evidencia. Pero como psicoanalista personalmente no veo ningn escollo insalvable y s posibilidades de enriquecimiento mutuo para
romper los peligrosos aislacionismos dogmticos de escuela. Es de lamentar que un terapeuta que legtimamente se adscribe a una corriente principal, termine por no relacionarse con ningn otro profesional sino los de su grupo analtico de referencia, no lea artculos o libros sino los de su teora particular en la cual se ha formado, y no acuda a congresos sino los de su propia escuela.
El Psicoanlisis actual destaca tanto por la consideracin multimodal y modular de la complejidad del psiquismo en su totalidad sin reducirlo a un nico y privilegiado factor (la pulsin sexual de Freud, la agresividad de Klein, el narcisismo de Kohut, el apego de Bowlby, la cadena significante de Lacan, la adaptacin yoica de Brenner, etc) [29]; como por el esfuerzo en la adecuacin de la aplicacin de la tcnica analtica ms adecuada a un paciente en concreto con un trastorno patolgico en especial renunciando a categoras diagnsticas generalistas y reduccionistas e intervenciones teraputicas estereotipadas y monocordes [1]; como a la integracin terica de las diferentes corrientes analticas y a la apertura a los aportes de otras disciplinas como las neurociencias, el cognitivismo-construccionismo, o la psiquiatra biolgica [32].
Qu pueden aportar en ste contexto las ideas de Jung y seguidores? Un primer valioso elemento radica en el valor prospectivo, teleolgico, de auto superacin y maduracin al que apunta su terapia; es decir el reconocimiento del potencial evolutivo que existe en todo individuo a travs de la funcin trascendente. El proceso teraputico junguiano va ms all de la mera eliminacin de molestos sntomas patolgicos (angustia, depresin, obsesiones, fobias) o caracteriales (rasgos rgidos de personalidad poco adaptativos) focalizando toda la atencin en el pasado; tambin se proyecta hacia el futuro en un proceso continuo de evolucin y mejora personal. Este enfoque junguiano resulta atractivo para un buen nmero de pacientes clnicos, o personas "normales" en general, que desean enriquecimiento (lo espiritual considerado como una vivencia vlida en s misma y no slo como un derivado neurtico) y progreso futuro y no slo remocin de traumas regresivos y lastres pasados.
Otro elemento a considerar es el reconocimiento de la complejidad de la psique que ofrece la teora junguiana: 1- posee varios niveles (inconsciente personal, inconsciente colectivo, preconsciente, consciente); 2- con riqueza de contenidos (arquetipos, imgenes, complejos, representaciones reprimidas, etc); 3- diferentes niveles posibles funcionales en el estado de lo inconsciente (lo que nunca ha sido consciente ni lo podr nunca ser, lo que es producto de lo inconsciente pero puede llegar a ser consciente por insight volitivo propio o teraputico, lo que fue una vez consciente pero ya no lo es al haber sido reprimido o al haber sufrido diferentes maniobras defensivas, lo desactivado sectorial y temporalmente por avatares externos aunque no reprimido, etc.); y 4- el inconsciente no es considerado un sector primitivo, catico, sin estructuras discernibles, algico y peligroso donde la satisfaccin de las pulsiones biolgicas son la nica ley, sino tambin all donde reside la mismidad del sujeto (selbst), favorecedor de la maduracin vital y
capaz de generar vivencias y secuencias de mensajes complejos, bien estructurados, creativos y llenos de significatividad.
Un tercer elemento radica en la consideracin de la utilidad y validez de las tcnicas teraputicas propias de los analistas junguianos: la imaginacin activa y los dilogos internos, la amplificacin divergente de los significados del sueo en especial encontrando paralelismos con elementos del folclore, la mitologa, etc; la atencin a las coincidencias significativas a-causales (sincronicidad); el uso de tcnicas activas de facilitacin de la expresin de los contenidos inconscientes tal como el dibujo espontneo, la danza, la manipulacin de materiales, la consulta del I-Ching, etc; y en general la creatividad y libertad de accin con la que los terapeutas junguianos encaran cada proceso teraputico o de counselling en particular.
Finalmente hay que remarcar la pervivencia en la Psicologa Analtica del impulso fecundante respecto a la cultura, que se ha dejado aletargar en el Psicoanlisis estndar muy volcado en las ltimas dcadas en el estudio y refinamiento de los aspectos tcnicos y metodolgicos del proceso analtico en s. La corriente junguiana sin embargo mantiene un constante y vitalizador inters por las actividades humanistas, realizando importantes y sugestivos aportes a la literatura, las diferentes artes, la religin comparada, la antropologa filosfica, el feminismo y los cambios sociales de la identidad personal y los valores occidentales, la psicologa transpersonal y la moderna espiritualidad (impensable la New Age sin Jung), los grupos de auto-ayuda y superacin personal, los estudios de relaciones interculturales e intertemporales, la revalorizacin de las sabiduras tradicionales y el orientalismo, e incluso el diseo logotpico (por ejemplo la moda de los mandalas como elementos figurativos ornamentales). Sincronidad sincronicidad (sin-, del griego -, unin, y , tiempo) es el trmino elegido por Carl Gustav Jung para aludir a la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal. As pues, emplear el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o ms sucesos relacionados entre s de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar. Para evitarse malentendidos lo diferenciar del trmino sincronismo, que constituye la mera simultaneidad de dos sucesos Establece Jung que su tratamiento del fenmeno no representa ninguna prueba definitiva sino mera conclusin desde determinadas premisas empricas objeto de reflexin. La sincronicidad constituye en s misma una magnitud sumamente abstracta e inmaterializable. Representa un criterio de comportamiento al igual que el espacio, el tiempo y la causalidad. Se renunciara as a la hiptesis de una psique asociada a un cerebro vivo, el factor formal sera ajeno a una actividad cerebral. De ah que se plantee la pregunta de si todo proceso psicofsico tendra como
fundamento la sincronicidad y no la causalidad. De esta ltima se deducen dos posibilidades que ponen en entredicho la experiencia y el entendimiento: Procesos fsicos generan la psique. Psique inmaterial que determina procesos fsicos. De este modo, la sincronicidad, o disposicin a causal o con sentido, representara una posibilidad de esclarecimiento de la encrucijada cuerpo-alma o paralelismo psicofsico. En esta direccin apunta el saber absoluto, o sentido absoluto, implcito al fenmeno, caracterizado de trascendental al hallarse en un espacio psquicamente relativo o continuum espacio-temporal irrepresentable. Ante experiencias de inconsciencia donde paradjicamente permanecen procesos psquicos conscientes cabran darse etiolgicamente dos posibilidades: Sincronicidad ante la imposibilidad de remitirnos a procesos de substratos biolgicos subyacentes. Cuando esto ltimo es factible cabra la posibilidad de deducir como portador de las funciones psquicas al sistema nervioso simptico. Dicha actividad transcerebral sera responsable as mismo del fenmeno del sueo. En conclusin, la clsica imagen fsica tradica del mundo compuesta de espacio, tiempo y causalidad se convertira en una ttrada o cuaternio al unrsele la sincronicidad. Ello posibilitara un juicio global que se aproximara a un concepto unitario del ser eliminndose la incompatibilidad entre sujeto y objeto La sincronicidad en sentido estricto slo es un caso especial de un orden general acausal que da lugar a actos de creacin en el tiempo. Finalmente, debe evitarse interpretar toda situacin aparentemente sin causa como acausal. La sincronicidad solo acontece cuando ni siquiera es pensable una causa. Es decir, dicha falta de explicacin incluye: Una causa desconocida. Dicha causa no es pensable intelectualmente. Entre algunos psiclogos, obras de Jung tales como La interpretacin de la naturaleza y la psique, fueron recibidas como problemticas. La revisin de Fritz Levi de 1952 en el Neue Schweizer Rundschau critic la teora de la sincronicidad de Jung como vaga en la determinabilidad de eventos sincronsticos: el hecho de que Jung nunca explicase de manera explcita su rechazo hacia la "causalidad mgica", con la que un principio tan acausal como la sincronicidad debera estar relacionado, y tambin cuestion la utilidad de la teora.
Una posible explicacin de la percepcin de Jung de que las leyes de la probabilidad parecan desmoronarse con algunas coincidencias se puede apreciar en la Ley de Littlewood. En psicologa y ciencia cognitiva, el sesgo de confirmacin es una tendencia a buscar o interpretar nueva informacin de manera que confirme las ideas preconcebidas propias y evite informacin e interpretaciones que contradigan creencias previas. Es un tipo de sesgo cognitivo y representa un error de inferencia inductiva, o como una forma de sesgo de seleccin hacia la confirmacin de la hiptesis bajo estudio o refutacin de una hiptesis alternativa. El sesgo de confirmacin es relevante en la enseanza del pensamiento crtico, pues este se ejecuta incorrectamente si un escrutinio crtico riguroso es aplicado slo para evidenciar el desafo de una idea preconcebida, pero no para evidenciar lo que la apoya. Wolfgang Ernst Pauli, un cientfico que en su vida profesional fue severamente crtico con el sesgo de confirmacin, emprendi algn esfuerzo en investigar el fenmeno, siendo coautor con Jung de una obra sobre el tema. Algunas pruebas que Pauli cit eran que ideas que se producan en sus sueos tendran analogas sincronsticas en la correspondencia posterior con colaboradores distantes. Se ha afirmado que la teora de la sincronicidad, de la psicologa analtica de Jung, es equivalente a la intuicin intelectual. Lo que llamamos casualidades o coincidencias significativas, son eventos que se presentan sin ningn vnculo causal entre s, pero que sin embargo comparten un sentido comn y que aparecen claramente acompaados por una simultaneidad psquica que los liga con el estado de nimo o los pensamientos de ese momento. Por ejemplo, pienso en una persona, y unos minutos ms tarde, me llama por telfono En ese contexto de revelacin o presagio, Jung hace intervenir los arquetipos.
Jung descubri que en los sueos y en los delirios de los dementes haba ciertos elementos, donde se confunden los instintos y la memoria, que se manifiestan como un fondo colectivo de imgenes y smbolos arcaicos. A estos elementos los llam arquetipos. Estos smbolos colectivos constituyen lo que se ha llamado el inconsciente colectivo porque es compartido por comunidades enteras. Su expresin en los grupos humanos conduce un entendimiento universal sobre el origen tnico de la persona-social. Los arquetipos configuran ciertas vivencias bsicas que se manifiestan simblicamente en los sueos, en la inspiracin o en el delirio. Son la base de la comunicacin, el trasfondo de la historia y son contenidos, ms o menos encubiertos, en las leyendas, los cultos y los mitos de todas las culturas. Dems est decir la importancia que tiene la simbologa los sueos en la teora de Jung.
Los arquetipos ms clsicos son los que tienen que ver con el miedo (la oscuridad smbolo de lo tenebroso, de lo desconocido, de la muerte) o con el amor (sentimiento incondicional entre
tragedia y felicidad o los amores incestuosos de la mitologa). Pero hay una infinidad de ejemplos, como la sabidura del Viejo Sabio, el smbolo del corazn visto como el centro de las emociones humanas, etc., que al fin de cuentas, forman nuestro contexto cultural. Jung tena en alta estima al I Ching, libro compuesto de una gran variedad de imgenes arquetpicas cuyos mensajes evocan la sabidura colectiva, el sentido comn.
Explicando en trminos modernos el fenmeno de la adivinacin en las artes adivinatorias, nosotros buscamos estas coincidencias significativas en una tirada de Tarot, de I-Ching o de Runas. Ellas tambin conciernen a las interpretaciones astrolgicas. Buscamos acordar nuestro inconsciente individual al inconsciente colectivo para actuar de una manera conveniente y asi poder configurar la realidad siempre cambiante de la vida. Jung identific cuatro funciones psicolgicas fundamentales:
b) Sentimiento Se centra en los valores. Comprende la formulacin de juicios del tipo bueno o malo, o bien, correcto o incorrecto.
c) Sensacin Denota una preferencia por la experiencia sensorial directa, la percepcin de los detalles y los hechos concretos: lo que se puede ver, tocar y oler.
d) La intuicin Es una forma de aprovechar la informacin sensorial por sus posibilidades, la experiencia del pasado, las metas o los objetivos del futuro y los procesos inconscientes. Debido a que con frecuencia incluye materiales inconscientes, el pensamiento intuitivo parece moverse mediante saltos y asociaciones.
No todos fomentan por igual las cuatro funciones. Cada persona tiene una funcin dominante y una funcin auxiliar parcialmente desarrollada. Cuanto ms desarrolladas y conscientes sean las funciones dominante y auxiliar, tanto ms profundamente ocultas quedarn sus funciones inversas.
El tipo de funcin de cada persona indica las cualidades y los defectos relativos, as como las actividades preferidas. Estos cuatro tipos funcionales corresponden a los medios evidentes por los cuales obtiene la conciencia su orientacin hacia la experiencia. La percepcin (es decir, la percepcin sensorial), nos dice que algo existe; el pensamiento nos dice lo que es; el sentimiento nos dice si es agradable o no lo es, y la intuicin nos dice de dnde viene y adnde va"
Pero estas 4 funciones no estan integradas totalmente en la parte conciente del ser humano, individualmente cada uno lo hace en proporciones diferentes. Tal que ...
"...si una de estas funciones o actitudes no es empleada en la consciencia, se desarrolla y se pierde en el inconsciente, provocando perturbaciones psquicas. Sin embargo, no es posible hacer simultneamente a todas las funciones conscientes en alto grado ni diferenciarlas todas a la vez, de lo cual resultan diferenciaciones singulares y especficas de la psique humana"
"La exclusividad de la personalidad de un individuo est dada, segn esta teora, por su funcin dominante, la ms diferenciada, eje en torno al cual se organiza el pensamiento consciente. As, algunas personas prefieren pensar sobre las cosas y adaptarse a la vida mediante el pensamiento; otras establecen fcilmente relaciones sociales y un gran sentido de los valores dejndose guiar por el sentimiento; otras crean y viven situaciones en las que despliegan su intuicin; y otras recurrirn sobre todo a sus sensaciones"
Por suerte, a la funcion domininante o diferenciadora, le corresponde su opuesto o inferior, que posibilita el balance :
"Pero as, como hay una funcin dominante, tambin hay una funcin inferior, la cual corresponde a la funcin contraria, (pensamiento-emocin, intuicin-sensacin), como se mencion anteriormente. Esta funcin inferior no posee las cualidades de una funcin consciente diferenciada, que puede ser manejada por la intencin y la voluntad, est en estado arcaicoinconsciente "
"..junto a la funcin dominante o principal, siempre se encuentra una funcin auxiliar, de significacin secundaria, de menor diferenciacin y relativamente determinante; es decir que no se confa en ella nicamente de modo absoluto, ni se la considera decisiva, como ocurre con la funcin primaria, sino que se la tiene en cuenta como funcin complementaria. Esta funcin auxiliar, debe corresponder a una que no est en contradiccin con la funcin principal; por ejemplo, nunca aparecer junto al pensar el sentir como funcin secundaria. "
"Teniendo en cuenta lo anterior, se puede establecer una jerarqua entre las cuatro funciones segn la interaccin dinmica de las preferencias del tipo psicolgico: funcin primaria o dominante, funcin secundaria o auxiliar, funcin terciaria (la opuesta a la auxiliar) y la funcin cuarta o inferior (la opuesta a la dominante). Donde, si la funcin dominante es tpicamente extravertida, las otras tres funciones sern tpicamente introvertidas, y al contrario, si la funcin dominante es claramente introvertida, las otras tres sern claramente extravertidas (Briggs-Myers, 1995; Briggs-Myers y Myers, 1995)."
Significa que debe buscarse un balance entre las 4 funciones en este proceso de conocimiento personal? O acaso dominarlas individualmente para usarlas segun se requiera?
"Durante el proceso de individuacin, se busca llegar a un estadio singular en el que se usen cada una de las funciones segn lo requiera la situacin; pero este uso ptimo de las cuatro funciones no se obtiene mediante un estricto nivel de igualdad, sino por un desarrollo selectivo de cada
funcin, en razn tanto a la importancia que tiene para el individuo como a la utilidad de su relacin con las otras funciones. Lo cual, segn Briggs-Myers (1995), requiere: - La bsqueda de la perfeccin de la funcin favorita o dominante. - El desarrollo adecuado y equilibrado, pero no igual, de la funcin auxiliar. - La utilizacin deliberada y consciente de las otras funciones menos desarrolladas al servicio de la dominante, incluso cuando ese uso exija que las funciones dominante y auxiliar sean conscientemente puestas a un lado para que la tercera y cuarta funciones resulten ms conscientes. - El uso de cada funcin para realizar las tareas en las que sean ms apropiadas" El Complejo y el Arquetipo
Los Complejos del Inconsciente Personal Los Complejos en s mismos no son patolgicos, pero se patologizan cuando se separan de la personalidad y se consolidan como una pequea personalidad aparte. El yo vivencia ese estado como una perdida del alma o tambin como una posesin frente a la cual no puede hacer nada. El Complejo en s mismo no es negativo, pues son manifestaciones normales de la vida. (Jung, 1950) Un Complejo es la imagen de cierta situacin psquica que tiene una fuerte carga emocional y que adems es incompatible con la actitud normal de la Conciencia. La va regia al Inconsciente Personal, segn Jung, no es el sueo como supona Freud, sino el Complejo. Los Complejos interfieren en las intenciones y en la voluntad consciente, producen alteraciones en la memoria y bloquean el flujo de las asociaciones. Aparecen y desaparecen regidos por sus propias leyes, influyen de manera inconsciente y se comportan como entidades autnomas. Producen un conflicto que aparece entre el Yo y el Inconsciente Personal, en los deseos y las motivaciones que son ajenas a la voluntad y la razn consciente. Experimentar un Complejo supone estar ante la presencia de una parte de nuestra Psique que no es asimilada y elaborada adecuadamente. Un Complejo se vuelve patolgico cuando se niega, ya que cuanto ms se niegue ms inconsciente se vuelve. Para Freud el Complejo es una cierta cantidad de energa vinculada a un deseo inconsciente (por ejemplo: el Complejo de Edipo y el Complejo de Electra). Jung acepta lo expuesto por Freud, pero va an ms lejos ya que para l, un Complejo es un ncleo de energa psquica que vincula determinadas asociaciones entre s a travs de una tonalidad afectiva. Los Complejos pueden reactivar los niveles ms profundos del Inconsciente Personal, activando los Arquetipos del Inconsciente Colectivo.
Los Arquetipos del Inconsciente Colectivo El Inconsciente Colectivo es la regin ms profunda de la Psique. Es la fuente de toda la energa psquica, incluida la Consciencia, y es la parte bsica de la Libido. Contiene toda la herencia espiritual de la evolucin de la Humanidad, las grandes "imgenes primordiales", y constituye el fundamento anmico de naturaleza suprapersonal existente en todo Hombre. Es el Inconsciente "objetivo" al contener la misma informacin heredada para todos los sujetos, frente al Inconsciente Personal que es de tipo "subjetivo" al contener las experiencias y deseos personales de la vida particular de cada uno .El Inconsciente Colectivo es una imagen histrica especular del mundo y es tambin en cierta manera un mundo, pero un mundo de imgenes. Los contenidos del Inconsciente Colectivo son los Arquetipos. El Arquetipo es en primer lugar, una epifana, es decir, la aparicin de lo latente a travs de la visin, el sueo, la fantasa y el mito. Todas estas manifestaciones segn Jung (1920) son frutos de la vida interior en perpetuo fluir des de las profundidades, en un proceso parecido al de la creacin en su gradual desarrollo. Si la creacin determina el surgimiento de seres y objetos, la energa de la psique se manifiesta a travs de la imagen, entidad que est entre lo informal y lo conceptual, entre lo que es tenebroso y lo que es luminoso, entre la ambivalencia y la paradoja. Jung (1920) utiliza la palabra Arquetipo para referirse a aquellos smbolos universales que revelan la mxima constancia y eficacia, la ms gran virtualidad respecto a la evolucin anmica, que conduce de lo inferior a lo superior. Pero tambin los relaciona con la estructura de la psique: Los Arquetipos son elementos estructurales numinosos de la psique y poseen cierta autonoma y energa especfica, en virtud de la cual pueden atraer los contenidos de la conciencia que les convengan. Y despus aade: No se trata de representaciones heredadas, sino de cierta predisposicin innata en la formacin de representaciones paralelas que denomin Inconsciente Colectivo. Llam Arquetipos a estas estructuras que corresponden al concepto biolgico de pautas de comportamiento (Pg. 47). Y continua: Hay un reino intermedio entre la unidad del alma individual y su soledad y la multiplicidad Universo............y este reino es la representacin del mundo en el alma y del alma en el mundo, es decir, el lugar de lo simblico que funciona en les vas preparadas de los Arquetipos que son presencias eternas, siendo el problema dilucidar si la conciencia los percibe o no" (Pg.62).Por tanto el Arquetipo tiene una doble funcin, por una parte seria el creador de les imgenes simblicas y por otra parte son los elementos estructurales numinosos del Inconsciente Colectivo. En este sentido son incognoscibles porqu en esencia estn ms all del espacio y el tiempo. Nuestra consciencia se mueve en parmetros espacio tiempo, por tanto no puede entender lo que se mueve fuera de estos parmetros. Jung define la esencia del Arquetipo diciendo que son sistemas disponibles de imgenes y emociones a la vez, son heredados con la estructura cerebral y son su aspecto psquico.Toma la expresin de Sant Agustn, que lo utiliza en un sentido muy prximo al de Platn y su concepto de Idea, es decir, la realidad primordial de la que surgen como ecos i desdoblamientos, les realidades existenciales. El significado de los Arquetipos solo es parcialmente accesible, permaneciendo secreta su identidad ms profunda, porqu son anteriores al hombre y se proyecten ms all de el
La estructura de la Psique La Consciencia y el yo, el Inconsciente Personal y el Inconsciente Colectivo En el modelo de Jung la Psique consta de tres partes: la Conciencia, el Inconsciente Personal y el Inconsciente Colectivo. La Conciencia tiene una funcin fundamental que es servir al sujeto para adaptarse al ambiente. El yo es la parte central de la Conciencia y tiene la funcin de otorgar el sentido de continuidad e identidad personal a travs de la vida, el sentido de si mismo. Organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes. Adems el yo juega el papel de guardin del umbral de la Conciencia, de modo de que todo lo que no entre en su actividad permanece inconsciente. El papel selectivo del yo permite que el individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a travs de la seleccin y eliminacin de ciertos materiales psquicos el sujeto se siente organizado y portador de una identidad. El Inconsciente Personal abarca aquellos aspectos de la Psique que han sido reprimidos y los recuerdos aparentemente olvidados. Tambin contiene las funciones de la "percepcin subliminal" y la actividad de los sueos y fantasas relacionadas con recuerdos, deseos y experiencias personales reprimidas u olvidadas. Jung, en este aspecto, subscribe parcialmente la concepcin de Freud. Tambin, el Inconsciente Personal, puede contener experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, y sobre todo en su actividad destacan los "Complejos. El Inconsciente Personal, a diferencia de los procesos conscientes que pueden ser conocidos directamente, solo puede ser inferido a travs de ciertas actividades humanas como los sntomas, los Complejos y los Smbolos. El Inconsciente Colectivo, es muy importante en la vida del sujeto. Es el substrato mas profundo de la Psique, presente en todos los individuos desde su nacimiento. Conforma la dimensin objetiva de la Psique (frente a la subjetiva del Inconsciente Personal), al contener la experiencia humana de las generaciones del pasado de la Humanidad. El Inconsciente Colectivo est dotado de propsito e intencionalidad, cuya fuerza energtica reposa en elementos primordiales llamados "Arquetipos. No puede enfermar, ya que contiene las experiencias y los mensajes primordiales de la Humanidad y no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto. El Complejo y el Arquetipo Los Complejos del Inconsciente Personal Para Jung (1962) es fundamental la fe confiada en la Naturaleza sabia, por su Lumen Naturae que decan los antiguos filsofos, que es ciega e inocentemente impasible, pero tambin puede aparecer como creadora y destructora la vez. Este carcter paradjico indica su riqueza y potencial
de ser indiferenciado, que puja por la progresiva diferenciacin en un proceso evolutivo y vital que en el ser humano, a nivel psquico se manifiesta en la polaridad instintivo-espiritual. El hombre tiende evolutivamente a desarrollar su vida como individuo de una especie con la mayor plenitud posible. Hay que dar un voto de confianza al Inconsciente Colectivo que representa la naturaleza arquetpica, genticamente programada en cuanto Homo Sapiens que debe diferenciarse y realizarse desplegando sus potencialidades innatas hasta devenir un individuo nico. Lo que tiene que hacer el arte teraputico es ayudar a la Naturaleza como decan los Alquimistas. La psicoterapia analtica consiste en un proceso dialctico, es decir, un dialogo (explicacin, anlisis, confrontacin) entre dos personas y consigo mismo. A travs de este dilogo el yo-hijo retorna una y otra vez al seno materno del Inconsciente Colectivo en forma simblica para encontrar sus races vitales (maternas) perdidas. La figura de la Madre representa la esencia perdida, mientras que la figura del Padre se manifiesta en forma del Arquetipo del Espritu o del Sentido, personalizado por el Viejo Sabio y en la fuerza o dinamismo del Arquetipo. Jung es ms bien ateorico, no tiene un mtodo o tcnica preparada, porque cada paciente es singular e irrepetible y por lo tanto utiliza diferentes mtodos en una especie de pragmatismo abierto y crtico: Aceptacin incondicional del paciente. El psiclogo ha de aceptar al paciente tal cual es, con sus aspectos ms sombros y con su modo de pensar y estilo opcional de vida. Provocacin de experiencias numinosas: tcnica de la imaginacin activa. El paciente ha enfermado por su desarraigo vital de las fuentes inconscientes, por haber perdido su propio mito que daba sentido a su vida, por lo tanto es preciso provocar en l experiencias vivenciales que le iluminen y conmuevan a la vez. Tcnica amplificadora de hermenutica comprensiva. El objetivo es lograr la plena eficacia simblica de transformacin en el paciente. Para ello se necesita no solo la afloracin de mitologemas y smbolos que emergen del Inconsciente, sino tambin la comprensin complementaria del yo consciente. Para trabajar con el lenguaje mtico del Inconsciente Colectivo se necesita una tcnica amplificadora de carcter transcultural e histrico- comparativo. Discusin de la Weltanschauung (visin del mundo de cada individuo). Al proceso dialctico de la psicoterapia hay que ir con todo el equipo tanto paciente como terapeuta, sin reservase nada, para someterlo a anlisis y confrontacin crtica. Esto exige flexibilidad por parte del terapeuta y la aceptacin de las resistencias del paciente. Sacar lo positivo de lo negativo. Todo lo oscuro encierra su luz, todo lo malo encierra algo bueno. Toda neurosis es un esfuerzo positivo de curacin, as la Psique llevar al paciente a un mayor encierro en s mismo hasta un punto lmite, en que no pudiendo soportar ms la soledad se provoque un movimiento enantiadrmico y empiece el proceso de curacin a travs de la experiencia arquetpica.
Acompaamiento del paciente en un proceso dialctico de individuacin transformador. Jung (1929) confa en el Inconsciente-Naturaleza o mundo anmico del paciente y lo acompaa a recorrer su propio camino de individuacin confiando que cuando llegue el momento nacern del fondo del alma, de donde provienen los elementos destructores, igualmente los factores de reconstruccin de la personalidad (pg.21). En este recorrido psicoteraputico irn apareciendo personificaciones arquetpicas entrelazadas o deformadas con Complejos y otros elementos de lo personal-biogrfico, que hay que separar cuidadosamente, iluminar, interpretar, simbolizar e integrar de forma asimiladora. Es un proceso desalienante de las dependencias infantiles y de las masificaciones sociales, de las proyecciones de la Sombra, del nima y del nimus que ejercen una fascinacin y posesin en el individuo. El paciente ir encontrando las races perdidas de su propio mito reintegrando su personalidad en un equilibrio dinmico y creativo. Es el encuentro con la propia Alma, con el Espritu que da sentido a la existencia, en definitiva, con el S-Mismo. Los smbolos : La ambivalencia y la paradoja Segn Jung, (1920) el Smbolo es una mquina psicolgica que transforma energa y a travs de les representaciones modifica la Libido. Los Smbolos nunca fueron inventados conscientemente sino producidos por el Inconsciente, a travs de la revelacin o la intuicin. Es muy probable que gran parte de los Smbolos Histricos procedan directamente de los sueos o al menos haya estado suscitado por los mismos. Las ideas fundamentales que forman el orden simblico, Jung (1920) las ordena dentro de un sistema de lgica simblica y en relacin con la Libido o energa vital. Explica que tenemos les siguientes posibilidades de simbolizacin: La comparacin analgica (es decir, entre dos objetos o fuerzas situadas en una misma coordenada de ritmo comn), por ejemplo: el Fuego y el Sol. La comparacin causativa u objetiva (que alude un trmino de la comparacin y substituye esta por la identificacin), por ejemplo: el Sol benefactor. La comparacin causativa subjetiva (identifica de una forma inmediata la fuerza con un smbolo u objeto en posesin de funcin simblica apta para esta expresin), por ejemplo: Falo o Serpiente. La comparacin activa (que se basa no ya en los objetos simblicos, sino en su actividad, introduciendo dinamismo y dramatismo a la imagen), la Libido fecunda como el toro, es peligrosa como el jabal etc. La conexin con el Mito es evidente. El Smbolo es el lenguaje de los Arquetipos y pertenecen al dominio de ste, las Religiones, los Mitos y las Leyendas.
La analoga simblica
Segn la Tabula smaragdina el triple principio de la analoga entre el mundo exterior y el interior consiste en: la unidad de la fuente o del origen de ambos mundos, el influjo del mundo psquico sobre el mundo fsico, y del mundo material sobre el espiritual. Pero la analoga no solo consiste en esta relacin entre lo interior y lo exterior, sino tambin entre los fenmenos del mundo fsico. La similitud material, formal, es solo un de los casos de la analoga, esta tambin puede existir en la accin y en el proceso. Por ejemplo, el Proceso de Creacin, que les Teogonas expresan como una multiplicacin progresiva, que es en realidad una divisin, porque todo proviene del Uno, tiene su manifestacin analgica en el mito de la descuartizacin de Osiris, en Egipto, de Prajapati en la India o de Dionisio en Grecia. a analoga como procedimiento de unificacin y de ordenacin aparece en el Arte, en el Mito y en la Poesa continuamente. Su presencia delata siempre una fuerza mstica en accin, la necesidad de reunir lo que est disperso. La analoga es la piedra angular de todo el edificio simblico. Si establecemos dos acciones paralelas El Sol vence a las Tinieblas y el Hroe mata al Monstruo, hay una correspondencia entre las dos frases y acciones. Hay una analoga de proceso: ambos sujetos, ambos verbos y ambos predicados se corresponden entre si. Como adems, hemos escogido dos acciones de ritmo comn se podran substituir libremente e intercambiar los elementos de las series sin que el sistema se rompa, y podemos decir: El Hroe vence a les Tinieblas y el Sol mata al Monstruo. La funcin esencial de lo que es simblico es penetrar en lo desconocido y establecer paradjicamente la comunicacin con lo incomunicable. Diel (1992) explica la diferencia entre Alegora y Smbolo con un ejemplo interesante: Zeus lanza el rayo, esto significa en el plano meteorolgico una simple alegora, esta se transmuta en Smbolo cuando la accin adquiere un sentido psicolgico. Zeus se convierte en Smbolo del Espritu y el rayo lanzado simboliza la repentina aparicin del pensamiento iluminante (Intuicin) que se supone es enviado por la Deidad.
El ser humano se despliega, se desarrolla y se realiza gracias a los procesos de simbolizacin, gracias a ellos consigue una sana y equilibrada circulacin de la energa psquica enferma de neurosis cuando se escinde o se desequilibra. Cuando el yo se desarraiga de sus fuentes vitales solo puede recobrar su salud gracias a los smbolos unificadores creados espontneamente por los Arquetipos y con la colaboracin del Inconsciente. Mediante la ayuda del psicoterapeuta los smbolos se traducen para hacer comprensibles e integrables sus significados.